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Tratado de Osteopatía Craneal. Articulación Temporomandibular

Análisis y tratamiento ortodóntico

3.ª edición

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VII

Esta tercera edición incluye un estudio completo sobre la articulación temporoman-dibular y sus trastornos, es un «Tratado de Os-teopatía Craneal», re�ejo de los cursos impar-tidos por la ESCUELA DE OSTEOPATÍA DE MADRID en Europa y América del sur. Se han incluido numerosos conceptos diagnósticos y técnicas actuales.

El tratamiento de osteopatía craneal se realiza desde lo más denso hacia lo menos denso. Se trata primero el nivel óseo, luego, el nivel membranoso, y al �nal el nivel líquido. Hay un orden imperativo de tratamiento; no se pueden tratar las membranas antes que las suturas.

Las técnicas propuestas en este libro se dedican principalmente al tratamiento del ni-vel óseo y de las suturas; utilizamos y enseña-mos también las técnicas clásicas membrano-sas y líquidas tradicionales de Sutherland y

Magoun, indispensables para la práctica de la osteopatía craneal.

La noción de ELASTICIDAD ÓSEA es im-portante en nuestro trabajo, ya que pretende-mos actuar realmente sobre la elasticidad ósea que intentamos modi�car. Una disfun-ción osteopática craneal se traduce por una densidad y dureza anormal del hueso. El trata-miento estructural es lo más e�caz para modi-�car este estado.

Las técnicas de thrust no pretenden modi-�car la posición del hueso en disfunción, sino realizar un stretching del tejido conjuntivo inter sutural para descomprimir las estructuras nerviosas sensibles intrasuturales y la durama-dre intracraneal que tapiza la tabla interna del hueso, responsables del arco re�ejo neurológico patogénico que mantiene la facilitación nervio-sa. También se presentan numerosas técnicas articulatorias suturales, con la misma �nalidad.

PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN

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IX

La primera edición en francés de este libro fue galonardonada en 1986 con el Premio de Autores de Medicina Osteopática entregado por la Sociedad Francesa de Autores de Medi-cina Osteopática y la editorial Maloine.

Esta edición en castellano ha sido total-mente ampliada, añadiendo algunos temas, como el estudio de la deglución, sistema hioideo y lengua. Se han agregado varias

técnicas, en particular, un nuevo capítulo sobre Fisioterapia de la articulación tempo-romandibular. Esta nueva edición es igual-mente un «Tratado de Osteopatía Craneal», reflejo de los cursos impartidos por la ES-CUELA DE OSTEOPATÍA DE MADRID en Espa-ña y América del sur. Se han incluido nume-rosos conceptos diagnósticos y técnicas actuales.

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

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XI

Agradezco la colaboración en este libro a:D.ª Elena MARTÍNEZ LOZA D.O. - MRO, profesora de la ESCUELA

DE OSTEOPATÍA DE MADRID.

AGRADECIMIENTOS

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XIII

La osteopatía es una terapia reciente naci-da en los EEUU, cuyo promotor fue el Dr. A-T. Still (1828-1917), quien, al �nal del siglo XIX, enunció los grandes principios de esta medi-cina natural. El Dr. STILL creó en 1874 el pri-mer colegio de osteopatía en Kirksville.

Etimológicamente, osteopatía procede del griego osteon (hueso) y pathos (efectos que vienen del interior), al contrario de ethos (simpatía) y patología médica, que es el resul-tado de las enfermedades.

Osteopatía, pues, es un nombre correcto, que indica la in�uencia de la enfermedad, sus causas y los tratamientos manuales, y no una afección o un dolor local del hueso.

Es el estudio de los efectos internos que proceden de la estructura (aparato músculo-esquelético).

Las articulaciones temporomandibulares son articulaciones que trabajan mucho: hace-mos más o menos 1.000 movimientos en 24 horas.

Intervienen en varias funciones:

– Respiración– Fonación– Masticación – Deglución

Cuando consideramos únicamente los movimientos que se realizan durante la de-glución, se puede decir que son movimientos involuntarios incesantes, diurnos y nocturnos.

La articulación temporomandibular (ATM) está actualmente considerada como una arti-culación aparte, porque se compara con una sutura membranosa, es decir, un tejido con-juntivo adaptado a ciertas presiones mecáni-

cas. El tejido interpuesto entre los cóndilos temporales y mandibulares se adapta a las presiones mecánicas a lo largo de la vida. De-bido a lesiones antiguas no corregidas se hace una adaptación: el cóndilo mandibular excava una nueva cavidad articular sobre la vertiente anterior del cigoma.

Gysi (1921) pensaba que la articulación temporomandibular soportaba presiones im-portantes: los trabajos actuales parecen de-mostrar lo contrario porque la resultante de las fuerzas durante la masticación tiene su punto de aplicación máximo a nivel de los dientes y no a nivel de las cavidades glenoideas.

La articulación temporomandibular es un órgano sensorial, que guía y coordina por un mecanismo re�ejo periférico y central, el juego de los músculos masticadores. En esta articula-ción, la movilidad cuenta más que su solidez.

La articulación temporomandibular es una articulación con tres niveles:

– Cóndilo-meniscal – Menisco-temporal– Dento-dental: la mandíbula y el maxilar

superior están unidos cada uno por 16 dientes. Un desequilibrio entre estos 32 dientes va a manifestarse a nivel de los huesos del cráneo, pero igualmente a nivel de lo que el profesor Nahmani ha llamado el «complejo mandíbulo-crá-neo-sacro» cuyos distintos elementos están unidos por estructuras músculo-aponeuróticas, membranas intracranea-les y duramadre espinal.

Algunos problemas encontrados por los odontólogos tienen una solución osteopáti-

INTRODUCCIÓN

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

Las técnicas propuestas en este libro se dedican principalmente al tratamiento del ni-vel óseo y de las suturas; utilizamos y enseña-mos también las técnicas clásicas membrano-sas y liquídeas tradicionales de Sutherland y Magoun, indispensables para la práctica de la osteopatía craneal.

Queremos introducir la noción estructural de elasticidad ósea, es decir, pretendemos ac-tuar realmente sobre la elasticidad ósea que intentamos modi�car. Una disfunción os-teopática craneal se traduce por una densi-dad y dureza anormal del hueso; el tratamien-to estructural es lo más e�caz para modi�car este estado.

La idea de utilizar técnicas de thrust para las suturas puede sorprender el lector, pero no son violentas y no se utiliza una fuerza su-perior a 3 Kg, lo que no representa una fuerza lesiva para el cráneo. Debemos recordar que una fractura a este nivel requiere una fuerza de 30 a 80 Kg por centímetro cuadrado y esta-mos muy lejos de alcanzar esta fuerza traumá-tica. La idea de las técnicas de thrust no es modi�car la posición del hueso en disfunción sino realizar un stretching del tejido conjunti-vo intersutural para descomprimir las estruc-turas nerviosas sensibles intrasuturales res-ponsables del mantenimiento del arco.

ca, de la misma manera que ciertas lesiones osteopáticas deben ser tratadas por el odon-tólogo.

El lector encontrará en este libro las infor-maciones necesarias para el tratamiento del sistema hioideo y de la lengua. El sistema es-tomatognático posee dos funciones esencia-les, que son la masticación y la deglución, que se estudian ampliamente, tanto desde un punto de vista diagnóstico como �siológico.

El terapeuta debe recordar que el trata-miento del sistema estomatognático, debido a sus in�uencias y repercusiones sobre el res-to del cuerpo, es a veces imprescindible para cualquier tratamiento cráneo-sacro y de algu-nas algias cervicales o escapulares.

La importancia de la articulación temporo-mandibular ha sido puesta igualmente en evi-dencia por Dejarnette, en la S.O.T (sacro-occipi-tal technique): se encuentran problemas de ATM de categoría II (disfunciones iliosacras) y de categoría I (disfunciones cráneo-sacras y vis-cerales).

El tratamiento de osteopatía craneal se reali-za desde lo más denso hacia lo menos denso. Se trata primero el nivel óseo, luego, el nivel mem-branoso, y al �nal el nivel líquido. Hay un orden imperativo de tratamiento; no se pueden tratar las membranas antes que las suturas.

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– Los músculos masticadores, de la de-glución y el músculo tensor del mar-tillo.

– El cartílago de Meckel, que se une a la parte timpánica del temporal. En con-tacto con este cartílago, el mesoblas-to forma la mandíbula por delante, y el martillo y el yunque por detrás (Fig. 1.1).

1er Arco branquial

2º Arco branquial

3er Arco branquial

4º Arco branquial

Figura 1.1. Los arcos branquiales.

El segundo arco branquial o arco hioideo presenta:

– El VII nervio facial.– Los músculos de la cara, los pilares ante-

riores del velo del paladar, y el músculo del estribo.

– El cartílago de Reichert forma hacia delante los cuernos menores del hue-so hioides y, por detrás, la apófisis es-tiloides.

El tercer arco branquial o arco hiotiroideo presenta:

– El IX nervio glosofaríngeo.

I. RECUERDOS DE EMBRIOLOGÍAEl sistema estomatognático se desarrolla a

partir de los derivados laminares1-6: – Ectodermo. Epitelio de los labios, meji-

llas y encías, paladar duro, glándula pa-rótida y esmalte dental.

– Mesodermo. Músculos lisos y estriados, tejido conjuntivo, tejido cartilaginoso y óseo, sistema cardiovascular, sangre y ganglios linfáticos.

– Endodermo. Epitelio de la cavidad bu-cal y paladar blando, glándulas sub-maxilar y sublingual, y epitelio de la lengua.

En la cuarta semana fetal ya están forma-dos los esbozos de todas las estructuras de la cara:

– Proceso etmoidal (frente y nariz).– Procesos maxilares (maxilar superior, la-

bio superior y mejillas).– Proceso mandibular (labio inferior,

mandíbula y mentón).El aparato branquial aparece en la cuarta

semana intrauterina sobre las paredes latera-les de la extremidad cefálica bajo la forma de �suras branquiales: cada uno de los arcos branquiales incluye lo siguiente2-3-6:

– Un nervio mixto craneal.– Una rama arterial.– Estructuras musculares.– Estructuras de esqueleto-cartilaginoso.El primer arco branquial o arco mandibu-

lar presenta:– El V nervio trigémino.

1 EMBRIOLOGÍA Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA MASTICADOR

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

Cartílago de Meckel

Hueso hioides

Martillo

Estribo

Anillotimpanal

Apó�sisestiloides

Figura 1.2. Primer arco branquial y cartílago de Meckel.

Al cuarto mes, la parte media del cartílago de Meckel se atro�a:

– La parte anterior se suelda con la del lado opuesto.

– La parte posterior forma el martillo.La osi�cación de cada hemimaxilar se

hace de manera independiente, se describe:– Un punto central ubicado en la cara ex-

terna del cartílago de Meckel que apa-rece después de los 30 días.

– Un punto incisivo a cada lado de la sín�-sis mentoniana.

– Tres puntos distintos para el cóndilo, la apó-�sis coronoides y la espina de Spix (Fig. 1.3).

El canal dental aparecerá con la osi�cación de las crestas alveolares. La calci�cación de la sutura media intermaxilar se produce dos me-ses después del nacimiento.

– El pilar posterior del velo del paladar, los músculos de la faringe y el estilofa-ríngeo.

– El cuerpo y cuernos mayores del hueso hioides.

Los cuartos, quintos y sextos arcos bran-quiales forman:

– El X nervio neumogástrico y el XI nervio espinal.

– Los músculos del laringe y faringe, los músculos estriados del esófago, el esternocleidomastoideo y el tra-pecio.

– Las arterias carótidas.– El cartílago tiroides.

II. CRECIMIENTO DEL SISTEMA MASTICADOR

A. ORGANOGÉNESIS INTRAUTERINA4-5

La mandíbula está formada por el primer arco branquial, presente hasta el segundo mes intrauterino. Dicho arco branquial está separado en dos partes por un surco medio que corresponde a la futura sín�sis mento-niana.

A partir del segundo mes aparecen dos placas cartilaginosas, los cartílagos de Meckel, dispuestos de manera simétrica a lo largo de los maxilares. Al �nal del segundo mes, la zona inferior de la cara presenta sus principa-les segmentos enteramente cartilaginosos, y aparecen sobre las láminas dentales los órga-nos formadores de los dientes (20 para cada maxilar) (Fig. 1.2).

Punto condíleo50 días

Punto coronoideo50 días

Punto de la espina de Spix45 días

Punto angular35 días

Punto incisivo50 días

Figura 1.3. Primer arco branquial y cartílago de Meckel.

B. MORFOGÉNESIS CRANEOFACIAL EXTRAUTERINA1. El cráneo2-4-6

Durante el parto, el cráneo se deforma temporalmente y presenta un aspecto dolico-

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CAPÍTULO 1 EMBRIOLOGÍA Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA MASTICADOR

2. El macizo facialDe los mamelones maxilares proceden los

maxilares y malares. De las láminas palatinas, la apó�sis palatina de los maxilares, los palati-nos y apó�sis pterigoides. Del mesénquima nacen el vómer y la lámina perpendicular del etmoides7.

Los maxilares superiores se componen de una parte posterior o postmaxilar y de una parte anterior o premaxilar: el postmaxilar presenta un centro de osi�cación que va cre-ciendo hacia delante; hay una separación en-tre postmaxilar y premaxilar hasta la edad de 12 años8. Al mismo tiempo que aparecen los malares aparecen las apó�sis cigomáticas de los temporales.

En la sexta semana se forma la lámina dental que origina los dientes.

En el recién nacido, los maxilares están re-ducidos a una porción basilar y las ramas hori-zontales, disminuidas.

La escama y el timpanal del temporal tie-nen un origen membranoso, y el peñasco se forma dentro del cartílago. Existen dos cen-tros de osi�cación principal para la escama (centro escamocigomático y centro postesca-momastoideo), tres centros para el hueso tím-panal y tres centros para el peñasco, que in-cluyen8:

– Un centro cocleocanalicular para la zona del caracol, parte inferior del vestí-bulo y canal semicircular.

– Un centro canalicular anterior y otro posterior para las demás partes del pe-ñasco.

Los movimientos de la cabeza actúan so-bre el desarrollo de la cara y del cráneo. Delai-re4-5 piensa que el sistema membranoso intra-craneal desempeña un papel importante durante la morfogénesis, manteniendo bajo tensión los huesos de la bóveda y de la base del cráneo.

El maxilar superior es el hueso de la cara que crece más: no existen cavidades sinusales antes de la edad de cuatro o cinco años. El crá-neo del recién nacido está muy desarrollado

cefálico, pero esta deformación dura poco tiempo y aparece rápidamente un aspecto braquiocefálico, en el que predomina el creci-miento transverso, que se mantendrá durante los primeros años de vida.

Al nacer, las distintas partes de la bóveda craneal están separadas y existen seis fonta-nelas (Fig. 1.4).

Las eminencias parietales y frontales son muy pronunciadas, y la base del cráneo es plana. Los cóndilos occipitales se encuentran delante del centro de gravedad de la cabeza: el niño no es capaz de mantenerla recta, por lo que cae hacia atrás.

Durante el primer año, el desarrollo es re-gular y armónico, pero es asimétrico entre los 2 y 6 años, donde se produce un crecimiento muy importante de las regiones occipital y frontal.

A los 7 años, la base del cráneo se alarga, y el agujero occipital, el peñasco, la lámina hori-zontal del etmoides han adquirido sus dimen-siones de�nitivas.

Después de la edad de 7 años el cráneo crece lateralmente al mismo tiempo que la región frontal. La morfología del cráneo es casi definitiva cuando se llega a la puber-tad.

Fontanela bregmática3 años

Fontanela astérica6 meses

Fontanela lambdática

6 meses

Sín�sis mentoniana3 meses

Fontanela ptérica6 meses

Figura 1.4. Cráneo del recién nacido.

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

pal y marcador de los pasos del crecimiento mandibular.

Después de los 20 años, el cartílago de crecimiento se osi�ca. El desarrollo normal de la columna cervical es un punto clave para el desarrollo de la mandíbula en sentido vertical. Asimismo, la posición lingual determina el de-sarrollo mandibular en dirección anteroposte-rior (pudiéndose producir una clase III esque-lética con prognatismo mandibular).

BIBLIOGRAFÍA1. Bordoli P. Relación craneomandibulocervical. Ori-

gen embrionario del sistema estomatognático y su importancia en la biodinámica mandibular. 1er Simposium Iberoamericano de Fisioterapia Mani-pulativa y Terapia Manual. Marzo, 1998.

2. Castellino-Santini-Taboada. Crecimiento y desarro-llo cráneo-facial. Mundi, 1967.

3. Dargent. Notions essentielles d’anatomie et de physiologie de l’appareil manducateur. Sociéte d’odontostomatologie du Nord-Est, 1970.

4. Delaire J, Le Diascorn H, Lenne Y. La croissance de la face. Revue d’odontostomatologie. Nº 5. Maloi-ne, 1972.

5. Delaire J, Petrovic A, Chateau M. Orthopédie den-tofaciale. Julien Prelat, 1975.

6. Hib J. Embriología médica. Ateneo, 1984.7. Velayos-Santana. Anatomía de la cabeza. Editorial

Médica Panamericana, 1994.8. Rouvière. Anatomie humaine. Tome 1. Tête et cou.

Masson, 1978.9. Bouchet A, Cuilleret J. Anatomía topográ�ca, des-

criptiva y funcional. Editorial Médica Panamerica-na, 1994.

con respecto a la cara, que parece como aplastada en el sentido vertical, y no repre-senta más que una octava parte del cráneo9.

La evolución de la cara en el niño se rela-ciona con la aparición de la segunda denti-ción, el crecimiento de los senos maxilares y el aumento de volumen de las fosas nasales.

Al nacer, la mandíbula no es más que una barra ósea: no existe ningún proceso alveolar y el canal dental está ubicado cerca de la base. El ángulo de Goniaque es más obtuso que en el adulto (150° en el lugar de 110°).

La lengua ocupa una posición nasal y obli-cua en una proyección hacia delante de la mandíbula.

Al nacer, el cóndilo mandibular apenas está formado y existe una hiperlaxitud articu-lar que persiste hasta que el encajamiento de los dientes la limite. Esta laxitud permite a las super�cies temporomandibulares y a los me-niscos moldearse poco a poco cuando se constituye la articulación dental, y que los músculos masticadores entren en acción du-rante la masticación.

La super�cies articulares siguen desarro-llándose, modelándose y modi�cándose, no solamente durante la vida postnatal, sino du-rante toda la vida del individuo, dependiendo de las fuerzas que se ejercen sobre ellas1-2.

La proliferación del cartílago de creci-miento condíleo determina la dimensión ver-tical dentaria y la estética facial: el cóndilo mandibular parece ser el organizador princi-

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medio de cartílagos, como las uniones entre las partes de un mismo hueso en crecimien-to. Ejemplo:

– Esfenobasilar: es móvil hasta los 25 años. Se solidi�ca más tarde.

– Esfenopetrosa y petrobasilar: son las ar-ticulaciones de la base.

B. SUTURA La sutura es el lugar de crecimiento del

hueso. Es una unión �rme entre los huesos contiguos, es decir, una zona de movimiento.

La sutura �brosa está constituida por célu-las y �bras dispuestas en cinco bandas entre las dos capas del periostio que la unen como un ligamento.

Las cinco bandas protegidas por el perios-tio son:

– Los dos huesos craneales que deben unirse.

– Las dos capas periosteas mediales que se juntan pasando debajo de los hue-sos, desde la cara externa hasta la inter-na, como un cartílago o cápsulas �bro-sas (inútiles aquí puesto que se trata de resistir a torsiones no a presiones).

– La zona central entre sus cápsulas �bro-sas, con sus escasos haces de �bras mul-tidireccionales y sus vasos sanguíneos, permite un ligero movimiento.

C. DISTINTAS SUTURAS Las suturas, simples (como las armónicas y

escamosas), y complejas (interdigitales) tie-nen esta misma disposición histológica.

I. PRESENTACIÓN GENERAL DEL CRÁNEO

El cráneo tiene una estructura de viga compuesta para asegurar su función de pro-tección:

– Los huesos del cráneo son �exibles para proteger el cerebro; esta �exibilidad es más importante en las zonas de las su-turas.

– Las membranas (la duramadre tapiza la cara interna de los huesos del cráneo) refuerzan la solidez del cráneo, evitan la luxación traumática de las suturas y dan más elasticidad al conjunto.

Esta anatomía nos indica los distintos pla-nos de trabajo en osteopatía craneal y la cro-nología del tratamiento:

1. Plano óseo (�exibilidad) y sutural (stret-ching del tejido intersutural).

2. Plano membranoso.3. Plano liquídeo.

II. CLASIFICACIÓN DE LAS SINARTROSIS

De�nición: es una unión de huesos inmó-vil, como la articulación del cráneo. La unión se realiza por medio de:

– Cartílago: sincondrosis – Tejido �broso y hueso: sutura

A. SINCARTROSIS O SINCONDROSIS Son articulaciones cartilaginosas, que

unen de forma pasajera a los huesos por

2 ANATOMÍA DEL CRÁNEO

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

ARTICULACIONES TIPO OBSERVACIONES

Esfeno-basilar Sincondrosis Hasta los 20-25 años

Sutura esponjosa Después de los 25 años

Esfeno-petrosa Sindesmosis Unión del extremo de la porción petrosa con la apó�sis petrosa del respaldo de la silla turca (lámina cuadrilátera)

Sincondrosis Une el ala mayor con el borde anterior de la porción petrosa del temporal

Esfeno-escamosa Sutura escamodentada

Parte inferior u horizontal: bisel interno. Parte superior o vertical: bisel externo. Cambio de bisel: pivote esfenoescamoso (EE)

Esfeno-parietal Sutura escamosa Bisel interno

Fronto-esfenoidal Sutura escamosa Unión con el ala mayor: bisel externo (para el frontal)

Sutura escamodentada

Unión del borde anterosuperior del cuerpo con el ala menor

Esfeno-etmoidal Gomfosis Unión de la espina etmoidal del esfenoides con el borde posterior de la lámina cribosa

Sutura armónica Une la cresta esfenoidal con la lámina perpendicular del etmoides

Sutura armónica Une las masas laterales con el cuerpo del esfenoides

Cuadro 2.1. Tipos de articulaciones del cráneo según Magoun.

•   Petroesfenoidal.  Bajo  el  ligamento pasa el VI par craneal (nervio motor ocular externo). Riesgo de estrabismo convergente.

•  Yugular. Está contenida en el agujero rasgado posterior. Se divide por el li-gamento petrooccipital y pasas por delante del par craneal IX y X, por de-trás de la vena yugular.

– Sindilesis o esquindilesis. Una super�cie en cresta y otra en surco, como sucede en la articulación del vómer con la cresta del esfenoides. Sus dos cavidades se separan para rodear la cresta esfenoidal inferior.

– Escamodentadas. La coronal, la frontoes-fenoidal, las alas menores del esfenoides sobre la super�cie orbitaría del frontal y el ala mayor del esfenoides (brazo menor convergente hacia atrás, brazo mayor ha-cia la nariz) y la lambdoidea son escamo-dentadas: biseles y dentadas.

– Bisel tijeras. Esfenoescamosa. – Bisel tijeras dentadas. Frontoesfenoidal. – Gomfosis. Sinartrosis dónde una parte

cónica se adapta en una parte hueca.– Canto. Parietomastoidea (Cuadro 2.1).

– Sincondrosis o articulaciones cartilagi-nosas. Articulaciones sin cavidad y uni-das por cartílago.

– Dentadas. Imbricadas como dos peines, como la sagital. Cuanto más amplios son los dientes, más movilidad hay.

– Escamosas. Escamas que se cubren por toma de contacto amplio de las tablas (interna y externa), como la escamo-pa-rietal, la esfenoparietal y la esfenoesca-mosa.

•   Un «bisel externo» quiere decir que el hueso cubre.

•   Un «bisel interno» quiere decir que el hueso está cubierto.

– Armónicas: super�cies ásperas sin dien-tes, como las unguino-etmoidales, la fronto-etmoidal y la esfeno-etmoidal.

– Mortaja �jada. Ala mayor y cuerpo del esfenoides. Articulada. Hasta los 18 me-ses seguirá siendo más �exible porque hay agujeros en la base del ala mayor.

– Sindesmótica o sindesmosis. Sutura con un ligamento en el centro.

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CAPÍTULO 2 ANATOMÍA DEL CRÁNEO

ARTICULACIONES TIPO OBSERVACIONES

Esfeno-palatina Sutura armónica Une la super�cie inferolateral del cuerpo con la apó�sis orbitaria del palatino

Sutura armónica Une la super�cie anterolateral del cuerpo con la apó�sis esfenoidal del palatino

Sutura armónica Une la lámina medial de la pterigoides con la lámina perpendicular del etmoides

Sutura armónica Une la escotadura pterigoidea con la apó�sis piramidal

Esfeno-vomeriana Sutura armónica Une el rostrum con alas del vómer

Esfeno-malar  (esfeno-cigomática)

Sutura dentada Une el borde anterior del ala mayor con la apó�sis orbitaria del hueso cigomático

Occipito-parietal Sutura escamodentada

Parte mediana (superior): bisel interno Parte lateral (inferior): bisel externo

Occipito-mastoidea Sutura escamosa Mitad superior: bisel externo Mitad inferior: bisel interno Cambio de bisel: pivote cóndilo-escamo-mastoideo (CEM)

Petro-yugular Sincondrosis Une la apó�sis yugular del occipucio con la super�cie yugular del temporal

Petro-basilar Esquindilesis Une la corredera hueca petrosa con la cresta del borde superior del borde lateral del basioccipucio

Parieto-mastoidea «canto redondo» Une el borde posteroinferior del parietal con el borde superior de la porción mastoidea del temporal

Parieto-escamosa (temporal)

Sutura escamosa Une el borde superior de la escama (bisel interno) con el borde inferior del parietal

Interparietal (sagital) Sutura dentada Es más ancha y dentada

Temporo-cigomática Sutura dentada de tipo rock shaft

Une la apó�sis cigomática con la apó�sis temporal

Temporo-mandibular Diartrosis de tipo condílea

ATM (cóndilo-menisco-fosa)

Fronto-parietal (coronal)

Sutura escamodentada

Mitad superior o media: bisel interno Mitad inferior o lateral: bisel externo

Fronto-etmoidal Sutura armónica Une el margen medio de las láminas orbitarias con la lámina cribosa

Sutura armónica Une la parte media superior de las celdas etmoidales de los bordes mediales de las láminas orbitarias con la cara superior de las masas laterales

Sutura armónica Une la espina frontal con la lámina perpendicular del etmoides

Fronto-unguinal Sutura escamosa Une el borde superior del hueso unguis con una cuarta parte anterior de la muesca etmoidal

Fronto-maxilar Sutura dentada Une el borde lateral de la porción nasal con la apó�sis frontal del maxilar

Fronto-nasal Sutura dentada Une el borde interno de la porción nasal con el borde superior del hueso propio de la nariz (nasal)

Sutura armónica Une el espina frontal con las crestas nasales

Fronto-cigomática Sutura dentada en diente de sierra

Une la apó�sis cigomática del frontal con la apó�sis frontal del malar

Palato-etmoidal Sutura armónica Une el borde inferior de las masas laterales con la apó�sis orbitaria de los palatinos

Cuadro 2.1. Tipos de articulaciones del cráneo según Magoun. (Continuación.)

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

ARTICULACIONES TIPO OBSERVACIONES

Etmoido-nasal Sutura armónica Une el borde anterior de la lámina perpendicular con la cresta de los dos huesos propios de la nariz

Etmoido-vomeriana Sutura armónica Une la lámina perpendicular con el borde superoanterior del vómer

Etmoido-concal (masa lateral con cornete inferior)

Sutura armónica Une la apó�sis unciforme del etmoides con la apó�sis etmoides

Etmoido-maxilar Sutura armónica Une el borde inferior de las masas laterales con el borde mediano de la super�cie orbital del maxilar

Sutura armónica Une el borde anterior de las masas laterales con las apófisis frontales

Sutura armónica Une el margen anterior de los cornetes anteriores con la apó�sis frontal

Etmoido-lagrimal Sutura armónica Une el borde anterior de las masas laterales con el borde posterior de los huesos lagrimales

Máxilo-cigomatica Sutura irregular interdigitada

Une la apó�sis infraorbitaria con la cumbre del maxilar

Máxilo-nasal Sutura escamosa Borde anterior de la apó�sis frontal

Máxilo-unguinal Sutura armónica Borde posterior de la apó�sis frontal

Sutura armónica Borde interno de la cara orbitaria con el borde inferior del hueso unguis

Máxilo-palatina Sutura irregular Une la tuberosidad con la lámina perpendicular del palatino

Sutura armónica Une el borde interno de la cara orbitaria con la apó�sis orbitaria

Sutura dentada Une el borde posterior de la apó�sis palatina con la lámina horizontal del palatino

Máxilo-concal Sutura armónica Une la cresta turbinal superior con el cornete inferior

Sutura armónica Une la base del hiato antral con la apófisis maxilar del cornete inferior

Unguino-concal Sutura armónica Une la apó�sis turbinal con la apó�sis lagrimal

Máxilo-vomeriana Sutura armónica Une la cresta nasal de la apó�sis palatina con el borde inferior del vómer

Intermaxilar Sutura dentada Une las apó�sis palatinas

Palato-vomeriana Sutura armónica Une la cresta nasal de la lámina horizontal con la porción posteroinferior del vómer

Palato-concal Sutura armónica Une la cresta turbinal de la lámina vertical con el cornete inferior

Interpalatina Sutura dentada Une los bordes internos de la lámina horizontal

Intermandibular Sincondrosis Hasta la edad de 1-2 años

Internasal Sutura dentada Une los bordes internos de los huesos propios de la nariz

Cartílago de la división

Sutura armónica Con el etmoides

Sutura armónica Con el vómer

Sutura armónica Con el hueso nasal

Occipito-atloidea Diartrosis de tipo condílea

Cóndilos occipitales que convergen anteriormente e inferiormente con las cavidades glenoideas del atlas

Occipito-axoidea Sindesmosis (excepcional)

Une el cóndilo con la apó�sis odontoides del axis

Cuadro 2.1. Tipos de articulaciones del cráneo según Magoun. (Continuación.)

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CAPÍTULO 2 ANATOMÍA DEL CRÁNEO

bulbo y a la protuberancia anular, mientras que la exocraneal tiene en la línea media el tu-bérculo faríngeo, sobre el cual se inserta la aponeurosis faríngea. A cada lado de este tu-bérculo, el músculo recto menor anterior se inserta sobre crestas musculares.

Los bordes laterales se conectan con el pe-ñasco mediante un �brocartílago. El borde an-terior está unido al cuerpo del esfenoides, igualmente por un �brocartílago. Éstos permi-ten cierta maleabilidad articular (Fig. 2.1).

Corredera basilar

Apó�sis yugular Seno lateral

IX X XI

XII

Corredera de los senos petrosos

inferiores

Tubérculo occipital

Espina yugular

Figura 2.1. El XII hipogloso mayor en la zona del cóndilo occipital.

C. LAS MASAS LATERALESEstán situadas a uno y otro lado del aguje-

ro occipital. La cara exocraneal presenta el cóndilo occipital, que es un saliente articular convexo y elíptico. Su eje mayor es oblicuo hacia adelante y hacia dentro. Con frecuencia se evidencia un estrechamiento en la unión de su mitad anterior con su mitad posterior.

Por delante y por fuera del cóndilo se dis-tingue el canal condíleo anterior, que da paso al nervio hipogloso mayor. Por fuera del cón-dilo se inserta el músculo recto lateral.

La cara endocraneal presenta por delante el tubérculo occipital, excavado por una co-rredera para los nervios craneales IX-X y XI, que a continuación se dirigen al agujero ras-gado posterior.

III. ANATOMÍA DEL OCCIPUCIO2,4,6

El occipucio tiene la forma de un segmen-to de esfera, cuyos bordes forman un rombo. Presenta en su parte inferior un ancho ori�cio oval: el agujero occipital.

Es probablemente, el hueso más impor-tante del cráneo, pues asegura la unión entre el cráneo y el raquis. Por lo tanto, está someti-do a su doble in�uencia.

Las inserciones musculares son numerosas y los espasmos musculares tienen un papel pri-mordial en las restricciones de movilidad de este hueso. Está constituido por cuatro partes:

– La apó�sis basilar que se articula con los temporales y el esfenoides,

– Las masas laterales en relación con el at-las y los temporales,

– La escama que se articula con los parie-tales.

A. NOCIONES EMBRIOLÓGICASLa base es de origen cartilaginoso y la esca-

ma, de origen membranoso. Este hueso pre-senta ocho puntos principales de osi�cación:

– Dos puntos, anterior y posterior, para el basión, que aparecen en el segundo mes fetal.

– Un punto para cada masa lateral, que surge en la octava semana fetal.

– Cuatro puntos para la escama:• Los dos puntos anteriores aparecen

en la octava semana fetal.•   Los dos puntos posteriores  aparecen 

en el tercer mes fetal.Los cóndilos se osi�can a los siete años,

período en que el basión y las masas laterales están unidos por �bras óseas.

La unión entre la escama y las masas late-rales se osi�ca entre los tres y cinco años, por lo que es posible hasta esta edad modi�car la forma del agujero occipital.

B. LA APÓFISIS BASILAR Es cuadrilátera. La cara endocraneal pre-

senta una corredera basilar que responde al

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

D. LA ESCAMA OCCIPITALPresenta en el centro la protuberancia oc-

cipital externa o inión, de donde parten dos crestas rugosas:

– La línea curva occipital superior, que se extiende hacia fuera hasta la apó�sis mastoides.

– La línea curva occipital inferior, que se extiende por fuera hacia la apó�sis yu-gular.

La línea curva occipital superior da inser-ción a los músculos trapecio y esplenio; la lí-nea inferior, a los músculos rectos posteriores mayor y menor. Entre estas dos líneas curvas se insertan los músculos complejos, esplenios y oblicuo menor (Figs. 2.4 y 2.5).

La cara endocraneal presenta la protube-rancia occipital interna, que responde a la con�uencia posterior de los senos craneales. De esta protuberancia salen dos correderas para los senos petrosos laterales, así como una corredera vertical para el seno longitudi-nal superior.

Los bordes superiores de la escama se arti-culan con los parietales en la sutura lambdoi-dea y los bordes inferiores, con la porción mastoidea de los temporales.

1. Apó�sis basilar. 2. Cóndilo. 3. Apó�sis yugular. 4. Fosa cerebelosa. 5. Corredera del seno lateral.

6. Fosa cerebral. 7. Corredera del seno longitudinal superior. 8. Protuberancia occipital interna.

1 23

5

67

8

4

Figura 2.4. Vista anterior del occipucio.

El borde externo está dividido en dos par-tes por la apó�sis yugular, que se articula con la carilla yugular del temporal. Por delante de esta apó�sis yugular se distingue el agujero rasgado posterior, por donde pasan los nervios glosofaríngeos, neumogástrico e hipogloso mayor, así como la vena yugular interna, la ar-teria meníngea posterior y una rama meníngea de la arteria occipital (Figs. 2.2 y 2.3).

1. Escama. 2. Apó�sis basilar. 3. Apó�sis yugular. 4. Cóndilo. 5. Agujero condíleo.

1

23

5

4

Figura 2.2. Vista lateral del occipucio.

1. Apó�sis basilar. 2. Cóndilo. 3. Agujero condíleo. 4. Apó�sis yugular. 5. Línea curva occipital superior.

6. Protuberancia occipital externa.

1

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3

5

6

4

Figura 2.3. Vista inferior del occipucio.

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CAPÍTULO 2 ANATOMÍA DEL CRÁNEO

Movimientos en �exión de deslizamiento posteroinferior del occipucio y anteroexterno del parietal. Se abre al mismo tiempo la parte posterior de la sutura sagital.

3. Sutura occipito-mastoidea (Fig. 2.7)– Sutura escamosa. Mitad superior: bisel

externo; mitad inferior: bisel interno. Cambio de bisel: pivote cóndilo-esca-mo-mastoideo (CEM).

Figura 2.7 Sutura occipito-mastoidea.

1. Apó�sis basilar. 2. Apó�sis yugular. 3. Agujero condíleo. 4. Fosa cerebelosa. 5. Protuberancia occipital interna. 6. Corredera del seno lateral.

7. Fosa cerebral. 8. Agujero occipital. 9. Corredera del seno longitudinal superior.

1

2

3

59

67

8

4

Figura 2.5. Vista superior del occipucio.

E. SUTURAS DEL OCCIPUCIO1. Sutura esfeno-basilar

– Sincondrosis. Hasta los 20-25 añosMovimientos multidireccionales: �exión,

extensión, latero�exión, rotación, torsión, strain vertical y lateral, y compresión-descom-presión anteroposterior.

2. Sutura lambdoidea (Fig. 2.6)– Occipito-parietal o lambdoidea:– Sutura escamodentada. Parte mediana

(superior): bisel interno; parte lateral (inferior): bisel externo.

Figura 2.6 Sutura lambdoidea.

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TRATADO DE OSTEOPATÍA CRANEAL. ARTICULACIÓN TEMPORO-MANDIBULAR

Movimientos de deslizamiento anterosu-perior (�exión) y anterointerno a posteroex-terno; rotación superoinferior.

IV. ANATOMÍA DEL ESFENOIDES1,2,4-6

Está ubicado en la base del cráneo y go-bierna toda la esfera anterior del cráneo. Con-tribuye a la constitución de las fosas nasales y de las órbitas.

Se controla por la tienda del cerebelo: una lesión de torsión, por ejemplo, será responsa-ble de una torsión de la tienda del cerebelo.

Su forma recuerda a un pájaro constituido por tres partes:

– El cuerpo del esfenoides es el cuerpo del pájaro.

– Las alas menores y mayores son las alas.– Las apó�sis pterigoides son las patas.

A. EL CUERPOTiene forma cuboide y es hueco (Fig. 2.10).

1. Los senos esfenoidalesEl pico del esfenoides responde a la lámi-

na perpendicular del etmoides: una lesión a este nivel puede ser responsable de sinusitis, con sensación de nariz tapada.

Los ori�cios esfenoidales contactan con las semiceldas de las masas laterales del et-moides.

Movimientos de tijera con deslizamiento anterointerno-compresión (extensión) a poste-roexterno-separación (�exión). La rotación ex-terna del temporal genera abertura de la parte posterior de la sutura y el cierre de la parte an-terior; la rotación posterior genera lo contrario.

4. Sutura petro-yugular (Fig. 2.8)– Sincondrosis. Une la apó�sis yugular del

occipucio con la super�cie yugular del temporal.

Figura 2.8 Sutura petro-yugular.

5.  Sutura petro-basilar (Fig. 2.9)– Esquindilesis. Une la corredera hueca

petrosa con la cresta del borde superior del borde lateral del basioccipucio.

Figura 2.9 Sutura petro-basilar.

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CAPÍTULO 2 ANATOMÍA DEL CRÁNEO

rior y el campo rugoso lateral para-etmoi-des y palatino.

5. La cara posteriorSe articula con el basión del occipucio,

presenta una sincondrosis hasta la edad de 20 años.

6. La cara lateral Constituye la implantación de las alas me-

nores y mayores, la pared orbitaria y la hendi-dura esfenoidal, por donde pasan los pares cra-neales del ojo: III (motor ocular común), IV (patético), VI (motor ocular externo) y VI (ner-vio oftálmico del Willis).

Cuenta igualmente con la corredera de la arteria carótida interna, que atraviesa el seno cavernoso.

B. LAS ALAS MENORESNacen de dos raíces que limitan el ori�cio

para el nervio óptico y la arteria oftálmica.Se articula con la lámina horizontal del

frontal y con la lámina cribosa del etmoides.Tienen bisel interno en su mitad externa

(frontal) y bisel externo en su mitad interna (etmoides) (Fig. 2.12).

12 3

1. Silla turca. 2. Ala menor. 3. Hendidura esfenoidal. 4. Ala mayor. 5. Agujero redondo mayor. 6. Canal vidiano. 7. Apó�sis pterigoides.

8. Seno esfenoidal. 9. Rostrum.

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676

78

89

Figura 2.12. Vista anterior del esfenoides.

NOTAEste elemento es capital para la realización de la técnica llamada «frontal lift».

1

2

3

1. Ala menor. 2. Hendidura esfenoidal. 3. Silla turca. 4. Agujero redondo mayor. 5. Agujero oval. 6. Ala mayor. 7. Apó�sis clinoides anterior.

8. Apó�sis clinoides posterior. 9. Agujero óptico. 10. Agujero redondo menor.

4

5

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8 10

9

Figura 2.10. Vista superior del esfenoides.

2. La cara superiorPresenta de adelante hacia atrás:– El jugum esfenoidal en el centro.– La corredera de los canales ópticos.– La silla turca con su tubérculo, las raíces de

las alas menores y la fosa de la hipó�sis.La arteria carótida interna pasa entre la

apó�sis clinoides anterior y posterior.

3. La cara inferiorCorresponde al techo de la garganta, presen-

ta la cresta esfenoidal inferior en contacto con el vómer por el rostrum esfenoidal (Fig. 2.11).

1

23

1. Rostrum. 2. Ala mayor. 3. Ala menor. 4. Agujero redondo mayor. 5. Apósis pterigoides.

6. Agujero oval. 7. Agujero redondo menor. 8. Hendidura esfenoidal.

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7

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Figura 2.11. Vista inferior del esfenoides.

4. La cara anteriorForma parte de la bóveda de las fosas

nasales, presenta la cresta esfenoidal ante-