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Autor: AMADO Anabel Dolores, LE FEUVRE Ernestina María Luisa, MARTINEZ HERRERA Lorena Beatriz, SÁNCHEZ Sandra Liliana.
Institución: Instituto de Formación Docente Continua.
Provincia: Luis Beltrán, Río Negro.
“UNA LUZ EN EL CRUCERO. Entre el recuerdo de Malvinas y el olvido del Belgrano”
INTRODUCCIÓN
En el desarrollo de este trabajo, se identificarán los significados de Malvinas en los
80’ y en la actualidad, sentidos que suelen confrontar en todos los ámbitos del análisis - lo
objetivo/ lo subjetivo, la “historia oficial” / la historia testimonial y, las generalizaciones /
las particularidades- . Federico Lorenz1, en su libro, Las Guerras por Malvinas, deja
planteado desde el titulo y a lo largo de la obra, los significados de la misma para los
diferentes sectores sociales: implicaba la posibilidad de recuperar las calles, volver a hacer
política, hacer república a través del reencuentro entre los dictadores y el pueblo, el
surgimiento de una nueva generación de militantes y, fundamentalmente, la lucha contra
el imperialismo. Agregamos que el conflicto también fue percibido de distinta manera: por
cada una de las Fuerzas que componían la Junta Militar, dentro de cada Fuerza en los
distintos niveles jerárquicos, para las personas que se encontraban exiliadas quienes
tampoco pudieron construir una visión homogénea y, las tensiones dentro de la sociedad
civil por el significado de la “nación”. Las representaciones sociales posteriores al
conflicto, también “combaten” en el campo simbólico; ¿Cómo nombrar a quienes
intervinieron en la guerra?: héroes - víctimas, chicos de la guerra – locos de la guerra,
excombatientes – veteranos, desaparecidos. Al interior de cada una de estas categorías se
percibe complejidad y controversialidad: por ejemplo, los militares de alto rango y los
1 LORENZ, Federico: “Las guerras por Malvinas”. Buenos Aires. Edhasa. 2006.
conscriptos son todos ¿héroes?, son todos ¿víctimas? ¿Cómo calificar a la Guerra /
ocupación / recuperación?: justa, absurda, limpia, popular, nacional, antiimperialista. En el
fondo, la cuestión que se planteó y se plantea aún, es cómo concebir a la “nación” y cómo
defenderla: unos, omiten la presencia de los torturadores por encima de la ofensiva
imperialista anglo-norteamericana; otros, reclaman la identificación del “verdadero”
enemigo cuando plantean la primacía de la soberanía real de los cuerpos (interna) por
sobre un reclamo de soberanía territorial (externa).
“Una luz en el Crucero” intenta rescatar del olvido, al único sobreviviente del
hundimiento del Crucero General Belgrano perteneciente a la zona del Valle Medio del Río
Negro, en el marco del recuerdo sobre Malvinas. Una particularidad es, que a diferencia de
otros lugares, Jorge Gil2 recibió el reconocimiento de un funcionario público durante el
gobierno de la Junta Militar y, en el período democrático, se cristaliza este “gesto” en una
plaza que lleva el nombre del Crucero y una calle con el nombre del sobreviviente en
Choele Choel. Así, a partir del testimonio de Gil, se vislumbrará el lugar que ocupa el
sobreviviente dentro de la sociedad en el momento del conflicto, posterior al mismo y
desde el presente. El testimonio de Espeche, intendente de la localidad desde 1977 hasta
1983, referirá sobre los combatientes, la Guerra, la movilización y asentamiento de
tropas. Con la lectura de los materiales bibliográficos, diarios y consulta a páginas web, se
pretende confrontar lo testimonial con las visiones académicas y periodísticas.
En el capitulo I, se analizan los procesos que estaban atravesando las partes
integrantes del conflicto y, una breve reseña de las intencionalidades de éstas y de los
Organismos Internacionales. El capítulo II, refiere al contexto nacional que da cuenta de la
tensión de algunos conceptos claves para la comprensión de este periodo de la historia
argentina. Además, se sitúa a la Guerra de Malvinas como un hecho que se desprende del
2 Sobreviviente del Hundimiento del Crucero General Belgrano que testimonia en esta monografía.
Proceso de Reorganización Nacional. En el capítulo III, la Guerra de Malvinas, se destacan
los acontecimientos y aspectos salientes, se transfiere un marco teórico para el análisis de
los aislamientos durante y posteriores al conflicto. El capítulo IV está destinado a nuestro
recorte temático, el Hundimiento del Crucero General Belgrano, como punto de inflexión
en el desarrollo de la guerra y como lugar donde los testimonios, apoyados en sus vivencias,
se destacan e interpelan los marcos teóricos y jurídicos, los artículos periodísticos
regionales y documentos (ordenanzas) municipales; elementos que suplen la falta de
información acerca de este hecho en la bibliografía escolar y en las publicaciones
académicas recientes.
CONTEXTO INTERNACIONAL
“No se hace impunemente una guerra con cualquier política, decimos, y el deseo del
triunfo militar estaba minado desde dentro: no podían hacer nada sin el lazo de amor
que los ligaba a los Estados Unidos, y no a la nación. Cuando les falla Estados Unidos: se
van a pedir, mendigando, ayuda a quienes antes despreciaban, atacaban y humillaban, a
Cuba, a las amantes despechadas, países de América, a Nicaragua, al Tercer Mundo:
pensaron hasta en la URSS. Que estos países políticamente les respondieran que sí, por
razones que aparecen inscriptas en el campo del enfrentamiento contra los Estados
Unidos, nos parece coherente y necesario. Y también solo hasta cierto punto.”3 León
Rozitchner
Consideramos necesario comenzar con el contexto internacional, en el que se
inscribe la Guerra de Malvinas, como una manera de visualizar qué procesos estaban
atravesando los Estados beligerantes: Argentina y Gran Bretaña. Así también, Estados
Unidos como principal potencia del Bloque Occidental, los Organismos y Tratados
Internacionales (Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN4, Organización de
3 ROZITCHNER, León: “Malvinas: De la guerra sucia a la guerra limpia. Un punto ciego de la crítica política.” 1° edición. Buenos Aires. Losada. 2005. pp. 112. 4 Ver Glosario- Anexo I. 1
Estados Americanos –OEA5 y el Tratado Interamericano de Ayuda Recíproca -TIAR6) y el
Grupo de los No Alineados.
En el escenario de la Guerra Fría (1945-1991) existía una tensión entre Oriente y
Occidente, en la que sin desatarse una guerra abierta, ambos bloques querían adquirir
mayor influencia sobre el resto del mundo sin perder la que ya tenían. (Hobsbawm, 1997)7
Dentro de este contexto global, Gran Bretaña se encontraba a principios de 1980,
enfrentando particulares problemas que culminaban un largo proceso de reducción de
influencia mundial y contracción de poder hacia el área de Europa occidental. La política
de la Primera Ministra, Margaret Thatcher, se sustentaba sobre dos pilares: la economía y
la defensa que demostraron graves síntomas de resquebrajamiento. (Gamba, 1984)8 El
nacimiento de una nueva fuerza política en Londres y el debilitamiento del Partido
Laborista, indicaba un camino de repartición del orden político tradicional.
La funcionaria apeló a la revalorización del área de las Islas Malvinas, con el objeto
de manipular a la opinión pública de Gran Bretaña y al gobierno inglés, buscando una
justificación moral para colocar una base militar en el Atlántico Sur. En palabras de
Terragno, “El gobierno de Margaret Thatcher – para arrastrar la nación a una guerra- debió
sostener que la Argentina había sojuzgado a una población británica.”9
Otra estrategia fue recurrir a Estados Unidos, para persuadir al resto de los
miembros de la OTAN, a apoyar su decisión. La intención de Gran Bretaña de ofrecer a la
OTAN las Islas Malvinas se debe a dos razones: por el costo económico y por el costo
político que significaba para este gobierno mantenerse allí. En cuanto al Organismo, el
único interés de posicionarse en el Atlántico Sur podría llegar a ser, el de proteger la ruta
5 Ver Glosario. Anexo I. 1 6 Ver Glosario. Anexo I. 1 7 HOBSBAWM, Eric: “Historia del Siglo XX”. Barcelona. Crítica. 1997. 8 GAMBA, Virginia: “El peón de la reina”. 2° edición. Buenos Aires. Sudamericana. 1984. 9 TERRAGNO, Rodolfo: “Falklands.” 1° edición. Buenos Aires. Ediciones de la Flor. 2002. pp. 16.
del Cabo, asentarse en las islas Malvinas y defender / controlar el Estrecho de Drake.
(Matassi10, 1994, Gamba, 1984)
Estados Unidos, se mantuvo neutral ante los sucesivos reclamos de diferentes
gobiernos argentinos sobre la soberanía en las Islas. Este país nunca tomó con seriedad la
importancia que tenía el tema Malvinas, para la Nación argentina. Tal como expresa
Guber, “la continuidad de Malvinas como una causa nacional emblemática de los
argentinos, mostraba una lógica contrastante con la discontinuidad política”11 A propósito
Terragno dice: “para nosotros decir Malvinas fue siempre un modo de afirmar nuestros
derechos”12. La preocupación norteamericana era la posibilidad de una fuerte reacción
anticolonialista o antiimperialista en Latinoamérica y que la URSS utilizara este conflicto
para hacer pié en su zona de influencia. (Lanata, J. 2003)13
La Guerra de Malvinas plantearía una confrontación entre dos áreas de defensa
internacional la OTAN y el TIAR; colocando en una encrucijada a Estados Unidos por ser
parte de ambos y tener que elegir a quién deberle lealtad. La OEA reconoció la soberanía
de Argentina en las Islas en diversas oportunidades.
A nivel regional el diario de mayor tirada “Rio Negro”14, reflejó esta situación:
En un primer momento las noticias sostienen una actitud aparentemente neutral por parte
de Estados Unidos, y así se observa en una nota publicada el 16 de abril: “Galtieri y Reagan
en un diálogo telefónico.”15 Reagan: “... pidió prudencia y flexibilidad a todas las partes
(involucradas) en los próximos días. Con ello, dijo, seremos capaces de superar esto juntos.
Todavía tenemos camino por recorrer, agregó, pero tiene la esperanza de que podamos
10 MATASSI, Pío: “Probando en Combate”. 1° Edición. Buenos Aires. Biblioteca Nacional de Aeronáutica. 1994. 11 GUBER, Rosana: “Por qué Malvinas?. De la causa nacional a la guerra absurda” 1° Edición. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 2001. 12 TERRAGNO, Rodolfo: op.cit. pp. 275 13 LANATA, Jorge: “Argentinos. Siglo XX. Desde Yrigoyen hasta la caída de De La Rúa”. Tomo II. Buenos Aires. Ediciones B. 2003. 14 DIARIO RIO NEGRO. Fundado en 1912. General Roca. Río Negro. 15 DIARIO RÍO NEGRO: Viernes 16 de Abril de 1982. Nacionales. pp. 15. Ver Anexo I.4.
encontrar una solución justa y pacífica a esta grave situación.”16 Con el correr de los días
se aprecia un cambio radical de actitud: Reagan decide ponerle fin a la misión mediadora y
aplicar sanciones a Argentina, lo que provocara el cuestionamiento de este país, que “
respondió duramente ayer a la actitud de Estados Unidos de dar por finalizada la misión de
paz del secretario de estado Alexander Haig, y la calificó de ‘injustificada e intempestiva’”
y “agregó que la resolución importa ’un desconocimiento de la Resolución17 recientemente
adoptada por los cancilleres americanos celebrada en Washington, para considerar la
aplicación del TIAR, del que Estados Unidos es parte”. 18Las fricciones entre ambos
gobiernos aumentan. En una nota del 28 de mayo titulada: “Costa Méndez fustigó
severamente a los Estados Unidos en la OEA”19 quien le recuerda a Haig que “... si los
Estados Unidos tienen alianzas militares con Gran Bretaña (en la OTAN) también las tienen
con América Latina (en el Pacto de Río). ‘lo que correspondía era haber reconocido ese
conflicto y adoptado una decorosa neutralidad’ ”. En otro artículo publicado el mismo día
se hace mención a los suministros armamentísticos proporcionados por Norteamérica a
Inglaterra.20 De esta manera se pone sobre el tapete la encrucijada en la que se hallaba
Estados Unidos..
Otro aspecto controversial, que hace al panorama internacional y a las relaciones
entre los Estados, es la conocida Resolución 502, sancionada por el Consejo de Seguridad de
la Organización de las Naciones Unidas - ONU21, el 25 de Abril de 198222, la que se sintetiza
en tres puntos: 1. Cese de las hostilidades. 2. Retiro de las tropas argentinas. 3.
Negociación. Este último punto fue siempre respetado por la Argentina, mientras que
Inglaterra transgredió la cuestión del cese de hostilidades. (Gamba, 1984)
16 Nota: Coincidente con el planteo de LANATA, Jorge: op.cit. 2003 17 Nota: Haciendo referencia a la Resolución 502 que se explicará más adelante. 18 DIARIO RÍO NEGRO: Sábado 1º de mayo de 1982. Nacionales. pp. 12 y 13. Ver Anexo I.4. 19 DIARIO RÍO NEGRO: Viernes 28 de mayo de 1982. Nacionales. pp. 14 y 15. Ver Anexo I.4. 20 DIARIO RÍO NEGRO: Viernes 28 de mayo de 1982. Nacionales. pp. 12. Ver Anexo I.4. 21 Ver Glosario. Anexo I. 1. 22 TERRAGNO, Rodolfo: op.cit. pp. 291.
El día 16 de mayo, el diario publica en su tapa: “Galtieri: ‘la Argentina, en la
medida de lo posible, ha flexibilizado su posición”; y “mientras continúan las gestiones de
la diplomacia, se produjeron nuevos ataques de las fuerzas británicas a las Malvinas”23.
Asimismo en el desarrollo de la nota, el presidente sostiene: “....el gobierno tiene vocación
de diálogo y de llegar a un acuerdo con Gran Bretaña, para solucionar este tema en forma
pacifica y sin derramamiento de sangre”. Con todo esto, se intenta poner claramente de
manifiesto que es Inglaterra quien parece transgredir siempre la Resolución 502.
“En la 5° Conferencia de Jefes de Estado o de Gobierno de los Países No Alineados
celebrada en Colombo del 16 al 19 de Agosto de 1976”24 se manifiesta, en un Informe, el
reconocimiento del pedido de soberanía territorial por parte de Argentina, el
aceleramiento de las negociaciones con Gran Bretaña y, que ambas partes se abstengan de
adoptar decisiones unilaterales.
Todas estas referencias históricas dan cuenta de diferentes momentos del conflicto,
algunos son anteriores, otros, posteriores. Lo que necesitamos enfatizar es que durante el
conflicto tanto el Grupo de los No Alineados, la mediación de Perú y la llegada del Papa
Juan Pablo II a la Argentina; ponen de manifiesto la crucial importancia de este hecho.
CONTEXTO NACIONAL
Una de las dimensiones a partir de las cuales podemos analizar la historia argentina
es la violencia que frecuentemente se asocia con la guerra, el Estado y la política; es
pertinente, a los fines de este trabajo, crear un sistema de relaciones entre los conceptos.
23 DIARIO RÍO NEGRO: Sábado 16 de mayo de 1982. Nacionales. pp. 14. Ver Anexo I.4. 24 GAMBA, Virginia: op. cit. pp. 59-60.
En el libro, La sangre derramada de José Pablo Feinmann25, se evidencia un debate
entre la relación guerra y política. El autor, cita la definición de Clausewitz: “la guerra es
la política por otros medios, o sea que, no habría una ruptura entre política y guerra.”.
Feinmann refuta esta idea: “la guerra no es la continuidad de la política por otros medios
sino que es, el fracaso de la política, es su desaparición, como para decirlo más
claramente, la guerra es la sustitución de la política por la barbarie, por el crimen, por la
justificación de la inhumanidad.”
Si se acepta la definición de estado weberiana26, que hace referencia al monopolio
de la violencia física legítima en el marco de una dominación legal; resta explicar cuál es la
relación entre este tipo de organización política y su vinculación con el derecho, en el
contexto de un gobierno de facto. Quiroga27 caracteriza “a la dictadura militar de 1976
como una dictadura institucional, impersonal, del conjunto de las Fuerzas Armadas, que
procuraba evitar la personalización del poder a través de un sistema de normas que
establecía un cuerpo colegiado (Junta Militar) como órgano supremo del Estado, y un
órgano impersonal (el Presidente de la Nación) como ejecutor de las grandes políticas
trazadas por el poder supremo”. El autor, al tratar de diferenciar la Dictadura de 1976
como una dictadura personalista, se acerca a la definición de “dictadura soberana” de Carl
Schmitt, para poder confrontarla y buscar sus semejanzas con este período histórico.
Asimismo, Agamben, también discute con Schmitt quien intenta articular el “estado de
excepción” y orden jurídico; para Agamben esto resulta “una articulación paradójica,
porque aquello que debe ser inscripto en el derecho es algo esencialmente exterior a él,
esto es, nada menos que la suspensión del propio orden jurídico.”28 Entonces, este autor
25 FEINMANN, José Pablo: “La sangre derramada. Ensayo sobre la violencia política.” 2° edición. Buenos Aires. Seix Barral. 2005. pp. 41 -42. 26 WEBER, Max: “Economía y sociedad”. México D.F. Fondo de Cultura Económica.1994 27 QUIROGA, Hugo: “El tiempo del proceso: conflictos y coincidencias entre políticos y militares: 1976-1983.” 1° edición. Rosario. Homo Sapiens; Fundación Ross. 2004. pp. 15. 28 AGAMBEN, Giorgio: “Estado de excepción.” 1° edición. Buenos Aires. Adriana Hidalgo. 2004. pp. 72-73.
define al estado de excepción: “no es una dictadura (constitucional o inconstitucional,
comisarial o soberana), sino un espacio vacío de derecho, una zona de anomia en la cual
todas las determinaciones jurídicas – y, sobre todo, la distinción misma entre público y
privado- son desactivadas.”29 Todos los actos cometidos durante la vigencia de este estado,
se sitúan, con respecto al derecho, en un no-lugar. Otro interlocutor, éste contemporáneo
a Schmitt, es Walter Benjamin, y los convoca el tema de la relación entre violencia y
derecho. “Al gesto de Schmitt, que intenta a cada paso reinscribir la violencia en un
contexto jurídico, Benjamin responde buscando en cada ocasión asegurarle a ésta – como
violencia pura – una existencia por fuera del derecho.”30
Pilar Calveiro31 identifica el momento de mayor violencia política argentina a los
años del llamado Proceso de Reorganización Nacional. Las etapas del régimen militar, según
la periodización de Quiroga32, son cuatro: Videla (1976-1981), Viola (1981-1981), Galtieri
(1981-1982) y Bignone (1982-1983). Éstas, están atravesadas por cuatro grandes momentos
esquematizados en base a otros fundamentos que indican el origen, el desarrollo y
terminación del proceso militar: Legitimación (1976-1977), deslegitimación (1978-1979),
agotamiento (1980-1981-1982) y descomposición (1982-1983).
La Junta Militar al momento de la toma del poder, el 24 de marzo de 1976,
pretendía legitimar su intervención en el escenario político. La lucha contra la “subversión”
se logró durante los primeros años del Proceso mediante la desaparición de miles de
personas. Su justificación era restablecer la seguridad y el orden, mediante decisiones
políticas que lo garanticen. Con esta estrategia se cubrió el vacío de poder arrancado a los
representantes de los partidos políticos. La Dictadura Militar aspiraba a ser estable y
responder a un objetivo económico, buscando consenso con los sectores más conservadores.
29 AGAMBEN, Giorgio: op. cit. pp. 99 -100. 30 AGAMBEN, Giorgio: op. cit. pp. 114. 31 CALVEIRO, Pilar: “Política y/o Violencia. Una aproximación a la guerrilla de los años 70.” 1° edición. Buenos Aires. Grupo Editorial Norma. 2005. 32 QUIROGA, Hugo: op.cit. pp. 55.
Este periodo generó el fenómeno de la“plata dulce” y causó una situación económica
inestable para el resto de la sociedad: inflación, aumento del desempleo, desintegración de
la industria nacional.
Durante el interinato de Viola y su ministro Lorenzo Sigaut en 1981, se aplicaron
sucesivas devaluaciones del peso que no hicieron más que aumentar el descontento entre
los sectores populares. También hubo una luz de apertura política que fue rápidamente
abortada por el sector duro de las Fuerzas Armadas representado por Leopoldo Fortunato
Galtieri (Agotamiento), quién buscó rearmar el régimen autoritario mediante la toma de
Malvinas, afianzar su gobierno, el poder de la Junta Militar y recobrar la confianza perdida
de la sociedad durante el proceso. .(Quiroga,2004; Gamba,1983; Lorenz,2006). Quiroga
sintetiza los aspectos salientes de este período en cuatro puntos: “ Primero, nombrar a
Alemann como Ministro de Economía quien va a impulsar un Plan de Ajuste ortodoxo
apoyado en severas políticas monetarias y fiscales; Segundo, desarrollar una línea de
acercamiento a Estados Unidos donde el canciller Costa Méndez va a ser el encargado de
definir los puntos de contacto siempre desde una visión occidentalista; Tercero, formar un
nuevo partido como tercera fuerza en el mapa partidario; y por último ocupar las Malvinas
como medio de organizar el consenso social y de proveer de legitimidad, a través de la
reivindicación histórica a un régimen militar carente de otras alternativas.”33
Este intento de refundación del régimen, luego de un período de deslegitimación,
muestra cómo el Proceso, puede verse como unidad y diversidad en permanente tensión
dialéctica. Nos queda explicar ahora, cómo se opera la transición, según la expresión de
Rozitchner34, desde la “Guerra Sucia” a la “Guerra Limpia”. “Si trasladamos la categoría de
la impunidad de la llamada guerra interior a la exterior, quiere decir que los militares
argentinos cayeron en su propia trampa. Para enaltecer su cobardía y ocultarla, a la
33 QUIROGA, Hugo: op.cit. pp. 273. 34 ROZITCHNER, León: “op.cit.”
masacre interior impune y frente a un enemigo desarmado la llamaron también “guerra”. Y
con esa ilusión pasaron de la guerra “sucia” interior a la guerra “limpia” exterior.”35 Otro
término con el que se conoce esta “guerra limpia” es como “guerra absurda” que no hace
más que reflejar, siguiendo a Guber36, la prolongación de los crímenes que comenzaron en
1976. Confirmando esta hipótesis, Rozitchner demuestra en su libro que no fue una “guerra
nacional” ni una “guerra popular” porque “el pueblo argentino hubiera debido poder
optar”37 y la toma de esa decisión era la nación la que debía prepararla.
¿Cómo llegar a este punto sin definir qué es la nación? No es el objetivo de esta
monografía reseñar el debate erudito acerca de este concepto, como refiere Guber38,
creemos necesario rescatar y repensar su significado para la vida en común, para el
trabajo en las aulas, para la relación entre historia y memoria.
GUERRA DE MALVINAS: 2 de abril de 1982 – 14 de junio de 1982
Ema Cibotti propone una mirada interesante en lo que respecta a la relación entre
argentinos e ingleses: “El sentimiento antibritánico es quizá uno de los más difundidos y
enraizados en nuestra idiosincrasia, al punto que se ha hecho carne en el fútbol, nuestro
deporte más popular... El campo de juego se vuelve la arena donde la sociedad reivindica
los casi doscientos años de usurpación de las Islas Malvinas. Hemos aprendido desde nuestra
infancia que ese encono es justo y nació en 1806, cuando los criollos rechazaron a las
tropas británicas que trataban de ocupar Buenos Aires, y se desarrolló de manera
unidireccional a lo largo de la historia al compás de situaciones en las que,
invariablemente, la hostilidad entre argentinos e ingleses era la norma. La ocupación
británica de las Islas Malvinas desde 1833, potenciada por la guerra perdida en 1982, parece
justificar todo recelo hacia Inglaterra, y el reclamo nacional por las islas nutre y refuerza el
35 ROZITCHNER, León: op. cit. pp. 100. 36 GUBER, Rosana: op.cit. pp. 99 37 ROZITCHNER, León: op. cit. pp. 102. 38 GUBER, Rosana: op.cit. pp. 100
espíritu antibritánico.”39 Además, caracteriza estos períodos como de “anglofilia” y
“anglofobia”. La primera, sostenida principalmente por los sectores económicos
conservadores de la sociedad y, en la “anglofobia” la “causa Malvinas” parece ser el hilo
conductor.
Detectar la multicausalidad que lleva a la Guerra de Malvinas, sería retomar los
principales acontecimientos que se sucedieron durante los años de la Dictadura.
Sintéticamente: Se buscó superar el divorcio existente entre los que gobernaban el país y el
pueblo, y culminar con el disconformismo social, político y económico.40 Asimismo Quiroga
manifiesta: “El fracaso del proyecto económico, el desprestigio del gobierno, la débil
unidad de las fuerzas armadas y el despertar de la sociedad civil son los elementos
principales que rodean la aventura de Malvinas.”41 Otra causa fue ocultar, con una gloria
militar, el duelo que estaba siendo vivido en la sociedad argentina por los miles de
desaparecidos. El retorno a la democracia empezaba a ser demandado con mayor énfasis:
“los gritos acallados en los campos de concentración comenzaban a sentirse en las calles”,
en definitiva, la voz de los sin voz42 era cada vez más fuerte; y sumado a ello encontramos
las denuncias de los Organismos Internacionales de Derechos Humanos, a los cuales habían
acudido quienes se hallaban en el exilio.
Para esto la Junta Militar apeló a símbolos concretos: “Plaza de mayo”, como
referente único de reunión y movilización del pueblo argentino; y Malvinas, como razón
histórica de reconocimiento de soberanía nacional contra el imperialismo inglés, que
implicaba a su vez, la unidad nacional y la superación de antagonismos existentes.
39 CIBOTTI, Ema: “Queridos enemigos. De Beresford a Maradona, la verdadera historia de las relaciones entre ingleses y argentinos.” 1ª edición. Editorial Aguilar. Buenos. Aires. 2006. pp. 17-19. 40 En esta afirmación coinciden varios autores consultados: LORENZ (2006), GUBER (2001), QUIROGA (2004) 41 QUIROGA, Hugo: op. cit. pp. 292. 42 Expresión de los testimonios que forman parte de la película “Tosco: Grito de Piedra” .Jaime y Ribetti.1998.
Los antecedentes inmediatos del conflicto son la abortada Operación ALFA y DIA “D”,
esta última, consistente en desembarcar y recuperar las islas en 5 días (d +5), buscando
realizar la hazaña en una fecha patria determinada. El objetivo era: ocupar para negociar
y, presionar a Inglaterra para que acepte de hecho la soberanía sobre el territorio. Se
realizó el 2 de abril de 1982, por el grupo elite de la marina “Los Lagartos”. (Lanata, 2003;
Montes de Oca43, 2006 y Verbitsky44, 2002) La postura de Inglaterra, de asumir una guerra
abierta, quedó demostrada con la llegada del Endurance a la zona forzando la evacuación
antes que una salida diplomática.
En el desarrollo del conflicto se identifican claramente dos fases: “la primera,
predominantemente aeronaval, entre el 1° y el 20 de mayo; y la segunda,
predominantemente terrestre, entre el 21 de mayo y el 14 de junio; durante la fase
aeronaval los efectivos en tierra fuimos sometidos a un desgaste psico-físico en las húmedas
y frías trincheras esperando el desembarco británico. La fase terrestre la iniciamos
conscientes de nuestras propias limitaciones, de haber cedido totalmente la iniciativa al
enemigo y de la incapacidad de recibir apoyo del continente.”45 (Balza, 2003) Quienes
intervinieron, en su mayoría eran jóvenes de entre 18 y 20 años de edad, conscriptos
algunos con solo tres meses de instrucción, que debieron afrontar las extremas condiciones
climáticas, y la precariedad de los recursos con los que el Estado llevó adelante el
conflicto, confirmada por el Informe Oficial del Ejército Argentino. (Lorenz, 2006)46.
Balza continúa: “Nuestras fuerzas fueron eliminadas por partes: primero, nuestra
flota que se automarginó del conflicto sin siquiera intentar disputar el espacio marítimo;
segundo la fuerza aérea y la aviación naval, debido a las importantes pérdidas sufridas, a
pesar de los reconocidos éxitos iniciales y la excelente profesionalidad evidenciada; por
43 MONTES DE OCA, Ignacio: “Tierra de nadie. Los mitos sobre Malvinas”. Buenos Aires. Sudamericana. 2006. 44 VERBITSKY, Horacio: “Malvinas. La última batalla de la Tercera Guerra Mundial.” Buenos Aires. Sudamericana. 2002. 45 BALZA, Martín: “Malvinas. Gesta e incompetencia.” Buenos. Aires. Atlántida. 2003. pp. 299. 46 LORENZ, Federico op. cit pp. 94
último los efectivos terrestres del Ejército y de la Infantería de Marina, cuando el
estrangulamiento terrestre cerró definitivamente el previsible cerco total que condujo a la
inevitable rendición” 47
Si analizamos el proceso de la Guerra y su impacto, se destacan tres tipos de
aislamientos: 1°. El que aconteció entre las Fuerzas: manifestándose en la deficiente
comunicación que se mantuvo entre las Islas y el resto de la zona continental, relegando a
las fuerzas terrestres a contar, y a depender, de manera casi absoluta de sus propios
medios, a esto contribuyó, sin duda, la carencia de un control aéreo y marítimo eficaz.
(Lorenz 2006) 2°. El desarrollo de dos guerras paralelas, una real y dolorosa, de la que
participaron no sólo los soldados en las islas, sino también los habitantes del territorio
continental más cercano, la Patagonia. Otra, la que se desarrollaba bajo el manto que
tejían los medios de comunicación y el gobierno militar, caracterizada por un triunfalismo
absurdo en ciudades como Buenos Aires. (Lorenz 2006) Como el lugar en el que se sitúa
esta monografía es en la Patagonia pondremos énfasis en la primera guerra, cuya
proximidad al campo de batalla, provocaba una situación de alerta permanente que se
repetía en menos de 5 años, cuando parecía inminente una guerra con Chile por el canal de
Beagle en 1978, que a pesar de tener una salida diplomática, implicó como en el ’82
movilización y asentamiento temporal de tropas. Héctor Espeche48 desde Choele Choel,
recuerda “estaban todos los soldados allá, todos pobrecitos, me acuerdo que una noche
estaban en tratativas a nivel central con Chile y...ya listo, listo para salir.... los soldados
estaban acostados.” (…) “....así que acá, estaba toda la organización de los tanques, y los
camiones para llevarlos. Era una barbaridad el movimiento que había.”49. 3°. El que se
experimentó al interior de las tropas: La tajante división que existía durante el servicio
47 BALZA, Martín: “op. cit.” pp. 276. 48 Nota: Héctor Espeche, conserva un archivo fotográfico que documenta este relato y, que fue cedido, a las integrantes del grupo a los fines de esta monografía. Se realizó una selección de las fotos que se hallan en el Anexo I.5.. 49 ENTREVISTA A HECTOR ESPECHE. Ver Anexo I.3. pp. 5.
militar obligatorio entre los oficiales y suboficiales por una parte y, los colimbas por otra se
trasladó (con algunas excepciones) al campo de batalla; provocando la falta de unidad de
las tropas con sus jefes a cargo. La permanencia en Malvinas resultó perturbadora y
formadora a la vez, en contraposición a la mala relación existente entre las jerarquías, los
soldados tendían a unirse entre si; lo que se evidenció en las posiciones de defensas: el
“pozo” lugar en que pasaban buena parte del día, y compartían con un par de compañeros,
no solo sus temores sino también sus ilusiones al culminar el conflicto.
La polarización existente en la composición de las tropas, se puso de manifiesto
nuevamente en los soldados conscriptos que regresan quienes eran el símbolo de las
falencias del gobierno, de las Fuerzas. También, el respeto con un gran porcentaje de
temor que generaciones de argentinos les habían rendido (a los militares) comenzaba a
diluirse, simplemente porque no encontraban razones para mantenerlo. El gobierno evitó el
contacto entre los excombatientes con la prensa y, de este modo, la divulgación de la
“verdadera guerra” que se vivió en el sur -esto queda sustentado en el testimonio de Jorge
Gil: “cuando volvimos de la guerra y nos trasladaban en micros hasta Puerto Belgrano. Nos
cerraban las cortinas para que la gente no nos viera pasar... como que se avergonzaban de
nosotros... como si fuéramos responsables...Los que salimos ilesos nos dieron diez días de
vacaciones y después tuvimos que incorporarnos de vuelta(...)”50.
Se comenzaba a agigantar otra vez la brecha entre la nación y el gobierno de facto,
si aquella se había intentado reducir con la toma de Malvinas, ahora esta había crecido a
límites que implicaría nuevas decisiones y cambios drásticos.(Lorenz 2006) 51 Así, “El
presidente Galtieri renunció, fue reemplazado por Bignone, otro militar, mientras que la
Armada, y la Fuerza Aérea abandonaban la Junta Militar, y dejaban al Ejército a cargo de la
50 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Sobreviviente del Hundimiento del Crucero General Belgrano. Choele Choel. 9 de Agosto de 2006. Ver Anexo I.2. pp. 8 51 LORENZ, Federico: op. cit. pp. 106-112,127-130 y 175
conducción del Proceso.”52 Quiroga señala: “la derrota acentúa el desprestigio y el
desorden en el interior del campo militar, precipitando la caída del orden autoritario hacia
su descomposición, es la etapa final del Proceso de Reorganización Nacional”53. Rozitchner
agrega otras consecuencias e impactos de la guerra: “Ya así, de vuelta de esta aventura,
nos quedamos sin el pan y sin las Islas, con otros mil jóvenes muertos que se agregan a la
lista de los muchos miles que murieron antes, y con los militares adentro, y con una
necesaria frustración nacional. Digamos: con una necesaria depresión nacional, de la cual
ninguna representación, ninguna astucia, ninguna fantasía, ningún juego simbólico-
esperemos- nos podrá ahora sacar.”54
A esta altura ya nadie duda que la intencionalidad con la que se llevó adelante la
ocupación de Malvinas tenía por objeto la búsqueda de legitimidad y la conservación del
poder en manos de la Junta. Sin embargo, el impacto de la Guerra abre interpretaciones y
sentidos que se disputan en el campo simbólico y aún hoy se hallan en pugna.
HUNDIMIENTO DEL CRUCERO ARA GENERAL BELGRANO: 3 de Mayo de 1982
A nuestro criterio, el Hundimiento del Crucero General Belgrano es un
acontecimiento de la historia argentina completamente olvidado. Sin embargo, es un punto
de inflexión en el conflicto de Malvinas ya que desencadena la omisión de algunos puntos
de la Resolución 502, controversias sobre si el ataque se produce dentro o fuera del área
de exclusión exponiendo a Gran Bretaña a una fuerte crítica internacional; demuestra
también, las malas relaciones entre las Fuerzas y, es el hecho que provoca la creciente
radicalización de los ataques y las hostilidades.
52 LORENZ, Federico: op. cit. pp. 140 53 QUIROGA, Hugo: op cit. pp. 299 54 ROZITCHNER, Leon: op cit. pp 101
Siguiendo a Pittaluga, Carnovale y Lorenz55, la selección de los testimonios se realizó
a partir de “una formulación previa, abstracta y analítica”, la que nos dio los
fundamentos para contactarnos con el sobreviviente como protagonista del suceso, y con
el intendente como representante de la sociedad civil; tratando de visualizar el
reconocimiento y el trato recibido. Ambos, “actuaron como portavoces en un proceso de
construcción de memorias en pugna”. “A través de estos relatos, las categorías
prefiguradas se desvanecen, en unos casos totalmente, en otros parcialmente, porque
quienes testimonian, construyen una visión propia del pasado, desplazándose de sus
experiencias personales a los puntos nodales de significación de las memorias dominantes.
Desplazamiento en el que muchas veces quienes relatan pierden la perspectiva personal y
reproducen visiones casi arquetípicas de la posición desde la que se expresa el
testimonio.”56 El propósito de citar esta frase, es que la misma coincide con nuestra
percepción de los discursos testimoniales, que reflejan una visión arquetípica. Estas
visiones han quedado cristalizadas y han ido construyéndose como argumentos legítimos.
Desde unos años a esta parte, estos testimonios se repiten con pequeñas alteraciones en
diferentes ámbitos a nivel regional.
Apelando al ya mencionado diario “Río Negro” se ha ordenado y clasificado
información con el objeto de crear un ambiente propicio para resaltar lo que nuestros
entrevistados tienen para decirnos.
• Hundimiento del Crucero ARA General Belgrano: El día 4 de mayo de 1982 el diario publicó en su tapa: “Fue hundido el General Belgrano”57,
con una fotografía del mismo. En el desarrollo de la noticia, el titulo esta vez consigna
55 CARNOVALE, Vera, LORENZ, Federico y PITTALUGA, Roberto (comps.): “Memoria y política en la situación de entrevista” en: “Historia, memoria y fuentes orales”. Buenos Aires. CeDinCI Editores Memoria Abierta. 2006. pp. 28-44. 56 CARNOVALE, Vera, LORENZ, Federico y PITTALUGA, Roberto (comps.): op.cit. pp. 34 -35 57 DIARIO RÍO NEGRO: Martes 4 de mayo de 1982. Ver Anexo I.4.
que el hundimiento se produjo fuera del área de exclusión58, y sostiene que según el
informe oficial del gobierno argentino “…el Crucero ‘General Belgrano’ con una dotación de
1042 hombres, ‘fue atacado y hundido’ el domingo por un submarino británico”. Cifra que
difiere con lo aportado por el sobreviviente59 y Bonzo60 , que según ellos, fueron 1093. La
noticia también hace mención al desempeño de buques de la armada que se desplazaron
en ayuda de los sobrevivientes, avistados por un avión naval; lo que coincide con la
información proporcionada por Gil quien declara: “nosotros no llegamos a tierra, nos
rescató el aviso Burruchaga, otro barco de la armada”61. Según el comunicado oficial “… el
ataque fue perpetrado por el gobierno de Gran Bretaña en abierta violación a la carta de
las Naciones Unidas, y del cese de hostilidades ordenada por la resolución 502 del Consejo
de seguridad de la ONU”.
Será claro el intento por demostrar cómo el Hundimiento del Crucero agrava el
conflicto entre Argentina e Inglaterra. Ante esto, Anaya sostiene: “Hago llegar a todos los
integrantes de la institución las seguridades, que de ésta pérdida, que integra la cuota de
sacrificio que la Armada ofrece a la patria en las duras circunstancias históricas que
atraviesa, se fortalecerá la decisión de continuar la lucha hasta el logro total del objetivo
propuesto en defensa de nuestra soberanía”.62
• Arribo de los sobrevivientes:
El 6 de mayo el diario63tituló: “Sobrevivientes llegaron a Puerto Belgrano”, en el
desarrollo hace referencia a este arribo, como al examen psico-físico al que iban a ser
sometidos en el Hospital Militar; pero en ningún momento se hace mención a que los
ómnibus que trasladaban a estos marinos se hallaban con las ventanas tapadas para
58 DIARIO RÍO NEGRO: Martes 4 de mayo de 1982. Nacionales. pp. 12 y 13. Ver Anexo I.4. 59 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp. 1 60 BONZO, Héctor: “1093 Tripulantes del Crucero ARA General Belgrano.” Buenos Aires. Sudamericana. 1992. 61 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp. 5 62 DIARIO RÍO NEGRO: Martes 4 de mayo de 1982. Ver Anexo I.4. 63 DIARIO RÍO NEGRO: jueves 6 de mayo de 1982. Ver Anexo I.4.
“ocultarlos”. Situación que fue relatada por Gil64. En relación a esto Espeche sostuvo:
“Ellos cuando regresaron nadie los recibió, nadie, llegaron en un colectivo especial, y
salieron en otro colectivo. Fue muy triste el pueblo argentino no fue consecuente... como
si hubieran sido culpables de la derrota...”65
• Precariedad estructural del Estado:
Dan cuenta de ello no solo la bibliografía existente sino también el relato del
entrevistado66.
G.: “Los buques por ser muy viejos, no contaban con armamento muy moderno. al Crucero
se le había adaptado misiles; pero no estaba en condiciones de poder disparar tantas
cantidades (...) de armamento”(…) “estaba desmantelándose”.
En 1968 el buque tuvo que ser modernizado. Se le agregó lanzadores de misiles
antiaéreos SEA CAT fabricados en Gran Bretaña y misiles antibuques Exocet, por lo tanto,
nuestros adversarios conocían los armamentos.
La precariedad se evidenció una vez más en las balsas que se utilizaron en el naufragio:
G: “Lo que sucedió es que muchas balsas no se inflaron automáticamente. Algunas se
inflaban por la mitad o no, o estaban pinchadas. Otras se pincharon contra el casco y otra
quedo aplastada por el ancla que justo estaba llena de gente”67
• Trasgresión de la Resolución 502 por parte de Gran Bretaña:
El ataque al Crucero implicó un incumplimiento de dicha disposición, porque éste se hallaba
en el momento del ataque fuera del área de exclusión. Así lo confirma el testimonio:
64 Nota: Ver fragmento del testimonio en la página 15 de la monografía. 65 ENTREVISTA A HECTOR ESPECHE. Ver Anexo I.3. pp. 7. 66ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 2 67ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 4
G: “Llegamos el 1 ° ó 2 de mayo como a las cuatro de la mañana. Entramos a la zona de
conflicto dentro de las 200 millas marinas establecida por Gran Bretaña”(…) “y después
volvimos a salir hacia fuera, volvimos a Ushuaia”68
Cuando le preguntamos si al momento del impacto se hallaban fuera del área de exclusión
dijo:
G: “si, exacto y estábamos fuera de la zona de exclusión.”
• Aislamiento al interior de las tropas y guerras paralelas.
En lo referente al interior de las tropas; en cuanto a la comunicación existente entre los
altos mandos y los marinos, Gil relata:“ nosotros los que estábamos abajo, no, quizás el
gran comando de arriba pudo haber estado informado del tema. Porque si nosotros
hubiésemos estado informados se armaría un motín entre de la tripulación.69
Con respecto a lo que hemos dado en denominar Guerras paralelas sostiene: “…Yo pienso
que el pueblo no había tomado conciencia de lo que estábamos viviendo. Porque nosotros
cuando volvimos después del naufragio en los días de vacaciones yo tuve en este lugar y
veía que la gente estaba de fiesta (...) y allá en el sur se estaban muriendo de frío, no
estoy diciendo que la gente tiene la culpa, la culpa fue de aquellos que no distribuyeron lo
que mandaron. Después de dos años se encontraron contenedores llenos de mercaderías y
cartas para un soldado en los kioscos. La gente pensó que íbamos a un campeonato de
fútbol.”70
• Legislación vigente:
En la Ley Provincial 2584/93, “se establecen derechos a los beneficios a todos los ex
soldados conscriptos que participaron en las acciones bélicas desarrolladas en el espacio
68 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 2 69 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 3 70ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 9
aéreo, marítimo y territorial de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich en el Atlántico Sud
entre el 2 de abril de 1982 y el 14 de junio de 1982”.71
Analizando el marco jurídico en general Gil expresa: “…y yo que decidí seguir en la
armada, a la cual le agradezco haber terminado mis estudios, no puedo tener los mismos
beneficios que tiene un conscripto (...) hay muchos que son políticos, diputados,
senadores. A mi me llevó años recuperarme de estas cosas... entonces porqué no puedo
tener los mismos beneficios que aquel que se dio de baja.”72
• Reconocimiento:
En el contexto regional al culminar el conflicto: G: “…si, fui recibido por el intendente
Espeche, me invitó a la intendencia y ahí fue donde hicimos la nota para el diario de Río
Negro y para el canal 10 de Roca”73
En el contexto regional en la actualidad: G: “... Un concejal me escuchó por la radio y me
llamó, diciéndome que ellos iban a presentar un proyecto y que él pretendía que la plaza
lleve mi nombre. Yo le dije, no, yo prefiero que la plaza lleve el nombre del Crucero en
homenaje a aquellos 323 chicos ...chicos de 17 años que murieron en aquel lugar, entonces
a esa gente que murió, que sus cuerpos no pudieron volver a sus casas porque quedaron
sepultados en el mar...en homenaje a ellos me gustaría que la plaza lleve su nombre”.7475
A nivel nacional: G: “…los que estuvimos en el Crucero fuimos declarados por el Congreso
de la Nación Argentina como héroes nacionales, sin embargo eso no es más que un
título.”76
• Transmisión de la memoria:
71 Ley 2584/93 de la Provincia de Río Negro. Ver Anexo I.6. 72 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 6 73 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 9 74 Acta municipal. Choele Choel. Julio de 2005. Ver Anexo I.7. 75 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 7 76 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 6
En un pasaje de la entrevista destaca la importancia de transmitir las experiencias vividas a
las próximas generaciones y nos comenta sobre una conferencia que dió en una institución
de la localidad y sobre la cual agrega: “…fueron muchas escuelas gracias a dios pudieron
tener conocimiento (…) y bueno fue algo lindo y emotivo tanto para mi como para
ellos…es lindo porque somos parte de la historia viva.”77
• Conclusiones de la entrevista a Héctor Jorge Gil Gil remarca que los fundamentos de la Junta Militar para llevar al pueblo a una guerra son
construidos desde el poder represor y así como nos referíamos a ese despertar de la
sociedad civil que manifestaba una vuelta a la democracia, el hecho Malvinas refleja esta
contraposición de intereses: G: “…el gobierno que estaba en el momento de la guerra...lo
que quería era salvar su lugar (...) La gente, días antes de la guerra le tiraba piedras y
huevos al gobierno y al otro día cuando tomamos las Malvinas estaban todos con las
banderas gritándole al gobierno que siga adelante...”78
A lo largo del testimonio se evidencia la dificultad para nombrar a los que intervinieron en
la Guerra. Gil los llama en un pasaje, “desaparecidos”, en otro, chicos. El Congreso los
reconoció como héroes nacionales. La legislación provincial los agrupa como ex soldados
conscriptos. Cada una de estas denominaciones apela a una construcción diferente, todas
controversiales y sus connotaciones se inscriben de modo distinto en cada período histórico.
Otro aspecto a considerar, es la valoración que tiene el sobreviviente sobre la guerra desde
el presente y como parte integrante de la Armada: “Pienso que las guerras no son
necesarias, por lo general, últimamente las guerras traen destrucción, muerte, muerte de
personas que no tienen nada que ver con el tema.”79 Con referencia al Hundimiento:
77 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 10 78 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 9 79 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 8
“nosotros en un día, en el Crucero, perdimos más vidas que lo que se perdió en toda la
Guerra de Malvinas”80 , “fue una masacre totalmente inútil para mí.”81
Nuestro recorte temático, se fue modificando y extendiendo a lo largo del trabajo. La
escasa bibliografía y las contradicciones del testimonio del sobreviviente, abren nuevos
interrogantes. ¿Cómo quiere ser reconocido Gil? ¿Cuál es “la verdad” de la Guerra que
reclama? ¿Por qué no la cuenta? La plaza y el nombre de una calle son representaciones que
se cristalizan en el paisaje y son de difícil lectura. El nombre de “héroes nacionales” es
cuestionable y cuestionado por todos. Algunos informantes claves82 señalaron que Gil podría
tener una jubilación, acceder a una cobertura social tal como indica la Ley 2584/93.
Tampoco participa activamente en el Centro de Ex - Combatientes de Villa Regina, aunque
reclama un lugar como tal. ¿Por qué?
CONCLUSIÓN La falta de bibliografía sobre el Hundimiento del Crucero General Belgrano, hace que se
recurra a uno de los pocos textos disponibles, 1093 Tripulantes de Bonzo, quien en el
intento de hacer una historia total sobre este acontecimiento, recogiendo los testimonios
de la mayoría de los sobrevivientes, se presenta hermético a la hora de interpelarlo.
Un tema pendiente en nuestra monografía es el concepto de “nación”, creemos que tiene
tantos significados que sintetiza la complejidad del eje temático propuesto por la
Convocatoria. ¿Cómo definir a la nación?, ¿Cómo pueblo?, ¿Cómo cuestión de la soberanía
territorial?, ¿Cómo el término que reúne el conjunto de símbolos y fechas patrias en el que
Malvinas se asocia con la argentinidad?; Y esos símbolos, ¿no se alteran aún en los
momentos de profundas rupturas del tejido social?, ¿Entendemos a la nación como un
discurso que legitima acciones de gobierno?, ¿Cómo justificación de poder, de una guerra?
80 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 9 81 ENTREVISTA AL SR. HÉCTOR JORGE GIL: Ver Anexo I.2. pp 9 82 Consulta realizada a la Secretaria del Instituto Provincial de Seguro de Salud - IPROSS.
¿La nación es interpretada en el campo de la defensa de los derechos políticos y sociales
negados por “gobiernos usurpadores”? ¿O como la restauración de la filiación?.
¿Quién construye la nación?, ¿El Estado?, ¿El pueblo?; ¿Cuál es la dirección de esa
construcción?, ¿Desde abajo hacia arriba?, ¿Desde arriba hacia abajo?.
Si fundamentamos que el Proceso de Reorganización Nacional se encontraba por fuera del
orden legal, entonces, debió apelar a construcciones y representaciones de las más diversas
para justificar y legitimar sus acciones en Malvinas. La imposición de este esquema
simbólico, sólo pudo ser posible en el contexto de una sociedad aterrorizada por los años de
vigencia del poder desaparecedor del Estado.
La negociación de los sentidos fue eficaz en esa coyuntura, y le permitió a la Junta el canje
de la guerra sucia por la guerra limpia, frenar las acciones de los organismos de Derechos
Humanos, y acallar las críticas. La pérdida de las Islas significó la descomposición del
Proceso y la vuelta a la dominación legal del Estado.
Si las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo reclaman “Presencia” y los excombatientes
que “No los olviden”, la democracia que debemos construir y fortalecer no es aquella con
verdades impuestas, heridas cerradas, ocultamientos y olvidos; sino espacios donde se
debatan imaginarios, memorias y sentidos en pugna.
Como futuros docentes, debemos enseñar las diferentes visiones (tanto desde los textos
como desde los testimonios) sobre un tema tan controversial que despierta contraposición
de intereses y, construir, en el encuentro ansiado por Benjamin, un diálogo. Nos
proponemos entonces, como forma de transmisión del pasado reciente, rescatar a Malvinas
del olvido y ponerla a disposición de las generaciones futuras para seguir negociando
discursos y representaciones. Recurrir al testimonio permite conocer la complejidad de
aquel pasado y la posibilidad de abrir nuevos interrogantes y dimensiones de análisis. “Los
testimonios no han hecho más que permitir que las voces de algunos protagonistas, cada
uno con sus tonos y matices propios, se entramen en un único relato, entre muchos más
posibles de la Guerra de Malvinas.”83
83 SPERANZA, Graciela y CITTADINI, Fernando: “Partes de guerra, Malvinas 1982.” 1° edición. Buenos Aires. Edhasa. 2005.