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E n 1985 se hizo un act o dej ust icia, Sergio Fernández(profesor universita rio, escritor,editorialista, invest igad or,conferencis ta) recib ió el gra do deMaestro Emérito de la Facultadde Filosofía y Letras, en esaescuela que a él le gusta llama r" su casa " . El as unto , por más quealgunos qu isieran minim izarlo,tiene una importancia quetrasciende lo puramenteacadémico. A estas alturas , SergioFernández no es solamente unmaest ro de la Fac ultad, sino unode sus símbo los más evidentes . Seremérito de su pro pia casa es, porotro lado, un fin anhelado y un asuerte de emblema de su pasi ónvital: LA CU LTURA . En unensayo sobre la única comedia deSor Juana , Sergio Fernández diceque según el diccionario," empeño" es "vivo deseo de hacero conseg uir algo ; obje to al qu e sedir ige. Tesó n y confia nza". Almismo tiempo conempeñosignifica"con gran ahínico". Finalment e enla lengua medieval clásica se usaempeños (con "s " que no esplu ra l). La " s" es procedente delnomi nativo pignus: " tener el almacomprometi da en una cosa " . Lacita, que aho ra con libertadaj ustamos a su crea dor, le viene,por motivos del emerita zgo, comoan illo al dedo. Sergio Fernándezha empeñado (con la pluralidad-

RS ecretos

úbticos

ser sino la penetración más profunda

del pasado dentro del presente . En tan­

to se integra el pasado en el presente.

podríamos proyectar una dimensión

distinta . Así. me convencí que no hay

un solo futuro sino varios. y que uno de

los más importantes y sustanc iales ob­jetos de estud io a este respecto era la

música mexicana misma. La música deMéxico comprende una investigación

de tipo histórico que se div ide en cinco

volúmenes: la época preh ispánica. la é­

poca virre inal. de la independencia a larevolución . el periodo nacionalista y elcontemporáneo. En cuanto a bibl iogra ­

fía. comprende una guía que anal izacerca de 800 textos para el investiga­dor y el lector en general ; y una antolo­gía de nuestra música. que rescata mú­

sica de la época virre inal. y música de laépoca nacional ista . princ ipalmen te.como la música de José Pomar. que sehallaba olvidada ; música de Julián Ca­

rrillo que nunca ha sido publ icada enMéxico ; y de Jacobo Kostakovsky. quepasó 40 años de su vida en México y

aún es ignorado. De estas directriceshan salido a la luz los libros de historia yla guía bibliográ fica. De los de histor iafalta el de la música virreina l. alguno decuyos capít ulos hubo de ser t raducido yalargó un poco el proceso de edición.

La antología saldrá este año. en dosvolúmene s. y ahora preparo la investi­gación de dos volúmenes nuevos queson dos diccionarios: el de músicos me­xicanos. y el de los térm inos musicalesprehispán icos. En el primero conocere ­

mos. por ejemp lo. que en la época vi­

rreinal exist ieron más de mil músicos.que hasta la fecha son ignorados. y a-

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- La mención que ha hecho Jul ioEstrada al proyecto La música deMéxico, del cual es edi tor, impone

una última consulta sobre este tema.Los tomos que han aparecido hasta

ahora son quizás una de las muestrasmás visibles de su trabajo reciente.

ciertos que antes . pero concen trados

en aquello que cons idero esencial. Res­pecto a la enseñanza de la composi­

ción. dentro de algunos meses sabre­

mos de una nueva orientac ión que en

ese sentido estamos desarrollando al­

gunos compositores. para propo ner launión de nuestros esfuerzos y forma r

una generac ión élite de compositores.

formados por lo mejor de nuestras ca­

pacidades .

• Creación Musical y Futuro fue un evento di­rigido y coordinado por Jul io Estrada en diciern ­bre de 197 8. consistente en una serie de confe·renci as. conciertos. demostraciones y mesas re­dondas.sobre las posibles músicas del mañana enfunción de las de hoy. Participaron. entre otr os.lann is Xenakis. David Rosenboo m. Jorge Sar­mientos. Pauline Oliveros. 8er t ram Turetzky.Hans-Peter Reinacke.

- La música de Méx ico comenzó en1979 y la invest igación fue conclu ida amediados de 1980. En este proyecto

participaron investi gadores mexicanosy extran jeros del más alto nivel. con un

renovado interés por la mús ica mexica­na. que merecía esta atención no sólopara despejar incógnitas del pasado.sino también para señalar posibles

campos hacia el futuro. Me metí eneste proyecto como consecuenc ia demis investigaciones en Creación Mus i­cal y Futuro . En Creación Musical y Fu­turo' entendí que el futuro no puede

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yor cadencia y soltura. Los hilos de su­

dor se entrecruzan en el cuello y forman

en el pecho un medallón húmedo en

constante crecimiento; las cabelleras

absorben todo movimiento. la boca

blanqueada por la sed. llena de ella .

Uno . dos. uno . dos. tres . dilatan las fo­

sas nasales . al son de la voz el cuerpo.

la respiración. el vaivén cardiaco enro ­

jece las mejillas. El eco trasciende el sao

Ión hasta perderse en el edificio o aho ­

garse en la última resonancia .

De Edificio de Fierro pasó a ser Pala­

cio de Cristal. Posiblemente la compa­

ñía del señor Landeros y Cos haya pre­

sentado algunas exposiciones en el in­

mueble en los primeros meses de

1909. De lo que sí se tiene la certeza es

que el 15 de marzo del mismo año. la

entonces Secretaría de Instrucción Pú­

blica y Bellas Artes firmó con el propie ­

tario un contrato para arrendamientodel local con la opción de compra.

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Como en esas fechas el área de historia

natural se desligó del Museo de Arqueo­

logía. Historia y Etnología se decidió que

ésta fuera trasladada al edificio señala ­

do.

México: rutina de /a opresión

Paisajes urbanos de motocicletas de­

formadas por la velocidad amenazando

con salir del lienzo para corroborar el

instante cotidiano. Antonio Ramírez en­

cuentra en el diario hacer una posibili­

dad de expresión para la plástica y ladenuncia. Hombres y mujeres en el me­

tro . obreros en la fábrica . en la íntima

fuga amorosa con su pareja .

Un año después de celebrado el con­

trato aún no se trasladaba el Museo

Nacional de Historia Natural al Edificio

de Fierro y las festividades del Centena ­rio de nuestra independencia requeríande diversos foros en los cuales realizar

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SECR ETOS PÚBLI COS

de los sentidos indi cad os) su vidaa la Facult ad de Filosofía y Letras ,ha tenido, sin arribajes, el almacomprometida con la UNAM, ycon su usual tesón y constancia,desde ella, ha hecho una de lasobr as más luminosas de laliteratura mexicana. Ese empeño·que empezó como alumno ymaestro en la ant igua Escuela deMascarones y qu e ya lleva má s de25 añ os, ahora se ha visto justa ygenero sam ent e retribuido.Sergio Fern ández tiene sudomicilio en una calle perdida quedesemboca al Camino delDesierto de los Leones ; alláconstruyó una casa que nofortuit amente llamó " LosEmpeños ", aludiendo con ellotanto a su pasión por sor Juana,como a los 130 escalones que ha yque subir para alcanzarla. Lacasa, vista desde afuera , es un altopalomar incrustado en la roca deuna pronunciada ladera ; desdedentro, en cambio, es unaacogedora caja de Pandora quehace saltar secretos y rincones,recuerdos y evocaciones ; es unacasa en que desfilan por susparedes, Aceves Navarro, ChuchoReyes , Antonio Peláez, Terminely Ricky Parra . Sobre una mesa, enun atril hay algo que bien pudierallamarse devocionario, noreligioso , sino erótico : un libro conmagníficas fotos de Greta Garbo,la actriz que -dice SergioFern ándezr- constituye uno desus fetiches . La orgullosa casaguarda, en sus ventanas , unempeño más : dominar una ciudadde México que parece asesinadapor el smog. Esa violencia delambiente, tristemente expuesta enla lejanía, es rechazada por elarrullo de la cultura que existe encada objeto de "Los Empeños ".La casa es habitada por singularespersonajes : doña Guadalupe, lamadre de Sergio quien con susnoventa y tantos años exhibe, sepodría decir que con desparpajo,una vitalidad asombrosa, y unaamistad inexpugnable con lamujer que a diario la acompaña, y

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con la que gusta hacer,conj unta mente, el aseo de losrincon es; Pa ula , la hija de Sergio,un a ado lescente rebelde y coquetapero enca nta do ra , ca paz deenamorarse de un nadadorporque éste tuvo la osa d ía dea pa rece r ret rat ado en las págin asdel E\'T() . De ella , Sergio hadicho qu e. " po r ñoño qu e result e,esa niñ a es su mayor a mo r, tantomás amplio que el que puedeconceder a l ínfimo narciso qu ellevamos dentro " . La fauna de" Los Em peños " , está ca pita nea dapor Ga lo, un espo njoso ga to dea ngo ra qu e pasea su hermosura ysu flojera . Se sie nte, a hora , laa usenc ia de O rlando, el galgo queac ompañó a Serg io en susca minatas mat ut inas, po r má s de14 años. De él qu eda en la miradade Sergio, la presenci a del dolor.Entre todos ellos también habitanlos fan ta smas que SergioFernánde z ha invitado a " LosEmpeñ os ". Su plát ica evoca unMéxico, qu e parece extinto. De símismo, con respecto a estaprodigiosa capacidad evocadora ,escr ibió : "i qui én lo creyera , yota n ínfimo! Conocí a Lupe Vélez ,a la Ir is, a Ramón Nova ra, a laFábregas, a Frid a Kahlo.Aunque no interminable mipanteón es compacto " . Entre risasy gestos, con un lenguaje nadausual , estos personajes de! Méxicosa ngrante , por el olvido en que lotienen sus habitantes, vantomando cuerpo. Sergio crea , enla cha rla y en la escritura , algoque convertirá en géneronarrativo: la anécdota literaria.Sergio Fernández pert enece, y éllo sabe, a un grupo en exti nció n: e!del erudito con memoria . Entreotras muchas cosa s, eso loconvierte en un ser excepcional.Heredero por derecho de losContemporá neos, ha hecho de lacáted ra , una va riación de laescritura ; de su s lecturas , unpunzón para des cifrar la realidad ;de su plática un gozo barroco ; y desu vida profesional , un a de lasvariadas formas de amor a laUniversidad.O

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la calle con el mismo nombre . En su ini­cio. contaba con tres departamentos:taxide rmia. imprenta y ca rpinteríacomo punto de apoyo a las coleccionesen existencia. Posteriormente. bajo ladirección del profesor Alfonso L. Herre­ra. en un folleto para el visitante se ex­plica la división del museo en cuatrosecciones: Zoología . Botánica . Geolo­gía. Mineralog ía y Bioloqla ."

Con la integración de la Direcc ión deEstudios Biológicos a la UniversidadNacional por haber logrado su autono­mía. el museo pasó a forma r parte delpatrimonio univers itario. La vida delmuseo. aunque larga en relación a losanteriores usos que se le habían dado aledificio. por falta de recursos y atenciónentra en un ciclo decadente que culmi­na y concluye con el cierre "misterioso"de sus intalaciones. Polvo. goteras. po­lilla. herrumbre son ahora la colecciónpermanente acrecentada ma ravillosa­mente día con día durante varios años.hasta 1964 cuando se traslada a Cha­pultepec el Museo Nacional de HistoriaNatura l.

4 Ibid.

...... .. .En 1975 nace el Museo Universita­

rio del Chopo como un punto de apoyopara la difusión cultural en un barrio po­pular. y para promover la presentaciónde expos iciones temporales de cienciasy artes. y como un foro para cine. tea ­tro. música . danza. mesas redondas.conferencias.

Dice Carlos Monsiváis en su trabajo"El porfirismo : la paz de los sepulcrospalaciegos y las simetrías de la opre ­sión". que Díaz. "para vencer el tiempoy permanecer. recurre a la arquitecturadespótica donde la aspiración de lo clá­sico dará las veces de festín de los sen ­tidos y de recordatorios clasistas. Quese advierta que todas las civilizacionesconfluyen en este poderío. El progresoes lo visible .. ." 5 Aunque el Palacio deCristal no fue creado prec isamente porPorfirio Díaz, sí lo recuperó porque co­rrespondía a los requerimientos de laatmósfera deseada pues como seña lamás adelante el autor menc ionado. " Laarquitectura será colonizada o no será".part iendo del principio de que "lo quese ve es lo que se respeta" y añade :"Los porfiristas son modestos. Noconstruyen para la eternidad; constru­yen para que se les piense representan­tes de la eternidad".

Del uso arrogante y opresivo de laarquitectura del ant iguo Palacio deCristal. feudo para la compra-venta enun principio de objetos exóticos y don ­de se deb ía asistir con los atuendos clá­sicos del "buen gusto" Imperante. a laactualidad. el Museo del Chopo. aun­que no cumpla los requisitos que un or­todoxo museólogo considere necesa­rios. como es el caso de las coleccionespermanentes esencialmente. pasó aformar parte de uno de los puntos dereunión donde el hacer cultural no sólose ve sino en el que se puede participaractivamente.

- ¿Seguro que vas a venir mañana?-Sí. vamos a ver que dice Vlady.El dinosaurio ya no está en el Museo

del Chopo pero tampoco el famosochopo que le dio nombre a la calle. Teespero en la librería. El gran portal azulcon un rebuscado dragón del PabellónJaponés se perdió. Mis papás me traje­ron hace mucho tiempo. de lo que meacuerdo es del ldinosaur io. nada más ·O

s Carlos Monsiváis. " El porfir ismo: la paz delos sepulcros palaciegos y las simet rías de la

opresión." Revista Paso. Año 1 núm. 1. septiern­brede 1981 .

..... ..... .. ....SEC R ET OS PÚBLI CO S

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