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Tenga Cuidado con las Cosas Pequeñas

Tenga Cuidado con las Cosas PequeñasVersículo clave: 1 Tes. 5:21

INTRODUCCIÓN:

En nuestra vida como cristianos muchas veces nos enfocamos en grandes cosas y perdemos de vista las pequeñas. Tenemos grandes sueños o metas pero no nos damos cuenta que las pequeñas cosas son las que nos harán alcanzar esos anhelos; como por ejemplo cambiar pequeños hábitos en nuestro diario vivir.

De la misma manera tanto para lo positivo como para lo negativo; las pequeñas cosas pueden hacernos estropear todo un progreso. Imagínese un castillo de naipes que construye con mucha paciencia y dedicación y un pequeño viento o movimiento en la mesa tira abajo el castillo. Muchas veces no tropezamos con piedras grandes pero si con pequeñas piedrecillas en el camino que muchas veces son menospreciadas y hasta ignoradas. Vamos a ver tres cosas que son pequeñas, pero peligrosas en la vida de un creyente.

DESARROLLO1) Zorras pequeñas: "Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne." (Cnt 2:15)Las zorras son animales pequeños y dóciles, aparentemente por su belleza, pero son voraces para destruir un viñedo. Cuando las viñas ya están en flor para dar las uvas, las zorras pequeñas se comen las flores y dañan el fruto. Las zorras representan los pecados domésticos que nos acompañan. Prácticas que parecen inofensivas, pero que pueden ser destructivas en la vida de un cristiano.

El enemigo a menudo disfraza y minimiza el pecado "para engañar, si es posible a los escogidos" (Mr 13:22). ¿Usted tiene algún hábito de pecado? Tenga cuidado con los hábitos pecaminosos que están disfrazados. ¡Cácelas también!

2) Las moscas: “Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable.” (Ec 10:1). La biblia nos pone de ejemplo el pasaje cuando María derramo un vaso de ungüento aromático en los pies de Jesús (Jn 12:1-3). Imagínese si el perfumista (persona que prepara el ungüento) hubiera dejado abierta la tapa y por distracción hubiera dejado caer una pequeña mosca. El olor que desprendió el perfume que derramo María no hubiera sido agradable. Así es la unción de Dios en la vida de muchos creyentes. Dios renueva y llena su vida con el aceite del Espíritu Santo, pero luego viene el enemigo y envía una mosca que le molesta y toma su bendición.

Jesús habló en contra de los fariseos, que eran minuciosos y exigentes, “¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!" (Mt 23:24). El perfeccionismo a menudo sólo obstaculiza. Las moscas son insectos que perturban a pesar de su pequeñez e insignificancia. Una de las plagas del Éxodo fue el enjambre de moscas que entraron en las casas a molestar a las familias (Éx 8:22-24), pero en las casas del pueblo de Dios no molestaron. A menudo en las familias a causa de un mosquito, una pequeñez, se pierde la paz. Aprenda a pasar por alto las pequeñas cosas que quitan la paz. No pierda la unción, por estas pequeñas cosas.

3) Una Chispa: “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí ¡Cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!” (Stg 3:5).Una pequeña chispa de fuego es capaz de una gran destrucción. También una palabra mal dicha destruye vidas.

La lengua tiene el poder de matar y de dar vida. La ira es el combustible que enciende la chispa en la lengua. Tenga cuidado cuando se empieza a calentar hasta que hable palabras que desagradan a Dios y ofendan a su hermano. Usted puede decir la verdad, pero "la verdad en amor" (Efesios 4:15). Sin amor, la verdad sólo puede ser un arma para herir a la gente. ¿Usted ha sido cuidadoso con las palabras que habla? Muchas relaciones son destruidas por una pequeña chispa que no se apagó a tiempo.

APLICACIÓN: En la Biblia vemos muchos hombres de Dios que pecaron en las cosas pequeñas y perdieron su bendición: Adán y Eva pecaron por una fruta (Génesis 3:6). Caín mató a Abel por celos de una ofrenda (Génesis 4:5). Esaú perdió la bendición por un plato de lentejas (Génesis 25:34). Sansón dio su secreto por causa de una mujer