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SEGUNDA PARTE Tras las huellas de las seis antiguas y grandes civilizaciones Imágenes de la antigua Persia, hoy Irán 2ª parte SECCION TERCERA Civilizaciones antiguas: Mesopotamia: IRÁN (Mesopotamia: territorios de las antiguas civilizaciones de Asiria, Sumeria, Babilonia, (medos, persas, asirios, etc.)) Contenido de esta sección Introducción: ¿Qué fue Mesopotamia? Capítulo primero. CUADERNO DE VIAJE. Irán Capítulo segundo. IRÁN, la antigua Persia (la dinastía Seléucida, el imperio o dinastía sasánida) Capitulo tercero. Sumeria (Uruk, la lista sumeria…) Capítulo cuarto. El imperio asirio (Nínive, Babilonia, la sexualidad en Babilonia, la diosa Ishtar, Arbela, la ciudad de Mari, Elam y los elamitas) Capítulo quinto. La biblioteca de Ashurbanipal (la epopeya de Gilgamesh) ******** Estos lugares están hechos para dar una idea de cómo es el paraíso. Esta frase fue la respuesta de un viejo y sabio vigilante con el que tuve una larga charla en la sala de los espejos del palacio de Golestán, a mi pregunta de por qué o para qué tanta fastuosidad. Es decir, es la oferta de ese supuesto dios supremo (o el de los que lo intermedian por él) para después de la muerte. Antes no, antes has de pasar penurias y ellos vivir en el lujo. Así que, ¡sacrifíquense aquí!, que luego ya tal…

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SEGUNDA PARTE

Tras las huellas de las seis antiguas y grandes civilizaciones

Imágenes de la antigua Persia, hoy Irán

2ª parte SECCION TERCERA

Civilizaciones antiguas: Mesopotamia: IRÁN

(Mesopotamia: territorios de las antiguas civilizaciones de

Asiria, Sumeria, Babilonia, (medos, persas, asirios, etc.))

Contenido de esta sección

Introducción: ¿Qué fue Mesopotamia?

Capítulo primero. CUADERNO DE VIAJE. Irán

Capítulo segundo. IRÁN, la antigua Persia (la dinastía Seléucida, el imperio o

dinastía sasánida)

Capitulo tercero. Sumeria (Uruk, la lista sumeria…)

Capítulo cuarto. El imperio asirio (Nínive, Babilonia, la sexualidad en

Babilonia, la diosa Ishtar, Arbela, la ciudad de Mari, Elam y los elamitas)

Capítulo quinto. La biblioteca de Ashurbanipal (la epopeya de Gilgamesh)

********

“Estos lugares están hechos para dar una idea de cómo es el paraíso”. Esta

frase fue la respuesta de un viejo y sabio vigilante con el que tuve una larga charla en la

sala de los espejos del palacio de Golestán, a mi pregunta de por qué o para qué tanta

fastuosidad. Es decir, es la oferta de ese supuesto dios supremo (o el de los que lo

intermedian por él) para después de la muerte. Antes no, antes has de pasar penurias y

ellos vivir en el lujo. Así que, ¡sacrifíquense aquí!, que luego ya tal…

Introducción

¿Qué fue Mesopotamia?

Mesopotamia, desde un punto de vista geológico y entendiendo su territorio

más o menos como el de Irak de nuestros días y entorno, es una región que emergió

después de la última glaciación hace unos 12.000 años. Al reducirse los niveles de

humedad y las precipitaciones, floreció en el Oriente Próximo (entre la barrera del

Cáucaso y la explanada de la meseta irania) el enorme depósito de limo que se había

formado hasta entonces en los cauces de los ríos Tigris y Éufrates. Podría decirse que

todo comenzó allí, en Mesopotamia, y que quizá este sea el lugar del jardín del Edén al

que se refiere la biblia cristiana.

Los datos históricos oficiales dicen que hacia el VI milenio a. C. aparecen las

primeras etnias procedentes del norte y este, así como los semitas venidos del desierto

sirio. Los sumerios llegarían en el IV milenio a. C. La escritura, al parecer, la inventan

hacia el año 3200 a. C. y las ciudades-estado comienzan con la dinastía de Ur hacia el

2900 a. C. y se prolongaría hasta el 2000 a. C. más o menos. El primer imperio semítico

en el territorio es el que fundara Sargón el Grande en torno al 2330 a. C.

Y a partir del 2.000 a. C. entraría Babilonia en el juego con una hegemonía por

parte de Hammurabi hacia el 1750 a. C. Obviamente, seguirían los continuos altibajos

en la historia política y de poder de la región hasta nuestros días.

Es decir que, al parecer, en la Baja Mesopotamia existían asentamientos

humanos desde el Neolítico como la cultura de Jarmo (6700 al 6500 a. C.) Y ya, en el

Calcolítico, encontramos a las culturas Hassuna-Samarra, El Obeid, Uruk y Yemdet

Nasr (entre el 5500 y el 3000 a. C.) Y es durante el período del Obeid cuando se

producen avances importantes que cristalizan en Uruk, considerándose como el inicio

de la civilización sumeria que se difundiría por el resto de Mesopotamia.

Y desde el punto de vista de dicha civilización, quiero llamar la atención de que,

además de los dioses que se dice intervinieron en ello, fueron los individuos o dioses de

una legendaria leyenda, “los siete sabios”, según la cual estos “seres extraños venidos

del mar” instruyeron a los antiguos y salvajes pobladores y los habrían humanizado.

Dejando a un lado la historia de la creación, tenemos también el número siete

tantas y tantas veces en la historia antigua y que nos dicen que significa el número de

ciclos de vida en la Tierra (según estas leyendas estamos al final del 5º ciclo), así como

seres venidos del mar, del espacio… Esto se repite una y otra vez en leyendas y

civilizaciones antiguas ¿hablamos ya claramente y sin rodeos de que otras

civilizaciones han convivido paralelamente con la humana actual?

En cualquier caso, se puede decir que Mesopotamia fue un lugar-región de

encuentro o asentamiento de diversas culturas o civilizaciones de la antigüedad muy

avanzadas para su tiempo, como si fueran culturas diferenciadas a la humana. Los

avances técnicos que desarrollaron los pueblos de Mesopotamia (como la rueda, las

primeras ciudades, el aprovechamiento de los recursos naturales, las matemáticas o la

escritura etc., así como la cultura) han trascendido e influenciado la actual cultura

occidental europea.

Y es que, además de los inventos citados anteriormente, quizá lo más importante

sea, de acuerdo con muchos académicos, el que fueron los primeros en tratar tanto las

plantas como los animales. En el caso de las plantas, con simientes de mijo y trigo, y en

relación con los animales, domesticaron a carneros ancestrales (similares a la cabra

montesa y al ganado salvaje (búfalos). Fue la primera vez que esas especies fueron

domesticadas y criadas a gran escala.

Otros inventos que les debemos a las civilizaciones mesopotámicas son

la moneda, las primeras nociones de astrología y astronomía, el desarrollo del sistema

sexagesimal y el primer código de leyes, escrito por el rey Hammurabi. Idearon,

además, un sistema postal o de correo, la irrigación artificial, el arado, el bote y la vela,

los arreos para los animales, etc., así como desarrollaron la metalurgia del cobre y del

bronce. Nos dieron también un calendario de 12 meses y 360 días. Y por inventar que

no quede, pues hasta inventaron la cerveza.

Y en cuanto a la religión, hay que remontarse a los tiempos de los medos y

persas que fue cuando, al parecer, nació el mazdeísmo que sería reformado por

Zoroastro o Zaratustra, es decir, llegaríamos al zoroastrismo (aunque también se

denomina mazdeísmo), la primera religión que se conoce organizada como tal y de la

cual todas las demás toman referencias. Y es que las religiones cristiana, judía,

musulmana e incluso la budista toman muchos preceptos del zoroastrismo, como el

pecado original, el alma inmortal, la resurrección de los muertos, la confesión…

El Zend Avesta que significa “el libro de la vida”, es el libro sagrado de la

religión mazdeísta o zoroastrista, un libro con instrucciones llanas y sencillas para

alcanzar una vida feliz y la dicha eterna. O sea que es más filosófico que religioso.

Por otra parte, el maniqueísmo, fundado por Maní que nació en el 216, fue otra

de las grandes religiones iraníes. Sus padres eran, posiblemente, de origen

judeocristiano y descendencia real arsánida y vivían en Babilonia. Dice la leyenda que a

los doce años recibió al Espíritu Santo, quién le invitó a retirarse y revelar la guerra

entre la luz y las tinieblas.

Y Mitra era el dios persa del sol, adorado más tarde también en la India y en el

imperio romano. El mitraísmo, original de Persia, pudo comenzar hacia el segundo

milenio a. C. pues se menciona por primera vez en un tratado sobre los hititas y los

mitani escrito hacia el 1.400 a. C. Según el Avesta, significa “contrato o alianza” y es

responsable de proteger a los fieles y castigar a los infieles, y se suele representar en un

carro tirado por caballos blancos.

Por esto, decir que Persia (o Mesopotamia para más concreción) ha dado lugar o

ha sido el origen de tres grandes religiones: el zoroastrismo, el maniqueísmo y el

islamismo, y que también ejerce una gran influencia en el cristianismo es una realidad.

Los reyes magos, sin ir más lejos, se dice que vinieron de oriente a adorar a Jesús, es

decir, de Mesopotamia.

Y me refiero al islamismo también, pues aquí tomo impulso después de que los

musulmanes conquistaran la región e impusieran su religión, el islam. Es verdad que es

una religión obligada por los conquistadores y que no todos aceptan con fervor, pero la

acatan de forma general o, mejor dicho, no existe una oposición frontal hacia ella y se

dejan convivir con ella, pese a no ser la suya.

Yo, al final de esta red de coincidencias entre las religiones, sigo diciendo que

todas están cortadas por el mismo patrón, que se han copiado unas a otras y que parten

de las mismas leyendas o hechos de la antigüedad. Hay un capítulo en este libro-estudio

dedicado a las religiones en el que doy toda la información de que dispongo.

Capítulo primero

CUADERNO DE VIAJE. Irán

Imágenes de gran belleza del Irán de hoy

En el mes de marzo de 2018 me voy casi tres semanas a Irán en viaje organizado

por Aularte. El recorrido nos lleva a conocer Teherán, Qom, Yazd, Kermán, Makhan,

Shiraz, Persépolis, Pasagarda, Kashan e Isfahán, así como Abyane, un pueblo antiguo y

diferente, el pueblo de mis nietas iraníes gemelas.

Irán es muy montañoso y desértico, es decir, son montañas peladas, sin

vegetación, sin vida más allá de sus rocas, sus nieves, sus escabrosas figuras, unas

montañas de gran belleza y con un contraste que las enriquece al poner unas con sus

blanquecinas nieves, al lado de otras con su marrón tierra y rocas por color. Y al ser un

país muy desértico y con la mayor parte de su territorio árido y sin vegetación ni ríos

que lo crucen, hace el agua provenga en su mayoría de pozos y de los glaciares, pues es

una nación muy montañosa.

Aterrizamos en la capital, Teherán, dónde, como en casi todo Irán, abundan los

mausoleos y las mezquitas. También los museos, ya que Farah Diva, la esposa del sha

Reza Pavlevi, era una mujer muy culta y adinerada, amante de los museos y la historia,

así que creó (o mandó hacer por el poder que tenía para hacerlo) numerosos museos,

promoviendo una cultura museística y de conocimiento del que no había mucho en la

Persia de entonces, llevando un poco de la historia de los pueblos a través de los objetos

que adquiría y preservando los legados de nuestros ancestros. Visitamos uno de estos

museos de Farah Diva y también el museo nacional de arqueología. Visitamos también

el palacio de Golestán, el museo Reza Abbasi, un bazar, etc. En cuanto a los mausoleos,

lo de siempre: inmensas moles para albergar los cuerpos de destacados difuntos, según

la historia oficial, esos poderosos jeques que las han protagonizado como líderes, para

que les honren y reverencien más allá de su vida. Y, en fin, ¿qué se puede decir de esto,

pues todas las religiones tienen sus santos o mártires? Y de las mezquitas, tal cual,

inmensas sumas de dinero que se detrae del bienestar de la población para mantener una

idea y un concepto de vida que no se sostiene por la lógica científica, sino por la

comedura de coco permanente al que se somete a la población. Es lo que hay.

Los mausoleos de los descendientes de Mahoma suelen ser espectaculares. El

del imán Jomeini, uno de ellos, es pasarse tres pueblos. Y los peregrinos están obligados

a visitar estos sitios y a pedir y a agasajar a estos personajes (o los que en su nombre

actúan). A mí me sigue pareciendo una tremenda estupidez gastar ese dinero en

templos, mausoleos, etc., sobre todo teniendo en cuenta las dificultades económicas por

las que suelen atravesar estas culturas y es que, cuánto más pobres, más se les explota,

física y mentalmente. La esclavitud continúa… ¡Estupidez humana al 100%!

Me ha llamado la atención la limpieza y orden que hay en Teherán, y en general

en todo Irán. Pero, claro, ¿quién se atreve aquí a no tener una conducta ordenada y

obediente? Otro aspecto que destacar es que las ciudades, en general, tienen casas de no

más de dos alturas, excepto en las más grandes que pueden llegar hasta las siete, como

en Teherán o Shiraz. Es decir, casas bajas, amplias avenidas y calles y, por tanto, más

habitables y menos contaminadas. En fin, una línea urbanística más acorde con una

mejor forma de vida que lo que se suele dar en las grandes de occidente, China o India.

En cualquiera de los casos, lo que ocurre aquí es que, como en todas las tiranías,

subyace un permanente conflicto entre lo que la gente quiere y puede hacer. Un

ejemplo: en el atrio de un mausoleo, aquí, en Teherán, una jovencita me saluda y yo,

educado, le respondo y le digo qué tal y eso. Al principio ella se sorprende que hable tan

francamente así con ella, pero, enseguida empieza a hablar y preguntar, no sin mirar en

todas direcciones por si acaso, y no tardó en ir al grano, que ella se iría conmigo si

pudiera, con cualquiera que la saque de allí, que quería dejar el tipo de vida que ellas,

las mujeres, llevan y tener otra libertad. Pensaba ella que este podía ser su día de suerte,

haber conocido a un occidental y encima soltero y sin pareja ¡su sueño para salir del

país! El caso es que, lo que más me llamó la atención es que quería ya, no le satisfacía

el que yo le dijera que se lo pensara, que existían muchos inconvenientes. Pero ella me

imploraba, ¡por favor, ayúdame, te lo ruego! Y es que desgraciadamente esto es lo que

subyace de esta aparente normalidad: la desesperación de la población por dejar una

vida que no es vida. Me recordó a otra chica iraní que conocí en Dublín y que me contó

que se escapó de su casa pues, más o menos estaba en las mismas condiciones que esta.

Teherán, como es sabido, es la capital de la república islámica de Irán, el antiguo

imperio persa. Tiene una población de unos 8,5 millones de habitantes. Es el centro

político, administrativo y económico de la nación. Se ubica en las estribaciones de los

montes Alborz en el centro del país. Al igual que en el imperio persa, la ciudad ha

sufrido todos los acontecimientos en el devenir de su historia pues, por su ubicación y

riquezas, la hacían apetecible para los conquistadores de todos los tiempos, si bien y ya

en el siglo XX, sus guerras con Iraq y los USA han sido más que noticiables.

Hoy día tiene un alto grado de contaminación, como casi todas las grandes

ciudades, pero sobre todo problemas con la calidad y cantidad de agua potable. Está

expuesta, también, a terremotos debido a que se sitúa en las inmediaciones de una falla

tectónica. Se divide en 22 distritos y 112 barrios. Tiene casi 50 universidades, por lo

que se la considera uno de los centros educativos más importante de oriente.

Y, como no puede ser de otra forma, tiene una gran cantidad de mezquitas y

mausoleos. En ella habitan numerosos grupos humanos (kurdos, turcos, armenios,

asirios, judíos, …) y, por tanto, conviven diversas religiones, si bien la mayoría son

chiíes, ya que existen las creencias sunnís, zoroastrista, judía, bahaísta, o cristiana con

numerosas iglesias diferentes, así como sijs, budistas, hinduistas, ateos, etc.

Entre sus numerosos monumentos, es destacable el palacio de Golestán, que fue

usado como residencia en la dinastía de reyes Kayar. Ya en el siglo XX, época pahlaví,

se utilizaba para recepciones oficiales y allí se coronó al Reza Shah y a Mohammad

Reza Pahlaví. Y después de la revolución islámica del año 1979 se convirtió en museo

histórico por lo que la Unesco, en el 2013, lo consideró patrimonio de la humanidad.

Describir sus bellas salas ricamente decoradas sería imposible, pues describir las

sensaciones que se perciben cuando se visita es difícil. Solo voy a referirme a su

impresionante sala de los espejos, en la que te sientes infinito.

Seguimos camino a Qom, donde visitamos el mausoleo de Fátima, una

descendiente de Mahoma, aunque no su hija. Qom es una de las cunas del Chiismo.

Ubicada a 132 km de Teherán, tiene una población de más de 1,2 millones de personas.

En 1963, el ayatolá Jomeini la convirtió en el centro de la revolución islámica.

Alberga, como he citado, el Mausoleo de la Tumba de Fátima, la hermana del

imán Reza, el Octavo Imán, por lo que es un importante destino de peregrinación para

los chiíes. Los turistas tienen que acceder en pequeños grupos y de la mano de un guía

que ellos mismos proporcionan (suelen ser estudiantes voluntarios), si bien tienen

prohibida la entrada al interior de la tumba, solo los musulmanes pueden visitarla. Las

mujeres son obligadas a usar el chador, que le proporcionan. A los hombres no se les

exige ningún requisito en la vestimenta.

Qom es tenida por una ciudad santa, con más de 85 mezquitas y considerada

como “el vaticano chiita”. Y no es para menos, pues alberga el mayor centro de

estudios islámicos chiitas en el mundo, el lugar con más madrazas de adoctrinamiento

en el islam de todo el país, algo así como la universidad de enseñanza (adoctrinamiento)

islámica. Un aprendiz de imán quiso saber cosas (más que saber, quería ayudar,

supongo), y me dijo que, si yo tenía preguntas, él gustoso me las contestaría, así que

empezamos a hablar. Le contesté, a modo de pregunta y respecto de las reglas

religiosas, que me parecían poco importantes, que la idea religiosa debe estar en la

mente, no en la vestimenta o reglas que se sigan. Lo dejé planchado, así que me dijo que

iba a preguntar al imán (el que nos hacía de guía) qué contestarme. Y el imán le dijo que

ya me contestaría él. Y así lo hizo, quiso hacerme ver de la importancia de las reglas.

Pero…, ninguna de sus explicaciones tenía base alguna así que, a todo lo que él decía,

yo le largaba un zasca tras otro hasta que el pobre hombre me dejó por imposible, no sin

antes darme a entender que no sabía cómo salir de aquella encerrona en la que él mismo

se había metido. En fin, cosas de la sinrazón.

Algunos datos más sobre el significado de Madrasa. En la cultura árabe es el

nombre que se da a cualquier tipo de escuela, ya sea religiosa o secular, aunque en

español se usa por lo general para denominar a una escuela islámica. En general la

enseñanza y memorización del Corán es su labor fundamental, si bien también enseñan

lógica e historia islámica y lengua, incluyendo lenguas extranjeras, ciencias e historia

mundial. No hay edad para estudiar en una madrasa, y el diploma de ulema, por

ejemplo, requiere de unos doce años de estudio. Pueden tener alumnos internos y

externos, pues una de sus principales funciones es admitir a niños pobres o huérfanos.

Hay madrasas solo para mujeres, y en aquellas en las que se admite a mujeres, estas

deben estudiar separadas de los hombres.

En el viaje hablamos mucho de estos temas, ya que el guía era abierto a este tipo

de conversaciones y se consideraba no religioso, pero sí respetuoso con la religión pues

era la de sus padres y él, por supuesto, a ellos no les había dicho (ni le diría nunca) que

él no profesaba su religión. Tuve más encuentros con personas, sobre todo jóvenes,

chicos especialmente ya que con las chicas era difícil hablar, aunque sí lo hice con

bastantes, y algunos incluso llegaban a decir que odiaban el islam, que no querían vivir

bajo ese martirio. Hay mucha gente, más de la que se piensa o que se manifiesta, que

desean un cambio. Y tiene lógica pues el islam es una religión impuesta en Irán, no la

suya de origen. Creer o no creer o tener una u otra religión, debería ser una opción que

tomara libremente cada individuo, teniendo como base una educación libre y respetuosa

al respecto y respecto de todas las religiones. La educación religiosa en este aspecto

debe ser la que contemple el estudio de las religiones, todas, sin adoctrinamiento hacia

ninguna de ellas, sin obligaciones ni reglas.

La cuestión es ¿hasta qué punto ha llegado la sociedad para no permitir que la

gente decida libremente cómo quiere vivir? ¿Por qué se ha permitido llegar a esto? ¿Por

qué, incluidos los occidentales, acatamos unas reglas que consideramos absolutamente

insanas desde el punto de vista de la condición humana? ¿No deberíamos rebelarnos

contra estas normas y no ponernos velos, descalzarnos, etc.? ¿Quiénes perderían más?

¿Ellos, si no reciben turismo si le imponen estas reglas, o nosotros por no poder visitar

sus países? Y, en cualquier caso, el turismo, y por tanto la economía que mueve ¿no les

obligaría a aceptar y respetar, también, nuestras reglas de vivir en libertad y nuestros

usos y costumbres? ¿O, sí o sí somos nosotros los que debemos aceptar sus reglas? Y

con esto me refiero que, nosotros occidentales, también estamos obligados a respetar las

suyas, siempre y cuando se hagan desde la libertad del individuo, que es la que cuenta.

Cierto es que los tiempos cambian y que algo se está moviendo. Pero a veces

tengo la sensación de que este movimiento es involucionista, que no progresa en un

sentido de más apertura y libertad, sino todo lo contrario. Y no caigamos en lo fácil: ¡la

culpa es de los gobernantes o las religiones! No. La culpa es de todos y cada uno de los

ciudadanos, que aceptamos en uno u otro sentido estas imposiciones, quizá con aquello

de…, mientras no me toque a mí… En fin.

En Yazd, “la novia del desierto”, visitamos las torres del silencio, casco

histórico, jardines árabes con su torre del viento, mezquitas y espectáculo de música y

deporte de fuerza. Es una ciudad histórica de la minoría zoroástrica. Visitamos la

mezquita Jame, el templo del fuego de Zoroastros, etc. Comemos en una alta torre con

una plataforma giratoria con lo que ibas teniendo una vista de todos las partes de la

ciudad durante la comida. Me quedé encerrado en el baño, ya que el cierre no

funcionaba bien. Me sacaron, obviamente.

He de hablar de la cultura de la muerte en este contexto. La verdad es que se dan

todo tipo de prácticas. Cada cultura y en su tiempo han tenido unas u otras. Por ejemplo,

estas torres del silencio de los zoroastros en Yazd son una montaña dónde dejaban a sus

muertos para que se los comieran los buitres, pues consideraban que el cuerpo físico

estaba contaminado, tenía el mal en sí mismo, y por lo tanto ni enterrarlo, ni quemarlo,

ni tirarlo al mar, pues todo ello contaminaría el medio ambiente. Mejor que fuera

comido por los buitres. Los masáis mara hacen algo parecido, dejan a sus casi muertos

(cuando ya no se valen por sí mismos) en la selva para que sirvan de alimento a las

fieras; los esquimales también abandonan a sus mayores que no pueden valerse para que

mueran en la nieve y sean devorados por los osos; en Japón, también existía la

costumbre de dejar a sus ancianos en una montaña y que allí murieran y fueran comidos

por los buitres; los indígenas americanos hacían lo mismo, etc.

Luego están los crematorios indios (Gahts), los enterramientos cristianos y todo

lo que conlleva de mausoleos, cementerios, cenizas, flores, fiestas de santos y difuntos,

lutos, herencias, sucesiones patriarcales, la incineración, etc. Hay más: las momias en

diferentes culturas, los diferentes enterramientos que se daban en las culturas indígenas

en América Latina (maya, inca y otras), que se enterraban en cuclillas y en el suelo; o

colgados de un acantilado; o quemados en la hoguera al aire libre, etc.)

Qué duda cabe que los enterramientos más espectaculares se dan en las

pirámides egipcias y en los mausoleos excavados en las rocas de los valles de los reyes

y las reinas en Egipto. Pero hay otros como esos fabulosos mausoleos dedicados a

miembros de la familia de Mahoma, por no hablar del que más, el Taj Majal en la India.

En fin, que en la cultura de la muerte en las diferentes civilizaciones hay todo un

abanico de opciones y formas, muchas de ellas de lo más absurdo.

Yazd, para terminar, es una de las ciudades históricas más antiguas e

importantes de Irán. Con una población cercana a los 500.000 habitantes, su historia se

remonta al menos a hace unos 3.000 años, en el imperio medo. Fue refugio para los que

huían de las guerras de los mongoles, debido a su ubicación estratégica y centro

zoroastriano, y en 1272 fue visitada por Marco Polo en su viaje por la ruta de la seda.

Seguimos ruta hacia Kermán, y en el camino visitamos un caravanserai

totalmente restaurado y que hoy hace de hotel. Estos lugares eran los que antiguamente

albergaban a los caravaneros que recorrían el desierto con sus mercancías. Muy bonito.

Estamos en la ruta de los pistachos, esta zona es la de mayor producción.

Kermán, llamada la joya del desierto y que en la actualidad tiene más de

700.000 habitantes, es una ciudad que se distingue por sus alfombras y sedas. Se dice

que surgió en el siglo III de las manos del gobernador sasánida Ardashir I y en el siglo

XVIII alcanzó su mayor esplendor. Era un punto importante en la ruta comercial que

unía el golfo pérsico con el Asia central ya en los tiempos en que Marco Polo la visitó

(año 1271). Sufrió, como otras, los avatares de la historia. Está rodeada por montañas

que la hacen gozar de distintos climas a lo largo del año e, incluso y dado su proximidad

con el desierto de Lut, suele sufrir violentas tormentas de arena en primavera.

Pero en 1794 fue destruida por un terremoto a lo que se sumaron las tropas del

Aga Muhamed Shah que completaron una terrible matanza de los pobladores que habían

sobrevivido al terremoto, algo que todavía horroriza a los historiadores. Aun así, ha sido

reconstruida y hoy es una de las zonas más ricas de Irán.

En nuestra visita, comemos en los jardines del príncipe de una gran belleza, con

unos manantiales que bajan, supongo de las montañas cercanas que también son

preciosas. Y visitamos el mausoleo en el distrito de Mahan del Gran sufí Nematula

Valí Shakh, fallecido en 1431, un derviche que tiene ¡cómo no!, su magnífico

mausoleo. Fue un maestro sufí y gran poeta. Místico y espiritual como todo sufí, viajó

por diferentes países, especialmente India divulgando su filosofía y poemas. En aquellos

tiempos, ser sufí podía tener consecuencias pues, por ejemplo, el sufí Hasef, un artista y

poeta, fue condenado por irreverente.

Un derviche, para aportar un poco más de conocimiento, es una palabra que en

persa puede significar mendigo, aunque, en realidad y en el sentido más habitual, es una

persona considerada como un ascético o místico miembro de una cofradía religiosa.

Pero, en Irán y Turquía se le suele asociar a mendigo religioso. Suele ser indiferente

hacia los bienes materiales y suelen hacer votos de pobreza y si piden dinero, no es para

ellos, lo tienen prohibido, sino para dárselo a los más pobres.

Seguimos a Shiraz, ubicada a más de 900 km al sur de Irán, al pie de los montes

Zagros, y que fue capital de Persia durante la dinastía Zand. Es conocida como la ciudad

de la poesía, el vino, las rosas y las luciérnagas. Su existencia se remonta a más de

2.500 años y fue una importante ciudad a finales del periodo sasánida. Pero, como otras,

sufriría las diferentes contiendas acaecidas en Persia. La vitivinicultura ha estado

presente en la historia de la región desde tiempos inmemoriales, uno de sus activos

económicos, así como el petróleo y la industria electrónica de Irán.

Shiraz es una de las ciudades históricas de Irán y en su cercanía encontramos la

más importante desde el punto de visto histórico, Persépolis, que se podría decir que es

o era un suburbio de Shiraz, pero con la importancia de haber sido capital del reino

aqueménida ostentando el ganado título de “el rey de reyes”. Claro que después llegaría

Alejandro Magno y acabaría con todo. Y es que esta tierra, en la antigüedad fue un

enclave importante en la ruta de la seda, pero, sobre todo, cuna de grandes artistas,

poetas y un famoso enclave vinícola, hasta que la revolución islámica acabó con el

“vicio” del vino. ¡Qué cosas!, uno de los lugares donde la cultura de la diversión y el

sexo eran casi obligados, ha pasado a ser todo lo contrario, todo prohibido por orden de

los custodios de la moral religiosa. En fin.

Y visitamos algunos bellos jardines, como el de Narenjestan, la mezquita Nasi-

lo-Mook, la escuela de teología y el conjunto vakil (mezquita, baños, ciudadela, zoco),

etc. También visitamos el palacio de Sarvestán, importante y antigua construcción de la

cultura sasánida, una de las tres más importantes que se conservan. Y contemplamos los

Lagos de sal y la cordillera de Zagros que, en verdad, todas las zonas montañosas y

desérticas, pues lo son, de Irán son espectaculares.

Aquí, en Shiraz, en una sala de la mezquita Vakil conocí a Ladan, la segunda

joven con la que pude hablar, una iraní con muchos, muchos deseos de hablar con algún

hombre con el que poder debatir de tú a tú y, se entiende, a ella y a las mujeres en

general, no se les permite hablar en el más claro significado de esa palabra con

hombres, ni siquiera con los de su familia. Pude hablar y sigo teniendo largas sesiones

de wasap. Ese día se mostró tímida, cautelosa y sorprendida de que un hombre hablara

con ella con toda franqueza de cualquier cosa. Siempre me decía “puedo preguntarte

esto…, lo otro”, porque no sabe cómo dirigirse a un hombre. Y siempre acaba con un

“gracias, gracias, muchas gracias…” porque para ella es un tesoro el poder hablar y

conocer cómo piensan los hombres. En fin, que…, me dejó tocado, pero bien tocado, un

par de días. No puedo entender este mundo ¿Cómo un padre, pues es el padre el que le

impide todo, no deja a una chica adulta de 21 años irse a estudiar al extranjero que es lo

que ella quiere? Y no es por dinero, no, que viven bien. En fin. Pero…, las charlas de

wasap y que la vida sigue me hacen eso, seguir adelante.

La mezquita Vakil de Shiraz fue construida entre el año 1751 y el 1773, en el

periodo denominado Zand, si bien fue restaurada en el siglo XIX durante el periodo de

Qajar. Hoy día, el conjunto arquitectónico está ubicado al lado de la entrada principal

del Bazar del mismo nombre, un bazar como casi todos, repleto de tiendas, mercancías

y gente, plazas y demás urbanismo propio de estos lugares.

Persépolis me impresionó, ¡cómo no! Está ubicada a unos 70 km de Shiraz y fue

la capital del imperio persa en la época aqueménida. Su espectacular arquitectura se

inspira en los trabajos de los artistas de los demás territorios del imperio, por lo que la

influencia mesopotámica está presente en casi todo. La grandiosidad del conjunto no

tiene igual, es indescriptible, con numerosas inscripciones cuneiformes grabadas en sus

muros o fachadas. También se han hallado miles de tablillas con escritura cuneiforme y

otros idiomas. Están presentes o representados todos los pueblos dominados por el

imperio y consta de numerosos patios y estancias, un conjunto realmente impresionante

y hecho para eso, para impresionar.

Existen controversias sobre las funciones que tenía el complejo pues, como

siempre ocurre, no logramos comprender semejantes mega construcciones. Por eso yo

siempre mantengo el “no tenemos ni idea de muchas cosas del pasado”. Jean Chardin lo

expresó de esta manera: “No sé si mi descripción y las figuras que la acompañan darán

una gran idea; pero puedo asegurar que aquella que se concibe por la vista va más allá

de todas las expresiones, pues no tengo jamás nada por visto, ni concebido, ni tan

grande ni tan magnífico. ¿Cuántos millares de hombres deben haber trabajado, y

durante cuántos años? No es sólo aquí una obra maestra, donde hay sólo trabajo y

pena, como en las pirámides de Egipto, que Horacio tiene mucha razón en llamar una

maravilla bárbara, pues no son después de todo más que un montón de piedras: aquí

hay un arte infinito, orden e industria; y puede decirse que es una obra digna de los

más grandes maestros y de las sabias manos que lo han formado”.

En fin, que, hacia el final del siglo VII a. C., los medas emergieron como una

gran nación que se haría con el poder asirio creando un reino al oeste de Irán. En el 550

a. C. Cyrus el Grande accedió al poder creando un gran imperio, el persa. Construyó la

capital del imperio en Pasargada, a unos 135 km de Shiraz. Murió en el 530 a. C. por lo

que hubo varias disputas para hacerse con el trono. No sería hasta la llegada de Darío,

primo de Cyrus, en el año 522 a. C. cuando se creara definitivamente el gran imperio

aqueménida, con acuñación de moneda, el establecimiento de un gran ejército e

infinidad de construcciones, como Persépolis, a la que trasladó la capital del imperio y

en las que sus descendientes Xerxes y Artaxerxes I continuarían su labor constructiva.

Una ciudad construida entre el siglo VI y V a. C. que, en su tiempo, debió ser

maravillosa. Las artes, la arquitectura, la organización estatal, etc., todo recibió un gran

impulso y adelanto para su tiempo. El nombre de Persépolis significa “los jardines de

Fars”. El egocentrismo de los reyes aqueménidas (de todos los reyes y reinos

absolutistas, sin duda) se hace patente en las enormes construcciones, rituales, pinturas,

grabados, esculturas, etc., dónde demuestran su poder y buscan el amedrentamiento de

los otros. En Persépolis esto se refleja nítidamente.

Pero Alejandro el Magno la destruiría hacia el año 330 a. C. después de

conquistarla (primero la derruyó y después le prendió fuego para que no quedara nada

en pie). El sentido de este crimen, al parecer, no era otro que el de demostrar a los

persas que aquí se acabada su imperio pues Persépolis era, sin duda, el centro del reino,

el lugar sagrado tal y como lo concibieron sus creadores.

Pasargada fue la primera capital del imperio persa aqueménida con Ciro el

grande. Su construcción se remonta a los siglos IV y V a. C. Allá se encuentra la tumba

de Ciro y así lo dice una placa tallada en una columna en los idiomas persa antiguo,

elamita y acadio: “Yo soy Ciro el rey, un aqueménida”. La tumba está diseñada en el

estilo de zigurat que se daba en Mesopotamia, si bien todo el conjunto parece ser que

estaba construido incorporando las distintas variantes que se daban en el imperio. Hoy

es un emplazamiento arqueológico situado en las cercanías de Shiraz y Persépolis, la

que sería la posterior capital aqueménida, patrimonio de la humanidad desde 2004.

En Pasargada, se dice que hay una tumba-mausoleo donde reposan los restos de

la madre de Salomón. Sea como fuere existe un mausoleo y además hay muchas

referencias en el entorno al profeta Salomón (no rey, como se considera en la Biblia).

También visitamos unas tumbas excavadas en la roca y a cierta altura, en la necrópolis

de Nakshe Rustam, que se dice que son de Ciro y los primeros reyes aqueménidas.

Tienen solo una pequeña cámara y varios relieves tallados en su entorno.

Allí se encuentra también el cubo de Zoroastro. La impresión que me da es que

pudo ser un templo del fuego, pero en el sentido de energía, similar a lo que fue el arca

de la alianza de los judíos, una especie de lugar dónde concentraban su poder

energético, quién sabe si mediante energía nuclear u de otro tipo desconocido.

Seguimos y llegamos a Isfahán, situada a orillas del río Zayandeh. Ciudad con

bellos jardines, plazas, bulevares, palacios y mezquitas, es la tercera más poblada y una

deslumbrante capital cultural iraní, (la segunda capital cultural islámica después de la

Meca), dos veces capital del imperio persa y uno de los principales destinos turísticos

del país hoy día, a la que se considera “el centro del mundo”.

Mezquitas, madrazas, palacios, hermosos puentes en un río sin agua, jardines,

etc., la rodean. Sus 33 puentes con una arquitectura preciosista que se elevan sobre el

lecho seco del río son de admirar, destacando el Si y el Kajú donde los jóvenes se

reúnen para cantar a capela todos los viernes al mediodía por la resonancia de estos (las

mujeres no pueden hacerlo, lo tienen prohibido como tantas cosas).

Su plaza central, patrimonio de la humanidad, es maravillosa. Ahora la llaman

del imán Jomeini, pero tuvo otros nombres en el pasado. Rodeada de un inmenso zoco,

se dice que es la segunda más grande del mundo después de la de Tiananmen en China.

Diseñada con una perfecta simetría y orden donde los iraníes disfrutan de sus paseos o

estancias, con bellos jardines incluido el maravilloso de las 40 columnas.

La magnífica mezquita del Shah o mezquita del viernes que preside la plaza, fue

construida a partir del siglo VIII en el periodo safávida y reconstruida varias veces. Es

uno de los grandes templos islámicos que nos legó el imperio persa, y la más grande,

lujosa y elegante de esta ciudad monumental y de la que los isfahanitas se dice que están

orgullosos. Destaca por su color azul y sus mosaicos, así como también por uno de los

elementos claves de su arquitectura, el iwan, un espacio cubierto por una cúpula que en

cada uno de sus cuatro lados está abierta.

También visitamos el barrio armenio Nueva Yulfa y su catedral de Vank,

dónde se dice que reposan parte de los restos de José de Arimatea, y el museo en el que

se encuentra el primer libro tipográfico iraní y otros documentos importantes y otros

700 libros medievales manuscritos. Y ¿por qué un barrio armenio? Pues…

Armenia (hoy república de Armenia), es una de las más antiguas civilizaciones

del mundo, un país entre Asia y Europa, en el Cáucaso, pero sin salida al mar, fronterizo

con Turquía, Georgia, Azerbaiyán e Irán. Se considera parte de Europa, aunque tenga

raíces asiáticas. Antigua república soviética, hoy está inmersa en proceso de

democratización. De terreno esencialmente montañoso con su punto más alto en el

monte Aragáts de 4095 m, tiene solo dos grandes poblaciones urbanas habitadas, la

capital, Ereván, y Gyumri, donde se concentran casi la totalidad de los más de

3.200.000 habitantes del país.

Tiene alfabeto propio compuesto de 38 letras, así como su propio idioma. La

granada es una fruta que simboliza muchas tradiciones armenias y a la propia nación,

como homenaje a la diáspora que sufrió tras la primera guerra mundial.

De los textos cuneiformes donde se menciona Armenia, así como de las

herramientas y utensilios encontrados, se deduce que tiene una antigüedad como nación

de más de 5.000 años. Su origen es incierto, pero aparentemente indoeuropeo, y se sitúa

en los tiempos de los hititas y hurritas allá por la edad del bronce, si bien no sabemos

qué influencia o relación tuvieron con estos.

El reino de armenia, que se estableció como tal hacia el año 600 a. C., alcanzaría

su máximo esplendor entre el 95 y el 66 a. C., si bien sufriría en el tiempo los diversos

avatares por los que han pasado todos los pueblos de la antigüedad, aunque gozando de

periodos de independencia como tal. Hacia el 428, los sasánidas persas la incorporaron

a su imperio hasta que estos fueron destruidos por el califato árabe hacia el 640,

incorporándose a este califato. Y seguirían otros imperios ejerciendo su control, como el

bizantino, los turcos seléucidas, los mongoles, otomanos, etc.

La primera guerra mundial llevaría a los armenios a un auténtico genocidio, que

se calcula entre 650.000 y 1.500.000 personas, además de los cientos de miles que

huyeron de su país. Después de esto y de diversas luchas por su independencia, esta no

se conseguiría, en cierto modo, hasta el año 1922 con un tratado firmado entre Armenia

y la Unión Soviética por la que esta se incorporaba a esta última. Y no sería hasta el año

1991 cuando se alcanzaría su independencia final como nación y comenzaría su

incursión para dotarse de una constitución y normas democráticas. Y en esas estamos,

un estado con 11 provincias y buena relación con las demás naciones, si bien mantiene

sus fricciones con Turquía y Azerbaiyán, sus vecinos más incómodos.

El lugar se ha identificado como el jardín del edén bíblico, así como que el

monte Ararat era el hoy monte Aragáts armenio donde se posó el arca de Noé después

del diluvio. Fue la primera nación en adoptar el cristianismo como religión oficial en el

año 301 d. C. y hoy día sigue siendo un referente importante en su identidad nacional.

La iglesia apostólica armenia echa raíces en el siglo I, y difiere de otras iglesias

ortodoxas, no confundirla con las ortodoxas de origen griego. Esta es una de las iglesias

ortodoxas orientales, al igual que la copta y la siriaca. El 93% de los cristianos armenios

pertenecen a la misma, llamada también iglesia gregoriana. Se dice que fue fundada por

dos de los apóstoles de Jesús, Judas Tadeo y Bartolomé. En Armenia también hay

católicos, protestantes y evangélicos, así como creyentes de otras religiones.

En fin, la gente, como en todo Irán, es amable y amistosa. Me agrada Isfahán

donde terminamos con una cena de grupo (hemos comido muchas veces juntos, pero

esta es como la despedida) y al día siguiente salimos con dirección Teherán, si bien en

el camino visitaremos otros lugares.

Por ejemplo, Kashan, una de las cunas de la civilización humana pues se asienta

cerca de las colinas prehistóricas de Sialk de las que hay evidencias de actividad desde

el 60 al 80 milenio a. C., una ciudad antigua de la época de los kayares, especialista en

el agua de rosas. Vemos sus jardines, el centro de la ciudad y una mezquita-madraza

muy acogedora y tranquila, diferente a la mayoría de las vistas hasta ahora y así nos lo

cuentan, y que es, quizá, única en este estilo.

Kashan es la segunda ciudad más importante en la provincia de Isfahán, con una

población cercana a los 300.000 habitantes. Es una especie de oasis entre las

inmensidades desérticas del terreno que hay entre Qom y Kermán.

En las colinas de Sialk que se encuentran a unos 4 km se han hallado restos

arqueológicos, entre ellos un zigurat que aún se mantiene de pie con una edad de más de

7.000 años, lo que nos muestra que esta región acogió a una civilización prehistórica

que se remonta, al menos, al periodo elamita de Irán. Pero…, como siempre, los objetos

hallados se encuentran en los museos del Louvre, París; en el Metropolitano de arte de

Nueva York y en el museo Nacional de Irán.

Una leyenda dice que este es el lugar de origen de los tres reyes magos que,

siguiendo a una estrella, llegaron hasta Belén para obsequiar a Jesús en su nacimiento.

Sea como fuere, es un lugar idílico, propio de reyes, con el más afamado jardín de Irán

datado en más de 7.000 años, el jardín Fin, con piscinas, huertos, etc., como si fuera una

visión propia del paraíso, lugar de recreo de los reyes safávidas. En este jardín, se dice,

murió asesinado de Amir Kabir, canciller del rey de Irán en 1852.

Otro atractivo de la ciudad es la tumba de un soldado persa que fue esclavizado

y asesinado por el califa islámico Umar ibn al-Jattab en el 644, así como una fortaleza

del siglo XI de la dinastía selyúcida.

Kashán es el mejor lugar para ver el sistema de riego denominado ganat, uno de

los sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial, y que consiste en una serie de

túneles en una galería subterránea horizontal que se alimenta de una fuente constante de

agua, como si fuera un manantial, y que se conecta al exterior mediante una serie de

pozos. Este sistema ha permitido durante más de 3.000 años que exista una agricultura y

ganadería, pues hoy día aún se cultivan unas 7.000 has por este sistema y que representa

el 75% del agua que se obtiene en Kashán. Así que, ahí tenemos los cultivos de peras,

granadas, albaricoques, melocotones, membrillos, manzanas, etc., así como almendras,

ciruelas, nueces, pistachos, cerezas, higos, caquis, olivos….

Y Adyanet es una población con casas de adobe o ladrillo de color rojizo,

debido al óxido de hierro de la tierra, y calles estrechas e inclinadas, una de las más

antiguas de Irán que cuenta con alrededor de 300 habitantes. Se sitúa en el distrito de

Natanz, provincia de Isfahán. Está ubicado en lo que fue un fuerte sasánida en el

pasado, con excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo, e incluso aún se

habla la lengua de este imperio, el idioma pahlavi.

Cuando los árabes invadieron Persia en el siglo VII, seguidores de la religión de

Zoroastro fundaron una serie de aldeas huyendo de esto. Adyanet es una de ellas y hoy

día es eminentemente turística.

En esta pequeña población me encuentro, como en tantos otros sitios, con dos

pequeñas de no más de cuatro o cinco años, gemelas y acompañadas por su padre, que,

en una breve charla, las invito a ver el vídeo de los lobos marinos que a tantos niños

gusta, sobre todo los que no tienen acceso a este tipo de documentales. Se quedan tan

extasiadas viendo el vídeo con el abuelito blanco y tan felices, al igual que el padre, que

la escena, era fotografiada por los demás componentes del grupo y otros turistas. Estos

pequeños placeres son los que me hacen sentir felicidad, el poder compartir con otros,

sobre todo los más pequeños, unos momentos de enseñanza-aprendizaje-conocimiento

y, al tiempo, diversión. Son la suma de estos cortos momentos (y de otros, claro) lo que

hacen que una vida sea merecedora de vivirla.

En fin, en esencia ese ha sido el recorrido y lugares visitados. Centrémonos

ahora en mis impresiones. En primer lugar, en esta ocasión poco voy a hablar del grupo

de turistas. Sí, las mismas exigencias y algún que otro discordante como en todos los

grupos, pero, en general, un grupo más educado en las formas y fondo. Y es que

algunos, la mayoría, ya son viajeros con Aularte interesados en la cultura y con el

conocimiento de saber a lo que van. Aunque no dejen de ser turistas, que no es mi caso.

Aunque…, sí, voy a hablar de la conciencia y que tiene relación con el tema

pues, ¿qué nos queda de ella, de la conciencia? Resulta triste, al menos para mí, ver a

los turistas manifestar sus pesares cuando están en un país pobre y tercermundista, sobre

su gente, sus costumbres, su atraso (en opinión del turista occidental) en su forma de

vivir, etc. y al mismo tiempo, comportarse como ese ser orgulloso y engreído que es,

exigiendo comodidades en hoteles y restaurantes, regateando en las compras y buscando

solo la foto con el extraño, en vez de tratar de conocerle y comprenderle, de transmitirle

ánimo y, sobre todo de ayudarle, pues muchas veces el solo hecho de que hables con

ellos ya es de una gran ayuda emocional y moral para sus vidas. Pero…

… No tenemos conciencia, nos importa un pito su vida, el turista solo quiere la

foto del pobrecito y ya está. Su vida le importa un carajo, y si tiene para comer hoy o

no, ése es su problema, el turista va a regatearle hasta el último céntimo el insignificante

objeto artesanal que venda el pobrecito para sobrevivir, y que el turista después se

enorgullecerá de haberlo comprado por una ridícula cifra. Tuvimos uno de esos

momentos y fue con un chico que se acercó con cierta timidez a las señoras intentando

venderles unos aparatitos para enhebrar el hilo en la aguja. Y ellas empiezan su

curioseo…, ¿a ver? ¿cuánto cuesta? No, yo es que no lo necesito…, etc., o sea, a

enredar que es lo que suelen hacer. Y yo, viendo el panorama, me acerco y digo ¡dame

uno, por favor!, que, aunque no lo necesite, tú tienes que ganarte la vida así. Fue,

obviamente, un zasca directo a la racanería del turista y de las señoras. Y, bueno, se

dieron por aludidas y al final el chaval pudo vender 5 o 6. Su coste: 1 euro cada uno.

¿Cómo es posible que se gasten una apreciable cifra de dinero en un viaje como éste y

no sean capaces de gastarse un mísero euro en una baratija que le va a resolver la vida,

al menos por un día, a este pobre chico? ¿Dónde ha quedado, o cuándo perdieron, la

conciencia de los puñeteros colonialistas y saqueadores occidentales que se sigue

transmitiendo a la gente, aparentemente, normal? No, creo que no la hemos perdido, es

que nunca hemos tenido conciencia de que en realidad todos somos hermanos o, si

sabemos esto, nuestra conciencia nos dicta que “este hermano pobre que se las apañe

como pueda, no voy a ser yo el que cargue con sus miserias, que lo haga otro”. En fin,

es lo que hay.

Por cierto, aquí podría utilizar dos términos parecidos, conciencia y consciencia,

pues creo que los dos son aplicables. Quiero decir, ¿somos conscientes de que hemos

perdido la conciencia, o conscientes de que, aun teniéndola, la dejamos de lado? En fin,

ya saben, no puedo evitar el filosofar…

Otra cosa que me ha llamado la atención es la forma en que miran las mujeres

iraníes a las mujeres occidentales: su forma de vestir, aun cuando fueran tapadas, sus

andares y risas, etc. Supongo que con envidia y pensando ¿cómo es posible que las

dejen salir así? O, ¿qué coño pasa en este puto mundo?

Una anécdota. Un soldado sube al bus a revisar si todo el mundo lleva su

pañuelo y si llevamos el cinturón de seguridad puesto, en fin, chorradas, un simple

control. Obviamente, había muchos y muchas que no cumplían con la norma, a pesar de

nuestra rapidez en corregir nuestras endemoniadas costumbres, pero…, bueno en este

caso hizo la vista gorda. La cuestión es, absurdo, ¿no? ¿Estamos en el 2018 o no?

Sobre los sentimientos y la frustración. Mis conversaciones con jóvenes en Irán

y, especialmente, con Ladan, me han dejado tocado. Un grupo de chicas en Persépolis,

por ejemplo, me asalta queriendo hablar, saber, conocer, mostrándose cariñosas,

amorosas, interesadas, curiosas… (tirándome besos, haciendo el corazón con las manos,

dándome las gracias por visitarlas y sobre todo por hablar con ellas, en fin …) Y es que

la gente joven, por lo que veo, están que explotan. Ellos tienen cierta información, pero

no toda, pero lo que sí saben es que les engañan, que las cosas no son cómo les dicen,

que hay otro mundo ahí fuera que quieren conocer, pero…, no les dejan. Y no son los

políticos o religiosos, no, son especialmente los padres, los hombres, los que no

permiten a las chicas ser iguales a ellos y, por tanto, dificultan también la tarea de los

chicos. Ellos y ellas sienten frustración y yo lo he podido comprobar con muchos con

los que he hablado. Pero, claro, Ladan, para mí, es especial. Tengo que escribir sobre

mis conversaciones con ella, aunque me duela.

La televisión, o mejor, supongo, los medios de comunicación no permiten que

las noticias occidentales lleguen fácilmente. Es decir, si bien he podido ver CNN en

Isfahán, en otras ciudades no es posible ver una televisión internacional que cuente lo

que ocurre en el extranjero. Solo TV nacionales, con su religión, sus historias, muchos

documentales de guerra o ejercicios militares y noticias sobre lo malos que son los

israelíes o los EE. UU. Tienen una TV que emite en inglés con noticias continuas del

extranjero, si bien suficientemente bien seleccionadas y censuradas, y dando una y otra

vez aquellas que muestran la maldad de algunas cosas o hechos occidentales.

Vengo diciendo desde hace tiempo que hay que reescribir la historia. También

tenemos que cambiar el lenguaje sobre la a historia, o cuando nos referimos a hechos

históricos. Al hablar de los hechos supuestamente históricos, no se deberían utilizar

términos cómo el de qué … “fue un rey muy valiente (o caballero, o general) porque

hizo grandes conquistas”. Es erróneo. Sería más lógico decir que “fue un cruel

conquistador sin escrúpulos, que no dejó títere con cabeza”. Así, sin más. No que fue

un valiente guerrero. Y es que el lenguaje es importante a la hora de definir a los

personajes. Decir que Colón fue el descubridor de América, por ejemplo, es faltar a la

verdad, pues no fue el descubridor, sino un conquistador sanguinario y saqueador de

aquellos territorios. Así que, mejor cambiar el lenguaje. Nos quedaría más clara la

historia definida en los términos correctos.

Luis Santamaría, profesor y guía de este viaje por el arte islámico, nos cuenta las

razones que le llevaron a viajar con sus alumnos, pues Aularte es una sociedad dedicada

a la enseñanza, son profesores, no una agencia de viajes. Y es que por mucho que sepas

de la teoría de cualquier materia, si no ves el objeto, el lugar, sus dimensiones, sus

características, etc., si no lo sientes, no completas el aprendizaje. Esa sería una primera

razón. La otra, es que cuando empiezas a indagar en la historia, te das cuenta de que esta

no se puede contar como compartimentos estancos y separados unos de otros, que es lo

que nos han dado como instrucción o educación, que hay una extensa red que los une

entre diferentes culturas, civilizaciones, orígenes… De ahí que ellos decidieran

incorporar y extender las visitas de estudio por aquellos lugares adónde sus enseñanzas

iban encaminadas, lo que les llevó a la conclusión de que había muchos más lugares

conectados de los que uno puede suponer.

Esto que nos cuenta Luis, es exactamente lo que yo vengo haciendo desde hace

tiempo, obviamente sin saber que ese era el enfoque de Aularte. Yo llegué a la misma

conclusión hace ya tiempo, y de ahí que empezara a viajar e indagar, pues las

conexiones entre diferentes civilizaciones y culturas las encuentro por todas partes. Por

eso mis primeras palabras en relación con el estudio que estoy siguiendo son las de

decir que tenemos que reescribir la historia, y tenemos que contarla y explicarla desde

lo que ya sabemos, y no desde lo que nos han contado sobre ella.

En cuanto a los matrimonios, permanece la tradición de que son los padres los

que conciertan los matrimonios, si bien esto está cambiando y cada vez más se casan

con quien quieren. Eso sí, se lo ponen difícil para buscar marido o mujer, ya que no es

fácil ligar. En el contrato de matrimonio se suele fijar una especie de fianza (lo llaman

regalo) que el futuro esposo deberá pagar a la esposa en caso de divorcio o muerte (si la

deja viuda). Puede ser una cifra dada, o una casa, finca o lo que sea, depende de la

capacidad económica del novio. Y lo de casarse con un extranjero, ya tal. Hay que

renunciar a su religión, adoptar la islámica, etc. Y vivir en pareja sin casarse, pues ídem.

No es fácil, aunque siempre hay quién se salta las normas. Como la homosexualidad

que está penada incluso con la muerte, pero…, hay quién se lo monta como puede. En

fin, lo de siempre, cuántas más leyes restrictivas, más imaginación.

Un aspecto curioso en Irán son los matrimonios temporales. Estos pueden ser

por unas horas, días o semanas, es solo un acuerdo temporal y pactado. Obviamente, es

prostitución claramente, pero, con la idea contrato de matrimonio, la mujer no es vista

como tal, sino que ha estado casada temporalmente. Cuestión de hipocresía, claro.

En fin, dejo el cuaderno de viaje con un poema titulado: Al pueblo iraní

Vine a ti con el interés del viajero curioso que soy, expectante y deseoso de

conocer y saber más de tu esplendoroso pasado, de tu presente, de tus sueños …

Te he conocido un poco más y me conmueve tu calidez humana, tu capacidad

para sobreponerte una y otra vez a las calamidades y desdichas que a todos nos tocan de

vez en cuando, más las tuyas han sido muchas.

Sin embargo, tu grandeza todo lo puede.

Y sí, me voy, te dejo por el momento, pero te llevo en mi corazón y ahí estarás

para siempre, o al menos hasta que vuelva, que volveré.

Y…, lo siento. No hablo de Persia, no hablo de Irán. Me refiero a su gente, a esa

calidez humana y cercana con la que me habéis recibido. Gracias de corazón. ¡Volveré!

FIN DEL CUADERNO DE VIAJE

Capítulo segundo

IRÁN, la antigua Persia

(la dinastía Seléucida, el imperio o dinastía sasánida)

Imágenes de Persépolis en la actualidad

El Irán actual es, en un sentido más amplio y de referencia histórica, parte de lo

que fue el continente cultural iranio o gran Irán, un territorio que abarcaba una

amplia zona que iba desde el río Éufrates hasta el río Indo, y desde el Cáucaso, mar

Caspio y mar de Caral por el norte hasta el golfo pérsico y golfo de Omán por el sur, es

decir, que abarcaría lo que son hoy Irán, Azerbaiyán, Afganistán, Turkmenistán,

Tayikistán, Uzbekistán y partes de Turquía e Irak así como de Pakistán. Este territorio

fue habitado por algunas de las más antiguas civilizaciones del mundo, como la

civilización manaeana en la meseta iraní y la civilización jiroft, ambas hace unos 7.000

años, o las del reino de Elam que abarcaría varias dinastías (medas, aqueménidas,

partas, sasánidas y otras) hace más de 5.000 años. Después, se la conocería como

Persia hasta 1935, fecha en la que se la reconocería como la moderna y actual

República islámica de Irán.

Existen vestigios de ocupación humana que proceden de la edad de piedra, pues

se han encontrado objetos muy antiguos tallados en Baluchistán. Y también existen

zonas consideradas como campamentos de cazadores en Tabriz. Ciertamente, no hay

muchos vestigios del pasado debido, en parte, a las pocas excavaciones arqueológicas

en la zona por motivos, especialmente, político-culturales. Sí se han hallado cuevas que

fueron ocupadas en el paleolítico medio y restos de culturales musterienses.

Se observa un proceso de sedentarización en el Neolítico, comenzando el

desarrollo agrícola y la ganadería y estableciendo rutas de intercambio entre

comunidades, concretamente se aprecian entre Anatolia, Mesopotamia y la cultura del

valle del Indo (complejo arqueológico de Bactria-Margiana). En la región del Gorga se

aprecian asentamientos datados en el VI milenio a. C. y aparecen elementos de cobre y

cerámica (IV milenio a. C.). La economía de producción comenzó hacia el Mesolítico

(X milenio a. C.) y en la región del mar Caspio se evidencia, en Ghar-i Karmanband.

Con datación hacia el III milenio a. C. aparecen en Susa tablillas con la escritura

elamita, quizá derivada del sumerio, que entraba en competencia con el desarrollo en los

imperios vecinos de Babilonia y Asiria.

Los medos y los persas, pueblos arios e indoeuropeos, empezaron a desplazarse

hacia las llanuras del sur de Rusia y Asia central en torno al II milenio a. C. invadiendo

la meseta de Irán, el mar Caspio y el golfo Pérsico. Hablaban una lengua irania. Y hacia

el siglo VII a. C., tribus iranias de los medos afirman su poder en la región, acabando

con el poder asirio, tomando Nínive en el 612 a. C., según fuentes que ya citan a Ciro I,

como rey de Anshan.

Este rey, Ciro I, se apoderó ilegítimamente del trono de Persia e inició el

esplendor de lo que sería el imperio persa ligado a la familia aqueménida. Lo organizó

en satrapías o provincias dirigidas por un sátrapa y creó un poderoso ejército que es el

que controlaba y obligaba con los impuestos. Y se metería en las llamadas guerras

médicas por el control de las ciudades de su entorno, lo que sería el comienzo del fin del

imperio. Así, el dominio medo no duraría mucho, pues no tardaría en llegar Ciro II el

Grande, rey de Anshan entre el 555 y el 529 a. C., de la familia de los aqueménidas,

quién hacia el año 550 a. C. unificó a los persas, sometió a los medos y conquistó

Babilonia. Este rey fue benevolente con los pueblos sometidos, labor que continuaría su

sucesor e hijo, Cambises II, que se anexionaría también Egipto llegando a la máxima

del imperio aqueménida, conocido como Oriente Próximo.

Y, en fin, en el 334 a. C. Alejandro Magno invadiría el imperio destruyendo

Persépolis y estableciéndose en Babilonia. Y, luego de consolidar su imperio, se

extendería hasta Egipto y el río Indo. Y le seguiría el imperio Parto, que derrotó al

imperio seléucida, que durante cinco siglos controlaron Mesopotamia y la península

arábiga, para dar paso al imperio romano, al imperio sasánida, etc., para finalmente

sufrir la invasión árabe del siglo VII por la expansión del islamismo.

La dinastía Seléucida fue fundada por Seleuco I Nicator, oficial de Filipo de

Macedonia, un imperio helenístico que reinó a partir del año 306 a.C. en la mayor parte

de Oriente Próximo (Anatolia central, Mesopotamia, Persia, Pamir, zonas de India y

Pakistán, etc.), en los tiempos del imperio asiático de Alejandro Magno. En esos

tiempos había dos grandes potencias, ambas de origen macedónico, la de Antígono y la

de Seleuco. Obviamente esto conllevaría que hubiera diversas fluctuaciones de poder

entre ambos bandos, con enfrentamientos frecuentes. El último rey de este imperio

fue Antíoco XII que fue despojado del reino por Pompeyo, quién tomó a Siria como una

provincia romana en el año 64 a.C.

El interés de la historia seléucida radica en el intento de colonizar la mayor parte

del Asia Occidental con ciudades y establecimientos griegos. El imperio Seléucida tenía

tres grandes centros: Jonia, cuya capital era Sardes; Siria septentrional y Babilonia, a la

que hicieron renacer equiparándose culturalmente al Egipto de aquellos tiempos. Y

también intentaban igualar a los ptolomeos de Alejandro en otros factores imperiales,

como el culto al rey y la divinización de héroes y ciudades. Y reyes (así como las reinas

y las favoritas) también recibieron honores divinos, como Afrodita y más tarde Isis.

Este imperio mejoró, aunque mantuvo en línea general, el sistema administrativo

persa basado en las satrapías, de las que, al parecer, había unas veinte. El Sátrapa tenía

fundamentalmente funciones civiles y financieras.

El Imperio o dinastía sasánida, fundado en el año 226 por Ardacher I, tras

derrocar al último rey arsácida de Partia, terminó en el año 651 cuando el rey de reyes

sasánida, Yazdgerd III, perdió una guerra de 14 años contra el primero de los califatos

árabes, los omeyas. La población aceptó, incluso de buen grado, la nueva religión

islámica en contraposición al despotismo con el que gobernaron los reyes sasánidas y al

zoroastrismo modificado que impusieron éstos solo para satisfacer sus intereses, lo que

provocaba conflicto e intranquilidad religiosa.

El imperio persa-sasánida, uno de los periodos históricos más importantes e

influyentes en la historia de Irán, comprendía los actuales países de Irak, Irán, Armenia,

Afganistán, así como partes de Turquía, Siria, Paquistán, Arabia, el Cáucaso y Asia

central, y además se anexionaron los territorios de Egipto, Israel, Líbano, Jordania y

Palestina e, incluso, ejerció un protectorado sobre territorios de Omán y Yemen.

Este imperio, rival de la civilización romana de su tiempo por el control de

oriente próximo y Mesopotamia, alcanzó grandes logros culturales que trascendieron

sus fronteras, jugando un papel fundamental en la formación del arte medieval europeo

y asiático, si bien, generalmente, a través del mundo islámico que la adoptó y continuó

en muchos de sus aspectos.

Hacer un relato cronológico de guerras, reyes y sucesos habidos es largo de

contar y, como siempre digo, para eso están los libros específicos de cada tema y que

son muchos. No es objetivo de este estudio llegar al fondo de cada cultura o

civilización, sino señalar su existencia y, en todo caso, sus hechos más relevantes.

Pero, en fin, prosigamos. En esta época, si bien la región tuvo un gran desarrollo,

continuaron los enfrentamientos, aunque en esta ocasión más entre los grupos árabes,

estableciéndose los califatos, con el primer califa abasí que fue Abul-Abbas (entre el

750 y el 754) y trasladando el califato desde Damasco, en Siria, a Bagdad, la actual Irak.

En cualquier caso, la influencia persa tuvo importancia en estos reyes o jefes árabes,

pues dependían mucho de sus jefes militares, persas primero y turcos más tarde.

Y seguirían los cambios en los grupos reinantes durante largo tiempo, al igual

que ha ocurrido siempre en la antigüedad en los tiempos de desarrollo de los pueblos. Y

así llegaríamos a los llamados tiempos modernos en los que los chiitas se consolidarían

en el poder en el Irán moderno.

Ya en el siglo XVII, Persia perdería el control de varias provincias por la

colonización agresora de países europeos, como Gran Bretaña, Francia o el imperio

ruso, con lo que la gran Persia se dividiría en varias naciones. En 1906 se estableció la

primera constitución de Irán con un poder absoluto para el Sah. Pero, debido al

descubrimiento del petróleo en Persia, se disputaron el control países como Rusia o

Gran Bretaña que dividieron a Irán en dos grandes áreas de influencia, e Irán fue

ocupado por los otomanos y los rusos, y también por los británicos, aun siendo un país

neutral. Estos cambios de poder llevaron en 1925 a la dinastía Pahlavi, con el Reza Sah

a la cabeza a establecer una nueva forma de gobierno, si bien continuaron las disputas

de los países occidentales por el control del poder en Irán.

En 1967 se coronaría como Sah a Reza Pehlevi, que junto a su esposa Farad

Diva compondrían en la edad moderna la más celebrada y deslumbrante dinastía en Irán

y que, si bien intentó consolidar la burguesía y desarrollar la industria, fracasó debido a

la corrupción y desigualdades sociales que conllevó, lo que provocó una gran crisis que

se haría fuerte en 1977. A más crisis, más represión y apoyo por EE. UU., lo que

convirtió en una dictadura represora su reinado que daría paso a una importante

revolución.

Y es que, desde el principio, esta dinastía tenía un fuerte opositor, el religioso y

popular ayatolá Jomeini que, si bien fue encarcelado en un tiempo, en 1978 comenzaría

una revolución que liberaría a Irán de la tiranía del Sah Reza Pehlevi, pues éste tendría

que huir de Irán en 1979. El ayatolá Jomeini, que estaba exiliado en Francia, regresó a

Irán al año siguiente para completar el control del poder. Y esto no sentó muy bien a

EE. UU. que permitió un golpe de estado en el vecino Irak por parte de Saddam Husein

que le llevaría a una dictadura para, según los intereses americanos contrarrestar el

régimen del ayatolá Jomeini. Y esto llevaría en 1980 a una guerra entre Irán e Irak que

duraría ocho años.

Jomeini murió en 1989 y le sucedió Alí Jamenei como jefe de estado. Se abría

paso un modelo de elecciones cada cuatro años, en el que se enfrentaban dos formas de

entender el estado: una reformista y otra conservadora.

Los años siguientes serían convulsos, pues EE. UU. continuaría con su guerra

estratégica interfiriendo en la zona entrando en el siglo XXI con esas premisas, y

declarando a Irán como parte del llamado “eje del mal” y llevando finalmente a una

guerra ilegal contra Irak (todas lo son, normalmente) por una supuesta producción y

almacenamiento de armas nucleares que resultó ser falsa, fue solo una manipulación de

la CIA para la invasión, guerra promovida por los presidentes Bush (padre e hijo) y con

el apoyo explícito de Blair (Reino Unido) y Aznar (España). En fin, una desgracia.

En fin, que, con estas premisas históricas, he de decir que la historia de Persia es

fascinante, al menos en la parte más conocida, esto es, desde hace unos 7.000 años. Más

atrás, es difícil saber qué tipo de civilizaciones había en éste área Mesopotámica.

Porque, sí, Persia es parte fundamental de Mesopotamia, pero con carácter

propio. Se dice que fue la primera gran civilización evolutiva humana, aunque, cierto es,

nuestra civilización nació en África según todos los datos que tenemos. Pero, desde el

punto de vista evolutivo y de desarrollo, fue la primera (o bien contemporánea de la

India y China), pues hasta los griegos y los egipcios parece ser que la copiaron, de la

que aprendieron y, a partir de ahí, evolucionaron. Sociedades como la antigua Hitita

tuvieron un papel clave en el desarrollo de la humanidad.

Es más, Persia se puede considerar como el primer gran imperio que se dio en

nuestra civilización humana, mucho antes que otros que le seguirían como el egipcio,

los incas o los mayas y, más recientemente el imperio romano. Persia precedió en

organización social y territorial, cultura y otros avances humanos a las sociedades

egipcia, griega e india, por ejemplo, así como a las sociedades americanas y china. Así,

Ciro, rey de Babilonia (y rey de Sumeria y Acab y el rey del mundo y de las cuatro

religiones como se consideraba él mismo) realizó la primera declaración de los derechos

humanos que se conoce (obviamente, lejos de la actual), así como creó un gran estado y

construyó colosales obras con una arquitectura preciosista, como Persépolis.

Y, una de las curiosidades con las que nos encontramos, es la de que los tres

reyes magos de oriente que ofrendaron a Jesús en su nacimiento, se dice que eran persas

“los mensajeros del rey de Persia”. Así, por primera vez se denominó a Jesús como “un

profeta”. También avisaron a José Y María que, dado que entonces Egipto estaba

colonizado por los persas y éstos mantenían conflicto con los romanos, se llevaran a

Jesús a Egipto que era más seguro para él. Esto le salvó de la matanza de niños que se

hizo y se dice que, desde Egipto, Jesús viajó por la India e Irán durante veinte años

antes de retornar a su tierra natal. Estos, quizá, son los años de los que no hay noticias

de Jesús y en ese tiempo pudo estudiar matemáticas, filosofía, medicina, etc. Así, al

volver a su tierra, lo primero que hizo fue crear un grupo de ayuda médica contra la

crisis de epilepsia que asolaba Palestina y otros males.

Es curioso también que, parte del Corán, sean poemas de estilo persa, así como

muchos de sus versículos son una traslación de los que contienen el Avesta. Lo que yo

digo siempre, las religiones se han copiado las unas a las otras, o son parte de las

leyendas populares que circulaban por los pueblos más avanzados. Y es que, al parecer

y esto no es de extrañar, Platón, Pitágoras y otros conocían el Avesta y el zoroastrismo,

por lo que es obvio que “los creadores de nuevas religiones”, también.

Y si bien hoy en Irán impera por imposición la religión musulmana, el

islamismo, bien es verdad que, en el fondo, los iraníes siguen siendo fieles al Avesta y

al zoroastrismo como creencias propias, esas que invitan a pensar bien, hablar bien y

hacer el bien como principios básicos del ser humano.

De otra parte, se habla de la etnicidad Aria tan denostada por el fascismo de

Hitler. Pero no, no existe una raza aria, sino una cultura aria de más de 9.000 años de

antigüedad. Y la palabra “aria” significa “gente libre”. Así, Irán (Persia) deriva de la

palabra “aria” y su significado es “el país de los arios (o los hombres libres)”.

Obviamente esta cultura se extiende por muchos otros países, pues llega hasta la India,

Pakistán, etc., lugares dónde se habla la lengua persa. Además, tienen su propio

calendario que comienza el primer día de la primavera (20 o 21 de marzo), y que dio

comienzo hace 7.040 años (cuando en occidente es el 2018 según el calendario juliano)

Y, aunque parezca mentira o difícil de aceptar dado el tipo de sociedad actual

allí, machista al 100x100 y con nulos derechos para las mujeres, hubo un tiempo, hace

mucho tiempo, en la prehistoria después de la última glaciación, en el que eran las

mujeres las que tenían el poder y control de la sociedad y su funcionamiento, pues

existía un fuerte matriarcado en las sociedades tribales primitivas. ¿Qué pasó después

para que perdieran esos poderes o privilegios? … pues, no lo sabemos a ciencia cierta,

solo que el islamismo se instaló y con él el machismo actual, es decir, se ha dado una

vuelta de tuerca total a la sociedad matriarcal pasando a ser patriarcal.

Persia fue, y es, un punto estratégico entre oriente y occidente. Situada entre el

golfo Pérsico y el mar Caspio era paso obligado en la ruta de la seda que discurría desde

Asia hacia Europa y otros lugares de Oriente, por lo que ha sido un territorio muy

disputado y codiciado por unos y otros, muchas veces invadido y dominado. Por esta

razón, el comercio alcanzó desde tiempos antiguos un gran desarrollo siendo el primer

país en crear un servicio de banca (occidente tendría bancos trescientos años más tarde).

Las monedas usadas fueron el dinar bizantino y el dirham de plata persa.

Además, Persia dio grandes maestros milenarios. Los iraníes, mejor dicho, los

persas de su tiempo fueron grandes maestros en el aprovechamiento de la naturaleza con

respecto al agua y al viento. Con sofisticados, aunque mecánicos sistemas, crearon los

llamados ganats (un sistema de pozos y túneles tipo canales para el transporte del agua,

de los cuales aún hoy existen unos 37.000 con un caudal de unos 7.000 millones de m3),

así como reservorios (o presas o estanques artificiales) para contener y dosificar el agua.

También inventaron las torres de viento, un sistema de enfriamiento natural de los

edificios, también fueron pioneros en el uso de los molinos de viento, así como

inventaron un tipo de construcción que podríamos llamar “nevera o congelador” para

mantener frescos los alimentos sin necesidad de hielo, pues no lo había en su tiempo.

Capítulo tercero

Sumeria (Uruk, la lista sumeria…)

Los sumerios, antecesores de los babilonios, habitaban en Mesopotamia entre el

Tigris y el Éufrates, y fue una cultura muy superior a los bárbaros y nómades semitas.

Sus avanzados conocimientos astronómicos y matemáticos, así lo indican. Eran capaces

de realizar cálculos con hasta 15 dígitos, algo a lo que los griegos no llegaron, pues solo

sabían contar hasta 10.000. Puede decirse que fundaron la civilización actual (o la cuna

en ésa área), ya que se asentaron allá hace unos 7.000 años. Sin embargo, se han

encontrado restos humanos en la región de hace unos 45.000 años.

Sumeria, que fue una región histórica de Oriente Medio, formaba la parte sur de

la antigua Mesopotamia, situada entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y

Tigris (que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y la

zona limítrofe del noreste de Siria), y es considerada como la primera y más antigua

civilización del mundo. No hay registros escritos sobre sus orígenes o procedencia. Los

sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa literalmente el pueblo de

cabezas negras.

Los sumerios y acadios desarrollaron su civilización en Mesopotamia ya desde

los milenios IV y III a. C. Siglos más tarde, el imperio Asirio fue uno de los más

fascinantes de la historia antigua, pero el apogeo de Mesopotamia no se quedó tan solo

en los imperios asirio o babilónico. Durante la época árabe, Mesopotamia fue sede del

califato, aunque a partir de entonces comenzó a decaer.

La sociedad sumeria era jerárquica y estratificada. En la cúspide de la pirámide

se encontraba el rey, a quien seguía una élite de sacerdotes, jefes militares y

funcionarios de alto nivel. A estos les seguían los comerciantes, funcionarios menores,

artesanos especializados, los campesinos y artesanos. En el nivel más bajo, los esclavos.

A finales del 4º milenio a. C. Sumeria se dividió en una docena de ciudades-

estado independientes, o ciudades-templos, ya que los sumerios consideraban que los

dioses fundaban las ciudades para que fuesen centros de culto. Más tarde, conforme a la

religión, los dioses se limitaban a comunicar a los soberanos los planos de los

santuarios.

Los templos, entre los cuales se destacaban los piramidales zigurats, estaban

ligados al poder estatal y sus riquezas usufructuadas por los soberanos, considerados

como intermediarios entre los dioses y los hombres. Los zigurats o torres escalonadas,

eran una construcción de largas y amplias plataformas sobrepuestas en cuya cima

estaban los templos. Algunos académicos han teorizado que estas estructuras podrían

haber sido la base de la torre bíblica de Babel que se describe en el Génesis.

El idioma sumerio se considera una lengua aislada, ya que no está emparentada

con ninguna familia lingüística conocida. Es claramente diferente del acadio, una lengua

de origen semítico con el coexistió en la región alternándose como lenguas dominantes.

Ambas lenguas usaron la escritura cuneiforme, originalmente desarrollada por los

sumerios y cuyo uso sobrepasó al de la propia lengua sumeria por más de un milenio.

Los sumerios inventaron jeroglíficos pictóricos que más tarde dieron lugar a

la escritura cuneiforme que fue el primer sistema de escritura del que se tiene evidencia,

adelantándose a los jeroglíficos egipcios en, por lo menos, 75 años. Existen miles de

textos en sumerio, la mayoría en tablillas de arcilla, que incluyen cartas personales y de

negocios, transacciones, recibos, listas de léxico, leyes, himnos y plegarias, mágicos

encantamientos e incluso textos científicos de matemáticas, astronomía y medicina.

Las prácticas y creencias religiosas adoptadas por aquellos pueblos variaron

mucho a través del tiempo y la distancia y cada ciudad poseía su propia visión

mitológica y/o teológica. Pero fueron posiblemente los primeros en escribir sobre sus

creencias, que luego fueron la inspiración para gran parte de la mitología, religión y

astrología mesopotámica, aunque ello no implica que su religión fuera la primera y que

no hubieran tomado costumbres y ritos de otros pueblos antecesores.

Los sumerios veían en los movimientos a su alrededor como la magia de

los espíritus, a los que consideraban dioses, y era la única explicación que tenían de

cómo funcionaban las cosas. Creían en varios dioses, todos con emociones humanas,

como el sol, la luna, el viento y las estrellas, al igual que los juncos que crecían a su

alrededor y la cerveza que destilaban. Cada uno de los dioses sumerios era asociado a

ciudades diferentes, y la importancia religiosa a ellos atribuida se intensificaba o

declinaba dependiendo del poder político de la ciudad asociada. Según la tradición

sumeria, los dioses crearon el ser humano a partir del barro (similar a la creación del

hombre a partir del barro en el relato del Génesis en la Biblia).

Los sumerios creían que la tierra era un gran disco flotando en el mar. Llamaron

a ese mar Nammu, la diosa-madre, y pensaban que había estado desde siempre en el

tiempo y que había creado los peces, los pájaros, cerdos salvajes y otras criaturas que

aparecieron en las tierras pantanosas y húmedas.

Según ellos, Nammu también había creado el cielo y la tierra de forma separada,

dando lugar al nacimiento del dios masculino An para el cielo, y la diosa Ki, para la

Tierra. Ki y An habrían tenido un hijo llamado Enlil, que era la atmósfera, el viento y la

tormenta. Enlil separó el día de la noche y había abierto una concha invisible dejando

caer agua desde el cielo. Creían que, junto con su madre Ki, Enlil sentó las bases de la

creación de las plantas, los humanos y otras criaturas, que hacía germinar las semillas y

que había dado forma a la humanidad a partir de la arcilla, impregnándola.

Como astrónomos tenían la primera visión heliocéntrica de la que se tenga

conocimiento (la próxima aparecería en el 1500 a. C. por parte de los Vedas en

la India). Afirmaban también que el sistema solar constaba de cinco planetas (que eran

los que se podían ver a simple vista). El universo consistía en un disco plano y cerrado

por una cúpula de latón.

Creían que los cultivos crecían porque un dios masculino se apareaba con su

esposa diosa. Ellos veían los meses húmedos y calurosos del verano, cuando los campos

y praderas se teñían de marrón, como el momento de la muerte de los dioses. Cuando

los campos florecían de nuevo en primavera, sus dioses resucitaban. Marcaron éste

momento como el comienzo del año y era celebrado en sus templos con música y

cantos.

Los templos sumerios consistían en una nave central con corredores en ambos

lados, flanqueados por aposentos para los sacerdotes. En una de las puntas del corredor

se encontraba un púlpito y una plataforma construida con ladrillos de barro, usada para

sacrificios animales y vegetales.

En resumen, fueron precursores de muchos conceptos religiosos, sagas

cosmogónicas y relatos que luego aparecieron recogidos por otros pueblos y regiones

vecinas, entre los que se encuentran la creación del mundo, la formación del hombre

con arcilla o las ideas del paraíso y el diluvio universal, que aparece en la epopeya de

Gilgamesh. La creación de Eva a partir de la costilla de Adán es considerada como un

mito sumerio así como la idea de la resurrección de los muertos, en la que creen muchas

religiones, aparece en Sumer por primera vez. La vida después de la muerte, para ellos,

implicaba un descenso al vil submundo, donde se pasaba la eternidad en una existencia

deplorable, en una especie de infierno.

En matemáticas, los sumerios desarrollaron un complejo sistema de metrología

avanzada alrededor del 4000 a.C., del que resultaría la creación de la aritmética, la

geometría y el álgebra. Desde el 2600 a. C. en adelante, los sumerios escribieron tablas

de multiplicación en tabletas de arcilla y trataron con ejercicios geométricos o la

numeración. Más tarde, hacia 2700 a. C. fue la primera aparición del ábaco.

Desarrollaron, igualmente, conceptos matemáticos usando sistemas numéricos basados

en 6 y 10, y a través de ese sistema inventaron el reloj con 60 segundos, 60 minutos y

12 horas, además del calendario de 12 meses que usamos actualmente.

Por otro lado, una tablilla encontrada en Nippur puede ser considerada el primer

manual de medicina del mundo. En esa tablilla, había fórmulas químicas y mágicas

(encantamientos), y se usaban términos tan especializados que para traducirse se precisó

de la ayuda de químicos.

En la literatura sumeria se encuentran tres temas principales, como son los

mitos, himnos y lamentaciones. También los proverbios forman parte importante de los

textos sumerios. Construyeron sistemas legales y administrativos con cortes judiciales,

prisiones y las primeras ciudades estado, así como la creación de escuelas.

Resumiendo, la civilización sumeria está considerada como la primera y más

antigua civilización del mundo. Sin embargo, la procedencia de sus habitantes es

incierta y no se ha encontrado relación étnica con ninguna de las poblaciones del

entorno. Según parece, además, aparecieron de repente y no hay rastro de dónde

vinieron ni cómo llegaron (igual ocurrió con otros pueblos, como los incas o mayas).

Hay quienes creen que pueden venir de la misma cultura que fundó Mohenjo

Daro, capital de la civilización del valle del Indo en su época. Pero no existen datos que

corroboren esto. Además, según algunos estudios, Mohenjo Daro puede tener una

antigüedad de unos 13 a 15.000 años y en restos de los esqueletos encontrados se han

encontrado elementos radiactivos. ¿Elementos radiactivos en una civilización

prehistórica de hace 15.000 años? ¿Quiénes eran estos individuos?

Los datos que tenemos nos dicen que en la zona de la baja Mesopotamia se han

datado asentamientos humanos hacia el 6700 a. C. (hace unos 9.000 años), por lo que se

puede decir que, a lo que llamamos civilización, nació con la civilización sumeria (esto

es, trabajaban la cerámica y la artesanía). Tiempo después, hacia el 3000 a. C.,

aparecerían también las civilizaciones egipcias, china o la cultura del valle del Indo.

Más tarde, hacia el 3.500 a. C., apareció la cultura de la ciudad-estado de Uruk,

aparente precedente de la civilización sumeria. Gilgamesh fue el quinto rey de Uruk,

según la lista Real Sumeria. En Uruk se han encontrado los restos de escritura más

antiguos relacionados con la organización de los almacenes de los templos. Este

lenguaje o idioma no tiene relación con ningún otro conocido. Estamos, pues, ante una

nueva forma de organización social, lo que daríamos en llamar civilización. Y es que la

difusión de los avances de dicha cultura por el resto de Mesopotamia dio lugar al

nacimiento de la cultura Sumeria.

Esta época de Uruk y de las ciudades-estado se fue imponiendo, si bien no llegó

a crear un gran reino. Cada ciudad tenía una pirámide escalonada (zigurat) para observar

a los astros (lugar al que suponían el hogar del dios de la ciudad). También un palacio

para el rey, un templo y diversas plantaciones agrícolas en su entorno para el

abastecimiento de la ciudad.

A mí, si me quitan el palacio real y los templos, que pueden ser estructuras

más corrientes, me encaja perfectamente en el tipo de modelo que yo defiendo para la

civilización humana: una pequeña población autosuficiente.

Uruk, la Erec bíblica y la árabe Warka, es el escenario de descubrimientos

fundamentales para la historia de la humanidad. Inventan la rueda hace unos 5.500 años.

Poco más tarde, el carruaje, al cual ataban onagros o burros salvajes. Y la escritura hacia

el año 3300 a. C. siendo ésta la datación más antigua en escritura cuneiforme encontrada

hasta la fecha. Estaba escrita en tablillas de arcilla, y marca la transición entre la

prehistoria y la Historia. Estos registros escritos confirman que los sumerios no eran un

pueblo indoeuropeo, ni camita, ni semita, ni elamita… Por tanto, como se ha dicho, se

muestra evidencia de que los sumerios no fueron el primer pueblo en asentarse en la

baja Mesopotamia, sino que llegaron en la edad del Cobre, allá por el año 3500 a. C.

Hacia el 2350 a. C., Sargón de Acad el Grande, un usurpador de origen acadio se

hizo con el poder en la ciudad de Kis, fundó una nueva capital, Agadé, y conquistó el

resto de las ciudades sumerias. Este fue el primer gran imperio de la historia y sería

continuado por los sucesores de Sargón que se tendrían que enfrentar a constantes

revueltas. Entre ellos destacó el nieto del conquistador, Naram-Sin, si bien significó el

inicio de la decadencia de la cultura e idioma sumerios en favor de los acadios. Hacia el

2220 a. C., el imperio llegó a su casi desaparición, aunque en torno a 2100 a. C., Utu-

hengal, rey de Uruk, derrotó y expulsó a los gobernantes gutis de las tierras sumerias lo

que equivaldría al renacimiento sumerio, según se indica en una tablilla conmemorativa.

Poco después fue el rey de Ur, Ur-Nammu, el que consiguió la hegemonía en

toda la región con la llamada III dinastía de Ur o Renacimiento sumerio. El imperio

surgido a raíz de esta hegemonía sería tan extenso o más que el de Sargón, del que

tomaría la idea de imperio unificador. Esta influencia se aprecia incluso en la

denominación de los monarcas, que a imitación de los acadios se harán llamar reyes de

Sumer y Acad. A Ur-Nammu le sucedieron otros y fue en el reinado de Ibbi-Sin, cuando

los amorreos, provenientes de Arabia, hicieron caer el último imperio sumerio en el año

2003 a. C. En adelante será la cultura acadia la que predomine y, posteriormente,

Babilonia heredará el papel de los grandes imperios sumerios.

Los arqueólogos Peters, Haynes y Hilprecht, de la universidad de Pensilvania,

hallaron en Nippur (o la ciudad de Nimrod), a 80 km de Babilonia, unas 50.000 tablillas

que se cree datan del tercer milenio a. C., una biblioteca de 20.000 tomos con

diccionarios y obras completas sobre religión, literatura, leyes y ciencias.

Existe y escrito en sumerio la llamada lista real sumeria que son unos archivos

que documentan una lista de Reyes muy longevos. Es una sucesión de reyes que va

desde los primeros tiempos hasta más o menos Hammurabi (hacia el 1800 a. C.). Lo

curioso o inexplicable, es que sus periodos de tiempo resultan imposibles para el

conocimiento que tenemos de la humanidad y sus tiempos.

Estos reyes y reinados antediluvianos medían su tiempo en sars (periodos de

3.600 años. En la lista sumeria, se dice: “Después de que la realeza descendiera del

cielo, la realeza estuvo en Eridug. En Eridug, Alulim, se hizo rey y gobernó 28.800

años.” Según esto, Alulim, hijo de Enki, gobernó Eridug durante 8 sars (28.800 años),

entre el 453.600 al 388.800 antes del diluvio.

Beroso, un sacerdote de Babilonia, versado en astronomía y astrología, tradujo al

griego ciertos archivos del templo de Marduk que, a su vez, estaban copiados de

inscripciones primitivas, allá por el siglo 260 a. C., en los que ya se daban una lista de

diez reyes longevos sumerios que gobernaron el mundo antes del diluvio entre 10.000 y

60.000 años cada uno de ellos. Josefo y Eusebio muestran en sus obras extractos de ello.

Dice Beroso “En los días de Xisuthro ocurrió el gran diluvio”. Y también dice:

“Después de que el diluvio hubiera terminado y la realeza hubiera descendido del

cielo, la realeza pasó a Kish”. “Son 11 ciudades allá donde la realeza fue ejercida. Un

total de 134 reyes que en conjunto reinaron más de 28.876 años”

Estas son las principales figuras mitológicas que, al parecer, adoraban los

sumerios: Anu, dios del cielo; Nammu, la diosa madre; Inanna, la diosa del amor y la

guerra; Enki, dios de la beneficiencia, de las aguas y de las profundidades de la Tierra;

Utu, el dios sol; Nanna, el dios luna; Enlil, el dios del viento…

Como siempre digo, la historia los denomina dioses, pero no creo que esa

fuera la idea de los sumerios pues, quizá, para ellos eran solo ciertos poderes naturales

o sobrenaturales que no entendían muy bien y a los que tenían respeto, miedo o

admiración.

Además, tenían un triplete divino compuesto por An, la estrella, y al que se le

suponía el jefe de todos, pues bajo su mando estaba Enlil, el señor del aire, y Enki, el

señor de la Tierra. Más tarde se les uniría la diosa Nin.Mah (la dama excelsa), o

Nin.hur.sag (o dama de la cabeza de la montaña).

Como se puede apreciar, parece una copia (o el original) de la santísima

trinidad cristiana (padre, hijo y espíritu santo), junto a la virgen María y, ¿quién sabe?,

si la segunda diosa es referencia a María Magdalena.

En la antigua ciudad de Ebla, localizada al norte de Siria y conocida hoy como

Tell Mardikh, que fue una importante ciudad-estado en dos periodos (en el 3000 a. C. y

entre el 1800 y el 1650 a. C.) se hallaron unos archivos con más de 20.000 tablillas

cuneiformes, datadas alrededor de 2250 a. C. en sumerio y en eblaíta, otro desconocido

idioma anterior al semita y similar al acadio. Estas tablillas contienen los nombres de 3

profetas que se mencionan en la Torá y que fue escrito 1.500 años más tarde. Pero…,

dichas tablas se han encontrado en fechas recientes ¿cómo se entiende esto?

Para los sumerios (al igual que para los acadios o babilonios), observadores del

cielo y astrónomos, sus dioses estaban en el firmamento. Pero ¿qué dioses? Reconocían

planetas, estrellas, la luna y sus ciclos, el sol, etc., y les ponían nombre y reverenciaban

o, al menos, respetaban. Los babilonios, hicieron un compendio astronómico llamado

“Mul.Apin” (o Estrella Arado) y asignaron estrellas y constelaciones a los distintos

caminos.

La identificación de la estrella-arado no está clara, si bien se dice que ascendía

en el mes de Ninsanu en el equinoccio de primavera, señalizando el inicio del arado y la

siembra. Era una estrella referente como lo fue Sirio para los egipcios. Además, también

los sumerios conocían la relación de nuestro Sol con las Pléyades y la estrella o

constelación de Orión. ¿Cómo es posible que sumerios, egipcios, mayas, aztecas, etc.

conocieran estos ciclos y órbitas en nuestra galaxia cuando el hombre moderno no lo ha

descubierto hasta el siglo XIX?

Resulta curioso que sumerios, egipcios, olmecas, mayas y otras culturas

similares, tuvieran como referentes a los dioses del Cielo, y que todos ellos eran

versados en el estudio de la astronomía con un claro un entendimiento de las

constelaciones y planetas. En este sentido, hay un término usado por los judíos y

eclesiásticos “Elohim” que se usa para designar a dios. Pero ese término es plural

(serían los dioses) y así se expresa en la biblia original “… los Elohim”. Pero, claro,

había que hacer una versión monoteísta y se apearon varios dioses para quedar en uno

solo. Así que, aquí tenemos otro de los muchos engaños de las religiones.

Los sumerios también inventaron el zodíaco, si bien con 17 o 18 signos que

posteriormente los babilonios los reducirían a 12. En las escuelas de sus ciudades-estado

se enseñaba matemáticas, escritura, biología, zoología, geografía, teología y botánica.

Fueron los primeros en desarrollar en realizar composiciones literarias, en organizar una

biblioteca y en crear un lenguaje musical.

Tanto los dioses sumerios como algunos de los hechos de esta religión son una

copia de lo que se dice en la biblia cristiana. O al revés, ésta es una copia de las

leyendas sumerias, pues hay muchas, pero que muchas coincidencias.

He aquí solo algunas: la trinidad de dioses, el diluvio, la costilla de Adán (Ki,

creó con la costilla de Enki a una diosa, Ninti; los hombres fueron creados por Enki y

Ki para servir a los dioses; Enlil y Ki crearon a los animales y plantas; Nammu creó el

cielo y la tierra; Enlil creó la atmósfera, el viento, la tormenta y separó el día y la noche;

el paraíso (Enki creó un lugar donde convivir sin miedo con los animales pero, después

de un comportamiento inadecuado del hombre, lo expulsó del lugar); Enki, ante el

diluvio enviado por los dioses por haberlos desobedecido, se apiadó de la humanidad y

encomendó a un hombre, Ziusudra (el equivalente a Noé) construir una barca y llenarla

de animales para salvarlos de su destrucción total; etc. También, la palabra Edén que se

nos traduce por Paraíso, en acadio significa “lugar puro y natural” y al parecer existió en

un lugar cercano a oriente próximo, un lugar rodeado por cuatro ríos (podrían ser el

Tigris, el Éufrates, el Pisón y el Gihón)

En fin, para adentrarnos más en el misterio, se dice que los Anunnaki vinieron

de un planeta llamado Nibiru. Y también que, llegados aquí, fueron un grupo de

deidades sumerias y acadias, conocidos también como los Anunna, los 50 grandes

dioses, hijos de An. Según Zecharia Sitchin, experto en el tema de los sumerios y los

Annunaki y utilizando también fuentes de los astrónomos mayas, Nibiru sería el planeta

número 12 de nuestro sistema solar, y tendría una órbita elíptica alrededor de nuestro

sol de unos 3600 a 3760 años. Este planeta pudo colisionar con otro y como resultado se

formaría la Tierra, la luna y el actual cinturón de asteroides. Otros investigadores

sostienen la misma hipótesis, la de un cataclismo estelar o planetario.

Y el lingüista Kramer que pudo traducir algunas tablillas sumerias y que han

sido declaradas secretas más tarde, dice que dichas tablillas muestran una civilización

sumeria muy avanzada y afirma que “los sumerios, con la ayuda de sus dioses,

especialmente Enlil, transformaron una tierra llana, árida y azotada por los vientos en

un reino fértil y floreciente”. Y Zecharia Sitchin dice: “Tanto la biblia hebrea como el

Nuevo Testamento, afirman que los secretos del futuro están arraigados en el pasado,

que el destino de la Tierra está conectado en los cielos “.

Y es que, según la leyenda Sumeria, Enki creó a la humanidad usando a un

primate al que modificó genéticamente, quizás, para que trabajaran para los dioses, o

sea, para satisfacer sus necesidades, ser sus esclavos.

Y, si lo pensamos bien, nos pasamos la mayor parte de nuestra existencia

produciendo para otros. Pero ¿quién se beneficia realmente de todo? Seguimos siendo

esclavos trabajando y dándoles a otros la mayor parte de nuestros beneficios, de lo que

producimos. De ahí que debemos encontrar nuestras raíces, saber quiénes somos

realmente. Esta aparente e ingenua libertad que tenemos, la proporciona el dinero.

Pero, la verdad es que el dinero nos esclaviza y nos mantiene en una deuda permanente

vía hipotecas y modo de vida, un sistema de esclavitud de por vida. ¿No será que

seguimos siendo ese mono modificado que crearon los dioses?

Capítulo cuarto

El imperio Asirio (Nínive, Babilonia, la sexualidad en Babilonia, la diosa Ishtar,

Arbela, la ciudad de Mari, Elam y los elamitas)

Asiria debe su herencia cultural a Babilonia y ésta, a su vez, al apabullante

patrimonio cultural e intelectual de la civilización Sumeria. Así es la historia de la

antigua, fascinante y compleja civilización mesopotámica, o civilización de la antigua y

conocida Asia. Tras un periodo marcado por las conquistas de los hititas, la

cultura Asiria se desarrolló en la región de la Antigua Mesopotamia entre el 1800 y 600

a.C. Se les conoció por su capacidad guerrera y su gran crueldad con el enemigo

derrotado. Sus ciudades más importantes fueron Asur y Nínive y sus monarcas más

ilustres Assurnasirpal, Assurbanipal o Sargón II entre otros.

Aproximadamente en el 1.250 a. C, se comenzó a formar El Imperio

Asirio, uno de los más grandes imperios de Oriente Próximo en la antigüedad, al

asentarse diferentes pueblos nómadas semitas a orillas del río Tigris, fundando la ciudad

de Asur (en honor a su dios) y que la convirtieron en su primera capital. Después

continuarían su expansión por Mesopotamia. Su primer gran monarca fue Samsi-Adad I.

Mantuvo su hegemonía durante más de un milenio hasta que en el año 612 a. C. su

última capital, Nínive, fue arrasada.

Los asirios trataban a los pueblos conquistados con dureza, causa por la que

tanto babilonios como caldeos formasen una alianza para terminar con la opresión. Los

asirios eran grandes enamorados del arte y de la guerra, pero una de las culturas más

crueles de la antigüedad. La ferocidad de los asirios y su afán destructivo quedaron

patentes tras cada una de sus victorias, quemando y arrasando cada ciudad que

conquistaban y asesinando a todos los supervivientes, con la intención de sembrar el

terror entre sus enemigos.

Esta política de conquista y terror fue utilizada por la mayoría de los monarcas

asirios que, incluso en épocas de paz, dejaban patente su placer por la crueldad. El

rey Asurbanipal II, quien gobernó entre los años 883 y 859 a.C., una época próspera en

la que la arquitectura y la escultura tuvieron un gran desarrollo narraba como había

hecho levantar un gran pilar del que poder colgar las pieles de sus enemigos. Durante su

reinado se fundó la ciudad de Calach, y sería la capital del imperio sustituyendo

temporalmente a Asur.

Pero también supieron crear belleza pues, durante el reinado de Senaquerib (hijo

de Sargón II) en el siglo VII a.C., éste hizo de la ciudad de Nínive una de las más

hermosas urbes del mundo antiguo, y tanto sus murallas como sus maravillosos

jardines eran admirados por propios y extraños. Nínive era como un resumen de la

cultura asiria: hermosa por fuera y con una realidad muy cruel en el interior.

Senaquerib hizo de Nínive la capitalidad del imperio, y consiguió mantener las

conquistas efectuadas por su padre. Su hijo Asaradón conquistó Menfis, entonces

capital egipcia, y su descendiente Asurbanipal avanzó hasta Tebas y Susa. A este último

se le atribuye el haber construido una colosal biblioteca en su palacio de Nínive. Tras el

fallecimiento de Asurbanipal en el año 627 a.C. llegó un periodo del que apenas

sabemos nada, salvo que los medas entraron en Asur en el 614 a. C. y comenzó la caída

de su imperio. Ocurrió en el año 612 a.C. durante el reinado de Assur-Uballit II, cuando

los babilonios y los medos formaron una coalición y destruyeron Nínive.

Curiosamente, y aunque babilonios y asirios eran enemigos acérrimos, poseían

culturas muy similares, aunque las leyes asirias eran considerablemente más duras.

La ciudad de Nínive fue muy importante y capital de Asiria. Se ubicada en lo

que es hoy la actual Mosul, en Irak, y se extendía a lo largo de unos 50 km a orillas del

río Tigris. Hoy, el lugar, es una extensa zona de ruinas. En su día fue un importante

punto de paso de las rutas comerciales que cruzaban el Tigris, uniendo así oriente y

occidente y convirtiéndose en una de las grandes ciudades de la antigüedad.

Se menciona por primera vez alrededor de 1800 a. C. como “una ciudad con un

templo dedicado a la diosa Ishtar”. También se menciona en el Génesis, como “una

ciudad edificada por el rey Nimrod”, bisnieto de Noé. En el libro de Jonás se describe

como “ciudad grande sobremanera de tres días de recorrido”.

El antiguo asentamiento de la ciudad de Nínive recibió el impulso del rey

Senaquerib hacia el 700 a. C. para convertirla en una ciudad magnífica y en la capital

del imperio asirio. Se diseñaron amplias calles y plazas y construyó el famoso “palacio

sin rival”, de unos 200x210 metros y 80 habitaciones, con muchas esculturas en sus

paredes. Gran parte de las tablillas de Nínive se encontraron aquí. En ese tiempo

ocupaba 7 km² y tenía 15 grandes puertas que permitían el paso de sus murallas, algunas

de ellas flanqueadas por toros alados con cabeza humana. Tenía un elaborado sistema de

18 canales que traían el agua desde las colinas hasta Nínive, y se han encontrado partes

de un acueducto erigido por el mismo rey a unos 40 km de distancia.

No obstante, tendría que esperar hasta los neo-asirios, después de la época de

Asurbanipal II, para alcanzar un mayor desarrollo urbanístico. Sucesivos monarcas

mantuvieron y fundaron nuevos palacios y templos dedicados a Sin, Nirgal, Inanna,

Shamash, Ishtar y Nabu de Borsippa.

Sin embargo, fue efímero su esplendor, ya que hacia el 633 a. C. el imperio

asirio empezó a perder poder y en el 612 a. C. Nínive sería arrasada hasta sus cimientos

después de un asedio de tres meses llevado a cabo por la alianza de babilonios y medos

que se repartieron las provincias asirias.

Así que, Nínive, que gobernó desde el Cáucaso hasta el mar Caspio y el golfo

Pérsico durante más de seis siglos desapareció. Lo que sabemos de ella se debe más a

conjeturas que a registros reales de sus pocos restos arqueológicos, que pocos hay, o a

relatos de antiguos historiadores. Heródoto, sobre el 400 a. C., dijo que Nínive era ya

parte del pasado. Jenofonte, que pasó por el lugar, declaró en su obra Anábasis que

incluso el nombre de la ciudad había sido olvidado.

Sin embargo, las excavaciones e investigaciones continúan y, como siempre, se

espera que nos den más información de esta gran ciudad. Así fue como se encontró en el

palacio la famosa biblioteca de Asurbanipal (669-626 a. C.) con 22.000 tablillas en

escritura cuneiforme en las que se describía la historia, leyes y religión de Asiria.

También había escritos en acadio, que son los documentos más antiguos hallados, y que

probablemente son de la época de Sargón de Acad. En algunas de las tablillas se hace

mención al posible uso de un aparato para elevar agua (similar al que ideó Arquímedes)

junto a tablillas que mencionaban jardines. Algunos manejan la hipótesis de que Nínive

fue, posiblemente, el lugar emblemático de los míticos Jardines de Babilonia.

Y, en fin, también numerosos objetos, multitud de palacios, las calles de la

ciudad fueron exploradas y se han descifrado las inscripciones en ladrillos, tablillas y

figuras esculpidas. Con ello, los secretos de su historia poco a poco van siendo

revelados.

Babilonia. El Imperio Paleo-babilónico comenzó con la llegada al poder en

Babilonia de Hammurabi en 1792 a.C., si bien hay menciones a la misma más antiguas,

desde los tiempos acadios de Sargón de Acad en el siglo XXIV a. C. y del que se

sospecha que fue su fundador. Otros opinar que no se refieren a este Sargón, sino a

Argón Acad II, en el siglo VIII a. C. Sea como fuere, Babilonia, “la puerta de los

dioses”, parece ser que era un lugar de culto al dios Marduk.

Y es que Babilonia, que ganó su independencia después del renacimiento del

imperio sumerio, termina derrotando a los asirios e implanta el imperio Caldeo hasta

que Persia con Ciro II el Grande, reconquista Mesopotamia en el 539 a.C. y le daría un

cierto esplendor. En el siglo IV a.C. vuelve a ser conquistada por Alejandro Magno,

quien murió en ella, aunque se mantuvo bajo el control de sus sucesores, perdiendo

lentamente su antiguo esplendor.

Babilonia, la ciudad de Nabucodonosor, ocupaba más de 800 ha, aunque no

construidas en su totalidad, pues contaba con anchos espacios para cultivos y frutales.

Era la mayor ciudad de Mesopotamia, incluso por encima de Nínive su capital. Contaba

con fortificaciones y varios sistemas defensivos y palacios y estaba dividida en barrios,

siendo recorrida por calles octogonales. Según algunos textos, había 43 santuarios o

templos en la misma, destacando el templo y puerta de Ishtar (actualmente reconstruida

en el museo de Berlín). Pero la mayor maravilla de Babilonia debieron ser los jardines

colgantes, construidos en escalones ascendentes. Y también la torre de Babel, un

inmenso zigurat de planta cuadrada del que se sabe que fue reconstruido por

Nabucodonosor sobre un perímetro de 90 m de lado de otra torre precedente. La historia nos cuenta que en la segunda mitad del siglo XXI a. C. nómadas

semitas procedentes de Arabia se hicieron con parte de los territorios del rey de Sumer y

Acad (Mesopotamia), si bien quedaron limitados a orillas del río Éufrates, en lo que

entendemos hoy que fue Babilonia. Dado que era su posesión más importante, se

dedicaron a engrandecerla y embellecerla, algo que otros más tarde continuarían.

Así, como en tantos otros sitios, estuvo bajo el mando de diferentes gobernantes

venidos de fuera, como helenos, persas, etc., hasta llegar a Nabucodonosor II que fue el

rey que la dio mayor esplendor y del que se dice que construyó los jardines colgantes.

Heródoto, que la visitó en torno al año 450 a. C. afirmó que la ciudad

“sobrepasaba en esplendor a cualquier ciudad del mundo conocido”.

Sus ruinas, parcialmente reconstruidas a finales del siglo XX, se encuentran en

la provincia iraquí de Babil, a 110 km al sur de Bagdad.

Babilonia es muy nombrada en el Nuevo Testamento bíblico, en los libros de

Isaías y en el Apocalipsis, por ejemplo, idealizándola como una ciudad fuerte y

poderosa, pero también lasciva y soberbia describiéndola como “la gran ramera”. En

otros textos también se la considera una ciudad lujuriosa y malévola, casi mitológica.

Son estos relatos, además de la belleza con la que se la consideraba, lo que hizo que

Alejandro Magno se interesara por ella y en la que murió años más tarde.

Incluso nuestro insigne Cervantes se refirió a la misma en el sentido bíblico del

caos por sus excesos. Y además es mitificada por sus jardines colgantes, por la torre de

Babel (que se dice que fue allí donde se ubicaban), por el palacio de Nabucodonosor, el

templo de Marduk, la puerta de Ishtar, religión, pintura literatura, …

La sexualidad en Babilonia, y en general en toda Mesopotamia, era muy

apreciada, pues se creía que el sexo era un medio para que el hombre llegara a la

felicidad. En “La Epopeya de Gilgamesh” se presenta el sexo como uno de los placeres

que el hombre debe disfrutar.

Pero…, tanto en el mundo babilónico como en el sumerio, queda reflejado un

machismo muy marcado, ya que expresa claramente la superioridad del hombre sobre la

mujer, a la que le asigna un papel de sumisión total al hombre y le asigna, asimismo,

solo tareas reproductivas y de atención a su casa y familia. El código de Hammurabi

describía estas normas para la mujer que son totalmente discriminatorias. No voy a

extenderme en su detalle, pues francamente es muy largo, solo remarcar que se la

limitaba la libertad sexual; que no podían tener posesiones de nada pues, incluso los

hijos e hijas se consideraban posesiones del padre; que se las concertaba el matrimonio

por parte de los padres y siempre con una dote de por medio, es decir, se vendían; y un

largo etc. sobre infertilidad, viudedad, violación, esclavitud, o adulterio con infames

normas y castigos incluyendo la muerte.

Una curiosidad es que la masturbación estaba mal vista, así como la castidad,

por lo que todo te llevaba al sexo y su disfrute. También se permitía la prostitución, que

se ligaba a la diosa Ishtar, y no estaba mal vista, si bien no regulada. Más o menos como

hoy en día. La homosexualidad era aceptada e, incluso, sagrada en determinadas

circunstancias según algunos textos, si bien en algunos sitios era castigada. Existen

infinidad de imágenes de carácter sexual en las tablillas de terracota halladas, una

práctica que al parecer se inició en la tercera dinastía de Ur y duró hasta el 1700 a. C.

Con respecto a la diosa Ishtar, existe mucha información en torno a las fiestas,

celebraciones, tributos y adoración, así como las numerosas ofrendas que recibía

(obviamente, son los sacerdotes los que se hacían con ello) desde animales a los que se

sacrificaba para su disfrute en comilona, así como fruta y comida de todo tipo, amén,

supongo, de los bienes materiales que hubiera, pues no solo de pan vive el hombre ¿no?

Vamos como en cualquier religión y tiempo, todo sigue igual.

Arbela, o Erbil, es la capital del Kurdistán iraquí y sede del gobierno regional

kurdo. Esta importante ciudad de la antigua Asiria es hoy la tercera más grande de Irak,

por detrás de Bagdad, Basora y Mosul. Ubicada a unos ochenta km. de Mosul, al norte

de Irak y cerca de las fronteras con Irán y Turquía, es considerada como una de las

ciudades más antiguas que han estado habitadas permanentemente. Se la considera

patrimonio de la humanidad desde 2014.

Se ha datado que los primeros asentamientos humanos en dicha ciudad podrían

ser del siglo XXIII a. C., aunque no existe mucha información de ese remoto pasado y

la que hay procede de textos cuneiformes del siglo XXI a. C., en los cuales aparece que

existía un templo dedicado a Ishtar, diosa de la fertilidad, quizá uno de los más

importantes de la cultura asiria dedicados a esta diosa, después del de Asur.

Por esta ciudad han pasado diferentes pueblos a lo largo de su historia, como

asirios, persas, babilonios, medas, sasánidas, árabes y otomanos. Nombres importantes

de los personajes que han tenido que ver con dicha ciudad son Ciro II el Grande, Darío I

de Persia o el mismísimo Alejandro Magno. Fue también la provincia romana de Asiria

bajo el gobierno de Trajano. Y también gobernada por diferentes califatos árabes

convirtiéndola mayoritariamente en ciudad musulmana.

Hoy día, sobrevive a la misma problemática que el resto de los kurdos en el área,

si bien cuenta con instituciones de educación en todos los niveles, universidades con

facultades de administración y economía, agricultura, arte, ciencias de la educación,

ingeniería, lenguaje, leyes y política, educación física, ciencias políticas, ciencias,

sharía y educación básica, un aceptable sistema de salud, si bien necesita mucha ayuda

externa, en fin, que, dentro de lo que es la región, es una ciudad importante.

La ciudad de Mari, en el margen del río Éufrates, en territorio de la Siria actual

cerca de la frontera con Irak, estuvo habitada hace unos 7.000 años por culturas

relacionadas con las Babilónicas de la antigüedad. Su existencia se conocía a través de

la lista real sumeria y por las inscripciones en otras estatuas que se conservan en los

museos británico y el de Estambul, pero con estos nuevos hallazgos la citan como una

ciudad próspera gracias a su control de las rutas comerciales a través del Éufrates hasta

que Hammurabi la arrasó, perdiéndose su rastro.

Si bien fue fundada a principios del III milenio, no sería hasta la primera época

dinástica cuando adquiriera categoría como una de las más importantes ciudades-estado

de la región. Como siempre, historia de luchas entre rivales poderosos y cambios en la

dirección de su política, hasta que en 1759 a. C. su magnífico palacio real de Zimri-Lim

fue arrasado por el rey babilonia Hammurabi, y a partir de ese momento la ciudad

abandonada, al menos durante el periodo asirio.

André Parrot, del museo del Louvre y en sus excavaciones, ha descubierto un

templo dedicado a su diosa Ishtar y unas 25 tablillas escritas con caracteres

cuneiformes. Ishtar, diosa de la fertilidad, estaba acompañada de otros dioses, como

Shamash, que era uno de los más importantes, hijo de Anu. El palacio contenía, además,

infinidad de frescos y estatuas con inscripciones cuneiformes, lo que hizo que se pudiera

identificar el lugar. Parrot escribió al respecto: “El palacio de Mari fue considerado

como una de las maravillas del mundo de su época. Y lo era: dos hectáreas y media,

unas trescientas cámaras y patios […] Era una ciudad dentro de la ciudad, encerrada

en un recinto que parecía impenetrable, aunque, como demostraron los

acontecimientos, no lo era”. Sin embargo, hay quienes ponen en duda que fuera un

edificio excepcional y se preguntan: ¿Fue el palacio de Mari una maravilla

arquitectónica en su tiempo o sólo una residencia real más?

Pero…, parece que sí, que también destacó por sus obras de ingeniería, obras de

dragado, así como por sus arquitecturas.

Elam, los elamitas. Esta etnia o lo que sea, no guarda relación alguna con otras

conocidas culturas desarrolladas en la meseta del Irán. Parece ser que en lo único que

coinciden los expertos es que eran de etnicidad negra. Y en cuanto a la lengua, lo

mismo, no tiene similitudes con ninguna otra. Los restos arqueológicos de esta cultura

se datan hacia el 4000 a. C. Pero, como siempre, puede que fueran muy anteriores. Ya

se habla de ellos en el poema de Enki y el orden del mundo, en el que se exhorta al dios

Enlil que traspase las posesiones de Elam a Sumer. Y se le consideraba como el país de

la abundancia, al igual que hacían los sumerios. ¿Otra vez y en la zona se habla del país

de la abundancia? ¿Se refiere al paraíso terrenal del que habla a biblia?

Las leyendas hablan, como siempre, de guerras entre rivales próximos y

alteraciones en el poder de las ciudades o territorios. No voy a entrar en ello. Solo

indagar en el ¿por qué desapareció esta cultura o, en su caso, a dónde fueron?, pues no

hay información sobre qué pasó. Algunos apuntan que, debido a esos conflictos en la

meseta irania con medos y persas, pudiera hacerlos desaparecer o integrarse en esos

otros pueblos. Puede ser, pero no parece una razón satisfactoria, dado el aparente

esplendor y poderío que llegó a tener Elam.

Otros afirman que sobre los siglos XI y X a. C. hubo una serie de cataclismos

naturales que hicieron muy complicada la vida para los humanos, así que muchos

pueblos se refugian en las montañas. Pero…

Se habla de una diosa, a la cabeza de una gran lista de dioses, como principal

divinidad llamada Pinikir. Era la diosa de la procreación y fecundidad. Y tras ella una

tríada de dioses, Napisiha (el gran dios), Kiririsha (la gran diosa) y Hutran (el poderoso

e hijo de ambos), además de otros muchos dioses y diosas.

Otra trinidad de dioses en una antigua cultura ¿cuántas religiones tienen este

trío? Muchas, sí. O se han copiado unas a otras o hay algo que no sabemos.

Capítulo quinto

La biblioteca de Asurbanipal (la epopeya de Gilgamesh)

Quizá el aporte evolutivo más importante de la cultura babilónica a la

humanidad sea la gran colección de textos de la biblioteca real de Nínive, es decir, la

Biblioteca de Asurbanipal, que hoy se encuentra en el Museo Británico, y que se estima

que en su tiempo contendría entre 1.000 y 1.200 obras diferentes.

El propio Asurbanipal, uno de los grandes reyes asirios del último período, se

ocupó de dotar la biblioteca de los mejores textos de sus tiempos. Era un amante de la

cultura y defensor a ultranza de los intereses del estado (el impresionante imperio en el

Próximo Oriente que iba desde Palestina hasta Elam (Irán)). Asurbanipal, en una carta a

un súbdito, le expresa:

“Mandato Real a Kudurranu:

¡Que te vaya bien y tu corazón esté satisfecho! Cuando recibas esta carta, toma bajo tu

autoridad a Fulano, Mengano y Zutano y a los expertos escribas de Borsippa y

consigue todas las tablillas que hay en sus casas y las tablillas depositadas en el templo

de Ezida.”

La carta especifica los textos y series que interesaban particularmente a

Asurbanipal: crónicas bélicas, quizá como memoria histórica, rituales concretos de la

serie Shu il-a (alzamiento de los brazos), inscripciones y, en sus palabras, “todo lo

bueno para la realeza”. Y añade:

“Busca y envíame cualquier extraña tablilla de la que tengas noticia y que no exista en

Asiria. ¡Nadie ha de ocultarte tablillas! Y si hay alguna tablilla o ritual que no te he

mencionado y crees que es buena para mi palacio, cógela y envíamela”.

La mayoría de sus tablillas fueron copiadas para ser depositadas en sus archivos.

Entre las etiquetas y documentos que justifican, valoran o catalogan dichas tablillas, hay

un texto del propio rey asirio que dice:

“Yo Asurbanipal, rey de la totalidad, rey de Asiria, a quien Nabu y su esposa han

otorgado aguda comprensión y clarividencia para captar la brillante esencia de la

escritura, que ninguno de los reyes que me precedieron jamás comprendió, escribí en

las tablillas la sabiduría de Nabu, la pericia de los signos cuneiformes en toda su

extensión, y los comprobé y colacioné. Los deposité para la posteridad en la biblioteca

del templo de mi señor Nabu, el gran señor, que se encuentra en Nínive para

acompañarme, para guardar mi alma y protegerme de la enfermedad, y para mantener

firme el fundamento de mi trono real. Oh Nabu, contempla con satisfacción y bendice

siempre mi realeza. Cuando acuda a ti, atiéndeme. Si paseo por tu templo, no dejes de

guardar mis pasos. Y si este trabajo es depositado en tu templo y colocado ante ti,

contémplalo y recuérdame con favor”.

Está claro, pues, que el rey muestra un enorme interés por preservar la cultura y

literatura babilónica. Es la biblioteca más numerosa y mejor clasificada en sus múltiples

variantes, así tenemos textos de la tradición mesopotámica, entre los que figuran listas

de signos cuneiformes explicativas, listas de sinónimos, vocabularios y textos bilingües

en sumerio (la lengua de la tradición culta) y acadio, etc. También series de rituales y

encantamientos enormemente interesantes, así como mitos y epopeyas de la tradición

babilónica que alcanzan aproximadamente cuarenta textos (los mitos se refieren a

historias de dioses, las epopeyas relatan hazañas humanas o de héroes legendarios)

Entre los mitos más célebres de esta colección destaca el Mito de la Creación

centrado en la fiesta de Año Nuevo de Babilonia, en el que se reconoce no sólo la

incorporación y readaptación de otros mitos más antiguos, sino también la manipulación

del texto en beneficio de los intereses políticos y la propaganda del poder real asirio.

Entre las epopeyas mesopotámicas más conocidas gracias a la Biblioteca de

Asurbanipal, ninguna es comparable a la de Gilgamesh, el legendario rey-héroe

sumerio de la ciudad de Uruk, el hijo de los dioses.

La leyenda de Gilgamesh, es la epopeya más antigua conocida, anterior al viejo

Testamento. Existen varias versiones sobre ella (la más completa, la del tercer milenio

a. C., si bien las hay más antiguas). Gilgamesh fue considerado “el hombre para el cual

las cosas eran conocidas”. Y es que la leyenda dice que “… y posterior al diluvio, la

realeza volvió a descender una vez más del cielo…” y que “cuando los dioses crearon a

Gilgamesh, le dieron un cuerpo perfecto … dos tercios lo hicieron dios, y un tercio

hombre”. Eso sí, era un gigante temido por su arrogancia y por su inagotable apetito

sexual que no respetaba “ni las niñas, las vírgenes recién casadas, las hijas del

guerrero o la esposa del noble”.

Gilgamesh, tras urdir con una prostituta una trampa a su supuesto rival, Enkidu,

un salvaje gigante de las colinas protector de la naturaleza le vence, si bien los dos

gigantes se hacen después amigos para enfrentarse a otro gigante feroz, Humbaba, que

dominaba “el país donde se derriba el cedro” (¿se refiere, quizá a Egipto o al Líbano?).

Éstos vencen al gigante Humaba y la diosa del mar, Ishtar, quiere esposarse con

Gilgamesh, pero éste la rechaza, lo que la hace enfurecer y para vengarse le lanza “el

toro del cielo” al que también vence Gilgamesh, con lo que él creyó que tenía vida

eterna. No obstante, y para prevenirse de un diluvio que atemorizaba a los propios

dioses, construyó un arca para salvarse. (el diluvio de la Biblia sería descrito tiempo

después). Después de estos hechos, el gigante Gilgamesh muere.

Gigantes y dioses extraterrestres a los que los sumerios parecen conectados.

Leyendas o realidad, ahí están. Y también la historia del diluvio que, al parecer, no es

original en la biblia, sino solo una copia de antiguas leyendas.

También, la Biblioteca de Asurbanipal, nos muestra el conocimiento de la

literatura babilónica que, en algunos ejemplos, es un precedente claro de los libros

bíblicos de Proverbios, el Libro de Job y el Eclesiastés. De esta literatura destacan

obras como El Cuento del Justo Sufriente, La Teodicea Babilónica y el Diálogo del

Pesimismo, en las que se expresa la muy humana necesidad de conservar la fe junto al

pragmatismo de una existencia plena de misterios insondables.

George Smith, uno de los principales autores de estos descubrimientos, nos dice

que esto permite una comprensión más exacta y precisa de nuestros propios orígenes

culturales y religiosos y que están, al parecer, en Oriente Próximo. El fabuloso hallazgo

de la versión asiria del Diluvio Universal en la Biblioteca de Asurbanipal nos viene a

decir que existe siempre una historia previa en el Oriente, que hay cosas que se ocultan

en el legado milenario de la tradición y que son cosas que nos importan porque, al fin y

al cabo, son cosas sobre nuestros antepasados que podrían responder a la pregunta ¿de

dónde venimos? O al menos acercarnos a la ansiada respuesta.