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M A R A V I L L O S A C O N M O C I O N PO PVLA R,y de todos Eftados, en la preciofa Muerte déla Venerable Madre Sor J a c i n t a d e A t o n d o , Religiofa de Nueftra Serafica

Madre Santa C l a r a ,y Abadeía que fue del Real Convento de Santa Catalina de Zaragoza.

A Venerable Madre Sor Jacinta de Atondo fue natural de la Villa de Vakierra, en el Reyno de Navarra. Sus Padres fe llamaron D.Luís de A tondo,y Doña Aguíiina

de Aibar. Tuvieron la numeroía , y eftimable fuceffion de tres hijos, y tres hijas. Los hijos fueron Don Antonio de Atondo, que caso con Dona Terefa de los Rios. Don líidro de Atondo, Cavallero del Habito de San-Tiago , que pafío de orden de fii Rey,*con Religiofos déla Compañía de Jesvs, à la celebre Con- quifta de las Iflas Californiasjy caso con Doña Mariana de Sari- ñana: y Don Raymundo de Atondo, que murió fin tomar eila*- do, firviendo à fu Rey, y Señor.

Las hijas frieron Dona Juana de Atondo , que acflualmente vive,y eftá cafada con Don Antonio Ortiz, Cavallero de la Villa

de Tauíle, à quien por fu grande calidad , y notoria fidelidad à Tu Rey , y Señor, fue férvido fu Mageftad ( que Dios guarde) honrarle con d empleo eftimable de Diputado para íii Real Herario en efte Reyno de Aragón.

La fegunda bija fue nueftra Venerable Madre Jacinta , que recibió el Santo Baucifmo en dicha Villa de Vakierra, en diez y nueve de Setiembre del año mil feífcicntos quarenca y cinco.

La tercera hija fue Doña Joíépha de Atondo,que murió Reít- gioía de Nueftra Serafica Madre Santa C l a r a , en el Convento de Taufte.

A los tres años de fu edad llevaron fus Padres à la Venerable Jacinta à la Villa de Malico,para que alH fe criaíié con k buena, y fanta edueacíon de fu Tía Doña Ana de Atondo, hermana de fu Padre, la qual tenia fu dirección eípiritual en d Convento de

A San

San Francífco, diflante como un quarto de legua de dicha Vllky coníigo íe llevava á fu dichofa Sobrina.

Quando la'Santa Nina llegó à la edad competete de cttm- plida diícrecíon , quiío eí Señor , que dieííé para fu dirección ef-

'piritual en manos de un fanco, y dodo Religiofo, de quieiTdare­mos encera noticia en la Vida por exceok) deefta Venerable Sierva de Dios.

A pqcos años de frequcncla de Sacramentos, hizo tan rara, y extraordinaria novedad , que íe viilió de tofco fayal dentro, y fuera , de cal modo , que defde entonces haíla la hora de fu muerte nunca jamás usò de Heneo, ílno de túnicas de lana.

Todos los dias iba defde Mallen baila el Convento à lasfei$ de la mañana, y peifeverava hafta las doze del día pueda de ro' dillas, oyendo Millas, y muchas vezes fu buen Diredor le hazia comer con los Pobres en la Porteria del Convento.

Fue aíTombro de toda aquella tierra, la penitente Vida de efla Sierva de Dios, y allí fucedieron muchos prodigios, de los quales íe eíla haziendo información autentica , para que falgan con el devido fondamento en el Libro de fu maravilloía Vida.

En el año rail feiíciencQS (Khenca y uno la truxeron de Mallcn à Zaragoza para tomar el Habito Santo de Rel*g?oíá,en el Coi> vento de Santa Catalina j y en e! camino fucedio un manifìeflò prodigio con.fii Direcdor eípintual que la acompañava , de lo qua! íe darà nóiicia cumplida en dicha Relación.

Toda la vida mortal de eifa Venerable Sierva de Dios ha íido íétenca años, y quacro mefes, porque fn preclofa muerte fue el día diez y nueve de Enero de efte año mil fetecientos diez y fois.

Defde que hizo íii Religiofa Profeílion jamas ha comido car­ne, lino en el día de Navidad, por el grande Millerio, y en el ulti­mo día de íu vida, por mandato de los Médicos. En otras mar­chas enfermedades que ha tenido, íc paila va con huevos, y caldo de garvancos. La mayor parte del año, quando tenia íalud, foló vcomla íopas de agua Cxiliente , íin azeyte, ni fa i , y muchas vezesjas íaboreava con amargos agenzos. Dormía íbbre úna tarima,

fio

fíti dérnadarfe, temendo fu caberaTobre una al'moada de pledrai aunque pai*a el bien parecer íc le mandò poner una cama con gergon de paja, diíiunulado con íus mantas bien compueítas.

A las doze de la noche, o poco antes,6 poco deípucs, íe levan- tava íiempre, y eftava en Oración, y Exercicios Sancos, haíta las cinco de la mañana , haziendo à diftintas horas tres horrorofas diíclpllnas con azotes de cadenillas de hierro , de lo quai , y de otras paímofas penitencias darémos excsnfa noticia eq el citado Libro, que fe eíla diíponiendo de fu Vida.' H idropefia eípiritual ha tenido fiempre cíla Sierva dei Señor

de mortiíicarfe, y de trabajar m as, y mas en el íervicio de (Li Dios, y bien de las Almasj y à muchas ha coníblado , y remedia­do, íokaodo díícreciiiima mente alguna palabra , c]ue les toca va en el coracon , íin faltar ella à íu importante ìècreto. En ella materia le ’íücédieron algunos cafos miiy'particulares.

Siendo Prelada, fi ientia algún rumor en el Coro, o j-ie algu­na íe atropellava en las Divinas alabaiií^as, íolo con dezif ocuira- mente à fu Angel: Angel mío, cuydadol fe conocía la enmienda.’ Son muchiííimas las cofas particulares,que ay de efta Venera­

ble Sierva de Dios en el Eftado de Religiofa , que no pueden te­ner lugar en efte breve, y limitado pliego de compendio.

En los últimos mefes de fu vida mortal, tuvo unos buelos de eípiritn tan intenfos,y vehementes, que le deftriiyeron la natura- lezaj porque el fuego íe fubia à lo ako,y le cllífipava el eiiomago. Dixo à fu Dírecfor, que le parecía eftár mas lexos de las criatii- ras, y de todo lo criac o , que el Cielo de la tierra. Qiiifo el Mi- nlftro de Dios divertirla con la confideraclon de fu rniima nada, y de fu miferia propia, como otras vezes j pero ya no pudo apa­gar, ni mitigar aquel incendio.

Recibió los Santos Sacramentos con imponderable devoción, y aun el de la Santa Vncion le recibió con entereza cumplida de fus potencias, y fentidos 5 y paftó lo c]ue por exteiiío diremos en el ofrecido Libro de fu Vida.

Sucedió fo precíoía muerte en el dicho eia diez y nueve de Enero, à las nueve y media de la tai de j y toda la ncche eítuvo

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cl Venerable Cadavar en ía Sala grande de la Eíifemerla co- miin, donde aun las Religiafas fanas padecían inccníb frío , por­que lo hazia grande aqueiia noche, como es notorio.

El día inmediato, à las feis de la mañana, lo llevaron en Co­munidad al Coro baxo de la Igleíia,como lo hazen con las otras Reügíofas difuntas ; y luego comentó el Akiilimo Dios á dar íeñales manineftas aprobativas de la Infigne Santidad de fu fiel Efpofa. .

Puíieroníe luego fus mexillas tan perfectamente encarnadas de blanco, y roxo, y con cierta iluminación tan maraviilofa, que era un aílombro el mirarla. Sus labios tan rubicundos, como un perfecto carmín. Las manos tan flexibles, y tratables, como fl eftuvieíle viva, y el mifmo cado fuave, y flexible tenían am­bas mexillas.

Tarbaronfe las Religíofas con tan rara , y extraordinaria no- vedadjy entre gozo,y aflbmbro fe deshazian en lagrimas. Co mo­vióle toda efla grande Ciudad, y en breve tiempo fe hizo la voz común, de que en Santa Catalina avia muerto una Religiofa. Santa. Fue tan grande el coneurfo, que iln poderfe remediar^no íé davan lugar unas perfonas à otras. Concurrieron inumcrables períónas de codos eflados, y de diftincion , y à porfía gricavan, que Ies tocaílen fus Roíarios en la Santa } y no íiendo bailantes las Religiofas,qae aíliftian en el Coro, recurrían los Seglares con cflas peticiones al Torno.

La primera califícacion autorizada de efte manifíefto prodi­gio la dieron los dos infígnes Médicos del Convento, que aviendo entrado en la Claufura, fueron al Coro,dondc eftava el Venera­ble Cadáver,y tocando las manos de la Sierva de Dios, las halla­ron tan calientes, flexibles, y tratables, como fí eftuvieíle viva, y aun mas que quando la vifítavarrenferma.

De los perfectos colores del roftro dixeron , que no felo no podían fer naturales, fino que también eran contrarios à laqua- lidad de la enfermedad, que le avia quitado la vida mortalrdc que ofrecieron dar Teftimonio por efcrito, el qual fe pondrá por cxtenfo en la Relación de la Vida, que fe eíU diípniendo de la Vca^erable Sierva del Señor. Viio

Vno de ambos Médicos, que fe hálía Cathedra-tico de Anotomía en efta celebre VniverOdad de Zaragoza , no fe contentò con aver tocado las manos de ía Sierva de Dios, que halló calientes, y flexibles, como queda dicho j ílno que cambien pufo íu Rofario dentro del pecho del Venerable Cadáver, y aífe- ; gura, que lo Tacó ardiendo y efte Eie fu termino expreíEvo, que correfponde à averlo facado con mucho calor. Efto Eie paíladas doze horas deípues de la precioía muerte de la Venerable Ma­dre.

Perfevero numerofo el concurfo del Pueblo por todo eíTe día, no ceííando de tocar Roíarios, y de pedir reliquias de la Santa, que con efte termino le lia ma van con íu fervorofa devocionj pero los Religiofos no fe mezclaron en efto, por ia diícreca , y devida prevención, que fu Provincial Ies hizo.

Comunmente quaiitas perfonas miravan aquella grande ma­ravilla de los intenfos colores de viva, en una difunta , prorrum­pían íin poderíe contener en muchas, y continuas lagrimas y que fegun conEeíIan, cauíavan en fus almas admirables efectos.

Cierta Señora calificada teftifíca que luego como vio aquel grande prodigio,mirando á la Sierva de Dios,dixo en fu coraron:; S/ ejlhs en la Divina yr efenda ale anéame del Señor un grande dolor de mis culpas,y pecados. Y dize efta Señora, que íe halla> pronta para teftiflcar con juramento,que al inftance íinció movi­do fu coraron, para tan copiafo llanto, que ni codas las Miíilones del Mundo le parece le hiivieran catifado mayor efecto : y aña­de, que fus continuas lagrimas le cayeron al pecho con cal abun­dancia, que le corrieron por fus veftiduras, haíta los pies} y que aííi perfcverò mirando aquella grande maravilla , por eípacio de dos horas, que fe lehizieron breviíTimasj y también alIegLira,qiic de íu voluntad baviera perfeverado. todo el día , fin apartaríe de la vlfta apacible de la Sierva de Dios, fino hizieíle falca en fu Cafa.

Otras muchas perfonas de credito dizen lo mífmoj y aun pe«! ias calles iban llorando , defpues de aver vifto aquella rara , y extraordinaria maravilla.

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G m las pobres alajás de la Venerable Sierva de Dios, que’Ias Religíoías dúdribuyéron por devoción, fegun íe dize , hair tenido riOcable alivio muchas perfonas enfermasjy en particular íé dien­ta de un hombre, que tenia baldadas las manos , y aviendoíelas cmbuelto en nii velo de la Venerable Sor Jacinta ,'íe hallo luego mejorado de fu penofo accidente. Todo eílo neceffica departí- eular examen, que haíla oy no fe ha podido hazer, con el propo- iito que fe requiere.

En el día tercero, deípues de la muerte de la Venerable Sier­va de Dios, pareció conveniente al Muy Reverendo Padre Pro­vincial aífegurarfe bien de las maravillofas circunílancias referi­das , y hazer evidencia fiíica , de que en los perfedos colores de} roílro no fe avia incerpueflo ningún humano artificio. Para lo qual, y para el Entierro folemne de la Sierva de Dios, entró en la CláuÍLira,en cómpañia del Reverendo Padre Guardian de eíle Convento, y del Reverendo Padre Vicario de las Religíofas, que ha fido Difinidor de la Provinciaj y llamando también à los di­chos Médicos, hizieron manifiefla demonílracion, de que los co­lores no eran artificiales, ni ja flexibilidad de las manos, y roílro era cofa fingida.

Aun advirtieron mas dichos Prelados, y Tefligos, que avien- do baxado el Venerable Cadáver ál Entierro común de las Re- ligiofas, que es unefpacio fubterraneo j y eílando allí por largo raco, mientras fe canravan con folemnidad las L.audes , y Oficio de Scpukura, los dichos perfeclos colores fe aumentaron mas, y íe boívieron à cerciorar , aííi de eílo , como de la flexibilidad, y taclo fuave de las manos, y;roílro, deípues de quarenta horas de dihinta.

Las Religiofas antiguas áíTcguran, que de la mífma manera, como la Venerable Madre Jacinta triixo la cara quando vino al Convento de treinta y cinco años de íu edad: aííi fe le pufo def­pues de muerta, fin ruga, ni macula , fino antes con mayor ilu­minación, y hermofora.

Dos Religiofas de dicho Convento teftiflcan , que aviendole cperido cortar à la Venerable Sierva de Dios algunos cabellos,

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le ha liaron fodando la cabera : y otra Relígíofa quííb faber, il también fudaya en el Cuerpo, y halló que í1 , y que era con mu­cha abiindanciaj y todas han quedado bien arrepentidas, de no aver cogido en algunos llenaos aquel prcciofo íüdor, para confo-lar con ellos à los Fieles.y Én la tarde íiguiente al Entierro de la Venerable Madre Ja­

cinta concurrieron muchas perfonas, pidiendo, y clamando, que Ies dexaíleii vèr à la Santa. Y reípondiendoles, que ya eílava fepultada, beíavan las paredes del Convento, y las puertas de la Igleíia, diziendo : Ta que no podemos ver h tfia Sierva de Dios adoremos la tierra , y el lagar donde fe hada. '

Efta breve Relación íé haze , para fofegar losi ánimos de las perfonas devotas de efta Venerable Sierva del Señor , que ion muchas í y para que con efto poco fe coníuelen , hafta que fe Ies pueda llenar el defeo con toda la Vida por excenfo de la Vene­rable Madre Jacinta 5 que aíTi en el Siglo , como en la Relio-íoti efta llena de grandes maravillas, aílómbrofas penitencias, y vir­tudes heroycas, de que harémos examen cumpiidiiiimo antes de efcrivirlas, y nada efcrivirèmos, que no efté bien comprobado} prque Dios nueftfo Señor no neceííita de mentiras para fus ad­mirables Obras, como nos lo advierte el Santo Job : Numquid Veus indiget vejlro mendatio, ut pro ido loquamini dolosi Job 1 3. V. 7 .

Ocultas han eftado las cofas fíngulares de efta Venerable Saejrva de Dios en la Religión: y affi perfeverarian,íi el Akiffimo Señor no las baviera comentado á manifeftar con todo lo refe­rido, y fucedido en eftos días ; que parece ha fido hazer feñal el Cielo, para que atendamos à fus perfecciones, y virtudes.

Solo defeo prevenir, y advertir, que todas eftas cofas aun no tienen la autoridad, y certeza infalible de la Santa Iglefia Cató­lica; fin la qual todo fe queda en hiftoria falible, y humana; y affi lo íienco, y lo firmo en San Francífco de Zaragoza à 2 5 .de Ene­ro de 1 7 i

Fr Antonio Árhiol.

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