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ÓRGANO INFORMATIVO DEL PLANTEL VALLEJO

12 de abril, 2010 Nueva época número 44

Situación de los Laboratorios de Ciencias para el Bachillerato

El pasado 26 de marzo se pre-sentó a los profesores del área de Experimentales del plantel la situación que guar-

da el proyecto Laboratorios de Ciencias para el Bachillerato de la UNAM, cuyo propósito es mejorar la calidad de la enseñanza de las ciencias en el bachillerato y trans-formar las prácti cas de laboratorio. Los profesores Eleno Hernández, Carmen Martí nez Parra y Fernan-do Rivero, responsables del pro-yecto en Vallejo, explicaron a sus

pares el diagnósti co previo que se realizó para conocer el estado en que se hallan los laboratorios del Colegio, los estudios hechos para determinar los nuevos laborato-rios que se requieren, el prototi po que se concretó y el avance que lleva, así como la preparación que los profesores requerirán para su uso. Eleno Hernández explicó que el diagnósti co incluyó entrevistas con directores y responsables de ense-ñanza experimental de cada 3

Celebración del Día Internacional del Agua

Para conmemorar el Día Internacional del Agua, el Departamento de Ecología del plan-

tel Vallejo, encabezado por la profesora Lucía G. Benítez, realizó el pasado 22 de marzo un concurso de carteles alusi-vos al cuidado del agua. En el certamen parti ciparon varios alumnos y sus carteles se ex-hibieron en la explanada cen-tral, para que toda la comuni-dad los pudiera apreciar y así hacer conciencia en torno al cuidado de este líquido funda-mental para la vida.

Al organizar este acto, la profesora Benítez explicó que “es importante que nuestros alumnos adquieran una nue-va cultura del cuidado del agua, de la que es indispensa-ble aprender a reciclar, reuti -lizar y ahorrar, puesto que los recursos hídricos con los que contamos son fi nitos. Por ello, como insti tución educati va y de gran presti gio, adoptar es-tas nuevas formas de uti lizar el agua en nuestra vida coti -diana”. Dentro de la clasifi ca-ción 2

Profesor Eleno Hernández

Profesores César Cruz, Lucia G. Benítez y alumnas

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DIRECTORIOUNIVERSIDAD NACIONALAUTÓNOMA DE MÉXICO

Dr. José Narro RoblesRector

Dr. Sergio M. Alcocer Martí nez de CastroSecretario General

COLEGIO DE CIENCIASY HUMANIDADES

Lic. Lucía Laura Muñoz CoronaDirectora General

Ing. Genaro Javier Gómez RicoSecretario General

PLANTEL VALLEJO

Director

Mat. José Luis Macías ÁvilaSecretario General

y encargado de la Dirección

Secretario Administrati vo

Lic. César Cruz CervantesSecretario Académico

QFB. Fidel Belmares HernándezSecretario Docente

Secretaria de Asuntos Estudianti les

Secretario de Servicios de Cómputoy Apoyo al Aprendizaje

Mtra. Alba Juliana Mendoza CervantesSecretaria Técnica del SILADIN

Ing. Juan Carlos Campuzano Ramírez Secretario de Servicios Escolares

COMUNIDAD VALLEJO

Lic. Noé AgudoJefe de Información

Lic. Marisol Gandarilla AjaDiseño

Manuel Cruz MirandaJefe de Impresiones

Ahora, Comunidad Vallejo también se puede leer en línea. Para hacerlo, entra

en la página electrónica del plantel (htt p://www.cch-vallejo.unam.mx).

Departamento de Información, Edifi cio JTel. 5097-2146

Av. Eje Central esquina Fortuna, Col. Magdalena de las Salinas

Delegación Gustavo A. Madero

1 mundial, agrega Benítez, México está considerado como un país de disponibilidad baja de agua, siendo Canadá y Brasil las naciones más ricas en recursos de este líquido; esto lo podemos constatar en las fuentes de abas-tecimiento para la ciudad, como los mantos acuíferos del Valle de México, que suministran el 49.3%; el sistema Lerma-Cutzamala, que proporciona el 40.3%, y los ma-nanti ales del sur-poniente de la ciudad que aportan el 8.4%. Estos se han visto disminuidos últi ma-mente por debajo del 50 por cien-to de su capacidad. “Por otro lado”, agrega, “noso-tros desperdiciamos mucha agua, puesto que el consumo promedio-diario por habitante, recomenda-do para las grandes ciudades, es de 150 litros, y en la ciudad de México se gasta más de un 50 por ciento de la canti dad recomen-dada. Es decir, nuestro consumo promedio es de 360 litros por ha-bitante. Aunado a esto, el nivel de desperdicio por las redes en mal estado es del 32 por ciento.

¿Adónde vamos a parar con estos datos tan alarmantes? Defi niti -vamente: a terminar con la poca agua que tenemos, el panorama es realmente preocupante. ¡Ha-gamos conciencia, cuidemos el agua!”, remata la profesora Bení-tez. Luego de una animada votación para elegir a los mejores carteles que se presentaron en el concur-so, la situación quedó como sigue. El primer lugar con 83 votos a fa-vor fue para el cartel número 37, del alumno Marco Antonio Cruces Carbajal; el segundo, con 67 votos en su apoyo, fue para los carteles números 7 y 45, de las alumnas Itzel Yucari Navarrete Ibarra y Sa-manta N. Espinosa Ríos, respec-ti vamente. El tercer lugar, con 64 votos en su apoyo, fue para los carteles números 40 y 3, de los alumnos Alma Rosa Hernández Tovar y Héctor Jiménez Garrido. ¡Felicidades a los alumnos que elaboraron los carteles ganadores y a todos los que parti ciparon en este importante concurso! (Re-portó: Javier Rivera García.)

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1 experimental de cada plan-tel, una encuesta en línea con los profesores, observación in situ de estos espacios en todos los plan-teles y visitas a los laboratorios en Canadá e Inglaterra.

El estudio mostró que los la-boratorios del Colegio son defi -cientes, con instalaciones en mal estado o sin funcionar, y en oca-siones llegan a representar peli-gro; su equipamiento es anti guo y cuando existe equipo nuevo no se usa; no hay programas de mantenimiento y el empleo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) es inexistente. Consecuentemente, explicó Hernández, predomina una ense-ñanza tradicional sustentada en demostraciones y trabajos prácti -cos rígidos; la mayoría de los pro-fesores desconocen lo que hay en laboratorios con mayor equipa-miento, como los LACE y SILADIN.El propósito de la enseñanza en el bachillerato de la UNAM, dijo, es que los laboratorios permitan la exploración de temas de interés, abiertos al desarrollo de acti vida-des que respondan a los intereses de aprendizaje; deben minimizar el uso de equipos demostrati -vos, prácti cas rígidas y sustancias

costosas, contaminantes y/o pe-ligrosas; su equipamiento debe permiti r el trabajo colaborati vo, deben integrar las TIC en los pro-cesos experimentales y apoyar la construcción de representaciones mentales sobre los modelos cien-tí fi cos. Todos estos elementos lleva-ron a la construcción de un labo-ratorio prototi po en el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), que inclu-yó además equipo para experi-

mentación basada en las TIC, y la construcción de un laboratorio-prueba en cada plantel. También se planteó la necesidad de actua-lizar a los profesores para su uso y manejo, así como para diseñar y aplicar estrategias didácti cas acor-des con los nuevos equipos.

En lo que corresponde al plan-tel Vallejo, informó Hernández, la construcción de un laboratorio está concluida; la proveeduría ha comenzado el proceso de adqui-sición del equipo y se espera te-nerlo listo para funcionar a fi nales de abril. En el próximo periodo interanual los profesores llevarán cursos para su operación y se pre-vé que en agosto ya existan varios más disponibles. Por lo que respecta al curso de actualización docente, Hernán-dez adelantó que éste se ha orga-nizado en tres fases: en la primera se adquirirán los conocimientos para el manejo de los laboratorios de ciencias; en la segunda se dise-ñarán estrategias didácti cas que incorporen los elementos de estos nuevos laboratorios, y en la terce-ra se aplicarán las estrategias dise-ñadas o reestructuradas a grupos de alumnos en los laboratorios. Así es como el Colegio dará un paso fi rme en su actualización.

· abril 12, 20104

Una de las más de 80 licenciaturas que te ofrece la Universidad está relacionada con el estudio estructural y funcional de los eco-sistemas cos-

teros, el desarrollo de técnicas de evaluación, la planifi cación ambiental, la restauración de siste-mas alterados y la educa-ción ambiental.

Se trata de la li-cenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras, que se impar-te en la Unidad Multi -disciplinaria de Docen-cia e Investi gación de la Facultad de Ciencias en Sisal, Yucatán. Tú pue-des ser parte de la nue-va ola de profesionales que a lo largo de ocho semestres, se preparan para cuidar y buscar mejorar las condiciones del medio en que la hu-manidad se ha venido desarrollando.

Si la educación ambiental no es lo tuyo y prefi eres tener más contacto con las personas, puedes estudiar la licenciatura en Desarrollo y Gesti ón Intercultura-les, que se imparte en la misma sede por parte de la Facultad de Filosofí a y Letras.

Esta carrera te brindará las herramientas necesarias para que, de manera profesional, in-

tervengas en situaciones de orden social de diversa índole, como pueden ser salud, edu-cación, vivienda, trabajo, servicios sociales en

general, justi cia y parti cipación co-munitaria. Traba-jarás con grupos sociales y cultu-rales que tengan ciertas necesi-dades, así como con insti tuciones, empresas, univer-sidades, agencias nacionales, esta-tales y municipa-les, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.

Ambas licen-ciaturas son par-te de las nuevas carreras que la UNAM ha creado para ti , la primera corresponde a la Facultad de Cien-cias y la segunda a

la de Filosofí a y Letras. Infórmate y revisa cuá-les son los requisitos para formar parte de la nueva era de estudios profesionales.

*Ana Lilia Pérez es pasante de la licencia-tura en Trabajo Social que presta su servicio social en el Departamento de Psicopedagogía.

¿Has pensado estudiar cerca del mar?

ANA LILIA DEL CARMEN PÉREZ QUINTERO*

· abril 12, 20105

De la forja del taller

Escritos al calor de los ejercicios de escritura en el salón de clases, forjados en el proceso de ense-ñanza, madurados con la participación de los estudiantes, el profesor José Alfredo Hernández Maqueda ha ido coleccionando historias que refl ejan su práctica docente, dedicada no sólo enseñar el buen uso del idioma sino, lo más importante: a la búsqueda de la apropiación de la

lengua por parte de los alumnos. Resultado de esa práctica son estos Cuadernos del Taller de Lengua-je, de los que el primero es precisamente el relato de un alumno, Edwin Alan Almanza Rico, en tanto que el segundo es, como dijera Rigo Tovar, “una composición de mi propia inspiración” (en este caso de Hernández Maqueda).

Son trabajos iniciales, es cierto, posibles de pulir y mejorar hasta decantarlos en relatos dignos de presentar a cualquier lector deseoso de disfrutar buenas lecturas. Sin embargo, aquí está la semilla y un ejemplo a seguir. Cuántas veces hemos deseado, por ejemplo, contar con relatos breves que muestren el empleo de las dis-tintas voces narrativas. Pues he aquí una buena solución: construirlos en el salón de clases, a partir de las propias necesidades de los alumnos. Esto es lo que muestran Un nuevo comienzo, de Edwin Alan Almanza, y Viaje al Omeyocan de Pepe Hernández Maqueda.

· abril 12, 20106

Diversidad microbiana

Generalmente, cuando nos referimos a la biodiversidad, pensamos en organismos macroscópicos: leones, aves, ballenas, etc. Sin embargo, olvidamos que existe un

mundo que no percibimos a simple vista, aunque tenemos referencia suya cuando nos enfermamos. Algunas de estas criaturas viven en condiciones ex-tremas, poco familiares para nosotros, aunque sea en hábitats próximos al nuestro, y ti enen en común ser tan pequeños que para poder observarlos nece-sitamos de equipo especial. El éxito de los organismos vivos ha sido es-pectacular. Los sistemas vivos han poblado los océanos, han cubierto los territorios, se han in-fi ltrado en la corteza terrestre y han moldeado su superfi cie. Dichos organismos no están limitados por las temperaturas de la ti erra, el agua ni la luz. Pode-mos encontrarlos en las oscuras profundidades del océano, en las abrasivas lavas volcánicas, por debajo de la superfi cie helada del Antárti -co o enterrados varios kilómetros debajo de la corteza terrestre y en las altas temperaturas de las chimeneas volcánicas, en océanos y géise-res. Los microorganismos consti tuyen la mayor parte de la materia viva del planeta. Sólo recien-temente, y gracias a nuevos método de análisis molecular, específi camente del análisis de las secuencias de ADN, hemos podido empezar a obtener una visión de la vida en la Tierra que

ha sido distorsionada por nuestra perspecti va de animales grandes que habitan la ti erra fi rme.

Las bacterias pueden nadar como los animales, fotosinteti zar como las plantas y decomponer como los hongos, fi jar nitrógeno gaseoso, fermentar azú-car en vinagre o converti r iones de sulfato o gránulos de azufre en sulfuro de hidrógeno gaseoso. Hacen esto y mucho más no porque sean “pa-tógenos” o trabajen para nosotros limpiando el entorno, sino porque el imperati vo de la su-perviviencia los llevó a inventar cada una de las principales transformaciones metabólicas en la superfi cie del planeta. Todas las formas de vida dependen de la acti vidad de incontables bacte-rias que viven, mueren y metabolizan. Nuestras relaciones con las bacterias que nos rodean ti e-nen que ver con nuestra salud y bienestar y el de los suelos, alimentos y animales domésti cos. Tan desnudas y simples como parecen, las bac-terias están constantemente ocupadas tanto a escala celular como planetaria. * Rafael Velasco es profesor del área de Experimen-tales del plantel e integrante del Comité Local de Celebraciones de 2010: Año de la Biodiversidad.

Literatura consultada:Margulis, Lynn y Dorion Sagan: ¿Qué es la

vida? Ed. Tusquets, Barcelona, 1995.Alberts, Bruce, Alexander Johnson, Julian Lewis, Martin Raff, Keith Roberts y Peter Alter: Biología molecular de la célula. Ed. Omega, Barcelona, 2004.

RAFAEL VELASCO*

· abril 12, 20107

Ciudad, televisión y pasiónFERNANDO REYESCuando veo a

una señora con su cruz de ceniza en

la frente, de inme-diato me llega un cúmulo de imáge-nes que sé de lleno se repeti rán una vez más, un año más. Como tantas ceremonias a lo largo del año (del Día del Amor y la Amistad al Día de la Independencia), en México se celebran de manera cíclica e idénti ca. En cuaresma los vendedores de pes-cado hacen su agosto. A “caviar” debemos comer pescado los viernes. La familia de mi primera mujer solía festejar esos días de vigilia en un restaurante de ma-riscos en Santa María La Ribera consumiendo pantagruélicamen-te camarones, mojarras, cervezas y tequila. Durante aquellas fi estas celebradas a la mitad de la luna de marzo, los chilangos empiezan a planear sus vacaciones a las pla-yas, balnearios o por lo menos a las criti cadas y bien concurridas playitas del Distrito Federal. Ni en las vacaciones decembrinas Aca-pulco se llena a todo lo que da. Hay una clásica fotografí a de Fran-cisco Mata en la que un hombre panzón parece volar al echarse un clavado en medio de la multi tud que lo mira en uno de esos balnea-rios de la avenida Zaragoza, que han sobrevivido por más de medio siglo. “En la Ciudad de México la presencia humana voluntariosa, apresurada, tensa, desafi ante, ocupa y desborda todos los espa-cios”, escribe José Joaquín Blanco. Enti endo que los chilangos vayan a las playas en Semana Santa, pero nunca he entendido por qué sa-

turan los balnearios de Morelos si van por un solo día o dos, cuando podrían ir cualquier fi n de sema-na. Nos gusta la muchedumbre, no cabe duda. No nos conforma-mos con las aglomeraciones del Metro y microbuses. Durante estos días también se repiten como vía crucis tres tradi-ciones más: las calles vacías de la ciudad, la programación de la te-levisión abierta y la pasión de Cris-to. Es tan hermosamente raro ver Reforma y el Centro Histórico sin el gentí o y carrerío que los carac-teriza, y que trae consigo smog, ruido y la dosis tí pica de violencia diaria. Los que obedecen el tercer mandamiento de Moisés y sacrifi -can las fi estas, esperan con ansias cuando Charlton Heston abre el Mar Rojo. Los que no quieren sa-lir a caminar o visitar museos ven programas repeti dos o pregraba-dos para su sano entretenimiento, ven una y otra vez los “reportajes” en todos los noti cieros sobre los bañistas que llevan sus sándwi-ches de atún, el número de coches que salen cada minuto, o los biki-nis en las playas; si no se chutan

las clásicas películas de los Cristos mexi-canos, aguantando el humor involun-tario de Luis Alcori-za, el histrionismo exagerado de En-rique Rambal o la voz engolada de Enrique Rocha. El elegido (1975) es una curiosa película que muestra “La Pa-sión de Cristo” que se vive desde hace más de 100 años en la delegación Iz-tapalapa, a través del actor Manuel

Ojeda, quien da vida a un taxista elegido para encarnar a Jesús. Ese papel ha llevado incluso a trágicas peleas a quienes lo quieren prota-gonizar cada año. Este 2010 lo ca-racterizó un profesor de la UNAM, que lo había intentado por cinco años. En esta temporada otrora de absti nencia y penitencia, toda la delegación Iztapalapa (como la Gustavo A. Madero el 12 de di-ciembre) olvida lineamientos de tránsito y normas jurídicas y permi-te que miles de civiles confunda la devoción con el carnaval, el recogi-miento espiritual con otra clase de recogimientos, y allí van chupando caguamas en bolsas de plásti co, entre toda clase de vendimias que incluyen churros (no precisamente de chocolate), jarritos de vodka y películas XXX. En fi n, esto no ame-nazará los fundamentos de la fe católica. No lo ha logrado el estu-dio de los evangelios perdidos, la comprobación cientí fi ca de las diez plagas, ni la incursión de la mujer en las altas esferas eclesiásti cas, ni ¡incluso! los abusos sexuales en el Vati cano.

· abril 12, 20108

Documentales alemanes para jóvenes

Cada domingo, a parti r de las 12:30 horas, se lleva a cabo en el MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo) el cineclub ‘Sprockets’, un espacio dedicado a niños y jóvenes, en el que a través del cine se integran disti ntas visiones del mundo. Mediante la creación audiovisual se esta-

blece un espacio de diálogo entre las historias, la imagen y el joven espectador. En colaboración con el Goethe-Insti tut Mexiko, se presenta ahora una serie de do-cumentales europeos para niños y adolescentes, los cuales fueron proyectados como parte de la programación de “Doxs!-Festi val de Documentales para Niños y Jóvenes”, que se celebra cada año en la ciudad de Duisburg, Alemania. Organizan: Un proyecto de circo 2.12, el Museo Universitario de Arte Con-temporáneo de la UNAM y el Goethe-Insti tut Mexiko.

Dentro de este programa desarrolla-do por el Departamento de Difusión Cultural del plantel, se han contado algunos libros como En las fauces del

terror, Ciudades desiertas, Las aventuras de un cadáver, Chicas peligrosas y Viernes social.

En el primero el autor nos narra la historia de Francisco, un chico que decide visitar a su abuelito en su rancho, y durante la visita des-cubre que ti ene por huésped a un hombre lobo. Este fue un músico francés que hacía muchos años había venido a visitar a su abue-lo, quien se enfrenta ahora al confl icto de de-cidir si matarlo o no, y cómo hacerlo.

En Ciudades desiertas se narra la historia de una mujer llamada Susana, periodista y pareja de un actor, quien harta de la monoto-nía de su relación decide tomar una beca para irse a Estados Unidos durante tres meses. Allí empieza una relación puramente sexual con un escritor polaco, y como su esposo va en su busca, decide vagar por varias ciudades para

que él regrese solo. Solamente decide volver cuando advierte que está embarazada.

Chicas peligrosas es la historia de dos herma-nas que entraron a trabajar como monitoras en un curso de verano. Allí se encuentran con Ren-zo, un vampiro muy atracti vo que hacía años las seguía para converti rlas. Una vez que se enteran de su condición, una decide aceptarla mientras que la otra se empeña en encontrar la forma de reverti r el proceso.

Viernes social es la historia de una mujer ig-norada por su esposo. Ella sólo existe cada vier-nes, cuando ti ene que preparar la cena para él y sus amigos, hasta que un viernes decide ma-tarlos.

Te invitamos a que asistas cada jueves, de las 15:00 a las 17:00 horas entre los edifi -cios E y G a enterarte de estas y otras histo-rias, que también cuentan como liberación de horas para el Programa Prepa Sí. Repor-tó: Teresa de la Rosa.

Continúa el programa Entre el G y el E se cuenta un libro

· abril 12, 20109

Alumnos de los grupos 284 y 407 de Taller de Lectura y Redacción II y IV, organi-zados por su profesora Li-

dia García Cárdenas, montaron la tragedia Antí gona, de Sófocles, la cual plantea el fi n de la maldición iniciada por Edipo y Yocasta. Ante esta historia, que plantea todo el horror de la tragedia, cuyo fi n —no lo olvidemos—era ex-purgar y buscar la catarsis de las pasiones humanas, resulta intere-sante conocer la reacción de los jóvenes intérpretes, quienes apo-yados por su profesora y la efi caz colaboración de Esteban Mendoza Parra, hicieron su presentación. Denisse Cisneros Rojas (Antí go-na): No creo que sea tanto horror, pienso más bien que este ti po de obras crea conciencia en los jóve-nes acerca del valor de la litera-tura clásica. Para mí fue un reto interpretar a Antí gona; superar el reto me aportó seguridad en mí misma. Esaú Esparza Hernández (Creon-te): Para mí parti cipar en la obra fue como madurar un poco. Yo veía las historias griegas como algo aburrido, casi me resultaban incomprensibles. Ahora me doy cuenta que ti enen una excelen-te trama además de un mensaje. Para mí la acti tud de Creonte en la historia se parece al actuar del gobierno y los políti cos, que sólo imponen sus criterios sin consi-

derar realmente la opinión de las personas. Luis Alberto Mendoza Moreno (Hemón): Pienso que al hacer esta obra los jóvenes nos unimos más; antes ni siquiera nos hablábamos y ahora descubrimos ciertos gus-tos y preocupaciones comunes. Parti cipar, ensayar y presentarla nos ha enseñado a convivir. Ya no actuamos aislados. En la primera presentación sentí nervios, pero ya cuando estaba actuando lo ol-vidé y me concentré en el papel. Creo que Hemón representa a al-guien que siempre se opondrá al poder avasallador de los podero-sos, como en este caso es Creon-te, que resulta su propio padre. Ha sido una muy grata experiencia. Lizeth Morales Camilo (Ismene): Para mí fue admirable el apoyo de Esteban Mendoza, profesor de teatro del Colegio de Bachilleres, quien nos proporcionó casi todo el vestuario, además de su experien-cia y ti empo, porque nos dirigió, trajo los guiones e hizo la adapta-ción. En síntesis, puedo decir que con mucho desinterés él aportó todo y nos hizo aprender muchas cosas, como a perder el miedo y saber que el teatro nos ayuda a desenvolvernos en todos los sen-ti dos. Mi personaje ti ene miedo de apoyar a su hermana, así que ella representa al temor y la falta de un verdadero amor fi lial, que cuando existe es capaz de afrontar todo. En este caso, aunque el fi nal

de Ismene es trágico, al no actuar valientemente por su hermana, pierde su vida y la de ella. Vanessa Bazán Valadez (Tire-sias): Pienso que esta obra me hizo madurar y me aportó expe-riencias para conti nuar parti ci-pando en teatro. Aunque mi papel es breve, es fundamental en la historia porque Tiresias le dice a Creonte cómo actuar para que las cosas no salgan mal. Creo que los jóvenes deben conocer las obras clásicas simplemente por cultu-ra. Cuántas veces estas historias, personajes y situaciones se men-cionan en otros textos porque forman parte de la cultura clásica, y la gente los desconoce. No me costó trabajo asumir el papel de un hombre, como Tiresias, porque me gustó interpretarlo; creo que él representa a la gente madura, que sabe lo que puede ocurrir si no se actúa con prudencia y co-nocimiento. Creo que Tiresias es alguien muy maduro. Alexis Romero Romero (Cori-feo): A mí me gustó la obra por-que expresa mucha fuerza, posee gran dramati smo y representa muy bien el género tragedia. En nuestra época sigue habiendo tragedias, como son las crisis que vive el país, la inseguridad, la des-integración familiar y todo lo que aqueja a la sociedad. Vean si no el caso de la niñita Paulett e, que es la tragedia más reciente.

Antí gona en Vallejo

YADIRA RENTERÍA ESCALONA

· abril 12, 201010

¿Qué es una infección del tracto urinario?

La orina es el líquido que los riñones fi ltran del torrente sanguíneo. La orina conti ene sales y productos de desecho, pero normalmente no conti ene bacterias, cuando aparecen microor-

ganismos en la vejiga o el riñón es cuando se dice que hay infección bacteriana del tracto urinario (ITU). Hay tres ti pos principales de ITU. Las bacterias que infectan sólo la uretra (el tubo corto que lleva la orina

de la vejiga al exterior del cuerpo) causan uretriti s. Las bacterias también pueden causar una infección de la vejiga, que se conoce como cisti ti s, y el otro ti po de infección, más grave de ITU, es la del riñón mismo, conocido como pielonefriti s. Las ITU usualmente son causadas por E.Coli, las bacterias que se encuentran en el tracto digesti vo y en la piel alrededor de las áreas del recto y la vagina. Cuando las bacterias entran a la uretra, pueden avan-zar hacia la vejiga y causar una infección. Las mujeres desarrollan infecciones del tracto uri-nario con mucha más frecuencia que los hombres, probablemente por las diferencias en la forma y la longitud de la uretra. Hay varias maneras en que las bacterias entran a la uretra. Durante las relaciones sexuales, las bacterias del área de la vagina pueden ser empujadas dentro de la uretra y con el ti empo terminan en la vejiga, donde la orina crea un ambiente propicio para su cre-cimiento. Las bacterias también pueden ser introduci-das en la vejiga de una niña al limpiarse de atrás hacia delante, después de tener una evacuación intesti nal; esto puede contaminar la abertura de la uretra.

Los síntomas de las infecciones de la vejiga pueden incluir micción frecuente; ardor o dolor al orinar; la sensación de tener que orinar aun cuando en realidad no sale líquido o sólo sale un poquito; dolor en la parte inferior del abdomen, dolor por encima del hueso púbico (en las mujeres); una sensación de tener el recto lleno (en los hombres), orina sanguinolenta o con mal olor, fi ebre leve y una sensación general de temblor y fati ga. En cambio, una infección de riñón podría presentar síntomas más graves, inclu-yendo fi ebre alta, escalofríos, náuseas y vómitos, dolor abdominal, orina turbia o sanguinolenta, dolor de espalda, justo encima de la cintura. Si ti enes síntomas de infección del tracto urinario tendrás que ir al médi-co inmediatamente. Estos no desaparecerán si los ignoras, sólo empeorarán. Cuanto antes empieces tu tratamiento, menos molesti as tendrás.

Síntomas de las ITU

Información obtenida de Wayne, H. (2003): ¿Qué es una infección del tracto urina-rio? Recuperado el 21 de octubre de 2009, de: htt p://www.hospitalsanmarti n.org.

ar/medicina_familiar/temas_interes/infecciones%20urinarias.htmlOpciones Técnicas te ofrece cursos-talleres cortos (de 30 a 60 horas) que puedes cursar a parti r del primer semestre. En el plantel te ofrecemos Diagnósti co preventi -vo y primeros auxilios a computadoras personales, En Internet, busca y encuentra e

Inmunohematología básica

· abril 12, 201011

12 siempre tenía visitas. A mí me gustaba ir a escuchar-los. Por mucho que me manda-ra a dormir yo siempre me que-daba hasta el fi nal. Sacudía las brasas del ocote, avivaba la lámpara de gasolina (no tenía-mos aún electricidad) o pren-día las velas, pero me gustaba escuchar. Sobre todo cuando hablaban de muerte y muertos.

Un día llegaron esos cam-pesinos de El Peñasco. Mire maestro, le dijeron, “queremos que usted se haga cargo de nuestra escuela. Somos cua-renta comuneros, y si usted acepta se sumarán varios más. Entre todos nos cooperare-mos para pagarle, una familia lo atenderá cada semana. He-mos construido una casita para que usted viva allí de lunes a viernes, y, si quiere, viene a su casa sábados y domingos.

Pero si no, puede quedarse allá incluso los fi nes de sema-na”.

De su mísero bolsillo los campesinos se proponían cos-tear la educación primaria de sus hijos. Por propia iniciativa habían levantado un fresco galerón con techo de tejas y pa-redes de tablas. Con sus propias manos habían construido las me-sas y las sillas para los alumnos. Habían elegido un lugar esplén-dido, un pequeño terreno plano en la loma de un cerro, que por las noches se transformaba en el dormitorio de novillos, vacas y be-cerros que mansamente llegaban a rumiar. Habían emparejado el terreno y construido una cancha de basquetbol. Con gruesos tron-cos hicieron sube y bajas que nos elevaban a alturas fabulosas, y a

las orillas dejaron árboles añosos donde instalar columpios y otros juegos.

“Acepto con una única condi-ción”, dijo mi padre: “mi hijo debe-rá acompañarme porque también tiene que estudiar”. No hay ningún problema, dijo uno de ellos, tam-bién lo cuidaremos.

Así fue como él y yo nos fui-mos a El Peñasco, una ranchería situada casi al nivel del mar, des-de donde empiezan a elevarse los cerros, colocados unos sobre otros como por la mano de un gigante invisible, para constituir esta cordillera inmensa desde cuya cima más alta enhebro mis recuerdos. De allí partía cada sá-bado por la mañana, para ir a ver a mi madre, pero por el camino me ocurría la mar de sucesos. Espe-cialmente en cuaresma, cuando el campo se vuelve pardo, opaco y seco. (Continuará)

Ven y acércate a la ciencia

Te invitamos a la exposición de trabajos relacionados con la ciencia que hacen los profesores con sus alumnos en el SILADIN. Habrá actividades para los alumnos que seguramente despertarán su interés por la ciencia y su involucramiento en alguna de las muchas actividades que aquí se realizan. Ven y conoce a los ajolotes; observa la luna con la ayuda de un poderoso telescopio;

conoce a los integrantes del Club de Robótica…

La cita es el próximo miércoles 14 de abril, de las 11:00 a las 17:00 horas. Alumnos, la actividad es para ustedes. Profesores: inviten a sus estudiantes.

· abril 12, 201012

HORAS AHORCADAS

NOÉ AGUDO

agudo54l@hotmail.com

La cuaresma opaca

Nada como las montañas para percibir el ritmo de las estaciones y el fl uir del ti em-po. Desde las alturas se puede divisar la marcha acompasada de las nubes, más

arriba, y el golpetear incesante del viento en los arroyos, abajo. Cuando algunas corrientes se ele-van un poco embisten la fronda de los cerros, y entonces la falda parda, amarillenta y seca se torna blancuzca. El viento que anuncia la primavera do-bla los tallos y muestra el envés de las hojas de encinos, pinos y algarrobos. Hay un olor de pasti zales secos, de ti erra polvosa y de brasas consumidas. Pero también de muerte.

Cuando voy a Huatulco pido siempre un asiento junto a la ventanilla, del lado derecho del avión, porque sé que en cierto mo-mento aparecerán las cordilleras majestuosas de la Sierra Sur y en una de ellas reconoceré a la mon-taña más alta, desde cuya cima me gustaba contemplar el horizonte, cuando niño: más montañas azules y un gran misterio hacia el oriente; la lineal perfección del Pacífi co y los colores crepusculares de la muerte del sol, hacia el poniente.

Los gallardos carnizuelos sostie-nen en sus ramas más altas los pa-nales de unas avispas que la gente de por aquí denomina “de castilla”. En esta época no están llenos de miel sino de larvas que son una delicia asadas en el comal; sin embargo, intentar bajar uno es exponerse a los piquetes inmisericordes de las guardianas. Además de deformar el ros-tro por la hinchazón, su aguijón es capaz de producir fi ebres, calambres, y después de dos días uno no se repone aún de las picaduras. Hay quien dice que estas avis-pas han sido capaces de matar un asno.

Me sorprende recordar que cuando era un niño de siete u ocho años ya me gustaba

provocarlas. En cuanto descubría un panal a mi alcance comenzaba a apedrearlo, tan

sólo para que las guerreras furiosas me persiguieran; por muy rápido que co-rriera algunas veces me alcanzaban y por más que protegiera mi cara allí era donde con más gusto clavaban su aguijón. Enfrentaba el dilema, enton-

ces, de entrar con mi rostro hinchado al pueblo y soportar la risa burlona de

quienes me veían, o esperar a que anocheciera para que nadie pudie-

ra notarlo. Pero si esperaba la noche debía pasar por un horror aún mayor: el camino atrave-saba el cementerio y si algo me asustaba era cruzarlo en la oscuridad. Tantas historias

de muerte y muertos conocía. Desde esta altura miro

el camino que algunas veces avanza por las cumbres de los cerros, otras serpentea por sus costados o sus faldas y unas pocas aparece y se ocul-ta entre sus pies. En los arro-yos que se hallan en sus bases

no deja de fl uir al menos un hilo de agua en la temporada de secas, como la de estos días de cuaresma. Yo recorría ese camino. Por eso sé que antes hay que limpiar de hojas y ramas donde uno se inclinará a be-

ber, a riesgo de que varias sanguijue-las se adhieran a los labios, maxilares y

nariz, si uno se empina a beber sin nin-guna precaución. Muchas reses mueren

de hambre y sed por estos días. En aquella época mi padre quería

irse del pueblo donde vivíamos. Había concluido su gestión como presiden-te municipal y estaba harto de que lo consultaran para cualquier asun-to. Desayunábamos y ya había tres

o cuatro personas esperándolo en el corredor. Por la noche, igual, 11