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Banco de pruebas Hi-Fi y High End
David Wilson ha sido un hombre con suerte porque
pocos creadores del audio High End pueden
presumir de haber estado la totalidad de su vida
profesional dedicado a la excelencia y haber tenido
el máximo éxito comercial con ello sin renunciar un
ápice a un perfeccionismo y a un purismo
legendarios. Lo que acabo de decir es para mí muy
importante porque si echan un vistazo a la
trayectoria seguida por las empresas de mayor
renombre del High End se darán ustedes cuenta de
que la práctica totalidad han realizado en algún
momento sus pinitos con productos digamos
“abordables” con el fin de expandir su negocio y
por tanto acceder a más clientes potenciales.
Evidentemente, no voy a criticar una manera de
actuar tan humana y sensata desde el punto de
vista comercial pero la excelencia es la excelencia y,
claro, cuando se baja el nivel de costes sucede lo
mismo con el de calidad incluso si nos estamos
moviendo en la órbita de nombres sagrados del
High End. Pero con Wilson Audio esto no ha
sucedido. De hecho, Dave Wilson ha tenido la
inmensa fortuna de podder materializar el que
desde siempre ha sido mi sueño “material” en lo
que a éxito profesional se refiere: adquirir un Aston
Martin a base de fabricar y vender Ferraris (por
ejemplo) y no millones de trastos de baja gama.
Suena elitista, pero así es y así debe ser -en mi
opinión, claro- el mundo para que la búsqueda de
lo absoluto no se desvanezca.
20 años de perfeccionamientocontinuadoLo más duro de la excelencia –si nos atenemos a
las implicaciones “comerciales” del término- es a la
vez su mayor virtud: el combinado de calidad
absoluta y exclusividad que aporta. Aunque no lo
parezca, ambos están relacionados y combinan
una fuerte componente objetiva con otra de claro
matiz emocional. Sólo así se entiende que su
poder de seducción se mantenga intacto con el
paso de los años hasta el punto de superar la
barrera generacional. Porque, no nos engañemos,
siempre habrá quienes buscan lo absolutamente
mejor y el mundo, con todos sus problemas, es
cada vez más rico. No les extrañe por tanto que en
estos momentos sean los nuevos ricos de la
superpotencia emergente –el antiguo Imperio del
Centro- la gran novedad dentro del universo del
lujo. Luego serán sus homólogos hindúes y más
adelante quien sabe.
El protagonista de nuestra sección dedicada a
las referencias absolutas es un sistema de cajas
acústicas que se enmarca perfectamente en mis
anteriores reflexiones. Es, hasta donde llega mi
memoria, uno de los dos o tres sistemas de
altavoces todavía disponibles que se enmarcan
dentro de la categoría de mitos vivientes del audio.
Sus competidores (no necesariamente directos)
serían, siempre en mi opinión los modelos “top” de
las británicas ATC y B&W, que después de varias
décadas en el mercado siguen teniendo un
atractivo irresistible para los melómanos realmente
exigentes que valoran la perfección del sonido. Se
trata del sistema de cajas acústicas formado por el
monitor compacto WATT y el subwoofer dedicado
–lo que significa que hay uno para cada monitor-
Puppy de la compañía fundada por el antes
mencionado David –“Dave”- Wilson, es decir la
prestigiosa Wilson Audio Specialties. No es mi
intención glosar en estas páginas la historia de la
marca pero sí les recordaré que hace ya más de 10
años que en el catálogo de la misma había un
supersistema de cajas acústicas, el WAMM o
“Wilson Audio Modular Monitor” que pasaba por
ser el no va más dentro de su clase jamás creado
y del que nacieron tanto las míticas X-1 Grand
SLAMM y MAXX como el actual buque insignia de
la firma, las ultraelitistas –y que, a si nivel, se
venden muy bien- X-2 Alexandria. Sin embargo,
antes de que nacieran todos estos productos
existió uno que en cierto modo fue la “madre” de
todos: la singula Wilson Audio Tiny Tot o WATT.
Los orígenes de la WATT se remontan a 1985,
época en la que David Wilson trabajaba para la
industria médica estadounidense y tenía como
“hobby” la realización de grabaciones musicales de
nivel audiófilo. Para atender las necesidades de su
afición, a Wilson le hacía falta un monitor portátil
de alta resolución para monitorizar sobre el terreno
cada grabación. Y ahí empezó la historia: puesto
Wilson Audio WATT/Puppy System 8
Sistema de cajas acústicas
Nacida, como tantas otras grandes aventuras empresarialesgenuinamente americanas, en un garaje, la “Wilson Audio Tiny Tot”(alias WATT) nos llega en su versión más depurada. Una joya.TEXTO SALVADOR DANGLA
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Wilson Audio WATT/Puppy System 8
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que el material existente en el mercado no le
satisfacía en absoluto, decidió ponerse manos a la
obra y crear su propio monitor en el garaje de su
casa. Como ven, una historia muy “made in USA”. El
resto se lo pueden imaginar: el carácter
perfeccionista de David Wilson –que mantiene
intacto: hay cosas que no se pierden nunca- hizo
que el nuevo producto fuese enseguida deseado
tanto por sus amigos como por profesionales de la
industria, hasta el punto de que se decidió a iniciar
la producción “comercial” del mismo. He dicho
“comercial” y no “industrial” porque el carácter
individual y artesanal que hay detrás del largo
proceso de creación de los productos de Wilson
Audio se ha mantenido intacto hasta hoy.
El éxito de la primera WATT llevó a una
conclusión lógica que no era sino la de extender su
respuesta en graves, para lo cual se optó por una
solución que en su momento era del todo
innovadora: poner a punto un subwoofer dedicado
para ello, con lo que tal decisión implicó en
términos de diseño del recinto y el filtro divisor de
frecuencias. Nacía así el subwoofer Puppy, que
desde entonces ha formado un todo con “su”
monitor WATT, y a la vez una leyenda viva de la
Alta Fidelidad: el sistema Wilson WATT/Puppy.
Si mi memoria no me falla, creo que he tenido
la ocasión de ver y casi todas –con excepción de
la primera- las versiones del mítico sistema creado
por David Wilson. De hecho, mi “primer contacto”
tuvo lugar en el inigualable establecimiento
especializado francés Hi-Fi Station 2001
acompañado por electrónicas de la californiana
Spectral. Más adelante, ya en España –donde
Wilson Audio no ha cambiado nunca de
importador- escuché la versión III (en este caso
acompañada por electrónicas Krell, que con los
años se han revelado muy apropiadas para las
creaciones wilsonianas), que me dejó
profundamente impresionado por su resolución
(que algunos puristas de la vieja escuela tildan
excesiva pero que yo encuentro fantástica por la
calidez que la acompaña) y su capacidad para
recrear escenas sonoras a tamaño real. Más
adelante escuché la versión V, que de hecho
constituyó la culminación de una manera de
entender el conjunto WATT/Puppy por la sencilla
razón de que el concepto inicial del sistema
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Esta instantánea muestra una de las singularidadesdel System 8: los nuevos altavoces de gravescapacitados para realizar grandes desplazamientosque incorpora (observen la contundencia de lasuspensión periférica).
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Wilson Audio WATT/Puppy System 8
alcanzó su plena madurez a nivel tecnológico y, por
qué no decirlo, de refinamiento conceptual.
Fue en 1996, con la comercialización de la sexta
versión del sistema cuando se empezaron a
introducir una serie de consideraciones
relacionadas con una nueva línea de trabajo en la
que la composición de los materiales empleados
en la fabricación del recinto adquirió una
importancia fundamental en el departamento de
ingeniería de Wilson Audio. Y es que debemos
recordar que la firma estadounidense ha utilizado
siempre transductores fabricados por otros
–aunque modificados siguiendo estrictas
especificaciones; les aseguro que no se trata de un
farol porque las diferencias en la escucha son más
que notables- que ha organizado a través de filtros
y recintos muy sofisticados cuya topología y
composición, respectivamente, son secretas. Así,
puede decirse que fue el citado 1996 cuando se
planteó la introducción en el sistema WATT/Puppy
de una serie de soluciones altamente innovadoras
que vieron la luz durante el diseño de las
recordadas X-1 Grand SLAMM, auténtico “bestseller”
dentro del hiperselecto universo de los “Fuera de
Parámetros” y objeto de deseo de cualquier purista
del sonido que se precie (entre ellos yo mismo). Se
trataba, en particular, de otorgar al recinto acústico
una importancia todavía mayor que la que se le
había dado hasta la fecha por cuanto se descubrió,
a base de pruebas y pruebas, que los mejores
altavoces y los mejores filtros quedaban
drásticamente deslucidos por poco que la
neutralidad mecanoacústica del recinto que los
albergaba no era absoluta. El tema es muy serio:
no estamos hablando de neutralidad al 98% sino al
100%, porque la diferencia puede traducirse en una
mayor presencia de grano y distorsión fatal para la
preservación de la integridad del mensaje sonoro.
Evidentemente, la perfección del 100% no existe
pero acercarse es fundamental para que el
concepto de sonido absoluto no sea una quimera.
Fue en el 2002 cuando apareció el “System 7”,
que de hecho ha sido “el” conjunto WATT/Puppy
del tercer milenio y cuya aportación más relevante
fue una nueva reducción del nivel de grano en la
zona alta por cortesía de la introducción de
refinamientos en el material del recinto. Llegados a
este punto, y dado que el sistema de Wilson Audio
no es precisamente democrático, basta con
plantearse cual sería ahora mismo su precio si
tuviéramos que partir de cero. Recuerden: estamos
hablando de excelencia a todos los niveles, y la
excelencia de este calibre tiene un precio.
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Vista frontal y posterior del monitorWATT: la conexión al filtro divisor defrecuencias se realiza a través de unenlace interno. El asidero transversales un legado de la finalidad original“pro” de este singular –y mil vecesimitado- monitor con recintopiramidal.
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Bienvenidos a la galaxia del System 8La octava edición del conjunto WATT/Puppy fue
presentado en Estados Unidos hace ya un año
pero llegó a nuestro país apenas hace unos meses.
De hecho, el primer ejemplar pudo escucharse con
motivo de la inauguración de las remodeladas
instalaciones del establecimiento especializado
valenciano Alen Audio y, por supuesto, no defraudó.
¿Qué hay de nuevo en este camino de
perfección que parece no acabar nunca? A nivel
externo, sólo la rejilla “sólida”, a la manera de la
utilizada en los modelos de última generación de
Wilson por cuando el muy “cool” acabado en el
exclusivo WilsonGloss (disponible en cuatro colores
estándar, ocho “especiales” y tantos como se desee
para sistemas a medida) es idéntico al de la
generación anterior.
Pero como no me canso de decir nunca, en todo
producto verdaderamente extraordinario la
“procesión” siempre va por dentro y la verdad es
que el “System 8” no defrauda en este sentido al
beneficiarse directamente de las innovaciones
desarrolladas por Wilson Audio para la puesta a
punto de sus modelos X-2 Alexandria, MAXX 2,
Sophia 2 y Duette. Así, y conectando con lo que
decía sobre el System 7, el recinto acústico está
construido en una combinación optimizada –y
secreta- de los materiales “X” (caracterizado por su
ausencia de coloración) y M (que destaca por la
claridad que aporta a la gama media) puestos a
punto por Wilson Audio, lo que ya sin tocar los
altavoces garantiza unos niveles de precisión y
limpieza –es decir, de resolución- superiores.
Pero, claro, en Wilson no hacen las cosas a
medias, por lo que también se han introducido
modificaciones en los transductores. Así, el tweeter
es exactamente el mismo que incorpora la soberbia
MAXX 2, un diseño de cúpula invertida modificado
a conciencia que permite alcanzar unos niveles de
aireación y extensión de la curva de respuesta en
frecuencia que incluso para los estándares
habituales en Wilson son impresionantes. En lo que
respecta al altavoz de medios –estrictamente
hablando se trata de un “miwoofer”- montado en
el monitor WATT, se mantiene el mismo altavoz con
cono de papel de superficie rugosa –una solución
tan original como efectiva a la hora de suprimir
resonancias estructurales- del System 7 mientras
que en los subwoofers Puppy se han sustituido los
dos transductores de origen Dynaudio por otros dos
de origen Scan Speak caracterizados por su
capacidad para realizar grandes desplazamientos
(un guiño de Wilson Audio a los amantes del Cine
en Casa). Evidentemente, también estos tres últimos
altavoces han sido fabricados a medida para que
satisfagan las estrictas especificaciones dictadas por
la firma estadounidense.
Pero el que sin duda es, junto con la
composición del recinto, el elementos más “secreto”
del System 8 es el filtro divisor de frecuencia, del
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Tanto el altavoz de medios/graves de la WATT comolos woofers del Puppy han sido fabricados por Scan
Speak siguiendo instrucciones de Wilson Audio.
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Wilson Audio WATT/Puppy System 8
que lo único que puedo decirles –entre otras cosas
porque es lo único que sé- es que utiliza una
sofisticada técnica “anti-jitter” exclusiva de la casa
que fue incorporada por vez primera en los
modelos MAXX 2 y Sophia 2. A falta de detalles
técnicos en profundidad, les diré que el invento en
cuestión aporta, entre otras delicias, una mayor
coherencia y sensación de continuidad en la
transición entre las frecuencias medias y altas, a la
vez que una superior delineación de los transitorios
–lo que permite mejorar la característica “rapidez”
de respuesta del sistema WATT/Puppy- y la
finalidad subjetiva y el impacto de los graves. En
definitiva, una lucha/mejora en todos los frentes
para seguir marcando diferencias en el que sin
duda ha sido siempre el auténtico punto fuerte de
Wilson Audio: la resolución.
A modo de conclusiónMuchos pensarán, y sobre el papel están en lo
cierto, que la mejor manera de percibir diferencias
subjetivas entre los distintos sistemas WATT/Puppy
es comparando, por ejemplo, la versión actual con
la 6 o incluso la 5. Pero en este caso no hace falta
porque las diferencias aportadas por el combinado
de modificaciones en el recinto, el filtro y los
altavoces son tan evidentes que uno tiene la clara
percepción, ya desde el primer momento, de que
se encuentra ante un producto con una
personalidad muy definida.
Así, el “System 8” impresiona por la linealidad
casi perfecta de su curva de respuesta en
frecuencia subjetiva, con un extremo grave que se
acerca mucho al de la MAXX 2 y con un control
absoluto a cualquier nivel de volumen –las Wilson
dan para mucho en este sentido- todo ello con
una sensación de tridimensionalidad –la legendaria
apertura de la WATT nunca defrauda- y con una
definición apabullantes. Además, el System 8 es
relativamente fácil de atacar aunque, para qué
engañarse, hay que utilizar maquinaria de primera
división –unos monobloques a triodos de Nagra
pueden servir perfectamente aunque con un par
de etapas Krell Evolution la velocidad de respuesta
no tiene nada que envidiar a la del mejor directo-
para que realmente dé lo máximo de sí mismo
que, dicho sea de paso, es muchísimo en el
sentido amplio de la palabra.
Estamos, pues, ante una nueva edición de un
producto que en su momento ya mereció, por la
profundidad de las innovaciones que le fueron
incorporadas, el salto de la categoría de Referencia
a la de Fuera de Parámetros. Pues bien, está claro
que en este segundo nivel continuará hasta el fin
de los tiempos. ¡Felicidades, Mr. Wilson, lo ha
conseguido una vez más!
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Posicionamiento Fuera de Parámetros
Calificación Global 9’5
Relación Calidad/Precio No Procede
Ficha técnicaModelo WATT/Puppy System 8
Tipo sistema de cajas acústicas formada por dos monitores más dos subwoofers dedicados
Fabricante Wilson Audio Specialties (EE.UU.)
Distribuidor Sarte Audio Elite, S.L.
Inicio de la distribución 2007
Precio orientativo 36.170 € el sistema completo
Garantía 5 años
Principio de funcionamiento bass-reflex tanto para el monitor WATT como para el Puppy
Número de vías 3
Número de altavoces 4 (1 tweeter de 25 mm de diámetro, 1 “midwoofer” de 178 mm y 2 woofers de 203 mm)
Respuesta en frecuencia 21-22.500 Hz, +0 dB, -3 dB
Sensibilidad 92 dB/W/m
Impedancia nominal 4 ohmios
Potencia del amplificador mínima de 7 vatios continuosasociado
Dimensiones 330x1.042x476 mm (AxHxP)
Peso neto 76’5 kg el sistema completo
Observaciones tweeter de cúpula invertida de última generación hecho a medida; filtro divisor de frecuencias con tecnología anti-jitter exclusiva de Wilson Audio; recinto acústicamente inerte exclusivo de Wilson Audio; disponible en varios acabados.
El tweeter es un diseño de cúpula invertida idénticoal empleado en el fabuloso modelo MAXX 2, con loque ello comporta en mejora de la “inmediatez”.
El tweeter es un diseño de cúpula invertida idénticoal empleado en el fabuloso modelo MAXX 2, lo quese traduce en una mejora de la tradicional sensaciónde “inmediatez” del sistema WATT/Puppy.
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