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Sexto tema de Historia de España de 2º de BachilleratoTRANSCRIPT
2º BACHILLERATO
6. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN CARACTERÍSITICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA 1
6 EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN
CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SITEMA CANOVISTA
1. INTRODCCIÓN
La Restauración Borbónica es un largo período de la Historia de España que se extiende desde el
pronunciamiento del general Martínez Campos en 1874 hasta la proclamación de la Segunda República en 1931,
con una importante inflexión en 1898. Para algunos autores la restauración terminó en 1923, con el golpe de
estado de Primo de Rivera.
El retorno de la dinastía borbónica, expulsada en 1868, se hace en la persona de Alfonso XII, el 29 de diciembre
de 1874, tras la efímera I República, gracias a la iniciativa del General Martínez Campos y a los trabajos
preparatorios de Cánovas del Castillo. El nuevo rey, que se hallaba en Sandhurst, Inglaterra, llegó a Barcelona el
9 de enero de 1875 y a Madrid el 14 del mismo mes. Todas las potencias europeas y la Santa Sede reconocen a
la Monarquía.
No se restaura sólo la dinastía expulsada, sino que supone la vuelta al poder de la misma burguesía conservadora
de base agraria latifundista que dirigiera los destinos de la nación desde la época moderada, así como el retorno
a un Constitucionalismo de tipo doctrinario (la soberanía reside en el Rey y las Cortes de forma compartida) que
constituye la forma más característica y persistente del liberalismo español durante el XIX.
2. FUNDAMENTOS DE LA RESTAURACIÓN
2.1. CARACTERÍSTICAS Y BASES DEL SISTEMA CANOVISTA
El pronunciamiento de Martínez Campos significó la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII,
siendo el nuevo sistema configurado por Cánovas del Castillo, quien asumió la regencia hasta la llegada del rey.
Este sistema conservador, fue recibido con entusiasmo, pretendía superar algunos de los grandes problemas del
liberalismo anterior: el carácter partidista y excluyente de los moderados durante Isabel II, el intervencionismo
del ejército en la política y la cantidad de enfrentamientos sociales.
Cánovas del Castillo ideó un sistema político basado en cuatro pilares:
El Rey. La monarquía debe actuar como elemento de unión y concordia.
Las Cortes constituyen junto al rey la columna vertebral de España.
Una Constitución escrita: debe ser ambigua o abierta para que sirva a todos los partidos y no sea necesario
cambiarla continuamente que según Cánovas es una de las causas de la decadencia.
Bipartidismo y turnismo de los partidos políticos (conservador y liberal), inspirado en el parlamentarismo
inglés. Dos partidos, uno en el poder y otro en la oposición que se turnarían pacíficamente en el ejercicio del
poder, renunciando a los pronunciamientos como forma de acceder al poder.
Finalmente, para alejar al ejército de la política, se estableció la supremacía del poder civil sobre el militar y la
identificación del rey como cabeza del mismo, pero en la práctica la autonomía concedida al ejército en ciertos
aspectos, fue un instrumento de presión sobre la vida civil.
Se promulgó la Constitución de 1876, moderada, donde se buscaba que los valores tradicionales como familia,
religión y propiedad pudieran ser compatibles con algunos principios democráticos de 1868, para que fuera una
constitución “para todos”. La nueva Constitución establecía una soberanía compartida entre las Cortes y la
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Corona. La Corona, bajo la fórmula de monarquía constitucional, tendría derecho a veto, poder legislativo
compartido con las Cortes (con Congreso de Diputados y Senado) y nombramiento de los ministros. Se recupera
la confesionalidad católica del Estado y se restableció el presupuesto de culto y clero. Aunque toleraba la práctica
privada de otras religiones, no se permitían otras manifestaciones externas que las de la religión de Estado. La
constitución también recoge una declaración de derechos que fueron restringidos con las leyes posteriores,
sobre todo los de expresión, imprenta, asociación y reunión.
2.2. LA ALTERNANCIA EN EL PODER
El sistema bipartidista se basaba dos partidos que coincidían ideológicamente en lo fundamental pero asumían
papeles diferentes. Así, ambos, defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la consolidación
del Estado liberal, unitario y centralista y eran partidos de minorías que se nutrían de las élites económicas y
clases medias acomodadas. Además, aunque hubiera diferencias entre ellos, sus actuaciones no diferían mucho
ya que había un acuerdo de no promulgar una ley que por su carácter radical obligara al otro partido a abolirla
cuando estuviera en el poder.
El Partido Liberal-Conservador (o simplemente Conservador) se organizó en torno a su líder Cánovas del Castillo
y era apoyado por los sectores más conservadores y tradicionales que aceptaban el sistema (aristócratas,
terratenientes y burgueses enriquecidos) y políticamente por los miembros de los antiguos partidos moderado
y unionista. Eran más partidarios del inmovilismo político, la defensa de la Iglesia, la economía proteccionista, el
sufragio censitario y el orden social.
El Partido Liberal-Fusionista (también conocido como Liberal) tenía líder a Sagasta y reunió a antiguos
progresistas, unionistas y algunos exrepublicanos moderados, teniendo entre sus bases a industriales y
comerciantes. Son partidarios de un reformismo más progresista y laico, el sufragio universal, libertad de cultos
y librecambismo.
Ambos partidos se turnaban pacíficamente para gobernar, para asegurar la estabilidad institucional. Así, cuando
el partido gobernante se desgastaba políticamente y perdía la confianza de las Cortes, el monarca llamaba al
jefe del partido de la oposición a formar gobierno y se convocaba elecciones que eran manipuladas para
conseguir los resultados deseados.
Este sistema funcionó a la perfección durante el reinado de Alfonso XII pero a su muerte, dejando a la reina
embarazada y sin heredero varón, en 1885 se pone en peligro la estabilidad del sistema. Por ello, ambos partidos
firman el Pacto del Pardo, un acuerdo no escrito donde los dos partidos establecen las “reglas del juego” de
turnarse pacíficamente en el poder, durante la regencia de María Cristina.
2.3. EL FRAUDE DEL SISTEMA Y SUS CONSECUENCIAS
La alternancia en el gobierno se hizo por un sistema electoral corrupto y manipulador que usanba la influencia
y poder económico de los caciques sobre la sociedad. Así, se reestableció el sufragio censitario, se favoreció a
los distritos rurales sobre los urbanos porque en el campo era más fácil el control de los caciques y se usaron
trampas electorales como la falsificación del censo, manipulación de actas, compra de votos y coacciones.
El proceso era de la siguiente forma: el ministro de la Gobernación elabora la lista electoral y los candidatos que
debían ser elegidos y la hacía llegar a los gobernadores provinciales quienes, a su vez, lo hacían llegar a alcaldes
y caciques que se ocupaban de que los resultados fueran los esperados, poniendo en práctica recursos básicos
para el falseamiento electoral como la compra de votos, las coacciones y auténticas “trampas electorales” en
las que destacan el encasillado y el pucherazo.
Encasillado: acuerdo entre los dos partidos que negociaban y se repartían los distritos electorales.
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Pucherazo: fraude electoral, al que se recurría en caso de que no funcionase el acuerdo. Destaca la inserción
de mayor número de votos en las urnas usando incluso el nombre de electores fallecidos.
Como se ha demostrado, era fundamental el papel de los caciques. Éstos eran individuos o familias con poder
económico y político que controlaban una determinada circunscripción electoral. Esto era más notable en las
zonas rurales donde controlaban los ayuntamientos y por tanto, realizaban informes y certificados, controlaban
el sorteo de quintas, proponían los impuestos o daban trabajo, de forma que “cambiaban” favores por los votos
deseados. Todo esto se apoyaba también en la elevada abstención tanto por apatía de los votantes que no se
veían representados como por el desencanto de las fuerzas de oposición por participar.
Las tristes consecuencias de la corrupción del sistema serían la falsificación de la democracia, el control político
ejercido por la oligarquía, la marginación de la gran masa del país y la incapacidad del régimen para la educación
política del pueblo español. Por ello, a fines del siglo XIX, surgirán intelectuales que defiendan la necesidad de
una regeneración del sistema.
3. DENTRO Y FUERA DEL TURNO DINÁSTICO
En la Restauración, el gobierno estuvo en manos de los dos partidos citados, de forma que la oposición real
(republicanos, carlistas, socialistas y nacionalistas) no consiguió nunca un número de diputados como para
formar gobierno o hacer verdadera oposición.
3.1. LOS GOBIERNOS DEL TURNO
El turno funcionó con regularidad hasta 1898 cuando el impacto de la crisis afectó a los políticos y a estos
partidos. A principios de siglo en algunas grandes ciudades ganaron las fuerzas de la oposición, aunque el turno
desprestigiado y dividido continuó hasta 1923.
El partido conservador gobernó durante la mayor parte del reinado de Alfonso XII. A la muerte del rey, ante el
temor de una desestabilización política, se firmó el Pacto del Pardo (noviembre de 1885) entre los dos partidos
y dando comienzo el llamado Gobierno largo de Sagasta (1885-1890) que, mediante sucesivas reformas,
incorporó algunos derechos vinculados al 68 como la abolición de la esclavitud, la ley de asociaciones y el
establecimiento del sufragio universal masculino (primero en las elecciones municipales y más adelante en las
generales). Sin embargo y a pesar del aumento del censo electoral, los mecanismos de control hacían imposible
la verdadera democratización del sistema.
3.2. LA OPOSICIÓN AL TURNISMO
Frente al bipartidismo del sistema canovista, existían otros partidos políticos cuya representación en el
parlamento era muy reducida debido a la trampa electoral.
Carlismo. Tras su fracaso bélico, la dirección marchó a Francia y empezó a conspirar formándose
partidas de combatientes e introduciendo armas, pero carecían de capacidad y apoyos para
grandes levantamientos. El carlismo se presentaba como la única fuerza política auténticamente
católica pero el apoyo de la jerarquía eclesiástica y Vaticano a la rama alfonsina, dificultaba la
estrategia y acabaron dividiéndose. Un sector del carlismo de carácter integrista, encabezado por
Ramón Nocedal creó el Partido Tradicionalista que era antiliberal y defendía la tradición y le
religión católica.
Republicanismo. Se enfrentaban a la decepción de sus seguidores, a la represión y a las divisiones
internas. Una parte, dirigida por Emilio Castelar, fundó el Partido Posibilista y optó por entrar al
juego de la Restauración. Los núcleos más radicales formaron el Partido Republicano Progresista,
encabezado por Ruiz Zorrilla que hizo pronunciamientos desde el exilio pero sin un apoyo popular
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significativo. El resto del republicanismo unitario se organizó alrededor de Salmerón, mientras los
federales, siguieron bajo la influencia de Pi i Margall. Los republicanos se revitalizaron gracias a la
introducción del sufragio universal masculino y su reunificación bajo Unión Republicana que
agrupaba a todos excepto los Posibilistas. Pero a pesar de esto perdió gran parte de sus bases
sociales ya que el movimiento obrero hacía que los trabajadores se identificaran cada vez más con
el internacionalismo.
Regionalismo y nacionalismo. A finales del siglo XIX nacen movimientos que cuestionan la
existencia de una única nación española. El punto de partida es la afirmación de que estos
territorios son naciones y por lo tanto tienen derecho de autogobierno basándose en diferencias
en lengua, derechos (fueros), costumbres y cultura. Estos movimientos tienen diverso carácter,
desde el autonomismo a la independencia. Aunque existen reivindicaciones en otras zonas,
Cataluña y País Vasco son las fundamentales.
Valentí Almirall (padre del catalanismo político) funda en 1882 el Cerntre Català, una organización
política que reivindicaba la autonomía y denuncia el caciquismo de la España de la Restauración.
En 1892 la Unió Catalanista aprueban las Bases de Manresa, programa en el que se reclama el
autogobierno y la división de competencias entre el Estado español y la autonomía catalana.
Finalmente, en 1901 nace la Lliga Regionalista con Francesc Cambó con principal dirigente y Prat
de la Riba como ideólogo.
La fundación del Partido Nacionalista Vasco (PNV) por Sabino Arana en 1895 sienta las bases
ideológicas del nacionalismo vasco como la independencia de Euskadi y creación de un estado
vasco independiente, radicalismo antiespañol, exaltación de la etnia vasca y búsqueda del
mantenimiento de la pureza racial y el integrismo religioso católico.
El Socialismo tendrán los inicios de su posterior historia política en estos momentos con la creación
del PSOE.
4. LOS CONFLICTOS INTERNOS Y EXTERNOS
El sistema turnista tuvo que hacer frente a los problemas que existían en el país y que habían hecho fracasar
tanto la monarquía de Amadeo como la República.
4.1. FINAL DE LOS CONFLICTOS BÉLICOS
Durante el reinad de Alfonso XII se puso fin a los dos conflictos más importantes del momento, las guerras
carlista y cubana, lo que fue decisivo para dar estabilidad al régimen.
III Guerra Carlista. La restauración borbónica fue un golpe para el carlismo, pues destacados dirigentes
reconocieron a Alfonso XII. Además, el esfuerzo militar a lo largo de 1875 y el mando de Martínez Campos,
redujeron los núcleos carlistas de Cataluña, Aragón y Valencia, aunque costó más en País Vasco y Navarra.
En 1876 Don Carlos, vencido, marchaba al exilio dándose por finalizada la guerra. Tras la derrota carlista, se
abolió el régimen foral quedando los vascos sujetos al pago de impuestos y servicio militar como el resto de
España. Aunque en 1878 se estableció un sistema de “conciertos económicos” que le daba cierto grado de
autonomía fiscal.
Guerra de los Diez Años. La acción militar combinada con la negociación puso fin a la guerra con Cuba
mediante la Paz de Zanjón, con amplia amnistía, abolición de la esclavitud y promesa de reformas políticas y
administrativas por las que Cuba tendría diputados en las Cortes españolas. El retraso e incumplimiento de
estas reformas provocó un nuevo conflicto en 1879 (Guerra Chiquita).
4.2. EL MOVIMIENTO OBRERO Y LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL
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A lo largo del S. XIX, a la par de la industrialización, se fue desarrollando en España el movimiento obrero, siendo
sus reivindicaciones en torno al derecho de asociación y el mantenimiento del sueldo, si bien la lucha se
incrementaría a raíz del Sexenio, viviendo períodos de agitación social y un gran crecimiento desde finales de
siglo.
La clase obrera industrial en principio fue un grupo pequeño y en torno a Madrid, Barcelona y el núcleo
siderúrgico de Málaga. En su aparición tuvieron que ver las duras situaciones laborales: Salarios muy bajos,
jornada laboral muy larga y malas condiciones de trabajo (ruidos continuos, temperaturas extremas, suciedad,
falta de seguridad, accidentes,…) y de vida (hacinamiento, falta de higiene, enfermedades, analfabetismo,…).
Pronto aparecieron asociaciones de ayuda mutua para protegerse en caso de necesidad, pero no será hasta el
Sexenio cuando el movimiento obrero tenga un gran impulso con la creación de la AIT (Asociación Internacional
de Trabajadores), nacida en Londres por obreros de distintos países para lograr la emancipación económica y
social de la clase obrera y superar la división de clases con la propiedad colectiva de los medios de producción y
una sociedad igualitaria. Estas ideas llegaron a España en el 68 cuando Fanelli, miembro de la AIT, funda los
primeros núcleos en Madrid y Barcelona, apareciendo en 1870 la Federación Regional Española (FRE) de la AIT.
La vuelta de la Monarquía en la Restauración provocó que el Movimiento obrero tuviera que vivir los primeros
años en clandestinidad, dividiéndose en tres vertientes
Anarquismo. Se organizaron a través de la Federación de los Trabajadores de la Región Española (FTRE),
mientras que la acción directa se imponía con la aparición de sociedades secretas como la Mano Negra. La
dura represión acabaría extinguiendo la FTRE. Igualmente, algunos sectores practicaron el terrorismo
(atentados contra Martínez Campos, asesinato de Cánovas del Castillo,…). Todo ello endureció la legislación
española contra el anarquismo y éste, progresivamente, se reformó hacia anarcosindicalismo que dejaba la
acción revolucionaria y aceptaba una acción colectiva encuadrándose en organizaciones sindicales como
Sociedad Obrera y CNT.
Socialismo. Un grupo de obreros de Madrid, expulsados de la FRE y dirigido por Pablo Iglesias creó el Partido
Socialista Obrero Español (PSOE) con el fin de lograr la abolición de las clases y emancipación de los
trabajadores, transformación de la propiedad privada en colectiva y conquista del poder político por la clase
obrera. El PSOE tuvo su propio periódico, el Socialista, participó en la Segunda Internacional y creó las Casas
del Pueblo y la UGT, sindicato independiente pero subordinada al PSOE. Este partido fue ganando fuerza por
su denuncia a las guerras coloniales y la oposición al sistema de redención en metálico del servicio militar.
Sindicalismo católico. A finales del XIX también se intentó un movimiento obrero de inspiración católica,
surgiendo los primeros círculos obreros católicos promovidos por el jesuita Antonio Vincent. Buscaban la
cooperación de patronos y obreros para un movimiento basado en la doctrina social de la Iglesia (recogida en
la encíclica Rerum Novarum) donde se denunciaba los excesos del capitalismo. No llegaron a ser auténticos
sindicatos y tuvieron escaso papel reivindicativo hasta la entrada del X. XX.
5. CONCLUSIÓN
El sistema político turnista ideado por Cánovas consigue, al menos en un primer momento, pacificar y estabilizar
el panorama nacional. Pero el desgaste de los dos partidos, el aumento de la conflictividad social y la grave crisis
que llega en 1898 ponen cada vez más de manifiesto la necesidad de una regeneración política. Ésta no sólo no
llegará, sino que el agravamiento de los problemas de España y la intervención del rey en la vida política
arrastran al sistema a su desaparición en 1923, lo que influirá en la caída de la monarquía en 1931.