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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE INGENIERIA CONFERENCIA AEROPUERTOS Ing. Jorge de la Madrid Virgen TRANSPORTE AÉREO INTRODUCCIÓN A lo largo de la mitad del siglo veinte, el transporte aéreo se ha desarrollado a nivel global, alcanzando en la actualidad una posición destacada en todas las economías del mundo, esencialmente por permitir el desplazamiento de personas y bienes (principalmente de alto valor) a distancias medias y largas en un menor tiempo, brindando una mayor seguridad y un menor costo total, considerando el valor de tiempo de las personas y bienes, que utilizan este medio de transporte. Con frecuencia se compara al transporte aéreo con otros medios, ante los cuales el aéreo siempre está en desventaja por debajo del ferrocarril, del autobús o de los barcos, por lo cual en muchos medios se minimiza la importancia del transporte aéreo. Dentro de tal comparación, se están ignorando aspectos adicionales como son: el que cada medio y modo está enfocado a un cierto tipo de usuarios y valores de demanda y en consecuencia no deben competir innecesariamente, sino que deben ser complementarios, debiendo aceptarse que los desarrollos tecnológicos modifican las apreciaciones supuestamente permanentes.

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1

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

FACULTAD DE INGENIERIA

CONFERENCIA AEROPUERTOS

Ing. Jorge de la Madrid Virgen

TRANSPORTE AÉREO

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la mitad del siglo veinte, el transporte aéreo se

ha desarrollado a nivel global, alcanzando en la actualidad

una posición destacada en todas las economías del mundo,

esencialmente por permitir el desplazamiento de personas y

bienes (principalmente de alto valor) a distancias medias y

largas en un menor tiempo, brindando una mayor seguridad y

un menor costo total, considerando el valor de tiempo de las

personas y bienes, que utilizan este medio de transporte.

Con frecuencia se compara al transporte aéreo con otros

medios, ante los cuales el aéreo siempre está en desventaja

por debajo del ferrocarril, del autobús o de los barcos, por lo

cual en muchos medios se minimiza la importancia del

transporte aéreo. Dentro de tal comparación, se están

ignorando aspectos adicionales como son: el que cada medio

y modo está enfocado a un cierto tipo de usuarios y valores

de demanda y en consecuencia no deben competir

innecesariamente, sino que deben ser complementarios,

debiendo aceptarse que los desarrollos tecnológicos

modifican las apreciaciones supuestamente permanentes.

2

El mejor ejemplo de lo anterior, es el experimentado por los

trenes de alta velocidad de pasajeros, los cuales en ciertas

regiones de Europa y Japón, en distancias medias, han vuelto

a competir con el transporte aéreo, mientras que en China,

los trenes rápidos han desplazado al transporte aéreo en las

cortas distancias, pero se han integrado ambos modos en

ciertos nodos estratégicos, como en los aeropuertos,

ofreciendo una amplia gama de opciones más flexibles y

competitivas para el usuario en las medias y largas

distancias; es decir, se ha evitado una competencia

innecesaria de ambos modos. Al mismo tiempo, los valores

del tiempo de los usuarios y de los bienes transportados

generalmente sobrepasan los costos del transporte aéreo.

Cabe mencionar que desde los inicios de la aviación y

posteriormente del transporte aéreo, su infraestructura ha

sido frecuentemente modificada, cambios de interpretación,

creación y desarrollo de nuevas tecnologías, expectativas

diferentes de los usuarios y los modos para satisfacerlas, que

afectan al comportamiento de las demandas, así como las

necesidades de regulaciones más estrictas en los sistemas

de seguridad y revisión de pasajeros, equipajes y carga; todo

lo cual ha provocado una acelerada complejidad en la

planeación, proyecto, operación, mantenimiento y

administración de proyectos relacionados con el transporte

aéreo, generando un mayor costo; situación que

desafortunadamente no ha sido debidamente interpretada por

muchos gobiernos, y la iniciativa privada.

3

Debido a los progresos en el diseño de los equipos de vuelo,

los aeropuertos siempre han tenido que estar a la zaga, ya

que primeramente es necesario conocer las características y

los requerimientos de los aviones, por lo que los

profesionales de la infraestructura se ven obligados a estar al

día en los desarrollos tecnológicos de otras especialidades

para interpretarlos correctamente, previendo su debida

aplicación a los proyectos particulares.

Para fines prácticos, un Aeropuerto estaría integrado por

varios Sistemas que guardan una estrecha y directa relación

entre ellos.

Sistema de Ayudas visuales y electrónicas constituido por las

luces de pista y rodajes, luces de aproximación, faros de

aeropuerto. Sistemas Visuales de Aproximación y Radares.

Sistema de Operaciones, integrado por pistas, calles de

rodaje y plataformas.

Sistema de Área Terminal con Edificio para pasajeros,

hangares, torre de control, almacenes y comunicación

edificio-avión.

Sistema de Almacenamiento y Distribución de Combustibles

con tanques para combustible e hidrantes para el surtido a los

aviones.

4

Un aeropuerto es un conjunto de instalaciones complejas que

requiere la participación de diversas especialidades de la

ingeniería. La Aeronáutica para los espacios aéreos libres de

obstáculos que deben existir en las llegadas y salidas de los

aviones a las pistas de aterrizaje y en la ubicación,

orientación y longitudes de ellas, así como en las

características y alturas de las torres de control. La ingeniería

civil en los diseños geométricos, pavimentos, drenajes. La

electromecánica para ayudas visuales y electrónicas, la

ambiental en materia de contaminación por ruido y gases.

ESTRUCTURA DE LA RED AEROPORTUARIA DE MÉXICO

A partir de la decisión del Gobierno Federal en la

Administración 1994-2000, de permitir la introducción de la

iniciativa privada en la operación y administración de los

aeropuertos federales, se conformaron tres regiones

principales en una distribución que integraba cada región con

aeropuertos importantes y secundarios, las cuales se

otorgaron en concesión mediante un proceso concursal de

forma tal que se garantizara la intervención tanto nacional

como internacional; así como la garantía de contar con una

asesoría de reconocimiento internacional en la operación.

Así, el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) con base en

Guadalajara, se otorgó a un consorcio con la intervención del

organismo del gobierno de España Aeropuertos Españoles y

Navegación Aérea (AENA); el Grupo Aeroportuario Centro

Norte (OMA) con base en Monterrey y el apoyo del organismo

gubernamental francés Aéroport de París (ADP); y el Grupo

Aeroportuario del Sureste con base en Cancún y el apoyo de

5

Kopenhagen Airport, destacando en este grupo que mediante

inversionistas mexicanos la participación extranjera se ha

minimizado.

En forma adicional, se consideró una cuarta región

conformada para la operación del Aeropuerto Internacional de

la Ciudad de México (AICM) con el objetivo adicional de

construir el nuevo aeropuerto. Ésta región se ha mantenido

con el 100% de acciones en posesión del gobierno mexicano,

aun cuando el nuevo aeropuerto no se han construido.

El Grupo Aeroportuario del Pacífico, constituido en 1998

administra y opera 12 aeropuertos en las regiones del

Pacífico y Centro de México; Aguascalientes, Guadalajara,

Hermosillo, La Paz, Guanajuato, Los Cabos, Los Mochis,

Manzanillo, Mexicali, Morelia, Puerto Vallarta y Tijuana.

El Grupo Aeroportuario Centro Norte, se constituyó también

en 1998, con 13 aeropuertos en las regiones Centro y Norte

del país: Acapulco, Chihuahua, Ciudad Juárez, Culiacán,

Durango, Ixtapa-Zihuatanejo, Mazatlán, Monterrey, Reynosa,

San Luis Potosí, Tampico, Torreón y Zacatecas.

Finalmente el Grupo Aeroportuario del Sureste, constituido en

1998, administra y opera 9 aeropuertos, en el Sur- Sureste de

nuestro país: Cancún, Cozumel, Huatulco, Mérida, Minatitlán,

Oaxaca, Tapachula, Veracruz y Villa Hermosa.

Como ya antes se menciona para fines administrativos y

operativos se consideró una cuarta región, en la zona

metropolitana centro del país, con el aeropuerto internacional

de la Ciudad de México.

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El resto de los aeropuertos, 19 de ellos, considerando por

separado al aeropuerto de la Ciudad de México, es

administrado y operado por el organismo descentralizado del

Gobierno Federal, aeropuertos y servicios auxiliares (ASA)

con personalidad jurídica y patrimonio propios.

En resumen la red aeroportuaria federal mexicana actual, con

vuelos comerciales de itinerario se encuentra integrada por

54 aeropuertos, de los cuales 34 son operados por los

Grupos Aeroportuarios.

El Gobierno Federal conformó un organismo desconcentrado

identificado como Servicios a la Navegación en el Espacio

Aéreo Mexicano (SENEAM) para los servicios de control de

tráfico aéreo.

El esquema de administración de Aeropuertos, desarrollado a

partir de 1995 y formalizado en 1998, representó una

modificación significativa en la operación de los aeropuertos

federales, cuando originalmente desde 1965, sesenta

aeropuertos eran gestionados por el organismo

descentralizado Aeropuertos y servicios Auxiliares (ASA),

aunque por otro lado, ASA ha mantenido en condiciones

monopólicas el almacenamiento y distribución de

combustibles, en 63 aeropuertos.

Es importante analizar que en su inicio las tres regiones

Aeroportuarias fueron otorgadas mediante concesión, por

períodos de 50 años, por lo que no se trató de la privatización

formal, al no haber transferencia de dominio, es decir la

propiedad de los aeropuertos sigue siendo de la nación, por

lo cual al término del plazo de la concesión estos activos

7

podrían integrarse plenamente al gobierno, ampliar la

concesión a un nuevo plazo, o buscar otro concesionario.

De manera adicional algunas entidades federativas de

nuestro país han conformado cierta red de aeropuertos,

destacando al gobierno de Coahuila que opera y administra

los aeropuertos estatales, incluyendo Saltillo, algunos con

vuelos internacionales.

Posteriormente, al reducir ASA sensiblemente sus ingresos y

no disponer de recursos suficientes, ha realizado convenios

con cuatro gobiernos estatales, formando empresas mixtas,

para la operación y administración de los aeropuertos en las

capitales y manteniendo un porcentaje minoritario de

acciones.

Tal es el caso del Estado de México con el aeropuerto de

Toluca, Morelos con el aeropuerto de Cuernavaca, Puebla

con el correspondiente en la ciudad de Puebla (Huejotzingo),

y Querétaro con el aeropuerto nuevo de Querétaro.

El propósito del esquema con los Aeropuertos de Toluca,

Cuernavaca y Puebla, era formar un grupo de aeropuertos

periféricos al AICM que lo apoyaran, situación que no se ha

aprovechado, como se explica más adelante. La situación

descrita ha generado que ASA se convierta en socio

minoritario con una capacidad limitada de las decisiones.

Actualmente, la red de aeropuertos está compuesta de 62

aeropuertos 34 son administrados por grupos concesionarios,

19 por ASA, otro es el AICM y 8 son administrados por

diversas entidades privadas y/o públicas.

8

ESTRUCTURA DE LA DEMANDA DE TRANSPORTE

AEREO.

En el año 2010 el número de pasajeros transportados en

conjunto en servicios regulares y de fletamento fue poco más

de 50 millones de personas, de las cuales el 51% fueron en

servicios internacionales. Del total de pasajeros transportados

el 96.6% se realizó en servicios de tipo regular y los restantes

en servicios de fletamento.

Para el año 2010, el número de vuelos realizados llegó casi a

los 650 mil operaciones en su mayoría nacionales (59.2%) y

de servicio regular. Por su parte, el 80.6% del total de 640 mil

toneladas movilizadas se realiza en vuelos internacionales.

El mercado para el transporte aéreo tiene un gran potencial

para su expansión, ya que ha tenido una tendencia creciente,

aunque con crecimiento lento.

En el periodo 2000-2010 la tasa de crecimiento media anual

(TCMA) del total de pasajeros transportados en los

aeropuertos del país fue de 2.5% con tendencias

contrastantes, por un lado, tasas positivas con el servicio

regular con valores de 3.3% para servicio nacional, y de 4.1%

en servicio internacional, y por otro lado, tasas negativas en

el servicio de fletamento, con -15.3% en servicio nacional y-

10.4% en servicio internacional.

En el caso del número de vuelos, estos registran una

reducción general de -1.4% en la última década, aunque varía

significativamente de acuerdo al tipo de servicio prestado. El

número de vuelos de fletamento internacionales cayó -8.2%,

9

en tanto los servicios regular casi no presentaron cambios

con una tasa de 0.7%.

Los vuelos de fletamento mantienen una tendencia negativa

al tenerse mejores ofertas en los servicios regulares con más

rutas e itinerarios fijos y permanentes, aun cuando sean de

mayor precio los boletos.

Cabe destacar que en el periodo del 2002 al 2005 los vuelos

internacionales regulares presentaron un crecimiento

constante de 10.5% en promedio, en tanto los vuelos

nacionales se mantuvieron sin cambios significativos.

El promedio de pasajeros por vuelo ha observado una

tendencia positiva mejorando la ocupación de las aeronaves y

con ello los ingresos gracias a una óptima adecuación entre

demanda y tipos de aparatos. Se reportan ocupaciones

promedio del orden del 75% y algunos de más del 80%.

Por su parte, la carga aérea registra una tasa de crecimiento

anual en la última década de 2.5%, aunque varía

significativamente por el tipo de servicio. La carga regular

internacional creció a una tasa promedio de 5.2%, aunque en

el periodo del 2001 al 2007 su tendencia fue muy marcada y

constante con un valor promedio de 9.8% anual.

Posteriormente a este periodo, presenta reducciones en el

año 2008 y 2009, debido a la crisis económica, sin embargo,

en el año 2010 recupera los valores observados en el año

2007.

La carga aérea nacional de tipo regular ha presentado

algunas variaciones sin crecimiento significativos, quedando

10

casi al mismo volumen en el año 2010 con respecto al año

2000.

La carga de fletamento tiene una tendencia creciente en la

última década. En tanto la carga nacional de fletamento con

muy baja participación (2.2%) tiene dos comportamientos del

año 2001 al 2004 un crecimiento acelerado de 34.8% anual,

posteriormente de 2004 al 2009 una caída de -15% anual.

AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LA CIUDAD DE

MEXICO. (AICM)

El Aeropuerto de México, no figura entre los primeros 25 a

nivel mundial, aunque en América Latina mantiene el primer

lugar seguido muy de cerca por el principal aeropuerto de

Sao Paulo en Brasil, que cuenta con dos aeropuertos. Sin

embargo, conviene tomar en cuenta que si bien el AICM

ocupa el primer lugar en América Latina, los dos aeropuertos

de Sao Paulo tienen en conjunto más operaciones y

pasajeros que el AICM.

El AICM está operando a su máxima capacidad, con un

máximo que fluctúa entre 40 y 50 operaciones por hora, por lo

que los servicios se congestionan generando demoras. La

situación de congestión tiende a agravarse ya que la

demanda es estacional. Actualmente el servicio se

proporciona en función de la capacidad, lo cual origina la

formación, de colas, demoras en los aeropuertos de origen y

frecuentes desvíos de los aviones que se dirigen al AICM.

Es importante recordar que al darse la cancelación de la

construcción del nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco, se

11

construyó otro edificio de pasajeros, la terminal 2, sin agregar

pistas. Se trata de un paliativo mientras se determina la

solución definitiva, pues la saturación no está en las

terminales, si no en las pistas ya que ahí se ocasionan las

demoras a los vuelos y se vulnera la seguridad en las

operaciones.

Por su parte, la llamada red de aeropuertos metropolitanos

integrada por Toluca, Cuernavaca, Puebla, y Querétaro, no

ha respondido adecuadamente debido a varios factores

dentro de los cuales se pueden mencionar los siguientes:

En el planteamiento de origen se consideró que la red podría

comparase a otras zonas metropolitanas que cuentan con

más de un aeropuerto como: Los Ángeles, New York,

Londres, Paris, o en Latino América Buenos Aires, Río de

Janeiro, y Sao Paulo, y que la demanda hacia tales

aeropuertos podría atraerse para aliviar la congestión en el

AICM y no generando una demanda propia.

Se omitió contemplar que en el caso de redes de aeropuertos

metropolitanos exitosas los terrenos son menos montañosos,

lo que permite la construcción de carreteras rápidas, metro e

incluso trenes urbanos y suburbanos, condición que no se

cumple en ninguno de los aeropuertos contemplados en la

zona metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), ya que

todos ellos están ineficientemente comunicados, de forma

que obliga al uso de carreteras de alto tránsito y a cruzar

zonas montañosas, con frecuentes posibilidades de

condiciones meteorológicas deficientes que reducen

12

sensiblemente la velocidad de tránsito y aumentan el tiempo

de viaje y las probabilidades de accidentes.

En un esquema válido pero temporal de distribución del transporte aéreo en la zona metropolitana, a efecto de atraer usuarios se ofrecieron condiciones favorables en los cobros a las aerolíneas, facilitando la creación de las líneas de bajo

costo destacando Interjet y Volaris, las que alcanzan ya un 25% del movimiento de pasajeros. De ahí que Toluca, como caso único, reflejara un incremento

explosivo de la demanda de pasajeros, estimándose que tal

situación subsistirá.

Al sostener el planteamiento sin ajustes, el resultado ha sido

en buena medida artificial, demostrándolo el hecho de que en

la primera oportunidad ambas aerolíneas buscaron operar en

el AICM, origen real de las demandas, reduciendo

sensiblemente los vuelos en Toluca.

De manera diferente, se tiene el caso de Querétaro en donde

el razonamiento principal fue no depender de demanda

derivada y en cambio se enfocó a considerar su propia

influencia de transporte aéreo en la región y al mismo tiempo,

crear zonas industriales que necesitaran servicios de carga,

dentro de las cuales las de tipo aeronáutico han mostrado

indudables éxitos.

Los demás aeropuertos operados por los gobiernos estatales

están respondiendo a condiciones inmediatas y localizadas,

sin planeación formal a futuro, al no existir planes nacionales

a mediano y largos plazos. Dentro de ellos, como ejemplo, se

13

anota que se pensó en crear un centro de distribución

nacional e internacional en Monterrey, Guadalajara y Cancún,

lo que no se ha reflejado salvo en el último por el crecimiento

de la región.

PRONOSTICOS DE CRECIMIENTO DE LA DEMANDA DE

TRANSPORTE AEREO.

Los pronósticos de crecimiento para este subsector son

favorables en los próximos 20 años. A título de ejemplo, en

opinión de algunos fabricantes de aeronaves se estima un

crecimiento en América Latina de 6.6% de pasajeros y carga

y 4.6% en adquisición de aviones. Dado que en México

representa entre el 18% y el 20% del movimiento total en

América Latina, requerirá del orden de 400 aviones

adicionales, 330 de pasillo sencillo y 70 de doble pasillo en

una inversión de 35,000 -36,000 millones de dólares,

mientras Brasil requerirá 800 aviones.

Las aerolíneas mexicanas deberán tener la capacidad de

competir con las extranjeras en un marco regulatorio del

Gobierno Federal. En este contexto se tiene que analizar la

factibilidad y conveniencia de una política de cielos abiertos,

entre México y Estados Unidos.

Promovida por Estados Unidos, esta política se inició en los

años ochenta con acuerdos bilaterales que mantenían

todavía restricciones de corte proteccionista. Estos acuerdos

bilaterales permitieron la instrumentación a gran escala de la

tercera y cuarta libertades que consisten en el privilegio

otorgado, para hacer descender con destino final a pasajeros,

14

correo y carga, llevados desde o hacia el territorio de la

nacionalidad de la aeronave.

Sin embargo, a finales del siglo XX, Estados Unidos promovió

una mayor accesibilidad de sus aerolíneas a terceros países,

firmándose en 2001 el Acuerdo Multilateral para la Liberación

del Transporte Aéreo Internacional con países pequeños que

intentaban ampliar su conectividad internacional y en 2007,

entró en vigor el Acuerdo Comunitario de Servicio Aéreo entre

Estados Unidos y la Comunidad Europea. En ambos

acuerdos se trataba de facilitar el transporte internacional

entre un aeropuerto de Estados Unidos y el de otro país

firmante. Esta política tuvo buenos resultados para estimular

la oferta y la competencia entre aerolíneas, dado el tamaño

de los mercados involucrados.

Hoy en día se plantea para México la posibilidad de firmar un

acuerdo similar con Estados Unidos y la Comunidad Europea,

la duda es si este acuerdo beneficiará a México y cuáles

podrían ser sus costos. No cabe duda que una mayor

flexibilidad en la definición de rutas internacionales que

conecten a México con otros países sea favorable a la

economía, el comercio y el turismo y debe evaluarse como

tal. Por otra parte, la diferencia de tamaño y poder

económico entre las aerolíneas de Estados Unidos y de

Europa frente a las aerolíneas mexicanas, podría ocasionar

que la competencia desplace totalmente a las líneas

nacionales en las rutas de transporte internacionales, en caso

de no lograrse aplicar el principio de reciprocidad. Desde el

retiro de Mexicana de Aviación, a falta de competidores

nacionales en las rutas que cubría esta línea, se observa una

15

participación creciente de las aerolíneas estadounidenses y

canadiense en el transporte internacional con México, que

será difícil de remontar.

La política de cielos abiertos coincide además con la

concentración de capitales entre accionistas extranjeros en la

aviación nacional, para resistir la conformación de aerolíneas

de talla mundial en otras latitudes, así como con la estrategia

de participar en alianzas complementarias, con otras

empresas aéreas. Dado que estos procesos ponen en

movimiento fuerzas económicas muy poderosas se debe

negociar con sumo cuidado, considerando al conjunto de

factores que intervienen en las decisiones a tomar, dentro de

una perspectiva de largo plazo.

PROPUESTA DE PROYECTOS AEROPORTUARIOS.

En primer lugar, es indudable que la construcción de un

nuevo aeropuerto para la Ciudad de México y su zona

conurbada sigue siendo una necesidad apremiante. El

Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tiene más

de 50 años en operación y está congestionado con más de

355 mil operaciones al año, además, en ese lapso, 90% de

sus áreas de aproximación aérea fueron rodeadas por el

crecimiento de la ciudad.

La planeación debe hacerse a mediano y largo plazo, en una

condición de alta complejidad para un horizonte de

planeación del orden de 50 años como mínimo, para

mantener su liderazgo en América Latina.

16

Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que una vez

tomada la decisión y contando con los recursos suficientes, el

aeropuerto no entraría en operación hasta ocho o diez años

después, lo que implica un proyecto multianual que excede

un período gubernamental.

Dos de los grandes problemas del Valle de México para

construir un nuevo aeropuerto son: poco espacio y un

problema aeronáutico-orográfico.

La argumentación en torno a la localización del nuevo

aeropuerto para la ZMCM, considera los puntos siguientes:

La localización disponible para el nuevo aeropuerto en

terrenos del lago de Texcoco está a 36 km del centroide de

generación de demanda actual, lo que de acuerdo a

estándares internacionales es una distancia adecuada para

este tipo de instalaciones.

Al construir un nuevo aeropuerto en la zona del lago de

Texcoco se impediría la operación de actual AICM, ya que la

cercanía y orientación de pistas en ambos, interfieren sus

espacios aéreos, no permitiendo su operación en conjunto.

Hay que considerar la inconveniencia del tipo de suelo

deformable en la zona de Texcoco.

Para evitar los conflictos surgidos con los ejidatarios y

propietarios privados, se modificó el proyecto del aeropuerto

para construirse exclusivamente dentro de los terrenos de

propiedad federal, en el lago de Texcoco.

17

La construcción y operación del aeropuerto, provocaría

conflictos en los programas de recuperación ecológica de la

zona del lago, por lo que habrá que considerar medidas de

mitigación de impactos ambientales.

Por otra parte, el aeropuerto en Tizayuca, permitiría

aprovechar todas las inversiones realizadas hasta hoy en el

aeropuerto actual, al operar simultáneamente, tal como se

observa en varias metrópolis del mundo que cuentan con

varios aeropuertos.

La localización de un posible aeropuerto en Tizayuca ofrece

la posibilidad de contar con más espacio para un crecimiento

futuro.

Un aeropuerto en Tizayuca cancela la operación de la actual

base militar de Santa Lucia.

El inconveniente principal de la localización en Tizayuca es la

distancia al centro de de generación de demanda (73 km) que

implica inversiones cuantiosas en sistemas de transporte

masivo.

La decisión del sitio en donde construir el Nuevo Aeropuerto

Internacional de la Ciudad de México (NAICM) ha sido motivo

de innumerables estudios durante poco más de 50 años y

debería tomarse en el corto plazo, pues el aeropuerto actual

muestra cada vez más, su obsolescencia y limitada

capacidad, para atender la demanda.

En cuanto a otro aeropuerto para la zona del Caribe

mexicano, la Secretaria de Comunicaciones y Transporte

18

(SCT) declaró desierto el concurso del aeropuerto de la

Rivera Maya.

Esta decisión coincide con la opinión de expertos que

consideran que la capacidad instalada del aeropuerto de

Cancún, con su reciente ampliación, es superior a la de las

zonas hoteleras y que un nuevo aeropuerto, dada la cercanía,

provocaría una competencia innecesaria entre

concesionarios.

A pesar de los planes del programa llamado Escalera Náutica

en el Mar de Cortés, no existe en esta región todavía

justificación razonable para un Aeropuerto. Cabe mencionar

que se han realizado inversiones como la de Puerto Peñasco

y en especial en Loreto, las cuales no se han reflejado

sensiblemente, en incrementos destacados de sus

demandas.

Respecto al mismo Golfo de California, llama la atención que

a Guaymas no se le haya dado la importancia que tiene, que

si bien se han realizado mejoras significativas en su

aeropuerto, se ha soslayado el hecho de que con su

localización actual se continúa operando en franca violación a

varias normas y recomendaciones de protección de

obstáculos para aeropuertos internacionales, incrementando

su riesgo.

Esta situación, contemplada desde la década de 1970,

requirió el estudio y proyecto de un nuevo aeropuerto en otro

sitio, el cual permitiera un mayor flujo de pasajeros y

operaciones. No obstante, el nuevo aeropuerto no se ha

19

construido aún, por lo cual se considera importante quede

incluido en programas futuros.

En diferentes revisiones a los planes maestros de algunos

aeropuertos, se ha mencionado la construcción de una

segunda pista con operaciones simultáneas en el aeropuerto

de Guadalajara.

El caso del nuevo aeropuerto de Palenque sería contemplado

como un aeropuerto regional local, aceptando aeronaves con

capacidad inferior a 100 pasajeros ya que su única función es

el turismo (ruinas mayas), que se caracteriza por una

demanda estacional y no asegura un flujo sostenido, al igual

que el experimentado en Chichén Itzá.

Finalmente, el aeropuerto de Ensenada está condicionado al

desarrollo del Puerto Colonet, el cual, por lo pronto, está

detenido.

De manera adicional existirán numerosas obras de

ampliación y/o modificaciones de otros aeropuertos como

puedan ser: construcción de calles de rodaje, ampliaciones

de plataformas y edificios de pasajeros, instalaciones

electromecánicas y electrónicas, plantas de tratamiento,

mantenimiento. La SCT/DGAC deberá promover estas obras

de acuerdo con los términos de los contratos de concesión

buscando el máximo beneficio posible a los usuarios y las

poblaciones servidas. Como tales proyectos, se consideran

propios de la operación de los aeropuertos en función del

estado de sus instalaciones y el comportamiento de sus

demandas, no se contemplan en el presente documento.

20

Cabe mencionar que a partir de la conformación de los

grupos aeroportuarios, su control y supervisión recayó

totalmente en la Dirección General de Aeronáutica Civil

(DGAC) como dependencia de la SCT, cuya estructura

técnica y administrativa se ha ido deteriorando, al no disponer

de recursos suficientes para todas las actividades que tiene

encomendadas.

A la vista de una reglamentación compleja, la revisión y

autorización de los planes maestros de los aeropuertos y de

las inversiones, de conformidad con los términos de las

concesiones (que suelen ser poco claras), los operadores dan

mayor preferencia a las inversiones en zonas de mayor

posibilidad de ingresos no aeronáuticos, en detrimento de

aquellas que mejoren la capacidad de las operaciones

aeronáuticas; así como en la autorización de las tarifas, y

consecuentemente en el reconocimiento de los gastos

administrativos de los grupos; situación ante la cual, la DGAC

se ve imposibilitada de cumplir con eficiencia sus funciones,

debido a una limitación importante en sus recursos técnicos y

económicos.

Con los argumentos anteriores y en resumen, pueden

considerarse como proyectos necesarios y estratégicos para

complementar el sistema aeroportuario mexicano, el Nuevo

Aeropuerto para la ZMCM ya que el AICM presenta una grave

congestión a pesar de la construcción de la Terminal 2.

Es necesario precisar que este nuevo aeropuerto para la

ZMCM debe planearse, proyectarse, construirse y operarse

para las demandas estimadas a cuando menos 50 años,

21

considerando desarrollos tecnológicos modernos y muy

diferentes a los aplicados en el AICM.

Resulta primordial reubicar el aeropuerto de Guaymas, ya

que resultan insuficientes las mejoras que se han realizado a

la infraestructura del actual aeropuerto.

Se sugiere además, un análisis prospectivo del crecimiento

económico de la Península de Yucatán; la región del norte

occidente de Tijuana-Mexicali-Ensenada y el extremo sur de

la Península de Baja California. Existe una idea no

descartable de un Aeropuerto Bi-nacional Tijuana-San Diego.

También se propone estudiar la operación de un Nuevo

Aeropuerto “hub” en la Región Centro-Occidente (El Bajío) del

País.

POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL TRANSPORTE AÉREO.

Adicionalmente al evaluar las posibles causas por las que se

está limitando el crecimiento de la red nacional de

aeropuertos, habría que analizar, y en su caso, modificar y

actualizar, la reglamentación existente tanto técnica como

operacional y administrativa, de forma tal que todos los

operadores de aeropuertos gubernamentales y privados, y las

aerolíneas, dispongan de normas claras para la programación

de sus inversiones, dentro de un contexto de desarrollo

nacional del transporte aéreo que beneficie a la economía del

país y por tanto, a la mayor población posible.

Al respecto, se proponen las siguientes Políticas Públicas en

materia de transporte aéreo.

22

Elaborar un plan de desarrollo nacional de la aviación a

mediano y largo plazo para lograr un desarrollo que permita al

país ser competitivo. Con base en el plan promover nuevas

rutas y más frecuencias, tanto nacionales como

internacionales, incrementando las demandas en los

aeropuertos.

Actualizar, tanto la Ley de Aviación como la de Aeropuertos y

sus Reglamentos.

Mantener y ampliar la normatividad nacional aplicable

mediante las circulares y boletines, emitidos principalmente

por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y el

Servicio a la Navegación del Espacio Aéreo Mexicano

(SENEAM).

Revisar y actualizar en conjunto con los concesionarios, los

términos de los contratos de sus concesiones.

Analizar las funciones que debe realizar la DGAC como

entidad normativa y supervisora de la aviación en México, con

reconocimiento oficial internacional, para dotarla de los

recursos humanos técnicos, administrativos y presupuestales,

a fin de que efectivamente satisfaga las necesidades del

país. Es importante anotar, que es necesario estudiar su

estructura actual como dependencia directa de la SCT y darle

mayor flexibilidad, o tal vez convertirla en un Organismo

Descentralizado, sectorizado en la SCT, y que le garantice

libertad para la toma de decisiones.

Es indispensable que la DGAC profundice en la revisión y

autorización de las organizaciones y capacidades de las

23

diferentes escuelas existentes de tripulaciones de vuelo,

mantenimiento de aviones, y control de tránsito aéreo, para

que cumplan con los requisitos que el mercado exige,

evitando el riesgo que representa la existencia de personal

con adiestramiento y con talleres inadecuados. En cambio, se

hace necesario que las instalaciones cuenten con

equipamientos complejos y cursos estructurados para que los

egresados alcancen preparación efectiva, obteniendo

certificados de conocimientos debidamente aceptados y

reconocidos.

Es necesario que las diferentes escuelas y centros de

educación superior afines, amplíen sus adiestramientos,

laboratorio y capacitación a un nivel mayor, a fin de preparar

a sus egresados con conocimientos superiores y

posibilidades futuras mediante la necesidad de actualización

permanente.