revista quincenal ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7....

24
año Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 + Revista Quincenal Ilustrada + I CON EL ALBA JI Llega el alba . . . .La suave noche declina. La luna, ya muriente, su lumbre pura riega sobre las frondas de la espesura enchapando las crestas de la colina. El viejo sol descorre la gran cortina de los cielos profundos ... . Una figura atraviesa el silencio de la llanura y se pierde en las sombras de la neblina .. . . Cuando llegó al comienzo de la montaña, sobre el borroso punto de su cabaña el labrador anciano tendió los ojos .. .. Pensó en sus pobres hijos ; bajó la frente; mientras que de su acero, fino, luciente, saltó alegre un reguero de rayos rojos. J . M. GUARDIA. 1909. 1e e) b

Upload: others

Post on 09-Dec-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42

RITOS+ Revista Quincenal Ilustrada +

I CON EL ALBA JI

Llega el alba . . . .La suave noche declina.La luna, ya muriente, su lumbre purariega sobre las frondas de la espesuraenchapando las crestas de la colina.

El viejo sol descorre la gran cortinade los cielos profundos . . . . Una figuraatraviesa el silencio de la llanuray se pierde en las sombras de la neblina . . . .

Cuando llegó al comienzo de la montaña,sobre el borroso punto de su cabañael labrador anciano tendió los ojos . . ..

Pensó en sus pobres hijos ; bajó la frente;mientras que de su acero, fino, luciente,saltó alegre un reguero de rayos rojos.

J . M . GUARDIA.

1909.

1e

e) b

Page 2: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOSRITOS---988

La Intelectualidad BrasileraRio Janeiro, Julio de 1908.

S eñor Director de " Nuevos Ritos, "

Panamá,

Debe usted estar ya aburrido de las intelectualidadesbrasileras que le cuento ; pero la verdad es que, como este países tan poco conocido entre nosotros, y de él, sin ninguna duda,podríamos aprender mucho, no he creído por demás hablarle áusted de ello . Oiga usted lo último al respecto.

Amigos míos, interesados en que llegue pronto á cono -cer bien el país, me han dado muchos nombres que personificanla labor y el brillo intelectual del Brasil . Me hablan, por ejem-plo, sin contar con los ya difuntos, del Dr . Cruz, el joven médicoá quien se debe el prodigio del saneamiento de Rio Janeiro ; deJoaquín Mortigno, el primer individualista del país, médico degran fama, agricultor y financista ; de los dos Da Cunha, litera-to el uno, autor del afamado 0 Sertao, orador ameno y fácil elotro; de Joe Verisimo y de Silvio Romero, literatos ,y críticos;de Rodrigo Octavio y Graga, Aranha ; Arthur Azevedo y Machado de Assis, y muchísimos otros, novelistas ó dramaturgos, to-dos grandes inteligencias y muy raras y brillantes ilustraciones.Yo he procurado inquirir sobre ell os cuanto en el poco tiempo deestar aquí he podido ; pero la verdad es que no los conozco bienaún .

A Azevedo me lo mostraron en la calle, ahora pocos días,y de sus obras he visto sólo representar La Dote. A Joe

Verisimo, á Graga Aranha y á Machado deAsísles fuí presentado undía en la. Librería Garnier, lugar de cita de todos los literatos yhombres de saber . De los tres he comenzado á hojear algunos li-bros.Machado de Assis tuvo la amabilidad de regalarme mu-chas de sus obras . Rodrigo Octavio es mi amigo y temo ser par-cial hablando de él, hombre tan singular por la bondad del co-razón, por la inteligencia realmente luminosa, por el buen hu-

Page 3: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS ttvrOS .-t»u

mor, por la infatigable y variada labor en que vive, siendo pu -blicista, abogado y literato al mismo tiempo ; por su adhesiónincontrastable al deber, por su f ni iba . querida y por su hogarapacible y dulce en donde mora la dicha.

Lo que sé de Azevedo me lo han contado 6 lo deduzco dela representación de su citada joya literaria . Moreno y gordo,afeitado todo t la americana, me dicen de él que es del nú-mero de los bohemios, perteneciente á una clase separada, delpaís . Privado de su mujer por Chávez, el hermano de Enrique,el de la Cazzeta das Noticias, se quitó de penas y tomó otra, talvez la mujer de otro . Tiene enemigos (mi Dios ¿quién no lostiene?) que lo apocan, diciendo de él que no es sino un trabaja-dor de todos los días, sin ninguna inspiración, que todos losdías da cuenta de su tarea buena ó mala ; pero esta rabia delos nulos no lo ha desanimado : me dicen que, al contario, losataques han tenido la virtud de aumentar su fe y que sigue tra-bajando. Ha formado el teatro del Brasil ; su teatro está allí,porque son muchas las obras que ha escrito para él . De ellas,sin duda alguna, La Dote as su joya más preciáday aunque yarepresentada por artistas nacionales, ahora ha tenido la fortunaIde serlo, adquiriendo un ruidoso triunfo, por la famosa Tina diLorenzo que últimamente estuvo de paso en esta capital . La Ti-na, usted lo sabe, es una artista italiana del más merecido re-nombre. Vino para la Argentina, pero Rio Janeiro hace la cace-ría al paso de toda notabilidad, sabio ó filósofo, diplomático,hombre de Estado ó político, literato, conferencista que sigopara el Sur. Como posee varios buenos teatros, el San Pedropara los dramas, el Lírico para las óperas, el Apolo y el Pillartepara las zarzuelas y variedades, la Compañía quo no contratanen Europa, pero pasa para Buenos Aires, indefectiblementese detiene aquí é inaugura alguna temporada . (1) "Asíhan cono-cido los cariocas á Sarah Bernardt, á Coquelín, á Canino, áTina di Lorenzo, á Brauser y otros muchos.

La noche de La Dote fué una verdadera fiesta . El bra slero sabe honrar como pocos en el mundo á sus hombres de mé-rito. El teatro San Ped ro estuvo desbordante ; tado cuanto la in-telectualidad carioca posee de más representativo y saliente estaba allí : hombres de letras, abogados, periodistas, políticos,magistrados, médicos, y artistas, y junto con estos ó al lado deellos las bellas "patricias" de Rio que llenaban, comoroe decía un carioca, el ambiente con las fulguraciones de subelleza y con los encantos de su gracia.

Grace Aranha, al contrario de Azevedo, pertenece á laaristocracia brasilera., es autor de la novela, Pa sacad libro queen el país ha sido objeto de críticas y que en el Exterior hamerecido alabanzas . Los críticos del interior son naturales,porque el libro es muy bueno y el autor ha conquistado con éluna gran reputación . No hay peor enemigo que el de casa. Delas alabanzas nada menos que Ferrero se las ha prodigado . Ca-maan es una obra de propaganda para atraer la inmigración alpaís, y ya se puede imaginar usted de cuántas bellas descrip-ciones de los campos brasileros está llena.

[1] Actualmente construyen el Teatro Municipal que será delos mejores de la América y puede decirse del mundo .

Page 4: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RETOS.-990

Joe Verísimo es distinto, es un crítico, flagelador de losmalos poetas y escritores, un escritor de nombre ya adquiri -do y sobre cuyo valor han sentenciado los que pueden ha-cerlo. García Merou, juzgándolo por su libro &cenas da VidaAmazonica dice de él que posee un espíritu serio, sobrio y culti-vado y que es un guía en quien se puede uno fiar para profun-dizar el estudio de la literatura brasilera. Esta es mucha verdad.Benévolosin condescendenciasculpables, erudito sin pedantería,de preparación literaria sólida y de ideas moderadas y sensa -tas, ocupahoy un lugar prominente entre aras colegas brasile-ros y sabe rodear su nombre de indiscutible autoridad. Suúltimo libro que no llegó á conocer García Merou, titulado Quee litteratura e ontros escriptos es un bellísimo trabajo Verísimoestá vaciado en el molde de los críticos : fué pedagogo y se habi -tuó al examen y corrección de las faltas y defectos, desde susalida del colegio, enseñando á la juventud . Su papel, es bien sa-bido, no inspira simpatías . ni las crea. Pocos son en Rin,los escritores, que lo quieren bien . Sus maneras, sin embargo,son atrayentes y afables ; en cambio, su pluma ha sido muchasveces cruel, hiriente y desgarradora.

Machado de Assis es un tipo superior. Ante todo es ungran romancista . De origen humilde, comenzó como Bartolo-mé Calvo y como Juan Coronel, ambos de Cartagena de Colom-bia, y muy notables, por ser tipógrafo, y fué delante de lascajas decomposición, como éstos, en donde sintió sus primerasinspiraciones . ('orno literato se le puede estudiar por tres fasesdiferentes que corresponden á otras tres épocas ibidem . ConJoe Alenear, otro novelista ya difunto, de quien fuécontemporá-neo, fué romántico,pr•quecuandocomenzóáescribirdomina -ba en este país el romanticismo ; pero esa escuela pasó aquí demoda, como en Francia, y vino entonces el parnasianismo. Enton-ces Machado de Assis se hizo parnasiano y sobresalió en él.También los parnasianos sucumbieron ante el actual modernismo,de formas sencillas, y Machado de Assis se matriculó igual-mente en esta escuela, adoptando las termas sencillas . CuandoPereira da Silva, de quien también me hablan, que figuró conél, ha sido olvidado por completo por no haber sa 'iido adaptarseal movimiento de las ideas y evoluciones como Machado, éste sobrevive, es querido y muy leído . (1) La sencillez de su estilode hoy puede parangonarse sólo con la sencillez de susmaneras . Caballeroso, amable, casi dulce, Machado de Assis esun viejito de lo más simpático . Posee el francés para hablarlo,sin haber salido 'jamás de Rio ; pero si pudiera escribiren él sería un literato y un romancista amado en la espiritualParís .

Pudiera consagrar un tomo en cuarto mayor, muy volu -minoso, á los literatos, poetas y críticos de esta tierra, porqueson como una nube. Bendito sea Dios con las tierras latinastan fértiles para estas producciones! La verdad es que yo no soyfuerte en la materia y nunca podría escribir tanto . Necesita-ría, sobre todo, conocer bien á estos señores y aun así es muydifícil saber juzgar lo que escriben.

(1) Ultimameute pagó sn tributo á la tierra .

Page 5: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

-N1JEVOS RITOS .-991

Mi deseo ciertamente es darles á usted y á mis compa-triotas, una idea aproximada de las intelectualidades brasileras,y tal vez también de la exuberancia en la materia . Creo quepara ello me habría bastado consignar en esta carta un ejemplo.Me refiero á los trabajos del Código Civil, los cuales tanto mehan hecho recordar los de los Códigos panameños.

Cuando la Independencia de Panamá, fundó HeliodoroPatino un periodiquito efímero de combato. Si mi memoria noes infiel, Patino decía en esa hojita que era preciso deshacerse de lalegislación colombiana y hacer una nueva para el Istmo. Yo estaba -entonces en El Salvador, en donde hay Có ligo Civil moderno, ypensé en que si eso fuera posible no dejaría de ser muy bueno encuanto á ciertas instituciones, en algunas de las administra -tivas, por ejemplo, en otras civiles, muy poco en las judiciales,nada, sin duda, en las de minas, algo también en las comercia-les. Había en ello una convicción ó un vago anhelo? ó era orgu-llo patriótico? La tarea no era fácil . Dónde estaban los hombrespara semejante labor?

No pensaba entonces yo en regresar al Istmo; atravesa-ba un período de dolores y angustias, pero un día de esos sentíun vivo aguijón en pleno corazón, y me fuí, regresé á la amadatierruca. Llegué, y apenas llegué, el Presidente Amador meofreció nombrarme miembro de una Comisión de Juristas en-cargada de la redacción do los Códigos de Panamá . Usted y elpaís saben lo que ocurrió, que yo no acepté el cargo . El puestose me ofrecía con reticencias y yo, además, no me creí aptopara él . Hacer todos los códigos en dos anos! Cómo podía sereso? Y hacerlos por cinco mil dollars! El caso era extraordina-rio; sinembargo, parece haberse realizado. Me dicen que los có-digos están ya hechos!

Qué diferencia con este país que ha tenido una larga tradi -ción de estudios y de trabajos! En efecto, el Código Civil deaquí, el solo Código Civil,,se trabaja desde 1855 . El primer proyec-to fué encargado á Texeira de Freitas, y fué de él del que Vé-lez Sarsfield, jurisconsulto argentino, encargado de hacer elCódigo Civil de su Patria, tomó las dos terceras partes, como élmismo lo ha confesado. El Dr. Estanislao Zeballos, el gran pu-blicista argentino, ex-Secretario de Relaciones Exteriores,elogia mucho á Freitas .y conoce la ascendencia decisiva quetuvo en el Código Civil de su país.

Freitas era un sabio y un hombre genial, además . Dicenque cuando fué publicado su proyecto, que es un monumentode derecho de 4.000 artículos, presentó al Gobierno un informeen el cual decía que repudiaba su obra, porque entendía que nose debía hacer un Código Civil y un Código Comercial dis-tintos sino un Código General que contuviese todos los princi-pios y todas las leyes reguladoras de las relaciones jurídicas,dejando la reglamentación de las instituciones privadas de De-recho Civil y las de Derecho Comercial para leyes de detalle,facultando así el desenvolvimiento del Derecho y no causandoentorpecimiento ninguno en la evolución jurídica que un Códigodetermina. Esta concepción genial después llegó á tener la con-sagración de grandes jurisconsultos y aun ha sido realizada,como se sabe, en el Código Federal de las obligaciones Je Suiza.El Consejo de Estado brasilero hizo honor á la proposición de

Page 6: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RLTOS .-992

Freitas y declaró q ne aunque no se llegase á un resultado prác -tico se debía aceptar la idea para permitir que el mismo deFreitas la desenvolviera, aun con sacrificios de su famoso pro-yecto de Código Civil ; pero Frenas se hallaba cansado despuésde un trabajo de veinticinco años, estaba viejo ya y murió.

Fué nombrado en su reemplazo el Senador Nabuco, pad redel actual Embajador del Brasil en Washington, quien trabajócinco anos en él y murió igualmente sin dejar más que notas éinformes y una pequena parte del proyecto de188 artículos.Para sustituirlo se nombró al jurisconsulto de Minas, Dr . D.Felecio das Santos . Su proyecto fué sometido á comisiones va-rias que lo tuvieron en estudio hasta el advenimiento de la Re-pública. Siguió en esta sucesión de juristas célebres el Dr . Coe-Iho Rodríguez quien se fue para Suiza con todos los papeles ytradiciones, y tres anos después presentó su Código que el Se-nado aceptó como una simple base para su redacción definitiva.Entonces el Gobierno, en tiempo de Campos Salles nombró alDr. Clovis Bevilaqua, autor de muchas obras de derecho, yentre otras la Teoría General de Derecho Civil, por la cual le pagóveinte contos (S+ 6 .000 oro) el Editor Alves . Bevilaqua presentósu proyecto cinco meses después(1901)Ese mismo autor escribióen 1906 un libro de 538 páginas en 4 . ° mayor en defensa delproyecto.

Estanislao Zeballos, á pul an he citado arriba, dice en elBoletín Argentino de Derecho Internacional Privado, hablandode la obra del Código Civil brasilero, lo siguiente:

"Aparte de las obras que se han escrito sobre el CódigoCivil, el proyecto ha sido enormemente discutido en el Congre-so. La cuestión ha sido tan larga, tan encarnizada y tan erudi-ta, que ha provocado la publicación de una verdadera biblio-teca, en la cual tienen parte muchos juristas de reputación enfavor ó en contra del proyecto. Esta literatura forma 3,700 pági-nas en quince volúmenes oficiales, con los debates parlamentariosque se refieren á él : 1082 páginas son de trabajos del SenadorBarbosa y 449 de autores no oficiales . F1 formato de los libroses octavo mayor, con excepción de unas 216 páginas que hansido publicadas en 4. °"

Barbera. ya usted sabe lo que es ; su reputación es mun-dial . Sus discursos de La Baya, en la Conferencia de la Paz, leabrieron las puertas de la celebridad . Moreno, acholado, pe-queñito, delgado y endeble ; con una voz suave quo se desliza ypenetra dulcemente, tiene toda la al ariencia.de un hombre so-bremanera humilde . Amable y fino efectivamente lo es ; perocuando uno va á su casa y ve la suntuosidad con que vive y lué -go conoce algunos de sus rasgos, como el de su actitud públicacuando advirtió la resistencia que le hacían al proyecto del Di-putado Lobo Jurumenha para que lo pensionaran por sus ser .vicios en La Haya, se ve uno obligado á concluir que Barbo-sa tiene el orgullo de un Dios Olímpico . Su talento es, en ver-dad, muy grande, su saber incalculable y cabe aquí el ejem -plo.

De los trabajos de Barbosa sobre el Código Civil figuraun informe que rindió en su calidad de Relator de la Comisión delSenado el 27 de Julio do 1902, de 192 páginas impresas en 8 . °

Page 7: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS— 903

mayor, de dos columnas, tipo siete, so2mnente sobre la parte gra-matical del proyecto. El Profesor E . Carneiro Ribeiro fué encar-gado por el Ministro de Justicia para que contestara á Bar-besa. Se escogió á Carneiro Ribeiro porque había sido el maes-tro de portugués de aquél y porque es, como puede compren-derse, un gran gramático . Presentó su respuesta el 26 de Oc-tubre del citado ano. La Comisión de la Cámara presentó igual-mente una respuesta á Barbosa el 7 de Noviembre del mismoaño

Pues bien, á estas dos respuesta Barbosa replicó el 31do Diciembre, esto es, mes y medio después, con un volumen de620 páginas en 8 . ° mayor, tipo 7 y dos columnas! Qué opina us-ted de semejante exuberancia?

Debo agregar que después de esto Barbosa, como Rela-tor General de la Comisión del Senado, se puso á estudiar el Có-digo, trabajo quo interrumpió por su viaje áLa Haya . A su re-greso fué nombrado Vicepresidente del Senado y sus trabajoscomenzados han quedado por esta causa interrumpidos . Como talVicepresidente, que es la tercera persona del Estado, Barbosaha pasado á hacer parte de la Comisión de Policía y no puedeformar en ninguna otra Comisión, á menos que, por caso tanexcepcional, y para aprovechar ]as luces de este coloso, antesde que muera, no sea modificado el reglamento del Senado parapermitir que so consagro al Código Civil.

Sería injusto si al lado de Barbosa no mencionara otrascelebridades del foro, en primera línea á Lafayette Rodrí -guez Pereira, Senador que fuá y Ministrodel Imperio . Juriscon-sulto notabilísimo, fué escogido corno Presidente del TribunalArbitral para resolver las cuestiones de las potencias de Europaen sus reclamaciones por los daños sufridos por la guerra Perú-Bolivia-Chilena . El Brasil fué escogido árbitro por parte deesas potencias . Actualmente Rodríguez Pereira es miembro,con Bevilaqua y Nabuco, del Tribunal de la Haya, por partedel Brasil.

Al lado de Rodriguez Pereira pueden figurar brillante-mente Moniz Sodré de Aragao, quien ha publicado en Bahíauna importante obra, Las tres Escuelas de Derecho Penal ; EduardoEspinela, Profesor de Derechoen la Facultad de Bahía, quienha publicado igualmente el primer tomo de 545 páginas del Sis-tema de Derecho Civil Brasilero ; M. L1gnae Carvalho de MendoneaJuez federal de Paraná, quien también ha, publicado en Curi -ti va una obra muy notable, la Doctrina y Práctica de las Obligacio,nes Contiene 916 páginas y 4.188 NOTAS!

De este ano son la obra de 303 páginas de Pablo Lacerda,el Oontratode Cuenta Corriente, publicada en San Pablo ; el. Dere-cho Cumbiallirasilero, volumen u, de 444 páginas, de José Saraiva,impreso en Bello Horizonte . El volumen i apareció en 1906 ; y enfin, el volumen de 635 páginas Fascículo (título modesto) de De-cisiones, de Joe Soriano de Souza hijo, Juez en Campinas.

Con un foro tan rico en hombres, ya puede calcularsecuán importantes son sus órganos de publicidad . Las revistasde Jurisprudencia, en efecto, son muy notables . Existe El Dere-cho, de 36 afros de antigüedad, revista mensual de 120 páginas .

Page 8: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS .-904

Existe la Revista de Derecho, más reciente, también mensual,con un número variable de páginas ; la de Enero de este año,por ejemplo, tiene 398 páginas . La Revista de Jurisprudencia,que es mensual también y de 100 á 120 páginas, lleva ya 11 añosde existencia. El Instituto de Abogados posee su revista que sepublica semestralmente . En fin,sin hablar do las gacetas judiciales de Rio Janeiro, en San Pablo hay Revista de Tribunales ; enPernambuco, Revista de la Facultadde Recife, y en Minas El Etaruin . Superfluo me parece hablar del material de estas publicaclones. Todas son doctrinarias 6 de propaganda del derecho, yla labor que exhiben, incesante y muy inteligente, es la pruebamás decisiva de la intensa cultura del Brasil.

Allá en mi tierra encontrarán tal vez que soy un hom-bre ingenuo y que mi admiración por esta tierra, — habien-do viajado tanto y visto tantas buenas y mejores co-sas ; más ricas é importantes bibliotecas ; más diarios y re-vistas, de mejor, más abundante y más nuevo material ; más pu-blicación de libros y más hombres inteligentes é ilustrados,—es demasiado grande. Pero no es así, sino que siendo el Brasilde nuestra misma raza y habiendo sido colonizado al mismotiempo que las demás comarcas de la América Latina, sus pro-gresos hieren más los sentidos y sorprenden más que los delos pueblos de Europa al lado del atraso é incuria en quo vivenotros de sus hermanos . No es gracia que los pueblos de Euro-pa, con tan larga tradición de siglos, estén á la altura en que es-tán. Eso debía ser así, y sus progresos no me impresionan tanto.

No concluiré con esta parte de mis observaciones sobreel Brasil sin reproducirle dos anécdotas de higa de Queiroz quehe leído últimamente . Queiroz es un literato portugués, autor dé0 Crime do padre Amaro y 0 primo Razilio . Hallándose en Inglate-rra escribió á su patria unas cartas que coleccionadas luégo,han formado un precioso libro. También él aparece en esas car-tas como un gran ingenuo . Hablando de la Boole Season, la esta-ción do los libros, en un país en donde hay estaciones de todo, —Travellinq Season, Spéech Season, Huntinp Season, Bu9-glary y Cric-ket Season éinnumerables otras — no cesa de expresar su prof un-da y viva admiración por lagran. Albión . Dice, por ejemplo, queno sabe si sería posible calcular el número de volúmenes que sepublican anualmente en ese país, que delante de él tenía á lasazón en un número del Spectator la lista de los publicados en lasemana y eran noventa y tres! Noventa y tres de que daba cuen-ta el Spectator solamente!

Las anécdotas son estas,—la una de una pastora mediosalvaje de los ardenes que nunca había visto otro espectáculomás grato ásu corazón que el de las ovejas que cuidaba . Lleva-da un día de sus serranías á París, —en plenos bulevares,—cuando pasaba por ellos, con el tricolor echado al viento, un re-gimiento en marcha, la pobre doncella se puso blanca como lacera y sólo pudo murmurar en una beatitud suprema:

—Jesús! cuánto hombre!

La otraanécdota del referido Quieroz es la de un bedui-no del desierto del oeste africano, quien pasando la serranía Lí

Page 9: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS .-995

bita,, al ver por la primera vez inmensa y lento, inundando el va-lle, el río Nilo, exclamó con dolor:

--Allah, cuánta agua !

Cuánta agua, en verdad,— .el agua que era su preocupa-ción! Todas las tristezas de las arenas que habita provienen dela falta de agua ; y nadie mejor queél, nadie que no fuera de allípodía sentir mejor que éL las maravillas que el agua produce.Su grito indudablemente era una tímida reprensión á Allah.Tanta agua allí y tan poca por allá, ¿no es así?

Digo como Queiroz, mis paisanos harán la aplicación.

Soy de usted amigo afectísimo ,y servidor,

BELISARIO PORRAS .

Page 10: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS .-996

Semejanza.Hay una tierna, blanca paloma,

que los espacios cruzando va,y en la arboleda no se detiene,porque en nzi pecho su nido está.Hay una brisa que fugueteacon lindas rosas de grato olor,y sus per/unnes y su frescuranadie los goza, los siento yo.Hay una estrella resplandecienteque brilla en medio del cielo azul,esa es la estrella de mis amores.de mi existencia la única luz.Hay un suspiro que va llorando,como las auras, dulce y sutil;vago, muy vago, triste, muy triste,y ese suspiro voló por mi.Hay una fuente de cristalinasaguas que llevan grato rumor,corriendo en limpio cauce de arena,y esa es el agua que bebo yo.Hay un acento místico y suavecomo el gemido del ruiseñor,cuyas pausadas, celestes notas,dicen mi nombre, cantan mi amor.Paloma blanca, fuente serena,aura, perfume, triste rumor,suspiro,, estrella resplandeciente,eso es la niña que quiero yo.

NÉSTOR R . DE ALPUCHE.

Mérida de _Yucatán.

Page 11: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS.-997

Las nuecesPublicarnos este cuento de nuestro joven

compatriota Félix F . Palacios, quien cursahumanidades en uno de los mejores cole-gios de Paris, por cuenta de la República.LAS NUECES . tal veZ su primera producciónliteraria, mereció una medalla de plata en laúltima Exposición Escolar verificada en estaciudad, y aunque no es una obra perfectase notan en ella la facilidad de estilo y lasaptitudes imaginativas que posee su autor,á quien sinceramente damos nuestra vozde aliento, excitándolo á continuar culti-vando sin desmayos las bellas letras.

quella tarde mi amigo Carlos y yo éramos

felices ; después de muchos años de sepa-ración, una casualidad había hecho quenos encontráramos entre la muchedumbrede los bulevares de París, y con el objeto

de hablar á nuestros anchas, nos habíamos encaminadohacia el "café de la Paix, " uno de los rendez-vous másatractivos de la bella capital europea.

Apenas instalados en una mesa retirada, la cualhabíamos escogido expresamente á fin de evitar el ser mo-lestados por el constante choquede copas, reír de mujeresy cuchicheos amorosos—trío casi inevitable en tales sitios—Carlos llamó á un vendedor de frutas que .pasaba juntoá nosotros.

Presentádonos que hubo éste una canasta rebosantede frutas variadas y exquisitas, mi amigo tomó unas cuan-tas nueces, las pagó, y en seguida las colocó sobre la mesacon marcado aire de satisfacción.

Qué quieres, exclamó Carlos, notando sin duda queyo me mostraba sorprendido de sú selección . Como ves,he preferido estas nueces á todas las otras frutas quehabía en la canasta; mi preferencia no se debe á que ellasme agraden particularmente : nó; es que su presencia metrae á la memoria recuerdos muy gratos y siempre quelas veo no puedo resistir al deseo de comprarlas,implemente para tenerlas á la vista, tal como he hecho'hora.a

Comprenao, añadió, que te sorprenda lo que te digo,y no dudo quequerrás saber el por qué han de traerme re-cuerdos gratos unas simples nueces .

Page 12: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS-998.

Si estás dispuesto á escuchar con atención una largahistoria, prosiguió Carlos arrellenándose en el asiento yencendiendo un cigarrillo, te la referiré pues te aseguroque habrá de interesarte . Te suplico, sí, que no me inte-rrumpas durante mi relación.

Habiéndole yo prometido que sería todo oídos para es-cuchar y que no le interrumpiría en ningún caso, mi ami-go principió así:

Hace justamente ocho años que, encontrándome enMadrid, vi en uno de los diarios de aquella ciudad un avi-so en el cual unaseñora solicitaba un maestro de francés.Como rne encontraba eh aquella época sin ocupación deninguna clase, pensé en el acto en ofrecer mis servicioscorno profesor á la dama del anuncio ; al pie de éste apare-cía la dirección siguiente : Madame D . . 18, calle dela Arganzuela, Madrid. Tomé nota, y me dirigí hacia allá.

Después de muchas vueltas y revueltas, tornando aquíun tranvía, allá un coche, llegué por .fin, todo fatigado, alnúmero 18, calle de la Arganzuela, en los extramuros deMadrid, número que correspondía á una casa, aunque pe-queña, de apariencia respetable, rodeada de árboles gi-gantescos, cuyos portes magestuosos daban al paraje unaspecto apacibley agradable.

Aldivisar la casa experimenté una sensación extraña,corno si una voz secreta me anunciara que algo extraordi-nario me aguardaba en ella.

Hice sonar el timbre y vino áabrirme la puerta una se-flora sesentona, de aire afable y fisonomía aún hermosa, ápesar de su avanzada edad. Por el acento con que me ha-bló,compregdí inmediatamente que inc encontraba en pre-sencia de una dama francesa.

Fuí recibido con suma cordialidad, y tan pronto comonos instalarnos en la sala, la informé del objeto de mi vi-sita .

Era esta señora viuda y vivía sólo con su hija única,á quien apellidó simplemente Nely, al decirme que eraella la que necesitaba un profesor . Fuí informado en se-guida de que Nely, aunque nacida en Francia, había olvi-dado completamente su lengua materna á causa de haberabandonado su país siendo aún muy pequeña y que, tenien-do intenciones de visitarlo, su madre y ella habían acor-dado buscar un Profesor para que le dictara algunas lec-ciones rudimentarias de dicha lengua.

Usted es el primero que se presenta en busca de lacolocación, inc dijo la señora sonriendo amablemente, porlo que juzgo que está más interesado en ella que ningunaotra persona .

Page 13: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS .-999

Pero antes de ir más adelante, prosiguió mi inter-locutora, me permitirá hacerle unas cuantas preguntas yasí nos pondremos en víade entendernos mejor.

Al manifestar yo que estaba dispuesto á respondercon placer á todo lo que tuviera á bien preguntarme, ella,fijando en mí una mirada escrutadora, díjome : ¿es ustedcasado, caballero?

Lo inesperado de esta pregunta me sorprendió mu-cho ; estuve á punto de responder negativamente, cuandode repente, cambié de idea y respondíle con firmeza : síseñora, soy casado y, además, tengo una pequeña familia,la cual es la causa de que venga hoy á ofrecer á ustedmis servicios en calidad de profesor de su hija.

Noté que la señora, á su vez, se sorprendió al oir m irespuesta : sin duda me encontraba demasiado joven paraser padre de familia, en lo cual no le faltaba razón, puesen aquel entonces sólo contaba 20 años.

En todo caso, mi contestación parecióproducirle buenefecto,porque sin interrogarme más se pusode pies y dijocon afabilidad : creo, caballero, que llegaremos á un resul-tado satisfactorio; y, dirigiéndose á una puerta que co-municaba el resto de la casa con la sala en donde nos en-contrábamos, dijo : Nely, ven á la sala.

Cinco minutos después la puerta se entreabría, apare-ciendo Nely, risueña, fresca y bella ; admirable en su ho-nesto abandono casero, Nely me pareció, más que bella,fascinadora . Una ligera emoción de timidez la turbó porun momento ; bajó modestamente los ojos, un par de her-mosos ojos negros que me hacían recordar las vírgenes deMurillo que yo había admirado en el Louvre, aquellasgraciosas \írgenes tan humanas, tan escasas de aquelidealismo propio de la Madona y tan abundantes en sal ygracia andaluzas.

Así que Nely se hubo repuesto de la impresión de ti-midez producida por mi presencia, su madre nos introdu-jo recíprocamente, diciendo : "tu maestro," al referirse ámí, y " su discípula, " aludiendo á ella.

Todo marchaba, pues, á pedir de boca ; el precio delas lecciones se arregló con la mayor facilidad, y ello nohubiera podido dar origen á desacuerdo alguno, pues yoestaba dispuesto, llegado el caso, á aceptar el cargo sinexigir la más mínima remuneración, teniendo en cuentaque el solo hecho de ser preceptor de la encantadora Ne-ly, era suficiente para considerarme más que remune-rado .

Page 14: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS R[TOS.-1000

Como resultado final, quedamos en que, para princi-piar, le daría una lección de una hora cada dos días, co-menzando dos dias después, y no el siguiente, como yohabría deseado, por imposibilidad de parte de mi futuradiscípula.

A instancias de su madre, Nely fué conmigo á mos-trarme un aposento, el cual transformaríamos en salón(le clase. De manera que muy pronto nos encontramossolos, Nely y yo, en atractivo saloncito, cuyas dos venta-nas abiertas de par en par, . daban paso al aire tibio yembalsamado con mil olores, obra de la primavera nacien-te, fresca y alegre, cuyo aliento perfumado parecía jugue-tear entre el follaje de los corpulentos árboles, los cua-les divisábanse á través de las ventanas, moviéndo ma-gestuosamente sus copas, semejando ese rítmico movi-miento algo así como una sensación febril causada por lalluvia de caricias que les prodigaba la estación de lasflores.

Yo también acá en el risueño saloncito, era presa deemociones silenciosas al percibir que Nely, en su conti-nuo vaivén explicándome las innovaciones que efectuaríapara hacerlo más propio. al efecto, atisbaba los momentosen que yo parecía no mirarla, para dirigirme ojeadas dul-ces y expresivas, manifestándome así que también en sucorazón principiaba á arder ese fuego de amor que abra-saba el mío, y entonces yo, al recibir sus miradas pene-trantes, me estremecía de placer. como los árboles de en-frente se balanceaban febriles al recibir las caricias pri-maverales.

Extasiado esta bayo en admirar la gracia con que Nely,dando vueltas y más vueltas, movía todo, arreglaba todo,pidiéndome de cuando en cuando mi opinión sobre si unasilla ó cualquiera otro objeto quedaría mejor aquí ó allá,cuando de pronto se abrió una puerta que daba al aposen-to en donde estábamos, por la que apareció la ancianasonriente y feliz al ver los afanes en que estaba su hija, y,aproximándose á mí, dijo: no me esperaba usted, se-ñor . . . . qué descuidada soy! interrumpióse ella mis-ma, al mismo tiempo en que reía inconscientemente : toda-vía no he preguntado á usted su nombre.

—Pero aseguraría, añadió riendo aún, queusted tam-poco se ha ocupado en averiguar el nuestro ; ¿no es ver-dad?

--Tiene usted mucha razón, mi señora, repliqué yo,

y suplícole tenga la bondad de perdonar esta falta invo-luntaria. Pido también mil excusas á la señorita, dije di-je dirigiéndome á Nely, de quien apenas sé el nombre depila .

Esta, quien parecía no haber estado poniendo mayor

Page 15: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS.-I001

atención á nuestro diálogo, se volvió hacia mí y dijo sen-cillamente : eso no es nada, yo tampoco sé el nombre deusted, ni siquiera su nombre de pila.

--Carlos Durán, para servirá ustedes, murmuré ma-quinalmente.

—Señora y señorita de Dubois, dijo la señora con cier-to aire solemne.

Pasado este incidente, Nely prosiguió en su trabajo ysu madre continuó dirigiéndose á mí:

—Aquí al lado, dijo, se encuentra mi alcoba, de don-de acabo de salir . No tema, por tanto, señor Durán, que us-tedes me vayan á incomodar en lo absoluto : pueden efec-tuar sus clases con entera tranquilidad, como si yo noexistiera.

Manifestado que hube á la señora de Dubois que pro-curaríamos, á pesar de su amable resignación, hacer elmenor ruido posible en el curso de nuestras clases, creíconveniente despedirme de las dos damas.

Apenas indiqué las intenciones de retirarme, Nelyvino á unírsenos.

Con una simple inclinación de cabeza, y algunas fra-ses por medio de las cuales traté de expresar cuán agra-dable me había sido el rato pasado en compañía de ellas,abandoné aquella casa en donde dejaba á la mujer á quienno hacía sino un momento que había visto por prime-ra vez y á la que ya amaba con toda el alma.

Sí, amigo mío, añadió Carlos entusiasmado, fué enaquel instante cuando comprendí lo que es el amor, y fuéNely la mujer que supo inspirar en mí esa sublime y mis-teriosa sensación, haciéndome experimentar delicias has-ta entonces desconocidas para mí.

Me dirigí á tni casa . Durante el trayecto, el aire meparecía más agradable que nunca ; el canto de las aves ex-cepcionalmente armonioso y alegre : todo semejaba estarmás atractivo, más poético, en mi imaginación de enamo-rado. Una vez en mi casa, no pensaba sino en el objetode mi amor, en la angelical Nely, cuya imagen me -pare-cíapor doquiera, engalanada siempre con aquella su son-risa cautivadora.

Entre veces, la duda me desesperaba : Nely no sabíaaún que yo la amaba y, por consiguiente, las manifesta-ciones tan animadoras que me parecía haber sorprendidoen ella, podían engañarme y todo ro ser más que unailusión . Estos pensamientos me hacían sufrir de una ma-nera horrible, pero felizmente ellos pasaban por mi ima-ginación sólo como .una ráfaga, pues el recuerdo de la

Page 16: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RiTOS .-1002

manera dulce y significativa como ella me miraba en aquelsaloncito, único testigo de mi dicha suprema, los deste-rraba muy pronto y entonces me regocijaba en pensar quenada tenía que temer y sí mucho que esperar.

Embebido en estas y otras muchas reflexiones pasélos dos. días siguientes . Comí poco, dormí menos, pero erafeliz : los ratos en que dormía era soñando con Nely, locual parecía darme vigor, pues el insomnio, en otras oca-siones de efectos tan deplorables en mi delicada consti-tución, esta vez no parecía sino animarme y darme ener-gía .

Llegado el día .dela primera lección y de nuestra se-gunda entrevista, me dirigí á casa de mi discípula.

Contrariamente álo que esperaba, la encontré triste éindiferente para conmigo . No era la misma mujer que yohabía conocido dos días antes, aunque sí igualmente bella,igualmente seductora.

¿Por qué estaba Nely triste? ¿Cuál era la causa deesa indiferencia? ¿Por qué, en fin, un cambio tan repen-tino? ¡Misterios incomprensibles de la mujer! me respon-día yo mismo, sin poder dar otra explicación al enigma.

Desde este momento principié á sentir por primeravez que todos los sueños que había alimentado desapare-cían por completo, y que mis esperanzas de ser algún díaamado por Nely, quedaban reducidos á la nada.

Sin embargo, mi admiración por ella aumentaba cadaminuto, y su desdén no hacía sino acrecentar más y másesa llama de amor que abrasaba todo mi sér.

Muy largo sería y, sobre todo difícil, dar una ideaexacta de las tremendas luchas que se libraban en mi in-terior al verme en una situación semejante . La impre-sión que me había formado la conducta de Nely el primerdía que la ví, la excelente acogida con que me favoreció,todo, me parecía un sueño ; ahora, la realidad, clara yhorrible se presentaba ante mis ojos : Nely inc rechazaba.

Pasaron semanas ; las clases seguían su curso ordina-rio, sin que ningún cambio se efectuara en la conducta deNely : siempre la misma sequedad, siempre la misma indi-ferencia ante mis mudas, pero elocuentes súplicas. Escierto que mis labios jamás la habían manifestado miamor, pero ella lo debía. haber comprendido ; sí, ella sabíaque yola adoraba; también sabía cuánto me hacía sufrirese cruel desdén con que me trataba y al continuar obran-do así, no hacía sino convencerme de que se complacía endesesperarme .

Page 17: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NU OVOS RPTOS-1003

Semejante estado de cosas no podía continuar pormucho tiempo ; una crisis era inevitable, y, hé aquí cómoun acontecimiento insignificante á primera vista vino áefectuarla, poniendo fin á mis tormentos.

Un día, en el curso de una de las lecciones, tropeza -mos con la palabra noix y aquí principia el papel, muyimportante por cierto, de la insignificante frutitá, inter-puso Carlos, invitándome á apurar el contenido de los dosvasos de cervezaque teníamos delante.

Como decía, continuó cuando hubimos saboreado lacerveza, encontramos la palabra noix, la cual Nely teníaque traducir al español; quiso la casualidad que ellano la recordara ; ó no lo supiera, y fuéme necesario enume-rarle algunas particularidades de la consabida fruta . Deesta manera, pronto acertó y mostrando gran sorpresa deno haberlo sabido antes, exclamó:

—Cabalmente las nueces me agradan mucho y cuántodeseo comerlas.

—Si le agradan tanto, apresuréme á decirle, pasadomañana le traeré algunas, y espero que usted no me des-preciará.

—¿Despreciarlo? Oh! no, exclamó ella ; únicamente,agregó con una sonrisa irónica, que tal vez á su esposa nole gustará, y con razón, que usted regale frutas á una dis-cípula.

--A su esfasa, ha dicho usted? [prorrumpí yo, des-concertado, inclinándome á tomar las palabras de Nelycomo una chanza de muy mal gusto'

--Cómo! señor Durán, ¿quiere usted decir que ella nose daría por entendida? dijo Nely con mayor dosis de

—Pero por qué me habla usted de mi esposa, siendoyo soltero? díjele confundido, al ver que Nely, á pesar desu risita picante, parecía hablar seriamente.

---No dijo usted á mi mamá que era casado y? . . . .

--Sí, interrumpíla—recordando la confesión falsaque había hecho á la señora de Dubois el día en que tuvi-mos la primera entrevista—así lo dije, pero aquello fuéuna mistificación yo mentí!

—Ah! ¿con que no es cierto? exclamó Nely muy emo-cionada.

—Le juro por mi vida que no es cierto! prorrumpí,haciendo un gran esfuerzo para disimular la emoción deque yo también era presa.

ironía .

Page 18: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS .-1004

—¿Y por qué engañó usted á mi mamá? . . . . murmu-ró ella con un tono de súplica y de reproche al mismotiempo.

--Porque era preciso, respondíle ; el destino, sinduda, había dispuesto que usted y yo nos conociéramos yentráramos en contacto : las lecciones de francés fueron elprimer peldaño que se nos ofreció para llegar á aquel pun-to, y el fingir yo estar casado fué la consumación de laobra, puesto que inspiré á su señora madre la confianzaque inspira todo padre de familia, sin la cual ella no ha-bría permitido jamás que yo fuera su profesor.

Todo ha marchado admirablemente bien, puesto queha llegado el feliz momento en que yo puedo manifestar-le que la adoro con toda el alma, v que mi dicha depen-de de usted; que cada instante de incertidumbre

No pude terminar ; la emoción ahogó mis palabras:ella, radiante de goce y no menos emocionada que yo, memiraba ; no me dijo una palabra, pero yo comprendí todo.

Nely me amaba! Sí, ese amor había nacido hacía mu-chos días . en aquel saloncito que ella había preparadopara efectuar nuestras clases, sin imaginar que, antetodo, ese saloncito habría de ser un santuario en donde,arrullado por sufrimientos, se iba á formar nuestro amor,preludio de nuestra felicidad.

Entonces Nely me contó entre risas de deleite, lastorturas de que había sido víctima durante este tiempo deerror.

Admirable heroína! su amor había luchado sin espe-ranzas, puesto que yo pertenecía á otra mujer, según lehabía dicho su madre, engañada por mí y, sin embargo,ella, débil, había combatido con firmeza . Mis luchas ha-bían sido distintas : Nely estaba libre, y nada, sino elamor que ella ocultaba con tan admirable arte, se oponíaá :ni triunfo final, y cuántas veces yo, hombre, vaciléante el fingido desdén de la mujer que me adoraba.

El error ya no existía, la batalla estaba ganada, mues-tro amor triunfaba al fin!

Nely me contemplaba, yo la contemplaba á ella, feli-ces ambas, de ver satisfechas nuestras ilusiones.

Yo, viendo á mi amiga tan risueña, tan seductora,me abalancé hacia ella, y, sin darle tiempo para evadirse,la estreché entre mis brazos, estampando en su frente unbeso, el primer ósculo de amor.

Con el alma henchida de esperanzas, dichoso de po-seer el corazón de Nely, me separé de ella y no la volví áver hartados días después, un siglo de ansiedades .

Page 19: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RIOTS-1005

Este intervalo lo pisé en un sobresalto constante,pero me consideraba el hombre más feliz del mundo . Nelyno desaparecía de mi mente ni por un instante, y con ellaen el pensamiento, sabiendo que su amor correspondíaal mío, me sentía . renacer y un porvenir color de aurorame sonreía en lontananza .

II

Por fin llegó el ansiado momento en que volví á ver ámi adorada amiga, La encontré más encantadora quenunca; esta vez me recibió con tanta amabilidad, demos-tró Unto goce al venme, que no pude contener el deseo dedarle un segundo beso, el cual ella recibió con una sonri-sa divina.

Eso no lo olvida usted. díjome, aludiendo al besoque acababa de estampar en sus mejillas sonrosadas, peroaseguraría que ha olvidado las nueces que inc prometióantes de ayer

Si yo hubiera sido menos prevenido, habría pasado unmal rato ; pero no, no había olvidado las nueces.

Saqué de la faltriquera el paquetito que las conteníay se lo entregué, diciendo : yo nunca olvido, y mucho me-nos lo que prometo.

Ella me dirigió una mirada ardiente y dijo : ya veoque usted es muy cumplido, don Carlos—y esta fué lapri-mera vez que me trató con tanta familiaridad.

Suprima el "don," díjele ; y me hará feliz.

Nely sonrió deliciosamente.

Yo avancé haciaella y cuando estuve bien cerca, jun-té mi cara á la suya, murmurándole : ¿puedo? significan-do que deseaba darle un beso.

--Sí, contestó ella decididamente ; y bien que le mere-ce, añadió con su habitual sonrisa, puesto que es tan cum-.plido con lo que promete y nunca olvida.

Apenas terminó la frase, posé mis labios sobre los su-yos y un beso sonoro se dejó oír.

En este momento, la puerta que conducía á la alcobade la señora de Dubois se abrió.

Un sudor frío me cubrió el cuerpo : sin duda habíamossido descubiertos y estábamos perdidos!

En efecto, la señora de Dubois se dirigía hacia nos-otros y cuando senos hubo acercado suficientemente, dijode una manera amenazadora : caballero! . . . . señorita!! . . . .

Page 20: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RrTOS-1006

La emoción no le permitió decir más, tan colérica es-taba.

Nely, habiéndose hecho cargo de la situación, se pusopálida corno un cirio.

Yo no sabía dónde estaba, ni qué hacer Si la muerteme hubiera sorprendido en aquel instante, la habría reci-bido con los brazos abiertos, con tal de salir de aquellaposición, en la cual cada segundo nie era un suplicio.

Nely me miraba, yo la miraba á ella, en silencio am-bos, y sólo esperábamos un desenlace fatal en vista de lafuria que devoraba ála señora de Dubois.

Una vez más quedé reducido á la desesperación . Lomenos que me podía acontecer en aquel caso sería el serechadode la casa, lo cual constituía la separacion, tal vezeterna, del lado de Nely, el mayor sacrificioá que se mepodía someter.

De pronto vi que ésta tomó una nuez del paquetito queyole había obsequiado un momento antes y, haciendo ungran esfuerzo, la rompió entre sus delicadas manos, pro-duciendo un ruido sonoro y crujiente.

Esto pasaba mientras que la señora de Dubois se es-forzaba en hablar, dejando escapar apenas sonidos ininte-ligibles.

El acto de Nely, al romper la nuez, me pareció muyextraño, y mi estupefacción aumentó cuando la vi que, di-rigiéndose á su madre, dijo con tono triste : mamá, ¿te hamolestado acaso el ruido que hemos estado haciendo alromper los nueces? Míra, acabo de romper ésta, para queveas que ese ruido es menos desagradable cuando se oyede cerca . ..

La fisonomía de la anciana cambió como por encanto,sus ojos brillaron como si algo excepcionalmente grato lehubiese venido á la memoria en aquel instante y, riendo ácarcajadas, dijo : qué tonta soy! eran nueces, yo creía . . ..

Sin terminar la frase nos abandonó, cerrando tras síla puerta de su alcoba.

Yo me quedé atónito ; me parecía ser víctima de unaalucinación ó de una pesadilla, pero Nely me trajo á larealidad, al decirme muy quedo y con gracia encantadora:rompamos otra nuez, y, pegando sus labios á los míos,produjimos ambos un doble, largo y delicioso chasquido,como si hubiésemos tenido que romper varias nueces jun-tas, .y esta vez la pobre anciana no se molestó en venir áinterrumpirnos .

Page 21: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

N U H VOS RITOS-1007

III

Un año más tarde, concluyó Carlos, la sesera de Du-boisno vacilóen acceder á las exigencias de nuestro mutuoamor, y mi Nely yyo somos hoy tan felices como el parmás feliz de la tierra .

FI Lix P. PALACIO .

Page 22: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS TI[TOS 1)08

C42GC

3r,i, a C€UYO/2

La siguiente aclaración d s los hechos cumplidosen la vecina ciudad de Colón el día 4de Nvbre . deigo3 con motivo del movimiento separatista inicia-do en esta ciudad el día anterior, la creemos justa yverídica no solamente por el conocimiento que tene-mosde la integridad y carácter serio del Gral . Ortiz,sino también por haber oído relatar los aconteci-mientos deque nos ocupamos á testigos presencia-les que nos merecen entero crédito . En erecto, node ahora conocemos al General Ortiz, ni es tam-poco á partir del 3 de Noviembre de 1903 cuan-do la Nación Panameña le reconoce su rectitud yprobidad . Si el General Ortiz no hubiera contribui-do al desarrollo de lossucesos acaecidos en la ror-ma y modo en que su aclaración los da á cono-cer, estamos seguros de que hubiera guardado si-lencio ante los cargos que le hace el señor Henrí-quez ó contestado reconociéndolos y explicando lasrazones que motivaran su proceder de tal ó cualmanera ; pero "en ningún caso" su probidad yhonradez le hubieran permitido apropiarse gloriasque no le pertenecieran.

Somos aún jóvenes, mas en nuestra corta yhumilde carrera, siempre hemos tenido por normarendirle culto á la verdad . Deseamos que escribanla historia de nuestra emancipación política, loshombres importantes que en ella figuraron ; peroque se escriba con toda la calma y serenidad quedebe tener el historiador, de modo que ella sea pordecirlo así, la fotografía de los hechos cumplidos

Por lo que respecta al General Ortiz permita-senos hacer mención de un incidente que no hacaído bajo el dominio del público.

El 4 de Noviembre de qo3, como á las 9 a.m ., hora en que un reducido número de caballe-ros en Colón estaba impuesto del movimiento quehabía estallado el día anterior, el actual Goberna-dor, don Porririo Meléndez, alma del movimientoen aquella ciudad, tuvo una conferencia solemnecon losseñores Generales Pedro A . Cuadros y Ale-jandro Ortiz, Prefecto de la Provincia y Comandan-te de la Policía, respectivamente . Esa conrerenciala presenció una persona de todo nuestro aprecio

Yw. En ella Meléndez losim-puso de los hechos ya consumados y terminó porpreguntarles cuál sería la línea de conducta y laactitud que asumirían en aquella emergencia .

Page 23: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RlTOS—1000

Cuadros pició des horas para poder reflexionar,pero Ortiz respondió que su camino estaba ya tra-zado; que hacía dieciocho años que había funda-do un hogar uniéndose en matrimonio á una dignapanameña ; que sus hi¡es lo eran temblón y queestas consideraciones unidas á les pruebas de s .m-palía y de cariño que había recibido de los Istme-ñas lo obligaban á seguir sin ninguna vacilaciónla suerte de esta tierra.

Esta rranifestz cien tan valiosa por lo espontá-nea cuanto por lo desinteresada, nos obliga á reco-nocercon agredo ere 'asgo de entereza y de ab-negación,

L . la.

He leído la importante producción de don Juan Anto-nio Henríquez titulada Recuerdos de la secesión tananneiray me ha sorprendido hondamente encontrar en tan in-teresante boceto histórico la muy injusta interca-lación —"pero no llegó"--hecha en el párrafo que copiotextualmente: "El Capitán Serafín Achurra, panameño,con una escuadra—20 hombres--del Batallón Colombia,estaba estacionado estratégicamente — para acudir, conpresteza, si era necesario combatir por la secesión de Pa-namá,— en la plazuela que queda al costado Norte de laestación del 1`r-rrocarril. aguardando para reforzarse/aero no llegó—al Cuerpo de Policía de Colón, con su Jefeel General Alejandro Oi tiz . "

No quiero creer que don Juan Antonio Henríquez,amigo que me ha dado pruebas especiales de cariño, enreciprocidad á las mías de leal :amistad v afecto sincero,haya querido deliberadamente hacerme daño . Sinembargo,¡quién sabe si alguna fuerza superior lo indujo tí tan in-grato proceder!

Más por el deber en que estoy ole 'indicarme que porcontradecir al amigo Henríquez, vengo á rendirle culto ála verdad histórica afirmando, no como simple testigo,sino como parte decidida y activa que fuí en Colón del mo-vimiento separatista, que sí llegó el Cuerpo de Policíaprecisamente á la misma puerta del enrejado que da a_ce-so al muelle de la Mala Real Inglesa, desde donde, previaorden de clon Porfirio Meléndez, Jefe del movimiento enaquella ciudad, establecí con mis subalternos una líneapara impedir que la multitud obstruyera la vía que con-duce al muelle, ocupada en esos mi mentos por las tropasde Torres. Y yo con mis manos ayudé á cerrar la puerta,apenas pasó el último soldado.

Me hallaba aún presente cuando ocurrió el alarmaocasionada por los víctores de algunos separatistas llega-dos en el tren de 6 p. m ., en virtud de la cual . don Porfi-rio lanzó la frase impetuosa : "fusílelos á culatazos,que evidentemente sirvió de conjuro á la catástrofe que

Page 24: Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/nritos/ritosdic1908-2.pdf · 2006. 7. 7. · año 2° Panamá, 30 d e Diciembre de 1908 . N o 42 ITOS R + Revista Quincenal

NUEVOS RITOS-1010

pudo desarrollarse en aquel momento y que tal vez habríacerrado las puertas á la emancipación política del Istmoabiertas con llave de oro ó sea sin el sacrificio de una gotade sangre.

Pasado este serioincidenteme ordenó el señor Melén-dez (á eso de las 6 .30 p . ni.) armar de rifles el mayor nú-mero de policiales y regresar á unirme con el Capitán A-churra. Cumplí esa orden con la brevedad que el caso re-quería . Al volver encontré ya frente al enrejado del mue-lle al Capitán Achurra y los dos de acuerdo establecimoscon los 20 soldados del Colombia y unos 40 agentes dePolicía una caden L de tiradores, en ese sitio. Allí perma-necimos con elarma preparada hasta las 8 p . m. hora enque zarpó el vapor Orinoco, llevando consigo al CoronelTorres con su veterano Batallón Tiradores.

Tengo la certidumbre de que la verdad que encierraeste relato estáen la conciencia de muchos, y más todavía,en la de mi buen amigo el señor Henríquez.

David, Enero . 14 de 1909 .

ALEJANDRO ORTIZ .