tradición clásica en literatura
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PREMISAS BÁSICAS
Los griegos establecieron los principales géneros literarios, que
hoy se siguen cultivando en nuestras literaturas modernas (poesía
lírica, épica, fábula, teatro, en su doble vertiente de tragedia y
comedia, historia, novela, oratoria, literatura científica, etc.)
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La literatura latina imitó, en lo esencial, los géneros desarrollados
por los griegos, adaptándolos a su idiosincrasia y creando alguno
nuevo, como la sátira. 2
Las obras de los grandes autores grecolatinos se establecieron
como modelos clásicos que, bien como inspiración, bien como
rechazo, han estado presentes a lo largo de toda la historia de la
literatura occidental
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La influencia de las antiguas civilizaciones clásicas y, en
concreto, de su literatura, impregna de tal manera nuestra
civilización y cultura, que es imposible sistematizarla. Nos
debemos conformar con llamar la atención sobre algunos hitos
destacados.
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LOS GÉNEROS LITERARIOS – La épica
El primer género literario surgido en la antigua Grecia, al tiempo que
los griegos recuperaban la escritura, fue la épica. Los griegos
comienzan su literatura con sus dos obras maestras, la Ilíada y la
Odisea, atribuidas a Homero.
Su influencia en la literatura occidental es tan intensa y permanente
que su rastreo meticuloso resultaría imposible. Dieron forma al
género épico, que canta las hazañas de los héroes, y que se ha
cultivado en todas las principales literaturas europeas, ya desde su
imitación latina (la Eneida de Virgilio), hasta el Poema de Mio Cid,
pasando por la Canción de Roldán en Francia o el Anillo de los
Nibelungos en Alemania.
El ciclo troyano, los sucesos que rodearon la guerra de Troya, fue
uno de los temas principales en el nacimiento de los poemas
narrativos medievales (Le Roman de Troie, del s. XII es el más
destacado), y las aventuras de Ulises han sido recreadas sin fin en
nuestra literatura del Siglo de Oro (la Circe, de Lope de Vega, El
mayor encanto, amor, de Calderón de la Barca…).
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La épica
El irresistible atractivo literario de la tradición épica griega ha seguido
operativo en época moderna. La novela del siglo XX más influyente y
revolucionaria en técnica narrativa lleva el nombre del héroe
homérico, el Ulises, del escritor irlandés James Joyce. En esta novela
se recrean en el Dublin del s. XX, de manera muy libre y harto difícil de
seguir, algunos de los episodios más famosos del modelo griego del s.
VIII a.C.
En España también se ha adaptado el tema en el siglo XX: Buero
Vallejo, en La tejedora de sueños, o Álvaro Cunqueiro, en Las
Mocedades de Ulises, Torrente Ballester, en El retorno de Ulises…
Y de la misma manera que ha servido de inspiración a la narrativa más
avanzada, también las aventuras del intrépido héroe homérico han
dado nombre a una de las películas más vanguardistas de su tiempo:
2001, Odisea en el espacio, de Stanley Kubrick. Parece como si
Ulises no cejara de navegar en su viaje eterno.
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La épica
La poesía también se ha inspirado en la fascinante peripecia de
Ulises, como esta célebre composición del poeta alejandrino
Cavafis (1863-1933), cumbre de la literatura griega moderna.
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.…
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La lírica
La expresión de los sentimientos más íntimos y personales son el contenido de
la lírica griega, de una variedad formal y temática apabullante. Los nombres de
Anacreonte, Arquíloco, Safo, Píndaro y un larguísimo etcétera son los que
iniciaron en occidente la composición poética que siguieron los romanos
(Catulo, Virgilio, Ovidio, Horacio…). Su presencia en la lírica occidental es tan
decisiva e influyente, que nos bastará con algún ejemplo señero:
Dichoso el que de pleitos alejado,cual los del tiempo antiguo,labra sus heredades, no obligadoal logrero enemigo.
¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruïdo y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!
HORACIO FRAY LUIS DE LEÓN
De los Idilios del poeta alejandrino Teócrito y del mito de la Arcadia feliz deriva
nuestra poesía bucólica, que alcanza cimas insuperables en las Églogas de
Garcilaso de la Vega. Quevedo no se podría entender sin la sátira latina de
Marcial o Juvenal, ni la fábula de Iriarte o Samaniego sin Esopo o Fedro.
LOS GÉNEROS LITERARIOS – El teatro
El teatro, en su doble faz trágica y cómica, es una de las cimas del arte literario
griego. Esquilo, Sófocles y Eurípides dotaron a la tragedia de una profundidad
intelectual y de una trascendencia pública que rara vez ha sido igualada. Los
personajes de Edipo, Antígona o Electra, con una fuerza y simbolismo
arrolladores, fueron utilizados por el psicoanálisis de Freud para designar
patologías psicológicas.
Ninguna tradición dramática ha superado la libertad de expresión, el compromiso
político y la implicación ciudadana de la comedia antigua de Aristófanes,
representada, igual que la obra de los trágicos, sin descanso en época modera.
Sólo el moderno cine de compromiso puede llegar a parecérsele un tanto.
El gran drama inglés de Shakespeare o Marlow (cuyo verso tal vez más famoso
es una evocación de Helena de Troya: Sweet Helen, make me inmortal with a
kiss), así como nuestros geniales dramaturgos del Siglo de Oro (Calderón y
Lope de Vega), tienen su mirada permanentemente tendida a los modelos
clásicos, ya sea para emularlos, ya para tratar de superarlos. La profundidad de
personajes como Hamlet o Segismundo, tiene precedentes en Edipo, Medea o
Fedra.
LOS GÉNEROS LITERARIOS – El teatro
La comedia nueva de Menandro, pasando por los grandes
comediógrafos latinos, Plauto y Terencio, desemboca en
la comedia costumbrista y de enredo, en Molière y Lope…
Teatro para divertirse, para pasar el tiempo riéndose de la
comicidad verbal y de las situaciones disparatadas. Un tipo
de espectáculo que, andando el tiempo, vendrá a dar en la
expresión artística por antonomasia del siglo XX, el cine. El
avaro, de Molière no es sino una adaptación de La
comedia de la Olla, de Plauto, a su vez imitación de una
comedia perdida de Menandro.
HARPAGÓN: ¡Fuera de aquí al momento y que no se me replique! Vamos, toma el pendingue de mi casa, gran maese fullero, verdadera carne de horca.
EUCLIÓN: ¡Marcha, digo; anda, largo de aquí! ¡Ahora mismo tienes que salir de aquí, que no haces más que fisgar con esos ojos reventones!
La Comedia de la olla, de Plauto El avaro, de Molière
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La novela
La novela es un género tardío y menor en la tradición clásica
grecolatina, que no fue concebida en un principio para el disfrute
personal, sino colectivo. Con todo, la novela moderna no sólo tiene su
precedente en la novela grecolatina, sino que también hunde sus raíces
en la tradición épica, como hemos visto en el Ulises de James Joyce.
De hecho, se puede considerar a la novela bizantina, la primera
manifestación de este género ya en el s. I a.C., como una versión
“burguesa” de la épica. Contiene en sí esa necesidad de vivir una serie
incontable y rocambolesca de pequeñas aventuras. Así eran las Etiópicas
de Heliodoro, y así son la mayoría de nuestras novelas modernas.
Sin embargo, en Roma la novela alcanzó mucha mayor profundidad, al
asumir el malestar social en una época de inestabilidad y cambio: las dos
grandes novelas romanas, El Satiricón de Petronio, y el Asno de oro de
Apuleyo, son un digno precedente de la mejor novelística moderna, y de
manera muy directa, de nuestra picaresca. En las páginas del primero se
adivinan el lúcido sarcasmo del Lazarillo o del Quijote.
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La historiografía
Cuesta imaginarse la existencia de un historiador moderno, sin el
precedente de Tucídides, el gran historiador griego, el primero
que fue riguroso con las fuentes, contrastando varias para
quedarse con la más verosímil, que contó acontecimientos
contemporáneos de los que él había sido testigo, que desterró de
su análisis histórico la intervención divina, que vio más allá de los
meros acontecimientos con su profundidad analítica… Quien
advirtió que no conocer lo que ha pasado condenaba a las
personas a repetir sus errores.
Tucídides no fue superado en Roma, aunque sí seguido, por otros
grandes historiadores, como Tácito. Pero nunca la expresión
literaria de la historia, convertida casi en una ciencia positiva,
volvió a llegar al nivel de estos dos grandes historiadores antiguos
y algún otro (Herodoto, Jenofonte, Tito Livio…). También la
moderna novela, y sobre todo la novela histórica (Memorias de
Adriano, por ejemplo, de Marguerite Youcenar), son tributarias
de aquella brillante historia literaria.
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La oratoria
Todo aquel que se ha propuesto servirse de su elocuencia con fines
políticos o procesales, y ha destacado en esa actividad, alguna vez
volvió la vista a Demóstenes y Cicerón, los dos grandes oradores y
abogados de la antigüedad. Una oratoria cargada de sabiduría, de
profundidad histórica, de ejemplos y de un fino sentido artístico.
Todavía truena el eco en la curia romana del famoso ¿Hasta cuándo
abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?
Los grandes humanistas españoles, como Valdés y Nebrija, o
Erasmo, de fuera de España, se esforzaron por hablar como hablaba
Cicerón, y tuvieron un cuidado semejante en la expresión y el
lenguaje. Sin las cartas de Cicerón o Séneca se entendería mal el
género epistolar, que cultivaron en España, por ejemplo, Cadalso o
Jovellanos.
LOS GÉNEROS LITERARIOS – La filosofía, la literatura científica
El pensamiento filosófico, tal vez la creación más genuina del talento
griego, de donde derivaron todas las ciencias modernas, alcanzó su
cénit en la Atenas de los siglos V y IV a.C. La tradición filosófica
posterior ha recurrido una y otra vez a las fuentes, para afirmarlas o
negarlas, adaptarlas o enfrentarse a ellas. San Agustín es el Platón
cristiano, Santo Tomás de Aquino, el Aristóteles medieval, Marx, el
Demócrito moderno. El estagirita se repite en la cultura
musulmana, en Avicena, en Averroes… Y luego aparecen los
grandes sistemas filosóficos europeos, pivotando siempre entre el
materialismo y el idealismo, ya planteados hace siglos a la orilla del
Egeo…