testamento de los doce patriarcas

Upload: abraham-cochachi-carrizales

Post on 08-Aug-2018

338 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    1/39

    TESTAMENTOS DE LOS DOCE PATRIARCAS,

    HIJOS DE JACOB

    TESTAMENTO DE RUBN

    Sobre los pensamientos

    1 1Copia del testamento de Rubn y de las recomendaciones a sus hijos, antes de morir a los cientoveinticinco aos de edad. 2Dos aos despus de la muerte de Jos, estando enfermo Rubn, se reunieron sus hijos ynietos para visitarle.

    3Les habl as:Hijos mos, me estoy muriendo y voy a seguir el camino de mis padres.4Viendo entonces a Jud, Gad y Aser, sus hermanos, les suplic;

    Incorporadme, hermanos, para que os descubra a vosotros, hermanos e hijos mos, todo lo que guardooculto en mi corazn, ya que me estn fallando las fuerzas.5Incorporndose, los bes afectuosamente y prorrumpi en lgrimas. Les dijo:Escuchad, hermanos mos; prestad odos a Rubn, vuestro padre, y a lo que os ordeno. 6Os conjuro hoy por

    el Dios del cielo: no os dejis llevar por la ignorancia juvenil ni por la lujuria. Por ella me dej arrastrar yo y profanel lecho de mi padre Jacob.7Os aseguro que (Dios) me infligi un gran castigo en mis flancos durante siete meses, ysi mi padre Jacob no hubiera rogado por m al Seor... porque l quera aniquilarme gustoso! 8Tena entonces treintaaos cuando hice el mal ante el Seor, y estuve enfermo de muerte durante siete meses. 9Luego, por propia decisin,hice penitencia ante el Seor durante siete aos. 10No beb vino ni licor; la carne no entr a mi boca ni gust ningnalimento apetitoso mientras guardaba duelo por mi pecado, tan grande era l! Que nunca se cometa tal cosa enIsrael!

    21Escuchad ahora, hijos mos, lo que vi sobre los siete engaosos espritus durante mi tiempo de penitencia.2Siete espritus ha dispuesto Beliar contra el hombre; ellos son los causantes de las acciones de la juventud. 3Otrossiete ha dado Dios al hombre desde la creacin, para que por ellos puedan realizarse las obras humanas. 4El primero,el espritu de vida, gracias al cual se constituye el conjunto humano; segundo, el espritu de la visin, gracias a la cualse genera el deseo; 5tercero, el espritu del odo, por el que se transmite la enseanza; cuarto, el espritu del olfato,gracias al cual existe la sensibilidad para atraer el aire y el aliento; 6quinto, el espritu del habla, por el que se generael conocimiento; 7sexto, el espritu del gusto, gracias al cual tiene lugar la ingestin de alimentos y bebidas, [y porellos se crea la fuerza, pues en los alimentos reside su fundamento]; 8sptimo, el espritu del semen y la cpula, por elcual se introduce el pecado a travs del ansia de placer. 9Por esta razn es ste el ltimo espritu de la creacin y elprimero de la juventud, porque est llena de estupidez y conduce al joven, como un ciego, hacia la fosa o, como unabestia de carga, hacia el precipicio.

    31Adems de todos stos existe un octavo espritu, el del sueo, gracias al cual fueron creados el xtasis de lanaturaleza y la imagen de la muerte. 2A estos espritus se mezcla el del error. 3El primero, el espritu de la fornicacin,tiene su asiento en la naturaleza y en los sentidos; el segundo, el espritu de la insaciabilidad, en el vientre; 4el tercero,el espritu de la guerra, en el hgado y la bilis; el cuarto, el espritu del agrado y del encanto, para parecer hermosospor medio de lo intil; 5el quinto, el espritu del orgullo, para jactarse y vanagloriarse; el sexto, el espritu del engao,de perdicin y envidia, para fingir palabras y hacerlas pasar desapercibidas ante parientes y vecinos; 6el sptimo, elespritu de injusticia, gracias al cual se producen los robos y atracos, para ejecutar los deseos del propio corazn. Lainjusticia, en efecto, colabora con los otros espritus gracias al cohecho. 7[A ellos se aade el espritu del sueo, eloctavo, unido a engaos y fantasas.] 8De este modo se corrompen los jvenes, entenebreciendo su mente lejos de laverdad, no sintiendo segn la ley de Dios ni obedeciendo a las amonestaciones de sus padres, tal como me ocurri a

    m en mi juventud.9Mas ahora, hijos mos, amad la verdad, y ella os guardar. sta es mi enseanza, escuchad a Rubn vuestropadre. 10No concedis importancia al aspecto exterior de la mujer; no permanezcis solos con mujer casada ni perdisel tiempo en asuntos de mujeres. 11Si yo no hubiera visto a Bala bandose en un lugar apartado, no habra cado entan gran impiedad. 12Desde que mi mente concibi la desnudez femenina, no me permiti conciliar el sueo hasta quecomet la abominacin. 13Mientras mi padre Jacob estaba ausente en casa de Isaac, su padre, y nosotros, en Gader,cerca de Efrat, en la regin de Beln, Bala, ebria, yaca durmiendo desnuda en la alcoba. 14Yo entr, vi su desnudez,

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    2/39

    comet la impiedad y, dejndola dormida, sal fuera. 15Inmediatamente un ngel del Seor revel a mi padre Jacob miimpiedad. Volviendo a casa, comenz a llorar mi pecado y no la toc ms.

    41No prestis atencin a la hermosura de las mujeres ni os detengis a pensar en sus cosas. Caminad, por elcontrario, con sencillez de corazn, con temor del Seor, ocupados en trabajos, dando vueltas por vuestros libros yrebaos hasta que el Seor os d la compaera que l quiera, para que no os pase como a m. 2Hasta la muerte denuestro padre no me atrev a mirar el rostro de Jacob o dirigir la palabra a alguno de mis hermanos por temor a susreproches, 3y hasta ahora mi conciencia me tortura por mi pecado. 4Sin embargo, mi padre me consol, ya que rog aDios para que se apartara de m su ira, como me lo indic el Seor. Desde entonces, arrepentido, me mantuvevigilante y no pequ. 5Por ello, hijos mos, observad todo lo que os prescribo y no pecaris jams. 6Ruina del alma es

    la lujuria; aparta de Dios y acerca a los dolos, engaa continuamente la mente y el juicio, y precipita a los jvenes enel Hades antes de tiempo. 7A muchos ha perdido la lujuria. Aunque sea anciano o de noble cuna, lo hace ridculo eirrisorio ante Beliar y los humanos. 8Jos hall gracia ante el Seor y los hombres porque se guard de las mujeres ymantuvo limpia su mente de toda fornicacin. 9Aunque la egipcia lo intent muchas veces con l, convoc a losmagos y le ofreci filtros de amor, su buen juicio no admiti ningn mal deseo. 10Por ello el Dios de mis padres lesalv de peligros de muerte ocultos y manifiestos. 11Si la lujuria no se apodera de vuestra mente, ni siquiera Beliar osvencer.

    51Perversas son las mujeres, hijos mos: como no tienen poder o fuerza sobre el hombre, lo engaan con elartificio de su belleza para arrastrarlo hacia ellos. 2Al que no pueden seducir con su apariencia lo subyugan por elengao. 3Sobre ellas me habl tambin el ngel del Seor y me ense que las mujeres son vencidas por el espritu dela lujuria ms que el hombre. Contra l urden maquinaciones en su corazn, y con los adornos lo extravan

    comenzando por sus mentes. Con la mirada siembran el veneno y luego lo esclavizan con la accin. 4Una mujer nopuede vencer por la fuerza a un hombre, sino que lo engaa con artes de meretriz. 5Huid, pues, de la fornicacin, hijosmos, y ordenad a vuestras mujeres e hijas que no adornen sus cabezas y rostros, porque a toda mujer que usa deengaos de esta ndole le est reservado un castigo eterno. 6De este modo sedujeron a los Vigilantes antes del diluvio.Como las estaban viendo tan continuamente, se encendieron en deseos por ellas y concibieron el acto ya en susmentes. Se metamorfosearon en hombres y se aparecieron a ellas cuando estaban con sus maridos. 7Las mujeressintieron interiormente atraccin hacia tales imgenes y engendraron gigantes. Los Vigilantes, en efecto, se lesaparecieron con un tamao que llegaba hasta el cielo.

    61Guardaos de la fornicacin y, si deseis mantener limpia vuestra mente, guardad vuestros sentidosapartndolos de las mujeres. 2Ordenadles igualmente que no frecuenten la compaa de los hombres para mantener

    tambin su mente pura.3

    Los abundantes encuentros aunque en ellos no se cometan impiedades, son para las mujeresuna enfermedad incurable y para nosotros mancilla perpetua ante Beliar. 4La lujuria no posee ni sabidura ni piedad yla envidia habita en su deseo.5Por ello envidiaris a los hijos de Lev e intentaris elevaros por encima de ellos, pero no podris. 6Dios se ocuparde su venganza y moriris malamente. 7A Lev y a Jud dio el Seor el mando, y con ellos tambin a m, a Dan y aJos, para que seamos los jefes. 8Por ello os ordeno que prestis odos a Lev, porque l conoce la ley del Seor. lformular las instrucciones precisas para los juicios y sacrificios por todo Israel hasta la consumacin de los tiempos,pues l es el sumo sacerdote ungido de que habl el Seor. 9Os conjuro por el Dios del cielo que cada uno diga laverdad a su prjimo y tenga amor a su hermano. 10Acercaos a Lev con humildad de corazn, para que recibis labendicin de sus labios. 11l bendecir a Israel y a Jud, porque el Seor ha decidido reinar por l sobre todos lospueblos. 12Inclinaos ante su descendencia, porque morir por vosotros en batallas visibles e invisibles y ser vuestro

    rey para siempre.71Muri Rubn tras haber formulado estas recomendaciones a sus hijos. 2Lo colocaron en una urna hasta que,

    sacndolo de Egipto, lo enterraron en Hebrn, en la cueva doble, donde descansaban sus padres.

    TESTAMENTO DE SIMEN

    Sobre la envidia

    11Copia de las palabras de Simen, tal como habl a sus hijos antes de morir, tras cumplir ciento veinte aos,

    poca en la que muri Jos.2

    Sus hijos fueron a visitarle durante su enfermedad. Haciendo acopio de fuerzas, seincorpor, los bes y les habl as:

    21Escuchad, hijos, a Simen vuestro padre,od cuanto encierra mi corazn.2Yo fui el segundo hijo de Jacob;mi madre, La, me llam Simen

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    3/39

    porque el Seor escuch su plegaria.3Me cri fuerte en extremo,no me retraje ante ninguna accin,ni sent temor ante ningn trabajo.4Mi corazn era duro,mi pecho indomabley mis entraas sin piedad.

    [5Porque el Altsimo otorga la valenta tanto a las almas como a los cuerpos de los hombres.] 6Por aquel entoncestena yo celos de Jos porque nuestro padre lo amaba, 7y mi clera se afianzaba en la idea de aniquilarlo. El prncipedel error, envindome el espritu de la envidia, haba obcecado mi mente, dispuesta a no considerarle como hermanoni a tener piedad de Jacob, mi padre. 8Pero su Dios y de sus padres envi a su ngel y lo salv de mis manos. 9Cuandoyo me diriga a Siqun, a llevar un ungento para los rebaos, y Rubn a Dotan donde se encontraba nuestrodepsito de tiles y vituallas, Jud mi hermano vendi a Jos a los ismaelitas. 10Lleg Rubn y se entristeci, puespretenda salvarlo para conducirlo a su padre. 11Yo, en cambio, me irrit contra Jud por haberle dejado vivo y pascinco meses enfadado con l por este motivo. 12Pero el Seor me fren y me impidi el uso de mis manos: mi diestraestuvo casi seca durante siete das. 13Supe entonces, hijos mos, que me haba ocurrido esto por Jos. Arrepentido,prorrump en lgrimas y rogu al Seor que me restituyera mi mano y me viera libre de toda impureza, envidia einsensatez. 14Supe, pues, que por envidia haba intentado cometer una mala accin a los ojos del Seor y de mi padre,Jacob, contra Jos, mi hermano.

    31Hijos mos, guardaos de los espritus del error y de la envidia. 2sta se aduea del pensamiento entero de

    los hombres y no les permite comer, beber ni practicar obra buena. 3La envidia sugiere en todo momento ladestruccin del objeto envidiado. ste florece por doquier, pero el envidioso se marchita. 4Durante dos aos aflig mialma con ayunos por temor al Seor: comprend que la liberacin de la envidia slo se procura por el temor de Dios.5Si alguien se refugia en el Seor, huye de l el mal espritu y su mente se torna ms gil. 6Desde ese momentosimpatiza con el envidiado, no condena a los que le quieren bien y se ve as libre de la envidia.

    41M padre preguntaba continuamente por m, porque me vea con un rostro entristecido, a lo que yoresponda:

    Me duele el hgado.2Yo tena ms pena que nadie porque era el causante de la venta de Jos. 3Cuando bajamos a Egipto y l me

    mand prender como espa, pens que sufra justamente y no me apesadumbr. 4Pero Jos era hombre bueno y tenael espritu de Dios consigo. Era compasivo y misericordioso, por lo que no me guardaba rencor, sino que me mostrsu afecto como al resto de mis hermanos. 5Guardaos, pues, hijos mos, de toda clase de celos y envidias. Caminad consencillez de espritu, para que Dios derrame sobre vuestras cabezas gracia, gloria y bendicin, como habis visto enJos. 6Nunca en su vida nos reproch esta accin, sino que nos am como a s mismo, nos honr ms que a suspropios hijos y nos concedi riquezas, rebaos y frutos de la tierra. 7 Hijos mos queridsimos, amad cada uno avuestro hermano con corazn bondadoso y apartad de vosotros al espritu de la envidia. 8ste hace al alma salvaje,destroza el cuerpo, infunde en la mente ira y ardor guerrero, la exacerba hasta derramar sangre, pone al pensamientofuera de s y no permite que la sabidura acte en los hombres. Ahuyenta el sueo, agita al alma y hace temblar alcuerpo. 9Incluso durante el sueo, cierto deseo del mal le corroe con sus fantasas, perturba el alma con malosespritus y estremece al cuerpo. El alma se despierta del sueo agitada y aparece as ante los hombres como poseedorade un espritu malvado y ponzooso.

    51

    Como no habitaba en l ningn mal, era Jos de hermosa figura y bello de aspecto, pues el rostro traicionala inquietud del espritu.2Hijos mos,haced virtuosos vuestros corazones ante el Seor,enderezad vuestros caminos ante los seres humanosy hallareis gracia ante Dios y los hombres.3Guardaos de la fornicacin,pues es ella la madre de todos los males,aparta de Diosy acerca a Beliar.

    4He ledo en el Libro de Henoc que vosotros y vuestros hijos pereceris por la fornicacin y que ellos intentarn hacer

    el mal a Lev con la espada. 5Pero no podrn nada contra l, pues pelear la batalla de Dios y vencer a todos vuestrosejrcitos. 6Subsistirn slo unos pocos divididos entre Lev y Jud, y ninguno de vosotros lograr el mando, como loprofetiz mi padre Jacob en sus bendiciones.

    61Ved que os lo he anunciado todo de antemano para quedar exonerado de vuestros pecados.2Pero si erradicis de vosotros la envidia y la dureza de corazn,florecern como una rosa mis huesos en Israel,

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    4/39

    y mi carne como un lirio en Jacob;mi aroma ser como el del Lbano;y los santos que de m salganse multiplicarn para siempre como cedros,y sus ramas se extendern a gran distancia.3Entonces perecer el linaje de Canan,y a Amalec no le quedar ningn resto;perecern todos los capadocios,y todos los heteos sern aniquilados.4 Desfallecer la tierra de Cam,y todo ese pueblo perecer.Entonces descansar la tierra de turbacin,y de guerra todo lo que hay bajo el cielo.5Entonces Sem ser cubierto de gloria,porque el Seor Dios, el grande de Israel,aparecer sobre la tierra [como un hombre]salvando por s mismo a Adn.6Todos los espritus del error sern pisoteados,y los seres humanos reinarn sobre los malos espritus.7Entonces resucitar con alegra

    y alabar al Altsimo por sus maravillas,[porque Dios, tomando un cuerpo humano y comiendo con los hombres, los ha salvado].

    71Ahora, hijos mos, obedeced a Lev y a Jud. No os levantis contra estas dos tribus, porque de ellas surgirla salvacin de Dios. 2Porque el Seor suscitar de Lev como un sumo sacerdote, y de Jud un rey, [Dios y hombre].ste salvar [a todas las naciones y] al pueblo de Israel. 3Por ello os prescribo todas estas cosas, para que vosotros lastransmitis a vuestros hijos a fin de que las guarden por siempre.

    81Acab Simen de impartir estas recomendaciones a sus hijos y se durmi con sus padres a la edad deciento veinte aos. 2Sus hijos lo depositaron en un atad de madera incorruptible para transportar luego sus huesos aHebrn y, durante la guerra de Egipto, los llevaron all ocultamente. 3Pero los egipcios custodiaban los huesos de Josen las cmaras de los reyes, 4pues los magos les haban dicho que, cuando salieran sus huesos, habra en Egiptooscuridad y tinieblas un gran castigo para los egipcios, tanto que ni aun con una antorcha podra cada unoreconocer a su hermano.

    91Los hijos de Simen lloraron a su padre conforme a las leyes del duelo y permanecieron en Egipto hasta elda de su salida por mano de Moiss.

    Apndice

    Expansin del texto eslavo (S1.2) tras TestSim 8,3 (texto de N. Tichonravov, pp. 155-158).

    Escucha, pues, judo, lo que dice Simen. He visto en los Libros de Henoc que vosotros y vuestros hijos oscorromperis por la fornicacin. Es decir, que sin conocer al Hijo de Dios y dispersos entre las gentes pecarn contraLev. Esto significa que a Jesucristo, sumo sacerdote segn el orden de Lev, los judos lo atravesaron con una lanza.Pero no podan contra Lev, ya que ste hace la guerra del Seor.

    Confiesa, judo, considera la lucha del Seor, en cuanto que a l os habis enfrentado. Obrando as habisatado sobre la cruz a quien padeca por su propia voluntad, y lo colocasteis en la tumba, sellndola. Pero resucit sinromper el sello y sin ningn tipo de corrupcin, pues no pudo la tumba sellada retener a la divinidad, sino que, comodijo en su bendicin nuestro padre Jacob profetizando, no les era posible (impedir?) que bendijera a los pueblos.

    Continu Simen hablando a sus hijos, es decir, para liberar del pecado vuestras almas. Simen, pues,profetiza y pone de manifiesto la llegada de Cristo. Con ello purifica su alma de todo tipo de mala accin de la estirpede los hebreos . . . (es decir) si os apartis de la envidia y del orgullo. Y luch Simen con sus hijos para alejarlos dela envidia y del orgullo, pero no pudo impedrselo, pues los judos se llenaron de envidia y orgullo. Atando a Jess, locondujeron ante Pilato para ser juzgado. Pilato dijo: No hallo en l ninguna culpa.

    Simen dijo:Si os apartis de la envidia y el orgullo, mis huesos florecern como rosas, y como un lirio mi carne en

    Jacob; mi olor ser un aroma maravilloso y se acrecentar como un cedro sagrado. Pues, por qu se llama sagrado alcedro o por qu se santifica? Con los ojos de la sabidura vieron los grandes patriarcas cmo Jess era hijo de Dios yfue crucificado en ciprs, pino y cedro. Por esta razn recibi el cedro el nombre de santo. Mi palabra (permanece)por siempre, es decir, la profeca sobre Cristo, hasta el momento final de sus ramas, cuando se hagan grandes. Estoquiere decir que el nombre de Cristo se extender hasta los gentiles. Entonces habr un signo glorioso, cuando el

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    5/39

    Seor, Dios grande, se manifieste sobre la tierra como un hombre salvando a Adn. Considera cmo salvar a Adnpor s mismo, porque Adn era el primer hombre y haba cado transgrediendo el mandamiento divino. Por ello Diosse hizo hombre, tomando su carne de una virgen, salvando por s mismo la naturaleza y al hombre. Levant a Adn.Entonces dijo:

    Se le darn todos los espritus del error para su tentacin, mas los hombres se enseorearn de los malosespritus.

    Y, cuando la ascensin del Seor, envi su Santo Espritu sobre los santos ngeles y les concedi poder yfuerza, y por las palabras del Seor expulsarn a los espritus del error. Por esto nosotros hasta hoy mantenemos en(nuestras) manos los huesos sagrados. Por obra del Espritu Santo las almas impuras (es decir, los espritus impuros)se disipan como el homo. Entonces dijo:

    Entonces yo resucitar con alegra y bendecir al Altsimo por sus maravillas. Considerad el estruendo de lafuerza, cuando tembl la tierra al ser crucificado el Seor. Las tumbas se abrieron; los muertos resucitaron ybendecan todos al Altsimo por sus maravillas, tal como dijo el Seor, que se encarna, como con los hombres y lossalva.

    Entonces dijo (Simen):Obedeced a Lev; en Jud seris redimidos. No os levantis contra estas dos tribus, porque de ellas surgir

    para vosotros la salvacin de Dios. Dios suscitar de Lev como un sumo sacerdote, y de Jud, un rey y hombre. stesalvar a las tribus de Israel y a todos los hombres. Considera, desgraciado, que el Seor os suscitar un sumosacerdote de Lev. El Seor ha dicho uno como sumo sacerdote, porque lo revisti con la carne, y era como sacerdotesegn (el orden) de Lev. As pues, (lo) dijo a todos los pueblos y a las tribus de Israel. Entonces muchos israelitas se

    salvaron de entre ellos. De los ms altos apstoles haba doce . . . y nueve de los discpulos . . . y otros muchos, sinnmero, quedaron santificados al creer en Dios. Vosotros (por el contrario), desgraciados, seris dispersados entretodas las gentes con insultos, malos tratos y oprobio.

    Por ello dijo os ordeno esto a vosotros, hijos, para que transmitis a vuestros hijos (todo) lo que os hemostrado, a fin de que lo guardis por (todas) vuestras generaciones. As dije.

    TESTAMENTO DE LEV

    Sobre el sacerdocio y el orgullo

    11Copia de las palabras de Lev, de cuanto orden a sus hijos antes de su muerte, de todo lo que haban dehacer y cuanto les acontecera hasta el da del juicio. 2Gozaba an de buena salud cuando los convoc a su presencia,pues le haba sido revelado que iba a morir. Cuando se congregaron les habl as:

    21Yo, Lev, fui concebido en Hann y nac all mismo; despus vine con mi padre a Siqun. 2Era joven,como de unos veinte aos, cuando Simen y yo tomamos venganza de Emmor por nuestra hermana Dina. 3Cuandopastorebamos nuestros rebaos en Abelmaul, vino sobre m el espritu de la sabidura del Seor y contempl cmotodos los hombres haban corrompido su camino y cmo la maldad se haba construido (entre ellos) sus baluartes y laimpiedad tena su asiento en sus torres. 4Sent tristeza por el gnero humano y rogu al Seor (que me indicara) cmopodra salvarme. 5Cay entonces sobre m un sueo y contempl una montaa elevada. [Era sta el Monte del Escudoen Abelmaul]. 6Se abrieron entonces los cielos, y un ngel de Dios me dijo:

    Lev, entra.7Sub desde el primer cielo al segundo y vi una masa de agua colgante entre ste y aqul. 8Vi luego el tercercielo, mucho ms iluminado y brillante que los otros dos, pues haba en l una luz ilimitada. 9Pregunt al ngel.

    Por qu es esto as?Me respondi:No te admires de ello: cuando hayas subido ms, vers otros cuatro cielos ms brillantes y puros (que stos).10Estars cerca del Seor,sers su servidor,anunciars sus misterios a los hombresy proclamars la redencin futura de Israel.

    [11A travs de ti y de Jud aparecer el Seor entre los hombres, salvando a todo el gnero humano.]12

    Tu subsistencia provendr de la porcin del Seor; l ser para ti campo, via, frutos, oro y plata.31Oye ahora (lo que voy a decirte) sobre los siete cielos. El ms bajo es el ms triste, ya que contempla todaslas injusticias de los hombres. 2El segundo contiene fuego, nieve y hielo, preparados para el da en que el Seor d laorden, en el curso del justo juicio de Dios. En l se hallan todos los espritus que conducen a los impos a su castigo.3En el tercero se encuentran las fuerzas de los ejrcitos, dispuestas en el da del juicio a tomar venganza de losespritus del error y de Beliar. Los que estn en el cuarto cielo, sobre stos, son santos. 4En el ms alto de todos habita

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    6/39

    la Gran Gloria, en el Santo de los Santos superior a toda Santidad. 5En el siguiente cielo se hallan los ngeles de lapresencia del Seor, sus servidores, que interceden ante el Seor por todos los pecados de los justos cometidosinadvertidamente. 6Ofrecen al Seor un sacrificio de suave olor, una ofrenda razonable y sin sangre. 7En el de msabajo se encuentran los ngeles que llevan las respuestas a sus compaeros de la presencia de Dios. 8En el siguientese hallan los tronos y dominaciones, y se entonan himnos a Dios continuamente, 9pues cuando el Seor dirige sumirada hacia nosotros, todos nos conmocionamos. Tambin los cielos, la tierra y los abismos tiemblan en presenciade su grandeza. 10En cambio, los hijos de los hombres insensibles a todo esto no perciben esa realidad, pecan e irritanal Altsimo.

    41Sbete, pues, que el Seor juzgar a los humanos porque,

    aunque se hiendan las piedras,se torne el sol en tinieblas,se sequen las aguas,se enfre el fuego,se turbe toda la creacin.queden aniquilados los espritus inmortales[y el Hades sea despojado por los padecimientos del Altsimo],los seres humanos, desobedientes, continuarn en su maldad.Por ello sern castigados en el juicio.2El Altsimo ha odo tu plegariapara apartarte de la maldad,

    para que seas su hijo, siervo y ministro ante l.3T hars brillar en Jacob la luz resplandeciente de la sabidura,y sers como el sol para toda la descendencia de Israel.4Dios te dar su bendicin, a tiy a tu descendencia, hasta que el Seor visitea todas las naciones [por medio de las entraasde misericordia de su hijo] para siempre.[Pero tus hijos pondrn sus manos sobre l y lo empalarn.]5Por esto te ha sido dada voluntad e inteligencia,para que sobre ello puedas instruir a tus hijos,6porque el que lo bendiga bendito ser,

    y los que lo maldigan perecern.5 1El ngel me abri entonces las puertas del cielo y vi el templo santo y al Altsimo sobre un trono de gloria.

    2Me dijo entonces:Lev, a ti te he entregado las bendiciones del sacerdocio hasta que venga yo para habitar en medio de Israel.3Entonces el ngel me condujo a tierra, me dio un escudo y una espada y me dijo:Toma venganza de Siqun por lo de Dina; yo estar contigo, porque el Seor me ha enviado.4Acab entonces con los hijos de Emmor tal como est escrito en las tablas celestiales. 5Le pregunt:Por favor, seor, dime tu nombre, para que pueda invocarte en tiempos de tribulacin.6Me respondi:Yo soy el ngel que intercede por el pueblo de Israel para que no acaben con l, ya que todos los espritus

    malvados se lanzan contra l.7Luego me despert y alab al Altsimo con el ngel que intercede por el pueblo de Israel y por todos losjustos.

    61Cuando me diriga a casa de mi padre encontr un escudo broncneo. De aqu le viene el nombre deEscudo a esa montaa que est cerca de Gebal, a la derecha de Abil. 2Yo guardaba todas estas cosas en micorazn. 3Tomamos la determinacin mi padre, mi hermano Rubn y yo de que ste dijera a los hijos de Emmor quese circuncidaran, pues arda en celo sagrado a causa de la impiedad que haban cometido con Israel. 4Mat primero aSiqun, y Simen, a Emmor. 5Luego vinieron mis hermanos y pasaron la ciudad afilo de espada.

    6Mi padre oy lo ocurrido, se irrit y se entristeci, puesto que haban recibido la circuncisin para morirluego. (Por eso) procedi de otra manera en sus bendiciones. 7Pecamos, pues obramos contra su voluntad. En aquelda me puse enfermo. 8Pero yo haba visto que haba una sentencia condenatoria de Dios contra Siqun, ya que

    pretendan hacer con Sara lo mismo que con Dina, nuestra hermana. Pero el Seor se lo impidi. 9Del mismo modohaban perseguido a Abrahn nuestro padre, cuando resida entre ellos como forastero, e hicieron dao a sus ovejascuando estaban preadas, y a Jebl, el siervo nacido en casa, lo maltrataron terriblemente. 10As obraban con todos losextranjeros, apoderndose por la fuerza de sus mujeres y expulsndolos del pas. 11Pero la ira de Dios cay sobre elloscon todas sus consecuencias.

    71Habl as a mi padre:

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    7/39

    No te irrites, seor, porque el Seor aniquilar por tu mano a los cananeos y te dar su tierra, a ti y a tudescendencia. 2Desde hoy Siqun se llamar la ciudad de los necios, porque como uno se burla de un tonto, as nosburlamos de ellos, 3ya que haban cometido una locura con Israel: profanar a nuestra hermana.

    4Tomamos a nuestra hermana, levantamos nuestras tiendas y fuimos a Betel.

    81Cuando pasaron setenta das tuve all una visin como antes. 2Vi a siete hombres, vestidos de blanco, queme decan:

    Levntate; cbrete con la vestidura sacerdotal, la corona de la justicia, el pectoral de la sabidura, el mantode la verdad, la diadema de la fe, la mitra del signo y el efod de la profeca.

    3Cada uno de ellos llevaba un objeto, me lo colocaron y me dijeron:

    Desde ahora eres sacerdote del Seor, t y tu descendencia para siempre.4El primero me ungi con leo sagrado y me dio el cetro del juicio. 5El segundo me lav con agua pura, mealiment con pan y vino sacratsimos y me cubri con un vestido santo y glorioso. 6El tercero me toc con un pao delino parecido a un efod. 7El cuarto me ci con un cinturn de color semejante a la prpura. 8El quinto me dio unarama de fecundo olivo. 9El sexto me rode la cabeza con una corona. 10El sptimo me ci la diadema sacerdotal; mellen, adems, las manos de incienso para oficiar ante el Seor.

    11Me dijeron todos:Lev: tu descendencia ser dividida en tres funciones, como signo de la gloria del Seor que ha de venir.

    12La primera ser una porcin grande: ms que ella no habr ninguna. 13La segunda ser el sacerdocio. 14La tercerarecibir un nombre nuevo, porque surgir de Jud como rey [que crear un nuevo sacerdocio segn el estilo de lospueblos para todas las gentes. 15Su venida es impredecible, como propia de un profeta del Altsimo], venido de la

    estirpe de Abrahn, nuestro padre. 16Todo lo apetecible que hay en Israel ser para ti y tu descendencia; comers todolo hermoso de aspecto, y tu descendencia se repartir la mesa del Seor. 17De ella saldrn sumos sacerdotes, jueces yescribas; con su boca custodiarn el santuario.

    18Me despert y comprend que esta visin era semejante a la anterior. 19Guard todo ello en mi corazn y nose lo comuniqu a ningn ser humano sobre la tierra.

    9 1Dos das despus subimos Jud y yo con nuestro padre a visitar a Isaac. 2Mi abuelo me bendijo segn loque se me haba prometido en las visiones, pero no quiso venir con nosotros a Betel. 3Cuando llegamos all, mi padreJacob tuvo una visin sobre m: que yo sera su sacerdote ante Dios. 4Levantndose de maana, ofrend al Seor pormi medio el diezmo de todo. 5Llegamos a Hebrn para morar all: 6Isaac me exhortaba continuamente a tener siemprepresente la ley del Seor, tal como me indic el ngel del Seor. 7l me ense tambin las disposiciones delsacerdocio, de los sacrificios, holocaustos, primicias, sacrificios voluntarios y pacficos. 8Me instrua cada dacontinuamente y andaba ocupado ante el Seor por mi causa. 9Me deca:

    Gurdate, hijo, del espritu de la fornicacin, pues es perseverante y va a profanar el santuario por medio detu descendencia. 10Toma mujer en tu juventud, irreprochable y sin mancilla, y que no proceda de estirpes extranjeras.11Bate antes de entrar en el santuario, y al momento de sacrificar, lvate, y cuando de nuevo profanes la ofrenda,lvate otra vez. 12Ofrece al Seor (la lea de) doce rboles de hoja perenne, como me ense Abrahn a m. 13Ofrecesacrificios al Seor de todo animal y voltil puro. 14Ofrece las primicias de todo primognito y del vino. Sazonarstodos los sacrificios con sal.

    101Guardad, pues, hijos, todo cuanto os ordeno, porque os he comunicado lo que he odo de mis padres.2Inocente soy de vuestras impiedades y prevaricaciones que cometeris al final de los tiempos [contra el Salvador delmundo], actuando impamente, haciendo errar a Israel y acarrendole grandes males de parte del Seor. 3Actuaris tan

    malvadamente en Israel, que Jerusaln no podr resistir ante vuestra maldad, [se rasgar en dos la cortina del templocon tal de no cubrir vuestra desvergenza], 4seris desperdigados como cautivos entre los gentiles y serviris deoprobio, maldicin y desprecio. 5La casa que se elegir el Seor ha de llamarse Jerusaln, como se halla escrito en ellibro de Henoc, el justo.

    111Tom mujer cuando tena veintiocho aos; su nombre era Melca. 2Concibi, pari un hijo y le puso pornombre Gersn; porque ramos extranjeros en nuestra propia tierra. 3Vi en visin sobre l que no habra de estar entrelos primeros. 4Kaat naci cuando tena yo treinta y cinco aos, hacia la puesta del sol. 5Vi de l en visin que estabaen lo alto, en medio de toda la asamblea. 6Por ello le llame Kaat [que significa comienzo de la grandeza y del avance].7Melca me pari un tercer hijo, Merar, en el ao cuadragsimo de mi vida. Como su madre tuvo dificultades en elalumbramiento, le llam Merar, que significa mi amargura; [l, ciertamente, muri]. 8Jokbed naci en Egipto enel ao sexagsimo cuarto de mi vida, pues gozaba de renombre entonces entre mis hermanos.

    12 1Gersn tom mujer, que le pari a Lomr y a Seme. 2Los hijos de Kaat fueron: Ambrn, Isaar, Hebrn yOziel. 3Los de Merar se llamaron Mool y Omus. 4En el ao nonagsimo cuarto de mi vida tom Ambrn a Jokbed,mi hija, como mujer (en el mismo da haban nacido l y mi hija). 5Ocho aos tena cuando entr en tierra de Canan;dieciocho cuando mat a Siqun, diecinueve cuando fui consagrado sacerdote, y veintiocho cuando tom mujer; concuarenta aos entr en Egipto. 6Vosotros sois, hijos mos, la tercera generacin. 7Cuando yo tena ciento dieciochoaos, muri Jos.

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    8/39

    131Hijos mos, esto os mando ahora:temed a nuestro Seor con todo el corazn;caminad con sencillez de acuerdo con su ley.2Ensead a leer a vuestros hijos,para que tengan sabidura durante toda su vida,leyendo sin descanso la ley de Dios.3Porque todo aquel que conoce la ley del Seor, tendr honra;no ser un extrao all donde vaya.4Conseguir en verdad muchos amigos, ms que sus padres.

    Muchos hombres anhelarn ser su servidory escuchar la ley de sus labios.5Obrad la justicia, hijos mos, sobre la tierra,y la hallaris en los cielos.6Sembrad el bien en vuestras almas,para que lo encontris en vuestras vidas.Pues, si sembris el mal,cosecharis inquietud y tribulacin.7Adquirid diligentemente la sabidura con el temor de Dios.Porque, aunque os conduzcan a la esclavitud,destruyan las ciudades y sus tierras,

    perezcan el oro, la plata y todas las riquezas,nadie podr arrebatar al sabio la sabidura,salvo la ceguera de la impiedad y la obstinacin pecaminosa.8La sabidura ser para l luz entre los enemigos,patria en tierra extraa y amiga en medio de los adversarios.9Si enseas esto y lo pones en prctica,te sentars en el trono con los reyes,como Jos nuestro hermano.

    141Hijos, s por el libro de Henoc que al final pecaris contra el Seor, lanzando vuestras manos a toda clasede maldad. Pero vuestros hermanos se avergonzarn de vosotros y os convertiris en oprobio a los ojos de losgentiles. [2Vuestro padre Israel estar limpio de las impiedades de los sumos sacerdotes, quienes pondrn sus manossobre el salvador del mundo]. 3El cielo es ms puro que la tierra; y vosotros, las luminarias de Israel, sois como el soly la luna. 4Qu no harn los gentiles si la impiedad os convierte en tinieblas y atrais la maldicin sobre vuestraraza... sobre la que brilla la luz de la ley, otorgada a vosotros para iluminacin de todos los mortales! sta es la quepretendis aniquilar enseando mandamientos contrarios a los preceptos de Dios! 5Saquearis las ofrendas del Seor,robaris de sus porciones, os apropiaris de lo ms selecto antes del sacrificio, devorndolo luego con prostitutas,llenos de desprecio (por la ley divina). 6Ensearis por avaricia los mandamientos del Seor, profanaris a las mujerescasadas, mancharis a las vrgenes de Jerusaln y os uniris a prostitutas y adlteras. Tomaris como mujeres a lashijas de los gentiles, purificndolas con una purificacin ilegal, y vuestra unin ser como las de Sodoma y Gomorra,por la impiedad. 7Os hincharis de orgullo por vuestro sacerdocio, insolentndoos contra los hombres. Y no slo eso,sino incluso contra los mandamientos de Dios; 8llenos de orgullo, os burlaris de lo santo entre risas y desprecio.

    151

    Por todo ello, el templo que se elegir el Seor quedar desierto y profanado; vosotros seris conducidosa la esclavitud entre las naciones. 2Seris para ellos abominacin, y el justo juicio de Dios os condenar a oprobio yvergenza eternos 3y todos los que os vean huirn de vosotros. 4Si no fuera por Abrahn, Isaac y Jacob, nuestrosantepasados, ni uno slo de mi descendencia quedara sobre la tierra.

    161He ledo en el libro de Henoc que andaris errantes durante setenta semanas y que mancharis elsacerdocio y profanaris los sacrificios. 2Alteraris la ley y despreciaris las palabras de los profetas. Por vuestra malaconducta perseguiris a los justos y odiaris a los piadosos, abominando las palabras de quienes profieren la verdad. 3

    [Al hombre que renovar la ley por la potencia del Altsimo lo tacharis de impostor y al final tal como lopensasteis lo mataris sin llegar a conocer su dignidad, permitiendo, por vuestra maldad, que se derrame sangreinocente sobre vuestras cabezas]. 4Por su causa quedar desierto vuestro santuario, impuro hasta el suelo. 5No habrlugar vuestro que sea puro. Diseminados entre los gentiles, seris para ellos una maldicin hasta que l os visite denuevo y, lleno de compasin, os reciba [en la fe y en el agua].

    171Ya que habis odo lo de las setenta semanas, escuchad ahora lo del sacerdocio. 2En cada jubileo habr unsacerdocio. En el primero, el primer ungido para el sacerdocio ser grande y hablar con Dios como con un padre, ysu sacerdocio ser perfecto con el Seor. [Y en el da de su alegra resucitar para salvacin del mundo.] 3En elsegundo jubileo, el ungido ser presa del dolor por los amados, pero su sacerdocio ser honorable, y todos lehonrarn. 4El tercer sacerdote ser recibido con tristeza. 5El cuarto vivir entre dolores, porque la maldad se amon-

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    9/39

    tonar sin lmites contra l, pues todos los habitantes de Israel odiarn a su prjimo. 6El quinto ser recibido enmomento de tinieblas; 7de igual modo, el sexto y el sptimo. 8Durante su poca habr tal profanacin, que no puedohablar de ella ante Dios ni ante los hombres: ellos, que la cometen, lo sabrn. 9 Por esto se vern sometidos a laesclavitud y al pillaje; su tierra y su hacienda desaparecern. 10Pero en la quinta semana volvern a su tierra desoladay reedificarn la casa del Seor. 11En el sptimo vendrn sacerdotes idlatras, pendencieros, codiciosos, soberbios,impos, licenciosos y corrompedores de muchachos y animales.

    181Despus que el Seor haya tomado venganza de ellos se interrumpir el sacerdocio.2Entonces suscitar el Seor un sacerdote nuevo,a quien sern reveladas todas las palabras del Seor.

    l juzgar rectamente en la tierra durante muchos das.[3Su estrella se levantar en el cielo como un rey, brillando como luz del conocimiento al igual que el sol durante elda, y ser ensalzado en el mundo hasta su recepcin.]

    4Brillar como el sol en la tierra,eliminar todas las tinieblas bajo el cielo,y habr paz en todo el mundo.5Los cielos se regocijarn en sus das,y la tierra se alegrar.Las nubes exultarn;el conocimiento del Seor se verter sobre la tierracomo agua de los mares;

    y los ngeles de la gloria [de la faz del Seor]se alegrarn en l.[6Los cielos se abrirn] y desde el templo glorioso bajar sobre l la santificacin con la voz del Padre, como la deAbrahn a Isaac.7Le ser concedida la gloria del Altsimo, y el espritu de sabidura y santidad reposar sobre l [en agua].8l transmitir a sus verdaderos hijos la grandeza del Seor por siempre,

    y no tendr otro sucesor de generacin en generacin eternamente.9Durante su sacerdocio, los pueblos gentiles de la tierra abundarn en conocimientoy se vern iluminados por la gracia del Seor.

    [Pero Israel disminuir por la ignorancia y se llenar de tinieblas en su duelo.]Durante su sacerdocio se eliminar el pecado, y los impos cesarn de obrar el mal.

    [Pero los justos encontrarn descanso en l.]10l abrir ciertamente las puertas del paraso y apartar de Adn la espada amenazante.11A los santos dar a comer del rbol de la vida, y el espritu de la santificacin estar sobre ellos.12l atar a Beliary dar poder a sus hijos para pisotear a los malos espritus.13El Seor se regocijar en sus hijosy pondr sus complacencias en sus amados para siempre.14Entonces exultarn Abrahn, Isaac y Jacob. Yo me alegrar tambin y todos los santos se revestirn dealegra.

    191Ahora, hijos mos, escuchad esto: escoged vosotros mismos entre la oscuridad y la luz; entre la ley del

    Seor y las obras de Beliar.2Respondimos todos a nuestro padre:Caminaremos delante del Seor, segn su ley.3Aadi nuestro padre:Testigos son el Seor y sus ngeles; testigo yo y todos vosotros de las palabras de mi boca.Respondimos:Testigos somos.4Y as acab nuestro padre de dar rdenes y recomendaciones a sus hijos; extendi sus pies y se uni a sus

    padres tras haber vivido ciento treinta y siete aos. 5Le colocaron en un atad, y posteriormente lo enterraron enHebrn al lado de Abrahn, Isaac y Jacob.

    ApndicesI

    4Q 213 TestLeva

    Es ste un fragmento arameo, hallado en Qumrn, que muestra un doble paralelo. Por un lado, la plegaria de Lev(primera columna) es semejante a la expansin del ms. e a TestLev 2,3; por otro lado, la segunda columna tiene

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    10/39

    notables puntos de contacto con la tradicin de TestLev 2,3-6. El texto ha sido editado por J. T. Milik,Le Testamentde Lvi en aramen: RB 62 (1955) 398-406.

    Columna primera:

    1-7 (vacat)8 . . . . alc al cielo9 . . . . los dedos de mis manos y mis brazos10 . . . habl (as) Seor, t11 . . . t slo sabes12 . . . camino de la verdad. Aparta

    13 . . . maldad; fornicacin . . .14 . . . sabidura, inteligencia y fortaleza15 . . . (para) hallar gracia ante ti16 . . . lo que es bueno y hermoso ante ti17 . . . no permita que domine sobre m mi enemigo (Satn?)18 . . . Acrcame, Seor, a ti . . .

    Columna segunda:

    1-7 (vacat)8 la plegaria de tu siervo . . .9 juicio verdadero . . .

    10 el hijo de tu siervo . . .11 part hacia . . .12 mi padre Jacob y . . .13 de Abelmain (= Abelmaul). Luego . . .14 descans sentndome . . .15 vi entonces una visin . . .16 al verla. Contempl el cielo . . .17 . . . (Un monte = TestLev 2,5) se levantaba hasta que toc el cielo . . .18 las puertas del cielo. Y un ngel . . .

    II

    A continuacin ofrecemos dos adiciones del ms. e a TestLev 2,3 y 18,2. En este ltimo damos prioridad al textogriego y slo imprimimos los correspondientes fragmentos arameos (y siraco) cuando aparecen sin paralelo griego.Ambas tradiciones proceden probablemente de un original perdido, quiz hebreo, pues dan la impresin de serindependientes entre s, como prueban sus diversas corrupciones internas. La versin aramea es normalmente msinsegura desde el punto de vista crtico. Como textos base utilizamos los impresos en los apndices III y siguientes dela edicin crtica de Charles (1908), junto con el de De Jonge (pp. 25 y 46).

    1. Expansin del ms. e a TestLev 2,3

    1

    Lav entonces mis vestidos, los purifiqu en agua limpia,2

    me lav todo entero en agua viva e hice que micomportamiento fuera totalmente recto. 3Levant entonces mis ojos y mi rostro hacia el cielo, abr mi boca ypronunci unas palabras. 4Extend mis brazos y mis dedos hacia la verdad, formul una plegaria y dije ante los santos:

    5Seor, conoces todos los corazones y t slo percibes los pensamientos de la mente. 6Mis hijos estn ahoraconmigo: concdeme los caminos de la verdad. 7Aleja de m, Seor, el espritu injusto y el pensamiento malvado yaparta de m la fornicacin y la ira. 8Mustrame, Seor, el Espritu Santo y otrgame buen consejo, sabidura yconocimiento 9para obrar lo que te agrada, hallar gracia ante ti y alabar las palabras que t me dirijas. 10Que Satansno tenga fuerzas para apartarme de tu camino. 11Apidate de m y acrcame a ti para que sea tu siervo y te sirvafielmente. 12Rodeme la muralla de tu paz y protjame todo mal el refugio de tu poder. 13Otrgamelo (?) . . . y borrala impiedad bajo el cielo y acaba con ella en la faz de la tierra. 14Limpia mi corazn, Seor, de toda impureza y meelevar hacia ti (?). 15No apartes tu rostro del hijo de tu siervo Jacob. T, Seor, bendijiste a Abrahn, mi padre, y a

    Sara, mi madre.16

    T prometiste darles una descendencia justa y bendita por siempre.17

    Oye la voz de tu siervo Lev,que quiere estar cerca de ti. 18Haz partcipes de tus palabras a m y a mis hijos eternamente, para que juzguemos conrectitud por siempre, y no apartes nunca de tu rostro al hijo de tu siervo.

    Guard silencio mientras continuaba (interiormente) mi splica.

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    11/39

    2. Fragmentos arameos de la Genizah de El Cairo (TestLev 18,2)

    4. . . Paz, y todo lo ms deseable de las primicias de la tierra (sirva para ti como) alimento. Mas al reino de laespada (pertenecen) pelea, guerra, batalla, desastre, rabia, matanza y hambre. 5Unas veces podrs comer, y otraspasars hambre. En unos momentos trabajars, y en otros descansars. Unas veces dormirs, y otras huir el sueo detus ojos. 6Considera ahora cmo te ha hecho mayor que todos y cmo te otorgamos la grandeza de la paz eterna.7Pasaron dos semanas cuando despert de mi sueo. Entonces dije: Una visin es igual a la otra. Y me admir quetoda la visin se refiriera a m.

    Entonces ocult todo en mi corazn y no se lo revel a nadie. 8Subimos a casa de mi padre Isaac, y tambin l

    me bendijo del mismo modo. 9Entonces cuando vio Jacob . . . ofreci el diezmo de todo cuanto posea segn el rito(que haba formulado) . . . as fui el primero al frente del sacerdocio, (por lo que) a m (como nico) entre todos mishermanos me entreg una ofrenda . . . para Dios. Me revisti con las vestiduras sacerdotales y colm mis manos (dedones). Fui constituido sacerdote del Dios eterno (?). Ofrec todos mis sacrificios y bendije a mi padre con todas misfuerzas, y tambin a mis hermanos. 10Entonces todos ellos me bendijeron a m. Tambin (nuestro) padre me bendijo,y termin de ofrecer mis ofrendas en Betel.

    3. Expansin del ms. e (griego) a TestLev 18,2

    11Subimos desde Betel y nos alojamos en la hacienda de Abrahn, nuestro abuelo, junto a Isaac, nuestro padre.12

    ste nos vio a todos y nos bendijo con alegra.

    13

    Cuando supo que yo oficiaba como sacerdote del Seor, dueo delcielo, comenz a ensearme las leyes del sacerdocio. Me habl as:14Hijo Lev, gurdate de toda impureza. Tus derechos son superiores a los de todo ser humano. 15Te anuncio

    ahora la norma verdadera y no te ocultar absolutamente nada, sino que te instruir. 16Gurdate de todo contactocarnal, de toda impureza y fornicacin. 17Toma para ti una mujer de mi estirpe y no profanes tu linaje con prostitutas.Pues t procedes de linaje santo . . . santifica tu linaje . . . t sers sacerdote santo para el linaje de Abrahn. 18Estscerca del Seor y de su santuario; mantente limpio en tu cuerpo de toda impureza humana. 19Cuando penetres en elsantuario, bate primero con agua y cbrete luego con la vestidura sacerdotal. 20Cuando te hayas revestido, lvate denuevo las manos y los pies antes de acercarte al altar con las ofrendas. 21Cuando vayas a ofrecer los dones queconviene presentar sobre el altar, lvate de nuevo las manos y los pies. 22Ofrece en primer lugar la lea partida,observando de antemano que se halle limpia de impureza.

    23

    Me indic doce clases de madera, para ofrecerlas sobre el altar, que producen humo de suave fragancia.24stos son sus nombres: cedro, lauro (?), lentisco, abeto, pino, fresno (?), sabina (?), higuera, ciprs, laurel yblsamo. 25Estas especies nombr, porque son las que deben colocarse bajo el holocausto sobre el altar. Cuando elfuego comience a prender en ellas, vierte la sangre sobre los costados del altar. 26Lvate otra vez, eliminando lasangre de tus manos y pies. Luego comienza a ofrecer los miembros salados. 27Presenta primero la cabeza y cbrelacon grasa, de modo que no se vea sangre sobre ella. 28Despus, el cuello; luego, las paletillas, y posteriormente, elpecho con los costados. Ms tarde, la cadera con el espaldar. Finalmente, las pezuas bien limpias, con las entraas.29Todo bien salado, abundantemente, como conviene a cada una. 30Posteriormente ofrece harina mezclada con aceite;vierte vino y haz humear encima el incienso. Ejecuta tu tarea ordenadamente, y sea tu ofrenda aceptable y de buenaroma ante el Seor Altsimo. 31Cuanto hagas, ejectalo con orden, segn peso y medida. No aadas lo que noconvenga . . . as es como conviene ofrecer la lea sobre el altar. 32Para un toro de buen tamao es necesario un

    talento de lea; mas cuando se ofrece slo grasa, seis minas. Para el segundo toro, cincuenta minas; pero si se trataslo de su grasa, cinco. 33Para un ternero de buen tamao, cuarenta minas. 34Si se trata de un carnero o de un machocabro, treinta minas, y para la grasa, tres. 35Si es un cordero o cabrito, veinte minas, y para su grasa, dos. 36Para uncordero o cabrito aales, de buen tamao, quince minas, y para su grasa, mina y media. 37El toro grande ha de recibirsuficiente sal como para que resulte bien sazonada su carne. Luego ofrcelo sobre el altar. Una medida basta para untoro. Lo que sobre aprovchalo para salar la piel. 38Para el segundo toro toma cinco sextas partes de la medida, y parael novillo, la mitad. 39Para el carnero y macho cabro, tambin la mitad. 40Para el cordero y cabrito, un tercio juntocon la harina correspondiente. 41Para el toro grande y para el segundo, junto con el novillo, toma una medida deharina. 42Para el carnero y macho cabro, dos partes, y para el cordero y cabrito, un tercio de la medida. El aceite: 43untercio de medida para el toro, mezclado con la harina. 44Para el carnero, una sexta parte, y para el cordero y oveja, unaoctava. El vino para el toro y el carnero se expender conforme a la cantidad del aceite; para el cabrito lbalo con

    generosidad. 45Para el toro toma seis siclos de incienso; la mitad para el carnero, y para el cabrito, un tercio. Que todala harina sea amasada. 46Si la ofreces sola, no sobre la grasa, la acompaars con dos siclos de incienso. Un tercio demedida es un tercio del ef. 47Dos tercios de bato y una mina de peso son cincuenta siclos. La cuarta parte de un sicloes cuatro termas de peso. El siclo es como diecisis termas y una medida de peso.

    48Ahora, hijo mo, escucha mis palabras y presta odo a mis recomendaciones. Que no se aparten mispalabras de tu corazn durante toda tu vida, pues eres sacerdote santo del Seor, 49y sacerdotes sern tus

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    12/39

    descendientes. Ordena a tus hijos que obren conforme a las normas que hoy te he sealado. 50As me orden hacer mipadre Abrahn y transmitirlo a mis hijos. 51Ahora, hijo mo, me alegro que hayas sido escogido para el sacerdociosanto y para ofrecer sacrificios al Seor Altsimo, tal como conviene segn lo ordenado. 52Cuando recibas un presente(de cualquier tipo de carne para ofrendarlo en sacrificio al Seor), acepta la lea segn el orden que te he prescrito, eigualmente recibe de las manos de aqullos la sal, harina, vino e incienso para las vctimas. 53En todo momento,cuando te acerques al altar, lava tus manos y tus pies; cuando salgas del santuario, no dejes que queden rastros desangre sobre tus vestiduras. No enciendas fuego en el mismo da (?). 54Limpia continuamente tus manos y pies de(cualquier resto) de carne. 55Que no se vean sobre ti restos de sangre y vida (?), pues la sangre es la vida de la carne.56Cuando te dispongas en tu casa a comer algo de carne, oculta su sangre en la tierra antes de ingerirla: as no comersnunca sangre. 57De este modo me lo orden mi padre Abrahn, y as lo he encontrado, sobre la sangre, en lasescrituras de No. 58Hijo mo querido, te aseguro que tu padre te ama especialmente y que eres santo del SeorAltsimo. Sers ms amado que todos tus hermanos. 59Por tu descendencia se recibirn bendiciones en la tierra, y tulinaje ser inscrito por siempre en el memorial del libro de la vida. 60Tu nombre y el de tu linaje no ser borrado de l

    jams. 61Hijo mo, Lev, tu linaje ser bendito sobre la tierra por todas las generaciones.62Al cumplirse en mi vida cuatro semanas de aos, cuando tena, pues, veintiocho, tom mujer del linaje de

    Abrahn, mi padre. Su nombre era Melca, hija de Batuel, el hijo de Labn, hermano de mi madre. 63Concibi de m,pari un primer hijo, y le puse por nombre Gersn, pues me dije: Forastero ser mi linaje en la tierra donde nac. 64Enuna visin vi que el nio y su linaje seran apartados del sacerdocio. 65Treinta aos tena yo cuando naci l, en el mesdcimo, hacia la puesta del sol. 66Concibi de nuevo Melca y, tras el tiempo oportuno de gestacin, pari un hijo, aquien puse por nombre Kaat. 67Cuando naci, vi que en l habran de congregarse todos los pueblos, que poseera el

    sumo sacerdocio y que l y su linaje tendran el seoro sobre reyes y el sacerdocio en Israel.68

    Kaat naci cuando yotena treinta y cuatro aos, en el primer mes, el da primero, a la salida del sol. 69Me un de nuevo con Melca, queconcibi y me pari un tercer hijo, a quien llam Merar, pues sufr por l.

    70 (Arameo slo). En el ao cuadragsimo de mi vida dio a luz, en el tercer mes. 71Me un a ella otra vez,concibi y me pari una hija, y le puse por nombre Jokbed. (Me) dije: Me ha parido (esta hija) para mi honra, perotambin me la ha alumbrado para gloria de Israel. 72En el ao sexagsimo cuarto de mi vida (la) alumbr, en elprimer da del mes sptimo despus de nuestra subida a Egipto. 73En el ao decimosexto entramos a la tierra deEgipto. A mis hijos les fueron entregadas como esposas las hijas de mis hermanos, quienes, en su momento, lesparieron hijos. 74Los nombres de los hijos de Gersn son: Libn y Sime; y los de los hijos de Kaat son: Amram,Jizhar, Hebrn y Uziel. Los nombres de los hijos de Merar son: Mahl y Musa. 75Amram tom para s como mujer aJokbed, mi hija, cuando todava viva yo, en el ao nonagsimo cuarto de mi vida. 76Y cuando naci Amram, lo

    llam as, pues a la hora de su nacimiento me dije: Este nio [Amram] sacar al pueblo de la tierra de Egipto. Por esole puse por nombre pueblo exaltado. 77En un (mismo) da nacieron l y Jokbed, mi hija.

    (Arameo) 78Tena dieciocho aos cuando sub a la tierra de Canan. Y contaba dieciocho cuando mat a Siqun ytermin con los obradores de iniquidad. 79Cuando tuve diecinueve aos fui consagrado sacerdote, y a los veintiochotom mujer. 80Tena cincuenta y ocho cuando subimos a la tierra de Egipto. Viv all ochenta y nueve aos. 81Todoslos das de mi vida fueron ciento treinta y siete aos.(Siraco) De nuevo (preguntamos): cunto vivi Lev? Lo que manifiesta en su testamento. Dice Lev en sutestamento: 78Tena ocho aos cuando sub a la tierra de Canan. Y contaba dieciocho cuando mat a Siqun yaniquil a todos los obradores de iniquidad. 79Cuando tuve diecinueve aos fui consagrado sacerdote, y a losveintiocho tom mujer. 80Tena cuarenta aos cuando sub a Egipto. Viv all noventa aos. 81Todos los aos de mi

    vida fueron ciento treinta y siete.

    (Arameo) Y (pude) ver a mis descendientes de la tercera generacin antes de morir. 82En el ao centsimodecimoctavo de mi vida, cuando muri Jos mi hermano, convoqu a mis hijos y nietos y comenc a explicarles todolo que llevaba en mi corazn. 83Dije as a mis hijos:

    Od las palabras de Lev vuestro padrey escuchad los preceptos del amado de Dios.84A vosotros, hijos mos, os doy rdenes,y la verdad a vosotros os muestro, amados mos.85Que el conjunto de vuestras obras sea la verdad,y por siempre permanezca entre vosotros la justicia.86Que la verdad . . .y sea su cosecha bendita.87El que siembre el bien, bien cosecha,y el que siembra el mal, sobre l se vuelve su semilla.88Mas ahora, hijos mos, instruid a vuestros hijosen el libro de instruccin y sabidura,

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    13/39

    y goce la sabidura entre vosotros de honra perpetua.89El que ensea la sabidura tendr gloria en ella,y el que la desprecia ser entregado al oprobio.90Mirad, hijos mos, a Jos mi hermano,que instruye (con) la Escritura y (ensea) disciplina y sabidura.91 . . . no es un extrao en ellay no se asemeja a un forastero . . .Pues todos le otorgan gloria por ella,ya que anhelan aprender de su sabidura92Numerosos son sus amigos,y abundantes los que le saludan.93Sobre un trono glorioso lo hacen sentarpara or sus sabias palabras.94Gran tesoro de gloria es la sabiduray enorme riqueza para todos los que la consiguen.95Aunque se acerquen reyes poderosos y numeroso pueblo,un ejrcito (de) caballeros y numerosos carros,conquisten . . . la tierra y la ciudady apresen cuanto en ella hay,no podrn robar el tesoro de la sabidura

    ni lograrn encontrar sus secretos.4. Expansin del texto eslavo a TestLev 7,4

    (Traduccin sobre la edicin de N. Tichonravov, pp. 162-166)

    Considera t, judo, este pensamiento, y acrcate a la visin de Lev a lo que ste puso de manifiestocomo a un ngel maravilloso descendido del cielo. El ngel dijo a Lev:

    T estars cerca del Seor y sers su servidor; revelars sus misterios a los hombres y anunciars al quequiere salvar a Israel. No conoces, judo, al ngel del Seor que anuncia a vuestros antepasados la salvacin de Israel,pues no se te ha manifestado la palabra, a saber: que el Seor (por la descendencia) de Jud salva a todo el gnerohumano. Considera, pues, desgraciado, que no es un ngel ni un ser humano, ni (otro) mediador, sino el Seor mismo

    quien nos salva. Esto es, pues, lo que al principio te hemos manifestado: que el Seor ser engendrado de la tribu deJud, de Mara virgen. Pues el mismo Lev era (del orden) levtico (!); era, por tanto, sacerdote del pueblo. Por estemotivo era sacerdote el Seor, pues el ngel dijo a Lev:

    De ti y de Jud se mostrar el Seor a los hombres salvando por s mismo a todo el gnero humano sinsangre.

    Considera cmo los ngeles de Dios no ofrecen en sacrificio al Seor la sangre de los novillos ni la de losmachos cabros, sino que dan gracias al Seor con un sacrificio puro. Del mismo modo, tambin nosotros loscristianos ofrecemos al Seor el cuerpo y la sangre (como) ofrenda pura segn el orden de Melquisedec. Considera,pues, tambin esto otro y convncete de que el Seor juzga a los hijos de los hombres. No por vosotros (solamente),desgraciados, ejecuta el Seor su sentencia con el fuego inextinguible, con el gusano incansable y disponindoos (?)piedras de escndalo (?). Porque vosotros clavasteis en la cruz al Seor. Y el sol dijo se oscureci. Acaso nose oscureci el sol cuando crucificasteis al Seor como dice el santo evangelio? Entonces hubo tinieblas sobre toda latierra desde la hora tercia hasta la nona, secndose las aguas y quedando prisionero el Hades.

    Indcame, pues, t. Cuando qued el Hades prisionero, qu clase de enemigos armados entraron en el Hades?(No fue as,) sino que el mismo Seor, despus de haber yacido en la tumba, penetr en el Hades, liberando a Adn,el primer llamado de aquella prisin subterrnea. Pues l era el Seor de cielos y tierra; por eso vino, para apoderarsedel Hades. Mas aunque padeci, su naturaleza era impasible, pues con su padecimiento concedi la impasibilidad algnero humano. Pero los hombres ignorantes permanecen sin justicia. Quin, pues, carente de entendimiento, seopuso? Vosotros, infelices! Vosotros, pues, habis permanecido en la injusticia. Por este motivo seris condenados atorturas. Oy dijo el Altsimo la plegaria. Aprtate de la injusticia y convirtete en su hijo y servidor.Considera, pues, cmo anteriormente exista el Hijo de Dios y serva ante l dijo.

    Te dar la bendicin, a ti y a todo tu linaje, hasta que el Seor visite a todas las naciones, (enviando) lleno depiedad a su Hijo para siempre. Sobre l pusieron sus manos vuestros hijos y lo maltrataron. Considera cmo nosenvi el Dios misericordiosos a su Hijo para siempre y cmo vosotros, desgraciados, pusisteis sobre l vuestrasmanos y maltratasteis al Hijo de Dios. Por esta razn dijo se os dar inteligencia para que instruyis a vuestroshijos sobre ello. As, el que lo bendiga ser bendito, y el que lo maldiga quedar aniquilado. Haced memoria: quines el que bendice al Hijo de Dios y quines los que creen en l en verdad? Nosotros, los cristianos, le adoramos,mientras que vosotros lo crucificasteis. Por ello habis atrado en verdad sobre vosotros mismos la perdicin.

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    14/39

    Pereceris, y una pequea parte vuestra ser dispersada en el mundo. Esta porcin recibir cargas, tristeza y dao nopequeos. Considerad, pues, lo que fue dicho a Lev desde el cielo: A ti te he dado la bendicin de la pureza hastaque yo venga y habite en Israel.

    Pero vosotros, infelices, no comprendis que vendr el Seor con el deseo de salvar a Israel. Vosotrosblasfemasteis continuamente contra el Seor, a fin de que nosotros por ello, estando en otro lugar (?), recibamos sudivina ley. Mas vosotros, desgraciados, hechos semejantes al Satans antiguo por vuestro orgullo, caeris en laperdicin.

    TESTAMENTO DE JUDSobre la valenta, la avaricia y la fornicacin

    11Copia de las palabras de Jud dirigidas a sus hijos antes de su muerte. 2Se congregaron todos y fueron averle. Entonces les dijo:

    3Yo fui el cuarto hijo de mi padre. Mi madre me llam Jud, pues a s misma se deca: Doy gracias alSeor porque me ha dado un cuarto hijo. 4Yo era rpido y diligente en mi juventud y obedeca a mi padre en todo,5respetando a mi madre y a su hermana. 6Cuando me hice hombre, mi padre me bendijo as: Sers rey y tendrs xitoen todas tus cosas.

    21El Seor me concedi gracia en todas mis obras, en el campo y en la casa. 2Cuando me di cuenta de quepoda competir con las ciervas en velocidad, cac una y la prepar como comida para mi padre. 3Venca a las gacelasen la carrera y apresaba todo lo que haba en la llanura. Me apoder de una yegua salvaje y la dom. 4Mat a un len yarranqu a un cabrito de su boca. Arrastrando a un oso por las patas, lo lanc por un precipicio. A cualquier animalsalvaje que se me enfrentaba lo desgarraba como si fuera un perro. 5Compet con un jabal, le gan a la carrera y lodestroc. 6En Hebrn, un leopardo cay sobre un perro; lo agarr por la cola, lo lanc como si fuera un venablo y serevent en dos. 7A un toro salvaje que pastaba en la regin lo agarr por los cuernos, le di vueltas en crculo, lo ceguy lo aniquil derribndolo en tierra.

    31Cuando avanzaron contra mis rebaos los dos reyes de los cananeos, cubiertos con corazas y con muchagente a su alrededor, corr en solitario contra el rey Asur, lo agarr, le golpe en sus grebas, lo tir al suelo y acab ascon l. 2Tambin elimin al otro rey, Tafu, que se mantena a lomos de su caballo; as dispers a todo el ejrcito.3

    Contra el rey Acor, un gigante que lanzaba sus dardos a caballo por delante y por detrs, levant una piedra desesenta libras, la lanc, golpe a su caballo y lo mat. 4Luch luego contra Acor durante dos horas y lo mat tambin:divid en dos partes su escudo y lecort los pies. 5Cuando estaba despojndole de su coraza, ocho compaeros suyosse dispusieron a luchar contra m. 6Enroll mi capa en mi brazo, lanc contra ellos piedras con mi honda; mat acuatro, y el resto huy. 7Jacob, mi padre, acab con Beelisa, el jefe de todos los reyes, un gigante forzudo de docecodos de estatura. 8Les invadi el terror y dejaron de hacernos la guerra. 9Por esta razn no se angustiaba mi padrecon las guerras, ya que yo estaba entre mis hermanos; 10pues haba tenido una visin sobre m: que un ngel poderosome segua en todas mis acciones, de modo que no poda ser vencido.

    41En el sur tuvimos una guerra ms encarnizada que en Siqun. Me dispuse en orden de batalla con mishermanos, persegu a mil hombres y mat a doscientos de ellos y a cuatro reyes. 2Me lanc contra ellos sobre lamuralla y abat a otros dos reyes. 3As liberamos Hebrn y recuperamos a todos los prisioneros de esos reyes.

    51Al da siguiente nos fuimos a Areta, ciudad fuerte, amurallada e inaccesible, que nos amenazaba de muerte.2Gad y yo nos acercamos a la ciudad por el este, y Rubn y Lev, por el occidente y el sur. 3Los de la muralla pensaronque estbamos solos y se lanzaron hacia abajo contra nosotros. 4Entonces, secretamente, mis hermanos escalaron lamuralla ayudndose de clavijas y entraron a la ciudad sin que los enemigos se enteraran. 5Tomamos la ciudad a puntade espada. Otros haban huido a la torre, pero le prendimos fuego y as nos apoderamos de todo. 6Cuando nosretirbamos, los hombres de Tafu cayeron sobre nuestro botn de prisioneros. Se lo dejamos a nuestros hijos yluchamos contra ellos hasta Tafu misma. 7Los matamos, incendiamos su ciudad y pillamos todo lo que en ella haba.

    61Cuando estbamos cerca de las aguas de Cozeb, los hombres de Jobel vinieron contra nosotros en son deguerra. 2Peleamos contra ellos y matamos a sus aliados, los de Siln, sin darles la oportunidad de salir contranosotros. 3Los de Maquir se nos enfrentaron al quinto da para apoderarse de nuestro botn. Nos lanzamos contra ellos

    y los vencimos en una ruda batalla, puesto que haba entre ellos gran cantidad de valientes. Los matamos antes de quecompletramos la subida. 4Cuando nos acercamos a su ciudad, sus mujeres hacan rodar piedras contra nosotros desdelo alto del monte en que estaba emplazada la villa. 5Ocultndonos Simen y yo por detrs, nos apoderamos de lasalturas y aniquilamos toda la ciudad.

    71Al da siguiente nos comunicaron que el rey de la ciudad de Gaas vena contra nosotros con unamuchedumbre fuertemente armada. 2Dan y yo, fingindonos amorreos, entramos como aliados en su ciudad. 3En

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    15/39

    medio de la oscuridad nocturna vinieron nuestros hermanos, les abrimos las puertas y los aniquilamos a ellos y a suspropiedades. Nos repartimos todas sus riquezas y abatimos sus tres murallas. 4Nos acercamos a Tamn, donde sehaban concentrado en su huida las huestes de los reyes enemigos. 5Me insultaron y me irrit. Me lanc hacia la cimacontra ellos, mientras me arrojaban flechas y piedras con sus hondas. 6Si Dan, mi hermano, no hubiera luchadoconmigo, habran podido matarme. 7Pero nos lanzamos contra ellos con gran ira, y huyeron todos. Yendo por otrocamino, suplicaron a mi padre, quien firm con ellos la paz. 8No les hicimos ningn dao, sino que concluimos untratado y les devolvimos todo nuestro botn. 9Yo edifiqu Tamn, y mi padre, Rambael. 10Tena yo veinte aoscuando tuvo lugar esta guerra. 11Los cananeos nos tenan miedo, a m y a mis hermanos.

    81Posea yo muchos rebaos y, como mayoral, a Irn el odolamita. 2Cuando yo me diriga hacia l, vi a

    Barsn, rey de Odoln, que prepar para nosotros un banquete. Me exhort a que aceptara a su hija Besu comomujer. 3Ella me pari a Er, Onn y Seln. A dos de ellos los hizo morir el Seor sin hijos. Pero Seln vivi, yvosotros sois sus hijos.

    9 1Durante dieciocho aos, desde que llegamos de Mesopotamia de casa de Labn, mantuvimos la paz, mipadre y nosotros, con Esa, su hermano, e igualmente con los hijos de ste. 2Cuando pasaron estos aos, teniendo yocuarenta, vino contra nosotros Esa, el hermano de mi padre, con multitud de gentes valerosas y fuertementearmados. 3Esa cay bajo el arco de Jacob, fue llevado (casi) muerto al monte Ser y muri cuando se diriga aEirramna. 4Nosotros perseguimos a los hijos de Esa. Tenan stos una ciudad con muros de hierro y puertas debronce. No pudimos entrar en ella, sino que asentamos nuestro campamento y los sometimos a asedio. 5Como noabran las puertas despus de veinte das, ante sus mismos ojos acerqu una escalera y puse el escudo sobre micabeza. Sub entonces, recibiendo una lluvia de piedras de hasta tres talentos de peso. Pero sub y mat a cuatro de los

    ms aguerridos entre ellos. 6Al da siguiente ascendieron Rubn y Gad y mataron a otros seis. 7Entonces nos pidieronla paz. Nos avenimos al consejo de nuestro padre y los aceptamos como tributarios. 8Nos proporcionaban doscientasmedidas de trigo, quinientas de aceite y mil quinientas de vino hasta que bajamos a Egipto.

    101Despus de estos acontecimientos, mi hijo Er trajo a Tamar, hija de Arn, desde Mesopotamia y la tomcomo mujer. 2Pero Er era malvado y tena dudas de Tamar porque no era de la tierra de Canan. Un ngel delSeor lomat durante la noche del tercer da. 3l no lleg a conocerla, siguiendo las malas artes de su madre, pues no queratener hijos de ella. 4En los das mismos de la fiesta de bodas se la di por esposa a Onn. Pero ste, por su maldad, nola conoci, aunque vivi con ella un ao. 5Cuando lo amenac, se acost ciertamente con ella, pero dejaba perecer suesperma sobre la tierra, segn la orden de su madre. Tambin l muri por su maldad. 6Quise luego drsela por esposaa Seln, pero mi mujer Besu no lo permiti. Quera mal a Tamar porque no era de las hijas de Canan, como ella.

    111Yo saba que era malo el linaje de Canan, pero el impulso de la juventud ceg mi corazn. 2La vi cuandoescanciaba vino; la embriaguez me sedujo y ca a sus pies. 3Ella, estando yo ausente, se fue y tom para Seln mujerentre las hijas de Canan. 4Cuando supo lo que haba hecho, la maldije en medio del dolor de mi alma. 5Ciertamente,ella muri tambin por la maldad de sus hijos.

    121Tras estos hechos, dos aos despus, siendo ya viuda, oy Tamar que yo suba a esquilar las ovejas. Seengalan de novia y se sent delante de la puerta, en la ciudad de Enn, 2pues existe la costumbre entre los amorreosde que la prometida en matrimonio se siente como ramera durante siete das a la puerta de la ciudad. 3Yo me habaembriagado y no la conoc por los efectos del vino. Su belleza me sedujo gracias a la forma de sus adornos. 4Meinclin ante ella y le dije:

    Voy a tu casa.Me respondi:Qu me das?Yo le entregu mi bastn, mi cinturn y la diadema real. Me un a ella, y qued encinta. 5Sin saber lo que ella

    haba hecho, quise matarla. Pero ella me envi secretamente las prendas y me hizo avergonzarme. 6La llam yescuch las palabras secretas que, durmiendo con ella, haba pronunciado en mi embriaguez. No pude matarla porquela cosa vena de Dios. 7Yo me deca: acaso ha actuado con engao tras recibir de otra las prendas? 8Pero no meacerqu a ella hasta los das de mi muerte, ya que haba cometido esta impiedad en todo Israel. 9Los vecinos de laciudad decan, adems, que en la puerta no haba ninguna prostituta; que haba venido de otra regin y que se habasentado all durante poco tiempo. l0Pens que nadie se haba enterado de que yo haba ido a su casa. 11Despus deestos sucesos fuimos a Egipto, junto a Jos, a causa del hambre. 12Cuarenta y seis aos tena entonces, y viv allsetenta y tres.

    131Hijos mos, od lo que os ordena vuestro padre; guardad todas mis palabras, para que cumplis lospreceptos del Seor y obedezcis los mandamientos del Seor Dios. 2No caminis tras vuestros deseos ni segn lospensamientos de vuestras mentes con el orgullo de vuestros corazones. No os vanagloriis con la fortaleza de vuestra

    juventud, porque tambin eso es malo ante los ojos del Seor. 3Yo me haba gloriado de que, durante mis guerras, nome haba engaado ningn rostro de mujer hermosa y haba colmado de oprobios a Rubn, a causa de Bala, la mujerde mi padre. Pero los espritus de la envidia y la fornicacin se dispusieron contra m hasta que ca ante Besu, la

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    16/39

    cananea, y ante Tamar, la esposa de mis hijos. 4Deca yo a mi suegro: Deliberar con mi padre y as aceptar a tuhija. Pero l no quiso y me mostr una cantidad inmensa de oro a disposicin de su hija, ya que era rey. 5La adorncon oro y perlas e hizo que ella, luciendo toda su belleza, nos escanciara en el banquete. 6El vino desvari mis ojos, yel placer ceg mi corazn. 7Enamorado de ella, ca y transgred el mandamiento del Seor y de mis padres tomndolacomo mujer. 8Pero el Seor me pag de acuerdo con los designios de mi corazn, puesto que no sent alegra con sushijos.

    141Hijos mos, no os embriaguis de vino, porque ste aparta la mente de la verdad, la impulsa al mpetu deldeseo y conduce los ojos hacia la perdicin. 2Pues el espritu de la fornicacin utiliza al vino como servidor paraproporcionar placer a los sentidos; ambos robantambin la fuerza del hombre. 3Si alguno bebe vino hasta

    embriagarse, ste excita su mente hacia la fornicacin por medio de sucios pensamientos y caldea su cuerpo para launin carnal, y si se halla presente la causa deldeseo, comete el pecado sin el menor pudor. 4As es el vino,hijosmos, porque el borracho no se avergenza ante nadie. 5Am, pues, me extravi tambin l para que no sintieravergenza ante la muchedumbre de los ciudadanos: a los ojos de todos me inclin ante Tamar. Comet un gran pecadoy levant el velo de la impureza de mis hijos. 6Por culpa del vino no sent respeto del mandamiento de Dios y tomcomo mujer a una cananea. 7Por ello, el que bebe vino necesita inteligencia, hijos mos. Y sta es la sensatez en labebida: beber slo mientras se mantiene la decencia. 8Pero si se pasa esta frontera, (el vino) irrumpe en la mente ysuscita al espritu del error y hace al ebrio hablar lo indecoroso , transgredir la ley sin sentir vergenza, llegandoincluso a gloriarse en el deshonor juzgndolo algo hermoso.

    151El fornicario no siente que sufre dao ni se avergenza cuando pierde la honra. 2Uno que fornica, aunquesea rey, queda desposedo de la realeza, pues resulta esclavo de la fornicacin, tal como me ocurri a m. 3Entregu

    mi bculo, es decir, el apoyo de mi tribu; mi cinturn, es decir, mi podero, y la diadema o, lo que es lo mismo, lahonra de mi reino. 4Luego, arrepentido de ello, ni gust del vino ni de la carne hasta mi senectud, ni goc de ningntipo de alegra. 5El ngel del Seor me indic que las mujeres dominan siempre tanto al rey como al mendigo. 6Al reyle despojan de su honor, al valiente de su energa y al menesteroso hasta del ms pequeo sustento de su pobreza.

    161Guardad, pues, hijos mos, el lmite del vino, pues hay en l cuatro espritus malvados: del deseo, delardor, del libertinaje y del lucro infame. 2Si bebis vino en momentos de alegra, hacedlo con temor de Dios yguardando la compostura. Si no bebis con esta disposicin y se aparta de vosotros el temor de Dios, vendr luego laembriaguez, y con ella se introducir la desvergenza. 3Si no (guardis la compostura), no bebis en absoluto, paraque no pequis con palabras ultrajantes, en peleas, calumnias y transgresiones de los mandamientos de Dios,pereciendo antes de hora. 4El vino descubre a los extraos los secretos de Dios y de los hombres, al igual que yo

    revel los mandatos de Dios y los secretos de mi padre Jacob a Besu, la cananea, a quien Dios orden nodesvelrselos. El vino es causa de disputa e intranquilidad.

    171Os ordeno, pues, hijos mos, que no pongis vuestro amor en el dinero ni dirijis vuestra mirada a labelleza de las mujeres, porque por el dinero y la hermosura me extravi con Besu, la cananea. 2Yo sque, por culpade esas dos cosas, vosotros, mi raza, caeris en el mal. 3S tambin que esas dos cosas echarn a perder a los sabiosde entre mis hijos y harn que menge el reino de Jud, que me otorg el Seor por la obediencia a mi padre. 4Puesnunca entristec a Jacob, mi padre, ya que ejecut todo lo que me orden. 5Abrahn, el padre de mi padre, meprometi en su bendicin que haba de reinar en Israel, y del mismo modo me bendijo Isaac. 6Yo s que de m seestablecer la realeza.

    181Tambin he ledo en los libros de Henoc el justo las maldades que comentaris (cometeris?) en los daspostreros.

    2Guardaos, pues, hijos mos de la fornicacin y del amor al dinero;escuchad a Jacob, vuestro padre,3porque tales cosas os apartan de la ley de Diosy ciegan las deliberaciones de la mente.Inculcan el orgullo,y no permiten al hombre apiadarse de su prjimo.4Privan al alma de toda bondady lo constrien a trabajos y labores;le roban el sueo,y le consumen las carnes.5

    Ponen trabas a los sacrificios a Dios,no se acuerdan de su alabanza,no obedecen las palabras de los profetasy odian los discursos piadosos.

    6Sirviendo a dos pasiones contrarias a los mandatos de Dios, elhombre no puede obedecer a la divinidad; aqullasciegan su alma y camina durante el da como si fuera de noche.

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    17/39

    191Hijos mos, el amor al dinero conduce a los dolos: (los hombres,) engaados por l, creen en dioses queno son. La avaricia hace caer en el desvaro al que la posee. 2Por el dinero perd yo a mis hijos, y habra muerto sinninguno a no ser por la penitencia de mi carne, la humildad de mi alma y las plegarias de Jacob, mi padre. 3Pero elDios de mis padres, compasivo y misericordioso, me perdon porque obr por ignorancia. 4El prncipe del error meceg, y no tuve en cuenta cmo el hombre y la carne estn corrompidos por el pecado. Pero aprend mi debilidadcuando pensaba que era invencible.

    201Sabed, pues, hijos mos, que dos espritus tienen su asiento en el hombre: el de la verdad y el del error.2En medio de ellos se halla el espritu intelectivo de la mente y se inclina adonde quiere. 3Las obras de la verdad y lasdel error estn escritas sobre el pecho del hombre, y el Seor conoce cada una de ellas. 4No hay momento en el que

    puedan pasar inadvertidas las obras humanas porque estn grabadas ante el Seor sobre el pecho, en sus huesos. 5Elespritu de la verdad da testimonio de todo lo bueno y acusa de lo malo. El pecador queda envuelto por el fuego de supropio corazn y no puede levantar su rostro hacia el Juez.

    211Ahora, hijos mos, amad a Lev, para que permanezcis en pie; no os levantis contra l, para que noperezcis. 2A m me otorg el Seor el reino, pero a l el sacerdocio, subordinando el primero al segundo. 3A m medio lo terrenal; a l, lo celestial. 4Como supera el cielo a la tierra, as aventaja el sacerdocio de Dios a la realezaterrena, si el primero no se aparta del Seor por el pecado ni se ve dominado por la realeza terrestre. 5A l y no a ti haelegido el Seor para acercarse a l, para comer de su mesa y de sus primicias, las delicias de los hijos de Israel. 6Treinars en Jacob y sers para ellos como el mar. Como en el pilago los justos y los injustos son llevados de un ladoa otro, los unos como cautivos y los otros enriquecindose, as habr en ti toda clase de hombres: unos sufrirn

    peligros y caern prisioneros; otros se enriquecern por la rapia.7Los reyes sern como grandes cetceos,tragndose a los hombres como peces.Esclavizarn a los libres, hombres y mujeres,y expoliarn casas, campos, rebaos y riquezas.8Llenarn impamente los buches de cuervos e ibis con las carnes de muchos.Adelantarn en la maldad,enorgullecindose en su avaricia.9Sern falsos profetas, como huracanes,y perseguirn a todos los justos.

    221El Seor atraer sobre ellos divisiones de unos con otros, y habr continuas luchas en Israel. 2Mi reino

    acabar entre gentes extraas, hasta que venga la salvacin de Israel, [hasta la venida del Dios justo], para que Jacob[y todos los pueblos] puedan descansar en paz. 3l guardar la fortaleza de mi reino para siempre, pues el Seor me

    jur solemnemente que permanecera la realeza de mi descendencia en todo momento, por siempre.

    231Siento mucha pena, hijos mos, por las inmoralidades, magias y actos idoltricos que ejecutaris contra elreino, siguiendo los pasos de adivinos, dmones y errneos augurios. 2Haris de vuestras hijas bailarinas y cortesanasy os mezclaris con las abominaciones de los gentiles. 3Por ello atraer el Seor sobre vosotros hambre y peste,muerte y espada vengadora, asedio de ciudades, perros que desgarran las carnes de sus enemigos, insultos de losamigos, perdicin e inflamacin de ojos, aniquilacin de los hijos, rapto de las esposas, rapia de vuestros bienes,incendio del templo de Dios, desolacin de vuestra tierra y cautividad entre los gentiles. 4De entre vosotros castrarnlos eunucos para sus mujeres. 5Pero cuando os volvis al Seor con un corazn perfecto, arrepentidos y caminandosegn todos los mandamientos de Dios, os visitar el Seor con misericordia y os sacar de la esclavitud de vuestrosenemigos.

    241Despus de esto se levantar en paz un astro de la estirpe de Jacob [y surgir un hombre de mi semillacomo sol justo, caminando junto con los hijos de los hombres en humildad y justicia, y no se hallar en l ningnpecado. 2Los cielos se abrirn sobre l para verter las bendiciones del Espritu del Padre Santo. l mismo derramartambin el espritu de gracia sobre vosotros. 3Seris sus hijos en la verdad y caminaris por el sendero de suspreceptos, los primeros y los ltimos. 4ste es el retoo del Dios Altsimo y la fuente misma para vida de todo serhumano]. 5Brillar entonces el cetro de mi reino, y de vuestra raz nacer un tallo. 6En l surgir un bculo justo paralos gentiles, para hacer justicia y salvar a cuantos invoquen al Seor.

    251Luego, volvern a la vida Abrahn, Isaac y Jacob; y mis hermanos y yo seremos jefes de nuestras tribusen Israel: Lev, el primero; yo, el segundo; el tercero, Jos; el cuarto, Benjamn; el quinto, Simen; el sexto, Isacar, yas, sucesivamente, todos. 2El Seor bendecir a Lev; el ngel de la faz, a m; las potestades gloriosas, a Simen; elcielo, a Rubn; a Isacar, la tierra; el mar, a Zabuln; las montaas, a Jos; la tienda, a Benjamn; las luminarias delcielo, a Dan; las delicias, a Neftal; el sol, a Gad; los olivos, a Aser.

    3Habr un solo pueblo del Seor y una lengua;no existir ya el espritu engaoso de Beliar,porque ser arrojado al fuego para siempre jams.

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    18/39

    4Los que hayan muerto en la tristeza resucitarn en gozo,y los que hayan vivido en pobreza por el Seor se enriquecern;los necesitados se hartarn;se fortalecern los dbiles,y los muertos por el Seor se despertarn para la vida.5Los ciervos de Jacob corrern con gozo,y las guilas de Israel volarn con alegra;[los impos se lamentarn; gemirn los pecadores],y todos los pueblos alabarn al Seor por siempre.

    261

    Guardad, pues, hijos mos, toda la ley del Seor, porque hay una esperanza para todos los que hacenrectos sus caminos. 2Les dijo:Hoy muero ante vuestros ojos con ciento diecinueve aos. 3No me enterris con un vestido lujoso ni me

    abris el vientre porque tales cosas hacen los reyes, sino conducidme a Hebrn con vosotros.4Tras haber dicho estas palabras, se durmi Jud. Sus hijos hicieron segn lo que les haba ordenado y lo

    enterraron en Hebrn con sus padres.

    Apndice

    Midrs Wayyisau

    Sobre este midrs, cf. vol. II, p. 189, donde se edita la parte que corresponde a Jub 37,14.17; 38,2-3.5-10.12-15. Aqu traducimos del hebreo el fragmento de esta composicin en que se parafrasea el TestJud. El texto base es elde R. H. Charles (Ap. I de su edicin, pp. 235-238), ms elaborado que el presentado por Jellinek en su Beth-ha-

    Midrash III, 1-3. Las frases en cursiva indican correspondencia con el texto griego, y los nmeros entre parntesis, lospasajes correspondientes del TestJud.

    Partieron, y cay el terror de Dios . . . (Gn 35,5). Dijeron: Dos hijos de Jacob llevaron a cabo esta accintan grande . . . si se reunieran todos podran destruir el mundo. Cay el temor de Dios (Santo, bendito sea) sobre ellos,por eso no persiguieron a los hijos de Jacob. Nuestros maestros dijeron: Aunque no fueron tras ellos esta vez, pocodespus dos de aqullos les persiguieron. Se pusieron de acuerdo los reyes de los amorreos contra los hijos de Jacob ytrataron de acabar con ellos en el valle de Siqun.

    Despus de estos sucesos volvieron Jacob y sus hijos a Siqun y se quedaron all a vivir. Dijeron algunos: Nofue suficiente el que mataran a todos los hombres de Siqun, sino que se apoderaron tambin de su pas.

    Se juntaron todos y vinieron contra ellos para matarlos. Cuando lo vio Jud, se puso de su salto en medio delas escuadras de los adversarios y mat, en primer lugar, a Yasub, rey de Tappuah, que iba cubierto de la cabeza a lospies, de hierro y cobre, cabalgando sobre un caballo, y arrojaba desde l por delante y por detrs venablos con lasdos manos. No erraba en ningn lugar donde los lanzaba, pues era un guerrero valeroso lanzando con las dos manos(3,2-3).

    Cuando lo vio Jud, no se atemoriz de l ni de su arrogancia. Dio un salto y corri a su encuentro. Tom unapiedra del suelo de sesenta selaim de peso y la lanz contra l cuando se hallaba a una distancia de dos terceraspartes de un estado, lo que hace 173 codos. l vena al encuentro de Jud adornado con todos los arreos de hierro yarrojando venablos. Jud le golpe con la piedra sobre el escudo y lo derrib del caballo. Quiso incorporarse al punto,

    pero Jud corri e intent matarlo antes de que se levantase de tierra. Mas l, rpidamente, se incorpor ante Jud y sedispuso a lucharcontra l, escudo contra escudo; enarbol su espada y trat de cortar la cabeza de Jud. ste levantsu escudo ante la espada y par el golpe con l, que se dividi en dos (3,4).

    Qu hizo Jud? Se dio media vuelta y le golpe con su espada cortando sus pies por encima de los tobillos.Entonces cay a tierra, e igualmente la espada de su mano. Jud salt hacia l y le cort la cabeza. Pero mientras ledespojaba de su armadura, vinieron contra l nueve de sus compaeros. Al primero que se acerc le tir Jud unapiedra, le dio en la cabeza y cay su escudo de la mano. Lo cogi Jud y continu haciendo frente a los otros ocho(3,5).

    Lev, su hermano, se acerc y permaneci junto a l; dispar sus flechas y mat a Ailn rey de Gai (Gn26,34; Jos 24,30). Jud mat a los ocho restantes.Jacob, su padre, se acerc y mat a Zerur, rey de Silo, masninguno de ellos se levant contra los hijos de Jacob,pues no tenan corazn para resistir, sino para huir.

    Los hijos de Jacob los persiguieron, y Jud mat aquel da a mil antes de que se pusiera el sol. El resto de loshijos de Jacob parti de Tel Siqun, del lugar en que haban estado resistiendo, y los persiguieron a toda prisa hastaque salieron a la explanada de la ciudad. Y all mismo trabaron una batalla ms encarnizada que las que habanentablado en el valle de Siqun (4,1).

    Dispar Jacob sus flechas y mat a Faraton, rey de Hazor; a Pesus, rey de Sartn (1 Mac 9,50); a Labn reyde Aram, y a ebir, rey de Mahanaim.

    Jud fue el primero en subir a la muralla de Hazor. Cuatro guerreros se dispusieron a luchar contra l antes de

  • 8/22/2019 Testamento de Los Doce Patriarcas

    19/39

    que se acercara Neftal, que suba detrs. An no haba ascendido y ya Jud haba matado a aquellos cuatroguerreros, y Neftal se aprest y subi tras l. Se coloc Jud a la derecha de la muralla y Neftal a la izquierda, y(pronto) se vieron rodeados por enemigos que pretendan darles muerte. El resto de los hijos de Jacob se puso enmovimiento y subieron detrs de ellos, rompieron su resistencia y conquistaron aquel daHazor. Mataron a todos losguerreros sin excepcin e hicieron prisioneros al resto (4,2).

    El segundo da fueron contra Sartn y tambin all entablaron combate, pues era una ciudadamurallada ysegura de su fortaleza, que atacaba a todo el que se aproximaba a ella. No haba espacio para acercarse a la muralla

    porque era resistente y muy elevada y no haba lugar para conquistarla (5,1).Aquel da se apoderaron de aquella ciudad. Subieron a la muralla; Jud, el primero, desde oriente;Gad, desde

    poniente; Simen yLev, desde el norte, yRubn y Dan, desde el sur. Se acercaron Isacar y Neftal e incendiaron losespigones de las puertas de la ciudad. Se luchaba con dureza sobre la muralla hasta que subieron all las tropas de susaliados. Resistieron contra ellos en la torre hasta que Jud la conquist. Despus subi a lo alto de la torre y mat adoscientos hombres sobre su techo antes de bajar de ella (5,2-5).

    Todos los de la ciudad se aunaron y mataron a los extranjeros. No dejaron vivo a ninguno de ellos, porqueeran hombres fuertes y valientes para la guerra. Sacaron a los prisioneros de all y se retiraron tras ellos marchando aTappuah. Cuando salieron los de Tappuah a librar a los prisioneros de sus manosa los que haban cogido en lallanura de la ciudad, se fueron hacia Arbael y mataron a los hombres que haba salido a librar a los prisioneros(5,6-7).

    Al tercer da fueron a Tappuah por la maana y, cuando reunan a los prisioneros, vinieron los habitantes deSilo para entablar combate. Se revistieron entonces de sus armas y salieron tras ellos, matndoles a todos antes de

    medioda, entrando despus de las mujeres en Silo, sin darles ocasin de resistir. Aquel da se apoderaron de laciudad y sacaron a los prisioneros. Vino el bloque de sus aliados que haban dejado en Tappuah, y junto con ellossaquearon la ciudad (6,1-3).

    El da cuarto cruzaban ante los campamentos de ebir. Salieron entonces a librar a los prisioneros y bajaron almedio del valle. Se prepararon (los hijos de Jacob), subieron tras ellos y los mataron antes de que alcanzaran laaltura. Ese da salieron los hombres del campamento de ebir ante ellosy les arrojaban piedras. Durante el da, loshijos de Jacob capturaron y dieron muerte a todos los guerreros. Libraron a todos los prisioneros y los juntaron a losque ya tenan con ellos (6,3-5).

    El da quinto fueron a Goa, porque oyeron que estaban all reunidos gran multitudde amorreosy decanque venan contra ellos. Pero Goa era una ciudad fortificada, una de las ciudades de los reyes de los amorreos.Fueron all y entablaron combate con la ciudad hasta el medioda y no pudieron capturarla porque tena tres murallas,

    una detrs de otra. Se prepararon para el asedio, mientras les insultaban. En aquel momento desbord la clera deJud, y un espritu de venganza entr en l y le sacudi con todo su poder. Subi el primero a la muralla y estuvo apunto de morir Jud. Si no hubiera estado su padre Jacob, habra muerto all, de no haber disparado su arco y matadoa diestra y siniestra (7,1-3).

    A su derecha estaban unos que arrojaban piedras contra l, y a su izquierda y por delante, otros dispuestos ala batalla; todos ellos trataban de abatirlo de la muralla, cuando subiDan, su hermano, y los hizo retroceder. Neftaliba el tercero detrs de ellos, y Simen y Lev apremiaron y subieron por la tarde. Los cinco se opusieron y no lesdieron ocasin de resi