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¿Qué reacción pretendía la empresa cuando, junto a la última nómina, nos "obsequiaron" con un librito sobre medidas de seguridad que debieron contratar a tanto la página, puesto que la rellenaron con cues- tiones propias de un ciudadano iraquí, o israelita, más que de un trabajador de la factoría de Alstom en Santa Perpètua? Yo que me sugestiono y acojono hasta en Sant Joan con los petardos, llegué a casa de forma sigilo- sa (45 minutos después de la hora habitual, ya que entre comprobar los bajos del coche, cerrar los pes- tillos, la bronca y multa de la policía por pararme dos metros antes en los semáforos, etc., mi trayecto habitual se convirtió en una odisea), abriendo la puer- ta despacio y arrepintiéndome de no haber dejado un señuelo para verificar que nadie hubiera entrado en mi casa. Oí un ruido sospechoso y decidí apagar el diferencial, con tan mala suerte que no se fue la luz (básicamente porque era de día) y, tras inmovilizar al gato que se había colado (puesto que, imprudente de mí, dejé abiertas las ventanas con el objeto de venti- lar mi hogar), una vez libre de peligros, decidí bajar a la ferretería para montar un sistema de alarma, vaya a ser que me robasen la Play (ganada honrada- mente mediante una Creation). En seguridad no sé si he ganado, pero el resultado ha sido positivo. He conseguido limitar las inoportu- nas visitas de mi suegra, puesto que pese a haberle dado el código para apagar la alarma, no le di el santo y seña que permite flanquear la barricada instalada en el primer (y único) pasillo. Junto al librito (que dicho sea de paso, parece que lo hayan confeccionado los de la TIA de Mortadelo y Filemón), nos dieron unas cintas para colgar las tar- jetas de marca, para identificarnos, suponemos. De entrada, parece que los visitantes, que hasta ahora campaban a sus anchas (cámara de fotos en ristre de manera habitual), también deberán andar de forma controlada por la factoría. Vista a través del librito la seriedad que le da la dirección de la empresa al tema de la seguridad, qui- zás lo siguiente será que a alguien se le ocurra, para identificarnos por secciones, ponernos triángulos de colores como los de los campos de concentración del 3er Reich (comunistas, judíos, gays, socialistas) o tatuarnos en la frente el número de operario. Anticipándonos a ello y participando del choteo general, proponemos que, en adelante, los de P-2 sean "els Cocodrils"; los de P-1, "els Dofins"; el taller eléc- trico i los de indus, "els Peixets" (de neón claro); en ingeniería, por supuesto, "els Castors"; a los del comi- té ya se nos da habitualmente el nombre de un mamí- fero de cuatro patas, el turno de noche, coherente- mente, serán "els Mussols". Y que nadie lo ponga en duda que los de la dirección serán "els Lleons", así nadie podrá nunca jamás poner en duda el principio de autoridad, pese a que algunos opinamos que cierto animal carroñero de la sabana africana sería más apropiado. Ansioso estoy para ver a los de pruebas agarradi- tos de una cuerda encaminándose al comedor, cantan- do al unísono "Un tren petitó". Sin acritud: Alstom, fina y segura Qui no ha sentit alguna vegada frases com "Al pueblo pan y circo", contex- tualitzada a l'època romana o, més recentment, allò de que el futbol es "el opio del pueblo". Probablement d'aquestes frases fetes en podríem extreure només connotacions negatives respecte de l'ús de l'esport per manipular les masses. Com tot, hi ha vegades que aquesta "manipulació" es pot utilitzar per a qüestions o causes necessàries i justes i aquí, evidentment, ja entra la concepció política, moral i ètica de cadascú d'acceptar o no allò que la fi jus- tifica els mitjans. Mandela va fer del rugby un element fonamental per a la transició a Sud- àfrica atesa la importància que aquest esport tenia per als Boers, que sos- tenien l'Apartheid. Aquest excel·lent llibre tracta de com Mandela va gestio- nar al llarg dels anys la moral dels Boers mitjançant el rugby, vetant, cedint i finalment donant suport als Springbooks, moment culminant de la transició pacífica en tenir lloc la celebració del mundial de rugby a Sud-àfrica el 1995. Tot i que se n'ha fet una versió cinematogràfica, recomanem sens dubte llegir el llibre primer i, potser desprès, veure la pel·lícula. EL FACTOR HUMÀ John Carlin Edicions La Campana Queremos empezar este editorial valorando muy positivamente la imagen de unidad, seriedad y organización que ha demostrado la plantilla en la movilización del pasado 16 de marzo, de la que deberían tomar buena nota tanto la dirección como la Administración. La plantilla se toma muy en serio todos los incumplimientos que hemos denunciado y que, a día de hoy, siguen sin resolverse debido a una posición intransigente de la dirección, que no ha dudado en utilizar formas y argumentos más que reprochables para romper las mediaciones de los días 10 y 15 de marzo, dado que en ningún momento tenían la intención de poner encima de la mesa ninguna propuesta medianamente aceptable. La movilización ha sido un aviso, pero que no duden que a partir de ahora se realizaran más acciones, con el fin de desbloquear los acuerdos firmados por esta dirección. La actual dirección no se ha basado en la profesionali- dad de los mandos, ingenieros y técnicos con experiencia en el ferrocarril que tenemos en la unidad, haciendo caso omiso de sus conocimien- tos en el sector, aplicando recetas de sus trayecto- rias anteriores en el sector de la automoción, algu- nas del siglo XIX, de una manera prepotente y obsesiva, sin escuchar en ningún momento ningu- na opinión que sea diferente a la que tengan prefi- jada de antemano. Como por ejemplo, cambiando el sistema de almacenaje, lo que ha generado un caos organizativo en la empresa, no sólo con los materiales, sino afectando también a los tiempos, lo que está repercutiendo en que estos se disparen en proyectos en los que nunca habían existido mayo- res problemas. La dirección también ha apostado por siste- mas de producción anticuados, con tiempos indivi- dualizados, en vez de desarrollar los grupos de tra- bajo en los que se deja parte de autogestión; eso sí, dotándolos del tiempo necesario para que se pue- dan asumir diferentes tareas. Sin olvidarnos tampo- co de los cambios en el tipo de contratación, no sólo de operarios sino también de mandos, contra- tando personal externo sin experiencia en el sector, en vez de promocionar al de plantilla y dedicando su esfuerzo a realizar tareas contrarias al objetivo de crear una empresa competitiva. CCOO hemos denunciado desde el principio todas estas cuestiones hasta la saciedad y hemos llegado a un punto en que se hace visible lo que habíamos planteado, que ha desembocado en el actual caos, y la empresa todavía se atreve a res- ponsabilizar a la plantilla del despropósito que se ha alcanzado en algunos proyectos. Nuestro objetivo es la negociación y el acuer- do, utilizando la movilización si hay una cerrazón por parte de la dirección, ya sea de la unidad y/o del grupo. El plan- teamiento de CCOO, asumido por el comité de empresa, es que se cumpla lo acordado entre ambas partes y en algu- nos casos también por la Generalitat, sin renunciar a seguir movilizándonos si no hay un cambio de acti- tud por parte de la dirección. Teniendo en cuenta que la carga de trabajo de taller y de ingeniería es fundamental, y siendo cons- cientes de la situación por la que atraviesa el país, exigimos a la dirección una actitud más profesional, tanto a nivel comercial como operativo, que escu- che más al cliente en el tipo de pedidos que quiere y cómo los quiere, en vez de proponerle catálogos. En relación a las informaciones sobre las cargas de trabajo, que se recojan las previsiones de amplia- ción de pedidos en curso y de nuevos contratos, como por ejemplo los 10 trenes de alta velocidad que ya han salido a concurso y que no se recogen en las cargas de Santa Perpètua. ¡CCOO exigimos más seriedad y profesionalidad! EDIT ORIAL

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Page 1: Sin acritud: Alstom, fina y seguraindustria.ccoo.cat/industria/alstom/Documentos/81.pdf · 2010-04-26 · ingeniería, por supuesto, "els Castors"; a los del comi - té ya se nos

La moguda

¿Qué reacción pretendía la empresa cuando, junto ala última nómina, nos "obsequiaron" con un libritosobre medidas de seguridad que debieron contratara tanto la página, puesto que la rellenaron con cues-tiones propias de un ciudadano iraquí, o israelita, másque de un trabajador de la factoría de Alstom enSanta Perpètua?

Yo que me sugestiono y acojono hasta en SantJoan con los petardos, llegué a casa de forma sigilo-sa (45 minutos después de la hora habitual, ya queentre comprobar los bajos del coche, cerrar los pes-tillos, la bronca y multa de la policía por pararme dosmetros antes en los semáforos, etc., mi trayectohabitual se convirtió en una odisea), abriendo la puer-ta despacio y arrepintiéndome de no haber dejado unseñuelo para verificar que nadie hubiera entrado enmi casa. Oí un ruido sospechoso y decidí apagar eldiferencial, con tan mala suerte que no se fue la luz(básicamente porque era de día) y, tras inmovilizar algato que se había colado (puesto que, imprudente demí, dejé abiertas las ventanas con el objeto de venti-lar mi hogar), una vez libre de peligros, decidí bajara la ferretería para montar un sistema de alarma,vaya a ser que me robasen la Play (ganada honrada-mente mediante una Creation).

En seguridad no sé si he ganado, pero el resultadoha sido positivo. He conseguido limitar las inoportu-nas visitas de mi suegra, puesto que pese a haberledado el código para apagar la alarma, no le di el santoy seña que permite flanquear la barricada instaladaen el primer (y único) pasillo.

Junto al librito (que dicho sea de paso, parece quelo hayan confeccionado los de la TIA de Mortadelo yFilemón), nos dieron unas cintas para colgar las tar-jetas de marca, para identificarnos, suponemos. Deentrada, parece que los visitantes, que hasta ahoracampaban a sus anchas (cámara de fotos en ristre demanera habitual), también deberán andar de formacontrolada por la factoría.

Vista a través del librito la seriedad que le da ladirección de la empresa al tema de la seguridad, qui-zás lo siguiente será que a alguien se le ocurra, paraidentificarnos por secciones, ponernos triángulos decolores como los de los campos de concentración del3er Reich (comunistas, judíos, gays, socialistas) otatuarnos en la frente el número de operario.

Anticipándonos a ello y participando del choteogeneral, proponemos que, en adelante, los de P-2 sean"els Cocodrils"; los de P-1, "els Dofins"; el taller eléc-trico i los de indus, "els Peixets" (de neón claro); eningeniería, por supuesto, "els Castors"; a los del comi-té ya se nos da habitualmente el nombre de un mamí-fero de cuatro patas, el turno de noche, coherente-mente, serán "els Mussols". Y que nadie lo ponga enduda que los de la dirección serán "els Lleons", asínadie podrá nunca jamás poner en duda el principio deautoridad, pese a que algunos opinamos que ciertoanimal carroñero de la sabana africana sería másapropiado.

Ansioso estoy para ver a los de pruebas agarradi-tos de una cuerda encaminándose al comedor, cantan-do al unísono "Un tren petitó".

Sin acritud: Alstom, fina y segura

Qui no ha sentit alguna vegada frases com "Al pueblo pan y circo", contex-

tualitzada a l'època romana o, més recentment, allò de que el futbol es "el

opio del pueblo". Probablement d'aquestes frases fetes en podríem extreure

només connotacions negatives respecte de l'ús de l'esport per manipular les

masses. Com tot, hi ha vegades que aquesta "manipulació" es pot utilitzar

per a qüestions o causes necessàries i justes i aquí, evidentment, ja entra la

concepció política, moral i ètica de cadascú d'acceptar o no allò que la fi jus-

tifica els mitjans.

Mandela va fer del rugby un element fonamental per a la transició a Sud-

àfrica atesa la importància que aquest esport tenia per als Boers, que sos-

tenien l'Apartheid. Aquest excel·lent llibre tracta de com Mandela va gestio-

nar al llarg dels anys la moral dels Boers mitjançant el rugby, vetant, cedint

i finalment donant suport als Springbooks, moment culminant de la transició

pacífica en tenir lloc la celebració del mundial de rugby a Sud-àfrica el 1995.

Tot i que se n'ha fet una versió cinematogràfica, recomanem sens dubte

llegir el llibre primer i, potser desprès, veure la pel·lícula.

EL FACTOR HUMÀ

John Carlin

Edicions La Campana

Queremos empezar este editorial valorando muy

positivamente la imagen de unidad, seriedad y

organización que ha demostrado la plantilla en la

movilización del pasado 16 de marzo, de la que

deberían tomar buena nota tanto la dirección como

la Administración. La plantilla se toma muy en serio

todos los incumplimientos que hemos denunciado y

que, a día de hoy, siguen sin resolverse debido a

una posición intransigente de la dirección, que no

ha dudado en utilizar formas y argumentos más que

reprochables para romper las mediaciones de los

días 10 y 15 de marzo, dado que en ningún

momento tenían la intención de poner encima de la

mesa ninguna propuesta medianamente aceptable.

La movilización ha sido un aviso, pero que no

duden que a partir de ahora se

realizaran más acciones, con

el fin de desbloquear los

acuerdos firmados por esta

dirección.

La actual dirección no se

ha basado en la profesionali-

dad de los mandos, ingenieros

y técnicos con experiencia en

el ferrocarril que tenemos en

la unidad, haciendo caso omiso de sus conocimien-

tos en el sector, aplicando recetas de sus trayecto-

rias anteriores en el sector de la automoción, algu-

nas del siglo XIX, de una manera prepotente y

obsesiva, sin escuchar en ningún momento ningu-

na opinión que sea diferente a la que tengan prefi-

jada de antemano. Como por ejemplo, cambiando

el sistema de almacenaje, lo que ha generado un

caos organizativo en la empresa, no sólo con los

materiales, sino afectando también a los tiempos, lo

que está repercutiendo en que estos se disparen en

proyectos en los que nunca habían existido mayo-

res problemas.

La dirección también ha apostado por siste-

mas de producción anticuados, con tiempos indivi-

dualizados, en vez de desarrollar los grupos de tra-

bajo en los que se deja parte de autogestión; eso sí,

dotándolos del tiempo necesario para que se pue-

dan asumir diferentes tareas. Sin olvidarnos tampo-

co de los cambios en el tipo de contratación, no

sólo de operarios sino también de mandos, contra-

tando personal externo sin experiencia en el sector,

en vez de promocionar al de plantilla y dedicando

su esfuerzo a realizar tareas contrarias al objetivo

de crear una empresa competitiva.

CCOO hemos denunciado desde el principio

todas estas cuestiones hasta la saciedad y hemos

llegado a un punto en que se hace visible lo que

habíamos planteado, que ha desembocado en el

actual caos, y la empresa todavía se atreve a res-

ponsabilizar a la plantilla del despropósito que se

ha alcanzado en algunos proyectos.

Nuestro objetivo es la negociación y el acuer-

do, utilizando la movilización

si hay una cerrazón por parte

de la dirección, ya sea de la

unidad y/o del grupo. El plan-

teamiento de CCOO, asumido

por el comité de empresa, es

que se cumpla lo acordado

entre ambas partes y en algu-

nos casos también por la

Generalitat, sin renunciar a

seguir movilizándonos si no hay un cambio de acti-

tud por parte de la dirección.

Teniendo en cuenta que la carga de trabajo de

taller y de ingeniería es fundamental, y siendo cons-

cientes de la situación por la que atraviesa el país,

exigimos a la dirección una actitud más profesional,

tanto a nivel comercial como operativo, que escu-

che más al cliente en el tipo de pedidos que quiere

y cómo los quiere, en vez de proponerle catálogos.

En relación a las informaciones sobre las cargas de

trabajo, que se recojan las previsiones de amplia-

ción de pedidos en curso y de nuevos contratos,

como por ejemplo los 10 trenes de alta velocidad

que ya han salido a concurso y que no se recogen

en las cargas de Santa Perpètua.

¡CCOO exigimos más seriedad y profesionalidad!

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Quan els treballadors fan vaga no és que no vulguin treballar,sinó que volen fer-ho en millors condicions (Francesc Layret)