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APLICABILIDAD DE LA QUÍMICA FORENSE
Por:
HENRY OSBALDO VÉLEZ OSSA CRISTIAN CAMILO RUIZ ZAPATA
POLICIA NACIONAL DIRECCION NACIONAL DE ESCUELAS
ESCUELA DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL TECNOLOGÍA EN CRIMINALÍSTICA XV PTROMOCIÓN
BOGOTÁ D.C2015
APLICABILIDAD DE LA QUÍMICA FORENSE
Por:
HENRY OSBALDO VÉLEZ OSSA CRISTIAN CAMILO RUIZ ZAPATA
Docente:PEDRO JESUS GOMEZ SILVA
POLICIA NACIONAL DIRECCION NACIONAL DE ESCUELAS
ESCUELA DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL TECNOLOGÍA EN CRIMINALÍSTICA XV PTROMOCIÓN
BOGOTÁ D.C2015
Introducción
“La química es entendida como la ciencia que estudia la
composición y las propiedades de la materia y de las transformaciones
que esta experimenta sin que se alteren los elementos que la forman”.
En lo que nos atañe la química forense es la rama de la ciencia
química que se encarga del análisis, clasificación y terminación de
aquellos elementos o sustancias que se encontraron en el lugar de los
hechos o que pudieran relacionarse con la comisión de un ilícito.
A través del tiempo la importancia que ha adquirido la química en
la investigación criminalística proviene de su estrecha relación con
estudios periciales de otro tipo como son la balística, la genética
forense, la dactilotecnia, revelado de marcas seriales en armas de fuego
y vehículos, incendios y explosivos. De allí su importancia cuando sirve
como parte importante en el apoyo en la investigación científica de los
delitos.
Uno de los principios fundamentales en los cuales se rige la
Ciencia Forense y específicamente la Química Forense se basa en la
premisa de que cuando dos objetos entran en contacto, habrá un
intercambio entre los dos. Es decir, “cada contacto deja un rastro”, frase
que popularizó Edmund Locard, padre de la Criminalística moderna,
provocando así un giro en la metodología investigativa.
Conceptos asociados
Química: ciencia que estudia la composición y las propiedades de la
materia y de las transformaciones que esta experimenta sin que se
alteren los elementos que la forman
Química Forense: Es la rama de la ciencia química que se encarga del
análisis, clasificación y terminación de aquellos elementos o sustancias
que se encontraron en el lugar de los hechos o que pudieran
relacionarse con la comisión de un ilícito.
Dactilotecnia: Rama de la lofoscopia especializada en la búsqueda,
dirección, revelado y trasplante de huellas de origen lofoscopico,
mediante la aplicación de reactivos apropiados a la superficie de soporte
y a la composición química de las exudaciones de la piel y fricción de
manos y pies.
Lofoscopia: ciencia que estudia las diferentes clases de dibujos papilares
que aparecen en las yemas de los dedos de las manos, palmas y plantas
de los pies de todo ser humano, de igual forma es la disciplina científica
que engloba los procesos de dactilotécnia, reseña, clasificación e
identificación de los relieves epidérmicos existentes en la piel de fricción
de manos y pies.
Reactivos: sustancia químicas con las cuales hacemos visibles las
impresiones dactilares latentes.
Química aplicada a la dactilotecnia
En un sentido general, las huellas latentes pueden ser aquellas que
se dejan en el escenario del crimen por descuido. Pueden ser visibles o
no. Las visibles, son las que muestran un detalle reconocible de las
líneas o bordes, hecho por unos dedos contaminados con determinadas
sustancias como sangre, tinta, grasa o suciedad; y por tanto, muestran
naturalmente un contraste con el fondo del objeto en que se han
depositado. O también pueden ser hechas, cuando las huellas dactilares
presionan superficies plásticas como masilla, alquitrán superficies con
cubiertas adhesivas, cera, etc. Las verdaderas huellas latentes
(escondidas) no son visibles a simple vista y constan sustancialmente de
las secreciones naturales de la piel humana solamente.
Tales huellas requieren un tratamiento para conseguir que lleguen a
ser visibles, que es lo que se denomina “Revelado de huellas latentes”
(que necesita que los técnicos usen algunos procesos químicos o físicos,
cuya reacción con las secreciones de la piel, originara que dichas huellas
puedan causar un contraste contra su fondo).
Hay que destacar que algunas de las técnicas de revelado usan
reactivos que son destructivos, por lo que, éstas deberán usarse al final.
Cuando se produce la destrucción de la huella, ya no se puede
recuperar; por lo que los técnicos deben escoger cuidadosamente la
secuencia idónea de las técnicas.
Química aplicada a los explosivos
Un explosivo es todo elemento o mezcla de sustancias químicas,
que bajo la influencia de un choque térmico o mecánico, se descompone
rápida y espontáneamente, produciendo grandes cantidades de gases y
calor.
Los gases calientes producen altas presiones acompañadas de ruido y
efectos mecánicos violentos. El objetivo del análisis de explosivos es la
determinación de un compuesto conocido o mezcla de compuestos o de
las materias primas del mismo.
Parte fundamental de la química aplicada a los explosivos y a la
investigación criminal es el análisis de muestras de residuos de
postexplosión, es decir, material que se recolecta en la escena del
crimen luego de una detonación. En estos casos se realiza un proceso de
extracción y concentración para determinar el tipo de explosivo
utilizado. Para lograr resultados óptimos en estos análisis es
fundamental la forma y sitio donde se haya recogido la muestra y que lo
practique personal experto.
Mediante la técnica de cromatografía líquida de alta eficiencia,
HPLC, y cromatografía de gases acoplada a masas, GC/ MS, se
identifican explosivos de alto poder como RDX, TNT, PENT,
nitrobencenos y HMX. También se utiliza la técnica de
espectrofotometría infrarroja, FTIR e ICP-MS, para identificación de
compuestos de explosivos de bajo poder como pólvoras, cloratos y
nitrato de amonio (ANFO). En todos los análisis se realizan primero
reacciones colorimétricas de identificación preliminar para explosivos,
que permiten, adicionalmente, seleccionar la técnica instrumental a
utilizar.
Explosivos más conocidos:
RDX: Explosivo de alto poder, que se conoce también como exógeno o
ciclonita. El nombre químico es ciclo trimetilenetrinitramina y su
velocidad de detonación es de 8 km/seg.
PENT: Explosivo de alto poder. El nombre químico es
pentaerititroltetranitrato. La velocidad de detonación es de 7,9 km/seg.
Una de sus presentaciones más comunes es el cordón detonante.
HMX: Explosivo de alto poder, conocido también como octógeno. El
nombre químico es ciclotetrametilentetranitramina. La velocidad de
detonación es de 9,1 km/ seg.
TNT: Explosivo de alto poder. Su nombre químico es trinitrotolueno. La
velocidad de detonación es de 6,9 km/seg.
TETRIL: Explosivo de alto poder. Su nombre químico es
trinifenilmetilnitramina. La velocidad de detonación es 7,6 km/seg.
Clorato de potasio: Explosivo de bajo poder. Al mezclarse con azúcar
forma una mezcla incendiaria, la cual es muy fácil de iniciar con fuego.
El contacto con ácido sulfúrico lo hace altamente explosivo e
incendiario.
Nitrato de amonio: Explosivo terciario cuya velocidad de detonación es
de 3,2 km/seg. La mezcla de éste con un hidrocarburo ACPM por lo
general forma el comúnmente conocido ANFO, cuyas siglas en inglés
corresponden a ammonium nitrate fuel oil.
Química aplicada a las tintas y papeles
Cualquier tipo de documento puede ser objeto de análisis
dependiendo de cuál sea este (billetes, sellos, pagarés, cheques, títulos
de propiedad, actas, etc) el análisis se centrará en el papel con el que
están confeccionados, en la impresión de sellos o marcas de seguridad o
en la escritura de los mismos, pudiendo ser ésta manuscrita,
mecanografiada o impresa, original o fotocopia.
El análisis del papel incluye determinar su naturaleza, así como
también la alteración de la misma, ya sea por la existencia de borrados,
lavados o zonas del papel que han sido reemplazadas por otras
(parches).
El análisis químico tendiente a poner de manifiesto la existencia de
más de un tipo de tinta en la escritura de un documento, o el tipo o tipos
de tinta utilizadas. Se dice que se trata de un estudio destructivo ya que,
por ejemplo, en el análisis conocido como "ensayo a la gota", los
reactivos utilizados y colocados sobre los trazos de escritura (ácidos
fuertes, álcalis y distintos solventes), pueden afectar el soporte. Una
alternativa para evitar la destrucción total del documento y que es el
procedimiento habitual usado en la extracción de muestras previa a una
cromatografía en capa delgada (TLC), es extraer una pequeña porción
del trazo objeto de estudio, pero de todos modos, el documento es
destruido parcialmente.
Agregado de los diferentes reactivos para esto se utiliza una
micropipeta, dejando caer una gota del reactivo sobre el trazo que ha de
ser analizado.
Existen 5 grupos de reactivos:
Ácidos: (HCl al 5 %; ácido oxálico al 10 %)
Básicos: (NaOH al 2 %; NH3 al 5 %)
Reductores: (SnCl2 al 10 % en HCl 0,1N; agua saturada de SO2,
hidrógeno naciente)
Oxidantes: (agua de bromo; agua de cloro; hipoclorito de sodio al 10
%)
Hierro: ferrocianuro de potasio al 5 % en HCl 0,1N; ferrocianuro de
potasio al 5 % en HCl 0,1 N).
Luego del agregado del reactivo elegido dentro de los
pertenecientes a un grupo, sobre cada una de las porciones del
documento, se deja actuar aproximadamente 1 minuto. El exceso de
reactivo debe ser eliminado con papel absorbente y luego la zona
lavarse con agua destilada.
Química aplicada al revelado de números seriales en armas de fuego y
automotores
La química el aplicada en este campo mediante el procedimiento
denominado “revenido químico”, el cual tiene como finalidad revelar la
identificación alfanumérica original (la grabada por la casa matriz) de los
vehículos automotores, y armas de fuego; el objetivo es identificar si
presenta alteraciones (Castro, 2008).
La restauración de los números originales es de gran importancia,
dado que proporciona evidencia útil para el rastreo de los vehículos y
armas de fuego y llevar el seguimiento del proceso penal (Nickolls,
1956).
El ataque químico se reconoce como la técnica más sensible para la
detección de números seriales que han sido alterados (Baharum,
Kuppuswamy & Rahman, 2008; Yin & Kuppuswamy, 2009; Bong &
Kuppuswamy, 2010; Kuppuswamy, 2011; Jin, 2012; Wahab, Ghani &
Kuppuswamy, 2012; Kesharwani, Gupta & Mishra, 2013).
El estudio químico-metalográfico se ha desarrollado a través de
muchos años de pruebas empíricas, que han dado lugar al uso de
diferentes reactivos (Katterwe, 2006; Yin & Kuppuswamy, 2009), donde
hay que tener en cuenta variables como: material que se va a tratar,
tipo de aleación, profundidad de impresión del estampado y profundidad
del borrado. Uno de los primeros métodos empleados fue el reactivo de
Fry, en 1921, y aún hoy en día es uno de los más populares
(Kuppuswamy, 2011); se ha demostrado su efectividad en superficies de
acero de medio carbono (Yin & Kuppuswamy, 2009), así como en las de
aceros de bajo carbono (Yin & Kuppuswamy, 2009; Wahab, Ghani &
Kuppuswamy, 2012), utilizando variaciones del mismo reactivo para
bloques de motor.
Diversos objetos como herramientas, armas, automóviles, cámaras
de foto, etc., llevan marcas y números de serie. La importancia de la
utilización del revelado químico permite la individualización de los
mismos y por lo tanto su identificación.
Cuando los números grabados son borrados con fines delictivos,
distintas técnicas químicas y físicas son utilizadas para la recuperación
(usualmente llamado revelado) de los números de identificación (Bell,
2006; Osorio, 2005; Heard, 2008; O’Hara & O’Hara, 1994).
Entre ellas cabe mencionar: i) revenido químico en distintas
variantes, ii) cavitación en agua, inducida por ultrasonido y iii) técnicas
magnéticas. La elección de la técnica dependerá esencialmente del
material donde se encuentran grabados los números. Mayoritariamente
serán superficies metálicas de hierro, acero, aluminio o zinc, y en ciertos
casos materiales plásticos. Para los metales, las técnicas llamadas de
revenido químico son las más utilizadas por ser las más sencillas,
baratas y que no requieren de un equipamiento especializado para su
ejecución.
La base de este procedimiento es lijar la superficie adulterada y
luego tratarla mediante un agente químico (un ácido, un oxidante, etc.).
Este agente atacará las capas de metal que estaban por debajo del
número borrado y que ahora están expuestas.
Debido a que luego del proceso de punción del metal realizado para
imprimir los números, las capas inferiores del mismo quedan
comprimidas, éstas son ahora diferencialmente atacadas, produciéndose
una alteración selectiva de los planos de reflexión para la luz incidente
sobre la superficie, disminuyendo su brillo (Thornton & Cashman, 1976).
Así, la acción del agente químico produce la aparición de zonas
oscuras donde hubo una impresión mecánica, de ahí la denominación de
“revelado” del número.
Conclusiones
La química forense permite rastrear sustancias o huellas que se
dejan en una escena del crimen. El químico forense, por lo tanto trabaja
con sustancias no-biológicas, tales como pintura, vidrio o líquidos, trazas
de pólvora provenientes de un disparo, todas muestras que pueden ser
muy bien analizadas.
Con el paso del tiempo la Química Analítica ha adquirido una gran
importancia en la investigación criminal, sobre todo a la hora de conocer
la naturaleza intrínseca de cualquier sustancia o elemento y más aún,
cuando sirve para auxiliar en la investigación científica de los delitos.
La química forense tiene tres tareas principales: primero, analizar
las evidencias en el laboratorio, luego, se interpreta la información que
se saca de ellas y por último, se puede llegar a defender lo encontrado,
mediante la testificación del químico forense en un juicio.
Referencias:
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