universidad abierta interamericanaimgbiblio.vaneduc.edu.ar/fulltext/files/tc111683.pdf · ... la...
TRANSCRIPT
Universidad Abierta Interamericana
LA RELACIÓN ESCUELA – FAMILIA: UN ESTUDIO SOBRE LOS CANALES
DE COMUNICACIÓN UTILIZADOS ENTRE DOCENTES Y FAMILIAS DE
UNA ESCUELA TÉCNICA DE LA CIUDAD DE ARROYO SECO, Y SU
INCIDENCIA EN LA PARTICIPACIÓN EN LAS ACTIVIDADES ESCOLARES.
Alumna: Claudia Pistolessi
Profesorado Universitario para la Educación Secundaria y Superior
Facultad de Desarrollo e Investigación Educativos
Sede Rosario - Campus Roca
Diciembre 2012
1
AGRADECIMIENTOS
La fe, el esfuerzo y optimismo dedicado para que este trabajo llegue a un
feliz término, son el fruto de las personas que creyeron en mí, apoyándome en
todo sentido y dándome la mano a través de la educación. Por ello, es un
verdadero placer utilizar este espacio para ser justo y consecuente con ellas,
expresándoles mis agradecimientos.
Debo agradecer de manera especial y sincera a la profesora Magdalena
Carrancio, su apoyo y confianza en mi trabajo y su capacidad para guiar mis
ideas, han sido un aporte invaluable, no solamente en el desarrollo de esta
tesina, sino también en mi formación como investigador. Las ideas propias,
siempre enmarcadas en su orientación y rigurosidad, han sido la clave de mi
trabajo, el cual no se puede concebir sin su siempre oportuna participación.
También agradezco a todos los docentes del Profesorado de la UAI por los
conocimientos compartidos y enseñados para mi desarrollo profesional, en
especial a Patricia Dimángano por su continua predisposición para resolver
inquietudes y colaborar en todo lo que fuere necesario.
Asimismo, quisiera expresar mi agradecimiento a la directora de la Escuela
de Educación Técnica Nº 650 “José de San Martín”, Ana Marcela Fernández,
por facilitar las instalaciones de la institución para llevar a cabo este estudio y a
todos los profesores de la misma, como así también a las familias de los
alumnos, quienes gentilmente accedieron a brindar la información pertinente,
que hicieron posible la realización exitosa de esta investigación.
Y por último, pero no menos importante, estoy eternamente agradecida a mi
familia, en especial a mi marido y a mis hijas por su amor, comprensión,
paciencia y por ser mi sostén en este camino.
A todos, mi mayor reconocimiento y gratitud.
Claudia Pistolessi
2
RESUMEN
La relación colaborativa que debe existir entre la institución educativa y las
familias de los alumnos/as es un hecho hoy en día indiscutible en la sociedad
en la que vivimos. Con la presente investigación queremos conocer el nivel de
comunicación que se da entre el profesorado y las familias de los alumnos/as
de 1º año de la Escuela de Educación Técnica Nº 650 de la ciudad de Arroyo
Seco. La misma se lleva a cabo en función de dos variables: los canales de
comunicación utilizados entre ambas instituciones y la participación de las
familias en las actividades escolares.
La comunicación entre los docentes y las familias facilita su conocimiento
mutuo, lo que a su vez genera un clima de confianza y respeto, que resulta
imprescindible para lograr una colaboración óptima.
Cuando las vías de comunicación escuela-familia se desarrollan de forma
adecuada propician una efectiva participación de la familia en la escuela. Por lo
tanto, es preciso reflexionar sobre el desarrollo y la efectividad de estos
canales de comunicación y así evitar tensiones o inconvenientes que
deterioran la relación escuela-familia y en consecuencia hacen difícil la
participación de las familias en la escuela.
Consideramos de vital importancia analizar la comunicación entre los
docentes y las familias, como una herramienta clave que permite incentivar la
participación de éstas en la institución educativa. Este interés, se hace aún más
visible si consideramos que el involucramiento de las familias en la vida escolar
contribuye a mejorar la calidad de la educación.
PALABRAS CLAVES: Comunicación, Participación, Docentes, Familias.
3
Índice General INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 4
MARCO TEÓRICO ........................................................................................................... 9
1.1.CARACTERÍSTICAS DE LA RELACIÓN ESCUELA-FAMILIA. .......................... 17
1.2. LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA ESCUELA. .................................. 21
1.3. LA EDUCACIÓN: UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA ........................... 25
CAPÍTULO II: DESCRIPCIÓN DE LOS CANALES DE COMUNICACIÓN UTILIZADOS EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS...................................................................... 29
2.1. LA COMUNICACIÓN ORAL. ............................................................................... 29
2.1.1. LLAMADAS TELEFÓNICAS............................................................................. 30
2.1.2. ENTREVISTAS PERSONALES. ...................................................................... 30
2.1.3. REUNIONES GRUPALES. ............................................................................... 38
2.1.4. DIÁLOGOS ESPONTÁNEOS........................................................................... 40
2.2. LA COMUNICACIÓN ESCRITA. ......................................................................... 40
2.2.1 CUADERNOS DE COMUNICACIONES........................................................ 40
2.2.2. CIRCULARES INSTITUCIONALES IMPRESAS.......................................... 41
2.2.3. CANALES DE COMUNICACIÓN VIRTUALES. ........................................... 42
2.3. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LOS CANALES DE COMUNICACIÓN ORALES Y ESCRITOS............................................................................................... 43
CAPÍTULO III: PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LAS ACTIVIDADES DE LA ESCUELA DE EDUCACION TÉCNICA Nº 650 “JOSÉ DE SAN MARTÍN”. ................. 45
3.1. ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN IMPLEMENTADAS POR LA ESCUELA . ..................................................................................................................................... 45
3.2. PARTICIPACION DE LAS FAMILIAS EN LAS ACTIVIDADES ESCOLARES. . 55
CONCLUSIONES ........................................................................................................... 65
RECOMENDACIONES................................................................................................... 68
ANEXO ............................................................................................................................ 71
BIBILIOGRAFIA CITADA: ............................................................................................... 80
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA: .................................................................................... 82
4
INTRODUCCIÓN
La escuela y la familia comparten un objetivo común: la formación integral y
armónica del niño, a lo largo de los distintos períodos del desarrollo humano y
del proceso educativo, estas dos representaciones de socialización aportarán
los referentes que le permitan integrarse en la sociedad.
Partiendo de la base de considerar al hombre como ser social, socializante,
y socializable, constructor de su proyecto de vida, hacedor de la sociedad
(normas, valores, costumbres) y protagonista de la defensa del medio ambiente
en el que habita, surge el interés de conocer el papel que desarrolla la familia
como institución y agente educadora, con relación primordial a otra institución
formadora del hombre como es la escuela, determinar vinculaciones, circuitos
de comunicación, mecanismos de participación, factores endógenos y
exógenos que intervienen en la relación y que facilitan asimilar en el niño una
coherencia entre las pautas culturales, normas, valores y costumbres
transmitidas por ambas vertientes.
Si bien hoy nos parece lo más natural decir que dos instituciones: la escuela
y la familia son complementarias y subsidiarias en la responsabilidad de la
educación de un mismo niño, durante mucho tiempo esos dos ámbitos casi se
ignoraban uno con el otro, o mantenían apenas relaciones meramente
protocolares, lejanas e irregulares: lo más común era que la escuela se limitara
a informar a los padres los resultados obtenidos y la conducta de los alumnos y
los padres acotaban su participación a la justificación de las ausencias y a la
firma de los boletines de calificaciones. Las responsabilidades de cada sector
se mostraban bien definidas: en la escuela se instruía, sería la encargada de
impartir enseñanza de contenidos conceptuales específicos, y la familia criaba
y formaba en valores, normas, hábitos y actitudes (Pulpeiro, S. 1999).
Al franquear el umbral del establecimiento, el niño rompía provisoriamente
los lazos con su medio familiar para convertirse en escolar, colegial o
estudiante, la responsabilidad de los padres parecía detenerse allí y el alumno
pasaba a situarse bajo la de los maestros.
5
Se han producido importantes cambios en nuestra sociedad que,
lógicamente, no han dejado de lado a la escuela y a la familia.
Como consecuencia de ello aparecen una serie de fenómenos que
modificaron la acción socializadora: el núcleo familiar cada vez es más
reducido y variado desde el punto de vista de su composición, se convive en
espacios urbanos distintos, aumentaron considerablemente el número de
familias mono parentales, una importante cantidad de mujeres se incorporaron
al mundo laboral, además la edad de inicio de la escolaridad no obligatoria se
adelantó o se hizo más temprana.
En la actualidad las familias, a pesar de sus mayores niveles de instrucción y
educación, están inmersas en un medio que a veces influye negativamente y
afecta su estabilidad. Por ello necesitan más que nunca cooperación para la
acción educativa profunda y deben encontrarla en el ámbito escolar, dentro de
un marco de confianza. Para lograrlo es necesario contar con una buena
comunicación entre la institución escolar y la familia, que permita establecer
criterios educativos, comunes o al menos no contradictorios. Lo primero que los
docentes observan es que toda tarea educativa se vuelve infructuosa, si no es
respaldada por los padres, para tal fin es preciso que las instituciones
educativas abran sus puertas y establezcan espacios donde la familia pueda
debatir y formarse conjuntamente con la finalidad última de favorecer y
equilibrar, la educación para el desarrollo de sus hijos (Mancini, P. 2009).
Para llevar a cabo una educación integral del alumno, se necesita que
existan canales de comunicación y la acción conjunta y coordinada de la
escuela y la familia, sólo así se producirá el desarrollo intelectual, emocional y
social del niño en las mejores condiciones. Esta actuación conjunta estimulará
en el niño la idea de que se encuentra en dos espacios sociales diferentes pero
complementarios, y que existe entre ellos un vínculo común, en el que, las
familias siendo los factores primarios de la educación, forman parte a su vez de
la gestión escolar sistematizada en la escuela, se sienta verdaderamente
responsable del proceso educativo de su hijo y el alumnado perciba una misma
línea.
6
Según todo lo expuesto anteriormente, sostenemos que es fundamental
concientizar a los docentes y padres de familia sobre la importancia de tener
una buena comunicación para contribuir al mejor desarrollo educativo del niño,
los padres deben ser agentes más activos en el proceso educativo de sus hijos.
Indiscutiblemente ambos agentes necesitan converger desde su ámbito de
intervención para garantizar la estabilidad de su formación.
La realidad en nuestro paísdista mucho de lo mencionado por ello es
necesario que nos planteemos la siguiente problemática ¿Son suficientes y
eficaces las vías de comunicación y participación entre escuela y familia?
Posicionándonos en el rol de futuros docentes, es de vital importancia
conocer las herramientas que nos permitan mantener una comunicación fluida
con las familias de los alumnos. Ello resulta relevante ya que consideramos
que la presencia de los padres de los mismos en la escuela constituye una de
las dimensiones que configura el trabajo de los docentes de la institución.
Para abordar la problemática planteada nos abocaremos a desarrollar los
siguientes objetivos:
General: Analizar la relación escuela – familia a través de los canales de
comunicación utilizados.
Específicos:
1- Determinar la importancia de la relación escuela –familia en la
educación secundaria.
2- Describir los canales de comunicación utilizados en las instituciones
educativas para vincularse con las familias.
3- Establecer cuál es el nivel de participación de las familias en las
actividades académicas de sus hijos e identificar las dificultades que
obstaculizan la misma.
A partir de las consideraciones mencionadas surge la hipótesis en la que nos
apoyamos durante la realización de ésta investigación, la cual sostiene que las
vías de comunicación utilizadas por la Escuela, no generaron la participación
7
significativa y auténtica de las familias, deduciéndose bajo compromiso con el
sector educativo.
CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS.
Para lograr los objetivos enunciados, responder a la pregunta de nuestra
investigación y verificar el cumplimiento de la hipótesis planteada, nuestra
investigación responde a un diseño de tipo cualitativo, en tanto intentamos
interpretar la importancia de la relación escuela-familia en la educación
secundaria y el nivel de participación de los padres en el ámbito escolar en
función de los canales de comunicación empleados, asimismo podremos
conocer la acción de la escuela como facilitadora de la participación de las
familias en el proceso educativo de sus hijos.
Nuestra unidad de análisis es la Escuela de Educación Técnica Nº 650 “
José de San Martín” de la ciudad de Arroyo Seco, dicha elección se debe a
que nos resulta viable acceder a la misma debido a que tenemos contacto con
personas que se desempeñan en el establecimiento educativo y están
dispuestas a brindarnos la información que necesitamos.
La investigación es de tipo descriptiva y correlacional dado que nos
proponemos establecer la importancia de la comunicación entre la institución
escolar y la familia, y la correlación entre ésta variable y la participación de los
padres en el ámbito escolar con el fin de contribuir al mejoramiento de la
calidad de la educación, ya que la actuación conjunta y coordinada de ambos
sectores favorecerá el desarrollo intelectual, emocional y social de los alumnos
en las mejores condiciones.
Los criterios utilizados para la selección de muestras, acorde a los métodos
de recolección de datos empleados son:
• Muestreo de informante clave: que se da en el caso de las encuestas
realizadas a los profesores de 1º año de dicho establecimiento educativo.
• Muestreo por conveniencia: que aplicamos a los familiares de alumnos
de 1º año. Cabe destacar que dicha elección se fundamenta en que es una
etapa de transición o cambio importante, ya que finaliza la educación primaria y
8
comienza la educación secundaria, configurando una situación de desafío o
incertidumbre respecto de nuevos vínculos escolares emergentes.
Como método de recolección de datos utilizamos un cuestionario con
preguntas cerradas que entregamos personalmente a los docentes, para
obtener los datos pertinentes.
A su vez empleamos encuestas con las familias para obtener la información
que nos concierne, entregamos un cuestionario con una serie de preguntas
estructuradas. En ambos casos indicamos las instrucciones y una vez
completos los cuestionarios, hicimos el relevamiento de las respuestas, lo cual
nos permitió realizar el posterior análisis, logrando así la opinión de las
personas que están involucradas directamente en la temática de análisis.
A través de este método de recolección de datos pudimos conocer la
percepción que los sujetos investigados tienen de la realidad, por lo cual nos
resulta una técnica de recolección adecuada al propósito fundamental que
subyace a éste estudio cualitativo, esto es reconstruir el contexto del sistema
relacional escuela-familia.
El presente trabajo de investigación se compone de tres capítulos. En el
primer capítulo reflexionamos sobre la importancia de mantener una
comunicación constante entre la institución educativa y las familias de los
alumnos.
Posteriormente, en el segundo capítulo describimos los canales de
comunicación que se utilizan en el ámbito educativo.
En el tercer capítulo establecimos el nivel de participación de las familias en
la escuela a partir de las encuestas realizadas a los docentes y familias de los
alumnos. En función de los mismos exponemos nuestras conclusiones y
realizamos recomendaciones que consideramos pertinentes.
9
MARCO TEÓRICO
Es importante conocer cuáles son las características de nuestra institución
educativa como unidad de análisis, por ello de acuerdo a la clasificación de los
tipos de culturas institucionales escolares expresada por Graciela Frigerio
(1995),la podemos identificar como una “cuestión de familia”, basado en un
modelo de gestión familiar, ya que no existe en ella una clara división de tareas
, jerarquización y correlación de las mismas, como consecuencia de lo cual
existe una definición insuficiente de la estructura formal de roles y funciones a
cumplir por parte de los diferentes miembros de la institución. Existen escasos
y precarios canales de comunicación institucionalizados para posibilitar el flujo
de información intra e inter-institución, por ello los componentes de la
estructura se presentan como elementos dispersos que no alcanzan a
conformar un sistema, se jerarquiza la adhesión a los valores familiares, la
estructura comunicacional que predomina es la relacional-afectiva.
Para el desarrollo de nuestro tema de estudio es de vital importancia definir
en primera instancia qué entendemos por comunicación, ya que si bien
podemos observar a lo largo de la historia del hombre, la comunicación ha
jugado un papel importante en la vida de las sociedades, haciendo posible su
desarrollo y evolución en el mundo, resulta necesario clarificar la concepción
actual del término comunicación.
Por ello, entendemos que la comunicación es un fenómeno inherente a la
relación grupal de los seres vivos, por medio del cual éstos obtienen
información acerca de su entorno y son capaces de compartirla haciendo
partícipes a otros de esa información, no es sólo un intercambio de ideas, sino
también de sentimientos, actitudes y emociones. La comunicación es el acto
por el cual un individuo establece con otro un contacto, es una relación de
intercambio por medio de la cual dos ó más personas interactúan,
compartiendo su percepción de la realidad, con la finalidad de influir en el
estado de las cosas, no siempre es un proceso consciente.
10
Asimismo para comprender cómo se produce el proceso de la comunicación
debemos conocer cuáles son sus componentes básicos, detallados por
Cicalese Gabriela (2000), que mencionamos a continuación:
• Emisor: es el que dá la información, elige y selecciona los signos
adecuados para construir y transmitir su mensaje, es decir los codifica para
poder llevarlo de manera entendible al receptor; en el emisor se inicia el
proceso comunicativo. Los factores que influyen en él son las habilidades
comunicativas ( que pueden ser codificadoras como hablar y escribir,
decodificadoras como leer y escuchar, y la reflexión ó pensamiento), sus
actitudes, su nivel de conocimiento ( es un punto primordial para que el
mensaje sea bueno ó malo, no se puede hablar de lo que no se sabe, debe
haber un equilibrio en el nivel de conocimiento tanto del emisor como del
receptor, para que el mensaje sea recíproco y así pueda ser entendido por
ambas partes).
• Mensaje: es el conjunto de ideas, sentimientos, acontecimientos
expresados por el emisor y que desea transmitir al receptor, que se codifican
de acuerdo a los códigos que se utilicen.
• Receptor: es a quien se destina el mensaje, realiza un proceso inverso
al del emisor, ya que en él está el descifrar e interpretar lo que el emisor quiere
dar a conocer. Existen dos tipos de receptor : el pasivo que es el que sólo
recibe el mensaje y el receptor activo, que no sólo recibe el mensaje sino que
lo percibe y lo almacena, el mensaje es recibido tal como el emisor quiso decir,
en este tipo de receptor se realiza lo que comúnmente denominamos el feed-
back o retroalimentación.
• Código: es un sistema de signos, señales y reglas que permite formular
y comprender un mensaje.
• Canal: medio físico por el que se transmite un mensaje, establece una
conexión entre el emisor y el receptor.
• Situación: es el tiempo y lugar en que se realiza el acto comunicativo.
• Interferencia o barrera: cualquier perturbación que sufre la señal en el
proceso comunicativo, se puede dar en cualquiera de sus elementos, como ser
las distorsiones del sonido en la conversación, la afonía del hablante, la
sordera del oyente, la ortografía defectuosa, la distracción del receptor.
11
• Retroalimentación: es la condición necesaria para la interactividad del
proceso comunicativo, siempre y cuando se reciba una respuesta logrando la
interacción entre el emisor y el receptor. Si no hay realimentación, entonces
sólo hay información, pero no comunicación.
A partir del reconocimiento de nuevos factores influyentes en la
comunicación, Paul Watzlawick (1997:50), sostiene un enfoque interaccional -
sistémico de la comunicación, definiéndola como un conjunto de elementos en
interacción en dónde toda modificación de uno de ellos afecta las relaciones
entre los otros elementos. Ésta definición nos acerca al concepto de sistema,
cuyo funcionamiento se sustenta a partir de la existencia de dos elementos, por
un lado la energía que lo mueve, los intercambios, las fuerzas, los móviles, las
tensiones que le permiten existir como tal; y por el otro, la circulación de
información y significaciones, que permite el desarrollo, la regulación y el
equilibrio del sistema.
Todo lo anterior pone en evidencia que la comunicación, antes que nada es
un sistema abierto de interacciones, es la matriz en la que se encajan todas las
actividades humanas.
Dicho autor expresa que la comunicación posee propiedades que encierran
consecuencias interpersonales básicas, y se pueden enunciar a través de los
siguientes axiomas:
v No es posible no comunicar: se habla aún cuando no se dice nada, se
comunica en todas las situaciones sociales, siempre se dice algo aún cuando
no se hable, o sea, por acción o por omisión, por presencia o por ausencia, con
una palabra o con un gesto, con el cuerpo tenso o distendido, con una mirada
fija o desviada, siempre comunicamos. No se puede decir que sólo existe
comunicación cuando es intencional, consciente y exitosa.
v Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel
relacional: de modo tal que el último determina al primero y genera, por lo
tanto, una metacomunicación: cada mensaje contiene dos aspectos. El aspecto
del contenido proporciona informaciones y datos, representa el “qué” del
mensaje y se transmite generalmente en forma verbal, es decir mediante la
12
comunicación hablada. El aspecto de la relación determina cómo quiere el
emisor que el receptor comprenda la información, por lo tanto representa el
“cómo” del mensaje y se transmite frecuentemente de manera no verbal,
mediante la entonación, la elección de las palabras, la gesticulación y la
mímica.
El aspecto del contenido proporciona los datos, el aspecto de la relación
indica cómo deben entenderse esos datos, esto significa que el contenido del
mensaje no es decisivo para la comunicación, sino la relación con el
interlocutor, que el “cómo” hablan dos personas entre sí determina los
contenidos de la comunicación.
Toda comunicación poseerá un contenido (lo que decimos) y una relación (a
quién y cómo se lo decimos), por lo tanto la comunicación no sólo transmite
información, sino que al mismo tiempo impone una conducta o
comportamiento.
v El ser humano se comunica de manera digital y analógica: el
lenguaje digital es el que se transmite a través de símbolos lingüísticos o
escritos y será el vehículo del contenido de la comunicación. El analógico
estará determinado por la conducta no verbal, son formas de expresión más
gráficas como el tono de voz, la mímica, la gesticulación, movimientos
corporales, el silencio, y será el vehículo de la relación. Si recordamos que
cada comunicación tiene un aspecto de contenido y otro de relación, queda
claro que las formas de comunicación digital y analógica no existen en forma
independiente, sino que se complementan mutuamente en cada mensaje. Todo
tipo de comunicación consta entonces, de ambas modalidades, de los medios
verbales y no verbales.
v Interacción complementaria y simétrica: las relaciones pueden ser
complementarias o simétricas, en el primer caso la conducta de uno de los
participantes complementa la del otro, en una relación complementaria hay dos
posiciones distintas: un participante ocupa la posición superior o primaria,
mientras que el otro la posición inferior o secundaria. En cualquiera de los dos
casos, es importante destacar el carácter de mutuo encaje de la relación en las
que ambas conductas, disímiles pero interrelacionadas, tienden a favorecer
13
una a la otra (ej: madre-hijo, maestro-alumno, médico-paciente). En una
relación simétrica no existen dos posiciones ya que está basada en la
igualdad, puede estar definida por el contexto social como por ejemplo la
relación entre hermanos, entre amigos, entre marido y mujer. Los conceptos de
complementariedad y simetría se refieren simplemente a dos categorías
básicas en las que se puede dividir a todos los intercambios comunicacionales.
Ambas cumplen funciones importantes y es necesario para que la relación sea
sana que ambas estén presentes, aunque en alternancia mutua o actuando en
distintas áreas, es necesario y posible que los dos participantes se relacionen
simétricamente en algunas áreas y de manera complementaria en otras.
Los axiomas permiten comprender que la comunicación no es sólo cuestión
de acciones y reacciones, es algo más complejo y debe pensarse desde un
enfoque sistémico, a partir del concepto de intercambio. En una situación
comunicativa lo fundamental es la relación misma, más que las personas que
están implicadas en ella.
De acuerdo a lo expresado, entendemos que la Comunicación es un
instrumento generador y fortalecedor de la Participación activa y efectiva de
las personas, por lo tanto debemos considerar a la participación como otra
variable de análisis en nuestro trabajo de investigación.
Por ello, según el pensamiento de la Escuela Nueva, y tomando a Paulo
Freire (2009) como uno de sus principales representantes, concebimos que la
escuela no configura un espacio neutro, sino una institución destinada a asumir
la praxis pedagógica como una praxis política, constituyéndose así en un
ámbito privilegiado de deliberación pública, construcción de ciudadanía y
generación de transformaciones sociales. En tal sentido, la escuela como
agente político trasciende lo pedagógico y asistencial hacia el accionar
comunitario, transformándose en un espacio de participación genuina, dónde
los distintos actores intervienen en forma activa, voluntaria y equitativa en los
asuntos que les interesan y les preocupan.
En éste sentido reconocemos a la participación crítica, en tanto es la que
más se adecua como potencial disparador de los efectos potenciadores de los
sujetos que buscan obtener crecientes niveles de conciencia, de capacidad
14
autogestiva y organizativa, la posibilidad de asumir compromisos y
responsabilidades tanto en relación con cuestiones personales como sociales.
Desde ésta concepción identificamos tres dimensiones básicas de una
participación socialmente activa:
v El ser parte: búsqueda referida a la identidad, a la pertenencia de los
sujetos.
v El tener parte: referida a la conciencia de los propios deberes y
derechos, de las pérdidas y ganancias que están en juego, de lo que se obtiene
o no.
v El tomar parte: referida al logro de la realización de las acciones
concretas.
La participación se convierte así en una condición fundamental, en un
componente básico de la acción, que basado en una concepción de igualdad
equitativa, permite la transformación del ambiente y de las personas. Esta
noción de participación crítica debe diferenciarse de la simple participación, la
cual no trasciende la mera formalidad y no produce ningún cambio real, ni para
el propio sujeto ni para su comunidad. La participación es un acontecimiento
voluntario, en el cual quien participa se siente reconocido en sus intereses y
expectativas. La primera condición para que un ser pueda ejercer un acto
comprometido está en que éste sea capaz de actuar y reflexionar (Oraizón, M.
y Pérez, A. M.,2006: 35), la participación es un instrumento de desarrollo,
empoderamiento y equidad social, deber ser significativa y auténtica,
involucrar a todos los actores, diferenciando pero a la vez sincronizando roles y
responsabilidades.
Para que la participación sea auténtica y efectiva deben cumplirse las
siguientes condiciones:
• credibilidad : quienes participan requieren confiar en la honestidad de
quien convoca a la participación, comprender y valorar el sentido y el impacto
de su participación, y ver los resultados;
• información: para participar se requiere información básica de aquello
que es tema u objeto de la participación, así como de los mecanismos y reglas
del juego de dicha participación.
15
• comunicación: participación requiere diálogo, capacidad de ambos lados
para escuchar y aprender.
• condiciones, reglas y mecanismos claros: no bastan las buenas
intenciones, es indispensable asegurar las condiciones (materiales,
institucionales, de tiempo, espacio, etc.) para facilitar la participación no como
un fin sino como un medio para un fin, evitando que ésta se convierta en una
carga, en una fuente adicional de tensiones o en un ejercicio inútil.
• asociatividad: la participación debe tener en cuenta y potenciar, antes
que negar, la experiencia asociativa de las personas y los grupos involucrados.
Dentro del ámbito de actuación de las instituciones educativasla familia debe
tener la posibilidad de conocer, comprender y compartir los objetivos que
movilizan el trabajo educativo para poder aportar a éste. La participación de la
familia se entiende como la posibilidad de incidir, decidir, de opinar, de aportar,
de disentir y de actuar en diversos campos de la educación, de común acuerdo
entre docentes, padres y otros agentes educativos, con funciones definidas y
comprendidas por ambos. Participar es integrarse activamente a la comunidad
educativa con el fin de contribuir al mejoramiento de la calidad de la educación.
Para que la conexión familia-escuela sea efectiva, es necesario reunir tres
condiciones básicas de la participación en educación:
v Tener intencionalidad educativa: es decir que sea un proceso planificado
cuidadosamente para el logro de objetivos concretos y con propósitos
educativos.
v Tener objetivos conocidos y comprendidos por las familias.
v Constituir un proceso de larga duración: implica tiempo para conocer
prioridades, sentidos, valores, expectativas, para llegar a consensuar aquellas
que son prioritarias y relevantes a ser desarrolladas por ambos actores: la
escuela y la familia.
La participación de las familias en la educación no es un fenómeno que
ocurre espontáneamente, sino que requiere de un compromiso real y constante
en el tiempo de los educadores y de los directivos de las escuelas, el cual
debe ser planeado y llevado a cabo cuidadosamente. Este proceso requiere
cooperación y coordinación entre las partes, teniendo siempre en cuenta los
intereses y necesidades de la institución educacional como de los padres.
16
La incorporación de las familias a la escuela debe ser concebida como un
proyecto colectivo, el cual requiere de tiempo, energía y creatividad.
17
CAPÍTULO I: IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN ESCUELA-FAMILIA EN
LA EDUCACIÓN SECUNDARIA.
En este capítulo determinamos la importancia de la existencia de una
comunicación recíproca y significativa entre las instituciones educativas y las
familias, al mismo tiempo que resaltamos los múltiples efectos positivos que
conlleva tanto para los alumnos como para los padres, profesores, el centro
escolar y por supuesto la comunidad en la que este se asienta.
1.1.CARACTERÍSTICAS DE LA RELACIÓN ESCUELA-FAMILIA .
La complejidad de nuestra sociedad acarrea nuevas demandas cuyas
respuestas requieren la acción conjunta de la escuela y la familia, porque en
éste momento ambas se encuentran en la misma situación: tener que
adaptarse a una época de cambios e inseguridades de la que emergen valores
nuevos que exige una estrecha interrelación entre éstas instituciones.
En décadas pasadas se demandaba prioritariamente de la escuela el
equipamiento de los alumnos en competencias cognitivas; ahora, en cambio,
se exige, además, que se les ayude a ser mejores ciudadanos. El aprendizaje
de conocimientos ya no se considera suficiente, como objetivo educativo, si no
va unido a competencias morales que hagan del alumno un buen ciudadano,
interesado por los problemas de su entorno y capacitado para actuar sobre
ellos. Este “nuevo” espacio educativo rebasa las posibilidades de la escuela
como única agencia educativa. El aprendizaje de actitudes y valores morales
(tolerancia, diálogo, justicia, solidaridad, respeto al medio ambiente, entre
otros), indispensable para el ejercicio de la ciudadanía, encuentra en la
comunidad, y singularmente en la familia, su medio más adecuado, requiere
intervenciones y responsabilidades compartidas que implican tanto a las
familias como a las instituciones sociales, los esfuerzos de las instituciones
educativas significan una mínima parte aunque decisiva. Todos los intentos
desplegados, hasta ahora, por “delegar” en la escuela la resolución de los
problemas que la propia sociedad ha generado (violencia, corrupción,
18
contaminación ambiental, entre otros) constituyen la historia de un largo
fracaso. Sólo puede abordarse, adecuadamente, una educación para la
ciudadanía si se hace desde una comunidad educativa, con una fuerte
presencia de la familia. (García Roca, J. 2007)
En la efectiva relación escuela-familia pensada en función de la educación,
no se trata de un mero gesto de aceptación mutua de los proyectos y
aspiraciones, sellado con la firma de una matrícula o contrato, sino más bien
del reconocimiento de los propósitos formativos comunes y no comunes, del
establecimiento de responsabilidades y consensos, de la formalización de las
voluntades de participación y de la generación y utilización de los espacios y
estrategias idóneas para respaldar dicha participación.
Podemos comprender la complejidad y la importancia de las relaciones entre
la escuela y la familia con las siguientes particularidades:
• Una relación entre la escuela y la familia, si es efectiva, permite propiciar
el mejoramiento de la calidad de la educación.
• La relación escuela-familia, si bien afecta directamente al estudiante, se
funda en una relación previa entre los padres de éste y la institución educativa.
• La relación escuela-familia incluye a los padres de familia o a los
acudientes de los estudiantes, por tanto, se reconoce la existencia de casos en
donde la representación parental es delegada o sustituida.
• La relación escuela -familia se basa en la construcción de acuerdos y la
cooperación práctica entre la escuela y la familia.
• La participación es el eje fundamental de la relación escuela-familia.
• La relación escuela-familia se ejecuta sobre la gestión educativa, lo que
implica que ésta se extiende sobre las gestiones administrativas, directivas,
académicas y hacia la comunidad.
Los fines o propósitos que pretenden alcanzar padres e instituciones
educativas, aunque están determinados legalmente en cada país o contexto,
en cada institución se singularizan en la medida en que los actores sociales de
cada comunidad educativa son portadores de interpretaciones y visiones
particulares de lo que es y persigue el proceso educativo. La diversidad posible
de concepciones al respecto plantea la necesidad de acuerdos formales que
19
identifiquen o construyan propósitos comunes, por lo cual, un aspecto básico
en toda relación efectiva escuela-familia consiste en la concertación de la
propuesta educativa sobre la cual se articularán las acciones de unos y otros.
Es imprescindible la existencia de cuotas de intervención de la familia en
cada uno de los espacios educativos. Sin embargo, sabemos que la intensidad
y alcance de dicha intervención depende, de un lado, del tipo de
responsabilidad que conciban y asuman cada uno de los agentes de la
Comunidad Educativa, para sí mismos y para el otro, y, de otro lado, en lo
relativo a sus espacios de ejecución, depende de los modelos administrativos y
pedagógicos adoptados por las instituciones.
Si partimos de la idea de que el ambiente familiar y escolar son los que más
influyen en el desarrollo del individuo y su proceso educativo, es fundamental la
colaboración entre todos aquellos que intervienen en el desarrollo y formación
del niño. Entre la escuela y la familia es necesaria una estrecha
comunicación para lograr una visión globalizada y completa del alumno,
eliminando en la medida de lo posible discrepancias y antagonismos a
favor de la unificación de criterios de actuación y apoyo mutuo, ya que
por derecho y por deber tienen fuertes competencias educativas y
necesariamente han de estar coordinados, siendo objeto, meta y
responsabilidad de ambas instituciones construir una intencionalidad
educativa común (Martínez y Fuster, 1995) Si un profesor quiere educar no
tiene más remedio que contar con los padres y colaborar con ellos, para que
los esfuerzos que él realiza en las horas de clase tengan continuidad en el
resto del día. Por esto y también debido a los cambios en nuestra sociedad con
sus ventajas e inconvenientes, resulta imprescindible la comunicación entre
estos entes; es preciso que las instituciones educativas cuenten con
estructuras donde la familia y el profesorado puedan debatir y formarse
conjuntamente con la finalidad última de favorecer y equilibrar la educación
para el desarrollo de sus hijos y así prevenir la aparición de distintos tipos de
dificultades.
20
La peculiar relación existente entre escuela y familia, exige de ellas una
exquisita coordinación. Del mismo modo, la necesidad de personalización para
una verdadera formación, y la reciprocidad de la relación establecida solicitan
crecientes grados de comunicación y participación entre ambas instituciones.
Son los padres quienes gozan de esa relación de intimidad única que
exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de
interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, entre otros,
que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros.
Suele decirse que en una familia todos educan y son educados. Son
asimismo, los padres quienes están en mejores condiciones, a causa de su
cariño desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que
solamente es posible de manera armónica, cuando la familia soporta las
decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores.
El principio de subsidiariedad es el que marca la relación escuela-
familia, son los padres quienes tienen la posibilidad de decidir acerca de las
cuestiones esenciales, sobre todo cuando los hijos son menores, ayudan a los
hijos a elegir a los amigos, a situarles en determinados contextos sociales
donde se entablan las relaciones de amistad.
Son los padres quienes, como consecuencia de su estilo de vida, relaciones,
conversaciones, juicios, van creando una cultura familiar que es clave en todo
el proceso de maduración de la persona, de tal manera que muchos de los
referentes en la toma de decisiones de las personas adultas se basan en
actitudes y valores adquiridos en los primeros años de vida.
Establecen los padres con la escuela una particular relación de
confianza mediante la cual delegan autoridad, funciones, objetivos familiares,
entre otros, en la institución a la que confían sus hijos. La relación que se
entabla entre familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el
marco de la confianza, es la escuela como parte de la familia, una prolongación
suya, adquiriendo así su pleno sentido. Esa relación de confianza es la que
determina, matiza y da forma al binomio escuela-familia, marcado por una
actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de
educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde
21
los padres y docentes establecen una vía abierta de información, orientación,
sobre la educación de los hijos, constructiva y exenta de tensiones por el papel
que cada uno de ellos desempeña.
En este sentido, la familia tiene una actitud activa y participativa, más allá de
las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo
requieran los docentes: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la
persona en orden a un proyecto común de educación.
Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos
educar a nuestros hijos, la disfuncionalidad en la relación maestros-padres y en
el mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar
su actividad a los campos que sean de su exc lusivo interés, sin atender a las
necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es
característica de la escuela, particularmente en los niveles de primaria y
secundaria.
La familia requiere una interrelación de apoyo y de comunicación, para que
esa buena educación que desea se lleve a cabo de una manera más integral y
el adolescente pueda desarrollarse como un buen ciudadano y un buen ser
humano.
1.2. LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA ESCUELA.
Los padres, al entregar a sus hijos a la escuela, están ejerciendo un deber y
una obligación. En la sociedad en que vivimos esa delegación es obligatoria, el
padre no elige entre mandar a su hijo o no mandarlo a la escuela; a lo sumo
elige a qué escuela lo hará.
La “delegación” de la educación en manos de la escuela no es absoluta ya
que, por un lado, los padres siguen educando a sus hijos y, por otro, no deben
permanecer ajenos a lo que la escuela “hace” con sus hijos. La experiencia
diaria nos muestra que muchos padres optan por la cómoda actitud de “lavarse
las manos”, sostienen que la educación de los hijos es un “problema de la
escuela”.
22
Lo primero que los docentes observan es que toda tarea educativa se vuelve
estéril si no es acompañada por los padres, y además si éstos no valoran
adecuadamente el aprendizaje, los hijos difícilmente se motiven por él.
Los valores que la escuela pretenda inculcar en sus alumnos no deben estar
en pugna con los que se viven en su casa, por lo tanto es necesario que los
padres participen, no sólo aceptando y adhiriendo a lo que la escuela hace sino
además aportando su creatividad, sus sugerencias y opiniones y su trabajo
para hacer una escuela mejor.
Los padres son protagonistas imprescindibles en el proceso educativo de
sus hijos, por ello resulta fundamental la existencia de cauces de comunicación
y participación que proporcionen un intercambio sobre las actitudes y progresos
de los alumnos/as y una mutua transmisión de información sobre los
acontecimientos cotidianos. Una buena interacción entre la escuela y la
familia otorga al ámbito escolar un carácter de familiaridad y seguridad.
Cada relación educador-familia es única y original, por eso ha de ser
individualizada, debe estar basada en la confianza y en el conocimiento mutuo.
Schmelkes Sylvia (1995) señala algunos elementos que entran en juego en
la relación entre escuela y familia, que pueden expresarse de la siguiente
manera: la familia tiene una determinada concepción de la escuela y, por lo
tanto, determinadas expectativas respecto de la misma. La escuela, en su
propio quehacer cotidiano hacia adentro del aula y hacia la comunidad y a
través de sus miembros, emite una serie de mensajes que van reforzando,
conformando o modificando la concepción que la familia tiene de la escuela y,
por ende, de sus expectativas con respecto a ella. Por otra parte, la familia
plantea a partir de las expectativas preexistentes o generadas con respecto a la
escuela una serie de demandas sobre la misma. La escuela responde a esas
demandas o exigencias parcial o totalmente, positiva o negativamente,
generándose así un proceso de comunicación y retroalimentación entre la
escuela y la familia, lo que produce una dinámica propia que puede, en un
momento dado, explicar la interacción escuela y familia.
Uno de los aspectos más preocupantes que se detectan en las relaciones
entre escuela y familia es que se han trasladado a los centros de enseñanza
las relaciones que las familias mantienen con el conjunto de la sociedad. Las
familias empiezan a considerarse “clientes”, consumidores de los servicios
23
educativos a los que demandan mayor calidad en los productos. Se limitan a
exigir servicios y a elegir los centros que mejor satisfacen sus preferencias
(Pérez Díaz y otros, 2001). La familia ha delegado su función educadora y
socializadora, convirtiendo a los centros de enseñanza en la institución “total”,
asumiendo ésta tanto la formación integral de la persona como el desarrollo
cognitivo y cultural (Bolívar, A. 2006). Pero el problema de fondo estriba (junto
a la pérdida de protagonismo de la familia en la socialización de sus hijos) en la
escasa conciencia colectiva de la necesidad de la implicación efectiva de la
familia en todo el proceso educativo y socializador de los alumnos, y en la falta
de voluntad política para afrontar el cambio que viene reclamando, desde hace
mucho tiempo, la vieja estructura organizativa de nuestra escuela. Es cierto
que existe un nuevo discurso sobre las políticas educativas que demanda la
implicación efectiva de la familia en la gestión de los centros de enseñanza
(Escudero,J. M. 2005), y ello no porque en las condiciones actuales de nuestra
sociedad la institución familiar se vea desbordada para cumplir con su función
educadora y socializadora, sino porque la familia no debe abdicar de su
responsabilidad histórica primigenia en el ejercicio de tales funciones.
Hargreaves, A. (2003) describe cuatro tipos de relación entre los padres y
las escuelas que reflejan el estado actual de no pocos de nuestros centros de
enseñanza: las relaciones basadas en el mercado, gerenciales, personales y
culturales.
1) Relaciones basadas en el mercado: en él los padres son vistos como
clientes y consumidores que pueden enviar a sus hijos a la escuela que
prefieran. Se trata de una relación contractual que tiende a individualizar y
fracturar las relaciones sociales colectivas entre las escuelas y sus
comunidades.
2) Relaciones gerenciales: este modelo concibe las escuelas como
organizaciones racionales dentro de un sistema descentralizado. Las metas y
los fines se fijan desde órganos centralizados de poder que han de ser
interpretados y aplicados a nivel local. El establecimiento de juntas de padres y
consejos escolares, junto a la planificación del desarrollo escolar, confiere a
este modelo un aire democratizador de la escuela más aparente que real, pues
la estructura organizativa del centro permanece impermeable a una
participación efectiva de los padres.
24
3) Relaciones personales: en este tipo de relaciones el principal interés de
los profesores y padres se centra en el rendimiento escolar y el bienestar de los
hijos-alumnos. Se prima la comunicación personal, emotiva entre escuela y
comunidad. Las situaciones personales de los alumnos (informes escolares)
constituyen el contenido de la comunicación entre profesores y padres. El
mantenimiento de unas “buenas relaciones” con la familia es el principal
objetivo a conseguir.
4) Relaciones culturales: Este modelo se basa en principios de colaboración
establecidos en forma colectiva con grupos de padres y otros miembros de la
comunidad. Los cambios a introducir en la escuela responden a la iniciativa de
los profesores; los padres sólo son “informados” de los mismos a través de
reuniones o boletines informativos.
Está fuera de toda duda que la finalidad de los centros de enseñanza es
educar y no sólo instruir: es la totalidad de la persona la que hay que educar o
formar. Para ello no basta el equipamiento intelectual, se hace indispensable el
aprendizaje o apropiación de valores morales que hagan posible una vida
valiosa. Y la educación no es tarea exclusiva de la escuela; en ella está
implicada el conjunto de la sociedad, y en primer lugar la familia.
Si decimos que la tarea de la escuela no debe limitarse a la transmisión de
saberes (instruir), sino, además, a la propuesta de valores morales (educar), la
participación de la familia en dicho proyecto educativo se hace, entonces,
imprescindible por la naturaleza misma de los valores morales. Estos no son
sólo ideas y conceptos sobre la justicia, la tolerancia, la solidaridad, entre otros,
son, en su raíz, convicciones profundas, “creencias prescriptivas” que orientan
y dirigen nuestra conducta (Escámez y otros, 2007). Son el “humus” en el que
se resuelve nuestra existencia humana y moral, y se traducen en modos y
estilos éticos de vida que configuran un modo determinado de afrontar la
existencia. Son el equipaje necesario para llevar adelante una existencia digna
y con sentido, aquello que hace de este mundo un lugar más habitable (Colom
y Rincón, 2007). Para nosotros, los valores morales son “creencias”, como
sostienen Ortega y Gasset (2001), que no surgen al azar; no son ocurrencias o
razonamientos sobre tal o cual cuestión, ni simples ideas que tenemos. “Todo
lo contrario, esas ideas que son, de verdad, “creencias” constituyen el
continente de nuestra vida y, por ello, no tienen el carácter de contenidos
25
particulares dentro de ésta. Más aún, precisamente porque son creencias
radicalísimas se confunden para nosotros con la realidad misma. Son nuestro
mundo y nuestro ser, pierden, por tanto, el carácter de ideas, de pensamientos
nuestros que podrían muy bien no habérsenos ocurrido”. Los valores morales
son siempre finalistas en tanto que componentes esenciales de la vida
humana, y nunca deben ser considerados como un añadido, ni siquiera ser
empleados como medios o instrumentos para obtener otros fines. Estos valores
importan no tanto por la calidad que proporcionan a la vida humana, sino
porque una vida humana que carezca de valores morales es una vida que
difícilmente podrá ser calificada de humana (Colom y Rincón, 2007). Y si los
valores morales son creencias o convicciones profundas, la escuela es un
medio del todo insuficiente para su enseñanza. El aprendizaje del valor moral
exige otro ámbito de expresión y de referencia en el que aquel se manifieste. Y
este medio “natural”, privilegiado es el contexto familiar.
1.3. LA EDUCACIÓN: UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
La familia y la escuela han mantenido siempre, de manera compartida y
desde sus respectivos ámbitos de responsabilidad, el protagonismo en materia
de educación de niños y jóvenes. En la actualidad, lejos ya del axioma que
regía en otros tiempos según el cual “la familia educa y la escuela enseña”,
ésta última se configura como un elemento nuclear de la faceta educadora, la
transmisión de valores y la preparación de los alumnos desde un punto de vista
integral, como personas que han de afrontar, en un futuro, todos los
condicionantes de la vida adulta.
Las transformaciones sociales que, a veces de manera vertiginosa, se están
produciendo en las últimas décadas han provocado cambios sustanciales en
las reglas del juegoen las que se desenvuelven la educación y sus agentes. En
poco tiempo, hemos presenciado modificaciones drásticas en variables como la
estructura familiar y sus patrones de organización, las condiciones de
habitabilidad y de convivencia en los núcleos de población, las exigencias
sociales, formativas y laborales para adquirir niveles de vida que se consideran
necesarios, la creciente influencia de los medios de comunicación y de las
26
tecnologías de la información en los procesos de socialización y educativos, el
tipo de jornada laboral y sus consecuencias en las relaciones familiares y la
posición en que quedan la escuela y las instituciones.
En un contexto tan especial como el descrito, se esperan de las familias y
las escuelas nuevas respuestas para las que no siempre disponen de modelos
de actuación. De este modo se encuentran, como instituciones con
responsabilidad y con capacidad de decisión, en un entorno en el que no se
desenvuelven con soltura. Las familias, por diferentes circunstancias, no
consiguen centrar los modos de ejercer su acción socializadora, mientras que,
en las prácticas escolares, se hacen necesarias actitudes docentes que
estimulen el aprendizaje como mecanismo promotor de una riqueza personal,
que el esfuerzo que se exige persiga un fin ético, intelectual, emocional y social
y que se consiga estimular de manera permanente a los más jóvenes para
seguir aprendiendo. Todo este proceso requiere un cambio en los estilos de
vidade las escuelas que tendrá muchas más posibilidades de éxito si encuentra
apoyo también en las prácticas sociales y el entorno se orienta igualmente
hacia un desarrollo humano solidario y éticamente comprometido.
La educación es, sin duda, el instrumento básico para el desarrollo
personal y el soporte de una sociedad mejor y más equilibrada. Sin
embargo, esta afirmación que, desde el discurso parece obvia, es una realidad
no siempre asentada en el devenir cotidiano y una tarea que, desde todas las
instituciones, se debe desarrollar con el mayor consenso posible.
Ese consenso sobre el tipo de educación que queremos para nuestros hijos
es lo que permitirá la evolución de los sistemas educativos y su referencia
como motor social.
Apostar por la educación, por tanto, significa reconsiderar los recursos
personales y materiales puestos al servicio de su desarrollo y no quedarnos en
una visión a corto plazo, con medidas correctoras parciales, de escasa
efectividad en muchos casos. Por ello es esencial el papel que deben
desarrollar las familias y la necesidad de vinculación permanente con la
evolución educativa y humana de los hijos, especialmente desde la perspectiva
de considerar que la transmisión de valores y modelos de vida se cimienta
básicamente en la relación padres-hijos. Es frecuente observar como la
desestructuración familiar y la falta de referencia de los padres conduce
27
fácilmente a problemas de distinto tipo para los menores (fracaso escolar,
consumo de drogas, trastornos de conducta, entre otros).
La formación integral de los alumnos constituye la finalidad de la
escuela: hacia ella orientan sus esfuerzos, de forma compartida, tanto la
institución como la familia. Esta participación conjunta se construye día a
día, en la vida cotidiana de los centros educativos.
Los procesos educativos que pretenden conseguir el desarrollo integral de
las personas tienen lugar en la interacción de cada una de éstas con las
demás. A través de esa interacción nos ofrecen una serie de experiencias
educativas que nos permiten incorporar los elementos básicos de nuestra
cultura, en el marco de un proceso que conduce al desarrollo personal. Es
evidente que esa interacción no se da exclusivamente en los centros
educativos, que los procesos educativos tienen lugar también en instituciones
distintas de la escolar; sobre todo, y con un grado de responsabilidad y/o
capacidad de decisión bastante elevado, en la familia.
La familia tiene para el niño o niña dos grandes funciones. Una la de ayuda
para la supervivencia: alimentación, higiene, seguridad, afecto, entre otros.; y
otra la educativa y socializadora; esta segunda normalmente es asistemática e
inconsciente, aunque en muchos casos se transforma en una actuación
cuidadosa y guiada por objetivos claros cuando la familia se hace consciente
de su papel; pero lo más importante es que no se realiza en momentos
determinados sino continuamente. Además, la familia no es sólo importante por
su acción implícitamente educativa sino también por su capacidad motivadora y
potenciadora de todos los aprendizajes que el niño/a haga en cualquier otro
contexto y por su capacidad de progresar y desarrollar su competencia
educativa. En este sentido el papel de la familia como elemento de
profundización y desarrollo de la calidad educativa resulta indiscutible, ya que
su implicación positiva en la educación genera mayores posibilidades de éxito
en los aprendizajes formales, además de unas mejores relaciones con y en el
centro; incluso para contextualizar el currículo y caracterizar al centro, no como
un lugar cerrado y aislado, sino abierto y permeable al medio en que está
inserto, es necesaria la familia como vehículo privilegiado para
28
interrelacionar ambos ambientes y facilitar el conocimiento y relación
entre ambos.
Esta situación nos lleva a plantear la labor educativa como una tarea
colectiva, de colaboración, en la que cada sector tiene sus funciones y en
la que es preciso que todos los sectores que en ella intervienen trabajen
para los mismos objetivos de forma cooperativa, coordinada y
constructiva.
29
CAPÍTULO II: DESCRIPCIÓN DE LOS CANALES DE COMUNICACIÓN UTILIZADOS EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS.
La educación es una tarea compartida entre educadores y padres, cuyo
objetivo es la formación integral de los alumnos/as. Por lo tanto, en este
capítulo describimos los canales de comunicación utilizados en las instituciones
educativas que permiten mantener una comunicación bidireccional escuela –
familia y crear un vínculo eficaz,teniendo presente que la comunicación es una
variable en la dinámica institucional que condiciona las relaciones
interpersonales y constituye una herramienta para incentivar la participación de
las familias en el establecimiento educativo.
Se desarrollarán las formas más habituales de transmisión de información
según el canal utilizado: la comunicación oral y la escrita.
2.1. LA COMUNICACIÓN ORAL.
En la comunicación oral cobra gran importancia el proceso mental que sigue
el emisor tendiente a estructurar y formular el mensaje. Se deben transmitir las
ideas previstas con un lenguaje adecuado a los interlocutores y a la situación.
En la transmisión del mensaje además del contenido, hay que tener en cuenta
algunos aspectos adicionales que se ponen en juego: la claridad y seguridad
de la exposición, la precisión de las ideas transmitidas, el interés que ha
suscitado en los receptores, la entonación, la pronunciación y la adecuación del
volumen a la situación comunicativa, la presencia física, y sobre todo, la
comunicación no verbal.
De la misma manera que el emisor debe prepararse para la comunicación
oral, el receptor también tiene que estar predispuesto a mantener una actitud
de escucha activa, con la finalidad de entender, en todas sus dimensiones, el
mensaje que se le transmite.
Los canales de comunicación orales utilizados en el ámbito escolar para
comunicarse con las familias son:
30
2.1.1. LLAMADAS TELEFÓNICAS.
Están dirigidas a tres casos:
• Casos de urgencia: están referidos a malestares, indisposición o
accidentes de los alumnos/as, por lo que es necesario que la institución tenga
en sus registros los datos completos del alumno/a, especialmente el número
telefónico de su casa o de algún familiar cercano.
• Necesidad de una comunicación pronta, aunque no urgente, con la que se
desea tener seguridad de que el mensaje ha llegado a su destino, es decir, en
caso de confirmación de una entrevista o reunión, llamada para averiguar de
una persona que viene a buscar al alumno/a a la institución y no es conocida,
problemas con el transporte escolar que retarden la llegada del niño a su casa.
• Casos en que por ausencia del alumno/a sea imposible comunicarse por
otra vía. En este caso es importante la llamada telefónica a su casa para
averiguar la causa de la inasistencia; en primer lugar, por el interés lógico de la
institución por saber qué ocurre realmente con el alumno/a y segundo porque
los padres se sentirán muy complacidos al comprobar el interés personalizado
de los actores educativos por su hijo.
2.1.2. ENTREVISTAS PERSONALES.
La entrevista es una conversación en la cual existen intercambios verbales y
no verbales entre dos o tres personas. La entrevista es, ante todo, un diálogo
que se desarrolla según algunos parámetros: cierto acuerdo o convención entre
ambos participantes (encuadre); cierta previsión por parte del docente acerca
de las condiciones que deben cumplirse para que la entrevista sea válida
metodológicamente; cierto diseño previo que incluye marco, objetivo y límites
de la utilización de este instrumento metodológico.
Las partes que constituyen la entrevista personal, según lo indican
Quallbrunn y Sain Amant (2011) son:
• Objetivos: a través de la reflexión sobre los objetivos, se define el
motivo. Hay que tener en cuenta que, al finalizar la entrevista, es lo que debe
31
quedar bien claro y asentado en el registro de la misma. Durante su desarrollo
es posible que surjan otras inquietudes que se transformen en objetivos no
planteados previamente. Para ello es necesario discernir lo prioritario de lo
emergente y cuáles aspectos deben postergarse para encuentros posteriores.
• Datos previos pertinentes: este paso es sumamente importante para
posicionarse con mayor seguridad. Consiste en la lectura del legajo personal
del alumno y de todas las formas de registro de su desempeño y su
desenvolvimiento general.
• Técnicas: son las modalidades que se aplican durante el desarrollo de
la entrevista. Pueden consistir en preguntas, repreguntas, presencia de otros
docentes o directivos, observación de trabajos, listados de notas, registros de
ideas, entre otros.
• Lugar: no es usual que las instituciones educativas reserven espacios
destinados exclusivamente para que los docentes desarrollen encuentros con
los padres. Es un aspecto a considerar antes de realizar la entrevista. La
previsión espacial ayudará a crear un clima acorde a las circunstancias.
Aunque puede parecer obvio, es necesario evitar las interrupciones o que se
escuchen sonidos que puedan ocasionar distracciones y demoras, que, al
mismo tiempo, distorsionan el mensaje que se pretende transmitir.
En numerosas ocasiones, cuando se trata de una institución con un
alumnado cuantioso, se acuerdan días de entrevista para cada curso y división,
según la cantidad de horas que los docentes tengan disponibles y las fechas
que sean factibles. La confección de una planilla semanal de registro de
entrevistas permite que el directivo esté informado de qué padres asistirán al
colegio, los motivos de su asistencia y qué docentes realizan esos encuentros.
• Duración: resulta conveniente determinar el tiempo estimado del
encuentro en la citación previa. Es menester respetarlo y, en lugar de
excederlo, concertar una nueva entrevista. El manejo adecuado de la misma
depende de la habilidad de quien convoca. Por lo general, la duración máxima
efectiva no debe superar los sesenta minutos.
• El contrato: se denomina así a las conclusiones. Siempre debe
esbozarse un cierre de lo conversado, aun cuando se establezca un futuro
32
encuentro para continuar tratando la temática. Padres y maestros deben
culminar la reunión con una idea concluida y un plan a seguir; si lo hubiera.
Existen tres tipos de entrevistas: que se distinguen por la forma de registro y
su estructura más que por su finalidad:
• Entrevistas estructuradas: los temas a tratar se fijan de antemano, se
formulan preguntas concretas y, a veces, se sugieren opciones de respuesta.
Generalmente, las interrogaciones se agrupan por temas y las respuestas son
breves. Este tipo de entrevista se asemeja a la encuesta. Se aplican,
mayormente, cuando se necesita abordar situaciones definidas y acotadas.
• Entrevistas semiestructuradas: consisten en la elaboración previa de
los puntos sobre los cuales se desea obtener información. Pueden abarcar
preguntas abiertas y cerradas, predominando las primeras. No existe un orden
determinado de presentación de las cuestiones, sino que se establece de
acuerdo con las respuestas del entrevistado y se profundizan aquellos temas
que las partes consideren necesario. Son más flexibles que las anteriores y
facilitan la aparición de la dimensión afectiva en el encuentro.
• Entrevistas abiertas: no se marcan pautas previas sobre los aspectos a
dialogar. Se deja que el devenir de la misma se produzca a partir del propósito
y de las respuestas del entrevistado. Es importante tener en cuenta siempre el
objetivo planteado, para lograr que no se disipen aspectos relevantes por la
espontaneidad de las situaciones que se suceden. Por lo general, los docentes
apelan a este formato en las reuniones con los padres. Por ello, es menester
que se tengan en cuenta siempre sus distintas fases para una eficaz
preparación de las mismas.
Básicamente el diálogo, con objetivos definidos y la presencia de parámetros
compartidos entre quienes participan,permite llevar a cabo una comunicación
efectiva que sirve para mejorar las relaciones entrepadres y docentes. Para
que la entreviste resulte exitosa, Albaladejo (2010) sostiene que debemos tener
en cuenta las siguientes consideraciones:
33
• No podemos esperar que todos piensen como nosotros: padres y
docentes hemos de comprender que podemos (y debemos) tener puntos de
vista diferentes sobre la educación. Tenemos que aceptar, por tanto, la
diversidad de opiniones y la existencia de posturas enfrentadas. Es lógico y
normal. Esto enriquece la educación y fomenta el debate. No debemos tomarlo
como algo negativo sino como una oportunidad para crecer.
• La sinceridad es el alma de todo diálogo: ser sincero no consiste en
decir todo lo que se piensa, sino en no decir nunca lo contrario de lo que
pensamos. Es uno de los grandes problemas entre padres y docentes,
hacemos uso de un “doble lenguaje” que nos aleja del principio de sinceridad
mutuo.
• Dialogar no es hablar sino saber escuchar: muchas veces vamos a
las reuniones con la intención de hablar nosotros y no dejamos hablar al otro,
escuchando más bien poco. Es fundamental tener una actitud de escucha
activa en nuestras conversaciones si no queremos que sean una auténtica
pérdida de tiempo.
La escucha activa es una herramienta para potenciar las comunicaciones
entre la escuela y la familia, procura establecer empatía entre los participantes
en la comunicación, de manera de generar un clima de confianza. Así, se
hacen intervenciones que dan cuenta de la comprensión de lo escuchado, se
reafirma lo dicho, se pone en juego el lenguaje corporal. Especialmente, no se
da nada por sentado. La actitud empática denota respeto, con lo cual el emisor
no se siente amenazado; por lo tanto, no necesitará poner en juego
mecanismos de defensa. El respeto no implica acordar con los presupuestos
del entrevistado. Más allá de coincidir o no con sus premisas, se evitará las
actitudes negativas de desdén y arrogancia.
• No hay peor sordo que el que no quiere oír: esto sucede porque,
tanto padres como docentes, estamos siempre a la defensiva y no nos
escuchamos los unos a los otros. Nos cerramos ante ciertas opiniones que
muchas veces se nos dan con la mejor intención. Tenemos que aprender a
escuchar y aceptar lo que se dice de nosotros. Esto es síntoma de gran
34
madurez y es que, en ocasiones, actuamos peor que los propios niños. No
debemos olvidar nunca que somos modelos educativos de los mismos.
• La verdad no es monopolio de nadie: siempre podemos aprender algo
del otro. Hemos de evitar actitudes prepotentes de “yo lo sé todo” porque
podemos y debemos aprender de los demás. En educación no tenemos que
preocuparnos únicamente de los conocimientos y la técnica sino sobre todo
apoyarnos en la lógica y el sentido común. Está muy bien conocer teorías pero
lo más importante es llevarlas adecuadamente a la práctica. Si no, no sirven
para nada.
• Todos tenemos derecho a equivocarnos: por eso es importante
aprender a reconocer que nos hemos equivocado. Muchas veces por nuestra
actitud defensiva no queremos reconocerlo y llevamos el error hasta las últimas
consecuencias con tal de no quedar mal ante nadie. Errar es humano y el
reconocerlo es una muestra de humanidad y sinceridad. Si nosotros no lo
hacemos tampoco podemos exigir al alumno que lo haga pues, también
educamos a través del ejemplo.
• El diálogo supone una actitud de acogida interior: esto significa que
hemos de aceptar a nuestro interlocutor sin reservas ni condiciones. En
muchas ocasiones viejos rencores o malentendidos nos llevan a actuar de
determinada forma sin que aceptemos un posible cambio en la persona.
Padres y docentes nos podemos equivocar y, de hecho, lo hacemos con
frecuencia pero hemos de saber perdonarlo. El perdón esun valor que también
se educa y qué mejor forma de hacerlo que con la práctica real del mismo.
• Capacidad para saber ceder: tengamos en cuenta que ceder no es
igual a perder sino más bien todo lo contrario. Si lo que queremos es aprender
a través del diálogo hemos de aceptar que de vez en cuando tenemos que
ceder pues no podemos estar siempre imponiendo nuestra opinión. Esto
genera muchas confrontaciones entre padres y docentes porque ni unos ni
otros saben en qué momento deben ceder puesto que es más sencillo lo que
35
venimos haciendo hasta hoy: echarnos las culpas los unos a los otros
quedando muchísimos problemas por resolver.
• No es dialogar invadir con nuestras preguntas intempestivas la
intimidad del otro: en ocasiones padres y profesores nos inmiscuimos
demasiado en la vida de nuestro interlocutory hacemos preguntas que pueden
llegar a molestar. Tenemos que aprender a respetar la intimidad del/la que
tenemos delante por el bien de nuestras relaciones.
Vivimos esclavos del tiempo. No podemos decirlo todo:en muchas
ocasiones cuando nos reunimos padres y profesores queremos decirlo todo.
Vivimos en una sociedad atrapada en la vorágine del tiempo, con una rigidez
de horarios excesiva y esto está generando muchos problemas y tensiones.
Por este motivo la asistencia a las reuniones es escasa y en la mayoría de
ocasiones esta carga recae sobre todo en la figura de la madre.
En las entrevistas tiene mucha importancia la proxemia, es decir, el manejo
del espacio interpersonal. A diferencia de lo que ocurre en una comunicación
escrita, la posibilidad de los interlocutores de realizar gestos que reemplacen o
complementen las palabras genera otro mensaje paralelo al textual. La
gesticulación o lenguaje corporal puede ser complementaria del lenguaje
lingüístico, y reforzarlo o bien contradecirlo. Tanto la concientización del propio
lenguaje corporal como la observación atenta del ajeno añaden datos a la
comunicación.
Los más comunes y aquellos a tener en cuenta son:
• Mirar a los ojos al interlocutor denota la existencia de relación afectiva.
Escuchar sin mirar al emisor es un síntoma de desacuerdo. Hablar sin mirar al
destinatario revela falta de seguridad. Apartar la vista de la persona al finalizar
una intervención, desanima al interlocutor a pedir la palabra. Una mirada franca
y abierta, en cambio, supone una invitación a intervenir.
• Bajar la mirada ante una invitación a participar, a asumir una
responsabilidad indica que se declina el ofrecimiento. Mirar de reojo suele
interpretarse como un signo de desconfianza o duda.
36
• Cruzar manos y piernas da cuenta del deseo de poner distancia.
• Moverse constantemente, apoyar la cabeza en las manos, tamborilear
los dedos, mirar el reloj; indican aburrimiento e impaciencia.
• Mostrar las palmas de las manos genera confianza.
Sin duda, la entrevista con los padres y apoderados, es una actividad
compleja que requiere una planificación y programación previa, metodología y
sobre todo competencias sociales por parte de quién guía esta entrevista.
Dentro de estas competencias, sobresale la asertividad. Sin ella, la entrevista
carece de todo sentido llegando a entorpecer el objetivo de su realización. Este
término se relaciona con la habilidad de expresar nuestros deseos de una
manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que
queremos sin atentar contra los demás; negociando con ellos su cumplimiento.
Una entrevista con padres y/o apoderados no es una instancia fácil pues
intentamos comunicar situaciones que no siempre las palabras reflejan su real
magnitud.
En este punto coincidimos con Albaladejo (2010) en que lo más importante
de las entrevistas sucede a nivel de relación, lo que ocurre a nivel de contenido
es relativamente secundario: si el estudiante tendrá profesores particulares o si
repite o no un curso, son temas relevantes pero lo que realmente importa es
que se llegue al resultado con la mayor cordialidad y el mejor clima emocional
posible, para que no se deteriore la relación de colaboración escuela–familia.
Sin duda, la clave no está en qué decir, pues sabemos las razones por las
cuáles citamos a los apoderados o sospechamos medianamente por qué ellos
han solicitado la entrevista. Lo primordial es descubrir cómo decirlo para que el
mensaje sea entendido y no se “preste” a interpretaciones erróneas.
De acuerdo con lo expresado, es conveniente tener en cuenta diversos
aspectos sobre las entrevistas con padres, tanto para la preparación, como
para el desarrollo y los seguimientos posteriores:
• La convocatoria o citación ha de efectuarse con una antelación
suficiente, mencionando brevemente los motivos de la misma. En la medida de
lo posible, no debe hacerse mediando el fin de semana (de viernes para lunes),
porque es probable que no se reciba por olvido o distracción.
37
• Los diferentes pasos mencionados en las partes de la entrevista deben
respetarse minuciosamente. Tal vez el más importante sea la búsqueda de
datos previos pertinentes.
• En el momento del encuentro se sugiere:
- Dedicar tiempo al saludo y a temas personales.
- Comenzar con una pregunta abierta, sin pretender demostrar
conocimiento de la postura del otro.
- Manifestar una actitud colaboradora.
- Enfocar las críticas de manera positiva. El concepto de asertividad merece
ser tenido en cuenta al respecto.
- Argumentar en términos de beneficios para el otro.
- Buscar empatía.
- Dar oportunidad al entrevistado de expresarse libremente.
- Comprometerse solamente con lo que se puede cumplir. En este sentido,
es fundamental que el docente conozca el ideario institucional y/o de la
comunidad educativa.
- Centrar la comunicación en el presente más que en hechos pasados.
- Utilizar un lenguaje claro.
- Controlar los ademanes y actitudes corporales.
- Respetar el tiempo pactado.
- Realizar un resumen oral de lo pactado junto con las acciones a seguir.
• Al registrar la entrevista, resulta necesario detectar el cumplimiento de
los objetivos y qué tipo de acciones futuras se pusieron de manifiesto al
finalizar la misma. Cuando se trata de un encuentro donde la forma de registro
es básicamente un acta, es importante tener en cuenta la redacción de la
misma en tercera persona y respetar la cronología de lo conversado.
En algunas oportunidades se producen entrevistas por demanda espontánea
de los padres. Por lo general, dicha actitud tiene por obje to realizar algún
reclamo personal hacia el docente o a la institución, transmitir cierta situación
personal o familiar que se considera necesario que el educador conozca y,
algunas veces, para interiorizarse sobre los aprendizajes de su hijo/a.
Tanto en el caso de las solicitadas por la escuela como en las requeridas por
las familias, siempre se trata de buscar un contexto compartido.
38
2.1.3. REUNIONES GRUPALES.
Las reuniones entre docentes y padres son esenciales para la comunicación
entre la escuela y la familia. En ellas, toman conciencia de su implicación en un
proyecto común y pueden llegar a hacerse partícipes de él. Si se consigue
hacer transparente la tarea educativa llevada a cabo y las estrategias utilizadas
para conseguir los objetivos, los padres se pueden identificar con ella y adoptar
una postura colaboradora.
El estudio de los grupos, desde el punto de vista de la Psicología Social, ha
llegado a la conclusión de que las ansiedades disminuyen a su mínima
expresión y el grupo puede llegar a un máximo de productividad si se le asigna
una tarea a realizar, es decir, si se convierte en un grupo operativo.
Al definir las reuniones de padres como encuentros de trabajo, se pueden
clasificar en varios tipos, según lo establecen Quallbrunn y Sain Amant (2011):
• Informativa: su objetivo es la transmisión de informaciones puntuales.
• Formativa: permiten incorporar conocimientos o puntos de vista
novedosos.
• Toma de decisiones: sobre un hecho determinado.
• Evaluativa: de un proyecto, de un período, del año escolar.
• Creativa: son punto de partida de un proyecto nuevo.
Es fundamental que el tipo y los objetivos de la reunión sean claros para una
comunicación llana y para la creación del contexto compartido entre la escuela
y la familia.
El momento del año escolar en el que se lleven a cabo es otra variable que
determina el tipo de encuentro y las dinámicas a tener en cuenta. Por ejemplo,
es posible que se convoque a una reunión informativa al promediar el año, pero
rara vez se necesitará en ella una dinámica para la presentación de los
integrantes del grupo, como es probable que ocurra en la que se realice al
comienzo.
La elección del lugar físico donde se lleve a cabo la reunión es necesario
que se relacione con las características del encuentro y con las dinámicas que
se desplegarán durante su desarrollo. En muchas ocasiones, se efectúan
dentro del aula en la que los alumnos toman las clases, presentando la ventaja
39
de acercar los padres al trabajo de sus hijos y de permitirles apreciar el ámbito
en el cual pasan muchas horas.
Teniendo en cuenta la predisposición de los padres a concurrir al centro
escolar para participar de una reunión, se puede pensar que la primera
condición que deben cumplir es que sean necesarias. También es fundamental
que los objetivos sean nítidos, la convocatoria debe ser clara, con una agenda
predeterminada y con una invitación que estimule pensar a cada uno de los
convocados que su participación es indispensable. A esto apunta la utilización
de dinámicas e instrumentos. La utilización de los instrumentos tecnológicos
puede consistir en diapositivas, pequeños videos o muestras gráficas de las
producciones de los alumnos, textos literarios o periodísticos. Por ejemplo, en
el caso de las reuniones informativas, si el objetivo es comunicar qué libro de
texto se eligió, un buen agregado lo constituyen los motivos de la elección e
incluso mostrar cómo se trabajará con él.
Por otro lado, es claro que el tipo de convocatoria responde al nivel (edad de
los alumnos) y, obviamente al ideario de la institución.
Podemos destacar tres aspectos críticos para la realización de una reunión
efectiva:
1. La eficacia de la reunión, o sea el cumplimiento de la misión u objetivos
paralo cual fue convocada.
2. La participación democrática, atendiendo a la transparencia informativa, al
respeto de todas las opiniones y a la organización de la toma de decisiones
democrática.
3. El clima de la reunión, que las relaciones personales sean de cordialidad y
cooperación.
Estos aspectos permiten generar indicadores para desarrollar un proceso de
evaluación integral de las reuniones y mejorar su calidad.
Asimismo, no debemos perder de vista las siguientes reglas básicas de toda
reunión:
1. La participación de todos los asistentes.
2. Mantenerse enfocado en la agenda de trabajo.
3. Aprovechar el momento presencial para fomentar las relaciones
interpersonales.
4. Llegar a una conclusión clara, y que la reunión finalice fundamentalmente
40
porque se cumplió el objetivo y no sólo porque se cumplió el horario.
2.1.4. DIÁLOGOS ESPONTÁNEOS.
Este tipo de comunicación suele ser muy importante porque se dan y se
reciben datos que tal vez no surjan con un encuadre más formal. Los
comentarios que surgen en estas charlas arrojan luz sobre los intereses,
preocupaciones, disconformidades o satisfacciones que deben ser tenidos en
cuenta tanto por los maestros como por los padres.
La charla debe ser considerada simplemente como antecedente de una
entrevista posterior que habrá que realizar a la brevedad posible. Sin embargo,
se pueden presentar padres que siempre tienen necesidad de "charlas de
pasillo" pero que no responden a las entrevistas formales, lo que podría
obedecer a distintas causas que se deben considerar:
• Falta real de tiempo para una entrevista más larga.
• Temor con respecto a las novedades que la docente puede contar.
• Deseos de demostrar interés por su hijo, pero sin que ello implique un
compromiso muy grande en cuanto al tiempo del que hay que disponer o a la
profundización de los temas.
2.2. LA COMUNICACIÓN ESCRITA.
En la comunicación escrita el receptor es el lector, no existe la posibilidad de
enriquecer la comunicación con el comportamiento no verbal ni tampoco de
obtener una realimentación inmediata. El documento escrito tiene que
conseguir los objetivos comunicativos desde un primer momento, lo que implica
que debe tenerse mucho cuidado en su elaboración.
2.2.1 CUADERNOS DE COMUNICACIONES.
Cada alumno tiene un cuaderno que, periódicamente, lleva a casa y trae de
vuelta a la escuela. A través de éste, el profesor mantiene un contacto diario,
en el caso del alumnado externo que vuelve a casa cada día después de la
41
jornada escolar; o semanal, en el caso de los alumnos que van a casa los fines
de semana.
En ambos casos, el docente informa a través del mismo datos de interés que
considere relevantes para la familia.
Es oportuno recordar que si bien, se trata de un cuaderno que manipulan los
alumnos/as, comunica información o inquietudes a las familias, por ende éstas
lo consideran como un espacio privilegiado para mantenerse informadas ,
cuando por diversos motivos no pueden vincularse cotidianamente con la
institución educativa.
Es conveniente recordar que el interlocutor es la familia, que sus integrantes
necesitan recibir comunicaciones claras y amables. Por ello resulta de suma
importancia reflexionar institucionalmente acerca de:
-¿Qué queremos comunicar?
-¿Cómo queremos comunicarlo?
-¿Quién/es recibirán la información?
-¿Qué criterios adoptamos para jerarquizar la información?
-¿Qué dispositivo de circulación adoptaremos?
-¿Cuáles son las posibilidades reales de las familias de utilizarlo para
comunicarse con los docentes?
En este sentido, la mirada del equipo directivo cobra relevancia dado que, lo
que se informa y cómo se informa, es parte del discurso institucional.
2.2.2. CIRCULARES INSTITUCIONALES IMPRESAS.
Son comunicados elaborados por el Director , como representante del
Equipo Docente, en los que se dirige a las familias o tutores legales de los
alumnos, y que suelen informar de:
• Calendario escolar y festividades.
• Excursiones y visitas: en este caso, la carta informativa se acompaña de
un modelo de autorización que las familias deben devolver cumplimentado, si
desean que su hijo/a participe en la actividad de la que se informa.
• Partes de incidencias: en ellos, se registra, de modo detallado, cualquier
tipo de incidencia que haya tenido lugar en el centro escolar, como agresiones,
problemas médicos menores, o de comportamiento, entre otros. En caso de
42
problemas graves, se localiza telefónicamente a la familia de manera
inmediata.
2.2.3. CANALES DE COMUNICACIÓN VIRTUALES.
Las experiencias de participación de la familia en la escuela cobran un
nuevo significado con las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC). A través de éstas se abren nuevas
perspectivas, no sólo para informar e implicar a la familia en la trayectoria
escolar de los menores y adolescentes, sino también para favorecer las
relaciones entre la escuela y la familia. Dichos recursos ayudan a superar la
incompatibilidad horaria y las distintas problemáticas familiares que muchas
veces obstaculizan el vínculo escuela-familia.
La creciente necesidad de establecer cauces efectivos de comunicación
entre escuela y familia nos permite reafirmar la realidad innegable de la
potencialidad que ofrecen las TIC, como herramientas relevantes para
promover el intercambio, la interacción y la colaboración de las familias en la
construcción de una escuela más democrática y participativa.
Las TIC, utilizando la interactividad, permite al alumno, al profesorado y a las
familias poder comunicarse de manera permanente, también posibilita el diseño
y la realización de experiencias, trabajos o proyectos en común. Es más fácil
trabajar juntos, aprender juntos y movilizar recursos de participación efectiva en
el contexto escolar si se utiliza de manera adecuada los canales virtuales de
comunicación.
Es así como las instituciones educativas empiezan a desarrollar y publicar su
sitio web institucional como medio promocional y de comunicación para la
comunidad educativa (padres, alumnos, profesores, ex - alumnos), pero
también para otras instituciones y potenciales padres de familia. Los sitios web
más simples son los de contenido estático que publican mayormente los datos
públicos de la escuela como descripción, ubicación, datos de contacto, entre
otros, acompañadas de fotos u otros recursos que la hagan atractiva a la vista.
Un sitio web de esta naturaleza es principalmente una herramienta informativa
y de promoción.
43
Sin embargo, y cada vez con mayor frecuencia las páginas web se están
convirtiendo en entornos dinámicos de gestión de información. Además de los
contenidos estáticos, las escuelas optan por publicar agendas de eventos, el
calendario escolar, horarios, la programación de tareas, anuncios o mensajes
importantes, entre otros.
Internet ofrece interacciones virtuales con modos de comunicación
inmediatos, ágiles, los que se tiñen de cierta anonimia, entendida ésta como la
permanencia del mensaje en un espacio virtual y la autonomía en cuanto a una
incierta devolución por parte del receptor. Estas características estimulan que
la expresión a través de estos canales se produzca con libertad, tanto en modo
como en contenido.
Algunas informaciones institucionales pueden presentarse, ofrecerse y
difundirse sin requerir respuestas e independientemente de quiénes y cuántos
sean sus receptores. De esta manera la comunicación virtual asegura una base
de información común.
2.3. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LOS CANALES DE COMUNICACIÓN ORALES Y ESCRITOS.
A la hora de elegir entre uno u otro canal no suelen plantearse demasiados
problemas, dado que la propia naturaleza de la situación comunicativa lo
determina. A menudo se procede al uso combinado de la comunicación oral y
escrita. Cada canal presenta ventajas e inconvenientes, que ponemos de
manifiesto en el siguiente cuadro:
44
CUADRO Nº 1. Ventajas e inconvenientes de la comunicación.
COMUNICACIÓN ORAL COMUNICACIÓN ESCRITA
V
EN
TA
JAS
ü Es más rápida. ü Favorece la retroalimentación
inmediata. ü Posibilita la transmisión de
más volumen de información en menos tiempo.
ü Es especialmente apropiada para entrevistas y reuniones.
ü Posibilita la creación
de un registro tangible de las comunicaciones que puede ser verificado por los interlocutores.
ü Obliga a que el contenido del mensaje sea más riguroso, preciso, lógico y claro.
ü Supone un mayor compromiso para el emisor.
IN
CO
NV
EN
IEN
TE
S
ü Las posibilidades de distorsión son elevadas.
ü El riesgo de interpretación personal es mayor: favorece la subjetividad.
ü Permite la improvisación y la ambigüedad (a veces, intencionada) del emisor.
ü Consume más tiempo. ü No hay realimentación
inmediata. ü No hay seguridad de la
recepción, ni de la interpretación.
Fuente: Elaboración propia.
45
CAPÍTULO III: PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LAS ACTIVIDADES DE LA ESCUELA DE EDUCACION TÉCNICA Nº 650 “JOSÉ DE SAN
MARTÍN”.
En este capítulo analizamos la participación de las familias en las
actividades escolares e identificamos las dificultades que obstaculizan la misma
a partir de los resultados obtenidos en la investigación.
Para recoger información que hace referencia a la presencia en nuestra
unidad de análisis de las variables que investigamos, comunicación y
participación, diseñamos dos cuestionarios compuestos por ítems de
respuestas cerradas. Los mismos fueron cumplimentados por 15 profesores y
43 familias de los alumnos de 1º año, de la Escuela de Educación Técnica Nº
650 “José de San Martín”, ubicada en la ciudad de Arroyo Seco.
Los ítems se organizaron en torno a los siguientes indicadores:
• Canales de comunicación utilizados.
• Frecuencia de comunicación.
• Nivel de valoración que se a tribuye a la comunicación.
• Clima relacional.
• Organización de eventos escolares.
• Involucramiento familiar en actividades escolares.
• Impedimentos que obstaculizan la participación de las familias en los
eventos escolares.
3.1. ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN IMPLEMENTADAS POR LA ESCUELA .
1- Con respecto a los canales de comunicación utilizados, como lo muestra
el gráfico Nº 1, el 80% de las familias sostiene que las reuniones de
padres es el medio prioritario a través del cual se relacionan con los
docentes de sus hijos/as; un 15% utiliza la entrevista personal, y el 5%
restante se comunica a través de llamadas telefónicas.
46
Gráfico Nº 1.
Canales de comunicación utilizados por las familias
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
2- El gráfico Nº 2 muestra que el mayor porcentaje de las familias
encuestadas consideran que siempre es importante mantener una
comunicación periódica, recíproca y significativa con los docentes de su
hijo/a con un 70%, mientras que un 30% sostiene que sólo a veces es
importante mantener dicho vínculo con los docentes.
Graficó Nº 2 .
Importancia que las familias atribuyen a la comunicación
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
3- En el gráfico Nº 3 observamos que el 70% de las familias manifiestan que
siempre existe accesibilidad y disposición de los profesores para
comunicarse con ellas, mientras que un 25% sostiene que sólo a veces
47
existe esa predisposición y el 5% restante considera que nunca existe
dicho acceso.
Gráfico Nº 3.
Disposición de los profesores para comunicarse
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
4- El 70% de las familias consideran que cuando asisten a la escuela para
solicitar información o plantear inquietudes, se los atiende y orienta en
forma inmediata y satisfactoriamente. Sólo el 30% manifiesta
disconformidad.
Gráfico Nº 4 .
Atención a las familias
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
5- Con respecto a la posibilidad que tienen las familias de expresar sus
ideas, el 80% sostiene que siempre la escuela ofrece un ámbito atractivo
y confiable, mientras que el 20% restante considera que ello sólo a veces
es así.
48
Gráfico Nº 5 .
Clima Escolar
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
6- El gráfico Nº 6 muestra que sólo el 30% de los padres encuestados
clasifican la comunicación con el docente como buena, un 60% la
clasifican como regular y el 10% restante como mala.
Gráfico Nº 6 .
Clasificación de la comunicación
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
7- El gráfico Nº 7 nos permite visualizar que el mayor porcentaje de las
familias encuestadas sí les gustaría contar con actividades pedagógicas
para fortalecer la comunicación con los docentes con un porcentaje del
90% y un 10% no desea involucrarse en las mismas.
49
Gráfico Nº 7 .
Fortalecimiento de la comunicación
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
8- En el gráfico Nº 8 observamos que el 90% de las familias sostiene que
para sentirse motivada a participar en las actividades escolares, siempre
necesita mantener un vínculo constante y construir buenas relaciones
con los docentes. Mientras que el 10% restante considera que sólo a
veces dicha comunicación influye positivamente incentivando su
participación escolar.
Gráfico Nº 8.
Influencia de la comunicación en la participación escolar
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
9- Como lo muestra el gráfico Nº 9, el 90% de las familias considera que la
existencia de canales de comunicación efectivos con los docentes es un
50
factor imprescindible para lograr su participación en las actividades
escolares. Un 10% sostiene que sólo a veces la comunicación es una
herramienta para incentivar su participación.
Gráfico Nº 9 .
La comunicación como herramienta para incentivar la participación
escolar
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
10- En cuanto a cómo se acercan las familias a la escuela, si por iniciativa
propia o sólo cuando los citan por alguna razón, la mayoría de los
padres, quedan a la espera de que la escuela los convoque.
Las respuestas se dividen en tres grupos:
• Los padres que se acercan a la escuela sólo si los citan (70%).
• Los padres que se acercan a la escuela si los citan y a veces por
propia iniciativa (20%).
• Los padres que se acercan a la escuela por propia iniciativa (10%).
51
Gráfico Nº 10.
Asistencia de las familias a la escuela
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
11- La totalidad de las familias encuestadas coinciden en sostener que la
escuela les informa sobre eventos y novedades importantes a través de
reuniones generales de padres y docentes.
Gráfico Nº 11.
Canales de comunicación utilizados por la escuela
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
12- Como se puede constatar en el gráfico Nº 12, cuando preguntamos a las familias si se estimula su presencia en la escuela, organizando actividades culturales que generen interés, tales como obras de teatro, festivales, bingos, encuentros artísticos y campeonatos deportivos, el 65% de las mismas sostiene que siempre se realizan estos eventos, mientras que el otro 35% considera que sólo a veces se organizan los mismos.
52
Gráfico Nº 12. Organización de eventos escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
13- En el gráfico Nº 13 podemos observar a qué tipo de eventos escolares
prefieren asistir las familias:
• El 90% concurre a las reuniones de padres.
• El 70% asiste a los bingos.
• El 40% concurre a los eventos deportivos.
• El 35% concurre a obras de teatro.
• El 30% concurre a otros eventos.
• El 15% no asiste a ningún evento.
Gráfico Nº 13. Preferencia de las familias por los eventos escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
53
14- Con respecto a la frecuencia de participación en los acontecimientos
mencionados en el punto anterior, el gráfico nos muestra que sólo el 15%
interviene siempre, el 30% frecuentemente y el 55% rara vez.
Gráfico Nº 14.
Frecuencia de participación de las familias en los eventos escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
15- En el gráfico Nº 15 podemos observar que el 90% de las familias
siempre tienen obstáculos o preocupaciones que le impiden incrementar su
participación en la escuela, mientras que el 10% restante presenta
dificultades sólo a veces. De esta manera vemos que todos tienen
limitaciones que obstaculizan su participación, ya que ninguna familia
contestó que no posee impedimentos.
Gráfico Nº 15.
Existencia de obstáculos que dificultan la participación de las familias
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
54
16 - Con respecto a las causas que impiden u obstaculizan la participación de
las familias en la escuela, observamos los siguientes porcentajes:
• El 60 % de las familias manifiesta que no reciben información sobre los
eventos que tienen lugar en la escuela
• El 50% de las familias no se encuentra disponible durante el horario
escolar, es decir manifiesta obstáculos de tiempo.
• El 50% considera que no recibe la información con suficiente tiempo de
anticipación para poder organizarse.
• El 20% sostiene que no existe un ambiente de confianza para
participar.
Gráfico Nº 16.
Causas que obstaculizan la participación de las familias en la escuela
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a las familias.
17 – A continuación mencionamos sugerencias de las familias respecto de
cómo consideran que la escuela puede mejorar los vínculos con ellas:
a) La escuela debe propiciar un clima de confianza con los padres, lo cual
a su vez permite una mayor participación de estos en la escuela.
b) Los docentes deben promover charlas, debates, en la escuela que
permitan a los padres tomar conocimiento de lo que representa su
participación para el proceso de aprendizaje de los alumnos/as.
55
c) Establecer una comunicación recíproca y eficiente donde se respete la
diversidad y las diferentes necesidades de las familias.
d) Invitando a las familias a visitar el salón de clases y a participar en los
proyectos que se desarrollan.
e) Convocando a las reuniones y eventos de la escuela a través de
invitaciones personalizadas y preferiblemente realizadas por sus
hijos/as.
f) Incentivarlos a expresar inquietudes y preocupaciones relacionadas
con sus hijos/as y la escuela.
g) Incluirlos para que participen en excursiones, paseos, visitas guiadas.
3.2. PARTICIPACION DE LAS FAMILIAS EN LAS ACTIVIDADES ESCOLARES.
1- En el gráfico Nº 1 observamos que el 70% de los docentes mantienen
contacto con las familias de los alumnos a través de reuniones de
padres, un 10% utiliza la entrevista personal, otro 10% a través del
cuaderno de comunicaciones y el 10% restante por llamadas
telefónicas.
Gráfico Nº1.
Canales de comunicación utilizados por los docentes
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
56
2- El 90% de los docentes sostienen que la comunicación con las familias
se produce por la convocatoria de la escuela y sólo el 10% por la
demanda de las familias.
Gráfico Nº 2. Origen de la comunicación
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
3- Los docentes nos informan que el 90% de los contactos que mantienen
con las familias son formales, y sólo el 10% nos indican que tales
encuentros revisten el carácter de informales.
Grafico Nº 3.
Comunicación formal e informal
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
4- La escuela no cuenta con un sitio web como vía de comunicación con
las familias, lo cual permitiría superar obstáculos de tiempo y horarios.
57
5- En el gráfico Nº 4 observamos que ningún docente considera que la
comunicación con la familia es frecuente, el 50% nos indica que es
regular y el 50% restante sostiene que es esporádica.
Grafico Nº 4.
Frecuencia de comunicación
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
6- El 30% de los docentes sostienen que los canales de comunicación
utilizados por la escuela son adecuados y/o suficientes para que las
familias estén informadas sobre los acontecimientos que se realizan en
la misma, un 40% considera que sólo a veces y otro 30% manifiesta que
no son suficientes.
Gráfico Nº 5. Eficiencia de los canales de comunicación
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
58
7- Respecto si existe una comunicación respetuosa entre padres y
docentes, donde prevalece la tendencia a escucharse y valorarse
mutuamente, el 90% de los docentes nos responden que casi siempre
se da esta circunstancia y un 10% sostiene que siempre es así.
Gráfco Nº 6.
Comunicación Asertiva
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
8 – En el gráfico Nº 7 visualizamos que el 80% de los docentes sostienen
que no existe un vínculo afectivo que favorece un clima de confianza, lo que a
su vez permite generar una comunicación más libre y auténtica, mientras que el
20% restante nos informa que sólo a veces existe tal relación.
Gràfico Nº 7.
Clima Relacional
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
59
9- El 95% del profesorado considera que la familia delega en la escuela,
cada vez más, parte de sus responsabilidades educativas, ya que no se
involucra suficientemente en las actividades escolares, sólo el 5% está
parcialmente de acuerdo con esta afirmación.
Gráfico Nº 8.
Delegación de responsabilidades de las familias
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
10- En el gráfico Nº 9 reflejamos que el 80% de los docentes observan que
siempre existe ausencia de compromiso social de parte de las familias
de los alumnos/as, mientras que un 20% considera que dicha ausencia
se produce sólo a veces.
Gráfico Nº 9.
Compromiso social de las familias
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
60
11- El 60% del profesorado sostiene que las familias de los alumnos nunca
valoran la importancia de participar en las actividades culturales que
organiza la escuela, mientras que un 30% considera que sólo a veces
reconocen dicha importancia y el 10% restante sostiene que siempre
existe tal valoración.
Gráfico Nº 10. Valoración de la importancia de participación en las actividades
escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
12- En el gráfico Nº 11 observamos que el 90% de los docentes consideran
que nunca los padres tienen actitudes invasivas y sentimientos de
rivalidad que impiden una participación auténtica, sólo el 10% observa a
veces dicho comportamiento.
Grafico Nº 11. Actitudes de las familias
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
61
13- Según los docentes el 50% de las familias de los alumnos nunca asisten
a las actividades programadas por la escuela, un 40% lo hace a veces y
sólo el 10% restante participa siempre de tales eventos.
Gráfico Nº 12 Asistencia de las familias a los eventos escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
14- En el gráfico Nº 13 visualizamos que el 65% del profesorado considera
que las actividades que organiza la institución educativa para que las
familias participen son suficientes, mientras que el 35% restante
sostiene que las mismas no son suficientes.
Gráfico Nº 13.
Organización de actividades escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
62
15- De acuerdo a la percepción que tienen los profesores sobre el grado de
colaboración de las familias en las actividades que organiza la escuela,
encontramos los siguientes resultados:
• El 70% del profesorado sostiene que es insuficiente.
• El 20% considera que es inexistente.
• El 10% restante manifiesta que es suficiente.
Gráfico Nº 14.
Colaboración de las familias en las actividades escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
16- En el gráfico Nº 15 observamos que el 40% del profesorado atribuye
mayor importancia a la participación de los padres en la comisión de
padres, un 40% sostiene que es más importante la participación en los
proyectos institucionales (recreativos, preventivos) y un 20% considera
que es más significativo que los padres participen en proyectos áulicos.
63
Gráfico Nº 15. Importancia de la participación de las familias en las actividades
escolares
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
17- En el gráfico Nº 16 visualizamos, según la opinión del profesorado, las
causas por las cuales la familia no tiene una participación efectiva en la
escuela:
• 70% del profesorado considera que los canales de comunicación
utilizados no son suficientes y/o efectivos.
• 50% sostiene que los padres no pueden colaborar por falta de
tiempo, porque sus ocupaciones se lo impiden.
• 35% por incapacidad e inseguridad: algunos de los padres que no
colaboran es porque creen que no tienen una preparación
adecuada para hacerlo.
• 30% por ignorancia: algunos padres no saben en qué colaborar.
• 20% por indiferencia o desinterés.
• 15% por inhibición: algunos padres no quieren colaborar porque
no les incumben los temas escolares.
64
Gráfico Nº 16.
Causa que impiden la participación efectiva de las familias en la escuela
Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de la encuesta a los docentes.
18- A partir de los comentarios realizados por los docentes, podemos inferir
las siguientes conclusiones:
• Consideran necesario mejorar la comunicación a través del
establecimiento de canales de comunicación efectivos. Sostienen
que su espectro se puede ampliar a partir del uso de internet,
pero son enfáticos al señalar que lo que realmente necesitan es
comunicarse con mayor frecuencia.
• Reconocen que dicho asunto depende en primera instancia de la
institución educativa, es decir fortalecer el vínculo con las familias
incrementando el flujo de información respecto a lo que se hace
en la escuela y sus objetivos, y una política de puertas abiertas,
situación que favorece el acercamiento de las familias de los
alumnos/as con los directivos y docentes.
• Afirman que la comunicación es un factor imprescindible para
que las familias participen.
• También consideran relevante estimular la participación de las
familias en la escuela en ámbitos que tradicionalmente no se les
conceden, como son las actividades pedagógicas.
65
CONCLUSIONES
En función del problema de investigación formulado: ¿Son suficiente y
eficaces las vías de comunicación y participación entre escuela y familia?,
pudimos comprobar en primer lugar la importancia de la relación escuela –
familia.
Para lograr la educación integral del alumno/a, es necesario que existan
canales de comunicación efectivos y la acción conjunta y coordinada de la
escuelay las familias, lo cual permitirá el desarrollo intelectual, emocional y
social del alumno/a en las mejores condiciones. Las familias son protagonistas
fundamentales en el proceso educativo de sus hijos por ello deben garantizarse
cause de comunicación y participación que permitan una buena interacción
entre la escuela y la familia, lo cual a su vez otorga al ámbito escolar un
carácter de familiaridad y seguridad.
En relación a nuestra unidad de análisis podemos concluir que en esta
institución educativa las familias reconocen la importancia de mantener una
comunicación continua y fluida con los docentes, para lograr la formación
armónica e integral de sus hijos. Pero en la práctica cotidiana dicha
comunicación no es efectiva, ya que si bien las relaciones entre ambas son
cordiales y basadas en el respeto, al no existir una comunicación periódica no
se genera un clima de confianza. Como consecuencia de ello, no existe una
actitud activa y participativa de parte de las familias, por lo tanto es necesario
propiciar un vínculo positivo que permita suscitar una relación cooperativa,
coordinada y constructiva.
Seguidamente, describimos los diferentes canales de comunicación que
utilizan las instituciones educativas para establecer una relación con las
familias. Pudimos ver que para mantener una comunicación bidireccional
escuela – familia resulta imprescindible utilizar canales de comunicación
efectivos, lo cual permite generar un vínculo positivo entre ambas instituciones,
constituyéndose además en una herramienta para incentivar la participación de
las familias en las actividades escolares.
66
En función de ello y trasladado a nuestra unidad de análisis, observamos
que la escuela objeto de estudio utiliza prioritariamente los canales de
comunicación orales, como forma más habitual de transmitir información. Ello
implica que las familias estén dispuestas a mantener una actitud de escucha
activa, para entender el mensaje que se les transmite, lo cual se logra en una
pequeña minoría de las familias que asisten a las reuniones convocadas por la
escuela.
En esta institución educativa los docentes y las familias se comunican
mayormente a través de las reuniones de padres, también utilizan pero en
menor medida las entrevistas personales, llamadas telefónicas y el cuaderno
de comunicaciones. De esta manera se evidencia que sólo se utilizan los
canales de comunicación tradicionales, no aprovechándose la tecnología
disponible en la actualidad, que posibilita interacciones virtuales que permiten
una comunicación más ágil y continua.
Debemos resaltar que, si bien existe predisposición de los docentes hacia
el establecimiento de vínculos con las familias, las actividades pedagógicas
que se desarrollan en la escuela para fortalecer la comunicación entre
docentes y familias resultan insuficientes, es decir la escuela debe afrontar el
desafío de optimizar esos vínculos.
Asimismo resulta significativo mencionar que las familias son conscientes de
la importancia de mantener un vínculo constante y construir buenas relaciones
con los profesores, y sostienen que esto influye para que las mismas participen
en las actividades escolares. Es decir las familias reconocen que el
establecimiento de canales de comunicación efectivos es un factor
imprescindible para lograr su participación en la institución educativa.
De igual manera, las familias perciben que la comunicación con los docentes
no es suficiente, considerando a esta variable como fundamental para
mantener una alianza efectiva escuela -familia.
Asimismo, los docentes también consideran que es necesario mejorar la
relación de comunicación con las familias, lo cual a su vez generaría una
interacción permanente, que permitiría reducir la ausencia de compromiso
social de parte de las familias de los alumnos, ya que éstas delegan en la
67
escuela, cada vez más, parte de sus responsabilidades y no se involucran
suficientemente en las actividades escolares.
Respecto a las posibilidades de participación, pudimos constatar que la
escuela ofrece diversas oportunidades, dado que organiza diferentes tipos de
eventos escolares, tales como bingos, obras de teatro y eventos deportivos. Es
decir, la escuela organiza actividades y/o eventos para que las familias tengan
la posibilidad de participar, sin embargo éstas asisten con mayor frecuencia a
las reuniones de padres, de manera que el mayor porcentaje de ausencias se
registra en los eventos extraescolares.
Para lograr una participación efectiva y auténtica de las familias, resulta
necesario que la escuela brinde mayor información, de manera que las
personas que deseen involucrarse en los eventos escolares cuenten con los
conocimientos necesarios para lograr dicha participación.
Podemos corroborar que el nivel de participación de las familias en las
actividades escolares es bajo, ya que sólo el15% de las mismas asiste siempre
a los eventos escolares, un 30% se involucra frecuentemente y el 55% restante
interviene rara vez.
En cuánto a las causas que impiden su participación, prevalecen la falta de
información, al no contar con medios de comunicación eficaces, y limitaciones
con respecto al tiempo disponible que tienen las familias.
Para finalizar consideramos que la escuela debe fomentar el hábito de la
comunicación para favorecer una estructura participativa.
Por todo lo expuesto validamos nuestra hipótesis, dado que pudimos
verificar que los canales de comunicación utilizados por la Escuela de
Educación Técnica Nº 650 de la ciudad de Arroyo Seco, durante el período
2011, no generaron la participación significativa y auténtica de las familias,
infiriéndose bajo compromiso con el sector educativo.
68
RECOMENDACIONES
La comunicación es de vital importancia dado que brinda la posibilidad a
todos los actores del proceso educativo a compartir, entenderse y respetarse
unos con otros, es una herramienta clave para incentivar la participación, pero
no debemos olvidar que para lograr esto se debe poner en práctica una
escucha activa, con esta habilidad se muestra a la otra persona que su
mensaje es entendido y comprendido.
Si los docentes tienen en cuenta lo antes expuesto, les resultará más fácil
integrar o motivar a las familias a participar en las actividades educativas.
Si bien pudimos verificar que las relaciones entre docentes y familias gozan
de buena salud, ya que las familias consideran a los docentes como
profesionales que los hacen sentir cómodos, que posibilitan la expresión de
ideas, que les permiten tener confianza con ellos, que son accesibles y con los
que no suelen tener dificultades o conflictos; es necesario que la escuela sepa
canalizar la predisposición de los docentes para acercar a las familias a su
contexto.
En este sentido, la escuela debe plantearse el aprovechamiento de las
tecnologías de la información y la comunicación para establecer y mantener
vínculos continuos con las familias, salvando los obstáculos de la vida laboral y
facilitando de esta manera el acceso a más información sobre las posibilidades
de participación en las actividades escolares.
Con el interés de mejorar la participación de las familias en las actividades
escolares, existe la necesidad de propiciar un clima de acercamiento y motivar
a ese grupo importante de la Comunidad Educativa a involucrarse y adquirir el
compromiso decidido de participación en las actividades y proyectos que la
institución educativa promueva en beneficio de los estudiantes.
Con relación a las medidas a tomar para incrementar dicha participación,
creemos que los responsables de organizar e impulsar medidas que mejoren la
actual situación son el personal directivo y docente. No obstante, lograr dicha
participación requiere de tiempo y esfuerzo, que también debemos entender
como un proceso de aprendizaje, que debe llevarse a cabo con paciencia, dado
69
que la educación es una responsabilidad compartida por toda la comunidad
educativa.
Los Administradores Educativos deben proponer y gestionar políticas de
acercamiento y de convivencia familiar para lograr la mayor participación
posible de los dos grupos de actores que intervienen en la educación integral
de los alumnos: Docentes y Familias.
Ambas instituciones deben apoyarse mutuamente, verse como aliados pues,
el desafío y trabajo en común es: la educación de sus hijos, los alumnos. Por
ello resulta necesario enfocar el trabajo en crear un ambiente basado en una
comunicación efectiva y positiva, de esta manera también puede propiciarse
una comunicación informal que complemente a la formal.
Una de las estrategias viables para solucionar el problema de la falta de
comunicación constante con las familias es la implementación del correo
electrónico y además diseñar una página web donde la institución educativa
publique notas, comentarios y avisos para que las familias estén informadas.
Asimismo consideramos productivo abrir espacios para atender inquietudes
o propuestas de las familias de los alumnos/as, por ejemplo uno o dos días al
mes, consultándoles previamente sus disponibilidades para fijar el día y
horario.
También consideramos de sumo interés planificar actividades integradoras
entre docentes y familias, que permita fortalecer el vínculo entre ambas.
Es inminente sensibilizar a la familia respecto a la necesidad de su
participación y fundamentalmente informar sobre cómo hacerlo, a través de
canales de comunicación efectivos.
Cuando se produce un vínculo afectivo positivo entre profesores y familias,
se favorece un conocimiento mutuo más profundo, que genera lazos entre
ambos, los que van a favorecer una comunicación más libre y auténtica.
También debemos tener en cuenta que a pesar de que exista una buena
relación entre ambos, es normal que a veces se planteen algunos
desacuerdos, por eso si se tiene que plantear un desacuerdo a un profesor,
hay que tener presente al plantearlo que el “cómo” se dicen las cosas es tan
importante como “lo” que se dice.
Mantener una buena relación con el colegio, supone de los padres una
actitud cooperadora; esto no quiere decir que tiene que estar presentes en el
70
colegio todo el tiempo, pero si supone que ambos padres asistan en lo posible,
cada vez que son citados, ya sea a reuniones de apoderados o a entrevistas
personales. A pesar que muchas veces los padres tienen problemas para
asistir, es importante que envíen un mensaje o una explicación para justificar
su inasistencia. En este sentido es fundamental que las ausencias de los
padres sean percibidas por los profesores como causadas por obstáculos
reales y no como falta de interés.
El paso por la escuela es para cada alumno/a diferente, pero sin duda para
todos ellos su vida escolar constituye una larga y marcadora experiencia que
tendrá una influencia decisiva en la construcción de su proyecto personal. En
este recorrido juegan una influencia decisiva la escuela y la familia; se puede
decir entonces que la educación de un niño es un desafío conjunto para ambas
instituciones.
Es importante que la familia sea no sólo conocedora, sino partícipe en
actividades del proyecto educativo; de esta manera, el niño percibirá el
compromiso que significa la participación de sus padres con la tarea educativa
y se sentirá acompañado por ellos en sus experiencias escolares. La
participación de la familia en la escuela es un tema de gran relevancia para los
logros educacionales de los estudiantes y no siempre fácil de lograr,
especialmente en aquellos casos en que existen problemas de conducta y/o
rendimiento escolar.
Todo programa o proyecto educativo que se desee implementar de manera
exitosa y que tenga entre sus propósitos cubrir las necesidades individuales
del estudiante y su incorporación como miembro participativo de su escuela y
su comunidad, requiere contar con la participación de las personas claves
envueltas en su vida, esto incluye primordialmente a la familia.
Padres y docentes comparten la responsabilidad de la educación de hijos y
alumnos, las dos partes deben relacionarse y cooperar para que la trayectoria
académica del niño se desarrolle de forma coherente y en una misma
dirección.
71
ANEXO
72
ENCUESTA DIRIGIDA A LAS FAMILIAS
Esta encuesta que le solicito contestar sólo tiene fines académicos para un estudio conducente a la elaboración de mi tesina universitaria, por lo que la información dada por Ud. es absolutamente confidencial y sus respuestas tienen el carácter de anónimas.
Es importante que lea detenidamente las preguntas y conteste con la mayor sinceridad posible, marcando con una cruz la opción que considere correcta.
1-¿Cuáles son los recursos o vías de comunicación más utilizados para contactarse con los docentes de sus hijo/a. Seleccione todas las opciones que aplique.
Personalmente A través de un sitio de redes sociales ( por ej: facebook, twitter, etc)
Por teléfono Reuniones de padres
Por cartas ó notas Contactos casuales
Por correo electrónico (e-mail) Entrevistas puntuales
Por mensaje de texto Otro especifique,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
2-¿Considera que es importante mantener una comunicación periódica, reciproca y significativa con los docentes de su hijo/a?
Siempre A veces Nunca
3-¿Existe accesibilidad y disposición de los profesores hacia la comunicación?
Siempre A veces Nunca
4-¿Cuándo usted acude a la institución: ¿se le atiende y orienta en forma inmediata acerca de la información que solicita o en la problemática que observa?
Siempre A veces Nunca
5-La escuela: ¿ ofrece un ambiente de atractivo, confiable y la posibilidad de expresar libremente sus ideas?
Siempre A veces Nunca
6-¿Cómo clasifica la comunicación con los docentes de sus hijo/a?
73
Excelente Muy Buena
Buena Regular
Mala
7-¿Le gustaría contar con actividades pedagógicas para fortalecer la comunicación con los docentes?
Si No
8-¿Considera Ud. Que establecer un vínculo constante y construir buenas relaciones con los profesores influye en forma más positiva para que la familia participe en las actividades escolares?
Siempre A veces Nunca
9-¿El establecimiento de canales de comunicación efectivos es un factor imprescindible para lograr su participación en la institución educativa?
Si No
10- Ud. Se acerca a la escuela:
Por propia iniciativa
Sólo si lo citan
Si lo citan y a veces por propia iniciativa
11-¿Cuáles son los canales de comunicación utilizados por la escuela para informarle sobre eventos y novedades importantes?. Seleccione todas las opciones que considere.
74
Teléfono Circulares
Correo Electrónico Boletines informativos
Sitios redes sociales Reuniones de padres y docentes
Canal de TV local Periódico de la localidad
Otro especifique,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
12-¿Se estimula la presencia de las familias en la escuela organizando actividades culturales que generen interés, tales como: obras de teatro, festivales, bingos, encuentros artísticos y campeonatos deportivos.
Siempre A veces Nunca
13-¿Asiste a éstos tipos de eventos escolares?. Seleccione todas las opciones que se apliquen.
Reuniones de padres y docentes Bingos
Conferencia de padres y profesores Ferias de libros
Eventos deportivos Eventos especiales (encuentros tipo conviviencia)
Obras de teatro Otro especifique,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
No asiste a ninguno de estos eventos
14- En el caso que su respuesta sea afirmativa ¿con qué frecuencia participa en los acontecimientos seleccionados en el punto anterior?
Siempre Frecuentemente Rara vez
15-¿Existen obstáculos o preocupaciones que le impiden participar más en la escuela?
Si No
16-¿Si la respuesta es Si marque la causa de su impedimento. Indique todas las opciones que considere necesarias.
75
Los docentes
Los padres de familia
No me informan sobre los eventos que tienen lugar en la escuela
No recibo la invitación con suficiente tiempo de anticipación para poder organizarme
No me siento incluído por parte de:
Obstáculos de tiempo (no estoy disponible durante el horario escolar)
No existe un ambiente de confianza para opinar y participar
17- Mencione comentarios o sugerencia sobre cómo la escuela puede crear mejores conexiones con la familia.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………...............................................................................................................................................................................................................................................................
76
ENCUESTA DIRIGIDA A PROFESORES
Esta encuesta que le solicito contestar sólo tiene fines académicos para un estudio conducente a la elaboración de mi tesina universitaria, por lo que la información dada por Ud. es absolutamente confidencial y sus respuestas tienen el carácter de anónimas.
Es importante que lea detenidamente las preguntas y conteste con la mayor sinceridad posible, marcando con una cruz la opción que considere correcta.
1-¿Cuáles son los procedimientos habituales que usted como docente utiliza para comunicarse con las familias de los alumnos?
Cuaderno de comunicaciones Reuniones de padres
Entrevista o cita personal Llamada telefónica
E-mail Por mensajes de texto
Otros, identifíquelo,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
2-La comunicación se produce por:
Convocatoria del docente Demanda de la familia
3- Los contactos que mantiene con las familias mayormente son:
Formales (ej: entrevistas, llamadas telefónicas)
Informales (ej: cuando los padres acompañan a los hijos a la escuela)
4-¿La escuela tiene un sitio web y lo utiliza en forma regular para notificar a los padres sobre los próximos eventos?
Si No
5-La comunicación con la familia es:
Frecuente Regular Esporádica
6-¿Los canales de comunicación establecidos por la escuela son adecuados y/o suficientes para que las familias estén informadas sobre las acontecimientos que se realizan en la misma?
Siempre A veces Nunca
77
7-¿Existe una comunicación respetuosa entre padres y docentes donde prevalece la tendencia a escucharse y valorarse mutuamente?
Siempre Casi siempre Nunca
8-¿Existe un vínculo afectivo entre padres y profesores para favorecer un clima de confianza que permita generar una comunicación más libre y auténtica?
Siempre A veces Nunca
9-¿La familia delega en la escuela, cada vez más, parte de sus responsabilidades, ya que no se involucra suficientemente en las actividades escolares?
Totalmente de acuerdo
Parcialmente de acuerdo
En desacuerdo
10-¿Se observa ausencia de compromiso social de parte de la familias de los alumnos?
Siempre A veces Nunca
11-¿Las familias de los alumnos valoran la importancia de participar en las actividades culturales que organiza la escuela (ej.: obras de teatro, campeonatos deportivos, etc.)
Siempre A veces Nunca
12-¿Considera que los padres tiene actitudes invasivas y sentimientos de rivalidad que impiden una participación auténtica?.
Siempre A veces Nunca
13-¿Las familias de los alumnos asisten a las actividades programadas por la escuela para ellos?
Siempre A veces Nunca
78
14- ¿Las actividades que se organizan en el establecimiento para que las familias participen son suficientes?
Si No
15-¿Cuál es el grado de colaboración de las familias en las actividades que organiza la escuela?
Notable o sastisfactorias Suficiente Insuficiente Inexistente
16-¿En qué aspectos considera que es más importante la participación de los padres.
Comision de padres
Proyectos aúlicos (seguimiento del rendimiento académico)
Proyectos institucionales (recreativos, preventivos)
17-¿Indicar las causas por las cuales la familia no tiene una participación efectiva en la escuela; (marque todas las opciones que considere pertinentes ).
Existen padres que consideran que las reuniones con el profesor son una molestia y no aportan nada
Inhibición: muchos padres no quieren colaborar porque no les incumben los temas escolares
Incapacidad e inseguridad; algunos de los padres que no colaboran es porque creen que no tienen una
preparación adecuada para hacerlo
Ignorancia: algunos padres no saben en qué pueden colaborar
Falta de tiempo: muchos padres no pueden colaborar porque sus ocupaciones se lo impiden
Indiferencia o desinterés
Los canales de comunicación utilizados no son suficientes y/o efectivos
18- Realizar un comentario respecto de cómo la comunicación entre docentes y familias incide en la participación de éstas en las actividades y eventos escolares
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
79
80
BIBILIOGRAFIA CITADA:
Pulpeiro, Silvia (1999). Comunicación y colaboración entre docentes y padres.
Buenos Aires: Novedades Educativas.
Mancini, Pablo (2009). Escuela y familia relaciones recíprocas. Recuperado el
26 de mayo de 2011, del sitio web:
http://portal.educ.ar/debates/eid/serdocenteshoy.
Frigerio, Graciela, Poggi, Margarita y Tiramonti, Guillermina. (1995). La
Instituciones Educativas. Cara y Ceca. Elementos para su comprensión. 5ta ed.,
Buenos.Aires: Edit. Troquel.
Cicalese, Gabriela R. (2000). Teoría de la comunicación. Herramientas para
descifrar la comunicación humana. 5ta ed., Buenos. Aires: Edit. Stella.
Watzlawick Paul, Bavelas Janet Beavin, y Jackson D.D. (1997). Teoría de la
Comunicación Humana: Interacciones, patologías y paradojas. 11ma ed.,
Barcelona: Edit. Herder.
Freire, Paulo. (2009). La Educación como práctica de la libertad. 1ra ed.,
Buenos. Aires:Edit. Siglo XXI.
Oraizón, Mercedes y Pérez, Ana Maria. (2006). Escuela y Participación: el
difícil camino de la construcción de ciudadania. Revista Ibero-Americana de
Educación Nº 42.
García Roca, Joaquín. (2007).Educación para la ciudadanía. Barcelona:
Cristianismo y Justicia.
Martínez, Emilia y Fuster, Javier. (1995). Arquitectura de una relación familia-
escuela. Revista Aula. De Innovación Educativa, Nº 15.
Schmelkes, Sylvia. (1995). Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas.
Washington: Colección Interamer. Serie Educativa Nº 32.
81
Pérez Díaz, Víctor; Rodríguez, Juan Carlos y Sánchez Ferrer Leonardo. (2001).
La familia española ante la educación de sus hijos. Barcelona: Fundación La
Caixa.
Bolívar, Antonio. (2006). Familia y escuela: dos mundos llamados a trabajar en
común. Revista de Educación. Asesoramiento y apoyo comunitario para la
mejora de la educación, Nº 339.
Escudero, Juan Manuel. (2005). Valores institucionales de la escuela pública:
ideales que hay que precisar y políticas a realizar. Barcelona: Octaedro.
Hargreaves, Andy. (2003). Replantear el cambio educativo: un enfoque
renovador. Buenos Aires: Amorrortu.
Escámez Sánchez, Juan; García, López Rafaela; Pérez Pérez, Cruz y Llopis,
Antonio. (2007). El aprendizaje de valores y actitudes. Teoría y práctica.
Barcelona: Octaedro.
Colom Cañellas, Antonio J. y Rincón Verdera Juan C. (2007). Educación,
república y nueva ciudadanía. Valencia: Tirant lo Blanch.
Ortega José y Gasset. (2001). Ideas y creencias. Madrid: Alianza.
Albaladejo, Marta. (2010). Cómo decirlo. Entrevistas eficaces en el ámbito educativo. Barcelona: Graó.
Quallbrunn, Silvina y Saint Amant, Moira. (2011). Comunicación familia-escuela. Hagamos un trato. Buenos Aires: Novedades Educativas.
82
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
BIBLIOTECA DEL MAESTRO, página de internet del Ministerio de Educación
de la Nación. http://www.bnm.me.gov.ar
Dei, Daniel (2006). La tesis: Cómo orientarse en su elaboración. 2ª ed., Buenos
Aires: Prometeo Libros.
Forest, Claire y Bacete García, Juan Francisco. Comunicación cooperativa entre la familia y la escuela. Valencia: Nau Llibres.
Freire, Paulo. (2002). Educación y Cambio. 1ra ed., Buenos Aires: Edit.
Galerna.
Labake, Julio César (1996). La participación de los padres en la escuela.
Buenos Aires: Bonum.
Parejo, José. (1995). Comunicación no verbal y educación: el cuerpo y la escuela. Barcelona: Paidós.
Sabino, Carlos. Cómo hacer una tesis (1998). Buenos Aires: Lumen/
Hvmanitas.
Scavone, Graciela María (2006). Cómo se escribe una tesis. 1ªed., Buenos
Aires: La Ley.
Serge, Honoré (1998). Los padres y la escuela. Cómo colaborar. Buenos Aires:
Huemul.
Sitios Web: EDUC., Portal Educativo del Estado Argentino, http://www.edu.ar/
83