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URBATORIVM: JOAQUN MURRIETA: EL BANDIDO CHILENO QUE NUNCA FUE CHILENO

http://urbatorium.blogspot.mx/2014/11/joaquin-murrieta-el-bandido-chileno-que.html[23/06/2015 12:47:43 a.m.]

domingo, 23 de noviembre de 2014

JOAQUN MURRIETA: EL BANDIDO CHILENO QUE NUNCA FUE CHILENO

Portada de la obra Hyenne-Morla, que sent el mito de Murrieta "chileno".

Este artculo data de hace algunos aos ya, pero lo mantuve fuera de las publicaciones de mis antiguas

pginas (incluida sta) porque no corresponda exactamente a las temticas que sostena en esos blogs en

aquellos das. A peticin de un amigo que tambin crea en la leyenda del Joaqun Murrieta "chileno" y

que se ha interesado ms en el tema recientemente, sin embargo, decid buscarlo hoy y subirlo con

algunas imgenes que encontr en la internet y en una edicin del libro de Ridge que se menciona en el

texto, adems de pequeos datos adicionales agregados mientras lo revis. Espero no herir orgullos

patriotas, pero la mxima de un investigador es "la verdad ante todo y hasta que duela", as que lo dejo

ac en mi deseo de terminar de reunir en este blog todos mis viejos escritos que alguna vez circularon (o

iban a circular) en internet, ya que no he vuelto a redactar entradas en casi todo lo que va del ao y esto

sirve como material "nuevo" para que no se note tanto mi retiro. Pido excusas por este pequeo "engao"

al lector, entonces.

Los mitos de orgullo nacional son un verdadero acto malabarismo con navajas afiladas: el lucimiento acrobtico se logra bajo el peligro inminente de cortarse una arteria o volarse un dedo. Proporcionalmente, pues, estos mitos inflan tanto el sentimiento patriota y la soberbia como exponen tambin a la posibilidad de quedar de tonto y al desnudo en un mal movimiento, traicionado por los propios dogmas precarios que antes parecan darle solidez a la funcin.

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Aunque el credo de que Joaqun Murieta o Murrieta era "chileno" ya ha sido desmentido hasta el hasto por autores como Joaqun Edwards Bello en "El subterrneo de los jesuitas y otros mitos" o por Carlos Alegra en "La rebelin de los placeres", la creencia sigue repitindose y perpetundose desde el momento en que cay en cancioneros folklricos y en la poesa. Al pueblo le gust y acept feliz la nacionalizacin, ignorando el truco literario subyacente.

Gilberto Harris Bucher es particularmente incisivo sobre el asunto de los errores y fantasas difundidas sobre los chilenos que participaron en la fiebre del oro en California, en su obra "Emigrantes e inmigrantes en Chile, 1810-1915":

"Exceptuando los serios trabajos de Carlos Lpez Urrutia y el marco general -con algunas imprecisiones y exageraciones- aportado por Roberto Hernndez, la literatura histrica ha sido prdiga en dislates y omisiones de nota sobre los tpicos conectados con los chilenos que desde 1848 se ocuparon de lavar oro en Norteamrica. Pero quizs lo ms alarmante sea el hecho de que burdas exageraciones y horrorosas erratas sean aceptadas a fardo cerrado y todava estn muy arraigadas en la conciencia colectiva nacional".

Quizs es esta mala documentacin la que ha favorecido la persistencia del folklore sobre el Murrieta "chileno" en nuestro pas, pero tambin hubo una deliberada mala accin de parte del primer editor en espaol, como veremos, para generar intencionalmente el engao.

Retrato imaginario de Murrieta, por autor annimo.

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Afiche invitando a asistir a la exposicin donde sera mostrada la cabeza de Joaqun (se supone que es Murrieta), poco

despus de su captura y muerte.

LA LEYENDA DE JOAQUN

Llamado Joaqun Murrieta o Joaqun Murieta (es muy probable que el "Murieta" derive del problema fontico anglo con la rr) fue un bandido y asaltante mexicano que oper entre las comunidades hispanoamericanas de la industria aurfera en California. Ha sido presentado como icono libertario de los trabajadores explotados en las faenas de extraccin de oro en dichos territorios, hasta donde llegaron inmigrantes mexicanos, chilenos y peruanos. El relato popular dice que se vuelve forajido por venganza, despus de sufrir el racismo y las tropelas cometidas por los yankees, especialmente con la muerte con violacin de su amada Rosita (Teresita o Carmela, en otras versiones literarias). Incluso existe la teora de que el personaje "El Zorro" de Johnston McCulley, estara inspirado en l.

Por supuesto, la leyenda se combina en exceso con la realidad y hasta las races, en estos casos.

Puede decirse que, efectivamente, Murrieta era un mexicano cuando fue presentado al mundo. As se consigna en su primera semblanza literaria, la misma que crea la imagen del bandido-hroe: la obra de John Rolling Ridge, quien firma con el pseudnimo de Yellow Bird (era descendiente de indios cherokees) y con el ttulo "The life and adventures of Joaquin Murieta" en 1854, slo un ao despus de la muerte del personaje.

El escrito de Ridge es, en lo fundamental, el cimiento de la historia que se ha tejido para el relato de la vida del clebre delincuente:

"Joaqun Murieta fue un mexicano, nacido en la provincia de Sonora, de respetables parientes y educado en las escuelas de Mxico. Mientras creca, fue destacado por una disposicin muy suave y pacfica, y no dio seales de ese espritu indomable y atrevido que ms tarde le caracteriz. Los que lo conocieron en sus das de estudiante hablan cariosamente de su naturaleza generosa y noble en ese perodo de su vida, y apenas pueden creer el hecho de que el famoso y sangriento bandido de California era uno y el mismo ser".

Los trabajos posteriores sobre Murrieta son slo plagios a partir de esta obra de Ridge. El primero sucede en 1859, cuando el peridico "Police Gazette" de California comienza a publicarla por partes. Y le seguirn otros sazonados cada vez con ms fantasa e idealizacin, siendo el siguiente un libro de Robert Hyenne que lleva la obra al francs, originalmente con el ttulo "Un bandit californien (Joaquin Murieta)" de 1862. Fue publicado en Pars como vulgar copia no autorizada y casi apcrifa de la obra de Ridge.

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Ser desde esa obra francesa que la historia es traducida ahora al espaol por un tal "MC", iniciales que corresponderan a la del chileno Carlos Morla Vicua, segn han asegurado autores como Domingo Amuntegui y Elvira Dantel Argandoa. Esta traduccin aparece en 1867 intitulada como "El bandido chileno Joaqun Murieta en California", para la primera edicin chilena que prepar mientras se hallaba en servicios como secretario consular en Espaa, de acuerdo a lo que detallan todava algunos autores contemporneos, como el argentino Osvaldo Pellittieri en sus "Perspectivas teatrales".

Por primera vez, entonces, se le adjudicaba nuestra nacionalidad al bandido mexicano, con la entrada de Morla al baile de los plagiadores.

Primer libro de Joaqun Murrieta, de John R. Ridge (Yellow Bird).

Edicin de Morla, traducida del plagio en francs hecho por Hyenne.

MENTIRAS, ERRORES Y FBULAS

Joaqun no era chileno, entonces, salvo en la fantasa de los creadores del primer libro en espaol que ayud a sentar el mito del bandido-hroe de California... No era chileno, nunca lo fue y no existe la menor prueba de que haya podido serlo, para ser exactos.

Sin embargo, la obra de Hyenne pasada a nuestro idioma, dice claramente que es "chileno", al

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presentar al personaje impostoramente nacionalizado por gracia mgica y aun mantenindose cierta semejanza con las palabras usadas por Ridge en la primera presentacin de la historia:

"Joaqun vio la luz en Santiago. Su familia, originaria de la misma ciudad y muy honorable bajo todos sus aspectos, le hizo educar convenientemente y tuvo excelentes maestros. Durante toda su juventud se hizo notar por las ms dulces y apacibles disposiciones; nada anunciaba, entonces, el espritu atrevido, indomable, que despus le hizo tan clebre".

Sin parar de desvariar, el autor-traductor salta a la adolescencia de Joaqun y agrega:

"En 1845, Joaqun tenia 15 aos; era grande, de una figura agradable, bien formado y, adems, de todo esto, con espritu dispuesto a aventuras. Habiendo muerto su padre en esta fecha, se traslad a casa de un antiguo amigo de su familia, el seor Estudillo, y este buen hombre le hizo objeto de una acogida excelente. Muy pronto su protector obtuvo para l una plaza de oficial en una de las compaas del regimiento que serva de escolta al Presidente Bulnes. Esta posicin, relativamente mediocre, deba, segn se le hizo entender, conducirlo a los ms altos empleos de Gobierno; ste era un peldao de la escala.

Bulnes se haba mostrado siempre muy aficionado a la equitacin. Joaqun, a quien sus hazaas le haban hecho clebre en los campos vecinos, en donde ms de una vez se haba divertido en domar los ms altivos potros, vio en esta pasin del Primer Magistrado de Chile un medio de hacerse conocer de l y de asegurarse su buena voluntad".

Hay una parte del relato que llega a rozar en el mal gusto, banalizando las cuestiones patriticas cambindolas por otras ms viscerales, con un supuesto canto que Joaqun hace a viva voz en un momento de la novela "histrica", en una reunin acompaada de guitarras, y que dice en sus primeras lneas:

Mi pueblo es el ms valiente,Chile es la tierra ms bella,Una esplendorosa estrellaFulgura sobre su frente.

Sin embargo, se ha dicho que las mentiras tienen "patas cortas": una tercera obra basada en la de Ridge (o cuarta, contando la versin fragmentada de la "Gazette") ver la luz en 1908, titulada "Vida y aventuras de Joaqun Murrieta, famoso bandolero mexicano", del mexicano Ireneo Paz, tambin adornando y decorando el relato pero devolviendo la nacionalidad del personaje a su Mxico natal, al punto de que en algunas reediciones se lo intitula tambin: "Vida y aventuras del ms clebre bandido sonorense Joaqun Murieta", para no dejar dudas del origen del personaje ya que, adems de la adjudicacin arbitraria de la nacionalidad "chilena", ciertas creencias tambin sugeran un posible origen nativo californiano, igualmente errneo.

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Ilustracin "Joaqun Murieta. El bandido californiano", para edicin del libro de Ridge.

ROLES DE HYENNE Y MORLA EN EL FRAUDE

Claramente, el libro de Hyenne pasado al castellano tiene una motivacin engaosa y ladina, por cuanto se trata de un vulgar plagio que no aclara por ninguna parte que no se trata de una obra original y menos que su autor verdadero es Ridge.

Ahora bien, es la traduccin de Morla la que se libera de toda traba moral con descaro asombroso, recurriendo incluso a alusiones de supuestas referencias reales que acreditaran la nacionalidad chilena de Joaqun o la "veracidad" de sus pretendidas vivencias en nuestro pas antes de marcharse a California, aunque nunca se detallan. Sirva el siguiente ejemplo, tambin rumiando palabras que provienen de la obra de Ridge apropiada por Hyenne:

"Todos los que le conocieron en los das de su juventud, hablaban an afectuosamente de esa bella naturaleza, tan noble y tan generosa; y apenas han podido persuadirse despus, que el sanguinario bandido californino, de quien vamos a contar la historia, fuese el mismo Varieta que haban conocido".

Sabr el cielo si Morla fue el autor principal del fraude o si hubo alguna clase de acuerdo de editores para venderlo en Chile con el xito que tuvo a travs de este truco en la traduccin, pues fueron varias sus ediciones consecutivas y llama la atencin que desde el principio se haya conservado el nombre de Hyenne como autor original. Domingo Amuntegui, en su "Bosquejo histrico de la literatura chilena" de 1918, adems, asegura que Morla fue asistido por el escritor Moiss Vargas en la poco loable tarea de alterar el texto.

Aunque antes que ella la farsa ya haba sido desmentida por autores como el propio Amuntegui y Ricardo Donoso, la investigadora Elvira Dantel Argandoa afirma decididamente en su artculo "El bandido en la literatura chilena" del Boletn de la Academia Chilena de Historia N 6 de 1935:

"En realidad, no cabe la menor duda de la mejicanidad del clebre bandido de los placeres de oro. Aquellos autores, sobre todo Vargas, conocan muy bien el gusto popular. En la partida de Murieta figuraban algunos chilenos, como Juan Tres Dedos y Joaqun Valenzuela, soldados de Chile y montoneros en la Araucana. Vargas adapt el hroe y cre un personaje que, nacido en el hemisferio norte, tiene vida propia en este su lejano.

Segn Edwards Bello, don Carlos es fue el principal culpable, de acuerdo a lo que espeta



categricamente en "Mitpolis" y en su libro-espejo "El Subterrneo de los Jesuitas y otros mitos":

"Joaqun Murieta, bandido chileno, jams fue chileno. Se trata de la historia de un bandido mexicano, de Sonora, adaptado a Chile en una versin del seor Morla (?)".

Y despus, metiendo ms an el dedo en la llaga, cita en sus crnicas un texto del no menos reputado escritor Vctor Domingo Silva, publicado en el diario "La Nacin" del 29 de mayo de 1953:

"Y qu nos dicen ustedes de lo que ha ocurrido en Chile con el famoso Joaqun Murieta, personaje mexicano a quien durante casi un siglo hemos estado creyendo compatriota nuestro? Es tan grande la fuerza del mito enraizada en la tradicin, que lo ms inverosmil es lo que ms persiste. Todava, a la altura de 1953, quedan recalcitrantes que se resisten a aceptar la realidad, pese a la intervencin decisiva de las autoridades literarias que han demostrado hasta la saciedad la superchera (inocente en tiempos anteriores a toda legislacin sobre propiedad literaria).

(...) El autor de Joaqun Murrieta (no Murieta) es un antiguo periodista y folletinista francs, director de La Democracia de Marsella, Roberto Hyenne, que anduvo aventurando por California. Pero esto, que es el hecho real y efectivo, no interesa a la masa ni le preocupa saberlo. El mito se re de los investigadores".

El periodista chileno Ernesto Montenegro, por su parte, es ms inquisitivo en sus juicios sobre responsabilidades, vertidos en "La Nacin" en junio de 1960 y abril de 1963, que Edwards Bello tambin cita:

"Joaqun Murrieta, desperado mexicano de Sonora, que un pirata de Chile convirti en chileno para su provecho y para satisfaccin patritica de sus lectores".

Qu diran Edwards Bello, Montenegro o Silva hoy, ms de medio siglo despus, si vieran a sus compatriotas an insistiendo en esta fbula que slo se sostiene del folklore y la repeticin perpetua... Y de un engao de nada patriota naturaleza comercial, ms encima.

EXPANSIN DEL "ERROR"

Desde conocido este libro de Hyenne-Morla-Vargas, entonces, un majadero grupo de porfiados ha seguido repitiendo por dcadas la leyenda del bandido "chileno" con aire patriota y romntico, tal como sucede con la fbula de la "chupilca del diablo" en la Guerra del Pacfico o el cuento que describe a los Leones de Providencia como pretendidos "trofeos de guerra" trados desde Lima.

Pero aclaremos que el "error" sobre Murrieta no proviene de que alguien en Chile quiera "robarle" el personaje a Mxico, como se ha tomado el asunto alguna vez, sino por una actuacin de muy mala fe ya descrita: quizs primero de parte de Hyenne, quien se apropi de la historia de Ridge, y luego de Morla, quien present una versin adaptada en Chile para hacerla ms interesante al pblico de este pas, poniendo a Murrieta como de origen chileno sin fundamento histrico; ninguno, en lo absoluto.

En una reedicin de 1977 de la obra de Ridge, hecha por la University of Oklahoma Press, explica Joseph Henry Jackson los detalles de esta verdadera trama de intrigas:

"Desde Espaa el relato viaj a Francia y desde all a Chile, donde un tal Roberto Hyenne fue el 'autor' de la publicacin de su libro en Santiago como una traduccin del francs. En esta edicin, el Murieta mexicano se convierte naturalmente en 'El Bandido Chileno'. Mxico tom esa edicin (la historia bibliogrfica aqu se vuelve tan fascinante para el especialista como un cuento de detectives) y la reedit con cambios menores, llevando de forma natural a Murieta de regreso a Mxico para su nacimiento. Curiosamente, Espaa vuelve a la versin pirateada Hyenne bajo una imprenta de Barcelona, como 'El Caballero Chileno', por un tal 'Profesor' Acigar".

El fraude ciertamente parece generado por la argucia comercial, pero no sabemos a ciencia cierta si fue originada desde el autor francs o el traductor chileno, por la poca claridad sobre los derechos de la obra comprometida y de cmo se gest la iniciativa de publicarlo en espaol y ac en Chile. Vemos, sin embargo, que luego caen en el "error" los editores espaoles, al haber acogido la biografa con esta adulteracin flagrante, publicando "El caballero chileo" (sic) de Acigar.

Todo este enredo, sumado al que los chilenos (y probablemente tambin algunos de California que conocieron a Murrieta) le dedicaron canciones y lo incorporaron al folklore heroico sin



inters inicial en "nacionalizarlo", fue fomentando as la fbula de que era chileno y no mexicano, como veremos a continuacin.

Cuadro pico "Joaqun Murieta", hecho por Charles Christian Nahl en 1868.

EL MITO SE "FOLKLORIZA"

Otra razn de este imparable eco de errores y falsedades es que, a partir de la publicacin del libro de Hyenne en Chile, ciertos literatos y creadores cayeron como moscas en la trampa de azcar con la creencia del Murrieta "chileno", haciendo cada uno su parte por fomentarlos desde la inocencia de la buena fe, en su mayora. Esto pone en revelado, dicho de paso, cmo las manifestaciones artsticas pueden llegar a generar discursos y juicios histricos sin respaldo en los hechos, algo que ha sido particularmente bien manejado por ciertos movimientos polticos.

En este camino mutagnico, el Joaqun "chileno" va adquiriendo tambin nuevos bros, como toda leyenda: el personaje se vuelve un roto chileno, hijo de familia pobre de Quillota o de Valparaso; hombre poco ilustrado pero que surge con esfuerzo, pues ya no es el pequeo burguesillo de Santiago descrito en la obra traducida y alterada de Hyenne, cuyo estereotipo fuera criticado por Enrique Lihn.

Que al folklore le gusta sacralizar a bandidos y truhanes elevndolos a caudillos justicieros, adems, es algo bien conocido: desde el criminal realista Benavente en los tiempos de la lucha por la Independencia, hasta el asesino serial Dubois con animita y todo en Valparaso. La banda de "Los Pincheira" ofrecidos como hroes de la Independencia, el "Brujo" Liberona cual soberano La Chimba del viejo Santiago y el redimido Neira incorporado a las fuerzas patriotas que despus lo traicionan y le dan caza, son otros ejemplos del fenmeno, por lo que no extraa demasiado que se haya adoptado en Chile con esa misma filosofa popular a Murrieta, pasando por alto el pequeo "detalle" de que haba nacido en Mxico y nunca haba pisado nuestras tierras.

As es cmo se inspiran y nacen obras posteriores, al estilo de "Joaqun Murieta. Drama en seis actos" de 1936, del respetable Antonio Acevedo Hernndez, mientras que la cueca del gran grupo folklrico nacional "Los Chileneros" cantaba en su memoria:

Apreciaban la cabezadel temible forajidoy a ese roto chilenoellos le hicieron bandido.

Vio ultrajar a su esposay la matanzay as Joaqun Murietajur venganza.

Y entre las cuecas del folklore urbano recopiladas y reproducidas en el libro de Samuel Claro Valds en su "Chilena o cueca tradicional de acuerdo con las enseanzas de don Fernando



Gonzlez Marabol", vuelve a penar el fantasma del salteador de California, como en la cancin "Y en la linia de la Oroya" que recuerda a los trabajadores chilenos que participaron en la construccin del ferrocarril al Sur de Per en el siglo XIX:

Los carrilano, sque estas son cuecade los rotos que tuvoJoaqun Murieta.

Todos vctimas de la excesiva confianza en nuestros hombres de letras, el ltimo gran "porrazo" al respecto fue, quizs, el que nos regal el texto escolar "Historia y geografa para la educacin bsica 6", de Editorial Santillana de Santiago, que en 1997 todava insista:

"...uno de nuestros compatriotas que se tent con el oro de California y parti a probar suerte fue Joaqun Murieta".

Este ltimo caso demuestra que, lo peor de la repeticin perpetua de la fantasa de Hyenne-Morla, es que se repasan haciendo saltar la creencia -de vez en cuando- hasta la produccin histrica formal, convirtiendo un falso orgullo nacional en lo que realmente debi ser siempre: un bochorno nacional.

Ilustracin de fantasa de Joaqun Murrieta, para la portada de un folleto con la obra de Antonio Acevedo Hernndez,

dedicada al famoso bandolero.



Portada de "Fulgor y muerte de Joaqun Murieta", de Pablo Neruda.

EL PECADO NERUDIANO

Aunque todos los crticos endilgan casi exclusivamente a Morla las culpas por este verdadero fraude literario -no pudiendo negarse que esto ser siempre una mcula de motivacin incomprensible para el currculo de prestigio de tan notable investigador y diplomtico-, tambin existe una responsabilidad ineludible en la figura de nuestro ms venerado poeta: el mismsimo Pablo Neruda.

En efecto, el vate y diplomtico tom la leyenda del Murrieta "chileno" y lo coloc esta vez partiendo a California desde Valparaso, careciendo todo argumento histrico para sentar semejante audacia de apropiacin, con la que inicia el argumento de su obra "Fulgor y muerte de Joaqun Murieta", publicada por Zig-Zag en 1967 y concebida como la base del libreto dramtico de la pera de Sergio Ortega.

Siendo verdad que un creador cuenta con todo un justificado mundo ficticio para sostener las afirmaciones argumentales y el desarrollo de su obra, es el propio Neruda el que insiste como dato real y casi cientfico, el que Murrieta era chileno. As pues, empieza con atrevimiento su introduccin:

"El fantasma de Joaqun Murieta recorre an las Californias.

En las noches de luna se le ve cruzar, cabalgando su caballo vengativo, por los pramos de Sonora, o desaparecer en las soledades de la Sierra Madre mexicana.

Los pasos del fantasma, sin embargo, se dirigen a Chile, y esto lo saben los chilenos, los chilenos del campo y del pueblo, los chilenos de minas, montaas, estepas, caseros, los chilenos del mar, del Golfo de Penas.

Cuando sali de Valparaso a conquistar el oro y a buscar la muerte, no saba que su nacionalidad sera repartida y su personalidad desmenuzada. No saba que su recuerdo sera decapitado como l mismo lo fuera por aquellos que lo injusticiaron.

Pero Joaqun Murieta fue chileno.

Yo conozco las pruebas. Pero estas pginas no tienen por objeto probar hechos ni sombras. Por el contrario. Porque entre sombras y hechos corre mi personaje invisible. Lo rodea una tormenta de fuego y sangre, de codicia, atropello e insurreccin".

Sin embargo, pocas lneas despus, parece olvidar las pruebas que declara haber visto y se excusa de mostrarlas aseverando que los papeles de registro de fecha y lugar de nacimiento de Murrieta "se perdieron en los terremotos de Valparaso y en las contiendas del oro", as que slo quedaba confiar en la buena fe de sus afirmaciones.



Por esta razn, pasando por encima del poderoso halo de vaca sagrada que brilla en torno a la imagen del poeta, Harris Bucher no le perdona su desatino con vaho de deliberado engao:

"Neruda, en Fulgor y muerte de Joaqun Murieta indica sin titubeos que el clebre bandido era chileno, que parti de Valparaso y que conoce las pruebas de ello. Debieron transcurrir ms de 30 aos para que otro vate importante como Fernando Alegra rectificara que aquel era sonorense y mexicano por todos sus costados".

Recurdese tambin, que las lneas de versos de Neruda y especialmente los de "Cueca de Joaqun Murieta" y el "Galopa Murieta", han sido musicalizadas por una gran cantidad de autores del canto popular, hacindose parte de lo que aqu hemos llamado "folklorizacin" del mito; o en realidad el concepto tcnico sera fakelore, para usar palabras de Richard Dorson:

Lo dice la luna que ah vala venganza en esa monturaAy, nocturno chileno y distanteazotado por dao incesanteAy, nocturno chileno y distanteazotado por dao incesanteGalopa, galopa, galopa, galopa

La tendencia, como podr deducirse, ha ayudado -desde su inocencia y sin proponrselo- a extender ms la falsedad desde la boca de consagrados como Vctor Jara, los grupos "Quilapayn" e "Inti Illimani", o los argentinos "Alpataco", "Los Calchakis", Vctor Velsquez, Mercedes Sosa, el do argentino-uruguayo Olga Manzano y Manuel Picn y hasta los canarios "Los Sabandeos".

Al estrenarse la obra de Neruda, ste pos junto a Matilde Urrutia fingiendo ser el forajido de los relatos y con lo que parece

ser una imagen abstracta y artstica del mismo atrs. Imagen publicada en el artculo de Pereira Poza que ac se

menciona.

POSIBLES MOTIVACIONES POLTICAS

Se sabe que Neruda se document casi hasta lo inslito para producir este trabajo dedicado al bandido de California. Empero, se dice de don Pablo que tambin era conocido en su poca su exceso de "imaginacin" que a veces verta para contar historias propias o relatar hechos. Mas, las razones por las que pudo insistir en que Murrieta era chileno sabiendo que faltaba a la verdad y dndole, con ello, un nuevo aire de vida e impulso a la leyenda que ya era severamente cuestionada por otros autores nacionales, como vimos, son difciles de sondear.

En estudios como "Rondas a las letras de Hispanoamrica" de la espaola Selena Millares, tambin se confirma que Neruda conoca perfectamente los pormenores de la historia del forajido mexicano, pues posea los tres libros principales que dieron partida al mito de Murrieta en sus bibliotecas personales, a pesar de la ligereza con que explicar despus esta imprudencia



en los textos que sirvieron a su publicacin pstuma "Para nacer he nacido":

"Su sitio de nacimiento se lo disputan Mxico y Chile, aunque yo lo doy por chileno. En la niebla de la leyenda fabulosa los argumentos van y vienen, pero Murieta fue chileno.

Al parecer, entonces, la intencin profunda del autor quizs slo era la de acercar ms el sentimiento antiimperialista a los chilenos, entregndoles un refrito del personaje epopyico de la fiebre del oro californiana pero aproximndolo tanto a nuestro terruo como la fantasa de su origen chileno lo permitiese. Sera mejor pensar esto que en un profano inters por darle atractivo comercial a la obra, pero a su favor se puede decir que la leyenda de Joaqun ha sido utilizada en otras ocasiones tambin con la misma finalidad discursiva, durante los aos de la Guerra Fra. Entre otras veces, por la compaa Theater Manufaktur de Berln y por los directores de opereta Alexei Rybnikov y Pavel Grushko durante la ltima dcada de la Rusia bolchevique. Y Sergio Pereira Poza, por su parte, observaba este valor poltico del mito en su artculo "Joaqun Murieta: hroe o bandido?", publicado por la revista "Occidente" de enero-febrero de 1999:

"As, su significacin literaria se sostiene por los cdigos de vindicacin y reivindicacin de los sectores proletarios del continente.

El aliento popular que insufla el ser y hacer del hroe permite construir la realidad que se identifica plenamente con las ideas, valores y creencias del hombre latinoamericano. Su actitud combatiente contra el imperialismo norteamericano resume el anhelo colectivo de una comunidad que histricamente ha vivido bajo el peso del hegemonismo, monrquico primero, burgus despus. La experiencia vivida en California es un captulo del acontecer de Amrica Latina que trasunta siglos de sometimiento y olvido".

Lamentablemente, sin embargo, an prevalece como abono a la creencia del Murrieta "chileno" la idealizacin que se ha hecho de nuestro Premio Nobel de Literatura y la verdadera luz de proteccin de su imagen, alejndola de los aspectos cuestionables (abandonos parentales, algn caso de plagio o su stalinismo desatado) y por supuesto, de revisar la alteracin casi insolente que hizo de la historia tal como sucede con la semblanza de Joaqun Murrieta, zafando as a Neruda de la responsabilidad de haber sabido claramente lo falsas que eran sus indicaciones sobre la nacionalidad de Murrieta, dado su conocimiento cabal del tema en la literatura disponible y de su propia experiencia imbuido en la cultura e historia mexicanas durante sus servicios diplomticos en ese pas.

La cabeza de Joaqun siendo expuesta pblicamente en una plaza, segn grabado del libro espaol "La fiebre de riquezas

siete aos en California" de Julio Nombela, 1871.



La supuesta cabeza de Joaqun en la actualidad. Fuente: sideshowworld.com

EL HROE CONTRA EL VILLANO

Por otro lado, tambin es dudosa para algunos la condicin de verdadero caudillo justiciero que se le atribuye a Murrieta en su propia leyenda, pues existe poco respaldo histrico a las visiones que, desde Ridge en adelante, intentan sacarlo de la condicin de mero bandido, abigeo y asaltante sin connotaciones epopyicas, como muchos otros que hubo en aquellos aos y que -en algunos casos- se habran asociado a Joaqun para cometer fechoras. En palabras de la citada crnica de Silva, se explica por s mismo:

"No es que halague a muchos el ser los conterrneos de un bandolero a lo Pincheira o a lo huaso Raimundo, no: es que la leyenda va elevando y hermoseando al sujeto hasta darle los contornos de un hroe, y aun de un semidis".

La exageracin mxima en esta lnea parece pertenecer a Walter Noble Burns, partiendo por el ttulo de su propia novela de 1932: "The Robin Hood of El Dorado". Probablemente habra tenido mucho menos impacto que las obras anteriores, de no ser porque los derechos de esta obra fueron adquiridos por productores de Hollywood y llevados a la versin flmica homnima de William A. Wellman para la Metro-Goldwyn-Mayer, que en 1936 termin de cristalizar el trato heroico y benevolente alrededor del mtico forajido.

Burns saba de estos trabajos artsticos de idealizacin de rufianes, por cierto: poco despus, volvi a vender a Hollywood derechos de sus libros para producciones cinematogrficas, en este caso del filme "Billy the Kid" de 1941. Adems, se rod otra pelcula dedicada al bandido mexicano en 1965, titulada "Joaqun Murrieta" de George Sherman, y nuevamente una de 1969, titulada "The Desperate Mission" de Earl Bellamy.

Aunque su exposicin va en el sentido de desmitificar la condicin heroica de Murrieta, no abordaremos aqu el contenido del libro "Hija de la fortuna" de Isabel Allende, que en 1999 vino a proponerse como una suerte de adicin al historial e imaginario de Joaqun. Lo apartamos por el ms bien poco valor histrico que percibimos en la obra, tan tenue como la confianza que puede depositarse en la autora cada vez que se aventura a hacer ciertas afirmaciones que necesitaran de respaldo en hechos o en asuntos histricos en sus trabajos literarios, diramos tambin.

Tampoco hay plena seguridad de que Joaqun Murrieta sea siempre el mismo que se muestra en imgenes o reseas, carteles de recompensa y portadas de libros, pues se sabe que era llamado muchas veces Joaqun a secas, en circunstancias de que, a la sazn, haba al menos otros cuatro Joaquines famosos por sus asaltos en California, como lo mencion el propio Ridge: Bottilier, Carrillo, O'Comorenia y Valenzuela, de modo que el Joaqun Murrieta que inmortaliz la literatura puede tener, quizs, elementos de ms de un bandido real. Incluso, tras el da de su ejecucin en 1853 por accin del Capitn Harry Love y sus hombres, gracias a una oferta de recompensa por entregar vivo o muerto a un Joaqun (se supone que es Murrieta), los titulares del peridico "San Francisco Herald" del 30 de julio de 1853) no aclaraban cul era el apellido del Joaqun ajusticiado:

"Captura y muerte del bandido Joaqun.- El famoso bandido Joaqun, cuyo nombre est asociado a cientos de hechos de sangre, por fin ha sido capturado".

Conviene comentar, adems, que la famosa cabeza de Murrieta an conservada en lquidos



preservantes, en su primera exhibicin en un museo fue expuesta como de un tal Murriatta, no Murieta ni Murrieta. Ms an, muy pocos habran podido ver de tan cerca a Joaqun Murrieta en esos aos, como para confirmar que la cabeza efectivamente era la suya, como lo seala tambin la investigadora venezolana de literatura hispnica Yanira Paz en su ensayo "Pablo Neruda e Isabel Allende: las dos sagas de Joaqun Murieta", de 2005.

En fin... Concluyo esta entrada, entonces, convencido de lo que dije hace muy poco a alguien que segua fiel a la idea de la "chilenidad" del famoso bandolero y que me motiv a sacar del olvido este viejo texto que aqu publico en plan de rescate: creo que Murrieta (o Murieta) tena de chileno lo mismo que tendra un apetitoso plato de burritos de frijol y queso de hebra oaxaqueo con un vasito de mezcal, sobre un colorido mantel tejido de Quertaro.

Afiche del filme de William A. Wellman, de 1936.

Afiche del filme de 1965, de George Sherman.



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Gracias por dejar su opinin en nuestro blog de URBATORIVM. La parte final de todas estas historias las completan personas como Ud.

2 comentarios:Annimo 24 de febrero de 2015, 11:12 p. m.

Buensimo, me encanta la manera en la que expones el argumento.Yo soy mexicana, y pues para mi Joaquin Murrieta siempre ha tenido esa nacionalidad tambin, hasta que hace poco me encontr con la versin de que provena de Chile, y pues me encontr con tu articulo que me parece muy bueno. Excelente redaccin.

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Lev Sai Fong Cotillard Cvetkovi 22 de junio de 2015, 8:58 p. m.

Excelente.

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