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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR
PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIACOLEGIO UNIVERSITARIO DE LOS TEQUES
“CECILIO ACOSTA”
Reglas Gramaticales
Participantes:
Crisálida Contreras, C.I. Nº 6.315.062
García, Lisbeth, C.I. Nº 19.943.287
Nexans, Carmen, C.I. Nº 10.283.956
Silva, Víctor, C.I. Nº 16.888.090
Facilitador: José Ángel Pinto
Los Teques, Junio 2.010
Índice
Pág
Introducción 3
1.- La Gramática. 5
2.- Normas y Reglas Gramaticales 6
3.- La Etimología 7
4.- La Sintaxis 8
5.- El Sintagma 8
6.- La Elipsis 10
7.- La Oración 10
8.- La Ortografía 15
9.- El Queísmo y el De Queísmo 22
10.- Uso correcto de algunos Adverbios 23
11.- Uso correcto del Gerundio 24
Conclusión 26
Bibliografía 28
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Introducción
La gramática es la que regula y norma la correcta manera de hablar y
escribir en un idioma. En la lengua castellana quien se encarga de establecer
las reglas es principalmente la Real Academia Española, este organismo
conjuntamente con las otras veintiún academias nacionales de
hispanohablantes, publica la forma en que deben utilizarse las palabras, el
orden de estas dentro de la oración, la pronunciación y todas las demás
relativas con el buen uso del idioma, de tal manera que este en todos los
países que lo tengan como dialecto oficial, se encuentre estandarizado y
universal.
La gramática es muy amplia, por ello se sub-divide en cuatro
ramificaciones, las cuales son: 1) La etimología, que se encarga del estudio
de los sintagmas y las oraciones; 2) La sintaxis, que estudia profundamente
el orden de las palabras dentro de las oraciones, con la finalidad que estas
mantengan el sentido original de lo que se quiso expresar; 3) La ortografía,
desarrolla las reglas para el uso adecuado de las letras y los signos de
puntuación; 4) La prosodia, que se encarga de la pronunciación de las
palabras.
El estudia de la gramática y sus normas son de gran importancia para
hablar y escribir correctamente, lo cual garantiza que lo que se quiera
trasmitir ya sea en forma oral o escrita pueda ser traducido por los
interlocutores correctamente. El empleo incorrecto de las palabras, las
deficiencias en género y número cuando se escribe puede acarrear malas
interpretaciones.
El uso de los signos de puntuación juega también un papel muy
importante en la expresión escrita, un signo mal empleado puede cambiar
completamente lo que quiso decir el autor originalmente, es por ello, que el
conocimiento de su uso adecuado se hace menester para todas las personas
y muy especialmente a los profesionales, quienes en el ejercicio de su
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profesión deberán realizar informes técnicos escritos, donde exponen los
resultados de alguna tarea realizada.
Adicionalmente, existen otros errores frecuentes que se pueden cometer
en el idioma castellano, tanto al hablar como al redactar algún informe,
dentro de los cuales cabe citar, el error comúnmente conocido como el
Queísmo o De Queísmo, el cual se incluye en las oraciones sin que tengan
un significado que complemente el sentido de la oración. En el desarrollo del
presente informe, se aclara el cómo saber cuando deben utilizarse y cuando
no.
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La Gramática
La gramática es aquella que define la manera de hablar y escribir
correctamente, tanto las palabras, como las oraciones, en un idioma
determinado. Cada idioma contempla una serie de reglas y normas que
regulan: la forma en que deben escribirse las palabras, el orden en que estas
deben presentarse dentro de la oración, la pronunciación y el uso adecuado
de los signos de puntuación.
De acuerdo con la explicación anterior, la Real Academia Española
(1851), define la gramática como:
“El arte de hablar con propiedad y escribir correctamente: divídese en analogía, sintaxis, ortografía y prosodia. La analogía enseña el valor gramatical de las palabras con todos sus accidentes y propiedades; la sintaxis, el orden y dependencia de estas palabras en las oraciones con las que explicamos nuestros pensamientos; la ortografía establece reglas para el acertado uso de las letras y los demás signos con que se escribe un idioma, y es objeto de la prosodia la verdadera pronunciación de los vocablos.” (p. 11)
El origen de la gramática proviene inicialmente de un libro llamado “La
Grammatica”, escrito por Antonio de Nebrija, publicado en el año 1492, este
constituyó la primera obra dedicada al estudio de la lengua castellana y sus
reglas. Trabajos anteriores se trataban sobre el uso de la lengua latina,
donde se destaca el libro publicado por Lorenzo Valla, denominado “Tratado
sobre gramática latina” de 1471. “La Grammatica” viene a ser entonces el
primer libro que se dedica al estudio de las reglas de una lengua europea
occidental diferente al latín.
Luego de esta publicación, la gramática comenzó a ser considerada como
una disciplina que estudia las reglas de una lengua. Nebrija divide el estudio
de la lengua en cuatro áreas, dedicando un libro a cada una de ellas, las
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Cuales son las siguientes:
Ortografía
Prosodia y sílaba
Etimología y dicción
Sintaxis
Posterior a la publicación original de Nebrija, surgen otros autores cuyas
publicaciones se enumeran a continuación:
1. Nebrija. Reglas de ortografía. 1517.
2. Valdés. Diálogo de la Lengua. 1535.
3. Andrés Florez. Arte para bien leer y escribir. 1552.
4. Martín Cordero. La manera de escribir en castellano. 1556.
5. Villalón. Gramática castellana. 1558.
6. Correas. Ortografía castellana. 1630.
7. Real Academia Española. Gramática de la lengua española. 1771.
Cabe destacar, que La Real Academia Española (RAE). Es un organismo
dedicado desde el año 1771 a la elaboración de reglas normativas para el
idioma español, esta trabaja en conjunto y coordinada con las otras veintiún
(21) Academias nacionales hispanohablantes por la unidad del idioma
español en todos los países en los cuales es su lengua oficial. Todas ellas
juntas conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española y sus
determinaciones se encuentran en las publicaciones de los documentos,
libros y diccionarios emitidos por la RAE.
Normas o Reglas Gramaticales Básicas
Las reglas de la gramática comprenden: El uso de las letras, las reglas de
acentuación, las normas de puntuación, el uso de los tiempos verbales, el
orden de las palabras dentro de la oración y el uso de los pronombres, entre
otros; y es por medio de estas, que se esclarece su adecuada utilización.
La gramática se divide en cuatro partes para su estudio y aplicación, las
cuales se citan a continuación:
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1. Etimología: Esta rama de la gramática se dedica a los accidentes de
las palabras que forman parte de una oración.
2. Sintaxis: Esta también se le llama construcción, esta enseña a unir
las palabras adecuadamente dentro de una oración para bien
expresar los conceptos que se quieren emitir.
3. Ortografía: Norma la forma correcta de escribir las palabras con las
letras y los signos de puntuación convenientes.
4. Prosodia: Esta se ocupa de la pronunciación acertada de las palabras
y la cantidad de sílabas.
La Etimología
Es parte de la gramática que se dedica al origen de las palabras dentro
del idioma, de acuerdo al autor Monlau Pedro, (1856) “La etimología o
etimológica es la ciencia que examina la estructura de los vocablos, su
formación, sus transformaciones, así literales como de significado, y su
origen.” (p. 1), esta es muy útil para definir los objetos y las ideas, debido a
que facilita el desarrollo verbal de la comprensión de una idea.
La estructura de las voces muestra como se forman las palabras, estas se
construyen por medio de las sílabas, siendo la unión de estas lo que
constituye una palabra. Las sílabas se forman con una letra consonante y
una vocal, no existe una palabra que no utilice vocales (A, E, I, O, U). La
cantidad de sílabas que tiene cada palabra es lo que la define como:
monosílabas, que tienen una sola sílaba (más, sol, si, no, etc.); bisílabas, que
está formada por dos (2) sílabas (como, amar, hombre, árbol, etc.); trisílabas,
palabras formadas por tres (3) sílabas; y cuatrisílabas cuando se construyen
con la unión de cuatro (4) sílabas.
Las palabras pueden ser primitivas o derivadas, las primitivas son la
palabra original, que puede llegar a ser la raíz o radical de otras palabras
derivadas, lo que puede hacer cambiar su significado original con el uso
también de los prefijos o sufijos. Los prefijos son los que se anteponen a la
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palabra y los sufijos se colocan al final, alterando en ambos casos el
significado.
Las palabras también pueden clasificarse en simples y compuestas, las
palabras compuestas, también llamadas yuxtapuestas se forman con la
utilización de dos palabras, ejemplo mani-obra, estas se pueden yuxtaponer
hasta tres (3) veces.
En general, la etimología norma el uso correcto de las palabras para
emitir los conceptos que se quieren expresar, lo cual incluye el significado de
las palabras en sí mismas, los adjetivos, adverbios, adjetivos, preposiciones,
prefijos, sufijos, entre otros.
La Sintaxis
La sintaxis se dedica a la parte de la gramática que norma la debida
estructura de los componentes sintácticos y la formación de unidades
superiores a estas, como los sintagmas y oraciones gramaticales, de tal
manera de comprender el sentido del lenguaje en la redacción. La sintaxis se
dice que es la arquitectura del lenguaje y por medio de ella se estudia: El
sujeto, predicado y el verbo, como unidades funcionales hacen comprender
el contenido de la oración.
El Sintagma
El sintagma es la unidad funcional de la oración, tomando en cuenta sus
diversas funciones sujeto, predicado y sus complementos, que lo hacen
sintagmas completos y no palabras aisladas. Es así como en la oración: “El
perro de mi hermano”, el sujeto no es solamente “el perro”, es “el perro de mi
hermano”. El sintagma tiene tres (3) puntos de vista: El formal, el funcional y
el semántico.
En cuanto a la forma está compuesto por un núcleo sobre el cual recaen
las acciones y los elementos determinantes que se subordinan a este. Según
la función el sintagma es quien actúa dentro de la oración cumpliendo una
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acción determinada. Por último de acuerdo a la semántica, el sintagma tiene
un significado propio y coherente, que tiene lugar con sus componentes
completos y el como se relacionan entre sí; es por ello que la oración “El
perro de” carece de sentido, distinto de la oración “El perro de mi hermano”,
porque este último tiene el sentido completo.
Tipos de sintagmas:
Nominales: están compuestos de un núcleo, determinantes y
modificadores semánticos. El núcleo es sobre quien recae la acción
del verbo, siendo este el sustantivo de la oración. Los artículos
pueden convertirse en sustantivos, así como también los pronombres;
se deben considerar los determinantes como modificadores del
sustantivo, los que le dan el sentido completo.
Adjetivo: Este aparece cuando un adjetivo actúa de manera
independiente, es decir, no se encuentra incluido en el sintagma
nominal; ejemplo: María está bonita, el adjetivo bonita no forma parte
del sintagma nominal original, su núcleo es un adjetivo, el cual debe
concordar en género y número con el sustantivo sujeto al cual
modifica.
Adverbial: Es invariable en cuanto a la forma y es un elemento
modificador del verbo, de un adjetivo o de otro adverbio; ejemplo,
Acabó el viaje felizmente, el adverbio en este caso cumple una función
circunstancial y es el núcleo de su propio sintagma.
Verbal: Cumple la función de predicado oracional y está constituido
por el verbo que es el núcleo y una serie de sintagmas adjetivos y
adverbiales que actúan como complementos; ejemplo Pedro continuó
alegre todo el día, tal como se observa el verbo alegre es el núcleo y
el sintagma del predicado, siendo este un verbo.
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La Elipsis
La elipsis en lingüística se refiere a ciertas construcciones sintácticas en
las que no aparece alguna palabra que se refiera a una entidad lógica
necesaria para el sentido de la frase. En gramática tradicional se dice a
veces con cierta informalidad que la "elipsis consiste en suprimir algún
elemento del discurso sin contradecir las reglas gramaticales".
La oración
Es la mínima unidad sintáctica que no mantiene relaciones de
dependencia ni de coordinación con respecto a otras unidades lingüísticas.
Es la unidad más pequeña de un discurso con sentido completo en sí misma,
formalmente estructurada sobre dos miembros: sujeto y predicado.
Las oraciones se clasifican de la forma siguiente:
1. De acuerdo a la gramática tradicional trata las oraciones desde un
punto de vista de componentes inmediatos, clasificándolas así:
Oraciones compuestas: son las que dos o más oraciones forman
otra oración; por ejemplo: A Felipe le gusta comer, pero a
Fernando solo le gusta comer frutas.
Oraciones copulativas (o atributivas): aquellas que cuentan con
un predicado nominal. Éstos constan de un verbo que hace de
cópula entre el sujeto y el atributo.
Oraciones adversativas: aquellas que van precedidas por una
conjunción adversativa como: pero, sino, aunque, no obstante,
mas, sino que. Estas contradicen el significado de la oración a la
que se unen por el uso de la conjunción. Ejemplo.: Pedro lo hizo,
pero yo no.
Oraciones disyuntivas: aquellas que van precedidas por una
conjunción disyuntiva como: o, u. Estas contradicen o modifican el
significado de la oración a la que se unen por la conjunción.
2. Según la divisibilidad:
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Oraciones unimembres: Estas llaman también predicados directos
no se pueden dividir en sujeto-predicado, sino que tienen su propia
categorización según el tipo de información que comunican. Las
interjecciones, las exclamaciones, los vocativos, las respuestas a
preguntas o los imperativos desnudos son oraciones unimembres.
Este tipo de actos de habla se considera que no tienen estructura
sintáctica.
Oraciones bimembres: Las oraciones bimembres son aquellas que
poseen dos miembros o constituyentes sintácticos y por lo tanto,
pueden ser analizadas estructuralmente según sus partes. Se
reconocen dos grandes grupos: las oraciones bimembres
averbales y las verbales u orales:
Oración bimembre averbal: No poseen verbos conjugados o
"tiempos no personales del verbo" gerundio, participio e
infinitivo, no son parte del paradigma de conjugación y se
componen de dos partes: el soporte y el aporte. Desde un
punto de vista generativo son oraciones que no tienen
estructura de sintagma de tiempo. Algunos ejemplos:
Alonzo Suárez, número uno del campeonato
Oración bimembre verbal: Este es el prototipo de oración tiene
un verbo flexionado según el tiempo. Se consideran formadas
por un sujeto y un predicado; o según el análisis generativo son
un sintagma de tiempo con el sujeto ocupando la posición de
especificador del mismo y el verbo flexionado la posición de
núcleo oracional.
3. Oraciones según la forma del sujeto: Según el tipo de sintagma
nominal que hace de sujeto las oraciones se pueden clasificar en:
Oraciones personales explícitas: En las que existe un sintagma
nominal fonéticamente realizado que es sujeto de la oración.
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Oraciones personales implícitas o elípticas: En la que no
aparece ningún sujeto explícitamente, y se analizan
comúnmente como casos de sujeto elíptico.
Oraciones impersonales: En las que no existe sujeto explícito ni
implícito. Normalmente se refiere a oraciones que expresan
situaciones atmosféricas como: llueve, hace frío, entre otras;
También pueden ser existenciales como: hay comida, para
cuales no existe un referente que pudiera ser interpretado como
sujeto semántico de la oración. También las impersonales
pseudo reflejas como: Aquí se vive bien, no tiene sujeto.
4. Oraciones según la complejidad del predicado: Según la forma del
sintagma verbal o en particular el número de verbos flexionados las
oraciones se pueden clasificar en simples o compuestas:
Oraciones simples, tradicionalmente analizadas como formadas
por un único predicado. Desde el punto de vista generativa
contienen un único núcleo de inflexión o de tiempo.
Oraciones compuestas, en las que existe más de un verbo
conjugado, y en las que por tanto alguno de los constituyentes
sintácticos, es una oración subordinada o sintagma temporal que a
su vez es parte del sintagma temporal mayor que constituye la
oración compuesta completa.
Una oración subordinada o secundaria es una oración que
depende de la proposición principal. Es decir, la oración
subordinada es una oración que es a su vez un constituyente
sintáctico de otro sintagma que no es oración y por tanto, la
oración subordinada no tiene una autonomía sintáctica y es
"subordinada" por otra, siendo locuciones adverbiales o
conjunciones. La oración subordinada puede ser explícita con el
verbo conjugado en un modo definido o implícita cuando el verbo
está conjugado en un modo indefinido.
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5. Oraciones según la fuerza ilocutiva: Según la fuerza ilocutiva o
posibilidad de asignarles un valor de verdad:
Enunciativas o declarativas, a las que en general puede dotárseles
de un valor de verdad y que a su vez se dividen según contengan
elementos de negación o no en afirmativas y negativas.
Exhortativas o imperativas, que en general no tienen un valor de
verdad asignable ya que no reflejan un estado de hechos. Las
oraciones exhortativas también se conocen como oraciones
imperativas. Este tipo de oraciones expresan un consejo, ruego,
mandato o prohibición. Los indicadores de la modalidad en este
tipo de oraciones es el uso de las formas verbales en imperativo y
en subjuntivo. Un ejemplo de esta oración es: "¡Escuchad esta
noticia!"
Exclamativas, tampoco tienen un valor de verdad y tienen una
finalidad expresiva, y en lenguas indoeuropeas frecuentemente
son introducidas por un complementador. El hablante suele
expresar sus sentimientos de alegría, dolor, admiración, sorpresa,
etc; es decir, expresa afectividad, manifiestan una emoción. El
indicador de modalidad que interviene en estos tipos de oraciones
es la entonación, lo que nos ayuda a distinguir la oración
exclamativa del resto de oraciones. Siempre va con signos de
exclamación, por ejemplo: "¡Que bello ramo de rosas!"
Interrogativas, las oraciones interrogativas no tienen valor de
verdad sino que sirven para pedir información. En las lenguas
indoeuropeas es frecuente que empiecen con un interrogativo de
tipo pronominal dislocado al principio de la frase e inviertan el
orden del sujeto y el verbo. Ejemplo: ¿Qué es lo que María
Fernanda está diciendo?.
Dubitativas, estas oraciones expresan una suposición o
probabilidad. Los indicadores de modalidad de estas oraciones son
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el uso de los verbos en futuro de indicativo o en condicional. Un
ejemplo de este tipo de oraciones es: Sería un Joven muy apuesto.
Optativa o desiderativa: Las oraciones optativas también se
pueden llamar desiderativas. Expresan un deseo y a veces se
pueden pronunciar en forma exclamativa. Los indicadores de la
modalidad que podemos identificar en este tipo de oraciones es el
uso de los tiempos verbales en subjuntivo. También es habitual
utilizar la interjección "ojalá" como otro indicador de la modalidad.
Un ejemplo de oración optativa es: "¡Ojalá eso que me han
contado no sea verdad!"
6. Oraciones según el tipo de verbo: Estas se clasifican de acuerdo
a la acción que quieren expresar:
Oración copulativa cuando el predicado es nominal. Éstos constan
de un verbo que hace de cópula entre el sujeto y el atributo.
Oración predicativa, con predicado verbal, es decir, con un verbo
que no es copulativo. Los predicados verbales pueden sub-
dividirse en:
o Transitivas o intransitivas, dependiendo de si llevan
complemento directo o no, respectivamente.
o Reflexivas, si es el sujeto quien realiza y recibe la acción
del verbo.
o Recíprocas, en las que los sujetos se intercambian la
acción.
o Personales o impersonales: las personales poseen
sujeto. Las impersonales, no. El verbo en las
impersonales se encuentra en tercera persona del
singular. Hay tres grupos de oraciones impersonales:
Con verbos meteorológicos como: llover o granizar
Con verbos como: haber, hacer, ser, sobrar con, bastar con.
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Con el verbo “se", que es una marca de impersonalidad que no se
debe confundir con el pronombre personal de tercera persona.
7. Activas o pasivas: cuando el sujeto recibe la acción pero no la ejecuta,
existen dos tipos de oraciones pasivas:
Pasivas propiamente dichas: que cuentan con un sujeto paciente y
el verbo (el núcleo del predicado) está en voz pasiva. Pueden tener
opcionalmente un complemento agente, aunque este puede no
aparecer. Ejemplo de oración pasiva: "Los alumnos fueron
recibidos amablemente por sus profesores" que tiene sujeto
paciente (los alumnos) que recibe la acción indicada por el verbo
“recibir” y un complemento circunstancial agente “por sus
profesores”, que corresponde a quien o quienes realizan la acción
del verbo en pasiva.
Pasivas reflejas o pasivas con morfema de pasividad SE: Estas
oraciones se caracterizan por tener un sujeto inanimado paciente,
carecen de complemento agente, el verbo (núcleo del predicado)
tiene una forma propia de la voz activa. Necesariamente usan el
morfema "se" como marca de pasiva refleja y además el verbo está
en tercera persona. Ejemplo: Se entregaron los resultados
oportunamente. En esta oración, se aprecia por el método de la
concordancia, que el sujeto oracional corresponde al sintagma “los
resultados”. Éste es de carácter paciente, ya que recibe la acción
indicada por el verbo en voz activa “entregar” y observamos la
presencia del morfema se.
La Ortografía
La ortografía es la parte de la gramática normativa que fija las reglas para
el uso de las letras y signos de puntuación en la escritura, se basa en la
aceptación de una serie de convenciones por parte de una comunidad
lingüística con el objetivo de mantener la unidad de la lengua escrita.
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Las reglas o normas de ortografía son las siguientes:
1. Reglas de acentuación: Según la posición de la sílaba tónica dentro
de la palabra, se distinguen cuatro (4) normas básicas de acentuación:
Palabras agudas: Las palabras agudas u oxítonas son
aquellas palabras en la que el acento recae en su última sílaba.
El porcentaje de palabras agudas en el léxico castellano es
inferior solamente al de las palabras graves, que son la
mayoría. Llevan acento ortográfico las palabras agudas que
terminan en -n, en -s o vocal (salvo que la -s esté precedida por
otra consonante en -ns). Ejemplos: sofá, café, sentí, salió, tabú,
camión, además.
Palabras graves, paroxítonas o llanas: Las palabras graves,
llanas o paroxítonas son aquellas palabras en la que la
acentuación fonética recae en su penúltima sílaba. La mayor
parte del léxico castellano está compuesto por palabras llanas y
éstas en su mayoría terminan en -n, -s o en vocal, tales como
hombre, caminas o suben. El acento ortográfico lo llevan las
palabras llanas que terminen en una consonante distinta de las
anteriores, como Bolívar, débil o cárdex. También se acentúan
cuando terminan en -s precedida de otra consonante.
Palabras esdrújulas: Las palabras esdrújulas o proparoxítonas
son aquellas palabras en la que la acentuación fonética recae
en su antepenúltima sílaba. En castellano todas las palabras
esdrújulas siempre llevan tilde (acento ortográfico) en la vocal
donde recae la acentuación. Algunos ejemplos de palabra
esdrújula son teléfono, informática, enciclopédico, lágrima,
cárceles, árboles, esdrújula.
Palabras sobreesdrújulas: Las palabras son sobresdrújulas
cuando el acento está en la trasantepenúltima sílaba. Las
palabras sobresdrújulas llevan tilde y acento ortográfico. No
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obstante, en el caso de adverbios creados a partir de adjetivo
con el sufijo -mente, solo se acentuarán en el caso de que el
adjetivo lleve la tilde por sí solo. Por ejemplo, la palabra
fríamente lleva tilde puesto que el adjetivo del que está formada
(frío) también la lleva, sin embargo efectivamente no la lleva ya
que tampoco la tiene efectivo.
Formación: Añadiendo pronombres enclíticos al verbo,
generalmente en modo imperativo: dígaselo, cuéntamelo,
corríjaselo, prepáreselo, etc. Añadiendo el sufijo -mente a un
adjetivo que llevaba tilde antes de la composición, con lo que
se genera un adverbio de modo. En este caso, se acentúan
solo cuando a la forma original le corresponde llevar tilde sin el
sufijo. Por ejemplo: fácilmente, difícilmente, esporádicamente,
etc. Las palabras que acaban en y, y se pronuncian como i, no
son consideradas un diptongo.
2. Signos de puntuación: Los signos de puntuación indican pausas
obligatorias, delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía
sintáctica de las proposiciones, consiguiendo así estructurar el texto,
ordenar las ideas y jerarquizarlas en principales y secundarias, y
eliminando ambigüedades, por eso requieren un empleo muy preciso;
si se ponen en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de
decir lo que el autor quería decir. El uso correcto de los signos de
puntuación se detalla a continuación:
El punto: El punto (.) es el signo de puntuación que se coloca al final
de los enunciados y las oraciones gramaticales en el español,
además de en la mayoría de los lenguajes con el alfabeto latino. Se
escriben sin dejar espacio de separación con el carácter que
precede, pero dejando un espacio con el carácter que sigue a
continuación, a no ser que dicho carácter sea de cierre. Existen tres
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clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto
final.
Punto y seguido: Separa enunciados dentro de un párrafo.
Quiere decir que se continúa escribiendo a continuación del
punto; la primera letra escrita en este caso irá en mayúsculas.
Por ejemplo: «Historia de España. El descubrimiento de
América». Se denomina punto y seguido, nombre más lógico y
recomendable que el también usual de punto seguido.
Punto y aparte. Separa dos párrafos de contenido diferente
dentro del texto. A continuación hay que comenzar a escribir en
línea distinta. Para seguir las normas se debe colocar sangría a
la primera línea de texto del nuevo párrafo. Se denomina punto y
aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto
aparte.
Punto final. Siempre se coloca al final, cerrando un texto o
enunciado. No es correcta la denominación punto y final, creada
por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte.
También se usa el punto para indicar que la palabra anterior es
una abreviatura. En este caso se escribe la abreviatura seguida
del punto y se continúa escribiendo de forma usual. Esta última
clase de punto no se aplica en determinadas abreviaturas como
puntos cardinales, acrónimos o medidas, que se consideran
símbolos.
La coma: La coma (,) es un signo de puntuación que señala una
breve pausa dentro del enunciado. Se emplea para separar los
miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos
por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Por ejemplo: —Tengo
perros, gatos, conejos y ratones. —María volvió a casa, hizo los
deberes, cenó y se fue a la cama. —Mi casa tiene muebles, mesas
y cuatro camas. Hay tendencias que admiten su uso para separar
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dos miembros independientes de una oración, haya o no conjunción
entre ellos, siempre y cuando sean realmente independientes; pues,
si no, estaríamos en el caso anterior: —Los soldados saludaban, la
gente aplaudía y los niños no paraban de cantar. También se utiliza
para delimitar una aclaración o inciso: —Nacho, mi primo, acaba de
conseguir su primer empleo. Las locuciones conjuntivas o
adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de
coma, tales como: en efecto, es decir, en fin, por consiguiente, no
obstante y otras de la misma clase.
Dos puntos: Este signo de puntuación (:) representa una pausa
mayor que la de la coma y menor que la del punto. Detiene el
discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre
está en estrecha relación con el texto precedente.2 Un uso
importante y frecuente de este signo es introducir citas textuales
(uso que a veces se le atribuye incorrectamente a la coma).
El punto y coma: El punto y coma (;) es un signo de puntuación;
gramaticalmente, se utiliza para unir dos oraciones relacionadas en
una sola frase (yuxtaposición): —María estaba apenada por el
examen. + María tendrá que estudiar más. = María estaba apenada
por el examen; tendrá que estudiar más. —Está lloviendo mucho. +
No podremos ir caminando. = Está lloviendo mucho; no podremos ir
caminando. Generalmente se puede sustituir por construcciones del
tipo: —María estaba apenada por el examen y tendrá que estudiar
más. —No podremos ir caminando porque está lloviendo mucho.
También sirve para separar los elementos de una enumeración
cuando se trata de expresiones que incluyen comas: —Había que
estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el
viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas
medio rotas. Además, se usa delante de las conjunciones o
locuciones como pero, más, aunque, sin embargo, por tanto y por
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consiguiente cuando los períodos tienen cierta longitud: —Creemos
en la creatividad y la ruptura de los opresores cánones antiguos
como medio de vida; no obstante, somos conscientes de que es
necesario mantener un mínimo de tradición en nuestros trabajos.
Las comillas: Las comillas (« », “ ”, ‘ ’) son signos de puntuación
que se ponen al principio y al final de las frases o palabras escritas
como citas o ejemplos o de aquellas que se quiere destacar, ya sea
por importancia que le dé el autor o por su carácter irónico, vulgar o
extranjero e impropio de la lengua que se está usando. A pesar de
que está verdaderamente extendido el uso de las comillas inglesas
(“ ”) es preferible emplear antes las angulares o españolas (« ») y
reservar aquéllas, y finalmente las simples (‘ ’), para cuando deban
entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. Se utilizan, por
ejemplo: Para citar textualmente algo: p. ej., «Me dijo que
“supuestamente llegaría hoy”». Para señalar palabras usadas en un
sentido distinto del normal, con el fin de indicar que se han
seleccionado intencionalmente y no por error. Para indicar la
intención irónica o sarcástica del empleo de una palabra. Para
indicar algo sobre una palabra o expresión. Para presentar el
significado de una palabra o expresión. Para destacar que una
palabra o expresión es extranjera, se trata de un apodo o de un
seudónimo. En español se utilizan tres tipos de comillas: Comillas
castellanas, latinas, españolas, angulares dobles o guillemot (« »).
Comillas dobles o inglesas (“ ”). Comillas simples (‘ ’). Asimismo, se
distingue entre comillas de apertura («, “, ‘) y comillas de cierre
(»,”,).
Los paréntesis: Los paréntesis (en singular paréntesis) son signos
de puntuación. Se usan en pares para separar o intercalar un texto
dentro de otro o para hacer una aclaración. Los distintos tipos son:
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Los paréntesis propiamente dichos ( ). Los corchetes [ ]. Las llaves
{ }.
Para distinguir ambos paréntesis se usa decir:
Paréntesis que abre o paréntesis izquierdo al símbolo (.
Paréntesis que cierra o paréntesis derecho al símbolo ).
Igual que las comillas, cuando se han de emplear varias veces en
un mismo fragmento se utilizan de la siguiente manera: (...[...
{...}...]...)
Signos de interrogación: El signo de interrogación es un signo de
puntuación que denota una pregunta. Su origen se encuentra en el
latín. La palabra «cuestión» viene del latín questio, o 'pregunta',
abreviado como «Qo». Esta abreviación se transformó en el signo
de interrogación. Las oraciones interrogativas deben iniciar las con
el signo de apertura de interrogación invertido (¿), y terminarlas con
el signo de interrogación ya existente (?) («¿Cuántos años tienes?»)
Signos de exclamación: Debe escribirse siempre uno para abrir (¡) y
otro para cerrar (!), independientemente de la longitud de la frase,
oración o fragmento que encierren. Se utilizan para señalar el
carácter exclamativo de una oración. Se escriben para empezar y
finalizar una oración exclamativa, exhortativa o imperativa. También
van entre signos de exclamación las interjecciones: —¡Siéntate! —
¡Qué linda estás! —¡Cuidado con el perro!
Puntos suspensivos: Los puntos suspensivos (...) son tres —y solo
tres— puntos sin espacios entre ellos, son un único signo de
puntuación que se utiliza al final de una palabra, frase u oración en
lugar del punto u otro signo. Se utilizan para dejar en duda o en
suspenso una acción y se representan por tres puntos consecutivos
y alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura. Es
totalmente incorrecto escribir más de tres puntos para expresar este
signo: no hacen falta más para dar sensación de suspense.
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Raya: La raya (—), que no debe confundirse con el guión bajo (_) —
especialmente en contextos informáticos— ni con el guión (-) —el
cual es más corto— ya que tienen usos y significados muy
diferentes, se usa para introducir un inciso dentro de un período
más extenso y para señalar en los diálogos la intervención de cada
locutor y los comentarios e incisos del narrador. Se escriben dos,
una para abrir y otra para cerrar, excepto cuando el diálogo no
prosigue, que es recomendable suprimir la última y sustituirla por el
obligatorio punto; además, se escriben separadas del resto de la
frase con un espacio, y pegadas al propio inciso. En el caso de los
incisos puede sustituir a la coma para mayor aislamiento de los
mismos, y también a los paréntesis, pero para expresar uno menor.
Usos de la raya:
1. Para encerrar los elementos intercalados, en lugar de comas:
o Las prendas del espíritu joven —el entusiasmo y la
esperanza— corresponden, en las armonías de la
historia y la naturaleza, al movimiento y a la luz.
o Para lograr una buena imagen —que impacte— cuida
tus modales.
o No iré sino mañana —dijo el niño.
2. En los diálogos de estilo directo, para separar el discurso de
cada personaje:
—Luis, la primera impresión en una entrevista es definitiva.
—Lo sé y me estoy preparando.
—Te deseo mucho éxito.
El Queísmo y De queísmo
El queísmo es la omisión de una preposición, sobre todo de, cuando precede
a que en oraciones subordinadas. Ejemplos son las frases:
Me alegro que te vayas (en vez de Me alegro de que te vayas).
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No me di cuenta que habías venido (en vez de No me di cuenta de
que habías venido).
Estoy de acuerdo que hay que hacerlo (en vez de Estoy de acuerdo
en que hay que hacerlo).
Intentaré convencerte que siempre te amé (de una canción de Antonio
Orozco, en vez de Intentaré convencerte de que siempre te amé).
Estoy segura que esta vez (de una canción de Paulina Rubio, en vez
de Estoy segura de que esta vez).
La Real Academia lo considera un empleo indebido, aunque es una
simplificación muy habitual en el lenguaje coloquial tanto en España como en
Latinoamérica. Desde el punto de vista normativo, se considera un error
diametralmente opuesto al dequeísmo, y a veces se considera una
ultracorrección de este fenómeno gramatical. En otras lenguas, como en
francés, o en inglés no se considera incorrecto decir Je suis sûr que tu vas
venir, I'm sure that you are going to come (Estoy seguro de que vas a venir) y
por tanto suprimir la preposición de u of; pero en castellano instituciones
normativizadoras como la Real Academia Española no admiten esta
construcción.
Para las personas que hablen español como lengua primera, una forma
de saber si la opción normativa obliga a utilizar o no la preposición de (u
otra), es sustituir toda la oración subordinada por eso: ejemplo: Estoy seguro
de (que vienes) -> Estoy seguro de eso. Estoy seguro eso, no tendría
sentido. Para quienes aprendan castellano como lengua extranjera hay listas
de verbos y de las preposiciones con las que van para memorizar.
Uso correcto de algunos adverbios
La utilización de estos adverbios dentro de la oración no presenta
variaciones en cuanto a género, Los adverbios PURO, MEDIO, MEJOR y
PEOR son invariables. Ejemplos:
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-Incorrecto: Está media fatigada.
Correcto: Está medio fatigada.
-Incorrecto: Lo hizo de pura tonta.
Correcto: Lo hizo de puro tonta.
2. El adverbio DESPACIO significa "lentamente", no "en voz baja". Por eso
no es lo mismo decir “Hablar en voz baja” que decir “Hablar despacio”.
3. Los adverbios ADELANTE, ATRÁS, ABAJO, ADENTRO, AFUERA no
admiten complemento. Los adverbios DELANTE, DETRÁS, CERCA,
DEBAJO, FUERA admiten complemento. Ejemplos:
-Incorrecto: Yo viajo adelante tuyo.
Correcto: Yo viajo adelante.
-Incorrecto: Yo viajo delante.
Correcto: Yo viajo delante de vos.
4. El adverbio MÁS va pospuesto a NADIE y NADA. Ejemplo:
-Incorrecto: No vino más nadie.
Correcto: No vino nadie más.
Uso correcto del gerundio.
En frases verbales, el gerundio se utiliza para dar idea de duración o
continuidad de la acción, o para expresar inmovilidad. Por ejemplo:
Sigue lloviendo.
Se quedaron esperando la respuesta.
Los legisladores están discutiendo aún el proyecto.
Cuando funciona como adverbio, puede utilizarse para indicar un acción
simultánea o inmediatamente anterior a la del verbo principal. Por ejemplo:
La carreta va relinchando.
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Mirando las noticias hallé tu nombre.
Caminando por el barrio se encontró con un amigo.
Utilizar el gerundio para dar idea de posterioridad o consecuencia es
incorrecto. Ejemplo:
Incorrecto: Cortázar viaja a Francia, muriendo en ese país años
después.
Correcto: Cortázar viaja a Francia y muere en ese país años
después.
El gerundio debe cumplir tres condiciones para que su uso sea correcto:
a) Funcionar como adverbio (complemento circunstancial) o como
verbo;
b) Expresar acción simultánea o anterior a la del verbo principal;
c) Que el sujeto del gerundio sea el mismo que el del verbo
principal o tenga un sujeto propio con verbos de percepción
física, el sujeto puede ser el complemento directo del verbo
principal: Vi a los niños jugando
Se consideran incorrectos todos los usos que no incluyan las tres
condiciones a la vez aunque algunos de ellos tienen ya mucha tradición.
Generalmente el gerundio se omite por miedo a emplearlo incorrectamente y
no es raro que por evitar el gerundio correcto se incurra en un error como en
el siguiente ejemplo: Lo asesinó tras tirarlo por la ventana, en lugar de lo
asesinó tirándolo por la ventana.
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Conclusión
La gramática constituye una herramienta muy importante para lograr
comunicarse eficientemente con las demás personas, ya sea mediante los
medios orales o escritos. Al redactar un informe se deben considerar el uso
correcto de los signos de puntuación, así como también la buena ortografía,
debido que a través de ellos la comunicación se realizará en forma más
efectiva y fluida, permitiendo a los receptores del mensaje poder interpretar
exactamente la idea original.
Son errores comunes y frecuentes el mal uso de la palabra “Que” y la
frase “De Que”, a los cuales se les llama Queísmo o De Queísmo, para
conocer cuando deben utilizarse se le debe formular la pregunta de la acción
al verbo y de acuerdo la respuesta que se obtenga, si se responde con la
palabra “que” o “De que”, significa que si debe utilizarse; de lo contrario
deberá corregirse.
Adicionalmente, adverbios como puro, o medio, no varían en cuanto al
género masculino o femenino al emplearse en la comunicación, si esto
ocurriese se estarían utilizando incorrectamente. Por ejemplo: María está
media dormida; es incorrecto, lo adecuado sería María está medio dormida.
Puede observarse que el adverbio conserva su género masculino original
invariable, esto ocurre incluso conociendo que el sustantivo y el verbo están
presentes en concordancia con el femenino.
Cabe señalar, que escribir los informes se debe considerar también
mantener perfecta coherencia y concordancia en cuanto al género y el
número, de lo contrario la redacción del documento no podría ser validado,
tal y como el autor quiso exponer su idea, en consecuencia existe la
tendencia a darle interpretaciones inadecuadas al texto escrito.
La oración es la mínima expresión del lenguaje, la cual presenta una
estructura: El sujeto, el verbo y el predicado. El sujeto, es generalmente un
sustantivo, un pronombre o puede emplearse un artículo en su sustitución,
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siendo éste quien ejecuta o recibe la acción del verbo. El verbo, es el que
marca la operación que se ejecuta en dicha oración, este debe estar
conjugado en el tiempo verbal y la persona correspondiente, de acuerdo al
sujeto de la oración. Por último, el predicado lo constituye el contexto que
complementa la oración, aclarando donde, cuando, porque de la acción del
verbo.
Las oraciones también pueden presentarse con la ausencia del sujeto, a
lo cual le llamamos sujeto tácito, sin embargo, este se halla preguntando al
verbo, quién ejecuta la acción. Existen diversos tipos de oraciones que
facilitan la comunicación, las oraciones interrogativas que se utilizan para
preguntar algo; las exclamativas, usadas para enfatizar la pronunciación de
la oración, de tal manera de expresar asombro en la entonación.
En definitiva, se puede decir que el estudio del uso satisfactorio del
idioma, es necesario para todas las personas, los profesionales y
especialmente para los mercadólogos. No se puede dejar de lado, que el
marketing tiene una gran influencia como elemento comunicacional con el
mercado, la promoción y la publicidad hacen de la comunicación un arte, con
la finalidad de persuadir a los consumidores y convencerlos de una idea; por
ello el uso sabio y adecuado de las normas gramaticales constituye una
poderosa herramienta para el marketing y los mercadólogos.
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Bibliografía
Referencias bibliográficas:
Real Academia Española, A. (1851). Gramática de la Lengua Castellana.
Madrid: Paris Rosa Bouret y Cia.
Cascón, Eugenio. (2000). Sintaxis Teoría y Práctica del Análisis Oracional.
Madrid: Edinuman.
Monlau, Pedro. (1856). Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana.
Madrid: Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra.
Referencias electrónicas:
Wikipedia. Enciclopedia libre [página de Internet] disponible:
http://es.wikipedia.org/wiki/Signo_de_puntuaci%C3%B3n
Wikipedia. Enciclopedia libre [página de Internet] disponible:
http://es.wikipedia.org/wiki/Ortograf%C3%ADa
Revista. [página de Internet] disponible: http://www.elcastellano.org/
Wikilengua. Enciclopedia libre [página de Internet] disponible:
http://www.wikilengua.org/index.php/Adverbio
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