tratado de la unidad - ibn arabi (traducido y comentado por roberto)

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  • 8/3/2019 Tratado de La Unidad - Ibn Arabi (Traducido y Comentado Por Roberto)

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    TRATADO DE LA UNIDAD

    Ibn Arabi

    Traducido y comentado porRoberto PLA

    Digitalizado por: JMRT

    De la presente edicin:EDITORIAL SIRIO, S.A.C/. Panaderos, 9Tel.952 22 40 72 - 29005 MALAGA

    ISBN:84-86221-63-3

    Impreso en Espaa en los talleres grficos de Romany/Valls, S.A.Verdaguer, 1 - 08786 Capellades (Barcelona)

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    INTRODUCCIN

    El Tratado de la Unidad (Risalatul-Ahadiyah) es un testimonio particularmente significativodel pensamiento suf. Su autor, Muhiyuddin Ibn El-Arabi, llamado entre los rabes el msgrande de los maestros espirituales, naci en Murcia en el ao 1164 (muri en Damasco en1240), cuando haca ms de cuatrocientos aos que gran parte de Espaa era un pas rabe. Entresus sobrenombres figura el de El Andaluz y tambin el de El vivificador de la Religin,significado de su nombre de pila, Muhiyuddin, y no cabe duda de que ha sido uno de losespaoles ms insignes y que ha ejercido una influencia metafsico-religiosa ms profunda en losambientes islmicos y cristianos. Entre los rabes se dice que no ha habido poesa amorosasuperior a la suya y ningn otro suf ha impresionado tanto a los telogos islmicos ortodoxos,merced al significado profundo de su obra.

    Segn se dice, la entrada de El-Arabi en el sufismo se debi a su padre, que estaba en contactocon Abdul-Quadir Jilani, el llamado Sultn de los Amigos (1077-1166). El padre de El-Arabi le

    procur la mejor educacin posible y as, siendo adolescente, fue a Lisboa donde estudi leyesy teologa islmica y luego se traslad a Sevilla, donde aprendi el Corn y las tradiciones conlos mejores maestros de su poca. En Crdoba asisti a las clases del gran jeque El-Sharrat y sedistingui en jurisprudencia. Durante todo este perodo dio muestras de una capacidad intelectualmuy superior a la de sus compaeros y sus horas libres las pasaba casi exclusivamente con lossufes. Pronto comenz a escribir poesa y durante los treinta aos que vivi despus en Sevilla,una vez terminados sus estudios, cultiv la poesa y la elocuencia, llegando a ser consideradocomo la primera figura de aquel elevado centro cultural.

    En ciertos aspectos El-Arabi se asemeja a El-Ghazali (1058-1111). Como l proceda de unafamilia suf y como l consigui influir en el pensamiento occidental. Pero mientras Ghazalihaba dominado primero el escolasticismo islmico, para volverse ms tarde al sufismo, El-Arabiestuvo siempre en contacto con la escondida corriente suf. Ghazali concili el islamismo conel sufismo, haciendo comprender a muchos que esto ltimo no era una hereja, sino unsignificado recndito de la religin. Mas la misin de El-Arabi fue crear una verdadera literaturasuf y darla a conocer para que los que quisieran pudieran entrar en el espritu del sufismo.

    La obra ms divulgada del El-Arabi es su coleccin de Odas, poesa mstico-amorosa, titulada

    El intrprete de los deseos, en la que muestra tan frtil imaginacin que los sufes la considerancomo el producto de la ms adelantada evolucin de la conciencia humana. Pero lo curioso esque aquellas poesas encierran varios significados distintos. En realidad, El-Arabi parece tomarla medida de El Cantar de los Cantares de la tradicin hebrea y bajo la forma de una poemaamoroso describe simblicamente las bodas espirituales. En ocasin de un viaje a Aleppo (Siria),donde fue acusado de ser un poeta ertico, el propio autor se encarg de revelar el mltiplesentido de la obra en un comentario a los poemas en el que describe el significado religioso desus smbolos. Se advierte en ello cmo San Juan de la Cruz, Santa Teresa y Fray Luis de Len,entre otros, no estn muy lejos de ser fieles seguidores del maestro El-Arabi. El profesor

    Nicholson ha traducido as uno de los poemas que escandalizaron a los devotos de Aleppo y quedamos como ejemplo, aunque tal vez no sea de los ms representativos:

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    Ver ms adelante (Coment. Al 2.2.3) el significado real de la palabra corazn (qalb).1

    El Templo mtico que hay que contemplar. (Cfr. NIFFARI: Mawaki, quien describe los grados de la2

    Kaba como contemplacin interior.)El Amor espiritual, como realidad y fuente de la Unidad.3

    Cfr. IDRIES SHAH: Los sufes, pg. 149 ed. Castellano.4

    La primera traduccin de este Tratado parece que fue publicada en 1911 en la revista Gnose, siendo5

    su autor un pintor de origen sueco del que figuran algunos cuadros en el museo de Estocolmo , bajo la firma de Ivan

    Aquli y de quien hay motivos para suponer que di a conocer el texto a Ren Guenn. En 1977, la revista Etre,que dirige Jean K lein, public en su nmero del primer trimestre la actual y magnfica traduccin directa del rabe ,der Abdul-Hadi, que ahora vertida al castellano, publicamos.

    Mi corazn es capaz de comprender cualquier forma:1

    monasterio para el monje, templo de dolos,prado de gacelas, el Kaba votivo ,2

    las tablas de la Tor, el Corn.El Amor es mi credo; donde quieran que vayan3

    sus camellos, l sigue siendo mi creador y mi fe.

    Otro de los libros importantes de El-Arabi es el titulado Facetas de la Sabidura, donde llevadode su simbolismo emite afirmaciones sorprendentes. Despus de decir que Dios no puede servisto ni como forma material, ni inmaterial, afirma que la visin de Dios en la mujer es la ms

    perfecta de todas. Hay que explicar que los poemas de amor reflejan para el suf una completaexperiencia de la divinidad. Muchas palabras tienen multiplicidad de sentidos y no es difcilobtener de ellos duplicidad de significados.

    El libro de mayores dimensiones de El-Arabi es el titulado Libro de las revelaciones de la

    Meca (Futuhat), escrito en ocasin de su viaje a la Meca y cuya edicin rabe pasa de las 4000pginas. El-Arabi dijo de l: A pesar de su longitud y extensin no he agotado en l ni uno solode los pensamientos o ideas acerca del mtodo suf. En el captulo 148 desarrolla un pequeoy valioso tratado sobre la Perspicacia fisiognmica y sus arcanos.

    Hemos dicho que El-Arabi extendi su influencia hasta el orbe cristiano. Adems de los msticoscristianos espaoles posteriores, recibieron esta influencia hombres como Dante y comoRaimundo Lulio. De Dante afirman los sufes que tom la obra de El-Arabi y la cristaliz4

    dentro de un marco de excelsa poesa. En cuanto a Lulio, tom material de El-Arabi paraexplicar la importancia de ciertos ejercicios y experiencias de carcter mstico.

    Otro detalle interesante de la vida de El-Arabi se refiere a sus experiencias msticas. Trabaj bajola direccin de la suf espaola Ftima Walyya y experiment, segn dice, estados psquicos muyimportantes. En varias ocasiones se refiere a ellos en sus libros. Parte de sus trabajos fueronescritos en trance y su significado no se le revel a l mismo con claridad hasta algn tiempodespus. Cuando tena treinta y siete aos visit Ceuta, donde se hallaba la escuela de Ibn Sabainy all tuvo una extraa visin o sueo en el que se le revel su alto destino como difusor de laciencia suf. Sola caer en un arrobamiento, o xtasis, durante el cual era capaz de lograr elcontacto con la realidad suprema, la que describa con ejemplos basados en las formas del mundovisible. Sus enseanzas se derivaban de estas experiencias internas.

    El tratado denominado El Tratado de la Unidad (Risalatul-Ahadiyah), que Abdul-Hadi hatraducido no figura en las listas de obras de El-Arabi conocidas en Occidente . Por sus5

    caractersticas puramente metafsicas no recuerda en nada a otros trabajos, motivo probable por

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    [Hadith = Un hadiz o jadiz es una narracin o referencia en rabe; es un dicho o una conversacin, pero6

    que islmicamente representa los dichos y las acciones del Profeta Mahoma relatadas por sus compaeros ycompiladas por aquellos sabios que les sucedieron.]

    Los ttulos y subttulos, as como la divisin en p artes y prrafos y tambin la num eracin de e llos, son7

    obra del comentarista, quien se ha tomado tal libertad en aras de una mayor claridad. Los comentarios slo persiguenclarificar la dificultar del texto y han sido escritos como mero comp lemento del mismo, es decir, desde el punto devista de lo que el texto sugiere a un ho mbre de hoy. A p arte de las pocas explicaciones sobre terminologa tcnicasuf, no hay que esperar ver en los comentarios una determinacin puramente suf, ya que la casi inexistencia de

    tratados similares hacen este intento muy difcilmente practicable. En definitiva, los comentarios son la modestaaportacin que una mente que intenta la Unidad puede hacer al Tratado de quien, con toda seguridad, realiz laUnidad.

    el que su paternidad le ha sido negada por algunos autores, pues aqu prescinde de todadeterminacin simblica para adentrarse en un entramado dialctico ajustado a las ms purasnormas de la lgica. En realidad el Risalatul es un serio tratado del Ser, en el que El-Arabi semuestra como un decidido y agudo partidario del monismo metafsico. En este sentido su no-dualismo absoluto slo tiene parangn, por la grandeza de su exposicin, con el advaintismo

    vedntico de Sankara y resulta un documento excepcional por su singularidad expositiva enmbito del pensamiento no slo suf, sino tambin islmico.

    El motivo, o hilo conductor del Risalatul, es un hadith , o dicho clebre del Profeta: quien6

    se conoce a s mismo, conoce a su Seor, que sirve de pie para afirmar la identidad de aquellonombrado como El Seor y el s-mismo real. El proceso dialctico seguido es de primer ordeny revela en su autor una inteligencia constructiva poco comn. Pero a esta capacidad intelectualhay que sumar algo muy importante y es que tal claridad de expresin y tal seguridad en laexposicin de un esquema mstico, sin perderse en ningn momento en una afirmacindescuidada de dualismo, denota al hombre que ha realizado la Unidad, pues slo desde esa altura

    conquistada y vivida cotidianamente es posible discurrir sin error en tema donde es tan fcildeslizarse. As, ante tanta grandiosidad como se desprende del Tratado, slo cabe reconocercomo cierto, respecto a El-Arabi, lo que l mismo recuerda en el Colofn de su obra:

    Ala prepara a los que ama y los acoge conpalabra, acto, ciencia, inteligencia, luz y direccinverdadera. Amen .7

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    TRATADO DE LA UNIDAD

    INVOCACIN

    En el Nombre de Al,el Clemente,

    el Misericordioso!

    Nosotros imploramos su ayuda!

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    [Ana l Haqq = Yo soy la Verdad]8

    Probable alusin a la hiptesis cristiana.9

    I

    SOLO EXISTE LA UNIDAD

    1.1 TU ERES EL Y EL ES TU.

    1.1.1 Gloria a Al, ante cuya Unicidad no hay nada anterior, si no es l, que es el Primero!Gloria a Al, despus de cuya Singularidad no hay un despus, si no es l, que es elsiguiente!

    Unicidad y Singularidad, sin anterior y sin siguiente, intenta describir la eternidad y lasoledad absolutas de la Unidad. Esta debe ser estudiada, comprendida y vivida, porque elestado de Unidad representa la culminacin del proceso espiritual del suf. Tal culminacinse alcanza por la extincin de la idea del s-mismo, es decir, cuando se ha llegado alConocimiento, o Gnosis, de que el s-mismo es l, lo que equivale a morar en Dios (baqa).

    Ibn El-Arabi dijo en una ocasin:Cuando aparece mi Amado, con qu ojo he de mirarle? Con elsuyo, no con el mo, porque nadie Le ve sino l mismo.

    1.1.2 Con relacin a l no hay antes, ni despus; ni alto ni bajo; ni cerca, ni lejos, ni cmo, niqu, ni dnde, ni estado, ni sucesin de instantes, ni tiempo, ni espacio, ni ser. l es talcomo es. l es el nico sin necesidad de la Unidad. l es lo singular, sin necesidad dela Singularidad.

    El instante es aqu expresado a la manera ms pura aristotlica, esto es, no como tiempo,sino como lmite del tiempo, siendo a ste el instante lo que el punto es en cuanto a la lnea.(Cfr. ARISTTELES: Fsica, lib. IV, capt. 13)

    1.1.3 l no est compuesto de nombre, ni de denominado, porque l es el nombre y eldenominado. No hay nombre salvo l. No hay denominado salvo l. Por ello se dice quel es el nombre y el denominado.

    En la Unidad la Realidad ltima el sujeto y el objeto son una misma cosa. Estaparticularidad se revela a la mente cuando una vez alcanzado el conocimiento de s-mismo,se ve que el s-mismo y l no son dos cosas diferentes. Desde ese mismo momento, elternario psquico tradicional conocedor, conocimiento y conocido se funde en la unidad.Aquel gran suf del siglo X en Bagdad, Ibn Mansus, conocido como Al-Hallaj, que fue

    brbaramente asesinado por declarar que l era Dios (Yo soy Dios, Ana L-Haqq) , deca:8

    En aquella gloria no hay yo, ni nosotros, ni t. Yo, nosotros, ty l, todo es una y la misma cosa.

    1.1.4 l es el Primero sin anterioridad. l es el ltimo sin posterioridad. l es Evidente sinexterioridad. l es Oculto sin interioridad. Porque no hay anterior, ni posterior; no hayexterior, ni interior, sino l.

    Despus de haber resaltado la eternidad y la soledad, la atemporalidad y la unicidad de laUnidad, se describe ahora su inconmensurable, su espacialidad incondicionada y abstracta.

    1.1.5 Es necesario comprender este Misterio para no caer en el error de los que creen en lasencarnaciones de la divinidad . l no est en ninguna cosa y ninguna cosa est en l. Es9

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    El slo puede ser comprendido por la Luz de la intuicin. Como dice Ghazali: Quien persevera puede10

    tener la certidumbre de que al fin alumbrar en su corazn la Luz de lo Real. Esta Luz es la certidumbre intuitiva(yakin), un rayo de la propia Luz divina, que Dios ha proyectado en el corazn del homb re y por medio del cual serefleja. De no ser as, el alma no podra alcanzar nunca la Unidad. (Ver com. de 2.2.3.)

    Nadie puede verle, porque esto supond ra dualidad. Es la propia visin la que al ser simultneamente el11

    vidente, lo visto y la visin, se ve a s misma.Neologismo d el latn ipse, del original rabe. La idea es que l ha mandado con l m ismo y a l mismo,12

    Su s-mismo (Su ipseidad), lo que confirma Su unidad .Es no-nacido (a la existencia perceptible por la mente) (Ver coment. a 1.1.6.) Y, por lo tanto, sin13

    existencia mortal. Si no ha tenido nacimiento, tambin carece de muerte. Dich o de otra manera: La no -existencia,se refiere al mundo-visible o invisible que est dentro del campo de percepcin de la mente activa. l no esmovimiento y lo que se mueve la mente activa no puede conocerle.

    Primera referencia al hadith, o frase clebre del Profeta que da pie al presente Tratado. Si el14

    conocimiento del Seo r, se infiere de ello la identidad de ambos conocimientos. La consecuencia de esta identidades de una enorme importancia metafsica, mstica y religiosa en general, pues una vez hecho el descubrimiento detal identidad, queda abierto para el hombre un inmenso y rico trabajo, al fundamentarse para l la verdadera vida

    religiosa, o sea la Va para la realizacin de la Unidad.Es una corroboracin del hadith. El s-mismo es el Seor y el Seor es el s-mismo, luego el15

    conocimiento del Seor llega siempre por el conocimiento del Seor.

    preciso conocerle pero no por la ciencia, la inteligencia, la imaginacin, la sagacidad, lossentidos, la visin exterior, la visin interior, la comprensin o el razonamiento .10

    1.1.6 Nadie, salvo l mismo, puede verle.Nadie, salvo l mismo, puede asirle.

    Nadie, salvo l mismo, puede conocerle.Nadie distinto de l puede ocultarle.l se ve y se conoce a S mismo.Su velo impenetrable es su propia Unicidad.l mismo es su propio velo.Su velo es su propia existencia.Su Unicidad le vela de forma inexplicable.

    No es posible comprender la Unidad desde la dualidad, ya que cualquier movimiento quehaga la mente para comprender es ya dualidad. Por eso se puede decir que su Unicidad essu propio velo (de la Unidad).Esta y otras expresiones mistricas quieren expresar que la Unidad est fuera de los lmites

    de la mente. Por eso es no-nacida (a la existencia perceptible de la mente), y de ah quea la mente no le es posible alcanzar la Unidad. Sin embargo, cuando la mente cesa, lo queocurre en el curso del xtasis, ah est la Unidad, donde estuvo siempre, porque esomnipresente.

    1.1.7 Nadie le ha visto, le ve, o podr verle jams . Ningn profeta enviado ni ningn santo11

    perfecto o ngel se le aproxima. Su profeta es l. Su mensajero es l. Su mensaje es l.Su Palabra es l. l ha mandado Su ipseidad con l mismo, de l mismo y hacia l12

    mismo, sin ningn intermediario o causalidad exterior a l mismo. Ninguna diferenciade tiempo, espacio o naturaleza hay entre l que enva el mensaje, el mensaje y eldestinatario del mensaje.

    1.1.8 Su existencia est nicamente en los textos de la profeca. Sin embargo, slo l existey no puede dejar de existir puesto que jams vino a la existencia . Por eso ha dicho el13

    Profeta: Quien se conoce a s mismo conoce a su Seor . Tambin ha dicho: Yo14

    conozco a mi Seor, por mi Seor . El Profeta de Al ha querido hacerte comprender15

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    O como dice Al-Hallaj:

    16

    Yo soy Aquel a quien amo y el que am o es yo. Si me ves,Le ves y si Le ves, nos contemp lamos los dos.

    que t no eres t, sino l: l y no t; que l no cabe en ti y t no cabes en l; que l nosale de ti y t no sales de l .16

    1.1.9 Lo que quiero decir es que t no eres, o posees tal o cual cualidad, que no existes y queno existirs jams, ni por ti mismo, ni por l, en l o con l. T no puedes cesar de ser,

    porque no eres. T eres l y l es t, sin ninguna dependencia o casualidad. Si alcanzasa reconocer en tu existencia esta cualidad de la nada, entonces conoces a Al. En otrocaso, no.

    La Va del conocimiento presupone la renunciacin, pero renunciacin significa, en sus mspuros trminos, reconocimiento de lo que no es. De ah que la renuncia no supone mrito,sino conocimiento, porque en definitiva el sabio renuncia a lo que no es. Ms la bsquedade lo que no es, es rida y prolongada. Hay que despojarse da a da, minuto a minuto, delos atributos que han sido descubiertos como tales, hasta llegar al s-mismo puro y desnudo,esto es, hasta llegar a reconocer en la existencia propia la cualidad de la nada. Hay querevestirse de esa nada, sustentarse de ella, morar y profundizarse en ella, gozar en ella y serella. All est el conocimiento.

    1.2 IMPOSIBILIDAD DE LA EXTINCIN DE LA EXISTENCIA

    1.2.1 La mayor parte de los iniciados dicen que la Gnosis, o Conocimiento de Al, viene acontinuacin de la extincin (fan) de la existencia y de la extincin de esta extincin(fan el-fani). Pero esta opinin es falsa, pues parte de un error manifiesto. La Gnosisno exige la extincin de la existencia y la extincin de esta extincin, sencillamente

    porque las cosas no tienen ninguna existencia y lo que no existe no puede dejar de existir.Decir que una cosa ha dejado de existir, que no existe ya, equivale a afirmar que haexistido, Pero si conoces el ti-mismo, es decir, si puedes concebir que no existes y que,

    por tanto, no puedes extinguirte jams, entonces conoces a Al. En otro caso, no.Este prrafo encierra una enorme sabidura y conviene meditarlo sosegadamente. Laextincin, o apagamiento interior (fan), es uno de los principios bsicos del sufismo, queafirma que slo mediante la extincin de la existencia se puede alcanzar la Gnosis, oConocimiento supremo. De ah que el suf dedique sus mayores esfuerzos a obtener elfan. Pero lo que Ibn El-Arabi dice aqu es que nadie es una existencia, por lo que laextincin no es posible, ya que no puede extinguirse lo que no existe. La diferencia

    polmica viene de que los hechos se exponen desde un punto de vista diferente. Quien miradesde el dualismo ve como imprescindible la extincin de su existencia, pues es sta suexistencia propia la que le separa de la Unidad. Pero Ibn El-Arabi ve las cosas desde laUnidad misma y sabe que en ningn caso hay existencia, sino solamente idea de la

    existencia. Y si no hay existencia, resulta ocioso hablar de la extincin de la existencia. Porotra parte, la creencia de que hay que operar la extincin constituye el mayor obstculo paraalcanzar la Gnosis, pues el propsito de la extincin es en s mismo dualidad. Por elcontrario, si alguien puede concebir que no existe lo que resulta idntico al conocimientode s-mismo, cuando eso ocurre, ah est la Gnosis, la Unidad. Esto viene a ser lo que

    proclama Jalaluddin Rumi, el Gran suf persa:He buscado, alma ma!, del uno al otro confn y nada hall enti que no fuera el Amado.

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    [plural de maqam = e staciones en sufismo]17

    Lo preexistente es necesariamente existente y necesariamente postexistente.18

    1.2.2 Atribuir la Gnosis a la extincin (fan) y a la extincin de la extincin (fan el-fani) esun credo idlatra. Si atribuyes la Gnosis a fan y a fan el-fani, pretendes que algodistinto de Al puede gozar de existencia. Esto es negarle y entonces eres formalmenteculpable de idolatra. El Profeta ha dicho: Quien se conoce a s mismo, conoce a suSeor. Si se afirma la existencia de algo distinto no se debe hablar de su extincin,

    porque no se puede hablar de la extincin de aquello que hay que afirmar.Interesa mucho entender bien el sentido de la frase la extincin de la extincin (fan el-fani), de tanta importancia en el espritu suf. La extincin (fan) de la existencia seconsigue, segn el sufismo, por la superacin de tres diferentes y bien determinadas etapas.Durante la primera de stas, el viajero (salik), que avanza por su espiritual sendero (taricat),ha de practicar el arrepentimiento (tawbat), trmino musulmn equivalente a conversin.Se describe el tawbat como un despertar del alma, o como el presentimiento de laexistencia de una realidad superior, presentimiento que segn el sufismo ms debe suaparicin a un acto de la gracia divina que a la accin de la voluntad propia. La mente, envirtud de su movimiento de conversin, se vuelve hacia adentro y comienza a escrutar ensu propio interior. Al principio, la conversin tiene el carcter de mera purificacin moral,

    mas poco a poco, obtiene como fruto una objetivacin de todos los movimientos o estadosde la mente. As se abren las puertas a la segunda etapa, o macamat . Los movimientos17

    de la mente pensamientos, pasiones, deseos, sentimientos, al quedar objetivados, es deciral aparecer como hechos objetivos no atribuibles al s-mismo, ni identificables con el alma,dejan al descubierto su condicin de meros atributos temporales. Entonces, al quedarobjetivados, al quedar el s-mismo desnudo de atributos, el pensamiento, que a partir deentonces empieza a comportarse puro, manso y en plenitud de inocencia, da paso a lacontemplacin de la nada. Esto es el baqa, el morar en Dios. Ms adelante, aquella nadaresulta ser un motivo de amor, un ro fluente y renovado de felicidad, cuya creadoracontemplacin, convertida en una lluvia de sabidura, proporciona los medios para culminarla extincin. Sobreviene entonces la tercera etapa, llamada por los sufes la extincin dela extincin (fan el-fani). La mente se ha percatado de la no-existencia del s -mismo.

    Este percatarse, que al principio es ms o menos artificial, se hace cada vez ms real yprofundo, hasta que al fin, falto de objetivo por la evidencia de su inutilidad, el movimientohacia la extincin cesa. Esto es el fan el-fani, la extincin de la extincin. Una vezconsumada ah est la Unidad. Pero la Unidad sabe entonces que todo este penosoesfuerzo fue totalmente innecesario, pues jams hubo en verdad otra cosa que la Unidad. Unclebre poeta derviche persa del siglo XI, describi el ltimo acto del sendero con estas

    palabras:Como vela en la llama,en su fuego me derret

    y al resplandor oscilante,slo a Dios vi.

    Con mis propios ojos, a m mismo me vi,pero al mirar con los ojos de Dios,Slo a Dios vi.

    Desvanecido en la nada me derret.Yo era la Vida, El Universo...Slo a Dios vi.

    1.2.3 Tu existencia es nada y nada no es aadido a alguna cosa, temporal o no. El Profeta hadicho: T no existes ahora y tampoco existas antes de la creacin del mundo . La18

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    Es una gran sutileza metafsica concebir el ahora como un transcurso eterno y atemporal. Si bien se19

    mira, la realidad slo es posible en el ahora qu e no es tiempo, sino existencia verdadera.De pareja. La Unidad no slo es eterna en la totalidad de su inconmensurabilidad, sino que adems es20

    ella misma el propio transcurso.Una pareja (o paredro, pues sta es una idea tomada de los d ioses griegos), si existiera, sera igual a la21

    Unidad, lo que no es posible.

    palabra ahora significa, como presente absoluto, la eternidad sin comienzo y sin fin ,19

    Pero Al es la existencia de la eternidad sin comienzo, y de la eternidad sin fin, tantocomo de la preexistencia. Estos tres aspectos de la eternidad son l. Al es la existenciade estos tres aspectos de la eternidad sin que l deje, por eso, de ser absoluto. Si l nofuera as, su Soledad no existira. l no carecera de compaero . Pero es de necesidad20

    racional, dogmtica y teolgica que l no tenga pareja posible. Su pareja sera aquel queexistiera por s mismo y no por la existencia de Al, y sera, por consecuencia, unsegundo Seor Dios, lo que es imposible. Al no tiene pareja, ni en semejanza, ni enequivalencia .21

    1.2.4 Aquel que ve una cosa con Al, de Al o en Al, hacindola independiente de Al, porsu propio Seoro, convierte esta cosa en pareja de Al, independiente de l, por elSeoro. Aquel que pretende que una cosa pueda existir con Al poco importa que estacosa exista por ella misma o por l y que ella misma extingue su existencia, o laextincin de su existencia un hombre tal, digo yo, est lejos de tener la menor

    percepcin de conocimiento de s mismo. Porque aquel que pretende que algo distintode l puede existir poco importa que sea por s mismo, o por l o en l, que puededesaparecer y extinguirse, que puede extinguirse la extincin tambin, etc., etc., talhombre entra en un crculo vicioso. Todo esto es idolatra y nada tiene que ver con laGnosis. Tal hombre es idlatra y no conoce nada de Al, ni de s mismo.

    Se insiste ahora, aunque desde otro ngulo, sobre la realidad de que nada existe excepto l.El alma del hombre, o no existe o es l mismo. Si no existe, no puede extinguirse y si es lresulta ocioso intentar su extincin. Por eso dice Abu Said:

    Habitas en mi corazn,aun cuando lo empapes de sangre.

    Resplandeces en mis ojos,aun cuando los inundes de lgrimas.

    1.3 NADA DISTINTO DE L TIENE EXISTENCIA.

    1.3.1 Si se pregunta por qu medio se llega a conocer el s-mismo, es decir, el proprium, elalma, y a conocer a Al, la respuesta es: La va hacia estos dos conocimientos estindicada con estas palabras: Al es y la nada con l. l es ahora tal como era. Si algunodice: Yo veo mi alma, mi proprium, mi m-mismo distinta de Al y no veo queAl sea mi alma, la respuesta es: El Profeta expresa con el trmino alma, elproprium o ti-mismo, y no el elemento psquico de tu existencia particular, que se

    llama a veces alma imperiosa, o aquella que tiende irresistiblemente al mal, o elalma que reprocha o el alma aquietada, etc. El Profeta ha dicho tambin: Hazme ver,Oh Al!, las cosas tal como son, designando por las cosas todo lo que no es Al

    que l sea exaltado!.La traduccin de este prrafo ofrece ciertas dificultades y su sentido completo no queda muyclaro, aunque afortunadamente, el significado principal se esclarece en el prrafo siguiente.

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    Este prrafo completa el sentido anterior. La pregunta (enunciada en 1.3.1) es: Por qu medio se llega22

    a conocer el s-mismo y a Conocer a Al?. Son do s los conocimientos propuestos, pero el autor replica que hay unasola Va, lo que equivale a afirmar que los dos conocimientos son uno solo, cuyo fundamento aparece en la fraseAl es y la nada con l. Se da as por adelantado el resultado final de la investigacin que se plantea en estostrminos: Es necesario, en busca del s-mismo, disociar los elementos psquicos y pensamientos, todos os contenidosde la mente, en suma, hasta realizar interiormente con profundidad que ninguno de ellos, que ningn movimientointerior es el s-mismo. Una vez realizado esto se ve el s-mismo tal como es, es decir, como no ex istente, o sea,como la nada con l.

    El trmino latino quidditas, introducido por Avicena en las traducciones latinas de la obra de23

    Aristteles, se emplea aqu en su ms genuino sentido de respuesta a la pregunta q u es. Pod ramos leer as: Lascosas son Al si acertamos a verlas en su esencia, desnudas de existencia, esto es, carentes de tiempo, espacio yatributos.

    De cualquier forma, se ofrece aqu el inters de establecer una diferencia entre el almallamada tambin proprium y s-mismo y los elementos psquicos, o atributos delalma, que surgen con la existencia particularizada. Debe quedar bien claro que estos ltimosno son el alma, porque la realizacin interior y profunda de tal distincin es el primer pasoo etapa para alcanzar el conocimiento de s-mismo. El estudiante debe observar que el

    segundo paso o etapa consiste en conocer ese s-mismo tal como es. Cuando se ha eliminadotodo lo que no es l, las cosas aparecen tal como son.

    1.3.2 Con esto el Profeta ha querido decir: Hazme conocer lo que no eres T, a fin de que sepayo, a fin de que conozca yo, la verdad sobre las cosas, si ellas son T, o distintas de Ti.Carecen ellas de comienzo y de fin, o bien han sido creadas y han de desaparecer?.Entonces Al le permiti ver que todo lo que no es l, incluyendo el s-mismo delhombre, no tiene ninguna existencia . Y vio las cosas tal como son: quiero decir que vio22

    que las cosas son la quiddidad de Al, fuera del tiempo, del espacio y de todoatributo .23

    1.3.3 El trmino las cosas puede aplicarse al alma, o no importa a qu otra cosa. Laexistencia del alma y de las cosas se identifican ambas en la idea general de cosa, porlo que quien conoce su alma, su s-mismo, conoce al Seor. Aquello que t crees serdistinto de Al, no es sino Al, pero t no lo sabes. T Le ves y no sabes que Le ves.Desde el momento en que este misterio haya sido desvelado a tus ojos que no eresdistinto de Al, sabrs cul es el fin de ti mismo, que no tiene necesidad de anonadarte,que jams has dejado de ser y que no dejars jams de existir..., jams, como ya lo hemosexplicado.

    Se completa aqu la demostracin emprendida en 1.3. Una vez alcanzada la conclusin deque el s-mismo es la nada con l, slo falta saber que tal nada, que tal no-existencia esla del Seor, esto es, existencia absoluta, inextinguible.

    1.3.4 Todos los atributos de Al son tus atributos. Vers que tu exterior es el Suyo, que tuinterior es el Suyo, que tu comienzo es el Suyo y que tu fin es el Suyo. Y eso,incontestablemente, sin duda alguna. Vers que tus cualidades son las Suyas y que tunaturaleza ntima es la suya. Y eso sin que te conviertas en l, o que l se convierta enti, sin transformacin, sin disminucin o aumentacin alguna.

    Este prrafo es muy importante y el lector har bien en meditar sobre l. Si tu no existenciaes la no existencia del Seor viene a decir, se sigue que tus atributos son tambin losSuyos. Ahora bien, si el lector ha seguido atentamente, hasta este momento, el espritu delTratado, habr tenido ocasin de realizar en su interior este proceso: 1 Separacin, encuanto al s-mismo, del s-mismo propiamente, de sus atributos. 2 Reconocimiento del s-

    mismo como no existente, como la nada, y 3 Identificacin del s-mismo puro y no

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    existente, o sea, de la cosa tal como es, con el Seor. La obra del suf queda as realizaday sin embargo El-Arabi advierte y explica un eslabn olvidado. Si la cosa tal como esresulta idntica al Seor, no puede tampoco ser diferente del Seor la cosa tal como no es,esto es, con atributos. De ello se desprende la necesidad de reintegrar los atributos en larealidad. Dicho en otras palabras: si el estudiante, en su sendero de conversin y para

    alcanzar el s-mismo, ha necesitado renunciar a los atributos despus de descubrirlos comotales, es evidente que al fin de su viaje ha establecido una anttesis entre el s-mismo (Dios)y los atributos (el mundo), en cuya anttesis los atributos han quedado desplazados de larealidad. Se impone ahora la consideracin de que los atributos, aunque no existentes, sontambin aun cuando los juzgamos como no existentes y aun con conocimiento de sunadidad el Seor. Cuando esto ha sido comprendido la Unidad surge resplandeciente ytriunfante como la Realidad una y sin segundo.

    1.3.5 Todo muerto salva Su faz, en el exterior y en el interior. Esto quiere decir que no existenada distinto de l, que algo distinto de l no tiene existencia. Por eso lo que parecedistinto de l ser necesariamente perdido, pues lo que queda es Su faz. Dicho de otra

    manera: Nada hay permanente salvo Su faz.Algunos manuscritos aaden un texto del Corn: Volveos, volveos a la Faz de Dios(Corn II, 109).

    Nada hay distinto de l, sea esto el s-mismo o los atributos, pues lo que queda es, siempreSu faz, esto es, la Unidad. El sabio Niffari, el suf, en su obra Mawakif, dice: Dios medijo: Es una ciencia imprescindible de la aproximacin espiritual que en todas las cosas veaslos efectos de contemplarme y que esta visin prevalezca en ti ms que el conocimiento quealcanzares de M. O por decirlo con las palabras empleadas por Rumi en su obra Diwan:

    He desechado la dualidady he visto que los dos mundos son uno solo.Uno es el que busco y Uno el que conozco.Uno es el que veo y Uno el que llamo.

    1.4 EL ES SU NOMBRE Y LO QUE ES NOMBRADO.

    1.4.1 Un ejemplo: un hombre ignora alguna cosa y despus la aprende. Con esto no es suexistencia lo que se acaba, sino su ignorancia. Su existencia contina porque no ha sidocanjeada por la de otro. La existencia del sabio no se ha venido a sumar a la del ignorante,ni se ha producido ninguna mezcla de las dos existencias individuales. Slo la ignoranciaha sido eliminada. No pienses, por tanto, que es necesario acabar con tu existencia,

    porque entonces te envuelves en tu propia extincin y te conviertes, por as decirlo, en

    el velo de Al. Como este velo es distinto de Al, se sigue que algo distinto de Al puedevencerle reposando sus miradas en l, lo que es un error y una grave mentira.Remitimos en primer lugar al prrafo 1.1.6 y al comentario del mismo. El movimiento dela mente hacia la extincin es, en definitiva, un velo, puesto que es un movimiento y, comotal, establece dualidad. Lo que provoca este movimiento es la ignorancia de que nuestro s-mismo, exento de atributos, es el Seor. La ignorancia de que nuestra no-existencia es la no-existencia de Al. Con muy bellas palabras lo explica Jalaluddin Rumi:

    por qu andis tras de algo de que jams carecsteis? Slovosotros sois, pero dnde? Ah!, dnde sois?.

    1.4.2 Hemos dicho ms arriba que la Unicidad y la Singularidad son los nicos velos de Al.Por eso est permitido al Wil, esto es, al que ha alcanzado la Realidad, decir: Gloriaa m, pues mi excelsitud es grande. Tal Wil no ha llegado a un grado tan sublime

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    [ Mateo 25: 34 - Entonces el Rey dir a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino24

    preparado para vosotros desde la fundacin del mundo, 35 - porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed yme disteis de beber; fui forastero y m e recogisteis; 36-estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; enla crcel y fuisteis a verme. 37-Entonces los justos le respondern diciend o: Seor, cundo te vimos hambrientoy te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? 38-Y cundo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te

    vestimos? 39-O cund o te vimos enfermo o en la crcel, y fuimos a verte?. 40-Respondiendo el Rey, les dir: Decierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos m s pequeos, a m lo hicisteis. (Reina-Valera1995Edicin de Estudio, Sociedades Bblicas Unidas. 1998)]

    antes de haber visto que sus atributos son los atributos de Al, y que su ser ntimo es elser ntimo de Al, sin ninguna transformacin de atributos o transubstanciacin del serntimo; sin ninguna entrada en Al, o salida de l. Tal Wil ve que no se apaga enAl, que no persiste con Al, que su alma, es decir, su proprium, no existe del todo,como haba existido hasta entonces, pues al apagarse no queda alma, ni existencia salvo

    la Suya.El suf que emprende la bsqueda de la Unidad, el viajero (salik), avanza por lentas etapashacia su meta, que consiste en la visin o identificacin con la Realidad (fan fi LHaqq).Este es el Wil, quien con todo derecho puede afirmar su identidad con la Verdad Divinay loar su propia excelsitud, pues nada hay en l que no sea la existencia de Al. El serntimo, otras veces expresado como la naturaleza ntima, es el s-mismo puro, desnudo deatributos; el corazn o punto ms interior del Ser.

    1.4.3 El Profeta ha dicho: No insultis al Siglo, porque es Al. Con estas palabras ha queridodecir que la existencia del Siglo es la existencia de Al que l sea glorificado ymagnificado!. l es demasiado elevado para tener un compaero, un semejante o un

    equivalente cualquiera. El Profeta dijo, segn una tradicin: Al dice: Servidor mo: Heestado enfermo y no me has visitado. He tenido hambre y no me has dado de comer. Tehe pedido limosna y me la has negado. Con esto ha querido decir que l era el enfermoy el mendicante. Y si el enfermo y el mendicante pueden ser l, tambin t y todas lascosas de la creacin, accidentales o sustanciales, pueden ser l. Cuando se descubre elenigma de un slo tomo, se puede ver el misterio de toda la creacin, tanto interior comoexterior.

    La demostracin emprendida en 1.3.4, respecto a la identidad de la Realidad y sus atributos,prosigue con un empeo tenaz a lo largo de muchos prrafos. Ahora la anttesis abraza a Aly el Siglo Dios y el mundo. Parece evidente que quien busca la Realidad empieza pordiscriminar lo que no es la Realidad y se es su sendero. Mas cuando se llega al final del

    viaje es posible ver, a consecuencia de un sorprendente giro en el modo de contemplar, quelo no real es, tambin y al mismo tiempo, la Realidad. El autor ejemplifica esta vez con unlogin de la tradicin cristiana, la pseudo-parbola de la respuesta del Hijo del hombrea los que a l acuden en el Juicio final (Cfr. Mat. 25, 35-36) . Resulta muy sorprendente,24

    pues, que con tal naturalidad cobre el texto evanglico un sentido monista, hasta ahorainsospechado por la exgesis cristiana, que acredita el ojo profundo de El-Arabi.

    1.4.4 Vers que no es que Al haya creado todas las cosas, sino que tanto en el mundo invisiblecomo en el visible no hay ms que l, porque en ninguno de los dos mundos hay un slo

    punto de existencia propia. Vers que l no es solamente Su Nombre, sino que l es elnombre y lo que se nombra, as como la existencia de ambos. Vers que no es que l

    haya creado todas las cosas de una sola vez, sino que l es el Creador Sublime y detodos los das, por la expansin y ocultacin de Su existencia y de Sus atributos. Msall de toda condicin inteligible.

    El monismo absoluto se resalta ahora no slo respecto al mundo visible, sino tambin al

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    invisible. Hay que comprender bien que el denominador, lo denominado y la denominacinmisma son el campo ltimo de la Realidad una sola cosa. En el mbito del Ser, el objeto yel sujeto el conocedor y lo conocido en nada difieren. Es importante realizar estointeriormente, meditar sobre ello, hasta que esta fusin de lo que aparece como interno y delo que se presenta como exterior, sea una perfecta realidad. El estudiante estar en

    condiciones de experimentar un hecho de suma importancia. Los pensamientos, que hastaentonces haban sido para l el resultado de un movimiento subjetivo, como parte integrantedel s-mismo, aparecen de pronto como un objeto-sujeto, que expresa las reaccionesexperimentadas por un objeto-sujeto, la mente. Dicha mente pertenece, o es, el portavozmundano de algo, el s-mismo, la nada, el ser absoluto, del que la mente sabe que es unobjeto-sujeto universal.Al decir que l est ms all de toda condicin inteligible, El-Arabi pone ante elestudiante que sigue su disertacin, una proposicin en la que se sugiere la existencia sies que puede llamarse existencia de una condicin que est ms all de lo inteligible.Con esto quiere decir que hay un estado supramental, o mejor dicho, fuera de la mente,donde hay verdadera creacin. Ciertamente, el hombre necesita el uso de todas las luces dela intuicin para empezar a evocar en su interior esa condicin para-mental.

    1.4.5 Porque l es el Primero y el ltimo, lo Exterior y lo Interior.l aparece en Su unidad y se esconde en Su singularidad.l es el Primero por Su perseidad.l es el ltimo por Su eterna permanencia.l es la existencia de lo Primero y de lo ltimo,de lo Exterior y lo Interior.l es Su nombre y lo que es nombrado.

    Perseidad es neologismo de per se, por s. Es como decir por-su-mismidad. Con estepequeo poema, un descanso en la difcil disertacin, se intenta slo recordar y afirmar elcarcter absoluto de la unidad.

    1.4.6 Como su existencia es fatal, lgica y dogmtica, igualmente es fatal la no existencia dealgo distinto de l. Lo que imaginamos que es distinto de l no es en el fondo ms queuna bi-existencia, pues la existencia de l significa que no existe una bi-existencia quesera su semejante. No hay nada distinto de l, porque l est exento de que lo distintode l sea distinto de l. Aquello que es distinto es tambin l, sin ninguna diferenciainterior o exterior. Lo que es de este modo posee atributos sin nmero ni fin.

    Este prrafo es slo una sntesis de todo el captulo, en el que se ha intentado mostrar: a) Loque imaginamos que es distinto de l, no es en realidad distinto de l, pues lo distinto del es l tambin, y b) El s-mismo es en definitiva, cuando se comprende o conoce

    plenamente, idntico a l. De ah que la diferencia entre conocedor y conocido no sea unadiferencia real, sino hija de nuestra imaginacin. Esta identidad la senta muy vivamenteRumi, el suf, cuando dijo:

    Oh, vosotros, que andis a la busca de Dios; no es menesterque le busquis, porque Dios es vosotros!

    1.5 MORIR ANTES DE MORIR.

    1.5.1 Lo que es as calificado, posee innumerables atributos. Lo que muere, en el sentidopropio de la palabra, se separa de todos los atributos, sean stos loables o reprensibles.

    De igual manera, lo que muere, en el sentido figurado, se separa de todos sus atributos,sean stos loables o reprensibles. Al que l sea bendito y exaltado!, est en su lugar

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    en todas las circunstancias. La naturaleza ntima de Al est en la naturaleza ntima;los atributos de Al estn en sus atributos. Por eso el Profeta que Al le ayude ysalve! ha dicho: Morid antes de morir, es decir: Conoceos a vosotros mismos(vuestra alma, vuestro proprium) antes de morir.

    Hay aqu una pattica incitacin a vivir muriendo. Convendr entender muy bien lo que esto

    quiere decir, porque slo tras esta muerte puede hallarse la Vida. Se trata de los atributos,de los cuales es necesario desprenderse. Pero slo existen dos maneras para esto: la muertereal y la muerte figurada. De esta ltima, la nica que es plenamente voluntaria, debemosocuparnos. Conviene al estudiante mirar en su interior, lo que quiere decir en sus actos, ensus pensamientos, en sus motivos, en sus reacciones y tratar de discernir apasionadamente-sereno y sin finalidad alguna en ese mirar, lo que en l son atributos. Cuando la mente velos atributos como atributos y no como parte de s misma, tales atributos dejan de serinteresantes. Quiere esto decir que cada atributo descubierto es un atributo que muere y, enconsecuencia, una parte de nosotros mismos de lo que creamos ser nosotros mismos quemuere en sentido figurado. Este es el significado de frases tales como hay que perder lavida para alcanzar la Vida, o el que disminuye diariamente aumente, que son utilizadasen otras tradiciones. Cuando el atributo llega a ser conocido como atributo y la naturalezantima el ser puro y desnudo como naturaleza ntima, puede decirse que todo est ensu lugar, pues se ha alcanzado la muerte antes de morir. El-Arabi nos dice, y tiene razn sinduda, que eso es lo mismo que el conocimiento de s-mismo, o sea, que equivale a alcanzarla Realidad antes de la muerte en sentido propio.Tal vez no sea ocioso hacer la observacin de que el alma, segn el sufismo, es idnticaal s-mismo, al proprium, al Ser incondicionado, con ausencia absoluta de cualquiercontenido personal separado de la Unidad.

    1.5.2 Tambin ha dicho el Profeta: Al dice: Mi adorador no cesa de aproximarse a m por susobras abundantes hasta que Yo le amo. Y cuando Yo le amo, soy Su odo, Su vista, Sulengua, Su mano, etc.... El Profeta quiere decir: el que aniquila su alma suproprium, es decir, el que se conoce, ve que toda su existencia es Su existencia. Nove ningn cambio en su naturaleza ntima o en sus atributos. No ve ninguna necesidadde que sus atributos se conviertan en los Suyos, porque ha comprendido que su propianaturaleza ntima no es l mismo y que hasta entonces haba ignorado su proprium,o sea, lo que l es verdaderamente, en lo profundo.

    El autor se expresa tan claramente que tal vez no sea necesaria ninguna explicacin. Elestudiante, empeado en su ardua tarea de descubrir sus atributos y verlos, por tanto, comoson, esto es, como atributos, camina insensiblemente hacia una aniquilacin mediante lacual la existencia propia se transforma en Su existencia. Es sta una transfiguracin de laque slo l mismo su mente puede ser testigo, pues se realiza en lo ms recndito ysagrado. Mas al final de este trabajo, cuando los atributos han sido totalmente extinguidos,el s-mismo ya no es s-mismo, sino l. El estudiante comprende entonces que en verdadnunca hizo falta una transfiguracin, porque siempre el s-mismo fue l aunque lo ignoraba.

    1.5.3 Cuando hayas conocido lo que es verdaderamente tu proprium, te habrsdesembarazado de tu dualismo y sabrs que no eres distinto de Al. Mientras tengas unaexistencia independiente, una existencia distinta de Al, no conseguirs apagar, estoes, conocer tu proprium. Sers un Seor Dios distinto de l. Que Al sea bendito demanera que no haya un Seor Dios distinto de l!

    El-Arabi hace votos porque todos los seres puedan realizar la Unidad, es decir, porque todospuedan dejar de ser una existencia independiente, para lo cual basta con comprender que noes una existencia independiente. Por decirlo con las palabras de un mstico persa, Bayazidde Bistam:

    Fui de Dios a Dios, hasta que gritaron desde m, dentro de m,

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    oh, T-Yo!

    1.6 L ES AHORA TAL COMO ERA.

    1.6.1 El inters del conocimiento del proprium consiste en que obtienes la certidumbreabsoluta de que tu existencia no es ni una realidad ni una nadidad, sino que t no eres,no has sido y no sers jams. Comprenders claramente el sentido de la frmula: No hayDios si ste no es el Dios (L ilaha ill'Allah), es decir, no hay un Dios distinto de l, nohay existencia distinta de l, no hay un distinto distinto de l y no hay Dios si ste noes l.

    Si se mira desde la dualidad, esto es, desde los lugares que pertenecen al campo de la mente,slo puede tener existencia lo que es susceptible de ser conocido o imaginado comocognoscible por la mente misma. Porque para la mente es realidad lo que existi, existe o

    puede existir y lo que es cognoscible o conocido. Por el contrario, lo que carece de tales particularidades es nadidad. Ser o no ser, son ciertamente los dos polos, positivo y

    negativo, de lo que pertenece al campo de la mente. Pero el proprium, el s-mismo, estfuera de tal campo y tan lejos de ser una realidad como una nadidad. Ni an se puededecir del s-mismo que es, pues para la mente ni ha sido, ni es, ni ser jams. Es importanteentender que no corresponde a la mente mirar al s-mismo, sino a la inversa. Al s-mismo

    pertenece la Luz y cuando mira, la proyecta y ve, pero la mente, si intenta ver al s-mismo,slo consigue que su mirada tropiece con la Luz de aqul y cegada, al no ver nada, slo escapaz de imaginar el vaco. Por eso el hombre slo encuentra el vaco cuando mira en suinterior. Significa esto que el s-mismo Dios, puesto que no hay algo distinto de l excedela capacidad de conocimiento de la mente y por eso, Dios y el s-mismo es, son, para elmundo, para la mente del mundo, no existente, no existentes. Es en este sentido en el quedebe decirse: T no eres, no has sido y no sers jams. Lo cierto es que t no eres ni no

    eres visto desde la mirada incapaz de la mente. De ah tu eternidad, pues al ser no nacidoa la existencia (de la percepcin de la mente), eres, al mismo tiempo, inmortal. Lo que nonace, no puede morir.La frmula no hay Dios si ste no es el Dios inclina, entre otras cosas, a sobrepasar elnivel verbal. Es evidente que la palabra no es la cosa, sino un smbolo o imagen de ella. Deigual manera la palabra Dios no es Dios, de donde puede decirse que no hay ms Diosque Dios. Esta formulacin es muy cara al sufismo, que predica buscar la luna en el cieloy no en el mar. Jalaluddin Rumi hace una vez esta pregunta:

    Habis separado alguna vez una rosa de rosa? Si pronunciis Su nombre, id en busca de la realidad a que serefiere la palabra.

    1.6.2 Si alguien objeta: T has abolido su Seoro, yo respondo: No he abolido su Seoro,porque l no cesa de ser un Seor magnificiente, ni cesa de ser adorador magnificado.l no cesa de ser Creador, ni cesa de ser creado. l es ahora tal como era. Sus ttulos deCreador, o de Seor magnificante, no estn condicionados por la existencia de una cosacreada, o de un adorador magnificado. Antes de la creacin de las cosas creadas, l

    posea todos sus atributos. l es ahora tal como era.Si el Seor est slo, si es nico, podra decirse de l que es un Seor sin Seoro, puestoque no es magnificador de nadie, ni existe ningn adorador magnificado. Mas el autor objetoque l es el Creador y lo creado, por lo que en la Unidad es Seor de s mismo. El adoradormagnificado y el Seor que magnifica son una sola y misma cosa. El devoto se adora a smismo; el Seor magnifica al Seor en el Seor.

    l es ahora tal como era, se refiere preferentemente a Su atemporalidad. La Unidad no esmutable ni en el espacio ni en el tiempo. El Seoro del Seor es anterior y posterior a la

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    creacin de las cosas creadas, que son l mismo.

    1.6.3 No hay ninguna diferencia, en su Unidad, entre la creacin y la preexistencia. Su ttulodel Exterior implica la creacin de las cosas y su ttulo de lo Oculto o Interior implica la

    preexistencia. Su interior y Su exterior (Su expansin, Su evidencia) son como Su

    exterior y Su interior; Su primero y Su ltimo son como Su ltimo y Su primero. El todoes nico y lo nico es todo. l es cualificado: Todos los das est l en el estado deCreador Sublime; nadie distinto de l est con l. l es ahora tal como era.

    Este prrafo y el siguiente versan sobre la atemporalidad de la Unidad. Esta atemporalidadno se inscribe nicamente en la existencia. La Unidad es no-nacida y como tal est ms allde la propia existencia. Antes de la creacin y despus de la misma, esto es, en la

    preexistencia y en la postexistencia, la Unidad permanece idntica a s misma. Nuevamenteel autor intenta que el estudiante intuya un campo no condicionado de conciencia, fuera delo que llamamos mundo o existencia y que se corresponde con la Realidad pura.

    1.6.4 En realidad, lo distinto de l no existe. Tal como era, eternamente, todos los das en

    el estado de Creador Sublime. No hay ninguna cosa con l y ningn da de creacin,como no hay en la preexistencia ninguna cosa, ni ningn da, porque la existencia de lascosas, o su nada, es todo uno. Si no fuera as, l habra necesitado la creacin de algunacosa nueva que no estuviera comprendida en su Unicidad, lo cual sera absurdo. Su ttulode nico le hace demasiado glorioso para que una suposicin semejante fuera verdadera.

    Nada ha creado l, porque tal creacin sera una cosa nueva, no comprendida anteriormenteen su Unicidad. Por eso puede decirse que l es tal como era. Lo que ocurre es que lamente, en su temporalidad, o sea, con su incapacidad para extender su visin ms all de uncorte tangencial y limitado de la realidad, slo puede vivir de una vez un instante muycircunscrito de la existencia de las cosas. Ese instante, desconocido, nuevo para la mente,se nos aparece como una creacin. Pero no hay nada creado; la existencia o la nada de las

    cosas es todo uno y la totalidad temporal, el transcurso, es un solo instante de la Unidad.Jams hubo creacin, ni justificacin para sta.

    1.7 EL CONOCIMIENTO DE S MISMO.

    1.7.1 Cuando puedes ver tu proprium, as cualificado, sin combinar la Existencia Supremacon un Adversario, compaero, equivalente o asociado cualquiera, entonces le conocestal como es, es decir, le conoces realmente. Por eso el Profeta ha dicho: Quien se conocea s-mismo, conoce a su Seor. No ha dicho: Quien extingue su s-mismo, suproprium, conoce a su Seor, porque l sabe y vive que ninguna cosa es distinta

    de l y por eso dice a continuacin que el conocimiento de s-mismo es la Gnosis, o sea,el Conocimiento de Al. Has de conocer lo que es tu proprium, es decir, tu existencia;has de conocer que en el fondo t no eres t, pero t no lo sabes.

    Todo acto de la mente es forzosamente reflexivo, por tanto, encuadrado en la dualidadtestigo-espectculo. La mente ve las cosas que le rodean y observa sus movimientos

    propios asumiendo, segn el caso, el papel de testigo o el de espectculo. En algunasituacin profundamente introspectiva, la mente es mirada directamente por el s-mismo,quien, en definitiva, es el testigo, aunque indirecto en toda ocasin. En cuanto al s-mismo,nadie le puede ver salvo l mismo. Es necesario entender bien el mecanismo delconocimiento. Cuando el ojo ve un objeto es el ojo el testigo, pero el ojo puede ser visto

    por la mente convertida en testigo del espectculo ojo. Finalmente, el s-mismo, el

    proprium es el testigo de honor del espectculo mente, la cual es en tal caso elAdversario, oponente, asociado o compaero del s-mismo, lo que significa que la mente,

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    [acendrar (fig.) Depurar, purificar, limpiar, dejar sin mancha ni defecto. (LK)]25

    instituida a veces como testigo y otras como espectculo, engendra siempre dualidad.Lo anterior, si se estudia seriamente, ha de resultar muy claro para muchos. Si elconocimiento de s mismo excluye la dualidad es evidente que se trata de un conocimientoinaccesible para la mente. Al propio tiempo se alcanza la conclusin de que solamente nohay necesidad de combinar la Existencia Suprema con otra cosa cuando es el s-mismo el

    que se conoce a s mismo. Por otra parte, el Profeta afirma y El-Arabi lo recuerda aquprecisamente, que el conocimiento de s mismo es la Gnosis. Hay que observar que elconocimiento que se nombra como Gnosis (marifat) es un conocimiento activo, directo,

    penetrante, vivificador, segn el cual conocer es igual a ser, porque en l hay ruptura debarreras, comunin, extincin de la dualidad, con lo que resulta que conocerse a s mismoes ser igual a s mismo. Esto es, en definitiva, la clave de toda dificultad. El hombre no esnormalmente igual a s mismo, sino a lo que cree ser y cada hombre cree ser lo que sumente, siempre terriblemente condicionada, le permite creer. A eso se refiere El-Arabicuando dice: Has de conocer que en el fondo t no eres t, pero tu no lo sabes. En efecto,la idea de s mismo que cada hombre tiene conformada en su mente, o la idea de s mismoque cada hombre conforma en su mente en cada instante, es una idea equivocada. (Tal vezsera mejor decir que es una idea y como tal equivocada, porque una idea no es nunca la

    realidad, sino un reflejo, una respuesta, una falsificacin de la Realidad). Es esta idea de smismo la que por idea y por equivocada debe ser extinguida, por el mismo motivo que todoel que busca la realidad rechaza la imagen que en sustitucin se le ofrece. Por eso decaRumi que haba que buscar la luna en el cielo y no en el mar. En cambio, el s-mismo real,no el que nos trae la mente como idea, sino el real, del que no tenemos imagen porque esinimaginable y cuyo conocimiento es la Gnosis, o sea, el conocimiento de Al, es claroque no debe ser extinguido, sino vivificado, despertado y reconocido igual al s-mismo.Ahora bien, cuando se sabe que ese conocimiento sin dualidad no puede ser aportado porla accin de la mente, porque toda accin de la mente es dualidad y, tambin, cuando laaccin de la dualidad ha dejado de ejercer sobre la mente la fascinacin que suele ejercer,tal vez sea dado a alguien desconfiar profundamente de la accin de la mente para tal

    empresa. Y esta desconfianza es en s mismo el declinar de la mente, porque ella es incapaz:y con esto, el morir de la idea de s mismo, porque tal idea es equivocada; el rechazar laimagen, porque es falsa; y adems alimentar el amor serio, profundo, acendrado a la25

    Realidad, porque ella es el final, la realizacin de la obra. Es posible, cuando algn hombreha comprendido todo esto, que los movimientos de la mente, reconocidos ya como merosobjetos de respuesta temporal, dejen de tener inters. Entonces, de igual manera que al llegarel otoo se desprenden de los rboles las hojas caducas, as tambin los movimientos de lamente, perdida su finalidad, se deslizarn insensiblemente hacia su cesacin, llevndose conellos, entre otros cosas sin peso, la idea de la existencia propia e individual y los viejosafanes por alcanzar aquella Existencia Suprema que cada uno es sin saberlo. Si tal cosaocurre, se ver que detrs de los pensamientos se ha abierto una puerta para la concienciade la Unidad; para una conciencia nueva, universal y atemporal, donde no hay un yo y un

    t porque conocedor y conocido son una misma cosa, donde la vida no tiene latidos, ni vadelante de la muerte y del miedo, donde no hay un Adversario porque nada es distinto del. Recordemos a Bayazid de Bistam, el poeta persa suf, ante tal experiencia:

    Ya no soy lo que era,porque decir yo y Dioses una negacin de la Unidad Divina.

    1.7.2 Has de saber que lo que t llamas tu existencia, no es en realidad ni tu existencia ni tu noexistencia. Has de saber que t no eres existente, ni eres la nada, que no eres distinto deser existente, ni distinto de la nada. Tu existencia y tu nadidad constituyen SuExistencia absoluta, aquella que no puede ni debe discutirse si Es o no Es.

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    Nota: El agua derramada significa aqu que incluso el elemento em pleado p or la purificacin ha sido26

    desechado . Es un equivalente simblico de la extincin de la extincin, el fan el-fani, tan caro al sufismo.

    El proceso dialctico seguido ha conducido las reflexiones hasta la Existencia absolutacontemplada desde la Unidad. Conviene confrontar los prrafos y comentarios 1.4.4, 1.6.1.y 1.6.3., donde la disertacin procura tambin llevar las cosas a un punto donde la Luz dela intuicin pueda dar entrada a una intuicin real de lo no-nacido-a-la-existencia y que portanto est ms all del par de opuestos.

    1.7.3 La sustancia de tu ser o de tu nada es Su Existencia. Cuando veas que las cosas no sondistintas de tu existencia y de la Suya y cuando puedas ver que la sustancia de Su Ser estu ser y tu nada en las cosas, sin ver nada que sea con l o en l, entonces significa queconoces tu alma, tu proprium. Cuando se conoce el s-mismo de tal manera, all estla Gnosis, el conocimiento de Al, ms all de todo error, duda o combinacin de algotemporal con la eternidad, sin ver en la eternidad, por ella o junto a ella, otra cosa que laeternidad.

    El-Arabi nos incita ahora a vivir situados por encima del par de opuestos. Quien crea ver enel sufismo una doctrina abstracta y terica, ms o menos desvinculada del vivir diario,cometer un grave error, porque la Gnosis (marifat) no es un conocimiento del intelecto

    (Ilm), sino el resultado de la realizacin interior y exterior. El gnstico (arif) debe vivirlo que ha comprendido y segn lo ha comprendido, para comprender realmente y astransformarse en lo que conoce. Lo que el autor pide ahora, como mtodo para alcanzar laGnosis, es adquirir la prctica de ver la existencia propia y la no propia como idnticas,esto es, como la Suya y explica que slo l no con l o en l debe ser visto en las cosashasta alcanzar una conciencia universal sin centro psicolgico o espiritual alguno. Estaconciencia universal, desde la cual las cosas ya no son vistas desde un limitado mi-mismo, es eterna y nica, sin ms compaero posible que su propia eternidad. El gnstico(arif), cuya alma se transmuta en esta gloriosa realidad, puede repetir con Junayd, el suf:

    He lavado y purificado mi forma exterior y luego derram elagua.

    Mi corazn es ahora Tu heredad y T lo guardas inmaculado,oh, Seor!26

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    II

    EL CAMINO HACIA LA UNIDAD

    2.1 IMPOSIBLE DE UNIR LO QUE ES NICO

    2.1.1 Si alguno pregunta: Cmo se opera la Unin, puesto que afirmas que slo l es? Unacosa que es nica no puede unirse ms que con ella misma. La respuesta es: En realidad,no hay unin ni separacin, como no hay alejamiento ni aproximacin. Se puede hablarde unin entre dos o ms y no cuando se trata de una cosa nica. La idea de unin o de

    llegada comporta necesariamente la existencia de dos cosas al menos, anlogas o no. Sison anlogas, son semejantes. Si no son anlogas, forman oposicin. Pero Al que lsea exaltado! est exento de toda semejanza, as como de todo rival, contraste uoposicin. Lo que se llama ordinariamente unin, proximidad o alejamiento, no sontales cosas en el sentido propio de la palabra. Hay unin sin unificacin, aproximacinsin proximidad y alejamiento sin idea alguna de distancia.

    En esta segunda parte los juicios del autor van a ser emitidos desde la Unidad, punto deconciencia desde el cual no existe la unin porque no es posible unir lo que es uno. En eldesarrollo de su sendero particular muchos viajeros habrn podido comprobar que entodos los casos un paso hacia adelante significa solamente el descubrimiento de la propiaignorancia al respecto, y ste, el de la desaparicin de la ignorancia, es el nico cambio

    real que ha podido operarse.En El leguaje de los pjaros (Mantic Uttair), extenso poema debido a uno de los padresdel sufismo, el poeta persa Farid Uddin Attar, se refiere su autor al Valle de la Unidad(Tahud), calificado como el quinto valle, o etapa, del sufismo, de los siete de que secompone el sendero completo. Habrs de atravesar dice El Valle de la Unidad, lugar dedesnudez de todas las cosas. Todos los que levantan la cabeza e este desierto la yerguendesde un mismo cuello. Aunque veas muchos individuos, no hay en realidad ms que un

    pequeo nmero, qu digo?, no hay ms que uno slo. Como esta cantidad de personas nohacen verdaderamente ms que una, est siempre completa la unidad. (Cfr. Cap. 42, ob.cit., pgs. 206-7.)

    2.1.2 Si alguno pregunta: Qu es la fusin sin la fusin, la proximidad sin proximidad o elalejamiento sin alejamiento?. La respuesta es: Quiero decir que en el estado que llamasproximidad no eres distinto de l que l sea exaltado!. T no eres distinto de l,

    pero no conoces tu proprium; no sabes que eres l y no t. Cuando llegues a Al, esdecir, cuando te conoces a ti mismo, sin la literatura acerca del conocimiento,conocers que eres l y que no sabrs en adelante si eres l o no. Cuando elconocimiento te haya llegado, sabrs que has conocido a Al por Al y no por ti mismo.

    Con su referencia a la literatura del conocimiento advierte el autor que el conocimientono es un mero discurrir acerca del conocimiento, sino un dejar de tener la creencia de quese es distinto de l. Ante los resplandores de la Gnosis el conocedor se desvanece como unasombra y emerge la Unidad. La conciencia subsiste, pero infinita, sin el s-mismo, como una

    esfera sin lmites y sin centro.

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    2.1.3 Tomemos un ejemplo: Supongamos que no sabes que tu nombre es Mahmd o que debesser llamado Mahmd porque el verdadero nombre y el que lo lleva son, en realidad,idnticos. Te imaginas que te llamas Muhammad, mas despus de algn tiempo de viviren el error, terminas por saber que eres Mahmd y que jams has sido Muhammad. Tuexistencia continua igual, sin verse afectada por el hecho de que el nombre Muhammad

    ha sido sacado de ti. Lo que ocurre es que has sabido que eres Mahmd y que jamsfuiste Muhammad. Pero t no has dejado de ser Muhammad por la extincin de ti mismo,ya que dejar de existir (fan) supone la afirmacin de una existencia anterior. Mas el queafirma una existencia fuera de l, le otorga un asociado que l sea bendito y que Su

    Nombre sea exaltado!. En este ejemplo, Mahmd no ha perdido jams nada.Muhammad jams ha respirado (nafasa) en Mahmd, jams ha entrado en l o salidode l. Igual ocurre con Mahmd, con relacin a Muhammad. Tan pronto como Mahmdha conocido que l es Mahmd y no Muhammad, se ha conocido a s-mismo, es decir,ha conocido su proprium y esto por s mismo y no por Muhammad. Este ltimo no haexistido jams y cmo podra informar sobre alguna cosa?.

    Posiblemente es tan claro el ejemplo que no necesita comentario. La realizacin de laUnidad y de ello trato todo el captulo se funda nicamente en el descubrimiento de loque es, la Unidad. Como consecuencia inmediata, simultnea, lo que no es, la dualidad,queda desechada. Por eso dice Rumi:

    No me llames infiel, 0h, alma ma!Si te digo que t misma eres l.

    2.2 CONOCEDOR Y CONOCIDO SON UNA MISMA COSA.

    2.2.1 El que conoce y lo que es conocido son idnticos, e igual ocurre con el que llega

    y aquel al cual se llega; el que ve y lo que es visto. Son idnticos, El que sabees Su atributo. Lo que es sabido es Su sustancia o naturaleza ntima. El que llegaes Su atributo y aquel que llega es Su sustancia. Porque la cualidad y el que la poseeson idnticos. Tal es la explicacin de la frmula: Quien se conoce a s-mismo, conocea Su Seor. Quien capta los sentidos de esta similitud comprende que no hay unin,fusin o llegada, ni separacin; comprende que el que sabe es l y que el que essabido es tambin l; que el que ve es l y lo que es visto es tambin l; que elque llega es l y aquel al cual se llega en la unin es tambin l. Nadie distinto de l

    puede juntarse con l o llegar a l. Nadie distinto de l puede separarse de l. El quepuede comprender esto total y plenamente, est exento de la ms grande de las idolatras.

    Comprender total y plenamente es algo que se obtiene por grados, lentamente, mediante

    duros y prolongados procesos de realizacin. La primera comprensin suele ser como unarevelacin, un motivo de alegra ntima acompaado del sentimiento de haber penetrado enun lugar no hollado hasta entonces. Es posible despus olvidar aqul relmpago de laconciencia, que probablemente no se volver a repetir, pero si no se olvida, si el viajerotoma la pequea y nueva luz y la coloca en su lmpara para caminar con ella, ser entoncescomo la semilla cada en buena tierra: ella sola profundizar a travs de las capas sucesivasde la conciencia. El fruto ulterior, que en definitiva es uno mismo, es la comprensin plenay total.

    2.2.2 Muchos de los iniciados que creen conocer su proprium, as como a Su Seor y que seimaginan escapar as de las ataduras de la existencia, dicen que la Va no es practicable

    o visible ms que por medio de la extincin de la existencia y por la extincin de estaextincin. Dogmatizan as porque no han comprendido la palabra del Profeta que Al

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    est sobre l y le salve!. Como han querido evitar la idolatra que resulta de lacontradiccin, han hablado de la extincin de la existencia y tambin de la extincinde esta extincin y tambin de la destruccin y de la desaparicin. Pero estasexplicaciones caen en la idolatra pura y simple, porque cualquiera que piense que existealgo distinto de l y que aquello puede apagarse a continuacin, o cualquiera que hable

    de la extincin de la extincin de aquella cosa, tal hombre, decimos nosotros, esculpable de idolatra por su afirmacin de la existencia presente o pasada de algo distintode l. Que Al que Su Nombre sea enaltecido!, les conduzca, y tambin a nosotros,

    por el verdadero camino.En el comienzo de este prrafo se refiere el autor a los iniciados sufes. Se sabe, en efecto,que en el sufismo han existido siempre las llamadas iniciaciones, con un sentido muy similaral que tuvieron en las antiguas religiones mistricas de las culturas griega y romana. Seconsideraba iniciado en aquellas religiones a todo aquel a quien le haban sido revelados losMisterios o secretos de la vida religiosa. Esta revelacin, de efectos espirituales biendefinidos se operaba por grados, por lo que haba varias etapas de iniciacin. Cada una deellas significaba la transmisin al candidato del conocimiento necesario para provocar en

    l una expansin o apertura de su conciencia. El objeto definido de esta Va religiosa era elpaso de la vida mortal a la muerte de los atributos, para alcanzar as, tras la muerte figurada,la Vida eterna.Segn las ms antiguas tradiciones, constaba la iniciacin suf de cuatro grados o perodosde iniciacin. El primero de ellos tena un carcter probatorio y durante l, el candidatomantena la estricta observancia externa de los ritos musulmanes, pero con el estudio yconocimiento del verdadero significado de cada dogma y ceremonia. El segundo grado erala etapa de purificacin o desarrollo interior. Durante el tercer grado haba que obtener laGnosis, hasta llegar a la intuicin de la naturaleza ntima de las cosas. Por ltimo, duranteel cuarto grado, el candidato consegua la extincin en la Realidad (fan fiL-Haqq),hasta llegar al arrobamiento (faor) o xtasis.Por su parte el Niffari describe cuatro jornadas interiores, de las cuales las dos primerascoinciden con los grados tercero y cuarto de la iniciacin tradicional suf. La primera etapa

    parte de la Gnosis, esto es de la bsqueda introspectiva del conocimiento de s-mismo, hastaobtener la conviccin de la no existencia del s-mismo como existencia particularizada oindividual. Esta conviccin equivale a la extincin (fan) en los niveles conscientes yconduce a ese morar en Dios (baqa), que distingue la segunda etapa interior. Se dice queel que ha llegado a esta etapa del camino vive como una realidad (haqq) el estado unitivo(qutb) y se convierte en una esfera sin centro, o mejor dicho, con un nmero infinito decentros. En el Niffari se dice para describir ese estado mstico que el que lo alcanza seconvierte en un ocano cuyas aguas baan sin discriminacin y por igual todas las playasy costas. En la tercera jornada, el Niffari describe a quien despus de alcanzado lo anteriorvuelve sus ojos a lo creado y lo enmarca tambin en la Realidad (haqq). Por ltimo, la cuarta

    jornada est asociada a la muerte fsica. El poeta Afiduddin Tilimansi dice que el HombrePerfecto se convierte, por as decirlo, en el espejo de Dios.Como explica Bayazid:

    Hay alguien aqu sino Dios?

    2.2.3 Tu piensas que eres,mas no eres y jams has existido.Si fueras, seras el Seor,el segundo entre dos.Abandona tal idea,

    porque en nada difers vosotros dos

    en cuanto a la existencia.l no difiere de ti y t no difieres de l;

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    si por ignorancia piensas que eresdistinto de l,quiere decir que tienes una menteno educada.Cuando tu ignorancia cesa alcanzas la paz,

    porque tu unin es tu separacin y tuseparacin es tu unin;tu alejamiento, una aproximacin y tuaproximacin una partida.Siendo as que te vuelves mejor,cesa de razonar y comprende por la Luz dela intuicin,sin la cual te olvidas de Sus rayos.Gurdate de dar un compaero a Al,

    porque en tal caso te envileces

    con el oprobio de los idlatras.Dios es, segn el Corn, La Luz de los Cielos y la tierra, no visible, por cierto, a los ojoscorporales, sino solamente a la mirada ntima del corazn. La vista del corazn (ruyat al-qalb) se define como la contemplacin de lo que permanece oculto en el mundo invisible,esto es, la contemplacin de la Luz. La facultad del corazn para ver la Luz es la intuicin,que por ser en definitiva una Luz reflejada es llamada a veces la Luz de la intuicin o, sise nombra en relacin con lo que su actividad aporta, la Luz de la certidumbre. Dios sedice ha proyectado en el corazn del hombre un rayo de su propia Luz divina y slo merceda ella es posible al corazn del hombre ver a Dios. Como ha dicho un poeta suf:

    Cmo, si no, adoraramos a quien no vemos? Es el propio Solel que permite que el Sol se vea

    Es conveniente observar que todas estas explicaciones no se hacen desde la Unidad, en la

    cual lo nico que se puede pretender es que la Luz adquiera conciencia de s misma comotal Luz, sino que se hacen desde el punto de vista de la dualidad, esto es, desde un mundoen el que la actividad humana busca liberarse de las tinieblas. La nica gua accesible al que

    busca es esa Luz, o reflejo de la Luz, que centellea en su corazn y que al proporcionarlela visin interior, le dota del discernimiento (fi-rasat) necesario para caminar hacia Dios. Lafase previa a la obtencin o aparicin de la visin interior es la purificacin la Va

    purgativa de los msticos cristianos. Cuando el corazn est purificado la Luz de lacertidumbre se refleja en l y le convierte en un espejo luminoso. De ah la frase suf:

    Si desobedezco a mi corazn desobedezco a Dios.Hay que esclarecer en cierta medida el verdadero sentido del trmino corazn (qalb),segn el pensamiento suf. Este no es en realidad un rgano de carne y sangre y tiene muy

    poco o nada que ver con el corazn fsico. En cualquier punto que se estudie aparecesiempre descrito como un rgano de la intuicin, del discernimiento, del conocimientosuperior o Gnosis. La inteligencia normal no puede alcanzar el verdadero conocimiento deDios, pero al corazn le es dado conocer la esencia de todas las cosas, ya que cuando esiluminado refleja en s mismo el contenido total de lo divino. De ah que el Profeta hayaescrito: Mi tierra y mi cielo no me comprenden y en cambio estoy encerrado en el coraznde mi servidor fiel. El corazn es en definitiva un sentido espiritual que evita que elhombre est absoluta y definitivamente desligado de la Realidad. Es el puente o senderohacia Dios asignado por ventura a cada hombre; un santuario secreto donde, tal como el Soldel firmamento, Dios resplandece y cubre de esplendor al hombre cuyo corazn (qalb) estvuelto hacia l. Hay que sealar que este acto importante de la vuelta del corazn no esotra cosa ms que el arrepentimiento o con-versin que constituye el primer paso concreto

    y especfico de la verdadera vida religiosa, merced al cual el hombre observa seriamente losmovimientos de su mente llmense stas pasiones, pecados o condicionamientos (el nafs

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    [Cancela = verja]27

    suf), y al darse cuenta de ellos procede as paciente y humildemente a su purificacin. Unavez la purificacin conseguida, el converso puede entregarse sin obstculos a lacontemplacin de Dios, pues ningn velo, ningn elemento de su existencia particular,cierra el paso al resplandor de la Luz. Segn el sufismo, sobre la cancela de la con-27

    versin ha sido escrito:

    Renunciad a lo que sois vosotros mismos, los que entris poreste umbral.A la vuelta del corazn le sigue la vista del corazn (ruyat al-qalb), en igual medidaque la meditacin precede a la contemplacin. Con la prctica de esta ltima, lacontemplacin llega a una concentracin natural espontnea y pacificadora en algn puntode s mismo. Al principio la contemplacin es ciega, confusa. Para el recin llegado a talessequedades ha dicho el Profeta: Adorad a Dios como si le virais, pues el Profeta saba,sin duda, que el contemplativo no debe desfallecer ya que su arrobamiento tiene como virajeobligado iluminarse poco a poco hasta que el corazn vea. Despus de todo, la proximidadde Dios es absoluta y el Corn lo confirma cuando dice: Yo estoy ms cerca del hombreque la vena de su corazn (Corn 50, 15)La vista del corazn es, en su sentido profundo, desde la Unidad, el corazn que mira al

    corazn. Todo converso, que se concentra y luego contempla, descubre dentro de s esecorazn que no es de carne y de sangre, sino de Luz. Se dice que es de Luz porque trae laintuicin de la Luz y es la Luz de la certidumbre, como rayo que es de Luz divina. Cuandoel contemplador mira con hondura al corazn consigue que de ste brote una llama queluego se extiende ms y ms hasta el infinito. La llama es, adems de llama, conocimiento.Cuando el conocedor la mira amorosamente, olvidado de s mismo, es tocado por la llamay se hace llama tambin. Al-Hallaj, el suf, lo ha explicado muy bien:

    Cuando algo Te toca, me toca.He aqu que siempre T eres yo.

    (Para el estudio de las posibles conexiones o coincidencias de qalb con la buddhi de laVednta, cfr. Svetasvatara Upanisad, VI, 11 y Shankarchrya: Viveka-Shuda-Mani,

    prrafos 189 y 132, donde se explica que tman resplandece en la buddhi, denominadacaverna del corazn).

    2.3 VER LA EXISTENCIA PROPIA TAL COMO ES.

    2.3.1 Si alguno dice: Pretendes que el conocimiento de tu proprium es la Gnosis, es decir,el Conocimiento de Al que Su Nombre sea exaltado!, que el hombre es distinto deAl puesto que debe conocer su proprium. Pero lo que es distinto de Al cmo puedeconocerle?. La respuesta es: Quien se conoce a s mismo, conoce a Su Seor. Laexistencia de tal hombre no es la suya, ni la de otro, sino la de Al, sin la fusin de dos

    existencias en una, sin que su existencia entre en Al, salga de l, conviva con l o residaen l. Pero l ve su existencia tal como es.

    Ver la existencia propia tal como es, significa el conocimiento de que no hay nada distintode la Unidad, o bien, conocer que no hay existencia propia y distinta, sino solamente laexistencia. Tal conocimiento es el conocimiento verdadero o Gnosis.

    2.3.2 Nada llega a ser que no haya existido antes y nada deja de existir por destruccin oextincin, o extincin de la extincin. La aniquilacin de una cosa implica su existenciaanterior. Pretender que una cosa existe por s misma equivale a creer que esta cosa se hacreado a s misma, que no debe su existencia al poder de Al, lo que es absurdo a los ojos

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    y a los odos de todos.La doctrina es aqu profundamente metafsica. Nada existe que no sea preexistente, es decir,anterior a la existencia y postexistencia, es decir, posterior a la no existencia. Esto significaque lo que llamamos existencia es slo una forma limitada, una parcela, de la Existenciaabsoluta. El estudiante debe acostumbrarse a intuir lo que est ms all del par de opuestos,

    pues esto ltimo es siempre la dual manera de manifestarse lo absoluto. As, existencia y noexistencia, vida y muerte, son nicamente la captacin limitada de la mente del aspecto serde la Unidad.

    2.3.3 Debes observar que el conocimiento que posee el que conoce su proprium, es elconocimiento que Al posee de Su proprium, de s-mismo, porque Su proprium noes distinto de l. El Profeta que Al est sobre l y le salve! ha querido designar porproprium la existencia misma. Cualquiera que llegue a ese estado de alma, en suexterior y en su interior, no es distinto de la existencia de Al, de la palabra de Al; suaccin es la de Al y su propsito de conocer su proprium es el propsito de la Gnosis,es decir, el Conocimiento de Al.

    El autor est a punto de culminar su propsito de demostrar que el hadith del Profeta,Quien se conoce a s mismo, conoce a su Seor, es una revelacin histrica fundamental.Lo que tal revelacin lleva entraado es nada menos que la identidad del s-mismo y elSeor, esto es, que el Dios interior y el Dios exterior son uno mismo. La realizacin de talidentidad es la tarea que todo hombre tiene asignada como fundamento de su existencia.Lstima que sean tan pocos los hombres capaces de emprender la bsqueda que determinatal propsito!.

    2.3.4 T abrigas ese propsito, ves sus actos y tu mirada busca un hombre distinto de Al,puesto que t te ves a ti mismo distinto de Al. Mas eso proviene de que no posees elconocimiento de tu proprium. Pero si el creyente es el espejo del creyente, entonces

    ese hombre es l mismo por su sustancia, o por su ojo, es decir, por su mirada. Susustancia, o su ojo, es la sustancia, o el ojo de Al; su mirada es la mirada de Al sinespecificacin ninguna. Ese hombre no es l segn tu visin, tu ciencia, tu opinin, tufantasa o tu sueo, sino segn Su visin, Su ciencia y Su sueo. Si dice: Yo soy Al,escchale con atencin porque no es l, sino Al mismo quien por su boca pronuncia esas

    palabras: Yo soy Al. Es evidente que no has alcanzado el mismo grado de desarrollomental que l. De otro modo, comprenderas su palabra, diras lo que l y veras lo quel ve.

    Es un hecho que el hombre se ve a s mismo distinto de Dios, pero esta diferencia no esdebida a que Dios y el s mismo son diferentes, sino a que la mirada es errnea. Para quienha llegado a entender esto, su sendero ya no consiste en un esfuerzo ascendente para llegar

    a Dios, sino en poner una atencin sostenida para encontrar en todos los hechos de su vidadiaria los factores de error que residen en su mirada. Ahora bien, puesto que tanto Dioscomo el s mismo son totalmente desconocidos para la mirada, es evidente que los factoresde error no provienen de lo que se conoce de Dios y del s mismo, sino de lo que no seconoce de ello, es decir, de la idea, necesariamente errnea por lo previa, que se tienen deDios y del s mismo. Si esto anterior es cierto y se comprende como cierto, esto es, si se vecomo cierto que es la idea errnea de la diferencia, lo que se opone a que Dios y el smismo sean vistos como idnticos, no hay duda de que resulta necesario un cambio de talidea. Por lo pronto, lo que se sabe es que Dios y el s mismo no pueden ser distintos, no sondistintos. De ah que el sendero, ahora se ve claro, consiste especialmente en ir desechando,una a una, humildemente, como falsas, aquellas ideas que presentan a Dios y al s mismo

    como distintos. El fundamento de tal diferencia se encuentra en que la idea de Dios sepresenta deshumanizada, esto es, como una suma de atributos en la que la esencia apenas

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    cuenta. Mas si alguien es capaz de ver que los atributos del mundo son Sus atributos paralo cual hace falta una tremenda dosis de humildad y que la esencia del hombre slo puedeser Dios, que es la nica esencia, tal vez pueda desmoronar sus ideas de Dios y de s mismoy dejar de mirar la dualidad. Quien tal haga podr encontrarse de pronto, para eternafelicidad suya, en el reino de la Unidad. Esto debi sentirlo el poeta suf Ab Al de Sind

    cuando escribi:Y pues que yo ya no soy yoel alto Dios es su espejo en mi.

    2.4 RESUMEN.

    2.4.1 Resumamos: La existencia de las cosas es Su existencia sin que las cosas sean. No tedejes engaar por la sutilidad o la ambigedad de las palabras, de forma que imagines queAl ha sido creado. Cierto iniciado ha dicho: El suf es eterno, mas l ha hablado asdespus de que todos los Misterios le fueran revelados y todas las dudas o supersticiones

    dispersadas. Entretanto, este inconmensurable pensamiento slo puede convenir a aquelcuya alma se ha convertido en ms vasta que los dos mundos. En cuanto a aquel cuyaalma an no ha alcanzado tal grandeza, este pensamiento no es adecuado. Porque enverdad, este pensamiento es ms grande que el mundo sensible y el suprasensible,tomados los dos conjuntamente.

    La mayor parte de los sufes, desentendindose de la etimologa de la palabra suf, lahicieron derivar de una raz arbiga que da a entender la idea de pureza, segn la cual sufsignificara el puro de corazn o, tambin, el elegido. Algunos estudiosos europeos laasimilan al griego sopha, sabidura. Por otra parte, la actual filologa europea intentademostrar que la palabra deriva del suf (lana) y que en principio se aplic a ciertos ascetasque se vestan con sayal de lana tosca en seal de penitencia y renunciacin a las vanidades

    del mundo. Sin embargo, a juzgar por su atribucin de eternidad, Ibn El-Arabi emplea elvocablo suf en su acepcin de sabidura, de lo que resulta un interesante dato histricoen oposicin a la tesis filolgica. Por otra parte, el autor, haciendo una vez ms uno de sus

    bellos juegos de la inteligencia, emplaza la atribucin del trmino suf no a la palabra oa su contenido en s, sino a un hombre que se comporta como suf.Est claro que en tal caso slo convendr la afirmacin de eterno en aquel para quientodos los Misterios han sido revelados y todas las dudas o supersticiones dispersadas. Encuanto a aquel cuya alma an no ha alcanzado tal grandeza, debe ser cauto y llegar antes denada a la ms extrema humildad, pues para aquel que todava cree ser algo distinto de l,slo como la nada absoluta puede aparecer l en su mente.

    2.4.2 En fin, sabe que el que ve y el que es visto; el que da la existencia y el queexiste; el que conoce y el que es conocido; el que crea y el que es creado; elque comprende y el que es comprendido, son todos lo mismo. l ve Su existencia porSu existencia, la conoce por ella misma y la obtiene por ella misma, sin ningunaespecificacin fuera de las condiciones o normas ordinarias de la comprensin, de lavisin o del saber. Como Su existencia est incondicionada, Su visin de S-mismo, Suinteligencia de S-mismo y su ciencia de S-mismo estn igualmente no condicionadas.

    La clave del arco de la Gnosis es el descondicionamiento, o sea, la desaparicin de laignorancia. Pero sta la ignorancia no es un agente independiente, un Adversario de laSabidura, sino simplemente la ausencia de esta ltima. As pues, el descondicionamientono es la adquisicin de nada, sino la erradicacin de lo que no es. Para tal trabajo no se

    precisa la creacin de nada, pues lo que es aparece una vez se ha eliminado lo que no es.De igual forma, una vez desechada la ignorancia, lo que es, la Sabidura, resplandece. Esto

  • 8/3/2019 Tratado de La Unidad - Ibn Arabi (Traducido y Comentado Por Roberto)

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    es fcil de entender y la consecuencia de este entendimiento, cuando es serio, verdadero, esparte del conocimiento de s mismo. El autor dice que la existencia est incondicionada,como lo estn Su ciencia, Su inteligencia y Su visin. Pero ocurre que cualquier cosaincondicionada es y en otro caso no es, sea esto la Existencia, la Inteligencia o la Visin.Cualquier cosa incondicionada, esto es, sin ignorancia, sin recubrimiento alguno, aparece

    tal como es. Y eso que es, visto desde la bsqueda del gnstico, es la Sabidura, es decir,lo que resplandece y existe por s mismo, eternamente y en toda ocasin, si necesidad deefectuar ningn cambio. La Sabidura, como la Existencia, es incanjeable.

    2.4.3 Si alguno pregunta: Cmo miras lo que es repulsivo o lo que es atrayente? Si ves, porejemplo, una inmundicia o una carroa, dices que es Al?. La respuesta es: Al essublime y puro y no puede ser esas cosas. Nosotros hablamos con el que no ve unacarroa o una basura como una basura. Hablamos a los videntes y no a los ciegos. El queno se conoce es un ciego de nacimiento y hasta que no se acabe su ceguera, natural oadquirida, no podr comprender lo que queremos decir. Nuestra conversacin es con Al,slo con Al y no con los ciegos de nacimiento. El que ha llegado al grado espiritual que

    es necesario para comprender, sabe muy bien que nada existe fuera de Al. Nuestraconversacin es con el que busca con firme intencin y perfecta sinceridad obtener elconocimiento de su proprium, el conocimiento de Al que l sea exaltado!, y queen su corazn guarda en toda su frescura l