suplemento cultural 10-12-2011

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LOS SUEÑOS DE NOBEL Suplemento Cultural Una idea original de Rosauro Carmín Q. Miguel Ángel Asturias, escritor guatemalteco, sale a pasear por los Campos Elíseos, París, 20 minutos después de que se hiciera público que él sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1967. Era el día de su cumpleaños, y mientras paseaba con su esposa Blanca, la gente lo señalaba y decía: “¡Es Asturias! ¡Es Asturias!” Guatemala, 10 de diciembre 2011

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Suplemento Cultural 10-12-2011

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LOS SUEÑOS DE NOBEL

Suplemento CulturalUna idea original de Rosauro Carmín Q.

Miguel Ángel Asturias, escritor guatemalteco, sale a pasear por los Campos Elíseos, París, 20 minutos después de que se hiciera público que él sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1967. Era el día de su cumpleaños, y mientras paseaba con su esposa Blanca, la gente lo señalaba y decía: “¡Es Asturias! ¡Es Asturias!”

Guatemala, 10 de diciembre 2011

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2 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

Desde la portada

Los sueños De ALfreD NobeL

L a pieza estaba ya lista cuando a Alfred Nobel lo sorprendió la muerte en 1896. Nathan Söderblom, pastor de la legación sueca en París, decidió censurar-

la y ordenó que se quemara toda la edi-ción. Se salvaron sin embargo dos ejem-plares, uno de los cuales fue redescubierto muchos años más tarde, mientras el otro se considera perdido. Cuáles fueron las razones de Söderblom para esta censura inquisitorial de la pieza? Al parecer los contenidos de violaciones sexuales, mal-tratos y también los tonos anticlericales que escandalizaron al pastor Söderblom, quien además juzgó que la imagen de Alfred Nobel podría resultar dañada si la obra se entregaba al público.

Como escritor no hubiera nunca Alfred Nobel pasado a la historia. Fueron sus inventos los que le dieron renombre en vida y la posibilidad de amasar una co-losal fortuna. También fue un empresario exitoso, con negocios en varios países e inversiones certeras las bolsas principales del mundo.

Cuando Alfred Nobel, encontrándose en Francia, terminó de escribir su tes-tamento en el cual dejaba una inmensa riqueza acumulada, expresaba sus inten-ciones de legar a las generaciones fu-turas, no sólo sumas de dinero, sino un reconocimiento a todas aquellas personas que aportaran con sus conocimientos y su conducta al bienestar y progreso de la humanidad. Alfred Nobel tenía la visión de un mundo en paz, donde la tecnología sirviera a los seres humanos y el arte y las letras fueran actividades de la más alta jerarquía. Para lograr estos grandes obje-tivos, Alfred Nobel instituyó los premios Nobel, cuyos objetivos y formas diseñó en su famoso testamento.

El testamento fue escrito en 1895, un

año antes de la muerte de Alfred Nobel, y tardaron algunos años para que pudiera instituirse de manera práctica la conce-sión de los premios en física, química, medicina, literatura y el de la paz. El de economía se agregó en 1968 y no estaba contemplado en el testamento. El Banco Central de Suecia se encarga de otorgarlo y de la parte monetaria del mismo.

Fue en 1901 cuando se concedieron los primeros premios. Primero debieron fluc-tuarse disposiciones legales e incluso una leve disputa entre Francia y Suecia, cuan-do los franceses pretendieron nacionali-zar a Alfred Nobel, con la excusa de que había escrito su testamento en suelo fran-cés y que los premios deberían ser admi-nistrados por Francia. Pero la demanda no prosperó y el premio y sus mecanismos pasaron a ser responsabilidad de Suecia. Por disposición del mismo Alfred Nobel, el premio de la paz debe ser otorgado por Noruega, tradición que se ha seguido des-de el principio. La razón es que Noruega pertenecía en el momento de la muerte de Nobel a Suecia pero eran patentes las intenciones independentistas de los no-ruegos, cerniéndose en Escandinavia un espectro de guerra. Suecia no permitiría que Noruega se independizara aunque en 1917 Noruega se declaro estado so-berano y Suecia aceptó sin represalias ni intentos de recuperación la voluntad de sus vecinos.

El hombrE dEtrás dE los prEmios

Alfred Bernhard Nobel nació en 1833, hijo de un mecánico industrial que intentó durante toda su vida levantar una empresa rentable. La familia Nobel vivió sin em-bargo largos períodos de pobreza, debi-do a quiebras sucesivas, obligándolos en ocasiones a ejercer trabajos no califica-dos. El mismo Alfred Nobel tuvo que ser

alguna vez vendedor ambulante de fósfo-ros en las calles de Estocolmo.

Un suceso marcó sin duda a la familia Nobel: una explosión tremenda en el la-boratorio de la empresa familiar con el trágico resultado de la muerte de su her-mano Emil. Alfred Nobel sufrió especial-mente esta pérdida y se propuso continuar las investigaciones en memoria de su ma-logrado hermano.

Alfred Nobel nunca se casó pero sí tuvo algunas relaciones significativas. Sobre todo con Berta Kinsky, con quien desa-rrollo una amistad profunda que no se concreto en relación de pareja. La Kins-ky era una austriaca pacifista que influyó mucho en Nobel con sus ideas sobre la paz mundial y el desarme. Bertha Kisnky obtuvo el premio Nobel de la Paz en 1905 por sus aportes al movimiento pacifista internacional.

La vida de Alfred Nobel es un proceso de creación constante. Pero también de gran soledad existencial. Viaja mucho y cambia de residencia y durante períodos lleva una vida pendular entre varias ciudades. Sus poemas reflejan su inconformismo exis-tencial y sus grados de angustia. Y su única pieza teatral Nímeses, no deja de mostrar facetas turbulentas de su psicología.

los invEntos y sus EfEctos

No cabe duda que es la invención de la dinamita la que marca la presencia histó-rica de Nobel, aunque deben agregarse otras invenciones, sobre toda la llamada pólvora sin humo a ballistit, que revo-lucionó las armas de fuego al reducir el humo de la fusilería y los cañones.

Alfred Nobel tuvo el cuidado de paten-tar rigurosamente todos sus inventos y de protegerlos y defenderlos efectivamente. Las ganancias las reinvertía en sus empre-sas, dentro de las cuales estuvo una fábri-

ca de armas en la ciudad de Karlskrona y la de cañares marca Bofors, que todavía producen artillería y armas de grueso ca-libres, muy cotizadas en el mercado del armamento mundial.

Definitivamente, y pese a los sueños pacifistas de Nobel y su creencia un poco ingenua de que sus inventos llevarían a la paz mundial, al inhibir a posibles contendientes a darse a la guerra debido al temor de las armas nuevas, las conse-cuencias de la dinamita usada con fines bélicos junto a la pólvora sin humo y a los cañones y otras armas de las fábricas de Nobel, fueron nefastas en términos de bajas y víctimas en las guerras de su tiem-po y en las que siguieron en el siglo XX. No ha faltado la especulación de que todo el testamento de Nobel es una forma de arrepentimiento y una manera de paliar las consecuencias de sus inventos para contribuir a una concientización de los peligros de la guerra.

los mEcanismos dEl nobEl

El testamento de Nobel especificó de-talladamente el contenido y las formas que debían tener los premios. Mas no fue sencillo implementarlo ya que tuvieron que encontrarse las instancias que se en-cargaran de la concesión de los premios. Tardaron cinco años en coordinarlas y fi-nalmente se logró que la Academia Sue-ca se encargara del premio de literatura, no si haber habido resistencia de parte de algunos académicos e incluso el mismo rey de Suecia manifestó su descontento porque el premio se concediera a ciuda-danos no suecos. La Academia de Cien-cias se encargó de los premios de física y química y el Instituto Carolino de Es-tocolmo del de medicina.

Una de las características del proce-so de los premios es su secretividad. Se

OrígenesAlfred Nobel fue sin duda un hombre multifacético. Con gran interés por

la química pero también se ocupó de la física, las matemáticas y las bel-las artes. Incluso escribió algunos poemas, que no se conocieron sino mucho después de su muerte, y una obra de teatro que tituló Néme-sis y que se escenificó por primera vez hasta en 2005 en Estocolmo. Ciertos interrogantes han surgido en torno a esa obra de teatro, la única de Nobel. El tema es una tragedia renacentista sangrienta, donde un padre tirano maltrata y viola a su hija y a su esposa, pro-duciéndose una conspiración que conduce al asesinato brutal del padre y a la condena a muerte de los

conspiradores: sus propios hijos. El drama está basado en un hecho real, la tragedia de Beatrice Cenci, una noble italiana ejecutada en

Roma en 1599 por haber participado en el asesinato de su padre.POR JAIME BARRIOS CARRILLO

FOTO LA HORA: ARCHIVO

Los Premios Nobel son los

más codiciados a nivel mundial. Los galardones

a la Paz y Literatura

causan revuelo en todos los

países.

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Suplemento Cultural 3Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

Desde la portada

Los sueños De ALfreD NobeL

FOTO LA HORA: CORTESÍA

Una foto de Asturias al día siguiente de la premiación, visitado por una “Lucía”, acorde a la tradición sueca.

forman comisiones de las academias para estudiar las propuestas, que deben ser hechas por instituciones reconocidas o por personas que hayan obtenido el premio. El proceso comienza en febrero cuando se termina la fecha para presen-tación de candidaturas. En rondas de se-lección que duran hasta septiembre, los diversos comités del Nobel nombrados por las academias y por el Parlamento Noruego (para el premio de la paz) pre-sentan a los candidatos finales y se reali-za la votación en la academia respectiva, que debe ser mayoritaria para otorgar el premio. Al tomarse la decisión, los secretarios de las academias hacen el anuncio público leyendo la motivación al mismo tiempo que los premiados re-ciben la noticia por teléfono. Comienza entonces una ola de noticias, entrevistas, movimientos editoriales y publicacio-nes en revistas y periódicos que culmina el 12 de diciembre con un banquete en Estocolmo. La noche anterior los pre-miados son despertados con la visita de niños vestidos de blanco y coronas de luces en la cabeza, ya que se celebra en-tonces el día de Santa Lucía.

La secretividad con que se maneja todo obedece al propósito de que no se reali-ce ningún cabildeo ni que se influya en la selección calificada. Sin embargo esta secretividad no ha dejado de despertar sospechas de falta de transparencia y en el caso de los premios de la paz y de eco-nomía, de influencias políticas.

VicisitudesLas dos guerras mundiales impidieron

la concesión de los premios Nobel. Pero las mayores vicisitudes se han dado en el otorgamiento controversial de algunos premios. Es el caso del premio Nobel de literatura otorgado después del fin de la Segunda Guerra Mundial a Wiston Churchill, que fue considerado como un premio político que no tenía nada que ver con el nivel y la calidad de la obra literaria.

Un suceso inusitado, que llegó a con-siderarse escándalo, fue el rechazo de parte del escritor y filósofo francés Jean Paul Sartre del premio Nobel en literatura en 1964. Sartre declaró que rechazaba el premio por el carácter burgués del mismo. Se recordó entonces que el testamento de Alfred Nobel especificaba que el premio de literatura sería concedido cada año a un “escritor idealista” y Sartre que se considera existencialista y materialista no comulgaba con la definición filosófica del idealismo.

Sin embargo algunos años después, Pablo Neruda, conocido por su materia-lismo histórico y su adhesión al partido comunista, aceptó sin corta pisas el pre-mio Nobel de literatura en 1971. Secto-res conservadores recordaron entonces el perfil comunista de Neruda y su conocido apoyo, en una época anterior, a Stalin.

En 1973 fue concedido el premio Nobel

de la Paz a Henri Kissinger y al líder norvietnamés Le Duc Tho. La concesión del galardón a Kissinger fue duramente criticado por el movimiento pacifista y por amplios círculos intelectuales. Por su parte Le Duc Tho no aceptó el premio, el cual rechazo sin dar mayores explica-ciones.

El premio de economía concedido a Milton Friedman en 1976 también susci-tó protestas y más de algún escándalo. El otorgamiento coincidió con la instalación de un gobierno de derecha en Suecia, li-derado por Thorbjörn Fälldin, que rompió la continuidad de los gobiernos social-demócratas y no faltó quien quisiera ver conexiones con la concesión del premio a Friedman. En una de las conferencias de Friedman en Estocolmo, con ocasión de la entrega del premio, activistas anti-Pinochet, que entonces era el dictador de Chile, abuchearon al economista norte-americano y se realizaron protestas en las calles con banderolas y volantes conde-natorios.

El premio de la paz ha sido el más controversial. En gran parte porque se

ha concedido a personalidades, que en-frentadas en sangrientos conflictos, han llegado después a acuerdos de paz. La crítica es que no debería premiarse a los guerreros sino a los países. Es el caso de Kissinger y Le Duc Tho pero también de Yaset Arafat.

En otros casos, el premio de la paz ha servido para marcar el rechazo a formas antipacíficas o a gobiernos totalitarios, que no respetan los derechos humanos. El premio de la paz a la líder bumanesa Aung San Suu Kyien 1991, fue un golpe internacional a la junta militar, quienes han mantenido a Aung San Suu Kyi en arresto domiciliario.

La politización del premio entonces ha sido imposible de evitar. Es el caso de los escritores soviéticos Pasternak y Solche-niski, cuyos premios en literatura fueron interpretados como premios políticos.

Los premios en las ramas de ciencias naturales (química y física) no han esca-pado tampoco de críticas. La más reciente y fuerte se hizo al otorgamiento del Nobel de química en el 2002 a Koichi Tanaka, un desconocido ingeniero japonés. Entre

otras protestas, sobresalió el rechazo del renombrado químico danés Peter Roeps-tor a participar en la ceremonia de entre-ga, irritado por la elección. Roepstor se basó en el criterio de que el Nobel debería haber recaído sobre los alemanes Michael Karas y Franz Hillenkamp, ya que el artículo publicado en 1988 por Tanaka –objeto que promoviera el premio- con el resultado del desarrollo de un méto-do para gasificar grandes moléculas, ya había sido publicado por los químicos alemanes dos meses antes que el investi-gador nipón.

Otra crítica que se ha hecho, es la bají-sima representación de mujeres en el pre-mio. También la sobrerrepresentación de europeos y norteamericanos.

Los premios de literatura no han dejado de ser criticados, a veces, por la opinión internacional y la crítica. No han faltado años en que algún premiado sorprenda al mundo por la razón de ser un desconocido. Pero lo más criticado ha sido la larga lista de los escritores no premiados, entre los que se cuentan nombres rutilantes de la literatura universal como Tolstoi, Ibsen, Proust, Ka-fka, Joyce, Rubén Darío y Borges .

Fue Augusto Monterroso el que una vez bromeara, diciendo que todo escritor famoso que se respetara de serlo, hablaría siempre mal del Nobel mientras no se lo hubieran concedido. La verdad es que es el premio más deseado de nuestra época. No sólo por la cantidad de dinero (ac-tualmente unos 10 millones de quetzales) sino por el prestigio que encierra y el nivel de reconocimiento universal que otorga.

Los LatinoamericanosDoce latinoamericanos han obtenido el

premio Nobel, siendo Argentina el país mas laureados, con un total de cinco: tres de ellos vinculados con la Ciencia, otorgados a Bernardo A. Houssay, Luis Federico Leloir y César Milstein y dos relacionados con la Paz a Carlos Saave-dra Lamas ( por su aporte para el fin de la Guerra del Chaco) y Adolfo Pérez Es-quivel, conocido activista de derechos humanos durante la dictadura militar de los años setentas. Ningún escritor argen-tino ha sido premiado a pesar del enorme caudal literario de esa nación, con autores como Borges, Cortázar y Sábato.

Chile tiene dos premios, dos poetas Pa-blo Neruda y Gabriela Mistral, que fue el primer premio de literatura concedido a una obra latinoamericana.

Guatemala tiene también dos premios, Asturias en literatura (1967) y Rigoberta Menchú que obtuvo el premio en 1992, año del Quinto Centenario cuando se qui-so premiar y resaltar la lucha de los pue-blos indígenas de América.

El escritor peruano Mario Vargas Llo-sa, el poeta mexicano Octavio Paz en 1990 y el colombiano Gabriel García Márquez en 1982, completan la ilustre nómina de latinoamericanos laureados con el Nobel.

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4 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

El convitELa tranquilidad de la tarde se tornaba alegre, cuando se anunciaba

con gran algarabía ¡ya viene el convite!Por Mario Gilberto González r.

E l convite es un conjunto de danzas que, en la víspera de la fiesta patronal, recorren las ca-

lles de la ciudad para anunciar, el recorrido por donde va a pasar el “Rezado” o procesión de la Inma-culada Concepción y las campanas del templo se echan alegres al vue-lo. También, convite es convidar o invitar a una persona para que par-ticipe en una fiesta. En este caso es cómo los cristianos –en el culto de hiperdulía- celebran la concepción inmaculada de María, por ser la persona de “mayor gracia y amor” aprobado por el Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática Lu-men Pentium.

La familia al completo, abando-naba la casa para tomar el mejor lu-gar en la esquina inmediata, porque ese era el lugar donde los “fieros” en pareja -hombre y mujer- dan-zaban al ritmo de una melodía que interpretaba una marimba sencilla de un solo teclado. Eran mozos de las fincas aledañas a la iglesia que ese día se disfrazaban, uno de varón y otro de mujer y se cubrían la cara con máscaras de cedazo fino pinta-das toscamente por pintores popu-lares y vestían trajes que alquilaba la Morería de doña Fidelia España, situada en la 7ª calle en el barrio de Santa Lucía. Las mujeres vestían blusa y falda con vuelo, medias y zapatos de tacón mediano de altura o vestido completo. Entonces, las mujeres no usaban pantalón. Esa prenda era sólo para los hombres.

La “partida de fieros” como se les llamaba, hacían las delicias de los vecinos por la forma de bailar, mayormente las mujeres que no acostumbradas al calzado y menos a los tacones altos, bailaban con di-ficultad y terminaban la jornada con ampollas en los pies.

El temor y la gracia era el “mico” vestido de negro con una larga cola. En una mano llevaba una alcancía y en la otra, un chicote con el que amenazaba a quien se negara dar limosna. De pronto se desprendía del grupo y bailaba sólo dando saltos en forma de caracol. La gente esperaba su gracejo con los “de repente” y estaban atentos a quien se dirigía. Frente a la persona que escogía, bailaba con más gracia y decía: “Yo te saco de repente y te saco de un baúl, para mi frutas me ha de dar, el profesor don Raúl”. Le acercaba la alcancía y lo amenaza-ba con el chicote. A don Raúl no le quedaba otro camino que depositar una moneda en la alcancía. Saltaba al otro extremo y volvía a decir: “yo te saco de repente y de saco de una

La Antigua que viví

noria, para mis frutas me ha de dar, la señorita Gloria.”

Mientras la “partida de fieros” se alejaba en las calles principales empedradas y de tierra el resto como la calle del Chajón y la Calle Ancha, aparecían los “encamisa-dos” vestidos con trajes de tul trans-parente de varios colores aunque el preferido era el color celeste, si-milar al manto de la Virgen María. Iban montados en caballos ador-nados con papel brillante y figuras navideñas. Repartían papelitos con una oración a la Virgen María, ins-piración del obrero de la carpintería Juan Solares.

Inmediato iba el encargado de en-cender la mecha de las bombas, que anunciaban por dónde iba el Convite. Tomaba el mortero y colocado sobre su hombro, avanzaba a la próxima esquina para repetir lo mismo.

Seguían los músicos con tam-bor y pito de caña. Interpretaban sones de inspiración propia y eran infaltables en los Convites y Reza-dos antigüeños.

El núcleo del Convite eran las seis, ocho o doce carrozas alegóri-cas. Las camas de las carretas hala-das por bueyes, donde se transpor-ta material de construcción, tazol para los caballos, los productos agrícolas y hasta las mudanzas, se aprovechaba para levantar un tabla-do o un trono.

Hombres y mujeres hacían las veces de artistas y confeccionaban carrozas preciosas. Usaban telas, cartones pintados o flores. El ador-no era según el tema que represen-taran. De preferencia eran niños los actores. Las alegorías eran: un grupo de niños vestidos con trajes regionales. Otra de Pastores con

sus ovejas. La anunciación del án-gel San Gabriel a la Virgen María. Los Siete Pecados Capitales re-presentados por niños y las Siete Virtudes por niñas. La Virgen de Concepción aplastando una cule-bra y muchas estampas navideñas y alegorías bien logradas. La ca-rroza temida por los niños, era la de los Siete Diablos porque el Mayor llevaba abierto un gran libro viejo, señalaba a un niño y con una larga pluma de ave, hacía la mueca que escribía su nombre. El niño asusta-do se refugiaba en los brazos de sus padres o en las enaguas de la abue-la. Los demás diablos sonaban una quijada de buey, con voces que in-fundían temor.

Una vez que pasaba el Convite, los vecinos barrían el frente de su casa y regaban agua para apelma-zar la tierra. Preparaban el incensa-rio de barro y las cortinas para ador-nar las ventanas. En otras casas las cantoras ensayaban los villancicos, para entonarlos al paso del rezado de la Virgen de Concepción.

En Antigua Guatemala, salían dos convites. El de la escuela de Cristo en la víspera de Navidad en honor a la Virgen de la “O” y el del barrio de Santa Lucía en honor a la Virgen de Concepción. La imagen era propiedad de la familia Ruiz Medina, quien la daba en préstamo para el Rezado. Además del tradi-cional convite de Ciudad Vieja, fue-ron famosos los de Jocotenango, Pastores y San Luis de las Carretas. Precedían montados a caballo, Mo-

ros y Cristianos que en las esquinas y de preferencia en espacios am-plios, como la Calle Ancha de los Herreros, el costado de las ruinas de Santa Clara y el Tanque de la Unión, la plazuela de San Francis-co y la Plaza Mayor, representaban escenas de la batalla religiosa de conversión. Cada escena terminaba con la quema de cohetes que es-pantaban a los caballos y los grupos volvían a reunirse en un sitio seña-lado. La última batalla y rendición de los moros, era el día del rezado en la plazuela de la iglesia frente a la Virgen de Concepción. El parla-mento de los bailes y las batallas de-dicadas a la Virgen de Concepción, era transmitido verbalmente de pa-dres a hijos o por la persona mayor de edad del pueblo y los escritos son guardados con privacidad entre los Cofrades de mayor rango.

Ciudad Vieja celebra el Convite y la fiesta de la Inmaculada Con-cepción, desde que fue sede de la ciudad de Santiago de Guatemala, es decir con más de doscientos años de tradición.

En Antigua Guatemala, no era costumbre la “quema del Diablo”. Es una tradición propia de la ciu-dad de Guatemala. El Convite sí. Tradición antigüeña de lejanos años. Todos los vecinos lo gozaban al igual que el rezado de la Virgen de Concepción, con la tradición de comer buñuelos en miel y beber ponche caliente para mitigar el frío. Esta estampa es de otros y lejanos tiempos.

FOTO LA HORA: CORTESÍA

Imagen de la Virgen de Concepción, propiedad de la familia González Campos.

FOTO LA HORA: CORTESÍA

óleo de la Virgen de Concepción Museo Colonial de Antigua Guatemala.

Page 5: Suplemento Cultural 10-12-2011

Suplemento Cultural 5Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

Rosa Cardoso tiene 89 años y ha practicado la religión afro-brasileña umbanda casi toda su vida, pero sigue haciéndolo a escondidas.

Por JULIANA BArBASSA

Vieja religión brasileña se siente amenazada

Reportaje

La casa de Car-d o s o e n u n a transitada calle comercial de Río no muestra signo alguno de ser un

templo y desde afuera parece casi abandonada.

Adentro, el altar principal tiene una imagen de Jesús de tamaño real, flanqueada por otras de Santa Bárbara y la Virgen María. Debajo del altar, fuera de la vista, hay símbolos y artefactos que representan la imagen católica de los orixas --dioses de ascendencia africana--, que se pueden ver cuando se abren unas puertas de madera con listones. La tradición comenzó cuando los esclavos decidieron incorporar imágenes del catolicismo para hacerles creer a sus amos que se habían convertido a esa religión.

Si bien se calcula que hay por lo menos 400 mil brasile-ños que practican la religión, siguen enfrentando prejuicios que contradicen la imagen de tolerancia racial y religiosa que tiene Brasil.

La intolerancia e incluso hostilidad hacia la umbanda y otras creencias de origen africano como el candomblé estuvieron en el candelero re-cientemente como consecuen-cia del clamor de personas que denunciaron la demolición de una casa que se supone es el si-tio donde nació la umbanda.

Paralelamente, el dueño de otro templo umbanda en la misma ciudad, Sao Goncalo, del otro lado de la bahía de Río de Janeiro, trata de evitar que su terreno sea convertido en un centro deportivo.

Cardoso dijo que nunca baja la guardia para protegerse de posible, actos de intolerancia en este país de 190 millones de personas, predominantemente católico y en el que crece a paso acelerado la presencia de los pentecostales.

Muchos en Río conocen los nombres de algunos orixas y miles de creyentes van a las playas el día de Año Nuevo vestidos de blanco para hacer ofrendas a la diosa de los océa-nos, Iemanja.

No obstante, abundan quie-

nes creen que umbanda y candomblé son formas de brujería y a los fieles les cuesta admitir públicamente que son creyentes. En partes del país la umbanda estuvo prohibida hasta la década de 1950 y en las tres décadas siguientes los fieles tenían que registrarse con la policía.

Una tarde reciente, en la casa de Cardoso, una mujer joven con un largo vestido blanco se paró en una estrella de seis puntas en el centro de una habitación, serena a pesar del ruido de tamboriles, los cánticos y un intenso humo de incienso.

De repente, se desplomó. Se volvió a levantar, ahora con aspecto de mujer anciana con la espalda arqueada; sus de-dos estaban retorcidos, como si tuviese artritis, y su rostro parecía demacrado, con la boca fruncida y los ojos torcidos. La voz se le quebraba a medida que se desplazaba por la sala, arrastrando los pies y bendi-ciendo a los participantes en la ceremonia.

Comenzó así la noche de los “pretos velhos”, o los negros viejos, en un templo umbanda de Río de Janeiro. Pronto, los “hijos” e “hijas” del templo estaban incorporando, según su creencia, los espíritus de

antepasados negros sabios.Estos espíritus son una dei-

dad entre muchas en esta reli-gión típicamente brasileña, que sobrevive pese a haber sido proscrita hasta la década de 1950 por las autoridades cató-licas. La constitución aprobada en 1989, tras una dictadura militar, garantiza la libertad de credo, pero los fieles de esta religión dicen que aún hoy se sienten desdeñados y son blan-co de un intenso prejuicio que pone sus vidas y sus templos en peligro.

Informes policiales indican que los devotos a religiones afro-brasileñas denuncian un promedio de 100 incidentes de abuso físico o verbal al año debido a su fe tan solo en el estado de Río de Janeiro.

Otro informe de una organi-zación brasileña que lucha por la libertad de credo --que fue enviado al Consejo de Dere-chos Humanos de las Naciones Unidas-- detalla 39 casos de discriminación en todo el país en el 2009. Los casos abarcan desde la negativa de un banco del estado de Minas Gerais a abrir una cuenta para una agru-pación religiosa afro-brasileña hasta la destrucción parcial de un templo candomblé en el estado de Bahía. Los dos epi-sodios, ocurridos en el 2008,

siguen siendo investigados.En octubre, la vivienda don-

de se realizaron los primeros rituales umbanda en 1908 fue destruida. Se encontraba en una propiedad privada, pero la alcaldesa no hizo nada por protegerla por su valor histórico cuando activistas que promueven la tolerancia religiosa le informaron de su importancia. Rechazó incluso pedidos de esas organizaciones para reunirse con ella.

La alcaldesa Aparecida Pa-nisset autorizó la demolición de otro sitio de reunión um-banda en la misma ciudad de Sao Goncalo para construir un centro deportivo pese a que la municipalidad no tiene los permisos correspondientes. El caso está en los tribunales.

La funcionaria no respondió a varias llamadas y correos electrónicos de la Associated Press en busca de comentarios. Los documentos presentados por la municipalidad en los tribunales no mencionan un templo ni el nombre del dueño del edificio. Solo dicen que se trata de una construcción “en mal estado de preservación” y que la zona tiene poco valor inmobiliario. El dueño del edi-ficio, por su parte, afirma que ningún funcionario municipal inspeccionó la propiedad.

Un informe municipal del 2011 indicó que en la ciudad de Río de Janeiro solamente hay 847 templos umbanda, aunque no es fácil distinguirlos.

Si bien la religión tiene poco más de un siglo, incorpora viejas tradiciones del catolicis-mo, las creencias que trajeron los esclavos procedentes de Nigeria, la espiritualidad de los indígenas nativos y las enseñanzas del espiritualista francés del siglo XIX Allan Kardec.

El candomblé, otra religión afro-brasileña muy popular, inspirada mayormente en las creencias de Africa occidental, padece prejuicios similares.

“Umbanda es hostigada por otras religiones, por el estado y por la policía”, comentó Fernando Altemeyer, profesor de teología de la Universidad Católica de Sao Paulo. “Tiene estos elementos del catoli-cismo, pero no es católica; del espiritualismo, sin seguir exactamente las creencias de Kardec. Nadie se siente iden-tificado con ella”.

Los brasileños a menudo se enorgullecen de su diversidad racial, cultural y religiosa, y en Río abundan las referencias a los orixas, los dioses africanos de las creencias umbanda y candomblé.

En tiempos recientes, no obstante, el país comenzó a re-conocer las fisuras que hay en esa reputación y aumentaron las denuncias de persecución de los practicantes de umbanda y candomblé, paralelamente con la presencia y la fuerza de las religiones pentecostales en Brasil, según Altemeyer.

“Siempre se habla de ‘librar-los de las garras del diablo’, de convertirlos”, expresó Alteme-yer. “Las acciones evangélicas en este terreno son muy im-portantes”.

“Desde la esclavitud, es-tamos acostumbrados a ser maltratados y a mantener la boca cerrada para sobrevivir”, declaró Cristiano Ramos, el líder del templo umbanda de Sao Gonzalo en peligro. “Pero eso no quiere decir que no vayamos a resistir. Llevamos aquí muchos siglos, y vamos a seguir aquí”.

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6 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

¡Tripasssss! Zombis Toman fesTival de la Habana

Cine

El boleto más codiciado en La Habana no es para el colorido es-pectáculo del club Tropicana. Es una película de zombies sangri-enta e irreverente con un retorcido humor y valores de producción relativamente ingeniosos que se burla de la obsesiva relación de Cuba con Estados Unidos y se regodea entre chistes isleños por sacarle el mayor partido a las cosas aunque todo a tu alrededor — edificios, calles, extremidades humanas— se derrumba.

Por PETEr orSI

Los espectado-res acudieron en masa esta semana a ver “Juan de los Muertos” y los organizadores del

Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano tuvieron que agregar funciones adiciona-les de medianoche para acomo-dar a la multitud.

El jueves por la noche el vestíbulo del Cine Charles Cha-plin recibió a varios cientos de personas que se apresuraron a entrar apenas se abrieron las puertas. Y esa era sólo gente con conexiones y pases especiales: periodistas, familiares y amigos de personas involucradas en la película, trabajadores vincula-dos al instituto de cine de Cuba. Otros cientos se alinearon afue-ra alrededor de la manzana.

“Zombis en La Habana, ¿no te dan ganas de ver eso?”, dijo el escritor y director Alejandro Brugués tras la función, mien-tras atendía llamadas en su celu-lar y recibía abrazos de felicita-ción de amigos y parientes.

Brugués, de 35 años, se de-claró “eufórico” de ver las mul-titudes en las calles y se lo acre-ditó a la naturaleza novedosa de su obra.

“No hacemos mucho cine de espectáculo. Es una cosa que hay que cambiar, deberíamos empezar a hacerlo”, dijo.

Los trailers y fotos del filme han circulado el último año des-de su filmación, creando gran expectativa mucho antes de su estreno.

Yasumari Alvarez, una em-pleada del instituto de cine cubano que no estuvo involu-crada con la producción, dijo que le atrajo la novedad de una producción local — aunque con financiamiento español — que usa efectos generados por com-putadora para transformar la capital cubana. Aun en una ciudad en la que muchos edifi-cios ya están desmoronándose, el Apocalipsis de los zombis no mejora el panorama.

“Es la primera película cuba-na que tiene efectos especiales.

Sale La Habana destruida con los zombis en las calles”, dijo Alvarez.

Aunque el desacuerdo polí-tico abierto no es tolerado por el régimen comunista cubano, artistas e intelectuales siempre han disfrutado de más libertad, especialmente cuando las púas están envueltas de humor. El implacable sarcasmo de “Juan de los Muertos” se exhibe desde la primera toma, que lo mues-tra bañado por el sol, recostado sobre una balsa de pescar en el famoso Malecón de La Habana.

Su compinche, Lázaro, sur-ge de las aguas y le pregunta si alguna vez pensó probar el peligroso viaje a Miami. No, responde Juan, porque entonces tendría que trabajar.

De pronto la película salta a la acción cuando un zombi pútrido surge entre las olas y Lá-zaro lo liquida de un arponazo en el ojo.

“Esto queda entre nosotros”, acuerdan los amigos.

Mientras los ataques de los zombies continúan, el gobierno sigue insistiendo en el noticiero de la noche que no se trata de cadáveres reanimados sino de agitadores disidentes en com-plot con el “imperio”. Gente des-esperada se aleja remando del Malecón en botes destartalados en una clara referencia a la crisis de los balseros cubanos.

Cuando Juan, con una figu-ra delgada similar a la de Don Quijote, y Lázaro, robusto al es-tilo de Sancho Panza, se reúnen

con los vecinos en el techo de su casa para enseñarles técnicas de defensa personal, Juan dice que no es nada con lo que ellos no sepan lidiar ya.

Sólo que “esta vez el enemigo no son los yanquis, es un ene-migo real y está entre nosotros”, dice Juan.

Juntos forman un equipo de zombis demoledores con un plan de negocios: cobrarle a residentes de La Habana para “matar a sus seres queridos”. A veces, en confusos tumultos, los clientes no salen mejor parados que los zombis.

Y hasta que un presentador de noticias desaparece en un reguero de sangre durante una transmisión en vivo, las auto-ridades continúan insistiendo en que es un ardid yanqui y que todo está bajo control.

Para entonces ya no quedan clientes y está claro que no hay más nada que hacer que esca-bullirse. Juan, junto con su hija media española, Lázaro y el hijo de éste, California, crean un plan para escapar de la ciudad, un homenaje a la famosa capa-cidad de los cubanos de “inven-tar” una solución improvisada a cualquier problema.

Brugués insistió en que su película no es política, pese a que sus púas cortantes se burlan de la jerga oficial habitual en los me-dios controlados por el estado.

“La política es demasiado más grande que yo. La política se me va muy por encima de mi cabeza”, afirmó.

“el CasCanueCes” llega a la

panTalla grande

Cine

Para muchos niños su primera, y muchas veces única, experiencia con el ballet clási-co es “El Cascanueces”, una historia sobre una niña, ratones en batalla, soldados y un apuesto príncipe, en la que hay un árbol de Navidad y una tierra de dulces.

En cada ciudad de Estados Unidos se presenta por lo menos una versión del

ballet cuya música compuso Chaikovsky, pero hasta ahora si uno vivía en Anchorage, Alaska; Omaha, Nebraska o Tulsa, Oklahoma, no podía ver lo que muchos consideran el ideal de “El Cascanueces”: la producción del fallecido coreógrafo George Balanchine para el Ballet de la Ciudad de Nueva York.

El 13 de diciembre, la com-pañía presentará un Casca-nueces en vivo en alta defini-ción desde el Lincoln Center que llegará a unos 560 cines en los 50 estados de Estados Uni-dos, y a la noche siguiente ten-drá una transmisión en vivo para la televisión pública.

Al llevar su Cascanueces a nivel nacional la compañía espera promoverse, obtener nuevas ganancias y sumarse a una tendencia en aumento de transmisiones en vivo de es-pectáculos en alta definición, iniciada por la Opera Metro-politana de Nueva York.

“No hay nada como la cosa real”, dijo Peter Martins, di-rector de la compañía, quien admitió ser totalmente parcial al respecto. “Pero desde luego, esperamos que si esto funciona, como sea que se define el éxito, se convertirá en una nueva ma-nera de mostrarle al mundo lo que sabemos hacer muy bien”.

Martins— uno de los anti-guos bailarines principales en el Ballet de la Ciudad de Nue-va York bajo la conducción de su legendario predecesor, Balanchine— creció en Dina-marca y no estaba relaciona-do con “El Cascanueces” sino hasta que llegó a Nueva York cuando era joven. A pesar de eso está consciente del papel

del ballet navideño como una introducción a la danza para numerosas generaciones de estadounidenses, incluyendo a casi todos sus bailarines.

El español Joaquin De Luz tampoco logró ver el “Casca-nueces” cuando era niño. El primero que vio fue el de Ba-lanchine en DVD, la versión de 1993 del Ballet de la Ciduad de Nueva York con el joven Macaulay Culkin en el papel del príncipe.

“Es mágico”, dijo De Luz, quien tendrá la próxima sema-na el papel masculino prin-cipal, El Soldado. “El árbol que crece en el primer acto te rompe el corazón. Este es ‘El Cascanueces’ por excelencia, no tiene demasiado de nada y tampoco le hace falta nada”.

De Luz bailará con su com-pañera frecuente, Megan Fair-child, quien interpreta al Hada del Azúcar. Para él es mejor no pensar mucho en cuánta gente estará viendo el espectáculo.

“Es algo muy serio”, dijo De Luz . “Espero que no ha-gan close-up cuando me esté pasando la lengua sobre los la-bios o haciendo algo más que no debería estar haciendo”.

Las transmisiones, produ-cidas por Live From Lincoln Center de la cadena NCM Fa-thom, son las primeras de una compañía estadounidense de ballet. El Bolshoi de Rusia y el Ballet Real de Londres han he-cho cosas similares antes.

Las transmisiones tendrán a presentadoras importan-tes: La estrella de la televisión Kelly Ripa el 13, y a Chelsea Clinton, la hija de Bill y Hilla-ry Clinton, una admiradora famosa del ballet que practi-có danza cuando era niña en Washington, el 14.

Los precios de los boletos para las funciones en los cines van de entre 15 a 20 dólares, dependiendo de la locación.

Por JoCELYN NoVECK

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Suplemento Cultural 7Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

“Licenciado Cantinas” es un disco de 15 cortes que recorre Latinoamé-rica y Estados Unidos, desde el tex-mex de Texas hasta las milon-

gas del Río de la Plata. Incluye temas como el vals “Odiame” y la salsa “El día de mi suerte”, clásico de Héctor Lavoe y Willie Colón.

“Es un homenaje a la música latinoamericana... una mirada de agradecimiento por todo lo bueno, todo lo que he aprendi-do a través de esos compositores clásicos de diferentes países y géneros”, dijo el cantautor en una entrevista reciente.

“Creo que todos estos mú-sicos hicieron música atempo-ral, por encima de su tiempo. Creo que es música actual que nos toca el corazón exactamen-te igual que hace 50 o 60 años, cuando se escribieron”, añadió.

La grabación, que salió a la venta en formato digital el mes pasado y estará disponible física-mente a partir del martes, es un viaje musical a través de un per-sonaje imaginario que Bunbury creó: el Licenciado Cantinas.

“Quise que hubiera como un personaje que fuera cantando los textos que seleccioné, de tal forma que el personaje vaya pa-sando varios estados de ánimo y, digamos, la historia comienza con el amor, pasa por el aban-dono, el personaje cae en la per-dición, la locura y termina en la muerte y redención”, explicó.

Otros temas en el disco son “El cielo está dentro de mí”, de Yupanqui; “El licenciado (El mulato)”, de Ray y Cruz; y “Pa’ llegar a tu lado”, balada de la es-tadounidense de ascendencia mexicana Lhasa de Sela.

“He hecho giras (por Latino-américa) y por esas giras me fui enamorando de la música tradi-cional, de la música que escucha-ba en cantinas más que en nin-gún otro lugar. Fue en las cantinas donde fui descubriendo y ano-tando esos textos que me fueron emocionando por sus dramatis-mos”, recordó el cantautor de te-mas introspectivos como “Lady Blue”, “Los restos del naufragio” y “Porque las cosas cambian”.

Para darle más originalidad a la grabación, Bunbury invitó a

Música

Enrique Bunbury cuenta que muchas de las canciones latinoamericanas que más le gustan las escuchó por primera vez en bares, durante sus giras por el continente. Su amor por el vals, el tango, la salsa y otros géne-ros de la región creció poco a poco y ahora el roquero español presenta sus propias versiones de temas de compositores tan diversos como Atahualpa Yupanqui y el dúo Richie Ray y Bobby Cruz en un nuevo álbum.

BunBury rinde hoMenaje a LatinoaMérica con “Licenciado cantinas”

El “Flaco” Jiménez en “Llévame” y “La tumba será el final”, Eliades Ochoa en “Mi sueño prohibido” y David Hidalgo en “El solitario” y “Ánimas que no amanezca”, una mezcla de tex-mex, rockabi-lly y tamborazo. También resalta la participación del armonicista Charlie Musselwhite.

“El ‘Flaco’ Jiménez es el rey del acordeón en el tex-mex. Da-vid Hidalgo es el guitarrista de Los Lobos. Los Lobos es la gran banda de rock latina. Todos los que hacemos algo que se pue-da llamar rock latino debemos la vida a Los Lobos”, destacó el roquero. “Eliades Ochoa, que es más conocido por Buena Vista Social Club, ahora está haciendo un disco con músicos africanos y ha trabajado con músicos anglos y de rock y de blues”.

El autor de éxitos como “Y al final”, “El tiempo de las cerezas” e “Infinito” dijo que respetó la esencia original de las canciones seleccionadas, a las que les dio arreglos distintivos para que so-naran más modernas y roqueras, fiel a su estilo. Las grabó con Los Santos Inocentes, banda fija con la que ha trabajado en sus últi-mos tres discos.

“Era imprescindible que una canción nunca fuera exacta-mente lo que parecía, que una ranchera fuera una pura ranche-ra, sino que tuviera elementos que la alejara de sus elementos folklóricos, que la acerca a mi terreno”, explicó. “Quería en-contrar un equilibrio. No quería que una canción estuviera sólo en mi terreno sino que tuviera partes de su lugar de origen, de tal manera que la balanza estu-viera equilibrada. (Pero tampoco quería) que de tanto respeto, la canción quedara inamovible, sin ninguna aportación alguna”.

No es la primera vez que Bunbury graba covers o temas tradicionales de Latinoamérica. El roquero ha grabado “El jinete”, de José Alfredo Jiménez, y su CD previo, “Las consecuencias”, in-cluye “Frente a frente”, composi-ción del español Manuel Alejan-dro popularizado por Jeanette.

“Siempre en mis discos solita-rios hay pinceladas de la música latinoamericana”, expresó. “Es-pecialmente en ‘Pequeño’ y ‘El viaje a ninguna parte’, que miran

muy claramente a la música tra-dicional. Claro, siempre desde la mirada de un músico de rock”.

Radicado en Los Ángeles En-rique Ortiz de Landázuri Izar-duy, su verdadero nombre, co-menzará en enero una gira por España que lo traerá de vuelta a Estados Unidos en junio. El mes pasado terminó su segunda ex-

tensa gira por este país, junto con la banda mexicana Zoé.

“Llevo dos años residiendo en Los Ángeles y considero que hay público latinoamericano de-seoso de escuchar rock en espa-ñol”, manifestó. “Tal vez no había cuidado tanto este público como el argentino, mexicano, guate-malteco o español y de repente

Por E. J. TÁMArA

pensé que debía hacer este es-fuerzo, de hacer más conciertos aquí. Es como girar en casa por-que estoy tan cerca”.

Un documental sobre su prime-ra gira extensa por Estados Unidos, realizada el año pasado, está prácti-camente listo y Bunbury dijo tener planes de exhibirlo el próximo año en festivales y salas de cine.

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POR MATEU SPANOS

Galería de artistas

Nicaragua: eNtre el graffiti y la pared

U n p o c o como en todas par-tes allá por la década de 1980,

los graffiti y las pinturas murales se convirtieron en un elemento habitual de los paisajes urbanos de Nicaragua. Eran tiempos de política bronca y cotidiana, y los muros actuaron como espejos de esta realidad. Se multiplicaron las pintadas y los dibujos que servían tanto para gritar lo que no se podía decir, como para mostrar lo que se obligaba a pensar. Llegada una relativa pacificación, el eslogan, la consigna y el desahogo cedieron de nuevo su espacio a los recla-mos publicitarios y a las eternas declaraciones de amor. Pero por esas razones que a veces resultan difíciles de alcanzar, esta imagi-nería mural arraigó con fuerza en las ciudades nicaragüenses, tanto que ha pasado a convertirse en un elemento de la idiosincrasia de su urbanismo. La suiza Dominique Sabine Hufs-chmid y el español Xabier Garay Barayazarra, fotógrafos residentes en Managua, desde su asombrada mirada forastera han reunido en Ojo. Identidad visual nicaragüen-se una nutrida colección de instan-táneas que registran esta explosión de arte anónimo, perecedero, en ocasiones genial, que caracteriza al inmenso lienzo que son las pa-redes de Nicaragua. Pertrechados con sus cámaras se han lanzado a los barrios, mercados, estable-cimientos y callejones de las ciu-dades y pueblos nicaragüenses para recrear - que no reproducir- un sinfín de imágenes coloristas e impactantes. En las páginas del libro desfilan graffiti que represen-tan a mujeres hermosas, a objetos cotidianos como un reloj o una calculadora, a personajes como Jesucristo, Bruce Lee o el ubicuo retrato del Che Guevara.¿Dale un pelotazo al careto del Che, que es gratis?, ¿Che: hasta la canasta siempre? ¿Qué signifi-ca este graffiti?, ¿qué han queri-do expresar los autores con esta fotografía? Las preguntas quedan sin contestar, deben quedar así. Mira tú, interpreta tú. El objetivo de la cámara de los fotógrafos, que selecciona retazos, ángulos o detalles concretos, en modo que podría pensarse arbitrario, nos inclina a adoptar una mirada am-bigua, abierta, sin conclusiones. Alcanzan así ese difícil punto de

equilibrio propio de los verdade-ros artistas plásticos, aquellos que son capaces de conjugar en sus creaciones subjetividad, objetivi-dad y libertad interpretativa.La colección de imágenes que nos ofrece el trabajo de Sabine y Ga-ray guarda poco en común con lo que se entiende en otras latitudes por mundo del grafiti; asociado a menudo con estéticas juveniles como el hip-hop. Tampoco pue-de encuadrarse en el proceso de museificación del que está siendo objeto el graffiti. Baste apuntar el caso más espectacular: una casa de subastas londinense extrajo un graffiti de Banksy de un muro, lo arrancó de raíz, para venderlo por 275 mil euros, unos 300 mil dolores. En Ojo. Identidad visual de Nicaragua, no se nos ofrece la identidad de los dibujantes, ni si-quiera encontramos la ubicación de las ciudades o las calles donde se tomaron las fotografías. La intención de los autores ha sido ofrecer algo más que un pasajero testimonio de tendencias o modas fungibles; Sabine y Garay apun-tan más alto, quieren trasladar - y lo consiguen- la pupila de todo un pueblo que se estampa en sus ca-sas, sus comercios, sus vehículos; una pupila que, como la voz de la juglares del medioevo, representa a la legión.La orgía de talento anónimo que aparece en las paredes de Nicara-gua expresa un totum revolutum de escuelas convencionales. Si quisiésemos podríamos identifi-car tendencias kitsch, pop, naïf, incluso dibujos de artistas que pa-recen ponerse como modelos a los maestros de la pintura renacentista y barroca. Pero precisamente en la no clasificación, en la renuncia a la taxonomización académica radica la mirada de estos dos fotógrafos. Es la historia de un pueblo, su ima-ginario, su forma de enfrentar y re-solver la realidad lo que hay detrás de estos graffiti.

ASÍ EMPEZÓ LA PUBLICIDADEl libro nos revela que Sabine y Garay han quedado fascinados con el universo publicitario de Nicaragua. Como en el resto del planeta, los rótulos de neón y los letreros de encargo fabricados con plástico y luz, o las vallas con anuncios de marcas multi-nacionales invaden el panorama urbano del país. Sin embargo, aquí deben convivir con una pu-blicidad compuesta por graffiti y

“Si quieres saber cómo quiere ser un país, mira su TV, pero si quieres saber cómo es un país, mira sus paredes”. Bajo esta consigna, Xabier Garay y Dominique Sabine, en Ojo. Identidad visual nicaragüense (2007, Managua, COSUDE), nos cuentan a través de sus fotografías a los muros de Nicaragua, el pasado y el presente, la identidad y el arte, los deseos y las frustraciones, de este país centroamericano.

8 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 10 de diciembre de 2011

dibujos artesanales. Contemplar estas obras es volver a la arqueo-logía de la publicidad, constituye un viaje hacia un pasado donde no existía aún la artificiosidad y sofisticación que caracteriza al marketing moderno. En nume-rosas poblaciones nicaragüen-ses la imagen que debe incitar a comprar un producto o contratar un servicio nace por entero de la mente de un dibujante callejero. Él diseña y ejecuta, él interpreta los deseos y la mirada de sus con-ciudadanos, y luego plasma todo eso en una pared y en un dibujo original, irrepetible e intransfe-rible, pues se ha creado para ese espacio o calle concretos. Las licencias “poéticas”, las muestras de humor e incluso las audaces composiciones que se permiten los artistas denotan que detrás de los trazos se esconde una aguda reflexión sobre la psicología del pueblo nicaragüense.Dentro del campo de la pintura publicitaria, Sabine reúne en un capítulo autónomo las fuentes ti-pográficas usadas en las fachadas de los negocios. Y lo hace desde la conciencia de que “se hallan en peligro de extinción”. Dice la fotógrafa que estas “fuentes sal-vajes” que viven en las paredes de Managua, realizadas mediante diferentes técnicas de reproduc-ción, con pinceles, caladas, espra-yadas o rayadas, tienen un “par-que nacional” en la periferia de la ciudad. Su recopilación, como señala ella misma, constituye un desafío “a la divulgación masiva de imágenes corporativas, conse-cuencia del proceso globalizador, que provoca una reducción drásti-ca de estrategias de comunicación audiovisuales propias, nacidas de las raíces de la cultural local”.

NICARAGUA ES COLOREn Ojo. Identidad visual nicara-güense, como complemento al catálogo de pintadas, graffiti y di-bujos, se nos ofrece una recolec-ción de instantáneas de rincones, callejones, ventanas y puertas que los dos artistas han topado en las más diversas localizaciones de Nicaragua. Estas fotografías ac-túan como elocuentes mensajeras del discurso visual que han capta-do Sabine y Garay, y que nos ha-blan de la impregnación del color en cada uno de los paisajes urba-nos del país. La mirada de estos fotógrafos atrapa la vena artística espontánea del pueblo nicara-güense, que incluso en los espa-

cios depauperados y envejecidos, donde la utilidad manda, donde no existe intención artística alguna, deja la impronta de una peculiar manera de mirar el mundo.¿Es el paisaje, son los tonos del cielo, es una óptica iridiscente provocada por la insistente lluvia? Estas preguntas quedan en el aire. Sabine y Garay solo quieren invi-

tarnos a mirar desprendiéndonos de clasificaciones. Pero este es un silencio que otorga un discurso: no solo debemos combatir el pen-samiento único al que nos empu-jan las corrientes globalizadoras, sino también a la “mirada única” que estas fomentan e imponen. El ojo es parte fundamental de la va-riedad de las identidades.