sobre el liderazgo

5/26/2018 Sobre El Liderazgo

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SOBRE EL LIDERAZGOPor. Arthur M. Schlesinger, jr. (1917-2007)

Puede decirse que el liderazgo es, en realidad, lo que mueve al

mundo. Indudablemente el amor allana el camino, pero el amor

es una transaccin privada entre personas adultas que consienten

en ello. El liderazgo es una transaccin pblica que se hace con la

historia. La idea del liderazgo reafirma la capacidad que tienen

ciertos individuos para conmover, inspirar y movilizar masas de

personas para que acten al unsono en busca de un findeterminado. A veces el liderazgo sirve al bien y a veces al mal,

pero ya sea su fin benigno o maligno, los grandes caudillos son

aquellos que dejan su sello personal en la historia

Ahora bien, el concepto mismo del liderazgo implica la idea de

que los individuos cuentan, pero esta idea nunca ha sido

universalmente aceptada. Desde la poca clsica hasta la

actualidad, destacados pensadores han considerado al individuo

como un mero agente, un pen de fuerzas superiores: de los

dioses del mundo antiguo o, en tiempos modernos, de la clase, la

nacin, la dialctica, el espritu de la poca, o la historia misma.

Ante tales fuerzas, el individuo se pierde en la insignificancia.

Esto es lo que sostiene la tesis del determinismo histrico.

La gran novela La guerra y la paz, de Tolstoi, ofrece un famosoplanteamiento de este caso. Por qu, preguntaba Tolstoi.

durante las guerras napolenicas, millones de hombres, negando

sus sentimientos humanos y su sentido comn, recorrieron toda

Europa masacrando a sus semejantes? "La guerra", responda

Tolstoi, "tena que suceder simplemente porque tena que

suceder". Toda la historia precedente la haba determinado. En

cuanto a los caudillos, deca Tolstoi, "ellos no son ms que lasetiquetas que sirven para dar nombre a un propsito y, al igual


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que ellas, tienen la menor conexin posible con el evento que

representan". Mientras ms grande sea el caudillo, "ms

conspicua es la inevitabilidad y la predestinacin de cada uno de

sus actos". El lder, deca Tolstoi, "es el esclavo de la historia".

El determinismo asume muchas formas. El marxismo es el

determinismo de la clase; el nazismo es el determinismo de la

raza. Pero la idea de hombres y mujeres como esclavos de la

historia va en contra de los ms profundos instintos humanos. El

determinismo rgido anula la idea de la libertad del ser humano;

el supuesto de un libre albedro que subyace en todas nuestras

acciones, todas nuestras palabras, todos nuestros pensamientos.

Elimina la idea de la responsabilidad del ser humano, ya que es

definitivamente injusto recompensar o castigar a las personas por

acciones que, por definicin, estn fuera de su control.

Nadie puede vivir de una manera consistente siguiendo un credo

determinista. Los mismos estados marxistas son prueba de ello

por su extrema susceptibilidad al culto de los caudillos.

Adems, la historia refuta la idea de que los individuos no

cuentan. En Dciembre de 1931, un poltico britnico que cruzaba

la Park Avenue de la ciudad de Nueva York, entre las calles 76 y

77, alrededor de las 10:30 de la noche, mir en la direccin

equivocada y fue atropellado por un automvil. "No comprendo

por qu no hube muerto, yo no tena probabilidades de

sobrevivir", record despus el poltico. Catorce meses ms tarde,un asesino dispar en la ciudad de Miami contra un poltico

estadounidense que viajaba en un automvil, pero quien result

alcanzado fue el hombre que iba sentado a su lado. Quienes creen

que los individuos no cuentan en la historia haran bien en

preguntarse si las dos dcadas siguientes hubieran sido iguales si

aqul automvil hubiera dado muerte a ese hombre que era

Winston Churchill o si la bala de Giusepe Zangara hubieraasesinado a Franklin Rosevelt en 1933. Supongamos adems que


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Adolfo Hitler hubiera sido muerto en las rias callejeras que

tuvieron lugar durante la revuelta de Munich en 1923, y que

Lenin hubiera sucumbido a causa del tifo durante la Primera

Guerra Mundial. Cmo sera ahora el siglo XX?

Para bien o para mal, los individuos s cuentan. "La idea que un

pueblo pueda manejarse as mismo y dirigir sus asuntos de una

manera annima", escribi el filsofo William James, "es el ms

tonto de los absurdos. La humanidad no hace nada a no ser

mediante la iniciativa de los inventores, grandes o pequeos, y la

imitacin por parte de los dems. Estos son los nicos factores

del progreso de la humanidad. Los individuos geniales muestran

el camino y establecen los patrones que luego el comn de la

gente adopta y sigue".

James sugiere que el liderazgo significa liderazgo ya en el

"pensamiento" o en la "accin". A la larga, los que dirigen el

pensamiento podran ser los ms importantes para el mundo

pero, como dijera en cierta ocasin Woodrow Wilson, "a los ojosde la mayora de las personas, solo son dirigentes de hombres

quienes dirigen las acciones... y es en sus manos donde el

pensamiento se traduce al crudo lenguaje de los hechos". Los

lderes del pensamiento a menudo hacen sus inventos en la

soledad y el anonimato, dejando a las generaciones posteriores la

tarea de la imitacin. Los que dirigen las acciones en cambio

tienden a ser efectivos durante su propia poca.

Y no pueden ser efectivos por s solos. Deben actuar con acciones

que respondan a los ritmos de su poca. Su genio debe adaptarse,

segn las palabras de William James, "a las receptividades del

momento. De nada sirven los lderes si no hay seguidores. "Ah

va la turba, deca el poltico francs al escuchar el clamor de las

calles. "Yo soy su lder y debo seguirla". Los grandes caudillosusan las emociones incipientes de la multitud para sus propios


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fines. Aprovechan las oportunidades de su poca, las esperanzas,

los temores, las frustraciones, las crisis y las posibilidades.

Alcanzan el xito cuando los acontecimientos les han preparadoel camino. Cuando la comunidad espera ser azuzada, cuando

pueden proporcionar ideas que aclaren y organicen. El liderazgo

energiza el circuito entre el individuo y las masas, y altera as la

historia.

Puede alterar la historia para bien o para mal. Los lderes han

sido responsables de las ms extravagantes locuras y los ms

monstruosos crmenes que haya padecido la sufrida humanidad.

Los lderes tambin han sido de vital importancia para lo que la

humanidad ha logrado en cuanto a libertades del individuo,

tolerancia religiosa y racial, justicia social y respeto por los

derechos humanos.

No existe una manera segura de saber de antemano quin va a

dirigir para el bien y quien para el mal, pero una mirada a latrayectoria de los grandes lderes del Mundo nos sugerir

algunas pruebas tiles.

Una de esas pruebas es la siguiente; Dirigen los lderes por la

fuerza o usan la persuasin? Lo hacen a travs de rdenes u

obtienen consentimientos? Durante la mayor parte de la historia,

el liderazgo fue ejercido por el divino derecho de la autoridad. Eldeber de los seguidores era aceptar y obedecer. "No les

corresponde razonar; slo obedecer y morir". Ocasionalmente,

como suceda con los llamados "dspotas ilustrados" en Europa,

el liderazgo absolutista estaba inspirado por fines humanitarios.

Pero lo ms frecuente era que el absolutismo nutriera la pasin

por el dominio, las tierras, el oro y la conquista, y terminara en la

tirana.


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La gran revolucin de los tiempos modernos ha sido la

revolucin de la igualdad. La idea de que todas las personas

deben tener la misma condicin legal ha socavado la antigua

estructura de la autoridad, la jerarqua y la deferencia. Larevolucin de la igualdad ha tenido dos efectos contrarios sobre

la naturaleza del liderazgo, ya que la igualdad, tal como lo dijo

Alexis de Toqueville en su gran estudio La democracia en

Amrica, podra significar la igualdad en la esclavitud o la

igualdad en la libertad. "Slo conozco dos mtodos para

establecer la igualdad en el mundo poltico", escribi Toqueville.

"Dar los derechos a todos los ciudadanos, o a ninguno excepto a

uno que ser el amo de todos". No hay "un rea intermedia entre

la soberana de todos y el poder absoluto de un solo hombre". En

su pasmosa prediccin de la dictadura totalitaria del siglo XX,

Toqueville explicaba cmo la revolucin de la igualdad podra

llevar al reich o al ms terrible absolutismo que el mundo

hubiera conocido.

Pero cuando se otorgan derechos a cada ciudadano y se establecela soberana de todos, el problema del liderazgo asume una nueva

cara, se hace ms exigente. Es fcil dar rdenes y hacerlas

cumplir mediante la soga y la estaca, el campo de concentracin y

el gulag. Es mucho ms difcil usar las razones y los logros para

vencer la oposicin y obtener el consentimiento. Los padres

fundadores de los Estados Unidos comprendieron esa dificultad.

Creyeron que la historia les haba dado la oportunidad de decidir,segn escribi Alexander Hamilton en su primer Peridico

Federalista, si los hombres realmente son capaces de basar un

gobierno sobre la "reflexin y la eleccin, o si estn para siempre

condenados a depender... del azar y de la fuerza".

El gobierno por la reflexin y la eleccin requera un nuevo

estilo de lderes y una nueva clase de proslitos. Requera que loslderes fueran sensibles a los intereses populares, y que los


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proslitos fueran participantes informados y activos en el

proceso. La democracia no elimina las emociones de la poltica; a

veces promueve la demagogia, pero confa en que, segn el ms

grande de los lderes democrticos, no es posible engaar a todaslas personas todo el tiempo. La democracia mide a los lderes por

los resultados obtenidos y retira aquellos que se exceden o

flaquean o fracasan.

Vale decir que, a la larga, a los dspotas tambin se les mide por

los resultados obtenidos, pero ellos pueden posponer el da del

juicio... a veces indefinidamente, y mientras les llega, pueden

causar infinitos daos. Tambin es cierto que la democracia no

garantiza la virtud y la inteligencia en el gobierno, ya que la voz

del pueblo no es necesariamente la voz de Dios, pero la

democracia, al asegurar el derecho a la oposicin, presenta una

resistencia innata a los males inherentes al absolutismo. Segn lo

resumi el telogo Reinhold Niebuhr, "la capacidad de justicia

que tiene el hombre hace posible la democracia, pero su

inclinacin hacia a injusticia hace que la democracia seanecesaria"

La segunda prueba del liderazgo es el fin para el que se pretende

alcanzar el poder. Cuando los lderes tienen por meta la

supremaca de una raza, la promocin de la revolucin totalitaria,

la adquisicin y explotacin de colonias, la proteccin de la usura

y el privilegio, o la preservacin del poder personal, es muyimprobable que su liderazgo haga algo en pro de la humanidad.

Cuando su meta es abolir la esclavitud, liberar las mujeres,

incrementar las oportunidades para los pobres y desvalidos,

conceder la igualdad de derechos a las minoras raciales, o

defender la libertad de expresin y de oposicin, es probable que

su liderazgo aumente la libertad y el bienestar de la humanidad.

Los lderes han causado grandes daos al mundo y tambin le


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han conferido grandes beneficios. Usted encontrar ambas clases

de lderes en esta serie. Incluso los lderes "buenos" deben ser

examinados con cierta cautela. Se colocan los pantalones

metiendo una pierna a la vez, como el resto de los mortales.Ningn lder es infalible, y todos necesitan que se les recuerde

peridicamente. La irreverencia les molesta, pero es su salvacin.

La sumisin ciega corrompe a los lderes y denigra a los

proslitos. Rendir culto a un lder es siempre un error.

Afortunadamente, el culto a los hroes genera su propio antdoto.

"Todo hroe", deca Emerson, "termina siendo un pesado".

El mayor beneficio que confieren los grandes caudillos es darnos

a los dems la osada de vivir segn el lado positivo de nuestra

naturaleza, de ser activos, insistentes y resueltos en la afirmacin

de nuestro propio sentido de las cosas, ya que los grandes lderes

son un testimonio de la realidad de la libertad humana frente a la

supuesta inevitabilidad de la historia. Ellos dan testimonio de la

sabidura y el poder que pueden encontrarse en el ms

improbable de nosotros, razn por la cual Abraham Lincolnsigue siendo el ejemplo supremo del gran lder. Un gran lder,

deca Emerson, muestra a toda la humanidad nuevas

posibilidades. "Nos alimentamos del genio... los grandes hombres

existen con el fin de que haya hombres an ms grandes".

Los grandes lderes, en pocas palabras, se autojustifican

emancipando y dando poder a quienes le siguen. As, lahumanidad lucha por controlar su destino mientras recuerda con

Alexis de Toqueville que "es cierto que alrededor de cada

hombre hay trazado un crculo fatal del cual no puede pasar. Pero

dentro de los amplios lmites de ese crculo, es poderoso y libre;

igual que a los hombres, sucede a las comunidades.

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