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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS Facultad de Trabajo Social ISSN 2250 - 4532 AÑO 2 | N. o 3 | DICIEMBRE DE 2012

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Universidad nacional de entre ríos

Facultad de Trabajo Social

issn 2250 - 4532

año 2 | n.o 3 | diciembre de 2012

Propietario: Universidad Nacional de Entre Ríos,

Facultad de Trabajo Social

Directora: Elena Ana María Riegelhaupt

Comité editorial

Mg. Pablo Bentura (Uruguay)

Dra. Teresa Porzecanski (Uruguay)

Mg. María Pilar Fuentes (La Plata)

Mg. José María Alberdi (Rosario)

Mg. María Eugenia Garma (Rosario)

Mg. Inés Torcigliani (Córdoba)

Mg. Laura Imbert (Paraná)

Mg. Isela Firpo (Paraná)

Dra. Miriam Mitjavila (Brasil)

Dra. Vera Ribeiro Nogueira (Brasil)

Diseño: Área de Comunicación Institucional

fts · uner

Contacto: Facultad de Trabajo Social – uner

La Rioja 6, (3100) Paraná · Entre Ríos · Argentina

Tel./Fax: (0343) 4310189

[email protected]

Domicilio legal: Eva Perón 24,

(3260) Concepción del Uruguay · Entre Ríos · Argentina

Las notas firmadas representan la opinión

de los autores y no necesariamente la

de Nivel 4, latidos de lo social.

Staff

3 Editorial

5 «alzas y bajas» En la intErvEnción profEsional: ¿sEr o posibilitar sEr? /

Mariana inés vieguer

18 HolograMa social dE alfrEdo carballEda / valeria sterpone

49 sEMinarios optativos y abiErtos

51 libros publicados y disponiblEs En la MaEstría En trabajo social

53 posgrados En trabajo social rElacionados institucionalMEntE

57 MaEstría En trabajo social, facultad dE trabajo social – unEr

abstracts dE las tEsis aprobadas

78 corrEo dE lEctorEs

SumarioNº 3ISSN 2250 - 4532

Revista de la Facultad de Trabajo Social – uner

Año 2, número 3, diciembre de 2012

3

Editorial

Acercamos esta nueva edición de Nivel 4: Latidos de lo social, con una nueva conversación y una

nueva apuesta.

Hemos seleccionado dos textos que, al igual que en el número anterior, dialogan sin saberlo

sobre la ineludible necesidad de prestar atención a la complejidad, sus distintas concepciones y

múltiples aspectos, sobre la premura por abordar sus secretos, tan precisa para atisbar lo ines-

perado que es la constante del ejercicio profesional hoy día.

Y una nueva apuesta, porque en las ediciones anteriores nos brindaban sus aportes pro-

fesionales de reconocida trayectoria o graduados de la propia Maestría en Trabajo Social de la

UNER; esta vez, con atrevimiento no exento de cierta picardía nos animamos a presentar textos

producidos por maestrandos que recién inician sus estudios de posgrado, en su primera puesta

a prueba de capacidad y esfuerzo intelectual, maestrandos que no proceden del ámbito acadé-

mico, donde la producción teórica es más frecuente, sino cuya actividad principal es ejercicio

profesional, por lo tanto, con valores adicionales que no deben dejar de merituarse. Colegas

inmersos —y en ocasiones, por qué no también, acosados— por las demandas cotidianas de un

ejercicio que les interpela en la intervención profesional cotidiana y para el cual están munidos

de una formación que arriesga contenidos de cuya validez resulta saludable dudar. Colegas

que emergen del proceloso mar del diario quehacer para internarse en un no menos proceloso

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edit

oria

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territorio, buceando en el pensamiento con las claves de la epistemología, que de eso se trata el

seminario del cual proceden estos textos.

Por eso la pregunta por el otro no decae en ningún momento en sendos textos, es constitutiva

de la reflexión que busca de manera perseverante acceder a la comprensión de subjetividades

y re-subjetivaciones. Esta perseverancia sucede contra viento y marea, mal que le pese, por

mucho que provoque a los dueños de palabras con mayor peso de autoridad (he ahí la picardía

mencionada más arriba) o gracias a los cuales se asegura, poniendo en el centro del debate, la

revisión y la distinción de posicionamientos en torno a algunos conceptos centrales del trabajo

social: la comprensión, la complejidad, el otro, entre otros. Estos textos son productos de un

escenario de formación, con extensas e intensas jornadas que incluyen exposiciones teóricas,

debates, revisión de posiciones y que culminan con los trabajos que ponen a prueba el pensa-

miento. ◊

Elena Riegelhaupt

5

«alzas y bajas» En la intErvEnción profEsional: ¿sEr o posibilitar sEr?

Mariana Inés Vieguer

El verdadero lenguaje está en el poeta… El que contiene al ser que se alberga en él pero no está manifiesto, revela pero oculta

el verdadero sentido del ser. El lenguaje poético va dejando pasar, develando algo y ocultando otro algo. La tarea hermenéu-tica es sacar a la luz el significado oculto, conocernos a nosotros

mismos y al mundo a través de los textos, de cada texto.

González Saibene (2011)

De alguna manera hay que empezar

Estas palabras, escuchadas en el aula durante el Seminario de Epistemología de las Ciencias

Sociales a cargo de la profesora Alicia González Saibene a propósito de la exposición sobre la

hermenéutica de Heidegger, fueron el disparador para reflexionar en este trabajo.

Realizo aquí un ejercicio de lectura epistemológica. Parto de la idea de Comprensión de

Heidegger (1.ª ed. 1927), tomo un texto-poema de Camilo Blajaquis (2011): «Alzas y bajas en la

bolsa del porro». Busco registrar los problemas que describe poéticamente. Esta mirada parte

desde dos formas diferentes e ideológicamente opuestas: el paradigma positivista y la reconcep-

tualización del Trabajo Social y sus formas particulares de concebir el Objeto del Trabajo Social

hasta lograr una tercera posición propuesta por Alicia González Saibene (1996). Finalizo con una

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reflexión que nos permita reconstruir nuestros posicionamientos epistemológicos al momento

de desarrollar intervenciones profesionales. Volver a pensar en nuestro Trabajo Social, si permite

o posibilita manifestarse al Ser, sujeto/s con los que tenemos que trabajar cotidianamente.

Dejar manifestarse al Ser como lo que es

Heidegger establece nuevas bases filosóficas para la legitimación de la comprensión. Propone

el retorno a la ontología del Ser. Según esto: comprender es develar el Ser de las cosas y las

posibilidades de existencia del existente, es identificar las posibilidades del ser-en-el-mundo,

el Dasein. Ser ahí, ser que somos nosotros mismos, ser que se pregunta por sus fundamentos.

Dejar aparecer o manifestarse al Ser como lo que es. La comprensión no crea sino que permite

la auto-aparición del Ser.

La interpretación es la búsqueda de sentido buscando ese sentido en el Ser, el lenguaje es mani-

festación del Ser, ese Ser que se atisba en la palabra del poeta. El lenguaje, como casa del ser, lo

devela y lo oculta. Para Heidegger, no es el lenguaje cotidiano, el del sinsentido el verdadero len-

guaje. El verdadero lenguaje, para él, es el del poeta, el que contiene al ser que se alberga en él pero

no está manifiesto, revela pero oculta el verdadero sentido del ser… El intérprete, el hombre, se

reconoce como Dasein como ser-en-el-mundo1

1. González Saibene, Alicia: 2011

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Tomando esta idea Ser que se atisba en el lenguaje del poeta intento comprender las posibi-

lidades de comprensión del Trabajo Social. Extraigo el contenido de un lenguaje literario a una

realidad que forma parte de las complejas y contradictorias relaciones sociales. Evito la pers-

pectiva determinista o reduccionista.

Rescatar a los pibes de un infierno anunciado. (Silvina Friera, 2010)

Camilo Blajaquis es el seudónimo de César González, nacido en 1989, preso desde los 16 hasta

los 20 años. A los 21 publicó La venganza del cordero atado, su primer libro de poemas y un año

más tarde Crónicas de una libertad condicional. Vive en el barrio Carlos Gardel de Morón, provin-

cia de Buenos Aires. Coordina talleres literarios para «rescatar a los pibes de un infierno anun-

ciado». Es el gestor de una experiencia colectiva: la revista social de cultura colectiva ¿Todo piola?

Camilo se manifiesta a través de la poesía, una forma de renacer, de ser visibilizado, de pro-

ducir interrogantes. Muestra y pone en evidencia una realidad propia. Desde su experiencia

vital interpela a la sociedad de la que forma parte con un lenguaje particular y sin limitaciones.

Utiliza palabras y expresiones que dan cuenta de su contexto social cultural e ideológico. Su

poesía es la manifestación sin hipocresías de lo cotidiano: como denuncia, como palabras que

incomodan. Interpela la idea que tenemos de esos otros con quienes convivimos, con quienes

mediamos nuestras prácticas profesionales. Usa códigos lingüísticos y expresiones gestuales

que se alejan del patrón de escritura habitualmente publicado/ble. Cultura marginal, discurso

marginado, exhibe formas de vivir y de pensar y pone palabras donde el trabajo social hace

silencio.

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8 La obra, en todo caso, produce la vida en que consiste su existencia. (Agustín Valle, 2012)

En «Alzas y bajas en la bolsa del porro», se muestra el impacto de la falta de marihuana en los

pibes del barrio y el entramado económico con sus razonables y entendibles explicaciones:

Una ruptura que puede generar tensión dentro de los códigos sociales y de convivencia que

gobiernan la cotidianidad del barrio […] ¿Por qué la inflación le escaparía al mercado ilegal del nar-

cotráfico? [...] El porro que salía 2 ahora sale 5 o 10. (2011: 133-135)

¿Cómo se llega a la comprensión del texto según plantea Heidegger? A través de la interpre-

tación.2 En el relato de Camilo se describe una situación cotidiana que comprende, que inter-

preta, que llega a la situación que formula en su título e interroga. Cada párrafo suma a la

comprensión de la idea, invita y permite al lector hacer ese recorrido desde el no saber al enten-

dimiento. Expone en síntesis una de las tantas historias que forman parte de la vida del barrio:

Una madre de 8 hijos que no llega a los 40 años de edad que desde que empezó a vender hizo

progresar su casa, que gracias a la venta de marihuana puede alimentar de manera correcta y dia-

riamente a sus hijos, pero que a la vez estos hijos se están criando en un panorama escalofriante y

excesivamente adverso. (2011: 136)

2. La interpretación es la búsqueda de sentido buscando ese sentido en el ser, el lenguaje es manifestación del ser, ese Ser que se atisba en la palabra del poeta.

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Encuentro aquí un punto de contacto entre el lenguaje poético de Blajaquis y el trabajo

social.

Me fui hasta la transa, uno de los 10 o 20 / puntos fijos que hay en el barrio. (Camilo Blajaquis, 2011: 134)

Los trabajadores sociales sabemos que la venta de marihuana es una estrategia de super-

vivencia puesta en acto por muchas familias en los barrios, aunque de eso no se habla o se

habla desde la ignorancia. Resulta contradictoria y no confiable la opinión de los profesiona-

les al momento de redactar un informe o de sostener una discusión dentro de un equipo inter-

disciplinario cuando se observan estrategias de supervivencias ajenas, propias de las familias

de una comunidad —y diferentes a las del profesional—. Los discursos disciplinarios afirman

enunciados subjetivos. Resultado negativo generado en la creencia acerca de lo bueno y lo

malo respecto de cómo resuelven los otros su vida. La intervención en este tema necesita reco-

nocer lo que tiene sentido para el otro (y para uno mismo).

Los comportamientos y formas de vida de una población no son neutrales ni pueden serlo.

Sostienen una forma específica de convivencia, de establecimiento de relaciones sociales, de

producción de discursos, de circulación económica, de inserción o de exclusión social.

El trabajo social se encuentra en una encrucijada cuando actúa entre lo que está normali-

zado y aquello que no se tiene por conveniente. En la práctica cotidiana se establecen distintos

puntos de observación, discursos ideológicos donde se verbalizan conductas esperables de las

personas o grupos: cómo las familias deben educar a los hijos, qué debieran comer, cómo tie-

nen que convivir conyugalmente, cómo obtener dinero para vivir y sostenerse. Si tales pautas se

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ajustan a normativa legal o resultan un mecanismo de actividades ilegales se vuelve subjetiva la

imprescindible objetividad del investigador social. Se despliegan multiplicidad de valores, idea-

les que se destacan en detrimento de otros y que dan cuenta qué paradigma se utiliza al anali-

zar conceptualmente, y al mediar una intervención con una teoría.

Lores Arnaiz entiende por paradigma:

El conjunto de concepciones amplias y generales acerca de la realidad y del hombre mismo, de

los métodos que deben emplearse para abordarla y de las maneras legítimas de plantear cuestio-

nes, conjunto que contiene elementos de los que el científico es conciente y aspectos inconcientes

o difusos, previo siempre al desarrollo de las investigaciones efectivas y particulares que puede lle-

var a cabo. (1986: 136-137)

A veces el trabajo social fracasa o no se alcanzan los objetivos previstos en una interven-

ción. Develar los motivos de los «fracasos» implica problematizar desde qué lugar leemos la rea-

lidad, desde qué paradigma sostenemos las palabras y las prácticas cuando tenemos delante

estrategias de supervivencia diferentes, cuando quedan al descubierto otros goces, otras for-

mas de felicidad, otros miedos, resistencias a lo establecido como parámetros normales pero

que demuestran cómo las personas avanzan y superan dificultades y obstáculos, lejos de lo que

suponíamos debía ser.

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Según cómo sea definido el objeto del Trabajo Social diferente va a resultar la lectura acerca

de lo que se nos presenta como problema o situación compleja. Sigo el planteo de Alicia González

Saibene:

Al definir el objeto de una profesión se define al mismo tiempo y de un solo golpe, qué se habrá

de analizar y cómo se abordará ese objeto. (1996: 114)

Si tomo en cuenta la construcción histórica del objeto del Trabajo Social, puedo caracterizar

la situación planteada en «Alzas y bajas en la bolsa del porro» de maneras diferentes.

Desde un paradigma positivista característico del Trabajo Social de principios del siglo xx, el

profesional debe adaptar, corregir, encaminar a los individuos. En este caso jóvenes ‘delincuen-

tes’ con uno o varios problemas: consumo de sustancias ilegales y perjudiciales para la salud,

supervivencia al margen del sistema con conductas reprobadas como el robo o el homicidio.

Supongamos que ese pibe, / que se fue a delirar la plata en ropa / es morochito, /

vestimenta deportiva / y cara de secuestro (Camilo Blajaquis, 2011: 138)

Desde el paradigma positivista se conceptualiza a estos jóvenes como desadaptados, no inte-

grados, marginales, personas con defectos a los que caritativamente hay que ayudar, un poco

perdidos, sin futuro, potencial o realmente peligrosos para la sociedad. Si bien el positivismo

en las ciencias sociales ha sido superado por otros paradigmas, permanentemente asistimos a

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prácticas de trabajadores sociales fundadas en la certeza de que es posible hacer que el otro sea

de otra manera y no como es, porque el profesional sabe qué es mejor para el otro.

Si las familias ocultan o nos mienten a los trabajadores sociales acerca de las estrategias

legales e ilegales de supervivencia es justamente porque se saben condenados de antemano,

mejor nos cuentan un cuento que ellos sí saben nos gusta escuchar.

El positivismo entiende lo social como la suma de las situaciones-problemas que afectan a

los individuos. El objeto del trabajo social se orienta entonces hacia un individuo con proble-

mas —en este caso: adolescente, pobre, adicto, delincuente, marginal, inadaptado— y el objetivo

se centra en responder a sus necesidades o a las necesidades de la comunidad —recuperarlo,

adaptarlo, curarlo, transformarlo en útil.

Si el chorro tiene 5 lucas va a ir directamente a renovar su vestuario. Es ahí donde empiezan a actuar los símbolos

de pertenencia… en la clase baja de donde proviene el chorro el símbolo son las zapatillas caras.

(Camilo Blajaquis, 2011: 136)

Otro paradigma: el del trabajo social reconceptualizado, según lo plantea González Saibene.

A mediados de 1960 en medio de una serie de transformaciones y cambios sociales, surge den-

tro de Trabajo Social el movimiento de reconceptualización que cuestiona las viejas prácticas

orientadas al ajuste y adaptación del individuo al medio, para

Buscar la transformación social en las luchas de liberación de los pueblos tendientes a destruir

las cadenas de explotación y dominación burguesas y construir un hombre y una sociedad nuevas

a la luz de las postulaciones materialistas históricas y dialécticas. (1996: 121)

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El objeto del Trabajo Social para este movimiento son las relaciones de producción y explo-

tación. Adaptaron las categorías epistemológicas del materialismo dialéctico, preocupados por

hacer de la disciplina un hacer científico. Uno de los objetivos de la reconceptualización consis-

tió en producir material teórico propio. Investigación – Diagnóstico – Planificación – Ejecución –

Evaluación, el recorrido a seguir para generar teorías y direccionar las prácticas. De acuerdo

a este paradigma, la situación planteada en «Alzas y bajas…» ofrece un ejemplo de cómo el

capitalismo genera desigualdades sociales, y hace difícil la supervivencia de las clases explo-

tadas y marginadas. Empobrecidas, necesitan utilizar estrategias familiares diferentes e ilega-

les. Aunque no por fuera del sistema sino dentro de él, capaz de soportar, estimular y generar la

existencia de un mercado negro -prohibido, penado- armado de eslabones de diferentes tama-

ños, estratificados según funciones y poderes. Las clases sociales víctimas de tal estado anó-

mico llevan una ínfima parte, la que les permite sobrevivir medianamente.

Dentro de las instituciones hay trabajadores sociales con posiciones tradicionales junto a

otros con una postura ideológica materialista dialéctica. Estos últimos buscan la transforma-

ción social, defienden los derechos de los sectores vulnerados, acompañan o adhieren a movi-

mientos políticos, denuncian la opresión la desigualdad, se permiten una lectura más allá del

caso a caso e intentan mediar conceptualmente los abordajes convirtiéndolos en intervenciones

profesionales fundadas política e ideológicamente. Entre unos y otros una variedad de indefini-

ciones, profesionales a los que les cuesta precisar un posicionamiento teórico epistemológico,

cuestión que se traduce en intervenciones cotidianas.

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El negrito es chorro, rescató la tarasca de un afano, pero no por eso le van a prohibir gastarla. / Lo que importa es tener,

no de dónde lo sacaste. / Por eso quizás el chorro y la transa sean un ejemplo / de economías alternativas paralelas

e ilegales / pero que conviven en armonía / y son absolutamente aceptadas / y funcionales a la economía global.

(Camilo Blajaquis, 2011: 138)

González Saibene propone otra forma de afrontar / asumir las relaciones de clase, las formas

diferentes en que los hombres se vinculan, los movimientos sociales, los problemas que gene-

ran las imposiciones de poder. Para la autora

el objeto del Trabajo Social está constituido por las relaciones sociales complejas […] implica

pensar en términos de contradicción, entendida como movimiento constante, lucha, negación y

superación dentro de una totalidad compleja […] Lo social se configura como el conjunto de rela-

ciones complejas pero articuladas entre sí que se manifiestan en cada fenómeno, constituyendo un

proceso de permanente estructuración en el que cada hecho o conjunto de hechos adquiere signi-

ficación. (1996: 124-125)

Plantea que actualmente la perspectiva epistemológica es múltiple y abarcativa pues no hay

ni debe haber una adhesión a-crítica o dogmática de las grandes teorías. De allí la tarea de la

epistemología: mostrar lo complejo de los distintos enfoques para analizar las continuidades y

rupturas que permitan redefinir la profesión en su identidad. El Trabajo Social se inserta en la

dinámica superestructural con un Objeto históricamente construido y un objetivo centrado en

la constitución de sujetos autónomos.

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Un lugar central ocupa el concepto de sujeto, constituido también desde un pensamiento

complejo, con múltiples componentes: una singularidad morfológica y psicológica, un desarro-

llo afectivo-intelectual ligado a la cultura, con posibilidades de relacionarse con otros sujetos,

con libertad de elección entre varias alternativas. Esto supone una condición interna -capaci-

dad intelectual- y condiciones externas que posibiliten esa libertad. Las relaciones sociales, en

su complejidad, se expresan de maneras desordenadas. Colocan el abordaje en términos de

contradicción (movimiento constante / lucha / negación / superación) y de complejidad presen-

tes en los procesos de producción (múltiples atravesamientos / entrecruzamiento de variables /

desorden / conflicto).

Desde esta perspectiva, la modificación de una situación significa una estrategia metodoló-

gica que pueda definir su accionar entre tensiones y confrontaciones. Necesita comprender la

complejidad de lo social para construir perspectivas múltiples de intervención.

La farsa de la cultura del trabajo / cae de un gomerazo en el ojo… / en realidad no importa si se rompió el lomo, /

lo que importa es que con su dinero consuma.

(Camilo Blajaquis, 2011: 137)

El texto de Blajaquis, permite observar una situación descripta como plantea Foucault:

Es imposible analizar el sujeto sin comprender el entramado de redes de poder que

sobre él se ejercen y lo atraviesan. (1996: 126)

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Es necesario no cerrarnos en posturas producidas y reproducidas históricamente y atrever-

nos a problematizar las posiciones teóricas epistemológicas que sostenemos en nuestras inter-

venciones. Atrevernos a permitirles a los sujetos que se manifiesten tal cual son. Habilitar la

escucha con la apertura necesaria para que quien nos cuenta un problema vital porque cree que

algo sabemos al respecto, no tenga que mentirnos porque advierta de antemano nuestras sali-

das o respuestas. Dejar manifestarse al Ser como lo que Es, retomar la inicial idea de Heidegger.

Si pudiéramos dejar manifestarse al otro como es, probablemente estaríamos más cerca de

hacer algo con el otro y menos por los otros.

Blajaquis convierte un texto en un tejido de imágenes que revela una situación concreta real

marginal integrada aceptada y rechazada, actual. Cambia las balas por la poesía y genera den-

tro de su barrio un espacio donde los pibes y pibas escriben, se expresan, crean, encuentran la

posibilidad de recorrer otros caminos alternativos, se animan a elaborar y concretar otras estra-

tegias de supervivencia. Trabajo social necesita acompañar, desde el arte, desde la creación y

recreación de la vida, impulsar la generación de espacios que ofrezcan posibilidades de trans-

formación, de cambios: del enojo, desánimo y hastío al juego creación y destino, justamente en

esa línea que separa lo íntimo de lo social. ◊

Bibliografía

Blajaquis, Camilo. «Alzas y bajas en la bolsa del porro», en Crónica de una libertad condicional,

Buenos Aires: Tinta Limón ediciones, 2011, pp. 133-138.

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Friera Silvina. «Es más peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba», en diario Página/12,

18 de agosto de 2010.

González Saibene, Alicia. «Una lectura epistemológica del Trabajo Social», revista Temas y

Debates de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNR, año 1, N.º 1,

julio-diciembre 1996, pp. 111- 128.

—— PowerPoint N.º 4, exposición en cátedra de «Epistemología de las Ciencias Sociales»,

Maestría en Trabajo Social, UNER, Paraná, 2011.

Heidegger, Martín. El Ser y el Tiempo, (primera ed. 1927), Buenos Aires: Fondo de Cultura

Económica, 2006.

Lores Arnaiz, María del Rosario. Hacia una epistemología de las ciencias humanas. Buenos Aires,

Belgrano, 1986.

Valle, Agustín. Revista Los InRocks, Argentina, edición digital, 30 de enero de 2012.

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HolograMa social dE alfrEdo carballEda

Valeria Sterpone

Como todo es causado y causante, ayudado y ayudante, mediato e inmediato y como todo se mantiene por un vínculo natural

e insensible que relaciona a los más alejados y a los más diferentes, considero imposible conocer las partes sin conocer el

todo y conocer el todo sin conocer particularmente las partes.

Pascal

El título que escogí para el presente trabajo pretende dar cuenta del resultado de la lectura del

mundo conceptual y el marco explicativo del autor escogido.

Holograma, en tanto entendemos que el texto conlleva información compleja, entrelazada

entre sí. Podemos vislumbrar una trama plural, con múltiples ejes problemáticos, interconectados.

En términos de la Teoría General de los Sistemas, podríamos apelar a la siguiente premisa:

no solamente la parte está en el todo, sino que el todo está inscripto en la parte. Unidad que

permite la expresión de las diversidades.

En el texto que hemos escogido podemos ver reflejado una minúscula parte del todo pero

que lleva la presencia del todo en esa minúscula parte.

Siendo así, entendemos que el punto que contiene la casi totalidad de la información que

representa y nos lleva y trae de regreso, es la categoría de Intervención en lo Social. En ella podemos

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ubicar la intertextualidad, definida como holograma social. El concepto Intervención en lo Social

sería el fenómeno social (total) donde coagulan todos los aspectos sociales que Carballeda

analiza en su texto y que, por lo tanto, expresa esa complejidad de manera global. Puede decirse

que su potencia radica en el hecho de que ella misma —la intervención en lo social— es la

totalidad misma, siempre hablando dentro del marco que nos sugiere el autor dentro del artículo

escogido. En efecto, en dicho recorrido entendemos que el concepto de Intervención en lo Social

ha sido medio y escenario de expresión condensada de todas y de todo tipo de manifestación

problemática, a través de la cual se funden distintos planos y dimensiones sociales (políticos

y económicos, culturales y subjetivos, colectivos e individuales, cotidianos y de largo plazo)

que la realidad va presentando en su devenir; es a partir de la complejidad que presenta dicha

realidad donde es necesario y posible desplegar un marco conceptual tendiente a desentrañar

la estructura interna de las relaciones y procesos sociales. Con ello queremos indicar que los

postulados que refiere el autor sobre complejidad, alterarán el proceso de intervención y viceversa.

Aventuradamente, podríamos hacer una sinonimia con la noción de equifinalidad, si con ella

entendemos «la capacidad de llegar a un mismo estado a través de caminos distintos».1

Ubicaremos, a partir de la elección del texto, que el autor nos habla desde un punto de vista

sistémico y complejo, situándolo dentro de la matriz constructivista.

Tomaremos como ejes de análisis, los siguientes postulados presentados en la unidad vi del

Programa Epistemología de las Ciencias Sociales, a saber:

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1. Díaz de Kobila, Esther (2003). El sujeto y la verdad. Memorias de la razón epistémica, Rosario: Laborde, p. 31.

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• La complejidad como categoría fundamental para el análisis de lo social.

• La apelación a visiones teóricas múltiples de cara al quiebre de los modelos unívocos.

Esta será nuestra intención sin desconocer que, tanto el Seminario como el autor escogido,

nos colocan frente al desafío de construir una mirada en el filo entornado de una puerta que

no termina de abrirse ni cerrarse. El desafío es entonces, entrar por esa mirilla y reconstruir el

texto tejido, cuidadosamente tejido como en un telar que propició el autor, en donde trama y

urdimbre (conceptos y categorías) se entrelazan desplegando un lienzo al que puede uno entrar,

salir y volver a entrar. Pero se trata de un paño de múltiples dimensiones y de variaciones

dinámicas que, como en un holograma, modifica sus trazos según el punto de vista del lector.

Edgar Morín nos recuerda que «La dificultad del pensamiento complejo es que debe afrontar

lo entramado (el juego infinito de inter-retroacciones), la solidaridad de los fenómenos entre

sí, la bruma, la incertidumbre, la contradicción. Pero nosotros podemos elaborar algunos de los

útiles conceptuales, algunos de los principios, para esa aventura, y podemos entrever el aspecto

del nuevo paradigma de complejidad que debiera emerger».2

Asimismo, no queremos dejar de mencionar que no contamos con la fecha de publicación

(exacta) del artículo escogido, sólo sabemos que es un compendio de varias investigaciones de

diferentes años; ello lo hace susceptible de que cualquier lector se encuentre en la actualidad

frente a conceptos epitafios que dicen sobre lo que ya no puede hablar, así como también a

concepciones vivas que proponen tramas para que lo manifiesto siga latiendo.

2. Morín, Edgar (1997). Introducción al pensamiento complejo, Barcelona: Gedisa, p. 33.

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Aunque la elección del título podría resultar y presentarse como ambiciosa, a la vez

sostenemos que gana en coherencia conceptual: aquella sostenida por el autor. Por ello,

intentaremos traer a escena la demarcación del camino recorrido por Alfredo Carballeda y

junto a él, nuestro señalamiento personal de un campo social complejo y abierto y que ya fuera

explorado por tantos otros.

¿Garantías entonces de optar por una mirada cercana y próxima a la escogida por el autor?

Ninguna. Sólo una apuesta (atrevida) en una jugada arriesgada.

O tal vez, sólo intente ser un punto de vista entre varias alternativas posibles.

Introducción

La inmovilidad se puso en marcha y no sé cómo pararla.

Edgar Faure

De acuerdo a los lineamientos teórico-epistemológicos brindados en el Seminario Epistemología

de las Ciencias Sociales, y a la luz de la lectura realizada sobre el texto de Alfredo Carballeda:

«La intervención en Lo Social, las Problemáticas Sociales Complejas y las Políticas Públicas»,

entendemos que el autor se encuentra posicionado, a raíz de la utilización de determinadas

categorías dentro, del Constructivismo, entendido éste como «Nuevo paradigma interdiscipli-

nario, sistémico y complejo».3

3. González Saibene, Alicia (2011). Seminario Epistemología de las Ciencias Sociales, Maestría en Trabajo Social,

Facultad de Trabajo Social-UNER, PowerPoint n.° 5.

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Sostenemos que estamos frente a un modo de pensar que no nos dice cómo es el mundo,

sino que nos sugiere una manera de pensarlo y nos suministra un mapa de caminos viables

para la acción, el pensamiento y la reflexión.

Por lo mismo, entendemos que el autor se ha sumergido en esta publicación, en la tradición

sistémica y en el paradigma de la complejidad: aparecen junto a los aspectos constructivos y

organizativos, las nociones de cambio, incertidumbre y complejidad.

Ludwig von Bertalanffy anunció que la epistemología congruente con el pensamiento

sistémico era el constructivismo.

Según Bertalanffy,

la teoría general de los sistemas se hace cargo de la introducción del sistema como nuevo

paradigma científico en contraste con el paradigma analítico, mecanicista, unidireccionalmente

causal de la ciencia clásica […] La teoría general de los sistemas es una teoría formal de la totalidad

y de la complejidad de tipo holístico que tiene por objeto el estudio de las propiedades generales

de cualquier clase de sistema, establece como conceptos centrales los de sistema e isoformismo y

manifiesta una clara vocación de interdisciplinariedad.4

4. Díaz de Kobila, Esther (2003). El sujeto y la verdad II. Paradigmas epistemológicos contemporáneos, Rosario: Laborde, p. 29.

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¿Por qué consideramos que el autor adopta en su texto un posicionamiento epistemológico

Constructivista?

Porque podemos encontrar interrelación conceptual, inter-juego categorial, postulados

dialógicos y hologramáticos, pluralidad, recursividad,5 y una coreografía discursiva tendiente

a convocar el concepto de complejidad que propicia el pensamiento constructivista; así como

también «el reconocimiento de los procesos emergentes, de la multiplicidad, la diversidad»,6 la

multidimensionalidad, y la interdisciplinariedad; elementos necesarios y siempre presentes en

los procesos de producción y creación. La mirada recursiva, circular y sistémica está presente en

las reflexiones y en la argumentación explicativa del autor.

Asimismo, podemos reconocer que el autor convocará otros conceptos por fuera del

paradigma de la complejidad, para dar cuenta, comprender y enfrentar la complejidad social,

recuperando por ejemplo, el concepto de dispositivo de Michael Foucault, situado éste último

dentro de la matriz epistemológica pos-estructuralista.

Entendemos que el autor, al adoptar esta perspectiva de análisis, concibe que los problemas

sociales o las situaciones sociales complejas pueden ser explicadas, precisamente a partir de

la interrelación entre un gran número de variables (conceptuales). Con lo cual, volveríamos a

sumergirnos dentro de la epistemología sistémica al apelar al relativismo de las categorías, es

decir, a la relatividad de las visiones del mundo.

5. Edgar Morín llama organización recursiva a «la organización en la que los efectos y los productos son necesarios por su propia causación y su propia producción, una organización en forma de bucle». Edgar Morín, «La Noción de Sujeto» en: Fried Schnitman, Dora (1994). Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidos, p. 70.6. Fried Schnitman, Dora (1994). Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidos, p. 15.

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Por otro lado, sostenemos que si bien nos resulta cercana, familiar y próxima reconocer la

complejidad social (o «indisciplina de los problemas»), difícil es enfrentarla o habitarla (hospedarla,

alojarla en el pensamiento) cuando queremos ubicar, recuperar o evocar conceptos para nombrarla,

desagregarla. Entonces es cuando llega el momento de desplegar operaciones de invención

(creatividad7 para Edgar Morín) o «construir perspectivas múltiples de intervención»8 para Alicia

Gónzalez Saibene, que nos habilite en la comprensión de la situación problemática a abordar.

En efecto, consideramos necesario señalar que

La complejidad está donde quiera que se produzca un enmarañamiento de acciones, de

interacciones, de retroacciones, y dondequiera que existan fenómenos aleatorios que no se pueden

determinar y que, empíricamente, agregan incertidumbre al pensamiento.9

Finalmente, la Dra. Alicia Gónzález Saibene nos recuerda que

la perspectiva epistemológica actual es múltiple y abarcativa […] [Ésta nos brinda]

la posibilidad de mostrar criterios, en lo complejo de los distintos enfoques, para leer

la producción de rupturas y nuevas construcciones que permitan, no sólo redefinir la

7. Morin, Edgar (1997). Introducción al pensamiento complejo, Barcelona: Gedisa, p. 80.8. González Saibene, Alicia (1996). «Una lectura epistemológica del Trabajo Social», revista Temas y Debates, Rosario: UNR, p. 111.9. Díaz de Kobila, Esther (2003). El sujeto y la verdad. Memorias de la razón epistémica, Rosario: Laborde, p. 32.

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profesión en su identidad, sino también recuperar modos de interpretar los procesos

sociales en los que juega su intervención.10

Claro que, como nos dice Edgar Morin «con la palabra complejo no estamos dando una

explicación, sino que señalamos una dificultad para explicar […] Es un pensamiento donde

estará siempre presente la dificultad».11

Quizás la epistemología nos otorgue (esa) posibilidad de ir tejiendo otras tramas. Y desde

el paradigma de la complejidad, trabajar con la incertidumbre implica «poner a prueba un

pensamiento enérgico que los mire de frente […] El verdadero pensamiento es el que mira de

frente, enfrenta el desorden y la incertidumbre».12

A continuación, intentaremos «mirar de frente», el posicionamiento de Alfredo Carballeda

con respecto a la noción de complejidad; esto es: trataremos de recuperar el contexto de su

argumentación y los supuestos subyacentes en la elección de su nivel de análisis. Asimismo,

hemos acompañado el análisis de dicha categoría, con la puesta en escena del concepto e

implicancia que tiene la noción de interdisciplina en relación al paradigma de la complejidad.

10. González Saibene, Alicia (1996). «Una lectura epistemológica del Trabajo Social», revista Te-mas y Debates,Rosario: UNR, p. 123.11. Morin, Edgar: «Epistemología de la Complejidad» en: Fried Schnitman, Dora (1994). Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidos, p. 421.12. Ídem, p. 427.

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La complejidad13

El momento del nacimiento de la Filosofía no es la aparición de la pregunta del ser,

sino el surgimiento de la interrogación.

C. Castoriadis

¿Qué entiende por Complejidad Alfredo Carballeda? ¿Cómo la define?

Carballeda entiende y parte de la concepción de un «mundo sumamente complejo que

demanda a la intervención social nuevas miradas y propuestas».

En principio, el autor parte de la concepción (sociológica) de que el contexto («los nuevos

escenarios actuales») es complejo. Luego, adjudica esta visión a las manifestaciones de la

cuestión social: «Problemáticas Sociales Complejas que deben ser miradas transversalmente».

13. «¿Qué es la Complejidad? A primera vista la complejidad es un tejido (complexus: lo que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. La compleji-dad es el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Así es que la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextri-cable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre… De allí la necesidad, para el conocimiento, de poner orden en los fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es decir, de seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambigüedad, clarificar, distinguir, jerarquizar». Morin, Edgar (1997). Introducción al pensamien-to complejo, Barcelona: Gedisa, p. 32.

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Carballeda recupera la noción de contexto (del latín contextus: entretejido), a través de las

siguientes expresiones: acontecimientos; escenarios; espacios; nuevas formas de expresión de la

cuestión social; escenario de incertidumbre, desigualdad y posibilidades concretas de desafiliación; mundo

en el cual el mercado aparece como el gran disciplinador; contexto donde emergen una serie de derechos

subjetivos con grandes dificultades para alcanzarlos, en un marco de crisis del imperativo categórico

kantiano.14

Las nuevas formas de expresión de la cuestión social (hoy) son las que, según el autor, interpelan

a: las políticas públicas; las instituciones típicas de intervención social y la intervención misma.

Y «es desde el análisis y conceptualización contextual de las situaciones que se presentan como

interrogantes o interpelaciones hacia la intervención».

14. El imperativo categórico kantiano refiere a la siguiente ley: «Yo no debo obrar nunca más que de modo que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley universal». La ley moral universal kantiana nos dice que sólo obramos moralmente bien cuando podemos querer que el principio de nuestro querer se convierta en ley válida para todos. En otras palabras: «Norma o Ley moral incondicional, necesaria y absoluta. Fundamento racional de toda conducta moral. Mandato que debe ser obedecido como deber moral, por sobre los impulsos individuales, a efectos de alcanzar una sociedad humanitaria basada en la razón y creada por la voluntad. Obra como si la máxima de tu acción pudiera ser erigida, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza». En: González Saibene, Alicia (2011): «Seminario Epistemología de las Ciencias Sociales», Maestría en Trabajo Social, Facultad de Trabajo Social-UNER; PowerPoint N.° 1. Si nos detenemos brevemente en este punto, podríamos adjudicar cierto rasgo tautológico en el imperativo categórico kantiano; a saber: la moral es la ley que me impongo a mí mismo, o que debería imponerme a mí mismo, independientemente de la mirada del otro y de cualquier sanción o recompensa esperadas. Es decir, la moral sólo es legítima en primera persona, sólo vale para uno mismo. Si le indico al otro cómo debe obrar, sería moralista. Por tal, ésta es la paradoja de la moral: sólo es válida en primera persona pero universalmente o para todo ser humano. Se trata de someterse personalmente a una ley que creemos vale, o debe valer, para todos.

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Es interesante la posición del autor en marcar la interrelación entre lo micro y lo macro social.

Al referenciar las situaciones problemáticas complejas al contexto, habilita a entender y asociar

la relación que el autor establece entre todo fenómeno y su contexto; o, en otras palabras, las

relaciones recíprocas entre el todo y las partes: cómo una modificación local repercute sobre el

todo y cómo una modificación del todo repercute sobre las partes.

El principio sistémico u organizativo, precisamente, vincula partes diversas, no objetos

cerrados, sino entidades inseparablemente unidas a su entorno y que sólo pueden ser conocidas

si se las inserta en su contexto.

Tener en cuenta el contexto genera un pensamiento que habilita a vincular y afrontar la falta

de certeza.

Alfredo Carballeda postula que

La complejidad de la cuestión social actual da cuenta de una serie de problemáticas y temas que

se hacen inmediatamente transversales y sobrepasan la especificidad de cada institución desde su

comprensión y explicación hasta el sentido de la intervención. En otras palabras, las Problemáticas

Sociales Complejas también se caracterizan por su movilidad y permanente metamorfosis.

El autor refiere que «estas cuestiones muestran la necesidad de pensar la intervención en

escenarios complejos, atravesados por múltiples lógicas y con la preeminencia de una u otra

desde planos muchas veces azarosos».

Estas configuraciones transversales a las que refiere el autor, desde la perspectiva del

pensamiento complejo, nos introduce en la posibilidad de realizar una extrapolación y

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decir que estamos frente a fenómenos que se caracterizan por ser cambiantes, azarosos y

multidimensionales. Y es aquí donde encontramos que el autor pondrá mayor interés en el

concepto de intervención entendida como construcción. A su vez, sostenemos que Carballeda

minimiza en su definición la noción de acción, entendida como estrategia; la acción es

una apuesta y es en la noción de apuesta, que comienza a jugar la conciencia del riesgo y

la incertidumbre. Como vemos, el autor concede estas características al contexto social, y no

tenderá a recuperar la noción de complejidad de la acción en su definición de intervención; sino

que será concebida desde otro lugar: la intervención como «dispositivo».

Comenzar a entender la complejidad de la realidad en sus múltiples manifestaciones, en

sus nuevas expresiones, es convocar también a los conceptos que nos permitan, en principio,

nombrarla.

Dora Fried Schnitman plantea: «Si la realidad no es natural y autoevidente, sino construida,

también puede ser deconstruida, interrogada, cuestionada»,15 entonces podemos plantear que

lo que subyace a la complejidad es la capacidad inventiva,16 la capacidad innovadora, creativa.

Apelamos a estrategias de intervención, no a programas. Por lo mismo, entendemos que lo que

15. Fried Schnitman, Dora (1994). Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidos, p. 23. 16. La invención supone producir singularidad; esto es, formas inéditas de operar con lo real que habiliten nuevos modos de habitar una situación y, por ende, de constituirnos como sujetos.

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debería anticiparla, es la pregunta,17 la «inter-rogación»,18 la interpelación,19 necesarias para una

visión transversal y para el juego de la asociación, propias de la interpretación y comprensión

para el posterior despliegue de la acción.

Es imaginar una partitura para el ruido. Eso nos sugiere la complejidad.

Se trata pues de otorgarle un lugar a los interrogantes. Interrogantes que permitan hacer

tajos a nuestras certezas, tajos que generan caos: «Así, la formulación de los interrogantes

deviene un medio para resistir la simplificación y construir la complejidad».20

Equivale a trabajar con certezas imperfectas, abiertas, sostenidas en la búsqueda y la

curiosidad; o tal vez, sólo se trate de apelar a certezas a las que podríamos llamar saludablemente

indisciplinadas.

17. «¿Qué hacer de la pregunta “qué-hacer”?» (la fusión de la palabra es nuestra), Derrida, Jaques (1997): «El tiempo de una tesis. Deconstrucción e implicaciones conceptuales», Barcelona: Proyecto A ediciones, en Dussel, Inés y Southwell, Myriam (2010). «¿Qué y cuánto puede una escuela?», Buenos Aires: revista El Monitor, N.º 25, 5.ª época, noviembre de 2010. Asimismo, surge a veces la pregunta ¿Cómo hacer? Ambas son preguntas convocantes, en tanto aluden a convocatoria y el término convocación implica ‘llamar a junta’ de formas posibles.18. Dudar; la duda genera el ámbito de la ciencia: la duda genera pregunta. La duda es el germen de toda actividad crítica que permite «repensar el pensamiento». El preguntar es la base del filosofar y el preguntar en castellano se dice interrogar. Y si uno analiza la constelación que construye la palabra y la invierte… Rogar-Inter; por lo tanto, la interrogación nada tiene de petulante y de soberbia, es un ruego y el ruego en su sentido lato implica la conciencia de un límite, de algo que falta, de una carencia, de una necesidad de (respuesta). Ese ruego es, precisa-mente, la demanda que representa el deseo. Interrogar es rogar-inter, «entre», no es tener desde si la posibilidad de de ver todo claro y distinto como era el modelo cartesiano de ver las cosas con certezas y poder dictaminarlas hacia los demás. 19. La interpelación reclama e interroga, requiere al Otro en algún lugar y lo invita. Indaga sin cuestionar y convo-ca desde el propio deseo a que el deseo del Otro se despliegue. 20. Fried Schnitman, Dora (1994). Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidos, p. 24.

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También sostenemos que la noción de complejidad está ligada a la lógica de crisis. Y crisis es

oscilar, crisis es temblar, es decir que la duda amanezca sobre la cosa cierta, segura e indubitable:

«Sólo en un momento de crisis puede hablarse realmente de creatividad científica»,21 afirma

Ilya Prigogine.

Es una palabra que nos invita a aliarnos con la audacia, a actuar de manera atrevida

anteponiendo la indisciplina del pensamiento y la razón a las ataduras a las que nos condena

la cordura, nos provoca e invita a recuperar el asombro y nos ofrece cierto ánimo de aventura

para atrevernos a pensar con otros. Entendemos que esa es la invitación principal que nos

ofrece la complejidad: la interdisciplina: «el diálogo con cada espacio del saber», para Alfredo

Carballeda.

Lo interdisciplinario es el nuevo registro que viene a renovar el viejo proyecto de la unidad

de la ciencia.

Lo dialógico permite asumir racionalmente la inesperabilidad de nociones contradictorias

para concebir un mismo fenómeno complejo.

E inter-dialogar, es lo que Carballeda encuentra en la definición misma de intervención.

Y el énfasis se pone en lo «inter»,22 en la relación de los conocimientos, en las redes de

pensamiento, en la capacidad de reconocer que ningún área del saber, por más rica y compleja

que sea, agota toda la realidad. Es reconocer que, sin la alteridad, sin los otros, sin la perspectiva

21. Prigogine Ilya, «¿El fin de la ciencia?», en: Fried Schnitman, Dora (1994), Nuevos paradigmas, cultura y subjetivi-dad, Buenos Aires: Paidos, p. 57.22. Inter es siempre ‘entre’, es vincularidad y circulación que produce «novedad». Novedad, no porque el resultado sea inimaginado, sino porque el proceso colectivo entrama de modo original, los aportes conocidos.

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y la dinámica de cada ámbito de pensamiento y experiencia, es imposible tener una visión más

o menos adecuada de lo que acontece.

Lo «inter» comprende el reconocimiento de que nos necesitamos intrínsecamente unos de

los otros, no solamente por precariedad; por completud, por gozo, por la necesidad de acceso a

un saber que tenga una mirada holística que abarque una totalidad no fragmentada, y que se

inspire y posibilite en la articulación de los unos y de los otros: «Si uno adopta esta manera de

pensar acerca del conocimiento, los otros se vuelven importantes. Uno necesita a los otros para

confirmar algunas de las cosas que uno mismo construye».23

Para Edgar Morin, la interdisciplinariedad «integra las distintas ciencias sin negar sus

especificidades, que admite que las verdades se construyan dificultosamente, se manifiesten a

través de ambigüedades y que los criterios con los cuales juzgamos las teorías son irreductibles

en su variedad y serán siempre insuficientes».24

Y porque la Epistemología también conlleva su carácter de inter-disciplina; así lo expresa

Alicia González Saibene:

La Epistemología no pretende ser un sistema a priori, dictando autoritariamente lo que debería

ser la producción de conocimiento. Su papel es el de investigar las leyes reales de producción de los

23. Von Glasersfeld, Ernst. «Diálogo», en: Fried Schnitman, Dora (1994), Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires: Paidos, p. 131.24. Díaz de Kobila, Esther (2003). El sujeto y la verdad II. Paradigmas epistemológicos contemporáneos, Rosario: Laborde, p. 43.

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conocimientos, tanto desde el punto de vista lógico, como lingüístico, sociológico, ideológico, etc.

De ahí su carácter de disciplina interdisciplinaria.25

En efecto, entendemos que para abordar todo aquello que se presenta con el carácter de

complejo, para afrontar la creciente complejidad de los problemas es preciso aprehender «lo

que está tejido en conjunto»; es decir, según el sentido original del término, lo complejo. De lo

contrario, seguiremos mirando una parte del todo, desde cada disciplina y, agrega y sostiene

Carballeda, desde cada institución.

Esther Díaz de Kobila sostiene que la construcción afectada por la incertidumbre, acarrea «la

demanda de una nueva organización interdisciplinaria del saber que rompa las fronteras que

separan a las ciencias y propicie el diálogo y la cooperación entre ellas para afrontar la ardua

tarea de conocer y resolver los problemas que nos plantea un mundo complejo y prisionero de

la historicidad. El nuevo paradigma interdisciplinario».26

Hasta aquí entendimos que todos ellos resultan ser elementos necesarios para pensar el

tejido complejo de las realidades sociales, que sostiene todo pensamiento constructivista.

25. González Saibene, Alicia (1993). «¿Qué es la epistemología?», Rosario: UNR, mimeo, p. 4.26. Díaz de Kobila, Esther (2003). El sujeto y la verdad II. Paradigmas epistemológicos contemporáneos, Rosario: Laborde,

p. 26.

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Problemáticas sociales complejas

La intervención (en lo social) Parte I

En los caminos que nadie pisó, arriesga tus pasos. En los pensamientos que

nadie pensó, arriesga tu cabeza.

Odeón

Al comienzo del presente escrito, intentamos hacer una sinonimia o juego asociativo de palabras

entre intervención en lo social y holograma social, a fin de darle centralidad, punto de entrada

y de salida, principio y fin, a la esencia epistemológica planteada por el autor en el artículo

escogido para su análisis.

Quizás sea desde este posicionamiento, donde el autor nos habilite a realizar una lectura

epistemológica y por tal, leer su visión del mundo desde el constructivismo.

Retomemos el artículo escogido.

Consideramos que el autor nos ofrece una mirada compleja, y que toma como punto de

partida la noción de Intervención en lo Social. Es a partir de ella, donde debemos enfrentar, al

menos dos aspectos:

• La complejidad de los nuevos escenarios donde la intervención se aplica.

• Los obstáculos que surgen de las diferentes crisis de los mandatos institucionales.

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Frente a ello, se hace necesaria una mirada transversal de los emergentes de la cuestión

social. A dichos emergentes, el autor les llama: Problemáticas Sociales Complejas. Para el autor,

serán éstas quienes interpelarán el sentido de la intervención en lo social, las políticas públicas

y a las instituciones típicas de intervención social, al manifestarse en los últimos años nuevas

formas de expresión, en un escenario caracterizado por la incertidumbre, la desigualdad y

desafiliación y, es por ello, que menciona algunas de ellas, ubicándolas en un marco de crisis del

imperativo categórico kantiano:

• dificultades de sostenimiento, enfriamiento o ausencia de los lazos sociales y las

consecuencias de ese padecimiento,

• la fragmentación,

• nuevas formas de pobreza,

• pérdida de espacios de socialización, entre otras.

Carballeda propone tres vías de entrada posibles:

• análisis y conceptualización contextual de las situaciones que se presentan como

interrogantes o interpelaciones hacia la intervención.

• Un análisis institucional a partir de la noción de «pérdida de solidaridad sistémica» inter e

intrainstitucional.

• Intervención como Dispositivo: trama de relaciones que se pueden establecer entre componentes

diversos. Intervención como dispositivo en tanto permite una mirada más amplia, la posibilidad

de hacer actuar formas de acción desde diferentes nociones.

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Respecto a este último punto, sostenemos lo siguiente: si es en la intervención donde se juega

el instrumento de transformación, si es la intervención el dispositivo de integración y facilitación

del diálogo entre diferentes lógicas que surgen de distinta forma comprensiva explicativa, no

sólo de los problemas sociales, sino de las instituciones en sí mismas y es la intervención la

que contiene la capacidad para articular y generar diálogos entre diferentes instancias, lógicas

y actores institucionales, es entonces desde ella donde podemos ver la perspectiva constructivista

capaz de convocar, construir y generar diálogo con los distintos campos del saber (interdisciplina,

categoría que es convocada por el paradigma de la complejidad y la teoría general de los

sistemas), pero a la vez, es desde ella que sostenemos que, según la perspectiva del autor, al

concebir la intervención como dispositivo, pierde fuerza estratégica (argumentativa) para afrontar

la complejidad. En otras palabras, sostenemos que la intervención entendida como dispositivo,

simplifica a la noción misma de complejidad, en clara adherencia con el posicionamiento que

nos brinda Alicia González Saibene en su texto: «Sobre la intervención: análisis de una estrategia

posible», al momento de abordar la complejidad.

Por otro lado, al definir Carballeda las situaciones sociales como Problemáticas Sociales

Complejas, las aborda como situaciones totales en el sentido de que presentan aspectos

múltiples y para ser comprendidas reclaman la integración de múltiples niveles de la realidad

y de múltiples disciplinas. En efecto, sostenemos que nos invita a considerar que Mirar no es lo

mismo que tener Visión: una visión implica tener en cuenta los cambios que se producen, estar

abiertos a incorporar nuevas herramientas e incorporar la mirada del Otro. Es estar atentos a

que uno, como parte y constituyente de la relación, está también inmerso en un universo de

creciente complejidad social. De manera que, si intentamos formularnos interrogantes acerca

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de cómo nos pensamos y actuamos en cada relación (encuentro), los mismos pueden devenir en

un medio para resistir la simplificación y de-construir la complejidad. Es intentar comprender

la complejidad y la turbulencia de los fenómenos así como también reconocer sus ligazones y

articulaciones.

Por lo mismo, podemos afirmar que el autor nos brinda una visión abierta y dialógica.

En cuanto a las instituciones típicas de intervención social, aquí es cuando el autor habla de

«Pérdida de Solidaridad Sistémica» entre las instituciones, concepto que toma de Lewkowicz.

El autor retoma este concepto para hacer referencia a los aspectos fundacionales de las

instituciones. Es decir,

desde la construcción de las instituciones típicas de intervención, la que las sostenía era

una relación solidaria entre ellas […] Así, el sujeto que construía o producía una institución era

articulado y aceptado por la otra, en la actualidad esta relación se presenta a la inversa, donde

el sujeto que proviene de una institución, posiblemente sea rechazado por otra. Es más, en una

institución se pierde muchas veces la solidaridad sistémica dentro de ella misma.27

Lo que plantea el autor es que al ser las instituciones una forma de expresión de la sociedad

y al impactar en ellas el efecto de la fragmentación social, el escenario institucional también

27. Carballeda consolida su concepción con la siguiente premisa: «La solidaridad puede ser transformada en hostilidad. La fragmentación también se entromete en las relaciones interinstitucionales y en la institución misma».

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se retrae y fragmenta: «El carácter normativo de las lógicas de las instituciones se encuentra

en crisis dado que la superposición de problemas las hace heterogéneas y muchas veces

incomprensibles». La crisis de lo normativo, a nivel institucional interpela desde su dificultad o

imposibilidad de aplicación.

Entendemos que Carballeda apela a la expresión de Lewkowicz, dado que concibe a las

instituciones como «parte de una maquinaria donde articula mecánicamente con otras

instituciones, coordinadas, reguladas, sistematizadas y organizadas por el Estado».

Nuevamente convocar la perspectiva sistémica desde la mirada del autor, nos invita a

tener una visión que vaya más allá de los fenómenos que se muestran aislados, favoreciendo

la comprensión de la complejidad de los procesos y, por ende, modificando nuestro modo de

influir en ellos, y en tanto tal, propicia y sostiene todo pensamiento constructivista.

A su vez entendemos que la pérdida de solidaridad sistémica que retoma el autor, da

cuenta, precisamente de la complejidad al interior de los sistemas, si por ellos entendemos

«un complejo de elementos interactuantes».28 Entonces, ciertamente, nos encontramos con

interferencias propias de cualquier asociación de elementos diferentes en interacción, muchos

de ellos, expresados bajo la forma de ausencia de articulación y desfasaje en los tiempos de

cada institución.

Asimismo, reconocemos que la teoría general de los sistemas admite diversos modelos que

reflejan diferentes aspectos. Por tal, es susceptible que ocurran desencuentros (desequilibrios) en

28. Von Bertalanffy, Ludwig (1969). Teoría General de Sistemas, México: Fondo de Cultura Económica, 1992.

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el flujo de su existir y transcurrir, propios de la vinculación con un dinamismo social (contexto)

en permanente metamorfosis.

Lo que nos muestra esta perspectiva abordada por el autor es que el orden no es simple, no

depende de la lógica que aplicamos a todas las cosas mecánicas, sino que postula una lógica de

complejidad.

Las incertidumbres dependen del entorno; esto comporta siempre eventos aleatorios,

desordenados, ambiguos. En efecto, nuestras acciones siempre serán apuestas frente a los

conflictos que renacen una y otra vez entre lo empírico y lo racional.

La incertidumbre es a la vez riesgo y posibilidad para el conocimiento, pero no se convierte

en posibilidad sino cuando éste la reconoce […] Mientras que la ignorancia de la incertidumbre

conduce al error, el conocimiento de la incertidumbre no sólo conduce a la duda, sino también a la

estrategia.29

Incertidumbre que no gana suficiente peso y protagonismo en el escrito de Carballeda y,

suponemos, que al no ser convocada como categoría elemental del concepto de complejidad, el

autor hace referencia a la intervención como dispositivo. Con lo cual, no estamos diciendo que

incorpora otra matriz de análisis (pos-estructuralista, en este caso), porque postularemos que la

noción de dispositivo es cercana a la definición de sistema (inclusive, más próxima a la de red);

29. Morin, Edgar (1977). El Método. El conocimiento del conocimiento, Madrid: Cátedra, 1983, p. 243.

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lo que intentamos decir es que el autor no pone su acento en la noción, por ejemplo, de estrategia

para enfrentar la complejidad, en la intervención profesional. En definitiva, sostenemos que el

autor promovió el encuentro conceptual de ambas categorías logrando su comunicación, sin

que resultara de ello una combinación de matrices epistemológicas, esto es: constructivismo y

pos-estructuralismo.

La intervención (como Dispositivo) Parte IIPara que exista lo múltiple se precisa

la oposición, la discordia, la lucha.

Heráclito de Éfesosiglo vi a. C.

Es foucaultiana su definición de intervención.

Y lo encontramos en dos postulados a los que refiere el autor: la primera es la de concebir

a la intervención como dispositivo; la segunda es aquella que alude al componente discursivo30

en la intervención. Y en Foucault, el término dispositivo es utilizado a veces como un concepto

30. Carballeda afirma que «la intervención en lo social es una acción básicamente Inter-Subjetiva y fuertemente discursiva. De allí que la palabra, la mirada y la escucha sigan siendo sus elementos más sobresalientes». Sólo mencionaremos que para M. Foucault los discursos se hacen prácticas por la captura o el pasaje de los indivi-duos, a lo largo de su vida, por los dispositivos produciendo formas de subjetividad; los dispositivos constitui-rían a los sujetos inscribiendo en sus cuerpos un modo y una forma de ser. Pero no cualquier manera de ser. Lo que inscriben en el cuerpo son un conjunto de praxis, saberes, instituciones, cuyo objetivo consiste en admi-nistrar, gobernar, controlar, dar un sentido que se supone útil a los comportamientos, gestos y pensamientos de los individuos.

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general y otras para hacer referencia a instituciones (cárcel, fábrica, escuela, hospital, etc.); como

disposición arquitectónica (panóptico), como discursos, procedimientos y reglamentos, y también

como formas de subjetividad (por ejemplo, el dispositivo de la sexualidad). La intervención

entendida como dispositivo sería, entonces, una relación entre distintos componentes o

elementos que también incluyen los discursos que circulan dentro de dicha relación.

En efecto, Carballeda define a la intervención como Dispositivo desde la perspectiva de M.

Foucault: «sería una trama de relaciones que se pueden establecer entre componentes diversos.

De este modo, la intervención da cuenta de una importante capacidad para articular y generar

diálogos entre diferentes instancias, lógicas y actores institucionales. Dispositivo de integración

y facilitación del diálogo entre diferentes lógicas que sirven de distinta forma comprensiva,

explicativa, no sólo de los problemas sociales, sino de las instituciones en sí mismas».

Sostenemos que la definición de «dispositivo» es muy cercana y se asemeja a la de

sistema. En dicha noción, encontramos la invitación a preguntarnos por las conexiones,

las interacciones, la complejidad de las relaciones. A su vez, que el autor contextualiza la

intervención: «La intervención no puede desprenderse de la sociedad a la que pertenece, de

allí que en la misma se entrecrucen diferentes miradas y discursos que, en este contexto de

complejidad, es conveniente analizar». Es la referencia que presenta el autor a lo largo de su

exposición, de tomar en cuenta las dimensiones de lo micro en lo macro social y de mantener

un diálogo permanente con los atravesamientos del contexto. También aquí vemos cómo

el contexto, entendido como el conjunto de relaciones en que operan —o se manifiestan—

las problemáticas sociales complejas, es relevante en el análisis que hace el autor sobre la

intervención.

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A la vez que entiende también por intervención «una serie de acciones, mecanismos, procesos

que construyen representaciones y construcción de ese “otro” sobre el que se interviene».

Dada la definición presentada por el autor, entendemos que la intervención es socialmente

construida, está recursivamente interconectada y, por tal, podemos leerla como un sistema

abierto.

Sin embargo, nada nos dice sobre la complejidad de nuestro accionar, o de esa «serie de

acciones, mecanismos, procesos» que, precisamente, llevaremos adelante a partir de una

determinada decisión, elección y, siguiendo el pensamiento de Morín, de apuesta. En efecto, la

pregunta a realizar sería, ¿qué hago frente a tales atravesamientos contextuales? Probablemente,

Edgar Morín, Alicia González Saibene, entre otros, responderían que la complejidad requiere de

una estrategia, porque «la estrategia surge trabajando con y contra lo incierto, lo aleatorio, el

juego múltiple de las interacciones y las retracciones».31 Y como sostiene González Saibene: «la

realidad es cambiante, lo nuevo puede surgir y, de todos modos, va a surgir».32

Con esto queremos decir que, si bien el autor centra su análisis a partir de la noción de

intervención en lo social y es a partir de ella que podemos mirar la totalidad del sentido

conceptual otorgado, es también desde ella, donde observamos que, paradójicamente, «reduce

o simplifica» la complejidad al concebir la intervención como dispositivo. En otras palabras,

se ha complejizado nuestro mundo fenoménico, pero no así nuestra intervención, al obviar la

categoría de estrategia.

De todos modos, nunca dudamos de que estamos sumergidos en el vértigo de la relatividad.

31. Morin, Edgar (1997). Introducción al pensamiento complejo, Barcelona: Gedisa, p. 32.32. Gonzalez Saibene, Alicia (1999). «Sobre la Intervención: Análisis de una estrategia posible», Rosario: UNR, mimeo, p. 2.

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El «lugar» de la Intervención Social como Episteme

En tanto si se construye como conocimiento a priori o a posteriori. La intervención en lo social

básicamente se vincula con el conocimiento a posteriori, su saber proviene de la práctica cotidiana,

la intervención se funda en el hacer y es desde allí de donde debe abrevar el conocimiento y

especialmente las preguntas a otros campos del saber.

El posicionamiento del autor es de carácter constructivista. Inclusive, su postulado se

aproxima a los principios planteados por Humberto Maturana:

Uno de sus presupuestos básicos es que cuanto sabemos y creemos es fruto del

lenguaje con que comprendemos y transmitimos nuestras percepciones y que, sobre

una misma realidad, pueden darse diferentes puntos de vista, todos ellos igualmente

válidos. Al hablar, vamos creando la realidad junto con nuestros interlocutores. Así es

como, sobre la base de nuestra biografía, creamos y modificamos nuestra identidad, que

retocamos permanentemente en virtud del contexto, de las circunstancias de nuestra

interacción y de las características y expectativas de nuestro interlocutor.33

33. González Saibene, Alicia (2011). «Seminario Epistemología de las Ciencias Sociales», Maestría en Trabajo Social, Facultad de Trabajo Social-UNER, PowerPoint N.° 6.

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Para esta corriente de pensamiento, la realidad se construye a partir de la experiencia de

la propia realidad. En efecto, hay tantas realidades como dominios de explicaciones que el

«observador» pueda proponer.

Hay tres principios que plantea el Constructivismo Radical de Humberto Maturana que

sustentan el posicionamiento de Alfredo Carballeda: el primero entiende que la experiencia

es el mecanismo del conocimiento; el segundo alude al lenguaje como proceso integral a

la conformación del conocimiento y el tercero postula que la realidad está conformada por

relaciones sociales entre diversos sujetos.

De lo expuesto hasta aquí, sostenemos que Alfredo Carballeda conserva una línea de análisis

congruente con la matriz constructivista, llevando a escena, en cada apartado, al contexto y

convocando a la pluralidad de enfoques que convergen en las ciencias sociales, para invocarlas

en un marco de trabajo interdisciplinario.

Con esta última apreciación, volvemos al punto inicial de nuestro escrito: nada de lo que

hemos dicho hasta aquí adquiere un carácter de certeza ni de absoluto. Es sólo una mirada,

dentro de las diversas alternativas posibles. De lo que resulta una posición perspectivista –la

mirada nunca es absoluta, es mirada en perspectiva.

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REFLEXIONES FINALESEl Conocimiento es Construcción. No existe ninguna construcción

si no hay algún tipo de reflexión.

Ernst von Glasersfeld

Hemos escogido un texto donde el autor efectuó un análisis de las actuales tendencias de la

sociedad contemporánea, enfatizando la importancia de cómo ellas repercuten en la intervención

profesional y qué podemos generar a partir de ella. Generar, producir, crear, propios de la matriz

constructivista; y en tanto tal, siempre situadas en un contexto histórico-social sometida a

contingencias y bifurcaciones del devenir histórico.

En efecto, al asumirse la complejidad social, ya no es posible postular una visión determinista,

mecanicista o reduccionista, propia del pensamiento positivista, en donde el mundo moderno

pensó e idealizó al hombre poniendo el énfasis en una de sus capacidades como prioritaria y en

algunos casos, casi como absoluta: su capacidad raciocinante, su capacidad de argumentación

lógica, su capacidad efectiva de resolver problemas, su capacidad de razón; entendiendo la razón,

dado que hay muchos modos de concebirla, sobre todo en su capacidad operativo / resolutoria,

en su técnica operativa.

Hemos creído y supuesto que la Razón tenía la facultad de la verdad, el bien, la promesa del

progreso y la justicia.

Y el siglo xxi está intentando desplegar esa ruptura con el dogmatismo de la certeza. El

progreso prometido ya no existe. Hoy la construcción y el acceso al conocimiento, está

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relacionado con la dialógica de las múltiples variables de la realidad. Hoy requerimos de nuevos

mapas y diseños para conocer y modificar la realidad.

Hoy lo nuevo brota sin cesar. La incertidumbre llega para derribar al pensamiento simplista.

El conocimiento se complejiza. El conocimiento de las informaciones o elementos aislados

es insuficiente, hay que ubicar las informaciones y los elementos en su contexto: como cada

punto singular de un holograma contiene la totalidad de la información de lo que representa. La

interacción de variables es múltiple y dinámica y requieren de nuevas herramientas conceptuales.

Podemos sustituir la noción de objeto por sistemas, es decir: complejos de elementos en

interacción. La entropía (medida del desorden), inestabilidad, fluctuaciones son intrínsecas a

cualquier manifestación problemática. La realidad empírica es «contingente». La realidad se

muestra polifacética. Esta realidad adquiere el rostro del caos (tropezones de contradicciones).

Nuestra meta dejó de ser analítica, esto es: ya no podemos dividir la realidad en unidades y

aislarlas en líneas causales separadas, a modo de causalidad unidireccional.

Hoy estamos frente a una pluralidad epistémica que no sólo se caracteriza en la apertura

(y convocatoria) a miradas diversas sino también a realidades cada vez más heterogéneas y

complejas articuladas globalmente de manera mucho más diversa. Por lo mismo, podemos

acordar que ya no es posible mirar la realidad desde un solo enfoque conceptual, al contrario,

la invitación es ir enriqueciendo y diversificando nuestros enfoques para, a partir de allí, revisar

nuestros supuestos desde los que articulamos nuestra reflexión y acción permanentemente:

«Ante el desafío de la complejidad de lo real, todo conocimiento necesita hoy reflexionarse,

reconocerse, situarse, problematizarse».34

34. Morin, Edgar (1977), El Método. El conocimiento del conocimiento, Madrid: Cátedra, 1983, p. 34.

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El recorrido hasta aquí nos puso frente a escenarios que se bifurcan constantemente, cambian

de dirección imprevistamente y requieren nuevas apuestas, de carácter interdisciplinario, en

tanto estrategias de abordaje e intervención.

Y es precisamente la lógica de riesgo, apuesta y azar, lo que hace del juego (la intervención),

un espacio singular e intensamente emocionante. ◊

Bibliografía

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Carballeda, Alfredo. La intervención en Lo Social, las Problemáticas Sociales Complejas y las Políticas

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disponible en: <http://trabajosocialtemuco.wordpress.com/la-intervencion-en-lo-social-las-

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sEMinarios optativos y abiErtos

La Maestría en Trabajo Social de la FTS - UNER dicta seminarios y cursos de actualización abier-

tos a lo largo del cursado, organizados en función de la recurrencia de los temas de interés de

tesis de los maestrandos o por necesidades detectadas por la propia Maestría. Al ser abiertos,

son accesibles para los interesados en las temáticas respectivas ya sea que se encuentren o no

cursando la Maestría en Trabajo Social y además, acreditables para otras carreras de pos grado.

En lo que resta del corriente año se llevarán a cabo los siguientes:

SEMINaRIo oPTaTIVo

La escritura académica

Dictado por la Prof.a adriana Gigena los días 29 y 30 de junio de 2012

Se propone analizar los géneros académicos de monografía, informe y ensayo, desde un enfo-

que lingüístico, textual y terminológico para luego acompañar a los cursantes en la realización

de producciones escritas de tales géneros, desde la planificación inicial hasta la redacción final.

Esto involucra conocer los recursos e instrumentos de que deben valerse y cómo utilizarlos, la

organización de la información, la macroestructura así como la superestructura y la microes-

tructura de tales géneros textuales. También se analizarán los aspectos formales de presenta-

ción de los textos y sus características gráficas respetando las convenciones académicas y las

nuevas normas; especialmente en lo que respecta a la documentación electrónica y sistemas

de citación. ◊

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SEMINaRIo abIERTo

Problemáticas y perspectivas de la intervención profesional del Trabajo Social

Dictado por la Prof.ª Susana Cazzaniga durante los meses de noviembre y diciembre 2012 y febrero 2013

Trabajo Social adquiere relevancia como profesión que se desarrolló fundamentalmente en la

institucionalidad social definida en la sociedad salarial y, en tanto tal, hoy se siente conmocio-

nada frente a las nuevas formas que adquiere la intervención social. De allí la importancia de

discutir sobre este campo particular, sus características y las diferentes perspectivas teóricas

epistemológicas que lo atraviesan, donde juegan visiblemente lo disciplinar e interdisciplinar.

El seminario está orientado a lograr una comprensión teórica del concepto intervención social

como mecanismo de producción y reproducción social. Se trabajará en torno a identificar las

sobredeterminaciones epistemológicas y teóricas del concepto, recuperar en perspectiva genea-

lógica diferentes estrategias de intervención social, sus lógicas, intencionalidades y sistema de

ideas en las que se sostienen, reconocer la intervención social como campo de la intervención

profesional, comprender las articulaciones entre intervención social e intervención profesional

y las autonomías relativas de esta última, discutir el caso de Trabajo Social, su intervención, lo

disciplinar e interdisciplinar, reflexionar sobre las problemáticas sociales y la intervención pro-

fesional en los actuales contextos.◊

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libros publicados y disponiblEs En la MaEstría En trabajo social

Sueños rotos... vidas dañadas.

Violencia hacia las mujeres

en contextos familiares

Silvana Martínez

Entramados conceptuales en Trabajo

Social. Categorías y problemáticas

de la intervención profesional

Susana Cazzaniga (comp.)

Producción de conocimiento

y prácticas sociales. Debates,

apuestas y horizontes

Susana Cazzaniga (comp.)

52

a falta de palabra… Sobre la

violencia escolar y el lazo social

del púber agresivo

Laura B. Imbert / Silvia P. Dottori

La cuestión social en argentina.

Los tabacaleros de Jujuy y Misiones

Juan O. Agüero

Disponibles en la Maestría en Trabajo Social de la FTS - UNER

Contacto: [email protected]

Tel.: 54 343 4310189. La Rioja 6, (e3100aob) Paraná, Entre Ríos, Argentina

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posgrados En trabajo social rElacionados institucionalMEntE

El puntapié inicial de esta revista es la pretensión de poner en común información que, no por

conocida, es posible encontrar reunida para organizar un debate.

El cuadro que se encuentra más abajo está compuesto por un primer grupo de instituciones

que ofrecen formación de posgrado, en el país y en el cono sur, con una cierta vinculación his-

tórica que permite establecer recorridos y tendencias.

Presentamos ciertas características comunes y diferentes en las cuales puede ser productivo

centrar la mirada.

Perfil de formación

Aparecen actualmente dos perfiles: uno «académico» y uno más «profesionalizante». Se ponen

en juego los intereses de los cuerpos académicos y las apuestas, la posibilidad de que los estu-

diantes se puedan incorporar a los núcleos de investigación; o la posibilidad o el riesgo de que

las maestrías terminen siendo un dictado de cursos, que es casi una idea de especialización.

Pero no con una idea de formación; y se coincide en afirmar que la formación de investigadores

consiste en una verdadera apuesta política.

Está en los objetivos de alguno de los planes de estudios, la formación de profesionales de

altísimo nivel capaces de ejercer liderazgo en áreas claves del Estado y de organismos interna-

cionales.

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Se cuestiona al profesional «obsoleto», que no se propone continuar con su formación y por

lo tanto ahí estaría otro objetivo de las maestrías, el de propiciar intervenciones innovadoras,

rigurosas, de actualización y perfeccionamiento.

Creación de las maestrías para poder pensar el campo profesional

Por lo menos en el caso de Argentina, los problemas de las maestrías tienen que ver, por un lado,

con los imperativos del sistema educativo en donde se fue acrecentando la necesidad de la for-

mación y la necesidad de la formación de posgrados. Especialmente en los niveles de maestría

y doctorado, aparentemente se habría puesto más esfuerzo en las maestrías. Y por otro lado,

debido al grado de desarrollo de Trabajo Social, a la necesidad y al interés, lo que puede verse

como cuestiones corporativas.

Se iniciaron las maestrías en determinado momento no sólo porque el sistema lo exigía, sino

porque se estaba en condiciones para ello.

Resulta común a varias de los procesos de formación el interés por instalar especializaciones

articuladas con tramos comunes al dictado de las maestrías.

Habría que preguntarse si las líneas de investigación están en algunos pos grados y las de-

bilidades en el grado; en el mismo sentido, sería válido plantearse la prevención respecto a que

los pos grados no deben convertirse en complementarios de la formación del grado, o solucio-

nadores de las carencias de éste.

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Modalidades de cursado

Existen ventajas y desventajas de cursado con clases presenciales sistemáticas, relacionadas

con la procedencia de los maestrandos; la posibilidad de intercambio entre profesionales que

ejercen en puntos distantes del país y de otros países de América Latina, los costos y las distan-

cias. En Argentina, la mayoría de las maestrías se encuentran con que sus estudiantes proceden

de puntos muy lejanos.

La ventaja del cursado intensivo, cotidiano, está relacionada con dos cuestiones: la primera

es que una experiencia de posgraduación implica disponerse a aprender del que sabe; y la otra

es que mientras no haya un cuerpo académico estable y que funcione dentro de líneas de in-

vestigación específicas los estudiantes que se incorporan no tendrán acceso a una experiencia

en términos de pos graduación, y eso no se hace a distancia, lo cual no invalida la asistencia

a conferencias o seminarios. Pero es necesario el contacto cotidiano. No se puede aprender a

investigar si no se está dentro de un núcleo de investigación. No se puede aprender a teorizar si

quien se tiene adelante no ha teorizado más que uno. De lo contrario hay una inversión riesgo-

sa: creer que se puede hacer pos graduaciones sin cuerpos académicos estables.

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Posgrados en Trabajo Social relacionados institucionalmente

UNLP – FTS (La Plata) Maestría en Trabajo Social Docto-rado en Trabajo Social

Maestría: seis cohortesDoctorado: cursando la segunda cohorte

UNER – FTS (Paraná)Maestría en Trabajo Social

1999-2003-2005-2007-2009-2011Quinta cohorte en desarrollo

UNC – ETS (Córdoba)Maestría en Trabajo Social

2005-2006-2009Cuarta cohorte en desarrollo

UNR – FCP (Rosario)Doctorado en Trabajo Social

2004-2005-2006-2007-2008-2009-2010-2011-2012Dos reuniones de admisión al año, una por semes-tre. Ocho años de admisión. El doctorando organiza su propio cursado en cuatro años.

FCS – UDELAR (R. O. del Uruguay) Maestría en Trabajo Social Docto-rado en Trabajo Social

Seis cohortes de la MaestríaTres cohortes de Doctorado

PUC (Santiago de Chile) Maestría en Trabajo Social

2003-2007Cinco cohortes de 20 estudiantes como máximoSin datos actualizados

UFSC (Florianopolis – Brasil)Programa Pos Graduación Maestría en Trabajo Social

2001 – Flujo continuo anual ocho cohortes

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MaEstría En trabajo social fts – unEr

abstracts dE tEsis aprobadas

Las representaciones sociales de los docentes de escuelas egb común

de Santa Fé, acerca de las situaciones de violencia escolar

Autora: Laura Bibiana Imbert

Directora: María del Rosario Badano

Planteo como objeto-problema de investigación: ¿cuáles son las representaciones

sociales de los docentes de escuelas egb común de Santa Fe sobre situaciones de

violencia escolar? Con el objetivo de construir marcos descriptivos y conceptuales.

El diseño, de tipo cualitativo, abarcó una muestra de 14 maestros, de 6 escuelas.

Sus «dichos» constitutivos de un discurso que trasciende lo individual y refiere a

prácticas más amplias, permitieron analizar lo que perciben, significan, explican,

sienten y actúan sobre las situaciones violentas escolares e interpretar sus repre-

sentaciones sociales.

Analicé la información utilizando el método comparativo constante.

Entre los principales resultados puedo mencionar:

∙ dos grandes grupos de perspectivas docentes frente al problema: «reduccionis-

tas» y «complejas» vinculadas a diferentes supuestos básicos subyacentes;

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∙ el poder denominativo de las representaciones sociales, otorgando rasgos a los

alumnos que inciden en su vida escolar;

∙ diversas estrategias docentes, vinculadas a las perspectivas asumidas;

∙ «violencia escolar» forma parte de una construcción discursiva, interjugando

diversas dimensiones: contextual, institucional, particular de los docentes y

representaciones sociales subyacentes a prácticas discursivas, configurando

fuerte andamiaje simbólico, inadvertido, sostenido por una trama socio-his-

tórica-cultural.

El conocimiento posibilita la transformación de la realidad. Apuesto entonces

a comprender la complejidad del fenómeno para superar reduccionismos de las

prácticas. Implica construir pasajes sobre violencia escolar:

∙ de hecho en sí a hecho en la trama

∙ de problema individual a problema social

∙ de una-visible a múltiples – ocultas

∙ de parálisis a potencia

∙ del ideario perdido a desafíos actuales

∙ de voces acalladas a lenguaje compartido

∙ de configuración de pseudo-sujetos a sujetos de derechos

∙ de tutela educativa encubierta a propuestas emancipadoras. ◊

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Envejecer en un contexto de (des) protección social

Autora: María de Carmen Ludi

Directora: Margarita Rozas Pagaza

Las preocupaciones centrales que orientan la investigación giran en torno a:

∙ conocer qué aspectos y características, en relación a condiciones materiales y

simbólicas de vida, configuran diferentes situaciones de vejez en el actual con-

texto de protección social: cómo viven, sienten y piensan su proceso de enveje-

cimiento, su vejez, viejos de sectores pobres;

∙ revisar cómo operan ciertos prejuicios, creencias y estereotipos prevalecientes

en nuestra sociedad acerca de la vejez y construir argumentos para el diseño e

implementación de políticas sociales acordes a las necesidades, intereses y de-

mandas de los viejos que tiendan a revalorizar su lugar y condición humana.

El desarrollo de la investigación permite clarificar, comprender e iluminar as-

pectos y características identificadas en relación al objeto de estudio, construir con-

ceptos y relaciones en torno a:

∙ Cuestiones acerca del envejecer

∙ Situaciones de vejez

∙ Vejez y protección social en el actual contexto

∙ Trabajo Social y Vejez. ◊

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Discursos políticos de trabajadores sociales:

las cosas del poder en la cotidianeidad académica

Autora: Isela María Firpo

Directora: Laura Rozados

La investigación indaga desde una perspectiva socio semiótica, los sentidos polí-

ticos presentes en expresiones discursivas de Trabajadores Sociales de la Facultad

de Trabajo Social – uner, procurando objetivar las prácticas profesionales y sus co-

rrelatos en la cotidianeidad académica. Se analiza la microfísica de vínculos entre

Trabajadores Sociales en distintas situaciones de esa cotidianeidad, las nociones y

cuestiones de poder que interjuegan, la racionalidad política que sustenta el hacer y

el hacerse de todos los días a título institucional y las manifestaciones que adquie-

re la cultura política allí vigente. El abordaje es de tipo cualitativo y se utilizan las

herramientas del análisis del discurso en el trabajo metodológico de cuatro corpus:

tres corresponden a situaciones de comunicación formal y una informal entre Tra-

bajadores Sociales. El tratamiento metodológico de los corpus ha sido comparativo,

apuntando a la aprehensión de grandes configuraciones de sentido, a dar cuenta

de las posiciones de sujeto político allí definidas, de los esquemas valorativos que

éstas suponen y de la interrelación entre diferentes tipos de enunciados. El uni-

verso de estudio estuvo constituido por el conjunto de expresiones discursivas de

Trabajadores Sociales y las unidades de análisis, por cada una de esas expresiones.

Las técnicas de obtención y análisis de la información empírica fueron por su parte

la observación, la consulta de documentación y el registro. ◊

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Procesos de dominación / emancipación de mujeres

en contextos de violencia familiar

Autora: Silvana Martínez

Directora: María del Rosario Badano

La investigación intenta comprender, interpretar y describir los procesos de domi-

nación / emancipación de las mujeres en contextos de violencia familiar, tomando

como referente empírico un grupo de mujeres de la provincia de Misiones, que han

accedido a ser entrevistadas y a contar sus historias. El interés es indagar estos

procesos con una mirada política, analizando cómo se configuran los mismos por

las prácticas sociales, los discursos sociales, las relaciones de poder y los procesos

identitarios.

La apuesta central en relación con Trabajo Social es demostrar que si se dan de-

terminadas condiciones objetivas y subjetivas las mujeres violentadas en el ámbito

familiar pueden emanciparse. La dominación y emancipación constituyen proce-

sos dialécticos configurados por las prácticas, los discursos, el poder y las identida-

des, en los cuales cada uno de ellos puede orientarse con sentido emancipatorio o

a la inversa. ◊

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Intervención profesional de los trabajadores sociales del área Salud

en el maltrato infantil en Rosario

Autora: Griselda Inés Bruniar

Directora: María Eugenia Garma

La investigación parte de la preocupación por el aumento de la demanda a los tra-

bajadores sociales referida a violencia doméstica y en especial el maltrato infantil

y la necesidad de brindar respuestas pertinentes que modifiquen la situación de

abuso. En el área salud los trabajadores sociales son demandados por esta proble-

mática, interesa conocer sobre qué, desde dónde y cómo se interviene. El objetivo

general de la investigación es identificar las estrategias de intervención profesional

de los trabajadores sociales en la problemática del maltrato infantil. Los objetivos

específicos son: analizar las demandas de intervención en maltrato infantil, cono-

cer la modalidad de análisis y la valoración del riesgo y gravedad ante la sospecha

de maltrato infantil, determinar las estrategias de intervención, conocer el compro-

miso del equipo de salud y la institución y establecer cómo se planifica la continui-

dad del proceso de atención.

El resultado permite apreciar los diferentes momentos del proceso de trabajo.

La importancia que las trabajadoras sociales le otorgan al análisis de lo microsocial

y cómo realizan intervenciones que incluyan a la familia revinculándolos con la

comunidad, y muestra cómo se logra una respuesta satisfactoria cuando el trabajo

es interdisciplinario y en red. ◊

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Representaciones sociales sobre el Trabajo Social. Una aproximación

de las trabajadoras sociales de instituciones públicas de Enseñanza Media

de asunción sobre su profesión

Autora: Sara Raquel López Cristaldo

Directora: Stella Marys García Agüero

Siguiendo los aportes de la psicología social, se intenta comprender qué significados

los sujetos profesionales le dan a su intervención. Se rescatan aspectos que expli-

can la génesis del trabajo social en Paraguay y se expone cómo sus dos elementos

ideoculturales (el movimiento médico higienista y la intervención religiosa) fueron

configurando históricamente loa profesión al punto de continuar sustentando teó-

rica y doctrinariamente la intervención profesional actual. La investigación intenta

dar cuenta cómo operan las representaciones sociales, marcando de manera im-

portante a la filantropía como uno de los ejes de la actual intervención profesional.

A pesar de que, con la Reforma Educativa las exigencias planteadas a las profesio-

nales se han ampliado, la atención de caso, grupo y comunidad siguen hegemoni-

zando la intervención profesional. ◊

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Procesos de dominación cultural y reproducción de la desigualdad social.

La cuestión social tabacalera en argentina

Autor: Juan Omar Agüero

Directora: Alicia Gloria Dieringer

En la investigación se intenta comprender, interpretar y describir la configuración

histórica de la cuestión social tabacalera en Argentina y cómo los procesos de do-

minación cultural y de reproducción de la desigualdad social se refuerzan e imbri-

can mutuamente, constituyendo el mundo de vida de los tabacaleros de Jujuy y Mi-

siones, principales provincias productoras de tabaco del país y que se diferencian

entre sí por razones históricas, políticas, económicas y socio culturales.

Si los procesos culturales son constitutivos de la vida social, ¿cómo operan en

situaciones históricas de reproducción de la desigualdad social? Desde el pos es-

tructuralismo cultural, se conciben los procesos culturales como disputas por los

símbolos, los significados y las categorías sociales claves. Por lo tanto, implican

ideología, institucionalización y hegemonía. Desde esta perspectiva, la desigualdad

social no se genera ni se sostiene sólo desde lo político-económico, sino también

desde lo simbólico-ideológico-cultural. En este trabajo, analizo estos dos planos de

la realidad, que, obviamente, no existen separadamente ni son independientes en-

tre sí, sino que se refuerzan y se implican mutuamente.

El estudio describe la trayectoria histórica de la producción tabacalera del país,

la política tabacalera nacional, la emergencia de las organizaciones de productores

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tabacaleros, la expansión y concentración del complejo agroindustrial tabacalero

argentino y las implicancias de estos procesos en la configuración de los mundos

de vida de los tabacaleros de Jujuy y Misiones. ◊

Los cambios de las pequeñas productoras a partir de su participación

Autor: Andrea Hirschfeld

Directora: Analía Matas

En el ámbito de la implementación del Programa Social Agropecuario en el área

centro norte de la provincia de Entre Ríos se desarrolla la investigación, centrada en

los cambios que perciben las pequeñas productoras en su mundo doméstico a par-

tir de su participación en dicho programa. Para la mayoría de los productores mi-

nifundistas, este programa constituye su primera experiencia de participación en

el ámbito público y dentro de este sector, las mujeres campesinas están relegadas

aún. El Programa incentiva la participación igualitaria y de ahí surge el interés por

investigar qué cambios provoca esta participación, ya que comienzan a concurrir

a cursos de capacitación, forman grupos de trabajo y comienzan a ocupar lugares

de decisión.

Los resultados muestran cambios materiales y no materiales, visibles y no visi-

bles, cuantificables y no cuantificables. Cambios en torno a los procesos decisorios,

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al modo en que se adoptan las decisiones, en los resultados, respecto de quién de-

cide y a quién se beneficia en el ámbito de la producción pero también en el hogar.

La distinción del trabajo entendido como ayuda y del trabajo remunerado, la pro-

ducción para el autoconsumo y la producción para el mercado y sus consecuencias

de autovaloración personal, de distinción entre tiempo de trabajo y tiempo libre lo

que posibilita la autonomía personal. ◊

Participación e identidad de género en mujeres rurales

Autora: Stella Corigliani

Directora: Patricia Acevedo

La investigación aborda la participación de la mujer rural en asociaciones, dando

a conocer los avatares que debe atravesar la mujer a la hora de participar y la inci-

dencia en el proceso de reconstrucción de la identidad de género.

El análisis se centra en: la participación en asociaciones, la participación y su

incidencia en el proceso de reconstrucción de la identidad de género y la construc-

ción de la identidad de género.

Se optó por un enfoque cualitativo para sacar a la luz los rostros de las mujeres

rurales. La historia de vida es el medio principal a través del cual se escuchan sus

voces. Es la mujer rural el foco de atención y su propia voz con sus categorías las

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que priman en el trabajo, considerándolas como seres integrales, en un contexto

que incluye su pasado y su situación actual.

Los hallazgos se centran en torno a que las mujeres van construyendo la identi-

dad de género a partir de roles tradicionalmente definidos según el género, adqui-

riendo la responsabilidad de la reproducción familiar. ◊

Las representaciones sociales presentes entre los familiares de niños

con diagnóstico de tuberculosis que concurren al Servicio de Salud

del Hospital de Niños Zona Norte de Rosario

Autora: Viviana Pascual

Directora: Marta Abonizio

La investigación aborda las representaciones sociales de los familiares de niños

con diagnóstico de tuberculosis que reciben atención en el ámbito de la salud pú-

blica. Siendo la tuberculosis una enfermedad diagnosticable y prevenible, que los

elementos requeridos para su diagnóstico y tratamiento son de bajo costo, interesa

indagar que siga constituyendo un problema de salud a nivel mundial. Particular-

mente cómo es vivida, significada la enfermedad por los sujetos que la padecen y

más precisamente por sus familiares. De esta manera poder reflexionar sobre los

logros y obstáculos de las representaciones sociales que se constituyen por parte de

los familiares en el proceso de la atención, tratamiento y cura de la enfermedad.

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El objetivo general está centrado en relevar y analizar las representaciones so-

ciales y prácticas sobre tuberculosis presentes entre los familiares de niños con

diagnóstico de TBC que concurren al Hospital de niños Zona Norte de Rosario. Los

objetivos específicos: Explorar los sentidos otorgados por los familiares de los niños

diagnosticados con TBC. Estudiar las estrategias y acciones implicadas en la recep-

ción de estos diagnósticos por parte de los familiares de los niños con diagnóstico

de tuberculosis. Analizar las representaciones sociales que se constituyen con re-

lación a los diagnósticos y los tratamientos en los familiares de los niños con diag-

nóstico de TBC. Reflexionar sobre los logros y obstáculos de las representaciones

sociales que se constituyen por parte de los familiares en el proceso de la atención,

tratamiento y cura de la enfermedad.

Los resultados dan cuenta de la necesidad de incorporar las vivencias, signifi-

cados, prácticas de los sujetos, en este caso, las familias involucradas en esta pro-

blemática, al momento de diseñar estrategias y programas tendientes a abordar

la tuberculosis; y la necesidad de que éstos trasciendan la mirada estrictamente

médica. ◊

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Las condiciones de abandono familiar e institucional de los niños

y adolescentes residentes en organismos públicos y privados de menores

de la provincia de Entre Ríos al inicio del segundo milenio

Autora: Alicia Mariela Keiner

Directora: Elisa Sarrot

Se estudia el abandono como vulneración de derechos de niños y adolescentes,

entendiendo por tal a la desprotección jurídica, omisión, negligencia o abuso de los

responsables institucionales o cuidadores respecto de sus obligaciones, como tam-

bién las acciones u omisiones de organismos de protección que pongan en peligro

los derechos y garantías constitucionales de aquellas personas que se encuentran

bajo su guarda, prolongando indefinidamente su residencia en instituciones, sin

intentar alternativas de salida a su situación y/o anticipando altas en el abordaje

sin contar con elementos suficientes que ameriten la superación de la situación de

riesgo del sujeto de protección.

La mirada de los niños que se encuentran residiendo en hogares de menores

interpela las prácticas al punto de cuestionar acerca de si este «abandono» que se

infiere que ha realizado la familia hacia su persona, no se encuentra reiterado en su

vida de «sujeto institucionalizado» a partir de un nuevo abandono, esta vez colectivo

y realizado por el mismo Estado que intentó protegerlo del «abandono familiar». ◊

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Condicionantes en la reiteración de delitos de menores de edad

y congruencia doctrinaria de las respuestas institucionales

Autora: Gabriela Rosana Corti

Directora: María Daniela Puebla

La investigación se propone conocer los condicionantes en la reiteración de delitos

de menores de edad y la congruencia doctrinaria de las respuestas institucionales,

desde tres ejes articulados entre sí: desde la Doctrina en materia de justicia penal

juvenil, desde la intervención y desde la criminología.

La preocupación está centrada en conocer el estado de adecuación doctrinaria

de las normas y respuestas institucionales a la cidn: se recorre el contexto inter-

nacional y se profundiza el análisis a nivel nacional, provincial y los proyectos le-

gislativos.

Se trabaja desde las categorías teóricas: doctrina constitucional en materia de

justicia penal juvenil, fin de la justicia penal juvenil, ejecución penal: pluralidad de

medidas coactivas, medidas privativas de la libertad, reiteración de delitos: vulnera-

bilidad psico-social y vulnerabilidad psico-penal, respuestas en materia de justicia

penal juvenil políticas públicas de prevención conforme a la doctrina constitucio-

nal; intervención: modelo de abordaje o intervención directa sobre vulnerabilidad.

Se señalan los condicionantes de reiteración de delitos en adolescentes de 16 a

18 años de edad –varones–, infractores a la ley penal desde 2003/8, alojados en una

institución de máxima seguridad (Pabellón Juvenil – Servicio Penitenciario de Las

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Flores) que, alojados en el mismo o habiendo estado en el Pabellón fueron traslada-

dos al Penal por cumplir 18 años. Se utilizan las propuestas del Modelo de Abordaje

de la Vulnerabilidad. ◊

Representaciones sociales acerca del parto en el hospital público:

el caso del Hospital Materno Infantil «San Roque» de la ciudad de Paraná

Autora: Rosa María Franco

Director: Alfredo Carballeda

Cada ser humano tiene inscripto en sí mismo las huellas de su nacimiento, por ello

la llegada al mundo es trascendente para los sujetos. El acto de parir no es un hecho

natural, sino un fenómeno cultural construido históricamente por cada sociedad y

está fundado en una serie de representaciones sociales.

El trabajo tiene como objeto-problema de investigación las representaciones so-

ciales de los profesionales de la salud acerca del parto en el hospital público, pun-

tualmente las de los trabajadores de un hospital público provincial.

Si bien la representación hegemónica en torno al parto refiere a aspectos cien-

tíficos-técnicos, lo que lo convierte en un acto de sujeción y control que reproduce

relaciones asimétricas de poder en una sociedad tecnologizada, dicha hegemonía

presenta grietas desde donde es posible operar transformaciones. ◊

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Sobre el trabajo y los jóvenes. Un estudio realizado en el barrio Paraná V

de la ciudad de Paraná

Autora: Gabriela Romero

Directoras: Graciela Mingo y Elisa Sarrot

El objetivo de la investigación fue conocer el significado que los jóvenes le otorgan

al trabajo, en un contexto en el cual se reconocen profundos cambios en el mundo

laboral. Se abordan las nociones de trabajo, cultura, identidad y subjetividad; enten-

diendo que la conducta humana es acción simbólica y la cultura es una trama de

significaciones, una urdimbre; el análisis cultural permite desentrañar esas estruc-

turas de significación, su sentido y su valor. El estudio se construye desde la com-

plementariedad metodológica, como abordaje que contribuye a una comprensión

más profunda de la mirada de los jóvenes en relación al trabajo. Se contextualizó

con datos secundarios extraídos de fuentes oficiales, reelaborando datos del Censo

Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Los jóvenes vinculan trabajo, estudio y movilidad social de la que se desprende la

relación entre trabajo y futuro. El trabajo «materializa» las elecciones vinculadas al

futuro que imaginan. Registran las condiciones actuales del trabajo en blanco y

estable como un logro y también sus limitaciones cuando por los bajos ingresos

no permite vivir. Se aborda la noción de segmentación y el sentido de los límites

en relación con las aspiraciones; en relación con la cultura como construcción de

significado, la precariedad que caracteriza la condición del trabajo hoy, se trata de

un concepto en disputa. ◊

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Delimitación de funciones terapéuticas y funciones asilares en la problemati-

zación de los criterios de admisión a las instituciones psiquiátricas. El caso

de la Colonia de oliveros luego de la última crisis argentina de 2001

Autora: Marisa Barrios

Directora: Marisa Germain

El estudio se centra en la distinción de funciones asilares y funciones terapéuti-

cas en los criterios de admisión de un hospital psiquiátrico, tomando el caso de la

Colonia de Oliveros, en el contexto de un debate institucional sobre tales criterios

posterior a la crisis argentina de 2001.

Con los antecedentes existentes, el debate analizado reinstala una preocupa-

ción frente a problemas que la institución recibe y que rebasan ampliamente la

especificidad psiquiátrica, demandando nuevos modos de interpretación y abor-

daje. Atravesado por diferentes fenómenos que no encuentran clara ubicación en

las políticas públicas, el hospital psiquiátrico los enuncia con denominaciones que

reproducen una fragmentación de la realidad y los problemas actuales. Lo asilar y

lo terapéutico interroga la fragilidad de mecanismos de integración social que ubi-

can a la institución en una línea difusa entre la atención de funciones específicas

y la compensación de déficit en los circuitos de protección social de sujetos que

presentan problemas heterogéneos y complejos.

El estudio analiza la discusión para redefinir el dispositivo de admisión de pa-

cientes, interrogando los modos en que son definidos como problemas, su ubica-

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ción en las políticas públicas, las respuestas que organiza la institución y los proce-

dimientos que las prácticas utilizan para su abordaje. ◊

La familia en los procesos de manicomialización-desmanicomialización.

Estudio de las trayectorias asistenciales de pacientes crónicos de la

Colonia Psiquiátrica de oliveros

Autora: Florencia Serra

Director: José María Alberdi

El acercamiento a las familias de los pacientes internados y a sus comunidades de

pertenencia permite reconocer historias signadas por el sufrimiento y la ausencia

de respuestas asistenciales alternativas a la hospitalización, e instala la sospecha

sobre aquellos discursos que reducen el problema de los pacientes crónicos a una

cuestión de abandono por parte de sus familias.

¿Quiénes son estos pacientes? ¿Cómo es su historia familiar? ¿Cómo llegan al

hospital psiquiátrico? ¿Qué discursos y prácticas operaron en los procesos de cro-

nificación? ¿Qué alternativas a la manicomialización son posibles?

En el caso de la cpo, su origen asilar y los frágiles intentos de desmanicomiali-

zación han producido, al igual que en gran parte de las instituciones psiquiátricas

públicas del país, una importante población de pacientes de larga institucionaliza-

ción y de revolving door.

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Se analizan los efectos nocivos de la institucionalización psiquiátrica prolon-

gada, en tanto provoca el desarraigo y la enajenación del paciente respecto de su

familia, amigos y comunidad de pertenencia.

Se reconstruyen las trayectorias asistenciales de los pacientes de larga institu-

cionalización, teniendo en cuenta los actuales procesos de reforma, las posiciones

asumidas por las familias, los circuitos de la cronificación, los discursos, prácticas y

representaciones de los distintos actores involucrados, como un desafío para tornar

visibles procesos, que si bien son particulares, contienen un pasado, un presente y

un fututo asignado a cientos y miles de personas que habitan los diferentes mani-

comios del país. A la vez, revisitar estas historias posibilita un ejercicio de la me-

moria en tanto sede irrenunciable para una política de salud mental instituyente

de un presente diferente.

La confiscación de la locura por el dispositivo psiquiátrico coloca necesariamen-

te a la familia en un lugar ambiguo; al mismo tiempo que inhabilita a la familia, la

pone bajo sospecha, acusándola de abandonar a su pariente en el claustro manico-

mial. El manicomio se encargará de promover la resignación, de allí su persistencia

en el tiempo.

Las lógicas asistenciales se abordan en tensión con la noción de la asistencia

como derecho.

Se analiza la ley 10.772 en el año 2007 en los alcances y limitaciones de su es-

trategia para la erradicación de las lógicas manicomiales, pese a lo cual permanece

intacto el modelo hospitalocéntrico heredado de las reformas sanitaristas, donde la

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internación psiquiátrica se presenta como la última estación de los rechazados por

las demás instituciones y servicios asistenciales.

En otros casos, el ingreso al manicomio se produce de la mano del sistema de

justicia penal, operando como una suerte de sentencias de cadenas perpetuas, sin

procesos, garantías ni condenas.

Es preciso superar las soluciones ficticias: un manicomio más humanizado, la

privatización de la locura en el ámbito familiar, la desasistencia derivada de la des-

hospitalización, que opera en nombre de una supuesta desmanicomialización. ◊

Una mirada a las políticas compensatorias en educación desde la perspectiva

de los involucrados en la gestión del Plan Nacional de becas Estudiantiles

Autora: Susana Tahuil

Directora: Susana Noe de Teitelbaum

Se parte de un recorrido por las políticas compensatorias en educación y el contex-

to de surgimiento, el Plan Social Educativo que propició el Plan Nacional de Becas

Estudiantiles, objeto de estudio de la tesis. Se trabaja los argumentos con los que

se intentó justificar las políticas focalizadas, fundamentados en la conveniencia de

concentrar los esfuerzos en los sectores poblacionales de mayor vulnerabilidad so-

cioeconómica, que terminaron inaugurando la modalidad de inclusión/excluyente

de los sectores socialmente desfavorecidos.

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La beca como estímulo para premiar los mejores alumnos, se convierte en me-

dio para compensar desigualdades de acceso a la educación y carencias económi-

cas. ¿Resuelve la problemática de inclusión y permanencia de los alumnos en el

sistema educativo o es paliativo para demostrar la «igualdad de oportunidades»?

Incluir todas las voces permitió establecer que, para los alumnos, la beca es una

ayuda económica que les posibilita permanecer en el sistema educativo, completar

estudios y/o satisfacer necesidades básicas. ◊

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78 Correo de lectores

La posibilidad de llegar a todos aquellos con los que uno quisiera establecer comu-nicaciones fructíferas suele ser limitada, por lo que cualquier esfuerzo en tal sentido resulta valioso. Esta revista digital pretende decir, pero también escuchar y compartir la escucha. Por ello, invitamos a los lectores inquietos a que acerquen sus aportes, comentarios y/o críticas a la dirección: [email protected], con el compromiso de publicarlo en el número siguiente de Nivel 4: latidos de lo social.

Desde ya, muchas gracias.

Elena Riegelhaupt

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