springlejack

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Era una sofocante mañana de 1874 en La India. La densa capa de grisáceas nubes anunciaba la continuidad de la lluvia desatada el día anterior. La humedad brotaba del suelo formando unos asfixiantes vapores, sumado al deplorable estado del camino volvían irascible al más parco de los hombres. Una bamboleante galera se dirigía a paso firme a un pequeño poblado al pie del Himalaya cerca de un lugar conocido hoy como Dharmsala, en su interior Sir Benjamín Ashcroft, delegado del gobierno británico en Kot-Kumharsen, miraba el paisaje perdido en sus pensamientos. Todos lo conocían como un hombre duro, casi sin sentimientos pero ahora su corazón estaba en un puño. No tenía noticias de su único y gran amigo Arthur Lothon, la situación lo desesperaba. No quería pensar lo peor pero a cada tramo la angustia se acentuaba y el camino se volvía eterno. Dos meses atrás habían comenzado los problemas, langostas atacaron los cultivos. Casos “oficialmente” esporádicos de cólera surgieron en todo el norte, informados de esa manera para no causar pánico. Las recolecciones primaverales fueron magras en seis distritos y las lluvias brillaron por su ausencia. Luego de la siega llego la hambruna, el gobierno decreto que nadie debía morir de hambre por lo cual envió cereales. A continuación el cólera arribo a los cuatro puntos cardinales estallando en medio millón de peregrinos llegados a un templo sagrado. Grandes cantidades murieron a los pies de su dios, los demás huyeron aterrados hacia los rincones del país propagando la peste. Una ciudad amurallada sufrió sus embates, 200 personas morían al día. La gente asaltaba los trenes colgándose de las plataformas acuclillándose en los techos de los vagones, y el cólera los seguía cual si fuera una sombra oscura de muerte. En cada estación cadáveres y moribundos eran sacados a rastra. Fallecían a orillas de las carreteras y los caballos de los ingleses enloquecían al percibir el hedor a muerte entre la hierba. Como muchos otros Arthur Lothon y su familia se refugiaron en las montañas donde tenían un amplio bungaló de doce habitaciones ricamente amoblado preparado para estas contingencias, pero algo andaba mal. Una semana entera sin noticias era demasiado tiempo en semejante situación. Alguien más se dirigía al mismo lugar sin saber del todo a donde iba. Sikander Khan un pundit (sabio) y a la vez shadhu (santo purificado) bajo de la montaña siguiendo los designios divinos, durante una meditación recibió el encargo de ir hacia una casa donde el ángel de la muerte había desplegado sus negras alas llevándose consigo a casi la mayoría de sus habitantes. Solo encontraría a un niño de cabello dorado a quien los dioses habían elegido para cumplir un destino y al humilde Sikander Khan para instruirlo. Los pies de sir Ashcroft por fin tocaron tierra firme, observo estupefacto el estado de abandono de la Casa Lothon parecía como si nadie hubiera vivido allí en años. Las 1

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Parte de una version personal de la historia de Spring Heeled jack escrita hace 10 años.

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Era una sofocante maana de 1874 en La India. La densa capa de grisceas nubes anunciaba la continuidad de la lluvia desatada el da anterior. La humedad brotaba del suelo formando unos asfixiantes vapores, sumado al deplorable estado del camino volvan irascible al ms parco de los hombres.Una bamboleante galera se diriga a paso firme a un pequeo poblado al pie del Himalaya cerca de un lugar conocido hoy como Dharmsala, en su interior Sir Benjamn Ashcroft, delegado del gobierno britnico en Kot-Kumharsen, miraba el paisaje perdido en sus pensamientos. Todos lo conocan como un hombre duro, casi sin sentimientos pero ahora su corazn estaba en un puo. No tena noticias de su nico y gran amigo Arthur Lothon, la situacin lo desesperaba. No quera pensar lo peor pero a cada tramo la angustia se acentuaba y el camino se volva eterno. Dos meses atrs haban comenzado los problemas, langostas atacaron los cultivos. Casos oficialmente espordicos de clera surgieron en todo el norte, informados de esa manera para no causar pnico. Las recolecciones primaverales fueron magras en seis distritos y las lluvias brillaron por su ausencia. Luego de la siega llego la hambruna, el gobierno decreto que nadie deba morir de hambre por lo cual envi cereales.A continuacin el clera arribo a los cuatro puntos cardinales estallando en medio milln de peregrinos llegados a un templo sagrado. Grandes cantidades murieron a los pies de su dios, los dems huyeron aterrados hacia los rincones del pas propagando la peste. Una ciudad amurallada sufri sus embates, 200 personas moran al da. La gente asaltaba los trenes colgndose de las plataformas acuclillndose en los techos de los vagones, y el clera los segua cual si fuera una sombra oscura de muerte. En cada estacin cadveres y moribundos eran sacados a rastra. Fallecan a orillas de las carreteras y los caballos de los ingleses enloquecan al percibir el hedor a muerte entre la hierba. Como muchos otros Arthur Lothon y su familia se refugiaron en las montaas donde tenan un amplio bungal de doce habitaciones ricamente amoblado preparado para estas contingencias, pero algo andaba mal. Una semana entera sin noticias era demasiado tiempo en semejante situacin.Alguien ms se diriga al mismo lugar sin saber del todo a donde iba. Sikander Khan un pundit (sabio) y a la vez shadhu (santo purificado) bajo de la montaa siguiendo los designios divinos, durante una meditacin recibi el encargo de ir hacia una casa donde el ngel de la muerte haba desplegado sus negras alas llevndose consigo a casi la mayora de sus habitantes. Solo encontrara a un nio de cabello dorado a quien los dioses haban elegido para cumplir un destino y al humilde Sikander Khan para instruirlo.Los pies de sir Ashcroft por fin tocaron tierra firme, observo estupefacto el estado de abandono de la Casa Lothon pareca como si nadie hubiera vivido all en aos. Las lluvias haban derribado los pilares de barro de la entrada, la pesada puerta de madera se mantena en pie milagrosamente colgando de un solo punto. Una hierba de 30 centmetros dominaba el patio, la vivienda de los sirvientes se encontraba vaca, la paja mojada colgaba entre las vigas. Una ardilla caminaba por el techo como nico habitante. Solo se escuchaba el correr de pequeos escorpiones por el suelo. La lluvia cubri con barro los pisos y las paredes estaban repletas de moho.El estado interno no era ms alentador un paseo por las distintas habitaciones dejo al descubierto un muestrario de cadveres a causa del clera negro, la versin ms temible y virulenta de la peste. De varios das o muy recientes, hinchados por el calor o aun tibios. Sir Ashcroft se dirigi sin pensarlo al dormitorio del matrimonio, all los encontr yaciendo en la cama ya sin vida. Los rasgos de sus rostros mostraban las agonas sufridas. Sir Benjamn clavo sus ojos vidriosos en el suelo, apret fuerte los parpados las lgrimas corrieron lentamente por sus mejillas. Nadie fue testigo de ese acto de humanidad de su parte. De repente sinti otra respiracin adems de la suya, en un extremo vio sentado en cuclillas con la cabeza hundida entre sus piernas al pequeo Henry de seis aos. A su lado con las piernas entrelazadas y bastn de madera sobre las rodillas, Sikander Khan lo tranquilizaba acaricindole la cabeza.El funeral fue rpido, sencillo aunque no exento de honores en una colina cercana a Bombay. El bungal sucumbi bajo las llamas. El shadhu nunca se separ del nio y logro contenerlo muy bien. Sir Benjamn comprendi el valor de aquel hombre invitndolo a quedarse con ellos el tiempo que considerara necesario, Henry fue feliz con esta noticia. El delegado tomo al nio bajo su cuidado, en nombre de su amigo no poda hacer menos. Contrato a la mejor institutriz inglesa que pudo encontrar Misstress Gracie Marshall, una mujer de mediana estatura regordeta quien usaba unos lentes a presin de marco dorado. Nacida en South Hampton era rgida y estricta, al hablar marcaba las erres con un tono nasal y las tes sonaban como des. Caminaba de manera graciosa pareca un pato salido del agua. En un principio no vio con buenos ojos la influencia que el desgreado Sikander tena sobre el nio. Luego acepto que los conocimientos impartidos por que le ampliaban la visin de las cosas. La inglesa instruyo a Henry en matemtica, lenguaje, buenos modales, literatura, ciencias. El shadhu por su parte le enseo el Kalarippayat, un arte marcial de la India basado en el Danurveda- la ciencia de la guerra- y el Ayurveda- la antigua medicina vdica. Adems de tcnicas de meditacin y manejo del cuerpo, lo puso en contacto con las tradiciones, escritos, poemas negados a los britnicos que all vivan.A los 14 aos Henry fue enviado a Inglaterra para continuar con sus estudios en Oxford logrando de esa forma un acercamiento ms profundo a la cultura inglesa. Durante los recesos regresaba a su hogar en Bombay junto a Sir Benjamn, la institutriz y obviamente Sikander.En 1886 culmino sus estudios regresando definitivamente con un doctorado bajo el brazo. Demostr un gran olfato para los negocios, poda prever lo bueno y lo malo generando ganancias y evitando las perdidas. Durante los siguientes cuatro aos continuo con el entrenamiento del shadhu.A principios de 1890 fue a Londres para visitar a unos ex compaeros. Recibi un telegrama urgente, Sikander Khan haba enfermado de repente la vida lo abandonaba poco a poco. Desde su lecho de enfermo lo llamaba con insistencia. El joven Lothon regreso lo ms pronto posible, al llegar se hecho a un lado de la cama apretando con fuerza la mano de su maestro. Sikander abri los ojos y sonri mirndolo.-Haz regresado mi querido upanayana (aprendiz)- Dijo lentamente.-No te preocupes, ya estoy aqu. Te pondrs bien- Exclamo Henry casi llorando.-No me preocupo, es la samsara. La incesante rueda de nacimientos y muertes de los seres del universo hasta obtener finalmente la preciada Moksha, la liberacin. Los dioses guiaron cada uno de mis pasos y en premio a mi lealtad mi alma se liberara de la transmigracin. No llores ni ests triste, ser feliz y libre. Ser uno con el universo. Ahora escucha atentamente mis palabras, todo los que sabes te acompaara toda la vida. Mis enseanzas vendrn a ti cuando las necesites. Desde aquel momento en que salvaste tu vida estas destinado para luchar contra potencias mucho ms all de cualquier entendimiento humano, oscuras fuerzas que solo tu podrs vencer.- Henry lo miraba sin entender- Aun no lo crees- continuo- pero comenzaras a hacerlo. Cuando haya partido vendr alguien ms para ayudarte, ser tu compaero, amigo, aliado y gua. Para todos ser solamente tu criado personal. Traer consigo algo para ti, fundamental en tu tarea.-De dnde vendr esta persona?-De muy lejos, un lugar ms all de las montaas. Una tierra jams visitada por los pies del hombre blanco. Ahora aydame a levantarme, ya llego mi hora.-PeroSikander-Henry no discutas, ni objetes nada. As debe ser y as ser. Alcnzame mi bastn.-Dijo al incorporarse en la cama.El joven Lothon callo saba que con un pundit no se discute, aunque todo su ser se revelara contra ello. De mala gana alcanzo el bastn al shadhu. Ambos salieron de la casa. Sir Benjamn Ashcroft observo la grotesca escena mientras beba una copa de Brandy en su habitacin del piso superior, parecan un do de beodos compaeros haciendo eses a la luz de la luna. Llegaron hasta una roca en los lmites del jardn, Sikander se sent en el suelo usndola como respaldo.-Aqu es un buen lugar- Dijo al cruzar sus piernas y colocar el bastn a su lado.- Henry jams lo olvides, los dioses estn de tu lado. Ellos guiaran tus pasos y fortalecern tu corazn.-Sikanderno me dejes t tambin-Exclamo sollozando al abrazarlo.-No es un adis, sino un hasta pronto.-Tomo el rostro del joven entre sus manos.-Estoy muy orgulloso de ti y tus padres tambin, estoy seguro. Les hablare de ti cuando los vea. Vuelve a casa y no mires atrs.Henry obedeci aunque a mitad de camino volteo a ver justo cuando el shadhu exhalaba su ltimo suspiro. Su cabeza reposaba sobre el hombro izquierdo hacia donde sale el sol. En esa posicin y en ese lugar fue enterrado, tiempo despus cuando la hierba volvi a crecer unas desconocidas flores amarillas brotaron de la nada. Tenan un aroma suave y relajante. Los lugareos las llamaron Mahapundit Dhak o Las Flores del Gran Sabio, nada ms acertado.Dos das despus cuando el sol se hunda en el horizonte coloreando las nubes de anaranjado, un criado se acerc a Henry mientras reposaba en un silln de la sala.-Sahib, un hombre lo busca. Dice venir de muy lejos para ponerse a su servicioHenry entorno los ojos mirndolo pensativo.-Dijo algo ms, Bahadur?-Si sahib, que viene de parte de Sikander Khan trayendo algo para usted.La respuesta hizo incorporarse de un salto al joven Lothon, las ltimas palabras del shadhu vinieron a su mente.-Se siente bien sahib?-Pregunto sorprendido el criado.-S, no te preocupes. Cmo es este hombre?-Por su apariencia sahib, dira que es musulmn.-Hazlo pasar al estudio, all lo estar esperando. Bahadur encrgate de que nadie nos moleste.El visitante ingreso al estudio casi sin hacer ruido, avanzo tranquilamente hacia el escritorio clavando la mirada en su anfitrin parado a un lado. Vestido completamente de blanco con una tela de lino llevaba unos amplios pantalones rematados por unas botas de cuero marrn claro. Una enorme tnica ajustada a la cintura con una correa de cuero, guantes y una tela envolviendo su cabeza y su rostro ceida a la frente con una banda negra. Solo sus ojos eran visibles, la poca piel a la vista daba la idea de un hombre curtido por el sol. Su mirada era amable pero no menos intimidante. Sobre su pecho cruzaba la correa de su bandolera, la cual dejo en el suelo al sentarse.-Puedo ofrecerle algo de beber?-No, gracias. Es mejor hablar directamente de nuestro asunto. Su maestro ya le informo en parte.Henry se sent frente a l.-Si dijo que traera algo para mi seor-Asoka Nehru- Abri su bandolera sacando diferentes objetos envueltos en paos de a uno por vez-Aqu tiene- Dijo al alcanzarle un paquete mediano.Henry lo desarmo con curiosidad y ansia, en su interior encontr una mscara de metal pulido y opaco. Su forma era casi ovalada terminando de manera recta en la parte superior, una lnea la divida en dos mitades iguales con cada hacia los lados. Dos grandes cristales rojos con forma de lgrima cubran los huecos para los ojos. El joven Lothon la tomo entre sus manos, le sorprendi su falta de peso dada su gruesa constitucin. De repente los cristales comenzaron la brillar.-Qu sucede?-Bien hecho sahib, la ha activado. Solo usted poda hacerlo. Nadie ms, ni siquiera yo que la he fabricado.- Le entrego otro envoltorio esta vez ms grande.Dentro haba un peto, pieza de armadura que protega el pecho y la espalda color bronce. En el centro tenia engarzada una piedra circular similar al mbar sobre un sol de 8 rayos. Brillo en las manos de Henry.-Se hace costumbre- Dijo en tono de broma.Recibi un nuevo paquete encontrando una daga dorada. Su vaina tena detalles florales, su hoja curva pareca de plata. En el mango tallado se representaba a un feroz tigre de Bengala arremetiendo contra una horrible bestia de varios cuernos y grandes colmillos. A pesar de ello la imagen permita as el arma con facilidad.El ltimo envoltorio era fino y alargado, ocultaba un bastn fabricado en madera de bano. Todas sus piezas eran de plata la contera, una anilla a la mitad y su empuadura. Esta ltima representaba la cabeza de un Dragn. El bastn en realidad era la vaina de una afilada y reluciente hoja. Henry realizo unos rpidos movimientos de mueca demostrando su habilidad volvindola a envainar en un intento.-Buen manejo, debo reconocer la maestra de Sikander Khan. Dijo Asoka.-Ya tengo en mis manos todos los elementos, Ahora qu?-Debemos ir a Londres all enfrentaremos nuestro destino.-Podras ser ms especfico.-No puedo, solo le dir sahib que habr varios enemigos a enfrentar. Pero especialmente uno vuelto luego de estar enterrado mucho tiempo en las calientes arenas del desierto donde alguna vez reinaron los faraones. La imprudencia e ignorancia del hombre no comprender los signos y traer consigo una fuerza destructora que jams debera regresar.-De acuerdo acepto la tarea, no me han dejado opcin. Me gustara saber Por qu cubres tu rostro?-Ahora vera sahib, espero no se asuste.El visitante se quit el velo bajo la mirada atenta de Henry quien abri sus ojos sin poder dar crdito a lo que vea. Delante tenia a una criatura de aspecto simiesco con su frente desplazada hacia atrs, una nariz achatada de amplias fosas, su prominente boca presentaba un grueso labio inferior. El mentn y los costados de su rostro se cubran por una barba entrecana prolijamente recortada. Su piel tena una tonalidad marrn oscuro.-Ya veo l porque del velo, no hubieras llegado hasta aqu.-Sahib, solo usted conocer mi rostro. Nadie ms podr verlo-Dijo al cubrirse nuevamente.Al da siguiente partieron rumbo a Inglaterra, Sir Benjamn no comparti la idea aunque los motivos reales de aquel viaje no le fueron revelados. A pesar de todo le deseo buena suerte en cuanto emprendiese; la necesitara.Nada era tan difcil de sobrellevar como la aristocracia londinense, preferible miles de peligros a departir con ellos.En la zona de los muelles londinenses daban las doce de la noche. Entre la espesa y hmeda niebla brillaba la linterna de popa de algn vapor mercante, su luz resaltaba los charcos desperdigados a su alrededor. Un resplandor rojizo brotaba de un vapor a altura a punto de partir y carboneando. El empedrado con sus espacios rellenos por el fango semejaba a sucios fragmentos de vidrio.Una mugrosa casita entre dos miserables talleres en cuya ventana superior tena una lmpara abri su puerta para vomitar a un marinero.-Vuelve cuando tengas dinero- Le gritaron desde adentro cerrando la puerta de un portazo.El hombre haba bebido pero no lo suficiente, su garganta arda pidindole ms alcohol. El poco dinero de sus bolsillos se haba esfumado. Decidi conseguirlo como fuera. Dio un recorrido por las oscuras y estrechas callejuelas, de repente llegaron a l unos pasos. Seguros y rpidos. En medio de la densa niebla la sombra de un hombre comenz a divisarse, el marinero saco de su bolsillo una navaja. No le interesaba quien fuera mientras pudiera sacarle algo de dinero para calmar su sed. Cuando lo tuvo cerca arremeti sobre su vctima acorralndolo contra la pared.-Dame todo lo que tengas, ya-Grito colocndole la navaja al cuello.El asustado parroquiano vaco sus bolsillos sin objeciones. Detrs el eco de una voz profunda interrumpi el asalto.-No es bueno tu accionar, robar para seguir bebiendo. Debera darte vergenza. Devulvele sus cosas- Ordeno la voz.El marinero volteo a ver quin tena la insolencia de darle rdenes. Surgido de entre la niebla como un personaje entre un teln blanco la figura de un hombre se recortaba. Vistiendo galera, bastn y capa. Todas sus ropas eran de color negro.-Te enseare a no entrometerte- Exclamo furioso el ladrn dando varios pasos adelante.El hombre no dijo nada solo levanto la cabeza dejando ver dos relampagueantes ojos color fuego. Al descorrer la capa en su pecho brillo una luz amarilla. El marinero palideci de terror, la navaja temblaba en su mano. Las palabras se atropellaron en su garganta sin poder salir. Tragando saliva intento atacar. Un rpido movimiento de bastn lo desarmo. Retrocedi torpemente cayendo al mojado suelo. La contera se apoy sobre su pecho.-Nome matepor favor-Suplico.-No lo hare, devuelve cuanto robaste- El marinero obedeci dejndolas a un lado- Vete de aqu y no vuelvas a beber, jams. Te estar vigilando.El frustrado ladrn huyo sin mirar atrs, la victima segua pegada a la pared.-Aqu tiene sus cosas, recjalas y vyaseno es lugar para usted.-Gracias-antes de concluir la frase el extrao giro sobre sus talones saltando limpiamente hacia un tejado cercano perdindose entre una fila de chimeneas.En diferentes lugares de Londres fue vista la misteriosa figura saltando de edificio en edificio. Muchos dudaron o no dieron crdito a lo que vean. Algunos creyeron que el diablo haba salido a divertirse a costa de los pobres mortales. La noticia no hubiera pasado a mayores sino fuera porque el asaltado era Horace Hasker periodista del London Inquirer yendo a reunirse con unos informantes en un tugurio cercano. Obviamente las circunstancias eran muy interesantes como para dejarlas pasar.La maana haba llegado haca tiempo a Grosvenor Square, la campanilla son en la habitacin de Henry. A los pocos minutos Asoka apareci trayendo consigo una taza de t y el peridico matutino en una bandeja de porcelana de sevres antigua. Descorri las pesadas cortinas de raso azul forradas de verde suave de los altos ventanales. La luz ilumino la recamara dando de lleno en el rostro de Henry.-Su paseo nocturno tuvo gran repercusin, Sahib.El joven se sent en la cama bebiendo un largo sorbo y ojeando la primera plana del Inquirer.-Ya lo leste?-Claro, sahib Henry o debo decir Springle JackHenry sonri marcndosele los hoyuelos en las mejillas que tanto amaba su madre. Escrito en letras grandes aquel nombre haba surgido seguramente de la pluma se su ocasional testigo.-suena bien, No te parece?-El criado asinti con la cabeza.-Qu sinti?-Segn parece los elementos unidos se potencian. Ya que mi voz sonaba diferente, casi no me reconoc y los saltos nunca me hubiera credo capaz de hacerlos. Me sent fuerte y libre en cierta forma.-Lo mejor de usted sahib es propiamente suyo, no de la mscara. Aquel pedazo de metal no puede sacar a la superficie lo que no se encuentre all.-Dijo Asoka cuando sala de la habitacin.Henry se levant vistiendo una bata de casimir bordada en seda pasando al cuarto de bao con suelo de mrmol. Una vez vestido se dirigi a la biblioteca sentndose frente a un desayuno a la francesa sobre una mesa redonda cerca de la ventana. Contino la lectura del peridico. El artculo escrito en un tono demasiado novelesco daba pocas precisiones y mucha imaginativa divagacin. Varios golpes sonaron en la puerta de entrada. Asoka atendi al visitante quien se sorprendi de ver a un criado con el rostro cubierto. Ingresaron juntos a la biblioteca.-Sahib, Lord Carvesham- Dijo Asoka presentando a un caballero de unos setenta aos.-Gracias Khitmutgar, puedes retirarte.El criado se fue bajo la mirada escrutadora del caballero.-Confa en el?-En absoluto, pondra mi vida en sus manos. Quizs le parezca extrao su atuendo pero es por motivos religiosos. Lord Carvesham, A que debo el honor de su visita?-Muchacho por favor, prate y djame verte de cuerpo entero.Henry complaci al anciano quien se acerc tomndolo de los hombros observndolo en detalle de arriba hacia abajo.-Increble-Dijo emocionado- el parecido fsico con tu padre es innegable y asombroso. Todo un Lord Lothon.El anfitrin lo invito a sentarse.-No estoy acostumbrado a usar el ttulo, all en La India no era tan importante.-Que puede esperarse de un grupo de personas quienes lavan a un dolo gigante y adoran a los monos.-Dijo ofuscado el anciano.-Usted se refiere a la ceremonia de Mahamastakabhisheka y el culto a Hanuman. Adems no me siento como un Lord.-Oh hijo lo eres indudablemente. Primero por herencia y luego por actitud. He conocido cada bestia sosteniendo ser un nobleLamente mucho la muerte de tus padres. El Imperio perdi a un gran hombre y a una hermosa e inteligente mujer. Ojala hubiera ms personas como ellos. Baluartes as enaltecen a Inglaterra. Te quedaras mucho tiempo?-Aun no lo s Lord Carvesham. No tengo prisa en partir.-Si me permites quisiera presentarte en sociedad. Conozco a mucha gente influyente.-Mejor para m, uno de los pasatiempos de un noble es conocer gente y hacer negocios. Me llevo bien con ambos.Juntos partieron en un coche de alquiler. Pasaron por el arco menor de la calle Burlington en direccin a Berkeley Square. Descendieron luego de que Lord Carvesham dio una buena paga al cochero. Entraron en un vestbulo algo oscuro, el mayordomo les dijo que la duea de casa ya estaba en la mesa. Entregaron sus sombreros, bastones y gabanes a los lacayos pasando luego al comedor.-Siempre tan impuntual, Lord Carvesham!-Exclamo la anfitriona acercndose a ellos.-Tarde pero seguro, Lady Taberry!-Dijo besndole la mano.-Quin es su joven amigo?-Le presento a Lord Henry Lothon, recin llegado de la India!-Un placer conocerla Lady Taberry-Dijo el joven besando la mano de la madura anfitriona.-Oh muchacho el placer es mo. Eres muy atractivo si fuera ms joven me casara contigo.-me halagan sus palabras-Dijo Henry sonriendo.-Lady Taberry, siempre tan atrevida.-Henry no hagas caso, este viejo bribn es el menos indicado para opinar.-Compaeros deaventuras quizs?-Pregunto Henry.-Tal vez, digamos que Londres se ha vuelto ms aburrida desde nuestro retiro.-Replico el anciano Lord.Quedaban justo dos sitios libres uno al lado de la anfitriona ocupado por Lord Carvesham y otro al extremo de la mesa para Henry. A su lado tenia a Sir Andrew Thomas diputado radical, es decir del ala izquierda de los Whig partido liberal, quien tena la costumbre de respirar agitado aunque estuviera tranquilo. Frente tena un gran centro de mesa repleto de orqudeas impidindole ver quien estaba saba que era una joven por sus manos.-Hablbamos de los americanos y su influencia-Informo Lady Taberry.-Nuestras hijas casi no tienen oportunidad contra las americanas. Hoy en da los hombres ingleses las prefieren para casarse-Opino la regordeta condesa Williamsburg sentada frente a Lord Carvesham.-Amrica sigue siendo una colonia sino en los papeles lo es en la cultura. Nunca podrn superarnos-Expreso el Lord.-Tarde o temprano sabamos que pasara, no se puede controlar del todo posesiones tan alejadas-Dijo el diputado.-Es cierto en La India mucho pillos han cometido excesos en nombre del Imperio-Dijo Henry sirvindose un poco de codorniz.-Lord Lothon vivi la mayor parte de su vida all- Dijo el anciano Lord.-Debe tener muchas historias fascinantes para contar viniendo de un lugar tan extico-Opino una dulce y enrgica vocecita detrs de las flores.-Me encantara saber quin lo dijo, me siento como un explorador en medio de la selva africana- Dijo Henry.Todos soltaron una carcajada.-Henry, que ocurrente! Frente a usted tiene a Miss Anne Marie Howard. La inquieta hija de Oscar Howard editor del London Inquirer-Explico la anfitriona.-Realizo tareas en la redaccin, quiero ser periodista- Exclamo Marie.-Una mujer solo puede opinar de moda, cocina, crianza de nios y nada ms. Qu hara en un peridico?-Dijo sorprendido el diputado.-Sir Thomas, subestima la inteligencia de la mujer-Dijo enojada Marie.-Tranquila seorita, no vale la pena-Dijo Henry en un tono suave.-Tiene razn Lord Lothon, bueno gracias por el almuerzo Lady Taberry. Estuvo magnifico a pesar de algunos invitados- Solt la joven al pararse.-La acompao, me gustara verla de cerca sin plantas de por medio- Dijo Henry provocando nuevas carcajadas.Salieron juntos del lugar caminando por las calles en direccin a Howard House. Marie era una joven de cabello color azabache, menuda, fina, bien enguantada y ataviada con el gusto ms exquisito. Su rostro era de una expresin suave y bondadosa. Un ejemplo perfecto del tipo ingls. Su boca pequea con los labios entreabiertos tena un gesto de ingenua interrogacin, como la de una nia. Sus grandes ojos azules o grises segn la luz resultaban maravillosamente llamativos y profundos mostrando un alma sincera e insolente a la vez. Iba del brazo con el joven Lothon.-Henry, Piensa usted como Sir Thomas?- pregunto luego de unos instantes de silencio.-Las mujeres son ms inteligentes que los hombres. Si observa la historia vera que siempre detrs de los grandes hechos existe la mano de una mujer. Nadie le dira a la Reina que se quedara en su casa.-Si lo hicieran no viviran para repetirlo- Dijo Marie.-Por supuesto debo agradecerle por rescatarme de aquella reunin de aristcratas dedicados a la contemplacin de la nada, no van con mi estilo.-Y cul es su estilo, Henry?-Si me permite invitarla al teatro ya cenar se lo podra explicar.-O la Opera, hace tiempo que no asisto. Junto con mi padre fuimos en varias ocasiones, nunca sobrevivi despierto al segundo acto. Sus ronquidos son muy escandalosos.-Le prometo no roncar Miss Howard.-Por favor, solo Marie.Se separaron frente a la mansin Howard, de amplios ventanales. Una fachada reluciente blanca, pinos al frente y un grueso enrejado.-Aqu nos despedimos. Espero haya sido de su agrado nuestro improvisado paseo, Marie.-Claro Henry. Volveremos a vernos?-Sin ninguna duda, pronto tendr noticias mas.Henry sigui su camino sin poder quitar de mente aquellos luminosos ojos.Un enorme farol veneciano colgaba en el vestbulo de entrada, el joven Lothon arrojo el sombrero gabn y bastn sobre una mesa. Se dirigi a la biblioteca dejndose caer en un mullido sof. Asoka se acerc a recibirlo al escucharlo entrar. Henry miraba el techo sonriendo.-Lo veo muy alegre sahib-Acabo de conocer a la criatura ms hermosa que jams hubiera podido soar.-A quin?-Anne Marie Howard, dos ojos azul cielo. Una mirada de ella es una caricia al corazn.-Tiene los sntomas de estar enamorado, pero no debe olvidar su tarea.Henry se puso de pie decidido.-No te preocupes, es un motivo para hacer mejor las cosas. Un bello incentivo. Si mi lucha es para proteger a la humanidad, indirectamente la protejo a ella. Aunque todava no haya enfrentado nada concreto.-Esta noche ser diferente sahib.La noche llego y con ella la niebla, Asoka abri un armario secreto disimulado en el zcalo de madera de la biblioteca donde se guardaba el equipo completo de Springle Jack.Alguien se diriga a la ciudad saltando, sus piernas estaban cubiertas por un espeso bello oscuro. Sus pies terminaban en pezuas las cuales se hundan en la tierra, cuando la tocaban. Iba de un techo a otro con fantstica agilidad. No tardara en llegar trayendo consigo desolacin y muerte.Henry abrocho el ultimo botn del saco, encima ajusto la broncnea coraza. En su costado derecho colg la daga del cinturn. Echo la capa sobre sus hombros anudndola al cuello. Enfundo sus manos en oscuros guantes de cuero. La mscara oculto su rostro y el sombrero de copa cubri su cabeza. Asoka Nehru le entrego en mano el bastn. Ya vestido dio un par de pasos por la sala sus lustrados zapatos relucan bajo la lmpara.-Estoy listo Asoka, desame suerte.-Sahib Springle Jack los dioses estarn con usted.El embozado justiciero trepo a la azotea, desde all vio como el viento haba barrido la niebla. Sobre su cabeza un lmpido cielo lo reciba plagado por miles de intermitentes puntos luminosos. Miro hacia abajo un polica hacia su ronda apuntando los rayos de su linterna roja sobre las puertas de las silenciosas casas. El traqueteo de los cascos de un caballo quebraron el silencio, la mancha carmes de un coche que pasaba ilumino la esquina. Vio una oportunidad perfecta, salto sobre su techo para llegar limpiamente al suelo. Abrieron la ventanilla desde el interior asomando el rostro de Marie. Springle Jack fingi no haberla visto continuando con su marcha. La mujer ordeno detenerse al cochero. El guardia corri tras el extrao.-Alto detngase en nombre de la ley!-Grito el polica.Como nica respuesta el encapotado se detuvo en seco y giro sobre s mismo. Clavo sus refulgentes ojos helando la sangre del hombre. Sin tomar carrera dio un salto sobrevolando la cabeza del sorprendido polica aterrizando a cierta distancia, para desaparecer en la primera esquina. El guardia los sigui hasta all sin encontrar rastro alguno, en todos sus aos nunca haba visto algo as. Marie fue testigo de la extraa situacin, luego en su casa no pudo alejar esa imagen de su mente. Una y otra vez la volva a ver. As paso toda la noche en vela pensando y repensando lo sucedido. Muy pronto volvera a verlo, muchas veces.Parado sobre un tejado que daba a Rochester Row la criatura observaba los alrededores con gesto divertido. Su figura iluminada por la luz de la luna se recortaba contra el cielo, de su cabeza surgan dos grandes cuernos. Sus ojos tenan pupilas dilatas como las de un gato rodeadas por un circulo amarillo brillante. El rostro era alargado terminando el mentn en punta, nariz afilada. Boca amplia de cuyo labio inferior sobresala un colmillo. El torso era ancho y musculoso. Su piel tena la tonalidad del ladrillo. Ante semejante apariencia cualquier parroquiano hubiera credo ver al diablo. Provena de los bosques y las montaas donde sus pisadas fueron vistas ms de una vez. En especial en Polonia y en Devonshire ao 1855. Un hombre vestido elegantemente paso por la calle. La bestia lo llamo por su nombre como tanta veces hizo con otros. La victima quedo petrificada cayendo en un estado hipntico, sigui cada una de las rdenes del extrao personaje quien lo insto a seguirlo. Una carrera frentica comenz por las calles londinenses. La criatura caminaba por los aires mientras el hombre lo haca sobre la tierra hasta que el tambin comenz a volar siguindolo en las alturas. Loco, desencajado cuando finalmente lo alcanzo el fascinador poso su mano en la frente del desdichado sujeto absorbiendo su esencia, drenndolo de toda vida. Dejndolo como una pasa de uva el cadver cayo cual si fuera un costal de papas pocos pasos delante de Springle Jack.El encapotado hroe echo una mirada al cado, ya nada poda hacerse. Sobre su cabeza son una chillona risotada. Levanto la vista buscando el origen encontrando a la cornuda criatura parado en un techo mirndolo socarronamente intentando pronunciar su nombre. Por ms intentos que hizo no pudo. Frustrado y confundido se alej. Springle Jack alcanzo de un corto salto aquel techo. Camino muy despacio prestando atencin a cada leve sonido atravesando la humareda exhalada por algunas chimeneas. Del otro lado vio a la criatura haciendo morisquetas frente a la ventana de una buhardilla. Ensimismado en su vanidosa contemplacin no lo oy acercarse. Contraa y tensaba los msculos de sus brazos junto a los de su torso. Las hinchadas venas de su cuello amenazaban romper la piel en cualquier instante. Springle Jack apoyo ambas manos en su bastn expectante. Pasados unos minutos de aburrida espera carraspeo. El vanidoso giro su cabeza.-Y t quin eres?- Pregunto sorprendido.-Lo mismo pregunto.-Debes ser muy especial porque no puedo saber cul es tu nombre. Contigo mis poderes no funcionan.-No tengo un nombre, aqu me llaman Springle Jack.-Yo tengo tantos Wendigo, Itaquha el que camina en el viento. Para ti ser simplemente Zakx.-Dijo mientras se paraba de manos cabeza abajo.-Me recuerdas al dios Pan.-Exacto, fui el modelo o el origen del mito. Gracias a mi muchas personas se perdieron para siempre en bosques y montaas. Los he contado por miles.Dio un par de brincos con las manos pataleando en el aire. Abri y cerr las piernas varias veces.-Qu haces en la ciudad?-Paseo buscando nuevos aires, diversin. Anuncia ser muy entretenido. Puedes acompaarme si quieres!- Dijo al pararse en sus pies nuevamente.-Si tienes pensado daar ms personas olvdalo. Estoy aqu para evitarlo.-Aha, todo un hroe. No esta tan mal, tendr un rival a mi nivel. Bien Springle Jack veamos lo que puedes hacer.Zakx salto de un techo a otro como un nio lo hace de una baldosa a la siguiente. Springle Jack sigui cada uno de sus pasos demostrando la misma agilidad. Por donde pasaba el fascinador reclutaba ms y ms personas quienes lo seguan como al flautista de Hammelin. Pasaron Vincent Square desembocaron en Vauxhall Bridge Road en direcciona la orilla del Surrey. Desde sus verdes colinas Springle Jack vio la tragedia y final catstrofe de aquella procesin. Zakx quebr el encantamiento y sus seguidores se hundieron en las heladas y brumosas aguas del Tmesis.-T decides tratas de atraparme o los salvas, no resistirn mucho tiempo. Hasta pronto- Dijo la cornuda criatura mientras desapareca en la orilla opuesta soltando una aguda y estruendosa carcajada.La situacin era apremiante no haba tiempo que perder. Necesitaba ayuda y la requera ya. A la distancia vio un par de embarcaciones. Recorri la orilla en un santiamn salto hacia la cubierta de una lancha, la tripulacin no pudo disimular su sorpresa.-Rpido un grupo de personas se ahogan unos palmos adelante, socrranlas- Les ordeno severamente.Dicho esto hizo lo mismo con una barca a vapor, otra lancha y un remolcador. Recorri Wandsworth Road, Priory Road y Larkhall Lane en la orilla opuesta buscando al culpable del desastre sin encontrar ni una sola pisada.Regreso a Grosvenor Square bien entrada la madrugada. Al da siguiente los diarios londinenses recogieron la noticia. El London Inquirer en un relato de Horace Hasker mencionaba un extrao acontecimiento sucedido la noche anterior donde un grupo de personas se haban arrojado a las aguas del Tmesis sin motivo aparente. Ninguno de los involucrados recordaba cmo haban llegado all. Fueron socorridos por varias embarcaciones gracias a la intervencin de un personaje cuya descripcin coincida con Springle Jack.Henry y Lord Carvesham charlaban en la biblioteca fumando en pipa. Ambos competan con las formas de sus volutas de humo. El joven Lothon fumaba tabaco Lunkoh de la India mientras el anciano Lord degustaba un Trichinopoli.-La industria del algodn fue el motor de la expansin comercial britnica. A raz de la Guerra de Secesin estadounidense perdimos el acceso a los estados sudistas. Entonces presionamos sobre los otros gobiernos europeos para conseguir nuevas fuentes de materia prima. Intentamos apoyar a los estados sudistas estadounidenses a travs de Nueva Orleans, no logramos nada. Usted era muy joven Henry pero luego de ello pusimos nuestros ojos en Paraguay y produccin algodonera. George W. Drabble represento nuestros intereses en aquel pas pero no logro convencer al gobierno. Una vez ms nuestra poltica exterior termino en desastre. En ese entonces tena a mi cargo la embajada de Paris, por mi parte las cosas marchaban mucho mejor. Hoy en da eligen a los diplomticos por medio de un examen. Qu podemos esperar?-Alzo la voz- Los exmenes son desde el comienzo hasta el final una verdadera mentira. Si un hombre es un caballero sabe lo necesario, sino lo es la sabidura puede ser peligrosa.-Il ny a pasdes sots si incommodes que ceux qui ont de lesprit- Opin Henry. (Los tontos ms molestos son los ingeniosos)-Es verdad, muy buen manejo del francs Lord Lothon.-Gracias se lo debo a mi institutriz Mistress Marshall- Solt una bocanada de humo- Qu opina de lo acontecido anoche?-ltimamente Inglaterra es bastante perversa, impdica. El opio y el alcohol han hecho mella en los cerebros y almas de muchos. Solo as podran arrojarse al agua sin poder justificarlo, en medio del xtasis de una orgia nocturna. Henry hablando de temas ms agradables, Cmo le fue con Miss Howard?-Marie es una criatura encantadora- Lord Carvesham sonri- una mujer de carcter, una combinacin subyugante. Qu puede decirme de si padre?-Es un millonario comerciante, dueo del London Inquirer. Segn o es un coleccionista de variados objetos. Podra abrir su propio museo sino lo tiene ya.Siendo las nueve de la noche, en los alrededores del Teatro Liceo la multitud se apelmazaba delante de las puertas laterales. Frente a las de la fachada resonaba el estrepito de una corriente continua de coches de dos y cuatro ruedas, de ellos descendan caballeros de planchada camisa y seoras ataviadas con chales y adornos de brillantes. Un coche de cuatro ruedas se detuvo cerca de la puerta principal. La portezuela se abri y sus dos pasajeros bajaron. Uno era Marie embozada en manto oscuro de terciopelo seguida de un ataviado caballero de baja estatura, calvicie pronunciada, pobladas patillas, lentes de moldura plateada, gesto bonachn y simptico. Era Oscar Howard, su padre.En medio de esa batahola de gente Zakx apareci de repente asustndolos a todos. Gritos, corridas, sorpresas, desmayos. Las puertas del teatro fueron cerradas inmediatamente. Marie y su padre quedaron frente a la criatura. Mirndolos fijamente los llamo.-Anne Marie, Oscar vengan conmigo.- Dijo suavemente.-Springle Jack les corto el paso.-Esta vez no, Zakx.-Quin me lo impedir? Tu, pulga saltarina?-Exclamo en tono burln.Alertados por los concurrentes un grupo de policas a caballo se acercaban a controlar los disturbios.-Disclpame un minuto, Springle Jack.Zakx se par a la mitad de la calle con los brazos en jarra. Emiti un sonoro bramido que retumbo en toda la calle. Los caballos comenzaron a corcovear desembarazndose de sus jinetes. Desbocados por el terror huyeron despavoridos dejando a los policas tendidos en el suelo.-Ja, ja, ja. Qu les pareci eso?-Muy listo, pero no eres capaz de pelear. Te escudas en tus poderes. Solo un cobarde hara eso.-Cobarde, Yo? Te hare tragar tus comentarios- Avanzo la cornuda criatura hacia el encapotado.-Aqu, no. En la Torre del Reloj- Lo detuvo con el bastn-Qu?-Tienes miedo?-Yo no le temo a nadie mucho menos a ti. Hagamos un trato, si pierdo me voy de Londres. Si gano ellos son mos-Sealo a Marie y su padre.Aunque la idea le pareci repulsiva Springle Jack la acepto.Desde las ventanales sobre el gran reloj podan verse las aguas del Tmesis discurriendo dando formas graciosas a las luces. Springle Jack aguardaba ansioso sin esperarlo su amada estaba en peligro. Si algo le suceda no se lo perdonara nunca. Zakx irrumpi con gesto triunfal.-Bien, comencemos-Dijo el hroe.La bestia ataco sin conseguir tocar una sola vez a su rival. Springle Jack esquivaba cada uno de los golpes con mecnica precisin. Zakx lo intento de nuevo con idntico resultado. La situacin se puso tensa, la criatura exploto en un arranque de furia lanzndose con todas sus fuerzas. Sosteniendo su bastn con ambas manos Springle Jack detuvo los puetazos golpeando a su contrincante en los costados, estmago y dos veces en la cara. Una patada hacia atrs derrumbo al fascinador. Marie y su padre se sumaron a la escena.-Qu hacen aqu?- Pregunto sorprendido el hroe.-Me siguieron- Exclamo Zakx levantndose de un salto- Marie prate en la ventana- La mujer obedeci hundida en un estado hipntico mirando fijamente sin parpadear al igual que su padre parado en un rincn- Encapotado te dejas ganar o ella se cae. Yo nunca pierdo como veras.Springle Jack corri tras la mujer tratando de arrastrarla hacia adentro. Zakx lo ataco a traicin, la coraza contuvo el golpe aun as el impacto hizo que se estrellara contra la pared perdiendo su bastn. La bestia atenazo su cuello con sus garras.-No ganaras, djala en paz-Grito el hroe.-Como digas, Marie despierta.La mujer recupero la conciencia, al verse al borde del vaco el pnico la invadi. Grito al trastabillar cayndose de la ventana.-Marie!-Exclamo Springle Jack.Marie colgaba sostenida del marco externo del reloj pero no resistira mucho tiempo, se resbalaba poco a poco.-Auxilio, aydenme por favor!- Suplico la mujer.-Oh, an vive. Pero t no la ayudaras- Dijo Zakx-Seguro Bestia?Rpidamente desenvaino su daga provocndole una profunda herida en el pecho. De una patada se lo quit de encima para dar luego un salto en el aire cayendo junto a su bastn.Del pecho de Zakx brotaba un lquido viscoso color negro, el dolor de su herida lo hizo enfurecer an ms. Arremeti contra su rival atacndolo por la espalda, Springle Jack desnudo la hoja oculta dentro del bastn. Sin darse vuelta la hundi hasta el fondo en el corazn de su atacante. El rostro de Zakx mostraba sorpresa se oy un gemido y sus ojos se salieron de las orbitas dejando ver tan solo la parte blanca. Springle Jack tiro de su arma que se separ cortando el aire. Un temblor recorri el cuerpo del fascinador y la vida le abandono cayendo pesadamente al suelo. Pocos minutos despus su cadver se deshizo en cenizas.Oscar Howard despert aturdido sin saber dnde se encontraba, vio como el saltarn guardaba sus armas. Marie ya no pudo resistir, sus delicadas manos enguantadas entumecidas y transpiradas cedieron ante su peso. Grito desesperadamente cuando quedo librada al vaco. Springle Jack coloco su bastn bajo el brazo izquierdo antes de lanzarse en pos de ella.-Hija, no dios mo!- Grito Mr. Howard asomndose a la ventana.Cayendo en cada libre la capa pareci abrirse como si fueran alas. La atrapo en el aire con ambas manos aprisionndola fuerte contra su pecho. Los pies de Springle Jack rebotaron sobre la fachada de la Torre. Dando un giro en el aire tocaron el tejado del Parlamento para dar de lleno contra el csped. Aun les sobraba impulso, dos volteretas ms los depositaron suavemente del otro lado de la verja.-Se encuentra bien Miss Howard?- Dijo apoyando su bastn en el suelo.-EEEHHM, Sisi Uhff mi cabeza!-Dijo Marie algo mareada.-Recuerda lo sucedido?-Que iba al teatro con mi padre, esa criatura, la cada y usted salvndome la vidaGracias Springle Jack?-Si Miss Howard. No fue nada, es mi deber. Su padre se encuentra all arriba. Tuve un gran placer en conocerla- Dijo al besarle la mano- Adis.El hroe parti a paso lento, Oscar Howard se aferr a los barrotes de la verja.-Marie hija ma. Cuando te vi caer cre perderte para siempre.-No te preocupes padre, aqu estoy. Aquel caballero me salvo la vida.Giro su cabeza para verlo pero ya haba desaparecido.-Busca al responsable, a quien sea. No pienso pasar toda la noche aqu. Juro que brincare la barda. Y hablo en serio- Dijo mientras realizaba infructuosos y graciosos esfuerzos por trepar.Henry entrego su vestimenta a Asoka para que la devolviera al armario. En su rostro la felicidad y el orgullo no caban.-Todo sali bien sahib?-Totalmente. Zakx no volver a molestar nunca ms. Dio un poco de trabajo pero ya es historia. Me cambiare para salir. Te necesito como cochero.-A dnde iremos?-Pasaremos accidentalmente por la Torre del Reloj. Apuesto 20 libras a que Marie y su padre aun estarn all. Ella afuera y el adentro.-Cmo?-En el camino te lo explicare, andando.Paris, 17 de Enero de 1382 era un laboratorio hundido en la profundidad de un stano a un paso de la Catedral de Notre Dame. Nicols Flamel un alquimista de espesa barba rubia, nariz aguilea y mirada profunda, sin superar los 30 aos logro su primera gran hazaa. Fue sobre mercurio-relato en su libro El Deseo Deseado- del cual convert media libra ms o menos en plata pura, mucho mejor que la del minero. Pocos meses despus, ms precisamente el 25 de Abril, y junto a su inseparable esposa la bella Pernelle. Una mujer cuya piel competa en blancura con cualquier mrmol, su cabello castao fino y largo siempre estaba peinado conformando una trenza que colgaba sobre su hombro. Sus ojos verdes brillaban de amor cada vez que miraba a su esposo. Ese da Flamel produjo un hecho maravilloso: La Piedra Filosofal blanquecina que lograba transmutar el mercurio en plata comenz a brillar como una estrella. Su rojizo fulgor estremeci al alquimista. Haba obtenido por fin el ansiado milagro, media libra de oro puro. Como apunto en su libro consigui la Gran Obra, cima de los alquimistas de todos los tiempos.De aqu en adelante la historia se mezcla con la leyenda y la fantasa. Curiosos testimonios de viajeros afirman haber visto a los Flamel en La India trescientos aos despus de su muerte en Paris. La leyenda cuenta que Pernelle fingi una enfermedad y mientras su atad era enterrado en la tumba preparada por Flamel, ella se encontraba en Suiza. All espero a su marido durante un lapso de connotaciones cabalsticas repetido en la bibliografa de Flamel: 21 aos. Este muri oficialmente en Paris el 22 de Marzo de 1418. Pero hubo quien sostuvo que se reuni con Pernelle y, desde entonces, viajaron de un pas a otro.Henry entro en el edificio del London Inquirer, una balaustrada escalera lo llevo directo a la redaccin. Del piso inferior venan sonidos entremezclados de las diferentes prensas funcionando a toda marcha. Al llegar arriba vio a Marie caminando hacia el entre filas de escritorios trayendo unos papeles en la mano. Los periodistas escriban arduamente. Tachaban, volvan a escribir se consultaban de un escritorio a otro. Marie tuvo un gesto de sorpresa e incomodidad que disimulo bastante bien. Cualquiera dira que la molesto ver a Henry entrar o que lo prefera lejos del peridico. Quizs tena algo que ocultar.-Buen da Marie. Es un placer volver a verla. Cmo se encuentra su padre?-Muy bien. Gracias por preguntar Henry. Me pidi que cuando lo viera lo invitara a la casa, le ha agradado mucho. Quiere conocerlo ms a fondo. Le agradece por su ayuda la otra noche.-No fue nadacualquiera hubiera hecho lo mismo- Por poco repite la frase de Springle Jack.-Esta noche Lady Taberry ofrece una recepcin y me tome el atrevimiento de venir hasta aqu a invitarla.-Un grato atrevimiento Henry. Asistir Sir Thomas?-No, descuide no estar presente.-Entonces ir con usted.-Me hace muy feliz Marie. Pasare por usted a las ocho.-Lo estar esperando.Era la primera recepcin del ao y la casa de Lady Taberry estaba ms concurrida que de costumbre. Varios ministros del gabinete presumiendo sus bandas y condecoraciones haban venido luego de la recepcin del Speaker (presidente de la Cmara de los Comunes), hermosas mujeres lucan elegantes vestidos chapurreaban francs en voz muy alta rindose estruendosamente de cualquier cosa que les dijeran. Una gran variedad de personas se entremezclaban teniendo contacto unas con otras. Elegantes damas de la aristocracia conversaban afablemente con vehementes radicales; predicadores populares se codeaban con escpticos a ultranza. Bandadas de obispos pululaban de un saln a otro bebiendo y comiendo un poco de cada lugar para no pecar demasiado. Grupos de acadmicos autodenominndose artistas ocupaban los peldaos inferiores de la escalera, diciendo que gracias a ellos el lugar se encontraba abarrotado de genios.Lady Taberry paso cerca de ellos, en un rincn se cruz con un eminente matemtico explicndole solemnemente un algoritmo para crear obras musicales a un indignado virtuoso italiano. La anfitriona era una mujer de unos 45 aos quien se complaca disfrutando la vida, ya la haba vivido demasiado segn ella. Con ms de un matrimonio en su haber, el Debrett apuntaba cuatro, sin cambiar de amante haba dejado de ser tema de conversacin mucho tiempo atrs. Hablaba con la duquesa de Savile quien elogiaba la tersura de su piel.-Madeleine, su cutis esta tan fresco y rozagante como el de una nia. Cul es su secreto? Dgamelo por favor.-Gertrudis, obra y gracia de un ungento a base de hgado de lechuza mezclado con otros ingredientes que no recuerdo.-Qu horror!-Exclamo la duquesa.-Suena peor de lo que es, djeme presentarles a sus fabricantes. Una encantadora pareja francesa Jean Batiste y Anne Marie Monelle. Conocedores de variados artes. Lectura de manos, ojos, pueden diagnosticarle con precisin su dolencia y recomendarle una cura.-Presntemelos Madeleine, muero de la curiosidad.-Soporte unos instantes Gertrudis, dos invitados importantes acaban de llegar- Dijo Lady Taberry mientras mova su pequeo abanico de carey dirigindose a los recin llegados. Henry y Marie se acercaron a su encuentro.-Lord Lothon, Miss Howard es un inmenso placer volver a verlos.-Igualmente Lady Taberry-Dijo Henry besndole la mano.-Hermosa recepcin, un buen comienzo para un buen ao.-Opino Marie.-Verdad es Marie, para asegurarme su presencia no invite Sir Thomas. Solo gente interesante, nada de aburridos polticos son una raza especial. No fraternizan con la gente comn como nosotros- Dijo guiando un ojo.-Lady Taberry la veo ms joven-Gracias Henry, un muchacho como t a mi lado sera una verdadera inyeccin de vida-Henry sonri.-Debe ser fcil para usted conseguir personas interesantes.-No Marie, es bastante arduo. Recuerdo haber invitado la temporada pasada a un temible conspirador, un hombre que haba mandado al otro mundo a mucha gente y siempre estaba armado. Cuando llego aparentaba ser un simptico prroco y conto chistes toda la noche Que decepcin!-Un detalle escandaloso.-Lord Lothon si las reuniones no tienen algo de escandalosas son remilgadas y aburridas. Me gustara invitar a ese tal Springle Jack, seria todo un xito. Marie querida, usted lo vio de cerca podra contarnos su experiencia. Sabe cmo encontrarlo?-Quizs despus, lamentablemente no puedo ayudarla. Desconozco donde ubicarlo.-Les confesare algo-Dijo Henry bajando la voz y hablando de manera misteriosa- Lo conozco, nunca vi su rostro pero me salvo la vida en dos ocasiones diferentes. Si quieren comunicarse con el deben colocar cerca de la ventana una lmpara roja o cubrir una con un pao de ese color.-Maravilloso Henry, usted y Marie valen la pena. Permtanme presentarles a mis invitados especiales de esta velada. Gertrudis acompenos y conocer a los Monelle.Encontraron a la pareja parada al pie de la chimenea rodeados por un grupo de curiosos. Anne Marie tena largos cabellos castaos peinados a la marquise y ataviada con preciosos encajes robaba todas las miradas masculinas. Sus ojos verdes resplandecan tal cual dos esmeraldas. Quienes hablaban con ella perdan completa nocin de lo que suceda a su alrededor. Jean Batiste vestido con gran elegancia sorprenda por su elocuencia explayndose en temas tan diversos como ciencia, msica, arte mientras acariciaba su prolijamente recortada barba dorada.-Damas y caballeros permtanmelos por unos momentos, Jean Batiste y Anne Marie quiero presentarles a Lord Henry Lothon y Miss Marie Howard.-Lord Lothon es usted un caballero elegante y apuesto joven- Exclamo Anne Marie.-Miss Howard tiene una belleza especial, reluce como una piedra de mbar bajo la influencia del sol.-Dijo Jean Batiste.-No sean tan corteses o morir de celos- Opino bromeando la duea de casa.-Miss Monelle debo tener su edad.-Henry no se fie de las apariencias.-Lady Taberry comento sobre su origen francs pero casi no tienen acento. Podran pasar como ingleses- Expreso Marie.-Miss Howard hemos viajado a travs de toda Europa, Asia, algunas islas de la Polinesia y frica. Especialmente vivimos varios aos en la India. Tiempo hace que no pisamos Francia.-Explico Jean Batiste.-Deben hablar mucho idiomas A Amrica jams viajaron?-Quiso saber Henry.-Aun no, pronto.- Acoto Anne Marie.

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