revista paul gavilanes daniel alban (1)
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Trabajo de NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓNTRANSCRIPT
2015
N´TICS
DANIEL ALBÁN &
PAUL GAVILANES
02/06/2015
Innovaciones de la ingeniería mecánica
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Contenido Japón lanza una “revolución robótica” para luchar contra el declive de la fuerza laboral.. ......... 3
Enjambres de robots que se comportan como un banco de peces ............................................ 4
Skycar M400: El coche que vuela .............................................................................................. 5
Éxito de un algoritmo para agilizar la coordinación entre robots en trabajos mecánicos de
equipo ...................................................................................................................................... 6
Un brazo robótico permite movimientos más fluidos en parapléjicos ........................................ 7
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Japón lanza una “revolución robótica” para luchar
contra el declive de la fuerza laboral..
Uno de los mayores
desafíos que enfrenta Japón
es el envejecimiento de la
población y la consiguiente
disminución de la fuerza
laboral.
Desde el máximo de un
poco más de 68 millones de
personas alcanzado en junio
de 1997, la tercera
economía del mundo ha
perdido cerca de 2,6
millones de ciudadanos en
edad para trabajar, lo que ha
elevado los costos de las
empresas.
El indicador completó en
abril su tercer mes
consecutivo a la baja y tocó
su mínimo desde diciembre
de 2012.
En un intento por superar
los obstáculos que implica
una población más anciana,
el primer ministro japonés
Shinzo Abe está
promoviendo una
"revolución robótica". En la
inauguración del Consejo
de la Iniciativa de
Revolución Robótica a
mediados de mayo, el
premier llamó a las
compañías locales a
"extender el uso de la
robótica desde las fábricas
a gran escala a cada esquina
de nuestra economía y
sociedad".
El plan gubernamental de
cinco años, que cuenta con
el apoyo de 200 empresas y
universidades, apunta a
profundizar el uso de
máquinas inteligentes en la
manufactura, las cadenas de
suministro, la construcción
y la salud, así como a
aumentar las ventas de
robótica desde 600 mil
millones de yenes (US$
4.833 millones) hasta 2,4
billones (millones de
millones) de yenes (US$
19.335 millones) a 2020.
Enjambres de robots que se comportan como un banco de peces
Los robots del proyecto Collective Cognitive Robots (COCORO) funcionan como un
sistema colectivo de agentes autónomos que son capaces de aprender de experiencias
pasadas. Los autómatas acuáticos interactúan entre sí mediante el intercambio de
información con lo que consiguen conformar un sistema cognitivo que les permite
reconocer su entorno.
Esto permite que los artilugios no solo se asemejen a bancos de peces en su aspecto;
además, los robots se comportan como ellos. Según el doctor Thomas Schmickl,
coordinador de este proyecto y profesor asociado del departamento de Zoología de la
Universidad de Graz (Austria), COCORO se distingue de otros proyectos similares en
que los robots están dotados con conocimiento colectivo.
En un experimento se pusieron a flote 20 robots tipo Jeff en una cisterna de agua. A
medida que entraron en contacto los unos con los otros, fueron cobrando consciencia
gradualmente del tamaño del enjambre que formaban. Esta „consciencia del tamaño del
enjambre‟ se logró a base de transmitir información sobre su estado valiéndose de
diodos emisores de luz (LED).
Los científicos tomaron como modelo algunos ejemplos de conocimiento colectivo que
se encuentran en la naturaleza.
En otra prueba, el cometido de los robots era hallar los restos de un avión hundido. En
esta ocasión, robots tipo Lily efectuaron la búsqueda en las proximidades de la
superficie, mientras que los robots tipo Jeff rastrearon el fondo del estanque.
En torno al avión se habían colocado imanes para imitar una señal electromagnética
emitida localmente, y los robots emplearon las brújulas que llevaban integradas para
localizar el objetivo. Después, un robot Jeff descubrió el objetivo al fondo del estanque
y se posó sobre el mismo.
Transmitiendo la luz LED, pudo atraer a otros robots del mismo tipo, los cuales se
reunieron en torno al objetivo. Entretanto, los robots Lilly se concentraron encima, al
nivel de la superficie.
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Skycar M400: El coche que vuela
Está preparado para transportar a 4 pasajeros y despegar y aterrizar de forma vertical, es lo suficientemente pequeño para conducirlo por la calle, vuela a una velocidad máxima de 600 km/h El ingeniero canadiense Paul Moller lleva años convencido de que el automóvil
terminará por ser sustituido por una máquina voladora y ese íntimo deseo, que ha inspirado su trabajo en las últimas décadas, está a punto de verse cumplido gracias al Skycar M400. Está preparado para transportar a 4 pasajeros y despegar y aterrizar de forma vertical, es lo suficientemente pequeño para conducirlo por la calle, vuela a una velocidad máxima de 600 km/h. Las pruebas de los primeros protótipos fueron realizadas con éxito en el 2002, por lo tanto, ya se preparan y se hacen subastas para poner en venta Skycars a precio de 2 millones de dólares, también se a demostrado que puede ser más económico y práctico que un helicóptero. Su desarrollo ha sido ultimado por la compañía californiana Moller International, fundada en el año 1983, y ha costado más de 4.000 millones de pesetas. A simple vista y por su diseño, parece sacado de la gran pantalla (Batman, Blade Runner), pero está a punto de aterrizar en medio de cualquier calle. Y es que la obra maestra de Moller puede considerarse como el primer coche volador y permitirá, por ejemplo, vivir a 300 kilómetros del lugar de trabajo y llegar a él en 45 minutos sin, se supone, atascos. La última evolución ha sido presentada hace unos días en Sidney y aporta, como única novedad respecto al modelo anterior, que está equipado con cinco turbinas en lugar de cuatro. Por lo demás, mantiene
intactas las características que pueden convertirlo en un ingenio revolucionario: tamaño equivalente al de un turismo medio (4,5 metros de largo), velocidad máxima en vuelo de 560 kilómetros por hora, autonomía de 1.500 kilómetros, despegue y aterrizaje vertical y un habitáculo en el que pueden viajar cómodamente cuatro personas. Además, para que se pueda aparcar en cualquier sitio, sus alas son plegables. Control informatizado Para su manejo, el Skycar M400 sólo dispone de dos mandos que permiten al piloto-conductor controlar la velocidad y la dirección del viaje. El resto de parámetros (estabilidad, navegación, aviónica...) están gestionadas por computadoras para evitar los errores humanos. A ello ayudará también lo que Moller ha dado en llamar la red de carreteras aéreas, que permitirá gestionar y ordenar los desplazamientos a través de un sistema de posicionamiento por satélite, para lo que bastará con programar el destino deseado en el ordenador de a bordo, equipado con un sistema GPS. . Por último, el auténtico escollo: su precio. Con una tarifa de 150 millones, está fuera del alcance de la mayoría de los mortales y, lo que es peor, resulta mucho más caro que una avioneta privada. Aunque claro, es mucho más versátil que cualquiera de éstas. En comparación con un helicóptero, le supera claramente en prestaciones. No obstante, si llegase a fabricarse en gran serie y se desarrollara una versión más económica, esa tarifa podría bajar hasta los 10 millones de pesetas y hacer algo más realista la profecía de Moller. En opinión de este, en los próximos 10 años, hasta el 25% de la población puede utilizar para su transporte un Skycar M400. De ser cierta, fabricantes de coches y líneas aéreas verían caer por los suelos sus más ambiciosas estrategias comerciales.
Éxito de un algoritmo para agilizar la coordinación
entre robots en trabajos mecánicos de equipo Los robots
industriales de
hoy en día son notablemente
eficientes,
mientras se mantengan en un
entorno
controlado donde todo esté
exactamente
donde se espera que esté.
Pero si los
ponemos en una
situación desconocida,
donde tengan que
pensar por ellos mismos, su
eficiencia se
desploma. Y la dificultad de esa
planificación
dinámica de movimientos
aumenta
exponencialmente
con el número de robots
implicados.
Incluso para un trabajo sencillo en
el que colaboren
tan solo tres robots
autónomos, no es
raro que deban pensar durante
varias horas para
diseñar un plan de colaboración.
El equipo de
Daniela Rus, Mehmet Dogar,
Andrew Spielberg
y Stuart Baker,
del MIT (Instituto Tecnológico de
Massachusetts) en
Cambridge, Estados Unidos,
ha desarrollado
un nuevo algoritmo que
puede reducir
notablemente el tiempo de
planificación de
trabajo en equipo para grupos de
robots. El plan
que produce el algoritmo podría
no ser totalmente
eficiente, pero en muchos casos, el
ahorro en tiempo
de planificación compensará de
sobras el tiempo
de ejecución añadido.
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Un brazo robótico
permite movimientos
más fluidos en
parapléjicos Con 21 años, Erik G. Sorto se vio
envuelto en un tiroteo que lo dejó
paralizado del cuello para abajo.
Tras más de 10 años sin poder
efectuar ningún movimiento por sí
solo, ahora puede dar la mano,
beber una cerveza o jugar a
“piedra, papel y tijera” con un
brazo robótico. Se trata de un
sistema basado en la implantación
de electrones en la zona del
cerebro que controla la
intencionalidad del movimiento.
“Averiguamos que se podía
efectuar un „lectura‟ neuronal en
el corte parietal posterior del
cerebro, un proceso de
descodificación que permite que
la neuroprótesis sea más rápida y
efectúe movimientos más
fluidos”, explica a Sinc Richard
Andersen, biólogo del Instituto de
Tecnología de California y uno de
los autores de la investigación.
Los sistemas tradicionales se
basan en registrar señales del
córtex motor, que se encarga de
ejecutar los movimientos. Por
ello, era necesario que los
individuos pensaran de manera
detallada y específica en cada uno
de los movimientos que querían
hacer. Por ejemplo, para coger un
vaso, debían pensar en alargar la
mano y cerrar los dedos.
Según explican los científicos en
el estudio publicado en Science, el
corte parietal posterior ocupa un
lugar anterior en el proceso del
movimiento, siendo la fuente
desde la que se producen las
señales.
La ventaja de registrar los
impulsos en esta zona en lugar de
en el córtex motor, asegura
Andersen, es que “el cerebro no
necesita especificar de manera
detallada un movimiento, pues
este trabajo se puede hacer con la
ayuda de ordenadores y robots
inteligentes que solo necesitan
conocer el propósito del sujeto”.
Esto permite que para el paciente
sea más sencillo emitir las órdenes
transmitidas al brazo robótico y
que los movimientos de este sean
mucho más naturales y fáciles de
conseguir.