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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE HISTORIA
MAESTRÍA EN HISTORIA
PESCA DE CAMARÓN EN ALTAMAR 1950
PRODUCTIVO PESQUERO EN EL PUERTO DE MAZATLÁN
ULISES SUÁREZ ESTAVILLO
DR. ALONSO MARTÍNEZ BARREDA
DR. ARTURO ROMÁN ALARCÓN
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE HISTORIA
MAESTRÍA EN HISTORIA
PESCA DE CAMARÓN EN ALTAMAR 1950-1981: APARICIÓN Y DESARROLLO DEL TEJIDO
PRODUCTIVO PESQUERO EN EL PUERTO DE MAZATLÁN
TESIS
QUE PRESENTA
ULISES SUÁREZ ESTAVILLO
PARA ACREDITAR EL GRADO DE:
MAESTRO EN HISTORIA
DIRECTORES DE TESIS
DR. ALONSO MARTÍNEZ BARREDA
DR. ARTURO ROMÁN ALARCÓN
Culiacán Rosales, Sinaloa, Mayo de 2010
1
1981: APARICIÓN Y DESARROLLO DEL TEJIDO
Culiacán Rosales, Sinaloa, Mayo de 2010
2
INDICE.
INTRODUCCIÓN.
CAPITULO 1. Antecedentes Teóricos - Metodológicos e Históricos
1.1. Sistemas Productivos Locales: Análisis teórico de las teorías del desarrollo
local………………………………………………………………………………....6
1.1.1. Modelos teóricos del tejido productivo local…………………………………….6
1.1.2. Teorías de Localización…………………………………………………………...6
1.1.3. Distritos Industriales y Sistemas Productivos Locales……………………….10
1.1.4. Teorías del entorno innovador y el cambio tecnológico……………………...13
1.1.5. Contexto Institucional…………………………………………………………… 16
1.1.6. Tejido empresarial base Pyme y desarrollo endógeno………………………19
1.1.7. Propuesta conceptual……………………………………………………………24
1.2. Antecedentes Históricos de la Economía Mazatleca…………………………...32
1.2.1. La economía mazatleca de la primera mitad del siglo XIX: Despegue económico de la Perla del Pacifico…………………………………………………….32
1.2.2. La economía mazatleca durante el porfiriano: el sueño industrial de Mazatlán…………………………………………………………………………………..39
1.2.3. Economía Mazatleca primera mitad del siglo XX: Crisis en el modelo Minero Comercial................................................................................................................47
1.2.4. Antecedentes de la pesca de camarón en Mazatlán: Entre escualos japoneses………………………………………………………………………………....52
Capítulo 2. Pesca de camarón en Mazatlán 1950 – 1958: La Fiebre del Oro
Marino.
2.1. Pesca de camarón en alta mar 1950 – 1958…………………………………….62
2.1.1. El inicio de la industria camaronera en Mazatlán…………………………….62
3
2.1.2. Estructuración de la actividad camaronera…………………………………....63
2.1.3. La Marcha al Mar: 1954-1956…………………………………………………..70
2.1.4 Tiempo de Crisis en la industria………………………………………………....76
2.2. Reconversión del Tejido Productivo Local: Aparición de un distrito camaronero 1950 - 1958………………………………………………………………………………80
2.2.1. Aparición y desarrollo de un
sistema productivo camaronero: 1950 – 1958………………………………………. .80
2.2.2. Los empresarios: innovación y eje motor de la industria………………….88
2.2.3. Tomás de Rueda Jr.: constructor y diseñador de una industria………….92
2.2.4. La lucha de los desposeídos………………………………………………….96
2.2.5. Políticas Públicas y Marco Institucional: El frágil eslabón del desarrollo pesquero………………………………………………………………………………...102
Capitulo 3. Pesca de Camarón en Alta Mar 1959 – 1968: Diversificación, coyotaje
y sobreexplotación; fórmula para una crisis de la actividad.
3.1. Pesca de camarón en Mazatlán: 1959 - 1968…………………………………107
3.1.1. Lo que el viento nos dejó 1959-1960……………………………………..…107
3.1.2. La paz y la guerra en los años dorados: 1961-1962……………………...116
3.1.3. Crónica de una lucha anunciada:1963-1965………………………………..125
3.1.4. Adiós a las armas……y a la especie también: 1966-1968……………….134
3.2. Reproducción de las condiciones de la economía camaronera 1959 - 1968.
3.2.1. Reforzamiento Tejido Productivo pesquero, nuevas inversiones en la pesca del camarón: 1959 – 1962…………………………………………………………….137
3.2.2. Crisis del tejido productivo pesquero: El inicio de la actividad turística de gran altura, 1963-1968…………………………………………………………………143
3.2.3. Relevo generacional obligado. Nuevos líderes armadores en la actividad pesquera………………………………………………………………………………..147
4
3.2.4. Especialización de la producción: Astilleros Unidos y Pescadores de Mazatlán…………………………………………………………………………………152
3.2.5. Cooperativas Pesqueras de Mazatlán, 1959-1968: La concepción de la empresa social…………………………………………………………………………156
Capitulo 4. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981: rompimiento de los principales actores de la pesca del camarón.
4.1. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981…………………………………..163
4.1.1. Los Miserables, de una industria miserable …………….…………………163
4.1.2. Ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario……………..…169
4.1.3. Nos han dado los mare… pero es que somos muy pobres…………….177
4.1.4. Alicia en el país de las fluctuaciones……………………………………….183
4.1.5: Defenderemos la industria como perros: armadores…………………….190
4.2. Diversificación del tejido productivo local 1969 - 1981.
4.2.1. ¿Fin de la pesca del camarón? Traslado de las inversiones privadas al turismo y la pesca de atún,……………………………………………………………194
4.2.2. Empresarios camaroneros: los actores secundarios de la industria………201
4.2.3. Cooperativas de alta mar: administradores de la abundancia……….…..205
4.2.4. Plan Pesquero Nacional: el Estado populista como un socio más…….210
Conclusiones……………………………………………………………………………216
ANEXO 1………………………………………………………………………………..220
ANEXO 2………………………………………………………………………………..226
Bibliografia……………………………………………………………………………...232
5
Agradecimientos
El desarrollo de la presente investigación, significó 2 años de intenso
trabajo en los cuales recibí el apoyo de diversas instituciones y personas con las
cuales me encuentro profundamente agradecido. En primer lugar,, mi alma mater,
la Universidad Autónoma de Sinaloa, con la que cual he desarrollado una relación
de ocho años, en los cuales a través de la Facultad de Ciencias Sociales y la
Facultad de Historia he recibido una importante formación académica y humana;
de la misma forma a Conacyt, que a través del programa de posgrados de
excelencia, ha contribuido financieramente al desarrollo de esta investigación.
Por el lado humano, agradezco el apoyo de mi familia que en todo momento
se mostró como un pilar emocional para este trabajo; a mis padres Carmen y
Alberto, mis hermanos Denisse y Alberto. De manera especial, agradecer el apoyo
de Ana, mi pareja, que en todo momento entendió y compartió mi proyecto.
A mis directores de tesis Dr. Alonso Martínez Barreda y Dr. Arturo Román
Alarcón, por su orientación y atinados consejos, así como por permitirme trabajar
con toda libertad dentro de mi investigación. Al Cuerpo Académico de historia
económica, Dr. Arturo Carrillo Rojas, Dr. Gustavo Aguilar, Dr. Eduardo Frías y Dra.
María de Jesús López, quienes fueron fundamentales en el proceso de formación
histórica y que con sus pertinentes consejos hicieron más rica esta investigación.
De manera especial, mis agradecimientos al Dr. Samuel Ojeda Gastelum, quien
resulto ser, no solamente un formador en el quehacer histórico sino un gran
amigo. Por último,, mi reconocimiento para Sandra Luz Gaxiola, uno de los
principales motores del posgrado de la Facultad de Historia.
Dentro de la Facultad de Ciencias Sociales, mis sinceros agradecimientos
al MC. Pedro Brito Osuna, Dr. Arturo Santamaría y Dr. Arturo Lizárraga, quienes a
pesar de no estar directamente relacionados con la investigación, siempre fueron
un apoyo moral y académico muy importante. De manera especial, al MC. Giova
6
Camacho Castro, director de FACISO, por su amistad y por el apoyo para mi
desarrollo como docente e investigador de la universidad.
Introducción.
El desarrollo económico que el puerto de Mazatlán ha presentado desde su
despegue comercial en el primer cuarto del siglo XIX, ha estado directamente
relacionado con las ventajas comparativas que le otorga su proximidad al Océano
Pacífico. De esta forma, Mazatlán ha ido cambiando su actividad nodal pasando
de una economía minera - comercial (de principios de siglo XIX hasta la década
de1940) a una economía pesquera – turística (mediados de siglo XX hasta
nuestros días).
Dentro de los trabajos históricos que han sido desarrollados sobre la
economía mazatleca, el periodo que va de 1800 a 1950 ha sido abordado por
diversos investigadores, por lo que existe una clara sobre el proceso de desarrollo
económico del puerto durante sus primeros años, no así para el periodo que
comienza en 1950. De esta forma, la importancia de estudiar la economía del
puerto de Mazatlán (1950 – 1981) consiste en abordar un periodo histórico así
como una temática poco estudiadas. Tomando en cuenta que es en 1950 cuando
se da un cambio radical en el sistema económico de Mazatlán, es de vital
importancia estudiar los cimientos que dieron origen a la dinámica económica
actual.
El objetivo fundamental de esta investigación es analizar el desarrollo que la
pesca de camarón en alta mar tuvo durante el periodo de 1950-1981dentro del
puerto de Mazatlán; a través de un análisis de los principales actores de la pesca,
determinar la manera en que esta logro posicionarse como la actividad nodal del
puerto, llegando a ser la de mayor importancia en la nación. También, poner de
manifiesto la manera en que se constituyó el tejido productivo local en torno a la
actividad. Por último,, como objetivo especifico, analizar la manera en que este
tejido productivo pesquero diversificó, dando lugar a un sistema pesquero-turístico.
7
La investigación realizada, como se explica en los objetivos de la misma,
se basa de manera principal en el estudio de la actividad nodal, por lo que puede
considerarse como un trabajo de historia sectorial. Si bien este estudio no logra
abarcar de manera integral el complejo entramado económico de la localidad,
permite esclarecer parte importante de la dinámica económica del puerto, así
como cuestiones de carácter político e institucional; para poder desarrollar un
estudio integral de la economía mazatleca durante el periodo, deben desarrollarse
amplios estudios interdisciplinarios que permitan vislumbrar aspectos económicos,
políticos, sociales y culturales.
El periodo seleccionado para esta investigación responde principalmente a
dos años clave dentro de la industria camaronera del puerto de Mazatlán. El año
de 1950 fue el año en el que se constituyeron más empresas dedicadas a la pesca
dentro del puerto de Mazatlán, según Arturo Román Alarcón, es en este año en
donde la pesca de camarón en alta mar se convierte en la actividad motriz del
puerto de Mazatlán.1 Por otra parte, el año de 1981 corresponde al traspaso de la
flota camaronera de la Iniciativa Privada a las cooperativas pesqueras; la salida de
la iniciativa privada significó un cambio estructural en la forma de organización de
la pesca de camarón y dio fuerza a un proceso de diversificación de las
actividades económicas que comenzó en la segunda mitad de la década de 1970.
El estudio sobre la pesca de camarón en alta mar (1950-1981) dentro del
puerto de Mazatlán, ha sido una temática poco abordada. Existen trabajos que de
manera general abarcan la economía del puerto durante el periodo, sin embargo,
el nivel de análisis es muy poco, y no logran ser extensivos en su análisis. En
cuanto a la pesca como actividad, existen estudios en la nación que dan algunas
cifras para el periodo dentro del puerto de Mazatlán, sin embargo, los trabajos
existentes en su mayoría se concentran en la pesca a partir de 1982, esto es, a
partir del traspaso de la flota de la IP a las cooperativas pesqueras.
La hipótesis general que guía el estudio es la siguiente: el desarrollo
económico que experimento el puerto de Mazatlán a partir de 1950 fue 1 Román Alarcón, Arturo, La economía del sur de Sinaloa, DIFOCUR/UAS, Culiacán, 2006, p.287
8
consecuencia de una serie de factores económicos, sociales y políticos que
repercutieron en el desarrollo de la actividad pesquera. Al ser la pesca la piedra
angular de la economía mazatleca, tal desarrollo trajo como consecuencia la
aparición de un sistema productivo local encaminado a satisfacer las necesidades
de dicha actividad. Dentro de la investigación existe una hipótesis secundaria que
es la siguiente: el crecimiento de la actividad trajo como consecuencia una
acumulación de capital, mismo que fue reinvertido en actividades ajenas a la
pesca tales como el turismo que a la postre se convertiría en la actividad
económica central de Mazatlán.
La manera en la que se expone las investigaciones se ha desarrollado en
cuatro capítulos. El primer capítulo que ha sido llamado de antecedentes, se divide
en dos partes. La primera parte, atiende a cuestiones teóricas metodológicas que
permiten esclarecerlos conceptos básicos que guiaran la investigación. A través
de un análisis de las diferentes teorías sobre desarrollo endógeno, se logra
determinar el análisis teórico que se llevara a cabo para conseguir de manera
cabal los objetivos de investigación. La segunda parte, se desarrollan los
antecedentes históricos de la economía mazatleca. Aquí se puede observar, el
desarrollo que el puerto ha tenido desde los primeros años del siglo XIX, se hace
especial énfasis en las actividades que han funcionado como actividades nodales
a través de las décadas; en una última parte, se analizan los antecedentes de la
peca de camarón dentro del puerto de Mazatlán.
Los capítulos segundo, tercero y cuarto, presentan una estructura similar.
En la primera parte se detalla de manera cronológica el desarrollo de la actividad
pesquera, así como la relación de los diferentes actores dentro de esta; la
segunda parte se analiza la estructura del tejido productivo local, de la red
empresarial y de la estructura cooperativista.
El segundo capítulo, comprende el periodo de tiempo que va de 1950 a
1958. En este capítulo se analizan los primeros años de la pesca de camarón en
alta mar dentro del puerto de Mazatlán. Inicia con el primer flujo importante de
inversión a la pesca del camarón y finaliza con el primer periodo de crisis de la
9
actividad en 1958. El tercer capítulo abarca el periodo que va de 1959 a 1968,
éste inicia con un segundo flujo de inversiones que permitió la reproducción de las
primeras inversiones dentro de la actividad y finaliza con la primera crisis de
producción de la pesca de camarón. Por último,, el cuarto capítulo se extiende
desde 1969 hasta 1981, inicia con el año en el que se da una notoria inversión
dentro de la actividad turística y finaliza con el traspaso de la flota de la IP a las
cooperativas pesqueras.
Referente a los aspectos teóricos que rigen la investigación, los conceptos
básicos del análisis son: empresario, políticas públicas, instituciones, cooperativas
y tejido productivo local. El manejo del marco teórico, no se hace explicito dentro
del desarrollo de la obra, sin embargo, de manera implícita se observa el análisis
empírico de los diferentes conceptos y la manera en que estos se relacionan
dentro del contexto pesquero. Pese a no ser explicito, el desarrollo del marco
teórico, permite determinar los niveles de relación entre los actores económicos y
políticos, así como entender las características del proceso de desarrollo que
sufrió la economía mazatleca.
Cabe señalar que esta investigación, se basa de manera principal en la
revisión de dos fuentes. Por un lado, tenemos la revisión hemerográfica de El sol
del Pacífico (1950-1982). Este periódico, se caracterizó por dar voz a los
diferentes actores pesqueros, mostrando una actitud neutral en los momentos de
conflicto; por lo anterior consideramos que a través de un análisis exhaustivo de
esta fuente se lograría formar una columna vertebral del acontecer común de la
actividad pesquera. Por otro lado, se analizó el Registro Público de la Propiedad
de Mazatlán (1950-1982); a través de esta fuente se pudo determinar el número y
características de las empresas, montos de inversión en la actividad, principales
empresarios y las relaciones entre estos.
Por último,, es importante destacar que durante el proceso de esta
investigación se dejaron de lado múltiples aspectos de la economía pesquera
mazatleca como vida cotidiana, folclor, flujos de migración, trabajo femenino. Sin
10
embargo, el trabajo abre estas líneas de investigación para el desarrollo de futuros
trabajos económicos, sociológicos, antropológicos e históricos.
Capitulo 1. Antecedentes Teóricos - Metodológicos e Históricos
1.1. Sistemas Productivos Locales: Análisis teórico de las teorías del desarrollo
local.
1.1.1. Modelos teóricos del tejido productivo local.
Desde el punto de vista del desarrollo regional y local, el comportamiento de
las empresas dentro del espacio ha sido una de las principales preocupaciones de
la investigación económica. Tanto la creación de sistemas productivos como la de
tejidos empresariales han presentado un desarrollo importante desde el inicio de
las investigaciones de desarrollo regional a mediados del siglo XIX. Francisco
Calderón, plantea que siguiendo un orden cronológico podemos encontrar las
diferentes líneas de pensamiento que han marcado los estudios de este tipo,
utilizando su misma línea temporal encontramos las siguientes divisiones: 1)
teorías de la localización empresarial; 2) Modelos de Distrito industrial; 3) Modelos
de Eficiencia colectiva; 4) Modelos de base PYME.2
1.1.2. Teorías de Localización
Las teorías de localización fueron el primer acercamiento al estudio del
comportamiento empresarial. Estas teorías sugieren que tanto productores como
consumidores localizan su centro de operación en virtud de obtener mejores
ganancias. La cercanía con los mercados o las regiones abastecedoras de
materias primas, así como la infraestructura de comunicación determinan la
aparición centros económicos con dinámicas sociales similares. Tomando en
cuenta que los trabajos pioneros sobre la localización empresarial se desarrollan 2 Calderón Vázquez, Francisco, Distrito turístico rural un modelo retorico desde la perspectiva de la oferta.
Especial referencia al caso andaluz, Tesis de Doctorado, Universidad de Málaga, 2005, pp.295
11
en primer tercio del siglo XIX, encontramos una relación directa entre la distancia y
el aumento en los costes de producción.
Von Thunen, iniciador de esta corriente de pensamiento, planteaba que la
renta de la tierra y los costes de transportación, se determinaban en función de la
distancia entre el lugar de producción y el mercado. De esta forma, el precio del
servicio de la tierra era mayor cuanto más cerca del mercado se encontraba y el
precio del transporte era menor. Por el contrario, el precio por servicio de la tierra
disminuía en la medida en que se encontraba lejos del mercado, mientras que el
costo del transporte aumentaba de manera proporcional. En un primer momento la
tesis de Von Thunen sostenía que el precio que pagado por un bien era el mismo,
ya que existía un equilibrio entre el coste del servicio de la tierra y el coste de
transportación.3
Pese a la paridad existente entre los precios de la tierra y los medios de
transporte, Von Thunen señalaba que existía una necesidad de los individuos de
disminuir sus problemas de desplazamiento así como de resolver sus problemas
económicos en su entorno inmediato. Por este motivo, la distancia entre el
mercado y el centro de producción seguía marcándose como la clave principal de
las aglomeraciones industriales.
Alfred Weber continuaría con un trabajo similar al propuesto por Von
Thunen. Weber comienza su estudio partiendo del supuesto de los costes de
transportación de las materias primas. Sin embargo, el verdadero aporte de Weber
es que centra su estudio exclusivamente en producción industrial. De esta
manera, el alemán agrega a su modelo aspectos como mano de obra y la
conglomeración de las empresas.
En primer lugar,, destaca el papel que juegan los costos fijos en el modelo
de producción, costos que lo llevan a las empresas a localizarse en regiones que
presenten una buena relación distancia del mercado/precio de la mano de obra.
Para Weber, es factible que las empresas se localicen en regiones con mano de 3 Carrillo Huerta, Mario, Aspectos macroeconómicos introductorios del desarrollo regional y urbano, IPN, México, 2002.
12
obra barata, siempre y cuando el costo de transportación sea proporcional al
ahorro obtenido a través de la contratación de esta mano de obra. En segundo
lugar, Weber reconoce la que las industrias tienden a aglomerarse en regiones
independientemente de los de las variables de mano de obra y transportación.
Estas aglomeraciones tienen la capacidad de gestionar beneficios en conjunto,
que con el desarrollo de la región industrial se convierten en menores costos de
producción para las empresas.4
Las teorías expuestas anteriormente son aplicables para las economías
primarias y secundarias, Walter Christaller y August Lösch, desarrollaron una
teoría de localización para economías terciarias o de servicios. En primer lugar,,
Christaller plantea la existencia de un lugar central5 que establece su jerarquía
comercial a través de la oferta de bienes necesarios para un conjunto de
localidades periféricas. Christaller plantea que el éxito o fracaso de una empresa
comercial dentro de un sistema regional, depende de los conceptos:6 alcance
físico del mercado y umbral de la demanda.7
Por último, Agust Lösch desarrollo un modelo en el que importaban
solamente cuestiones de tipo económico. Dejando fuera cuestiones políticas,
sociales o geográficas, Lösch partía de la idea de la existencia de un espacio con
condiciones de costos de producción homogéneos y mano de con la misma
característica, en el cual una localidad que funcionaba como eje rector era capaz
de administrar y dinamizar una pequeña región. Lösch iba más allá, al plantear la
4 Weber, Alfred, Theory of the location of industries, Chicago University Press, 1928. 5 Christaller define la teoría del lugar central, en relación a la existencia de una localidad que ha logrado una aglomeración de la producción y una localización favorable dentro de una región determinada. Los vías de comunicación más desarrolladas en esta localidad es un punto a considerarse dentro de la definición de lugar central. 6 Posada, Luis Javier, “Los fundamentos económico-espaciales de la teoría de los centros de desarrollo”, en Cultura y Sociedad, núm. 6, Universidad Complutense, España, pp.137-180. 7 Por alcance físico se entiende, a la distancia que el consumidor está dispuesto a recorrer, para la adquisición de un bien o el uso de un servicio a determinado precio dentro del mercado; por Umbral de demanda se refiere al número mínimo de las ventas que un comerciantes debe de realizar en determinado periodo de tiempo, para poder ser competitivo dentro del mercado.
13
idea de un sistema de pequeñas regiones articuladas sobre una red de ciudades
centrales.8
Dentro de las concepciones más modernas de las teorías de localización,
destacan las propuestas por Butler a finales de la década de 1980. Butler plantea
que existe una relación directa entre la localización de las empresas y el medio
físico. Características de una región como el clima, la geología y las ventajas
comparativas determinan la localización de las actividades económicas primarias.
De igual manera, el autor plantea que una vez establecidas economías primarias,
estas determinan la aparición de las restantes formas de actividad económica,
industrial y de servicios, así como los núcleos de población.9
1.1.3. Distritos Industriales y Sistemas Productivos Locales.
En la actualidad existen diversas teorías que se valen del concepto de
distrito industrial, para desarrollar sus modelos explicativos. Sin embargo, estas
teorías se presentan como adecuaciones de los postulados desarrollados por
Alfred Marshall a finales del siglo XIX. La primera propuesta marshalliana sobre
los distritos industriales, descentralizaba el papel de las empresas como entes
propiciadores del desarrollo local; este papel era sustituido por un sistema de
organización en el cual el territorio y todos sus actores son los principales
responsables de la dinámica económica.10
El distrito industrial, según la concepción de Marshall, se da sobre la base
de un sistema territorial capaz de organizar de manera integral recursos
económicos y aspectos socioculturales; dentro de este sistema territorial se
presentan las condiciones necesarias para la concentración de empresas
especializadas. Esta especialización de la producción permite que las localidades
8 Lösch, August., The Economics of Location, (Jena: Fischer), 1940. Traducción al inglés (New Haven, Conn: Yale University Press), 1954. 9 Butler, Joseph, Geografía Económica: aspectos espaciales y ecológicos de la actividad económica, Limusa, México, 1986. 10
Calderón Vázquez, Francisco, op.cit., 2005, p.338
14
desarrollen una serie de ventajas, que a su vez, les permiten competir de mejor
manera dentro de los mercados internacionales, así como hacer frente a la gran
empresa. De esta forma, el distrito industrial es un proceso de desarrollo
endógeno, en el cual un territorio desarrolla la capacidad desaprovechar todos sus
medios productivos (mano de obra calificadas, innovación, localización, políticas
públicas).
Al ser un sistema que basa su éxito en la creación de múltiples redes de
pequeñas empresas, uno de los elementos centrales en el análisis de Marshall, es
la atmosfera industrial del territorio. La existencia de atmosferas industriales
específicas, dota a la red empresarial de una oferta de trabajo cualificado, así
como de un sistema de reproducción del conocimiento que permite a las empresas
la innovación tecnológica y dentro de los sistemas organizacionales.11 De esta
manera, la acumulación de conocimiento en el sistema productivo local facilita el
aumento de la calidad de la mano de obra, lo que constituye uno de los recursos
endógenos más relevantes de los distritos marshallianos.
Si bien el trabajo desarrollado por Alfred Marshall a finales del siglo XIX,
sienta bases solidas para el análisis de las modelos de organización flexible de la
producción y la generación de economías de escala, son los estudiosos de la
escuela italiana de desarrollo los que desarrollan de manera más compleja la
noción de los distritos industriales. Dentro de estos estudiosos son Giacomo
Becattini y Gioachino Garofoli, los que conciben el caso de los distritos
industriales, como sistemas complejos que van más allá de aspectos económicos
abordando cuestione de carácter sociológico. En primer lugar,, tenemos a
Becattini que define al distrito industrial como:
Una entidad socioterritorial caracterizada por la presencia activa de una comunidad de personas y de una población de empresas en un espacio geográfico e histórico dado. En el distrito, al revés de lo que pasa en otros tipos de ambientes, como por ejemplo en las ciudades manufactureras, tiende a haber una osmosis perfecta entre comunidad local y empresas.12
11
Marshall, Alfred, Principles of economics, Macmillan, Londres, 1890. 12
Becattini, Giacomo, “El distrito marshalliano”, en Benko, George, Las regiones que ganan: Distritos y redes.
Los nuevos paradigmas de la geografía económica, Edicions Alfons El Magnanim, España, 1994, p.40
15
Becattini desarrolla, a través de su obra, una serie de características a
través de los cuales se puede analizar al distrito industrial. Estas son: a)
comunidad local; b) población de empresas; c) recursos humanos; d) el mercado;
e) competencia y solidaridad; f) sistema adaptable; g) innovaciones tecnológicas;
h) sistema de crédito local: i) conciencia, clase social y localidad.
Del anterior listado, existen categorías que se han abordado en otras
teorías como la innovación, empresas, competencia; sin embargo el modelo de
Becattini adhiere conceptos que dan nuevas perspectivas al estudio del desarrollo
local. En primer lugar,, por comunidad local, Becattini plantea la existencia de un
sistema de valores y pensamientos homogéneos que determinan la ética del
trabajo, relaciones familiares, nociones de intercambio y reciprocidad. La aparición
y desarrollo de este sistema de valores, es una condición necesaria para la
existencia del distrito, a la par de éste el territorio desarrolló un corpus
institucional, a través del cual se establecen las reglas formales e informales sobre
las cuales descansa la dinámica social. Becattini, no solo enumera instituciones
formales como iglesia y familia, sino que además, da gran importancia a
instituciones de carácter cultural, artístico, sindical, etc.13
En segundo lugar, encontramos el concepto de sistema de crédito local,
Becattini plante que uno de los mayores inconvenientes que tienen las pequeñas
empresas, es su inaccesibilidad a las líneas de crédito. De esta manera, los
distritos industriales se caracterizan por contar con el desarrollo de una banca
local que permita una relación estrecha y personal entre el sistema financiero con
el sistema empresarial. Además de mantener una estrecha relación con el grupo
empresarial, los sistemas financieros locales se desarrollan sobre la base de
fuertes relaciones de sus creadores con las cúpulas de poder político dentro de la
localidad.14
13
Becattini, Giacomo, Desarrollo local: teorías y estrategias, Civitas Ediciones, Madrid, 2002 14
Becattini, Giacomo, Dal settore industriale al distretto industriale: alcune considerazione sull’unita di
indagine dell’economia insdustriale, Rivista di economía e política industriale, Italia, p. 7-21
16
En tercer lugar encontramos las concepciones de conciencia, clase social y
localidad. Becattini plantea, que dado el desarrollo local, la sociedad del distrito
evoluciona en formas más o menos capitalistas, por lo que las nociones de clase
social se hacen presente de manera cotidiana. Si bien, al no existir una gran
empresa sobre la cual orbiten la mayoría de los trabajadores, y que permita
determinar el nivel en la clase social con la que cuenta cada individuo, dada la
división del trabajo se presentan diferenciaciones de clase social dentro del
distrito.15 Ejemplificando con el caso de la pesca de camarón en el puerto de
Mazatlán, podemos encontrar una diferencia marcada entre armadores
(capitalistas) y cooperativistas (modelo de empresa social), sin embargo, al interior
de cada grupo existen diversas sectorizaciones que hacen más complejo el
desarrollo de la conciencia de clase.
Por otro lado, Garofoli estudioso y contemporáneo de Becattini, basa su
estudio en preceptos similares a los antes mencionados, sin embargo, hace una
división práctica de los llamados sistemas de pequeña empresa. Esta clasificación
es: a) áreas de especialización productiva; b) sistemas productivos locales; c)
áreas-sistema.16
En primer lugar,, las Áreas de especialización productiva, se caracterizan
por un predominio de las pequeñas empresas, así como por la preponderancia en
un sector de la producción. Por lo general existen empresas en competencia que
producen la misma mercancía, además el motivo de su aparición se debe a la
existencia de condiciones favorables para obtener bajos costes de producción; el
exceso de mano de obra femenina es una de esas ventajas. Garofoli, resume que
estas regiones o localidades, no tienen control sobre su desarrollo y este depende
de factores exógenos al territorio.
15
Becattini, Giacomo, La Oruga y la mariposa: un caso ejemplar de desarrollo en la Italia de los distritos
industriales: Prato (1954-1993), Universidad de Valladolid, España, 2002 16
Garofoli, Gioacchino, “Los sistemas de pequeñas empresas”, en Benko, George, Las regiones que ganan:
Distritos y redes. Los nuevos paradigmas de la geografía económica, Edicions Alfons El Magnanim, España, 1994, p.65
17
En segundo lugar, se encuentran los Sistemas productivos locales. Este
modelo se caracteriza por surgir a través de una maduración de la dinámica
económica de la sociedad en la cual aparece. Se caracteriza por la especialización
de la producción y por la competencia, sin embargo, se diferencia de las areas de
especialización productiva, dado el extenso nivel de relaciones entre las
empresas. La aparición de sistema productivo local, no pasa desapercibido dentro
del desarrollo económico, social y político de una localidad, ya que por lo que
general requiere de estrategias económicas y políticas públicas especificas para
su desarrollo.17
Por último,, se encuentran las Áreas sistemas; consideradas por Garofoli
como el tipo más evolucionado de áreas de especialización de pequeñas
empresas. Su principal característica es que depende de manera endógena para
su propia reproducción. Es decir, ha logrado un nivel de interrelaciones en sus
actores que es un área auto centrado capaz de producir, en su mayoría, los
medios necesarios para su desarrollo. Empresarios, capital, trabajadores
cualificados e inclusive tecnología local son producciones internas al sistema.18
Garofoli, también da cuenta de las principales problemáticas que presentan
los sistemas productivos locales. a) sistemas no orientados por el mercado; b)
tercerización débil; c) política crediticia local inadecuada; d) falta de instituciones
que regulen el papel contractual de las pequeñas empresas; e) disparidad entre la
capacidad productiva del sistema con respecto a las estrategias para articular el
sistema en lo local.
1.1.4. Teorías del entorno innovador y el cambio tecnológico
Relacionadas de manera principal a los estudios desarrollados por Joseph
Schumpeter, las teorías que basan sus postulados en entornos innovadores,
parten de la idea que el proceso de desarrollo económico de una región o una
17
Garofoli, Gioacchino, Desarrollo económico local en Europa, Economistas Libros, España, 1995. 18
Garofoli, Gioacchino, op.cit., 1994, p.68
18
localidad se encuentra directamente relacionado con los esfuerzos de la
innovación tecnológica o administrativa. El economista austriaco entendía el
proceso de desarrollo económico como un fenómeno dinámico y no estático,
implica, contrario al crecimiento económico que es únicamente “alteración de
datos”, un proceso de transformación cualitativa de la sociedad y de la economía.
Schumpeter plantea que existe un determinismo tecnológico que permite el
desarrollo de una región. Para el autor solo importan aquellas innovaciones
tecnológicas que son capaces de modificar de manera radical el entorno
económico al cual son aplicadas. Clasificadas como innovaciones decisivas estas
son: a) Introducción de nuevos bienes de consumo dentro de un mercado; b)
surgimiento de un nuevo método de producción y transporte; c) consecución de la
apertura de un nuevo mercado; d) generación de una nueva fuente de oferta de
materias primas; e) cambio en la administración de cualquier organización o
dentro de su proceso de gestión.19
Schumpeter deposita en la empresa y en el empresario como actor social,
la responsabilidad de propulsar el cambio tecnológico. Considera al empresario
como pioneros en la introducción de nuevos productos, nuevos procesos y nuevas
formas de organización. Hace una separación entre empresarios y hombres de
empresa, calificando a los segundos como entes empresariales poco relacionados
con el sistema empresarial y por lo tanto sin capacidad para llevar a cabo
innovaciones necesarias dentro de los procesos industriales.20
Al igual que Schumpeter, pero con una visión más integral de las relaciones
socioeconómicas dentro de una región, Charles Edquist plantean que el desarrollo
de entornos innovadores se encuentra en función del desarrollo empresarial. Este
autor plantea que la innovación se presenta como un proceso colectivo e
interactivo del cual participan universidades, instituciones, centros de
investigación, competidores, proveedores, pero en el cual sigue siendo la empresa
19 Schumpeter, Joseph, Teoria del desenvolvimiento económico, Fondo de Cultura Económica, México, 1978. 20 Schumpeter, Joseph, Capitalismo, socialismo y Democracia, Ediciones Folio, España, 1996.
19
la encargada dinamizar las relaciones que facilitan el libre flujo de las
innovaciones.21
La aparición de sistemas de empresas cohesionados así como de sistemas
institucionales participativos, debe de ser entendida como una de las
características básicas dentro de los sistemas innovadores. Aun y cuando se parte
del supuesto, de que las relaciones entre empresas de una misma región, pueden
propiciar el libre flujo de las innovaciones a fin de construir un sistema competitivo,
la aparición de un marco institucional funcional es una pieza clave.
Dentro de las teorías de desarrollo que tienen al papel de la innovación
como punto central de sus modelos explicativos, una de las que más llaman la
atención es la del modelo teórico del Milieu Innovateur. Desarrollada de manera
principal por Roberto Camagni y Phillippe Aydalot, el modelo teórico maneja con la
misma importancia los conceptos de innovación y aprendizaje. El milieu, concibe
al desarrollo económico de las regiones a través del conocimiento que las
empresas tienen del medio, así como la implementación de estrategias para el
desarrollo cognoscitivo de las empresas.
Camagni, plantea que las regiones que aprenden son capaces de
desarrollar sistemas de información más eficientes. A través de estos sistemas el
flujo de la información llega a todos los actores del sistema productivo,
permitiéndoles adquirir un cúmulo de información sobre el medio económico que
les rodea. Esta eficiencia en los medios de información, permite un aprendizaje
colectivo, aumento de la competitividad empresarial y mejores tomas de decisión
sobre las problemáticas que se presentan.22 Aydalot por su parte asegura que son
los medios los que innovan, despojando a las empresas como ente principal de la
innovación dentro del espacio. El desarrollo de sistemas de aprendizaje debe de
entenderse como un proceso de maduración de las relaciones socio-espaciales de
21 Edquist, Charles, Systems of Innovatio: Technologies, institutions and organizations, Routledge, Inglaterra, 2005 22 Camagni, Roberto, Economía Urbana, Antoni Bosch Editores, España, 2005.
20
los actores económicos y no como la innovación propuesta desde las
administraciones empresariales.23
Por último,, encontramos que el medio innovador se encuentra compuesto
de los siguientes elementos. 1) Sustrato territorial. Se entiende como un entorno
económico homogéneo para sus residentes, no atiende a divisiones
administrativas y puede agrupar en su interior a localidades de diversas regiones;
2) Conjunto de Actores. Existencia un enramado social que abarque desde
instituciones, empresas y actores políticos; 3) Recursos materiales e inmateriales.
Una infraestructura material y una serie de costumbres que sustenten las
relaciones sociales; 4) Interacción lógica. Una relación cohesionada entre los
actores; 5) Lógica de aprendizaje. Capacidad de los actores económicos de
responder a los cambios de su entorno.24
1.1.5. Contexto Institucional.
Dentro de la historia económica los trabajos de Douglas North, han sido
utilizados para explicar, la relación existente entre los procesos de desarrollo
económico y el cambio institucional. Apoyada en la idea de que el desarrollo
económico de una región o localidad solo puede darse, en la medida de que exista
un marco institucional, jurídico y político adecuados, las teorías relacionadas al
institucionalísimo encuentran en autores como Coase, Williamson y North a sus
principales exponentes.
Según los postulados del Neo institucionalísimo, el sistema institucional
entendido como un conjunto de leyes y reglas establecidas, debe de funcionar
como un agente dinamizador de economía de una localidad y región, en ningún
momento como un inhibidor de esta. De igual manera, no solo el proceso de
desarrollo económico se encuentra delimitado por aspectos institucionales, sino
23 Aydalot, Phillipe, Milieux innovateurs in Europe, Económica, Paris, 1988. 24 Whitelaw, Rodrigo, Mecanismos de cooperación en los sistemas productivos locales: Las trayectorias de la
industria cerámica en España y de la salmonicultura en Chile, Presses Universitaires de Louvain, Bélgica, 2009, pp.39
21
que el desarrollo de un sistema empresarial y las relaciones al interior de este, se
encuentran en función de un correcto desarrollo institucional.
En un sentido empresarial, la existencia de un marco institucional adecuado
significa un eficiente sistema de comunicación y cooperación entre los actores
económicos. Este fenómeno propicia un clima de confianza y certidumbre dentro
de los empresarios, permitiendo un mejor modo de acción en cuanto a la
implementación de innovaciones tecnológicas, sistemas organizacionales y
canales de comunicación. Sin embargo, encontramos que el desarrollo de
sistemas institucionales depende de una serie de relaciones entre diversos actores
económicos, por lo que debe de entenderse como un sistema de cooperación que
puede aparecer como sustento o como consecuencia del fenómeno de desarrollo
económico.
Uno de los primeros académicos en analizar las propuestas, que en la
década de 1930 planteara Ronald Coase sobre los costes de producción y su
relación con el sistema institucional, fue Arthur Lewis. El economista ingles, señala
la relación existente entre las instituciones económicas y sociales con el desarrollo
económico. Plantea que no solamente el cambio institucional desembocara en un
desarrollo local o regional, sino que este proceso de desarrollo ocasionara una
transformación progresiva de las instituciones.25 Es decir, las instituciones
funcionan como catalizador del desarrollo de una región y localidad, sin embargo,
una vez echado a andar este proceso, las mismas instituciones presentaran una
adecuación a las nuevas vías de crecimiento del territorio en el que se encuentren.
North y Willianson, siguieron los estudios de Arthur Lewis y Ronald Coase,
situando la relación entre el marco institucional y los procesos de desarrollo, en los
costos de transacción de las empresas. Aun y cuando los modelos de
competencia perfecta plantean que los intercambios y las transacciones entre los
agentes económicos no generan un coste, la realidad es que estas interacciones
económicas generan costes de tipo comercial y no comercial.26 De esta manera,
25 Lewis, Arthur, The Theory of Economic Growth, Taylor and Francis, Inglaterra, 2003. 26 Vázquez Barquero, Antonio, Las nuevas fuerzas del desarrollo, Antoni Bosch Editor, España, 2006, p.118
22
tenemos que el papel de las instituciones como motor del desarrollo regional
radica en la disminución de los costos de transacción entre los diferentes actores
económicos; esta disminución de costes se presenta a través de procesos
complejos como el manejo adecuado de la información, generación de una cultura
de trabajo, redes familiares.
Douglas North, entiende a las instituciones como una serie de normas que
delimita el papel de los actores dentro de las relaciones económicas, sociales y
políticas. Un punto que debe ser claro, es que las instituciones no solo tienen una
naturaleza formal, leyes y constituciones así como los mecanismos a través de los
cuales son aplicadas; sino que además son de naturaleza informal como pautas
de conducta, códigos sociales, creencias religiosas, usos y costumbres. Así pues,
encontramos que desarrollo institucional es un ente complejo, en el que su control
muchas veces escapa de las manos de los actores económicos.
Siguiendo con Douglas North, este hace una diferencia entre las
instituciones (reglas) y las organizaciones (mecanismos de aplicación). Plantea
que existe una relación estrecha entre ambos siendo las instituciones las que
determinan las funciones de los organismos, sin embargo, da a la acción de estos
últimos la tarea de actuar como los principales agentes del cambio económico.
Entre los principales organismos North destaca los de carácter público (partidos
políticas y senado), económicos (empresas, sindicatos, cooperativas),
organizaciones sociales (iglesias, clubes sociales), órganos educativos
(universidades, centros de capacitación profesional).27
Una de las principales críticas que ha recibido el modelo Neo institucional
propuesto por North, es que la mayoría de las relaciones entre las instituciones y
el sistema empresarial, son disfuncionales. Por este motivo se plantea que existe
la aparición de redes internas al sistema institucional que plantean estrategias de
desarrollo al margen de las establecidas desde las organizaciones, motivo por el
cual el modelo institucional funciona en un ambiente de incertidumbre. Al respecto
27 Ibíd., p.119
23
el español Alfonso Gil, plantea que el cambio institucional aunque complejo y
lento, es constante dentro de una región o localidad.28
Más relacionada con las teorías de la innovación tecnológica, se encuentran
las propuestas de Óliver Williamson. Este autor, que tiene como principal objeto de
estudio las transacciones, plantea que los procesos de desarrollo existe una
correspondencia entre las estructuras de gobernación y la transacción, misma que
permite un ahorro en los costes de transacción. Por estructuras de gobernación,
se entiende al marco contractual en el que se decide establecer la relación
contractual. 29
En este sentido, Williamson, plantea que existen tres estructuras de
gobernación: empresas, hibridas y el mercado. Williamson plantea que estas
estructuras a través de las cuales se plantean las transacciones no se encuentran
aisladas, por lo que su desarrollo se encuentra íntimamente ligado al contexto
institucional y al comportamiento de los individuos. Así pues, entendemos que
cualquier variación existente dentro de los marcos institucionales así como en la
conducta de los individuos, afectara de manera directa la relación de las
estructuras de gobernación, afectando así los costes de transacción.
1.1.6. Tejido empresarial base Pyme y desarrollo endógeno
Dentro de las últimas teorías sobre la aparición de los tejidos empresariales
y la naturaleza de estos, encontramos a las Pymes como principal objeto de
estudio. De manera tradicional, la participación de las empresas dentro del
proceso de desarrollo, se había dado como un proceso exógeno. Dentro de este
proceso, se presentaba la importación de una gran empresa que funcionaba como
promotora de desarrollo de determinada industria dentro de una región. Por el
contrario, los modelos que parten de la aparición de un aglomerado de pequeñas y
28 Alfonso Gil, José, Causas del desarrollo económico. España en Europa 1900-2000, Minerva Ediciones, España, 2001. 29 Williamson, Oliver, Mercados y jerarquías: su análisis y sus implicaciones antitrust, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.
24
medianas empresas, parten de la idea de ver a los procesos de desarrollo como
endógenos a una región o localidad, marcando a estas empresas como el principal
motor de crecimiento.
Calderón Vázquez, considera al agrupamiento de las Pymes como el punto
inicial de la restructuración económica de una región. La creación de redes de
pequeñas empresas endógenas a la región, permite un aumento en la
competitividad y en las relaciones empresariales, facilitando el flujo de información
y la implementación de innovaciones tecnológicas. Calderón Vázquez entiende
que gran parte del protagonismo que tienen estas pequeñas empresas, es el de la
reactivación económica a través de la generación de empleo.30
Michael Chisholm y Antonio Vázquez Barquero, retoman el estudio de
diversas teorías sobre el papel de la Pyme dentro de los procesos de desarrollo y
encuentran que existen tres modelos principales. En primer lugar,, encontramos el
modelo denominado, reacción ante la recesión (recession push theory). Este
modelo teórico plantea que ante una situación de crisis, los actores de una región
implementan estrategias que permitan mantener dinámica la economía interna. La
aparición de pequeñas empresas como modelo de autoempleo así como el
aprovechamiento de mercados afectados por el proceso de crisis, son algunas de
las principales características de este modelo. Graham Gudgin, principal autor de
esta teoría, plantea que la aparición de medianas y pequeñas empresas se da
sobre la base de un modelo de desplazamiento, en el cual los grandes
inversionistas se retiran de las actividades menos productivas dejando detrás de si
una estructura de mercado abandonada. El proceso se entiende como un modelo
de desarrollo empresarial coyuntural.31
En segundo lugar, encontramos la teoría del crecimiento de la renta
(income growth theory) esta teoría basa sus postulados principales en una
aumento diversificado de la demanda. Al ser demandadas nuevas mercancías de
30 Calderón Vázquez, José, Thinking on development: Enfoques teóricos y paradigmas del desarrollo, Biblioteca virtual Universidad de Málaga, España, 2008. 31 SPRI, “Servicios de Estudio, PYMES y dinamización del potencial endógeno en las regiones de antigua industrialización,” Revista EKO<OMIAZ, <o. 12, España, 1988, p. 319-344
25
carácter más personalizado, las pequeñas empresas encuentran nuevos nichos de
mercado a través de los cuales lograr un desarrollo. Este modelo de desarrollo, no
tiene un comportamiento excluyente con las empresas de gran tamaño, ya que
estas coexisten con las pequeñas y medianas empresas solo que su nicho de
mercado se encuentra en las mercancías tradicionales y no en las nuevas
mercancías demandadas.32
En tercer lugar, encontramos la teoría del cambio tecnológico (thecnological
change theory) como se mencionó en un apartado anterior, este grupo de teorías
dan a las innovaciones tecnológicas, el poder de dinamizar la economía de una
región. Para el caso de la Pyme, existen casos de regiones en las cuales han sido
este tipo de empresas, las encargadas de introducir nuevos procesos de
producción o nuevos modelos de organización que permitan un aumento en la
competitividad de la región. Siguiendo con los entornos innovadores, encontramos
la visión de David Keeble y Frank Wilkinson, ambos autores plantean que los
procesos endógenos que llevan a la aparición de aglomerados de pequeñas
empresas, se dan exclusivamente dentro de sociedades tradicionalmente
industriales, en las cuales los procesos de innovación son constantes. Dentro de
estos territorios innovadores, son los trabajadores de las grandes industrias, los
encargados de diversificar las actividades con la creación de sus propias
empresas. Por el contrario, aquellos territorios que se encuentran inmersos en
dinámicas agrícolas, no son propensos para presentar un entorno innovador de
Pymes.33
Por último,, encontramos las teorías de desarrollo endógeno, que tienen en
Antonio Vázquez Barquero a su principal exponente. Esta teoría, es quizá la más
incluyente en cuanto a los análisis conceptuales, ya que no da un peso especifico
a una variable, sino que entiende los procesos de desarrollo como un fenómeno
complejo, en el cual es necesaria la intervención de diferentes actores. Así pues,
32 Calderón Vázquez, op. cit., p.311 33 Keeble, David; Wilkinson, Frank, “Collective Learning and knowledge development in the evolution of regional clusters of high technology SMEs” in Europe, Regional Studies, vol. 33.4, Universidad de Cambridge, Inglaterra, 1998, p. 295-303
26
encontramos que conceptos como innovación, marco institucional, sistemas de
aprendizaje, sistemas productivos locales, son analizados bajo la lupa de la teoría
de desarrollo endógeno.
Tomando en cuenta que la teoría de desarrollo endógeno, actúa de manera
articuladora entre diversas teorías del desarrollo regional y local, encontramos
entre sus principales exponentes a Giorgio Fuà, Sergio Boisier y Antonio Vázquez
Barquero. Fuà, sostiene que el desarrollo de una localidad o una región, se
encuentra directamente ligado a sus fuentes inmediatas de crecimiento. Dando
especial importancia a variables como la población activa, el número de horas
trabajadas y capital social. Sin embargo, Fuà sostiene que los aspectos más
ligados al desarrollo endógeno parten de la eficiencia en las relaciones
establecidas entre las esferas empresariales, institucionales y poblacionales.34 Sin
dar una fórmula definitiva sobre las bases en las que se sustenta el desarrollo de
una localidad, Fuà coincide con los estudiosos de la materia, en el sentido de que,
entiende el desarrollo económico a través de la relación frontal de sus principales
actores.
Haciendo más completa la visión del desarrollo endógeno, Walter Störh
plantea que este no solamente depende de cuestiones económicas, sino que
además depende de manera importante de aspectos de carácter social e
ideológico.35 Partiendo de la idea de un “desarrollo desde abajo” Störh supone que
no solo la existencia de los recursos naturales y relaciones entre actores son
necesarios en el desarrollo local; estos recursos, tanto naturales como sociales,
deben de ser encaminados al máximo aprovechamiento de los recursos
territoriales.
A lo largo de su obra, Sergio Boisier ha planteado características que
definen el proceso de desarrollo endógeno, la mayoría de estas características
presentan en su mayoría una visión territorial. En primer lugar,, Boisier define el
término de “endogeneidad” como la capacidad que tiene un territorio para ahorrar
34 Fuà, Giorgio, Economic growth: a Discussion on Figures, Istao, Ancona, 1994. 35 Störh, Walter, Global challenge and local response, Mansell, Londres, 1990.
27
e invertir los beneficios generados por sus actividades productivas, además de
promover el desarrollo diversificado de las actividades hacia el interior del
territorio.36 Por otro lado, y siguiendo los preceptos de la escuela de los entornos
innovadores, Boisier plantea que el concepto de “endogeneidad” se refiere a la
capacidad del territorio de estimular el desarrollo tecnológico de su sistema
productivo local, partiendo de una base de implementación de innovaciones
productivas y administrativas.
Por último,, Boisier plantea que el desarrollo endógeno debe entenderse
como la capacidad de las ciudades, regiones o localidades para adoptar su propia
estrategia de desarrollo. A través de la relación estrecha y coherente entre los
diversos actores que componen la dinámica económica y social de un territorio, se
plantean metas y objetivos que ayudan a descentralizar los procesos económicos,
de ahí que el proceso endógeno, permita el desarrollo y moldeado de programas
específicos que permitan alcanzar estos objetivos.37 Pese a las características
mencionadas por Boisier, este entiende que los procesos de desarrollo solamente
son posibles mientras exista una cultura de identidad territorial. Esta cultura
permite el desarrollo de la competitividad de las empresas y de la economía local
estimulando activos como: marcas, derechos de propiedad, denominación de
origen y calidad organizativa.38
Por último,, tenemos en el trabajo de Antonio Vázquez Barquero, el
planteamiento más completo en lo que se refiere a la teoría del desarrollo
endógeno. Una de las principales características de este trabajo, es que articula
de manera coherente un gran número de teorías, ofreciendo un amplio marco de
análisis para los procesos de desarrollo local y regional. La teoría propuesta por
Vázquez Barquero, que se acerca a lo propuesto por Fuà, plantea que el
desarrollo económico solo es posible a través de la relación estrecha y funcional
entre los principales agentes económicos entre los que se encuentran:
empresarios, instituciones, organismos públicos, mano de obra. Sin embargo,
36 Boisier, Sergio, El desarrollo en su lugar, Universidad Católica de Chile, Santiago, 2003. 37 Boisier, Sergio, Desarrollo decentrado y decentralizado en America Latina, Mimeo/CEPAL, Chile, 1998. 38 Vazquez Barquero, Antonio, op.cit., 2005.
28
gracias a la influencia de múltiples teorías, lleva su análisis a un plano en el que
variables económicas, sociales y políticas tienen el mismo peso.
De esta manera, Vázquez Barquero entiende a la teoría de desarrollo
endógeno, como un modelo teórico de análisis de gran utilidad, esto debido a que:
Va más allá de la argumentación partiendo de la utilización eficiente de los recursos y el potencial de desarrollo, y analiza los mecanismos que están detrás de la función de producción, en la “caja negra” del desarrollo económico, y que tiene que ver con la organización de la producción, la difusión de las innovaciones, la dinámica urbana y el desarrollo de las instituciones.39
De esta, manera Vázquez Barquero, tiene como principales variables de
estudio: cambio y adaptación institucional; difusión de las innovaciones y el
conocimiento; desarrollo urbano del territorio; organización flexible de la
producción. A grandes rasgos, plantea que la política de desarrollo económico
local, se presenta de abajo a arriba con una fuerte participación de los actores
locales, quienes desempeñan un papel central en la definición, ejecución y control
de las estrategias de desarrollo.
En sus formas más avanzadas, los actores locales se organizan formando redes que les sirven de instrumento para estimular el conocimiento y aprendizaje sobre la dinámica del sistema productivo y de las instituciones, y para acordar iniciativas y ejecutar las acciones que integran la estrategia del desarrollo.40
1.1.7. Propuesta conceptual.
La utilización del concepto marshalliano de distrito, es como se mencionó
en el capítulo primero, utilizado para denominar aquellas localidades en las cuales
se ha presentado una especialización de la mano de obra dentro de determinada
actividad industrial. Por supuesto, el modelo de Marshall ha sufrido modificaciones
con el tiempo y diversos estudiosos han ido añadiendo conceptos a través de
cuales analizar de manera más profunda los procesos de desarrollo que una
39 Ibid, p.38. 40 Ibid, p.45.
29
localidad o una región pueden llegar a presentar a través de la aparición de un
distrito industrial o de un sistema de pequeñas empresas. Garofoli, encuentra que
entre las características principales de un distrito de pequeña empresa se
encuentran: Especialización productiva en lo local, producción significativa en la
nación, división del trabajo, red interdependiente entre las empresas locales,
interdependencia intra-sectorial e intersectorial, inexistencia de unas empresas
dominante, especialización productiva, sistema de información eficaz que permita
la aplicación de innovaciones tecnológicas, entre otras.41
El desarrollo que la industria camaronera sufrió en el puerto de Mazatlán a
partir de la década de 1950, presento muchos los rasgos que han caracterizado a
las discusiones teóricas que a partir del distrito industrial marshalliano, se han
desarrollado. Por un lado se presentó la formación de una red empresarial
enfocada a la pesca del camarón, que se extendía desde el proceso de extracción
hasta la comercialización del producto en el extranjero. Esta red no solo se
encontraba formada por relaciones de tipo empresarial, sino que además
compartía relaciones de tipo familiar, político y social; por otro lado la parición de
nuevas tecnologías dentro del proceso de extracción y de industrialización
permitieron un aumento en la productividad, permitiendo a su vez la creación de
una región camaronera competitiva dentro de los mercados regionales e
internacionales; otra de las características que este proceso presentó fue la
paulatina aparición de un marco institucional que permitía desde el interior de la
propia industria y a través de las relaciones con el gobierno, regular y proteger
todas las actividades relacionadas a la pesca del camarón a fin de generar una
industria solida y capaz de hacer frente a posibles contingencias; por último,
encontramos que el desarrollo de la actividad camaronera trajo como
consecuencia una acumulación de capital que genero la diversificación de la
economía no solamente dentro del sector, sino que además esta diversificación se
hizo extensiva al sector terciario de la economía con el turismo.
41 Garofoli, Gioacchino, Desarrollo regional y organización de la producción el territorio, Madrid, 1995, Economistas Libros
30
Sin embargo, no es través de la teoría de distritos industriales, la manera en
que se aborda el estudio de la pesca del camarón en el puerto de Mazatlán. Como
se mencionó anteriormente la aplicación de los conceptos de Sistema Productivo
Local y Tejido Productivo Local, son más adecuados para el análisis del fenómeno
mazatleco. La pertinencia de utilizar el concepto de Tejido Productivo, en lugar de
los conceptos Distrito Industrial y Sistema Productivo Local; radica de manera
principal en que el primer concepto permite analizar de manera más flexible
economías que no basaron su desarrollo en un sistema meramente industrial,
dando cabida a economías agrícolas, pesqueras, extractivas. Por otro lado, el
concepto de Tejido Productivo Local a diferencia de los otros dos, no supone un
nivel de especialización tan elevado.
El historiador Mario Cerutti, plantea el concepto como, Tejido productivo y
empresarial, dándole una dimensión diferente en cuanto a su manejo teórico
aplicado a una realidad empírica. Cerutti plantea que las principales diferencias
entre este concepto y los antes mencionados son: 1) el tejido productivo y su tejido
empresarial comprende también las áreas agrícolas, es decir, no sólo se
circunscribe a las economías locales basadas en la aglomeración de empresas
industriales en zonas urbanas; 2) incluye a empresas pequeñas, medianas y
grandes; 3) tampoco se requiere de un caso extremo de especialización en el
espacio estudiado, como suponen los conceptos de SPL y DI; y 4) por último,
permite analizar las relaciones empresariales, que pueden ser puramente
económicas, las parentales y aquellas sustentadas en la confianza.42
De esta manera, podemos argumentar que el enfoque del tejido productivo
y empresarial, traslada conceptos desde las discusiones sobre desarrollo
endógeno, distritos industriales y sistemas productivos, que permiten el análisis de
regiones o localidades agrícolas, dando la posibilidad de añadir aspectos de orden
socioeconómico como políticas públicas, marco institucional e inclusive sistemas
de valores.
42 Cerutti, Mario, “Crisis y reconversión del tejido productivo en un espacio regional del norte de México: La Laguna (1875-1975).” Investigaciones de Historia Económica, Revista de la Asociación Española de
Historia Económica, 2008: 97-128
31
El desarrollo empresarial constituye una de las piezas centrales de
desarrollo económico. No se trata solo de que el surgimiento y desarrollo de las
empresas faciliten la creación de riqueza y empleo, sino, sobre todo, de que
impulsen la regeneración del propio tejido productivo mediante la capacidad para
emprender y gestionar, en especial a través de la introducción de innovaciones.43
La aparición de empresas44 especializadas en una actividad específica
dentro de una región se puede presentar a través de diversos de factores. A partir
de finales de la década de 1970, numerosos han sido los estudios que tienen
como principal objeto de estudio la creación y desarrollo de las empresas, de igual
manera diferente son los resultados de estos estudios dependiendo el tipo de
sociedad sobre a cual se halla desarrollado el estudio empírico. El desarrollo
empresarial en una región o localidad visto como la reacción de los actores
económicos y de la sociedad frente a un periodo de crisis, la aparición de nuevas
demandas y nichos de mercados, el cambio tecnológico o el surgimiento de nuevo
procesos productivos y de nuevos bienes y servicios; son solamente algunos de
los enfoques teóricos a los cuales se ha recurrido a partir de los trabajos pioneros
del economista ingles, David Birch45.
El caso que presenta Mazatlán a mediados del XX, con la aparición de
grupo de empresas enfocados a la industria camaronera existen posibles teorías
que a través del análisis empírico ayudaran a determinar el proceso a través del
cual se desarrolla la industria camaronera dentro del puerto. Estas dos
concepciones teóricas, se encuentran enfocadas a maneras diversas de entender
el proceso a través del cual se da la aparición de un sistema productivo dentro de
una región o localidad. Por un lado se encuentran aquellas teorías que explican
este fenómeno como un proceso de desarrollo y maduración de una sociedad y
43 Vázquez Barquero, Antonio, op.cit, 2055, p.67 44 La empresa entendida dentro de las teorías de desarrollo endógeno hace referencia de manera principal a industrias de tipo manufacturero. Sin embargo, para este análisis se tomara una idea más flexible del concepto, entendido a la empresa como: Institución o agente económico que toma las decisiones sobre la utilización de factores de la producción para obtener los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado. 45Birch, David, “The job creation process, 1979, Cambridge, MIT Press.” en Landström, Hans, Pioneers in
entrepreneurship and small business research, ISEN, USA , 2005, (version electronica http://books.google.com.mx/books?id=oSjccQt5zTsC&printsec=frontcover#v=onepage&q=&f=false)
32
por otro lado se encuentra un grupo de teorías que desarrollan modelos
explicativos a través de sucesos coyunturales hacía el interior de la localidad o
región que se esté analizando.
En primer lugar,, se encuentran aquellas teorías que plantean la aparición
de una red de empresarios, previo al despegue de determinada actividad. Como
se ha venido mencionando a lo largo del trabajo las relaciones empresariales,
comerciales, de confianza e inclusive familiares se presentan como un factor
determinante en los procesos de desarrollo local. En este sentido, encontramos
diversos trabajos realizados por Bength Johannisson, en los cuales plantea la
existencia previa de redes personales que facilitan el proceso de aparición tanto
de empresarios como de empresas. Johannisson, supone que el flujo de
información, sobre la actividad, que se presenta hacía el interior de estas redes,
permite la maduración del proyecto empresarial.46
El autor sueco, plantea que los sistemas de pequeñas empresas se
sustentan en las relaciones que históricamente se han desarrollado entre los
actores de determinado territorio, para el caso de Mazatlán encontramos que
desde la aparición del grupo de comerciantes extranjeros a mediados del siglo
XIX, estos mantuvieron estrechas relaciones que no solamente se quedaron en el
aspecto comercial, sino que se presentaron relaciones de carácter familiar y de
amistad. Al desarrollar relaciones basadas en la confianza e inclusive en sistemas
de valores éticos como el de las familias, el empresario siente un mayor grado de
confianza, disminuyendo la incertidumbre que conlleva una inversión productiva.
Sí a esto sumamos la existencia externa de condiciones favorables para el
desarrollo de la propia actividad como lo fueron, para el caso de Mazatlán, la
existencia de cooperativas de pescadores desposeídos de medios de producción y
su posición geográfica que dotaba de la materia prima básica, entendemos pues,
que el proceso de desarrollo de un número importante de empresas camaroneras
se halla dado de manera tan apresurada.
46 Bength Johannisson, “El poder de las redes en la creación de empresas”. en Empresarialidad en economías
emergente: Creación y desarrollo de nuevas empresas en América Latina y el Este de Asia, Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina, 2002, p. 96-100
33
Sobre esta misma idea la aparición de redes sociales que permiten el
desarrollo de un sistema empresarial dentro de una localidad está compuesta por
una serie de factores que pueden presentar o no dentro de la dinámica
socioeconómica territorial. Edward Malecki, plantea que son las características
diferenciadas de cada sociedad las que determinan el desarrollo empresarial
dentro de la misma.47 Estas características entre las que se encuentran factores
culturales, institucionales, sociales y económicos son en parte determinantes del
tipo de redes que se genera hacía el interior de una localidad. Son los que
determinan el sistema de valores a los que hace referencia Johannisson.
Para el caso del puerto de Mazatlán, la falta de una estructura institucional,
como se verá más adelante, no desalentó la aparición de las empresas, en un
caso contrario motivo el desarrollo de un enramado institucional que permitiría con
el paso del tiempo un desarrollo mayor de la industria y una diversificación de las
actividades empresariales. En este sentido, de la existencia previa de condiciones
ideales para la aparición de un distrito industrial o de una zona de pequeñas
empresas, Giacomo Becattini, le da flexibilidad al análisis asegurando que, si bien,
existen diferentes fenómenos que de manera conjunta propician el desarrollo de
un sistema empresarial, esto no implica que solo una determinada combinación de
valores será compatible con el nacimiento y desarrollo de un distrito, sino más bien
que, al parecer, son posibles determinadas combinaciones, mientras que algunas
otras son excluidas.48
En segundo lugar, encontramos otra aproximación teórica que explica de
buena manera, el proceso de desarrollo que sufrió la industria camaronera en el
puerto de Mazatlán y que ha quedado de manifiesto en el apartado de la pesca
previo a la década de 1950. Existen tres concepciones sobe la formación de redes
empresariales que no atienden de manera principal a características previas de la
localidad en la que se desarrollan, sino más bien, dependiendo de la región o
47 Malecki, Edward, Tecnología y desarrollo económico: La dinámica de competitividad local, regional y
nacional, Antoni Bosch Editor, Madrid, 2000. 48 Becattini, Giacomo, “El distrito Marshalliano.” en Benko, George, Las regiones que ganan: distritos y
redes, los nuevos paradigmas de la geografía económica, Ediciones Alfons Magnanim, España, 1984, p. 39 - 57
34
localidad, basan sus explicaciones en situaciones más coyunturales. Por un lado
Paul Krugman, plantea que la aparición de las empresas y por consecuencia, la
aparición de un sistema productivo local se presenta como una cuestión no
proyectada, sino a través del aprovechamiento de fenómenos circunstanciales que
permiten a los actores locales observar la potencialidad de la región para
determinada actividad. Krugman, proporciona ejemplos de sociedades industriales
que través de una actividad aislada, como la confección de un edredón para un
regalo, lograron todo un proceso acumulativo capaz de generar con el tiempo un
sistema productivo complejo.49
El puerto de Mazatlán, desarrollo con el paso del tiempo una relación
estrecha con su contorno natural. La relación que las actividades económicas
tuvieron con el océano Pacífico, propiciaron un primer momento de crecimiento de
la ciudad, sin embargo, estas relaciones se dieron a través de la actividad
comercial, dejando a la pesca como una actividad meramente de autoconsumo. Sí
bien, es verdad que esta actividad tuvo un ligero desarrollo a principios del siglo
XIX, no es hasta la venida de empresas americanas y japonesas, cuando se tiene
conciencia plena de la riqueza Marina, en especial de camarón. A partir de
entonces se comienza a tener un acercamiento paulatino a esta actividad, que
desemboca como lo veremos más adelante en la instauración de un sistema
productivo camaronero.
En este mismo orden de ideas, que atienden a la aparición del sistema
empresarial a través de fenómenos coyunturales se encuentra la concepción de
autores como José María Bernabé. Estudioso de la geografía y la economía,
Bernabé plantea que dada la localización contigua de localidades o regiones
similares en recursos naturales que han experimentado un fenómeno de
industrialización, una localidad puede emprender un proceso de imitación
utilizando los recursos similares. Atendiendo a una cuestión de localización,
Bernabé entiende que no solamente a través de la proximidad se da el proceso de
49Krugman, Paul, La organización espontanea de la economía, Antoni Bosch Editor, España, 1996.
35
imitación, sino que se tienen que presentar relaciones entre los empresarios de la
localidad desarrollada y los empresarios de la localidad imitadora.50
Como quedo de manifiesto en el apartado de antecedentes de la pesca del
camarón, el puerto de Guaymas y Topolobampo; en Sonora y Sinaloa
respectivamente, comenzaron un desarrollo de su industria pesquera de manera
más temprana en comparación con el puerto de Mazatlán. Mientras que en el
puerto del sur de Sinaloa la relación con las pesquerías japonesas abría el camino
de la pesca del camarón en la década de 1930, los puertos antes mencionados
contaban con fuertes inversiones locales dentro de esta actividad. La participación
de capitalistas mazatlecos dentro de la economía de estos dos puertos así como
la relación de la cooperativa, pescadores de Mazatlán, con pesquerías de los
puertos mencionados, sentaron las bases necesarias para una transferencia de
información sobre la actividad productiva y el modelo organizacional, que permitió
dados los recursos naturales similares, la imitación y el desarrollo aun mayor de
un sistema productivo pesquero enfocado a la pesca del camarón.
Por último,, dentro de las explicaciones teóricas que denominaremos
coyunturales, se encuentra una de las concepciones teóricas más adecuadas para
muchos de los casos empíricos, aquella que sustenta que el desarrollo de un
sistema empresarial dentro de un territorio determinado comienza a partir de la
crisis del sistema económico. Birch y Garofoli, plantean que al entrar en crisis o
recesión el sistema productivo local de una localidad, los empresarios de ese
sistema, sobre la base de las ventajas comparativas de la región o de la aparición
de nuevos mercados, comienzan un proceso de transferencia de capitales que
deriva en la reconversión de un sistema productivo local.51
Como se ha puesto de manifiesto, la aparición del puerto de Mazatlán como
entidad económica se da de la mano de desarrollo minero del sur de Sinaloa a
principios del siglo XIX. La aparición de casas comerciales extranjeras trajo como
50 Bernabé Mestre, José, Industrialización difusa en la provincia de Alicante, Facultad de Geografía de la Universidad de Valencia, España, 1983 51 Garofoli, Gioacchino, op.cit., 1995.
36
consecuencia principal la aparición de una dinámica económica basada en la
minera y el comercio, este modelo subsistiría hasta el primer tercio del siglo XX,
dando paso a un sistema basado en la pesca del camarón y posteriormente en la
pesca del atún y el turismo.
Diversas son los modelos teóricos explicativos a través de los cuales puede
analizarse el desarrollo de las empresas y la industria camaronera dentro del
puerto de Mazatlán. Sin embargo, este proceso debe de entenderse, al igual que
todos los fenómenos de desarrollo, como un fenómeno con características únicas,
dadas las condiciones particulares que hasta ese momento se habían suscitado
en el puerto de Mazatlán.
1.2. Antecedentes Históricos de la Economía Mazatleca.
1.2.1. La economía mazatleca de la primera mitad del siglo XIX: Despegue
económico de la Perla del Pacífico.
El puerto de Mazatlán tardíamente había sido considerado como una opción
a través de la cual se podía dinamizar la actividad económica y comercial de la
región. A través de un simple decreto de apertura comercial fue dotado de una
identidad económica que marcaría sus primeros años de vida, comenzando en
1823 con la primera expedición legal de mercaderías extranjeras y extendiéndose
de la mano de la actividad minera y de las casas comerciales extranjeras por lo
menos un siglo más.
¿Mazatlán, aprovechando su nueva condición de puerto comercial de
altura, estaba en vías de convertirse en un polo de crecimiento para la región?
Para Arturo Román Alarcón, Sí; Según Román Alarcón, el movimiento de
independencia vino a modificar de manera radical las actividades económicas,
especialmente las relacionadas con el comercio y con la minería.52
52 Román Alarcón, Arturo, La economía del sur de Sinaloa, DIFOCUR/UAS, Culiacán, 2006.
37
Él quiebre que ocasiono el movimiento armado entre el centro de la Nueva
España y los centros mineros del noroeste obligaron a los productores de las
minas a buscar nuevos canales de suministro de materias primas para continuar
con una producción estable. Productos como el azogue, necesario en la extracción
de plata de pronto se encontró en manos de comerciantes extranjeros que
operaban fuera del marco de la ley. De igual manera la anarquía en el mercado
que el movimiento separatista producía, ocasionaba que existiera una diversidad
en la demanda. La producción cada vez menos controlada encontraba mercados
más interesantes en cuestión de ganancia en la figura de contrabandistas, se
dejaban de lado los acuerdos reales que monopolizaban el comercio de las
colonias americanas. El despoblado Mazatlán era el paraíso de unos y la
posibilidad de un mejor control de mercancías para otros.
Retomando la pregunta sobre el nuevo papel del puerto de Mazatlán,
tenemos que François Perroux, define polo de crecimiento como:
Un conjunto de industrias que están fuertemente interrelacionadas a través de
conexiones input-output alrededor de una industria líder, y que es capaz de
generar un crecimiento dinámico de la Economía. La industria fuerte de alto
crecimiento demandará productos de otros sectores o industrias. El polo lo forman
la industria líder y las industrias relacionadas con ella.53
Evidentemente, la visión de polo de crecimiento a la que Román Alarcón
hace referencia, no concuerda de forma precisa con el postulado de Perroux. Ya
que Mazatlán al momento de convertirse en puerto de altura apenas contaba con
una población de no más de 100 personas, y la actividad económica y social de
este lugar era minúscula, por lo que no podía existir una actividad económica
sobre la cual orbitara un resto inexistente. Sin embargo, pese a ser Perroux el que
desarrolla en un primer momento esta teoría de los polos (1955), es su
compatriota el francés Jacques Boudeville, quien lleva a la teoría al terreno
espacial. 53 Perroux, François, El desarrollo y la nueva concepción de la dinámica, Ediciones Sebral, España, 1984
38
En este sentido, si cabria la noción de polo de crecimiento, ya que en los
tratados de Boudeville, uno de las características principales de los polos de
crecimiento nos remite a las nociones de localización, esto es, que dadas las
ventajas de localización, se presenta una aceleración en el crecimiento de la
localidad, motivado principalmente por las altas tasas de inversión y reinversión de
beneficios. Estas inversiones están encaminadas a la creación de una
infraestructura que permita a la localidad convertirse en el epicentro de la dinámica
económica regional.54
Mazatlán comenzaba a convertirse en un territorio sobre el cual
interactuarían las economías de la región. Quizá no se establecerían aquí la
mayoría de las actividades de la época, ya que estas eran de extracción y se
encontraban en la sierra madre u otros tipos de ecosistemas. La manera de
interacción a la que nos referimos, es que, a través de Mazatlán se abrirían paso
un número importante de mercancías que intentaban ganar el mercado externo o
interno, según fuera su origen. Para cumplir esta función el poblado de Mazatlán
comenzaría un proceso que le llevaría a transformar, no solamente su espacio
sino que estos cambios se harían más profundos con la aparición de una sociedad
dentro de este.
El primer síntoma que podemos encontrar de esto, se advierte en la función
que los puertos adyacentes a Mazatlán comenzaron a jugar a mediados de los
años 20. Al convertirse Mazatlán en un puerto de altura, muchas de las
mercancías que buscaban salida hacía el extranjero, tenían que llegar al puerto a
través de diferentes medios. El sistema de caminos terrestres, era una
problemática latente, sin embargo, era necesario para la transportación de algunas
mercancías, más adelante tocaremos este punto.
Existían por el contrario mercaderías que encontraban en la navegación de
cabotaje una mejor opción de acercar sus productos al puerto. Chametla, Altata,
Navachiste, Guaymas, San Blas, Manzanillo, Acapulco, La Paz, San José del
Cabo y San Francisco, mantenían un comercio regular con el puerto de Mazatlán, 54 Boudeville, Jacques, Los espacios económicos, Ediciones Eudeba, Argentina, 1965
39
ya fuera por ser un punto central en la ruta de cabotaje del pacífico o por como
menciono el cónsul francés Martinet, estos puertos, en especial los del golfo de
California eran complementarios al papel de centro de deposito que jugaba
Mazatlán.55 Así pues, podemos entender que Mazatlán desarrollaba en torno al
comercio toda una infraestructura que le permitiría fungir de manera adecuada
como el centro neurálgico del comercio en la región, ya fuera como centro de
abastecimiento o en la figura de mercado central en el que confluían oferentes y
demandantes regionales e internacionales.
El comercio terrestre era más importante aun que el de cabotaje, pese a los
contratiempos que significaba el transporte en bestias de carga por los caminos de
la sierra madre; Sonora, Jalisco, Chihuahua, Zacatecas, Durango, y las
Californias, eran abastecidas desde Mazatlán con las mercaderías llegadas de
naves extranjeras56. Pero esto no quedaba aquí, a su vez, estas regiones
encontraron en Mazatlán un mercado al cual asistir para ofertar sus productos, ya
fueran agrícolas, minerales o alguna manufactura menor.
La creación de rutas comerciales que giraban en torno a Mazatlán, fue un
hecho que se dio de manera paralela al desarrollo del puerto, si bien es verdad
que existían rutas establecidas, estas en algunos casos se hicieron más extensas
o más concurridas. Solo por citar algunos ejemplos, encontramos la ruta que unía
a Durango con Mazatlán vía San Sebastián (hoy Concordia).
En primer lugar, tenemos que tomar en cuenta que Durango tenía una
fuerte relación comercial con Zacatecas y Chihuahua, por lo que el tránsito de
minerales que partía de Durango por un lado contaba con mercancías y minerales
de otros estados y por otro lado se iba acrecentando mientras pasaba por los
diferentes puntos de la ruta, Panuco, Cópala, hasta llegar a San Sebastián en
donde las caravanas podían reabastecerse e inclusive comerciar con otro tipo de
mercaderías diferentes de las propias de la minería. Juan M. Riesgo y Antonio
55 López Cámara, Francisco, La estructura económica, social de México en la época de la Reforma, Siglo XXI, México, p. 155 56 Buelna, Eustaquio, Compendio histórico, geográfico y Estadístico del estado de Sinaloa, Editorial Culiacán, Culiacán, 1978.
40
Valdés señalan que San Sebastián, tenía una vasta producción de tabaco, mezcal,
maíz, frijol y ganado57 por lo que no es de extrañar que muchas de estos
productos hayan transitado a lo largo de la ruta, llegando a lugares como
Zacatecas o Chihuahua y por supuesto en Mazatlán.}
Por lo anterior podemos decir que esta etapa temprana de la vida
económica mazatleca encontró en los esfuerzos institucionales de muchos años
así como en la participación de inversionistas extranjeros e inversionistas
regionales las condiciones adecuadas para el desarrollo de una actividad
económica que le permitiera posicionarse dentro del mapa económico de la
región. A través del aprovechamiento de sus ventajas comparativas el puerto de
Mazatlán logro posicionarse por encima de de una serie de puertos mexicanos
que sirvieron más adelante como terminales adicionales al propio Mazatlán,
generando con esto una suerte de circuito comercial que permitía un flujo
constante de mercancías entre un número importante de regiones cercanas al
océano pacifico.
Pese a la falta de información de la década de 1830 sobre la actividad
económica en el puerto de Mazatlán, podemos decir que este periodo puede
entenderse como un periodo de transición y ordenamiento institucional y
económico. Es verdad que el puerto de Mazatlán adquiría una importancia
relevante y el tráfico marítimo era cada vez mayor, sin embargo, las sociedades no
aparecen de la noche a la mañana, el número de población cada vez mayor que
aparecía en el puerto necesitaba generar su propia dinámica e identidad,
establecerse como un espacio económico con vida propia. La década de 1830 era
el tiempo ideal para este propósito.
A mitad de la década de 1840, la economía del puerto de Mazatlán había
dejado de lado la transición de ser un puerto desolado a ser uno de los más
importantes dentro del pacífico mexicano, la interacción cada vez mayor de las
instituciones del puerto con los inversionistas extranjeros, había terminado por
57 Ibarra, Guillermo, Sinaloa, Tres siglos de economía. De la minería a los servicios, DIFOCUR, Culiacán, 1993.
41
afianzar a Mazatlán en su papel de centro de distribución y comercio del Noroeste
Mexicano.
¿Pero, cuáles eran las características del comercio que se había
desarrollado dentro de este espacio geográfico? Según Sergio Ortega en poco se
diferenciaba el comercio de este puerto sinaloense con el comercio colonial, sobre
esto dice:
La estructura de este comercio era comparable, en algunos puntos, a la de la
época colonial por cuanto era un reducido grupo que controlaba los intercambios,
importaba manufacturas y exportaba materias primas, circunstancias que
traducían en altas ganancias para los mercaderes, crecidos precios al consumidor
y escaso fomento al sector manufacturero.58
Fácil sería decir que los inversionistas extranjeros ya existentes en la región
fueron los que propiciaron el auge del comercio, que existió una transición de los
capitales a esta nueva actividad comercial, principalmente desde la actividad
minera. Sin embargo, la situación se torna un tanto compleja. Partiendo de la idea
de que existía en las autoridades portuarias un interés latente en desarrollar de
manera más amplia el carácter comercial del puerto, estas implantaron tarifas
impositivas más bajas que las existentes en los puertos del Golfo así como en
puertos del pacífico. Además de sus ventajas naturales, Mazatlán comenzaba a
través de sus instituciones a generar una serie de ventajas competitivas que lo
ponían dentro del juego comercial de México.
Los extranjeros invirtieron en el comercio por considerar que era la actividad
más rentable y donde se podían enriquecer más rápidamente; además de que
ellos eran los únicos dignos de crédito en el exterior y los que tenían los contactos
comerciales.59 Atraídos por estas ventajas y por la aparición de una población con
necesidades de abastecimiento, una serie de comerciantes de origen Europeo y
58 Ortega Noriega, Sergio, Breve Historia de Sinaloa, Colmex, p. 204 59 Román Alarcón, Arturo, Los comerciantes en Mazatlán durante el porfiriato, Tesis de maestría, UAS, Sinaloa, 1993.
42
Norteamericano se asentaron en la localidad dotando a Mazatlán no solo de una
nueva dinámica económica, sino de una identidad multicultural que los marcaría
siguientes años de la vida del puerto como una ciudad de corte Cosmopolita.
Antonio Martínez Peña da cuenta de la existencia de 13 casas comerciales
de origen extranjero dentro del puerto de Mazatlán, esto en el año de 1845. De
estas 13 casas comerciales: 6 eran de origen hanseático o prusiano, 3 eran
francesas, 2 españolas, 1 Norteamericana y otra más compartía capitales Ingleses
y filipinos.60 Algunas de las familias más poderosas en la historia de Mazatlán, se
encontraban dentro de estas casas comerciales o por lo menos sus nombres
figuraban en sus nombres. Por un lado aparece el apellido Echeguren, familia que
controlaría gran parte de los movimientos comerciales del puerto; por otro lado
aparece la familia Haas que con el paso del tiempo no solo incurriría en las
actividades estratégicas del puerto de Mazatlán como lo serian el turismo y la
pesca a mediados del siglo XX, sino que además, algunos de sus miembros serian
parte importante de la vida cultural del puerto.
Tabla 1. Principales casas comerciales extranjeras en Mazatlán
Nombre Casa Comercial Origen Haas-Denghausen y Cía. Prusia-Oldemburgo
Gaucheron y Patte Francia Kunhardt y Edward Lübeck - Holstein J.R. Möller y Cía. Prusia
Uhde-Pini Hamburgo Rucker-Rienseh y Cía Prusia
Parrot y Cía Francia Pedro Fort Francia
Isidoro de la Torre Jecker y Cía España-Suiza Redonet-Echegurem Francia-España
Mott-Talbot EUA Machado Yeoward y Cía Filipinas-Inglaterra
Copmann-Lomer Blankenese-Lübeck Fuente: Luis Antonio Martínez Peña, Historia de la vocación comercial, en op.cit., 2000
60 Martínez Peña, Luis Antonio, Historia del comercio en Mazatlán, 1821-1876, Tesis de Maestría, UAS, Sinaloa, 1991.
43
1.2.2. La economía mazatleca durante el porfiriano: el sueño industrial de
Mazatlán.
Los comerciantes extranjeros comenzaban a ser los principales actores de
la vida social y económica de Mazatlán, la interacción que estos tenían entre sí,
les hacía parecer un Cartel. El control sobre la distribución y más adelante sobre la
producción manufacturera, los llevaron a convertirse en una especie de estructura
monopolística con poder total sobre el mercado regional, el alto costo de las
mercancías que existían en el puerto era una característica irrefutable de esta
situación. Es verdad que existía un incipiente marco institucional, inclusive podría
decirse que existía un marco jurídico que veía por una mejor situación del puerto,
pero esto de poco importaba ante la casi predadora actitud de los comerciantes.
Analizando el material estadístico existente habrá que remitirse
necesariamente a diferentes autores que han presentado cifras para años y
actividades en específico. En primer lugar, encontramos los datos proporcionados
para el año de 1956, mismo en el que monto el total de las importaciones dentro
del puerto de Mazatlán fueron de aproximadamente $1,190,000 pesos61, mientras
que las exportaciones ascendieron a $1,240,000 pesos62.
Como podemos observar en la tabla proporcionada por Martínez Peña, para
los años entre el 1938 y 1956 el nivel de importaciones no había variado de
manera significativa y se mantenía constante, para el caso de las exportaciones
no se tienen datos, pero se puede deducir que este variaba de manera
considerable dependiendo de la productividad de la actividad minería, esto
tomando en cuenta que eran el oro y la plata las principales mercancías que salían
a través de este puerto.
Otro de los datos estadísticos que se tienen son los proporcionados por
Eustaquio Buelna, quien da cuenta de que en el año fiscal de 1873-1874, el monto
61 López Cámara, Francisco, La estructura económica y social de México en la época de la Reforma, COLMEX, México, pp.153-154 62 Román Alarcón, op.cit., 1993, pp.23
44
de las importaciones era de $2,604,682 pesos,63 mientras que las exportaciones
sumaban la cantidad de $3,271,891 pesos. Se observa pues, que en cuestiones
monetarias, el nivel de transacciones de exportación seguía siendo mayor que las
de importación. Sin embargo, ambas seguían creciendo de manera sostenida, por
lo menos en comparación con las cifras de 1856 que se presentan como el
principal referente.
Sin embargo, más allá del movimiento comercial en cifras, cabe destacar
las características que este comercio presentaba y las implicaciones económicas y
sociales que pudo llegar a tener. Mucho se ha dicho sobre el carácter cosmopolita
que la ciudad de Mazatlán había adquirido desde sus inicios de mano de los
comerciantes extranjeros, tal pluriculturalidad le había valido motes como la
babilonia del pacífico, esto por la cantidad diversa de lenguas que se podían
escuchar en sus calles.
La actividad comercial del puerto no disminuyo, su relación con diversos
países y culturas cada vez se ensanchaba más. Para los años anteriores al
porfiriato, mismos que toca este apartado, encontramos que Mazatlán no se
encontraba solo con la influencia de países como Alemania, Inglaterra, Francia,
España, sino que además de esto mantenía relaciones comerciales importantes
con Estados Unidos, China, Suiza, Bélgica, Holanda e inclusive con países
sudamericanos como Ecuador, Chile y Perú. Sí a esto sumamos que la llegada de
mercancías extranjeras atraía a comerciantes de distintas localidades como
Guadalajara, Chihuahua, Durango, Culiacán en especies de ferias comerciales,
los pobladores de Mazatlán se encontraban influenciados de manera importante
por todas estas culturas que en mayor o menor medida confluían en el mismo
espacio, compartiendo relaciones comerciales y personales.
Queda claro que eran los metales preciosos la principal mercancía con la
que se comerciaba en Mazatlán, el mercado que la plata mexicana tenia en el
extranjero y la fuerte producción que seguían teniendo de los reales de minas de
Concordia, Rosario y San Ignacio principalmente, fueron en gran medida las 63 Buelna, Eustaquio, op.cit. 1978, p.69
45
razones para que esta situación se presentara desde principios de la vida
económica del puerto. Sin embargo, con el paso de los años la diversificación
tanto de productos importados como de los exportados fue una realidad. En
relación con los productos que buscaban un mercado en el extranjero
encontramos que estos en su mayoría eran productos primarios como el palo de
Brasil, cueros, perlas y no mucho más. Sin embargo, en el ramo de las
importaciones la oferta de mercancías era cada vez más variada.
El aumento de la población Mazatleca y la concurrencia de mercaderes
regionales en el puerto, necesitaba cada vez mercancías más elaboradas,
inclusive se puede decir que existía una importante demanda de mercancías
suntuarias, al que no tenia acceso el grueso de la población, pero que
encontraban un nicho de mercado importante en las clases altas del puerto
conformadas en su mayoría por los mismos comerciantes o por empresarios
mineros radicados en el puerto tras su despegue económico. Artículos como la
Seda, corbatas y guantes, champaña, coñac, vino tinto, aceite de oliva, quesos
finos, especias y perfumes, se volvieron una constante en los muelles del puerto.
Es verdad, la totalidad de estos productos no era para satisfacer una demanda
local y por otro lado el grueso de las importaciones se veía en productos como
raso, cerveza, aguardiente, vinagre, pero es imposible negar que muchas de las
importaciones suntuarias se hacían en función de la demanda de la población
pudiente de Mazatlán.
El periodo del porfiriato, en Sinaloa mejor conocido como Cañedismo y que
se extiende desde 1877 a 1910, debe entenderse como el periodo de tiempo en el
cual gran parte del territorio Mexicano – incluyendo Sinaloa – experimentan una
modernización económica que cambia de manera radical las relaciones
productivas, tanto al interior como al exterior del país. El transporte marítimo y
ferroviario, el tendido de líneas de comunicación modernas, el acondicionamiento
de diversos puertos para la actividad comercial, el peso cada vez mayor que
adquirió la industria de la transformación, son solo algunos de los síntomas más
visibles de este proceso de reordenamiento económico vivido en el periodo.
46
Es verdad que gran parte de estas modificaciones se debieron a políticas
específicas que el gobierno mexicano, así como los gobiernos regionales aplicaron
con el fin de modernizar las economías, la mano rectora de los Estados Unidos
como una de las nuevas potencias económicas era visible. El comercio exterior
que a partir del triunfo de la revolución de independencia se había llevado a cabo
de manera principal con Europa, era sustituido por relaciones comerciales con el
país del norte, el desarrollo de una industria ferroviaria con una mayoría de
inversiones estadounidenses y la aparición de San Francisco como principal
puerto comercial del pacífico americano desempeñaron un papel importante en el
cambio de socios comerciales. Sin embargo, las inversiones Yanqui no se
resumían a desarrollar una infraestructura de transportes que beneficiara sus
intereses, grandes capitales entraban a distintas regiones dentro de las
actividades clave para el desarrollo de la economía mexicana, petróleo,
manufacturas, agroindustria, solo por mencionar algunas.
Mazatlán, se encontraba en poder de los comerciantes extranjeros. El
cohesionado grupo que estos habían conformado en medio siglo de existencia del
puerto, dictaba los vaivenes no solo de la economía local, sino de gran parte de la
dinámica regional. Las dos décadas previas al porfiriato se habían caracterizado
por una de las muestras más importantes del poder de este grupo empresarial.
Ante la ausencia de una banca establecida se habían convertido en los principales
prestamistas del gobierno local, que a su vez correspondía con exención de
impuestos, concesiones de tierras.64 Un buen ejemplo de esta situación, es el
préstamo por $8,000 pesos que en 1857 la casa comercial J.B. Jecker y
Compañía, otorgaron al municipio, mismo que se pagaría con impuestos
producidos por la importación de harina.65
La década de 1870 cerraba con 34 casas comerciales de las cuales 15 eran
de importancia. Los alemanes que 20 años atrás se habían posicionado como el
64 Los préstamos también se hacían al ejército para el financiamiento de levantamientos o movilizaciones de la tropa. Mucho del grueso de estos préstamos se realizaban a particulares, con esto encontramos que los comerciantes además de amasar fuentes cantidades de dinero a través del tráfico marítimo de mercancías, hacían la función de usureros o prestamistas de la sociedad mazatleca en general. 65 Martínez Peña, Luis Antonio, op.cit., 1991
47
grupo comercial más importante del puerto, habían dejado este papel a los
comerciantes de nacionalidad española, que se convertían previo al porfiriato en el
grupo predominante dentro del flujo comercial mazatleco. No era que el grupo
Alemán desapareciera del todo, la situación obedecía al desarrollo importante que
los españoles habían tomado a partir de la segunda mitad del siglo XIX, las
relaciones que este grupo estableció con las clases dominantes de la región le
permitió de manera pronta posicionarse como los principales actores de la
economía mazatleca. Este protagonismo se constata con los niveles de capital
que constituían estas casas comerciales, mientras que las alemanas en conjunto
contaban con 1,190,000 pesos, las españolas las superaban con un capital total
de 1,770,000.66
La estructura de la actividad comercial presentaba cambios poco
significativos, sin embargo, la estructura económica del puerto de Mazatlán
comenzaba a modificarse de manera importante. El desarrollo económico que el
puerto había tenido durante poco más de 50 años de existencia, había generado
la aparición de una clase empresarial que pronto se vio en la necesidad de
diversificar sus capitales llevándolos desde el comercio hasta el sector productivo.
Sí esto sumamos que el aumento de la población trajo necesidades tanto de
bienes de consumo como de empleos la situación se antojaba lógica, el impulso
de una actividad secundaria era parte de la respuesta que el sector empresaria
daría a sus propias necesidades. Tres fueron los rubros a partir de los cuales
comenzó la diversificación y la traslación de los capitales dentro de la economía
Mazatleca en el último cuarto del siglo XIX: Minería, Agricultura e Industria, siendo
esta última la más importante.
La agricultura en el puerto de Mazatlán no alcanzaría los niveles de
actividad pivote dentro de su dinámica económica, sin embargo, en este mismo
periodo de tiempo mostró indicios de una vida medianamente activa. Al igual que
en la mayoría de las actividades económicas, las casas comerciales mazatlecas
se convirtieron en los principales inversionistas de esta actividad, del mismo modo, 66 Román Alarcón, Arturo, “El comercio en Mazatlán”, en Arturo Carrillo Rojas Historia de Mazatlán, DIFOCUR, Culiacán, pp.159
48
al igual que en la minería el campo de influencia de los comerciantes Mazatlecos
seria mucho mayor al de la zona sur de Sinaloa, llegando a estados tan remotos
como Oaxaca y Veracruz.67
La actividad minera en el estado de Sinaloa, durante tercer cuarto del siglo
XIX había entrado en un proceso de tecnificación que pretendía hacerla más
eficiente de lo que hasta ese momento era. Este proceso de tecnificación se
presentó de manera simultánea en don diferentes vertientes: por un lado la
implementación de la fuerza hidráulica dentro de las tareas de extracción
aumentaron el potencial del empleo de la fuerza animal y humana por otro lado los
procesos de explotación y tratamiento de los metales comenzó a hacerse de
manera diferente a fin de que existiera mayor productividad.68
La actividad minera dentro del puerto de Mazatlán era demasiado limitada,
dentro del periodo se tiene registro de una sola mina que comenzó sus actividades
en el año de 1900. Sin embargo, la relación que el puerto de Mazatlán tenía con la
actividad iba más allá de tener o no minas activas dentro de su territorio. Como lo
mencionamos en un principio la necesidad de los centros mineros de exportar sus
productos de una manera más rápida, acelero la aparición y el crecimiento del
puerto de Mazatlán. Una vez que la actividad comercial llegó a un nivel de
crecimiento en el cual se podría pensar en diversificar la economía, la actividad
minera se presentó como la opción principal. Numerosos fueron los comerciantes
Mazatlecos que incursionaron dentro de la actividad, extendiendo sus inversiones
en un radio de influencia que llego hasta minas del estado de Durango, estos
comerciantes se convirtieron no solo en los principales exportadores de minerales
dentro del sur de Sinaloa sino además en unos de los principales productores.
A través de las casas comerciales instaladas en el puerto de Mazatlán, los
capitalistas mazatlecos comenzaron a realizar inversiones dentro de la actividad
minera. La casa comercial “Francisco Echeguren y Cía.” Fue la que más
67 Roman Alarcon, op.cit., 1993. 68 Rodríguez Benítez, Rigoberto, El cambio tecnológico en la minería sinaloense en el porfiriato, Tesis de Maestria, UAS, Culiacán, 1991.
49
injerencia tuvo dentro de la minería, con una inversión de $60,000 pesos, participo
dentro de 5 compañías mineras, cuatro de ellas en Concordia y una más en el
mineral del Rosario. Dentro de la región de Concordia encontramos casas
comerciales con inversiones superiores a la antes mencionada que sin embargo,
no participaron de tantas sociedades; la casa comercial “Hernández, Medina y
Cia” con una inversión de $100,000 pesos, en una mina de Panuca y la casa
comercial “Wohlerm Barting y Sucesores” con una inversión de $150,000, en la
zona de Cópala.
Para la región de Rosario encontramos inversiones importantes aunque
menores en comparación con la región de Concordia. “Melchers Sucesores” fue
sin dudas la casa comercial más importante que durante el periodo tuvo
inversiones en las minas del Rosario, siendo la mayor la hecha en “Minas el Tajo,
S.A.” por un total de $120,960 pesos. Cósala, con inversiones por más de
$300,000; Sinaloa con una inversión de $200.000 y Fominil, Durango con una
pequeña participación de $1,000, fueron las regiones mineras a través de las
cuales las casas comerciales Mazatlán pudieron diversificar sus inversiones. Por
ultimo cabe destacar que la participación de los comerciantes mazatlecos dentro
de la actividad minera no afecto solo la región sur del estado de Sinaloa, sino que
además propicio un importante desarrollo de la actividad en todo el estado.
Tabla 2. Principales Inversiones Mineras de Comerciantes Mazatlecos durante el
porfiriato
Nombre Casa Comercial Empresa Ubicación Capital Herederos de Pedro Echeguren y Cía. Guadalupe Los Reyes Cósala $300,000
Hernández, Mendía y Cía. Cía. Minera de Panuco Concordia $100,000 Melchers Sucesores Minas del Tajo S.A. El Rosario $120,960 Melchers Sucesores La Pirámide Sinaloa $200,000 Melchers Sucesores Sta. Gertrudis S.A. El Rosario $50,000
Wohler, Bartning y Sucesores Butters Copala, Mines Inc. Concordia $150,000 Wohler, Bartning y Sucesores Plomosas El Rosario $50,000
Guillermo Haas y Cía. Cía. Minera Iguanas y anexas Cósala $50,000 Fuente: Arturo Román Alarcón, op.cit, 2006
50
Por último, encontramos la industria, que fue la actividad que quizá cambio
de manera más radical la dirección económica del puerto de Mazatlán. No
podemos decir que previo al porfiriato no existían actividades dedicadas a la
transformación, lo que sí cabe destacar es que a partir de este periodo estas
actividades que hasta el momento eran de corte artesanal sufrieron una
modernización que las convirtió en un motor importante para la economía del
estado, en especial la región sur que durante la segunda mitad del siglo XIX
albergo a más del 90% de la producción industrial.
Diversa fue la industria de la transformación que se desarrolló dentro del
puerto de Mazatlán, desde industrias textiles hasta industrias dedicadas a
actividades de metal mecánico que producían la maquinaria de vapor necesaria
para la producción local. De igual forma, diversos fueron los comerciantes
extranjeros que participaron con inversiones dentro de alguna de las muchas
industrias que se establecieron en la población y fuera de ella. Esta participación
fue desde una mínima inversión hasta el pleno control de las empresas.69
La aparición de la industria en Mazatlán se debió a diversos factores. En
primer lugar, tenemos que el aumento de las actividades agrícolas y mineras
produjo un excedente de capital que permitió un nivel de inversión mayor dentro
de la actividad industrial. Como fenómeno derivado de lo anterior encontramos
que se da una expansión del mercado interno, así como un crecimiento
demográfico que precisaba bienes de consumo que más tarde cubriría de manera
parcial la producción industrial del puerto, si a esto sumamos una política publica
que pugnaba por la exención de impuestos como estrategia para incentivar las
inversiones productivas, la situación era idónea para el desarrollo de una industria
más profesionalizada.
Sin embargo, uno de los principales motivos que propicio el desarrollo de la
industria dentro de la región fue la innovación tecnológica que significó la
introducción de la máquina de vapor dentro de los diferentes procesos de
producción. La aparición de fundiciones en Mazatlán que satisfacían la demanda 69 Román Alarcón, op.cit., 2000
51
de maquinaria de vapor fue un punto clave en el abaratamiento de costes de
producción y por ende de la aparición de nuevas y más eficientes industrias. El
tipo de industria que se desarrolló en el puerto de Mazatlán se enfocaba en la
producción de diferentes bienes, de esta forma, podemos encontrar industrias
dedicadas a la producción de cigarros, cerveza, zapatos, textiles, velas, cerillos,
jabón, chocolate, fundiciones.70
1.2.3. Economía Mazatleca primera mitad del siglo XX: Crisis en el modelo Minero
– Comercial.
El inicio del siglo XX presentó un puerto de Mazatlán, consolidado como
una de las economías fuertes del noroeste mexicano. Un tejido productivo que
había logrado diversificar sus inversiones era capaz de abarcar un periodo más
amplio de actividades aligerando la carga del sistema comercial a través del apoyo
de una serie de pequeñas industrias. Para el año de 1910, eran 13 las casas
comerciales que controlaban el puerto. De capitales españoles, como la mayoría
de las casas comerciales mazatlecas, la compañía “Herederos de Pedro
Echeguren y Cía.” se posicionaba como una de las más importantes.71 Por el lado
de la industria encontramos que para 1910 una de las empresas más importantes
es “Cervecería del Pacífico S.A.” con una inversión total de 300 mil pesos.72
Hasta 1909 el puerto de Mazatlán había mostrado una estabilidad y
crecimiento económico sostenido, sin embargo, el estallido de la revolución
mexicana, así como la llegada del tren sud-pacifico significaron grandes
problemas para la economía porteña. El movimiento revolucionario afecto de
manera importante dos de las actividades principales del puerto de Mazatlán. Por
un lado encontramos que la minería del sur del estado, de la cual eran accionistas
diversos industriales mazatlecos, se vio afectada por el clima de inseguridad que
70 Carrillo Rojas, Arturo, Los caballos de vapor. El imperio de las maquinas durante el cañedismo, COBAES, Culiacán, 1998 71 Román Alarcón, Arturo, op.cit., 2000, pp. 23-29 72 Carrillo Rojas, Arturo, op.cit., 1998.
52
reino durante los primeros años del conflicto. Centros mineros como Rosario,
Panuco y Cósala, sufrieron diferentes abusos por parte de los grupos
revolucionarios. Estos abusos iban desde asaltos a las tiendas de raya, hasta la
toma de control de las minas a fin de poder financiar la lucha.
Otra actividad mazatleca que resulto dañada fue la industria. El puerto de
Mazatlán se había convertido a principios del siglo anterior en la principal ciudad
industrial de Sinaloa. Su desarrollo comercial, permitió a muchos de los
industriales obtener insumos del extranjero a un menor costo. Esta ventaja que
geográfica que tenia la industria del puerto sobre el resto de los centros
económicos de la región, fue el mismo que origino su crisis durante los primeros
años de revolución. La falta de insumos, la paralización parcial de los medios de
comunicación, así como problemas de huelgas hicieron que la recién establecida
industria mazatleca tuviera una disminución importante en sus actividades.
El puerto de Mazatlán que agrupaba a la mayoría de los bancos
establecidos en Sinaloa, presento una importante fuga de capitales. Él cierra de
tres de los cinco bancos que operaban en el puerto afecto de manera importante
otros sectores como la industria y el comercio que dependían de los créditos
otorgados por las instituciones golondrinas. El clima de inseguridad que ocasiono
la fuga de capitales bancarios trajo como consecuencia la fuga de diversos
empresarios entre los que destacan las familias: Díaz de León, Careaga, Unger.
Cabe destacar que este reacomodo de las actividades financieras propició la
aparición de diversos prestamistas dentro del sistema financiero mazatleco. Para
efectos de la actividad pesquera llama la atención que para el año de 1925
miembros de la familia Rico y de la Castello se posicionaban como algunos de los
prestamistas más importantes. Ambas familias serian importantes armadores de la
pesca de camarón.73
Mención aparte merece la relación existente entre el comercio marítimo del
puerto de Mazatlán y la llegada del ferrocarril. En el año de 1909 cuando sud-
73 Aguilar Aguilar, Gustavo, Banca y desarrollo regional en Sinaloa, 1910-1994, UAS/DIFOCUR/Plaza y Valdes, México, 2001, pp. 115-122; Román Alarcón, op.cit., 2006, pp. 107-108
53
pacifico arriba al puerto sinaloense, el comercio marítimo sufre una caída
considerable ya que hasta ese momento no había presentado competencia y el
sistema ferroviario se presentaba como una opción más para las casas
comerciales. Sin embargo, el estallido de la revolución y los constantes problemas
del sistema ferroviario con los revolucionarios del norte, activaron de manera
temporal el comercio y pasaje marítimo. Sin embargo, el comercio marítimo no
podría con el tren y pasada la revolución, el comercio por mar fue mermando de
manera paulatina.
El estallido de la revolución y los problemas que la economía mazatleca
presentó con este, vino a poner de manifiesto la importancia del puerto dentro de
la económica sinaloense. Como la principal entidad industrial, financiera y
comercial, el puerto de Mazatlán era un punto clave dentro de la dinámica
regional, por lo que su estado económico significaba un punto articulador de una
serie de pequeñas económicas alrededor de esta. Sin embargo, los problemas
que se presentaron con el estallido del conflicto armado, fueron superados
rápidamente y el puerto de Mazatlán entró en un periodo de recuperación
económica. Esta recuperación se dio en todas las aéreas mencionadas y partía
sobre la misma base económica con que contaba el puerto en 1910. De esta
forma, encontramos que Mazatlán siguió siendo la principal localidad industrial,
comercial y financiera del estado de Sinaloa.
En el plano industrial encontramos que el puerto de Mazatlán siguió
aglomerando el grueso de la actividad con un 44% de la industria el puerto perdió
pocas empresas con el movimiento revolucionario, por el contrario, se abrieron
nuevas empresas haciendo más grande el complejo industrial mazatleco.
Empresas como Cervecería Díaz de León S.A. (1921), Compañía Jabonera San
Vicente (1922) fabrica de cigarros La Conquistadora (1910) lograron un aumento
en los niveles de empleo e inclusive en la competencia de las empresas que ya se
encontraban en el puerto. 74
74 Román Alarcón, op.cit., 2006, pp. 124
54
Pasada el conflicto armado, el desarrollo comercial entró en un proceso de
restructuración, ocasionado de manera principal por la llegada del tren al puerto de
Mazatlán, este nuevo orden obligaba a los comerciantes a buscar nuevas
estrategias que le permitieran seguir explotando de manera constante su posición
geográfica dentro del océano Pacifico. De esta forma, tenemos que Mazatlán se
convierte en un puerto principalmente importador aun y cuando sigue siendo la
salida natural de mercancías de los estados norteños como Durango, Coahuila y
Chihuahua. El comercio del puerto de Mazatlán siguió siendo controlado por las
casas comerciales extranjeras. Aun y cuando muchas de estas comerciales
escaparon del país con el conflicto armado, los principales capitales comerciales
en Mazatlán seguían siendo de procedencia alemana y española. Román Alarcón,
señala que durante el periodo de post-guerra se hicieron presentes en el mercado
mazatleco, inversionistas de origen chino y norteamericano dando una perspectiva
diferente de la manera de llevar a cabo las negociaciones.75
A partir de la década de 1920, tras el término de conflicto revolucionario, la
economía mazatleca comienza un proceso de modificaciones, mismo que llevaría
a un cambio en el modelo productivo a partir de 1950. En primer lugar, la
economía mazatleca tuvo un repunte que duro hasta mediados de la década de
1920. El resurgimiento de la actividad minera en la región sur del estado de
Sinaloa tuvo un efecto positivo sobre el resto de las actividades económicas. El
repunte que la actividad minera tuvo a partir de 1915, fue producto de un alza de
precios de la plata en el mundo; esto sumado a una producción sostenida, dio
como consecuencia una reproducción a gran escala de las inversiones en minería
dentro de Mazatlán y de todo el estado de Sinaloa.76
Durante los años de 1914 a 1926 la inversión en minería, dentro de minas
mazatlecas fue de $184,000 pesos. La mayor de estas inversiones fue por un
monto de $100,000 pesos, realizada en la empresa El Tigre S.A., esta empresa
fue una de las cinco empresas mineras asentadas en Mazatlán, que contaron con
75 Román Alarcón, op.cit., 2006, pp. 128 76 Hoover, Theodore, Economía minera, Fondo de Cultura Económica, México, 1946.
55
capital estadunidense; dentro del municipio existieron inversiones de empresarios
Japoneses como fue el caso de la compañía minera Shimizu Hermanos S.A. 77
Las actividades industriales que se vieron afectadas por la Revolución
Mexicana, tuvieron un periodo de crecimiento en la primera mitad de la década de
1920. En primer lugar, encontramos la actividad industrial; esta actividad continúo
su crecimiento dentro del Puerto de Mazatlán, si bien no presentaba una actividad
homogénea, las inversiones realizadas a partir de 1920 vinieron a confirmar a la
ciudad como la más importante en cuanto a industria, en el estado. Las empresas
mazatlecas con más capital, constituidas después de 1920 fueron: empresa textil
Celedonio Corvera y Cía., con un capital de $300,000 pesos: la empresa de
bebidas alcohólicas Cervecerías del Pacífico S.A., con un capital de $500,000
pesos; y la empresa de combustibles Cía. Mexicana de Petróleos S.A., con un
capital de $1,000,000 pesos.78 Por el lado de la actividad comercial, esta se ve
afectada por la puesta en marcha de diversos trenes que fueron alejados de sus
actividades comerciales durante la revolución.
La década de 1930, marcada por la gran depresión de 1929, sentó las
bases del cambio en la dinámica económica del puerto de Mazatlán. La actividad
minera que había presentado una baja importante después de la segunda mitad
de la década de 1920, no logro recobrar los niveles de producción obtenidos
previos a la gran depresión. De esta forma, la actividad minera dejaba de tener el
papel de articulador de la economía regional, disminuyendo su influencia
solamente a los centros mineros.
Otras actividades económicas como la agricultura y la industria, no tuvieron
un mejor desarrollo en la década de 1930. La agricultura, que nunca había sido un
referente de la economía mazatleca, tuvo severos problemas con la
implementación de la Reforma Agraria. La aparición de ejidos así como el clima de
violencia que trajo consigo la repartición de tierras, hicieron aun más ineficiente la
actividad agrícola mazatleca. Por el lado de la industria encontramos que la falta
77 Román Alarcón, Arturo, op.cit, 2006, p.113-115 78 Román Alarcón, Arturo, op.cit, 2006, p.125-126
56
de articulación entre los empresarios que conformaban esta actividad, no permitió
que se aplicaran estrategias comunes para el desarrollo de la industria; una
competencia voraz, así como un sistema minero en crisis terminó por frenar el
incipiente desarrollo industrial del puerto mazatleco.
La actividad comercial, que había sido parte fundamental de la dinámica
económica mazatleca, se encontraba en un proceso de cambio que la llevaría a
perder el protagonismo económico que había tenido. Pese a la aparición de
puertos como Topolobampo, Mazatlán nunca dejo de ser el principal puerto
comercial del estado de Sinaloa, sin embargo, la llegada del tren sud pacífico, la
crisis de la actividad minera y la reducción en la actividad industrial, vinieron a
mermar de manera importante las actividades comerciales. Las casas
comerciales, que tradicionalmente habían controlado el comercio de la región
centro de Sinaloa y la región norte de Nayarit, vieron disminuidos sus campos de
acción, generando así, una pequeña crisis dentro de la actividad.
Por último, la década de 1930 significó la aparición de la pesca de camarón
y en menor medida de las actividades turísticas. La crisis en el modelo minero-
comercial, obligaron la diversificación de la economía sobre la base de sus
ventajas comparativas. Por el lado del turismo, el puerto de Mazatlán obtuvo
promoción a nivel federal, aun y cuando su infraestructura hotelera no presento un
nivel optimo de desarrollo, la aparición de empresas conexas fue una de las
principales características de la década de 1930. Como se verá en el siguiente
apartado, la actividad camaronera comenzó un desarrollo que lo convertiría en la
principal actividad del puerto de Mazatlán durante los siguientes 50 años.
1.2.4. Antecedentes de la pesca de camarón en Mazatlán: Entre escualos
japoneses.
La década de 1950 significó para el puerto de Mazatlán un cambio
significativo en su dinámica económica y social. La crisis que sufrió el sistema
minero – mercantil sobre el cual había basado su desarrollo económico, desde su
57
aparición en 1823; obligo a los inversionistas locales a buscar nuevas alternativas
sobre las cuales sustentar el desarrollo del puerto. La pesca del camarón y el
turismo fueron las actividades a través de las cuales se impulsó el resto de la
economía local regional.
Enfocados de manera principal en la pesca, encontramos que esta actividad
se había realizado de manera constante en el puerto a través de los años, si bien,
es verdad que se hace de manera extensiva a partir de la década de 1940, sus
antecedentes datan desde la época prehispánica cuando los indígenas de la
región, a través de un sistema de Tapos79 aprovechaban las entradas al mar y el
movimiento de las mareas para atrapar crustáceos y peces. Durante la época
colonial y hasta principios del siglo XX la actividad pesquera desarrollada en el
puerto de Mazatlán se caracterizó por ser una actividad de autoconsumo o en su
defecto destinada a cubrir la demanda local de productos marinos en
determinadas épocas del año. Los cambios realmente significativos se comienzan
a dar a principios del siglo XX cuando parte de esta producción se comercializa a
mercados diferentes del local. El arribo de las rutas ferroviarias así como la
inserción de Mazatlán dentro de los circuitos comerciales marinos, permitió esta
comercialización demostrando la potencialidad y la calidad del producto a
mercados externos. Esta situación se vio favorecida años más tarde por la
aparición de leyes que fomentaban la explotación de los recursos marinos, así
como por la participación de pesqueros japoneses que dotaron a la industria de
nuevas tecnologías.
Sin embargo, como se mencionó anteriormente no es hasta la década de
1940, cuando la pesca comienza a tener un papel fundamental dentro de la
dinámica económica de Mazatlán. La pesca del tiburón, fue la primera actividad
que se desarrolló de manera importante dentro del puerto y de cierta forma se
convirtió en el punto de partida para el crecimiento de la pesca del camarón. A
mediados de los años treinta la pesca del tiburón comenzó a ser de importancia,
79 El sistema de Tapos consiste en la instalación de trampas o redes que imposibilitan la salida del camarón de estero a alta mar. Si bien, este tipo de pesca es considerada dentro del tipo artesanal, causaría muchos daños a la actividad provocando baja productividad durante toda la década de 1950.
58
esto debido al aumento en la demanda de Vitamina “A” utilizada como
complemento alimenticio y para el saneamiento de heridas; esta vitamina se
encontraba en el aceite de hígado de estos escualos. Así pues, durante la década
de los treinta, la fuerte demanda de esta sustancia por los Estados Unidos, hizo
posible el surgimiento de la pesca de los escualos en el Noroeste de México, de la
cual el puerto de Mazatlán tuvo una participación relevante.80
Tabla 3. Principales Empresas Tiburoneros de Mazatlán, 1941 - 1946.81
Empresa Año Capital Socios
Expl. Mariscos-Pesq. Salmán 1941 $ 25,000 Alfonso Salmán e hijo
Pesca, S. R. L. 1941 $ 7,500 R. González y R. Granja
Tiburonera de Sinaloa, S. R. L. 1941 $ 5,000 Ángel Armienta, J. Delgado
Cía. Mexicana Empacadora, S.A 1942 $ 25,000 Adolfo Vera Estañol, V.Galindo
Pesquera Aguirre, S. A. 1943 $ 15,000 Ramón Aguirre y A. Mondragón
Pesquera Farriols, S. R. L. 1943 $ 50,000 M. Farriols, T. de Rueda, etc.
Pesquera del Noroeste, S. A. 1944 $ 30,000 L. Arzac, J. Alcalde, Coppel
Pesquera Trafalgar, S. R. L. 1944 $ 10,000 Pastor Cruz y Martín Patrón
Voz y Martínez Cía. Pesq. 1945 $ 18,000 Eloy Voz y J. A. Martínez
Soc. Comercial Pesquera, S.R.L. 1945 $ 15,000 Martín Gavica y G. Trewarta
Productos Marinos 1946 $ 20,000 n. d.
Productos del Tiburón, S. A. 1946 $ 30,000 M. Thorton y Mauro Cárdenas Fuente: Arturo Román Alarcón, op.cit, 2006
Como podemos observar en la tabla 3, las inversiones que se hacían dentro
de la industria tiburonera eran bajas, en comparación a las que se realizaran más
adelante dentro de la industria camaronera. Un claro ejemplo de esto, es que
mientras las inversiones en la industria tiburonera no excedían los $50,00 pesos,
el costo de una embarcación dedicada a la pesca del camarón oscilaba entre los
$75,000 y $250,000 pesos, dependiendo de su tamaño.82 La causa de esta
situación radicaba en las técnicas de pesca para cada una de las especies,
mientras que la pesca del tiburón se realizaba través de anzuelo, la pesca del
80 Calvo Mendoza, Manuel, Contribución al estudio fisicoquímico de los aceites de hígados de pescado,
México, México, Secretaría de Industria y Comercio, 1962, p.12 81 Román Alarcón, Arturo, El surgimiento de la pesca comercial en Mazatlán. Empresas y empresarios 1940-
1960, Revista Sociales, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México, 2008,. 82 Ibíd.
59
camarón necesitaba de naves más grandes dotadas de equipo de redes de
arrastre.
Como antecedentes del surgimiento de la pesca del camarón en alta mar
tenemos el año de 1921. Fue la primera vez que un norteamericano capturó
camarón en el Golfo de California mediante el sistema “trawl” -chinchorro
arrastrado por una embarcación de motor-, empresa que fracasó como actividad
lucrativa; y no sería hasta principios de la década de 1930 cuando pescadores de
esa nacionalidad volverían a intentarlo, para luego retirarse a fines de los años
cuarenta ante la competencia japonesa.83
Intensa fue esta lucha entre pescadores Japonés y Americanos, quienes
ante la falta de inversionistas de la región, aprovechaban la hasta entonces no
explotada riqueza del Golfo de California. En un primer momento, a través de la
Cía. Pescadora Pan Americana S.A. constituida en Guaymas Sonora en el año de
1931; los inversionistas americanos pudieron explotar el Ostión en el estero de los
Algodones y las Cruces, a través de una concesión otorgada por el presidente
Abelardo L. Rodríguez, a favor del señor E. L. Terrazas. Esta misma compañía en
1934 tuvo un contrato para la captura del camarón con un par de cooperativas
sonorenses. En este pacto entre la empresa norteamericana y las cooperativas de
Guaymas, consistió en que la compañía proveería las embarcaciones, redes y
dinero; a cambio, los pescadores venderían a un precio estipulado previamente
toda la producción capturada.84
Hacia el año de 1936, las compañías pesqueras Japonesas incursionaban
no solamente en la región de Sonora, sino al igual que la Cia. Pan Americana a
partir de 1938, lo hacen en Sinaloa. Con el pretexto de realizar investigaciones
acerca de la riqueza del noroeste del pacifico mexicano, los Japoneses
comenzaron a participar de manera activa dentro de pesca de camarón. Con una
clara ventaja tecnológica sobre la compañía americana, las compañías Japonesas
83 Olivieri, Aldo, La industria de la pesca y congeladoras del camarón en el <oroeste de México, Instituto Tecnológico de México, México, 1953, p.69 84 Román Alarcón, Rigoberto, op.cit., 2008
60
presentaban además, un plan integral a través del cual se daría capacitación y
empleo a los pescadores mexicanos con el fin de que pudieran desarrollar una
industria propia.
Como una promesa cumplida a medias, ya que no todos fueron contratados
y capacitados, muchos pescadores pertenecientes al movimiento cooperativista
firmaron contrato con compañías niponas. Puertos como Guaymas y
Topolobampo aventajaban de manera significativa a Mazatlán en cuanto al
desarrollo de la industria, sin embargo, la cooperativa Mazatlán85 comenzó
actividades en la industria del camarón a través de un contrato celebrado con la
Cía. Suisan Kaisha Maru86 en la temporada 1937-1938; a través del cual la
compañía le proporcionaba a la cooperativa tres naves a cambio de la compra de
todo el producto. Esta misma cooperativa lograría la compra de su primera nave
en el año de 1941.87
Otra cooperativa pesquera de Mazatlán que intentó capturar en alta mar,
fue la cooperativa Ignacio Allende (constituida en 1937), que en sus inicios solicitó
sin éxito un crédito al Banco Nacional de Obras y Fomento Industrial para la
compra de embarcaciones y artes de pesca; así como también una concesión
para pescar camarón en el estero del Infiernillo, petición que fue negada por el
gobierno federal, ya que dicho estero había sido declarado parque nacional.
Posteriormente le fue concesionado el estero de El Sábalo para esos propósitos.
De esta manera, se iniciaban las actividades de pesca de camarón en
Mazatlán, en conjunto con la pesca de otras especies como langosta, tiburón y
ostión. Sin embargo, el mercado en el mundo que el camarón había conseguido y
85 En el año de 1936 un grupo de 36 personas entre los que se encontraban, pescadores libres en un unión con un grupo de antiguos miembros de la Confederación Regional de Obreros Mexicanos, comienzan con la pesca de tiburón y langosta bajo la razón social de, Pescadores de Mazatlán; un par de años después se le otorgaría su primer registro como cooperativa. 86 La compañía Nipona, Suisan Kaisha Maru, estaba compuesta por una flotilla de barcos pesqueros de alta tecnología. Los barcos, Minatu Maru, Koki Maru y Meizi Maru; eran naves que presentaban las siguientes características: Motores Kobe, combustible diesel, casco de hierro y capacidad de 150 toneladas. Esta compañía, que debido a las rupturas diplomáticas ocurridas por l segunda guerra mundial interrumpió sus actividades 1940, era representada en el puerto de Mazatlán por los Hermanos Saito. 87 Sin autor, “Nace el cooperativismo pesquero con el grupo Pescadores de Mazatlan”, El sol del Pacifico (ESP), 2 de enero de 1962, p. 1.
61
el avance tecnológico que los japoneses habían impulsado en los años treinta,
habían terminado por definir el camino económico que Mazatlán seguiría. La
década de 1940 se debe entender como un periodo de transición, en el cual la
industria camaronera daba sus primeros pasos. Se concentraba en torno a esta,
una serie de empresas que permitían un desarrollo más integral y la posibilidad de
competir con los grandes centros pesqueros. La aparición de astilleros,
congeladoras, ferreterías y una flota más desarrollada fueron las características de
la industria durante la década de 1940.
Es indudable que los empresarios japoneses sembraron la semilla de la
industria con su participación en las aguas del pacifico mexicano, sin embargo,
también es un hecho innegable que el desarrollo de las cooperativas de
pescadores desempeñaron un papel fundamental al momento de perpetuar este
primer empuje de las empresas japonesas. En el caso de la cooperativa,
Mazatlán; encontramos que en el año de 1941 adquirió tres embarcaciones: el
primero fue una compra que hizo a, pesquera Topolobampo, pesquera con la que
se tendría una relación estrecha durante toda la década de 1940, presidida por
Héctor Ferreira; dicha embarcación de nombre, Pescador I, seria pagada con
trabajo y producción, sin embargo, el barco se perdería en el mismo año. La
segunda embarcación, San José, se convertiría en el primer barco propio de la
cooperativa, construido en San Pedro (California), esta nave fue comprada gracias
a un préstamo realizado por la antes mencionada pesquera, la embarcación quedó
varada en ese mismo año. Por último, se hizo la compra del buque, Guaymas I,
esta embarcación fue construida en un astillero del puerto sonorense con un
crédito similar a los dos anteriores, préstamo de dinero a cambio de producción y
trabajo. Sin embargo, un par de años más tarde bajo le gerencia de José G.
Gutiérrez, la pesquera Topolobampo exigió la nave como forma de pago del
crédito que los pescadores de Mazatlán habían adquirido durante la gestión de
Héctor Ferreira.88
88 Sin autor, “Nace el cooperativismo pesquero con el grupo Pescadores de Mazatlán”, El sol del Pacifico, 2 de enero de 1962, p. 1.
62
Los esfuerzos de los cooperativistas no fueron ajenos a los empresarios
locales, si bien es verdad, que estos se encontraban enfocados en la pesca del
tiburón, era la pesca del camarón la actividad que pintaba un futuro más
prometedor. Diversas eran las actividades relacionadas a la pesca que a partir de
la década de 1940 se comenzaron a desarrollar dentro del puerto. La constitución
de empresas accesorias a la pesca del camarón era prueba visible del desarrollo
de la actividad. Previo a 1944, la constitución de empresas accesorias a la pesca
del camarón fue casi nula, salvo la aparición de un taller naval propiedad de la
familia Rice y una empresa naval de la familia Rueda, no se presentaron
inversiones importantes. Sin embargo, en el año de 1944 se constituyen dos de
las empresas más grandes que la industria camaronera de Mazatlán, vería en sus
primeros 15 años de vida y que servirían como punta de lanza para el desarrollo
de la actividad.
En primer lugar, encontramos la empresa constituida bajo el nombre de,
Refrigeradora del Noroeste, esta empresa se presenta como la primera gran
inversión dentro de la industria pesquera de Mazatlán. Con un monto de inversión
de $1, 100,000 pesos, se convertía en la primera refrigeradora dentro del puerto
de Mazatlán, dando a los pescadores mazatlecos la posibilidad de disminuir sus
costos de producción y aumentar sus márgenes de utilidad al procesar de manera
local el producto, evitando con esto un viaje de descarga al puerto de
Topolobampo; los principales socios de esta empresa eran Jorge Tellaeche, Adán
Carreón, Jorge Alcalde.89 En este punto, cabe aclarar que la refrigeradora del
noroeste en un principio no estaba encaminada al procesamiento marino, sino
que, los principales productos que congelaba eran verduras, carne y en menor
medida pescado, esto debido a las inversiones que tenían sus socios.90
En segundo lugar, encontramos la empresa constituida bajo el nombre de,
Tomas de Rueda Jr S.A., con una inversión de $1, 000,000 pesos, el empresario
que le daba nombre a la empresa se convertía sin saberlo en el mayor
protagonista del desarrollo de la actividad camaronera dentro del puerto de 89 Román Alarcón, Arturo, op.cit., 2008 90 Sin autor, “La primera congeladora de mariscos”, ESP, 30 de enero de 1962, p. 3.
63
Mazatlán. Esta empresa que tenía como giro principal, la construcción de
embarcaciones para la pesca del camarón se convirtió a partir de 1944, en la
principal proveedora de naves para la actividad.91
Sin embargo, cabe hace una aclaración sobre la construcción de
embarcaciones camaroneras dentro del puerto de Mazatlán. El astillero de Tomas
de Rueda, fue sin duda el primer lugar en el que se construyeron barcos de
grandes dimensiones92, sin embargo, fue Ezequiel Luna con la construcción de
cinco botes camaroneros quien inicio esta actividad dentro del puerto de Mazatlán
en el año de 1943. Los barcos estaban destinados al aumento de la flotilla
productiva de la cooperativa, Pescadores de Mazatlán, estas embarcaciones que
llevaban bautizadas como: Topolobampo y la serie Pescador Numero 4, Numero
5, Numero 6, Numero 7 y Numero 8; eran botes camaroneros de 40 pies de eslora
y tenían un costo de $30,000 pesos cada uno.93
Hasta mediados de la década de 1940, la pesca del camarón era realizada
solamente por la, Cooperativa Pescadores de Mazatlán, que para la segunda
mitad de la misma década se encontraba de nuevo sin barcos propios a través de
los cuales realizar la actividad, viéndose obligados de nuevo a trabajar para la,
Pesquera Topolobampo, a bordo de embarcaciones como las: Reno I, Reno II y
Santa Barbará; todas propiedades de Bernardo Gonzales. Se hace mención de
esto debido a que al igual que Bernardo Gonzales, Arturo de Cima, ambos
oriundos de Mazatlán, tenían importantes inversiones dentro de la pesca del
camarón tanto en Guaymas como en el puerto de Topolobampo.
Ambos empresarios trasladarían sus capitales productivos al puerto de
Mazatlán en el año de 1950 cuando la actividad camaronera despega de manera
importante. Por lo que podemos deducir que en el fenómeno de desarrollo que
91 Román Alarcón, Arturo, op.cit., 2008 92 La características promedio de los barcos camaroneros y su equipo de pesca era la siguiente: 70 pies de eslora, 16 pies de manga, 7.5 pies de puntal, motor de 90 H.P., 4 tanques (diesel y agua), malacate en proa y 3 chinchorros de arrastre de 120 pies de boca; tenía un costo que oscilaba entre 75 mil a 250 mil pesos; (Quesada, 1952: 27 y 82; ANDSA, 1957: 46) 93 Sin autor, “Nace el cooperativismo pesquero con el grupo Pescadores de Mazatlán”, El sol del Pacifico, 2 de enero de 1962, p. 1.
64
sufrió la pesca del camarón en Mazatlán, no todos los empresarios y cooperativas
aportaron capitales o mano de obra en vías de especialización, sino que, como en
el caso de estos dos empresarios, aportaron las experiencias que estos habían
adquirido a través del contacto con sistemas productivos similares que habían
comenzado sus actividades con anterioridad como el caso de Guaymas y
Topolobampo.
Tabla 4. Inversiones de Bernardo Gonzales y Arturo de Cima 1950 a-1962
Empresario Empresa Año Giro Capital
Arturo de Cima
Cevallos y Cima S.A. 1950 Pesca $67,000 Coppel y Cima S.A. 1951 Pesca $20,000 Cima Hermanos S.A. 1953 Pesca $400,000 Inmuebles Cima S.A. 1956 Turística $150,000 Volvo Mazatlán S.A. 1960 Automotriz $50,000
Pesquera Astillero S.A. 1962 Pesca $290,000 Refrigeradora Mexicana S.A. 1962 Pesca $1,660,000
Bernardo Gonzales
Construcciones Navales de Mazatlán S.A.
1950 Pesca $20,000
Pesquera Lizárraga S.A. 1950 Pesca $5,000 Congeladora Unión S.A. 1951 Pesca 30,000
Hotelera Internacional S.A. 1956 Turística $200,000 FUENTE: Archivo del Registro Público de la Propiedad de Mazatlán (RPPMAZ), Sinaloa. 1950 –
1959
Existían pues todas las condiciones para el desarrollo de la industria
camaronera dentro del puerto de Mazatlán. Por un lado existían capitalistas
dispuestos a invertir no solo en la creación de una flotilla pesquera, sino en el
desarrollo de una serie de actividades conexas a la pesca del camarón; existía
una mano de obra que través de los años y del contacto con modelos pesqueros
extranjeros, había adquirido nivel importante de especialización en la pesca del
producto; si bien, es verdad que no existía un marco institucional y legal que
permitiera un desarrollo correcto de la pesca, existían una serie de relaciones
entre los capitalistas y los principales actores políticos que hacían posible la
parición de instituciones y políticas públicas en lo local que permitiría el
fortalecimiento de esta industria.
65
Como se mencionó al principio, la década de 1950, recibió a Mazatlán con
un cambio radical en su dinámica económica. La pesca del camarón había
terminado por madurar al final de la década de 1940, dejando de lado a la
actividad minera y comercial, había capturado la atención de inversionistas locales
que se volcaron de manera literal en la constitución de empresas pesqueras y
conexas, generando así una industria fuerte y con alto grado de cohesión. que sin
embargo presento problemas de organización entre sus actores desde un
principio.
Importante es aquí aclarar un punto, si bien la década de 1950, modifico de
manera sustancial la dinámica económica del puerto de Mazatlán, este cambio no
fue solamente encaminado a la pesca del camarón sino que además este mismo
desarrollo trajo consigo un desarrollo de otras actividades económicas. De esta
forma, encontramos que la actividad turística comienza a despegar a través de los
mismos inversionistas pesqueros y de los excedentes que la industria camaronera
arrojaba.
66
Capítulo 2. Pesca de camarón en Mazatlán 1950 – 1958: La Fiebre del Oro
Marino.
2.1. Pesca de camarón en alta mar 1950 – 1958.
2.1.1. El inicio de la industria camaronera en Mazatlán
Es indudable que la industria camaronera del puerto de Mazatlán, se
desarrolló por la combinación de una serie de factores tanto internos como
externos. Una de las causas principales que propició este crecimiento fue la mayor
demanda del crustáceo en el mercado norteamericano. Estadísticas
proporcionadas por el mismo gobierno estadunidense plantean que el consumo de
camarón mexicano en ese país aumentó un 1200% en un periodo de 21 años. Así
pues, mientras que en 1939 se exportaron ese mercado 3,018 toneladas de
camarón con un valor de $226, 000. 00, dólares y que representaban un 4% del
consumo local; para el año de 1950 el volumen de exportaciones ascendió a
36,524 toneladas un valor de $18, 447, 000. 00 dólares y que representaban un
25% del consumo local estadunidense.94
Este notable y paulatino aumentó en la demanda de camarón nacional no
tardó en calar profundo dentro de las ambiciones de los industriales pesqueros
mazatlecos que hasta 1950 se habían enfocado a la pesca de tiburón, la cual
había ido en picada debido a los mismos movimientos del mercado
estadunidense. Con apenas 5 embarcaciones en el año de 1949, el floreciente
grupo de empresarios del camarón, unidos a las también florecientes cooperativas
pesqueras, lograron una producción de 233,236 kg de crustáceo,95 de los cuales el
95% fue destinado para exportación al vecino país del norte. De esta manera,
tenemos que para el año de 1949, la producción camaronera de Mazatlán
destinada a la exportación era de apenas 0.60% del total de las exportaciones del
país96, mientras que puertos como Guaymas, Topolobampo, Salina Cruz, Ciudad
94 Sin autor, “El camarón de México desplaza al de los EE.UU”, ESP, 16 de mayo de 1951, p. 3. 95 Sin autor, “29 mil Tons. de camarón costaron $500 millones”, ESP, 07 de diciembre de 1958, p 3. 96 Blancarte, Sofía, Los recursos pesqueros en el desarrollo nacional. El caso del camarón en México, México, UNAM, pp. 65
67
del Carmen, Tampico, se posicionaban como los puertos camaroneros más
importantes de México.
Sin embargo, la producción camaronera aumentó de manera importante
con la aparición de nuevas inversiones, que a partir de 1950 llegaron de forma
masiva modificando de manera sustancial el tejido productivo local. Estas
inversiones, que se analizarán más adelante, alcanzaron para el periodo de 1950
a 1958, un aproximado de $41,000, 000. 00 de pesos. Dichas inversiones fueron
aprovechadas no solamente en la adquisición de barcos modernos a través de los
cuales se dio un aumento de la producción, sino que, además, se logró impulsar
todo una serie de empresas que también contribuyeron al incremento de la
productividad. Para el año de 1950 la flota camaronera del puerto estaba
compuesta por 40 embarcaciones, todas de capital privado y la mayoría adquiridas
en astilleros del extranjero, principalmente californianos, como los adquiridos por
la familia Cevallos y la familia Lupio en este mismo año.97 Al existir más medios de
producción, la cantidad de crustáceo capturado aumento de forma considerable
para el año de 1950 la cantidad aproximada de 1,535 toneladas.98
Los dos primeros años del desarrollo de la industria camaronera fueron de
una reestructuración total, la avalancha de inversiones relacionadas con la
actividad pesquera vería cosechados sus frutos a partir de 1951. Sin embargo, a
partir de ese mismo año también comenzarían una serie de obstáculos y
discordias entre los principales actores de la actividad que llevarían a la industria a
adoptar mecanismos de organización mucho más eficientes.
2.1.2. Estructuración de la actividad camaronera.
Para el año de 1951, la flota camaronera se encontraba constituida de 100
embarcaciones y los problemas de producción comenzaban a hacerse presentes.
Si bien es verdad que durante este periodo todas las partes involucradas
97 Cevallos, Sergio, “La primera congeladora de mariscos”, ESP, 30 de enero de 1962, p. 7 98 Op.cit. ESP, 07 de diciembre de 1958, p 3.
68
mantuvieron un espíritu de cooperación y lograron estabilizar y dar fuerza a una
actividad nueva en la localidad, no faltaron fricciones entre ellos, así como
presiones externas.
Dos fueron los principales fantasmas que atormentaron a esta industria a
inicios de su periodo de crecimiento. Por un lado se encontraba un profundo
desconocimiento de la actividad, misma que se realizaba sobre una base empírica
que no databa de más de 20 años. El otro de los problemas se presentaba en
relación con las políticas impuestas por diferentes instituciones que comenzaron a
ver en la actividad pesquera a un fuerte actor político y a un importante
contribuyente erario estatal.
La producción total de 1951 fue de 2,271 toneladas, de las cuales fueron
exportadas 1,100. Pese a esto, las voces de que existía una crisis en la industria
eran muchas y variadas. Dicho año inició con una sorpresa para armadores y
cooperativistas. El aumento de las exportaciones de crustáceo mexicano hacia
Estados Unidos había encendido focos rojos en los armadores de aquel país, por
lo que en el mes de enero de este mismo año hicieron una petición formal al
congreso estadunidense de imponer un impuesto ad-valoren de 15% sobre el
producto mexicano. Esta propuesta hecha por industriales camaroneros de los
estados americanos de Texas, Alabama, Mississippi, Louisiana y Florida se
recrudeció cuatro meses después, cuando el diputado demócrata Edwin E. Willis
instó al congreso norteamericano a gravar no con un 15% sino con un 35% al
crustáceo mexicano. Afortunadamente para la industria camaronera estos
gravámenes no se llevaron a cabo gracias a la pronta negociación de los
armadores mazatlecos con los industriales americanos.99 Esto sería solo una
primera llamada de atención de cómo las políticas externas podrían afectar a la
industria, un primer aviso para que se buscaran mecanismos cohesionar los
esfuerzos de los actores de la actividad.
99 Sin autor, “Serio prejuicio a los pescadores”, ESP, 14 de enero de 1951, p.3; Sin autor, Sin autor, “Buen camino de las gestiones a favor de los camaroneros”, ESP, 01 de febrero de 1951, p.3; Sin autor, “Sería catastrófico el impuesto al camarón”, ESP, 18 de mayo de 1951, p. 3 y 5.
69
Esa sería una causa externa, pues al mismo tiempo, el gobierno federal
había encontrado en el desarrollo camaronero una forma de aumentar sus
ingresos. El 30 de enero de 1951 la Secretaría de Hacienda anunciaba un
aumento en el precio oficial del camarón de $6.05 pesos a $9. 00 pesos100,
rompiendo así un acuerdo con la cámara nacional pesquera, en el que se
aseguraba mantener estable su precio. La intervención de los armadores no fue
suficiente, y la Secretaría de Hacienda fue un hueso mucho más duro de roer que
los congresistas y armadores norteamericanos. El 4 de febrero de este año el
precio oficial del camarón se establecía en $8. 00, que se pagaría sobre un
impuesto de 10% ad-valoren y un 15% de sobre tasa.101 La pesca del camarón
que hasta el año de 1950 se encontraba exenta de impuestos y que en el puerto
de Mazatlán era de reciente creación, recibió el primer golpe dentro de casa y fue
puesta a prueba por primera vez.
El año de 1951 inauguraba una época donde la pesca de alta mar sortearía
difíciles pruebas de las que salió bien librada la mayoría del tiempo. Este año
finalizó de la misma manera en que comenzó: lleno de sobresaltos. Por una parte
en el mes de septiembre Estados Unidos volvía a amenazar a la industria a través
de la aplicación de políticas restrictivas. Habiendo fracasado en su intento de
gravar con un 35% al producto mexicano, el gobierno de aquel país avisó a la
Secretaría de Marina mexicana la posibilidad de prohibir la entrada de camarón,
argumentando contaminación en el producto debido a las fumigaciones de las
embarcaciones camaroneras que la misma Secretaría de Marina exigía.102
Los problemas de pesca siguieron haciéndose presentes en el año de 1952,
siendo la productividad lo que más preocupaba a las autoridades y a los actores
pesqueros. La Secretaría de Marina aseguraba que la problemática nodal era el
desmedido aumento en las flotas productivas de diferentes puertos. El puerto
mazatleco, de los más jóvenes en cuanto a la actividad pesquera, era sin duda
100 El precio oficial era impuesto por el gobierno federal para tener una base en el cobro de los impuestos tanto de captura como de exportación. 101 Sin autor, “Sobre $8,000 pagaran impuesto camaronero”, ESP, 4 de febrero de 1951, p 3. 102 Sin autor, “Inminente colapso de nuestra industria camaronera”, ESP, 21 de septiembre de 1951, p 2 y 5.
70
alguna participe activo de este aumento desmedido en la fuerza productiva. Según
datos de la Secretaría de Marina para este año la flota pesquera era de 450
embarcaciones en la costa del Pacífico, de las cuales 134 tenían su base en este
puerto y el resto estaba repartido en otros puertos, principalmente Guaymas.103 En
aguas del Golfo de México, el puerto con más fuerza productiva era Ciudad del
Carmen, Campeche, con 114 embarcaciones.104
Aunque los niveles de producción seguían aumentando de manera
considerable, la sobrepoblación de embarcaciones, sumada al desconocimiento
de la actividad, acarreaba una baja de rendimientos dentro de la pesca del
camarón. De esta forma, tenemos que las 134 embarcaciones (147 al finalizar el
año) produjeron en el año de 1952, un total de 2,451 toneladas105, de las cuales
1,780 toneladas fueron destinadas a la exportación hacía Estados Unidos. El
promedio de capturas por embarcación era de 16.67 toneladas anuales, mientras
que en el año de 1951 el promedio de captura por nave se calculaba en 22.71
toneladas. Comparada con la temporada de 1950 en la cual el rendimiento era de
38.07 toneladas por barco y la de 1949 en donde el rendimiento fue de 46.6
toneladas por barco, la rentabilidad de la actividad era cada vez menor. Era
necesario revisar las formas de producción, implementar tecnologías y métodos de
pesca más avanzados y generar estudios que permitieran a la industria aumentar
sus márgenes de ganancia y recuperar la fuerte inversión que año con año se
venía haciendo.
En estos años los armadores fueron quienes más se esforzaron por activar
de mejor manera la industria, debido a la falta de medios de producción que tenían
las cooperativas pesqueras, las cuales hasta el año de 1955 comenzaron a 103 La industria Pesquera de Guaymas comenzaba un periodo de transición que lo llevaría de la pesca del camarón a la pesca de la sardina. Para el año de 1952, las pesquerías de camarón del puerto sonorense se encontraba en una profunda crisis. Se calcula que el año de 1951-1952, habían arrojado para ese puerto una pérdida de 200 millones de pesos, por lo que un total de 1900 pescadores se encontraban en situación precarias. Un síntoma claro de esto fue el cambio de sede hacia el puerto de Mazatlán que hizo uno de los principales armadores guaymenses; en septiembre de 1952 el Armador Silvano Pérez Ramos se une a los armadores de Mazatlán con una flota de trece embarcaciones. Aunado a esto el armador guaymense cerró una planta congeladora que operaba en el puerto de Sonora agudizando la mala situación de los pescadores y planteros de Guaymas. Fuente: El sol del Pacifico, enero – diciembre de 1951. 104 Sin autor, “Marina afirma que, hay pocos piratas”, ESP, 02 de agosto de 1952, p. 3 y 5 105 Op.cit. ESP, 07 de diciembre de 1958, p. 3.
71
adquirir embarcaciones propias. Estos esfuerzos estaban encaminados a crear
una industria cohesionada, capaz de auto gestionar sus propias necesidades y
que de manera gradual volvieran eficientes las actividades pesqueras. Por
ejemplo, introdujeron congeladoras que implementaban muelles flotantes para
hacer más fácil la descarga de producto así como la carga de diésel, agua y hielo;
el desarrollo de embarcaciones modernas dentro de los astilleros locales; así
como la creación de empresas de servicios hacía el interior de la pesca, como
remolcadoras, dragas y servicios financieros.
Para el año de 1953 la producción camaronera tuvo un ligero repunte,
comenzando a dar muestras de rentabilidad pese a todos los problemas que le
rodeaban. La producción para el año de 1953 fue de 3,181 toneladas, destinando
a la exportación un total de 1,960 toneladas. Esta cantidad de producto se hizo a
través de la puesta en marcha de 150 embarcaciones, por lo que tenemos que el
promedio de pesca por cada barco era de 21.20 toneladas por año.
Pese a esto la pesca presentaba diversas problemáticas, al igual que en
1952 el empirismo se volvió a hacer presente. La cámara nacional de la pesca sin
un estudio previo impuso una veda extraordinaria en los meses de febrero y
marzo, paralizando a gran parte de la flota. La industria camaronera comenzaba a
convertirse en parte fundamental de la dinámica economica porteña, por lo que
paralizar la flota por un periodo de 30 días en 1952 y 45 días en 1953, significaban
pérdidas millonarias; esto sin contar la veda oficial que comenzaba en el mes de
agosto. El argumento principal de la cámara residía en que se estaba pescando
camarón con hueva y con esto se contribuía al pronto exterminio de la especie.
De estas decisiones se desprenden dos fenómenos: debido a que que la
pesca de camarón en el puerto de Mazatlán se había convertido en apenas 3
años, sino en el mayor, en uno de los mayores motores de la economía local, la
orden de inmovilizar a esta industria de la que dependían aproximadamente 1200
familias era un golpe duro no solo para la propia industria, sino para el comercio e
inclusive para el consumo de servicios. Por otro lado, al estar la flota sin actividad,
los armadores buscaron zonas de pesca alternas, iniciando así un intercambio
72
comercial e inclusive cultural con los principales puertos pesqueros del Pacífico
eexicano; Salina Cruz y Guaymas fueron los principales, y en menor medida el
puerto colimense de Manzanillo.
Para el año 1953, la industria pesquera en Mazatlán había terminado por
convertirse en parte esencial de la vida económica de la localidad y había logrado
en poco tiempo desarrollar en torno suyo una industria capaz de sustentar a la
actividad por sí sola, abarcando aspectos tan diversos como la construcción de
naves, comercialización y más adelante la industrialización del producto. De esta
forma, encontramos que dé para finales de 1953, la industria camaronera en
Mazatlán se encontraba constituida de la siguiente manera.
Según la Secretaría de Economía del puerto de Mazatlán, la industria
camaronera contaba con 44 millones de pesos de inversión; 22 millones estaban
invertidos en embarcaciones pesqueras, mientras que los 20 restantes se
encontraban en inversiones en congeladoras. Sobre estas últimas, cabe destacar
que además de brindar servicio a diferentes armadores, eran dueñas de un
número importante de barcos, por lo que sus inversiones eran casi comparables
con las inversiones que los armadores libres hacían en naves pesqueras.106
En este sentido, tenemos que de las 130 embarcaciones registradas en el
puerto de Mazatlán en el año de 1953, 59 pertenecían a congeladoras sin contar
las naves pertenecientes a los socios de estas mismas congeladoras; 24 barcos
de la “Congeladora Unión”, que tenía entre sus principales inversionistas a José
Toledo, Federico Medrano y Bernardo González; 20 barcos de la Congeladora del
Pacífico, que tenían entre sus principales socios a Felipe Cevallos, Jorge Coppel y
Ernesto González; 7 barcos de Mariscos Tropicales, que tenía entre sus
principales socios a Federico Unger, Juan Gavica y Fernando Fuentevilla; 5
embarcaciones de Congeladora Mazatlán, que entre sus principales socios
contaba con Tomás Neyra; 2 barcos de la Refrigeradora del Noroeste (RENO) con
Jorge Tellaeche, Adán Carreón, Jorge Alcalde como socios destacados (esta fue
la primera congeladora del puerto fundada en 1944); por ultimo encontramos a los 106 Registro Público de la Propiedad Mazatlán (RPPMAZ), 1950-1958
73
armadores libres que contaban con 71 embarcaciones, siendo algunos de los más
importantes; Mariano Farriols, Rafael Domínguez y Luis Roberto Gorostiza.107
De igual manera es importante mencionar el papel que jugaban los
astilleros Construcciones Navales de Bernardo González y el astillero de Tomás
de Rueda Jr. Ambos astilleros pronto se convirtieron en los principales
proveedores de embarcaciones pesqueras para este puerto especializándose en
la labor de construir barcos, tan así que a mediados de la década de 1960 los
exportarían a más de 10 países. Jorge Coppel contaba en este año con el barco
más moderno y de mayor capacidad; la embarcación que llevaba por nombre “El
Guaymense” tenía una capacidad de 300 toneladas y un valor de $600, 000. 00
pesos, y había sido construido de manera local. El segundo de los barcos con
mayor capacidad también pertenecía a Jorge Coppel, llevaba por nombre “Olga”,
tenía una capacidad de 100 toneladas y un costo de $40, 000. 00 USD ($346, 000.
00 pesos)108 habiéndose construido en astilleros de las costas de California109
Mucho se decía acerca del monopolio que sobre la pesca del camarón
ejercían las congeladoras, ya que éstas no solo se dedicaban a preparar el
camarón para su exportación, sino que además incursionaban en la pesca y en su
comercialización. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que a través de sus 59
embarcaciones y 5 plantas congeladoras, los llamados “planteros” daban empleo
por lo menos a 800 obreros del puert. Además, constituían el 10.72% de la flota
camaronera del Pacífico, que en ese momento era de 550 embarcaciones.110 De
la forma en que quiera verse, monopolio o no, los armadores libres y los planteros
eran el motor principal de la economía pesquera. Las cooperativas desprovistas
de embarcaciones en las cuales emplear a sus socios y cuya única ventaja era la
exclusividad en la pesca de las especies mejor valuadas en el mercado,
necesitaban de los capitalistas privados para poder desarrollar las artes de la
pesca.
107 Sin autor, “La pesca, principal fuente de vida local”, ESP, 12 de agosto de 1953, p 1. 108 El tipo de cambio se mantuvo en $8.65 pesos por dólar estadunidense desde 1950 hasta finales de 1953. Fuente: Estadísticas históricas de México, 2 vols., INEGI, México, 1999. 109 Op.cit. ESP, 12 de agosto de 1953, p. 3 y 5. 110 Sin autor, “Dara el pacifico excelente pesca de camarón”., ESP, 26 de agosto de 1953, p. 3
74
2.1.3. La Marcha al Mar: 1954-1956
Una de las principales problemáticas que presentó la pesca mexicana, fue
la violación de tratados internacionales por parte de pesquerías americanas,
japonesas y cubanas, entre otras. Las incursiones ilegales que barcos pesqueros
de éstas y otras naciones hacían en aguas mexicanas, tenían consecuencias
catastróficas para la pesca en todo el territorio. El Pacífico mexicano tuvo
contadas incursiones de barcos piratas pesqueros, eventualmente se detenían
embarcaciones atuneras que terminaban por tener permisos, eran las costas de
Baja California las más afectadas.
El caso del Golfo de México, era completamente diferente. En enero de
1953 la Secretaría de Marina reportaba que alrededor de 300 embarcaciones con
registro en Estados Unidos y Cuba pescaban de manera furtiva en aguas
mexicanas, sobre todo en la zona de Campeche y Tamaulipas. Diversas fueron las
detenciones a barcos Estadunidenses a partir de 1953, cargas superiores a las 5
toneladas fueron constantemente decomisadas, sin embargo, los piratas reincidían
tras el pago de una multa que no alcanzaba a resarcir el daño que ocasionaban.111
Sumado a esto, comienzan a aparecer prácticas de contrabando hacía el interior
de las flotas mexicanas.
En años en los cuales la producción camaronera disminuyó los pescadores
contratados por los armadores entregaban el producto a barcos americanos en
alta mar, logrando con esto una menor recaudación, un menor número de divisas,
viajes incosteables para los armadores y fricciones con los compradores oficiales
en los Estados Unidos. En el Pacífico esta era una práctica recurrente entre
pescadores de Guaymas y de Mazatlán. Sin existir datos precisos, hay testimonios
de pescadores de Baja California que aseguran que los pescadores mazatlecos y
guaimenses cambiaban el camarón por dinero en efectivo, whisky y cigarrillos.
Ante tal situación el gobierno mexicano, en 1954, se vio obligado a poner
más atención en la protección de sus mares. Reuniones diplomáticas, tratados
111 Sin autor, “Defenderemos la riqueza pesquera”, ESP, 17 de febrero de 1953, p.3 y 5
75
comerciales y un aumento importante en las fuerzas de seguridad en alta mar,
fueron algunas de las medidas que el gobierno del presidente Ruiz Cortines tomó
de manera inmediata, sin embargo, fue el programa federal llama “Marcha al Mar”
la medida más importante de todas. Medida que repercutiría basicamente en la
creación de un circuito de puertos de altura y en menor medida se relacionaría con
mejoras a la pesca.112
La actividad de la pesca de camarón en el puerto de Mazatlán había
cobrado importancia. El grupo de armadores que la dirigían, habían encontrado la
manera de vender al puerto como un polo de crecimiento en la región; motivo por
el cual, el plan marcha al mar destinó hacía el puerto sinaloense, uno de los
primeros programas en materia de actividad pesquera. En el mes de agosto de
1953, arribaron a la ciudad de Mazatlán 4 biólogos mexicanos y 2 asesores de
pesca extranjeros, tenían como misión hacer un estudio profundo sobre las
costumbres y vida del camarón a fin de hacer crecer la productividad de esta
actividad.113
En 1954, año de la “Marcha al Mar”, la industria camaronera del puerto de
Mazatlán tuvo su primer año con un decremento en su producción. Con una zafra
de 2,886 toneladas, la producción camaronera tuvo una disminución de poco más
del 10% en relación con el año de 1953; la productividad cayó aun de manera más
considerable ya que el promedio de pesca por barco fue de 19.24 toneladas,
tomando en cuenta que la flota estaba compuesta de 150 embarcaciones. Pese a
esto, la actividad no entró en crisis, los armadores y planteros se vieron
beneficiados por un factor que en temporadas futuras les traería problemas: el
mercado estadunidense.
Por otra parte, también fue el año de la devaluación; el tipo de cambio del
peso con el dólar americano, que se había mantenido por debajo de los $10. 00
pesos desde 1917, rompía esa barrera al finalizar el año de 1953, llegando a
112 Lorenzo, Enrique A. “Algunos apuntes para la justificación histórica de la marcha al mar de México”, Editora Mexico-Maritimo, México, 1957, pp. 44 113 Op.cit. ESP, 12 de agosto de 1953, p. 3 y 5.
76
$11.34 pesos por dólar durante 1954 y un tipo de cambio de $12.50 pesos por
dólar de 1955 hasta 1975. De esta manera, el precio del camarón de exportación,
tasado en dólares, arrojaría un mayor número de ganancias. Si bien; los
armadores argumentaban que al igual que el ingreso por exportaciones
aumentaría, la compra de refacciones en Estados Unidos arrojaría pérdida, ya que
la industria no dotaba de manera local muchas de las necesidades.
Aunque, el rendimiento de las embarcaciones disminuyó en el año de 1954,
no fue la principal preocupación de la iniciativa privada mazatleca, ocupada en las
actividades de la pesca del camarón; pues el plan marcha se diseño para el
beneficio de las cooperativas, para los herederos de la Revolución. Los
cooperativistas que hasta 1954 se encontraban desprovistos de embarcaciones y
plantas para capturar y procesar el crustáceo, iniciaron el año con la promesa de
recibir créditos que les permitieran comenzar a dejar su dependencia de los
armadores. Por el lado de las plantas congeladoras el panorama era similar, el
gobierno de Ruiz Cortines anunciaba una lucha contra el monopolio de las
congeladoras. La construcción de una congeladora de grandes proporciones
capaz de darle servicio a las cooperativas del noroeste del Pacífico y a su vez
abastecer a toda la república de pescado barato, era el propósito de esta lucha.
De esta manera, el año de 1955 comenzó agitado y lleno de disputas entre
los armadores y los cooperativistas. La baja de producción durante los primeros 6
meses no hizo más que agudizar estas pugnas. La falta de resultados por parte de
los investigadores comisionados por el gobierno federal, llevaron a la Cámara
Nacional de la Pesca a tomar medidas empíricas imponiendo no una sino dos
vedas por año, motivo por el cual la flota se mantendría parada por más de 3
meses al año, afectando así no solo a la industria camaronera, sino al comercio
porteño. La caída de un puente del tren Pacífico detuvo en febrero un cargamento
de mil libras de camarón, generando grandes pérdidas para los armadores.114 Por
su parte las cooperativas, a la vez que solicitaban más préstamos para la
adquisición de embarcaciones, lanzaban amenazas a los armadores y a las 114Sin autor, “Se para la exportación de miles de miles de libras de camaron”, ESP, 20 de enero de 1955, p. 3 y 6.
77
instituciones de crédito de tomar dinero cooperativista para su propio
financiamiento.
Esta tensión que comenzó en 1953 y que se había prolongado durante un
año y medio, se controló en el segundo semestre de 1955, el mejor en cuanto a
producción desde el boom camaronero de 1950. Gracias a estos 6 meses de
abundancia la producción de camarón de 1955 fue de 4,334 toneladas. La flota
para ese año era de 141 embarcaciones por lo que el promedio de producción por
embarcación fue de 30.37 toneladas de producto. El bienestar de la industria no se
reflejó solamente en el aumento de la producción, diversos fueron los sínTomás
que dejaban ver un repunte en la actividad.
Por el lado de los armadores, éstos firmaron un contrato de pesca con las
cooperativas que les aseguraba un par de años sin sobresaltos; después de haber
tenido conflictos por dos años consecutivos por el pago por derechos de pesca,
los armadores lograban firmar un contrato que les garantizaba el mismo precio por
las temporadas de 1956 y 1957; el pago de los derechos de pesca había ido en
aumento año tras año, y cada periodo de negociaciones había traído
enfrentamientos que habían llegado a parar las actividades durante periodos de 10
a 15 días.
Por el lado de las congeladoras, al no llevarse a cabo de manera inmediata
los objetivos de la “Marcha al Mar”, sintieron la confianza de seguir invirtiendo
dentro de sus plantas productivas. Por lo que a finales de 1955, las congeladoras
Pacifico, Unión y RENO, modernizaron sus procesos de maquila del camarón. Las
tres plantas adquirieron máquinas seleccionadoras capaces de clasificar por
tamaño de 8 a 10 mil libras de camarón por hora. Sin embargo, ante el aumento
repentino de la producción comenzaron a necesitar un mayor número de mano de
obra para actividades como el lavado y limpieza del crustáceo.115
Por último,, las cooperativas comenzaban a dar muestras de crecimiento.
Para el año de 1955 la Cooperativa Mazatlán contaba con dos embarcaciones
115 Ibíd., 21 de diciembre de 1955
78
adquiridas a través del Banco de Fomento Cooperativo (BANFOCO)116; El Cabo
San Lázaro y El Cabo Falso, se convertirían en las dos primeras naves (existió
una primera, El Cabo Corrientes I que fue adquirida y se fue a pique el mismo año,
en 1954) de aproximadamente ocho que logró tener esta cooperativa en un
periodo de siete años. Durante ese mismo año el mencionado BANFOCO autorizó
un nuevo crédito de 5 millones de pesos para la construcción de ocho barcos con
capacidad de 20 toneladas y 90 pies de eslora. Solamente tres de estas
embarcaciones fueron para cooperativas mazatlecas; dos para la cooperativa
Mazatlán y uno más para la Cooperativa Allende.117
1956 se convertiría en el mejor año de este periodo, pues la actividad
pesquera encontró en la abundancia del camarón el espíritu de cooperación que
sus actores habían perdido. Se comenzaba a dejar atrás el empirismo sobre el
cual se habían manejado los tiempos de la industria y hubo un conocimiento más
sólido, permitió un mayor desarrollo de la misma.
La comisión encargada de estudiar la vida del camarón en alta mar, arrojó a
partir de 1955 datos precisos sobre la reproducción, la explotación y las zonas de
concentración de la especie.118 Un año después fue pieza clave en la imposición
de las vedas que permitieron una mayor producción y mejor calidad del camarón.
El biólogo Héctor Chapa, líder de la comisión de estudio hizo del conocimiento
público los resultados de sus investigaciones. Muchos mitos se rompían: el nivel
de explotación de la época no llevaría al exterminio de la especie; el uso de tapos
por las cooperativas del sur de Sinaloa, no era motivo de disminución en la
116 El Banco Fomento de Cooperativo, se desarrolla como una empresa financiera de corte estatal, a través de la cual se suministraron recursos para el sistema cooperativo mexicano. Para el caso de la pesca, los créditos se utilizaron de manera principal para la compra de embarcaciones. Fuente: Chaírez, José A., “Historia de la pesca del atún en México”, México, Editorial Chaírez, 1996. 117 Sin titulo, “El Banco de Fomento Cooperativo entregara 5 millones de pesos a las cooperativas”, ESP, 07 de noviembre de 1955, p. 1 y 4. 118 La costa Sinaloense contaba con cuatro especies diversas para su explotación: Penaeus Stilirostris o camarón azul. 10 o 12 Brazas; Penaeus Vannmcico o camarón rosado, blanco. 10 a 12 brazas; Penaeus Californiensis o camarón Café, kaki. 12 a 25 brazas; Penaeus Brevirostris o camarón rojo, piojillo. 25 a 50 brazas.
79
producción; por el contrario, la reproducción de la especie puede ser afectada por
el grado de salinidad así como por cambios climáticos.119
Además del papel fundamental de los estudios sobre la especie, el año de
1956 se presenta como el mejor del periodo para en cuanto a cantidad de
producto se refiere. La producción en este año ascendió a 5,302 toneladas; con
una flotilla de 160 embarcaciones; el promedio de capturas por barco fue de 33.13
toneladas. Este repunte en las capturas trajo como consecuencia una mala
decisión por parte del gobierno estatal, decisión que dejaría de manifiesto el grado
de cohesión entre los actores de la pesca.
La oficina de recaudación estatal anunció, apenas en enero de 1956, un
impuesto de $0.10 pesos por kilo de camarón a las congeladoras. Armadores e
industriales de la congelación, plantearon una solución extrema, que más bien
parecía una medida de presión (este sería el modus operandi de los armadores
hasta 1982); el 27 de marzo amenazaron con movilizar la flota a los puertos de
Guaymas y Salina Cruz, debido a que en estos puertos tenían mayores garantías
para el desarrollo. Perder una flota productiva de 150 embarcaciones era un lujo
que el puerto de Mazatlán no podía darse, sin embargo, el gobierno estatal no
cedía ante su iniciativa de poner un nuevo gravamen al crustáceo. Esta vez la
respuesta vino de parte de las cooperativas, quienes buscaron a través de un
amparo legal esquivar las políticas estatales. 54 armadores y 11 cooperativas de
pescadores, fueron amparados en mayo de 1956 por un juez de distrito en
Mazatlán.120
Otro ejemplo de cooperación, se da en febrero de este año: ante la
incapacidad del gobierno federal de mantener vigiladas y libres de piratería los
mares mexicanos, la Secretaría de Marina negó su existencia y por el contrario
acuso que eran prácticas monopólicas por parte de los mismos capitalistas
pesqueros quienes tenían compromisos con pescadores extranjeros y pretenden
119 Sin título, “Aunque la pesca haya sido intensa, el camarón está lejos de acabarse”, ESP, 07 de noviembre de 1955, p. 1 y 4. 120Sin autor, “Marina cierra los ojos y así ya no ve a los piratas”, ESP, 08 de marzo de 1956, p. 3
80
evadir impuestos. Las cooperativas a través de la prensa, lanzaron un comunicado
desmintiendo las aseveraciones de la Secretaría de Marina, mostrando un gran
apoyo a los armadores.121
2.1.4 Tiempo de Crisis en la industria.
La calma chicha122 que había tenido la actividad durante el primer semestre
de 1956, se convertiría, literalmente, en una tempestad de problemas. La veda
basada en los estudios de los biólogos comisionados en Mazatlán, había arrojado
buenos resultados, ya que el producto pescado a partir de mayo, era de mejor
cualitativa y cuantitativamente. Sin embargo, tal veda pareció no haber tomado en
cuenta aspectos logísticos propios de la actividad, así, al momento de terminar
esta y reanudarse las actividades camaroneras, inició la temporada de ciclones y
huracanes, era uno de los principales problemas a los que se enfrentarían los
pescadores. El temor manifestado por pescadores y por armadores de poner en
peligro sus inversiones y sus propias vidas orilló a la industria camaronera a
amarrar sus embarcaciones en tiempo de pesca. En agosto de 1956, alrededor del
50% de la flota se encontraba paralizada ante el peligro que significaba pescar en
ese tiempo.123
Aunado a esto el año de 1956 había cerrado con un déficit de producción
de 58.7% en relación con el año anterior.124 Por este motivo, la calma que la
industria había logrado adquirir se veía desvanecida con el fantasma de la
carencia.
La caída de la producción de 1957 fue catastrófica para la industria
camaronera. Con una pesca de 3,522 toneladas, la flota de 180 barcos, había
pescado 1,780 toneladas menos que el año anterior. El promedio de pesca por
121 Sin autor, “La industria camaronera de Sinaloa gano el rififi al gobierno del estado”, ESP, 20 de mayo de 1956, p. 3 y 5. 122 Termino utilizado en la pesca para hacer referencia al mar liso o sin oleaje. 123 Sin autor, “Mas de 60 barcos están amarrados hace días”, ESP, 26 de agosto de 1956 p. 1 124 Ibíd., diciembre de 1956.
81
barco, que había sido mayor a las 30 toneladas un año antes, había disminuido
hasta 19.56 toneladas por embarcación. Esta disminución se vería reflejada en la
inversión, ya que 1958 fue uno de los años donde menos inversión se registro en
la pesca mazatleca. Nuevos estudios eran proyectados para buscar las causas de
los descensos en los niveles de pesca, siendo la sobreexplotación, piratería,
tapos, los principales sospechosos.125
La pesca del camarón se había convertido en la gallina de los huevos de
oro; una gallina que mostraba signos de agotamiento. Desde el inicio de la pesca
del camarón en 1950 y aun de más con el programa de la “Marcha al Mar” en
1954, autoridades e industriales se habían planteado la necesidad de diversificar
sus actividades y no depender solamente de este tipo. Durante los años anteriores
a 1957, no habían sido muchas las actividades relacionadas con la pesca de otras
especies; langosta, ostión caguama, eran explotadas en menor medida y con
márgenes de ganancia no muy amplios. La exportación del camarón lo convertía
en un producto mucho más atractivo para su captura. Ante la llegada de la veda
en el mes de abril, más de 60 embarcaciones se dirigieron a las costas de
Guerrero y Oaxaca para continuar con sus actividades; de las 100 embarcaciones
que se quedaron en el puerto de Mazatlán, solamente 15 se hicieron a la pesca de
diversas especies de escama.126
Con un total de 85 embarcaciones detenidas, y casi 700 pescadores
desempleados, la economía local de Mazatlán se vio seriamente dañada a causa
de la baja pesca y de la temporada de veda. La cámara local de comercio
estimaba que por productos alimenticios, vestidos, combustible, ferreterías, el
comercio mazatleco dejaba de percibir 2 millones de pesos quincenales, mientras
que cuando no era temporada de veda el gasto promedio aumentaba en 150 mil
pesos diarios.127
125 Sin autor, “Investigan la escasez de camarón”, ESP, 06 de enero de 1957, p.3 126 Sin autor, “60 barcos a otras aguas”, ESP, 10 de abril de 1957, p.5 127 Sin autor, “Dinero privado para barcos”, ESP, 15 de mayo de 1957, p.3
82
Pese a las problemáticas que presentaba la actividad armadores y
pescadores cooperativistas mantenían el espíritu de cooperación. Las
negociaciones para el pago de contratos de la temporada de 1958 habían
paralizado a la flota por un periodo de 10 días, motivo por el cual los armadores
comenzaban a desmantelar los barcos ante el poco diálogo. Las pérdidas
económicas se hacían mayores al retrasar por más tiempo las actividades. El 23
de mayo de 1957, armadores y cooperativistas llegaron a un acuerdo que trajo
beneficios importantes a los pescadores.
Los armadores de Mazatlán al igual que las cooperativas de este puerto
lanzaban un desplegado en los medios: “Cooperativistas y armadores de Mazatlán
no tienen ningún tipo de enfrentamiento, por el contrario, las relaciones son
estables y de cooperación, el motivo por el cual no se ha firmado los contratos es
en apoyo a los diversos grupos de Sonora que mantienen relaciones muy
difíciles.”128 Las cooperativas Mazatlán, Allende y Crestón, respondieron de
manera positiva al desplegado de los armadores; el mensaje era claro: pese a la
crisis existiría el apoyo mutuo.
Con una producción a la baja y tras un periodo de vedas ordinarias y
extraordinarias que habían desquiciado a la industria camaronera, el mes de
octubre traería consigo un problema inédito. Un ciclón que azotó al puerto a
mediados de mes, dejó pérdidas millonarias a nivel general en la ciudad y dañó
poco menos del 50% de la flota. 75 embarcaciones fueron las afectadas por dicho
fenómeno. Cualquier esperanza de que la producción en 1958 se restableciera se
esfumaba. 1958 sería un año de restructuración, en el que habría que plantearse
muchas situaciones para el mejoramiento de la actividad.
De esta forma, la industria se encontraba dañada, la gestión de créditos
para cooperativas y armadores era la manera más viable para que las actividades
fueran rentables. La cooperativa Mazatlán que con el ciclón de octubre perdió una
de sus embarcaciones, recibirá dos más antes del final de la temporada; en agosto
128 Federación regional de sociedades cooperativas de la industria pesquera, “Por que no se ha iniciado la pesca de camarón en Mazatlán y la costa del Pacífico”, ESP, 21 de mayo de 1957, p.5
83
de 1958 fue aprobado un crédito para la adquisición de dos embarcaciones más,
para aumentar así la flota de la cooperativa más importante del puerto.129
Por el lado de los armadores, estos también recurrieron a los creditos
bancarios para poder sanear su situación, además siguieron desarrollando su
papel de empresarios activos en cuanto a las problemáticas de la pesca del
camarón; dos fueron los hechos en los cuales los armadores tuvieron que utilizar
su poder económico y político con el fin de evitar peores situaciones: por un lado
evitaron la incursión de 300 embarcaciones japonesas que a través de una
concesión federal, pretendían explotar el camarón en nuestras costas; por otro
lado evitaron la incursión de una flota de 250 embarcaciones que armadores del
Golfo de México pretendían mandar a actividades pesqueras en el Pacífico
mexicano.130
Tabla 5. Producción camaronera en alta mar de la flota mazatleca: 1949-1958.
Fuente: El Sol del Pacífico, 1951-1958.
De esta forma, encontramos que para el año de 1958 la producción
pesquera sufrió un pequeño aumento, pero no alcanzó los niveles a los que había
129 Sin autor, “Acuerdan pedir créditos para comprar barcos”, ESP, 08 de agosto de 1958, p.3 130 Sin autor, “Pescaran en el golfo y en el Pacífico”, ESP, 25 de junio de 1958, p.3 131 Los años de la pesca son tomados por temporada, por lo general una temporada abarca dos el final de una año y el principio de otro. Al momento de hacer los cálculos de producción se toma el año en que la temporada se abre para establecer la producción por año. Así, la producción de 1950, en realidad es la producción que se da en la temporada 1950-1951
Año131 Producción en Toneladas. Flota Productividad por barco
1949 233 5 46.6 ton. 1950 1,535 40 38.37 ton. 1951 2,271 100 22.71 ton. 1952 2,451 134 18.29 ton. 1953 3,181 150 21.20 ton. 1954 2,886 150 19.24 ton. 1955 4,334 141 30.73 ton. 1956 5,302 160 33.13 ton. 1957 3,522 180 19.56 ton. 1958 3,876 170 22.80 ton.
84
llegado en sus mejores temporadas. Un total de 3,876 toneladas fueron pescadas
en ese año, con un total de 170 embarcaciones, el promedio de pesca por
embarcación fue de 22.80 toneladas por nave.
2.2. Reconversión del Tejido Productivo Local: Aparición de un distrito camaronero
1950 - 1958.
2.2.1. Aparición y desarrollo de un sistema productivo camaronero: 1950 - 1958
La pesca del camarón se había convertido a mitad de la década de 1940,
sino en una realidad, sí en la esperanza de un futuro promisorio. La participación
activa de algunos de los capitalistas más importantes del puerto, así como la caída
de la pesca del tiburón, hacía pensar en un despunte de la actividad camaronera.
La constitución de empresas conexas a la pesca del camarón debía de estar
acompañada de un grupo de empresarios capaces de invertir en la creación de
una flotilla de extracción a través de la cual estas empresas accesorias
aumentaran en número, ya que hasta ese momento estas solo brindaban servicio
a pequeños pescadores y a la antes mencionada, Cooperativa Pescadores de
Mazatlán.
Para el año de 1950, la inyección de capitales dentro de la industria
pesquera se dio de manera estratosférica. En el periodo anterior que va de 1940 a
1949 se constituyen 14 empresas que tenían por objeto la pesca, de las cuales
12, estaban destinadas a la explotación del tiburón o escama y solamente 2 se
encontraban dirigidas a la explotación del camarón. Sin embargo, la empresa,
Pesquera de Mazatlán S.A. constituida en el año de 1949, se convirtió en el primer
gran capital destinado a la extracción de camarón dentro del puerto de Mazatlán.
Con una inversión de $1, 000, 000. 00 pesos, y teniendo como principales socios a
Isaac Coppel y Luis Felipe Cevallos, esta empresa es la primera de un total de 142
85
empresas que se constituirán en un periodo de 10 años, la gran mayoría ligadas a
la pesca del camarón.132
En este sentido, observamos que si bien, las cooperativas pesqueras
estaban encaminadas a la explotación del camarón habiendo una flota de poco
menos de 50 naves; los capitales privados se encontraba concentrados en la
pesca del tiburón o en su defecto seguían aferrados a un posible repunte de la
actividad minera y comercial. Entre los inversionistas que en la década de 1950
hicieron el traspaso de la pesca de tiburón a la de camarón, se encuentran entre
los más importantes, a: Mauro Cárdenas, Martín Gavica, Tomás de Rueda,
Mariano Farriols y la familia Coppel.
En el año de 1950 se da un viraje hacia la pesca del camarón,
constituyendo empresas no solo encaminadas a las actividades de extracción sino
al avituallamiento de las embarcaciones pesqueras, generando de esta forma un
conjunto de empresas interconectadas que basaban su crecimiento en el
desarrollo de una industria central e inclusive en el propio desarrollo de las otras
empresas. Entre enero de 1950 y diciembre de 1951, se constituyeron un total de
68 empresas relacionadas con la actividad pesquera, las cuales se dividían de la
siguiente manera: 7 congeladoras, 2 ferreteras especializadas, 1 remolcadora, 1
astillero, 57 de extracción; en este sentido cabe destacar que según el acta
constitutiva de la sociedad de extracción las facultaba para actividades de
industrialización (congeladora), comercialización, construcción (astillero),133 sin
embargo, la mayoría de estas tenían muy bien definidas sus actividades dadas las
fuertes inversiones que requería la puesta en marcha de una embarcación.134
132 RPPMAZ 1949-1958. 133 Ibíd., 1949-1958. 134 El costo de una embarcación en 1951, era de aproximadamente $100,000.00 pesos, sin contar el equipo y provisiones necesarias para la realización de los viajes de pesca. Existían para este periodo empresas pesqueras que llegaban a inversiones de $2,000,000.00 pesos sin embargo la mediana de las inversiones se encontraba en $150,000.00 pesos
86
Tabla 6. Empresas Pesqueras y Turísticas en Mazatlán 1950 – 1958.
Año Empresas Pesca Empresas turísticas Otras empresas135 1950 53 1 12 1951 15 2 3 1952 6 7 3 1953 8 3 5 1954 7 8 10 1955 9 10 14 1956 11 15 9 1957 8 10 7 1958 7 8 4
TOTAL 142 73 75 FUENTE: Archivo del Registro Público de la Propiedad de Mazatlán, Sinaloa. 1950 – 1958
Como podemos observar, este crecimiento en las inversiones pesqueras, si
bien fue extraordinario en el año de 1950, se mantuvo constante a través de toda
la década de 1950, siendo 1954 y 1958 los años con un menor número de
inversión. Sin embargo, esto no debe tomarse como una depresión de la actividad,
sino como un proceso de organización. La pesca del camarón era próspera, si
bien existían problemas en torno a su organización, estos eran normales en una
industria que se antojaba de reciente creación. Existen síntomas muy claros de
que su crecimiento durante el primer año de la década de 1950 se sustentó en
diversos factores, como desarrollo institucional y políticas públicas tanto locales
como federales. Sin embargo, la participación de capitales privados fue el principal
motor de este cambio.
Atendiendo a los datos del Registro Público de la Propiedad se evidencia un
flujo constante de nuevos capitales. Con un total de 142 empresas constituidas, en
un periodo que va de 1950 - 1958, la industria de la pesca de camarón alcanzó
una inversión de poco más de $41, 000. 000,00 de pesos.136 A esto debemos
sumar que su diversificación fue considerable, logrando aglomerar en torno a sí un
número importante de empresas conexas que podríamos llamar refaccionarias.
Como mencionábamos para los años del boom camaronero, existieron empresas
135 Para el caso de estas empresas se tomaron en cuenta solamente empresas que tuvieran un capital mayor a $50,000.00 pesos, o que estuvieran relacionadas con los principales actores empresariales del periodo, por lo que se advierte que son datos parciales. 136 RPPMAZ, 1950 – 1958.
87
que desarrollaban actividades como avituallamiento, industrialización,
comercialización; este número de empresas aumentó de manera significativa en
los años siguientes. Para el mismo periodo de nueve años alcanzaron las
siguientes cifras: 12 congeladoras, 1 industrializadora, 1 remolcadora, 9 ferreteras
especializadas, 2 astilleros, 98 de extracción.137
Como es de suponerse, fueron las empresas de extracción las que captaron
un máximo nivel de inversión. Como se mencionó anteriormente, fueron más de
100 las empresas que en sus actas constitutivas se registraron como empresas
dedicadas a la extracción de productos marinos, si bien, es cierto que no puede
afirmarse con seguridad cuántas de estas se dedicaron exclusivamente a la pesca
del camarón, fuentes hemerográficas de 1957 revelan que poco más del 90% de
las embarcaciones pesqueras estaban dedicadas a la pesca del crustáceo. De
esta forma, la inversión de capitales dentro las actividades de extracción durante
el periodo de 1950 a 1958 ascendieron a $26, 454, 000. 00 de pesos, equivalentes
al 65% de la inversión total de la actividad pesquera durante el periodo. 138
Los diversos enfoques del estudio de sistemas productivos locales y tejidos
productivos, así como los de distritos industriales, plantean que no existe en este
tipo de desarrollo de una región una empresa mayor sobre la cual orbiten el resto,
sino por el contrario, sostienen que un grupo determinado de pequeñas y
medianas empresas trabajan de manera conjunta con el objetivo de disminuir los
costes de producción.
Para el caso de Mazatlán, como se verá más adelante, existieron grupos de
empresarios que aglomeraban el grueso de la producción a través de la
diversificación de capitales en actividades relacionadas con la pesca del camarón,
sin embargo, las empresas de extracción constituidas dentro de este periodo
presentan niveles similares de inversión, entendiendo con esto, entre otras cosas,
que existían igualdad de condiciones para grandes y pequeños capitalistas. Así
137 Ibíd., 1949-1958. 138 Al referirnos a las inversiones realizadas en empresas de extracción, se hace referencia al capital utilizado en la compra y avituallamiento de los barcos pesqueros, sin tomar en cuenta las inversiones realizadas dentro al momento de preparar los barcos para el desarrollo de las temporadas.
88
pues, tenemos que si bien existieron empresas como, Camaronera del Pacífico
S.A., que en 1954 fue constituida por miembros de la familia Coppel con un capital
de $2, 000, 000. 00 de pesos, el promedio de las empresas constituidas oscilaba
entre los $100, 000. 00 y $300, 000. 00 pesos.
Tabla 7. Constitución de empresas de extracción de mayor capital 1950 - 1958
Empresa Año Capital Principales socios Camaronera del Pacífico S.A. 1954 $2,000, 000 Víctor Manuel Reynand, Orace Coppel
Cima Hermanos S.A. 1953 $2,000, 000 Felipe Cevallos, Arturo de Cima Coppel y Cima S.A. 1951 $1,000, 000 Arturo de Cima, Jorge Coppel Pesca Marítima S.A. 1955 $800, 000 Tomás Balderrama, Mariano Farriols,
Impulsora Pesquera de Mazatlán S.A.
1950 $650, 000 Juan Gavica, Francisco Lupio
Pesquera Unión S.A. 1950 $600, 000 Hermanos Cevallos, José Collard. Coppel Hermanos S.A 1952 $600, 000 Cesar Andrade, Ernesto Coppel Pesquera Josefita S.A. 1957 $600, 000 Hermanos Haas
Pesquera Los Álamos S.A. 1958 $600, 000 Guillermo Garber, Octavio Rivera Soto Fomento Industrial Pesquero S.A 1950 $500, 000 Julio Lemen Meyer, Carlos J. Felton. Fuente: RPPMAZ 1950 – 1958
Como se observa en la tabla 7, existieron un número importante de
empresas que contaba con inversiones de medio millón de pesos o más, sin
embargo, éstas solamente representaban el 13.26 %, del total de las empresas
dedicadas a la extracción del camarón. Sin tener el dato preciso, se entiende que
la diferencia entre las inversiones en empresas de este tipo radicaba no en la
adquisición de barcos con tecnología más desarrollada, sino en la adquisición de
un mayor número de embarcaciones. De igual forma, se debe tomar en cuenta
que muchas de estas grandes empresas comprometían su producción y sus
embarcaciones con las congeladoras, haciendo más grande el número de las
flotas.
Sobre esto último, debemos recordar que Ezequiel Luna y Tomás de
Rueda, comienzan la construcción de barcos a mediados de la década de 1940,
para el año del boom camaronero estos constructores navales se convirtieron en
principales proveedores de embarcaciones para las industrias de la región, por lo
89
que muchos de los barcos, tanto para empresas grandes como para medianas y
pequeñas, presentaban las mismas características tecnológicas; en agosto de
1958, el astillero de Tomás de Rueda botaba un barco de hierro de 68 toneladas,
propiedad de Fausto Rodríguez, este se convertía en la embarcación número 144
que los astilleros de Tomás de Rueda habían proveído a la pesca regional. La
familia Coppel eran en conjunto algunos de los clientes más fuertes de estos
astilleros.139 Sin embargo, es difícil saber la diferencia que existía entre los barcos
fabricados dentro del puerto y los que eran comprados en las costas californianas.
Como el caso de los hermanos Cevallos, que en 1950, adquirieron los pesqueros,
Almirante y José T. en costas de Estados Unidos. También está el caso de
Francisco Lupio quien, en 1950, adquirió las embarcaciones Ike y El Yaqui,
también en la nación vecina.140 Es difícil saber si estas empresas dedicaban parte
de su capital a actividades relacionadas a la pesca del camarón que no fueran de
extracción, ya que las actas constitutivas de éstas, les otorgaban facultad para la
industrialización y comercialización de productos marinos.
Por otro lado, encontramos a las empresas dedicadas a actividades ligadas
a la pesca del camarón que no tenían como objetivo principal la captura del
crustáceo. Estas empresas, entre las que destacan astilleros y congeladoras,
desempeñaron un papel importante dentro del desarrollo de la industria, ya que si
bien es cierto nacen como una consecuencia del crecimiento desmedido en la
industria camaronera, fueron un factor clave para sustentar esta misma actividad
que propició su origen.
A diferencia de las empresas dedicadas a la extracción del camarón, este
tipo de empresas no apareció de manera masiva, constituyéndose dentro del
periodo un total de 26 en comparación con las 98 empresas de extracción. Otra
diferencia importante que existió con las empresas mencionadas, fue la disparidad
en los niveles de inversión dado el giro que cada una de estas empresas tuviera,
por lo que podemos encontrar empresas con capitales millonarios mientras que
otras, apenas si alcanzaban capitales de $20, 000. 00 pesos. Estas empresas en 139 Sin autor, “Acuerdan pedir crédito para comprar barcos”, ESP, 08 de agosto de 1958, p. 3 140 Op.cit. ESP, 12 de agosto de 1953, p. 3 y 5.
90
general lograron una inversión de $13,290, 000. 00 pesos, para el periodo de
tiempo que comprende de 1950 a 1958.
Tabla 8. Flotas de Plantas Congeladoras 1953.
Congeladora Número de Embarcaciones Unión 24
Pacifico 20 Mazatlán 5
Mariscos Tropicales 7 RENO 3
Fuentes: El Sol del Pacífico, 12 de Agosto de 1953.
Como ya se mencionó, destacan entre estas empresas aquellas que tenían
como actividades principales la construcción de embarcaciones para la pesca, y
aquellas que procesaban y comercializaban el producto (las congeladoras llegaron
a ser propietarias de muchas embarcaciones). Esta relevancia se daba en dos
sentidos, por un lado captaban las inversiones más cuantiosas, siendo no solo las
inversiones más grandes de las empresas conexas a la pesca, sino de la pesca
misma; por otro lado, estas empresas se convirtieron en ejes sobre las cuales
giraban muchas de las relaciones que se presentaron entre los actores de la
actividad pesquera. Al ser ambas actividades estratégicas y necesarias para la
industria, la comunicación que los accionistas desarrollaron con otros empresarios
fue mayor.
Según puede observarse los años de 1950 y 1951, fueron los más
importantes en cuanto al surgimiento de este tipo de empresas, siendo la
congeladora Mazatlán, la empresa con un mayor nivel de inversión de la pesca del
camarón. Sin embargo, la aparición de este tipo de empresas disminuyó de
manera considerable a lo largo del periodo, por lo que se puede entender que las
empresas establecidas crecieran de manera importante, al ser éstas las únicas
que brindaban determinados servicios para una actividad cada vez más
productiva.
91
Tabla 9. Constitución de empresas conexas a la pesca del camarón con mayor
capital 1950 - 1958
Empresa Año Giro Capital Principales socios Congeladora Mazatlán S.A. 1950 Congeladora $5,000,000 Roberto Ayala, Arsenio
Espinoza Hielera del Pacífico S.A. 1950 Congeladora $2,000,000 Hermanos Fuentevilla
Congeladora del Pacífico S.A. 1951 Congeladora $1,000,000 Isaac Coppel, Jorge Coppel
Tomás de Rueda Jr. S.A. 1951 Astillero $1, 000,000 Tomás de rueda Jr., Ramón Gámez
Congeladora Unión S.A. 1951 Congeladora $540,000 Bernardo González, Antonio Haas
William H. Hutcheson y Asociados S.A.
1951 Maquinaria y $500,000 Ramón Gámez, Jorge Haas
Distribuidora Rice S.A 1957 Maquinaria y $500,000 Familia Rice Refrigeradora Nayarita S.A. 1951 Congeladora $400,000 Francisco Gil Arias,
Pedro Pinzón Cordelería del Pacífico S.A. 1951 Fibras Duras $400,000 Federico Compean
Salvamento y Remolques S.A 1950 Remolques $350,000 Tomás de Rueda Jr. Fuente: RPPMAZ 1950 – 1958
La diversificación del tejido productivo de la pesca presentaba una doble
importancia. Por un lado permitía a la actividad pesquera concebirse como una
industria autosustentable. Actividades como la construcción de barcos hasta la
comercialización del producto, se encontraban en manos de empresarios locales,
que a través de relaciones comerciales, familiares o de confianza formaban
pequeños grupos y redes empresariales capaces de disminuir los costos de
producción, haciendo más rentable la actividad. Por otro lado, debemos agregar
que al formar relaciones formales o informales, desarrollaban la capacidad de
implementar de manera general innovaciones tecnológicas y gestionar políticas a
favor de la industria, generando no solo las condiciones materiales adecuadas
para su desarrollo, sino las condiciones institucionales y sociales. Sobre la
aparición de un marco institucional que permitiera el desarrollo integral de la
actividad existe un número importante de ejemplos, sin embargo, uno de los más
representativos es el de 1951 cuando se instituyo la delegación local de la Cámara
Pesquera Nacional.
92
0
1,000,000
2,000,000
3,000,000
4,000,000
5,000,000
6,000,000
7,000,000
8,000,000
9,000,000
10,000,000
1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958
Extraccion
Conexas
Tabla 10. Inversiones en Empresas de Extracción y Conexas a la Pesca, 1950 –
1958.
Fuente: RPPMAZ, 1950 – 1958
2.2.2. Los empresarios: innovación y eje motor de la industria.
Como se mencionó en un principio, la pesca del camarón dentro del puerto
de Mazatlán se presenta con los tratos que cooperativas pesqueras con
pesquerías japonesas a mediados de la década de 1930, pero su verdadero
despegue se da hacia el año de 1950 cuando de manera masiva empresarios
locales hicieron fuertes inversiones en la flota camaronera. Muchos de los
empresarios más activos en este proceso de cambio en el tejido productivo,
provenían de familias que desde finales del siglo XIX se encontraban de manera
constante dentro de las actividades clave en el desarrollo del puerto; apellidos
como Gavica, Cevallos, Haas y Patrón participaron de la actividad pesquera,
reafirmando su posición como empresarios importantes de Mazatlán.
93
Tabla 11. Principales Empresarios Camaroneros en Mazatlán, 1950-1958
Empresario No. Empresas Inversión Principales socios comerciales
Tomás Balderrama 12 $1,419,100 Juan Gavica, Mariano Farriols.
Juan E. Gavica 13 $1,054,000 Tomás Balderrama, José Castello Luis Gorostiza 9 $468,100 Mauro Cárdenas, Mariano Farriols.
Tomás de Rueda Jr. 9 $2,296,800 Pedro Bommel, Tomás Balderrama. Hermanos Cevallos 8 $885,000 Jaime Coppel, Arturo de Cima.
José Azcona. 8 $339,000 José Haas, Francisco Coppel. Rafael Domínguez 7 $416,000 Juan Bastidas, Juan Gavica.
Fernando Fuentevilla 7 $1.254,000 Federico Unger, Juan Gavica. Ernesto Coppel 6 $761,000 Federico Kelly, Manuel Cevallos
Mariano Farriols 5 $917,100 Moisés Freeman, Tomás Balderrama. Fuente: RPPMAZ 1950 – 1958
Veremos que empresarios como Martín Gavica, Tomás de Rueda Jr., José
Collard, Pedro L. Pinzón, Tomás Balderrama e Isaac Coppel fueron armadores
muy activos en cuanto al desarrollo de instituciones locales capaces de regular y
organizar la actividad, sin embargo, existieron empresarios que si bien manejaban
un perfil bajo en cuanto a su participación dentro cuestiones administrativas,
lograron un grado importante de poder dado el nivel de sus inversiones dentro de
la industria. Del grupo mencionado, solamente Pedro Pinzón y José Collard no
entrarían dentro de este grupo de fuertes inversionistas. La siguiente tabla ilustra
de manera puntual a los diez inversionistas camaroneros más importantes del
periodo, el número de empresas en las que participaron, así como su inversión.
La existencia inicial de una red empresarial capaz de sustentar el desarrollo
de la industria fue una de las principales fortalezas de la actividad camaronera. El
papel que algunos de los capitalistas jugaron dentro de la actividad, rebasaba sus
funciones de proveedores de capital y los convertía en directores e inclusive
defensores de una industria en nacimiento. El papel innovador del empresario
camaronero en Mazatlán no se presentaba en la medida en que desarrollaba
nueva tecnología o planteaba modelos organizacionales eficientes; el papel
innovador de este radicaba en la manera en que afrontaba los diferentes
problemas externos a la actividad, funcionando la mayoría del tiempo como un
bloque compacto que permitía obtener beneficios no solo para ellos como
94
armadores, sino que por lo general hacía extensivo este beneficio a las clases
obreras: pescadores y trabajadores de congeladoras. Diversos son los ejemplos
de cómo en que el empresario camaronero mazatleco introdujo beneficios a la
actividad, haciendo eficiente toda la actividad. Aquí pondremos de manifiesto
algunos de los más importantes.
Como se mencionó en un apartado anterior, el aumento en la productividad
del camarón dentro de las costas mexicanas, especialmente en las costas del
Pacífico, provocó que la presencia del crustáceo en el país del norte aumentara de
manera importante en un periodo de poco más de 10 años. Así, mientras que en el
año de 1939 las exportaciones de camarón hacia el vecino país eran de
aproximadamente 3,018 toneladas.; en el año de 1950 alcanzaron un total 36, 524
toneladass. (un aumento de poco más de 1200%) Ante esta situación,
pescadores de los estados americanos de Mississippi, Texas, Louisiana, Alabama,
Florida, pidieron al congreso, proteger su industria local a través de la aplicación
de un impuesto de importación del 15% sobre el crustáceo. Para el año de 1951,
la industria camaronera de Mazatlán se presentaba como una de las más grandes
en todo el país, y sus armadores se encontraban a la vanguardia en cuestiones de
organización. 141
Comandados por Pedro L. Pinzón (funcionario federal de la Cámara
Pesquera Nacional) se creó el 15 de febrero de 1951 la Cámara Pesquera en
Mazatlán, quedando como directivos principales: Carlos Novoa, Martín Gavica,
Tomás de Rueda Jr., José Collard. Ante la ineficiencia de las autoridades
federales por solucionar de manera satisfactoria la problemática del aumento de
impuestos por parte del gobierno norteamericano; representantes de esta cámara
iniciaron una serie de negociaciones que terminaron por echar atrás la imposición
de nuevos impuestos; lograron contactar con mercados europeos buscando una
diversificación del mercado del camarón, que permitiera no depender tanto del
mercado estadunidense.
141 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 11 de enero de 1951, p. 1; El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 17 de febrero de 1951, p. 1; El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 16 de mayo de 1951, p. 1; El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 14 de agosto de 1951, p. 1
95
Sin embargo, el mayor beneficio que se logró a través de esta primera
intervención empresarial, fue que quedó integrado el Comité de Control de Calidad
e Investigaciones Científicas (este comité estaba formado por investigadores
pesqueros de las universidades de Texas, Louisiana y el Instituto pesquero de
Guaymas.); fundaron la Asociación Camaronera Interamericana y lograron así
promocionar el producto mexicano en un mercado mayor dentro del territorio
norteamericano, dicha promoción estaba a cargo de J. Walter y Thompson & Co.);
por último, quedó instituida en la ciudad de Chicago la Comodity Exchange
(organismo encargado de velar en las instituciones de valores por un precio
competitivo del camarón mexicano y estadunidense).142
Sobre este trabajo de los armadores a favor o en contra de la aprobación,
de determinadas políticas que afectaran a la industria existen, muchos casos,
sobre todos los relacionados con la comercialización del producto hacia los
Estados Unidos. En 1952, con el fin de agilizar y reducir el costo del proceso de
exportación, los armadores de Mazatlán, adquirieron bonos del tren Pacífico por
una cantidad de $350, 000. 00 pesos, este hecho se convertiría en pieza clave de
este periodo para la comercialización del producto.143
En el año de 1953, dueños de congeladores y armadores fundan una
compañía a través de la cual promocionar y acomodar a mejor precio el camarón
de Mazatlán y de Guaymas en Estados Unidos. Jack Wittis, oriundo de San
Francisco, fue designado como gerente de esa empresa, con el objetivo de
comercializar el producto no solamente en el estado de California, sino en otros
estados de la Unión Americana. A través de esta compañía las congeladoras
recibieron mayores ingresos por la venta del camarón.144 Con este tipo de
mecanismos los armadores aseguraban poder sostener el aumento en los
contratos que año con año celebraban con las cooperativas, asegurando así la
relación cordial que hasta el momento habían tenido.
142 Piojillo, “Camaronerias”, ESP, 09 de noviembre de 1951, p. 5 143 Sin autor, “Aportación camaronera al Pacífico”, ESP, 27 de agosto de 1952, p.1 144 Sin autor, “Se venderá la producción del camarón sin mermas”, ESP, 11 de agosto de 1953, p.3
96
Otro de las tareas fundamentales que los armadores desarrollaron fue la
búsqueda de condiciones favorables para la pesca y maquila de camarón en
diversas partes del Pacífico mexicano, así como mecanismos a través de los
cuales hacer más eficiente la comercialización del producto. Como ya se
mencionó, una de las estrategias que los armadores desarrollaron para sortear la
falta de productividad en las vedas fue la de distribuir sus embarcaciones más
grandes a través de todo el litoral del Pacífico mexicano. Sin embargo, estas
movilizaciones requerían de un trabajo arduo por parte de los armadores. La
búsqueda de condiciones necesarias para la pesca fuera de Sinaloa, requería un
fuerte trabajo de negociación con las cooperativas y autoridades de otros puertos,
de esta manera, encontramos una constante de viajes de armadores mazatlecos
con el fin de abrirse las puertas para la pesca de camarón.
En enero de 1952, los señores Mariano Farriols y Jorge Oliveri realizaron
un viaje a las costas de Salina Cruz, Oaxaca, con el fin de evaluar la factibilidad de
explotar el camarón en aquellas costas. Si bien maquilar el camarón en el puerto
oaxaqueño traería más gastos que ganancias, estos dos empresarios a través de
convenios con autoridades locales abrieron una puerta, que hasta la fecha no se
ha cerrado, para que las naves sinaloenses pescaran en aquel puerto.145 La
misma situación sucedió en el año de 1958, cuando los señores Rafael
Domínguez y Martín Gavica se encontraban en Ensenada negociando con las
congeladoras de aquel puerto para maquilar el producto.146
2.2.3. Tomás de Rueda Jr.: constructor y diseñador de una industria.
El caso de todos estos empresarios es destacable, pero sin lugar a dudas
Tomás de Rueda Jr. merece un análisis por separado. Como ya se ha dicho, este
armador no se limitó solamente a la inversión de capitales dentro de la empresa,
sino que además fue parte activa de las instituciones que permitieron a la pesca
del camarón convertirse en el eje principal de la dinámica económica del puerto de 145 Sin autor, “Veda en marzo al camarón”, ESP, 23 de enero de 1952, p.5 146 Sin autor, “Mazatlán, puerto clave del Pacífico”, ESP 26 de julio de 1958, p. 5
97
Mazatlán. A principios de la década de 1950, Tomás de Rueda, era designado
como secretario de la unidad local de la Cámara de Pesca, encargada, entre otras
cosas, de negociar los impuestos de exportación y la fijación de precios estables
par el producto por parte de la Secretaría de Hacienda en la ciudad de México.
Para 1958, este empresario contaba con algunas de las empresas más pujantes
dentro de la actividad y fungía como presidente de las mismas: Astilleros Unidos
Mexicanos, Astilleros Tomás de Rueda Jr., Astilleros y Construcciones Navales de
Guaymas, Pesquera la Providencia, Pesquera Olas Altas.147
Tomás de Rueda Jr. se presentaba como un empresario innovador dentro
del entorno pesquero. Con una visión de negocios que le permitía abarcar no
solamente los aspectos esenciales de la industria, logró construir una serie de
empresas complementarias entre sí que le posibilitó sustentar el desarrollo con
sus propios esfuerzos. Dos son los puntos importantes a través de los cuales
podríamos definir a este armador. Por un lado está su visión estratégica para la
inversión de los capitales dentro de la pesca del camarón. Como observamos en
el cuadro siete, Tomás de Rueda Jr. aportaba para el periodo de 1950 a 1959 una
inversión aproximada de 2, 296,800. 00 pesos, equivalentes a 4.42% del total de
la inversión para la industria dentro de ese periodo.148
Sin embargo, su visión estratégica se centro en la diversificación de sus
inversiones en actividades referentes a la pesca. Tomando como punto de partida
el año de 1950,149 se tiene que la primera inversión realizada por el armador fue
una empresa destinada a los salvamentos y remolques de otras naves;
posteriormente sus inversiones serían en cinco empresas de extracción; una
empresa de venta de maquinarias y accesorios especializados a la pesca; una
reinversión en el astillero que para el año de 1951 era uno de los principales
astilleros no solo del puerto de Mazatlán, sino del Pacífico mexicano. Algo
147 Sin autor, “Habla Tomás de Rueda Jr. ante el Senado”, ESP, 06 de noviembre de 1958, p.1 148 RPPMAZ, 1950-1959 149 Tomás de Rueda Jr. había sido un empresario menor en los años 4, sin embargo, fue el primero que comenzó con la construcción local de barcos hacia el año de 1944 con la constitución de la empresa “Tomás de Rueda Jr. S.A.” con una inversión de $1, 000,000.00 de pesos; misma cantidad que invertiría de nuevo en dicha empresa en el año de 1951.
98
destacado, es que Tomás de Rueda Jr. durante el periodo no participo nunca
como socio de alguna empresa dedicada a la comercialización o congelamiento
del producto, sin embargo, esta no era una situación que le generara un problema
mayor, ya que debido a sus tratos comerciales con otros importantes armadores
del puerto tenía acceso a comercializadoras y congeladoras; como era el caso de
las empresas, Congelado S.A. y Maricos Tropicales S.A. propiedad de Tomás
Balderrama y Juan Gavica, respectivamente.
Como se puede apreciar, Tomás de Rueda Jr. contaba con inversiones en
empresas que le permitían controlar todas las necesidades de la pesca del
camarón. Estas necesidades iban desde la construcción de las embarcaciones
hasta sus mismas refacciones mecánicas. De igual forma, este empresario no
solamente tenía inversiones relacionadas con la pesca de camarón, sino que
había diversificado sus capitales participando de la pesca deportiva y de
actividades comerciales.150 Encontramos en la figura de Tomás de Rueda Jr. un
empresario que logró sustentar de manera integral la actividad de la pesca del
camarón.
El segundo punto característico de este empresario, que lo convierte en un
empresario ejemplar de los que dieron sustento a la actividad camaronera a
principios de la década de 1950, es que tuvo relaciones económicas, políticas y
sociales con diversos actores de la sociedad. Como lo muestra la tabla tres,
Tomás de Rueda Jr. se encontraba comercialmente relacionada con los
empresarios más pujantes de la industria camaronera. Tomás Balderrama,
Ernesto Coppel, Juan Gavica, eran tres de los empresarios pesqueros más
importantes del puerto; y en total, los cuatro armadores manejaban una inversión
de $5, 530,900 de pesos que equivalían a un 10.66% de la inversión total en la
pesca durante el periodo. A esto debemos sumar sus relaciones con la familia
Kelly, cuyos miembros finales de la década de 1950 se habían convertido en
algunos de los más importantes empresarios turísticos del puerto.
150 Las inversiones que Tomás de Rueda Jr. realizo fuera de la industria de la pesca del camarón, no representaban una cantidad significativa de capital, este ascendía a $66,000.00 pesos, distribuidos en tres empresas: 2 dedicadas a la pesca deportiva y una más dedicada al comercio en general.
99
Sin embargo, la capacidad que Tomás Rueda Jr. tenía para relacionarse de
manera positiva hacía sus empresas no se limitaba solamente a empresarios
afines sino que logro desarrollar relaciones con políticos y actores de la industria
que no estaban directamente relacionados. Un ejemplo de esto son las
ceremonias religiosas que se hacían previo inicio a las actividades pesqueras. En
el año de 1951 durante la ceremonia de apertura de temporada, de la cual fue uno
de los organizadores, Tomás de Rueda Jr. contaba en su barco El Mocho (barco
insignia y el más grande la flota) con las más altas personalidades públicas del
estado y el municipio: Enrique Pérez Arce, gobernador del Estado; Clemente
Vizcarra, Secretario General de Gobierno del Estado; Juan B. Ruiz, Director de
Turismo del Estado; Amado S. Guzmán, presidente municipal; así como Lino
Aguirre, obispo del Estado de Sinaloa.151
Tomás de Rueda Jr. se convirtió en un punto clave de las negociaciones
entre los armadores y los cooperativistas. Durante el periodo, el total de la flota de
las cooperativas había sido construido en los astilleros de Rueda. Al ser estos
barcos pagados a través de créditos del BANFOCO, el constructor naval logró
hacer más extensa su red de relaciones. No era de sorprender ver en las
instalaciones del astillero a grandes autoridades de pesca. En abril de 1956, el
astillero “Rueda” botó 10 barcos que pertenecerían a diferentes cooperativas del
noroeste de la república. Los medios tuvieron oportunidad de fotografiar juntos a
Tomás de Rueda con importantes personalidades pesqueras como: Lic. José Luis
Teja, Director de Fomento Cooperativo; Melchor Ortega, Gerente general de
Banco de Fomento Cooperativo; Raúl de Haro, Jefe de departamento de
Fideicomiso del mismo banco; Ángel Orozco, representante de la Secretaría de
Hacienda; Felipe Domínguez, presidente de la Confederación de Cooperativas.152
Inclusive, el empresario mazatleco llegó a recibir en este periodo a dos diferentes
presidentes de la república Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos, en 1953 y
1958, respectivamente.
151 Piojillo, “Camaronerias”, ESP, 28 de septiembre de 1951, p.4 152 Sin autor, “Armadores interesados en instalar astilleros”, ESP, 08 de abril de 1956, p.3
100
Aun y cuando el caso de Tomás de Rueda Jr. sea el más relevante en
cuanto a actividad empresarial existieron por lo menos una decena de
empresarios comprometidos con un desarrollo integral de la industria. Juan
Gavica, Mariano Farriols, Pedro L. Pinzón, Octavio Rivera Soto, Tomás
Balderrama, fueron sin duda alguna los más importantes.
2.2.4. La lucha de los desposeídos
Como se puso de manifiesto en el primer capítulo, las cooperativas,
Pescadores de Mazatlán e Ignacio Allende, en conjunto con pesquerías
japonesas, fueron los iniciadores de la pesca de camarón a gran escala dentro del
puerto de Mazatlán. Durante las décadas de 1930 y 1940, éstas cooperativas
sortearon diferentes problemáticas, sobre todo las relacionadas con la falta de
recursos a través de los cuales explotar de manera integral la riqueza Marina del
país. Sí bien, durante la década de 1940 ambas cooperativas lograron la compra
de algunas embarcaciones, su forma principal de trabajar era a través del
arrendamiento de embarcaciones, sobre todo con pesquerías del puerto de
Topolobampo.
El revulsivo que significó para la pesca de camarón en Mazatlán, la ola de
inversiones que se dio en 1950, afectó de manera considerable el propio
desarrollo de las cooperativas. Si bien aún no contaban con la estructura
productiva que les permitiera desarrollar la actividad, tenían las condiciones
necesarias para desarrollarse como una de las fuerzas motoras de la actividad.
Por un lado había una red de empresarios dispuestos a desarrollar la actividad de
la manera más completa posible; aun más importante, poseía la exclusividad de la
pesca de los productos más cotizados en los mercados, por lo que tenía la manera
de equilibrar el poder de los empresarios pesqueros.
Las relaciones entre empresarios y cooperativas mazatlecas no inició con el
aumento de las actividades, hasta el año de 1951 la cooperativa Mazatlán aun
contaba con contratos de arrendamiento de diez embarcaciones con la Pesquera
101
Topolobampo.153 Sin embargo, gracias a su experiencia y la mencionada
exclusividad de especies, los pescadores mazatlecos se hicieron vitales para los
armadores por lo que para finales de 1951 la totalidad de los contratos entre
cooperativas y armadores se hacían de manera local. La negociación en los
contratos de pesca nunca fue un procedimiento sencillo, pues en la medida en que
aumentaba la producción del crustáceo, los cooperativistas aspiraban a obtener
mayores beneficios. Un aspecto común de estas negociaciones era el paro de la
flota, si bien los primeros años estos problemas se resolvían en un periodo no
mayor a los cinco días, en un futuro se volverían verdaderas batallas campales
que paralizarían a buena parte de la flota por periodos mayores a cuatro meses.
Otro hecho constante en estas negociaciones, que normalmente eran mediadas
por la Secretaría de Economía, era el beneficio a favor de las cooperativas por
parte de las instituciones encargadas del diálogo.
Tabla 12. Cooperativas de pescadores en Mazatlán en 1956.
Cooperativa en Mazatlán Socios Cooperativistas Cooperativa Pescadores de Mazatlán 245
Gral. Ignacio Allende 101 Pescadora de Mariscos 109 Crestón de Mazatlán 349 Cooperativa Sinaloa 250
Fuente: El Sol del Pacífico, 21 de Noviembre de 1955.
El aumento de la inversión y la flota pesquera trajo un aumento en la
demanda de mano de obra. Las cooperativas Mazatlán y Allende dejaron de ser
las únicas dentro del puerto de Mazatlán. La aparición de otras asociaciones de
pescadores diversificó los esfuerzos de éstas y volvió más compleja la relación
con los armadores. La tabla ocho, muestra la situación de las cooperativas en el
año de 1956. Para el año de 1953, cuando comienzan a aparecer las nuevas
cooperativas, se desatan diversos problemas en su interior. Las cooperativas de
más reciente creación implementaron mecanismos más sencillos para la
153 Sin autor, “Seria perjuicio a los pescadores”, ESP, 14 de enero de 1951, p. 5
102
negociación con los armadores y planteros; quizá su falta de experiencia o la falta
de directivos más ambiciosos generó esta situación.
La respuesta por parte de las cooperativas tradicionales no se hizo esperar;
la cooperativa Mazatlán acusaba a las nuevas cooperativas de ser “factureras” o
cooperativas de membrete. Estas cooperativas, creadas por los propios
armadores, contaba con socios que funcionaban como asalariados de los
capitalistas y no como socios de una cooperativa, por lo que al contratar con ellas
los industriales camaroneros obtenían un mayor beneficio en detrimento de las
cooperativas reales. La cooperativa Mazatlán, aseguraba que durante 1952 había
prestado servicios solamente a 22 embarcaciones, obteniendo una producción de
500 toneladas, poco más del 20% de la producción del puerto en ese año.
Armadores y congeladores opinaban que existían dos vías para terminar los
problemas de la pesca. El primero, que el Gobierno Federal comprara la flota en
su totalidad pasándola a manos de las cooperativas, esta inversión sería de por lo
menos $400, 000. 000. 00 de pesos. La otra, que el mismo gobierno permitiera la
pesca libre quitando el derecho de exclusividad a los cooperativistas.154
Ante la situación de las cooperativas fantasmas y las supuestas prácticas
monopólicas por parte de armadores y congeladores, el gobierno federal no optó
por ninguna de las soluciones radicales propuestas por los armadores. A través
del retiro de registros para nuevas cooperativas, permitió que los contratos de
pesca entre armadores y cooperativistas, solo pudiera llevarse a cabo por medio
de las cooperativas tradicionales.155 Los nuevos contratos cada vez aumentaban
los beneficios para las cooperativas. El contrato de 1952 obligaba a los armadores
a llevar un registro sobre los tripulantes de sus naves, obteniendo así un mejor
control sobre los pescadores cooperativistas y libres de Mazatlán; el contrato de
1953 estipulaba que a través del BANFOCO se crearía un fideicomiso que
ayudara a las cooperativas a adquirir embarcaciones que le permitieran desarrollar
la pesca. Las aportaciones a este fideicomiso serían posibles a través del aumento
154 Sin autor, “Serio prejuicio a los pescadores”, ESP, 14 de enero de 1951, p.3 155 Sin autor, “Tiro de gracia a las cooperativas fantasmas locales, ESP, 16 de agosto de 1953, p. 3.
103
en el precio que los armadores tenían que pagar a las cooperativas por tonelada
de crustáceo capturada.156
Tabla 13. Monto de los contratos entre armadores y cooperativistas.
Año Pago por tonelada pescada 1952 $1,140. 00 1953 $1,250. 00 1954 $1,550. 00 1955 $1,680. 00 1956 $1,780. 00 1957 $1,780. 00 1958 $2,451. 00
Fuente: El Sol del Pacífico, 1952-1958
Estos beneficios, como ya se ha dicho, fueron aumentando año con año
brindando a los pescadores adheridos a las cooperativas mayor tranquilidad
dentro de la dinámica pesquera. Por lo general, estos beneficios se reflejaban en
un aumento de participación por tonelada pescada para los marineros, así como
un aumento salarial para motoristas y patrones. Mucho de los beneficios obtenidos
de los armadores a través de los contratos de pesca, eran regulados por las
instituciones encargadas de normar a las propias sociedades cooperativas. De
esta manera, existen aspectos que fueron definiendo la manera en que las
cooperativas se manejaban, buscando por lo menos en teoría, un mayor beneficio
para los pescadores que no tenían capacidad de acceder a los medios de
producción. Un claro ejemplo de esto es la manera en que las cooperativas
pagaban sus participaciones a sus socios. Tratando de evitar el despilfarro por
parte de los pescadores que, tras viajes de hasta 30 días, se encontraban ávidos
de distracciones, las cooperativas pagaban 70% de su sueldo a los propios
pescadores y el 30% restante lo recogían sus familias en las oficinas de las
diversas cooperativas.157 Con estas prácticas las cooperativas evitaban periodos
de carestía y, por lo tanto, adelantos de sueldo a sus pescadores; por otro lado,
156 Sin autor, “A 300 pesos más tonelada facturaran las cooperativas”, ESP, 23 de agosto de 1953. 157 Sin autor, “Beneficios para los cooperativistas de la Sinaloense, EPS, 15 de mayo de 1956, p.6
104
aunque de manera menos consciente, protegían al mercado local de la falta de
consumo corriente por parte de casi 1200 familias que dependían de la pesca.
Tabla 14. Distribución del ingreso por contrato de pesca de cooperativas.
Concepto Contrato 1957 Contrato 1958 Patrón $225 $325
Motorista $225 $325 5 Pescadores $700 $1040
Impuestos $220 $220 Adquisición de Embarcaciones $100 $100
Previsión Social $150 $150 Gastos Administrativos $125 $235
Cuota Federación $35 $50 Fuente: El Sol del Pacífico, 23 de Mayo de 1958
Por otro lado, de acuerdo a lo ya mencionado, las cooperativas tuvieron su
primer gran impulso en el año de 1954 con la llegada del programa Marcha al Mar.
La creación de infraestructura estatal para la comercialización del producto, así
como la obtención de créditos externos para el financiamiento de embarcaciones
aunque fueron planes medianamente terminados, tuvieron la capacidad de
concebir a las cooperativas como entes dinámicos de la actividad camaronera. Ha
quedado documentado que las primeras embarcaciones de las cooperativas
comienzan a ser construidas a partir de 1955, muchas de las cuales se hicieron a
través de créditos internacionales que dicho logró gestionar durante su desarrollo.
Los primeros barcos cooperativistas de Mazatlán fueron financiados a través de
una empresa financiera de Europa que, en 1954, otorgó al gobierno mexicano un
crédito de 40 millones de pesos a pagarse por las cooperativas en un periodo de
siete a ocho años.158
Con la “Marcha al Mar”, los cooperativistas no recibieron solamente apoyo
por parte de las autoridades, por el contrario recibieron un mayor número de
responsabilidades. Una de las ideas principales este plan era explotar de manera
integral los productos marinos con el fin de abastecer al mercado nacional de 158 Sin autor, “Cuarenta millones para comprar naves pesqueras”, 25 de junio de 1954, p.3.
105
pescado barato y así ayudar a sanear la economía de los mexicanos. Las
cooperativas de pescadores de alta mar de este puerto, no obstante se dedicaron
a explotar solamente el camarón y debido a la falta de reglas claras sobre la
diversificación de sus actividades. Poca fue la responsabilidad que las
cooperativas porteñas tuvieron en cuanto a la disposición mencionada.
Eventualmente se dedicaban a la pesca de escama, pero no lo hacían con la
finalidad de surtir a los mercados locales de pescado barato, sino que lo
realizaban como una medida para combatir los efectos negativos de las
temporadas de poca producción camaronera. En este sentido, la cooperativa
Mazatlán, que en 1956 había logrado capturas por 650 toneladas de producto, 250
menos que el año anterior;159 motivo por el cual sus socios se dedicaban a la
pesca de otros productos durante la veda. Esta pesca se hacía a través de
embarcaciones pequeñas, la mayoría de las veces propiedad de los propios
pescadores.
Tabla 15. Flota de las cooperativas de alta mar en Mazatlán 1958.
Cooperativa Embarcaciones Embarcaciones en Construcción Pescadores de Mazatlán 4 3
Ignacio Allende 2 2 Sinaloa 1 2 Crestón 2 2
Pescadora de Mariscos 1 1 Fuente: El Sol del Pacífico, 03 de septiembre de 1958
Al igual que los armadores, las cooperativas se habían convertido en una
fuerza importante dentro de la industria camaronera, no solo del puerto de
Mazatlán sino de la región. Según sus propias proyecciones, la década de 1960
las recibiría con más de una veintena de embarcaciones a través de las cuales
lograrían un mayor beneficio, pudiendo hacer más grandes sus flotas para lograr
competir con la de los armadores. En abril de 1958 fue aprobada y fundada la
Federación de Cooperativas de Alta Mar de Mazatlán. De esta forma, las
159 Sin autor, “Es mala la temporada de pesca”, 03 de junio de 1955, p. 3 y 5.
106
cooperativas del puerto dejaban de depender de la federación de cooperativas del
sur de Sinaloa y de la Federación de Cooperativas de Sonora.160 Tenían pues, un
organismo rector que les permitiría unir esfuerzos con el fin de hacer más
productivo y benéfico su trabajo. Pese a todos los conflictos suscitados entre
ambos, las cooperativas encontraron en los armadores a un grupo compacto que
trabajó en beneficio de la industria en general, y si a esto sumamos los programas
de financiamiento del programa “Marcha al Mar”, entonces Se tiene que las
cooperativas pesqueras del puerto de Mazatlán tuvieron en el periodo de 1950 a
1958, un ambiente propicio para su desarrollo. Un ambiente, es cierto, que les
había dado margen para encontrar los mecanismos de organización adecuados
para concebirse como uno de los dos principales actores de la pesca de camarón
en Mazatlán.
2.2.5. Políticas Públicas y Marco Institucional: El frágil eslabón del desarrollo
pesquero
Como lo plantean en su mayoría las teorías del desarrollo local y regional,
la existencia de un marco institucional favorable a determinada actividad es uno de
los puntos fundamentales para el desarrollo de la misma. Por el contrario, la
aplicación de políticas inadecuadas y la carencia de un marco institucional propicio
a la actividad son factores que actúan en contra del desarrollo de la dinámica
económica de la localidad y la región.
El desarrollo de la actividad camaronera en el puerto de Mazatlán se logró
pese a contar con políticas públicas desfavorables y un marco institucional
limitado. El mayor problema que las políticas públicas presentaron para la
actividad pesquera fue la falta de comunicación entre las diferentes esferas de
gobierno. Así, mientras se lanzaban planes a nivel federal que planteaban un
desarrollo integral, no solo de la pesca de camarón sino de la pesca en general,
en los ámbitos estatal y municipal no existían los mecanismos para llevar a cabo
160 Sin autor, “Hoy propondrán la división de cooperativas”, ESP, 04 de abril de 1958, p. 3 y 5.
107
un seguimiento de estas estrategias. Por otro lado, en muchas ocasiones la
implementación de una política en cualquiera de los niveles de poder contradecía
y entorpecía el desarrollo de otra política dictada desde otro de los niveles.
Sin duda alguna el plan “Marcha al Mar” fue en cuestión de políticas
públicas y desarrollo institucional el acontecimiento más importante del periodo.
Este plan federal que pretendía desarrollar una serie de puertos de altura tuvo un
importante efecto en el desarrollo de la actividad pesquera, sobre todo en aquella
relacionada con las cooperativas. Sin embargo, hasta 1954, año del plan
mencionado, las carencias de un marco institucional adecuado eran notorias, la
industria camaronera encontró en sus empresarios los mecanismos para sortear
las dificultades suscitadas temporada tras temporada.
De manera general, la institución más activa en cuanto a las problemáticas
pesqueras fue la oficina local de la Cámara Nacional de Pesca. Fundada en
febrero de 1951, aglomeraba a los empresarios pesqueros más importantes y más
activos del puerto: Pedro L. Pinzón, José Collard y Tomás de Rueda Jr., quienes
fueron los primeros funcionarios de esta administración. Este cuerpo
administrativo reportó importantes beneficios a la actividad, ya que a través de sus
gestiones, el Banco de México otorgó una gran cantidad de créditos a armadores
locales; por otro lado, la cámara fue parte central en la negociación con armadores
estadunidenses con el fin de evitar el gravamen del crustáceo mexicano.161
Asimismo, la Cámara Pesquera fue el principal promotor de la apertura de
los tapos en los esteros del sur de Sinaloa. Convencidos los industriales
pesqueros adheridos a la cámara de que era la apertura de los tapos era la clave
para el aumento de la producción camaronera, gestionó ante la Secretaría de
Marina que este sistema de pesca fuera prohibido. En febrero de 1951 los tapos
fueron abiertos dejando en situación precaria a cientos de pescadores del sur del
estado. Los armadores de esta cámara, se convertirían en financiadores de los
cooperativistas del sur ya que habían desprovisto a éstos de la capacidad de
161 Sin autor, “Crédito preferente otorgaran a industriales camaroneros”, ESP, 18 de febrero de 1951, p. 3 y 5.
108
seguir desarrollando la actividad pesquera.162 A través de los estudios realizados
por biólogos comisionados por el plan “Marcha al Mar”, los tapos se volverían a
cerrar en el año de 1955, ya que demostraron que la pesca en esteros a través de
este método no afectaba la producción de camarón en alta mar.163
Sin embargo, la Cámara Pesquera atendía a intereses netamente
empresariales, dejando relegado a uno de los actores principales de la actividad:
las cooperativas. Dicha cámara no solamente tenía una misión empresarial, sino
que además se enfrentó de manera constante a los pescadores, por lo que fue
blanco de diversas críticas. Dos eran las principales acusaciones que la cámara
recibía constantemente: por un lado, la institución era acusada de promover la
incursión de embarcaciones extranjeras en aguas territoriales, pues uno de los
principales objetivos que la cámara siempre tuvo fue promover la pesca libre, ante
la insistencia de esto, las cooperativas aseguraban que lo primordial era que se
permitiera a los socios comerciales extranjeros de los armadores invertir en la
extracción del crustáceo. Por otro lado, era acusada, al igual que el BANFOCO,
de utilizar fondos cooperativistas para la financiación de las embarcaciones de los
armadores adheridos a la cámara.164 Sí bien, esta información jamás fue
confirmada, siempre se puso en duda la honorabilidad de las practicas camaristas.
Como se dijo, fue a partir de 1954 con la “Marcha al Mar” cuando se
observa un mayor número de avances en cuanto a políticas públicas favorables se
refiere. Sin embargo, es preciso aclarar que el plan excluía de manera radical la
participación de los armadores, es decir, dejaba fuera de beneficios a uno de los
dos principales actores de la pesca de camarón. Como plan, pretendía tambien
hacer una inversión de 750 millones de pesos, en un total de 70 puertos, siendo
los principales beneficiados Tampico, Tuxpan, Veracruz, Coatzacoalcos, Frontera,
Progreso en el Golfo de México; Ensenada, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo,
Acapulco, Salina Cruz, en la costa del Pacífico.165 La compañía holandesa
162 Sin autor, “Solucionan el problema de los camaroneros”, ESP, 03 de abril de 1951, p.3 y 5 163 Sin autor, “Baja pesca del camarón en 48 por ciento”, ESP, 26 de marzo de 1955, p.3. 164 Sin autor, “Arremeten contra las sociedades de membrete”, ESP, 01 de Julio de 1955, p.5 165 Editorial, “Hacia nuestros mares, ESP, 09 de septiembre de 1953, p.2
109
NEDECO encargada de realizar un estudio de potencialidad de nuestra riqueza
Marina, señalaba en 1956 que México necesitaba una inversión de 20 mil millones
de pesos. También señaló que a través de un impulso de la agricultura, el
comercio marítimo aumentaría de manera considerable.166
Pese a lo anterior, teniendo este plan tenía como objetivo principal el
desarrollo de puertos de altura capaces de realizar actividades de comercio a gran
escala, hay que reconocer que la actividad pesquera recibió un gran impulso. La
obtención de financiamiento extranjero para la construcción de embarcaciones
cooperativistas y de congeladoras para las mismas cooperativas, así como para la
distribución de pescado barato al mercado mexicano fueron algunas propuestas
de este plan. Para el caso de Mazatlán encontramos que dentro de dicho
programa, el cooperativismo cobró un auge notorio dentro de la flota de pesca del
camarón.
Además del desarrollo cooperativista, Mazatlán vio cristalizados dos
beneficios a través del plan “Marcha al Mar”. Por un lado, se fundó en enero de
1955 la primera escuela de pesca dentro del puerto. Esta escuela, que tenía como
objetivo la formación de técnicos pesqueros, armadores y motoristas
principalmente, funcionaba como un internado, corriendo la federación con el
gasto y manutención de todos los estudiantes inscritos.167 Esta escuela que
intentaba profesionalizar la actividad, no tardó en comenzar a recibir jóvenes de
cierta parte de la costa del Pacífico, por lo que no era raro observar en sus
instalaciones jóvenes oriundos de Teacapán, San Blas, Chametla e inclusive de
Manzanillo. De manera curiosa, tras dos años de existencia, la escuela pesquera
no había albergado a un solo estudiante nativo de Mazatlán168
La escuela pesquera logró despertar expectativas importantes entre los
industriales del puerto. La idea de tener hombres capacitados que hicieran más
productiva la pesca, no tardó en parecerle atractiva a los armadores más fuertes
166 Sin autor, “Urge dinero mexicano para explotar los mares”, ESP, 25 de mayo de 1955, p.5 167 Sin autor, “Funciona la escuela pesquera”, ESP, 08 de enero de 1955, p.5 168 Ignacio Laveaga, “Escuela practica de pesca”, ESP, 23 de agosto de 1956, p.6
110
del puerto. De esta manera, podemos encontrar que los estudiantes hacían sus
prácticas profesionales en las embarcaciones de la congeladora Cima y Coppel.
Por su parte la Congeladora del Pacífico, se convirtió en la principal empleadora
de los egresados. Cabe destacar que esta escuela, no solamente desarrollo
programas para el implemento de nuevos técnicos en pesca, sino que además en
temporada de veda ofrecía cursos de capacitación gratuita a los pescadores. Sin
embargo, en marzo de 1958, la escuela aun con 35 alumnos internados, fue
cerrada, dos meses después seria fusionada con la Escuela Náutica de
Mazatlán.169
Por último, con el programa de la marcha al mar, encontramos que este
término por diversificar demasiado sus apoyos, para el puerto de Mazatlán las
obras realizadas fueron: Escuela de Pesca y Marinería, Rompeolas Isla de Chivas,
Rompeolas El Crestón, Paseo Claussen, Muros Astillero, Casa del Marino, Paseo
Centenario.170
169 Sin autor, “Comienzan hoy cursos de la escuela de pesca”, 16 de enero de 1956, p.3 170 Sin autor, “Desea el gobierno terminar las obras en poco tiempo”, 24 de abril de 1955, p.5
111
Capitulo 3. Pesca de Camarón en Alta Mar 1959 – 1968: Diversificación, coyotaje
y sobreexplotación; fórmula para una crisis de la actividad.
3.1. Pesca de camarón en Mazatlán: 1959 - 1968.
3.1.1. Lo que el viento nos dejó (1959-1960)
Los problemas que la industria camaronera presentó después de la
temporada de 1956 fueron sorteados de buena manera, el paulatino aumento de
la producción y la pronta acción de los actores de la pesca fueron factores que
permitieron que las aguas tomaran de nuevo su curso. El problema de la movilidad
de las vedas que originó la primera crisis dentro de la industria, se solucionaría de
pronta manera. El consenso existente entre cooperativistas y armadores sobre la
aplicación de una veda que atendiera tanto cuestiones relacionadas a la biología
de la especie como a cuestiones de logística de la industria, orilló a los biólogos
federales a replantearse la forma a través de la cual fechaban los descansos de la
flota productiva.
Para el mes de enero del 1959, los peces gordos de la industria
camaronera instaban de manera pública a los biólogos a modificar las fechas de la
veda. Federico Medrano, Tomás Balderrama, Jorge Coppel, Tomás de Rueda y
Felipe Cevallos, hacían del conocimiento general a la población los perjuicios que
tendría la industria de no hacerse las modificaciones; baja en la calidad de
producción y exposición a temporales eran los argumentos esgrimidos. Los
biólogos atenderían a estas peticiones cambiando la veda de los meses de marzo-
mayo a julio-septiembre.171
El cambio en las fechas de las vedas reavivaron uno de los problemas más
recurrentes que la industria camaronera presentó desde sus inicios. Los
armadores esperaban que al terminar la temporada en el mes de marzo las
contrataciones con las sociedades cooperativistas se dieran en los tiempos de la
171 Sin autor, “Pedirán cambio de veda para no desperdiciar el camarón”, ESP, México, 30 de enero de 1959; Sin autor, “Construyen nueva congeladora”, ESP, 13 de marzo de 1959
112
veda. Sin embargo, con la movilidad de la veda el fin del contrato se dio en el mes
de mayo, dos meses antes de terminar las actividades de captura. Por órdenes
oficiales y ante las presiones de las cooperativas, la flota mazatleca quedó
paralizada el 20 de mayo de 1959.
El paro de la flota vino a corroborar una situación que antojaba se lógica. La
economía mazatleca presentaba una seria dependencia de la actividad
camaronera. Si bien los conflictos entre cooperativas y armadores no se
prolongaban tanto tiempo en estas fechas como sucederia en la década de 1970,
las paralizaciones afectaban de manera importante la economía portuaria. Según
la Cámara de Comercio el paro de 185 embarcaciones, 1300 marineros, 1000
trabajadores de congeladoras y otras actividades relacionadas a la pesca,
ocasionaban pérdidas por 50 mil pesos dentro del comercio local; estimaciones de
la propia cámara calculaban que ante la paralización de la flota, ya fuera por veda
o por conflictos, el comercio se deprimía un 50%.172
El conflicto camaronero duraría apenas tres días y sería resuelto el 23 de
mayo de 1959, sin embargo, en un periodo de tres días se presentaron
características muy marcadas que serían muy recurrentes durante futuros
conflictos contractuales. En primer lugar,, la actitud que los armadores tomaron
ante el conflicto fue la de ofrecer en venta su flota a las cooperativas, esta medida
de presión fue retomada durante cada proceso de contratación obteniendo
diversos resultados; en segundo lugar, se dio el caso de un armador del puerto de
Topolobampo que negoció de manera particular con cooperativas de Baja
California y Oaxaca, con un aumento de $149. 00 pesos por tonelada; el armador
José Gutiérrez, puso así a trabajar sus 50 embarcaciones un día antes que el
resto de los armadores del país. Este tipo de casos, significaban una seria
muestra caso de desunión en ambos frentes; por último, los armadores terminaron
por aceptar la mayoría de las condiciones que ponían las cooperativas. Aunque
172 Sin autor, “Medio millón en pérdidas diarias; 200 naves paradas”, ESP, 20 de mayo de 1959, p. 5
113
los armadores oponían resistencia, las cantidades de inversión que tenían dentro
de la flota les obligaban a negociar de manera rápida a fin de evitar pérdidas173.
La temporada de 1958-1959 llegó a su fin con nuevos bríos. Vientos de
cambio que lejos estaban de ser una amenaza para la actividad. Tras un breve
conflicto que puso a prueba la estabilidad de la industria en el puerto, cooperativas
y armadores se sentían confiados en retomar las relaciones que habían
sustentado a la actividad desde sus inicios. Con una flota de 185 embarcaciones,
de las cuales 14 pertenecían a las sociedades cooperativas, la temporada que
había iniciado en 1958 arrojaba una producción de 3,876 toneladas. Con una
productividad de 22.14 toneladas por embarcación, la producción había
reaccionado de manera favorable, sin llegar a alcanzar los promedios de pesca de
dos temporadas atrás, en la cual se pescaron 1426 toneladas más.
La temporada de 1959, se convertiría en comienzo de un periodo histórico
en cuanto a la producción de camarón. Al momento de finalizar el mes de julio de
1960, esta era de aproximadamente 7500 toneladas con una flota de 200
embarcaciones. Esta situación ya no se vislumbró en el mes de octubre de 1959,
ya que la temporada comenzó con serios problemas.
Después de muestreos que arrojaban que las tallas del camarón aún no
eran comercializables, la oficina general de pesca anunció que la veda se
prolongaría hasta el mes de octubre. El buen ánimo que imperaba entre los
actores de la pesca permitió que esta decisión fuera tomada como una medida
benéfica y el acuerdo fue común. Para sorpresa de cooperativas y armadores por
igual, el 25 de septiembre dos embarcaciones solicitaron despachos de pesca
para salir a las actividades, mismo que les fue concedido. La reacción fue
inmediata y dos días después embarcaciones que habían logrado ser reparadas
se hicieron al mar. Sin embargo, un número no determinado de embarcaciones
que tenían programadas sus actividades de avituallamiento hasta el primer día del
173 Sin autor, “Medio millón en pérdidas diarias; 200 naves paradas”, ESP 20 de mayo de 1959; Sin autor, “Quieren vender la flota, ESP, 21 de mayo de 1959; Sin autor, “50 barcos, algunos de aquí podrán salir via pesca”, ESP, 22 de mayo de 1959.
114
mes de octubre se vieron rezagadas generando así descontento generalizado en
contra de la Oficina de Pesca.174
La producción fue magnífica durante los primeros días de la temporada,
solamente en el mes de octubre se lograron capturas por 768 toneladas de
crustáceo. En puerto los problemas seguían apareciendo gracias a la ineficiencia
de la Oficina de Pesca. Naves cargadas de producciones extraordinarias no
podían maquilar su producto ni obtenían guías de exportación por los excesivos
trámites burocráticos, por lo que armadores y cooperativas optaban por saltarse
los mecanismos oficiales y maquilaban y exportaban el producto sin pasar por
revisión hacendaria. Si bien, no eran cantidades grandes las que el fisco dejaba de
percibir, la detención del producto significaba un problema fuerte de liquidez
dentro del mercado local.175
Un marco institucional poco operante se convertió de nuevo en la cadena
más floja del encademiento camaronero. Mientras que en el puerto de Mazatlán se
libraban batallas contra las instituciones burocratizadas, el puerto sonorense de
Guaymas adoptaba una actitud radical ante un problema que se tornaría grave
durante todo el mes de noviembre y ante el cual quedaría de manifiesto el entorno
de cooperación entre los diferentes grupos de la industria camaronera en el
puerto. Los movimientos del mercado camaronero en Estados Unidos eran
situaciones que no se podían prever, pero que se sabía sucederían en
determinado momento de la temporada.
Un creciente desplome del precio del crustáceo en el país del norte generó
una crisis colectiva dentro del rubro camaronero, los siempre radicales armadores
de Guaymas paralizaron parte de su flota apenas comenzado el conflicto. El 13 de
mayo distintos armadores de aquel puerto anunciaban el paro de 30
embarcaciones argumentando incosteabilidad.176 El fantasma de la paralización
174 Sin autor, “Doce barcos piden despacho vía pesca”, ESP, 25 de septiembre de 1959, p. 5; Sin autor, “Mas barcos camaroneros a alta mar”, ESP, 27 de septiembre de 1959, p. 7. 175 Sin autor, “Millones de pesos en camarón inmovilizados en las congeladoras”, ESP, 16 octubre de 1959, p. 5 y 7 176 Sin autor, “Barcos amarrado en Guaymas”, ESP, 13 noviembre de 1959, p. 3
115
total se esparció rápidamente, no solo en ese puerto sino que llego hasta Mazatlán
e inclusive se extendió a toda la costa del Pacífico mexicano.
El problema persistió pero los mecanismos de reacción fueron diferentes en
el puerto mazatleco. La primera reacción vino de parte de las cooperativas, las
cuales en apoyo a los armadores decidieron percibir menos cantidad de dinero por
tonelada mientras los precios en el mercado exterior no se estabilizaran; estas
pérdidas se amortizaron con el recorte de personal administrativo, ya que
resultaba perjudicial para más personas inmovilizar la flota que hacer una
restructuración. Como respuesta positiva al apoyo cooperativista los armadores
mazatlecos, para ese entonces los más influyentes en el litoral del Pacífico,
echaron a andar su maquinaria a fin de resolver el problema lo antes posible. Para
finales de mes, no solo Guaymas había paralizado su flota, pues también el puerto
de Topolobampo había entrado en receso indefinido de actividades. Mientras
tanto, un contingente de armadores mazatlecos se había desplazado a la ciudad
de México a fin de conseguir apoyo federal solucionar la situación. De manera
extraoficial se corría la noticia de que un grupo de empresarios “gringos” se
encontraban en el puerto de Mazatlán, negociando el fin del conflicto con
armadores locales.177
Finalizados los problemas del precio en marzo de 1960, se sabría que el
desplome no se debía a una falta de demanda del mercado americano, sino que
se había presentado como una medida restrictiva por parte de los productores de
aquel país. Dado el nivel de aceptación que el producto mexicano tenía en la costa
oeste de Estados Unidos, sus intentos de boicotear el crustáceo nacional se
hacían desde una trinchera oficial, solicitando al Senado de su país gravar con un
50% ad-valorem las exportaciones desde México.178
Al momento de solicitar el cambio de veda, se esperaba que la actividad
rindiera mayores frutos, sin embargo, el resultado sorprendió a todos. Armadores y
177 Sin autor, “Barcos amarrados en Guaymas, ESP, 13 de noviembre de 1959, p. 5; Sin autor, “Parálisis progresiva en el mar”, ESP, 30 de noviembre 1959, p. 5 178 Sin autor, “También protesta la cámara local contra el ad-valorem”, ESP, 24 de marzo 1960, p.1.
116
cooperativistas tomaron esta situación como un triunfo del empirismo pesquero
sobre los biólogos marinos. Los meses de mayo y junio que un año atrás estaban
vedados a la pesca del camarón, ocuparon segundo y tercer lugar de producción,
respectivamente. Solamente en el mes de marzo, en el que se pescaron 1660
toneladas, superó a los meses mencionados. El mes de mayo de 1960 arrojó una
producción total de 1074 toneladas, mientras que el mes de junio del mismo año
situó su producción en 1000 toneladas. Arreglados los problemas de precio y
maquila del camarón, la temporada de 1959 presento mejores rendimientos que
cualquier temporada hasta ese momento. Un total de 7500 toneladas pescadas a
través de 200 embarcaciones, arrojaron una productividad de 37.5 toneladas por
embarcación. En este sentido, solo la temporada de 1950 se podía comparar
cuando la productividad por nave fue poco más de 38 toneladas, sin embargo, la
producción de aquel año fue de 6,000 toneladas menos que la temporada de
1959.
Tabla 16. Producción camaronera mensual en el puerto de Mazatlán temporada
octubre, 1959 - junio, 1960
Mes Producción en Toneladas Octubre./59 768
Noviembre./59 741 Diciembre./59 820
Enero./60 664 Febrero./60 739 Marzo./60 1660 Abril./60 810 Mayo./60 1074 Junio./60 1000
Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1959-1960
Como se observa en la tabla anterior, la producción de la temporada de
1959 se mantuvo sostenida a través de todos los meses, el problema de los
precios en Estados Unidos que se presentó de manera fuerte entre noviembre y
diciembre de 1959 no afectó de manera significativa los volúmenes de producción.
117
El descenso que hubo en el mes de enero de 1960, se puede explicar de dos
maneras. La primera es que los cambios de temperatura en el agua modificarón la
ubicación de la especie dentro del océano. La segunda y más lógica, es que la
flota camaronera de Mazatlán mantuvo la tradición de amarrar durante las fiestas
decembrinas y el carnaval, originando así un paro de labores durante una semana
que repercutió en la producción.
Tras una temporada de mayor producción, la reactivación en las inversiones
pesqueras no se hizo esperar. La apertura de nuevas pesquerías así como de
empresas conexas a la actividad aumentó de manera considerable en relación con
las dos últimas temporadas. El inicio de la temporada de 1960 presentaba
magníficos augurios, la contratación entre armadores y pescadores se prolongó
durante todo el periodo de veda, pero en ningún momento se vieron síntomas de
ruptura entre los grupos participantes. Como era común, las negociaciones se
hacían en la capital de la República Mexicana, por parte de las cooperativas
mazatlecas eran los Pescadores de Mazatlán, Salvador Allende y Crestón de
Mazatlán las encargadas de velar por los intereses del movimiento cooperativista.
Por parte de los armadores, Tomás Balderrama, Felipe Cevallos, Jorge Coppel y
el cada vez más participativo Federico Medrano, los encargados de vigilar las
pingües ganancias de los capitalistas porteños.
Pese a las pretensiones de los cooperativistas de firmar un contrato por
3,200 pesos por tonelada, éste quedó finiquitado por una cantidad de $3,011
pesos por tonelada pescada. De la misma manera se estipularon una serie de
acuerdos que beneficiaban cada vez más al pescador. En términos generales el
contrato abarcaba las siguientes cuestiones: el armador se comprometía a
entregar al inicio de la temporada las naves en perfectas condiciones y
avitualladas; durante las vedas, las cooperativas tenían la obligación de regresar
las embarcaciones y los equipos a los armadores con el fin de que estas sean
reparadas; el armador tenía derecho de asignar motoristas y patrones de las
embarcaciones, éstos debían ser socios de la cooperativa con la que contratase;
los barcos serían dedicados a la pesca exclusiva del camarón, y si durante la
118
época de veda la cooperativa deseaba pescar escama se comprometía a pagar
una renta de 500 pesos al armador; la totalidad de la producción de camarón se
vendería al armador, y el producto debía entregarse sin cabeza y limpio para ser
pagado en 3011 pesos por tonelada; finalmente al término de cada viaje la
tripulación tiene derecho a 20 kilos de pescado que fuera como fauna de
acompañamiento.179
La esperada temporada de 1960 daba inicio, las expectativas causadas por
la producción anterior, así como contratos más benéficos para los pescadores
cooperativistas y un panorama internacional más estable que el del año anterior
hacían creer que la temporada en puerta sería una de las más lucrativas para el
gremio camaronero en general. La Cámara de Comercio volvía a presentar cifras
que hacían pensar en una industria fuerte, pero con una dinámica económica
demasiado dependiente de una sola actividad. Al iniciarse la temporada, la pesca
del camarón contaba con 1500 trabajadores de los cuales, 1080 se dedicaban a
labores de extracción y 420 se repartían en astilleros, plantas, fábricas de hielo.
Este mismo reporte decía que la inversión anual de la actividad ascendía a 100
millones de pesos, con un consumo mensual de 600 mil pesos por avituallamiento
y 400 mil pesos por pago de servicios; esto sin contar con los 500 mil pesos de
salarios mensuales.180
La zafra obtenida en la temporada de 1960 no solo fue superior a la de un
año antes, sino que la estabilidad mostrada en los precios en el mundo la hicieron
más lucrativa. Los problemas al interior del sistema cooperativista que retardaron
el inicio de las actividades en octubre de 1960, no fueron impedimento para que el
promedio de producción se igualara e inclusive superara, viajes que reportaban
hasta 10 toneladas llenaron las arcas de armadores y cooperativistas. La
Federación de Cooperativas anunciaba que los pescadores a partir de octubre y
hasta febrero habían ganado un promedio de 6 mil a 8 mil pesos mensuales.181
179 Sin autor, “Condición para la contratación con los armadores”, ESP, 22 de septiembre de 1960. 180 Sin autor, “El porvenir de la pesca ligado a Estados Unidos, ESP, 01 de septiembre de 1960. 181 Ibíd., 01 de septiembre de 1960.
119
Durante la temporada de 1960 la flota mazatleca se encontraba constituida
por 215 embarcaciones, las que lograron una producción aproximada de 9400
toneladas, obteniendo así un rendimiento de 43.72 toneladas por embarcación,
cinco toneladas más que la productividad de la temporada anterior. Por otro lado
existe una situación que debe de ser tomada en cuenta, las cifras proporcionadas
por la oficina de pesca no hacían diferencia entre las diversas variedades de
camarón, por lo que es difícil determinar cuánto de este camarón tenía la talla
necesaria para ser comercializada en mercados extranjeros.
Los primeros dos años posteriores a la primera crisis de la industria
camaronera, trajeron consigo confianza y estabilidad dentro de la industria
camaronera. Aun y cuando se presentaron problemas con las cotizaciones del
producto en el mercado exterior, la industria dio muestras de ser altamente
remunerativa. Se habían dejado de lado los ideales de la “Marcha al Mar”, la
diversificación de actividades aunque necesaria, se encontraba lejos de los planes
de los industriales pesqueros, cooperativas y autoridades.
La cooperativa Marcelo Morales encontró en la diversificación un nicho de
mercado sin competencia dentro de la localidad, tal situación pronto le hizo
sentirse el hermano pobre dentro de la familia cooperativista. En diciembre de
1960 contaba con 28 embarcaciones, la mayoría lanchas, que se dedicaban a la
pesca de escama y tiburón, pese a contar con un mercado seguro al tener
comprometida su producción con Compañía Exportadora e Importadora Mexicana
(CEIMSA),182 los márgenes de ganancias que tenían sus socios, eran irrisorios en
comparación con los socios de las cooperativas camaroneras.183 Por parte de los
industriales, éstos parecían conformes con la idea de pescar camarón; ninguna
voz de armador se dejó escuchar cuando la Dirección General de Pesca dio una
182 CEIMSA fue un organismo dedicado a la comercialización y distribución de los productos agrícolas mexicanos, aparece en el año de 1949 y desaparece a mitad de la década de 1970 dejando en su lugar al sistema CONASUPO. Fuente: Azpeitia Gómez, Hugo, “Compañía Exportadora e Importadora Mexicana, S.A. (1949 – 1958). Conflicto y abasto de alimento”, México, CIESAS, 1994, P. 33. 183Sin autor, “36 millones derrama cada año en Mazatlán la zafra camaronera”, ESP, 20 de diciembre de 1960, p. 4 y 6
120
concesión de 5 años a la empresa americana Star Kits Food INC., para explotar el
atún en la costa del Pacífico mexicano.184
Un par de temporadas de ensueño despertarían la codicia de unos y el
deseo de superarse de otros, tras 10 años de existencia de la industria
camaronera en el puerto de Mazatlán, solo hacía falta una producción magnífica
para que se empezaran a gestar cambios importantes en los sistemas
organizativos de esta, las temporadas de 1961 y 1962, serían el inicio de una
nueva época en la pesca del camarón. Una nueva oleada de armadores tomaban
los lugares vacantes que dejaban algunos arquitectos de esta industria en los
años cincuenta, el cooperativismo cobraría fuerza y dejaría de ser un observador
para convertirse en la principal y a la postre única fuerza motora de la industria
camaronera en Mazatlán.
3.1.2. La paz y la guerra en los años dorados: 1961-1962
Muchos años después, en medio de una industria abatida por la falta de
producción, el desplome internacional de los precios, corrupción, piratería,
armadores que no vivieron esos años y un sistema cooperativista fracturado,
añorarían las dos primeras temporadas de la década de 1960, como la época de
oro de la pesca de camarón en el puerto de Mazatlán.
Al inicio de la temporada de 1961 nadie pensaba en catastróficas bajas de
producción, en temporales que destruyeran de manera parcial la flota, en la
piratería del atún. El único pensamiento de armadores y cooperativistas era el de
una producción en franco crecimiento, no estaban equivocados las dos
temporadas que venideras habrían de romper barrera de las 10 mil toneladas, a
pesar de que representarían una fractura a la relación entre armadores y
cooperativistas.
184 Sin autor, “Empresa Yanqui explotara el atún”, ESP, 23 de mayo de 1961, p.4
121
Después de una temporada histórica, en la que todos habían resultado
beneficiados, armadores y cooperativas no modificaron los contratos e iniciaron
las actividades sobre el mismo acuerdo de la temporada de 1960. Un total de 218
embarcaciones se hicieron a la mar el 15 de septiembre de 1961, con reportes de
que los precios del crustáceo en los Estados Unidos se mantenían altos y
estables, el 85% de la producción del puerto se aseguraba para la exportación, por
lo menos durante el primer mes de capturas.185
La temporada fue inusitadamente buena, y al igual que la anterior cualquier
pronóstico se quedó corto. Salvo por el mes de septiembre de 1961, en el se
trabajo sólo 15 días, se obtuvo un total de 434 toneladas, los siguientes cuatro
meses superaron las mil toneladas. En octubre se pescaron, 1,605 toneladas; en
noviembre la producción fue de 1690 toneladas; en diciembre hubo una zafra de
1,345 toneladas y enero de 1962 arrojó 1,296 toneladas de camarón. Los cuatro
primeros meses de captura habían sumado una producción mayor a las obtenidas
en nueve de las diez temporadas de la década de 1950.186
En una temporada de abundancia solo existió un pequeño problema que
terminó por no afectar.. Tras la creación de la Federación Regional de
Cooperativas y el aumento desmedido de éstas, las cooperativas fuertes de
Mazatlán comenzaron a actuar como un grupo disidente, negándose a colaborar
de manera cercana con el resto del sistema. Las cooperativas Pescadores de
Mazatlán, Ignacio Allende y Crestón de Mazatlán, desconocieron la existencia de
otras cooperativas y argumentaron ineficacia por parte del organismo regulador.
Desde la temporada de 1959 los conflictos fueron recurrentes, sin embargo,
debido a su tamaño, estas cooperativas siguieron siendo el grupo más fuerte
frente al movimiento de los armadores.
Tras 10 meses de capturas la producción total del puerto de Mazatlán era
de 11,035 toneladas de camarón, y sin un desplome de los precios, se convertía
185 Sin autor, “Bajo muy buenos augurios de inicia la pesca camaronera”, ESP, 14 de septiembre de 1961, p. 3 y 5 186 El sol del Pacífico, septiembre - febrero de 1961
122
está en una de las temporadas más remunerativas de la epoca, con un total de
218 embarcaciones el rendimiento fue de 50.61 toneladas por barco. Las historias
de éxito en diferentes empresas ligadas a la actividad era cosa común en los
medios de comunicación, por su parte el sector cooperativista, aunque dividido a
su interior, presentaba signos inmejorables de desarrollo.
La temporada 1961-1962 no solamente fue una de las más lucrativas de
todos los tiempos, sino que además significó la reactivación de una de las
empresas clave en el desarrollo pesquero de la década de 1950. Los astilleros de
Tomás de Rueda, administrados por una empresa paraestatal ante la crisis que
sufrieron en 1958, volvían a manos de particulares. Un grupo de inversionistas
locales en coinversión con la empresa holandesa Dock en Werg - Maatschappig
Wilton - Fijenoord N.V., constituían la empresa denominada Astilleros Unidos del
Pacífico. Bajo la gerencia de Tomás de Rueda, esta empresa llegaría a convertirse
en uno de los astilleros más importantes de América. La participación por parte de
la firma holandesa fue de gran mérito para el desarrollo posterior de la empresa y
de otros astilleros, pues aportaron la capacitación técnica y una inversión por más
de 70 millones en un periodo de 10 años.187
Las congeladoras también se vieron beneficiadas ante el boom de la
producción camaronera, por un lado la Refrigeradora del Noroeste que durante la
década de 1950 fue absorbida por NAFINSA y se transformaba en una
paraestatal, logró dejar atrás sus problemas financieros, convirtiéndose en una de
las empresas más importantes de la industria. Para el año de 1962 la RENO
contaba con 18 embarcaciones propias y prestaba servicio a 47 embarcaciones
más del puerto de Mazatlán, con dos plantas congeladoras que empleaban a más
de 150 mujeres, se volvía en la segunda maquila del puerto.188 De igual manera,
se situaba como punta de lanza en cuanto al trabajo del género femenino dentro
187 Sin autor, “74 millones invertirán en las ampliaciones de los astilleros”, ESP, 21 de julio de 1962, p. 5 188 Sin autor, “Primera congeladora de mariscos, ESP, 30 de enero de 1962, p. 7
123
de la industria pesquera, así, en julio de 1962 la RENO instalaba una guardería,
como una prestación básica para las mujeres que laboraban en sus plantas.189
Perteneciente a miembros de la familia Coppel, la Congeladora del Pacífico
era la principal congeladora del puerto. Con 26 embarcaciones de su propiedad y
con una maquila total de 83 barcos, la Congeladora del Pacífico era una de las
empresas más prósperas de la localidad. Además de emplear a 260 personas en
sus actividades, la Congeladora del Pacífico era líder en cuanto a la innovación
dentro de la maquila del camarón. Luis Felipe Cevallos, presidente de la Cámara
Nacional Pesquera, dio a conocer que con objeto de que el producto mexicano
fuera más competitivo en el mundo se implementaría el IQF (individual quick
Frozen) un sistema de congelamiento que permitía que cada unidad permaneciera
separada de otra al momento de congelarse; la Congeladora del Pacífico sería la
primera en implementar dicho sistema.190
Durante la veda de 1962 existía una sensación de bienestar dentro del
puerto de Mazatlán; el piojillo o la veda,191 nunca habían sido tan tranquilas tanto
para industriales y pescadores como para el comercio, que no resintió tanto el
parón en las actividades Marinas. Unos armadores innovadores que se
encontraban en plena disposición para el desarrollo futuro de la actividad,
apoyaron al gobierno local con una inversión de 3 millones de pesos para la
construcción de un muelle para cubrir mejor las necesidades de la pesca del
camarón.192 De igual manera, en compañía de autoridades federales y armadores
de otros puertos, iniciaron una gira por diferentes países en busca de mercados
que permitieran una diversificación y una independencia del mercado
norteamericano; siendo Francia y después Alemania las dos opciones más
189 Sin autor, “Hijos de empleadas de congeladoras tendrán guardería”, ESP, 18 de julio de 1962, p.5 190 Sin autor, “Crédito mixto y auxilio técnico para impulsar la pesca camaronera, ESP, 26 de junio de 1962, p.5 191 Se conoce como piojillo a la temporada del año en la que no hay pesca, dedicándose los trabajadores a la reparación de las embarcaciones. 192 Sin autor, “Buscan mercado en Europa al camarón”, ESP, 13 de julio de 1962, p.5
124
viables, no obstante, tiempo más adelante Japón sería en el segundo comprador
de crustáceo mexicano.193
El día 7 de agosto de 1962, cuando nadie lo esperaba, se inició una de las
más duras batallas que se habían presentado entre cooperativas y armadores en
la nación. El puerto de Mazatlán, convertido en un referente de la industria
camaronera del país, tendría a los protagonistas de este enfrentamiento. A decir
verdad, dicho conflicto no se extendió por más de 1 mes, sin embargo, los
resultados que traería consigo cambiarían de manera radical la forma de
organización pesquera.
Los primeros días del mes de agosto, bajo un ambiente de aparente calma,
partían a la ciudad de México armadores y cooperativistas a negociar el nuevo
contrato de participación. Por el lado de los armadores, la comitiva estaba
compuesta por: Federico Medrano, Alberto Fuentevilla, Tomás Balderrama, Rafael
E. Domínguez, Ignacio Sánchez, Fernando Carrillo, Héctor Rojas Oriol y Jorge
Coppel; la comisión de parte de los cooperativistas la componían: José Álvarez
García, Francisco Andrade Arreola (futuro armador), Dionisio Castillo León (futuro
armador), Francisco Bernal, Juan Vizcarra, David Rocha Zavala y Juan
Berumen.194
Durante las últimas dos temporadas de la actividad camaronera, el contrato
se venía firmando sobre las mismas bases. Los armadores pagaban a las
cooperativas una cuota determinada por tonelada de camarón, ya que éstas
contaban con la pesca exclusiva del producto. El contrato que acababa de expirar
obligaba a los armadores a pagar $3,041.00 pesos, además de arreglar la
embarcación y avituallarla. Por parte de las cooperativas estaban obligadas a
cubrir el sueldo y la alimentación de la tripulación que iba en las embarcaciones.
Durante los primeros días de negociación contractual, los cooperativistas
dieron una sorpresa, un golpe seco que dejó perplejos al gremio armador. Exigían
una contratación en la que se comprometían a absorber el 50% de los costos de 193 Sin autor, “3 millones y medio será la aportación de los armadores”, ESP, 18 de julio de 1962, p.5 194 Sin autor, “Comenzó el estira y afloja en la contratación de camaroneros, ESP., 07 de agosto de 1962, p.3
125
producción por tonelada y a cambio exigían un 50% de las utilidades brutas de
comercialización. Pasada la perplejidad de las ambiciones cooperativistas, los
armadores hicieron una contraoferta que situaba el beneficio de las cooperativas
en 10% de las utilidades brutas; la respuesta de las cooperativas fue una rotunda
negativa.195 La actitud del sistema cooperativista hacia la nueva contratación se
antojaba lógica después de una temporada tan benéfica como lo fue la de 1960.
Con casi 40 embarcaciones, las cooperativas mazatlecas fueron testigas de los
grandes beneficios que los armadores tenían gracias a las condiciones de los
contratos. La cooperativa Pescadores de Mazatlán hacía del conocimiento público
los márgenes de ganancia que obtenía a través de la renta con armadores y con
embarcaciones propias, las cifras eran abismales; mientras que con los barcos
arrendados a los armadores obtenían una ganancia de $0.45 pesos por kilo, con el
producto pescado por su flota obtenían $7.09 pesos por kilo.196
Llegado el momento de comenzar la zafra, fueron 39 embarcaciones, todas
pertenecientes a cooperativas, las únicas que se hicieron a la mar. Cooperativa
pescadores de Mazatlán con 8 embarcaciones; Pescadores de Mariscos 5; Ignacio
Allende 6; Crestón de Mazatlán 10; Articulo 27 constitucional, 7 y Sinaloa 4.197
Tras un periodo de veda de 2 meses, el retraso de las actividades
pesqueras significaba un duro golpe a la economía porteña e inclusive un duro
golpe a la economía nacional. El Centro Bancario Mazatleco informaba que la
economía del puerto dependía en un 80% de la actividad pesquera y que ante la
paralización de la flota de los armadores las pérdidas en el puerto alcanzaba los 5
millones de pesos diarios.198 Ante una flota cooperativista insuficiente, centenares
de pescadores analizaban la posibilidad de emigrar a pesqueras guatemaltecas
195 Sin autor, “Frente a frente armadores y cooperativistas, hoy”, ESP, 05 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 196 Sin autor, “Será tremendo el colapso económico de prolongarse el conflicto pesquero”, ESP, 18 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 197 Sin autor, “Salen 39 barcos de cooperativas”, ESP., 18 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 198 Sin autor, “Grave considera el centro bancario la paralización de los camaroneros”., 20 de septiembre de 1962
126
que de manera regular contrataban a pescadores de los estados de Chiapas y
Oaxaca199
Las cooperativas presentaban una actitud inflexible frente al conflicto;
actitud que se arraigó ante un comunicado presidencial en el cual se prohibía de
manera terminante firmar el contrato de participación pesquera sobre bases
similares a las anteriores.200 Bajo la consigna de no seguir deteniendo la flota
pesquera, los armadores firmaron el contrato de manera provisional (experimental
dirían los cooperativistas), por periodo de un mes; a la postre el contrato sería
respetado por un periodo de 3 años. Las características de este contrato que
planteaba un nuevo orden en la organización de la industria eran las siguientes:
las cooperativas ganarían $4,500. 00 pesos por tonelada pescada, más el 45% de
las utilidades que resultasen tras el descuento de $17,500. 00 pesos de costos de
producción por tonelada; los armadores obtendrían 55% de utilidades resultante
tras el descuento de $17,500 pesos; los gastos de producción correrían a cargo de
cooperativistas y armadores en las mismas proporciones que sus niveles de
utilidades.201
El mensaje era claro para los armadores: se abría una nueva etapa dentro
de la industria camaronera, pues las cooperativas dejarían de ser un simple medio
para poder explotar el recurso, y se convertirían en un actor fuerte con capacidad
de decisión. Muchos armadores no estaban dispuestos a participar de una
actividad bicéfala y comenzaron a retirar sus capitales de la industria camaronera.
El primero de ellos fue uno de los líderes armadores más respetados: Jorge
Coppel vendió 7 embarcaciones usadas a la cooperativa Crestón de Mazatlán, de
igual forma entró en pláticas con la cooperativa Artículo 27 Constitucional para la
venta de la Congeladora del Pacífico y algunas embarcaciones más.202 De igual
manera, en noviembre de 1962 la familia Coppel dio de baja sus empresas de la
199 Sin autor, “Frente a frente armadores y cooperativistas, hoy”, ESP, 05 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 200 Sin autor, “Grave considera el centro bancario la paralización de los camaroneros”., 20 de septiembre de 1962 201 Sin autor, “55% armadores, 45% cooperativas, ESP, 20 de septiembre de 1962, p. 3 202 Sin autor, “Venderán 50 naves armadores porteños”., 03 de Octubre de 1962, p.5
127
Cámara Nacional de la Industria Pesquera; siendo Congeladora del Pacífico,
Coppel y Cima, Pesquera Altamar, las más importantes.203
Al igual que Jorge Coppel Careaga, muchos armadores dieron un paso al
costado de la actividad camaronera y comenzaron a trasladar sus capitales a otras
actividades que ulteriormente se convertirían en motor de desarrollo de la
localidad. Después de una temporada altamente productiva en ganancias, no era
tan catastrófico retirarse de una actividad prospera, pero con síntomas de
desgaste en las relaciones entre sus principales actores. Por supuesto, no todos
los armadores lo pensaron así, pues hubo los quienes permanecieron en la
industria defendiendo algo que sentían de ellos. Sin embargo, las cartas estaban
tiradas y los intereses se movían a favor de quienes se presentaran como un
grupo más fuerte, ante el nuevo orden en la pesca del camarón, instituciones
nacionales y extranjeras como BANFOCO, Ocean Garden y Crest Importing
Company, ofrecieron apoyo y créditos ilimitados a las cooperativas.204 Los
armadores no serían más los principales actores.
La desbandada de capitales privados de la pesca del camarón en Mazatlán,
pronto comenzó a ser un tema de interés nacional. Para el mes de enero una
comitiva de armadores de Puerto Progreso, de Yucatán, arribaban a Mazatlán con
el objetivo de revisar las condiciones del nuevo contrato y determinar si el retiro de
capitales privados de la pesca del camarón había sido justificado. De no ser así,
los armadores “bochitos” se encontraban en toda la disposición de trasladar la
totalidad de su flota camaronera al puerto sinaloense. Los armadores de Yucatán
plantearon que el recurso era limitado cerca de sus costas y en ocasiones tenían
que trasladar sus embarcaciones hasta el Pacífico por un poco de producto. De
esta manera, si la pesca de camarón, bajo el nuevo contrato no significaban
pérdidas para ellos, sería mucho más remunerativo dadas las cantidades de
producción del Golfo de California.205
203 Sin autor, “Pierden brújula los camaroneros”, ESP, 04 de Noviembre de 1962, p.3 204 Sin autor, “Teacapan será acondicionado como gran centro pesquero”, ESP, 19 de Noviembre de 1962, p.3 205 Sin autor, “Armadores boshitos se trasladaran a nuestro puerto”, ESP, 13 de enero de 1963, p.5
128
Del mismo modo, la delegación de Salina Cruz, de la Cámara Nacional
Pesquera, ofreció en conjunto con el gobierno del estado de Oaxaca condiciones
ventajosas para que los armadores disidentes del puerto mazatleco trasladaran
sus inversiones hacia aquel puerto. El siempre ambiguo movimiento cooperativista
del puerto oaxaqueño (nunca presento una postura homogénea a favor o en
contra de armadores y cooperativistas) ofrecía mejores condiciones de contrato
para estos armadores.206
Dentro de las repercusiones en la nación, la de Manzanillo fue la más
sobresaliente. Ante la partida de los armadores mazatlecos, los industriales del
puerto de Manzanillo decidieron hacer un traspaso total de su flota camaronera; de
esta forma Colima se convertía en el primer estado de la Republica Mexicana en
el cual las cooperativas controlarían de manera total las capturas del camarón,
adelantándose casi 20 años al traspaso de la flota en 1981.207
La temporada de 1962-1963, sería recordada por el parcial traspaso de la
flota y el avance de las cooperativas en cuando al aprovechamiento de la especie
del camarón. Paradójicamente, esta sería la temporada de más producción en la
historia del puerto de Mazatlán. Al no presentarse una seria baja en los precios del
mercado internacional, salvo por los últimos meses de captura, la temporada de
1962 se convertía en un hito que jamás podría alcanzar de nuevo la flota
mazatleca. Con un total de 298 embarcaciones que entrarían en actividad una
quincena después de levantada la veda, se logró una captura de 11,480 toneladas
de camarón, superando en 400 toneladas la temporada de 1961. Inclusive fue
durante esta temporada cuando se impone el récord de pesca en un solo mes:
octubre de 1962 arrojó una producción de 2,181 toneladas, mientras que el mes
de diciembre dio un producto de 2029 toneladas de camarón; en comparación con
el año anterior la producción fueron de 1605 toneladas y 1690 toneladas
respectivamente. Un promedio de 38.52 toneladas por embarcación permitió a las
cooperativas y a los armadores que no se retiraron obtener ganancias
extraordinarias. Solo las cooperativas volverían a tener niveles similares de 206 Sin autor, “Culpan a la fumigación de la pérdida del camarón”, ESP, 22 de marzo de 1963, p. 3 207 Sin autor, “Cooperativa de Colima adquieren 70 barcos”, ESP, 23 de junio de 1963, p.5
129
ganancia, ya que este año marca un punto de partida en cuanto al crecimiento de
la flota cooperativista.208
3.1.3. Crónica de una lucha anunciada:1963-1965
La temporada de 1963 no podía empezar de otra forma sino con un severo
enfrentamiento entre cooperativas y armadores. La firma del contrato de
participación fue ambigua en cuanto al tiempo que estaría vigente. Mientras que
los armadores argumentaban que durante las negociaciones se había llegado al
acuerdo de que el contrato sería revisado tras un año de capturas, los
cooperativistas aseguraban que la contratación se había hecho bajo una base de
3 años. Lo cierto es que dentro del contrato nunca quedó estipulada una revisión
del año de capturas, y los armadores estaban legalmente imposibilitados dado que
la revisión se pactó bajo palabra y no mediante un recurso jurídico.
Julio por su parte se convertiría en el mes de los argumentos dispares, pues
las constantes acusaciones entre armadores y cooperativas eran cada vez más
graves. A la luz de un movimiento cooperativista fuerte, los industriales
aseguraban que no pretendían que se cambiaran las condiciones contractuales de
la pesca, sino que se hicieran cumplir. Fausto Rodríguez, dirigente local de la
Cámara Nacional de la Pesca, planteaba las que condiciones del contrato no se
llevaban a cabo y en lugar de recibir utilidades 45% cooperativa y 55% armadores
como estipulaba el contrato, las cooperativas se estaban llevando un 56% de
utilidades contra un 44% de los armadores, motivo por el cual consideraban injusto
que no se revisaran los mecanismos sobre los cuales se cimentaba la
contratación.209
Por su parte, las cooperativas aseguraban que pese a que los armadores
no respetaban el contrato, estaban dispuestas a proseguir durante tres años más
con las condiciones contractuales planteadas en 1962. Los principales líderes
208 Ibíd., octubre de 1962 – agosto de 1963. 209 Sin autor, “El problema es si habrá reforma al plan pesquero”, ESP, 10 de Julio de 1963.
130
cooperativistas adujeron que teniendo ellos la obligación de aportar 45% de los
gastos de producción por tonelada, los gastos en los que estaban incurriendo
representaban más del 50%, haciendo un llamado a industriales y autoridades
para que realizaran auditorías y corroboraran esta información.210
Tras incontables reuniones y discusiones entre ambos bandos, los
cooperativistas salieron airosos de esta primera lucha: el contrato de pesca no fue
modificado, sin embargo, después de 4 años de bonanza los problemas en la
pesca de camarón comenzarían a llegar como una gran avalancha. Al inicio de la
temporada de 1963, el mercado de los Estados Unidos sufrió un conato de
desplome. Las exportaciones de países como El Salvador, Paquistán, Irán,
crearon un exceso de almacenaje dentro de las bodegas de los comercializadores
americanos; estas prácticas de dumping por parte de los industriales americanos
hacían factible la especulación con el camarón y sus precios dentro de los Estados
Unidos.211
La temporada de 1963, como después ocurrió en 1964 se presentarían
como unas de las más violentas en cuanto a la relación cooperativa y armadores.
Al no llegar a una renegociación del contrato los armadores comenzaron a
utilizarlo en contra de las cooperativas. Tomás Balderrama, uno de los
empresarios más activos de la industria dio uno de los primeros golpes al
cooperativismo. Amparado en la cláusula octava del contrato de participación,212 el
armador mazatleco cargó dentro de las ganancias de la cooperativa Nicolás Bravo
las diferencias del camarón de rezaga y del camarón de mala calidad, motivo por
el cual la cooperativa recibió $6,644. 00 pesos menos que en una liquidación
normal.213
210 Sin autor, “Exigirán las cooperativas la vigencia del contrato por 10 años”, ESP, 09 de Julio de 1963, p.5 211 Sin autor, “Descontrol ante el dumping camaronero”, ESP, 23 de Septiembre de 1963, p.5 y 7 212 La clausula octava del contrato de participación dice: El camarón que capture la cooperativa lo entregara al armador en el puerto de embarque, en estado natural, verde, fresco, limpio, sin manchas, descabezado y en perfecto estado de conservación y empaque en la planta que el mismo armador elija para su procesamiento. Los propietarios de las embarcaciones se niegan a aceptar camarón de calidad mediana y rezaga natural que en todos los viajes se produce. 213 Sin autor, “Aplicando el contrato presionan los armdores”, ESP, 10 de Octubre de 1963, p. 5 y 7
131
El segundo golpe vendría de la mano de los armadores dueños de
congeladoras, pues tras una serie de negociaciones cooperativas y armadores de
los estados de Oaxaca y Guerrero, aceptaron la oferta de maquilar su producto en
las congeladoras mazatlecas. Este se convertía en un problema para las casi 100
embarcaciones de los cooperativistas, ya que era un hecho probado que la
capacidad de las congeladoras locales era insuficiente inclusive para la propia
flota porteña. Las cooperativas de Mazatlán se verían seriamente afectadas
debido a que los armadores anunciaban una preferencia de descarga por sus
socios comerciales del sureste del país.214
La reacción de las cooperativas ante tales situaciones fue radical. De orden
de la Federación Regional de Cooperativas, ninguna embarcación arrendada
debía de traer camarón chico. La sorpresa de los armadores fue grande al ver que
las cooperativas comerciaba el camarón chico con los “coyotes”, previo a su
entrada al puerto. Las cooperativas tenían una ganancia mayor, mientras que
armadores y fisco se veían severamente afectados. En vano los armadores
apelaron a la moral de los pescadores tachándolos de prácticas desleales. Los
mercados de Jalisco, Chihuahua, Coahuila, Durango y el propio mercado local
recibieron el producto de las relaciones entre coyotes y cooperativistas durante
mucho tiempo más.215
Pese a que la producción de 1963 no fue mala partiendo de productividad
por barco, se tornó difícil debido a los adeudos que las cooperativas habían
adquirido tras el parcial traspaso de la flota camaronera. Sin tener la producción
total de la flota mazatleca durante la temporada de 1963, se tiene que durante los
primeros meses de pesca, esta se mantuvo en los promedios que las dos
temporadas anteriores. Una zafra de 5,734 toneladas en los meses que van de
septiembre a diciembre arrojó un rendimiento por embarcación de 19.11 toneladas
por embarcación. La siguiente tabla muestra la producción y productividad por
embarcación para el mismo periodo de tiempo de las últimas temporadas.
214 Sin autor, “Ofrecen los armadores sus congeladoras y sus servicios a las flotas foráneas”, ESP, 15 de Octubre de 1963, p.5 y 7. 215 Sin autor, “Lenta pero firme la recuperación camaronera”, ESP, 05 de Diciembre de 1963, p.5
132
Tabla 17. Producción camaronera septiembre - diciembre 1958-1963
Año Producción Flota Productividad por barco 1958 2446 ton. 180 13.58 ton. 1959 2339 ton. 185 12.58 ton. 1960 3644 ton. 215 16.94 ton. 1961 4729 ton. 218 21.69 ton. 1962 5860 ton. 298 19.66 ton. 1963 5734 ton. 300 19.11 ton.
Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1958-1963
Como se observa en la tabla anterior, las capturas de la temporada de
1963, durante sus primeros 4 meses, se mantuvieron por encima de temporadas
como la de 1961 en la que se pescaron más de 11 mil toneladas, motivo por el
cual no se puede calificar de malo el desempeño de la flota durante este año. En
un plano de especulaciones, se cree que la temporada 1963 superó las 10 mil
toneladas, ya que no existen indicios de que se diera un desplome en la
producción, salvo la caída de los últimos meses que se presentaba de manera
generalizada en todas las temporadas. Si bien es verdad que los armadores
decidieron parar las actividades de la mitad de flota en el mes de mayo, barcos de
cooperativas rendían de 2 a 3 toneladas de producto en el mes de junio.216 Pese a
esto, la industria camaronera entró en una fuerte crisis al finalizar la temporada.
En primer lugar,, se tiene que el comportamiento del mercado de Estados
Unidos fue muy inestable durante toda la temporada. Un fenómeno de
especulación fueron los precios del camarón, así como un aumento de exportación
de producto de otros países, impidieron un mercadeo homogéneo de la
producción. Con un sector industrial apático y resentido, las cooperativas
nacionales comandadas por las de Mazatlán buscaron una diversificación de los
mercados sin tener mucho éxito. Misiones comerciales al Canadá, Alemania y
Japón, no rindieron los frutos esperados y el camarón siguió sujeto a las
fluctuaciones del mercado americano217
216 Sin autor, “32 millones pidieron las cooperativas de Mazatlán”, ESP, 02 de Junio de 1964, p.7 217 Sin autor, “Buscan nuevos y más amplios mercados a nuestro camarón”, ESP, 01 de Febrero de 1964, p.5
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En segundo lugar, los adeudos que las cooperativas adquirieron con el
BANFOCO tras el retiro masivo de armadores, impidieron la aprobación de
nuevos créditos que se precisaban para el avituallamiento y reparación de las
flotas, así como para los préstamos que durante el piojillo hacían a sus socios.
Diversas e inútiles fueron las gestiones de las cooperativas locales por percibir
una extensión en las líneas de crédito por parte del BANFOCO. La banca local
pertenecía al gremio de los armadores y no fue una opción para poder financiar su
situación. Por último,, un intento con el Banco de las Américas para hacerse de
toda la flota de armadores terminó por no fructificar y hundir a las cooperativas en
su primera gran crisis.218 Las cooperativas de Mazatlán habían pasado 20 años
siendo los desposeídos de la actividad y cuando llego el momento de hacerse de
sus propios medios de producción, no fueron favorecidos por buenas temporadas.
Sin embargo, el principal problema que la actividad presentó durante esta
temporada fueron los ataques constantes entre armadores y cooperativas. La
zafra camaronera finalizó bajo el mismo fuego cruzado con el que comenzó. En
mayo de 1964, sumergidas en una crisis atroz y como respuesta a la paralización
de 100 embarcaciones de armadores por la escasa producción, las cooperativas
anunciaban que retiraban las compras de suministro a los negocios propiedades
de armadores retirados de las actividades. Uno de los primeros afectados fue
Fernando Carrillo quien fue privado del derecho de tramitar los despachos de las
90 embarcaciones propias de las cooperativas.219
Como se hizo costumbre durante esa temporada, a cada ataque de un
bando, la respuesta del otro era aun mayor. Molestos por los perjuicios contra su
gremio y argumentando que las cooperativas se encontraban en franca jornada
por hacerse de toda la flota y eliminarlos del negocio, los armadores alcanzaron el
límite de la deslealtad en cuanto a las agresiones. Utilizando sus influencias y
proximidad a las empresas exportadoras, se embarcaron en una empresa que
tenía la finalidad de derrumbar los precios que en el mercado de Estados Unidos
218 Sin autor, “Lenta pero firme la recuperación camaronera”, ESP, 05 de Diciembre de 1963, p.5 219 Sin autor, “Tramitaran un crédito para comprar la flota camaronera y reorganizaran las coopertivas, ESP, 18 de Mayo de 1964, p.5
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se ofrecían por el camarón regional.220 Pese a que no fueron secundados por
dichas empresas, el armador comenzaba a mostrar síntomas de desquiciamiento.
La idea de quemar las naves con el objetivo de destruir a las cooperativas locales,
era una situación muy radical.
La situación de los pescadores era precaria. Ante la paralización de una
parte de la flota y el desplome de los precios, 1,300 familias mazatlecas se
encontraban en serios problemas económicos. Apoyos de despensa por parte de
los Estados Unidos se repartieron dentro de las colonias de pescadores: Benito
Juárez, Gabriel Leyva, Montuosa, Lázaro Cárdenas, Venustiano Carranza, Isla de
la Piedra, Rancho el Venadillo, Cañonero Tampico y Cerro de la Nevería. Fueron
beneficiados con un aproximado de 50 a 60 toneladas de víveres por mes.221 La
situación se volvía insostenible y el gobernador, Enrique Pérez Arce, tuvo que
hacer un llamado a la cooperación. Advirtiendo a los armadores que si no
cambiaban sus procedimientos en el trato con las cooperativas entonces nada
tenían que hacer en el negocio de la pesca.222
La temporada de 1964 trajo tranquilidad a la industria pesquera, pues si
bien la producción fue menor que en la temporada de 1963, no existieron cambios
radicales de los precios del camarón dentro del mercado de los Estados Unidos.
Por este motivo las 8,500 toneladas de camarón que fueron capturadas a través
de aproximadamente 300 embarcaciones no fue un mal negocio para la industria.
Armadores y cooperativistas no iniciaron la temporada de pesca enfrascados en
problemas contractuales, y si a eso sumamos las advertencias que el gobernador
hizo a los armadores, se puede decir que el año pesquero no presentaría
sobresaltos hasta llegada la siguiente veda, cuando se revisaría de manera oficial
el contrato de participación. La crisis camaronera de 1963 demostró que no
bastaba un aumento extraordinario de la producción y desnudó a la industria como
una actividad frágil y dependiente. De nuevo se hizo presente el fantasma de la
falta de diversificación en la pesca.
220 Sin autor, “Quieren los armadores que E.U. pague menos, ESP, 04 de junio de 1964, p.5 221 Sin autor, “Mala pesca y altos impuestos hunden a 1,200 familias”, ESP, 04 de junio de 1964, p.5 222 Sin autor, “Autopropician la inestabilidad en la industria de la pesca, ESP, 25 de julio de 1964, p.5
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El Gobierno Federal fue el primero en dar un paso adelante ordenando la
construcción de 3 barcos atuneros dentro de los Astilleros Unidos del Pacífico. Las
gestiones de la construcción se hacieron a través de BANFOCO, Nacional
Financiera y la Comisión Consultiva de Pesca. En la misma tónica de
diversificación y modernización de la flota camaronera, la Refrigeradora del
Noroeste recibe créditos para la construcción de 10 barcos camaroneros y 1 barco
atunero. La tripulación de los barcos atuneros sería extraída de la actividad
camaronera y recibiría adiestramiento en embarcaciones de Estados Unidos.223
Por el lado del gremio cooperativista, la sociedad cooperativa Marcelo
Morales había encontrado en la pesca de escama y de caguama una manera
menos lucrativa, pero más segura, de mantener una buena situación financiera.
Durante la temporada de 1964 esta cooperativa pescó 552 toneladas de caguama
que fueron procesadas dentro de una pequeña congeladora propia.224 Hacia el
final de la temporada las cooperativas camaroneras enviaban embarcaciones a las
Islas Socorro para medir la factibilidad de en la pesca de langosta y totoaba.225
Como otro medio para la diversificación, las mismas cooperativas probaban en los
Talleres Reynoso maquinaria que permitiera triturar a bordo la fauna de
acompañamiento. La harina de pescado era normalmente utilizada como forraje,
fertilizante y en productos para la alimentación humana. Inversiones de 150 mil
pesos permitirían a las cooperativas tener entradas de dinero extra.226
El fin de la temporada de 1964 significaba la llegada de una hora marcada.
Una tensa calma por la nueva contratación comenzó a sentirse dentro de la
actividad desde los primeros meses del año. Diferentes rumores se dejaban
escuchar en los sitios comunes de armadores y cooperativistas. Los industriales
planteaban que de seguir la contratación bajo las mismas características
abandonarían de manera definitiva la actividad; por su parte las cooperativas
planteaban la idea de ir por un contrato más benéfico que les permitiera obtener
223 Sin autor, “A cambio de camaron, la industria atunera, ESP, 05 de julio de 1964, p.5 224 Sin autor, “Se industrializaron cerca de 551 toneladas de carne de caguama en Mazatlán; veda”, ESP, 06 de mayo de 1965, p.5 225 Sin autor, “cooperativas proyectan diversificar pesca”, ESP, 21 de mayo de 1965, p.7 226 Sin autor, “Probaran un triturador de pescado”, ESP, 10 de junio de 1965, p.5
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no las utilidades de la venta de producto, sino el producto en especie para contar
con la capacidad de negociarlo en el mercado al mejor postor.
Lo cierto es que una Cámara Industrial Pesquera renovada nombraba a
cinco armadores del país que serían los encargados de dirigir las negociaciones.
Los industriales de Salina Cruz fueron excluidos, acusados de tibieza y deslealtad
al gremio. Dichos miembros de la cámara fueron, Federico Medran, Tomás de
Rueda Coppel y Jesús Cevallos, del puerto de Mazatlán: Ernesto de Cima y Víctor
Vielldent, del puerto de Guaymas y por ultimo Francisco Higuera de Puerto
Peñasco.227
La situación fue idéntica a la de dos años atrás. Trabadas y violentas fueron
las negociaciones de ambos bandos y diferentes las formas de reaccionar ante tal
situación. La falta de contratos originó que los armadores comenzaran tarde la
reparación de sus barcos. La dinámica económica de la pesca se veía fracturada,
chinchorrero, pintores, ferreterías, talleres y abarrotes de avituallamiento,
quedaron en espera de la época fuerte del año para ellos, generando un
desequilibrio económico muy severo en el puerto.228 Llegado el inicio de la
temporada, no existía una negociación clara y al igual que dos años atrás, la flota
de armadores no salió a la zafra. En las costas del Pacífico mexicano solo las
embarcaciones de armadores de Salina Cruz se hicieron a la mar. 200
embarcaciones del puerto de Guaymas, 150 del puerto de Mazatlán y 150 de los
puertos restantes permanecieron paralizadas por más de quince días. El cinco de
octubre del año de 1965, los armadores perdieron toda resistencia, firmando un
contrato que en su mayoría había sido impuesto por los cooperativistas; en ese
momento, lo único que se sabía sobre la contratación es que tendría una vigencia
de 7 años. Todo parece suponer que el contrato se firmó sobre la misma base del
227 Sin autor, “Descartaron a los de Salina Cruz”, ESP, 13 de Junio de 1965, p. 3 228 Sin autor, “Treinta barcos dedicaran los armadores a la pesca de especies de escama”, ESP, 22 de Julio de 1965, p.5
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anterior, solo que esta vez las cooperativas contaban con más del 50% de las
utilidades.229
Las repercusiones de la paralización no fueron pocas, sin embargo las
cooperativas implementaron medidas mucho más eficientes para combatirla. A
esto hay que sumarle que dos temporadas atrás al momento de la paralización las
cooperativas contaban con 39 embarcaciones, mientras que en esta temporada su
flota se componía de 100 embarcaciones aproximadamente. La ocupación de
siete tripulantes por nave y una rotación de tripulación en las embarcaciones,
fueron la principal arma contra el paro de las naves propiedad de los
armadores.230 Para estos últimos la situación fue diferente, pues el estancamiento
parcial de sus inversiones significaban grandes pérdidas. Gran número de
congeladoras se encontraban sin actividad, provocando una alta tasa de
desocupación, afectando no solo a los armadores sino a gran parte de la
población porteña. La pesca de alta mar entraba en un círculo vicioso que muchos
no estaban dispuestos a padecer, por lo que una segunda ola de armadores
disidentes apareció durante esta temporada. Armadores de muchos años en la
actividad como la familia Fuentevilla, Cevallos y Coppel decidieron retirarse al
finalizar la temporada. Las cooperativas se anotaban un nuevo triunfo, y poco a
poco se iban deshaciendo de los peces gordos de la industria camaronera del
puerto de Mazatlán.231
Una temporada que significó el retiro de por lo menos 70 embarcaciones de
armadores y el ascenso de las cooperativas como grupo de poder en la industria
camaronera llegaba a su fin. Con una producción de 7,798 toneladas de camarón
y una flota de 298 embarcaciones, el rendimiento por barco de la zafra fue de
26.16 toneladas. Estabilidad en los precios y un estado financiero menos
comprometido, convertían a esta en una temporada magnífica, por lo menos para
los cooperativistas. El problema de la contratación quedaría resuelto por un largo
229 Sin autor, “Aun permanece inactiva la flota pesquera de los armadores locales”, ESP, 05 de Octubre de 1965, p.5 y 7 230 Sin autor, “Sistema rotativo para tripular barcos”, ESP, 17 de Septiembre de 1965, p.5 231 Sin autor, “Captura de una ton. diaria de camarón”, ESP, 21 de Abril de 1966, p.5
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periodo de tiempo, mientras los armadores que permanecieron dentro de la
industria tenían la seguridad de que las cooperativas no intentarían
desaparecerlos de la industria.
3.1.4. Adiós a las armas……y a la especie también: 1966-1968
Al iniciar la temporada de 1966 nadie extrañaba una actividad
convulsionada por los enfrentamientos entre los principales actores. La temporada
anterior, que terminó con un singular intento de nacionalización de la industria
camaronera a través del BANFOCO, había traído nuevas esperanzas a la
actividad.232 La producción de los dos primeros meses de labores había
presentado un aumento de 31% en relación con la temporada anterior; esta
tendencia se mantendría estable durante toda la temporada, por lo que al final de
esta, la producción fue de 8,657 toneladas de camarón contra 7,798 de la zafra
anterior. Un crecimiento del 11% en la producción sumado a la falta de conflictos
internos y un mercado internacional estable, situaban a la actividad camaronera
como el eje sobre el cual se dinamizaba la economía del puerto.
La temporada de 1966 sería la última en un periodo de 10 años, y al pasar
la cifra de 8 mil toneladas capturadas el ciclo reproductivo del camarón sufriría
trastornos imposibles de determinar. Tales variaciones llevarían a una flota de más
de 320 embarcaciones a tener una producción de 4311 toneladas en una
temporada de pesca. Los intentos por modernizar la flota camaronera y por
diversificar la pesca se presentaban desde diversos frentes. El puerto de
Mazatlán, que geográficamente cuenta con un lugar privilegiado dentro del
Pacífico mexicano, acaparó la intención de diferentes firmas europeas, que
ofrecían créditos y tecnificación de la industria, de instalar en el puerto un
complejo industrial atunero. Polonia y Yugoslavia fueron los primeros países que
ofrecieron créditos que se amortizarían con producción.233 Más tarde, firmas
francesas apoyadas por su gobierno realizaron una visita al puerto con fines de 232 Sin autor, “Ni con sus corifeos la lleva bien el gerente de BANFOCO”, ESP, 11 de Mayo de 1966, p.5 233 Sin autor, “Atractiva proposición pesquera Yugoeslava”, ESP, 26 de enero de 1967, p.5
139
financiar el desarrollo de la industria atunera; estas firmas ofrecían además de un
crédito por 475 millones de pesos, asesoría técnica que permitiría al puerto de
Mazatlán desarrollarse de una manera diversificada y sustentable.234
Por parte de los industriales locales, esfuerzos similares comenzaron a
registrarse. Miembros de la familia Cevallos, mismos que habían retirado sus
inversiones de la pesca del camarón, realizaron un viaje por las costas francesas y
africanas con objeto de estudiar el desarrollo pesquero. A su regreso, planteaban
que la riqueza del puerto de Mazatlán era mucho mayor que la de los principales
puertos industriales-pesqueros del mundo. Poco tiempo después sería la familia
Cevallos la pionera de la industria atunera.235
Por último,, y con el mismo objetivo de diversificar la actividad, los
industriales y cooperativistas mazatlecos establecieron relaciones comerciales con
pesquerías de Japón, que les permitirían diversificar los mercados y dejar de lado
la dependencia que se tenía con el mercado de los Estados Unidos. La empresa
japonesa Musia Japan estaba dispuesta a comprar 3 mil toneladas de camarón
por año, así como instalar una planta congeladora dentro del puerto, ya fuera
terrestre o flotante, y pagar el precio de transportación. Además de esto, la planta
ofrecía un precio estable y en esos momentos más elevado que las cotizaciones
dentro de los Estados Unidos.236
¿Para qué se necesita un mercado equilibrado, cuando el huracán Belauh
puede destruir a la competencia nacional? El mercado camaronero en los Estados
Unidos era tan competido por los productores del Pacífico y del Golfo de México,
que el paso destructivo que tuvo el huracán Belauh por los estados pesqueros de
la costa este de México fue la mejor noticia que pudo recibir el gremio camaronero
mazatleco. El huracán Belauh de quinta categoría en la escala Saffir-Simpson
había a afectado a las flotas e instalaciones productivas de los estados mexicanos
de Yucatán, Campeche, Veracruz, Tamaulipas, de igual forma su onda destructiva
234 Sin autor, “Mazatlán, punto clave de empaque pesquero”, ESP, 10 de junio de 1967, p.7 235 Sin autor, “Promisorio futuro tiene la pesca de escama”, ESP, 16 de julio de 1967, p.5 236 Sin autor, “Japón, contrapeso al dumping camaronero”, ESP, 18 de julio de 1967, p.5
140
se extendió a las costas de Texas paralizando las actividades de captura por lo
menos un mes. Si a esto sumamos que los niveles de pesca de camarón azul
dentro de las costas de Sinaloa habían aumentado de manera considerable, no
existía mejor panorama para el inicio de la temporada para la flota mazatleca.237
A diferencia de otras temporadas, el camarón empezó a escasear con
mucho tiempo de anticipación a la veda. Los últimos viajes de captura se volvieron
incosteables, por lo que tanto cooperativas como armadores optaron por
incorporar embarcaciones a la pesca de escama, actividad en la que si bien la
ganancia no era tan grande por no ser un producto de exportación, permitía
mantener niveles de ocupación altos, reduciendo las consecuencias del “piojillo”.
Ante la disminución en la producción de este año, las autoridades federales
ampliaron el calendario de veda durante 15 días, por lo que la temporada de 1968
comenzaría el primer día de octubre.238
La temporada de 1967 había sido la de menor producción en nueve años,
por lo que las ganancias extraordinarias obtenidas a principio de temporada
debido a las condiciones de la flota del Golfo ayudaron a minimizar este problema;
sin embargo, las bajas en la producción que se darían hasta mitad de la década
de 1970 no contarían con la misma suerte. La temporada de 1967 terminaba con
una producción de 7,070 toneladas de camarón, y con una flota aproximada de
302 embarcaciones, la productividad por barco fue de 23.41 toneladas.
Existen diversas maneras de evaluar el éxisto o fracaso de una temporada.
En diciembre de 1968, tras años de acusar incosteabilidad, la Congeladora del
Pacífico cerraba de manera definitiva sus operaciones.239 En enero, tras un inicio
de temporada desastroso en cuanto a la captura de camarón, cooperativas y
237 Sin autor, “Magnifico panorama ofrece la pesca de alta mar”, ESP, 26 de septiembre de 1967, p.5 238 Sin autor, “Hasta el 1 de octubre se levantara la veda en alta mar”, ESP, 10 de agosto de 1968, p.5 239 Sin autor, “Congeladora del Pacífico va a cerrar por incosteabilidad”, ESP., 10 de diciembre de 1968, p. 5 y 7
141
armadores consideraban el paro total de las actividades. Una veda de más cinco
meses significaría una crisis para el puerto como nunca se había visto antes.240
Para el mes de febrero, la industria camaronera estaba totalmente
desquiciada. Al cierre de la Congeladora del Pacífico, le siguieron despidos
masivos de otras congeladoras, la Refrigeradora del Noroeste en manos del
Gobierno Federal no fue la excepción, y en ese mes se desprendía de 36
trabajadores.241 El mes de febrero se convertía en el de peor producción en los
últimos diez años. Las congeladoras en conjunto lograron una captura de 203
toneladas: RENO, con una maquila de 110 embarcaciones, produjo 104 toneladas;
Refrigeradora Mexicana con una maquila de 30 barcos, 44 toneladas; por último,
la Congeladora Unión, con una flota de 5 barcos, obtuvo 55 toneladas.242
La pesca de camarón en el puerto de Mazatlán encontró en la temporada
de 1968 el inicio de una crisis que se extendería hasta nuestros días. Con una
producción de 5,297 toneladas y una flota de casi 280 embarcaciones, la
productividad por barco había sido de 18.91 toneladas. La actividad camaronera
comenzaría un largo peregrinar que duró más de una década y terminaría en 1982
con el traspaso de la flota de armadores a las cooperativas. La segunda década
de producción camaronera a gran escala dentro del puerto de Mazatlán había
llevado a la actividad a un agotamiento productivo y organizacional del que nunca
podría salir.
3.2. Reproducción de las condiciones de la economía camaronera 1959 - 1968.
3.2.1. Reforzamiento Tejido Productivo pesquero, nuevas inversiones en la pesca
del camarón: 1959 – 1962.
240 Sin autor, “En pleno derrumbe la temporada camaronera y de escama en alta mar”, ESP, 19 de enero de 1969, p.5 y 7 241 Sin autor, “Muy aguda la crisis pesquera”, ESP, 06 de Febrero de 1969, p.5 242 Sin autor, “Notable baja en la recaudación de impuesto por pesca”, ESP, 02 de Marzo de 1969, p.5
142
La crisis de la industria camaronera durante periodo de 1956 a 1958 inhibió
de manera considerable las nuevas inversiones en este rubro. Sin embargo, las
condiciones de la flota camaronera que se desarrollaron durante el periodo
mencionado requerían una nueva inversión de capitales, que fueran destinados
tanto a la modernización de la flota como al desarrollo de un encadenamiento
productivo más consolidado. Es verdad que la estructura productiva y organizativa
que se había logrado construir alrededor de la pesca del camarón era suficiente
para sustentar las actividades un tiempo más. Por otro lado, la aparición de
tecnologías más modernas, una necesidad imperiosa de diversificación en las
actividades de extracción, eran aspectos que debían de salir del desarrollo de la
propia industria.
El año de 1959 representó un punto de inflexión dentro de las inversiones
hechas a la economía pesquera en el puerto de Mazatlán, motivados por un
repunte en la producción un nuevo flujo de inversiones llegó a la actividad
alcanzando su máximo nivel en el año de 1962.
Al igual que en el año de 1950 las inversiones se encargaron no solamente
de sustentar los medios productivos de extracción, en este caso la flota pesquera,
sino que además se dio la aparición de un número importante de empresas
conexas que le permitieron desarrollarse como un pequeño distrito capaz de
generar un encadenamiento empresarial y económico en torno a una misma
actividad, haciendo de la pesca del camarón una actividad altamente
remunerativa. La diversificación empresarial constituyo una de las necesidades
básicas de la industria camaronera, pese a no contar con una empresa central que
funcionara como eje articulador de un número de empresas más pequeñas. Las
PYMES243 que componían el sistema pesquero y en especial de la pesca de
camarón, funcionaban como una red cohesionada capaz de sortear las diferentes
vicisitudes que se presentaran para la actividad en su conjunto. Sobre el papel de
243 Las pequeñas y medianas empresas se pueden definir como el punto medular del tejido productivo de cualquier país o región. Pese a no ser empresas de gran tamaño, cuentan con todos los atributos de una empresa tradicional. Muchas de las innovaciones de carácter organizativo que se presentan en las grandes empresas tiene sus raíces en los modelos de organización que se presentan en las PYMES. Gran parte de que se les considere parte fundamental de la dinámica económica es su generación intensiva de empleos.
143
las pequeñas y medianas empresas dentro de los procesos del desarrollo local,
Vázquez Barquero plantea que lo determinante para el crecimiento económico no
es la dimensión de las empresas sino la formación de sistemas de empresas, de
redes de empresas, que permiten economías de escala y de alcance y reducir los
costes de transacción.244
El sistema cooperativista era fuerte al principio de la década de 1960, sin
embargo, no contaba con la estructura necesaria para convertirse en el eje sobre
el cual girara la reproducción de las condiciones del tejido productivo local. De
esta forma, los empresarios de nuevo se posicionaron como la punta de lanza en
la promoción del crecimiento sectorial. Las inversiones dentro de las actividades
relacionadas a la pesca por parte de la iniciativa privada, fueron de
aproximadamente $67,720, 000. 00 de pesos245, esto solamente en lo referente a
la constitución de empresas.
La Cámara de Comercio de Mazatlán, estimaba para el año de 1961 que el
gasto de una embarcación por año fluctuaba entre los 70 mil y 100 mil pesos.
Estos gastos se hacían en salarios, avituallamiento, refacciones, pago de
servicios, por lo que las inversiones por año de una flota camaronera de 200
embarcaciones, llegaba a ser de 15 millones de pesos aproximadamente.246 De
igual manera no se contemplan aquí las inversiones que se hacían por parte del
sistema de cooperativas. Si bien, la mayoría de las operaciones que éstas
realizaban se hacían a través de embarcaciones arrendadas a los armadores, los
quienes corrían con todos los gastos. Las cooperativas cada vez contaban con
una flota más grande, por lo que el promedio de inversión aumentó con la
construcción de embarcaciones propias.
Entre los años de 1959 y 1962 se constituyeron en el puerto de Mazatlán un
total de 82 empresas relacionadas con el sistema productivo pesquero. De estas
empresas, la mayoría se encontraba encaminada a actividades relacionadas con
244 Vázquez Barquero, Antonio. Desarrollo, redes e innovación: Lecciones sobres el desarrollo endógeno, 1999, España, Pirámide. P.43. 245 RPPMAZ, 1959– 1962. 246 Sin autor, “Compraran dos barcos más con crédito de un millón”, ESP, 11 de agosto de 1961, p.5
144
la pesca del camarón. Aun y cuando la necesidad de la diversificación pesquera
era una realidad en este lugar, durante este periodo no se presentó un aumento
considerable de las actividades relacionadas con la pesca de otras especies. Fue
la cooperativa Marcelo Morales la principal institución encargada de la pesca de
escama, por parte de la iniciativa privada es difícil determinar hacia que éspecie
encaminaban sus actividades ya que en las actas constitutivas no existe un
apartado con esta informacion, sin embargo, para este periodo no existen indicios
de que la flota pesquera haya dado un cambio en sus actividades. Por otra parte,
dados los niveles de inversión, se puede determinar si las empresas se dedicaban
a la pesca en alta mar a través de embarcaciones de 62 pies de eslora o mayores,
o se dedicaba a la pesca de alta mar a través de pequeñas canoas escameras,
que tenían como destino el mercado local.
Durante el periodo fueron las empresas de extracción las que predominaron
dentro de las inversiones de la IP. De las 82 empresas constituidas, 63 eran de
extracción, 2 astilleros dedicados a construcción o reparación de embarcaciones,
4 congeladoras y fábricas de hielo, 5 ferreterías o empresas dedicadas a la
distribución de equipo pesquero, 3 comercializadoras o exportadoras, 1
industrializadora, 3 empresas de servicio, entre las que se encontraban talleres o
remolcadores, así como transportación congelada.247
Como era de esperarse, fueron las empresas de extracción las que
proporcionaron a la economía una mayor inversión. Con un total de 63 empresas,
la inversión aproximada fue $53,790, 000. 00 de pesos, siendo el año de 1962 el
de mayor dinero empleado, ya que se alcanzaron $24,750, 000. 00 de pesos en
gastos de empresas pesqueras dedicadas a la extracción. El monto de inversión
en estas empresas representaba un 79% del total en estos años. Para el periodo
de 1950-1958 encontramos que la participación de las inversiones de empresas
de extracción fue de un 65% en relación con las empresas refaccionarias, por lo
que encontramos un aumento considerable en cuanto a las importancias de estas
empresas.
247 RPPMAZ, 1959– 1962.
145
En este sentido, cabe aclarar que muchas de las grandes empresas, como
congeladoras y astilleros que se constituyeron en la década de la 1950,
continuaron de manera ininterrumpida dentro de las actividades pesqueras hasta
la década de 1980. Por lo que se puede entender que una vez creada la
infraestructura que permitían no nada la más extracción sino la reproducción,
industrialización y comercialización del producto, las empresas de extracción
cobraran un mayor auge dentro de las inversiones.
Existían dentro de las empresas de extracción aquellas que sus inversiones
superaban el millón de pesos, sin embargo, esto no las convertía en centro de la
actividad. Pese a esto, las empresas de inversiones más grandes contaban con
una mayor estabilidad y pertenecían a pequeños clusters de armadores que por lo
general se agrupaban en torno a una congeladora. Como se muestra la tabla 14,
al igual que para el periodo anterior, las principales empresas de extracción
pertenecían a los grandes empresarios de la localidad. De igual forma se puede
apreciar que se comenzó a dar una concentración de las inversiones en los
grandes capitalistas, así como un aumento importante en los montos de inversión.
Mientras que en el periodo de 1950-1958 solamente 3 de las principales 10
empresas superaron el millón en inversión, para el periodo de 1959-1962 por lo
menos 18 empresas tenían inversiones por un millón de pesos o más.
Tabla 18. Principales constituciones de empresas de extracción de la actividad
pesquera en el puerto de Mazatlán 1959-1962
Empresa Año Capital Principales socios Pesquera de Altamar S.A. 1961 $5,000, 000 Jorge Coppel, Sergio Coppel Pesquera Astillero S.A. 1962 $2,000, 000 Julieta Perrusquia, Arturo de Cima
Pesquera Playa Larga S.A. 1962 $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano Pesquera Playa Hermosa S.A. 1962 $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano Camaronera del Noroeste S.A. 1962 $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano
Pesquera Teacapán S.A 1959 $1,680, 000 Héctor Escutia, Víctor Patrón Pesquera Oceánica S.A. 1959 $1,680, 000 Héctor Escutia, Víctor Patrón Pesquera Reforma S.A. 1960 $1,600, 000 Rafael Domínguez, Juan Gavica
Pesquera Balderrama S.A. 1962 $1,500, 000 Tomás Balderrama, Fernando Fuentevilla Pesquera La Sirena S.A. 1962 $1,300, 000 Jorge Coppel, Héctor Escutia.
146
Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
El aumento en las inversiones trajo como consecuencia un aumento
importante en la flota productiva, pasando de 185 embarcaciones en 1959 a 298
para 1962. La inversión inicial en la construcción de más embarcaciones traía
consigo un efecto de multiplicador de las inversiones. En primer lugar,, los
astilleros del puerto hacían un consumo mayor de insumos para la construcción de
barcos, y una vez terminadas y echadas a andar las naves éstas necesitaban una
serie de inversiones que año con año beneficiaba de manera importante al
comercio local. De esta forma, el aumento en la flota pesquera significaba un
motor innegable de desarrollo local.
Las empresas que hemos atinado en llamar refaccionarias constituían un
21% de la inversión total para el periodo de 1959-1962. Como se ha dicho antes,
existían fuertes relaciones comerciales y sociales que unían al sistema pesquero
con las congeladoras, distribuidoras, ferreteras y astilleros constituidos en la
década de 1950, motivo por el cual surgieron pocas empresas de este tipo en
relación con el periodo pasado. Un total de 19 empresas con una inversión
aproximada de $13,930, 000. 00 de pesos, vinieron a fortalecer la estructura
industrial y comercial de la pesca en el puerto de Mazatlán.
Pese a las problemáticas que presentaría la actividad pesquera a partir de
1963, algunas de las empresas conexas a la pesca del camarón lograron expandir
sus actividades prestando servicio no solamente a la flota local sino a las
embarcaciones pesqueras de otros estados y para astilleros de otros países. La
estructura industrial que el puerto llegó a tener, lo convirtió en la base de muchas
de las flotas pesqueras del Pacífico mexicano, de igual forma el puerto llegaría a
contar con el sistema cooperativista más desarrollado y con el cuerpo empresarial
más emprendedor, convirtiendo a Mazatlán en el principal referente de la pesca
nacional.
En la tabla 19 podemos ver que los mismos industriales que presentaron
las mayores inversiones en las actividades de extracción lo hicieron también para
las empresas conexas a esta actividad. La familia que Cevallos que no figuraba
147
entre los principales inversionistas en extracción, y que había sido unas de las
principales en la década de 1950, a partir de 1960 comenzó un proceso de
diversificación en sus actividades, llegando a ser una de las familias mazatlecas
más influyentes dentro de la actividad, pues fueron pioneras en la pesca del atún.
Por otro lado, la empresa Hielera Tropical S.A. pasaría a ser propiedad del
empresario Julio Berdegué Aznar.
Tabla 19. Principales constituciones empresas de conexas a la pesca de camarón
en el puerto de Mazatlán 1959-1962
Empresa Año Giro Capital Principales Socios Refrigeradora Mexicana S.A. 1962 Congeladora $5,000, 000 José Cevallos, Arturo de Cima G. Transportes de Mariscos del
Pacífico S.A. 1961 Transporte $2,500, 000 Héctor Escutia, José Cevallos
Industrial Marítimo del Pacífico S.A.
1961 Distribuidora $2,000, 000 Manuel Castello, Rafael Domínguez
Astilleros Unidos del Pacífico S.A.
1962 Astillero $1,000, 000 Héctor Escutia, Jorge Coppel
Hielera Tropical S.A 1959 Hielo $600, 000 Tomás Balderrama, Antonio Llamas
Exportadora Vica S.A. 1962 Comercial $600, 000 Jorge Coppel, Juan Zamora Remolques Acapulco S.A. 1962 Servicio $500, 000 Héctor Escutia, David Perlo.
Remolques del Pacífico S.A. 1962 Servicio $500, 000 Héctor Escutia, David Perlo Don Leo S.A. 1959 Distribuidora $300, 000 José Llamas, Luis Carrillo
Pesquera y Comercializadora Chico S.A.
1960 Distribuidora $250, 000 Esteban Dorantes
Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
3.2.2. Crisis del tejido productivo pesquero: El inicio de la actividad turística de
gran altura, 1963-1968
El aumento en la producción que tuvo la pesca del camarón en el año de
1962 debió significar un aumento relevante en las inversiones dentro de la
actividad. Sin embargo, la temporada que redituó un total de 11,480 toneladas de
producto quedó marcada por un fuerte conflicto entre cooperativas y armadores,
propiciando no solo la falta de inversión de las ganancias dentro de la industria
sino, también un retiro de capital.
148
Tabla 20. Principales constituciones de empresas de la actividad pesquera en el
puerto de Mazatlán 1963-1968
Empresa Año Giro Capital Principales Socios Compañía
Comercializadora del Pacífico S.A
1963 Comercializadora $3,000, 000 Santiago León, Tomás Balderrama.
Productos Exclusivos del Mar
1967 Extracción $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano
Pesquera Costa Azul S.A.
1963 Extracción $1,000, 000 Tomás de Rueda Coppel
Proveedora Marina del Pacífico S.A.
1964 Ferretera $1,000, 000 Rafael Domínguez, Lorenzo Rico
Harina de Pescado de Mazatlán S.A.
1966 Industrializadora $1,000, 000 Jorge Coppel, Víctor Manuel Reynand
Empresas Pesqueras del Pacífico S.A.
1966 Extracción $1,000, 000 Octavio Tapia, Homero Gómez
Navieras Consolidadas
1966 Ferretera $1,000, 000 Héctor Escutia, Juan Perlo
Líneas de Mazatlán S.A.
1968 Comercializadora $1,000, 000 Julio Berdegue, Francisco García
Pesquera Mar Azul S.A.
1965 Extracción $900, 000 Manuel Castello, Moisés Freeman
Fomento Pesquero del Pacífico S.A.
1963 Extracción $750, 000 Juan Gavica, Juan Bastidas.
Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
De esta manera, para el periodo de 1963 a 1968, las inversiones en la
actividad de la pesca de camarón disminuyeron de manera notable. Con un total
de 43 empresas relacionadas con la pesca, se convierte en uno de los periodos
menos dinámicos de la actividad. Las empresas que se constituyeron durante este
tiempo fueron en su mayoría empresas de extracción, contabilizando 29 con una
inversión de $15,145, 000. 00 de pesos; por su parte 14 empresas conexas no era
una disminución radical, tomando en cuenta que durante el periodo de 1959-1963
fueron 19 las empresas constituidas, la inversión total de estas 14 empresas fue
de $8,575, 000. La inversión conjunta de las 43 empresas fue de $30, 800,000 de
pesos, siendo el año de 1966 el de mayor inversión, con $9,380, 000.248
Los problemas que la industria camaronera sufrió en el año de 1963
significaron la migración de algunos de sus empresarios más importantes a otras
248 RPPMAZ, 1963– 1968.
149
actividades económicas. Si bien algunos de estos empresarios permanecieron en
actividades conexas a la pesca del camarón o en la explotación de especies
diferentes, las ganancias obtenidas después de 12 años dentro de la industria, así
como los capitales obtenidos de la venta total o parcial de su flota, permitieron dar
un giro dentro del tejido productivo local.
La tabla 21 muestra las principales inversiones de los armadores disidentes
más importantes, que fueron: Jorge y Sergio Coppel Careaga, Héctor Escutia,
Juan Gavica, Arturo de Cima, Sigfrido Ruiz, Familia Fuentevilla, Roberto Sánchez,
Víctor Patrón y la familia Cevallos. Como se puede observar en la tabla, no todos
los armadores que retiraron inversiones de la actividad camaronera reinvirtieron su
capital de manera inmediata, y solamente Fernando Fuentevilla presentaron
inversiones dentro de la industria turística. Familias como De Cima y Coppel
serían fundamentales en la década de 1970 como propulsores de la industria
turística por su lado, la familia Cevallos se convertiría en el primer grupo
empresarial en explotar e industrializar el atún. 249
Tabla 21. Principales inversiones de armadores disidentes 1963-1968.
Empresario Empresa Giro Año Capital*
Jorge Coppel Careaga
Fraccionamiento Playas del Mar S.A Inmobiliaria General 1963 $400,000 Bol del Mar S.A. Boliches 1963 $1,500,000
Fraccionamiento Trópico de Cáncer Inmobiliaria General 1968 $1,000,000 Héctor Escutia Inmobiliaria y Fraccionadora S.A. Inmobiliaria General 1964 $1,125,000
Remolcadores del Norte S.A. Transporte/carga 1968 1,250,000 Fernando
Fuentevilla Deshidratadora de Mazatlán S.A. Alimentos 1963 $500,000
Inmuebles Torrelavega S.A. Inmobiliaria Turística 1966 $2,600,000
Familia Cevallos
Fertilizantes del Noroeste S.A. Agricultura 1965 $1,000,000 CECOSA S.A. Constructora 1964 $250,000
Comercial Exportadora NOROMEX Comercializadora 1965 $500,000 Fuente: RPPMAZ, 1963– 1968. *Capital total de la constitución de la empresa
Es verdad que el ascenso del turismo como uno de los ejes económicos de
Mazatlán se daría a principios de la década de 1970, sin embargo, fue durante la
249 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 1962-1966.
150
década de 1960 cuando comenzó a gestarse dentro de la economía mazatleca un
distrito turístico. La participación que los industriales pesqueros tuvieron en el
desarrollo de la actividad turística e inmobiliaria no se pone en duda, ya que las
relaciones intersectoriales por lo menos en lo que a inversiones se refiere, se
sustentaban en la misma red empresarial que dio origen a la pesca del camarón
de manera intensiva dentro del puerto.
Las inversiones en el sector turístico y en el sector inmobiliario dentro
Mazatlán comenzaron a desarrollarse a la par de la actividad pesquera, sin
embargo, el desarrollo de esta industria requería niveles de inversión más altos así
como una participación por parte del gobierno local que comenzó a darse hasta la
primera mitad de la década de 1970. El siguiente cuadro muestra cuales fueron los
industriales que desde 1950 diversificaron sus inversiones entre la pesca de
camarón y el turismo, propiciando no solamente el desarrollo y consolidación de
un distrito industrial pesquero, sino además, plantando la semilla del desarrollo de
la actividad turística.
Tabla 22. Principales Inversiones turísticas por parte de los industriales pesqueros
1950-1966.
Empresario Empresa Giro Año Capital* José
Azcona Impulsora Hotelera de Mazatlán S.A. Inmobiliaria turística 1957 $1,000,000
Motel AguaMarina S.A. Hotelería 1958 $500,000 Inmobiliaria Moderna de Mazatlán S.A. Inmobiliaria turística 1961 $3,700,000
Sergio de Cima
Inmuebles Cima S.A Inmobiliaria turística 1956 $1,000,000 Hotelera El Dorado S.A. Hotelería 1961 $500,000
Muebles y Equipos de Mazatlán S.A Proveedor 1961 $300,000 Ernesto Coppel
Flota Mazatlán S.A. Pesca deportiva 1956 $165,000 Lanchas Pesca del Pacífico S.A. Pesca deportiva 1957 $50,000
Marlín y Pez Vela S.A Pesca deportiva 1959 $500,000 Luis R.
Gorostiza Viajes del Pacífico S.A. Agencia 1950 $25,000
Balboa Club de Mazatlán S.A. Hotelería 1955 $1,250,000 Inmobiliaria Cangrejo S.A Hotelería 1966 $500,000
Fuente: RPPMAZ, 1963– 1968. *Capital total de la constitución de la empresa.
151
$0.00
$5,000,000.00
$10,000,000.00
$15,000,000.00
$20,000,000.00
$25,000,000.00
$30,000,000.00
$35,000,000.00
pesca
turismo
Las inversiones que en este periodo se presentaron desde el interior de la
actividad pesquera hacia el turismo, fueron pequeñas en comparación con los
niveles de inversión de la primera. Sin embargo, los industriales pesqueros
tendrían una participación más activa dentro de la industria turística a partir de la
década de 1970. La industria pesquera, como actividad eje de la dinámica
económica mazatleca, era solida hasta 1962, en el cual comenzó a ceder terreno
a la actividad turística.
Tabla 23. Inversiones turísticas y pesqueras 1950-1968
3.2.3. Relevo generacional obligado. Nuevos líderes armadores en la actividad
pesquera.
La red de empresarios que durante la década de 1950 había dado origen a
la pesca del camarón en el puerto de Mazatlán, había crecido de manera
importante al comienzo de la década de 1960. La aparición de nuevos capitales
dentro de la industria permitió la reproducción de las condiciones productivas de la
actividad, así como se desarrollo más integral.
152
El periodo que va de 1959 a 1968 presenta una dualidad en cuanto a los
principales armadores de la industria pesquera. Hasta el año de 1962 las
principales inversiones dentro de la pesca vinieron de la mano de los capitalistas
tradicionales que habían sentado las bases de la industria. Tras los problemas de
contratación que armadores y cooperativistas tuvieron en 1963, las inversiones
privadas dentro de la pesca corrieron por cuenta de una nueva generación de
empresarios pesqueros, entre los que destacan Julio Berdegué y Federico
Medrano.
Una acentuada preferencia por la innovación, así como la capacidad de
desarrollar en torno a la actividad de la pesca, un conjunto de instituciones que le
permitieran su desarrollo, fueron las características más importantes de los
empresarios pertenecientes a la red durante la década de 1950. La capacidad
administrativa que les permitió a estos armadores estructurar un encadenamiento
empresarial, lo que posibilito al distrito pesquero controlar aspectos que
comenzaban con la extracción y terminaban con la exportación del producto, fue la
misma capacidad que les ayudo a mantener sus relaciones con las cooperativas
estables durante un periodo de 10 años. Por otro lado, encontramos que los
industriales pesqueros que participaron de la actividad después de 1963,
enfrentaron situaciones adversas en su relación con las cooperativas. lo que les
impidiría reaccionar de manera pronta y positiva ante las necesidades cada vez
mayores de la actividad.
Tabla 24. Principales empresarios camaroneros en Mazatlán, 1959-1968
Empresario No. Empresas Inversión Principales socios comerciales
Sergio Coppel* 6 $4,780,000 Víctor Reynand. Jorge Coppel Fernando Carrillo* 14 $4,268,000 Héctor Rojas Oriol
Juan Gavica E.* 14 $3,395,000 Juan Bastidas, Rafael Domínguez Federico Medrano** 6 $2,944,500 Camilo Medrano, Eduardo Haas Rafael Domínguez* 18 $2,058,600 Manuel Castello, Alejandro García
Héctor Escutia* 10 $2,025,000 Víctor M. Cevallos, Juan Perlo Ruperto Reyes** 7 $1,816,000 Apolinar Toledo, Fernando Carrillo
Fernando Fuentevilla* 7 $1,581,000 Santiago León, Tomás Balderrama
153
Julio Berdegue Aznar** 7 $813,000 José Carranza, Marcial Camacho Juan Bastidas* 14 $742,500 Raúl Rico, Manuel Castello
Fuente: RPPMAZ. 1959 – 1968
*Mayoría de las empresas constituidas entre 1959-1962 **Mayoría de empresas constituidas entre 1963-1968
La crisis camaronera que sufrió la industria mazatleca a finales de 1958, fue
un duro reto para la gestión empresarial, el cual fue superado. Las pérdidas
generadas por los ciclones que afectaron a la flota, lograron reponerse con una
nueva inyección de capitales. En un plano organizacional, el gremio de los
armadores no presentó movimientos severos, sino una cabeza de mando
claramente definida, los armadores siguieron operando en bloque a manera de un
pequeño cluster que permitía, por un lado, obtener beneficios en su relación con
cooperativas y estado; por otro lado, los posicionaba como un grupo de
vanguardia en la nación. No es de sorprenderse que la Cámara Nacional de la
Industria Pesquera tuviera como ejecutivos principales a empresarios mazatlecos
durante casi 30 años a partir de 1950.250
Previo al año de 1963 la red empresarial obtuvo grandes beneficios para el
gremio pesquero en general. La modificación de la veda, de la que ya se hirtorió,
fue sin lugar a dudas el mayor beneficio que se obtuvo. Es verdad que esta
decisión traería a la larga un agotamiento de la especie dado que se modificaron
sus ciclos productivos, sin embargo los beneficios inmediatos que se presentaron,
sobre todo en cuestión de producción, hicieron que este hecho se tomara como un
triunfo a nombre de los armadores.251
Las relaciones armador – cooperativas tenía sus altibajos, sin embargo se habían
presentado como relaciones leales. Muy sintomática, fue la decisión que en 1959
tomaron las cooperativas de percibir menos ganancia por tonelada pescada, ante
el desplome de los precios del crustáceo en los Estados Unidos.252 Para el año de
1959, la producción iba en franca mejoría y solo quedaba esperar un repunte 250 Ibíd., 1950 – 1981. 251 Sin autor, “Aplazan la veda hasta julio”, ESP, 11 de Marzo de 1959, p.5 252 Sin autor, “Barcos amarrados en Guaymas”, ESP, 13 de Noviembre de 1959, p.7
154
dentro de los mercados internacionales. Llegado el momento de la contratación,
los armadores cometieron un error que desencadenaría un cambio radical en las
relaciones entre ambos grupos. Valiéndose de la división existente dentro del
sistema cooperativo, lograron la firma de un contrato que poco beneficiaba a los
pescadores.253 En este sentido cabe aclarar que los contratos previos a la
temporada de 1960 no eran contratos justos, sin embargo, las formas de
negociarlos hacían pensar en que había armadores interesados en el beneficio
general de todos los actores de la pesca, al contrario de la contratación de la
temporada de 1960, en donde los armadores se mostraron ventajosos.
Dos años después de este suceso, las contrataciones cambiaban de
manera radical. Los cooperativistas pasaban de ser asalariados a ser socios, pero
algunos armadores no lo permitirían. Como se ha venido planteando, en los años
1963 y 1965 se presentó un retiro de capitales por parte de algunos de los
armadores más activos del puerto. Este retiro fue entendido en un principio como
una incapacidad para compartir la riqueza de los mares. Lo cierto es que su retiro
podría ser calificado como visionario, dado que los armadores tuvieron la
capacidad de prever el mar de problemas al que se dirigía la actividad
camaronera. Algunos de los más osados y emprendedores armadores
incursionaron en la pesca dentro de países que contaban con flotas menores y
requerían la participación de sistemas de producción extranjeros. Alrededor de 15
barcos de diferentes armadores (no se especifica quienes) participaron de la
pesca de diferentes especies en Guyana y Brasil, esto entre enero y mayo de
1965254
Para el año de 1965, segundo de la crisis dentro de las contrataciones, la
delegación local de la Cámara Nacional de Pesca se encontraba conformada por
80 socios, de los cuales 50 contaban con embarcaciones y 30 con pequeñas
canoas que surtían de pescado y algunas especies de marisco a los hoteles y
comerciantes locales. La junta directiva de la cámara se encontraba compuesta
253 Sin autor, “Dramático compás de espera en la disputa de las cooperativas”, ESP, 04 de Septiembre de 1959, p.5 254 Sin autor, “Naves Mazatlecas irán de pesca hasta Brasil”, ESP, 05 de Mayo de 1965, p.5
155
por: Luis Fuentevilla Peláez (hijo), presidente; Mario Vizcarra, secretario; Camilo
Medrano, tesorero; Alfredo Lizárraga, Juan Gavica y Víctor Manuel Reynand como
vocales propietarios.255
Pese a no ser miembros de la Cámara Nacional de Pesca, los líderes
morales de los armadores fueron designados como los encargados de negociar el
nuevo contrato con las cooperativas. Tomás de Rueda Coppel, Federico Medrano,
Jesús Cevallos y el armador guaymense Ernesto de Cima. Las pláticas entre
armadores y cooperativas se extenderían hasta 7 días después del levantamiento
de la veda, generando grandes pérdidas a los armadores que mantuvieron
detenidas 150 embarcaciones en el puerto de Mazatlán; serían 600 en toda la
costa del Pacífico mexicano.256
Los líderes industriales habían fallado de nuevo y un nuevo retiro de
inversiones se dejaba sentir en la industria. La familia Fuentevilla vendió las
embarcaciones “Cerro Azul” y “Cerro Verde” a Pescadora del Yaqui; Roberto
Sánchez negocio con la Cooperativa 18 de Marzo las embarcaciones “El
Cuatrero”, “Fray Pedro de Gante” y “Pluma Blanca”; por ultimo Víctor Patrón
vendió las embarcaciones “Doña Elvia”, “Don Víctor” y “Sierra Caloca” a la
cooperativa Isla de Venados. Es importante señalar que el retiro de inversiones
afectaba de manera considerable a diversas cooperativas, en este caso las
embarcaciones fueron contratadas con la Cooperativa Mazatlán, por lo cual esta
institución se veía en problemas para emplear a la totalidad de sus socios.257
La pérdida de protagonismo por parte de los armadores era evidente. La
vigencia de contrato de 7 años, así como el crecimiento desmedido de la flota de
cooperativas relegó a los armadores a un segundo plano. Los más innovadores y
con más apego a la industria hicieron intentos fallidos por establecer el orden
perdido en el que ellos controlaban la industria. Tomás de Rueda montó una
embarcación con equipo que le permitiera pescar a 200 brazas de profundidad,
255 Sin autor, “Renovaran directivos de la industria pesquera”, ESP, 13 de Mayo de 1965, p.3; Sin autor, “Directiva de la cámara de la industria pesquera”, ESP, 25 de Mayo de 1965, p.3 y 5 256 Sin autor, “Los armadores aun no se ponen de acuerdo” ESP, 04 de Septiembre de 1969, p.6 257 Sin autor, “Otros cinco barcos vendidos por armadores”, ESP, 24 de Septiembre de 1965, p.5
156
tiempo más adelante un técnico pesquero nipón plantearía que el fracaso de
Tomás de Rueda se debía a que pasadas las 100 brazas de profundidad la
cantidad de oxígeno es menor y por tal motivo el camarón se encuentra en
menores cantidades.258
Otros, como la familia Coppel, entrarían de manera directa a la
diversificación de la pesca a través de la producción de harina de pescado. La
familia De Cima, por su parte, se retiraba de manera definitiva de la industria
camaronera al vender tres embarcaciones a la cooperativa Isla de Venados. Solo
la familia Medrano se mantenía con una inversión constante a la flota camaronera
y en julio de 1967, en plena crisis de producción de la industria, anunciaban una
inversión mayor a los 3 millones de pesos para la compra de 6 nuevas
embarcaciones 259
La participación de los armadores, tan esencial para la industria, iría cada
vez más a la baja hasta desaparecer por completo. La migración de capitales de
armadores camaroneros que inició en a mediados de la década, de 1960
aumentaría de forma considerable en la siguiente década dando lugar a la
restructuración del tejido productivo local. La actividad camaronera no
desaparecería, pero se mantendría en manos de las cooperativas, por lo que la
iniciativa privada buscaría nuevas actividades que permitieran su desarrollo
empresarial.
3.2.4. Especialización de la producción: Astilleros Unidos y Pescadores de
Mazatlán.
Los astilleros en Mazatlán, que surgieron como una respuesta a la
demanda de embarcaciones camaroneras que presentaba la región a partir de
1950, habían entrado en una crisis para el año de 1960. Pese a tener a uno de los
258 Sin autor, “Beneficiara enormemente a la industria”, ESP, 22 de noviembre de 1965, p.5; Sin autor, “Peligro de paro pesquero”, ESP, 05 de enero de 1966, p.5 259 Sin autor, “La Cooperativa Isla de Venados, se alista a comprar barcos”, ESP, 05 de Junio de 1967, p.5; Sin autor, “Invertirán 3 millones en barcos pesqueros”, ESP, 24 de Julio de 1967, p.6
157
industriales más visionarios de la actividad camaronera, los grandes adeudos que
tenia con los acreedores hicieron que los astilleros de Rueda cayeran en manos
de la Secretaría de Marina como administradora.
Aun bajo la gerencia de Tomás de Rueda, los astilleros volvieron a manos
de la Iniciativa Privada. De la mano de la empresa holandesa Dock en Werg -
Maatschappig Wilton - Fijenoord N.V. y de los industriales mazatlecos Jorge
Coppel, Héctor Escutia, Juan Gavica y Jorge Méndez, los ahora llamados
Astilleros Unidos del Pacífico, comenzarían una etapa de prosperidad y desarrollo
que se extendería por un periodo de casi 20 años. La innovación tecnológica
aportada por los capitales holandeses, así como una política fiscal que apoyaba a
la industria de la construcción naval, permitieron que los astilleros se posicionaran
de manera rápida como uno de los mejores de todo el continente.260
Ann Markusen, entiende que existen diversos tipos de regiones industriales.
Dentro de sus tipificaciones se encuentran los sistemas productivos locales
formados alrededor de grandes empresas que realizan una función importante en
la localidad donde se ubican. La empresa o las empresas líderes compran a
proveedores locales y venden, sobre todo, a mercados externos.261 Si bien el
sistema productivo de Mazatlán no dependía en su totalidad de la industria de la
construcción naval, sino de la extracción y comercialización del crustáceo, los
astilleros lograban aglomerar en torno a sí a las pequeñas y medianas empresas
que se necesitaban para la construcción de las naves. Madereras, chinchorreras,
ferreterías, fundiciones eran las principales pequeñas empresas que orbitaban
sobre la gran empresa de construcción.
En lo referente a las ventas al exterior, los Astilleros Unidos del Pacífico se
convertirían en uno de los principales proveedores de embarcaciones
camaroneras de diferentes países, de Asia y América, principalmente. Pesqueras
brasileñas fueron las primeras que adquirieron embarcaciones de este astillero,
260 Sin autor, “Fusionan astilleros para superar crisis”, ESP, 29 de Noviembre de 1961, p.4 261 Markusen, Ann, “Des liex-aimants dans un espace mouvan: une typologie des districts industriels”, en Benko y Lipietz, Le richesse des régions: la nouvelle géographie socioéconomique, 2000, parís Presses Universitaires de France.
158
iniciando así un proceso de internacionalización que llevaría a colocar
embarcaciones en por lo menos 10 naciones más. Kuwait, Guyana Francesa,
Puerto Rico, Venezuela, Guatemala, India, Chile, Japón, Corea del Sur y
Nicaragua.262
De la misma manera encontramos que los astilleros se convirtieron en pieza
clave para el desarrollo de la industria atunera en el puerto, así como de la flota
camaronera de todo el país. Los Astilleros Unidos del Pacífico, en la década de
1960, llegaron a perfeccionar tanto sus actividades que lograron diversificarse de
manera inusitada, trabajando como constructora de embarcaciones pesadas para
PEMEX, así como yates de lujo para consumidores de los Estados Unidos.263
Existen dos momentos que marcaron a los Astilleros Unidos del Pacífico
como una de los astilleros más grandes a nivel continental. El primero, después de
una misión empresarial que llevó los representantes de la pesquera japonesa,
Kagawa Godo, por diversos astilleros de América, eligieron a los Astilleros Unidos
del Pacífico para que construyeran 5 embarcaciones que destinarían a la pesca
del camarón. La inversión total de la empresa japonesa sería mayor a los 6
millones de pesos; este hecho es relevante ya que para el año de 1968, Japón era
el primer productor de embarcaciones pesqueras a nivel internacional, controlando
un 43% de la producción.
Como parte del Plan Nacional Pesquero, el gobierno de Luis Echeverría
(1970-1976) ordenó la construcción de 52 embarcaciones para el sistema
cooperativista. Sabiendo que los astilleros del Golfo operaban con costos más
bajos, el BANFOCO decidió trasladar la construcción de los barcos hacia el puerto
de Veracruz. Sin embargo, después de analizar las condiciones de las
embarcaciones construidas en el puerto jarocho, los líderes de las cooperativas de
Mazatlán pidieron al BANFOCO construir sus embarcaciones de manera local,
262 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 1963 – 1981. 263 Ibíd., 1963 – 1981.
159
asegurando que los barcos construidos en los Astilleros Unidos del Pacífico
presentan mejores condiciones de pesca.264
La internacionalización de la actividad de la construcción naval, así como la
incursión de pesqueras mazatlecas en actividades de otros países, abrió la puerta
para la internacionalización de la mano de obra de los pescadores del puerto.
Dentro de la actividad camaronera, era común que los pescadores incursionaran
en la pesca dentro de otros estados de la República Mexicana como Oaxaca,
Guerrero y Baja California, sin embargo, a partir de la década de 1960 éstos se
habían convertido en mano de obra especializada y comenzaron a encontrar
trabajo en pesqueras de otros países. Ya fuera por una crisis en la industria local,
por el contacto a través de las exportadoras y astilleros o por acercamiento de las
propias compañías, un número importante de pescadores se movilizaron al
extranjero.
En abril de 1964, 36 pescadores de las cooperativas Artículo 27 y Crestón
de Mazatlán viajaron a Kuwait a bordo de 12 barcos que fueron construidos en
Astilleros Unidos del Pacífico para la pesquera International Fiheries Company
LTD. La participación de los pescadores mazatlecos no se limitaba solamente a la
entrega de las embarcaciones en el Golfo Pérsico, sino que además se quedarían
realizando labores de pesca a bordo de las mismas embarcaciones. Esta industria
de Kuwait se convertiría en una opción para los pescadores mazatlecos que
mantendrían un flujo constante durante varios años. Durante la crisis de 1969 en
la producción, alrededor de 50 solicitudes fueron presentadas a la Federación de
Cooperativas.265 Asimismo para el año de 1966, el industrial pesquero de
Venezuela Giancarlo Prini, además de importar 6 barcos en los Astilleros Unidos
del Pacífico, importó también a sus tripulantes, esto con el objeto de que sirvieran
como técnicos de su industria. Prini aseguraba que pese a ser mano de obra
empírica, en su mayoría los pescadores mazatlecos presentaban un nivel alto de
264 Sin título, “Solamente uno traerán de Veracruz”, ESP, 20 de Mayo de 1972, p.5 265 Sin autor, “Ya se llevaron barcos, ahora exportaran marinos”, ESP, 10 de Abril de 1964, p.5
160
cualificación que les permitiría transmitir sus conocimientos a la naciente flota
venezolana.266
Por último,, encontramos que durante el año de 1971, agobiados por la
crisis camaronera, 5 pescadores mazatlecos se contrataron con una empresa
camaronera de Nueva Guinea. La contratación se hizo través de la empresa
exportadora Crest Importing Company, cuyo gerente en ese momento era Jorge
Coppel. Los pescadores Adalberto Rodríguez Gallardo, David Rocha Zavala,
Ramón Murillo, A. López y Ramiro López Sandoval, percibirían un sueldo
mensual de 400 dolares, más porcentaje de pesca. Un dato curioso de esté hecho
fue que los pescadores que iban contratados por un año y medio, temían por sus
vidas ya que algunos de sus compañeros pesqueros aseguraban que en las
costas de la segunda gran isla de Oceanía existían muchos caníbales.267 Sin tener
el dato preciso, se cree que existieron migraciones de pescadores a Brasil,
Guyana, India, Madagascar, Chile, Cuba y Texas. Si bien las historias de
pescadores migrantes siguieron apareciendo, el triunfo del cooperativismo sobre
los armadores hizo que poco a poco fueran siendo menos.
3.2.5. Cooperativas Pesqueras de Mazatlán, 1959-1968: La concepción de la
empresa social.
Las cooperativas de producción pesquera de alta mar, pertenecientes al
puerto de Mazatlán, cerraron la década de 1950 con una participación más activa
dentro de la industria pesquera. La Cooperativa Mazatlán, que se presentaba
como el organismo más desarrollado y mejor organizado, contaba para el año de
1958 con 4 embarcaciones propias y 4 embarcaciones en construcción, con una
inversión total de $2, 240, 000. 00 de pesos; por su parte la Cooperativa Sinaloa
contaba con 2 barcos en construcción. En total, las cooperativas contaban con un
total de 14 embarcaciones.
266 Sin autor, “Venezuela necesita personal mexicano para su pesca”, ESP, 13 de enero de 1966, p.5 267 Sin autor, “Por incosteabilidad paran barcos antes que finalice la temporada”, ESP, 10 de Junio de 1971
161
La presencia de inversiones cooperativistas a través de créditos otorgados
por el BANFOCO, fue una constante a partir de 1959; estas inversiones les
permitieron a dichos organismos sociales aumentar su flota de manera paulatina,
llegando a crear un equilibrio con la flota de los armadores e inclusive superarlos
en poco tiempo. Las cooperativas, como empresas sociales, se convirtieron pronto
en un bloque capaz de determinar los caminos por los cuales se conduciría la
actividad pesquera dentro del puerto, y el número cada vez mayor de socios exigía
un sistema organizacional cada vez más refinado que nunca llegó a desarrollarse.
Por el contrario, el divisionismo y la corrupción dentro del sistema cooperativista
se hicieron comunes a partir de la década de 1960. Nunca habían estado exentas
de problemas, pero en el año de 1959 la presencia de los llamados “Líderes de
Naylon” que utilizaban al movimiento para fines de lucro propio, ocasionó la
primera depuración en la nación; las cooperativas de Mazatlán no serían la
excepción.268
El sistema cooperativista del puerto de Mazatlán tenía sus batallas internas.
Las cooperativas de mayor tamaño que en ese momento eran: Ignacio Allende,
Pescadores de Mazatlán y Crestón de Mazatlán; se negaban a la creación de
nuevas cooperativas y a la saturación del sistema. La Federación Local de
Cooperativas creada en 1958 había dado cabida a un número importante de
pequeñas cooperativas que, al no contar con el número suficiente de socios y
embarcaciones, permitían una mayor concesión a los armadores al momento de
las contrataciones, afectando de esta manera al movimiento cooperativista en
general. Como respuesta a la actitud de la Federación, las grandes cooperativas o
también llamadas cooperativas tradicionales, comenzaron a actuar como un
bloque seccionado del resto. Al no reconocer la dirección de la Federación de
Cooperativas, dejaron de pagar las cuotas para la administración de la misma, lo
que desató un fuerte conflicto entre ambas.269
Al igual que las relaciones con los armadores, las cooperativas comenzaron
una serie de ataques hacia el interior de su propio sistema. La más radical de las 268 Sin autor, “Inspeccionaron embarcaciones pesqueras”, ESP, 08 de Julio de 1959, p.5 269 Ibíd., enero-diciembre de 1960
162
decisiones tomadas por la Federación de Cooperativas consistió en detener los
permisos de exportación a las cooperativas disidentes, sin embargo, tal situación
no se llevó a cabo de manera prolongada, ya que eran las cooperativas
tradicionales las que contaban con un mayor número de embarcaciones de
armadores, por lo que la afectación no solo sería para las disidentes, sino para el
gremio de los armadores.270
Las contrataciones que se dieron en el año de 1962 y condujeron al retiro
de importantes armadores dentro de la industria, pudo haber ocurrido con
anterioridad de no haber existido una fractura al interior del sistema. Previo a las
contrataciones de 1960, la Federación de Cooperativas hacía público un adeudo
de $190,000 de pesos por parte de las cooperativas disidentes. Antes que
preocuparse por obtener un contrato más benéfico, la Federación de Cooperativas
se concentraba en la forma de afectar el desarrollo de las cooperativas disidentes.
En octubre de ese mismo año, la Federación impugnaba los contratos de 150
embarcaciones de armadores con las cooperativas disidentes; la federación
argumentaba que estas cooperativas, a través de corruptelas y apoyadas por
armadores, acaparaban un 90% de la contratación, dejando a las 8 cooperativas
restantes con un total de 25 embarcaciones para arrendar.271
De igual manera, esta tentativa de sabotaje por parte de la federación no
fructificó, debido a que afectaba los intereses de los armadores. El fin del conflicto
llegaría 10 meses después, cuando en agosto de 1961 las cooperativas, Ignacio
Allende, Crestón de Mazatlán y Pescadores de Mazatlán; eran expulsadas de
manera definitiva de la federación. Se argumentó, que estas cooperativas además
de tener un fuerte adeudo con la federación, se negaban a la existencia de otras
cooperativas, traicionando así el espíritu democrático del cooperativismo. Las
cooperativas Urías, Alta Mar, Mar del Pacífico, Isla de Venados y Puerto Viejo, no
gozarían de la gracia de las cooperativas disidentes.272
270 Sin autor, “Que sometan a marineros; pero no a los armadores”, ESP, 14 de mayo de 1960, p.3 271 Sin autor, “Paralizan flota”, ESP, 03 de octubre de 1960, p.3 272 Sin autor, “Comenzaron los muestreos del camarón”, ESP, 05 de agosto de 1961, p.5
163
La pequeña crisis que sufrió el sistema cooperativista mazatleco, lejos de
perjudicarlo, lo hizo más fuerte. Para inicios de 1962, la Cooperativa Mazatlán
contaba con 403 socios, 8 embarcaciones, 1 fábrica de hielo, así como un edificio
administrativo; con un capital social de 8 millones de pesos, se presentaba como
el organismo más fuerte hacia el interior del sistema. Por su parte, las pequeñas
cooperativas Urías, Playa Sur y Puerto Viejo, conformarían la sociedad
cooperativa Nicolás Bravo; mientras que la cooperativa Altamar pasaba a formar
parte de la recién creada Artículo 27 Constitucional.273
Es difícil determinar cómo las cooperativas pasaron de ser organismos
proveedores de mano de obra a un verdadero protagonista de la actividad
pesquera. Podría decirse que los años de explotación por parte de los armadores
las llevaron a tomar decisiones radicales; podría decirse también que el desarrollo
natural del sistema social les llevó a generar una conciencia plena de sus alcances
como grupo de poder dentro de la industria; algunos dirían que la adquisición de
sus propios medios de producción les hizo tener una idea más real de las
ganancias que podrían obtener si ellos controlasen la pesca de camarón en su
totalidad. Lo cierto es que en mayo de 1962, las diferencias entre cooperativas se
habían terminado. Pasando por alto a la federación, los representantes de las
cooperativas, Pescadores de Mazatlán, Crestón de Mazatlán, Isla Venados,
Pescadora de Mariscos e Ignacio Allende, viajaron a la ciudad de México para
resolver sus conflictos; 3 meses más tarde los mismos representantes
comenzarían las pláticas de contratación más determinantes en la historia de la
actividad.274
Durante la contratación de 1959, los armadores hicieron pública su negativa
de ceder en todas las pretensiones de las cooperativas, por miedo a sentar un
precedente dentro de las contrataciones.275 Cualquier precedente se queda corto
con las cláusulas contractuales impuestas por las cooperativas en 1962. Ni los
armadores, ni las cooperativas del país, esperaban las peticiones que el bloque
273 Sin autor, “Cooperativismo legitimo y guerra contra el coyotaje”, ESP, 11 de enero de 1962, p.4 274 Sin autor, “Comenzo el estira y afloja en la contratación camaronera”, ESP, 07 de agosto de 1962, p.3 275 Sin autor, “Temen los armadores que, de ceder, se siente precedente, ESP, 22 de mayo de 1959, p.5
164
mazatleco tenía y que tras 2 meses de negociaciones lograría imponer. Las
cooperativas dejarían de recibir un pago por la concesión de su exclusividad de
pesca, para participar directamente de las ganancias obtenidas de la producción y
comercialización del crustáceo.
Tabla 25. Monto de los contratos entre armadores y cooperativistas.
Año Pago por tonelada pescada 1959 $2,850. 00 1960 $3,011. 00 1961 $3,041. 00 1962 $4,500. 00* 1965 $4,900. 00**
Fuente: El sol del Pacífico, 1952-1958 *El contrato de participación que se firma permitía a las cooperativas obtener un 45% de las ganancias brutas obtenidas de la comercialización del camarón. De igual forma se encontraban obligadas en correr con los costos de producción en la misma proporción. El 55% correspondía a los armadores ** El contrato de participación que se firma permitía a las cooperativas obtener un 56% de las ganancias brutas obtenidas de la comercialización del camarón. De igual forma se encontraban obligadas en correr con los costos de producción en la misma proporción. El 44% correspondía a los armadores.
El contrato pesquero de 1962 marcó un punto de quiebre en la dinámica
económica de la pesca del camarón. El retiro masivo de armadores fue totalmente
injustificado, ya que los armadores que permanecieron hasta en las peores
temporadas de pesca, lograron amasar fuertes cantidades de capital que les
posibilitó participar en otras actividades productivas. Para el caso de las
cooperativas, estas comenzaron un proceso de crecimiento que alcanzaría su
máximo nivel a través de las políticas populistas de Luis Echeverría. Para el
momento de comenzar las actividades de 1962, la flota de las cooperativas era de
39 embarcaciones distribuidas de la siguiente manera: Pescadores de Mazatlán, 8
embarcaciones; Pescadora de Mariscos, 5 embarcaciones; Ignacio Allende, 6
embarcaciones; Crestón de Mazatlán, 10 embarcaciones; Articulo 27
Constitucional, 7 embarcaciones; Sinaloa, 4 embarcaciones.
165
En el resto del periodo, las cooperativas tendrían que lidiar con los
beneficios de ser los principales dentro de una industria. Una larga lista de
adeudos mantuvo a las principales cooperativas al borde del colapso. Las
negativas del IMSS de condonarles las deudas así como un intento de
nacionalización de la pesca por parte del Gobierno Federal hicieron dudar a las
autoridades de la viabilidad de la pesca cooperativa. Sin embargo, algunos de los
miembros más sobresalientes del sistema cooperativista hicieron el papel
innovador que durante muchos años desarrollaron armadores retirados. La
innovación en las artes de la pesca, la búsqueda de nuevos mercados en el
mundo y la diversificación en las especies explotadas, fueron una preocupación
constante que las cooperativas nunca dejaron de tomar en cuenta.276
El sistema cooperativista del país presentaría muchos problemas y estaría
en una constante disputa con la Iniciativa Privada. Sin embargo, hasta 1982
contaría con el respaldo de un estado paternalista que se aferraba a una herencia
revolucionaria. Las cooperativas sabían, que mientras la maquinaria del Estado se
encontrara a su favor, no perderían el protagonismo que durante 20 años
intentaron conseguir. En 1964 una carta enviada al candidato presidencial
Gustavo Díaz Ordaz, mostraba claramente el camino por el cual se conduciría el
cooperativismo en México:
Los pescadores que formamos parte del pueblo de México estamos agrupados en las filas de nuestro Partido Revolucionario Institucional, para sostener la candidatura presidencial de usted, pues comprendemos que la línea política que imprimirá usted al gobierno de la Republica, será una línea popular y revolucionaria (…) por eso ponemos en manos de usted nuestros anhelos, pues sabemos que como hombre, de fuerte raíz revolucionaria legislara en bien de México y para México.277
En el capítulo anterior quedó de manifiesto que el papel del Estado y el
marco institucional que se generaba en torno a la pesca, eran el eslabón más débil
del sistema pesquero local y del país. En el periodo de 1958 a 1968, la situación
276 Ibíd., 1963 – 1968. 277 Sin autor, “Los pescadores de Mazatlán se dirigen al C. Licenciado Gustavo Díaz Ordaz”, ESP, 11 de abril de 1964, p.5
166
no fue diferente. Una inyección irracional de capitales a la industria, llevó al
fracaso grandes proyectos pesqueros como el de Alvarado, en el estado de
Veracruz.278 La incapacidad del gobierno para responder de manera adecuada al
creciente problema del tráfico de mariscos en alta mar, así como la situación del
“changuerismo” en los esteros del estado, propició que la pesca y comercialización
ilegal se convirtieran en un problema de magnitudes catastróficas, causando
daños a la industria que nunca pudieron ser saneados.
Así pues, encontramos que el gobierno se presentó como un mero
financiador de las Sociedades Cooperativas. A través del BANFOCO y sus líneas
ilimitadas de crédito generó un caos financiero que las cooperativas arrastrarían
durante toda su existencia. Inclusive a mediados de la década de 1960, el
BANFOCO intervino las administraciones de diversas cooperativas. Si bien, esta
estrategia tenía como fin recuperar parte de la cartera vencida de los
cooperativistas, el medio pesquero siempre lo percibió como un intento velado de
nacionalizar la pesca del camarón.
278 Sin autor, “Fracasa el puerto piloto de Alvarado, la flota viene a Mazatlán”, ESP, 25 de febrero de 1966, p.1
167
Capitulo 4. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981: rompimiento de los
principales actores de la pesca del camarón.
4.1. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981
4.1.1. Los Miserables, de una industria miserable
Durante el periodo de veda de cada temporada, instituciones de pesca,
cooperativas y armadores realizaban viajes de prueba en los cuales se levantaban
muestreos para determinar la calidad, el tamaño y la cantidad de producto por
lance. Los muestreos para la temporada de 1969 eran los peores de los que se
tenían memoria. Producción y calidad baja hacían que la temporada comenzara
con mucha incertidumbre.279
Pasado un mes de capturas, los presagios de los muestreos se hacían
realidad. Los primeros viajes que tradicionalmente presentaban los mayores
niveles de captura, habían sido muy pobres en esta temporada. Algo que los
muestreos no pudieron pronosticar fue la entrada al puerto de Jennifer. El 13 de
octubre de 1969 un huracán categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson tocaba el
puerto de Mazatlán, dejando tras de sí una ola de destrucción.280 Las pérdidas en
la flota mazatleca fueron severas: 6 embarcaciones hundidas y 18 con averías
serias, así como daños físicos en las instalaciones de las principales
congeladoras, daban un saldo aproximado entre 13 y 14 millones de pérdidas para
la industria mazatleca. Sin embargo, no fue este medio, pues la flota “chunca”
(nombre dado a los pescadores de las costas de Oaxaca) que había tomado al
puerto de Mazatlán como base de operaciones, fue severamente afectada: 14
barcos hundidos y 33 seriamente averiados, pondrían en jaque a toda la industria
camaronera del puerto oaxaqueño de Salina Cruz281
La inminente paralización de la flota traería pérdidas para la economía
porteña por 30 millones de pesos, según lo estimó la Cámara de Comercio
279 Sin autor, “Pesimistas augurios camaroneros”, ESP, 04 de septiembre de 1969, p.3 280 Narváez García, Ramón, “Se pierde la flota”, ESP, 13 de octubre de 1969, p.3 281 Sin autor, “No escatimarán ayuda oficial a la industria de la pesca”, ESP, 18 de octubre de 1969, p.5
168
local.282 Tomando en cuenta que los niveles de captura no habían sido óptimos, la
paralización de actividades por más de 15 días, alteraron de manera importante la
dinámica económica de la actividad. Las congeladoras fueron uno de los rubros
más afectados, pues no solamente prestaba servicios a la flota mazatleca sino que
además maquilaba la producción de la ahora destruida flota oaxaqueña. La
Refrigeradora del Noroeste tenía contratos con las cooperativas: Suriana, Istmeña
San Cruz, Acapulco.283
Así pues, problemas naturales, una sensible baja en la producción y
conflictos con los precios en el mercado de los Estados Unidos eran suficientes
motivos para pensar en la peor temporada para la pesca del camarón dentro del
puerto del sur de Sinaloa. Cuando todo parecía ir mal dentro de la industria local,
las cosas se pusieron peores. Las firmas encargadas de comercializar el camarón
en los Estados Unidos habían advertido a los industriales de las congeladoras que
el empaque, a través del cual exportaban su producto, no reunía los aspectos
básicos de calidad e higiene que el mercado norteamericano exigía. Por tal razón,
varios cargamentos de camarón fueron devueltos por aquel, siendo la congeladora
propiedad de Julio Berdegue Aznar, Mariscos Tropicales, una de las principales
afectadas.284
Con una industria en shock, a finales del mes de noviembre de 1969
aterrizó en el puerto una comitiva de 10 representantes de firmas japonesas con la
idea de trabar relaciones para la exportación del camarón. La misión comercial
nipona contemplaba que las transacciones entre ambos países se hicieran libres
de intermediarios, por lo que, de llevarse a cabo, afectaría en gran medida el
proceso post captura que la dinámica camaronera del puerto había desarrollado.
Sin embargo, la oferta era visiblemente tentadora, debidó a que ofrecían un
mercado seguro y con un precio estable. La comitiva japonesa se encontraba
formada por: Chairman Miyagi de Mitsui & Co. LTD; H. Watanabe de Nipon Reizo
282 Sin autor, “Merma de 33 millones de pesos sufrirá la cosecha camaronera”, ESP, 29 de octubre de 1969, p.3 y 5 283 Ibíd., 29 de Septiembre de 1969, p.3 y 5 284 Sin autor, “Depreciación y devoluciones de nuestro camarón de exportación”, ESP, 27 de noviembre de 1969, p.3 y 5
169
Kabushiki Kaisha; N. Hagiwara de Japan Marine Product Importers Asson; K.
Umemura de Kanematsu-Gosho Kaisha LTD; S. Ide de Ichiro Gyogyo Kaisha Ltd.;
M. Nakahira de Toyo Menka Kaisha Ltd.; S. Tominaga de Toshuko Ltd.; Y. Ohshiro
de C. itho & Co. LTD.; A. Takeushi de Mitsubishi Shoji Kaisha; K. Tzuzuki de
Marubeni Lda Co.285 Ltd.286
Los acercamientos con técnicos e industriales pesqueros nipones y de otros
países, comenzaron a mediados de la década de 1960 y habían tenido poco éxito
en la concreción de proyectos, pese a la viabilidad que muchos de estos
presentaban. La falta de un marco institucional adecuado para absorber este tipo
de apoyos, así como una paranoia generalizada que hacía creer que estas
incursiones terminarían por dar al traste con la industria, se habían convertido en
los principales obstáculos para un desarrollo más integral y diversificado de la
actividad pesquera. La década de 1970 se presentó como un periodo más abierto
a la ayuda exterior, ya sea por la grave crisis en la que la industria se vio inmersa
o por una madurez del mismo gremio, las relaciones comerciales e industriales de
la pesca mazatleca con otros países se hizo más intensa. En este tono de
cooperación, la Cámara Nacional de Pesca con base en el puerto de Mazatlán,
promovió la visita del técnico nipón Dr. Motosaky Fujinaga, director de Kuruma
Shrimp culture Cooperativa Association. Esta visita significó un primer
acercamiento de los industriales mazatlecos con las técnicas acuícolas del
camarón.287
La temporada de 1968 había abierto una puerta para la diversificación de
las actividades, que la temporada de 1969 se encargó de cerrar. La producción de
harina de pescado, tanto en tierra como a bordo, había mitigado el mal momento
de la industria en su primer año de crisis productiva, una temporada después esta
actividad se encontraría en una crisis más severa. Una disminución en la
producción de 75% en relación con la temporada anterior así como un margen de
285 Ibíd., 28 de noviembre de 1969 286 En la actualidad empresas como Mitsui & Co. LTD, se han consolidado como grandes transnacionales, comercializadoras de diversos productos. 287 Sin autor, “Sin intermediarios planea Japón comprarnos el camarón”, ESP, 29 de agosto de 1970
170
ganancia limitado, posicionaban a la harina de pescado, no como una vía de
diversificación, sino como un lastre para las empresas camaroneras que habían
inversión en la maquinaria necesaria para la trituración de las especies de
escama.288
La temporada de 1969 terminaría con una producción de apenas 4,287
toneladas de camarón; con un aproximado de 298 embarcaciones el rendimiento
por nave era la más baja de la que se tenía historia, con 14.38 toneladas por
embarcación. Un último intento de levantar la producción fue el envío de
embarcaciones a las aguas de Baja California. Si existió un margen mínimo de
ganancias en la temporada, éste se esfumaría con la incursión de las naves en el
Golfo de California, pues reportes de pérdidas, por falta de productos, de hasta 3
mil pesos por embarcación, sería la estocada final a la temporada de 1969.289
Comparada con los años de 1960 y 1961, cuando hubo ocasiones en que las
embarcaciones más grandes entregaban producciones de hasta 10 toneladas por
viajes de un mes, la temporada que terminaba solo podía catalogarse como
catastrófica.
Cambios climáticos, una depredación voraz de la especie, el
“changuerismo” dentro de los esteros del sur y norte del estado, desunión entre
cooperativas y armadores, así como un mercado bipolar como Estados Unidos,
tenían a la industria en una encrucijada de la que parecía imposible salir. ¿Qué
podía hacer el Gobierno Federal para ayudar a una industria que se colapsaba?
Lo único que un gobierno responsable podía hacer, era aumentar la flota
productiva, para generar una mayor explotación y un mayor endeudamiento del
sistema cooperativista. Desde diciembre de 1969 el Presidente de la República,
Gustavo Díaz Ordaz, había comunicado que, para mitigar la crisis pesquera de la
costa del Pacífico mexicano se concederían créditos a través del BANFOCO para
la construcción de 100 embarcaciones camaroneras.290 En octubre se hizo
288 Sin autor, “Desciende considerablemente la producción de harina de pescado”, ESP, 15 de mayo de 1970, p.3 289 Sin autor, “Rotundo fracaso en la pesca de camarón”, ESP, 06 de agosto de 1970, p.3 y 5 290 Sin autor, “Mas barcos, mejores y más grandes quiere el Lic. Echeverría que se construyan en Mazatlán”, ESP, 11 de diciembre de 1969, p.3
171
realidad el pronunciamiento presidencial: 100 embarcaciones fueron financiadas
por la institución bancaria: 20 embarcaciones serían para la flota de Mazatlán,
para ser operadas por la Refrigeradora del Noroeste; 40 naves serian destinadas
al puerto sonorense de Guaymas, que serían administradas por la también
paraestatal Congeladora Mexicana; las últimas 40 embarcaciones serían
repartidas en partes iguales entre Topolobampo, Sinaloa y Salina Cruz, Oaxaca.291
En el mismo orden de ideas, las líneas de crédito que el BANFOCO tenía
para las cooperativas generaban preocupación por se ilimitadas. Si es verdad que
las cooperativas no contaban con capitales que les permitieran avituallar sus
embarcaciones cada inicio de temporada, no menos cierto es que desde que
habían adquirido parte importante de la flota mazatleca, no habían tenido una
buena temporada que fuera equilibrada en cuanto a producción y precios. Sin
embargo, la gran cartera vencida que tenían, así como los nuevos créditos para
avituallamiento y adquisición de embarcaciones que adquirían cada temporada,
terminarían por convertir a las cooperativas en “empresas sociales” insostenibles.
Para el inicio de actividades de la temporada de 1970, el BANFOCO otorgó un
crédito de avituallamiento a las cooperativas mazatlecas por un total de 8 millones
de pesos.292
Un mes y medio después de que iniciase la temporada de 1970, armadores
y cooperativas tomaron una resolución drástica. Dada la mala calidad, la poca talla
y la escasa producción, se imponía una veda voluntaria en las costas del estado
de Sinaloa.293 La flota mazatleca era movilizada al sur de la república, a las costas
de Oaxaca y Guerrero, principalmente. Esta decisión vendría a trastocar de nuevo
la dinámica económica del puerto de Mazatlán. La zafra obtenida en el sur de la
República fue maquilada en plantas congeladoras del puerto de Salina Cruz,
motivo por el cual la mano de obra de las congeladoras locales se vio paralizada;
la Cámara de Comercio local estimó que entre las pérdidas de las congeladoras y
291 Sin autor, “Optimista panorama en pesquerías del norte”, ESP, 09 de octubre de 1970, p.3 y 5 292 Sin autor, “Aprueba el BANFOCO créditos para la pesca”, ESP, 26 de agosto de 1970, p.3 y 5 293 Sin autor, “Voluntaria veda parcial de camarón”, ESP, 08 de noviembre de 1970, p.5
172
las del comercio, la economía mazatleca había dejado de percibir 8 millones de
pesos en un solo mes de dicha veda.294
Pese a una primera mitad de temporada decaída, el año no sería el peor
para la industria camaronera mazatleca. Si bien la producción camaronera apenas
superó a la de la temporada anterior, la aparición del mercado japonés como una
opción de un mercado más estable permitió que la actividad no tuviera una
segunda temporada catastrófica. Las relaciones con Japón beneficiaron sobre
todo a dos empresas: por un lado la paraestatal Refrigeradora del Noroeste y por
otro lado Maricos Tropicales propiedad de Julio Berdegue que comenzaba a
posicionarse como el principal industrial del camarón dentro del puerto de
Mazatlán. Aprovechando las nuevas relaciones comerciales, los japoneses
hicieron nuevos intentos por establecer factorías pesqueras dentro del territorio
mazatleco. Conscientes que la explotación del camarón era la principal actividad
económica del puerto de Mazatlán, en mayo de 1971 industriales japoneses
presentaron un proyecto ambicioso que pretendía explotar de manera intensiva
productos como: erizo de mar, huachinango, pargo, sierra, vaqueta, mero, valla,
cabrilla, garropa, cazón y tiburón.295
La temporada camaronera de 1970 debía darse por perdida, y pasaría a ser
junto con la de 1969, el peor periodo de la pesca del camarón en Mazatlán. Sin
embargo, al final de esta sucedieron dos fenómenos que marcarían de manera
importante el desarrollo de la actividad durante los próximos años. En primer
lugar,, sucedió el ascenso de Julio Berdegué como el líder de los armadores. Si
bien este industrial puede considerarse como un empresario innovador y
comprometido con la industria camaronera, así como propulsor de la
diversificación de mercados, fue uno de los principales impulsores del traspaso de
la flota camaronera que dejó fuera de la actividad a la Iniciativa Privada. En
segundo lugar, se daba a conocer el “Plan Pesquero Nacional”. Este plan, que era
una de las principales plataformas de desarrollo económico del sexenio del
presidente Luis Echeverría, sería uno de los puntos clave para el ascenso 294 Sin autor, “Muchos factores frenan la producción camaronera”, ESP, 24 de diciembre de 1970, p.3 295 Sin autor, “Quieren aprovechar solo especies inexplotadas”, ESP, 25 de mayo de 1971, p.3
173
definitivo de las cooperativas camaroneras como principal grupo de poder en la
bicéfala actividad camaronera del dicho puerto.
El aumento de la zafra camaronera, en el puerto de Mazatlán, fue mínimo
durante la temporada de 1970. Con un total de 4,311 toneladas, la producción solo
fue mayor en 24 toneladas, sin embargo, una ligera disminución en la flota
aumento los rendimientos de manera importante teniendo un promedio de captura
de 15.39 toneladas por embarcación.
4.1.2. Ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario.
El “Plan Pesquero Nacional”, uno de los programas de desarrollo del
gobierno de Luis Echeverría Álvarez, fue develado los primeros días de 1971. El
puerto de Mazatlán había sido evaluado como el punto clave para el desarrollo de
este programa. El gabinete de Echeverría Álvarez, anunció una modernización
total de la industria camaronera, consistente en la construcción de 800
embarcaciones que serían financiadas por el BANFOCO y destinadas en su
totalidad al sistema cooperativo. El plan tomaba en cuenta la diversificación, y al
igual que la pesca del camarón, la industria atunera se vería beneficiada con los
medios de producción necesarios para su desarrollo.296
La tendencia populista mostrada por Echeverría cuando fungía como
Secretario de Gobernación en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, así como el
anuncio de la construcción masiva de embarcaciones cooperativistas ya como
Presidente, prendió los focos rojos de los armadores porteños. De manera pública,
los industriales mazatlecos se pronunciaron a favor del “Plan Pesquero Nacional”,
poniendo a disposición de los esfuerzos federales una flota nacional de 700
embarcaciones e inversiones productivas de 1500 millones de pesos. El líder
nacional de los armadores, el mazatleco Federico Medrano, aseguraba que el
papel de los armadores era vital dentro de la industria y que estaban dispuestos a
296 Sin autor, “Total modernización de la flota pesquera”, ESP, 29 de mayo de 1971, p.3 y 5
174
cooperar de manera cercana con los deseos de desarrollo de los planes
federales.297
La inestabilidad que el precio del camarón mostraba en los mercados
internacionales, fue una problemática que acompañó de manera permanente a la
industria. Al ser un producto de exportación, su cotización en el mercado se
encontraba determinada por factores que afectaban la economía de manera local.
La temporada de 1971 comenzaba bajo un halo de incertidumbre. Es verdad, que
la maquinaria federal se habia pronunciado a favor de la pesca en la nación, sin
embargo, la crisis financiera que aquejaba al país del norte hacían dudar sobre el
comportamiento del producto dentro del mercado estadunidense. La crisis sufrida
por el dólar en el año de 1971, obligaba al gobierno de los Estados Unidos a tomar
una política arancelaria más agresiva, con el fin de fortalecer a sus productores
locales y tener un nivel de recaudación más alto, en lugar sanear las dañadas
arcas del Tío Sam. La falta de precios estables sumado a un nuevo impuesto de
exportación de 10% ad valorem, significaría el tiro de gracia para la dañada pesca
de camarón en el puerto. Sin embargo, a través de negociaciones el producto
quedó libre de impuestos, dependiendo solamente de los precios de mercado.298
Una serie de eventos desafortunados tenían a la pesca del camarón a
punto del colapso. La temporada de 1971 comenzaba con buenos augurios. Dos
años atrás la situación de de devaluación del peso frente al dólar hubiera
provocado una fuga masiva de capitales del puerto. Las crecientes relaciones
comerciales con Japón, una crisis camaronera en India y Kuwait, las políticas
federales pro pesca y una producción que se comparaba con las de mediados de
la década de 1960, propiciaban un clima de estabilidad dentro de la economía
mazatleca. Sobre el aumento en la producción, diversos fueron las explicaciones
que se dieron: la disminución en la flota oaxaqueña que se dio un año antes
después del huracán Jennifer; un aumento en las lluvias que causó que la especie
297 Sin autor, “Fracaso la unificación de coyotes; pero pesca permanecerá inflexible”, ESP, 21 de mayo de 1971, p. 3 y 5 298 Sin autor, “Confirman que el camarón estará exento del impuesto del 10%”, ESP, 21 de septiembre de 1971, p.3 y 5
175
se escapara de los esteros, una disminución en las temperaturas del agua del
Pacífico.299 Cualquiera que fuera la causa del aumento en la producción, el mes
de octubre de 1971 entregó una zafra de 1,391 toneladas, activando las
inversiones de la industria camaronera.
Con las congeladoras trabajando a tope, 700 empleados se veían
beneficiados. Con salarios conjuntos que iban de los 400 a los 500 mil pesos
semanales, el comercio se hacía partícipe de la bonanza tan esperada de la pesca
del camarón.300 La sensación de bienestar así como la puesta en marcha del “Plan
Nacional Pesquero”, se tradujeron en un aumento de la flota por parte de
cooperativas y armadores. La Congeladora Unión, anunciaba en octubre de 1971
la construcción de 10 embarcaciones, con lo que le daría servicio a un total de 60
embarcaciones. De las embarcaciones proyectadas por la congeladora, 5
pertenecieron a la familia Medrano y 5 más a diferentes armadores asociados.301
Por su parte, la Refrigeradora del Noroeste, adherida a Productos Pesqueros
Mexicanos (PROPEMEX), anunciaba un aumento en su planta productiva que
permitiera el rápido servicio a las 120 embarcaciones a las que atendía durante el
periodo de pesca. Este aumento en su planta productiva permitió además la
generación de más empleos durante la zafra.302
La temporada pesquera redituó ganancias extraordinarias, la crisis del dólar
no significó un golpe a la economía camaronera y el repunte de la producción
permitió a los diferentes actores gozar de una buena temporada después de
muchos años. Con una flota de 291 embarcaciones, la producción total de la
temporada fue de 6,133 toneladas con una productividad de 21.07 toneladas por
embarcación. Sin embargo, los más importante de esta temporada fue el
comienzo de la pesca atunera por parte de la Iniciativa Privada. De la mano de la
familia Cevallos no solo comenzó la pesca de la especie, sino que se dio su propia
industrialización. La aparición de una empresa local dedicada a la explotación del
299 Ibíd., octubre - noviembre de 1971, 300 Sin autor, “Bonanza en la industria”, ESP, 09 de octubre de 1971, p.3 301 Sin autor, “Invertirán $12 millones en la compra de nuevos barcos”, ESP, 08 de octubre de 1971, p.5 302 Sin autor, “Ampliaran la capacidad de la refrigeradora”, ESP, 09 de noviembre de 1971, p.3
176
atún acaparó la atención del estado, y comenzaron a realizarse estudios de
factibilidad; en abril de 1972, PROPEMEX anunciaba inversiones por 60 millones
de pesos a fin de hacer más intensiva la captura del atún, de igual manera
destinaba embarcaciones exclusivamente para la pesca de escama. El objetivo
principal de lo anterior era terminar con el piojillo durante la época de veda.303
Como si fuera una especie de regla, tras una buena temporada de capturas
se entraba en periodo de firma de contratos de participación. El temor de los
armadores no era infundado, los últimos periodos de contratación habían sacado
la por parte y, con menos de la mitad de la flota, se habían convertido en el grupo
vulnerable. Los pronunciamientos del gremio armador a favor de del “Plan
Pesquero Nacional”, eran recurrentes, sobre todo de parte de la familia Medrano.
Federico Medrano planteaba que en un periodo de 10 años, la situación de las
cooperativas pesqueras iba a ser financieramente insostenible, además de esto
aseguraba que los armadores jugaban un papel clave en cuanto a la
modernización y la innovación dentro de la flota. Medrano llamaba a la unión entre
ambos sectores de la pesca, y solicitaba que la IP fuera objeto de crédito dentro
de los planes federales.304
Federico Medrano tenía razón; la participación de armadores y cooperativas
era parte vital de la dinámica económica. Pese a ser grupos en constante conflicto,
habían logrado establecer a Mazatlán como el primer puerto pesquero de México y
probablemente de todo América Latina. Nadie escucharía sus palabras y ambos
grupos, bajo la mira de un estado populista e interventor, comenzarían un nuevo
conflicto que quizá no fue tan agresivo como los anteriores, pero que tendría
repercusiones profundas al interior de la actividad.
Quizá fue la buena temporada, tal vez la aprobación de un crédito de 78
millones de pesos para la construcción de 52 embarcaciones de cooperativas, a lo
mejor fue una decisión acertada por parte de los armadores o solamente
costumbre, lo cierto es que, comenzando el mes de junio de 1972, los armadores
303 Ibíd., julio de 1971 – julio de 1972 304 Sin autor, “Necesitan más unión armadores y cooperativistas”, ESP, 18 de enero de 1971, p.5
177
paralizaron sus embarcaciones ante la descabellada propuesta de contrato de las
cooperativas. Amparados en un crédito que aumentaría su flota de manera
descomunal, las cooperativas se vieron con la posibilidad de pedir, no un 56%
como las últimas 7 temporadas, sino que sus pretensiones fueron un poco más
arriba: plantearon la posibilidad de que el contrato de participación les beneficiara
con las utilidades del 85% de la producción. Las cooperativas no podían esconder
su deseo de deshacerse de los armadores; tardarían 10 años más en hacerlo.305
Es verdad, las cooperativas, en conjunto con el Estado, manejaban la
mayoría de la flota camaronera en la nación. Sin embargo, debido al crecimiento
desmedido de los socios de cooperativas, éstos no se encontraban en condiciones
de prescindir de la flota de los armadores. Muchas voces se dejaron escuchar
sobre el papel que jugaban dentro de las negociaciones ambos grupos. El
industrial Julio Berdegué, aseguraba que los cooperativistas se encontraban en
disposición de negociar, atribuyendo la intransigencia a los líderes de estos
organismos, a quienes acusó de corrupción. Por su parte las cooperativas se
encontraban inmersas en un sueño llamado “Plan Pesquero Nacional”, que
planteaba la compra total de la flota de armadores.306
Los armadores, que iniciaron luchando porque se modificara el artículo 49
de la Ley de Pesca, que dotaba a las cooperativas de la pesca exclusiva de las
especies con más valor en el mercado, terminaron por sufrir otro descalabro. El
contrato de participación obligaba a armadores y cooperativistas a compartir
gastos y utilidades: 60% cooperativas y 40% armadores. Los problemas por la
firma de los contratos se extendieron hasta el mes de febrero de 1973. En un
primer momento, las negociaciones habían planteado que la entrega de la
producción fuera en especie, sin embargo, problemas logísticos para ambos
bandos echaron atrás esta propuesta y en febrero de 1973 se decidió que la
participación fuera en utilidades.307
305 Ibíd., junio de 1972 306 Ibíd., junio de 1972 307 Sin autor, “80 embarcaciones salen a la pesca”, ESP, 08 de marzo de 1973, p.3
178
Reza la cultura popular que no existe nada peor que un armador
despechado. Resentidos por una contratación que acusaron de intransigente, los
armadores del puerto decidieron contratar sus embarcaciones con las
cooperativas de otros puertos.308 Desafortunadamente para las cooperativas
mazatlecas que intentaron por todos los medios impugnar tal decisión, los
armadores actuaron con apego a la ley y mantuvieron esa decisión durante toda la
temporada. Las cooperativas se vieron afectadas, pero las que resintieron esta
situación fueron las cooperativas de reciente creación. Cooperativas como Benito
Juárez y Margarita Maza de Juárez formadas por pescadores libres, aun no
contaban con una flota que les permitiera mitigar tal situación. Pese a los
problemas, la temporada de 1972 cerraba de una manera magnífica: un aumento
en producción de casi 2 mil toneladas posicionarían a este periodo de zafra como
el tercero mejor de la década de 1970. Una producción total de 7,947 toneladas,
repartida entre 294 embarcaciones que componían la flota mazatleca, arrojó una
productividad por embarcación de 27.03 toneladas.
El incremento en el gasto público y la estatización de la economía en la
nación provocó serios conflictos entre la IP y el sector social. El puerto de
Mazatlán se encontraba en un estado natural. La crisis del sistema financiero de
los Estados Unidos no había afectado de manera importante la comercialización
del camarón en aquel país; el crustáceo mexicano era inmune a Nixon. Sin
embargo, las contradicciones que la actividad tenía en cuanto a su
comportamiento seguían afectando de manera notable la dinámica del puerto. La
producción camaronera de la temporada de 1973 volvería a ser catastrófica, tras
dos años de una increíble mejoría, se desmoronaría sin que nadie se lo esperara.
Para el mes de julio de 1974 la producción total de la flota mazatleca era de 4,785
toneladas; con un total de 325 embarcaciones, la productividad por embarcación
fue de 14.72 toneladas.
308 Sin autor, “Salio la flota rumbo a distintos puertos del Pacífico”, ESP, 13 de septiembre de 1972, p.5
179
Tabla 26. Cotizaciones de camarón en Estados Unidos 1970-1974
Camarón 1970 1971 1972 1973 1974 u/10 3.50 u/15 1.65 2.50 2.43 3.15 3.25
16/20 1.50 2.35 2.33 3.20 2.70 21/25 1.37 2.22 2.20 3.10 2.20 26/30 1.15 2.02 2.02 2.80 1.85 31/40 0.95 1.72 1.72 1.55 41/50 .85 1.22 1.22 1.35 51/60 .52 1.12 1.12 1.85 1.20
Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1958-1963
La baja en la producción de 1974, desato una ola de explicaciones que
nadie se atrevía a dar por un hecho: aspectos biológicos de la especie, cuestiones
climáticas, las ventas furtivas que hacían los tripulantes de las embarcaciones. Lo
cierto es que la producción presentó una diferencia negativa de 3,800 toneladas,
por lo que no fue raro que se escucharan voces de extinción del crustáceo. Lances
de 4 horas con una producción de solamente 4 camarones, era un buen parámetro
para desatar la paranoia dentro de la actividad.
Como se ve en la tabla 26, el aumento en los precios de la temporada de
1973 fue de poco más del 50%; esta situación no solo atenuaría la baja dramática
de la producción, sino que dejaría un amplio margen de ganancia para armadores
y cooperativas. Pese a esto, el desplome de la producción prendió focos rojos
para los diferentes actores, el golpe de suerte que se tuvo con el mercado
estadunidense quizá ya no se repetiría. Los armadores protestaron en contra de la
política federal de crear una flota más grande; José Carranza, uno de sus
principales líderes, calificó de absurda y temeraria la decisión del gobierno de
Echeverría de seguir aumentando la flota camaronera, a pesar de que el
rendimiento por embarcación fuera en notable decremento. Por su parte el
cooperativismo, amparado en la excusa de la necesidad, caía en endeudamientos
más grandes con el BANFOCO.309
309 Sin autor, “Inservible, la construcción de embarcaciones pesqueras”, ESP., 24 de mayo de 1974, p.1
180
A pesar de los dimes y diretes entre cooperativas, armadores y Estado, se
llegó a un acuerdo que sería una clara señal del agotamiento de la industria.
Durante los periodos de veda, la flota mazatleca se trasladaba a las costas de
Oaxaca o Baja California para no detener la totalidad de su flota, pero a partir de la
temporada de 1974 una veda general para el Pacifico mexicano seria instituida.310
De igual forma se planteó la idea de hacer vedas más cortas, pues la veda oficial
en alta mar comenzaba el 15 de julio y finalizaba el 15 de septiembre de cada año;
sin embargo, durante las últimas temporadas el inicio de la veda se había
recorrido de manera no oficial, debido a los bajos niveles de producción que se
tenían durante los últimos meses de la zafra.311
A diferencia de la pesca de camarón, la actividad atunera se encontraba en
franco crecimiento. La temporada de 1973 fue testigo del regreso de una de las
familias más productivas en la industria pesquera. Tomás de Rueda Coppel, se
incorporó como gerente y accionista de la empresa atunera Productos Alimenticios
del Mar. Tras una prolongada incursión en la industria de la construcción naval, De
Rueda se incorporaba a una actividad que cobraba auge.312
El “Plan Pesquero Nacional”, había posicionado a Mazatlán como el
principal puerto del país y también como punta de lanza en la diversificación
pesquera. Durante el año de 1974 se constituyeron 6 empresas dedicadas a la
pesca e industrialización del atún y sardina. Las proyecciones del puerto de
Mazatlán, al inicio de la temporada de 1974, eran magníficas: compra de 6 barcos
atuneros, con una inversión de 143 millones de pesos; construcción de 23 barcos
sardineros, con una inversión de 98 millones de pesos; una aumento en la
producción camaronera de 1,200 toneladas, producción de 500 toneladas de
bagre, producción de 600 mil latas de anchoa, producción de 16,700 toneladas de
harina de pescado, una generación de 1,100 empleos.313 Tras el acercamiento de
310 Sin autor, “Armadores acordes en parar la flota pesquera”, ESP, 07 de mayo de 1974, p.3 311 Sin autor, “Suspensión de actividades pesqueras”, ESP, 16 de mayo de 1974 312 Sin autor, “Da permisos la SIC, afectando a los verdaderos pescadores”, ESP, 26 de julio de 1973, p.2 313 Sin autor, “Sera Mazatlán el mejor centro pesquero del país”, ESP, 18 de febrero de 1974, p.5
181
muchos países europeos para echar a andar la industria atunera en el puerto,
fueron inversiones italianas y españolas las que interfirieron en este desarrollo.314
4.1.3. Nos han dado los mares… pero es que somos muy pobres
Inmersos en las problemáticas del oro del mar, los cooperativistas porteños
nunca se preguntaron de donde salía el dinero para sus flamantes embarcaciones.
Muchos años habían luchado para poder hacerse de una flota que cubriera las
necesidades de todos sus socios; ahora que les habían dado los mares, qué
importaban las maneras. Para la actividad pesquera fue, PROPEMEX; para el país
fueron todos los rubros productivos los que sufrieron la estatización. El año de
1974 significó el fin del sueño populista de Luis Echeverría, quien con base en un
feroz endeudamiento externo, que se había duplicado desde su ascenso al poder,
había desmoronado al sistema financiero mexicano.
Ha quedado de manifiesto que la comercialización del camarón mazatleco
dependía de manera exagerada del mercado de los Estados Unidos. Esta
dependencia se extendía de manera generalizada a las empresas conexas de la
pesca del camarón: congeladoras, astilleros, ferreterías. Después de 3 años de
esquivar la crisis de los Estados Unidos, la pesca de camarón se vio afectada a
comienzos de la temporadas de 1974. El fenómeno de inflación sufrido en los
Estados Unidos, si bien ayudó a mantener los precios del camarón estables
generaba dos situaciones desfavorables para la economía del puerto de Mazatlán:
inflación en los insumos de las empresas conexas a las actividades pesqueras y
una disminución en la demanda del camarón dentro del mercado yanqui.
Con respecto al fenómeno de la inflación en los Estados Unidos, que afectó
el costo de producción y de insumos de la industria pesquera, encontramos que el
aumento en los costos de producción por tonelada creció de manera notable entre
las temporadas de 1973 y 1974.
314 Sin autor, “Frenan el desarrollo de la industria atunera”, ESP, 02 de abril de 1974, p.3
182
Tabla 27. Comparación en los costos de producción entre la temporada de 1973 y
1974
Insumo/medida 1973 1974 Diesel/litro $0.30 $0.40
Lubricante/tambor $600. 00 $1,010. 00 Maquila/tonelada $3,100. 00 $5,100. 00
Hielo/tonelada $85. 00 $140. 00 Chinchorro/unidad $2,800. 00 $5,160. 00
Galgas/ ½ 30 brazas $595. 00 $930. 00 Carrete Fool/ 200 brazas $3,325. 00 $5,347. 00
Cabo Propileno/kilo $32. 00 $52. 00 Cadena Galvanizda/kilo $7.20 $16.20
Embarcacion/unidad $1,450, 000. 00 $2,450, 000. 00 Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1975
Salvo el precio del diesel marino, que se encontraba subsidiado por parte
del gobierno federal, el resto de los insumos con los cuales trabajaba la pesca de
camarón había sufrido una inflación en algunos casos de hasta un 50%, motivo
por el cual el margen de ganancia que tenía la industria disminuía de manera
considerable.
En lo que respecta al problema del mercado, fueron diversos los factores
que afectaron de manera importante la industria camaronera. En primer lugar,,
hubo una crisis de energéticos en Japón, lo que obligó a los países camaroneros
asiáticos como India y Pakistán a desviar sus exportaciones a los Estados Unidos,
creando una sobre oferta dentro de este mercado. La crisis del país del norte
afectó de manera fuerte a sus productores locales, y éstos, para mitigar sus
problemas y aprovechar el mercado local, exigieron que se prohibiera la entrada
de camarón y de tomate sinaloense a su economía. Por último, existió una
importante caída de los precios, sobre todo en las tallas medianas, por lo que la
excelente producción de ese año no pudo ser aprovechada.315
Exentar de impuestos a la industria, disminuir el precio del diesel y
aumentar el consumo local de camarón fueron algunas de las soluciones que se
presentaron para que la industria tuviera un ligero repunte. Lo cierto es que para 315 Sin autor, “Prosigue el amarre de barcos”, ESP, 24 de enero de 1975, p.3
183
enero de 1975, de una producción de más de 4 mil toneladas, solamente se había
comercializado un 25%.316 Con las incipientes exportaciones a Japón y los precios
en Estados Unidos muy por debajo en comparación con la temporada pasada,
José Carranza, líder de los armadores en la nación, amenazó con detener toda la
flota privada.317
Para el mes de marzo de 1975 eran 80 las embarcaciones que estaban
detenidas. Chinchorreros, carpinteros, ferreteros y trabajadores de congeladoras
estaba en medio de una lamentable crisis.318 La Congeladora Mariscos Tropicales
que había empezado la temporada empleando a 80 mujeres, tenía laborando a 20,
de las cuales 13 eran sindicalizadas. Por su parte la RENO (filial de PROPEMEX)
despidió a 100 de las 140 trabajadoras temporales que había contratado al inicio
de la temporada.319
En tiempo de crisis, es mejor no tomar decisiones apresuradas. Sin
embargo, los diferentes actores de la pesca no habían aprendido esta lección. La
desastrosa temporada de 1974 terminó entre declaraciones y decisiones
desafortunadas por parte de todos los involucrados. Las cooperativas de Mazatlán
entraron en una dinámica acusadora contra la paraestatal PROPEMEX,
responsabilizando a su administración de favorecer a los armadores, en una clara
violación al espíritu de solidaridad entres cooperativistas y Estado. Los líderes
cooperativistas anunciaron su dimisión de la empresa mencionada, hecho que
nunca se dio; Julio Berdegué Aznar, el hombre fuerte de la pesca de camarón,
planteaba de nuevo la idea de vender la flota de los armadores a los
cooperativistas, argumentando que éstos ya no la necesitaban.320
Sin embargo, la decisión que sorprendió a todos fue la que tomó
PROPEMEX y las demás exportadoras asentadas en el puerto de Mazatlán. Ante
la falta de un mercado competente en Estados Unidos, y el fracaso de las
316 Sin autor, “Se acentúa la crisis camaronera”, ESP, 16 de enero de 1975, p.3 317 Sin autor, “Negativos factores obligan a la paralización de la flota pesquera”, ESP, 25 de enero de 1975, p.3 y 5 318 Sin autor, “Paran más barcos por falta de avituallamiento”, ESP, 01 de marzo de 1975, p.3 319 Sin autor, “Cese masivo en congeladoras”, ESP, 12 de marzo de 1975, p.3 320 Sin autor, “Vendemos barcos, pero a quien pague”, ESP, 20 de marzo de 1975, p.5
184
misiones comerciales que intentaban encontrar mercados en Europa, las
exportadoras comenzaron a vender su producción a los “coyotes”. El
“changuerismo” había sido uno de los principales problemas de la pesca desde
mediados de la década de 1960; negociar con él para salvar la producción de una
temporada, significaba abrir una puerta que sería difícil volver a cerrar.321
Una producción de 6,253 toneladas había significado en cualquier otro año
ganancias extraordinarias para la industria pesquera mazatleca. El año de 1974 se
convirtió en un parte aguas en las relaciones entre los actores de la pesca de
camarón. En primer lugar,, los grandes armadores no escondían sus deseos de
retirarse de la actividad, la pesca del atún había ganado terreno dentro de las
actividades pesqueras; en segundo lugar, la sobrepoblación de embarcaciones
que originó una disminución radical de la productividad por embarcación. En este
sentido tenemos que el rendimiento por embarcacion del año de 1974 apenas
alcanzó un promedio de 15.96 toneladas, tomando en cuenta una flota de 392
naves.
Mayores en número, con una flota productiva más grande, con el apoyo
federal y con los líderes del bando contrario queriéndose marchar de vacaciones,
las cooperativas tenían la sartén por el mango. La firma de contratos que inició en
el verano de 1975, no puede calificarse sino como extraña. Las cooperativas se
encontraban severamente dañadas en su economía, la condonación de 47
millones de deuda que el BANFOCO, por orden presidencial les había hecho dos
meses antes, no mejoró su crítica situación; al momento de la contratación se
encontraban esperando nuevos préstamos de avituallamiento.322 Por su parte los
pequeños armadores que no contaban con grandes flotas, como en el caso de las
familias Medrano y Carranza, atravesaban una fuerte crisis que les llevó a buscar
apoyo del gobierno estatal. Los armadores pidieron al gobierno estatal que sirviera
321 Sin autor, “Mientras llega la hora de vender en Europa negocian camarón con coyotes”, ESP, 16 de Abril de 1975, p.3 y 5 322 Sin autor, “El autor evaluara armadores”, ESP, 13 de Mayo de 1975, p.3
185
como aval frente a las instituciones financieras privadas, con el objeto de ser
figuras de crédito.323
Pese a la crítica situación, las cooperativas iniciaron las negociaciones del
contrato, buscando apoderarse de la flota estatal perteneciente a PROPEMEX y
tras la flota privada. Lo primero no sería difícil: la incosteabilidad que significaba la
pesca del camarón para la empresa paraestatal, llevó a su administración a
generar un convenio de compraventa con las cooperativas. Un documento de 16
puntos sentó la base de la operación que se llevaría a cabo unos meses más
tarde.324
Motivado por el “éxito” que fueron las negociaciones con PROPEMEX, el
cooperativismo se negó a firmar cualquier contrato con los armadores que no
significara el traspaso de la flota. Poco importaba que el BANFOCO anunciara que
recuperaría los créditos a través de embargos de embarcaciones y con la
intervención del 85% de la producción en las congeladoras del sistema; las
cooperativas iban por todo dentro de la contratación.325
Como todas las ocasiones anteriores, los conflictos entre los armadores y
los cooperativistas llegarían a un acuerdo, no sin antes haber dañado de manera
importante el accionar de la actividad. Sin embargo, una situación marcaría el
desarrollo del ideal cooperativista. En medio de toda la trifulca entre ambos
bandos, 5 pequeñas cooperativas mazatlecas firmaron contratos al margen de sus
pares. Las cooperativas, Océano Pacifico, Margarita Maza de Juárez, Benito
Juárez, José María Morelos y Trópico de Cáncer, desprovistas de una flota que
pudiera emplear a sus socios, firmaron un contrato de participación en el que
cooperativas y armadores trabajarían con un porcentaje de 50% en utilidades y
gastos. Esto se esperaba de las cooperativas de Salina Cruz, que
tradicionalmente se habían mostrado contrarios al accionar cooperativista. Dicha
323 Ibíd., 15 de mayo de 1975 324 Sin autor, “16 bases para comprar la flota”, ESP, 24 de agosto de 1975, p.3 325 Sin autor, “Bodegas llenas de camarón”, ESP, 18 de octubre de 1975, p.5
186
ocasionó una fractura en el sistema cooperativista similar a la de principios de la
década de 1960.326
El fin de la temporada corroboraría una situación: las crisis subsiguientes de
la pesca atenderían cuestiones tradicionales, como el comportamiento de los
mercados exteriores o los trastornos biológicos de la propia especie. Sin embargo,
lo que afectaría más a la actividad sería la disminución en la producción
ocasionada por el número excesivo de embarcaciones. Para la temporada de
1975, la flota camaronera mazatleca se encontraba constituida por 402
embarcaciones, las que que lograron una captura general de 7,189 toneladas de
camarón; la productividad por barco fue de 17.88 toneladas. En cuestión de una
producción similar, la temporada de 1967 registró una captura de 7,070 toneladas,
sin embargo, con 300 embarcaciones la productividad fue de 23.56 toneladas por
nave.
La fractura hacia el interior del sistema cooperativista, así como los deseos
de partir de los armadores, marcaron la temporada de 1975; sin embargo, un
fenómeno delicado se presentaba en la pesca de camarón: el narcotráfico. Es
imposible determinar cuándo comenzó y en qué medida se relacionó el sistema
pesquero con el narcotráfico. En el medio pesquero es un tema difícil de tratar y
del que muy pocos quieren opinar, sin embargo, durante los primeros 3 meses del
año de 1976, esta pareció volverse una práctica socorrida por los pescadores.
Líderes de armadores Carranza y Lem Noriega, aseguraban que ante el
crecimiento desmedido de la actividad pesquera y los problemas financieros en los
que se ha visto envuelta la actividad a partir de 1970, el narcotráfico a bordo de
camaroneros podía llegarse a convertir en una actividad común y redituable. Hasta
ese momento, eran 4 las embarcaciones que habían sido capturadas con grandes
cargamentos de sustancia prohibidas.327
326 Sin autor, “Aprueba la SIC prórroga de contrato cooperativista”, ESP, 15 de septiembre de 1975, p.3 327 Sin autor, “Alarma narcotráfico pesquero”, ESP, 15 de septiembre de 1975, p.5
187
4.1.4. Alicia en el país de las fluctuaciones328
La inestabilidad económica que había comenzado en el año de 1975, se
convertía en una bola de nieve. Una devaluación de 76%, que situaba la paridad
de la moneda en $22.50 pesos por dólar y una inflación del 136% en relación con
un año anterior, situaban al año de 1976 como el inicio de una severa crisis que
México padecería hasta nuestro días. En un franco proceso de saneamiento
económico, el gobierno del presidente José López Portillo se vio en la necesidad
de adoptar una política fiscal más agresiva. La exportación del camarón, que se
encontraba exenta de impuestos desde 2 años atrás, volvía a ser gravada con un
impuesto de 9% ad-valoren. Este nuevo impuesto, sumado al aumento en los
insumos de importación nacionales, causados por la devaluación e inflación
respectivamente, no fueron argumentos suficientes para hacer que la industria
entrase en una nueva crisis; por el contrario, las ganancias obtenidas por la
comercialización del crustáceo dentro de los Estados Unidos, eran las más
redituables en casi 40 años dentro del puerto. 329
De forma cíclica, la producción y los precios del camarón entraban en
periodos de crisis o de auge. Ante cada periodo de abundancia o estabilidad de
precios, la confianza en la pesca reactivaba de manera importante los flujos de
capital encargados de reproducir al sistema camaronero. Esta vez no sería la
excepción. La mayoría de los armadores venidos a menos en la industria
camaronera, habían migrado a la pesca del atún. Sin embargo, siguieron
existiendo inversiones importantes para la industria del crustáceo. La compleja red
empresarial que existía al interior de la actividad pesquera, hacía que los
armadores camaroneros o atuneros funcionaran como un bloque sólido,
permitiéndoles la búsqueda de beneficios comunes.
En diciembre de 1976, los armadores del puerto de Mazatlán proyectaron la
creación de un consorcio que les permitiera realizar inversiones conjuntas. Con
una aportación de 100 mil pesos por embarcación, los armadores pretendían
328 Zaid, Gabriel, La economía presidencial, Océano, México, 2000 p.47 329 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, julio de 1976 – octubre de 1976.
188
inyectar nuevos flujos de capital a los astilleros locales para atender no sólo a los
barcos camaroneros, sino que también para reparar de manera interna las flotas
sardineras y atuneras.330
La abundante pesca y los altos precios del camarón en los Estados Unidos,
rápidamente tuvieron una repercusión positiva dentro del puerto de Mazatlán,
mientras que la dañada relación del BANFOCO con las cooperativas se vio
aminorada, ya que las sociedades cooperativas hicieron fuertes abonos a sus
deudas. Sin embargo, en el papel de grupo dominante y atendiendo a cuestiones
políticas hacia el interior del propio sistema, decidieron terminar las actividades
pesqueras el primer día de junio. Esta sorpresiva decisión vino a recrudecer las
resquebrajadas relaciones entre las cooperativas y los armadores. Julio Berdegué,
hacía del conocimiento público que los precios y los niveles de producción eran
altos y que la decisión de las cooperativas de adelantar la veda atendía a
cuestiones de proselitismo político. Su voz fue desatendida; el tiempo de los
armadores había pasado.331
Pese a esta situación, la temporada de 1976 fue un rotundo éxito. Una
producción de 8,016 toneladas, arrojo un rendimiento de 17.81 toneladas
pescadas por embarcación. Es verdad que los promedios de productividad venían
a la baja por el número excesivo de embarcaciones, sin embargo, el éxito de esta
temporada se basó en las cotizaciones del crustáceo en los Estados Unidos. Con
respecto al número excesivo de embarcaciones, encontramos que para el año de
1976 existían en el puerto un número aproximado de 450 embarcaciones, de las
cuales 150 pertenecían a los armadores y el resto a las cooperativas. Existe
confusión sobre el número real de la flota mazatleca, ya que para la década de
1970 Mazatlán era base de flotas de otros puertos mexicanos.
Con los grandes armadores soñando con latas de atún y hoteles de 5
estrellas, con los armadores pequeños en la ensoñación de una temporada
magnífica, con las cooperativas soñando con la totalidad de la flota, daba inicio la
330 Sin autor, “Consorcio para pesca de altura”, ESP, 25 de diciembre de 1976, p.3 331 Sin autor, “Veda camaronera y política”, ESP, 16 de mayo de 1977, p.5
189
temporada de 1977. Recordada como una de las peores temporadas de la pesca
del camarón, esta dejó ver los huecos administrativos que el sistema
cooperativista y la industria en general presentaban. Pese a contar con un
mercado estable y con una paridad que beneficiaba las exportaciones, la baja
notable de la producción ocasionó serios problemas financieros a todos los
actores de la pesca. Una disminución 41% situó la producción de 1977 en 5,505
toneladas. Con una flota en franco crecimiento, impulsada de manera principal por
los planes pesqueros tanto de Echeverría como de López Portillo, la productividad
de la temporada de 1977 sería una de las más bajas que se registraron hasta ese
año en la pesca del camarón. Con un total de 500 embarcaciones, el rendimiento
fue de 11.01 toneladas por embarcación.
La baja en la producción sería el mayor de los problemas para la industria
camaronera durante la temporada de 1977, pero no sería el único. La Secretaría
de Pesca, en su afán por proteger la especie de la sobre explotación, impuso
nuevas reglamentaciones en la pesca del crustáceo, siendo la principal un cambio
en el uso de las redes de pesca. Previo a la temporada de 1977, la pesca de
camarón se hacía a través de redes de 1¾ pulgada; a partir de 1977 deberían ser
de 2¼ pulgadas. Con una flota de 500 embarcaciones, la inversión que se
tendría que hacer en este cambio sería de 18 millones de pesos. Armadores y
cooperativas argumentaban que las redes impedirían capturar especie aún en
desarrollo, pero también afectaría las capturas de la especie mediana, generando
pérdidas importantes. 332
El saneamiento de las finanzas por parte del Gobierno Federal, llevó al
BANFOCO a tomar acciones radicales en contra de las cooperativas que tuvieran
grandes adeudos. La institución financiera aseguraba que de un adeudo de 150
millones de pesos, las cooperativas solamente habían abonado 20 millones. Las
cooperativas: Isla Venados, Articulo 27 Constitucional, Ignacio Allende, Nicolas
Bravo, Victoriano Mereles, Pescadores de Mazatlán, Océano Pacifico e
Independencia, enfrentarían cargos legales por parte del BANFOCO; inclusive, la
332 Sin autor, “18 millones las nuevas redes”, ESP, 26 de noviembre de 1977, p.5
190
institución bancaria hizo embargos de muebles e inmuebles a dichas
cooperativas.333
La temporada de 1978, trajó consigo la tensión de un nuevo proceso de
contratación entre armadores y cooperativas. Al ser las cooperativas dueñas de la
mayoría de la flota, tenían el control de este proceso. Sin embargo, un fantasma
silencioso empañaba aun más que las contrataciones a la industria camaronera.
Todos los actores de la pesca conocían del problema del changuerismo y
coyotaje, más no todos sabían la magnitud del fenómeno. Declaraciones del jefe
de la oficina de pesca de Mazatlán dieron una perspectiva real de hasta donde
llegaba el problema. Según estas declaraciones, existían en 1976 alrededor de
200 personas involucradas en actividades furtivas dentro de la pesca del camarón;
y con unas autoridades ineficientes para hacerle frente, cooperativas y armadores
debían de tomar cartas en el asunto; sin embargo, la mayoría de las voces
apuntaba a que eran los principales armadores y líderes cooperativistas, los
financiadores de estas prácticas.334
El proceso de contratación que paralizó a la flota de los armadores a
principios de la temporada de 1978, sería el último enfrentamiento que tendrían
cooperativas y armadores, y a pesar de que el traspaso total de la flota se gestó
en 1981, fue durante la temporada en mención cuando los grandes armadores
dieron muestras de no seguir más dentro de la industria. En primer lugar,, Julio
Berdegué señalo que las principales cabezas del cooperativismo tenían la
consigna de sacar a los armadores de la pesca, y que al estar apoyados por el
estado, se convertía en una situación insostenible.335 Por su parte, José Carranza,
aseguraba que la pesca del camarón ya no era rentable. Un changuerismo que se
llevaba un 40% de la producción, la negativa de las cooperativas de comportarse
como una empresa, un obsoleto sistema de comercialización y los constantes
333 Sin autor, “Por $150 millones es la pugna del BANFOCO y las cooperativas, ESP, 16 de noviembre de 1977, p.5 334 Sin autor, “Incapacidad oficial contra el contrabando camaronero”, ESP, 03 de febrero de 1977, p.3 335 Sin autor, “Niegan despachos de pesca a los armadores”, ESP, 28 de noviembre de 1978, p.7
191
ataques entre los diferentes actores de la pesca, habían llevado a la industria a un
inminente colapso.336
La paralización de la flota de los armadores, había dejado de ser un
problema. Al ser las cooperativas dueñas de la mayoría de las embarcaciones, la
producción no se veía disminuida, y la rotación en de la tripulación permitía a los
pescadores emplearse de manera intercalada, evitando así una desocupación
prolongada. De esta forma, al final de la temporada de 1978 la producción había
sido de 8,400 toneladas, con un total de 500 embarcaciones el rendimiento que se
tubo fue de 16.80 toneladas por barco.
La temporada de 1978, que fue exitosa debido a la devaluación del peso
frente al dólar, permitió a las cooperativas y al BANFOCO sanear sus relaciones a
través del pago oportuno de créditos. Solamente 4 cooperativas perdieron sus
embarcaciones por retrasar sus pagos a la institución financiera; un total de 10
embarcaciones fueron retiradas a las siguientes cooperativas: Benito Juárez,
Margarita Maza de Juárez, Victoriano Mereles y Océano Pacifico.337 Pese a los
malos augurios de los grandes armadores, los capitalistas que contaban con flotas
pequeñas decidieron hacer nuevas inversiones dentro de la industria. Haciendo
más grande el problema de la sobre explotación, en junio de 1979 solicitaron
permiso para la puesta en marcha de 47 embarcaciones más.338
La producción de la temporada de 1979 no alcanzó los niveles de las dos
anteriores, sin embargo, no se le puede calificar como mala. En abril de 1980, las
capturas globales de camarón habían sido de 6,100 toneladas, no se tiene el dato
exacto, pero las autoridades de pesca aseguraban que la producción alcanzaría
las 7,200 toneladas para el inicio de la veda. Hasta el mes de abril la productividad
por embarcación había sido de 12.2 toneladas; si los cálculos de la oficina de
336 Sin autor, “La actividad pesquera no es rentable, dice Carranza en desconsolador balance”, ESP, 17 de febrero de 1979, p.7 337 Sin autor, “Recoge BANFOCO 10 barcos a 4 cooperativas”, ESP, 18 de julio de 1979, p.3 338 Sin autor, “Tratan de conseguir en México permiso para que camaroneen otros 46 barcos”, ESP, 12 de septiembre de 1979, p.3
192
pesca eran acertados, el rendimiento de las 500 embarcaciones de la flota fue de
14.4 toneladas por nave.339
A medida que avanzaba el tiempo y el sistema cooperativista se volvía más
grande, pero más ineficiente, la salida de los armadores se veía más cerca. La
temporada de 1979 se desarrolló en medio de un ambiente hostil, lo que la
convirtió en un ciclo de pesca conflictivo. La contratación, que no fue problema
esta temporada, cada vez apuntaba más a la firma de una cláusula de
compraventa de la flota de los armadores. En orden cronológico, el primer punto
de crisis que encontró la actividad durante esta temporada vino de la mano de
PEMEX. En medio del boom petrolero que preparaba a México para la
administración de la abundancia, PEMEX descuidó a la industria pesquera
nacional, propiciando un desabasto de diesel marino, gas y lubricantes. Durante el
mes de enero de 1980, el 30% de la flota presentó problemas de abastecimiento,
paralizando las actividades por lo menos 20 días.340
En segundo lugar, hubo un desplome de los precios en el mercado de los
Estados Unidos. Durante el mes de febrero de 1980, la comercializadora Ocean
Garden mantenía en sus bodegas en los Estados Unidos, un 75% de la
producción local. Tras una baja continua en la cotización del camarón, se tomó la
decisión de esperar a que los precios tuvieran un repunte, por lo que el flujo de
ganancias se vio paralizado, generando la falta de circulante dentro de las
cooperativas y los armadores.341
Sin embargo, el punto máximo de los conflictos de la temporada de 1979
llegaría en el mes de mayo, en el que sorpresivamente el gobierno de los Estados
Unidos anunciaba que cerraba su mercado al camarón mexicano. Con 8 mil
toneladas almacenadas en la nación, de las cuales mil pertenecían a la industria
339 Sin autor, “Mil toneladas menos de camarón capturadas”, ESP, 23 de abril de 1980, p.3 340 Sin autor, “Para la flota por falta de gas”, ESP, 09 de enero de 1980, p.3 341 Sin autor, “Alto a las ventas de camarón”, ESP, 14 de marzo de 1980, p.5
193
mazatleca, PROPEMEX y Ocean Garden decidieron guardar silencio en cuanto a
la posición de los Estados Unidos.342
Muchas veces el gobierno de los Estados Unidos había aplicado medidas
restrictivas al comercio de camarón mexicano, pero ninguna fue tan sorpresiva
como la de 1980. Las políticas restrictivas que dicho gobierno había tuvieron su
raíz en los empresarios pesqueros yanquis, y esta vez, no fue la excepción.
Asimismo durante los meses de diciembre de 1979 y mayo de 1980, fueron
capturadas en territorio mexicano diversas embarcaciones atuneras con bandera
norteamericana.343
La piratería por parte de los atuneros gringos era común en aguas
territoriales de México, sin embargo, nunca se habían tomado las medidas
necesarias. La detención de estas embarcaciones atuneras tuvo como
consecuencia el decomiso de la producción y las artes de pesca, así como el pago
de fuertes multas. Estos problemas sirvieron como detonante para vetar el
camarón mexicano en el mercado del país del norte. Los Estados Unidos exigían a
México que aceptara un contrato para que su flota atunera, con capacidad de 140
mil toneladas, pudiera realizar capturas libres dentro de territorio nacional, de lo
contrario, el veto sobre la industria camaronera permanecería. Con una industria
atunera al alza en Mazatlán, nuevamente fueron los armadores quienes se
encargaron de las negociaciones, haciendo que esta política no se
implementara.344
Pese a lo problemático de la última temporada, el periodo de 1976 a 1979
se presentó como el último de gran provecho para los armadores. La devaluación
del peso, originó que durante 3 temporadas las ganancias de la comercialización
fueran altas. Las temporadas de 1980 y 1981 significarían el final del largo adiós
que los armadores habían comenzado en el año de 1963. El ascenso de las
cooperativas significaría también el final de los gobiernos revolucionarios.
342 Sin autor, “Piden la intervención presidencial en la crisis comercial camaronera”, ESP, 07 de mayo de 1980, p.5 343 Ibíd., noviembre de 1979 – mayo de 1980 344 Sin autor, “EU quiere boicotear la importación de camarón”, ESP, 13 de julio de 1980, p.3
194
4.1.5: Defenderemos la industria como perros: armadores
El inicio de la temporada de 1980 puso de manifiesto el agotamiento entre
las relaciones de los armadores y cooperativistas. Lo que comenzó como un
matrimonio feliz, mutó en matrimonio violento; para la temporada de 1980, se
había convertido en una relación de indiferencia. El traspaso de la flota de los
armadores a manos de las cooperativas era un hecho, sin embargo las
condiciones se darían hasta un año después; pese a esto, ninguno de los dos
bandos tuvo interés de entrar en un nuevo proceso de contratación, por lo que la
temporada de 1980 comenzó bajo las mismas bases contractuales: las
cooperativas obtendrían un 34% de las utilidades de las embarcaciones
arrendadas.345
Durante el mes de septiembre de 1980, el gobernador del estado Antonio
Toledo Corro, inversionista de la actividad pesquera a principios de la década de
1970, declaraba que los armadores debían dar un paso al costado, dejando en
poder de las cooperativas toda la industria del camarón.346 Aprovechando estas
declaraciones, armadores como Julio Berdegué, Jesús Becerra y José Carranza,
pusieron a la venta no solo sus embarcaciones, sino toda su planta industrial.347
José Carranza Beltrán aseguraba que la decisión de vender su flota productiva
obedecío a las constantes presiones que sufría el gremio armador por parte de las
cooperativas.348 Lo cierto es que cada conflicto que se suscitaba al interior del
sistema cooperativista, repercutía de manera directa en el resto de la actividad. Si
a esto sumamos los problemas de contratación que periódicamente generaban
conflicto, tenemos que las paralizaciones de la flota, así como la falta de permisos
para la exportación, eran situaciones recurrentes en la actividad.
Mientras que el gremio de los armadores se debilitaba de manera paulatina,
las cooperativas obtenían cada vez mayor poder. Por un lado, la solidez que había
caracterizado al bloque de los armadores, había terminado por desmoronarse;
345 Sin autor, “Mantendrán vigente el contrato pesquero de 34%”, ESP, 21 de septiembre de 1980, p.3 346 Sin autor, “Vía lastre saldrán 200 embarcaciones a Topo”, ESP, 18 de septiembre de 1980, p.5 347 Sin autor, “Ponen en venta su flota armadores”, ESP., 17 de noviembre de 1980, p.3 348 Sin autor, “Definan nuestra participación en la pesca: IP”, ESP, 19 de noviembre de 1980, p.3
195
mientras que los grandes armadores y dirigentes de este grupo se encontraban en
plena disposición de negociar el traspaso de la flota, los pequeños armadores
veían esta transacción como la pérdida de su patrimonio. Al no contar con un gran
capital que les permitiera invertir en turismo o pesca del atún, el dinero del
traspaso serviría únicamente para pagar adeudos.
Las cooperativas mazatlecas se afianzaban como el grupo más poderoso
en el nivel nacional, BANPESCA (antes BANFOCO) anunciaba que las
cooperativas de Mazatlán habían pagado 125 millones de pesos de un total de
150 millones que adeudaban.349 La bonanza de las cooperativas mazatlecas,
además de hacer más estable su relación con la banca pública, abrió las puertas
de la banca privada. Por su solvencia económica, las cooperativas que fueron
objeto de crédito fueron: Pescadores de Mazatlán, Articulo 27 Constitucional,
Crestón de Mazatlán, Isla Venados, Nicolás Bravo, Veteranos de la Revolución,
Ignacio Allende, Independencia, Océano Pacifico.350 El sistema cooperativo había
entrado en proceso de depuración aumentando su eficiencia, sin embargo, esto no
hizo que dejara de ser un sistema corrupto.
El final de la temporada arrojaría una producción de 8,501 toneladas; con
un total de 500 embarcaciones, el promedio de pesca por nave sería de 17
toneladas. La temporada de 1980 no sería recordada por la buena producción que
arrojó, más bien sería recordada por ser la última en la que participaron los
armadores. No obstante a que era una situación que todos los actores de la pesca
esperaban y sus inicios se remontaban a principios de la década de 1960, el
traspaso de la flota inició en marzo de 1981. Tras una reunión de las cooperativas
del puerto de Mazatlán, éstas hicieron oficial el anuncio de que no contratarían
más con los armadores; el principal argumento fue que la pesca se había vuelto
incosteable para que siguiera la participación de ambos grupos; y al ser las
349 Sin autor, “Cooperativas han pagado $125 millones a BANPECA”, ESP, 21 de Marzo de 1981, p.3 350 Sin autor, “Piden que BANPESCA de los créditos en julio”, ESP, 19 de Marzo de 1981, p.5
196
cooperativas las que tenían derecho sobre la pesca de la especie, los armadores
serían los sacrificados.351
La reacción por parte de las instituciones y de los armadores no se hizo
esperar. Las instituciones paraestatales PROPEMEX y BANPESCA, comenzaron
a hacer evaluaciones a fin de ver el costo de los activos de los armadores y la
manera más adecuada de repartirlos entre los cooperativistas.352 Por su parte, el
presidente de la República, José López Portillo, anunciaba en la ciudad de
Culiacán que el apoyo hacia las cooperativas sería total, y que tras 40 años de
luchas serían los principales beneficiados de los recursos marinos del país.353 EL
mandatario estatal Antonio Toledo Corro, fiel a los ideales de su partido,
encontraba tranquilidad politica al brindar un apoyo total al proyecto
cooperativista.354
Los armadores, por su parte, se fraccionaron en dos grupos. Por un lado,
los que en realidad defendían a la industria como perros y por otro lado, los que
intentaban por todos los medios obtener el mayor beneficio económico a través del
traspaso. El primero grupo, que estaba compuesto de manera principal por
armadores pequeños, buscaba a toda costa no ser relegado de las actividades
camaroneras, diversas e infructuosas fueron las entrevistas con diferentes
autoridades; dentro de este grupo la principal cabeza fue Camilo Medrano, uno de
los grandes armadores.
Medrano, armador y ferretero, aseguraba que el papel de los armadores era
vital para la industria, ya que las cooperativas nunca tendrían la capacidad
empresarial de hacerla crecer, al contrario de ellos que eran generadores de
empleo.355 Algunos meses más tarde, la familia Medrano comenzaría un proceso
351 Sin autor, “Cooperativas no renovaran contrato con los armadores”, ESP, 13 de marzo de 1981, p.3 352 Sin autor, “Cooperativas y PROPEMEX trabajaran en co-propiedad”, ESP, 24 de Marzo de 1981, p.4 353 Sin autor, “3,600 millones de pesos para pesca”, ESP, 26 de mayo de 1981, p.5 354 Sin autor, “Los armadores, fuera de la pesca”, ESP, 27 de mayo de 1981, p.5 355 Sin autor, “A Rafful o a JLP, los armadores le pedirán la decisión final”, ESP, 26 de mayo de 1981, p.3
197
de compra-venta de 15 embarcaciones con la cooperativa atuneros de
Mazatlán.356
Un segundo grupo de armadores, encabezados por Julio Berdegué y José
Carranza, buscaban un pronto avalúo de sus embarcaciones para llevar a cabo el
traspaso lo antes posible. Al igual que el grupo de armadores que deseaba
permanecer en la actividad, estos industriales tuvieron diversos encuentros con las
autoridades buscando un traspaso que se convirtiera en una oportunidad de
negocio para ellos. En octubre de 1981, cuando apenas comenzaba la temporada
pesquera, salieron a la luz los primeros números de los avalúos. Un total de 207
embarcaciones con un costo de 1,242 millones de pesos, sería la transacción que
involucraría a armadores, cooperativas y banca pública.357
Un suceso que había sido esperado durante 40 años, se resolvió de
manera pacífica en apenas 6 meses. La temporada de 1981, fue inédita para los
pescadores de camarón. Qué importaba que la devaluación en 1982 alcanzara un
581%, qué importaba que la inflación se disparara en 459%, mucho menos
importaba que las deudas adquiridas con el BANPESCA llegaran a estar cerca de
los 500 millones: la pesca de camarón era suya y la iban a disfrutar. La temporada
de 1981 arrojaría una disminución importante en la producción, motivada
principalmente por el retraso de 45 días en las actividades de pesca; la producción
total fue de 6250 toneladas, y con un total de 450 embarcaciones el rendimiento
por nave fue de 13.88 toneladas. Sin embargo, el alto índice de devaluación del
peso frente al dólar permitió que los márgenes de ganancia para las cooperativas
fueran extraordinarios, pudiendo amortizar gran parte de los adeudos obtenidos
con BANPESCA.358
La pesca de camarón en el nivel nacional comenzaba una nueva época. La
partida de los armadores fue significativa para el puerto de Mazatlán. El puerto
356 Sin autor, “La flota completa saldrá a pescar”, ESP, 28 de agosto de 1981, p.3 357 Sin autor, “Formalizan la compra de barcos”, ESP, 16 de octubre de 1981, p.5
198
sinaloense, caracterizado por tener la red empresarial más sólida en el ámbito
nacional, se alzaba con el sistema cooperativo más desarrollado y organizado. La
tarea de ser líderes morales del cooperativismo en el país y al mismo tiempo
administrar de manera adecuada los recursos, sería una misión difícil de cumplir.
4.2. Diversificación del tejido productivo local 1969 - 1981.
4.2.1. ¿Fin de la pesca del camarón? Traslado de las inversiones privadas al
turismo y la pesca de atún
La década de 1970 significó para la pesca del camarón el posicionamiento
de las cooperativas como principal grupo productivo. El retiro constante de
capitales por parte de algunos de los más importantes inversionistas, dejó espacio
para la participación de nuevos empresarios dentro de la industria. La pesca de
camarón, que desde 1950 se había convertido en la principal actividad de
Mazatlán, seguiría manteniendo su status dentro de la dinámica económica
regional.
Aunque las principales inversiones en la pesca del camarón se dieron de la
mano de las cooperativas, a través de una aportación estatal, la Iniciativa Privada
siguió interviniendo dentro de esta actividad hasta el año de 1981, cuando se dio
el traspaso de la flota de los armadores a las cooperativas. Siendo hombres de
mar, fueron la pesca del atún, la sardina y en menor medida el calamar, las
principales actividades a las que paulatinamente se mudaron las inversiones de
los armadores camaroneros. Salvo por los niveles de inversión, así como por la
información extraída de medios hemerograficos, es difícil determinar cuáles de las
inversiones en la pesca se dirigieron a la pesca del camarón y cuáles a la pesca
de otras especies.
Para el periodo que va de 1969 a 1981, las inversiones en la pesca fueron
de $278,965,000 de pesos, siendo el año de 1981 el de mayor volumen con un
199
total de $66,600,000 de pesos.359 Las inversiones en las actividades pesqueras
aumentaron de manera considerable con relación a los periodos anteriores, por
dos motivos. En primer lugar,, la devaluación que sufrió el peso frente al dólar a
partir de 1977, originó que muchos de los activos de las empresas constituidas
aumentaran de precio, esto debido a su cotización en dólares. En segundo lugar,
encontramos que las inversiones en la industria atunera eran mayores con
relación a la industria camaronera; por lo general, no existían inversiones en una
sola actividad, sino que, la inversión se daba en flota de extracción y planta
productiva.
Tabla 28. Principales constituciones de empresas de extracción de la actividad
pesquera en el puerto de Mazatlán 1969-1981
Empresa Año Capital Principales Socios Atunidos S.A.* 1981 $20,000, 000 Carlos Castro, Joaquín Peña
Pescados Industrializados S.A* 1980 $10,000,000 José Carranza, Jesús Saracho Atunes y Derivados S.A.* 1981 $7,000,000 Enrique Cevallos, José A.
Cevallos Atuneros Sinaloenses S.A.* 1981 $6,000,000 Tomás de Rueda Coppel
Exmaz S.A.** 1979 $5,000,000 Jesús Becerra, Miguel Castro Pesquera Goleta S.A.** 1978 $5,000,000 Regino González, Fernando
Letamendi Pesquera y Empacadora Rocamar S.A.** 1974 $5,000,000 Enrique González, Alfredo
López Pesquera Aproa S.A.** 1977 $4,500,000 Enrique Castro, Miguel Castro
Productos Alimenticios del Mar S.A* 1972 $3,750,00 Francisco Arellano Olivera. Empacadora Cevallos S.A.* 1972 $3,600.000 Pesquera Alianza, Víctor M.
Cevallos Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
*Empresas dedicadas a la pesca del atún. *Empresas dedicadas a la pesca del camarón.
Como se observa en la tabla 28, las empresas dedicadas a la pesca e
industrialización del atún, fueron en su mayoría, constituidas en los primeros años
de la década de 1980; de igual manera, estas empresas son las que presentan un
mayor nivel de inversión. Por su parte, las empresas dedicadas a la pesca del
camarón, se constituyeron en su mayoría después de la temporada de 1976, ya 359 RPPMAZ, 1969 – 1981.
200
que las ganancias obtenidas en esa temporada, tras la devaluación del peso,
activaron nuevamente la inversión en esta industria.
La pesca del atún, que comenzó en el puerto de Mazatlán en el año de
1971 de la mano de la familia Cevallos, se convertiría durante 2 décadas en la
principal actividad pesquera para la Iniciativa Privada. La actividad atunera fue, sin
embargo, una industria que no se encontraba al alcance de los pequeños
armadores, por lo que se le puede considerar una pesca de élite. Tomás de
Rueda, José Carranza, la familia Coppel, participaron de esta actividad, pero fue la
familia Cevallos la que se convirtió en verdadera propulsora de la industria. Al
igual que la pesca de camarón, la actividad atunera propició una serie de
inversiones que impactó de manera positiva a la población mazatleca. Con
PROPEMEX dentro de la industria, los niveles de empleo en las congeladoras e
industrializadoras fueron más altos, de igual forma los astilleros, que comenzaron
a construir embarcaciones para la pesca de esta especie, se vieron beneficiados.
A pesar de que se mostró, desde sus inicios como una industria próspera,
la pesca e industrialización del atún no se encontró exenta de problemas. Las
constantes incursiones de embarcaciones norteamericanas, así como la falta de
un marco institucional que asegurara sus actividades, hacían que los primeros
años de actividad fueran inestables. Un ejemplo claro de esta situación, fue el
problema de exportación que la industria atunera tuvo a mediados de 1974.
Apoyada en sus inicios con industrias italianas, las atuneras habían adquirido
compromisos de exportación hacia el país mediterráneo. La Secretaría de Pesca
en México, que consideraba que el atún debía ser un producto de consumo
nacional, prohibió durante dos meses las exportaciones del pescado. Los créditos
europeos que serían amortizados a través de producción, comenzaron a generar
problemas financieros en la naciente industria. La intervención oportuna de los
armadores ante las autoridades solucionó el problema e Italia se convirtió en un
cliente común para el atún mazatleco.360
360 Sin autor, “Frenan el desarrollo de la industria atunera”, ESP, 02 de Abril de 1974, p.3
201
Es difícil determinar aquellas empresas que tenían por actividad únicamente
la pesca de algún producto marino. Sin embargo, por la naturaleza de su acta
constitutiva se presume que la inversión aproximada de las empresas de
extracción, tanto de atún como de camarón, fue de $130,575,000 de pesos, con
un total de 142 empresas constituidas; por su parte, las inversiones en empresas
conexas a las actividades de extracción, alcanzaron un monto de inversión de
$141,940,000 de pesos, con un total de 76 empresas constituidas. Como se
observa, la inversión en empresas conexas fue superior en más de 10 millones a
la de las empresas de extracción.
Tabla 29. Principales constituciones empresas de conexas a la pesca de camarón
en el puerto de Mazatlán 1969-1981
Empresa Año Giro Capital Principales Socios Refrigeradora Mexicana
S.A. 1973 Congeladora $25,000,000 Arturo de Cima, Víctor Cevallos
Frigopesca S.A. de C.V. 1981 Congeladora $23,000,000 PROPEMEX, Julio Berdegue Aznar Harina y Aceite de
Pescado S.A. 1980 Industrial $10,000,000 Sergio y Jorge Coppel Careaga
Productos Marinos Framza S.A
1981 Congeladora $7,000,000 Melitón Garza, Francisco Garza
Congeladora de Productos Pesqueros S.A.
1977 Congeladora $7,000,000 José Carranza Beltrán, Juan Carranza Beltrán.
Reconstructora de Motores del Pacífico S.A.
1980 Maquinaria $5,000,000 Judith Ramos, José Frías Valenzuela
Refrigeradora Estrellas Del Pacifico S.A.
1977 Congeladora $4,000,000 Alfonso Cuen, Guillermo Llamas
Hielo Viva S.A. 1980 Hielera $4,000,000 Sergio Coppel S., Emilio Goicochea Alimentos Marinos S.A. 1979 Industrial $3,000,000 José Llausas, Ricardo Lizárraga Transportes Refrigerados
Tropicales S.A 1979 Comercial 3,000,000 Julio Berdegue Sacristán, Agustín
Gutiérrez Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
Las empresas conexas a la actividad pesquera abarcaron un número
importante de actividades. Como era costumbre, la diversificación de las
inversiones en el sector de la pesca permitía la reproducción de las actividades de
manera endógena, abarcando aspectos que iban desde la construcción de
embarcaciones hasta la comercialización de los diversos productos marinos. Las
202
empresas conexas estaban repartidas de la siguiente forma: 3 astilleros, 20
congeladoras, 26 ferreteras, 9 comercializadoras, 5 industrializadoras, 13
empresas de servicio.361
La participación de empresarios camaroneros en la pesca del atún, se
antojaba lógica. Si bien la pesca de ambas especies difería en cuanto a las
técnicas, el tejido productivo que se había desarrollado para la pesca del camarón
podría, a través de algunas modificaciones, sustentar la pesca del atún. Por el
contrario, la dinámica económica local en torno a la industria turística tuvo un
cambio radical. En el capítulo anterior quedó de manifiesto que desde 1950, las
inversiones en la industria turística e inmobiliaria, habían aumentado de manera
constante, sin embargo, fue durante la década de 1970 cuando esta actividad tuvo
un verdadero crecimiento.
Durante el periodo que va de 1969 a 1981, las industrias turística e
inmobiliaria tuvieron inversiones por $475,217,000 pesos siendo el año de 1974 el
de mayor inversión, con un total de $86,800,000 pesos. Dentro de estas
inversiones se toman en cuenta empresas como: hotelería, restaurantes, tiendas
de artesanías, flotas de pesca deportiva, arrendadoras de autos, bares y antros,
balnearios, campos de golf, inmobiliarias turísticas, inmobiliarias en general,
fraccionadoras y constructoras.
Tabla 30. Principales empresas Turísticas/inmobiliaria de Mazatlán 1969-1981
Empresa Año Giro Capital Principales Socios Inmobiliaria Dolores S.A. 1971 I. Turística $50,000,000 Julio Berdegue, José
Carranza Hotel Palmar S.A. 1974 Hotelería $40,000,000 Sergio de Cima, S. de Cima
G. Constructora y Materiales
Playa Sábalo S.A. 1978 Construcción $34,000,000 Dolores Sacristán, Julio
Berdegue. El Cid Golf Country Club
S.A 1972 Golf $30,000,000 Julio Berdegue, José
Carranza Inmobiliaria y Constructora 1981 Inmobiliaria – $20,000,000 Eligio Parolari,
361 RPPMAZ, 1969– 1981.
203
Roseli S.A. Construcción Sociedad Promotora de
Establecimientos Turísticos S.A.
1973 Inversiones Varias $12,000,000 Leticia Kelly López, Jaime Sarabia Lugo
Hotelera Los Caracoles S.A.
1974 Hotelería $12,000,000 Jorge y Sergio Coppel Careaga
Promotora Mazatlán S.A. 1972 I. General $10,000,000 Carlos Díaz, Antonio Pulido
Inmuebles Cazador S.A. 1980 I. Turistica $10,000,000 Quirino Ordaz, Juan Castro Zavala
JICSA S.A 1981 I. General $10,000,000 Jorge y Sergio Coppel Careaga
Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
Como puede observarse en la tabla anterior, las principales inversiones
dentro de la industria turística se hicieron a mediados de la década de 1970, por lo
que no existe una relación directa entre el traspaso de la flota y el desarrollo de la
industria turística, sin embargo, puede atribuírsele a los márgenes de ganancia en
la comercialización del camarón, la capacidad de ciertos capitalistas de diversificar
sus inversiones no solamente dentro de la pesca, sino en el sector servicios.
Poniendo en perspectiva el desarrollo turístico, se tiene que el periodo de 1950 a
1981, se constituyeron 133 empresas turísticas con capital mayor a un millón de
pesos. La actividad pesquera para el mismo periodo de tiempo contó con 128
empresas con las mismas características.362
Siendo líderes locales y nacionales de la pesca de camarón, empresarios
como Julio Berdegué y José Carranza, tuvieron grandes inversiones dentro de la
industria turística. De la misma manera, la retirada de la actividad camaroneras de
la familia De Cima se convirtió en una de las principales inversionistas dentro de la
actividad. Sin embargo, no fueron los únicos actores de la pesca que
incursionaron de manera recurrente dentro de la industria pesquera. Ya fuera por
diversificar sus inversiones, por una crisis al interior de la pesca de camarón o por
un retiro total de las actividades Marinas, el flujo de capitalistas pesqueros al
turismo fue constante y logró sustentar sobre la misma red empresarial a dicha
industria.
362 RPPMAZ, 1950– 1981.
204
$0.00
$1,000,000.00
$2,000,000.00
$3,000,000.00
$4,000,000.00
$5,000,000.00
$6,000,000.00
$7,000,000.00
$8,000,000.00
1950 1952 1954 1956 1958 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980
pesca dll
turismo dll
Tabla 31. Inversiones Pesqueras y Turísticas 1950-1981
Fuente: RPPMAZ, 1950– 1981.
Tabla 32. Principales inversiones turísticas por parte de los industriales pesqueros
1969-1981.
Empresario Empresa Giro Año Capital* Julio
Berdegué Inmobiliaria Dolores S.A. I. Turística 1973 $50,000,000
Operadora Turística y Hotelera Sábalo Constructora 1974 $34,000,000 El Cid Golf Country Club S.A Golf 1972 $30,000,000
José Carranza
Inmobiliaria Dolores S.A. I. Turística 1973 $50,000,000 Operadora Arrendadores del Mar S.A. Pesca Deportiva 1981 $100,000
Sergio De Cima G.
Hoteles Palmar S.A Hotelería 1974 $40,000,000 Inversiones Lugui S.A. Inversiones 1974 $1,250,000
Actividades Turísticas de Mazatlán S.A. Varias 1975 $2,500,000 Sergio Coppel
Hotelera Los Caracoles S.A. Hotelería 1974 $12,000,000 Operadora El Pescador S.A. Inversiones 1975 $500,000
JICSA S.A I.General 1981 $10,000,000 José R.
Fuentevilla Oceano Palace S.A. Hotelería 1974 $5,500,000
Vacacional del Sol S.A. Centro Turístico 1975 $2,000,000 Promociones Turísticas Doña Lourdes Inversiones 1975 $2,500,000
Fuente: RPPMAZ, 1963– 1968. *Capital total de la constitución de la empresa.
Diversos fueron los inversionistas pesqueros que incursionaron en
actividades turísticas; sin embargo, su participación se hizo a través de pequeñas
205
inversiones conjuntas. Los industriales mencionados en la tabla 28 sirvieron como
un eje sobre el cual orbitaban una serie de inversionistas menores. Durante este
periodo grandes armadores de la década de 1960, desaparecieron de las nuevas
inversiones productivas, entre ellos Rafael Domínguez y Juan Gavica.
La manera en que la economía mazatleca diversificó sus inversiones no fue
la más adecuada, pese a ello, el traspaso de la flota camaronera a manos de las
cooperativas permitió, por un lado, mantener a la industria clave, que era la pesca
del camarón, por otro lado comenzar el desarrollo de nuevas economías que
posibilitaron el empleo de una población cada vez mayor en el puerto de Mazatlán.
4.2.2. Empresarios camaroneros: los actores secundarios de la industria.
La fatídica temporada de 1963 marcó un rumbo bien definido en el papel
que los armadores jugarían en la pesca del camarón. La red de empresarios
pesqueros que al principio de la actividad se concibieron así mismos como
hombres de negocios innovadores, capaces de hacer frente a un sistema
institucional ineficiente, se habían convertido, a finales de la década de 1960, en
un grupo de choque en constante conflicto con las cooperativas. Con José
Carranza y Julio Berdegué como las principales cabezas de los armadores
durante el periodo de 1968 a 1981, este grupo de industriales será recordado por
haber entregado la flota a las cooperativas, y en este sentido, sería injusto decir
que todos los armadores buscaron esta negociación.
El espíritu innovador que los armadores habían presentado desde los
inicios de la industria, no había desaparecido del todo. No obstante, la mayor parte
de los esfuerzos de los grupos empresariales se centraban lejos de la industria
camaronera. La desviación de las inversiones camaroneras a otras actividades
económicas, distrajo a los grandes armadores, dejando de lado la actividad
camaronera que se encontraba en poder de las cooperativas.
206
A diferencia del periodo pasado, éste no se caracterizó por presentar un
paulatino abandono de los armadores camaroneros. Contrario a lo que se podía
pensar, una nueva camada de armadores llegaría a la industria para hacer frente a
las cooperativas. Sin embargo, el poco nivel de influencia que estos nuevos
armadores tenían hacia el interior de la propia industria y de los grupos de poder,
terminó por convertirlos en simples espectadores de los conflictos entre los
grandes armadores y el sistema cooperativo.
Un periodo atrás, la actividad camaronera había presentado una dualidad
en cuanto al protagonismo de dos grupos antagónicos; durante este periodo seria
la red empresarial la que presentaría esa dicotomía. Por un lado, se encontraba
una antigua red que congregaba a un grupo de armadores con relaciones
empresariales, familiares y políticas consolidadas tras muchos años dentro de la
industria. Por otro lado, presentaba una serie de empresarios independientes, sin
capacidad de gestión como grupo y expuestos a las decisiones tomadas por los
grandes armadores a través de la oficina local de la Cámara Nacional Pesquera.
Tabla 33. Principales empresarios pesqueros en Mazatlán, 1969-1981*
Empresario No. Empresas constiuidas
Inversión Principales socios comerciales
José Carranza Beltrán 6 $14,535,000.00 Juan Carranza, Julio Berdegué Julio Berdegué Aznar 4 $5,874,000.00 José Carranza, Marcial Camacho
Fernando Letamendi Lie 6 $5,730,000.00 Regino González. Tomás de Rueda Coppel 7 $5,153,000.00 Julio Casas Liperol, PROPEMEX
Juan Carranza Beltrán 8 $3,841,000.00 José Carranza, Jesús Salazar Regino González 4 $3,660,000.00 Fernando Letamendi Lie
Aurelio García García 4 $2,114,000.00 José Carranza Miguel Castro Contreras 2 $1,750,000.00 Enrique Castro, Jesús Becerra
Emilia Haas Bishop 5 $1,685,000.00 José Manuel Castello. Víctor Manuel Cevallos 7 $6,909,000.00 Sergi de Cima Fuente: RPPMAZ. 1969 – 1981 *Se incluyen las inversiones en la pesca de atún.
Como se observa en la tabla anterior, el nivel de inversiones de los grandes
armadores era cada vez mayor. Mientras que los periodos anteriores los niveles
de inversión eran más homogéneos entre los principales actores de la pesca, para
207
este periodo las inversiones se concentró muy polarizadas. El tejido productivo de
la pesca, que se había sustentado en la relación entre diversos actores, se
encontraba en la década de 1970 en un número reducido de personas, creando
una especie de oligopolio que no permitía el desarrollo de los pequeños
armadores. Aunado a esto, dichos empresarios fungían como líderes
institucionales y morales de los armadores, tomando las decisiones importantes
sobre las necesidades empresariales de la mayoría.
Los esfuerzos de los armadores comenzaron ser en nombre de su propio
gremio y no a favor de toda la colectividad. No se puede negar que estas
gestiones empresariales hayan tenido un efecto positivo sobre el sistema
cooperativo, pero no fue una consecuencia de las gestiones de los armadores,
sino que apareció a través del acercamiento de diversos socios comerciales. Claro
ejemplo de esto fue la aparición de Japón como mercado para el crustáceo
mexicano. Es verdad que el país nipón significó un desahogo a la dependencia
que se tenía del mercado yanqui, sin embargo, las principales beneficiadas fueron
las congeladoras: Mariscos Tropicales, de Julio Berdegué y Refrigeradora
Mexicana, de las familias Cevallos y Cima.363
Pese a las marcadas diferencias que existían al interior del gremio de los
armadores, diferencia que ponía por encima los intereses de los grandes
armadores en detrimento de los pequeños. La red empresarial mantenía aspectos
organizacionales que le permitía contrarrestar a las cooperativas, por un lado, y a
los gobiernos populistas, por otro. La creación de instituciones empresariales era
uno de los mecanismos que no se vio entorpecido con la diversificación de las
actividades pesqueras. Por el contrario, este mecanismo a través del cual los
armadores formaban cámaras y patronatos, que apoyó para una mejor toma de
acción frente a los problemas de la industria, se mantuvo vigente y cada vez más
desarrollado.
En febrero de 1970 los armadores crearon el Patronato de Fomento
Pesquero, como una respuesta al anuncio presidencial del “Plan Pesquero 363 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 1969 - 1975.
208
Nacional”. Este organismo tenía como objetivo principal la creación de comités,
encargados de resolver las problemáticas relacionadas a las diferentes actividades
relacionadas a la pesca, tanto de camarón como de atún. Los integrantes de este
patronato fueron: Julio Berdegué, presidente; Eduardo Castillo y José Páez,
secretarios; Alberto Carreón, tesorero; Tomás de Rueda, representante de
astilleros; Nemesio Acosta, representante de cooperativas de estero; Francisco
Medrano, de armadores; Guillermo Rice, de maquinaria y herramienta; Casimiro
Zamudio, de cooperativas de alta mar; Enrique Chávez, asesor pesquero y
contador; Enrique Cabrera, de plantas industriales; Julio Rodríguez, de redes; Luis
Felipe Cevallos, representante de armadores de escama364
El Patronato de Fomento Pesquero fue la organización más eficiente que
presentó el gremio de los armadores durante el periodo, pero, no fue la único. En
1976, por iniciativa del mismo Julio Berdegué se crea un consorcio de armadores
con el objetivo de diversificar de manera integral las actividades pesqueras. Este
consorcio, que funcionaría a través de aportaciones de los armadores, pretendía a
través de un flujo de inversiones adecuar la existente planta productiva
camaronera para las necesidades de la actividad atunera. Además pretendía crear
un bloque pesquero que permitiera la pesca de escama de manera integral, lo que
no era benéfico para todos los armadores, pues solamente beneficiaría a aquellos
que de alguna manera se encontraban relacionados a la pesca de atún y
sardina.365
El último de los organismos creados por los armadores se daría después de
1981, con la flota en manos de las cooperativas. Enrique Castro fungiría como
presidente de Exportadores de Mazatlán S.A esta empresa, que fue creada por 40
mini-armadores desplazados de la pesca de camarón en octubre de 1981, tenía
por objeto la pesca de tiburón, calamar y otras especies de escama.366 Para llevar
364 Sin autor, “Integrado quedo el patronato de fomento pesquero”, ESP, 19 de Febrero de 1971, p.5 365 Sin autor, “Consorcio para pesca de altura”, ESP, 25 de Diciembre de 1976, p.3 366 El grupo de armadores planteaba, que la decisión de pescar estas especies y no atún, se debía a que no existían en el puerto la infraestructura necesaria para la operación de barcos de gran calado, así como también por la falta de equipo para manejar la carga. Lo cierto es que, la pesca del atún se encontraba acaparada por un
209
a cabo estas actividades, el grupo de armadores recibió de BANPESCA un crédito
por $2,800,000 dólares, que serían destinados a la compra de 5 embarcaciones
en Kuwait.367
Pese a la aparición de estos organismos empresariales, fue la Cámara de
Pesca la que siguió dirigiendo los principales asuntos. Como había sido ya una
costumbre, el dirigente nacional fue de origen Mazatleco. José Carranza, líder
nacional de la pesca, además de ser un prominente inversionista atunero, sería el
encargado de conseguir una jugosa negociación de traspaso de la flota. La última
administración de grandes armadores que tuvo la delegación local de la cámara
estaba integrada de la siguiente manera: Camilo Medrano Olmeda, presidente;
Julio Berdegué Aznar, secretario; Jesús Antonio Cevallos, tesorero; José
Carranza, Jorge Coppel, Héctor Rojas Oriol, Tomás Balderrama y Genaro Morán,
vocales.368
4.2.3. Cooperativas de alta mar: administradores de la abundancia.
La década de 1960, marcó un precedente no solo en el papel que las
cooperativas de pescadores tenían dentro de la dinámica sectorial, sino que
además, señaló las pautas a través de las cuales se dirigiría el cooperativismo de
manera local. Desde el nacimiento de las cooperativas en la década de 1930, la
aparición de líderes al interior de estos organismo fue un fenómeno natural, sin
embargo, fue hasta la década de 1960 cuando estos líderes comenzaron a tener
un verdadero poder dentro de la industria.
Incontables y variados son los testimonios que se tienen acerca del papel
que estos personajes jugaron dentro de la pesca de camarón. Pequeños y
grandes armadores culpaban a los líderes de las cooperativas de propiciar su
paulatino retiro de las actividades; autoridades a nivel local, estatal y federal
pequeño grupo de armadores que impedían nuevas inversiones en la pesca de atún con el fin de no sobreexplotar la actividad como sucedió con el camarón. 367 Sin autor, “Crédito por 2 millones de dls a armadores”, ESP, 01 de Febrero de 1982, p.5 368 Sin autor, “Armadores acordes en parar la pesca si es necesario”, ESP., 07 de Mayo de 1974, p.3
210
vigilaban de manera estrecha las acciones de estos personajes; los
cooperativistas, sin cargos administrativos les acusaban de corrupción y desvío de
fondos federales. Lo cierto es que como cuerpo gerencial de las empresas
sociales que eran las cooperativas, sus líderes se presentaron como verdaderos
impulsores de la actividad pesquera.
En su función de empresarios, los líderes cooperativistas lograron tender
una red que les permitió tener relacionarse con los principales actores de la pesca.
Si a esto sumamos que el aumento en las flotas de las cooperativas permitió un
margen de ganancia mucho mayor, se tiene que los líderes de las cooperativas
eran un fuerte grupo de poder. Esta situación, que ponía a los líderes
cooperativistas en la punta de la organización pesquera, ocasionó que a principios
de la década de 1970 muchos de ellos se convirtieran en pequeños armadores.
Tabla 34. Líderes cooperativistas con inversiones en la industria pesquera.
Empresario Cooperativa/Cargo Empresas Capital Jesús Becerra G. Ignacio Allende/Presidente (1964) 3 $1,345,000
Guillermo García G. Trópico de Cáncer/tesorero (1975) 3 $301,000 Fulgencio Cruz Jamit P. de Mazatlán/Tesorero (1978) 2 $1,000,000 Filemón Romero M. P. de Mariscos/C. Vigilancia (1964) 2 $675,000 Manuel Berumen N. P. de Mazatlán/(1968) 2 $550,000
Benito Ovando Benito Juárez/C. Vigilancia (1975) 2 $510,000 Efrén Navarro G. Isla de Venados/presidente (1969) 2 $249,000
José Herrera Ochoa Sinaloa/C. de Vigilancia (1964) 2 $190,000 Ignacio Hernández T. Federación Regional/Secretario (1964) 2 $51,000
Miguel Ochoa S. Federación Sur/Secretario (1956) 1 $248,000 Humberto Rubio F. Crestón/Secretario (1964) 1 $50,000 Felipe Flores Mena Articulo 27/tesorero (1964) 1 $50,000 Baltazar Quintana Mario Moreno/presidente (1975) 1 $30,000
Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1950-1982; RPPMAZ, 1950-1982
Un análisis detallado del registro de socios de cada una de las
cooperativas, permitiría determinar cuántos cooperativistas participaron como
inversionistas dentro de la industria del camarón, desafortunadamente muchos de
esos registros se han perdido. Asimismo, si para 1970 el puerto de Mazatlán
contaba con aproximadamente 2500 socios de las diferentes cooperativas, seguir
211
la pista de cada uno se vuelve una tarea compleja. El rastro que dejaron algunos
de los líderes es más visible, por lo que podemos conocer algunos de los
cooperativistas que se convirtieron en inversionistas activos de la pesca del
camarón.
Como se observa en la tabla 34, la mayoría de las cooperativas arrojaron
líderes que con el tiempo se convirtieron en pequeños armadores. Imposible es
saber si el capital privado de estos armadores provenía de fondos destinados a las
cooperativas, aunque, las constantes acusaciones por parte de los pescadores
sobre la corrupción dentro de sus sistemas directivos, hacen pensar en una
relación directa. Cabe señalar que la totalidad de las empresas fueron constituidas
después de 1970, siendo Exmaz S.A. la de mayor capital contando con
$5,000,000 de capital inicial.
En relación al tamaño de las empresas, es importante destacar que muchas
de estas presentaron inversiones pequeñas que cubrían el costo de una
embarcación y el avituallamiento de una temporada, sin embargo, existieron
aquellas que, como la antes mencionada, alcanzaron niveles de inversión que
superaban el millón de pesos.
Tabla 35. Principales empresas pesqueras en las cuales participaron
cooperativistas de Mazatlán 1970-1980
Empresa Año Capital Principales Socios Exmaz S.A. 1979 $5,000,000.00 Jesús Becerra, Miguel Castro Contreras
Pesquera Escualo S.A. 1980 $2,500,000.00 Fulgencio Cruz, F. Letamendi, J. Castello Pesquera Fuleca S.A. 1979 $2,500,000.00 Fulgencio Cruz, Emilia Haas Bishop Pesquera Bertha S.A. 1978 $2,200,000.00 Manuel Berumen, Bertha Zepeda
Prodimar de Mazatlán S.A. 1979 $1,100,000.00 Guillermo y Aurelio García García Hielo y Congelación del Pacífico S.A. 1977 $1,000,000.00 Filemón Romero, Wilberto Fuente
Pesquera Belem S.A. 1971 $1,000,000.00 Guillermo y Aurelio García García Pesquera Emilio S.A. 1979 $1,000,000.00 Filemón Romero, Emilia García. Pesquera Mareli S.A. 1977 $700,000.00 Manuel Berumen, Bertha Zepeda
Pesqueras Unidas S.A. 1977 $600,000.00 José Herrera O., Eduardo Castillo B. Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.
212
Dentro de la tabla 35 cabe destacar tres casos. En primer lugar,, tenemos la
Pesquera Emilia S.A. en la cual el cooperativista Filemón Romero aparece con
una inversión de $425,000. El resto de los inversionistas son esposa e hijos:
Emilia García Contreras, $425,000; Carlos, Héctor y Filemón Romero García con
$50,000 cada uno. Si bien dentro del acta constitutiva de esta empresa, cada uno
de los miembros de la familia es dueño de una parte de la misma, podemos
clasificar a esta empresa como un negocio familiar, en donde inversión, gastos y
ganancias eran parte de un mismo capital. Para el caso de la empresas Hielo y
congelación del Pacífico S.A., aparecen como inversionistas tres familiares de
Filemón Romero Murillo.
En segundo lugar, tenemos las empresas fundadas por Guillermo García
García. No se tiene registro de que los hermanos Aurelio, Ramiro y Jesús García
García, pertenecieran a la Cooperativa Trópico de Cáncer, de la cual Guillermo
García García fue tesorero. Sin embargo, el sistema cooperativista de Mazatlán,
presentaba una estructura sustentada en redes sociales, a través de la cuales
familiares, amigos y vecinos de un cooperativista se convertían en socios de forma
sencilla. Pese a ser Guillermo García el personaje que figura entre los líderes
cooperativistas, fue su hermano Aurelio quien tuvo mayores niveles de inversión
así como una red de socios más fuerte. Aurelio García García tuvo inversiones en
6 empresas, si bien en la mayoría sus principales socios eran sus hermanos, llegó
a tener inversiones conjuntas con José Carranza Beltrán.
Por último,, se encuentra el caso de Fulgencio Cruz Jamit. Al ser la
Cooperativa Mazatlán la de mayor tamaño y la que contaba con un sistema
organizacional más complejo, siempre se mantuvo en constaste conflicto. Tras un
año de acusaciones en su contra, en junio de 1977, el tesorero de la cooperativa
Fulgencio Cruz Jamit presentaba su renuncia. Tras su dimisión como socio
cooperativista, Cruz Jamit fue acogido por un importante consorcio empresarial en
el que figuraban empresarios como Emilia Haas Bishop, José Manuel Castello,
Fernando Letamendi Lie; como grupo empresarial, tenían inversiones en una
213
cantidad importante de pesquerías, además de tener diversificadas sus
inversiones en ferreteras, constructoras, inmobiliarias y hoteles.
Al margen de los cooperativistas que se convirtieron en armadores, la
década de 1970, significó el ascenso definitivo de las cooperativas como
principales actores del desarrollo pequero. Apoyadas de manera principal por una
política crediticia ilimitada, éstas lograron ponerse por encima de los armadores
como principal grupo de poder. Ello no significó que los armadores dejaran de
tener peso dentro de la industria, sino que la mayoría de las decisiones era
compartida.
La crisis que la actividad camaronera sufrió a finales de la década de 1960,
afectó de manera importante a las cooperativas. Dependientes de los créditos
estatales, los organismos cooperativistas comenzaron a adquirir grandes deudas
que solo podían pagarse cuando existían buenos precios para el camarón en el
mercado internacional. El paso del huracán Jeniffer en 1969, fue el comienzo de
esta situación, ya que fueron muchas las embarcaciones de cooperativas que
quedaron dañadas.
El periodo que va de 1969 a 1981, significó la salida de los armadores de la
industria camaronera y el control de la misma por parte de las cooperativas, sin
embargo, no fue ningún grupo el protagonista de la pesca, el principal actor fue el
Estado a través de los planes pesqueros nacionales que dotó a las cooperativas
de los medios necesarios para competir con los armadores. La flota de las
cooperativas sufrió un aumento desmedido, con la compra de barcos a armadores
y a PROPEMEX, así como con la adquisición de barcos nuevos, originando que al
momento del traspaso de la flota, esta ya no fuera necesaria.
Para 1973, la flota de las cooperativas era mayor que la flota de los
armadores, no obstante, seguían manteniendo el modelo de contratación a través
del cual arrendaban las embarcaciones a los capitalistas privados. Las diferentes
cooperativas que formaban la Federación Local de Cooperativas eran de
diferentes tamaños. Mientras que cooperativas grandes, como Pescadores de
214
Mazatlán y Crestón de Mazatlán, presentaban conflictos de manera constante, las
cooperativas de un tamaño medio como Isla de Venados y Nicolás Bravo se
consolidaron como las más eficientes dentro de la actividad; de esta forma, si bien
las cooperativas Mazatlán, Crestón e Ignacio Allende se presentaban como las
mayores y como las líderes políticas, eran las cooperativas Isla de Venados y
Nicolás Bravo las más eficientes.
Tabla 36. Flota de cooperativas 1978.
Cooperativa Barcos propios Barcos arrendados Isla Venados 14 5 21 de Agosto 7 3
Crestón de Mazatlán 17 2 Océano Pacífico 4 1 Ignacio Allende 18 14
Pescadora de Mariscos 19 2 Artículo 27 13 7
Pescadores de Mazatlán 36 5 Marcelo Morales 2 1
Nicolás Bravo 12 3 Victoriano Mereles 3 0 Trópico de Cancer 5 Sin dato
Margarita Maza de Juárez 7 Sin dato Benito Juárez 6 Sin dato
2 de Julio 5 Sin dato Fuente: El sol del Pacífico, 1978
4.2.4. Plan Pesquero Nacional: el Estado populista como un socio más
El surgimiento de un marco institucional que sustentara de manera
adecuada la actividad pesquera, inicio a partir de 1950. Instituciones formales
como la Federación de Cooperativas y las organizaciones de armadores; así como
instituciones informales, como las redes familiares de pescadores, fueron
determinantes en las características de la actividad pesquera en el puerto de
Mazatlán.
215
Las políticas públicas, se convirtieron en el eslabón más frágil de la pesca
de camarón. Las políticas aplicadas por los diferentes gobiernos se presentaron
en dos sentidos, por un lado, la aplicación de nuevos impuestos estatales en cada
periodo de bonanza de la actividad pesquera; por otro lado, la indiscriminada
aprobación de créditos para la adquisición de embarcaciones. El pago de nuevos
impuestos se convirtió en una situación que armadores y cooperativas podían
soportar, al aparecer durante las temporadas de mayor producción, estos
aumentos eran considerados como inflación dentro de los costes de producción.
Sin embargo, la sobrepoblación de la flota pesquera, era algo que la industria no
soportaría y marcaria el comienzo de un prolongado periodo de crisis que, incluso
se extiende hasta nuestro días.
La tendencia de los planes pesqueros era clara, la participación del Estado
dentro de la pesca era un hecho que no estaba a discusión, así como tampoco los
créditos para nuevas embarcaciones; ante cualquier crisis de producción o de
precios en el mercado, el Gobierno Federal respondía con la autorización de
nuevos créditos para embarcaciones cooperativistas. De esta forma, la política
aplicada en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se potencializó en los dos
siguientes periodos presidenciales.
El sexenio presidencial de Luis Echeverría, fue cuando existió mayor
injerencia de parte del Gobierno Federal en las problemáticas de la pesca. Al tener
el control, el Estado como un ente con buena capacidad organizacional: flotas
pesqueras, enlatadoras, congeladoras, empacadoras, almacenes y centros de
distribución eran parte de la maquinaria estatal dedicada a la pesca. La aparición
de la paraestatal PROPEMEX en febrero 1971, con 221 filiales en todo el país,369
significó la aparente eficientizacion de las actividades pesqueras estatales. Ideado
como un sistema central sobre el que orbitarían las empresas paraestatales
dedicadas a la pesca, así como algunas de IP, PROPEMEX, posicionó a la pesca
369 Gatti, Luis Maria, “Los pescadores de México: La vida en un lance” Los Pescadores de Mexico, Vol. 1, CIESAS, 1986, Mexico, pp.29
216
del Estado como uno de los principales actores llevándole a obtener un 30% de
los productos en la nación.370
El modelo de PROPEMEX haría crisis en 1975, apenas 4 años después de
su aparición; siendo la corrupción el principal motivo. La pesca de camarón que
para 1974 significaba un 60% de las actividades pesqueras, y que se situaba
como cuarto el productor agropecuario de exportación en la nación, fue la
actividad que sufrió más gracias a las irregularidades de PROPEMEX.371 La
participación de empresas norteamericanas dentro del sistema, como Ocean
Garden y Crest Importing Company, originó que las cooperativas que tenían la
exclusividad en la pesca de la especie perdieran ganancias, ya que no podían
controlar la exportación y comercialización al mismo tiempo. Si a esto sumamos
que las empresas encargadas de construcción, reparación y avituallamiento de las
embarcaciones se encontraban en manos de la IP, las redes de corrupción de
PROPEMEX terminarían por afectar no solo su núcleo, sino el de las cooperativas.
Para finales de 1974, PROPEMEX fue reorganizada, pero sus adeudos
alcanzaban ya la cantidad de 1,400 millones de pesos.372
Para el caso de Mazatlán, la relación con el Estado a través de
PROPEMEX no fue diferente. El impulso desmedido otorgado al sistema
cooperativo dentro del puerto rompió con el equilibrio prevaleciente con los
armadores, pues si bien había presentado conflictos a lo largo de 20 años, había
logrado posicionarse como el más importante en la nación. Junto con la aparición
de PROPEMEX, el gobierno de Echeverría anuncio una modernización de la flota,
la cual se tradujo en una inversión millonaria para la construcción de 800
embarcaciones para el cooperativismo en la nación.373 El puerto de Mazatlán
recibiría alrededor de 60 embarcaciones a lo largo del sexenio.374
370 Kaufman P., Susan y Purcell, John F. H., “El estado y la empresa privada”, Nueva Politica, FCE, vol. 1, num. 2, abril-junio 1976, México. 371 Luna Ledezma, Matilde, “Empresas estatales y capital privado en Mexico, 1971-1976” Revista de administración pública, Vol. 41, 1980, pp. 39 372 Ibíd., pp. 40 373 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 01 de Febrero de 1971 374 Ibíd., 07 de Mayo de 1977
217
La aparición de PROPEMEX tuvo un efecto positivo en el puerto de
Mazatlán. A pesar de que este efecto fue de corto plazo y no se basó en un plan
integral de desarrollo, permitió a la pesca de camarón mazatleca sortear
dificultades relacionadas con la crisis financiera de los Estados Unidos. La
Refrigeradora del Noroeste que desde finales de la década de 1950 funcionaba
como una empresa paraestatal, fue una de las principales beneficiadas con el
“Plan Pesquero Nacional” de Echeverría, debido a que esta congeladora prestaba
servicios a la mayoría de las cooperativas. En noviembre de 1971, la mencionada
refrigeradora comenzó un proceso de modernización que le permitió prestar un
mejor servicio a poco más de 120 embarcaciones que procesaban su producto en
sus instalaciones.375 El interés que el Gobierno Federal tuvo en la modernización
de la RENO, llevo a la empresa a diversificar sus actividades, incursionando en la
congelación de frutas regionales, como papaya, melón y mango.376
El Gobierno Federal se encargó de la construcción de infraestructura que
permitiera, por un lado, la diversificación de las actividades y por otro lado, la
diversificación de los mercados internacionales. En mayo de 1972 comenzó la
construcción de una “mega bodega refrigerada” la cual permitió un mejor
almacenaje de producto para comercializarlo cuando se encontrara mejor
cotizado en el mercado. Esta bodega se encontraba al interior de la Congeladora
del Pacífico, misma que había pertenecido a la familia Coppel Careaga hasta
finales de la década de 1960.
Como parte de la diversificación de la actividad, PROPEMEX se convirtió, al
lado de la familia Cevallos, en uno de los pioneros en la pesca del atún y la
sardina. En 1971, con la creación de la empresa paraestatal el “Plan Nacional
Pesquero” anunciaba la inversión en plantas productivas para la pesca de atún. La
empresa oficial contaba con pesquerías de dicha especie en el puerto de
Ensenada, Atunes Mexicanos y Santa Isabel, sin embargo, el puerto de Mazatlán
fue tomado como punta de lanza del plan pesquero contando con inversiones para
esta industria. La primera de éstas vino en abril de 1972, cuando se anunció la 375 Sin autor, “Ampliaran la capacidad de la refrigeradora”, ESP, 09 de Noviembre de 1971, p.5 376 Sin autor, “Ambicioso plan de trabajo a favor de los fruticultores”, ESP., 20 de Abril de 1972, p.3
218
compra de embarcaciones atuneras, así como la instalación de una planta
procesadora. El monto de esta inversión fue de 60 millones de pesos y se convirtió
en la primera de una serie de inyecciones de capital que posicionaron al puerto de
Mazatlán como uno de los principales productores de atún de México.377
Tras acercarse a su fin el gobierno de Echeverría, el plan pesquero hizo
más evidentes sus deficiencias. Empresas dependientes del Estado como
BANFOCO y PROPEMEX se encontraban en una severa crisis. La institución
financiera pagó el precio de un política crediticia sin restricciones para las
cooperativas, ya que muchas de éstas no tenían posibilidad de pagar los créditos
durante las malas temporadas, y por el contrario, cada inicio de temporada
requerían nuevas extensiones de créditos que les permitieran avituallar sus flotas.
Por su parte, PROPEMEX con sus 221 filiales en la nación presentó severos
casos de corrupción y burocracia, por lo que comenzó a trabajar como una
empresa ineficiente, ocasionando pérdidas importantes para la industria.
En el año de 1975, después de casi perder la distribución del camarón
pescado por cooperativas, la flota mazatleca de PROPEMEX pasó a manos de las
cooperativas, dejando a la empresa estatal la pesca de escama. Dentro de este
rubro, la empresa estatal tenía como propósito abastecer de pescado de bajo
precio a toda la República Mexicana. En junio de este mismo año PROPEMEX
invirtió 120 millones de pesos en la construcción de 60 embarcaciones que se
dedicarían a la pesca de escama.378
El gobierno del presidente López Portillo no presentó un gran cambio
respecto a la participación que había tenido el mandato de Luis Echeverría. Si bien
la participación dentro de la pesca del camarón disminuyo de manera radical, fue
una pieza clave en el traspaso de la flota de armadores al sistema cooperativista.
De manera general el sistema estatal de pesca funcionó a través de las mismas
instituciones. PROPEMEX, dedicado a la pesca de escama, mantuvo relación con
las cooperativas mazatlecas a través de las empresas exportadoras. Por su parte
377 Sin autor, “Diversifican la pesca”, ESP, 18 de Abril de 1972, p.5 378 Sin autor, “60 naves escameras en 2 años”, ESP, 19 de Junio de 1975, p.4
219
la aparición de BANPESCA como institución financiera de la actividad, permitió a
cooperativas financiar la compra de la flota de los armadores.
Al inicio del gobierno de José López Portillo, se anunció una inversión de
14,199 millones de pesos dentro de la industria pesquera. Este presupuesto se
repartiría de la siguiente manera: 8,499 millones para flota pesquera, 2,000
millones para industrialización de la actividad, 700 millones para el sistema de
comercialización, 2100 millones para proyectos de acuacultura y 900 millones
para la construcción de infraestructura.379 Sin embargo, este presupuesto no sería
respetado por el Gobierno Federal, que en 1981 aprobó un crédito millonario de 60
mil millones de pesos para la copra de 1,250 embarcaciones pertenecientes a los
armadores.380
379 Sin autor, “Habrá dos enlatadoras de sardina”, ESP, 03 de Marzo de 1976, p.5 380 Hernández, F., Gloria, 75 años de historia de la pesca 1912-1987 Avances y Retos, SEPESCA, México, 1988, pp.74.
220
Conclusiones.
Como se planteó al principio de esta trabajo, la hipótesis sobre la cual giró
la investigación es: el desarrollo económico que experimento el puerto de
Mazatlán a partir de 1950 fue consecuencia de una serie de factores económicos,
sociales y políticos que repercutieron en el desarrollo de la actividad pesquera. Al
ser la pesca la piedra angular de la economía mazatleca, tal desarrollo trajo como
consecuencia la aparición de un sistema productivo local encaminado a satisfacer
las necesidades de dicha actividad. Dentro de la investigación existe una hipótesis
secundaria que es la siguiente: el crecimiento de la actividad trajo como
consecuencia una acumulación de capital, mismo que fue reinvertido en
actividades ajenas a la pesca tales como el turismo que a la postre se convertiría
en la actividad económica central de Mazatlán.
Referente a la hipótesis central, encontramos que el desarrollo que
presento la industria camaronera fue debido a una crisis dentro del sistema
económico (minero-comercial) predominante en el puerto de Mazatlán previo a
1950. Este proceso de desarrollo se vio beneficiado por la existencia de una red
empresarial que había comenzado a gestarse a finales del siglo XIX, con el
desarrollo comercial e industrial del puerto. La participación en bloque de los
empresarios más importantes del puerto, permitió que la industria camaronera
tuviera un proceso de crecimiento acelerado. Dicho proceso, permitió que la
industria camaronera creciera de manera diversificada teniendo control de todas
las actividades relacionadas, desde la construcción de embarcaciones hasta la
comercialización del producto.
El desarrollo de la actividad camaronera no fue exclusivo de los primeros
años de esta, presentando ciclos de reproducción de la industria. De esta manera,
encontramos que los años de 1950, 1962 y 1973, la actividad pesquera recibió
importantes flujos de capital privado, que permitieron sostener el modelo de
producción que se había implementado desde su despegue. Al igual que
existieron años en los cuales las inversiones en la actividad fueron extraordinarias,
se presentaron periodos en los que los flujos de inversión eran casi nulos. Sin
221
embargo, cabe aclarar que estos años de poca inversión, no pueden considerarse
como años de crisis en la industria, por el contrario, dentro de los periodos de
crisis las inversiones mostraron pequeños repuntes.
La aparición de empresas conexas a la pesca del camarón, fue uno de las
principales características del periodo. El grado de desarrollo que la actividad
camaronera alcanzo durante el periodo, propicio un alto grado de especialización y
diversificación del tejido productivo, de esta manera la inversión en empresas de
extracción fue similar, en monto, a la inversión en aquellas que tenían actividades
relacionadas a la pesca. Las actividades conexas a la pesca fueron las siguientes:
astilleros, talleres, tejido de redes, ferreteras, abarroterías, congeladoras,
empacadoras, distribuidoras, representantes legales, exportadoras.
Siguiendo con el tejido productivo pesquero, encontramos que el traspaso
de la flota de la IP a las cooperativas pesqueras, no significó una nueva
reconversión del tejido productivo, ya que la industria pesquera mantuvo su
estructura y su calidad de actividad nodal. La salida de la IP de la pesca del
camarón, ocasiono una diversificación en las actividades del puerto, generando
así, una economía más solida y diversificada. Existe la creencia de que con el
dinero del traspaso de la flota, la IP mazatleca pone en marcha la industria
turística. Si bien es imposible negar la participación de industriales pesqueros
dentro de la economía turística, el despegue de esta actividad se da a finales de la
década de 1960, por lo que los armadores que participan de esta industria
después de 1981, pasan a formar parte de una actividad que había comenzado su
proceso de desarrollo doce años atrás.
El turismo como actividad económica, fue una de las respuestas a los
periodos de crisis para los empresarios pesqueros, sin embargo, no fue la única
opción de estos. Aprovechando la infraestructura pesquera, muchos de los
inversionistas que buscaron diversificar sus actividades durante los periodos de
crisis de la pesca del camarón, trasladaron sus capitales a la pesca del atún y
otras especies. Dado los altos niveles de inversión requeridos por la industria
222
atunera, solo los grandes armadores pudieron mantenerse de manera constante
dentro de esta actividad.
Analizando el papel de los diferentes actores, tenemos a las cooperativas
pesqueras. Estos organismos que dieron inicio a las actividades camaroneras a
mediados de la década de 1930, se convirtieron en uno de los principales motores
de la actividad. Si bien, no se tienen los montos de inversión que las cooperativas
hicieron dentro de la pesca, se cree que estos casi igualaron a los desarrollados
por la IP. El rol de las cooperativas dentro de la industria camaronera fue diferente
durante el periodo, en un primer momento estas solo fueron un mecanismo, a
través del cual los armadores pudieran explotar la especie, a mediados de la
década de 1960 se convirtieron en un grupo con capacidad empresarial, capaz de
competir de manera directa con los armadores; por último, durante la década de
1970 se convirtieron en el principal grupo de poder dentro de la actividad
camaronera, esto a través del manejo del 80% de la flota.
Los empresarios que comenzaron siendo el ente dinámico de la actividad
pesquera, mantuvieron un perfil constante durante todo el período. Relacionados
en una compleja red empresarial y en algunos casos familiar, llevaron a cabo sus
actividades bajo el formato de cluster que les llevo a ser el grupo empresarial
pesquero más influyente en la nación; un ejemplo de esto es la cantidad de
empresarios mazatlecos que fungieron como dirigentes nacionales de la Cámara
Nacional de la Pesca. Una de las características que presento este grupo
empresarial, es la adopción de líderes morales que se encargaban de dirigir a los
empresarios por largos periodos de tiempo. Industriales como Julio Berdegue,
José Carranza, Tomás de Rueda, fueron algunos de los más importantes.
Por último,, observamos que papel del Estado a lo largo del período, se
convirtió en un supresor del desarrollo. La falta de políticas públicas a nivel local,
así como la falta de estrategias de desarrollo para la actividad nivel federal fueron
los dos problemas principales de la industria. Durante los primeros años de la
pesca de camarón en el puerto, se desarrollo medianamente un sistema
institucional local, que permitió la búsqueda de beneficios para la actividad. A nivel
223
federal, la aplicación de planes de desarrollo pesquero, estuvo basada en un
aumento exponencial de la flota; tal situación provoco una sobre explotación del
recurso así como la ineficiencia del sistema cooperativista.
Por lo anterior expuesto, concluimos que el desarrollo que presento la
actividad camaronera dentro del puerto de Mazatlán, presenta características que
permiten considerar este fenómeno como un proceso de desarrollo endógeno.
Apegándose a lo expuesto por las teorías de sistemas productivos locales y tejidos
productivos locales, encontramos que: a) la pesca se desarrollo en base a una red
de pequeñas empresas, las cuales a través de sus ventajas comparativas y
competitivas, lograron posicionarse al puerto como una de las principales
economías pesqueras de América Latina; b) la acumulación originada por las
actividades relacionadas a la pesca del camarón, permitieron una diversificación
de las actividades así como la aparición de economías de escala; c) se presento
un sistema innovador de carácter tecnológico y organizacional que permitió un
desarrollo homogéneo de todas las empresas dentro del territorio; d) se dio una
especialización de la mano de obra, ocasionando una mayor competitividad del
sistema productivo.
Sin embargo, cabe mencionar que este proceso de desarrollo, debe de
calificarse como atípico, ya que este se dio sobre la base de un conflicto entre los
principales actores de la actividad. De igual manera, el proceso de desarrollo se
presento, aun y cuando no existía marco institucional que velara por sus intereses.
De esta manera, se observa que las relaciones y el sistema de cooperación entre
armadores, cooperativas y Estado se presentaba de manera esporádica y permitía
el desarrollo de una actividad fuerte.
224
Anexo 1. Principales empresas relacionadas a las pesca 1950-1981.
Empresa Fecha Inversión Actividades
Congeladora del Pacifico S.A. 27-Feb-50 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera Union S.A. 29-Mar-50 $600,000. Pesca general, industrialización
Congeladora de Mazatlán S.A. 05-Jul-50 $5,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Impulsora pesquera de Mazatlán S.A. 16-Sep-50 $650,000. Pesca general, industrialización
Fomento Industrial Pesquero S.A. de C.V. 04-Dic-50 $500,000. Pesca general, industrialización
Rueda y Reynand S.A. 27-Dic-50 $500,000. Pesca general, industrialización
Hielera del Pacifico S.A. 27-Dic-50 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Coppel y Cima S.A. 12-Mar-51 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Congeladora Union S.A. 20-Mar-51 $540,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
William H. Hutcheson y Asociados S.A. 20-Sep-51 $500,000. maquinaria y accesorios
Tomas de Rueda Junior S.A. 17-Dic-51 $1,000,000. Astillero
Coppel Hermanos S.A. 23-Ago-52 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Castro S.A. 12-Jun-53 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Providencia S.A. 24-Oct-53 $500,000. Pesca general, industrialización
Cima Hermanos S.A. 17-Dic-53 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Camaronera del Pacifico S.A. 04-Jun-54 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Pesca Maritima S.A. 07-Oct-55 $800,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Zacates S.A. 11-Abr-56 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Maguagua S.A. 17-Oct-56 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Alianza S.A. 16-May-57 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera El Refugio S.A. 01-Oct-57 $500,000. Pesca general, industrialización
Distribuidora Rice S.A. 17-Dic-57 $500,000. maquinaria
Pesquera Josefita S.A. 28-Dic-57 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Mision S.A. 13-Oct-58 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Los Alamos S.A. 27-Nov-58 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Kino S.A. 28-Ene-59 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Don Alberto S.A. 07-Feb-59 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Colon S.A. 17-Mar-59 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Patron S.A. 22-Mar-59 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Teacapan S.A. 13-Abr-59 $1,680,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Oceanica S.A. 13-Abr-59 $1,680,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Sierra S.A. 17-Abr-59 $1,200,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Rodel S.A. 20-Abr-59 $600,000. Pesca general, industrialización
Barras de Navidad S.A. 28-Abr-59 $800,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Bibi S.A. 10-Jun-59 $500,000. Pesca general, industrialización
Hielera Tropical S.A. 31-Jul-59 $600,000. hielo
Aureo Pesquera S.A. 29-Ago-59 $500,000. Pesca general, industrialización
225
Pesquera de Sinaloa S.A. 25-Ene-60 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Constitucion S.A. 03-Feb-60 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Reforma S.A. 07-Jul-60 $1,600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Rayito S.A. 20-Oct-60 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Lorena Luanme S.A. 05-Nov-60 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Arreola S.A. 05-Nov-60 $500,000. Pesca general, industrialización
Armadores de Sinaloa S.A. 14-Dic-60 $900,000. Pesca general, industrialización
Gavica y Dominguez S.A. 14-Dic-60 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Rio Florido S.A. 26-Dic-60 $1,300,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Ruiz S.A. 03-Ene-61 $1,200,000. Pesca general, industrialización
Transportes de Mariscos del Pacifico 03-Feb-61 $2,500,000. transporte congelados
Pesquera San Luis S.A. (aumento) 02-May-61 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Cerrador S.A. 22-May-61 $1,200,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Caporal S.A. 31-May-61 $750,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Fortaleza S.A. 26-Jun-61 $500,000. Pesca general, industrialización
Industrial Maritima del Pacifico S.A. 18-Jul-61 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera de Altamar S.A. 22-Sep-61 $5,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Reyes S.A. 13-Nov-61 $600,000. Pesca general, industrialización
Remolques del Pacifico S.A. 19-Mar-62 $500,000. remolques
Remolques Acapulco S.A. 19-Mar-62 $500,000. remolques
Mariscos del Noroeste S.A. 14-Abr-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Santa Maria S.A. 19-Abr-62 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Roca S.A. 15-May-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera La Esperanza S.A. 16-May-62 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Dolores S.A. 24-May-62 $550,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Arpon S.A. 30-May-62 $550,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Maza S.A. 05-Jun-62 $550,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Iliana S.A. 12-Jun-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Camaronera de Sinaloa S.A. 14-Jun-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Gavica S.A. 19-Jun-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Exportadora Vica S.A. 20-Jun-62 $600,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera Loeza S.A. 23-Jun-62 $550,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Venado S.A. 12-Jul-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Maria Isabel S.A. 17-Jul-62 $550,000. Pesca general, industrialización
Actividades Pesqueras S.A. 22-Jul-62 $650,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Astillero S.A. 23-Jul-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquer Ledmar S.A. 28-Jul-62 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Balderrama S.A. 02-Ago-62 $1,500,000. Pesca general, industrialización
Mariscos Carmelitas S.A. 23-Ago-62 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Playa Larga S.A. 23-Ago-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Playa Hermosa S.A. 23-Ago-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización
226
Pesquera Paz S.A. 31-Ago-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera La Sirena S.A. 06-Sep-62 $1,300,000. Pesca general, industrialización
Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $5,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Camaronera del Noroeste S.A. 14-Sep-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Santa Lucia S.A. 20-Sep-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Luna de Plata S.A. 15-Oct-62 $600,000. Pesca general, industrialización
Meza S.A. 18-Oct-62 $950,000. Pesca general, industrialización
Roza S.A. 18-Oct-62 $650,000. Pesca general, industrialización
Astilleros Unidos del Pacifico S.A. 18-Oct-62 $1,000,000. Astillero
Pesquera Naimari S.A. 01-Dic-62 $1,200,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Costa Azul S.A. 07-Ene-63 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Empresas La Victoria S.A. 17-Abr-63 $510,000. Pesca general, industrialización
Fomento Pesquero del Pacifico S.A. 02-May-63 $750,000. Pesca general, industrialización
Pesquera El Salvador S.A. 20-Sep-63 $500,000. Pesca general, industrialización
Proovedora Marina del Pacifico S.A. 08-Ene-64 $1,000,000. ferretera
Pesquera Libertad S.A. 04-Feb-64 $700,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Yaqui S.A. 16-Oct-64 $650,000. Pesca general, industrialización
Produmar S.R.L. 28-Nov-64 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera La Paz S.A. 18-Feb-65 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Mar Azul S.A. 13-Sep-65 $900,000. Pesca general, industrialización
Comercial Exportadora Noromex S.A. 09-Nov-65 $500,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera Haas S.A. 17-Ene-66 $500,000. Pesca general, industrialización
Harina de Pescado de Mazatlán S.A. 25-May-66 $1,000,000. industrilizadora
Empresas Pesqueras del Pacifico S.A. 26-Sep-66 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Astilleros Unidos del Pacifico S.A. (aumento) 19-Oct-66 $3,350,000.
Congeladora del Pacifico S.A. (aumento) 01-Nov-66 $2,000,000.
Navieras Consolidades S.A. 08-Nov-66 $1,000,000. Refaccionaria Marina
Productos Exclusivos del Mar S.A. 14-Mar-67 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera El Caño S.A. 26-Jun-67 $500,000. Pesca general, industrialización
Industrial Pesquera de Sinloa S.A. 10-Jul-67 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Magallanes S.A. 02-Oct-67 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Susana S.A. 28-Feb-68 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Aleman S.A. 10-May-68 $600,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Geña S.A. 29-Jun-68 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Ralo S.A. 19-Oct-68 $650,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Impulsora de Sinaloa S.A. 23-Ene-69 $500,000. Pesca general, industrialización
Congeladora Chametlan S.A. 13-Feb-69 $500,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Promotora Pesquera S.A. 26-Sep-69 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Sotaventa S.A. 14-Oct-69 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera San Carlos S.A. 30-Jul-70 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Denisse S.A. 22-Ago-70 $1,500,000. Pesca general, industrialización
227
Fomento Pesquero S.A. 20-Ene-71 $1,600,000. Pesca general, industrialización
Congeladora Union S.A. 10-Feb-71 $540,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera San Alberto S.A. 02-Abr-71 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Carranza S.A. 07-May-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Belem S.A. 15-Jul-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera San Juan S.A. 31-Jul-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Atunes del Pacifico S.A. 14-Ago-71 $1,000,000. pesca atun
Empacadora Cevallos S.A. 25-Ago-71 $3,600,000. Pesca general, industrialización
Pesquerias Diaz Bolona S.A. 20-Sep-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Camachito S.A. 04-Oct-71 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Gutierrez S.A. 04-Oct-71 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesca de Escama S.A. 31-Dic-71 $500,000. Pesca general, industrialización
Instalacion y Equipos Electromecanicos S.A. 18-Abr-72 $1,000,000. Equipos electromecanicos
Pesquera Lujo S.A. 21-May-72 $500,000. Pesca general, industrialización
Alimentos Congelados de Mazatlán S.A. 30-May-72 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Redes Modernas de Mazatlán S.A. 10-Jul-72 $500,000. chinchorros
Alianza de Exportadores S.A. 11-Oct-72 $1,500,000. comercializadora
Productos Alimenticios del Mar S.A. 29-Nov-72 $3,750,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Industrial Estero S.A. 21-Feb-73 $1,000,000. Pesca general, industrialización
General del Pesca S.A. 26-Feb-73 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Lucia S.A. 18-May-73 $500,000. Pesca general, industrialización
Propesca del Pacifico S.A. 25-May-73 $1,500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Rosario S.A. 31-May-73 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Violeta S.A. 05-Jun-73 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Refrigeradora Mexicana S.A. 07-Ago-73 $5,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera Ibes S.A. 13-Nov-73 $500,000. Pesca general, industrialización
Empacadora y Congeladora S.A. 21-Nov-73 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Mariscos Cortes S.A. 24-Dic-73 $1,500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Mar-Luz S.A. 18-Feb-74 $500,000. Pesca general, industrialización
Ixmar S.A. 15-Abr-74 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Valiente del Mar S.A. 08-Jun-74 $1,350,000. Pesca general, industrialización
Pesquera tigaenmoce 27-Jun-74 $750,000. Pesca general, industrialización
Congeladora Teacapan S.A. 07-Ago-74 $750,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera San Agustin de Mazatlán S.A. 05-Sep-74 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Patrimonial S.A. 06-Sep-74 $1,200,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Minerva de Mazatlán S.A. 18-Sep-74 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Minerva de Mazatlán S.A. 18-Sep-74 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Occidente S.A. (aumento) 19-Sep-74 $4,300,000. Pesca general, industrialización
Alimentos Selectos del Mar S.A. 25-Sep-74 $500,000. industrilizadora
Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de C.V. 14-Dic-74 $5,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Costa Brava S.A. 26-Dic-74 $1,600,000. Pesca general, industrialización
228
Pesquera Alma S.A. 13-Feb-75 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Vica S.A. 11-Abr-75 $750,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Manba S.A 25-Ago-75 $650,000. Pesca general, industrialización
Promotora Palmar S.A. 01-Oct-75 $500,000. distribuidora de alimentos
Maquinaria y servicios Ciesa S.A. 15-Oct-75 $2,000,000. Refaccionaria Marina
Pesquera Guadalupana S.A. 23-Dic-75 $2,000,000. Pesca general, industrialización
Derivados Marinos de Teacapan S.A. 19-Ene-76 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Mareli S.A. 28-Ene-77 $700,000. Pesca general, industrialización
Maquilas Industriales de Productos Marinos S.A. 14-Feb-77 $1,000,000. industrilizadora
Hermanos Ramos Rosales S.A. 02-Mar-77 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Astilleros La Sirena S.A. 11-Mar-77 $1,000,000. astillero
Pesquera Camelia S.A. 18-Mar-77 $500,000. Pesca general, industrialización
Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $3,000,000. industrilizadora
Mercancias y Repsuestos S.a. 01-Abr-77 $500,000. maquinariasy refacciones
Funsiciones y Herrajes del Pacifico S.A. 06-Abr-77 $500,000. fundiciones
Laminado y Pinturas del Pacifico 06-Abr-77 $500,000. pintura y refrigeracion
Congladora de Productos Pesqueros S.A. 27-Abr-77 $7,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesqueras Unidas S.A. 12-May-77 $600,000. Pesca general, industrialización
Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $4,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Astilleros Mazatlán S.A. 21-Jun-77 $1,000,000. astillero
Hielo y Congelacin del Pacifico S.A. 09-Jul-77 $1,000,000. Fabrica de hielo y congeladora
Pesquera Juanita S.A. 22-Jul-77 $500,000. Pesca general, industrialización
Servicios de Refrigeracion del Pacifico S.A. 27-Jul-77 $1,000,000. servicios de refrigeracion
Pesquera Verenice S.A. 03-Ago-77 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Productos del Mar de Mazatlán S.A. 09-Ago-77 $500,000. industrilizadora
Pesquera Juhear 18-Ago-77 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Arca S.A. 30-Ago-77 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Cevallos S.A. 02-Sep-77 $2,500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Chayito S.A. 29-Sep-77 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera del Angel S.A. 07-Nov-77 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $4,500,000. Pesca general, industrialización
SeaFood de Mexico S.A. 18-Nov-77 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Congeladora Magaña S.A. 09-Ene-78 $600,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera El Prieto S.A. 13-Feb-78 $3,000,000. Pesca general, industrialización
Aceros Medrano S.A. 30-Mar-78 $1,000,000. aceros
Pesquera Martha Rosa S.A. 12-Abr-78 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesqeura Chela S.A. 19-Abr-78 $500,000. Pesca general, industrialización
Comercial de Mariscos del Pacifico S.A. 21-Abr-78 $500,000. comercializadora
Pesquera Bertha S.A. 27-Abr-78 $2,200,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Goleta S.A. 12-Jun-78 $5,000,000. Pesca general, industrialización
Construcciones y Refacciones Maritimos S.A. 07-Jul-78 $500,000. Maquinaria y Herramientas
229
Pesquera Sergio Mar S.A. 11-Sep-78 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Electrica y Electrohidraulica 14-Sep-78 $1,000,000. Maquinaria y Herramientas
Jasmin y Angelita S.A. 22-Sep-78 $500,000. Pesca general, industrialización
Congelados de Sinaloa S.A. 26-Sep-78 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Pesquera San Martin S.A. 29-Sep-78 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Erinori S.A. 29-Sep-78 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $2,500,000. Pesca general, industrialización
Congeladora de Alimentos del Mar S.A. 26-Oct-78 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Salvamentos y Rescates del Pacifico S.A. 23-Nov-78 $700,000. Salvamentos Maritimos
Pesquera Ofelita S.A. 06-Feb-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Fera S.A. 20-Feb-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesqueta Emilio S.A. 28-May-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
ARGOMAZA S.A. 10-Jun-79 $2,000,000. avituallamiento
Exmaz S.A. 02-Jul-79 $5,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Dalia S.A. 11-Jul-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Louy S.A. 11-Jul-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Prodimar Mazatlán S.A. 18-Jul-79 $1,100,000. Pesca general, industrialización
Naviera e Industrializadora Dolores S.A. 18-Jul-79 $2,000,000. transporte maritimo, pesca
Pesquera Claudita S.a. 21-Jul-79 $1,500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Apolo XI S.A. 09-Ago-79 $1,500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Siboney S.A. 20-Ago-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $2,500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Carrillo Puerto S.A. 10-Oct-79 $500,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Elizabeth S.A. 15-Oct-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Transportes Refrigerados Tropicales S.A. 31-Oct-79 $3,000,000. transportes refrigerados
Carla de Mazatlán S.A. 06-Nov-79 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
Hielera Vaco de Mazatlán S.A. 08-Dic-79 $1,000,000. hielo
Congeladora de Productos Marinos del Pacifico S.A. 21-Dic-79 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora
AguaLuz S.A. 27-Dic-79 $3,000,000. ferretera
Hielo Viva S.A. 21-Ene-80 $4,000,000. hielo
Gestora Maritima Mexicana S.A. 30-Ene-80 $1,000,000. administracion naviera
Pesquera Salver S.A. 26-Feb-80 $1,700,000. Pesca general, industrialización
Distribuidora de Refacciones y lubricantes de Sinaloa S.A. 14-Mar-80 $1,500,000. refacciones
Embarcaciones y Equipos Marinos S.A. 22-Mar-80 $500,000. equipo marino
Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $2,500,000. Pesca general, industrialización
Salvamentos y Servicios Navales de Mazatlán S.A. 14-Abr-80 $3,000,000. Salvamentos Maritimos
Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $10,000,000. Pesca general, industrialización
Tiburo del Pacifico S.A. 24-Abr-80 $500,000. Pesca general, industrialización
Comercial Ferretera del Mar S.A. 13-May-80 $500,000. ferretera
Pesquera Joel Hermanos S.A. 16-May-80 $1,000,000. Pesca general, industrialización
Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $10,000,000. industrilizadora
230
Pesquera Dialey S.A. 15-Ago-80 $1,500,000. Pesca general, industrialización
Reconstructora de Motores del Pacifico S.A. 09-Sep-80 $5,000,000. maquinariasy refacciones
Taller y Refacciones Villegas de Mazatlán S.A. 18-Sep-80 $500,000. maquinariasy refacciones
Pesquera Puerto Arista S.A. 19-Nov-80 $500,000. Pesca general, industrialización
Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $7,000,000. congeladora
Ultramarinos el Dorado S.A. 12-Mar-81 $1,000,000. Congeladora
Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $7,000,000. Pesca general, industrialización
Pesquera Maratun S.A. 28-Abr-81 $500,000. Pesca general, industrialización
Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $23,000,000. Congeladora
Atunidos S.A. 27-May-81 $20,000,000. Pesca general, industrialización
Dragados, Maniobras Y Construcciones S.A. 02-Jun-81 $500,000. Dragado
Fibras Marinas S.A. 18-Jun-81 $1,000,000. fibras marinas
Maritima Industrial Apolo S.A. 04-Ago-81 $500,000. reparaciones
Atuneros Sinaloenses S.A. 08-Sep-81 $6,000,000. pesca de atun
RPPMAZ, 1950-1981
Anexo 2. Principales inversionistas de la actividad pesquera 1950-1981
Nombre Empresa Fecha Inversion
Aldena Rojas, Miguel Pesquera Joel Hermanos S.A. 16-May-80 $800,000.
Alonso Felix, Carlos Carla de Mazatlan S.A. 06-Nov-79 $500,000.
Arellano Olivera, Fraancisco Productos Alimenticios del Mar S.A. 29-Nov-72 $600,000.
Arellano Olvera, Francisco Productos Alimenticios del Mar S.A. 29-Nov-72 $1,837,500.
Ayala Echeverria, Roberto Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.
Balderrama, Tomas Pesquera Balderrama S.A. 02-Ago-62 $1,000,000.
Barron Ferreira, Humberto Pesquera Rio Florido S.A. 26-Dic-60 $500,000.
Barron Ferreira, Oscar Pesquera Rio Florido S.A. 26-Dic-60 $700,000.
Becerra Gutierrez, Jesus Exmaz S.A. 02-Jul-79 $1,250,000.
Berdegue Aznar, Julio Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $749,000.
Berdegue Aznar, Julio Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $3,900,000.
Berdegue Sacristan, Julio Transportes Refrigerados Tropicales S.A. 31-Oct-79 $1,500,000.
Burgueño, Enrique Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de
C.V. 14-Dic-74 $833,000.
Campos Mendoza, Alberto Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $745,000.
Campos Padilla, Salvador SeaFood de Mexico S.A. 18-Nov-77 $1,400,000.
Carranza Beltran, Jose Congladora de Productos Pesqueros S.A. 27-Abr-77 $5,000,000.
Carranza Beltran, Jose Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $8,000,000.
Carranza Beltran, Juan Pesquera Carranza S.A. 07-May-71 $995,000.
231
Carranza Beltran, Juan Congladora de Productos Pesqueros S.A. 27-Abr-77 $1,970,000.
Carranza Beltran, Juan Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.
Carranza Beltran, Mario Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.
Carrillo, Fernando Pesquera Iliana S.A. 12-Jun-62 $596,000.
Carrillo, Fernando Pesquera Paz S.A. 31-Ago-62 $500,000.
Carrillo, Fernando Pesquera San Fernando S.A. 16-Oct-64 $1,700,000.
Castello Bertrand, Jose Manuel Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.
Castello Bertrand, Luis Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.
Castello Gomez, Jose Manuel Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.
Castillo Fisher, Jose Pesquera Yaqui S.A. 16-Oct-64 $610,000.
Castillo, Jose Manuel Pesquera Naimari S.A. 01-Dic-62 $1,000,000.
Castillo, Manuel Pesquera La Sirena S.A. 06-Sep-62 $500,000.
Castro Contreras, Antonio Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $750,000.
Castro Contreras, Enrique Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $1,125,000.
Castro Contreras, Miguel Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $1,125,000.
Castro Contreras, Miguel Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.
Castro Leyva, Ramiro Pesquera San Martin S.A. 29-Sep-78 $950,000.
Castro Sanchez, Carlos Atunidos S.A. 27-May-81 $3,300,000.
Cevallos Elizondo, Jose Antonio Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $700,000.
Cevallos Gomez, Enrique Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $1,900,000.
Cevallos Gomez, Jesus Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $700,000.
Cevallos Gomez, Jose Antonio Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $3,700,000.
Cevallos Gomez, Luis Felipe Pesquera Cevallos S.A. 02-Sep-77 $1,248,000.
Cevallos Gomez, Victor Pesquera Cevallos S.A. 02-Sep-77 $1,248,000.
Cevallos, Felipe Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $550,000.
Cevallos, jose Antonio Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $550,000.
Cevallos, jose Antonio Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $556,000.
Cevallos, Luis Felipe Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $555,000.
Cevallos, Victor M. Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $550,000.
Cevallos, Victor M. Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $5,550,000.
Chicuate Gutierrez, Cosme Pesquera Sergio Mar S.A. 11-Sep-78 $996,000.
Cima Guereña, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $1,660,000.
Cima Guereña, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $16,680,000.
Cima Guereña, Sergio de Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $666,000.
Cima Urrea, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $1,000,000.
Cima, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $1,000,000.
Cima, Sergio de Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $660,000.
Colin, Jesus Pesquera Claudita S.a. 21-Jul-79 $1,300,000.
Comercial Exportadora Noromex S.A. Alianza de Exportadores S.A. 11-Oct-72 $1,190,000. Construccion, Instalaciones y Equipos
S.A. Maquinaria y servicios Ciesa S.A. 15-Oct-75 $1,000,000.
Coppel Careaga, Jorge Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $3,500,000.
232
Coppel Careaga, Sergio Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $3,500,000.
Coppel Peña, Alejandro Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.
Coppel Peña, Arturo Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.
Coppel Peña, Jorge Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.
Coppel Salcido, Alfredo Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.
Coppel Salcido, Isaac Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.
Coppel Salcido, Sergio Hielo Viva S.A. 21-Ene-80 $1,900,000.
Coppel Salcido, Sergio Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.
Coppel, Jorge Pesquera de Altamar S.A. 22-Sep-61 $2,000,000.
Coppel, Orace Camaronera del Pacifico S.A. 04-Jun-54 $1,000,000.
Coppel, Sergio Coppel y Cima S.A. 12-Mar-51 $854,000.
Coppel, Sergio Pesquera de Altamar S.A. 22-Sep-61 $2,000,000.
Coppel, Sergio Congeladora del Pacifico S.A. (aumento) 01-Nov-66 $2,000,000.
Cruz Jamit, Fulgencio Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $500,000.
Cruz Jamit, Fulgencio Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.
Cuadras Gutierrez, Alfonso Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.
Cuen Orozco, Alfonso Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $2,500,000.
Diaz Bolona, Roberto Pesquerias Diaz Bolona S.A. 20-Sep-71 $500,000.
Diaz Diaz, Ignacio Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.
Diaz Moreno, Francisco Pesquera Dialey S.A. 15-Ago-80 $900,000.
Dominguez Kelly, Rafael Distribuidora de Refacciones y lubricantes
de Sinaloa S.A. 14-Mar-80 $675,000.
Dominguez Kely, Jose Distribuidora de Refacciones y lubricantes
de Sinaloa S.A. 14-Mar-80 $675,000.
Dominguez Morales, Enrique Pesquera Denisse S.A. 22-Ago-70 $800,000.
Escalante Quiroz, Benjamin Pesquera San Juan S.A. 31-Jul-71 $996,000.
Escobar Aspinwall, Ernesto Salvamentos y Servicios Navales de
Mazatlan S.A. 14-Abr-80 $900,000.
Escutia, Hector Pesquera Oceanica S.A. 13-Abr-59 $560,000.
Escutia, Hector Pesquera Teacapan S.A. 13-Abr-59 $560,000.
Espinoza Salazar, Arsenio Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.
Felix Lopez, Gilberto Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.
Felix Lopez, Jose Pesquera Fera S.A. 20-Feb-79 $600,000.
Felix Lopez, Jose Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.
Freeman, Moises Luna de Plata S.A. 15-Oct-62 $596,000.
Freeman, Moises Pesquera Mar Azul S.A. 13-Sep-65 $896,000.
Fuentevilla, Fernando Pesquera Sierra S.A. 17-Abr-59 $1,000,000.
Fuentevilla, Luis Hielera del Pacifico S.A. 27-Dic-50 $1,960,000.
Garcia Castro, Francisco Pesquera Cerrador S.A. 22-May-61 $800,000.
Garcia Castro, Francisco Lineas de Mazatlan S.A. 30-Nov-68 $996,000.
Garcia Garcia, Aurelio Pesquera Belem S.A. 15-Jul-71 $996,000.
Garcia Gonzalez, Juan Empresas Pesqueras del Pacifico S.A. 26-Sep-66 $600,000.
Garcia, Juan Pesquera Caporal S.A. 31-May-61 $700,000.
233
Garza Diaz, Francisco Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.
Garza Diaz, Magdalena Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.
Garza Diaz, Patricia Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.
Garza Diaz, Roberto Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.
Garza Sepulveda, Meliton Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $4,200,000.
Gavica, Juan e. Pesquera Reforma S.A. 07-Jul-60 $1,560,000.
Goicoechea Luna, Emilio Hielo Viva S.A. 21-Ene-80 $1,900,000.
Gonzalez Aramburo, Regino Pesquera Goleta S.A. 12-Jun-78 $2,400,000.
Gonzalez Aramburo, Regino Congeladora de Alimentos del Mar S.A. 26-Oct-78 $900,000.
Gonzalez Burgueño, Enrique Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de
C.V. 14-Dic-74 $1,666,000.
Gonzalez Franco de Haas, Thelma Pesquera Costa Brava S.A. 26-Dic-74 $640,000.
Gutierrez Mendoza, Agustin Transportes Refrigerados Tropicales S.A. 31-Oct-79 $990,000.
Haas Bishop, Maria Emilia Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $750,000.
Haas Bishop, Maria Emilia Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.
Hernandez Arreola, Juan Pesquera Juhear 18-Ago-77 $600,000.
Hernandez Perez, Guillermo Pesquera Apolo XI S.A. 09-Ago-79 $1,000,000.
Ibarra Zuñiga, Dalila Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $750,000.
Kelly Milan, Edwiges Salvamentos y Servicios Navales de
Mazatlan S.A. 14-Abr-80 $950,000.
Landin Duran, Antonio Astilleros La Sirena S.A. 11-Mar-77 $996,000.
Letamendi Lie, Fernando Pesquera Goleta S.A. 12-Jun-78 $2,400,000.
Letamendi Lie, Fernando Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $750,000.
Letamendi Lie, Fernando AguaLuz S.A. 27-Dic-79 $1,200,000.
Letamendi Lie, Fernando Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.
Letamendi Lie, Jorge AguaLuz S.A. 27-Dic-79 $1,200,000.
Lizarraga Garcia, Faustino Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $598,000.
Lizarraga Granados, Enrique Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $720,000.
Lizarraga Tirado, Jesus Pesquera San Martin S.A. 29-Sep-78 $600,000.
Lizrraga Granados, Ricardo Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $1,400,000.
Llamas Teran, Guillermo Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $2,500,000.
Lopez Barbiere, Jesus Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.
Lopez Garcia, Alfredo Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de
C.V. 14-Dic-74 $1,667,000.
Lopez Lizarraga, Jose Pesquera Violeta S.A. 05-Jun-73 $996,000.
Lopez Rojas, Ramiro Pesquera Ralo S.A. 19-Oct-68 $600,000.
Lopez, Samuel Pesquera Verenice S.A. 03-Ago-77 $996,000.
Magaña Salazar, Octavio Congeladora Magaña S.A. 09-Ene-78 $596,000.
Martinez Ferrer, Tatiana Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $750,000.
Medrano Jr., Federico Pesquera Rayito S.A. 20-Oct-60 $625,000.
Medrano Jr., Federico Pesquera Playa Larga S.A. 23-Ago-62 $600,000.
Medrano Jr., Federico Pesquera Playa Hermosa S.A. 23-Ago-62 $600,000.
Medrano, Camilo Camaronera del Noroeste S.A. 14-Sep-62 $700,000.
234
Medrano, Federico Pesquera Playa Larga S.A. 23-Ago-62 $600,000.
Medrano, Federico Pesquera Playa Hermosa S.A. 23-Ago-62 $600,000.
Medrano, Federico Camaronera del Noroeste S.A. 14-Sep-62 $644,500.
Medrano, Federico Productos Exclusivos del Mar S.A. 14-Mar-67 $1,000,000.
Mendez Barrera, Ignacio Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.
Mijangos, Antonio Industrial Maritima del Pacifico S.A. 18-Jul-61 $1,600,000.
Morales Aguilar, Ricardo Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.
Neyra Paez, Tomas Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.
Partida Rojo, David Pesquera Costa Azul S.A. 07-Ene-63 $996,000.
Patron Rivas, Victor Manuel Pesquera Patron S.A. 22-Mar-59 $800,000.
Peña, Joaquin Atunidos S.A. 27-May-81 $3,300,000.
Perrusquia, Julieta Pesquera Astillero S.A. 23-Jul-62 $1,000,000.
Pesquera Alianza S.A. Empacadora Cevallos S.A. 25-Ago-71 $885,000.
Pesquera Dolores S.A. Naviera e Industrializadora Dolores S.A. 18-Jul-79 $1,790,000.
Pesquera Dolores S.A. Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $13,800,000.
Pesquera Industrial Gallegos Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $1,000,000.
Pintado Perez, Cecilia Pesquera El Prieto S.A. 13-Feb-78 $2,500,000.
Productos Pesqueros Mexicanos S.A. Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $4,700,000.
Promotora Pesquera S.A. Empacadora Cevallos S.A. 25-Ago-71 $1,125,000.
Ramos de Frias, Judith Reconstructora de Motores del Pacifico
S.A. 09-Sep-80 $4,700,000.
Ramos Garcia, Ramon Fomento Pesquero S.A. 20-Ene-71 $1,596,000.
Rendon Cazarez, Antonio Congeladora de Productos Marinos del
Pacifico S.A. 21-Dic-79 $840,000.
Reyes, Ruperto Pesquera Reyes S.A. 13-Nov-61 $596,000.
Reyes, Ruperto Pesquera Libertad S.A. 04-Feb-64 $690,000.
Rivera Soto, Octavio Pesquera Los Alamos S.A. 27-Nov-58 $500,000.
Roja Oriol, Victor Pesquera Roca S.A. 15-May-62 $596,000.
Rojo Coppel, Angel Pesquera San Luis S.A. (aumento) 02-May-61 $500,000.
Rosales Jimenez, Ana Maria Hermanos Ramos Rosales S.A. 02-Mar-77 $947,000.
Rueda Alatorre, Tomas de Atuneros Sinaloenses S.A. 08-Sep-81 $2,880,000.
Rueda Coppel, Tomas de Astilleros Unidos del Pacifico S.A.
(aumento) 19-Oct-66 $3,350,000.
Rueda Coppel, Tomas de Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $749,000.
Rueda Coppel, Tomas de Gestora Maritima Mexicana S.A. 30-Ene-80 $507,000.
Rueda Coppel, Tomas de Atuneros Sinaloenses S.A. 08-Sep-81 $2,940,000.
Rueda Jr, Tomas de Tomas de Rueda Junior S.A. 17-Dic-51 $973,000.
Ruiza, Sigifredo Pesquera Ruiz S.A. 03-Ene-61 $1,000,000.
Sacristan, Dolores Pesquera Dolores S.A. 24-May-62 $500,000.
Salazar Reyes, Jesus Pesquera San Carlos S.A. 30-Jul-70 $995,000.
Sanchez Flores, Hilda Fibras Marinas S.A. 18-Jun-81 $510,000.
Sanchez, Roberto Pesquera Rodel S.A. 20-Abr-59 $580,000.
Saracho Almeida, Jesus Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.
235
Toledo Ordaz, Abraham Mariscos Cortes S.A. 24-Dic-73 $3,000,000.
Urrutia de Silva, Consuelo Salvamentos y Servicios Navales de
Mazatlan S.A. 14-Abr-80 $900,000.
Vega Zazueta, Hector Servicios de Refrigeracion del Pacifico S.A. 27-Jul-77 $500,000.
Vega Zazueta, Hector Carla de Mazatlan S.A. 06-Nov-79 $500,000.
Velarde Osuna, Juan Salvamentos y Rescates del Pacifico S.A. 23-Nov-78 $660,000.
Velarde, Beatriz Pesquera tigaenmoce 27-Jun-74 $746,000.
Vizcarra, Mario Actividades Pesqueras S.A. 22-Jul-62 $500,000.
Zamudio Cuevas, Genaro Meza S.A. 18-Oct-62 $900,000.
Zamudio Cuevas, Genaro Roza S.A. 18-Oct-62 $600,000.
Zapeda Lizarraga, Bertha Pesquera Mareli S.A. 28-Ene-77 $525,000.
Zepeda Lizarraga, Betha Pesquera Bertha S.A. 27-Abr-78 $1,700,000.
RPPMAZ 1950-1981
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