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EL ESTADO DE GUATEMALA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE CONFLICTOS
INTERNACIONALES. ESTUDIO DE CASO: LAS NACIONES UNIDAS
EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
CAMPUS CENTRAL
GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, JULIO DE 2013
MARTA ILEANA VILLAGRAN RAMIREZ
CARNET10791-08
TESIS DE GRADO
LICENCIATURA EN RELACIONES INTERNACIONALES
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
TRABAJO PRESENTADO AL CONSEJO DE LA FACULTAD DE
EL ESTADO DE GUATEMALA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE CONFLICTOS
INTERNACIONALES. ESTUDIO DE CASO: LAS NACIONES UNIDAS
EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
EL TÍTULO Y GRADO ACADÉMICO DE LICENCIADA EN RELACIONES INTERNACIONALES
PREVIO A CONFERÍRSELE
GUATEMALA DE LA ASUNCIÓN, JULIO DE 2013
CAMPUS CENTRAL
MARTA ILEANA VILLAGRAN RAMIREZ
POR
TESIS DE GRADO
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
LICENCIATURA EN RELACIONES INTERNACIONALES
DR. CARLOS RAFAEL CABARRÚS PELLECER, S. J.
DRA. MARTA LUCRECIA MÉNDEZ GONZÁLEZ DE PENEDO
DR. EDUARDO VALDÉS BARRÍA, S. J.
LIC. ARIEL RIVERA IRÍAS
LIC. FABIOLA DE LA LUZ PADILLA BELTRANENA DE LORENZANA
SECRETARIA GENERAL:
VICERRECTOR ADMINISTRATIVO:
VICERRECTOR DE INTEGRACIÓN: UNIVERSITARIA:
VICERRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y PROYECCIÓN:
P. ROLANDO ENRIQUE ALVARADO LÓPEZ, S. J.
VICERRECTORA ACADÉMICA:
RECTOR:
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
DECANO: DR. VICTOR MANUEL GALVEZ BORRELL
VICEDECANO: MGTR. LUIS ANDRÉS PADILLA VASSAUX
SECRETARIA: MGTR. LOURDES CLAUDETTE BALCONI VILLASEÑOR
DIRECTORA DE CARRERA:
LIC. GUISELA ELIZABETH MARTINEZ CHANG DE NEUTZE
REVISOR QUE PRACTICÓ LA EVALUACIÓN
NOMBRE DEL ASESOR DE TRABAJO DE GRADUACIÓN
MGTR. LOURDES CLAUDETTE BALCONI VILLASEÑOR
LIC. ROBERTO ANTONIO WAGNER MONROY
Agradecimiento y dedicatoria
Agradecimientos
A Dios:
Por darme la vida y la competencia que me permitieron llevar a feliz término mi carrera
universitaria. Pido su dirección y sabiduría para ser una profesional de éxito que siempre
agrade con sus acciones al Divino Creador.
A mi Universidad Rafael Landívar:
Forjadora de ilustres profesionales que brindó su confianza al creer en mí y otorgar una
beca que contribuyó en gran manera a mi profesionalización y crecimiento personal.
A la Licenciada Lourdes Balconi:
Por su paciencia y dedicación durante el esfuerzo académico realizado.
Dedicatoria
A mi familia:
A mis padres, Eduardo y Heylin Villagrán, por su esfuerzo, guianza y amor que me
impulsan a ser una mujer de bien.
A mis hermanos, Andrea y Josué Villagrán, por su cariño y ser mi inspiración para alcanzar
este primer gran éxito.
ÍNDICE GENERAL
Abreviaciones ii
Introducción 1
I. LOS ORÍGENES DE LA INTERVENCIÓN HUMANITARIA 5
1. Las primeras intervenciones humanitarias 6
1.1. La intervención de Rusia, Francia y el Reino Unido en
la guerra de la independencia de Grecia (1827) 7
1.2. La intervención de Francia en Siria (1877-1879) 7
2. Siglo XX: El preludio del nuevo sistema de seguridad colectiva 8
2.1. Las Naciones Unidas y las primeras Operaciones de
mantenimiento de la Paz 10
3. Guatemala y su primera participación en las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas 13
3.1. Estructura Político-legal del Estado de Guatemala para las OPAZ 17
3.2. Estructura organizacional del Ejército de Guatemala para las OPAZ 18
II. LA TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN HUMANITARIA 22
1. La sociedad internacional: Definición 23
2. La intervención humanitaria: Definición y primeros debates 25
3. Teoría pluralista de la sociedad internacional 29
3.1. Los Estados no intervienen por razones humanitarias primeramente 30
3.2. El problema del abuso 31
3.3. El problema de la selectividad 31
3.4. Los Estados no deben arriesgar la vida de sus soldados para salvar
extranjeros 32
4. Teoría solidaria de la sociedad internacional 33
4.1. Debe existir una emergencia humanitaria suprema para intervenir 34
4.2. El uso de la fuerza debe ser como último recurso 36
4.3. El requisito de la proporcionalidad 36
4.4. El uso de la fuerza como una probabilidad para alcanzar
resultados humanitarios positivos 38
5. La intervención humanitaria como actividad legítima dentro
de la sociedad internacional: Análisis preliminar 39
III. CASO DE ESTUDIO: LAS NACIONES UNIDAS EN LA
REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO 56
1. El mantenimiento de la paz: Definición y tipología 56
1.1. Estrategia política 57
1.1.1. Prevención de conflictos 57
1.2. Estrategia militar: Tratamiento de conflictos 57
1.2.1. Misiones de observadores 57
1.2.2. Operaciones de mantenimiento de la paz 57
1.2.3. Operaciones de imposición de la paz 59
1.2.4. Operaciones para la consolidación de la paz 60
2. Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República
Democrática del Congo (MONUSCO) 61
2.1. Antecedentes de la MONUSCO 61
2.2. MONUSCO: Una nueva etapa para la República Democrática del
Congo
63
2.3. ¿Por qué el conflicto en la República Democrática del Congo es una
amenaza para la paz y la seguridad internacionales? 65
2.4. La experiencia de Guatemala dentro de la MONUSCO 67
IV. EL ESTADO DE GUATEMALA EN LA PREVENCIÓN Y
TRATAMIENTO DE CONFLICTOS INTERNACIONALES 70
1. El Estado de Guatemala ante la emergencia humanitaria suprema 72
2. Los contingentes guatemaltecos en la RDC y el uso de la fuerza 76
2.1. La legitimidad de la intervención de Guatemala en la República
Democrática del Congo 77
2.2. La imparcialidad de los contingentes guatemaltecos 79
2.3. Las fuerzas especiales de Guatemala y la proporcionalidad del
uso de la fuerza 79
3. ¿Por qué participa Guatemala en las Operaciones de Mantenimiento
de paz de Naciones Unidas? 81
3.1. Fundamento político para la participación de Guatemala en las OPAZ 84
3.2. ¿Está preparado de manera integral el Estado de Guatemala para
participar en las OPAZ? 86
3.2.1. Elemento político 87
3.2.2. Elemento económico 88
3.2.3. Elemento militar 89
3.2.4. Elemento social 90
4. Logros del Estado de Guatemala obtenidos a través de su participación
en las OPAZ 91
4.1. Logros políticos 91
4.2. Logros económicos 95
4.3. Logros militares 99
4.4. Logros sociales 103
5. La selectividad de la participación del Estado de Guatemala en las
OPAZ de Naciones Unidas 105
5.1. Los solados guatemaltecos y el riesgo de pérdida de vida 107
Conclusiones y recomendaciones 111
Bibliografía 115
Anexos 122
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 1. Primeros despliegues de Guatemala para la República de Haití 15
Cuadro 2. Proceso de la Participación de Guatemala para las Operaciones de Paz
18
Cuadro 3. Estructura organizacional del Ejército de Guatemala para las
Operaciones de Paz
20
Cuadro 4. Despliegues de las Naciones Unidas para la República Democrática
del Congo
63
Cuadro 5. Estructura del proceso de reembolso para las OPAZ de Naciones
Unidas
97
Resumen Ejecutivo
La investigación realizada a través del método cualitativo, partió con la búsqueda de hechos
históricos, la aplicación y análisis de los conceptos teóricos de la intervención humanitaria,
entrevistas y cuestionarios a un grupo de expertos, con el propósito de determinar, cómo se
refleja el papel del Estado de Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales dentro del contexto de las misiones de paz del sistema de las Naciones
Unidas.
El punto focal de los resultados de la investigación, se encuentra en el recuento real de los
logros para el Estado de Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales. Los cuales se examinan tanto en las misiones de intervención, como para el
Estado mismo dentro del contexto de los elementos del poder nacional, y los intereses del
Estado, este proceso, revela las motivaciones del Estado para su participación en las
intervenciones humanitarias dirigidas por las Naciones Unidas, conocidas como
Operaciones de Mantenimiento de la Paz.
Todo esto, permitió realizar una exploración especial sobre la Misión de Estabilización de
las Naciones Unidas para la República Democrática del Congo (MONUSCO), como caso
de estudio, y así, evaluar el desempeño del Estado, a través de su Ejército, en temas de
ayuda humanitaria, y su política de tratamiento y prevención de conflictos internacionales
dentro de la sociedad internacional.
Con todo, se espera que la investigación valga como un aporte importante que coadyuve a
mejorar la participación del Estado en temas de prevención y tratamiento de conflictos
internacionales, considerando los temas aquí desarrollados.
ii
Abreviaciones
AAPTC Association of Asia-Pacific Peace Operations Training Centers
ALCOPAZ Asociación Latinoamericana de Centros de Entrenamiento para
Operaciones de Paz
APSTA Africa Peace Support Trainers Association
CEA Conferencia de Ejércitos Americanos
CFAC Conferencia de las Fuerzas Armadas de Centroamérica
COE Equipo Propio del Contingente /Contingent Owned Equipment (por
sus siglas en inglés)
CREOMPAZ Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Paz
D.I.H Derecho Internacional Humanitario
DD.HH. Derechos Humanos
DOPAZ Dirección de Operaciones de Paz
EMDN Estado Mayor de la Defensa Nacional
FAES Fuerza Armada de El Salvador
FENU Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas
FMLN Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional
IAPTC International Association of Peacekeeping Training Centers
M23 Movimiento 23 de marzo
MDN Ministerio de la Defensa Nacional
MILOB Observador Militar / Military Observator (por sus siglas en inglés)
MINREX Ministerio de Relaciones Exteriores
MINUGUA Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala
MINUSTAH Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití
MONUC Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del
Congo
MONUSCO Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República
Democrática del Congo
NOI Nuevo Orden Internacional
ONU Organización de las Naciones Unidas
iii
ONUC Operación de las Naciones Unidas en el Congo
ONUCA Observadores de las Naciones Unidas en Centroamérica
ONUVT Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua
OPAZ Operaciones de Mantenimiento de la Paz
P.C.I Personal Civil Internacional
P.C.N Personal Civil Nacional
RDC República Democrática del Congo
ROE Reglas de empeñamiento / Rules of engagement (por sus siglas en
inglés)
U.S.A. Estados Unidos de América (por sus siglas en inglés)
UNAMID Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en
Darfur
UNMIH Misión de las Naciones Unidas en Haití
UNMOGIP Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en India y
Pakistán
URNG Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
V.N.U Voluntarios de las Naciones Unidas
1
INTRODUCCIÓN
Sumergirse en el análisis de los conflictos que comportan violencia, parece en principio
muy sencillo, pero obliga a remontarse a la génesis de la historia humana. A lo largo de las
dispensaciones de la historia, surgieron pensadores, sabios, estudiosos y líderes
pragmáticos que coadyuvaron a las relaciones entre las naciones y a la administración
misma de la violencia para evitar la muerte del hombre por el hombre. Sin embargo, el
fracaso resalta a la vista cuando finalmente se producen las guerras más cruentas que
cegaron la vida de millones.
La era actual no ha sido una excepción y la violencia no sólo se ha incrementado, sino que
se ha diversificado de tal manera que, ha despertado el interés de organizaciones como las
Naciones Unidas que dirigen sus esfuerzos y recursos para que el hombre, al fin, pueda
vivir en paz. Debido a lo anterior y en apoyo a los esfuerzos de la diplomacia, las Naciones
Unidas implementaron las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, como la estrategia
principal para coadyuvar a la coexistencia pacífica y poner fin a situaciones especiales que
ponen en riesgo a la sociedad internacional.
Guatemala es parte de ése grupo de naciones, que con una política de tratamiento y
prevención de conflictos sustentada en su Constitución Política de la República, se
inmiscuye dentro de las necesidades de los más desprotegidos del mundo y se lanza a la
conquista del respeto a la vida y los derechos fundamentales del hombre. Participando con
responsabilidad y preocupación en este esfuerzo grandioso, esto, porque ha logrado
comprender que las principales víctimas no están representadas dentro de los combatientes,
sino dentro de los más desprotegidos, las mujeres, los niños, los ancianos y el resto de la
población.
La participación dentro de estas operaciones de paz, requiere del conocimiento y manejo
adecuado de los conceptos que los teóricos han desarrollado, ya que nadie en el mundo se
lanza a una conquista si no está seguro de lo que quiere y de lo que persigue. Aquí, resaltan
dos posiciones importantes, la de los teóricos pluralistas y la de los solidarios, que definen
la intervención humanitaria como una violación a los principios de la soberanía y restringen
el uso de la fuerza y, la otra, que considera que los Estados no sólo tienen la obligación
2
moral de proteger a sus propios ciudadanos sino, de ser guardianes de los derechos
humanos de los demás. El señor Kofi Annan (1999) dijo: “Las Naciones Unidas es una
asociación de Estados soberanos, pero los derechos que defiende, pertenecen a las personas
y no a los gobiernos” o sea que, simplemente, como seres humanos se tiene la obligación de
hacer lo que se pueda para corregir la injusticia.
Relacionar los conceptos teóricos, con los intereses de cada Estado, versus las necesidades
vitales de las víctimas en la intervención de los conflictos ajenos bajo riesgos muy
importantes es el punto focal de esta investigación que, partió del cuestionamiento: ¿Cómo
se refleja el papel del Estado de Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales dentro del contexto de las misiones de paz del sistema de Naciones Unidas?
y del supuesto que, la participación del Estado de Guatemala en las operaciones de
Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas es parte del esfuerzo del Estado para la
prevención y tratamiento de conflictos internacionales y que, ese esfuerzo se manifiesta a
través del fortalecimiento y posicionamiento del Estado de Guatemala dentro del sistema
de Naciones Unidas en beneficio de sus intereses nacionales.
Consecuentemente, se planteó como objetivo principal analizar los resultados de la
participación del Ejército de Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales dentro de las misiones de mantenimiento de paz del sistema de Naciones
Unidas en base a los intereses nacionales del Estado.
De igual manera, con el propósito de cumplir con el objetivo anterior, la investigación
propuso cuatro objetivos específicos que coadyuvarán a un mejor entendimiento; los
resultados de estos cuatro objetivos serán debidamente discutidos en el cuarto capítulo, de
análisis y discusión. Los objetivos específicos planteados son:
1. Determinar el fundamento político de la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales del Estado de Guatemala.
2. Evaluar el desempeño del Ejército de Guatemala en ayuda humanitaria dentro de las
misiones de las Naciones Unidas en la que se encuentra desplegado.
3
3. Realizar un recuento especial sobre la Misión de Estabilización de las Naciones
Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) y el rol de Guatemala
dentro de la misión.
4. Identificar los logros para el Estado de Guatemala tanto en la prevención y
tratamiento de conflictos internacionales como para el Estado mismo a partir de sus
intereses nacionales.
Esto motivó, a la utilización de una metodología adecuada bajo el método cualitativo que
va en busca de la verdad, a través del análisis de las teorías relacionadas al tema, la
búsqueda de antecedentes registrados, artículos, libros, revistas, entrevistas y cuestionarios
con preguntas específicas a un grupo de expertos seleccionados y estudiosos del tema, que
permitieran confrontar la teoría con la realidad de Guatemala1.
El informe final de la investigación de dividirá en cuatro capítulos, de la siguiente manera.
El primero, introduce al lector dentro del tema a través de los antecedentes históricos de la
intervención humanitaria moderna, el papel de las Naciones Unidas y la primera misión del
Estado de Guatemala en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. El segundo, contiene
un marco teórico, cuya base es el análisis y relación de las teorías de la intervención
humanitaria y el debate sobre los postulados propuestos por los teóricos pluralistas y
solidarios que permiten alcanzar los objetivos propuestos por la investigación.
El tercero, da a conocer el lenguaje propio de las operaciones de paz y de la ayuda
humanitaria, tomando como base el análisis de la participación de las fuerzas guatemaltecas
en la República Democrática del Congo como un estudio de caso; y el cuarto, que realiza
un recuento de los logros obtenidos para el Estado en sí. Para finalmente encontrarse con
los resultados finales que contienen una contrastación de los postulados teóricos con los
objetivos planteados.
Valga entonces esta investigación, como un aporte académico importante en las manos de
estadistas, políticos, internacionalistas, estudiosos, militares y los policy makers
1 Véase: anexo I para referencia de categoría de los grupos entrevistados, anexo II para listado de
entrevistados por grupo y anexo III para referencia de entrevistas y cuestionario.
4
responsables del establecimiento de estrategias que mejoren los resultados alcanzados en la
ayuda humanitaria y que haga renacer un amor especial por la vida.
5
Capítulo I
Los orígenes de la intervención humanitaria
La intervención humanitaria no es una figura que haya surgido en el panorama
internacional de la posguerra fría. Al contrario, posee una larga trayectoria vinculada a
debates que, desde los orígenes del sistema internacional, han mantenido filósofos,
académicos, políticos y activistas sobre el uso de la fuerza armada dentro de las Relaciones
Internacionales. (Ruiz-Giménez Arrieta 2005:35). El umbral de la ayuda humanitaria tiene
por objeto el salvar las vidas y aliviar el sufrimiento de las personas. Por esta razón, a lo
largo de los siglos se ha mantenido la discusión, sí los principios humanitarios, deben
permitir en la práctica el uso de la fuerza. Por consiguiente, es esencial para el presente
estudio, realizar una exploración hacia los orígenes del uso de la fuerza con fines
humanitarios.
Durante los Siglos XVI y XVII, con la consolidación de un sistema internacional y del
comienzo del moderno Estado-nación que surgió tras la Paz de Westfalia en 1648, nació un
nuevo sistema de interacción, de conceptos y doctrinas que pretendían normar las
relaciones entre Estados. La principal característica del nuevo sistema de Estados fue el
establecimiento de un régimen de soberanía, además del principio de legitimidad dinástica
y la regla de reconocimiento mutuo2.
Posteriormente, durante el Siglo XVIII con el fortalecimiento del principio de soberanía, se
consolidó el principio de no intervención, lo que dio lugar a juzgar a las intervenciones,
como actividades ilegítimas dentro de la sociedad de Estados europea3.
2 El principio de legitimidad dinástica, consistía en reconocer como soberanos a los príncipes, y al Estado
como su patrimonio. En cuanto a la regla de reconocimiento mutuo, tenía sus bases sobre principios de cristiandad, ya que sólo reconocía con pleno derecho a los príncipes cristianos, rechazando a los reinos e
imperios no cristianos, como miembros de la nueva sociedad de Estados europea. (Ruiz-Giménez Arrieta
2005:43). 3 Durante este periodo, la sociedad internacional se erigió sobre una lógica civilizatoria. Por lo tanto,
solamente estaba conformada por los Estados europeos. No obstante, existían otras sociedades
“semicivilizadas” que, debido a su milenaria trayectoria les era reconocido un grado de civilización y
soberanía, así que, de acuerdo con los estándares europeos no podían ser clasificadas como salvajes. Como
ejemplos de estos, se pueden mencionar al Imperio Otomano, China y Japón.
6
No obstante, dentro del nuevo régimen de soberanía, tuvo lugar la Revolución Francesa
(1789), que desafió el principio de soberanía westfaliano, y desencadenó una serie de
legados: La soberanía nacional, se constituyó como principio de la autoridad política
legítima; la sociedad internacional, pasó a ser una sociedad cosmopolita formada por
pueblos e individuos y no sólo por soberanos, lo cual, dio lugar a la Declaración del
Hombre y del Ciudadano4, y la aceptación de la doctrina de la guerra justa, que apoya la
legitimidad de la intervención humanitaria a favor de la revolución nacional contra la
tiranía5. (Ruiz-Giménez Arrieta 2005:48).
1. Las primeras intervenciones humanitarias
Fue hasta el Siglo XIX, que surgen, dentro del discurso político y diplomático,
justificaciones para la intervención como un medio para alcanzar fines humanitarios. Las
justificaciones, surgieron a partir de diversos factores: el primero tiene que ver con la
opinión pública, esto, debido a los altos costos económicos y humanos que las
intervenciones suponían al Estado interventor. El segundo es respecto al uso de la fuerza.
Anteriormente, la fuerza se empleaba solamente para conquistas, no obstante, con el
régimen de soberanía y de no intervención, los Estados debían exponer a las otras potencias
las intenciones que conllevaba el uso de la fuerza, y por último, el discurso de los
interventores debía ser consistente en cuanto a sus intenciones, las cuales principalmente
gravitaban en la protección de sus connacionales fuera de las fronteras nacionales que se
enfrentaran a algún riesgo6.
4 La Declaración del Hombre y del Ciudadano de 1789 es uno de los principales legados que dejó la
Revolución Francesa, ya que, este documento es el precursor en materia de derechos humanos. Tiene sus
orígenes en la ley natural y establece a los derechos fundamentales, tanto a nivel personal (propiedad privada,
la igualdad, etc.) como a nivel colectivo (la seguridad y la resistencia a la opresión). Del mismo modo, establece que la soberanía permanece en la nación como un conjunto, y no sobre una sola institución o
persona. 5 La intervención a la que se hace referencia tiene su fundamento en los escritos del filósofo suizo Emmerich
De Vattel, para quien, la intervención solamente es legítima en los casos en los que un pueblo subyugado se
rebela contra su tirano dictador y solicita ayuda del extranjero. 6 La justificación del rescate o protección de los connacionales que se encontraran fuera de sus fronteras, tenía
sus fundamentos en el deseo de las naciones civilizadas de garantizar ciertos estándares de vida, libertad y
dignidad a sus propios ciudadanos, que residiesen en las sociedades “semicivilizadas”.
7
A guisa de ejemplo, se cuenta con una innumerable cantidad de intervenciones
humanitarias que pudieran respaldar lo que se ha tratado en los párrafos anteriores. Sin
embargo, se mencionan dos casos específicos que ayudaran a comprender de mejor manera
las intervenciones humanitarias en sus inicios.
1.1. La intervención de Rusia, Francia y el Reino Unido en la guerra de independencia
de Grecia (1827)
En 1821, Rusia mostró una inclinación favorable hacia la independencia griega del Imperio
Otomano. Sin embargo, fue hasta 1827, con las numerosas matanzas de cristianos y el
asesinato del patriarca ortodoxo de Constantinopla, que la opinión pública europea se
inquietó. Con todo, las autoridades rusas amenazaron con intervenir, si las autoridades
otomanas no otorgaban cierto grado de autonomía a la península helénica. Al ser negada la
petición, Rusia acudió a Francia y al Reino Unido para intervenir militarmente en defensa
de los griegos.
El 6 de junio de 1827, las tres potencias firmaron en Londres un protocolo, en el que por
primera vez se invocaban sentimientos humanitarios para poner fin a la lucha sangrienta y
promover la tranquilidad de Europa. La intervención, logró la derrota de los otomanos en
Ambarino en octubre de 1827. No obstante, fue hasta 1830 que se declaró la independencia
de Grecia bajo la protección de las tres potencias.
1.2. La intervención de Francia en Siria (1877- 1879)
En 1860, estalló un conflicto violento entre los cristianos maronitas y los drusos en el
actual Líbano, anteriormente, territorio del Imperio Otomano. El conflicto provocó la
muerte de entre seis mil a once mil cristianos y otros cien mil fueron expulsados de sus
hogares. Esta situación, afligió nuevamente a la opinión pública europea, especialmente en
Francia. Al anunciar los franceses su intención de intervenir con el propósito de detener la
violenta y sangrienta masacre y evitar que las matanzas quedaran impunes, Rusia y el
Reino Unido se sumaron a la intervención. El 3 de agosto de 1860, los tres Estados
nuevamente firmaron un protocolo en conjunto con el Imperio Otomano. Con éste se
autorizaba el despliegue de veinte mil soldados franceses por un periodo de seis meses, con
8
el fin de restaurar la tranquilidad en la zona de conflicto, además, predispusieron pautas
para evitar que Francia buscara tener influencia o concesiones comerciales en la zona.
Puesto que para el 16 de agosto cuando llegaron los franceses las autoridades otomanas ya
habían frenado el conflicto y restaurado el orden en la zona, el ejército francés se dedicó a
tareas humanitarias, como el retorno de los refugiados a sus hogares o la reconstrucción de
las destruidas viviendas de cristianos.
Los casos de estudio sobre las primeras intervenciones en el Siglo XIX, reflejan tener sus
motivaciones sobre principios humanitarios, a favor de los cristianos que residían en el
Imperio Otomano. Sin embargo, historiadores, encuentran motivos geoestratégicos que
fundamentan el interés de la intervención. Por ejemplo, el deseo de Rusia por el
debilitamiento del Imperio Otomano, a fin de consolidar su influencia en la región de los
Balcanes, el involucramiento de Francia y el Reino Unido para evitar que Rusia obtuviera
ventajas sobre la región con su intervención en Grecia y para eliminar los obstáculos que la
guerra griega provocaba en el comercio europeo. (Ruiz-Giménez Arrieta 2005:54).
Sin importar cuáles hayan sido las verdaderas motivaciones para las intervenciones, es
importante destacar que ambos casos demuestran la necesidad del interventor de respetar
las normas de justificación en el contexto internacional. Esto, se materializó en el momento
en que se invocaron razones humanitarias y no geoestratégicas para la justificación de sus
intervenciones, lo cual, provocó la aceptación de la opinión pública, a pesar de que existiera
detrás un interés particular de cada Estado interviniente.
2. Siglo XX: El preludio del nuevo sistema de seguridad colectiva
El devenir de la segunda guerra mundial, supuso la necesidad de crear un sistema de
seguridad colectiva, que consintiera el desarrollo y la cooperación entre naciones, con el
objetivo de preservar la paz.
El 14 de agosto de 1941, los Estados Unidos de América y Gran Bretaña manifestaron en la
Carta del Atlántico, medidas a favor de una organización mundial y la primera posibilidad
9
de un sistema de seguridad colectiva. Argumentaron que era necesario establecer un estado
de paz internacional que ofreciera condiciones de desarrollo para todos los pueblos del
mundo. Para lograr esto, las naciones debían renunciar al uso de la fuerza como medio de
arreglar sus controversias. (Larios 2010: 265).
Habiendo manifestado anteriormente la intención de crear una organización mundial, las
cabezas de gobierno de los Estados Unidos de América, China, la Unión Soviética y Gran
Bretaña, firmaron en diciembre de 1942 la Declaración de las Naciones Unidas,
documento, que sería ratificado al día siguiente por 22 países más7.
Posteriormente, en octubre de 1944 fue celebrada la Conferencia de Dumbarton Oaks, en la
que representantes de la Unión Soviética, los Estados Unidos de América, China y Gran
Bretaña, convinieron sobre la estructura, los objetivos y el funcionamiento de una
organización mundial que se encargaría de velar por la paz y seguridad internacionales.
Consecuentemente, uno de los principales proyectos a considerar fue la creación del
Consejo de Seguridad, que tendría el propósito de impedir las guerras y suprimir diferentes
actos de agresión. Los Estados miembros de la futura organización, debían poner sus
fuerzas armadas a disposición del Consejo de Seguridad8.
El 25 de abril de 1945, tres años más tarde de la firma de la Declaración de las Naciones
Unidas y un año después de haber establecido cuál sería el funcionamiento de la nueva
organización mundial, tuvo lugar la Conferencia de San Francisco, en la que, representantes
de 50 países que representaban un 80% de la población mundial aprobaron unánimemente
la Carta de las Naciones Unidas9, concibiendo de esta manera, al nuevo sistema de
7 Es importante resaltar que la República de Guatemala, fue uno de los primeros países en suscribir la Declaración de las Naciones Unidas, confirmando de esta manera, su compromiso con la paz y seguridad
internacionales. 8 Los representantes de las naciones que participaron en la Conferencia de Dumbarton Oaks, y otros países
aliados (Australia, Bélgica, Canadá, Checoeslovaquia, Francia, Holanda, Nueva Zelandia, Noruega, Polonia,
Sudáfrica.), juzgaron que la garantía de éxito de esta nueva organización ante la extinta Sociedad de
Naciones, consistía en la disposición de las fuerzas armadas a su servicio. 9 “La Carta de las Naciones Unidas”, es el documento legal en el que se establece la ONU, sus órganos, sus
deberes y las funciones de cada órgano en cumplimiento de sus objetivos específicos.
10
seguridad colectiva, conocido como Organización de las Naciones Unidas10
(ONU), a favor
de la paz y seguridad de todos los pueblos.
2.1. Las Naciones Unidas y las primeras operaciones de mantenimiento de paz
De acuerdo con la Carta, los propósitos de las Naciones Unidas se describen así, (la Carta
de las Naciones Unidas, 1945):
1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas
colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos
de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de
conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o
arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a
quebrantamientos de la paz.
2. Fomentar entre las naciones, relaciones de amistad basadas en el respeto al principio
de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar
otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal.
3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de
carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del
respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos
propósitos comunes.
Para el cumplimiento de estos propósitos, la ONU, se apoya en diferentes órganos, cada
uno especializado en su rama de actuación. El órgano responsable de velar por la paz y la
seguridad internacional, es el Consejo de Seguridad, en la Carta de las Naciones Unidas:
“A fin de asegurar la acción rápida y eficaz por parte de las Naciones Unidas, sus
Miembros confieren al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de
10 La Organización de las Naciones Unidas, inició sus labores como organización mundial el día 24 de
octubre de 1945, debido a que era necesario que los gobiernos de China, Francia, Gran Bretaña, la Unión
Soviética y los Estados Unidos de América, ratificaran primeramente la Carta.
11
mantener la paz y la seguridad internacionales, y reconocen que el Consejo de
Seguridad actúa a nombre de ellos al desempeñar las funciones que le impone
aquella responsabilidad.” (Carta de las Naciones Unidas, 1945).
De esta manera, al Consejo de Seguridad se le otorga la completa responsabilidad de velar
por el cumplimiento de la paz y la seguridad internacionales, en obediencia a los propósitos
y principios de la ONU. Igualmente, se le reconoce autonomía de actuación y a los Estados
miembros la obligación de respetar y acatar las decisiones del Consejo, de acuerdo con lo
establecido en la Carta.
En su génesis, la ONU pretendía evitar que se repitieran los conflictos internacionales a
gran escala, como lo fueron la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en 1945
tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial y con la bipolaridad como nuevo orden
internacional, progresivamente se fueron desarrollando diferentes escenarios de conflictos,
no sólo de un país a otro, como en los casos de India-Pakistán (1965-66), Israel-Egipto
(1973-1979), la guerra de Corea (1950-53)11
; sino entre facciones dentro de los mismos
países, tal como en Haití (1993-96), El Salvador (1991-95), Camboya (1992-93), entre
otros. Es así, como la ONU pone en práctica medidas especiales para el cumplimiento de su
razón de ser.
Las operaciones de mantenimiento de paz, fueron instituidas por las Naciones Unidas como
uno de los medios para cumplir sus propósitos principales: La paz y la seguridad
internacional. Estas operaciones son conformadas por soldados de los diferentes ejércitos
de los Estados miembros que conforman la organización, debidamente entrenados en la
materia. A las fuerzas armadas que colaboran con el cumplimiento de estos propósitos se
les denominan Cascos Azules.
De acuerdo con las Naciones Unidas, los Cascos Azules son el personal militar que se
encuentra desplegado en el terreno de conflicto. Todo soldado identificado como Casco
Azul debe ser miembro de su propio ejército nacional para poder formar parte del personal
11 Alusión al texto que realizó Ernst B. Haas. En Paz y Conflicto en el Siglo XXI: “El análisis hecho por Haas
hasta 1986 demuestra que el impacto de las Naciones Unidas en conflictos armados fue de alto grado…”
(Padilla 2009:307)
12
militar de las Naciones Unidas. Los periodos de servicio dependen del despliegue, ya sea
sobre el terreno o en la sede, pero no deben ser mayores a uno o dos años.
La labor de los Cascos Azules puede variar de acuerdo con el mandato bajo el que estén
laborando. Sin embargo, entre las tareas tradicionales se pueden mencionar: vigilar una
frontera en litigio, vigilar y observar los procesos de paz después de un conflicto, ofrecer
seguridad en una zona de conflicto, protección de civiles, apoyar al ejército del país en su
capacitación, entre otros. (Personal militar, S.f.).
Las primeras operaciones de mantenimiento de paz que desplegó la ONU tuvieron lugar
durante la Guerra Fría (1947-1989). Sus funciones consistían principalmente en mantener el
alto al fuego, estabilizar situaciones sobre el terreno y el apoyo a los esfuerzos políticos
para la resolución pacífica de los conflictos. Estas primeras operaciones estaban
conformadas por observadores militares y tropas sutilmente armadas. (Historia de las
Operaciones de Mantenimiento de Paz, s.f.).
Estos primeros esfuerzos, fueron seguidos por una serie de operaciones más que iniciaron
en 1948, con el despliegue de observadores militares en el Oriente Medio12
. En 1956, fue
desplegada la Primera Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (FENU) como
respuesta a la crisis de Suez. Esta misión se caracterizó por ser la primera operación armada
de mantenimiento de paz; la segunda intervención armada sucedió en 1960, con la
Operación de las Naciones Unidas en el Congo (ONUC), misión que fuera la primera a
gran escala, con un contingente de 20,000 soldados en su momento más crítico.
Las operaciones de mantenimiento de paz tomaron auge al finalizar la Guerra Fría,
producto de la finalización de largos conflictos alrededor del mundo. Hubo en África los
casos de Angola y Namibia. Haití, Guatemala, El Salvador y Honduras, en Latinoamérica;
las ex Repúblicas Soviéticas en Europa, y Camboya en Asia, entre otras. Dichas
operaciones tenían como fin ayudar a los países a lograr estabilidad, elegir nuevos
12 La primera misión se denominó Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua
(ONUVT), que tiene el objetivo de vigilar el Acuerdo de Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes. La
segunda misión respondió al nombre de Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en India y
Pakistán (UNMOGIP), cuyo objetivo es la vigilancia para impedir la interrupción del cese de fuego entre la
India y Pakistán en Jammu y la disputa por el territorio de Cachemira. En la actualidad ambas operaciones
continúan vigentes.
13
gobiernos y la construcción de la democracia, además de colaborar en la vigilancia, en caso
de ser requerido por las fuerzas policiales locales.
El periodo post-Guerra Fría fue una época muy difícil en la región centroamericana. Las
ideologías predominantes del mundo bipolar dejaron secuelas que conllevaron conflictos
dentro de diferentes países (Gobiernos vs. Grupos insurgentes)13
. Durante los años que
siguieron a la Guerra Fría, los gobiernos nacionales se encontraron en la búsqueda de
soluciones que llevaran a la paz en la región14
.
En 1989, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas instituyó al Grupo de
Observadores de las Naciones Unidas en Centroamérica (ONUCA), para la verificación del
cumplimiento de los acuerdos adquiridos anteriormente en 1987 en el Acuerdo de
Esquipulas II. En dicho Acuerdo, las cinco Repúblicas centroamericanas se
comprometieron a: asumir plenamente el reto histórico de forjar un destino de paz para
Centroamérica, hacer prevalecer el diálogo sobre la violencia y la razón sobre los rencores,
luchar por la paz y erradicar la guerra. (Acuerdos de Esquipulas II: 1987).
3. Guatemala y su primera participación en las operaciones de mantenimiento de paz de
las Naciones Unidas
Guatemala por su parte vivió un conflicto interno que duró treinta y seis años (1960-1996),
periodo durante el cual, las fuerzas del Estado se enfrentaron a una insurgencia armada. El
29 de diciembre de 1996, con la firma de los Acuerdos de Paz entre los representantes de la
nación y de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), se puso fin al
conflicto y se dio paso a una nueva etapa de la historia guatemalteca, en la que el Estado
renovó su compromiso de paz con la seguridad nacional e internacional. Como producto de
la firma de dichos acuerdos Guatemala experimentó en territorio propio el establecimiento
13 Se pueden mencionar los casos de Guatemala: Gobierno de la República de Guatemala vs. URNG – El
Salvador: Gobierno de El Salvador, representado por la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) vs. El Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). 14 Los principales Acuerdos firmados en materia de paz, fueron Esquipulas I en 1986 y Esquipulas II en 1987.
14
de una misión de las Naciones Unidas para verificar los acuerdos pactados; esto se refiere a
la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala (MINUGUA)15
.
El compromiso que Guatemala renovaría en 1996, sería la consolidación de su trabajo por
la paz internacional, ya que, por primera vez en 1994 Guatemala fue invitada a participar en
una fuerza multinacional encabezada por los Estados Unidos de América16
. Esta fue una
misión de paz para la República de Haití; esta primera misión desplegó su primer
contingente de octubre de 1994 a febrero de 1995. Por primera vez en la historia,
Guatemala se embarcaba en la búsqueda de la paz internacional. Subsecuentemente, se
envió un segundo contingente, que en su primera fase, formó parte de esa fuerza
multinacional y en la segunda, ya como parte de las Naciones Unidas17
, durante la
transición, los 120 soldados que formaban ese contingente eran llamados por primera vez
“Cascos Azules Guatemaltecos” (Dirección de Operaciones de Paz del EMDN, s.f.). De
esta manera, se concretó la primera participación del Estado de Guatemala en las
operaciones de mantenimiento de paz de las Naciones Unidas. Esta participación, se
afianzó con el envío de un tercer contingente, comandado en todo su despliegue por el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. (Véase cuadro 1).
15 La MINUGUA inició sus labores en 1994, cuando el gobierno de Guatemala y URNG reanudaron
negociaciones para alcanzar la paz y el cese a las hostilidades del conflicto interno. También, se encargó de
verificar la desmovilización de los combatientes de la URNG. En 1997, luego de la firma de la paz, se
extendió el mandato de la misión, y se desplegaron 132 observadores militares, con el fin de constatar el
cumplimiento de los acuerdos de paz firmados en 1996. 16 La labor para estabilizar y mantener la paz en la República de Haití inició en 1990. Sin embargo, tras el golpe de Estado en 1991 y debido a la falta de cooperación por parte de las autoridades haitianas en ese
momento, no fue posible poner en práctica las diversas operaciones que las Naciones Unidas había elaborado
para la estabilización del país. Razón por la cual, en 1994, el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de
una fuerza multinacional de veinte mil efectivos, que se encargaría de estabilizar el país, promover el Estado
de derecho y el retorno seguro de las autoridades legítimas. 17 Una vez que la fuerza multinacional logró estabilizar el territorio haitiano, la ONU desplegó una serie de
operaciones para consolidar el trabajo efectuado anteriormente. Estas primeras operaciones, tuvieron lugar
durante el lapso comprendido de 1994 a 2001.
15
Cuadro 1
Primeros despliegues de Guatemala para la República de Haití
Contingente Duración Cantidad
elementos Situación Objetivo
Primero 4 meses 134
Este contingente de Policía
Militar fue parte de una fuerza
multinacional liderada por los
Estados Unidos de América
1. Facilitar el
retorno seguro de
las autoridades
legítimas al
gobierno.
2. Propiciar un
ambiente seguro y
estable en el país.
3. Promover el
Estado de derecho.
Segundo 6 meses 120
Los primeros 3 meses fueron
parte de la fuerza multinacional
y los siguientes 3 formaron parte
de los Cascos Azules de la ONU
Tercero 4 ½ meses 120
Cascos Azules de las Naciones
Unidas
Fuente: Elaboración propia con información de la Dirección de Operaciones de Paz del EMDN, s.f. y de la
página oficial de la Misión de Estabilización de la Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH, s.f.).
Este cuadro presenta la información relacionada por la primera participación del Estado de
Guatemala en búsqueda de la paz internacional a través del envío de contingentes en apoyo
a la fuerza multinacional comandada por Estados Unidos para la República de Haití en
1994.
Las tareas desarrolladas por estos primeros contingentes en la Misión de las Naciones
Unidas en Haití (UNMIH), fueron las siguientes: (Dirección de Operaciones de Paz del
EMDN, s.f.):
1. Seguridad lejana en apoyo a operaciones policiales, a requerimiento de la Policía
Civil (policía local).
2. Seguridad en centros de detención, en apoyo a la Guardia Penitenciaria, a
requerimiento de la Policía Civil.
3. Seguridad a personalidades.
4. Apoyo al gobierno civil para el desarrollo de obras públicas.
16
Los primeros contingentes que fueron enviados a la República de Haití se organizaron y
dispusieron en apresto, a través del Negociado de Enlace con Organismos Internacionales
de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa Nacional, habiendo dado
entonces muestras de una infraestructura que empezó a formarse dentro de la institución
armada para el cumplimiento de esta nueva tarea.
La participación en Operaciones de Mantenimiento de la Paz del Ejército de Guatemala
dentro del contexto de las Naciones Unidas se formalizó por medio de un Memorándum de
Entendimiento que se firmó el 12 de noviembre de 2003 a través de la Misión Permanente
de Guatemala ante las Naciones Unidas y la referida organización con sede en New York
y que permite el despliegue actual en Haití. Esta experiencia, abre campo para enviar una
nueva misión a la República Democrática del Congo en el corazón del Continente Africano
en el año 2005, esto se hace a través de otro Memorándum de Entendimiento firmado por el
Estado de Guatemala con las Naciones Unidas. Con el arranque de estas dos operaciones,
se realiza el despliegue de más de treinta Observadores Militares a diferentes países
alrededor del mundo, expandiendo con esto la participación de Guatemala en más de diez
países en conflicto.
Para el cumplimiento del deber en cuanto a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, el
Estado y el Ejército de Guatemala han establecido centros de coordinación e instrucción
que responden a los lineamientos de las Naciones Unidas, para capacitar no sólo a personal
guatemalteco, sino para impartir enseñanza a otros ejércitos. Así, para octubre de 2003 se
creó el Departamento de Operaciones de Paz en la Dirección de Operaciones del Estado
mayor de la Defensa Nacional. Durante este periodo, también se autoriza el acuerdo
gubernativo No. 315-2004, de octubre de 2004, en el cual se autoriza el despliegue del
contingente guatemalteco en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de
Haití, (MINUSTAH). (Dirección de Operaciones de Paz del EMDN, s.f.)
Para el año 2005 con el Acuerdo Ministerial N. 09-2005 del mes de junio, se crea el
“Centro Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz”, que tiene
como misión la preparación, el adiestramiento y el entrenamiento del personal militar, civil
o policial, nacional y extranjero que participa en Operaciones de Mantenimiento de la Paz,
17
para el desempeño óptimo de los requerimientos exigidos por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) (Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Paz,
s.f.). Además, durante ese año también, se crearon la Dirección y la Subdirección de
Operaciones de Paz del Estado Mayor de la Defensa Nacional, convirtiéndose estas nuevas
Direcciones en las responsables de gestionar la intervención del Ejército de Guatemala
con las Naciones Unidas.
Durante ese mismo año, se autorizó el acuerdo gubernativo No. 92-2005 que, autoriza el
despliegue del contingente de Fuerzas Especiales del Ejército de Guatemala, en la Misión
de las Naciones Unidas para la República Democrática del Congo (MONUC). (Dirección
de Operaciones de Paz del EMDN, s.f.). Dando paso con esto, al envío de los siguientes
contingentes que permanecen hasta el día de hoy; a la fecha desplegado el doceavo
contingente de Fuerzas Especiales en la provincia de Ituri de la referida República. Tema
que será abordado en los capítulos siguientes.
3.1. La estructura político-legal del Estado para las Operaciones de Mantenimiento de
la Paz
Fundamentada principalmente en la Constitución Política de la República de Guatemala,
que da los lineamientos generales de participación en su Artículo 149. El Libro de la
Defensa Nacional que orienta las estrategias, los métodos y la organización para la
participación internacional de las fuerzas armadas, además de las tareas que podrían
cumplirse, y la parte diplomática, a través de la intervención del Ministerio de Relaciones
Exteriores, que con su Misión Permanente firma, los “Memorándum de Entendimiento”
que definen finalmente las tareas a cumplir durante cada misión. (Véase cuadro 2).
18
Cuadro 2
Proceso de la Participación de Guatemala para las Operaciones de Paz
Fuente: elaborado por la Dirección de Operaciones de Paz del Estado Mayor de la Defensa Nacional
(EDMN). Documento no publicado.
En este cuadro se puede apreciar el proceso de participación de Guatemala en las
operaciones de paz de las Naciones Unidas. Como puede notarse, esto requiere de una
coordinación entre la misión permanente de Guatemala en las Naciones Unidas, el
Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de la Defensa Nacional.
3.2. Estructura organizacional del Ejército para las Operaciones de Mantenimiento de la
Paz
El Estado de Guatemala se involucra directamente con la ONU a través de la participación
de su Ejército en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. Hoy, estas operaciones han
tomado tal importancia para la nación que se han convertido en parte importante de la
política exterior del Estado y en un elemento fundamental para las Naciones Unidas. Razón
por la cual, el Ejército desarrolló un andamiaje institucional que permita coordinar de
19
manera eficiente el involucramiento del Ejército en las Operaciones de Paz de las Naciones
Unidas (Véase cuadro 3).
20
Cuadro 3
Estructura organizacional del Ejército de Guatemala para las Operaciones de Paz
Fuente: elaboración propia con la información obtenida de la Dirección de operaciones de paz del Estado
Mayor de la Defensa Nacional. (EMDN).
Estado Mayor de la
Defensa Nacional
Comando de
Apoyo
Logístico
-CAL-
Cuerpo de
Ingenieros
Servicio de
Intendencia
Fuerzas
Especiales
Kaibil
Comando
Regional de
Entrenamiento de
Operaciones de
Mantenimiento
de Paz
-CREOMPAZ-
Escuela de
Idiomas del
Comando
Superior de
Educación del
Ejército (Inglés
y Francés)
Fuerzas de
apoyo
Sanidad Militar
y Centro
Médico Militar
(médicos y
paramédicos)
Batallón de
Transportes
Centro de
Transmisiones
Militares
Organización de
los contingentes
Entrenamiento
y capacitación
de las fuerzas
Provee
Personal
Ejército de Guatemala
Ministerio de la Defensa
Nacional
Dirección de Finanzas del
Ministerio de la Defensa
Nacional
Base de
Tropas
Paracaidistas
Dirección de
Operaciones de
Paz
- DOPAZ- Provee
Personal
21
De acuerdo al Cuadro 3, la estructura organizacional de las fuerzas se define a través de la
organización de los contingentes por medio de la Dirección de Operaciones de Paz del
Estado Mayor de la Defensa Nacional. Posteriormente, el entrenamiento y la capacitación
de las fuerzas en el Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de
Mantenimiento de Paz, que además, instruye al personal en los módulos establecidos
internacionalmente por las Naciones Unidas en la ejecución de tareas. Además, la Escuela
de Idiomas del Comando Superior de Educación del Ejército instruye básicamente los
idiomas de inglés y francés.
Las unidades especiales que proveen de personal para la participación de Guatemala son
principalmente, las fuerzas Especiales Kaibil del Ejército de Guatemala y la Base de
Tropas Paracaidistas, estas dos unidades son apoyadas por Sanidad Militar y el Centro
Médico Militar con sus médicos y paramédicos, el Batallón de Transportes del ejército y el
Centro de Transmisiones Militares. Y finalmente, la Dirección de Finanzas del Ministerio
de la Defensa Nacional, como ente administrador de los recursos económicos adquiridos a
través de cada misión.
22
Capítulo II
Teoría de la Intervención humanitaria
Introducirse en el tema de la intervención humanitaria ha resultado polémico pero muy
interesante para filósofos, académicos, políticos y diplomáticos18
, debido a los principios de
soberanía, de no intervención y de no uso de la fuerza. Mismos, sobre los cuales fue
fundada la actual sociedad internacional. Los académicos como Nicholas Wheeler y Alex
Bellamy discuten que la sociedad de Estados en el mundo post-holocausto se ha embarcado
en una cultura de defensa de los derechos humanos, marcada por la condena de actos como
el genocidio, la tortura y los abusos masivos contra los derechos humanos, los cuales se
encuentran fuera del marco de la ley. Sin embargo, estos umbrales humanitarios que
conciben la intervención humanitaria, entran en conflicto con los mismos principios de paz
de la sociedad internacional (Wheeler & Bellamy 2001: 471). Debido a la multiforme
manera en que cada conflicto pueda manifestarse y la forma en la que son administrados
por los propios Estados involucrados en el conflicto y la misma sociedad internacional.
El estudio de la intervención humanitaria dentro del ámbito internacional ha sido
desarrollado principalmente por la Escuela Inglesa de relaciones internacionales, que
propone dos concepciones de la sociedad internacional: la Pluralista y la Solidaria.
Ambas, coinciden en que el sistema de Estados es en realidad una sociedad con valores en
común. (Bellamy 2005:9). No obstante, las dos concepciones difieren respecto a la
pertinencia y legalidad de la intervención humanitaria dentro de la sociedad de Estados.
En el principio del debate, ambas concepciones sobre la intervención, exigen desarrollar y
describir los conceptos pertinentes que ayuden a entenderla, estos son: la sociedad
internacional y la intervención humanitaria.
18 El tema de la intervención ha recorrido un largo camino a través de los siglos. Los primeros estudios al
respecto se sitúan en los filósofos como Hugo Grocio, Immanuel Kant, Emmerich de Vattel, San Ambrosio,
entre otros. En la actualidad, los académicos como Fernando Tesón, Nicholas Wheeler, Alex Bellamy, Itziar
Ruiz-Gimenéz, R.J. Vincent, y otros. continúan con esta línea de investigación. Por otro lado, en la práctica,
el tema de la intervención humanitaria ha sido tratado por el ex Secretario General de las Naciones Unidas,
Kofi Annan y el actual Secretario General adjunto de las Naciones Unidas para Operaciones de Paz, Edmond
Mulet, de nacionalidad guatemalteca.
23
1. Sociedad internacional: Definición
En el estudio de las relaciones internacionales, se hace referencia a las tres grandes
tradiciones del pensamiento, que pretenden desarrollar el análisis del comportamiento de
los actores dentro del sistema internacional. Hedley Bull, en su obra “La Sociedad
Anárquica” adoptó las tradiciones del pensamiento en respuesta al postulado principal de
su obra: determinar la naturaleza de la sociedad internacional19
. Las que se consideran para
los efectos de este estudio.
El fundamento de la tradición hobbesiana se encuentra en la guerra. Las relaciones
internacionales se entienden como un estado de guerra de todos contra todos, sin embargo
el conflicto entre Estados se asemeja a un juego de suma cero. Es decir, la moralidad y el
derecho son dictados por los objetivos propios. Por lo tanto, los acuerdos de convivencia se
han de respetar, sólo si es conveniente hacerlo.
La tradición kantiana, es contraria a la tradición anterior; parte de la idea que la conducta
internacional tiene su raíz en principios morales. Las relaciones internacionales se precisan
como lazos sociales transnacionales, que tienen como fin una sociedad cosmopolita que
sustituya al sistema de Estados por una comunidad mundial de individuos, en la que se
establecería un parlamento mundial, como el espacio público en el que los ciudadanos
puedan deliberar y participar.
Por su parte, la tradición grociana propone un punto medio, un mundo en orden dentro del
cual, se conciben las relaciones internacionales como una sociedad de Estados con reglas e
instituciones reguladoras de la conducta. Es decir, que en contraste con la tradición
hobbesiana, los grocianos consideran que los Estados no se encuentran constantemente
enfrentados en lucha; y en comparación a la tradición kantiana, los Estados constituyen la
base de la sociedad internacional, por delante de los seres humanos.
19 Las tradiciones de pensamiento en la teoría de las relaciones internacionales fueron introducidas por el
profesor Martín Wight, quien en la génesis de su planteamiento propone: realismo, racionalismo y
revolucionismo, para sustituirlos posteriormente por los lineamientos inspirados en Maquiavelo
(maquiaveliano), Grocio (grociano), y Kant (kantiano). Por su lado, Hedley Bull continúa con la línea de
Wight, pero sustituye a Maquiavelo por Hobbes en la línea realista, con el fin de alcanzar el objeto de estudio
de su obra: la sociedad internacional.
24
El concepto de sociedad internacional toma auge en la década de los años 90, tras la
finalización de la Guerra Fría y el surgimiento de un Nuevo Orden Internacional (NOI),
caracterizado por la globalización, la transnacionalización e interdependencia. Headly Bull,
teórico de la Escuela Inglesa expone:
Una sociedad de Estados (o sociedad internacional) existe cuando un grupo de Estados
conscientes de ciertos intereses y sujetos a valores comunes forman una sociedad en la que
se conciben ligados por un conjunto de normas en común en sus relaciones con los otros, y
participan en las mismas instituciones de trabajo (Bull 1977, citado en Bellamy 2005).
Es decir, que la base fundamental de la sociedad internacional es la estatalización,
entendida ésta como la fragmentación en entidades soberanas. Materializada y representada
en la Asamblea de las Naciones Unidas:
“Son miembros originarios de las Naciones Unidas los Estados que habiendo
participado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización
Internacional celebrada en San Francisco, o que habiendo firmado previamente la
Declaración de las Naciones Unidas de 1 de enero de 1942, suscriban esta Carta y la
ratifiquen de conformidad con el Artículo 11020
” (Carta de las Naciones Unidas,
1945).
“Podrán ser miembros de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de la
paz que acepten las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la
Organización, estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen
dispuestos a hacerlo” (Carta de las Naciones Unidas, 1945).
En consecuencia, el respeto a los Estados como entidades soberanas y base fundamental de
la sociedad internacional, sigue siendo el principal elemento de búsqueda a través de ese
centro de discusión que se llama la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
20 El artículo 110 de la Carta de las Naciones Unidas establece el procedimiento de ratificación y firma de la
Carta, que deben cumplir todos los Estados que deseen formar parte de la Organización.
25
2. Intervención humanitaria: Definición y primeros debates
Tradicionalmente, la intervención humanitaria ha sido interpretada como un acto en el que
se interviene con el propósito de poner fin a un gobierno que atenta y asesina a su propio
pueblo (Wheeler & Bellamy 2001: 472). Para ello, se toman en consideración los autores y
sus postulados siguientes.
Para R.J. Vincent, teórico de la Escuela Inglesa de relaciones internacionales, la
intervención humanitaria es la actividad llevada a cabo por un Estado, grupo de Estados u
organización internacional que interfiere coercitivamente en los asuntos internos de otro
Estado. Es un evento discreto que tiene un inicio y un final y es dirigido a la estructura de
autoridad del Estado objetivo. No es necesariamente legal o ilegal, pero sí rompe con el
patrón convencional de las relaciones internacionales (Vincent 1974, citado en Wheeler &
Bellamy 2001). En esta definición, no se hace alusión exclusivamente a una intervención
motivada por razones humanitarias, pero es una definición pilar para los propósitos de esta
investigación.
Para J.L Holzgrefe la intervención humanitaria es la amenaza o el uso de la fuerza a través
de las fronteras estatales, por un Estado (o grupo de Estados), con la intención de prevenir o
poner fin a graves violaciones de los derechos fundamentales de los individuos que no sean
sus propios ciudadanos, sin el permiso del Estado dentro de cuyo territorio la fuerza es
aplicada (Holzgrefe 2003:18).
Por su parte y como complemento a lo anterior, Fernando Tesón, considera que la
intervención humanitaria es el uso proporcionado o la amenaza de uso de la fuerza militar
internacional, llevada a cabo por un gobierno liberal o alianza de Estados con el propósito
de poner fin a la tiranía o anarquía. Intervención que es bienvenida por las víctimas de los
abusos existentes (Tesón 2003:94).
Al analizar los conceptos anteriores, se ha adoptado para la presente investigación la
siguiente definición de intervención humanitaria.
26
Actividad llevada a cabo por un Estado, grupo de Estados u organización internacional que,
a través del uso de la fuerza, traspasa las fronteras estatales con la intención de prevenir o
poner fin a graves violaciones de los derechos fundamentales de los individuos que no sean
sus propios ciudadanos. Ciudadanos que han sido transgredidos por su propio gobierno, por
la lucha entre el gobierno y grupos rebeldes o por situaciones en las que el gobierno es
incapaz de establecer una estructura de gobernabilidad.
La intervención humanitaria sigue siendo un tema polémico en la sociedad internacional.
Los principales debates sobre el tema plantean argumentos en pro y contra de tal acción;
por lo tanto, se crea una brecha entre los preceptos morales de la intervención humanitaria.
Por su parte, el Utilitarismo, la doctrina naturalista que considera a las acciones justas si sus
consecuencias son más favorables que desfavorables para todos los interesados, propone
dos líneas de pensamiento: la primera, corresponde a los Acto-utilitaristas que toman a cada
acción humana como motivo de evaluación moral. La justicia de cualquier intervención
humanitaria depende completamente de sus consecuencias (Holzgrefe 2003:21). Para los
acto-utilitaristas la intervención humanitaria es justa, solamente si salva más vidas de las
que toma, y es injusta si toma más vidas de las que salva.
La segunda línea de pensamiento, corresponde a los Norma-utilitaristas para quienes la
justicia de una intervención humanitaria no depende de sus consecuencias, sino de si está
permitido o requerido por una norma, que de seguirse por todos, produce las mejores
consecuencias para todos los interesados (Holzgrefe 2003:23). Es decir, que toman a las
normas como motivo de evaluación moral.
Por otro lado, la Ley Natural, como doctrina naturalista, considera que los seres humanos
poseen deberes morales para con los otros, debido a la humanidad en común. Ésta propone
que no es suficiente para los Estados el abstenerse de violar o perpetrar los derechos
fundamentales de sus propios ciudadanos, sino que, también debe participar en
instituciones que prevengan o detengan las grandes violaciones de los derechos humanos,
donde sea que éstas ocurran (Holzgrefe 2003:27). En ese contexto, se destaca al filósofo
holandés Hugo Grocio, quien en su obra De jure belli ac pacis (1625), fundamenta su
concepción solidaria, en la que los príncipes tenían el derecho, junto a la soberanía, de
27
proteger a los súbditos de otros soberanos cuando se hubiese violado el derecho natural21
.
(Ruiz-Giménez Arrieta 2005:41). Es decir, los soberanos poseían obligaciones más allá de
sus fronteras y connacionales, debido al principio de humanidad compartido por todos los
seres humanos. No obstante, Grocio no dejaba de advertir sobre el peligro de la
intervención humanitaria, como una práctica que escondiera intenciones lucrativas por
parte de los soberanos. A pesar de lo anterior, aún sostenía y reafirmaba que no por tales
conductas, se suprimía el derecho a proteger inocentes.
En contraste, existen otros teóricos de la Ley Natural como el filósofo alemán Christian
Wolff, el filósofo suizo Emerich de Vattel y el filósofo prusiano Immanuel Kant, quienes
consideran que los Estados tienen el deber perfecto de no intervenir. Wolff y De Vattel
destacan la idea de que violar la soberanía de los Estados, es opuesto a la libertad natural
de las naciones, en virtud, de que cada nación es completamente independiente y libre de
gobernarse como crea pertinente. La protección de los súbditos debe ser un deber explícito
de cada soberano y el entrometerse en los asuntos internos de otro Estado, solamente
esconde ambiciones del interventor. A pesar de ello, De Vattel admitió dos excepciones
para la intervención: la primera en defensa del equilibrio de poder, establecido a partir del
Tratado de Paz de Utrecht de 171522
y la segunda, legítima el uso de la fuerza como apoyo
a un pueblo que se rebelara contra su tirano dictador, siempre y cuando, dicho pueblo
solicitara ayuda extranjera.
Por su parte, Immanuel Kant, en su obra La paz perpetua (1795), continúa con la línea de
no intervención, al sostener que el Estado no es un patrimonio, tal como se había
establecido con el principio de legitimidad dinástica durante la Paz de Westfalia23
, sino una
21 El derecho natural o iusnaturalismo es un ordenamiento jurídico fundamentado sobre la naturaleza del ser
humano, en relación con su entorno social. Actualmente, el derecho natural se asocia con los derechos
fundamentales como la integridad física y moral, y la facultad para actuar libremente. En fin, son las garantías
que permiten una vida digna y libre de agravios. 22 Durante los Siglos XVI y XVII, la Casa de Habsburgo gobernó España. El último rey de esa casa fue Carlos II, quien al morir no dejó herederos, lo que ocasionó que franceses y austriacos formaran bandos cada
uno a favor de su candidato a la corona, lo que creó un desequilibrio en Europa (1700-1714). Luego de
numerosas pérdidas territoriales y materiales, las potencias europeas en guerra (Francia, Austria, Inglaterra,
Portugal, Holanda Prusia, España y Saboya) firmaron el Tratado de Utrecht, que ponía fin a la guerra y
establecía directrices de compensación de territorio para alcanzar el equilibrio y la paz, además de reconocer a
Felipe V como nuevo rey de España. 23 El principio de legitimidad dinástica, consistía en reconocer como soberanos a los príncipes, y al Estado
como su patrimonio.
28
sociedad de hombres sobre la que nadie más que ella misma tiene que mandar y disponer
(Ruiz-Giménez Arrieta 2005:46). Consecuentemente, considera que, para que la paz
presidiera en el escenario internacional, es indispensable construir una sociedad universal y
pacífica sobre los principios de soberanía y de no intervención. Al igual que De Vattel,
admitió excepciones al principio de no intervención: la primera, que la intervención fuera
utilizada como legítima defensa, incluso preventiva; la segunda, si fuera en defensa del
equilibrio de poder.
Al analizar detenidamente, la posición de cada una de las corrientes de la Ley Natural y el
contexto histórico en el que manifestaron sus opiniones y en contra posición con los
expertos pensadores de la presente época (Siglos XX y XXI), podría decirse que los
conceptos vertidos respecto al tema de intervención son tan válidos ayer como hoy, ya que
existe aún una disyuntiva clara de parte de Estados y gobernantes acerca de intervenir o no
intervenir en los asuntos particulares de otros, aunque así, exista cualquier cantidad de
víctimas, como en la actualidad. El caso para Guatemala es apoyar cualquier intervención
dirigida por las Naciones Unidas que conlleve a la paz y a la ayuda humanitaria de los
países necesitados, lo cual se apoya en los conceptos de la corriente Utilitarista, donde el
principal propósito sigue siendo salvar más vidas de las que se puedan tomar.
En cuanto a los preceptos legales, el Positivismo Legal es la doctrina normativa
consensualista colectivista que propone, que las normas son justas sólo si son legales, esto
es, si son promulgadas de acuerdo con los procedimientos aceptados (Holzgrefe 2003:35).
Es decir, que las normas serán legítimas solamente si se encuentran dentro del margen de la
ley, lo que de acuerdo al derecho internacional, se expresa en forma de tratados y la
costumbre internacional. Sin embargo, estas normas solamente podrán ser aplicadas si el
Estado ha dado su consentimiento mediante la firma y aceptación de los mismos. De igual
manera, esta doctrina argumenta que una vez firmado el tratado, los Estados participantes
tienen el deber moral de obedecer la ley.
Los postulados anteriores confirman que hay diversas objeciones para legitimar la práctica
de intervención humanitaria. No obstante, falta discutir y analizar en esta investigación los
postulados propuestos por los realistas, cuya teoría es conocida como Teoría Pluralista de la
29
Sociedad Internacional, y los postulados propuestos por los liberales, mejor conocidos
como Teoría Solidaria de la Sociedad Internacional.
Ambas teorías, discuten las condiciones que debe cumplir una operación militar para ser
considera como humanitaria, los riesgos a los que se puede enfrentar un Estado al ser parte
de una operación de este carácter, quiénes pueden ser participes en estas misiones, cómo
deben ser manejados los límites y cuáles deberían ser las restricciones de las operaciones
militares con fines humanitarios y, finalmente cuáles pueden ser las motivaciones, los
fundamentos, la finalidad y los argumentos que los Estados aducen para ser parte de la
intervención humanitaria.
En ese sentido se ha resuelto disponer de los postulados de las teorías Pluralista y Solidaria
de la Sociedad Internacional, debido a que ambas teorías permitirán el enriquecimiento de
la discusión teórica que interesa a la presente investigación.
3. La Teoría Pluralista de la sociedad internacional
El asunto de la intervención humanitaria se plantea en los casos en que un gobierno ha
volteado la maquinaria del Estado en contra de su propio pueblo, o donde el Estado se ha
derrumbado en la anarquía (Wheeler 2000:27). La Teoría Pluralista de la Sociedad
Internacional propone objeciones realistas para la intervención humanitaria. A
continuación, se examinarán los dos postulados principales.
Los teóricos pluralistas insisten en que la sociedad internacional se basa en la aceptación de
una pluralidad de Estados, dentro de un sistema anárquico y cada Estado alberga una
comunidad política, con sus propias ideas y concepciones de justicia (Bellamy 2005:10). Es
por ello, que los principios de la soberanía, de la no intervención y del no uso de la fuerza
deben ser respetados. Esta perspectiva concede a los Estados un marco jurídico y moral en
el que el principio básico es que cada Estado es responsable y libre de escoger y desarrollar
políticas propias, sin interferencias externas.
30
El otro postulado de los pluralistas hace referencia a la falta de consenso por parte de los
Estados en temas sustanciales como los derechos humanos y la distribución de justicia a
nivel internacional. Esto, debido a que las prácticas morales y los temas “sustanciales” son
construidos sobre percepciones culturales. Por tanto, no deben ser tomados como
universales, ya que los principios y percepciones culturales de los Estados no son los
mismos dentro de la sociedad internacional.
Los dos postulados anteriores conforman los pilares de la sociedad internacional pluralista.
Sin embargo, aún dentro ellos, se encuentran cuatro objeciones clave que permiten una
mejor comprensión de la pertinencia de la intervención humanitaria dentro de la sociedad
pluralista.
3.1. Los Estados no intervienen por razones humanitarias primeramente
La preocupación de los pluralistas es que, en la ausencia de un consenso internacional sobre
las reglas que rijan la práctica de la intervención humanitaria unilateral, los Estados
actuarán según sus propios principios morales y debiliten así el orden internacional basado
en los principios de soberanía, de la no intervención y del no uso de la fuerza (Wheeler
2000:29).
Esta primera objeción se basa en el postulado realista de que los Estados solamente
persiguen sus intereses nacionales. Por lo tanto, la intervención humanitaria es motivada
por lo que los Estados juzgan ser de interés nacional para ellos. Consecuentemente, a
menos que un Estado considere que sus intereses nacionales se encuentran amenazados,
éste no intervendrá, no arriesgará a sus soldados ni pondrá en juego altos costos
económicos.
Desde otro punto de vista, los realistas consideran que, si bien pueden existir
consideraciones humanitarias en la motivación de los gobiernos para intervenir, los Estados
no aplicarán la fuerza, a menos que juzguen que hay intereses vitales en juego. Esta
objeción reconoce la realidad de los intereses de los Estados y su poder, además de sus
debilidades, en cuanto a hacer del humanitarismo dependiente de las consideraciones
31
geopolíticas estratégicas24
(Wheeler 2000:30). Es decir, que un Estado podría adjudicar a
cualquier acción un valor humanitario cuando en la realidad se está tras la persecución de
un interés específico que apoye su poder nacional.
El teórico Michael Walzer, reconoce la importancia de esta objeción, para lo cual expone
que a menos, que los derechos humanos sean parte de la seguridad nacional, no se puede
esperar una intervención.
3.2. El problema del abuso
Esta objeción se encuentra relacionada con la anterior. Los realistas, consideran que la
intervención humanitaria no debe ser una excepción al principio del no uso de la fuerza,
establecido en el artículo 2 (4) de la Carta de las Naciones Unidas, ya que los Estados
podrían abusar de ella. Por lo tanto, la intervención sería utilizada como una máscara
protectora de los verdaderos motivos por los cuales los gobiernos intervienen. Los Estados
manejarían preocupaciones humanitarias, de esta manera, los intereses nacionales pasarían
desapercibidos. Consecuentemente, se haría de la doctrina de intervención, un arma que
los fuertes usarían en contra del débil (Wheeler 200:30).
3.3. El problema de la selectividad
El problema de la selectividad está íntimamente relacionado con la objeción de que los
Estados no intervienen por razones humanitarias primeramente. Para los realistas los
Estados aplicarán los principios de intervención humanitaria selectivamente, lo que resulta
en una falta de coherencia en la política de intervención (Wheeler & Bellamy 2001:474). El
problema de la selectividad se atribuye a que los intereses nacionales de los gobiernos son
los que determinan la política exterior, que al final, es a través de esta política que un
24 Tal es el caso, de la intervención de la Fuerza Multinacional, comandada por Estados Unidos en 1994 en la República de Haití. Hasta el día de hoy, Estados Unidos no ha salido de la República caribeña a pesar de los
esfuerzos de la ONU para estabilizar el país. De acuerdo a los expertos, la permanencia de Estados Unidos se
puede adjudicar a motivos geoestratégicos, esto debido a que dentro del territorio haitiano aún existen
regiones en las que gobierna la anarquía y que permite el tránsito ilegal de armas y narcóticos, además, la
presencia en el territorio haitiano le otorga cierto grado de control en la región caribeña y cercanía hacia
Cuba. Por otra parte, le permite a Estados Unidos controlar el flujo de migrantes que desean buscar asilo
debido a las condiciones precarias en las que viven dentro de su propio país. (Fuente: expertos del grupo de la
sociedad civil entrevistados durante el proceso de la investigación).
32
Estado regula sus relaciones internacionales. De este modo, se atribuye que la intervención
tendrá lugar sólo si los intereses nacionales se encuentran en juego.
Otros teóricos pluralistas como Franck y Rodley, argumentan que la intervención
humanitaria puede aumentar el riesgo de que los Estados apliquen la selectividad en sus
intervenciones. Lo que podría crear un problema al no otorgar la misma importancia a
todos los casos de abusos. Consecuentemente, habría una incongruencia en el nivel de
respuesta condicionada por los principios morales e intereses nacionales en juego.
3.4. Los Estados no deben arriesgar la vida de sus soldados para salvar a extranjeros
Según Wheeler (2000), los teóricos realistas como Bhikhu Parekh y David Hendrickson
argumentan que si un gobierno ha caído en anarquía o si se comporta de manera espantosa
en contra de sus habitantes, la responsabilidad moral de realizar un cambio recae en los
mismos ciudadanos y los líderes políticos de esos Estados en forma exclusiva. En este
sentido, los extranjeros no tienen obligación de intervenir, aún si creen tener la capacidad
de prevenir o mitigar los abusos. Lo anterior, se basa en la idea que los Estados no tienen
que arriesgar la vida de sus soldados o personal no militar para salvar extranjeros. Esto
significa que la seguridad primaria de cada soldado, recae sobre la responsabilidad de cada
nación que envía individuos a luchar por la paz.
Franck y Rodley, por su parte, proponen que los líderes estatales y públicos no tienen la
obligación moral de detener atrocidades más allá de sus fronteras. Mientras tanto, Samuel
P. Huntington argumenta que la única justificación de un Estado para arriesgar la vida de
sus soldados, es en defensa del interés nacional. Por tanto, los Estados no deberían
arriesgar ni siquiera la vida de un solo hombre para salvar a miles o cientos de miles de
seres humanos que no son sus connacionales (Wheeler 2000:31).
Si bien los Estados son libres de tomar sus propias decisiones y de arriesgar la vida de sus
soldados según lo consideren pertinente, no existe garantía contra el fracaso de la
intervención que defiende valores humanitarios ni garantía para el regreso de todos los
soldados participantes en la intervención. David Hendrickson argumenta que incluso
pérdidas moderadas serían políticamente insostenibles dentro de cualquier política
33
democrática, esto, a razón de las presiones que pueda generar la opinión pública al interior
de los Estados en contra de la intervención y sus altos costos.
Por su parte, la Teoría Solidaria de la Sociedad Internacional, plantea una serie de
argumentos a favor de la intervención humanitaria, sin embargo, propone que las
intervenciones deben cumplir con requisitos para ser contadas como humanitarias.
4. Teoría Solidaria de la sociedad internacional
En contraste con la teoría Pluralista de la Sociedad Internacional, la teoría Solidaria de la
Sociedad Internacional argumenta que los Estados tienen un derecho legal y una obligación
moral de intervenir en casos excepcionales que atenten contra los estándares mínimos de
humanidad (Wheeler & Bellamy 2001:475). Los teóricos solidarios fundamentan su
argumento en el vasto régimen contemporáneo de derechos humanos, el cual determina
métodos para la vigilancia en el cumplimiento de dichos derechos, así como normas y
sanciones para la infracción de los mismos.
Es por ello que, la concepción solidaria de la sociedad internacional sostiene que las
diversas comunidades que la componen pueden y deben llegar a un acuerdo, respecto a las
prácticas morales y temas sustanciales, a fin de cumplir con los estándares mínimos de
humanidad. Asimismo, consideran que el propósito principal de los Estados y los
gobiernos es proteger y garantizar los derechos humanos intrínsecos de cada persona.
En consecuencia, los gobiernos y las personas que ejercen el poder y que violan estos
derechos, han socavado la razón que justifica su poder político y por lo tanto, no deben ser
protegidos por el derecho internacional (Tesón 2003:93). De igual manera, no debe
permitirse a los infractores que atentan contra los valores de la humanidad, el escudarse
detrás del principio de la soberanía, ya que la soberanía es un instrumento que sirve para
valiosos fines humanos (Tesón 2003:93).
Fernando Tesón (2003), teórico solidario, entiende que todas las personas poseen derechos
fundamentales, lo que también conlleva responsabilidades: “Todos tenemos la obligación
34
de respetar los derechos de los demás, la obligación de promoverlos y, dependiendo de las
circunstancias, el imperativo de rescatar a las víctimas de la tiranía y anarquía. Por ello, se
adquiere un derecho de intervención, producto de las obligaciones que se tienen como seres
humanos.
Para complementar la discusión anterior, Wheeler (2000), expone cuatro requerimientos
básicos que los teóricos solidarios consideran que las intervenciones deben cumplir para ser
consideradas como humanitarias.
4.1. Debe existir una emergencia humanitaria suprema
Definir una emergencia humanitaria suprema en cantidades de afectados, es una tarea
difícil, debido a que puede resultar ser una medida arbitraria. No obstante, es importante
realizar una distinción entre las violaciones a los derechos humanos que suceden día a día y
aquellas violaciones que resaltan como actos extraordinarios de violencia y brutalidad que
son categorizados como crimines de lesa humanidad.
Según Tesón (2003), una emergencia humanitaria suprema es aquella situación donde un
Estado ha perdido el control por la violación de sus propios principios morales y políticos.
Esta situación se caracteriza por dos particularidades, la primera es la anarquía, entendida
como la ausencia total de orden social que conduce inevitablemente a una guerra de todos
contra todos, marcada por las violaciones masivas a la dignidad humana; y la segunda, es la
tiranía que además de sumarse a la anarquía, es una traición a los propósitos por los que
existen los gobiernos.
Los teóricos solidarios como Thomas Pogge, Nancy Sherman y Allen Buchanan25
argumentan que la grave violación de los derechos civiles y políticos de las personas,
genera obligación en otros; obligación de hacer respetar, promover y asegurar que otros
25 Thomas Pogge sostiene que se tiene el deber de garantizar la existencia de instituciones que protejan los
derechos humanos tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales, en virtud de la existencia de una
estructura global que crea vínculos de todo tipo con las personas que no son connacionales. Nancy Sherman
vincula la obligación de garantizar la protección de los derechos fundamentales de los extranjeros a la
pertenencia común de una comunidad moral global que crea un sentimiento de empatía hacia el sufrimiento
de los otros. Finalmente, Allen Buchanan argumenta que se tiene el deber natural de justicia para asegurar que
todos los seres humanos, como agentes morales tengan acceso a una vida digna y acceso a instituciones de
protección de los derechos fundamentales.
35
actores hagan respetar tales derechos. No por los gobiernos, sino por las víctimas de las
violaciones.
La anterior justificación para la intervención humanitaria desde el punto de vista de la
teoría solidaria, encamina el dilema al momento en el que debe realizarse la intervención.
La pregunta a la que se enfrentan los teóricos es ¿Debe esperarse a que las atrocidades de
las violaciones de los derechos fundamentales sucedan o debe intervenirse de manera
preventiva? Históricamente, las graves violaciones de derechos humanos han sido incitadas
por motivos de cultura, raza y religión26
; no obstante, en la mayoría de los casos, la
intervención llegó tarde. Si bien, la intervención es justificada en los casos donde se ha
visto claramente una violación en masa de los derecho humanos, los teóricos solidarios
argumentan que los gobiernos no deben esperar a que miles de personas mueran para
intervenir, siempre y cuando haya una clara evidencia de una masacre eminente. Sin
embargo, a pesar de estar de acuerdo en que los Estados tienen la obligación moral de
intervenir en casos donde suceden claras violaciones a los derechos humanos, aún no ha
sido posible llegar a un acuerdo respecto a lo que cuenta como clara evidencia.
La falta de consenso de lo que cuenta como una clara evidencia, se debe a las diferentes
perspectivas y opiniones que pueda generar una acción determinada como lo pueden ser las
amenazas e incitaciones de conflicto o de violencia entre Estados, o bien, entre pueblos
dentro de un mismo territorio. Para muchos líderes políticos las amenazas o incitaciones
pueden ser una clara evidencia de un conflicto que socave en violaciones a los derechos
fundamentales y para otros, puede ser simplemente un discurso de persuasión e
intimidación que no llegue a materializarse.
26 Se hace referencia a los sucesos históricos (entre muchos otros) de los genocidios ocurridos con bases
culturales, raciales y religiosas de la Alemania nazi en contra de la población judía de la Europa ocupada en el
período de la Segunda Guerra Mundial(con una cifra de seis millones de judíos muertos en los campos de
exterminio y concentración), la limpieza étnica de la República de Ruanda en 1994, en la que el
autoproclamado gobierno Hutu, asesinó y obligó el desplazamiento de más de 800,000 ciudadanos tutsis; y las
graves violaciones a los derechos humanos contra la población Kurda por autoridades iraquíes en 1988,
durante la cual se estiman que hubo más de 100,000 víctimas mortales.
36
4.2. El uso de la fuerza debe ser como último recurso
Para Rodley (1992), los dirigentes de los Estados involucrados en la intervención, antes de
recurrir a una intervención armada, primero deben agotar todos los medios pacíficos de
negociación, y determinar posteriormente que la intervención es la única manera para poner
fin a las violaciones de los derechos humanos.
El dilema de esta condición recae en la realidad que, mientras los dirigentes de los Estados
se sumergen en la búsqueda de soluciones pacíficas; las violaciones, las muertes y los
desplazamientos continuarán. Por lo tanto, esta condición responsabiliza a los interventores
para que se aseguren de haber agotado todos los medios de negociación existentes en el
menor tiempo posible, antes de recurrir al uso de la fuerza para detener los abusos.
El inicio el uso de la fuerza no significa que las partes deban desistir de las negociaciones
que puedan poner fin a los abusos. Al mismo tiempo y como parte de la obligación moral
que los Estados poseen deben siempre seguir buscando el cumplimiento de sus fines
humanitarios mediante medios pacíficos. Esto porque el uso de la fuerza, a pesar de tener
resultados inmediatos, también puede producir efectos colaterales negativos.
4.3. El requisito de proporcionalidad
Debido a que resulta muy difícil determinar a priori los resultados de una intervención
armada, se ha establecido el principio de proporcionalidad, esto, con el fin de evitar una
escalada innecesaria de la violencia.
Según Rodley (1992), el principio de proporcionalidad requiere que la gravedad y el
alcance de las violaciones a los derechos fundamentales estén a un nivel razonable de
cálculo de pérdida de vidas, destrucción a la propiedad, aplicación de recursos y gastos que
pueda generar la intervención. Es decir, que el requisito indispensable para el uso de la
fuerza en una intervención es que el nivel de la fuerza a utilizar, no supere el daño para lo
que fue dispuesta la intervención.
Sobre la base de lo expresado antes, surgen los dilemas de si el uso de la fuerza puede
servir para fines humanitarios o si la aplicación de la fuerza es una contradicción a la
37
misma acción humanitaria. Además, hay que determinar qué puede considerarse como un
objetivo militar legítimo. Las intervenciones humanitarias tienen como propósito poner fin
a las graves violaciones de los derechos fundamentales del ser humano. Sin embargo,
cuando un gobierno se ha sumido en la anarquía y la tiranía y habiéndose agotado todos los
recursos pacíficos para poner fin a tan indeseable situación, se ha de recurrir al uso de la
fuerza. Por lo anterior, la acción de intervenir pasa a tomar el carácter de una operación
militar con fines humanitarios.
Dentro de ese contexto, se encuentra la doctrina del doble efecto. Ésta hace distinción entre
las acciones que pretenden resultados negativos, que dan lugar a la culpabilidad moral, y las
acciones aquellas cuyos resultados no fueron planeados. Es decir, que el daño colateral
proporcional no intencionado, como lo es la muerte de civiles, daño a la propiedad privada
y cultural causado por la intervención, no origina culpabilidad moral27
, ya que el objetivo
de la intervención es rescatar a las víctimas de la anarquía y la tiranía (Tesón 2003:116).
De acuerdo con esta doctrina, será legítimo el acto donde mueran personas inocentes,
solamente si cumple con tres condiciones (Tesón 2003:115-16):
a. Si el acto conlleva buenas consecuencias, como la neutralización de soldados
enemigos en la guerra justa28
.
b. Si las intenciones del interventor son humanitarias, es decir que debe querer
alcanzar las buenas consecuencias. Cualquier daño colateral, como la muerte de los
no combatientes, no debe ser intencionado.
27 La culpabilidad moral depende de las circunstancias en las cuales se perciben los efectos colaterales. Esto
es, desde el punto de vista de los teóricos solidarios quienes opinan que la intervención humanitaria,
entendida como una obligación moral de ayudar a otros, acepta que a veces, el causar un daño colateral a
personas inocentes y/o propiedades es justificado, siempre y cuando, ese daño no fuera intencional, ni con el
propósito de alcanzar objetivos mayores (egoístas), que no correspondan a la finalidad de la intervención, sino
como parte del cumplimiento normativo de los principios morales en los que fue dispuesta la acción (Tesón
2003:117). 28 Los primeros cristianos estaban divididos en su actitud hacia el uso de la fuerza militar por parte del
Estado... Pero, fueron San Ambrosio y San Agustín, quienes escribieron sobre la antigua doctrina romana de
la “guerra justa”, y la bautizaron como “la triste necesidad a los ojos de los hombres de principios” (Dougerty
& Pfaltzgraff 1993:205). Los filósofos escolásticos de la edad media, adoptaron la doctrina de la “guerra
justa” como la decisión de los gobernantes de entrar en guerra, siempre y cuando estuvieran moralmente
seguros de que su causa fuera justa (just ad bellum) (Dougerty & Pfaltzgraff 1993:206), en situaciones cuando
el gobernante del país vecino hubiera asaltado los derechos jurídicos de los ciudadanos. La guerra justa debía
cumplir con el requisito de proporcionalidad, es decir, no causar más daño del que se pretende acabar.
38
c. Si las consecuencias del acto, tales como la muerte de los soldados enemigos
superan los efectos colaterales.
Consecuentemente, se entiende el uso de la fuerza dentro de la intervención humanitaria,
como la acción que pretende el maximizar el respeto de los derechos fundamentales, bajo la
prohibición de no concebir deliberadamente a personas civiles como objetivos de combate,
sino de protección.
4.4. El uso de la fuerza como una probabilidad para alcanzar resultados humanitarios
positivos
Para Tesón (2003), los resultados humanitarios positivos se caracterizan por el hecho de si
la intervención logró rescatar a las víctimas de la agresión y si el respeto por los derechos
fundamentales fue restaurado. Esto último, se traduce en la construcción y fortalecimiento
de las directrices políticas que fallaron y contribuyeron al surgimiento de la emergencia
humanitaria.
En casos típicos, como en las Operaciones de Mantenimiento de Paz de las Naciones
Unidas, el interventor no sólo salva vidas, aunque en efecto ésa es la norma, sino que
también está ayudando a restablecer la justicia y los derechos fundamentales, además de
restaurar las instituciones políticas más prominentes del Estado (Tesón 2003:117). Por lo
tanto, el ayudar a las víctimas de las violaciones va más allá de restablecer el respeto a los
derechos fundamentales, A la vez trata de restaurar los estándares mínimos de justicia y las
prácticas políticas adecuadas que colaboren a un bienestar general.
Dentro de este contexto, la ayuda humanitaria destinada a proveer medicinas y alimentos, si
bien es deseable, solamente logra calmar la crisis por un período de tiempo muy corto. Sin
embargo, al restaurar la justicia, las instituciones democráticas y las instituciones que velan
por el respeto y el cumplimiento de los derechos fundamentales, puede resultar factible que
se propicie un ambiente político más estable para la sociedad en conflicto, y en este sentido,
la intervención humanitaria habrá valido la pena.
39
5. La Intervención Humanitaria como actividad legítima dentro de la Sociedad
Internacional: Análisis preliminar
Los razonamientos desarrollados por los teóricos pluralistas, también conocidos como
restriccionistas29
, que argumentan que no debe intervenirse porque los Estados podrían
abusar del poder otorgado por la intervención, y por otro lado, los argumentos de los
teóricos solidarios, conocidos como contra-restriccionistas30
, que amparan un derecho
moral para intervenir, basado en el principio de humanidad compartido por todos, son tan
sólo una parte de la controversia entre ambas teorías. El dilema principal sobre la
legitimidad de la intervención humanitaria en la sociedad internacional, consiste en aceptar
la acción de intervenir haciendo uso de la fuerza como una actividad legal exenta de la
prohibición del no uso de la fuerza, establecido en el Artículo 2 (4) de la Carta de las
Naciones Unidas31
.
Los restriccionistas señalan que la práctica estatal en el período posterior a la Carta de las
Naciones Unidas, no es compatible con el derecho legal32
de la intervención humanitaria
unilateral (Wheeler 2000:44). Para lo cual, se fundamentan en las declaraciones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, respecto a la no injerencia en los asuntos
soberanos de los Estados.
La declaración de 1965, sobre la inadmisibilidad de la intervención en los asuntos internos
de los Estados y protección de su independencia y soberanía expone:
29 Los restriccionistas son los abogados internacionales, que aseguran que la intervención humanitaria es una
violación al Artículo 2 (4) de la Carta de las Naciones Unidas y que además es ilegal ante el derecho
internacional consuetudinario. 30 Los contra-restriccionistas son los abogados internacionales, que argumentan que existe un derecho legal de
intervención humanitaria, tanto en la Carta de las Naciones Unidas, como en el derecho internacional
consuetudinario. 31 El Artículo 2 (4) de la Carta de las Naciones Unidas, establece: “Los Miembros de la Organización, en sus
relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad
territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los
Propósitos de las Naciones Unidas”. (Carta de las Naciones Unidas, 1945). 32 El derecho legal hace referencia al derecho internacional también llamado derecho internacional público.
Este derecho internacional, se reconoce como el ordenamiento jurídico que regula las relaciones entre
entidades soberanas, de los cuales sobresalen los Estados, las relaciones entre Estados y entes Internacionales
que sin querer ser Estados en el sentido pleno de la palabra, reciben tratamiento de Estados (Ochaita 2010:21).
40
“Considerando que las Naciones Unidas, de conformidad con su anhelo de eliminar
la guerra, las amenazas a la paz y los actos de agresión, crearon una organización
basada en la igualdad soberana de los Estados, cuyas relaciones de amistad deberían
fundarse en el respeto a los principios de la igualdad de derechos, la libre
determinación de los pueblos y en la obligación de sus Miembros a no recurrir a la
amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia
política de cualquier Estado,”
…Declara solemnemente
“Ningún Estado tiene derecho de intervenir directa o indirectamente, por
cualesquiera motivos que sea, en los asuntos internos o externos de cualquier otro
Estado. Por lo tanto, no solamente la intervención armada, sino también cualesquiera
otras formas de injerencias o de amenaza atentatoria a la personalidad del Estado, o
de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen, están
condenadas. ”
La declaración de 1970, sobre el fortalecimiento de la seguridad internacional, reafirma
solemnemente:
“Los Estados deben respetar plenamente la soberanía de otros Estados y el derecho
de los pueblos a determinar sus propios destinos sin intervención, coerción ni
coacción externas, especialmente las que entrañen la amenaza o el uso, ya sea abierto
o encubierto, de la fuerza y abstenerse de toda tentativa encaminada a quebrantar
parcial o totalmente la unidad nacional y la integridad territorial de cualquier otro
país.”
Y finalmente, la declaración de 1987, sobre la inadmisibilidad de la intervención y la
injerencia en los asuntos internos de los Estados reafirma:
“Que la plena observancia del principio de la no intervención y la no injerencia en
los asuntos internos y externos de los Estados, tiene suma importancia para el
41
mantenimiento de la paz y la seguridad internacional y para el cumplimiento de los
propósitos y principios de la Carta.”
… El principio de la no intervención y la no injerencia en los asuntos internos y externos de
los Estados abarca los siguientes derechos y deberes:
“El deber de los Estados de abstenerse de recurrir en sus relaciones internacionales a
la amenaza o al uso de la fuerza, en ninguna forma, para violar las fronteras
internacionalmente reconocidas de otro Estado, perturbar el orden político, social o
económico de otros Estados, derrocar o cambiar el régimen político de otro Estado o
su gobierno, provocar tensiones entre los Estados o privar a los pueblos de su
identidad y patrimonio cultural.”
Los teóricos pluralistas, dentro del derecho internacional que constituyen las declaraciones
de la Asamblea General de las Naciones Unidas, encuentran tres fundamentos para
ilegitimar la intervención. El primero, la intervención sobre regímenes o gobiernos
legítimos está prohibida. El segundo, aunque en algunos casos sea un error no intervenir, la
intervención no sucederá por la necesidad de respetar la soberanía del Estado objetivo y, el
tercero, siendo la guerra la máxima forma de violencia, resulta contradictorio que aquellos
que están comprometidos en el respeto de los derechos humanos utilicen la guerra como
medio para salvar vidas (Tesón 2003: 95,6- 99).
Pese a que los teóricos pluralistas manifiestan una realidad Estatal, tomando como base el
principio de soberanía, en la realidad de los tiempos actuales no sucede tal como ellos
argumentan, ya que el no participar en el establecimiento de la paz de un país o de grupos
étnicos, es tomado por la comunidad internacional como una forma de indiferencia ante el
sufrimiento y posible mortandad de cualquier grupo de personas. En tal virtud, todos
aquellos que sean signatarios de la Carta de las Naciones Unidas, poseen una obligación
moral de ayudar a los pueblos a vivir en paz, tema que este estudio enfoca.
42
A manera de ejemplo, se mencionan las operaciones de imposición de la paz que han sido
conducidas por fuerzas multinacionales autorizadas por el Consejo de Seguridad33. Por
consiguiente, son amparadas por un estatus de legalidad y legitimidad. Pero, las acciones
individuales que los Estados puedan tomar de forma unilateral, quizás persiguiendo
únicamente sus intereses nacionales, no alcanzan esa legitimización que indique una
voluntad de socorro humanitario.
Por su parte, los contra-restriccionistas argumentan que el origen de la doctrina de
intervención se encuentra en el período previo a la Carta de las Naciones Unidas, en el
Siglo XVII, al comienzo del período del Estado-nación y el surgimiento de la soberanía. En
este contexto, se sitúan los escritos del abogado internacional Hugo Grocio, quien considera
que los derechos del soberano están limitados por principios de humanidad (Wheeler
2000:45). Además, afirma que es legítimo recurrir a una guerra por causas justas, cuando
un tirano abusa de su pueblo, a fin de restituir el orden y la justicia. En adición,
fundamentan que la legitimidad de la intervención se establece en los principios y
propósitos de la misma Carta de las Naciones Unidas:
“Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales
de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo
del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin
hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión” (Carta de las Naciones
Unidas, 1945).
“Todos los miembros se comprometen a tomar medidas conjuntas o separadamente,
en cooperación con la organización, para la realización de los propósitos consignados
en el Artículo 5534
.” (Carta las de Naciones Unidas, 1945).
33 Tal es el caso de la fuerza multinacional que arribó a la República de Haití en 1994. Véase: Guatemala y su
primera participación en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, página 13. 34 El artículo 55 de la Carta de las Naciones Unidas trata sobre las condiciones que debe proveer la
organización para las relaciones de amistad pacíficas entre las naciones. No obstante, resalta el inciso C: “El
respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, sin hacer distinción por motivos de
raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades” (Carta de las Naciones Unidas,
1945).
43
Utilizando los artículos anteriores como fundamento de su argumento, los contra-
restriccionistas niegan que la prohibición del uso de la fuerza sea ius cogens35, además,
argumentan que existe la costumbre en el período previo y post de la Carta de las Naciones
Unidas, que apoya la norma de intervención humanitaria unilateral36 (Wheeler 2000:45).
Según Wheeler (2000), si la doctrina de intervención humanitaria unilateral, es parte del
derecho internacional, entonces, se habría de esperar que los Estados aleguen
justificaciones humanitarias en cualquier caso, y de esta forma, validar la acción.
Los restriccionistas, consideran que los Estados esconderían los verdaderos motivos para
intervenir, detrás de una bandera que defiende los derechos fundamentales. Por lo tanto,
considerando que los Estados deben justificarse y legitimar su acción mediante la defensa
de los motivos de la intervención; es de suma importancia el supervisar los resultados de la
misma, ya que, siempre y cuando se ha justificado una acción como humanitaria y que los
ejecutores han hecho todo lo que está en su poder para no demostrar contradicción entre sus
motivos humanitarios y el verdadero carácter de la intervención, la intervención podría ser
contada como legítima incluso si ésta termina en desastre.
Es por esta razón, que los restriccionistas argumentan que las intervenciones humanitarias,
sin la autorización del Consejo de Seguridad, son ilegítimas e ilegales. Además de
argumentar la ilegalidad del uso de la fuerza que se establece en el artículo 2 (4) de la Carta
de las Naciones Unidas, ya que es una violación a la integridad, a la soberanía y a la
independencia política de los Estados. Reconocen que solamente el Consejo de Seguridad
está legalmente facultado para autorizar un despliegue militar a fin de intervenir en casos
especiales, bajo el amparo del capítulo VII de la Carta, siempre y cuando se haya cumplido
primeramente con el artículo 39 del mismo capítulo.
“El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz,
quebrantamiento de la paz o acto de agresión y hará recomendaciones o decidirá qué
35 Los restriccionistas alegan que la prohibición de la intervención es ius cogens. Esto significa que la
prohibición de la acción es una regla que ha sido aceptada y reconocida como tal por la comunidad
internacional de Estados, pero la carga de probar la aceptación y el reconocimiento queda a quien la invoca
como tal…puede tener su origen en los tratados y en la costumbre (Larios 2010:36). 36 Los contra-restriccionistas hacen referencia a las intervenciones del Siglo XVIII, bajo la aceptación de la
Conferencia de Paris de 1860. Véase: Las primeras intervenciones humanitarias, página 6.
44
medidas serán tomadas de conformidad con los Artículos 41 y 42 para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales” (Carta de las Naciones Unidas,
1945).
Por ello, los restriccionistas reconocen las intervenciones como legítimas, solamente si son
consecuencia de una amenaza para la paz y la seguridad internacional.
Los contra-restriccionistas refutan el argumento anterior mediante dos respuestas, la
primera tiene bases morales. Argumentan que la intervención humanitaria sucede en casos
cuando las preocupaciones éticas deben prevalecer sobre la legalidad, y que si bien,
siempre debe buscarse la autorización del Consejo de Seguridad, en casos de suprema
emergencia humanitaria, el requisito legal puede ser anulado.
Wheeler (2000) considera que este dilema, pone en relieve las limitaciones normativas del
sistema internacional de derecho. Además, este argumento induce a los Estados a violar la
ley, cuando existen necesidades de humanidad común. Wil Verwey apoya esta noción, ya
que considera que el aceptar el conflicto entre la legalidad y la moralidad implica el
reconocimiento de que el derecho internacional es incapaz de garantizar el respeto de las
normas de la moral socialmente indispensables.
La segunda respuesta de los contra-restriccionistas es que, el derecho internacional debería
reconocer el derecho para la intervención humanitaria. La lucha hacia el respeto de los
derechos fundamentales debe ser clasificada como de primera categoría, a la par de la paz y
seguridad internacional. Igualmente, argumentan que el preámbulo de la Carta de las
Naciones Unidas, y los artículos 1 (3), 55 y 56 imponen una obligación legal a los Estados
miembros para cooperar en la promoción de los derechos humanos. Consecuentemente,
consideran que el Consejo de Seguridad tiene el derecho legal de autorizar la intervención
humanitaria independientemente si se ha encontrado una amenaza para la paz y la
seguridad internacional, bajo la norma del artículo 39. (Wheeler 2000:42).
Una vez que se ha indagado en el primer dilema, respecto a la legalidad de la intervención
humanitaria dentro de la sociedad internacional. Ahora, se inquiere en la segunda
disyuntiva entre restriccionistas y contra-restriccionistas.
45
Entonces, el segundo dilema que sostienen los restriccionistas y los contra-restriccionistas
es el problema de la selectividad. Es importante hacer distinción entre las acciones que son
selectivas porque se está privilegiando los intereses egoístas sobre la defensa de los
derechos fundamentales y las acciones selectivas, debido a preocupaciones prudenciales.
Jackson, R hace una importante distinción entre la prudencia instrumental, que es la
prudencia donde los líderes piensan explícitamente en ellos mismos y los intereses de sus
regímenes; y la prudencia normativa, que es la prudencia donde se toma en consideración a
cualquier persona cuyos derechos, intereses y bienestar dependen de las decisiones y
acciones aplicadas por los líderes del Estado (Jackson [inédito] en Wheeler 2000:48).
Los restriccionistas consideran que los gobiernos no tienen la autoridad para comprometer
los recursos colectivos del Estado en una intervención humanitaria, porque no poseen
obligación hacia los extranjeros (Tesón 2003:123). Por lo tanto, los Estados deben buscar
satisfacer solamente los intereses de sus ciudadanos. De lo contrario, estarían faltando y
violando su deber fiduciario. Por eso, los Estados no deben poner atención a las opresiones
que suceden fuera de su territorio. Argumentan también que los gobiernos no tienen el
derecho de obligar a sus ciudadanos a luchar por la libertad de los extranjeros.
Los restriccionistas hacen una distinción moral entre actos y omisiones. Alegan que
aquellos que intervienen es muy probable que causen más daños, como la muerte de
inocentes y la destrucción material; mientras, que aquellos que no intervienen no colaboran
a más atrocidades, sino que ésas, solo pueden ser atribuidas al tirano. Este argumento, parte
de la idea de que matar es moralmente más culposo que dejar morir. (Tesón 2003:119) Es
decir, que si un gobierno no actúa para detener el sufrimiento más allá de sus fronteras, no
tendrá culpabilidad moral porque no estará participando en el agravio, pero, si decide
intervenir, seguramente causará daños colaterales. Por lo tanto, estará participando en el
agravio de la emergencia. Por eso exponen que la intervención humanitaria, no debe ser una
práctica legal.
Por su parte, los contra-restriccionistas consideran que un actor que se rehúsa a intervenir
para poner un fin a las atrocidades no es moralmente tan culpable como el perpetrador de
los abusos. Pero, el actor no es exonerado de su responsabilidad de ayudar a otros (Tesón
46
2003:122). Buchanan (1999) rechaza la posición de los restriccionistas. Además argumenta
que todos tienen un deber natural de contribuir a la inclusión de todas las personas y que
los Estados deben ser vistos propiamente como instrumentos de justicia. Por lo tanto, deben
promover los derechos fundamentales en otras sociedades, siempre y cuando, sea a un costo
razonable.
La Teoría Solidaria de la Sociedad Internacional considera que una emergencia suprema
sucede cuando los seres humanos se enfrentan al genocidio y a asesinatos fundamentados
en la limpieza étnica o religiosa. Las emergencias humanitarias supremas son situaciones
extraordinarias donde los civiles de otro Estado se enfrentan al peligro inminente de perder
sus vidas (Wheeler 2000:52). Por esa razón, se juzga que estos regímenes despóticos han
perdido la legitimidad y, por consiguiente, ya no deben ser protegidos por el principio de
soberanía.
No se puede obligar a los ciudadanos de un Estado a luchar y posiblemente a perder la vida
por los extranjeros. Con relación a esto, se presentan dos argumentos. El primero es
conocido como el fuerte, que propone que los ciudadanos de un Estado son dignos de ser
defendidos, solamente si ellos también se levantan espontáneamente en contra de su
agresor, también está el otro argumento que ampara a quienes deciden no pelear. Están en
su derecho y deben ser dejados solos. Y el segundo argumento, que es conocido como el
débil, sostiene que el uso de la coerción para forzar a las personas para que peleen en
defensa de su propio Estado (defensa propia), es justificado, pero utilizar la coerción para
forzar a personas para que luchen en la defensa de la libertad de extranjeros no es
justificado (Tesón 2003:125).
Fernando Tesón (2003) observa que si un gobierno decide enviar fuerza militar para la
intervención, debe enviar soldados voluntarios. Esto, debido a que si los solados han
decidido ser parte de la intervención voluntariamente, eso significa, que han consentido en
ir a pelear en casos donde el gobierno cree tener suficientes razones morales para hacerlo.
Nicholas Wheeler (2000) considera que en cuanto a poner en peligro la vida de las fuerzas
armadas de un Estado siempre se enfrentarán al dilema, ya conocido por los pluralistas y
solidarios relacionado con las concepciones morales de responsabilidad hacia los
47
extranjeros. Una vez que se ha decido que la intervención es moralmente justificada, los
Estados podrían estar invalidando su responsabilidad de proteger a sus propios ciudadanos
y poner sus vidas en peligro para salvar las vidas de civiles fuera de sus fronteras. A pesar
de, sólo porque los gobiernos sean selectivos en sus intervenciones, no precisa que las
justificaciones de los Estados para intervenir deban ser tratadas como falsas.
El tercer dilema hace referencia al cruce de fronteras que representa la intervención
humanitaria, los restriccionistas discurren que una vez que las fronteras han sido cruzadas
mediante la fuerza, el carácter de la acción no es de rescate ni humanitario, sino que es una
guerra (Tesón 2003:103). La razón más importante de esta idea, tiene que ver con la
soberanía del territorio y la legitimidad del contrato social. Immanuel Kant escribió al
respecto: “Ningún Estado con una existencia independiente, ya sea grande o pequeño,
puede ser adquirido por otro Estado mediante herencia, permuta, compra, etc.” (Kant 1795,
en Tesón 2003). Este criterio apoya la idea de que si un Estado es el resultado del
consentimiento autónomo de los individuos en la sociedad civil, entonces, debe ser
respetado. En este sentido, traspasar las fronteras representa una falta de respeto tanto para
el Estado y sus ciudadanos, porque su autonomía estaría siendo violentada.
Por su parte, Michael Walzer (1980) reconoce una aptitud moral en defensa de las
fronteras. Para Walzer, hay una distinción crucial entre la legitimidad interna y la
internacional. Un gobierno puede ser ilegítimo internamente, pero eso no significa que
ejércitos extranjeros tengan derecho para intervenir y restablecer su legitimidad (Tesón
2003:104). Los restriccionistas infieren que sólo los propios ciudadanos pueden derrocar a
su tirano. Por esa razón, dentro de este contexto la intervención humanitaria es incorrecta
porque la libertad de los ciudadanos no tendría valor a menos que las mismas víctimas
luchen por ella. Es decir, que los ciudadanos tienen la responsabilidad de colaborar y acabar
ellos mismos la tiranía que los oprime. A pesar de eso, Walzer considera que sólo cuando
hay una falta clara y radical de ajustes que afecten la legitimidad del régimen, la
intervención debe ser permitida.
Desde este punto de vista los ciudadanos de cualquier país, incluidos aquellos bajo la
opresión del tirano estarían siendo lesionados en su respeto a sí mismos. Si extranjeros
48
intervienen incluso si es por una buena causa, se estaría atacando la identidad social de la
población civil. Debido a esto, los ciudadanos que están siendo agraviados por un régimen
prefieren seguir en la situación gravosa en la que viven, que ser ayudados por extranjeros
(Tesón 2003:106).
Para los contra-restriccionistas, cuando la mitad de la población de un Estado ha asesinado
a la otra mitad, o cuando un gobierno comete atrocidades en masa en contra de sus propios
ciudadanos, las fronteras nacionales pierden su fuerza moral (Tesón 2003:104). Para los
contra-restriccionistas como Fernando Tesón el único consentimiento que necesitan los
extranjeros para cruzar la frontera de un Estado, es el de la población víctima de las
atrocidades del tirano.
Tesón divide la población agraviada del Estado en dos grupos: las víctimas y, los cómplices
y colaboradores del régimen tirano. De estos grupos, solamente las víctimas pueden
rechazar o legitimar la ayuda que proporciona la intervención. Y claro, los cómplices y
colaboradores están excluidos por su colaboración con el régimen opresor. De manera que,
los líderes democráticos que piensan realizar la intervención deben asegurarse antes de
actuar de que cuentan con el apoyo y el reconocimiento de cada una de las personas a
quienes desean auxiliar, o sea, de las víctimas (Tesón 2003:107).
Por esa razón, para los contra-restriccionistas es erróneo pensar que la intervención debe
ser aceptada por la mayoría de la población del Estado en la emergencia humanitaria. Esto,
debido a que puede haber casos, en que la mayoría de la población pueda ser cómplice del
régimen tirano. Es decir, que la intervención solamente puede ser invalidada por las
víctimas de las violaciones a los derechos fundamentales y será legítima aún si la mayoría
de la población del Estado en agravio se opone a ella. Esto es, porque la intención del
interventor es la de acatar su deber moral, el de restaurar el respeto a los derechos
fundamentales y la justicia, amenazadas por la tiranía y la anarquía (Tesón 2003:107).
Otra objeción importante para la intervención humanitaria recae en la necesidad de
preservar el orden mundial. Lo que se pretende con este argumento es el preservar la
estabilidad del sistema de Estados a largo plazo (Tesón 2003:111).
49
En este contexto del orden mundial se encuentra el respeto de las fronteras nacionales. Se
estima que las fronteras colaboran a asegurar la estabilidad de la interacción social, es decir,
las expectativas mutuas de los individuos que interactúan dentro y a través de las
delimitaciones políticas jurisdiccionales (Tesón 2003:107). El respeto a las fronteras, dentro
de este razonamiento recae en la preocupación de que el interventor pueda no valorar el
territorio como propio. De manera que, se teme que en el período post-intervención, no se
preste mayor atención y prudencia al momento de restaurar las instituciones que
favorecieron a la tiranía anteriormente. Consecuentemente, se perdería el principio de
relaciones amistosas entre la sociedad internacional.
Los restriccionistas argumentan que existe un propósito mayor que justifica el no intervenir
en la anarquía y la tiranía de otro Estado. Dicho argumento se refiere a la preservación del
orden mundial y del sistema de Estados. La objeción de los contra-restriccionistas para este
argumento recae sobre bases morales. Si bien, vale la pena preservar el sistema de Estados,
es aún más problemático utilizar a las víctimas de la tiranía para tal efecto. Esto, debido a
que es moralmente poco atractivo, el alcanzar la meta de preservación del sistema de
Estados, a través de un alto costo de vidas humanas (Tesón 2003:112).
Del mismo modo, los restriccionistas consideran que siempre y cuando exista armonía
dentro del sistema de Estados, es mejor ignorar lo que pasa dentro de éstos. Los contra-
restriccionistas refutan este razonamiento, alegando que la estabilidad del sistema de
Estados también depende de la estabilidad interna de los mismos. Por ello, la intervención
es legítima puesto que estarían cumpliendo con el deber del respeto universal de los
derechos fundamentales.
Finalmente, los restriccionistas deducen, que, al permitir la intervención humanitaria como
actividad legítima, se estaría animando a los demás gobiernos y a otros actores
internacionales a “sobre-intervenir” con falsos motivos (Tesón 2003:113). Es decir, que al
momento de hacer de la intervención una actividad legítima, podría desencadenarse una
serie de intervenciones injustificadas que amenacen al orden mundial. Puesto que los
gobiernos podrían intervenir por motivaciones egoístas disfrazadas de preocupaciones
humanitarias.
50
Fernando Tesón estima que no es posible que las intervenciones humanitarias produzcan
más caos y desorden. Esto, debido a que las intervenciones son muy costosas. Razón por la
que los gobiernos deben realizar un balance del costo-beneficio que la intervención pueda
aportar al Estado interventor, para determinar si es admisible. Ciertamente, el Estado
interventor en estos casos debe percibir más ganancia que pérdida, tanto de capital, como
de desgaste de las fuerzas armadas.
Para sintetizar lo que ambas teorías proponen en cuanto al caso de la intervención
humanitaria, se iniciará la evaluación reconociendo que:
La Carta de las Naciones Unidas es un documento legal del derecho internacional, la
principal norma que regula el comportamiento y proceder que deben tener los Estados con
respecto a sus relaciones entre sí. Además, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
es el único con facultad para desplegar Operaciones de Mantenimiento y Establecimiento
de la Paz, en los casos en los que se considere pertinente por consistir en una amenaza a la
paz, a la seguridad y al desarrollo de los pueblos. Por ello, sólo han de considerarse como
legales y legítimas las intervenciones que han sido autorizadas y lideradas por el Consejo
de Seguridad. Consecuentemente, todos los Estados signatarios de la Carta poseen una
obligación moral para con el resto de naciones en conflicto, en virtud de la paz que gozan
en sus países. Más que un compromiso legal, se refiere a una colaboración solidaria en
beneficio de la humanidad y del respeto a los derechos de los pueblos.
Tal como lo manifiestan los teóricos consultados, toda intervención efectuada de manera
unilateral por parte de un Estado, sin el pleno consentimiento del Consejo de Seguridad, es
estrictamente ilegítima. Esto, con base en los fundamentos establecidos en las declaraciones
de la Asamblea General de las Naciones Unidas respecto a la inadmisibilidad de la
intervención unilateral. Las cuales ulteriormente, consisten en una violación a los principios
de soberanía, de no intervención y del no uso de la fuerza establecidos en la Carta. Es
evidente, que las grandes potencias, haciendo valer su poder político, económico y militar,
no respetan tales normas de comportamiento, y sobreponen sus intereses nacionales a los
del resto del mundo.
51
En cuanto a las condiciones que determinan si habrá o no una intervención, queda a
discreción del Consejo de Seguridad, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 39 del
Capítulo VII de la Carta, que hace referencia a la existencia de la amenaza a la paz y la
seguridad internacional. En la Declaración de la presidencia del Consejo de Seguridad del 4
de mayo de 2012 se expresa:
“El Consejo de Seguridad observa con preocupación que el terrorismo37
sigue
constituyendo una grave amenaza para la paz y la seguridad internacionales, el
disfrute de los derechos humanos y el desarrollo social y económico de los Estados, y
socava la estabilidad y la prosperidad mundiales, y que ésta amenaza ha cobrado un
carácter más difuso, con un incremento de los actos terroristas en diversas regiones
del mundo, incluidos los actos motivados por la intolerancia y el extremismo, y
reafirma su determinación de combatir por todos los medios, de conformidad con la
Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, incluidas las normas de
derechos humanos, el derecho de los refugiados y el derecho humanitario aplicables,
las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por los actos
terroristas.”
Esta declaración, no sólo fortalece los conceptos teóricos de los solidarios, sino también los
postulados de los pluralistas, que al final de su elocución, manifiestan que la paz debe
conseguirse, sea por cuestiones humanitarias o sea por cualquier interés que los países
interventores tengan sobre referida intervención.
37 Se entiende por terrorismo todos los actos ilícitos de violencia, tales como los bombardeos, secuestros,
asesinatos, intimidación, violaciones sexuales como método de guerra y otras actividades ilegales que atenten
contra la vida humana, que además, pretendan causar terror o sumisión entre pueblos o individuos. Dentro de
las amenazas a la paz y la seguridad internacionales que el Consejo de Seguridad ha diagnosticado están: la
incapacidad de un Estado para promover y proteger los derechos fundamentales de sus ciudadanos, el momento en el que un gobierno vuelve la organización estatal en contra de sus propios ciudadanos, el tráfico
ilícito de recursos minerales y de drogas, debido a que estas actividades ayudan a financiar a los grupos
terroristas de cualquier región del mundo. Además, en la resolución 1820 (2008), declara que toda actividad
que tenga como estrategia de guerra ataques generalizados contra la población civil, violaciones sistemáticas,
flagrantes y generalizadas del derecho internacional humanitario y derechos humanos en situaciones de
conflicto armado puede intensificar el conflicto y podría impedir el restablecimiento de la paz y seguridad
internacionales; el cruce de fronteras por parte de grupos armados e insurgentes; la proliferación de armas
nucleares, biológicas y químicas; entre otras. (Repertoire of the practice of the security council, 2008-2009).
52
El repertorio de acciones seguidas por el Consejo de Seguridad, en cuanto a las acciones
llevadas a cabo en casos de amenazas a la paz, quebrantamientos a la paz y casos de
agresión, a los que hace referencia el Artículo 39 del Capítulo VII de la Carta, resuelve
como amenazas a la paz y seguridad internacional todas aquellas acciones que puedan
desestabilizar la estructura interior de un Estado, lo que posteriormente podría perturbar y
desequilibrar el orden en una región y finalmente afectar de manera negativa la estructura
del sistema de equilibrio y paz de los Estados38
.
El mandato de Operaciones de Mantenimiento de la Paz o intervenciones dependerá de las
circunstancias particulares que presente cada Estado. Ante una serie de amenazas
desarrolladas y emergentes que presentan una variedad de modalidades con capacidad de
perturbar la paz, se requieren sin demora de estrategias actuales y precisas para garantizar
la estabilidad regional y mundial.
Por ser una organización interestatal universal, la ONU no posee un cuerpo de policía o
una fuerza militar propia. Consecuentemente, las tropas que participan en las Operaciones
de Mantenimiento de la Paz son aportadas voluntariamente por los Estados miembros (La
paz y la seguridad internacionales, s.f.). Es allí, donde toma fuerza el involucramiento del
Estado de Guatemala, que a través de la participación de su institución armada, cumple con
su papel cooperante dentro de ese consorcio de naciones.
“Todos los Miembros de las Naciones Unidas, se comprometen a poner a disposición
del Consejo de Seguridad, cuando éste lo solicite y de conformidad con un convenio
especial, las fuerzas armadas, la ayuda y las facilidades, incluso el derecho de paso,
que sean necesarios para el propósito de mantener la paz y la seguridad
internacionales.” (Carta de las Naciones Unidas, 1945).
Los Estados que deciden cooperar en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las
Naciones Unidas lo hacen mediante el envío de contingentes conformados por sus tropas de
38 Al hablar de la estructura del sistema de equilibrio y paz de los Estados, se hace referencia a las relaciones
de amistad, hermandad y armonía que mantienen los Estados entre sí, las cuales podrían verse afectadas por
actos de violencia a gran escala, que puedan implicar problemas de seguridad de fronteras, grandes cantidades
de personas desplazadas y que buscan refugio en un país hermano, o el desplazamiento de grupos violentos e
insurgentes, como resultado de la falta de capacidad de un Estado para controlar el problema dentro de sus
fronteras.
53
fuerza nacional, debidamente entrenados, sean de policía o militares. No obstante, estas
tropas trabajan bajo el mandato de las Naciones Unidas, no del Estado nacional al que
pertenecen, pero, sus éxitos o derrotas favorecen o afectan al Estado que representan en
suelo extranjero.
Resulta evidente que cada Estado tiene diferentes motivaciones para ser partícipe de las
Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas. Si bien está escrito en la
Carta que los Estados deben comprometerse a cooperar con la organización esto no
significa que la intención del cooperante no responda a un interés específico, que puede ser
tanto legítimo y desinteresado como lucrativo o ambos. El interés legítimo tiene como
objeto ayudar a promover un bien común. Al mismo tiempo, la acción es percibida como
desinteresada, ya que supone un beneficio para las personas que reciben la ayuda, tal como
señalan los teóricos solidarios. Por su parte, el interés de ayudar que expresan los teóricos
pluralistas responde a intereses propios del cooperante, las agendas de cooperación
disimulan intenciones lucrativas, con las que se pretende aumentar u obtener un privilegio
a través de acciones que parecieran ser desinteresadas.
El hecho de que la motivación del cooperante sea egoísta y lucrativa no desestima ni
minimiza los resultados positivos que pueda lograr en su intervención. Asimismo, la
intención legítima y desinteresada no garantiza el éxito de sus acciones. En esta instancia,
la garantía del éxito de las intervenciones depende del nivel de información, y precisión en
la ejecución de las agendas de cooperación.
El punto focal del que viene hablándose a lo largo de todo este marco teórico es dejar claro
que los Estados, incluyendo a Guatemala, deben tener bien definido el por qué de su
participación en cada una de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU. Esto
es porque el aventurarse a enviar tropas sólo por cumplir con un mandato, o por ser Estado
signatario de una carta que pocos respetan, es irresponsable si no se tienen objetivos claros
que deben conquistarse mediante dicha participación, tal como sucede con otros países
participantes.
54
Al confrontar la teoría con la realidad que presentan las Operaciones de Mantenimiento de
la Paz de las Naciones Unidas39
, resulta difícil clasificar la práctica dentro de una sola
teoría. Razón por la cual, de acuerdo a la investigación realizada se ha determinado
clasificar a las OPAZ de la siguiente manera.
Las OPAZ son desplegadas por el Consejo de Seguridad en respuesta a la preocupación que
causa una determinada situación conflictiva en la que se ve amenaza la vida de miles de
personas a causa de la guerra, lo cual, manifiesta el principio propuesto por los teóricos
solidarios, en cuanto a que la intervención debe responder a una emergencia humanitaria
suprema. Hoy día, las OPAZ hacen mucho más que velar un cese al fuego, también
colaboran a la creación de instituciones democráticas que permitan la consolidación de la
paz.
Aunque, las OPAZ son operaciones de carácter militar, eso no significa que las fuerzas
armadas ingresen al Estado intervenido de manera violenta e invasora. Debido a que los
conflictos como en el caso de la República Democrática del Congo son demasiado
violentos y la población civil es la más afectada al quedar atrapada en el cruce de fuego
entre el Estado y los grupos rebeldes, las fuerzas armadas de las Naciones Unidas deben
ingresar con armamento que permita disuadir a las milicias rebeldes de seguir atacando a la
población civil. Dentro de este contexto, el uso de la fuerza por parte de los Cascos Azules
es mínimo, incluso es válido calificarlo como nulo. Esto, como parte de lo propuesto por
los solidarios que el uso de la fuerza debe ser como último recurso; uno de los mandatos
principales que deben cumplir los Cascos Azules constituye en no hacer uso de la fuerza
(armas), si no es en legítima defensa. Es decir, que las OPAZ no harán uso de la fuerza a
menos que estén siendo amenazados directamente o bien, se enfrenten a la noble labor de
tener que defender a una población que esté siendo atacada en un momento determinado.
En cuanto a las razones por las que los Estados deciden participar en las OPAZ, la presente
investigación se apoya en los argumentos pluralistas. Resulta difícil concebir que por
simple empatía los Estados decidan arriesgar la vida de su recurso más importante, la vida
humana, por personas que no son sus connacionales. Es claro que la consecución de los
39 A partir de este momento: OPAZ.
55
intereses nacionales es lo que dicta como han de actuar y relacionarse los Estados dentro
del sistema internacional, por lo tanto, aunque no se perciba con facilidad el logro obtenido
por un determinado Estado a partir de su desempeño dentro del sistema internacional, cada
actividad que realice ha de estar a la orden de un motivo superior que pudo no ser
expresado públicamente.
Por último, el inconveniente de la selectividad que puedan presentar los Estados para
decidir formar parte de una OPAZ, se clasifica dentro de la prudencia instrumental de
Robert H. Jackson que entiende una selectividad prudencial a favor de los intereses
nacionales de los Estados.
En la práctica, las naciones involucradas en las OPAZ, donde también cuenta Guatemala,
no se involucran ofreciendo sus fuerzas por doquier, sino que analizan sus posibilidades en
base a sus intereses nacionales y conveniencias como nación, ya que ninguna nación
participa teniendo en mente la pérdida de vidas o de recursos que pertenecen a sus
ciudadanos. Esto es aplicable al principio de selectividad al que hacen referencia los
restriccionistas y contra-restriccionistas, ya que, la selectividad en la participación del
Estado dependerá de sus capacidades y los riesgos a los que pueda enfrentarse el grupo
desplegado.
En tal sentido, aunque Guatemala no conozca los principios teóricos que se han expuesto en
la presente investigación, por simple sentido común se puede entender que todas las
naciones intervienen o se mueven dentro del sistema internacional tomando como base sus
intereses nacionales. El Estado de Guatemala urge en su participación, para mejorar no sólo
su imagen internacional sino por el hecho mismo de tomar un protagonismo que le permita
alcanzar un desarrollo interno desde el punto de vista político, económico, militar y social.
56
Capítulo III
Caso de estudio: Las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
En los capítulos anteriores, se discutió sobre el debate teórico de la intervención y su larga
trayectoria histórica. Por lo tanto, ha llegado el momento de sumergirse en el propio
contexto de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas.
Igualmente, se inquirirá sobre el desempeño del Ejército de Guatemala en la Misión de
Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
(MONUSCO)40
, con el propósito de resolver cuáles han sido los esfuerzos del Estado de
Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos internacionales.
Para la presente investigación, se hace necesario comprender qué es el mantenimiento de la
paz, a fin de poder categorizar la intervención humanitaria dentro del sistema de las
Naciones Unidas.
1. El mantenimiento de la paz: Definición y Tipología
El mantenimiento de la paz es una actividad que combina estrategias políticas y militares
con el propósito de controlar conflictos. Implica la presencia de fuerzas multinacionales,
ligeramente armadas, que respondan al mandato del Consejo de Seguridad. De esta
manera, las partes involucradas en el conflicto, es decir el Estado41
debe dar su
consentimiento para poder realizar el despliegue de las distintas operaciones que pretenden
minimizar o erradicar el agravio existente.
Los temas de ambas estrategias, política y militar, se desarrollarán a continuación.
40 A partir de este momento: MONUSCO. 41 Las partes involucradas en un conflicto varían de acuerdo al nivel de alcance. Puede alcanzar un nivel
internacional, es decir que, el conflicto es entre Estados o bien, puede ser a lo interior de un Estado, o sea,
entre un Estado y uno o varios grupos insurgentes. En el caso en la República Democrática del Congo, el
conflicto es entre el Estado y grupos insurgentes que no se formaron dentro del mismo Estado, sino que, a
través del cruce ilegal de fronteras han llegado al país, causando inestabilidad en la región de los grandes
lagos del continente africano. En esta situación, la única parte involucrada en el conflicto que puede permitir
la presencia de las Naciones Unidas en el terreno, es el Estado, porque es el único actor legítimo que reconoce
el sistema de las Naciones Unidas.
57
1.1. Estrategia política
1.1.1. Prevención de conflicto
La estrategia política responde al intento de prevención de conflicto. Consiste en
mecanismos de mediación y negociación. La ONU trabaja como un actor neutral que busca
el diálogo entre los líderes de las partes beligerantes, a fin de reducir las tensiones
interestatales o intraestatales, buscar una solución pacífica o evitar que los conflictos se
agraven y consecuentemente aumente el nivel de violencia.
1.2. Estrategia militar: Tratamiento de conflictos
La estrategia militar consiste en el despliegue de cuatro operaciones diferentes, cada una
con procedimientos específicos dentro de la misión a la que pertenecen.
1.2.1. Misiones de observadores
Estas misiones se ejecutan como parte de una OPAZ. Son conformadas por oficiales
desarmados que se encargan de supervisar y verificar en territorios determinados, las
cesaciones de fuego y armisticios, y también de velar por el cumplimiento de los distintos
acuerdos entre las partes. Colaboran en actividades humanitarias, como lo son el
intercambio de prisioneros de guerra, la distribución de alimentos y, además informan sobre
cualquier violación de derechos humanos o derecho internacional humanitario perpetrada
por cualquiera de las partes en conflicto. De acuerdo con la Dirección de Operaciones de
Paz del Ejército de Guatemala, entre 2004 y 2011, fueron desplegados 135 observadores
militares (MILOBS)42
en las diferentes misiones de las Naciones Unidas.
1.2.2. Operaciones de mantenimiento de la paz
Son operaciones desplegadas en situaciones de alto riesgo, dentro de un conflicto interno
violento. El despliegue es una mezcla de personal militar, policial y civil con capacidades
especiales para apoyar, durante el conflicto, el establecimiento de bases para una paz
42 Military Observators, por sus siglas en inglés. Las misiones en las que estuvieron apoyando los MILOBS
guatemaltecos fueron: República Democrática del Congo, Haití, Burundi, Costa de Marfil, Sudán, Sudán
Abyei, Sudán del Sur, Darfur, Etiopia, Nepal y Libano.
58
sostenible. La ejecución de una operación de este tipo debe ser autorizada por el Consejo de
Seguridad y es dirigida por el Secretario General de las Naciones Unidas, a través de su
representante especial, en cada una de las misiones. Siendo requisito indispensable que el
Estado, en el que se ha de ejecutar la misión, otorgue su consentimiento y aprobación.
La transformación del entorno internacional, después de la guerra fría, abrió camino a una
nueva generación de operaciones multi-dimensionales. Las funciones de estas nuevas
operaciones han sido extendidas hacia actividades como43
:
a. Realizar reportes sobre el terreno, mediante patrullajes, sobrevuelos u otros medios
técnicos que permitan una mejor observación y seguimiento del conflicto.
b. Apoyo a mecanismos de verificación de cese al fuego.
c. Crear medidas de fomento de confianza y trabajar como amortiguadores del
conflicto.
d. Brindar seguridad en los puertos e instalaciones de las instituciones ya existentes.
e. Proporcionar un marco de seguridad para que las Naciones Unidas y otros
actores internacionales realicen sus actividades de manera coherente y coordinada.
f. Crear un entorno seguro y estable para la circulación de asistencia humanitaria, al
mismo tiempo que, se fortalece la capacidad del Estado para proporcionar
seguridad, con pleno respeto al Estado de derecho y a los derechos humanos.
El personal militar que es desplegado en estas operaciones, cuenta con un armamento ligero
que solamente puede utilizar en casos de legítima defensa o en defensa de su mandato, de
acuerdo con las “Reglas de Empeñamiento”44
autorizadas por la ONU. Generalmente, las
tropas desplegadas pueden enfrentar situaciones que pretendan estorbar el proceso de paz o
poner en peligro a la población civil. Ante esto, el Consejo de Seguridad autoriza el uso de
todos los medios necesarios para contrarrestar tal situación.
43 Las funciones de las OPAZ, fueron halladas en la Doctrina Capstone. Esta doctrina, fue recopilada por el
Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, en su publicación: United
Nations Peacekeeping Operations: Principles and Guidelines. (2008:21-23). 44 Las Reglas de Empeñamiento o Rules of Engagement (en inglés) son las reglas que rigen el
comportamiento y la actitud de todas las unidades militares dentro de la misión. Por ejemplo: la
proporcionalidad del uso de armas y la especificación de cuándo pueden ser empleadas.
59
El uso de la fuerza es una medida proactiva que procura estabilizar y crear un ambiente
seguro, tanto para las autoridades nacionales, como para la población civil, que en última
instancia es la que se ve más afectada por el conflicto.
1.2.3. Operaciones de imposición de la paz
Las operaciones de imposición consisten en incursiones de fuerza militar que pretenden
poner un final absoluto a los agravios que atentan contra la paz y la seguridad
internacionales, o actos de agresión extremos contra la población civil de un Estado.
Estas operaciones, en principio, no son lideradas por el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas. Sin embargo, ello no implica que no han sido autorizadas por éste. Al
momento de percibirse una amenaza a la paz y determinar que la solución más pronta es la
imposición de la paz, el Consejo puede recurrir a organizaciones regionales para aplicar las
medidas coercitivas, de acuerdo con lo establecido en la Carta de las Naciones Unidas, sin
previa autorización del Estado objetivo, siempre y cuando prevalezca la conservación de la
vida de los ciudadanos en conflicto.
Un caso práctico para una operación de este tipo es la operación de la imposición que
sucedió en Haití en 1994. La operación consistió en una fuerza multinacional comandada
por Estados Unidos de América, bajo la autorización del Consejo de Seguridad45
.
Este tipo de operaciones demuestra que la ONU no es el único ente con la capacidad de
realizar operaciones que contribuyan a la paz. Sin embargo, es el único actor que posee una
posición privilegiada e indiscutible dentro del sistema internacional. El éxito de estas
operaciones, al igual que las OPAZ, no puede determinarse a priori; no obstante, esto no las
califica de ilegítimas.
45
Véase: Guatemala y su primera participación en las Operaciones de Mantenimiento de Paz de las Naciones
Unidas, página 13.
60
1.2.4. Operaciones para la consolidación de la paz
El objetivo de estas operaciones es promocionar prácticas positivas que disminuyan el
riesgo de recaer en conflicto, mediante el fortalecimiento de las capacidades nacionales,
como fortalecer el sistema de justicia, sentar las bases para una paz duradera, crear
condiciones de desarrollo sostenible, fortalecer la seguridad nacional, entre otras. Estas
operaciones son dispuestas a largo plazo, debido a que el fortalecimiento de la paz y del
Estado conlleva un trabajo arduo y mucha cooperación. Lo que se busca, es aumentar la
capacidad del Estado y del gobierno para que pueda cumplir con sus funciones de manera
eficaz.
Las principales áreas de trabajo son46
:
a. Restaurar la capacidad del Estado de proveer seguridad y mantener el orden público.
b. Apoyar la creación de instituciones políticas legítimas y eficaces de gobierno, y
procesos participativos.
c. Promover la recuperación social y desarrollo económico, incluido, el retorno seguro
de los refugiados desplazados por el conflicto.
Si bien, cada una de las operaciones anteriores responde a necesidades especiales en las
diferentes etapas del conflicto, todas tienen un solo objetivo: promover un entorno de
confianza y seguridad dentro del Estado para la protección de su recurso más valioso, su
población.
46 Las funciones de las Operaciones para la Consolidación de la Paz fueron obtenidas de la Doctrina
Capstone. Esta doctrina, fue recopilada por el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de
las Naciones Unidas, en su publicación: United Nations Peacekeeping Operations: Principles and Guidelines.
(2008:21-23).
61
2. Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del
Congo47
(MONUSCO)
Con el propósito de cumplir con los objetivos de esta investigación, se decidió estudiar el
desempeño del Ejército de Guatemala dentro de la MONUSCO. Razón por la cual, el
siguiente apartado introduce al lector en el contexto de la República Democrática del
Congo y el conflicto que aflige al territorio.
2.1. Antecedentes de la MONUSCO
Tras la violenta y caótica independencia de la República Democrática del Congo48
en 1960,
el país se sumergió en una guerra civil que duró cinco años. La guerra finalizó en 1965,
cuando Mobutu Sese Seko49
se autoproclamó Presidente. Durante los días siguientes a la
independencia, se desarrolló una revuelta y el gobierno de Bélgica envío tropas a la RDC
con el objetivo expreso de restaurar el orden público y proteger a los ciudadanos belgas.
Esto, sin el previo consentimiento del nuevo gobierno congolés.
Posteriormente, el 12 de julio de 1960, el gobierno congolés solicitó a las Naciones Unidas
asistencia militar contra las agresiones belgas, razón por la cual, el Consejo de Seguridad
desplegó la Operación de las Naciones Unidas en el Congo (ONUC). Durante el despliegue
de la ONUC (1960-1964). Las fuerzas armadas de las Naciones Unidas en esta
oportunidad, ejercieron las funciones de protección del territorio de agresiones extranjeras,
al mismo tiempo que entrenaban a las fuerzas locales.
47 A partir de este momento: RDC. 48 El territorio de la actual RDC fue conquistado y colonizado por Bélgica. Durante el tiempo de la ocupación belga, el país era conocido como Estado libre del Congo. Posteriormente, en 1970 con Mobutu en el poder, se
inició una campaña de “Autenticidad Africana”, en la que se obligó a los ciudadanos a adoptar un nombre
africano, y durante ese período el nombre del país fue cambiado a Zaire. Más tarde, en 1997, con la derrota
del gobierno de Mobutu y la autoproclamación de Laurent Désiré Kabila como Presidente, nuevamente, fue
cambiado el nombre del territorio, y pasó a ser la República Democrática del Congo, nombre que identifica al
territorio hasta el día de hoy. 49 El coronel del Ejército nacional Joseph Désiré Mobutu, decidió cambiar su nombre Mobutu Sese Seko
durante la campaña de Autenticidad Africana, que fue promovida durante su gobierno en el año 1970.
62
En 1996, los efectos de la guerra y el genocidio tutsi en Ruanda50
llegaron a la RDC. Las
fuerzas de la milicia Hutu se ubicaron en los campamentos de refugiados en el este del país.
Tras su masiva llegada, tanto la población nacional, como los refugiados Tutsi que
habitaban en las montañas orientales del país demostraron su descontento, con una rebelión
en contra del Ejército de Mobutu, por permitir la presencia de fuerzas Hutu en el país. La
rebelión, fue dirigida por Laurent-Désiré Kabila y fue respaldada por Estados Unidos y los
países vecinos de Ruanda y Uganda.
La autoproclamación de Laurent Kabila como Presidente permitió la creación de un
escenario para nuevos conflictos y, además rechazó a sus partidarios Ruanda y Uganda. En
1998, fuerzas rebeldes se amotinaron para derrotar a Kabila, con el apoyo de sus ex
partidarios.51
. Los nuevos aliados de Kabila: Angola, Namibia, Zimbabwe y Chad hicieron
lo posible para contrarrestar la rebelión. Sin embargo, para ese momento, las fuerzas
rebeldes ya habían asentado su imperante poder sobre las regiones orientales del país.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas preocupado por la agravante situación en
el corazón del continente africano, instó a las partes en conflicto a firmar un Acuerdo de
Cesación de Fuego52
, la retirada de las fuerzas extranjeras y evocó el principio de no
intervención en los asuntos internos del país. Fue así, que en 1999, el Consejo de Seguridad
desplegó la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
(MONUC), cuyo objetivo principal radicaba en planificar la observancia de la cesación del
fuego, la separación de las fuerzas y mantener un enlace con todas las partes firmantes del
Acuerdo de Cesación de Fuego.
Las primeras elecciones libres y generales en 46 años se practicaron en 2007 durante el
mandato de la MONUC. A pesar de la violencia, el día 30 de junio, 17 millones de personas
50 En 1994, líderes de la etnia Hutu se autoproclamaron como nuevo gobierno, derrocando al gobierno Tutsi
y a todos los ciudadanos pertenecientes a la etnia Tutsi. La limpieza étnica de los hutus, asesinó y obligó el
desplazamiento de más de 800,000 ciudadanos tutsis. 51 La razón del golpe de Estado que Ruanda y Uganda apoyaron, auspiciados por Estados Unidos, fue debido
a la tiránica gestión que Laurent Kabila ejercía. Además, al deshacer su antigua alianza, se restringió el acceso
de ambos países a las riquezas naturales que posee la RDC. 52 El Acuerdo de Cesación de Fuego fue firmado entre la RDC y los países de Angola, Namibia, Ruanda,
Uganda y Zimbabwe.
63
votaron. Joseph Kabila53
obtuvo la victoria ante su opositor político Bemba (45% vs 20%).
Las votaciones dividieron al país entre este y oeste, ya que en las provincias del Este
apoyaban Kabila y las del Oeste apoyaban a Bemba. La victoria de Kabila se debió a las
esperanzas de que éste acabara con la influencia política y militar de Ruanda y Uganda.
Pero, debido a que ningún candidato ganó con más del 50%, fue necesario realizar una
segunda vuelta en octubre. Kabila resultó victorioso, y hoy en día, es el primer Presidente
elegido en democracia desde 1960.
Empero, el despliegue de la MONUC no finalizó con las elecciones de 2007, sino que
continúo sobre el terreno apoyando, militar y políticamente, los esfuerzos en la restauración
del Estado de derecho, para el fortalecimiento de las capacidades del Estado, de acuerdo a
su mandato. Asimismo, estuvo presente en los intentos de resolución de varios conflictos en
distintas provincias de la RDC.
2.2. MONUSCO: una nueva etapa para la República Democrática del Congo
El 1 de julio de 2010, el Consejo de Seguridad determinó que la RDC habia logrado
significativos logros en materia de procesos de democratización y fortalecimiento de las
capacidades nacionales. Por lo tanto, se decidió que la MONUC pasaría de denominarse
Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
(MONUSCO) (Véase cuadro 4).
La MONUSCO ha sido autorizada para emplear todos los medios necesarios para el
cumplimiento de su mandato, respecto a la protección de civiles y del personal humanitario
que se encuentren en inminente peligro de sufrir violencia física. Lo anterior, con el
propósito de apoyar al gobierno de la RDC en sus esfuerzos de estabilización y
consolidación de la paz.
53 Tras el asesinato de Laurent-Désiré Kabila, en 2001. Su hijo, Joseph Kabila fue nombrado Presidente de
inmediato.
64
Cuadro 4
Despliegues de las Naciones Unidas para la República Democrática del Congo
Misión Duración Cantidad de Elementos Mandato
ONUC
12 julio 1960
30 junio 1964
julio 1961: 19.828
Diciembre1963: 5.871
Imposición de la paz
MONUC
30 Noviembre 1999
1 julio 2010
18,653 soldados 704 MILOBS
973 P.C.I54
2,783 P.C.N55
641 V.N.U56
Imposición de la paz
MONUSCO
1 julio 2010 a la
fecha
17.062 soldados 681 MILOBS
977 P.C.I
2.895 P.C.N 586 V.N.U
Estabilización y
consolidación de la
paz
Fuente: Elaboración propia con la información obtenida de la página oficial de cada una de las Misiones de las Naciones Unidas.
El cuadro anterior realiza un recuento de las misiones de las Naciones Unidas para la RDC
y sus características principales, como lo son el periodo de tiempo que estuvieron vigentes,
la cantidad de elementos desplegados y el tipo de mandato que caracterizó a cada misión.
54 Personal Civil Internacional. 55 Personal Civil Nacional. 56 Voluntarios de las Naciones Unidas.
65
2.3. ¿Por qué el conflicto en la República Democrática del Congo es una amenaza para
la paz y la seguridad internacionales?
La naturaleza del conflicto en la RDC es de carácter étnico y territorial que es motivado por
la adquisición de riquezas. A lo largo del conflicto, no han existido grandes
enfrentamientos en los que se haya concedido control territorial completo, sino que, se han
establecido zonas de influencia, divididas entre el gobierno y los grupos insurgentes. La
geografía del país tiene una gran incidencia sobre el conflicto, debido a la existencia de
zonas de difícil acceso, ya que, por un lado se busca proteger los territorios con riqueza
natural, pero, sobre cualquier otra extensión de difícil control, las selvas vírgenes
inexploradas que marcan un alto natural por la dificultad que presenta el territorio para que
el hombre pueda circular en ellas y explotarlas. Y por el otro lado, se busca el
mantenimiento de las plazas, aeropuertos, puertos, y protección de las pocas carreteras que
se encuentran en el país.
La explotación de diamantes y otras piedras preciosas siempre ha sido parte del conflicto
por el control territorial. Sin embargo, en los últimos años, se ha descubierto gran cantidad
de minerales que, dentro del mundo moderno, poseen una amplia demanda. Algunos de
ellos son: el Coltán57
(columbita-tantalita), el cobalto y el uranio58
.
El conflicto ha sido principalmente peleado por las fuerzas del Estado de la RDC y grupos
de milicias no organizadas, que carecen de disciplina militar y moral, que buscan el tráfico
ilícito de la riqueza natural de la RDC. Esto, para hacerse de poder e influencia nacional.
57 El coltán es clasificado como metal estratégico debido a sus inigualables propiedades que permiten la
continuidad de las diversas tecnologías que facilitan no sólo la comunicación sino, el entretenimiento. Hoy día, se maneja la hipótesis de que el 80% de las reservas naturales de coltán se encuentran en la RDC. Sin
embargo, el académico australiano Michael Nest, en su libro Coltan (2011), argumenta que esta cifra es parte
de un “mito urbano”, pues, en las últimas dos décadas ha sido imposible realizar un estudio geológico serio y
confiable, como consecuencia del alto índice de peligro, violencia e inestabilidad que presenta el territorio. 58 El cobalto y el uranio son indispensables para la energía nuclear, la industria química, la tecnología
aeroespacial, etc. Junto con el Coltán, estos tres minerales, se encuentran en parques nacionales de la RDC,
declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Virunga (1979), Kahuzi-Biega (1980), Garamba
(1980), Salonga (1984) y la Reserva Okapi de Vida Silvestre (1996).
66
Lo anterior, resulta en el agravamiento de la violencia y torturas59
como mecanismo para
mantener las áreas de riqueza alejadas de personas, Estado e inversionistas a favor del país.
Dentro de este conflicto, se pueden identificar tres clases de actores involucrados: Primero
se encuentran los actores beligerantes, que son el gobierno nacional y los diversos grupos
rebeldes conformados por las distintas etnias de la RDC. Estos libran la batalla por el
control de territorio, ya sea, mediante actos sumamente violentos como los utilizados por
las fuerzas rebeldes, o mediante gestiones despóticas y casi tiránicas, por parte del mismo
gobierno, contra su propio pueblo.
El problema étnico de la RDC ha sido uno de los factores de mayor incidencia dentro del
conflicto. El territorio se encuentra dividido en sectores a través de líneas imaginarias que
separan a un pueblo del otro. Su objetivo principal es oponerse al Estado, mediante la
propagación del terror dentro de la población civil desarmada. Realizando alianzas con los
enemigos exteriores del Estado. Estos grupos, no poseen los suficientes recursos para
mantener ellos mismos la guerra. Por lo tanto, a través de las alianzas, logran acuerdos con
diferentes grupos interesados en la riqueza del país; que culminan en una transacción de
armas por recursos. Es importante no olvidar que todo esto sucede en la búsqueda del
objetivo mayor, que es el dominio total del territorio, consecuentemente, dominio político.
Los siguientes actores son las empresas transnacionales que financian el conflicto mediante
la compra desmedida de minerales. Las empresas transnacionales tienen presencia en
varios países, con fines lucrativos: la maximización de beneficios a costa de las condiciones
locales. (Barbé 2007:229). La maximización de beneficios es obtenida a través de una
mano de obra barata, en muchos casos, las transnacionales no introducen tecnología
avanzada y no invierten sus beneficios en el país que proporciona la materia prima. Al
mismo tiempo que alejan los contaminantes y las condiciones precarias de trabajo de su
territorio nacional. Por ejemplo, en 1996, Estados Unidos, apoyó la invasión de las fuerzas
59 El Consejo de Seguridad en la Resolución 2078 (2012) referente a la situación relativa a la RDC declara
que: “La persistencia de graves abusos y violaciones de los derechos humanos y el derecho humanitario,
como las ejecuciones sumarias, la violencia sexual y de género, y el reclutamiento y la utilización de niños
soldados en gran escala” como método de guerra, consiste en una amenaza a la paz y a la seguridad contra la
población civil desarmada de la RDC.
67
militares de Ruanda y Uganda a la RDC. En 1998, las grandes multinacionales habían
tomado áreas mineras estratégicas para su explotación60
.
Finalmente, se encuentra a la ONU, como el actor que intenta estabilizar a la región centro-
africana, mediante su intervención en la RDC y que vela por la seguridad e integridad física
de la población nacional desarmada.
En conclusión, el conflicto en la RDC es una amenaza para la paz y la seguridad
internacionales, porque enfrenta al Estado congolés contra diversos actores, nacionales e
internacionales, que no buscan sacar al país de su situación conflictiva, sino que
intensifican el conflicto, a través del tráfico ilícito y desmedido de los recursos naturales.
Consecuentemente, desestabilizan no sólo al Estado, sino a la región centro-africana con los
constantes cruces de fronteras por parte de los grupos insurgentes61
, que emplean
estrategias crueles y violentas para infundir terror y crear influencia entre la población
desarmada.
2.4. La experiencia de Guatemala dentro de la MONUSCO
Una vez firmada la paz después de un largo conflicto armado interno, las Naciones Unidas
vio en el Estado de Guatemala, un potencial colaborador en las misiones de paz, debido que
la triste experiencia del pasado le proporcionó no sólo lecciones aprendidas, sino un bagaje
de conocimientos y capacidades en los conflictos derivados de la subversión. Claro, todos
los conflictos internos comportan características y elementos internos que los hacen más
sangrientos y violentos que otros.
60 La revista African Bussiness (edición internacional), en agosto de 2006 publicó un artículo que daba a
conocer las empresas con mayor record de explotación minera en la RDC, y sus relaciones con los países
vecinos Uganda, Zimbabue y Ruanda. Algunas de las empresas que laboran en este territorio son: Barrick
Gold (Canadá), que se dedica a la producción de oro y plata; Lazare Kaplan International (U.S.A), que se dedidcan a la venta y compra de diamantes; Adastra (U.S.A), trabaja con tecnología especial y diamantes;
Forrest Group (Bélgica), que tiene la historia más larga de explotación en la RDC y que se dedica a la minería
y tecnología aeronáutica, y finalmente Betchel (U.S.A.) que se dedica a la minería y tecnología eroespacial. 61 Los principales grupos insurgentes que tienen presencia dentro de la RDC son: Movimiento 23 de marzo
(M23), rebeldes tutsis, que tienen conexiones con Ruanda; el grupo miliciano congoles Mai- Mai; las Fuerzas
Democráticas de Liberación de Ruanda, rebeldes hutus relacionados con la masacre de 1994 en Ruanda, y por
último, el Ejército de la Resistencia del Señor, de Uganda, que se especializa en el secuestro y entrenamiento
de niños dentro de la RDC, la República Centroafricana y Sudán del Sur.
68
Derivado de esto, se concretó el Memorando de Entendimiento que permitió el despliegue
del primer contingente de Fuerzas Especiales Kaibil en el año 2005, bajo la dirección
operacional de la División del Este, con sede en Kisangani, desde donde recibía y lanzaba
misiones de acuerdo con su mandato.
La capacidad de la unidad de Fuerzas Especiales Kaibil, única en su género para la misión
de la RDC62
, comienza a dar resultados positivos y recibe misiones operacionales con más
frecuencia, de mayor envergadura y de mayor riesgo. Las barreras del idioma en relación
con las unidades desplegadas por las Naciones Unidas y los idiomas hablados por los
nativos, se convierten en un obstáculo importante que debe ser superado con prontitud para
evitar caer en errores que comprometan al Estado de Guatemala y la vida de los kaibiles.
Las fortalezas y el compromiso del contingente guatemalteco hicieron que las misiones
fueran más allá de lo debido y de lo pactado en el Memorando de entendimiento, lo que
infelizmente terminó con la muerte de ocho kaibiles guatemaltecos en el mes de enero de
2006. Con esto, tanto el Estado y el Ejército de Guatemala, como las familias recibieron un
duro golpe al perder la vida de sus estimados que estaban empeñados en Operaciones de
Paz.
Políticamente incorrecto quizás, pero la muerte de los ocho kaibiles, coloca a Guatemala en
una posición privilegiada, no sólo dentro de la misión, sino dentro del seno mismo de las
Naciones Unidas, ya que, a partir de ese momento, se produce un reconocimiento
internacional de la labor de Guatemala y del valor de sus soldados, a nivel internacional.
Dicho reconocimiento se inició con los 56 países representados dentro de la misión, los que
para ese entonces no conocían cuál es la ubicación de Guatemala dentro del mapa mundial.
En octubre de 2006, se produjo una serie de hechos violentos durante ocho días que
obligaron el movimiento de quince mil desplazados en la localidad de Sake de la provincia
62 Dentro de la misión de paz de la RDC se encuentran tres grupos de fuerzas especiales: la primera, es la
Fuerza de Tarea 777 de Egipto, que se especializa en antiterrorismo. La segunda es el grupo SOU 17, de
Jordania, que se especializa en lucha antiterrorista, liberación de rehenes y protección de personalidades. Por
último, se encuentran las Fuerzas Kaibil, de Guatemala, que se especializan en antiterrorismo, liberación de
rehenes y protección de personalidades. Sin embargo, lo que hace única a esta unidad es su experiencia en el
terreno selvático que predomina en la RDC. Los kaibiles están preparados con destrezas especiales para el
manejo de crisis dentro de terreno selvático e inhóspito.
69
de Goma, a unos 700 kilómetros de Kisangani, sede de la “Guatemalan Special Forces”. En
esta oportunidad, se envió a la unidad de fuerzas especiales de Guatemala para controlar el
área y facilitar el retorno de los desplazados a su lugar de origen.
Para este entonces, la unidad había ganado no sólo experiencia en el área operacional sino
en el manejo de los idiomas que se hablan en la misión y en la RDC. Esto facilitó
considerablemente la labor de los soldados guatemaltecos, lo que finalmente provocó que
las Naciones Unidas hiciera una solicitud al Estado de Guatemala para que incrementara el
número de efectivos.
Si de hacer un balance se trata, se diría que políticamente se ha ganado un espacio
importante en el corazón de las Naciones Unidas. En el aspecto militar, Guatemala se ha
dado a conocer por su disciplina, su organización, su doctrina y la eficacia que empeña en
el cumplimiento de las misiones, además ha ganado el aprendizaje de aspectos doctrinarios
y operacionales de los ejércitos extranjeros con los que tiene relación dentro de la misión.
Los soldados participantes toman experiencia de vida que les permite retornar al país con
ideas nuevas y motivaciones de superación. Con esta nueva visión, mejora el aspecto social
no sólo del Ejército, sino, de la misma sociedad guatemalteca.
El trabajo realizado hasta el día de hoy por los contingentes guatemaltecos dentro de la
RDC, como parte de la misión de las Naciones Unidas, ha derivado en una serie de
invitaciones a participar en nuevas misiones en otras partes del mundo, tales como, Darfur,
y el Líbano, situación que debe ser analizada y resuelta por los políticos y los diplomáticos
del Estado de Guatemala.
70
Capítulo IV
El Estado de Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos internacionales
El presente estudio sobre el papel del Estado de Guatemala en la prevención y tratamiento
de conflictos internacionales es de carácter cualitativo. El análisis se realizó a través de
entrevistas63
a miembros de la Sociedad Civil que han trabajado y estudiado el tema,
funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala que se encargan de
coordinar la participación del Estado ante las Naciones Unidas y funcionarios de la
Dirección del Consejo de Seguridad, y finalmente a los oficiales del Ejército de Guatemala
expertos en las OPAZ de las Naciones Unidas64
.
La metodología que permitió verificar los objetivos de este estudio consistió en la
aplicación de teorías, análisis de documentos, artículos, libros, entrevistas y cuestionarios
con preguntas específicas de acuerdo a la categoría de cada grupo. Se resolvió clasificar a
los entrevistados en tres grupos65
: el primero o “Grupo Estratégico” integrado por
miembros de la cúpula de mando del Ejército de Guatemala66
, oficiales de Estado Mayor a
cargo de la coordinación de las Operaciones de Paz y personal del Ministerio de Relaciones
Exteriores expertos en el tema. El segundo, responde al grupo de la Sociedad Civil
integrado por académicos y personalidades que de alguna manera han tenido la oportunidad
de involucrarse en el estudio de las OPAZ, y tercero, el Grupo Operativo de Despliegue
integrado por oficiales de Estado Mayor del Ejército que han sido desplegados en las
diferentes misiones de las Naciones Unidas como Personal de Staff67
y oficiales de
contingentes que han participado en la MONUSCO y la MINUSTAH.
Al confrontar los postulados teóricos que dieron vida y sustento a este estudio con las
respuestas prácticas de los expertos consultados, fue posible verificar una realidad no sólo
63 Se resolvió no citar por nombre a los entrevistados, debido a que las opiniones emitidas por los mismos no
son a nivel personal, sino que, representan la opinión del puesto que ejercen en sus distintas ocupaciones. 64 Véase: anexo I. 65 Véase: anexo II. 66 La cúpula de mando del Ejército de Guatemala es integrada por los oficiales que ejercen los puestos de:
Ministro de la Defensa Nacional, Jefe de EMDN, Subjefe de EMDN e Inspector general del Ejército. 67 El Personal de Staff desplegado es integrado por oficiales de Estado Mayor de la Defensa Nacional. Los
elementos que son desplegados como Personal de Staff forman parte del Comando de cada una de las
misiones de las Naciones Unidas, es decir, que laboran dentro del área administrativa de la misión. Al
contrario de los MILOBS que se encuentran desplegados en el terreno.
71
del Estado de Guatemala, sino del resto de Estados, en cuanto a su participación en
intervenciones de carácter humanitario dentro del sistema internacional que representa la
ONU.
Hoy día, es claro que todos los Estados se esfuerzan por prevenir conflictos internacionales,
prueba de esto, es el constante intercambio de los diferentes recursos de los Estados para
afianzar una relación de cooperación y amistad que les permita existir en paz. Por otro lado,
es innegable que aún existan conflictos dentro de determinados territorios, o bien entre
Estados que merecen un tratamiento especial debido a su larga duración y efectos negativos
que siguen afectando a miles de personas.
Las OPAZ constituyen la mayor fuerza de intervención humanitaria que ha existido a lo
largo de la historia de la humanidad. Si bien, la ONU no fue la primera en realizar
operaciones de este tipo, sí es pionera en desplegar contingentes de hasta veinte mil
elementos de policía, militares y civiles con un solo objetivo, mantener la paz y la
seguridad internacionales. Con el transcurrir del tiempo y al haber obtenido mayor
experiencia sobre el terreno de los conflictos, las OPAZ fueron ampliando sus mandatos
hasta lo que son hoy, operaciones de carácter multidimensional que además de mantener la
paz y la seguridad internacionales, otorgan ayuda humanitaria a las personas que más
sufren los conflictos.
El siguiente análisis permite considerar e indagar convenientemente los resultados
alcanzados por el Estado de Guatemala en la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales. Esto, a través del papel que ha desempeñado el Ejército en las Operaciones
de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas. Más que la exploración sobre la
participación del Ejército de Guatemala en las OPAZ, es una pesquisa entre la razón
humanitaria del Estado en su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas versus los
intereses nacionales del Estado.
Debido a lo anterior, se examina la participación del Estado de Guatemala en la
intervención humanitaria, entendida como las OPAZ de las Naciones Unidas. Cada uno de
los siguientes puntos que trata este estudio se realiza a partir de los cuatro postulados
72
concluidos dentro del debate teórico, manteniendo coherencia con cada uno a los objetivos
planteados de esta investigación.
Los cuatro postulados concluidos dentro del debate teórico son:
1. Las intervenciones responden a una emergencia humanitaria suprema.
2. El uso de la fuerza debe ser como último recurso.
3. Los Estados no intervienen por razones humanitarias primeramente.
4. El inconveniente de la selectividad de los Estados para formar parte de las OPAZ de
las Naciones Unidas.
1. El Estado de Guatemala ante la emergencia humanitaria suprema
Al concluir con el debate teórico, se resolvió calificar a las OPAZ de las Naciones Unidas,
dentro de la teoría solidaria porque el despliegue de estas operaciones responde a las
necesidades de paz y seguridad de un territorio que es agraviado por un conflicto violento,
lo cual, conlleva una emergencia humanitaria.
Los conflictos con altos índices de violencia crean una emergencia humanitaria suprema
(prácticas de genocidio étnico, violencia por hambrunas, pandemias, etc.). Esto, como
resultado de las agresiones indiscriminadas contra el Estado o cualquier sector de la
población como lo es el caso de la RDC. Por otro lado, cuando el nivel de violencia es
incontrolable y el Estado ha caído en la anarquía tal como sucediera en la República de
Haití, las instituciones que se esperaría funcionen para poner orden y garantizar los
derechos fundamentales de las personas, parecieran no existir. Y es dentro de estos casos,
cuando se empieza a propiciar un ambiente inseguro68
para la población más vulnerable del
conflicto.
68 Al hablar de un ambiente inseguro, se hace referencia a una amenaza física para la vida, y a los entornos
que pongan en riesgo la salud e integridad de cualquier persona. Esto es, vivir en condiciones insalubres, sin
acceso a medicamentos o centros asistenciales que cuenten con la infraestructura y equipo de diagnostico
mínimo, consumir una ingesta diaria significativamente menor de lo recomendado, no tener acceso a centros
educativos que estimulen las capacidades intelectuales y físicas para un desarrollo integral y no contar con el
respaldo de instituciones estatales que colaboren a mejorar la calidad de vida.
73
Ante tales situaciones, el Estado de Guatemala a través de su Ejército, ha realizado tareas
de ayuda humanitaria en cumplimiento del mandato específico, según cada misión lo
impone, tanto en la MONUSCO como en la MINUSTAH.
Debido a la naturaleza del conflicto en la RDC, la ONU solicitó al Estado de Guatemala el
apoyo de las fuerzas especiales Kaibil. Estas unidades militares, se caracterizan por su
capacidad de choque en el combate, incursión, evasión, observación, rescate de rehenes,
etc. Características que fueron consideradas valiosas para las Naciones Unidas, en virtud de
las necesidades manifiestas en la misión de la RDC. Por lo que, se firma el Memorándum
de Entendimiento entre las partes, para garantizar el apoyo de Guatemala en la misión más
importante de las Naciones Unidas dentro de África.
Si bien es cierto, que no siempre existe la necesidad de realizar este tipo de operaciones, se
aprovecha la estadía de la unidad de fuerzas especiales para apoyar las siguientes
actividades que pudieran llamarse de ayuda humanitaria:
1. Seguridad de desplazados en áreas de alto riesgo para la población civil69.
2. Apoyo al desarme de las milicias armadas.
3. Apoyo a las jornadas médicas70
.
4. Otro tipo de apoyo como atender heridos, tratar mordidas de serpientes y cocodrilos,
repartir medicamentos para enfermos y distribuir alimentos entre la población.
Pero, si se voltea la mirada hacia la MINUSTAH en la República de Haití se encuentra
desplegada la unidad de Policía Militar. De acuerdo a la naturaleza de la unidad desplegada
y el terreno que presenta Haití, se hace más evidente la ayuda humanitaria. Algunas de las
actividades sobresalientes realizadas hasta el momento son:
1. Entrega de alimentos en orfanatos y escuelas.
69 Tal fue el caso en 2011 cuando la República de Sudán del Sur obtuvo su independencia de la República de
Sudán (al norte). Durante el periodo previo a la independencia, miles de sudaneses (del sur) buscaron refugio
en la RDC por miedo a una respuesta violenta por parte de la República de Sudán. Para lo cual, el Ejército de
Guatemala realizó una serie de reconocimientos y preparó campamentos para poder localizar a todas las
personas que buscaban refugio. 70 En compañía de otros contingentes, los contingentes guatemaltecos han realizado campañas médicas
gratuitas para la población de la RDC. De igual manera, se han encargado de impartir charlas sobre los
riesgos de las enfermedades infectocontagiosas y el Cólera.
74
2. Entrega de agua potable para consumo de la población en diferentes regiones de la
República de Haití.
3. Construcción de dos escuelas: “Escuela de Guatemala” y “Escuela Nueva
Guatemala”.
4. Construcción de aulas y donación de equipo para laboratorios de computación.
5. Seguridad de personalidades.
6. Ayuda en casos de desastres naturales, tales como el terremoto de 2010 e
inundaciones.
7. Apoyo a investigaciones criminales.
8. Control de áreas de alto riesgo por la presencia de los denominados gánsters.
Las operaciones de ayuda humanitaria pueden tener dos líneas de trabajo. La primera es
trabajar directamente con la población, como bien lo han hecho los contingentes
desplegados en la MONUSCO y la MINUSTAH, quizás no en la misma proporción debido
a las dificultades propias del terreno, pero sí han prestado su apoyo, tanto en asistencia
humanitaria como en propiciar ambientes más seguros. La segunda consiste en prestar
seguridad para garantizar que la ayuda humanitaria (en el sentido clásico) llegue a quienes
lo necesiten, es decir, que se presta seguridad a organizaciones y comisiones
internacionales que son participes en aliviar el sufrimiento de la población más afectada de
cada país. Por otro lado, se presta seguridad a los organismos estatales nacionales de cada
misión, con el fin de lograr la estabilización del territorio y, ulteriormente, la paz y
desarrollo nacional.
Tratar con el sufrimiento de las personas no es tarea fácil y, más aún, cuando existen
barreras de lenguaje y grandes distancias que separan a los territorios receptores del Estado
de Guatemala. Pese a ello, los oficiales del Ejército consideran que el Estado de Guatemala
ha logrado superar dichas barreras, a través de la capacitación de sus contingentes en temas
de ayuda humanitaria e idiomas. Agregados, que califican de mejor manera a cada
embajador de la paz enviado, para proveer una mejor asistencia. Prueba de esto, es que
todos los elementos del Ejército que saldrán del país en una misión de paz, previo a su
despliegue reciben estudios de refuerzo del idioma inglés, que es el idioma en que se
manejan las OPAZ de las Naciones Unidas. Además, reciben cursos especializados en
75
temas de respeto y protección de los derechos humanos, ayuda humanitaria de acuerdo a las
necesidades de cada misión en la que participarán y procedimientos del soldado de las
Naciones Unidas, tal como las Reglas de Empeñamiento71
.
El desempeño del Estado de Guatemala ante una emergencia humanitaria suprema ha sido
en ambas líneas de trabajo, por tres razones. Primero, porque ha trabajado directamente con
los damnificados del país en conflicto, que han sido agraviados no sólo por la violencia,
sino por diferentes situaciones que no están en las manos de las partes en controversia,
como lo son los desastres naturales, las heridas por cualquier infortunio, entre otros. En
segundo lugar, Guatemala ha colaborado en el intento de un alivio inmediato a través de
otorgar protección a los diferentes organismos de las Naciones Unidas que se encargan
directamente de la ayuda humanitaria en sus sentido clásico. Y tercero, los contingentes
guatemaltecos han acompañado los diferentes procesos que coadyuvan a dar pasos firmes
para la reconstrucción de la paz dentro del territorio afectado, es decir que han apoyado en
tareas de reconstrucción y fortalecimiento del Estado en el que se encuentran desplegados.
Tal como sucediera en el año 2007 con las primeras elecciones presidenciales democráticas
celebradas en la RDC después de 40 años.
La presente investigación concuerda con la mayoría de los especialistas de la sociedad civil
al considerar que, a pesar de los pocos recursos con los que cuenta el Ejército, se ha
procurado capacitar de la mejor manera a todos sus efectivos, para cumplir de manera
eficiente la noble labor de procurar el bienestar, la paz y la seguridad de aquellos que no
son sus connacionales.
Aunque la intervención tiene sus motivos en razones humanitarias, la otra razón por la que
se decide intervenir es para preservar el orden en la sociedad de Estados. Es decir, que el
desarrollo de conflictos entre Estados o entre un Estado y diferentes facciones dentro de su
territorio puede llegar a desestabilizar una región. En este sentido, la paz y la seguridad
71 Véase: Operaciones de Mantenimiento de la Paz en Estrategia militar, página 57.
76
internacionales72
son amenazadas por el desorden que puedan causar los conflictos, lo que
posteriormente, afectaría a las relaciones de amistad dentro de la sociedad internacional.
Algunos ejemplos de las amenazas que afectan la estabilidad de una región y, que de hecho
afectan a la RDC son: el cruce de fronteras por parte de milicias provenientes de otros
países, que escalan el nivel de violencia, el cruce de fronteras de miles de desplazados que
buscan refugio (ya sea que salgan del territorio o que pidan entrar), las posibles pandemias
que pueden ocurrir a raíz del cruce de fronteras, etc. En consecuencia, las delimitaciones
políticas jurisdiccionales pierden su valor. Sin embargo, las distintas ramas de ayuda
humanitaria que prestan las OPAZ de las Naciones Unidas no violan tales delimitaciones o
fronteras porque gozan del consentimiento del Estado intervenido y del Consejo de
Seguridad.
Si bien, los restriccionistas argumentan que permitir el cruce de fronteras puede derivar en
intervenciones unilaterales con motivaciones humanitarias falsas, tal argumento no se
aplica a Guatemala. Pues, el Estado no posee la capacidad y sobretodo el interés de realizar
una incursión unilateral que pueda afectar la estabilidad y la relación armoniosa con sus
similares tanto a nivel regional como mundial. Lo cual, se ve reflejado en el hecho que
Guatemala solamente participa en intervenciones que han sido plenamente autorizadas por
el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas73
.
2. Los contingentes guatemaltecos en la RDC y el uso de la fuerza
El principio del uso de la fuerza continúa siendo uno de los bastiones primordiales de las
OPAZ. Por lo que, vale la pena aclarar que la participación del Estado de Guatemala en
estas operaciones no es de carácter violento e invasor para la República de Haití ni para la
72 La paz y la seguridad internacionales están estrechamente relacionadas. La paz internacional consiste en un
ambiente de relaciones amistosas en las que no existe la guerra. Por su parte, la seguridad internacional es la
garantía de un ambiente en el que se respetan las normas y se crean garantías de desarrollo integral de todos
los involucrados en un entorno. Véase: Siglo XXI: el preludio del nuevo sistema de seguridad colectiva,
página 8. 73 Prueba de esto fue el rechazo del Estado de Guatemala a la invitación de Estados Unidos en 2003 para
formar parte de la fuerza multinacional que invadió la República de Irak. Acción que no gozaba del pleno
consentimiento y reconocimiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de la cual fueron
participes sus vecinas, las Repúblicas de El Salvador y de Honduras.
77
RDC. Ambos despliegues, fueron aceptados por los Estados de cada país y han sido
autorizados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y en consecuencia, gozan
de legitimidad y legalidad.
Al contrario de lo que podría ser una acción violenta e invasora, las OPAZ de las Naciones
Unidas dentro de las que participa Guatemala, tienen como finalidad mantener la paz y
seguridad internacionales. Para lo cual, se han consignado tareas específicas de protección a
civiles y de ayuda humanitaria. Consecuentemente, el compromiso del Estado sigue siendo
con la sociedad internacional.
Las OPAZ de las Naciones Unidas se manejan con tres principios básicos: actuar con el
consentimiento de las partes, la imparcialidad y, no hacer uso de la fuerza, excepto en
legítima defensa y en defensa del mandato. En este sentido, los diferentes contingentes
guatemaltecos desplegados en la RDC en los últimos nueve años74
han cumplido con los
tres principios básicos, especialmente los dos últimos, al ser estos a los que se enfrentan
durante su despliegue.
2.1. La legitimidad de la intervención de Guatemala en la República Democrática del
Congo
Como bien se estableció en los capítulos anteriores, en el caso particular del conflicto en la
RDC, el único consentimiento necesario para realizar el despliegue corresponde al Estado,
el cual, desde 1960 solicitó la presencia de las Naciones Unidas en su territorio. En este
contexto, la soberanía nacional está siendo respetada porque fue el mismo Estado el que
solicitó el despliegue. En este sentido, el argumento de los restriccionistas que considera
que el cruce de fronteras representa un acto violento hacia la soberanía del territorio
intervenido, queda superado, ya que el despliegue de la MONUSCO no comporta un
carácter invasor y unilateral por parte de las Naciones Unidas ni de Guatemala.
La otra consideración, se encuentra en la legitimidad que la intervención pueda tener a los
ojos de la población civil del territorio intervenido. Tanto restriccionistas como contra-
74 Desde el año 2005 hasta el mes de abril de 2013, han sido desplegados doce contingentes de fuerzas
especiales. A partir del mes de agosto de 2013, se desplegara el treceavo contingente.
78
restriccionistas tienen consideraciones al respecto. Los restriccionistas como Michael
Walzer defienden la diferencia entre legitimidad interna y la internacional y, de acuerdo
con esto, solamente las víctimas deberían luchar por su libertad y bienestar. Por lo tanto,
toda intervención, incluso si es por buenas causas es un ataque a la identidad social de la
población civil. Por su parte, los contra-restriccionistas como Fernando Tesón consideran
que los únicos calificados para legitimar la intervención son las víctimas, pues es por sus
derechos que se está interviniendo. Por consiguiente, una intervención humanitaria no
puede en sí misma, comportar abuso de la fuerza por parte de la ONU.
La presente investigación considera que la legitimidad de la intervención, primeramente
debe ser por parte del Estado receptor, ya que, su territorio será el campo de operaciones de
las OPAZ. Igualmente, considera que es válido que extranjeros intervengan por las víctimas
de los conflictos fuera de su territorio, porque los Estados, en los casos de Haití y la RDC
han demostrado la falta de capacidades que les permita proteger de manera adecuada a su
población civil desarmada.
De acuerdo a los testimonios de los oficiales del grupo de despliegue operativo que han
sido desplegados dentro de la MONUSCO y personal del Ministerio de Relaciones
Exteriores, la población congolesa ha recibido de la mejor manera la presencia del Ejército
de Guatemala en su territorio. La población nacional identifica muy bien la bandera de
Guatemala, son amigables con los soldados guatemaltecos y en lo que se puede, mantienen
una relación de cordialidad y de cooperación mutua. Además, gracias al apoyo realizado en
campañas médicas o en las distintas ocasiones en que se ha prestado seguridad a convoyes
de ayuda humanitaria, la población de la RDC no ha demostrado inconformidad con el
contingente guatemalteco.
La presencia de la MONUSCO y del Estado de Guatemala a través del Ejército en la RDC,
representa un apoyo invaluable dentro del territorio, ya que promueven una estabilidad que
permite alcanzar la seguridad interna, cuyo fin es hacer que el país despegue hacia el futuro
y el desarrollo. Esto se ha logrado a través de una empatía que trasciende los credos, la
etnia y las religiones, pues las costumbres parecen ser muy distintas, pero el sentido de
humanidad continúa siendo el mismo.
79
2.2. La imparcialidad de los contingentes guatemaltecos
Una vez que la ONU obtuvo el consentimiento del Estado de la RDC para el despliegue,
corresponde a sus fuerzas, los Cascos Azules, cumplir con los restantes principios básicos.
El principio de la imparcialidad no es sinónimo de pasividad, al contrario, se trata de
cumplir con el mandato sin afectar a ninguna de las partes involucradas en el conflicto. Sin
embargo, eso no significa que las OPAZ no tomen medidas de acuerdo a lo establecido en
su mandato, si alguna de las partes realizara cualquier acción que afecte al proceso de paz.
En este sentido, los contingentes deben ser muy cuidadosos con sus relaciones cotidianas,
no querrán que sus acciones comprometan su imagen de imparciales, y con ello afectar
tanto a su propio país como a la misión que representan.
Los integrantes del grupo estratégico estiman que la imparcialidad de Guatemala en la
RDC, se distingue no sólo en su conducta diaria sino en las operaciones encubiertas que
realiza, puesto que, no realizan demostraciones o ejecuciones de fuerza que afecten a las
partes en conflicto y que esto redunde en el deterioro de las operaciones de paz y
convivencia pacífica de la población. En consecuencia, cada vez que se considera el uso de
las fuerzas especiales, se analiza concienzudamente cuáles podrían ser los efectos a partir
de lo que se va a realizar. Es decir, que se evalúa si el uso de la fuerza es realmente
conveniente y, que la acción se hace para alcanzar resultados humanitarios positivos. El
ejemplo clásico definido por los militares guatemaltecos en la RDC, sigue siendo la
operación realizada para capturar al General Otti de origen ugandés75
en Garamba Park,
frontera con Uganda. El saldo negativo para Guatemala fue de ocho valiosas vidas
pérdidas, sin embargo, esto produjo que el criminal en cuestión y sus fuerzas se replegaran
y redujeran considerablemente sus operaciones dentro de la RDC, hasta el día de hoy.
2.3. Las fuerzas especiales de Guatemala y la proporcionalidad del uso de la fuerza
En cuanto al uso de la fuerza para la intervención humanitaria, la teoría dicta que la fuerza
debe ser utilizada como último recurso, su uso debe ser proporcional y debe existir una alta
75 El General Otti, es el comandante general del Ejército del Señor y es conocido como “el señor de los
cielos”. A su grupo insurgente armado se le atribuye el secuestro y entrenamiento de niños dentro de la RDC,
la República Centroafricana y Sudán del Sur.
80
probabilidad que el empleo de la fuerza pueda alcanzar resultados humanitarios positivos.
Esto, con la finalidad de evitar el abuso de la misma para obtener objetivos superiores.
Estos argumentos para el uso de la fuerza son puestos en práctica por las Naciones Unidas,
en cumplimiento al tercer principio básico para las OPAZ, el cual consiste en no hacer uso
de la fuerza, excepto en legítima defensa y en defensa del mandato.
El Consejo de Seguridad, en casos especiales otorga a las misiones un mandato robusto76
que los autoriza a emplear todos los medios necesarios que apoyen a la disuasión de los
intentos para interrumpir los procesos políticos por la fuerza, a la protección de los civiles
que se enfrenten a una inminente amenaza física y, finalmente, colaborar con las
autoridades nacionales a mantener el orden público. Es decir, que el Consejo de Seguridad
permite el uso de la fuerza de nivel estratégico en casos de legítima defensa o en defensa
del mandato77
.
Para el caso del despliegue de Guatemala en la RDC, el uso de la fuerza resulta un tanto
relativo, no por contravenir el principio de proporcionalidad establecido en las OPAZ, sino
por la naturaleza de la unidad y las misiones que tiene asignadas en su mandato. Debe
recordarse que el empleo de las unidades de fuerzas especiales es para proporcionar golpes
duros y efectivos que desintegren la voluntad de los oponentes. Por ejemplo, si se considera
el rescate de rehenes, siempre se analiza llevar una fuerza superior en número y potencia de
fuego para garantizar la vida de los prisioneros, de los efectivos militares y de la misión.
Esto no significa que sea una norma para todas sus operaciones, sino que, en las
operaciones regulares, la conducta del uso de la fuerza y la proporcionalidad, se rige por las
reglas de empeñamiento establecidas por las Naciones Unidas, (ROE, por sus siglas en
inglés, Rules of engagement).
En conclusión, el uso de la fuerza y de la proporcionalidad es una norma rigurosa para las
unidades tácticas que participan en las OPAZ, pero existen momentos críticos en que las
76 En 2010, cuando inició la MONUSCO, se le otorgó un mandato robusto en el que se autoriza hacer uso de
todos los medios necesarios para hacer cumplir su mandato en materia de protección de civiles, el personal
humanitario y todos los defensores de derechos humanos que se encuentren en inminente peligro de sufrir
violencia. Asimismo, autoriza hacer uso de la fuerza en legítima defensa (MONUSCO, s.f). 77 La diferencia entre las OPAZ con mandato robusto y la imposición de la paz es que el nivel de fuerza
empleado es menor y tiene el consentimiento del país receptor, al contrario de los casos de la imposición la
paz.
81
demostraciones de fuerza, son sumamente necesarias para poner un alto a las hostilidades y
la amenaza a la vida de la población civil en riesgo de muerte. Aquí, vale la pena
mencionar y relacionar la doctrina de doble efecto78
que trata ampliamente el presente
estudio. Puesto que, la aplicación de la fuerza por parte de las unidades de las Naciones
Unidas siempre busca alcanzar buenas consecuencias al reducir el mal proceder de los
grupos en conflicto. Por otro lado, aplicar la fuerza requiere que los efectos colaterales no
sean premeditados y que no sean mayores de los estimados, lo cual, puede resultar difícil
determinar a priori debido a la naturaleza de la misión. Sin embargo, el interventor siempre
debe buscar que su acción conlleve resultados humanitarios positivos al menor costo
posible. Finalmente el propósito del uso de la fuerza aquí estudiado va dirigido a que, su
aplicación debe ser como último recurso79
.
3. ¿Por qué participa Guatemala en las Operaciones de Mantenimiento de Paz?
Los teóricos pluralistas han determinado que los Estados no intervienen por razones
humanitarias primeramente, sino que intervienen porque encuentran que sus intereses
nacionales pueden verse favorecidos. Es decir, que los Estados intervienen en casos en los
que su seguridad física, sus inversiones o intereses geopolíticos estratégicos son
amenazados por cualquier actividad derivada de un conflicto ajeno a su territorio. Sin
embargo, este argumento no aplica para Guatemala. Si bien, no ha de negarse que la
participación de Guatemala en las OPAZ de las Naciones Unidas responda a intereses
nacionales, éstos no pertenecen a la categoría propuesta por los pluralistas. Pues los
intereses perseguidos por Guatemala parecen estar planteados en función de aumentar los
beneficios y la presencia del Estado dentro de la sociedad internacional.
Durante el proceso de entrevistas se planteó la pregunta ¿por qué participa Guatemala en
las OPAZ de la ONU?. A lo cual, el grupo operativo de despliegue y los expertos del grupo
estratégico, tanto oficiales del Ejército de Guatemala como personal del Ministerio de
Relaciones Exteriores confirmaron las siguientes razones.
78 Véase: El requisito de la proporcionalidad, página 36. 79 En este contexto, el empleo de la fuerza debe pretender la neutralización física de aquellos que amenazan la
vida de la población civil desarmada y, que en caso de que no fuera así, muchas vidas podrían perderse.
82
1. Porque Guatemala es un Estado miembro de la Organización de las Naciones
Unidas.
2. En cumplimiento de un compromiso moral, adquirido de la propia experiencia de
una OPAZ en territorio guatemalteco. Esto es, la MINUGUA.
3. Porque a través de la experiencia del conflicto de Guatemala y del periodo post
conflicto (MINUGUA), las tropas guatemaltecas están calificadas para el manejo de
una OPAZ, al contrario de todos aquellos países que jamás han tenido la experiencia
de un proceso de paz como el de Guatemala.
4. Es una estrategia política que permite demostrar al mundo que Guatemala logró la
paz y que ahora está dispuesta a retribuir a la sociedad internacional el proceso que,
de alguna manera colaboró a que el mismo Estado de Guatemala alcanzara y
contribuyera a la paz y a la seguridad internacionales.
5. Es una proyección del poder nacional de Guatemala, porque a través de la
participación en las OPAZ se demuestra al resto de países que el Estado tiene la
capacidad de exportar y contribuir a la paz mundial.
6. Es parte de la política exterior del Estado que permite que Guatemala se abra
espacio dentro de la sociedad internacional.
7. Por la invitación de la ONU para contrarrestar el sufrimiento de otros pueblos.
8. Por los ingresos económicos que las OPAZ generan para el país, el Ejército y los
participantes.
Por su parte, el grupo de la sociedad civil considera que las razones por las que participa el
Estado en las OPAZ son las siguientes.
1. Porque Guatemala es miembro de la Organización de las Naciones Unidas y como
tal, debe aportar a la paz y la seguridad internacionales.
2. Porque se encuentra establecido en la Constitución Política de Guatemala.
3. En respuesta al compromiso con la paz de los pueblos, adquirido a través de la
experiencia de la MINUGUA.
4. Porque la experiencia de haber terminado treinta y seis años de guerra y pasar a una
situación de paz, permite que Guatemala pueda apoyar los esfuerzos de
estabilización en otros países con mecanismos reales ya conocidos.
83
5. Es un mecanismo de política exterior exitoso, que permite que Guatemala sea un
miembro activo dentro de la sociedad internacional.
6. Es la materialización del compromiso de paz con la sociedad internacional, porque a
través de la participación, Guatemala demuestra que es parte de la solución y no del
conflicto.
7. Para generar la credibilidad a nivel internacional que, tanto el Estado como el
Ejército están comprometidos con la paz internacional.
8. Es la manera de demostrar que Guatemala tiene las capacidades y la
institucionalidad para ayudar a otros países a buscar la paz.
Es notable que las respuestas de ambos grupos sean muy similares. Todos los enunciados
anteriores se pueden categorizar como una respuesta a los intereses nacionales. Si bien,
éstos no corresponden a la línea propuesta por los pluralistas, sí responden a la necesidad de
cumplir y alcanzar los intereses nacionales de un país como Guatemala. Es decir, que el
Estado no tiene ningún interés geopolítico estratégico sobre los territorios en los que se
encuentra desplegado, como lo señalan los pluralistas. Sin embargo, los intereses que
motivan la participación de Guatemala se encaminan a una acentuación de la presencia del
Estado en la sociedad internacional, esto, a través de la demostración de capacidades
especiales que son muy valoradas dentro de las Naciones Unidas.
Es decir, que la participación del Estado de Guatemala no responde a un interés ambicioso
sobre los territorios en los que se encuentra desplegado su Ejército porque esos despliegues
no sucedieron como un acto preventivo para minimizar alguna amenaza directa para el
territorio guatemalteco. Pareciera entonces, que el interés principal de Guatemala de
participar en las OPAZ consiste en fortalecer su posicionamiento dentro de la sociedad
internacional y sobresalir como un país solidario, exportador del producto más inusual y
extraordinario que existe, la paz.
Aunque la motivación del Estado de Guatemala no sea genuinamente humanitaria y
desinteresada, esto no desestima los resultados humanitarios positivos que ha logrado tanto
en la MINUSTAH como en la MONUSCO. Pareciera ser, que la agenda de cooperación en
materia de prevención y tratamiento de conflictos por parte de Guatemala está bien definida
84
y que, está bien encaminada no sólo al fortalecimiento del Estado dentro de la sociedad
internacional, sino que a través del buen trabajo humanitario realizado hasta ahora, ha
logrado apoyar de manera precisa los procesos de paz en Haití y la RDC.
3.1. Fundamento político para la participación de Guatemala en las OPAZ
El primer fundamento político para la participación de Guatemala en las OPAZ se
encuentra en la Carta Magna.
“Guatemala normará sus relaciones con otros Estados, de conformidad con los
principios, reglas y prácticas internacionales con el propósito de contribuir al
mantenimiento de la paz y la libertad, al respeto y defensa de los derechos humanos,
al fortalecimiento de los procesos democráticos e instituciones internacionales que
garanticen el beneficio mutuo y equitativo entre los Estados” (Constitución Política
de la República de Guatemala, 1985).
Esto significa que Guatemala realizó el compromiso de cumplir con los principios de
solidaridad del actual sistema internacional, el cual, como se ha dicho anteriormente, está
materializado en el sistema de las Naciones Unidas. Del mismo modo, al ratificar
Guatemala la Carta de las Naciones Unidas, adquirió compromisos para contribuir a la paz
y la seguridad internacionales.
“Todos los Miembros de las Naciones Unidas, con el fin de contribuir al
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, se comprometen a poner a
disposición del Consejo de Seguridad, cuando éste lo solicite, y de conformidad con
un convenio especial o con convenios especiales, las fuerzas armadas, la ayuda y las
facilidades, incluso el derecho de paso, que sean necesarias para el propósito de
mantener la paz y la seguridad internacionales” (Carta de las Naciones Unidas,
1945).
Posteriormente, en cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Estado al ratificar
la Carta y legalizarlos de igual manera en la Constitución Política del país, el Estado aprobó
los acuerdos gubernativos 315-2004 y 92-2005 que, autorizaran el despliegue de los
85
contingentes para la República de Haití y la República Democrática del Congo
respectivamente.
De igual manera, el Libro Blanco de la Defensa Nacional (2003) que, contiene la política
de Defensa Nacional del Estado de Guatemala estipula que para alcanzar los objetivos
nacionales permanentes, el Estado debe trabajar en dos grandes ejes: en una política de
desarrollo y una política de seguridad, dentro de la cual se incluye el apoyo a los intentos
por la paz internacional.
Derivado de lo anterior, el Plan Quinquenal del Ejército de Guatemala, es un documento
estratégico que contiene los objetivos institucionales para los siguientes cinco años. Este
plan estratégico, se caracteriza por brindar su apoyo al fortalecimiento de la política
exterior del Estado, mediante su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas. Siendo
así que, actualmente, la política exterior del Estado no es concebible sin la participación en
las OPAZ de las Naciones Unidas, ya que, a través de esta participación Guatemala tiene
una mayor apertura y presencia en el sistema internacional.
En cuanto a la seguridad, se plantea una estrategia internacional que consiste en el
fortalecimiento del multilateralismo, a la promoción de la paz internacional, al impulso de
la plena vigencia de los derechos humanos, al fortalecimiento de la democracia, a participar
en operaciones de carácter humanitario80
y al combate del terrorismo (Libro de la Defensa
Nacional de la República de Guatemala, 2003). Esto, se pretende hacer mediante la
inserción del Estado en el sistema mundial de seguridad que representan las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas.
Sin embargo, la cooperación con las distintas fuerzas multinacionales que colaboran con la
paz y la seguridad internacionales, no consiste solamente en el envío de contingentes o de
80 El presente estudio se ha especializado en la participación del Estado en operaciones de carácter global. Sin
embargo, eso no significa que Guatemala no haya participado en operaciones de carácter humanitario a nivel
regional. Prueba de esto, es la membrecía permanente de Guatemala en la Conferencia de Ejércitos
Americanos (CEA), y en la Conferencia de las Fuerzas Armadas de Centroamérica (CFAC). A través de esta
última conformó un contingente denominado Unidad Humanitaria de Rescate, que apoyó durante el terremoto
en El Salvador en enero de 2001 y la erradicación del dengue hemorrágico en Honduras en 2002. En esa
dirección, Guatemala ha participado en el proceso de desminado y destrucción de artefactos explosivos en la
Región Centroamericana desde 1997 (Libro de la Defensa Nacional de la República de Guatemala, 2003).
86
fuerza militar, también incluye en primera instancia la diplomacia preventiva81
, para luego,
emprender según sea requerido, las distintas operaciones de mantenimiento de la paz de las
que se habló en los capítulos anteriores.
Aunque no exista una política o un documento específico para la participación en las OPAZ
de las Naciones Unidas, es válido decir que la participación de la República de Guatemala
en las OPAZ responde a una política de Estado. Esto, porque la participación que inició en
2004 ha trascendido gobiernos y ninguno la ha desestimado, sino que, por el contrario, se
ha creado y fortalecido la institucionalidad tanto en el Ministerio de Relaciones Exteriores
como en el propio ejército, con miras a mejorar el proceso de despliegue para las distintas
operaciones en las que participa el Ejército de Guatemala. Esto, de acuerdo con lo
establecido en la Carta Magna y el Libro de la Defensa Nacional, que contienen el
basamento constitucional sólido que aprueba la participación en las OPAZ.
3.2. ¿Está preparado de manera integral el Estado de Guatemala para participar en las
OPAZ?
La pregunta en cuestión, se refiere más a un reto que una interrogante, ya que, la
participación en las OPAZ, requieren de todo el soporte del Estado para que se logren los
fines que se buscan. Esto, porque no se puede enviar personas con deficiencias operativas y
necesidades administrativas fuertes a coadyuvar en la solución de un conflicto donde la
vida de muchas personas se encuentra en riesgo.
Para que un Estado pueda participar en las OPAZ de las Naciones Unidas, debe contar con
un andamiaje o institucionalidad sólida que refuerce el trabajo realizado en el campo de
despliegue. Ya que, el trabajo realizado por los contingentes, debe ser el reflejo del país al
que representan. Pues, durante el tiempo del despliegue, los Cascos Azules guatemaltecos
han de cumplir una función tan importante como el de ser embajadores de su propio país.
Al presentar la misma interrogante a los expertos consultados, se identificaron cuatro
elementos clave82
para determinar, si el Estado de Guatemala está preparado de manera
integral, para participar en las OPAZ de las Naciones Unidas.
81 Véase: Prevención de conflictos en estrategia política, página 57.
87
3.2.1. Elemento político
El elemento político consiste en todo el andamiaje constitucional que permite los
despliegues de las personas y los contingentes en las OPAZ. Este componente está
integrado primeramente por la Misión Permanente de Guatemala en las Naciones Unidas y
por todas las personas que desde el territorio guatemalteco (la Subdirección de Política
Multilateral para las Naciones Unidas y Dirección del Consejo de Seguridad del Ministerio
de Relaciones Exteriores) se ocupan de los procesos y capacidades técnicas que permiten
coordinar la participación de Guatemala en las OPAZ.
Tal como se estableciera anteriormente, Guatemala tiene todo el soporte constitucional que
necesita para realizar los despliegues de manera legítima y legal. Esto, dentro del contexto
nacional e internacional. Es decir, que en materia legislativa, el Estado está facultado para
realizar la movilización y despliegue de sus fuerzas armadas, cuando sea requerido.
En cuanto a la estructura institucional del Ministerio de Relaciones Exteriores, la DOPAZ
considera que la experiencia adquirida por los encargados de los procesos de las OPAZ, ha
fortalecido la capacidad de respuesta tanto a nivel nacional como dentro del sistema de las
Naciones Unidas. Sin embargo, el 20% de los expertos de la sociedad civil estima que es
imperativo que estas personas que ahora están a cargo de las OPAZ, incluyendo a las que
están dentro del Consejo de Seguridad, se especialicen en temas de paz y seguridad
internacional para así, poder influir objetivamente en las decisiones que se toman dentro del
mismo Consejo de Seguridad.
El seno de las Naciones Unidas concuerda tanto con los expertos consultados dentro la
sociedad civil y del grupo estratégico, que Guatemala ha tenido representantes dignos ante
la Asamblea General. Prueba de ello, es que el señor Edmond Mulet, diplomático
guatemalteco, se desempeñe por segunda vez como Subsecretario general adjunto para las
Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas y, pese a que este título es
a nivel personal, no cabe duda que el desempeño de Mulet, respaldado por el trabajo de
cada guatemalteco dentro del campo de las operaciones de la paz puede abrir puertas a
82 Los cuatro elementos identificados son los elementos político, económico, militar y social.
88
otros conciudadanos, ya que pone de manifiesto la calidad del recurso humano del país. Lo
cual desde luego, concluye con una capacidad política adecuada en todos los campos para
la consolidación de la paz.
3.2.2. Elemento económico
Guatemala aún continúa siendo un país en vías de desarrollo y, por lo tanto, no es posible
que apoye económicamente a las OPAZ de las Naciones Unidas en la dimensión que lo
hacen Estados Unidos, Japón y El Reino Unido83
. Sin embargo, demuestra su solidaridad y
compromiso con la paz, a través del envío de contingentes y actividades de ayuda
humanitaria concretas (envío de víveres, despliegues de fuerzas de rescate y reconstrucción,
campañas médicas, etc.).
El presupuesto aproximado para las OPAZ, para el año fiscal del 1 de julio de 2012 al 30 de
junio de 2013 es de US$ 7,33 mil millones (Financiación de las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz, s.f.). Por su parte, la Asamblea General de las Naciones Unidas
(2012) determinó que la cuota de Guatemala para el mantenimiento de la paz durante el
periodo 2013-2015 será del 0.0054% del presupuesto total, además del envío de tropas y
del equipo necesario que éstas requerirán durante su despliegue.
Empero, todo lo que Guatemala invierte para poder participar en las OPAZ es reembolsado
de acuerdo al Memorándum de Entendimiento84
firmado entre las Naciones Unidas y el
país. Dentro del MOU, además del tipo de despliegue de las tropas, se encuentran los
requisitos que el Equipo Propio del Contingente (COE)85
debe cumplir para ser parte de las
OPAZ y, consecuentemente, para contar con el reembolso. Los estándares de calidad a
cumplir son altos y todo el equipo debe estar al cien por ciento de su funcionamiento para
que los inspectores de las Naciones Unidas autoricen el reembolso para el país.
83. Los diez principales países que aportan financieramente a las OPAZ son: Estados Unidos (27.14%), Japón
(12.53%), Reino Unido (8.15%), Alemania (8.02%), Francia (7.55%), Italia (5.00%), China (3.93%), Canadá
(3.21%), España (3.18%) y República de Corea (2.26%) (Financiación de las operaciones de mantenimiento
de la paz, s.f.). 84 A partir de este momento: MOU, Memorandum of Understanding (por sus siglas en inglés). 85 Contingent Owned Equipment (por sus siglas en inglés).
89
El COE incluye desde utensilios de limpieza personal, de limpieza y de lavandería, equipo
de oficina, servicios eléctricos y de comunicación, medicinas, equipo médico de
diagnóstico y de laboratorio menor, misceláneo (camas, muebles, alarma de incendios,
etc.), equipo de protección nuclear, químico y biológico, automóviles y claro, equipo
militar propiamente dicho (armas, municiones, visores especiales, tanques, etc.)
Pareciera ser que el Estado realiza una gran inversión para enviar sus tropas y mantener en
óptimas condiciones el equipo que necesitan los contingentes durante su despliegue. Los
expertos de la sociedad civil consultados, estiman que la participación de Guatemala en las
OPAZ de las Naciones Unidas no representa un gasto significativo al país, ya que, todo el
dinero invertido es reembolsado y aún más, la experiencia adquirida por las tropas
guatemaltecas es una ganancia extraordinaria.
3.2.3. Elemento militar
De acuerdo con los especialistas consultados, de la sociedad civil y el denominado grupo
estratégico, el Ejército de Guatemala está preparado para participar en las OPAZ de las
Naciones Unidas. Esto lo ha demostrado a través del buen desempeño que han tenido en
todas las misiones en las que se encuentran desplegados, tanto los MILOBS como los
contingentes.
En cuanto a capacidad física, el Ejército de Guatemala ha demostrado tener los
conocimientos prácticos que le ayudan al cumplimiento de las misiones asignadas. Es de
considerar que la responsabilidad de trabajar en terreno y gente extraños, requiere de una
preparación especial, debido al clima y a la cultura del país; por ello, el Ejército inicia la
capacitación de sus tropas con cinco meses de anticipación. A las personas participantes,
hombres y mujeres, civiles y militares se les instruye en materias especificas de las OPAZ
de las Naciones Unidas, que incluyen desde conceptos básicos, estudios especializados en
materia socorro humanitario86
, idiomas, estudios sobre el país al que serán movilizados, etc.
86 Las materias para el socorro humanitario y de derechos humanos no sólo son impartidas a los soldados que
participan en las OPAZ. Hoy día, ambos temas son pilares en la enseñanza y formación de todo soldado
guatemalteco, los cuales inician desde el momento en que se unen a las reservas militares o ingresan por una
formación más completa en la Escuela Politécnica.
90
Lo cual permite que cada uno de los elementos desplegados entienda cuál es su papel
humanitario dentro de la misión a la que pertenecen.
Si bien, se estima que el Ejército de Guatemala está preparado para ser parte de las OPAZ
de las Naciones Unidas, los expertos de la sociedad civil concluyen que aún hace falta la
“modernización” del Ejército. Es decir, mejorar las capacidades y reducir las limitaciones
del Ejército tanto a nivel nacional como internacional. Pues, según los resultados de la
investigación, el Ejército ha demostrado que sí es capaz de cumplir su función principal a
través de las OPAZ.
Con todo, el Ejército de Guatemala posee la capacidad de cumplir con una nueva función
en tiempos de paz, la cual, consiste en apoyar a otros países para que alcancen la paz y la
seguridad que sólo un ejército puede facilitar. Esto, en correlación a las palabras de Dag
Hammarskjöld (1961), ex Secretario General de las Naciones Unidas (1953-1961):
“Mantener la paz no es trabajo para soldados, pero solamente los soldados pueden hacerlo”.
Lo anterior se refiere a que mantener la paz debe ser el trabajo de todos. Sin embargo,
debido a la naturaleza de los nuevos conflictos, que conllevan el uso de armas cada vez más
grandes y poderosas, requiere que las instituciones armadas de los Estados estén cada vez
más involucradas en los procesos de estabilización y consolidación de la paz.
3.2.4. Elemento social
Desde el punto de vista de la sociedad guatemalteca, la participación del Ejército en las
OPAZ de las Naciones Unidas parece pasar desapercibida. El único momento en que la
participación tuvo lugar dentro del debate de la sociedad en general, fue en enero de 2006,
cuando sucedió la lamentablemente pérdida de la vida de ocho soldados guatemaltecos. Por
el contrario, la participación del Ejército en las OPAZ no ha generado debate alguno.
Sin embargo, es importante recordar que el banco humano del cual se deriva la fuerza que
será utilizada en el campo de las OPAZ, sigue siendo la misma sociedad guatemalteca que,
con una cultura sólida, capacidades propias y especiales conjugan los elementos necesarios
91
al momento en que los contingentes son organizados. Ya que parten de un mismo principio,
el de ser soldados guatemaltecos de la paz.
Esta investigación concluye que, el Estado no ha desestimado el valioso aporte que la
población civil, es decir, la sociedad guatemalteca en general, puede realizar en apoyo para
cumplir los objetivos del Estado dentro de las misiones de paz. Pues, tal aporte ha sido bien
aprovechado y debidamente integrado a través del Ejército de Guatemala.
4. Logros del Estado de Guatemala obtenidos a través de su participación en las OPAZ
Al igual que la sección anterior, el siguiente análisis sobre los logros obtenidos por el
Estado de Guatemala a través de su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas, se
dividirá en cuatro categorías: logros políticos, económicos, militares y sociales. Lo cual,
proporcionará un panorama muy cercano de los elementos que constituyen
estratégicamente el poder nacional.
La investigación concluyó determinar la presente sección en categoría de logros,
entendiéndose como los beneficios y el mejoramiento de las capacidades del Estado de
Guatemala a través de su participación en las OPAZ. Consecuentemente, estos beneficios
obtenidos en los cuatro elementos que constituyen el poder nacional, son logros para el
Estado de Guatemala.
4.1. Logros políticos
El 100% de los expertos entrevistados, considera que el mayor logro político alcanzado por
el Estado, a través de la participación en las OPAZ de las Naciones Unidas consiste en el
reconocimiento de las capacidades del Estado de Guatemala en materia de prevención y
tratamiento de conflictos internacionales, lo que produce un mejor posicionamiento del
Estado de Guatemala dentro del consorcio de naciones. Este logro, se proyecta a través de
los siguientes reconocimientos.
92
1. Existe un reconocimiento a nivel misiones, (MONUSCO Y MINUSTAH
principalmente) y a nivel de las Naciones unidas, sobre la capacidad de la población
guatemalteca, esto, a través de lo que han hecho en las operaciones de paz. Lo cual,
ha dado a conocer a Guatemala entre los Cascos Azules de otros países que no
conocían ni siquiera de su existencia; hoy día, no sólo la reconocen sino que la
tienen en su vocabulario como algo normal.
2. El trabajo realizado por del Estado de Guatemala en las OPAZ, ha sido
determinante e influyó considerablemente para posicionar al país como miembro no
permanente dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
3. Aunque el hecho es lamentable, la muerte de los ocho kaibiles en la búsqueda de la
paz en el 2006 representa un reconocimiento político importante. Pues, provocó que
la noticia diera la vuelta al mundo a través de los medios de comunicación. Lo que,
posteriormente se manifestó en las numerosas muestras de condolencia recibidas de
muchas naciones a través de los jefes de Estado y de Gobierno, como de los
contingentes de los países representados en la misión, no sólo hacia el contingente
guatemalteco desplegado, sino a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.
4. Regionalmente, Guatemala es pionera en materia de paz a través de la participación
de su Ejército en las OPAZ de las Naciones Unidas. Lo cual, coloca al país en una
posición política importante, ya que las relaciones bilaterales y multilaterales para la
ayuda a las operaciones de paz se incrementaron por parte de Estados Unidos y
Canadá principalmente.
5. A nivel mundial, el nombre de Guatemala ha llegado a más países gracias a la
participación del Estado en las OPAZ de las Naciones Unidas.
El prestigio obtenido a través de los representantes políticos dentro de las Naciones Unidas
preparó un ambiente favorable, de mayor credibilidad hacia las capacidades y los
compromisos de los guatemaltecos con su trabajo. Lo cual, se convirtió en la antesala que
más tarde otorgaría al Ejército de Guatemala la responsabilidad de cumplir con una de las
tareas más extraordinarias, contribuir a la paz mundial.
Hoy día, el trabajo realizado por los representantes políticos dentro de las Naciones Unidas
se ha consolidado por los esfuerzos de los contingentes, MILOBS y todo el personal
93
guatemalteco, civil y militar, involucrado en las OPAZ de las Naciones Unidas. Lo que, en
última instancia ha brindado la oportunidad para que connacionales ocupen puestos de alto
nivel dentro de las Naciones Unidas.
Un aspecto sobresaliente es que, Guatemala ocupa uno de los diez puestos como miembro
no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esto, debido a los
esfuerzos realizados por los representantes políticos y la participación del Estado de
Guatemala en las OPAZ a través de su ejército.
El hecho de que Guatemala ocupe un espacio dentro del Consejo de Seguridad, permite
que el Estado de Guatemala como tal, se de a conocer como un promotor importante de la
paz, ya que, dentro del seno de referido consejo, se toman las decisiones para el despliegue
de las diferentes misiones a nivel mundial.
A nivel regional, los expertos consultados consideran que Guatemala puede calificarse
como líder en materia de las OPAZ de las Naciones Unidas, además posee una ventaja
sobre sus países vecinos, lo cual se ha logrado por medio del CREOMPAZ. Este centro de
enseñanza e instrucción que adiestra a personas de muchos países del mundo para las
operaciones de paz. Según los expertos del grupo estratégico, el CREOMPAZ permite una
proyección nacional significativa, pues es un indicador de la importancia que tienen las
OPAZ para el Estado, además, esto permite, que sus fuerzas desplegadas estén debidamente
capacitadas en relación con la contribución para la que son dispuestas. De esta manera y
gracias al entrenamiento que este centro regional, ha podido otorgar en diversas ocasiones a
los diferentes ejércitos de Centro América, ejércitos de Sur América, Estados Unidos y
Canadá, las relaciones de cooperación y reconocimiento internacional de las capacidades
del Estado y del Ejército de Guatemala han aumentado en gran medida.
De igual forma, el CREOMPAZ posiciona a Guatemala dentro de la Asociación
Latinoamericana de Centros de Entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ)87
.
Con esto, Guatemala demuestra su liderazgo no sólo en la región centroamericana sino a
87 Asociación, con reconocimiento a nivel mundial, y que próximamente, a partir del mes de agosto del año en
curso, Guatemala ocupará la presidencia por un periodo de dos años.
94
nivel mundial, ya que sitúa al Estado dentro del contexto mundial de los Centros de
Entrenamiento de OPAZ88
que existen, los cuales están representados en la IAPTC89
.
Los expertos de la sociedad civil, consideran que el país a través de la participación de las
OPAZ ha ganado mayor apoyo, reconocimiento internacional y ha ampliado las buenas
relaciones con otros países. Dentro del contexto internacional y del sistema de las Naciones
Unidas, Guatemala empieza a ser un punto de referencia en esfuerzos de mantenimiento de
la paz, pues los nueve años de experiencia y veinticinco contingentes desplegados en dos
misiones han otorgado un estatus y posicionamiento superior al Estado, que no poseía antes
de su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas.
Aunque, Guatemala sostiene relaciones diplomáticas con ciento cincuenta y un países,
gracias a la participación en las OPAZ de las Naciones Unidas, la presencia del Estado ha
llegado a más países en dónde no se tienen embajadas ni consulados90
. Por lo tanto, los
contingentes desplegados en Haití y en la RDC cumplen una función de embajadores,
porque son éstos los encargados de representar de manera digna y eficiente al país.
Asimismo, los MILOBS y Personal de Staff desplegados en las diferentes misiones de las
Naciones Unidas, desempeñan una labor de igual importancia, ya que, éstos también se
encargan de dar a conocer y poner en alto el nombre del país y, de dar muestras de las
excelentes capacidades del pueblo guatemalteco.
De esta manera, Guatemala en materia política dentro de las OPAZ ha logrado cumplir con
lo establecido en la Constitución Política, respecto a su rol en el mantenimiento de la paz.
Ha logrado posicionar al Estado en forma privilegiada dentro del consorcio de naciones, ya
88 Existen cuatro centros de entrenamiento principales para las OPAZ a nivel regional. Si bien, existen
diversos centros de entrenamiento para las operaciones de paz en todo el mundo, los siguientes centros son los
que se encuentran representados en la IAPTC y se encargan de sus asuntos regionales respectivamente: Asia:
Association of Asia-Pacific Peace Operations Training Centers (AAPTC), Africa: Africa Peace Support Trainers Association (APSTA), Latinoamérica: Asociación Latinoamericana de Centros de Entrenamiento
para Operaciones de paz (ALCOPAZ) y el continente europeo se encuentra representado en la IAPTC. 89 International Association of Peacekeeping Training Centers. 90 Hoy día, Guatemala se encuentra representada en siete de las diez y seis misiones en curso de las Naciones
Unidas. Las cuales se encuentran en los siguientes territorios: la República Democrática del Congo, la Haití,
Costa de Marfil, Sudán del Sur, Darfur (República de Sudán), Abyei (República de Sudán) y la República del
Líbano. De los territorios anteriores, Guatemala no posee representaciones diplomáticas en cinco de los países
mencionados. Sin embargo, cuenta con el despliegue de contingentes, MILOBS y Personal de Staff.
95
que ahora se conoce mucho más al país y lo relacionan con su deseo de alcanzar la paz a
nivel mundial.
4.2. Logros económicos
Si bien, los logros políticos han sido importantes y bien percibidos por el Estado de
Guatemala, los expertos de la sociedad civil consultados consideran que los logros
económicos no han sido para el Estado en su conjunto.
Aunque las Naciones Unidas reembolsa todo el dinero invertido por el país para poder
participar en las OPAZ, este reembolso no llega a ser parte de las arcas nacionales de
Guatemala. Esto, debido a que el dinero invertido en equipo, entrenamiento y despliegue es
parte del presupuesto del Ejército de Guatemala; por lo tanto, al momento de recibir el
rembolso, el mismo pasa directamente al Ejército y no a disponibilidad del Estado en su
conjunto para otros fines. Y es por esta razón, que los expertos de la sociedad civil
consideran que los logros económicos no llegan a ser de todo importantes, sino que, sólo se
manifiestan para una institución.
Los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, confirman que el
reembolso normalmente se demora; esto, debido a que los países patrocinadores de la
misión (financistas) retrasan su pago y por lo tanto, el dinero no llega en el tiempo previsto
al Estado. Al inicio de la participación de Guatemala en las OPAZ de las Naciones Unidas,
el retraso de los rembolsos causó dificultades para el equipamiento de los diferentes
contingentes.
De hecho, el despliegue de diferentes misiones, incluida la misión a la RDC fue retrasado
debido a que los reembolsos de la misión de Haití demoraban mucho en regresar al país y,
no se contaba con los recursos para continuar con los procesos de despliegue. Para ese
entonces, no se tenía la capacidad y la experiencia con la que se cuenta ahora, por lo que, el
dinero invertido en la misión se convertía en una deuda al Ministerio de Finanzas Públicas
del Estado.
96
Hoy día, después de nueve años de experiencia adquiridos en las OPAZ de las Naciones
Unidas, el Estado de Guatemala está preparado para manejar de mejor manera el tema del
reembolso y al mismo tiempo tener en óptimo funcionamiento el equipo de las misiones.
(Véase cuadro 5).
97
Cuadro 5
Estructura del proceso de reembolso para las OPAZ de las Naciones Unidas.
Fuente: elaboración propia con la información obtenida de las entrevistas realizadas a expertos del Grupo
Estratégico.
En este cuadro, puede notarse que parte de esa preparación del Estado, consiste en el
desarrollo de un proceso específico para manejar los reembolsos enviados por las Naciones
Unidas. Del mismo modo, se hace notar que los reembolsos recibidos son utilizados
primeramente para pagar al personal de paz, para mantener en óptimas condiciones los
Naciones Unidas
Ministerio de
Finanzas Públicas de
Guatemala
Ministerio de la
Defensa Nacional de
Guatemala
Departamento de
Finanzas del Ejército
de Guatemala
Pago de salario
a personal de
OPAZ
Gastos varios
del Ejército de
Guatemala
Mantenimiento
del equipo de
los contingentes
98
equipos desplegados y finalmente, se emplean en gastos de entrenamiento, preparación y
especialización del personal de paz y del resto de los efectivos del Ejército de Guatemala.
De esta manera, además del reembolso por el equipo, las Naciones Unidas también paga
por cada embajador de la paz desplegado en las OPAZ. Además de esto, la ONU en 2002
estimó que a cada soldado desplegado en cualquier OPAZ le corresponde un sueldo de
US$1,028 al mes, US$33 mensuales para gastos personales dentro de la misión y US$60
cada seis meses por ocho días de vacaciones durante el despliegue.
De los aportes económicos anteriores, los únicos que se entregan físicamente al soldado
durante la misión son los US$33 para gastos personales y los US$60 por los ochos días de
vacaciones. El sueldo de US$1,028 mensuales es parte del reembolso que las Naciones
Unidas otorga al país y una vez que el reembolso ha sido efectuado, el gobierno de cada
país estima cuánto ha de ser otorgado al soldado como un estipendio especial por su
participación, el cual, según los expertos consultados de los grupos estratégico y operativo
de despliegue es de acuerdo al grado militar y nivel de responsabilidad de cada soldado
guatemalteco.
Es decir, que el Estado a través de una política de reembolso, decide qué cantidad del
sueldo estimado por las Naciones Unidas ha de recibir cada participante, civil y militar, de
las OPAZ. La cantidad de dinero restante es destinada para los gastos del Ejército de
Guatemala, ya sea para el mantenimiento del equipo de los contingentes o para la
modernización de la institución.
Pese a que, puede decirse que el Estado como tal, no percibe una ganancia económica por
su participación en las OPAZ, algunas de las familias de los participantes disfrutan el
salario otorgado a sus parientes, lo cual viene a incrementar la posibilidad económica en los
pueblos hacia donde retornan los soldados que fueron Cascos Azules. Esto, porque la
mayoría de soldados regresa pensando en iniciar algún tipo de negocio a su retorno.
99
4.3. Logros militares
Al igual que los logros políticos, los logros militares son mayormente percibidos por el
Estado de Guatemala en su conjunto. Esto, porque el Ejército es una de las instituciones del
Estado y, a través del trabajo realizado por los soldados guatemaltecos fuera del territorio
nacional, se ha dado a conocer el país y se han especializado las capacidades de respuesta
por parte del Ejército.
Los logros militares percibidos por el Estado de Guatemala son interpretados por los
expertos de la sociedad civil, el grupo estratégico y el grupo operativo de despliegue de la
siguiente manera.
A través de la experiencia práctica, los grupos estratégico y despliegue operativo
identifican los siguientes logros.
1. El Ejército de Guatemala goza de una reputación y admiración por parte de
diferentes países desplegados en las misiones de las Naciones Unidas.
2. La participación de los Kaibiles en la RDC ha cambiado el concepto de violadores
de los derechos humanos (DDHH) a soldados altamente profesionales, disciplinados
y empeñados en el mantenimiento de la paz.
3. La opinión de Guatemala sobre las posibles estrategias a poner en práctica dentro de
las misiones es tomada muy en cuenta, debido a su experiencia en conflictos
internos.
4. La profesionalización y conocimiento del soldado guatemalteco91
ha aumentado a
través de su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas.
5. El Ejército ha mejorado su proceso de modernización y ha adquirido mejor equipo.
6. Se manifiesta un reconocimiento internacional de las fuerzas especiales “kaibil” de
Guatemala.
7. Sobreviene una sensibilización en los participantes que, refleja un crecimiento
personal superior.
91 Cuando se habla del soldado guatemalteco, se hace referencia a toda persona que se desempeña dentro del
Ejército de Guatemala. Es decir, toda aquella persona que desarrolla activamente una carrera militar en el
país.
100
8. Se adquieren estrategias y tácticas militares de otros países que podrían ayudar en el
cumplimiento de la misión y que pudieran aplicarse incluso en Guatemala.
9. Permite la posibilidad de comparación, para determinar el nivel de entrenamiento,
capacidad militar, estratégica y táctica para el cumplimiento de las diferentes
misiones. Comparación que es realizada por el alto mando de las misiones, logrando
con ello mayor confianza en los soldados guatemaltecos.
10. Se logró la apertura de la ayuda militar extranjera, especialmente de los Estados
Unidos y Canadá, en materia de equipo y educación, las cuales se encontraban
cerradas para el país.
Por su parte, los expertos de la sociedad civil consideran los siguientes logros militares para
el Estado de Guatemala a través de su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas.
1. La imagen del Estado y del Ejército de Guatemala a nivel internacional ha mejorado
gracias a la participación en las OPAZ de las Naciones Unidas.
2. La apertura del Ejército a nuevas experiencias, mejora su profesionalismo y apoya
el proceso de modernización que necesita la institución.
3. La participación del Ejército en las OPAZ de las Naciones Unidas especializa a la
institución, en el cumplimiento de lineamientos internacionales que resaltan en la
protección de civiles y de DD.HH.
4. A través de la participación en las OPAZ, el rol del Ejército se ha diversificado y
cumple con un nuevo papel dentro de la sociedad democrática.
5. La participación en las OPAZ, ha mejorado las capacidades prácticas y técnicas del
Ejército.
6. Ocurre una sensibilización por parte de todos los participantes en materia de
DD.HH y D.I.H.
Ambos grupos concuerdan que la imagen proyectada del Ejército ha cambiado a través de
su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas. Pues anteriormente, debido al
conflicto que afectó a Guatemala, la institución armada se vio en la tarea de librar una lucha
por la estabilización del país, lo cual, por motivos que no han de ser tratados en este
estudio, la imagen del Ejército se vio afectada de manera negativa y, la institución fue
101
calificada como violadora de DD.HH. Sin embargo, a través de su participación en las
OPAZ de las Naciones Unidas ésta imagen negativa ha iniciado un proceso de cambio y
hoy día, los efectivos del Ejército empiezan a ser percibidos con mayor profesionalismo,
capaces de cumplir con tareas de estrictos estándares internacionales y comprometidos con
la paz y la seguridad de los pueblos.
Con todo, un reducido porcentaje (15.38%) de los expertos consideró que aún permea la
imagen negativa del Ejército de violadores de DD.HH atribuida por el conflicto que vivió
Guatemala. Empero, esta investigación encuentra que la imagen del Ejército tanto a nivel
nacional e internacional se encuentra en el proceso de un cambio positivo. Esto, en virtud
del trabajo realizado en las OPAZ de las Naciones Unidas y a las operaciones de rescate y
ayuda humanitaria a nivel nacional y regional.
El trabajo realizado por las fuerzas especiales de Guatemala ha provocado un
reconocimiento internacional importante de las capacidades de los efectivos del Ejército
guatemalteco. Del mismo modo, los contingentes guatemaltecos son conocidos por cumplir
los reglamentos en cuanto a mantener todo su equipo en óptimas condiciones y pasar la
inspectoría del COE92
que, es una de las más estrictas dentro de las misiones de paz. La
cual, representa dos cosas importantes. La primera, es mantener su capacidad operativa
debido a la naturaleza de la unidad de fuerzas especiales, y la segunda, corresponde al
aseguramiento del reembolso al Estado de Guatemala del dinero por el personal y el equipo
del contingente, ya que de haber fallas en cualquiera de los menesteres, no se recibirá el
reembolso completo por parte de las Naciones Unidas. Lo cual, resalta en el contexto
político-administrativo de la misión.
Con todo, los contingentes guatemaltecos han demostrado estar a la altura de una misión
que requiere mayor especialización, como lo son las OPAZ de las Naciones Unidas. Lo
cual, colabora con el proceso de modernización del Ejército de Guatemala, ya que a través
del intercambio de experiencias con otros ejércitos y ser partícipe de una misión con un
mandato complejo y de alto impacto a nivel internacional, coadyuva a que el nivel de
profesionalismo dentro de la institución armada del Estado de Guatemala logré
92 Véase: Operaciones de Mantenimiento de la Paz, página 57 y Elemento económico, página 88.
102
posicionarse de mejor manera en el ámbito internacional. Es decir, que sus capacidades
están cada vez más cerca a las de los ejércitos más dinámicos y modernos.
Por otro lado, los contingentes guatemaltecos reciben una muestra importante de respeto
por parte de las Naciones Unidas, debido a la equidad de género que compone los
contingentes93
. Si bien, la cantidad de mujeres participantes es menor en comparación con
los hombres94
, el género femenino está bien representado dentro la misión. Las féminas
guatemaltecas fungen como médicas, cocineras, enfermeras, oficinistas, traductoras y como
oficiales propios del Ejército de Guatemala. Igualmente, la combinación de personal civil y
militar dentro del componente administrativo de los contingentes es un elemento que suma
a la valoración de la participación de Guatemala en las OPAZ de las Naciones Unidas, pues
esto demuestra que el país apuesta por la transparencia y la modernización de su institución
armada.
Prueba del reconocimiento que ha adquirido el Ejército a través de su desempeño en las
OPAZ de las Naciones Unidas, es que ahora goza de mejores relaciones, más estrechas y de
mayor cooperación, tanto con países dentro de la misión como Uruguay, Pakistán,
Bangladesh, Brasil, la India95
, entre otros; como con países con los que no comparte en las
misiones como Estados Unidos, Taiwán y Canadá96
. A través de estas nuevas y mejores
relaciones, el Ejército ha podido sumergirse más en el proceso de modernización de equipo,
instalaciones, procedimientos etc. pero, al mismo tiempo, se encamina a una nueva etapa,
para cumplir una nueva labor dentro de una sociedad que firmó la paz.
93
La cantidad de las mujeres guatemaltecas que fueron incorporadas en los contingentes desplegados en la
MINUSTAH y la MONUSCO desde 2004 hasta diciembre del 2011, fue de 147 participantes, civiles y
militares. Hoy día, esta cantidad ha aumentado, debido a los despliegues suscitados entre 2012 y 2013. 94 El promedio anual de los efectivos desplegados en ambas misiones es de 311 hombres y 29 mujeres. Según
estas cifras, las mujeres representan el 8% total de los dos contingentes guatemaltecos, mientras que los
hombres representan el 92% de los participantes. (DOPAZ: Documento no publicado). 95 En la MONUSCO, los contingentes guatemaltecos tienen la oportunidad de compartir principalmente con
éstos países. Lo cual, permite al Ejército de Guatemala conocer y aprender de los procedimientos de países con poder nuclear como lo son la India y Pakistán. Por otro lado, el Ejército ha aprendido de los
procedimientos de su similar suramericano Uruguay, que tiene la capacidad para desplegar hasta 3,000
efectivos militares en una OPAZ de las Naciones Unidas. 96 Recientemente, Estados Unidos realizó una donación de treinta y cuatro camiones y diversidad de equipo al
Ejército de Guatemala. Por su parte, la República de Taiwán realizó la donación de cuatro helicópteros, de los
cuales, dos son completamente nuevos. Por último, Canadá ha colaborado con donación de equipo y en el
mejoramiento de las instalaciones del CREOMPAZ, del mismo modo, se realizan intercambios de instructores
militares que colaboran a que la capacitación y el entrenamiento del soldado guatemalteco sea diversificado.
103
El intercambio académico y práctico que el Ejército tiene a través del CREOMPAZ y de su
participación en la ALCOPAZ, permite aumentar el nivel de profesionalismo de los
soldados guatemaltecos, que ulteriormente, también es parte del proceso de modernización,
ya que las lecciones aprendidas y el perfeccionamiento de las capacidades prácticas son
elementos que no podrán ser sustituidos o eliminados del soldado guatemalteco.
Expertos de la sociedad civil consideran que la participación del Estado en las OPAZ de las
Naciones Unidas, abrió paso para que el ejército cumpla con nuevas funciones dentro de
una sociedad democrática. Hoy día, el Ejército se especializa en temas de DD.HH y de
D.I.H., Lo cual prepara a la institución para una función más humanitaria. De igual manera,
provee a la institución de instrumentos especializados que, conllevan a un mejor
desempeño a nivel internacional.
El corolario de los logros en materia militar para el Estado de Guatemala, consiste
principalmente en el reconocimiento de sus fuerzas armadas como una institución
profesional, respetuosa, disciplinada, bien organizada y comprometida con la paz.
4.4. Logros sociales
Los logros sociales y económicos van muy de la mano en este proceso, los expertos del
grupo de la sociedad civil consideran que los logros sociales son percibidos principalmente
por los participantes en las OPAZ y sus familias. Pues, son los participantes los que logran
beneficiarse en gran manera de un intercambio cultural y de conocimientos que obtienen a
través de relacionarse con otros ejércitos. Asimismo, estiman que el beneficio económico
que obtienen los participantes no se refleja dentro de la sociedad guatemalteca en su
conjunto en comparación con las remesas enviadas por migrantes.
Sin embargo, no desestiman que a través de la participación en las OPAZ de las Naciones
Unidas, las personas que han sido y que son desplegados obtengan un enriquecimiento
cultural muy importante y prosperen económicamente de tal manera que, de no haber
participado en una misión, no hubieran podido lograr lo que han hecho para ellos y sus
familias si, simplemente hubieran permanecido dentro de las fronteras de Guatemala.
104
Por su parte, los expertos del grupo estratégico y miembros del grupo de despliegue
operativo estiman que a través de la participación en las OPAZ de las Naciones Unidas, los
participantes atraviesan un proceso de cambio de mentalidad y de apertura que transforma
su visión del mundo. Esto, porque al soldado guatemalteco se le educa en una cultura de
paz, todo su proceso de aprendizaje y de entrenamiento se especializa para propiciar y
favorecer un ambiente de paz y desarrollo, que posteriormente se refleja en su desempeño
personal y alimenta sus aspiraciones de futuro a su regreso al país.
Los expertos manifiestan que los participantes crecen culturalmente porque tienen la
oportunidad, primero de salir del país; segundo, aprenden nuevos idiomas y tercero se
relacionan con personas de costumbres y culturas diferentes y con otros ejércitos dentro de
la misión. Todo lo cual, provee un bagaje de conocimientos, tanto para civiles como
militares en cuanto a los resultados negativos producidos por la guerra.
Por otro lado, a la luz de la investigación, resulta innegable que, tanto el personal civil
como militar que participa en las OPAZ de las Naciones Unidas, recibe un beneficio
económico más allá del salario que puede estar ganando en el país. Gracias a este beneficio
económico extra, todos los participantes que han sabido invertir de la mejor manera sus
ingresos, han logrado mejorar su nivel de vida. Es decir, que a través de esa prebenda
económica, los participantes han logrado construir casas, pagar deudas, invertir en tierras,
iniciar un negocio, entre otros. Lo cual se traduce en inversión y progreso dentro de sus
mismas comunidades, que de alguna manera, estimulan a otras personas a que se
involucren en las OPAZ de las Naciones Unidas.
Si bien, la participación en las OPAZ de las Naciones Unidas es una actividad que
corresponde al Ejército de Guatemala, como institución del Estado, esto no significa que
civiles no puedan involucrarse en esa cooperación. De hecho, los traductores de idiomas,
médicos y especialistas que conforman los contingentes se enlistan dentro de las filas
especialmente para esta misión. De esta manera, la sociedad guatemalteca en general se ve
representada y cualquier guatemalteco que posea las capacidades necesarias para formar
parte de un contingente de las Naciones Unidas puede involucrarse en la participación
como parte del Estado en las OPAZ.
105
La incorporación de civiles dentro de los contingentes abre espacios de participación dentro
del Estado, ya que involucra a la sociedad guatemalteca en el cumplimiento de sus intereses
nacionales.
5. La selectividad del Estado de Guatemala en las OPAZ de las Naciones Unidas
Durante el debate teórico, se discutió sobre el postulado de los pluralistas que indica que los
Estados no intervienen por razones humanitarias primeramente, sino que intervienen de
acuerdo a sus intereses nacionales. En una sección anterior de este mismo capítulo se
examinaron las razones por las que Guatemala participa en las OPAZ de las Naciones
Unidas. De igual manera, se inquirió en los logros nacionales obtenidos por Guatemala a
través de su participación en estas operaciones y en los logros alcanzados en materia de
prevención y tratamiento de conflictos internacionales.
Al adentrarse en los postulados de los pluralistas, se encuentra otro argumento que decreta
que, si los Estados intervienen de acuerdo a sus intereses, entonces todas las intervenciones
tienen un carácter selectivo. Es decir, que los Estados intervienen selectivamente según lo
que conviene a sus intereses nacionales. Sin embargo, el teórico Robert H. Jackson hace
una distinción de actos basados en la prudencia, que permiten entender de mejor manera
este proceso de la selectividad. Para esto, él distingue dos tipos de prudencia, la primera es
la prudencia instrumental, que consiste en actuar de acuerdo a los intereses propios de los
líderes políticos y sus regímenes. La segunda es la prudencia normativa, ésta consiste en
realizar acciones, tomando en consideración a cualquier persona cuyos derechos, intereses
y bienestar dependen de las decisiones y acciones aplicadas por los líderes del Estado
(Jackson [inédito] en Wheeler 2000:48). Tomando como fundamento el argumento del
teórico Robert Jackson, esta investigación determinará cuál de las dos prudencias aplica el
Estado de Guatemala en sus intervenciones.
Debido al carácter de la intervención que practica Guatemala dentro del sistema de las
Naciones Unidas, pareciera ser, que la selectividad del Estado en cuanto a ser participe en
las OPAZ está basada en la protección de sus intereses nacionales. Esto, lo enmarca dentro
106
de la prudencia instrumental ya que Guatemala interviene con el fin de alcanzar sus
intereses nacionales y aunque muestre interés por los problemas y las vidas de los países en
conflicto, siempre prevalece la conquista de sus intereses.
Lo anterior, se infiere del hecho que el Estado de Guatemala no posee gran cantidad de
recursos económicos que le permitan competir a gran escala dentro de la sociedad
internacional. Es decir que, a pesar de que el Ejército de Guatemala realiza una labor
importante en las OPAZ, el Estado no tiene la capacidad de comprometer los bienes de todo
el país en gastos de despliegue, de mantenimiento de equipo, de manutención de las
personas desplegadas en las misiones y tampoco está preparado para sobreponerse a
grandes pérdidas materiales.
De esta cuenta, el Estado interviene solamente en dos misiones de las Naciones Unidas,
debido a que no posee la capacidad económica para el soporte de otros despliegues. Ya que,
estos requieren de gran inversión y sacrificio humano.
Habiendo comprendido lo anterior, puede explicarse ahora las razones por las que
Guatemala tiene contingentes en Haití y en la RDC. Y pese a que haya sido en respuesta a
una solicitud directa de las Naciones Unidas, puede notarse claramente que se ven
conjugados aquí, por un lado los intereses nacionales de Guatemala y, por el otro, que es la
principal razón, el costo económico inicial que esto conlleva97
.
Actualmente, las Naciones Unidas tienen dieciséis misiones en curso en todo el mundo98
y
los contingentes guatemaltecos están desplegados en dos de esas misiones. El primer
despliegue de Guatemala fue en la MINUSTAH en la República de Haití y, el segundo en
la MONUSCO en la República Democrática del Congo.
97 Guatemala se incursionó en el campo de las Operaciones de Paz a través de dos misiones. Sin embargo, el
Estado de Guatemala ha sido invitado a participar con contingentes de soldados en, DARFUR (Sur de Sudán)
y la República del Líbano, el principal motivo por el cual no fueron aceptadas las misiones, es por el alto
costo económico inicial que esto conlleva, ya que el reembolso de parte de la misión sobre ese rubro tiene un
tiempo largo de espera. 98 Las dieciséis misiones en curso de las Naciones Unidas se encuentran en: Haití, Sáhara occidental Malí,
Liberia, Costa de Marfil, RDC, Sudán del Sur, Sudán, Darfur, Kosovo, Chipre Medio Oriente, Líbano, Los
Altos de Golán Sirio, Afganistán y finalmente, India y Pakistán.
107
De acuerdo a los expertos del grupo de la sociedad civil, Guatemala participa en la
MINUSTAH porque es una misión que se encuentra en el continente americano. Debido a
la cercanía de la región caribeña al territorio guatemalteco99
, es importante que Guatemala
participe para fortalecer el liderazgo del país en la región, como garante comprometido con
la paz y la seguridad internacionales.
La MONUSCO es la segunda misión más grande de las Naciones Unidas100
y, al mismo
tiempo, presenta uno de los terrenos de despliegue más complicados. En esa oportunidad, al
recibir la invitación por parte de las Naciones Unidas, Guatemala vio una oportunidad que
beneficiaría, no sólo al Estado sino a su Ejército también. Pues, a través de su apoyo a una
de las misiones más significativas101
para las Naciones Unidas, se estaría promoviendo la
imagen de un Estado comprometido con la paz y la seguridad internacionales. Asimismo, a
través de ese apoyo, el Estado lograría posicionarse de mejor manera en la sociedad
internacional. Lo cual, ulteriormente traería beneficios para el Estado, el Ejército y la
sociedad guatemalteca en su conjunto.
El hecho de que las motivaciones principales del Estado para participar en las OPAZ estén
basadas en los intereses nacionales, no debe desestimar el trabajo humanitario realizado
hasta el día de hoy, pues los logros obtenidos por el Estado, no serían una realidad, de no
ser por el buen desempeño en todas las misiones en las que Guatemala se encuentra
representada.
5.1. Los soldados guatemaltecos y el riesgo de pérdida de la vida
Los teóricos pluralistas sostienen que los Estados no deben arriesgar la vida de sus soldados
para salvar extranjeros, pues no es su deber. Sostienen que los soldados solamente tienen
obligación para con sus compatriotas y que no es válido que salgan del país a luchar y
posiblemente a perder la vida por aquellos que no son sus connacionales. Sin embargo, los
99 La MINUSTAH se encuentra ubicada a 2,268 kilómetros exactos de la República de Guatemala. 100 La MONUSCO tiene la presencia de cincuenta y siete países en el terreno. Los cuales forman una fuerza
de 19,157 efectivos. La misión más grande de las Naciones Unidas es la UNAMID, en Darfur (sur de Sudán),
con la presencia de cuarenta y ocho países en el terreno y 20,071 efectivos desplegados. 101 La MONUSCO tiene el presupuesto anual más amplio para cumplir su mandato. El cual, de acuerdo a la
página oficial de la misión, asciende a US$ 1.347.538.00. A lo anterior, se suman US$140 millones en costos
adicionales adjudicados a la brigada de intervención.
108
contra-restriccionistas como Fernando Tesón que están a favor de la intervención, estiman
que los solados de un país pueden salir a defender a aquellos que no son sus connacionales.
Empero, argumenta que todos los soldados que son embarcados en esta misión, deben ser
desplegados de manera voluntaria, debido a los riesgos que puedan correr.
En ese sentido, los expertos del grupo estratégico al igual que los miembros del grupo de
despliegue operativo, aseguran que todos los efectivos desplegados, civiles y militares, han
demostrado su voluntad para ser parte de las OPAZ de las Naciones Unidas. Todos los
guatemaltecos que deciden forman parte de una OPAZ, son previamente informados de los
riesgos físicos a los que puedan enfrentarse durante la misión.
Debido a la naturaleza de la misión de la MINUSTAH en Haití, las tropas guatemaltecas
desplegadas tienen menor riesgo a un enfrentamiento armado que el resto de los
contingentes pues el contingente guatemalteco compuesto por policías militares, es el
encargado de velar por el mantenimiento de la buena disciplina, ley y orden de todos los
efectivos que componen la MINUSTAH102
. Igualmente, proporcionan seguridad a
instalaciones y a personalidades del país, realizan investigaciones criminológicas en las que
se vea involucrado un Casco Azul y en ocasiones, realizan controles de tráfico vehicular.
Por lo tanto, las tropas guatemaltecas desplegadas en esa misión no enfrentan mayor riesgo
de pérdida de vida durante su despliegue103
.
Por otro lado, la RDC que tiene un terreno más complicado, tiene un número de bajas de
cuatrocientos sesenta y siete efectivos104
, de los cuales, ocho son contados de las fuerzas
especiales de Guatemala.
102 La MINUSTAH está integrada por 9,357 Cascos Azules, originarios de cuarenta y ocho países de todo el
mundo. 103 La página oficial para la misión de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), expone que las bajas
totales del personal de paz de la ONU, hasta el día de hoy es de 175 individuos. De los cuales, la mayoría,
casi un centenar fallecieron a raíz del terremoto que azotó al país el 12 de enero de 2010. Esta tragedia ha sido
la mayor pérdida de vidas en la historia de las OPAZ de las Naciones Unidas. 104 Las bajas en las diferentes misiones de las Naciones Unidas para la RDC han sido de la siguiente manera:
ONUC (1960-1964) 250 efectivos, MONUC (1999-2010) 161 efectivos, dentro de los cuales se cuentan a los
ocho kaibiles de Guatemala en 2006 y, finalmente la MONUC (julio 2010 a la fecha) cincuenta y seis
efectivos.
109
Al iniciar Guatemala su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas, no lo hizo con
la intención de enviar a sus tropas a que lucharan y perdieran la vida. Al contrario, vio una
oportunidad de crecimiento profesional para el soldado guatemalteco. Sin embargo, en
enero de 2006 la trágica muerte de los ocho kaibiles en cumplimiento del deber, reveló una
realidad a la que están expuestos todos los Cascos Azules de las Naciones Unidas.
No cabe duda que, la pérdida de vidas para Guatemala en esa ocasión, fue un costo muy
alto, pues la vida de todo ser humano no tiene precio. Pero, tampoco debe olvidarse que,
este tipo de tragedias pueden suceder a cualquier Casco Azul desplegado sobre el terreno,
por lo tanto, las pérdidas de vida no deben adjudicarse como un hecho que sólo le ha
acontecido a Guatemala105
.
La presente investigación considera que la muerte de las ocho kaibiles en 2006, no debe ser
vista como una incapacidad de las tropas guatemaltecas. Pues, hoy día, estos ocho hombres
fallecidos en 2006, son estimados como héroes por la paz internacional.
Con todo y a pesar de las pérdidas humanas que el Estado ha tenido a lo largo de toda su
participación en las OPAZ de las Naciones Unidas, el balance de la participación se
considera positivo, ya que el Estado ha obtenido mayores ganancias que pérdidas. Sin
embargo, esto no significa que esta investigación menosprecie el sacrificio hecho por los
hermanos guatemaltecos caídos en batalla.
A manera de conclusión, la investigadora encuentra que ha cumplido con todos los
objetivos planteados para la presente investigación, pues se ha logrado determinar cuáles
han sido los logros del Estado de Guatemala en materia de prevención y tratamiento de
conflictos internacionales, dentro del contexto de la participación del Estado en las
Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, con miras a la conquista de
sus intereses nacionales.
La observación, el análisis, el estudio de las teorías, las entrevistas y los cuestionarios, han
permitido establecer el fundamento político que admite la participación de Guatemala en
105 A manera de ejemplo, dentro de la MONUSCO, los contingentes de los países desplegados que han sufrido
bajas son: Bangladesh, Pakistán, Egipto, Jordania, Uruguay, Estados Unidos, India, Bélgica, entre otros.
110
las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, lo cual, ha guiado a
entender cómo ha sido el desempeño del Ejército de Guatemala en la ayuda humanitaria
dentro de las misiones de las Naciones Unidas. Todo esto, coadyuvó a identificar los logros
nacionales para el Estado de Guatemala a través de la referida participación y finalmente,
realizar un recuento somero de las acciones y los resultados tanto para las misiones como
para el Estado a través de la participación de su Ejército en las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas.
111
Conclusiones y recomendaciones
Conclusiones
1. El esfuerzo del Estado de Guatemala en la prevención y el tratamiento de conflictos
internacionales se manifiesta principalmente en el envío de contingentes militares a
las misiones de las Naciones Unidas en la República Haití y la República
Democrática del Congo. Esto, sumado a los despliegues de oficiales guatemaltecos
como Observadores Militares y Oficiales de Estado Mayor a las distintas misiones
de las Naciones Unidas alrededor del mundo. Lo cual, no sólo ha permitido el logro
positivo de las Naciones Unidas para la paz mundial, sino para que Guatemala
afiance un posicionamiento especial dentro del consorcio de naciones y dé a
conocer sus intenciones en la prevención y el tratamiento de conflictos
internacionales.
2. Pese al desconocimiento de las teorías de intervención humanitaria por parte del
ente político del Estado, la participación de Guatemala en las OPAZ de las Naciones
Unidas se fundamenta primeramente en la Constitución Política de la República de
Guatemala; es ahí donde el Estado manifiesta su compromiso para la realización de
prácticas internacionales con el propósito de contribuir a la paz, a promover el
respeto y la promoción de los derechos humanos. Todo esto, se apoya de igual
manera, en el aspecto doctrinario descrito en el Libro Blanco de la Defensa
Nacional, los acuerdos gubernativos que autorizan las misiones y la firma de los
Memoranda de Entendimiento entre el Estado y las Naciones Unidas para el
despliegue de las unidades militares del Ejército de Guatemala en las Operaciones
de Mantenimiento de la Paz.
3. El despliegue de las fuerzas especiales Kaibil en la República Democrática del
Congo y de Policía Militar en la República de Haití, tienen carácter estrictamente
humanitario, ya que su principal misión es coadyuvar a la conquista de la paz en
referidos países, y al existir, una aprobación del Estado receptor de dicho beneficio
y la aprobación del Consejo de Seguridad, no representa una intromisión ni
112
violación a la soberanía nacional de estos Estados. Esto, porque el nivel de violencia
está regulado por la misma misión en las reglas de empeñamiento destinadas para
tal fin, y al ejecutar sus mandatos en base a los memorándum de entendimiento,
toman forma por sí solas, las teorías de intervención humanitaria desarrolladas con
amplitud en el presente estudio.
4. El balance de la participación del Estado de Guatemala en la misión de
mantenimiento de paz para la RDC, resulta positivo. El Estado puede realizar un
recuento real desde el punto de vista político, económico, militar y social de esta
participación. Dentro de ello, el hecho de que un guatemalteco ocupe un puesto
dentro de la cúpula de dirección para las Operaciones de Paz dentro de las Naciones
Unidas.
5. La imagen del Estado y del ejército se ha visto considerablemente favorecida y se
les ve ahora como garantes de la paz, esto, debido al trabajo realizado durante los
últimos nueve años de su participación, en los que incluso, ocho guatemaltecos
estuvieron dispuestos a brindar su vida para que otros pudieran alcanzar la paz.
6. Es importante resaltar que, el bienestar social y económico, lo goza tanto el Estado
como las familias que reciben de vuelta a sus Cascos Azules, ya que, regresan con
una mejor conciencia nacional, deseo de superación personal y familiar y una base
económica para el logro de sus deseos.
7. Tal como las teorías pluralista y solidaria lo expresan, todos los países intervienen
en base a sus propios intereses. Guatemala no ha sido la excepción, pues, su
intervención en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz dentro de las Naciones,
ha tenido como fin primordial el logro de sus objetivos nacionales permanentes y
actuales, que consisten en posicionar de manera relevante a Guatemala en la
sociedad internacional. Esto, ha sido positivo para el Estado, ya que, ha habido un
reconocimiento internacional importante para el país.
113
Recomendaciones
1. Una vez alcanzados los objetivos nacionales como consecuencia del esfuerzo del
Estado en su política de prevención y tratamiento de conflictos internacionales,
mediante su participación en las OPAZ de las Naciones Unidas, se hace
indispensable que se instruya debidamente a políticos, militares y funcionarios del
MINREX de Guatemala en los postulados teóricos de la intervención humanitaria
desarrollados en esta tesis. Pues, el conocimiento de estos postulados coadyuvará a
mejorar las misiones y principalmente a sacar el mejor beneficio para el Estado y
sus ciudadanos.
2. Considerando que el Estado de Guatemala cuenta con el fundamento político-
jurídico tanto a nivel nacional como internacional para participar en las Operaciones
de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, sería de mucha utilidad que un
militar de carrera con experiencia en las Operaciones de Paz, sea incluido dentro de
la Comisión Permanente de Guatemala ante las Naciones Unidas, pues con esto no
sólo se demostraría el nivel de compromiso de Guatemala con las misiones sino
que, al mismo tiempo se mejoraría la capacidad de respuesta y capacidad de
influencia en la toma de decisiones dentro del Consejo de Seguridad.
3. Fortalecer el liderazgo de Guatemala en temas de paz y seguridad internacional en
la región, a través de sacar provecho de la existencia del Comando Regional de
Entrenamiento de Operaciones de Paz en Guatemala, del intercambio de
instructores militares y civiles a los otros centros de instrucción de paz en Sur
América, Asia y Europa y, que se instruya debidamente a los políticos y
funcionarios de relaciones exteriores en el uso de las fuerzas militares dentro de las
Operaciones de Paz, para explotar debidamente el despliegue de contingentes,
observadores militares y oficiales de Estado Mayor como verdaderos embajadores
representantes del Estado de Guatemala en otros países.
4. Es conveniente que el Estado de Guatemala continúe con la política de participar
únicamente en las intervenciones que gozan del pleno consentimiento y autorización
114
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ya que, favorece el
fortalecimiento de su imagen internacional, debido que, el Estado de Guatemala se
encuentra empeñado en el cumplimiento de los tratados y acuerdos internacionales
que buscan garantizar la paz y la seguridad internacionales. Esto exige, que el
Estado invierta en el proceso de modernización del Ejército de Guatemala, para que
se encuentre a la altura de los mejores ejércitos del mundo y continúe con su labor
humanitaria tanto en las OPAZ de las Naciones Unidas como dentro del territorio
nacional.
5. Continuar con la participación del Estado en las Operaciones de Mantenimiento de
la Paz de las Naciones Unidas, ya que, su intervención ha generado más beneficios
que pérdidas al país. Empero, es de suma importancia brindar el reconocimiento
nacional a aquellos guatemaltecos que hicieron el sacrificio máximo ofrendando su
vida por la paz internacional. Esto, debe ser extensivo a sus familias y sus
comunidades, para elevar el sentido de abnegación y sacrificio de los ciudadanos
dentro y fuera de las fronteras del país.
6. Sería muy conveniente, la creación de un programa especial para la atención de las
personas que participan en las operaciones de paz, ya que, regresan con un potencial
muy importante, con muchos conocimientos adquiridos y una sustancial suma de
dinero que ayudarían a impulsar la economía personal y familiar de las personas que
finalmente redundará en beneficio y desarrollo de las comunidades a donde regresan
los Cascos Azules.
7. Fortalecer el andamiaje estatal para continuar con la agenda de cooperación de las
Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas bajo la perspectiva
de los teóricos en la materia, pues de esta manera los logros obtenidos podrán ser
mejor aprovechados por el Estado. De igual manera, es importante continuar con la
inclusión de civiles dentro de los contingentes ya que esto permite que tanto la
población guatemalteca en general como la sociedad internacional amplíen su visión
del Estado a través del Ejército.
115
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122
ANEXOS
123
Anexo I
Características de los grupos de entrevistas y cuestionarios
Grupo Estratégico
Se determinó llamar Grupo Estratégico al grupo integrado por personas expertas en el
manejo y desarrollo de las estrategias practicas por el Estado en las Operaciones de Paz de
las Naciones Unidas. Por consiguiente, este grupo es integrado en su mayoría por oficiales
del Ejército de Guatemala que han tenido parte en el desempeño, manejo y organización de
estas operaciones, por oficiales que ocupan los puestos de la cúpula militar y que por
consiguiente poseen un alto nivel de responsabilidad en la institución y por funcionarios del
Ministerio de Relaciones Internacional que de igual manera han participado en la
coordinación de la participación del Estado.
Grupo de la Sociedad Civil
Este grupo está integrado por académicos que han dedicado estudio a las operaciones de
paz y al desempeño del Ejército de Guatemala en temas de paz y de seguridad. Lo cual,
hace de este grupo una excelente contraparte para las opiniones expuestas por el grupo
estratégico.
Grupo de Despliegue Operativo
El grupo de despliegue operativo está conformado por oficiales del Ejército de Guatemala
que han sido desplegados en las diferentes misiones de las Naciones Unidas en las que el
Estado de Guatemala participa. Los integrantes de este grupo se han desempeñado desde
observadores militares, personal de contingentes, hasta personal de staff.
124
Anexo II
Perfil de los expertos entrevistados según grupo correspondiente
Grupo Estratégico
1. Licenciada Karla Samayoa:
- Directora de la Dirección del Consejo de Seguridad del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Guatemala.
2. General de Brigada Manuel Augusto López Ambrocio:
- Subjefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
3. General de Brigada Eduardo Estrada Pérez:
- Inspector general del Ejército del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
- Comandante del segundo contingente de Guatemala en la MONUC (2005-2006).
- En agosto del presente año asumirá la presidencia de la Asociación Latinoamericana
de Centros de Entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ).
4. Coronel de Policía Militar Jorge Alvarado González:
- Director de la Dirección de Operaciones de Paz de Guatemala.
- Colaborador en la preparación de los primeros contingentes de policía militar para
la MINUSTAH (2004-2005).
5. Coronel de Caballería Erick Leonel Alonzo Arana:
- Subdirector de la Dirección de Operaciones de Paz de Guatemala.
- Segundo Comandante del segundo contingente de Guatemala en la MONUC (2005-
2006).
- Observador militar en la MINUSTAH (2010-2011).
6. Coronel de Infantería Juan Carlos Queme Pac:
- Comandante del Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Paz
(CREOMPAZ).
- Comandante del cuarto contingente de Guatemala en la MONUC (2007-2008).
7. Coronel de Artillería Andrés Eduardo Villagrán Alfaro:
- Subdirector de la Dirección de Operaciones de Paz de Guatemala (2007).
- Comandante del tercer contingente de Guatemala en la MONUC (2006-2007).
- Segundo Comandante del Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de
Paz (CREOMPAZ) (2010).
125
- Catedrático en materias de mantenimiento de paz en el Comando Superior de
Educación del Ejército (COSEDE).
8. Capitán 1ero de Caballería Omar Vásquez Montepeque:
- Enlace administrativo entre la Dirección de Operaciones de Paz de Guatemala y el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.
- Enlace administrativo ante la misión permanente de Guatemala en las Naciones
Unidas y la Dirección de Operaciones de Paz de Guatemala.
Grupo de la Sociedad Civil
1. Doctor Francisco Jimenez Irungaray:
- Ministro de Gobernación de Guatemala (2008).
- Director del Programa de Seguridad de Justicia de Interpeace.
2. Licenciada Carmen Ortiz:
- Vicepresidente del centro de de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales
de Guatemala (ASIES).
- Coordinadora del Departamento de opinión pública de la Vicerrectoría de
investigación y proyección (VRIP).
- Representante del país en coordinación de ayuda humanitaria para la crisis del
terremoto de Haití en 2010 con The American Friends Service Committee.
3. Licenciado Luis Mario Martínez:
- Investigador del área de seguridad, justicia y violencia del Instituto de
Transformación de Conflictos para la Construcción de la Paz en Guatemala
(INTRAPAZ).
4. Licenciada Alejandra Cruz Galich:
- Coordinadora del Departamento de reforma al sector seguridad y Género del
Instituto de Enseñanza para el Desarrollo sostenible (IEPADES).
5. Licenciada Cynthia Fernández:
- Coordinadora de Investigación del Departamento de Análisis Jurídico de la
Asociación de Investigación de Estudios Sociales de Guatemala (ASIES).
126
Grupo Despliegue Operativo
1. Coronel Diplomado en Estado Mayor Julio Linares Magaña:
- Comandante del decimo contingente de Guatemala en la MONUSCO (2011-2012).
2. Coronel Diplomado en Estado Mayor Moisés Lima Conde:
- Comandante del contingente de Guatemala en la MINUSTAH (2008-2009).
- Segundo comandante del Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de
Paz (CREOMPAZ) (2010).
3. Coronel Diplomado en Estado Mayor Gustavo Rodríguez Juárez:
- Segundo comandante del tercer contingente de Guatemala en la MONUC (2006-
2007).
- Comandante del sexto contingente de Guatemala en la MINUSTAH (2008).
4. Coronel Diplomado en Estado Mayor Victor Díaz Hernández:
- Segundo comandante del sexto contingente de Guatemala en la MONUSCO (2008-
2009).
5. Teniente Coronel Diplomado en Estado Mayor Henry Beletzuy López:
- Participante del tercer contingente de Guatemala en la MONUC (2006-2007).
6. Teniente Coronel Diplomado en Estado Mayor Hilarion Patal:
- Participante del segundo contingente de Guatemala en la MONUC (2005-2006).
- Personal de STAFF en la MONUSCO: Enlace entre el Estado Mayor de la misión
con los contingente de Fuerzas Especiales (2007).
7. Teniente Coronel Diplomado en Estado Mayor Rolando Gómez:
- Participante del primer contingente de Guatemala en la MINUSTAH
8. Mayor de Caballería Julio Morán:
- Observador Militar en la Misión de Sudán.
9. Mayor de Infantería Eduardo Reyna:
- Participante del primer contingente de Guatemala en la MINUSTAH (2004-2005).
127
Anexo III
Entrevistas presentadas a los expertos según grupo correspondiente
Grupo Estratégico
1. Cuál es el fundamento político de la prevención y tratamiento de conflictos
internacionales del Estado de Guatemala?
2. ¿Cómo se refleja el papel del Ejército de Guatemala en la prevención y tratamiento
de conflictos internacionales dentro contexto de las misiones de paz del sistema de
Naciones Unidas?
3. ¿Por qué participa el Ejército de Guatemala en las misiones de mantenimiento de
paz de Naciones Unidas?
4. Desde el punto de vista político, económico, militar y social ¿Cuáles son los logros
nacionales obtenidos?
5. Desde el punto de vista político, económico, militar ¿Cuáles son los logros
internacionales obtenidos?
6. Si realizara un balance de la participación del Ejército en las misiones de paz de las
Naciones Unidas ¿Cómo visualiza lo positivo vrs. lo negativo?
7. ¿Cómo ha repercutido en el Estado de Guatemala la participación del ejército
dentro de las operaciones de mantenimiento de paz en la RDC?
8. ¿Considera que las pérdidas humanas que el Estado de Guatemala ha tenido durante
su participación en la misión de paz en la República Democrática del Congo, son
congruentes con los logros obtenidos para el propio Estado?
128
Grupo de la Sociedad Civil
1. ¿Cómo considera la participación del Estado de Guatemala en las misiones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo?
2. ¿Cuáles considera que son las razones por las que el Estado de Guatemala participa en la
misión de mantenimiento de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del
Congo?
3. ¿Considera que el Estado de Guatemala está preparado de forma integral (político,
económico, militar, social) para ser parte de la misión de mantenimiento de paz de
Naciones Unidas en la República Democrática del Congo?
4. Haciendo un balance de la participación del Estado de Guatemala en las operaciones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo ¿Qué
efectos percibe Usted?
a. ¿Positivos? ¿por qué?
b. ¿Negativos? ¿por qué?
5. ¿Qué logros identifica, de la participación del Estado de Guatemala en las misiones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas?
a. ¿Nacionales?
b. ¿Regionales?
c. ¿Internacionales?
129
Cuestionario para Grupo de Despliegue Operativo
1. ¿Cree que su participación en las misiones de mantenimiento de paz de Naciones
Unidas obedece a una política de Estado?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
2. ¿Conoce las razones por las que el Estado de Guatemala participa en las misiones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas?
Si__ No__
Enumere tres de ellas:
1._______________________________________________________________________
2._______________________________________________________________________
3._______________________________________________________________________
3. ¿Cree que la participación del Ejército de Guatemala en las misiones de
mantenimiento de paz, coadyuva al fortalecimiento del Estado de Guatemala?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
4. ¿Considera que la participación del Ejército de Guatemala en las misiones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas, coloca al Estado de Guatemala en una
posición privilegiada dentro del consorcio de naciones?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
5. ¿Considera que la participación del Ejército de Guatemala en las misiones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas, ha influido en el mejoramiento de la
imagen del Ejército ante la comunidad internacional?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
130
6. ¿Considera que vale la pena para el Estado de Guatemala el envío de tropas a un
país ajeno en conflicto, cuando existe necesidad de personal de seguridad dentro del
propio Estado guatemalteco?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
7. ¿Estuvo consciente del Mandato firmado entre el Estado de Guatemala y las
Naciones Unidas durante su despliegue?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
8. ¿Qué lo motivó a participar en una operación de mantenimiento de paz de Naciones
Unidas?
a. Crecimiento profesional
b. Beneficio económico
c. Su sentido humanitario
d. Apoyo a intereses nacionales
9. ¿Obtuvo algún beneficio de su participación dentro de las misiones de
mantenimiento de paz de Naciones Unidas?
Si__ No__
Enumere tres de ellos:
1._______________________________________________________________________
2._______________________________________________________________________
3._______________________________________________________________________
10. ¿Considera que la unidad con la que participó en una misión de paz de Naciones
Unidas, posee todas las características y cualidades al nivel requerido por Naciones
Unidas?
Si__ No__
¿Por qué?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
131
Anexo IV
Mapa de las misiones de paz de las Naciones en las que participa el Estado de Guatemala
Fuente: Dirección de Operaciones de Paz, documento no publicado.