"vida en las aulas" ph. w. jackson
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LA VIDA EN LAS AULAS
Ph. W. Jackson
Los niños son incapaces de formular una relación completa de lo que realizó durante el día.
La escuela es un lugar donde unas personas se sientan, escuchan, aguardan, hallamos amigos y enemigos, etc.
Cada quien tiene un sitio asignado, tienen ciertos horarios para ver los temas.
Los alumnos obedecen al maestro, no hablar en voz alta durante el trabajo individual no interrumpir a alguien en el debate.
La adaptación a la vida escolar requiere que el estudiante se acostumbre a vivir bajo la condición constante de que sus palabras y acciones sean evaluados por otros.
La escuela traza a los débiles y a los poderosos (profesores).
Los alumnos se enfrentan a 3 maneras:- Como miembros de una
masa.- Como receptores
potenciales de elogios o reproches y como peones de la autoridad institucionales.
A veces se ignora la mano alzada, en algunas ocasiones no se atiende a la pregunta formulada.
• Existen 4 rasgos de la vida escolar que no se mencionan: demora, rechazo, interrupción y distracción social.
• Los alumnos deben acostumbrarse a examinar la fortaleza y la debilidad de sus compañeros.
• La conducta del alumno contribuye a la reputación de niños (tímido, listo, tonto)
Cuando se pasa del hogar a la escuela, la autoridad de los padres se complementan gradualmente con el control de los profesores.
Los docentes se preocupan por fijar tareas a los alumnos y no se limitan a poner frenos a una conducta indeseable.
En el hogar, el niño debe aprender a detenerse; en la escuela a mirar y escuchar.
Los niños asisten a la escuela con la conciencia de que les resulta útil en su vida posterior. O es un requisito para el trabajo.
4 aspectos de la vida escolar; profesores, alumnos, currículo y prácticas en el aula.
En las escuelas se administran cumplidos, privilegios especiales, buenas notas y calificaciones evaluadas en los exámenes, las regañinas, las malas notas.
Los alumnos que no son premiados y que incluso pueden ser castigados con frecuencia, se vuelven mas o menos insatisfechos con la vida en el aula.
El éxito escolar engendra actitudes positivas, que a si vez promueven la posibilidad de éxitos posteriores.