t12. la Ética 1 - nogitsune – nogitsune
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INDICE T12. LA ÉTICA ........................................................................................................... 1
I. Libertad y responsabilidad ............................................................................................ 1
1. Forjando nuestro carácter ............................................................................................................... 1
1.1. Temperamento y carácter ........................................................................................................ 1
1.2. Somos lo que hacemos ............................................................................................................. 2
2. La ley y la moral ............................................................................................................................... 3
2.1. ¿Quién ordena lo que hay que hacer? ..................................................................................... 3
2.2. Autonomía y heteronomía ....................................................................................................... 4
2.3. Somos responsables porque somos libres ............................................................................... 5
3. La conciencia y los valores ............................................................................................................... 6
3.1. La voz de la conciencia ............................................................................................................. 6
3.2. Las etapas del desarrollo moral ................................................................................................ 7
3.3. Los valores ................................................................................................................................ 8
II. Introducción a la ética ................................................................................................ 11
4. ¿De qué se ocupa la ética? ............................................................................................................ 11
5. Distintas perspectivas sobre la ética .............................................................................................. 11
5.1. La controversia acerca de la ética .......................................................................................... 11
5.2. ¿En qué debe basarse la ética? .............................................................................................. 11
5.3. ¿Cuál es el contenido de la ética? .......................................................................................... 12
5.4. ¿Hay reglas morales que sean válidas para todos? ................................................................ 13
5.5. ¿Respetar los principios o pensar en las consecuencias? ...................................................... 14
6. Ética aplicada ................................................................................................................................. 16
6.1. La ética aquí y ahora ............................................................................................................... 16
6.2. Algunos campos de la ética aplicada ...................................................................................... 17
MAPA CONCEPTUAL ....................................................................................................... 21
GLOSARIO ...................................................................................................................... 22
FIJATE ............................................................................................................................ 23
PROTAGONISTAS DE LA FILOSOFIA ................................................................................. 25
FRAGMENTOS FILOSOFICOS ........................................................................................... 26
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T12. LA ÉTICA
I. Libertad y responsabilidad
1. Forjando nuestro carácter
1.1. Temperamento y carácter
Tú eres una persona distinta de todas las demás. Cada uno de nosotros se caracteriza por una
serie de rasgos específicos que nos diferencian del resto de seres humanos. Algunos de estos
rasgos son innatos, porque nos acompañan desde que nacemos y están codificados en
nuestros genes. Sin embargo, otros rasgos son adquiridos, puesto que no los teníamos al
nacer, sino que los hemos ido incorporando con el tiempo.
Algunos ejemplos de rasgos innatos son el color de tus ojos, el grupo sanguíneo al que
perteneces o el aspecto general que tiene tu rostro. Estas características están escritas en tus
genes, y por ese motivo no resulta posible cambiarlas. Los rasgos innatos son naturales,
porque forman parte de nuestra herencia biológica.
Como ejemplo de rasgos adquiridos podemos mencionar la lengua que hablas, tus opiniones e
ideas, tus aficiones o tu forma de vestir. Ninguna de estas características estaba presente
cuando tú naciste, sino que las has ido desarrollando con los años. Los rasgos adquiridos son
culturales, porque los aprendemos y elaboramos con el tiempo.
Sin embargo, también debes tener en cuenta que muchos de nuestros rasgos tienen una parte
genética y otra adquirida. Nuestra estatura y nuestro peso, por ejemplo, dependen de factores
genéticos, porque cada persona tiene un metabolismo distinto, que forma parte de nuestra
herencia biológica. Pero la altura y el peso que tienes también dependen del modo en que te
alimentas. Las particularidades de tu metabolismo son un rasgo genético. En cambio, tus
hábitos alimentarios son un rasgo adquirido, porque los has ido desarrollando con el tiempo.
Cambiar el funcionamiento de tu metabolismo no es nada fácil, porque forma parte de tu
constitución biológica. Sin embargo, sí que puedes modificar tus costumbres cambiando de
dieta.
Tu personalidad es uno de estos rasgos complejos que tienen una parte genética y otra parte
adquirida.
Llamamos personalidad a nuestra peculiar forma de ser, que nos identifica y nos distingue del
resto de la gente.
La parte genética de tu personalidad se denomina temperamento. Tu temperamento incluye
las inclinaciones y tendencias que te acompañan desde que naciste. Estas tendencias
condicionan tu personalidad, pero no la determinan por completo, porque una parte
importante de esta depende de tus costumbres y se puede modificar. La parte adquirida de tu
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personalidad se llama carácter. A diferencia del temperamento, el carácter sí se puede
cambiar, ya que depende de nuestras acciones y de nuestros hábitos.
La personalidad tiene una parte genética llamada temperamento, y una parte adquirida que se
denomina carácter.
Los seres humanos podemos ir más allá de aquello que determina nuestra herencia.
En la persona están presentes rasgos innatos y rasgos adquiridos.
1.2. Somos lo que hacemos
La posibilidad de modificar nuestro carácter hace que nuestros hábitos tengan una enorme
importancia. Por ejemplo, si te acostumbras a compartir, invitar a los demás y hacerles regalos,
se podrá decir que eres una persona generosa. Si, por el contrario, nunca invitas a nadie ni
sueles compartir tus cosas, te convertirás en un tacaño. Ser generoso o ser tacaño no es algo
genético, porque depende de lo que hacemos.
Si te das cuenta, esto también quiere decir que cambiando tus costumbres puedes acercarte al
tipo de persona que quieres llegar a ser.
Los hábitos que adquirimos van forjando nuestro carácter, y nos transforman cambiando
nuestra personalidad.
Por eso es crucial pararse a pensar en las costumbres que tenemos, para saber si nos acercan o
nos alejan de aquello en lo que verdaderamente que remos convertirnos. Este es el sentido
que tiene la distinción entre virtudes y vicios. Una virtud es un hábito bueno, como la
generosidad, la valentía o la capacidad de escuchar y tener en cuenta a los demás. En cambio,
un vicio es un hábito malo, como la tacañería, la cobardía o la intolerancia.
Los hábitos buenos se denominan virtudes, mientras que los hábitos malos se llaman vicios.
01.- Fragmentos Filosóficos
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2. La ley y la moral
2.1. ¿Quién ordena lo que hay que hacer?
Como hemos visto, las costumbres que tenemos influyen de manera decisiva en el tipo de
persona que somos. Además, las acciones qué repetimos habitualmente también pueden
afectar a los demás. Por eso es tan importante aprender a controlar nuestro comportamiento,
reflexionando acerca de lo que hacemos o dejamos de hacer. Este es el ámbito en el que
actúan las leyes y la moral.
Las leyes sirven para regular la conducta de las personas y para hacer posible la convivencia.
Las leyes nos indican cuáles son nuestras obligaciones, señalando claramente las cosas que
podemos y no podemos hacer en nuestro trato con los demás. Se trata de normas elaboradas
por la sociedad, pero que tienen carácter obligatorio para todos los individuos. Por eso, si no
cumplimos las leyes podemos ser castigados. En una determinada sociedad, la ley impone las
mismas normas para todos.
Las leyes son normas de comportamiento, dictadas por la sociedad. Si no las cumplimos,
podemos ser sancionados.
En cambio, la moral está compuesta por reglas personales de conducta. Mis normas morales
hacen referencia a lo que a mí me parece que es correcto o incorrecto, de acuerdo con mis
propias ideas y creencias. Cada individuo tiene sus propias normas morales, que pueden ser
diferentes en distintas personas.
Las normas morales son internas, porque están dictadas por nuestra propia conciencia. Sin
embargo, también podemos actuar en contra de nuestras convicciones morales más
profundas. En esas ocasiones sentimos remordimiento por haber desobedecido a nuestra
conciencia, aunque nadie vaya a castigarnos por lo que hemos hecho.
La moral está compuesta por normas internas de conducta, dictadas por nuestra conciencia. Si
actuamos en contra de nuestras convicciones morales, sentimos remordimiento.
Las normas legales son de origen social. Tienen carácter coercitivo, pues si no cumplimos las leyes nos pueden
castigar.
Jacobello del FIORE
“Detalle de La Justicia entre los arcángeles Miguel y Gabriel” (1421)
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2.2. Autonomía y heteronomía
Para apreciar la diferencia que hay entre la ley y la moral tenemos que preguntarnos quién
establece las normas. Las normas morales las ponemos nosotros mismos, de acuerdo con
nuestra conciencia. Decimos que una persona es autónoma cuando ella misma crea sus
propias normas de conducta. La moral está constituida por reglas autónomas, creadas por el
propio individuo.
La autonomía es la capacidad de un individuo para elaborar por sí mismo sus propias normas
de conducta.
Las normas legales, en cambio, no las hemos elaborado nosotros mismos, sino que han sido
creadas por otros. Cuando una persona sigue las reglas dictadas por otros, decimos que actúa
de manera heterónoma. La ley está formada por reglas heterónomas, dictadas por la sociedad.
Un individuo actúa con heteronomía cuando obedece las normas dictadas por otras personas.
Moral Ley Normas individuales de conducta Reglas sociales de obligado cumplimiento.
Provienen de mi propia conciencia individual.
Provienen de un acuerdo establecido por la sociedad.
Tienen carácter interno (autonomía). Tienen carácter externo (heteronomía).
No respetar estas normas produce en nosotros arrepentimiento, pesar y remordimiento.
Si desobedecemos estas normas podemos ser castigados.
Tal vez sea útil poner algún ejemplo para aclarar la diferencia que hay entre autonomía y
heteronomía. Imagina el caso de un alumno excelente, que siempre llega puntual a clase, hace
sus tareas con regularidad y se esfuerza por sacar buenas notas. Suponte que preguntamos a
este alumno por las razones que le llevan a ser tan trabajador y estudioso.
Este alumno quizá podría decirnos que lo hace porque eso es lo que sus padres o sus
profesores esperan de él, porque si suspende lo pueden castigar. Si nos contesta de esta
manera, el alumno está actuando de manera heterónoma, porque su conducta obedece a las
normas que los demás le han transmitido.
Sin embargo, el alumno podría contestar de una manera muy diferente. Tal vez podría
decirnos que se esfuerza porque le interesa aprender, porque cree que así tendrá un futuro
mejor. En este caso, el alumno tiene un comportamiento autónomo, porque ha decidido por sí
mismo lo que deseaba hacer.
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La autonomía es una capacidad que nos permite elaborar por nosotros mismos nuestras propias normas de
conducta y que se aprende ejercitándola.
01.- FIJATE
2.3. Somos responsables porque somos libres
Una de las características más significativas de los seres humanos es nuestra capacidad de
elegir cómo queremos actuar. A diferencia de lo que sucede con los animales, las personas
podemos controlar nuestros instintos y decidir lo que queremos hacer gracias a nuestra
libertad.
Pero ¿a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de la libertad? Para evitar confusiones,
conviene distinguir entre dos sentidos diferentes de este concepto.
Por un lado, libertad significa 'ausencia de coacción'. Nadie puede ser libre si está amordazado
o si le están apuntando con un arma. Una primera dimensión de la libertad consiste en que no
haya ningún obstáculo que nos impida actuar. Esto es lo que se conoce como libertad
negativa. La libertad negativa es una "libertad de", porque tenemos libertad en este sentido
cuando estamos libres de presiones, amenazas y ataduras.
Tenemos libertad negativa cuando no hay obstáculos que nos impidan hacer lo que deseamos.
Pero para conseguir lo que deseamos no basta con la ausencia de ataduras. También hace falta
que podamos proponernos nuestras propias metas y que podamos trabajar para alcanzarlas.
En eso consiste la libertad positiva. La libertad positiva es una "libertad para", ya que consiste
en que seamos libres para elegir nuestros propios objetivos. El concepto de libertad positiva se
relaciona con la autonomía, puesto que solo tenemos libertad en este sentido cuando
podemos realmente decidir por nosotros mismos. Nuestra libertad positiva se reduce en una
situación de analfabetismo o de pobreza.
La libertad positiva consiste en la capacidad real de decidir con autonomía lo que queremos
hacer.
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Esta doble dimensión de la libertad hace que la conducta humana no pueda calcularse ni
predecirse. Aunque a menudo existen factores que nos condicionan, nuestras acciones no
están previamente determinadas.
Como personas, los seres humanos somos autónomos y libres.
La capacidad de elegir también nos hace responsables de nuestros actos. Ser responsable
significa hacerse cargo de las decisiones que tomamos. Como somos libres de elegir, también
tenemos la obligación de justificar por qué hemos elegido una cosa y no otra.
La responsabilidad implica responder por nuestros actos, dando explicaciones de la elección
que hemos hecho y haciéndonos cargo de sus consecuencias, reparando el daño que hayamos
podido causar.
Tenemos que asumir la responsabilidad de lo que hacemos de forma libre, consciente y
voluntaria. Por eso es justo que nos castiguen cuando nos comportamos incorrectamente, ya
que nuestra libertad siempre nos da la posibilidad de elegir. En cambio, no sería justo castigar
a un león por devorar a su presa, ya que su conducta no es libre, sino instintiva.
La libertad negativa, entendida como ausencia de coacción, es distinta de la libertad positiva, que consiste en la
capacidad de elegir autónomamente.
02.- Fragmentos Filosóficos
3. La conciencia y los valores
3.1. La voz de la conciencia
Al hablar de las normas morales hemos comentado que se trata de reglas de conducta
dictadas por la conciencia. Pero ¿en qué consiste la conciencia?
La palabra conciencia puede tener dos significados muy diferentes, que conviene distinguir
con claridad. Por una parte, puede tratarse de la conciencia intelectual, que está relacionada
con el conocimiento. En este sentido, la conciencia es la capacidad de reflexionar sobre
nuestros propios procesos mentales. La conciencia intelectual nos sirve para pensar y para
darnos cuenta de que estamos pensando.
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Sin embargo, en esta unidad nos estamos interesando por el sentido ético de la palabra
conciencia. Se trata de la conciencia moral, que es la capacidad humana de distinguir lo que
está bien y lo que está mal. La conciencia moral es la fuente de nuestras normas morales de
conducta. También es ella el origen de los sentimientos de arrepentimiento y remordimiento
cuando actuamos en contra de nuestras propias reglas morales de comportamiento.
La conciencia moral es la capacidad que tenemos los seres humanos de distinguir el bien y el
mal.
Nuestra conciencia es como un mandato interior que a la hora de actuar nos recuerda lo que
tenemos que hacer y lo que debemos evitar. Por eso algunos filósofos han comparado la
conciencia con una voz interior, como si siempre hubiera a nuestro lado un genio
aconsejándonos sobre la conducta que debemos seguir.
03.- Fragmentos Filosóficos
3.2. Las etapas del desarrollo moral
¿De dónde proviene la conciencia moral? ¿Se desarrolla la conciencia en todos los seres
humanos por igual? ¿Cómo evoluciona a lo largo de la vida de una persona?
A lo largo de la historia se han propuesto diferentes respuestas para estas preguntas. Algunos
filósofos piensan que la conciencia moral es un rasgo innato y común a todas las personas. De
acuerdo con esta teoría, la capacidad de discernir el bien del mal es una característica
específicamente humana, que nos distingue claramente de los demás animales.
Sin embargo, otros pensadores consideran que la conciencia moral tiene una dimensión
adquirida. Según esta perspectiva, nuestros juicios sobre lo que está bien o mal son
aprendidos. Tanto nuestra familia como la sociedad en que vivimos nos transmiten su
particular valoración de lo que es correcto o incorrecto. Desde la infancia, el individuo va
incorporando las normas morales aceptadas en su entorno a su propia conciencia moral.
La psicología evolutiva ha tratado de aclarar esta controversia estudiando el modo en que la
conciencia moral se desarrolla a lo largo de la vida. A comienzos del s.XX, el psicólogo Jean
Piaget llevó a cabo una serie de investigaciones sobre este tema, y distinguió dos etapas
distintas en el desarrollo moral individual.
Según Piaget, hay una etapa, en torno a los 10-11 años de edad, en la que las valoraciones
morales de las personas cambian de forma muy significativa. Los niños menores de 10 años
tienden a considerar que las reglas se basan en lo que ordenan los adultos, y que son rígidas e
inmutables. Las personas mayores de esa edad, por el contrario, creen que las reglas se
pueden cambiar si todo el mundo está de acuerdo, porque comprenden que las normas son
instrumentos para la convivencia, y no mandatos inflexibles.
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Lawrence Kohlberg amplió estos estudios, diferenciando tres etapas y seis niveles distintos en
el proceso de evolución moral de la persona.
Según Kohlberg, la primera etapa del desarrollo moral se caracteriza por el individualismo y la
heteronomía. A edades tempranas, los niños creen que lo correcto es lo que los adultos
ordenan y lo que les beneficia. Cuando alcanzan un segundo nivel, consideran que el
comportamiento debe adecuarse a las reglas aceptadas por el grupo al que pertenecen. En la
tercera y última etapa de desarrollo, comienzan a basar los juicios morales en el respeto a los
derechos de las personas y en el reconocimiento de la dignidad que tienen todos los seres
humanos.
La conciencia moral se desarrolla en varias etapas a lo largo de la vida del individuo.
02.- FIJATE
3.3. Los valores
La conciencia está íntimamente relacionada con la capacidad que tenemos los seres humanos
de apreciar los valores morales. El filósofo alemán Max Scheler concedió gran importancia al
estudio de los valores, que para él constituían el núcleo mismo de la ética. La teoría ética de
Scheler es axiológica*, porque se centra en estudiar los valores morales y el modo en que
estos influyen en la acción humana.
Un valor es algo que estimamos porque nos parece importante.
Distintos tipos de valores
En nuestra vida hay muchas cosas que consideramos valiosas. Por eso podemos distinguir
muchos tipos distintos de valores. Algunos valores son instrumentales, porque están
relacionados con la utilización de algún medio para alcanzar un fin. La eficiencia, la eficacia o la
utilidad son algunos ejemplos de valores utilitarios, porque se trata de características que
apreciamos en este sentido. Pero también hay valores vitales, como la salud, la fortaleza física
o el bienestar corporal. La verdad, el rigor, la precisión o la exactitud están entre los más
importantes valores científicos. Entre los valores estéticos destacan la belleza, la armonía y la
fuerza expresiva. Algunos valores religiosos son la santidad, lo sagrado, la trascendencia o la
salvación.
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Los valores éticos
Aunque hay muchas clases de valores, Scheler creía que los valores éticos se distinguen de
todos los demás por sus especiales características. Para comprender por qué, conviene
considerar algunos valores éticos concretos, como son la sinceridad, la bondad, la valentía, la
prudencia, la generosidad o la justicia.
Si te fijas bien, te darás cuenta de que nunca podemos asignar estos valores a una cosa. Esto
distingue a los valores morales de los demás tipos de valores.
Los valores éticos solo adquieren sentido cuando los referimos al comportamiento de las
personas.
Si estamos hablando de una piedra, una escultura o una teoría científica, se puede decir de
ellas que son útiles o bellas. Pero nunca pueden ser justas ni moralmente buenas. Lo único que
puede ser justo o moralmente bueno es una acción humana.
Pero esto no es todo. Scheler señalaba además que los valores éticos se nos presentan con
unos rasgos especialmente significativos. Al pensar en valores como la justicia o el bien, estos
conceptos se nos aparecen como incondicionales, universales y necesarios.
Las personas interpretamos los valores éticos como incondicionales, universales y necesarios.
Para entender lo que esto significa, piensa en lo que ocurre cuando ves una injusticia. Cuando
decimos que una acción es injusta, no estamos simplemente afirmando que a nosotros nos
parezca injusta. Lo que queremos realmente decir es que se trata de algo objetivamente
injusto, y que así debería parecérselo a cualquier persona imparcial.
Escalas de valores
Según Max Scheler, todos los valores son polares. Esto quiere decir que los valores pueden ser
positivos o negativos, porque para cada valor siempre es posible encontrar su correspondiente
contravalor. Así, por ejemplo, frente al valor de la belleza está el contravalor de la fealdad, o
frente al valor de la justicia el contravalor de la injusticia.
Además, los valores están jerarquizados. Esto significa que no todos los valores son igual de
importantes. Para Scheler existe una escala de valores, en la que se pueden distinguir valores
más importantes y valores menos importantes. Lo que ocurre cuando nos enfrentamos a una
decisión difícil es que vivimos una contradicción entre distintos valores incompatibles. Así que
la clave de la acción moral es, para Scheler, ser capaces de elegir adecuadamente priorizando
los valores más importantes y relegando los menos significativos.
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Antonio CANOVA
“Psique reanimada por el beso del Amor (1793)
La vida de Gandhi (1869-1948) se ha considerado un modelo de existencia orientada por valores morales.
01.- Protagonistas de la Filosofía
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II. Introducción a la ética
4. ¿De qué se ocupa la ética?
Hemos visto que la moral está formada por un conjunto de normas individuales de conducta,
que pueden variar de una persona a otra. La moral tiene que ver con lo que nos parece
correcto o incorrecto. La ética, en cambio, es una parte de la filosofía que se hace preguntas
acerca de la moral.
La ética se ocupa de la reflexión filosófica sobre la moral.
Cuando alguien nos explica cuál es, según su opinión, un buen o mal comportamiento, lo que
hace es hablarnos de su moral individual. Sin embargo, si a esta persona le pedimos que nos
explique las razones en las que se basa para sostener esas ideas, entonces entramos en el
terreno de la ética.
La ética se pregunta por qué ciertas cosas son buenas o son malas, tratando de encontrar el
fundamento de nuestros juicios morales. Por eso la ética es una parte de la filosofía, ya que
trata de encontrar respuestas racionales sobre las preguntas que surgen al cuestionarnos la
moral.
03.- FIJATE
5. Distintas perspectivas sobre la ética
5.1. La controversia acerca de la ética
La ética es una disciplina con una importante dimensión práctica. Las cuestiones éticas tienen
una relación directa con lo que nos parece que debe hacerse o evitarse. Por eso la ética
siempre ha sido un campo muy controvertido, en el que se han propuesto teorías muy
distintas que a menudo se contradicen entre sí.
A lo largo del tiempo los filósofos han mantenido posiciones enfrentadas en torno a los
principales problemas éticos. Esta disputa se extiende a múltiples aspectos de la ética, porque
tiene que ver con su base, su contenido, su validez y su fundamento. En su reflexión acerca de
la moral, los pensadores no han logrado ponerse de acuerdo sobre ninguno de estos aspectos.
04.- Fragmentos Filosóficos
5.2. ¿En qué debe basarse la ética?
El debate en torno a la base de la ética ha dividido a los filósofos durante siglos. La disputa
surge al tratar de responder la siguiente pregunta: ¿En qué se basan nuestros juicios morales?
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Algunos autores creen que la razón es la base de la moral. Según estos filósofos, para saber lo
que está bien y lo que está mal lo que tenemos que hacer es usar la inteligencia. La ética es
una cuestión racional, íntimamente ligada al conocimiento, aunque se trata de una
racionalidad práctica, y no teórica, ya que tiene que ver con las acciones que llevamos a cabo y
que pueden afectar a los demás. Esta posición se denomina intelectualismo moral. Sócrates,
Platón y Kant son ejemplos de filósofos que han defendido el intelectualismo en ética.
El intelectualismo moral es la teoría según la cual la base de los juicios morales está en la
razón.
La posición opuesta es el emotivismo moral. Para los emotivistas, la base de nuestros juicios
morales no está en la razón, sino en los sentimientos. Son nuestros sentimientos y nuestras
emociones las que nos ayudan a determinar lo que es bueno y lo que es malo. Cuando decimos
que una acción es incorrecta y que por eso debemos evitarla, en realidad lo que estamos
expresando es la sensación de rechazo que ese comportamiento nos provoca. De acuerdo con
estos autores, la moral no tiene que ver con la razón, porque en ocasiones puede ser muy
racional actuar de manera inmoral, por ejemplo cuando podemos obtener un beneficio por
ello.
El emotivismo moral afirma que los juicios morales no se basan en la razón, sino en los
sentimientos.
Según el intelectualismo moral, la ética se basa en la razón.
Fotograma de Confucio (2010), de HU Mei
05.- Fragmentos Filosóficos
5.3. ¿Cuál es el contenido de la ética?
Todos los filósofos aceptan que la ética es una reflexión filosófica sobre la moral. Las
discrepancias surgen cuando se plantea la cuestión del contenido específico del que debe
ocuparse esta disciplina.
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Algunos autores piensan que la tarea de la ética consiste en encontrar cuáles son los fines a los
que debemos aspirar los seres humanos. De acuerdo con esta visión la ética tiene un
contenido material, porque se ocupa de algo concreto, como determinar los bienes que
debemos perseguir o el tipo de vida que debemos tratar de alcanzar.
El filósofo Epicuro (s.IV-s.III a.C.) nos proporciona un buen ejemplo de esta visión de la ética,
centrada en un contenido material concreto. Según Epicuro, la ética debe orientarnos para
alcanzar la felicidad, que se obtiene buscando el placer y evitando el dolor. Así pues, el
contenido de la ética es la búsqueda de un propósito determinado, que en este caso es el
placer.
Otros autores creen, por el contrario, que la ética no debe proponernos ningún contenido
material concreto. Hacerlo significaría limitar la libertad del individuo, que debe tener total
autonomía para proponerse él mismo los fines que le parezcan más apropiados. Así que la
ética no puede ocuparse de la materia de los juicios morales, sino únicamente de su forma. Eso
quiere decir que la ética no nos debe decir lo que tenemos que hacer. Tan solo puede aspirar a
decirnos cuál es la forma que deben tener las normas que nosotros mismos elijamos de
acuerdo con nuestros propios fines. Kant es un buen ejemplo de esta visión, porque propuso
una ética formal que carece por completo de contenido material específico.
Algunos autores creen que la ética debe ocuparse de un contenido material concreto,
indicándonos los fines que debemos perseguir con nuestras acciones. Otros, en cambio,
piensan que la ética solo debe centrarse en los aspectos formales de la acción moral.
Para Epicuro la ética tenía un contenido material, que era la búsqueda del placer.
5.4. ¿Hay reglas morales que sean válidas para todos?
Cuando se comparan las formas de vida de distintos pueblos y diferentes épocas históricas, se
aprecia que las normas morales son muy variables. Algunas cosas que en una sociedad
determinada se consideran positivas pueden merecer rechazo o castigo en otros lugares.
¿Existen a pesar de esto algunas normas morales que sean válidas para todo el mundo?
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Algunos filósofos consideran que sí es posible encontrar algunas reglas universales que se
aplican a los seres humanos por igual. Según este punto de vista, existen ciertas normas
básicas de gran importancia que tienen validez para todas las personas, en todas partes y en
todas las épocas. El asesinato, el incesto o la mentira, por ejemplo, son acciones que todos los
pueblos del mundo rechazan, por lo que pueden considerarse universales.
Esta visión se denomina universalismo moral, porque defiende la existencia de ciertas normas
morales universales. Platón era un filósofo universalista, porque insistía en que lo que es
verdaderamente bueno y correcto debe serlo por igual para todas las personas.
Según el universalismo moral, hay una serie de normas morales básicas que son válidas para
todas las personas, en todas las épocas y todos los lugares del mundo.
La interpretación opuesta es el relativismo moral. Los filósofos relativistas no creen que
puedan encontrarse reglas morales universalmente válidas. Cada sociedad (e incluso cada
persona) tiene sus propias normas morales, que pueden ser diferentes de las de los demás.
De acuerdo con esta visión, no existe ningún criterio universalmente válido para determinar lo
que es correcto para todo el mundo. Lo bueno y lo malo dependen del punto de vista y de los
valores aceptados en cada momento y en cada lugar. En la Grecia antigua, los sofistas eran
relativistas, y por este motivo Platón, que no compartía esta teoría, mantuvo una acalorada
disputa con ellos.
El relativismo moral afirma que todas las reglas y los valores morales dependen de la
situación. Para los relativistas no es posible encontrar ninguna regla moral universal.
06.- Fragmentos Filosóficos
5.5. ¿Respetar los principios o pensar en las consecuencias?
Los filósofos tampoco están de acuerdo a la hora de determinar cuál debe ser el fundamento
último de nuestras acciones. ¿Qué es más importante: respetar siempre unos principios
básicos o tener en cuenta las consecuencias de lo que hacemos?
Algunos autores piensan que para orientar nuestro comportamiento lo principal es
mantenerse siempre fieles a unos principios morales básicos. Hay ciertas acciones que siempre
son malas, por lo que no debemos hacerlas nunca, independientemente de las circunstancias.
A la hora de actuar, lo crucial es cumplir con nuestro deber, sin preocuparnos por lo que pueda
pasar después.
Esta postura, que insiste en la importancia de cumplir nuestro deber, se denomina
deontologismo. La palabra deontología proviene del griego deon, que significa 'deber'. La ética
de Kant, por ejemplo, es deontológica, porque este filósofo insiste mucho en que nuestra
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conducta debe estar guiada por el cumplimiento del deber, obedeciendo siempre nuestros
principios morales.
Sin embargo, también hay filósofos que sostienen la posición opuesta. Para estos pensadores,
a la hora de actuar debemos tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos. Según este
punto de vista, lo importante no es atenerse siempre a unos principios, sino considerar el
efecto que van a tener nuestras acciones sobre los demás. Decir la verdad puede ser algo
bueno en general, pero puede haber casos en los que la sinceridad puede tener terribles
consecuencias.
Esta teoría se denomina consecuencialismo, porque hace hincapié en las consecuencias de
nuestros actos. Los filósofos utilitaristas, como John Stuart Mili, eran consecuencialistas. Estos
autores creían que para saber si una acción es buena o mala debemos fijarnos en las
consecuencias que tiene para los demás. Según John Stuart Mili, si mi acción crea infelicidad y
dolor, entonces es mala aunque se apoye en nobles y elevados principios morales.
La deliberación consiste en establecer los fines, coordinar y adecuar los medios, y prever las consecuencias.
Conservamos el diario que Ana Frank escribió durante los dos años que permaneció escondida hasta que fue
delatada. En él encontramos la visión adolescente de los graves hechos a los que hubo de enfrentarse y que
culminarían con su reclusión en un campo de concentración, donde murió a los 16 años.
04.- FIJATE
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6. Ética aplicada
6.1. La ética aquí y ahora
Como la ética es una reflexión sobre la acción práctica de las personas, su contenido tiene
mucho que ver con nuestra vida diaria y con los difíciles retos que plantea la relación con los
demás. La reflexión moral tiene importantes aplicaciones concretas, que se ponen claramente
de manifiesto al analizar los conflictos de nuestro mundo actual.
Los problemas éticos aparecen continuamente en campos tan diversos como la investigación
científica, la ecología, la medicina, la informática, las relaciones internacionales o el trato que
damos a los animales. En esos casos, la ética puede ayudarnos a decidir cuál debe ser el
comportamiento correcto. La ética aplicada es una rama de la ética que trata de encontrar
criterios para orientar nuestras decisiones en estos terrenos tan complejos.
La ética aplicada trata de ofrecernos una guía para decidir cómo actuar en casos que
presentan circunstancias complejas.
A veces, las situaciones que analiza la ética aplicada son casos difíciles en los que solo es
posible elegir entre dos opciones distintas. Por lo general, las dos posibilidades tienen ventajas
e inconvenientes, de manera que no resulta nada fácil saber qué es lo que debemos hacer.
Estos casos reciben el nombre de dilemas morales, porque solo tienen dos salidas posibles.
Un dilema moral es una situación compleja en la que debemos decidir entre dos cursos de
acción contradictorios.
Otras veces, la ética aplicada se enfrenta a situaciones más abiertas, a las que podemos
responder de muchas maneras distintas. Estos casos se denominan problemas morales, y por
lo general suelen estar más cercanos a las situaciones que se presentan realmente en la
práctica. Por eso el estudio de los problemas morales es uno de los temas principales de los
que se ocupa la ética aplicada.
Un problema moral es un caso difícil ante el que podemos actuar de mu chas maneras
diferentes.
La dificultad de los dilemas es que si tomamos un camino, debemos abandonar el otro.
07.- Fragmentos Filosóficos
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6.2. Algunos campos de la ética aplicada
Bioética
La bioética es uno de los campos más activos de la ética aplicada. Se ocupa de analizar
dilemas y problemas morales relacionados con la vida. Entre otras cosas, la bioética
reflexiona sobre las situaciones complejas que se presentan en la medicina y en
nuestro trato con los seres vivos.
Los problemas filosóficos relacionados con la vida son muy complejos y controvertidos.
Por eso muchas de las cuestiones de las que se ocupa la bioética han sido objeto de
intensos y acalorados debates. Es algo comprensible, si tenemos en cuenta que la
bioética se ocupa de cuestiones como el aborto, la eutanasia, la contracepción o la
clonación. ¿Cómo deberíamos actuar en estos casos? ¿Es posible saber cuál es el
comportamiento correcto?
¿Se pueden encontrar criterios que nos ayuden a orientar nuestra conducta?
Para guiarnos en estas situaciones, los filósofos que se dedican a la bioética han
identificado cuatro normas básicas que siempre deberían respetarse. Se trata de los
principios fundamentales de la bioética, que son los siguientes:
Principio de autonomía. Siempre que sea posible debemos permitir que las
personas decidan por sí mismas.
Principio de beneficencia. Todo lo que hagamos debe estar encaminado a
hacer un bien, ayudando a los demás y favoreciendo sus intereses
Principio de no maleficencia. Nuestras actuaciones nunca deben producir daño
ni perjudicar a los demás.
Principio de justicia. En nuestras acciones debemos tratar de dar a cada
persona lo que le corresponde, evitando un trato desigual.
Aunque estos principios parecen claros y evidentes, aplicarlos en la práctica puede
resultar muy complicado. Puede suceder que dos de estos principios sean
contradictorios, como cuando beneficiar a una persona supone perjudicar a otra. En
esas situaciones no resulta fácil decidir lo que hacer.
Por eso, en las situaciones complejas que se presentan en la práctica, puede ser útil
crear grupos de personas para reflexionar conjuntamente y orientar nuestras
elecciones. Estos comités de bioética están formados por científicos, filósofos y
expertos, pero también deben incluir a representantes de las personas afectadas por la
decisión que hay que tomar. De este modo es posible conocer las distintas
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perspectivas que se presentan ante la situación para poder elegir lo que debe hacerse
de una manera más justa y equilibrada.
El científico lan Wilmut, jefe del equipo que obtuvo en 1996 el primer mamífero por clonación, la oveja Dolly
Ética ambiental
En las últimas décadas, el desarrollo económico y la creciente presión sobre los
recursos naturales han tenido un importante efecto sobre nuestro planeta. La ética
ambiental se ocupa de estas cuestiones, analizando el modo en que nuestra conducta
repercute sobre la naturaleza y sobre el medioambiente. Se trata de temas morales,
porque el bienestar de los seres humanos depende de la salud del planeta Tierra.
Nuestro comportamiento en relación con la naturaleza tiene una dimensión ética,
porque está destruyendo el equilibrio natural y empobreciendo el lugar en que
vivimos.
Los planteamientos de la ética ambiental nos invitan a pensar en las consecuencias
que tiene nuestra forma de vida sobre el sistema ecológico. Entre otros temas, la ética
ambiental se ocupa de cuestiones como el calentamiento global, la contaminación, la
sobreexplotación de los recursos naturales, la desertización, etc.
Las teorías éticas formuladas a lo largo de la historia siempre han insistido en
recordarnos nuestra responsabilidad con los demás. Nuestro comportamiento tiene
repercusiones para otras personas, así que debemos pensar en cómo lo que hacemos
puede afectar a los demás. Pero según el filósofo Hans Jonas, esta responsabilidad no
solo afecta a quienes conviven con nosotros, sino que también debe extenderse a las
generaciones futuras.
Lo que hacemos hoy puede tener consecuencias para las personas que vivan en la
Tierra después de nosotros. Por eso, las actividades que desarrollamos deben tener en
cuenta su repercusión sobre el medio natural. Antes de emprender una actividad,
deberíamos pensar en cómo puede afectar a nuestro planeta y a sus futuros
habitantes. En esto consiste el principio de responsabilidad, que puede formularse del
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siguiente modo: "Actúa de manera que tus acciones permitan la permanencia de una
vida humana auténtica sobre nuestro planeta".
La ética ambiental estudia la dimensión moral de nuestra relación con el medioambiente.
08.- Fragmentos Filosóficos
Ética profesional
La ética profesional reflexiona acerca del comportamiento que deberían seguir los
trabajadores en el ejercicio de sus funciones. Actuar moralmente en el trabajo es
especialmente importante cuando lo que hacemos tiene gran influencia en la vida de
los demás. Esto es lo que sucede en algunas profesiones como la medicina, el
periodismo, la política, la administración de justicia o el cuidado de personas
dependientes.
Para regular el correcto comportamiento en estos ámbitos, y para evitar conductas
inadecuadas, pueden elaborarse reglas específicas a las que se conoce como códigos
deontológicos. Un código deontológico es un conjunto de normas que indican a los
profesionales de un campo concreto cuáles son los deberes que deben cumplir en el
ejercicio de su profesión.
El juramento hipocrático que hacen los médicos cuando son admitidos dentro de su
profesión es un célebre ejemplo de código deontológico. Otro ejemplo es la ética
periodística, que prescribe la veracidad y exactitud en las noticias, acudiendo a las
fuentes, corrigiendo los errores y no difundiendo rumores infundados. Del mismo
modo, existen códigos de este tipo para muchas otras profesiones.
05.- FIJATE
Ética empresarial
La actuación de las empresas tiene una relevante dimensión ética, puesto que sus
prácticas laborales, económicas y medioambientales influyen directamente en la vida
de muchas personas. La ética empresarial reflexiona sobre los distintos problemas
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morales que pueden presentarse en el mundo de los negocios, ofreciendo pautas y
criterios para orientar las decisiones empresariales.
Las empresas son cada vez más conscientes de la repercusión que tienen sus
actividades en la sociedad y el medioambiente. Muchas han desarrollado códigos de
conducta para regular la actuación de sus empleados y directivos. Estas normas sirven
de guía en campos tan diversos como la contratación y el despido de los trabajadores,
el impacto medioambiental de la empresa o las relaciones con proveedores y clientes.
A veces las empresas se refieren a la responsabilidad social corporativa para suscitar
esta reflexión ética. Este concepto alude a la necesidad que tienen las empresas
modernas de asumir las consecuencias que tiene su actividad y de comprometerse en
la mejora ambiental y social.
Ética de las comunicaciones y la informática
El desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación ha influido
decisivamente en nuestras vidas y ha modificado el modo en que nos relacionamos
con los demás. Algunas prácticas que hace unos años eran impensables son hoy en día
algo cotidiano y habitual.
Aunque estos avances nos han proporcionado muchas ventajas, también han creado
situaciones complejas que suscitan situaciones moralmente problemáticas. Piensa, por
ejemplo, en los problemas asociados a la privacidad en Internet, a la piratería digital o
al espionaje informático. En relación con estos temas ha surgido un campo muy activo
de investigación ética, que trata de ofrecernos criterios prácticos para orientar nuestra
conducta en el mundo de las nuevas tecnologías.
El "caso Wikileaks" fue un hito en las implicaciones éticas y políticas de la informática. En la fotografía, el
fundador de Wikileaks refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
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MAPA CONCEPTUAL
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GLOSARIO
Axiología: filosofía de los valores. La ética de Scheler es una axiología, por la
gran importancia que concedió a los valores en teoría moral.
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FIJATE
01.-
Para comprender el significado de la palabra autonomía, resulta muy útil revisar los términos griegos de
los que procede.
En griego, auto significa 'uno mismo', mientras que nomos quiere decir 'ley'. Por eso la autonomía hace
referencia a las leyes que yo me impongo a mí mismo.
En cambio, hetera significa en griego 'diferente'. Por eso la heteronomía surge cuando yo no elaboro las
normas, sino que estas provienen de alguien distinto de mí.
02.- LAS ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL SEGÚN KOHLBERG
Primer nivel: Nivel preconvencional.
En sus razonamientos morales los sujetos solo proponen planteamientos individuales, sin tener en
cuenta su pertenencia a la sociedad.
Etapa 1: Obediencia y miedo al castigo.
Los niños se comportan de manera heterónoma, cumpliendo las normas impuestas por los
adultos. La conducta está regulada por el miedo al castigo, según unas reglas que se consideran
fijas e inamovibles.
Etapa 2: Individualismo.
Los niños aceptan Que puede haber normas diferentes para distintas personas, pero basan sus
propias reglas en el individualismo. Lo bueno es lo que me beneficia, así que puedo negociar
intercambios contigo si eso me favorece.
Segundo nivel: Nivel convencional.
Las personas razonan considerándose miembros de una colectividad. Las normas morales se
corresponden con los valores aceptados por el grupo al que se pertenece.
Etapa 3: Acomodación a las expectativas interpersonales.
La actuación correcta consiste en comportarse de acuerdo con lo que se espera de uno en la
familia o el grupo de amigos.
Etapa 4: Mantenimiento del orden social.
Lo correcto es cumplir las normas generalmente aceptadas y obedecer las leyes para mantener
el orden de la sociedad.
Tercer nivel: Nivel posconvencional.
Las normas morales se basan en una decisión racional y autónoma, que puede entrar en conflicto
con las normas legales aceptadas en la sociedad.
Etapa 5: Respeto de los derechos individuales.
La sociedad está basada en un acuerdo mediante el que se reconocen ciertos derechos que
nadie puede violar. Lo correcto consiste en respetar las decisiones democráticas en las que se
afirman estos derechos.
Etapa 6: Afirmación de principios morales universales.
Lo correcto es actuar de forma imparcial y justa con todos los seres humanos. Nuestro
comportamiento siempre debe respetar la dignidad de las demás personas.
03.-
La palabra moral procede del latín, de la palabra mos-moris, que significa 'costumbre'. La palabra ética,
en cambio, proviene del griego. En griego, ethos significa 'carácter', aunque esta palabra a su vez
procede del término éthos, que quiere decir 'hábito' o 'costumbre'.
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04.- ¿DEBEMOS DECIR SIEMPRE LA VERDAD?
¿Sabes quién era Ana Frank? Esta chica era una joven judía alemana que vivía exiliada en Ámsterdam
cuando Holanda fue invadida y ocupada por las tropas nazis. Para escapar, Ana se escondió junto con su
familia gracias a la colaboración de algunos amigos.
Este caso puede servirnos para reflexionar sobre la conveniencia de decir siempre la verdad. Imagina
que tú eres un amigo de Ana Frank y que la has ayudado a esconderse en tu casa. Si apareciera un
policía nazi preguntándote si sabes de judíos escondidos por el barrio, ¿deberías decirle la verdad? En tu
opinión, ¿qué comportamiento sería el moralmente correcto en este caso? Fíjate ahora en la respuesta
que has dado.
¿Has razonado de forma deontológica o de manera consecuencialista?
05.- EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO
(Según la versión de la Declaración de Ginebra de 1948)
En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo
solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Conservaré a mis maestros el respeto y
el reconocimiento del que son acreedores. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la
vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de quien haya
confiado en mí. Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la
profesión médica. Mis colegas serán mis hermanos. No permitiré que entre mi deber y mi enfermo
vengan a interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, partido o clase. Tendré
absoluto respeto por la vida humana. Aún bajo amenazas, no admitiré utilizar mis conocimientos
médicos contra las leyes de la humanidad. Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi
honor.
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PROTAGONISTAS DE LA FILOSOFIA
01.- MAX SCHELER (1874-1928)
El filósofo alemán Max Scheler destacó por sus estudios sobre la religión, aunque es más conocido por
su estudio de los valores. La axiología de Scheler considera que los valores son el fundamento de la
ética. Según Scheler, los valores son objetivos e independientes de nosotros, y las personas podemos
captarlos
de forma intuitiva gracias a nuestra facultad valorativa. De esta manera podemos apreciar que a cada
valor le corresponde un contravalor, como sucede con la belleza y la fealdad, o con la bondad y la
maldad.
Los valores, de acuerdo con Scheler, están ordenados en una jerarquía. Los menos importantes son los
valores sensibles, como lo agradable o lo desagradable. Después están los valores vitales, como la salud
o la enfermedad. En tercer lugar están los valores espirituales, que pueden ser estéticos, jurídicos o
intelectuales. Los valores superiores, según Scheler, son los religiosos, como la oposición entre lo
sagrado y lo profano.
Max Scheler fue, además, uno de los primeros filósofos en advertir de los peligros que podría acarrear
para Alemania el triunfo del nazismo, años antes de que ese temor se convirtiera en realidad.
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FRAGMENTOS FILOSOFICOS
01.- NOS VOLVEMOS JUSTOS CUANDO PRACTICAMOS LA JUSTICIA
Las acciones se llaman justas y moderadas cuando son tales que un hombre justo y moderado podría
realizarlas. [...] Se dice bien, pues, que realizando acciones justas y moderadas se hace uno justo y
moderado respectivamente; y sin hacerlas nadie podría llegar a ser bueno. Pero la mayoría no ejerce
estas cosas, sino que, refugiándose en la teoría, creen filosofar y poder, así, ser hombres virtuosos; se
comportan como los enfermos que escuchan con atención a los médicos, pero no hacen nada de lo que
les prescriben. Y, así como estos pacientes no sanarán del cuerpo con el tratamiento, tampoco aquellos
sanarán del alma con tal filosofía.
ARISTÓTELES
“Ética a Nicómaco”
02.- LIBERTAD NEGATIVA Y LIBERTAD POSITIVA
La respuesta a la pregunta quién me gobierna es lógicamente diferente de la pregunta en qué medida
interviene en mí el Gobierno. En esta diferencia es en lo que consiste en último término el gran
contraste que hay entre los dos conceptos de libertad negativa y libertad positiva. El sentido "positivo"
de la libertad sale a relucir, no si intentamos responder a la pregunta qué soy libre de hacer o de ser,
sino si intentamos responder a por quién estoy gobernado o quién tiene que decir lo que yo tengo y lo
que no tengo que ser o hacer. [...]
El sentido "positivo" de la palabra libertad se deriva del deseo por parte del individuo de ser su propio
dueño. Quiero que mi vida y mis decisiones dependan de mí mismo, y no de fuerzas exteriores, sean
estas del tipo que sean. Quiero ser el instrumento de mí mismo y no de los actos de voluntad de otros
hombres. Quiero ser sujeto, no objeto, ser movido por razones y por propósitos conscientes que son
míos, y no por causas que me afectan, por así decirlo, desde fuera.
lsaiah BERUN
“Dos conceptos de libertad”
03.- EL DAIMON SOCRÁTICO
Hay junto a mí algo divino y demónico; [...] Está conmigo desde niño, toma forma de voz y, cuando se
manifiesta, siempre me disuade de lo que voy a hacer, jamás me incita.
PLATÓN
“Apología de Sócrates”
04.- LA ÉTICA Y EL CARÁCTER
Es la acepción más usual del vocablo ethos la que, según toda la tradición filosófica a partir de
Aristóteles, atañe directamente a la ética. Según ella significa 'modo de ser' o 'carácter' [...]
Retengamos esta palabra, carácter. Carácter, pero no en el sentido biológico de 'temperamento' dado
con las estructuras psicológicas, sino en el modo de ser o forma de vida que se va adquiriendo,
apropiando, incorporando a lo largo de la existencia. ¿Cómo se produce esa apropiación? (...] La
etimología nos guía: ethos deriva de éthos, lo cual quiere decir que el carácter se logra mediante el
hábito, que el éthos no es, como el páthos, dado por naturaleza, sino adquirido por hábito (virtud o
vicio). Pero no por eso tiene menos realidad, y de ahí la enérgica y usual expresión "segunda
naturaleza".
José Luis LÓPEZ ARANGUREN
“Ética”
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05.- ¿SE BASA LA ÉTICA EN LA RAZÓN?
Cuando la pasión ni se halla fundada en falsos supuestos ni escoge medios insuficientes para su fin, el
entendimiento no puede ni justificarla ni condenarla. No es contrario a la razón preferir la destrucción
del mundo entero al arañazo de mi dedo. No es contrario a la razón, para mí, preferir mi total ruina para
evitar el menor sufrimiento a un indio o a un hombre totalmente desconocido. Tampoco es contrario a
la razón el preferir lo mío, aunque reconocido como menos bueno, a lo que es mejor y experimentar
una más ardiente afección por lo primero que por lo último.
David HUME
“Tratado de la naturaleza humana”
06.- LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS
[Protágoras] afirmó que el hombre es medida de todas las cosas, que es como decir que lo que opina
cada uno es la pura verdad; pues, si es así, resulta que la misma cosa es y no es, y es mala y es buena, y
así lo demás que se dice en los juicios contradictorios, ya que muchas veces a unos les parece que una
cosa determinada es hermosa y a otros lo contrario, y la medida es lo que parece a cada uno.
ARISTÓTELES
“Metafísica”
07.- EL BOTE SALVAVIDAS
El acorazado Espíritu del Norte ha recibido el impacto de un torpedo en plena sala de máquinas y está
empezando a hundirse.
-¡Abandonen el barco! -grita el capitán Pedernal.
Pero son muy pocos los botes que han quedado intactos. Uno de ellos, cargado hasta los topes,
consigue a duras penas alejarse del barco antes de que este se hunda del todo. En proa va el capitán
Pedernal. Las grises y gélidas aguas del Atlántico, que rodean el bote, rebosan de voces que piden
desesperadas que se las salve.
Pero, ante la cruda certeza de que el pequeño bote corre el riesgo de volcar, poniendo en peligro la vida
de los que ya se hallan a bordo... ¿habría que recoger más marineros para salvarlos?
Martin COHEN
“101 dilemas éticos”
08.- EL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD
Un imperativo que se adecuara al nuevo tipo de acciones humanas y estuviera dirigido al nuevo tipo de
sujetos de la acción diría algo así como: "Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean
compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra"; o, expresado
negativamente: "Obra de tal modo que los efectos de tu acción no sean destructivos para la futura
posibilidad de esa vida"; o, simplemente: "No pongas en peligro las condiciones de la continuidad
indefinida de la humanidad en la Tierra"; o, formulado, una vez más, positivamente: "Incluye en tu
elección presente , como objeto también de tu querer, la futura integridad del hombre".
Hans JONAS
“El principio de responsabilidad”