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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
Decanato de Estudios de Postgrado Maestría en Ingeniería Mecánica
TRABAJO DE GRADO
ESTUDIO UNIDIMENSIONAL DE UNA ETAPA DE UN COMPRESOR AXIAL
Por
Ing. Eduardo Alfredo Anselmi Palma
Febrero 2009
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
Decanato de Estudios de Postgrado Maestría en Ingeniería Mecánica
ESTUDIO UNIDIMENSIONAL DE UNA ETAPA DE UN COMPRESOR AXIAL
Trabajo de Grado presentado a la Universidad Simón Bolívar
por
Ing. Eduardo Alfredo Anselmi Palma
Como requisito parcial para optar al título de
Magíster en Ingeniería Mecánica
Realizado con la asesoría del
Prof. Miguel Asuaje, Dr.
Febrero 2009
UNIVERSIDAD S I M ~ N BOL~VAR Decanato de Estudios de Postgrado Maestría en ingeniería Mecanica
Este Trabajo Final de Grado ha sido aprobado en nombre de la Universidad Simón
Bolivar, por el siguiente jurado ex&ador:
prof~eanette Polanco . ' Presidenta v va si dad Shón Bolivar
Miembro Principal Extwo Universidad Central de Vedemela
f pro Miguel Asuaje ~iemdro ~Gcipal- Tutor Universidad ~im611 Bolívar
Caracas, 06 de Febrero 2009
iii
DEDICATORIA
A mis padres,
Su apoyo incondicional demuestra
El significado de la palabra amor.
A mi hermana,
Compañera inagotable de mis retos.
A mi tía Tamara y Benjamín,
Consentidores de Oficio.
iv
AGRADECIMIENTOS
Al profesor Miguel Asuaje por permitirme formar parte de la comunidad del
Laboratorio de Conversión de Energía Mecánica de la Universidad Simón Bolívar.
Al profesor Michael Casey por su disposición a la ayuda y oportunas respuestas.
A los profesores Freddy Malpica y Pedro Pieretti por modelar en sus alumnos,
conductas de excelencia académica y rectitud profesional.
A la Magíster Andreina Acosta, por su apoyo incondicional y buen consejo en las
situaciones más desesperadas del trabajo de grado, pero sobretodo por ser una excelente
amiga.
A los grandes amigos de este período de mi vida: Gustavo Rodríguez, Jacobo
Montaño, Luis Salas, Miguel Balzan, María Gabriela Cañete, Antonio Vidal, Cesar Alejandro,
Cesar Hernández, Marco Melo, Jhonny Mendoza, Javier Palencia, Claudia Lobo, Jesús
Hidalgo, Yesenia León, Sorelys Espín y Domiris López. Gratitud a la Licenciada Silvia Pernia
por su valioso apoyo. Especial reconocimiento a Onelys Sereno, por compartirme
amablemente con “esta otra”.
v
RESUMEN
El presente trabajo tuvo como objetivo desarrollar una técnica para el modelado numérico de una etapa subsónica de un compresor axial utilizando la metodología unidimensional. Para tal fin se procedió a la recolección, estudio y análisis de las distintas estrategias 1D y Q-1D publicadas en la literatura abierta. La propuesta de M.V. Casey (1987) fue seleccionada como estrategia de análisis de referencia, dadas sus características de estructuración para las correlaciones empíricas de incidencia, desviación y pérdida dentro y fuera del punto de diseño. Interpretada la estrategia de referencia señalada, se desarrolló un algoritmo computacional propio que a partir de información geométrica básica de una etapa de un compresor axial, caracterizara y determinara el desempeño termo y fluido dinámico del mismo. El programa logrado, denominado VENCHARAX, calcula y grafica parámetros adimensionales como coeficiente de presión, coeficiente de flujo, eficiencia adiabática, relación de presión, coeficiente de pérdidas y factores de bloqueo. Muestras de etapas de ocho compresores experimentales sirvieron para la validación de la propuesta, que logra estimar con un error típico de estimación (error RMS) en el orden de magnitud de 0.01, el desempeño de coronas de álabes subsónicas con perfiles NACA 65, relaciones de aspecto 0.8, solidez entre 0.8 a 1.2, y relaciones de radio (punta/cubo) menores a 1.3. Concretada la propuesta numérica de predicción, se seleccionaron y probaron mediante técnicas estadísticas, correlaciones experimentales alternativas para dos categorías de estudio: “mínimas pérdidas” y “fuera del punto de diseño”. Resultando en dos propuestas de modificación al programa VENCHARAX, que al ser probadas para las mismas configuraciones experimentales de validación no lograron mejorar las estimaciones de la versión original. Sin embargo, para los casos estudiados y para el modelo desarrollado, se lograron precisar condiciones de aplicabilidad a correlaciones publicadas por Jansen y Moffat (1967), Crouse (1974), A.B. McKenzie (1980), Miller (1987, 1991) y Aungier (2003) entre otros.
Palabras Clave: Compresor Axial, Método Unidimensional, Predicción de Desempeño, Mínimas Pérdidas, Punto de Diseño
vi
ÍNDICE GENERAL
APROBACIÓN DE JURADO........................................................................................ ii
DEDICATORIA .............................................................................................................. iii
AGRADECIMIENTOS .................................................................................................. iv
RESUMEN ....................................................................................................................... v
ÍNDICE GENERAL ........................................................................................................ vi
ÍNDICE DE TABLAS ..................................................................................................... x
ÍNDICE DE FIGURAS ................................................................................................... xiii
NOMENCLATURA ........................................................................................................ xix
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 1
Planteamiento del problema ......................................................................................... 3
Justificación.................................................................................................................. 5
Objetivos....................................................................................................................... 6
Técnicas Utilizadas....................................................................................................... 6
Principales Contribuciones ........................................................................................... 7
Esquema del Trabajo .................................................................................................... 7
CAPITULO I MARCO TEÓRICO ............................................................................... 8
Compresores Axiales.................................................................................................... 8
Análisis en la Línea Media ........................................................................................... 14
Elementos de Análisis de una Etapa de un Compresor Axial ...................................... 19
Antecedentes................................................................................................................. 28
1940 -1960: Los comienzos.......................................................................................... 28
1960 – 1980: Usando las Computadoras ...................................................................... 31
1980- 2000: El Método 1D en la era de la Dinámica de Fluidos Computacional........ 36
2000 – Al presente: Una metodología vigente ............................................................. 45
CAPITULO II PLAN METODOLOGICO GENERAL.............................................. 47
vii
CAPITULO III METODOLOGÍA DE CÁLCULO PARA EL ANALISIS UNIDIMENSIONAL DE UNA ETAPA DE UN COMPRESOR AXIAL.................. 53
Método Unidimensional del Profesor Michael Casey.................................................. 54
Interpretación y Discusión de las Ecuaciones 3.1 ........................................................ 57
Determinación de la Eficiencia..................................................................................... 66
Estructura de Pérdidas .................................................................................................. 67
Factor de Corrección por Número de Reynolds y Acabado Superficial ...................... 69
Factor de corrección por incidencia fuera del punto de diseño .................................... 70
Factor de corrección por Número de Mach.................................................................. 74
Determinación de las Pérdidas Secundarias ................................................................. 77
Determinación de Ω...................................................................................................... 80
Determinación del Cpmax ............................................................................................... 84
Interpretación de la Estructura de Pérdidas .................................................................. 88
Determinación de las condiciones de desprendimiento................................................ 88
CAPITULO IV METODOLOGÍA DE CÁLCULO Y COMPARACIÓN DE CORRELACIONES ALTERNATIVAS ....................................................................... 93
Correlaciones de incidencia óptima e incidencia de mínimas pérdidas ....................... 97
Incidencia según Lieblein (1960) ................................................................................. 98
Incidencia según Wright & Miller (1991) .................................................................... 99
Incidencia según Miller & Wasdell (1987) .................................................................. 101
Incidencia según Creveling & Carmody (1968)........................................................... 102
Correlaciones de desviación en condiciones de mínimas pérdidas .............................. 103
Desviación según Carter (Modificado según Davis (1970)) ........................................ 103
Desviación según Lieblein (1960):............................................................................... 104
Desviación según Carter (Modificado según Crouse (1974)) ...................................... 110
Desviación según A.B. McKenzie (1980):................................................................... 111
Desviación según Miller (1987, 1991): ........................................................................ 112
Desviación según Jansen & Moffat (1967): ................................................................. 114
Correlaciones de pérdidas en el perfil .......................................................................... 114
Pérdidas según Lieblein (1959) .................................................................................... 117
Pérdidas según Wrigth y Miller.................................................................................... 118
Pérdidas según Miller y Wasdell (1987) ...................................................................... 119
Pérdidas según Aungier (2003) .................................................................................... 120
viii
Pérdidas según Jansen y Moffat (1967)........................................................................ 121
Correlaciones fuera del punto de diseño ...................................................................... 121
Correlaciones de desviación fuera del punto de diseño................................................ 124
Desviación Fuera del Punto de Diseño según Lieblein (1959) .................................... 124
Desviación Fuera del Punto de Diseño según Creveling y Carmody (1968) ............... 124
Desviación Fuera del Punto de Diseño según Miller y Wasdell (1987)....................... 125
Correlaciones de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño .................................... 128
Correlaciones de pérdidas secundarias ......................................................................... 131
CAPITULO V RESULTADOS Y DISCUSIÓN: ANALISIS UNIDIMENSIONAL DE UNA ETAPA DE UN COMPRESOR AXIAL ....................................................... 137
Compresor A.B. McKenzie (1980) .............................................................................. 137
Compresor NACA 8 ..................................................................................................... 143
Compresor NACA 10 ................................................................................................... 150
Compresor NASA 3S1 ................................................................................................. 154
Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22 ................................................................................ 157
CAPITULO VI RESULTADOS Y DISCUSIÓN: CÁLCULO Y COMPARACIÓN DE CORRELACIONES ALTERNATIVAS ................................ 162
Análisis de las correlaciones de incidencia óptima e incidencia de referencia ............ 162
Análisis de las correlaciones para cálculo del valor “m” ............................................. 171
Análisis de las correlaciones de desviación para mínimas pérdidas ............................ 172
Análisis de las correlaciones de pérdidas en el perfil ................................................... 181
Factor de corrección de pérdidas por el número de Reynolds...................................... 192
Correlaciones para el cálculo de espesor de momento ................................................. 193
Análisis de las correlaciones de desviación fuera del punto de diseño ........................ 195
Análisis de las correlaciones para el cálculo de la pendiente de desviación ................ 206
Análisis de las correlaciones de pérdidas fuera del punto de diseño........................... 209
Análisis de las correlaciones de pérdidas secundarias.................................................. 217
Comparación de las alternativas propuestas para el algoritmo del método unidimensional .................................................................................................................. 218
CAPITULO VII CONCLUSIONES .............................................................................. 227
CAPITULO VIII RECOMENDACIONES .................................................................. 231
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................... 233
ANEXO A MUESTRAS DE COMPRESORES AXIALES SUBSONICOS ............. 239
Compresor A.B. McKenzie (1980) .............................................................................. 239
ix
Compresor NACA 8 ..................................................................................................... 241
Compresor NACA 10 ................................................................................................... 241
Compresores 3S1 y 3S2............................................................................................... 242
Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22 ................................................................................ 243
Ventilador Compresor NASA ...................................................................................... 244
ANEXO B DETERMINACIÓN NUMÉRICA DE LAS CORRELACIONES DE TRABAJO ....................................................................................................................... 245
ANEXO C METODOS ESTADISTICOS PARA LA COMPARACION DE DATOS EXPERIMENTALES Y VALORES CALCULADOS.................................. 258
ERRORES .................................................................................................................... 258
MEDIDAS DE TENDENCIA CENTRAL .................................................................. 259
MEDIDAS DE VARIABILIDAD ............................................................................... 260
DESCRIPTIVOS.......................................................................................................... 260
ESTIMACION DE LA DIFERENCIA ENTRE LAS MEDIAS DE DOS POBLACIONES CON PARES COINCIDENTES (Mendenhall & Sincich (1997)) ....... 261
x
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 3.1: Valores de Acabado Superficial del Álabe....................................................... 70
Tabla 3.2: Criterios de Restricción Impuestos por las Correlaciones Seleccionadas........ 92
Tabla 4.1: Correlaciones Evaluadas por White et al. [2001] en el programa BLADESTACK*............................................................................................................... 94
Tabla 4.2: Correlaciones a ser Evaluadas bajo la Estrategia de Análisis Unidimensional programa VENCHARAX.................................................................................................. 96
Tabla 4.3: Valores de Corrección incidencia de referencia según tipo de perfil............... 105
Tabla 5.1: Comparación en el Error RMS para configuraciones del compresor A.B. McKenzie según VENCHARAX y Casey (1987) contra data experimental .................... 142
Tabla 5.2: Plan de Comparación de parámetros (ε ) y (Ra) para etapa 5 Compresor NACA 8 en figuras 5.6 y 5.7 ............................................................................................. 146
Tabla 5.3: Comparación en el Error RMS para las Etapas 5 y 10 del compresor NACA 10 ....................................................................................................................................... 153
Tabla 5.4: Comparación en el Error RMS para las Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22..... 161
Tabla 5.5: Comparación del Efecto Difusivo para las Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22 161
Tabla 6.1: Identificadores para la prueba de correlaciones de Incidencia Óptima e Incidencia de Referencia ................................................................................................... 162
Tabla 6.2: Ángulos de Incidencia según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA – NASA........................................................................................ 163
Tabla 6.3: Error Relativo de la predicción de los Ángulos de Incidencia con respecto al Valor Experimental según distintos autores para Tabla 6.2 .............................................. 164
Tabla 6.4: Comparación de la predicción de los Ángulos de Incidencia según el concepto de Incidencia de Referencia e Incidencia Óptima.............................................. 167
Tabla 6.5: Ángulos de Incidencia según distintos Autores para configuraciones experimentales NASA con perfiles DCA.......................................................................... 168
Tabla 6.6: Error Relativo de la predicción de los Ángulos de Incidencia con respecto al Valor Experimental según distintos autores para Tabla 6.5 .............................................. 169
Tabla 6.7: Comparación del Error Absoluto Promedio para la predicción de los Ángulos de Incidencia según distintos autores para Tablas 6.2 y 6.5 ............................... 170
Tabla 6.8: Diferencias Numéricas en el Cálculo de “m”................................................... 171
Tabla 6.8: Diferencias Numéricas en el Cálculo de “m” (Continuación) ......................... 172
xi
Tabla 6.9: Identificadores para la prueba de correlaciones de Desviación de Referencia 173
Tabla 6.10: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental de A. B. McKenzie (1980) con Perfiles C5................................................. 173
Tabla 6.11: Ángulos de Desviación según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA – NASA perfiles NACA 65 – A10................................................ 174
Tabla 6.12: Ángulos de Desviación según distintos Autores para configuraciones experimentales NASA perfiles DCA................................................................................. 175
Tabla 6.13: Comparación del Error Absoluto Promedio para la predicción de los Ángulos de Desviación según distintos autores para Tablas 6.10, 6.11 y 6.12................. 179
Tabla 6.14: Identificadores para la prueba de correlaciones de Pérdidas.......................... 181
Tabla 6.15: Determinación del Efecto Difusivo según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA - NASA.............................................................. 182
Tabla 6.16(b): Comparación del Error Porcentual en el Efecto Difusivo según distintos Autores para configuraciones experimentales con perfiles tipo DCA .............................. 184
Tabla 6.17: Determinación del Coeficiente de Pérdida según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA - NASA.............................................................. 186
Tabla 6.18: Error Porcentual en el Coeficiente de Pérdida según distintos Autores partiendo del concepto de Relación de Difusión Equivalente........................................... 186
Tabla 6.19: Comparación del Error Relativo en el Coeficiente de Pérdida según distintos Autores partiendo del concepto de Relación de Difusión Equivalente y corregida por el número de Reynolds................................................................................ 188
Tabla 6.20: Comparación del Error Relativo en el Coeficiente de Pérdida según distintos Autores partiendo del concepto de Factor de Difusión Equivalente, ajustada en un tercio. ....................................................................................................................... 191
Tabla 6.21: Comparación del Factor de Corrección del Coeficiente de Pérdida, para distintos acabados superficiales según el Número de Reynolds........................................ 192
Tabla 6.22: Comparación del Factor de Corrección del Coeficiente de Pérdida, para distintos Números de Reynolds, según propuestas de M.V. Casey (1987) y Wright y Miller (1991) ..................................................................................................................... 193
Tabla 6.23: Determinación de la Relación de Difusión Equivalente según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA – NASA........................................ 195
Tabla 6.24: Identificadores para la prueba de correlaciones de Desviación fuera del Punto de Diseño................................................................................................................. 195
Tabla 6.25: Rangos Operativos del Rotor 5 del Compresor NACA 10 según los distintos Autores ................................................................................................................ 197
Tabla 6.26: Rangos Operativos de las Etapa 5 del Compresor NACA 8 y del Compresor 23B-20 según los distintos Autores ................................................................ 200
xii
Tabla 6.27: Márgenes de Incremento o Decremento en grados de las Incidencias de Desprendimiento Positivo y Negativo entre el Rotor y el Estator de las Etapas Estudiadas según los distintos Autores.............................................................................. 201
Tabla 6.28: Estimación en grados de las Incidencias de Desprendimiento Positivo para los Rotores y Estatores de las Etapas Estudiadas según Miller y Wasdell (1987) y versus M.V. Casey (1987) ................................................................................................. 205
Tabla 6.29: Estimación del parámetro (dδ/di)ref según distintos autores.......................... 207
Tabla 6.30: Identificadores para la prueba de correlaciones de Pérdidas fuera del Punto de Diseño ........................................................................................................................... 209
Tabla 6.31: Comparación de las Pérdidas Mínimas Fuera del Punto de Diseño para Distintas Configuraciones Experimentales de Compresores, según las propuesta Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967) ...................................................................... 213
Tabla 6.32: Propuesta para el desarrollo de modificaciones del Algoritmo desarrollado a partir de juegos alternativos correlaciones...................................................................... 218
Tabla 6.33: Comparación del Error RMS para las tres opciones del Algoritmo VENCHARAX con respecto a Data Experimental de Etapa A.B. McKenzie .................. 218
Tabla 6.34: Comparación del Error RMS para las tres opciones del Algoritmo VENCHARAX con respecto a Data Experimental de Etapa 10 Compresor NACA 10 ... 222
Tabla 6.35: Comparación del Error RMS para las tres opciones del Algoritmo VENCHARAX con respecto a Data Experimental de Compresor 23B20........................ 225
Tabla A.1: Geometría del Compresor A.B. McKenzie [1980]......................................... 240
Tabla A.2: Configuraciones de Prueba del Compresor A.B. McKenzie [1980] .............. 240
Tabla A.3: Geometría de las Etapas 3 y 5 compresor NACA 8 ........................................ 241
Tabla A.4: Geometría de las Etapas 1, 5 y 10 compresor NACA 10 ................................ 242
Tabla A.5: Geometría de las Etapas 1 y 3 compresor 3S1, y de la Etapa 3 del compresor 3S2 ................................................................................................................... 243
Tabla A.6: Geometría de las Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22 ....................................... 244
Tabla A.7: Geometría del Estator 2 del Ventilador Compresor ........................................ 244
Tabla B.1: Valores tomados de la Figura B.2.................................................................... 247
Tabla B.2: Coeficiente de Determinación Múltiple Ajustado ........................................... 250
xiii
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1.1: Vista Meridional de un Compresor Axial y Etapa de un Compresor Axial ... 8
Figura 1.2: Diagrama Esquemático mostrando los cambios de propiedades y velocidades a través de una etapa de un compresor axial.................................................. 9
Figura 1.3: Diagrama T-s para una Etapa de un Compresor Axial ................................... 10
Figura 1.4: Triangulo de Velocidades para una Etapa de un Compresor Axial ................ 11
Figura 1.5: Diferencia en los triángulos de velocidades para una etapa con velocidad axial constante (normal) y otra con velocidad axial variable de un Compresor Axial...... 12
Figura 1.6: Vista 3D del comportamiento del Flujo en un Compresor Axial ................... 15
Figura 1.7: Vista aproximada de la Línea Media en Compresor Axial Multietapa.......... 16
Figura 1.8: Parámetros geométricos de una hilera de álabes............................................. 21
Figura 1.8: Nomenclatura Básica de un Perfil................................................................... 23
Figura 2.1: Esquema de la Metodología Utilizada ............................................................ 47
Figura 2.2: Esquema de Selección progresiva de la Metodología de Referencia.............. 50
Figura 3.1: Esquema de la Interpretación del Método Unidimensional para el Desarrollo de un Algoritmo............................................................................................... 53
Figura 3.2: Esquema para la determinación de los puntos operativos de la etapa propuesto por M.V. Casey (1987) ..................................................................................... 55
Figura 3.3: Triángulo de Velocidades para una Etapa de un Compresor Axial según nomenclatura M.V. Casey (1987) ..................................................................................... 56
Figura 3.4: Pendiente del ángulo de desviación (dδ/di) con respecto a la incidencia de referencia, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor relativo. Los datos son con un ángulo de entrada β1 fijo. ............................ 59
Figura 3.5: Incidencia de Referencia para un Ángulo de Curvatura de 0°, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor relativo. .............................................................................................................................. 61
Figura 3.6: Factor de Corrección para la Incidencia de Referencia para un Ángulo de Curvatura de 0°, según la máximo espesor relativo. ......................................................... 61
Figura 3.7: Pendiente de la variación del ángulo de incidencia de referencia con la curvatura, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor relativo.......................................................................................................... 62
xiv
Figura 3.8: Esquema del Modulo TRIANG, que interpreta conjunto de ecuaciones (3.1) ................................................................................................................................... 64
Figura 3.9: Representación de la Correlación de Hojeisel para considerar el efecto del Número de Mach en el rango operativo ............................................................................ 73
Figura 3.10: Flujograma del Método de la Bisección para la función planteada .............. 76
Figura 3.11: Diagrama Esquemático del Paso Calado de una Etapa, tanto a la entrada como a la salida de la hilera de álabes............................................................................... 78
Figura 3.12: Diagrama Esquemático de las Holguras Radiales y Axiales de los Álabes del Rotor y Estator............................................................................................................. 78
Figura 3.13: Espesor promedio de desplazamiento normalizado del cubo y carcasa (2δ*/g), en función del coeficiente de presión para desprendimiento (Ω) para distintas relaciones (ε/g)................................................................................................................... 79
Figura 3.14: Relación del esfuerzo de corte promedio entre el espesor de desplazamiento de la capa límite de pared, en función del coeficiente de presión para desprendimiento (Ω).......................................................................................................... 80
Figura 3.15: Diagrama esquemático para la definición del factor dinámico de presión (Fef) .................................................................................................................................... 82
Figura 3.16: Representación de la Relación del coeficiente máximo de presión posible en un Difusor 2D en función de la relación longitud de difusión-paso calado a la salida de la cascada. ..................................................................................................................... 85
Figura 3.17: Efecto del Número de Reynolds en el Coeficiente de Presión Máximo....... 86
Figura 3.18: Efecto de la holgura radial normalizada por el paso calado de salida en el Coeficiente de Presión Máximo ........................................................................................ 87
Figura 3.19: Efecto de la holgura axial normalizada por el paso tangencial en el Coeficiente de Presión Máximo ........................................................................................ 87
Figura 3.20: Esquema del Modulo ETASTA, que interpreta la estructura de pérdidas del Método Unidimensional propuesto.............................................................................. 90
Figura 3.21: Flujograma del Programa VENCHARAX, interpretación de Estrategia de Método Unidimensional propuesto por M.V. Casey (1987). ............................................ 91
Figura 4.1: Configuración de los Renglones de Correlaciones a Evaluar con el Algoritmo del Programa VENCHARAX.......................................................................... 95
Figura 4.2(a): Sub-rutinas y Funciones a Modificar en el Programa VENCHARAX para evaluar las correlaciones de Incidencia y Desviación ............................................... 95
Figura 4.2(b): Sub-rutinas y Funciones a Modificar en el Programa VENCHARAX para evaluar las correlaciones de Pérdidas del Perfil ........................................................ 96
Figura 4.3: Ancho de garganta (o) y paso (S) en un canal inter-álabe .............................. 100
Figura 4.4(a): Determinación de los factores X y Y para la correlación de Incidencia Optima ............................................................................................................................... 101
xv
Figura 4.4(b): Determinación del factor Z para la correlación de Incidencia Optima ...... 102
Figura 4.5: Desviación para una Incidencia de Referencia, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor-cuerda y con un Ángulo de Curvatura de 0°. ............................................................................................................ 105
Figura 4.6: Factor de corrección por relación de espesor máximo – cuerda para el cálculo de Desviación para una Incidencia de Referencia ................................................ 106
Figura 4.7 Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) consideradas como arco circular ....................................................................................................................... 107
Figura 4.8: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), para una cascada de álabes de baja velocidad como arco circular ............................................ 107
Figura 4.9: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), para una cascada de álabes de baja velocidad con solidez 1. .................................................... 109
Figura 4.10: Exponente “b” de la solidez para corrección de la variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”)........................................................... 110
Figura 4.11: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”)............. 113
Figura 4.12: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m2”) considerando la relación de espesor máximo – cuerda (t/c).............................................. 113
Figura 4.13: Esquema para la determinación de pérdidas ................................................. 116
Figura 4.14: Pérdidas de Perfil en Función de la Relación de Difusión Equivalente y el número de Mach, según Wright y Miller .......................................................................... 119
Figura 4.15: Pérdidas de Perfil en Función del Factor de Difusión Equivalente, según Miller y Wasdell ................................................................................................................ 120
Figura 4.16: Desviación fuera del Punto de Diseño para la sección media de una cascada de álabes según Creveling y Carmody (1968) ..................................................... 125
Figura 4.17: Desviación fuera del Punto de Diseño para la sección media de una cascada de álabes según Miller y Wasdell (1987)............................................................. 126
Figura 4.18(a): Determinación de los Factores A y B para la correlación de Incidencia de Desprendimiento........................................................................................................... 127
Figura 4.18(b): Determinación del Factor C para la correlación de Incidencia de Desprendimiento................................................................................................................ 127
Figura 4.19: Correlación de Creveling y Carmody (1968) para mínimas pérdidas fuera del punto de diseño............................................................................................................ 129
Figura 4.20: Correlación de Miller y Wasdell (1987) para mínimas pérdidas fuera del punto de diseño.................................................................................................................. 131
Figura 4.21: Correlación para la Determinación del Coeficiente de Pérdidas Anular según Wright y Miller (1991)............................................................................................ 135
Figura 5.1(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 0.425 ........................ 138
xvi
Figura 5.1(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 0.425 ................. 138
Figura 5.2(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 0.535 ........................ 139
Figura 5.2(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 0.535 ................. 139
Figura 5.3(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 0.708 ........................ 140
Figura 5.3(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 0.708 ................. 140
Figura 5.4(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 1.063 ........................ 141
Figura 5.4(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 1.063 ................. 141
Figura 5.5(a): Curva de Carga para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954) ......................... 144
Figura 5.5(b): Curva de Eficiencia para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954) .................. 144
Figura 5.6(a): Comparación en la Curva de Carga de los efectos de la holgura radial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954) .......................................................................... 147
Figura 5.6(b): Comparación en la Curva de Eficiencia de los efectos de la holgura radial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954) ................................................................ 147
Figura 5.7(a): Comparación en la Curva de Carga de los efectos del acabado superficial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954) ....................................................... 148
Figura 5.7(b): Comparación en la Curva de Eficiencia de los efectos del acabado superficial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954) ........................................................ 148
Figura 5.8: Curva de Carga para etapa 3 Compresor NACA 8 (1954) ............................. 150
Figura 5.9(a): Curva de Carga para etapa 5 Compresor NACA 10 (1952) ....................... 151
Figura 5.9(b): Curva de Eficiencia para etapa 5 Compresor NACA 10 (1952) ................ 151
Figura 5.10(a): Curva de Carga para etapa 10 Compresor NACA 10 (1952) ................... 152
Figura 5.10(b): Curva de Eficiencia para etapa 10 Compresor NACA 10 (1952) ............ 152
Figura 5.11(a): Curva de Carga para etapa 1 Compresor 3S1 (1979) ............................... 155
Figura 5.11(b): Curva de Eficiencia para etapa 1 Compresor 3S1 (1979) ........................ 155
Figura 5.12(a): Curva de Carga para etapa 3 Compresor 3S1 (1979) ............................... 156
Figura 5.12(b): Curva de Eficiencia para etapa 3 Compresor 3S1 (1979) ........................ 157
Figura 5.13(a): Curva de Carga para etapa 23B 20 (1979) ............................................... 158
Figura 5.13(b): Curva de Eficiencia para etapa 23B 20 (1979) ........................................ 158
Figura 5.14(a): Curva de Carga para etapa 26B 21 (1979) ............................................... 159
Figura 5.14(b): Curva de Eficiencia para etapa 26B 21 (1979) ........................................ 159
Figura 5.15(a): Curva de Carga para etapa 28B 22 (1979) ............................................... 160
Figura 5.15(b): Curva de Eficiencia para etapa 28B 22 (1979) ........................................ 160
Figura 6.1: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental de A. B. McKenzie para perfiles C5............................................................ 179
xvii
Figura 6.2: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental NACA-NASA para perfiles NACA 65-A10 ............................................... 180
Figura 6.3: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental NASA para perfiles DCA ............................................................................ 180
Figura 6.4: Pérdidas de Perfil según distintos Autores partiendo del concepto de Relación de Difusión Equivalente y corregida por el número de Reynolds...................... 189
Figura 6.5: Espesor de Momento para perfiles NACA 65 para relaciones de difusión equivalente, calculados por las propuestas de Lieblein (1959) y Starke (1981) ............... 194
Figura 6.6: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para el Rotor #5 del Compresor NACA 10 ............................................ 196
Figura 6.7: Observaciones en la determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para el Rotor 5 del Compresor NACA 10 ....... 199
Figura 6.8: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para la Etapa #5 del Compresor NACA 8 ............................................. 200
Figura 6.9: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para la etapa 23B-20............................................................................... 201
Figura 6.10: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para la etapa del compresor A.B.McKenzie solidez 0.535 .......... 203
Figura 6.11: Comparación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores con respecto a Data Experimental del Estator 2 del Ventilador-Compresor NASA ............................................................................................................. 204
Figura 6.12: Comparación del Cálculo de la Pendiente de la Desviación para un Ángulo de Entrada de 70° y solidez variable, según distintos autores con respecto a Data Experimental de Lieblein (1959) .............................................................................. 208
Figura 6.13(a): Curva Carga versus Gasto del Compresor de A.B. McKenzie con solidez 0.535...................................................................................................................... 210
Figura 6.13(b): Curva Eficiencia versus Gasto del Compresor de A.B. McKenzie con solidez 0.535...................................................................................................................... 210
Figura 6.14: Comparación de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño entre data experimental del Estator 2 del FAN COMPRESSOR NASA y las estimaciones según Creveling y Carmody (1968)............................................................................................. 212
Figura 6.15: Comparación de las pérdidas fuera del punto de diseño según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967) para el Rotor 23B ........................................... 214
Figura 6.16: Comparación de las pérdidas fuera del punto de diseño según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1968) para el Rotor 5 NACA 8................................. 215
Figura 6.17: Comparación de las pérdidas fuera del punto de diseño según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967) para el Estator 20............................................ 215
xviii
Figura 6.18: Comparación de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño entre data experimental del Estator 2 del FAN COMPRESSOR NASA y las estimaciones según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967) ........................................................... 216
Figura 6.19: Comparación de la Estimación de Carga versus Data Experimental en Etapa de McKenzie (1980) ................................................................................................ 219
Figura 6.20: Comparación de la Estimación de Eficiencia versus Data Experimental en Etapa de McKenzie (1980) ................................................................................................ 219
Figura 6.21: Comparación de la Estimación de Pérdidas para el Rango de Incidencias considerado en Etapa A.B. McKenzie.............................................................................. 221
Figura 6.22: Comparación de la Estimación de Carga según las distintas opciones del Algoritmo VENCHARAX para Etapa 10 de Compresor NACA 10 ............................... 222
Figura 6.23: Comparación de la Estimación de Carga versus Data Experimental en Etapa 10 compresor NACA 10.......................................................................................... 223
Figura 6.24: Comparación de la Estimación de Eficiencia versus Data Experimental en Etapa 10 compresor NACA 10.......................................................................................... 223
Figura 6.25: Comparación de la Estimación de Carga versus Data Experimental en 23B20 ................................................................................................................................ 224
Figura 6.26: Comparación de la Estimación de Eficiencia versus Data Experimental en 23B20 ................................................................................................................................ 224
Figura B.1: Coeficiente Estático de Presión según M.V. Casey [1987]............................ 245
Figura B.2: Datos tomados de la Figura B.1 ..................................................................... 246
Figura B.3 (a): Líneas de tendencia para datos de la Tabla B.1 ........................................ 248
Figura B.3 (b): Líneas de tendencia para datos de la Tabla B.1........................................ 249
Figura B.4: Residuales de regresión de cada modelo contra variable independiente........ 251
Figura B.5: Diferencia porcentual de los residuales de regresión de cada modelo ........... 252
Figura B.6: Residuales versus valor dependiente estimado .............................................. 253
Figura A.7: Residuales versus valor dependiente estimado, contenidos en el intervalo 3s........................................................................................................................................ 254
Figura B.8: Histograma de los Residuales ........................................................................ 255
Figura B.9: Comparación de la Ecuación de Correlación y los Datos Originales............. 257
xix
NOMENCLATURA
a Posición de la Máxima Curvatura α Ángulo de la Velocidad Absoluta c Longitud de Cuerda β Ángulo de la Velocidad Absoluta C Velocidad Absoluta δ Ángulo de Desviación Cx Velocidad Absoluta Axial δ∗ Espesor de Desplazamiento CU Velocidad Absoluta Tangencial δβ Rango Operativo CD Coeficiente de Arrastre δΖ Holgura Axial CL Coeficiente de Sustentación ΔP Diferencia de Presión CP Coeficiente de Presión Estático ε Holgura Radial D Relación de Difusión η Eficiencia Adiabática
Deq Relación Difusión Equivalente μ Viscosidad FDeq Factor Difusión Equivalente θ Ángulo de Curvatura
g Paso Calado θ 2 Espesor de Momento h Altura Anular ξ Ángulo de Calado i Ángulo de Incidencia φ Coeficiente de Flujo ks Factor de Acabado Superficial ω Coeficiente de Pérdidas K Factor de Corrección σ Solidez L Longitud de Arco Curvado λ Factor de Bloqueo
Ma Número de Mach ϖ Velocidad de Giro m Pendiente de la Desviación ψ Coeficiente de Presión n Pendiente de la Incidencia Ω Relación Coeficientes de Presión N Velocidad angular de giro τ Esfuerzo de Corte o Ancho de Garganta P Presión Estática Subíndices P0 Presión Total 1 Entrada Rotor o Salida Estator
R ó r Radio 2 Salida Rotor o Entrada Estator Ra Rugosidad Promedio pro Corriente libre Re Número de Reynolds sh Forma S Paso t Espesor t Espesor del Perfil ref Referencia o mínimas pérdidas U Velocidad de Giro 10 10% espesor Yt Relación de Radios (punta/cubo) W Velocidad Relativa Superíndices WU Velocidad Relativa Tangencial * ‘ Diseño del Álabe
AVDR Relación Velocidad Densidad Axial (Axial Velocity-Density Ratio) DCA Doble Arco Circular (Doble Circular Arc) IGV Álabes Guía de la Etapa (Inlet Guide Vanes) NACA National Advisory Committee for Aeronautics NASA National Aeronautics and Space Administration NGTE National Gas Turbine Establishment
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de las técnicas de Dinámica de Fluidos Computacional -mayormente
conocido por sus siglas en inglés como CFD (Computational Fluid Dynamics)- a partir de la
década de los años 70’s, condujo con mayor ímpetu a resolver las ecuaciones que rigen el
comportamiento del flujo en el interior de las turbomáquinas.
Los modelos y métodos de solución en los que se basan estos programas simulan el flujo
de fluidos reales incluyendo los efectos de viscosidad y turbulencia en condiciones
tridimensionales. No es raro, que las simulaciones obtenidas de estos programas sean la única
información detallada y disponible sobre los campos de flujo desarrollados en los equipos,
puesto que las pruebas experimentales dentro de los canales ínter-álabe en rotación pueden ser
costosas, engorrosas e incluso imposibles (Calvert & Ginder (1999), Horlock & Denton
(2005)).
Sin embargo, aunque estas herramientas computacionales resultan impresionantes y
bastantes útiles, no dejan de entrañar algunas situaciones problemáticas. Una de ellas se deriva
de la complejidad de los códigos involucrados, los cuales favorecen en un sentido negativo
que el usuario pierda contacto con la comprensión misma de los principales elementos
involucrados en el proceso de análisis y diseño de la turbomáquina, y sobre todo con las
sutilezas de la elección de los métodos numéricos y modelos físicos a utilizar (Aungier
(2003)). Hay que recordar que, aún hoy en día, “la selección de lo modelos físicos para estas
tareas conllevan un componente de experiencia del usuario que le permite discernir y evaluar
los componentes empíricos a ser incluidos en el modelo de resolución, así como el método
matemático asociado” (Denton & Dawes (1999)). En el fondo, tanto el diseñador como el
analista siguen enfrentando el tradicional problema indeterminado donde las variables y
parámetros definitorios de la máquina son muchos y las ecuaciones de la fluidodinámica son
pocas.
2
Es importante señalar que los códigos CFD, son programas cuya ejecución implican
importantes tiempos de cálculo, puesto que deben resolver complejos mallados de diferencias,
volúmenes o elementos finitos -según el caso-. Incluso aunque los procesadores utilizados
para ejecutar dichos programas pueden ser instalados en computadores de escritorio, son
procesadores con un mínimo de especificaciones técnicas y con un valor superior a de las
herramientas estándares. Estos aspectos sumados a los anteriormente señalados, apuntan a una
situación concreta: “Los programas CFD constituyen una herramienta sobredimensionada para
tareas como el diseño preliminar y el análisis de desempeño en geometrías fundamentales de
turbomáquinas” (Lakshminarayama (1996)).
Los códigos de CFD deben ser utilizados en armonía con otros códigos de estructura más
funcional y con una capacidad de identificación inmediata al problema físico – basados en los
principios de análisis uni o bidimensional - a fin de poder dimensionar turbomáquinas capaces
de alcanzar los parámetros especificados de desempeño (Gallimore (1999)).
Los códigos fundamentados en análisis bidimensional, suelen dividir el problema de flujo
tridimensional en turbomáquinas, en la resolución de dos problemas de flujo bidimensional
que luego deben ser superpuestos: el flujo de cascadas o rejillas de álabes y el flujo meridional
pseudo simétrico en el eje.
Dentro de los objetivos de estos programas computacionales están los de diseñar las
formas y la disposición de rejillas de álabes apropiados para alcanzar los requerimientos de
servicio deseado (específicamente en el caso de turbomáquinas axiales); así como estimar el
efecto de cada configuración particular en el rendimiento de la unidad si las condiciones de
diseño varían. Como fue antes señalado, este modelo también requiere de una experticia por
parte del diseñador a fin de manipular la data de entrada así como los parámetros de control, a
fin de obtener diseños funcionales y apropiados de rejillas de álabes.
Finalmente los códigos desarrollados a partir del análisis unidimensional o de línea media,
describen y relacionan las condiciones de operación (velocidad, torque, flujo y carga) con los
vectores de velocidades promedios en la entrada y salida de flujo en el radio medio de la
cascada de álabes. La suposición principal de este tipo de análisis, es que existe una velocidad
promedio que en el cuerpo de revolución estudiado, describe un flujo uniforme y permanente a
través de círculos normales y concéntricos al eje de rotación.
3
Dadas las suposiciones implícitas en los dos últimos tipos de análisis, se hace necesario
incorporar un conjunto de correlaciones de ajuste y prueba (factores de campo) utilizadas para
el acople de las simplificaciones teóricas del fenómeno físico con las condiciones reales de
operación, en otras palabras reproducir el fenómeno 3D en uno 1D. En este punto, se debe
mencionar que el tratamiento clásico de ambas metodologías se fundamenta en correlaciones
desarrolladas a partir de los años 50, a las cuales se le han realizado mejoras o correcciones de
forma sistemática y por tanto, aún pueden predecir o explicar el fenómeno físico estudiado
(Molinari & Dawes (2006)).
Planteamiento del problema
El presente trabajo de investigación surge específicamente de plantearse inicialmente una
incógnita sobre la vigencia y capacidad actual que pueda tener la metodología unidimensional
para el diseño, análisis y predicción de desempeño aplicada a una etapa de un compresor axial.
Como primer punto a destacar, puede indicarse que el diseño de una etapa de un compresor
axial se formula como un problema de programación matemático no lineal de múltiples
objetivos, en el cual para una geometría de álabes propuesta se tratan de minimizar las
pérdidas aerodinámicas, satisfacer los requerimientos del trabajo deseado y maximizar los
rangos de operabilidad del equipo (por ejemplo: ampliar los márgenes de bombeo y bloqueo)
(Chen et al. (2004)).
Aunque existen distintas aproximaciones para realizar este diseño, las técnicas de
modelado numérico más simples - aquellas que utilizan la metodología de análisis
unidimensional de la línea media -, permiten una definición preliminar de la geometría y/o una
predicción de desempeño de la etapa de compresión bajo estudio. Todo esto a partir de
información básica y en un rápido tiempo de convergencia computacional.
Durante los últimos 20 años, se han elaborado y propuesto diferentes técnicas de modelado
numérico unidimensional, donde cada una de ellas emplea distintos procedimientos para
cuantificar las condiciones aerodinámicas dentro de la etapa del compresor axial. En la
mayoría de los casos, los resultados obtenidos reflejan un margen del 5% de cercanía con
respecto a los resultados obtenidos en pruebas de compresores axiales para valores como flujo
másico, el coeficiente total de presión y la eficiencia total (Molinari & Dawes (2006)). Sin
4
embargo, para que un modelo unidimensional pueda representar con apreciable veracidad un
flujo cuyo comportamiento y efectos son realmente tridimensionales, se debe recurrir a
correlaciones empíricas que se aplican para determinar la capacidad de análisis y predicción
del modelo desarrollado en relación al fenómeno físico. Estas correlaciones de ajuste y prueba,
conllevan largas horas de estudio experimental y se formulan bajo ciertos criterios de
aplicabilidad específicos, por lo cual no pueden considerarse de uso universal ni
indiscriminado.
Adicional al problema de tratar de representar un flujo complejo mediante un modelo
simplificado unidimensional, estas técnicas se encuentran con el problema natural de la
dinámica de fluidos en las turbomáquinas: el efecto de la geometría de sus elementos sobre el
servicio prestado por la misma; lo que en el lenguaje del diseñador se traduce en: ¿cómo
obtener el arreglo geométrico adecuado de los álabes de una etapa de un compresor axial a fin
de satisfacer un rango especifico de parámetros de desempeño como flujo, carga y eficiencia?.
Pero el problema de la geometría adecuada en un compresor axial, se ve ligado
irremediablemente a otro: una vez que se encuentra la geometría adecuada para unas
condiciones iniciales de diseño, ¿es posible predecir el comportamiento de las cascadas
anulares de álabes si los valores iniciales para los que fue considerado varían? Evidentemente
es una situación que aumenta la complejidad de proceso de diseño, y pone a prueba la
capacidad de predicción del método seleccionado, pues si se desea ponderar los efectos de lo
que se denominada “condiciones fuera del punto de diseño”, nuevamente se debe contar con
un conjunto de correlaciones de pérdida suficientemente versátiles a fin de poder calcular los
parámetros de desempeño para tales variaciones. Situación que destacan autores como N.
Baines & D. Japikse (1997) al señalar que: “aún en nuestros días, solo en unos pocos casos, es
posible determinar con precisión el funcionamiento de un compresor”.
Si se desea englobar todas las incógnitas hasta ahora planteadas para el método de análisis
unidimensional de la línea media en el diseño de una etapa de un compresor axial, el problema
a ser formulado sería: ¿De qué manera se pueden seleccionar y establecer un conjunto de
correlaciones que permitan predecir el desempeño de una etapa de un compresor axial para
condiciones dentro y fuera del punto diseño, para un rango especifico de coronas de álabes
convencionales de compresores axiales?
5
Pareciera ser obvio, que en el planteamiento del problema se ha desechado el interés de
obtener la geometría apropiada de los álabes de una etapa para satisfacer un servicio
solicitado, pues se plantea trabajar con coronas de álabes convencionales o ya preestablecidas;
sin embargo, el desarrollo de un modelo numérico para poder predecir parámetros de
desempeño, pasa inexorablemente por la determinación de variables geométricas
fundamentales del perfil que define a los álabes. En otras palabras, aunque en este trabajo no
se pretende definir ni calcular coordenadas para la definición de geometrías de perfiles, si se
indaga sobre los efectos que las principales características de estas geometrías puedan tener en
el desempeño de una etapa de un compresor axial.
También queda fuera del alcance del problema de investigación, el proceso de
optimización de la etapa. El mismo implica la identificación de variables que puedan ser
optimizadas, objetivos de optimización y valores mínimos y máximos de referencia; todos los
cuales deben interactuar bajo una función matemática de optimización (Chen et al. (2004)).
Justificación
Los estudios realizados hasta la fecha convergen en la misma dirección, esto es, para el
diseño y análisis preliminar de una etapa de un compresor axial, no es necesario utilizar
técnicas de CFD. Esto obedece a que las mismas requieren de una gran cantidad de
información de entrada y recursos computacionales, que no las hacen atractivas ni justificables
para estimar precisamente el tipo información que el método unidimensional puede
suministrar más fácilmente (Molinari & Dawes (2006)).
De allí nace la necesidad de realizar el presente trabajo de investigación, el cual pretende
desarrollar una técnica para el modelado numérico de una etapa de un compresor axial
utilizando el método unidimensional, de forma económica y además generando experiencia en
el campo de estudio. Además, desde el exclusivo punto visto técnico: Aún es mucho lo que se
puede aportar en el desarrollo y propuestas de técnica numéricas basadas en el método
unidimensional. “Existen combinaciones de correlaciones que requieren ser evaluadas y
adecuadas continuamente para distintos escenarios de variables de entrada, e incluso de otras
geometrías de cascadas de álabes disponibles” (Molinari & Dawes (2006)). “Una comprensión
de las correlaciones idóneas para representar el comportamiento real del compresor en
6
condiciones fuera del punto de diseño, continua siendo de sumo interés para el análisis y
diseño de estas máquinas” (Simon & Leonard (2005)).
Objetivos
GENERAL: Desarrollar de una técnica para el modelado numérico de una etapa subsónica
de un compresor axial utilizando el método unidimensional.
ESPECIFICOS
• Estudiar y analizar los métodos unidimensionales para compresores axiales publicados
en la literatura existente
• Estudiar, analizar y seleccionar un conjunto de correlaciones que logren predecir el
comportamiento del flujo en la etapa del compresor axial
• Proponer un algoritmo computacional que permita el modelado numérico de una etapa
de un compresor axial utilizando el método unidimensional, combinando las diferentes
correlaciones analizadas.
Técnicas Utilizadas
La metodología propuesta para alcanzar estos objetivos será discutida en detalle en el
Capítulo III “Plan Metodológico General”. Pero de forma resumida, se puede señalar que a
partir de la elaboración del marco teórico, se seleccionó una estrategia de análisis de referencia
(para este trabajo la del profesor Michael Casey (1987)), que luego de interpretada se plasmó
en un algoritmo denominado VENCHARAX. Los resultados del programa fueron validados
contra muestras de ocho compresores subsónicos de la literatura de referencia. Luego,
siguiendo ideas de White et al. (2001), se procedió al estudio detallado de correlaciones
alternativas para los principales componentes de la estructura de análisis. Se realizaron
procesamientos estadísticos comparativos de las correlaciones para las mismas
configuraciones utilizadas en la validación del programa. Una vez probadas estas
correlaciones, se propusieron dos juegos de correlaciones alternativos para la modificación del
programa original.
Tres dificultades técnicas se sumaron en el desarrollo de este trabajo de grado. La primera
se relaciona con la imposibilidad de acceder a todas las referencias necesarias para la
7
construcción del marco teórico. No pocas veces, se diluyeron esfuerzos en acceder a literatura
costosa y de difícil ubicación. La segunda se deriva del hecho que la mayoría de las
correlaciones utilizadas son publicadas de manera grafica en artículos técnicos de origen
diverso. Esto implicaba la transformación de simples datos numéricos en ecuaciones
confiables y sobretodo programables. Adicionalmente, cada autor utiliza nomenclatura,
unidades y convención de signos distintas. Estos autores también suelen señalar restricciones
en sus correlaciones ajustadas a sus necesidades, o en el mejor de los casos hacer referencias
inexactas de otras correlaciones. La tercera dificultad, proviene del hecho de que cada
estrategia de análisis publicada (incluyendo la del profesor Casey) entraña una lógica
particular del autor, típicamente incompatible con otras y siempre expresada de manera
incompleta. Esto implicaba un esfuerzo por lograr un entendimiento completo de cada artículo
y aún más, intentar llenar los espacios en blanco que cada autor deliberadamente dejaba.
Principales Contribuciones
Desarrollo de un algoritmo para la estimación numérica del desempeño de una etapa
subsónica de un compresor axial (ψ vsφ).
Determinación de especificaciones adicionales para la aplicación de correlaciones
experimentales de la literatura existente para la predicción de parámetros como: incidencia y
desviación para mínimas pérdidas, mínimas pérdidas de perfil, desviación y pérdidas fuera del
punto de diseño y pérdidas anulares.
Esquema del Trabajo
El capítulo I presenta la revisión de los fundamentos y de la bibliografía necesaria para
constituir el marco teórico. En el capítulo II se resume el plan metodológico general seguido
para el desarrollo del trabajo de investigación. En el capítulo III se detalla la estrategia general
de referencia para el desarrollo del programa VENCHARAX. En el capítulo IV se discuten las
correlaciones alternativas para incorporar en el programa desarrollado. El capítulo V muestra
la validación del programa desarrollado, mientras que el capítulo VI ejemplifica el
procesamiento estadístico de las correlaciones alternativas y el resultado de modificar el
programa según los juegos de correlaciones seleccionados. .
CAPITULO I
MARCO TEÓRICO
Compresores Axiales
Un compresor axial consiste en un rotor de forma cilíndrica que gira dentro de una carcasa
o estator. El fluido de trabajo circula por el espacio anular entre el rotor y el estator, pasando
por hileras de álabes fijos y móviles (ver figura 1.1). El rotor está generalmente compuesto de
discos en cuyas periferias se montan los álabes móviles, quienes aceleran al fluido de trabajo,
el cuál es posteriormente desacelerado en los pasajes del estator. El proceso se repite en tantas
etapas como sea necesario para alcanzar la relación de presión total requerida (Mataix (1988)).
Figura 1.1: Vista Meridional de un Compresor Axial y Etapa de un Compresor Axial
Así el proceso de compresión axial se puede resumir como una serie de difusiones
escalonadas, en los canales de las hileras de álabes tanto del rotor y como del estator. Donde
las velocidades absolutas y relativas del flujo (según del marco de referencia) así como las
propiedades del fluido, se modifican por la influencia de las características geométricas y
fluidodinámicas de los perfiles de los álabes, a fin de satisfacer las limitaciones inherentes a un
proceso difusivo donde se evitan cambios bruscos en el área frontal de flujo (ver figura 1.2)
(Japikse (1997)).
9
El flujo en este tipo de máquinas está siempre sujeto a un gradiente de presión adverso,
situación que afecta su estabilidad, pues el mismo puede retornarse muy fácilmente en su
dirección de flujo, si las condiciones de flujo másico y velocidad giro son distintas a aquellas
para las cuales la hilera de álabes fue diseñada.
Figura 1.2: Diagrama Esquemático mostrando los cambios de propiedades y velocidades a través de una etapa de un compresor axial
La vista meridional de la figura 1.2, muestra a rasgos generales las principales
características de una etapa de un compresor axial (Lewis (1996)):
1. Un juego de hileras de álabes donde se antepone un rotor a un estator.
2. Una reducción del área anular a fin de mantener la velocidad meridional constante,
a medida que la densidad del gas aumenta.
3. Un radio medio aproximadamente constante.
En la práctica las características antes señaladas como “2” y “3”, no son restricciones
implícitas ni siempre alcanzadas, sin embargo, son consideraciones que conllevan a
considerables simplificaciones para el análisis y el diseño. En alguna literatura (Shepherd
10
(1960), Howell (1964)) se suele incluir los álabes guía de pre-direccionamiento (IGV) como
parte integral de una etapa; sin embargo en el presente trabajo se obviará dicha consideración.
Desde el punto de vista termodinámico (Dixon (1998)), el proceso de la figura 1.2 se
puede representar en el diagrama T-s de la figura 1.3. Aplicando la primera ley en estado
permanente al rotor, y reconociendo que el proceso es prácticamente adiabático, se aprecia que
la potencia suministrada al aire por el rotor es igual a:
( )02 01pW mc T T= − (1.1)
Repitiendo este análisis en el estator, donde el proceso sigue siendo prácticamente
adiabático y no existe suministro de potencia, se obtiene que T02=T03.
Figura 1.3: Diagrama T-s para una Etapa de un Compresor Axial
Toda la potencia es suministrada al fluido de trabajo por el rotor, mientras que el estator al
transformar la energía cinética en un incremento de presión estática no modifica la
temperatura de estancamiento. Puesto que existen importantes pérdidas en los canales inter-
álabes y el espacio anular por los efectos viscosos de las capas límites y mezcla de fluidos,
vorticidades y ondas de choque, el proceso de compresión no es isentrópico; y eso se observa
claramente en el diagrama T-s, de donde se podrá relacionar a las pérdidas con los
incrementos de entropía del proceso.
11
Los triángulos de velocidades para cualquier línea de corriente en una posición radial
definida se pueden observar en la figura 1.4; donde el fluido de una etapa previa (o de los
álabes guía) se aproxima al rotor con una velocidad absoluta C1 y una dirección α1.
Sustrayendo vectorialmente la velocidad de giro de los álabes U, se obtiene la velocidad de
entrada relativa W1 en la dirección β1 (la dirección del eje, constituye la referencia axial por
excelencia para todos los ángulos). Después de pasar los álabes del rotor (los cuales
incrementan la velocidad absoluta del fluido) el aire adquiere una velocidad relativa W2 con
una dirección β2, determinada idealmente por el ángulo de salida de los álabes del rotor
(realmente se desvía, pues el flujo no se sale de la cascada con la dirección que esta le
impone).Si se asume que el diseño de la etapa fue realizado de manera tal que la velocidad
axial Cx se mantiene constante, con el valor de W2 y el valor U del triángulo de salida del rotor,
se puede determinar vectorialmente la velocidad absoluta C2 y el ángulo α2. Estos últimos son
los datos de entrada del aire que entra estator, hilera que nuevamente difunde la velocidad
absoluta a una velocidad C3 en una dirección α3.
Figura 1.4: Triangulo de Velocidades para una Etapa de un Compresor Axial
Según la convención natural de signos, los ángulos en la dirección de rotación son
positivos, y por consiguiente tanto β1 como β2 deberían ser negativos (Japikse (1997)). Sin
embargo, en este texto se aceptará que tanto los ángulos como las velocidades tangenciales
son positivos.
12
Se definirá como una etapa normal aquella donde las direcciones y velocidades absolutas a
la entrada y salida de la etapa permanecen constantes (Dixon (1998), Saravanamutto (2001)).
Si es así, C3 ≈ C1 y α3 ≈ α1 y el fluido se prepara para entrar a otra etapa de compresión, muy
similar a la anterior. Otra suposición habitual es la de que las velocidades axiales se
mantendrán constantes Cx=Cx1=Cx2. Una consecuencia de esta suposición, es que para
satisfacer la ecuación de continuidad, el área anular de la etapa, debe disminuir en la dirección
de avance de flujo, en la medida que la presión y por tanto la densidad del fluido aumentan.
Los cambios en la velocidad axial a través de la hilera de álabes tienen un efecto directo en el
desarrollo de las capas límite sobre las superficies de los álabes. Nótese la diferencia de esta
suposición en los triángulos de velocidades mostrados en la figura 1.5 (Sinnette (1947))
Figura 1.5: Diferencia en los triángulos de velocidades para una etapa con velocidad axial constante (normal) y otra con velocidad axial variable de un Compresor Axial
Si se asume que Cx=Cx1=Cx2.dos ecuaciones básicas se pueden plantear a partir de los
triángulos de velocidad. Estas son:
1 1x
U tg tgC
α β= + (1.2)
13
2 2x
U tg tgC
α β= + (1.3)
Si se considera el cambio en el momento angular del aire que pasa a través del rotor, se
puede plantear la siguiente expresión para el suministro de potencia en la etapa:
( )2 1U UW mU C C= − (1.4)
Esta expresión puede ser colocada en términos de la velocidad axial y los ángulos de flujo:
( )2 1xW mUC tg tgα α= − (1.5)
De las ecuaciones (1.2) y (1.3), se observa que ( ) ( )2 1 1 2tg tg tg tgα α β β− = − , así
( )1 2xW mUC tg tgβ β= − (1.6)
Esta es la energía suministrada al fluido, la cual no solo de producir un incremento de
presión en la etapa, sino además superar las pérdidas de presión antes mencionadas. Pero
independientemente de las pérdidas, esta adición de energía al fluido, se encuentra relacionada
con un incremento en la temperatura de estancamiento, así al igualar las ecuaciones (1.1) y
(1.6) se obtiene
( )0 03 01 02 01 1 2x
Sp
UCT T T T T tg tgc
β βΔ = − = − = − (1.7)
Puesto que el incremento de presión depende notoriamente de la eficiencia del proceso de
compresión (o de la generación de entropía -ver figura 1.3-), se puede expresar como:
103 0
01 01
1k
ks SP T
P Tη −⎡ ⎤Δ
= +⎢ ⎥⎣ ⎦
(1.8)
Las ecuaciones (1.7) y (1.8) muestran claramente como la potencia suministrada por la
etapa, y por lo tanto el incremento de presión del fluido, dependen de la velocidad de giro de
los álabes (U), la velocidad axial del fluido (Cx) y el ángulo de deflexión ( )1 2β β− del flujo a
través del canal inter-álabe. Precisamente el objeto de los álabes de la etapa es producir el
incremento de presión ó la deflexión del fluido, y normalmente un efecto es necesario para que
se produzca el otro.
14
El análisis hasta ahora desarrollado, aunque ideal, constituye el corazón del análisis de
desempeño de una etapa de compresión axial (Gallimore (1999)). Las ecuaciones presentadas,
pueden ser modificadas a fin de considerar los efectos tridimensionales y los distintos tipos de
pérdidas presentes en el fenómeno físico, más sin embargo, buscan el mismo fin: Determinar
la capacidad de la etapa para incrementar presión en el fluido de trabajo, y la eficiencia con
que lo hace. Para ello se recurre a un sistema de análisis fundamentado en los resultados
experimentales de cascadas de álabes estacionarias y/o deducciones teóricas de flujo potencial,
a fin de identificar los efectos de las características geométricas y aerodinámicas de la etapa,
en su propio desempeño.
A continuación se presentará un resumen de la teoría de análisis en la línea media, así
como se incorporaran otras definiciones habitualmente utilizadas en al análisis de desempeño
de compresores axiales.
Análisis en la Línea Media
Análisis basados en el flujo unidimensional, esto es, un flujo que sigue un único camino
prescrito a través de distintas secciones perpendiculares de superficie con distribuciones de
velocidades uniformes en una función de una sola coordenada. Este método ha sido utilizados
durante años como una aproximación exitosa al modelado del comportamiento del fluido
dentro de los canales inter-álabes de las turbomáquinas. Se supone, que en un número infinito
de álabes, un fluido ideal incompresible fluye en una superficie de revolución (lo que
constituye una superficie de corrientes), y las velocidades, la presión y la densidad son
independientes de la posición circunferencial. Puesto que estas variables pueden ser
expresadas como función de una sola coordenada espacial para el flujo entre dos superficies de
corrientes infinitesimalmente cercanas, este flujo se puede considerar como un flujo
unidimensional (Sinnette (1947)). La determinación de estas superficies es un problema aparte
que requiere consideraciones radiales, las cuales estan fuera del alcance del presente trabajo.
El flujo de un fluido real a través de un número finito de álabes, es sin embargo,
dependiente de la posición circunferencial por los efectos de circulación sobre el perfil del
álabe, viscosidad y turbulencia. Adicionalmente, el flujo no se encuentra confinado a las
superficies de revolución, pues las variaciones axiales y radiales de cada componente de
velocidad en cada posición circunferencial inducen una variación en la inclinación del
15
compresor hacia el eje axial del compresor (Wislicenus (1965)). No obstante, una
aproximación unidimensional aún es posible y útil, si se considera que los valores de
velocidad, presión y densidad pueden ser promediados en la dirección circunferencial, y por el
uso de superficies de corriente promedio, que correspondan a superficies de revolución a
través de las cuales el flujo másico neto no tenga acumulación entre su entrada y salida.
Figura 1.6: Vista 3D del comportamiento del Flujo en un Compresor Axial
Como se ilustra en la figura 1.6, el flujo real en una etapa es un flujo tridimensional que
para efectos prácticos puede ser tratado como un flujo circunferencialmente promediado
(también conocido como “flujo meridional”), y una serie de cascadas superpuestas en cada
posición radial (Sinnette (1947)). La cascada bajo consideración sería tomada como el marco
de referencia para el análisis unidimensional y el flujo se considera en regimen permanente
exceptuando las fluctuaciones de turbulencia. Aún queda el punto, de ¿en cuál posición radial
entre el cubo y la punta del álabe, se realiza el análisis? Típicamente se selecciona una
posición que sea lo suficientemente independiente para las variaciones del perfil de
velocidades axiales con respecto al desarrollo radial del álabe, y que adicionalmente no sea tan
sensible al crecimiento de la capa límite y sus efectos de bloqueo a medida que se avanza en
16
las etapas de compresión. La línea media tal como se representa en la figura 1.7, suele ser una
opción acertada para tal fin.
Figura 1.7: Vista aproximada de la Línea Media en Compresor Axial Multietapa
Las ecuaciones básicas planteadas en la sección anterior no pueden, por si solas, describir
el comportamiento de la línea media (Gallimore (1999)). Ellas son basadas en un modelo ideal
en el cual el flujo es considerado isentrópico y no viscoso. Se requiere entonces representar un
mínimo de fenómenos físicos que ocurren en el canal inter-álabe, para aproximar este análisis
a lo que le sucede a un flujo real. Para ello se utilizan los conceptos ya previamente
introducidos de: pérdidas, bloqueo y desviación.
Pérdidas de Presión Total: Como se pudo observar en la figura 1.3, para una etapa real
de una compresor axial, aunque toda la potencia suministrada al fluido de trabajo se debió de
transformar en un incremento total de energía (representada por la temperatura de
estancamiento), se manifestó una generación de entropías que resultó en una presión total de
salida (P03) inferior a la que se hubiera obtenido si el proceso hubiera sido isentrópico. Esta
generación de entropía se debe en parte al efecto de la fricción del fluido viscoso sobre la
superficie de los álabes y de las paredes del espacio anular, es decir, pérdidas por las capas
límites en estas superficies (Denton (1993)). Estas mismas capas límites, al ser obligadas a
girar por la deflexión del álabe, se arrollan sobre sí mismas por efecto giroscópico, originando
verticidad axial. Así mismo, estas capas límites se desprenden al aproximarse al punto de
remanso del álabe, generando otro torbellino axial, denominado torbellino en herradura
(Denton (1993)). Finalmente, la variabilidad en la circulación (Γ ) alrededor del perfil a lo
largo del álabe desprende torbellinos axiales. La vorticidad axial introduce velocidades en
17
planos perpendiculares al flujo, lo que se denomina flujos secundarios, los cuales constituyen
una energía cinética, en principio inútil y considerada una pérdida por flujos secundarios. Por
si no fuera poco, el efecto compresible del fluido también puede ser un factor generador de
entropía. Hasta ahora se ha supuesto de manera implícita que el flujo por su bajo número de
Mach (menor a 0.2), se comporta aproximadamente como un flujo incompresible. Pero una
vez que el flujo desarrolla -por sus condiciones de flujo másico y temperatura dentro del canal
inter-álabe- velocidades próximas a la velocidad del sonido, se generan ondas de choque que
incrementan dramáticamente las pérdidas hasta un punto donde incluso impiden el efecto
difusivo y el incremento de presión.
En general, todos estos efectos mencionados como productores de entropía, son los
responsables de una disminución ó pérdida de presión total, tanto en el rotor como en el
estator. Suelen representarse de manera adimensional como coeficientes:
Para el rotor 0,
01, 1
relR
rel
PP P
ωΔ
=−
(1.9)
Para el estator 0
02 2S
PP P
ω Δ=
− (1.10)
La determinación de estos coeficientes conlleva un gran componente experimental, y se
expresa mediante correlaciones matemáticas (Japikse (1997)). Los coeficientes de pérdida son
básicamente modelos de cómputo de una realidad física, pero que se sustentan en suposiciones
y data muy especifica para su aplicación. Su elección para uso en un procedimiento de
análisis, dependen precisamente de lo cercano que puedan ser los datos experimentales que
soportan la correlación con respecto al caso que se pretende analizar (Glassman (1995))
Bloqueo: Puesto que existe un gradiente de presión adverso en los compresores, la capa
límite en el espacio anular aumenta a medida que el flujo avanza. El efecto principal de este
fenómeno es la reducción del área efectiva en la que el flujo puede transitar (Cumpsty (1989)).
Situación que afecta severamente la velocidad axial (Cx) y la densidad del fluido a través de
las etapas del compresor. Al incrementarse la velocidad axial se afecta el trabajo que la etapa
puede suministrar al fluido. Obsérvese que si se reacomoda la ecuación (1.6) utilizando la
ecuación (1.2), se obtiene
18
( )1 2xW mU U C tg tgα β= − +⎡ ⎤⎣ ⎦ (1.11)
Una expresión que ahora viene dada por los ángulos de salida de flujo del rotor y del
estator, y que muestra que si se aumenta la velocidad axial, se disminuye el trabajo que puede
absorber el fluido por etapa. De hecho, este fenómeno se suele expresar mediante un factor
menor a la unidad (típicamente entre 0.96 y 0.85), que representa por etapa esta disminución
de capacidad de absorción de trabajo. Se denomina “factor de trabajo” (λ), y afecta la ecuación
(1.7) de la siguiente manera:
( )0 1 2S xp
T UC tg tgcλ β βΔ = − (1.12)
Desviación: No existe razón para suponer que el flujo deje cada cascada de álabes en la
misma y exacta dirección que los álabes le imponen, pues de hecho existe una diferencia de
presión y velocidades en las superficies de presión y succión de cada perfil. Ciertamente hasta
las proximidades de la mitad de la cuerda, el flujo potencial trata de mantener el patrón
impuesto por la línea de curvatura. Y la diferencia de presión en el canal inter-álabe permite
que el flujo venza la aceleración centrípeta impuesta y se aproxime al borde de fuga. Sin
embargo, justamente en el borde de salida, la carga del álabe se debe reducir a cero a fin de
satisfacer la condición Kutta-Joukowsky, lo que implica una reducción gradual del gradiente
de presión (Cumpsty (1989)). Este efecto de descarga del álabe, se percibe a una distancia
cordal proporcional al tamaño del paso. Puesto que la línea curvatura permanece curvada hacia
el borde de fuga -por lo menos para la familia de perfiles convencionales, y gran de parte de
los que no lo son-, el flujo no puede seguir el patrón de deflexión impuesto por el álabe y al
mismo tiempo balancear la aceleración centrífuga. Al final, el flujo no puede mantener la
dirección de salida que le imponen los álabes y ocurre la desviación (Cumpsty (1989)). La
determinación de la magnitud de este fenómeno, nuevamente recae sobre formulaciones
experimentales.
Es importante señalar que las correlaciones para la determinación del desempeño de un
compresor axial, ya sea las de pérdidas, bloqueo o desviación entre otras, no provienen
generalmente de los mismos compresores, sino de la experimentación de cascadas de álabes
como arreglo lineal bidimensional en un túnel de viento. Esta situación no permite representar
ni precisar los gradientes de presión radial y los efectos de aceleración centrípeta propia de una
19
máquina real. Tampoco se pueden medir los efectos de fugas y fluido tipo chorro en las
holguras radiales de las puntas esbeltas de los álabes; ni tampoco los efectos de colocar hileras
de álabes de manera sucesiva. Sin embargo, los resultados obtenidos de esta experimentación
entre los años 1950 a 1970, constituyen una referencia ineludible al análisis de desempeño de
estas máquinas en cuestión (Molinari y Dawes (2006)).
A continuación se presentará a modo de resumen, un conjunto de consideraciones
inherentes al análisis del flujo en el canal inter-álabe de una etapa de un compresor axial
subsónico. No se trata de una revisión de las correlaciones y estudios realizados para
determinar el desempeño del mismo, pues los que sean pertinentes para este estudio, serán
tratados en la discusión metodológica del modelo estudiado o en las propuestas alternativas
del mismo. Se refiere a aquellos elementos conceptuales que deben ser considerados para
proponer o evaluar cualquier modelo de análisis de este tipo.
Elementos de Análisis de una Etapa de un Compresor Axial
Según Cumpsty (1989), existe una diferencia fundamental entre el flujo de una cascada de
álabes bidimensional, y el flujo del canal inter-álabe de un compresor axial: en la cascada la
dirección de flujo de salida y el incremento de la presión estática son determinados por la
geometría de la cascada y por el flujo de entrada, especificamente la dirección del flujo de
entrada. En el canal inter-álabe de una corona rotativa en cambio, aún para una relación
equivalente de paso cuerda al de la cascada, y para la misma forma del perfil, el flujo no se
ajusta en su salida a la dirección prevista y el incremento de presión por tanto tampoco es el
previsto. Por lo tanto, la tarea de analizar el desempeño de una etapa en un compresor axial, es
observar las consecuencias reales de un diseño específico: ¿cuán bien se ajusta el flujo de
salida al ángulo de salida del álabe (determinar la desviación)?, ¿cuántas pérdidas se producen
(determinar el incremento de presión real con respecto al previsto)?.
El análisis del flujo del canal inter-álabe, requiere además la consideración de dos clases
de parámetros fundamentales: los geométricos y los aerodinámicos.
Parámetros Geométricos: Se puede hacer una distinción arbitraria entre las
características que definen el espacio anular y las que definen el pasaje impuesto por el
acomodo de los perfiles de álabes.
20
Los radios del cubo, de la carcasa y de la punta del álabe, definen el espacio anular por el
cual el flujo másico es sometido o no a un proceso de cambio de velocidades axiales y
definitivamente a un incremento de densidades. La mecánica de fluidos incluso en una sola
etapa, se ve afectada por la variación severa, que pueda tener el ángulo de conicidad del cubo
y/o del estator. La holgura radial que pueda tener la punta de un álabe rotor con respecto a la
carcasa, y de modo equivalente la holgura que pueda tener la punta de un álabe estator con
respecto al cubo, definen mecanismos específicos de pérdidas que incluso dependen de si las
hileras de álabes se anillan o no en su extremo. No olvidando que la relación de aspecto, de
por si constituye una referencia obligatoria en la determinación de correlaciones
experimentales de referencia.
Con respecto al canal inter-álabe, la disposición y geometría de los perfiles de álabes, se
puede señalar que los siguientes parámetros:
• Ángulo de Calado (ζ)
• Solidez ( c Sσ = )
• Ángulo de Curvatura (θ)
• Forma de la Línea de Curvatura (arco circular o arco parabólico)
• Relación Máximo Espesor – Cuerda (t/c)
• Distribución de Espesor (tipo de perfil: C4, NACA-65, etc.)
Son los de mayor relevancia para este tipo de análisis. Obsérvese la figura 1.8
El ángulo de calado define como el fluido debiera aproximarse a la hilera de álabes y en la
medida que su valor sea mayor, se obtienen mayores deflexiones. No en vano, los primeros
trabajos de NACA no eran definidos por el ángulo de incidencia sino por el ángulo de ataque
del fluido con respecto al perfil (Aungier (2003)). El ángulo de calado va asociado a la
definición de la velocidad de giro de los álabes del rotor, y la curvatura de los álabes. Su
variación afecta el desempeño del compresor a tal punto, que un calado ajustable en ciertos
álabes del estator ó de la hilera álabes guía de pre-direccionamiento, es la estrategia utilizada
para administrar cambios en el flujo másico del compresor con pequeñas variaciones en las
21
relaciones de presión a velocidad constante. En gran parte de las correlaciones de desviación,
el calado juega un papel fundamental en su predicción.
Figura 1.8: Parámetros geométricos de una hilera de álabes
La solidez debe ser interpretada como un parámetro geométrico directamente relacionado
con la capacidad del pasaje de realizar el proceso difusivo requerido y el rango operativo de la
etapa. Prácticamente todas las correlaciones experimentales de incidencia, desviación, y
pérdida de perfil conllevan la inclusión de este componente. De manera similar, la curvatura es
una medida idónea de la deflexión esperada en el fluido. Tiene una relación directa con
respecto a la carga posible del álabe y se encuentra ligada a la determinación del rango
incidencia y desviación en el punto de diseño (Cumpsty (1989)).
La forma de línea de curvatura constituye el esqueleto de la distribución de espesores del
perfil, y determina junto al calado las condiciones de máximo rendimiento para familias de
perfiles como C5 ó C4. Teóricamente, indica la trayectoria del flujo a través de la cascada de
22
álabes, o más general, que es responsable de la deflexión que experimenta el flujo en su
interacción dinámica con el perfil (Cumpsty (1989)). También determina la posición en la que
se encuentra la posición de máxima curvatura (Shepherd (1960)), parámetro a ser discutido
más adelante en este texto.
La relación máximo espesor-cuerda (también conocido como espesor relativo), es un
parámetro que generalmente no aparece expresado en las correlaciones del fenómeno difusivo.
Por ser un parámetro definitorio de la forma de los perfiles, tiene un papel preponderante en la
experimentación sobre las cuales se fundamentan dichas correlaciones. De hecho, en las
modernas aplicaciones transónicas y supersónicas, este parámetro ha sido uno de los más
afectados a fin de satisfacer los requerimientos asociados (Cumpsty (1989)). En la medida que
los álabes son de menor espesor, se requiere una cuerda más larga a fin de poder soportar los
esfuerzos de corte asociados. Como parámetro, tiene un efecto directo para la determinación
de los rangos de incidencia y la incidencia de referencia. Incluso debe señalarse, que bajo esta
relación algunos autores arropan los efectos del espesor en el borde de ataque (o radio del
borde de ataque), cuando no lo consideran un parámetro independiente o no lo agrupan de
manera genérica con la forma del perfil.
La distribución del perfil, se refiere a la distribución de espesores generados mediante
consideraciones teórico-experimentales alrededor de la forma de la línea de curvatura. La
principal función de la distribución de espesores es soportar los esfuerzos resultantes de la
interacción del álabe con el flujo. Sin embargo por la interferencia que significa su presencia
su forma debe ser tal que se minimice el desprendimiento del flujo (Cumpsty (1989)). Las
familias tradicionales de perfiles son las conocidas serie C Británica, y las Americanas NACA
65 y doble arco circular (en ingles DCA). Sin embargo, son las dos primeras las que fueran
más estudiadas durantes los intensos ensayos de túnel realizados en la década de 1950. En un
principio para bajos número de Mach, y relaciones de espesor-cuerda y ángulo de curvatura,
las formas de los perfiles no mostraban tener un desempeño muy distinto. De hecho las
pérdidas son muy similares para las tres familias de perfiles, con una ligera ventaja para los
perfiles C4 que mostraban un rango operativo más amplio (Jonson & Bullock (1965)). Sin
embargo, al aumentar progresivamente las velocidades de desempeño, se observó claramente
que los tipos de perfiles afectan de manera importante la distribución de velocidades y el
23
coeficiente de presión en las superficies del álabe. Para desempeños transónicos la familia
doble arco circular, mostró un comportamiento muy superior a las anteriores.
Si se observa la figura 1.9, se podrá observar otros parámetros asociados a la distribución
del espesor que juegan un papel destacado en el diseño y análisis de una etapa de un
compresor axial: La posición de máximo espesor con respecto a la cuerda, y la posición de la
curvatura máxima con respecto a la cuerda (a/c). Principalmente considerados para la
estimación de desviaciones de referencia y la determinación de las velocidades máximas sobre
la superficie de succión (Howell (1964)).
Según Gordon (1998) la posición de máximo espesor al igual que la relación de máximo
espesor-cuerda, vienen determinados por la familia de perfiles seleccionada. Se suele ubicar
entre 30% a 50% de la cuerda, siendo su selección un compromiso entre un número de Mach
crítico bajo (menor a 0.8) si se coloca cercano al borde de fuga, o un rango operativo muy
pequeño si se coloca cercano al borde de ataque. Define en cierta manera cuan filoso es el
borde de ataque. El radio del borde de ataque por su parte, se relaciona con la tolerancia del
rango de incidencia. Con un valor de 8-12% del máximo espesor, no suele estar presente de
manera explicita en la correlaciones experimentales. Similar situación ocurre con el radio del
borde de fuga, que idealmente debería ser cero, pero las consideraciones de fatiga por esfuerzo
la colocan entre 2-6% del máximo espesor.
Figura 1.8: Nomenclatura Básica de un Perfil
La posición de la curvatura máxima con respecto a la cuerda, fue bastante estudiado en los
primeros trabajados de cascadas de álabes, cuando se evaluaba el desempeño de las familias de
24
perfiles (Cumpsty (1989)). Se asocia con el rango operativo, la eficiencia y la determinación
del mach crítico y máximo del álabe. Aparece como un parámetro explícito en algunas
correlaciones de análisis.
Las familias modernas de perfiles para aplicaciones supersónicas, escapan del alcance de
este trabajo. Sin embargo se debe indicar que no existen correlaciones para estas familias, pues
las mismas son desarrolladas a partir de técnicas computacionales que permiten una predicción
bastante precisa del comportamiento del flujo a su alrededor. De hecho reciben el nombre de
perfiles con distribución prescrita de velocidades (en inglés, PVD Prescribe Velocity
Distribution).
Un último parámetro geométrico que puede ser considerado, es el acabado superficial de
los álabes y del espacio anular. Caracterizado por la altura media rugosa (ks) de la superficie
metálica. Este parámetro se relaciona con capacidad que tendrán dichas superficies en afectar
el desarrollo de las capas límites del flujo viscoso que con ellas interactúa (Koch y Smith
(1976)).
Parámetros Aerodinámicos: La relación de velocidades axiales (Cx2/Cx1) junto al ángulo
de flujo (α1), el número de Mach (Ma1) y el número de Reynolds a la entrada de la hilera de
álabes, constituyen los parámetros aerodinámicos fundamentales en el análisis de desempeño
de una etapa de un compresor axial (Cumpsty (1989)).
Según el mismo autor, los cambios de la velocidad axial a través del pasaje tienen un
efecto directo en el desarrollo de las capas límites sobre los perfiles. Cuando la relación de
velocidades axiales es menor que uno (Cx2/Cx1 <1), implica que las condiciones para la
formación de capas límites gruesas se ve favorecido; mientras que cuando esta es relación
mayor que uno (Cx2/Cx1 >1), se alivian estas condiciones. Cuando los cambios de densidad en
el fluido cobran importancia, esta relación se ve sustituida por la relación velocidad axial-
densidad, mejor conocida por sus siglas en inglés AVDR Axial Velocity – Density Ratio, y se
calcula como:
2 2 1 1x xAVDR C Cρ ρ= (1.13)
Aunque hoy en día es una práctica común, utilizar esta relación a pesar de que el cambio
en densidad sea despreciable (Aungier (2003)). Debe señalarse, que su ponderación como
25
factor de análisis no siempre fue evidente. La gran diferencia de los trabajos realizados por
NACA y NGTE, se centran en la consideración de esta relación igual a uno (AVDR =1). De
hecho, no existen correlaciones satisfactorias para la predicción de la desviación cuando la
relación velocidad axial-densidad es distinta a uno (Cumpsty (1989)).
Esta tasa de velocidades se puede interpretar como una razón parcial de desaceleración, y
es la base para un concepto más complejo como lo es la relación de difusión. Recuérdese que
si se considera la distribución de velocidades alrededor de las superficies del álabe, se observa
que la velocidad máxima suele ocurrir a una distancia aguas abajo del borde de ataque en la
superficie de succión; y este concepto se utiliza para determinar el espesor de momento
posible para una solidez dada, y por tanto las pérdidas asociadas.
El ángulo de entrada de flujo por su parte, constituye junto al espesor del borde de ataque,
la solidez y la curvatura, los factores principales que definen el posicionamiento del punto de
estancamiento del flujo de entrada en el álabe (Gordon (1998)). Como parámetro
independiente se suele encontrar en correlaciones especificadas para la determinación de los
coeficientes de arrastre y de sustentación. Sin embargo, su peso como elemento de análisis
viene asociado al concepto de incidencia. La incidencia fue estudiada con profundidad, pues
pronto fue reconocida la idoneidad de colocar el punto de remanso en las cercanías del borde
de ataque para desempeños subsónicos. Ciertamente colocar el flujo con una incidencia
positiva o negativa severa sobre los perfiles conlleva un fenómeno físico muy distinto de
desprendimiento. En el primero se observa como un incremento máximo de la deflexión, hasta
ocasionar una separación de la capa límite en la superficie de succión. En el segundo caso, se
observa un desprendimiento por el choque inadecuado del flujo contra la superficie de
succión, produciendo el desprendimiento negativo o ahogamiento. Cuando los valores de
incidencia, se encuentran en valores cercanos al punto de mínimas pérdidas (entre -5° y +5°),
los efectos observados son relativos a la distribución de presión y velocidades en el borde de
ataque, más no tienen un mayor peso sobre las pérdidas (Cumpsty (1989)). En general, las
investigaciones realizadas buscaron precisar y definir la incidencia más idónea para una mejor
prestación de la cascada (de aquí nacen las definiciones de incidencia óptima, de referencia, de
diseño, etc.).
26
La determinación del número de Mach se realiza en función de las velocidades y
temperaturas estáticas a la entrada relativa del pasaje inter-álabe:
S
VMakRT
= (1.14)
Donde, la velocidad V según la figura 1.4, será W1 para el rotor y C2 para el estator. R es la
constante universal de los gases, mientras k es la relación isentrópica de calores específicos
para un gas específico (aire en el mayor de los casos). Considerando siempre que 1 [kJ/kg] =
1000 [m2/s2]
A medida que el número de Mach a la entrada del pasaje inter-álabe aumenta, se alcanza
velocidades en las superficies del álabe que alcanzan la velocidad del sonido. Esta condición
es referida como la condición crítica, y se denomina con el Mach crítico a la entrada
(Saravanamuttoo (2001)). Este parámetro de Mach crítico depende principalmente de variables
ya mencionadas como la curvatura y el espesor del perfil (particularmente de su distribución a
lo largo de la cuerda, especialmente en el borde de ataque); pero sobre todo, del ángulo de
entrada de flujo (ó la más conocida incidencia). De hecho gran parte del esfuerzo del
diseñador se centra en determinar relaciones óptimas del tamaño de la garganta de paso (y por
tanto el flujo másico), el ángulo de entrada de flujo y el Mach a la entrada (Lewis (1996)).
Para el análisis de desempeño, es esencial reconocer que en la medida que número de
Mach aumenta más allá del Mach crítico, se forma un camino sónico o supersónico a lo largo
de todo el pasaje que termina en la generación de una onda de choque de considerable
fortaleza (Cumpsty (1989)). Esta onda de choque implica una alteración en la distribución de
presión, que puede conducir a que el incremento de presión en el canal sea igual a cero. Sin
embargo, las pérdidas importantes de presión no ocurren en la propia onda. El cambio crucial
del desempeño ocurre si la onda de choque tiene la suficiente fortaleza para producir
separación en las capas límites del canal e impedir su recolocación, pues representa un
ahogamiento en el flujo másico al alterar el área de flujo efectivo. Las consabidas variaciones
de la distribución de presión e incremento de pérdidas, se debe entonces a la incapacidad del
flujo de evitar una aceleración severa por la baja presión aguas abajo de la garganta o línea
sonica, y la alta presión aguas arriba de ella.
27
El número de Reynolds en función de las variables relativas de entrada y la distancia
cordal, se calcula como:
Re Vcρμ
= (1.15)
Donde, y utilizando la notación de la figura 1.4, y de manera similar a la ecuación (1.14);
la velocidad V será W1 en el caso del rotor y C2 en el estator. Mientras que la densidad (ρ) y la
viscosidad (μ) son calculadas en función de las condiciones de presión y temperatura a la
entrada del pasaje correspondiente.
El diseño de los álabes para la totalidad de los compresores, se sustenta en el hecho de que
se producirá una capa límite turbulenta en la superficie de succión que permita al flujo
desacelerar sin una separación importante (Lewis (1996)). Las separaciones severas acarrean
una disminución en la deflexión, un incremento en la desviación y en consecuencia un
incremento en las pérdidas. Y es que precisamente para bajos números de Reynolds, cuando
en la superficie de succión se producen fenómenos de desprendimiento sin recolocación en la
superficie. Durante algún tiempo, se discutió cual era el valor de ese Reynolds crítico cordal,
para el cuál la desviación y las pérdidas aumentaban drásticamente. Debido a la presencia no
siempre cuantificable de la turbulencia, y a que el comportamiento de las cascadas de álabes
de los túneles de viento no era el mismo para una etapa de compresor axial, solo se puede una
margen estimado para este Reynolds crítico entre 1x105 y 4x105 (Cumpsty (1989)). Lo que si
es definitivo es que el incremento de pérdidas para un álabe con las mismas especificaciones,
es pronunciadamente mayor para 1x105 que el último valor. Se considera como un valor
conservador, el de 2x105 (Cumpsty (1989)).
El efecto de una turbulencia alta (de 6 a 8% lejos de los efectos de pared, y 20% dentro de
los efectos de pared y estela), es la de prevenir la separación de la capa laminar en el gradiente
de presión adverso (lo que se denomina “eliminar la burbuja de separación”) (Cumpsty
(1989)). Así una turbulencia elevada, simula el efecto de un gran número de Reynolds sobre la
desviación, y es la razón por la que se espera que un compresor las pérdidas de presión sean
menores a las previstas por las correlaciones de cascadas de ensayo.
28
Antecedentes
“Existen dos requerimientos básicos para la predicción de una etapa de un compresor axial
usando los modelos unidimensionales. La primera es la determinación del ángulo de flujo de
salida como una función del ángulo de flujo de entrada; y la segunda es la determinación de
las variaciones en las pérdidas o en la eficiencia nuevamente como función del ángulo de flujo
de entrada” (White et al. (2001)). Los diferentes modelos unidimensionales propuestos buscan
entonces satisfacer estos requerimientos, mediante la selección y acoplamiento de
correlaciones empíricas, que bajo un método numérico puedan predecir parámetros tales como
los coeficientes de pérdida en “condiciones en y fuera del punto de diseño”, desviación,
eficiencia y otros. A continuación una revisión de su desarrollo.
1940 -1960: Los comienzos
En la mayoría de la literatura académica, una de las primeras referencias ineludibles con
respecto al análisis de compresores axiales, es el trabajo de A.R.Howell (1964). Dentro del
conjunto de investigadores británicos de la Sociedad Aeronáutica de la Gran Bretaña, Howell
destacó por sus grandes logros en el desarrollo de correlaciones empíricas a partir de la data
obtenida de los ensayos de túnel de viento, a fin de poder predecir el comportamiento de una
etapa de un compresor axial. Fue uno de los primeros en proponer formalmente que para
realizar la comparación entre cascadas de álabes de diferentes origen, los álabes deben ser
descritos por sus principales características geométricas, entre los cuales se nombran: ángulo
de curvatura (θ), la relación de espesor máximo con respecto a la cuerda (t/c), la posición de la
máxima curvatura definida por la distancia desde el borde de ataque dividido por la cuerda
(a/c) y el radio de curvatura del borde de ataque y el borde de fuga como porcentaje del
máximo espesor; entre otros. Según Mattingly (2006) uno de los principales aportes de Howell
-que incluso modeló la actual forma de concebir la carga máxima en una hilera de álabes- es el
de pensar que el comportamiento de los álabes se aproxima mejor al de un canal formado por
perfiles consecutivos, que al de considerarlos como perfiles aislados. Howell, también pudo
reconocer que para bajos números de Mach, la deflexión debido a la incidencia y a la
curvatura eran aditivas; y que es la deflexión un parámetro crítico en la interpretación de los
resultados de la cascada, pues sirven como indicativo de la desaceleración real del fluido en el
pasaje y la posible separación de la capa límite. Howell desarrollo un conjunto de
29
correlaciones y gráficas, donde a partir de distintas incidencias, se proponía determinar los
ángulos de salida de flujo en la cascada y la distribución de presión o velocidades alrededor de
la forma del perfil. Con el primer parámetro, proponía determinar no solo la deflexión de la
cascada, sino también la desviación y más importante aún, el Coeficiente de Sustentación (CL).
Por otra parte la distribución de velocidades o presiones, permitirían determinar el número de
Mach crítico, la probabilidad de ocurrencia de desprendimiento y estimar la tasa de
transferencia de calor de los álabes.
Otra de las definiciones clásicas de Howell (1964), viene de la mano de las condiciones
nominales para el diseño. De manera arbitraria, pero con la intención de dar un margen
operativo con error mínimo, Howell precisó la condición nominal como “aquella que ocurre
cuando la deflexión producida por la cascada es alrededor del 80% del máximo posible (si la
deflexión no muestra un pico claro, se define como la deflexión que ocurre al 80% de la
deflexión en donde las pérdidas duplican las pérdidas mínimas)”. Los trabajos de Howell
fueron realizados considerando un rango de interés del número de Reynolds basado en las
velocidades de entrada y salida entre 5x104 y 5x105 (incluyendo el rango crítico entre 1x105 y
3x105). Para la época, Howell no concebía una operación eficiente del compresor para Mach
superiores a 0,7, de hecho el rango por él recomendado se comprendía entre 0,3 a 0,6.
Finalmente, en un intento por distinguir claramente los efectos tridimensionales del flujo real,
en un modelo bidimensional de cascada de álabes; Howell propuso un modelo de pérdidas
totales compuesto por tres partes: pérdidas asociadas a la forma del perfil, pérdidas por
fricción del espacio anular y pérdidas por flujo secundario (agrupando todas las pérdidas no
incluidas en los dos componentes antes mencionados). Todas ellas calculadas mediante el
coeficiente de arrastre (CD) como magnitud representativa. Es importante destacar, que aún
hoy en día, los trabajos de Howell constituyen un hito en la forma que se diseñan y analizan
cascadas de álabes tanto para compresores como para turbinas axiales. En el primer caso, solo
una de sus conclusiones ha probado estar equivocada con el transcurrir del tiempo (Cumpsty
(1989)), y es que en su opinión: “en las cascadas de compresores axiales, los efectos del
numero de Reynolds en la eficiencia y las pérdidas suelen ser menores que en las cascadas de
álabes de túneles de viento”.
De este lado del Atlántico, se encuentra otro grupo de investigadores fundamentales para
lo que fue el análisis unidimensional de cascadas de álabes para compresores sub-sónicos de
30
baja velocidad mediante la utilización de las correlaciones empíricas. En la NACA, un equipo
de investigadores trabajó arduamente en la definición de un conjunto de reglas, principios y
formulaciones que permitieran el correcto diseño de compresores axiales. Entre ellos destacó
Seymour Lieblein, investigador de la aerodinámica de compresores, quién entre 1953 y 1964,
publicó artículos frecuentemente citados en la metodología unidimensional. Tres de ellos:
“Analysis of Experimental Low-Speed and Stall Characteristics of Two-Dimensional
Compressor Blade Cascades”(1957), “Loss and Stall Analysis Compressor Cascade”(1959), e
“Incidence and Deviation-Angle Correlations for Compressor Cascades”(1960), constituyen
un hito de referencia en los artículos consultados para el desarrollo de este trabajo de grado.
Lieblein fue uno de los pioneros en lograr una conjugación exitosa de la teoría fluido
dinámica y la aplicación técnica de compresores axiales. A partir de la teoría de capa límite
(con algunas simplificaciones), obtuvo una ecuación capaz de relacionar el espesor de
momento (θ2) con el factor de difusión (DF). Así mismo fue capaz de relacionar este espesor
de momento (θ2), junto al factor de forma (H) y la solidez (σ ), a fin de estimar las pérdidas
totales en cascadas de álabes para perfiles NACA 65(A10) y C4 para una relación de espesor-
cuerda (t/c) del 10%. De modo similar, Lieblein a partir del factor difusivo calculado en el
lado de succión del perfil, también propuso mecanismos para el cómputo del margen operativo
de desprendimiento en el álabe. Incluso fue más allá, y propuso el factor difusivo equivalente
(Deq), a fin de poder establecer mediante la circulación (Γ ) deseada, arreglos de perfiles que
satisficieran precisamente la carga, las pérdidas y el margen operativo deseado. Estos aportes
adicionalmente, mostraron cualitativamente el efecto del número de Reynolds, los efectos de
separación de capa límite y la determinación del punto de transición de flujo laminar-
turbulento, dentro del contexto de la cascada del compresor axial.
Lieblien también investigó y propuso ecuaciones que permitieran modelar y predecir el
comportamiento de la incidencia (i) y la desviación (δ ) en las cascadas de álabes de
compresores axiales. De hecho, en un intento por utilizar una nomenclatura uniforme y
correlaciones lo suficientemente genéricas, para toda la data obtenida de los distintos túneles
de viento y tipos de perfiles; Lieblein planteó una fórmula para el cálculo equivalente de la
línea media de un perfil NACA (A10) como arco circular, donde se relaciona el ángulo
curvatura en función del coeficiente de sustentación del perfil aislado (CL10), Lieblein también
introdujo una nueva práctica en la postulación de las correlaciones prácticas, al dejar de lado el
31
ángulo de ataque (reminiscencia de la teoría de alas) como parámetro de referencia, y
sustituirlo por el ángulo de flujo de entrada a la cascada, y más específicamente por la
incidencia. De igual modo, realizó un importante esfuerzo por incluir en sus resultados las
distintas formas de perfiles (C4, NACA 65, Doble Arco Circular), forma de la línea media
(arco parabólico o circular) y su distribución de espesor (tanto en su espesor máximo como en
su localización), originándose así los conocidos factores de ajuste de forma, que tan
marcadamente se distinguen en sus correlaciones de incidencia y desviación.
Algunos textos no citan directamente los artículos antes señalados de Lieblein, sino que lo
referencian a través los capítulos V, VI y VII (Viscous Flow in Two-Dimensional Cascades,
Experimental Flow in Two-Dimensional Cascades and Blade Element Flor in Annular
Cascades) de la compilación realizada por Irving A. Johnsen y Robert O.Bullock (1965). Este
texto usualmente conocido simplemente como NASA SP 36, fue preparado por el personal de
la NASA destacado en el: Lewis Research Center, Cleveland, Ohio. Constituye desde 1968
una referencia ineludible en el diseño de compresores axiales. Consiste en 17 capítulos que
abarcan una amplia variedad de aspectos relacionados con los requerimientos de diseño del
compresores, incluyendo desde el fenómeno de desprendimiento, vibración de los alabes hasta
el acoplamiento del compresor y la turbina.
1960 – 1980: Usando las Computadoras
Uno de los intentos más comúnmente citado para predecir el comportamiento de un
compresor axial (ΔP y η) en función de “φ , U o C” cuando se conoce la geometría anular de
la etapa y la geometría del álabe fue el planteado por Jansen, W. y Moffatt, W.C. (1967).
Ellos desarrollaron un algoritmo basado en el método de las diferencias finitas para resolver
dos objetivos primordiales: el primero era resolver las ecuaciones de movimiento, determinar
el campo de flujo, la temperatura, el incremento de presión y la eficiencia en la etapa, y el
segundo objetivo esta relacionado con la determinación del desempeño del álabe a diferentes
ángulos de ataque. Este trabajo también discute los efectos de número de Mach relativo y los
cambios de velocidad axial en el álabe, así como considera los efectos de la forma de los
álabes y su configuración en cascada sobre la etapa. De hecho, un requerimiento fundamental
para realizar el análisis del desempeño del compresor utilizando este procedimiento era el de
poder estimar las desviaciones y pérdidas del fluido a medida que pasa a través de las
32
sucesivas cascadas del compresor. El cómputo del algoritmo podía ser realizado para los
siguientes perfiles de álabes:
1. Series de NACA 65 (definidas por el coeficiente de sustentación)
2. Arco Doble Circular (definidas por el ángulo de curvatura)
3. Arco Parabólico (definidas por el ángulo y el punto de máxima curvatura)
El procedimiento era ideal y no siempre podía ser ejecutado; casos de estrangulamiento
y velocidades negativas exigían de modificaciones en la metodología original. En específico,
el ángulo de salida de flujo era determinado utilizando data experimental; solo dos métodos
alternativos fueron considerados: El método de 1957 Mellor y el de Lieblein (1959). Ambos
modificados por las siguientes correcciones: efecto de la pendiente de las líneas de corriente,
efecto de la variación de la velocidad axial, efecto del número de mach sobre la desviación y
el efecto del espesor del álabe.
Los resultados fueron comparados con tres tipos de máquinas:
a) Compresor NACA con un rotor simple transónico
b) Ventilador NGTE Transónico de dos etapas
c) Compresor multietapa de 13 etapas
Los autores centralizan las comparaciones con respecto a los cálculos del ángulo de
salida de flujo, los efectos de las correcciones, incidencia y el número de Mach sobre los
Coeficientes de Pérdida, y finalmente el desempeño global de compresor. Algunas de sus
conclusiones más relevantes fueron:
i. Una excelente concordancia con la data experimental puede ser alcanzada si los
factores apropiados de bloqueo por capa límite son aplicados. Las condiciones de
estrangulamiento fueron predichas correctamente puesto que a bajas presiones
soluciones al sistema de ecuaciones no pueden ser determinadas. La condición de
bombeo es predecible por este método siempre que las hipótesis suministradas sean las
correctas.
ii. Los ángulos de salida pueden ser calculados a partir tanto de las gráficas de Mellor
como de las reglas de desviación que incorporan los efectos de incidencia. Se pudo
33
comprobar que las reglas de desviación son preferibles cuando se trata de rotores
transónicos con secciones de punta de baja curvatura; para los demás casos los gráficos
de Mellor fueron acertadas.
iii. El método fue exitoso para predecir las pérdidas para altos valores del número de
Mach en el régimen subsónico.
Por su parte Koch y Smith (1976), formularon un conjunto de ecuaciones y correlaciones a
partir de la identificación de las cuatro causas principales de pérdidas en un compresor axial:
pérdidas en el perfil debidas a efectos de difusión superficial y espesor del borde de fuga,
pérdidas por efectos de la capa límite dentro del canal ínter álabe, pérdidas por choque y
pérdidas por efectos del estator del compresor. Este modelo de pérdidas fue construido
utilizando los principios conceptuales de la dinámica de fluidos, y trató en lo posible de
disminuir la utilización de relaciones empíricas. El objetivo principal de su trabajo fue
identificar la eficiencia potencial1 de cada diseño; y su procedimiento fue enfocado y
comparado tanto para compresores de alta y baja velocidad. Trabajos posteriores aún
consideran de forma parcial las correlaciones presentadas en este trabajo, pues las
consideraciones relacionadas con la influencia del número de Reynolds, número de Mach y la
rugosidad de la superficie del álabe sobre las pérdidas se mantienen para un amplio rango de
compresores. Algunas de sus conclusiones más relevantes fueron:
Pérdidas del Perfil: Teoría de capa límite de flujo compresible fue utilizada como
mecanismo para extender el clásico método bidimensional con correlaciones de bajas
velocidades propuesto por Lieblein, para regiones que consideren otros valores de los números
de Mach y Reynolds de mayor interés. Igualmente permite considerar los efectos de la
contracción de los tubos de corriente en la región anular. Los autores establecieron la
necesidad de adicionar una constante a la relación del espesor de momentum-cuerda (θ/c)2
calculado. A fin de concordar con los resultados experimentales se incrementó en un valor de
1 En su trabajo, Koch y Smith desarrollan el concepto de “Eficiencia Potencial”: The term efficiency
potential means the efficiency that can be expected if the detailed design is carried out by using the best state-of-
the-art design practices.
34
0.0025, aunque no fue precisada la razón teórica para esta corrección. Dentro de sus
conclusiones ellos apuntan dos hallazgos de importancia:
a) A valores constantes de número de Reynolds y número de Mach, las pérdidas
dependen de las contracciones de los tubos de corriente así como de la tasa de
difusión.
b) Como una consecuencia de la definición convencional del Coeficiente de
Pérdida de Presión Total, se pudo determinar que, a pesar de los incrementos
que pueda tener este coeficiente, la eficiencia politrópica de la etapa permanece
virtualmente constante (incluso señalan la posibilidad de definir estas pérdidas
en términos de cantidades de energía).
Pérdidas por Capa Límite en las Paredes del Espacio Anular: Este trabajo señala que este
tipo de pérdidas son tratadas de manera similar a como fueron consideradas por el trabajo de
Smith en 1969. Detalles importantes de este modelo fueron: mediciones en la capa límite del
compresor experimental fueron obtenidas para álabes con una relación de aspecto entre 2.0 y
2.8; con solidez y calados utilizados, se determinaron siempre corrientes libres entre las capas
límites, incluso cuando se encontraba cerca del fenómeno de desprendimiento. Sin embargo, el
modelo no era válido para holguras axiales mayores al 70% del espaciamiento tangencial. La
deficiencia de flujo másico en una capa límite en la pared, representada por el espesor de
desplazamiento, causa decremento en la eficiencia, pero es parcialmente compensado por el
déficit de las fuerzas tangenciales al álabe en la capa límite.
Pérdidas por Choque: Los autores identifican dos tipos principales de choques y sus
causas: choques producidos por la brusquedad del borde de ataque y choques por la estructura
del pasaje. Las pérdidas causadas por ambos tipos de choques son consideradas de manera
separada en el modelo de predicción de eficiencia. La contribución a las pérdidas que aportan
los choques originados por bordes de ataque de radio abultado, puede ser significativa a altos
números de Mach. Para cuantificar este efecto, se utilizó una expresión del Dr. D. C: Prince de
General Electric (publicación interna de la compañía), la cual puede predecir cerca de dos
tercios las pérdidas cuantificables de eficiencia. En el trabajo citado, los autores desarrollan
matemáticamente un modelo que relaciona los procesos de difusión con las pérdidas por
choque.
35
Pérdidas por efectos de anillos en el rotor: Las pérdidas causadas por los efectos de un
anillo en el rotor fueron representadas en el modelo como parte del arrastre. En orden de
estimar la magnitud del coeficiente de arrastre, una versión modificada de las correlaciones de
Hoerner fue utilizada, con un factor experimental de 1.8. Pruebas realizadas en rotores
mostraron que las pérdidas predichas eran el doble de las esperadas fundamentándose en los
efectos del arrastre en el perfil propio de este anillo sobre el rotor y la interferencia en el
arrastre de los propios perfiles del rotor.
La validez del modelo de predicción de eficiencia fue comparada contra los resultados
obtenidos de 41 configuraciones probadas en las facilidades del Centro de Investigaciones de
Compresores de Baja Velocidad de la General Electric (estas facilidades se encuentran
descritas en el trabajo por ellos señalados de Smith 1970). El artículo no señala
específicamente cual fue la correlación de desprendimiento utilizada, y reconoce que la
ecuación de equilibrio radial no es necesariamente siempre satisfecha.
Sin embargo, fue el método desarrollado por Howell y Calvert (1978), el que llegaría a ser
considerado como el modelo de referencia estándar para la predicción de compresores axiales
multietapas mediante un modelo unidimensional con técnicas de apilamiento. Para su tiempo
esta propuesta implicaba el retorno a las técnicas de apilamiento para resolver el problema de
desempeño fuera del punto de diseño. Básicamente el análisis del radio medio comienza con el
conocimiento de las características de la etapa (geometría del álabe). Además, es necesario
conocer: máxima eficiencia del rotor y los puntos de incidencia que produzcan
desprendimiento (o factores de difusión), las condiciones de flujo durante choque, y los
valores de máxima eficiencia por etapa. Correlaciones para variaciones radiales, efectos de
escala y variaciones de ondas fueron incluidas. Obstrucción y Factores de Trabajo también
fueron considerados, aunque más peso fue colocado en el factor de trabajo de manera que se
considerara el deterioro de la velocidad sobre el perfil y otros efectos (para un mejor ajuste
con pruebas en las condiciones fuera del punto de diseño). Una acotación importante de este
trabajo, es que las correlaciones se basaron principalmente en el análisis de ventiladores
transónicos y aplican estrictamente para perfiles de sección tipo: doble arco circular (en ingles
DCA) y doble arco parabólico (en ingles DPA). Se determinaron secciones equivalentes a la
DPA para álabes de rotores y estatores cuyos perfiles satisfacen una sección múltiple arco
circular (en ingles MCA).
36
Este método fue comparado con data experimental de 15 compresores (solo datos de 4 son
mostrados -Ventilador NASA de 2 Etapas, Compresor C141, Compresor NACA de 8 Etapas y
Compresor C135-, destacándose los resultados obtenidos en un compresor transónico de dos
etapas C135), obteniéndose resultados con errores de ±1° en los ángulos de flujo y ±1 % en la
eficiencia, precisión que se asemeja a la desviación esperada en la mayoría de las
correlaciones de cálculo. Debe destacarse el hecho que esta investigación aportó una de las
primeras propuestas factibles para la modelación del fenómeno del bombeo y el
estrangulamiento. Los puntos predichos de bombeo fueron determinados utilizando el método
del valor pico, y una vez que el compresor se encuentra estrangulado, el flujo másico y la tasa
de temperatura se asumen que permanecen constantes, mientras que la eficiencia y la razón de
presión disminuyen. Este método se fundamenta en utilizar el concepto de estrangulamiento a
partir de la etapa final del compresor axial. Los valores de “η, Kp y ΔT” son calculados para la
última etapa, luego para las dos últimas y así de forma progresiva hasta poder precisar una
combinación que alcance el valor pico y por tanto el bombeo. Sin embargo, la predicción de la
línea de bombeo finalmente no resultó satisfactoria y sugieren que una aproximación
alternativa basada en la carga de la etapa puede ser más exitosa.
1980- 2000: El Método 1D en la era de la Dinámica de Fluidos Computacional
La década de 1980 comienza con aportes significativos al modelado de la realidad física de
los compresores axiales. J. De Ruyck y C. Hirsch (1981); publican un método para la
predicción de la formación de la capa límite debido a los efectos de paredes anulares del
compresor. El método que constituye la culminación de un esfuerzo iniciado diez años antes a
partir de una propuesta similar de Mellor y Word incorpora el efecto de variación de las
densidades a través de las etapas del compresor. A partir de la integración de las ecuaciones de
Navier-Stokes, los autores logran mediante el cálculo iterativo de parámetros como espesor de
momento (θ2), espesor de capa límite ( *δ ) y el esfuerzo de corte promedio de la capa límite
(τ ), corregir las pérdidas de perfil asociadas a una configuración específica (mediante la
determinación de las denominadas pérdidas secundarias), y más aún, predecir las condiciones
límites de desprendimiento mediante el cálculo del factor de difusión. Esto implicó de manera
práctica, proponer una herramienta alternativa para el cálculo del factor de bloqueo en una
etapa.
37
Para la misma época, una tesis doctoral de la universidad de Braunschweig (Alemania), en
manos de J. Starke (1981), se trazó como objetivo evaluar el efecto de considerar los efectos
de comprensibilidad en la determinación de los conocidos coeficientes aerodinámicos de
cascadas de álabes de un compresor axial. Este trabajo, también constituye una referencia
básica para el desarrollo de una metodología unidimensional, siempre y cuando, se deseen
considerar AVDR distintos a la unidad.
El trabajo de Hunter & Cumpsty (1982); quienes a partir de cuidadosas mediciones
experimentales realizadas en el túnel de viento de la Universidad de Cambrigde (Inglaterra),
lograron proponer una correlación que logrará predecir la vorticidad del flujo y las pérdidas
asociadas con respecto a la holgura radial entre la punta del álabe y la pared anular
inmediatamente contigua (ε ). La metodología por ellos propuesta difiere de los trabajos de J.
L Smith, al indicar que el paso calado (g) no es definitivamente el parámetro más apropiado
para calcular este tipo de pérdidas, cuando las solideces y calados de las etapas estudiadas son
extremas (muy altas o bajas con respecto a los trabajos de Smith). De hecho cuatro años
después, Cumpsty (1986) retomaría esta observación y concluiría que ambas
experimentaciones pueden ser reinterpretadas en función que el parámetro fundamental para la
determinación del espesor de capa límite y sus pérdidas asociadas, era la holgura radial (ε : tip
clearence).
Hacia el año de 1982, Steinke completa para la NASA su programa STGSTK desarrollado
en lenguaje FORTRAN, el cual a pesar de no ser el único existente para la fecha, logra
combinar los estudios previos de Howell & Calvert (1978), Crouse & Gorrell (1981) y
Johnson & Bullock (1965)-entre otros-; a fin de poder establecer una metodología numérica
para la predicción de desempeño de compresores multietapa con: “condiciones fuera del punto
de diseño” de la incidencia y desviación con las coeficientes de pérdidas por choque tanto para
compresores subsónicos como transónicos. El programa obtiene una rápida convergencia, y
permite el ajuste de los datos obtenidos a partir de los datos del álabe y los efectos de flujo
real. El rango de flujo entre el punto de desprendimiento y el de bloqueo a la velocidad de
diseño debe ser conocido para cada etapa, así como la tasa de máxima eficiencia para cada
velocidad como para velocidad de diseño. STGSTK luego modifica las características para
velocidades fuera del punto de diseño así como para el reajuste de los álabes, y luego calcula
38
el desempeño para condiciones fuera del punto de diseño, incluyendo los efectos de la
geometría general, con el cálculo de la línea media basado en las características modificadas.
Dos corridas de prueba son reportadas (compresor de 2 etapas, compresor de 1 etapa con
IGV), los resultados son satisfactorios. El programa es capaz de predecir el desempeño de
máquinas parecidas a las utilizadas para determinar las correlaciones. Es importante señalar
que con el tiempo autores como White et al (2001), precisarían que la dificultad asociada para
estimar correctamente el coeficiente de pérdida por choque, reside en que los modelos
unidimensionales solo permiten obtener una aproximación general del orden de magnitud y
tendencia de este fenómeno.
Cabe destacar, que la década de los años ochenta (1980) reportó mejoras importantes en
las técnicas de experimentación de los compresores axiales. Autores como Laksminarayama
(1986), centraron sus esfuerzos en la ejecución de pruebas, no en cascadas estacionarias, sino
directamente en rotores de compresores a bajas velocidades. Mediante probetas “Kiel” para la
medición de la presión de estancamiento, se lograron verificar las diferencias de realizar
mediciones en el espacio axial inter-etapa a realizarlas dentro del canal inter-álabes del propio
rotor. Aunque se pudo comprobar que las correlaciones obtenidas en los túneles de viento eran
adecuadas para predecir la tendencia de los mecanismos de pérdidas, no reflejaban en realidad
la magnitud de las mismas ni mucho menos su distribución radial. Los resultados de estos
trabajos se ajustan perfectamente a metodologías donde no se suponga el equilibrio radial
como una condición de análisis. Sin embargo, sus resultados no pueden ser obviados en la
metodología unidimensional, sobre todo porque dan una perspectiva de los trabajos de Koch &
Smith (1976), se pueden resumir como:
1. Las pérdidas asociadas por holgura radial de la punta (ε ), se originan de forma
temprana en el borde de ataque del perfil, y generan una alteración en el régimen
de flujo que se evidencia hasta la mitad de la longitud y la mitad del ancho del
pasaje inter-álabe.
2. Dentro de las pérdidas secundarías, las pérdidas por la holgura radial de la punta
del álabe dominan incluso a las producidas por los efectos de capa límite en las
paredes del espacio anular.
39
3. El efecto de la rotación del rotor, traslada las pérdidas originadas por la capa límite
del cubo del rotor. En promedio, se puede señalar que la espesor de capa límite se
encontraría movilizada casi hasta la región media del desarrollo radial del álabe
(span) y en un tercio en el sentido de giro, del paso. Razón por la cuál, las
correlaciones de cascadas de álabes no concuerdan plenamente con la data obtenida
de un rotor en giro.
4. Las pérdidas de perfil calculadas lejos de los efectos de pared y mediante datos de
presión, difieren sensiblemente de aquellos calculados por expresiones que
consideren los espesores de capa límite en el propio perfil. Se plantea la necesidad
de obtener correlaciones para rotores basados en datos experimentales.
El Profesor Michael Casey (1987), publicaría una clásica metodología para la
estimación de la curva característica de una etapa de un compresor axial con etapas idénticas
para números de Mach sub-críticos y bajas relaciones de presión (π < 1.2). Es un método
relativamente simple, cuyos requerimientos de cálculos e información son mínimos (17
parámetros geométricos y 3 aerodinámicos), y los resultados obtenidos son principalmente
gráficos (diagramas tipo “concha”). La influencia de los triángulos de velocidad sobre el
cálculo de la eficiencia y el rango de operación es ampliamente señalada en este trabajo; el
análisis de la línea media de los vectores de velocidad en el radio medio cuadrático2
proporciona la carga aerodinámica de la etapa, mientras que se utilizan correlaciones
empíricas para determinar las pérdidas y el rango operativo. Los supuestos más importantes de
este trabajo son: Etapas repetidas, sin variaciones en el radio, flujo subsónico y perfiles
clásicos de álabes (Series NACA 65 o Serie C Británica). El método propuesto no es
apropiado para etapas de compresores con una relación radial entre el álabe desarrollado y el
cubo (tip-hub ratio) mayor de 1,5, y con una distribución no uniforme de la carga con respecto
al radio, flujos de entrada con velocidades supercríticas o cualquier diseño que conlleve a
importantes variaciones de la incidencia con respecto al radio. El autor enfatiza la necesidad
de cuantificar el efecto de la incidencia sobre las pérdidas del perfil, especialmente el espesor
del perfil sobre la capa límite. También señala el peso que tienen en las pérdidas totales las
2 En inglés r.m.s. (root mean square)
40
pérdidas de perfil, las pérdidas por capa límite de las paredes del espacio anular y las pérdidas
por la holgura radial de la punta del álabe (casi ⅔ del total).
Se presentan cuatro casos de validación: 2 de la literatura abierta y 2 propios de la
compañía SULZER ESCHER WYSS. Algunos aspectos de especial interés para el diseño de
compresores axiales son señalados en este trabajo, por ejemplo uno de ellos fue: “Existe un
valor óptimo para el diseño del grado de reacción”. El autor señala que los resultados en
general fueron buenos, comprobándose como buenas aproximaciones las correlaciones de
Koch y Smith (1976) entre otros. Otro aspecto resaltante de este trabajo fue la clara
identificación de posibles campos de mejoramiento del modelo: modelos para pérdidas de
perfiles, métodos para el cálculo de las pérdidas por capa límite y las pérdidas por
desprendimiento de pared. Incluso hoy en día, libros de texto como Lewis (1996), soportan sus
desarrollos teóricos basados en este trabajo. En 1988, M.V. Casey y O. Hugentobler hicieron
un gran aporte a su trabajo, empleando la teoría de tubos de corriente para predecir la
distribución de flujo radial dentro de etapas repetidas. La introducción de datos es similar al
trabajo previamente descrito, exceptuando que la geometría de la etapa es definida para todo el
espacio anular. Los autores proclamaron que las tendencias de predicciones fueron buenas en
general, “siendo ligeramente mejores en el punto de máxima eficiencia que en el punto de
desprendimiento”.
La década de los noventa (1990) a pesar de la atención puesta a las técnicas de fluidos
dinámicos computacionales (en ingles CFD) para el diseño y análisis de desempeño de las
turbomáquinas, también fue rica en la producción de propuestas basadas en la metodología
unidimensional. Autores como D.C Miller, continuaron sus trabajos precedentes (D.C. Miller
and D.L. Wasdell (1987)), a fin de proponer mejoras asociadas a la selección de correlaciones
de pérdida, capaces de predecir el desempeño de compresores multietapa en un amplio rango
de relaciones de presión y número de etapas. Incluso investigadores reconocidos como J.D.
Denton (1993) y J.H. Horlock (1995), retoman el debate sobre nuevos aspectos de flujos
secundarios y mecanismos de pérdidas en las turbomáquinas.
Del trabajo de D.C. Miller (1987, 1991) trabajando para la compañía Rolls-Royce, se
puede señalar que este desarrolla un programa para la predicción de desempeño de
compresores axiales con una metodología totalmente británica. El algoritmo basado en el
41
análisis del radio medio, era capaz de predecir exitosamente el desempeño de cada cascada de
álabes, utilizando el método de predicción de pérdidas según la incidencia “óptima” de
operación. Aparte de la curva característica de operación, las líneas de bombeo y ahogamiento
también eran generadas. Esta propuesta identifica como principales componentes de la pérdida
total, a las pérdidas de perfil, pérdidas secundarias y pérdidas por choque. Un aporte
significativo de este trabajo fue la detección detallada de inconsistencias entre la data de
cascadas de álabes de distintas fuentes de información. El programa demostró su valor al
poder proponer un reajuste efectivo del ángulo de calado del rotor de la primera etapa de un
Turbojet de ocho etapas, sin la necesidad de utilidad un banco de pruebas para validación.
Años después (Wrigth y Miller (1991)), esta propuesta incorporaría exitosamente un método
efectivo para calcular el bloqueo de la región anular del compresor y evalúa dos métodos para
la predicción de bombeo. El procedimiento ofrecía la posibilidad de ampliar la fuente de
correlaciones empíricas originales e implantar un método bi-dimensional de marcha paralela.
Aunque sugiere la evaluación de otros criterios de estabilidad, el método proporciona una
buena idea del comportamiento de la línea de bombeo. Los resultados obtenidos fueron
calibrados con un trabajo de la literatura (Britsch et al.(1979))3, encontrándose una predicción
de eficiencias picos dentro de 1% de las medidas experimentalmente, mientras los flujos
másicos con 2% y los coeficientes de presión en bombeo en 3.5%.
J. H. Horlock (1995) por su parte, publica su visión del fenómeno de flujo en etapas
repetidas. Este autor conocido desde 1958 -principalmente por su reconocido libro de “Axial
Flow Compressors: Fluid Mechanics and Thermodynamics”- retoma en este trabajo el
fenómeno de flujo estable en las etapas repetidas de un compresor multi-etapa (en ingles: UFS
“ultimate steady flow”). Fundamentado en los logros de la década anterior, Horlock conjuga
data empírica del flujo secundario en la holgura radial, con datos de los efectos difusivos y
turbulentos en cada etapa. Concluye que en las etapas normales no solo se repite la velocidad
axial, sino también la distribución de los ángulos de salida del fluido a pesar de los fenómenos
3 Este trabajo considera los efectos del factor de difusión, relación de aspecto y solidez sobre la
eficiencia de rotores y etapas de compresión. El estudio esta basado en pruebas experimentales realizadas en las
etapas intermedias de 14 compresores subsónicos con una relación cubo-punta de alabe de 0.8 y una velocidad de
punta de alabe de 243.8 metros por segundo.
42
antes mencionados. Tal vez la conclusión más relevante de este trabajo, resida en que “las
vorticidades producidas en la holgura radial dominan el cambio en la distribución de los
ángulos de salida del fluido”. Horlock (2000) volvería a retomar el tema del comportamiento
de la etapas normales, pero en esta oportunidad desde la perspectiva del fenómeno del
bloqueo, producto de la capa límite por las paredes del espacio anular. En este artículo el autor
compara tres aproximaciones distintas al problema de cómo determinar el bloqueo: la primera,
se refiere a las correlaciones clásicas que consideran el espesor de desplazamiento de la capa
límite, según las propuestas de 1970 de J. L Smith . Una segunda, basadas en una propuesta de
1999 de Khalid et al.; donde se combinan las experiencias experimentales con las técnicas de
simulación DCF, para obtener una correlación que exprese el efecto de la holgura radial en el
fenómeno del bloqueo. La tercera y última, parte de una propuesta anterior del propio autor,
que utiliza los criterios para el calculo del bloqueo a partir de análisis del espesor de momento,
pero con modificaciones deducidas de la data obtenida de observaciones experimentales
actualizadas. El autor concluye, que a pesar de lo novedoso y riguroso de la segunda
propuesta, no alcanza responder tres situaciones básicas con respecto a la determinación del
bloqueo:
1. ¿Cómo se debe calcular el bloqueo en la entrada de una etapa bien adentrada en el
compresor?
2. ¿Cuándo es posible determinar el efecto de bloqueo por la holgura radial? y ¿cómo
se procede a incorporar su efecto con respecto al bloqueo producido en la entrada
de la etapa?
3. ¿Cómo se determina el coeficiente de presión modificado a través de la holgura
radial?
Horlock, cierra el artículo señalando que en líneas generales las correlaciones clásicas
arrojan aún importantes ideas del comportamiento físicos del problema en estudio, y que el
reto de los grandes aportes que se están obteniendo mediante las técnicas de simulación
computarizadas, es la obtener modelos y correlaciones más amplias que las obtenidas algunas
décadas atrás.
Entrando en el nuevo siglo el investigador A.B. McKenzie de la Universidad de Cranfield
en Inglaterra, continuo con sus trabajos iniciados más de cuarenta años atrás (ver McKenzie
43
(1980)) con respecto al diseño de compresores axiales. Su trabajo experimental en un
compresor axial de baja velocidad y 4 etapas es frecuentemente citado, pues publica minuciosa
data de los dos juegos de álabes C5 utilizados para los estatores y rotores experimentales bajo
21 configuraciones de prueba. El trabajo propone un método simple a partir de correlaciones
experimentales propias para la selección de una geometría óptima de un perfil. Se realizaron
comparaciones contra las curvas dadas en 1968 por Howell y Wallis, obteniendo resultados
que en general resultaron mayores que aquellos dados por las “Reglas de Carter”. Aunque en
las propias palabras del autor: “La observación más útil de los experimentos fue que, para un
valor fijo de calado la máxima eficiencia ocurre a un valor constante de coeficiente de flujo”.
Por otra parte, su publicación del año 2000 (ver Mc Kenzie (2000)) versa sobre una propuesta
teórica para el diseño de etapas donde se logre reducir la tendencia que tiene la eficiencia a
disminuir cuando el coeficiente de trabajo de diseño se intenta incrementar. Este trabajo toma
como bases del cálculo de las velocidades axiales los principios de equilibrio radial.
Precisamente siguiendo la pista de los trabajos de McKenzie, Horlock y Denton, se
pudieron determinar importantes trabajos en el modelado computacional de las turbinas de gas
y sus fenómenos operativos de bombeo y estrangulamiento. Destaca otra publicación de la
Universidad de Cranfield de los investigadores White, Tourlidakis y Elder[15], referida
precisamente a la metodología unidimensional y la selección de correlaciones experimentales.
El trabajo de White et al. (2001), se encuentra enmarcado dentro del desarrollo de una
técnica numérica para la predicción del fenómeno de bombeo; sin embargo, detectó la
necesidad de desarrollar una técnica numérica que también fuera capaz de predecir el
comportamiento general de un compresor axial multietapa tanto en las condiciones del punto
de diseño como fuera del mismo. Esto implicó la selección de un conjunto de correlaciones
disponibles en la literatura de acceso público y evaluar su capacidad de predicción para
distintos perfiles conocidos de cascadas de álabes. La experimentación consistió en comparar
los resultados obtenidos, contra los resultados experimentales de cuatro compresores axiales4
cuya data se encontraba disponible. Los resultados obtenidos se compararon con los
4 Un compresor dos etapas C135 (la misma data de Howell y Calvert), un compresor NACA de 8 etapas,
un compresor aeronáutico de 12 etapas, y finalmente un compresor industrial de 15 etapas.
44
calculados por el modelo de Howell y Calvert (1978) para los mismo compresores, a fin de
poder precisar diferencias importantes entre ambos modelos. Según los autores, la
metodología por ellos propuesta y reflejados en su programa computacional BLADESTACK;
en general se muestran satisfactorios para la predicción del desempeño. Los resultados de
parámetros tales como coeficiente de presión total, eficiencia y coeficiente de flujo o gasto a
distintas velocidades, en 3 de los 4 compresores evaluados fueron lo suficientemente (± 5%)
cercanas como para sostener la viabilidad del modelo. Las diferencias observables con
respecto a la predicción de la actuación del compresor restante, fueron precisadas como
efectos del conjunto de correlaciones seleccionadas, las cuales explícitamente no satisfacen la
consideración del rango de variables a la entrada (número de Mach) a las que este compresor
fue probado (de ahí la superioridad el método de Howell y Calvert (1978) para este caso en
específico). Menos afortunado fue la capacidad de predicción de bombeo del modelo
propuesto; sin embargo, la intención de ensamblar modularmente otro programa destinado a
este fin, aminora esta situación.
Consideración aparte merecen las investigaciones realizadas en el Extremo Oriente, cuyos
trabajos sostenidos en las dos últimas décadas, arrojan resultados en el área de diseño y
optimización de turbomáquinas axiales que abarcan desde las más recientes técnicas de CFD
hasta modificaciones a la metodología unidimensional. En primer lugar se debe mencionar el
trabajo de Cai Yuan-Hu et al.(1995); quienes desarrollan un método unidimensional para la
predicción de desempeño de un compresor axial dentro y fuera del punto de diseño, así como
la predicción de la curva de bombeo (surge). Este trabajo se fundamenta claramente a partir de
la estructura base del código NASA de Steinke (1982); sin embargo, añade exitosamente una
propuesta de origen ruso para la determinación de los valores de desprendimiento tanto en el
rotor como en la etapa. Para la predicción de la línea de bombeo, echa mano de métodos
numéricos de integración para fenómenos transientes (utiliza Runge-Kutta de cuarto orden), y
de la representación mediante volúmenes de control finito de los distintos componentes de un
compresor multi-etapa.
Por otra parte, el Profesor Lingen Chen de la Universidad de Ingeniería Naval de China,
posee una amplia bibliografía respecto a la metodología unidimensional. Para esta trabajo, se
evaluó en especifico Chen et al. (2004(a)) Donde de hecho se elabora una propuesta de diseño
para una etapa de un compresor axial para números de Mach sub-críticos fundamentados en el
45
trabajo de M.V Casey (1987). Este trabajo interpreta el proceso de diseño como un problema
matemático de programación no linear multi-objetivos, en la cual se busca minimizar las
pérdidas aerodinámicas y el peso de la etapa, mientras que se desea maximizar el rango para el
cual el compresor presenta desprendimiento, se puede formular un proceso de optimización a
partir del cual se desean obtener tres funciones objetivos (eficiencia de la etapa, Margen de
desprendimiento y peso de la etapa) a partir de 18 términos de restricciones y 46 inecuaciones
que consideran aspectos aerodinámicos y mecánicos para enmarcar la solución. Los resultados
obtenidos fueron comparados con los trabajos experimentales del profesor McKenzie (1980),
demostrando su validez. Este trabajo sería ampliado posteriormente (Chen et al.(2004(b))),
para con considerar todas las etapas de un compresor multi-etapas. Tomando la distribución de
velocidades axiales como constantes, se ajustan los ángulos de entrada y salida del rotor como
variables. Se obtienen resultados que en según los autores “son universales y pueden ser
extendidos al diseño optimizado de compresores multi-etapas”.
2000 – Al presente: Una metodología vigente
Resulta interesante señalar, que en el conjunto de referencias encontradas para el último
lustro que preceden este trabajo de tesis, aún se encuentran trabajos centrados en la
metodología unidimensional. Obsérvese por ejemplo el trabajo de grado presentado por
Lavainne J.(2003), en el Massachusetts Institute Of Technology (MIT). Lavainne, desarrolla
un análisis de sensibilidad del desempeño de una etapa de compresor axial, al variar sus
parámetros geométricos. Mediante métodos determinísticos y probabilísticos, compara los
resultados obtenidos por un modelo 3-D con respecto a uno 1-QD. El autor aspiraba
determinar cuales eran los parámetros geométricos que pudieran llevar a producir los
resultados más dispares entre ambos modos de resolución. Para el caso del modelo quasi
unidimensional, tomó las ya mencionadas propuestas de Koch & Smith (1976), y las introdujo
en un algoritmo previamente desarrollado en lenguaje FORTRAN77 denominado CREATE.
Al comparar con los resultados obtenidos con el programa NUMECA para el modelo 3-D, se
pudo observar que la gran debilidad del método unidimensional era la incapacidad de una
correcta predicción del comportamiento de la capa límite en el canal inter-álabe por la holgura
radial. La conclusión del trabajo, precisamente apuntaba a realizar un conjunto de
46
simulaciones que permitiera mediante técnicas probabilísticas, modificar las correlaciones
para este fin; e incluso acoplarlas al programa 3-D.
Finalmente, debe destacarse el trabajo de Léonard O.(2005, 2006). Es una propuesta quasi
unidimensional que predice a partir de los parámetros geométricos básicos del compresor, su
comportamiento tanto en estado permanente como en estado transiente. La herramienta
desarrollada (denominada QUADS), resuelve las ecuaciones de Euler mediante el método de
volúmenes finitos. Las ecuaciones incluyen términos para contabilizar los efectos de pérdidas
(tanto de perfil, como de pared y holgura radial), basados en las investigaciones clásicas de
Lieblien (1965), Koch & Smith (1976), Creveling & Carmody (1968) entre otros. El trabajo
incluye consideraciones del tipo “3D”, y en la publicación se muestran los resultados al
simular el comportamiento de dos compresores: uno de ocho etapas con perfiles del tipo C4 en
el estator y DCA en el rotor, y otro que considera las tres últimas etapas de un compresor
denominado PW3S1 con perfiles NACA 65. Al comparar los resultados obtenidos con la data
experimental, se pone de manifiesto la necesidad de incorporar factores de ajuste, tal como lo
han señalado otros autores en sus modelos, pues las correlaciones de la literatura abierta no
bastan para un total y correcta representación del fenómeno físico.
CAPITULO II
PLAN METODOLOGICO GENERAL
Para la consecución de los objetivos planteados en este trabajo de grado, se trazó un
esquema metodológico de investigación que puede resumirse en la figura 2.1.
Figura 2.1: Esquema de la Metodología Utilizada
Revisión de la Literatura: Consistió en dos fases: la primera centrada en la búsqueda,
adquisición y revisión de bibliografía concerniente al método unidimensional para el diseño de
compresores axiales. La segunda implicó analizar teorías, investigaciones y antecedentes que
permitieran alcanzar los siguientes objetivos:
• Compresión de los Modelos 1D y Q-1D disponibles en la literatura
• Definición de un Estado del Arte
• Visualización del Panorama de las Correlaciones Existentes y sus Limitaciones
• Obtención de Data Experimental
Propuesta del Modelo Numérico
Validación del Modelo
Desarrollo del Algoritmo
Computacional
Revisión de la Literatura
48
Con esta fase se logró la primera etapa de la construcción del marco teórico, el cual estaba
destinado a orientar a cómo habría de realizarse el estudio propuesto, y proveer un marco de
referencia para interpretar los resultados del estudio (Sampieri et al. (2003)).
Se consultó a expertos y centros de investigaciones nacionales e internacionales para
obtener la información antes mencionada. En total se logró la recolección de 72 artículos
técnicos relacionados con este tema de investigación. Destacando la colaboración de las
siguientes personas e instituciones:
• Dr. Michael Casey, Universidad de Stuttgart (Alemania)
• Dr. Nicholas Baines, Concepts ETI, Inc. (Estados Unidos)
• Msc. Ing. Nucio Collito, General Electric (Italia)
• Dr. Herwat Hönen, Instituto AACHEN (Alemania)
• Msc. Ing. Jhonny Mendoza, Ecole Nationale Supérieure D’Arts et
Métiers (Francia)
• Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), (Venezuela)
• Biblioteca Central de la Universidad Central de Venezuela
• Biblioteca Central de la Universidad Simón Bolívar
Los resultados de esta fase, se ven plasmados en el precedente Capítulo I.
Propuesta del Modelo Numérico: A partir de la revisión bibliográfica, se adoptó una
perspectiva de referencia para el análisis de una etapa de compresor axial. Lo que constituye la
segunda etapa del desarrollo del marco teórico (Sampieri et al. (2003)). Adicionalmente en
esta fase se detectaron, definieron y evaluaron las variables físicas y experimentales
involucradas en el proceso de análisis de desempeño de coronas álabes para una etapa de un
compresor axial sub-sónico.
Como se explicará en detalle en el Capítulo III: “Metodología de Cálculo para el Análisis
Unidimensional de una Etapa de un Compresor Axial”, se seleccionó como modelo de
referencia una estrategia de análisis que permitiera acoplar distintas correlaciones
49
experimentales destinadas a predecir el fenómeno físico en estudio. Sin embargo, esta
selección obedeció a un conjunto de criterios técnicos específicos a señalar a continuación.
A partir de artículos de revisión del estado del arte, como los de Glassman (1995), White et
al (2001) y Molinari (2006); que ofrecen un resumen de las distintas opciones para diseñar o
analizar el desempeño de una etapa de un compresor axial. Se generó una lista de opciones
posibles de desarrollo para modelos numéricos. Estas opciones potenciales, después de ser
estudiadas cuidadosamente, tenían que ser filtradas y reducidas a opciones realmente capaces
de ser traducidas en un algoritmo computacional. Las características para tal distinción fueron:
• Disponibilidad del Artículo Técnico y de los Artículos Técnicos Relacionados
(criterio del 70% de referencias relativas disponibles)
• Disponibilidad de una Muestra Experimental para la validación de la opción en
caso de ser desarrollada
• Reconocimiento de la Comunidad Científica a la Opción Evaluada (Número de
Citas, Relación con trabajos precedentes y posteriores, Críticas conocidas de datos y
fuente)
• Objetivo y capacidades reales de la opción evaluada (¿diseño y/o análisis de
compresores axiales?, ¿compresores sub-sónicos o trans-sónicos?, ¿una sola etapa o
compresores multi-etapas?, ¿equilibrio radial?, ¿definición de las coordenadas del
álabe?, entre otros)
• Posibilidades de consulta directa o indirecta con respecto a la opción evaluada
• Nivel de complejidad en el desarrollo de un algoritmo computacional asociado
a la opción evaluada
Utilizando estas características como guía, y aplicando herramientas de toma de decisiones
(De Bono (1986)), se seleccionó la opción del Profesor Michael Casey (1987) como modelo
referencia para el desarrollo de metodologías unidimensionales, ver figura 2.2.
Por su parte, la opción de White et al (2001) será utilizada como una perspectiva de
referencia para el análisis de las correlaciones alternativas en la estimación de desempeño de
50
una etapa de un compresor axial. En el Capítulo IV: “Metodología de Cálculo y Comparación
de Correlaciones Alternativas” se discutirá este aspecto con mayor detalle.
Figura 2.2: Esquema de Selección progresiva de la Metodología de Referencia
En un principio, para la elaboración de las variables del marco teórico (Tamayo (1987)) ó
forma en que se visualizarían los resultados procesados, se recurrió a la bibliografía de diseño
y análisis de turbomáquinas. Sin embargo, según la experiencia de Gallimore (1999), los
resultados mínimos esperados deberían ser: Coeficiente de Carga, Coeficiente de Presión,
Eficiencia, Coeficiente de Pérdidas, Relación de Presiones Totales y/o Relaciones de
Temperaturas Totales. En general, parámetros adimensionales, con capacidad de ser
relacionados de manera gráfica.
Desarrollo del Algoritmo Computacional: Una vez seleccionado tanto la estrategia para
el análisis de desempeño, como las categorías de correlaciones a ser evaluadas. Se procedió a
desarrollar un algoritmo computacional con las siguientes características:
51
• Fácil de escribir y depurar (ejecutar, probar y poner a punto).
• Fácil de mantener y modificar. En el que se pudieran realizar pruebas parciales de
cada fase, función y subrutina.
• Que permitiera el uso repetitivo de las subrutinas y funciones en distintas partes del
mismo algoritmo, e incluso de futuros algoritmos.
Según Joyanes (1992), todas estas características se logran mediante la programación
modular. “Un método de diseño que tiende a dividir el problema, de forma lógica, en partes
perfectamente diferenciadas que pudieran ser analizadas, programadas y puestas a punto
independientemente”.
Dentro del contexto general de la metodología, este programa permitiría el procesamiento
de los datos recolectados para la validación de los modelos y las correlaciones. Sin embargo,
como fue señalado en la justificación de este trabajo de grado: a largo plazo este programa
podría ser utilizado en conjunto con técnicas de dinámica de fluidos computacional, para en un
futuro poder predecir el comportamiento y desempeño de compresores axiales multi-etapas de
servicio industrial en Venezuela. De manera que la selección del lenguaje de programación
buscó satisfacer las siguientes particularidades:
• Lenguaje de alto nivel con trayectoria reconocida en el desarrollo de programas
computacionales en ingeniería.
• Disponibilidad de Licencia para la mayor cantidad de usuarios posibles.
• Posibilidad de un desarrollo de interfaces amigables para la interacción entre el
usuario y el método propio de cálculo.
• Posibilidad de instalación en computadores de baja capacidad de procesamiento,
similares a las disponibles en las áreas operacionales del sector industrial.
• Amplia Disponibilidad de Guías y Manuales de Consulta del Lenguaje.
Por tal motivo se seleccionó el paquete Visual Basic para Aplicaciones versión 4 (VBA®)
de la compañía Microsoft™. Este paquete viene incluido como soporte de la aplicación
EXCEL® (versión 2003) de la misma compañía, una hoja de cálculo muy utilizada en el
mercado venezolano. Esta selección tiene como una de sus principales ventajas, que el usuario
52
interactúa básicamente con la misma hoja de cálculo, y mediante “BOTONES DE
EJECUCION”, el algoritmo captura los datos introducidos, ejecuta el procedimiento de
cálculo y arroja los resultados en las celdas destinadas para ello (lógicamente estos valores
numéricos pueden ser mostrados de manera gráfica).
Las diferencias entre VBA y Visual Basic 6 son mínimas, por lo que las estructuras de
control y los métodos de programación son válidos para ambos casos. El programa fue
desarrollado en una computadora de escritorio marca DELL™ con procesador INTEL®
Pentium 4 con 512 MGB de memoria RAM. El tiempo de procesamiento no supera en
ninguno de los casos los 10 seg, y se puede ejecutar en la modalidad de actividades
compartidas.
La bibliografía consultada para la programación del algoritmo fue: Jacobson (1997),
Joyanes y Muños (1999), Vaquero y Quiroz (1998), García de Jalón (1999).
Validación del Modelo: Puesto que la universidad no cuenta con bancos de pruebas para
coronas de álabes de compresores axiales, la fase experimental de esta investigación, se realizó
de manera indirecta al utilizar datos experimentales de pruebas reales en etapas y compresores
axiales publicados en la literatura existente. Los resultados teóricos calculados con la
propuesta actual, fueron comparados y analizados con los resultados experimentales conocidos
para esas configuraciones.
Lamentablemente una de las desventajas de este tipo de comparaciones, es que en muchas
oportunidades no todos los detalles de la configuración son conocidos (detalles de la
geometría de la etapa y algunos parámetros aerodinámicos), y lo que es peor aún: también los
parámetros físicos de evaluación, se pueden encontrar mal o dispersamente registrados. Las
muestras recolectadas para comparación, se encuentran especificadas en el Anexo A.
CAPITULO III
METODOLOGÍA DE CÁLCULO PARA EL ANALISIS UNIDIMENSIONAL DE UNA ETAPA DE UN COMPRESOR AXIAL
Seleccionada la estrategia de análisis unidimensional para una etapa de un compresor axial,
se procedió a desarrollar un algoritmo que permitiera estimar los parámetros asociados al
desempeño fluidodinámico de la misma. Como lo indica la figura 3.1, el proceso de
interpretación del método unidimensional para su posterior implementación como algoritmo,
se fundamenta en la satisfacción de las tradicionales preguntas: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Para
qué? ¿Por qué? ¿Quién?
Figura 3.1: Esquema de la Interpretación del Método Unidimensional para el Desarrollo de un Algoritmo
Satisfechas estas interrogantes, se procede a la estructuración y prueba de los módulos que
integrarían este algoritmo. A continuación, se explicará de forma detallada la estrategia
planteada por M.V.Casey (1987), y como fue interpretada e implementada para este trabajo de
grado.
54
Método Unidimensional del Profesor Michael Casey
En 1987 el Profesor Michael Casey publicó una propuesta basada en el método de la línea
media, que pretendía demostrar que un método 1D es suficientemente preciso para predecir en
general, el desempeño de una etapa repetida de un compresor axial mediante la utilización de
correlaciones empíricas con sólido fundamento teórico. El resultado fue un método
“relativamente simple”, basado en las siguientes premisas:
• Una Sola Etapa de un compresor Multietapa
• Flujo Unidimensional: calculado en el radio cuadrático medio
• Etapa Repetida o Normal
• Equilibrio Radial
• Poca variación de la altura del espacio anular (conicidad < 5°)
• Flujo Subsónico y con baja relación de presión (π < 1.2)
• Familias clásicas de perfiles con líneas medias de arco circular (NACA 65 y series C)
Los requerimientos de información son 17 parámetros geométricos independientes (Dh, h,
Ra, cr, cs, tr, tc, δzr, δzs, εr, εs, σr ,σs, α’1, α’2, β’1 y β’2) y 3 aerodinámicos (el coeficiente
isentrópico, el número de Reynolds, el número de Mach –estos dos últimos basados en el radio
y velocidad del cubo-). El estudio para el análisis de una etapa con este método muestra la
influencia de los triángulos de velocidad sobre la eficiencia y el rango de operación. Como
resultados se obtienen gráficos (diagramas tipo “concha”) de la eficiencia (η), coeficiente de
trabajo (ψ) y el coeficiente de presión (∆P) en función del coeficiente de flujo (Φ). Parámetros
de gran interés para la operación segura y confiable de estos equipos.
El coeficiente de flujo (Φ) se calcula en el punto de desprendimiento por incidencia
positiva (stall point), en el punto de máxima eficiencia (η=ηMAX) y en el punto de ahogamiento
o desprendimiento por incidencia negativa (choke point), para luego calcular el desempeño y
los efectos de bloqueo de la etapa entre los dos puntos de desprendimiento. Sin embargo, en el
artículo citado el autor no específico como determinar estos valores, por lo tanto este aspecto
será discutido en otro apartado de este mismo capítulo. Una vez determinados estos valores
55
extremos de referencia, se estiman los coeficientes de flujo que conforman la curva
característica (figura 3.2), y para cada uno de ellos se calculan los triángulos de velocidades en
el radio cuadrático medio.
0,30
0,35
0,40
0,45
0,50
0,55
0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60 0,65
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Stall
Choke
Eficiencia Máxima
Figura 3.2: Esquema para la determinación de los puntos operativos de la etapa propuesto por M.V. Casey (1987)
Para determinar el triángulo de velocidad de cada punto operativo, se propone utilizar una
estimación iterativa de los ángulos de flujo de la etapa, utilizando como insumo los ángulos de
entrada y salida de los álabes, la incidencia y la desviación de referencia teórica para los datos
geométricos de la etapa, y finalmente la variación que pudiera tener la desviación para
coeficientes de flujo fuera del punto de diseño.
Antes de exponer el mecanismo utilizado para la determinación de los triángulos de
velocidad. Obsérvese la figura 3.3, que resume una nomenclatura simplificada del autor:
donde el subíndice 1 representa salida en el estator y entrada en el rotor, y el subíndice 2
representa entrada en el estator y salida del rotor.
56
Figura 3.3: Triángulo de Velocidades para una Etapa de un Compresor Axial según nomenclatura M.V. Casey (1987)
El conjunto de ecuaciones propuesto para la determinación del triángulo de velocidades
para cada coeficiente de flujo es el siguiente:
( )
( )
*1 1
*2 2
1 1
2 2
*1 1
*2 2
1
1
s
r
pro
pro
r
s
r refr r refrrefr
s refs s refsrefs
arctg tg
arctg tg
i
id i idi
d i idi
α α δ
β β δ
β αφ
α βφ
β β
α αδδ δ
δδ δ
= −
= −
⎛ ⎞= −⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ ⎠⎛ ⎞
= −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠
= −
= −
⎛ ⎞= + −⎜ ⎟⎝ ⎠
⎛ ⎞= + −⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.1)
Estas ecuaciones son resueltas de modo iterativo, a partir de la desviación de referencia del
estator y del rotor, hasta que las incidencias de ambos elementos convergen a una diferencia
menor de 0.01° entre su valor actual y su valor previo. Obtenida la convergencia, se cuenta
con un valor numérico de los ángulos de flujo, con los cuales se pueden determinar:
57
velocidades absolutas y relativas, el coeficiente de carga y grado de reacción según las
ecuaciones de triángulos de velocidades clásicas para etapas normales.
Interpretación y Discusión de las Ecuaciones 3.1
La estrategia utilizada por M.V. Casey (1987) se fundamenta en utilizar las correlaciones
desarrolladas por la NACA-NASA (Johnsen y Bullock (1965)) y por la NGTE (Hawthorme
(1964)), como mecanismos para determinar los ángulos de flujo asociados a cada coeficiente
de flujo evaluado. El primer componente del conjunto 3.1:
*1 1
*2 2
s
r
α α δ
β β δ
= −
= − (3.1.1)
Corresponden a la definición clásica de ángulo de desviación. El segundo componente:
1 1
2 2
1
1
pro
pro
arctg tg
arctg tg
β αφ
α βφ
⎛ ⎞= −⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ ⎠⎛ ⎞
= −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.1.2)
Es una simple manipulación del hecho que en una etapa normal:
xpro
CU
φ =
Donde
1 1 1 1y y x xU C W C tg C tgα β= + = +
Luego
( )1 1 1 1
1xpro
x
CC tg tg tg tg
φα β α β
= =+ +
El tercer componente corresponde la definición de incidencia
*1 1
*2 2
r
s
i
i
β β
α α
= −
= − (3.1.3)
58
Es el cuarto componente el que entraña la introducción de las correlaciones para
desviaciones fuera del punto de diseño, y por ende las de incidencia y desviación de
referencia.
( )
( )
r refr r refrrefr
s refs s refsrefs
d i idi
d i idi
δδ δ
δδ δ
⎛ ⎞= + −⎜ ⎟⎝ ⎠
⎛ ⎞= + −⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.1.4)
Correlaciones Asociadas
La expresión
( )ref refref
d i idiδδ δ ⎛ ⎞= + −⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.2)
Es una correlación desarrollada por Lieblein (1960) para la determinación del ángulo de
desviación fuera del punto de diseño. M.V. Casey (1987) sin embargo, no es fiel a la
correlación utilizada por Lieblien (1960) para determinar el ángulo de desviación en mínimas
pérdidas, y utiliza la desviación de referencia propuesta en 1946 por A.D.S Carter.
refmθδσ
= (3.3)
El valor “m “ (la pendiente de la variación de la desviación con respecto a la curvatura (θ))
es calculado a partir del ángulo de calado (ξ) según la propuesta de 1970 de Davis.
( ) ( )4 5 20.216 9.72 10 2.38 10m x xξ ξ− −= + + (3.4)
Para la determinación del parámetro: ( )refd diδ variación del ángulo de desviación con
respecto a la incidencia de referencia, se mantuvo la propuesta de Lieblein (1960) (aunque
Casey originalmente sugiere una expresión analítica de Crouse (1974)). La correlación se
aprecia en la figura 3.4 (en el Anexo B se ejemplifica la forma de cálculo de todas las
correlaciones utilizadas en este trabajo de grado) , y es una función de los parámetros solidez y
ángulo de entrada flujo. Lieblein (1960) señalaba que estos resultados mostraban una buena
aproximación con respecto a la teoría, y puesto que se refieren principalmente es al efecto de
59
la guía del fluido dentro del canal de la cascada, podían ser utilizados para otro tipo de perfiles
distintos a los NACA 65 con una buena expectativa.
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4 1,6 1,8
Solidez
Pend
ient
e de
l Ang
ulo
de D
esvi
ació
n co
n re
spec
to a
la In
cide
ncia
de
Ref
eren
cia
0° 30° 40° 50° 60° 70°Ángulo de Entrada
Figura 3.4: Pendiente del ángulo de desviación (dδ/di) con respecto a la incidencia de referencia, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor relativo. Los datos son con un ángulo de entrada β1 fijo.
El valor de incidencia de referencia refi , es calculado a partir de los trabajos de Lieblein
(1960), mediante una correlación originalmente determinada para cascadas de álabes de la
serie NACA 65 de una relación de 10% espesor – cuerda.
ref oi i nθ= + (3.5)
Donde io es el ángulo de incidencia para un ángulo de curvatura (θ) igual a cero y n es la
pendiente de la variación del ángulo de incidencia con la curvatura ( ) /oi i θ− .
Sin embargo, M.V Casey (1987) añade un factor de corrección sugerido por el propio
Lieblein (1960), acusando el hecho de que las mediciones para la determinación de (3.5)
fueron realizadas para un ángulo de entrada de fluido constante, mientras los cálculos
realizados en el procedimiento 1D propuesto se efectuarán a partir de un ángulo de calado (ξ)
constante. Así la ecuación (3.5) queda como:
60
1ref oi i nθ= + − (3.6)
Tanto ( )0i como n, son calculados mediante correlaciones expresadas de manera gráfica.
Ambas variables son funcionalmente dependientes del ángulo de flujo de entrada (α2 o β1
según el caso) y la solidez (σ); corregidas por los efectos de espesor y distribución del espesor
del perfil del álabe.
En un principio la incidencia, para un ángulo de curvatura (θ) igual a cero ( )0i , se
determinó para perfiles NACA 65 con una tasa de 10% de espesor relativo (denotado a partir
de este momento como ( )0 10i ), y los efectos del espesor máximo y la distribución de espesor
se contabilizaban mediante factores de corrección, según la ecuación:
( ) ( ) ( )10o osh ti Ki Ki i= (3.7)
Donde:
(Ki)t Representa un factor de corrección para cualquier espesor de álabe distinto a
10% espesor relativo
(Ki)sh Representa un factor de corrección para cualquier distribución de espesor
distintas a la de un perfil NACA 65
Lo que reduce la determinación de ( )0i , como el cálculo de ( )0 10i . La correlación para este
parámetro se aprecia en la figura 3.5. Según Lieblein (1960), esta gráfica muestra una
variación consistente de io para la data experimental recabada, la cual originalmente cubría un
rango de ángulos de entrada entre 30° y 70°, y de solideces comprendidas entre 0.5 y 1.5; sin
embargo fueron extrapolados para ampliar la base de casos posibles.
El factor de corrección de forma (Ki)sh toma un valor de 1.1 para perfiles C, de 0.7 para
perfiles DCA y se mantiene en 1 para perfiles NACA 65. Por su parte la corrección por
espesor, factor (Ki)t, se obtiene a partir de la figura 3.6.
Nótese que la decisión de M.V. Casey (1987) de no utilizar la correlación de
refδ propuesta por Lieblein (1960), implica no efectuar el mismo tipo de correcciones
señaladas para la incidencia a curvatura cero ( )0i .
61
0
2
4
6
8
10
12
0 10 20 30 40 50 60 70
Ángulo de Entrada (°)
Inci
dend
ia a
Cer
o C
urva
tura
Solidez 0.4 Solidez 0.6 Solidez 0.8 Solidez 1 Solidez 1.2Solidez 1.4 Solidez 1.6 Solidez 1.8 Solidez 2.0
Figura 3.5: Incidencia de Referencia para un Ángulo de Curvatura de 0°, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor relativo.
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12
Máximo Espesor Relativo (t/c)
Fact
or d
e C
orre
cció
n (K
i)t
Figura 3.6: Factor de Corrección para la Incidencia de Referencia para un Ángulo de Curvatura de 0°, según la máximo espesor relativo.
Por su parte la determinación de la pendiente de la variación del ángulo de incidencia con
la curvatura (n), se realiza a partir de la correlación obtenida de la Figura 3.7 (Lieblein
(1960)).
62
-0,50
-0,45
-0,40
-0,35
-0,30
-0,25
-0,20
-0,15
-0,10
-0,05
0,000 10 20 30 40 50 60 70
Ángulo de Entrada (°)
Pend
ient
e de
la V
aria
ción
de
la In
cide
ncia
Solidez 0.4 Solidez 0.6 Solidez 0.8 Solidez 1.0 Solidez 1.2Solidez 1.4 Solidez 1.6 Solidez 1.8 Solidez 2.0
Figura 3.7: Pendiente de la variación del ángulo de incidencia de referencia con la curvatura, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor relativo.
Para esta figura, Lieblein (1960) realizó un ajuste arbitrario pero conveniente hacia los
ángulos de entrada tendientes a 0°. De hecho, señala que no es crítico determinar este valor
“n” cuando β1 = 0° (a fin de precisar el valor del ángulo de incidencia de referencia), pues
para este caso (que suele ser el caso de álabes guías de entrada al compresor o toberas de
turbinas), el rango de pérdidas es tan grande que debe ser determinado por otro método.
Para las figuras 3.5 y 3.7, el autor sugiere no extrapolar para condiciones fuera de las
previstas para el ángulo de entrada, pues aunque no desaparecen las pendientes para β1 < 0°,
no es recomendable predecir algún comportamiento para estas situaciones. Es importante
señalar, que en los factores de corrección de la incidencia de referencia señalados por Lieblein
(1960), no se incluyen los efectos correspondientes por el Número de Mach y el tipo de Borde
de Ataque del Perfil. Esto se debe a que la formulación original del autor, consideraba que las
correlaciones eran válidas para un régimen subsónico con Número de Mach menor a 0.8
(Ma<0.8). Además que la data para el momento no era suficiente para arrojar conclusiones
sobre cuan filoso o agudo debería ser el borde de ataque de un perfil para ser afectado en el
régimen de pérdidas por el número de Mach. En el método propuesto por Casey, estos efectos
63
son contabilizados directamente en las pérdidas de perfil, y en la estimación del rango de
operación del ángulo de entrada de la cascada, como se enunciará más adelante.
La interpretación del conjunto de ecuaciones agrupadas bajo el número (3.1) –incluyendo
las correlaciones asociadas-, fue plasmada en el módulo TRIANG del presente trabajo y se
refleja en el flujograma de la figura 3.8. El resultado de dicho módulo para cada coeficiente de
corriente libre ( proφ ) son los ángulos de flujo, las incidencias y desviaciones para el rotor y el
estator analizados. Con estos valores se pueden calcular los componentes del triángulo de
velocidades en el radio medio cuadrático (Rm).
Velocidades Relativas
11
22
cos
cos
x
x
CW
CW
β
β
=
= (3.8)
Velocidades Absolutas
11
22
cos
cos
x
x
CC
CC
α
α
=
= (3.9)
Componentes Tangenciales de las Velocidades Relativas y Absolutas
( )( )( )( )
2 2
1 1
2 2
1 1
u x
u x
u x
u x
C C tg
C C tg
W C tg
W C tg
α
α
β
β
=
=
=
=
(3.10)
64
Figura 3.8: Esquema del Modulo TRIANG, que interpreta conjunto de ecuaciones (3.1)
Con estos ángulos de flujo, también se pueden determinar: el grado de reacción (Λ )y el
coeficiente de carga de corriente libre ( proψ ).
65
( )2 2
1 2
2 12 y y
W WU C C
−Λ =
− (3.11)
( ) ( )( )2 11pro tg tgψ φ β α= − + (3.12)
Es importante resaltar que la selección del Radio Medio Cuadrático (Rm) por parte de
Casey (1987), se sustenta en los trabajos previos de 1971 de Dzung y de 1961 de Whitehead
and Beavers, en los cuales se señala que este parámetro divide el área anular de flujo del
compresor en dos áreas anulares iguales, y representa un radio para un flujo másico promedio
de flujo uniforme. Adicionalmente, este radio es suficientemente independiente para las
variaciones del perfil de velocidades axiales con respecto al desarrollo radial del álabe. Su
cálculo se realiza mediante:
2 2
2p c
m
r rR
⎛ ⎞+= ⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.13)
Donde:
rp Radio de la punta del álabe del rotor(en m)
rc Radio del cubo del rotor (en m)
La determinación de la velocidad tangencial de giro del rotor, también se efectúa en este
radio, y se calcula mediante:
a mU Rω= (3.14)
Donde
260a Nπω ⎛ ⎞= ⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.15)
N es la velocidad de giro del rotor en r.p.m.
La ecuación (3.12), es una determinación del coeficiente de carga de corriente libre sin
considerar los efectos de pérdidas en la etapa y por tanto de la eficiencia real de etapa.
66
Determinación de la Eficiencia
Según los principios de Euler, el incremento de presión en una etapa de un compresor axial
se determina como:
( )03 011 2u u
P P U W Wρ−
= − (3.16)
O lo que es lo mismo en un caso ideal ( )03 01 2 1u uP P P U C CρΔ = − = − . Si se desea corregir
por los efectos reales del fluido, se incorporaría la eficiencia global de la etapa, modificando la
ecuación (3.16) como
uP U Cηρ
Δ = Δ (3.17)
Así la ecuación (3.12) debe replantearse como:
( )2 1u upro
C CU
ηψ ηψ
−= = (3.18)
La determinación de la eficiencia global pasa por dos etapas, la primera es la
determinación de la eficiencia de la corriente libre (ηpro) según una estructura de pérdidas.
( )2 2
1 2
2 1
12
r spro
u u
W CU C Cω ωη
⎡ ⎤−= − ⎢ ⎥−⎣ ⎦
(3.19)
La segunda consiste en la corrección de esta eficiencia por efectos de pared y de holguras
radiales y axiales
*21
21pro
h
h
δ
η ητ
⎡ ⎤⎛ ⎞−⎢ ⎥⎜ ⎟⎝ ⎠⎢ ⎥=
⎢ ⎥⎛ ⎞− ⎜ ⎟⎢ ⎥⎝ ⎠⎢ ⎥⎣ ⎦
(3.20)
Para la determinación de las ecuaciones (3.19) y (3.20) se debe estudiar en detalle la
estructura de pérdidas seleccionada por el autor, y a partir de ellas desarrollar las correlaciones
pertinentes para su implementación en un algoritmo.
67
Estructura de Pérdidas
Como se mencionó en el apartado anterior, la propuesta de M.V. Casey (1987)
descompone de las pérdidas totales en la etapa en dos componentes: uno en las pérdidas de
perfil y otro en las pérdidas anulares integradas a las pérdidas por holguras radiales y axiales.
La determinación de las pérdidas del perfil (ω) tanto en el rotor como en el estator, se
fundamenta en la propuesta clásica bidimensional de Lieblein (1959), con modificaciones a fin
de poder considerar: los efectos del número de Reynolds (Koch y Smith (1976)), los efectos
del acabado superficial de los álabes (Koch y Smith (1976) y Mills y Xu Hang (1981)), la
incidencia (Jansen y Moffatt (1967)) y el número de Mach (Jansen y Moffatt (1967)). Así las
pérdidas presión en los perfiles de la etapa son determinados según la siguiente propuesta:
Rei
i i iinc Ma
ω ω ωω ωω ω ω⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞
= ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠
(3.21)
Donde:
iω Es el coeficiente de pérdida de presión en el perfil, calculado con fluido incompresible, en el Rm y actuando a incidencia de referencia (iref)
Rei
ωω⎛ ⎞⎜ ⎟⎝ ⎠
Es un factor de corrección a fin de incluir los efectos del número de Reynolds y el acabado superficial de los álabes
i inc
ωω⎛ ⎞⎜ ⎟⎝ ⎠
Factor de corrección para incidencias distintas a la óptima.
i Ma
ωω⎛ ⎞⎜ ⎟⎝ ⎠
Factor de corrección asociado al número de Mach (efectos compresibles)
Los trabajos de Lieblein (1959) con respecto a las pérdidas y desprendimiento en una
cascada bidimensional de compresor axial, propusieron que una forma de estimar las pérdidas
de presión en un perfil, podía venir asociada a la determinación del espesor de la cantidad de
movimiento de la estela justo aguas abajo del perfil (θ2). Si este valor era alto, podría
deducirse incluso que el perfil ha entrado en desprendimiento, pues habría engrosado mucho la
capa límite del lado de succión del perfil (extrados). Lieblein (1959) también encontró que con
68
cascadas de perfiles NACA 65 en arco de círculo, con 10% de espesor y actuando a incidencia
de referencia, aparecía una buena correlación (3.22) del espesor de momento (θ2) con una
relación de difusión (D) dada por el cociente entre la velocidad máxima alcanzada en la
superficie del extradós y la velocidad media de salida.
( )2 0.004
1 1.17 lnc Dθ
=−
(3.22)
M.V.Casey (1987), parte de esta postulación para estimar el coeficiente de pérdida en el
perfil (ωi); sin embargo utiliza los resultados obtenidos por J. Starke (1981) para ajustar la
sobre estimación del espesor de momento originalmente incurrida por Lieblein en 1959.
( )2 0.0045
1 0.95lnc Dθ
=−
(3.23)
M.V.Casey (1987) al igual que Lieblein (1959), propone utilizar la relación de difusión
equivalente (Deq) en vez de la relación de difusión (D), pues la primera se puede obtener
mediante el uso de una expresión lineal que incluya un valor aproximado de la circulación
alrededor del perfil, como:
( )2
2 12 1
1
cos cos1.12 0.61coseqD tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(3.24)
Obsérvese que a diferencia del trabajo de Lieblein (1959) se considera la diferencia
( )2 1tg tgβ β− en vez de ( )1 2tg tgβ β− , situación que hace suponer que Casey (1987) añade el
valor absoluto en el término que tiene en cuenta la deflexión para tener en cuenta que los
ángulos pueden ser negativos (Lecuona (2000)). Finalmente el cálculo del coeficiente de
pérdida en el perfil (ωi) se realiza mediante la expresión:
2
2 1
2 2
cos2cos cosi c
θ βσωβ β
⎛ ⎞⎛ ⎞⎛ ⎞= ⎜ ⎟⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠⎝ ⎠
(3.25)
Las Ecuaciones (3.23), (3.24) y (3.25) se utilizan tanto para el rotor como para el estator,
solo que se modifican los ángulos relativos al perfil y la solidez según el caso.
69
Factor de Corrección por Número de Reynolds y Acabado Superficial
Las ecuaciones (3.23), (3.24) y (3.25) fueron determinadas originalmente para un Reynolds
Crítico (Recr) de 2.5x105 y un Coeficiente de Arrastre Crítico (CDcr) de 0.006. El factor de
corrección utilizado por Casey (1987) considera tanto el desarrollo viscoso del flujo
(condición laminar o turbulenta), así como el efecto del acabado superficial del álabe. Para los
efectos del tipo de flujo, Casey se refiere al trabajo de Koch y Smith (1976) y propone que:
Re
ReRe
n
D
Dcr cr
CC
⎛ ⎞ ⎛ ⎞=⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠ (3.26)
Donde el valor de “n” se escoge dependiendo de si la condición de flujo sea laminar o
turbulento, así:
0.5 Re Re0.166 Re Re
cr
cr
n sin si= − ≤= − >
(3.26.a)
El número de Reynolds cordal se calcula en el radio medio cuadrático según (1.15)
1Re cWρμ
= para el rotor, y 2Re cCρμ
= para el estator
Donde, para este trabajo de grado se decidió determinar la viscosidad dinámica del gas (N
s/m2), mediante la siguiente correlación sugerida por Walsh y Fletcher (1999):
1.561.015 10
120Ts
Tsμ − ⎡ ⎤= × ⎢ ⎥+⎣ ⎦
(3.27)
Mientras que la densidad se determina también para su condición estática:
PsRTs
ρ = (3.28)
Casey, al considerar el efecto del acabado superficial del álabe propone la correlación de
1981 de Mills y Xu Hang para una superficie metálica rugosa:
2.57
2.635 0.618ln s
D
Dcr DcrRo
kcC
C C
−⎛ ⎞⎛ ⎞− ⎜ ⎟⎜ ⎟⎛ ⎞ ⎝ ⎠⎝ ⎠=⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.29)
70
Donde, ks es un factor que toma en cuenta el promedio de la rugosidad el álabe en su línea
media. Se determina mediante una propuesta de Koch y Smith (1976):
6.2sk Ra= (3.30)
Casey (1987) no proporciona valores para la rugosidad promedio del álabe en su línea
media (Ra), se precisaron los trabajos de Koch y Smith (1976) y Walsh y Flecther (1999) para
obtener un rango de referencia indicado en la Tabla 3.1 mostrada a continuación. En general
no se encontró una referencia específica para que valor tomar en cada caso, y no es un valor
que se publica habitualmente en la literatura, por tanto, en la presente interpretación se
asumieron valores intermedios de acabado superficial para las muestras de compresores a
analizar.
Tabla 3.1: Valores de Acabado Superficial del Álabe
Tipo de Acabado Ra (10-3) [mm]
Superficie de Precisión Baja 2 a 3
Pulitura Típica 0.75 a 1
Altamente Pulido 0.25 a 0.5
Casey combina ambas correcciones para escoger el mayor valor, de modo que el factor de
corrección por Reynolds y acabado superficial se determina como:
Re Re Re R
Re R Re R
D D D
i Dcr Dcr Dcr o
D D D
i Dcr Dcr Dcro o
C C CsiC C C
C C CsiC C C
ωω
ωω
⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= >⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠
⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= <⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠
(3.31)
Factor de corrección por incidencia fuera del punto de diseño
El factor de corrección por incidencia fuera del punto de diseño, se fundamenta en el
trabajo de Jansen y Moffat (1967). Este trabajo propuso que la corrección de pérdidas para
puntos fuera del punto de diseño (off design) asumía una función parabólica con respecto a un
71
factor que cuantificara la lejanía o cercanía del ángulo de incidencia con respecto al valor del
ángulo de desprendimiento por incidencia positiva (stall) o por incidencia negativa (negative
stall). Se asume que en estas condiciones de borde, las pérdidas eran el doble que con respecto
al valor mínimo (que es la misma suposición de los trabajos de Lieblein).
Así, Jansen y Moffat (1967) propusieron que:
( )20.8333 0.1667 1i inc
S Sωω⎛ ⎞
= + +⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.31)
Donde S es el factor de punto fuera de diseño para el ángulo de incidencia con respecto al
rango operativo. Los autores proponen que este factor sea evaluado como:
1 11 1
1 1
refref
c ref
Sβ β
β ββ β
−= <
− 1 1
1 11 1
refref
s ref
Sβ β
β ββ β
−= >
−
Donde:
1refβ Ángulo de Entrada en donde ocurren las mínimas pérdidas
1cβ Ángulo de Entrada en donde ocurre desprendimiento por incidencia negativa (negative stall o choking)
1sβ Ángulo de Entrada en donde ocurre desprendimiento por incidencia positiva (positive stall o stall)
La determinación de estos últimos dos ángulos, se lograba mediante la utilización de los
conocidos gráficos de alfombra (carpet plots) que realizará Mellor5 con los datos obtenidos de
la serie NACA 65. M.V.Casey (1987), resuelve no utilizar los rangos operativos obtenidos a
partir de estos gráficos, y en su lugar utiliza la correlación propuesta en 1986 por Hugentobler
y corregirla por la propuesta de 1969 de Hoheisel.
5 Los diagramas de Mellor no se encuentran disponibles como literatura abierta, se conocen por las referencias realizadas por Horlock y Wilson en su bibliografía
72
M.V.Casey mantiene como definición de rango o margen operativo, aquel donde el ángulo
de flujo de entrada se encuentra comprendido en la región en que las pérdidas mínimas se
duplican. Propone su cálculo como:
ii Ma
δβδβ δβδβ⎛ ⎞
= ⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.32)
El término iδβ , corresponde a los estudios señalados de Hugentobler para determinar el
rango operativo de una cascada de álabes NACA 65 y bajo número de Mach. Mientras que
i Ma
δβδβ
⎛ ⎞⎜ ⎟⎝ ⎠
es el factor de corrección propuesto por Hoheisel para estos rangos operativos,
cuando los Mach son superiores a 0.2. A continuación se presenta la determinación de cada
parámetro:
( )121i K
σδβ θ
σ
+= + (3.33)
( ) ( ) ( )( )2 3´ ´ ´1 1 10.001 40.0 7.0 45 0.25 45 0.02 45K β β β= − − − + − − − (3.34)
Esta correlación es válida para un ángulo de álabe de: 0 ' 0130 70β≤ ≤ . Hugentobler a
diferencia de Mellor, relaciona el rango operativo con el ángulo de entrada del álabe y no con
el ángulo de calado (γ ) como lo hace el segundo.
La corrección por efectos del número de Mach, viene dada por las figura 3.9.
Cuya expresión analítica es:
( )4.4
0.2 1
0.2 10
2.5 0.2
i Ma
A
i Ma
Si Ma
Si Ma
donde A Ma
δβδβ
δβδβ
⎛ ⎞< → =⎜ ⎟
⎝ ⎠
⎛ ⎞> → =⎜ ⎟
⎝ ⎠
= − −
(3.35)
73
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Ma
Fact
or d
e C
orre
cció
n
Figura 3.9: Representación de la Correlación de Hojeisel para considerar el efecto del Número de Mach en el rango operativo
Una vez estimado el rango operativo de la cascada, M:V. Casey propone en su
metodología calcular y renombrar el factor ( S ) de punto fuera de diseño para el ángulo de
incidencia con respecto al rango operativo de Jansen y Moffat (1967), como:
( )2
refi iχ
δβ−
= (3.36)
Para modificar la ecuación (3.31), y así calcular el factor de corrección por incidencias
distinta a la de referencia, como:
20.8333 0.1667 1i inc
ω χ χω⎛ ⎞
= + +⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.37)
El número de Mach se calcula mediante la ecuación (1.14):
2CMakRTs
= en el estator, y 1WMakRTs
= en el rotor
74
Factor de corrección por Número de Mach
El factor de corrección por el número de Mach propuesto por M.V. Casey también retoma
la propuesta original de Jansen y Moffatt (1967), donde se corrige el coeficiente de pérdida
(ω) si el número de Mach a la entrada de la hilera de álabes supera el mach crítico asociado.
Hay que señalar que para la determinación del mach crítico se tuvieron que realizar
transformaciones de unidades al Sistema Anglosajón, pues las mismas fueron originalmente
desarrolladas para dicho sistema.
( )1 11 2 ci Ma
Ma Maωω⎛ ⎞
= + −⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.38)
La determinación del Mach Crítico viene desarrollada en los Apéndices del trabajo de
Jansen y Moffatt (1967), en lo cuales de hecho se discuten distintos tópicos como: el efecto de
los cambios en la velocidad axial, los efectos del espesor del álabe, y por supuesto los efectos
de número de mach tanto para el coeficiente de pérdida como para la deflexión; Casey se
limita utilizar de este apartado los primeros efectos.
Observaciones realizadas en 1957 por Grewe, señalaron que los coeficientes de presión
correspondientes al punto de mínima presión en la superficie de succión del álabe, permanecen
constantes prácticamente hasta el Mach crítico. Se propuso entonces la siguiente relación de
funcionalidad entre el coeficiente de presión y el número de Mach a la entrada:
121
212
1
2 111 1
1 12 1 12
kk
c
kk
c
k MaP k kV k Maρ
−
−
−⎛ ⎞− +⎜ ⎟Δ + +⎝ ⎠=−⎛ ⎞+ −⎜ ⎟
⎝ ⎠
(3.39)
Si la distribución de presión sobre el perfil del álabe es conocida, mediante técnicas de
iteración se puede precisar el valor del mach crítico (Ma1C). Los autores señalan que
observaciones realizadas sobre perfiles NACA 65, permiten estimar la velocidad máxima
sobre el perfil como una expresión de la siguiente forma:
max
1 1
1 uV VE FV Vσ
⎛ ⎞Δ= + +⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.40)
75
Donde las expresiones de velocidad (V) se sustituyen por la velocidad relativa o absoluta
dependiendo de si trata del rotor o estator. Similarmente el cambio en la velocidad tangencial
(∆Vu), se refiere al triangulo de velocidades a la entrada de cada hilera de álabes; así por
ejemplo, para el rotor sería 2 1u u u uV C C CΔ = Δ = − . Mientras las variables E y F, ponderan el
efecto de la relación de espesor del álabe con respecto a la cuerda (t/c). Así:
( )0.4
0.03 0.7
tE ctF c
= +
= + (3.41)
El coeficiente de presión se puede relacionar con la velocidad máxima de la siguiente
manera:
2
max2
1
112
VPVVρ
⎛ ⎞Δ= −⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.42)
Si se relacionan las definiciones de (3.40), (3.41) y (3.42), se obtiene la siguiente
expresión:
( ) ( )( )122 1
1 121
2 111 11 0.4 0.03 0.7 1
11 12
kk
cu
kk
c
k MaV k kt t
c cV k Maσ
−
−
−⎛ ⎞− +⎜ ⎟⎛ ⎞⎛ ⎞Δ + +⎝ ⎠+ + + + − =⎜ ⎟⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠ −⎛ ⎞+ −⎜ ⎟⎝ ⎠
Puesto que la obtención del mach crítico a partir de esta igualdad implica un método
iterativo, se propone un cambio de variables, a fin de representar una ecuación más fácil de
programar para un método iterativo:
( )
2
max
1
1
2 2
1
1 2 12 1 1 1
1 1 1 0
c
d d
VPV
k k ka b c dk k k
M Ma
aM P b cM
⎛ ⎞= −⎜ ⎟⎝ ⎠− −
= = = =+ + −
=
⎡ ⎤ ⎡ ⎤+ − + + − =⎣ ⎦⎢ ⎥⎣ ⎦
(3.43)
76
Los autores señalan que esta forma de calcular el Mach Crítico tiene un máximo de ±8%
de diferencia con respecto a los valores experimentales tomados como referencia.
Para resolver la expresión (3.43) y encontrar la raíz “M”, se decidió utilizar el método
numérico de “La Bisección”, puesto que las soluciones estarían enmarcadas entre un rango de
0 a 1; y resulta un método sencillo de programar. Sea:
( ) ( )2 21 1 1d d
f x aM P b cM⎡ ⎤ ⎡ ⎤= + − + + −⎣ ⎦⎢ ⎥⎣ ⎦ (3.43.1)
Entonces, en la figura 3.10 se plantea el método de la bisección para esta función
Figura 3.10: Flujograma del Método de la Bisección para la función planteada
El error en este procedimiento fue igualado a 0.00001. Una vez determinada la raíz “M”
para la ecuación (3.43), se ha determinado el Mach Crítico (Ma1c). Este valor se compara con
respecto al número de Mach determinado a la entrada de la hilera de álabes en estudio del
rotor y del estator, y de ahí se toma la decisión de utilizar la ecuación (3.38), para corregir el
coeficiente de pérdida.
77
Una vez determinado el coeficiente de pérdida del perfil con (3.25), junto a sus tres
factores de corrección con (3.31), (3.37) y (3.38); se procede a calcular el coeficiente
corregido de pérdida del perfil con (3.21), tanto para el rotor como para el estator. Es ahora
cuando se puede determinar la eficiencia total de corriente libre de la etapa (ηpro) con la
ecuación (3.19).
Determinación de las Pérdidas Secundarias
Como fue señalado en el apartado de las estructuras de pérdidas, el trabajo de Casey
(1987), considera que los efectos de pérdidas por efecto viscoso en la pared o anillos (los
denominados end wall losses) y las pérdidas por fuga de fluidos en la holgura radia (tip
leakage losses) se pueden contabilizar de manera agrupada en la ecuación (3.20)
*21
21pro
h
h
δ
η ητ
⎡ ⎤⎛ ⎞−⎢ ⎥⎜ ⎟⎝ ⎠⎢ ⎥=
⎢ ⎥⎛ ⎞− ⎜ ⎟⎢ ⎥⎝ ⎠⎢ ⎥⎣ ⎦
(3.20)
Donde: η es la Eficiencia Global de la Etapa, δ*es el espesor promedio de desplazamiento
de la capa límite, mientras que τ , es el esfuerzo de corte promedio debido al espesor de la
capa límite de pared. h es la altura anular de la etapa. Estas definiciones corresponden al
trabajo realizado por Koch y Smith (1976), los cuales propusieron cuatros mecanismos
principales de pérdidas, y de los cuales M.V.Casey (1987), toma particularmente la
postulación asociada a los efectos de pared. En último este caso, los autores trabajaron de
manera consistente la teoría de capa límite para asociar sus comportamiento con respecto a la
predicción de pérdidas y bloqueo. Koch y Smith (1976) suministran las siguientes ecuaciones
para la determinación de los parámetros señalados en (3.20), en función de las holguras
radiales y a la cercanía al desprendimiento
* *
0gg g gε
δ δ ε
=
⎛ ⎞ ⎛ ⎞= + Ω⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠⎝ ⎠ (3.44)
( )*
10g
fg ε
δ
=
⎛ ⎞= Ω⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.45)
78
( )2* fτδ
= Ω (3.46)
Donde: g es el paso calado promedio de los álabes (ver figura 3.11), ε es la holgura radial
promedio de la punta de los álabes (ver figura 3.12), (δ*/g) es la relación del espesor promedio
de desplazamiento de la capa límite con respecto al paso calado promedio de los álabes. Por su
parte Ω, es la relación del coeficiente de presión entre el coeficiente máximo de presión en
desprendimiento (a ser definido en 3.47).
Figura 3.11: Diagrama Esquemático del Paso Calado de una Etapa, tanto a la entrada como a la salida de la hilera de álabes
Figura 3.12: Diagrama Esquemático de las Holguras Radiales y Axiales de los Álabes del Rotor y Estator.
En el trabajo de Koch y Smith (1976), la correlación (3.44) representa la relación
experimental de las líneas mostradas en la figura 3.13 de este trabajo; y se refiere a correlación
funcional de la suma de los efectos de la capa límite tanto en el cubo como en la carcasa de la
etapa con respecto a la cercanía al desprendimiento. Esa correlación fue desarrollada con los
valores de salida obtenidos tanto en el rotor como en el estator, y luego fueron normalizados
con el paso promedio calado en el diámetro medio. Como se puede observar en la figura 3.13,
cada línea fue determinada para valores típicos de la holgura radial promedio de la punta del
álabe (ε) con respecto a su tope, y normalizada con respecto al paso promedio calado (g). El
79
valor de referencia es (ε/g) = 0, y la línea curva con este valor en la figura 3.13 es la
correlación (3.45).
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,40
0,45
0,50
0,55
0,7 0,75 0,8 0,85 0,9 0,95 1
e/g = 0 e/g = 0.025 e/g = 0.05 e/g = 0.075 e/g = 0.1Ω
2δ*/g
Figura 3.13: Espesor promedio de desplazamiento normalizado del cubo y carcasa (2δ*/g), en función del coeficiente de presión para desprendimiento (Ω) para distintas relaciones (ε/g)
En el texto de Koch y Smith, se señala que este (ε/g), no solo considera la holgura radial
libre de la punta del álabe (Es decir la distancia entre el álabe y la carcasa en el caso de un
álabe de rotor (εr), y con el cubo en el caso del álabe del estator (εs)), sino que considera la
holgura existente entre la base del álabe y el álabe propiamente dicho6. Luego de sumarse, el
resultado es normalizado con respecto al paso promedio calado (g), y el estator y el rotor son
promediados de modo ponderado mediante el cabezal dinámico (a definir en 3.50).
El valor del esfuerzo de corte promedio debido al espesor de la capa límite de pared (τ ),
viene dado por la correlación gráfica de la figura 3.14 dada por Koch y Smith (1976). Esta
figura resulta ser una de las pocas en las cuales los autores originalmente no encontraron una
tendencia clara, y por tanto escogieron una media representativa. Aunque M.V.Casey (1987)
no recalca la importancia del distancia de la distancia axial entre las hileras de álabes, el
6 Esto evidentemente refleja la forma constructiva del compresor experimental de los autores.
80
modelo original de Koch y Smith señalaba que holguras axiales mayores al 70% del paso
tangencial (S), no fueron contempladas en el modelo por ellos postulado, pues no existía data
experimental que la soportara. De hecho está contemplada para 30 a 40% de este valor.
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
0,7 0,75 0,8 0,85 0,9 0,95 1Ω
2τ/2δ*
Figura 3.14: Relación del esfuerzo de corte promedio entre el espesor de desplazamiento de la capa límite de pared, en función del coeficiente de presión para desprendimiento (Ω)
Determinación de Ω
Tanto en la figura 3.13 y figura 3.14, el eje de la abscisa emplea el denominado Ω, que
M.V. Casey (1987) define como:
max
p
p
CC
Ω = (3.47)
A partir del trabajo de 1981 de Koch, donde se específica que Cp es el coeficiente de
presión EFECTIVO de la ETAPA. En el trabajo original de Koch y Smith (1976), el eje de la
abscisa representaba también un coeficiente adimensional entre el incremento de presión en la
ETAPA normalizado con respecto a la suma del cabezal dinámico tanto del rotor como del
estator, para luego ser dividido entre los mismos valores pero en la condición de
81
desprendimiento (lo que equivaldría a la condición máxima). Esto implicaba la siguiente
formulación:
( ) ( )
( ) ( )
2 21 12 2
2 21 12 2
rotor estator
rotor estator
rotor estator
rotor estator MAX
P PW C
P PW C
ρ ρ
ρ ρ
⎡ ⎤Δ + Δ⎢ ⎥⎢ ⎥+⎢ ⎥⎛ ⎞⎢ ⎥Δ + Δ⎜ ⎟⎢ ⎥⎜ ⎟+⎢ ⎥⎝ ⎠⎣ ⎦
La cuál no resulta explicita durante el desarrollo de la explicación de los autores, y mucho
menos inmediatamente calculable. M.V.Casey (1987), simplifica el cómputo de Ω (sin alterar
su sentido físico) al señalar que el numerador es equivalente a considerar:
( )2 212
pef ef
PCW CρΔ
=+
(3.48)
Que representa en su notación, un concepto equivalente al de cabezal dinámico efectivo
para perfiles con líneas medias de arco circular (L) señalado por Koch (1981) y primeramente
trabajado por Smith en la NACA en 1958. Casey (1987) define el denominador de (3.47) por
la misma referencia de Koch (1981) como:
max
Re
p p pp pD
pD pD pD Z
C C CC C
C C Cε Δ
⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠ (3.49)
Para la determinación del numerador de (3.47), mediante la ecuación (3.48), M.V. Casey
(1987) no especifica el procedimiento a seguir para calcular la diferencia de presión en la
etapa (∆P). En esta interpretación siguiendo los postulados de Euler, se decidió replantear la
ecuación (3.48) como:
( )( )
2 12 21
2
u up
ef ef
U C CC
W Cη −
=+
(3.50)
Para determinar el denominador de (3.50) denominado cabezal dinámico efectivo, se
utiliza la explicación de Koch (1981). Esta referencia utilizada echa mano del esquema
reflejado en la figura 3.15.
82
Figura 3.15: Diagrama esquemático para la definición del factor dinámico de presión (Fef)
Este muestra el triángulo de velocidades de corriente libre a la salida del rotor y entrada
del estator (líneas continuas). Si existiera una espesa capa límite de pared (o una estela de bajo
momentum) saliendo del rotor con un ángulo de β, el efecto sobre la velocidad absoluta a la
entrada del estator, sería reducir su magnitud e incrementar el ángulo de flujo absoluto (α). Si
esta capa límite de pared es lo suficientemente gruesa, la velocidad absoluta de entrada al
estator alcanza un valor mínimo (Cmin) en el ángulo indicado como (αCmin). Esta velocidad
mínima ocurre cuando (αCmin +β) = 90°. Si las estelas aguas arriba del estator son aún más
severas, la velocidad absoluta de entrada se aproxima incluso a la velocidad tangencial del
álabe (U), y por supuesto el ángulo absoluto de flujo de entrada (α) se aproxima a 90°.
Cuando se trate de etapas con alto calado y bajos coeficientes de flujo, donde los valores
de los ángulos de flujo de corriente libre (α+β) sean menores de 90°, el valor de velocidad
mínimo (Cmin) es mucho menor que la velocidad absoluta de corriente libre (C). Por lo tanto, el
cabezal dinámico tiende a ser severamente debilitado por el bajo flujo de momento entrante.
Este tipo de etapas con bajo calado, serían entonces más propensas a desprendimiento para
cualquier espesor de capa límite. En cambio, cuando se trate de etapas con alto calado y bajo
coeficiente de flujo, donde los valores de los ángulos de flujo de corriente libre (α+β) sean
83
próximos o incluso sobrepasen los 90°, el bajo momentun de la capa límite entrante, se
transforma en un alto momentun relativo a la hilera de álabes aguas abajo. Por lo tanto, estas
etapas con alto calado son menos probables a operar en desprendimiento.
Un parámetro creado precisamente para cuantificar este efecto de la relación del
coeficiente de flujo con el calado, es el factor dinámico de presión efectiva (Fef), definido
como el cabezal dinámico efectivo entre el cabezal dinámico de corriente libre. A
continuación se reproducen las definiciones y condiciones planteadas por Koch (1981) para
representar este factor en el estator. Es importante resaltar que aunque son planteadas para el
caso del estator, también se pueden reformular y utilizar para el rotor.
( )
( ) ( )
( )
2 2 22min
2 2
22 0 0min
2
20min
2
22 20min
2 2 2
2.5 0.54
90 0
1 90
0
oefef
o
C C CCF
C CC sen si yC
C siC
CC U siC C C
α β α β β
α β
β
+ += =
= + + ≤ ≥
= + >
= = <
(3.51)
Como se observa en la ecuación (3.51), el factor dinámico de presión efectiva (Fef), es un
promedio ponderado en peso del cabezal dinámico de corriente libre (C), el cabezal dinámico
mínimo posible (Cmin) y, el cabezal dinámico a una velocidad axial igual a cero (Co). Las
magnitudes de peso para relacionarse, fueron determinadas por ensayo y error. El cabezal
dinámico mínimo fue igualado al cabezal dinámico de corriente libre cuando (α+β) sea mayor
a 90°, pues en este caso el cabezal dinámico mínimo posible solo puede ocurrir a velocidades
axiales mayores que la velocidad de corriente libre. Similarmente, para triángulos de velocidad
donde la hilera de álabes aguas arriba curve el flujo severamente, la velocidad mínima no
puede ser menor que la velocidad tangencial, porque en este caso matemáticamente el cabezal
dinámico mínimo solo puede ocurrir a velocidades axiales negativas. Durante la
experimentación realizada por Koch en la compañía GENERAL ELECTRIC, se pudo
determinar que este factor (Fef) debería oscilar entre 0.78 y 1.11 para compresores subsónicos;
y que tenía una relación lineal con el coeficiente de presión máximo (en desprendimiento).
84
Finalmente y a modo de resumen, para poder utilizar la ecuación (3.50) y de este modo
determinar el coeficiente de presión de la etapa, las cantidades 2efW y 2
efC se determinan
utilizando el concepto de factor dinámico de presión efectiva (Fef), y que modificando la
ecuación (3.51) se interpretan como:
En el Rotor (3.51.a)
( )
( ) ( )( )
2 2 2min2
0min
0min
0min
2.5 0.54
90
90
0
ef
W W UW
W Wsen si
W W si
W U si
α β α β
α β
α
+ +=
= + + ≤
= + >
= <
En el Estator (3.51.b)
( )
( ) ( )( )
2 2 2min2
0min
0min
0min
2.5 0.54
90
90
0
ef
C C UC
C Csen si
C C si
C U si
α β α β
α β
β
+ +=
= + + ≤
= + >
= <
Determinación del Cpmax
Como fuera señalado en el apartado anterior, la determinación de Ω mediante (3.47),
requiere la determinación del coeficiente de presión máximo (Cpmax) utilizando (3.49).
max
Re
p p pp pD
pD pD pD Z
C C CC C
C C Cε Δ
⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠ (3.49)
Ecuación propuesta por Koch (1981) a partir de un trabajo de 1967 de Sovran y Klump
para difusores bidimensionales con 9% de bloqueo en la entrada. La idea era comparar el
comportamiento difusivo máximo de una etapa de un compresor axial, con las conocidas
correlaciones experimentales de un difusor. Para lograr una semejanza geométrica entre ambos
equipos, se propuso que las cascadas del compresor axial fueran descritas por la relación:
longitud del arco intermedio curvado del perfil y el paso calado de salida (L/g2)7, apreciables
en las figuras 3.11 y 3.15. El paso calado de salida de canal inter-álabe se calcula como:
( )2 2 cosg S ξ= (3.52)
Mientras la longitud del arco intermedio curvado del perfil se puede calcular como:
7 L también recibe el nombre de longitud de difusión, mientras g2 el de ancho de salida de la cascada
85
2360 2 2cL senπ θ θ⎡ ⎤⎛ ⎞ ⎛ ⎞= ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎢ ⎥⎝ ⎠ ⎝ ⎠⎣ ⎦
(3.53)
La relación fundamental de aquel trabajo se muestra en la figura 3.16, donde se establece
una relación del tipo ( )2 2p DC f L g= para cascadas 2D subsónicas.
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5
Relación Longitud de Arco Curvado / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón 2
D e
n un
Difu
sor
Figura 3.16: Representación de la Relación del coeficiente máximo de presión posible en un Difusor 2D en función de la relación longitud de difusión-paso calado a la salida de la cascada.
El aporte de Koch (1981) fue comparar esta curva con el desempeño de etapas de
compresores subsónicos de baja velocidad, y demostrar que el efecto difusivo de los mismos
reproducía o tenía como límite máximo la curva propuesta por Sovran y Klump. La
aseveración de Koch, ponderó la relevancia que parámetros como la magnitud de las holguras
(tanto radiales como axiales), el número de Reynolds y la forma del triángulo de velocidad
(después de los efectos de pared) tienen sobre el coeficiente de presión máximo. Para ello se
se procedió a realizar experimentaciones a distintos rangos de estos parámetros: holguras
radiales en la punta entre 0.7% a 3.4%, Número de Reynolds entre 100000 a 350000, ángulos
de calado entre 22° a 51° (36° como condición de diseño) e incluso relaciones de aspecto entre
1 a 5 entre otras variables de estudio. M.V.Casey (1987) coincide en aceptar la aseveración de
Koch (1981), y propone la curva figura 3.16 como el límite del coeficiente de presión
máximo, pero sugiere la siguiente corrección:
86
( )2 20.02pD p DC C L g= − (3.54)
Pues considera que las diferencias que se presentan entre la data experimental de un
difusor, y los resultados obtenidos en una etapa de un compresor axial se ubican en más o
menos 2%. Obsérvese que el rango considerado para la relación (L/g2) es: 20 3.5L g< <
(aunque la experimentación solo cuenta con un dato mayor a 2.2, pero el autor señala que la
mayoría de los compresores suelen ubicarse bajo este valor). Una vez determinado el valor
CpD de la ecuación (3.49), solo resta calcular los factores de corrección asociados. El primero
de ellos, asociado al número de Reynolds ( )Rep pDC C , se obtiene mediante la correlación de
la figura 3.17 del referido trabajo de Koch (1981).
0,80
0,85
0,90
0,95
1,00
1,05
10000 100000 1000000
Número de Reynolds
Cp/
Cp@
Re=
1300
00
Figura 3.17: Efecto del Número de Reynolds en el Coeficiente de Presión Máximo
Para el factor de corrección por los efectos de holgura radial en la punta del álabe
( )p pD gC C
ε, se utiliza la figura 3.18 (correlación tomada también de Koch (1981)). La cual
muestra los datos ajustados para un Reynolds de 130000, y representa la tendencia general
para compresores axiales con relaciones de aspecto de 2.0, 2.8 y 5.0 y con 2 1.17L g ≈ . En
general los experimentos mostraron que el valor más probable para relación holgura radial
normalizada con el ancho de salida del paso calado (ε/g) tiene un valor de 5.5%.
87
0,85
0,90
0,95
1,00
1,05
1,10
1,15
1,20
1,25
0,00 0,05 0,10 0,15
e/g
CpD
/CpD
@e/
g=0.
05
Figura 3.18: Efecto de la holgura radial normalizada por el paso calado de salida en el Coeficiente de Presión Máximo
El último factor de corrección, se encarga de contabilizar los efectos de la holgura axial
entre las hileras de álabes del rotor y del estator. El factor ( )p pD Z SC C
Δse calcula mediante la
utilización de la figura 3.19 (Koch (1981)), ajustada para: Re=130000 y (ε/g) = 0.055. La
relación holgura axial-paso tangencial (∆Z/S) de referencia es de 0.38.
0,98
1,00
1,02
1,04
1,06
1,08
1,10
1,12
1,14
0,0 0,2 0,4 0,6 0,8
z/s
CpD
/CpD
@z/
s=0.
38
Figura 3.19: Efecto de la holgura axial normalizada por el paso tangencial en el Coeficiente de Presión Máximo
Una vez determinados estos tres factores así como el valor del coeficiente de presión en
desprendimiento (CpD), se obtiene un valor de (Cpmax) mediante la ecuación (3.49). Mientras
88
que con el calculo de los cabezales dinámicos efectivos y la ecuación (3.48), se puede calcular
el coeficiente de presión para la etapa. Con ambos valores se calcula el factor Ω (3.47), que
como se indico con anterioridad, pondera en alguna forma la cercanía operativa de la etapa
con respecto al desprendimiento (stall). Este valor debe estar comprendido entre 0.7 1< Ω < , a
fin de poder utilizar las correlaciones representadas en las figuras 3.13 y 3.14 de este trabajo.
Con la figura 3.13 o la ecuación (3.44) ella se determina el valor del espesor promedio de
desplazamiento normalizado del cubo y carcasa (2δ*/g).Es importante señalar que los valores
utilizados para (L/g2), (ε/g) y (∆Z/S), son valores ponderados en peso. Siendo el factor de peso,
el cabezal dinámico del rotor y del estator. Así por ejemplo, para calcular:
( ) ( )( ) ( )
2 21 2
2 22 22 1 2
1 12 2
1 12 2
r srotor estator
r s
L LW Cg gLg W C
ρ ρ
ρ ρ
⎛ ⎞ ⎛ ⎞+⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎝ ⎠ ⎝ ⎠⎛ ⎞ =⎜ ⎟
⎝ ⎠ + (3.55)
Interpretación de la Estructura de Pérdidas
La interpretación del conjunto de correlaciones necesarias para representar la estructura de
pérdidas señalada por Casey (1987), fue plasmada mediante la incorporación de funciones y
subrutinas en el módulo ETASTA del presente trabajo y reflejada en el flujograma de la
figura 3.20. Obsérvese que los resultados de este módulo incluyen además de la eficiencia
global (3.20), el coeficiente de presión corregido (3.18), el coeficiente de flujo corregido
*21pro hδφ φ
⎛ ⎞= −⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.56)
Donde el término *21
hδ⎛ ⎞
−⎜ ⎟⎝ ⎠
representa el factor de bloqueo en la etapa.
Determinación de las condiciones de desprendimiento
Al llegar a este punto, la estrategia publicada de M.V. Casey (1987) pareciera tornase
imprecisa y evasiva para definir de los criterios técnicos de desprendimiento por incidencia
positiva y negativa. Sin embargo, el autor había plasmado algunas ideas que después de
suficiente consideración e reinterpretación, permitieron postular los límites deseados.
89
En el caso de desprendimiento por incidencia negativa o estrangulamiento, es la
consideración que una etapa en estas condiciones es incapaz de producir cualquier elevación
de presión. Esto implica que Cp<<Cpmax y por tanto 0Ω = . Al apreciarse los resultados
gráficos de Casey (1987) se observa que tanto las curvas de carga como las de eficiencia,
coinciden en predecir en el punto extremo del rango operativo (el mayor flujo másico,
correspondiente a estrangulamiento) un valor de 0.
En el caso de desprendimiento por incidencia positiva, se comprobó que se debe satisfacer
una doble condición para estimar este valor. La primera, es la señalada por el autor:
( ) ( )0.8 2refi i δβ− = (3.57)
Pero aunada a la condición de efecto difusivo Cp=Cpmax y por tanto 1Ω = , solo así se logró
estimar el otro extremo de desprendimiento.
90
Figura 3.20: Esquema del Modulo ETASTA, que interpreta la estructura de pérdidas del Método Unidimensional propuesto.
El algoritmo final desarrollado a partir de la estrategia de M.V. Casey (1987), recibió el
nombre de VENCHARAX. Siendo su estructura principal, la mostrada en la figura 3.21
91
Figura 3.21: Flujograma del Programa VENCHARAX, interpretación de Estrategia de Método Unidimensional propuesto por M.V. Casey (1987).
El algoritmo VENCHARAX, fue desarrollado a partir de las restricciones señaladas en la
tabla 3.2:
92
Tabla 3.2: Criterios de Restricción Impuestos por las Correlaciones Seleccionadas
Variable Rango de Valores
Solidez (σ) 0.4< σ <2
0°< β1<70°
Angulo de Entrada (β1 ó α2) Algunas correlaciones no están
definidas para β1<30°
Espesor relativo (t/c) 0<(t/c)<0.12
Preferible Ma<0.7 Número de Mach
Máximo Ma<0.8
Angulo de Entrada Alabe 0 * 0130 70β≤ ≤
Holgura Axial ∆Z < 0.7S
Holgura Axial Normalizada 0 0.8Z S< Δ <
Holgura Radial Normalizada 0 0.15gε< <
Número de Reynolds 10000 Re 1000000< <
Relación del Coeficiente de Presión
para Desprendimiento 0 1< Ω <
Acababo del Álabe (mm) 0.00025 0.003Ra< <
Relación longitud de difusión-ancho
de salida de la cascada 20 3.5L g< <
Relación de Radios 1.1<Yt<1.3
CAPITULO IV
METODOLOGÍA DE CÁLCULO Y COMPARACIÓN DE CORRELACIONES ALTERNATIVAS
Una vez desarrollado y probado el algoritmo computacional VENCHARAX, para la
estimación de desempeño de una etapa subsónica de un compresor axial utilizando un método
unidimensional, se procedió a realizar modificaciones a las subrutinas y funciones del mismo,
a fin de ampliar el rango de correlaciones experimentales para estimar los diferentes rangos de
operación del compresor. Así, se pueden procesar las mismas muestras de compresores axiales
pero con un grupo de correlaciones distintas a las originalmente propuestas, y evaluar el efecto
del calculo de las pérdidas en la estimación del desempeño.
El objetivo específico de este trabajo de grado de estudiar, analizar y seleccionar un
conjunto de correlaciones que logren predecir el comportamiento del flujo en la etapa del
compresor axial, necesariamente planteaba la utilización de un mecanismo de prueba, capaz de
disgregar y comparar cada correlación en su entorno de aplicación.
Como ya fue señalado en el capítulo II, fue el trabajo de White et al. (2001), el que aportó
una referencia de cómo afrontar esta tarea. El grupo de investigación de la Universidad de
Cranfield, propuso la inserción de dos juegos de correlaciones posibles en el programa
BLADESTACK, para ser probados con las mismas configuraciones de coronas de álabes, y a
partir de los resultados obtenidos escoger el mejor juego de correlaciones. En la tabla 4.1, se
aprecian las principales propuestas elaboradas por aquel trabajo, que en conclusión arrojó al
Juego #2 como el más apropiado para el análisis de sus configuraciones experimentales trans-
sónicas.
Pero es importante recalcar que en este trabajo de White et al. (2001), a diferencia de la
tesis de Cahill (1997), no se elabora una discusión pormenorizada del comportamiento de
cada correlación para la data procesada. De hecho, solo se muestran y discuten los resultados
finales de cada combinación; y cuando se detallan las variaciones propuestas para cada juego
94
de correlaciones, se descubre que solo se alteran 3 de los 7 renglones que componen cada
opción de análisis.
Tabla 4.1: Correlaciones Evaluadas por White et al. [2001] en el programa BLADESTACK*
Incidencia Mínimas Pérdidas
(i)
Desviación Mínimas Pérdidas
(δ)
Pérdidas Mínimas de Perfil
(ωp)
Pérdidas Perfil Fuera Punto Diseño (δ ωp)
Desviación Fuera Punto Diseño
(δ)
Pérdidas por
Capa Límite (ωew)
Bloqueo
(KB)
Juego 1
Wright & Miller
Wright & Miller
Koch & Smith Creveling Creveling Wright
& Miller
Juego 2
Wright & Miller
Wright & Miller
Wright & Miller
Miller & Wasdell
Miller & Wasdell
Wright & Miller
Jansen & Moffatt Swan
Schwenk et al
*No se incluyen los renglones de: pérdidas por choque sónico y determinación del paso de garganta
Los autores evidentemente buscaron mantener el hilo conductor del algoritmo
desarrollado. En cambio, en el trabajo de Cahill (1997), se modifican parcialmente módulos
del programa CMLC para realizar una comparación extensiva y exclusiva de las correlaciones
de pérdidas y desviación fuera del punto de diseño en compresores trans-sónicos. En este
segundo trabajo, mediante técnicas estadísticas se define cuales son las correlaciones más
idóneas para incorporar definitivamente al programa raíz.
Para este trabajo de grado, se buscó conjugar las fortalezas de las dos investigaciones antes
mencionadas, es decir: ensamblar juegos de correlaciones capaces de ser introducidas en el
algoritmo principal del programa VENCHARAX, pero a partir del análisis detallado de las
correlaciones pertinentes para cada renglón a considerar.
Los renglones susceptibles a ser modificados, en principio fueron determinados por la
estructura clásica de pérdidas propuesta por autores como Howell (1965) y el mismo Casey
(1987). Sin embargo, un riguroso análisis de la estructura de las subrutinas y funciones del
programa VENCHARAX, matizó los renglones que podían ser modificados o reacomodados.
Se concluyó que seis renglones de correlaciones podían ser evaluados, cinco de los cuales se
harían de manera independiente al algoritmo principal y el sexto dentro de los juegos de
correlaciones a evaluar, ver figura 4.1.
95
INCIDENCIA MÍNIMAS PERDIDAS
CATEGORIA DE MINIMAS PERDIDAS
DESVIACION MINIMAS PERDIDAS
DESVIACION FUERA DEL PUNTO DE
DISEÑO
PERDIDAS DE PERFIL MINIMAS
PERDIDAS FUERA DEL PUNTO DE
DISEÑO
PERDIDAS SECUNDARIAS
CATEGORIA FUERA DEL PUNTO DE DISEÑO
PROCESAMIENTO ESTADISTICO
JUEGOS DE CORRELACIONES
Figura 4.1: Configuración de los Renglones de Correlaciones a Evaluar con el Algoritmo del Programa VENCHARAX
En el apartado “Correlaciones Fuera del Punto de Diseño” se explicará en detalle la razón
de esta configuración de selección para la categoría fuera del punto de diseño. En las figuras
4.2 (a) y (b) se especifican las sub-rutinas y funciones que debieron ser modificadas e
independizadas para poder evaluar estadísticamente las correlaciones seleccionadas en cada
renglón.
Figura 4.2(a): Sub-rutinas y Funciones a Modificar en el Programa VENCHARAX para evaluar las correlaciones de Incidencia y Desviación
96
Figura 4.2(b): Sub-rutinas y Funciones a Modificar en el Programa VENCHARAX para evaluar las correlaciones de Pérdidas del Perfil
En la tabla 4.2 se muestra, para cada renglón antes especificado, las correlaciones que
según el marco teórico y la estrategia del algoritmo desarrollado, pueden ser evaluadas.
Tabla 4.2: Correlaciones a ser Evaluadas bajo la Estrategia de Análisis Unidimensional programa VENCHARAX
Incidencia Mínimas Pérdidas
iml
Desviación Mínimas Pérdidas
δml
Mínimas Pérdidas de Perfil ωp ml
Pérdidas Perfil Fuera
Punto Diseño FD ωp
Desviación Fuera Punto Diseño FD δml
Pérdidas Secundarias
ωanular
Lieblein Carter
(modificado por Davis)
Lieblein Jansen & Moffatt Lieblein Koch &
Smith
Wright & Miller Lieblein Miller &
Wasdell Wright &
Miller Miller & Wasdell
Wright & Miller
Miller & Wasdell Crouse Wright &
Miller Creveling &
Carmody Creveling &
Carmody Aungier
Creveling & Carmody A.B.McKenzie Jansen &
Moffatt
Jansen & Moffatt Aungier
Wright & Miller
97
Correlaciones de incidencia óptima e incidencia de mínimas pérdidas
En la bibliografía consultada, tal como lo señala Cumpsty (1989); existe una clara
diferencia en escoger y utilizar una definición “apropiada” del ángulo de entrada de flujo a la
cascada de álabes. Como fue mencionado, la deflexión y las pérdidas son funciones de la
incidencia, de la inclinación de la cascada, del Reynolds basado en la cuerda y del Mach en la
entrada. Adicionalmente las evidencias experimentales demostraron que escoger una
incidencia próxima a cero o ligeramente negativa, aseguraría en cierta medida lograr pérdidas
mínimas en las cascadas de álabes. Ahora bien, ¿es suficiente buscar pérdidas mínimas en la
cascada?, ¿o será más conveniente intentar un compromiso razonable de pérdidas mínimas con
alta carga en los perfiles? De ahí el problema de cómo definir y escoger esa incidencia que
conlleve asociada un “apropiado” ángulo de flujo de entrada. A continuación una breve
revisión de las alternativas disponibles:
Incidencia de Referencia: El margen operativo de una hilera difusora, es determinado
arbitrariamente como aquel en el que se duplican las pérdidas (NGTE) o que aumentan un
50% (NASA). Es típicamente del orden de 10° a 30°. Se define la incidencia de referencia
como el punto medio del margen operativo, o como la incidencia de mínimas pérdidas.
Incidencia Nominal: En algunos casos como el de Howell (1964), se propone el uso de
una incidencia nominal correspondiente a una deflexión nominal definida como el 80% de la
deflexión máxima, con el objeto de establecer correlaciones efectivas para el desempeño de
cascadas de distinta geometría. Esta elección es también arbitraria, pero busca dejar un margen
con el desprendimiento para absorber errores, tener un margen de seguridad y aceptar
variaciones durante la operación de la cascada.
Incidencia Optima: Esta es la incidencia para la cual la relación Sustentación-Arrastre
(L/D) es máxima para la cascada, y es general, numéricamente un poco mayor que la
incidencia de mínimas pérdidas. Según Cumpsty (1964), esta definición propuesta en 1960
Carter, es la conceptualmente más apropiada, pues conjuga una pérdida baja con una alta carga
en la cascada. A diferencia de los trabajos de 1946 de Howell, relaciona la incidencia con el
parámetro de ángulo de calado para perfiles con 10% en la relación de espesor relativo (t/c).
Incidencia de Diseño: Esta incidencia proviene de concepción original de los trabajos
NACA, relativos a la definición de un ángulo de ataque óptimo de diseño. Se supone que con
98
la definición de este ángulo (y por tanto esta incidencia), se logran distribuciones de presión
que no muestren picos abruptos en ninguna de las superficies del perfil (lo que se podría
denominar, una distribución atenuada de presión). En general, este punto de diseño se ubicaría
en la región media del coeficiente de arrastre (noción equivalente a la del margen operativo), y
permitiría una operación eficiente para las regiones fuera del punto de diseño.
Para este trabajo de grado, se consideraron únicamente las definiciones de incidencia
óptima e incidencia de referencia. A continuación, a partir de las correlaciones disponibles en
la literatura, se muestran un conjunto de correlaciones alternativas para ser evaluadas en la
metodología unidimensional propuesta.
Incidencia según Lieblein (1960)
En el trabajo de M.V. Casey (1987), la opción escogida para la predicción del ángulo de
incidencia de referencia fue el de Lieblein (1960):
( ) ( ) ( )101ref osh t
i Ki Ki i nθ= + − (3.6)
La cual, si bien conceptualmente no sería la opción más adecuada, es definitivamente fácil
de calcular y considera una diversidad de parámetros como: forma del perfil, ángulo de
curvatura (θ), espesores de álabe distintos a 10% espesor-cuerda (t/c) y solidez (σ ), que
intentan capturar la mayor cantidad de parámetros geométricos que podrían afectar en el
estimado de esta incidencia en un perfil con una línea media arco circular o equivalente.
Es así como la formulación de Lieblein (1960) para el cálculo de la incidencia, pondera los
efectos opuestos que sobre esta tienen, el ángulo de curvatura y el espesor del perfil (según el
ángulo de calado y la solidez) (Shepherd (1960), Cumpsty (1989)). Así el parámetro io se
puede re-interpretar como el ángulo de incidencia para colocar el punto de estancamiento del
fluido en el borde de ataque de un perfil con una curvatura igual a cero grados; el cual depende
severamente de la distribución de espesor y forma del perfil. Este parámetro tendería a ser
positivo a fin de satisfacer la condición de libre impacto. En cambio para satisfacer esta misma
condición en la medida que se modifica la condición de cero curvatura, -es decir, en la medida
que se define una curvatura a la línea media- la incidencia tendría que ser negativa. Por eso la
definición de “n” como la pendiente de la variación del ángulo de incidencia con la curvatura
99
( ) /oi i θ− , es un valor negativo, que busca equilibrar los efectos opuestos de ambas
magnitudes (curvatura y espesor del perfil) (Cumpsty (1989)).
Similarmente, dado que el espesor del borde de ataque tiene un efecto importante sobre la
ubicación del punto de estancamiento; Lieblein (1960) propone que para perfiles con gran
radio en la nariz como los perfiles C4 y C5, se utilice un factor de corrección (Ki)sh de 1.1,
mientras los afilados como los DCA, de 0.7.
La ecuación (3.6), antes expresada en la metodología de M.V.Casey (1987), es lo que se
denominará IREF para el presente análisis.
Incidencia según Wright & Miller (1991)
Aunque la correlación de Lieblein (1960), fue concebida para velocidades de entrada
subsónicas, en el transcurrir del tiempo demostraron una aceptable capacidad de predicción
incluso para altos números de Mach como 0.8. Tan solo para perfiles con bordes de ataques
agudos (tipo DCA), la correlación no ajustaba a cabalidad su predicción con el desempeño real
(Cumpsty (1989)). La propuesta de Wright & Miller (1991), buscó precisamente relacionar
satisfactoriamente la idea de una incidencia de mínimas pérdidas, para números de Mach
moderadamente elevados. De hecho la correlación propuesta:
10.155 0.935cos ref
o MS α
= + (4.1)
Relaciona directamente el ángulo de flujo de mínimas pérdidas con:
o S Relación del ancho de la garganta del canal inter-álabe con respecto al paso, en hileras de álabes con línea media arco circular
M1 Número de Mach a la entrada del canal inter-álabes
En la figura 4.3, se muestra la definición gráfica de o S
100
Figura 4.3: Ancho de garganta (o) y paso (S) en un canal inter-álabe
Los autores señalaban, que al utilizar la relación ancho de garganta-paso, se proyectaba
una correlación más amplia que las anteriores, pues no se limitaba a los casos de perfiles con
líneas medias de arco circular. Las correlaciones gráficas para determinar el valor de este
parámetro, son funcionalmente dependientes de: el ángulo de curvatura, el ángulo de calado, la
cuerda y la relación de espesor máximo-cuerda. Sin embargo, cada línea de la gráfica son de
una complicada determinada y reproducción; por tal motivo se prefirió utilizar una relación
más moderna, y de expresión analítica dada por Aungier (2003):
1 coso tS c
σ
σ φ⎡ ⎤⎛ ⎞= −⎜ ⎟⎢ ⎥⎝ ⎠⎣ ⎦ (4.2)
Donde el parámetro φ , es un ángulo de calado corregido que se calcula mediante la
expresión:
( )1.5 1.51 0.05 5 2Lo LoC Cφ ξ= − × + × − (4.3)
LoC Coeficiente de sustentación de perfil aislado.
La expresión (4.2), es válida solo para líneas medias de arco circular y perfiles NACA y
C4 o C5. La equivalencia del coeficiente de sustentación de perfil aislado con respecto al
ángulo de curvatura, viene dado por la expresión (Aungier (2003)):
( ) 0.11034 Lotg Cθ = (4.4)
Nuevamente, solo para líneas medias de arco circular. Es importante destacar, que el
coeficiente de sustentación de perfil aislado es un parámetro típicamente descriptivo de las
configuraciones de los perfiles NACA 65. Finalmente, una vez determinado el ángulo de
101
entrada de flujo de mínimas pérdidas y conocido el ángulo de entrada de la cascada, la
incidencia de referencia puede ser determinada mediante:
'1ref refi α α= − (4.5)
La determinación de (4.6) mediante las ecuaciones (4.1), (4.2), (4.3) y (4.4), es lo que se
denominará IREF001 para el presente análisis.
Incidencia según Miller & Wasdell (1987)
Como se mencionó al inicio de este apartado, el cálculo de la incidencia de referencia o de
mínimas pérdidas, no es la única opción para la determinación de un ángulo “apropiado” de
entrada de flujo a la cascada de álabes. La incidencia óptima, era otra opción válida de
considerar. Para este análisis, se recurrió al trabajo de Miller & Wasdell (1987), el cual
propone una correlación de la siguiente forma:
opti X Y Zσ θ= + − (4.6)
Donde los parámetros X, Y y Z se determinan mediante la figura 4.4.
-4
-2
0
2
4
6
8
10
0 10 20 30 40 50 60
Angulo de Calado (°)
Fact
ores
X y
Y
Factor X Factor Y
Figura 4.4(a): Determinación de los factores X y Y para la correlación de Incidencia Optima
102
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,35
0,4
0,45
0,5
0 10 20 30 40 50 60
Angulo de Calado (°)
Fact
or Z
Factor Z
Figura 4.4(b): Determinación del factor Z para la correlación de Incidencia Optima
Obsérvese que los factores señalados, son solo función del ángulo de calado, reduciendo la
correlación (4.6) a una relación entre este ángulo, la solidez y la curvatura.
La determinación de (4.6) mediante la figura 4.4(a) y 4.4(b), es lo que se denominará
IREF002 para el presente análisis.
Incidencia según Creveling & Carmody (1968)
Finalmente, el trabajo de Creveling & Carmody (1968), aunque se fundamenta en las
propuestas NASA para determinación de la incidencia de referencia, contiene una opción para
la determinación de la incidencia de referencia exclusiva para perfiles DCA, bajo el criterio de
la superficie de succión tangencial. Se obtiene la correlación:
( ) ( )( )
max1cos4 22
22
borde
ref
borde
c tg t ti tg
c t sen
θ θ θθ
−⎧ ⎫× + − ×⎪ ⎪= −⎨ ⎬
+ ×⎪ ⎪⎩ ⎭
(4.7)
Donde
maxt Espesor máximo del perfil (en pulgadas)
bordet Espesor del borde de ataque del perfil (en pulgadas)
103
c Cuerda del perfil (en pulgadas)
θ Angulo de Curvatura (en grados)
La determinación de (4.7) es lo que se denominará IREF003 para el presente análisis.
Correlaciones de desviación en condiciones de mínimas pérdidas
La predicción de la desviación, es uno de los componentes típicos de las investigaciones
relacionadas con el desempeño de cascadas de compresores axiales. En general, cuando de
diseño se trata, la desviación es un indicador de las decisiones que el diseñador ha tomado en
sus parámetros de diseño (solidez, curvatura y calado entre otros). Cuando de análisis de
desempeño se trata, la desviación contabiliza de alguna manera los efectos que conlleva los
cambios de velocidades y densidades axiales en el desarrollo de la capa límite. En el caso de
flujo incompresible, aunque esta relación no es tan marcada, conlleva un peso innegable así
como los efectos de la forma del perfil, el espesor del perfil, el calado y el paso que se le
ofrezca al fluido (Lewis (1996)).
A continuación, se presentan un conjunto de correlaciones alternativas disponibles en la
literatura que permitirán calcular la desviación para la metodología unidimensional propuesta.
Correlaciones conocidas como las de Creveling (1968) y Starke (1981), fueron desestimadas
por no satisfacer las premisas de la metodología.
Desviación según Carter (Modificado según Davis (1970))
En el trabajo de M.V. Casey (1987), la opción escogida para la predicción de la desviación
en el ángulo de incidencia de referencia fue la de A.D.S Carter:
refmθδσ
= (3.3)
Una formulación que en opinión de Cumpsty (1989), sigue siendo de total validez para la
determinación de este parámetro, y que puede ser ajustada para los casos reales con la simple
adición de 2° a sus resultados. Los trabajos de Carter, fueron realizados sin considerar un
AVDR = 1, situación que originó mediciones menores a los trabajos de la NACA.
Casey (1987), sin embargo no mantiene el cálculo del parámetro “m” según la propuesta
original de Carter (ver Howell(1964), Dixon (1998)), presentado en la ecuación:
104
2 *220.23
500amc
α⎛ ⎞= +⎜ ⎟⎝ ⎠
. (4.8)
Donde *2α : Ángulo de salida nominal de la cascada
El autor, prefiere deslastrarse de la iterativa predicción de este último ángulo ( *2α ), y de la
necesidad de especificar la distancia del punto máximo curvatura al borde de ataque (a).
Prefiere una propuesta más moderna, como la de 1970 de Davis, que relacione “m”,
directamente como una función del ángulo de calado. Así, plantea:
( ) ( )4 5 20.216 9.72 10 2.38 10m x xξ ξ− −= + + (4.9)
La combinación de las ecuaciones (4.8) y (4.9), es lo que se denominará DREF10 para el
presente análisis.
Desviación según Lieblein (1960):
Utilizando la misma metodología con que propuso la predicción de la incidencia de
referencia (incidencia de pérdidas mínimas), Lieblein (1960) propuso la siguiente expresión:
0ref mδ δ θ°= + (4.10)
Donde 0δ : Desviación para un ángulo de curvatura igual a cero, se calcula como:
( ) ( ) ( )0 0 10sh tK Kδ δδ δ° °= (4.11)
Donde
( )shKδ Representa un factor de corrección para cualquier espesor de álabe distinto
a 10% espesor-cuerda
( )tKδ Representa un factor de corrección para cualquier distribución de espesor
distintas a la de un perfil NACA 65
Lo que reduce la determinación de 0δ° , como el cálculo de ( )0 10
δ ° mediante la Figura 4.5
tomada del NASA SP 36 (Johnson & Bullock (1965)), para posteriormente ser corregido
apropiadamente por lo factores antes señalados. En la figura 4.5, se representa la correlación
utilizada por Lieblein (en Johnson & Bullock (1965)), para determinar la desviación de
105
referencia para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10%
espesor-cuerda. Depende fundamentalmente del ángulo de entrada del flujo a la cascada y la
solidez de la misma.
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Angulo de Entrada (°)
Ang
ulo
de D
esvi
acio
n pa
ra C
ero
Cur
vatu
ra (°
)
Solidez 0.4 Solidez 0.6 Solidez 0.8 Solidez 1.0 Solidez 1.2 Solidez 1.4 Solidez 1.6Solidez 1.8 Solidez 2.0
Figura 4.5: Desviación para una Incidencia de Referencia, para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) de 10% espesor-cuerda y con un Ángulo de Curvatura de 0°.
La corrección de ( )0 10δ ° mediante el factor de forma ( )sh
Kδ , se puede realizar mediante la
siguiente tabla 4.3.
Tabla 4.3: Valores de Corrección incidencia de referencia según tipo de perfil
Tipo de Perfil Valor ( )shKδ
Serie C 1.1
NACA 65 – A10 1.0
Doble Arco Circular 0.7
106
Mientras que el factor ( )tKδ , se calcula mediante la correlación propuesta por la figura 4.6
(todas las correlaciones fueron determinadas para un número de Reynolds mayor de 2x105)
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
1,40
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12
Relación espesor máximo - cuerda (t/c)
Fact
or d
e C
orre
ción
Figura 4.6: Factor de corrección por relación de espesor máximo – cuerda para el cálculo de Desviación para una Incidencia de Referencia
El calculo del valor “m”que representa la pendiente de la variación de la desviación con
respecto a la curvatura, (al igual que en el trabajo de Carter), depende fundamentalmente del
tipo de línea media considerada, ya sea: arco parabólico o arco circular. Sin embargo, a
diferencia de los trabajos británicos, Lieblien (1960) no propuso que “m” fuera un parámetro
calculado con el ángulo de calado, sino más bien con la solidez y el ángulo de entrada.
Adicionalmente, otra de las consideraciones de Lieblein (1960), fue hacer una equivalencia
entre la línea media real de los perfiles NACA 65 – A10, con una línea media del tipo arco
circular. Para perfiles de álabes con línea media tipo arco circular (las consideradas en este
trabajo de grado), se utilizaron las correlaciones recopiladas a partir de las figuras 4.7 y 4.8.
(Johnsen & Bullock (1965)).
107
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Angulo de Entrada (°)
Valo
r "m
"
Sol 0,4 Sol 0,5 Sol 0,6 Sol 0,7 Sol 0,8 Sol 0,9 Sol 1 Sol 1,2 Sol 1,4 Sol 1,6Sol 1,8 Sol 2
Figura 4.7 Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), para una cascada de álabes de baja velocidad de la Serie NACA 65-(A10) consideradas como arco circular
0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Angulo de Entrada (°)
Valo
r m
Sol 0,4 Sol 0,5 Sol 0,6 Sol 0,7 Sol 0,8 Sol 0,9 Sol 1 Sol 1,2 Sol 1,4Sol 1,6 Sol 1,8 Sol 2,0
Figura 4.8: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), para una cascada de álabes de baja velocidad como arco circular
Obsérvese el comportamiento de las curvas para solideces distintas a 1, tanto para el rango
próximo a 0,4 como para el de 2,0. Para ambos tipos de casos: perfiles NACA 65 como arco
108
circular y el perfil que propiamente es de línea media tipo arco circular, se podrá apreciar un
comportamiento distinto para los rangos de interés antes señalados. Adicionalmente, se podrá
intuir la laboriosidad de programar los polinomios asociados a cada curva, e interpolar
numéricamente las curvas correspondientes a solideces intermedias a las planteadas
originalmente (por ejemplo σ =0.535).
Una solución alternativa a utilizar dichas graficas, es la que se deriva de otra propuesta del
propio Lieblein. Este autor, en sus trabajos publicados en la bibliografía NASA SP 36 (1965),
propone dos ecuaciones para la determinación de la desviación de referencia. La ecuación
(4.10) antes señalada, y la siguiente expresión:
0 1refb
mσδ δθ σ
°=
−= (4.12)
La primera postulada para la predicción de desempeño, mientras que la segunda se
utilizaría para fines comparativos con trabajos previos y de extrapolación. Donde:
1mσ = Representa la pendiente de la variación de la desviación con respecto a la curvatura para una solidez de 1, y también depende de si el perfil estudiado es NACA 65 o con línea media arco circular.
b Representa el exponente de la solidez con respecto al ángulo de entrada de flujo
Sin embargo, como señalarían Cumpsty (1989), Jakipse (1997) y Aungier (2003), ambas
ecuaciones pueden fundirse en una, concluyendo:
1b
mm σ
σ== (4.13)
El valor 1mσ = , se puede calcular mediante la figura 4.9 y el valor exponente de la solidez
(“b”) mediante la figura 4.10 tomados del NASA SP 36 (1965).
109
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,40
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Angulo de Entrada (°)
Valo
r "m
" pa
ra s
olid
ez 1
AC NACA 65
Figura 4.9: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), para una cascada de álabes de baja velocidad con solidez 1.
La combinación de las ecuaciones (4.10), (4.11) y (4.13), es lo que se denominará
DREF11 para el presente análisis. Expresión que se resume como:
( ) ( ) ( ) 10 10ref bsh t
mK K σδ δδ δ θ
σ° =⎛ ⎞= + ⎜ ⎟
⎝ ⎠ (4.14)
Expresión que utilizará las correlaciones derivadas de las figuras (4.5), (4.6), (4.9) y (4.10)
antes señaladas. También se efectuara un análisis comparativo en caso de utilizar las figuras
(4.7), (4.8) y (4.9) para calcular el valor “m”.
110
0,500
0,600
0,700
0,800
0,900
1,000
0 10 20 30 40 50 60 70
Angulo de Entrada (°)
Valo
r "b"
Figura 4.10: Exponente “b” de la solidez para corrección de la variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”).
Desviación según Carter (Modificado según Crouse (1974))
La propuesta de Davis (1970), no es la única opción para una determinación alternativa de
la variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”), en la ecuación (3.3) de
Carter. Otro investigador de la NASA –James Crouse (1974)-, citado por Casey para la
determinación del valor ( )refd diδ , también propuso una expresión para este valor.
( )22.175 0.03552 0.0001917
2 20.219 0.0008916 0.00002708 amc
ξ ξ
ξ ξ− +
⎛ ⎞= + + ⎜ ⎟⎝ ⎠
(4.15)
La cual, para el caso de perfiles con línea media arco circular, quedaría como:
( )20.219 0.0008916 0.00002708m ξ ξ= + + (4.16)
Pues en este caso 2a c= .
Esta expresión no hace distinción especial entre los perfiles NACA 65 – A10 y los que
propiamente poseen una línea media tipo arco circular. Crouse (1974), es enfático al señalar
que la curvatura (θ ) utilizada a utilizar con esta expresión: “Es la curvatura para un perfil que
tiene una velocidad de salida axial igual a la de entrada, y con un cambio en el momento
111
angular que permanece constante en un radio constante”. Los valores referenciales para la
determinación de la ecuación (4.15), fueron tomados de experimentos de la NASA,
específicamente en línea central del borde de fuga de estatores sub-sónicos.
La combinación de las ecuaciones (3.3) y (4.16), es lo que se denominará DREF12 para el
presente análisis.
Desviación según A.B. McKenzie (1980):
Una propuesta distinta tanto en su formulación como en su origen, es la elaborada por A.B.
Mckenzie (1980). A partir de las mediciones realizadas en un compresor experimental,
determinó dos correlaciones de desviación, cuyo principal distingo de las correlaciones
tradicionales es que fueron formulados sin la inclusión del ángulo de calado, y adicionalmente
el parámetro paso – cuerda (s/c) se encuentra elevado a la expresión 1/3 en vez de ½, como
suele evaluarse a las cascadas difusoras.
La expresión:
1312
3θδ
σ⎛ ⎞⎛ ⎞= +⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.17)
Fue deducida a partir de los coeficientes experimentales de flujo y carga. El autor, también
dedujo una expresión de desviación, a partir de las mediciones experimentales del ángulo de
flujo de salida de la cascada de la primera etapa, en el 50% del desarrollo radial del álabe
(mid-span).Así planteó la expresión (4.18) una modificación experimental de (4.17)
( )1
311.1 0.31δ θσ⎛ ⎞= + ⎜ ⎟⎝ ⎠
(4.18)
En la discusión de resultados que realiza el autor, tras comparar sus expresiones con una
correlación privada de la compañía Rolls-Royce y otra de Carter; llega a la conclusión que la
primera expresión es más representativa que segunda, pues arroja resultados con errores entre
-0.5° a 1.1° con respecto a los experimentales, mientras la segunda posee un rango más amplio
de error que se ubica en ±1.5°. Señala también, que los valores de la primera correlación son
mayores que los de la segunda, pues en el cálculo de los coeficientes de flujo y carga, se
incluye implícitamente los efectos de capa límite por paredes del espacio anular.
112
Sin embargo, puesto que estas correlaciones solo son probadas en esta publicación contra
las mismas configuraciones que las originaron; para el presente análisis se compararan las
predicciones de las ecuaciones (4.17) y (4.18) contra la data experimental de otros
compresores. La ecuación (4.18) se denominará DREF131, mientras la ecuación (4.17) será
DREF132. Es importante señalar que ninguna de las expresiones se desarrolló bajo el
precepto de AVDR = 1, y fueron concebidas para un Reynolds de 1x105.
Desviación según Miller (1987, 1991):
En un primer trabajo de Miller & Wasdell (1987), se elabora una modificación a la
propuesta de Carter, con la siguiente forma:
11.13 3mδ θσ
⎛ ⎞= +⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ ⎠ (4.19)
Los autores señalaban en este artículo técnico, que con dicha expresión se obtenían
resultados congruentes con la formulación propuesta por Lieblein para perfiles NACA 65 –
A10 con una relación de espeso máximo – cuerda (t/c) de 10%. De hecho, la expresión
eliminaba la necesidad de sumar ±2° a los resultados obtenidos mediante la correlación de
Carter para ajustarlos a resultados experimentales.
A fin de considerar los efectos de un AVDR distinto a la unidad, se propuso la
modificación de la correlación (4.19) según propuesta de 1964 de Pollard y Gostelow,
quedando como:
2 2
1 1
11.13 3 10 1 a
a
CmC
ρδ θσ ρ
⎛ ⎞ ⎛ ⎞= + + −⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎜ ⎟ ⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.20)
En un trabajo posterior Wrigth & Miller(1991), intentaron no solo incluir los efectos de
compresibilidad sino además contabilizar los efectos de la relación de espeso máximo –
cuerda (t/c) del perfil de la cascada, transformando la expresión (4.20) a:
1 11 2
2 2
11.13 3 1 0.05 0.8a
a
C tm m mC c
ρδ θσ ρ
⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= + + − + − +⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎜ ⎟ ⎝ ⎠⎝ ⎠⎝ ⎠ (4.21)
Sin embargo, para este análisis al asumir que AVDR = 1 esta expresión, queda como:
113
211.13 3 0.05 0.8tm m
cδ θ
σ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= + + − +⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎜ ⎟ ⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.22)
0,20
0,22
0,24
0,26
0,28
0,30
0,32
0,34
0,36
0,38
0 10 20 30 40 50 60 70
Angulo de Calado (°)
Valo
r "m
"
Figura 4.11: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”)
30,0
35,0
40,0
45,0
50,0
55,0
60,0
65,0
70,0
10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
Angulo de Calado (°)
Valo
r m2
Figura 4.12: Variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m2”) considerando la relación de espesor máximo – cuerda (t/c)
Donde los parámetros m y m2, se calculan mediante las correlaciones expresadas en las
figuras 4.11 y 4.12: En el presente análisis, la ecuación (4.22) se denominará DREF14,
mientras la ecuación (4.19) será DREF141.
114
Desviación según Jansen & Moffat (1967):
Una de las propuestas clásicas para el análisis de la desviación para incidencia de
referencia en condición de pérdidas mínimas, es la realizada por Jansen y Moffat (1967). En
ella, al igual que en el trabajo de Lieblein (1960,1965) se propone que el exponente de la
solidez de la formulación de Carter, no debe ser un número finito, sino más un polinomio que
en función del ángulo de entrada a la cascada, indique el grado de difusión posible. La
expresión (3.3), se plantea como:
ref b
mθδσ
= (4.23)
Donde los valores “m” y “b” se calculan mediante:
( )41 10.17 3.33 10 1 0.1m β β−= − × − (4.24)
5 5 21 10.965 4.66 10 8.4 10b β β− −= + × − × (4.25)
Los autores, también incorporan una corrección por efecto de la relación de espesor
máximo – cuerda. De este modo la ecuación (4.23) quedaría como:
tcref b
mK θδσ
= (4.26)
Donde, este factor de espesor se computa gracias a la siguiente expresión:
6.25 37.5tc
t tKc c⎛ ⎞⎛ ⎞= + ⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.27)
La combinación de las ecuaciones (4.24), (4.25), (4.26) y (4.27), es lo que se denominará
DREF15 para el presente análisis.
Correlaciones de pérdidas en el perfil
En los primeros trabajos desarrollados para el diseño de etapas compresores axiales, se
precisó el hecho de que el desempeño de una etapa viene determinado por el grado de difusión
y la deflexión posible a partir de un arreglo de álabes. Estos arreglos deben mantener una
pérdida razonable a través de su canal de flujo (Laksminarayana (1996)). Así se concibió la
idea de la “carga en los álabes”, la cuál se materializó de forma mensurable con el concepto de
115
“Factor Local de Difusión” (FDloc) postulado por Lieblein en 1959. Este concepto
originalmente planteado a partir la velocidad de fluido en la superficie de succión del perfil,
las características generales de los perfiles de velocidades y la geometría del perfil; puso en
evidencia el efecto de la capa límite como un factor determinante en el incremento de presión
y la deflexión del fluido. Su expresión clásica es:
max 2
maxloc
C CFDC−
= (4.28)
Donde la C2 es la velocidad promedio a la salida de la cascada, mientras Cmax es la
velocidad máxima en la superficie de succión del perfil. Sin embargo, para la época resultaba
engorroso el cálculo de Cmax. Por tanto, Lieblein (1959) propuso la versión más conocida de
Factor de Difusión Equivalente (FDeq), basada en una distribución de velocidades alrededor de
cascadas NACA 65 – A10 para incidencias de mínimas pérdidas, y para flujo con AVDR = 1.
2
1 1
12
yeq
CCFDC Cσ
Δ⎡ ⎤= − +⎢ ⎥⎣ ⎦
(4.29)
El siguiente paso de Lieblein (1959), fue relacionar experimentalmente este factor de
difusión con el espesor de cantidad de momento ( 2θ ) para perfiles NACA 65 y C4 de arco
circular con “t/c” igual a 10% y actuando a incidencia de mínimas pérdidas (expresión (3.23)
del Capítulo III). De este modo se había construido un vínculo para la determinación del
efecto de la capa límite con respecto al desempeño de una cascada de álabes, pues el espesor
de la cantidad de movimiento de la estela justo aguas abajo del perfil, mide las pérdidas de
presión. Si este valor es alto ( 2 0.02cθ ≥ ), los resultados experimentales indicaban que la
cascadas de perfiles habrían entrado en desprendimiento, pues el grosor de la capa límite en la
superficie de succión sería suficientemente importante como para producir este efecto.
Las pérdidas del perfil expresadas con el coeficiente de pérdida (ω ) - expresión (3.25)
Capítulo III -, logran establecer una equivalencia entre el déficit de cantidad de movimiento
con las pérdidas de presión de estancamiento en el canal inter-álabe.
De forma general se puede simplificar la metodología propuesta por Lieblein (1957, 1959)
mediante la figura 4.13. Obsérvese, que la relación funcional del coeficiente de pérdida con
respecto al factor de difusión es una relación netamente experimental, conformada a partir de
116
tendencias estadísticas claras pero con una variabilidad importante en su determinación. Sin
embargo, fueron novedosas para la época pues como se aprecia en los trabajos anteriores a
Lieblien (1957), el cálculo del coeficiente de pérdida era netamente experimental, según la
ecuación (ver Voit (1952))
03 03
01 03
idealP PP P
ω −=
− (4.30)
FDeq
1 2 1 2, , ,β β α α
1 2 1 2
1 2 1 2
, , ,, , ,
u u
u u
W W W WC C C C
( )2 1, , ,scf FDeqω α α=
Figura 4.13: Esquema para la determinación de pérdidas
Ahora bien, el mismo Lieblein posteriormente en 1960 (Johnsen & Bullock (1965)),
modificaría conceptualmente la forma de entender la carga en el álabe, y propondría la
también conocida relación de difusión (D), calculada como
max
2
CDC
= (4.31)
Y relacionada con el factor de difusión mediante:
11locFDD
= − (4.32)
117
Resultando para una incidencia de referencia, que esta nueva relación de difusión (D) se
correlacionaba con el espesor de cantidad de momento ( 2θ ) de manera muy similar que lo
había hecho el factor de difusión (FD) (4.28). A efectos prácticos, también se propuso una
expresión aproximada para el cálculo de la relación de difusión –la denominada relación de
difusión equivalente (Deq), indicada en la ecuación (3.24) del Capítulo III-.
Para este trabajo de grado, se consideraron ambas definiciones del proceso difusivo Factor
de Difusión Equivalente y Relación de Difusión Equivalente, y a partir de ellas las distintas
expresiones que permitieran determinar la magnitud de las Pérdidas en el Perfil. A
continuación, a partir de las correlaciones disponibles en la literatura, se muestran un conjunto
de correlaciones alternativas para ser evaluadas en la metodología unidimensional propuesta.
Pérdidas según Lieblein (1959)
En la propuesta del Método Unidimensional desarrollado a partir del trabajo de M.V.Casey
(1987), se utilizó la siguiente expresión de relación de difusión equivalente (Deq) para una
incidencia de referencia.
( )2
2 12 1
1
cos cos1.12 0.61coseqD tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(3.24)
La cual es una modificación parcial de la propuesta original de Lieblein que fue:
( )2
2 11 2
1
cos cos1.12 0.61coseqD tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.33)
Ambas expresiones serán comparadas contra data experimental, de modo que se pueda
determinar cuál expresión es más cercana a los valores reportados por la literatura. En
cualquiera de los casos ambas expresiones se encuentran acopladas a las siguientes ecuaciones
para la determinación de las pérdidas de perfil para incidencia de referencia. En el caso del
espesor de momento:
( )2 0.0045
1 0.95ln eqc Dθ
=−
(3.23)
Mientras que el coeficiente de pérdidas de perfil:
118
2
2 1
2 2
cos2cos cosp c
θ βσωβ β
⎛ ⎞⎛ ⎞⎛ ⎞= ⎜ ⎟⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠⎝ ⎠
(3.25)
La combinación (4.33), (3.23) y (3.25) se identificará como la opción LCF1.1 para el
presente análisis. Mientras el ensamble de las ecuaciones (3.24), (3.23) y (3.25) antes
expresada en la metodología de M.V.Casey (1987), es lo que se denominará la opción
LCF1.2.
Pérdidas según Wrigth y Miller
Esta propuesta también parte del concepto de la relación de difusión equivalente, más
pretende contabilizar otros dos parámetros originalmente no previstos en el desarrollo de
Lieblein: corrección por la relación de espesor máximo-cuerda (t/c) y por la influencia del
número de Mach. Obteniéndose una correlación de la siguiente forma para una etapa normal
con AVDR =1:
1 1 2 2
2 1 1
cos 1 cos1 0.1 10.116 34.15 1cos 1 cos coseq
t t tg tgDc c
β β β ββ σ β β
⎧ ⎫⎡ ⎤⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞⎛ ⎞ −⎪ ⎪⎛ ⎞ ⎛ ⎞= − + + − +⎨ ⎬⎢ ⎥⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎜ ⎟⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎝ ⎠ ⎝ ⎠⎝ ⎠⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠⎪ ⎪⎣ ⎦⎩ ⎭
(4.34)
La corrección por el número de Mach se realiza mediante las correlaciones obtenidas a
partir de la gráfica mostrada en la figura 4.14, las cuales comprende un rango de 1.2 a 2.4 para
la difusión equivalente según tres números de Mach: 0.3, 0.7 y 1. A diferencia de los
resultados mostrados por Lieblein, las pérdidas no se incrementan abruptamente a partir de
una relación de difusión equivalente de 2; sino que más bien que en toda su representación es
una línea curva ascendente de principio a fin. La determinación de la pérdida de perfil vendría
dada por la expresión:
( )2
13
2
cos2cosp eqf Dβω
β= (4.35)
Donde la funcionalidad de la relación de difusión con el coeficiente de pérdida vendría
dado por los polinomios de mejor ajuste de la figura 2. La combinación de las ecuaciones
(4.34) y (4.35), más la utilización de la figura 4.14 es lo que se denominará la opción LCF2
para el presente análisis, y constituye la alternativa extraída del trabajo de Wrigth y Miller.
Esta opción fue desarrollada originalmente para perfiles doble arco circular, aunque según los
119
autores se pueden usar para perfiles de arco circular. El número de reynolds de referencia para
estas pérdidas es de 106.
0.000
0.010
0.020
0.030
0.040
0.050
0.060
0.070
1 1.2 1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6
Difusion Equivalente (D eq )
Perd
ida
de P
erfil
Mach 0,3 Mach 0,7 Mach 1
Figura 4.14: Pérdidas de Perfil en Función de la Relación de Difusión Equivalente y el número de Mach, según Wright y Miller
Pérdidas según Miller y Wasdell (1987)
A diferencia de las propuestas anteriores, esta opción de análisis se basa en el factor de
difusión equivalente (FDeq). Considera el efecto de la solidez, y se encuentra desarrollada para
una etapa normal con AVDR = 1.
( )21 1 2
1
cos 11 coscos 2eqFD tg tgβ β β β
β σ⎡ ⎤ ⎛ ⎞= − + −⎢ ⎥ ⎜ ⎟
⎝ ⎠⎣ ⎦ (4.36)
También es una correlación basada en el concepto de incidencia de referencia, pero
nuevamente a diferencia del trabajo de Lieblein (1959), la curva de pérdidas es más acentuada.
En los resultados de estos autores, el incremento se agudiza a partir de 0.4 y no de 0.6 como en
el caso antes señalado. Ver figura 3. La combinación de la ecuación (4.36) y la figura 4.15 es
lo que se denominará la opción LCF3 para el presente análisis.
120
0
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
0,07
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Factor de Difusión Equivalente (FDeq)
Perd
idas
de
Perf
il
Figura 4.15: Pérdidas de Perfil en Función del Factor de Difusión Equivalente, según Miller y Wasdell
Pérdidas según Aungier (2003)
Un trabajo más reciente de Aungier también utiliza las relaciones de difusión equivalentes
para el cálculo de las pérdidas de perfil. Sin embargo, a diferencia de la propuesta original de
Lieblein (1959), no se utiliza de manera directa el concepto de cantidad de espesor de
momento ( 2θ ), sino que a través de una relación polinómica experimental se estima el
comportamiento de las pérdidas de perfil en función de la carga del álabe. Así a partir de:
( )2
2 11 2
1
cos cos1.12 0.61coseqD tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.33)
Se considera que:
( ) ( )2 2 813
2
cos2 0.004 1 3.1 1 0.4 1cosp eq eqD Dβω σ
β⎛ ⎞ ⎡ ⎤= + − + −⎜ ⎟ ⎢ ⎥⎣ ⎦⎝ ⎠
(4.37)
La ecuación (4.37) es lo que se denominará la opción LCF4 para el presente análisis.
121
Pérdidas según Jansen y Moffat (1967)
De manera similar a la opción anterior, pero realizado con el factor de difusión
equivalente, proviene de la metodología clásica de Jansen y Moffat (1967), y a partir de la
definición:
( )21 1 2
1
cos 11 coscos 2eqFD tg tgβ β β β
β σ⎡ ⎤ ⎛ ⎞= − + −⎢ ⎥ ⎜ ⎟
⎝ ⎠⎣ ⎦ (4.36)
Se calcula las pérdidas de perfil como:
( )2 3
2
2 0.003 0.02375 0.05 0.125cos eq eq eqFD FD FDσω
β= + − + (4.38)
La ecuación (4.38) es lo que se denominará la opción LCF5 para el presente análisis.
Obsérvese que en ninguna de las propuestas explicadas se están considerando las
correcciones pertinentes por: incidencia distinta a la de referencia, número de Reynolds y
número de Mach (de hecho, para este análisis se consideraran casos totalmente subsónicos con
Ma = 0.3).
Correlaciones fuera del punto de diseño
Hasta ahora, la atención ha sido enfocada en el desempeño aerodinámico de una etapa de
un compresor axial cuando se encuentra en un punto específico de mínimas pérdidas, en lo que
se suele denominar el punto de diseño. Sin embargo, cualquier compresor debe ser operado en
condiciones bien distintas a las de este punto de diseño, que incluyen entre otros: el arranque,
aceleraciones y desaceleraciones, puntos de máxima y mínima potencia. Es decir, cada etapa
debe operar de manera satisfactoria para distintas velocidades de giro y para distintas
condiciones a la entrada (Saravanamuttoo (2001)). En estos nuevos puntos operativos, la
cascada de álabes del compresor, se encuentra en condiciones de incidencia de entrada,
número de Mach de entrada y presión de descarga muy distintas para las que fue diseñado. Y
es que fuera de este punto de diseño, la cascada se somete a un incremento (a veces paulatino a
veces abrupto) de las pérdidas en la medida que se acerca a las regiones de desprendimiento
positivo o negativo (Stall – Choke).
122
Como lo señala Aungier (2003), la determinación de las pérdidas y la deflexión del fluido
para incidencias fuera del punto de diseño es incluso una tarea más compleja que para la
incidencia de diseño. Aunque las cascadas de álabes experimentales proveen una guía del
comportamiento probable de una etapa de un compresor axial fuera del punto de diseño, el
desempeño real de una cascada anular de álabes es un fenómeno muy alejado de las
condiciones que suelen reproducir las primeras. En primera instancia, en un compresor axial,
las etapas se encuentran muy cercanas unas a otras, lo que implica una importante interacción
entre ellas; mientras en las cascadas experimentales las mediciones a la salida de cascada son
realizadas de manera que se precisa el comportamiento de las capas límites y estelas de fluido
sin relativa interferencia. A velocidades distintas a la de diseño, en un compresor, se puede
producir el fenómeno de celdas rotativas de desprendimiento (rotating stall), situación que una
cascada de álabes ni siquiera aporta datos sobre este fenómeno. Finalmente, uno de los
principales supuestos en este trabajo de grado, el de mantener una relación de velocidades
axiales constante e igual a uno, es casi imposible de reproducir en una etapa de un compresor
axial. Peor aún, el efecto de la capa límite por las paredes anulares del compresor, tiene una
importancia relevante en la distribución de velocidades en el canal inter-álabes; esta situación
no siempre es tomada en cuenta en la correlaciones de cascadas experimentales que incluso
poseen mecanismos de succión de capas límites de las paredes del túnel de viento.
Consecuentemente, seleccionar y estudiar correlaciones para la predicción de desempeño
fuera del punto de diseño, se transforma en una actividad delicada y minuciosa. Primero,
porque para una correcta selección de correlaciones que hayan sido calibradas contra data
experimental propiamente proveniente de bancos de prueba de compresores axiales, se debe
verificar los rangos operativos y tipos de compresores para los que esta correlación debe y
puede funcionar. Segundo, porque estos modelos empíricos se encuentran sustancialmente
influenciados por la estrategia de prueba de la etapa. Luego las distintas aproximaciones y
simplificaciones consideradas para cada tipo de modelo conforman un todo muchas veces
difícil de separar en componentes. Así por ejemplo, algunos autores incluyen efectos de la
holgura radial de la punta (ε) como parámetro para la determinación de pérdidas por fricción
(Howell (1964)), otros como parámetro para la pérdidas de pared anular (Wright y Miller
(1991)) y otros ni siquiera lo consideran en un modelo unidimensional (Aungier (2003)). Lo
que implica, que considerar un modelo de pérdidas fuera del punto de diseño, implica evaluar
123
toda la estructura de análisis bajo la cual se conceptualizó. En tercer y último lugar, evaluar
como encaja ese modelo de prueba de pérdidas fuera del punto de diseño dentro del contexto
del trabajo ya previamente estructurado. De hecho, y como fue señalado en el primer apartado
de este capítulo, cuando se revisa el trabajo de White et al. (2001), se observa que los autores
solo alteran el 42% de los renglones que componen cada juego de correlaciones analizados. Es
decir, los autores solo se atrevieron a evaluar correlaciones que no afectaran en demasía la
propuesta original del programa BLADESTACK. Todo esto implica que la revisión y
evaluación de propuestas alternativas de correlaciones para determinar tanto la desviación
como de las pérdidas fuera del punto de diseño, pasan necesariamente por un filtro natural: el
grado de modificación al que debe ser sometida la estructura natural del algoritmo ya
propuesto.
Obsérvese que el modelo de cómputo unidimensional aquí propuesto, no considera
velocidades de giro distintas a la velocidad de diseño. Como fue señalado en el Capítulo III,
las condiciones fuera de diseño se limitan entre dos puntos precisos: el de desprendimiento
positivo (estimación de stall) y el desprendimiento negativo o ahogamiento (estimación de
choke). Estos dos puntos obedecen a una interpretación específica para el programa
VENCHARAX, y que no necesariamente se aproximan a criterios de autores ya previamente
considerados en este trabajo (el caso de los criterios de Miller y Wasdell (1987), Aungier
(2003), Steinke (1982), Crouse y Gorrell (1981) entre otros). Mientras que el número de
puntos de análisis para estas condiciones fuera del punto de diseño, es una decisión del usuario
del algoritmo.
En el presente trabajo de grado, en la medida de lo posible se trató de no asumir como una
limitante la modificación del algoritmo; pues fue concebido y estructurado de manera modular
para este fin. Sin embargo, las estrategias de análisis antes discutidas y la forma en la que se
dispuso cada módulo en el algoritmo, solo permitió un análisis independiente de las
correlaciones de desviación y de pérdida fuera del punto de diseño. Las correlaciones
secundarias para todos los casos, solo pueden ser analizadas dentro del contexto de un
algoritmo principal. Es decir, que para poder visualizar el efecto de escoger una u otra de las
opciones planteadas para las correlaciones secundarias, habrá que definir los juegos de las
mejores correlaciones alternativas según técnicas estadísticas.
124
Correlaciones de desviación fuera del punto de diseño
Desviación Fuera del Punto de Diseño según Lieblein (1959)
Constituye la propuesta originalmente seleccionada por M.V.Casey (1987) a partir de los
trabajos de Lieblein (1959). Y vincula la variación del ángulo de desviación fuera del punto de
diseño, con las variaciones entre el ángulo de incidencia y la incidencia de referencia,
mediante la utilización del factor ( )refd diδ .Así la expresión:
( )refr refref
d i idiδδ δ ⎛ ⎞= + −⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.2)
Constituye la opción FDDEV1 del presente análisis.
Desviación Fuera del Punto de Diseño según Creveling y Carmody (1968)
Una correlación proveniente de programas computacionales para el diseño y análisis de
compresores axiales es la de Creveling y Carmody (1968), la cual es aún utilizada en trabajos
recientes como los de Leónard (2005) y Cahill (1987). No solo utiliza los conceptos de
incidencia y desviación de referencia, sino que propone utilizar una “deflexión de referencia”,
calculada como:
( ) ( )' '1 2ref ref refiε β β δ= + − + (4.39)
Luego la desviación fuera del punto de diseño se obtiene mediante relaciones funcionales
entre la incidencia, la incidencia de referencia, la desviación de referencia y la deflexión de
referencia para las secciones media, de cubo y de punta (mean span, hub and tip section) del
espacio anular. En la figura 4.16 se muestra esta relación funcional para el espacio anular
medio, que vendría a representar la siguiente relación:
ref ref
ref ref
i if
δ δε ε
⎛ ⎞− −= ⎜ ⎟⎜ ⎟
⎝ ⎠ (4.40)
Y que plantearía el cálculo de la desviación como:
refref ref
ref
i ifδ δ ε
ε
⎡ ⎤⎛ ⎞−= + × ⎢ ⎥⎜ ⎟⎜ ⎟⎢ ⎥⎝ ⎠⎣ ⎦
(4.41)
125
Evidentemente constituye una aproximación parecida a la propuesta anterior, solo que
como el mismo autor reconoce, la forma de la curva puede causar inestabilidades en el
cómputo cuando el ángulo de incidencia se encuentra muy por debajo de la incidencia de
referencia (casos negativos en el eje x). Esta opción se identificara como FDDEV2, en el
presente análisis.
-0,1000
-0,0500
0,0000
0,0500
0,1000
0,1500
0,2000
0,2500
-0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1
Figura 4.16: Desviación fuera del Punto de Diseño para la sección media de una cascada de álabes según Creveling y Carmody (1968)
Desviación Fuera del Punto de Diseño según Miller y Wasdell (1987)
La propuesta de Miller y Wasdell (1987), también propone una relación funcional entre la
desviación y la incidencia fuera del punto de diseño. Solo que a diferencia de los casos
anteriores, conceptualmente los autores involucran los conceptos de incidencia óptima e
incidencia de desprendimiento positivo. Así la relación típicamente propuesta de:
( )refr refref
d i idiδδ δ ⎛ ⎞= + −⎜ ⎟
⎝ ⎠ (3.2)
Pasaría a ser:
( ) optrefr s opt
s opt
i ii i f
i iδ δ
⎡ ⎤⎛ ⎞−= + − × ⎢ ⎥⎜ ⎟⎜ ⎟−⎢ ⎥⎝ ⎠⎣ ⎦
(4.42)
126
Donde la figura 4.17, permite representar la correlación necesaria para el cómputo de la
ecuación (4.42).
-0,20
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
-4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4
Incidencia NormalizadaD
esvi
ació
n Fu
era
del P
unto
de
Dis
eño
Figura 4.17: Desviación fuera del Punto de Diseño para la sección media de una cascada de álabes según Miller y Wasdell (1987)
Para el cálculo de la correlación (4.42), es necesario determinar de manera previa las
incidencias: óptima (ver figura 4.4 del apartado “Correlaciones de Incidencia en Condiciones
Nominales, Óptimas o de Mínimas Pérdidas”) y de desprendimiento positivo (stalling
incidence). Este último parámetro señalado por Miller y Wasdell (1987) a partir de un trabajo
previo de la compañía Rolls Royce, supone que la incidencia por desprendimiento positivo
puede ser calculada solo con conocer la el ángulo de calado, el ángulo de curvatura y la
solidez de una cascada de álabes. Es importante destacar que esta forma de determinar tanto la
incidencia de desprendimiento positivo como la de desprendimiento negativo (la incidencia de
ahogamiento según estos autores, se calcula mediante un procedimiento iterativo propuesto
por Carter y Hughes en 1960), difiere de manera resaltante con respecto a las definiciones
utilizadas por M.V. Casey. Esto explicaría porque ambas metodologías resultan tan
difícilmente acoplables, pues parten conceptualmente de propuestas distintas. La
determinación de esta incidencia de desprendimiento positivo se realiza al igual que la
incidencia óptima, mediante una correlación de la forma gráfica numérica:
127
0
2
4
6
8
10
12
14
0 10 20 30 40 50 60 70
Angulo de Calado (°)
Fact
or A
y B
Factor A Factor B
Figura 4.18(a): Determinación de los Factores A y B para la correlación de Incidencia de Desprendimiento
0.200
0.250
0.300
0.350
0.400
0.450
0.500
0 10 20 30 40 50 60 70
Angulo de Calado (°)
Fact
or C
Factor C
Figura 4.18(b): Determinación del Factor C para la correlación de Incidencia de Desprendimiento
si A B Cσ θ= + − (4.43)
Donde los parámetros A, B y C se determinan mediante la figura 4.18.
128
La determinación de (4.42) mediante la correlación (4.43) y las figuras 4.18(a) y 4.18(b),
es lo que se denominará FDDEV3 para el presente análisis. La figura 4.4 y la correlación (4.6)
se utilizaran para la determinación de la incidencia óptima.
Correlaciones de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño
El modelo de para el cálculo de las pérdidas fuera del punto de diseño utilizado por M.V.
Casey (1987), se fundamenta en correcciones sucesivas a las pérdidas por Número de
Reynolds, Número de Mach y finalmente por incidencias distintas a la incidencia de
referencia. Así se presentó la ecuación (3.21):
Rei
i i iinc Ma
ω ω ωω ωω ω ω⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞
= ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠
(3.21)
En esta ecuación, es el tercer término del lado derecho, el que representa realmente el
ajuste para condiciones fuera del punto de diseño. Su determinación se obtiene mediante el
cómputo del siguiente polinomio, propuesto originalmente por Jansen y Moffat (1967):
20.8333 0.1667 1i inc
ω χ χω⎛ ⎞
= + +⎜ ⎟⎝ ⎠
(3.37)
Donde como fuera señalado, khi ( χ ) es el factor que contabiliza cuan lejos se encuentra la
incidencia en un punto operativo dado con respecto a la incidencia de referencia:
( )2refi i δβχ = − (3.36)
Ahora bien, evidentemente existen otros modelos para el cálculo de las pérdidas fuera del
punto de diseño. El primero a ser considerado es el propuesto por Lieblein (1959), quien en su
trabajo original propone modificar la ecuación para la relación de difusión equivalente, por
una que de peso a la variación de la incidencia. Es así como la ecuación (4.33) da paso a la
siguiente propuesta:
( ) ( )21.432 1
1 21
cos cos1.12 0.61coseq refD a i i tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + − + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.43)
129
Donde “a” es un factor asociado al tipo de perfil, con un valor de 0.0117 para perfiles
NACA 65 y de 0.007 para perfiles C4. Según Cumpsty (1989), el propio Lieblein (1957,
1959) no fue muy entusiasta en utilizar el concepto de difusión equivalente para otras
incidencias distintas a la de referencia, sin embargo generaciones posteriores (Crouse (1981)
entre otros) no opinaron de la misma manera.
Otra forma de determinar las mínimas pérdidas fuera del punto de diseño, se fundamenta
en métodos empíricos que proponen una ecuación de la forma:
( )2
ref m refc i iω ω= + − (4.44)
Donde el factor “cm” suele ser función del Mach relativo, el ángulo de flujo y la geometría
del álabe. Es el caso de la metodología de Creveling y Carmody (1968), que proponen una
correlación como se muestra en la figura 4.19. Sin embargo como señala Leónard (2005,
2006), esta correlación es definitivamente más adecuada para casos transónicos que para casos
subsónicos. Como lo indica la figura 4.19, es partir de un Mach de 0.8 cuando ambas curvas
de desprendimiento con respecto a la incidencia de referencia se separan. De hecho para Mach
relativos inferiores se muestra un valor constante de 0.001 para las pérdidas normalizadas.
0
0,005
0,01
0,015
0,02
0,025
0,03
0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1 1,2 1,3
Mach (Ma)
Pérd
idas
Nor
mal
izad
as
(i-iref) Pos Trans (i-iref) Positiva (i-iref) Negativa
Figura 4.19: Correlación de Creveling y Carmody (1968) para mínimas pérdidas fuera del punto de diseño
130
Autores como Aungier (2003) y Miller (1987, 1991), también utilizan una forma
parabólica para la predicción de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño. Sin embargo,
recurren a una incidencia normalizada con respecto a las incidencias de desprendimiento
positivo o negativo según el caso. Así presentan ecuaciones de la forma:
21refω ω ξ⎡ ⎤= +⎣ ⎦ (4.45)
Donde
refref
ref c
refref
s ref
i isi i i
i i
i isi i i
i i
ξ
ξ
−= <
−
−= ≥
−
(4.46)
Esta definición entraña una dificultad de manera intrínseca: la propia definición que
proponga cada autor sobre las incidencias de desprendimiento positivo y la incidencia de
ahogamiento. Como fue discutido previamente, las correlaciones escogidas para cada caso
pueden llevar a resultados muy distintos según la estrategia de análisis. De hecho, en este
trabajo se descarta para este renglón la alternativa de Aungier (2003), pues sus definiciones de
stalling incidence y choking incidence difieren en demasía a las señaladas por M.V Casey
(1987).
En el caso de Miller y Wasdell (1991), ciertamente también difieren las definiciones antes
señaladas a las del autor guía del algoritmo desarrollado; pero sin embargo, a lo largo del texto
se ha desarrollado sistemáticamente parte de la estrategia de estos autores para el análisis fuera
del punto de diseño. Puesto que solo quedaría pendiente es la adopción de la metodología de
cálculo de la incidencia de ahogamiento, se decidió proceder a obtener un valor estimado de
este parámetro mediante la definición de M.V. Casey (1987):
( ) 0.82refi i δβ⎛ ⎞− = ⎜ ⎟
⎝ ⎠ (4.47)
Acotando esta excepción en el análisis, la determinación de la incidencia de
desprendimiento positivo y la incidencia óptima, se procederá a realizar según las
formulaciones propias de los autores, aspectos ya discutidos en apartados anteriores de este
mismo trabajo.
131
Al observar la figura 4.20, se notará que la pendiente en la región de ahogamiento es más
inclinada que en la región de desprendimiento positivo, la cual a su vez presenta una región de
evaluación más amplia. Esto se debe a que los autores reconocían que las pérdidas podían ser
afectas hasta tres veces más en esta región que en la de desprendimiento positivo. En su
trabajo posterior, Miller identificaría este fenómeno como dependiente de las variables
geométricas: (o/s), (t/c), (ζ ) y θ .
0
2
4
6
8
10
12
-2 -1,5 -1 -0,5 0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Incidencia Normalizada
Perd
idas
Tot
ales
Nor
mal
izad
as
Choke Stall
Figura 4.20: Correlación de Miller y Wasdell (1987) para mínimas pérdidas fuera del punto de diseño
Correlaciones de pérdidas secundarias
Constituyen las correlaciones de mayor complejidad para su determinación, y las de mayor
difícil integración a un método unidimensional. Como fue señalado en el Capitulo I del
presente trabajo, las pérdidas del perfil no son las únicas de una etapa, pues es necesario tener
en cuenta: las pérdidas en el anillo o pérdidas anulares, las pérdidas por flujos secundarios y
las pérdidas debido a la fuga de fluido por la holgura radial entre álabe y carcasa. Como lo
señala Lecuona (2000), el conjunto de estas pérdidas “secundarias” pueden sobrepasar
fácilmente a las del perfil. Sin embargo, no hay acuerdo si todas pueden ser agrupadas bajo
una mismo definición o no, por ejemplo, Denton (1993) separa claramente las pérdidas
132
anulares y de otros efectos con el título de pérdidas secundarias o de capa límite (“end wall
loss”), y asigna una importancia igual a las pérdidas debido fuga de fluido por la holgura
radial entre álabe y carcasa (“leakage loss”).
Howell (1964) fue el primero en sugerir que las pérdidas anulares (dentro de las tres
pérdidas secundarias, la relativamente más fácil de visualizar), podían estimarse haciendo uso
de un coeficiente de arrastre a añadir al del perfil. Para pérdidas anulares propuso:
0.02ash
ω ⎛ ⎞= ⎜ ⎟⎝ ⎠
(4.47)
Para pérdidas secundarias propuso un coeficiente parabólico en el coeficiente de
sustentación del perfil:
22 1
3
cos0.0018coss L
m
C βω σβ
= × × × (4.48)
Conformando la clásica estructura de pérdidas de Howell (1964) dada por:
p a sω ω ω ω= + + (4.49)
Es interesante señalar que aún en día, trabajos como los de Leónard (2005), utilizan la
ecuación (4.48) para estimar las pérdidas secundarias -dada su sencillez y robustez-. Howell
(1964) también fue pionero en tratar de reflejar un efecto real del flujo tridimensional en los
análisis uni y bidimensional. En un compresor multietapa, a medida que progresa en las etapas
del compresor, la capa límite anular (tanto en la carcasa como en el buje del rotor) se
incrementan en espesor, situación que reduce el área de paso efectiva de flujo y modifica el
perfil de velocidades. Así, la velocidad en la región central de la etapa (en la línea media) tiene
una velocidad mayor que en el valor promedio de toda el área (Dixon (1998)). Por esta razón,
con los cálculos del triángulo de velocidades en la línea media realmente se esta produciendo
una sobreestimación del trabajo real que se esta produciendo sobre el fluido (ver también
Capitulo I, “Bloqueo”). Howell, recurrió entonces al “factor de trabajo” (λ), como un
mecanismo para la representación del efecto de esta reducción de área ó “bloqueo” producto
de las capas límites en el espacio anular.
Intentos posteriores de cuantificar este bloqueo mediante técnicas de análisis y cálculo de
la capa límite, fueron llevados a cabo por autores como Jansen (1967) y Stratford (1967), pero
133
resultaron en opinión de Aungier (2003) muy simplificados e imprecisos. Parece haber
consenso entre los distintos autores consultados (Gallimore (1999), Horlock (1995), Denton
(1993), Aungier (2003), Hunter & Cumpsty (1982) y Hirsch (1981)), que el trabajo de 1970 de
L.H. Smith Jr., constituye una referencia ineludible en el efecto de la capa límite anular en el
desempeño de una corona de álabes. Smith con sus mediciones experimentales de capa límite,
demostró que las fuerzas ejercidas por los álabes no son constantes a través de las capas
límites. Más aún, su trabajo consolido lo que hoy en día es un supuesto común en el análisis de
compresores axiales: el modelo de “etapa normal” (repeating stage model). Sin embargo, no
es hasta 1976, cuando junto a Koch, da forma a un modelo más concreto para relacionar el
coeficiente de presión de una etapa con los efectos de la capa límite anular (ver Koch y Smith
(1976)):
( ) ( )*
2 21 12 2
2rotor estator
rotor estator
P P fgW Cδϕ
ρ ρ⎛ ⎞Δ + Δ
= = ⎜ ⎟+ ⎝ ⎠ (4.45)
Funcionalidad ya señalada en la figura 3.13 del Capítulo 3 y que resalta el peso de un
tercer parámetro geométrico: la relación entre la holgura radial libre de la punta del álabe y el
paso calado (ε/g). Es decir, los autores de alguna manera conjugan el efecto de capa límite
anular con las pérdidas debido fuga de fluido por la holgura radial entre álabe y carcasa.
Resultados similares fueron reportados por Hunter y Cumpsty (1982), quienes trabajaron en
un rotor aislado y mediante la variación sistemática de la holgura radial (ε), lograron
demostrar que la capa límite aguas abajo del rotor se incrementaba, a medida que la carga de
los álabes y la holgura radial se incrementaban. Así, se determinó que la selección de una u
otra holgura radial (ε) podía tener un efecto determinante en el desempeño de una etapa.
Evidentemente también entran en juego factores como la relación de aspecto, la longitud de
cuerda y la holgura axial entre las coronas de álabes, pero la relación funcional del desempeño
quedo fijada en expresiones como:
*21
21pro Mach
hK
h
δ
η ητ
⎡ ⎤⎛ ⎞−⎢ ⎥⎜ ⎟⎝ ⎠⎢ ⎥= ×
⎢ ⎥⎛ ⎞− ⎜ ⎟⎢ ⎥⎝ ⎠⎢ ⎥⎣ ⎦
(4.46)
134
Utilizada por Jakipse y Baines (1997), como ecuación modificada de la presentada
originalmente por Koch y Smith (ver Capítulo 3, ecuación (3.20)). Ahora bien, como lo
señalan en su trabajo Wright y Miller (1991), estos no fueron los únicos intentos de cuantificar
la relación funcional entre la holgura radial y las pérdidas anulares. Citando el trabajo de 1985
de Freeman, los autores destacan que es posible correlacionar tanto la relación de aspecto
como la holgura radial con el espesor de momento y las pérdidas de presión, mediante la
conservación de momento axial y la siguiente formulación:
2122
2 aa
Chc C c
θω = = (4.47)
Según los autores, los análisis y cálculos necesarios para obtener la ecuación (4.47), son
parecidos a los utilizados por Lieblein para obtener su bien conocido modelo de pérdidas, solo
que aplicados a lo largo del desarrollo vertical del álabe en vez del desarrollo del canal inter-
álabe. Wright y Miller, nuevamente citando a Freeman, explican que el crecimiento del
espesor de la capa límite anular es proporcional a la holgura radial y a la carga de los álabes,
relacionados mediante una expresión funcional de la forma:
2122
,a eqCh f FD
c C cεω ⎛ ⎞= ⎜ ⎟
⎝ ⎠ (4.48)
Donde la carga del álabe es expresado mediante el factor de difusión equivalente. Esta
relación funcional de la ecuación (4.48), se presenta mediante correlaciones en la figura 4.11.
135
0
0,02
0,04
0,06
0,08
0,1
0,12
0,14
0,16
0,2 0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6 0,65 0,7
Factor de Difusión Equivalente
Perd
idas
Anu
lare
s
e/c 0,00 e/c 0,02 e/c 0,04 e/c 0,07 e/c 0,1
Figura 4.21: Correlación para la Determinación del Coeficiente de Pérdidas Anular según Wright y Miller (1991)
En el caso de la propuesta de Aungier (2003), las pérdidas secundarias pueden ser
consideradas como un conjunto de factores de corrección para el coeficiente de pérdidas de
perfil. Así su propuesta expresada como:
( ) ( )2 2 813
2
cos2 0.004 1 3.1 1 0.4 1cosp eq eqD Dβω σ
β⎛ ⎞ ⎡ ⎤= + − + −⎜ ⎟ ⎢ ⎥⎣ ⎦⎝ ⎠
(4.37)
Puede ser modificada como:
( ) ( )3 2 82
1 221
cos 3.1 1 0.4 12 cos
peq eqK K D D
ω βσ β⎛ ⎞ ⎡ ⎤= + − + −⎜ ⎟ ⎢ ⎥⎣ ⎦⎝ ⎠
(4.49)
Donde K1 y K2 son factores de corrección para incluir las pérdidas por efecto anular, que
incluyen el efecto de número de Reynolds. Así:
1
Re2 2
1
0.0073
1 cos 0.004
KKsK
h Kβ
=
⎛ ⎞= + +⎜ ⎟⎝ ⎠
(4.50)
136
Donde KRe, es precisamente el parámetro que separa los efectos de un régimen laminar a
uno turbulento dentro del canal inter-álabe. Al igual que Koch y Smith, el Reynolds Crítico
(Recr) se considera igual2.5x105, y la ecuación (4.50) queda modificada entonces como:
( )( )
55
Re
2.5855
Re
2.5 10 1 Re 2.5 10Re
log 2.5 101 Re 2.5 10
log Re
K si
K si
×= − < ×
⎡ ⎤×⎢ ⎥= − > ×⎢ ⎥⎣ ⎦
(4.51)
Ciertamente, existen al menos otros tres importantes autores que han colaborado de manera
definitiva a un mejor entendimiento y determinación de los efectos de la capa límite en el
espacio anular. Los trabajos de Mellor (1971), Horlock (1995, 2000 y 2005) y Hirsch (1981),
suelen ser frecuentemente citados como metodologías alternativas para determinar tanto las
pérdidas de presión como el bloqueo real en la etapa considerada. Sin embargo, a pesar de la
importancia de estos trabajos, su desarrollo y acople a la metodología unidimensional
propuesta a partir de M.V. Casey, resulta en la mayoría de los casos imposible.
CAPITULO V
RESULTADOS Y DISCUSIÓN: ANALISIS UNIDIMENSIONAL DE UNA ETAPA DE UN COMPRESOR AXIAL
En este capítulo se presentan y analizan los resultados obtenidos al probar el algoritmo
desarrollado con una selección de la muestra de etapas de compresores axiales sub-sónicos
indicada en el Anexo A. En todos los casos, los valores experimentales y los valores
estimados, son presentados en términos de parámetros adimensionales: Coeficiente de Flujo,
Coeficiente de Presión, Relación de Presión y Eficiencia.
Compresor A.B. McKenzie (1980)
En el trabajo de M.V. Casey (1987), se utilizan los detalles de las mediciones realizadas en
la etapa de compresión experimental de A.B. McKenzie (1980), a fin de probar la capacidad
que tiene su algoritmo, para estimar el efecto que la variación de solidez puede tener sobre el
desempeño de una etapa sub-sónica. El autor señalaba que los resultados obtenidos eran
aceptables a pesar de ser etapas con grandes ángulo de calado ( 50ξ > ° ), gran deflexión
( 40∈> ° ) y desarrollos de álabes rectos.
De igual manera, se probó el programa VENCHARAX para las mismas configuraciones
experimentales, los resultados obtenidos para las curvas de carga y eficiencia versus
coeficiente de flujo se muestran en las figuras 5.1 a 5.4. Mientras en la tabla 5.1, se pueden
observar los errores RMS (ver Anexo C) con respecto a la data experimental, tanto para las
estimaciones del programa de M.V. Casey (1987) como para las del programa propio.
138
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.1(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 0.425
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,95
0,25 0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de Análisis
Figura 5.1(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 0.425
139
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Dato Exp VENCHARAX Casey
Región de Análisis
Figura 5.2(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 0.535
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp Casey
Región de Análisis
Figura 5.2(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 0.535
140
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Datos Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.3(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 0.708
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Datos Exp
Región de Análisis
Figura 5.3(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 0.708
141
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,35
0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6 0,65
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.4(a): Curva de Carga para etapa de McKenzie de solidez 1.063
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Sim Eficiencia Eficiencia
Región de Análisis
Figura 5.4(b): Curva de Eficiencia para etapa de McKenzie de solidez 1.063
142
Tabla 5.1: Comparación en el Error RMS para configuraciones del compresor A.B. McKenzie según VENCHARAX y Casey (1987) contra data experimental
Error RMS en ψ según Error RMS en η según
Solidez VENCHARAX Casey [1987] VENCHARAX Casey [1987]
1.063 0.065 0.061 0.090 0.084
0.708 0.013 0.011 0.036 0.034
0.535 0.020 0.019 0.032 0.030
0.425 0.047 0.036 0.070 0.052
En general las formas de las curvas de predicción y de las curvas experimentales fueron
similares y cercanas. Notable también, la similitud de resultados obtenidos entre la propuesta
original de estimación, y el algoritmo implementado a partir de su interpretación (ver Figura
5.2, donde se incluyen a modo de ejemplo, ambas estimaciones). La tendencia y magnitud de
los errores RMS para ambos métodos es análoga, solo en la etapa de solidez 0.425 el
comportamiento del algoritmo VENCHARAX dista en un 20% aproximadamente del predicho
por Casey (1987). Para la etapa con solidez 1.063, ambos métodos muestran un
comportamiento de sobrestimación, y particularmente para coeficientes de flujos bajos acusan
una distinción en la forma de predecir el fenómeno de desprendimiento positivo.
Para la corona de álabes con solidez 0.425, el programa VENCHARAX se encuentra
exigiendo en varias correlaciones, respuestas a condiciones muy cercanas a su límite de
solidez de 0.4, lo que involucra imprecisiones numéricas en las operaciones de interpolación.
Adicionalmente estima valores de bloqueo (1 - 2δ*/h) bastantes elevados para un paso tan
amplio (en promedio 0.88), lo que junto a la sobrestimación de los valores de pérdidas (en
60% aproximadamente), explicaría el elevado error de esta simulación. El rango de
coeficientes de flujo estimado presenta una coincidencia en un 95.54% con el experimental, lo
que implica una correcta predicción de las condiciones de desprendimiento tanto positivo
como negativo. En la figura 5.1(b) se aprecia un desplazamiento hacia la izquierda de la
eficiencia máxima estimada con respecto a la data experimental. Esto se podría deber a la
forma en que se calculan las condiciones fuera del punto de diseño (obsérvese que el mismo
143
fenómeno ocurre en la figura 5.4(b), que no reproducen en la totalidad el fenómeno físico para
esta condición geométrica.
Las simulaciones numéricas realizadas con el algoritmo propuesto para la configuraciones
de solideces 0.535 y 0.708, arrojaron los mejores resultados de los cuatro casos (ver figuras
5.2 y 5.3). De hecho son las simulaciones que presentan un RMS más cercano a 0.01 en la
carga -un poco más elevado para las eficiencias-. El éxito de estas predicciones recae en
mejores predicciones de ángulos de desviación y de las incidencias para todo el rango de
operación considerado. Por ejemplo, la estimación de la desviación de referencia para una
etapa con σ = 0.535, es de 17.7° versus 18.5° medidos experimentalmente. En cambio para
una etapa con σ = 1.063, esta misma estimación es de 12.6° versus 16.8° experimentalmente.
Aunado a la imprecisión de la determinación de los ángulos de desviación e incidencia, la
etapa con solidez 1.063 también presenta ángulos de deflexión importantes para todo el rango
operativo considerado (entre 2° a 3° más que todas las simulaciones anteriores); lo que
justifica la sobrestimación de los valores de carga con respecto a los datos experimentales.
Con respecto a la representación de la figura 5.4(a) para bajos coeficientes de flujo: se debe
señalar que el algoritmo estima un coeficiente de flujo en desprendimiento positivo a partir de
0.393, el cual es un valor próximo al que experimentalmente reporta la mayor carga.
Compresor NACA 8
La segunda configuración puesta a prueba fue una etapa de características geométricas
moderadas: ángulos de curvatura y calado próximos tanto para el rotor como para el estator,
bajo factor de difusión y solideces moderadas. Para la Etapa 5 del compresor NACA 8 (Voit y
Geye (1954)), las principales características distintivas son un número de Mach elevado (Ma =
0.7) y un perfil delgado (t/c = 0.065). En la figura 5.5 se observa su desempeño para la
relación de presión total y la eficiencia.
144
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
1,45
0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Datos Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.5(a): Curva de Carga para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954)
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,95
0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de
Figura 5.5(b): Curva de Eficiencia para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954)
145
Los valores estimados en esta etapa presentan un comportamiento distinto para la carga y
la eficiencia. Como se ve en la figura 5.5(a), el programa ofrece una excelente predicción de
desempeño para las relaciones de presión total de la etapa. Con un error RMS de 0.012 y una
forma ajustada en todo el rango de interés, se evidencia una buena predicción de los ángulos
de desviación e incidencia. Así por ejemplo, la incidencia experimental en las cercanías del
punto de diseño se ubicó en -1.33° para el rotor y -5.09° para el estator, el método propuesto
estima estos valores en -1.28° y -5.80° respectivamente. Situación que se repite con las
desviaciones, donde ángulos de 8.17° y 11.56° son predichos para el rotor y estator por el
algoritmo, cuyos valores reales de desviación se encuentran en 7.71° y 11.49°. En todos los
casos se satisface la condición deseada de ±1° entre predicción y medición.
Aunque el rango operativo estimado es bastante más amplio que el experimental, la
determinación del punto más cercano de desprendimiento positivo no fue totalmente
desacertada al subestimarlo en un 8.14% de error porcentual. Mayor precisión se alcanzó con
la proyección del punto óptimo de la etapa, donde se estimó un coeficiente de flujo de 0.614
versus 0.6 de diseño, para una relación de presión total estimada de 1.337 versus 1.348 de
diseño. En todo caso, tanto simulación como experimentación coinciden en reportar que existe
un pico máximo de presión para la etapa con respecto al valor de diseño.
El reporte de prueba de este compresor (Voit y Geye (1954)), indica que para esta quinta
etapa el comportamiento descendente de las relaciones de presión para bajos coeficientes de
flujo, se justifica en el fenómeno propagado de desprendimiento positivo originado en la
primera etapa por los grandes ángulos de ataque asociados a bajos flujos másicos. También se
señala que las eficiencias obtenidas en las etapas intermedias (etapas 5 y 6), fueron más altas
de lo originalmente planteado. Los autores señalan que los altos valores de difusión en la
punta del álabe (alrededor de 0.51) de ambas etapas, no mostraron la afectación esperada en el
desempeño de las etapas, pero sin embargo favorecieron la generación de gradientes radiales
de entropía que si desfavorecieron la actuación de las etapas posteriores.
Sin embargo, al observar la figura 5.5(b), llama la atención que a pesar de que
experimentalmente la eficiencia tuviera que ser superior a los cálculos estimados, el modelo
diste tanto de lo esperado. En efecto el error RMS se ubica en 0.077, un valor similar a las
simulaciones no completamente exitosas del compresor A.B. McKenzie (1980). Puesto que los
146
rangos del factor de difusión estimados coinciden en ±5% con los experimentales, sorprende
que las pérdidas calculadas afecten tan severamente la curva de eficiencia. Podría sospecharse
de los factores de corrección de las pérdidas y de la eficiencia (las pérdidas anulares), y surge
entonces la hipótesis de que los valores de acabado superficial del álabe y la holgura radial de
la punta, hayan sido supuestos de manera inadecuada (estos parámetros no son reportados en
la bibliografía) afectando sensiblemente los factores de corrección asociados.
A fin de comprobar la validez de esta suposición -y al mismo tiempo mostrar un ejemplo
de sensibilidad del programa a la variación de estos parámetros-, en las figuras 5.6 y 5.7 se
muestran los resultados de variar el juego radial en la punta del álabe (ε ) y el acabo
superficial del álabe (Ra) para la simulación de la misma etapa. En la tabla 5.2, se plantea el
plan de modificaciones de estos dos parámetros para cada figura.
Tabla 5.2: Plan de Comparación de parámetros (ε ) y (Ra) para etapa 5 Compresor NACA 8 en figuras 5.6 y 5.7
Figura 5.6 (Ra = 6.70x10-5 m) Figura 5.7 (ε = 0.05 cm)
ε (cm) ε (cm) ε (cm) Ra (m) Ra (m) Ra (m)
0.005 0.5 0.05 2.5x10-6 1.8x10-5 6.7x10-5
Obsérvese en la tabla 5.2, que los valores en negrilla para los parámetros discutidos, son
los que corresponden a la simulación original mostrada en la figura 5.5.
147
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
1,45
0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Datos Exp e = 0,05 cm e = 0,5 cm e = 0,005 cm
Figura 5.6(a): Comparación en la Curva de Carga de los efectos de la holgura radial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954)
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,95
0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
e = 0,05 cm Dato Exp e = 0,5 cm e = 0,005 cm
Figura 5.6(b): Comparación en la Curva de Eficiencia de los efectos de la holgura radial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954)
148
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
1,45
0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Datos Exp Ra = 6,70E-5 Ra = 1,80E-5 Ra = 2,50E-6
Figura 5.7(a): Comparación en la Curva de Carga de los efectos del acabado superficial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954)
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,95
0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Ra = 6,70E-5 Dato Exp Ra = 1,80E-5 Ra = 2,50E-6
Figura 5.7(b): Comparación en la Curva de Eficiencia de los efectos del acabado superficial para etapa 5 Compresor NACA 8 (1954)
149
Efectivamente según lo mostrado en la figura 5.7(b), la suposición original de un burdo
acabado superficial en los álabes de la etapa, justifican el error obtenido en la simulación
mostrada en la figura 5.5(b). Con buenos acabados superficiales se obtienen resultados que
mejoran el error RMS de la simulación a 0.058 (una reducción del 17.14%). En cambio una
reducción en un orden de magnitud de la holgura radial (ε ), no reporta mejora significativas
en la simulación.
Observando específicamente la sensibilidad de la simulación al parámetro holgura radial
de la punta (ε ), se evidencia que reproduce lo señalado por el modelo teórico utilizado: a
mayor holgura, se produce un deterioro dramático en las condiciones de desempeño de la
etapa (Koch y Smith (1976)). Por su parte, la sensibilidad con respecto al acabado superficial,
se visualiza principalmente en la estimación de eficiencia. Lo que sucede realmente, es que el
factor de corrección por el número de Reynolds utilizado a partir de la propuesta de M.V
Casey (1987), es muy sensible a la escogencia de algún tipo de acabado superficial.
Un análisis adicional fue realizado con este compresor NACA 8, y consistió en ver los
efectos de la relación de aspecto (h/c) en la capacidad de simulación del algoritmo. Así se
analizó la tercera etapa del mismo compresor, que presenta una configuración muy similar a la
quinta etapa, pero con una relación de aspecto de 2.19 y una relación de radios de 1.47 (radio
punta/radio cubo). La quinta etapa presenta una relación de aspecto de 0.78 y una relación de
radios de 1.12. Dada la dispersión de la data experimental reportada para la eficiencia, en la
figura 6.8 solo se incluyó la curva de carga.
Al observar la figura 5.8, se evidencia una total sobrestimación en lo valores estimados de
relación de presión e incluso en el rango de coeficientes de flujo. Se calcula un elevado error
RMS de 0.128, y aunque las formas de las curvas guardan similitud, la predicción de la
condición de desprendimiento positivo se localiza en la mitad del rango experimental (ver
línea roja en figura 5.8).
150
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
1,45
1,5
0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Datos Exp VENCHARAX
Figura 5.8: Curva de Carga para etapa 3 Compresor NACA 8 (1954)
En este punto es importante recordar, que el límite de las relaciones de radio (Yt) para este
modelo se encuentra en 1.5, y ese valor para esta tercera etapa se ubica en 1.47. La
imprecisión en la estimación del rango operativo de coeficientes de flujo, se justifican en lo
siguiente: las predicciones del espesor de capa límite permitido para esta etapa se ubican en
promedio en 8.3% (relación del espesor de desplazamiento con respecto a la altura del álabe
(2δ*/h)), cuando según las condiciones de diseño debería ser 5%. En la simulación de la quinta
etapa, para este mismo parámetro hubo coincidencia en la estimación y el valor de diseño de
2δ*/h = 14%. La imprecisión en la estimación en la carga, se debe indudablemente a la
subestimación de los valores de pérdidas, sin embargo no se encuentra una justificación para
dicha subestimación.
Compresor NACA 10
La tercera configuración de prueba, corresponde a las etapas 5 y 10 del compresor NACA
10 probado por Johnsen (1952) y Budinger (1952,1953, 1954).
151
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.9(a): Curva de Carga para etapa 5 Compresor NACA 10 (1952)
0,7
0,75
0,8
0,85
0,9
0,95
0,5 0,55 0,6 0,65 0,7 0,75 0,8 0,85 0,9 0,95 1
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.9(b): Curva de Eficiencia para etapa 5 Compresor NACA 10 (1952)
152
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1
Coeficiente de Flujo (Φ)
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis Región de Análisis
Figura 5.10(a): Curva de Carga para etapa 10 Compresor NACA 10 (1952)
0,5
0,55
0,6
0,65
0,7
0,75
0,8
0,85
0,6 0,65 0,7 0,75 0,8 0,85 0,9 0,95 1 1,05 1,1
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Dato Exp VENCHARAX
Región de AnálisisRegión de Análisis
Figura 5.10(b): Curva de Eficiencia para etapa 10 Compresor NACA 10 (1952)
Puesto que en las etapas analizadas del compresor NACA 8 existen diferencias en las
solideces y en las relaciones de espesor máximo-cuerda (t/c) entre el rotor y estator, se buscó
153
descartar en el compresor NACA 10 la influencia que pudieran tener estas variables para la
simulación de etapas con diferente relación de aspecto (h/c). En el compresor NACA 10 todos
los álabes poseen una relación (t/c) de 10%, y las solideces entre rotor y estator no difieren en
más de 5%.
Como se muestra en las figuras 5.9 y 5.10 y en la tabla 5.3, el algoritmo propuesto es más
exitoso en la predicción de desempeño en la etapa con menor relación de aspecto. Eso a pesar
de que la solidez promedio (y por tanto el número de álabes) en la etapa 10 es mayor que en la
5; caso contrario a la configuración de las etapas 3 y 5 del compresor NACA 8. Sin embargo,
esto podría explicar porqué en un caso de alta relación de aspecto se sobrestima (Etapa 3
NACA 8) y en otro se subestima (Etapa 5 NACA 10).
Tabla 5.3: Comparación en el Error RMS para las Etapas 5 y 10 del compresor NACA 10
Error RMS en
Etapa h/c ψ η
5 1.71 0.048 0.051
10 0.82 0.009 0.025
En general, para ambas etapas la predicción de la carga es mejor que la estimación de la
eficiencia. También en los dos casos, la predicción del rango operativo de los coeficientes
flujo al menos duplica al rango experimental.
Experimentalmente hay dos factores que justifican la disparidad de la predicción de la
etapa 5 NACA 10 (Budinger (1954)). El primero de ellos se refiere, al efecto severo de
reducción de velocidades axiales en la etapa, que implica una relación Cx2/Cx1 < 1 (para esta
etapa es 0.9) y que se contrapone a las suposiciones iniciales del método propuesto. La
segunda, radica en el hecho de que los diseñadores del compresor esperaban un detrimento
severo en el desempeño de la etapa, pues el factor de difusión en la punta de esbelta era de 0.5.
Para la época, esto se consideraba como una restricción en la eficiencia de las etapas
intermedias, y seria puesta en cuestionamiento es a partir de esta experimentación (también en
154
el trabajo de Voit (1954)). Gracias entonces a una mejor eficiencia de la etapa, y a la reducción
de las velocidades axiales, el fluido se re-energizo aumentando sus valores de presión y
temperatura por encima de lo previsto. El autor además señala, que esta situación originó un
desacople en la operación de las etapas posteriores, que recibieron el flujo a un ángulo de
ataque distinto al previsto y por tanto redujeron el coeficiente de flujo. De hecho a velocidades
distintas a la nominal (entre 50 y 80% de la velocidad de diseño) se registraron fenómenos de
celdas rotativas de desprendimiento (rotating stall). Lo cierto, es que este desacople en el flujo
de las etapas posteriores a la etapa 5, explicaría a su vez, porque no coinciden las estimaciones
del coeficiente de flujo en desprendimiento positivo para la etapa 10.
Compresor NASA 3S1
Para la siguiente prueba del algoritmo VENCHARAX, se busco someter un compresor aún
con perfiles NACA 65, pero de manufactura moderna. El estudio de Burdsall et al. (1979)
ofrece un compresor moderado, pues parámetros como su ángulo de calado (ξ = 40°), relación
de aspecto (h/c = 0.81), solidez (σ =1.1) y número de mach (Ma=0.4), se ubican todos en el
rango medio de aplicación de todas las correlaciones utilizadas en este algoritmo.
Como se puede observar en la figura 5.11, para la primera etapa del compresor 3S1 las
predicciones se aproximaron tanto en tendencia como en magnitud a la data experimental. Los
errores RMS se contabilizan en 0.029 para la carga y en 0.017 para la eficiencia, siendo la
primera simulación donde la estimación de la eficiencia supera a la de la carga. La estimación
del punto de máxima eficiencia coincide en magnitud y en localización (85.6% para un
φ =0.463).
155
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,35
0,4
0,45
0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Dato Exp VENCHARAX
Región de AnálisisRegión de Análisis
Figura 5.11(a): Curva de Carga para etapa 1 Compresor 3S1 (1979)
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60 0,65 0,70
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de Análisis
Figura 5.11(b): Curva de Eficiencia para etapa 1 Compresor 3S1 (1979)
156
La pequeña parábola que se aprecia en la curva de carga experimental para bajos
coeficientes de flujo (ver figura 5.11(a)), se origina en el hecho de un fenómeno de
desprendimiento positivo (stall) no previsto por los investigadores. La primera etapa del
compresor 3S1 es realmente la reproducción de la sexta etapa de una unidad aero-derivativa
multi-etapa, que al momento de ser probada no dispuso de álabes guías que simularan la salida
de la quinta etapa.
También se simuló la tercera etapa de este mismo compresor, obteniéndose excelentes
resultados. El error RMS en la carga fue de 0.018 y en la eficiencia de 0.015. En la figura 5.12
se pueden apreciar las comparaciones. En ambas simulaciones se observaron discrepancias
entre los factores de difusión estimados y los de diseño (0.479 para la primera etapa y 0.42
para la tercera, versus 0.51 de diseño para ambas), pero que no aparentan haber incidido
mayormente en la estimación de pérdidas.
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,35
0,4
0,45
0,2 0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6 0,65
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de P
resi
ón
Dato Exp VENCHARAX
Región de AnálisisRegión de Análisis
Figura 5.12(a): Curva de Carga para etapa 3 Compresor 3S1 (1979)
157
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,25 0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de Análisis
Figura 5.12(b): Curva de Eficiencia para etapa 3 Compresor 3S1 (1979)
Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22
Finalmente, se quiso comprobar la capacidad del algoritmo propuesto para estimar coronas
de álabes con perfiles DCA. En el trabajo original de M.V. Casey (1987), esto suponía una
restricción natural del método, pero en la propuesta actual se consideraron los factores de
corrección propuestos por Lieblein (1959) para este tipo de perfiles.
Las etapas 23B-20, 26B-20 y 28B-20 corresponden a un trabajo de investigación de
Britsch et al. (1979), en el cual a partir de 7 configuraciones básicas de etapas sub-sónicas, se
estudia la afectación de los parámetros solidez, relación de aspecto y factor de difusión en el
desempeño de etapas intermedias de compresores axiales multi-etapas (ver Anexo A). Resulta
interesante, que de todas las configuraciones hasta ahora probadas en este trabajo de grado,
estas etapas son las únicas que fueron experimentalmente probadas de modo independiente, es
decir no reflejan el comportamiento de etapas anteriores o posteriores.
158
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
0,2 0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6 0,65 0,7
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.13(a): Curva de Carga para etapa 23B 20 (1979)
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60 0,65
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de Análisis
Figura 5.13(b): Curva de Eficiencia para etapa 23B 20 (1979)
159
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6 0,65 0,7
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.14(a): Curva de Carga para etapa 26B 21 (1979)
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60 0,65
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de Análisis
Figura 5.14(b): Curva de Eficiencia para etapa 26B 21 (1979)
160
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6 0,65 0,7
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Dato Exp VENCHARAX
Región de Análisis
Figura 5.15(a): Curva de Carga para etapa 28B 22 (1979)
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60 0,65 0,70
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
VENCHARAX Dato Exp
Región de Análisis
Figura 5.15(b): Curva de Eficiencia para etapa 28B 22 (1979)
En la tabla 5.4 se ratifica lo observado en las figuras 5.13, 5.14 y 5.15, en general las
estimaciones de desempeño guardaron una relación de forma y tendencia cercanas a las
161
mediciones experimentales. Exceptuando el caso de la figura 5.15(b), se podría indicar que
con la utilización de un factor de ajuste adecuado, el algoritmo puede alcanzar una correcta
representación de la actuación experimental.
Tabla 5.4: Comparación en el Error RMS para las Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22
Error RMS en
Etapa FD σ h/c ψ η
23B 20 0.44 1.60 1.00 0.046 0.028
26B 21 0.49 1.80 1.20 0.059 0.011
28B 22 0.56 1.80 0.80 0.110 0.032
En general, la estimación del coeficiente de flujo para desprendimiento positivo es acertada
en un 7.81% promedio para los tres casos, lo que representa un valor similar a las
simulaciones precedentes (la mayor diferencia se precisa para la etapa 28B-22 con 10.04%).
También se observa una mejor predicción en la eficiencia que en la carga, pero con una
diferencia importante en la predicción promedio del efecto difusivo con respecto a los
experimentales, ver tabla 5.5, donde se evidencia sobrestimación de pérdidas en los rotores.
Tabla 5.5: Comparación del Efecto Difusivo para las Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22
Rotor FD
Promedio Estimado
FD Exp e(%) Estator FD
Promedio Estimado
FD Exp e(%)
23B 0.32 0.45 28.88 20 0.43 0.47 8.51
26B 0.39 0.53 26.41 21 0.51 0.55 7.27
28B 0.42 0.55 23.63 22 0.59 0.56 5.35
162
CAPITULO VI
RESULTADOS Y DISCUSIÓN: CÁLCULO Y COMPARACIÓN DE CORRELACIONES ALTERNATIVAS
En este capítulo se presentan y analizan los resultados obtenidos al probar correlaciones
alternativas a las utilizadas originalmente en el programa VENCHARAX desarrollado para
este trabajo de investigación. Según las estrategias definidas en el capítulo IV, mediante
técnicas estadísticas desarrolladas en el anexo C, se procedió a la evaluación y comparación de
la respuestas generadas por cada correlación o juegos de correlaciones, con respecto a la data
obtenida de la muestra de etapas de compresores axiales subsónicos indicada en el anexo A
(la misma para los que fue probado el algoritmo original).
Análisis de las correlaciones de incidencia óptima e incidencia de referencia
Las correlaciones de incidencia cuya capacidad de predicción fue comparada, son
identificadas como (ver Tabla 6.1):
Tabla 6.1: Identificadores para la prueba de correlaciones de Incidencia Óptima e Incidencia de Referencia
Correlación Lieblein Wright&Miller Miller&Wasdell Creveling
Identificación IREF IREF001 IREF002 IREF003
La tabla 6.2 de resultados, se muestran 14 configuraciones experimentales distintas: doce
de coronas con perfiles NACA 65, un estator con perfiles DCA (Estator #2 de ventilador-
compresor) pero con t/c>0.05, y un rotor con perfiles C5 (montaje experimental de
A.B.McKenzie (1980)). Las incidencias experimentales, corresponden a mediciones
163
experimentales realizadas en el radio medio del espacio anular (se conservan el número de
cifras decimales reportadas).
Tabla 6.2: Ángulos de Incidencia según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA – NASA
Compresor θ ξ σ t/c Mach I exp IREF IREF001 IREF002 IREF003
Rotor 1 3S1 40,00 44,00 1,090 0,066 0,426 -6,59 -5,83 -11,86 -5,33 0,72
Estator 1 3S1 40,00 40,00 1,110 0,084 0,399 -6,27 -4,49 -9,97 -4,68 3,14
Rotor 3 3S2 26,00 48,50 1,100 0,064 0,395 -4,19 -2,82 -8,17 -0,04 1,00
Estator 3 3S2 35,50 41,25 1,130 0,080 0,348 -5,49 -3,52 -9,23 -3,05 2,73
Rotor 1 NACA 10 22,93 24,80 0,796 0,100 0,686 -0,22 -1,75 0,34 1,21 5,58
Estator 1 NACA 10 22,93 24,92 0,842 0,100 0,691 -0,59 -1,49 0,93 1,42 5,58
Rotor 10 NACA 10 32,64 22,31 1,047 0,100 0,692 0,98 -1,33 1,03 -0,32 5,49
Estator 10 NACA 10 32,64 21,47 1,097 0,100 0,692 1,14 -0,95 1,96 -0,01 5,49
Rotor 3 NACA 8 27,42 36,30 1,134 0,080 0,721 -1,30 -1,25 -2,46 0,54 3,34
Estator 3 NACA 8 32,64 36,10 0,897 0,060 0,712 -3,90 -4,45 -8,01 -2,15 1,11
Rotor 5 NACA 8 33,38 34,70 1,294 0,070 0,698 -1,33 -1,28 -3,32 -0,88 2,21
Estator 5 NACA 8 39,54 37,00 0,948 0,060 0,721 -5,09 -5,80 -9,81 -4,60 1,09
Estator 2 FAN DCA 45,44 13,54 1,493 0,071 0,603 2,60 -1,04 1,35 0,13 5,40
Mc Kenzie 40,00 50,00 0,535 0,100 0,200 -9,10 -11,73 -22,44 -7,41 10,34
Ángulos medidos en Grados
Al detallar el comportamiento de las predicciones de la propuesta de Lieblein (IREF) con
respecto a los valores experimentales; se puede precisar lo siguiente: el error relativo mínimo
y máximo entre el resultado empírico y el valor predicho, se encuentra entre -1.97° y 3.64° (lo
que implica un rango de 5.61°). Se estima con un 95% de confianza que el error promedio de
estimación se encuentra entre el intervalo de -0.39° y 1.59°, y que este valor sería de 0.60° en
subestimación. Así, se podría identificar que el 42.85% de los valores se mantienen
comprendidos en un rango de ±1°; mientras que 71.42% estarían comprendidos entre ±2° (ver
164
tabla 6.3). Obsérvese que los dos de las tres estimaciones que superan este último rango,
corresponden a coronas con perfiles DCA y C5. Estos resultados ratifican la pertinencia de
escogencia de esta correlación por parte de M.V. Casey (1987), como estimador de incidencia
de mínimas pérdidas para perfiles clásicos en su metodología unidimensional desarrollada.
Tabla 6.3: Error Relativo de la predicción de los Ángulos de Incidencia con respecto al Valor Experimental según distintos autores para Tabla 6.2
Compresor I Exp IREF Error Relativo IREF001 Error
Relativo IREF002 Error Relativo
Rotor 1 3S1 -6.59 -5.83 0.76 -11.86 -5.27 -5.33 1.26
Estator 1 3S1 -6.27 -4.49 1.78 -9.97 -3.70 -4.68 1.59
Rotor 3 3S2 -4.19 -2.82 1.37 -8.17 -3.98 -0.04 4.15
Estator 3 3S2 -5.49 -3.52 1.97 -9.23 -3.74 -3.05 2.44
Rotor 1 NACA 10 -0.22 -1.75 -1.53 0.34 0.56 1.21 1.43
Estator 1 NACA 10 -0.59 -1.49 -0.90 0.93 1.52 1.42 2.01
Rotor 10 NACA 10 0.98 -1.33 -2.31 1.03 0.05 -0.32 -1.30
Estator 10 NACA 10 1.14 -0.95 -2.09 1.96 0.82 -0.01 -1.15
Rotor 3 NACA 8 -1.30 -1.25 0.05 -2.46 -1.16 0.54 1.84
Estator 3 NACA 8 -3.90 -4.45 -0.55 -8.01 -4.11 -2.15 1.75
Rotor 5 NACA 8 -1.33 -1.28 0.05 -3.32 -1.99 -0.88 0.45
Estator 5 NACA 8 -5.09 -5.80 -0.71 -9.81 -4.72 -4.60 0.49
Estator 2 FAN DCA 2.60 -1.04 -3.64 1.35 -1.25 0.13 -2.47
Mc Kenzie -9.10 -11.73 -2.63 -22.44 -13.34 -7.41 1.69
Ángulos medidos en Grados y se excluye correlación IREF003
La alternativa identificada como IREF001 de Wright & Miller (1991), arroja un conjunto
de predicciones que en promedio se diferencian de las mediciones de incidencia en 2.88° (en
subestimación). Se estima con un 95% de confianza que el error promedio de estimación se
encuentra entre el intervalo de -0.72° y 5.04°, valores que junto a una desviación estándar de
165
3.75 indican una gran variabilidad de la capacidad de estimación de la correlación. Puesto que
el valor 0 no esta incluido en el intervalo de confianza, se puede inferir una baja capacidad de
predicción de la correlación. De hecho, apenas el 50% de las predicciones se encuentran
comprendidas en un rango de ±2° con respecto al valor experimental. Al precisar con detalle el
comportamiento de las predicciones de esta correlación, se puede observar que los valores con
mayor diferencia vienen asociados con números de Mach menores a 0.5. Lo que pareciera
indicar, que ciertamente la correlación está concebida principalmente para casos transónicos, y
su desempeño para casos subsónicos es bastante errático. Por ejemplo, para la configuración
experimental del compresor de A.B. McKenzie (1980), que implica un número de Mach de
0.2, la diferencia entre valor experimental y calculado de incidencia se ubica en -13.34° (lo
que representa 2.47 veces el valor experimental); en cambio para el Rotor 10 del compresor
NACA 10, con un número de Mach de 0.691 a la entrada de la cascada, la diferencia entre
ambos valores se ubica en 0.05°. Consideración especial merecen los casos de los estatores 3 y
5 del compresor NACA 8, que a pesar de contar con un elevado número de Mach en la región
subsónica (0.7 aproximadamente), presentan una diferencia elevada entre la incidencia
experimental y la estimada. Esto puede tener su origen en el hecho que la solidez (σ ) en estos
estatores es menores al 1, condición que en la propia definición de la correlación es un
parámetro de suficiente peso. Los señalamientos anteriores, inducen a pensar que esta
correlación es más apropiada para el análisis de compresores transónicos.
La propuesta IREF002 acusa un rango de discrepancias comprendido entre los siguientes
límites: -4.15° y 2.47° (min. y máx. respectivamente), con un error relativo promedio de
diferencias de -1.01° (en sobrestimación). En general, el 78.57% de los valores de incidencia
estimados están comprendidos en un rango de ±2° (ver tabla 6.3). Para esta correlación en el
intervalo -2.00° a -0.03°, se encuentra el error promedio de estimación con un 95% de
confianza, lo que indica una variabilidad pequeña de las estimaciones (la desviación estándar
es de 1.71). Puesto que estas incidencias estimadas, aún no se encuentran corregidas por los
efectos de la capa límite sobre coeficiente de flujo real en la etapa –y por tanto del triangulo de
velocidad real en la etapa-, se puede indicar, que constituyen una alternativa valida para el
análisis de la incidencia de una etapa de un compresor axial con perfiles de álabes
tradicionales.
166
Comparación de las Estimaciones de Incidencia Óptima y de Incidencia de Mínimas
Pérdidas: En la tabla 6.4 se puede apreciar que la propuesta de Miller & Wasdell (IREF002),
resultó ser una numéricamente semejante a la propuesta original de incidencia de mínimas
pérdidas propuesto por M.V. Casey en función de Lieblein (IREF). Como era de esperarse,
según teoría (Cumpsty (1989)) la incidencia óptima resulto superior en un promedio de 1.61° a
la incidencia de referencia. La desviación estadística entre ambas estimaciones se situó en
1.28, con un 95% de confianza que el error promedio de estimación se encuentra entre el
intervalo de -2.35° y -0.88°. El 35.71% de los valores estimados por ambas correlaciones
difieren entre si ±1°; mientras que 64.28% ubican esta diferencia entre ±2°.
Es interesante señalar que de las catorce estimaciones realizadas, cinco de ellas coinciden
entre si en un rango de ±1° ¿qué pasa con las restantes nueve? Se evidencian dos fenómenos:
el primero indica que cuando la solidez es menor a uno, la correlación de incidencia óptima,
predice valores superiores a los de incidencia de referencia en un rango de 1.20° a 4.43° (entre
menor es la solidez la diferencia se acentúa notablemente). Por otra parte, una diferencia
apreciable entre el ángulo de curvatura y el ángulo de calado, a pesar de una solidez mayor a
uno, favorecen también una diferencia entre ambas estimaciones. Curiosamente, el caso de un
ángulo de curvatura mucho menor que el ángulo de calado, pareciera tener más efecto sobre la
diferencias entre ambas predicciones, que en el caso contrario a menos que la diferencia sea
notable. Obsérvese en la tabla 6.4, como por ejemplo el Rotor 3 del compresor NACA 8,
muestra una mayor sensibilidad a una diferencia negativa de 8.88° entre curvatura y calado,
que el Rotor 10 del compresor NACA 10 con una diferencia positiva de 10.33°. Incluso el
Estator 2 del FAN Compresor, con una alta solidez de 1.493 y una diferencia positiva de
31.90° entre la curvatura y el calado, apenas acusa una diferencia de predicción de -1.16° entre
ambas predicciones.
167
Tabla 6.4: Comparación de la predicción de los Ángulos de Incidencia según el concepto de Incidencia de Referencia e Incidencia Óptima
Compresor θ ξ (θ -ξ ) σ IREF IREF002 IREF-IREF002
Rotor 1 3S1 40,00 44,00 -4,00 1,090 -5,83 -5,33 -0,50
Estator 1 3S1 40,00 40,00 0,00 1,110 -4,49 -4,68 0,18
Rotor 3 3S2 26,00 48,50 -22,50 1,100 -2,82 -0,04 -2,78
Estator 3 3S2 35,50 41,25 -5,75 1,130 -3,52 -3,05 -0,47
Rotor 1 NACA 10 22,93 24,80 -1,87 0,796 -1,75 1,21 -2,96
Estator 1 NACA 10 22,93 24,92 -1,99 0,842 -1,49 1,42 -2,90
Rotor 10 NACA 10 32,64 22,31 10,33 1,047 -1,33 -0,32 -1,01
Estator 10 NACA 10 32,64 21,47 11,17 1,097 -0,95 -0,01 -0,95
Rotor 3 NACA 8 27,42 36,30 -8,88 1,134 -1,25 0,54 -1,79
Estator 3 NACA 8 32,64 36,10 -3,46 0,897 -4,45 -2,15 -2,30
Rotor 5 NACA 8 33,38 34,70 -1,32 1,294 -1,28 -0,88 -0,40
Estator 5 NACA 8 39,54 37,00 2,54 0,948 -5,80 -4,60 -1,20
Estator 2 FAN DCA 45,44 13,54 31,90 1,493 -1,04 0,13 -1,16
Mc Kenzie 40,00 50,00 -10,00 0,535 -11,73 -7,41 -4,32
Ángulos medidos en Grados
Al observar los resultados numéricos, de la tabla 6.2 se evidencia que la propuesta
IREF003, realmente no parece ser apropiada para perfiles que no sean DCA. Se estima con un
95% de confianza que el error promedio de estimación se encuentra entre el intervalo de –
4.25° a -8.98°, y que este valor sería de -6.61° en sobrestimación. Nuevamente Puesto que el
valor 0 no esta incluido en el intervalo de confianza y la desviación estándar es la mayor de las
tres correlaciones estudiadas (s=4.10), se puede inferir una mala capacidad de predicción de la
correlación. Solo en el caso del estator con perfiles DCA, se observa un error relativo menor a
3° (de hecho es 2.8°).
168
A fin de ratificar los resultados antes discutidos, y evaluar el desempeño de las
correlaciones ante etapas semejantes a las utilizadas en la actualidad, se procedió a un análisis
adicional. Esta vez en hileras anulares de álabes con perfil DCA, t/c ≤0.05 y moderado número
de Mach a la entrada (0.4 ≤ Ma ≤0.8). Los resultados obtenidos se muestran en la tabla 6.5
Tabla 6.5: Ángulos de Incidencia según distintos Autores para configuraciones experimentales NASA con perfiles DCA
Compresor θ ξ σ t/c Mach I Exp IREF IREF001 IREF002 IREF003
Rotor 23B 14,61 53,61 1,773 0,05 0,735 1,5 0,9 2,5 5,8 4,5
Rotor 24A 13,99 53,46 1,773 0,05 0,736 2,0 1,0 2,8 6,1 4,9
Rotor 25A 14,97 54,46 1,33 0,05 0,736 0,5 -1,0 -1,2 4,8 3,3
Rotor 26B 21,63 50,26 1,995 0,05 0,736 1,3 0,8 1,7 3,6 2,7
Rotor 27A 20,94 50,07 1,995 0,05 0,736 1,9 0,9 2,0 3,9 4,8
Rotor 28B 29,82 45,77 1,996 0,05 0,736 1,7 -0,1 -0,5 0,9 4,7
Estator 20 51,35 16,38 1,771 0,04 0,401 0,1 -1,3 -5,3 -0,5 3,2
Estator 21 60,18 19,56 1,991 0,04 0,446 -1,0 -1,5 -5,5 -2,6 2,9
Estator 22 67,48 21,71 1,985 0,04 0,495 -2,0 -2,9 -6,5 -5,4 3,3
Ángulos medidos en Grados
Como se puede observar en las tablas 6.5 y 6.6, la propuesta Lieblein (IREF) para los
casos analizados, estima con un 95% de confianza que el error promedio de estimación se
encuentra entre el intervalo de 0.69° a 1.38°, y que este valor sería de 1.03° en subestimación.
Con una desviación estándar de 0.45 y un rango de errores relativos entre 0.5° a 1.8°, muestra
una pequeña variabilidad. Logrando que el 100% de los casos estudiados, tengan una
incidencia estimada comprendida entre ±2° de la experimental, y 55.55% comprendida en ±1°.
Resultados sorprendentes, pues lo único en que se fundamentan es en el factor de corrección
por forma y distribución de espesores discutidos en el capítulo III.
169
No ocurre lo mismo con la propuesta de incidencia óptima de Miller y Wasdell
(IREF002), que desmejora sensiblemente su capacidad de predicción para estas coronas de
álabes. Su error promedio absoluto incrementa de 1.71 a 2.59, y aunque el error relativo
promedio se mantiene -1.18° (en sobrestimación), lo hace a expensas de incrementar su rango
de discrepancias en la predicción entre -4.28° y 3.40° (un incremento del 21.9%). La
desviación estándar también aumenta hasta 2.9, y el rango del 95% de confianza pasa a estar
ubicado entre -3.37° a 1.02°. Es evidente la sensibilidad de esta correlación con respecto al
ángulo de calado analizados (Factores X y Y de la figura 4.4(a)). Tanto en la tabla 6.2 como
en la 6.5, se aprecia que las mayores diferencias (más de 2°) entre la estimación y el valor
experimental recaen cuando en la corona analizada el ángulo de calado supera los 40°.
Situación que obliga a recomendar evaluar la utilización de esta correlación alternativa para
etapas de compresores axiales con gran ángulo de calado.
Tabla 6.6: Error Relativo de la predicción de los Ángulos de Incidencia con respecto al Valor Experimental según distintos autores para Tabla 6.5
Compresor IEXP IREF Error Relativo
IREF001 Error Relativo
IREF002 Error Relativo
IREF003 Error Relativo
Rotor 23B 1,5 0,9 0,6 2,5 -1,0 5,8 -4,3 4,5 -3,0
Rotor 24A 2,0 1,0 1,0 2,8 -0,8 6,1 -4,1 4,9 -2,9
Rotor 25A 0,5 -1,0 1,5 -1,2 1,7 4,8 -4,3 3,3 -2,8
Rotor 26B 1,3 0,8 0,5 1,7 -0,4 3,6 -2,3 2,7 -1,4
Rotor 27A 1,9 0,9 1,0 2,0 -0,1 3,9 -2,0 4,8 -2,9
Rotor 28B 1,7 -0,1 1,8 -0,5 2,2 0,9 0,8 4,7 -3,0
Estator 20 0,1 -1,3 1,4 -5,3 5,4 -0,5 0,6 3,2 -3,1
Estator 21 -1,0 -1,5 0,5 -5,5 4,5 -2,6 1,6 2,9 -3,9
Estator 22 -2,0 -2,9 0,9 -6,5 4,5 -5,4 3,4 3,3 -5,3
Ángulos medidos en Grados
La eventual expectativa con respecto a la correlación de Crevenling & Carmody
(IREF003) para perfiles DCA, tampoco fue satisfecha tampoco para este segundo análisis.
170
Para todos los casos expuestos en la tabla 6.6, estima con un 95% de confianza que el error
promedio de estimación se encuentra entre el intervalo de –3.95° a -2.36°, con una desviación
estándar de 1.03. Lo que implica que aunque los valores estimados no se encuentran dispersos,
si sobrestiman la data experimental en 3.2°. De hecho la predicción más cercana se encuentra
en 1.4° (1 de 9) y todas las demás superan fácilmente el rango de ±2°.
Finalmente el análisis de la tabla 6.6 para la propuesta de Wright y Miller (IREF001),
ratifica las observaciones señaladas para las coronas de álabes con perfil NACA 65. Por
ejemplo, el error absoluto promedio de esta propuesta para los casos de la tabla 6.2 se situó en
3.30, mientras que para los de la tabla 6.5 se reduce a 2.29. Sin embargo, si solo se tomará los
primeros casos de la tabla 6.4 (aquellos donde el mach de entrada es 0.736), este error
disminuiría aún más a 1.03. El 100% de las predicciones realizadas en los estatores de la tabla
6.5 (con un número de Mach promedio de 0.4) superan el rango máximo recomendado de ±2°
en la incidencia con respecto al valor experimental. En cambio para los rotores considerados,
el 83.3% de las predicciones se encuentran enmarcadas en ese rango de ±2°. De hecho, la
razón para que la predicción del rotor 28B no sea más cercana, pudiera deberse a factores que
la correlación no cuantifica como la relación de aspecto (h/c) y el factor de difusión. Así queda
claro que la opción IREF001 debe ser utilizada con preferencia para cascadas con un Mach de
entrada igual o mayor a 0.7. Una comparación entre los valores errores absolutos promedios se
muestra en la 6.7, con respecto a las correlaciones alternativas para las Tablas 6.2 y 6.5,
ratificando lo discutido en los párrafos precedentes.
Tabla 6.7: Comparación del Error Absoluto Promedio para la predicción de los Ángulos de Incidencia según distintos autores para Tablas 6.2 y 6.5
PERFILES IREF IREF001 IREF002 IREF003
NACA 65 1,45 3,30 1,72 6,61
DCA 1,03 2,29 2,59 3,15
Ángulos medidos en Grados
171
Análisis de las correlaciones para cálculo del valor “m”
Antes de iniciar la comparación de desempeño de las correlaciones alternativas para la
determinación del parámetro ángulo de desviación para mínimas pérdidas, se procedió a
realizar un análisis sucinto del comportamiento numérico de las figuras 4.7, 4.8 y 4.9 del valor
“m” (pendiente de la variación de la desviación con respecto a la curvatura) para perfiles
NACA 65 como arco circular, y perfiles propiamente de arco circular.
A continuación en la Tabla 6.8, se muestran la diferencias numéricas obtenidas en el
variación de la desviación con respecto a la curvatura (valor “m”) para un conjunto aleatorio
de solideces reales de compresores experimentales y distintos ángulos de entrada; siguiendo en
cada caso una u otra de las correlaciones planteadas para cada tipo de perfil (Tabla 6.8(a) para
perfiles NACA 65 – A10 y 6.8(b) para perfiles arco circulares).
Tabla 6.8: Diferencias Numéricas en el Cálculo de “m”
6.8(a): Perfiles NACA 65 – A10 como arco circular
Solidez Angulo de Entrada (°)
"m" según Fig 4,7
"m" según Fig 4,9 Error Relativo
0,535 35 0,3460 0,3424 -0,0036
0,535 70 0,4468 0,4376 -0,0092
0,785 20 0,2263 0,2208 -0,0055
0,785 60 0,3183 0,3180 -0,0004
1,063 30 0,1808 0,1799 -0,0008
1,063 65 0,2797 0,2783 -0,0014
1,274 10 0,1389 0,1352 -0,0036
1,274 50 0,1958 0,1963 0,0005
1,701 15 0,1066 0,1050 -0,0016
1,701 55 0,1698 0,1715 0,0017
172
Tabla 6.8: Diferencias Numéricas en el Cálculo de “m” (Continuación)
6.8(b): Perfiles Arco Circular
Solidez Angulo de Entrada (°) "m" según Fig 4,8 "m" según Fig
4,9 Error Relativo
0,535 35 0,4817 0,4682 -0,0135
0,535 70 0,4919 0,4866 -0,0053
0,785 20 0,3291 0,3263 -0,0028
0,785 60 0,3733 0,3701 -0,0032
1,063 30 0,2514 0,2537 0,0023
1,063 65 0,2948 0,3159 0,0212
1,274 10 0,2040 0,2032 -0,0008
1,274 50 0,2458 0,2427 -0,0032
1,701 15 0,1576 0,1572 -0,0004
1,701 55 0,2012 0,2054 0,0042
En el caso de los perfiles NACA 65 – A10 como arco circular, se puede observar que los
errores relativos obtenidos en promedio se encuentran en el orden de 10-3; mientras que en el
segundo caso, a pesar de una mayor varianza, también los errores se promedian en un orden de
10-4. Ambas cifras, indican que escoger cualquiera de las opciones se podría considerar
prácticamente indistinto a nivel numérico, y que la elección final, quedaría como decisión del
programador.
En el presente trabajo de grado, fue la opción de correlación de la figura 4.9 la que se
utilizó para la configuración de prueba DREF11.
Análisis de las correlaciones de desviación para mínimas pérdidas
Las correlaciones de desviación para mínimas pérdida cuya capacidad de predicción será
comparada, son identificadas en la Tabla 6.9, tal como fue planteado en el capítulo IV.
173
Tabla 6.9: Identificadores para la prueba de correlaciones de Desviación de Referencia
Correlación Carter (Davis) Lieblein Carter
(Crouse) McKenzie empirica
McKenzie teórica
Miller Wright
Miller Wasdell
Jansen Moffatt
Identificador DREF10 DREF11 DREF12 DREF131 DREF132 DREF14 DREF141 DREF15
Las tablas de resultados, se dividen en tres: una para la representación de los resultados del
compresor de A.B. McKenzie (1980) en sus distintas configuraciones para perfiles C5 (Tabla
6.10), otro para compresores de la NACA-NASA para perfiles NACA 65–A10 (Tabla 6.11) y
otra para compresores NASA con perfiles DCA (Tabla 6.12).
Tabla 6.10: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental de A. B. McKenzie (1980) con Perfiles C5
Casos θ ξ σ δ Exp
DREF10
DREF11
DREF12
DREF131
DREF132
DREF 14
DREF 141
DREF15
1 20 20 1,701 6,6 3,8 4,3 3,8 6,1 7,3 8,5 5,0 2,5
2 20 20 0,85 9,5 5,3 6,6 5,4 7,7 9,1 10,2 6,8 4,4
3 20 35 1,274 8 4,9 6,1 5,0 6,7 8,0 10,6 6,5 3,8
4 20 35 0,637 10,1 7,0 8,9 7,1 8,5 10,1 12,9 8,8 6,2
5 20 50 1,063 9,0 6,3 8,1 6,4 7,2 8,5 11,7 8,3 5,2
6 20 50 0,535 11,1 8,9 10,5 9,1 9,0 10,7 14,6 11,2 7,9
7 40 20 1,701 11,7 7,5 8,7 7,6 11,3 12,8 12,7 9,2 5,6
8 40 20 0,85 16,4 10,6 13,3 10,7 14,3 16,2 16,1 12,7 9,3
9 40 35 0,785 14 12,6 15,1 12,8 14,6 16,6 19,2 12,0 11,2
10 40 35 0,637 18,2 14,0 17,3 14,2 15,7 17,8 20,7 10,9 13,0
11 40 50 1,063 16,8 12,6 14,9 12,9 13,2 15,0 18,9 15,4 11,0
12 40 50 0,535 18,5 17,7 20,2 18,1 16,6 18,9 24,7 21,3 16,2 *Álabes con perfil C5 y relación de espesor máximo-cuerda (t/c) de 10% (Ángulos medidos en Grados)
174
Tabla 6.11: Ángulos de Desviación según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA – NASA perfiles NACA 65 – A10
Compresor θ ξ σ δ Exp DREF10
DREF11
DREF12
DREF131
DREF 132
DREF 14
DREF 141
DREF15
Rotor 1 3S1 40 44 1,09 10,47 11,7 11,0 11,9 13,1 14,9 16,0 14,2 5,7
Estator 1 3S1 40 40 1,11 11,73 11,1 10,7 11,3 13,0 14,8 16,5 13,5 7,5
Rotor 3 3S2 26 48,5 1,1 6,55 7,9 7,5 8,1 8,9 10,3 11,6 10,1 3,6
Estator 3 3S2 35,5 41,25 1,13 10,00 9,9 9,5 10,1 11,6 13,3 14,9 12,2 6,1
R1 NACA 10 22,93 24,8 0,796 7,67 6,5 6,1 6,6 8,9 10,4 12,0 8,2 5,5
E1 NACA 10 22,93 24,92 0,842 7,76 6,4 5,9 6,4 8,7 10,2 11,8 8,0 5,3
R10 NACA 10 32,64 22,31 1,047 9,38 8,0 7,1 8,1 11,0 12,7 13,4 9,7 6,4
E10 NACA 10 32,64 21,47 1,097 8,95 7,7 6,8 7,8 10,9 12,5 13,0 9,5 6,1
R3 NACA 8 27,42 36,3 1,134 7,14 7,3 6,7 7,4 9,2 10,7 11,9 9,1 4,3
E3 NACA 8 32,64 36,1 0,897 9,83 9,7 8,7 9,9 11,6 13,4 13,3 11,9 4,2
R5 NACA 8 33,38 34,7 1,294 7,71 8,2 7,4 8,3 10,5 12,0 12,2 10,1 4,0
E5 NACA 8 39,54 37 0,948 11,49 11,6 10,5 11,7 13,6 15,5 15,4 13,9 5,0
E2 FAN DCA 45,44 13,54 1,493 9,30 8,7 9,1 8,8 13,3 15,0 12,1 10,5 4,1 Ángulos en Grados
Las letras R abrevian Rotor, las letras E abrevian Estator. Así R1 NACA 8 es Rotor 1 Compresor NACA 8
175
Tabla 6.12: Ángulos de Desviación según distintos Autores para configuraciones experimentales NASA perfiles DCA
Compresor θ ξ σ δ Exp DREF 10
DREF 11
DREF 12
DREF 131
DREF 132
DREF 14
DREF 141
DREF 15
Rotor 23B 14,61 53,61 1,773 4,60 3,7 4,1 3,8 4,7 5,7 6,2 5,4 1,1
Rotor 24A 13,99 53,46 1,773 4,40 3,5 3,9 3,6 4,5 5,5 6,0 5,2 1,1
Rotor 25A 14,97 54,46 1,33 5,50 4,4 4,6 4,5 5,2 6,4 7,0 6,2 1,4
Rotor 26B 21,63 50,26 1,995 5,90 5,0 5,3 5,1 6,2 7,3 7,6 6,8 1,6
Rotor 27A 20,94 50,07 1,995 5,70 4,8 5,1 4,9 6,0 7,1 7,4 6,6 1,5
Rotor 28B 29,82 45,77 1,996 7,40 6,6 6,8 6,7 8,2 9,5 9,3 8,5 2,1
Estator 20 51,35 16,38 1,771 9,30 9,2 9,1 9,3 14,1 15,8 11,4 11,1 2,1
Estator 21 60,18 19,56 1,991 10,50 10,4 10,5 10,5 15,7 17,5 12,7 12,4 2,5
Estator 22 67,48 21,71 1,985 12,00 11,9 12,5 12,0 17,5 19,5 14,4 14,1 3,1
Al observar los resultados numéricos, se puede apreciar fácilmente que las menores
desviaciones predichas con respecto a la data experimental corresponden a la propuesta
DREF15 de Jansen & Moffat (1967), en cuales en todos los casos superan los ±2° de error
relativo (de hecho promedian 4.5° para la tabla 6.10, 3.86° para la tabla 6.11 y 5.43° para tabla
6.12). Ningún intervalo con un 95% confianza contuvo el valor contuvo el valor 0, y las
desviaciones estándar fueron elevadas (1.42, 134 y 2.07), lo que hace desestimar esta
alternativa como un buen estimador de este parámetro. En el otro extremo, en el caso de las
sobrestimaciones, se tiene que las desviaciones predichas por la propuesta de Wright & Miller
(DREF14), superan ampliamente las mediciones experimentales en los tres casos. Más severo
en el caso de los casos de los compresores NACA-NASA, donde el promedio del error relativo
es de -4.32°, seguido para el caso de los perfiles C5 con -2.57° y -1.83° para perfiles DCA.
Las estimaciones ciertamente presenten menor variabilidad para estos dos últimos casos,
donde las desviaciones estándar se cifran en 0.72 y 0.32 respectivamente, pero aumentan
considerablemente para los perfiles NACA 65. Esto indicaría que para los casos estudiados, la
correlación de Wright & Miller (1991) no presenta el carácter insensible al tipo de perfil
mencionado por los autores.
176
Es importante destacar la notable diferencia arrojada en los resultados arrojados por la
propuesta de Miller & Wasdell (DREF141) con respecto a las de Wright & Miller (DREF14)
para las familias tradicionales de perfiles, en promedio el error relativo se contabiliza en 4.4°
para la tabla 6.10 y 2.56° para la tabla 6.11. En cambio para los perfiles DCA, ambas
correlaciones arrojan valores muy parecidos (0.8° en diferencia promedio para la tabla 6.12).
Esto se debe indudablemente al término introducido para corregir los efectos de la relación
espesor máximo-cuerda (t/c), que opera favorablemente para la opción DREF14 cuando 0.05
< t/c < 0.1. Sin embargo, la capacidad de predicción de la correlación con respecto a los datos
experimentales, no es satisfactoria pues solo estima desviaciones en el rango previsto de ±2°
para perfiles DCA. En el resto de los casos existen sobrestimaciones (en promedio 2.57° y
4.32° para las tablas 6.10 y 6.11 respectivamente). Esta situación no es inesperada, pues el
trabajo de White et al. (2001), Señalaba precisamente que la ecuación (4.22) (opción
DREF14) arrojaba resultados estables sin la introducción de este segundo componente de la
ecuación.
La propuesta de Miller & Wasdell (DREF141), resultó ser una numéricamente estable para
todos los juegos de configuraciones. En cada tabla, el 75% de las predicciones realizadas caen
en el rango previsto de ±2° con respecto al ensayo registrado. En los ensayos para perfiles tipo
NACA 65 y DCA, la correlación sobrestima el ángulo de desviación, con un error relativo
promedio de -1.76° para el primera caso y de -1.20° para el segundo; en cambio para las
configuraciones A.B. McKenzie, normalmente se subestiman los resultados, con error relativo
promedio de 1.83°. Los resultados precisamente presentan mayor dispersión para este último
caso, con una desviación estándar de 2.37, y con un 95% de confianza que el error promedio
de estimación se encuentra un amplio intervalo que va desde 0.32° hasta 3.33°. Para la tabla
6.12 la variabilidad es la menor de los tres casos, con una desviación estándar de 0.57, y un
modesto intervalo de -0.77° a -1.64° con confianza de 95%.
La propuesta original del algoritmo de Casey (DREF10), arrojó excelentes resultados para
todos los casos de la tabla 6.11: con un 95% de confianza que el error promedio de estimación
se encuentra entre el intervalo de –0.36° a 0.81°, siendo este valor de 0.26° y con una
desviación de 0.92. De manera similar, para la tabla 6.12 se contabiliza un promedio de
diferencia de 0.65°, con un rango de variabilidad de 1.00° entre los errores relativos máximo y
mínimo. Sin embargo, para los casos propuestos en la tabla 6.10, el resultado fue notoriamente
177
disimilar, al arrojar un alto error relativo promedio de 3.2°. Se estimó con un 95% de
confianza que este valor promedio se encuentra en el intervalo de 2.35° a 4.10°; intervalo que
no contiene el número 0, y ratifica la alta tendencia de subestimación. La desviación estándar
es de 1.38 y el rango entre los errores de estimaciones mínimas y máximas es de 5°. A pesar
de su pobre desempeño para perfiles C5 debe destacarse lo siguiente con respecto al trabajo de
M.V. Casey (1987). Esta correlación se ajusta de manera aceptable en sus resultados a los
casos 11 y 12 de la tabla 6.10, los cuales son los casos generales simulados por Casey en su
publicación (evidentemente en el caso 12, con una solidez de 0.535 los resultados de computo
son notoriamente mejores que en el caso 11 con una solidez de 1.063; que es el peor de los
cuatro casos expuestos).
Como era esperado, las propuestas de A.B. McKenzie (DREF131 y DREF132), mostraron
un resultado muy preciso para la configuración experimental que los originó. De hecho, la
propuesta seleccionada por el autor (DREF132) arrojó el menor error relativo promedio de -
0.1° con respecto a todas las configuraciones ensayadas en la tabla 6.10. Sin embargo, al
someter la capacidad de predicción de esta correlación a configuraciones NACA y DCA, el
resultado fue muy distinto. Para el primer caso, en la propuesta DREF132 se estimó con un
95% de confianza que el error promedio de estimación se encuentra entre el intervalo de –
4.17° a -3.17°, y ese valor sería de -3.67°. Puesto que la desviación estándar apenas es de 0.83,
se comprueba poca dispersión de las estimaciones realizadas, y permite inferir que para los
casos estudiados de la tabla 6.11 esta correlación sobrestima en 3.7° la desviación de
referencia experimental. Para los perfiles DCA estas mismas magnitudes se cifran en: (-5.43°
a -1.01°), -3.22° y 2.87 respectivamente; lo que indica un rango más amplio de variabilidad en
la predicción, y no permite inferir algún valor de sobrestimación en la tabla 6.12.
La propuesta DREF131 por su parte, tuvo un comportamiento más versátil para los juegos
de configuraciones probados en este análisis. Su capacidad de predicción tanto para perfiles
NACA y DCA siempre fue con tendencia a la sobrestimación, sin embargo en magnitudes
menos severas que la correlación DREF132. En la categoría de errores relativos promedios se
registraron: -2.03° y -1.86° para las tablas 6.11 y 6.12, mientras que los rangos de errores
mínimos y máximos se precisaron entre -3.98° a -0.93° para la tabla 6.11, y -5.58° a 0.28°
para la segunda. Llama la atención que ambas correlaciones (DREF131 y DREF132)
presentan mayor dispersión para la predicción en coronas de álabes con perfiles DCA que en
178
coronas con perfiles NACA 65. Esto se visualiza rápidamente en los valores de desviación
estándar, para coronas con perfiles NACA 65 ambas correlaciones muestran un valor de
desviación de 0.8, en cambio para coronas con perfiles DCA la desviación estándar se triplica
a 2.5.
La propuesta de modificación de Carter según Crouse (DREF12), arrojó excelentes
resultados para el tipo de perfiles de donde fue originada. Así para la tabla 6.11, se observa
que en promedio el error relativo promedio del ángulo de desviación se situó en 0.12° (con un
rango de confianza de 95% bastante aceptable, comprendido entre -0.45° a +0.70°). Para los
perfiles DCA también se observa un bajo error relativo promedio del ángulo de desviación en
0.54°, en un intervalo de confianza entre 0.22° y 0.87° (lo que indica aún mayor precisión en
la estimación para estos perfiles). Sin embargo, esta situación no se repite para las
configuraciones de perfiles C5 de A.B. McKenzie (1980), donde el error relativo promedio se
ubica en 3.1°, en un intervalo de confianza limitado por 2.16° a 3.98°, ratificando que los
resultados de la correlación siempre quedan numéricamente por debajo de las mediciones
experimentales.
Finalmente, la propuesta de Lieblien (DREF11), resultó ser una correlación robusta para
las tres configuraciones. Los resultados para compresores NACA, arrojaron una buena
capacidad de predicción de 0.84° en el error relativo promedio. Se estimó con un 95% de
confianza que este valor promedio de estimación se encuentra entre el intervalo de 0.25° a
1.43°, lo que indica estimaciones cercanas y además dentro del rango deseado de ±2°. Para las
configuraciones de A.B. McKenzie (1980) en la tabla 6.10, su capacidad de predicción se sitúa
muchas veces en el límite de la subestimación, pero arroja un error relativo promedio de 1.32°
con una desviación estándar de 1.55. Para coronas de álabes con perfiles DCA, el error
relativo promedio se cifró en 0.36°, con una desviación estándar de 0.41. Es la única
correlación que ofrece para todos los casos los resultados más cercanos.
En conclusión se puede señalar, que las propuestas DREF10 y DREF11 resultaron las más
apropiadas para predecir todos juegos de configuraciones. Para cada caso, las correlaciones
arrojan un mejor comportamiento, según el tipo de cascadas de álabes de donde hayan sido
determinadas (NACA o C5). Solo la propuesta DREF11, que considera tanto los efectos de
forma, y distribución de espesor, fue exitosa para las tres configuraciones probadas. La
179
configuración propuesta por M.V.Casey (DREF10) resulta aceptable en resultados, y fácil de
programar. En la tabla 6.13, se muestran los errores absolutos promedios para las
correlaciones estudiadas según los tipos de perfiles de las coronas de álabes analizadas. Se
observa que las propuestas DREF131 y DREF141 solo tienen buenos desempeños de maneras
parciales. En las figuras 6.1, 6.2 y 6.3, se muestran los resultados de las tablas 6.10, 6.11 y
6.13 de manera gráfica.
Tabla 6.13: Comparación del Error Absoluto Promedio para la predicción de los Ángulos de Desviación según distintos autores para Tablas 6.10, 6.11 y 6.12
Perfiles DREF10 DREF11 DREF12 DREF131 DREF132 DREF14 DREF141 DREF15
C5 3,23 1,80 3,07 1,69 0,71 2,61 2,31 4,48
NACA 65 0,76 1,06 0,76 2,03 3,67 4,32 1,76 3,86
DCA 0,65 0,48 0,55 1,93 3,22 1,83 1,20 5,43
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
26
Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4 Caso 5 Caso 6 Caso 7 Caso 8 Caso 9 Caso 10 Caso 11 Caso 12
Cascada de Compresor A.B. McKenzie
Des
viac
ión
(°)
Datos Experimentales DREF10 DREF11 DREF12 DREF131 DREF132 DREF14 DREF141 DREF15
Figura 6.1: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental de A. B. McKenzie para perfiles C5
180
0,00
2,00
4,00
6,00
8,00
10,00
12,00
14,00
16,00
18,00
Rotor 13S1
Estator 13S1
Rotor 33S2
Estator 33S2
Rotor 1NACA 10
Estator 1NACA 10
Rotor 10NACA 10
Estator10 NACA
10
Rotor 3NACA 8
Estator 3NACA 8
Rotor 5NACA 8
Estator 5NACA 8
Estator 2FANDCA
Cascadas de Compresores
Des
viac
ión
(°)
Datos Experimentales DREF10 DREF11 DREF12 DREF131 DREF132 DREF14 DREF141 DREF15
Figura 6.2: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental NACA-NASA para perfiles NACA 65-A10
0,00
5,00
10,00
15,00
20,00
25,00
Rotor 23B Rotor 24A Rotor 25A Rotor 26B Rotor 27A Rotor 28B Estator 20 Estator 21 Estator 22
Cascadas de Compresores
Des
viac
ión
(°)
Datos Experimentales DREF10 DREF11 DREF12 DREF131 DREF132 DREF14 DREF141 DREF15
Figura 6.3: Ángulos de Desviación según distintos Autores para la configuración experimental NASA para perfiles DCA
181
Análisis de las correlaciones de pérdidas en el perfil
Para probar las correlaciones de pérdida propuestas en el capítulo IV, se procedió a
modificar el módulo IPROLOSSCOEF del algoritmo original: Sin embargo, se mantuvo
intacto el modulo precedente para el cálculo de la incidencia de referencia REFID con la
opción de cálculo original IREF. En la tabla 6.14 se identifican las correlaciones a ser
procesadas estadísticamente.
Tabla 6.14: Identificadores para la prueba de correlaciones de Pérdidas
Correlación M.V.Casey Lieblein Wright & Miller
Miller & Wasdell Aungier Jansen &
Moffat
Identificador LCF1.1 LCF1.2 LCF2 LCF3 LCF4 LCF5
En primer lugar se calculó la difusión estimada en cada caso. Puesto que los resultados
experimentales se encuentran expresados mediante el parámetro Factor de Difusión
Equivalente (FDeq). Los resultados de las opciones LCF1.1, LCF 1.2 y LCF 2 que calculan la
relación de difusión equivalente (Deq), fueron transformados mediante la expresión (4.32) del
capítulo IV. Es importante señalar, que específicamente para las opciones LCF 1.1 y LCF 4,
el cálculo de la relación de difusión equivalente (Deq) es el mismo, pues solo difieren en el
cálculo del coeficiente de pérdida (ω ). Situación similar ocurre con las opciones LCF 3 y
LCF 5, para el cálculo del factor de difusión equivalente (FDeq). A continuación se muestran
en la tabla 6.15, los resultados obtenidos para once (11) compresores experimentales.
182
Tabla 6.15: Determinación del Efecto Difusivo según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA - NASA
Compresor FD Exp LCF 1.1 LCF 1.2 LCF 2 LCF 3
Rotor 1 3S1 0.515 0.484 0.338 0.488 0.567
Estator 1 3S1 0.525 0.479 0.318 0.494 0.556
Rotor 3 3S2 0.420 0.417 0.296 0.405 0.451
Estator 3 3S2 0.470 0.460 0.309 0.468 0.520
Rotor 1 NACA 10 0.290 0.321 0.078 0.305 0.293
Estator 10 NACA 10 0.400 0.374 0.119 0.370 0.375
Rotor 3 NACA 8 0.398 0.393 0.230 0.381 0.404
Estator 3 NACA 8 0.259 0.402 0.194 0.378 0.434
Rotor 5 NACA 8 0.454 0.431 0.273 0.416 0.460
Estator 5 NACA 8 0.421 0.445 0.240 0.432 0.509
Estator 2 FAN DCA 0.464 0.379 0.117 0.348 0.379
Rotor 23B NASA 0.450 0.367 0.306 0.317 0.346
Estator 20 NASA 0.467 0.413 0.202 0.352 0.427
Rotor 26B NASA 0.534 0.437 0.373 0.397 0.439
Estator 21 NASA 0.554 0.476 0.310 0.431 0.520
Rotor 28B NASA 0.614 0.479 0.405 0.445 0.501
Estator 22 NASA 0.559 0.520 0.373 0.484 0.592
Al observar los resultados anteriores, se evidencia que la modificación propuesta por
M.V.Casey (opción LCF 1.2) al trabajo de Lieblein (opción LCF 1.1), no resulta consistente
con la data experimental. De hecho se aprecia que el error promedio de esta opción es de
43.28%, mientras que el desarrollo original promedia un error para los casos citados en 4.04%.
En detalle se constata que está propuesta tiene un error mínimo de 25.14%, alcanzando incluso
un error máximo de hasta 74.80%. En general los valores del factor difusivo por esta
183
propuesta se encuentran subestimados (en promedio por un error relativo de 0.195), para todas
las solideces, calados y curvaturas reportadas experimentalmente.
Por su parte, el error promedio global de la opción propuesta por Wright y Miller (LCF 2),
resultó con 8.82%. Es interesante destacar el hecho que todas las propuestas reportan
deficiencias para estimar los valores del efecto difusivo en cascadas de estatores con perfiles
tipo NACA 65. Sin embargo, dentro de todas las opciones, esta opción de Wright y Miller
tiene el mejor comportamiento (en promedio un error absoluto 10.6% versus 26% y 12.5% de
las opciones LCF 3 y LCF 1 respectivamente). Cuando se observa la capacidad predictiva de
esta correlación para cascadas de perfiles tipo DCA (de las cuales originalmente se dedujo esta
correlación), de manera inesperada se obtiene un error promedio de 24% (ver tabla 6.16(b)).
Ciertamente parte de este error puede tener su origen en la forma en que se determinan la
incidencia de referencia, pero como se presentó en el apartado “Análisis de las correlaciones
de incidencia óptima e incidencia de referencia “, aún la estimación de estos valores mediante
la alternativa propuesta por Wright y Miller (IREF001) no difiere de los valores
experimentales en más 5°, lo cual no justificaría para estos números de Mach un error tan
elevado (según Cumpsty (1989), este tipo de perfiles es el más idóneo para casos cercanos al
transónico).
Por otra parte, al comparar la capacidad predictiva de las propuestas LCF 1.1, LCF 2 y
LCF 3 solamente para cascadas de álabes con perfiles NACA 65, es esta propuesta de Wright
y Miller la que reporta un promedio de error más bajo (-1.81% versus -4.10% y 11.99% de las
otras dos respectivamente –ver tabla 6.16(a)-). Los errores relativos promedio entre los datos
experimentales y los valores estimados, en la opción Lieblein se ubica en 0.003 mientras que
en la de Wright y Miller en 0.012, y finalmente en la de Miller y Wasdell en 0.001.
184
Tabla 6.16(a): Comparación del Error Porcentual en el Efecto Difusivo según
distintos Autores para configuraciones experimentales con perfiles tipo NACA 65- A10
Compresor FD Exp
LCF 1.1
% Error
LCF 1.2
% Error LCF 2 %
Error LCF
3 % Error
Rotor 1 3S1 0.515 0.484 6.0% 0.338 34.3% 0.488 5.3% 0.567 -10.1%
Estator 1 3S1 0.525 0.479 8.7% 0.318 39.4% 0.494 5.9% 0.556 -5.8%
Rotor 3 3S2 0.42 0.417 0.8% 0.296 29.6% 0.405 3.6% 0.451 -7.3%
Estator 3 3S2 0.47 0.460 2.1% 0.309 34.3% 0.468 0.5% 0.520 -10.7%
R1 NACA 10 0.29 0.321 -10.5% 0.078 73.1% 0.305 -5.0% 0.293 -0.9%
E10 NACA 10 0.4 0.374 6.5% 0.119 70.2% 0.370 7.6% 0.375 6.2%
R3 NACA 8 0.398 0.393 1.3% 0.230 42.1% 0.381 4.4% 0.404 -1.6%
E3 NACA 8 0.259 0.402 -55.1% 0.194 25.1% 0.378 -46.0% 0.434 -67.4%
R5 NACA 8 0.454 0.431 5.0% 0.273 39.8% 0.416 8.4% 0.460 -1.3%
E5 NACA 8 0.421 0.445 -5.7% 0.240 43.0% 0.432 -2.6% 0.509 -20.8%
Promedio Error -4.10% 43.1% -1.81% -11.9%
Tabla 6.16(b): Comparación del Error Porcentual en el Efecto Difusivo según distintos Autores para configuraciones experimentales con perfiles tipo DCA
Compresor FD Exp
LCF 1.1
% Error
LCF 1.2
% Error LCF 2 %
Error LCF 3 % Error
E2 FAN DCA 0.464 0.379 18.4% 0.117 74.8% 0.348 25.0% 0.379 18.4%
R23B NASA 0.450 0.367 18.5% 0.306 31.9% 0.317 29.6% 0.346 23.1%
E20 NASA 0.467 0.413 11.5% 0.202 56.7% 0.352 24.6% 0.427 8.5%
R26B NASA 0.534 0.437 18.2% 0.373 30.2% 0.397 25.6% 0.439 17.7%
E21 NASA 0.554 0.476 14.1% 0.310 44.0% 0.431 22.3% 0.520 6.1%
R28B NASA 0.614 0.479 22.0% 0.405 34.0% 0.445 27.5% 0.501 18.4%
E22 NASA 0.559 0.520 6.9% 0.373 33.2% 0.484 13.4% 0.592 -5.8%
Promedio Error 6.9% 30.2% 13.4 -5.8%
185
Obsérvese que para todos los casos el rango del margen de error es amplio, y típicamente
se suele subestimar más que sobrestimar. La opción LCF 3, que constituye la opción clásica
de cálculo del factor difusivo equivalente, muestra un comportamiento bastante estable como
se esperaría. De hecho el error promedio global se contabiliza en -1.97%, mientras que el error
relativo promedio es de 0.001. Ciertamente esta opción presenta tres valores estimados con
una diferencia menor al 2% de error (única correlación estudiada que lo hace dentro del grupo
estudiado), y sucede con cascadas cuyos perfiles poseen una relación espesor máximo-cuerda
(t/c) igual a (o cercanos a) 10%. Sin embargo, no hay suficiente data como para adelantar
algún tipo de inferencia de esta observación. En detalle sin embargo, se aprecia que para
cascadas de perfiles tipo NACA 65 el error promedio es de -11.99% mientras que para el caso
de cascada de perfiles tipo Doble Arco Circular sería de -5.8%. Finalmente, en todos los casos
estudiados, la capacidad de predicción del efecto difusivo es notablemente sensible al
parámetro solidez. Así por ejemplo para todas las opciones, muestran errores negativos para
solideces menores a uno y errores positivos para solideces mayores a uno.
La segunda parte del análisis, se fundamenta en el cálculo propiamente de los coeficientes
de pérdidas de perfil según las opciones presentadas. Lamentablemente, el valor aislado de
este parámetro no siempre puede ser reportado de manera independiente de los otros tipos de
pérdidas, sino que se presenta como si fuera la pérdida total de la etapa. Adicionalmente el
valor de pérdida total, tampoco es frecuentemente citado pues se prefiere indicar los
parámetros globales de desempeño de la etapa. Por tal motivo, existe una deficiencia con
respecto a los datos con que comparar las estimaciones propuestas. La opción LCF 1.2, queda
descartada para esta parte de los análisis.
Al revisar la tabla 6.17, se evidencia que existe una gran variabilidad entre los datos
reportados experimentalmente y los cinco métodos propuestos para la determinación del
coeficiente de pérdida. Una primera aproximación a estos resultados pareciera indicar que la
capacidad de predicción de los mecanismos propuestos es bastante deficiente. Sin embargo, al
disgregar y reacomodar los resultados tabulados en dos grupos de resultados, aquellos que
parten del concepto de relación de difusión equivalente (Deq) y los que lo hacen a partir del
factor de difusión equivalente (FDeq), se obtiene una perspectiva más promisoria de
interpretación (ver tabla 6.18 solo para relación de difusión equivalente (Deq)).
186
Tabla 6.17: Determinación del Coeficiente de Pérdida según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA - NASA
Compresor ω Exp LCF 1.1 LCF 2 LCF 3 LCF 4 LCF 5
Rotor 1 3S1 0,03 0,017 0,030 0,074 0,018 0,062
Estator 1 3S1 0,032 0,016 0,031 0,069 0,017 0,058
Rotor 3 3S2 0,03 0,018 0,024 0,055 0,016 0,045
Estator 3 3S2 0,03 0,017 0,027 0,063 0,017 0,053
Estator 2 FAN DCA 0,039 0,021 0,020 0,041 0,017 0,035
Rotor 23B NASA 0,035 0,032 0,025 0,068 0,025 0,057
Estator 20 NASA 0,034 0,024 0,016 0,059 0,021 0,049
Rotor 26B NASA 0,043 0,031 0,024 0,097 0,029 0,080
Estator 21 NASA 0,039 0,025 0,018 0,093 0,026 0,077
Rotor 28B NASA 0,048 0,028 0,024 0,110 0,030 0,091
Estator 22 NASA 0,043 0,026 0,021 0,119 0,032 0,101
Tabla 6.18: Error Porcentual en el Coeficiente de Pérdida según distintos Autores partiendo del concepto de Relación de Difusión Equivalente
Compresor ω Exp LCF 1.1 % Error LCF 2 % Error LCF 4 % Error
Rotor 1 3S1 0,03 0,017 44,82% 0,030 -0,37% 0,018 40,02%
Estator 1 3S1 0,032 0,016 49,17% 0,031 3,82% 0,017 45,69%
Rotor 3 3S2 0,03 0,018 39,71% 0,024 19,27% 0,016 46,34%
Estator 3 3S2 0,03 0,017 44,42% 0,027 9,31% 0,017 44,00%
Estator 2 FAN DCA 0,039 0,021 45,25% 0,020 47,78% 0,017 55,87%
Rotor 23B NASA 0,035 0,032 9,42% 0,025 28,11% 0,025 29,11%
Estator 20 NASA 0,034 0,024 30,58% 0,016 53,88% 0,021 38,77%
Rotor 26B NASA 0,043 0,031 28,83% 0,024 43,82% 0,029 33,02%
Estator 21 NASA 0,039 0,025 35,73% 0,018 53,58% 0,026 32,07%
Rotor 28B NASA 0,048 0,028 41,94% 0,024 49,70% 0,030 37,98%
Estator 22 NASA 0,043 0,026 40,53% 0,021 50,11% 0,032 25,98%
Promedio Error 37,31% 32,64% 38,99%
187
Las propuestas anteriores, subestiman en general un promedio de 36.31% con respecto a la
medición experimental del coeficiente de pérdida. Situación que distintos autores como
Cumpsty (1989), Shepherd (1960), Saravanamuttoo (2001) y los mismos Wright y Miller
(1991), reconocen que típicamente ocurre con las correlaciones de pérdida de perfil; las cuales
no alcanzan para justificar un 25% de este fenómeno físico. ¿Qué hacer entonces? Como se
recordará, los modelos de pérdida, en general recurren a factores de corrección para una mejor
aproximación para el fenómeno físico real de la cascada. En el presente trabajo de grado, y
siguiendo el trabajo de M.V. Casey (1987) el modelo de corrección para las pérdidas de perfil
toma la forma de:
Rei
i i iinc Ma
ω ω ωω ωω ω ω⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞
= ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠
(3.21)
Donde la pérdida de perfil se corrige por: Incidencia, Número de Mach y Número de
Reynolds. En el caso presente, no son necesarias las correcciones por Incidencia pues los
cálculos se realizan a la incidencia de referencia misma; ni por número de Mach, pues los
números de Mach considerados no superan el Mach Crítico. Por tanto, la única opción de
corrección posible es por el número de Reynolds. Aquí, puesto que no se tiene información del
acabado superficial de los álabes de todos los casos considerados, en vez de utilizar el factor
de corrección propuesto por M.V. Casey (1987), se utilizará una versión simplificada del
factor de corrección propuesto por Wright y Miller (1991) para Reynolds distintos de 106.
0.5 5
0.19 5 6
Re 6
489.8Re Re 1013.8Re 10 Re 101 10 Rei
sisisi
ωω
−
−
⎧ <⎪⎛ ⎞
= < ≤⎨⎜ ⎟⎝ ⎠ ⎪ <⎩
(6.1)
De esta manera, se obtendría:
188
Tabla 6.19: Comparación del Error Relativo en el Coeficiente de Pérdida según distintos Autores partiendo del concepto de Relación de Difusión Equivalente y corregida por el número de Reynolds
Compresor ω Exp LCF 1C %Error LCF 2C % Error LCF 4C % Error
Rotor 1 3S1 0,03 0,026 14,53% 0,047 -55,47% 0,028 7,09%
Estator 1 3S1 0,032 0,025 21,27% 0,048 -48,97% 0,027 15,88%
Rotor 3 3S2 0,03 0,028 6,62% 0,038 -25,04% 0,025 16,88%
Estator 3 3S2 0,03 0,026 13,91% 0,042 -40,47% 0,026 13,26%
E 2 FAN DCA 0,039 0,033 15,20% 0,032 19,12% 0,027 31,64%
Rotor 23B NASA 0,035 0,049 -40,29% 0,039 -11,35% 0,038 -9,80%
Estator 20 NASA 0,034 0,037 -7,52% 0,024 28,57% 0,032 5,17%
Rotor 26B NASA 0,043 0,047 -10,24% 0,037 12,99% 0,045 -3,74%
Estator 21 NASA 0,039 0,039 0,46% 0,028 28,10% 0,041 -5,21%
Rotor 28B NASA 0,048 0,043 10,08% 0,037 22,08% 0,046 3,94%
Estator 22 NASA 0,043 0,040 7,88% 0,033 22,73% 0,049 -14,64%
Promedio Error 2,90% -4,34% 5,50% Correcciones para un Reynolds promedio de 105
Se constata un comportamiento más próximo de los parámetros estimados y corregidos con
respecto a los datos experimentales. Aunque el promedio general de error se ubica en 1.36%,
se aprecia que aún persiste una gran variabilidad del error (se precisa una desviación estándar
de ± 0.22). De hecho, salvo un dato, todos los errores relativos son superiores a ± 5%. El rango
en el que los errores relativos se encuentran, se limita desde -55.47% a 31.64%, lo que indica
que nuevamente existe la posibilidad de tanto sobre como de subestimar el coeficiente de
pérdida. De manera gráfica se representa en la figura 6.4:
189
0
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
Rotor 13S1
Estator 13S1
Rotor 33S2
Estator 33S2
Estator 2FAN DCA
Rotor 23BNASA
Estator 20NASA
Rotor 26BNASA
Estator 21NASA
Rotor 28BNASA
Estator 22NASA
Perd
idas
de
Perf
il
Datos Experimentales LCF 1.1C LCF 2C LCF 4C
Figura 6.4: Pérdidas de Perfil según distintos Autores partiendo del concepto de Relación de Difusión Equivalente y corregida por el número de Reynolds
Lo que se observa nuevamente es que dependiendo del tipo de perfil, una u otra
correlación desmejora sensiblemente su capacidad de predicción. Por ejemplo, la propuesta de
Wright y Miller (LCF 2), a pesar de su pretensión de operar convenientemente para todos los
perfiles con esqueleto arco circular, muestra de manera persistente un comportamiento
errático. Su capacidad de predicción para cascadas de álabes con perfiles tipo NACA 65 es la
mejor de las tres opciones (ver tabla 6.18), pues presenta un error promedio de 8.01% (versus
el 44% de las otras opciones). Sin embargo, para coronas de álabes con de perfiles Doble Arco
Circular, el promedio del error se incrementa hasta 46.1%. Al aplicar el factor de corrección
por el número de Reynolds, sucede el fenómeno completamente inverso: la predicción de esta
correlación para cascadas de álabes con perfil NACA 65 acumula un error promedio de -
42.49% (es decir sobreestima el parámetro coeficiente de pérdida, situación que se aprecia
claramente en las primeras cuatro coronas de la figura 6.4), mientras que para las hileras de
álabes con perfiles DCA, se ubica en 17.46%. Como se aprecia, con o sin factor de corrección,
el juego de correlaciones LCF 2, es altamente sensible al tipo de perfil analizado.
Por su parte la propuesta LCF 4, tampoco resulta indiferente al tipo de perfil analizado.
Esta propuesta, una vez aplicado el factor de corrección por número de Reynolds, ciertamente
190
redujo su error promedio de 38.99% a 5.50%, pero lo que es más importante aún, es identificar
como lo redujo. En las coronas con perfiles NACA 65 pasó de un error promedio de 44.01% a
uno de 13.28%; mientras que en cascadas doble arco circular pasa de 36.21% a 1.05% -lo que
implica una reducción de 34.5 veces el error promedio-. En todo caso, para perfiles NACA 65,
la propuesta LCF 4 siempre subestima el valor del coeficiente de pérdida. Mientras que para
perfiles Doble Arco Circular, hay una marcada tendencia que para coronas con un factor
difusivo superior a 0.47 se sobrestima el coeficiente de pérdida, mientras que para factores
difusivos menores, se produce el efecto contrario.
La propuesta de Lieblein, denominada LCF 1.1, muestra por su parte un comportamiento
parecido al de la propuesta LCF 4. En este caso, también existe una reducción considerable
del error promedio, que pasa de 37.31% sin factor de corrección a 2.9%. Sin embargo, en esta
propuesta también es notable el comportamiento dispar entre perfiles tipo NACA 65 y DCA.
Nuevamente ambos promedios de error se reducen (el primero pasa de 44.53% a 14.08%,
mientras que el segundo de 33.8% a -3.49%), pero pasan por un reacomodo de estimaciones
muchas veces inaceptables. Es el caso de la corona denominada Rotor 23B, cuya estimación
de pérdida sin factor de corrección pasa de 0.032 a 0.049 con factor de corrección. Esto
implica pasar de un modesto pero importante error relativo de 9.42%, a uno de -40.29% (ver
figura 4). Situación similar ocurre para las restantes coronas con perfiles DCA, sin ninguna
conexión evidente entre las características aerodinámicas de la cascada y los resultados
corregidos por Reynolds. Una hipótesis probable que explique este fenómeno tanto para la
propuesta LCF 1.1 -y en menor grado para la propuesta LCF 4-, puede radicar en que el
mecanismo de corrección por número de Reynolds propuesto por Wright y Miller (1991),
tenga también un asidero solo válido para las cascadas que le dieron origen.
Retomando las propuestas de estimación del coeficiente de pérdidas, que utilizan como
“carga en el perfil” el valor del Factor de Difusión Equivalente (FDeq): propuestas LCF 3 y
LCF 5. En la Tabla 6.17, se evidencia una sobrestimación sumamente importante de los
valores de pérdida (-109.32% y -74.48% en los errores relativos promedios respectivamente).
Sin embargo, si numéricamente se decidiera dividir estas estimaciones por un tercio de su
valor; es decir, considerar que estas pérdidas reportadas no son las de del perfil, sino que de
algún modo son las pérdidas totales de la etapa (ver tabla 6.20). Denton en su trabajo de 1993,
191
señala que con respecto a las pérdidas totales, se puede estimar que cada mecanismo de
pérdida (perfil, anular y de onda de choque) representa un tercio de las pérdidas totales
Tabla 6.20: Comparación del Error Relativo en el Coeficiente de Pérdida según distintos Autores partiendo del concepto de Factor de Difusión Equivalente, ajustada en un tercio.
Compresor ω Exp LCF 3C % Error LCF 5C % Error
Rotor 1 3S1 0,03 0,025 17,67% 0,021 30,93%
Estator 1 3S1 0,032 0,023 28,27% 0,019 40,01%
Rotor 3 3S2 0,03 0,018 38,98% 0,015 49,66%
Estator 3 3S2 0,03 0,021 29,50% 0,018 41,52%
Estator 2 FAN DCA 0,039 0,014 64,58% 0,012 70,38%
Rotor 23B NASA 0,035 0,023 35,31% 0,019 45,28%
Estator 20 NASA 0,034 0,020 42,14% 0,016 52,16%
Rotor 26B NASA 0,043 0,032 24,59% 0,027 37,73%
Estator 21 NASA 0,039 0,031 20,28% 0,026 33,88%
Rotor 28B NASA 0,048 0,037 23,74% 0,030 36,94%
Estator 22 NASA 0,043 0,040 7,42% 0,034 21,74%
Promedio Error 30,23% 41,84%
Se pueden apreciar márgenes de error similares a los mostrados en la tabla 4. Esto
confirma que a pesar que ambas propuestas parten de esquemas similares de contabilización
de pérdidas como el propuesto por M.V.Casey (1987), en realidad estas correlaciones agrupan
y contabilizan partes de las pérdidas engañosamente denominadas pérdidas secundarias
(Lecuona (2000)). Esto inhabilita la posibilidad de acoplar estas dos últimas propuestas con el
esquema unidimensional presentado en este trabajo de tesis, pues se incurre en el riesgo de
sobrestimar las pérdidas totales de cada cascada en estudio.
192
Factor de corrección de pérdidas por el número de Reynolds
Como fue señalado en el apartado anterior, es necesario corregir las pérdidas de perfil
(algunos autores también corrigen las pérdidas anulares) por el número de Reynolds. En la
propuesta original de M.V.Casey (1987), se recurre a una muy completa referencia combinada
de Koch y Smith (1976) con Mills y Xu Hang (1983); que como fuera señalado en el Capítulo
III, no solo corrige por efecto del número de Reynolds, sino que también por el acabado
superficial de álabes y del espacio anular. Ahora bien, ¿qué sucede si se desconoce el acabado
superficial de la etapa bajo estudio? Obsérvese en la siguiente tabla, cuan sensible es este
factor de corrección propuesto, si se consideran para un mismo número de Reynolds y una
misma longitud de cuerda, distintos acabados superficiales expresados por el parámetro
rugosidad promedio del álabe en su línea media (Ra).
Tabla 6.21: Comparación del Factor de Corrección del Coeficiente de Pérdida, para distintos acabados superficiales según el Número de Reynolds.
Número de Reynolds
Ra (m) 1,00E+05 3,00E+05 1,00E+06
2,50E-06 1,4676 1,1265 1,1265
7,50E-06 1,4676 1,4649 1,4649
1,80E-05 1,8444 1,8444 1,8444
2,50E-05 2,0223 2,0223 2,0223
2,70E-05 2,0674 2,0674 2,0674
6,70E-05 2,7242 2,7242 2,7242
*Cuerda de 0.01778 m
A medida que se considera un acabado altamente pulido a una superficie de precisión baja,
se comprueba como el factor de corrección se ve afectado hasta 2.4 veces para regimenes
turbulentos. De modo desafortunado, esta información de acabado superficial no suele
encontrarse especificada en la data experimental encontrada para este trabajo de grado, por tal
motivo se considera como referencia estándar la citada por el propio M.V. Casey (1987) de un
Ra igual a 1.8x10-5 m.
193
Adicionalmente también fue señalado, que existen distintos mecanismos de cálculo para
este factor de corrección. Señalándose en el apartado anterior la correlación de Wright y Miller
(1991). Al comparar ambas opciones de cálculo (Opción 1 la utilizada por M.V. Casey, y
Opción 2 la utilizada por Wright y Miller), para un mismo acabado superficial y longitud de
cuerda, se puede observar lo siguiente:
Tabla 6.22: Comparación del Factor de Corrección del Coeficiente de Pérdida, para distintos Números de Reynolds, según propuestas de M.V. Casey (1987) y Wright y Miller (1991)
Reynolds Opción 1 Opción 2
1000 14,676 15,489
10000 4,641 4,898
100000 1,844 1,549
500000 1,844 1,140
1000000 1,844 1,000
*Ra=0.000018 m y Cuerda de 0.01778 m
Evidenciándose que efectivamente que entre ambas magnitudes podrían existir diferencias
de hasta 84% en la estimación. Puesto que la utilización de una u otra opción, podrían afectar
la determinación de los coeficientes de pérdidas, se plantea la necesidad de utilizar cada factor
con conjuntos de correlaciones que tengan un mismo origen. Así la opción de M.V. Casey se
mantendrá como la alternativa de ajuste para el grupo de ecuaciones del método
unidimensional propuesto. La opción de Wright y Miller, para el conjunto de ecuaciones
relacionadas con estos autores.
Correlaciones para el cálculo de espesor de momento
En el capítulo III, se mencionó brevemente que en el trabajo de M.V. Casey (1987), el
autor prefirió trabajar con la determinación de espesor de momento (θ2) sugerida por J. Starke
(1981) en vez de trabajar con la sugerida originalmente por Lieblein (1957, 1959), “para
ajustar la sobre estimación del espesor de momento originalmente incurrida por este último”.
En realidad, Starke demostró que para altos niveles de difusión (relaciones de difusión
equivalente (Deq) superiores a 1.9), las constantes derivadas de la experimentación de Lieblein,
194
sugerían un marcado incremento en el espesor de momento que no era totalmente acorde con
el fenómeno físico.
Al observar la figura 6.5, se puede apreciar que a partir de una Deq igual a 1.8, las
correlaciones tienen una marcada diferencia en la predicción del espesor de momento. Asunto
que resulta bastante sensible para este trabajo de grado, pues la mayoría de las relaciones de
difusión equivalente calculadas para los compresores en estudio, caen en este rango de valores
(ver tabla 6.23). De este modo, utilizar la propuesta original de Lieblein, implicaría un posible
e importante error en la sobrestimación del coeficiente de pérdidas. M.V. Casey, siguiendo las
sugerencias de Koch y Smith (1976), adiciona una constante experimental de 0.0025 a la
estimación del espesor de momento. Ambos textos reconocen que es un ajuste sin fundamento
teórico, más que funciona para una mejor predicción de la eficiencia de la etapa. En este
trabajo de grado, se incorporó dicha constante, pues se verificó que tal adición realmente
modifica de manera importante (alrededor de 50%) el cálculo del espesor de momento para
relaciones de difusión equivalente menores a 1.4.
0
0,02
0,04
0,06
0,08
0,1
0,12
0,14
0,16
0,18
1 1,2 1,4 1,6 1,8 2 2,2 2,4
Relación de Difusión Equivalente (Deq)
Espe
sor d
e M
omen
to
Lieblein Starke
Figura 6.5: Espesor de Momento para perfiles NACA 65 para relaciones de difusión equivalente, calculados por las propuestas de Lieblein (1959) y Starke (1981)
195
Tabla 6.23: Determinación de la Relación de Difusión Equivalente según distintos Autores para configuraciones experimentales NACA – NASA
LCF 1.1 LCF 21,939 1,9521,920 1,9771,714 1,6811,853 1,8791,472 1,4381,597 1,5871,647 1,6151,671 1,6081,758 1,7131,802 1,7611,609 1,5341,579 1,4641,704 1,5441,776 1,6591,908 1,7561,920 1,8032,084 1,939
Rotor 28B NASAEstator 22 NASA
Rotor 23B NASAEstator 20 NASARotor 26B NASAEstator 21 NASA
Estator 3 NACA 8Rotor 5 NACA 8
Estator 5 NACA 8Estator 2 FAN DCA
Estator 3 3S2Rotor 1 NACA 10Rotor 10 NACA 10Rotor 3 NACA 8
CompresorRotor 1 3S1
Estator 1 3S1Rotor 3 3S2
Análisis de las correlaciones de desviación fuera del punto de diseño
Para evaluar las correlaciones alternativas de desviación fuera del punto de diseño, fue
necesario modificar el modulo TRIANGULO del algoritmo principal, destinado precisamente
al computo del triangulo de velocidades. Para cada punto de operación posible en una corona
de álabes -representados por los coeficientes de flujo-, se determina entonces las posibles
desviaciones del ángulo de salida de flujo. Cada rango de coeficientes de flujo a comparar,
proviene de la determinación previa del algoritmo principal para una corona de álabes
previamente simulada por el método unidimensional propuesto.
Tabla 6.24: Identificadores para la prueba de correlaciones de Desviación fuera del Punto de Diseño
Correlación Lieblein Creveling & Carmody Miller & Wasdell
Identificador FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
196
Siguiendo la propuesta de Cahill (1997), la comparación de los resultados se realizará
utilizando el error típico de estimación (mejor conocido en inglés Error RMS, ver anexo C),
pues para las condiciones fuera del punto de diseño implican mayores errores significativos
que los del error medio relativo.
En la figura 6.6, se puede apreciar el comportamiento estimado del ángulo de desviación
fuera del punto de diseño para el rotor de la etapa número 5 del compresor NACA 10.
5,00
6,00
7,00
8,00
9,00
10,00
11,00
-25,00 -20,00 -15,00 -10,00 -5,00 0,00 5,00 10,00
Angulo de Incidencia (°)
Ang
ulo
de D
esvi
ació
n (°
)
FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Incidencia de Referencia
Figura 6.6: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para el Rotor #5 del Compresor NACA 10
El primer aspecto a señalar, es que a pesar de que las tres propuestas fueron analizadas
para el mismo rango de coeficientes de flujo (entre 0.578 a 1.001 para este caso), la predicción
del rango de ángulos de incidencia fuera del punto de diseño para cada metodología es
bastante disímil (ver tabla 6.25). Esto a pesar que la estimación del ángulo de incidencia de
referencia es el mismo y por tanto parten del mismo valor. Este rango operativo es de 22.27°
para la primera propuesta, de 16.98° para la segunda y 23.82° para la tercera.
197
Tabla 6.25: Rangos Operativos del Rotor 5 del Compresor NACA 10 según los distintos Autores
FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Rango de Incidencia 5.21° a -17.06° 4.95° a -12.03° 4.08° a -19.74°
Rango de Desviación 7.89° a -6.3° 8.35° a -5.22° 10.08° a -9.25°
La formulación de Lieblein (FDDEV1), se comporta de manera lineal como era de
esperarse a partir de la ecuación (3.2). Por su parte los resultados obtenidos mediante la
propuesta de Miller y Wasdell (FDDEV3), reproducen en su integridad la forma de la relación
funcional que los origina. Nótese que la línea roja de la figura 6.6, obedece la misma tendencia
de la línea lila de la figura 4.17 del capítulo IV, solo que muestra una prolongación constante
para todos los ángulos de incidencia menores al de referencia. Finalmente la propuesta de
Carmody (FDDEV2), arroja resultados que asemejan el comportamiento de un polinomio.
Para ángulos superiores a la incidencia de referencia (en este caso -1.2°), las tres opciones
de análisis indican que hacia la región de desprendimiento positivo (stalling incidence), existe
una tendencia clara a un incremento en el ángulo de desviación. Tanto en las opciones
FDDEV2 y FDDEV3 se acusa una curva de crecimiento fuerte, mientras que la opción de
Lieblein se ajusta a la línea recta que la precede. Evidentemente para todo el rango operativo
en estudio, la opción de Miller y Wasdell (FDDEV3) difiere de las restantes opciones como
una curva bien alejada en la predicción de la desviación. Con respecto al caso base de
Lieblein, FDDEV3 tiene un error absoluto promedio de 32.58% y un elevado RMS de 2.30;
mientras FDDEV2 en relación con la misma opción, se sitúa similarmente en 31.99% y 2.29
respectivamente.
Para ángulos inferiores a la incidencia de referencia, hacia la región de ahogamiento
(choking incidence), la curva generada mediante la opción de Miller y Wasdell denotan
claramente su concepción de: “desviación constante”. Debe señalarse en este punto, que estos
autores reconocían que en la práctica el ahogamiento tenía mayores efectos en las pérdidas de
la etapa que el mismo desprendimiento positivo (stall); más sin embargo, sus correlaciones
para el cálculo de estas pérdidas en esta región están enfocadas en la determinación de la
198
incidencia de ahogamiento corregida principalmente por el número de Mach y el paso de la
garganta del canal inter-álabe. Así la estimación de la desviación fuera del punto de diseño era
para ellos, un problema más importante hacia la región de desprendimiento positivo. Motivo
por el cual proyectaron de manera sinusoidal (ver región derecha de la figura 4.17) su
comportamiento normalizado (Miller y Wasdell (1987)).
Los resultados arrojados por la opción de Lieblein, también reflejan la concepción de la
correlación que los originan. Recuérdese que estos trabajos fueron desarrollados en túneles de
viento con cascadas bidimensionales, donde la variación del ángulo de desviación con la
incidencia para una geometría fija eran primordialmente una función de la capacidad de guía
de la cascada a pesar del cambio de orientación del flujo entrante y el espesor de la capa límite
(Lieblein en NASA SP 36 (1965)). Puesto que para el momento de su desarrollo no existía
información del efecto de la variación del ángulo de desviación con respecto a las pérdidas, la
correlación surgió en función de la teoría de flujo potencial. Esta señalaba que: para regiones
cercanas a las de mínimas pérdidas, existe una relación lineal con pendiente positiva entre el
ángulo de desviación y de incidencia. La magnitud de esta pendiente vendría dada por la
solidez y el ángulo de entrada que impone la cascada.
Claramente usar la opción FDDEV1 en todo el rango operativo estimado para las cascadas
en estudio, no se ajusta a su intención original. Y justifica claramente porque se presenta un
comportamiento lineal a pesar de intentar predecir el ángulo de desviación en las cercanías de
las regiones críticas de desprendimiento. Sin embargo, la opción FDDEV2, concebida a partir
de data operacional de compresores operativos de la NASA para distintos números de Mach;
tampoco pareciera ser exitosa para todo el rango operativo calculado por esta metodología.
Como se observa en la figura 5, los resultados estimados muestran una curva cóncava en la
región de incidencia comprendida entre 4.95° y -4.97°, pero a partir de este último valor
degeneran en un comportamiento errático. Ciertamente la figura 1 de este apartado (y por tanto
la correlación de ahí calculada), no muestra que se puede esperar para la relación funcional
( )ref ref ref reff i iδ δ ε ε− = − para valores extremadamente negativos de incidencia, elemento
que podría servir como una justificación a este comportamiento.
Nuevamente, al observar la figura 6.7 se aprecia otro hecho resaltante. La correlación
FDDEV2 numéricamente solo funciona en el rango comprendido entre la incidencia de
199
desprendimiento positivo y negativo. A diferencia de las otras dos correlaciones, que bajo este
esquema de prueba fueron capaces de realizar cálculos para el rango operativo de incidencias
considerados en función de los coeficientes de flujo previamente determinados; la correlación
de Carmody no operó más allá de los límites señalados. Esto más que aclarar dudas, las
suscita: ¿el comportamiento errático se deberá más bien a una incompatibilidad de los
esquemas?, es decir, ¿se debe utilizar otra forma de cálculo para las incidencias de
desprendimiento y por ende del rango operativo?
5.00
6.00
7.00
8.00
9.00
10.00
11.00
-25.00 -20.00 -15.00 -10.00 -5.00 0.00 5.00 10.00
Angulo de Incidencia (°)
Ang
ulo
de D
esvi
ació
n (°
)
FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Región Concava
Incidencia de Referencia
Incidencia de Ahogamiento
Incidencia de Desprendimiento
Figura 6.7: Observaciones en la determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para el Rotor 5 del Compresor NACA 10
Ahora obsérvese el comportamiento de las alternativas consideradas para otras
configuraciones de compresores, uniendo el desempeño tanto del rotor como del estator en
cada caso. Tanto las figuras 6.8 y 6.9, muestran que en general todas la correlaciones estiman
valores más bajos para la desviación fuera del punto de diseño en los rotores que en los
estatores. De igual manera los rangos operativos de incidencia considerados a partir de un
rango de coeficiente de flujos previamente determinados, se encuentran desfasados. En la tabla
6.26, se observan estos rangos.
200
Tabla 6.26: Rangos Operativos de las Etapa 5 del Compresor NACA 8 y del Compresor 23B-20 según los distintos Autores
Etapa 5 NACA 8 FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Rango Rotor 10.86° a -15.76° 10.53° a -12.70° 9.29° a -19.23°
Rango Estator 6.39° a -19.62° 6.00° a -15.66° 6.82° a -21.84°
23B-20 FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Rango Rotor 5.10° a -5.84° 5.06° a -4.99° 4.72° a -6.59°
Rango Estator 4.34° a -28.53° 3.69° a -26.82° 2.43° a -33.02°
En general cada propuesta coincide en la magnitud de los valores de incidencia positiva
máxima, mostrando mayor variabilidad en la predicción de los valores mínimos de incidencia.
Así el promedio de la desviación estándar en la estimación de la primera cifra tanto para los
rotores como para los estatores es de 0.60, mientras que para la segunda es de 3.71.
4,00
6,00
8,00
10,00
12,00
14,00
16,00
18,00
-25,00 -20,00 -15,00 -10,00 -5,00 0,00 5,00 10,00 15,00
Ángulo de Incidencia (°)
Áng
ulo
de D
esvi
ació
n (°
)
FDDEV1 Rotor FDDEV2 Rotor FDDEV 3 Rotor FDDEV 1 Estator FDDEV 2 Estator FDDEV 3 Estator
Figura 6.8: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para la Etapa #5 del Compresor NACA 8
201
0,00
2,00
4,00
6,00
8,00
10,00
12,00
14,00
-35,00 -30,00 -25,00 -20,00 -15,00 -10,00 -5,00 0,00 5,00 10,00
Ángulo de Incidencia (°)
Áng
ulo
de D
esvi
ació
n (°
)
FDDEV1 Rotor FDDEV2 Rotor FEDEV3 Rotor FDDEV1 Estator FDDEV2 Estator FDDEV3 Estator
Figura 6.9: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para la etapa 23B-20
En la tabla 6.27 se especifican los desfases existentes entre rotor y estator para las
incidencias extremas de desprendimiento (incluyendo el ensamble rotor y estator de la etapa 5
del compresor NACA 10). Los signos positivos en la tabla 4 indican incremento en la misma
magnitud.
Tabla 6.27: Márgenes de Incremento o Decremento en grados de las Incidencias de Desprendimiento Positivo y Negativo entre el Rotor y el Estator de las Etapas Estudiadas según los distintos Autores
En Stall FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Etapa 5 NACA 10 -0.48° -0.51° -0.49°
Etapa 5 NACA 8 4.47° 4.53° 2.47°
23B-20 0.76° 1.37° 2.29°
En Choke FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Etapa 5 NACA 10 -0.1° 7.13° -0.11°
Etapa 5 NACA 8 3.86° 2.95° 2.61°
23B-20 22.69° 21.83° 26.43°
202
Como se puede apreciar tanto en las figuras 6.8 y 6.9 como en la tabla 6.27, los
mecanismos de predicción utilizados, resultan bastantes sensibles a los parámetros
geométricos que definen la cascada de álabes. Así por ejemplo, tal como era de esperarse la
propuesta FDDEV1, predice que la desviación en función de la incidencia resulta más sensible
a bajas solideces que para altas. Es así como en la figura 6.8, la pendiente de la línea recta es
más pronunciada para el estator con una solidez de 0.948 que para el rotor con una solidez de
1.294 (obsérvese que en el caso de la figura 6.9, dado que tanto el rotor y el estator poseen una
solidez de 1.77, la pendiente es la misma).
De manera similar, la curvatura (deflexión propuesta del diseñador) juega un papel
preponderante en las predicciones realizadas por la propuesta FDDEV2. Para curvaturas
pequeñas, como en el caso del rotor 23B con un θ de 14.61°, se aprecian curvas de predicción
suaves, de hecho muy cercanas a la predicción de la propuesta FDDEV1. En cambio una
curvatura severa, como en los casos de los estatores de la etapa 5 del compresor NACA 8 o el
estator 20 (39.54° y 51.35° respectivamente), se observan curvas bastantes pronunciadas, con
cambios significativos en la magnitud de la predicción de la desviación. Destáquese la región
de desprendimiento negativo, donde las curvas generadas por estas propuestas siempre
estiman desviaciones muy pequeñas con respecto a los otros dos mecanismos.
Esta influencia de los parámetros geométricos sobre la capacidad de estimación es tan
severa, que en la figura 6.10 se puede apreciar como para una etapa con alto ángulo de calado
y de curvatura, combinada con una baja solidez se comporta de manera distinta a los casos
anteriores.
En este caso el compresor de solidez 0.535 y con un grado de reacción de 50% de A.B.
McKenzie (1980), muestra un comportamiento idéntico tanto para rotor como para el estator.
Lo primero que destaca para el análisis de esta etapa, es que se trata de un compresor que se
encuentra sometido en todo su amplio rango de operación a incidencias negativas (el rango se
encuentra comprendido entre -8.79° a -26.54°). Esto implica que la opción de Miller y
Wasdell, no alcanza para predecir más que un comportamiento de desviación constante. Por su
baja solidez y alto ángulo de entrada ( 0.535σ = y '1 70β = ° ), se aprecia una sensibilidad
importante de la opción FDDEV1 con respecto a la incidencia (reporta una pendiente de 0.40
la mayor de todos los casos analizados). Finalmente la opción de Carmody, apunta un rango
203
de computo posible que representa el 48.3% del rango original (entre -8.79° a -17.32°). A
diferencia de los casos anteriores, la propuesta FDDEV1 supera a la FDDEV2 en la
estimación de la desviación máxima para la incidencia de desprendimiento positivo.
12,00
13,00
14,00
15,00
16,00
17,00
18,00
19,00
20,00
21,00
22,00
-40,00 -35,00 -30,00 -25,00 -20,00 -15,00 -10,00 -5,00 0,00
Angulo de Incidencia (°)
Ang
ulo
de D
esvi
ació
n (°
)
FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Figura 6.10: Determinación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores para la etapa del compresor A.B.McKenzie solidez 0.535
Es interesante señalar que para los casos de la Etapa 5 de los compresores NACA 8 y
NACA 10, en los que existe una incidencia positiva, y es posible comparar específicamente
los ángulos de desviación entre los métodos FDDEV2 y FDDEV3. Se distingue una similitud
de forma entre las curvas ascendentes, que numéricamente indican un desfase constante en la
desviación predicha. En el caso del compresor NACA 10, entre ambos métodos existe una
diferencia promedio de 1.67° (a favor de FDDEV3) con un error RMS de 1.674, mientras que
para el compresor NACA 8 esta diferencia se promedia en 2.91° (también a favor de
FDDEV3) con un error RMS de 2.988). Lo que pareciera indicar que para ambos casos, un
mayor ángulo de calado favorece una mayor diferencia constante entre ambos métodos para el
rango en estudio (el calado promedio en el compresor NACA 10 es de 28.16°, mientras que en
el NACA 8 es de 35.85°).
Hasta ahora se ha procedido a visualizar el comportamiento de las alternativas de estudio,
bajo distintas configuraciones experimentales. Sin embargo, aún falta realizar la validación de
204
estos métodos en contra de datos experimentales de un compresor. De modo desafortunado,
esta data no es abundante en la literatura consultada. Por lo que solo se puede comparar contra
un juego de datos de la desviación fuera del punto de diseño del estator de la 2 etapa de un
ventilador-compresor NASA con perfiles DCA.
7
7,5
8
8,5
9
9,5
10
10,5
11
-14 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 2
Ángulo de Incidencia (°)
Áng
ulo
de D
esvi
ació
n (°
)
Data Experimental FDDEV1 FDDEV2 FDDEV3
Figura 6.11: Comparación del Ángulo de Desviación Fuera del Punto de Diseño, según distintos autores con respecto a Data Experimental del Estator 2 del Ventilador-Compresor NASA
Como se puede distinguir en la figura 6.11, las propuestas FDDEV1 y FDDEV2,
subestiman la desviación registrada experimentalmente, mientras que la FDDEV3 la
sobrestima para todo el rango de incidencias considerado. En promedio la desviación
experimental, a pesar de su variación es un valor promediado en los 9.3° ±0.26°; mientras las
opciones FDDEV1, FDDEV2 y FDDEV3 promedian: 8.60° ±0.10°; 8.74° ±0.13° y 10.5°
±0.05° respectivamente. Mostrando que es la opción de Carmody la que muestra una mayor
aproximación a la data planteada. De hecho el criterio del menor error RMS ratifica esta
situación, pues esta opción con respecto a la data experimental posee un error RMS de 0.63
versus 0.72 de la opción FDDEV1 y 1.23 de la FDDEV3.
Sin embargo, las otras dos opciones tampoco presentan un mal desempeño contra la data
experimental. En el caso de la opción FDDEV1 todavía la diferencia promedio se encuentra
205
en el margen de ±1°, y en el caso de FDDEV3 se coloca en un margen de sobreestimación
promedio de 2.2°, el cual con todo puede ser aceptable como primera estimación. La gran
incógnita es el desempeño de las propuestas ante cascadas de álabes con un rango operativo
más amplio o con condiciones severas en las incidencias de desprendimiento positivo y
negativo. Como fue discutido en los párrafos precedentes, tanto la geometría de la cascada
como las condiciones de entrada (reflejadas en el rango de coeficientes de flujos, y por tanto
de incidencias posibles) afectan sensiblemente el desempeño de las correlaciones en
consideración; situación que podría influir en las capacidades de estimación ya discutida.
Adicionalmente, este rango operativo va unido a la selección intrínseca de las correlaciones
para determinar el desprendimiento positivo y negativo. En la metodología desarrollada para
el presente trabajo de grado, se utilizó una combinación de criterios de la relación de presiones
( 1Ω = ) con márgenes operativos ( ) ( )0.8 2refi i δβ− = , pero definitivamente no es la única
opción. Obsérvese en la tabla 6.28, como difieren la predicción de la incidencia de
desprendimiento positivo (stalling incidence) si se utiliza la correlación propuesta por Miller y
Wasdell (ec. 4.43) o el criterio interpretado de M.V. Casey para el programa VENCHARAX.
Tabla 6.28: Estimación en grados de las Incidencias de Desprendimiento Positivo para los Rotores y Estatores de las Etapas Estudiadas según Miller y Wasdell (1987) y versus M.V. Casey (1987)
Compresor W&M CaseyRotor NACA 10 5.50 3.95Estator NACA 10 5.81 4.33Rotor NACA 8 3.91 6.83Estator NACA 8 -0.42 2.55Rotor 23B 9.01 4.62Estator 20 6.44 2.88Rotor McKenzie -4.30 -10.43
El error RMS entre ambas series es de 3.62, demostrando una gran diferencia y dispersión
en las magnitudes estimadas.
A partir de las discusiones anteriores, se debe señalar que la opción escogida por M.V
Casey (FDDEV1) para su método unidimensional, aunque conceptualmente no pareciera ser
el más idóneo para la estimación de los valores de desviación fuera del punto de diseño,
presenta un comportamiento estable para los rangos de operación probados, y numéricamente
206
cercano a la data experimental disponible. La opción FDDV2, presentó un excelente
comportamiento contra la data experimental, más sin embargo, en los rangos operacionales
simulados presentó un comportamiento inestable hacia las incidencias negativas. Leónard
(2005) al utilizar esta correlación propone utilizar “factores de corrección” a fin de ajustar la
predicción numérica con la data experimental, lo que indica que no es una correlación tan
ampliamente probada. Finalmente la propuesta de Wasdell y Miller (FDDEV3),
conceptualmente no es totalmente compatible con la metodología propuesta por M.V. Casey,
pues requiere de un cálculo distinto de la incidencia por desprendimiento negativo.
Adicionalmente, su predicción de desviación constante para incidencias negativas y la gran
diferencia con respecto a las desviaciones estimadas por los otros dos métodos, hacen suponer
que su utilización puede causar resultados muy distintos a los esperados.
Análisis de las correlaciones para el cálculo de la pendiente de desviación
En el desarrollo del método unidimensional del presente trabajo de grado, como se
mencionó M.V. Casey proponía la utilización de la relaciones de Crouse (1974) para el
computo del parámetro (dδ/di)ref. Sin embargo, en esta metodología se habían utilizado
correlaciones directamente determinadas de la figura 3.4 del trabajo de Lieblein (1960). La
razón para tal decisión se fundamenta en el comportamiento presentado por dichas
correlaciones con respecto a la data extraída de la grafica señalada. De hecho se analizaron
tres opciones:
OPCION DDDI01: Polinomios de sexto y tercer orden, que representan el
comportamiento de las curvas señaladas en la figura 4 del apartado Método Unidimensional.
OPCION DDDI02: Correlación de Aungier (2003), expresada mediante la siguiente
formulación:
( ) ( )2.5
4 11 0.25 exp 3.153ref
ddiδ βσ σ σ
⎡ ⎤⎡ ⎤ ⎛ ⎞= + +⎢ ⎥⎜ ⎟⎢ ⎥ ⎝ ⎠⎣ ⎦ ⎢ ⎥⎣ ⎦ (6.2)
OPCION DDDI03: Sugerida por Crouse (1974); contenidas dentro del código FORTRAN
del programa COSMIC del mismo autor. Donde a partir de los parámetros solidez (σ ) y
ángulo de entrada ( 1β ) -expresado en radianes-, se calculan las variables:
207
( )( )
1 1
1 1
3.35 0.71 0.29
0.007 0.0446 0.0406
1.2
A
B
senC
β β
β β
πσ
σ
= − +
= + −
⎛ ⎞⎜ ⎟⎝ ⎠=
A fin de calcular:
( ) 2expref
d A B Cdiδ σ⎡ ⎤ = − + ×⎢ ⎥⎣ ⎦
(6.3)
Si se utilizan las tres opciones planteadas para determinar la pendiente de la desviación con
respecto a la incidencia de referencia (dδ/di)ref en las coronas de álabes antes analizadas, los
resultados serían los siguientes:
Tabla 6.29: Estimación del parámetro (dδ/di)ref según distintos autores
Compresor DDDI01 DDDI02 DDDI03
Rotor 1 3S1 0,096 0,081 0,069
Estator 1 3S1 0,086 0,071 0,062
Rotor 3 3S2 0,096 0,085 0,069
Estator 3 3S2 0,082 0,068 0,058
Rotor 1 NACA 10 0,111 0,110 0,109
Estator 1 NACA 10 0,099 0,098 0,097
Rotor 10 NACA 10 0,061 0,056 0,058
Estator 10 NACA 10 0,053 0,049 0,051
Rotor 3 NACA 8 0,067 0,059 0,055
Estator 3 NACA 8 0,113 0,109 0,096
Rotor 5 NACA 8 0,050 0,040 0,037
Estator 5 NACA 8 0,108 0,100 0,089
Estator 2 FAN DCA 0,019 0,016 0,016
Mc Kenzie 0,324 0,357 0,268
208
Como se puede apreciar los resultados son bastantes similares, pues el error RMS entre las
opciones DDDI01 y DDDI02 es de 0.0124, mientras que entre las opciones DDDI01 y
DDDI03 es de 0.0220. Sin embargo, al tratar de reproducir la figura 21 de Lieblein con estas
correlaciones se observó un detalle interesante: la formulación de Crouse para solideces
menores a 0.5, presenta un comportamiento distinto al esperado por la correlación. Esta
situación se acentúa para mayores ángulos de entrada de flujo, llegando a su máximo cuando
1 70β = ° . En la figura 6.12, se puede observar claramente las diferencias observadas. Los
errores RMS para cada opción -con respecto a la data de la figura original- son: 0.0016,
0.0150 y 0.1899 respectivamente.
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
0.00 0.20 0.40 0.60 0.80 1.00 1.20 1.40 1.60 1.80 2.00
Solidez
Pend
ient
e de
la D
esvi
ació
n co
n R
espe
cto
a la
Inci
denc
ia
Data Lieblein Aungier Crouse
Figura 6.12: Comparación del Cálculo de la Pendiente de la Desviación para un Ángulo de Entrada de 70° y solidez variable, según distintos autores con respecto a Data Experimental de Lieblein (1959)
Se evidencia que la opción de Crouse no es la mejor para los fines deseados. Por su parte
las opciones de Aungier y la desarrollada a partir de Lieblein son muy parecidas en su
resultado numérico. Pero definitivamente la opción de Aungier es una formulación más
sencilla para programar.
209
Análisis de las correlaciones de pérdidas fuera del punto de diseño
Al igual que se procedió para evaluar las correlaciones alternativas de desviación fuera del
punto de diseño, para procesar las correlaciones alternativas para las pérdidas fuera del punto
de diseño, fue necesario modificar el módulo ETASTA del algoritmo principal, destinado
precisamente al cómputo de la eficiencia de la etapa. Para cada punto de operación posible en
una corona de álabes -representados por los coeficientes de flujo-, se determina entonces las
posibles desviaciones del ángulo de salida de flujo. Cada rango de coeficientes de flujo a
comparar, proviene de la determinación previa del algoritmo principal para una corona de
álabes previamente simulada por el método unidimensional propuesto.
Tabla 6.30: Identificadores para la prueba de correlaciones de Pérdidas fuera del Punto de Diseño
Correlación Lieblein Crevenling & Carmody
Jansen & Moffatt
Miller & Wasdell
Identificador LB CC JM MW
La evaluación de la propuesta de ampliada de Lieblien (1959) resultó definitivamente la
más sencilla de realizar. Puesto que la inclusión de esta modificación no implicaba mayores
repercusiones en el algoritmo propuesto en este trabajo de grado. Habiendo descartado la
utilización de la ecuación (3.24), en la función IPROLOSSCOEF se sustituyó la ecuación:
( )2
2 11 2
1
cos cos1.12 0.61coseqD tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.33)
por
( ) ( )21.432 1
1 21
cos cos1.12 0.61coseq refD a i i tg tgβ ββ β
β σ⎛ ⎞⎛ ⎞
= + − + −⎜ ⎟⎜ ⎟⎝ ⎠⎝ ⎠
(4.43)
En las figuras 6.13 se muestra a modo de ejemplo, la diferencia de los resultados arrojados
por el programa VENCHARAX a partir de esta modificación.
210
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,2 0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de C
arga
Datos Experimentales Opcion Original Opcion Modificada
Figura 6.13(a): Curva Carga versus Gasto del Compresor de A.B. McKenzie con solidez 0.535
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
0,2 0,25 0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia d
e la
Eta
pa
Data Experimental Opcion Original Opción Propuesta
Figura 6.13(b): Curva Eficiencia versus Gasto del Compresor de A.B. McKenzie con solidez 0.535
211
Como se puede apreciar en la muestra representada en las figuras 6.13(a) y 6.14(b), el
comportamiento de ambas opciones son bastantes similares entre si. De hecho presentan un
error RMS de 0.028 para los datos de carga y de 0.006 para los datos de eficiencia. La
característica más destacada de la opción modificada (LB) con respecto a la original, es que la
opción de la ecuación (4.43) computa un rango de operación más amplio (el rango del
coeficiente de flujo se expande en 14.34%). Estos resultados aquí ejemplificados con el
compresor A.B. McKenzie (σ =0.535), se repiten de manera consecuente para los distintos
compresores previamente validados; siendo el caso con una diferencia más notable entre
ambas opciones la etapa 5 del compresor NACA 10 y la 3 del NACA 8, donde los errores
RMS promediaron 0.91 y 0.89 respectivamente para la eficiencia. Puesto que esta
modificación no parece aportar mejoras al desarrollo ya planteado, no será objeto de mayor
discusión en este trabajo.
Para evaluar la opción CC, se procedió a la comparación entre la data experimental del
estator 2 del ventilador compresor (Estator 2 FAN DCA) y las predicciones de la ecuación
(4.44) (Creveling y Carmody (1968))
( )2
ref m refc i iω ω= + − (4.44)
Puesto que el número de Mach a la entrada de las coronas de álabes estudiadas es menor de
0.8, se utiliza un valor constante de 0.001mc = . Los resultados se pueden visualizar en la
figura 6.14.
Las predicciones del método analizado sobrestiman las pérdidas fuera del punto de diseño
a medida que la incidencia se torna más negativa con respecto a la incidencia de referencia. En
promedio se contabiliza un error absoluto de 33,33%, con una desviación estándar de 0.2579 y
un error RMS de 0.00179. Todo esto hace suponer que el modelo cuadrático propuesto es
parcialmente severo en sus predicciones con respecto a la data real, al menos para el caso
estudiado.
212
0,000
0,010
0,020
0,030
0,040
0,050
0,060
0,070
0,080
0,090
-14 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 2
Incidencia (i)
Pérd
idas
Data Experimental Predicción Creveling
Figura 6.14: Comparación de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño entre data experimental del Estator 2 del FAN COMPRESSOR NASA y las estimaciones según Creveling y Carmody (1968)
En la tabla 6.31 se puede observar los resultados en las pérdidas mínimas fuera del punto
mínimo tanto para la propuesta de Miller y Wasdell (opción MW) como la para la opción
utilizada por M.V. Casey a partir de Jansen y Moffat (JM). En general para la mayoría de los
casos estudiados (los mismos del apartado “Correlaciones de Desviación Fuera del Punto de
Diseño”), se observa claramente como las estimaciones de pérdidas de la alternativa MW
superan en magnitud a las de la alternativa JM. En 6 de los 7 análisis ejecutados, a medida que
el rango operativo se acerca a las incidencias extremas esta diferencia se incrementa de
manera notable. Confirmando que la parábola de corrección arrojada por la figura 4.20 en
definitiva posee una pendiente más severa que la generada por la ecuación (3.37), es decir
predice pérdidas más severas. Al observar los errores RMS entre ambas estimaciones, se
observa que los mismos son pequeños, indicando que ambas estimaciones se encuentran
bastante cercanas entre sí. Ambas cantidades numéricas satisfacen la forma concava esperada
alrededor del punto de mínimas pérdidas.
213
Tabla 6.31: Comparación de las Pérdidas Mínimas Fuera del Punto de Diseño para Distintas Configuraciones Experimentales de Compresores, según las propuesta Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967)
MW JM MW JM MW JM MW JM MW JM MW JM MW JM0,0282 0,0161 0,0215 0,0158 0,0329 0,0241 0,0316 0,0209 0,0532 0,0349 0,0300 0,0248 0,0683 0,02190,0202 0,0153 0,0169 0,0150 0,0251 0,0218 0,0236 0,0188 0,0402 0,0335 0,0259 0,0238 0,0241 0,02160,0163 0,0145 0,0136 0,0144 0,0216 0,0200 0,0188 0,0171 0,0366 0,0325 0,0281 0,0258 0,0259 0,02250,0149 0,0139 0,0166 0,0148 0,0205 0,0188 0,0168 0,0158 0,0336 0,0319 0,0305 0,0291 0,0279 0,02350,0164 0,0144 0,0175 0,0156 0,0195 0,0181 0,0156 0,0145 0,0361 0,0319 0,0336 0,0331 0,0304 0,02470,0179 0,0152 0,0187 0,0167 0,0214 0,0193 0,0160 0,0145 0,0394 0,0324 0,0373 0,0378 0,0325 0,02560,0202 0,0162 0,0199 0,0177 0,0226 0,0206 0,0169 0,0152 0,0447 0,0330 0,0415 0,0433 0,0349 0,02670,0224 0,0172 0,0215 0,0190 0,0244 0,0225 0,0179 0,0163 0,0527 0,0338 0,0465 0,0500 0,0376 0,02800,0252 0,0184 0,0233 0,0205 0,0268 0,0248 0,0194 0,0178 0,0604 0,0346 0,0513 0,0560 0,0404 0,02930,0283 0,0198 0,0253 0,0221 0,0295 0,0275 0,0213 0,0195 0,0701 0,0355 0,0576 0,0625 0,0435 0,03070,0325 0,0214 0,0274 0,0239 0,0325 0,0305 0,0234 0,0216 0,0855 0,0365 0,0666 0,0695 0,0472 0,03230,0391 0,0231 0,0299 0,0260 0,0358 0,0339 0,0258 0,0240 0,0519 0,0339
0,0330 0,0283 0,0398 0,0376 0,0285 0,0266 0,0580 0,03560,0375 0,0308 0,0451 0,0415 0,0317 0,0295 0,0664 0,0374
Error RMS 0,0077 Error RMS 0,0035 Error RMS 0,0032 Error RMS 0,0035 Error RMS 0,0218 Error RMS 0,0032 Error RMS 0,0403
Estator 5 NACA 8 Rotor 23B Estator 20 Rotor A.B. McKenzieRotor 5 NACA 10 Estator 5 NACA 10 Rotor 5 NACA 8
En promedio los errores RMS se encuentran en 0.01188, siendo los más elevados los del
Rotor 23B y el Rotor A.B. McKenzie con 0.0218 y 0.043 respectivamente. Precisamente
ambas cascadas de álabes poseen importantes ángulos de calado y de entrada del álabe (calado
superior a 50° y entrada superior a 60°), situación que afecta sensiblemente los márgenes
operativos a considerar, y por ende las diferencias entre ambos métodos. Como se puede
observar en la figura 6.15, la opción MW se nota sensiblemente más afectada por estas
magnitudes que la opción JM. Para el caso del rotor A.B. McKenzie obviamente se apreciaría
un comportamiento más acusado.
0,00
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
0,07
0,08
0,09
-4,00 -3,00 -2,00 -1,00 0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00
Ángulo de Incidencia (°)
Coe
ficie
nte
de P
érdi
das
Pérdidas según MW Pérdidas según JM
Figura 6.15: Comparación de las pérdidas fuera del punto de diseño según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967) para el Rotor 23B
Sin embargo, este comportamiento tan dispar, no es el típicamente el desarrollado para
configuraciones menos severas. Así por ejemplo, para el rotor 5 del compresor NACA 8, se
muestra en la figura 6.16, donde ambas curvas presentan una semejanza tanto en magnitudes
como en forma, apenas distintas por la predicción de la incidencia de desprendimiento
positivo.
215
0,000
0,005
0,010
0,015
0,020
0,025
0,030
0,035
0,040
0,045
0,050
-20,0 -15,0 -10,0 -5,0 0,0 5,0 10,0
Ángulo de Incidencia (°)
Coe
ficie
nte
de P
érdi
das
Pérdidas MW Pérdidas JM
Figura 6.16: Comparación de las pérdidas fuera del punto de diseño según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1968) para el Rotor 5 NACA 8
0,00
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
0,07
0,08
-25,00 -20,00 -15,00 -10,00 -5,00 0,00 5,00
Ángulo de Incidencia (°)
Coe
ficie
nte
de P
érdi
das
Pérdidas según MW Pérdidas según JM
Figura 6.17: Comparación de las pérdidas fuera del punto de diseño según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967) para el Estator 20
216
En la figura 6.17, se puede apreciar el único caso en que la estimación de JM supera
ligeramente a la de MW. Esto sucede específicamente para el rango próximo a la incidencia
ahogamiento en el estator 20, probablemente debido a la combinación de un mediano ángulo
de entrada del álabe (menor a 45°) con bajos ángulos de entrada de flujo que en el rango
operativo considerado (llegan hasta 20°). Nuevamente, para finalizar, se requiere validar
ambos mecanismos de estimación contra data empírica de la literatura abierta. En la figura
6.18, se pueden apreciar dichas estimaciones versus mediciones realizadas en el estator de la
2da etapa del ventilador-compresor NASA con perfiles DCA.
0,000
0,020
0,040
0,060
0,080
0,100
0,120
-14 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 2
Ángulo de Incidencia (°)
Coe
ficie
nte
de P
érdi
das
Data Experimental Pérdidas según MW Pérdidas según JM
Figura 6.18: Comparación de mínimas pérdidas fuera del punto de diseño entre data experimental del Estator 2 del FAN COMPRESSOR NASA y las estimaciones según Miller y Wasdell (1987) y Jansen y Moffat (1967)
El error RMS de la opción JM es de 0.0139 mientras que el de la opción MW es de
0.0308. La figura evidencia que en el margen operativo considerado, la propuesta de MW
sobrestima los valores de pérdidas fuera del punto de diseño. De hecho el error absoluto
promedio de la opción MW supera en 14.18% a la alternativa de Creveling y Carmody (el
error promedio de MW es de 47.51% mientras que el de JM es de 16.97%). Es evidente que
aunque la opción propuesta por M.V. Casey se comporte de manera bastante conservadora,
ante todos los escenarios evaluados presenta varias cualidades: la primera, es estable para
217
todos los rangos de operaciones y configuraciones probadas; la segunda, presenta una buena
combinación de bajo error RMS con bajo error absoluto promedio con respecto a la data
experimental; y finalmente, es relativamente fácil de programar y calcular.
Análisis de las correlaciones de pérdidas secundarias
Como fuera justificado en el apartado “Correlaciones Fuera del Punto de Diseño” del
Capítulo IV, no es siempre posible ensamblar todas las correlaciones disponibles en la
bibliografía para cada tópico de interés. En el caso del estudio de las correlaciones para
pérdidas secundarias, se decidió comparar la propuesta de Koch y Smith (1976) sugerida por
M.V. Casey (1987), con la propuesta de Feerman contenida en el trabajo de Wright y Miller
(1991). Ambas propuestas integran las pérdidas anulares con el efecto de la holgura radial (ε)
en la etapa. En el caso de Koch y Smith, se calcula el espesor promedio de desplazamiento de
capa límite (δ*) para corregir la eficiencia de corriente libre, calcular el factor de bloqueo y el
coeficiente de flujo corregido (procedimiento de los dos pasos sugerido por Smith en 1970 –
ver Lavainne (2003)). Mientras en el procedimiento de Freeman, los mismos parámetros
geométricos se utilizan para determinar el coeficiente de pérdida anular, en un modelo que
evidente acopla las pérdidas de la siguiente forma:
p aω ω ω= + (6.4)
Aprovechando esta reestructuración de la definición de pérdidas, se propuso una
modificación adicional al algoritmo desarrollado para incluir la propuesta integrada de cálculo
de pérdidas utilizada por Aungier (2003), y señalada con las ecuaciones (4.37), (4.49) y (4.50).
Con los resultados obtenidos en los apartados anteriores de este capítulo VI y tal como fue
señalado en el capítulo IV, se procedió a constituir tres juegos de correlaciones para modificar
el programa VENCHARAX. Cada juego es identificado con el nombre del autor cuyas
correlaciones sean preponderantes
218
Tabla 6.32: Propuesta para el desarrollo de modificaciones del Algoritmo desarrollado a partir de juegos alternativos correlaciones
Opción iml δml ω p ml FD ωp FD δml ωanular
Casey Lieblein Carter Lieblein Jansen & Moffat Lieblein Koch &
Smith
Miller Miller & Wasdell
Miller & Wasdell
Wrigth & Miller
Miller & Wasdell
Miller & Wasdell
Wrigth & Miller
Aungier Lieblein Lieblein Aungier Jansen & Moffat Lieblein Aungier
Comparación de las alternativas propuestas para el algoritmo del método unidimensional
Una vez desarrolladas las modificaciones propuestas para el programa VENCHARAX, se
volvió a procesar la muestra seleccionada de compresores axiales de la literatura abierta. Para
las tres propuestas se conservaron las definiciones de los puntos de desprendimiento positivo,
desprendimiento negativo y punto óptimo.
Los algoritmos fueron probados contra las mismas configuraciones experimentales. En este
caso contra la etapa experimental de A. B. McKenzie con solidez 0.535. Como fue demostrado
en los apartados anteriores, esta configuración dado su gran ángulo de calado, su amplio rango
de operación bajo incidencia negativa y su gran deflexión de fluido, resulta una de las coronas
de álabes más complicadas de estimar. De hecho M.V Casey, revela en su trabajo
complacencia de que su algoritmo CHARAX logró reproducir con certeza este arreglo de
álabes. Como se puede apreciar en las figuras 6.15 y 6.16, la opción de Casey es la única de
las tres opciones que lograr reproducir en forma y tendencia el comportamiento de la data
experimental. De manera similar, como se aprecia en la tabla 6.33, el comportamiento del
error RMS para esta opción es aceptable tanto para la estimación de carga como para la
estimación de eficiencia.
Tabla 6.33: Comparación del Error RMS para las tres opciones del Algoritmo VENCHARAX con respecto a Data Experimental de Etapa A.B. McKenzie
OpciónError RMS en Casey Miller AungierCarga 0,045 0,077 0,039Eficiencia 0,076 0,215 0,105
219
0
0,05
0,1
0,15
0,2
0,25
0,3
0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Coe
ficie
nte
de C
arga
Data Experimental Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.19: Comparación de la Estimación de Carga versus Data Experimental en Etapa de McKenzie (1980)
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Datos Experimentales Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.20: Comparación de la Estimación de Eficiencia versus Data Experimental en Etapa de McKenzie (1980)
220
La opción de Aungier, es la segunda mejor opción para el caso en estudio. Resultado
similar al de la opción Casey en 55.6% del rango operativo considerado, difiere
principalmente en que esta opción no corrige la eficiencia de corriente libre (y por tanto el
coeficiente de carga) con el espesor promedio de desplazamiento de la capa límite (δ*). De ahí
las formas claramente desprendidas y ascendentes de las curvas de carga y eficiencia en las
regiones cercanas a la incidencia de desprendimiento positivo. La opción Aungier considera
un rango operativo (representada por el margen de coeficientes de flujo) ligeramente más
amplio que la propia opción de Casey (2.47 %), y 23.9% más amplia que la data experimental
(esto obedece a que se mantiene el mismo criterio para todas las opciones para la
determinación de la incidencia de ahogamiento). Tal vez la deficiencia más importante de esta
opción para este caso de estudio, sea la predicción de la eficiencia de la etapa. Como se
aprecia en la figura 6.16, la opción de Aungier presenta una curva de eficiencia descendente
parabólica que estima una eficiencia máxima de 92.8% precisamente en el punto extremo del
rango operativo (menor incidencia en -9.2°). Esta sobrestimación de 5.2% con respecto a la
eficiencia máxima real no importa tanto en su magnitud como en su ubicación, pues no refleja
un comportamiento físico de lo que sucede en una etapa, sino uno numérico. Como se observa
en la figura 6.17, la estimación de pérdidas de este modelo se comporta prácticamente de
manera lineal en todo el rango considerado.
No es sorprendente que la opción de Miller tenga el peor desempeño para la predicción de
la etapa A. B. McKenzie. A lo largo de los análisis precedentes, las alternativas examinadas de
Miller y Wasdell y Wright y Miller, habían arrojado resultados inestables en la mayoría de los
casos, y altamente sensibles a la configuración especifica en estudio. Los errores acumulados
en la sobrestimación de desviación y en las pérdidas de perfil fuera del punto de diseño,
terminan conjugándose en una opción de análisis que reproduce la forma de la data
experimental, pero excede las pérdidas esperadas para la etapa. Como se observa en la figura
6.17, las pérdidas estimadas por esta opción duplican a las del algoritmo original para todo el
rango de análisis.
221
0,000
0,010
0,020
0,030
0,040
0,050
0,060
0,070
-30,0 -25,0 -20,0 -15,0 -10,0 -5,0 0,0
Ángulo de Incidencia (°)
Coe
ficie
nte
de P
érdi
das
Tota
les
Casey Miller Aungier
Figura 6.21: Comparación de la Estimación de Pérdidas para el Rango de Incidencias considerado en Etapa A.B. McKenzie
Como segunda configuración de análisis, se seleccionó la etapa 10 del compresor NACA
10. Esta etapa como se había señalado en el Capítulo V, al ser estimada en su desempeño por
el algoritmo VENCHARAX, presenta una buena coincidencia si se evalúa específicamente el
rango operativo reportado experimentalmente. Sin embargo, el método predice una condición
de desprendimiento positivo (stall) para coeficientes de flujos menores al del rango operativo
probado. .Se quiso visualizar si las modificaciones propuestas mostrarían las mismas
tendencias para esta corona de álabes, a la vez que se compararía nuevamente la capacidad de
predicción de cada opción.
Tal como se aprecia en la figura 6.18, las diferencias en los márgenes operativos y en
las formas de las curvas son evidentes. La opción de Aungier, muestra una tendencia de la
curva igual a la experimental: una línea recta descendente que inicia en φ =0.722. En cambio
la opción de Miller -al igual que la desarrollada a partir de Casey- asoma definitivamente un
comportamiento inestable para φ < 0.722.
222
0,95
1
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4 1,6
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Data Experimental Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.22: Comparación de la Estimación de Carga según las distintas opciones del Algoritmo VENCHARAX para Etapa 10 de Compresor NACA 10
Al comparar cada opción específicamente en el rango de la data experimental de la etapa
en estudio, se observa lo siguiente: El error RMS para las propuestas denominadas Miller y
Aungier, son entre 5 a 7 veces mayores que la de la denominada opción Casey en la curva de
carga versus gasto (ver tabla 6.34 y figura 6.19). Mientras que en el caso de la eficiencia,
aunque la tendencia más adecuada sea la de Casey, el menor error RMS lo reporta la opción de
Miller (ver tabla 6.34 y figura 6.20).
Tabla 6.34: Comparación del Error RMS para las tres opciones del Algoritmo VENCHARAX con respecto a Data Experimental de Etapa 10 Compresor NACA 10
OpciónError RMS en Casey Miller AungierCarga 0,009 0,044 0,062Eficiencia 0,042 0,023 0,078
223
1,15
1,2
1,25
1,3
1,35
1,4
0,65 0,7 0,75 0,8 0,85 0,9 0,95 1
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Data Experimental Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.23: Comparación de la Estimación de Carga versus Data Experimental en Etapa 10 compresor NACA 10
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,95
0,60 0,65 0,70 0,75 0,80 0,85 0,90 0,95 1,00
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Datos Experimentales Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.24: Comparación de la Estimación de Eficiencia versus Data Experimental en Etapa 10 compresor NACA 10
224
1,05
1,1
1,15
1,2
1,25
1,3
0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Rel
ació
n de
Pre
sión
Tot
al
Data Experimental Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.25: Comparación de la Estimación de Carga versus Data Experimental en 23B20
0,76
0,78
0,8
0,82
0,84
0,86
0,88
0,9
0,92
0,3 0,35 0,4 0,45 0,5 0,55 0,6
Coeficiente de Flujo
Efic
ienc
ia
Data Experimental Opción Casey Opción Miller Opción Aungier
Figura 6.26: Comparación de la Estimación de Eficiencia versus Data Experimental en 23B20
225
Finalmente la figuras 6.21 y 6.22, muestran los resultados de un tercer análisis, en esta
oportunidad contra una corona de álabes con perfiles DCA. Se escogió la configuración Rotor
23B Estator 20 (23B20). Para este arreglo experimental –uno más ajustado a las restricciones
impuestas por las correlaciones y a la estrategia de predicción planteada en VENCHARAX-
las tres opciones mostraron un comportamiento similar. Y vale la pena destacar que no solo
similar, sino que las tres capacidades de predicción para el rango operativo de interés, se
mostraron aceptables, tanto para la curva de carga como para la de eficiencia. De hecho al
observar la tabla 3, se precisan los mismos órdenes de magnitud para cada renglón (situación
no apreciada en los análisis precedentes).
Tabla 6.35: Comparación del Error RMS para las tres opciones del Algoritmo VENCHARAX con respecto a Data Experimental de Compresor 23B20
OpciónError RMS en Casey Miller AungierCarga 0,046 0,057 0,033Eficiencia 0,019 0,022 0,020
Las figuras 6.21 y 6.22 muestran lo verbalizado en el párrafo anterior, curvas ciertamente
con desfases, pero definitivamente ajustadas en forma y tendencia a la experimentación
reportada.
Análisis adicionales a los hasta ahora plasmados en este apartado, no arrojaron tendencias
contrarias a lo ya expresado: en general la opción original de Casey, a pesar de no ser la más
idónea en todos los renglones de estudio, definitivamente muestra una mayor robustez para el
análisis de las distintas coronas de álabes probadas. Las alternativas denominadas Miller y
Aungier, a pesar de poder concretar resultados numéricos para la estimación de desempeño,
presentaron en general comportamientos erráticos, donde incluso los errores RMS en relación
con la data experimental podían ser elevados (en el orden de 0.1).
Hay que recalcar que en ningún momento los análisis hasta aquí considerados, tuvieron la
intención de elaborar juicios de valor sobre las correlaciones evaluadas. Más bien se buscó
sopesar la factibilidad de su aplicación en casos distintos para los que fueron concebidos, y
más aún, evaluar su operabilidad en un contexto específico de estrategia de análisis de
226
desempeño. Es decir, si se releen cuidadosamente los apartados anteriores se podrá observar
que las correlaciones probadas no son “buenas o malas”; sino “apropiadas o no” tanto para las
coronas estudiadas como para el hilo conductor que es el algoritmo VENCHARAX,
desarrollado a partir de ideas de M.V. Casey.
CAPITULO VII
CONCLUSIONES
El presente trabajo de investigación logró el desarrollo de una técnica para el modelado
numérico de etapas subsónicas de compresores axiales. A partir de una estrategia de análisis
fundamentada en el método unidimensional, un algoritmo para la estimación de desempeño
fue desarrollado, validado y además modificado según alternativas de la literatura consultada.
La aplicabilidad de distintas correlaciones experimentales para la estimación de desempeño
fue probada y comparada mediante técnicas estadísticas sencillas. De este trabajo se extraen
las siguientes conclusiones:
1. El desarrollo de una técnica de modelado numérico de predicción, no solo implica la
definición de un conjunto de operaciones concatenadas por un hilo conductor en el
cual se seleccionan e introducen correlaciones experimentales para la modelación del
fenómeno físico. De hecho, es un proceso más complejo que involucra una filosofía de
interpretación de los fenómenos físicos entendidos o supuestos, que afecta
sensiblemente la forma de definir ese hilo conductor. Aún más, el uso de correlaciones
experimentales no se fundamenta exclusivamente en la verificación de las condiciones
probadas que las generaron, sino que implica la visualización de factores que no fueron
considerados explícitamente durante la concepción de la misma.
2. La metodología unidimensional aplicada a compresores axiales, constituye una
herramienta flexible, rápida y precisa para la estimación de desempeño. Más aún
cuando apropiadas correlaciones experimentales le son acopladas.
3. El algoritmo propuesto logra estimar con un error típico de estimación (error RMS) en
el orden de magnitud de 0.01, el desempeño de coronas de álabes subsónicas, con
perfiles NACA 65, relaciones de aspecto 0.8, solideces entre 0.8 a 1.2, y relaciones de
228
radio (punta/cubo) menores de 1.3. Para otras configuraciones, puede ser necesario el
uso de factores de ajuste. En ningún caso analizado, el error típico de estimación
superó el orden magnitud de 0.1.
4. La estructura de pérdidas propuesta es extremadamente sensible a la selección de los
siguientes parámetros geométricos: acabado superficial de los álabes (Ra), holgura
radial de la punta (ε ), ángulo de calado (ξ ), solidez (σ ), ángulo de curvatura (θ ),
altura del álabe (h), espesor relativo (t/c) y distribución de espesores del perfil (NACA
65, C4 ó DCA).
5. La selección de la relación 0Ω = como criterio de estrangulación o ahogamiento
(choke), conllevó la sobrestimación irreal de los rangos operativos de las etapas
estudiadas, pero ajustó de manera correcta la tendencia y forma de las estimaciones
realizadas.
6. La selección de las relaciones 1Ω = y ( ) ( )0.8 2refi i δβ− = como criterio de
desprendimiento por incidencia positiva (stall), conllevó la estimación correcta de este
parámetro con un error relativo de 10% en promedio.
7. La selección del radio medio cuadrático (Rms) coincide con la selección del 50% del
desarrollo vertical del álabe, y permite una representación promedio adecuada del todo
el comportamiento 3D de la etapa.
8. Esta propuesta de análisis unidimensional, no es adecuada para coronas de álabes con
una relación de radios punta-cubo (Yt) mayor o próxima a 1.3 (el mínimo probado fue
1.1).
9. De las tres propuestas elaboradas del programa VENCHARAX, la propuesta original
mostró mayor robustez para el análisis de las muestras de compresores seleccionados.
10. Al evaluar las tres propuestas elaboradas del programa VENCHARAX, se comprobó
que para la selección de correlaciones alternativas se debe sopesar su factibilidad de
interacción con estructuras de análisis distintas a las que fueron probadas.
11. La corrección de las variables: eficiencia y coeficiente de flujo, por el espesor
promedio de desplazamiento de capa límite ( *δ ) permite un mejor ajuste de forma y
229
magnitud de la estimación numérica con respecto a la data experimental. Como se
aprecia en los resultados obtenidos con la opción del programa VENCHARAX
denominada “Aungier”, la no consideración de este parámetro produce predicciones
lineales para la carga y poco curvadas para la eficiencia.
12. La opción del programa VENCHARAX denominada “Miller”, mostró que el efecto
acumulativo de imprecisiones en la determinación de la incidencia y desviación tanto
dentro como fuera del punto de diseño, tiene un impacto fundamental en la estimación
de pérdidas. Estimaciones superiores a los ±2° en estos renglones, podría implicar
errores relativos superiores al 50% en los coeficientes de pérdidas (errores RMS de
orden 0.1).
13. De todas las correlaciones evaluadas de incidencia para mínimas pérdidas, fue la de
Lieblein (1960) la que produjo los mejores resultados para los casos estudiados, al
situar un 71.42 % de las estimaciones realizadas en ±2°.
14. La correlación de incidencia para mínimas pérdidas de Wright y Miller (1991), en los
casos estudiados resultó adecuada para números de Mach a la entrada, superiores a 0.6.
15. Para los casos estudiados, se observó de manera cualitativa que la diferencia de
estimación entre la incidencia óptima (Miller y Wasdell (19871)) y la incidencia de
mínimas pérdidas (Lieblein (1959)), tiende a agudizarse para cascadas de álabes con
solidez menor a uno y diferencia negativas entre el ángulo de curvatura y el ángulo de
calado.
16. De todas las correlaciones evaluadas de desviación para mínimas pérdidas, fue la de
Lieblein (1960) la que produjo los mejores resultados, al situar las estimaciones
realizadas con un error promedio en 0.84° para los casos estudiados.
17. La correlación modificada de desviación a mínimas pérdidas de A.D.Carter (1946),
arroja buenos resultados para los casos estudiados (estimaciones realizadas en ±2°),
pero no considera factores de ajuste de forma y distribución de espesor de los perfiles.
18. Para los casos evaluados, la correlación de desviación a mínimas pérdidas de A. B.
McKenzie (1980) muestran resultados confiables principalmente para las cascadas de
álabes de las que fueron generados (perfiles C5).
230
19. Las correlaciones evaluadas para la estimación de pérdidas en el perfil que parten del
concepto de relación de difusión equivalente (Deq) –Lieblein (1959), Wright y Miller
(1991) y Aungier (2003)-, subestiman este valor en 36% promedio con respecto a la
data experimental para los casos estudiados. Por lo tanto, son necesarias correcciones
por el número de Reynolds.
20. Las correlaciones evaluadas para la estimación de pérdidas en el perfil que parten del
concepto del factor de difusión equivalente (FDeq) -Miller y Wasdell (1987) y Jansen y
Moffat (1967)-, sobrestiman este valor con respecto a la data experimental para los
casos estudiados. Lo hacen en magnitudes que indican que estas correlaciones integran
otros tipos de pérdidas en su concepción.
21. La correlación de desviación fuera del punto de diseño de Creveling y Carmody
(1968), muestran un comportamiento errático para los casos estudiados pues operan a
incidencias negativas.
22. La correlación de desviación fuera del punto de diseño de Miller y Wasdell (1987),
requiere ser acoplada a una estrategia de análisis unidimensional que refine su
capacidad de predicción para incidencias ampliamente negativas.
23. La correlación de Creveling y Carmody (1968) para la determinación de pérdidas fuera
del punto de diseño, debe ser evaluada en coronas de álabes con un Mach de entrada
mayor a 0.8.
24. Al comparar las correlaciones de pérdida fuera del punto de diseño propuestas por
Jansen y Moffat (1967) y Wrigth y Miller (1991), se observó un comportamiento de
sobrestimación de Wrigth y Miller (1991) con respecto a la de Jansen y Moffat (1967)
para los casos estudiados.
CAPITULO VIII
RECOMENDACIONES
• Reestructurar la funcionalidad del algoritmo de forma que se puedan ir ampliando o
superando las premisas con las que fue desarrollado el modelo. En particular, destacan
dos que podrían ser atendidas con relativa facilidad. La primera se refiere a la
condición subsónica de las etapas, la cual podría ser modificada si se añade a la
estructura de pérdidas, un modelo por efectos compresibles como el de Schwenk
[1957]. La segunda se refiere a los tipos de perfiles sujetos a análisis. Aunque a
diferencia de M.V. Casey (1987), para esta propuesta se consideraron factores de
corrección para perfiles DCA, la mayoría se fundamenta en factores Ksh sugeridos por
Lieblein (1959), que no son suficientes para considerar toda la física real de su
desempeño (Cumpsty (1989)). Esta propuesta, tampoco esta en capacidad de afrontar
perfiles con línea media parabólica. Para llevar a cabo estas propuestas tendría que
modificarse algunas funciones y módulos del algoritmo principal, por ejemplo: la
estimación de rango operativo de Hugentobler (Casey (1987)) se fundamenta en
cascadas de álabes con perfiles NACA 65 para regimenes subsónicos con ángulo de
entrada de flujo fijo y calado variable.
• Mejorar los métodos de estimación de incidencia y desviación a mínimas pérdidas a fin
de poder incorporar el análisis de perfiles modernos. Bajo el actual esquema, por
iteraciones sucesivas sobre correlaciones de perfiles clásicos se obtiene una estimación
de los denominados valores de referencia. Pero siguiendo ideas de Oliver (2006), la
incorporación de nuevos diseños de perfil, obliga a incorporar técnicas de optimización
numérica para contabilizar efectos como por ejemplo el grosor del borde de ataque del
álabe en la incidencia y producción de ondas de choque en fluido compresible. Miller y
Wasdell (1987) sugieren técnicas de paso variable.
232
• Revisar y modificar la estrategia de análisis unidimensional planteada, a fin de
considerar otros tipos de correlaciones para la estimación de pérdidas anulares y la
estimación de capa límite. Las correlaciones de Koch y Smith (1976) aunque proveen
una buena estimación de estos parámetros, son desarrollados a partir de data
estadísticamente dispersa, que dificultad su utilización en etapas de compresores
distintos de las que fueron originadas. Autores como Cumpsty (1989) y Aungier
(2003) cuestionan la utilización del paso calado ( cosg S ξ= ) como parámetro de
normalización por considerarlo muy simple. Freeman (1985) y Horlock (2000) ofrecen
alternativas aplicables a una propuesta unidimensional como la presente.
• Mejorar las expresiones analíticas de las correlaciones determinadas a partir de gráficas
de la literatura consultada. Técnicas de regresión no lineal y ajuste de curvas para
distribuciones no normales, deben ser probadas a fin de lograr expresiones compactas
similares a las obtenidas por Aungier (2003), que eviten la necesidad de
interpolaciones que multiplican la probabilidad de errores numéricos. Igualmente,
deben incorporarse técnicas de interpolación cuadrática para extender el rango de
operabilidad de aquellas correlaciones que lo requieran.
• Evaluar la incorporación de otras correlaciones para la predicción de los fenómenos de
desprendimiento por incidencia negativa y positiva, por ejemplo las propuestas por Cai
Yuan-Hu et al. (1995) y Aungier (2003). Con esto se podrían ampliar la estrategia de
análisis planteada, a fin de utilizar otras correlaciones para la estructura de pérdidas
secundarias y de flujo compresible. Igualmente, esta modificación sería una opción
para permitir el análisis de la etapa a otras velocidades distintas a la nominal.
• Concretar acuerdos con instituciones de investigación que cuenten con bancos de
pruebas de compresores axiales, a fin de acceder a data experimental más completa y
actualizada.
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White, N.M. Tourlidakis, A. Elder, R.L. (2002) “Axial compressor performance modeling with a quasi-one-dimensional approach”. Proceedings of the Institution of Mechanical Engineers Part A. Vol. 216. pp. 181 - 192
Wright, P.I. Miller, D.C. (1991) “An improved compressor performance prediction model”. Proceedings of the Institution of Mechanical Engineers Part C. Paper C423/028. pp. 69 – 82
ANEXO A
MUESTRAS DE COMPRESORES AXIALES SUBSONICOS
En este anexo se presentan las especificaciones técnicas de la muestra de compresores axiales
sub-sónicos utilizados para validar los resultados estimados por el algoritmo VENCHARAX,
y para comparar los distintos resultados obtenidos al aplicar correlaciones alternativas a una
misma geometría.
Compresor A.B. McKenzie (1980)
Compresor experimental de la Rolls Royce, utilizado por A.B. McKenzie (1980) para el
desarrollo de correlaciones y pruebas experimentales en etapas sub-sónicas. Consta de 4
etapas idénticas con perfiles C5 de esqueleto arco circular y 10% en la relación de espesor
máximo – cuerda (t/c). Dos juegos de álabes de rotor y estator fueron fabricados con ángulo de
curvatura de 20° y 40°. Los álabes eran montados en tres anillos de rotor y de carcasa de
forma de proveer tres ángulos de calado: 20°, 35° y 50°. La solidez se ajustaba retirando o
incorporando álabes en las monturas, siempre se trabajó con un grado de reacción igual a 0.5 y
mantuvieron el mismo número de álabes en el estator y rotor. Se previeron álabes guía (IGV),
que eran ajustados para las distintas pruebas a realizar buscando mantener un rango de
incidencia para el rotor de la primera etapa de ±10°. Se buscó mantener un número de
Reynolds constante de 1x105 para todas las etapas, y un número de Mach relativo a la entrada
de las etapas de 0.25.
En la tabla A.1 se muestra un resumen de las especificaciones técnicas y en la tabla A.2 las
distintas configuraciones de prueba.
240
Tabla A.1: Geometría del Compresor A.B. McKenzie [1980]
Parámetro Valor Diámetro Externo 355.60 mm Diámetro Interno 284.48 mm Altura del Álabe 35.56 mm
Cuerda 17.78 mm Relación de Radios (Y) 1.25
Tabla A.2: Configuraciones de Prueba del Compresor A.B. McKenzie [1980]
ξ (°) θ (°) Número de Álabes σ rev/min
20 20 96 1.792 4500 64 1.134 48 0.849
20 35 72 1.274 6000 48 0.849 36 0.636
20 50 60 1.063 6000 40 0.708 30 0.535 24 0.425
40 20 96 1.792 4500 64 1.134 48 0.849
40 35 72 1.274 6000 48 0.849 36 0.636 24 0.425
40 50 60 1.063 6000 40 0.708 30 0.535 24 0.425
241
Compresor NACA 8
Compresor experimental de ocho etapas con dos etapas trans-sónicas a la entrada del Lewis
Flight Propulsion Laboratory, referido en este trabajo brevemente como compresor NACA 8.
Utilizado por Voit (1953) y Voit & Geye (1954,1955) para determinar el efecto del incorrecto
acople de las etapas individuales de un compresor multi-etapa en su desempeño total.
Conformado por perfiles NACA 65, maneja un rango de flujo másico entre 4.5 a 29.48 kg/s.
Relación total de presión máxima de 10 con 80% de eficiencia adiabática, para velocidad
nominal de 13380 r.p.m. En la tabla A.3 se incluyen las características de las etapas 3 y 5.
Tabla A.3: Geometría de las Etapas 3 y 5 compresor NACA 8
Parámetro Rotor 3 Estator 3 Rotor 5 Estator 5 Radio Externo 254 mm 254 mm 254 mm 254 mm Radio Interno 172.72 mm 172.72 mm 226.70 mm 226.70 mm
Cuerda 37.05 mm 37.05 mm 34.80 mm 34.80 mm t/c 0.08 0.06 0.07 0.06 σ 1.134 0.897 1.294 0.948 ξ 36.3° 36.1° 34.7° 37° θ 27.42° 32.64° 33.38° 39.54°
Número de Alabes 41 33 53 39
Número de Mach 0.7208 0.7122 0.6978 0.7208
FD 0.398 0.259 0.454 0.421
Compresor NACA 10
Compresor experimental de diez etapas sub-sónicas del Lewis Flight Propulsion Laboratory,
referido en este trabajo brevemente como compresor NACA 10. Utilizado por Johnsen (1952)
y Budinger et al. (1952, 1953,1954) para la determinación del desempeño de compresores
multi-etapa para distintas velocidades de operación, y la visualización de parámetros
operacionales para etapas con número de Mach cercano a 0.7. Conformado por perfiles NACA
65, fue diseñado para una relación total de presión máxima de 6.45 con 90% de eficiencia
politrópica, para velocidad nominal de 9950 r.p.m. y flujo másico nominal de 26,08 kg/s. En
la tabla A.4 se incluyen las características de las etapas 1, 5 y 10.
242
Tabla A.4: Geometría de las Etapas 1, 5 y 10 compresor NACA 10
Parámetro Rotor 1 Estator 1 Rotor 5 Estator 5 Rotor 10 Estator 10Radio
Externo 254 mm 254 mm 254 mm 254 mm 254 mm 254 mm
Radio Interno 139.7 mm 139.7 mm 194 mm 194 mm 230.7 mm 230.7 mm
Cuerda 39.37 mm 39.37 mm 35.05 mm 35.05 mm 28.48 mm 28.48 mm t/c 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 σ 0.796 0.842 1.134 0.897 1.047 1.097 ξ 24.8° 24.92° 32.44° 31.43° 38.63° 37.79° θ 22.93° 22.93° 27.96° 28.16° 32.64° 32.64°
Número de Alabes 25 27 37 39 56 59
Número de Mach 0.6862 0.6912 0.7208 0.7122 0.6918 0.6922
FD 0.22 0.4 0.4
Compresores 3S1 y 3S2
Compresores experimentales de tres etapas sub-sónicas de la Pratt & Whitney Aircraft Group,
probados en las facilidades del NASA Lewis Research Center. El compresor 3S1 es un
modelo de las etapas de 6, 7 y 8 de un compresor comercial. El compresor 3S2 es una versión
del 3S1 pero con una mayor relación de aspecto (0.81 para el 3S1 y 1.22 para el 3S2).
Utilizados por Burdsall (1979) y Behiker et al. (1979) para la determinación y comparación
del desempeño de las etapas finales de una compresor aeroderivativo comercial, a partir de un
nuevo diseño 3D de la compañía Pratt & Whitney. Probados sin IGV a 5700 r.p.m., tienen un
gasto nominal de 4.3 kg/s y una eficiencia promedio de 88%. El compresor 3S1 logró una
relación total de presión de 1.346 mientras que el 3S2 de 1.314. Ambos compresores en sus
tres etapas utilizaron configuraciones NACA 65, con grados de reacción 0.517, 77 álabes en el
rotor y 73 en el estator. El número de Mach a la entrada de las etapas se promedió en 0.4.
En la tabla A.5 se especifican las características de las etapas 1 y 3 del compresor 3S1, y las de
la etapa 3 del compresor 3S2.
243
Tabla A.5: Geometría de las Etapas 1 y 3 compresor 3S1, y de la Etapa 3 del compresor 3S2
3S1 3S2 Parámetro Rotor 1 Estator 1 Rotor 3 Estator 3 Rotor 3 Estator 3
Radio Externo 305 mm 305 mm 305 mm 305 mm 305 mm 305 mm
Radio Interno 280 mm 280 mm 280 mm 280 mm 280 mm 280 mm
Cuerda 26.04 mm 28.08 mm 36.05 mm 37.84 mm 24.04 mm 25.23 mm t/c 0.066 0.084 0.064 0.08 0.064 0.08 σ 1.09 1.096 1.10 1.115 1.10 1.13
Ángulo de Entrada 64° 60° 62.5° 61° 61.53° 59°
Ángulo de Salida 24° 20° 33.5° 21.5° 35.5° 23.5°
h/c 0.96 0.89 0.72 0.69 1.08 1.03 ε 0.33 mm 0.33 mm 0.33 mm 0.33 mm 0.33 mm 0.33 mm
FD 0.515 0.525 0.43 0.5 0.42 0.47
Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22
Estas tres etapas experimentales del NASA Lewis Research Center, fueron utilizadas junto a
otras onces configuraciones a fin de probar los efectos de la variación de: solidez, relación de
aspecto y factor de difusión en el desempeño de etapas intermedias de compresores axiales. El
trabajo liderado por Britsch (1979), tiene la particularidad de efectuar mediciones
experimentales solo en la etapa indicada (no en compresores multi-etapas instrumentados
como en los casos anteriores). La velocidad de giro fue 9170 r.p.m., conservándose un Mach
relativo de 0.7 para los rotores y de 0.4 para los estatores. Los perfiles utilizados son doble
arco circular en todo el desarrollo del álabe. El radio externo del montaje de prueba es de 254
mm y el interno de 203.2 mm para todos los casos. Las eficiencias adiabáticas de diseño se
encuentran comprendidas entre 85% a 90.2%. Tres rangos de difusión fueron especificados,
uno bajo de 0.42 a 0.46, otro medio de 0.48 a 0.51 y uno alto de 0.52 a 0.56. Para este trabajo
se escogió una configuración representativa de cada rango.
En la tabla A.6 se especifican las características de las etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22.
244
Tabla A.6: Geometría de las Etapas 23B-20, 26B-21 y 28B-22
Parámetro Rotor 23B Estator 20 Rotor 26B Estator 21 Rotor 28B Estator 22Número de
Álabes 50 52 68 70 45 46
Espesor del Perfil 2.33 mm 2.00 mm 3.30 mm 1.66 mm 2.92 mm 2.50 mm
Cuerda 50.94 mm 48.91 mm 42.14 mm 40.87 mm 63.67 mm 62.22 mm σ 1.773 1.771 1.995 1.991 1.996 1.985 ξ 53.61° 16.38° 50.26° 19.56° 45.77° 21.71° θ 14.61° 51.35° 21.63° 60.18° 29.82° 67.48°
h/c 1.00 1.04 1.20 1.24 0.80 0.82 ε 0.36 mm 0.36 mm 0.51 mm 0.51 mm 0.47 mm 0.47 mm
FD 0.44 0.44 0.49 0.46 0.56 0.56
Ventilador Compresor NASA
De este ventilador compresor experimental de dos etapas trans-sónicas del NASA Lewis
Research Center, solo se utilizó la data del estator de la segunda etapa. Identificándolo como
Estator 2 FAN NASA. El montaje experimental fue probado para varios fines, entre los que
resaltan pruebas de ruido y utilización de amortiguadores aerodinámicos intermedios. Las
principales referencias son tomadas de Cunnan (1978). En la tabla A.7 se especifica su
geometría.
Tabla A.7: Geometría del Estator 2 del Ventilador Compresor
Número de Álabes σ ξ θ t/c Cuerda
Estator 2 42 1.493 13.52° 45.4° 0.07 44.28 mm
ANEXO B
DETERMINACIÓN NUMÉRICA DE LAS CORRELACIONES DE TRABAJO
Una vez consultadas, analizadas y seleccionadas las correlaciones a utilizar en la
metodología unidimensional. Se procedió mediante técnicas estadísticas, a establecer una
expresión analítica a todas aquellas correlaciones reflejadas de manera gráfica en la
bibliografía. Para ello se siguieron técnicas propuestas en la literatura: Mendenhall & Sincich
(1997) y Miller et al. (1987).
A modo de ejemplo, obsérvese la siguiente figura que representa la Correlación para el
Coeficiente Estático de Presión propuesta por M. Casey [1987] a partir del trabajo previo de
Koch [1981].
Figura B.1: Coeficiente Estático de Presión según M.V. Casey [1987]
En esta figura B.1, se señala una “Equation 3” que corresponde a la siguiente expresión:
( )2 20.02pD p DC C L g= − (Equation 3)
Donde el término 2p DC corresponde a los límites impuestos por los trabajos previos de
Sovran y Klomp [1967], también mostrado en la figura y cuyo valor, no cuenta con una
246
expresión analítica asociada. Se hace necesario entonces, crear una ecuación de predicción (o
un modelo) que exprese pDC como una función de las variables independientes asociadas, en
este caso ( )2L g . El primer paso para proponer una correlación, es precisar un conjunto de
valores que representen a la curva original. Esto se realiza leyendo los valores de la propia
gráfica seleccionada -siempre considerando que las lecturas involucran de por si un error de
apreciación-, y generar una tabla de valores, que contenga tanto la variable dependiente como
la independiente. Así, para la figura antes señalada, se tendría la siguiente gráfica:
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Relación de Longitud de Arco / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
on M
axim
o
Datos
Figura B.2: Datos tomados de la Figura B.1
Y la siguiente tabla:
247
Tabla B.1: Valores tomados de la Figura B.2
( )2L g 2p DC 0.542 0.259 0.651 0.292 0.779 0.325 0.962 0.362 1.090 0.387 1.310 0.418 1.460 0.436 1.640 0.455 1.820 0.471 1.990 0.487 2.310 0.51 2.50 0.52 2.71 0.532 3.06 0.549 3.24 0.555 3.46 0.561
Aquí podría surgir la pregunta natural:
¿cuántos valores se deberían de tomar para
que se considere una muestra
representativa?
La respuesta viene dada por la
herramienta de análisis utilizada. En este
caso EXCEL, ofrece la generación de
modelos de regresión polinómicos
máximos de orden 6; por lo tanto el tamaño
de muestra n debe ser mayor que 7 para
contar con suficientes grados de libertad en
la estimación de la desviación estándar.
Típicamente los modelos que se emplean para relacionar una variable dependiente y con
las variables independientes x1, x2, x3,…. xk se denominan modelos de regresión o modelos
estadísticos lineales porque expresan el valor medio de y para valores dados de x1, x2, x3,…. xk,
como una función lineal de un conjunto de parámetros desconocidos. En el caso que compete
(ver tabla B.1), afortunadamente la variable independiente es una (1); sin embargo, resta el
problema de determinar en que orden se relacionan (lineal o polinomial) o incluso si realmente
son relaciones lineales.
Al aplicar un análisis de tendencias para los datos de la tabla B.1, a fin de descartar la
idoneidad de representación de las tendencias lineales y de las no lineales; se debe comprobar
cuales curvas forman pobres representaciones de los datos para el rango especificado de la
variable independiente. Para ello, aparte de revisar cómo se comporta la línea de tendencia
entre los puntos de datos utilizados, a fin de asegurarse de que no hay oscilaciones poco
realistas entre los puntos de datos; se debe revisar cuidadosamente el valor de formación de la
ecuación, los cuales se muestran mediante los coeficientes de determinación (R2) y su cercanía
o lejanía a la cifra unitaria.
248
A continuación en la figura B.3, se representan las líneas de tendencia obtenidas, junto a
las ecuaciones y los valores R2 para los datos contenidos en B.1 y representados en B.2.
y = 0.097x + 0.2659R2 = 0.9115
y = 0.3594x0.4034
R2 = 0.9748
y = 0.2829e0.2318x
R2 = 0.8469
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Relación de Longitud de Arco / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
on M
axim
o
y = 0.1646Ln(x) + 0.3681R2 = 0.9967
y = -0.0365x2 + 0.2405x + 0.1562R2 = 0.9929
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Relación de Longitud de Arco / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
on M
axim
o
Figura B.3 (a): Líneas de tendencia para datos de la Tabla B.1
249
y = 0.0133x3 - 0.115x2 + 0.3757x + 0.0924R2 = 0.999
y = -0.0068x4 + 0.0672x3 - 0.2618x2 + 0.5333x + 0.0379R2 = 0.9999
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Relación de Longitud de Arco / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
on M
axim
o
y = 0.002x5 - 0.0263x4 + 0.1399x3 - 0.3862x2 + 0.6296x + 0.0114R2 = 0.9999
y = -0.001x6 + 0.0139x5 - 0.0831x4 + 0.2744x3 - 0.5522x2 + 0.7298x - 0.0115R2 = 0.9999
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Relación de Longitud de Arco / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
on M
axim
o
Figura B.3 (b): Líneas de tendencia para datos de la Tabla B.1
Examinando estos resultados se observa rápidamente que las líneas de tendencia
exponencial, lineal de primer orden y potencial, muestran formaciones deficientes, con valores
R cuadrado de 0.8469, 0.9115 y 0.9748 (Parte superior de la Figura B.3(a)). También se puede
apreciar visualmente que las formaciones logarítmica y lineal de segundo orden, presentan una
250
notable mejoría con respecto a las formaciones anteriores. De hecho su coeficiente de
determinación alcanza valores cercanos a uno, con 0.9967 y 0.9929 respectivamente. Sin
embargo, ambas tendencias tienen una falla importante al representar los valores del
coeficiente de presión máximo ( pDC , representado por el valor y) cuando la variable
independiente ( 2L g , representado por x) se acerca a 3.5. El fenómeno físico que representan
estos datos, señala que la tendencia es acotarse de manera asintótica, y no de seguir creciendo
o disminuyendo como las tendencias mencionadas señalan.
La figura B.3(b), contiene las líneas de tendencia, equivalentes a regresiones múltiples para
modelos de tercer, cuarto, quinto y sexto orden. Todas muestran un coeficiente de
determinación de 0.9999, y visualmente se superponen sobre los datos. No obstante, las
evaluaciones intuitivas de la contribución del modelo con base en el valor calculado de R2
deben examinarse con cuidado. El valor R2 aumenta conforme se agregan más variables al
modelo. Como alternativa al uso de R2 como medida de idoneidad de un modelo, se puede
utilizar el coeficiente de determinación múltiple ajustado, denotado como R2a, y calculado
como:
( ) ( )2 211 11a
nR Rn k
−= − −
− +
Donde n es el número de puntos de datos, y k es el número de parámetros en el modelo (o
numero de coeficientes de cada polinomio, excluyendo el valor de la ordenada en el origen).
En la tabla B.2, se puede observar los resultados para cada modelo propuesto en la figura
B.3 (b):
Tabla B.2: Coeficiente de Determinación Múltiple Ajustado
Modelo de 6° Orden 5° Orden 4° Orden 3° Orden
Valor R2a 0.9998 0.9999 0.9999 0.9988
Evidentemente, esta estadística de muestra no es completamente concluyente, y solo indica
para este caso, que “tal vez” el modelo de tercer orden sea el menos poderoso. Ante esta
251
situación, se procede a utilizar el análisis de residuales, esto es, la diferencia entre los valores
observados y los correspondientes valores estimados, a ver si su graficación muestra alguna
estructura no esperada. Igualmente, se calculan las diferencias porcentuales para calcular como
se comportan los datos estimados con respecto a lo real.
Para detectar un modelo mal especificado, se graficará el residual de cada regresión, contra
el valor correspondiente de la variable independiente.
-0.0200
-0.0150
-0.0100
-0.0050
0.0000
0.0050
0.0100
0.0150
0.0200
0.0250
0.0300
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4
Variable Independiente
Res
idua
l de
Reg
resi
ón
Residual Sexto Orden Residual Quinto Orden Residual Cuarto Orden Residual Tercer Orden
Figura B.4: Residuales de regresión de cada modelo contra variable independiente
Un modelo especificado de manera correcta, presentará unos valores residuales que varíen
siguiendo un patrón aleatorio conforme se incrementa la variable independiente. En la figura
B.4, es apreciable que tanto los modelos de sexto y quinto orden, no satisfacen esta condición;
mientras que el modelo de tercer orden acusa una variación “sospechosamente” cíclica. Este
comportamiento cíclico se podría deber a que se ha ajustado un modelo de tercer orden a datos
para los cuales serían más apropiados un modelo de mayor orden. Sin embargo, se calcularan
las diferencias porcentuales para ver el comportamiento de cada modelo.
252
-3.00
-2.00
-1.00
0.00
1.00
2.00
3.00
4.00
0.2 0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5 0.55 0.6
Valor Real de la Variable Dependiente
Dife
renc
ia P
orce
ntua
l del
Res
idua
l
Dife % 6 Orden Dife % 5 Orden Dife % 4 Orden Dife % 3 Orden
Figura B.5: Diferencia porcentual de los residuales de regresión de cada modelo
De esta manera se comprueba que el modelo de tercer orden presenta fallas importantes en
la magnitud de la diferencia porcentual entre el valor esperado y el estimado. De este modo, el
modelo de cuarto orden, pareciera ser el modelo indicado para reproducir la correlación de la
figura B.1. Sin embargo, deben verificarse aún los supuestos restantes de un análisis de
regresión múltiple: que la varianza del error sea constante para cada variable independiente,
que la distribución de probabilidad del error es normal, y que los errores aleatorios son
independientes.
Para la detección de varianzas desiguales, se procede a graficar los residuales contra los
valores dependientes predichos. La intención es determinar un patrón gráfico que indique si la
varianza del error aumenta conforme aumenta el valor estimado aumenta. De ser esto positivo,
se tendría que proceder a alguna de las transformaciones estabilizadoras que la bibliografía
señala.
253
-0.0015
-0.0010
-0.0005
0.0000
0.0005
0.0010
0.0015
0.0020
0.0025
0.0030
0.0035
0.200 0.250 0.300 0.350 0.400 0.450 0.500 0.550 0.600
Valor Dependiente Estimado
Res
idua
les
Figura B.6: Residuales versus valor dependiente estimado
Al observar la figura B.6, se observa un comportamiento aleatorio típico, sin una estructura
tipo copa, elipse o triangulo; correspondientes a situaciones donde la variable dependiente
realmente se comporta como una variable aleatoria del tipo Poisson, Binomial o modelo
multiplicativo respectivamente. La figura B.6 solo señala que el modelo propuesto se
aproxima por defecto a los valores observados.
Adicionalmente, se debe verificar si los residuales del modelo escogido se encuentran del
intervalo de interés, es decir, determinar si alguno de las variables dependientes utilizadas para
realizar el modelo, no concuerdan con el mismo, o tienen una influencia tal que lo perturban.
El criterio es: Un residual mayor que 3s (en valor absoluto, mayor tres veces a la desviación
estándar) se considera como dato fuera de intervalo. En la figura B.7, se observara los
resultados obtenidos para el modelo propuesto.
254
-0.4
-0.3
-0.2
-0.1
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.250 0.300 0.350 0.400 0.450 0.500 0.550 0.600
Variable Dependiente Estimada
Res
idua
l3s
-3s
Figura A.7: Residuales versus valor dependiente estimado, contenidos en el intervalo 3s
Puesto que la desviación estándar es de ± 0.0959, la cantidad 3s constituyen un rango
suficientemente holgado para contener los residuales del modelo de cuarto orden propuesto,
condición satisfactoria.
El supuesto de que los errores aleatorios son independientes (no correlacionados) se viola
con mayor frecuencia cuando los datos empleados en un análisis de regresión son una serie de
tiempo. O en su defecto, los residuales muestran un comportamiento funcional claramente
identicazo con la variable independiente. Puesto que las correlaciones trabajadas no dependen
de la variable temporal, y al observar el comportamiento aleatorio de la figura B.4, se puede
descartar cualquier clase de error correlacionado en el modelo propuesto.
Para concluir el conjunto de pruebas que constituyen el análisis de los residuales, queda
por discutir la falta de normalidad en el error aleatorio. Afortunadamente, las regresiones
múltiples son robustas con respecto a la falta de normalidad. Es decir, desviaciones moderadas
respecto al supuesto de que el error aleatorio se ajuste a una distribución normal, afectan muy
poco la validez de las pruebas estadísticas, intervalos de confianza e intervalos de predicción
255
del modelo. Sin embargo, a fin de verificar la normalidad para este ejemplo, se utilizará un
histograma, a fin de observar un sesgo anormal en la distribución del valor residual.
1
5
3
5
2
0
1
2
3
4
5
6
-0.001153953 -9.62585E-05 0.000961436 0.002019131 y mayor...
Clase
Frec
uenc
ia
Frecuencia
Figura B.8: Histograma de los Residuales
La figura B.8 no corresponde a una distribución normal, sino más bien a curva de
frecuencia bimodal, pues tiene dos máximos. Puesto que la falta de normalidad no obedece a
datos fuera de intervalo como se demostró en la figura B.7; se debe evaluar si las desviaciones
con respecto a la normalidad son considerables y ponen en entredicho cualesquier inferencias
que se deriven el análisis de regresión.
En algunos casos, si es posible, a menudo puede rectificarse esta falta de normalidad del
error aplicando una transformación a la variable dependiente (del tipo *y y= , * 1sy en y−=
o ( )* logy y= aplicadas a datos que obedezcan a distribuciones Poisson, Binomial o modelo
multiplicativo respectivamente). Sin embargo, una distribución bimodal, no tiene una
transformación explicita, y se obtiene mediante el ensayo y error.
En el caso presente, de hecho se intentó la transformación *y y= , tanto para modelos de
cuarto y tercer orden. Para un modelo de cuarto orden, el residual promedio se duplica con
respecto al modelo de cuarto orden propuesto originalmente, y aunque se aprecia una mejoría
en las graficas de análisis residuales, la prueba de normalidad continua arrojando un sesgo
hacia la izquierda no apropiado para una distribución normal. Ante tal panorama, y dado que
256
la estimación prácticamente no se ve afectada con ambos modelos, se puede soportar la falta
de normalidad del error aleatorio.
Finalmente para concluir, se debe realizar una prueba de la idoneidad general del modelo.
Para ello se realizará la conocida prueba F de análisis de varianza. Así para un modelo de
regresión múltiple de la forma:
( ) 0 1 1 2 2 k kE y x x xβ β β β= + + + +…
La hipótesis nula sería:
Ho: 1 2 0kβ β β= = = =… mientras la hipótesis alternativa sería
Ha: Por lo menos uno de los parámetros 1 2, , , kβ β β… es distinto de 0
Estadística de prueba: ( ) ( )
2
21 1R kF
R n k=
− − +⎡ ⎤⎣ ⎦
Región de Rechazo: F Fα> donde ( )1 2 1k y n kν ν= = − +⎡ ⎤⎣ ⎦
Donde:
n Número de Puntos de Datos
k Número de parámetros en el modelo (sin incluir 0β )
R2 Coeficiente de Determinación
α Probabilidad de rechazar la hipótesis nula cuando ésta es verdadera.
Para este caso, n=16, k=4, ( )1n k− +⎡ ⎤⎣ ⎦ =11. Con α=0.05, se rechazará Ho:
1 2 3 4 0β β β β= = = = si 0.05F F> , donde 1 24 11yν ν= = (los grados de libertad a ser
utilizados para leer la tabulación de la distribución F). El valor crítico de F que se puede
obtener en cualquier tabla de distribuciones es de 0.05F = 3.36. Por tanto, se rechazará Ho si
3.36F > Sustituyendo valores en la estadística de prueba:
( ) ( ) ( ) [ ]2
2
0.9999 4 27497.251 0.9999 111 1
R kFR n k
= = =−− − +⎡ ⎤⎣ ⎦
257
Puesto que este valor excede notoriamente el valor tabulado de 3.36, se puede concluir de
que al menos uno de los coeficientes del modelo 1 4β β∼ es distinto de cero. Por tanto, esta
prueba F indica que el modelo de regresión múltiple de cuarto orden:
( ) 0 1 1 2 2 3 3 4 4E y x x x xβ β β β β= + + + +
Donde las variables independientes “x” son una sola, y corresponden a:
( ) 2 3 40 1 2 3 4E y x x x xβ β β β β= + + + +
Son de utilidad para predecir la variable dependiente. A partir de esto, la ecuación que
mejor representa los datos de la figura B.2, ya expresados en forma funcional sería:
4 3 2
2 2 2 2
0.0068 0.0672 0.2618 0.5333 0.0379pDL L L LCg g g g
⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞ ⎛ ⎞= − + − + +⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠ ⎝ ⎠
Luego, esta ecuación será la utilizada para generar los valores deseados de la correlación
expresada en la figura B1. En la figura B.9 se puede observar la comparación.
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Relación de Longitud de Arco / Paso Calado a la Salida
Coe
ficie
nte
de P
resi
on M
axim
o
Datos Pronostico
Figura B.9: Comparación de la Ecuación de Correlación y los Datos Originales
ANEXO C
METODOS ESTADISTICOS PARA LA COMPARACION DE DATOS EXPERIMENTALES Y VALORES CALCULADOS
Para la determinar la precisión y validez de un método de estimación, es necesario
comparar los valores calculados mediante el método numérico de estimación contra los datos
experimentales del fenómeno que se pretende reproducir (Govan [1988]). A continuación se
presenta un resumen de las herramientas estadísticas utilizadas en este trabajo de grado para
tales comparaciones.
ERRORES
Sean
P(i) :Valores Estimados
E(i) :Valores Experimentales
N :Número de Valores
Error Relativo:
( ) ( )er E i P i= − (C.1)
Error Absoluto
( ) ( )e E i P i= − (C.2)
Error Porcentual (Normalizado por el Valor Experimental)
( ) ( ) ( )( )
% 100E i P i
eE i−
= × (C.3)
259
Error Absoluto Promedio
( ) ( )p
E i P ie
N−
= ∑ C.4)
Según Govan [1988], la utilización del error relativo y el error absoluto son convenientes
en situaciones donde el rango de datos es pequeño (menor de un orden de magnitud). El
primero se utiliza principalmente para determinar una comparación de tendencias entre la data
experimental y los valores calculados. El segundo se utiliza como insumo para el cálculo de la
ecuación C.4.
El error normalizado (porcentual o no) es recomendado en situaciones donde el rango de
datos incluyan en valor “0”. Se prefiere normalizar por el valor experimental y no por el
estimado, puesto que la utilización de este último tiende a producir menores errores en casos
de sobrestimación.
Puesto que algunos de los autores referenciados en este trabajo de grado, como Cahill
[1987] y Lavainne [2003], incorporan en sus análisis estadísticos el “root mean square error”
(RMS); se calcula su equivalente conceptual: el error típico de estimación (Spiegel (1988)).
ERROR TIPICO DE ESTIMACION
( ) ( )( )2
,E P
E i P ierror RMS e
N−
= = ∑ (C.5)
MEDIDAS DE TENDENCIA CENTRAL
Las medidas de tendencia central o promedios en una distribución, son los valores medios
o centrales de está (Miller et al. (1987)). En este trabajo se utiliza la media aritmética y la
media cuadrática.
Para un conjunto de N números X1,X2, X3, … XN
MEDIA ARITMETICA
1
N
ii
XX
N==∑
(C.6)
260
MEDIA CUADRATICA
2
2 1
N
ii
XMC X
N== =∑
(C.7)
MEDIDAS DE VARIABILIDAD
Las medidas de la variabilidad indican la dispersión de los datos en la escala de medición
(Miller et al. (1987)). En este trabajo se utilizan el rango y la desviación estándar.
RANGO
El rango de un conjunto de números es la diferencia entre el mayor y el menor de todos
ellos.
DESVIACION ESTANDAR
Para un conjunto de N números X1,X2, X3, … XN
1
N
ii
X Xs
N=
−=∑
(C.8)
DESCRIPTIVOS
Una TASA es la relación entre el número de casos, frecuencias o eventos de una categoría
y el número total de observaciones, multiplicada por un múltiplo de 10 (en este trabajo
generalmente por 100).
100No de casos especialesTasaNo de casos totales
= × (C.9)
261
ESTIMACION DE LA DIFERENCIA ENTRE LAS MEDIAS DE DOS POBLACIONES CON PARES COINCIDENTES (Mendenhall & Sincich (1997))
Si se representa con d1,d2, d3, … dN a las diferencias entre las observaciones por pares en
una muestra aleatoria de N pares coincidentes de dos poblaciones A1,A2, A3, … AN y B1,B2, B3,
… BN. Donde cada id se calcula como:
i i id A B= −
Se podría definir d como la media de las N diferencias de muestra y ds como la
desviación estándar de las N diferencias de muestra.
Para una muestra pequeña (N<30), y donde la población de diferencias tiene distribución
normal. El intervalo de confianza ( )100%I α− para asegurar que:
d A B= −
Se debe calcular como:
2
dsd tNα
⎛ ⎞± ⎜ ⎟⎝ ⎠
(C.10)
Donde la distribución “t” de Student se basara en (N-1) grados de libertada. Para este
trabajo de grado se utilizó como intervalo de confianza de 95% para la diferencia media.
Los valores 2
tα fueron calculados utilizando la función DISTR.T.INV de EXCEL, la cual
devuelve el valor “t” de la distribución “t” de Student utilizando la probabilidad asociada a
una distribución “t” de dos colas y los grados de libertad.
DISTR.T.INV = f( 5%α = ,N-1)