victor matta curotto - pesca responsable
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“Protegemos la calidad de la pesca”
Inversión y valor agregado
Empresario pesquero de polendasVíctor Matta Curotto
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DI REC TOR
Ri chard Inu rri te gui Ba zán
CON SE JO EDI TO RIAL
Raúl Alberto Sánchez SotomayorPresidente
Carlos Pinillos GonzálezPd te. del Co mi té de Ima gen
José Sarmiento MadueñoPd te. del Co mi té de Ha ri ne ros
Ricardo Bernales ParodiPd te. del Co mi té de Ar ma do res
Didier Saplana PiquemalPd te. del Co mi té de Con ser ve ros
Os wal do Hunds kopf Exe bioPd te. del Co mi té de Con ge la do res
Juan Carlos Cuglievan BalarezoPd te. del Co mi té de Acuí co las
Humberto Speziani CuevasPd te. del Co mi té de Ética
Revista PESCA RESPONSABLEProducida y editada por:Comunicación Creativa
Alfredo CaballeroEditor General
Malcolm AllisonInvestigador Científico
Lilian Romero VizcardoConsultora Comercial
Dirección: Lord Cochrane Nº 451 – Casa 6, Miraflores
Central telefónica:(51-1) 222-1212
[email protected]@ccreativa.com.pe
CO MI TÉ CON SUL TI VO
Ruth Shady, Cé sar Chá vez, Mar co Es pi no, Eduar do Pas tor, Lud wig Meier,
Jor ge Luis Brous set, Jo sé Rai nuz zo,Au gus to Gue rra, Les lie Pier ce, Wal ter Bayly,
An drew Whi te ley (EE UU), Ch ris tian Ja ra (Chi le), Cé sar Ro hón (Ecua dor).
Derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la
Sociedad Nacional de Pesquería.
La Pesquería del Jurel en el Pacífico Sur
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TRIBUTO
“Mis apellidos Matta Curotto son de Génova, pero solo he estado ahí de pasadita por turismo. Soy chinchano, de Chincha Alta, por si acaso, la
colonia italiana por allá es bastante amplia. Empecé con una embarcación, luego vino otra y de ahí otra y cuando tuve siete pensé en una planta de harina, así nace Exalmar, en 1992”, cuenta Víctor Matta Curotto, quien a pesar de sus apellidos no tiene la nacionalidad italiana. Su historia está muy ligada al Perú donde, poniéndole mucha fe al negocio pesquero -aún con el terrorismo en contra-, pudo impulsar una de las empresas pesqueras más sólidas del sector.
Los Matta Curotto son italianos. ¿De qué parte provienen sus apellidos?De Génova, ciudad de navegantes. Mis bisabuelos sur-caban los mares, pero yo soy chinchano. De Chincha Alta, porque también hay Chincha Baja. Ahí pasé toda mi infancia y estudié la primaria y secundaria. Estamos hablando del año 1943.
¿Era travieso de niño?No necesariamente. Era normal, un chico palomilla de colegio. Me iba a jugar. Llegaba en la tarde a mi casa. En provincia todo el mundo se conoce y era fácil. Vivía a quince minutos del mar pero pasaba muchas
horas ayudando en el negocio ferretero de mi familia, hasta que terminé la secundaria.
¿Cómo se vincula al mar?Había trabajado en el sector pesquero, con la empresa privada. De allí salí y puse una empresa de agricultura, crianza de pollos y gallinas ponedoras. Entonces, en 1976, tras la estatización, las embar-caciones empiezan a volver al sector privado, mas no las plantas. Allí incursioné en la pesca con un primer barco. Se llamaba Cusco 4 porque donde lo compré, en Pesca Perú, se utilizaba nombres de ciudades, así que le dejé el mismo. Yo salía de vez en cuando para ver cómo era la faena y me pareció fantástico. Era espectacular.
¿Esa embarcación está operativa o la tiene de recuerdo?No, está trabajando. Casi la mayoría de las lanchas son de esa época. Lo que pasa es que cada año se va renovando la flota. El 70% son de esa época, sólo se le cambian de motores.
¿En la Universidad no tuvo idea que se iba a dedicar a la pesca?Estudiaba y paralelamente tenía la granja. Cuando se
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presentó esta oportunidad, me dediqué de lleno a la pesca y una parte a la agricultura, porque en la granja tenía unas 22 hectáreas de tierras en las cuales culti-vaba productos de pan llevar. Ahora he incursionado en la agroindustria con espárragos, uvas, cítricos. En el norte entraré con uvas y paltos.
Cuando compró el barco y decidió hacer empresa, ¿sabía de los riesgos que podría tener? ¿Tuvo algún traspié?Cuando compré la embarcación, el cigüeñal se rom-pió en dos. Para mi fue algo muy difícil de superar porque estaba recién empezando y había puesto casi todo mi capital en esa embarcación y tuve que empe-ñar mi camioneta. Me quedé a pie.
¿Que significa Exalmar? ¿Por qué le pone así?Quería mi primera planta de harina de pescado, en Chimbote pero se me presentó la oportunidad de comprarla en Casma. La razón social era Exalmar y se quedó así. Para qué hacerse problemas.
¿Tiene otras empresas?Sí, en agroindustria tengo el complejo industrial Beta. Es una empresa que empecé con 22 hectáreas y luego de allí adquirí otro fundo más, en Chincha, de 40 hectáreas, hasta que hice unas 300 hectáreas desde el año 76 al 98. A partir de ese año compré tierras en Ica. Allí tengo ya 2000 mil hectáreas entre uvas, espárragos y cítricos. Me va bien. Es una expe-riencia muy bonita. Ahora estoy incursionando en el norte con otros productos y ese sector también camina bien.
¿También está en el negocio de las conservas?Sí, estamos incursionando en congelados y consumo
humano directo. Aún no estamos en el mercado, pero comenzaremos a hacer la planta dentro de unas semanas con miras a conservas y consumo humano directo.
¿Y cómo llega a la vicepresidencia de la SNP?Cuando uno es industrial, se involucra con embarca-ciones y plantas, entonces era lógico que me asocie a la SNP, lo cual hice en 1992. Hicimos una lista y logra-mos un consenso. Así son las cosas en la SNP.
¿Qué opina de los límites máximos de capturas?Ese es un tema muy discutido y donde todo el mundo tiene su punto de vista. La opinión que ha expresado la SNP es el consenso de todos los socios. Respeto todos los puntos porque cada uno defiende sus ideas.
¿Ha tenido participación en la vida política?No. Todo ciudadano en mi posición ha tenido que interesarse, pero no he sido protagonista. Tuve algún cargo en Chincha ya que fui presidente de una funda-ción que hizo el asilo de ancianos.
¿Es optimista respecto al país?Sí. Empecé a hacer mi planta cuando todavía estaba el terrorismo porque siempre tuve fe en el negocio. Cuando ocurrió el Fenómeno de El Niño del 83, muchos vendieron sus embarcaciones a Chile y a Ecuador. Creo que es una bonita anécdota, eso te da una idea de la fe. Si estás en algo hay que tenerle fe y si no le pones fe entonces estamos hablando de otra cosa. En el negocio pesquero, principalmente el de la harina de pescado, hay mucho riesgo y mucho trabajo también.