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TIDEES Chimalhuacán y los años

sesenta -Yo así lo recuerdo-

Versión definitiva

1

Tidees

Cibercafé Armando Compus

Primera edición

Tel. 55 50 17 27 62

Venustiano Carranza # 12

Cabecera Municipal

Chimalhuacán, Estado de México.

E-mail: [email protected]

Obra literaria registrada con núm. 03-2014-071612464500-01

Registro Público del Derecho de autor. INDAUTOR. SEP.

Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total

o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento —

incluidos los electrónicos— sin permiso escrito por parte del titular de

los derechos.

Cubierta de portada: Humberto Alfonso Romero Medina (1); Familia

Valdez Sánchez (2).

La presente edición consta de 100 ejemplares

Se terminó de imprimir Noviembre del 2015

2

“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno

recuerda y como la recuerda para contarla”.

-Gabriel García Márquez-†

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4

Dedicatoria

Dedico este libro a mis padres: Don Félix Sánchez Gálvez (+) y

Doña Enedina Buendía García (+).

A mis hijos: Félix Antonio, Edmundo Voltaire y Roberto.

A mis hermanos: Estela, Rafael (+), Eliseo, Edmundo Félix,

Arturo, Concepción, Felipe e Hilda.

A mis nueras Gladis y Lourdes y a mis nietos Dylan Yael y

Armando Sebastián.

A mis amigos, a mis compadres y a quienes forman parte de la

comunidad Tidees. A las nuevas generaciones: hijos, nietos,

bisnietos...

A mis paisanos, descendientes de una raza que fundamenta su vida

en la existencia comunal y tradicional.

A Perla, Tania Arizaid, mi más grata fascinación.

5

6

Agradecimientos: A Marco Alonso Jiménez. Aportó material fotográfico y literario, y

su capacidad de convocatoria.

A mi hijo Roberto Valdez Chávez y su esposa Lourdes Sánchez. El

apoyo técnico-computacional y la publicación del libro.

A mi hijo Félix Antonio. Sugirió el hilo conductor y la edición

final del documento.

A los que escribieron y a quienes no lo hicieron, mi comprensión y

aceptación.

A mi padrino Antonio Hernández Hernández el “cepillo” por

mostrarme su sabiduría.

A quienes dieron información y no fue incluida, espero su

comprensión y les ofrezco disculpas.

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PRESENTACIÓN

Este libro documenta la existencia de un grupo de amigos que se

hermanaron en la juventud. Se describen sus historias que inician

en 1964, donde la diversión, la iniciativa y lo original de sus

acciones era cotidiana; únicas las reuniones, excursiones,

realización de propósitos personales y expresión cultural.

El objetivo principal es dar a conocer las actividades de tipo social,

cultural y deportivo de este grupo, que trascendieron la vida

comunitaria en el municipio. Inicialmente conocidos como “los

hijos”, sus historias de vida son contadas por ellos mismos. La

mayoría eran estudiantes de educación media-superior y casi la

mitad habían sido seminaristas católicos. En 1969, al no contar con

una franquicia propia en el futbol, decidieron fundar un nuevo

equipo: TIDEES, acrónimo de Tierra de Escudos, que conocían

como significado de la palabra Chimalhuacán e iniciar en la tercera

división local. Cinco años antes, la mayoría formó parte del equipo

León B de segunda división donde obtuvieron un campeonato de

copa. Desde el principio tuvieron una participación extraordinaria,

nunca vista hasta ese momento: ganaron el campeonato de liga de

manera invicta. En paralelo las actividades culturales, sociales y de

esparcimiento fueron “in crescendo”.

Este grupo muestra que para trascender hay que vivir en

comunidad, lo que implicaba tomar en cuenta aquellas personas

que estaban en una constante relación con ellos en los eventos que

realizaban. Fue importante, para el cumplimiento de este proyecto,

que los fundadores del equipo y otros de otras generaciones,

escribieran su biografía o alguna aportación cincuenta años

después del nacimiento del grupo. Se dieron opciones: una guía

que orientara su escritura, una entrevista o que cada uno, con su

propio esfuerzo e imaginación, desarrollara su historia. La

respuesta fue realmente sorprendente, la diversidad se hizo

presente, aportaron: un cuento, una carta, varios relatos, una

entrevista, ¿Qué tan original es esta empresa en la cuestión de

géneros literarios? No lo sé, pero creo que es característica de ellos

que sus asuntos sean manejados de una manera singular y este

trabajo pretende responder a esa posición.

9

La elaboración de este trabajo no busca aportar verdades científicas

sobre la vida de mi pueblo y sus grupos sociales, sino que hace

memoria, recrea vida, revive magia y se regocija de la existencia.

Aunque estos relatos son diferentes en tiempo y esencia de los

nacidos de la épica náhuatl, queremos, sin embargo, al igual que

ellos, distanciarnos, en parte, de los métodos profesionales de

investigación, como dice Garibay: “que sea distinta a la

concepción de historia occidental y, con mayor razón, de la fría,

descarnada y sistemática de tenor científico de nuestros tiempos”

[Garibay, 1964].

Dirigir la mirada del lector hacia el interior del ser humano y que

se convenza, si no lo está, que a través de las acciones positivas

grupales se da sentido a la vivencia. La experiencia de cómo se

desenvuelven los grupos de autoayuda da pauta para seguir una

línea conductora de lo que pretendemos, si bien un trabajo

metodológico nos da una visión amplia y muy cercana a la verdad,

la visión individual de los relatos o experiencias personales, tienen

mucho de poseía, de magia y quizá la única de las verdades, como

se dice en “flor y canto”. Es aquí donde queremos incidir, en la

riqueza que se obtiene de la amalgama de experiencias personales,

por eso este libro es de relatos, aunque soy neófito en la materia

apelo a la bondad del lector para recibir esta oferta movida,

fundamentalmente, por el amor a este grupo de jóvenes de mí

generación.

El espacio donde vivieron fue la cabecera municipal (la mayoría),

mejor conocida como la plaza, en el municipio de Chimalhuacán

Atenco, Estado de México. No nos extendemos en nuestro pueblo

pues su historia, es de tal magnitud, que merece un libro especial,

hacemos un breve análisis desde su fundación hasta nuestros días.

Hemos escogido sólo botones de muestra de las cosas que le dan

identidad: los talladores de piedra y las comparsas. Han quedado

fuera aspectos importantes como: el frontón a mano (pelota vasca);

la confección de trajes de charro y la manufactura de las caretas

para carnaval; la comida de los productos del laguna (el ahuahutli,

los acociles, los juiles, los patos de diferentes especies) y los

pescadores; las armadas en la laguna –caza de patos-; las empresas

en el municipio –Sombreros Tardán- y la ¡música de carnaval!

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Por último los fabricantes de pólvora y la significativa

participación de pobladores en las diferentes luchas armadas de

nuestro país. Dejo pues esto para futuras inquietudes.

La primera generación del grupo iniciaron su amistad en los años

sesenta, en 1964, por lo que pertenecen a los años maravillosos en

que el hombre llega por primera vez a la luna; se da el “boom”

latinoamericano de literatura; tiempo de rebelión juvenil en

muchas partes del mundo; surgimiento de los Beatles; la comunión

total entre los jóvenes y el Rock; aparición de la minifalda y del

condón; la llegada de los jeans y el uso, como novedad, de los

“estimulantes”.

La mayoría de los miembros del equipo vivían en la pobreza. La

carencia económica tuvo que ser trascendida por el esfuerzo de

padres y abuelos que, habiendo perdido el abasto de la laguna (la

habían secado), decidieron darles estudio a costa de “amarrarse el

cinturón” en serio. Esto no pasó desapercibido para ellos y no sólo

buscaron el crecimiento material, sino también el intelectual,

mismo que, y esto es lo grandioso, compartieron con las nuevas

generaciones. Este es el mundo de valores y sentido de esta

hermandad.

Hoy (Diciembre del 2013) la carencia fundamental en este pueblo

y en este país es la falta de unidad y de comunidad. En general

encontramos mezquindad, mediocridad y alineación a los medios

de comunicación. La egolatría ha hecho nido en nosotros y la

soberbia ha invadido las almas de muchos políticos, periodistas y

grandes empresarios, y es duro y difícil decirlo, pero algunos de

ellos se han convertido en la escoria de la sociedad.

Los “Hijos” quieren recordarnos que la entrega humana se muestra

en la unidad. Escriben para el presente y para el futuro, para

cuando la mirada de los que vendrán se pose en nuestro tiempo y

en nuestro espacio tengan documentos en las manos que les

permitan comprendernos y que sepan que: el vendaval de la

civilización y la modernidad puede ser humano cuando las

acciones que acompañen a un grupo o a un individuo sea de esa

calidad, humana.

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POEMA —¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,

¿cuándo somos de veras lo que somos?,

bien mirado no somos, nunca somos

a solas sino vértigo y vacío,

muecas en el espejo, horror y vómito,

nunca la vida es nuestra, es de los otros,

la vida no es de nadie, todos somos la vida...

... soy otro cuando soy, los actos míos

son más míos si son también de todos,

para que pueda ser he de ser otro,

salir de mí, buscarme entre los otros,

los otros que no son si yo no existo,

los otros que me dan plena existencia,

no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,

la vida es otra...

Octavio Paz (Piedra de sol).

13

14

INTRODUCCIÓN

Hace muchos años, en el estado de

Durango, una mujer embarazada

intentaba por muchos medios

deshacerse de un ser que se

desarrollaba en su vientre, incluso

saltó de una barda intentando abortar,

el producto era mi abuela materna

doña Soledad García, quien después

comentaba, que se negaba a salir en

esas circunstancias. Mi bisabuela

estaba embarazada de un general

español, y su esposo, que había ido a la

guerra, estaba por regresar al hogar,

por lo que ella temía por su vida. Al

nacer mi abuela fue regalada con la

tía materna, quien con ella en sus brazos, se trasladó a Texcoco,

Estado de México.

Mi abuela se había aferrado a la vida, por eso tenía un carácter

admirablemente jovial, por ejemplo, a la edad de setenta años le

entraba a las apuestas en las peleas de box, siempre asesorada por

mi tío Jesús que trabajaba en Tepito y que había sido campeón

nacional de los guantes de oro, esa alegría por vivir la heredamos

sus hijos y sus nietos.

Por el ejemplo de mi abuela decidimos distanciarnos de la

“inanición intelectual” y falta de interés por la escritura,

característica de la comunidad mexicana en lo general y la del

pueblo de Chimalhuacán en lo particular, es decir, dejar testimonio

de nuestro paso por esta vida, me dio la idea de permanecer en el

futuro a través de esta obra.

Los Tidees fueron un grupo de jóvenes, en las décadas de los

sesentas y setentas del siglo pasado, en el municipio de

Chimalhuacán Estado de México, que sobresalían por su unidad e

inclinación hacia la cultura y el conocimiento. Me parece que su

historia es digna de contarse. Contacté a Marcos Alonso Jiménez,

cabeza visible del grupo, le comenté el proyecto de escribir sobre

Soledad García, mi abuela.

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sus vidas, las cosas que hicieron y el porqué del reconocimiento

obtenido. Ellos, en su plena juventud, despertaron sentimientos

encontrados en sus pares: admiración y odio. Las familias de la

Cabecera Municipal los aceptaban plenamente, tenían mucho

pegue con las muchachas y energía a la hora de enfrentar a los

equipos contrarios de futbol.

Concertamos una reunión donde les expresé mis intenciones. Se

entusiasmaron porque la propuesta era que ellos mismos

escribieran su biografía, lo que hace de este trabajo, hasta donde

nosotros conocemos, algo realmente original dentro de los géneros

literarios.

Si bien formaban un equipo de futbol con cierto éxito, lo

interesante es que incursionaron en lo cultural, se prepararon

académicamente y se divirtieron de lo lindo, destacando en su

trabajo la dinámica, la creatividad y la amistad.

Esta escritura contiene relatos, vivencias y experiencias de este

grupo de jóvenes formado en 1964 conocido como los hijos y que

después, en 1969, toma la denominación Tidees. Hubo quien no

respondió al llamado y otros que no fueron notificados

debidamente y que se integraron después. El trabajo está hecho y

todos tienen la absoluta convicción de que su tiempo está lleno de

significado.

Todo inicia cuando un grupo

de amigos se integran a un

equipo de futbol y juntos

realizan actividades de tipo

recreativo: bailes,

excursiones a la sierra,

salidas al Estado de Morelos;

fomentan la cultura, forman

la primera asociación de

estudiantes; son inspiración y

apoyo para el surgimiento de

la primera rondalla del

municipio: Marcos Alonso Jiménez y el Autor

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“Escudos o rodelas”; integran un grupo de danza y uno de teatro;

dan cursos de preparación a candidatos a ingresar a la universidad

o al politécnico, apoyados por el ingeniero Antonio Buendía

Buendía el “gorila” y algunos de ellos dan clases en la escuela

secundaria Netzahualcóyotl.

De 36 miembros (fundadores), que participaron en política,

destacan: presidentes municipales (2), juez municipal (1)

secretarios del ayuntamiento (2), regidores (5), líderes sindicales

(1), comisariado ejidal (1), varios funcionarios municipales,

estatales y federales. En lo académico son varios profesionistas con

licenciatura, tres con maestría, uno con doctorado, un ministro

religioso y dos sacerdotes católicos. Lo más importante es que

todos han hecho una vida responsable.

La primera generación tuvo vigencia-productiva por once años.

Quizás no había conciencia plena de lo que esto representaba, sólo

querían disfrutar la vida y hermanarse. Se convirtieron, en un

hontanar donde “abrevaron” los que vinieron después. Como decía

el cuento aquel en que el rey inquiere a un anciano que plantaba

una palmera -“¿Porque plantas eso si el fruto vendrá hasta los cien

años?”, decía el rey, y el anciano le contestaba -“Oh alteza, otros

sembraron para que nosotros comiéramos ¡Sembremos para que

otros coman!”.

Vamos a utilizar la palabra Tidees en mayúsculas para nombrar a

la agrupación. A los integrantes los pueden ubicar por sus apodos

con mayúscula y en negritas, pretendemos facilitar su ubicación en

todo el cuerpo del documento y se sabrá su identidad al presentar

su relato. Voy a utilizar indistintamente el gentilicio

Chimalhuacano, Chimalhuaquense o chimalhuacanence.

Estructuramos este trabajo en seis capítulos, en el primero

señalamos algunas cosas del grupo en sus diferentes facetas. En el

segundo varios relatos tomados al azar excepto el de Marco Alonso

Jiménez. El tercero se refiere al lugar donde se llevó a cabo su

expresión existencial, Chimalhuacán. Tuve que documentarme y

tomar posición sobre nuestra identidad. En el cuarto capítulo hay

más relatos y la inclusión de tres cuentos del profesor Elías Alonso

17

Martínez. El quinto capítulo es sobre los años sesenta, el tiempo en

que ocurrió la formación del grupo. Sexto capítulo, los relatos

restantes y por último una despedida.

El esfuerzo de cada uno de los que escribieron es digno de ser

apreciado, lo mismo el trabajo preciso y con síntesis de alguien con

doctorado, como la carta, válida por su sencillez, del que no tuvo

preparación académica. Pretendo mostrar a los lectores que sucede

dentro de estas personas, a la manera de la comprensión y la

verdad de la Hermenéutica; queremos descubrir la magia de los

hechos en un tiempo dado y un lugar específicos; comprender la

esencia y la existencia de personas con un efectivo contenido

humano y con sus “propias palabras”.

Asumo la responsabilidad del contexto de estas historias y cada

uno responderá por sus aportaciones. Pienso que puedo causar

“conmoción” al exponer un punto de vista sobre nuestra identidad:

como somos y cómo podemos llegar a ser. Hacemos uso de las

palabras del psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl para definir la

trascendencia: los Chimalhuacanos debemos ir más allá de

nosotros mismos, sin dejar de ser nosotros mismos.

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CAPÍTULO PRIMERO

¿Quiénes son los TIDEES? El deporte no forja el carácter lo pone de manifiesto. -Heywood

Hale Broun-

Hugo, Chucho, Tripa, padre, Javi, Maco, Pointer, Tomasote. Marranito,

Solín, Changa, pepe, Quino.

os TIDEES eran un grupo de jóvenes, en los años sesenta, que

se distinguían por su entusiasmo, unidad y porque le daban a

su vida satisfactores que, en su tiempo, otros no tenían. La

gente los conocía como los hijos, porque así se saludaban entre

ellos, al estilo Tepito. No tenían un líder, aunque si varios

sobresalían a la hora de organizarse. Jugaron futbol, hacían bailes,

despedidas de soltero, serenatas, festivales artísticos y los últimos

miembros, de la primera generación, hicieron presentaciones de

danza, teatro y “callejoneadas” con rondallas con mucho éxito,

entre otras acciones.

Lo que buscaban era divertirse y que lo que hicieran tuviera

sentido. No era un grupo formalmente establecido, con nombre y

con normas que cumplir, pero todos entendían que el grupo era lo

importante. No era un grupo totalmente abierto, si alguien se

L

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acercaba era acogido, aunque intimidaban porque algunos gozaban

de estabilidad económica en un pueblo generalmente pobre.

Conociéndolos como eran, en el tiempo que vivieron y las

condiciones socioeconómicas que tuvieron, sin duda, es una

generación única, su estabilidad familiar actual, en la mayoría de

ellos, lo demuestra, tienen hijos y nietos que sobresalen.

Este capítulo contiene parte de las pláticas que hemos tenido,

además de mis propios recuerdos.

“Los hijos”: Barajas, Changa, Chucho, Benja, Pointer, Fernando Canto,

Cachona, Bernardo, Pepe, Arrepentida, Quino.

ANTECEDENTE: León B.

Era 1964 cuando decidieron ser parte del equipo de futbol León B

de segunda división, querían dar rienda suelta a sus aspiraciones

deportivas y lo querían hacer juntos. Surge la necesidad de

participar en grupo al sentirse cobijados por la fortaleza que

descubren en sus reuniones sociales. Con el equipo León B

lograron un campeonato de copa (foto), además el Padre, Maco,

Marranito y Margarito Cornejo el “pella”.

Otros jugadores, en temporadas anteriores, de este equipo fueron:

Jorge Cosío, José Luis Fernández, Gregorio Sánchez, Calixto “el

calix”, Juan Santillán, Daniel Santillán, Felipe Buendía “santana”,

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Eliseo Sánchez “chan chan”, Juan Paredes “yiminis”, Luis Rico

“chunchun”, José Valverde “el tigre”, Gerardo Castillo, Domingo

Castillo, el “sansón”, Valerio Beltrán, Jesús Pacheco “el chilpa”,

Artemio Beltrán.

Ser campeones y ante el dilema de qué hacer cuando los dueños

del equipo reclaman la propiedad, acuerdan dividirse, la mitad se

fue al León A de primera división: Maco, Cachona, Chucho,

Arrepentida, Fernando Canto y Benja. La otra mitad fue al

equipo Tampico: Marranito, Pepe, el Padre, Pointer y Changa.

Un jugador veterano que acompañaba a los hijos era “el Pella”.

Los sábados los reunía en un lugar llamado “El Rincón brujo” del

barrio de Xochitenco, allí disfrutaban tostadas de pata o flautas y

hacían planes para el partido del otro día; jugaban dominó y

algunos aprovechaban para ver a las novias o buscaban “ligar”.

Cuando fenecía 1969, se reúnen para tomar decisiones y forman el

equipo de futbol TIDEES, al siguiente año inician desde la tercera

división y su desempeño es tan brillante que logran el campeonato

de liga de forma invicta, algo nunca visto hasta ese momento.

Chucho, como centro delantero, anota 33 goles, promedia uno por

cada partido.

Primera generación Hijos-TIDEES (1964-1975): 1.- Benja, 2.-

Maco, 3.- Quino, 4.- Changa, 5.- Chucho, 6.- Lorico, 7.-

Arrepentida, 8.- Bernardo, 9.- Javi, 10.- Padre, 11.-Marranito, 12.-

Cachona 13.-Pointer (+) 14.- Tepis, 15.-Barajas 16.- Hugo 17.-

Tripa 18.- Julio 19.- Poncho 20.- Pepito 21.- Pepe 22.- Pangas 23.-

Tomasote 24.- Solín 25.- Chepo 26.- Enrique. 27.- Adolfo 28.- el

Anacú. *29.- Tonina *30.- *Ojón 31.- *Felipe G. 32.- *Ollitas

*33.- Cejas *34.- Niño *35.- Charales *36.- *Fabiancito *37.- Dr.

Adán Buendía. Finado (+). Los primeros catorce: idearon,

diseñaron y definieron al TIDEES.

* No jugaron en el equipo de futbol.

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Primer equipo TIDEES: Defensas, Arrepentida, Benja y el Padre. Javi

(portero), Pointer (medio), Maco (defensa) y Quino (delantero). Julio

(delantero), Bernardo (medio), Chucho (delantero), Changa (defensa) y

Marranito (delantero).

TIERRA DE ESCUDOS

Cuando presentaron un avance de este libro, dijeron que las

características fundamentales del grupo fueron: La amistad, la

tolerancia y la solidaridad [Alonso Jiménez Marcos, 2013].

Decían que la amistad se anteponía cuando tenían que decidir, por

ejemplo, entre una persona capaz para el futbol, pero que intentara

imponer condiciones y uno menos dotado pero que se integraba

con los demás, siempre le daban preferencia a su comunidad. Eran

tolerantes porque respetaban la tendencia política y religiosa que

cada uno tuviera, incluso si alguien salía del grupo y después

quería regresar, era siempre bienvenido.

También fueron solidarios, dieron varias muestras de ello, por

ejemplo, cuando comían en casa de Tomasote (fiesta del barrio de

San Pablo) fueron notificados de la muerte de la mamá del Lorico,

dejaron la comida y se fueron todos a acompañarlo. Igual cuando

Fracturaron a Chucho en el futbol, lo llevaron a la cruz verde y

después todos los días estaban con él en su casa. Otra más,

Cachona trabajaba en el Hotel Hilton, hizo guardia un domingo y

salía a las 12 de la noche, Benja (el galán del grupo) con algunos

22

cuates fue por él a su trabajo en el coche de su familia. Cuando

Pointer no tenía dinero para ir a trabajar nunca faltó el apoyo. En

las fiestas y excursiones quienes más tenían más aportaban sin

hacer “panchos”. Hay muchas más que no se registran.

Maco, parece ser que era el más centrado, imprimió valores

morales a la hermandad. Arrepentida, el de la experiencia, dio la

confianza necesaria para que hubiera cohesión y apertura. Chucho,

indudablemente el guapo del grupo y el entrón, y Cachona, el

creativo y que se vestía como modelo de ropa, salieron pronto del

equipo, aportaban iniciativa, imaginación y dinámica, ambos eran

hombres de acción y de logros: el primero se fue y ya no regresó y

el segundo, aunque jugó en otros equipos, nunca se separó de la

actividad social y cultural. No hubo un líder reconocido por todos;

sin embargo, estos cuatro miembros le dieron impulso y energía.

Va de anécdota:

A Barajas, que siempre tenía una sonrisa, le daban poco

tiempo en los partidos (venía del D.F. los domingos a

jugar). Un día, que sólo lo dejaron jugar 10 minutos y que

lo cambiaron casi al final del partido, se dirige a todos muy

“enchilado”, -se estaban cambiando de ropa- y les dice:

“¿Quién hijos de la chingada se quiere partir la madre

conmigo? ¿Tu Tomás, que te sientes el más cabrón, te

quieres partir la madre conmigo?” Y como los mariachis:

los TIDEES callaron.

Al final de temporada se acuerda un partido contra el equipo

España de la primera división de Texcoco, estandarte de ese

municipio en esos años. El comentario, por parte de ellos, al ver al

grupo fue: “¿con estos niños vamos a jugar?”; al final el marcador

fue de 1 por 1 y expresaron interés por varios jugadores. La clave

en el buen desempeño, dice el dueño la media cancha de este

grupo, fue anular al número 12, era el que movía al equipo

contrario.

23

Chucho G., Cachona, Maco, Barajas, Chucho, Tripa, José Luis, Julio,

Zenón, Marranito, Pepito, Lorico y Titixtle.

CAMPALES

Tuvieron broncas con otros equipos: contra el Nacional de

Xochitenco en el campo la “lagunilla” (locales), caliente como

estaba el partido y al estilo de esos años, se pidió que se

enfrentaran uno por equipo. Del lado contrario, el “tocadiscos”,

flaco, garrudo, de entre uno setenta y cinco y uno ochenta de

estatura y “deste” el Pointer (el amigo de todos). En guardia, se

fintan, se mueven, y de repente con una facilidad pasmosa Pointer

con el pie derecho le jala el izquierdo del contrario, se desequilibra

y ¡zas!, santo madazo que le pone en el rostro y se inician los

“chingadazos” a granel. Porfirio mostraba de qué estaba hecho.

Contra el Cuautla de Xochiaca, en su campo. El delegado de ese

equipo le dijo al Quino, en la reunión donde asignaban los

encuentros: “haber si a mi equipo lo goleas como a los demás” (los

primeros seis partidos en la segunda división habían goleado a sus

rivales). Con cuatro goles a favor en el primer tiempo, se hace la

“bolita” y se decide uno por equipo. Del lado aquel un hombre

maduro, defensa central, pedrero (artesano), muy fuerte y “deste”

Juan García el “Pangas”, dos tres golpes y cae el del Cuautla y se

arma la campal.

Contra el Santos de la Presa en Xochitenco. “Santana”, primo del

“guapo”, medía como uno ochenta de estatura, por las burlas que le

24

hacían los contrarios empezó a repartir mandarriazos, se había

armado la grande sin que hubiera uno por equipo, “el creativo” sale

corriendo, toma su coche que estaba lejos del campo y se va.

Después de la gran bronca se cambian, se van para la Plaza y

cuando llegan Cachona viene a su encuentro y les dice: “fui a

buscar mi pistola al coche, como no estaba vine hasta mi casa a

traerla”, todos muertos de risa, hasta el día de hoy, nadie le cree.

DESENCUENTROS

No todo era “nube rosa” en el equipo, hubo varios conflictos: entre

Cachona y Arrepentida, ya en segunda división, querían imponer

condiciones (seguramente su personalidad). El primero quería que

utilizaran pizarrón e hicieran jugadas prefabricadas, el segundo que

lo hicieran por inspiración como lo habían hecho en tercera

división, ganó el de la experiencia. Las cosas no llegaron a más,

ambos nunca tomaron esto como cuestión personal.

El “hermano favorito” del Maco tuvo varias disputas con el ahora

doctor Fernando Canto. Dice éste que en dos ocasiones lo había

cambiado durante el encuentro, pero que en una tercera iba

llegando, no había visto el partido, y que lo cambia, se hicieron de

palabras y Fernando ya no volvió, parece que había algo personal,

dice el doctor que en tiempos pasados había tenido un intercambio

de golpes con el Benja, hermano de aquellos. También con Julio,

el alumno más adelantado de Cachona, por el mismo asunto (los

cambios), al final de temporada éste formó el equipo Atlético

Tidees. El tercero fue con el que hemos denominado como “el

entrón” o “el guapo”; según éste por la disputa del trofeo ganado

en el campeonato de tercera división. Parece que el acuerdo del

equipo fue que lo resguardara en su casa, pero al retirarse del

equipo, se comisionó al Quino para recogerlo.

El distanciamiento más grave que se dio entre dos miembros del

grupo, años más tarde, fue el de los primos. Adolfo y Javi (el

político). El motivo fue la orientación que debería llevar el Colegio

Nezahualcóyotl que implicaba al patronato, la participación de las

religiosas, los derechos del nativo –sobre todo exalumnos- y su

futuro como institución. El primero, dentro de su testimonio,

profundiza sobre los motivos que lo llevaron a tomar ciertas

25

decisiones y que tendrían enfrentados a dos grupos encabezados

por los familiares de ambos, él lo explica más detalladamente.

Ahora, con el nacimiento de esta obra y las diferentes acciones

derivadas de ella, varias veces se han sentado a la mesa y la

madures de ambos han permitido que entablen cierta

comunicación.

LO SOCIAL

El inicio del grupo en sociedad se da en 1964 en casa de la familia

Gómez Aguilar; Estela, hermana del Arrepentida, le organiza una

fiesta sorpresa con motivo de su cumpleaños. A partir de allí se

inicia una forma de vida que derivó en lo siguiente: organizan

bailes con grupos de rock: Los Navajo, Los Apóstoles, La Banda

San Diego y un grupo de Samba auténticamente brasileño. La

relación con Los Navajo se dio porque el Changa era primo de los

integrantes que vivían en la colonia postal del D. F., vinieron

varias veces. El grupo de samba fue traído por Tomás Buendía “el

Tom” -hermano menor de él- en cuyo domicilio se llevó a cabo la

fiesta para celebrar “el día del amor y la amistad”. Como no había

cabeza visible y la agrupación había sido rebasada por el número

de participantes en la organización del evento, se decidió que la

invitación dijera: un grupo de amigos te invita.

Los años sesenta son parte aguas en la humanidad. La música

conlleva esta connotación y el rock fue estandarte de las nuevas

generaciones, surgió la participación del joven en las decisiones de

la vida diaria y comunal. Fueron los Beatles quienes le

impregnaron energía a la agrupación y los Hijos se hicieron

presentes en el estrenó de la película: “Let it be” en 1970 en el cine

Arcadia del Distrito Federal. Un grupo de estridentes y

entusiasmados jóvenes: “el centrado”, “el amigo de todos”, Pepe

(el charrito de oro), “el creativo” e “ideólogo” y “el más feliz”

lanzaban al aire sus suéteres cuando, en la azotea de un edificio del

centro de Londres, los Beatles entonaban: “Get back”.

La familia Gómez Aguilar era económicamente solvente. Cuando

algo se ofrecía a la comunidad, “el de la experiencia” daba

instrucciones a su trabajador para que descargara una de sus

camionetas -su negocio era repartir gas- y se utilizaba para hacer

26

excursiones al monte, a la serranía al oriente límite con el estado de

Puebla, los llamados el “Chapingo” y el “Tlaloc”.

Se utilizaban también para trasladarse los días 9 de mayo para dar

entre 30 y 40 serenatas con motivo del día de las madres o para

trasladarlos a su casa de la colonia San José ubicada junto a la

carretera de México-Texcoco, en el municipio de Chicoloapan,

para celebrar las navidades y año nuevo.

Caza nocturna en los montes el Tlaloc y el Chapingo. “Tonina”, “Ojón”,

Arrepentida, Quino, José Buendía, Lorico, Rafael Sánchez Buendía el

“guacho”, Margarito Valdés “magos”, Changa. Luis Buendía Ollitas,

Cachona, Berlín Sánchez y Bernardo.

Al mismo tiempo que se daban los sucesos trágicos de la matanza

estudiantil en 1968, en el pueblo las autoridades locales preparaban

el paso de la antorcha olímpica por esta tierra, programada para el

11 de octubre. Tepis (el fierros) era trabajador del ayuntamiento lo

que le permitió invitar algunos de ellos: Cachona y él

transportaron la antorcha y Cirilo el “cejas”, Quino y el

Marranito fueron escoltas. “el guapo” grabó en super-8 este

evento.

A final de los años sesenta conocieron a Felipe González, por esos

años tenía estudios superiores en la “carrera” sacerdotal. A Felipe,

le caracterizaba el entusiasmo. Hicieron ensayos para cantar “las

27

misas de gallo” acompañados de guitarras, algo nunca visto por la

comunidad; la calidad de grupo y el carisma de Felipe en el pueblo,

dieron por iniciada una tradición que después se trasladó a las

celebraciones de bodas y de 15 años.

Tuvieron reuniones especiales: navidad, año nuevo, día del amor y

la amistad, pretextos no faltaban. Aproximadamente durante ocho

años, en casa del Arrepentida, pasaron la navidad y el año nuevo

juntos, empezaban como a las nueve de la noche y terminaban a la

misma hora del día siguiente, ¿Qué hacían? Jugar, bailar, contar

chistes, cenar, tomar “medias de seda” u otro “coctel” para estar a

“medios chiles”, nunca alguien se emborrachó, al menos en esas

reuniones. En una ocasión el Chucho llevó unas pelucas porque

iban a imitar a los Beatles. Había muchachas que los

acompañaban, sus mamás les daban permiso, porque los hijos

tenían buena fama en la comunidad y eran de familias respetables,

ese lugar se lo habían ganado.

Cierto año nadie acudió a la cita ¿Qué pasó? no saben, el misterio

aún no se ha resuelto. Algunos fueron, seis o siete, con las

hermanas González: Rosy y Ma. Eugenia al barrio de San Juan,

otros a cumplir algún compromiso, pero a partir de esa fecha no

hubo más reuniones en casa del de “la experiencia”; no guardó

resentimiento, esa era su grandeza. Poco a poco el grupo se fue

diluyendo, así como empezó, juntándose poco a poco, también se

fueron alejando del grupo los iniciadores, llegaron nuevos a darle

vida: en lo deportivo, lo social y lo cultural.

La riqueza en este rubro es evidente, por eso eran muy conocidos.

Las reuniones abiertas fueron muchas, también las íntimas. Mucha

gente los invitaba a comer (común en esos años), alguno de ellos al

final tomaba la palabra para dar las gracias y siempre terminaba de

la misma manera: “esperamos que no sea la última vez que nos

inviten”. Influyeron en las nuevas generaciones, en lo musical

surgieron varias rondallas que después se encargaron de tocar en

misas de bodas, quince años y llevaron serenatas; las damas

también fueron “tocadas”, se animaron a jugar futbol o

participaron en eventos de tipo social o cultural. Lo más

28

importante, y siguiendo el ejemplo de estos jóvenes, es que las

nuevas generaciones optaron por el estudio.

LOS VIAJES

Viajar por interior de la república era una “forma de ser” del grupo

y lo distintivo era que se tomaban las decisiones de manera pronta

y expedita, bien podrían recibir el nombre de “fugas geográficas”.

En los años sesenta la inflación no existía, así que las coperachas

resolvían el problema de gastos, aunque hay que decirlo,

Arrepentida y Maco, sobre todo el primero, eran quienes más

“apoquinaban”.

Era común ir a divertirse a los balnearios del Estado de Morelos.

Dos de los “guías” fueron al Istmo de Tehuantepec, varias veces a

Acapulco y a Michoacán con “el más feliz” “el charrito de oro” y

José Luis Fernández. “El de la experiencia”, por otro lado,

terminando la despedida de soltero de su hermano Cecilio, junto

con éste, “el político”, el Anacú y otros se fueron a Veracruz, por

cierto dicen que se les acabó el dinero, no había para gasolina ni

para comer, encontraron un restaurante de homosexuales y todo

quedó solucionado, parece que hicieron un pacto, porque no se

sabe qué tipo de sacrificios hubo (y quién); Pepito (el más joven),

“el centrado” y alguien más fueron a Loma Bonita Oaxaca con la

“Mere” (amiga de todos ellos) después de una fiesta. “el guapo y

entrón”, el Padre, Changa y Maco fueron a Mazatlán, otros a

Cuernavaca al aniversario del grupo de rock “Los Navajo” o a San

Juan del Rio Querétaro. Hay muchas salidas más que se pierden de

la memoria.

LO CULTURAL-EDUCTIVO

La inclinación por el conocimiento fue otro de sus rasgos. Seguir

una carrera profesional, trabajar en el D.F., dar clases, respaldar

aspiraciones individuales, experimentar con las publicaciones o

intentar tener una estación de radio, era parte de sus locuras.

Fueron estudiantes: Maco, Cachona, Chucho, Tepis, Julio,

Bernardo, Hugo, Adolfo; ex seminaristas: Benja, Tripa, Javi,

Bernardo, Poncho, Cachona, el Padre y Enrique. Era notoria su

afición a los “pumas”: Barajas, Maco, Julio, Tepis, Cachona,

Quino, David. Los etiquetaba el profundo interés que sus padres

29

ponían por su futuro, una obsesión porque fueran personas de

provecho y dignas de respeto. Su herencia la recibieron por

adelantado. El estar juntos, el hacer comunidad y las acciones

positivas, era su distintivo. Esa generación (la de los padres) fue la

que respaldó, algo poco común en ese tiempo, las ideas alocadas de

sus hijos, ellos fueron los responsables de la generación

maravillosa, la generación única y diferente de Chimalhuacán.

En los años setenta se

casaron: “el de experiencia”,

el Padre, “el fierros” y “el

guapo”. Varios encontraron

trabajo en el Distrito

Federal, entre ellos, Pepe, y

Lorico. Los más jóvenes

tomaron en sus manos al

grupo y formaron la primera

asociación de estudiantes: Maco, Pepe, Cachona, Barajas,

Fernando Canto, Tepis (ropa clara) y Poncho.

Hugo, Julio, Albino Valverde, Bernardo, Chepo, Adolfo y

Cachona. De sus proyectos se derivó la aparición de la primera

rondalla de Chimalhuacán: “Escudos o Rodelas”, el Changa fue el

primer solista; además su entusiasmo los llevó a formar un grupo

de danza de nombre “Ixtlixololt” y uno grupo de teatro.

Para cursar en los centros de estudios de educación media-superior

los egresados del bachillerato de Chimalhuacán buscaban un

contacto y estar bien preparados, por lo que nuestros amigos

tomaron el asunto en sus manos y al no ser ajenos a esa necesidad,

acudieron a su apoyo.

Algunos que conocían al Ing. Antonio Buendía Buendía “el

gorila” lo contactaron ya que contaba con relaciones en el IPN. El

los ayudó a preparar a quienes iban a ingresar a las instancias

medio-superior. Tres años se dieron cursos en la Escuela

Netzahualcóyotl. Cuenta, uno de ellos, que Juan el “Chapingo” se

jalaba los pelos porque no entendía lo referente al cálculo integral

y diferencial, lo sacó del salón y media hora lo tomó por su cuenta,

30

cuando éste último entendió que en las matemáticas nunca hay que

perder los “detalles del camino” se convirtió en un experto y siguió

estudios profesionales.

El “alumno más adelantado”, “el modelo”, el Ojón, Pabello y el

profesor Elías Alonso Martínez establecieron la empresa “La voz”

que amenizaba las tardes en el Jardín Municipal con música. Las

chavas de secundaria, cuando salían de clases, pasaban a cabina a

pedir sus canciones favoritas -baladas de los sesenta- y dedicarlas a

sus novios o amigos. Tenían anuncios publicitarios para los

comercios aledaños. Hicieron un baile con un grupo de rock

formado por alumnos del profesor Elías Alonso de la prepa uno de

la UNAM y, debido a la publicidad, metieron mucha gente en el

patio de palacio municipal, con los ingresos pagaron la deuda con

el profesor Alonso, quien había financiado la compra del sonido.

EL ROCK

El rock and roll estalló como una bomba en los ánimos del grupo.

Al final de los años cincuenta y principios de los sesenta llegó al

mundo para quedarse, Chimalhuacán no fue la excepción. Además

de los grupos ya mencionados “el mechudo” por sí sólo, trajo a

otro grupo, donde el Fabiancito y otros alocados quedaron en

paños menores, lo que en ese tiempo era “degenere”. Hugo y

Adolfo evolucionaron en esto: Los Apostoles, Banda San Diego,

Three Soul in my mind y Peace and love, fueron las joyas que

trajeron.

COLEGIO NETZAHUALCÓYOTL

Cuando la religiosa Ana Alonso Martínez, tía de los hermanos

Alonso y de los primos: Martínez y Siles (Javi y Adolfo) y del más

joven del grupo, fue nombrada directora del colegio

Netzahualcóyotl, varios familiares y amigos de sus familiares,

tuvieron oportunidad de poner en práctica sus capacidades

universitarias: Benja, Javi y Cachona impartieron clases en ese

centro educativo: Historia, Civismo e Inglés fueron las materias

que dieron, respectivamente. La madre Anita tenía apertura y un

carácter muy agradable, permitió también que Cachona, Julio y el

ojón, publicaron (lo hacían en esténcil) el periódico “Telpuchtli” -

joven, animado- en el centro escolar.

31

Va de anécdota:

Cuando Cachona llega a dar clase recibe un recado, la

madre Anita lo espera en la sala de profesores. Con un

gesto adusto lo recibe y le dice: -“Varios padres de familia

me vinieron a ver y me recriminaron lo que allí se escribe:

el movimiento del 68, la mariguana y el rock pesado (lo

último escrito por Martín Rocha), mira está señalado con

rojo y ¡¡¡este es un colegio católico!!!”, (en voz alta). -

Cachona le contesta: -“Madre el primer rebelde fue

Jesucristo”: -Y ella le revira: -“Que rebelde ni que la

chingada, a chingar a su madre con ese periódico”, era

Martínez la tía, decía después el Javi.

El Colegio Netzahualcóyotl, centro educativo de las Carmelitas

Descalzas, es el “Alma Mater” del grupo; el noventa por ciento de

sus miembros son egresados de él, ya sea de Primaria o

Secundaria. Por la forma en que está construido y por el tiempo en

que se hizo posiblemente fue diseñado por el entonces joven

Ricardo Legorreta (prestigiado arquitecto años después) ya que su

papá don Luis G. Legorreta lo construyó: paredes de recinto negro

al exterior; amplias escaleras a la entrada, rematadas con dos

paredes del mismo material; una amplísima terraza como recibidor;

a los lados dos alas de aulas construidas con tabique rojo aparente

y en medio un área de prados en simetría con las aulas.

Antes de ingresar a la terraza, del lado derecho y con un paredón

de piedra volcánica también, había un acceso a la parte privada:

cocina, comedor y escaleras que conducen a la planta alta, donde

estaban las habitaciones y oratorio de las religiosas y las internas.

Con el tiempo se fue ampliando conservando la línea del diseño

original. Hoy, en estos días, (agosto del 2015) inicia la carrera de

Administración, que se agrega a la de Derecho que comenzó el año

pasado, todo esto como consecuencia del arrojo y visión de Adolfo

que, siendo presidente del patronato, lo incorporó a la Universidad

Nacional Autónoma de México.

32

Otros intentos de comunicación se dieron cuando el hermano de

Felipe, Eugenio, publicó el periódico “La Llave”, donde el Tepis

tenía su columna deportiva llamada futbol chimeco. Escribió otra:

Escudos, rodelas y… goles, publicación del Ayuntamiento que se

llamaba “Chimalhuacán”.

SERENATAS Y BODAS

Muchas relaciones amorosas se dieron en nuestro pueblo debido al

requinto de Chucho, a la guitarra y primera voz de Javi y a la

segunda y tercera voces de Cachona y del Changa. Seguro es que

debido a las notas de un bolero en los oídos de una bella dama, se

dieron bodas, reconciliaciones, suspiros y dolorosas despedidas,

fueron decenas de serenatas a través de muchos años para los

miembros del grupo, sus amigos y los amigos de sus amigos ¿No

es esto trascendente? ¿Acaso no cambian los destinos de miles de

personas? ¿De verdad no es la música la que da rumbo a la

humanidad? ¿Cuántos sueños, ilusiones, esperanzas y pretensiones

se fincaron en el sonido de dos guitarras y varias voces?

Se propusieron llevar serenata a sus madres los días 9 de Mayo;

algunos conocidos solicitaron participar de esto y creció tanto, que

tenían que empezar a las ocho de la noche del día nueve de mayo,

para terminar amaneciendo el día diez. En un determinado tiempo

33

se integró Raymundo Meixueiro -primo del Tripa- que tenía la voz

de “oro” y que también tocaba la guitarra.

Cuando se inició el grupo todos eran solteros, poco a poco se

fueron casando; sintieron la necesidad de mostrarle a los amigos el

afecto que se les tenía y se hizo de la siguiente manera: al Padre se

le organizó una despedida de soltero que fue grabada por el

“entrón”. En esa reunión participó la mayoría: hubo novia, esposa

con hijos y embarazada que interrumpe la boda y es echada a

patadas, sacerdote, acólitos, juez y familiares del novio y la novia,

todos con el atuendo respectivo. Tepis tuvo también su despedida.

Desfilaron varios que ya no fueron grabados porque “el guapo” se

retiró del grupo. Antes, la boda del Arrepentida y la del Chucho

fueron grabadas en película “super 8” y todos, con mandil puesto,

se encargaron de atender a los comensales.

LA FAMILIA ALONSO JIMÉNEZ

Los hermanos Alonso formaron parte de la primera generación,

después se integraron sus hermanos Julio (+) y Miguel. Esta

familia se distinguió por ser epicentro de las actividades grupales.

El “galán” siempre iba a la vanguardia: en la forma de vestir y en

la forma de ser (se independizó de su familia). Organizaba

tardeadas en un salón de su tío Elías en 1965 y allí bailaban: Twist,

Rock And Roll, Jerk, Ska (el de antes, no el de hoy), Surf, Surfin y

otros ritmos que se pierden en el polvo del tiempo. Comúnmente

asistía Esperanza Flores, su tía, que era de su edad y era bellísima;

era el amor platónico de Cachona, de Fernando Canto y

seguramente de otros también; siendo maduros él se lo dijo y ella

le contestó: “pues sí, pero nadie se aventaba”.

También innumerables fueron los concursos de imitaciones, chistes

e interpretaciones musicales. Se recuerda la reunión torera en el

cortijo “Noé y Elena” que organizó la familia Alonso Martínez (los

tíos), donde fueron invitados especiales y protagonistas del evento.

34

Benja, Julio, Quino, Cachona y Maco

LA POLÍTICA

¿Por qué no se formó un grupo político? El tema es muy difícil

abordar, sin embargo hay que hacerlo porque muchos se harán esa

pregunta, así es como yo lo recuerdo: cuando se formó la sociedad

de estudiantes, idea y realización fundamentalmente por los más

jóvenes, había personas ajenas a la agrupación: Jorge Seyde y

Arturo Cornejo, por ejemplo, quienes tenían una orientación

totalmente política, Aquí se dio una escisión; Hugo se oponía

rotundamente a que se hiciera política y Cachona no, por lo que

éste se fue con aquellos.

Sobre los tíos de los hermanos Alonso se decía que eran seguidores

del nepotismo. En determinado momento, parece que por ese

conducto, se hizo la invitación a los amigos para formar un grupo

político, al intentar formar los cuadros y buscar la posición de Juez

Menor municipal se hizo la cargada familiar a favor de los suyos y

de Javi, en honor a la verdad, como dijera el Maco, se comprobó

la tesis arriba planteada. De allí nació la conciencia de no ser

manipulados absolutamente por nadie.

Sin embargo, era de esperarse que la inquietud por la política se

canalizara de manera individual. Chimalhuacán era un pueblo

pequeño y se visualizaban ya las oportunidades debido a que varios

35

tenían preparación académica. Las aspiraciones, entonces,

aparecieron en algunos de sus miembros. Quienes tuvieron la

oportunidad de ejercer un cargo fueron:

Javi. Juez menor municipal y presidente municipal (82-84),

actualmente funcionario estatal. Tiene un hijo abogado.

Pabello. Regidor (82-84) y presidente municipal (88-90)

Benja. Secretario del Ayuntamiento, regidor y actualmente

funcionario municipal.

Cachona. Secretario del ayuntamiento (82-84 y 1988) y

funcionario federal. Actualmente es Logoterapeuta y Analista

Existencial.

Julio. Fundador del Suteym Chimalhuacán y dos veces regidor,

recién terminó la licenciatura en economía y está estudiando la

maestría. Su hijo Giulio es secretario de acción juvenil del Suteym

del Estado de México y tiene una hija abogada.

El Niño. Regidor.

Adolfo. Regidor y funcionario estatal. Ing. Textil (IPN); Pedagogía

(Degest, Sep), 60% Maestría en Investigación Educativa (ICCP,

Cuba.), Quirofosico, Esc. Part, Palmer. Tiene dos hijos licenciados

en derecho UNAM, Uriel y Orlando; uno más estudiante en

ciencia política UNAM y una hija, Noemí, con maestría en

derecho, igualmente vestida de “azul y oro”.

Garrincha. Regidor y presidente del comisariado ejidal. Tiene una

hija abogada.

Antonio Siles de la segunda generación, y que ya falleció, fue

regidor municipal.

José Bastida, también de la segunda generación, fue regidor

municipal recientemente.

36

LA FAMILIA, EL TRABAJO Y LA ACADEMIA

Lo más valiosos de esta comunidad juvenil eran sus familias, los

hogares que les vio nacer. Algunos huérfanos, la mayoría pobres,

pero todos llenos de ejemplos y valores. Sus vidas llenas de

responsabilidad, la mayoría se casaron y tienen familias

respetables, algunos son profesionistas y otros trabajadores

esforzados y respetables.

Maco. Fue empleado de la Biblioteca de la UNAM –jubilado-.

Estudios profesionales de Actuario. Su familia actual es organizada

y unida como lo fue su familia nuclear.

Tripa. Tiene un hijo sacerdote.

Marcos. Feliz con su familia se dedica al atletismo.

Marranito. Ciudadano honrado y padre amoroso. Su hijo Arturo

es ingeniero en electrónica, quien se hizo con Pedro Torres y en el

canal 11, actualmente trabaja en una productora.

Pepe. Trabajador del volante y excelente padre de familia. Tiene

una hija médico-cirujana y otra médico-veterinaria.

José Luis. Ciudadano entregado a su familia y al futbol.

Arrepentida. Ciudadano ejemplar, respetable y respetado.

Excelente padre de familia.

Pepito. Se recupera de un infortunio.

Enrique. Es sacerdote católico.

Felipe González. Es sacerdote católico y Director del seminario

“Cristo Rey” y con una trayectoria de responsabilidades

impresionante.

Barajas. Economista, toda su vida trabajó en el Congreso de la

Unión y como funcionario federal. Tiene un hijo con maestría. Su

esposa Isabel es enfermera en el Hospital Español.

37

David. Ing. Mecánico Electricista UNAM y Mba Itesm. Su hijo

Ángel David Rico Jiménez estudia 2do año de Economía y

Dirección Financiera Itam -dos carreras-. Su hija, Monserrat Rico

Jiménez primer año de preparatoria. Su esposa Rosalba Jiménez,

licenciada en Economía IPN. Actualmente en Costa Rica con su

familia y sobresaliente éxito.

Chepo. Es el más destacado en la academia tiene dos maestrías y

un doctorado. Licenciado en Psicología FES-Zaragoza, UNAM;

Maestría en Pedagogía en la FFyL-UNAM. Maestría en Pedagogía

en UPN- Ajusco y Doctorado -en pedagogía-, en UPN-Ajusco.

Trabaja en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad

Campeche.

El ojón. Alfonso Romero medina, casó originalmente con Rosita

Sánchez y tienen cuatro hijas: Francia, Karelia, Gisel y Grecia. El

mechudo, como también se le conoce, es arquitecto, actualmente

esposo de María Luisa Piraquive líder de la Iglesia de Dios

ministerial de Jesucristo internacional, con presencia en 46 países,

pertenece al ministerio y viaja por todo el mundo, tal como lo

pregonaba en sus años mozos, procurando el desarrollo de la

iglesia. Diseñó tres aeropuertos, dos en Cuba y uno en Colombia.

Es el profesionista más exitoso del grupo, sin duda.

Cecilio. De los hermanos Gómez Aguilar, tiene una hija con dos

carreras y actualmente es miembro del consejo estudiantil del

politécnico.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Había pequeños grupos dentro de la hermandad y cada uno tenía

sus cuates fuera de ella; aun así, cuando se trataba de un evento

importante, allí estaban todos, comprendían que el todo era más

importante que las partes, como se dice en la terapia Gestalt.

Otros fundadores que no escribieron y que aquí aparecen (foto)

son: Félix Sánchez Buendía el “Padre” (posiblemente el más

fuerte físicamente), se llevaba bien con “el guapo” y fue el primero

que se casó. El Poncho, cuñado del Javi, excelente en todos los

aspectos. Tomasote (aquí) junto con el doctor Adán Buendía en la

38

despedida de soltero del Padre. El Garrincha, buen futbolista, de

ahí su mote.

Victor Ochoa (ingeniero) el Tonina era un futbolista reconocido en

todo el municipio, zurdo, nunca participó en el equipo de futbol.

Bernardo, se le reconoce capacidad intelectual y preparación

académica, denegó su participación en el presente documento. El

Ojón era notoria su relación con “el más adelantado”, “el más

joven” y “el creativo”. Alejandro Alonso Jiménez el Quino tuvo

un papel destacado en el equipo, además de jugar fue varias veces

delegado a la liga, fue de los últimos en retirarse y siempre estuvo

al pendiente de la franquicia, actualmente tiene su escuela de

futbol. Enrique Castro Buendía, primo hermano del “guapo”,

estuvo poco tiempo en el equipo, su vocación lo jaló a los estudios,

es sacerdote. El “Solín”. Están también José Canto Gálvez el Pepe.

El Fabiancito y Hugo que no aceptó escribir por enfermedad. Hay

otros compañeros que se han alejado por motivos de trabajo: Cirilo

“el cejas” y el “charales”.

Es costumbre entre los mexicanos estrechar más la amistad

haciendo compadres, aquí no fue la excepción: Barajas tuvo como

compadre al Maco y al Pepe; Adolfo a Julio; Arrepentida al

Lorico; el Pepito a Maco; Julio además a Cachona y éste a Pepe,

39

Javi, Pabello y al Pointer y así nos podemos seguir. Al terminar

este capítulo parodiamos lo dicho en la película Troya: cuando los

años pasen quiero que recuerden que soy de los tiempos del Benja,

del Changa, del Padre, del Tripa, del Hugo, de Bernardo, del

Poncho y de tantos TIDEES entrañables.

En síntesis, y desde mi punto de vista, en lo referente al futbol me

parece que fueron un equipo competitivo sin lograr consolidarse

como un equipo grande. Si bien arrasaron en la tercera división

habría que considerar que la mayoría había sido campeones de

copa en segunda división y que ya habían jugado en la primera.

Pienso, sin ánimo de ser injusto, que no terminaron por fraguar lo

que sus cualidades prometían. La indolencia se presentaba de

manera intermitente, muestra de ello es que en la final de campeón

de campeones de la tercera división, dice julio, no se completaban.

Las causas fundamentales del mediano éxito son: primero,

funcionaban más como un grupo familiar que como equipo con

aspiraciones competitivas (parecido al Morelia de Xochiaca y la

familia Arrieta, donde jugó Cachona); al Quino le dio demasiadas

“alas” su hermano Maco. Segundo, dice él mismo que daba más

importancia a los amigos con pocas cualidades que a otros que las

tenían y esto en el deporte de competencia, tarde que temprano

fracasa, mejor reunirse con los cuates de vez en cuando para jugar

una cascarita. Chucho, Cachona y Tepis lo sabían, con

pretensiones personales, se fueron y lograron ser campeones en

equipos importantes.

En los años sesentas: Huracán, Atlas, Tiburones rojos y en los

setentas: Monterrey, tiburones rojos y San Lorenzo, fueron

verdaderamente grandes. El fracaso del TIDEES en lo deportivo es

idéntico a lo político, se participa, si y sólo, si se beneficia la

familia y a los amigos.

Si revisamos las participaciones individuales en lo político

tenemos que hubo dos presidentes municipales, dos secretarios del

ayuntamiento, cinco regidores, varios funcionarios municipales,

estatales y federales -sólo en la primera generación-, nos damos

cuenta del enorme desperdicio de posibilidades de influir en un

40

futuro mejor para la comunidad. No había necesidad de hacer un

grupo político, pero si incidir en decisiones en este rubro.

El Maco y Hugo siempre se negaron a que hubiera participación

política porque tuvieron traumas muy jóvenes por hechos que les

sucedieron a sus padres: el primero, dice que a su papá lo

abandonaron sus amigos por la política y la religión; al segundo no

le permitieron llegar a la presidencia, a su papá, por ser compadre

del gobernador Baz Prada. El caso es que, aunque se diga que la

política es sucia y que la religión no debe ser tema de discusión, las

cosas suceden por decisiones que toman las personas no por el

hecho de que existan quehaceres humanos por realizar.

En su presencia social, propuesta cultural y búsqueda educativa,

queda manifiesta su integración al tiempo en que vivieron. La

diversidad de actividades sociales, la relación estrecha con las

familias de la comunidad, así lo hacen valer. Iniciativas como las

publicaciones periodísticas, la formación de la agrupación de

estudiantes; el hecho de preparar a jóvenes para su ingreso a las

instituciones más importantes de formación educativa, describe

cuál era su línea de pensamiento. Queremos decir, entonces, que

aquí está el verdadero valor del grupo, su plena disposición hacia

el conocimiento y la inclinación a que los demás transitaran por ese

sendero, esa es su verdadera razón de ser.

El mayor logro de esta comunidad está en la familia; en la inmensa

mayoría, nos consta, hay mucha calidad afectiva y emocional.

Tiene que ver, también, aunque no necesariamente, en la

preparación académica que hubo en los miembros del grupo donde

hay varios que tienen licenciatura, tres maestría y uno doctorado;

sin dejar de considerar: dos sacerdotes católicos y un ministro

religioso, al final de cuentas lo más importante en el ser humano,

lo trascendente, son las cosas que haces con significado y ellos lo

saben.

Para finalizar, consideramos que si fueron treinta y seis personas

los fundadores y que hoy se siguen viendo para jugar fútbol o dar

conferencias, podemos concluir, en este capítulo, que realmente

son un grupo único y especial. Pasamos a los relatos de los

41

miembros de esta comunidad y les damos voz para que expresen

sus vivencias y recuerdos.

El Maco, el TIDEES mayor.

42

SEGUNDO CAPÍTULO

Relatos:

“La necesidad social empuja los hombres unos hacia otros, pero

sus insoportables defectos los dispersan de nuevo. La distancia

media que acaban por descubrir, en la cual la vida en común se

vuelve posible, es la cortesía” -Arthur Schopenhauer—

Pepito, Maco, David, Adolfo, Hugo y Julio

El MACO omenzar con el Maco es un reconocimiento al papel

desempeñado dentro del grupo, daba equilibrio y era su

epicentro. Dice el sacerdote Felipe González que para

saber si una fiesta había valido la pena había que

observar al Maco, según su ánimo se podía calificar de buena o

mala.

C

43

Viene de una familia,

reconocida en el municipio,

que se guiaban por reglas que

implicaban: moral, educación,

cultura y buenos modales. El

buscaba, que dentro del grupo

hubiera unidad; que se

propiciara la aventura y que

todo llevara un sello de

intensidad. Siempre se

distinguió por su inteligencia,

misma que lo llevó a ganar un

concurso de matemáticas inter-

prepas de la UNAM.

Al Maco se le puede llamar el TIDEES mayor, siempre buscó que

el grupo fuera una familia. Reflexivo, conciliador y muy

productivo, se ganó el respeto de todos, incluso el día de hoy,

gentes ajenas al grupo le tienen mucha deferencia. Nadie ama más

a Chimalhuacán que él mismo, ama a la gente del pueblo, ama sus

tradiciones y le emociona, hasta lo más profundo, que se recuerden

tiempos idos. Finalmente la filosofía que enarboló, como bandera

el grupo, es propuesta suya. Su legado es que debemos vivir en

comunidad, aceptar la libertad de los demás y vivir intensamente.

Relato de MARCO SERGIO FRANCISCO ALONSO JIMENEZ

INFANCIA

Nací el 4 de octubre de 1948 en la Cabecera municipal de

Chimalhuacán Atenco, fui el segundo de más de ocho hermanos.

El 7 de octubre de 1948, tuve el privilegio de que me bautizara ese

gran personaje que fue el presbítero Maximino Castro o “el padre

Machi” como lo llamaban todos en el pueblo. En ese tiempo era

presidente municipal Don Hilario Valencia, también conocido

como “el Caballote” o el “Cacique”.

Viví en la casa de mis abuelos paternos: Don Benjamín Alonso

Vargas y Doña Emiliana Martínez Saldivar, casa situada en

esquina de la Plaza Municipal o el Jardín Zaragoza, donde se

44

localiza el palacio municipal y del otro lado se encuentra la

parroquia de Santo Domingo de Guzmán.

Para acceder al jardín solo tenía que

cruzar la calle, ahí era donde junto

con otros niños nos la pasábamos

jugando canicas, trompo, los hoyos;

recuerdo que había una piedra del

juego de pelota, que actualmente se

encuentra en la zona arqueológica de

los Pochotes -que la llamábamos “la

lagartija”- en la cual nos montábamos, al igual que hacíamos con

un león de cemento que se localizaba a un costado del pórtico del

Palacio municipal, ah! Y también en el otro lado de este palacio

estaba un lagarto, también de cemento.

Subíamos al kiosco, la parte baja de éste no tenía un uso

particular pero en ocasiones se usó como cárcel, en la pared, que

era de piedra, había una placa de bronce que cuando llovía daba

toques y, entonces, sí eras muy valiente formabas parte de una

cadena por la cual pasaba la electricidad. También nos gustaba

jugar en el pórtico del palacio en sus escaleras y

los barandales de cemento de la escalera los usábamos como

“resbaladilla”. Junto al kiosco estaba una “pileta” que todos

conocíamos como la fuente, yo no recuerdo que se haya usado

como tal, cuando no contenía restos del agua de lluvia nos servía

de refugio para jugar a las escondidas.

En el extremo del jardín, que

colindaba con la calle

Netzahualcóyotl, estaba un

monumento donde se izaba la

bandera, recuerdo que era de

cantera y en uno de sus lados estaba esculpido el escudo de

Chimalhuacán, tenía una

inscripción de la cual no

Doña Angelina (tercera) mamá del

Maco

45

recuerdo que decía, seguramente tenía la fecha en que había sido

erigido. Había en el interior del jardín muchos pinos que daban

unos frutos “medio” redonditos, también había unos fresnos;

alrededor del jardín estaba una banqueta bastante amplia, estaban

colocadas en forma estratégica un conjunto de bancas de

mampostería para cinco o seis personas.

El atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán es otro de los

lugares en los cuales pasé mi infancia. Tiene un pasillo central

franqueado por arbustos llamados “truenos”; había varios

árboles de pirú bastante frondosos, algunos de ellos todavía están

en pie, también se conservan algunos olivos, recuerdo que existía

un árbol ya muy viejo que daba moras; eran parte importante del

atrio las tumbas de varios curas que habían fallecido cuando

ejercían su ministerio en la parroquia del pueblo, entre otras la

del insigne personaje: EL PADRE MACHI.

En la parte que da al sur existía un claro el cual servía lo mismo

para jugar futbol o béisbol, ¡Qué ratos tan agradables

disfrutábamos!, bueno siempre dependiendo de quién fuera el

párroco en turno; aquí jugábamos a las canicas, al trompo, a los

quemados y probábamos la puntería tirando con resortera, que

llamábamos “flecha”, a los pájaros que se posaban en los árboles

que bien podían ser: maiceros, tórtolas, coquitas, gurriones,

calandrias o “copalaxcleros”, si era la época.

Estos pájaros son aves migratorias que se hacen presentes en esta

región de noviembre a marzo. Yo los veía en los pirúes del atrio,

con su color canela, su copete –cresta-alargado, su antifaz de

color negro, sus plumas rojas brillantes al final de las alas y en el

extremo de las plumas de su cola el color amarillo, al igual el

abdomen de un amarillo pálido. Son aves pequeñas, miden entre

15 y 18 cm de largo -de pico a cola-. Se alimentan de los frutos

del pirú que nosotros denominamos

46

COPALAXCLE.

COPALAXCLERO

El fruto cuando se madura es de un color rojo y su cáscara se hace

quebradiza. El fruto tiene un sabor dulce, con un pequeño resabio

amargo. Estos pájaros andan en parvadas, desde decenas hasta

cientos, emiten un chiflido agudo: sssriii, sssriii, sssriii. En

algunas ocasiones, junto con otros amigos llegamos a cazar, con

la resortera, algunos; que desplumábamos, quitábamos las

vísceras, atravesábamos en una rama para después ponerlo a

cocer en una pequeña lumbrada que habíamos encendido

previamente, y así, disfrutar de un refrigerio.

CASA DE MIS ABUELOS

Don Benjamín Alonso y Doña Emiliana Martínez.

Voy a tratar de hacer una descripción con la esperanza de

transmitir una imagen clara del lugar donde pasé los momentos

importantes que más tarde, me he dado cuenta, fueron

trascendentales en mi vida. Podría concluir que ese período de mi

vida fue de felicidad plena, sin preocuparme por cosa alguna. Lo

que más me importaba era jugar. Para ese fin contaba con mi

hermano Benja, un año mayor, que fue compañero, amigo,

protector, consejero y guía, para muestra basta un botón: con él

Reino : Animalia

Filo: Chordata

Clase: Aves

Orden: Passeriformes

Familia: Bombycillidae

Nombre Científico:

BombycillaCedrorum

Nombre Común:

Ampelis Americano

Nombre en

Chimalhuacán:

Copalaxclero

Otros Nombres:

Chivitos o Chinitos

47

aprendí que era muy importante comprar con lo que nos daban de

“Domingo” y que ahorrar -que era lo que yo pretendía-, podía

quedar en segundo término.

La casa se localiza en la esquina de la calle Zaragoza y Plaza

Zaragoza, colinda al norte con la casa del tío Crisanto Vargas, al

sur con la Plaza Zaragoza, al oriente con la calle Zaragoza y al

poniente con el cine Progreso. Las paredes de la casa eran de

adobe, que tenían un ancho de 75 cm.

Por la calle Zaragoza se localiza el zaguán que da acceso a un

pasillo de cuatro metros de ancho que se extendía hasta la puerta

del corral, éste era bastante “grande”, más o menos la mitad del

predio. La entrada de dicho pasillo estaba techada con

“tejamanil”, esto lo convertía en un pórtico. Pasando el pórtico, a

la izquierda estaba una cocina que usaba carbón como

combustible, tenía tres hornillas y debajo había dos depósitos con

sus arcos de medio punto, ahí se guardaba el carbón, estaba

recubierto con mosaico, el piso era de recintos, de piedra, algunas

de estas piedras las conservo en el patio de mi casa. En seguida

estaba una escalera de madera que daba acceso a la parte

superior, a colación de ésta recuerdo que mi tía TILA me

recomendaba que subiera o bajara la escalera poco a poco y

sostenido del barandal, y yo bajaba y subía corriendo y gritando

poco a poco, poco a poco… En la parte superior estaba un especie

de ático, el piso era de madera, de duela, la altura de estas

habitaciones era de 1.60 m. El techo estaba construido sobre unas

vigas que tenían unos 60 cm de separación que sostenían, no sé

cómo, un tipo de hormigón, tenía una vista de bóveda catalana, las

ventanas, tres, eran de piso a techo, dos daban al patio y por la

otra se podía observar el jardín y el pórtico del palacio municipal.

Las ventanas eran de esas que tenían unas puertas de madera que

hacían la función de cortinas.

A continuación había un espacio que se usaba como bodega para

la leña y para los instrumentos de labranza tales como: arados,

hoces, rastrillos, palas, bieldos, reatas, barcinas, costales,

cerones, fustes, yugos, machetes…etc. Y al fondo a la derecha se

localizaba la letrina. Una estampa de este lugar que me es muy

48

reconfortante es recordar a mi abuelo sentado sobre un montón de

leña tocando su armónica.

Del lado derecho del pasillo central se localizaba la construcción

más reciente, las habitaciones formaban una “L” que tenían vista

al jardín interior. Al entrar se encontraba la cocina-comedor, la

cual usaba gas como combustible, al lado de la cocina se

encontraba un baño “completo” que tenía su boiler de leña, en la

esquina se encontraba la habitación de mis abuelos y junto a esta

se encontraban dos habitaciones más.

Del otro lado del jardín estaba una habitación que era la más

amplia y elegante de todas, que todos llamábamos “la sala”. Al

centro estaba la puerta flanqueada por dos ventanas; la puerta

tenía un arco formado por dos buganvilias. En el interior

alrededor de la sala había sillas, dos decenas aproximadamente, el

piso era de cemento, las orillas estaban pintadas de color rojo,

siempre estaba brillando de limpia y la encargada de esta

operación era la tía Tila.

En seguida se encontraba la cocina de humo, ésta no me dejó

huella en mi memoria.

En el otro lado del jardín interior se encontraba el pozo, pegado a

la puerta del corral, y junto estaba una gran pileta con sus

respectivos lavaderos.

En el corral teníamos: caballos (3), burros (2), un “macho” o

mula, borregos (aproximadamente 15) y esporádicamente vacas

que esperaban turno para ser sacrificadas; también teníamos unas

cuantas gallinas.

Mi papá nos contaba que en ese tiempo tenían dos perros de talla

grande, pero que se tuvieron que deshacer ellos porque nosotros,

Benjamín y yo, les mordíamos las orejas y los perros se

molestaban y había riesgo de que nos pudieran morder.

Hasta aquí he descrito la parte interior, me resta describir la parte

externa. Eran locales comerciales, en la esquina de Plaza

49

Zaragoza y Calle Zaragoza se ubicaba “la tienda” que realmente

era una miscelánea. Algunas cosas que ahora me parecen

curiosas: los productos que se vendían a granel; el aceite se

despachaba por medidas (50 ml, 100 ml, 250 ml) y el cliente debía

llevar su depósito, el azúcar se despachaba por cuartos o medios

kilogramos, el café se compraba por 20, 30, o 50 centavos, todos

los refrescos se vendían en botellas de vidrio, es decir el envase

era retornable, la manteca se expendía en hojas de maíz o en papel

de estraza, bolsas de papel con asas, sopas de pasta de la marca

“tres estrellas” etc…

Junto a la tienda, por la calle de Zaragoza, se encontraba la

carnicería “La Consentida” que la habían iniciado los abuelos y

después la atendía mi papá TOMAS. De la carnicería recuerdo las

tardes de algunos sábados cuando mi abuelo limpiaba las manitas

de marrano para que al día siguiente lucieran agradables. Otro

recuerdo son “los cebitos”, que la vox populi indicaba que eran

un excelente remedio contra la tos, estos cebitos se vendían por la

tarde-noche. Recuerdo que los cebitos del tío Crisanto eran muy

cotizados.

LA PRIMARIA 1956-1961

Para la educación primaria había varias opciones, entre ellas

estaban: la escuela oficial José María Morelos; la escuela, de las

“monjas”, Netzahualcóyotl y la escuela parroquial; mis padres me

inscribieron en la escuela parroquial: “San Juan Bosco”.

Esta escuela fue fundada por el párroco Luis Sánchez Flores con

la entusiasta colaboración de los vecinos. En dicho plantel sólo se

podía cursar hasta el cuarto año, pues no tenía registro ante la

SEP, y entonces me fui a la escuela Particular Netzahualcóyotl a

cursar el resto de la primaria. Destacan en mis recuerdos mis

compañeros: Félix “el capulín”, Miguel Hernández el “peseta” y

Alberto Castro, todos ellos de San Juan, pues eran ayudantes de la

tiendita, regenteaba por la madre Adelina y por ende de todas sus

confianzas. Esto representaba una gran ventaja para mí cuando

algunas tardes tenía que ir a hacer algo de los trabajos manuales

y ellos también, resulta que en el transcurso de la jornada me

compartían algunos chocolates “Vaquita” que yo aceptaba con

50

mucho gusto, debo confesar que para mí no tenía sentido el refrán:

“Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”.

De los compañeros de sexto recuerdo a Guillermo Buendía, el hijo

de don Juan el “juil”, más tarde ampliamente conocido como el

“matosas” y a Marcos Siles, porque se fueron de pinta y después

de algunos días tuvieron que ir a la ciudad de Veracruz a

rescatarlos. Fueron también mis compañeros: Carlos Gutiérrez

Jiménez, “el canillas”; tres con nombre de Fernando, a saber:

Arrieta de Xochitenco; Alemán de Santa María y Jiménez

Palacios, “el gu-gu”, uno de nombre Narciso de San Vicente, que

llegaba a la escuela en bicicleta, los cuates de San Agustín y los

tres de San Juan mencionados anteriormente. De mis compañeras

recuerdo el nombre de algunas: Clara y Sofía de Santa María, una

compañera de apellido Prieto de Tecamachalco -poblado cercano

a los Reyes, la Paz-, Eufrasia, Hortensia, Socorro etc…

De este tiempo recuerdo los juegos escolares en los que

participaban las escuelas de la zona y la sede de los juegos fue en

el deportivo de la Magdalena.

LA SECUNDARIA

Para ese tiempo las familias estaban constituidas de ocho a diez

miembros, realmente eran bastante numerosas. Las actividades de

la población dejaron de ser primordialmente agrícolas, pero

gracias a Dios, la ciudad ofrecía diversos empleos para los

habitantes del pueblo. Así, algunos obtuvieron trabajo como

empleados en los bancos, en los almacenes, en los baños

(bañeros), otros trabajaban por su cuenta: los traperos, que

comerciaban con los retazos de la industria de la confección, los

chachareros, que comerciaban con el periódico, con muebles o

con ropa usada. También había un puñado de jóvenes que

estudiaban en las escuelas de enseñanza superior (Normal,

UNAM, IPN o el Seminario Conciliar de México).

Los hijos de don BENJAMIN Y EMILIANA -mis abuelos- no se

dedicaron al campo, sino que se fueron a la ciudad a proseguir sus

estudios. Solo Tomás -mi papá- se quedó en Chimal, él atendía los

51

terrenos de la familia, aunque su actividad primordial era la

carnicería.

A principios de los años sesenta mis abuelos decidieron dividir la

casa entre todos sus hijos -seis-. La división se hizo sobre la base

que cada parte tuviera la misma superficie y cada división tuviera

acceso a la calle. ¡Qué sabia decisión!

Esto de subdividir las casas fue una “costumbre” que se

practicaba en forma general, en todo el pueblo. Por lo tanto, las

nuevas familias se iban adaptando a vivir en espacios muy

reducidos. Esto trajo como consecuencia que las casas perdieran

los patios y los corrales.

A las generaciones que se iban desarrollando se les hacía

imperativo permanecer en la casa donde habían nacido, aunque el

predio fuera reducido. Esto se hacía, no porque no tuvieran un

lugar donde construir su casa sino porque se tenía un gran apego

a la familia.

En cuanto a los avances tecnológicos, en la década de los

cincuentas, la radio era uno de los medios de comunicación

masiva a la que la mayoría de los habitantes del pueblo teníamos

acceso. Así por las noches escuchábamos las radio-novelas; una

de ellas fue “Chucho el roto”. Las estaciones del radio más

populares fueron: la XEW, la XEB, la XEX, la XEQ, la XEQK (la

hora exacta), etc.

El aparato de radio era un mueble voluminoso que funcionaba a

base de bulbos. Las bandas de transmisión eran de onda larga y de

onda corta. En las noches se podía escuchar la transmisión de

otros países, por onda corta.

A finales de los años cincuenta algunos pobladores obtuvieron su

televisión -blanco y negro-. Los que no teníamos “tele” teníamos

que pagar por ver algunos programas o espectáculos como las

peleas de box.

52

Solo estaban los canales 2,4 y 5. Estos aparatos funcionaban a

base de bulbos y para cambiar de canal se le tenía que dar vuela a

la torreta -teníamos que pararnos a cambiarle de canal-.

En ese entorno en 1962 fui a la escuela secundaria

Netzahualcóyotl. Nos tocó ser integrantes de la primera

generación -1962 - 1964-.

El grupo inicial era de veinte alumnos aproximadamente de los

cuales terminamos trece:

Alonso Jiménez Marcos

Buendía Alejandro (El pestañas)

Buendía Guillermo (El matosas)

Castañeda Manuel (El toto)

Castro Alberto

Chavarría Esther

Fernández Espinosa Raúl (El popotes)

Hernández Miguel (El peseta)

Peralta Máximo

Saavedra Facundo (El loco)

Sánchez Buendía Alfonso E.

Valverde Pablo

Valverde Porfirio (EL Tepis o El fierros)

De los profesores de la secundaria recuerdo a: Eugenio Alonso

Martínez, nos enseñó inglés y matemáticas, al Dr. Álvaro Rico

Sánchez que nos dio biología.

En septiembre celebran la fiesta patronal de Santa María

Nativitas, y el lunes había corrida de toros. Nosotros íbamos en el

turno vespertino que coincidía con el horario de la corrida. Un día

de esos el Tepis nos propuso a varios alumnos, que fuéramos a los

toros.

Para transportarnos usamos las bicicletas de los que habían

llevado a la escuela. Tomamos las bicicletas con gran sigilo para

que no se dieran cuenta “las madres”. Total que fuimos a la

corrida y de regreso ya la madre Blanca nos estaba esperando en

la terraza. Conforme íbamos entrando ella nos indicó que

cargáramos la bicicleta, en la que habíamos ido a los toros. Ahí

53

estuvimos durante algún tiempo. A los alumnos, la madre blanca,

les decía ¡esto les pasa a los que se van de pinta!

EL FUTBOL

De niños jugábamos por las tardes, usábamos los espacios

disponibles, entre otros: el corral de Don Pepe Buendía cuando

estaba desocupado, el atrio de parroquia, el “asoleadero” del

Rancho el Molino, la calle Zaragoza, etc.

Eran unas cascaritas muy entretenidas. A los catorce años soñaba

en formar parte del equipo “León”, pero no era el momento

todavía.

Se presentó una oportunidad

con el equipo “Quetzalcóatl”

de tercera fuerza. En el

grupo participaban los

primos Beltrán: Félix Ávila

Beltrán (el Gato), Odilón

Siles Martínez, Francisco

Beltrán Jiménez, Antonio

Beltrán (el Güiti); otros

integrantes que recuerdo

eran: Álvaro Valverde, el

“Cachis, Chucho el

“Chacal”, el “Talachas”.

Éramos equipo local en el campo: “el Tecal”. Para ir a jugar allí,

el trayecto lo recorría a pie cruzando los terrenos del Rancho El

Molino, al regreso -lo hacía solo-, si había lechugas en algún

terreno me gustaba cortar sus corazones, eran una delicia.

Todavía en el presente cuando llego a comer los corazones de

lechuga, viene a mí una agradable evocación; las zanahorias eran

otras de las verduras que comúnmente se cultivaban y de las

cuales también disfrutaba; las cañas calmaban la sed.

Primera credencial del Maco

54

Después de esa experiencia futbolera,

los compañeros de la Secundaria

formamos un equipo cuyo nombre fue

Secundaria Netzahualcóyotl.

Jugamos una corta temporada.

En seguida me incorporé al León B,

que denominábamos el semillero del

León A. De los integrantes recuerdo

a: Benja, Arrepentida, al Changa,

Fernando Canto, Chucho, Cachona;

pero especialmente a Jorge Cosío

amigo de Benjamín por ser un

destacadísimo jugador.

Disputamos la final del campeonato de Copa contra “El

Guadalupano”. Ganamos y nos llevamos el trofeo de copa.

Otro acontecimiento que viene a mi memoria es cuando en un

partido de fut, “el Pella” no estuvo de acuerdo con la actuación

del árbitro, terminado el juego, le reclamó su pésima actuación, de

manera iracunda y al calor de la discusión le dijo: “te voy a partir

el hocico”, el árbitro, ni tardo ni perezoso le contesto: “eso está

por verse”. Se inició el pleito, el pella le lanzó un derechazo, que

su contrincante cabeceó hábilmente, quedando a merced de su

rival, este se preparó para acertar un golpe letal, yo intuyendo lo

que iba a suceder, le asenté un empellón, para así evitar el

desaguisado. Bueno, total que en la cédula arbitral quedó

asentado el reporte: “el pella” intento de agresión y a mí

agresión. El castigo fue seis domingos para el intento y para mí un

año, suspendido de participar en la Liga Regional de Futbol de

Chimalhuacán. Cumplido el castigo, me reintegré con el León B.

LA FRACTURA

El partido de futbol LEÓN Vs GUADALUPANO que se efectúo en

la “lagunilla” resulto ser trágico. El partido se desarrollaba

normalmente cuando en una jugada le fracturaron la tibia y el

peroné a nuestro centro delantero, al Chucho. Al ver que tenía

una lesión severa, pues el píe materialmente colgaba de su pierna,

Primer trofeo con el equipo

León

55

inmediatamente debatimos que debíamos hacer para que nuestro

compañero fuera atendido de su lesión. Hubo opiniones de que lo

debíamos de llevar al hospital de Texcoco o a la Cruz Roja de

Balbuena, finalmente decidimos por la segunda opción.

Procedimos a subirlo al coche del Arrepentida, lo colocamos en

el asiento trasero y en la parte de adelante íbamos con él dueño, el

Changa y yo. El Arrepentida condujo velozmente, llegando en un

dos por tres al hospital de la Cruz Roja, donde en seguida de su

ingreso le tomaron una radiografía y posteriormente le enyesaron

el píe posteriormente el doctor dio las instrucciones pertinentes

para el caso y dijo que ya podía irse a su casa.

En ese momento la tensión y la adrenalina que nos invadía,

comenzaron a bajar y tuvimos conciencia que debíamos llevarlo a

su casa y no sabíamos cómo iban a reaccionar sus familiares. Ya

de regreso comentamos cuál sería la manera más conveniente de

“entregarlo”. Hubo la propuesta de que lo dejáramos en la puerta

de su casa, tocáramos y en seguida podíamos desaparecer, esta

técnica se aplicaba cuando íbamos a dejar a alguno de los amigos

que ya estaba “muy tomado”. Bueno, así entre bromas y risas

llegamos a Chimal, cuando llegamos a casa del Chucho, nos

estaba esperando Juan García “el pangas” y ya entre los cuatro

cargamos al paciente.

En su casa nos recibió su mamá, Susana, al vernos preguntó: -

¿Qué le pasó a mi hijo?- Uno de nosotros respondió: -se lastimó

en el juego, y lo llevamos a que lo curaran-. El doctor nos dio esto,

dijimos, dándole la receta y le comentamos las indicaciones del

doctor.

Doña Susana estaba sumamente molesta y preocupada. Repetía: -

ahora ¿Qué le voy a decir a Ángel (papá de chucho)-.Después de

acomodar al paciente en su recámara nos retiramos como dice el

dicho: “con la cola entre las patas”.

Más tarde los amigos nos preguntaban si el Chucho ya estaba en

su casa, nuestra respuesta era: -ya está en su casa y está bien. Si

quieren pueden ir a visitarlo-.Eso de visitarlo era con la intención

de pulsar cómo el ambiente en su casa. Algunos compas fueron a

56

visitarlo y nos comentaron que estaba de buen ánimo y el ambiente

en su casa era tranquilo, inmediatamente fuimos a verlo, cosa que

se volvió una costumbre, todas las tardes nos juntábamos en su

casa alrededor de una docena de amigos, durante su

convalecencia aprendió a tocar la guitarra, que andando el tiempo

disfrutamos a plenitud.

TIDEES- Génesis

Surgió como un acto

de solidaridad, signo

que se mantuvo

como una

“filosofía”, y dio píe

a congregar a un

conjunto de

individuos que

pudimos encausar

anhelos, sueños de

forma positiva, para

nosotros mismos y

para la comunidad.

El fut nos sirvió de pretexto para dar salida a las inquietudes de

saber, de experimentar, de proponer y de pertenencia a un grupo

en el que se privilegiaba: honradez, lealtad, tolerancia, cortesía

pero por sobre todo amistad.

En1970 varios de los que posteriormente integramos al TIDEES

jugábamos en el León A de la primera división en la liga regional

de Chimalhuacán.

Un domingo al término del partido nos dispusimos a quitarnos los

arreos de juego, al tiempo que comentábamos las incidencias, una

de ellas terminó en discusión entre el Chucho y el “Coneja”, a

cada momento más acalorada hasta el punto que el Coneja le

“tiró” un derechazo al Chucho. Al momento otros miembros del

equipo intervenimos para que la cosa no llegara a mayores.

Primer equipo TIDEES

57

Más tarde nos reunimos: Cachona, Arrepentida, Chucho y un

servidor para comentar lo sucedido, llegamos a la conclusión que

esas conductas no deberían tener cabida entre los miembros del

equipo. Que nosotros deberíamos hacerlo patente. Pero, ¿Cómo?

Lo consultamos con la almohada y también con otros amigos que

se solidarizaron. Hubo varias propuestas pero prevaleció una:

había que formar un equipo de fut, donde la característica

principal sería la amistad y también nos propusimos formar un

equipo campeón. Para lograr la meta, invitamos a varios jóvenes

futbolistas que destacaban en ese momento.

Larga y ardua fue la tarea de encontrar un nombre que llenara las

expectativas de los participantes. Se propusieron nombres de:

equipos famosos -nacionales e internacionales-, autóctonos, etc.

Pero no había consenso, hasta que surgió el nombre de TIDEES. –

“y ¿Qué es eso?” Preguntamos. “-TIerraDEEscudos. Pues, nada

más, ni nada menos que CHIMALHUACAN”.

Todos manifestamos nuestra aprobación con un sonoro aplauso.

Así recuerdo que nació el nombre. Una vez que ya teníamos el

nombre, nos enfocamos a conformar al equipo. Primero los

integrantes. Hicimos un análisis por posición: portero, defensas,

medios y delanteros. Muchos fueron los convocados. Participamos

de manera entusiasta proponiendo el diseño del uniforme, siendo

este amarillo -oro viejo- con azul. El escudo, naturalmente, fue el

de Chimalhuacán con un balón al centro; el fondo del cerro de

color azul, el fondo del escudo o rodela de color oro y los puntos o

círculos de color azul. El color azul representa el cielo y el color

oro el sol. Cualquier semejanza con los colores de la UNAM es

afortunada coincidencia.

Por fin llegó el inicio del campeonato. El equipo estuvo formado

por los siguientes fundadores: portero, el Javi; defensas, Changa,

el Padre y el Benja; medios yo y el Pointer; delanteros, Quino,

Marranito, Chucho, Julio, Arrepentida y suplente, Bernardo.

Participamos en la tercera fuerza, por ser un equipo “nuevo”.

Fuimos campeones invictos, accedimos a la segunda fuerza. A

partir de ese momento hubo una gran movilidad en el equipo. Mi

58

hermano Quino me comentó hace unos años que él contabilizó más

de un centenar de jugadores que participaron en el equipo.

USTEDES CUATRO

En la nevería “el barrilito” nos reuníamos de forma habitual, una

tarde nos encontrábamos, en amena charla, cuatro amigos:

Barajas, Garrincha, Cachona y yo. De pronto una voz clara y

autoritaria exclamó: -“¡chinguen a su madre!”

Nosotros nos hicimos los occisos. Enseguida el de la voz,

encolerizado, dijo: -“ustedes cuatro no se hagan pendejos”. De

inmediato sentenció: -“¡chinguen a su madre!” Viendo que se

dirigía hacia nosotros nos levantamos como impulsados por un

resorte y le preguntamos: -“¿Qué te traes? Nosotros no queremos

pleito”. Él respondió: -“¿Quién de ustedes se va a partir la madre

conmigo?” A lo cual, Cachona dijo: -“va conmigo”.

Ya convenido el pleito, éste se inició a media calle, el oponente del

Cachona era más alto y corpulento. Dicho oponente atacó con un

ímpetu descomunal y el cachona con gran habilidad se lanzó

rodando a los pies de su rival provocando que perdiera el

equilibrio y callera al suelo, para ese momento se habían sumado

uno o dos amigos nuestros y dándonos cuenta que nuestro amigo

estaba en franca desventaja. Nos lanzamos a darle lo que puede

decirse una buena “madriza”. Pero no fue fácil ya que caía al

suelo y se levantaba para seguir en la pelea, hasta que en un

momento dado, se quedó quieto, de rodillas, después de unos

momentos se sacudió el polvo y sin decir una palabra se alejó de

allí. Los espectadores comentaban: -“está borracho” y otros

añadían: -“no sólo borracho sino también está cruzado”.

EL CARNAVAL

Al inicio de los 60´s, la época del carnaval marcaba una

temporada bien definida que era de fiesta. Contrastaba con la

cuaresma, tiempo en que la vida se tornaba más recatada. Mis

recuerdos se avivan. La música de carnaval hacía que nos

asomáramos a la calle para ver a “los huehuenches” que se

acercaban a la carnicería “La consentida” que era atendida por

Don Tomás.

59

Cuando llegaban las cuadrillas Los Calaveras o Los Gavilanes,

frente al negocio. El cajero entraba y decía: -“Tomás ¿qué vas a

querer? cuadrillas o virgínea”-. Mi papá responde: -“Que esta vez

sea virgínea”-. En seguida, echa la cooperación, los huehuenches

bailan la mentada virgínea.

La cuadrilla o comparsa -como ahora dicen- visita a otros

negocios como por ejemplo: “La Flor silvestre”, atendida por la

Güera “la Chepa”, la carnicería de Don Crisanto Vargas, la

tienda de Rico, etc. También invitan a cooperar a algunas

personas del público y en esos casos, la cuadrilla dedicaba el

baile diciendo: -“la siguiente virgínea titulada “La Mano de

Dios” va dedicada para José de Jesús Chepo”-.

Ya en el S XXI, al carnaval de Chimal, lo veo como un movimiento

social, en el cual los nativos hemos encontrado un escudo -o

rodela- para defendernos de la terrible invasión que estamos

sufriendo. Pues, prácticamente nos hicieron sándwich; primero

por la parte baja -terrenos del lago- y posteriormente por el

Chimalhuachi. Ya somos una -pequeña minoría-.

Para tener idea de la fuerza de este fenómeno, hay que tener en

cuenta que actualmente existen alrededor de ochenta comparsas.

El carnaval nos da identidad.

CUAUTLA

La ciudad de Cuautla, siempre tuvo un atractivo especial: el clima

caluroso, la flora exuberante y colorida, los balnearios -de grato

recuerdo-: Las Tazas, Agua Hedionda, pero nuestro favorito era

El Almeal y la atracción especial, los bares.

Estando reunidos en los “Pollitos” de la panadería de Don

Laureano -junto a la puerta del atrio- comentábamos que en

Cuautla había unos bares donde el ambiente se ponía de “pelos”.

En esas estábamos cuando Cachona dijo: -“ya me están dando

ganas de conocer ese lugar, para ver si el león es como lo pintan”-

. -“Pues vamos organizando una ida a los bares de Cuautla”-,

agregó otro de los presentes.

60

Una vez decidida la salida a Cuautla, nos dimos a la tarea de

resolver la logística: el transporte, el capital mínimo que cada

quién debía llevar, el itinerario, el número de compas, etc., etc.

Para el transporte, “el huevo”, un Chevrolet amarillo, llenaba

nuestras expectativas. En esas estábamos cuando se hizo presente

Camilo Néquiz -de San Lorenzo- en un coche nuevecito, del año.

Le hicimos la invitación con gran convicción y mucho ánimo que

no tuvimos que insistir mucho para convencerlo de participar a la

visita de los bares.

Y como dice el dicho “no hay plazo que no se cumpla”, llegó el día

tan anhelado por nosotros, nos juntamos en el Jardín Zaragoza

trece intrépidos aventureros. Llegando a Cuautla nos dirigimos a

lugar donde se localizan los tan mencionados Bares. Estuvimos

rondando por el lugar y nos decidimos por “El Barón Rojo”.

Todo marchaba sobre ruedas; ambiente agradable y buenos

tragos, hasta que al bar donde nos encontrábamos, entró la

policía. Notamos que a algunos parroquianos jóvenes les pedían

su cartilla militar (para acreditar que tenían 18 años o más). A

poco rato le tocó la revisión a la mesa donde nos encontrábamos,

a uno por uno nos pidieron la mentada cartilla, fuimos mostrando

el documento, cuando le tocó el turno a Rafa (el Gigio) un poli le

dijo: -“Su cartilla. ¡Muéstrela!” Rafa se buscó en la bolsa de la

camisa luego en las bolsas del pantalón, después de un hondo

respiro dijo: “-Se me olvidó en mi casa”.

El poli le dio indicaciones para que lo acompañara a afuera del

bar, ya en la calle lo subieron a la “perrera”. Salimos tras los

polis. Hablamos con el comandante en jefe, para que no se llevara

detenido a nuestro amigo. Después de exponer “nuestros

argumento$$$”, el comandante sentenció: -“Está bien, me han

convencido. Pero les advierto que si lo sorprendemos en cualquier

bar, nos lo llevamos detenido”.

Regresamos a liquidar la cuenta, con el ánimo por los suelos

decidimos regresar al pueblo.

Habíamos avanzado unos metros cuando Hugo dijo: -“¡Miren, allí

está el Robertote!” - ¡Sí, sí es!- Expresamos algunos. Nos

61

acercamos, hasta quedar frente a él. Nos reconoció de inmediato.

–“¡Quihubole paisanos! ¿Qué andan haciendo por acá?” Nos

dijo.

Le contamos que habíamos venido a Cuautla a echarnos unos

tragos en los bares de la ciudad, le contamos lo que nos había

sucedido. Nos preguntó por las características de los polis. Le

dimos la descripción. –“Son de la municipal”, dijo. En seguida

preguntó en qué bar estábamos. Le dimos el nombre. –“No se

preocupen paisanos, que ahorita están con el subcomandante de la

judicial de Morelos. Vamos al Barón Rojo”. Llegamos al bar,

mandó llamar al encargado y le dijo: -“Mira Joel, estos

muchachos son mis paisanos. Te los encargo, cuida de que no los

molesten los polis de la municipal”. –“Comandante Valencia, no

se preocupe, yo me encargo de que esté todo bien”, dijo Joel. Se

despidió de nosotros. Ya con el ánimo renovado disfrutamos de

una velada muy entretenida.

Decidimos que ya era hora de retornar. Habíamos salido apenas

de la ciudad cuando el motor del “huevo” dejó de funcionar. -“Se

calentó el motor”- dijo Cachona que era el conductor. –“¿Y ahora

qué?”, preguntamos. –“La bomba del agua no funciona y así no

vamos a llegar a Chimal”. -“Entonces ¿Qué hacemos?” -“Hay

que regresar a la Ciudad de Cuautla”-, dijo Cachona.

Los otros amigos que iban con Camilo se regresaron al pueblo.

Con la encomienda de avisar a nuestros familiares de que íbamos

a llegar un poco más tarde.

Empujamos el coche para enfilarnos a la ciudad, como está de

bajadita pudimos regresar sin mucho esfuerzo. Esperamos que

amaneciera y como a las siete de la mañana alguien sugirió que

fuéramos al Almeal. Pues ahí vamos a nadar, el agua se sentía fría

-sólo al principio-. Ya con el baño nos despejamos, buscamos un

taller mecánico para que le hicieran la reparación al coche. El

mecánico dijo que en dos horas ya estaría reparado y nos dio el

costo.

62

Hicimos un arqueo a nuestros bolsillos y logramos reunir lo de la

reparación, para esas horas -once de la mañana- el hambre ya

empezaba a apretar y nosotros con muy poquito dinero para

satisfacerla. Como dicen que la necesidad aguza el ingenio. Hugo

nos dijo:-“Mi tío Rafael (Maldonado), es conductor de los

camiones Cristóbal Colón. Vamos a la carretera nacional para ver

si de casualidad lo vemos pasar”-.Nos dirigimos a la carretera.

Cuando detectábamos una unidad de los-autobuses- Cristóbal

Colón ser oía: -“¡Ahí viene uno! ¡Ahí viene uno!” Le hacíamos

señas, para llamar su atención y en una de esas reconocía a Hugo.

Para no hacerles el cuento largo después de muchos intentos, que

aparece un Cristóbal Colón, nosotros le hicimos señas, para

sorpresa nuestra que se detiene.

Yo vi que bajó el conductor, saludó a Hugo, sacó la cartera y le

dio una lana, se despidieron y el Cristóbal Colón siguió su camino.

Nos fuimos al mercado, allí nos echamos unos tacos. Ya con la

barriga llena, nos dispusimos a regresar a nuestro terruño. Así

que fuimos a despedirnos de la tía Julia Martínez que siempre nos

trataba muy bien.

Llegamos a su casa: –“Ya nos vamos tía, agradecemos tu apoyo y

tus atenciones”, le dijimos. –“No tienen nada que agradecer,

hijitos queridos, ya saben que esta es su casa y pueden venir

cuando les plazca. Antes de irse corten unos zapotes, para que se

los lleven a su casa”, respondió la tía Julia. Nosotros, ni tardos ni

perezosos, cortamos muchos zapotes negros, los colocamos en la

cajuela del “huevo”.

Llegando a Chimal los amigos se fueron quedando cerca de sus

hogares, al final sólo quedamos Hugo y yo. Una vez frente a mí

casa Hugo me pregunta: -“¿Tú crees que tu mamá tenga una bolsa

para llevarme mis zapotes?” -“Si, yo creo que sí- le respondí”

Hugo se dirigió a la tienda. –“Doña Angelina, ¿No tiene por ahí

una bolsa para llevarme mis zapotes?” Mi mamá, que se notaba

muy molesta y preocupada le dijo: -“¡Que zapotes ni que nada!

¡Váyase inmediatamente a su casa! Su madre lo ha estado

buscando”.

63

Nota aclaratoria. En el presente relato -sobre Cuautla- me tomé

una licencia literaria. Debo aclarar que los hechos aquí asentados

ocurrieron en varias, varias, var…., correrías en un período de

tiempo bastante amplio. En cuanto a los personajes, confieso que

he omitido a varios (una disculpa).

Servicio militar clase 1947. El Padre el primero en canclillas, de pie el

número ocho Benja. Varios conocidos en la foto.

Servicio militar clase 1948 Desfile 16 de septiembre de 1966: Maco

(primero), Chucho (séptimo) y Cachona (octavo)

64

EL PEPITO l PEPITO era de los más jóvenes, tenía otros amigos fuera

de la comunidad, de su misma edad. Es primo de los

hermanos Alonso y si algo lo distingue hasta la fecha, es su

capacidad de movimiento, es muy activo. Puedo decir, sin

posibilidad de equivocarme, de que consigue lo que quiere.

En lo que se refiere a los eventos, no se perdía ninguno. Su legado

es la dinámica que le impone a sus acciones.

Relato de AGUSTÍN ÁNGEL

JIMÉNEZ PALACIO

Nací el 2 de agosto de 1953 en

Chimalhuacán, Estado de México,

donde actualmente vivo.

Hablar de mi infancia es

remontarme a los mejores años de

mi vida y a la base de lo que ahora

soy. Crecí en una familia donde el

pilar para lograr una vida feliz

eran los valores, teníamos sólo eso, lo necesario; no tenía un

Black Berry, Wii, PlayStation, Xbox, lo que hacía en mi infancia

era jugar a las escondidas, al stop, al avioncito, a los quemados;

la hora de retirarme a mi casa siempre era la misma, cuando

obscurecía; mi mamá no me llamaba por celular sino que gritaba:

-“pa-dentro”; cuando me portaba mal no me mandaban con un

psicólogo sino que me disciplinaban con “correazos”,

chancletazos o con cualquier otro objeto que estuviera a la mano;

jugaba con mis amigos en vez de chatear; no existía el gel anti-

bacteria y jugábamos con tierra, mi infancia fue una chulada y lo

mejor: los padres y hermanos que tuve.

Desde muy pequeño me interesé por lo religioso, en ese tiempo no

entendía lo que significaba ser monaguillo ni la responsabilidad

que conlleva y así asistí a los sacerdotes en misa, junto con mi

hermano Dimas; al principio era pesado porque nos levantaban a

las 5 de la mañana para ir a misa de 6, y por la tarde eran los

rezos de las 6 de la tarde. En una tarde nos topamos con una

E

65

botella abierta de vino para consagrar y la curiosidad pudo más

que la inocencia, ya que jugamos a que yo era el padre, que

oficiaba una misa y siete monaguillos más, eran los feligreses.

Fuimos observados por el obispo Francisco Ferreira y por el

padre Jesús Fernández, quienes consideraron seriamente que yo

era candidato para ir al seminario a estudiar.

La primaria la estudié en la escuela Netzahualcóyotl hasta quinto

año; el primer año fue de jugar, jugar y jugar; el segundo año la

pasé medio traumado porque aún no tenía conocimiento de las

letras porque era muy travieso, lo que provocaba que la maestra

me pegara, hasta mandaron a llamar a mi mamá, en lugar de ella

llegó mi abuelita que me pegó con una vara de membrillo, quizás

por ello me volví más inquieto. En tercer año me pusieron el apodo

de “pepito” por ser tan travieso. El sexto año lo cursé en la

escuela José María Morelos y Pavón, porque mis padres tenían la

idea de que el certificado de una escuela oficial tenía más valides.

Allí conocí a Julio y nos hicimos amigos; teníamos un maestro que

nos motivaba a ejercitarnos: el salto del tigre, pirámides humanas,

donde yo iba hasta arriba y para terminar la primaria tuvimos un

festival de fin de cursos.

En la secundaria regresé a la escuela Netzahualcóyotl; hubo

reencuentro con mis ex compañeros de quinto año, entré a la

banda de guerra porque el uniforme era muy elegante. En el

segundo año tuve mi amor platónico: María Eugenia Alonso

Chombo.

Un recuerdo memorable fue que al cumplir 15 años mi novia: Sara

Martínez Arrieta mi deseo de acompañarla era muy grande, no era

aceptado por su familia y tenía que idear algo que ayudara a

realizar este deseo, así se me ocurrió que podía ayudar en la misa

como monaguillo y, después de una partida de ajedrez con el

padre Jesús Fernández, se lo propuse, le explique la situación y

aceptó, con una condición, que me confesara con él. Este logro se

lo comenté a Aniceto Martínez el “cheto”, el me ayudó a

conseguir la sotana y el roquete, necesarios para mi cometido,

acudimos con el Tripa, recién salido del seminario quien me

prestó el atuendo; “el cheto” se encargó de divulgar a los cuates

66

que iba a salir de monaguillo, yo estaba pelón, por mi ingreso a la

prepa. Al inicio de la misa me doy cuenta que la iglesia está llena

de amigos y que todos me miran con sonrisas burlonas, muy

diferentes a la de la mamá de mi novia que era de total odio; debo

decir que por allí debe estar el testimonio ya que se sacó película.

Adolfo, Pepito, Rosita Sánchez y el doctor Fernando Canto

El bachillerato lo hice en el CCH Naucalpan. El primer trabajo

que tuve fue como auxiliar del Juez conciliador de Chimalhuacán,

después una compañera de bachillerato me invitó a trabajar como

profesor en el Conalep dando dibujo técnico. Más adelante mi

hermano Dimas me insistió que hiciera examen para chofer de

turismo, lo que hizo que conociera este ramo, me dedicara a él

conociendo varias ciudades de la república y hoteles de lujo. Lo

que más me fascinó fue la ruta que contemplaba: ruinas mayas,

Sayit, la Labná, Uxmal, Cobha, Chichenitzá y Tulum.

Tengo una anécdota que contar: llevaba turistas alemanes en un

tour que comprendía: plaza de las tres culturas, Xochimilco,

Garibaldi, Cuernavaca, Taxco y Acapulco. El caso es que el guía

me dijo que me había vendido con una mujer, ella, más tarde,

67

comentaba que le dio 100 dólares y que para mí eran otros 100,

que porque estaba muy necesitado [¿no sería al revés? en lugar de

pepito te deberían llamar ¡Ke-pito!]. Otra más: el cumpleaños que

me festejaron en Cancún, me llevaron a un bar y pidieron que me

cantaran las mañanitas, además estuvo a mi disposición una

edecán muy especial, pidieron bebidas y, como a la media hora, se

nos unió un joven, diciendo que quería estar con nosotros, luego

desapareció, presentándose más tarde con un pastel en las manos,

fue una fiesta inolvidable.

Un grato recuerdo es el gol que le hice al Milán de San Lorenzo,

ya que con ese gol pasamos a la final, fue un pase del Garrincha,

cuando hice el gol el defensa contrario se barrió, de tal forma, que

al caer tuve un raspón en gran parte de la pierna izquierda, no me

importó el dolor, había sido el responsable del paso de nuestro

equipo a la final. En una ocasión estábamos celebrando algo en

una propiedad del Maco, llegó la “Mere”, amiga de todos, se

dirigió al Maco y lo invitó a una fiesta a Loma Bonita, Oaxaca,

después hizo lo propio con todos nosotros y, como estábamos a

“medios chiles” aceptamos; partimos a las 7 de la noche en un

“bocho”, éramos 7; temprano llegamos a la casa de la fiesta,

después no bañamos en rio Papaloapan, tomamos otra botella y

ese mismo día nos regresamos a Chimal, así éramos los Tidees.

68

EL JAVI L Javi, persona con compromiso, hereda de sus ancestros

el amor por el progreso, la alegría de vivir y las buenas

maneras de relacionarse con los demás. Su desarrollo

profesional lo llevó a ser el juez más joven del pueblo.

Junto con Pabello, son los únicos de la

agrupación que lograron la distinción

de ser presidentes municipales. Como

futbolista su carrera fue corta, fue

portero del equipo, pero prefirió atajar,

en su tarea política, los problemas

causados por el crecimiento

desordenado que sufrió el municipio,

desde dos administraciones anteriores a

la suya.

En la administración 82-84 hubo dos tomas del edificio de la

presidencia municipal, primero por atacar el problema ancestral de

la tenencia de la tierra y las invasiones, y segundo, el crecimiento

desmesurado y desordenado en el municipio debido al flujo de la

inmigración al centro del país y al desbordamiento de la población

en el vecino municipio de Netzahualcóyotl. Las acciones de

firmeza de Alfredo del Mazo, Gobernador de la entidad, y la

administración municipal, lograron la planificación y desarrollo

que posibilitó la estructura que tanto presumen en la actualidad.

Lo más importante en su administración es la solución del

problema entre los pobladores del municipio y algunas

administraciones federales que tuvo lugar durante muchos años: la

seguridad jurídica en los terrenos de la desecación del lago de

Texcoco en beneficio de los primeros.

A mí no me corresponde dar las razones por las que el futuro

brillante destinado para el Javi en política no se dio, sólo lamento

que no haya habido gobernantes municipales con su capacidad. Su

legado a las generaciones futuras es que el progreso debe estar en

la mira de todo ser humano y que se debe de dar con alegría.

E

69

Relato de JAVIER ELADIO MARTINEZ GALICIA

PRESIDENCIA MUNICIPAL Y la desincorporación federal de los

terrenos producto de la desecación del lago de Texcoco.

La presente narrativa pretende compartir, con quien esto lea, el

sentimiento de mi orgullo de ser originario de esta “tierra

bendita” que me vio nacer, hacer y conseguir un lugar como

presidente municipal de Chimalhuacán que a cualquier paisano

distinguiría, por ello estas líneas no podrían entenderse sin que se

haga un recuento somero de algunas vivencias que marcaron mi

proyecto de vida.

Creo que, sin ofender a la historia de este pueblo, tomando como

referente: el decreto que desincorpora del dominio federal, los

terrenos producto de la desecación del Lago de Texcoco,

instrumento jurídico que pone fin al conflicto histórico, que

enfrentó por más de medio siglo a los naturales de Chimalhuacán

con la Federación; en virtud de que distintas Administraciones

federales echaban mano del principio constitucional que se

enmarca en el artículo 27 de la Constitución Política de los

Estados Unidos Mexicanos, y los Chimalhuaquenses oponían, a tal

principio, los diversos títulos y concesiones, que sobre estos

terrenos tenían y que los propios ejecutivos federales expidieran

en diversas épocas a favor de dichos pobladores.

Como se ha dicho, Chimalhuacán recupera con este decreto la

seguridad jurídica que esta “generosidad” planteaba, mientras

que el Gobierno del Estado de México tomaba el control de los

derechos de quienes habían sido objeto de atropellos, vejaciones y

maltratos por defender lo que era suyo, los chimalhuaquenses, y

que la autoridad arbitrariamente, al ir en contra del “Iusfruendi”,

no permitía su cabal ejercicio que es característica de todo

propietario.

LA ESCUELA NETZAHUALCÓYOTL

En alcance de este escenario, en este Chimalhuacán que se vuelve

recuerdo, que enriquece nuestra memoria, cómo no traer, aquellos

años mozos, cuando queremos “comernos el mundo a puños”;

cómo no recordar a la Institución que a la fecha sigue siendo

70

emblemática y que es almacigo de sueños y proyectos, me refiero a

la Escuela de Las Madres -colegio Netzahualcóyotl-, crisol de

apegos y ensueños, fortaleza de espíritu y trampolín de muchos

distinguidos Chimalhuaquenses quienes como yo, recorrieron sus

salones, sus prados, aquellos lugares donde se gozaba el recreo,

en compañía de inolvidables compañeros de clase, la terraza que

en esos tiempos se hacía inmensa, y porque no, su oratorio que

con visitarlo reforzaba nuestra creencias religiosas; hoy, con

renovado espíritu, sigue manteniendo los motivos y razones que

tuvieron un puñado de ilustres nativos para fundarla, por ello es

importante conocerla, ya que fundamentalmente también es

herencia de nuestros padres.

Esta institución nace con la idea de que existiera en

Chimalhuacán una Institución Educativa que permitiera a los

niños y jóvenes, por medio de su formación con inspiración

religiosa, una alternativa de educación de calidad, misma que

desde su génesis fue confiada a las Religiosas de la Congregación

de las Carmelitas Descalzas.

Es mediante el acta del 18 de febrero de 1951 cuando reunidos en

el local de la calle de la Avenida 20 de Noviembre, los miembros

de la Mesa Directiva de Padres de Familia y un grupo de varios

Jefes de Familia, resolvieron : 1.- Con motivo del fuerte trabajo

que origina la construcción de la escuela, se convino en aumentar

el número de miembros. . . 2.- Se felicitó a los miembros de la

nueva mesa por su espíritu entusiasta de colaboración, 3.- Se

creyó conveniente repartir en varias comisiones los diversos

trabajos de colaboración para la escuela y quedaron nombrados

las siguientes comisiones, (sic), 4.- Se acordó extender los

nombramientos respectivos a cada una de estas comisiones a

efecto de que puedan ponerse a trabajar. . . Se acordó igualmente

que el tesorero, Don Luis Martínez, al conseguir nuevas cuotas,

las comunique al secretario para anotarlas en el libro y que las

entregas que los interesados vayan haciendo a cuenta de sus

cuotas se hagan a la señorita María Bautista, Directora de la

Escuela (sic). Dicha acta, es incorporada a la Escritura 25712

tirada ante la Notaria Número 69 del Distrito Federal en fecha 11

de agosto de 1951, escritura que contiene el Fideicomiso que da

71

existencia legal a esta Institución y para su trámite oficial

correspondiente a la Escuela Particular Netzahualcóyotl, de

Chimalhuacán, y es por mediación, asesoramiento e intervención,

ante Banco Nacional de México, del señor Luis G. Legorreta,

donde él era consejero, que se obtiene todo este trámite.

Por virtud de que se convino en la Cláusula séptima de dicho

fideicomiso: que su duración sería por el termino de treinta años,

a partir del año 1951, es la Congregación de Religiosas,

pertenecientes a las Carmelitas Descalzas, quienes se hacen cargo

de cumplir con el cometido de promover educación de calidad y

formación científica con inspiración religiosa, es como opera

dicha Escuela dando, durante todo este tiempo, prestigio a la

Institución y distinguiéndose, en la región, precisamente porque la

impartición de las diferentes asignaturas a sus educandos siempre

fue trascendente.

Durante todo este tiempo la Escuela se inicia con la Primaria, y,

al tiempo convenido durante el fideicomiso, ya contaba con

Comercio y Secundaria; así mismo mediante las gestiones y el

trabajo comprometido de los Padres de Familia representados por

un patronato, fue como la madres, Columba Suárez, Filomena

Ávila Débora, Blanca Margarita Serafín Iniesta, Ana María

Alonso Martínez, entre otras de memorables recuerdos, se logran,

mediante sus buenos oficios, la construcción de más aulas, talleres

e incluso un auditorio al aire libre, instalaciones que albergaron

a innumerables alumnos y que fueron cuna de su acervo cultural

para ser mejores personas.

Se inspira este proyecto en el más puro sentimiento de proponer a

la niñez y juventud Chimalhuaquense una formación educativa

basada en: construir en el ser humano cimientos de valores hacia

la familia, hacia la comunidad y hacia su patria, inspirados por

principios religiosos que permitieran al alumno tomar conciencia

de su vida futura frente a una sociedad cambiante y muy

necesitada como era la sociedad Chimalhuaquense de aquel

entonces.

72

Con la permanente formación religiosa propuesta por las madres

carmelitas, se logra la consolidación de la Escuela

Netzahualcóyotl y con la instauración de la Sección Comercio se

da alternativa a jovencitas para que, preparándose por medio de

una carrera corta comercial, tengan oportunidad de valerse por sí

mismas y compitan con los varones a obtener espacios de trabajo

que permitan su superación, tanto académica como personal, y así

teniendo como padrino al señor Luis G. Legorreta, se sabe que

hoy, responsables padres y madres de familia, pudieron

vislumbrar una opción de mejoría al interior de sus propias

familias.

Con posterioridad se instituye la secundaria y, que al igual que la

Sección Comercio, bajo la siempre comedida dirección de las

religiosas, logra esta escuela una destacada presencia en

competencias regionales, estatales y nacionales, obteniéndose por

su calidad y creatividad en los concursos Artísticos y de “Trabajos

Manuales”, variados reconocimientos y premios y por otra parte

a través de sus egresados, en la competencia acceder a lugares en

las diferentes instituciones educativas de nivel medio y superior

instaladas en la Ciudad de México, sin omitir que también algunos

de sus alumnos ingresan a diferentes seminarios en seguimiento a

su vocación sacerdotal.

Con todo lo anterior se crea una conciencia generalizada tanto en

la población de Chimalhuacán como en sus alrededores de que es

la escuela Netzahualcóyotl, conocida como “De las Madres” la

mejor opción para la formación de sus hijos, en virtud de la

seriedad y la calidad de la educación ahí impartida.

Es a principios de los 80s., que desafortunadamente estas

religiosas Carmelitas deciden dejar la dirección y el control de

dicha escuela, ahora nos lamentamos el no haberlas entendido, y

dejarlas ir no obstante el bien que hicieron al pueblo de

Chimalhuacán, pero si estamos seguros que su proyecto se alcanzó

obteniendo logros que muchos ahora festejamos.

Hoy en coordinación con la Diócesis de Texcoco, esta escuela es

dirigida por un sacerdote que funge como Director General,

73

recreándose de nueva cuenta el espíritu que la imaginó, y como

el “ave fénix” levanta el vuelo que le ha caracterizado, hacia

nuevos horizontes, nuevos estadios de vida, haciendo mérito de la

filosofía de quien lleva su nombre, buscando: “amar el Canto del

Cenzontle, pero más amar a nuestro hermano el hombre:::”

porque es su semejante, así nos lo legó el Poeta Netzahualcóyotl.

En esta retrospectiva, como referente histórico, hoy el saldo de

este loable esfuerzo nos lleva a conocer, de esta noble institución,

que muchos de sus alumnos ejercen sus profesiones como

egresados de las más reconocidas universidades del país, de

Institutos tecnológicos de reconocido prestigio, inclusive de

titulaciones y estudios de posgrado en el extranjero, sin dejar de

mencionar las aportaciones -en las que me incluyo cuando

también fui “aprendiz de cura”- que en vocaciones sacerdotales

hizo esta institución a la clase eclesiástica de la región con

respetables curas presbíteros y no menos entregadas religiosas.

Con todo lo anterior, al haber conocido parte del saber que era

necesario para buscar nuevos horizontes, es como el “Alma

Mater” nos da cobijo y nos acepta como preparatorianos, en la

insigne Escuela Nacional Preparatoria, plantel número 1,

“Gabino Barreda”, hablamos inclusive de haber sido testigos del

“bazucaso” que en aquel 1968, marcara la historia de la lucha

estudiantil y que fuera parte aguas para hacer diferentes

generaciones de universitarios a la fecha..

EL DEPORTE

En este “inter”, y con el vigor que la juventud concede, ocurren

hechos que no fácil se olvidan y por ello como no traer a la

memoria el haber pertenecido a ese grupo de jóvenes que en un

mismo interés, en ese entonces, aprendíamos a discernir, apoyados

en la práctica del deporte y como integrantes del Equipo de Futbol

“TIDEES” -Tierra de Escudos-, soñar con llegar a ser

consumados deportistas, el que escribe, no lo logró, por ello son

inolvidables el Arrepentida, Benja, Quino, Maco, Chucho, Padre,

Cachona, Barajas, Tepis, Pepe, Lorico, Pointer y Alejandro (el

anaku); sin embargo se ha de precisar, que esta etapa de vida, nos

enseñó a convivir, a compartir experiencias e inicialmente a

74

proyectar una nueva generación que tuviera como fin común, el

desplegar nuestras alas y aprendiendo a volar, encontrar nuevos

horizontes que nos permitieran ser diferentes, siempre en

superación constante y en servicio por los demás.

DESARROLLO PROFESIONAL

Después, y con todo ese bagaje oportunamente acumulado, al

tener la oportunidad de ingresar a la Facultad de Derecho, seguir

entendiendo que la obtención de la justicia: es un camino lleno de

abrojos y de sinsabores, sobre todo cuando el que la pide, no tiene

los recursos para allanar este camino, por lo tanto la idea de ser

jurisdicente, impulsaba, dentro de la cultura del esfuerzo, a seguir

obteniendo el conocimiento que nos llevara en un futuro

ineludible, lo mismo que a Ulpiano, a encontrar el camino para:

“dar a cada quién lo que se merece”.

Encontrar en estas aulas de nuestra Alma Mater a nuestros pares,

es común, por ello cual “Quijotes” con: Francisco Gallo

González, Gregorio Cisneros Rancho, Francisco Morales Bautista,

Jorge Reyes Bravo entre otros, se inicia en el ejercicio del

patrocinio la defensa de los desprotegidos, siendo el Ejido de

Santa María Alpuyeca en el Estado de Morelos, donde nuestros

“pininos” como asesores y defensores de los ejidatarios nos llevan

a recuperar para ellos el Balneario Palo Bolero, mismo que

detentaban abusivamente un grupo de particulares para su

beneficio y no para la comunidad.

Este primer encuentro con los herederos de Zapata, nos deja de

manera gratuita, que el poderoso enderece sus baterías en nuestra

contra y en contubernio con las autoridades, obstaculizar nuestro

trabajo de Defensoría a favor de los ejidatarios y posteriormente

perseguidos sin razón legal alguna, bueno, finalmente los

ejidatarios no nos pagaron, pero como nos divertimos.

75

LA POLÍTICA Ya en el último año de la carrera, la vida me dio la

oportunidad de intervenir en la vida política y administrativa de

mi “tierra bendita” y con el apoyo de en aquel entonces de un

grupo de aguerridas mujeres conocidas como “Las Adelitas”,

comandadas por doña Ignacia Hernández de Canto, integro la

Planilla para el Ayuntamiento 1976-1978, en mi calidad de Juez

Menor Municipal, cargo que resultó estratégico para conocer

meridianamente la situación que guardaba la Propiedad Privada y

Ejidal en su conjunto así como la integración del Territorio

Municipal Chimalhuaquense.

Es aquí donde, de manera más directa, nos enteramos de cómo lo

nativos de nuestra tierra, enfrentan la defensa de sus terrenos que

en renglones arriba hemos citado y que son producto de la

desecación del Lago de Texcoco, inclusive el conflicto de Límites

con los municipios colindantes: así como la “definición de las

dotaciones de terrenos ejidales”, problemas estos que con el

tiempo se convirtieron en rezagos históricos, debido a la pugna de

intereses entre diversos actores de nuestro Municipio.

Debo mencionar que al igual que el suscrito, un ilustre

Chimalhuaquense nacido en el Barrio de San Agustín, en

76

comunión de metas y propósitos, también se ocupaba de

plantearnos la solución de los problemas que ya se generaban con

el crecimiento desmedido de la población en nuestro Municipio,

ello porque Ciudad Netzahualcóyotl ya no tenía para donde

crecer, y expulsaba hacia el municipio más cercano a toda esa

gente con la expectativa de generarse un patrimonio en donde

vivir, y sí, ese lugar fue Chimalhuacán.

Este crecimiento fue motivo de agudizarse el problema que se

refería a la Tenencia Legal de los citados predios que el Lago

dejó, cuando la Federación desde que pone en marcha un

programa de recuperación del Lago y con el proyecto propuesto

por el Dr. Nabor Carrillo, el Plan Lago Texcoco ya definía las

superficies a afectar, todo ello en razón del contenido del Artículo

27 Constitucional, que propicia enfrentamientos con quienes, en

razón de sus títulos y en el ejercicio del “Ius Abutendi”, decidían

fraccionar sus terrenos para ofertarlos a quienes ya no cabían en

los municipios aledaños, principalmente Netzahualcóyotl y el

propio Distrito Federal.

Se ha dicho que este ilustre nacido en el Barrio de San Agustín

Atlapulco, por corresponderle ser el primer edil en el periodo

1979-1981, le toca enfrentar esta problemática que amenazaba

inclusive dividir y partir en dos a nuestro municipio, fueron sus

esfuerzos y sus convenios con el Gobierno del Estado que hicieron

posible, terminara su gestión promoviendo la seguridad jurídica

que se necesitaba para resguardo de los derechos de propiedad de

los diversos grupos de pequeños propietarios de los multicitados

terrenos del Ex lago.

Viene a mi mente en este instante lo presenciado, por el suscrito,

en una reunión en la que el insigne Natalio Vázquez Pallares le

narraba a Leopoldo Sánchez Celis, los pormenores de su

actuación como Delegado del Partido Revolucionario Institucional

en Veracruz a propósito de tiempos electorales para renovar

Ayuntamientos y le ilustraba como se fue haciendo la selección de

aspirantes a alcaldes y es que después de entrevistar a un

sinnúmero de pretendientes al cargo y teniendo como respuesta, a

la pregunta ¿Usted quiere ser Presidente Municipal?: mire Usted

77

señor Delegado, si el partido me distingue y la ciudadanía lo

aprueba, el voto del ciudadano haría que yo fuera presidente… y

así en esta generalidad fue obteniendo este tipo de respuesta; ya

cansado de tanta entrevista y no haber encontrado al aspirante

adecuado, le quedaba uno por entrevistar, ya un tanto fastidiado

por lo meloso y lo estudiado de las respuestas obtenidas, le dice

al último de los aspirantes: “haber Usted, quiere ser presidente

municipal de su pueblo? Y el interpelado le contesta; “¡¡¡¡Un

chingo señor Delegado!!!” …bueno pues Usted es el candidato.

Ello, porque al suscrito, le llega a ocurrir circunstancia parecida y

es que cuando aspiro a ser Presidente Municipal de esta “tierra

bendita”, también lo fue con ese sentimiento que embargó al

último de los entrevistados de Natalio Vázquez Pallares, ¡sí!, la

vida me dio la oportunidad de ser Presidente Municipal de

Chimalhuacán, en el periodo 1982-1984, obvio con la anuencia y

el respaldo del Partido Revolucionario Institucional, distinción

ésta que, como se ha dejado asentado, cualquier Chimalhuaquense

quisiera tener, y es que esta oportunidad se me hizo importante y

se realiza con ello el proyecto que, desde la escuela

Netzahualcóyotl, hice mío.

Debo precisar que es en esta gestión cuando el decreto que

desincorpora los terrenos del Ex lago de Texcoco, del dominio que

constitucionalmente le otorgo a la federación, y al entregarlos al

Gobierno del Estado de México, oportunamente se aprueba en

coordinación con el Gobierno del estado encabezado por Don

Alfredo del Mazo González, el Primer Plan Parcial de Desarrollo

Urbano para Chimalhuacán, mismo que sirvió de base para

diseñar y controlar el crecimiento irregular y así iniciar con

orden, una nueva etapa en la vida de este Municipio, que llegó

registrar el más alto índice de crecimiento poblacional debido a la

llegada a este territorio de muchos mexicanos que creyeron que

Chimalhuacán seria su segunda patria.

Esta experiencia que marcó mi vida, siempre fue con el

acompañamiento de generosos Chimalhuaquenses que

comprometidos con su propia historia, en su momento fungen

como directores, jefes de departamento y comedidos integrantes de

ese Histórico Cabildo y dejan huella a su paso al frente de estas

78

responsabilidades, lograr que el Problema de la Administración

del agua dejara de ser coto y botín de unos cuantos y convertirse

en un organismo descentralizado, hizo que se construyera una

administración de este preciado elemento para bienestar de los

que ya estábamos y proporcionar una mejor expectativa a los que

después llegaron.

Encontrar como respuesta a la Seguridad Social y proponer desde

aquel entonces la seguridad de los trabajadores del Municipio,

hizo que se construyera la Delegación del SUTEyM, instancia que

a la fecha distingue a muchos trabajadores al servicio del

Municipio y que se reitera da seguridad y beneficio de quienes

deciden su disponibilidad por trabajar en esta Institución llamada

H. Ayuntamiento de Chimalhuacán.

Se ha dicho de la pugna histórica por delimitar frente a otros

municipios el territorio de Chimalhuacán, sin olvidar las

diferentes mutilaciones que sufrió nuestra tierra bendita y así

conformar los territorios de municipios aledaños, desde ese

entonces y por acuerdo de cabildo, se manifestó la inconformidad

con los límites territoriales municipales, ya que estas mutilaciones

en todos los casos se hicieron de manera unilateral por los

gobiernos estatales en turno, así quedo expresado y así quedo

registrado en los contenidos de los acuerdo de cabildo

correspondientes a esa época.

Muchas otras actuaciones nos distinguen a los integrantes de ese

cabildo, sin embargo, consideró que las descritas son rectores y

permitieron el despegue de Chimalhuacán, hacia una

supervivencia que se hiciera notar frente al concierto de los demás

Municipios del Estado de México, y por ello estamos orgullosos de

nuestra memoria y de nuestra historia, ya en otro momento,

habremos de ampliar la narrativa de otras experiencias, que como

se ha dicho nos hicieron “ser gente” y con ello frente a nuevas

generaciones quedar humildemente en el escrutinio y juicio que se

solicita se generoso por parte de esa gente nueva, que

seguramente también ama a Chimalhuacán.

Protesto lo necesario. Lic. Eladio Martínez Galicia.

79

80

EL JOSÉ LUIS osé Luis pertenece a la llamada tercera generación del

TIDEES. Sumamente fuerte, jugaba de defensa; tenía unas

pantorrillas enormes; me contó que en un clásico de futbol

americano Poli-Universidad, allá por los años setentas,

presentaron a los veteranos de ambos equipos, el cronista al

nombrarlos mencionó a su papá, pero como difunto, rodaron

algunas lágrimas en sus ojos -de su papá- al escucharlo, dice que

de don Rubén heredó las pantorrillas.

Relato de JOSE LUIS VARGAS

MURILLO

Agradezco a los fundadores del

club de futbol TIDEES por

tomarme en cuenta como integrante

de este equipo de tradición, mismo

que generó muchos sentimientos

encontrados en la liga de futbol de

Chimalhuacán; muchos quisieron

pertenecer a este grupo pero pocos

lo lograron, me parece que generó:

envidia, enojo y temor al

enfrentarlo deportivamente. Era un equipo bien formado, que no

era aguerrido sino que tenía algo que los sacaba a flote: la

amistad y camaradería que tenían dentro y fuera de la cancha.

Empiezo por decirles que llegué a este equipo, en lo que puede

considerarse como la tercera generación, invitado por el

Marranito, no tuve la fortuna de jugar con todos los fundadores

del TIDEES, pero si con la mayoría y allí encontré amistad y

aceptación. Con honestidad puedo decirles que no quería al

equipo y que cuando jugaba en contra de ellos le echaba muchas

ganas para derrotarlo, como cuando pertenecía al equipo

“Internacional”, equipo del “tachuela”, se buscaba el triunfo no

por los puntos, sino por orgullo; los partidos entre nosotros

sacaban chispas. Recuerdo que después de cada partido había

convivencia en la casa club que tenían en una casa en obra negra

en la avenida Netzahualcóyotl, a un costado de la iglesia, otras

J

81

veces en el restaurante de la “Casa Alonso”; también organizaban

posadas cada fin de año y había reuniones familiares. Algo de lo

que me siento orgulloso es que allí logré tener amistades reales

que a la fecha conservo; con el tiempo los fundadores del equipo

fueron retirándose por motivos personales, yo tuve la fortuna de

darle continuidad al equipo con el apoyo de dos personas que

siempre estuvieron al pendiente del nombre del equipo: el Quino y

el Pointer (qepd) que me respaldaron cuando todos los iniciadores

se fueron; siempre me he sentido orgulloso de esta tarea.

Maco, Isabel (su esposa), Marco jr., José Luis y Cachona

Cuando se puso de moda el futbol rápido formé dos equipos de

futbol, uno femenil y otro varonil con el nombre TIDEES y los

inscribí en la liga de San miguel, con el primero salimos

subcampeones de liga y con el segundo no hubo mucha suerte.

82

Más adelante formé un equipo de veteranos donde invité a varios

jugadores fundadores del club, quienes por sus ocupaciones

personales no aceptaron, si lo hicieron el Quino y el Pointer, más

adelante se integró el Julio que se hizo cargo del equipo más

adelante, se dice que le cambió el nombre a TIDEESSUTEYM.

Cuando desapareció el equipo de veteranos con consentimiento

del Quino les puse nuestro nombre, mismo que he defendido a

“capa y espada”, tal es el caso de una persona de Xochiaca que

usó el nombre y al reclamarle me dijo que había jugado varios

partidos con el equipo original, además le gustaba el nombre; lo

presioné de tal manera que terminó quitándole el nombre a su

equipo. Actualmente tengo un equipo de futbol rápido con el

nombre y me parece que es una forma de mantener vigente el

nombre, ya que, desde mi punto de vista, nadie de los fundadores

se ha interesado de saber que pasa o ha pasado con el nombre, lo

que yo hago es para que los jóvenes que escuchen: TIDEES sepan

la historia y trayectoria de este equipo en la liga regional y en la

liga de futbol rápido.

Reitero mi agradecimiento a quienes me hicieron la invitación

para exponer algo de lo que viví en este equipo, que fueron

siempre cosas agradables y paradójicamente de no querer al club,

pasé a sentirme orgulloso de ser parte de él, formar parte de su

historia y que le he dado continuidad a la existencia del club de

futbol TIDEES.

83

Marcos, Julio Alonso (+) -hermano de Maco-, Zenón y Maco

84

EL MARRANITO al como el mismo se describe: fue un vago, bueno para el

futbol y siempre bailarín, con la característica de todo

miembro del equipo: amor por la vida, por la amistad y por

la familia. Su legado, vivir con intensidad.

Relato de ARTURO SÁNCHEZ BUENDÍA

Mi historia es algo corta donde

incluyo lo más relevante de mi vida.

Considero que mi infancia fue muy

bonita. Asistí a la Escuela José María

Morelos y Pavón y a los ocho años

hice mi primera comunión, en esa

edad pertenecí al coro de la parroquia

de Santo Domingo de Guzmán. Siendo

niño fui vago, me encantaba ir a las

fiestas de los barrios, a la “gorrita

café”, esto me trajo muchas llamadas

de atención por parte de mis padres.

Soy originario de Chimalhuacán, mis padres: Félix Sánchez

Gálvez y Enedina Buendía García; mis hermanos: Estela, Rafael,

Eliseo, el Padre, el Cachona, Concha, Felipe e Hilda. Cuando era

niño sucedió un hecho que tengo gravado, fue cuando las tropas

entraron al pueblo, porque había problemas políticos internos en

el municipio, entonces estudiaba en la secundaria y las cosas, de

verdad, se pusieron del “cocol”. En la parte positiva puedo decir

que lo que más me gustaba era salir en los bailables, como el día

de la primavera o con motivo de la navidad, pero por sobre todo

bailar el Jarabe Tapatío el 15 de Septiembre, ¿Los maestros? Eran

muy sensibles, nos pegaban por cualquier cosa.

MI ADOLESCENCIA

A mis 16 años fui con amigos, ya mayores, a Ciudad

Netzahualcóyotl, los cabrones con los que iba, nos dejaron a otro

amigo y a mí, eran como a las 11 de la noche, nos regresamos

solos con todos los riesgos que esto conlleva, no pasó nada, sólo la

“chinga” que me pusieron mis padres. En una de esas excusiones,

en un baile, en “Xochiaquita la bella” [barrio de Chimalhuacán]

T

85

conocí a una muchacha a la que hice mi novia: bonita, agradable

y con una sonrisa cautivadora, en pocas palabras, linda en todos

los aspectos; el problema es que era de Tlalnepantla y nunca más

la volví a ver, fue algo triste y decepcionante. En aquel entonces

no trabajaba, sólo ayudaba en el negocio de mis padres, ayudaba

en la atención de su carnicería, éste oficio, el de carnicero, lo

aprendí. En alguna ocasión en la secundaria, la directora, la

madre Blanca nos sorprendió robándonos la fruta de unos árboles

que cuidaban mucho, como castigo nos pasó salón por salón,

diciendo a todos que se cuidaran ya que éramos unos rateros, fue

algo realmente vergonzoso.

EL TIDEES DE MIS AMORES

El primer equipo con el que jugué fue con el San Abul, también

conocido como Tampico, de los amigos unos jugaban en este

equipo y otros en el Leon A; mi mejor amigo desde entonces era el

Quino, ya que nos entendíamos bien dentro y fuera de la cancha;

fue en ese tiempo que conocí a una mujer maravillosa, a mi novia,

conocida como “Lulu”, que actualmente es mi esposa. Las mejores

jugadas en el equipo fueron con el Chucho, yo le ponía los pases y

el anotaba los goles y el terminar invictos fue algo realmente

satisfactorio.Haber jugado en el equipo significó mucho para mí,

el hecho de convivir con mis amigos y al mismo tiempo con mi

familia.

Como dije ante,s me casé con Ana María de jesús Valentino y

tuvimos seis hijos: Luis arturo, Mónica araceli, Maribel, Israel,

Ulises y Dulce maría. Lo que más me gusta de mi pueblo es el

tradicional Carnaval, su baile lo practico desde los ocho años y mi

comparsa siempre fue: Las Calaveras.

A todos mis amigos gracias y les deseo lo mejor.

86

EL MARCOS l Marcos pertenece a la segunda generación; algunos

fundadores se retiraron de la actividad deportiva o habían

emigrado a otros equipos y él ocupó ese espacio. No tuvo

una participación significativa en los eventos de tipo social

o cultural pero sí en lo deportivo.

Relato de: MARCOS CEDILLO CASTILLO

Nací en el barrio de San

Pablo en el municipio de

Chimalhuacán el 25 de abril

de 1953, por razones

desconocidas mi registro

aparece con el año de

1954.Nací en una familia

humilde, muy humilde;

éramos cuatro hermanos y les

comento que a veces no

teníamos ni para comer,

nuestra dieta diaria: frijoles,

que calificábamos como

manjar y siempre: tortillas

con sal.

Nuestra vestimenta: La que nos regalaran los vecinos o, de otro

modo, encuerados, sólo con calzón; en cuanto al calzado: siempre

andábamos descalzos; en el vecindario el que tenía zapatos era

considerado de dinero, el de huaraches, de clase media y nosotros

de la clase baja. De cualquier modo era muy feliz y esto me lo

proporcionaba el juego con mis amigos, con los que normalmente

jugábamos al “Tarzán”, ya que donde yo vivía había un terreno

con muchos árboles a los que les colgaban muchas ramas y de

ellas nos colgábamos para pasar de uno a otro, esto era todos los

días, por eso repito muy seguido: qué tiempos aquellos señor don

Simón.

Cursé mi primaria en la escuela oficial José María Morelos y

Pavón y la terminé con buenas calificaciones; después me

E

87

inscribieron en la ESFIR [Escuela Secundaria Ignacio Ramírez, de

Texcoco], allí aprendí muchas cosas entre ellas: El futbol;

continuamente salíamos a competir con otras escuelas de la región

y hasta la capital en Toluca donde quedamos en segundo lugar.

Comencé a practicar el futbol en el barrio con el equipo Puebla de

tercera división, donde jugaba una persona que se la pasaba

dando gritos y al cual le tenía pavor, nunca jugué a gusto por ese

hecho. Entré al equipo Monterrey de primera división del mismo

barrio, mi posición era medio izquierdo y destaque con ellos en 5

o 7 temporadas; otro equipo donde jugué fue en el Tiburón B

durante 4 o 5 temporadas, me salí porque me reemplazaron por

otro jugador y me fui al Tiburón A y después al tiburón C. Se me

hizo la invitación para jugar en el TIDEES y acepté, llegué a un

equipo que estaba en la segunda división y era conocido por todos

como burgués, después jugué en el Tampico del mismo barrio, de

éste regresé al equipo Monterrey, donde terminé como jugador

reconocido y por último terminé jugando en equipos de veteranos.

Ésta es la historia de un burgués que no sabía que lo era. Qué

lindo fue todo esto y si se pudiera lo volvería hacer.

- Hijos de los TIDEES

88

EL CHEPO on el Chepo se termina lo que podríamos llamar la primera

generación. Su carácter jovial y puntilloso señalaba, de

manera muy marcada, las exageraciones de los demás,

como cuando platicaba sobre la pintora Rosa Valverde,

amiga del grupo, quien fue a radicar a Alemania y cuando

regresó, tres años después, el la imitaba: <<¿Cómo se llaman esos

granos de color café que se comen después del guisado?>>.Hoy

es Doctor investigador Universidad Pedagógica Nacional, Unidad

Campeche.

Su legado es el amor y la entrega al

conocimiento, no desmiente a quien dice que

la persona inteligente se conoce por la

precisión y la síntesis en la expresión o la que

afirma que la irreverencia es sinónimo de

inteligencia, es todo esto y mucho más.

Relato de JOSE LUIS CANTO RAMIREZ

CHIMALHUACÁN: OTRAS MIRADAS, OTRAS VOCES

AYER - HOY

Lo que aquí se encuentra escrito es producto

de lo que la memoria me proporciona, si

falta algo, el chimalhuacanense que lea esto,

o cualquier lector que lo conozca, tendrá la

posibilidad de agregar o de quitar. Más

bien, es el relato pensado y escrito de cómo

vi y cómo viví una etapa de mi vida en este

pueblo.

CHIMALHUACÁN, ¿CÓMO ESTÁS?

Con los efectos que la distancia genera, producto de la nostalgia

de haber vivido en ti y contigo durante aproximadamente 22 años;

la perspectiva y la impresión que hoy a 24 años aproximadamente

de haberme autoexiliado de Chimalhuacán,- para buscar un

desarrollo personal y profesional;- desde un lugar como

Campeche, situado a por lo menos 1300 kilómetros de distancia-;

C

89

los ojos y los lentes con los que veo la realidad de este pueblo; la

puedo expresar de esta manera:

Chimalhuacán, eres un pueblo cercano a la capital, -28 kilómetros

te separan del principal zócalo del país- y actualmente formas

parte de lo que hoy se considera la zona metropolitana de la

Ciudad de México; o bien el Valle de México.

Hoy, formas parte de ese gran monstruo urbano que constante y

diariamente está lleno de polvo, contaminación y de problemas;

una vista aérea, digamos que una radiografía de ti, nos dice que

demográfica y lentamente caminas y quieres comerte y

desaparecer el cerro del "Chimalhuachi"; otrora, lugar de idas de

pinta y de aventuras cuando yo era niño.

Hoy, enero de 1998 (fue escrito en ese tiempo) me encuentro ante

ti, te observo y te veo, das la impresión de que el tiempo y la

modernidad fueron implacables contigo. Todo indica que la

cercanía con la capital del país en lugar de hacerte un bien, te

dañó, pues los conceptos de modernidad y de desarrollo; por lo

tanto de avance y de progreso se amalgamaron y se fundieron

para estar, en un lugar como éste, de una manera caótica.

Chimalhuacán, ya no eres ni la décima parte de lo que vimos

cuando te conocí, -en enero de 1959, cuando apenas tenía 5 ó 6

años de edad-, en ti experimenté en ese tiempo, vivencias,

sensaciones y emociones, que hoy puedo expresar, tales como: tu

olor a tierra, a tierra mojada cuando llovía; la oscuridad de tus

calles pues no tenías ni luz ni pavimento, tu ambiente con olor a

pueblo, con el olor a humo de cocina, de cocina "jodida" que por

dondequiera que uno pasaba se antojaban las tortillas que las

señoras en sus casas humildes, torteaban.

Hoy la modernidad no solamente te alcanzó, sino que llegó a ti, te

rebasó y te aplastó, quitándote la esencia de pueblo, de pueblo

campirano; donde seguramente la modernidad y el progreso

estaban ausentes, pero la tranquilidad estaba presente.

90

Te veo transformado, despides, caos, desorden urbano y familiar,

hacinamiento y promiscuidad; por lo tanto, la agresividad urbana

producto del contagio citadino que te cubre y te rodea; así como la

violencia social en general, y el pandillerismo en particular, te

transformaron y te convirtieron en un Chimalhuacán bravo,

“broncudo” e irritable; basta con hojear los periódicos

nacionales, específicamente su nota roja y casi a diario hablan de

ti. No se te ve para nada higiénico y saludable; es decir,

difícilmente podría señalar que transmites a tu población salud

mental.

Paradójicamente, hoy estás lleno de gente extraña, con costumbres

también extrañas. Ajenas a ti, que ha llegado de diversos puntos

del país a encontrar una posibilidad y una oportunidad de

sobrevivir; quizá pensando que lo logrará automáticamente con la

sola cercanía de Chimalhuacán con la gran ciudad de México.

¿LA IDENTIDAD DE PUEBLO?

En este trance, se perdió y tal vez nunca se recupere la

sensibilidad de saber dónde inicia un barrio y dónde culmina.

Hoy, parece ser que todo en su conjunto, es un solo barrio y de un

solo color: gris cemento. Si desde siempre fuiste vecino de Ciudad

Netzahualcóyotl, hoy eres solamente la extensión de ésta, da la

impresión que te tragó.

Se perdió esa vida comunitaria para las actividades cotidianas del

pueblo; en donde a casi todos conocías y casi todos te conocían; y

las muestras las puedo encontrar en cualquiera de los momentos

de la cotidianidad de ese tiempo.

Así por ejemplo, estando en pleno centro del Distrito Federal,

concretamente de la terminal de Autobuses -en La Soledad o en

La Merced- subirse a un camión de pasajeros con rumbo a

Chimalhuacán que dijera Loma Directo, era encontrarse con

todos los conocidos y vecinos de cualquiera de los barrios en ese

trayecto que duraba casi una hora o más.

El tiempo transcurría conversando con los pasajeros conocidos, se

enteraba uno de la vida diaria, cotidiana y hasta íntima y personal

91

de las familias que integraban los barrios; quiénes tenían

problemas económicos, quiénes tenían problemas familiares; en

ese trayecto también los pasajeros fuimos testigos, de iniciación de

romances, de ligues nuevos, comentados, muy comentados,

reencontrados y reconstruidos y que posteriormente terminaron en

matrimonios y/o en divorcios, según les haya ido.

Así, con más detalles: los que se sentaban hasta atrás del autobús,

sobre todo de las 6 de la tarde en adelante, casi siempre eran las

parejas; en esos trayectos se hacían negocios; se establecían

acuerdos, se iniciaban amistades; se propiciaban compadrazgos se

planeaban escapadas al cine con la amiga, con el amigo; con el

vecino etc.; era una verdadera sociología en contubernio, de la

vida cotidiana.

Paulatinamente a medida que ha pasado el tiempo, esto también se

fue transformando; pues no solo se acrecentó el número de la

población; sino también los modos de transportarse; hoy, subirse

a un camión de esos, es porque verdaderamente se tienen ganas de

perder el tiempo; hoy lo moderno, lo actual es transportarse en

combis, peseros o taxis; para finalmente culminar con el tren

férreo y el metro, o bien a la inversa, y por supuesto, no se conoce

a nadie.

¿Qué pasó con esa vida pueblerina que tanto caracterizó a la

niñez y juventud de esa época? ¿Qué sucedió? ¿Dónde quedaron

tus barrios?

En donde a los niños, nos daba lo mismo ir ya sea en camión

"chimeco", o atrás colgado de las escaleras, oliendo el humo de su

gran tubo de escape junto a ellas; de "mosquita" desde Santa

María, hasta San Lorenzo, o de regreso sin importar el día ni la

hora, pues daba lo mismo ir en el día que en la noche, aun cuando

fuera en plena oscuridad. O también, regresarse caminando

solamente con la compañía de los perros y sus ladridos; por las

oscuras y en ocasiones empedradas y frías calles, accidentadas

por los hoyos que los propios camiones propiciaban, junto con la

lluvia y la tierra que bajaba del cerro el "Chimalhuachi".

92

¿POR QUÉ SE LOS TRAGÓ LA MODERNIDAD?

Voy a tratar de explicarlo, visto ahora desde los ojos de un

autoexiliado, de andar otros rumbos y en otros lares; pero con el

pensamiento y la memoria fija en un lugar, en donde además de

estar una parte de mis familiares; también es el lugar que me

despertó la conciencia a los momentos adversos que la vida

depara a cualquier ser humano.

Por lo que habría que empezar por hacer un recuento de cuáles

fueron las cosas que aprendí de este pueblo campirano que a pesar

de tener adversidades, algunas naturales y otras provocadas

(como la sequía del Lago de Texcoco) y que a su vez provocaron

un comportamiento socio laboral y cultural en el habitante

Chimalhuacanense, también tiene (o tenía) sus bondades. Así, te

recordamos con todos los barrios con los que rodeabas el cerro

"El Chimalhuachi".

CHIMALHUACÁN AYER

Para llegar a ti, -existe una distancia aproximada de 28

kilómetros- llegando desde la capital del país, del centro, o de

México como decíamos en ese entonces; al llegar a Piedras

Negras iniciabas por la colonia Guadalupe; seguía Santa María

Nativitas; luego está Chimalhuacán (la cabecera); después el

barrio de San Pedro; enseguida, el de San Pablo; más adelante el

de San Juan; avanzando, el de Xochitenco; después el de

Xochiaca; luego San Lorenzo; después, San Agustín; luego San

Sebastián y por último, La Magdalena. Todos se comunicaban por

un sólo camino más o menos circular; lo cual implicaba que al

llegar a este punto, uno se encontraba nuevamente en la carretera

México -Texcoco.

LA INFANCIA (1959-1966)

La infancia se dio en dos escenarios principalmente: con los

amigos de la cuadra o del barrio y en la escuela. En el lugar

donde vivía, siempre fue un barrio bravo, pues vivir junto o

enfrente a Los Canillas, -eran palabras mayores, digamos que era

ser un habitante VIP (se pronuncia viaipi) de grandes ligas-.

93

Así se le conoce a esa familia numerosa que ocupa por lo menos

una gran extensión de terreno de una cuadra, que vive en contra

esquina de la casa señalada con el número 45 de la calle

Venustiano Carranza.

En esa zona, ellos, eran prácticamente los que manejaban la vida y

controlaban casi el destino de quienes así lo habían decidido. Es

decir, de ellos, dependía lo que tenía o debía de hacerse con

relación a las cuestiones sociales y religiosas; fiestas,

peregrinaciones, procesiones, veladas, posadas, etc., digamos que

eran o son el prototipo de una familia extendida, nunca jamás una

familia nuclear, en donde se podía aplicar la frase aquélla de los

tres mosqueteros: uno para todos, y todos para uno, aglutinación

total.

Eran capaces de pelearse con el más plantado de la comarca,

hasta llegar incluso hasta la muerte. Vivíamos entonces, los Canto

Ramírez, en el barrio de ellos. Vivir, o mejor dicho, convivir con

los hijos de Don Juan, Don Alejo, Don Higinio; Don Roberto, fue

casi siempre una odisea, pues no eran bien vistos; a pesar de que

los aceptaban, por la gran parte de los demás vecinos que

circundaban la zona.

Por su parte, Doña Lolita mi madre, oriunda de San Francisco del

Rincón, Gto. - que por cierto en marzo del '96 conocí ese lugar,

muy bonito-. En la zona donde vivíamos era aceptada e

identificada como una mujer buena sumisa y abnegada, que sabía

cocinar muy sabroso y que con sus tres varones -Arturo, José Luis

y Víctor- y sus dos hijas - Alicia y Gloria- era una de las tantas

madres analfabetas, que proliferaban en esa época y cuyo esposo

Don Gabriel, mi padre, con una escolaridad de apenas cuarto año

de primaria, contrastaba con su carácter autoritario, rígido, agrio,

gruñón, prototipo del macho mexicano, -aunque creo que

correspondía a las características de los papás de esa época-. Por

cierto tenía un oficio muy interesante, trabajaba como ebanista en

la preparación de escenarios donde se filmaban las películas

mexicanas y algunas extranjeras. Se tomó muchas fotos con

artistas famosos, luego nos las mostraba y comentábamos detalles.

94

LA ESCUELA NETZAHUALCÓYOTL

Era una escuela primaria-secundaria mixta, particular, católica;

es decir, asistíamos a ella, niños y niñas. Esta infancia, estuvo

perrona, (me gustaría volver a vivirla), es decir, llena de

emociones sobresaltos, novedades, accidentes leves,

característicos de los niños, travesuras, unas temerarias, otras no

tanto, aprendizajes, errores, aciertos, juegos, alegrías, tristezas,

partidos de futbol jugados con pelotas que costaban $ 1.50 de

aquéllos, que sí valían, realizados a la salida de la escuela cuando

estaba en la primaria.

O bien, a altas horas de la noche en el atrio de la Iglesia de Santo

Domingo de Guzmán cuando estaba en la secundaria; vivencias en

la escuela Netzahualcóyotl en donde me enseñaban puras madres;

aclaro, es decir religiosas de la orden de las Carmelitas

Descalzas, pues además de que nos enseñaban religión y

catecismo, tenían otras cualidades, algunas estaban grotescas,

digamos que feas, -sí, feas con f de foco fundido y subrayado con

rojo-, y otras, estaban guapas, de todas maneras causaban temor y

miedo, con su peculiar forma de vestirse y de entender la

educación y la enseñanza.

En donde los actos protocolarios como los festivales

característicos del ciclo escolar; así como los relacionados con los

símbolos y fiestas patrias; además de los que tienen que ver con la

vida en la escuela; hacían que aceptáramos, aunque no

entendiéramos, lo que se vivía en esa época en la escuela.

Aunque en particular, ya estando en la preparatoria y trabajando

al mismo tiempo, logré entender lo que a continuación explicamos.

Por ejemplo: desfilar, un 5 de mayo o el 16 de septiembre

característicos desfiles de cualquier pueblo; era una hazaña,

solamente superada por los Niños Héroes; porque se daba toda

una competencia; generada por las propias monjas con las demás

escuelas de cada uno de los barrios que componen el municipio de

Chimalhuacán; y que por lo mismo se propiciaba una rivalidad; se

manifestaba en los concursos de conocimientos, así como en los

eventos deportivos de cualquier tipo.

95

Recuerdo que asistir entonces a la escuela de las madres; no era

asistir a cualquier escuela; era estar en ¡una buena escuela! según

la madre Blanca – aunque creo que se emocionaba, directora de

ese entonces- y esto, nos lo trasmitían, como se dice comúnmente:

entre pecho espalda y oreja todos los días antes de entrar a los

salones, al estar formados y más bien uniformados con los

característicos colores azul marino, rojo y blanco; de ahí el mote

de diablos rojos de las monjas, bien ganado por cierto, ese

uniforme que orgullosamente decían que portábamos, era el

disfraz pues; con el que los alumnos de las otras escuelas nos

identificaban.

¿Pero, cómo un diablo en una escuela? donde no se podía

mencionar esa palabra porque se enojaba Dios. Y si por el otro

lado, el lado opositor, estaban los de la escuela oficial, casi los

herejes; -uffff!!!!, qué conflicto!!!!-, en esa escuela iban los que no

tenían para pagar. ¡N'ombre cómo íbamos a ir a esa escuela ni lo

mande Dios!

Mientras, en la terraza de la escuela, antes y después de rezar; con

el correspondiente sermón diario a cargo de la ilustre madre

Blanca, nos machacaba y aburría con obviedades, ahora las veo

así, nos embarraba en la cara, los problemas porque: no dimos la

cooperación para el agua, el cine, no fuimos a las excursiones a

los balnearios del estado de Morelos; los uniformes, los libros, los

concursos de conocimientos, la disciplina interna de cada salón,

las asistencias, los retardos, las ausencias, las tareas, las

enfermedades, los logros, -uff, con razón todo mundo detesta la

primaria-, es decir, la escuela no es como la pintan, es peor.

Destacaba también, las idas de pinta de algunos de los alumnos

más atrevidos.

Por lo general, eran los más grandes; las fiestas religiosas que se

avecinaban, los preparativos para los bailables en los festivales de

fin de cursos, de cumpleaños del Ilustrísimo Señor Don Luis

Legorreta, (después me enteré que era uno de los dueños de

Banamex), benefactor, patrono y casi dueño de la escuela; así

como también del cura del pueblo: el padre Chucho. Tío de

Barajas, -éste, gran cuate por cierto-.

96

En donde las preferencias discriminatorias de estas madres hacia

los alumnos; eran personales y familiares, a determinados

alumnos estaban presentes; así, recordamos a la madre Blanca, su

voz y la de su séquito (las madres: María, Elvira inolvidable por

su carácter, -era como Kalimán, implacable con los alumnos; la

madre Filomena inolvidable por su aspecto grotesco, Adelina,

Ludivina, Ana Evangelina, Gonzalina, etc.).

Cuando se dirigía a las niñas Rico; los niños Alonso; los niños

Reynoso de Xochitenco; los niños Escalona de San Lorenzo; los

niños Palacios de San Pedro; las Gutiérrez de la Cabecera; los

niños Gómez de la colonia Guadalupe; los niños Valverde de San

Pablo y que ahora viven en San Pedro; los niños Gavilanes de la

carretera; los niños Canto, o sea mis primos y nosotros, entre ellos

yo, de la Cabecera; las niñas Reyes de Xochitenco; ahora

emparentados éstos dos últimos; a través del matrimonio de

Julieta Reyes con Víctor Canto; los niños Corona; las niñas

Buendía de la Cabecera; y los niños Buendía y Rodríguez de Santa

María; se nos escapan muchos más; pero éstos eran la

representación típica, de alguna manera deseada, del perfil de

alumnos que las madres preferirían tener entre sus aulas; es decir,

puros alumnos sumisos, obedientes, robots memorizadores y

reproductores del conocimiento. ¡Vaya, vaya educación!

Había otros que por su rebeldía también destacaban; como los

Primavera, los Coria, los Barrera, los Gálvez; éstos sí que les

dieron guerra a las monjas, creo que las canas verdes, surgieron

en estos conflictos, tanto en primaria como en secundaria.

Donde la manera de entender los premios y las calificaciones, en

ese entonces no era tan fácil; hoy después de haberlo vivido se

entiende lo que ellas pretendían; o más bien lo que se pensaba, por

ejemplo; a la hora de las calificaciones era una verdadera

competencia sólo comparada con los juegos olímpicos, pues sólo

determinados alumnos, por cierto casi siempre los mismos en cada

ciclo escolar, eran los que obtenían no solo las mejores

calificaciones sino también obtenían los mejores premios y

estímulos.

97

Así por ejemplo; el sistema era entregar medallas, de excelencia,

de honor de aplicación de buena conducta; y los mismos sistemas

eran también para las bandas y los diplomas; casi siempre

también eran para los mismos alumnos. Siempre me preguntaba,

¿por qué será que sólo ellos lo logran?; ¿será que no soy capaz de

hacerlo? ¿Será que sólo ellos son inteligentes? ¿Será que yo soy

muy güey y nunca lograré obtener esos premios?, pero estaba

chico, era ingenuo…, tampoco me deprimí…, ni me causó trauma

psicológico…., jaja.

LAS CUESTIONES RELIGIOSAS

Las idas a la Iglesia eran frecuentes, el padre Chucho, sus regaños

sermoneados tanto en el acto mismo de la celebración de la misa,

como después de ella; nos tenía acatarrados es decir, dogmatismo

puro. Y al rato, éste, ya estaba "gorreando" el desayuno, la comida

o la cena como si nada hubiera pasado, en la casa de algunos

profundamente católicos, arrepentidos y sobre todo minutos antes

regañados, lo admiraban tanto, que casi lo confundían con el ser

Supremo, o con Dios.

LAS VIVENCIAS DEL 1966-1968.

Recuerdo esta etapa como un cambio brusco, tanto de la manera

en que nos trataban las monjas, como en la que nos daban las

clases. Después de haber sido un alumno aplicado en la primaria,

(medalla de excelencia en kinder y primero; medalla de aplicación

en cuarto y sexto, medalla de honor en quinto; en sexto, chin!!!,

me robaron la medalla, es decir, se la dieron a otra alumna; o sea

despojo vil.

Fui un alumno travieso muy travieso y terriblemente inquieto en la

secundaria, fase muy tortuosa sobre todo cuando el profesor

nunca supo asumir su responsabilidad como tal; en donde había

maestros tan tediosos como aburridos para dar sus clases: así de

la materia de biología, sólo aprendí a decir monocotiledóneas,

terrible y horrible la monja pa’ dar sus clases; de lo demás ya no

nos pregunten. Por ejemplo el de inglés, en tres años que lo

llevamos, sólo aprendimos a decir tres frases u oraciones muy

desarticuladas: I am, Your are, etc.; o bien: tisisanelephant y de

98

ahí no pasamos, ¡en tres años! Después, tuve que estudiarlo

verdaderamente para poder más o menos aprenderlo.

Al grado de reprobar tres materias en tercero de secundaria:

física, química y matemáticas, con el mismo profesor Manolo y su

pequeña fiera voladora; poco faltó para quedarme a repetir el

año; aquí por supuesto que no obtuve ninguna medalla, ni siquiera

de bronce, vamos, ni de la Virgen de Guadalupe. Estuvo ufff, muy

complicado. Bueno reprobé hasta recreo me ca’i.

Así pasé este periodo, tan rápido como juguetón, tan acalorado

como sudoroso; tan travieso como ingenuo. En ese tiempo, en el

barrio, teníamos fama mis hermanos y yo por ser sumamente

callejeros, las preocupaciones de mi madre, desde luego, que no

eran para menos.

Paralelamente a ello, estaba el mundial de futbol Inglaterra '66,

conocimos a Bobby Charlton, Wembley, etc, por televisión, claro.

Y aunque no teníamos televisión, solo unas cuantas familias en el

pueblo, poseían ese poderosísimo aparato, -bueno hasta la fecha

sigue siendo poderosísimo…, para embrutecer a la población-.

Por el rumbo de la casa, doña Teresa esposa de Don Alejo; nos

cobraba 20 y 50 centavos por ver perder, -perdón, ver jugar a la

Selección Mexicana de futbol, (ya desde esas fechas se decía que

todas las derrotas dejan un aprendizaje significativo, y que lo

importante no era ganar sino competir; sobre todo para la

juventud y para el deporte nacional en vías de desarrollo, o sea

lavadas de cerebro.

Dependiendo del tiempo que permaneciéramos viéndola,

constantemente mis hermanos y yo nos escapábamos a verla

aunque los dueños del aparato no quisieran, o ya tuvieran ganas

de dormir, incluso en más de una ocasión, supuestamente

acostados en el piso intentando ver la televisión, también nosotros

nos quedábamos dormidos; sin saber doña Lola, dónde

exactamente andaban sus hijos.

99

También por esa época se le ocurrió a Don Gabriel, nuestro

padre, la bendita idea de poner una tienda-miscelánea, La

Pequeña, se llamaba.

¡¡¡¡Dónde se le ocurre eso!!!, con eso, nos coartaron nuestra

libertad, para andar en la calle, (peor que en Almoloya), pues

había que atenderla a fuerza; lo cual implicó con mucha

frecuencia, frustraciones ante el hecho de ver a los amigos que se

iban a las fiestas, a las reuniones, a jugar etc., y nosotros a

atender la tienda.

Aquí empezó la experiencia de andar solos y de compras por los

rumbos de la Merced, que ya por esas épocas, se consideraba

peligroso.

En ese tiempo también además, era una obligación aprender a

bailar, para poder asistir al lugar específico que se destinaba para

ir a ver, sí a ver, a los grandes grupos y orquestas de esa época

que con frecuencia llegaban a lo que se denominaba el Palacio

Municipal; con quince o dieciséis años de edad, así conocimos a la

Sonora Santanera, Pérez Prado, Alejando Cardona, Carlos

Campos, La Sonora Veracruz, La Sonora Maracaibo de Los Reyes

la Paz, Los Aragón, El Conjunto Africa, Mike Laure por supuesto,

Chelo y su Conjunto, se me escapan algunos, pero creo que estos

fueron los más representativos.

Paralelamente a ello, con el conflicto estudiantil del ‘68, año en

que terminamos la secundaria, había que pensar en seguir

estudiando, por lo que hicimos trámites correspondientes para

intentar ingresar a la Vocacional de la Ciudadela, que en esos

momentos había pasado ya la tragedia de Tlatelolco y se intentaba

restablecer el orden y la tranquilidad nacional; pues bien, nos

dieron fecha para presentar el correspondiente examen de

admisión y que acudimos a la cita, pero, cual va siendo nuestra

sorpresa que quienes nos debían de vigilar dizque para no copiar

eran nada menos que ¡los soldados del ejército!, casi nos da

diarrea del puro susto.

100

Recordamos que nos pusimos tan nerviosos que sencillamente nos

atarantamos (más aún), a grado tal que no sabíamos qué era lo

que estábamos resolviendo; eso nos causó tanto miedo, que

sencillamente no regresamos por el resultado.

EL PERIODO DE LOS SETENTAS

Después vino otra época parranderil, digamos que más

evolucionada con: El Acapulco Tropical, El Costa Azul, La Luz

Roja de San Marcos, Los Sonorritmicos y otros que se me escapan.

En este periodo, recuerdo, que nuestro sueño más anhelado era

ser jugador de futbol profesional, nos imaginábamos jugando en

los grandes escenarios como el Estadio Universitario, o el Estadio

Azteca, ya me veía corriendo por la banda derecha, la narración

era de Ángel Fernández y sus expresiones; me pongo de pie…, a

todos los que quieren y todos los que aman el futbol…,

Pero nuestras habilidades y arrojo eran mucho menos, a grado tal

que en nuestras primeras incursiones en los campos de futbol,

recordamos el primer día estrenando uniforme blanco todo,

porque ya trabajábamos en el banco. En el primer minuto de juego

y en el primer intento de contacto con el balón ¡zas¡ que se

produce un encontronazo y que me fracturan el brazo izquierdo.

Estuve enyesado casi un mes; pero para mí mala suerte más aún,

hubo la necesidad de posteriormente operarme, porque las partes

dañadas pegaron mal; o sea que estuve cerca de tres meses

enyesado. Total que aunque me gustaba practicar el futbol y

quería seguir jugando no lo lograba porque las circunstancias no

lo permitían.

A mis casi 17 ó 18 años, me dediqué a trabajar y a insistir y

probar suerte en diferentes escuelas, pues mi terquedad por

ingresar al bachillerato o a la vocacional era mucha; y así anduve

buscando y probando en dos o tres escuelas, pero ninguna me

agradaba; hasta que me decidí y me propuse iniciar y terminar en

la preparatoria, en la Isaac Ochoterena -que entre otras cosas

históricas, fue la que originó el conflicto estudiantil en el 68, pues

101

estaba cerca de la Ciudadela y que terminó en masacre el 2 de

octubre de ese año.

En ese tiempo estudiaba y trabajaba; salía de Chimalhuacán a las

5:30 de la mañana y llegaba nuevamente a la casa como a las 11 ó

12 de la noche; sabía que era una presión fuerte; y solo alcanzaba

a ver que cuando salía a trabajar, todo mundo estaba durmiendo y

cuando regresaba, los encontraba exactamente igual (durmiendo);

al grado de pensar que solamente hacían eso, dormir.

También por esos años, hubo cambio de amistades, pues era

frecuente salir con mis primos, Fernando y Pepe; ellos, eran más

grandes que yo y tenían obviamente otros amigos; con los cuales

integramos un equipo de fútbol, TIDEES, así aparecieron los

Gómez: Alfredo, Bernardo, Alfonso, los Alonso: Benjamín,

Marcos, Quino, el Changa; los Valverde: Hugo; Albino, el

infaltable José Barajas y otros más; o sea, los mismo con

diferentes edades, que coincidimos cuando estábamos chavitos, en

la multicitada, escuela de las monjas.

Ahora ya crecidos, con ellos, no solamente fue convivencia, en la

cancha, sino también “combebencia” fuera de ella, el lugar más

común de la reunión social; casi siempre era alguna de las

bancas del jardín enfrente de la Iglesia, ahí en bola,

comentábamos las peripecias de cada uno; de acuerdo a lo que

nos sucedía, en los distintos escenarios de donde nos

relacionábamos; ya fuera en el trabajo; o bien en la escuela o en

ambos.

En ese tiempo investido de IP, como me decía el Garrincha,

entraba a las 8 de la mañana y salía a las cuatro de la tarde del

banco; para entrar a las cinco a la Preparatoria y salir entre

nueve y diez de la noche e iniciar la danza del regreso, dado que

con frecuencia había problemas para ello.

Ya estando en la preparatoria empezaron las idas al cine, al

teatro, al fútbol tanto soccer como americano en los estadios en

vivo y a todo color, vivir y disfrutar de partidos de fútbol.

102

La combinación comunicativa y de interrelación de primos

(Salvador, Fernando, Pepe y el Mur) y amigos de esa época

(Maco, Cachona, Hugo, Albino, Julio, Barajas), casi todos más

grandes que yo, fue dando como resultado que convirtiéramos las

prácticas de futbol, en algo más que solo tirar patadas al balón.

Si bien el TIDEES, representó en esa época el sentir de un grupo

de jóvenes inquietos principalmente por lo deportivo, la

combinación de costumbres y tradiciones, fue la representación

cultural de lo que en ese tiempo vivíamos en el Chimalhuacán de

los 70’s.

Este periodo está muy bien descrito por el Cachona, explica con

detalles, anécdotas que vivimos intensamente. No se me olvida que

los brindis de fin de año casi siempre eran en la casa del

Arrepentida. Había que llegar a su casa como pudiéramos. Casi

siempre de aventón con los que tenían auto.

Si bien fue convivencia intensa, fue para mí, la última en este

plano de la convivencia del periodo TIDEES.

Recuerdo que había pleitos entre nosotros porque quien decidiría

las alineaciones para jugar, no satisfacía a todos. Siempre hubo

inconformidades, aunque luego se disipaban.

Después hubo intereses personales-individuales por proyectos

laborales y de vida específicos, que hicieron que siguiéramos

rumbos diferentes.

No se me olvida que una vez acompañé al Garrincha, a Bernardo

y a Albino (éste era el guitarrista) a darle serenata a sus novias,

era por San Lorenzo, un lugar oscuro sin pavimentar, y se

prepararon para sentirse Los Panchos o Los Tres Ases, o algo así,

y empezaron a cantar y ya encarrilados, empecé a aullar y en eso

salieron ladrando como diez perros, nos corretearon y ufff, lo

romántico inmediatamente desapareció. El Garincha me decía:

mira cabrón si te sigues sintiendo lobo…, te voy a madrear….,

Tuve que decidir por mi supervivencia, es decir, dejé de aullar…,

Después de eso, otros más cuando querían ir a dar serenata se

cuidaban de que yo no fuera, les echaba a perder sus sentimientos

103

y les rompía sus corazones. Francamente nunca me sentí con

ganas de ir a dar serenatas, me gustaba ir para ir a echar

desmadre, eso sí me encantaba…,

Años después de los años 76-80’s, aunque recuerdo muy bien la

muerte de Ángel Rico (bueno en realidad de los dos, padre e hijo).

Así apareció la convivencia con Rafa, David, sus hermanos. Mis

cuates habían cambiado, pues los primeros se habían casado,

arrejuntado o como fuera. Hubo una convivencia muy fuerte con

Hugo y Albino, -por razones de intereses ya no estaban los

primeros y/o se trasladaron a otros espacios para vivir. Luego la

convivencia con Néstor y Willy, sobrinos del Changa. Con él

mismo. Siempre me decía: José de Jesús…,

Finalmente en el 79’ entro a trabajar al Seguro Social, tomo la

decisión de independizarme y vivir sólo. En ese tiempo, ya fuera de

Chimalhuacán, Dejé de ver a mucha gente, -bueno hasta la fecha

no he visto a muchos-.

Así, comencé a tejer también experiencias, también muy

gratas…entonces mi vida dio un giro y de repente me encuentro

viviendo en Campeche.

En un congreso internacional

Ahora en febrero 2013, el Maco me localiza por internet y se

entera que existo, así, concertamos una ida al Café Tacuba en

junio 2013, nos vimos Cachona, Maco, Julio, Barajas y yo, nos

contamos muchas anécdotas y lo que hacemos cada uno…, pero

esta parte, como diría la nana…, esa…, es otra historia…

104

CAPÍTULO TERCERO

¿De dónde son los Tidees? “Un pueblo que no conoce su pasado no es nada, sólo somos lo que alguna

vez fuimos ¡Prometemos recordar siempre! ¡Que nada caiga en el olvido!” -Serie de televisión Toledo-.

Patos en el lago Nabor Carrillo –El Chimalhuachi al fondo-

n este capítulo hablamos del lugar de origen del grupo:

Chimalhuacán. Lo dividimos en dos partes: en la primera

tocamos la etapa prehispánica, basada fundamentalmente

en la “Relación de Chimalhuacán o Pueblo de Sanct

Andreσ Apóstol (1579)”. Incluimos los temas: semblanza

de fray Diego Durán e inserción en el reino de Texcoco y la

laguna de Texcoco-Chimalhuacán. Continuamos con la

Federación de pueblos de Chimalhuacan, antecedente de los

pueblos nahuatlacas, y complementamos con la muerte del viejo

Chimalhuacan.

En la segunda abordamos a Chimalhuacán Atenco, el espacio de

los hijos; continuamos con la Plaza, la cabecera municipal y centro

de las actividades de los jóvenes aludidos. Tocamos dos

actividades fundamentales de la comunidad: las comparsas

(expresión del carnaval) y el tallado de piedra a través de tres

E

105

entrevistas y cerramos el capítulo con la identidad del

chimalhuacano.

PRIMERA PARTE

CHIMALHUACÁN PREHISPÁNICO

En el año de 1579, por mandato del Virrey, procedió a hacerse la

historia de Chimalhuacán, este es el resultado:

El significado del nombre de la población ha sido por sus

traductores diversamente interpretado: mientras que unos

afirman que significa “lugar de los que tienen escudo”,

basándose en las raíces de la lengua mexicana: Chimalli

“escudo”, “hua” morfema posesivo: que tienen y Can

“región, lugar”, otros deducen que el nombre se refiere a

la forma particular del cerro a cuyas faldas se edificó el

poblado. Quizás lo que ocurra es que el escudo de los

moradores fue ideado simulando los contornos y

accidentes de dicho cerro, aun cuando de una manera muy

burda. Al principio se llamó el pueblo Chimalhuacantoyac,

haciendo referencia estas dos últimas sílabas, suprimidas

poco a poco por la costumbre, al “lago grande” que

bordea el pueblo en el lado opuesto al cerro, y no es otro

que el Lago de Texcoco.

A partir de la dominación de los tres caciques fundadores

que gobernaron desde 1259 hasta 1346 - Huaxomatl, Chalchiuhtlatonac y Tlazcantecuhtli- se sucedieron hasta

la llegada de los españoles, una serie de siete gobernantes

que con mayor o menor ventura, victoriosos siempre en

sus luchas contra los cacicazgos vecinos, explotaron y

agrandaron el lugar haciéndolo el preferido de los

emperadores texcocanos, cuyo poder y dominio era por

todos respetados [negritas mías].

Llegaron incluso a someter a los locales de Quauhnahuac -la hoy

Cuernavaca- [junto con los Aztecas] y al señor de Xiuhtepec,

llamado Coatzin tecuhtli, lo trasladaron a Chimalhuacán y lo

106

tuvieron en una jaula de madera hasta la llegada de los españoles.

[Alonso J. M., 2014]

Esos caciques fueron: Nenequitzin, hijo del menor de los

tres fundadores, que duró gobernando largos años, al cual

siguió Tovapatzin, contemporáneo de Itzcoatl (1427-1440)

y de Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469) respectivamente

cuarto y quinto reyes aztecas. Bajo su dominio concedió

Netzahualcoyotl, Señor de Texcoco, el rango de Señorío a

su población. Lo siguió Matlacuauhacatzin, que gobernó

durante 18 años y fue contemporáneo de Axayacatl (1469-

1480), de Chalchiutlatonac (1480-1486) y de Ahuizotl

(1486-1502), sexto, séptimo y octavo emperadores de

México. El séptimo gobernante de Chimalhuacán, de muy

breve duración (170 días), fue Momanticatzin. El octavo,

llamado Tlatlatzintecuhtli, contemporáneo de Moctezuma

Xocoyotzin, gobernó diez años y lo sucedió

Cocotzintecauhtli, gorbernando durante 14 años; y por

último, el décimo cacique, nieto de Netzahualpilli y quien

los misioneros españoles bautizaron como Pedro Pacheco,

se llamó Aexoyatlatoatzin.

Los habitantes mientras fueron indios puros; alcanzaron la

cifra de 8,000; llegaban en el año de 1579 apenas a 4,500

y de ellos tan sólo unos 300 era indios. Los naturales eran

bien inclinados, de “buen entendimiento y razón” y prestos

a aprender fácilmente las cosas que le eran enseñadas;

tenían por lengua la mexicana; se alimentaban de verduras

y hortalizas, así como de la variada fauna que habitaba en

el lago; usaban las variadísimas plantas del cerro para

hacer emplastos contra las hinchazones y como purgantes.

[Relación del pueblo de Chimalhuacán, 1579 –el español

actual es de Marco Alonso Jiménez—]

FRAY DIEGO DURÁN

Breve resumen de Fray Diego Durán. Su tarea como cronista,

etnógrafo e historiador estuvo íntimamente ligada a la

evangelización, nadie como el para describir quien y como era el

indígena.

107

Glifos del llamado Códice Durán

¿Encuentras un parecido al cerro el Chimalhuachi?

“Nace en Sevilla, hacia 1537, y no en Texcoco como se ha

venido repitiendo; muere en la Ciudad de México en 1588.

Llegó a Nueva España entre 1542 y 1544. Su padre,

probablemente de origen judío francés, de la Provenza

(Durand, hispanizado el apellido en Durante, Durán), se

estableció con su familia en Texcoco.

Era de oficio calcetero y zapatero.

Allí vivió Diego, hasta 1554 en que tomó el hábito blanco y

negro de los dominicos en la ciudad de México. En 1556

hizo profesión de fraile y en 1559 ya era presbítero. Dos

108

años más tarde pasó a diversos sitios de la provincia de

Oaxaca. En 1565 radicó en Chimalhuacán Atenco

[negritas mías] y en 1581 fue vicario de Hueyapan –hoy

estado de Morelos—.

Entre 1570 y 1575 escribió tres obras: Ritos, fiestas y

ceremonias de los antiguos mexicanos (1570), en que

proporciona datos de la región texcocana y traza el cuadro

de dioses y ritos con tal minucia, que da el sentido de la

realidad vista; Calendario antiguo (1579), en el que

involucra al Tonalamatl –calendario mágico- con el que se

llama civil y describe las numerosas fiestas y ceremonias, y

habla de la holganza de los mexicanos, que ellas

propiciaban; e Historia de las Indias de la Nueva España e

Islas de tierra firme. José Fernando Ramírez publicó una

parte de esta obra en 1867 y Alfredo Chavero la restante,

con los Ritos, fiestas y ceremonias, el calendario y un Atlas

de pinturas jeroglíficas (1880)…Es una historia

radicalmente mexicana con fisonomía española, como la

definió José Fernando Ramírez, obra de auténtico,

pronunciado y rancio sabor primitivo. Ningún cronista

retrató más al natural el carácter del indio mexicano;

ninguno logró compenetrarse, como lo hizo el fraile

dominico, de su compleja psicología.

Adentró y se posesionó de minuciosos pormenores

relativos a las prácticas religiosas y civiles, usos y

costumbres públicas y domésticas, aspectos que otros

cronistas desdeñaron en parte o trataron sin la

profundidad con que los describe Durán. Sus relatos,

llenos de vida y de brío, son de lo mejor que se ha escrito

sobre el pasado antiguo de los mexicanos. Reivindica la

cultura mexica ante los ojos de los europeos, dando una

visión panorámica de la vieja vida del Anáhuac, y en esto

muestra una tendencia hacia la historia universal”.

[Durán, D.1978]

Chimalhuacán perteneció al reino de Texcoco. Netzahualcóyotl, su

más insigne representante, fue perseguido constantemente por

109

Maxtla (Tepanecas). Tras recibir apoyos de fuera, regresó

fortalecido y perdonó a quienes lo habían abandonado, como era el

caso de algunos principales de Huexotla, Coatlinchan,

Chimalhuacán, Coatepec, Itztapalocan y los de Acolman. Restituyó

sus señoríos, repartió las tierras y, entre otros, nombró a

Tetzcapoctzin señor de Chimalhuacán. Edificó palacios para su

morada que fueron los mayores que hubo en la época prehispánica.

La importancia que tenían los señoríos que componían el reino se

la daba la antigüedad; Chimahuacán ocupaba el sexto lugar y le

precedían: Teotihuacan, Otumba, Acolman, Huexutla y

Coatlinchan, del uno al quinto lugar. Durante la conquista

Otumpan, Huexutla, Coatlinchan, Chimalhuacán y Atenco (San

Salvador) fueron los últimos pueblos en dejar las armas contra

Cortez ya que estaban con Coanacochtzin y con los mexicas, pero

fueron convencidos por Ixtlixochitl, hermano del rey, para que

aceptaran la fe católica y al mismo Cortez [De Alba Ixtlixochitl

Fernando, 2014].

El lago de Texcoco formaba parte de un sistema de

lagos localizados al suroeste del valle de México. En años muy

remotos en su ribera transitaban seres humanos, como lo

demuestran los restos encontrados: la mujer del Peñón, el Hombre

de Tepexpan y más reciente el hombre de Chimalhuacán, todos con

más de 10,000 años de antigüedad.

LA LAGUNA DE TEXCOCO

Los indígenas construyeron islas artificiales con el propósito de

ganar tierras para el cultivo o para construir poblados. La cuenca

lacustre del valle de México estaba formada por los lagos

de Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco; mientras

que los dos últimos contenían aguas dulces, los restantes tenían

solobres.

110

- Entrada principal a la laguna en la cabecera municipal

Los antiguos pobladores de las riberas y los islotes de estos tres

últimos lagos se dedicaban a la explotación de sal, obtenida

mediante la evaporación del agua del lago.

“En la época Colonial seguía explotándose el salitre y, por

lo tanto, hacían pólvora; había trapiches y obrajes y se

contaba con el molino de trigo de san José. Al parecer la

industria más fuerte era el labrado de la piedra. La

posesión de la tierra y las riquezas, estaba dividida en un

111

puñado de personas que luchaban por mantener a toda

costa dichas posesiones”. [Hernández A. 2002].

A mediados del siglo XX la economía era viable, sus pobladores

vivían de la agricultura de subsistencia y la producción artesanal

tradicional. “Fundamentalmente alrededor del lago se podía

encontrar a los agricultores de chinampas, la fabricación de

cerámica hecha a molde, el continuo uso de baños de vapor de

traspatio (temascales), forma arcaica de la producción de sal en

Nexquipayac y recolectores de insectos acuáticos comestibles en

Chimalhuacán” [Parsons Jeffrey R, 2006]. Los TIDEES son

descendientes biológicos y culturales de las poblaciones

prehispánicas de esta región. Durante la década de los sesentas

fueron los "últimos suspiros" de formas de vida tradicional y

profundamente arraigada en el pasado precolombino.

¿Por qué secaron el lago de Texcoco? Antes de la presencia

española las inundaciones perjudicaban a la gran Tenochtitlan.

Nezahualcóyotl ideó la construcción de un dique, que se construyó

después entre 1440 y 1503. Despuntaba en la sierra de Guadalupe

y terminaba en el cerro de la Estrella. Los españoles, en su segunda

embestida a Tenochtitlan, derribaron el albarradón con

doce bergantines, y, al final de la conquista, no vieron necesaria

su reconstrucción. Las inundaciones hicieron que el virrey Luis de

Velasco planeara drenar el lago de Texcoco. El ingeniero Enrico

Martínez, propuso la construcción de un túnel de la laguna hacia

San Cristóbal y de allí al río Tula, a través de Huehuetoca, para

terminar en el río Panuco.

“Se abrió el Tajo de Nochistongo y en el siglo XIX se creó

el Gran Canal del Desagüe... hacia 1930 las comunidades

sureñas del lago aún se mantenían florecientes era por el

abundante agua que las rodeaba. Chimalhuacán, más que

ningún lugar, dependía de la pesca, la recolección y

siembra en las orillas o dentro de un lago... La solución de

los presidentes, desde Lázaro Cárdenas hasta Adolfo

López Mateos, fue drenar el Lago de Texcoco mediante

canales, un lento e irreversible proceso que hasta los años

sesenta no había acabado con los espejos de agua donde la

112

gente se aferraba a su cultura”.[Santiago Aníbal y Loza

Eduardo, 2014]

En 1965 se instauró el Plan Texcoco encabezado por los ingenieros

Nabor Carrillo y Gerardo Cruickshank, que consistía en la

rehidratación de las áreas aun baldías del viejo lago, sin embargo el

proyecto no ha sido completado debido a la falta de recursos

económicos y a la prioridad concedida a las obras del sistema de

drenaje profundo, uno de sus promotores –Arq. Teodoro González-

dice:

“A mí me sorprendió el proyecto y me volví un gran

defensor suyo. Sin embargo, los planes del gobierno

cambiaron, y el proyecto que triunfó fue el del drenaje

profundo, su antónimo: el primero consistía en volver al

equilibrio lacustre del siglo XV, pero moderno, y el

segundo, en terminar de secar el valle, con sus fatales

consecuencias…” [González de León T., 2014]

Los arquitectos Teodoro González de León y Alberto Kalach se

propusieron recuperar los lagos que convivieron armoniosamente

con los aztecas y que nos hemos empeñado en agotar.

Dice el primero: “Los conquistadores admiraron la ciudad azteca

pero no la entendieron: su delicada estructura de diques, calzadas,

puentes y plataformas formaban un urbanismo lacustre que

integraba producción agrícola y piscícola, transporte acuático,

habitación y áreas en las que se celebraban el poder y sus

creencias, en un valle cerrado con cinco cuerpos de agua…”

[González de León T., 2014]

113

Los volcanes, el Chimalhuachi, la Caldera, el peñón viejo y el cerro de la

estrella. (1898)

La desecación del lago de Texcoco tiene más hechos históricos.

Con lo analizado, vemos que el error fundamental fue no

reconstruir el albarradón y el sistema de diques. La desecación del

lago cambió la temperatura ambiental, el entorno físico y propició

que hubiera espacio para una explosión demográfica. Parece que a

partir de la conquista, los mexicanos, y sobre todo la gente en el

poder, hacemos las cosas al revés.

FEDERACIÓN DE PUEBLOS DE CHIMALHUACAN

Cachona estudiaba en el seminario menor de la congregación de

los Josefinos en Santa María del Río, S L P, en 1961; allí vio algo

que después sería muy revelador, en el pasillo de la entrada había

un mapa del centro del país donde aparecían los estados de Jalisco,

Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes y S. L. P. Sobresalían unas

letras grandes que cubrían la zona: Chimalhuacan.

Esta parte está dedicada a la patria vieja, a la primera, a la

federación de pueblos de Chimalhuacan o como dice López

Portillo y Weber, el viejo Chimalhuacan (sin acento-pronunciación

grave-).

114

“La región que en el momento de la Conquista española se

designaba con el nombre de Chimalhuacan correspondía a

casi todas las tierras que, después de la expedición

del conquistador Nuño de Guzmán y sus compañeros,

formaron la provincia de "Nueva Galicia"”.

Chimalhuacan no formaba un imperio único, sino una

especie de confederación que comprendía un número

bastante importante de pequeños estados autónomos que,

según su importancia, constituían reinos o una especie de

feudos llamados tactuanazgos [negritas mías], a veces

completamente independientes pero más a menudo

vasallos o tributarios de los estados más importantes”.

“Todo lo que constituía el carácter étnico de

Chimalhuacan actualmente ha desaparecido casi por

completo. Colonizada justo después de la conquista, la

región vio fusionarse los diversos elementos de su

población con la cultura española, abandonando

paulatinamente la religión, la lengua y las costumbres

ancestrales”. [León Diget, 2014]

Al fraile franciscano Fray Antonio Tello se debe el fundamento de

conocimiento de La Confederación chimalhuacana de pueblos.

Francisco Pentecatl, entonces, era hijo de un jefe indígena que

gobernaba la provincia de Acaponeta en el momento de la

conquista española. Ellos son base para que Léon Diget, quien

estuvo en México entre 1889 y 1892, escriba el documento de

apoyo parte de este capítulo.

Chimalhuacan estaba dividido en cierto número de

estados, que conformaban en tiempo normal gobiernos

autónomos, pero que podían, cuando las circunstancias lo

reclamaban (en tiempos de guerra, cuando había la

amenaza de una invasión, etc.), unirse y realizar alianzas

para defender el territorio. Se desconoce el origen de los

primeros habitantes de Chimalhuacán; la historia se

remonta sólo hasta la llegada de las tribus nahuas.

115

La primera de ellas, considerada como tolteca y después

de haberse establecido por un tiempo en Culiacán y

Acaponeta, cruzó el río Santiago, según la tradición

narrada por Pentecatl, y emprendió la conquista de la

región edificando aquí y allá ciudades y pueblos.

Acerca de estas sucesivas peregrinaciones de las tribus

nahuas a través de Chimalhuacan no se conocen datos

concretos. Se sabe solamente por las vagas informaciones

de la tradición que transmite el padre Tello, que una parte

de esas tribus salió de una localidad desconocida llamada

Chicomoztoc (lugar de las siete cuevas)…

Según las relaciones de la Conquista, las ciudades de

Chimalhuacan estaban muy pobladas y, las casas y los

edificios muy bien construidos. La arquitectura era casi la

misma que la del valle del Anáhuac…

Tres de los Estados de Chimalhuacan habían adquirido

gran importancia, al grado de conformar verdaderos

reinos que constituían monarquías hereditarias: eran

Tonalá, Jalisco y Aztatlán. Los tres estaban en la zona más

rica, más fértil y más favorecida de la comarca, es decir la

meseta central, al sur del río Santiago, y en la Tierra

Caliente de la costa del océano Pacífico.

El reino estaba dividido en cuatro provincias o

tactuanazgos: Tzapotzinco, gobernado por Pantecatl, hijo

del monarca Xonacatl. Centispac, gobernado por Ocelotl y

sus cuatro hijos: Tlamatsolen, Coatl, Tuili y Cocolixicotl.

Acaponetlan (Acaponeta), cuya capital estaba situada

junto al río del mismo nombre. Su gobernador o tactuan

era Xaotamatl, que sucedió al rey de Aztatlan.

Colhuacan (Cuyacan), el tactuanazgo más septentrional,

confinaba con el territornio de los indios de Sinaloa.

En el pueblo de San Martín Tlaxicolcingo, cerca de

Guadalajara, los indígenas solían ejecutar una danza de

116

tastoanes que fue eliminada recientemente por los

desórdenes que provocaba.

Ahora bien, a consecuencia de una alteración esencial

posterior, los reyes ricamente ataviados que simbolizaban

la Conquista acabaron llevando la máscara de unos

individuos de las localidades vecinas, famosos por su

ridiculez. ¡Una especie de revancha con la malicia

ingenua de los indígenas ante la brutalidad de los

vencedores! Sea como fuere, y a pesar de esas

alteraciones, los tastoanes presentaban el interés de ser el

último vestigio del arte escénico precolombino. Por lo cual

hay que lamentar su desaparición.

Después de la conquista, estalló una tremenda

insurrección, con el fin de liberar a Chimalhuacan del

yugo de los españoles que se habían establecido ahí sin

demasiadas dificultades, pero que habían acabado por

exasperar a los indígenas. Este levantamiento de todos los

tactuanazgos obligó al virrey Mendoza a movilizar, para

someter a la zona, a una tropa mucho mayor que las que

habían sido empleadas hasta entonces en las diversas

expediciones de conquista en la Nueva España. [Diget,

2014]

La conquista de Chimalhuacan no fue el fruto de una sola empresa.

Interrumpida en dos ocasiones debido a las circunstancias, tuvo

que ser objeto de tres expediciones para lograr el sometimiento

completo y definitivo de la región:

La primera expedición fue ordenada por Hernán Cortés, a

quien la existencia de Chimalhuacan había sido revelada

por la embajada que Tanguaxan, rey de Michoacán, le

envió después de la destrucción de México.

La segunda conquista de Chimalhuacan comenzó en

noviembre de 1529, emprendida por Nuño de

Guzmán; éste salió de México con un ejército de 500

españoles bien armados y 10 000 auxiliares tlaxcaltecas y

117

mexicanos, y pasó por Toluca y Xilotepec. Ahí, envió a

Alméndez Chirinos a Tzinzuntzan para pedirle a

Tanguaxan Bimbicha, rey de Michoacán, un contingente

de 10 000 guerreros tarascos.

Su partida marca el final de la tercera conquista de

Chimalhuacan. La región, pacificada casi por completo,

empezó entonces a entrar en la vía de la unificación bajo

el gobierno militar de Francisco Coronado y de Cristóbal

de Oñate, que duró hasta 1549, es decir, hasta el

establecimiento del gobierno civil de la audiencia de

Guadalajara. [Diguet L.-2014]

LA MUERTE DEL VIEJO CHIMALHUACÁN

¡Ashcanquema tehual nehual! -¡Hasta tu muerte o la mía!-

Decidimos investigar más debido al poco conocimiento sobre el

tema, es decir, los pueblos náhuatl antes de la conquista y de su

arribo al valle de México; su paso y estadía en los hoy estados de

Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Aguascalientes, Zactecas y parte

de San Luis Potosí.

Acudimos a fuentes que incidieran específicamente y encontramos

a José López Portillo y Weber, de amplio linaje en Guadalajara.

Todo lo que a continuación se desarrolla y lo que aparece sin cita

específica está inspirado en su obra. Las que se ven como faltas de

ortografía, son formas de la época que respetamos: Chimalhuacan

sin acento; fué acentuado y otras más.

El inicio del fin

Al afianzarse la conquista se dio la ambición desmedida de los

encomenderos, la esclavitud, el maltrato y la muerte, todo ello fue

exacerbando a los indígenas. La enfermedad, la estupidez, y la

vocación carnicera de los hidalgos hispanos, que incluso cazaban a

los indios por diversión, fueron causas de la muerte y desaparición

del viejo Chimalhuacán. El responsable fue el tirano conocido

como el muy magnifico señor: Nuño de Guzmán.

“Como mejor puede juzgársele, es como hombre de

indomable energía, de valor a toda prueba, de mediana

118

capacidad, de escasa ilustración, vehemente, egoísta,

feroz, ladrón, incendiario, asesino, violador, inhumano y

venal: fue un malvado. Cuando se fue, pareció como si de

la escena quedara eliminado Satán… Con la desaparición

de su figura siniestra y mefítica, empezó a purificarse el

ambiente en la Nueva Galicia; empero, tan contaminado e

infecto ese ambiente estaba, que para alcanzar su absoluta

nitidez fue preciso que estallara con furor la tormenta que

en 1537 gestada apenas; que la sangre corriera a

torrentes, y que decenas, quizá centenares de miles de

muertes, redujeron al mínimo la población del viejo

Chimalhuacan”.

La desesperación

Terminada la esperanza de digerir la derrota ante el europeo y ver

canceladas para siempre las posibilidades fuera del maltrato y el

esclavismo, vino la decisión de revelarse. Un suceso altera los

ánimos positivamente a los indios, la muerte de Pedro Alvarado, el

hidalgo más dotado, se decía entonces. Accidentalmente lo mató su

caballo que le cayó encima, pero los indígenas hicieron correr la

versión de que fue muerto en batalla.

“Valiéndome de un símil, diré que el mal trato del

encomendero llevó poco a poco a los infelices indios del

temor al disgusto, de éste al furor, y del furor a la

desesperación que fue como extender por todo el

Chimalhuacan una capa de terreno fértil para la simiente

de rebeldía… La tensión subía por momentos en el Viejo

Chimalhuacan; parecía como si fuera un organismo;

parecía como si la sangre corriera tumultuosa por sus

arterias, como si temblaran las pétreas vértebras de sus

montañas… Por senderos y veredas, cruzando montañas,

valles y llanuras, se reconcentraban los nahuales, los

brujos jóvenes y viejos, cubiertos los hombros con la piel

del coyote, la calabaza de las evocaciones pendiente de la

cintura. De meses y meses de caminar, acribillando el

Viejo Chimalhuacán, con el taladro de la conspiración

entregando por todas partes su mensaje de muerte…”

119

Todos somos chimalhuacanos

Chimalhuacan fue fuente y objetivo final de todos sus hijos:

Tepanecas, Acolhuas, Chalcas, mexicas, etc., también los

indígenas que no emigraron al Anáhuac. Lo que hacían los pueblos

náhuatl era en honor a ella, su madre patria. Al Chimalhuacano, si

quieren le pueden llamarlo apodo, gentilicio o un adjetivo de uso

coloquial. Lo que no se puede es ignorar la existencia de

Chimalhuacan –tierra con escudos- llamada así por su vocación

guerrera, zona donde se establecieron los pueblos nahuatlacas y de

donde partieron a su destino final: el valle del Anahuac.

“Permítaseme que exprese mi convicción de que antes de

la conquista los indios nahoas que poblaron nuestro

territorio creían en un olimpo común a todas ellas; que la

Mitología era una sola y única de tribu a tribu; que

diferían nada más las advocaciones, pero no los númenes;

que según la mayor o menor incultura de aquellas gentes,

la creencia era ritual y exterior tan solo, o más o menos

filosófica… Repetiré lo que asenté ya en el primer tomo de

esta obra: la única fuerza capaz de fundir en una masa

común tribus diversas, indiferentes y aún enemigas entre

sí, que se expresaban en idiomas distintos y que obedecían

a reyezuelos diferentes, tenía que ser una fuerza espiritual,

una fuerza mística. El odio por sí solo no basta para

imponer la disciplina. El odio es fuerza negativa, y para

los fines de acción, decisión, abnegación y sacrificio, se

requiere el impulso de una energía positiva… No todos los

indios fueron forzados o compelidos a la campaña. Los

hubo que pidieron de su plena y completa voluntad: Por

ejemplo: don Francisco Acázitl, el señor de Tlalmanalco,

amigo personal del Virrey… En el siglo XVI, todo el poder

español en la Nueva España, ayudado por todo el poder de

los Aztecas, Chalcas, tlashcaltecas y purépechas, tuvo que

entrar en acción, para aplastar a los desnudos habitantes

de tres pobres rancherías: Shuchipilla, Nochistlan y

Teocaltech.”

120

Estrategia

Una prueba fehaciente de que Chimalhuacan era el símbolo de los

pueblos náhuatl, es que durante el levantamiento todos siguieron el

camino con un mismo espíritu y un mismo libreto. López portillo y

Weber demuestra que se cumplieron las condiciones para señalar la

existencia de un organismo director de la rebelión:

“Si la ceremonia inicial puede relacionarse con los ritos

del peyote…Si la rebelión estalló simultáneamente en

varios lugares, distantes unos de otros…Si la fecha elegida

fué tal que se pudiera considerar como simbólica… Si las

operaciones de guerra, desde sus fases de movimiento

estratégico hasta su ejecución táctica, ponen de manifiesto

la existencia previa de concentraciones de guerreros y

acopio de alimento y pertrechos… El desarrollo de los

sucesos anteriores comprueba que en todo Chimalhuacan

se siguió la misma táctica: se fortificaban con dos o más

líneas de trincheras las pendientes abruptas de algún cerro

pedregoso, acarreándose hasta ellas todas la guijas o

peladillas, que a mano se encontraron, capaces de

convertirse en proyectiles… La única vez que se abandonó

esta táctica, se llegó a un espantoso fracaso. En cuanto a

estrategia, basta ver que en la misma fecha se hicieron las

operaciones en todo Chimalhuacan.”

“… Nunca sabremos quienes fueron los encomenderos

muertos, durante este período en Culuacan, en Compostela

y en la Purificación, pues la rebelión fué simultánea en el

viejo Chimalhuacan. Pero de una cosa podemos estar

seguros: no hubo uno sólo de ellos que no mereciera, por

años de crímenes y perversidades, la suerte que les tocó…

En Tlashicoringa empezaron a tronar sorda y roncamente

los teponashtles y huehuetl (tambores de guerra)… Y aquel

redoble que empezó a rodar allá lejos, fué creciendo,

creciendo, hasta convertirse en trueno ensordecedor que

repercutió por los ámbitos del viejo Chimalhuacan… Y de

las cúspides de las montañas se elevaron las columnas de

humo negro que llevaron en un momento, por todo el vasto

y viejo Chimalhuacan, la señal de rebelión…”

121

“Shiutecutli, Teenamashtli, y Tenquítatl…en este orden,

son los modestos héroes del salvaje Chimalhuacan. Fueron

tres régulos insignificantes, desnudos, provistos de armas

neolíticas, pero cuyo esfuerzo en la lucha fue de tal

pujanza, que estuvo a punto de arrojar del Nuevo Mundo

al poderoso león español.”

Los nahuales y el peyote

El uso del “mescalito” era para obtener conocimiento. Además del

peyote, utilizaban el toloache y el hongo para llegar a un estado de

realidad no ordinaria. El peyote era el maestro benévolo, protector

de los hombres y se consumía en los “mitotes” (reuniones) donde

se buscaba la forma correcta de vivir [Castaneda, 1985]. La

conspiración del viejo Chimalhuacan sólo se dio en los pueblos

náhuatl. Lo común en todas las tribus eran sus nahuales o brujos y

el trato que tenían con el peyote. Los Cashcanes, chichimecas o

chimalhuacanos (eran los mismos) lo consumían, de allí su

fortaleza y valentía.

López Portillo cita a Dávila Garibi en sus “Breves apuntes acerca

de los Chimalhuacanos”, “El peyote… es manjar de los

chichimecas, pues los mantiene y da ánimo para pelear y no

tener miedo, ni sed, ni hambre, y dice que los guarda de todo

peligro…” Yo sólo sigo la línea de algo que importante y

revelador de aquellos guerreros tan distinguidos. [Las negritas son

cursivas en el original]

“Firmemente creo que la hermandad de los nahuales y la

embriagues del peyote, representaron papel importante de

la gran rebelión… Gracias al peyote los nahuales eran los

más convencidos y los más interesados en conservar la

antigua fe. Y en mi concepto, fue su hermandad la que

preparó la Gran Rebelión… Los nahuales del Viejo

Chimalhuacan, son de esos viejos primitivos y bestiales en

que creyeron los primeros hombres que, agrupados por las

noches en el fondo de las cavernas, se comunicaban

supersticiosos temores a la luz caliginosa de sus

122

crepitantes hogueras, mientras a lo lejos reverberaba el

lúgubre aullido de los lobos.”

La enfermedad

No sólo la crueldad de los hispanos trajo el deterioro de los

pueblos chimalhuacanos, la enfermedad se hizo presente y fue el

elemento fundamental del aniquilamiento, la misma historia de lo

sucedido en el altiplano. El padre Tello afirma:

“…desde la retirada de los indios a la sierra faltaron

ciento treinta mil, los cuales murieron de sarampión y

cámaras de sangre…quedando muchos pueblos asolados, y

en partes no se podía andar del mal olor de los muertos…

y fue tan cruel la mortandad, pestilencia y hambre, que no

quedaron en aquellas provincias más de veinte mil

indios…Consecuencia del estado permanente de hambre,

exasperación, miseria y sufrimiento, fue la inacabable

serie de epidemias que azotó la Nueva Galicia… Entonces

los indios morían por millares. ¡Por millones! Donde el

mal los sorprendía, allí quedaban sus cadáveres… La

epidemia duró años enteros con furia en los campos… La

magnitud de la catástrofe se revela en la belleza clásica,

austera y sombría de los conceptos que el asistir a ella

inspiró a Fray Domingo de Betanzos… Y si esto ocurrió en

Nueva España, pacífica y bien nutrida, puede imaginarse

lo que debe de haber sido en la asolada Nueva Galicia.

Allí reinó el silencio del fin. Así murió el viejo

Chimahuacan”.

Combatientes indómitos

Se tendrá que reescribir la historia de México y darle al viejo

Chimalhuacán el lugar que le arrebató la constante actitud de

eliminación del hispano, el que creyó que se puede borrar la

memoria de un pueblo como el nuestro. El espíritu le renueva la

vida y nuestro pueblo era, es y seguirán siendo espíritu, como es el

escudo de lucha que lo representa. Allí, en la resistencia de

nuestros ancestros, estuvo a punto de dar un curso diferente a la

historia, no sólo a la nuestra, sino a la del viejo continente también,

como afirma López portillo y Weber.

123

“En la Gran Rebelión de 1541 en la Nueva Galicia, como

en todas las rebeliones hubo además de la lucha armada,

pugna de ideales humanitarios, de moralidad, de honradez,

contra los propósitos de inhumanidad, esclavitud y

codicia… La vigorosa resistencia presentada, el triunfo

muchas veces obtenido, el valor que siempre demostró,

clasifican al chimalhuacano entre los combatientes

indómitos [las negritas son mías], y es ley histórica que en

las luchas supremas las razas guerreras, o triunfan, o

mueren: el chimalhuacano murió.”

Los efectivos del agresor eran de sesenta mil hombres (seiscientos

eran españoles), con caballería y artillería, contra doce mil

aborígenes, con armas punzocortantes y piedras, dirigidos por

Tenamashtli. De los que lucharon contra de ellos no todos los

indios fueron forzados o compelidos a la campaña, hubo quienes

pidieron voluntariamente participar en el conflicto, como don

Francisco Acazitl, el señor de Tlalmanalco, convertido y muy

amigo del Virrey. Tras la derrota, el comportamiento de los

chimalhuacanos defraudó a los vencedores.

“La sublime indiferencia, el desprecio a la muerte con que

estos infelices marcharon a la horca, hirió la imaginación

de los españoles e hizo que el virrey buscara un suplicio

nuevo e impresionante para el futuro, “…dándoles género

de muerte. Fue necesario porque sonase el castigo,

teniendo el respeto a que cuando los ahorcaban lo tenían

en tan poco, que ellos mismos se subían a la escalera y se

echaban el lazo, y tentaban si estaba firme el palo de que

habían de colgar, y ellos mismos se arrojaban y

colgaban… Indudablemente después de ver como aquellos

desnudos salvajes tenían en jaque por un día entero, con

sus armas neolíticas, al formidable Ejército del Virrey, de

tan potente artillería, y después de verlos morir con esa

dignidad desdeñosa, con ese heroísmo, fue cuando los

caballeros de Europa vinieron con don Antonio [de

Mendoza] cambiaron de opinión sobre los indios, y

decían: “…que no habían visto franceses ni turcos tan

fieros…” [negrillas, cursivas en el original]”

124

Los chimalhuacanos son chichimecas, en el sentido de su

verdadera acepción, la que da Nuño de Guzmán: “…y todas gentes

y prouincias llaman los de la Nueva España, ”Chichimecas”

porque no los entienden ni contratan, como gente que les parece

bárbara; y llámanles “teules”, por valientes, y a toda aquella cosa

que tienen temor, llaman “teul”; y en la verdad segund la

diferencia que hay por la mayor parte en la razón de las cosas que

entre sí tratan, bien pueden llamar, a éstos, “chichimecas” porque

carecen della y son muy bestiales…” [López Portillo y Weber,

1975]. Y para que se recuerde bien, les repito que los

chimalhuacanos eran los pueblos Náhuatl, eran Chichimecas, eran

Teules, eran Cashcanes, eran tequihuas y por todo ello: indómitos.

Concluyendo. De Chimalhuacán sabemos poco. El espacio fue

originalmente ocupado por los Xochimilcas, primera tribu Náhuatl

en llegar al altiplano. Después los Chalcas la ocuparon, mismos

que tuvieron que dejarla por la fuerza de los Chimalhuacanos.

Los Mexicas en su transitar para encontrar el lugar señalado por

la tradición –un águila devorando una serpiente— estuvieron

por un tiempo en Pantitlán (1300, la primera vez) que era un

pueblo Acolhua, dentro del área de influencia perteneciente a

Chimalhuacán que tenía como límite occidental el peñón de los

baños. Los Aztecas fueron rechazados violentamente por los

Tepanecas de Atzcapozalco y regresaron a instalarse

nuevamente a Pantitlán. Muy agradecidos debieron estar con

este lugar, que cuando fueron poderosos, en el remolino del lago

que allí se encontraba, depositaban ofrendas a sus deidades.

Se dice que el espacio del Chimalhuachi era para preparar

guerreros, pues su inclinación era la guerra. No buscaban el

conocimiento –al menos no hay referencias encontradas—, si en

cambio se habla de las luchas contantes contra los Chalcas; la

empresa junto a los Aztecas en el sometimiento de los

Tlahuicas. Todo esto nos debe llevar a ubicar el papel real que

jugó Chimalhuacán en su relación su reino (Texcoco) y con los

Mexicas. Su vecindad territorial fue excelente por lo que hubo

125

mucha cercanía con ellos. Hay más por saber de este antiguo

pueblo.

Sobre la Federación de pueblos de Chimalhuacan hay historiadores

que dudan que se halla llamado así la Nueva Galicia; sin embargo

son muchos son los historiadores regionales de Jalisco que dan esta

información: José López portillo y Weber, Alberto Santoscoy, Luis

Pérez Verdía, José Ignacio Dávila Garibi y otros más. Están las

tradiciones orales; y como muestra más contundente la danza de

los tastoanes en varias poblaciones de Jalisco, San Martín

Tlaxicoltcingo por ejemplo, y varios poblados de Zacatecas, todos

con la misma temática: la lucha de las huestes españolas guiadas

espiritualmente por Santiago (apostol), contra los indígenas

Chimalhuacanos. Hasta aquí la primera parte.

126

SEGUNDA PARTE

CHIMALHUACÁN ATENCO

Lugar junto al cerro con forma de rodela (escudo) y junto al agua

[captando el espíritu de la letra]. Este pueblo, en sus primeros años,

asentado en la rivera de la laguna de Texcoco, disfrutaba de la

pesca, la caza, la agricultura, como lo hacían los demás.

¿Has visto un arco más bello?

¿Qué los diferenciaba? ¡¡¡Sus fuentes de agua dulce!!! El pozo de

oro, el chorro, la compuerta, la presa, los naranjos de San Juan, el

borbollón de Xochiaca, todos de temperatura variable: caliente por

la noche, tibia al amanecer y fría durante el día, excepto una fuente

de aguas termales proveniente de los pochotes [atrás de la

presidencia municipal] hacia el casco del rancho el Molino, mismo

que tenía sus propios manantiales; “Justo arriba donde hoy es la

mina estaban los baños de. Moctezuma (ilhuicamina)” [Gálvez J.

2014]. También había ahuehuetes, igual que Texcoco o

Chapultepec.

Aquí dos testimonios, sobre la vida antes de los años sesentas:

127

Yo soy Silvino Valverde, nací el 12 septiembre de 1920 y a

mis 93 años El Jefe aún no me llama a cuentas. ¿Qué me

acuerdo del Lago de Texcoco? Desde el rancho El Molino,

aquí en Chimalhuacán, el agua cristalina bajaba por un

canal junto a los sauces. Se iba repartiendo en los tlateles,

como se llamaba a los islotes. Estaban el tlatel San Juan y

el tlatel Xochitenco, pero el más prominente era El

Tepalcate, de aquí abajito: se criaba muchísimo pato,

pescado blanco, amarillo, juil, tilapia, ahuautle. Nos decía

mi abuela Tomasa: “vayan a traer dos carpas para un

caldo”. Parados en nuestro lindero de lago, La Cruz de la

Medianía [vestigio de lo que fue el albarredón], los

chiquillos veíamos a los peces y les clavábamos la fisga:

“¡tras tras tras!”. De regreso traía mi medio costal de

patos, mi chiquihuite de pescado blanco, amarillo, y las

carpas con las que mi abuela hacía su ollota de caldo. A

los patos los pelaba y cocía en chilito verde, pasilla y con

hierba lengua de vaca. Una cosa rica, picante… [Santiago

A. y Loza E., 2014]

Fermín Flores, hijo de don Isidro, administrador del rancho El

molino, decía:

“Dentro de lo que hoy es el casco había 5 manantiales los cuales

formaban una pequeña laguna. Su agua era clara y cristalina y

había muchos peces. Uno de ellos era el manantial mayor. A mi

papá le pedían permiso algunos vecinos para pescar ahí. Ya por la

tarde le mandaban unas carpas y tamales de huevera, como

agradecimiento; la laguna se encontraba justo en el ahuehuete

más viejo y más grande…” [Gálvez B. J., 2013].

El único de los TIDEES que disfrutó este lugar de ensueño fue el

Changa ya que en la adolescencia fue amigo de los hermanos de

Fermín y jugaba con ellos en el rancho. Otros que alcanzaron a

vivir la experiencia de la laguna y de los manantiales fueron el

Tepis, el Padre, javi, Chucho, Felipe, cachona, pointer y Pepe.

128

LA PLAZA

El microcosmos donde se desarrollaron los TIDEES fue la Plaza,

allí se asienta el palacio municipal y la parroquia. En los años

sesentas había una gasolinera, un cine, un frontón de pelota vasca

(sólo a mano); un panteón y un rancho, “el Molino” propiedad de

don Luis Legorreta, accionista y consejero del Banco Nacional de

México y cuya firma aparecía en los billetes de uso común;

también una zona arqueológica –Los Pochotes-, sin explorar al

cien por cien, atrás de la presidencia municipal.

Chimalhuacán se encuentra ubicado al oriente de la ciudad de

México a 30 km desde el zócalo. En 1970 el municipio contaba

con 19,624 habitantes [Buendía T.J., 2013], colinda con los

municipios de la Paz, Chicoloapan, Texcoco y Netzahualcóyotl,

tiene dos ejidos: San Agustín y Santa María, así como terrenos

comunales adyacentes al lago de Texcoco.

La distribución territorial, en ese mismo año, era: colonia

Guadalupe, Santa María Nativitas, San Pedro, San Pablo,

Xochitenco, Xochiaca, San Lorenzo y San Agustín.

En 1984, se encontró el segundo resto más antiguo de nuestro país:

el hombre de Chimalhuacán de 12,500 años de edad, sólo la mujer

del peñón es más antigua con 12,700 años.

Ahora les presento testimonios que permitan imaginar lo que

representa el ambiente, la convivencia y el deambular diario del

pueblo. Tanto el baile de las comparsas en el carnaval como el

trabajo de cantera son expresiones de identidad que merecen ser

descritas.

LAS COMPARSAS

Las comparsas del carnaval son la aportación cultural que mejor

expone la identidad de la comunidad. En ella se expresa júbilo; la

relación afectiva entre las gentes; la pasión por el movimiento y el

deseo por tener una pareja al lado que se desborde en encanto. No

es una danza ritual, de conmemoración o guerrera, en una danza de

carnaval.

129

Isabel Carbonel Martínez, oriunda de San Agustín Atlapulco de

este municipio, era parte del servicio doméstico en el Alcázar de

Chapultepec, residencia de Maximiliano de Habsburgo, al observar

la danza en las reuniones en ese lugar, la enseña a los pobladores

de su comunidad. [Avendaño D. E., 1983]. Es la versión más

conocida y aceptada.

Una mirada a esta manifestación cultural, me permite establecer

cuatro vínculos con cuatro entidades:

Comparsa los Caudillos: Marlene Pérez Valverde y el Tepis.

El primer vínculo es con el viejo mundo. Se refiere a la forma en

que se organiza y ejecuta el baile, tanto en los salones de las clases

130

bajas como en los castillos de la alta jerarquía de la vieja Europa

[Wright J., 2005].

Segundo vínculo, lo nacional. El traje de charro –estilizado- que ha

evolucionado desde su inicio, pasando por varias expresiones,

hasta llegar a la prenda del traje de charro de gala que se ubicaba

en las películas mexicanas, exhibidas en el cine local.

Tercer vínculo, lo local. La creatividad Chimalhuaquense. Las

máscaras que dan la imagen de un rostro “caucásico” o “ario”,

crean un puente con lo original -lo austriaco-. Se busca una

semejanza con Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-

Lorena como ente representativo de esa raza.

Cuarto vínculo, lo universal: la música. Es la más genuina

manifestación artística del ser humano. No podemos ejecutar la

danza sin música. Decía Gabriel Marcel que a través de la música:

“entramos a lo secreto de nosotros” [Martínez Y., 2012] y eso

expresa lo más íntimo de la propia identidad Chimalhuaquense.

Hay en el municipio, aproximadamente 70 comparsas; todas tienen

calidad y una historia digna de ser Contada.

El sincretismo de dos culturas, la europea y la náhuatl, fue

delineando la identidad de esta gente en sus comparsas: soltura,

regocijo, desprendimiento, espontaneidad, entrega y, sobre todo

desbordamiento. "Carnaval" proviene del latín "carna valetudinem"

la carne vale. Durante la celebración del 25 aniversario de la

Escuela Nacional de Danza se hizo un reconocimiento al pueblo de

Chimalhuacán, único invitado a esa celebración. Es la más acertada

deferencia que se ha hecho a la comunidad por parte de una

entidad gubernamental. Las comparsas son la más genuina

expresión de este municipio que busca preservarla su identidad en

el tiempo.

ANTONIO ÁVILA BELTRÁN

Conocido como el “güero”, es hermano del Garrincha. Está

enamorado de su pueblo, sabe que es producto de una tierra que

tiene tradición. Resalta su entrega a su oficio de “carnavalero” y

131

busca que se preserve lo verdaderamente genuino de esta expresión

cultural, es líder de la comparsa Los Calaveras.

Su pasión por la danza le brota en cuanto tocamos el tema. Ha

tenido experiencias fuera del ámbito municipal por invitaciones

recibidas: La Escuela Nacional de Danza, El Museo de

Antropología, El Festival de las almas de Valle de Bravo y otras

más.

Me aclara que la institución

Calaveras ha sido considerada como

lo más trascendente en carnaval de

toda la región, en sus diversas

secciones. La entrevista con el güero

fue amplia y de mucha riqueza, sin

embargo para el propósito de este

documento, incluyo sólo una parte de

ella.

Utilizo la denominación CALAVERAS (en mayúsculas) -nacidas

en 1948- para designar a la comparsa que da origen a las actuales:

Los calaveras, representados por Antonio Ávila Beltrán; Las

calaveras de José Valencia Buendía; Calaveras Mikistli de Rufino

Valencia Buendía y Calaveras a. c. de los hijos de Pedro Valencia.

Nos dice:

Fuimos a una presentación al Museo de Antropología

porque nos vinieron a visitar unas personas de la Escuela

Nacional de Danza Folklórica, pero no vinieron sólo aquí,

vinieron a los Reyes la Paz, San Vicente, al barrio de

Xochitenco y a Chimalhuacán -la Plaza-, en plan de

estudios en el año 2003. Con nosotros estuvieron el mero

día del carnaval y nos dicen: -“¿una melodía?” –“Pues sí

una melodía”, les contesto. Pero normal; entonces tocan

la pieza Calaveras y una Virgínia, parece que fue la de

“Dos negro”, un paso doble, entonces la ejecuta Luis

parral y un muchacho de San Pedro y para esto, les

parece algo diferente a lo que ejecutan en San Vicente, lo

que ejecutan en Los Reyes y lo que ejecutan en Xochitenco.

132

¿Por qué? Porque una de las condicionantes es de que la

pareja que va despuntando se vaya luciendo y haciendo

una serie de…bueno la pasarela, se destapan. Y lo único

que pasó fue que Luis parral… tiene conocimiento, aunque

no es de aquí, meramente tiene raíces, su madre es de aquí,

es hijo de Angelita Hernández de San Juan [barrio de este

municipio]. Para nosotros lo normal es que, el que va

despuntando se luzca y haga lucir a su pareja y el que

ejecuta la melodía, si es un paso doble, pues también tenga

que lucirse, pero es normal para nosotros, se dan cuenta

(las visitas) que esto es otro tiro. Y allí me explican: -“es

que lo que ustedes están expresando en su baile y en su

música son toda una forma de ser de un pueblo, de una

comunidad” [negritas mías].

Nos explica como las ejecuciones de Los Calaveras, fuera del

municipio, impactan en el ánimo de nuestras gentes hasta las

lágrimas, supo de doña Manuela esposa de don Manuel Pérez “el

topa” en el museo de Antropología y se lo dijeron de su tía

Angelina Jiménez, esposa de don Tomás Alonso, en Chapingo,

esto sucede cuando se lleva la esencia de su pueblo, fuera de las

fronteras. Continúa.

Calaveras son una institución ¿Por qué impactan? Creo

que ya nacieron con ese ángel, yo en alguna ocasión le

dije al maestro Martín Mendoza Pastrana, que es

estudioso de las tradiciones de Chimalhuacán, que

133

Juan Buendía García el “Juil” y su esposa Guadalupe

Valencia

134

CALAVERAS habían trascendido en su forma sobre todas

las demás comparsas y también me lo aceptó, porque hubo

personas que en su momento, así lo influyeron, que

hicieron y que aportaron, te lo digo de viva voz de una

135

persona que vio en 1973 en el 25 aniversario de

CALAVERAS yo lo vi que había gente muy noble, muy

especial, tanto en la comparsa como en la orquesta.

Vinieron a comer aquí, a tu casa, los de Xochimilco, de

Tepito, San Vicente, Los Reyes, San Sebastián

Tecoloxtitlán, San Sebastián Chimalpa y para ellos hablar

de carnaval era hablar de CALAVERAS; tres días de

carnestolendas donde nos acompañan, vienen porque la

fecha lo determina, vienen todos porque están tocando los

Beltrán o están tocando los Castillo y están bailando

CALAVERAS. La calidad se la dieron sus personas:

Ignacio centurión, Pablo Valencia, Manuel Valverde “el

chicuaz”, Juan Buendía “el juil”, estaba… no vas a creer

pero ya estaba “el gordo”, hijo del Pedro Valencia. ¿Por

qué atraían tanta gente? Pues para empezar sus trajes, su

música, su forma de bailar; nosotros la forma de bailar,

permíteme que apunte a mis compañeros y a mí, esta es

nuestra tradición no tenemos porqué inventar, la seguimos

al pie del cañón.

No pretendo sojuzgar a mis compañeros, sino simplemente

debemos respetar la tradición. Rufino Valencia es una

persona excepcional en cuanto al cajeo. Rufino tenía una

cualidad muy importante, que pedía las melodías que

estaban en su momento; hay melodías lentas y otras más

vivas, y con esto se comía al público, sabía ubicar las

melodías que enriquecía (el ambiente), era un psicólogo

natural.

Comenté esto en la magdalena y así es, les decía que debe

ser así y por esto y por lo otro, y me decían tu si sabes, y

nos había pasado cuando estás en la clímax de la fiesta

carnavalesca, le metes una melodía muy lenta y apagas los

ánimos que hasta ese momento has logrado. Nosotros, no

es por nada, pero a los eventos a los que hemos ido, lo

hemos hecho dos veces, menos a Valle de Bravo que nada

más fuimos sola ocasión.

136

137

El tiro es que Calaveras ha hecho cosas muy acertadas, no

se aparta de la tradición. Esas vueltas en donde las

muchachas se regodean [aquí hace una inflexión muy

marcada], esto es Chimalhuacán. Actualmente hay muchas

bailadoras buenas, no, no, no, bailadoras las que se

entregan, las que expresan lo que es Chimalhuacán

mediante su coreografía, su música, su danza, una

retroalimentación bárbara que incluye a los mismos

espectadores. Va de la orquesta a los bailadores, de los

bailadores a los espectadores y que los emociona, que los

138

hace guipar de contento. Y que desde luego, contagian a

quienes nos están mirando.

En un 90% Los Calaveras ha ido a representar a nuestro

municipio, ha tenido ese don y ha hecho cosas muy

acertadas esto no quiere decir que no reconozcamos la

valides de otros grupos y que no les demos su valor y que

les damos su lugar

- Los hermanos Valencia: Pablo, Roberto, Pedro y José.

Y que también esas tres divisiones que se hicieron no debió

de haberse hecho…Hilario Valverde me dice:-“fui a ver a

pablo y me dijo que le echáramos la mano a Rufino, pero

si Rufino no nos convoca ¿Qué hacemos?”.

La plática nos llevó por los senderos de la música de carnaval. Me

explicó quiénes fueron los primeros en aportar a las comparsas el

aspecto musical: Pedro Escalona y su pieza “Don Pedrito”;

Antonio Castillo Martínez “coyote” con “Calaveras” y “Señoritas

Calaveras”; Jesús Castillo Ibarra “cachucha” aporta la de “Los

pobres”; “Fernando Escutia” compuesta por Antonio Castillo

Beltrán.

139

Me habló de cómo las orquestas de los hermanos Beltrán y de los

Hermanos Castillo estaban integradas por puros maestros y se

quejaba de que no se ha hecho justicia a Juan Castillo que era uno

de los que le daba el “toque” a la orquesta.

Para terminar, vuelve a decirme que es impresionante que una

identidad se forje en un grupo de danza; que Calaveras, durante

años, ha sido lo más excelso en carnaval en toda la región del valle

de México. Calaveras son, en verdad, un paradigma de las

comparsas y es deber, de todos los que practiquen esta danza,

conservar lo genuino, porque representa nuestra razón de ser. Los

TIDEES que se entregaron al quehacer de carnavalero fueron:

Tepis, el Ojón, Marranito y Garrincha.

MARCOS CARRASCO LÓPEZ

Vecino de la plaza y uno de los fundadores de CALAVERAS.

Conserva muchas facultades, entre ellas la creatividad. Me mostró

un video que realizó con su sobrino Valentín Carrasco “el flaco”

para dejar una memoria de sus vivencias y en entrevista me

comentó:

“La comparsa CALAVERAS nació en 1948, la iniciativa

fue de Pedro Valencia quien junto con Julián Valverde “el

Jordán” y Juan Buendía “el juil” convocaron en 1947 a

reuniones para la formación de la comparsa. Los

iniciadores fuimos los de la foto. Los primeros tres o

cuatro años algunos se vestían de mujer, porque a las

damas no se les permitía bailar en esas agrupaciones. En

1952 Pedro Valencia nos notificó, en una reunión, que a

partir del siguiente año todos tenían que comprar o

alquilar trajes con hilo de oro o plata, lo que no gustó del

todo a los participantes.

A esta moción Valentín Carrasco se le enfrentó diciendo

que no podían obligarlos y que era un abuso, porque

muchos no tenían posibilidades económicas. A Valentín lo

siguieron: Ezequiel Carrasco, Miguel Lemus y otros más y

de allí se formó la comparsa los “gavilanes”. Fue la

primer división que se dio en el grupo Calaveras,

actualmente hay cuatro que llevan el mismo nombre. Seguí

140

por cuatro años más en esta comparsa; en 1951 o 1952 las

mujeres iniciaron su participación en la comparsa

CALAVERAS; uno o dos años más abandoné a este grupo,

no me sentía a gusto y me fui con los “Gavilanes”.

Los fundadores de la comparsa Calaveras. (F) –Marcos Carrasco-.

LOS TALLADORES DE PIEDRA.

Estos hombres, a los que se les llama de diversas maneras:

escultores, canteros, artesanos, pedreros, talladores en piedra. Son

hombres que impregnan a la piedra toda su habilidad y la destreza

para dejar una pieza, un monumento o una plaza “vestida de luz y

de eternidad”. Para saber de estos hombres, de su vida y de sus

obras hay que hacer una verdadera investigación, un libro

completo, y plasmar entonces la riqueza y abundancia de las que

han prodigado el entorno nacional.

Los talladores de piedra son artesanos muy apreciados en todos

lados. Sobre su trabajo, escuché decir al gobernador Alfredo del

Mazo: -“¡Qué maravilla!”, cuando le mostraban el inicio de las

obras en la plaza de San Lorenzo.

141

Platiqué con Hugo González Arrieta tallador de piedra del Barrio

de San Lorenzo Chimalco en el segundo congreso nacional de

estudios de la región oriente del estado de México -Noviembre del

2013-. Es un hombre honesto, sensible y lleno de creatividad, a

pregunta expresa dijo:

Obra de Hugo expuesta en Los Ángeles California.

(F)-Valentín Carrasco-.

Hugo- <<Hay dos versiones de donde viene el oficio de la

escultura en piedra: unos afirman que viene desde nuestro pasado

aborigen y otros que lo trajeron los españoles, me parece que

ambos pudieron darse. Los primeros trabajadores del recinto

fueron de Azcapotzalco y la villa; gentes de Iztapalapa fueron

aprender el oficio y resultaron mejores que sus maestros; algo

similar sucedió con los primeros chimalhuaquenses que fueron con

estos últimos y resultaron más calificados para trabajar la piedra

y lo que algunos no admiten, y yo creo que es verdad, es que los

trabajadores de San Salvador ”el seco”, Puebla, que aprendieron

de nosotros, han resultado mejores: en calidad, en precio y en

cumplimiento>>. Existe un documento de 1750 donde se hablaba

del origen de esta actividad: “ha pasado…desde tiempo

inmemorial de padres a hijos…” [Hernández A., 2011].

142

Autor- Alguna vez vi en la televisión una entrevista con un tallador

de piedra, decía que la piedra de Chimalhuacán y la de Tlapacoya

eran las más porosas, las más duras y curiosamente la más

delicadas, ¿Qué hay de cierto?

H-<< Todo el basalto del piso de la plancha del Zócalo es de

Chimalhuacán ¿usted dirá si es dura? La mayoría de los edificios

alrededor del Zócalo tienen en los cimientos una base de piedra

negra de Chimalhuacán, después una piedra gris (guarda polvos)

de Chiluca y le sigue una de San Bartolo Naucalpan, ambas más

suaves>>.

A- ¿Dónde has trabajado?

H-<< He restaurado como 20 edificios del centro de la ciudad y la

catedral metropolitana>>.

A - ¿Cómo evoluciona el arte de la escultura en piedra en nuestro

municipio?

H-<< Hoy en día hay mucha falta de autenticidad en algunos que

se dicen maestros, hace cuarenta o cincuenta años un maestro

tenía que saber todo lo que se refiere al tallado en piedra para

decirse tal, como lo era Eduviges Néquiz>>.

Hugo explicó lo referente a la montea, arranques de chambrana y

Tocansito. Mencionó los cinco órdenes del capitel de arquitectura

en piedra: toscano (tosco, sencillo); dórico, se agrega una flor;

jónico con carretes; corinto genuino y el compuesto. Sacó papeles,

hizo dibujos, apareció la pasión, la enjundia en cada explicación,

como si con ella estuviera esculpiendo la plática. Seguimos:

A-Alguna vez escuché a un cantero decir que la piedra le advertía,

a través de un sonido x, cuando estaba a punto de romperse ¿Es

cierto eso?

143

Obra de Hugo González calificada como única en el mundo,

manufactura con 10 diferentes tipos de piedra.

H. -<< Por ejemplo esta virgencita, cuando trabajé con ella le

hablaba, le decía: señora mía que mi trabajo salga bien, permite

que pueda hacer lo mejor que tengo para que quedes bonita ¿por

cierto como ve mi virgencita?>>.

A: Me la mostró, no quise escucharlo, me parecía corriente que

hubiera pintado la piedra de diversos colores. Pregunté: ¿Por qué la

pintaste?

H-<< No, no está pintada, está formada por diferentes piedras, de

diferentes lugares: el manto de color verde es piedra de Oaxaca;

el vestido naranja, de Queretaro; la nube blanca es piedra

jamoncillo de Zacatecas; el resplandor es “hermosa” de

Guadalajara; luna, listón y pelo, América negra de Tlalpujahua

Michoacán; atrás el blanco luxor de San Luis Potosí y el amarillo

y el rojo de Guadalajara; listón gris de Tlalpujahua; las uñas,

rosa mexicano de Queretaro y la corona amarilla de

Guadalajara>>.

Me quedé estupefacto. “Belleza que atrapa lo eterno en un

momento dado” o “lavar el alma del polvo de la vida cotidiana”,

definiciones que he escuchado sobre el arte. Le dijeron en Bellas

artes, en una exposición en la que participó, que tenía que

registrarla porque era pieza única en el mundo.

144

IDENTIDAD Y VISIÓN PERSONAL

En este tema hacemos observaciones que pudiesen abonar en

definir ¿Quiénes somos los chimalhuacanos? y ¿Quiénes los

mexicanos?, en realidad somos lo mismo, más algunas

particularidades.

Recalco que no estamos haciendo tesis, sólo es una especie de

semblanza. Primero mencionamos algo de lo que han dicho

quienes se han ocupado seriamente de esta materia. Los grandes

hombres preocupados por saber ¿Quiénes somos?

Samuel Ramos, en el perfil del hombre en México, dice que somos

un pueblo que tiene complejo de inferioridad y que debemos

buscar su origen en la independencia. Afirma: “El pelado

mexicano tiene un comportamiento que se expresa ofendiendo

para compensar el sentido de inferioridad…” [Ramos, S. 1998].

Octavio Paz, en el laberinto de la soledad, tiene observaciones

similares con Ramos respecto al menosprecio a los demás.

Menciona a los hijos de la chingada. ¿Quién es la chingada? Ante

todo es la madre; la chingada es la madre que ha sufrido,

metafórica o realmente. A diferencia del “hijo de puta” se dice que

“hijo de la chingada” es el hijo de violentada, de la abusada, la

mancillada, o sea, hijo de la violada [Paz O., 1992].

Carlos Fuentes, dice cómo los españoles despojaron a los nativos

de los elementos que componían su orgullo y su dignidad. Les

despojaron de su religión, hicieron una prédica que corrió como

reguero de pólvora: “Ya no tienes que ofrecer sacrificios a tus

dioses, el dios que te ofrecemos se ha sacrificado por todos

nosotros” [Fuentes C., 1972].

Ikram Antaki, en Polibio de Arcadia, se refiere también al

complejo de inferioridad: “Un día un pueblo fue vencido, y para no

ver más su derrota, decidió retroceder en la edad para vivir la

infancia que precedió a la derrota”. Ubica el origen de nuestra

forma de ser en la no aceptación de la conquista española.

Dice que nuestro resentimiento es nuestro oficio de pobres. Que no

ha visto jamás un pueblo tan hijo de la enfermedad como México.

145

Y se pregunta: “¿Acaso puede una nación entera roer el alma

como lo hacen, sin perder el alma en consecuencia?”. Continua

diciendo que nos vemos inferiores a los ojos de los demás y en los

nuestros; que nos sentimos inferiores e iracundos; que actuamos

como tales; hablamos y trabajamos como inferiores; montamos a

nuestras hembras sin lograr situarnos por encima de ellas;

escribimos y la letra no logra enaltecernos; que son éstos los

complejos de un corazón empequeñecido. Vale la pena reflexionar

sobre de esto. [Polibio de Arcadia, 1996]

Entendemos entonces que tenemos complejo de inferioridad; que

nos agrada insultar; nos quedamos sin orgullo y dignidad; que no

hemos procesado la derrota ante el conquistador después de cinco

siglos. Ahora posamos nuestra mirada en el microcosmos, en el

espacio de los hijos: Chimalhuacán en diferentes tiempos.

Identidad prehispánica

El denominador común en nuestra comunidad es: ser belicoso. Lo

ubica Eugenio Alonso Martínez en el México prehispánico y dice:

“los nativos de este lugar eran belicosos y estaban en continua

lucha contra la provincia de los Chalcas –Chalco, Amecameca,

Tlalmanalco, Chimalhuacán (el grande)… ”.

La colonia

La historiadora Antonia Hernández nos dice en su libro: “Manuel

Vallarta alcalde mayor de la jurisdicción Coatepec-Chalco

informaba: los indios de la cabecera de Chimalhuacán Atenco,

son alborotadores, rebeldes y amotinados” [las negrillas son

cursivas en el original]. Antes había utilizado el epíteto de

belicosos [Hernández L. A., 2011].

Agrega que los pedreros de Xochiaca y San Lorenzo eran

verdaderos líderes y que no fue la pobreza y el maltrato lo que

provocó el levantamiento de los pobladores en contra de sus

autoridades, en 1810, sino que sabían leer y su condición de pasar

mucho tiempo fuera del municipio, les permitió tener conocimiento

de lo que la gente común no manejaba. Sin embargo, ella misma

establece que veinte años antes habían impedido la llegada de un

gobernador a ocupar su puesto en la cabecera municipal, es decir,

146

ya había antecedentes de su forma de ser. En realidad fue la

cerrazón y el ser belicosos lo que los movió y no la libertad, la

igualdad o derechos ciudadanos. De hecho esas comunidades –

Xochiaca y San Lorenzo— en los años sesenta aún tenían esas

características, los TIDEES dan cuenta de ello.

Las cofradías

José Antonio Cruz Rangel aborda el tema de las cofradías de

Chimalhuacán Atenco. Dice que la mayordomía daba fortaleza en

lo económico, lo social, lo político y lo religioso. En 1715 el

pueblo de Chimalhuacán Atenco tenía seis visitas –pueblos-: San

Vicente, La Magdalena Aticpac, San Sebastián Chimalpa, San

Agustín Atlapulco, San Lorenzo y el barrio naciente de Guadalupe

(Xochiaca), Además, el siempre olvidado, San Salvador

Tecamachalco.

Al mayordomo, los indígenas le llamaban “calpisque” y se

encargaba del control de los cultivos y de las finanzas; tenía que

dar auxilio a los cofrades enfermos; financiar los gastos de entierro

cuando algún cofrade moría; hacer prestaciones cuando sus

miembros las solicitaran y prestar auxilios espirituales cuando los

necesitaran.

A los terrenos de cultivo le llamaban "tierras de los santos”. Las

luchas internas de las cofradías dificultó el poder hispano en el

control de la comunidad reorganizada estratégicamente. El grado

de injerencia y parcialidad en las elecciones por parte del clero y

los caciques era definitivo y se detonaban, entonces, la lucha por el

poder político. Aquí un ejemplo:

“… algunos de los más altos cargos iban a ser ocupados por

mulatos y no indios puros… Los casos de tumultos, revueltas y

rebeliones se multiplicaron; las cofradías y el entorno de la

religiosidad popular, estuvieron con frecuencia en el centro del

problema… Algunas veces los representantes empleaban dinero de

las cuotas en comprar. . . pólvora, cohetes, chirimías y otras veces

se gastaban el dinero en comidas, danzas, toros y bebidas... En la

comunidad corporativa, las relaciones de parentesco y las

subdivisiones político-espaciales –mitades, parcialidades, barrios

147

e incluso parajes—, servían como guías de la actividad del

individuo en función del todo social”. [Cruz Rangel. 2014]

Vemos, entonces, que el elemento radical de identidad de los

chimalhuacanos, en esta época, tiene que ver con lo belicoso, el

alboroto y que nace en los pequeños guetos, tanto familiares como

comunales –nepotismo y mezquindad—. Es curioso ver como la

mayoría de los TIDEES no tuvieron nada que ver con ellas; en los

años sesenta eran, y siguen siendo ahora, grupos cerrados

(mayordomias); las mismas cosas, las mismas disputas, los mismos

proyectos.

Siglo XX

En el siglo pasado el comportamiento revoltoso continuó. Alonso

Martínez menciona que los conflictos y toma violenta del poder ha

sido una constante en Chimalhuacán. En 1934 hubo hechos

sangrientos cuando el Partido Nacional de la Revolución Mexicana

se decidió por Pedro Jiménez y no por Antonio Martínez Saldívar

para ocupar la presidencia municipal.

En 1961, como lo dice el Marranito, intervino el ejército

mexicano desplegando sus fuerzas en el cerro del Chimalhuachi, el

cual avanzó ¡a bayoneta calada!; cerró los accesos al municipio

para apaciguar un conflicto entre partidarios de Salvador Izquierdo

Castañeda, depuesto del cargo de presidente municipal y los

seguidores de Rafael Valverde Valentino, que lograron imponerlo

con el apoyo del gobernador Gustavo Baz Prada. [Alonso M. E.,

1981].

El 13 de Enero de 1984 fue tomado el palacio municipal por

aproximadamente mil personas “afectadas” por no poder fraccionar

sus predios, el Javi era presidente municipal. El secretario del

ayuntamiento, Cachona, y la cuarta regidora Josefina Barrera

fueron retenidos en las oficinas de la presidencia. Tres años

después, en la administración de Pabello, cerca de quinientos

jóvenes quemaron camiones, tomaron la presidencia y al secretario

del ayuntamiento, Cachona, como rehén; clamaban que estaban

“invadiendo” sus predios grupos de colonos.

148

Después de estos análisis vemos que varios siglos después

seguimos siendo los mismos. Ahora nos toca a nosotros, acudiendo

a otros autores y haciendo Fenomenologia, la de Husserl, mirar

otras características de cómo somos.

Abordamos el origen, que necesariamente influye en la forma de

ser: lo hispano y lo indígena. Mayoritariamente mestizos, los

mexicanos tenemos estos dos elementos hereditarios y

complementamos con algo radical: la iglesia.

Lo hispano

En la segunda mitad del siglo XV en España el poder lo tenían

cuatro entidades: el Rey (lo rodeaban deslealtades,

envenenamientos, casamientos por conveniencia, traición y

muerte), los nobles que tenían ejércitos propios, la iglesia y las

cofradías.

Isabel la Católica marca la diferencia por el combate que hizo a la

corrupción; convierte a la península Ibérica en totalmente cristiana

y fanática, por lo que estas dos características son herencia

hispana.

Quienes poblaron la Nueva España fueron tres grupos: los

hidalgos, grupo fuerte, enérgico, depredador y belicoso que se

hicieron duros en la lucha constante durante ochocientos años con

los moros; los aventureros, ávidos recién avenidos, grupo amorfo y

flotante, que sufrieron para instalarse, y los inmigrantes,

ambiciosos de fortuna buscada con trabajo honrado, desprovistos

de recursos y necesitados de fuerte apoyo. Los dos primeros tienen

como característica común: la soberbia, otro elemento de

identidad, estaban acostumbrados a cumplir sus voluntades sin

rienda. La Audiencia los clasificó, en “conquistadores insaciables”,

y en “pobladores famélicos”.

Lo indígena

La palabra. El convencimiento pleno en ella hizo impacto en los

indígenas al oír a los evangelizadores, cuando les decían: Dios te

ofrece la muerte de su hijo para que nadie de tu familia muera por

tus dioses. A todos nos seduce la palabra. Setenta años continuos

149

de gobierno por el PRI en nuestro país lo demuestran, es decir, nos

gusta que nos prometan, sólo eso. Hoy la palabra convertida en

demagogia es “comida” común entre los mexicanos.

Exacerbados. Somos un pueblo que se desborda y excede,

fundamentalmente cuando se trata de festejar. Me queda claro,

también, que la adoración “al dios Baco” es herencia Náhuatl,

sobre todo cuando se quitó el autoritarismo-indígena.

Individualistas y resentidos. Al llegar la conquista, la división entre

las etnias fue aprovechada por el invasor para triunfar. Se trae,

desde entonces, la herencia de no trabajar en equipo y no soportar

el dolor en las pérdidas.

Altivos. Los mexicanos somos el pueblo más altivo del mundo,

dice Gary Genins, está en nuestros genes, sin embargo, el hecho de

ser un pueblo independiente, con status tlatoani, a decir de Gibson,

antes y después de la presencia hispana, nos hace singulares a los

Chimalhuacanos.

La iglesia

La corrupción se manifestó en todos los ámbitos, incluso la iglesia.

Aquí un informe de La iglesia eclesiástica en Nueva España al rey

de España por el Cabildo eclesiástico de Guadalajara: “¡De lo más

escogido entre los eclesiásticos de Nueva Galicia… Y además de

esa confusión involuntaria, implicada, que no dicha, de que el

clérigo en España podía llevar vida deshonesta!” [López portillo y

Weber, 1075].

La iglesia católica jugó un papel preponderante en la formación de

nuestra personalidad, obró con manipulación y realizó el

sometimiento de nuestras gentes y de nuestros pueblos americanos,

nada más imaginemos la impronta de miedo en el alma humana de

un coterráneo, al escuchar desde un púlpito, durante sus luchas por

su independencia: ¡¡¡¡ UN ENEMIGO DEL REY, ES UN

ENEMIGO DE DIOS!!!! [Cabrera, 2010]

150

Conclusión

En esta segunda parte del tercer capítulo, además de las comparsas

y los talladores de piedra, ponemos énfasis en nuestra identidad

chimalhuacana y, por qué no, la mexicana. Somos españoles e

indígenas (la mayoría), somos mestizos—. De España heredamos

la soberbia, el fanatismo, la corrupción y la impunidad que tanto

nos caracteriza, sobre todo a los grupos pudientes. De los grupos

indígenas el individualismo, la afición al alcohol, el resentimiento

y el valemadrismo, más común en la parte popular, además del

autoritarismo en ambas.

La iglesia ha sido sustituida por la televisión, a la cual, le toca

someter a la población, reactivando su ignorancia y de paso

idiotizarla.

Las mayordomías fueron en su tiempo sustituidas por los grupos

afiliados al PRI –clientelismo y corporativismo, ejemplo: Antorcha

campesina—.

Generosos y espirituales

No me perdonarían, ni yo lo haría, sino mencionara lo positivo

que alberga el alma mexicana y por ende la chimalhuacana.

Somos gente que ama profundamente –“una de cal por las que

van de arena”-. Nuestro ser generoso no se lo escatima nadie, es

más, se le pondera. Pensamos que la generosidad y el amor son

uno. El hombre de la calle es un ser fuerte y valiente; tenemos

ejemplo de personas que brillan en el contexto universal.

También somos un “pueblo niño” el de las cosas simples, la

mirada clara y transparente: un pueblo que se niega separar el

alma del espíritu, aunque sea un lugar común, en esto, no existe

un pueblo igual.

Insistimos vivir sólo en el pasado y en el presente, sin mirar el

futuro, ¿Se vale, aunque vaya en contra corriente de los demás?

Después de estas dos visiones sobre el futuro de nuestra patria

que están enfrentadas: La inmanencia y la trascendencia de

nuestro pueblo. Vemos que la primera mira al pasado, a la

151

herencia, y se protege con los valores culturales; la segunda la

describimos así: “Somos hombres y nuestra suerte es atender y

ser arrojados a mundos nuevos, inconcebibles” a la manera de

Castaneda (una nueva realidad).

Lo que puede salvar esta disputa podemos llamarlo: El hombre

paradojal. Paradoja a la manera de Borges: la verdad disfrazada

de mentira [Castellá, 2001]. Para mí el hombre es esencia y

existencia, sin orden de aparición; suyas son la filosofía oriental

y la occidental, la primera que funde al hombre con la

naturaleza y la segunda que la domina y la hace suya; le

pertenece la lógica aristotélica y la lógica paradojal de

Heráclito; y conviven en él, el pensamiento griego y el

pensamiento judío, grandes modelos de occidente: “El griego se

sintetiza en el <<una de dos>>, que, por desgracia, ha

invadido todo Occidente… (y) el modelo judío… <<no sólo,

sino también>>” [Frankl y Lapide, 2005].

En esta paradoja está la posible respuesta a las dos visiones, el

pensamiento judío valida ambas. A la persona le corresponde

tomar las decisiones a en su vida; también al pueblo, sólo a él,

optar su propio camino. Toma relevancia, entonces, la filosofía

de este libro: hay que hacer comunidad con sentido, procurando

un significado. También la de los TIDEES: amistad, tolerancia y

solidaridad, aunque debe ir más allá de ello, sin que se acobarde

por tomar los retos que la vida le plantea. La existencia no es

amor y paz Maco, es amor y tensión, es decir, que no se puede

existir en la homeostasis, hay un margen delimitado por donde

el hombre se mueve, ese debe ser el lugar de los hijos: la

existencia y el significado.

Chimalhuacán Atenco lleva el nombre del viejo Chimalhuacan.

La memoria de mi pueblo y el de la primera patria no pueden

morir, porque todo lo que nace tiene una tarea que cumplir. En

esta vida no todo es progreso y éxito, también hay valores

humanos que son la razón de ser de hombres, mujeres y

comunidades. Las personas, para ser humanos, debemos

152

practicar los valores espirituales (no hablo de valores morales o

religiosos, sino existenciales). Ellos nos dan sentido en la vida.

Heredamos una inmensa riqueza que tiene que ver con esta

tesis: Cuando se inauguraron los juegos olímpicos de Munich

(1972), le pidieron a Viktor Frankl, creador de la Logoterapia,

que diera una conferencia sobre el deporte, más o menos dijo:

“para triunfar en el deporte hay que disfrutar el juego”; así,

pienso que la clave de la vida es el disfrute y la característica

fundamental de la existencia del mexicano es DISFRUTAR. Así

o más claro.

FLOR y CANTO

Finalizo con lo poético, lo filosófico, lo metafísico. Nuestros

hermanos mayores decían que el meollo de la visión del mundo de

los pueblos náhuatl era Flor y Canto: escuchar un canto y

contemplar una flor que no se marchita. Sus pensadores aborígenes

la expresaban de diferente manera: “Flor y canto es lo bello”; “es

la palabra halagüeña”; “es lo importante”; “es inspiración divina”;

“es como cuando consumimos hongos alucinantes”; “es lo que

hace posible la verdad y es lo que hace posible la amistad”:

"Brotan las flores, están frescas, se van perfeccionando,

abren las corolas: de su interior salen las flores del canto:

sobre los hombres las derramas, las esparces:

¡tú eres el cantor!" [León-Portilla Miguel, 2014].

153

154

CUARTO CAPÍTULO Relatos:

Flotamos sobre la vida que nos ata. – Richard Dehmel—

Pointer, Tripa, Isidoro Buendía el “lobo”, Barajas, Francisco Primavera,

Maco, Mur, Cachona, Jesús Buendía. Chucho, Quino, Changa, Felipe

Sánchez, Pepe, hijo de Lorico, Lorico y Voltaire, hijo de Cachona.

EL CHUCHO

ísicamente alto, bien parecido, junto con el Padre y el

Benja eran los galanes del grupo; era el primero en accionar

en cualquier proyecto. Facilitaba su casa para reuniones de

planeación de actividades y llevar a cabo eventos. La

generosidad de sus padres, siempre fue manifiesta. Además

de ser un excelente portero, fue un goleador nato; dentro del grupo

fue muy solicitado para las serenatas, se había fracturado la pierna

y, en el tiempo de convalecencia, aprendió a tocar el requinto. Su

legado a las nuevas generaciones es que los quehaceres de todo ser

humano deben hacerse con entrega y con amor, lo cual siempre

reditúa.

F

155

Relato de JESÚS MANUEL

BUENDÍA TAPIA

ESCRIBIR MI HISTORIA

Escribir mi vida desde que tengo uso

de razón: mi de adolescencia,

amigos, escuela, la primera novia, el

campo, la laguna, el futbol, mi

primera borrachera, gustos y

debilidades, mi boda, mis hijos, mi

último deporte y lo más importante, creo, de 1969 a 1973, cuando

me dio por tocar la guitarra, ¡oh! Esto es muy anecdótico. Voy a

tratar de narrar con la mayor sinceridad posible.

Un 30 de Diciembre de 1948, a las 6:30 horas, nació un lindo

bebe, ese bebé era yo, mi nombre Manuel Jesús. Mis padres fueron

Ángel Buendía Estrada y Susana Tapia Montero. De aquí me

traslado a la edad de 12 años, cuando mi abuelo Antonio me

llevaba al campo junto con mi primo Felipe el “santana”, 3 años

mayor que yo; aprendimos la preparación de la tierra para

sembrar maíz, frijol, zanahoria, chile poblano, flor de pincel.

Lo más hermoso era ir a laguna, íbamos a pescar carpa, pescado

fresco, ajolotes, ranas, juiles, charales, acociles, etc. En ese

tiempo el ahuahutle [ahuahutli] - huevera del mosco de la laguna-

era el alimento de lujo; obtenerlo consistía en llevar manojos de

árbol de pirú que se encajaban en la laguna en forma de parábola

y a los dos meses se regresaba, se sacaban los manojos, se

colocaban en la chalupa, se ponían a secar en mantas blancas, se

sacudían, se volvían a meter los manojos en la laguna y así

sucesivamente. Ya en casa, mi abuela Andrea se encargaba de

prepararlo; al “mismole” con las ranas y los charales con las

carpas y demás pescados.

No quiero descartar la cacería del pato de laguna con armada [era

una serie de cañones de bajo calibre, dispuestos en forma

semicircular que operaban cuando había grandes parvadas de pato,

la recolección era abundante] o escopeta; el chichicuilote y otras

aves comestibles de la laguna. Al describirles esto me emociono,

ya que disfruté mucho esta etapa de mi infancia. La cacería en las

156

escalerillas, cerro que se encuentra al otro lado de la carretera

México-Texcoco, eran: el conejo, el tejón, las tórtolas en su

temporada e incluso víboras de cascabel, ardillas y el

“copalasclero” en los meses de Enero, Febrero y Marzo, mi

abuela lo preparaba igual que al chichicuilote: frito o en salsa

verde con nopales y cilantro.

Cuando comencé a cocinar tenía doce años, fue por necesidad, mi

madre sufrió parálisis de medio cuerpo y mi abuela materna se

hizo cargo de la casa, era Josefa montero; me mandaba a la tienda

por el mandado y quise aprender a cocinar, mi primer platillo fue:

sopa de fideo, chile con huevo y frijoles, más adelante pude hacer

guisados; aprendí a lavar, planchar, cocer mis shorts, incluso

cuando jugaba de portero, cada ocho días estrenaba shorts ya que

mi papá trabajaba en “Telas Blanco” en el D.F. y yo ocupaba los

cortes de tela que traía. En 1995 inicié otra actividad que me llevó

a lo que hoy me dedico: realizar banquetes de todo tipo:

barbacoas de borrego, puerco, res, pollo, conejo, etc. lo cual

disfruto el hacerlo hasta nuestro días en el 2013.

MI FAMILIA

Tuve cuatro hermanas, todas ellas menores: Ma. Del Carmen,

Salvadora Elena, Salomé (+) y Ma. De los Ángeles. Mis abuelos

paternos fueron: Antonio Buendía Castillo y Andrea Estrada

castillo. Abuelos maternos: Tranquilino Tapia y Josefa Montero

originarios de san Juan Extayopa, que está por el rumbo de

Xochimilco. Sobre mis primos, el único con el que tengo relación

es Felipe Peralta Buendía, nos visitamos con cierta frecuencia,

con los demás no hemos tenido ningún aprecio, sólo buenos días,

buenas tardes y ya, ésta es mi familia.

LA ESCUELA

Cuando era niño entré a párvulos en el colegio Netzahualcóyotl,

después a primaria y al terminar seguí la secundaria. El personal

docente eran religiosas y ¡ah! Había chavas que eran “internas”.

La madre angelina era muy guapa y no se diga la madre Fabiola,

a ella la veía como a una “mujer”, era muy hermosa y tenía un

acento español que me parecía única, siempre fue mi novia aunque

ella no lo sabía, incluso para estar con ella le decía que no le

157

había entendido a la clase y me sentaba casi en sus piernas; desde

ese entonces comenzó una de mis debilidades: las mujeres.

LAS MUJERES

No fui un estudiante destacado, lo que para mí era importante es el

hecho de que la madre Blanca, directora de la escuela, nos llevaba

a jugar futbol a otras escuelas y ganábamos torneos, yo era

portero y ella me compró un suéter de color verde bandera. En

secundaria era obvio para mí enamorar a las chavas; en primero y

segundo de secundaria mi primer novia fue Isabel Néquiz. Después

Carmen Pacheco “la chita”.

De la que si me enamoré perdidamente fue de Ma. Elena, era muy

hermosa, vivía en una granja de la barranca, era de Jalisco,

duramos tres meses de noviazgo después se fue a su tierra y jamás

supe de ella.

ADOLESCENCIA

Lo especial era la temporada de las canicas y el trompo [negritas

por Jesús]; cerca de la casa de doña Aurorita junto con Marcos, mi

vecino, nos reuníamos para apostar la botella de canicas, ya sea

mano a mano o entre varios; el juego duraba mucho porque era

muy competido. Cuando terminaba esta temporada de canicas se

iniciaba la del trompo, apostábamos 20 centavos, eran de cobre,

algunas veces la apuesta subía a un peso de los llamados

“Morelos”; se jugaba a puntazos, es decir, poner el trompo en el

centro del círculo y que el contrario tenía que chocarlo con el

suyo, a veces se rompían los trompos y ese era parte del juego.

Con mis primos hermanos, hijos de Evaristo Buendía que era de

carácter fuerte, exigente y prepotente, ordeñábamos las vacas,

lavábamos chiqueros y dábamos de comer a sus animales; quería

mi tío que me quedara en su casa, que me levantara a las cinco de

la mañana y trabajara con él a cambio de darle leche y otras cosas

a mi mamá, incluso quería que me pelara de casquete corto, casi

pelón con un copetito al frente; no me hallé en su casa y regresé a

mi hogar.

158

DEPORTE

Este tema es de gran interés, para mí, ya que lo practiqué con

pasión y entrega en la escuela; siempre tuve deseos de destacar y

aquí les expreso mis triunfos y derrotas. Cuando tenía 17 años me

invitaron a participar al equipo León de primera división de

Chimalhuacán; en el segundo partido debuté, el portero titular le

llamaban “el crack” y el segundo era “el tonina” a los cuales

desbanqué, en ese torneo, 1966-1967 me parece, salimos

campeones de liga y repetimos el campeón de campeones

derrotando al guadalupano.

Como en toda organización existen problemas e inconformidades,

casi la mitad del equipo salimos de él. Pasamos al León de

segunda división, estaban en ese equipo: Arrepentida, Quino,

Maco y Benja -los tres son hermanos-, Pepe, Pointer (+),

Marranito, el Padre y Cachona -los tres últimos también

hermanos-.

Más o menos en 1968 tenía buena amistad con ellos y nos

reuníamos en mi casa para echar relajo y beber unos tragos, fue

entonces cuando, platicando con Cachona, dijimos a los demás:

vamos a formar un equipo nuevo que empiece desde la tercera

división; estuvieron de acuerdo y -“le llamaremos TIDEES”,

opinó Cachona, bueno -¿Qué significa Tidees? Preguntaron. –

“Tierra de escudos” contestó, “es el significado de la palabra

Chimalhuacán”. Se le dio parecer a todos los cuates y se procedió

a madurar al proyecto: el diseño del escudo, colores del uniforme

y jugadores para completar el equipo. Los colores fueron: playera

azul rey y amarillo y medias rojas. El banderín: amarillo el fondo,

fleco azul rey y letras rojas.

Al inicio del torneo el primer partido fue con el Internacional,

donde jugaban los “tachuelas”, quienes eran muy aguerridos, este

partido lo ganamos y, entonces seguimos esa línea toda la primera

vuelta, es decir, invictos. En la segunda el encuentro con el

Internacional, que nos pisaba los talones, fue realmente de

alarido, perdíamos uno por cero y faltaban pocos minutos para

terminar el partido, cuando el Arrepentida y yo armamos una

jugada hasta la puerta contraria, donde se hizo la melee y en una

159

soberana polvareda mi compañero y yo pateamos por último el

balón logrando el empate, nunca supimos quién de los dos anotó el

gol del empate, esto se convirtió en anécdota que siempre salía a

relucir. Fuimos campeones invictos.

Para la segunda división se integran: el Pangas, Cachona, Tepis,

Tripa, Barajas, Julio, Mur, Hugo y mi primo Felipe Peralta. En

este torneo no sucedió nada importante; se dieron diferencias

entre los jugadores, sobre todo sobre el trofeo del campeonato

anterior el cual era reclamado por el Quino, sin embargo la

mayoría votó para que yo me quedara con él, esa fue la razón por

la cual me salí del equipo Tidees.

De allí me fui al Jalisco y todo pasó sin pena ni gloria y después al

Tiburón B con el que gané el campeonato de copa de primera

división. Dejé de jugar un año y al regresar me registré en el

monterrey, también de primera división, donde al final de la

campaña salimos campeones y decidí retirarme cumpliendo mi

deseo de hacerlo siendo campeón de futbol de la primera división

en mí pueblo.

Otros hechos relevantes fue

anotar dos goles olímpicos:

el primero fue contra el

Atlas cuando jugaba con el

León A y el segundo contra

el Tiburón C jugando con el

Tiburón B. Por último

quiero resaltar en este

segmento que el hecho de

pertenecer al TIDEES fue lo

máximo, todos fuimos

amigos, para mí la relación

destacada fue con el Padre y el Changa, sin embargo desde que

me casé sólo hubo un “quiubo”, un “que tal” y eso es todo.

En 1975, trabajaba en el banco y entré al torneo interior donde

quedamos en 5º- lugar; además hubo un torneo inter-bancario,

nuestro entrenador fue Jorge Iniesta ex portero del América de

Chucho, Abajo penúltimo

160

primera división profesional-nacional, mi posición era de extremo

derecho pero él me ubicó como lateral derecho y me dijo: “tú vas

a ser mi arma secreta, cuando te grite adelante te vas con el balón

y gol”.

Anoté tres goles, uno en la final con el Bancomer, que perdimos en

penales. Dos años más tarde se realizó un torneo interno de futbol

rápido, salimos campeones y yo conservo el trofeo como CSI valle

de México.

LA MÚSICA

Este tema es el más bonito de mi vida, a continuación explico

cómo y porque empecé a tocar la guitarra: En 1969 en una fiesta

conocí a una chava que me llamó mucho la atención, la invité a

bailar, platicamos y quedamos de vernos al día siguiente, que era

domingo, en la plaza, en la nevería del “barrilito” tomamos una

nieve y, en fin, que “le canto”, le pedí que fuera mi novia, me dijo

que si, actualmente es mi esposa, pero que se me sale decirle que

un día le llevaría serenata y no sabía tocar la guitarra y aquí

empieza la historia.

Había un trío: “los luceros” donde tocaba mi tío Guillermo Páez,

tocaba el acompañamiento y era primera voz; don Enrique Páez

requinto y tercera voz y don “chivas” acompañamiento y segunda

voz. Le pedí a mi tío que me enseñara a tocar, me puso hacer

ejercicios con los dedos para darles movilidad, para lo cual le

puse mucho empeño, quería llevarle serenata a mi chava. Después

de tres meses tocaba algunos tonos y llevaba serenata donde nos

contrataban. Empecé a rasgar el huapango y compré algunos

métodos de guitarra fácil y continué con las serenatas.

Cuando regresábamos de Sinaloa, de las vacaciones arriba

mencionadas, pasamos por Quiroga donde compré mi guitarra,

una verdadera chulada, con un sonido especial; me costó $550 que

era mucho dinero en ese entonces. De regreso en el pueblo le puse

más dedicación al aprendizaje, sólo que sufrí un accidente, fui

fracturado de tibia y peroné en mi equipo León A jugando contra

el Guadalupano; ante el enojo de mis padres vino una dedicación

completa a la guitarra y como “no hay mal que por bien no

161

venga”, los cuates estaban todas las noches en la casa y Javier

Martínez, recién llegado del seminario diocesano y que sabía

tocar la guitarra, me visitó y compaginamos y, haciendo

transportación, tocamos boleritos que salían casi a la primera.

Después de unas semanas y casi acoplados, escuchábamos la

“sinfonola” en la nevería el “barrilito” y, aunque era lírico, se me

grababan los tonos del requinto, de manera de que al escuchar la

canción de moda “ven”, de la rondalla de Saltillo, después de

hacerlo varias veces, quedó lista.

Se integró Changa y Cachona, en fin, todos querían cantar con

nosotros, lo cual era muy emocionante, lo que hice fue sacar más

requintos y dar más serenatas. No recuerdo donde, ni con quien,

fue la primera serenata o a que chava, pero una vez fuimos con

Cachona a la Agrícola Oriental, había pomo, “vamos a tocar y

después a tomar” les dije, porque estamos en el D. F., y sí, poco

después llegó una patrulla y como no estábamos tomando no nos

molestaron, ya en Chimalhuacán empezamos a chupar.

A principio de 1970 el padre Felipe González nos propuso cantar

en la misa del 24 de diciembre, ensayamos requintos y letras y ese

día a media noche por primera vez se cantaba la misa con

guitarras lo que fue una sorpresa para propios y extraños; después

se repitió este hecho. Actualmente es normal que rondallas y

estudiantinas amenicen la misa, tocan tres requintos donde

nosotros fuimos pioneros, como son: caminar, aleluya y el santo,

santo. Nuestro repertorio se fue incrementando y espontáneamente

se incorporó “el flaco” (Francisco Sánchez) quien cantaba como

Jorge Negrete; nos pidió que le lleváramos serenata a la sobrina

del padre Jesús, quien actualmente es su esposa; llevamos

serenata también a Marilú “la venada” por encomienda de Javi,

tiempo después “le canté al oído” y me gané un “caldito”; con

Benja fuimos a la colonia Aurora y con todo ello, modestia aparte,

me gané la admiración de varias chavas…

Recuerdo una serenata que fue improvisada, al Arrepentida lo

había cortado su novia, le decíamos “la manzanita”, habíamos

vaciado el refrigerador que estaba lleno de cervezas y a “medios

162

chiles”, como a las 23:45, sin tener practicada la canción

Irresistible, la entonamos y salió tan bien, que también salió “la

manzanita” y, por tanto, hubo reconciliación, más adelante, hubo

boda, después vinieron los niños y, actualmente, siguen felizmente

casados.

GASTRONOMÍA

¿Un oficio? ¿Un arte? ¿Un don? O simplemente un gusto por

cocinar, posiblemente una necesidad, para mí fundamentalmente

es el placer de hacer degustar a propios y extraños mediante el

sazón, en mi caso, una herencia de mis abuelas paterna y materna,

así como de mi madre.

Cuando tenía 22 o 23 años, mi madre se había recuperado y me

enseñó hacer guisados; aprendí con ella a planchar, a zurcir y

cuando me casé, a los 24 años, le dije a mi esposa que: el sábado y

domingo, mis días de descanso, que yo cocinaría y lavaría mi

ropa; únicamente ella debería planchar mis camisas. Mi esposa

también cocinaba rico, tiene buen sazón; me enseñó a cocinar la

pierna y lomo de puerco al horno, los pavos y toda comida

especial para navidad.

Para el año de 1998 preparé un lomo para un cliente del barrio de

Xochiaca, le gustó mucho y de allí nació la idea de dedicarme a

los banquetes, preparaba: bufetes, comidas de gala, barbacoa de

borrego, puerco, res, pollos, conejo, etc. actualmente (2012) sigo

ejerciendo con buenas ganancias y ganando cada día más clientes

en varias latitudes: Texcoco, Coatlinchán, Chicoloapan; he

cocinado también en Toluca, Oaxaca, Sirahuén Michoacán, en

Nayarit y otros lugares más.

Hace aproximadamente cuatro años hubo un evento político en el

“salón Jordán II”, presidía el acto el Sr. Marco Antonio Lázaro

presidente municipal de Chimalhuacán; me encargué del menú, el

cual consistió en: ahuahutli, pato de laguna en pasilla con

“lenguas de vaca” y espinacas y algo más; al terminar el convivio

fui llamado por el presidente quien me dijo: “mire he comido

ahuahutli y pato varias veces en los barrios de Xochitenco y san

Pablo y nunca lo había comido así de rico”, le di las gracias y le

163

dije que lo hacía con gusto y pretendiendo que los comensales

quedaran satisfechos .

En abril, dese hace nueve años, la ida es a Juquila, Oaxaca; San

Juan nuevo Michoacán y a plateros Zacatecas, en fin, toda una

experiencia y como del resultado de cocinar como si fuera para

uno mismo. El hecho de haberme dedicado a los banquetes hizo

que comprara semanalmente revistas de cocina, obteniendo varias

colecciones, de igual forma, todos los días veía el programa “la

ruta del sabor” en el canal once de t.v. coleccione recetas de todas

partes de la república, incluso me inscribí en este programa para

elaborar la comida prehispánica: ahuahutli, pato y mixmole; no

logré mi objetivo porque antes habían pasado un programa con un

menú similar. El cocinar para mí ha sido toda una experiencia; he

puesto en esta actividad toda mi imaginación; he tenido que

esforzarme y tener paciencia; aquí, como hacer el amor, no está

prohibido nada, sólo el hecho de complacer a los demás y a mí

mismo.

MI VIDA PERSONAL

Me casé con Rosa Estela Valverde Cedillo, hija de don Julián

Valverde el “Jordán” el 28 de Agosto de 1972, ella tenía 21 años y

yo 24, tenemos cuatro hijos: Sonia Salomé, Manuel Alejandro,

Roberto Carlos y Carina Alejandra, todos están casados; tenemos

seis nietos, cinco mujeres y un varón. La mayor salió muy buena

para el baile de las comparsas.

RECUERDOS DE ÚLTIMA HORA

Tuve la oportunidad de tomar película del paso de la antorcha

olímpica por nuestro municipio el 11 de octubre de 1968, creo que

soy el único que tiene este tesoro, ya lo compartí con el Tepis y

con Cachona, nada más. Otro dato que no incluí en el tema de la

gastronomía es el siguiente: Cierta vez una monjita argentina

llamada Sarita, chef desde hace 50 años, la entrevistaron en radio

centro, no dio recetas pero si tips, dijo: No es necesario utilizar las

medidas en onzas, octavos o pizcas, debe uno tener el ya cálculo

con los dedos, es decir, si vas agregar sal que sea de grano y con

tres dedos; utilizar cucharas de madera y cazuelas de barro; otro

que mencionó es que uno debe tener siempre una cubeta con agua

164

limpia y dos o tres secadores, para lavarse las manos seguido para

garantizar buenos alimentos y finalmente, pedirle a Dios que todo

salga exquisito.

Cuando terminó la entrevista me di cuento que todo eso yo hacía y

que tengo además: sazón e imaginación. Por ello le voy a

mencionar tres antojos de mi creatividad, que vendo en mi puesto:

A unas “tortillinas” les puse suadero caliente, les gratiné queso

Oaxaca, le agregué cilantro, cebolla y salsa. Otra creación fueron

unos cuaresmeños a los que desvené, les pongo limón, sal, queso

manchego, cilantro y por último,

tostadas de suadero, longaniza,

pastor y combinadas: a unas

“tortillinas” les puse sal por los

dos lados hasta que quedaron

tostadas, les pongo suadero,

cilantro, cebolla, limón y salsa. En

Diciembre se va iniciar un curso

para Chef profesional con

especialidad en diversas cocinas:

Mexicana, Española, Francesa e

Italiana, además de repostería y

voy a darme la oportunidad de

tener ese título la escuela es:

Escuela nacional de gastronomía.

MI ÚLTIMO DEPORTE

Mi cuñado Gabriel Valverde (+) me invitó a ”pedaliar” a San

Juan de los Lagos Jalisco, le dije que sí y el 29 de julio de 1981

compré una bicicleta Zaeta rodada 28 de color azul eléctrico; con

ella comencé a entrenar yendo a Coatepec, Tepetlaoxtoc, y

Tepetlixpa. En Enero de 1982 fui por primera vez a San Juan de

los Lagos, nuestro grupo se componía de 18 miembros,

actualmente somos entre 90 y 100, el grupo se denomina: “grupo

Ciclista de Chimalhuacán”; hemos realizado varias

peregrinaciones: a Chalma en mayo, a Tepalcingo Morelos en

marzo, a Tepetlixpa el último domingo de enero, a Juquila

Oaxacca el tercer viernes de abril, a plateros Zacatecas del 12 al

15 de agosto, a san Juan nuevo Michoacán.

165

166

EL DAVID

avid Rico Rodríguez pertenece a la tercera generación del

grupo. Su familia paterna fue siempre muy reconocida en

nuestro pueblo. Siendo niño la vida le fue adversa a

David, cuando murió su padre, Ángel Rico, su madre,

Ofelia Rodríguez, batalló para la educarlo y

también a sus hermanos. Dentro de todo

esto, estará presente la muerte de Ángel, su

hermano mayor,

Al escribir estas líneas, se traslada a Costa

Rica, va por tres años, enviado por la

empresa donde trabaja. Su esposa es

profesionista, su hijo cursa actualmente dos

licenciaturas y su hija preparatoria, de ese

tamaño es la “herencia de hemoglobina”

que recibió de su familia. El legado que deja a las nuevas

generaciones TIDEES es que el hombre puede trascender más allá

de sus límites.

Relato de DAVID RICO RODRÍGUEZ

Practicar futbol nunca ha sido algo que me emocione sobre

manera, de niño y adolescente participé en las competencias que

se gestaban entre los chavos: “Los Valencia” hijos de Pedro y su

hermano Rufino, contra los “Rico” que incluía a mis hermanos

Ángel y Rafael, igual que a mis primos todos de la familia Rico.

Faltaría a la verdad decir que en los encuentros siempre

resultábamos victoriosos, pero honestamente recuerdo que así

ocurría con frecuencia, y ahora reflexiono que esto de manera

indirecta y nada intencional incrementaba la rivalidad, sin

sustento, que existía entre “las familias”, todo por demostrar

quienes eran los mejores del barrio. Pero más emocionante era

esperar el final de cada partido porque entonces era necesario

cuidarse de las posibles agresiones, berrinches y pataleos que mis

vecinos nos propinaban.

D

167

Con este antecedente “atlético” llegué a los albores de mi

juventud, naturalmente era “obligado” participar en un equipo de

futbol tal como lo dicta la tradición, pero por supuesto no debería

ser cualquier club, por lo que acostumbrado a seguir los pasos de

mis hermanos, como cuando éramos monaguillos con el padre

“Chucho” (Jesús Aguilar) en la parroquia de Santo Domingo, me

decidí participar en un equipo.

Mis hermanos, jugaron en el Jalisco con Armando mi primo, el

Mur y Erasmo Valverde y posteriormente se integraron al TIDEES

que, para la época, algunos equipos rivales lo veían como un

grupo de elite o burgués, sus integrantes se distinguían porque la

mayoría eran estudiantes universitarios o profesionistas, y para

llegar a los campos de juego siempre lo hacían valiéndose de sus

propios vehículos.

Los padres de David: Ofelia Rodríguez y Ángel Rico.

¿Cuántas temporadas “jugué”? No lo recuerdo, pero lo que si

tengo en la memoria es que nos enfrentábamos con el Tampico de

Rufino Valencia y familiares, otra vez la historia se repite, así

como con el Jalisco donde el rencor seguía vivo con Armando mi

primo y el Mur, porque no solo mis hermanos jugaban en el

TIDEES, sino también el hermano de Armando (Juan) era uno de

los jugadores destacados en este grupo. Mi posición en el campo

de juego fue centro delantero lo cual me valió superar mi marca

168

de anotaciones de ¡un solo gol! en todas mis temporadas, ese día

fue espectacular porque el marcador final fue 3-3, pero lo mejor

fue que los 3 goles del TIDEES fueron marcados por mis 2

hermanos y yo, al final del encuentro le ofrecí disculpas a Jaime

Castillo del equipo Monterrey, porque debido a que no tenía más

hermanos no le pudimos ganar con más anotaciones.

UN TIEMPO ANTES

Pasar a la adolescencia significó un reto personal, terminaba mi

nivel elemental de estudios, la primaria en la escuela oficial José

María Morelos y Pavón, donde si bien no me distinguía como el

más brillante, si tenía los arrestos para posicionarme entre los

alumnos destacados en esa generación. Pero mi llegada a

secundaría representó un reto adicional, tuve la oportunidad de

cursar este nivel de estudios en la escuela de mejor prestigio en el

municipio, todavía en la década de los finales de los 70´s. Lo

refiero como un reto porque en aquel tiempo la economía familiar

no era de tanta solvencia como para que mis hermanos y yo

pudiéramos estudiar en esa institución, sin embargo, con las

consideraciones de las Madres Carmelitas que aceptaron

otorgarme 50% de beca y el apoyo, en un inicio, de mi tía Lupita,

inicié mis cursos de secundaria. Y bien, sin abundar en más

detalles es posible decir que, a temprana edad todo individuo es

capaz de asumir compromisos y vislumbrar un plan de vida.

Ciertamente, ese fue mi caso.

Chimalhuacán seguía en la ola de la Sociedad de Estudiantes para

esos años, que como todo joven lleva en sus ideales el propósito de

cambiar el ambiente heredado por sus padres, era así como

organizando bailes y las tradicionales Kermes estos muchachos

con sus familiares y amigos hacían la colecta para la construcción

del dispensario que llegó a funcionar en un espacio de la

parroquia de santo Domingo, donde los médicos recién egresados

(Fernando Canto y Adán Buendía) se comprometían a dar

consulta como un servicio para la comunidad, pero a la vez

reafirmaban sus conocimientos practicando con los paisanos.

169

Con las esposas de algunos TIDEES

No todo era trabajo, porque a esa generación le interesaba que el

pueblo tuviera otras distracciones y que la juventud encausara sus

energías no sólo en el futbol, fue así como vimos a la primer

rondalla, el grupo de danza y teatro que siempre estaban

dispuestos en participar en los festivales y “callejoneadas” que

daban un colorido especial a la monotonía que en vivíamos.

La anterior referencia, que para algunos pudiera ser algo trivial,

en lo personal significó el motor para que no perdiera de vista el

objetivo de llegar a ser profesionista, cursando mi bachillerato en

el Instituto Politécnico Nacional, la carrera de ingeniería en la

Universidad Nacional Autónoma de México y por último una

maestría en Administración en el Instituto Tecnológico de Estudios

Superiores de Monterrey.

Me interesé por participar en actividades políticas en el ámbito

local, me acerqué y afilié al PRI, competí por ser representante del

MJR - Movimiento de Juventudes Revolucionarias que no lo

conquisté porque ya la decisión y apoyo era para el contrincante.

En la administración de Pabello coincidió que el Presidente de la

República fue Carlos Salinas de Gortari y en su primera visita a

nuestro municipio tuve la oportunidad de ser ponente en el acto

organizado para hacer de su conocimiento las condiciones de

nuestra localidad. Mi ponencia giró en torno a la: Educación,

Deporte y Comunicaciones.

170

Era el más joven de entre los 4 ponentes, detalle que llamó la

atención del Presidente de la República y sin faltar a la verdad mi

discurso resultó el mejor de entre los demás, tan fue así que en la

tercer visita que CSG realizó al municipio pidió que estuviera

presente en el acto donde haría entrega del Hospital de 90 camas

que se construyó en el Barrio de Plateros. Y además, en el último

año de su gobierno al ser entrevistado previamente a la transición

del poder con Ernesto Zedillo, le preguntaron a CSG que

mencionara 3 cosas que le habían marcado su paso por la

presidencia de la República y en palabras más, palabras menos, él

comentó sobre la que muy particularmente me refiero:

“recuerdo en las actividades del Programa Nacional de

Solidaridad en la visita a unas de las comunidades más pobres del

país; Chimalhuacán, un joven con mucho valor y energía me pidió

que no fuera de los presidentes o funcionarios que iban a sus

lugares de origen y ofrecían obras y que ponían siempre la

primera piedra y que nunca regresaban a poner la última”

Entonces el presidente aprovechó para comentar que a ese joven y

su comunidad se le había cumplido y se había construido el

hospital de 90 camas. Pues con mucho orgullo debo decir que ese

joven fue David Rico…

A la postre, revisando mi comportamiento de la época es fácil

identificar que esa rebeldía y forma tan clara de decir las cosas la

sustentaba mi juventud pero más aún mi autonomía de los órganos

de gobierno porque nunca he ostentado cargo público, lo que a

todo individuo le permite hacer las críticas y comentarios que le

parecen pertinentes porque como se dice: nunca he vivido del

presupuesto.

LA HERENCIA

Habrá quien esté de acuerdo y quienes no lo estén, pero lo que

logra uno en la vida tiene sustento en 3 factores: el medio

ambiente, el personal y lo hereditario. En este último elemento

aprovecho para mencionar datos de mis raíces, principalmente de

mi abuelo paterno quien en vida llevó el nombre de Francisco

Rico, los datos a continuación mencionados son una pequeña

171

recopilación de quién llegó a conocerlo, sin duda entre los

habitantes de esa época encontraríamos quienes estén de acuerdo

pero también los que no. Mi intención en este momento es para

sustentar que lo que en lo personal he logrado y cómo esto puede

ser parte de mi herencia.

EL ABUELO FRANCISCO RICO

Alvaro, Juan, Francisco, Guadalupe, Ángel, Carmen y Tere

Hijo único de Rafael G. Rico y Tomasa Alonso, su padre muere

cuando apenas llegaba al año de edad. A los 28 años contrae

nupcias con Carmen Sánchez Gálvez de 18 años. La condición

económica de Francisco lo convertía en un buen partido, por lo

que el día de su boda despertó el resentimiento de alguna

aspirante, de quien se presume ser la autora de pasquines que

aparecieron el día anterior a la boda con la clara intención de

afectar la naciente unión matrimonial.

Carmen contaba con estudios de primaria y por sugerencia de su

esposo se inició en el estudio de corte y confección, pero los

deseos de Francisco por hacer de su pareja una mujer distinguida

no quedaron en eso, por lo que adquirió un piano para que

Carmen aprendiera cómo arrancar de este magno instrumento las

mejores notas para el deleite de toda audiencia.

Desafortunadamente, como siempre ha sucedido en la historia de

todo matrimonio, la suegra de Carmen tuvo que influir para que

172

eso no sucediera, porque la tradición dictaba que la mujer debe

atender al esposo y no distraerse en cosas diferentes.

En fin, dicho piano no cumplió el objetivo para el cual Francisco

lo compró, pero a la postre sirvió para que las juventudes de

Chimalhuacán tuviéramos acceso a un instrumento de ese tipo

dado que pasó a formar parte de los activos de la escuela

Netzahualcóyotl. Lamentablemente del piano no tengo la menor

idea si aún se conserve en la escuela, pero con toda seguridad

podemos dar cuenta del mismo porque la factura del mismo la

conserva Lupita Rico, mi tía.

La personalidad de Francisco Rico fue la de una persona

caritativa, humana y siempre dispuesto ayudar al prójimo. De

trato sencillo al igual que el vestir no formal, camisa de manga

larga, tenis y sombrero de la marca Tardan. Su actividad

económica fue el comercio, dueño de la tienda mejor surtida de la

época, a la que la gente llegaba por sus provisiones, se cuenta que

no en pocas ocasiones fiaba los productos a los pobladores y

anotaba en su libreta de deudores. También se sabe que los

clientes llegaban a solicitar préstamos dejando en garantía los

títulos de sus propiedades. Tanto la libreta de deudores y los

títulos de propiedad si los hubo, están en la misma condición del

piano, no se sabe dónde quedaron.

De mitos y leyendas hay

mucho que contar, lo

cierto que con su

esfuerzo, trabajo y

administración Francisco

Rico llegó a distinguirse

en cuanto a los bienes

que logró, siendo la

primera persona que tuvo

automóvil en Chimalhuacán, en su tienda se vendían los timbres

fiscales con los que se daba legalidad a los documentos que así se

requería, lo que sí es un mito es que su riqueza se debía a que

poseía acciones de minas en Pachuca, tal vez esto se alimentaba

por los viajes frecuentes que realizaba a esa localidad para visitar

173

a su tía Rosario hermana de Tomasa su mamá, que por cierto tuvo

un hijo llamado León Jiménez que murió después de haber sido

atropellado por un autobús de pasajeros, frente a la casa de

Francisco.

No le gustaba la política, sin embargo, contra su voluntad fue

nombraron Síndico Municipal “por ahí” de los 30´s. Lo que sí era

de sus placeres el juego de cartas o el dominó, así como lo

bohemio, de esto hay una anécdota que se cuenta que en el juego

uno de los contrincantes al no tener nada más que perder ofreció

como prenda a su mujer, la cual perdió. Pero cuando el oponente

quiso cumplir con su deuda, Francisco no lo aceptó y le pidió se

retirara.

Foto de despedida de Francisco Rico Sánchez (de traje) –su tio- , iba a

continuar sus estudios sacerdotales a Roma, Italia

Francisco tuvo una formación religiosa, coincidiendo en el

seminario con su gran amigo Maximino Castro, quien a la postre

llegaría a ser párroco de Chimalhuacán y el que diseñara las

criptas para la familia Rico que se encuentran en el panteón

Municipal de Santo Entierro, la construcción en cantera rosa es

inspirada en el Partenón Romano y dada su ubicación dentro del

174

campo santo, es un punto de referencia para los que visitan este

lugar.

Francisco Rico muere en el 17 de Enero de 1941 a la edad de 41

años pero la construcción de la capilla es concluida hasta el 20

Junio de 1942. Su muerte, a tan mediana edad, se debió al

contagio de tuberculosis -también llamada peste blanca- la cual

se llegó abrigar la esperanza de que para 1916 estaba totalmente

controlada y quizá erradicada… hoy como sabemos, no sucedió.

Dada su vocación altruista se sabe que la enfermedad la adquirió

al estar expuesto al contacto directo con una persona a la que

daba alojamiento y que cayó en cama. Francisco no sabía la razón

de la enfermedad y sin ninguna preocupación le prestaba los

auxilios, auxiliándolo en el aseo personal y acercándole los

alimentos. Esta persona provenía de algún lugar del interior de la

república, pintor de oficio y autor de la China Poblana, que por

mucho tiempo se pudo contemplar su imagen en una de las

paredes de la tienda “La Primavera” propiedad de Francisco

Rico.

Alrededor de un año Francisco estuvo enfermo luchando contra el

virus de la época, internado en el Hospital Francés de la ciudad de

México institución privada de prestigio y por recomendación de la

familia Oriard. Las madres Soledad y Teresa fundadoras de la

congregación de religiosas [carmelitas descalzas] llegaron a

Chimalhuacán en su vocación misionera por asistir a comunidades

más pobres.

MISIONERAS CARMELITAS DE SANTA TERESA

En sus inicios eran alojadas en diferentes casas de la población,

hasta que Francisco Rico, por decisión propia, les permitió ocupar

una de sus propiedades que ahora se puede identificar como la

casa #18 de V. Carranza en la cabecera Municipal.

Aproximadamente 20 años fueron los que las religiosas hicieron

uso de esta morada, sin que significara alguna erogación para

ellas, hasta que se inaugurara lo que es hoy el colegio

Netzahualcóyotl

175

176

BLANCA RICO

avid Rico me envió un escrito de su prima Blanca Rico y

con mucho agradecimiento aceptamos esta aportación.

Blanca es hija de Juan Rico Sánchez, mejor conocido

como “el bujía”. Algunos tíos de Blanca, por el lado

paterno, fueron muy conocidos en la Plaza: el doctor

Alvaro, ex presidente municipal; Luis, fue miembro del

grupo musical “Maracanao”; Francisco, mencionado antes; Lupita,

muy querida en la comunidad; Tere, religiosa y Ángel,

comerciante. Es hermana de Juan rico, miembro de la tercera

Generación TIDEES

Juan Rico, Blanca Rico y el autor

Relato de BLANCA RICO

Los Tidees…. ¡Su influencia en las mujeres!

¿Quién no escuchó hablar de los Tidees? Antes de ir al partido

del equipo, allá por las torres donde se encuentran los campos de

futbol, pero campos no con pasto sino con tecas de salitre; demos

un paseo por la cabecera donde con tanta tranquilidad caminas en

sus calles, sin pavimento una que otra empedrada, no se diga

cuando llueve: sí que baja la barrancada con ganas del cerro del

Chimalhuachí, tienes que ir como sapo, buscando piedritas para

poder pasar sin meterte al lodo.

D

177

Llego a mi casa y me dice mi mamá -doña “Cuquis” como le dice

la tía Carmen- ve a traer petróleo con los Valencia en la calle de

Hidalgo -ahora Paseo Hidalgo-. Don Pedro Valencia y Doña

Elena, con sus hijos los gordos y “Simonita” son los que

despachan y a veces si está cerrado ¡qué triunfo para que te

abran!, puedes estar una hora tocando, pero en fin tengo que

llevar el petróleo, porque no había de otra.

Lo que más me gusta es ir a la tienda en el mercado con mi tía

Lupita Rico, sólo son dos tiendas; la de Lupita y la del tío

Fernando Sánchez, entre ellos está el “cajón” de José [fina] así

como la tortillería de Marcos Jiménez, además hay dos carnicerías

y uno que otro puesto de frutas. Eso es…todo el mercado.

Aprovecho para comprar mi raspado de tamarindo con Doña (¿?)

y en variadas ocasiones no se me escapan los pambazos de Doña

“Coti”, por cierto buenísimos…Pero con todo y esto, a veces se

me antojan las nieves del “barrilito” la nevería exclusiva de la

cabecera, centro de reunión de jóvenes, parejas, familias y donde

escuchas canciones en la rock-cola o solo esperas en la entrada

para observar a los que pasan.

Se llega el sábado y es día de ir al D.F., en el camión que pasa al

costado del jardín y la iglesia de Santo Domingo, “Patrón del

Pueblo” que se festeja el 4 de Agosto, no sabes que fiestón. Los

camiones llegan a la calle de Circunvalación y San Simón, donde

tienen su terminal cerca de la Merced y Candelaria, una zona muy

transitada y peligrosa.

Regresamos por la tarde en el mismo transporte, porque no hay

otro que llegue a Chimal, lo ideal es que logremos regresar

sentados porque el camino es largo, o de plano esperamos al

camión 20 ó 34 que son los de mis tíos los “zorras” y además no

nos cobran. Pasadas dos horas de camino llegamos a la iglesia de

Santo Domingo en la parada de los Alonso, ahí donde el camino

hace curva con el jardín municipal y si hay fiesta nos quedamos,

de otra manera debemos esperar a que un nuevo ciclo semanal

empiece.

178

A propósito de fiestas; las bodas o quince años se organizan de lo

mejor porque echan la casa por la ventana y no se diga la de los

amigos en fiestas patrias, día de muertos, día de las madres o las

posadas que organiza la Sociedad de Estudiantes, ha y cuando

Hugo invita a sus cuates de la Trova de Ingeniería del Politécnico,

pues las chicas nos damos un buen taco de ojo. Una

“callejoneada” buena es cuando llega la Rondalla de Saltillo, por

lo general en Noviembre inician en el panteón y terminan en casa

de alguno de los cuates.

Otros bailes a los que nos gustaba ir son los de carnaval o las

fiestas de la iglesia o del pueblo por Santo Domingo, eran

amenizadas por orquestas de renombre en la época como: Carlos

Campos, Sonora Santanera, Acapulco Tropical, Mike Laure, Rigo

Tovar y muchos otros más. Solíamos ir acompañadas por mi papá

o con los amigos, no importaba estar parada cuatro o cinco horas,

valía la pena la desvelada. Ataviadas con las mejores galas

esperabas encontrarte con el Chepo, Hugo, Albino Valverde, el

Changa, Ángel Rico y muchos otros cuates, pero mi hermana

Graciela aprovechaba el momento para ir en busca de sus

galanes.

Para terminar, sin perder la razón de esta humilde aportación,

inspiradas en los TIDEES y del cual éramos un buen grupo de

chavas en la porra, nos decidimos en formar nuestro equipo de

futbol femenil llamado “Las Venus”, pero esa es otra

historia………

179

Las TIDEES. Hilda (ar-2) e intermedia Concha,

hermanas del Marranito; cuñada (ar-4) y

sobrina (ab-4).

180

EL TEPIS

L TEPIS, como muchos de nosotros, nació derrotado, en la

pobreza, miremos detenidamente las coincidencias con

todos los TIDEES: pobreza, ejemplos familiares,

imaginación, acción y triunfo; para mí, el legado del TEPIS

fue transformar la derrota en triunfo y su familia es

testimonio de ello.

Relato de PORFIRIO VALVERDE BUENDÍA

INFANCIA

Mi origen fue muy humilde, mi familia era

de las más pobre del pueblo. Mi papá era

pescador, campesino y albañil, lo recuerdo

con mucho cariño. Su nombre era Porfirio

Valverde Barrera. Mi mamá, Teresa

Buendía Beltrán, ama de casa, era una

persona buena, muy querida por las

personas que la conocían, murió cuando yo

tenía seis años y, tal vez por eso, a mi papá

le dio por tomar y no se volvió a casar. Tuve

dos hermanos: Felipe, que murió cuando tenía dos años y Rosa

que hoy en día tiene una familia numerosa.

Estudié la primaria en la escuela “Justo Sierra” del barrio de San

pablo hasta el cuarto año, porque sólo hasta ese grado se tenían

grupos, por lo que: quinto y sexto los cursé en una escuela de la

“presa” -barrio ubicado entre San Juan y Xochitenco-. En cuarto

grado participé en el concurso regional de aptitudes y

conocimientos aprendidos, que se llevó a cabo en el barrio de la

Magdalena Atlipac del municipio vecino de la Paz. Obtuve el

primer lugar en aritmética y geometría y el tercer lugar en lengua

nacional; con base a este resultado la escuela Justo Sierra, al año

siguiente, se amplió a quinto y sexto grado; con mucho cariño

recuerdo a la maestra Carolina y a la maestra Carmen, quien

lloró de contento por los resultados obtenidos en el concurso. Un

recuerdo especial es mi abuelita Francisca Barrera quien se hizo

cargo de mi hermana y de mí; ella conseguía, no sé cómo, los

E

181

útiles escolares y los libros necesarios para nuestros estudios, sin

mi abuelita los estudios no hubieran sido posibles.

Recuerdo con mucho agrado una anécdota que pasó en mi

infancia con mi abuelita: yo la acompañaba a “Titishar” -no sé

así se escriba-: hecho que describe colectar mazorcas y granos de

maíz sobrantes, después de ser levantadas las cosechas por los

peones. Resulta que en una de esas acciones mi abuela encontró

tirado un billete de 50 pesos, llamados ojo de gringa -por ser de

color azul- y que en esos tiempos era mucho dinero. La alegría nos

cubrió totalmente y de inmediato nos fuimos de compras. Mi

abuela adquirió para sí un rebozo y varios delantales y a mí me

compró unos zapatos “mineros”, que eran para trabajo rudo. Me

duraron mucho, con decirles que a veces me los quitaba, me los

echaba al hombro y caminaba descalzo; sin embargo tuve que

usarlos continuamente porque crecía y temía no poder usarlos

más. Otro recuerdo que queda en mí como impronta, fue cuando

mi primo Felipe González y yo andábamos de pesca y nos quitaron

la red porque lo hacíamos en un “charco” [así se le llamaban a las

zonas con agua junto a los tlateles (especie de islas)], que no

correspondía a nuestro barrio, después alguien nos rescató del

asunto, pero el susto ahí quedó. Actualmente Felipe es sacerdote y

rector del seminario de Texcoco, su papá fue Eugenio González

Sierra; pintor y artesano, único que pintó lo relativo a la pesca en

el municipio, donde sobresalían las “armadas” que eran unas

baterías de pequeños cañones colocados en el lago para la caza

del pato silvestre que venía a invernar a nuestras aguas desde el

Canadá.

ADOLESCENCIA

Cursé la secundaria en la escuela Netzahualcóyotl, más conocida

como de las “madres”. Allí, a pesar de mi origen humilde, fui uno

de los mejores alumnos en casi todas las materias; cada año recibí

medallas de primer lugar, la materia que no me gustó fue historia.

Por las mañanas trabajaba de peón en el campo y por las tardes

iba a la escuela; recuerdo que a veces iba tan cansado que me

quedaba dormido en clase, una vez el Maco me despertó con un

grito y la madre Adelina lo regañó; sin embargo siempre lo he

considerado uno de mis mejores amigos. Hablando de amigos

182

tengo muchos, pero a los que más estimé fueron: Raúl Fernández

Espinoza, al Chucho, a Guillermo Buendía Valencia, Rosa

Sánchez Pérez -mi comadre-; fuera de ese ámbito quiero mucho a

Jesús González Andrade, quien es mi compadre desde que éramos

solteros. Recuerdo también con mucho cariño a José García

Melgoza, quien venía a quedarse a mi casa -era del estado de

Morelos-, jugaba en mi equipo de futbol el “San Pablo”. Una de

las anécdotas de más grato recuerdo fue que en la secundaria

había internas y nosotros, los de la secundaria, las cortejábamos;

la madre superiora dijo a la madre Blanca Margarita, directora de

la escuela secundaria: “Sus alumnos andan molestando a las

internas”, a lo que la madre Blanca le contestó: “Pues amarre a

sus gallinas que mis gallos andan sueltos”; otra más sucedió

cuando jugábamos contra el quipo “Comercio” de la misma

escuela, nos habíamos reforzado con Félix Constantino Siles,

mejor conocido como el “nalga” y en una jugada con una barrida

salvó la meta y el partido, así la madre Blanca gritaba: “Mucho

nalguita, mucho nalguita”.

Cuando cursaba el primer grado de secundaria, dada mi

condición económica, no pude pagar la colegiatura, pero en tercer

grado, como entré a trabajar a la presidencia municipal, pagué el

adeudo y pude sentir el cariño que me dispensaban los maestros y

todas las monjas. El doctor Alvaro Rico Sánchez era el presidente

municipal y el dio el trabajo, nos daba la clase biología y fue

precisamente él quien me puso el apodo del “Tepis”, según él, yo

hablaba como los de Tepito.

En 1967 ingresé a la preparatoria núm. 7 -la Viga-, a mi

generación nos tocó estrenar el edificio, las canchas de básquet,

de volibol, de futbol y la alberca.

1968 fue un año muy significativo: ingresé a la Facultad de

Economía de la UNAM; murió mi abuela Francisca en enero;

murió mi papá en Agosto, dos muertes que me dejaron abatido en

octubre, del mismo año, tuve la oportunidad de transportar la

antorcha olímpica a su paso por nuestro municipio, muy hermoso

e inolvidable, ya que a mí me correspondió llevarla hasta el

palacio municipal para encender un pebetero, junto con una ninfa

183

o sacerdotisa [Rosita], donde quedó prendida hasta el consumo

del combustible. Este evento fue todo un suceso para todos quienes

participamos en él y me pregunto: ¿Cuándo se va a repetir otra

olimpiada en México?

El Tepis transportando la antorcha olímpica.

El TIDEES

A pesar de no jugar el primer año en que se fundó el equipo, por

cumplir un compromiso con el club politécnico, tuve la

oportunidad de ser quien diseñó las playeras del equipo y después

encargar su hechura en el Distrito federal, precisamente en

deportes Liévana; yo mismo hice los números y los pegué en las

playeras. Mi alineación en el equipo siempre fue de zaguero

central, aunque a veces me incorporaba a rematar. Para mí los

líderes eran: Chucho, Maco, Cachona y Arrepentida y con

quienes me llevé mejor en el equipo fue con los tres primeros.

Haber jugado en ese club fue una experiencia y un honor, ya que

no cualquiera podía jugar en ese club: querido y emblemático.

MADUREZ

Me casé con catalina Valverde Jiménez, quien era mi novia desde

1966. De 1964 a 1973 trabajé en las oficinas del ayuntamiento; en

1974 ingresé a trabajar al Hospital General de ciudad

Netzahualcóyotl como técnico en el departamento de estadística y

por las tardes impartí clases de educación física en la escuela de

184

mis amores: La escuela Netzahualcóyotl; también trabajé en el

instituto Christian Andersen, como profesor de educación física e

inglés; más tarde, en 1990, de manera formal, ingresé al

magisterio con matricula de orientador técnico, actualmente estoy

jubilado tanto del ISEM, como del magisterio estatal. Mis hijos

son: Porfis, Ruy y Caty, a la par de mi esposa, son personas

buenas, ejemplares, responsables y respetuosas, así como alegres

y cariñosos. Mis tres hijos son profesionistas: “porfis” es

ingeniero en comunicación y en electrónica, egresado del IPN;

“Ruy” es también ingeniero del IPN y “Caty” ingeniera en

sistemas de cómputo, egresada de la Universidad del Valle de

México de Texcoco. Si los tres son como son es “culpa” de mi

esposa pues ella los educó y los crió de una manera muy especial.

Estoy agradecido con la vida y con Dios porque es lo mejor que he

tenido: Mi familia, así me lo han manifestado personas respetables

y dignas de toda mi confianza, pues me lo dicen sinceramente y sin

afán de adulación ni de quedar bien con conmigo.

Lo que más me gusta de mi terruño son sus tradiciones, su fe en

Dios y sus creencias, pues aún observo el respeto por los padres;

ejemplo de ello es que personas mayores tiene la costumbre de

besar la mano o la mejilla de sus padres. El carnaval es una de las

tradiciones que más me gustan, ya que es una fiesta donde

participan todos los presentes: los danzantes, los filarmónicos y el

público que los observa, pues se contagia de la alegría y el calor

de la fiesta, ya que es única, por lo que se ha diseminado a sus

alrededores. En artesanías es conocida la calidad de trabajo de

los artesanos de Xochitenco, Xochiaca y San Lorenzo. Hay un

calendario azteca expuesto en los Estados Unidos hecho por

nuestros paisanos. Tengo un amigo de nombre Gustavo Néquiz

Néquiz cuya obra escultórica es ampliamente reconocida.

185

El Tepis y el Maco.

Mis aficiones son: Futbol y tenis. Me gusta: Escuchar música

clásica, instrumental y popular (Mozart, Beethoven, Tchaikovsky,

Vivaldi, Straus, Bizet, etc.). Así como: Rayconniff, Beatles, Queen,

Be Gees, Pourcel, Borelly, Paul Muriat, Clayderman, Santana, etc.

mis películas favoritas: Cuando el futuro nos alcance, Calígula,

Cleopatra, Love Story, Romeo y Julieta, Gladiador y Casa Blanca.

A manera de resumen quiero expresar que me siento orgulloso de

haber convivido con todos los integrantes del TIDEES, de haber

cooperado con mi grano de arena para su desarrollo. Igualmente,

que he sido muy feliz dentro de mis limitaciones y he tenido

tranquilidad para resolver la mayoría de los problemas que se me

han presentado; me he preocupado también por embellecer mi

espíritu; hay algunos que son pobres y lo único que tienen es

dinero y termino diciendo esto: vida nada te debo, vida nada me

debes; vida estamos en paz [Amado Nervo]

186

EL BENJA

l BENJA es una persona con una experiencia de vida

extraordinaria. De joven dejó su casa, experimentó lo rudo

de la carencia y la soledad. La tragedia y los tragos amargos

se mezclaron con la aventura para tejer vivencias que

ninguno de los TIDEES pudo

tener. Le dio por traer amigos

al pueblo, ejemplos: Jorge

Cosío de Chiapas que había

jugado en la Selección Juvenil

Nacional y que vino a jugar

con los “hijos” al león B o

Jesús Altamirano, pintor, que

dejó huella en este lugar. Fue

el primero del grupo en

ingresar a la política, muy joven fue regidor municipal y a partir de

allí no abandonó jamás el servicio público. Hoy le gusta escribir

cuentos y le fascina la mitología de nuestro pueblo. Su legado:

vivir con intensidad a tope.

Cuento de BENJAMÍN ALONSO JIMÉNEZ

A una invitación de algunos jóvenes de la clase: “40”, “50” y

“60”, hago la siguiente reflexión, no sin antes librar una lucha

entera conmigo mismo, por lo que pregunto… ¿Y tú ya te

encontraste?... Eso que importa en este momento, lo primordial es

dar respuesta a esta petición.

La decisión siempre es personalísima, solitaria, porque viene de la

misma vivencia y sus inescrutables motivaciones; en el foro

interno de mis propias voces, frente a las cuales no tengo fuero,

son ineludibles estos fantasmas que danzan a mi alrededor a

“petición presentada”, tienen que ser desenmascarados y

presentados hacia el exterior; al mundo que los reclama,

mostrando ese rostro que por mucho tiempo estuvo oculto.

Los recuerdos fluyen, amenazan con desbordarse, debo tomar las

providencias y sólo dejarlos salir a “cuenta gotas”… Van

mostrando su rostro, van tomando forma…

E

187

Muy cerca del palacio municipal (a un costado), con “cara” hacia

el oriente se ubica una casa de adobe y en ella habitan una familia

numerosa: Padre y madre y ocho hermanos, todos, absolutamente

todos, tienen una historia muy interesante que contar, pero en esta

ocasión, fijaremos la atención en uno de ellos: de los de “en

medio”.

Éste joven a través del tiempo ha ido escalando un desarrollo con

un perfil interesante y profesional: Su niñez, adolescencia y parte

de su madurez la desempeña dentro y fuera de esta tierra, más

siempre retorna a la misma, será porque…Como dijo el poeta

Chimalhuacano: “Dicen que mi pueblo es triste y lleno de artos

defectos, no importa yo así lo quiero por sus vivos y sus muertos”

¿Será que por eso siempre regreso?... pero no estoy para hacer un

análisis de este personaje, sino para recordar un solo momento del

antes mencionado, durante su niñez.

En los días festivos, me refiero a los cívicos, era indispensable,

dentro del elenco que participaría, incluirlo en el programa

artístico-cultural, que realizaban las autoridades locales.

El día de la festividad, ya con todos los preparativos, el pórtico de

la presidencia, adornado con mucho papel de china picado y de

muchos colores; alusivo todo a la festividad en cuestión, con su

respectiva pirotecnia, la banda de música y todos los concurrentes,

muy limpios y bañaditos; las damas con sus faldas amplias con

crinolina, zapatos de “medio tacón”, blusas bordadas, su sedosa

cabellera peinada con hermosas trenzas; los caballeros con su con

su pantalón “kaki”, estilo español, sus zapatos nuevos, aunque

primos [tienen diferencia de ½ o 1 número], comprados con el

“naranjero”, su sombrero de paja de media ala y dos pedradas;

con la presencia de la reina de esta fiesta cívica y de los

“principales del pueblo”.

Cuando tocaba el turno de la participación de nuestro susodicho,

tenían que improvisar un pedestal, para subirlo y así apreciar su

actuación, el personal de logística muy atento al desarrollo del

programa; arrimaban una silla de madera, tejida con tule,

propiedad de una de las familias que vivían alrededor del jardín

188

“Zaragoza” o plaza principal. Una vez “trepado” en ella, muy

propio, nuestro personaje, ataviado con un traje de charro o de

“mariachi”, afinando la garganta empezaba a declamar… ¡oh!

Por Dios no recuerdo el nombre de estas poesías… Pero creo que

algunas veces decía: “Soy Paquito no volveré a portarme mal”…

O “Brindo por la mujer, más no por aquella en la que encontráis

consuelo…desventurados” o “vida nada me debes, vida estamos

en paz” o “qué favor le debo al sol por haberme calentado, si de

niño fui a la escuela y de grande fui soldado” o la que dice: “La

otra, la que nunca tuvo flores de azar, la que no vistió de

blanco”…etc…etc., al concluir su declamación el pueblo se

volcaba en aplausos, la banda de música toca una diana y los

cohetes estallan retumbando por toda la comunidad, los

concurrentes llenos de felicidad, las mujeres (las jóvenes)

cuchicheaban con mucha picardía, decían: Cuando tenga un hijo

será como: ¡El cachona!

Sólo me resta decir que me siento orgulloso de haber pertenecido

a ese grupo de amigos, parientes y hermanos, que dieron pauta en

nuestro devenir histórico, a la formación personal, símbolo de

unidad, amistad y lealtad dentro de nuestra faceta (guerrera) en la

participación deportiva, cultural, social y política.

Este viejo “guerrero” a todos ustedes reconoce las muestras de

amistad hacia mí persona y se siente orgulloso de ser parte de este

gran proyecto llamado: TIDEES.

Y les comento… que me siento muy orgulloso de haber nacido,

crecido, madurado y envejecido en esta tierra: In Atl, in tepetl:

“Agua y cerro”.

¡Hasta la vista hijines!

Topiltzinn Ben-xa

189

F1-Maco, Benja, Cachona, madre Blanca y Tepis.

F2- León A: Bala, Burro, Cachona, Arrepentida, Chava, Benja, Juan y

Pis. Chicho, Tom, F. Canto, Leona, Artemio y Güacho.

.

190

EL ADOLFO dolfo se integró a esta hermandad poco tiempo después de

formado el equipo de futbol, según él nunca se puso el

uniforme , según Julio jugó tres partidos con el atlético

TIDEES, filial del primero. Su dinámica, su amor por la

vida y la trascendencia lo llevó a ser uno

de los más activos dentro de la agrupación,

se juntaba mucho con Hugo. Ambos, junto

con el Chepo, Julio y Bernardo, se fueron

por el perfil de la cultura y el

esparcimiento. Su legado a las nuevas

generaciones es que la preparación debe

estar siempre en sus prioridades. Sus hijos

están muy preparados e inclinados al

ambiente cultural y su hija Noemí tiene

Maestría en Derecho.

LOS MOMENTOS DE MI VIDA

A Dios, a mis padres, a mi esposa, a mis hijos, a mis hermanos, y

por supuesto, al TIDEES

Recuerdo aquella mañana de marzo de este año [2013], timbró el

teléfono, levanté la bocina, y al decir: - “¡Bueno!”-, para sorpresa

mía era el Maco, quien primero me preguntó: -“¿Cómo has

estado?”-. Yo contesté: -“Me encuentro bien”-. Maco continúo

diciendo: -“el propósito de esta llamada es para saludarte y a la

vez para informarte que he tenido reuniones con el Cachona, y en

estas reuniones hemos comentado la importancia de escribirlas

experiencias de los TIDEES”-. Para mí esta noticia fue recibida

con agrado y sobre todo, viniendo del Maco quien tuvo un papel

protagónico en la formación de este grupo de amigos

contemporáneos.

¿Cómo llegué a este grupo de amigos? fue la primera pregunta

que me formulé. Las respuestas fueron muchas pero nebulosas.

Una de las tantas respuestas, la que me pareció más acertada, me

vino tras el recuerdo de aquellas frases del profesor de

matemáticas de la secundaria, el ingeniero Miguel Peralta, quien

con su singular personalidad nos decía: -“salgan de donde están,

A

191

¿quieren seguir oliendo a estiércol de vaca?”-; este fue el

antecedente para mi proceso de transformación; ahora recuerdo

con más claridad la postura crítica del maestro, aunque tal vez en

aquellos días ni siquiera lo advertía, de cierta forma sembró la

semilla de la búsqueda de nuevos horizontes.

En esta etapa de mi vida conocí a Hugo, Julio, Bernardo, Pepito,

Zenaido Álvarez (+), Fabián Cedillo Valverde (+), Ubaldo Lara

Gutiérrez (+). El Rock & Roll comenzó a formar parte de nuestras

vidas. Pasamos a tercer grado y con ello vino la culminación de

esta etapa, nos propusimos celebrarlo con una fiesta. A Fabián se

le ocurrió la idea de traer un grupo de rock, decía que a través de

Benjamín Maldonado Sánchez [primo de Hugo], quien vivía en la

colonia Moctezuma del Distrito Federal, podríamos hacer

contacto con un grupo de rock llamado Los Apóstoles; se logró, y

así fue como se llevó a cabo a la primera tocada de rock en

Chimalhuacán.

No había un lugar específico para la realización del evento, para

la mayoría de nuestras familias era inconcebible este tipo de actos

pues lo relacionaban con vagos, marihuanos, chavos sin oficio ni

beneficio; además nuestras casas no estaban en condiciones para

esta fiesta. Se formó una comisión para entrevistarse con el señor

José Corona González (+), a quien le planteamos nuestra

inquietud y él amablemente accedió a prestarnos su casa. Como

anécdota, estaba de moda la mítica melodía: In a gadda da vida

del grupo Iron Butterfly; una canción que dura aproximadamente

17 minutos, donde la batería se vuelve protagonista por varios

minutos. Los Apóstoles la interpretaron, al término de ésta, se

acercó la Señora Elisa González, mamá de Don José, y le dijo al

baterista: -“¡Ay! Muchacho qué no le duele a usted su patita”-.

Este preámbulo me llevó a encontrar la respuesta de cómo llegue

al TIDEES. Vale la pena mencionar que la orientación principal

del grupo estaba dirigida hacia el futbol, y ante ello me surgió otra

pregunta: si no practicaba este deporte, ¿Qué me hizo formar

parte de este grupo? Sin duda había algo más que el futbol, la

pertenencia a nuestras raíces empezando por el nombre del

equipo, abreviatura de “Tierra de escudos”; lo cual, encerraba un

192

simbolismo de arraigo hacia nuestro pueblo, conjugado con el

conocimiento y con un contenido humano y fraterno, conformó un

sincretismo para dejar atrás los apegos familiares, sociales y

religiosos.

Mi integración al grupo impuso retos a nivel personal, en la

conformación de mi pensamiento, en mis emociones, mis

creencias, costumbres y miedos. Este grupo de amigos fraternos

fue definitorio para mi proceso mutante. Recuerdo esas reuniones

al terminar de jugar futbol, para ir a una fiesta o la preparación

de serenatas en las cuales no faltaba cerveza y alcohol, me

agradaban porque ahí es donde liberaba mis miedos, mi

inseguridad. A pesar del alcohol y la cerveza, comenzaba la

orientación para la solución de problemas y satisfacción de

necesidades de mi proceso de vida, a través del conocimiento; he

de aclarar que no era estudiante excelente, para ello evoco las

palabras que se encuentran en la novela del “Periquillo

Sarmiento”, escrita por José Fernández de Lizardi: “medio me

enseñaron a leer, medio me enseñaron a escribir y medio me

enseñaron a contar”.

Fue en una de esas noches de Agosto de 1969, en una de tantas

reuniones del TIDEES, que de pronto salieron a la plática las

experiencias de los que ya habían ingresado en el nivel medio

superior, es difícil recordar cómo se dieron las cosas pero aquella

vez se dieron las condiciones para comentar mi posible ingreso al

Instituto Politécnico Nacional, gracias a Víctor García Ochoa que

en ese entonces ya cursaba el segundo año en la ESIA. Así logro

ingresar a la Vocacional núm. 4.

No fue fácil mi ingreso a la Vocacional pues simplemente bastaba

un trayecto cotidiano de mi casa a la escuela para observar

profundas diferencias entre la ciudad y mi pueblo, poco a poco

esto fue aminorando, aunque nunca desapareció por completo esa

ingenuidad que nos caracterizaba. En aquellos días seguían vivas

las protestas sociales derivadas del movimiento estudiantil de

1968 y al ver esas expresiones de liberación, retando a la

autoridad, liberando miedos, liberando odios, rencores,

193

desataban una euforia colectiva de la cual era difícil no

contagiarse.

Un miércoles de mayo de 1971, Hugo y yo, salimos de

Chimalhuacán a presentar un examen de matemáticas, al bajar del

camión, en el caballito para tomar “el huarache”, que era el que

nos llevaba hasta la vocacional, vimos que el número de pasajeros

no correspondía al habitual, arrancó el camión, y comenzaron las

consignas de siempre contra el gobierno, bastaba con que uno

gritara para liberar ese odio contra la autoridad, calles más

adelante nos dimos cuenta que el chofer iba borracho, a mitad de

camino pasó un camión con cerveza, se bajaron del camión varias

personas para robar unos cuantos cartones de cerveza, mismos

que se repartieron entre todos los pasajeros, la euforia se

incrementó, más adelante nos detiene un policía en moto, le

aventaron un envase de cerveza, el cual explotó en su casco;

empezaron los gritos de aprobación con palabras altisonantes,

injurias al presidente de la república, se retiró el policía, y

nosotros seguimos gritando para festejar el hecho.

Al llegar a la avenida Insurgentes se bajan nuevamente las

mismas personas quienes ahora regresaron con pollos rostizados y

papas fritas, más euforia y más vituperios contra la autoridad. Al

llegar a Constituyentes, a la altura del panteón de Dolores, una

patrulla le hizo el alto al chofer, éste no atendió la instrucción y al

tratar de huir la golpeó, en ese momento llegó otra patrulla y

ocurrió lo mismo; hasta que varios policías en motocicleta

emparejaron el camión, fue cuando se escucharon detonaciones de

bala, todos nos tiramos al piso, el blanco de esas balas fueron las

llantas del camión. Para ese momento ya había muchos policías,

algunos empezaron a golpear las puertas del camión para

abrirlas, inmediatamente subieron personas armadas sin uniforme,

gritando: -¡ahora si hijos de… ya se los llevó la…¡-, y golpearon

uno a uno a los que íbamos en el camión.

De ahí fuimos trasladados en otro camión escoltados con patrullas

y motocicletas hasta las instalaciones de la policía ubicada en

calle Pino Suarez. Nos ingresaron a los “separos”, alguien

comentaba que si bajábamos al siguiente nivel nos iban a matar,

194

otro que nos llevarían a las Islas Marías; comenzaba a oscurecer

cuando salimos con las manos en la cabeza y escoltados, por un

momento pensé que nos iban a matar pero no fue así, comenzamos

a subir, fueron varios niveles hasta llegar a una oficina muy

amplia, nos formaron, y un sujeto con voz fuerte nos dijo: -

“ustedes jóvenes no se formen, no son soldados”-, y nos liberó con

su discurso oficial argumentando, entre otras cosas, que éramos el

futuro del país.

Con este nuevo panorama de la realidad política, económica y

social del país, surgieron inquietudes para modificar algunas

condiciones en nuestro municipio, nos empezamos a organizar

para solicitar la baja del pasaje a estudiantes que día a día se

trasladaban en la línea México–Chimalhuacán, demanda que fue

atendida y concedida. También empieza el trabajo solidario hacia

nuestra comunidad; pero con el paso del tiempo, como suele

pasar, cada quien tomó su rumbo.

Al inicio de mi segundo año en la escuela superior de ingeniería

textil, el Changa me invita a realizar mis prácticas profesionales

en la empresa en la que él laboraba: Textiles ACOSAC.

- “¿Quién ese güey?”

- “¿Quién?”

- “El que vino por las cuñas”

- “¡Es mi paisano, está estudiando para Ingeniero Textil!”

- “¡Pa´mí que es ojete, ya dije!”

Llevaba casi dos años en Textiles ACOSAC cuando ingresé a

CISA de México, empresa textil, al departamento de tejidos de

punto. Sería en agosto de 1975 cuando se me presentó otra

oportunidad más prometedora, esta vez en la política, le comenté

de mi salida al ingeniero Leonardo, el “Malú”, quien sabiamente

me dijo: <<no te salgas, la política es de un rato, y aquí como sea

estás aprendiendo y con el tiempo te vas a especializar>>.

Finalmente decidí salirme y, días después, Javi, Benja y yo,

acudimos a una cita en la casa de gobierno del Estado de México

gracias a la intervención de la señora Ignacia Hernández de

195

Canto: La “Adelita”, entusiasta luchadora social, muy amiga del

entonces gobernador del Estado de México, el Doctor Jorge

Jiménez Cantú. Sorprendido, ingresé y vi una casa, de hermosa

arquitectura, rodeada de jardines espectaculares.

Tuvimos el encuentro con el Gobernador, en todo momento

asistido por La Adelita, quien nos presentó como sus sobrinos

profesionistas, dijo: -“Sr. Gobernador échenos la mano para que

mis sobrinos trabajen en gobierno…”- y el Doctor nos preguntó: -

“¿dónde quieren trabajar”-. Yo respondí: -“en el Fondo Nacional

de Fomento Ejidal (FONAFE)”-. Con una carta elaborada por el

doctor, dirigida al Delegado del FONAFE en el estado de México,

no se pudo concretar mi ingreso, pues el delegado me trajo vuelta

y vuelta durante 3 meses.

Cierto día le fui a dar las gracias a La Adelita, me dio una última

instrucción, que el siguiente lunes me presentara con ella para

asistir a darle las gracias al Señor gobernador. Llegó el lunes y

ya frente al gobernador la “Adelita” le dijo: -“muchas gracias

Señor gobernador, mi sobrino no pudo entrar a trabajar”-, el

gobernador respondió: -“¡cómo!”-, ante lo cual, yo tuve que

decir: -“el licenciado Filemón Salazar, me dijo, que por el

momento no había plazas”-, el gobernador contestó: -“váyase

Ingeniero a las oficinas del FONAFE, y usted mi Adelita

acompáñeme a palacio de gobierno”-. Esta vez, cuando llegué al

FONAFE, me recibieron de manera muy atenta y formal; de

inmediato me incorporé al trabajo.

Después de año y medio, me reubicaron a la Secretaría de la

Reforma Agraria en la ciudad de Toluca, pero al término de dos

meses me vuelven a reubicar a la Secretaría de Comercio como

Jefe de Gas en el Estado de México. En este proceso, conocí y me

casé con Noemí Elvia Vega Sandoval, mujer excepcional, quien me

ha acompañado más de 37 años de mi existencia, compartiendo

grandes momentos y enfrentando adversidades que con el paso del

tiempo se nos fueron presentando.

En la Secretaría de Comercio me hice de un buen amigo, su

nombre Arturo Ramírez Carranza; viene a colación porque influyó

196

para la toma de una decisión más en mi vida, la de renunciar a la

Secretaría de Comercio. En una de las tantas veces que

aprovechamos para charlar, durante el regreso a casa, detuvo el

auto, justo antes de llegar a la desviación de Constituyentes a

Observatorio, y dijo: -“voy a renunciar al cargo, y de amigos te

sugiero hagas lo mismo, tenemos una profesión, podemos trabajar

en otro lado”-; de algún modo esto lo decía porque los

procedimientos eran poco claros, procedimientos con los cuales

tampoco comulgaba.

En mi salida, en 1980, intenté retomar mi profesión montando un

negocio que iba desde la fabricación hasta la venta de vestido

infantil en Chiconcuac, mi hija Noemí ya tenía un año de edad; en

1981 nació mi segundo hijo: Uriel Adolfo, debido a la falta de

pericia decidí abandonar esta empresa para ingresar a la

Secretaría de Salubridad y Asistencia, a finales de ese año.

Me seguí involucrando en asuntos políticos, y en 1985 logré ser el

Segundo Regidor del H. Ayuntamiento de Chimalhuacán. Cierto

día de ese año, se presentaron a mi casa un grupo de padres de

familia de la Escuela Netzahualcóyotl, pues había ya muchos

problemas con la administración; problemas que dejaron las

madres de la congregación Carmelitas Descalzas, quienes

durante 37 años tuvieron a su cargo el manejo administrativo del

Colegio.

En este contexto se convocó a todos los padres de familia para la

celebración de una asamblea, en la cual me eligen como

presidente de la “Agrupación de Padres de Familia de la Escuela

Netzahualcóyotl de Chimalhuacán, Estado de México”. A raíz de

esto se originan un sinfín de circunstancias, y sin saber los

antecedentes históricos del Colegio [negritas por Adolfo],

llegaron a mis manos las copias de un documento de fidecomiso

suscrito el once de agosto de mil novecientos cincuenta y uno;

cuyo objeto fue la construcción de un Centro Escolar sobre la

superficie en la que hoy se encuentra la escuela. En la cláusula

octava del fideicomiso se leía lo siguiente: “A la extinción del

fideicomiso por el vencimiento del término de treinta años a que

queda sujeto, el Banco transmitirá a la Asociación la propiedad de

197

la superficie fideicomitida como de la construcción que se haya

edificado”. Ya en este tiempo, mis dos hijos eran alumnos del

Colegio; al siguiente año, en 1986, nace mi tercer hijo, Orlando.

Después de conocer todo esto, recargado en uno de los pilares de

la terraza de la escuela, con mi pensamiento envuelto en un

torbellino de emociones y sentimientos, percibí que estaba en un

momento histórico en mi vida y la del pueblo. Inmediatamente me

vi en mi infancia, asistiendo a clases, y como en otros estadios de

mi existencia, también me vino la imagen de mi mamá, haciendo

tortillas, de un tamaño más pequeño de las que se comían en casa,

tortillas con las cuales realizaba el pago de la colegiatura. Las

hacía con mucho esmero, pues decía que eran para las madrecitas.

Recuerdo que muchas veces yo mismo las entregué, no puedo

olvidar aquellos olores exquisitos que salían por la puerta del

comedor, al tiempo que la abrían y yo les entregaba las tortillas;

me era extraño escuchar aquel golpeteo de las cucharas en los

platos. También recordé como en ciertos momentos asistí a clases

sin calzado, ¡eso sí, siempre limpio! el uniforme me lo

confeccionaba mi mamá. En mi memoria también apareció la

imagen de la madre Guadalupe Hernández Ruiz (+), mi profesora

en primer año de primaria, una persona paciente y tolerante en las

actividades de mi proceso de enseñanza- aprendizaje, ciclo escolar

en el que obtuve diploma de aplicación, vale decir, el primero y

último en educación básica.

En mi pensamiento se formularon dos cuestionamientos: por un

lado, sobre el por qué no se tenía conocimiento de la existencia del

fidecomiso; y por el otro, por qué no cedió la Asociación de

Padres de Familia la propiedad del colegio a las madres que lo

administraron desde el año de 1951; pues siempre se tuvo la

creencia de que la escuela era de su congregación. De alguna

forma, al interpretar todo el esfuerzo que se logró conjugar para

la edificación de la escuela, desde la formación de comisiones por

barrios para proveer del material, hasta la mano de obra que se

requería para este laudable proyecto; no era otra cosa, más que el

testimonio vivo de que se puede trabajar en colectivo, mostrando

que la unidad es la ley de las cosas grandes.

198

De esta inferencia pude formular la siguiente hipótesis: que al

término del fidecomiso, que era de 30 años, los alumnos egresados

deberían tener la capacidad profesional para guiar y dar

continuidad al trabajo de este importante polo de desarrollo

educativo, con un colegio que fuera del pueblo y para el pueblo.

Con certeza jurídica, y con el fin de fortalecer la hipótesis

formulada, surgió la idea de abrir un nivel educativo más, el

medio superior, en este caso, incorporado a la máxima casa de

estudios de nuestro país.

El proceso no fue sencillo, pero las circunstancias estuvieron de

nuestro lado; ya en el año de 1987 tocó la visita de la esposa del

entonces Presidente de la República, la señora Paloma Cordero de

la Madrid, para inaugurar la Casa de Cultura de Chimalhuacán.

Fue entonces que aproveché este evento para acudir acompañado

de mi hija Noemí, a quien mi esposa la había preparado con

elegante vestido blanco y una canasta, del mismo color, en la cual

se encontraba un documento, donde se le solicitaba su apreciable

intervención ante el rector de la UNAM para la autorización de la

incorporación de la preparatoria.

En espera de la salida de la esposa del Presidente, una persona

del equipo de seguridad de la Señora me preguntó el motivo de la

presencia de mi hija, de manera rápida le comente el propósito,

interesado me sugiere: “a la niña no la lleve porque la van a hacer

a un lado, mejor esté atento cuando salga la señora de la

biblioteca y dando el primer paso colóquese frente a ella, no lo

van quitar porque las cámaras de televisión están grabando”. De

esta manera pude expresar mi petición, gente de su equipo tomó

nota, días después la repuesta fue satisfactoria, se me informó por

telegrama urgente que en sesión extraordinaria del Consejo

Universitario se autorizó la incorporación de la Preparatoria

Mixta Netzahualcóyotl a la Universidad Nacional Autónoma de

México.

En aquel momento, como un requisito, se tuvo que generar un

eslogan para la nueva preparatoria, mediante el cual se reflejará

el objetivo primordial de la incorporación: “Por la superación de

mi raza”. Esta frase que por muchos años estuvo en la entrada

199

principal del Colegio, de alguna forma buscaba dar cuenta de la

importancia que este centro educativo podría tener para las

siguientes generaciones. Cabe agregar, como mero antecedente,

que el proyecto no paraba ahí, pues con una visión integral se

contemplaba agregar el siguiente nivel académico, el

universitario; para lo cual se iniciaron algunas acciones

pertinentes para éste fin, pues se construyó un edificio para

albergar la biblioteca del Colegio, y se compró un terreno

colindante a la escuela para la integración de más aulas.

Ya en el año de 1990, gracias al apoyo incondicional del Lic.

Arturo Ramírez Carranza, se inicia y se concluye el proceso de

trasmisión de poderes del Banco Nacional de México a la

“Agrupación de Padres de Familia de la Escuela Netzahualcóyotl

de Chimalhuacán, Estado de México”, A.C.

A pesar de que las condiciones mejoraron en todos los niveles

educativos que conformaban el Colegio, desde el incremento de la

matrícula, como nunca se había visto, hasta las mejoras en la

calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje; nuestra gestión

fue difícil. Los problemas no faltaron, con el tiempo crecieron y

llegaron a otras esferas, se generaron infinidad de rumores por

muchos intereses, los que a la fecha siguen sin ser claros.

Cierto mes del año de 1991 se convocó a una asamblea general

extraordinaria, esta vez iba dispuesto a renunciar porque la

situación ya no era soportable, tanto para mí como para mi

familia; un día antes de dicha asamblea me llaman a una reunión

en la ciudad de Toluca para entrevistarme con autoridades

educativas, quienes querían enterarse de las problemáticas que el

colegio tenía. Sin tanto preámbulo, les hice saber de mi decisión,

inmediatamente me cuestionaron si ya lo había pensado, les dije

que ya, pero me sugirieron que lo pensara una vez más, para que

concluyera el proyecto, pues ya tenía eco en otras instancias y les

parecía muy interesante; finalmente, volví a responder que mi

decisión ya estaba tomada. Una de las personas me dijo lo

siguiente:

200

-“En primer lugar, vaya a su casa y platique con su familia de su

determinación, porque se vienen tiempos difíciles para usted y

para ellos; con esto, ya se perdió del sindicato, ya se perdió de la

política, los amigos se van a retirar, en todos los errores que

hayan de aquí en adelante lo van a responsabilizar a usted.

Mañana es la asamblea, preséntese, lleve su micrófono porque no

lo van a dejar hablar, le van a empezar a decir de cosas; conecte

el micrófono, parase al frente y les dice: Señores padres de

familia, como ya no nos entendemos, en este momento presento mi

renuncia con carácter de irrevocable. Después de esto ya no se

presente a ninguna junta, no responda a insultos, si todo está

correcto, el tiempo es el que va a darle la razón”-.

Durante este tiempo tuve la dicha de conocer a Jesús Altamirano

Toledo (+), un pintor muralista que dejo huella en Chimalhuacán,

una de sus tantas obras la que se encuentra en el exterior del

edificio de la Escuela Netzahualcóyotl, otra, el mural se localiza

en el interior de la Casa de Cultura, así como las pinturas de los

cuatro evangelistas en el templo se Santo Domingo de Guzmán en

la cabecera Municipal; de este fraterno amigo aprendí que la

búsqueda interior va más allá de todo lo que nos han enseñado y

que, desde luego, tiene que ver con nuestra forma de ser ante el

mundo. De manera recurrente me citaba lo siguiente: -“Es

cobardía darse por vencido, mientras puedas levantarte y luchar.

He aquí la divisa que toda persona debe tener por delante, si no,

es un desertor de la espléndida aventura de vivir”-.

Emprender nuevos caminos siempre implica abandonar acciones y

procesos, que dejan consecuencias de todo tipo. Por un tiempo me

dediqué a trabajar en un negocio que emprendimos mi esposa y

yo, hasta que se me presentó la opción de ser profesor; he de

confesar que la idea no me agradó del todo, quienes me invitaron

me dijeron: -“Inténtalo seis meses, y si no te gusta, simplemente lo

dejas”-. Así fue como en el año de 1993 comencé a conocer la

gran tarea de ser profesor; y al año siguiente nace mi cuarto hijo:

Yael.

Fue una magnífica oportunidad convivir con jóvenes adolescentes,

donde el aprendizaje fue recíproco. Las experiencias, las risas, los

201

regaños, las alegrías y tristezas que se acontecieron en mis veinte

años de profesor, son recuerdos hermosos. Fue una etapa de

mucho aprendizaje, etapa en la que también pude iniciar otros

procesos, los cuales me han permitido ir reestructurando mi

carácter: Aunque el temporal no fue el adecuado la cosecha es

óptima.

Vuelvo al principio, a aquellos años en que se formó el TIDES, a

esa etapa histórica de fenómenos políticos, económicos y sociales,

a nivel nacional e internacional, donde la juventud comenzó a

manifestarse en contra de lo establecido hasta entonces. En la

capital mexicana ya se había intensificado el movimiento

estudiantil de 1968, con resultados ya conocidos y secuelas como

la que al principio narré; pero en Chimalhuacán tuvimos un factor

más que sopesar: la desecación del lago.

Esta extinción no sólo se trató de los cambios a la geografía de

nuestro pueblo, pues afectó todo, en particular al campo y a la

dinámica social de entonces. Antes de esta época la gente decía

que teníamos todo, y era cierto, agua y comida no faltaba en la

mesa, la tierra de Chimalhuacán todo lo daba. Surgieron nuevas

necesidades y problemáticas, pero las soluciones no siempre

fueron las más idóneas.

Estos recuerdos de juventud me llevan a pensar que fuimos parte

de una generación de transición, se desvaneció poco a poco el

paisaje rural para dar paso a la urbanización mal planificada;

después de observar cómo cambió nuestro entorno al tiempo que

mi generación crecía, puedo constatar, que la educación y el

trabajo podían direccionar esa transformación a términos

positivos, pero faltó ese sentido solidario, que al menos en el

TIDEES prevaleció mientras estuvimos juntos.

202

Cachona con su prima María Valencia, después de trasportar la

antorcha olímpica vino el bailongo.

203

204

El JULIO i compadre Julio es producto de la cultura del esfuerzo,

ejemplo de ello es el día que se encontraba barriendo la

iglesia y unas señoras, que lo conocían, le preguntaron: -

“¿Por qué barres?”- y él les contestó: -“porque me caso

en una hora”-. Ofelia Rodríguez le dijo -“váyase a vestir

y déjenos esto a nosotras”.

Hereda lo mejor del conjunto de amigos:

inteligente, audaz, preparado, dispuesto a

enseñar lo mejor de él. Vivió en mi casa

alrededor de tres años, de allí salió para

casarse, Julio es mi más grande amigo, por

el siento un cariño muy especial. Ha

viajado mucho por comisión de su

sindicato: Europa y Sudamérica varias

veces y, al cerrar esta escritura, a los

sesenta años, ha terminado su carrera de

licenciado en economía e inicia los

estudios de maestría ¡Ese es un TIDEES! Su legado es que, aún en

las peores circunstancias, se puede ser competitivo y ser el mejor.

Relato de JULIO IBARRA MOHEDANO

“Y si protesta el corazón, en la farmacia puedes preguntar: ¿tienes

pastillas para no soñar?” -Joaquín Sabina-

A MANERA DE INTRODUCCIÓN

El sábado pasado me reuní con algunos amigos de la

adolescencia, para relatar nuestras vivencias personales: sueños,

anhelos, frustraciones, deseos y, sobre todo, a toro pasado, lo que

añoramos de ese tiempo y que giró alrededor de un grupo de

jóvenes que convivieron en los ámbitos: social, escuela, cultura,

deportes, política. Encuentros y desencuentros marcados por un

gusto en común: el futbol. El equipo se llamó TIDEES.

Escuche los lineamientos de parte mi compadre Cachona, que

como siempre -no ha cambiado mucho-, encabezó dicha reunión

apoyándose en su entrañable amigo Maco; en su favor he de decir

que de él había sido la idea de escribir un libro, como el mismo

M

205

dijo, no del equipo de futbol, sino de los integrantes de la

comunidad y sus visones particulares de lo que giró en torno a

ella, sin importar si habían jugado futbol o no; como el caso de

Adolfo, al que recordé que jugó en el atlético Tidees, pues decía lo

contrario.

Adolfo leyó lo que escribió, descubrí que muchos si habíamos

cambiado, percibí a un ser humano maduro con valores diferentes,

es decir, alejados de los bienes materiales, al que la vida le había

obsequiado el premio a su esfuerzo, no tanto del lado material que

esperaba escuchar, sino de una superación personal e intelectual,

lo cual me dio mucho gusto oír.

Aunque siempre con ese afán mío, como dice Cachona, de querer

encontrar una explicación lógica a todo, pensé que si el hecho de

hacernos viejos y que el resto de la existencia ya no es mucha,

posiblemente nos hace cambiar por miedo o acomodo a ese nuevo

Status de juventud acumulada.

Platicando de Cachona, que con aires de intelectualidad, ponía

las reglas de participación diciéndonos que se iban a leer las

participaciones de los que habían escrito, y que los introduciría -

siempre gandaya mi compadrito-; la verdad él y yo siempre nos

estamos molestando; dijo que haría algunos comentarios acerca

de lo que leyeran, no recuerdo si empezó a leer Cachona; no creo

que sea Alzheimer, sino dos tres cervezas artesanales que me trajo

el Maco; me pareció muy bien su escrito, refleja su interés por la

filosofía y la psicología de las que tiene un manejo excelente -es

para que se crezca mi compadre-; estaba bien estructurado;

describe el contexto social y cultural, e incluso geográfico, de

nuestro querido Chimalhuacán.

Maco fue muy emotivo en lo que leyó, quizás por eso no me

percaté de que también estaba escrito; es quizás, al igual que yo,

el más TIDEES de los TIDEES, como acertadamente comentara

Cachona, es un tipazo; me gusta y admiro la congruencia, es un

tipo con gran sencillez; con la risa rápida y sobre todo con un

conocimiento que se le nota a pesar de esa humildad que refleja.

Escuche a Chucho hablando de lo que le encanta: la cocina; se

206

siente orgulloso de lo que hace y es feliz al hablarlo; sus

recuerdos; su siempre particular e individual forma de ser. A

Lorico, muchas veces lo he encontrado y no nos saludamos,

desconozco el porqué; soy muy despistado y a veces no me fijo a

quien me encuentro, quizás tuve una descortesía con él, no se…

pero se ve el amor que le tuvo a este equipo presumiendo, igual

que yo, que tiene un equipo de futbol 7 con el nombre de TIDEES,

me dio mucho gusto saberlo.

Me sentí muy identificado con lo escrito por Barajas, porque es

muy complicado emigrar de un lugar rural y desolado a otro con

diferentes costumbres; citando a Hermann Hesse, le decía que, a

través de su personaje, la mamá de Demián, no hablaba de romper

el cascaron, sino de que: “El que quiere nacer tiene que romper

un mundo”. Romper con el mundo que tienes cuando cambias,

porque estás obligado por las circunstancias. Barajas ha sido un

tipo estupendo, sus anécdotas, sus chistes y sobre todo por

algunos pasajes que vivimos juntos.

Y yo como siempre, diría Cachona haciendo correcciones, ¡Y no

había cumplido la tarea!, porque me la pase pensando y

proyectando lo que escribiría; pensé… tendrá que ser algo muy

bien hecho, quizás con un estilo provinciano como Manuel

Altamirano en la navidad en las montañas; o algo muy filosófico o

psicológico como los libros de Hesse; mágico, quizá, como los

libros de Gabriel García Márquez o más moderno como José

Agustín.

Claro, para los que nunca hemos escrito algo parecido a una

novela, soñar no cuesta nada, pero finalmente lo trascendental es

soñar… pensar, que lo que escriba, pueda ser importante para la

gente que amo o posiblemente se rían y digan: que ridículo era mi

papa o mi abuelo o, sigo soñando, mi bisabuelo.

¡Entonces esta aventurada, iniciada por Cachona, habrá cumplido

con su objetivo que es transcender!, como muchas veces cuando él

y a mí nos daba por filosofar, lo comentábamos ampliamente y

concluíamos con poses de solemnidad: ¡lo valioso en el espacio de

vida que nos toca vivir es transcender!

207

"Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza." -Géraldy, Paul-.

Han pasado muchos años desde 1970. Los recuerdos empiezan a

diluirse, sobre todo de aquellas pequeñas cosas a las que no les

poníamos mucha atención, quizás por ser cotidianas, pero estas

pequeñas cosas, como diría Serrat, nos hacen recordar un tiempo

de rosas, que no las mata ni el tiempo ni la ausencia; se

convirtieron, entonces, en aspectos importantes y fundamentales

en la vida de cada uno de nosotros y en conjunto nos permiten

revivir y relacionar los recuerdos, que para algunos serian

secundarios y quizás primarios para otros.

Los años 70s fueron trascendentales, logré entrar a una de las

mejores preparatorias de la UNAM: la Prepa 1; en ese tiempo se

encontraba en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, lo de la mejor

preparatoria lo dice el pueblo, lo dicen ¡todos! -los que pasamos

por esa Prepa-. Ahí fue donde comencé a escuchar a una bella

niña de la prepa, cantar canciones de Serrat; a participar en

discusiones de marxismo con jóvenes de la ultraderecha

agrupados en una organización católica llamada el MURO;

adquirí el gusto por la literatura universal y mexicana; entendí la

Historia de nuestro país con “reflectores” completamente

diferentes a los tradicionales de esa época; a dibujar figuras que

no entendía; a jugar ajedrez, a medio tocar la guitarra, escuchar

música clásica con mis amigas del barrio San Juan [en

Chimalhuacán] y traté de entender el porqué de este mundo que me

tocó vivir, de la lucha de clases y en dónde me ubicaría en el

momento de elegir un camino.

Me parece increíble que no valoraba del todo sus murales, ya que

en los muros del Antiguo Colegio de San Ildefonso se encuentra

plasmada la obra de importantes artistas que marcaron el curso

del siglo XX en México: Diego Rivera, Jean Charlot, Fernando

Leal, David Alfaro Siqueiros, Ramón Alva, Fermín Revueltas y

José Clemente Orozco. Fue en el anfiteatro Simón Bolívar, donde

por primera vez aprecié en vivo la música clásica, que

originalmente no me gustaba.

208

Llegué al primer día de clases con miedo, fuera del confort del

pueblo y con la angustia de que llegarían, y así fue, las famosas

novatadas que acostumbraban dar como recibimiento a los

alumnos de primer ingreso, las cuales consistían en raparnos y

llamarnos “perros”. Después disfrutamos una fiesta de bienvenida

muy agradable donde escuche por primera vez en vivo al Tree Soul

in my Mind -hoy el TRI-, en el hermosísimo primer patio de la

prepa, con un calor insoportable y, como más adelante diría una

canción de Emmanuel, “con olor a hierba”.

“sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible

para los ojos”

Antoine de Saint-Exupéry

Como dicen que “veinte años no es nada”, regrese a este recinto a

un evento, y pude ver con otros “ojos” la belleza del Edificio, iba

acompañado por un persona muy culta, mi buena amiga Angie,

quien me explicaba cada uno de los murales y la arquitectura del

edificio. La conocí en el Conalep, daba clases de inglés, también

había estudiado en la prepa de San Ildefonso, parece que en la

última generación en ese bello edificio.

Fue una experiencia inolvidable poder volver a ver el

“Generalito”. Este solemne recinto fue el salón general de actos

del colegio jesuita. Se le llamó así para distinguirlo del Salón

General de la Real y Pontificia Universidad de México, que era de

mayor jerarquía. Aquí se encuentran gran parte de los sitiales que

pertenecieron al coro del templo de San Agustín de la Ciudad de

México. Esta sillería es obra del taller del maestro ensamblador

Salvador de Ocampo (1665-1732) y constituye uno de los

principales ejemplos de escultura novohispana del barroco. Sus

respaldos muestran bellísimas tallas que narran pasajes bíblicos,

recreando imágenes tomadas muy probablemente de los grabados

de una biblia francesa del siglo XVII; solamente me entenderán los

que tuvimos el privilegio de pasar por ahí, por lo que les aconsejo

que alguna vez en su vida lo visiten.

Los recuerdos son muy volátiles por lo que, para revitalizarlos,

tengo que relacionarlos con algo bello que me haya ocurrido.

Para ir a la prepa tenía que levantarme por lo menos a las 5 a.m.,

209

la primera clase empezaba a las 7 de la mañana y la última

terminaba a las 12 p.m. y para alcanzar a una hermosísima chica

de Chimalhuacán, que estudiaba muy cerca de Bellas Artes, salía

prácticamente corriendo unas 8 cuadras para poder alcanzarla y

regresarme con ella, de cualquier manera salía aprisa, porque

también el estómago me obligaba a llegar al pueblo lo más pronto

posible a degustar nuestros sagradísimos alimentos. Tenía

exactamente lo del pasaje: $1.50, que cobraban los camiones rojos

de la línea México Chimalhuacán que salían de la avenida

circunvalación y la calle San Simón.

Frente a la prepa vendían tortas que costaban $1.25, había que

comerse una sola acompañada de un refresco pascual “boing”,

pero si se me ocurría comerme otra ya no tendría dinero para

regresar y había que esperar en San Simón a que llegara un amigo

que nos pagara el camión o, en mi caso, al buen amigo Juancho

que era de una familia a quien les decían “los canillas”. Juancho

traía uno de estos camiones de pasajeros llamados rojos y que

tenían dos rutas hacia Chimalhuacán: una por “Los Pueblos” y la

otra por “Loma”, a mí, sin el pasaje en la bolsa, no me importaba

si se hacía la ruta por pueblos, yo vivía en un callejón que se

encuentra en la calle de corregidora de la cabecera municipal, y

tenía que tomar el camión que dijera “Loma”. Cuando venía

junta a mi noviecita no me importaba que el camión se tardara

mucho tiempo en su recorrido.

Esta prepa estaba llena de maestros españoles que venían del

exilio, traían ideas de universalidad, conceptos de libertad y

justicia; teníamos maestros de literatura que nos enseñaron a

apreciar el valor de las letras y las ideas. Recuerdo a Arturo

Sotomayor, maestro de Historia de México, con un verdadero

espíritu nacionalista, que enseñaba a analizar la historia con una

óptica de objetividad, y con un enfoque diferente al de esa época:

la acumulación de fechas y mitos oficiales. Recuerdo a Marcelo

Santaló, maestro de matemáticas y autor de varios libros y con

mucho orgullo para Chimalhuacán, a Elías Alonso Martínez

profesor de Etimologías grecolatinas. Creo que todos ellos y

muchos que no recuerdo marcaron el pensamiento y el camino de

varias generaciones. ¿Pero qué diablos tiene que ver estos

210

recuerdos con un equipo de futbol llamado TIDEES? Bueno es que

no sé cómo empezar…

“Nadie puede hacer por los niños lo que hacen los abuelos:

Salpican una especie de polvo de estrellas sobre sus vidas”

Mi abuela Sabina Laguna

fue, para mi hermana Elena

y para mí nuestra madre, no

me estoy poniendo

sentimental, simplemente

había que dejarlo

perfectamente anotado: mi

última hija se llama Sabine.

Me llevaba al Barrio San

Pedro donde tenía una hija,

mi tía Adelina casada con el

jerarca de” los cachuchas”:

Jacob. Hasta donde sé, fue el

iniciador de famoso músicos;

sus hijos, nietos y bisnietos

lo son. Junto a su casa estaba un campo al cual le decían “la

Hera”, con mis primos y otros muchachos del barrio jugábamos

futbol; la mayoría de estos muchachos jugaron con un equipo de

San Pedro “el tiburón” y les decían “los maestros”; allí aprendí a

jugar triangulaciones en corto; jugábamos con unos balones de

cuero que pesaban un “madral”. Pegarle a este tipo de balón era

un sufrimiento, sobre todo cuando se mojaba, era tanto nuestro

gusto por el futbol que nosotros seguíamos jugando aunque nos

dolieran los balonazos, ni la lluvia, ni los truenos eran motivo

para dejar de hacerlo. Nunca jugué en la liga junto con mis

primos…

“Porque fuiste mi primer amor, cuando yo no sabía lo que era el

amor”

Ahí empieza la historia futbolística. Todavía no les menciono que

estudiaba en la Escuela Oficial, así le decían despectivamente la

burguesía local de Chimalhuacán a los que estudiábamos en la

Julio y Adolfo

211

Escuela primaria José María Morelos y pavón, ubicada atrás de

donde está la oficina de aguas de San Pedro.

Después se cambió a lo que hoy es la Casa de Cultura, pegada

hacia el rancho el molino estaba la construcción y hacia la

farmacia del Dr. Moisés; en el extremo poniente terminaba en

cuchilla -actualmente hay una estatua de una pareja de

“carnavaleros”-; había un hermoso ahuehuete donde podías

encontrar cencuates; ahí conocí a quienes serían mis amigos y

años después jugaríamos juntos en el Tidees.

Conocí a Pepito en sexto año, siempre me pregunte como llegó,

supongo que cayó de la gracia de la burguesía de la escuela

Netzahualcóyotl. Bueno, nos encontramos y pasamos ese último

año con grandes amigos y ahí abandonamos, por lo menos yo, al

primer amor de mi vida platónica… obviamente aparte de la

maestra de cuarto año.

La escuela oficial es un referente histórico no solamente para mí,

también para mucha gente nativa de Chimalhuacán; recordamos

al maestro Fernando de sexto año, al maestro Salvador de Quinto

año, al director Rodolfo y su esposa la maestra pachita, al maestro

José, al maestro francisco y sobre todo, para mí, la maestra Elba;

ellos nos enseñaron los primeros conocimientos a veces aplicando

la máxima: “el conocimiento entra por la sangre”.

Probé los primeros desayunos calientes que se dieron con frijoles,

atole y dulce de cacahuate; participé en la primera danza

prehispánica: ¡toda la escuela! bailando en San Juan

Teotihuacán; los desfiles; los primeros amores de la infancia; los

libros de texto gratuitos; las grandes peleas con otros niños, todo

esto es inolvidable.

Al terminar la primaria yo quería estudiar la Secundaria, pero

solo había una alternativa en Chimalhuacán: la gloriosa

Secundaria Netzahualcóyotl -supongo que ya me estaba

convirtiendo en aprendiz de Burgués-; otra opción era ir a

Texcoco, en mi caso pretendí entrar a la ESFIR [Escuela

Secundaria Federal Ignacio Ramírez], no fue posible, ya que ni

212

siquiera conocía los tramites que había que hacer; mi abuela y mi

tío “el carruñas” decían que para que estudiaba, que ya mejor

trabajara.

Un grupo de muchachos participamos en la llamada vanguardia

del ACJM, acudíamos a la iglesia a estudiar religión -realmente

íbamos a jugar futbol en el atrio-; por el futbol conocí al padre

Chucho –párroco en el pueblo- que nos daba algunas platicas y

por consejo de una vecina, doña güera mamá del “Pulga” y de

Tomas, me le acerqué y le pedí ayuda para entrar a la secundaria

Netzahualcóyotl, ese mismo día me dijo que fuéramos a la escuela

ya que el daba clases de moral y era el comienzo del ciclo escolar.

Habló con la directora, creo que era una monja llamada María de

los Ángeles. ¡Oh milagro! Había quedado inscrito; les dijo que

era mi padrino, lo cual fue un apoyo y también una

responsabilidad durante mi estancia en la secundaria.

- Valente C., Rey, Valerio B., Padre vicario Guadalupe, Miguel

V., Guadalupe I., Padre Jesús Fernández, Francisco T.,

Guadalupe B. Antonio Jiménez, Jesús P., Felipe M., Baltazar H.,

(¿?), Carmelo y Juan López.

Era muy difícil entrar ahí si no habías estudiado la primaria,

incluso había varios aspirantes a ser inscritos que tomaron el ciclo

como oyentes que habían llegado antes que yo, entonces para mí

fue como un milagro porque estoy convencido que ahí cambió mi

historia; recuerdo con mucho afecto al padre Chucho, quien en

transcurso de los tres años me encontraba y me regañaba por

213

quejas que recibía de las monjas sobre su “recomendadito”, como

textualmente me decían ellas.

Volví a encontrarme con Pepito, conocí a Darío, a Lupita, a

Chela, Juanito, Bernardo, Zenaido, Adolfo, a Teodoro, a Beatriz y

Catalina a mis grandes amigas las hermanas de Maco, y a sus

guapas primas, María Eugenia y Ana; me encontré al Chepo en

grados mayores, al Javi, a Quino, en mi grupo me acuerdo de

Alfredo, uno de los mejores jugadores de futbol de Chimalhuacán

junto con el Regas, que en paz descansen ambos, a Fabiancito, al

Mur, a mi buen amigo el Tripa, que después fue portero del

equipo.

De la secundaria guardo muchos recuerdos, el acercarme a otro

tipo de conocimientos como las matemáticas que nos enseñaba un

ingeniero de Chapingo, excelente maestro que tenía un estilo poco

ortodoxo, inicié el aprendizaje de algo que siempre se ha

considerado difícil, aunque con él parecía muy sencillo y nada

complicado,

Al terminar la secundaria, no recuerdo organizada por quien,

hicimos una fiesta en la casa de Don José Corona, allí conocí a

otros amigos como Chucho Corona, nos propusimos seguirnos

frecuentando; encuentro al buen amigo Hugo, venía de la ESFIR y

era amigo de Adolfo. Cada que nos juntábamos intentamos entrar

a una escuela de nivel bachillerato, al Poli a la UNAM, esto nos

permitió seguirnos frecuentando y tratar de hacer un grupo

cultural, con la visión de transformar a nuestro municipio y

ayudar a los jóvenes que venían detrás de nosotros a ingresar a

los diferentes espacios de bachillerato que solo se daban en la

ciudad de México.

En la panadería, a un lado de la puerta lateral de la iglesia de

Santo Domingo, nos reuníamos y platicábamos de mil cosas,

recuerdo mucho al Changa. Conocí a Cachona, acompañé a mi

amiga Mazarelo, que formaba parte de un grupo cultural de

mujeres a la organización de un evento del día de las madres,

fuimos a buscarlo al billar; mi primera impresión fue ver un tipo

pedante y cretino, por su negativa a declamar en ese evento. Pero

214

un poco después me di cuenta que a veces juzgamos a las gentes

sin conocerlas, sin tratarlas, sin saber qué es lo que realmente

piensan. Hoy en día me sigue pareciendo cretino y pedante… no es

cierto mi querido amigo. En realidad nos hicimos excelentes

amigos, y yo creo que hasta la fecha, él lo considera igual.

“En lugar de darles regalos costosos a tus hijos dales algo que

puedan valorar para toda la vida, dales amor cada día”

A mí siempre me gustó el futbol, soñé siempre tener unos zapatos

de juego; un día de reyes, había pedido unos zapatos, y no me

trajeron nada; seguro hice comentarios negativos, algo así como

“pinches reyes”, se me notaba la tristeza de haber soñado que en

ese 6 de Enero de 1962 iba a tener mis primeros zapatos de futbol,

pero nunca se me olvidara que al día siguiente vi llegar por la

noche a mi papá, a la casa de mi abuela, con un paquete de

periódico y ahí estaba envueltos mis primeros zapatos de futbol.

No sé si era caro comprar en ese tiempo unos zapatos para jugar,

supongo que sí. Siempre recuerdo a mi padre por muchas cosas,

pero lo primero que se me viene a la mente, después de 50 años, es

esa imagen de ternura de alguien que no era muy dado a

demostrar su cariño que siempre nos tuvo, hasta el día que tuvo

que partir.

Tuve una actitud muy egoísta de mi parte, ya que es importante

decir que muchos de mis amiguitos iban descalzos a la escuela y

jugaban futbol y algunos le pegaban decíamos como “patada de

mula” a ese pesado balón de cuero.

Hay muchos recuerdos de un lugar que le llamábamos el campito,

en donde desemboca la calle de Abasolo -el puente- y Venustiano

Carranza; con todos los muchachos de la cuadra echamos la

cascarita: “el naros”, “el flaco”, “el Chepo” y tantos otros… a

veces nos peleábamos contra los que jugábamos y al otro día

éramos compañeros, esa era nuestra niñez, sin preocupaciones ni

temores.

215

¿Y el TIDEES qué? Bueno creo que me puse a vagar por ese

cumulo de recuerdos y el objetivo del proyecto es la agrupación;

me decían algunos de mis alumnos en el Conalep que divagaba,

quizás con la pretensión de mostrar más el entorno que nos

rodeaba.

Inolvidables eran las fiestas de semana santa; en tiempo de las

posadas acudíamos hasta en dos iglesias por las bolsas de fruta:

naranjas, jícamas, tejocotes, cañas y cacahuates, las piñatas de

barro llenas, a veces llenas de fruta y otras de zapotes o harina;

las palomas que tronábamos poniéndolas en botes de fierro; los

castillos de las fiestas de Agosto y Octubre de la cabecera

municipal; en donde muchas veces, por meternos debajo de las

luces de los castillos sufríamos de quemaduras en nuestra ropita

dominguera, sobre todo cuando usábamos los pantalones de

terlenka u otras telas parecidas que eran muy inflamables.

Recuerdo el olor de ricas carpas envueltas en hojas de maíz que

hacia mi vecina , doña Cristina, mamá del “naros”, esta familia

tenían burros y subirse en ellos era toda una aventura; bañarse en

las zanjas del camino de la cruz de la misión en la cual

actualmente está una gasolinera en Venustiano Carranza y

Acuitlapilco, donde al salir parecíamos almas en pena de los jiotes

que se formaban en nuestras caras; cortar la flor de calabaza, que

sirve para hacer quesadillas, por lo cual nos pagaban un peso con

veinticinco centavos, cuando era calabaza redonda o japonesa era

muy doloroso por las espinas, a pesar de los calcetines que nos

poníamos como guantes para cortarla; sembrar maíz y frijol en la

“la Palma” perteneciente al Ejido de Santa María; era un terreno

de bajada y mi tío “el carruñas”, que nunca fue gente de campo,

hizo los surcos en el sentido de la bajada del terreno, empezamos

la siembra a eso de las 6:00 a.m. y terminamos alrededor de las

17: p.m., de repente empezó a caer un aguacero que parecía que el

cielo se iba a caer, en menos de media hora toda la semilla que se

había sembrado se había ido con el agua. Los surcos se hacían

con una yunta tirada por animales.

A nuestro Pueblo lo recuerdo con sus calles amplias de terracería;

árboles de pirú llenos, a principios de cada año, de unos pajaritos

216

llamados copalascleros; los aguaceros en la calle de

Corregidora y Venustiano Carranza, en los que la lluvia

arrastraba: árboles, víboras y piedras producto de lo que nosotros

llamábamos la barrancada; grandes terrenos de siembra

generalmente de maíz y frijol, en los cuales, en los meses de

Agosto y Septiembre, estaban llenos de camellones formados de

zacate en forma de triángulo, con mazorcas y que en la parte de

en medio dejaban un hueco en el cual nos metíamos a jugar como

si esto fuera una aventura que nos inspiraba la imaginación; los

camiones de carga llenos de zacate con sus mazorcas, a veces

corríamos detrás de ellos para arrancarles las mazorcas que nos

la cambiaban en algunas casas por un dulce de tejocote con

piloncillo al cual se le llamaba “caca de loco”.

Las primeras televisiones de blanco y negro en Chimalhuacán

eran generalmente de las familias con más recursos, los días

domingos sus dueños nos cobraban una moneda de cobre de veinte

centavos por ver uno o dos programas que pasaban por la tarde,

colocaban unas vigas en tabiques para que nos sirvieran de

asiento y nos vendían palomitas, si es que llevábamos otras

monedas, inolvidable en la vida de un niño de esa época, el teatro

fantástico de Cachirulo, Combate, los siete de caballería y otros

más que no recuerdo.

Construir resorteras consistía en una horqueta hecha de tepozán,

la amarrábamos para darle la apertura correcta y la medio

quemábamos para que obtuviera la dureza necesaria y después ya

construida le amarramos un partes de hules cerrados por una

lengüeta de zapato de cuero, para poder colocar una piedra y al

estirar el hule la piedra salía con fuerza; nuestros juegos de

canicas, trompo y tacón que se daban por temporadas en el año, la

verdad no sé quién marcaba los tiempos de temporada de cada

uno de los juegos, salvo el yoyo, que lo promovía la Coca Cola; en

la temporada de canicas todos traíamos los pantalones agujerados

de las rodillas, y en nuestros sueños infantiles, los que no

perdíamos nuestras canicas y ganábamos las acumulábamos en

botellas de refresco y las enterrábamos hasta la siguiente

temporada, -una clara tendencia, desde temprana edad, a la

acumulación de capital-, por cierto nosotros empezamos a jugar

217

por primera vez el roncito, un circulo donde metíamos dinero en

lugar de canicas, el cual lo aprendí en el D.F. y un buen día al

querer jugar algunos no traían canicas ni forma de comprarlas y

empezamos a jugar canicas de otra manera diferente a lo que

tradicionalmente jugábamos y le llamábamos cocol.

El juego del tacón en el cual dibujábamos un circulo en la tierra, y

con un tacón de zapatos tratamos de sacar el dinero que se

colocaba al centro del mismo; los juegos con zancos hechos con

latas grandes de chiles y lazos; meternos en medio de las llantas

viejas de camión en posición de feto y alguien les da vueltas a

grandes velocidades; el juego de los quemados donde con una

pelota de lona cada quien hacia un oyó donde cupiera la pelota y a

una distancia de metro y medio se tiraba la pelota si te tocaba

tenías que correr y con la pelota golpear a alguno de los

participantes gritando quemado al que le habías atinado, por

cierto dolía bastante el pelotazo.

En las cercanías de las fiestas patrias y decembrinas algunas

familias elaboraban las palomas que eran un objeto formado de

papel en forma de triángulo en el centro llevaba una substancia

explosiva de clorato o pólvora con una mecha en forma de hilo

duro por medio de la cual se encendía, nos pagaban un peso por

cada millar por colocar esa pequeña mecha perforando la

envoltura del papel con un especie de pica hielo, ese trabajo lo

hacíamos toda la familia sentados en un petate lo que se convertía

en una forma de convivencia familiar, los más grandes haciendo la

paloma y los más pequeños en mi caso mechándola, lo cual nos

permitía el tener algunos ahorros para este tipo de fiestas.

La procesión del jueves de corpus era algo fascinante, las que

recuerdo eran alrededor del Chimalhuachi, donde están los

barrios del pueblo; había una parte completamente despoblada

que hasta la fecha se le conoce como el camino viejo es paralela a

la carretera México Texcoco entre los km 28 y 25. Era en la noche

y llegábamos a la iglesia principal alrededor de las 2 de la

mañana, después acortaron el recorrido haciéndola de San

Agustín hasta Santa María; esta procesión hoy en día la siguen

haciendo más corta desde el Barrio de Xochiaca hasta la cabecera

218

municipal; había competencia entre los barrios para ver quien

había arreglado más bonitas sus calles, con flores de diversas

plantas, algunos retablos en vivo, tapetes de aserrín y sobre todo,

para nosotros, el hecho de poder ver a las muchachas tantas

horas.

Otra gran oportunidad de combinar mi paganismo era la semana

santa, en la cual recuerdo que no se podía prender para nada el

radio, ni decir alguna grosería, lo mejor era que los adultos no

podían pegarte por alguna travesura que hubieras cometido; ir a

la iglesia y comer gorditas envueltas en papel china de colores

muy vistosos; los elotes y las nieves de la única nevería que había

en Chimalhuacán la del “barrilito” y que mejor acompañado de la

novia o la amiga; la nevería a la que me refiero fue el centro de

muchas conversaciones, de mucha filosofía, de muchos sueños, de

quienes algún día jugamos en el TIDEES.

“La ley reconoce al autor de una obra intelectual o artística para

autorizar su reproducción y participar en los beneficios que esta

genere”

Como no hay beneficios no me importa…Pero iba a hablar del

TIDEES… yo desconozco, por lo tanto no puedo avalar a quien o

quienes se les ocurrió ponerle el nombre al equipo; cuando nos

reuníamos en la plaza al lado de la panadería, los más grandes

discutían ponerse de acuerdo con Nabor Valencia (José) para

poder jugar en su equipo (Tampico), dueño de la franquicia; creo

que se habían separado de otro equipo en donde jugaban antes;

los acompañe a ver a Nabor a una tienda que se encontraba a

unos cuantos pasos, por cierto hasta la actualidad la tienda no ha

cambiado mucho su aspecto. Platicaron con él, exactamente no sé

qué les dijo, supongo que lo iba a pensar etc., la cuestión es que

vieron una especie de negativa, regresamos a nuestro punto de

reunión y ahí decidieron hacer un nuevo equipo de futbol, nos

preguntaron a los que estamos ahí que si le entrabamos, yo dije

inmediatamente que sí, porque ya había intentado jugar en la liga

de futbol con un equipo llamado Santo Domingo con un vecino “el

Turris”, me dijo que no porque estaba muy chico; que si me

pegaban era mucho compromiso, por eso mi pronta respuesta.

219

Sólo había en la liga tres fuerzas, y como equipo nuevo teníamos

que empezar en la tercera división; yo era suplente y me alineaban

en una posición de extremo que nunca fue la mía, la cual dejó

bellos recuerdos permanente a mis rodillas, ya que las caídas en el

terreno salitroso ocasionaban unas raspadas espectaculares y

unas gruesas costras que siempre tenía la costumbre de

arrancármelas; recuerdo al Javi como portero, con una especie de

sudadera con cuello ruso de color naranja; el bando de los rudos

encabezando la defensa el Maco y Benja; con presencia y más

técnica el Arrepentida, chaparrito pero ágil y Chucho metiendo

goles en cada partido.

Terminamos esa campaña invictos en las dos vueltas y por lo tanto

campeones de liga de la tercera división, en el torneo de copa

perdimos lo invictos y el Milán de San Lorenzo salió campeón de

copa por lo que tuvimos que jugar el campeón de campeones, en la

lagunilla, para mi sorpresa ese día no se presentaron todos los

jugadores, y yo que rara vez había jugado un partido completo

tuve la oportunidad de jugar esa final, muy vagamente creo que

terminó el partido empatado y en penaltis nos ganaron, nuestro

goleador fallo uno de los penaltis.

En la siguiente temporada ya en la segunda el primer partido que

nos toca jugar es en contra del Milán que también subió y ahí nos

desquitamos, ahí ya había muchos nuevos jugadores, como el

Tepis, mi compadre Cachona y otros.

220

Quino, Ollitas, Lorico, Maco, Niño, Benja,Tomasote, Changa,

Marranito, Chucho, Cachona y Julio.

Muchos jugadores pasaron por el TIDEES, Marcos, Panchito

Primavera, Zenón, Enrique, quien ahora es cura, Tomasote, su

hermano Solín, y otros cuya imagen se me borra. En la segunda

(división), por problemas sin importancia, salí del Equipo para

formar el Atlético Tidees con algunos jugadores de los de menos

edad como: Julito Alonso, Angelito Rico, el Mur, mi gran amigo

Chucho Corona, Cecilio Gómez, los Hermanos de Jorge Urbina;

algunos integrantes de un grupo al que le decían “los silenciosos”

el “güerito” Castillo, Víctor Canto, Ángel el Caparratas, nuestro

portero de los canillas el Fede, el doctor Fernando Canto, Camilo

de San Pablo, Adolfo, y algunos que escapan a mi memoria,

Pepito y el Changa

.

Jugué en otros equipos y cuando en el año dos mil se forma la liga

de veteranos volvemos a encontrarnos en el TIDEES, el Quino, su

hermano Miguel, el Pointer, José Luis, “el Chismes” y otros más.

Siempre me ha gustado el futbol, pero el conjunto de muchachos

que coincidimos en el equipo, más allá del futbol representó una

generación de jóvenes que pretendieron hacer cosas diferentes en

esa época; quizás por la posibilidad de asistir a escuelas que se

encontraban en el D.F. y que nos permitían visualizar otras

221

realidades; posiblemente porque había compañeros que

empezaban a tener otro tipo de aspiraciones, algunos de

transformar nuestra realidad a través del conocimiento; de las

manifestaciones culturales como la música el teatro y la política,

lo cierto que esa generación implementó el gusto por la música,

como el rock; por primera vez se cantaran las misas de gallo con

guitarras; contribuimos al nacimiento de la primera rondalla:

“Escudos y rodelas” cuyo primer solista fue el Changa; se formó

el primer grupo de baile folclórico que salió a otros lugares, grupo

de teatro, etc.

“Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está

dentro de nosotros”

Hermann Hesse

El TIDEES fue en ese tiempo un equipo muy odiado en los

distintos barrios, no tanto por el futbol, sino porque sentían que

estaban en él los burgueses como muchas veces nos decían;

porque el comportamiento social de este grupo se diferenciaba de

lo que habitualmente se acostumbraba; el hecho de tener una

visión diferente a través de las vivencias, sobre todo relacionadas

con la cultura del D.F. nos permitía, a pesar de que una gran

parte de este grupo éramos de escasos recursos, organizarnos más

allá del equipo de futbol, en actividades culturales como la

música, el teatro y el baile, lo que traía como consecuencia que en

torno a este grupo también participaran muchas jovencitas con

permiso de sus padres, pues nos consideraba “buenos muchachos”

e incluso ellas se organizan en grupos de carácter cultural. La

preferencia femenina hacia nosotros es otra de las explicaciones

de esa fobia.

No todos estudiaban pero, los que no lo hacían, se adaptaban a las

formas del grupo, muy independientemente que otros pequeños

grupos buscaran afinidades. En mi caso después de jugar futbol

con el Tripa y el Changa subíamos al panteón a jugar ajedrez, y

ahí mismo a “echar taco placero” y algunas veces unas cervezas,

poco después esto se convirtió en costumbre y cada domingo

después del partido de Futbol allí estábamos.

222

El tripa era mi “pichón” jugando ajedrez supongo que él debe de

decir lo mismo, pero lo cierto es que en la prepa jugué sin mucha

técnica con los mejores jugadores de ajedrez con resultados más o

menos decentes. Los más grandes del grupo organizaban

tardeadas que eran inolvidables y por primera vez traían grupos

de Rock y en alguna ocasión, en la casa del hermano del Changa,

un grupo de samba.

Lo más importante es que era un grupo muy solidario, los más

jóvenes siempre acompañábamos a los mayores a quienes les

gustaba jugar dominó: el que perdía tenía que pagar los tacos,

nosotros disfrutábamos, sin importarnos quien era el que ganabas.

Muchas navidades y años nuevos amanecimos en la casa del

Arrepentida, después de cantar y tocar las misas de Gallo nos

trasladábamos a su casa en donde cenábamos, cantábamos y

bailábamos, gracias a la gran hospitalidad de su familia.

Algunos años después dejamos de ir porque conocimos al Padre

Felipe, quien en ese tiempo todavía no se recibía; él nos enseñó,

en su casa, a varios a tocar con guitarras para después hacerlo en

la Misa de Navidad y año Nuevo; al final terminábamos en su casa

ejecutando juegos que nos enseñó.

He de decir que en el grupo los que tocaban y cantaban las

serenatas eran el Javi y Chucho, por ejemplo el día de las madres

o cuando de repente a alguien se le ocurría llevarle serenata a su

novia, nos trasladamos todos amontados en los pocos carros que

había y con un buen resguardo de bebidas espirituosas íbamos a

diferentes barrios, aunque todos querían que les tocaran más

piezas a sus respectivas novias mis buenos amigos se cotizaban,

quizás por ser tantos los lugares a los que pretendíamos ir y que

finalmente la última serenata era prácticamente en la madrugada;

ese fue el motivo por el cual paralelamente empezamos a formar

otro grupo de aspirantes a trovadores, dicen las historias de ese

tiempo que hasta los perros se espantaban de lo desafinados que

éramos algunos de nosotros, pero este antecedente propicia que

algunas otros compañeros se organizaran para crear la primera

rondalla de Chimalhuacán: Escudos o Rodelas.

223

Formamos la Sociedad de Estudiantes de Chimalhuacán, si no fue

la primera, fue la que tuvo mayor trascendencia; por primera vez

se hacen funciones de teatro dirigidas por nuestro buen amigo

Panchito Constantino; se dieron las primeras participaciones de la

rondalla y otras de Escuelas superiores como la Trova del

Politécnico, la trajo Hugo; se dio también la creación del primer

ballet folklórico de Chimalhuacán.

Tuvimos participaciones culturales fuera del municipio; nos

presentamos en el Teatro del Seguro Social de San Juan del Rio

Querétaro, en especial recuerdo que junto con el “Tepocho”,

Azucena, presentamos un obra de ese gran maestro Ruso del

cuento: Antón Pávlovich Chejov “Las aceitunas”, mientras que en

la plaza principal tocaba “La rondalla escudos o Rodelas”.

La solidaridad que practicábamos se fue trasmitiendo en las

nuevas generaciones, los orientábamos para ingresar a escuelas

de nivel superior. No éramos los únicos, ni nos sentíamos el

ombligo del mundo, hubo muchos esfuerzos de otros jóvenes de ese

tiempo como por ejemplo el Tonina y El elotito, su apoyo solidario

para ayudarnos a entrar al Politécnico, donde ellos estudiaban, y

otros muchos de todos los barrios, que son una muestra del

orgullo de ser Chimalhuaquences.

Pero esta es la Historia o los recuerdos de un grupo de jóvenes

que giramos alrededor de un equipo de Futbol llamado TIDEES,

que creíamos que nuestro entorno lo podíamos transformar, que

vivimos un cambio radical de nuestro municipio, de un entorno

rural a uno urbano, con todas sus consecuencias económicas

políticas y sociales. Hoy con el paso de la juventud creemos que

hicimos y vivimos de acuerdo a nuestros principios y valores de

amistad, solidaridad y fraternidad. Hoy el tiempo nos ha

transformado a través de nuestros propios compromisos

familiares, pero en el fondo todos tenemos una gran añoranza por

tiempo que vivimos y esa amistad que se forjó. Termino

recordando una frase del poeta latino Marco Valerio Marcial:

“Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces”

224

Arriba: Julio, Marranito, Marcos, Changa, Garrincha,

Hugo, Ángel Valencia. Abajo: Barajas, Pepito, Zenón,

Cachona, Enrique, Pepe, Lorenzo Jiménez, Lorico

225

226

ELÍAS ALONSO MARTÍNEZ

Elías Alonso en el cortijo Noe y Elena, en la tienta de

becerros.

emos incluido al profesor Elías Alonso Martínez como

uno de los TIDEES por la relación estrecha que tuvo con

el grupo. Fue catedrático en la UNAM. Los muchachos

siempre estuvieron relacionados con él; le serví un

tiempo como chofer, no sólo para llevarlo a la prepa 1,

también en vacaciones, lo que me permitió tener un

acercamiento significativo, fuimos amigos a pesar de la diferencia

de edades. Una vez me dijo: -“Alfonso deberías ir a Europa a

darte una vuelta, estás joven, tu o cualquiera de ustedes, si se

puede”. Y si se podía, en ese tiempo las facilidades eran muchas,

nos faltó más visión. Hubo otras conversaciones que giraron en el

ámbito de la relación de parejas, alguna vez le comente mi

preocupación por una chica de la escuela, me dio un tratado sobre

el tema y concluyó: -“si yo supiera en ese entonces, Alfonso, lo

que se ahora, olvídate lo que hubiera pasado con la señora que te

comentaba…”.

Recibí tres cuentos del profesor Elías; tiene un libro no publicado

del género, le comenté la posibilidad de incluirlos y me autorizó,

para los tres o para más. Me dieron carta abierta y aquí presento

tres cuentos de mi maestro: profesor Elías Alonso Martínez.

CUENTO UNO

H

227

SUEÑO

Dos hermosos senos surgieron de la escotada blusa, relucientes

ante los destellos de la opaca luz que mal iluminaba la calle eran

firmes como las puntas amenazantes de un toro de lidia, con paso

volátil parecían que embestían la noche levantándome prendido

por la espalda. Así unidos fuimos aumentando la nada.

Madrugada del 12 de febrero del 2001

-Alonso Martínez Elías-

CUENTO DOS

EL CHIHUANDARO

EL CHIHUANDARO, uno de los últimos “piteros” de la farisea,

buen nevero, una de las pocas gentes felices que he conocido en mi

vida.“Hooinoskaiaiformiggesterpusintimus ton antropon”. Fui

testigo presencial de este dicho griego en él, de repente salió de la

pulquería usó la mano y el dorso para limpiar sus labios de los

residuos de la bebida que habían quedado en las comisuras,

ensanchó el dorso preparándolo para gritar potentemente.

“Haaaaaaaaaaynieeeeeeeveeee” tomó la carretilla donde llevaba

los botes de la nieve y continuó la venta. Presencié esta escena y

me pareció como un cohete que subía y estallaba iluminando

instantáneamente la noche.

Barrio de san Juan, manzana san Pablo. Chimalhuacán Atenco

-Alonso Martínez Elías-

CUENTO TRES

JUAN DE CARNE

Ayer 22 de abril del 2001 enterramos a Juan Beltrán Martínez,

conocido como “Juan de carne”. Este mote, que le siguió toda la

vida, se lo puso él mismo. Sucedió que el primer día que fue a la

escuela el profesor preguntó el nombre a sus alumnos, al

preguntarle a Juan éste le contesto

- Juan

- ¿De qué?

- De carne

Desde entonces Juan Beltrán Martínez pasó a llamarse Juan de

Carne. Ayer entregamos su cuerpo a la generosa madre tierra.

228

Juan de Carne, hijo de Crescencio Beltrán y Susana Martínez, muy

pequeño, muy pequeño casi recién nacido vivió con sus abuelos.

Esto pasó así: Susana, mamá de Juan después de tenerlo pronto

dio a luz a otro niño y como no podía cuidar a los dos, Emiliana,

hermana de Susana se lo llevó a la casa paterna o sea a la casa de

don Hesiquio Martínez y Ángela Zaldívar, abuelos de Juan,

quienes lo cuidaron de niño, de joven y lo hubieran cuidado de

adulto si les alcanzara la vida. Esto es que Juan no salió de la

casa de los Martínez hasta el día que lo llevamos a la sepultura o

sea de la cuna a la urna. En el sepelio se notó la ausencia de los

Martínez. Pancho no asistió pues sus cien años se lo impidieron,

aunque si fueron chucho “el borracho”, el cerillo y Ricardo. En

cambio ni Librada ni Luis fueron. Delfina, Tomasa y Julia ya son

difuntas. Entre los Beltrán hijos de Crescencio y los Martínez hijos

de Aniceto y Tonche siempre han existido rencillas que vienen

desde los tiempos infantiles. Resulta que Susana fue consentida de

Ángela, su madre y abuela de los Beltrán en cambio Aniceto, hijo

mayor de Ángela, mal se vio ante los ojos de su madre porque

Tonche, la mujer de Aniceto, era mayor que él. Al casarse contaba

diecisiete años y doña Jerónima, por esta y otras razones, estando

siempre de parte de su hija Tonche, había llegado a cachetear no

sólo a doña Ángela sino también a su hija Emiliana. Este fue el

inicio de las rencillas entre los Beltrán y los Martínez que quien

sabe cuándo terminarán. A principios de esta desavenencia

familiar la peor parte la sacaron los Martínez, mientras vivió

Ángela Zaldivar. Julia hija de Aniceto y Tonche, recordaba con un

nudo en la garganta cómo cuando por razones económicas fueron

a refugiarse a la casa de los abuelos paternos y al poco rato salían

corridos por la abuela, avergonzados ante el pueblo que sabían de

las dificultades familiares y si no las sabían un guajolote

alharaquiento se encargaba de difundir. “Salíamos con un desfile

de chamacos mocudos y chillones cuyo único objeto de valor del

que no podíamos prescindir era la olla de los frijoles con el culo

tiznado, que yo como hermana mayor cargaba mientras con una

vara arreaba al guajolote hablador”.

Seguramente todo esto lo sabían los Beltrán pues vivían frente a

los Martínez estos amores y desamores nacidos en el seno de la

casa de los abuelos provocaba hasta los golpes entre los hijos

229

varones. Luis con Gudélio su primo hermano, tiempos y

circunstancias cambiaron al parejo hasta nuestros días en que dos

familias con abundantes descendientes han progresado en el

terreno económico y social, lo mismo que en el terreno intelectual.

En ambas familias hay profesionistas lo mismo que trabajadores

en diferentes actividades de la vida; todos buenos cristianos con

vicios y virtudes que no pienso dar cuenta aquí salvo señalar que

Alfonso, Antonio y Gudelio Beltrán fueron magníficos músicos y

que ahora muchos de sus hijos y nietos son herederos de su arte

musical.

Sólo quiero añadir que Hesiquio Martínez y Ángela Zaldívar

tuvieron otros hijos: Emiliana ya nombrada, Antonio y Herlinda,

que no se casó. ¡Aa! Y decir que ni Luis ni Librada fueron al

entierro de Juan de Carne.

-Alonso Martínez Elías-

230

QUINTO CAPÍTULO ¿Cuándo existieron los TIDEES?

Todo lo que necesitas es amor –Lennon & McCartney—.

n diversas expresiones se ha descrito a los años sesenta

como los años maravillosos. En este capítulo vamos a

esbozar como era la vida en la comunidad de los Hijos;

ponemos ejemplos de la fascinación, estruendo y cambio

geométrico de la humanidad, donde los jóvenes deciden tomar en

sus manos el destino que les pertenece. El Apolo 11, la guerra de

Vietnam y el movimiento estudiantil del 68 en el mundo son

íconos en esta década. Hablamos del elemento constitutivo de la

esencia del hombre: la música, e incluimos varios deportes que

dieron pretexto para que universalidad de la publicidad y la

difusión iniciara. Resaltamos los nombres de quienes han puesto en

el mapa a nuestro municipio y el paso de la antorcha olímpica en

octubre del 68. Expresamos el cambio en el pensamiento histórico

de la teoría del conocimiento, del modelo de la razón al de la

E

231

conciencia, donde la filosofía existencial y la fenomenología

desplazan al positivismo. Por último, dos personajes que importan

a nuestras gentes y el anhelo que depositamos en los hombros de

las nuevas generaciones.

LA VIDA

En los años sesenta se vivía con mucha placidez, no había los

sobresaltos que causa la inflación económica o la desestabilización

social, aunque en 1959 surgió un movimiento ferrocarrilero con

Valentín campa y Demetrio Vallejo al frente y en 1964 el

movimiento médico, no repercutieron en la sociedad local, la radio

y la televisión en ciernes –en noticiarios-, no tenían el impacto que

hoy tienen.

En los primeros años de esta década la población del municipio era

de aproximadamente 5000 habitantes. La gente era correcta y era

común saludarse en la calle, de hecho los padres inculcaban el

respeto a los mayores y apego a las buenas costumbres.

Para divertirse estaba el cine progreso, domingos y lunes había

función. Las películas de “Clavillazo” eran de las preferidas; otras

que causaron furor fueron las de Gastón Santos o las de la Sombra

negra; qué decir de Mauricio rosales –Antonio Aguilar- que

siempre iniciaba sus películas con la misma canción: “cruzando

veredas, llanuras, veredas y caminos reales; cantando canciones,

canciones de amores sobre mi caballo; me dicen el rayo, mi

nombre de pila es Mauricio Rosales…” y terminaba la película con

la parte última de la misma: “…respeten las leyes y vivan

tranquilos adiós no les digo y no me despido porque voy y vengo,

ya se aleja el rayo Mauricio Rosales amigo del pueblo”. Por

supuesto que las películas preferidas eran las de Pedro Infante y

Jorge Negrete, pero las que acababan con el cuadro eran las del

Santo, nunca fue suficiente el aforo para estos filmes.

Era común que casi al final de la película la aprehensión de los

malos se diera, la gente, entonces, aplaudía a raudales, de ese tamaño era el imaginario popular sobre la justicia. El Marranito y

Cachona eran asiduos al cine, vivían frente al cine progreso y sus

primas, hijas de Hilario Valencia, el dueño, les permitían la entrada

gratuita.

232

También los domingos por la tarde podías asistir a la jugada de

frontón, sobre todo cuando venían jugadores de fuera, de

Xochimilco, Ixtayopan, Tepito y muchos pueblos más. Quienes

hemos decidido escribir estamos en deuda con la pelota Vasca que

se juega en Chimalhuacán. Recientemente un avecindado, “el

Calusha”, ganó en Italia, en el campeonato del mundo el primer

lugar, en la modalidad de frontón a mano.

Las peregrinaciones eran parte de la vida comunitaria en camión,

en bicicleta o a pie. Algunas lejanas como San Juan de los

Lagos, Jalisco; Juquila, Oaxaca, en el Santuario de la Virgen de

Juquila; Santuario de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, donde se

venera al Santo Niño de Atocha. Otras no muy lejanas: Santuario

de Jesús de Nazareth en Tepalcingo, Morelos; Chalma. Las

cercanas: Molino de las Flores en Texcoco y la Villa de Guadalupe

que organizaba la línea de camiones México, Los Reyes,

Chimalhuacán y anexas, que daba la comida en el parque de San

Juan de Aragón. El “centrado” y “el creativo” asistían a ella porque

pretendían a las primas Buendía: Rosa, Rosa Sila –la más hermosa

de todas-, Margarita, Guadalupe (hoy conocida como “la loba”),

Inés, “la hermana” Tere, Columba y muchas más primas, todas

nietas del tío “lolo”.

Lo común para ligar eran las fiestas particulares, las ferias de los

barrios o los bailes públicos que tenían el momento perfecto para

que te dieran el sí, los culpables: La Sonora Santanera, Mike

Laure, Rigo Tovar, Acapulco Tropical, Carlos Campos y

muchísimos grupos que hacían gratas las noches, por el ritmo, los

compases y la proximidad en las parejas con temperatura y olores

prometedores. Quienes somos de pueblo sabemos de esos años de

sueños y de bohemia.

233

La plaza (1967)

El peso ($) era muy fuerte, se podía comer, incluso viajar, con

poco dinero, en realidad alcanzaba para todo, vivamos sin

sobresaltos económicos. También no había mucho que comprar, en

la ropa apenas se experimentaba con nuevos diseños, se usaba con

colores base, sin combinaciones y sin pretensiones; algo que no les

gustaba era que heredaban la ropa de los mayores, simplemente las

mamás pasaban las tijeras, la máquina de coser y ajustaban a sus

medidas.

Stikers se llamaba, en los años setenta, a quienes corrían desnudos

por los campos deportivos, sobre todo en Europa y E U A. Era

común en esos años y la moda no fue ajena en Chimalhuacán; en

alguna ocasión “el más joven” y el ojón, sólo cubiertos con unos

tenis y un gabán, desnudos se dirigieron al centro del pueblo como

a las once de la noche. Varios TIDEES, como testigos y porra, los

alentaban a levantar los gabanes y enseñar sus partes íntimas a las

personas que vendían y consumían garnachas; ambos en lugar de

“pirrín” tienen mangueras de gasolina que le llegan a las rodillas.

Los acompañantes se morían de risa y si… también de envidia.

Ir a vacilar, como se le llamaba a echar novio, era la cuna de la

cereza para los adolescentes de esos años. Aquí los hijos se dividían: Arrepentida y Lorico, con Rafael Sánchez Buendía el

“guacho”, preferían San pablo; Javi, Benja y Arrepentida se

trasladaban a Netzahualcóyotl; Maco y Cachona hacían grupo con

234

Cándido Valverde, Gregorio Sánchez “el Goyo”, Porfirio Buendía

Buendía el “pichirilo” y con el “cerillo” (hermano de Ricardo

Martínez y del “chela”) y se desplazaban por Xochiaca; Hugo,

Adolfo y Garrincha a San Lorenzo y otros preferían la comodidad

de la plaza o San Pedro como Chucho, el Padre, Tepis, Barajas o

Pepe. Para llamar a la novia o entre sí el chiflido era fuitiu fu. Se

saludaban diciendo: qiubo hijo o que tal hijín; después que ganaron

el campeonato de copa el saludo cambió: hola campeón o ¿Cómo

estás campeón?

La vida del adolescente, en cualquiera lugar o en cualquier tiempo,

es de mucha envergadura y deja recuerdos muy sentidos, los hijos

la disfrutaron ampliamente. Los años sesenta, sencillamente,

fueron…

LOS AÑOS MARAVILLOSOS

En 1969 el hombre pisó la superficie de la luna por primera vez. Se

dio el movimiento del 68 en varias ciudades de México, Japón,

Gran Bretaña, Italia, España, Alemania, Estados unidos, Argentina.

Acontece la guerra de Vietnam. Emerge la presencia de los

Beatles. Existió un cambio en el llamado pensamiento histórico,

fundamental en la cultura contemporánea y en las manifestaciones

científicas y filosóficas. El Rock se apodera de los jóvenes y éstos

de la música para no separarse jamás. La moda, la ropa, el pelo, el

uso masivo de estimulantes, la apertura sexual, la píldora

anticonceptiva, la minifalda, los bluyín, son privilegio de esta

década.

¡Ah! Las plumas del “boom” latinoamericano de literatura, que nos

dieron fuerza, orgullo, plenitud, gozo y certeza. La primera

generación de escritores que pueden vivir de los ingresos

generados por sus obras: Octavio Paz, Gabriel García Márquez,

Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar,

Alejo Carpentier, Luis Spota, Vargas Llosa y muchos más. En este

contexto irrumpe la vida de los “hijos”: la deportiva, la social, la

política y la musical-cultural.

235

EL PRIMER HOMBRE EN LA LUNA

En el transitar del hombre a través de los tiempos, marca un antes y

un después el alunizaje del Apolo 11 el 20 de junio de 1969, pisa

por primera vez el suelo de la luna. Armstrong, Aldrin y Collins

condujeron la nave; el primero, su capitán, pronuncia la frase: "Un

pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad".

Los TIDEES vieron por televisión este suceso en casa de Chucho.

EL MOVIMIENTO DEL 68

Los años sesenta son un ícono en la historia universal, sucesos de

rebeldía, violencia y sangre se dieron en muchas partes del mundo,

las más notorias fueron: Paris, Tokio, México D. F., Barcelona,

Buenos Aires y varias ciudades de los Estados Unidos ¿el motivo?

jóvenes estudiantes deseaban un mundo mejor, cambiar muchas

cosas en lo social, cultural, político y económico, es decir, el

“stablishment”.

En México, quien informa magistralmente del acontecimiento es

Elena Poniatowska con su “La noche de Tlatelolco”:

“Son muchos. Vienen a pie, vienen riendo. Bajaron por

Melchor Ocampo, Reforma, Juárez, Cinco de Mayo,

muchachos y muchachas estudiantes que van del brazo en

la manifestación con la misma alegría con que hace

apenas unos días iban a la feria; jóvenes despreocupados

que no saben que mañana, dentro de dos días, dentro de

cuatro estarán allí hinchándose bajo la lluvia, después de

una feria en donde el centro del tiro al blanco lo serán

ellos, niños-blanco, niños que todo lo maravillan, niños

para quienes todos los días son día-de-fiesta, hasta que el

dueño

de la barraca del tiro al blanco les dijo que se formaran

así el uno junto al otro como la tira de pollitos plateados

que avanza en los juegos, click, click, click, click y pasa a

la altura de los ojos, ¡Apunten, fuego!, y se doblan para

atrás rozando la cortina de satín rojo”. [Poniatowska,

2014]

236

El “modelo de ropa” estudiaba en la Vocacional 2 del Instituto

Politécnico Nacional, allí se inició el conflicto por un pleito entre

sus alumnos y los de la prepa “Isaac Ochoterena”. Estuvo en las

marchas previas a la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco. El

“centrado” trabajaba en la biblioteca de la UNAM. Ellos fueron los

únicos del grupo que participaron en las marchas del movimiento

del 68.

Hubo otro movimiento estudiantil que trajo “consecuencias”, éstas

fueron resultado de venganzas de tipo político. El fabiáncito y “el

bogar” estudiaron en el CCH Naucalpan y estuvieron en la golpiza

de 1971, en San Cosme. Otros participaron en el movimiento

conocido como “el Halconazo”, como lo describe Adolfo en su

relato.

“En la plaza de las tres culturas se habían reunido unas 10, 000 personas

entre estudiantes, amas de casa, con niños en brazos, obreros, ancianos y

ambulantes”. (Foto y texto –libro de poniatowska)

El movimiento del 68 es un parte aguas, tanto en nuestro país como

en el mundo entero, la juventud se hace presente y partícipe en la

toma de decisiones de su comunidad. Es importante ampliarnos y

entregar a ustedes un extracto del documento de la periodista

Aurora Cano donde nos hace llegar el punto de vista de la prensa

de los hechos del movimiento:

237

1968; antología periodística

¿Cómo conciliar las funciones de conservar la memoria

histórica del país y, a la vez, seguir proporcionando un

servicio a los lectores que en una procesión interminable

acuden a la institución? La respuesta es una: la

reproducción de los materiales. Esta publicación tiene,

precisamente, ese objetivo (…) se decidió centrar el

trabajo únicamente en los siguientes diarios: El Día,

Excélsior, El Heraldo de México, Novedades, El Sol

deMéxico y El Universal.

Recapitulación de los hechos.

Mucho se ha hablado de las similitudes y diferencias entre

el movimiento estudiantil mexicano y aquellos que se

generaron simultáneamente en el resto del mundo (…) Así,

en un intento globalizador, se habla de Berkeley, Tokio,

Londres, Berlín, Trento, Milán, Roma, Pisa, Turín, París,

Nanterre… y México.

En general se les ha caracterizado como movimientos

anticapitalistas, antiimperialistas y fundamentalmente anti

autoritarios (…) el cual irrumpió en el espacio de las

demandas políticas y sociales con una bandera tan amplia

como ambiciosa e incuestionable: la democracia.

¿Por qué estalló el conflicto? ¿Por qué un pleito entre

estudiantes de dos planteles adquirió tal magnitud? ¿Por

qué tantos actores de tan diversas ideologías se

incorporaron al movimiento? ¿Por qué todo el aparato de

represión del Estado se activó desde el inicio frente a un

incidente que no parecía ser tan grave?

A lo largo de estos años se han elaborado innumerables

conjeturas. Una de ellas es la que sostiene que el

movimiento mexicano sólo se entiende en el marco de

inestabilidad estudiantil que privaba en el mundo. También

se menciona la disputa a nivel del gabinete por la próxima

candidatura presidencial, básicamente entre Luis

Echeverría Álvarez, a la sazón secretario de Gobernación,

y el general Alfonso Corona del Rosal, jefe del

238

Departamento del Distrito Federal. Hay otros que opinan

que, frente al robustecimiento de la izquierda en México –

con toda su extensa gama de denominaciones: marxista-

leninista, troskista, maoista y cheguevarista- no quedaba

otra alternativa que la represión surgida con cualquier

pretexto. Se alude también a una supuesta conjura

internacional contra México que, o bien podía haber sido

abra de agencias del capitalismo, dado el apoyo de nuestro

país al régimen cubano, por citar un ejemplo, o producto

de la ideología contraria, una maquinación soviética para

desencadenar el caos en el país y posteriormente implantar

un régimen comunista.

El 22 de julio se suscitó un enfrentamiento entre alumnos

de la preparatoria particular “Isaac Ochoterena” y las

vocacionales 2 y5 del Instituto Politécnico Nacional, esta

última ubicada en la Plaza de la Ciudadela. El motivo

inmediato, un juego; el permanente, los roces y la

rivalidad que genera la vecindad. Se dice que pandillas del

barrio, los “ciudadelos” y los “arañas”, alentaron el

pleito.

El viernes 26 de julio marcharon por las calles de la

ciudad dos manifestaciones autorizadas. La primera,

organizada por la Federación Nacional de Estudiantes

Técnicos (FENET), dependiente del Politécnico, que

protestaba por la invasión a la Vocacional 5; la segunda,

encabezada por la Confederación Nacional de Estudiantes

Democráticos (CNED), agrupación surgida en la

Universidad Nacional Autónoma de México, que

conmemoraba el XV aniversario del asalto al Cuartel

Moncada, hecho con el que inició el proceso de Revolución

Cubana.

A partir del domingo 28 de julio se sucedieron las

reuniones entre representantes de las distintas facultades y

escuelas de la Universidad Autónoma de México, el

Instituto Politécnico Nacional, la Escuela de Agricultura

de Chapingo y la Escuela Normal de Maestros.

239

Los sucesos del lunes 29 agudizaron el conflicto, dado que

los enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas

gubernamentales culminaron en la siguiente madrugada

con el derribe de uno de los portones del edificio de San

Ildefonso, el deplorable “bazucazo”, y la ocupación por

parte del ejército de varios planteles de las preparatorias y

las vocacionales.

A la mañana siguiente, el rector Barros Sierra convocó a

una reunión en la explanada de Cuidada Universitaria,

ordenó izar la bandera a media asta y pronunció un

discurso alrededor del concepto de autonomía

universitaria y los actos violatorios a la misma.

En los días siguientes, la toma de planteles continuó y el 1°

de agosto se llevó a cabo una manifestación de protesta,

encabezada por el rector Barros Sierra y que, en perfecto

orden, avanzó desde la Torre de Rectoría, por Avenida

Insurgentes, hasta el cruce de Félix Cuevas, y de ahí

retornó a la Universidad. Tal vez se pensó que con esa

actitud de las autoridades universitarias se abriría la

posibilidad de un diálogo con el gobierno y, con ello, la

cancelación del conflicto. No fue así; este siguió creciendo,

en tanto el presidente invitaba públicamente a los distintos

sectores de la sociedad a trabajar estrechamente por

México, a la vez que se minimizaba la magnitud que estaba

cobrando el movimiento.

Para el domingo 4 de agosto, las diferentes asambleas

estudiantiles habían logrado generar, con un alto grado de

consenso, su documento más importante: el Pliego

Petitorio. Los seis puntos en él contenidos permanecieron

invariables durante los siguientes meses:

“Libertad a los presos políticos”.

“Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl

Mendiolea Cerecero, así como también del teniente

coronel Armando Frías Ramírez”.

240

“Extinción del cuerpo de granaderos, instrumento directo

de la represión, y no creación de cuerpos semejantes”.

“Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código

Penal (delito de disolución social),

“Indemnización a las familias de los muertos y a los

heridos, víctimas de la agresión del viernes 26 de julio en

adelante”.

“Deslindamiento de responsabilidades de los actos de

represión y vandalismo por parte de las autoridades a

través de la policía, granaderos y ejército”.

(…)En la mañana de ese día [2 de Octubre], los

representantes del Consejo Nacional de Huelga –Luis

González de Alba, Gilberto Guevara Niebla y Anselmo

Muñoz- sostuvieron una plática con los representantes

gubernamentales, Andrés Caso Lombardo y Jorge de la

Vega Domínguez.

Por la tarde, el mitin se inició en Tlatelolco desde las

15:30 horas. Los asistentes formaban un grupo

heterodoxo: estudiantes, obreros, comerciantes,

ciudadanos comunes, amas de casa, niños y, por supuesto,

periodistas, desde representantes de la prensa nacional

hasta corresponsales extranjeros que empezaban a llegar

para cubrir la información sobre la Olimpiada.

Alrededor de las seis de la tarde, un helicóptero sobrevoló

la Plaza y arrojó una luz de bengala. A partir de ese

momento, el ejército, comandado por el general José

Hernández Toledo y que se encontraba acordonando la

zona, avanzó sobre la multitud y disparó contra ella. Sin

embargo, según múltiples testimonios, los disparos no

provinieron de un solo lado sino que fueron producto de un

fuego cruzado. ¿Elementos paramilitares? ¿Estudiantes

armados?... hasta la fecha este punto permanece sin

aclarar.

El fuego se prolongó hasta la una de la madrugada. El

saldo de aprehendidos, heridos y muertos permanece

241

incuantificado oficialmente. Los cateos y los destrozos, a la

vista. Los testimonios de esa noche han sido tema de

extensa literatura.

Lo que sí resulta claramente apreciable es que, a partir de

ese acto de represión, el movimiento quedó gravemente

desarticulado; sus principales cabezas y amplios grupos

pertenecientes a las bases permanecieron en el Campo

Militar número 1, y después en Lecumberri. De algunos no

volvió a saber nada. (…) Los círculos oficiales elaboraron

profusas y complejas justificaciones de la violencia. El

Senado de la República aprobó las medidas.

Por su parte, los medios de información vaciaron en sus

páginas desplegados que, en su carácter de inserciones

pagadas, mostraron puntos de vista independientes de la

versión gubernamental. También en las páginas editoriales

se elevaron protestas airadas pero, sobre todo, opiniones

que aceptaban las medidas como el menor de los males.

Los artículos contenidos en la antología son prueba

fehaciente de esta posición. (…) Esta fue la versión oficial,

y con ella se normó su criterio la mayoría de los

ciudadanos del país: los desórdenes en la capital fueron

producto de influencias extrañas y externas, y a los actos

de barbarie hubo de contestar de la misma forma, por el

bienestar general.

En cuanto al mundo, a México se le había visualizado

tradicionalmente como un país bronco; no tenía el

monopolio de la violencia, claro está, prueba de ello era el

“mayo francés”, por citar solo un ejemplo, pero ahí había

estado siempre, a pesar de la imagen de los últimos lustros

que indicaba modernidad, desarrollo y estabilidad. ¿Qué

de malo tenía que dirimieran sus diferencias

violentamente?

Pero aún faltaba estructurar el epílogo para un

movimiento que llegó a tener tan grandes expectativas en

términos de participación política. Había que destrabar las

242

negociaciones nunca avanzadas y restablecer las

actividades docentes en las instituciones de enseñanza

superior.

Un compás de espera se abrió a partir del 2 de octubre. El

Consejo Nacional de Huelga acordó suspensión de todo

acto de masas. Respecto a los estudiantes presos, en los

días posteriores a la masacre de Tlatelolco sus

declaraciones se mediatizan y confunden. El caso de

Sócrates Amado Campos Lemus, que desde el Campo

Militar aseguró que había contingentes de estudiantes

armados, a la vez que mencionó nombres de políticos e

intelectuales destacados como cabezas del movimiento, nos

da la pauta de la confusión que se generó. Por su parte, la

aprehensión de José Revueltas personalizó la imagen del

líder único en el movimiento, porque, frente a una protesta

que alcanzó proporciones masivas, visualizar a un

culpable simplificaba las cosas.

Así, la postura estudiantil, virtualmente desmembrada por

el golpe, se vio envuelta en declaraciones contradictorias

que dificultaban aún más la toma de decisiones.

LA GUERRA DE VIETNAM

Esta guerra ocupó los titulares de todos los periódicos del mundo

entre 1955 y 1975. Se dio un enfrentamiento entre U.S.A. y

Vietnam del norte, saliendo victorioso el segundo, que antes había

expulsado a los franceses de su territorio. Los jóvenes del grupo

siempre estuvieron enterados de estos eventos y los comentaban

“en corto” por las tardes en los “pollitos” –bancas de cemento- de

la panadería o en las bancas del Jardín Municipal.

243

La guerra de Vietnam en imágenes.

LA MÚSICA

En el segundo lustro de los años 50 apareció el Rock and roll. Bill

Haley y sus cometas tienen el crédito de lanzar al mundo el primer

rock: “al compás del reloj”. A Elvis Presley se le conoce como “el

Rey”, dejó establecido de una vez y para siempre que el rock era la

música de la juventud. El “rock de la cárcel” fue su carta de

presentación.

En 1960, en Liverpool Inglaterra, aparecen los Beatles con

Sutcliffe y Best como integrantes; a la renuncia del primero y la

despedida del segundo aparece Ringo Starr y junto con George

Harrison, Paul McCartney y John Lenon forman la banda más

conocida y más amada de todos los tiempos. Pelo largo, saco sin

solapas y botines; videos para publicitar sus películas; nuevos

instrumentos; compositores de su música y de sus letras y, sobre

todo, el “sonido Beatle”, único en ellos, le dieron el lugar de

privilegio que tienen.

244

The Beatles.

En 1964, “el galán” del grupo que tenía un tocadiscos portátil de

pilas para discos de acetato. Junto con varios miembros del

TIDEES fueron a la peluquería de Marcos Carrasco a escuchar “I

saw her standing there”. Se instaló el aparato, espera, silencio

sepulcral. La conmoción de quienes estaban presentes fue notoria:

la música encendió para siempre sus corazones ¡¡¡Esto era otra

cosa!!!! Surge una nueva inclinación en el gusto musical en los

hijos. Lo mismo cuando fueron al cine Arcadia a ver la película

“Let it be”: Barajas, Pointer, Cachona, Maco, Pepe, eufóricos,

lanzaron al aire sus ropas, ¡estaban en plena juventud!

Estoy seguro que algo importante pasa en ellos al escuchar: “All I

have to do is dream” de los Everly Brothers. Recuerdan al

“político” entonando “I started a joke” del disco de los Bee Gees

que tenían las señoritas Valverde –hermanas del padre Felipe-. Al

escuchar los primeros acordes de “Reflections on my life”,

Cachona lloraba, sabedor que Carmen iba a casarse, el dolor no se

calmaba. Julio aprendió a tocar guitarra para dar rienda suelta a

sus ensoñaciones. Todos estaban inmiscuidos en la música, la

“epidemia” más grande de todos los tiempos, producida en la mitad

del siglo XX, y que más agradecen las nuevas generaciones.

En los primeros años de los sesentas se conmovían por canciones

dulzonas como: -pon tu cabeza en mi hombro- o –La historia de

245

Tommy- y se prendían con los Locos del Ritmo y su -Chica

alborotada- o –La bomba-. Después llegó lo mejor: Engelbert

Humperdinck –Release Me-, Dylan –Bowing in the wind-…

cientos de grupos y solistas que en los años sesentas y setentas

produjeron sensaciones que se guardaron en los corazones de los

jóvenes y que hoy las puedes encontrar como “oldies” en la

computadora: Simon & Garfunkel –The Sounds of silence-,

Tommy James –Crimson and Clover-, Roy Orbinson –Only the

Lonely-, The Platters –My Player-, The Doors –Light my Fire-,

The Rolling Stones –Let´s spend night together- y así hasta el

infinito.

Cada miembro del grupo tenía sus favoritas. La música es la

mayor bendición en el ser humano, de otro modo, el mundo ya

no existiera, simplemente habría la nada. No podemos olvidar a

Chava Flores con su crónica citadina, tan excelsa que dan ganas de

volver a vivir esos tiempos y a Gavilondo Soler Cri Cri: El gato de

barrio, El ratón vaquero, El chorrito y decenas más de exquisita

“degustación musical” ¿Puede haber generación más afortunada

que la de los años sesenta?

EL BOX

Al final de los años cincuenta llegó la televisión a Chimalhuacán:

Cachirulo, Viruta y Capulina y el box eran programas favoritos.

Con doña Saturnina, en Paseo Hidalgo, cobraban 10 centavos por

ver los programas. Vimos a José Becerra derrotar a Alphonse

Halimi convirtiéndose en campeón mundial de peso gallo y de

paso “vengar” al ratón Macías. Don Hilario Valencia tenía un

saloncito, también en Paseo Hidalgo, y los sábados se podía ver el

box. Una noche memorable, en un campeonato nacional de peso

gallo, todos estaban con el “Toluco” López, porque era popular y a

veces iba a entrenar con unos pulques entre pecho y espalda; Don

Tomás Alonso apostaba a favor de su contrario: José Medel “el

huitlacoche”. Noqueó el último y Don Tomás decía: “tenía que

ser…tenía que ser”. En casa de doña Enedina Buendía, mamá del

Padre, también había mucha clientela, allí se vieron las peleas de

box más estrujantes que se haya habido en México: Efren “el

alacrán” Torres contra Chartchai Chionoi; Rafael Herrera contra

Rodolfo Martínez; Carlos Zarate contra Alfonso Zamora. Son los

246

años del “puas” Olivares, Ángel “Mantequilla” Nápoles (el mejor

de todos y en cualquier tiempo), Miguel Canto, Chucho Castillo…

EL FÚTBOL

En los años sesenta el futbol mexicano tuvo acceso a la

competencia con equipos extranjeros en los llamados:

cuadrangulares, pentagonales y hexagonales. Conocimos equipos

cuyos nombres evocan grandeza: El Santos de Pelé: el Botafogo de

Garrincha; El San Lorenzo de Alamagro de Sanfilippo; El Sparta

de Praga de Josef Masopust; Vasco da Gama, de Brito y muchos

más que dejaron verdaderas enseñanzas a los locales como el

America, Atlas, Guadalajara, Atlante, Necaxa, éste derrotó por dos

a uno al Santos, con Pelé en el campo.

Todo fue vivido intensamente por los muchachos ¿Cuál sería la

diferencia en que el box se desarrollara ostensiblemente y el fútbol

no? En el box hubo escuela y en el futbol no, o muy escasa,

indudablemente. En esos años vino a C U la Selección Nacional de

Gales y perdió con la Selección Nacional, con gol del Chatito

Guillermo Ortiz, allí estuvo uno de los hijos con su papá y sus

primos los Rico: Ángel, Juan, Luis y Francisco.

FUTBOL AMERICANO

El futbol americano fue en estos años muy excitante. Algunos

miembros de la agrupación eran “pumas” y otros “burros blancos”.

Uno de ellos miraba por t. v. el Pumas contra Poli Guinda en 1964.

La tribuna de los Pumas celebraba, con antorchas encendidas, el

inminente triunfo de su equipo. Faltaban 40 segundos de juego:

Con un regreso de kickoff, de su yarda 25, Omar Fierro dio la

voltereta al marcador y las antorchas se encendieron del lado

oriente. Muchos nombres se grabaron en su memoria: Erick y

Ricardo Estrevel, Víctor Martínez, Carlos Cupido, Carlos y

Antonio Bustillos, comandados por el doctor Licea. Leonardo

Lino, Fernado Mercado y, seguramente el más grande de todos, el

Non Plus Ultra: Joaquín Castillo, de las huestes “pumas” de

Manuel Neri, (siento mucho no nombrar a más en ambos bandos).

A principio de los setentas, en el estadio Azteca, los TIDEES

vieron al politécnico derrotar en el “clásico”, con gol de campo del

pateador José Guzmán Vera, a los “pumas” de Universidad.

247

Si piensan que los TIDEES eran Nerds o fresas, es incorrecto.

Trajeron de sus aventuras universitarias y politécnicas a

Chimalhuacán cantos como:

“soy estudiante de un gran colegio, más que estudiante

soy un cabrón; tenía mi novia me hacía pendejo, chingue

su madre quien la parió. Su madre es puta, su hermano un

gacho, su padre chacho todo un cabrón y a su hermanita

la más chiquita ya le quitaron la comezón…” o

“a mí me gusta el pinpirinpin de la botella el

panparanpanpan, con el pito de Rintintin, con el pene de

Superman, el que no beba vino será un animal, será un

animal. Cuando yo me muera ya tengo dispuesto en mi

testamento que me han de enterrar, cerca de la prepa, con

un pelota y una banderola de Universidad, de

Universidad (bis); -lo que sigue es hablado- ¡¡¡¡¡la línea,

del Poli, nos hacen full (bis), por la gloria de mi equipo el

espíritu hablará, México, Pumas, Universidad!!!!”

Lo cierto es que en sus reuniones y cuando se habla de la Voca o

de la Prepa, era puro agasajo. El Hugo tuvo la fortuna de estar muy

pegado con la porra de Águilas Blancas y eso es grandioso.

AUTOMOVILISMO

Lo más excitante en velocidad y sonido es la fórmula uno. En 1962

inicia en el autódromo de la Magdalena Mixhuca (hoy Hermanos

Rodríguez), el Gran Premio de México de F-1. Durante él murió

Ricardo Rodríguez de la Vega, había terminado el periodo de

pruebas y decidió dar una vuelta más. Fue el corredor más joven en

ingresar a las filas de la Ferrari y es, quizás, el corredor de autos en

México con más atributos. Pedro Rodríguez, su hermano, era muy

cerebral, era conocido en los Grandes Premios europeos, como “el

ojos de gato”, por su habilidad para correr con lluvia y en la

noche; ganaría después las 24 horas de Le Mans y otros premios

importantes en competencias de resistencia y en la fórmula uno.

Moisés Solana forma parte de la tercia de los más grandes, era de

marcada competencia estratégica, cualquiera que escojas de los tres

como el mejor, estarás en lo correcto.

248

Algunos nombres importantes, de esos años, son: Jim Clark,

Graham Hill; después vinieron Nigel Mansel, Alain Prost y Ayrton

Senna que en 1989 ganó el podium. Ese año el Pepito trabajaba en

Autotur y como operador transportó a directivos de la FIA al

evento y por tanto, pudo mirar de cerca, en los pits, lo que significa

un evento de esta naturaleza.

Existen otros deportes importantes como la lucha libre que en los

años cincuenta y sesenta eran parte de la vida cotidiana de un

mexicano, claro al que gustaba por ello: Black Shadow, el Santo, el

Cavernario Galindo, Blue Demond y muchos más. También como

espectáculo los Toros, con el más grande torero nacido en México

(es sólo mi punto de vista) Carlos Aruza, Capetillo, Silveti, Joselito

Huerta, Manolo Martínez, Eloy Cavazos… hasta aquí la dejamos

PERSONAJES LOCALES DEL DEPORTE

El pueblo de Chimalhuacán, a través de su historia, ha tenido

deportistas que han pisado escenarios de nivel nacional e

internacional.

El Chivo

249

Noé Hernández Valentín: “el chivo”, ganó la medalla de plata en

los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, luego de la descalificación

que sufriera Bernardo Segura en los 20 kilómetros de caminata.

Hace poco murió trágicamente. En su trayectoria hay un sinnúmero

triunfos en competencias internacionales. Fue el más grande

deportista que haya dado el pueblo de Chimalhuacán. Aunque

menor jerarquía hubo otros deportistas representantes del

municipio

En 1962 en Santa María del Río, San Luis Potosí, cuando estudiaba

en el seminario menor Josefino, escuché: “un paisano tuyo ganó

una etapa de montaña en la carrera ciclista, dijeron en el radio

que era de Chimalhuacán”. A finales de la década de los años 50s

y principios de los 60s, un joven llamado Mario Valverde, nacido

en la plaza, hijo de Federico Valverde, primo de doña Elvira

Valverde –mamá de la novia del Cachona en los años sesenta-.

Desde muy niño, sus padres dejaron el pueblo para vivir en la

ciudad de México. Perteneció a la llamada “ola verde”, cuarteta de

ciclistas que representaban al D. F. junto con: Magdaleno Cano,

Pancho Lozano y Román Teja. Su especialidad era ser “escalador”,

recordemos que también hay “domésticos”, “ruteros” y “sprinter”.

Desde los años 40s se celebraba la carrera: La vuelta a México,

patrocinada por el diario deportivo el Esto y de esta competencia

salieron legendarios ciclistas: Porfiro Remigio, El “zapopan”

Romero, Mauricio Mata; Sabas Cervantes, Radamés Treviño y

toda una pléyade de deportistas, tanto nacionales como extranjeros,

que “iluminaron” el mundo del ciclismo, Mario Valverde

perteneció a ese mundo.

Victor Peralta del barrio de Xochitenco, tuvo la oportunidad de ser

representante de nuestro país en la prueba de maratón en Tokio en

los XVIII Juegos Olímpicos celebrados en 1964, terminó en el

lugar 46 con más de 100 participantes.

El 18 de Junio de 1966, uno de los TIDEES miró sorprendido en la

portada del diario Esto al paisano Flavio Buendía, saltaba la valla

del foso de agua de la prueba de los 3000 metros steeplechase;

traía un calcetín colgando y corría en los X juegos

250

centroamericanos y del Caribe celebrados en San Juan de Puerto

Rico ganando la medalla de oro.

XIX OLIMPIADA

México consiguió, por parte del comité olímpico internacional, la

sede para la ciudad de México para la realización de la XIX

olimpiada. Las ciudades que la pretendieron fueron: Lyon Francia,

Buenos Aires Argentina y Detroit USA. Se decía, entonces, que los

atletas iban a caer muertos por la altura de la ciudad de México. Se

otorgó este privilegio en la ciudad de Baden-Baden, Alemania

Occidental y Jesús Clark Flores tuvo un papel definitivo en este

logro. El Tepis y Cachona. Trasportaron a la antorcha olímpica a

su paso por nuestro pueblo; el Quino y el Marranito y el Cejas

participaron como escoltas.

EL KUNG FU

En la segunda guerra mundial y posteriormente en la guerra de

Corea, el occidente conoció nuevas formas de pelear: el karate -

mano desnuda- y el Jiu-jitsu -el arte de suavidad-, ambas de origen

japonés. En 1965 en los Estados Unidos Bruce Lee da a conocer un

arte milenario de pelea llamado: kung fu -trabajo continuo-. Esta

Zacarias, el Pancho, Marranito, el Cejas

(águila negra) y el Quino.

251

forma de pelear, de origen chino, era sólo conocido y aprendido

por chinos, estaba vedado para los extraños a quienes Bruce

empezó a enseñar.

Para mantener la continuidad de su enseñanza tuvo que dirimir una

controversia en un combate, ya suponemos el resultado. Bruce Lee

tuvo alumnos dentro del medio artístico y creó técnicas que son un

verdadero asombro, como aquel en que golpea a una distancia de

20 centímetros y el contrario es desplazado a una gran velocidad.

Decía que el Kung fu o Gun fu era como el agua: suave, pero que

al mismo tiempo es un elemento que perfora una roca, no se le

puede atrapar y es definitiva para la vida.

Bruce Lee. El más grande

La diferencia con el karate, decía que éste era como pegar con una

barreta y el Kung fu como con una cadena que tiene una bola de

hierro en la punta, por lo que latiguea y lastima por dentro. Los

TIDEES que vieron sus películas: operación dragón, el gran jefe,

puños de furia o la serie de tv el Avispón verde, salían del cine

eufóricos, como todos, golpeando las paredes, esperanzados en

aprender algún día la disciplina. Bruce Lee fue un iconoclasta;

“acabó con el cuadro”, fue único e irrepetible en la pelea personal.

252

EL PENSAMIENTO HISTÓRICO

Después de la segunda guerra mundial se consolidaron cambios en

la teoría del conocimiento y de aspectos filosóficos en las

principales universidades en el mundo. En ese nivel, era un hecho

que el principio de la razón había dejado su lugar al principio de la

conciencia, sólo que el profesionista común no se empapa de los

avances del conocimiento humano, no le interesan. El principio de

la conciencia no emergió abruptamente, sino que se fue abriendo

paso en el siglo XIX, por obra del llamado pensamiento histórico,

luego alcanzó un fuerte impulso, en siglo XX, con la

fenomenología de Husserl y con la filosofía existencial de

Heidegger. Puede decirse que en la década de los años sesenta

muestra su rostro ya bien definido.

“La cultura contemporánea –en la totalidad de sus

manifestaciones, tanto teóricas como prácticas: filosofía,

ciencia, arte, moral, derecho, política, pedagogía, religión,

etc.— se rige por un nuevo “principio” o “modelo” que

llamamos el “principio de la conciencia”…Se dice que es un

“nuevo” modelo porque el principio de la conciencia vino a

reemplazar el principio dominante de la cultura “moderna”

(de los siglos XVI al XIX), que fue el “principio de la

razón”…[Espinoza A. N.,1994].

Quienes pertenecen a esta generación, la de los años sesentas, son

depositarios de ese acervo y están comprometidos para que se

termine por derramar en las esferas populares. Fueron agraciados

de este relevo conceptual lo que les permite mirar a los demás de

una manera más genuina. El grupo pertenece a esa generación.

253

Recomendación que dio a muchas personas

PERSONAJES: LUIS G. LEGORRETA

Ha sido mencionado como benefactor del colegio particular

Netzahuacóyotl; como propietario del rancho el Molino y ahora

como apoyo para varios jóvenes del pueblo, que trabajaron en el

Banco Nacional de México donde era consejero y accionista. Su

firma aparecía en los billetes de uso común y semejaba a una carita

(girando 90º). Tuve la oportunidad de conocerlo y recibir una

recomendación de su parte. Siempre me pareció un gran hombre,

bondadoso, humano, de esos empresarios que son dignos de todo

respeto.

LUIS CASTELAZO AYALA

Incluyo en este capítulo a un personaje de los años 40, el doctor

Luis Castelazo Ayala, porque expresa el deseo de que vengan

nuevas generaciones con otras costumbres, sin perder su esencia

254

cultural. La comunidad TIDEES es la respuesta a ese

planteamiento. No nacido en Chimalhuacán, debió ser nuestro

primer cronista municipal ¿por qué? Al hacer su servicio social

como médico en 1945 tenía que presentar un informe de su trabajo

y necesitaba antecedentes históricos del lugar, dándose cuenta que

no había absolutamente nada de lo que requería, se fue a las

bibliotecas a buscar en trabajos históricos y en diferentes códices:

antecedentes de ubicación territorial, del clima, de la orografía,

cultura y demás formas de vida de los pobladores de esta tierra. El

Maco encontró el documento de Castelazo Ayala, parte de él dice:

“Nos es verdaderamente penosa la tarea de mostrar todos

los defectos de las gentes a quienes hemos intentado

aliviar de sus males y la infinidad de deficiencias

sanitarias del medio en que viven, causadas la mayor parte

por su incultura, por el grado de civilización tan atrasado

que poseen y por la multitud de taras educativas de las que

son tan pacientes víctimas, que ni siquiera ambicionan

mejorar sus condiciones de vida a pesar de tener en

muchos casos medios económicos que ampliamente se los

permitirían. Y decimos que es enojosa esta tarea no porque

no hayamos pasado molestias y penalidades sin cuento –

que más podíamos esperar de un pueblo para cuya

educación no hemos contribuido en nada— sino porque

todas ellas se vieron compensadas en muchas creces por

los acogedores ratos de expansión espiritual con los que la

bondad y la gratitud generosa de nuestros pacientes nos

regalan. Vivir en el ambiente del pueblecito objeto del

presente trabajo y más aún, vivir como médico, es un

placer muy grande que permite disfrutar al antojo de todos

los tesoros más primitivos, y por eso más puros, del

corazón humano, gozando de la bondad, la sencillez y la

generosidad, nunca ensombrecidas por ese bagaje

maligno, de lo que llamamos civilización, de quienes nos

rodean.

255

El pueblo y el tiempo donde el Dr. Luis Castelazo Ayala

hizo su servicio social. Calle I. Zaragoza, de sur a norte.

Palacio y jardín municipal. Listos para las competencias a

caballo. La primera línea de autobuses, lista para hacer la

corrida.

Por eso molesta a nuestros sentimientos más íntimos el

tener que dar a conocer a otros medios humanos poco

sentimentales y comprensivos, el sinnúmero de atrasos y

deficiencias en los que viven esas gentes, quien sabe si

gozando de todo el confort y los adelantos modernos, los

habitantes de Chimalhuacán fueran menos felices, que con

la vida primitiva y sencilla que llevan.

Pero hemos de hacerlo. Ello nos alienta que algún día,

aunque sea muy remoto, puedan estas líneas llevar un poco

de más tranquilidad a sus hogares, alejar de ellos las

enfermedades con sus dolorosas secuelas espirituales e ir

formando así una raza mejor provista que llegue a darse

cuenta de los dones inmensos que atesora. [las negritas

son mías]…A ellos –si a alguien ha de ser—, a los

256

habitantes de Chimalhuacán, dedicamos este pequeño

trabajo, hecho sin contrariedad ni pesadumbre con la sola

intención de hacerles un bien, pues nuestra gratitud por su

acogida no tiene límites…”

El crecimiento con armonía y el progreso con entusiasmo, llegó a

través de la agrupación que analizamos. Veinte años después del

paso del médico por este pueblo, un grupo de jóvenes perfilan un

nuevo futuro para Chimalhuacán. El hontanar donde abrevan las

nuevas generaciones viene de allí. De gran tamaño fue la estatura

del Doctor Castelazo Ayala pues, años después, fue reconocido su

ejercicio profesional y le dieron su nombre a un hospital y una

avenida en la ciudad de México.

5:00 a.m. Hoy es sábado, son las diez de la mañana y decido ir a la

laguna. Tomo a mis nietos de las manos: Dylan Yael y

Armando Sebastián (ambos de cuatro años). Salgo de mi

casa en Venustiano Carranza, en Chimalhuacán. Volteo a

mi derecha y veo el sol, muy rojo, como dicen los

alemanes que lo tenemos. Camino a la izquierda por mitad

del camino de terracería que está lleno de hoyos pues tiran

el nejayote del molino de nixtamal de don Urbano, no hay

coches, no hay bicicletas, es más fácil ver un burro.

Llego a la esquina de la calle de Zaragoza, que está a media

cuadra. A la izquierda está la casa de don Ángel Barrera,

enfrente de ella la de Don Hilario Valencia, a mi derecha la

del tío Francisco Rico y frente a ella, la casa de Guadalupe,

hija de la tía Clara Gálvez. Volteo el rostro a la izquierda y

señalo a los nietos el jardín municipal que está a media

cuadra y más allá, a lo lejos, el cerro el Chimalhuachi.

Caminamos hacia la derecha; a media cuadra está la casa

de mi padrino don José Buendía Gálvez y enfrente el

frontón el “colorado”. Están jugando, se escucha el sonido

seco, al contacto con la pared, de la pelota dura de noventa

gramos.

257

Llegamos a la esquina, a la calle de Guerrero. A la

izquierda la casa de don Quintín Flores (transportista) que

tiene en su hija Esperanza, la joven más bella del pueblo,

que yo conozca. A la derecha está la propiedad de don

Francisco Martínez, mejor conocido como “pancholín”;

caminamos y se inicia del lado izquierdo la propiedad del

rancho “el molino”; al final de la cuadra se divisa el portón

de la finca y junto a ella un precioso toro semental

amarrado. Damos vuelta a la derecha, donde se encuentra

un lugar cercado con alambres de púas conocido como “el

asoleadero”, donde hay decenas de vacas.

Después de cruzar las esquinas de 16 de septiembre,

Libertad y Corregidora damos vuelta a la izquierda y no

enfilamos hacia el embarcadero, conocido como las

“canoas”, a una distancia de cuatrocientos metros.

Aproximadamente a la mitad de ellos, justo a la altura del

borbollón de agua llamado “el chorro”, donde mi madre

lava la ropa, nos alcanza el padre Ramón, acompañado de

otra persona, montan dos caballos: un moro y un alazán,

me dice: “pásame a los niños, deben estar cansados”. Qué

curioso esa historia ya la había… Suena mi reloj biológico,

tengo que levantarme y seguir escribiendo el libro

Hay hijos, hijas, nietos y nietas de oriundos de la Plaza, San Pedro,

Santa María Nativitas, que han tenido enorme superación social y

académica. Una joven estudia post-doctorado en la Universidad de

Troit, Nueva York: Sandra Paola Sánchez Rodríguez, química en

alimentos, hija de Martha y Salvador Sánchez conocido como el

“güero”.

258

LAS NUEVAS GENERACIÓNES.

Janet Bastida y Guillermo Páez

Jorge está becado en Londres Inglaterra, es hijo de Moisés Buendía

y nieto del difunto Leonardo Buendía Buendía y de doña Aleja.

Por último, José Olaf Valencia Islas está en Holanda, listo para

hacer un doctorado, es hijo de Rufino Valencia Buendía, si el mero

mero de las comparsas Calaveras Mikistli. Hijos y nietos de la

hermandad que nos ocupa también han avanzado

considerablemente en el ámbito de lo educativo-académico.

LOS ESPOSOS PÁEZ-BAUTISTA

Esta pareja relata su desempeño profesional; dan muestra de la

calidad de profesionistas que representan a nuestra tierra: Janet

Bastida Bernal, sobrina del “Mendiburu” y Guillermo Páez

Valverde.

Janet es Licenciada en Antropología Física, egresada de la Escuela

Nacional de Antropología e Historia en la licenciatura de

Antropología Física con mención honorífica.

Es autora y coautora de publicaciones como El Hombre de

Chicoloapan; fósil destacado para el poblamiento de América”;

“Análisis de la región hiper variable en la población prehispánica

del Caracol, Guerrero”; “El hombre de Chimalhuacán” y “El

hombre de Tlapacoya”; “la Nutrigenómica en Antropología

Física”. Cuenta con amplia curricula que no está integrada en el

presente documento.

259

Guillermo Páez Valverde de 41 años es licenciado en Antropología

Física por la “Escuela Nacional de Antropología e Historia”,

también es Ingeniero Químico por la “Universidad

Iberoamericana”. Ha participado en diversos proyectos como:

exhumación y reubicación del panteón civil de San Juan Bautista,

Zimapán, Hidalgo, Instituto de Investigaciones Antropológicas de

la UNAM 2004.

EL HOMBRE DE CHIMALHUACÁN; INICIO DE UNA

IDENTIDAD

Cuando nos invitaron a participar en este proyecto de los TIDES

quienes son una generación de transición y trascendencia, nos

inquietaba describir en estas líneas parte de nuestra formación

como antropólogos físicos y de lo que significa de alguna menara

pertenecer a Chimalhuacán. Sería muy difícil describir los orígenes

y la evolución que ha tenido nuestro pueblo en solo unas líneas, sin

embargo podremos resumir algo de su historia desde el punto de

vista bio-cultural.

Durante la exposición itinerante de “El hombre temprano

en México”, fuimos colaboradores con el Dr. Adrián

Martínez Meza investigador titular de la Dirección de

Antropología Física del INAH y con quien hemos tenido el

gusto de trabajar durante más de 6 años de manera

conjunta en la investigaciones moleculares de los restos

óseos humanos antiguos de los primeros pobladores de

México, de éstos ejemplares denominados

“Precerámicos”, cuyas antigüedades oscilan entre los

5,000 a 12,700 años antes del presente, destaca el

Hombre de Chimalhuacán.

A manera anecdótica fue muy curioso que el Hombre de

Chimalhuacán vino a reafirmar nuestra identidad de una

manera positiva, ya que cuando lo presentábamos a

comunidades científicas o a estudiantes de nivel medio

básico y básico superior era de quien más abundábamos

en las conferencias y aunque existen otros ejemplares de

mayor antigüedad, el resaltar al hombre de Chimalhuacán

260

resultaba ser un tanto cuanto fastuoso para con nuestros

colegas como a la audiencia.

¿Pero quién era el hombre más antiguo de Chimalhuacán?

El interés por conocer nuestros orígenes y quiénes fueron

nuestros ancestros que llegaron a poblar el Continente

Americano, ha traído consigo que Científicos de diversas

disciplinas centren su interés a través de los vestigios

materiales y osteológicos que nos puedan dar respuesta a

este gran paradigma, que si bien desde el siglo pasado el

intento dar respuesta sobre éste se sustentaba a través de

hipótesis y teorías que en su momento algunas quedaban

en el escritorio o borradores.

Hoy en día las ciencias Antropológicas y en específico la

Antropología Física cada vez más sustentan por medio de

la ciencia y la tecnología el bosquejo histórico de cómo el

hombre pobló América desde la reconstrucción de la vida

de nuestros antepasados, sobre cómo eran físicamente, que

edad tenían al morir, si eran hombre o mujer, cuál era su

estatura, qué alimentación tenían, cuál era su estado de

salud, que actividades realizaban, y su parentesco

biológico con otros individuos de diferentes poblaciones.

Los estudios que la Antropología Física le ha realizado

nos dice que: era un individuo de sexo masculino cuya

edad a la muerte fue entre 30 a 35 años de edad, por las

rasgos morfoscópicos vemos que la forma del cráneo es

dolicocéfala, Euriprosopo, meseno y camerino es decir un

cráneo largo, de cara ancha y corta así como una nariz

ancha -foto 1-, estas características nos señalan rasgos del

gran tronco mongoloide, y más específicamente del

noroeste de Asia, este fenotipo nos remite a que sus

ancestros atravesaron Beringia desde Asía a América

durante la última Glaciación, emigrando hasta la Cuenca

del Valle de México, en la que por las condiciones

geográficas y por la altura a nivel del mar en ese

momento, permitió que la Cuenca de México tuviera

condiciones favorables para el desarrollo de la vida.

261

Como mencionamos anteriormente los estudios

morfoscópicos que realizaron los investigadores del INAH,

se han ido sofisticando de manera paulatina desde los

estudios de C14 realizados por la arqueóloga González,

hasta los últimos a nivel molecular, por el Mtro. en

Ciencias y Antropólogo Físico Martínez Meza y

colaboradores, éste último en el 2006 publica los

resultados de los estudios que realizó a través del análisis

molecular del ADN mitocondrial (ADNmt), esta

investigación fue relevante para la comunidad científica

mundial, debido a que se logró obtener el material

genético de este ejemplar que se encontraba fosilizado,

hecho que para años anteriores se creía imposible de

realizar en México, por lo que se descubrió que el hombre

de Chimalhuacán ostenta el haplotipo “A” el cual es parte

de la secuencia genética de la población Asiática, esto

corrobora de una manera total la teoría de que el hombre

Americano tiene sus ancestros genéticos en el continente

asiático.

Para dar respuesta a ¿quién era el hombre de

Chimalhuacán? nos remitiremos a sus restos óseos y al

material que tenía asociado. En primer lugar la osamenta

presenta una pigmentación negra debido a que la matriz

biológica del calcio se intercambió por una matriz

mineral, la cual provocó que se fosilizara, por otra parte

su esqueleto nos enuncia un individuo robusto de estatura

de 1.68mts es decir de una altura arriba del promedio de

la población precerámica, en segundo lugar el material

asociado al esqueleto como es una punta foliácea, lascas

de obsidiana y huesos de animal trabajados, nos hablan de

su cotidianidad, objetos usados posiblemente con fines de

supervivencia, para llevar a cabo sus tareas especializadas

para ésta, debido a que fue un hallazgo fortuito hecho por

el señor Aguillerre en una fosa séptica que realizaba en su

casa de la Colonia Embarcadero en el Municipio de

Chimalhuacán, no podemos deducir si el hombre de

Chimalhuacán pereció por un accidente o sus restos óseos

262

pertenecieron a un entierro formal por los antiguos

habitantes de Chimalhuacán en la época precerámica.

Foto 1: Norma anterior del hombre de Chimalhuacán, colección

osteológica “Precerámicos”-Foto Bastida-Bernal archivo personal-.

En cuarto lugar, la presencia de huesos de megafauna

reportados en otros sitios de Chimalhuacán y en general

en la Cuenca del Valle de México, nos permite dilucidar

que este individuo era un cazador recolector la relación

del desgaste dentario con la ingesta de una dieta dura –

carnes- sustenta las condiciones de vida a las que éste se

enfrentó, las evidencias patológicas en los huesos de este

ejemplar señalan que las condiciones de salud no eran las

más favorables.

Al igual que otros ejemplares considerados como los más

antiguos para México, el hombre de Chimalhuacán forma

parte de la colección denominada como “Precerámicos”,

es decir hombres antes de la cerámica, cuyas antigüedades

van desde 5000 a 12,500 años, que se encuentran en

resguardo de la Dirección de Antropología Física del

INAH.

263

Finalmente hemos de resaltar la importancia de la Cuenca

de México como un lugar propicio para los primeros

asentamientos humanos en América y por lo tanto

Chimalhuacán como parte integral de este circuito donde

los individuos que lo habitaban contaban con los medios

de obtención y sustento por medio de los recursos

naturales; megafauna, manantiales, un lago donde se

podía llevar a cabo la práctica de la pesca y la cacería de

aves, situación que propició el florecimiento de culturas

más complejas que se documentaron desde la época

prehispánica con las culturas texcocanas, tepanecas y

mexica en un momento para la gran urbe de la Cuenca de

México.

Esta cultura de índole lacustre se perpetúo desde la época

precerámica y fue complejizándose por medio de los

habitantes prehispánicos de Chimalhuacán sobreviviendo

hasta mediados del siglo XX donde los habitantes de

Chimalhuacán persistían con una economía agrícola y

acuícola, la cultura de la pesca, la caza de las aves

migratorias, la cosecha del huevera de mosco –ahuahutli-,

nos sugiere la gran importancia de nuestro pueblo.

Esperamos seguir profundizando el conocimiento del

Hombre de Chimalhuacán, aún falta mucho por descubrir

de éste, por otra parte a manera de epílogo Chimalhuacán

tiene un pasado precerámico, prehispánico, colonial y

contemporáneo muy fuerte del cual debemos de estar

orgullosos.

El hombre vive su tiempo y su espacio, pero solo existe cuando es

capaz de hacer obras que benefician a los demás de manera sobre

saliente. Los muchachos del TIDEES vivieron este tiempo que

hemos delineado, así pues están ahora en contexto: su espacio y su

tiempo, finalicemos con los últimos testimonios y una despedida.

264

SEXTO CAPÍTULO Relatos:

“Mira, con el dolor del tiempo juega la felicidad eterna” –Richard

Dehmel-

Fernando Canto, Cachona, Pointer. Navidad de 1967…

EL POINTER: PORFIRIO VALDÉS GÁLVEZ. ointer fue, es y será el más entrañable, más accesible y

quizás el más querido de los TIDEES. “Era un espíritu

libre”, dice el Maco; el único fundador con el que ya no

podemos platicar, ni hacer planes, ni vivenciar.

En una ocasión el Maco, Barajas,

Cachona, Pepe y Pointer, fueron a

ver la película “Al maestro con cariño”

en el cine Versalles. Sidney Pointer,

actor de color, era el actor principal, de

allí salió su apodo.

Era muy bueno para el “trompo” –

golpes-, entrón en el futbol y eficiente

panadero. Depositamos nuestra mirada

P

265

en su parte humana, la solidaridad con el otro, la relación amistosa

con todos y la sencillez que hacía verlo como un hombre de

elevada estatura, entrañablemente querido.

Fue de los fundadores y quien más tiempo estuvo en ejercicio en el

equipo de futbol. No se trata de lisonjas porque haya muerto, todos

están de acuerdo en que era diferente, él vivía para existir. Le

gustaba la chanza, arremetía los momentos de convivencia con una

sonrisa y una mirada de “no te creo”; siempre se expresaba con

dichos, como cuando se dirigía a x le decía: “te están poniendo el

gabán” por no decirle: “te están diciendo indio”. No abandonaba

del todo a sus cuates de la “pulcata”; lo distinguió, sin duda, la

facilidad para hacer amigos y la capacidad para conservarlos, el

amigo que todos deberían tener. Su legado es que para ser un ser

humano completo hay que ser amistoso, solidario y tolerante, igual

que él mismo.

Julio, Maco, Pepito, Barajas, Adolfo y Cachona se reunieron

para platicar, entre otras cosas del Pointer. Sin llevar un orden de

lo que se dijo, aquí un resumen de lo que allí se comentó.

Maco-<<En mi caso, tengo las ideas todas enmarañadas>>.

Así comienza pidiéndole a Julio, Pepito, Barajas, Cachona y

Adolfo una reunión especial para poder dejar escrito el paso del

pointer por la comunidad.

<<Es difícil describirlo. El decir que el Porfirio no era el más

capaz intelectualmente me parece que falta a la verdad>> –se

refería a las palabras de Cachona que afirmaba que aunque no era

el mejor futbolista y no era el más capaz intelectualmente –que

carecía de preparación académica-, que había que buscarle por la

parte humana, porque allí era, quizás, el mejor de todos.

<< Pero en la convivencia no… por ejemplo era el mejor en los

albures. En una parte de que te la pases bien con alguien, era el

mejor, porque sabía guardar los silencios cuando alguien no

quería hablar, Sabía guardar silencio, sabía escuchar y esto es

signo de inteligencia, eso se me hace un juicio a la ligera>>.

266

<<Una de sus palabras favoritas era: “yo siempre estoy bien

pájaro”, quería decir que siempre estaba a las vivas. También

tenía una gran capacidad de adaptación y la seguridad de que, si

de repente le faltaba dinero, tenía la certeza de que la podía

conseguir en cualquier momento porque tenía todas las áreas del

panadero y era bien aceptado en las mejores panaderías. Yo creo

que el grupo hizo una cosa en él, por ejemplo, el que alguno de

nosotros tuviera carro, se fijó como meta el comprarse un coche,

era una ilusión porque buscaba un estatus, te platicaba:-“yo

también puedo”>>.

Adolfo.<<La pertenencia es una parte importante que no advertía

aquel tiempo cuando era joven.…me queda claro que son las

emociones, son los sentimientos y aunque yo no conviví mucho con

el Pointer, si me di cuenta que era muy respetuoso y que se sentía

parte de nosotros>>.

<<Se llenaba por que encontró aquí cosas que muchos no nos

dimos cuenta: la solidaridad, la convivencia, el “tú no eres más

que yo”. Siempre se llenaba así y es eso lo que su vida emocional y

sentimental buscó y encontró aquí: la convivencia, el apoyarse,

por eso estuvo con nosotros. Yo no fui futbolista y porque

“rechingaos” estoy aquí, a mí me trajo las tristezas, las soledades,

fue la emoción y el sentimiento>>.

<<La pertenencia juega un papel muy importante para él y para

nosotros. Para el Pointer el TIDEES era un grupo elitista y aquí

disfrutaba la pertenencia. Mi compadre –Julio- describe muy

chingón cuando habla de su mirada, de lo que trasmitía su

mirada>>.

<<Cuando mi mamá me decía que hay personas con título pero

con un comportamiento diferente a su grado, me lo decía cuando

me ponía “salustio” –borracho-. Hay quien no tiene título pero

que su comportamiento es mejor que el que lo tiene y así era el

Pointer…logró entrar a lo que veía en nosotros. En esta definición

entra el Pointer, el diría: yo le voy a entrar>>.

267

Barajas. <<Para mí era una persona muy sencilla, es lo que

recuerdo de él. El nunca seguía la línea como otros, de ir por

ejemplo al rincón brujo, pero en el futbol nunca dejaba de estar.

Una cosa que siempre lo mantenía, el desarrollar un oficio. Tenía

muy claro lo que quería>>.

Julio me dio algo por escrito, decía: “Otra etapa, que

afortunadamente a mí me tocó vivir y convivir fue con alguien que

empezó a jugar desde 1970, el Pointer; con su risa siempre franca

y con un resplandor en el rostro que pocas gentes tienen, lo

recuerdo como una persona sencilla, respetuosa y sin aparentes

complicaciones, su plática siempre franca, siempre

acompañándonos cada sábado, a pesar que ya no jugaba, cuando

perdíamos siempre decía: “ni modo, ya será para la próxima”,

esto me hace retroceder a la década de los setenta, cuando cerca

del día de muertos nos invitaba a la colonia Guadalupe a elaborar

pan de muerto y nos la pasábamos casi toda la noche contando

chistes, despreocupados muchas veces de todo lo que giraba

alrededor, platicar con él te hacía sentir que la vida no era

complicada, que había que tomarlo todo con filosofía, no era el

conformarse, sino ver que existía un mañana en que las cosas

pudieran mejorarse”.

Julio decía: <<Todos vimos a Cachona con su coche y me parece

que la envidia tiene una parte positiva porque te invita a

superarte>>. La conclusión que podemos decir de esta reunión es

lo que dijo Julio al final: El grupo era un centro de motivación

para todos.

268

EL BARAJAS

osé era “el de los sentimientos puros”, venía de un rancho

cercano a un pueblo llamado Santa Inés, en el estado de

Michoacán y era sobrino del párroco, Pbro. Jesús Fernández.

No conocía el futbol, la primera vez que lo invitamos a

participar en una “cáscara” en el atrio de la iglesia, dijo: “no

porque me quebró un dedo” -usaba

guaraches-. Tenía la estampa de un

hombre bueno, derecho, sin ningún tipo

de medianías, indio, exageradamente

fuerte, su figura era fiel al fondo, era un

“hombre hecho y derecho”; tenía otra

distinción que dejaba una impronta a

quien lo conocía: el ingenio y “la palabra

pronta”; lleno de chispa, uno sonreía al

escucharlo o soltaba la carcajada “sin

pudor alguno”; su imitación del “piporro” y sus chistes fueron

siempre la delicia de todos los compañeros. Su legado es

mostrarnos lo valioso en el ser humano.

RELATO DE JOSÉ FERNANDEZ BARAJAS

I.- QUIEN SOY:

Con la finalidad de enmarcar parte de mi existencia, en el

concepto “TIDEES”, que deviene del nombre de Chimalhuacán,

cuyo significado del Náhuatl es Tierra de Escudos o Lugar donde

se hacen escudos, intentaré dar una semblanza lo más ecuánime

posible de mi persona, lo cual no es nada fácil, tomando en cuenta

que los seres humanos cuando intentamos algo como esto,

tendemos a exponer la imagen favorable fundamentalmente y poco

de lo desfavorable, en lo personal pueden estar seguros que haré

todo lo posible por equilibrar la balanza, partiendo de algo

fundamental en mí, que es que me cuesta mucho fingir y mentir,

con esta idea básica pasare a lo siguiente:

Mi nombre propio es José Fernández Barajas, mejor conocido

como “EL BARAJAS”, nací a esta vida el 22 de Septiembre de

1946 que es la fecha oficial, ya que en la realidad fue el 15 de

Septiembre del año citado, de modo que cuando esto escribo tengo

J

269

66 años, cuando al nacer no me daban ni un día de vida. El lugar

de origen es un pequeño poblado del hermosísimo Estado de

Michoacán llamado Santa Inés, situado en la parte poniente del

Estado, ahí nací, pero crecí hasta los 14 años en un rancho rural

propiedad de mi abuelo paterno, a unos 50 Km. En la serranía, el

nombre del rancho era ¨LOS TPRILES¨. Ya había roto el primer

cascarón, esto último en referencia al escritor alemán Herman

Hesse, ¨todo el que quiere nacer a una nueva vida, tiene que

romper un cascarón¨.

Pero un buen día del año de 1961, por ahí en el mes de Mayo, mi

papá Agustín Fernández Barragán, nos comunicó a mi hermana

Teresa y a vuestro servidor, que nos trasladaríamos a un lugar

donde radicaba su hermano José de Jesús Fernández Barragán,

como sacerdote católico de ahí, y así oscurecimos una tarde en

nuestro lugar de origen y amanecimos en Chimalhuacán; rompí

un segundo cascarón.

Personalmente interpreto, que muchos de los factores de mi

existencia me fueron dados para sobrevivir, por lo menos hasta la

edad del momento que ya cité. Dos de estos factores son: Una

naturaleza física fuerte y un carácter de mi ser en el mismo sentido

y posiblemente de ahí se deriven otros factores que me han servido

para ser quien soy en esta vida; citare algunos: Tenaz y

persistente, veraz, sincero y derecho, alegre, honesto y enamorado

de la vida, esto del lado positivo; del lado negativo estaría como

parte del carácter fuerte, reacciones a veces hasta algo violentas,

reacciones algo desesperadas en mi actuar, que me han privado de

algunos resultados buenos tal vez .

II.- QUE HACIA:

En mi natal Michoacán fui gente rural, de campo, con mi familia,

en ese entorno, carecíamos de muchas cosas físicas, pero no de

una idea de progresar, vivíamos bastante limitados en lo material,

pero no en el ser. Mi vida ahí fue dura, pero no infeliz, el lugar por

naturaleza es muy bonito. Yo ayudaba en las labores propias del

campo, como fue la siembra de varios productos y el cuidado de

algún ganado, en fin campesino de gratos recuerdos.

270

José Luis Fernández y Cachona con las primas de Barajas en Santa Inez

Luego viene la etapa en Chimalhuacán. Llegue con mi tío Jesús y

me integró a diversas actividades propias de su profesión

sacerdotal, como fueron: Monaguillo o acólito, labores de la

familia propiamente y algo fundamental en mi vida, como fue el

aspecto escolar, que como por ensalmo me inició en el saber,

valga la expresión, casi sin saber cómo, a los 14 años y algo más,

en el Colegio Netzahualcóyotl, de gloriosa memoria. Con las

monjas Carmelitas.

En ese entorno me integre a esa gran etapa de cosas nuevas;

gente, costumbres, actividades, proyectos, una nueva vida pues. Es

por esta circunstancia, que se desencadena en mi vida ese mundo

nuevo, producto de ese chispazo de estar ahí en Chimalhuacán.

Inicio el aprendizaje académico estudiando la educación Primaria

y Secundaria a la vez que aprendo muchas cosas nuevas, que ni

sabía en absoluto que existían: inventos, moda, música,

costumbres, deportes, trato social. Es así como ingresan en mi ser

cosas como: el teléfono, la televisión, los automóviles; nuevas

prendas de vestir, uniformes, el inolvidable Rock and Roll, música

Clásica, el pulque, el guajolote con mole, el huautli, el Fútbol

Soccer, el Box; conocer y tratar nuevas familias y a los

compañeros y amigos de la adolescencia, luego juventud, luego

271

madures. Todo ello sin olvidar mi origen y mucho menos negarlo,

lo cual persiste hasta la actualidad.

III.- COMO LO HACIA:

Todo lo que me llegó sin esperarlo, lo empecé a asimilar

frenéticamente y con verdadero placer. El estudio estaba

establecido y estructurado y había que aprovecharlo y lo intenté y

lo hice de la mejor manera posible, con absoluta dedicación, con

interés, con pasión, como que mi ser estaba ahí dormido pero

esperando el chispazo para encender y encendió, primero inducido

y finalmente con absoluta convicción, hasta llegar a nivel superior.

Cachona, Maco, Barajas y José Luis Fernández en la “Zararacua” Mich.

Los inventos había que usarlos y lo aprendí; la moda había que

usarla y vivirla; la música con el Rock como fenómeno de los años

60, fue precioso y delicioso escucharlo, cantarlo y bailarlo; el

pulque, totalmente nuevo para mí, había que probarlo y lo probé,

al igual que el delicioso mole, el raro, delicioso y lugareño

huautli, también lo probé.

En lo social, tratar y conocer nuevas familias de Chimalhuacán,

fue muy importante, algunas de ellas en especial, que marcaron

algo en mí, no podré citar todas, pues sería demasiado, por lo que

de manera representativa citaré algunas y el orden es aleatorio: la

familia Alonso Jiménez; Canto Gálvez; Martínez Galicia, de las

cuales surgieron buenos y perdurables amigos, tales como: el

272

Maco, el Quino; el Pepe, Fernando Canto; el Javi, todos ellos de

entrañables recuerdos.

Mención especial, merecen en

mí persona, el grupo de los

acólitos, del Templo de

Chimalhuacán, de los que formé

parte: el Chucho, José Luis ¨ El

Güicho ¨, el Pepe, Antonio Perea

Coronel y Enrique Castro

Buendía, de los pioneros,

inolvidables todos ellos. El deporte en Chimalhuacán, en

mí caso, merece un tratado

aparte, en especial el Futbol.

Cuando llegué a Chimalhuacán,

no tenía ni la más remota idea

de lo

Quino, Pepe, Toño, Antonio Perea,

Barajas y José Luis, Cuando eran acólitos

…que era ese juego deportivo, no conocía ni el balón con que se

juega, ni había tenido siquiera una pelota en mis manos y todo

llegó de golpe, en el ámbito de los amigos me enrolé en su

práctica.

En 1964, con la formación del equipo León B, me inicié y jugué

varios años, convivimos y formamos relaciones perdurables, con:

El Cachona, el Chucho, el Pepe, el Changa, el Arrepentida, el

Quino, el Maco, el Pointer, y muchos más cuya lista será muy

amplia. El entusiasmo juvenil de este grupo fue extraordinario,

pues, empezando en la 2ª. División de la Liga de Chimalhuacán,

en poco tiempo llegamos a 1ª. No tengo ni la menor duda de que

en ese ambiente, muchos formamos gran parte de nuestro carácter,

al enseñarnos a perder y ganar, a competir, a tratar de ser

mejores, lo mismo en lo físico que en lo mental, motivándonos a

fortalecernos.

El equipo León continuo más tiempo, pero yo en lo personal, a

principios de 1968 me fui temporalmente de Chimalhuacán a

273

Monterrey, N. L., a estudiar la preparatoria, aun cuando venía en

los tiempos libres, al no estar constante, ya no participe en el

equipo, la estancia en Monterrey, fue para mí el rompimiento de

un tercer cascarón, pues estuve tres años en ese lugar, lejos de mi

familia, lo cual estimo me terminó de formar, no solo

académicamente, sino en mi carácter independiente y de

autodeterminación.

Regrese a Chimalhuacán en

1970 y me encuentro ya

formado el equipo de futbol

TIDEES, formado a iniciativa

de gentes como: el Cachona, el

Maco, el Chucho y otras

personas más, como ya

anteriormente lo narra el

propio Cachona. Y yo el

Barajas… Barajas con su primogénito en Santa Inés

…me encuentro con la mesa puesta, me incluyen, me invitan, como

un privilegio, y ahí estaba yo, nuevamente jugando con la gente

que estimaba y conocía y otros nuevos, pero las personas básicas

ya mejoradas en lo mental, maduros pues, y viene en este aspecto,

la mejor etapa nuestra, pues se genera una mística de grupo,

solidarios, entusiastas, casi definidos en el aspecto personal,

respetados, conocidos y mucho más. Lo interesante de este

fenómeno es entre otras cosas, que respetando los proyectos

individuales, nos unió actitud solidaria, que ya no se terminaría,

en las buenas y en las malas, que por cierto han sido mucho más

las buenas y que en cierta medida lo extraño es que no se dieran

protagonismos, liderazgos de oportunidad y aprovechamientos

personales, en cambio se dieron acciones de unión, en lo deportivo

y socio-cultural, con amistad pura, y muy probablemente basado

en el último concepto, es que ha funcionado en forma tan

perdurable.

274

IV.- HACIA DONDE FUERON: Como ya decía anteriormente, lo interesantísimo de este fenómeno

fue que sin desligarnos y formando un grupo, se respetó totalmente

los proyectos personales. En lo particular en esa etapa TIDEES,

jugué y participé, más o menos de 1970 a 1980 y mientras eso

sucedía, en 1971 me fui a radicar al Distrito Federal con mi

familia, papá, mamá y hermanos, pues había ingresado a mi

queridísima Universidad Nacional Autónoma de México,

concretamente a la Facultad de Economía a la Licenciatura,

misma que curse de 1971 a 1975, titulándome en 1977 y de esa

forma venía a jugar los domingos a Chimalhuacán, hasta 1980.

En 1978 entré a trabajar a la

entonces Secretaría de Recursos

Hidráulicos, permaneciendo sin

interrupción en esa institución 31

años. En 1989 ingresé a trabajar

en la H. Cámara de Diputados,

estando 20 años en esta y en la

SAGARPA (SARH), continuando

en la Cámara hasta la fecha,

habiéndome retirado de la

SAGARPA. Isabel, la esposa y el primer hijo del campeón. …En 1979 contraje matrimonio con Ma. Isabel Escobedo

Olivares, formando una buena pareja y familia, con tres hijos,

radicado actualmente en el Distrito Federal.

V.- NUESTRO SIGNIFICADO:

Asumo la total responsabilidad, de autodefinirnos, como una

generación muy significativa de individuos, tanto en lo personal

como en lo colectivo: Entusiastas, generosos, solidarios, gente de

progreso, haciendo y dejando hacer, animosos y alegres,

transitando nuestra existencia lo mejor posible, capaces de

continuar en nuestro camino, a pesar de que nos han tocado por lo

menos tres cambios significativos: la juventud nuestra,

propiamente; hechos socio-políticos y económicos importantes y la

vertiginosa época actual. Por supuesto que en todo esto ha tenido

que ver para poder estar y andar aquí, aspectos como: nuestro

275

entorno familiar de tantos valores, un entorno social más

manejable, las acciones culturales más concretas y por ende

mucho más fáciles de asimilar, por mencionar algunos factores, lo

cual nos permitía poder competir mucho más fácilmente con los

demás, además de un entorno mucho más sano física e

intelectualmente, por ello es de comprender porque en la acción

deportiva, el fenómeno del concepto TIDEES, muy nuestro, generó

para nosotros tanto en lo positivo.

VI.- EL ENTORNO:

Como ya lo he citado al principio de este relato, llegué a

Chimalhuacán a principios del año de 1961 y el entorno que

recuerdo y que tengo muy presente al rememorarlo, realmente

para mí es enormemente evocador y claramente nostálgico, pues el

Chimalhuacán de ese año y bastantes más posteriores, fue el de un

lugar a la vez que urbano, un tanto rural, pues al tiempo que ya la

propia urbanización estaba en el pueblo, como es: luz eléctrica,

construcciones de material moderno, teléfono, línea de autobuses,

escuelas, cine, gasolinera, tiendas, baños públicos de vapor (para

mí como de fábula), las fiestas populares, tanto lo referente al

carnaval con las cuadrillas, como las civiles con sus estupendos

desfiles y las religiosas con la festividad de Santo Domingo

patrono del pueblo, la fiesta de la virgen del Rosario tan

celebrada, con los juegos mecánicos y los fantásticos fuegos

artificiales, y de entre todo esto las incomparables navidades y año

nuevo, para mí de nostalgia pura y de una adolescencia, casi

maravillosa.

También estaba, el Chimalhuacán rural y agrícola, con los

cultivos de hortalizas (calabacitas, zanahoria, lechugas, coles,

etc.), maíz, frijol, alfalfa; frutales (higos, tunas, capulines,

duraznos, peras y otros), cría de ganado vacuno y ovino, en sus

tecorrales junto a los hogares, los guajolotes y gallinas; aquellos

espacios abiertos, amplios, el cerro del Chimalhuachi casi virgen

entonces, que tantas veces recorrí, la vida social tan manejable y

tranquila, los bailes populares y los juveniles que nos atraparon,

el respeto entre prácticamente todos. En fin, para mí un hermoso

lugar y momento, que jamás olvidaré y con el que me quedo sin

más, esa juventud nuestra, entusiasta, pero sana en alto grado

276

tanto en cuerpo como en el alma, con enormes ganas de

trascender y que en gran medida lo hemos logrado, el deporte, que

nos formó fuertes, competitivos, con carácter, pues los campos

fueron nuestros llanos, grandes y abiertos, todos nuestros: de

tierra pura y tequesquite. En fin, el Chimalhuacán urbano y rural,

manejable y que se fue para no volver.

VII.- VISION DE ALGUNAS PERSONAS TIDEES:

El Maco, mi compadre y gran amigo, derecho, ordenado,

entusiasta, entrón entre los entrones en el juego de fut-bol, leal,

capaz y progresista, gente buena hasta hoy día, mi apreciable

compadre y amigo de tantos años.

El Cachona, el animador, el líder, la picardía a flor de piel,

decidido y alegre, movidísimo en lo futbolero, fino en ello, el buen

vestir y mejor vivir, de la gente de la que se aprende en muchos

sentidos, solidario y entusiasta, de progreso, tomando las

oportunidades, la música, la fiesta, galán, el que va y va adelante.

El Pepe, mi también compadre, amigo sin condición, de mis

primeros cuates, el compañero grato de estudios, juegos y

aventuras, derecho sin más, fino en lo futbolero, el de grata

compañía, sin ventajas, otro entusiasta y de progreso, siempre

buscando algo y sin rendirse, el trabajo como forma de ser, amigo

de a “de veras” pues.

Si me propusiera nombrar a otros, lista sería enorme, no me olvido

de muchísimos, pero citarlos es una tarea muy grande, más bien

los aquí nombrados, son como un ejemplo, de toda esa juventud de

mi época, que serían el reflejo de todos los demás, de esa juventud,

de ese momento, de ese entorno. Por lo que corresponde a los

calificativos, que hago de mis gratos amigos aquí citados, de mi

parte son nacidos del sentir derecho, sin afán de más cosa, que

expresar mi amistad, ningún otro interés, si acaso, que me tengan

un recuerdo grato, de quien los estima a la buena.

Va de anécdota.

A Maco y a Cachona se les ocurrió un día ir a Michoacán,

el problema real era conseguir un auto. Fueron a ver al

277

Pepe que tenía un bocho y se lo plantearon, el cual

preguntó: -“¿Cuándo?” y le responden –“ahora”. Los tres

se fueron a la iglesia a ver a Barajas y el mismo

planteamiento. Pregunta el “campeón”: -“¿A dónde?”. -“A

tu pueblo, a Santa Inés”, le responden en coro. Los cuatro

fueron a ver a José Luis Fernández (era de Purépero), que

trabajaba en Comunicaciones, donde hoy está la “cabeza de

Juárez” (calzada Zaragoza) y pregunta a la propuesta: -

“¿Adónde, cuándo y quiénes?”. -“A Michoacán, ahora y los

cinco” y responde: -“déjenme avisar a la dirección que me

voy a retirar y luego vamos a ver a mi mujer para que me

dé permiso, allí va estar lo cabrón”.

En Camécuaro, en un lago de aguas cristalinas, navegaban

en una lancha donde remaban los michoacanos: barajas y

José Luis. De pronto el campeón dice: “me voy a echar al

agua a nadar y cuando me canse se paran para que me

suba”. Después de pocos minutos el campeón habla, grita y

amenaza: “ya”… “ya cabrones”… “les voy a partir su

madre hijos de la chingada”. Ante el inminente arribo del

“campeón” los demás se echan al agua y salen a la orilla

del lago. Silencio denso; el campeón se acerca y dice: “que

chingona está el agua”. Todos ríen a carcajadas, se animan

y se van a comer.

José Luis Fernández, Barajas, Maco, Cachona y Pepe (toma la foto)

278

EL ARREPENTIDA

uando se formó el grupo, en una de las bancas del jardín

municipal, todos lo veían como un hombre formal. No

imponía puntos de vista, buscaba consensos; quería

armonía, unidad y que las cosas funcionaran sin reglas,

buscaba que la hermandad fuera su

símbolo distintivo. Si alguien se le

podía decir maestro, era a él; siempre

ponía ejemplo; fue guía, ponía el

efectivo cuando hacía falta y externaba

sus opiniones sin querer imponerse, era

el hermano mayor. En su infancia y

adolescencia vivió en la colonia del

Valle en el D.F.

Su legado a las nuevas generaciones es que la vida exige

responsabilidades y que lo más importante es ser congruente entre

lo que se dice y lo que se hace.

Maco (M) << ¿Cuál es tu nombre?>>.

Arrepentida (A) <<Alfredo Gómez Aguilar>>.

M << ¿De dónde eres y como era tu familia?>>.

A <<De Tizayuca Hidalgo. En realidad allá mi familia era de las

riquillas del pueblo, nuestras amistades eran: los Quezada; los

Gómez; los Navarrete, uno de ellos fue gobernador de Tlaxcala;

Armando Soto fue gerente en Pronósticos Deportivos, su hermano

Octavio Soto era secretario del gobernador de Hidalgo, Fernando

Escalante fue presidente de Tizayuca, o sea gente de un nivel

social elevado y también allá era cabeza de grupo cuando hice mi

servicio social>>.

Cachona (C) << ¿En Qué año te vienes de Tizayuca y cuántos

hermanos eran?>>.

C

279

A <<No recuerdo, tenía más o menos 18 años y éramos 9

hermanos. La única que ya murió fue mi hermana blanca, hace

como dos años. Llegamos a vivir a la casa del señor Cruz Buendía,

que tenía una huerta, cerca de la casa del Tom “el barbas”>>.

Pepito (P) << ¿Eran familiares de doña “fillos”, donde después

vivieron?>>.

A <<No, lo que pasa que se estrechó tanto la relación, que

después hubo una relación de compadrazgo con ellos>>.

P << ¿Por qué te viniste de tu tierra? Algunos decían porque

habían cometido un ilícito de parte de tu familia.

A <<Nada más yo tuve problemas. Alguna vez les dije a ustedes:

¿quién me acompaña a mi tierra? va haber un baile de gala de

“blanco y negro” que todos los años se hace en mi pueblo. Pero si

les digo que es posible que pueda haber problemas, hay gente que

la trae conmigo, estaban dolidos porque había tenido relaciones

con la hermana de uno de ellos. El primero que dijo que iba fue el

Chucho, después se le unieron el Javi y Marranito. Si hay un

problema, les dije, lo que tienen que hacer es salirse y no meterse.

Pude saludar a mis familiares, tenía reservada una mesa. Cuando

estaba en el baño dos me estaban esperando, uno de ellos me dice

que onda mi güey y me jala de la solapa del saco, la cual se

rompió. Hubo jaloneo, entonces me dicen: ahorita nos vemos. Yo

sabía que iban por más para darme en la madre, así que les dije a

los compas: váyanse al coche ahorita los alcanzo>>.

Julio (J) << ¿Cuál fue tu primer contacto en Chimalhuacán?>>.

A <<El primero que se acercó conmigo fue el Tom y me dijo

vamos a la cancha, hoy hay futbol. Fuimos y me di cuenta que eran

personas grandes para mí: “el pella”, el güero “el muermo”, “el

poncheras”, “el corales”, “el bala”, “el bocón”, Pablo Valencia,

Antonio Buendía “el gorila”, Mario “el burro”, del equipo

Tampico. Todos eran más grandes que yo. Recuerdo que una vez

en Xochiaca metí un gol y que me “cosen” a patadas, ellos me

protegían mucho, en esa ocasión me sacaron del juego y yo

280

pensaba, que chiste tiene que meta un gol si me van a sacar del

juego>>.

J << ¿Cuál fue tu impresión cuando llegaste aquí?>>.

A <<Para mí era como mi pueblo, un poco más atrasado, al fin

eran iguales, porque yo viví en el Distrito Federal, en la colonia

del valle, en los condominios miguel alemán; vivía con mi abuelo

papa de mi mamá, tenía su pareja. Desde los seis años me fui a

vivir con él para estudiar.

C << ¿Con quién te ibas de cabrón? Porque ser chilango te

convierte en eso>>.

A <<Cerca de allí se establecieron unos paisanos que en el pueblo

vivían como a media cuadra de nuestra casa. Cuando me vieron

me empezaron a invitar a salir,

yo tenía como 12 Años y, entre

otros recorridos, me llevaban

a los cabarets. Ellos tenían

como 26 0 27 años, pero como

me conocían bien, me jalaban.

Estudié la secundaria en el

CUPA (Centro Urbano

Presidente Alemán) cerca

estaba el estadio de futbol y el

coso de la Plaza México>>.

P << ¿Por qué te dicen, el Arrepentida?>>.

A <<fue en las fiestas, en la feria se dedicaban canciones; a varios

ya les habían puesto apodos y cuando llegué estaban tocando

“arrepentida” con Julio Jaramillo y así me pusieron>>.

C << ¿Llegaste con el coche a Chimal?>>.

A <<El coche lo compre de un senador. Era un Ford Victoria

1956 de ocho cilindros, no tenía poste por lo que cuando se

bajaban los vidrios teníamos completa visibilidad. Con ese iba y

Así era el coche del

Arrepentida

281

venía. Con ese me lanzaba a todos lados, tenía una chava por

paseo de la reforma, en Palmas y una vez el Quino me dice voy

contigo y que ve a la chava y me dice ¡hay güey!, se quedó helado

al verla. Yo como chamaco sacaba mi coche y me daba una vuelta.

Lo compré estando aquí. Cuando quise comprar coche, lo busqué

en el periódico y me gustó cuando vi anunciada su venta>>.

M << ¿A qué te dedicaste, cuando llegaste a Chimalhuacán?>>.

A <<Me fui a trabajar a la empacadora de San Vicente con mi

papá en el camión grande, no sé si se acuerden, uno de color

coral. Tendría como 15 años y le ayudaba a manejar. Una ocasión

tuvimos un percance, se volteó el camión en un choque y

decidimos comprar mejor tres camionetas y dedicarme al reparto

de gas. Mi papá tomaba mucho; mi mama me envió a semblantear

como estaban las cosas y, en base a lo que yo le comenté, decidió

que nos viniéramos para acá, no quería perder a su marido, nos

vinimos todos>>.

J << ¿Cómo llegaste a trabajar al ayuntamiento?>>.

A <<Fue por el Pabello, cuando era presidente, yo tenía una papelería con mi esposa en Xochitenco y un día pasa y me dice:

“quiero que vayas a verme a la presidencia” y yo le dije que sí que

iba en la semana. Como no fui paso otra vez y me dijo: “que pasó

te estuve esperando” y yo le digo que tuve problemas pero que en

la semana iba. La tercera ocasión que pasó, cerró la cortina y me

dice: “dile a tu esposa que luego vienes, que vamos a la

presidencia”. Allá me dijo: “quiero que te hagas cargo de

transportes”, y desde entonces, sigo en el Ayuntamiento. Para mi

trabajar en el ayuntamiento ha sido nada más como un hobby>>.

Julio: << ¿Cómo conoces a los TIDEES?>>.

A: <<Me acuerdo que el mochilero del Tampico era “el molina”,

el Sergio, y de esa manera se iban acercando quienes querían

jugar. Nos echábamos cascaritas. En un principio no me pudieron

registrar porque decían que la liga era regional y yo era

extranjero; más tarde el Tom se las ingenió y me registraron con

282

el nombre Francisco Gálvez “el montada” y así resolvieron el

problema.

Como todos eran mayores que yo y además teníamos reuniones,

con ustedes, por las noches en una de las bancas del jardín, un día

decidimos reforzar al León B, un año después tuvimos una reunión

en la casa del señor Bárcenas y nos aconsejó que la mitad

fuéramos al León A y la mitad al Tampico, al salir el Pointer me

dijo deberíamos hacer un nuevo equipo y yo le dije que sí, que más

adelante>>

C << ¿Cuál es legado de los TIDEES?>>.

A <<Teníamos seguidores y como grupo de amigos eran muy

buenos amigos y como jugadores mi respeto para todos ustedes.

Donde quiera que voy San Sebastián, a San Agustín, en todos

lados me dicen: “siempre les traíamos ganas, era como una

obsesión cada que teníamos que enfrentarlos. Cuando le

preguntábamos al delegado con quien íbamos a jugar y nos decía

con “los hijos”, nos llegaban las necesidad de ganarles.

Dondequiera que voy me dicen lo mismo>>.

M << ¿En qué equipos jugaste?

A <<En cuatro: Tampico, León A, León B y el TIDEES; ¡ah! Y en

el España, que era campeón de primera división de Texcoco. Por

eso jugamos contra ellos. Cuando nos enfrentamos, me decían:

“apoco vamos a jugar contra estos chamacos” y yo les decía:

esperen a que estemos en la cancha, ellos son de tercera división

y nosotros de primera. Cuando terminó el partido no lo podían

creer. Después estaban seleccionando jugadores que se querían

llevar. “Ninguno se hubiera ido” (dijimos todos)>>.

M << ¿Por qué decidiste jalar con nosotros?>>.

A <<En el Tampico y en el León no eran precisamente los de mi

edad, eran mayores y la mayoría estaban casados, además aquí

había una visión de mirar más adelante. Para mí era satisfactorio

283

porque había planes, se veía al futuro, decían vamos hacer esto y

se hacía. Había más apertura a nuevas acciones>>.

C << ¿Todos los TIDEES te veíamos a ti de manera diferente, lo

notabas?>>.

A <<Sí>>.

C << ¿Te veíamos como el líder de todos nosotros, lo sentías, pero

no lo ejercías totalmente, por qué?>>.

A<< Si, si lo sentía y no ejercía totalmente porque no quería

sobresalir, yo quería que todos estuviéramos de acuerdo en las

decisiones: vamos hacer esto, vamos hacer lo otro, que hubiera un

acuerdo entre todos, que hubiera comunicación, que hubiera un

grupo de amigos, que no hubiera inconformidades>>.

C << Digo lo mismo que afirma el Maco que no había una cabeza

visible, sino que había cuatro personas que casi siempre proponían

cosas: el Chucho, el Maco, tú y yo, ¿estás de acuerdo?>>.

A <<Si, yo veía lo mismo que alguien tomaba la batuta

momentáneamente, pero que nadie se apropiaba de la dirección

del grupo>>.

C << ¿Tú tienes algo que yo no sabía hasta que platicamos contigo

la última vez, no sólo eras más grande, sino que tenías mundo,

estabas consciente que en experiencia nos llevabas a todos, de

alguna manera como aventaste a los demás esa experiencia?>>.

A <<Mi experiencia la canalicé de esta manera: yo les decía voy a

equis lado ¿quieren ir? y así fueron siguiéndome, porque veían la

posibilidad de agarrar callo en relación a las mujeres. Por

ejemplo al Lorico o al Benja, les decía vamos a la Aurora, allá

tengo mi chava, ella tiene hermanas, tiene amigas; y para la

próxima vez, ya estaban puestos>>.

284

C << ¿Recuerdo que el Benja tenía una novia en la Aurora [Cd.

Netzahualcóyotl], era porque se pegaba contigo; ahora bien en el

grupo ejerciste un liderazgo pero no te aprovechaste de él?>>.

A <<Muchas veces no estuvimos de acuerdo en algunas cosas pero

no pasaba nada, simplemente acatábamos lo que decía la mayoría.

Yo nunca me aproveche de la experiencia que tenía yo sobre los

demás>>.

C << Aparte del grupo tenías otros cuates igual que los demás

¿Quiénes se juntaban contigo?>>.

A <<El “güacho” tu hermano, que seguido andaba conmigo y el

Zacarías, este último me decía: “yo veo que todos los hijos te

siguen yo quiero ser como tú eres, me gustaría ser líder como tú”.

También con el Fernando el de “la voy”>>.

C << Tú ya te diste cuenta de lo que le diste al grupo ¿A ti que te

dimos?>>.

A <<A mí me daba mucha satisfacción todo el grupo, todos los

compañeros en el momento que decían vamos hacer esto, vamos

hacer lo otro y le echaban ganas. Cuando iban a la casa a pasar la

navidad o año nuevo, hasta el amanecer, me llenaba de orgullo; o

cuando decían vamos al campo, a Pueblo Nuevo, por ejemplo,

entonces yo daba indicaciones: vacíen una camioneta, bajen los

tanques de gas y vámonos. Lo que si me cayó de peso fue el año en

que no fue ¡ninguno! Como si se hubieran puesto de acuerdo,

todos. El único que llegó como a las dos de la mañana fue el

Pointer y me dijo: “aquí estoy, yo no me olvido de ti” y hasta se

me salieron las lágrimas. Cómo creen que fuera posible que todos

faltaran al mismo tiempo. Ya tenía preparado, refrescos, una copa

y algo para comer>>.

C << ¿Todo eso?>>.

A <<Sí>>.

C << ¡Pero seguro nos mentaste la madre!>>.

285

Todos: Ja Ja Ja Ja ja…

C << ¿Guardaste resentimiento?>>.

A <<No. Nada más se me llenaron los ojos de lágrimas y pensé

algo tuvieron que hacer>>.

C<<Nunca nadie mencionó no voy a ir por esto por lo otro,

simplemente, nadie fue>>.

A << Yo no entendía porque, sólo me jalaba los pelos y me decía

sus motivos tuvieron y no pasó nada>>.

P <<Te voy a decir porqué faltamos, todos ya teníamos nuestros

intereses, por decir algo: “el cheto” y yo teníamos nuestras novias

y así los demás, cada uno jaló por su lado; por otro lado fue cuando

también nos invitó Rosa González, había uno que otro cabrón que

quería con María Eugenia, su hermana, cada uno tenía sus

intereses>>.

C << Si, pero María Eugenia quería conmigo>>.

Todos: Ja ja ja ja ja…

C << ¿Cuántos años festejamos la navidad y el año nuevo contigo

cuando vivías aquí en la cabecera?>>.

A <<Dos, me parece>>.

C << ¿En San José serían tres o cuatro?>>.

A<<Más, serían como 6 o 7>>.

C <<Vamos a ponerle 5, entonces nuestra relación como

hermandad empezó en 1964 o 1965>>.

A <<Si más o menos>>.

C << ¿Cómo se da el hecho de que iniciáramos las reuniones de

navidad y año nuevo en tu casa?>>.

286

A <<Fue una vez que estábamos echando chelas en la banca del

jardín, alguien dijo:” ya se viene la navidad habría que pasarla

juntos” ¿pero dónde? Alguien preguntó y el mismo respondió:

que sea en tu casa” ¿se puede? Preguntaron los demás, y allí

empezó todo>>.

P <<Sabes porque surgió todo esto, porque la mayoría éramos

hijos de familia y no había confianza, aunque quisiéramos, no

estábamos en posibilidades de organizar una fiesta>>.

C <<Recuerdo que una vez hubo un baile en tu casa, creo que

salimos de secundaria y festejamos allí, me acuerdo porque esa vez

le pedí a tu hermana que fuera mi novia>>.

A <<Una vez estaba jugando dominó en el villar, llegó Fernando

el de “la voy”, me dice: “te hablan en la casa”, en ese tiempo

Fernando vivía en mi casa, dejé el juego y me fui con él, cuando

llegué me dirigí a la sala que estaba cerrada, cuando abro que

empiezan a cantar las mañanitas todos ustedes, porque era mi

cumpleaños. La fiesta la organizó mi hermana Estela, quería que

fuera una fiesta sorpresa y le dijo a Fernando que los invitara y

los pusiera de acuerdo. Aquí se inicia todo>>.

C << ¿Qué pensaba tu mamá, qué pensaba tu papá de unos chavos

que se amanecían allí en tu casa jugando y bailando?>>

A <<No ellos nunca decían nada.

Como ellos sabían que había vivido en

el Distrito, sabían que tenía

experiencia, nada más me decía que

tuviera mucho cuidado porque van a

venir muchachas, aunque son sus

amistades no vaya haber problemas,

por eso cuando alguien quería salirse

con una muchacha allá afuera le

decíamos: “métanse por favor”>>.

C << ¿Quienes iban?>>

287

A <<Las González y otras amigas. Me acuerdo que una vez

alguien llevó unas pelucas, creo que fue el Chucho, porque iban a

imitar a los Beatles. También había mucha confianza de parte de

mis padres para con ustedes, porque sabían de qué familias eran.

Una vez tu papá llegó a preguntar por ti y tus hermanos en la

madrugada, le dije que si los llamaba y me dijo que no sólo quería

saber que estuvieran bien>>.

C: << ¿Qué tanto tiempo sufriste para conquistar a tu esposa?>>.

A: <<Puta madre, eso sí fue mucho tiempo, fue más de un pinche

año para que me aceptara; eso sí cuando se enteraba que

habíamos tenido reunión en la casa se encelaba y así me daba

cuenta que todo iba bien>>.

P: << ¿Cómo la conociste?>>

A: <<Cuando ella cursaba sexto año de primaria en la Escuela

Morelos donde está ahora la casa de la cultura. Seguido la

encontraba yo y como siempre estuvo bien chapeada le decía yo:

“esas manzanitas me las tengo que comer” y se ponía más roja;

algunas veces me veía que venía con la camioneta de gas y se

metía corriendo por los callejones y después me decía: “eras re

bien malora”, pos si me costó mucho trabajo o más bien mucho

tiempo. Ninguno de sus hermanos estaba de acuerdo con la

pretensión, estuvieron a punto de llevársela para Guadalajara. A

excepción del Carlos que casó con mi hermana, los demás

ninguno: el Enrique, el Valente, el Abel, que ya murió y la chabela

no se diga. Una vez iba llegando por la casa de los Buendía [en el

barrio de San Pablo], cerca de donde vivían ellos y que llega el

Abel y que me dice:

- “¿Qué jijos de la chingada haces aquí?”,

- Me dijo y le contesto,“¿Qué chingaos estoy en tu casa o qué?”

– “¿pero qué chingaos andas buscando aquí?”

– “A ti te vale madre”, le digo.

-“Pus te voy a dar en la madre”, me dice.

288

–“pues nos vamos a dar en la madre, crees que me voy a dejar”,

le digo, y allí nos pusimos al tú por tú. Nada más que llegó Luis,

sobrino de ellos, y que se lo lleva, con él si la llevaba yo bien>>.

C << ¿Qué pasó en la segunda temporada del TIDEES, les hice

más daño que beneficio?>>.

A <<No, pienso que tuvimos un momento de presión de seguir

siendo lo mismo y allí fue donde tuvimos una diferencia tú y yo,

querías que jugáramos con un sistema basado en un pizarrón y yo

te dije Cachona estás mal, déjanos jugar como sabemos, por

inspiración como lo venimos haciendo. Pero la amistad siguió

porque una cosa era el futbol y otra cosa los amigos.

C << ¿Qué es lo más importante que ha habido en tu vida?>>.

A <<Haber conocido mí esposa y haber tenido los hijos que tengo.

Mis hijos fueron educados en buenas maneras, todos con gusto

llegan a la casa, hay mucha comunicación, lo buenos principios

son los que lograron esto. En cuanto al TIDEES lo importante es

que nos seguimos saludando, que la amistad continúa y que nunca

se va a acabar.

289

Maco, Hugo, Mur, Julio, Marranito, Marcos, Adolfo,

Bernardo, Barajas. Pepito, Javi, Chucho, Pepe,

Arrepentida, Lorico y Cachona.

290

EL LORICO

l LORICO inició sus estudios en la escuela “San Juan

Bosco” de la parroquia municipal. Tenía cualidades que le

distinguían: velocidad y picardía; también deficiencias:

Talla y peso disminuidos. En su desempeño futbolístico

esas características se hicieron presentes, así podíamos

verlo con grandes actuaciones y a veces

amedrentarse por los “gandallas” que

había dentro de las canchas de futbol, sin

embargo es saldo siempre fue positivo,

para él y para el equipo, contribuyó para la

obtención de trofeos. En la actualidad

dirige un equipo de futbol rápido,

conservando con ello la tradición y el

nombre del equipo. Su legado es hacerse

presente a pesar de la adversidad.

Relato de LORENZO DELGADO BUENDÍA

Los amigos son personas que siempre están ahí, son grandes

compañías, que a veces incordian [que te molestan], que te

quieren, pero sobre todo, hacen que la risa, la convivencia y el

respeto sean más agradables.

Hoy 19 de mayo del 2013 nos encontramos reunidos para convivir

y recordar bellos momentos de nuestra adolescencia y las

experiencias que tenemos con nuestro equipo TIDEES.

Empecé jugando en el club deportivo Tampico, tenía 16 años, uno

de los partidos que recuerdo fue contra el Guadalupano.

Mi segunda participación fue con este equipo, el equipo de mis

amores, sus integrantes ya se habrán nombrado. La característica

principal es que teníamos muchas convivencias en casa del

Chucho, especialmente cuando se tenían partidos amistosos en

fechas no laborables como el 20 de noviembre, de igual modo,

nuestra posada tradicional y aquella noche mexicana en casa del

señor Tomás Buendía, ambientada por el grupo de rock: los

Navajo.

E

291

Otra familia que nos recibía en su casa era la: Gómez Aguilar de

la colonia San José en Chicoloapan, familia del Arrepentida, que

es mi compadre y padrino de mis hijos.

Fuimos un gran equipo, logramos ganar el título de campeón de

copa, en el campo de la “Lagunilla”, contra el Milán.

Otro equipo donde jugué fue el Santo Domingo, que dirigía Rafael

Jiménez el “pica”, lo hacíamos con balón de cuero, teníamos un

compañero que jugaba sin zapatos: Lorenzo Jiménez García, el

“Laercio”.

Mi cuarta participación fue con el León A junto con algunos

jugadores que después formaríamos nuestro equipo.

Mi quinta participación fue con el equipo Valencia, su

representante era: Sergio Valencia, esto en 1974.

Mis últimas participaciones como

jugador de futbol fue en la liga de

veteranos, regresé al equipo de mis

amores y después el León.

Finalmente mi último partido fue en

el campo de la “Lagunilla”, entre el

León y el TIDEES, jugué medio

tiempo con cada uno; Con sus compadres: los Gómez- Castillo

Allí estuvieron todos los grandes amigos y nuestras familias y

nuestros hijos, por supuesto, que siempre han sido importantes en

nuestra vida.

292

EL TRIPA

l “hermano tripa”, como es conocido por todos, es de una

actitud de franca disposición a la broma y a la ausencia del

formalismo. Muchos en el grupo fueron seminaristas, él lo

fue, de allí su mote de “hermano”; lo de “tripa” es por la

notoria delgadez de su físico.

Carta de JORGE URBINA CASTILLO

Yo, Jorge Urbina (Tripa), manifiesto y

reconozco que la década de los 70´s fue la

mejor etapa de mi vida, no sólo por haber

formado parte del equipo de Futbol TIDEES,

que en su mayoría había jugadores de la

cabecera municipal (la Plaza), sino por haber

conocido a quien más adelante sería mi

esposa (Coco)Siendo parte activa del equipo, mis experiencias

juveniles llegaron como cascada: los convivios, momentos

inolvidables, los triunfos con el equipo, las decepciones que como

portero del equipo me llevé; ¡No!, no por lo que puedan pensar,

sino porque cuando todos checaban la talla de la gran playera del

equipo Yo tenía que conformarme con el suéter, que nunca pude

elegir a mi gusto, puesto que éste lo donaban al comprar todos los

uniformes. Y como no pude comprármelo, lo aceptaba; pero

seguro estoy que también me rifaba el físico como los demás en la

cancha, sudando la camiseta.

A fin de cuentas fue, es y será el mejor equipo al que pertenecí. No

porque fuera campeón, sino por las personas que lo integraban.

Así pues, dentro y fuera del equipo, para mí la década de los 70´s

fue la mejor. Aunque no lo niego, llegarían otras nuevas etapas

“buenas” pero diferentes y en otras circunstancias.

TIDEES no te olvido, te llevo conmigo. JORGE

Va de anécdota:

Barajas iba diario por las tortillas (2 kilos) a San Pablo con

Gonzalo –frente de donde vive el tripa-. Cierto día se le

hizo fácil colgarse en una de las escaleras del camión, las

tenían en los años sesentas. Siempre paraban en la esquina

E

293

noreste del jardín municipal, frente a la iglesia donde vivía,

porque tenían que checar tarjeta, pero en esta ocasión no lo

hizo, continuó, en la esquina dobló a la izquierda rumbo a

la carretera México-Texcoco. Primera cuadra, golpeando la

lámina grita: “¡párateeee!”, segunda esquina “¡párate hijo

de la chingada!”, tercera esquina en el puente (ahora calle

Abazolo): “¡¡PÁRATE O ME DEJO CAI!!”… y que se

deja cai.

Maco, Barajas, Pepe, José Luis y las primas del “campeón”

294

Presbítero FELIPE GONZÁLEZ VALVERDE

l padre Felipe apareció en la vida de los TIDEES cuando se

presenta la agrupación con esa denominación en 1970. Se

convierte, por decisión del grupo, por las “Diosidencias” de

la vida diaria y por la magia que se daba en el grupo: en

guía y camino. Basta leer su prosa para saber la calidad de

hombre, de ser humano y de persona del bien amado Felipe. El

Dueño del amor como se refiere a ÉL, fue quien nos concedió la

gracia de tenerlo como amigo.

¡Un vuelo, llamado

TIDEES!

¡Hola amigos TIDESS de

hoy, quienes lo fueron, y

de quienes lo serán, si así

lo deciden! Y digo amigos,

pues ni el tiempo, la

distancia, nuestros roles y

diferencias nos han

cortado las alas del tesoro

inmenso de lo que se llama

ser amigos. Me considero afortunado de que en el tiempo nos

hayamos encontrado y el mismo tiempo, remarque el reencuentro.

Soy TIDESS por adopción afectiva y efectiva. Por lo mismo les

comparto lo que he vivido, sentido, visto y oído. Edmund Husserl,

el gran pensador de la Fenomenología decía: “Ver” y “ver”, “ver

radicalmente”. Deseo ver ese pasado que ya no está, pero

mientras está en mí, quiero compartirlo a mis hermanos TIDEES y

a sus pequeños TIDEES.

Algunas de las muchísimas experiencias, que he recibido en mi

corta vida se las comparto en seguida, y las restantes aparecerán

en futuros folletos, que más adelante editaré. Por ahora, inicio de

la siguiente manera:

“Creo que has nacido para cosas grandes”, me dijo Enrique

Granados, catequista de la parroquia de Santo Domingo de

Guzmán y de la Virgen del Rosario, ubicada en “La Plaza de

E

295

Chimalhuacán”. Aquella frase alimentó enormemente mi

autoestima, siendo pequeño de aproximadamente siete años.

Recuerdo particularmente una sensación y fue la de sentir como si

se agrandara mi estatura, que mis ojos se agrandaran y que la

sensación de mi carrera en el atrio de San Juan Bautista fuese

como flotando en aquel aire limpio con aroma a rosas de castilla,

que abundaban en la orilla de la zanjas, cerca del “Borbollón de

los Naranjos”, situado a unos veinte metros de dicho templo. Me

sentí único, hasta el momento en que escuché que esto lo decía a

los demás niños del catecismo. Sentí una ligera decepción, que

mucho más tarde entendí, y es que esa era la forma de estimular a

los alumnos, que se preparaban para la Primera Comunión.

Enrique era de oficio albañil y era uno de decenas, que

impulsaban de forma callada la conservación del tejido socio-

cultural de esta comunidad. Ellos fueron héroes anónimos. Un

gran tejedor de este acontecer socio-religioso fue el Señor Rafael

Palacios y su esposa Carmelita, matrimonio del Distrito Federal

quienes, con su dinero, pagaban a los autobuses México-Los

Reyes-Chimalhuacán y Anexas para que transportaran a jóvenes

de ambos sexos a nuestra comunidad e impartieran las clases de

catecismo. Éstos autobuses, repartían a los catequistas por todas

las capillas del entonces pueblo de Chimalhuacán, iniciando por

Santa María Nativitas, la “Cabecera” o Parroquia de Santo

Domingo y de la Virgen del Rosario, las capillas de San Pedro,

San Pablo, San Juanito, Cristo Rey, Santa María de Guadalupe,

Xochiaca; San Lorenzo, y de San Agustín. Con esta acción

evangelizadora se fue dando una gran solidificación de nuestra

cultura religiosa, dejando un legado único en nuestra comunidad y

en muchos de los futuros TIDEES.

Es preciso aclarar que hasta los años setentas, cada barrio lo

separaban grandes huertas con diversos árboles frutales como lo

eran: Las higueras, manzanos, capulines, durazno, chabacano,

perales, ciruelos, membrillo, chirimoya, etc. Otro espacio digno de

tomar en cuenta, eran los terrenos sembrados de maíz, flor de

pincel, flor de alhelí, clavel, nube, gladiola, etc. Estos espacios

eran una verdadera presencia paradisiaca y ¡Obvio!, no contando

con los diversos ojos de agua, y cientos de zanjas en donde

jugueteaban diversos tipos de peces y carpas, que acariciaban las

296

tímidas y leves olas que se deslizaban por toda la orilla del

antiguo y enorme lago de Chimalhuacán-Texcoco.

En este contexto y ¡Más!, Los TIDEES, fuimos tomando identidad

y orgullo de ser dorados por su sol y acariciados por sus lunas

cuyos rayos traspasaban las hojas de los muy abundantes árboles

de Pirú, de ahuehuetes, casuarinas, enormes fresnos, etc. En este

contexto nocturno de la luna, no quiero dejar de mencionar que su

reflejo tenía especial presencia en las aguas del desecado e

inmenso lago, del cual habla y escribe Alfonso Edmundo Sánchez

Buendía en este libro. Bien recuerdo que al ir desapareciendo el

sol tras la Sierra de Guadalupe, rumbo a la Villa del mismo

nombre, aparecía hierática la luna, ese satélite de nuestro planeta,

en dirección del Cerro de Tláloc, detrás de esa hermosa sierra, al

oriente de nuestro lago y del Valle de México. Al principio

aparecía como un gigante disco amarillo y poco a poco se

emblanquecía en el firmamento acompañado de millares de puntos

luminosos bajo croar de cientos y cientos de ranas posadas sobre

las hojas de los lirios acuáticos, abundantísimos en todas las

zanjas, que eran diadema de nuestro cerro del Chimalhuachi.

Aquél inmenso lago le regresaba a la luna su propia luz y ésta se

la remandaría al mismo sol como signo de arrebato por tanta

belleza. Las mentes de nuestros abuelos y abuelas brillantes, se

fortalecieron con estos espectáculos cotidianos, por lo mismo,

forjaron espíritus fuertes y sensibles para esta “Patria Chica”,

Chimalhuacán.

En el último canto de los gallos, con el que “algo” se

comunicaban, en su lenguaje de alerta y cuando aparecía

lentamente la oscuridad y nuestra glándula pineal cerebral

programaba su pequeña dosis de melatonina para ir cerrando los

ojos y poder descansar, se apagaban los últimos también fogones y

se iban extinguiendo para dar paso a las velas y sus consecuentes

sombras gigantescas reflejadas en las paredes de las casas, los

futuros TIDESS, se acurrucaban para dormir sueños de una

comunidad más justa, más armónica y fraterna. Lo maravilloso es

que no han dejado de soñar y los ojos cerrados, aún al final de

esta dimensión de vida, seguirán en posición de sueño eterno,

297

soñando en que algún día, habrá un nuevo canto y croar de seres

que se multipliquen para cambiar lo aparentemente incambiable.

Como mis hermanos TIDESS, no quiero dejar a un lado algunos

datos de mi identidad familiar. No se trata de un culto al pequeño

gueto, sino un plasmar datos, que nos serán útiles para quienes

nos tengan paciencia de leer estas descripciones, que nacen de

nuestro grande amor por nuestro “pueblo”.

Iniciaré citando el pequeño barrio de San Juan Bautista. Aunque

la capilla es de reciente construcción, no obstante tiene un pasado

interesante, pues cuando apareció la primera evangelización en

nuestro México, los misioneros nombraban a San Juan Bautista,

como santo patrón, cuando un poblado tenía suficiente agua. Esto

está relacionado con el hecho bíblico de que San Juan bautizaba

con abundancia de agua en el Rio Jordán (Evangelio de San

Lucas, capítulo 3, versículo 3). Como quedó dicho anteriormente,

a escasos veinte metros se encontraba el Ojo de Agua, llamado de

“Los Naranjos”, ya que en la fiesta del santo patrón, celebrada en

24 de Junio, los representantes de la festividad arrojaban

naranjas, mangos y los niños nos lanzábamos a recogerlos dentro

de aquella agua tibia, pues este rito se llevaba a cabo por la

mañana, después de misa.

Cabe decir que mi padre, Eugenio González Sierra (1898-1982)

propició la construcción de dicha capilla y ya concluida, allá por

los años 50as, pintó los dos murales que se encuentran a la

entrada de la citada capilla. Realizó varios trabajos pictóricos de

la tradición Chimalhuacanense y de manera particular del ex-

lago Texcoco-Chimalhuacán.

Menciono a mis hermanas María Eugenia y Rosa Bernardette,

quién ya se encuentra en la “Casa Celeste”. De ellas recuerdo que

por x o por z, se encontraron, por el camino de la existencia, con

el grupo TIDES y ellas les invitaban a la casa paterna en navidad

y algunas veces en verano, que por cierto, coincidía con mis

vacaciones que el seminario de Durango me daba. Ellas

preparaban algunos antojitos sencillos, algunas bebidas no

alcohólicas que se degustaban y cantábamos las últimas canciones

298

de moda, acompañados de nuestras guitarras, cosa que era poco

común en el entonces pequeño pueblo de Chimalhuacán y que

poco a poco fue extendiéndose por todo el pueblo, hasta lograr

brillantes rondallas y estudiantinas, que cantan al amor y al

Dueño del amor en las diversas ceremonias religiosas de nuestro

entorno.

Con eterna gratitud para todos ustedes TIDEES, sabedores de que

han sembrado intensidad y pasión por dar sentido a tantas

situaciones concretas de nuestro amado pueblo como consta en

este libro que lanzan al espacio de la historia como viento del cual

no se puede dejar de respirar y hacerlo nuestro en lo más

profundo del amor humano. ¡A volar, lo más alto posible, mis

TIDEES!

- Arriba. Chucho, Pabello, Mur, Miguel, Miguel (Alonso),

Villegas, Barajas, Cachona, el padre Felipe, Pepe, Julio,

Arrepentida, Giulio, Niño, Rabelt, Tomás González.

- Abajo. Maco, Marranito, Titixtle, Quino, Lorico, Poncho,

Padre, Tepis y Tomasote. Primera reunión familiar TIDEES.

299

300

EL OJÓN

HUMBERTO ALFONSO ROMERO MEDINA

Poncho el ojón nació en Tlalmanalco, estado de México, vivió en

el D.F., después en Cuautla, Morelos, para finalmente llegar a

Chimalhuacán y hacer de él su pueblo. Sufrió rechazos de niño y

de joven (perdió a su madre muy pequeño), sin embargo nunca se

sintió vencido. Casó originalmente con Rosita Sánchez, tienen

cuatro hijas: Francia, Karelia, Gisel y Grecia. La primera se

encuentra trabajando en Boston, la segunda se dedica al cine, acaba

de recibir este año una diosa de plata por un cortometraje y se

presenta este mes (mayo del 2015) en Cannes Francia, la tercera

trabaja como fotógrafa en Milán, Italia en prestigiada revista y la

última es psicóloga, egresada de la Universidad de las Américas de

Puebla.

Es arquitecto, actualmente esposo de María Luisa Piraquive líder

de la Iglesia de Dios ministerial de Jesucristo Internacional, con

presencia en 46 países. Pertenece al ministerio y viaja por todo el

mundo (como lo pregonaba en sus años mozos) procurando el

desarrollo de la iglesia. Diseñó tres aeropuertos, dos en Cuba y uno

en Colombia. Tiene maestría en diseño, se separó de su

constructora y de la arquitectura. Es, indudablemente, es más

exitoso profesionista de los TIDEES.

Después de su separación con Rosita y de su éxito en Cuba y

Colombia, viajó, con mochila al hombro, por Italia, China, la India

y ha visto de cerca las auroras boreales en Islandia. Viajó a Egipto

y se hizo amante de la Escuela de Misterios y está en la búsqueda

de un nuevo estado de conciencia. Pretende hacer algo valioso para

Chimalhuacán. Ha dado muestras de ser tan chimalhuaquense

como el Maco o como Julio.

Recién nos reencontramos con el mechudo, el ojón o Alfonso

como lo conocíamos. Es nuestro hermano, lo queremos y nos

inspira un enorme respeto y afecto por la capacidad de realizar lo

que ha querido, ser: triunfador.

301

Siguiendo las manecillas del reloj: Julio, poncho, Dr.

Fernando Canto, Hugo, Cecilio, Maco, Niño, Cachona,

Pepe, Barajas, Changa, Javi, Pepito y Adolfo.

302

EL CACHONA

"En la vida terminamos siendo los libros que leemos y los amigos

de los que nos rodeamos". IkramAntaki oy uno de los fundadores de la agrupación, tuve la fortuna de

dar el nombre al equipo de futbol, por ende a nuestra

comunidad; aporté ideas que pusieron en movimiento al

grupo. Mi relación con el Maco fue muy estrecha y ambos

delineamos algunas cosas que después tomaron forma entre

los “cuates”. No fue circunstancial, entonces, que en el momento

que comencé a escribir el libro acudiera precisamente a él.

En una visita al pueblo -vivo en

Cuautla Morelos desde el año 2000-

busqué a Chucho quien me comentó

que había convertido a DVD las

películas súper 8 que tenía de años

atrás. Cuando proyecté las

grabaciones miré en ellas rostros

llenos de satisfacción, actitudes

proclives al gozo, todos mis amigos

tenían una sonrisa.

Me vino la idea de escribir y me hice de argumentos para hacer un

buen trabajo. Sinceramente no creo que antes se haya escrito algo

parecido, al menos no lo conozco: en que un grupo de amigos

escriban su historia sin ayuda ajena (idea, estructura, manufactura,

portada, publicación, aportación escrita de cada uno…), aquí, si

hay resultados positivos, se debe a la participación de mis

compañeros. Mí legado a las nuevas generaciones es: todo ser

humano tiene una tarea específica que hacer y eso nos da la

trascendencia. Esta es mi historia.

ALFONSO EDMUNDO SÁNCHEZ BUENDÍA.

El nombre de Alfonso es de origen germánico: adelfuns –adel-

noble, funs-listo— es la expresión de un guerrero belicoso y

significa: el que está totalmente preparado para la guerra.

Edmundo también es de origen germánico y significa: el que

S

303

protege la victoria o resguarda la riqueza. Mi signo zodiacal es

Escorpión y, a través de mi vida, lo he validado. El agua es mi

elemento, y si pudiera vivir dentro ella, lo haría.

INFANCIA

De niño tuve vivencias que me hacían diferente a los demás: me

expresaba como si fuera una persona mayor; antes de cumplir un

año participé en una pastorela como niño Dios. Cuando el

gobernador Salvador Sánchez Colín visitó el municipio, decía mi

madre que me desprendí de la mano de mi padre, me acerqué a él y

dije: -¡Bienvenido señor gobernador!, me cargó y sentenció: -“este

niño va a ser un gran hombre”-. A los 5 años de edad me vestían de

charrito, me subían a una silla para alcanzar el micrófono y

declamaba en las fiestas parias. Me enviaron al seminario a

estudiar para ser sacerdote, pero antes disfruté mucho mi infancia,

descubrí que el mundo es ¡toda una revelación!

MI FAMILIA

Mis padres fueron: Félix Sánchez Gálvez

y Enedina Buendía García. Mis abuelos

paternos: Rafael Sánchez –originario de la

Purificación, Texcoco—y Alvina Gálvez;

mis abuelos maternos: Cirilo Buendía y

Soledad García. Fuimos nueve hermanos:

Estela, Rafael (+), Eliseo, Félix el

“Padre”, yo Alfonso el “Cachona”,

Arturo el “Marranito”, Concha, Felipe e

Hilda.

Mis primos fueron: los “topas”, los

“chagaray”, los “Rico”, los “Valencia”, los “truman”, los “jüiles”,

los “toninas” y muchos más.

Mis parientes: los “vacas” (el Moy, Aureliano, Felipe…), los

“Buendía Buendía” (el marinbas, el gorila, el pichirilo…); los

Constantino (el“cheque”, Domingo, Panchito…); los hijos del tío

Luis Gálvez (Miguel, Luis, el Pio…); los Jiménez Corona de Santa

María; los Canto, y también el Pepe, Pointer, David…

Mi madre

304

NÓMADA EXISTENCIAL.

Mi familia cambiaba de domicilio continuamente, eso marcó mi

vida. La primera casa que recuerdo es la de Venustiano Carranza

casi esquina con 16 de Septiembre, propiedad de mi padrino de

confirmación Erasmo Valverde, el cual era famoso por ser el

creador de las máscaras para las comparsas de carnaval. Después

nos trasladamos a una casa de Bertha, hija de mi tío Jesús Buendía

y nieta de Clara Gálvez (media hermana de mi abuela paterna) de

Xochitenco, ubicada en la esquina de Paseo Hidalgo y Zaragoza,

frente a la casa de Don Hilario Valencia, por un lado, y a la de

Francisco Rico, por el otro. El siguiente estaba en un costado de la

presidencia municipal (de la tía Teresa, hermana del abuelo Cirilo),

frente al cine Progreso, en lo que hoy es el mercado municipal. Allí

fue donde nació mi apodo de juventud: Cachona.

Cuando tenía 6 años mi familia emigró nuevamente a

Venustiano Carranza a la casa de mi abuela paterna doña Albina

Gálvez. Se acordó que mis padres se quedaran con ella y mi

abuela con la de paseo Hidalgo esquina Morelos, frente a la

gasolinera.

Ésta última era grande. Al entrar –al norte- mirabas el fondo

(sesenta o setenta metros) que te llevaba a la huerta y al

machero. A la derecha la casa de Don Manuel el “Chante”. A la

izquierda un pasillo donde se encontraban los accesos a: un

local, que daba a la calle, utilizado para tienda de abarrotes;

después la recamara de la abuela y la tía Rosa; le seguía una sala

donde estaba un piano; bajando las escaleras el cuarto de mi

hermano Rafael y por último, la cocina y un cuarto con trebejos

donde había papeles, revistas de antorcha de José Vasconcelos y

libros en latín y español. Los había de Ovidio, Virgilio, Cicerón

y otros; no tenía entonces la conciencia de su valor y nunca los

leí.

Girabas al oriente y encontrabas la huerta, aproximadamente de

cuarenta de ancho por sesenta de largo delimitada por una

pequeña barda de mampostería de un metro de altura. Había

árboles frutales: higos, granadas, moras, peras, ciruelas, tunas,

305

chabacanos, manzanas y duraznos. Al lado derecho –al de ella

sur- se ubicaba el establo con tres o cuatro vacas, un burro, un

macho y dos caballos: el “Rorro” y el “muñeco”, mi padre fue

un gran montador de caballos, eso me dijeron.

La propiedad fue comprada con los ahorros de mi padre,

administrados por la abuela y un préstamo de mi abuelo materno

que fue pagado por mis padres. Mi abuela paterna siempre fue

injusta con nosotros, se aprovechó de la nobleza de mi padre y

se quedó con la casa.

La mayoría de los habitantes de este pueblo fuimos del

conglomerado de los jodidos. En mi caso y el de mis hermanos, el

Padre y el Marranito, sólo por “un pelo de rana calva” no

pertenecimos a la burguesía de nuestra comunidad, dos de mis tías,

por el lado materno, se casaron con los hombres más ricos del

municipio: Esperanza con el llamado “cacique” Hilario Valencia y

la tía María Luisa la “pipos” con un hijo de don Luis Martínez,

transportista y ex presidente municipal, y por el lado paterno:

Carmen con Francisco Rico, el más rico de todos, y Quintina con

Alberto Buendía, mejor conocido como el “Truman”. Por poco y

“le pegamos al gordo”.

EL SEMINARIO

Muy grata fue la experiencia de estudiar en el seminario de los

Josefinos en Santa María del rio S. L. P., mi padre quería que fuera

sacerdote porque prometió a mi abuelo, en su lecho de muerte,

tener un hijo sacerdote y yo fui el elegido. Los encuentros

deportivos y el evento de fin de año, eran los acontecimientos que

más me gustaron en mi estancia. En el segundo participaba

centralmente: concursaba en declamación; declamaba

individualmente; era el estelar en las obras de teatro (llegué a

actuar en el teatro la Paz de S. L. P.); aparecía en la zarzuela y

cantaba con el coro donde era primera voz, etc.

En la obra de teatro “La mala guía” sucedió algo relevante. Mi

papá era borracho, cuando salía de la casa para seguir bebiendo yo

se lo impedía, en los ensayos me tomaba de los hombros, me daba

vuelta y con la mano izquierda me empujaba gritando que no lo

306

siguiera, pero el día de la presentación, me cargó y literalmente me

aventó al entablado lo que causó una lesión en mi tobillo,

realmente me dolió mucho. Tardé mucho tiempo en el suelo,

llorando de verdad, fue impactante la escena y mi mejor actuación,

aunque, a decir verdad, involuntaria.

La formación espiritual y educativa no entraba en mis preferencias,

aunque una vez, con dos compañeros, gané un concurso de latín

que tuvo como premio conocer la ciudad de México, el estadio

Olímpico de futbol y ver la película Ben-Hur, en el, hoy

desaparecido, cine Lido. Antes ya había ganado un concurso de

declamación en el seminario mayor ubicado en Rodín 100 en el D.

F. Una experiencia inolvidable fue haber cantado como solista una

parte de la misa en la iglesia del Cerro del Cubilete, en Guanajuato.

Las vacaciones eran en lugares encantadores: un mes en Peribán,

Michoacán visitando los chorros del varal; un mes en Silao,

Guanajuato conociendo muchos pueblos; en Canalejas, Jilotepec,

Estado de México; disfrutamos la laguna de la “media luna”, en

Rio verde S. L. P.; pernoctamos en rancherías y pueblos, cuyos

nombres y ubicación no recuerdo. Fuera de las vacaciones era

estudiar, misas y rosarios. Las historias de gozo infantil las guardo

como mi tesoro más preciado.

Va de anécdota:

El “mustio” con palo de escoba en las manos me asesta

tremendo golpe en las corvas y caigo de rodillas, era el

terror del grupo. Semanas después en el salón de clases

juega con su único amigo: Mario, de repente se escucha un

golpe, éste se pasa la mano por la comisura de los labios,

sangra, mira su mano -a la manera de Bruce Lee- y le pone

una santa madriza al mustio, ¡Nadie lo podía creer!,

después platica que entrenaba box en la ciudad de México;

se convierte en el ídolo. Corre el tiempo y me empieza a

molestar, seguido me pica la panza y ríe a carcajadas, ¡¡¡ya

no soporto más!!! Un buen día recuerdo que en mi pueblo

era émulo de Black Sadow y jugaba con mi primo Silverio

Pérez, “Tarzán López”, con José (el japonés) “Cavernario

Galindo” y otros amantes del pancracio. Voy al dormitorio,

307

lo encuentro rodeado de sus fans y le grito: “¿te quieres

partir la madre?”, sonríe y contesta: “va”, hay jolgorio. En

el patio estando en guardia, y me lanzo a sus piernas, cae y

su cabeza suena en el piso como si fuera calabaza, me

subo, se defiende, lo golpeo y empiezan las protestas para

que peleemos de pie; acepto, pero lo pienso mejor y le

aplico la misma dosis, ya no metió las manos. Me retiro

triunfante sin volverme a sentir ciscado, ni molestado por

nadie. A ese movimiento se refería el Maco cuando

madreamos entre varios al “Ibarra” en la nevería.

LA SECUNDARIA Y EL GRAN AMOR

En alguna ocasión mis compañeros de tercer grado de secundaria

se fueron de pinta y no los acompañé, al darse cuenta la madre

Blanca, directora de la escuela, me llamó y me dijo: -“a ti te voy a

dar la medalla de honor” y lo cumplió, no era el mejor alumno.

Una mañana, como a las nueve, estaba fuera de mi casa y vi una

niña, camino a la suya que me llamó la atención, tenía 12 años

aproximadamente (yo 15), portaba uniforme de la escuela

Netzahualcóyotl y seguramente tenía problemas ya que su rostro

adusto lo denunciaba; peinada con “cola de caballo” se veía muy

hermosa, era Acacia Ma. Del Carmen. Tres años después, sería mi

308

primera novia, la amé profundamente y fue el mejor recuerdo de

esa época.

Carmen atrapó mi corazón, me hizo sentir mariposas en el

estómago, mirar el futuro con esperanza, me ilusioné, estaba

profundamente enamorado, fueron las vivencias. Nunca me sentí

tan bien como cuando estuve junto a ella. Yo, el de las grandes

decisiones, quise posponer la formalidad de la relación y terminé

dando al traste con el gran amor de mi vida. Todo mi respeto para

su familia. Sobre ella puedo decir toda una historia pero lo único

que voy a asegurar es que siempre fui correspondido y amado.

LA ADOLESCENCIA

Fui un “lobo estepario”, lo he sido siempre, me gusta la soledad.

Esta parte de mi vida está llena de incidentes: choques

automovilísticos, muchas mujeres, peligros, aventuras, amistades

por todos lados. Con Julio y Pepito tengo una anécdota. Fuimos al

teatro a ver la obra la “pulquería” con Rafael Inclán. De regreso

platicábamos lo que habíamos disfrutado, Julio decía: -“Te

acuerdas del cuate al que le decían el italiano y al principio su

amigo lo chanceaba, todo bien y después ya “pedos” le

sentenciaba, ya pinche romano ¡te voy a partir tu madre!” y todos

ja ja ja. Al enfilar hacia la casa del Pepito nos encontramos a Jesús

Corona con alguien que nos presentó como su cuñado y que era de

San Vicente -municipio vecino al oriente del nuestro-. Traían un

pomo y tomamos. Ya estábamos “muy persas” y el Pepito le

quería pegar al chavo, Julio y el Corona lo defendían y yo al

Pepito; en un momento el chavo se le puso difícil a Julio y éste le

dice: - “Cálmese güey que yo si le pongo en su madre, yo no soy

como estos pendejos”, entonces el que se enjundia soy yo y le

digo: -“A quien le dices pendejo, pendejo” y así se siguió la

rebatinga que al final, entre defensorías y llamados a la calma,

terminó todo igual que en la obra de teatro. Al otro día a Julio, que

vivía en mi casa, le reclamé: -“me querías pegar pinche Julio” y él

contesta: -“No, si yo nomás los estaba defendiendo”.

El Tepis me invito a a transportar la antorcha olímpica en su paso

por Chimalhuacán, un día antes de la inauguración de los juegos

olímpicos. Me correspondió trasladarla de la “lagunilla” al

309

“puente” y allí se la entregué al Tepis quien la transportó hasta la

presidencia municipal para que se encendiera un pebetero en el

centro de nuestra comunidad.

MIS MAESTROS

Quienes le han dado dirección y rumbo a vida son: Profesor

Eugenio Alonso Martínez, quien me enseñó en la secundaria lo

fácil que pueden ser las matemáticas. Tuve el privilegio que uno de

los más grandes periodistas que ha dado este país: Miguel Ángel

Granados Chapa, fuera mi maestro de periodismo latinoamericano

en la escuela Carlos Septién García, donde estudié dos años.

LOS XIX JUEGOS OLÍMPICOS

Entrego el fuego olímpico al Tepis en el puente (abazolo y

Netzahualcóyotl).

Cuca Valero la “bien amada” me enseño la materia que más me ha

formado: la Logoterapia. Antonio Hernández Hernández “el

cepillo” me mostró el lugar exacto que ocupa el ser humano en

todo el espectro universal y la tarea que le corresponde realizar, el

sólo estudió hasta el tercer año de primaria, sin embargo fue el

mentor más grande que tuve.

310

Cuando cursaba en cuarto año jugué en la selección de futbol de la

escuela José María Morelos y Pavón –los demás eran de sexto—

.En la Escuela Apostólica Josefina había en edad: chicos,

medianos y grandes, sólo Manuel Camarena y yo, ambos de 11

años, estábamos en la selección mayor de futbol.

EL FUTBOL En el seminario se

desarrolló mi pasión por este

deporte, recibí escuela y

competencia, mi primer uniforme:

calzón blanco y camisa verde,

número ocho; mi puesto era

interior izquierdo, se jugaba

entonces la formación 3-2-5.

Estando de vacaciones en Jasso,

Hidalgo, hoy ciudad Cruz Azul,

José Luis Sánchez, portero de

cruz Azul de segunda división profesional nos dio una clínica.

A los nueve años formé un equipo de

futbol para jugar un cuadrangular que

organizó “el bocón”, ganamos; yo era el

capitán y no recibí el trofeo porque no

llegó, días después me enteré que Dionicio

Castillo “la leona” lo había recibido en su

casa. No hay sensación más extraordinaria,

en este deporte y en la vida, que la

victoria.

Cuando fui campeón de liga de la primera

división y campeón de campeones en mi

pueblo con el equipo Morelia, fui paseado en hombros.

El sentimiento de grandeza te invade y pierdes por minutos la

sensación del tiempo y el espacio, sólo existe el gozo.

En 1972 Alfredo Castillo Peralta “el Alfredo”, de lo mejor que dio

el fut en Chimal me dijo: -hablé con el entrenador del Texcoco de

segunda división profesional (él y su compadre el “Regas” jugaban

Mi primer trofeo –

1955--

Mi primer uniforme de futbol

311

allí) y te van hacer una prueba-. Fui, jugué un partido, estaban en

pretemporada, ya no regresé, me volvió a buscar y me comentó: -

ya estás dentro ¿Por qué no regresaste?-, y le dije: -es que estoy

entrenando futbol americano en el CCH Naucalpan, me olvidé del

soccer.

EL TIDEES

Una banca en el jardín municipal era nuestro sitio. Allí “los hijos”

expresábamos sueños, anécdotas y chismes que le daban a nuestras

reuniones colorido y encanto. Un día del año 1964, nacieron los

deseos de juntarnos para jugar futbol, la mayoría quería que fuera

en el León y otros en el Tampico, pero decidimos ir al león B, para

estar todos juntos. Me parece que aquí nace la necesidad de

convivencia y el poder ampliar esas largas pláticas que era tan

gratas para todos que sólo se podían llevar a cabo en casa del

Arrepentida, reunía las condiciones que ninguno más podía

ofrecer.

Aunque yo sugerí el nombre de TIDEES al equipo, no jugué con

ellos la primera temporada; me fui al Poli de primera división a

invitación del Tepis, ésta ha sido la mejor de toda mi vida.

Recuerdo haber traído loca a la media de los tiburones rojos –les

decían los maestros—, al marino, a Rogelio y otro que no recuerdo

su nombre, hagan de cuenta cuando Carlos Reynoso, en el primer

partido contra el Guadalajara, en su propia casa, trajo locos como a

cinco o seis chivas detrás de él, sin poder quitarle el balón.

Regresé con los cuates a la siguiente temporada y no recuerdo que

haya pasado gran cosa, sólo que en el primer partido contra el

Milán, en una jugada en un punto fuera del área grande, iba a

chocar de frente con el defensa central contrario “el perico”,

cuando escucho una voz conocida que dijo: ¡aguas! Con un paso a

la izquierda evité el choque. El defensa, entonces, choca de frente

con su compañero el “chabelo”, que pretendía pegarme con todo

por detrás, ambos eran altos, estaban “pelones” y se quedaron

tendidos en el campo conmocionados, sólo Dios sabe cuál hubiera

sido mi condición de no haberme movido. No recuerdo como

quedamos esa temporada, pero reconozco que mi presencia tuvo un

carácter negativo. Mi forma de mirar el juego no era aceptado por

312

el Arrepentida. Yo quería jugar con pizarrón y con jugadas

prefabricadas y él de manera tradicional, esto dividió al equipo y lo

mejor fue salirme.

La siguiente temporada jugué con el equipo Morelia de primera

división, reconocido por su gran futbol, casi un equipo familiar

(los Arrieta), sin embargo nunca habían obtenido un título. Con

ellos, cumplí el sueño de ser campeón de liga y campeón de

campeones de primera división, fue contra los tiburones rojos; ese

día fui llevado en hombros por casi toda la cancha, fue mi gran día,

después de eso el futbol pasó para mí a segundo término; otros

amigos en el trabajo, el alcohol, las mujeres y el cotorreo pasaron a

ocupar mis tiempos libres.

HOTEL CONTINENTAL HILTON

En 1969 trabajé en el hotel de intendente.

Me asignaron los baños de los trabajadores

y allí gané mis primeras propinas dando

lustre a los zapatos de los compañeros de

trabajo; vendía navajas de rasurar, les

proporcionaba toallas y me ganaba una

lana. Exactamente al año hice un examen

de inglés con el señor Casado, capitán de

“botones”, por recomendación del ama de

llaves, y pasé a formar parte del grupo de

“bell boys” y a ganar buenas propinas.

En un coctel, durante el campeonato mundial de futbol en 1970

ofrecido a las selecciones de Inglaterra, Rusia y México, ya

eliminadas, pude saludar a: Los Charlton, Boby Moor, Padilla,

Borja, Eugenio Rivas, etc. En especial, estreché la mano de un

ícono de la portería en todos los tiempos: Lev Yashin (único

portero en ganar “mejor jugador de Europa”), le pedía que me

diera una foto y no autógrafo como lo hacía con quienes no eran

jugadores, insistí tanto que me cargó –medía como dos metros— y

me dio de comer “charritos” en la boca, finalmente cedió y me

regaló una foto de él autografiada, no sabía que era yo hijo de don

Félix Sánchez al que apodaban el “necio”.

Lev Yashin

313

A los 44 años, después de una larga ausencia de los campos de

futbol, volví a registrarme en el Nápoles de la primera especial,

casi siempre me daban minutos en la cancha, muy seguido medio

tiempo; con nosotros jugaba Mario Gutiérrez, único jugador de

primera división profesional que ha tenido Chimalhuacán [Tecos-

Torneo 86], de ese tiempo y que yo conozca. En el primer año

jugamos la final de copa contra el equipo del Carlos el “canillas”:

Sociedad Santo Domingo, perdimos uno por cero, su equipo estaba

plagado de jugadores que habían jugado profesionalmente, después

la liga obligó desaparición del equipo Nápoles.

Estuve en equipos de veteranos en Chimalhuacán y en Cuautla,

donde resido, el amor por el futbol me llevó a extralimitarme.

Estando parado en medio campo esperando que llegara el balón

por esa zona, sentí como una pedrada en la pantorrilla, se había

roto el tendón en tres partes. Casi un mes antes, había metido mi

último gol en el campo de la Hacienda el Hospital (cerca de

Cuautla), contra el equipo local, fue un tiro de castigo por el centro

del terreno, el balón estaba más cerca de media cancha que del área

grande, mi compañero Sebastián Luna, nieto de Zapata –sé lo que

digo- me dijo: -desde que te perfilaste, yo sabía que lo ibas a

meter-, para mí, hermosa manera de dejar este bello deporte.

Abajo: soy 3º, 4º Sebastián Luna (nieto de Zapata), 6º Antonio Becerra y

último “el charly”. El equipo es Estudiantes-Barcelona.

314

APORTACIONES AL FUTBOL

Mi transitar por la vida ha sido espiritual-existencial, es decir, ser-

siendo. Dos acciones de futbol son mis creaciones, primera:

Imagíname de espaldas, el rival a mi derecha, listos a disputar el

balón; mi cuerpo gira en sentido contrario a las manecillas del

reloj, mi hombro izquierdo va a encontrarse con la espalda de mi

contrario, el lanza su hombro izquierdo contra mí, ¿Qué sientes

cuando le das con todo al balón y alguien lo mueve?, eso mismo le

pasa a mí rival, además en ese momento siente el golpe, totalmente

inesperado, en su espalda y, no importa lo grande que esté va a

caer todo descompuesto ¿Cómo surgió esto? Cuando estudiaba en

la vocacional 2 en Tolsá y Tres guerras, en la ciudadela en el D. F.

en el taller de mecánica vi como giraba sobre su eje un pedazo de

tubo, le aventé una pequeña piedra y vi la velocidad a la que era

lanzada, hice lo mismo, estando sin girar el tubo y vi la diferencia,

lo probé en el futbol varias veces y resultó.

Segunda: tenía 45 años y jugaba en la primera especial de mi

pueblo con el equipo Botafogo de Santa María Nativitas, un

compañero conducía el balón a la misma distancia del área grande

y de la media cancha, por la banda izquierda; pasa el balón a otro

jugador nuestro y le grito: -“¡Que pase!”. Levanta el pie y deja

pasar el balón, lo empalmo y sale un balón que sube y que baja

ostensiblemente, el portero le lanzó el puño pero no acertó a

tocarlo, sentí un fuerte dolor en la entre pierna y, poco a poco, me

recobré, fui felicitado hasta por los contrarios ¿Qué pasó? Me

preguntaba que sucedería con el balón si le daba como golpe de

karate, con mucha velocidad y recogiendo el brazo en el momento

del contacto. Lo hice, recogí mi pierna muy rápido cuando sentí el

contacto con el balón, y el resultado fue un gol espléndido.

SECRETARÍA DE SALUBRIDAD Y ASISTENCIA

A principio de los años setentas se abrió en ciudad Netzahualcóyotl

un hospital general, allí trabajamos: Julio, Tepis y el Ojón. El

director era el doctor Gustavo Baz Díaz Lombardo y Doña

Micaela, mamá del Hugo, era su comadre. Ella me ayudó a

ingresar, cumpliendo con los requisitos que incluían exámenes.

Nunca agradecí lo suficiente el gesto y la atención de esta gran

mujer, que también era comadre de mí mamá. Ascendí rápido,

315

tomé cursos especiales. Hice estudios a nivel maestría en salud

preventiva que ayudaron a que me dieran responsabilidades

administrativas a nivel regional. Aquí fue donde, lleno de vigor y

juventud, le entré al vino con esmero y a las mujeres con pasión.

LA POLÍTICA

Durante cinco años viví en el Distrito Federal. Cuando regreso al

pueblo me integro al equipo político del Javi, candidato a la

presidencia municipal para el periodo 82-84. Gana y me designa

como Secretario del Ayuntamiento. Trece días después de la toma

de posesión, cerca de mil gentes toman la presidencia y me toca

enfrentar el problema. Más adelante hubo otra toma y nuevamente

me tocó a mí, me pusieron una escopeta en el pecho y me sacaron

de la presidencia para después soltarme, habían quemado

camiones y golpeado a policías.

Fui Secretario General del PRI y busqué la presidencia municipal

sin éxito. En el trienio 85-87, soy durante año y medio Director de

Gobernación, Reglamentos y Vía pública en Texcoco y vuelvo a

intentar por la presidencia; esta vez estuve a “un pelo de rana

calva” de ser presidente, pero como siempre, se resolvió con

dinero.

1983 con José Corona, presidente del Pri municipal -de

chamarra de piel-.

Pabello fue candidato y me nombró jefe de campaña y, siendo

presidente, secretario del ayuntamiento. Después de ocho meses

fui secretario particular del diputado federal Rafael Garay cornejo.

316

Estuve en reuniones con personajes como: Fernando Gutiérrez

Barrios, Marcelo Ebrard e incluso en el “besamanos” con Salinas

de Gortari en Palacio Nacional, que pena. En ese ámbito pude

mirar de cerca cómo se dan las relaciones políticas, como se

establecen los compromisos entre los grupos de interés, todos

desean un beneficio para la patria al redactar las leyes, siempre y

cuando su gremio no sea afectado: petroleros, maestros,

transportistas, la “telebancada” y así los que me digas. Los que

ganan son ellos, los que perdemos somos nosotros.

ANTORCHA

Para quienes en la actualidad presumen de “un nuevo

Chimalhuacán”, déjenme decirles que no se debe llegar al poder

por la puerta de atrás” y sentirse satisfechos, no es por la presión y

por la fuerza como se construye un pueblo en tierra ajena, así nos

lo enseña nuestra historia. No van a lograr la grandeza, les faltará

siempre la estatura de la que habla el doctor Castelazo Ayala: el

bagaje espiritual e intimidad con el Ser de la tradición nahuatlaca y

bondades humanas que nuestro pueblo posee. Es por eso que

ustedes los “antorchos” han estado “tan necesitados” de tender

puentes con personas representativas del municipio antiguo hacia

al nuevo status chimalhuaquense y poder sentirse, entonces,

genuinos. Podrán tener su nueva comunidad cuando se extingan las

personas que dieron base antes de su atropellada presencia, y

tendrán, dentro de su ilimitada soberbia intelectual, aprender que

están fincando sobre cimientos sólidos en significado, en sentido

de pertenencia y trascendencia; esos valores que un puñado de

jóvenes supieron preservar y acrecentar: los TIDEES.

MI ESENCIA

Han dicho que soy un pensador y un rescatador. Sobre la segunda

recuerdo haber salvado la vida de tres personas: a Jesús “el loco”

que se ahogaba en una alberca del seminario que estaba por el

camino viejo a San Vicente, teníamos 10 años de edad; a mi

hermana Hilda en una alberca de un hotel en Acapulco y a

Domingo Valverde en el mar de Veracruz. Éste parecía que jugaba

con Juan Paredes “el yiminis”, antes de romper las olas, al llegar

con ellos vi su rostro transparente y le escuché decir: -“ya no

puedo, ya no puedo”. Lo abrasé, después de unos minutos yo

317

estaba agotado, pensé dirigirme a la playa como a unos 30 metros,

no quería ahogarme junto con él. Alguien en mi interior me dijo,

así lo entendí entonces y ahora también: AGUANTA UN POCO

MÁS. Al mirar atrás vi una enorme ola que nos lanzó a la arena, la

tocamos, pero la misma fuerza del agua nos regresó. Una segunda

con la misma fuerza o más, nos expulsó definitivamente.

MADUREZ

Tuve un lustro sabático y fundamentalmente hacía tres cosas:

arreglar mí casa, comer y jugar futbol (toda la semana); me

abandoné de mi persona: tomaba 12 tazas de café que más parecía

lodo y fumaba tres cajetillas de cigarros al día, no tomaba pero mi

vida era totalmente vacía. Cada fin de semana me visitaban mis

hijos (estaba separado de mi pareja). Un día fui a la villa de

Guadalupe y pedí con mucha fe ser otro, entonces comencé una

nueva vida que me llevó a estudiar y así pude sacar lo mejor de mí

y poder compartir mi esencia con los demás a través de mi

existencia. A los 52 años, cuando ingresé a la Casa Viktor Frankl,

tuve un salto geométrico en mi persona que me permitió ayudarme

y así poder ayudar a los demás.

El descubrimiento de la Logoterapia y el Análisis Existencial me

ha permitido conocer la filosofía, comprender al mundo, mirar al

ser humano como único e irrepetible y, sobre todo, encontrar el

camino que me corresponde transitar. La culpa, el miedo, el

sentirme víctima, la soledad, la incertidumbre, acompañantes

constantes de toda existencia, ya no me atosigan, desde entonces

soy un hombre libre y ejerzo esa libertad, por eso me siento tan

pleno y tan lleno, he descubierto mi razón de ser: Ser para los

demás, lo que digan de mí, en cualquier sentido, lo acepto, callo y

sigo caminando.

PLATICANDO CON ALFRIED LÄNGLE

-presidente de la GLE internacional-

En el segundo seminario que tuvo Längle con los alumnos de la

GLE (Sociedad internacional de Logoterapia y Análisis

Existrencial) México, en el apartado de revisión de casos, una

compañera presentó el suyo: dependencia a la comida. Ella era

robusta, bastante alta, enfermera de profesión y quien, junto con

318

sus hermanos, sufrió maltrato y severas golpizas, por ambos padres

en la infancia. Dolía más los golpes a sus hermanos que los que

ella recibía. La entrevista fue extraordinaria, alrededor de 50

terapeutas estábamos impresionados por la calidad del encuentro.

Al finalizar Längle nos pidió saber si tuvimos un problema similar,

hacer observaciones y aportar a la terapia.

Por la tarde al despedirme de Alfried me preguntó: -¿tú querías

decir algo en la sesión? Le dije: -sí. Continuó: -¿Y por qué no me

lo planteas ahora?

Con Indira Florez S. y, Alfried Längle, presidente de la GLE-

Int.

Y le expuse: -ok, me parece que se le debió ponderar el hecho de

condolerse por sus hermanos, ya que tiene un valor profundamente

humano. Su profesión es enfermera, una profesión con muchos

valores, sobre todo la solidaridad con el dolor del otro. Guardó

silencio por breves instantes y me dijo. Lo que dices es muy

profundo ¿sabes? Y pensé –no, es Logoterapia—. Le pregunté

entonces, ¿Es correcta la aportación? Me dijo: -Es correcta. Y nos

despedimos.

LOS GÁLVEZ DE CHIMALHUACÁN

Cuando era niño me decía por qué mi abuela paterna Albina

Gálvez era tan cabrona y como había hecho para casar a dos de

sus hijas con los más ricos del pueblo. Al enterarme de su posible

parentesco con los virreyes de México: Matías y Bernardo de

319

Gálvez -de éste se decía que era un cabrón- entendí porque. Los

hijos del tío Luis Gálvez: Miguel, Pablo, Luis, el Pio eran

cabrones, igual Beto Gálvez de Santa María y los hijos del tío

Felipe González, los “vacas”, todos ellos parientes.

Fernando Sánchez Gálvez, Eliseo Sánchez Buendía, Eugenio Sánchez

Jiménez, Ofelia Rodríguez, Cuca, Elvira Buendía Sánchez, Rosa

Sánchez Gálvez, Quintina Sánchez Gálvez, Luisa Sánchez Gálvez,

Enedina Buendía García, Lupita Rico Sánchez.

Rafael Sánchez Buendía, Alberto Buendía Sánchez. Socorro Sánchez

Jiménez, Félix Sánchez Gálvez, Albina Gálvez [95 aniversario] [nieta de

Antonio de Gálvez], Rosa Sánchez Jiménez, José Sánchez Jiménez, Félix

Sánchez Buendía “el Padre”, Alvaro Rico Sánchez. [1967 o - 1968]

A Juliéta Gálvez Banda, autora del libro: “Memorias de mis

abuelos de Chimalhuacán”, al preguntarle el origen de los Gálvez,

me dijo: “busca Bernardo de Gálvez”, y encontré lo siguiente:

Bernardo de Gálvez nació en 1746 en Málaga España, fue el

Virrey 49 de la Nueva España de 1785 a 1786, fue sucesor de su

padre, fecha, más o menos, en que aparece el primer Gálvez en

Chimalhuacán de nombre Antonio de Gálvez.

El trato de Bernardo era sencillo, amable y franco. Pérez reverte

dice: “…Además de político y soldado -luchó también contra los

320

indios apaches y contra los piratas argelinos-, era un hombre

ilustrado y valiente. Sin duda el mejor virrey que nuestra Nueva

España, hoy Méjico, tuvo en el siglo XVIII”. [Pérez R. A., 2014]

España apoyó desde el principio la Guerra de Independencia de

los Estados Unidos mediante Bernardo de Gálvez, quien negoció

directamente con Thomas Jefferson, Patrick Henry, Oliver Pollock

y Charles Henry Lee. Su intervención se consideró tan decisiva

para el triunfo de las tropas americanas que durante la parada

militar del 4 de julio, desfiló a la derecha del mismísimo George

Washington en reconocimiento a su labor y apoyo a la causa

americana.

En la toma de Pensacola cobró mayor fama, al forzar con su

bergantín “Galveztown” la entrada de la bahía, el jefe de la

escuadra española se había negado a dirigir sus barcos a la

ciudad por lo peligroso de la misión. El mensaje que envió al

capitán Calvo de Irazábal fue: “Una bala de a treinta y dos

recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las

que reparte el Fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor

que me siga. Yo voy por delante con el “Galveztown” para

quitarle el miedo.”. La ciudad capituló y fueron hechos

prisioneros el general Campbell y el almirante Chester. [hermano

temblón, 2014]

Se sabe que Antonio de Gálvez, casado con española, y de 66 años

llegó, en la segunda parte del siglo XVIII a Chimalhuacán [intuyo

que era hijo “fuera de la familia” de José de Gálvez, hermano del

primero y tío del segundo]; traía nombramiento del Virrey; vivía

en San Ángel, en la hoy, ciudad de México, por lo que parece que

su residencia en el pueblo no era permanente. Eduviges Gálvez su

hijo, vivió en Chimalhuacán entre 1820 y 1850; casado con

Ignacia Jiménez, compraba productos del lago con doblones de

plata y oro y los llevaba a la ciudad de Galveztown, fundada por

Bernardo de Gálvez, pariente cercano, y a Canadá a donde

viajaba con frecuencia; además cultivaba en 2 estanques

diferentes tipos de peces que traía de allá, por encargo del propio

Virrey, quien había ordenado que se realizara un catálogo de

321

diversas especies de aves, plantas y peces en la Nueva España.

[Gálvez, 2014].

Julieta dice que sus hijos fueron: Cirilo, Anastasio, Paula, Agustín,

Eduviges y Juan (su bisabuelo). En mi investigación los hijos de

Eduviges Gálvez fueron: José –papá del doctor Pedro Gálvez-,

Clara (vivía en una casa de dos pisos junto al IMPI de Xochitenco),

Jovita (casada con Rafael Espinoza que fue presidente de Texcoco)

vivía frente al jardín central de Texcoco, Antonia abuela de los

Buendía Buendía que viven frente al frontón y Juan (tuvo diversas

tareas en el gobierno). Alvina era media hermana de ellos, fue

abuela del Padre, del Marranito y mía, y bisabuela de David, son

más directos en parentesco el Pointer y Pepe. A finales del siglo

XIX el poder y riqueza de los Gálvez era enorme, había que ver

sus residencias y terrenos. Julieta y yo pensamos que Eduviges

Gálvez, tenía dos familias.

Los hijos de Juan Gálvez, según Julieta eran: Eufrasia, Macaria,

Manuela, Antonia, Sofía, Agripina, lino, Celso y Valentín –su

abuelo-. Para mí Juan, al que conocí personalmente de niño, era

blanco, de ojos azules, ancho de espalda, poco pelo y bajo de

estatura; tenía su domicilio y su negocio de abarrotes en la colonia

Morelos, sus hijos fueron: Juan, Teodoro (médico) y la Quica (o

Bertha). Tuvo una hija con Rosa González de San Juan de nombre

María Gálvez González, mamá de los “Cheques” [Constantino

Guadalupe, 2014]. La conclusión de parte Julieta y mía es que tuvo

dos familias. Los Gálvez que conozco, mayoritariamente tienen

ciertos rasgos: son cabrones, les gusta la buena vida (sea lo que

esto implique), muy trabajadores (dije la mayoría ¡eh!), bastante

mujeriegos y de muy buena percha.

Es muy importante saber nuestro pasado, sin embargo a veces es

un lastre, debido a que este vínculo se hace tan dañino que no

permite al individuo trascender sino sólo mirar atrás. Si se ata al

pasado, “…aquel que no construye un mundo con tus propias

manos, con lealtad y empeño, jamás logrará comprenderlo…”

[Polibio de Arcadia, 1996]. La aseveración de Viktor Frankl, el

neuropsiquiatra del sentido de la vida: “no le preguntes a la vida

322

que puede hacer por ti, pregúntate que puedes hacer por ella”, la

tomo como mi verdad en esto. La investigación está en curso.

ESTUDIOS

Al igual que mis hogares en la infancia, también en los estudios fue

un peregrinar continuo. Los tres primeros años de primaria fueron

en la escuela parroquial “San Juan Bosco”; un año en “José María

Morelos y Pavón”; Quinto y sexto año en la “Escuela Apostólica

Josefina” en San Juan Teotihuacán; primero de secundaria en el

Seminario Josefino en Santa María del rio S.L.P.; segundo y

tercero de secundaria en la Escuela Netzahualcóyotl en

Chimalhuacán; primero de vocacional en la Voca 3 de IPN;

primero y segundo de vocacional en la Voca 2 del IPN; CCH

Naucalpan de la UNAM; dos años en la Facultad de Psicología de

la UNAM; Salud Pública (nivel maestría) en la SSA; dos años en

la Escuela de periodismo Carlos Septien García; Estudios

Avanzados en Logoterapia en la Casa Viktor Frankl; Análisis

Existencial en la GLE-México, filial de la GLE-Internacional de

Viena Austria, estudios que tienen nivel maestría (por terminar).

POR HOY, ES TODO

Mirando fenomenológicamente (Husserl) mi vida, puedo decir, sin

ningún rubor existencial, que he sido muy afortunado. De lo que

me dio la vida, recibí abundancia en ejemplos y en dones

personales. Unos padres que se distinguieron por el trabajo y la

fortaleza moral, mi madre; la bondad y el orgullo, mi padre. De lo

que hice, yo lo decidí en última instancia.

Tres grandes amistades tengo y son el Maco, Pepe y Julio. Hoy

vivo pleno de “quehaceres existenciales”, donde mi decisión sigue

siendo quien define el rumbo y la meta. Sigo a “pies juntillas”, lo

que Nietzsche escribió en un epigrama: “Consuma tu vida” y

“muere en el momento justo” [Yalom 2008].

He sido tal como me han definido Guadalupe Beltrán el “paquín” y

la doctora Paty Vázquez: un pensador y un rescatador y acepto

agradecido lo que dice de mí “el campeón” Barajas.

323

En cualquier momento me puedo ir, porque ya me quedé, aunque

no me he cansado de vivir; soy este y soy esto y he recibido más

de lo que merezco; mi esencia, ha sido ratificada y reajustada

constantemente por mi existencia-espiritual, es decir: “He sido

siendo, para ser el que soy y siempre debí haber sido” –más

ampliado que el imperativo de Píndaro: “el hombre debe llegar a

ser lo que siempre ha sido”. Soy TIDEES, con ellos me hice y

espero que se comprenda que la comunidad, ese estar juntos, es el

amor y en esa bandera, los TIDEES todos, nos hemos envuelto.

Con los míos… Félix Antonio, Sebastián, Dylan;

Roberto, Lourdes, Voltaire, Gladys y el sobrino

Carlos.

324

SÉPTIMO CAPÍTULO Hasta pronto

-a manera de conclusión-

“Yo solo” –Bernardo de Gálvez-

Angel Buendía R., Javier Martínez G., Julio Ibarra M., Cecilio Gómez

A., Ángel Jiménez P., Hugo Valverde M., Alfonso Romero M., Marco

Alonso J Victor Ochoa, Adolfo Siles M., yo, Jaime Valverde C.,

Fernando Canto G., José Canto G. y José Fernández B.

La manufactura de este documento es una historia de vida. Libro

que debió escribirse en varios años y no en los tres en que se hizo.

Para la primera reunión el Maco me dice: “tenemos que preparar

una orden del día”. La segunda reunión en San Miguel Tlaixpan, le

digo: “vamos hacer el orden del día” y me explica, -“mi esposa y

yo acostumbramos apoyar a la gente, un empujón, nada más”.

Semanas después nos reunimos con Bernardo; Maco, Adolfo,

Pepito para ver el proceso del libro y nos dice: “la forma y el

fondo están mal y la imagen donde están brindando con cerveza

contradice lo que está escrito en el libro sobre los valores que se

ejercieron”, días después me informa que no va a participar en mi

“libro” y Adolfo me sugiere tomar un curso de redacción.

325

Nada cambió mi entusiasmo y seguridad. En verdad agradezco la

franqueza con la que me hablaron, sabía que era por mí bien, lo iba

hacer aunque fuera yo solo. Desde el principio supe que era mi

obra, mi creación, mi hijo. Nada iba a detener la señal recibida.

La idea de escribir, portada, diseño, estructura, publicación y

“trabajo de nalga” es mío. El Maco se hizo presente: aportó

documentos y fotografías. Escribí para contar la historia del grupo;

me queda claro; sin embargo, que la aportación de sus historias

definió la orientación y que cada uno, incluso los que no

escribieron, deben saber que resultado también es suyo, Gracias a

todos los Hijos por el trabajo realizado.

¿Por qué no utilicé corrector de estilo? Mi tesis apoyada en

Heidegger, es que la palabra, hablada o escrita, tiene tres

dimensiones: cuerpo, alma y espíritu. En su segunda manifestación

-lo escrito- el cuerpo es la letra (tamaño, tipo, etc.); el alma es

precisamente la corrección de estilo: nos proporciona claridad,

quita los sobrantes y nos facilita la lectura, pero muchas veces,

también, quita sentido y esto, el significado, es lo espiritual de la

palabra, lo más valioso de la comunicación humana y la razón de

ser de la expresión de la persona.

La identidad chimalhuacana y mexicana, desde mi punto de vista,

tiene dos aspectos fundamentales: negativo y positivo. El primero

tiene que ver con la inclinación a no acercarse al conocimiento,

saber de oídas; esto le da cerrazón e ignorancia y se pierde. El

segundo es la seguridad de grandeza y el resguardo de sus tesoros

espirituales: la tradición, donde el amor a la vida y la diversión

hacen su nido.

Hemos afirmado que el nacimiento, desarrollo y trascendencia del

TIDEES se debe a su trabajo en comunidad. Me distancié

psicológicamente del grupo para que pudiera mirar la objetividad

en mis amigos, como dijo mi hijo Félix Antonio: “tienes que dejar

de ser Tidees, por un tiempo, para convertirte en autor”.

Pretendemos que vean un grupo que clarifica los significados que

hay en el mundo, las miles de razones de valor que hay cuando

326

nos decidimos a abandonar el anonimato, la masa, cuando nos

arriesgamos a ser. Si bien tuvieron su espacio y su tiempo: el

pueblo y la mitad del siglo veinte, lo cierto es que hay otro tiempo

y espacio que tiene que ver con la temporalidad de la que habla

Heidegger [Boutot Alain, 1995], es decir, el hecho de hacer

historia y que haya un devenir que conserve su mismidad.

Miré como el fenómeno amalgamado se da muy de vez en vez: los

individuos son de tan grata presencia que no obstaculiza, sino que

fortalece la denominación de grupo. Cuando nos encontramos los

amigos seguimos siendo los mismos: llenos de vitalidad y

disposición. No hay grandes pretensiones, sólo damos sentido a las

acciones que acompañan nuestro transitar por la vida.

El tono escogido, para este trabajo, fue el existencial porque

descubre la realidad concreta de un individuo y se cristaliza su

condición trascendente. “Es lo más específico del hombre porque

ilumina el espacio y se despliega en el tiempo” -Medard Boss-, lo

entiendo así: Los Hijos hicieron de su espacio y de su tiempo, la

eternidad.

La eternidad se da en cada momento, se logra cuando le damos

sentido a nuestras acciones y somos capaces de forjar la existencia

individual, cuando miramos que fuimos hechos con un propósito y

descubrimos que “estamos aquí para aprender amar

desinteresadamente” [Kübler R. E., 2004]

En la película “Los miserables” cuando se desata la revolución, en

una batalla entre los rebeldes y la policía, Jean Valjean busca a

Marius, novio de su hija Cosette para pedirle que vaya en busca de

ella:

- “Ve junto a ella”, le dice.

– “No”, le contesta.

– “Ve junto a ella”, le repite.

– “No, ahora no”, insiste.

- “Ella es tu futuro”.

- “Si no vencemos ninguno tendremos futuro”.

- “Tienes amor, es el único futuro que Dios nos da…”

327

El amor, es la conquista de los Tidees –nos lo dio EL, su dueño,

para avalarlo sólo hay que observar los rostros en las fotos

escogidas ¿Qué se observa? Siempre somos así cuando estamos

juntos, parecemos niños con “zapatos nuevos”, tenemos conciencia

de lo que fuimos, de lo que somos ahora y de lo que nos espera

más allá del último día. Y como dijera Chucho: << ¿Quiénes se

han dado el lujo de ser, cómo nosotros somos?>>.

Hasta el término del escrito, frente a la computadora, hubo

sonrisas, carcajadas, canciones; me paré a bailar rock and roll y

también hubo lágrimas, muchas lágrimas (de alegría).

El transitar por su escritura me permitió exorcizar mis demonios;

buscar en mi interior lo mejor de mí y darlo. Parecía que se alzaba

el telón y miraba el pasado nítido, sin mácula, es por eso que al ver

el todo, como resultado y como proceso, estoy seguro de que lo

que escribimos y de lo que he mirado de nosotros –los Hijos, los

Tidees- me hizo sentir lo que dice el poema más corto que se ha

escrito en el mundo: “Me ilumino de inmensidad” –Giuseppe

Ungaretti—.

Mur, Pepito, yo, Pabello, Julio, Giulio, Rabelt, Villegas, Tomás V.,

Niño. Maco, Barajas, Adolfo y Quino.

328

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