vilma rocio sánchez
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Escuela de ciencias de la educación
Contextos políticos y educativos en América Latina
ACT 12: TRABAJO COLABORATIVO FINAL
Aporte Individual
Artículo de reflexión: La educación en Colombia
Grupo: 551047_4
Vilma Rocío Sánchez. Cod. 35414089
Tutor: Jesús María Tovar
Junio de 2013
La Educación en Colombia: Entre la necesidad y la realidad
Vilma Rocío Sánchez Prieto
Resumen: En la actualidad Colombia se encuentra enmarcada por un proceso de globalización en
todas las áreas de desarrollo, motivo por el cual la Educación también ha estado incluida en estos
cambios sociales, políticos, económicos y culturales presentados en las últimas décadas. A través
de este trabajo se aborda la necesidad de realizar una verdadera inclusión que beneficie a los
diferentes grupos sociales existentes, en un sistema educativo que en alguna medida viene
sacrificando la calidad de la educación en aras de la cantidad. La conclusión es que, la dinámica
social en Colombia no se puede desconocer, la pobreza, el desempleo, la marginalidad de algunos
sectores hace que las prioridades cambien y en estas no siempre está la necesidad de educación
para los niños y jóvenes.
Palabras clave: Colombia/ Educación / Equidad / Pobreza / Exclusión / Inclusión.
Education in Colombia: Between the need and reality
Summary: Today Colombia is framed by a process of globalization in all areas of development,
which is why education has also been included in these social, political, economic and cultural
presented in recent decades. Through this paper addresses the need for a true inclusion that
benefits the existing social groups in an educational system that is somewhat sacrificing the quality
of education for the sake of quantity. The conclusion is that social dynamics in Colombia can not be
ignored, poverty, unemployment, marginalization of some sectors makes changing priorities and
these are not always the need for education for children and youth.
Keywords: Colombia / Education / Equity / Poverty / Exclusion / Inclusion.
(1) Trabajadora Social. Estudiante Esp. Pedagogía para el Desarrollo del Aprendizaje
Autónomo. Unad. 2013.
Hasta los años 90 (Siglo XX), El Estado había cumplido un papel fundamental como instancia
articuladora de las relaciones sociales, sin embargo con el proceso de globalización, la crisis
económica mundial, se planteó el objetivo de realizar ajustes en las políticas del Estado, para
desmontar algunas funciones y actividades relacionadas con el desprendimiento de ciertos
segmentos institucionales, a través de su eliminación o su transferencia a otros actores e instancias
jurisdiccionales. Es por ello que aparece la figura de la descentralización, que trasladó
responsabilidades de gestión a los gobiernos departamentales y municipales.
Para el sistema educativo el concepto de Estado Nación es de gran importancia. En el sistema
educativo no sólo se les enseña a los estudiantes una malla curricular de aprendizaje sobre temas
científicos o técnicos. Es en las Instituciones Educativas donde se socializan, divulgan los valores,
conceptos establecidos por la nación, desde allí se promueven la defensa de los mismos y se
promueve su implementación, garantizando así la permanencia del modelo, la unificación
ideológica, unificación y estabilidad del sistema en general.
A pesar de este rol del sistema educativo, en las últimas dos décadas, el modelo ha ido en
detrimento de la calidad educativa. Los diferentes cambios frente a las políticas ha afectado la
calidad de vida de los trabajadores de la educación, las aptitudes de los educandos no responden a
las necesidades de la sociedad pues la inversión económica progresivamente ha disminuido,
reflejándose en la pobre inversión en temas de investigación, infraestructura, implementos
didácticos y bienestar del estudiante en general. Se percibe una actitud estatal de desconocimiento
de las necesidades del sistema educativo. Su responsabilidad es delegada a los municipios, no se
hace seguimiento a la calidad educativa. Aunque teóricamente se procura realizar procesos de
inclusión de todos los sectores poblacionales, el modelo pedagógico no es atractivo para el
estudiantado, no responde a las necesidades productivas del país, lo cual no garantiza su
permanencia en el mismo. Situación que también afecta al cuerpo docente en la medida que se ha
desmontado las múltiples ventajas del llamado ¨régimen especial” del cual hacían parte. La
motivación, el compromiso ha ido cambiando, por consiguiente se ve reflejado en las iniciativas de
cualificación de su mano de obra y en el incentivo frente a la investigación.
El presente artículo es una reflexión de a partir de la revisión bibliográfica sobre el tema y de
entrevistas realizadas a personas que trabajan en el área educativa, quienes a través de su
experiencia plantean cambios significativos vividos en las instituciones educativas colombianas.
1. Los desafíos de la educación
Es innegable identificar la educación como una condición indispensable para el logro de una
sociedad más equitativa. Las personas que no pueden acceder a la educación carecen de aquellas
competencias que los habilitan para su vinculación laboral. Como consecuencia de ello, estos
sujetos excluidos del sistema educativo son, además, marginados respecto del principal mecanismo
social de distribución de la riqueza −el mercado de trabajo−, siendo este uno de los factores de
desigualdad en nuestro país. Por consiguiente, quienes no acceden a una educación de calidad
tienen limitadas las posibilidades para un pleno ejercicio de sus derechos y de participación en la
sociedad, lo cual se traduce en la vulneración de su condición de ciudadano.
Para que haya inclusión social en un país, se requiere que la distribución de conocimientos sea
equitativa. Se debe garantizar que todos los niños/as y adolescentes puedan finalizar como mínimo
su bachillerato en términos de calidad, que les brinde la oportunidad de beneficiarse de una
sociedad más justa y equitativa.
2. Condiciones Sociales y educación
Ir a la escuela no es suficiente para tener calidad de vida. Para participar satisfactoriamente de
las clases, es necesario que el niño/a esté adecuadamente alimentado y sano, que viva en un medio
sin impedimentos, que tenga una formación familiar en valores y actitudes que lo disponga
positivamente hacia el aprendizaje escolar. Esto es que identifique a los demás con respeto,
tolerancia, que tenga disposición para conocer, aceptar y encuadrarse al conjunto de normas
institucionales que le facilite su adaptación y con su comportamiento promueva una convivencia
armónica. Que también sea capaz de reconocer a las figuras de autoridad y tenga la capacidad de
asumir los compromisos académicos, que reconozca y valore sus obligaciones para el logro de sus
objetivos académicos y de su proyecto de vida.
Los instituciones educativas esperan que el educando desarrollo su capacidad de
autodeterminación, la comunicación asertiva y la autonomía en su actuar personal y académico.
Pero a la vez, espera que su grupo familiar brinde el acompañamiento, apoyo y seguimiento
respectivo; garantizando al estudiante el soporte para adquirir sus competencias personales y
académicas. Es indispensable que cada actor del escenario educativo reconozca cual es su rol y su
corresponsabilidad en el proceso formativo. Hay elementos que son brindados exclusivamente en el
seno de la familia, estos aprendizajes deben ser previos a su inclusión en el aula. Sin estos el
proceso de adaptación al espacio académico no le será fácil y se presentarán desde el inicio
situaciones de estrés y conflicto para el mismo niño. Estos elementos, hacen referencia a los
conceptos básicos de convivencia humana como las pautas de crianza, las estrategias personales de
comunicación, la aceptación e interacción con las figuras de autoridad, la disciplina, la
organización, uso del tiempo, entre otros.
La gran discusión entre docentes y padres de familia, radica con frecuencia en el rol de cada
uno de ellos. En ocasiones es entendido por los padres que es función de los colegios educar a sus
niños/as, desconociendo que hay factores de tipo afectivo y formación de la personalidad y el
carácter del menor que son el resultado del ambiente familiar, del ejemplo en casa y de las pautas
de crianza. Pero a la vez, también es de reconocer que en algunas instituciones educativas se espera
que el niño llegue “completamente formado” comportamentalmente hablando. La educación debe
ser entendida no solo como transmisión de conocimientos, debe ser vista como un proceso continuo
y permanente.
No se puede desconocer que la educación requiere de criterios de corresponsabilidad familiar,
social y estatal. Donde cada uno tiene incidencia directa en la construcción de competencias y
oportunidades para los menores.
Si para el sistema educativo no es fácil educar niños/as provenientes de ambientes familiares y
sociales desestructurados y con muchos riesgos para su bienestar, que podríamos decir del mismo
niño que tiene que acomodarse y lidiar en muchas ocasiones con dos ambientes en ocasiones
opuestos y contradictorios para él?.
Es importante reconocer que para algunos estudiantes no debe ser fácil mediar y asumir una
posición “centrada” que responda a los dos entornos en mención. Lo que se espera de él, no siempre
es posible pues no cuenta con las estrategias personales y el soporte necesario para enfrentar ciertas
situaciones.
En ocasiones es más fácil pensar en la necesidad de educar primero a la familia y luego al
menor, pues se reconoce que no siempre es este último el que presenta dificultad de adaptación al
proceso formativo, pues sus circunstancias familiares y sociales no le permiten involucrarse con
tranquilidad en este. La inequidad radica en que no siempre se cuenta en todos los hogares con las
mismas condiciones para cumplir con las exigencias de la escuela. Donde priman factores de
manutención que son prioritarios satisfacer. No siempre los niños tienen las condiciones para
cumplir con una tarea bien por falta de recursos económicos, falta de acompañamiento y
supervisión para la realización de las mismas e incluso porque sus cuidadores no tienen la
formación suficiente para brindarles el apoyo que requieren.
3. Escuelas que excluyen
Bajo las condiciones antes expuesta, es necesario reconocer la brecha comunicativa entre la
familia y la escuela. El modelo educativo actual no siempre responde a las necesidades del
estudiante y tampoco brinda las herramientas necesarias para generar las competencias en el joven
para poder acceder al mundo laboral que le mejoraría su calidad de vida. Equidad no es terminar al
igual que muchos el bachillerato solo por tener un diploma que mostrar, no garantiza que pueda
acceder a un empleo, pues no todos logran adquirir las competencias necesarias para dar
continuidad a sus expectativas personales y familiares. Equidad es tener la certeza de tener las
mismas posibilidades y oportunidades para él y su familia.
“El éxito educativo, o la posibilidad de que todos los niños y adolescentes puedan tener
acceso a una educación de calidad, depende del grado de articulación que existe entre la escuela y
la familia. Un niño podrá participar de las prácticas educativas si su familia tiene acceso a
aquellos recursos con los que la escuela cuenta cuando diseña su propuesta pedagógica, del mismo
modo que una escuela tendrá éxito en la medida en que elabore una oferta basada en un profundo
conocimiento de la realidad social y cultural de las familias hacia las que está dirigida.” (López,
Nestor. 2005)
El modelo actual de enseñanza pareciera estar diseñada para familias estructuradas,
estables, completas, con algún tipo de estabilidad económica que no requiera que los dos padres
salgan del hogar a trabajar. La realidad es totalmente contraria, especialmente para la población
con niveles socioeconómicos 1 y 2 o ubicadas en zonas rurales, zonas de pobreza o provenientes de
grupos étnicos minoritarios; siendo estas condiciones las que reducen la posibilidad de éxito de los
estudiantes.
Es importante partir de un diagnóstico social, para tener claras las expectativas y
condiciones esperadas de un niño cuando llega al aula de clase.
La inclusión debería ser entendida no solo como el acceso de personas con algún tipo de
necesidad especial de aprendizaje, sino también como la posibilidad de involucrar a niños/as con
sus propias carencias y necesidades familiares y sociales que también son especiales. Permanecer
solo, ayudar a criar a sus hermanos, trabajar, no tener útiles escolares suficientes, no poder
alimentarse sanamente, entre otras, deben ser tenidos en cuenta a la hora de definir, las
competencias, las exigencias y el proceso formativo.
4. Perspectivas personales
Los seres humanos tenemos la necesidad de adquirir nuevos conocimientos que sirvan y se
desarrollen a lo largo de la vida, por tal motivo los procesos de enseñanza aprendizaje no deben ser
estáticos sino dinámicos en el sentido que se debe forjar un camino que no tiene fin, se debe
aprender continuamente a enseñar y generar una educación constructivista donde cada vez el
aprendizaje sea más significativo.
La educación ha ido cambiando a medida que se reconoce a la persona como miembro activos
de la sociedad. Esto ha llevado a cambios en la legislación frente al tema. Progresivamente el
estudiante ha tomado un papel protagónico en el proceso enseñanza- aprendizaje, pues para la
sociedad y los procesos productivos la persona debe contar con las capacidades y competencias,
abandonando su rol pasivo, receptor de conocimiento que privilegiaba solo su capacidad
memorística y de repetición de conceptos. Igualmente el rol del docente es ahora de dinamizador
del proceso, debe generar retos a las capacidades del estudiante para resolver problemas. El
estudiante debe estar en capacidad de trabajar en equipo, solucionar problemas, negociar con otros,
escuchar y respetar las ideas de otros y manejarse en ambientes marcados por la diversidad. Lo
anterior, no solo en beneficio personal sino también de la convivencia en comunidad, del sector
productivo y la sociedad en general. Para las empresas es conveniente que sus empleados cuenten
con las competencias necesarias para el sostenimiento del nivel de productividad y así competir en
mejores condiciones en el mercado.
El reto de la educación radica en promover en los jóvenes cambios significativos para
convertirlos en personas adultas capaces de afrontar los desafíos que la vida misma le plantea. Una
vida adulta cambiante con exigencias nuevas como resultado de los avances científicos y cambios
tecnológicos. Entendiendo que la educación tiene incidencia directa con el desarrollo social, cultural
y económico de un país, que además tiene como misión motivar el desarrollo de valores
fundamentales de una sociedad, a saber, la equidad, la justicia, la igualdad entre hombres y mujeres,
la no discriminación, la responsabilidad social y la participación de todos en la vida económica y
social.
Por otro lado el entorno empresarial impone continuamente el desarrollo de una capacidad de
adaptación que las mantenga competitivas. Entre estas estrategias, la más importante es la de
generar competitividad a partir de sus recursos humanos, convirtiéndose este en el recurso más
importante para la empresa. Así las cosas, las exigencias en cuanto a competencias que contribuyan
al desarrollo de la organización son tenidas en cuenta a la hora de pensar en contratar personal.
Partiendo de lo anterior es necesario que el gobierno financie proyectos que contribuyan a mejorar
la calidad de la educación técnico profesional como parte de su compromiso social para superar los
índices de pobreza y que permita mejorar la calidad de vida del estudiante y porque no de su
familia.
Finalmente no es posible desligar el proceso Educativo y las nuevas exigencias sociolaborales.
Para garantizar procesos de formación y productividad de calidad, se debe hablar de también de
procesos de evaluación pues es indispensable una revisión continua de los procesos tanto educativos
como productivos que los certifique como competentes en la elaboración de un producto o la oferta
de un servicio. Esto como garantía de permanencia y competitividad en el mercado regional,
nacional e incluso internacional. Lo que podemos decir entonces, es que la educación seguirá unida
al bienestar de la población, y debiera responder a las necesidades productivas. El principal factor
para la productividad sigue siendo el recurso humano, donde debería centrarse en el aprendizaje
permanente, continuo y de fácil acceso para que pueda beneficiarse y estar siempre en capacidad de
asumir nuevos retos, motivando el mejoramiento de calidad de vida, buscando que el ser humano se
sienta satisfecho consigo mismo, con su quehacer cotidiano y motivado para responder a las
exigencias sociales y del ámbito laboral.
Bibliografía
http://www.usc.es/econo/RGE/Vol14_1_2/Castelan/art11c.pdf
Módulo Contextos Políticos y Educativos en LA. UNAD.
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/directivos/1598/articles-177759_archivo1.pdf
http://complejidad-dorarroyave.blogspot.com/2011/08/retos-educacion-tecnico.html