salmo 50 · voz 1: ¡dámela, te lo pido, la alegría de tu salvación! dame un corazón sincero...
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SALMO 50
VOZ 1: Salmo 50, SALMO PARA PEDIR
PERDÓN
VOZ 2: Yo sé que me quieres, Señor, porque
eres bueno,
porque tienes un corazón sensible,
perdóname.
Limpia mis bajos fondos de pecado,
y de mis continuas caídas, levántame.
TODAS/OS: DE MIS CONTINUAS
CAIDAS, LEVÁNTAME (10
segundos de silencio)
VOZ 3: Me siento pecador/a ante ti, que eres
Santo.
Mi pecado está agarrado a mí.
Contra ti, contra ti sólo pequé.
Tus ojos han visto con pena mi corazón
manchado.
TODAS/OS: TUS OJOS HAN VISTO CON
PENA MI CORAZÓN
MANCHADO (10 segundos de
silencio)
VOZ 1: Tú me miras fijamente y amas lo
profundo y limpio dentro de mí.
Me amas suavemente como amigo en el
silencio.
Abrázame y tu amor me cambiará el
corazón.
Sé mi amigo y caminaré hacia la
cumbre.
TODAS/OS: SE MI AMIGO Y CAMINARÉ
HACIA LA CUMBRE (10
segundos de silencio)
VOZ 2: Devuélveme, el gozo y la alegría que
perdí.
Deja que mi vida sea como una fiesta.
Somos amigos: ¡olvida el mal que hice!
Ayúdame con tu amistad a renovarme.
TODAS/OS: AYÚDAME CON TU
AMISTAD A RENOVARME
(10 segundos de silencio).
VOZ 3: Que nazca en mí, como una fuente,
un corazón puro y una voluntad firme.
Quiero ver tu rostro alegre a mi lado,
y tu fuerza ante mí, me acompañe
siempre.
TODAS/OS: TU FUERZA ANTE MÍ, ME
ACOMPAÑE SIEMPRE (10
segundos de silencio)
VOZ 1: ¡Dámela, te lo pido, la alegría de tu
salvación!
Dame un corazón sincero que se juegue
todo por ti.
Diré a mis amigos que tus caminos son
formidables.
Y a los que no te conocen, que prueben
lo que eres Tú.
TODAS/OS: DIRÉ A LOS QUE NO TE
CONOCEN QUE PRUEBEN LO
QUE ERES TÚ (10 segundos de
silencio)
VOZ 2: Ya sé que tú no andas con hipocresías
y que no quieres de mis palabras vacías.
Lo que me pides es un corazón
arrepentido,
un corazón sincero y noble es lo que
quieres.
TODAS/OS: UN CORAZÓN SINCERO Y
NOBLE ES LO QUE QUIERES
(10 segundos de silencio)
VOZ 3: GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y
AL ESPÍRITU SANTO
TODAS/OS: COMO ERA EN EL
PRINCIPIO, AHORA Y
SIEMPRE, POR LOS SIGLOS DE
LOS SIGLOS, AMEN (15
segundos de silencio.
“CARTA DE ENRIQUE DE OSSÓ PARA TI”
Yo, Enrique de Ossó, les lanzo HOY esta URGENTE llamada:
Ustedes son quienes deben decidir si el mundo ha de ser de Dios o del mal. Sé que los
jóvenes son generosos y valientes, y que en ustedes late un corazón de fuego capaz de grandes empresas. Por eso les propongo un proyecto de vida cristiana capaz de renovar el mundo.
LUCHEN contra toda clase de mal en el mundo para hacer lugar al Espíritu de Jesús.
LUCHEN para liberar al hombre y a la mujer de la esclavitud, para que Jesús sea el centro estabilizador de cada persona.
¡Ustedes son, jóvenes cristianas/os, quienes deben avivar el fuego del Espíritu por su
Amor! Él quiere encender de nuevo en el mundo el Fuego del Amor. Es por ustedes por quienes ese Fuego del amor se comunicará al mundo.
No se trata de que se impongan nuevas obligaciones. Solo se trata de que sean CRISTIANAS/OS DE VERDAD, de que se
tomen en serio el Evangelio de Jesús. Nuestro mundo va envejeciendo. El mal va extinguiendo la luz del BIEN. El egoísmo ahoga la llama del Amor. Pero nuestro Dios es un Dios de VIDA y no quiere la muerte del hombre, sino que cambie y que viva. Dios ha dado al mundo capacidad de VIDA, ha dejado en su seno gérmenes de VIDA y RESTAURACIÓN.
Manos a la obra, que es urgente vivir de la LUZ. Miren que hay muchos para quienes Jesús no es nada importante en su vida.
¡JÓVENES, tiempo es ya de dar la cara por Él! Tiempo es de demostrar que con tan buen Amigo al lado, todo se puede
pasar. Únanse, jóvenes cristianos, y defiendan los derechos de su Amigo. Procuren vivir de tal forma que ayuden a otros a vivir según el Evangelio de Jesús.
Tengan buenas actitudes en el corazón y OREN. Que su alimento sea su Palabra, y su estímulo, el saber que alguien ha
recorrido por delante de ustedes el mismo camino. Que Teresa de Jesús les sostenga en su camino les aliente en su lucha y les confirme en su amor. Que María les acoja como Madre y les guarde del mal, y que Jesús sea el Amor de sus corazones y el centro que estabilice todo su ser.
Enrique de Ossó
“CARTA DE ENRIQUE DE OSSÓ PARA TI”
Yo, Enrique de Ossó, les lanzo HOY esta URGENTE llamada:
Ustedes son quienes deben decidir si el mundo ha de ser de Dios o del mal. Sé que los
jóvenes son generosos y valientes, y que en ustedes late un corazón de fuego capaz de grandes empresas. Por eso les propongo un proyecto de vida cristiana capaz de renovar el mundo.
LUCHEN contra toda clase de mal en el mundo para hacer lugar al Espíritu de
Jesús. LUCHEN para liberar al hombre y a la mujer de la esclavitud, para que Jesús sea el centro estabilizador de cada persona.
¡Ustedes son, jóvenes cristianas/os, quienes deben avivar el fuego del Espíritu por su Amor! Él quiere encender de nuevo en el mundo el Fuego del Amor. Es por ustedes por quienes ese Fuego del amor se comunicará al mundo.
No se trata de que se impongan nuevas obligaciones. Solo se trata de que sean CRISTIANAS/OS DE VERDAD, de que se
tomen en serio el Evangelio de Jesús. Nuestro mundo va envejeciendo. El mal va extinguiendo la luz del BIEN. El egoísmo ahoga la llama del Amor. Pero nuestro Dios es un Dios de VIDA y no quiere la muerte del hombre, sino que cambie y que viva. Dios ha dado al mundo capacidad de VIDA, ha dejado en su seno gérmenes de VIDA y RESTAURACIÓN.
Manos a la obra, que es urgente vivir de la LUZ. Miren que hay muchos para quienes Jesús no es nada importante en su vida.
¡JÓVENES, tiempo es ya de dar la cara por Él! Tiempo es de demostrar que con tan buen Amigo al lado, todo se puede pasar. Únanse, jóvenes cristianos, y defiendan los derechos de su Amigo. Procuren vivir de tal forma que ayuden a otros a vivir según el Evangelio de Jesús.
Tengan buenas actitudes en el corazón y OREN. Que su alimento sea su Palabra, y su estímulo, el saber que alguien ha
recorrido por delante de ustedes el mismo camino. Que Teresa de Jesús les sostenga en su camino les aliente en su lucha y
les confirme en su amor. Que María les acoja como Madre y les guarde del mal, y que Jesús sea el Amor de sus corazones y el centro que estabilice todo su ser.
Enrique de Ossó
Yo os he bautizado con agua, pero él os
bautizará con Espíritu Santo.
Venid conmigo, y os haré llegar a ser
pescadores de hombres y mujeres.
Y se oyó una voz que venía de los cielos:
“Tú eres mi Hijo amado, en ti me
complazco”.
Compadecido de él, extendió su mano,
le tocó y le dijo: “Quiero; queda
limpio”.
El tiempo se ha cumplido y el Reino de
Dios está cerca; convertíos y creed en la
Buena Nueva.
Viendo Jesús la fe de ellos, dice al
paralítico: “Hijo, tus pecados te son
perdonados”.
No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a
pecadores.
Quien cumpla la voluntad de Dios, ése
es mi hermano, mi hermana y mi madre.
Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado;
vete en paz y queda curada de tu
enfermedad”.
Y tomando la mano de la niña, le dice
“Talitá kum”, que quiere decir:
“Muchacha, a ti te digo, levántate”.
Honra a tu padre y a tu madre y el que
maldiga a su padre o a su madre, sea
castigado con la muerte”.
¡Quítate de mí vista, Satanás! porque tus
pensamientos no son los de Dios, sino
los de los hombres.
El que reciba a un niño como éste en mi
nombre, a mí me recibe.
Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no
perderá su recompensa