La creación del hombre

El rabino Simeón se levantó y habló:Al meditar he percibido que cuando Dios estaba a punto de crear al hombre, el universo comenzó a temblar. Ya se desdoblaba apenas el sexto día cuando al fin se tomó la divina decisión. Se encendió la llama en la fuente de todas las luces y se abrió la cancela del Este, desde donde la claridad fluye. La luz otorgada en el principio la tomó el Sur en plenitud de gloria, apoderándose del Este. El Este tomó el control del Norte y el Norte despertó, pues reclamó del Oeste su cercanía. Luego, el Oeste viajó hacia el Norte y se quedó junto a él; más tarde el Sur se adueñó del Oeste, y el Norte y el Sur rodearon el Jardín y establecieron su cercado. El Este se aproximó al Oeste, y el Oeste se complació y dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” para que abrace también los cuatro cuadrantes y lo alto y lo bajo. Este y Oeste crearon al hombre. Por tanto, los sabios han dicho que el hombre surgió del mismo sitio del Templo.Más aún, podemos ver que las palabras Hagamos al hombre logran esto: que a los seres inferiores pero derivados de un costado del mundo superior, Dios les revelase el secreto de la formación del nombre divino de Adán, en el cual se acompasan lo superior y lo inferior, en la fuerza de sus tres letras: alef, dalet y mem. Una vez que las tres letras hubieron venido hasta el mundo inferior, el nombre de Adán fue percibido en su forma completa, para comprender en sí mismo al varón y a la hembra. La hembra estaba pegada al costado del hombre y Dios envió al hombre un sueño profundo y él se recostó en el sitio del Templo. Dios entonces le cortó a la hembra, y la atavió como una novia y la guió hasta él. Estuvo bien que Adán encontrara el mundo completo cuando hizo su aparición.

Abandono de la vida

Cuando un ser humano está listo para abandonar la vida, Adán, el primer hombre, aparece frente a él y le pregunta por qué se va del mundo y en qué condiciones. El hombre suele contestar: “Desdichado, por tu causa he de morir”.Adán responde: “Hijo mío, sólo un mandamiento no cumplí y se me castigó sobradamente por ello; mira tú cuántos son los mandamientos de tu maestro que tú has transgredido”.Dijo el rabino Hiyya: “Hasta ese día, Adán existe y se pone de pie dos veces al día ante los patriarcas, y confiesa sus transgresiones y les muestra el lugar donde una vez fue feliz”.El rabino Yesa dijo: “Adán aparece ante los que van a morir para hacerles ver que no mueren por su pecado, sino por los de ellos”.

Mejor que José

Sentado un día a las puertas de Lydda, el rabino Abba vio a un hombre que se sentaba en el saliente de un precipicio, allá abajo. El hombre se quedó dormido. El rabino distinguió una serpiente que se acercaba al viajero, pero cuando estaba ya próxima, la rama de un árbol cayó y la mató. El hombre despertó, vio a la serpiente y brincó del susto. Con el brinco se desprendió el saliente y el hombre se salvó de casualidad.El rabino Abba se dirigió al hombre y le preguntó: “Dime, ¿por qué Dios te considera merecedor de milagros? ¿Qué has hecho?”.El hombre contestó: “Perdoné a quienes me hicieron daño y traté de hacer las paces con ellos. Y cuando no pude estar en paz, nunca regresé a casa antes de recibir el perdón de los que me habían ofendido; nunca me detuve en las ofensas; todos mis pensamientos fueron para la bondad que se esconde en todo hombre”.El rabino Abba se emocionó al escucharle y dijo: “Este hombre sobrepasa a José, cuya paciencia para con los hermanos era natural; pero éste ha hecho más que eso, de modo que es justo y necesario que el Ser Supremo, bendito sea, realice milagros en él, pues él mismo es ya su propio milagro”.

Los tres aspectos del alma

Los nombres y grados del alma son tres: nefesh (alma vital), ruah (espíritu) y neshamah (alma suprema). Los tres quedan comprendidos entre sí, pero cada cual tiene su propia morada.Mientras el cuerpo se descompone en la tumba y se reduce a polvo, nefesh se demora con él y ronda por este mundo, yendo entre los vivos, conociendo sus penas e intercediendo por ellos.Ruah se traslada al Jardín del Edén. Ahí, ese espíritu, goza de los placeres, se adorna con vestidos, semejante al cuerpo que fue su morada en este mundo. En los días festivos asciende a las esferas celestes, se regala con sus delicias y luego regresa a su Jardín.Pero neshamah asciende inmediatamente a los dominios de los que emanó, cuya intercesión hace que la luz brille en las alturas. Nunca vuelve a la tierra. En neshamah queda comprendido el Ser que contiene todos los lados. Y hasta el momento en que no asciende hasta reunirse con el Trono, ruah no puede ser coronada en el Jardín inferior y nefesh no puede descansar en paz: estas encuentran la paz cuando la otra se eleva.Ahora bien, cuando los hijos de los hombres, atormentados y apenados acuden a las tumbas de los que se han ido, entonces nefesh despierta y sale

a incitar a ruah a que levante a los patriarcas y luego a neshamah. Sólo a partir de entonces el Ser Supremo, bendito sea, tiene piedad del mundo.Pero si neshamah por alguna razón no ha podido elevarse a su sitio en las alturas, ruah encuentra cerrada la verja del Jardín del Edén y así, incapaz de entrar, se dedica a vagar sola y acongojada. En cuanto a nefesh, comienza a deslizarse de un lado a otro del mundo, y al ver el cuerpo del que una vez fue inquilina devorado por los gusanos y sufriendo el juicio de la tumba, llora por él como dicen las Escrituras: “Su carne se afligirá por él y su alma le llorará”.