La Compañía Teatro La Oveja Negra nace en 1999 dentro de la sede del Teatro de los Andes, grupo al que pertenecían sus fundadores. Surge a partir de la necesidad de crear espacios de encuentro y diálogo creativo para propuestas y reflexiones urbanas y contemporáneas.

Las obras anteriormente producidas por la Compañía son:

· “Esperando a Godot” de S. Beckett, dirigida por Cristian Mercado.· “En Cueros” de C. Mercado, M. Estellano y A. Molina, dirigida por Cristian Mercado. Este espectáculo ha realizado más de 100 representaciones hasta la fecha y continúa dentro del repertorio del grupo.· “Formas de hablar de las madres de los mineros mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie” de Daniel Veronese, dirigida por Percy Jiménez.· “Bonitas” de María Teresa Dal Pero y Soledad Ardaya, dirigida por Cristian Mercado.

Teatro La Oveja Negra ha realizado giras por Bolivia, Argentina, Brasil y Chile.

SOBRE LA COMPAÑÍA TEATRO LA OVEJA NEGRA

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SOBRE “BONITAS”

“Bonitas” atisba situaciones esquizoides, una búsqueda acerca de la necesidad de un sen-tido, de una continuidad a esto que es “vivir”, “estar”, al hacer cotidiano y rutinario.

Parte de un punto cero y de muchas pregun-tas, a veces es patético y bordea un “new age” cuando pretende dar respuestas imposibles. Interpela el escalofrío que provoca el vértigo de no saber, de tener dudas y ninguna o muy pocas certezas, así como también interpela el escalofrío que suscita sentirse parte de un todo, parte de la belleza.

Créditos:Dirección: Cristian MercadoActuación: Soledad Ardaya y María Teresa Dal Pero Texto: Soledad Ardaya y María Teresa Dal Pero Escenografía: Jorge Altamirano, C. Mercado, M. Dal Pero, S. Ardaya.Vestuario: Maria Teresa Dal Pero y Soledad Ardaya Luces: Cristian Mercado y Miguelángel EstellanoArte gráfico: Sabina López.

Contactos:Cristian Mercado: mercadocris@gmail.com Telf.: (591) 73087130Soledad Lucía Ardaya Morales: soledadardaya@gmail.com

El lenguaje ha manifestado esos mismos cuestionamientos que son serios y a la vez “no-serios”. La soledad, la vulnerabilidad, van acompañando y permeando la obra sin cesar. Cierta antigua y descolorida rebeldía aflora en momentos alternos como quien no se rinde, a pesar de no saber cómo hacerlo. El humor tiñe y oxigena a la obra de distintas maneras.

Bonitas es un recorrido constante, un movimiento en espiral que se crea y se deshace para re-inventarse y desecharse a sí mismo.

Fotografía: Daniela Bejarano

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LAS ACTRICES Y EL DIRECTOR

María Teresa Dal Pero

Es actriz, cantante y pedagoga teatral. Nació en Italia donde se formó y trabajó con varios grupos tea- trales. Fue miembro fundador e integrante por trece años del “Teatro de los Andes” dirigido por César Brie. Trabajó en México con la compañía “De ciertos habitantes” dirigida por C. V. Kury y fue premiada en el 2004 como mejor actriz con la obra “Donde estaré esta noche”, en México D.F.

Desde el 2006 reside en La Paz donde imparte constantemente talleres teatrales y colabora con di-versos grupos de teatro. Algunas de las obras presentadas en este tiempo son: “La escala humana” de Eduardo Calla, “Estática” de Patricia García, “Bonitas” de Cristian Mercado. Es fundadora de dos grupos de música, ambos se presentan en varias ciudades del país: “Vozabierta” quinteto de cuerdas vocales, ejecuta cantos tradicionales a capela, cuenta con un disco llamado “Carto-grafías”, y la banda de rock “Reverso,” que cuenta con tres discos: “Reverso”, “Hospital Obrero” y “Reverso en vivo”. Soledad Ardaya

Se formó como actriz en el “Teatro de los Andes”, durante siete años (1997-2004), participando en obras como: “Gaffiti”, “Las abarcas del tiempo”, “La Iliada”, “Frágil”. A partir del 2005, trabaja con distintos colec-tivos como ser “Teatro La Oveja Negra”, con la obra “Formas de hablar...”, dirigida por Percy Jiménez, con el colectivo “Escena 163” dirigido por Eduardo Calla en la obra “Buenas Influencias, Bonitos cadáveres”.

Participó, con roles protagónicos, en las películas bolivianas “Di buen día a Papá”, de Fernando Vargas, y “Sena Quina”, de Paolo Agazzi, y en roles secundarios en las películas “Hospital Obrero” y “Menos catorce en marzo” (película aún no estrenada).

Su trabajo también abarcó: la dirección de Castings de películas bolivianas y co-producciones extran-jeras, como ser “Zona Sur”, película premiada en varios festivales latinoamericanos; la Coordinación General del Festival Internacional de Teatro Escénica de la ciudad de La Paz; y fruto de su trabajo en literatura e investigación, la publicación del libro Trazo Escécnico; exploración y perspectivas del teatro en Bolivia, 2000-2010.

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Cristian Mercado

Actor, director de teatro y músico nacido en La Paz Bolivia, trabaja ininterrumpidamente en teatro y cine hace aproximadamente 18 años. Desde el año 1999 es director y fundador de la compañía Teatro La Oveja Negra. Como actor formó parte muchos años del grupo Teatro de los Andes y del grupo Teatro Duende. También ha trabajado en Francia con la Compañía “Theatre Athenor”, en México con la com-pañía “De ciertos habitantes”, y recientemente con la compañía “Escena 163” que dirige Eduardo Calla.

En cine ha participado de filmes como “Contracorriente” de Javier Fuentes (Perú), “Che-Guerrilla” de S. So-derbergh (España), “Sena Quina” y “El atraco” de P. Agazzi entre otros. Recientemente ha filmado “Los 33 de San José” de Antonio Recio (Chile) basada en el accidente minero que sucedió en Copiapó y también participo del western “Blackthorn” de Mateo Gil (España) que se estrena el 2011.

Desde el año 2009 es director del proyecto “El desnivel” espacio escénico, que se dedica a la producción, creación, investigación, difusión, y formación en artes escénicas y audiovisuales.

Como músico, hace 4 años es productor, compositor e intérprete de la banda de rock “Reverso”. Hasta la actualidad cuenta con cuatro trabajos discográficos, entre los cuales ha musicalizado la película “Hos-pital Obrero” de Germán Monje.

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RIDER TÉCNICO ESPECTÁCULO “BONITAS”

Duración

Una hora.

Tipo de público

Todo tipo de público (menores de edad a partir de los trece años).

Nombres indicados para boletos de avión-tren-autobús, hoteles o trámites oficiales

Nombre Pasaporte NºMaria Teresa Dal Pero D 007597 ItaliaSoledad Lucía Ardaya Morales 3619387 BoliviaCristian Mercado 2473488 Bolivia

Hospedaje y transporte

El grupo está compuesto por tres personas:Dos actrices y un responsable técnico (que es el director de la obra).

Habitaciones

· 3 habitaciones simples o eventualmente:· 1 habitación doble: María Teresa Dal Pero y Soledad Ardaya· 1 habitación simple: Cristian Mercado

Sólo para teatros medianos y pequeños

Escenario

6 mt. por 6 mt. Y un máximo de 8 mt., por 8 mt.

Tramoya

Caja negra (tres telones negros).

Utilería

· 2 sillas giratorias estándar de oficina con apoya brazos. Medidas: 90 cm. de alto, 60cm. de ancho incluidos los apoya brazos y 17cm. la altura del espaldar.

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Iluminación

· Consola programable 12 Ch.· 12 dimmers 2 Kw.· 16 Plano Convexo 500wts (pc)

Audio

· un micrófono para voz (Sm58) con pedestal y cable (que se opere desde cabina)· reproductor CD· Parlantes que salgan preferentemente desde el escenario

Tiempo de montaje

· en teatros equipados cuatro (4) horas

Personal requerido para montaje

· técnico de tramoya· técnico de iluminación· técnico de sonido

Varios

· 1 mesa de planchar y una plancha a vapor· 2 trapos de piso y una botella grande de alcohol· 2 cintas de embalaje transparente

Camerinos

1 camerino con espejo

Catering

Agua natural sin gas que no esté fría

Carga

· 2 maletas para transporte de utilería. Peso aproximado 25 kg.· 4 rollos (de tapetes) de 1.50. Peso aproximado 40 kg.

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PRENSA

Edición Digital - Viernes, 24 de Septiembre de 2010La RazónEl Diario Nacional de Bolivia La Revista

Ardaya y Dal Pero unen talentos para dar vida a ‘Bonitas’Teatro. La obra se estrenará hoy, en El Desnivel Javier Badani - La Paz

María Teresa Dal Pero y Soledad Ardaya están en-marcadas en la búsqueda de un lenguaje teatral propio. Esa exploración ha dado vida a Bonitas, obra escrita por ambas actrices y dirigida por Cristian Mercado. La pieza se estrena hoy, en El Desnivel.La soledad, la fragilidad y la inestabilidad son temas recurrentes en esta propuesta que se enmarca en la dramaturgia contemporánea. Dal Pero y Ardaya encarnan a dos mujeres que interactúan en el es-cenario con distintos objetos que, a su vez, llegan a adquirir nuevas utilidades e identidades.

EN ESCENA. Ardaya (izq.) y Dal Pero, en el ensayo del miércoles.

“Bonitas es parte de un proceso que ha comenzado con nuestra participación en Teatro Los Andes. Es una búsqueda de un lenguaje de dramaturgia donde las imágenes creadas en escena tienen más impor-tancia que el texto en sí mismo”, explica Ardaya.Para Dal Pero, la obra está empapada “de lo efíme-ro, de una ambigüedad que permite una infinidad de lecturas sobre la soledad y sobre lo desechable que muchas veces llega a ser una existencia”.La dramaturgia de la pieza fue realizada, en gran medida, en base a la improvisación, a partir de los textos creados por ambas artistas. La labor de ordenamiento de las propuestas de Ardaya y Dal Pero fue asumida por el también actor Cristian Mercado.“No fue un trabajo sencillo, ya que es un trabajo de laboratorio. Hay mucho de experimental, de probar, de jugar e investigar. Es una dramaturgia en escena que presenta a dos criaturas de las cuales no se sabe —y tampoco interesa— ni su pasado ni su futuro”, señala el director de la obra.Mercado es uno de los actores de teatro y de cine más destacados de la escena nacional. Participó en películas como Che: Guerrilla, de Steven Soder-bergh, y la premiada película peruana Contracorri-ente, actualmente en exhibición en Latinoamérica.Ardaya, ganadora del premio a Mejor actriz en el

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Festival de Teatro Bertold Brecht, fue parte, entre otros, del elenco del filme Sena/Quina, de Paolo Agazzi. Y María Teresa Dal Pero integró el equipo de actores de Saber que te he buscado, de Mela Márquez.

Bonitas se estrenará hoy, a las 20.30, en El Desn-ivel, ubicado en la c. Capitán Ravelo 2406. La obra permanecerá en escena el sábado 25 y domingo 26, en el mismo horario. El público podrá apreciar-la, posteriormente, todos los jueves de octubre en el mismo escenario.

En http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=118490&EditionId=2294

LA RAZON - 2011© 2010. - Praxsis S.R.L.

Edición Digital - Domingo, 26 de Septiembre de 2010La RazónEl Diario Nacional de Bolivia Artes

‘BONITAS’ Un laboratorio teatralDal Pero y Ardaya se internan en el mundo de la dramaturgia Javier Badani - Periodista

EN ESCENA. Dal Pero canta, envuelta en una bolsa plástica.

Los recuerdos están desparramados sobre el piso. Son muchos, arrugados y han adquirido la forma de los clinex que uno acostumbra desechar después de su uso. Al fondo de este mar de memoria se encuentran dos mujeres ataviadas con coquetos vestidos y botas de goma. Están sentadas sobre sillones protegidos con fundas de plástico blanco. El piso también luce este material. Es inevitable el sentir frío.El ambiente se completa con una sinfonía de voces que sueltan indescifrables sonidos. Se cierran las puertas de ingreso al escenario de El Desnivel y entonces comienza la obra Bonitas.“Ésta es la primera vez que me besaron”, “ésta la primera vez que me dejaron”, “y ésta..., la primera vez que dejé”. Los recuerdos cobran vida en la voz de Soledad Ardaya y María Teresa Dal Pero,

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quienes, uno a uno, comienzan a recolectar del piso los papelitos para luego volver a desechar-los en un cajón. Y así, la pieza teatral se llena de imágenes metafóricas. No hay una historia, un hilo conductor; no se sabe de dónde salieron estos dos seres ni a dónde irán. Y es esta ambigüedad la que permite (¿obliga?) al espectador a hilvanar y a acomodar a su antojo una trama.Ardaya y Dal Pero escribieron el texto de la pieza —enmarcada en la dramaturgia contemporánea— como una especie de catarsis. “La génesis de esta obra es una crisis personal con el teatro y unas ganas de entender el porqué de esta crisis. “Quería volver a apasionarme”, explica Dal Pero. Y su com-pañera complementa: “Más que una crisis con el teatro, para mí era Bonitas una necesidad de volver a la construcción de cierto tipo de lenguaje que ya habíamos trabajado antes con Teatro Los Andes”.Ambos cauces creativos desembocaron en las ma-nos del también actor Cristian Mercado, quien di-rige esta obra teatral que se podrá apreciar —en El Desnivel (c. Capitán Ravelo 2406)— todos los jueves de octubre, a las 20.00.“No ha sido una labor sencilla, ya que es un tra-bajo de laboratorio. Hay mucho de experimental y de improvisación; de jugar e investigar. Es una dra-maturgia que ha sido construida en escena”, dice.Y en esta edificación han sido incluidos distintos objetos que dan la impresión de adquirir nuevas identidades en las manos y en la voz de las ac-trices. Todos éstos, sin embargo, evocan una sen-sación de soledad. Allí está, por ejemplo, un árbol de Navidad que se convierte en una silente mas-cota que no llega a llenar el vacío que transmiten las protagonistas.Formados en las filas de Teatro Los Andes —bajo la dirección de César Brie— los tres cómplices de la obra Bonitas, Soledad Ardaya, Teresa Dal Pero y

Cristian Mercado, están enmarcados en la búsque-da de un lenguaje teatral propio. Esta exploración “es una especie de inquietud con respecto a qué se quiere con el teatro, indagar en los lenguajes que se usan para expresar lo que uno lleva en su interior”, señala Dal Pero.En Bonitas, esa experimentación partió de los tex-tos de las actrices que, luego, se transformaron en escenas que, una vez ensayadas, fueron decodifica-das por Mercado para el posterior armado de la obra. “No hemos partido de la creación conven-cional de metáforas para decir algo. Lo hicimos a partir de un lenguaje que salió de improvisaciones y a las que después nos pusimos a dar sentido. Así, esta obra se define más por lo que no es, por lo que no se dice”, subraya Ardaya.Y de esta manera, no hay una lógica que explique la razón de ser de los personajes. Y si bien es inevi-table sentirse desde la gradería el observador de un mundo femenino, el espectador no puede dejar de evocar sentimientos universales que no tienen sexo ni edad.“El texto pierde aquí su peso para dar fuerza a las imágenes que se han armado. No hay la clásica es-tructura del principio, el nudo y el desenlace; son atisbos, encuentros. Éste es un viaje donde trata-mos de sostener el ritmo y el humor, porque sino es imposible sostener este mundo denso”, dice Mercado, quien apunta que “no hay lógica para los personajes. Son escenas confusas, es verdad, pero con momentos poéticos”.Con todo, Dal Pero y Ardaya no son ajenas a la creación de textos teatrales. La primera trabajó junto a César Brie en la elaboración de Frágiles. Por su parte, Ardaya realizó su primer ejercicio en la dramaturgia para el grupo Phajxi. “En Bonitas, lo que más intenté es el juego de apostar a elementos (objetos, como un consolador) absurdos con los

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cuales íbamos creando imágenes. Y el improvisar con estos objetos, cuánto más absurdo se con-vertía la escena, más sentido tenía”, señala la actriz.Todo esto se desarrolla en un “espacio sintético (por el uso del plástico) y artificial donde estos seres se muestran con cierta amnesia de los suyo, de su vida. Y a partir de ello permiten a uno reen-contrarse con uno mismo”, complementa Mercado.La experimentación impulsada por los actores se hace presente, asimismo, en escenas que se re-

piten una y otra vez, y en las cuales el lenguaje corporal adquiere mayor preponderancia.Los tres artistas —consolidados ya en la escenari-os teatrales bolivianos— son consientes de que la propuesta de la obra es arriesgada. La obra encier-ra un mensaje íntimo que se presenta, en muchos casos, encriptado para el espectador; una catarsis personal y profesional que sería muy poco prob-able que se pueda repetir desde la interpretación de otros actores ajenos a sus vivencias.

Es un gusto ver a Soledad Ardaya y Teresa Dal Pero juntas en el escenario. Ambas, que vienen de una historia profesional en común —Teatro de los Andes—, poseen, aparte de un bagaje técnico exi-gente, tal grado de intimidad —producto de lar-gos años de amistad— que las complicidades, los guiños, se ponen al servicio de ese juego que es el teatro. Y esto el espectador lo recibe y lo agra-dece. Tanto, que puede ser que se olvide de “en-tender”, en el sentido de explicar, lo que quieren decir estas actrices, estas mujeres, en la obra Boni-tas, aceptando de buen agrado el sólo exponerse a fragmentos cuyo sentido dependerá de cada quien completar. Ése es el mérito del experimento que otro compañero de camino teatral, Cristian Mer-cado, ha querido dirigir-articular.Bonitas no es “la historia de”. Es una suma casi ca-prichosa de retazos de experiencias de dos seres que a partir de ellos intentan entender, hacer me-moria para comprender.

OpiniónEl teatro funciona, aun a pesar de sus autoras Mabel Franco, periodista

Esos dos seres transmiten soledad, intensamente. En un ambiente frío, de nylon, irreal, ellas son cál-idas. Y quien las ve y oye, les cree. Como en el teatro, donde todo puede ser ficción, menos los seres humanos detrás de los roles.Con ello se queda uno. Con ello es mejor que-darse. Como ante un cuadro, ante una instalación, ante una performance, ante el arte. Porque, apenas llega la explicación verbal de las actrices-drama-turgas y del director —por requerimientos peri-odísticos—, acerca de lo que ha movido a armar esta obra: una especie de crisis respecto al teatro, de sus posibilidades y alcances, de sus circunstan-cias, el nexo establecido se distorsiona, se despista. No es eso lo que uno ha visto o creído ver.Pero, no importa tanto. Bonitas hace pensar en lo dicho: la soledad, la necesidad de encontrarse, de sentirse únicas, etc. No importa si no se repara en el tema del teatro y sus crisis. Así que el teatro, como muestra el caso, funciona aún a pesar de sus autoras.

En http://www.la-razon.com/version_te.php?ArticleId=212&EditionId=2296&ids=41

Festival de Teatro de Santa CruzPlásticaAlejandro González RomeroDomingo 10 de abril de 2011

El fulgor de Dal Pero y la fantástica solidez de Ar-daya nos llevaron, de la mano de Christian Mer-cado, al infinito subjetivo de las lecturas posibles de la obra “Bonitas”.Ese infinito, plasmado hábilmente en el fantástico final de obra, es posible sólo gracias a la franqueza de un texto cuyo discurso se pasea por las tinie-blas humanas, sin temor ni duda, dentro de la propuesta que encuentra su enorme poder en la sumatoria de signos, símbolos y significantes que llegan a crear una amalgama totalmente sólida.Nos encontramos con la magia numerológica del par complementario del teatro, jugando a la regla de tres.

Así, María Teresa Dal Pero y Soledad Ardaya, des-lumbran aun dentro de sus envolturas plásticas. Jue-gan, gozan, “se pierden”, suenan y resuenan en un universo desechable que no entiende de qué lado de la ventana está (si observando o siendo observado).Las metáforas interminables, se desprenden en la propuesta como tentadores frutos al alcance del público, en una euritmia continuada sin más inter-mitencia que los silencios exitosamente consegui-dos en momentos importantes.Como dijimos, la infinidad de lecturas posibles, pregunta más que responder y nos deja flotando en círculos alrededor de los conflictos internos y externos de las “bonitas” que no terminan de comprender qué más hay que darle a algo para que finalmente se enuncie a sí mismo.El espacio – íntimo pero incómodo (por lo físico y no por lo propuesto) – fue utilizado con habilidad y hasta vestido con destreza para permitirle tener su propia presencia inequívoca dentro de este dis-curso “románticamente plástico” al que sólo en un par de momentos mínimos le faltó acción.La espiral nos sigue repitiendo que es más difícil no pertenecer, que hacerlo, mientras cada espe-ctador regresa a su casa interpelado, interrogado pero satisfecho.

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MATERIAL FOTOGRÁFICO DE “BONITAS”

Fotografía: Daniela Bejarano Fotografía: Daniela Bejarano

Fotografía: Daniela Bejarano Fotografía: Daniela Bejarano

Fotografía: Daniela Bejarano Fotografía: Anuar Elías

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Fotografía: Daniela Bejarano Fotografía: Anuar Elías

Fotografía: Anuar Elías Fotografía: Anuar Elías

Fotografía: Cristian Mercado Fotografía: Daniela Bejarano