Una historia de salvación

Tema 3

Esquema del tema

Dios y la humanidad al encuentro Los grandes encuentros Los desencuentros: el pecado El bien y el mal caminan juntos.

Dios y la humanidad al encuentro

En las religiones se produce el encuentro del hombre con la divinidad. Este encuentro es posible porque Dios invita, lo hace posible.

Cuando decimos que Dios se revela a la humanidad, queremos decir que Dios se acerca al ser humano y se da a conocer para poder establecer una relación con él.

El Dios de los cristianos se revela como amigo de los hombres. Un Dios que sale de sí mismo, y crea por amor a los hombres, respetando siempre su libertad.

Lo que Dios ofrece al ser humano es la felicidad. Esta felicidad, la vida plena, es lo que se llama salvación.

Para los cristianos la salvación que Dios ofrece a la humanidad conlleva: La unión con él, recibiendo su amor y amándolo de la misma

manera. La armonía consigo mismo y el pleno desarrollo de lo que la

persona puede llegar a ser. La fraternidad de todos los seres humanos en libertad, justicia y

paz. La ausencia de sufrimiento y dolor. La armonía con la naturaleza.

La oferta de salvación de Dios

a la humanidad se realiza a lo largo de la historia. Por eso decimos que, a lo largo del tiempo, se

ha ido desarrollando una historia de salvación, un conjunto de acontecimientos por medio de los cuales Dios se ha revelado a la humanidad dando y ofreciendo su salvación.

Los cristianos, esa historia de salvación, la tienen en la Biblia: A.T, el pueblo judío y, en el NT., la persona de Jesús.

Los grandes encuentros

En la historia de salvación que nos narra la Biblia hay personas y momentos especiales. Son grandes encuentros de Dios con la humanidad. Etapas:

Los orígenes: la creación. La existencia del universo y de la humanidad son el primer signo del amor de Dios. En estos relatos se describe un estado de felicidad original que es el proyecto de Dios para la humanidad.

La elección de un pueblo: para relacionarse con la humanidad, Dios elige a un pueblo: el pueblo de Israel. Dios establece una alianza con ese pueblo, para acompañarlo siempre.

La liberación: Israel vive esclavo en Egipto y Dios lo libera por medio de Moisés, llevándolo a la tierra prometida. Dios da a su pueblo las tablas de la Ley.

El reino de Israel: una vez asentado en la tierra prometida, Israel se constituye en reino. En esta etapa, Dios se revela como un rey justo y fiel a sus promesas, por medio de reyes como David y su hijo Salomón. En esta etapa Dios se revela a través de profetas

La promesa de un Mesías: el reino de Israel no trae la felicidad a su pueblo. Por eso surge la esperanza de un Mesías liberador. Dios alimenta esta esperanza por medio de los profetas.

Dios se hace hombre: el punto culminante de esta historia de salvación es cuando el mismo Dios entra en la historia haciéndose hombre en Jesús. En Jesús, Dios se revela totalmente y se cumplen las promesas. Jesús es la manifestación definitiva de Dios.

Los desencuentros: el pecado

En esta historia de salvación, no todo ha sido encuentro, también ha habido desencuentros.

Son la experiencias de pecado en las que los hombres y las mujeres han rechazo la oferta de Dios y han seguido su propia voluntad.

Los momentos más significativos de pecado son:

El pecado original: en el Génesis se nos narra el prototipo de todo pecado: el deseo del hombre de vivir su vida independiente de Dios. Esto genera la ruptura con Dios, con los demás y consigo mismo.

La desconfianza e idolatría en el desierto: en su caminar por el desierto, Israel llegó a desconfiar de Dios. Al pie del Sinaí se fabricó un ídolo, un becerro de oro, pensando que así tendría un Dios más cercano.

La instauración de la justicia: con el desarrollo del reino de Israel, llega también el olvido de Dios y la búsqueda de salvación en el poder y en la riqueza. Esto conlleva la explotación del prójimo y el olvido de los pobres.

El rechazo del Mesías Jesús: la muerte de jesús en la cruz es el mayor desencuentro de Dios con la humanidad. Pero su resurrección es el signo de que el amor de Dios es más fuerte que el pecado.

El bien y el mal caminan juntos

En la historia de la salvación, el bien y el mal caminan juntos. En la actualidad pasa lo mismo.

Ante las situaciones negativas, la pregunta es ¿ dónde está Dios? Parece que si no lo soluciona, es porque no puede o porque no quiere.

Dios no desea el sufrimiento sino la felicidad de las personas. Y actúa para la felicidad y la salvación sean una realidad. Dios es amor y no hace otra cosa que actuar por amor.

Pero el amor nunca se impone, se ofrece. Dios ha querido relacionarse con seres libres que le puedan amar libremente. Por eso su mensaje puede ser aceptado o rechazado.

Dios sigue llevando adelante su plan de salvación.

Sigue buscando colaboradores que se comprometan con su mismo proyecto.

Los creyentes de hoy son responsables de la salvación del mundo.

Dios no solo busca colaboradores sino que les da su gracia, su amistad y su fuerza. Esta gracia es: Perdón y misericordia: por más fuerte que sea el

pecado, más fuerte es la misericordia de Dios. Luz para mirar al mundo con buenos ojos, con la

mirada de Dios. Fuerza para llevar a cabo las acciones que más

convienen àra el bien propio y el de los demás.