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BOLETÍN INFORMATIVO

– DEL 8 al 14 de septiembre

– No. 095

Desde hace ya un buen tiempo los diálogos en la Habana entre el Gobierno colombiano y la Guerrilla de las FARC en la búsqueda de la paz se han convertido en un tema de la vida diaria de los colombianos. Hemos asistido a un prolongado caminar en el diálogo de las partes, salpicado de tantas expectativas, sentimientos, momentos de esperanza, situaciones de sombras y tinieblas; ideas, comentarios, estudios, entrevistas, con posturas

contrastantes entre las apreciaciones positivas y las afirmaciones condenatorias sobre la veracidad, posibilidad o imposibilidad de alcanzar la tan anhelada paz, o más bien, el fin de la violencia armada porque es desde allí, desde donde se inicia la etapa de construcción de la paz. La búsqueda de esta finalización del conflicto armado no es ni lo será nada fácil puesto que a ésta han ido añadiendo más y más elementos a

nivel de causas, motivos, elementos y efectos que en el sentir general hacen pensar que la consecución de la paz será posible dentro de veinte a veinticinco años. El alcance del conflicto y su complejidad en el presente ha revestido unas dimensiones e implicaciones muy profundas y amplias. La búsqueda de la paz no puede ser simplemente un asunto entre el Gobierno y las FARC. Los colombianos nos hemos desentendido de este propósito. La violencia en Colombia con tantos actores y tantas víctimas ha penetrado todos los estamentos, ambientes y lugares de nuestra vida colombiana. Si la fuente de la violencia es el corazón humano, la búsqueda de la paz también tiene que nacer del corazón humano y de los grupos sociales. Hemos sido invadidos por la violencia y esta reviste formas y lugares que no se

¿Será que no es posible la paz en Colombia?

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reducen a los diálogos de la Habana. Toda nuestra historia Colombiana ha estado manchada de sangre. Los tiempos de ausencia de guerra han sido mínimos. Nuestra vida entera está infiltrada por la violencia. Es el corazón humano el que ha hecho posible la violencia intrafamiliar tan alarmante en muchísimos de los hogares colombianos; hoy se está hablando del fenómeno del "matoneo" en las instituciones educativas; el tráfico vehicular es un escenario permanente de violencia, el miedo, la inseguridad en las ciudades, los barrios y las veredas se va extendiendo cada vez más. De esta manera, los colombianos no podemos decir que vivimos en una sociedad de paz. El pesimismo ha ido ganando cada vez más terreno. ¿Será que no es posible la paz en Colombia? Ciertamente que la humanidad siempre ha estado amenazada y en muchos momentos y lugares la violencia, la agresión y la muerte han alcanzado tragedias de unas dimensiones insospechables; pero también, en el corazón humano se encuentran luces y fuerzas que pueden desplegarse para la conquista de la paz, la cual nunca será perfecta, pero sí podrá ser un empeño constante, valiente y decidido de los seres humanos con logros parciales y progresivos. La búsqueda de la paz es asunto de todos. Entre todos los colombianos puede ir surgiendo la paz en la medida del compromiso de cada uno. Cada quien, en primer lugar, debe mirar su vida personal y social para despojarla de toda injusticia,

mentira e intereses egoístas; se necesita la purificación del corazón y de la mente; es necesaria la difícil pero posible actitud para perdonar y para reconocer el mal causado. Sin reconciliación nunca habrá paz; sin perdón será una vana ilusión, sin reparación la paz no podrá llegar. Los principios y valores de la convivencia han de regir el comportamiento humano y esto deberá ser sembrado desde el inicio de la vida humana que se realiza en el seno de la familia; por tanto, es urgente y es condición para la paz en Colombia, que haya hogares en donde se siembren estos valores. Tantos proyectos de formación en valores que se piensan para edades más allá de la infancia y fuera del contexto familiar tienen un alto porcentaje de ineficacia. La familia no puede ser destruida como es la tendencia de las actuales legislaciones nacionales. Los niños tienen que sentir la paz en sus hogares, en los colegios y escuelas, en las plazas y lugares de concentración social. La paz será realidad cuando se busque la justicia a todo nivel de relaciones humanas formales e informales. Cuando sean las ideas las que predominen sobre la fuerza y las armas, en ese momento brotará el respeto, la solidaridad, la tolerancia, y el perdón. La Sagrada Escritura es clara en su mensaje: la muerte entró en el mundo a causa del pecado (Cfr.Rom 5,12). El pecado, que hizo que el ser humano llegara a considerarse "dios", fue la puerta que se abrió en las relaciones entre los seres humanos, para que entraran todas las expresiones del mal. Pero

también para nosotros, los discípulos de Cristo, en la historia, el amor, la paz, la justicia, y la vida han vencido en Cristo que murió y resucitó (Rom.5,17); por tanto, la paz sí es posible pero a condición de dirigir la mirada y disponer el corazón para que Cristo, con su palabra y su gracia sean acogidas verdaderamente. Dios no es indiferente a la violencia que estamos viviendo. La enseñanza y obra de Jesús nos son ofrecidas para participar en su victoria. La vida de los discípulos de Jesús y las comunidades cristianas en el proyecto de Dios están para ser fermento y dinamismo de transformación para una nueva vida. Así la paz es una posibilidad, y nosotros en comunidad tenemos esa maravillosa misión que con Cristo y con su Espíritu será eficaz; pero también porque hemos recibido todo de Dios esta bendición se torna gravísima responsabilidad. Hemos de aplicar siempre la formula sabia de la Palabra de Dios: "vence el mal con el bien" (Rom 12,21). La renovación de nuestro Plan de Pastoral tiene que llegar a que cada uno y cada comunidad sean artífices de la paz en las familias y en todos los grupos humanos. La tarea es inmensa pero posible porque tenemos a Cristo al ser sus discípulos misioneros. + Héctor Cubillos Peña Obispo de Zipaquirá Tomado de:

http://www.cec.org.co/opinion/3281-sera-

que-no-es-posible-la-paz-en-colombia

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Agenda Diocesana

SEMANAS del 1 al

21 de septiembre

PASÓ:

SEMANA DEL 1 AL 7 DE SEPTIEMBRE

31 de agosto a Reunión señores Obispos de Antioquia y Chocó en Santa

1 de septiembre Rosa de Osos

1 de septiembre Inicia el mes de la Biblia

3 de septiembre Reunión de alcaldes con el Sr. Obispo

5 de septiembre Taller sobre perdón y reconciliación

5 de septiembre Ejercitaciones voluntariado Banco de Alimentos en el CDE

7 de septiembre Un día por la diócesis. (pasa al 21 de septiembre)

ESTAMOS:

SEMANA DEL 8 AL 14 DE SEPTIEMBRE

8 de septiembre Solemnidad de Nuestras Señora de las Misericordias

9 de septiembre Consejo Diocesano de Asuntos Económicos

9-12 de septiembre Semana por la Paz

VIENE:

15 de septiembre Comisión Diocesana de Arte

17 de septiembre Consejo Presbiteral

18 de septiembre Foro Diocesano sobre Educación

19 al 25 de septiembre Visita Pastoral parroquias de Caucasia

21 de septiembre Un día por la Diócesis

21 al 28 de septiembre Semana Bíblica

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VARIOS……

INFORMES…….

Para dudas, comentarios, apreciaciones y críticas comuníquese con nosotros por medio del siguiente

correo electrónico: comunicaciones@dsro.org o

info@dsro.org

A quienes se aprestan a celebrar y renovar el don de su vida en su cumpleaños los presbíteros:

P. César Alcides Balbín Tamayo

8 de septiembre

P. Luis Alfonso Zabala García

10 de septiembre

P. Luis Eduardo Flórez Calle

11 de septiembre

P. Jesús María Muñoz Correa

12 de septiembre

Ilustrisimo Monseñor Erasmo Arango

14 de septiembre

Cumpleaños FELICITACIONES:

DECRETO N° 67

(3 de septiembre de 2014)

Por el cual se nombran Vicario Parroquial y Servicio Misionero en el exterior

Semana por la Paz: Ganemos con la Paz…Reconciliémonos

La paz es un anhelo de todos que implica el aporte de todos, del 7 al 14 de septiembre se llevará a cabo la Semana por la Paz, año en que la Pastoral Social se dedica al compromiso ciudadano por la Paz.

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Presbítero Gustavo Valencia Rodríguez,”Valito” como cariñosamente le decían, se reconoce su habilidad para la música y el latín durante su estancia en el seminario.

Prestó su servicio durante 66 años de vida ministerial en distintas parroquias de la diócesis, donde “se destacó por su identidad sacerdotal, su entrega incondicional al servicio de la comunidad, con humildad y sencillez”.

PASCUA DEL PRESBÍTERO GUSTAVO VALENCIA RODRÍGUEZ

Formación PERDÓN Y RECONCILIACIÓN

Con la presencia de un buen grupo de sacerdotes y laicos de la Diócesis se dio inicio a una reflexión cristiana pertinente para la actual realidad nacional, regional y diocesana, basa en el perdón y la reconciliación.

Objetivo:

Dar inicio a una reflexión cristiana pertinente para la actual realidad nacional, regional y diocesano sobre la Verdad, la Justicia, la Reparación, el Arrepentimiento, la Caridad, el Perdón y la Reconciliación; buscando contribuir a la conformación y consolidación de equipos diocesanos de trabajo para la promoción de un cuerpo doctrinal y pastoral sobre estos temas misionales de la Iglesia (RED-CONCILIACIÓN), de manera que nos sea posible iluminar y contribuir, en libertad y con autonomía, al propósito de la verdadera Paz, en las circunstancias específicas en que se desenvuelve nuestra iglesia particular de Santa Rosa de Osos y en el horizonte de un deseado y posible acuerdo de dejación de armas con los grupos insurgentes.

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