año2°, P anamá, Octubre 31 d e 1908 No3 8

+ Revista Quincenal ilustrada +

== CITA==

Fue en una noche de inquietudes llena ..mis manos á mis sienes se oprimían,

y el viento me azotaba la melena.donde mis dedos trémulos se hundían.

Así, cansado de tu larga ausencia,

:sentado al pie de un viejo limonero,

yo esperaba, mi amada, tu presencia

corno espera un mendrugo el pordiosero.

Y talvez comprendiendo mis congojas,

que eran ya la esperanza que se aleja,

el viento simulaba entre las hojas

los sollozos de un pecho que se queja.

e,

Y triste lo hallé todo, y horroroso

pareció á mis miradas intranquilas

el claro cielo.... ese Argos misterioso

donde tiemblan millones de pupilas.

Pensé de tu crueldad en los derroches

y meditando en todos tus agravios.

rompí contra el dosel de mis reproches

el beso que llevaba entre los labios.

Pero llegaste tú : sueltas caían

tus crenchas, como un nimbo de arreboles

tan bello, que igualarlo no podrían

los mejores ocasos de los soles.

Y al confundirte en mí, toda radiosa,

como un corneta que doró mis nieblas,

desapareció tu canela luminosa

bajo el amplio crespón de mis tinieblas

HORTENSIO DEYCAZA.

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Lasasociacionesbrasíleras.

Río Janeiro, Junio de 1908

.Señor Director de Nuevos Ritos

Panamá.

QUERIDO AMIGO :

Conozco hasta el . presento pocas de las Institucionespúblicas y privadas del país ; pero estoy sorprendido de leer en losperiódicos el número de Asociaciones y Clubs que hay ó quese proyectan fundar, do las conferencias que se dan en ellos óque se anuncian dar, y de los Congresos que se reunen ó quehan de reunirse dentro de poco tiempo. Como un bosquejo óuna idea aproximada, de esto, he aquí extractadas, de los diarios que tengo á la vista, las principales referencias:

"Sesión ordinaria ayer del Instituto Politécnico brasilero . "

"52°" sesión ordinaria del Club de Ingeniería . "

" Próxima reunión del Congreso Nacional de AsistenciaPú-blica y privada. "

"Próxima reunión del '2° Congreso Nacional de Agricul-tu- tura . "

"Preparativos de la reunión del Congreso Católico . "

"Próxima inauguración del Congreso Jurídico."

` Conferencia del señor Philippe Millet en el salón noble deAsociación de Empleados do Comercio sobre la cultura francesay el Brasil . "

"Sorpresa causada por la Conferencia del señorRobertoGómez en la sala del Instituto Nacional de Música acerca delcompositor noruego Eduardo Grieg".

"Conferencia del señor Pietro Ricci en el salón de sesionesdel Comité de la Sociedad Dante Alighieri en esta capital . "

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"Conferencia literaria en Recife del señor Antonio Pessoade Queiroz, que es ciego " . ..

"Elección con cualquier número de la nueva Directiva de lGremio Jurídico y Literario " ..

`' Sesión solemne de conmemoración del Club Militar . "

" Elección de la Directiva del Centro de Académicos . "

"Con tenencia del rev . E. de Oliveira en la Iglesia Presbíte-riana Independiente sobre el dificil tema de La existencia . deDios ,y los conocimientos científicos contemporáneos . "

"Instalación con un bien organizado festival de las oficinasde la, Escuela Profesional y asilo para ciegos adultos . "

" Iglesia ,y Apostolado Positivista del Brasil . Conferenciapor el Vice-Director R . Teixeira Mondes sobre la la situaciónde las Ciencias ."

"Conferencia con proyecciones luminosas en el Museo Comercial al. "

" llegada de los eminentes profesores doctor Van Prowvaset y G. Giensa, contratados en Berlín, para el servicio del Instituto Oswaldo Cruz . "

Lo que he visto hasta el presente en esto, sin embargo deser todavía poco, corre parejas con las citas de la prensa..

Primeramente he presenciado algunas regatas y no pocaspartidas de Football . Los Clubs organizados para aquellas y losClubs de estos juegos atléticos son numerosos . El escritorAsis dice que en el Brasil todo es grande menos el hombre quees de pequeña estatura .. Por regla general esto es verdad, sal-vo en. cuanto á los hombres de San Pablo que son más robustosque los del resto del país y más altos. Por todo el norte y enesta capital tos hombres son chiquitos y delgados ; pero esta de-ficiencia- tienden á modificarla en la educación física . Ya. en losesfuerzos infatigables que empeñan por la inmigración se notael anhelo por mejorar la raza. Con la inmigración no persiguensolo un fin económico —(agrícola ó industrial)— sino etnológicotambién. Quieren cruzar su raza, fortificarla y embellecerla.La educación física es el objeto de los constantes cuidados enlas escuelas ; pero tos Clubs á que me refiero, todos con magní-ficas instalaciones, son laesencia~ por excelencia, de esa educa-ción . He oído decir que ha .,y muchos en San Pablo, pero aquíen la capital es donde realmente son numerosos . A. menudoorganizan partidas entre ellos ó con los Clubs de la RepúblicaArgentina, sus rivales los cuales vienen hasta aquí mismo á dis-putarles .el triunfo.

klaga usted conocer estas cosas en nuestro país . Yo creoque no ea superfluo que recomendemos á nuestros compatrio-tas que imiten también en esto á los brasileros y á los argenti-nos . Nuestros Secretarios y nuestros Inspectores de Instruc;ción Pública se saben de memoria aquello de mena sanara crarpo-

~e mara y lo recomiendan á su vez mucho en sus discursos, in-formes y notas : pero sí mal no recuerdo, no se le practica ni enlas escuelas ni fuera de ellas . Pedir al cielo, como lo hacía ol

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hombre prudente la ,salud del alma y la del cuerpo es . poca co-sa. Reconocer que la salud del cuerpo es condición sin la cualno existe la salud del alma, también lo es : lo importante, sinduda, es practicarlo, estableciendo gimnasios en las escuelas yfomentando el amor á los ejercicios corporales . Si la gimnasiaejercita, desarrolla y fortifica el cuerpo, dándoles fuerza á los'músculos para el trabajo y al alma para pensar, del propio mo-do que la salud y la alegría, honrémosla come fué honrada en laantigüedad y lo vuelve á ser hoy por los pueblos que están á lacabeza de la civilización. El más mediano observador podrá verque los ejercicios y juegos atléticos han andado de par, en lospueblos que han prosperado, con su progreso y civilización . Amí me parece ver en esto la presencia del Progreso en esta granRepública.

A los pocos días de mi llegada, una noche en que todo : me.convidaba á salir á la calle,—el cielo estrellado, el aire fresco, elambiente cargado con los perfumes de los pequeños jardines deLaranjeiras, Vergueiro y Atirantes,--salí de paseo á pie . Mefui por 'el Catelleabajo y á poco de andar por esa vía oí en unade sus casas una alegre música, Al pasar tenía que oirla, perono paré mientes en ella y seguí andando . Más adelante oí otramúsica, era otra de cuerda, y ví en los muros de la casa de en-frento, iluminados por el reflejo de las luces, pasar las sombrasde los que bailaban . La gente por aquí es alegre, me dije, y se-guí mi camino ; pero como más abajo me hirieran de nuevo losacordes de otra música ya me puse á considerar qué podía sertanto divertimiento. No eran seguramente el San uan . ni elSan Antonio, tan venerados, pero podían ser otros aniversarios desantos Pensando en ello, doblé una esquina y me interné poruna de las calles transversales,, cuál no sería mi sorpresa cuan-do oí otra música en ella y más adelante otra y otra más . Enton-ces detuve al primer pasante que hallé é inquirí de él la causade tan francas y ruidosas alegrías . Los brasileros son amables,cultos y muy serviciales ; sienten placer y orgullo al mismo tiem-po en poderle dar informes á un extranjero acerca de su país:

-No son aniversarios, me dijo ; son simplemente Clubs debailes y sociedades filarmónicas . Hay en esta ciudad comociento, todas de la gente de color, y en tiempo del Carnaval, quees muy festejado y divertido, esas sociedades montan hasta tres-cientas

Ayer estuve en la Asociación de empleados de Comercio. Sunombre dice lo que es . Los empleados de Comercio do Río Ja -neiro se han asociado para mejorar su situación, para conocersey estimarse, para protegerse mútuamente y para sacar el me-jor partido posible de sus esfuerzos intelectuales y materiales.La Sociedad ocupa un edificio propio, grandioso, ubicado en laimportante calle de Gongalves Díaz y poseo en él los apartamen-tos ó salones indirpensables,---el de lectura y biblioteca, eh elcual disponen los socios nn solo de libros selectos sino de todoslos periódicos y revistas del país y de muchos del extranjero;el salón de clases y conferencias en donde so dan unas y otraspor profesores competentes y prohombres generosos é ilustra-dos; las clínicas que son diversas, un laboratorio de anatomía yotro de química .

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En la semana anterior había conocido la Asociación Cristiana deMozos . Precisamente acababa do organizar una serie de confe-rencias populares, con la cooperación de ciudadanos distingui-dos de la capital que desinteresadamente han aceptado el cargo,—por ejemplo, el doctor Castro Pinto que hablará sobre el Po -der Legislativo, Senado y Cámara,—el doctor Prudente MoraesFilho sobre las funciones del Presidente de la República ; el doc-tor Edmundo Muñiz Barreta, sobre el Poder Judicial ; el inteli-gente doctor Rodrigo Oeta .vio, sobre la Diplomacia, y así sucesi-vamente otros muchos. Es una especie de Escuela, sostenidapor los miembros de la Asociación y establecida con el 'fin dsinstruirse. La Cátedra es In del Manual del Ciudadano.

En fin, he conocido el Instituto Histórico y Geográfico, del cualhacen parte una veintena de los hombres más prominentes delBrasil, y que es, sin disputa, de todas las Asociaciones de laCapital la más selecta y do fama. Se le considera como el guar-dian celoso y fiel do los anales nacionales, y efectivamente, comosu nombre lo indica, pone su mayor empeño en el conocimiento,conservación y defensa del territorio patrio y en la conmemora-ción de las glorias nacionales . Sus sesiones comunes ú ordina-rias tienen lugar para efectos de su reglamento ó para la consi-deración de algun estudio ó memoria ; las extraordinarias sonsolemnes y constituyen las grandes fiestas con. que honra y ce-lebra alguna fecha clásica de los fastos del país.

Por invitación especial concurrí ahora poco á dos de estasúltimas sesiones, la primera con motivo del centenario del esta-blecimiento de la Imprenta en el Brasil y aniversario al mismotiempo de la abolición do la esclavitud ; la segunda, en memoriade la batalla del Riachuelo, librada contra el tirano López delParaguay_ Corno según el Reglamento del Instituto en cadauna de las sesiones solemnes debe tomar la palabra un oradorde su seno, en esas ocasiones lo hicieron dos monarquistas, pa-dre é hijo, respectivamente, el . Conde Alfonso Celso y el Vizcon-de de Ouro-Preto . El Vizconde de Duro-Preto es una reliquiadel Imperio, anciano ya de setenta y más años, precisamente elmismo que desempeñkaba el cargo de Ministro cuando estalló laguerra contra el Paraguay y cuando se libró la batalla en cues-tión . Caído el Imperio, cayó con y fué expulsado del país . Alcabo de casi un cuarto do siglo, por primera vez volvía á apare-cer en público . Su discurso fué admirable : no tuvo una solapalabra amarga contra la República, su enemiga, á la cual con-

: fundió al calor del mismo afecto con el Imperio, en la reminis-cencia de sus glorias . Tampoco la tuvo para el Paraguay, elpueblo heroico que luchó, inducido por López, hasta quedar ex-hausto de hombres, contra tres naciones . Hizo suyas las pala-bras de uno de los historiadores de esos acontecimientos, quiendijo : "Una batalla tan reñida, disputada durante ocho terriblesy mortales horas, es siempre gloriosa para vencedores y venci-dos ." Alfonso Celso, el hijo de Ouro-Preto, es joven aún, debuena presencia, afable, de cultura refinada, orador de bellas yfaenes imágenes, muy admirado y querido en la capital.

Hasta ahora un ano fué Presidente del Instituto Históricoy Geográfico el Marqués de Paraguaná, otra reliquia del Impe-rio. Lo sustituyó el Barón de Río Blanco, el actual Ministrode Relaciones Exteriores. Yo he tratado poco á este hombre

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eminente y no puedo ciertamente juzgarlo, Por las cuatro 6cinco veces que he conversado con él me ha parecido un hombrecortés y afable, llano, sin ninguna afectación ni pretensiones,de una gran ecuanimidad. A sus enemigos los oigo decir queRío Brinco sobresale, gigante, por que se ha sabido rodear deuna camarilla de mediocridades que lo alaban ; pero á mí me pa-rece que, aparte de su fortuna que ha sido pródi, :;a con él, esun hombre de gran tacto, el cual constituye evidentemente elm .̂ior talento de la vida . Como Presidente del Instituto, RíoBrinco está en el puesto que le es propio, porque ha sido élquien mejor ha defendido á su país en los litigios de límites queha tenido ,y quien lo ha agrandado, dilatando sus ya vastas fron-teras, hasta muy adentroen los confines de todos los países dela América del Sur ; de modo que por tal medio ha sido él cier-tamente quien más ha servido á la Historia y á la Geografía desu país . Hijo de un diplomático, el Vizconde de Río Brinco,que también fué Ministro de Relaciones Exteriores, ha sido yes mejor diplomático de lo que lo fué él, y como Ministro de Re-laciones Exteriores hoy también está en el puesto quo le corres-ponde.

Sus enemigos dicen igualmente que es un hombre pródigo,un botarate que no sabe ó finge ignorar donde acaba , su bolsa ydonde comienza la de la Nación, pero sus prodigan ladres, síefectivamente las h-a ,y, han de ser en servicio de su Patria por-que no se le conocen ni bienes de fortuna ni historias ruidosas.En cambio los servicios que le ha prestado á su país le valen áeste muchos millones . El último fué un gran negocio :: el del Acre.Uated no lo puede ignorar, pero he gustará que le suministre so-bre él ciertos datos que no han alcanzado todavía gran publici-dad .

El Acre es un vasto territorio que pertenecía á Bolivia yque el 13rasil compró por diez millones de dallara para ponertérmino á las disputas y guerras de bandos entre brasileros ybolivianos. Bolivia no sabía lo que poseí -ti y no supo guardarlo.Encierra más tesoros que el Sésamo de las 6Tl y una noches . "Con-siderados apenas los trazados más remotos, dice un explorador.de los grandes rios Ju rúa y Pu rús, se ve que alcanza á cerca (lenovecientas leguas cuadradas la porción de tierras americanashasta entonces desconocidas allí" . . . . La zafra del caucho en1935 fué algo más de siete millones de kilos que valían treinta y cin-co mil cantos 6 sean diez millones de dallara . El Acre le da al Bra-sil en impuestos doce mil cantos anuales 6 sean tres millones seis-cientos mil dollara . . .En menos de tres anos el Brasil satisfizo suscompromisos con Bolivia, con los productos del --mismo Acre . Lequedan, líquidos, pues, el vasto territorio, la soberanía sobreély el inagotable sésamo de esta otra cosa que no es leyenda áureaimaginaria, sino efectiva y real.

Como al reorganizar la marina se le atribuyeran al Brasilplanes hostiles contra la Argentina, el Barón de Río Broncoaprovechó la ocasión del aniversario de la batalla del Riachuelopara hacer en la sesión á quo vengo refiriéndome, en su calidadde Presidente del Instituto Histórico y Geográfico, importantesy hábiles declaraciones:

"Sí el adi rersario, dijo, nos encontró desprevenidos de re–cursos en las fronteras que invadió, teníamos, sinembargio,

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desde el principio de las operaciones, y se le vió en Riachuelo,una marina bien organizada, independiente de cualquiera pre-paración inmediata 6 de adquisiciones recientes, porque enaquel tiempo se comprendía, como ahora de nuevo so le com-prende entre nosotros, que una nación como la brasilera, con tanvasta extensión de costas y tan grandes ríos interocéanicos,debe estar seriamente aparejada para la pronta defensa de su»comunicaciones marítimas y fluviales y de sus puertos de co-mercio . "

Después del Instituto y casi tan importantes como él existen la Academia de Bellas Artes, la de Ciencias jurídicas y soviales y la de Ciencias y Letras . Cada gremio ó cada grupo so -cial, aquellos á quienes liga una misma simpatía ó algún interés)6 bien los que persiguen una misma idea ó pensamiento estánasociados, unidos, trabajando en común Los Católicos tienensus Congregaciones y Congresos y los Evangelistas los suyos, ylos Positivistas también . Les abogados, los médicos, los inge-nieros y los literatos han organizado su vida Académica . CadaFacultad Universitaria es un centro, un organismo de interesescolectivos . El crédito, la beneficencia, las minas, las fábricas ylas explotaciones agrícolas han recurrido al espíritu de asociaciónpara alcanzar sus fines . El agricultor, tan aislado en su campoen otras partes de la América latina, sin más solidaridad quelas generares de 1 vida social, aquí en el Brasil se encuentrati tramonte vinculado con los demás agricultores del país . Supropiedad, sus cultivos y los productos de sus cosechas seo su-yos, seguramente solo suyos ; pero los métodos que emplea, losprogresos que por medio de ellos alcanza, son el resultado delos esfuerzos comunes del gremio. Animados por el mismo es-píritu de asociación viven los industriales también, compactadosy unidos, formando grupo, reuniéndose periódicamente . bajouna directiva y con una disciplina laudable, persiguiendo en co -mún su mejora moral, material é intelectual

Confieso á usted que este movimiento en el Brasil me tienemaravillado . Es una actividad devoradora que me ha hecho re-cordar ese mismo movimiento civilizador de los mejores centrosele Eu r opa. Por mi carta anterior lehice conocer como no haycasi un solo diario en el Brasil que no sea el órgano de algunasociedad colectiva, anónima ó en comandita. Podía hoy agregarla relación de las innumerables empresas implantadas en elpaís mediante ese espíritu de asociación considerado desde elpunto de vista económico . No lo haré por cierto porque tendríaque escribir libroe y aparte del tiempo que esto exige, no estoytampoco preparado para hacerlos . Usted sabe, por lo demás, yyo no necesito recordárselo, cómo las fuerzas individuales cen-tuplican su poder cuando se reunen, cuán admirablemente fe-cundo es ese principio y do cuántas felices aplicaciones es sus-ceptible Mi ambición es modesta . Me propongo hacerle co-nocer á usted este país distante, tan ignorado por allá y queusted aprecie su enorme actividad por una de sus faces 6 ma-nifestaciones más vivas é inequívocas . Tal vez podría servir deejemplo en . nuestro país, en donde no hemos salido todavía delindividualismo primitivo, esto es, del aislamiento del individuoen plena sociedad. Allá entre nosotros el espíritu de asocia-ción está latente en el alma popular, pero no ha tenido un soplovivo que lo anime . ¿Qué son las Juntas en nuestros campos

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sino la reunión de las fuerzas individuales, centuplicando su po-der en un trabajo agrícola? Es la única forma en que lo posee-mos . Con los primeros tímidos ensayos literarios que ha habi-do se han organizado algunas sociedades que han muerto en lacuna ó á poco de su organización . Vive todavía el " A tono de Pa-namá." dVivirá largo tiempo? Las ciencias no han podido nada enesto; el derecho ni las bellas artes tampoco. La Industria hanecesitado del monopolio y de los privilegios, y con todo y esto,ha surgido en tan reducida escala que no merece mención es -pecial . El crédito ha necesitado á su vez de la. intervención delcapital extranjero para vivir efímeramen t e. La Beneficencia noha podido disponer de un pan para aliviar á la miseria sin elapoyo oficial . Formidable estancamiento! Triste estado dedebilidad! Yo no soy partidario de las instituciones corpora-tivas artificiales que ahogan la iniciativa individual y que acabanpor ser instrumentos de opresión ; pero desearía ver entre nos-otros á esa misma iniciativa individual tan pujante que, rom-piendo los tiránicos lazos del egoismo y de la ignorancia que lasujetan y oprimen se fuora al encuentro de las fuerzas vivas delos demás y las encaminara en la persecución de los ideales co-munes de la vida.

Adios por hoy. Quedo de todo corazón su muy atento se-guro servidor y amigo,

BELISARIO PORRAS .

NUEVO; RIT08.-699

a propósito be los nuevos++

versos be '€eopolbo §ugones.

Hago memoria de la impresión que produjo en el públicoletrado la publicación del Himno á la Luna en un diario de earacas: tué una impresión de espanto ó de risa ; hasta los másfervientes defensores del " modernismo " se quedaron espanta-dos; y los amigos/de los viejos moldes prorrumpieron en unáni-mes risotadas de chacota . Los, más sensatos perdieron su sen-satez y su crédito asegurando._ fine aquello no era más que unabroma, una salida genial del poeta, quo quería tomarles el peloá sus admiradorea y dejar despavoridos á sus aristarcos . Creoque con Los burritos se recr udecera la impresión adversa quecausó el Himno d iu Luna; que los amadores de la vieja poesíase llevarán las manos á las aterrorizadas orejas, y los más apa-sonados admiradores del poeta callarán--otorgando ante lasacerbas críticas.

¿Son enrevesados estos poemas, como aseguran? ¿Violantodas las reglas, como claman alarmadps los mismos partida-riosade las dulces quejumbres enfermizas de Nervo ; los que to-eran y aún alaban las más complicadas cabriolas del númen deRubén Darío? Para la! mayoría de los lectores--aún aquellosque pasan por críticos de arte y escritores de ingenio—es to-talmente incomprensible La Salutaoián á Leonardo de Darío; pe-ro callan con astucia y no confiesan que leyéndola se han que-dado á la, 1una de Valencia, porque han visto muchos elogios tri-butados por sus propios directores intelectuales al magníficopoeta que la escribió ; desde Vargas Vila,hasta Unamuno, los másde los escritores que tienen público numeroso consagran enco-mios al Cantor de Prosas Profanas. iEn el mismo Ateneo deMadrid se han dicho de él cosas que lo ponen por las nubes! Ytodo ten mucha justicia ., Pero Lugones no tiene, no ha tenido-iojalá nunca los tenga!—padrinos de esta laya Darío alzó

una vez la voz para defenderlo de la ira fóbica de unos retóricoscongregados en Buenos Aires. Nada más. Por consiguiente,la mayoría de los lectores que no entienden á Lugones—ó me-jor, que no lo sienten . pues su poesía es más para sentida que

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para comprendida—pueden con impunidad satisfecha declararque sus obras son muy obscuras, con el legítimo orgullo delsordo que proclama su sordera como honroso título . Porqueno hay tal obscuridad en los poemas.

Lo que sorprende y disgustaá los lectores os la novedad dela versificación y de las imágenes ; novedad sostenida sin desfa-llecimientos, novedad única hasta hoy en día en lengua castella-na. Las orejas y el entendimiento acostumbrados al golpeteoigual y paupérrimo y á los lugares comunes de los versos delcolombiano Julio Flórez, pongo por caso, no se avienen fácil-mente con este ritmo diverso y noble, que busca para cada ima-gen y para cada evocación, ritmos propicios, de perfección su-gerente. Además de que las inteligencias acostumbradas á losversos hueros que siguen siempre á una imagen brillante y ha-lagan la modem'digestiva de la impresión—ó á . los versos chir-les que la preceden preparando el estallido de luz de bengaladel recurso pirotécnico—no pueden tolerar este desfile rico,suntuoso, do infatigable agilidad, en qua van pasando turnos,evocaciones, imágenes, conceptos, ideas sutiles, pesadas, lán-guidas, melancólicas, alegres, irónicas . . . . ¿Con qué derecho seturba la tranquilidad ordenada y metódica de su digestión espi-ritual? Creen conveniente huír de estos excesos como de losautomóviles guiados por mecánicos demasiado entusiastas . Ylo más curioso es que el texto mismo de Los Iturritos, puesto enprosa más ó menos fíuída, encantaría á estos sonoros . La cues-tión, pues, no eas de obscuridad ni enrevesamiento . La cuestiónes de forma .. aunque pocos querrán confesarlo, comprendiendoacaso lo que eso tendría de triste para sus aptitudes de apre-ciación estética . .

Confieso que Los Buratos es para mi gusto uno de los mejo-res poemas que se han compuesto en lengua castellana . Laola de metáforas se desborda. en él como los rizos de nácar ymúsicas de la ola marina contra las riberas resonantes ; el humorpone tremralaciones de sonrisas y de ternura en el espejo de laspalabras. Y claro, claro, claro todo, de una claridad fluida,

-verbal é ideológica--de una claridad de agua arisca y veloz.

JESÚS SLMPRUM .

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LOS BURRITOS.

Poemas solariegos.

Aunque esto pase por natural rutina,Diré que los burritos de mi cuento,Son hijos de madama PollinaY de maese Jumento.

Que el lector menosprecieMi estrictez genealógica, no me acobarda.Tengo interés en diferenciar tal especieDel noble caballo y la mula bastarda.

Desde que Jesús, á guisa de hacanea,Tomó la bo r rica hebrea,Segúá cuenta San Mateo en su historia sucinta,Es esa una respetable ralea;Pues como aquella bíblica abuela estaba encintaDebe atribuirse á los asombrosDe un estado tan sensible,El signo elemental y terribleQue su familia lleva también en los hombros.Y ciertamente un blasón como aquél,No lo tiene el gallardo corcel.

Además, su fina cabeza,Comporta un distinguido atributo.Tienen el jarrete enjuto,Y su pequeño pie es signo de nobleza.

Mézclase á lo zurdo de su malicia aldeana,tina mimosa simpatía de niño;Y poseen este cariñoDe la vida animal : h lana.En sus hirsutas frentes que nada alegra,Y ea su cara picarescamente roma,Se contradice una perpetua bromaCon un servil tormento, como en la raza negra.Junto á la burra laboriosa y prudenteCorno una buena mujer, sus comitivasToman un trotecillo de nene obediente,Acompañado por orejas alternativas.

Orejas como diéresis de oblicuos tildes,Que abren al rebuzno vocales más rudas,O recogen azul de cielo como agudasOjivas para aquellos cerebros humildes.Corónalas el tábano con candente adherencia,Como una ascua en la punta de un habano,

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Y saben dar palmadas como una mano,Y son los cubiletes de la paciencia.Cuando de sueño caen desgajadas.En su cavidad duerme el murmulloComo una crisálida en su capullo.La música y la lógica Llénenlas por almohadasSolemníza.nse en mitras 6 en faluchos;Y los burritos,Se hacen con ellas muy bonitosCucuruchos.O entre sueños esbozan signosEn dirección de quiméricos pesebres,O la derriban, malignos.Una hacia.. atrás y otra hacia adelante, como liebres

Su belfo en escolásticos bostezos ya se arrugaVagamente huelen á orégano y lechuga.

Usan con pulcritud discreta,Cdal si economizaran un modesto salario,Sus trajecitos de "hnmespum" ordinario,Y sus batincitos de baqueta.Para preservarlos de infaustos azares,Frecuentan cuidadosos los abrevaderos;No los meten al barro como los ternerosQue tienen cuatro pares.Gastan hebra por hebra,El lleco de su Crin mísera y dura;Ignoran el intrépido timbre de la herradura,Y usan las medias viejas de la cebra.

En todos los paísesLbs más apreciados son los asnillos grises.Hay algunos rojizos como el orín;Otros negros y crespos como el hollín:Otros blancos, y á éstosLod prefierep liara las vacaciones:Del e trato con los niños adquieren locos gestos.Y vuélvanse sumamente bribonesEspantan retozando á las bobasDe las ovejas;Aborrecen á las viejasY roen sus escobasEn medio de los patios hacen pis,Y meten al azúcar sus dientes de miss.

Mas con qué suave disciplinaAceptan al flébil mellizoQue les imponen en el chico enfermizo,Agotando la leche de mamá Pollina.El morral brutalmente postizo,Quítales su precaria golosina;Y conformes como una criatura sola.Que alcanza á comprender la vida,Descansan con una pata encogida,Moviendo automáticamente la cola.

Por las claras noches, bajo la influenciaDel plenilunio, ambulan con los gansos,Que pasean en crisis de lunar demenciaLa estólida unanimidad dé su opulencia.Así es como, silenciosos y mansos,Sorprenden las citasDe las novias aldeanas,O los grupos de pequeñas JuanasQue juegan á las manitas.Estudian las fuentes secas;Contemplan la luna en extático estrabismo.Quizá esto es un vago paganismo,Con difusos recuerdos de Tebaidas y Mecas.Escuchan divertidos las Coplas de gauchoQue en ronca guitarra llora su desvelo,

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Mientras su hociquillo de cauchoTantea maliciosamente el suelo,Con una claraI!,xpresión de suaves dudas,Corno si repararaPequeñas sílabas mudas.

Fugaz instante de sosiego,Que los muchachos trastornan muy luego.

Asústanlo de pronto imitando el relinchoDe algún coloso potro en són de ataque;O el más badulaqueMonta al más alegre, clavándole un pinchoBajo la cola que se agita y desflecaComo un cordón de campanilla loca:Simil evidenteDe la gozosa charla.(Pero no hay que tirarla,Porque puede sonar desagradablemente).

Sobre la arena de frescura acuática,Entre risas, palmoteos y coces,Inician su doma absurda y acrobáticaA la luz de la luna los ginetes precoces.No queda sin desfondarse un calzón,Ni chico que no fructifique un chichón.

Hl pequeño pollino,Afronta con famoso coraje la zumba,Y después de cada corvo en que los tumba,Sacude sus orejas como aspas de molino.Hasta que, al cabo,Suéltanlo echando chispas, tras cuatro moquetes,Con un puñado de cohetesO una lata en el raboAsí es como conquista,Sus primeros principios de moral pesimista.

La frescura del amanecer agreste,Entra por sds narices con sutil delicia;Y sienten sobre el lomo la paz celesteComo una impersonl caricia,Que les da entre vagas ideas defectuosas,La sensación de Ser con todas las cosas.

Con los etéreos tornasolesDel poético rocíoQue condensan las telarañas y las colesIdn el huerto aun ligeramente umbrío,El alba tiende sus cristalinasBambalinas.Inútiles que el olfato vibreHacia aquella hortaliza de coloridas fajas,Pero el dulce verdor del campo libre,Di calidad de trébol á pencas y borrajas.

Hacia comarcas más salvajesCruza una ave por el cielo,Con el espacioso vueloDe los largos viajes.Pasan, iniciando pequeños trotes,Soñolientos perros de orejas gachas;Y tras ellos van matinales muchachas,Lóbregas aún las crenchas y lacios los escotes.

Sobre el verde pañoDel collado frontero,Descifra un invisible senderoEl tortuoso renglón de un rebaño.Supón, que esta imagen oportuna,Oh! lector, en la mente de los .burritos flota,Pues no es difícil que tengan algunaidea de la imprenta, aunque remota .

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Ellos son, en efecto, la cabalgaduraEn que van á la escuela del distritoLos pequeños labriegos cuya vida es tan dura,Q re aquel viaje "obligatorio y gratuito"Nunca se desdeñaPara llevar un queso 6 un casal de pavos,Y ordinariamente dos haces de leñaQue valen diez centavos.

Aquella mísera vida paralelaEn que unos y otros abrevian su infancia,Les impone con su perseverenciaUn apego oe triste parentela.Y por esta circunstanciaAprenden los ba rrita; á saber qué es la escuela.Ciertamente da lástima ver tanto chico,Bajo el azote de las crudas brisas,Los unos tiritando en sus burdas camisas,Los otros con un rudo torzal en el hocico.

En las cristalinas auroras de escarchaQue el fisco impone á los tiernos palurdos,El ritmo tetrasílado de la marchaSugiere cantos silvestres y absurdos.

Una especie de lamentoSin palabras acentúaComo un són de arr ullo y viento:"Ca-u -cúa, ca--u--cúa",

ca- 5--cúa . . . ."Plañidero rudimentoCon que el b rsque conceptúaSu palabra de Elemento.La trompa en que el pequeño ginete borda,Q . rimeras entre dientes, cual sonoro pespunte,Con su aguja m mótona y sordaEscaude así mismo la copla transeunte.

"Ca--d--cría, ca -ú--cúa ""Ca--li- Glld "

"Ua -úa".

Pero el repasoDel deber escolar, lento y agudo,Ha enseñado otro paso,Al pequeño discípulo orejudo,Que vuelve más blandoSu habitual meneo,Y aconsonantandoCon el deletreo,En clásico arroboSu anímula embebe"B--a- ba, b -e -be,

bu—o--bu . . . ."

Luego, en algún lance inquietoDe la gárrula pandilla,Se ha comido en secretoMás de una cartilla:De donde resultaQue tiene en el caletreA pesar de su facha inculta,Más ideas que el mulo petimetre.

En tanto el sol que los campos remoza,Dilatándose por la pradera,Enciende corno una pálida hogueraEl bálago de la choza.Su vibración de oroDespertando montañas y pensiles,Parece glo r iase con un eco sonoroEn el dorado canto de los gallos gentiles.Bien pronto el humo que se desparramaDesde la chimenea en rizos regulares,

NUEVOS RITOS.-90.5

Anuncia que, adentro, la doméstica llamaResponde á las brillantes clarinadas solares.Abandona la sombra el nido obscuroDel alero de paja,Y como el agua de un estanque bajaPor el rústico muro.

Rebuznan en el prado de los garañones,Apuntando hacia los jacos eunucos,Sus pares de orejas, como trabucosDe dos cañones.Temblorosa de deseoY de terror al bozal y á la cincha,Alguna yegua adúltera relinchaDesde la dehesa rival su devaneo.Mas en ese instante cruza un birlochoPor el carril de arena sonora,Al miserable trote de un jamelgo chocho,Y ante tal espectáculo la hembra avizora;Con sobresaltos ariscosPone su libertad á buen recaudo,Tendiendo su galope más raudoPor lomas y campos, por rampas y riscos.

Tal los buenos asnillos al trabajoso gustoDe su sobria merienda de cardos,Ven el fresco mundo con sus ojos pardosEn una suave resignación de sino injusto.

El mediodía estivalQue exalta su magnífico fuego, sin un rumor,Se paraliza en el vibrante calor,Macizo como un bloque de cristal.Con fragancias favoritas,La loma tiende al bondadose animalEl puñado de margaritasDe su verde delantal.Pero al goloso empeño,Se opone con dulzura fatalLa muelle madurez del sueño;Y después, hay por medio un manantial.Mejor es, en delectación estable,Evitar rnojaduras y catarros,Viendo de lejos cómo sobre la innumerableDentadura de guijarros,Pasa la risa del agua inquieta;En tanto que á tr,,.vés de la frondaCada pliegue de la ondaBrilla como una aleta.Así gozan sin excesosEn fantasías beatas,El ensueño solar que salpica los sesosDe margaritas escarlatas.

El descanso propicioDe las siestas foscasAbrumadas de calor y de moscas,Vuelve aún más sensato su buen juicio.Dilatando hasta la ranillaUn azogado contrapelo,Como reído por una cosquillaTirita impacientemente su brazuelo,Pues la circundante y zumbona taravillaNo es una alegre causa de desvelo.Y mientras el dogo que á dormitar empieza,Con ojo de colérica perezaSigue largamente una mosca al vuelo:Juntando la desazón del bochornoAl insecto que la exaspera,Al evidente trastornoQue hay en exasperarse de cualquier manera,--Cuando de retornoSolamente una nueva desazón nos espera

NUEVOS RLTOS . Doe

En un mismoArgumento de ingeniosos revites,Combinan el soritesDel dulce optimismo;Yendo á buscar con pausas remotas,Algún mano en cuyo último recoveco,Quedan dos ó tres granos de maíz, como gotasDe miel de un panal seco.

Lina pálida fiebre palpita en los campos;Tuesta en oro la chacra sus futuras fanegas;Los vidrios de la basura estallan en lampos,Y las chisporroteantes langostas veraniegas,Parece que se fríen de amor sobre las matas,Al reclamo agridulce que zumban sus patasComo los vibradores de las trompas labriegas.Ruedan los nubarrones pintorescos,Ralumbas decándidas bombasíes:Y sobre los collados frescos,Pasan sus sombras turquíesComo pavos reales gigantescos,

Re ahí una ocasión para que un lomo escuálido,Se revuelque a gusto sobre un mundo tan cálido.

Mientras en su trinchera de hoyos nuevosLa gallina, hecha una plasta,Se desvencija como una canasta(Naturalmente de huevos),Imitan ellos dulzuras tan gratasEchando al aire sus cuatro patas.

Perdiendo á uno y á otro lado el aplomo,Disfrutan su gimnasia á pierna suelta.La gracia está en darse vueltaEnteramente sobre el lomo.Una loca alegría los colma ; y entreHl dorado polvo alrededor disperso,Miran en un vahído el cielo inversoCual si por un instante sus patas y su vientreFuera un abierto baúlLleno de bello azul.

En tanto la tarde, balada por chotosComo una égloga de asonantes vagos,Tiende en las caúadas y los sotosGrandes sombras, frescas como los lagos.Borbota el turbia borbollón de la acequia:Ea tierno verde suavízase la loma;Y el prado graciosamente obsequiaUna florida aromaDe cálidos tréboles, que el solDestilara cual sublime alcohol.Entonces, hacia la frescura quietaGimen los asnillos en bronco hiatoSu rebuzno, á guisa . de rústica retretaCon bronquiales asfixias de silbatoY profundos sollozos de trompeta.

Avanzan mego hacia la hortalizaQue el perro casero guardaCon recelosa ojeriza,En apostura insolente y gallarda;Más con súbito desprecio,lea las mismas narices de aquel necio,Vuélvanse lentamente olfateando la vía,Y dejando caer con simetríaSus galletas de estiércol verde.Porque ya tienen la filosofíaDe que perro que ladra no muerde.

Pasa una hora: y con noble reposo,Tras la baranda de oro del confín,

NUEVOS RITOS. . 1107

Abre el sol su abanico hermosoEn una despedida de mandarín.

La tarde con rosadas cintasDe idílica pastora, conduce sus corderas;Refrescan las alfalfas aromas indistintas;Y c l cielo se inflama en claridades postreras,Suspenso como un ángel tras las obscuras quintas.Los asnillos sienten en ello un saborDe leche cándida y de rosal en RonSi bien la melancólica certezaDel deseo imposible, les da alguna tristeza.

Con despreocupación que nada asombraVan á rondar la caballeriza obscura,Donde el ojo del potro, en su vivaz negrura,Parece el cristalino núcleo de la sombra.Hl forraje exhala con tentación certera,Su perfume cereal entre orines salobres:Y ellos van y vienen como chicos pobresAnte una panadería de primera.

Hasta que cuando advierten, en calma taciturnaQue la rana del Angelus ya acabó su poema;Y en el comedor claro brilla, como l a yemaEn el huevo, la lámpara nocturna:Haciendo irónico derrocheDe su bohemia de borricos,Meten los hocicosA falta de morral, en la negra noche.Y echando al viento en líricas querellasLos sinuabores del brezo y de la ,áctea,Van á espigar estrellasEn la Vía Láctea.De eso tes queda blanquecinaLa punta del hocico.

Y ta es el cuento,11e los hijos de madama PollinaNde maese Juuento .

LEOPOLDO LIJGONlis .

N IJEVOS ttITOS.-9,08

otaS =-

La Compañía de Opera Lambardi ha venido actuandocon notable éxito en el Nacional desde principio del mes.Ya á la fecha nos ha dado á conocer todo su personal, y elpúblIco ha podido juzgarlo . y aplaudirlo . Bien es cierto

que en ocasiones laconcurrencia no hasido numerosa, peroello es debido á di-versas razones, delas cuales anotamoscomo principaleslas dos siguientes:el alto precio de laslocalidades y la re-petición en tiemporelativamente cor-to dealgunas obras

Ofrecemos hoy ánuestros lectoreslos retratos de lasseñoritas EsterFe-rrabini, soprano lí-rica, Olga Simzis,soprano ligera yRen ata Pezzatti,mezzo-soprano. A'a primera, que esuna veneciana conaire de dogaresa yreminiscencias deMonna Vanna, lahemos visto triun-

fante en Carmen con toda la gracia de una andaluza y to-da la volubilidad salvaje de una gitana . ; y en Tosca con las

Ester Ferrabini, Soprano lírica .

NUEVOS HIT( (S 909

explosiones de amor y celos de una hija (le Italia. Ls laanimada del público por su belleza y arte dramático; comola Tamanti Zavascki, de quien sentimos no haber conse-luido el retrato, lo es por su hermosa voz de tiple ligeraconque triunfa en la escena de la locura de tarifa, entodos los números de 7'raviata y en el valse de Musetaen Bohemia .

Olga Simzis es una rusamenudita y de bellas formas,que nos hace una Mi caela muydulce y candorosa y un pajelleno de atracciones, y tenta-dor corno pocos, en Un IJai-le (le /Máscaras.

La Pezzati conquistó todanuestra simpatía y admira-ción en Migada . Con qué dul-zura cantó y con qué propie-dad representó su papel deniña salvaje y fieramente ena-morada!

Un velo de melancolía cubresiempre el rostro de la Pezzat-ti . Nunca ríe y apenas si en oca-siones sonríe . Esquiva y silen-

ciosa cuesta trabajo distraer su atención y mucho más in-teresarla vivamente en algo . Un gran dolor la tiene comoanestesiada, indiferente á todo lo que no sea el recuerdode un bien perdido . Alguna indiscreta amiga nos musitóal oído esta historia breve, de cuya autenticidad no res-pondemos, á pesar de que bien pudiera ser cierta, puesno es rara en la vida.

Renato llevaba amores con un artista como ellaque fingía quererla entrañablemente . El idilio delos tíos fué venturoso y esplendente como el de unpar de pichones en una mañana de primavera . Pe-ro el destino acabó con él de pronto . Las exigenciasde la vida los hicieron tornar rumbos distintos : ella fué ácantar á Egipto y él á dirigir una orquesta á Buenos Ai-res. Se separaron jurándose eterno amor y ofreciendoescribirse con frecuencia . Ella, locamente enamorada,cumplió fielmente . Sus cartas desbordantes de pasiónno faltaban en ningún correo y á veces hasta dos y tresrecibía el ingrato juntas . Decirnos el ingrato porque lofué ciertamente. Olvidó pronto á la bella niña ; sus cartasllegaban cada vez más tardías y de pronto faltaron . Ycuando dos años después, con la muerte en el corazón,ella, de regreso de una gira por Rusia, Austria y Fran-Cia se embarcaba en Milán contratada para cantar enAmérica, se encontró á bordo con el pérfido, que hacía elamor, á sus ojos, á la más hermosa de sus compañeras.

Olga Simzis, Soprano ligera

N Ch.A•os C

Xi una queja ni un reproche brotr(ron sus labios . Enla in po>nhilidad de remediar lo inevitable, soportó resig-nad:L su martirio . Pero su inelancolíáí fué en aumento.Su mutismo llegó á convertirla en émula de los ;trapense ,"

Renata Pezzati, Mezzo-Soprano

y silenciarios, é indiFerente cumple su tarea, esperando_según ella, que la muerte la libre de su gran tormento, úsegún nosotros, que el tiempo 9 lo inesperado borren desu alma h.ol a huella de dolor.

Hace referencia ligera al Ateneo de Panamá en lacorrespondencia que de él publicanos en este número,sobre las asociacione-s brasiler as, naestr .> distinuuido co-laborador, señor doctor don Belisario Porras, MinistroResidente (le Panamá en Río de Janeiro, porque supone,en vista de nuestro poco espíritu de sociabilidad que esa.Corporación no ha de vivir mucho,

NTIF,VOS RITOS.-91.1.

No le falta motivo al doctor Porras para juzgar así,dados los antecedentes que sobre la vida efímera denuestras sociedades todos tenemos . Pero en lo referen-te al Ateneo de Panamá, parécenos que no ha de resul-tar acertada la suposición . Cuenta ya un año de vida;ha resistido á los embates de la política y tiene un buenfondo de reserva en la caja de la Tesorería . Ultimamen-te se ha efectuado la elección del nuevo Consejo Directi-vo, que ha quedado formado de esta manera:

Presidente, doctor Ramón M . Valdés.

Vice-Presidente, don Antonio Burgos.

Secretario de Actas, don Carlos L . López.

Secretario de Correspondencia, don Héctor Conte B.

Tesorero, don Eduardo Chiari.

Bibliotecario, don Gregorio Miró D.

Vocal 1v, doctor Carlos A . Mendoza.

Vocal 20, doctor Nicanor Villalaz.

Vocal 39, doctor Julio J . Fábrega.

Director de los «Anales del Ateneo», don GuillermoAndreve.

Como se puede ver, el nuevo Consejo Directivo estácompuesto de personas que en su mayor parte ocupanbrillante puesto en las letras y la administración públicay que son todas entusiastas sostenedoras del Ateneo dePanamá que no dejarán morir de ningún modo.

Ahora cabalmente se ocupan en preparar un atracti-vo programa para la velada solemne que en el Teatro Na-cional debe efectuarse en la noche del 27 de Noviembrepróximo, que indudablemente ha de ser todo un éxito, yque ha de prestar mayor vida á la institución, verdade-ramente necesaria entre nosotros, para contrarrestrar lapoderosa influencia del mercantilismo que ha crecido des-de que tenemos de vecinos á los rubios hombres del (fo-llar y los antiestéticos vestidos de kaki.

En Caracas ha muerto muy joven un gran poeta queera toda una esperanza para las letras americanas . Sellamaba Víctor Racamonde y aquejado del mal del siglo,su naturaleza compleja y rara le hacía ansiar cosas extra-ñas y extravagantes .

NIYFi VOS . RITOS.-912

Venezuela ha perdido en los últimos años á tres hijosque indudablemente le daban lustre y de los cuales erasensato esperar obras apreciables en el porvenir . Pri-mero se fué Miguel Eduardo Pardo, polemista notable ynarrador prestigioso; luego Manuel Pimentel Coronel,cuyos versos lo harán recordar siempre, y ahora Paca-monde, considerado por todos corno un poeta vigoroso ygenial.

De sus muchas composiciones ofrecemos la siguienteá nuestros lectores, no porque ella sea la mejor, sino porser la que tenemos más á la mano.

E2)

No es más blonda la espiga ni más rubiosde la santa custodia los efluviosque los suaves cabellos de Margot.Como los bordes de una fresca herida,que desparraman hálitos de vida,

sus labios rojos son.

Las blancas opulencias de su seno.se hinchan como las olas del Tirreno

que agita el vendaba]:albura inmaculada en que adivinolas redondeces trémulas del linoque viaja, á todo viento, en alta mar.

No florece en el campo ni en el vallepalmera más flexible que su talle

voluptuoso y gentil : . . .,Contemplando las amplias redondecesde sus carnes ebúrneas ¡cuántas veces

desfallecer creí! . . ..

Sus dedos son los cándidos pistilosde una flor milagrosa : breves hilosdonde tiembla el matiz del caracol.,Cómo evocan las grutas encantadasdonde habitan los silfos y las hadas,

los huecos de esa flor!

Para sus pies, inverosímilmentediminutos, con perlas del Oriente

y sedas de Pekínharía dos botitas primorosascalcadas en las hojas de las rosas

conque se adorna Abrir . . ..

No es más blanca la leche ni más blancoslos hielos que descienden de los flancosde la eminente altura, que Margot:y es que, límpida fuente siempre en calina,se ve en su rostro el fondo de su alma,que es más nívea y más pura que el vellón .

NUEVOS RITOS . .913

Para el mágico bardo que escribió estrofas tan bellas,y que cuenta entre sus mejores obras poéticas unos ver-sos grandilocuentas á la bandera de Venezuela—esa hallsriera gloriosa que en tiempos mejores ondeó victoriosa éimpecable en las cumbres andinas y que hoy aguarda queluzcan de nuevo días de gloria—para ese bardo,, podoes desearla paz de las tumbas, ó que sobre la suya-florez-can nardos y azucenas . Más aun deseamos : y-es que todaslas vírgenes de su tierra y de todas las tierras de hablaespañola, reciten sus estrofas y que su nombre viVa en 'lamemoria de los intelectuales la vida intensa del recuerdopor los siglos de lo siglos. Amen.

* *

Desde San José de Costa Rica nos envía don JoaquínArciniegas un hermoso prospecto de su obra en prepara-ción El Alma de la América Latina, cuyo primen volúmen,Colombia ant4rrra/a, debe darse en breve á la publicidad.

A juzgar por el prospecto y por las varias opinionesque sobre la obra proyectada conocemos, esta resultarámonumental y en alto grado interesante . Juzgue el lec-tor, al saber que solo Colombia auló, ra/a llevará quinien-tas ilustraciones y mil bocetos biográficos con el retratode cada personaje y el facsímil de su firma.

Labor meritoria es la emprendida por el señor Arci-niegas, y por esto al agradecerle el envío de su prospecto,le enviamos nuestra voz de aliento para que no desmayeen la tarea comenzada .

* * *

El gobierno v los particulares se preparan á celebrarel quinto aniversario de nuestra secesión de Colombia,pero por desgracia no de la manera decorosa y civilizadaque sería de desearse . Como en años pasados, se construi-rá en la Plaza de Herrera una grosera empalizada en quetore ros reclutados al azar lidiarán unos cuantos torosmansos, en compañía de aficionados en quienes el deseoestará avivado por el exceso de libaciones alcohólicas.SUdrán á lucir de nuevo por las calles sus disfraces, ridí-culas indumentarias de años pretéritos, unos cuantostruhanes, muchos desocupados y bastantes jóvenes cándi-dos para quienes el mayor placer consiste en echarse so-bre las ropas una chambra, llenarse de colorete vpolvos la caray exclamar con voz de falsete, dirigiéndoseal primero que al paso encuentran : (2gae gro me conoces/

Con esto, cabalgatas en su mayor parte de chiquillosy gente mal montada ; fuegos artificiales ; exceso de licor,de gritos y de peloteras, festejaremos el suceso más gran-

NUEVOS RITOS . 914

dioso de nuestra historia . Y apenas si figurarán en elprograma de fiestas, como notas raras, la exposición esco-lar y la sesión solemne del Concejo Municipal.

Ojalá fuera esta la última vez que tales actos presen-ciemos. Es necesario ya, que marchemos de acuerdo conla civilización . Suprimamos al celebrar la fecha clásicalas corridasde toros, los bailes obscenos y las mascaradas.Declaremos días de labor el 2, el 4 y el 5 de Noviembre y

.limitemos al 3 los festejos, que deben ser cívicospor completo : iluminaciones públicas, paseos cívicos sinasistencia de las ridículas sociedades secretas de la Zona,banquetes, bailes públicos honestos, recepciones, exposi-ciones, funciones gratis para el pueblo en teatros, circosy cinematógrafos, bandas de músicas que recorran lascalles de la población ejecutando aires ale gres, regalos álos asilos y casas de beneficencia, rifas de objetos útilesentre los pobres y otros actos por el estilo, reveladoresde cultura y que elevan el sentimiento patrio.

CYAANO.