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TEMA 15: LA INDUSTRIA EN ESPAÑA 1. Proceso de industrialización y sus hitos más recientes 2. Factores de la actividad industrial 3. Principales sectores industriales en la actualidad 4. Distribución geográfica de la industria en España

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TEMA 15: LA INDUSTRIA EN ESPAÑA

1. Proceso de industrialización y sus hitos más recientes 2. Factores de la actividad industrial 3. Principales sectores industriales en la actualidad 4. Distribución geográfica de la industria en España

Proceso de industrialización y sus hitos más recientes

La industria consiste en el proceso de transformación de materias o productos no aptos para el

uso o consumo directo en otros productos que sí pueden ser consumidos o usados por la

población o utilizados en nuevos procesos industriales. El punto de partida es la materia prima

que se debe transformar mediante la aplicación de una determinada cantidad de energía,

conforme a la tecnología disponible y en las instalaciones construidas al efecto.

Desde mediados del siglo XVIII el proceso de transformación de los productos cambió

sustancialmente con la aplicación de las máquinas, que permitieron aumentar la producción,

trabajar en serie y acortar los tiempos de elaboración. Ello fue posible gracias a la máquina de

vapor que utilizaba como combustible carbón mineral. Se había iniciado la Revolución Industrial.

La nueva industria precisaba instalaciones adecuadas, máquinas, energía, materias primas,

abundante mano de obra y, finalmente, mercados donde vender los productos manufacturados.

Las primeras localizaciones industriales estuvieron condicionadas por la proximidad a los

yacimientos de carbón o de materias primas, hasta el punto que en estos lugares llegaron a

formarse verdaderas regiones industriales. Al mismo tiempo se construyeron redes de

ferrocarriles para realizar los transportes de mercancías, en las cuales se desplazaban trenes

movidos por locomotoras a vapor.

La relación entre industria y transporte tuvo grandes repercusiones geográficas, pues contribuyó

a la nueva organización del espacio, al aumento demográfico de las regiones industrializadas, al

crecimiento urbano y al surgimiento de diferencias y desequilibrios regionales.

En la segunda mitad del siglo XIX comenzó la aplicación de la energía eléctrica a la industria y a

la utilización del petróleo como fuente de energía y como materia prima. La industria precisó de

grandes inversiones, incorporó avances técnicos, desarrolló procesos de automatización,

diversificó la producción y alcanzó niveles sin precedentes en el primer tercio del siglo XX. En

este periodo, que se conoce como II Revolución Industrial, quedaron plenamente configurados

los grandes complejos y regiones industriales y un mapa mundial en el que se disociaban países

industriales ricos y países productores de materias primas, abastecedores y dependientes de los

primeros.

Los años posteriores a la II Guerra Mundial representan un tiempo en el que se superpone la

inercia industrial de la etapa anterior y la incorporación de elementos nuevos que perduran hasta

nuestros días y que permiten hablar de la III Revolución Industrial. Se continúan utilizando las

mismas materias primas, algunas ya agotadas en sus emplazamientos originales, y se

incorporaron otras, se buscan energías nuevas y complementarias ya existentes (nuclear y

renovables), se introduce la robotización, se apuesta por la competitividad, se le confiere un

lugar prioritario a la investigación y al conocimiento, surgen las preocupaciones

medioambientales. Se fabrica a escala mundial, se precisan capitales, mercados e instalaciones

a escala planetaria, los intercambios han de regirse por las reglas del libre comercio: ha surgido

la globalización económica.

En este contexto global la actividad industrial ha adquirido nuevas dimensiones y los espacios

industriales nuevas fisonomías. Y si bien es cierto que se mantienen las inercias del pasado, las

nuevas dinámicas territoriales de la industria han dado lugar a un nuevo mapa industrial nuevo.

Factores de la actividad industrial

Las materias primas son recursos que nos ofrece la naturaleza para satisfacer las

necesidades de la población. Son un recurso imprescindible para la industria.

Materias primas de origen mineral

Los minerales son sustancias inorgánicas de composición homogénea que se hallan en la

superficie terrestre o en las diversas capas que componen la corteza del globo. Su extracción se

realiza en canteras (cielo abierto) o en minas (galerías).

España ha sido un país de gran tradición minera y sus yacimientos se han explotado desde la

Antigüedad. La sobreexplotación de que fueron objeto desde mediados del siglo XIX para

abastecer a la industria europea dejó esquilmados nuestros principales yacimientos.

Las materias primas de origen mineral acostumbran a clasificarse en cuatro grandes

grupos:

Minerales energéticos: como el carbón o el uranio, utilizados como fuentes de energía.

Minerales metálicos: hierro, cobre… abastece a las industrias metalúrgicas, químicas y

de transformación.

Minerales no metálicos: cuarzo, arcilla… se utilizan en la construcción y en la industria

química.

Rocas industriales: pizarra, granito… su ubicación coincide con mapa litológico. Se

destina a la construcción.

Las materias primas de origen orgánico

De origen forestal: abastecen de madera

Producciones agrarias: objeto de consumo directo pero el desarrollo de la sociedad

urbana, han pasado a abastecer a la industria agroalimentaria.

De origen pesquero: industria de alta mar y conservera y congeladora.

La naturaleza nos ofrece materiales minerales que pueden convertirse en energía: son las

denominadas fuentes de energía.

Según su naturaleza podemos distinguir dos tipos de fuentes de energía: aquellas cuyo

consumo conlleva la desaparición de las mismas (no renovables) y las que su existencia

indefinida está asegurada por el propio funcionamiento del planeta (renovables)

De acuerdo con su potencialidad a efectos de obtención de energía, distinguimos entre

fuentes de energía primaria, que son las que contienen una energía que no puede utilizarse

directamente, sino mediante transformación (carbón, gas…) y las fuentes de energía secundaria,

o energía propiamente dicha, que se manifiesta en forma de luz, calor, electricidad…

La producción y consumo de energía ha experimentado un crecimiento continuo,

consecuencia de la industrialización, de la urbanización y de la consolidación de una sociedad

cuyo bienestar es dependiente de un elevadísimo consumo de energía.

En la actualidad las fuentes de energía primaria utilizadas son:

El carbón, energía básica de la Revolución industrial

El petróleo, principal fuente de energía, hasta el punto de que de él procede más de la

mitad de la energía consumida en España;

El uranio, más abundante en el subsuelo, aunque precisa de un enriquecimiento previo

para el que no disponemos de medios. Tuvo un crecimiento espectacular hasta que su consumo

se estabilizó a raíz de la decisión tomada por el gobierno en 1984 de no poner en funcionamiento

nuevas centrales nucleares

El gas natural, ha cobrado gran pujanza por ser limpia y barata pero es necesaria su

importación

La energía hidroeléctrica: obtenida a partir del agua embalsada en los pantanos.

Depende del clima, por lo que el potencial energético máximo se da en las cuencas del norte de

España

Cada día se concede mayor atención a las denominadas fuentes de energía renovable,

que ofrecen en cuanto a su limpieza, inagotabilidad… Sin embargo, su contribución a la

producción de energía en España es todavía reducida y algunas de ellas no han pasado de la

fase de experimentación. Destacamos:

Energía solar: en zonas de mucha insolación para producción de calor y electricidad.

Energía eólica: aprovecha el viento

Energía por biomasa: combustión de residuos

Energía geotérmica

Energía mareomotriz

Una buena parte de las fuentes de energía se consume en la producción de energía

eléctrica.

La producción y consumo de electricidad tuvieron un fortísimo crecimiento a partir de la Guerra

Civil, aunque el salto espectacular se produjo en los años 60 del siglo XX.

La electricidad se produce en centrales hidroeléctricas, renovables, centrales térmicas y

centrales nucleares.

España y la Unión Europea han aumentado la conciencia de la dependencia energética con

relación a los países productores de energía primaria, de las implicaciones medioambientales del

actual modelo energético y, de su insostenibilidad

Para ello, la Unión Europea en 2007 planteó la necesidad de adoptar una política energética

común, con los objetivos básicos de combatir el cambio climático, reducir la dependencia de las

importaciones y garantizar el suministro a los ciudadanos.

Entre estos objetivos destacan la disminución del uso de combustibles fósiles y el aumento de

las energías limpias, producidas y usadas localmente.

Principales sectores de la actividad industrial

Las actividades industriales se agrupan en torno a sectores que se identifican por el

destino final de los bienes producidos o de acuerdo con la naturaleza u origen de las materias

primas que trabajan.

Según el primer criterio distinguimos entre industrias de base, de bienes de equipo y de

bienes de uso y consumo.

Las industrias de base ocupan el primer eslabón en la cadena industrial, pues

transforman las materias primas en productos semielaborados que, a su vez, son utilizados

como materias primas de otras industrias. Buenos ejemplos al respecto son las industrias

siderúrgica y petroquímica.

Las industrias de equipo producen bienes, máquinas o herramientas que son utilizadas

por otras industrias en sus procesos fabriles.

Las industrias de uso y consumo transforman materias primas con distinto grado de elaboración

o productos diversos en bienes que son usados o consumidos directamente por la población.

Asimismo, los sectores industriales pueden establecerse considerando sus

características generales. De este modo distinguimos:

Sectores industriales tradicionales: incluimos aquellos que tuvieron una importancia capital en

todo el proceso de la industrialización contemporánea y que se relacionan con los metales

La metalurgia básica, tanto por ser la base de actividades industriales como por su

dimensión económica, generación de empleo, conexión con otros sectores económicos como la

minería…, constituye uno de los sectores principales de la industria española.

La industria metalúrgica más destacada es la siderurgia en sus dos modalidades: la siderurgia

integral, que obtiene acero en los altos hornos a partir del mineral del hierro, que sufrió una

fuerte reconversión, de notables repercusiones sociales, y la no integral, que lo obtiene en

hornos eléctricos a partir de la fundición de la chatarra, de estructura empresarial de menor

tamaño.

Muy relacionada con la industria metalúrgica está la de transformados metálicos, que

fabrica una gama de productos que abarca desde la ferretería a la maquinaria. Va asociada a la

empresa mediana y pequeña y tiene dispersión espacial, aunque se localiza principalmente en

País Vasco, Cataluña y Madrid.

Mucho más reciente es la fabricación de electrodomésticos. Ha alcanzado una

significación extraordinaria por la fuerte demanda interna y el elevado consumo.

La construcción naval es otro de los sectores más importantes. Por iniciativa del INI se

construyeron grandes astilleros en el litoral. Le afectó muy directamente la crisis del petróleo. A

partir de 1990 descendió considerablemente la construcción de barcos y el sector concluyó una

fuerte reconversión industrial.

Los sectores de la industria textil, cuero y calzado son pilares de la industrialización; con

el correr de los tiempos experimentó cambios profundos, muy importantes en relacionados con la

sustitución de fibras orgánicas por fibras de de origen químico, y otros relacionados con la

reestructuración de las empresas, que han aumentado de tamaño al concentrarse multitud de

pequeñas fábricas en unidades de producción más competitivas.

La industria de la confección es una rama de la industria textil que ha derivado de ella a

medida que la población demanda confecciones en lugar de tejidos.

Sectores industriales dinámicos, procede de su condición de abastecedores de bienes y

productos absolutamente imprescindibles en el funcionamiento de la propia sociedad industrial.

El sector del automóvil se desarrolló en España en la década de los años sesenta y fue

uno de los impulsores del crecimiento económico. Constituye un sector de gran incidencia en la

economía por su capacidad de activar las numerosas empresas de las que recibe componentes.

España cuenta con importantes plantas de fabricación y es uno de los sectores exportadores de

nuestra economía.

El sector químico se articula en torno a la industria petroquímica y a la de

transformación.

La industria petroquímica constituye la química de base, que se lleva a cabo en grandes

complejos industriales, asociados a las refinerías de petróleo.

La industria química de transformación obtiene productos diversos, fertilizantes, pinturas,

productos farmacéuticos… que se elaboran en establecimientos fabriles de menor tamaño y con

alto grado de dispersión espacial.

El sector agroalimentario ha irrumpido con fuerza en las sociedades modernas. Consiste

en un proceso de transformación de los productos agrarios, se caracteriza por la diversidad,

aunque predominan las pequeñas y medianas fábricas muchas situadas en áreas de regadío, de

gran importancia en ramas como las de derivados lácteos, aceites, azúcar…

Sectores industriales de vanguardia, a la vanguardia de la industria y con clara

proyección de futuro se hallan los sectores de tecnología punta. Su importancia radica en la

inusitada apreciación que ha alcanzado la tecnología en el mundo contemporáneo. Es un sector

que integra a las distintas ramas de la electrónica y cuyo desarrollo ha sido impulsado por la

Administración, en el entendimiento de que es completamente imprescindible para la inserción

de España en un mundo globalizado. Ocupa los parques tecnológicos, requiere mano de obra

muy cualificada y ejerce una importante labor de difusión e innovación en los restantes sectores

industriales a partir de las acciones de I+D+i (Investigación + Desarrollo + innovación)

La política industrial española inserta en las directrices de la Unión Europea incorpora

nuevos planteamientos medioambientales, significadamente el cumplimiento de los

contemplados en el Protocolo de Kyoto, que constituyen hoy un requisito básico para una

industria y un país avanzado.

Distribución geográfica de la industria española

La industria española ha tenido una tendencia muy acusada a la concentración en áreas

y espacios precisos. Este fenómeno de la polarización industrial no fue exclusivo de España,

sino que fue un modelo bastante generalizado por la influencia que ejercieron en la localización

industrial factores como el emplazamiento de la materia prima o fuentes de energía.

En los inicios de la Revolución Industrial, se consolidó un modelo de ocupación industrial

del espacio con una concentración manifiesta en el País Vasco, Cataluña y Madrid que, a

medida que iban ganando en tamaño e importancia, atraían nuevas empresas y fábricas que se

beneficiaban de la proximidad a otras industrias conexas, de la concentración de la demanda, de

la dotación de servicios e infraestructuras…

El modelo anterior comenzó a variar en los años ochenta al surgir en su propio seno una serie de

factores negativos (encarecimiento del suelo en las áreas industrializadas, perjuicios derivados

de la saturación e incremento de los costes, déficit de infraestructuras…), frente a los cuales la

descongestión industrial y la búsqueda de nuevos emplazamientos se ofrecían como una

solución. A ello contribuirá la mejora generalizada de los sistemas de transporte y

comunicaciones, de accesibilidad a los mercados y el conjunto de medidas de atracción puestas

en práctica por los gobiernos regionales.

Todas estas consecuencias han propiciado un proceso de difusión espacial, que se está

produciendo a partir de las zonas industriales congestionadas. Esta difusión de las nuevas

industrias sobre el espacio se está operando de forma en ejes que siguen las principales vías de

transporte o en núcleos rurales con favorables condiciones locales

El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida a través de los

tiempos y de los recientes procesos de ocupación del espacio. Sobre él se advierten, entre otros

los siguientes rasgos:

Consolidación de Madrid y Barcelona como centros neurálgicos de la industria española. Sus

respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y diversificada industria.

Espacios industriales en expansión, entre los que destacamos las áreas periurbanas. En

numerosas ciudades españolas se han consolidado áreas periurbanas de gran importancia

industrial, forman franjas o coronas que concentran industrias diversas y de variado tamaño y

que suponen un espacio de transición entre la ciudad y el espacio rural.

Los ejes de desarrollo industrial han resultado de los procesos de difusión espacial de la

industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas. Los ejes más dinámicos

son el del Ebro (entre País vasco y Cataluña) y el del Mediterráneo (de Gerona a Murcia).

Los espacios de industrialización escasa se corresponden con los espacios interiores de la

Península y algunos periféricos que presentan el denominador común de la inferioridad industrial

con respecto a las regiones más desarrolladas, por razones diversas, entre las cuales se

incluyen su baja densidad de población, la ausencia de tradición industrial…

Vocabulario

Central termoeléctrica: es una instalación empleada para la generación de energía

eléctrica a partir de la energía liberada en forma de calor, normalmente mediante la combustión de combustibles fósiles como petróleo, gas natural o carbón.

Energía hidroeléctrica: el aprovechamiento de la energía potencial acumulada en el agua para generar electricidad es una forma clásica de obtener energía. Es la suministrada por la generación de energía de cataratas (saltos de agua) Alrededor del 20% de la electricidad usada en el mundo procede de esta fuente. Es, por tanto, una energía renovable pero no alternativa, estrictamente hablando, porque se viene usando desde hace muchos años como una de las fuentes principales de electricidad. Es especialmente indicado para zonas lluviosas o por las que circulan ríos caudalosos, poco variables aunque en el caso de ríos con caudales oscilantes se pueden usar los embalses para el almacenamiento de agua en tiempos de sequía. En España hay centrales de producción hidráulica en la mayoría de las Comunidades Autónomas.

Energías renovables: es la energía que se obtiene de fuentes naturales inagotables, su utilización no compromete su existencia futura ya que está asegurada por el propio funcionamiento del planeta: solar, eólica, hidráulica, biomasa y geotérmica.

Fuente de energía: son las materias minerales ofrecidas por la naturaleza que pueden convertirse en energía, es decir tienen capacidad de transformación en trabajo. Las fuentes de energía primarias son aquellas que contienen una energía que no puede utilizarse directamente, sino que es desprendida cuando se transforma: carbón, petróleo, gas, uranio... y fuentes de energía secundarias es la energía propiamente dicha, que procede de la transformación de la energía primaria, se manifiesta en forma de luz, electricidad, calor...

Globalizacion: es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones que les dan un carácter global.

Industria básica o de base: transforman las materias primas en productos semielaborados que, a su vez, son empleados como materias primas por otras industrias (por ejemplo: siderúrgica y petroquímica).

Industria de bienes de equipo: producen bienes, máquinas o herramientas, que son utilizadas por otras industrias en sus procesos fabriles.

Industria metalúrgica: se encarga de la transformación de los metales contenidos en los minerales en productos intermedios o finales, como son materiales para construcción, además de transformación en productos netamente finales, por ejemplo los diferentes productos utilizados en la vida diaria hechos de metales. La industria metalúrgica más destacada es la siderúrgica (hierro). Son industrias que exigen inversiones muy elevadas, y ocupan mucho suelo industrial.

Industria petroquímica: es la industria dedicada a obtener derivados químicos del petróleo y de los gases asociados: plásticos, asfaltos, aceite industrial... La industria petroquímica moderna data de finales del siglo XIX.

Industria siderúrgica: es la técnica del tratamiento del mineral de hierro para obtener diferentes tipos de éste o de sus aleaciones. Incluida dentro de la industria metalúrgica en sus dos modalidades: la siderurgia integral, que obtiene acero en los altos hornos a partir del mineral del hierro y la no integral, que lo obtiene en hornos eléctricos a partir de la fundición de la chatarra.

Materias primas: recurso natural, animal, vegetal o mineral, que se transforma en la industria en producto elaborado o semielaborado.

Parque tecnológico: espacios en los que existe una presencia notable de la iniciativa oficial (estatal, autonómica, local), con el fin de atraer empresas en la mayoría de los sectores de nuevas tecnología, generadores de innovación.

Polo de desarrollo: política regional basada en el desarrollo y promoción de zonas como Huelva, Córdoba, Granada, Burgos… Entre 1964 y 1972 se crearon once polos con el fin de corregir los desequilibrios regionales provocados por la polarización industrial.

Reconversión industrial: es la reestructuración de la industria con el fin de racionalizar la producción industrial adaptando la oferta a la demanda, sanear las finanzas, adecuar el tamaño, modernizar la industria... La reconversión Industrial está enmarcada dentro del programa de desarrollo y transformación tecnológica en los sectores industriales.

Prácticas

Práctica 1

El mapa representa la estructura espacial y densidad industrial de España en 1975. Analícelo y responda a las siguientes preguntas:

a) Diga el nombre de las Comunidades Autónomas que tienen más de 16 trabajadores/Km2.

(Hasta 1 punto) b) Identifique y diga el nombre de las ciudades con más de 50.000 empleos situadas en las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Aragón, Castilla y León y Andalucía (Hasta 1 punto) c) Explique los principales rasgos de la distribución espacial de la industria en España. (Hasta 2 puntos)

a) Comunidades Autónomas con más de 16 trabajadores por Km2 son:

entre 16 y 30: Comunidad Valenciana

más de 30: País Vasco, Cataluña y Madrid.

b) Ciudades con más de 50.000 empleos en:

Galicia: Vigo (Pontevedra)

Asturias: Oviedo-Gijón-Avilés

Aragón: Zaragoza

Castilla-León: Valladolid

Andalucía: Sevilla

c) Rasgos de la distribución espacial de la industria en España

El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida a través de los tiempos y de los recientes procesos de ocupación del espacio. Sobre él se advierten los siguientes rasgos: - Consolidación de Madrid y Barcelona: como centros de la industria española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y diversificada industria.

- Declive de los espacios tradicionales de la industria, particularmente los situados en la cornisa cantábrica, que se hallan en proceso de mutación por la crisis que afectó a los sectores: metalurgia, petroquímica, naval de gran implantación. - Espacios industriales en expansión: destacamos las áreas periurbanas al amparo de la proximidad a los centros urbanos, accesibilidad a los mercados y centros de distribución, facilidades de instalaciones, situación estratégica de las vías de comunicación, dotación de suelo… - Ejes de desarrollo industrial: resultado de los procesos de difusión espacial de la industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas. Los ejes más dinámicos son el del Ebro (entre el País Vasco y Cataluña) y el Mediterráneo (desde Gerona hasta Murcia) Acoge una industria muy diversificada que se beneficia de las altas densidades de población del litoral. Existen otros ejes secundarios. - Los espacios de industrialización escasa: se corresponden con los espacios interiores, con escasa tradición industrial, baja densidad de población y otras circunstancias desfavorables que les confiere un lugar secundario entre los nuevos factores de atracción industrial.

Práctica 2

El mapa representa la estructura espacial y densidad industrial en 1975. Analícelo y responda a las siguientes preguntas: a) Diga el nombre de las Comunidades Autónomas que figuran en cada uno de los intervalos de Trabajadores/Km2. b) Explique los contrastes industriales existentes entre el centro y la periferia españoles. c) ¿Ha cambiado sustancialmente esta situación a partir de 1975? Explíquelo.

a) Comunidades Autónomas:

Más de 30: País Vasco, Comunidad de Madrid. Cataluña.

De 16 a 30: Comunidad Valenciana

De 8 a 15: Asturias, Cantabria, Baleares.

De 4 a 7: Galicia, Navarra, La Rioja, Andalucía, Comunidad de Murcia, Canarias

Menos de 4: Castilla-León, Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha

b) Contrastes entre en centro y la periferia Es un contraste muy acusado. El interior del país presenta una escasa industrialización por razones diversas: baja densidad de población, ausencia de tradición industrial… Desde la segunda mitad del siglo XIX que empieza la industrialización en el país se advierte ya una polarización que se agudiza en los años 60 a pesar de la política de desarrollo industrial basada en los Polos y Planes de Desarrollo que pretendían corregir los desequilibrios regionales. La emigración de estas zonas hacia las más industrializadas incrementó las diferencias. En la periferia la situación fue contraria. La industrialización comenzó en el País Vasco donde se localizan las materias primas, principalmente el hierro. En la primera mitad del siglo XIX se construyen los altos hornos vizcaínos. En Barcelona, con una fuerte presencia de burguesía emprendedora comienza la industria textil, Madrid contaba con condiciones favorables, su condición de Capital, Reales Fábricas…

La expansión por la costa mediterránea se debió al encarecimiento del suelo industrial, congestión que provocó la difusión espacial a partir de las zonas más industrializadas. La mejora de las vías de comunicación desembocó en la aparición de ejes de desarrollo, el más importante el eje Mediterráneo, con una diversificación industrial, además de la expansión de otros sectores económicos como el turismo. c) ¿Ha cambiado la situación desde 1975? El modelo polarizado comenzó a variar en los años ochenta al surgir en su propio seno una serie de factores negativos (encarecimiento del suelo en las áreas industrializadas, perjuicios derivados de la saturación e incremento de los costes, déficit de infraestructuras…), frente a los cuales la descongestión industrial y la búsqueda de nuevos emplazamientos se ofrecían como una solución. A ello contribuirá la mejora generalizada de los sistemas de transporte y comunicaciones, de accesibilidad a los mercados y el conjunto de medidas de atracción puestas en práctica por los gobiernos regionales.

Todo esto ha propiciado un proceso de difusión espacial, que se está produciendo a partir de las zonas industriales congestionadas. Esta difusión de las nuevas industrias sobre el espacio se está operando de forma en ejes que siguen las principales vías de transporte o en núcleos rurales con favorables condiciones locales El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida a través de los tiempos y de los recientes procesos de ocupación del espacio. Sobre él se advierten los siguientes rasgos:

Consolidación de Madrid y Barcelona: como centros de la industria española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y diversificada industria.

Declive de los espacios tradicionales de la industria, particularmente los situados en la cornisa cantábrica, que se hallan en proceso de mutación por la crisis que afectó a los sectores: metalurgia, petroquímica, naval de gran implantación.

Espacios industriales en expansión: destacamos las áreas periurbanas al amparo de la proximidad a los centros urbanos, accesibilidad a los mercados y centros de distribución, facilidades de instalaciones, situación estratégica de las vías de comunicación, dotación de suelo…

Ejes de desarrollo industrial: resultado de los procesos de difusión espacial de la industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas. Los ejes más dinámicos son el del Ebro (entre el País Vasco y Cataluña) y el Mediterráneo (desde Gerona hasta Murcia) Acoge una industria muy diversificada que se beneficia de las altas densidades de población del litoral. Existen otros ejes secundarios.

Los espacios de industrialización escasa: se corresponden con los espacios interiores, con escasa tradición industrial, baja densidad de población y otras circunstancias desfavorables que les confiere un lugar secundario entre los nuevos factores de atracción industrial

Por tanto podemos decir que básicamente la situación no es muy diferente en cuanto a Madrid, Barcelona con una fuerte concentración industrial y un interior de escasa industrialización y poca densidad de población aunque en los últimos años han aparecido factores nuevos que, como hemos explicado han modificado el mapa de industrialización desde 1975.

Práctica 3

En el mapa adjunto están representadas las áreas industriales de España. Usando como referencia dicho mapa conteste a las preguntas siguientes: a) Comente razonadamente la situación de los grandes polos industriales y su área de influencia. (Hasta 1 punto) b) Describa los ejes de expansión industrial que pueda distinguir en el mapa y sus condicionantes. (Hasta 1,5 puntos) c) ¿A qué provincias afecta el área de declive industrial? ¿Cuáles son las causas que han provocado ese declive? (Hasta 1,5 puntos)

a) Los grandes polos industriales están situados en: - Madrid - Bilbao - Barcelona - Valencia

El área de influencia de estos polos son sus áreas metropolitanas y zonas cercanas. Esto se debe a la tendencia a la concentración industrial. Este fenómeno de la polarización industrial no fue exclusivo de España, sino que fue un modelo bastante generalizado por la influencia que ejercieron en la localización industrial factores como el emplazamiento de la materia prima o fuentes de energía. El hierro vasco, el carbón asturiano y los puertos del norte facilitaron el surgimiento de la región industrial siderometalúrgica del Cantábrico; la presencia del puerto y un importante núcleo de población impulsaron el foco textil catalán; y el potente mercado urbano posibilitó el desarrollo del foco industrial madrileño.

En los inicios de la Revolución Industrial, se consolidó un modelo de ocupación industrial del espacio con una concentración manifiesta en el País Vasco, Cataluña y Madrid que, a medida que iban ganando en tamaño e importancia, atraían nuevas empresas y fábricas que se

beneficiaban de la proximidad a otras industrias conexas, de la concentración de la demanda, de la dotación de servicios e infraestructuras… El modelo anterior comenzó a variar en los años ochenta al surgir en su propio seno una serie de factores negativos (encarecimiento del suelo en las áreas industrializadas, perjuicios derivados de la saturación e incremento de los costes, déficit de infraestructuras…), frente a los cuales la descongestión industrial y la búsqueda de nuevos emplazamientos se ofrecían como una solución. A ello contribuirá la mejora generalizada de los sistemas de transporte y comunicaciones, de accesibilidad a los mercados y el conjunto de medidas de atracción puestas en práctica por los gobiernos regionales.

Todas estas consecuencias han propiciado un proceso de difusión espacial, que se está produciendo a partir de las zonas industriales congestionadas. Esta difusión de las nuevas industrias sobre el espacio se está operando de forma en ejes que siguen las principales vías de transporte o en núcleos rurales con favorables condiciones locales b) Los ejes de expansión industrial se produce cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres, fundamentalmente carreteras, a las que se une la concentración de actividades y de población. Los ejes de desarrollo industrial han resultado de los procesos de difusión espacial de la industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas.

En el mapa se distinguen los siguientes:

Eje del Mediterráneo, desde Girona hasta de Murcia; es uno de los que tienen mayor potencial de desarrollo. Está plenamente consolidado desde el punto de vista de la red urbana; su nivel de urbanización es muy elevado y presenta una estructura económica muy diversificada: industrial, terciaria, agrícola… Cataluña es una de las regiones en la que la industria está asentada desde hace años. Su sector se basa en el textil, pero poco a poco ha ido introduciendo nuevos sectores como el químico, informático, automovilístico… Lo importante en la actualidad son las infraestructuras. Tiene una red muy densa. Conecta con el cantábrico, el mediterráneo y el norte. El puerto de Barcelona es muy importante. En la Comunidad Valenciana destacan la industria textil, juguetes, calzado… En la Región de Murcia destaca la industria alimentaria

Eje del Ebro, desde País Vasco hasta Tarragona aprovecha los beneficios geográficos de su situación entre el País Vasco y Cataluña, y la accesibilidad a la Meseta desde el valle del Ebro.

El País Vasco optó por el sector de la siderurgia (hierro y carbón) La industria de base o pesada. Bilbao en los últimos años ha transformado el panorama industrial, deja las pesadas y se centra en las más ligeras: maquinaria, metálicos, plásticos, química y material eléctrico. Navarra: se ha aprovechado de la cercanía del país vasco y los sectores trabajados son alimentación, automoción o industria del papel. En Aragón destaca la zona de Zaragoza en electrodomésticos, química, automoción…

Eje Madrid, su situación central dentro del sistema de infraestructuras le confiere una posición de conexión entre varios ejes. Tiene un gran peso dentro del sistema económico español, aunque sufre problemas de congestión; por ello, está extendiendo su área de influencia a las provincias limítrofes. Cuenta con una compleja industria muy diversificada, esencialmente de carácter ligero: automóviles, maquinaria, electrodomésticos y aparatos eléctricos, química (farmacéutica), confección, alimentaria...

Eje litoral andaluz: constituye un corredor de gran importancia turística y es, además, la continuación natural del eje mediterráneo, así como enclave de conexión con África. La industria andaluza se concentra en las grandes ciudades del valle del Guadalquivir, principalmente en el

triángulo formado por Sevilla, Huelva y Cádiz; en algunas zonas litorales, y en las capitales provinciales, pero constituyendo focos industriales aislados: industrias agroalimentarias, metalúrgicas, de material de transporte, electrónicas, aeronáutica, naval, vinícola, químicas…

c) Las provincias afectadas por el declive industrial son: Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava. Pertenecen al llamado Eje Cantábrico: se desarrolla desde el País Vasco a Galicia. Presenta algunas discontinuidades; es el espacio más debilitado porque, además del declive minero-industrial, carece de recursos sustitutivos. Su declive es consecuencia de la crisis que afectó a los sectores tradicionales de su industria (metalurgia, petroquímica, naval), de gran implantación en este espacio geográfico y cuya caída ha tenido repercusiones muy negativas en las pequeñas y medianas empresas relacionadas con ellos. El declive ha afectado a Asturias, a Cantabria y, con especial intensidad, al País Vasco, que poco a poco empieza a recuperar las tasas de crecimiento industrial que había perdido.