texto narrativo. cuento tradicional
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Teoría de Texto Narrativo y cuento tradicional.TRANSCRIPT
TEXTO NARRATIVO
Historia y relato.
En toda narración es posible reconocer una historia (lo que sucede) y un relato (la
manera en que es contada esa historia.
Cuando prestamos atención a la historia, identificamos los sucesos principales o
núcleos, registramos quiénes realizan o experimentan los sucesos narrados y en qué marco
espacial y temporal sucede la acción. En cambio, si nos interesamos por el relato, podremos
descubrir los recursos del autor: qué tipo de narrador eligió, en qué orden organizó los
sucesos, etc. Es decir, podemos analizar el modo que se eligió para transmitir los hechos
ocurridos o inventados.
Entre los núcleos narrativos hay una relación temporal (uno sucede a otro),
aunque no siempre se cuentan en el orden en que sucedieron, y una relación de causa y
efecto (cada hecho es causa de otro y, a su vez, genera una consecuencia). Por eso, para
vincularlos, no hay que olvidar emplear conectores como: en primer lugar, tiempo
después, ya que, luego, en segundo lugar, finalmente, porque, entonces, al comienzo,
mientras.
Las acciones y la secuencia narrativa.
Una narración está formada por acciones que realizan los personajes o que les
suceden. Algunas acciones son fundamentales para la historia y no pueden suprimirse sin
que esta se modifique, por eso se las denomina principales.
Las acciones se relacionan entre sí porque cada una provoca que sucedan otras. Así,
se van formando cadenas de hechos que se denominan secuencias narrativas. Cada
secuencia se puede nombrar con una frase construida con un sustantivo que designa la
acción principal.
Otras acciones, en cambio, no son tan importantes pero completan a las acciones
principales o están incluidas en ellas. Estas acciones se llaman secundarias. Se las
reconoce porque, si se las suprime, la historia no se altera y el lector la comprende.
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La estructura de las narraciones
En una narración, la secuencia de acciones más abarcadora o general corresponde a
los tres momentos principales que forman su estructura:
La situación inicial El conflicto La resolución o el
desenlace
Se presenta a los
personajes, el lugar y el
momento en que sucede la
historia. La situación tiene
cierto equilibrio.
Se rompe el equilibrio de la
situación inicial por un
problema o conflicto que el
protagonista debe afrontar.
El conflicto se resuelve a
favor o en contra del
protagonista.
Las causas y las consecuencias.
Las acciones se van uniendo en cadenas que establecen relaciones de causa y
consecuencia. Es decir, una acción es causa de otra, que es su consecuencia.
Algunos conectores de causa son: porque, como, puesto que, pues, ya que, a
causa de, dado que.
Algunos conectores de consecuencia pueden ser: por lo tanto, por eso, por
lo que, en consecuencia, así que, por consiguiente, por ello.
3. El narrador y el autor.
En todas las narraciones hay un narrador que cuenta la historia y las acciones que
realizan los personajes o lo que les sucede. El narrador es la “voz” ficcional que cuenta los
hechos de la narración y los ubica en el tiempo y en el espacio. También organiza la
historia de cierta manera. Por ejemplo, puede comenzar a contar los hechos desde el
principio o comenzar por el final y presentar lo que sucedió en forma de recuerdo del
pasado.
El narrador puede referir los hechos en primera o en tercera persona gramatical,
que se reconocen por los pronombres y las terminaciones de los verbos utilizados en el
relato.
Primera persona: Salí al recreo y me encontré con mi amigo Marcos. Le
recordé que me devolviera mi libro.
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Tercera persona: Salió (él/ella) al recreo y se encontró con su amigo
Marcos. Le recordó que le devolviera su libro.
** Para tener en cuenta:
Es importante no confundir al narrador, que es una voz, un “sujeto” ficcional que cuenta la
historia, con el autor, que es la persona real que escribió esa historia. Por ejemplo, un
autor puede escribir una historia narrada por un animal o por un ser maravilloso, que
cuenta la historia en primera persona.
Clases de narrador.
Además de la persona gramatical, el narrador se clasifica según su participación en
la narración y su conocimiento de los hechos.
Personaje Testigo Omnisciente
Es un personaje principal o
secundario que participa de la
historia que cuenta y narra esos
hechos en primera persona:
“Nos gustaba la casa […] nos
habituamos Irene y yo a persistir
solos en ella…” (Julio Cortázar,
“Casa tomada”).
Cuenta hechos que presenció, sin ser
protagonista, o que le contaron.
Puede narrar en primera o en tercera
persona.
“Dicen (lo cual es improbable) que
la historia fue referida por Eduardo,
el menor de los Nelson, en el velorio
de Cristián, el mayor […]. Lo cierto
es que alguien la oyó de alguien […]
y la repitió a Santiago Dabove, por
quien la supe…” (Jorge Luis Borges,
“La intrusa”)
Es un narrador externo a la historia
que cuenta, o sea que no participa de
los hechos ni tampoco los presenció.
Sabe todo acerca de lo que sucede:
que los personajes hacen y dicen,
pero también lo que piensan, sienten,
lo que sucede simultáneamente en
otro lugar, etc. Siempre narra en
tercera persona.
“¿Sabe Angélica que, dentro de una
hora, aparecerá tío Andrés,
disfrazado de papá Noel, y teme que
Ricardito, al advertir el engaño…?
(Augusto M. Delfino, “Revelación”)
El narrador también caracteriza a los personajes por medio de descripciones, que
pueden abarcar tanto su aspecto exterior como su forma de ser (cómo piensan, cómo
actúan, cómo hablan) y sus sentimientos. Es decir, cada personaje tiene su propia
“personalidad” en el mundo de ficción del relato.
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El narrador puede incluir, a veces, las voces de los personajes en forma de diálogo.
En esos casos, aparecen marcas que permiten al lector identificar quién está hablando.
Ejemplo:
-¡Anda! Es demasiado tarde para aclarar esta situación- sentenció Foster.
Para introducir las palabras de los personajes de manera directa, el narrador emplea
verbos vinculados con el acto de decir. Algunos de esos verbos son: preguntar, responder,
contestar, exclamar, decir, gritar, entre muchos otros.
Personajes protagonistas y antagonistas.
El personaje principal de una narración se denomina protagonista. Esta palabra se
formó a partir de la palabra griega protós, que significa “primero”, más la palabra agón,
que significa “lucha”, “combate”, y el sufijo –ista, que indica una persona que realiza una
acción. El protagonista, por tanto, es el personaje que “lucha” y actúa produciendo cambios
importantes en una situación.
En las narraciones, además, hay otro personaje tan importante como el protagonista:
su enemigo, el antagonista, que ocupa el lugar del malo o del “villano” en los relatos
contemporáneos. La palabra “antagonista” está formada por los términos griegos antós, que
significa “contrario”, más agón y el sufijo –ista.
** En las narraciones tradicionales y en otras suelen intervenir personajes que contribuyen
positivamente con las acciones del protagonista y personajes cuya función es ponerle
obstáculos. Se trata de los ayudantes y oponentes.
Los tiempos verbales de la narración
El tiempo verbal más usado en la narración es el pretérito, dado que, por lo general,
se relatan hechos ya ocurridos.
Cuando se narran acciones del pasado, es común que el narrador se refiera a hechos
que ocurrirán en el futuro. También, que interrumpa el hilo de la narración para comentar
algo: en ese caso, el tiempo verbal del comentario será presente de indicativo. En todo
caso, es importante que los hechos del pasado (que son los que conforman la historia
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narrada) se enuncien en el tiempo del pretérito que corresponda, es decir, que el relato
respete la correlación verbal.
Cuando el tiempo base de una narración- es decir, el que se utiliza para relatar las
acciones principales- es el presente, las acciones se expresan en pretérito perfecto
compuesto o en pretérito perfecto simple, y las acciones posteriores, en futuro o
mediante la forma (ir + a + infinitivo). Por ejemplo:
Levanto del suelo el sobre que encontré, lo miro tratando de descifrar la letra
pequeña, que ha quedado casi transparente después del paso de los años. ¿Estoy
preparada para lo que voy a ver si logro abrirlo? ¿Seré capaz de hacerlo?
Acciones anteriores Tiempo base Acciones posteriores
Pretérito pluscoamperfecto
ha quedado
Pretérito perfecto simple
encontré
Presente
levanto, estoy
Futuro imperfecto
seré
Ir + a + Infinitivo
voy a ver
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EL CUENTO TRADICIONAL
“Hay cuentos y cuentistas para todos los gustos. Más todavía, los cuentos, al igual que sus autores,
tienen diversas formas, tamaños y contenidos. Así hay cuentos largos como Julio Cortázar y
cuentos cortos como Tito Monterroso; cuentos livianos como Julio Ramón Ribeyro y cuentos
pesados como Lezama Lima; cuentos chuecos como Augusto Céspedes y cuentos borrachos como
Edgar Allan Poe; cuentos humorísticos como Bryce Echenique y cuentos angustiados como Franz
Kafka; cuentos eruditos como JL Borges […]y así, como estos ejemplos, hay un montón de cuentos
como hay de todo en la viña del Señor. El saber elegirlos no es responsabilidad del escritor sino un
oficio que le corresponde al lector.”
(Víctor Montoya, “Lecciones sobre el arte de escribir cuentos breves”)
En su origen, los cuentos tradicionales eran relatos anónimos y populares que se
explicaban en casa…cuentos para mayores o para pequeños. Eran historias orales que han
llegado hasta nosotros de la mano de los compiladores que las reunieron en libros, como
Las mil y una noches, un libro árabe que reúne relatos como Aladino, Alí Babá o Simbad el
marino.
En Europa rápidamente se extendió la práctica de recopilar los cuentos populares.
En España, Don Juan Manuel lo hizo en El Conde Lucanor; en Italia, Bocaccio en El
Decamerón; en Inglaterra, Chaucer en Los cuentos de Canterbury. Todos del siglo XIV.
Con el paso de los siglos, esta costumbre siguió viva. En el siglo XIX, algunos
escritores, como los hermanos Grimm reunieron los cuentos en varios volúmenes.
Podemos definir, entonces, al cuento tradicional como una creación literaria
relativamente breve, de carácter narrativo, y autor anónimo, que refiere
acontecimientos ficticios. Cada vez que se relata un cuento, en forma oral o escrita, se
produce una versión diferente de él, diferente de otra anterior.
Una variante, puede ser el cambio de un elemento por otro, sin que modifique el
tema o el sentido del texto. Por ejemplo: si en una fábula el animal traidor es el escorpión,
que, por naturaleza no puede dejar de comportarse cruelmente con la rana (el animal
traicionado), en otra versión, el que cumple la función de la naturaleza traidora puede ser la
vívora, y el engañado, el hombre.
La necesidad de conservación del tema responde a la misma finalidad del cuento
que, si bien es proporcionar diversión y placer, también tiene una función didáctica, es
decir que, de estos cuentos, es posible extraer una enseñanza.
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Algunos elementos de los cuentos tradicionales son:
1. Los personajes de los cuentos realizan acciones parecidas: salir de casa, superar
pruebas…
y son esquemáticos (representan “tipos”): el agresor (la bruja, la madrastra, el
dragón…); el personaje mágico (el hada, el duende…); los héroes.
2. Podemos encontrar en ellos números mágicos, el 3 y el 7: tres chanchitos, tres hijas…
3. Podemos ver que hay algunas acciones que se repiten: prohibición-desobediencia (en el
cuento de Caperucita, por ejemplo); Interrogación-Información (“espejito, espejito” en
Blancanieves); combate-victoria; persecución socorro.
4. Abundan las repeticiones y las escenas simétricas (por ejemplo, el soplido del lobo en el
cuento de los tres cerditos).
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