ACTITUDES PARA INVESTIGAR

La investigación es considerada como todo aquello que nos brinda

crecimiento intelectual y nos permite examinar, aceptar o rechazar una creencia;

debe realizarse de manera organizada desde la búsqueda hasta los resultados,

apoyando nuestras ideas en teorías, métodos, técnicas e instrumentos adecuados

y precisos para poder lograr un nuevo conocimiento con objetividad; por tal razón

es pertinente que el investigador adopte ciertas cualidades para desarrollar el

pensamiento lógico y garantizar un buen desempeño en su actividad científica .

Es preciso destacar que la investigación es un proceso dinámico y debido a

esta característica todo investigador debe asumir una actitud positiva ante lo

desconocido y sentirse motivado por la investigación. Generalmente es un

profesional que elije tal misión, porque su especialidad le despierta inquietudes y

estas lo conducen a asumir responsabilidades en cuanto al verdadero significado

del proceso de investigación.

Además, para comprender y poder ejecutar eficazmente un trabajo de

investigación el especialista debe gozar de una actitud objetiva y reflexiva que le

permita descubrir e interpretar los hechos o fenómenos de un determinado ámbito

y de esta forma proporcionar con certeza las respuestas a las interrogantes que se

enfrenta la población investigada. Ya que las actitudes que caracterizan al

investigador son claves para asegurar la resolución de problemas, presentando

propuestas válidas.

De igual manera, el investigador requiere del conocimiento de una

metodología, la cual es la base del arte de investigar, siendo así podremos

seleccionar y aplicar los métodos y técnicas adecuadas a las actividades en el

proceso de investigación; esta cualidad es de gran importancia porque identifica al

buen investigador debido a que la investigación es un proceso sistemático que

involucra una serie de pasos que deben realizarse de manera organizada y

consciente.

Cabe señalar, que el investigador debe estar en constante actualización de

sus conocimientos, confiar en sí mismo, en sus valores y actitudes para poder

observar, descubrir, analizar y explicar el proceso de investigación poniendo en

práctica sus habilidades cognitivas y su creatividad al momento de expresar los

resultados de dicho proceso y así transformar su propio aprendizaje e innovar en

el campo de la investigación.

En síntesis, es importante recordar que algunas de las actitudes para

investigar con que cuenta un investigador son innatas, mientras que otras son

adquiridas por medio de la educación y la experiencia, por tanto todo profesional

debe ser consciente de las cualidades que posee para así desarrollarlas e

incrementar su interés por la actividad investigativa de manera que ésta garantice

el cambio y la mejora de la calidad de vida de los que nos rodean a través de la

práctica en futuras investigaciones.