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Revista Iberoamericana. Vol. LXV, Ni.ms. 188-189, Julio-Diciembre 1999; 591-611 NATURALEZA, INTIMIDAD Y VIAJE EN TA MBORES EN LA NOCHE DE JORGE ARTEL POR RODOLFo GUZMAN M. Johns Hopkins University Quien haya leido al menos uno de los poemas de Tambores en la noche (1940)' habra percibido de inmediato que Jorge Artel recurre a la palabra poetica no para inventar un mundo, sino para reafirmar e imprimirle intensidad al ya existente. En Artel la razon de esta elecci6n es simple; el mundo del que el forma parte permaneci6 por mucho tiempo sin ser nombrado, sobre todo por aquellos que no pertenecian a su entomb. Este mundo es, en primer lugar, el del afrocolombiano que, precisamente por ignorado, adquiere en su poesia dimensiones epicas. 2 En segunda instancia y sustancialmente ligado a los hombres y mujeres que se distinguen en su poesia estA presente Ia geografia del litoral. Este es un mundo de una naturaleza encantada y bondadosa; el mundo de las noches mensajeras y el del mar que da Ia vida mientras invita, en sus puertos de "ineditos adioses" y "desesperacion esttica", a emprender un viaje. Como el mismo lo dice escuetamente en algunos de sus versos, tal es el mundo de su brillante litoral atlAntico. Lapresenciade lanaturalezaestan significativaen el cartagenero que Federico de Onis dijo de el que era "un poeta en el vdrtice de la geografia y de Ia sangre". Tambien el poeta chocoano Adolfo Marta percibi6 esta sensibilidad en Artel al afirmar que en su poesia estaba presente "una sensualidad que no solo es negra, sino a la vez marina, de puerto y naturaleza". 3 No obstante, y a pesar de estas tempranas advertencias, los pocos estudios y De Tambores en la noche se han publicado tres ediciones; Cartagena: Editora Bolivar, 1940. Guanajuato: Ediciones de Ia Universidad de Guanajuato, 1955 y Bogota: Plaza y lanes Editores, 1986. 2 Como se sabe Ia poesia de Artel continua y renueva la iniciada por Candelario Obeso (1849-1884) de tal manera que son ellos los dos poetas que en Colombia inauguran Ia Ilamada Poesia Afro- colombiana. Artel es quien primero aborda, desde el verso libre, Ia larga tradicion africana en Ia costa AtlAntica, desechando ademAs el colorido exotista y los estereotipos de Ia poesia de tema negro que le antecedia. Su caracter epico se desprende de su temAtica que empieza desde antes de Ia "Ruta dolorosa" hasta Ilegar a afirmar con orgullo la identidad etnica en los tiempos actuales y a proyectar positivamente Ia experiencia afrocolombiana hacia el futuro. Junto con otras cuatro breves apreciaciones sobre Ia poesia de Artel, las dos anteriores aparecen, a manera de prologo, en Jorge Artel, Antologia poetica (1986). Pero son juicios originalmente dados a finales de los afios 40 y comienzos del 50, despues de la primera edicion de Tambores.

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Revista Iberoamericana. Vol. LXV, Ni.ms. 188-189, Julio-Diciembre 1999; 591-611

NATURALEZA, INTIMIDAD Y VIAJE ENTA MBORES EN LA NOCHE DE JORGE ARTEL

POR

RODOLFo GUZMAN M.Johns Hopkins University

Quien haya leido al menos uno de los poemas de Tambores en la noche (1940)' habrapercibido de inmediato que Jorge Artel recurre a la palabra poetica no para inventar unmundo, sino para reafirmar e imprimirle intensidad al ya existente. En Artel la razon de estaelecci6n es simple; el mundo del que el forma parte permaneci6 por mucho tiempo sin sernombrado, sobre todo por aquellos que no pertenecian a su entomb. Este mundo es, enprimer lugar, el del afrocolombiano que, precisamente por ignorado, adquiere en su poesiadimensiones epicas.2 En segunda instancia y sustancialmente ligado a los hombres ymujeres que se distinguen en su poesia estA presente Ia geografia del litoral. Este es unmundo de una naturaleza encantada y bondadosa; el mundo de las noches mensajeras y eldel mar que da Ia vida mientras invita, en sus puertos de "ineditos adioses" y "desesperacionesttica", a emprender un viaje. Como el mismo lo dice escuetamente en algunos de susversos, tal es el mundo de su brillante litoral atlAntico.

Lapresenciade lanaturalezaestan significativaen el cartagenero que Federico de Onisdijo de el que era "un poeta en el vdrtice de la geografia y de Ia sangre". Tambien el poetachocoano Adolfo Marta percibi6 esta sensibilidad en Artel al afirmar que en su poesia estabapresente "una sensualidad que no solo es negra, sino a la vez marina, de puerto ynaturaleza".3 No obstante, y a pesar de estas tempranas advertencias, los pocos estudios y

De Tambores en la noche se han publicado tres ediciones; Cartagena: Editora Bolivar, 1940.Guanajuato: Ediciones de Ia Universidad de Guanajuato, 1955 y Bogota: Plaza y lanes Editores,1986.2 Como se sabe Ia poesia de Artel continua y renueva la iniciada por Candelario Obeso (1849-1884)de tal manera que son ellos los dos poetas que en Colombia inauguran Ia Ilamada Poesia Afro-colombiana. Artel es quien primero aborda, desde el verso libre, Ia larga tradicion africana en Ia costaAtlAntica, desechando ademAs el colorido exotista y los estereotipos de Ia poesia de tema negro quele antecedia. Su caracter epico se desprende de su temAtica que empieza desde antes de Ia "Rutadolorosa" hasta Ilegar a afirmar con orgullo la identidad etnica en los tiempos actuales y a proyectarpositivamente Ia experiencia afrocolombiana hacia el futuro.

Junto con otras cuatro breves apreciaciones sobre Ia poesia de Artel, las dos anteriores aparecen, amanera de prologo, en Jorge Artel, Antologia poetica (1986). Pero son juicios originalmente dadosa finales de los afios 40 y comienzos del 50, despues de la primera edicion de Tambores.

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la gran mayoria de los comentarios que se han escrito sobre Tambores en la noche handestacado, casi exciusivamente, el lado del vertice que en d da hacia la sangre'

Indirectamente, el olvido de estudiar ma's detenidamente el tema de la naturaleza se hajustificado argumentando que la dimensi6n de la voz etnica es lo mas original y peremneen Artel (de lo que no hay duda) y que ademas, siendo el (nico acompafante de CandelarioObeso, era preciso destacar este aspecto de su poesia. Contra tales afirmaciones no hayninguna salvedad, pero el descuido hoy ya no sejustifica puesto que las advertencias sobrela importancia del tema de la naturaleza fueron hechas hace ya mas de cuatro decadas. Porotra parte, cuando se ha liamado la atencion sobre el tema, se lo hace insinuando que estees una suerte de identidad diferente a Ia de su poesia etnica. Si Ia naturaleza le resultabrillante y vitalista al cartagenero es, entre otras cosas, porque en ella habitan sus hermanosde raza y porque son ellos quienes, en la mayoria de los casos, nos la describen. Asi lanaturaleza ingresa en el espectro de la voz (pica y afrocolombiana que Artel propone en supoetica.

Marta y Onis ciertamente no fueron lectores desatentos y hay que reconocerles quefueron los primeros en destacar Ia importancia de la naturaleza en Artel. No obstante, ellostambien olvidaron, como lo han hecho los demAs criticos y comentaristas de la obra delpoeta, que la naturaleza-aparte de ser concomitante con la voz (tnica- trae consigo unade las consecuencias l6gicas para quien nace abrigado por Ia presencia del mar y de lospuertos: el viaje. En Tambores en la noche Artel revela momentos intensos de viajero conlos que la dimensi6n significativa de este poemario aumenta considerablemente. En primerlugar, nos pone en contacto con la experiencia del Artel cosmopolita. Ademas, nos poneen contacto con otra de las facetas no estudiadas en el poeta: su voz subjetiva. Voz quealcanza estados absolutos precisamente a travis de su experiencia de viajero.

Teniendo en cuenta esta triada de temas no estudiados plenamente en la poesia de Artely mediante un close reading, a continuacion me propongo reflexionar en torno a lossiguientes interrogantes: Zque aspectos de la naturaleza o del paisaje predominan en Artel?,Lquei clase de poeta intimo y viajero es?, (Zde que puertos parte?, 4Zque lo motiva a emprendersu viaje? y, lo ma's importante, Zen que puerto lo concluye? Para dar respuesta a estasinquietudes me concentro en Tambores en la noche, porque considero que Ia originalidad

4Sobre Ia poesia de Artel hay dos estudios serios y muy valiosos. El primero de Marvin A.Lewis(1983) se ocupa de Tambores en la noche y de su Antologia poe~tica. El segundo, constituidopor varios articulos, es el de Laurence E. Prescott (1996,1993,1989,1984,1982), quien ademasanuncia un nuevo libro dedicado al poeta; Artel and the Struggle for Black Literary Ex-pression inColombia. El prologo de Jose Consuegra Higgins a la iiltima edicion de Tambores en la noche tienela virtud de ser una presentacion que menciona con lucidez y justeza algunos aspectos esenciales desu poesia. Ademas de estos tres criticos se pueden encontrar varios comentarios dispersos, desde losdados en los aflos cuarenta y cincuenta por Nicolas Guillen, Jose Antonio Portuondo, Pales Matos,hasta la reimpresion en 1994 (a proposito de la muerte del poeta) de un articulo de Otto MoralesBenitez de 1976. Aunque tanto en los estudios como en los comentarios se mencionan aspectos dela naturaleza en Artel, muy poco es lo que se ha profundizado sobre este aspecto.'Sobre Ia temAtica del viaje en Artel, vease Ia Tunica mencion que se ha hecho sobre el tema; Prescott

(1982).

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po6tica de Artel esti definida en 6ste, su primer poemario. El fue un poeta de dos voces: lade Tambores en la noche y la de todo lo escrito posteriormente a este libro. Lo posterior nonecesariamente mantiene una continuidad con lo primero, ni tampoco es de lo mis originalque hay en 61. Esta afirmaci6n podri parecer bastante radical, pero me temo que es justa,como se aclarari al final de este trabajo.

Para empezar convine recordar la temaitica y estructura de este poemario. Marvin A.Lewis la especifica en los siguientes t6rminos:

Drums in the Night, consists of forty-six poems divided into two sections, "Drums in theNight" and "Other Poems" The fifteen poems of"Drums in the Night" are devoted to theAfro-Colombian experience, with three mayor preoccupations expressed thematically byArtel: the importance ofdance, music, and rhythm in folklores and culture; past and presentrelationships with Africa; and the continuing search for identity and respect. Nearly halfof "Drums in the Night" represents the first thematic trend outlined above (133-4).6

Es en los poemas agrupados en la segunda secci6n donde encontramos los puertostangibles y escondidos de Artel. Lewis acierta al observar que en estos poemas el poeta"highlights man's relationship to nature (the sea specially), the theme of love, and the ideaof separation"(142). Por otra parte, Lewis no esti desatinado al advertir que el motivo delubi sunt constituye un elemento esencial en varios de los poemas en los cuales la relaci6ndel poeta con el mar resulta una metafora de su propia vida. Pero aunque Lewis identific6en Artel esta recurrencia de la partida y el desplazamiento, que apunta a revelar la vozsubjetiva del poeta, apenas insinia en su lectura la intima experiencia del viajero:

The notion of departing [from the deep see where he is now] permeates these poemsassociated with the sea and reflects the protagonist's alienation from the physical world.Moreover, the dynamics between man and the sea constitute the thematic basis of fourteenadditional poems, in several of which, Artel demostrates that the simple life associatedwith the water is preferable to the urban life of Cartagena, for example, or other cities.The poet, however, is more concerned with forging a harmonious relationship betweenman and all elements of nature (143-44).

No hay duda que Artel busca en la naturaleza la armonia y la plenitud, y que la vidabrillante y simple del litoral, como veremos, es preferible a la oscura de alta mar o a la del

6 Lewis basa su estudio en la edici6n de 1940, la cual presenta variaciones respecto al numero depoemas incluidos en las dos ediciones posteriores. En la segunda edici6n, el poeta sustituye la mayorparte de los poemas agrupados en la secci6n "Otros poemas" por veintiin nuevos poemas 6tnicos.La tercera edici6n, en la cual yo baso mi reflexi6n, contiene todos los poemas de las dos edicionesanteriores sumando un total de sesenta y siete poemas; quince dedicados a "Tambores en la noche"y cincuenta y dos a "Otros poemas". Es decir, el poeta invierte nuevamente el orden de la edici6nde 1955 agregando poemas a la segunda secci6n del libro. De estos cincuentay dos poemas, veintiunopertenecen al tema del viaje y los restantes a la geografia de litoral y puerto.

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mon6tono discurrir de las urbes.7 No obstante, la elecci6n del poeta adquiere un significadomas intenso despues de que sabemos que en el ha tenido lugar un serio encuentro consigomismo y con otros paisajes a travds de su viaje. Por otra parte, Artel no es ajeno a la visionca6tica de La naturaleza y, si bien es cierto que dsta aparece expresada de una forma minimaen Tambores en la Noche, (un solo poema) La dualidad queda establecida, lo que esimportante a La hora de distinguir La idea de la naturaleza en Artel 8 Tambidn habria queagregar a Jo mencionado por Lewis que la geografia que le permite a Artel establecer laarmonia hombre-naturaleza no esta constituida por un paisaje univoco. En principio estepaisaje Jo forman los espacios de la playa y el puerto, los que a su vez configuran dosmicrocosmos artelianos de bastante significacion: el de los marineros y el de los pescadores.La sintesis de lo que podemos liamar el armonico universo ampio de litoral que Artelpresenta tiene lugar despues de que el poeta nos ha mostrado los matices que distinguen laaparente homogeneidad del espacio y de la naturaleza costeia.

SefiaLar estas alteridades resulta fundamental, pues precisamente por no tenerlas encuenta se ha considerado Ia naturaleza en Artel como exclusivamente armonica o carentede abigarramientos y dualidades. Que en Artel el equilibrio y la disonancia de Ia naturalezason dos aspectos en los que igualmente se fija, se distingue por ejemplo en el poema"Rinconde mar":

Hoy el mar se torn6 fraternal ...acicalf las agresivas,turbulentas ondascon que asombr6 los hombres de otros dias.

Y sin embargono es este el mar que anhelono es el mar que yo canto...

Pero estas fragante y bellocomo salido del libro que escribiera el poetaCastaleda Aragoln' (94)

SCartagena definitivamente no cabe dentro de esta generalizacion, o por lo menos no en estosterminos. Artel, en verdad, se refiere muy pocas veces a Ia urbe colonial pero en los poemas en quelo hace, directa o tangencialmente, ( "Extramuros", "Cartagena 3. am" "Soborno emocional" y sobretodo en "Versos para zarpar un dia") no hay ningun indicio que nos haga pensar que el poeta incluyea Cartagena dentro de las urbes que si rechaza, como por ejemplo, Bogota y New York. Artel rechazaCartagena solo en la medida en que no se fija particularmente en ella (aunque en otro Lugar tiene unpoema dedicado a la ciudad; "Saludo a Cartagena") pero como setnalare mas adelante ello tiene unasignificacion ma's sugestiva que la oposicifln armonia natural/urbe.R El poema al que me refiero es "Noche del Choco"que no aparece en Ia edicion de Tambores en laNoche que trabaja Lewis. Sin embargo, si esta en Ia antologia podtica que el estudia e incluso el locomenta, pero destacando la temaitica de la herencia etnica. Sobre este interesante poema volvere masadelante.9La mencion del poeta Gregorio Castafleda Aragon (1886-1961) es bastante significativa, ya que Cs

otro de los interesantes poetas de la costa colombiana. En algunos de los poemas ma's tempranos deAragon los afrocolombianos son representados desde Ia perspectiva exoltica e incluso estereotipada

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La capacidad que Artel tiene de desplazarse en su propio espacio del litoral y detransmitir el movimiento que hay en el, junto con la armonia que sefiala Lewis, se iniciaprecisamente con las miradas del poeta a la naturaleza y el entomb fisico. Algunas de estasmiradas, las mas recurrentes, se caracterizan porque la voz poetica se funde con el momentoy los seres que pueblan ese mirar. Es decir, liricamente el poeta convierte el instante de lamirada en poesia. En estos casos el poeta no quiere intervenir, sino ser el intermediario quese oculta. El segundo estado, o momento de la mirada, menos recurrente, es aquel en queel poeta, partiendo del entorno, le agrega a lo mirado una perspectiva nueva que correspondea su sensibilidad personal, como ocurre en el poema anteriormente citado.

Las miradas que corresponden al primer grupo son por lo general alegres y vistosas,llenas de luz, brillo y esplendor. Si transcurren en la noche ellas seran de todas formasacogedoras y plenas, en las cuales el poeta s6lo quiere ser un participante anonimo mas. Lasdel segundo grupo vendran, la mayoria de las veces, envueltas en escogidas sombras,crepusculos, oscuridad y ausencia de otros participantes distintos al poeta mismo. Aunqueen Ia poesia de Artel todo tiende a Ia correspondencia, estas dos formas de mirar tejen unespacio de diversidad e incluso dualidad que caracterizarA su poesia. De esta dualidad brotasu subjetividad y su gran sintesis de litoral.

El poema que escoge Lewis para resaltar Ia armonia entre hombre y naturaleza nospuede servirtambien a nosotros como punto de partidapara ingresar en este entrecruzamientode miradas. En el poema "Playa" ciertamente se recoge el esplendor de una manana quegenerosamente alimenta la armonia cotidiana que se vive en el litoral:

En los turbios ojos de pescadoresdespert6 Ia mafnana,colmando el fragante parentesis de playacon su muda algarabia de colores.

Volvieron las velas a ser blancas,a erguirse, como espectros,en los borrosos muelles los mastiles erectos,a resurgir las proas decoradas de anclas.

Por los bordes del montese derrama un solque inunda la ciudad.Y en las orillas festoneadas de atarrayasse siente caer el dia como agua bautismal (104).

que caracteriz6 a mucha de la poesia de tema negro durante los ainos veinte. Tat vez por ello laaclaracion de Artel. Sin embargo, descontando estos poemas pintorescos de Aragon, las temAticas deambos se encuentran precisamente en muchos poemas dedicados al mar, Ia playa, los pescadores oel puerto. Valdria la pena que alguna vez se les comparara ma's a fondo y no solo a ellos dos, sino alaprolifica variedad de poetas de Ia costa Atantica colombiananacidos entre 1879-1921, de los cualesse ha hablado aisladamente o a traves de perezosas antologias. Entre los poemarios de Casta edaAragon que preceden a Tambores en la noche se cuentan Mascara de Bronce (1916), Campanas degloria (1917), Faro (1931), Orquesta negra (1931). Canciones del litoral (1939) y Md stiles al sal(1940).

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En medio de este escalonado renacimiento de bondadosa luminosidad poco es lo quepuede o quiere agregar el poeta; el instante es integro y preciso. Pero, ademis, no espropiamente la voz poetica quien mira, ya que quienes nos descubren el renacimientomafianero con su fiesta de luz y de colores son los pescadores que acaban de despertar. Estacaracteristica es importante puesto que sefiala la capacidad lirica de Artel paradespersonalizarse y dejar que sus versos sean de los pescadores y no de el. Preocupacion quese afirma directamente en su arte poetica cuando en la cuarta estrofa del poema "MiCanci6n" dice:

Alta, mi canci6n se irgui6 en los mastilesy los marineros ebrios [sic]creyeron que era suya.Suya, la crey6 I pescador (111).

Aparte de indicar sin rodeos el destino y lugar desde donde se emite su cancion, notesetambien como Artel distingue entre pescadores y marineros, que a pesar de estar unidos enIa estrofa son dos entidades que el poeta no olvida diferenciar. En el poema "Playa" Iadistincion tambien estt presente a traves de Ia dualidad festoneadas atarrayas / mastilesespectros.

Pero continuando con las miradas resplandecientes y despersonalizadas de las queArtel es un maestro, en el poema "Afioranza de la tierra nativa", nuevamente la manana estema importante de su poesia. Esta vez el momento matinal le Ilega por evocacion (seencuentra en uno de sus viajes como lo indica el titulo) pero, como ci mejor de losvanguardistas, se mantiene en el poeta su capacidad para retener el instante simplementenombrandolo. Esta maniana de Ia memoria tambien tlega con sus singularidades de luz yequilibrio;

Al brillar en el eco de los gallosla mafiana,los marineros despetalanIa rosa virginea de sus cantosvelados de neblina,y ei pescador de saibalostrae palabras de sol en su boca curtida (69).

Nuevamente marineros y pescadores se distinguen entre si y nuevamente hay unelemento que los une, en este caso ci despuntar del dia y cl espacio que comparten, pero acada uno le corresponde tambien su propia dimension de luz a la hora de referir su historia:niebla para los marineros, sol Para el pescador. Estas correspondencias se pueden invertir

1En algunas estrofas de estos poemas Artel recuerda esa poesia total de Ia que fueron excelsosexponentes varios de los poetas de Ia generacion del 27. Es Prescott quien primero llama Ia atenciflnsobre Ia necesidad de seflalar la ubicacion de Artel dentro del discurrir poetico del momento, no solocolombiano sino hispanoamericano. Vease su articulo "Del posmodernismo al vanguardismo: unaprimera etapa en la poesia de Jorge Artel".

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y en otros lugares podemos encontrar marineros plet6ricos de sol o ritualisticos pescadoresconsumiendo la noche, pero los brillos o las oscuridades entre uno y otro se podrin siempredistinguir. Lo importante por ahora es subrayar que el entomb natural, la sucesion de losmomentos del dia y, por supuesto, la presencia en ellos de pescadores o marineros Cs de loque se vale Artel para reproducir los instantes de armonia entre seres humanos y naturalezaen el litoral.

Entre otros, esta es la mirada y el tono que predomina en los poemas "Barlovento","Isla Baru", "Helices", y "El minuto en que vuelven". Cuando el Artel despersonalizadonombra la cotidianidad nos quedan tambien una serie de "luminosas postales o cromos delitoral", para emplear el mismo termino que Cobo Borda (1991) utiliza al hablar de lasmiradas de Luis Carlos L6pez (1883-1950). Sin embargo, la diferencia entre Artel y elir6nico y agobiado L6pez (encarcelado por las murallas y el tedioso ambiente de "seriedadepiscopal" de su ciudad) estriba en que Artel comienza su canto de litoral con lo 6nico querescata L6pez de su"Burgo": "un cielo siempre primaveral". Bajo este cielo habitan en lapoesia de Artel sus pescadores y sus marineros, con lo cual se anula Ia "pasividad del huey"con que L6pez identifica la cotidianidad costefa y de la que tanto se burla.

De esta manera, Artel sefala que su optimismo se origina en una particular forma demirar y en una consciente elecci6n de lo mirado." Con sus miradas pulcras y carentes denarraci6n lo que el poeta tambien nos esti diciendo es que para sus Ojos la cotidianidad yel entorno en si mismos son ya poesia. En este sentido el puede, a su manera, repetir conJorge Guillen, "el mundo esta bien hecho" y da gozo pertenecer a el. No es otra cosa la queafirma al iniciar el poema "Afioranza de la tierra nativa":

Mi tierra es una tierra hfimeda de mar,donde el viento acaricia la desnudez del agualimpia y azul como canci6n de infancia (69).

En su tierra es tal el equilibrio entre los seres que la habitan y Ia naturaleza que a la horatifigica de la muerte del boga adolescente, "hasta parece que la brisa tiene/un leve Ilanto depalmeras!" (46).

Ahora bien, no hay que confundirse y pensar que en Artel esta correspondencia entreseres humanos y naturaleza es una llamada romaintica a Ia celebracion bucolica (aunque, porejemplo, el poema del "velorio del boga adolescente" tenga un dejo becqueriano) o unaexaltacion de lo natural en el sentido edenico virgiliano. En ese mismo paisaje y entornonatural, los seres que lo habitan bailan Ia Cumbia, templan el tambor, escuchan en el vientola voz de los abuelos y en la mar los pescadores "trabajan con la muerte" (94). Sef'alessuficientes para que este paisaje se aparte y trascienda Ia mera exaltacion e idealizacionromaintica.

"'Lo interesante de leer juntos aestos dos poetas costeflos, es que mientras Lopez mira de las murallasde Cartagena hacia adentro, lo que equivale a decir, mira hacia la herencia colonial en la que cabenel mismo y por supuesto tambien los "cachacos", Artel lo hace hacia fuera. El resultado esprecisamente la poetica Arteliana y Ia de Lopez. Sobre Luis Carlos Lopez vease. entre otros,Guillermo Alberto Arevalo, Rafael Gutierrez Girardot y Cobo Borda.

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Del canto de los abuelos, de la Cumbia o el ritmico tambor no me ocupo aqui, porquede ellos los estudiosos de la obra de Artel ya han hablado ampliamente, pero hay quetenerlos en cuenta para poder distinguir c6mo es que el paisaje y la naturaleza entran a formarparte de la epica fundacional afrocolombiana que propone Artel. Como toda epica, la delcartagenero tambien recrea, sublima y agota la memoria del origen colectivo a la vez queproyecta un futuro grandioso y optimista para los hermanos de su raza. Ahora bien, atnombrar la naturaleza y el espacio fisico en los terminos en que to hace, a esa historiacolectiva afrocolombiana Artel le agrega un elemento mas de nobleza y orgullo. Con suarmonia de litoral se intensifican de una manera altruista los significados de la danza, delsonoro tambor o de las simples mafianas en las que despierta el pescador. En estos poemasde naturaleza, las galeras, el ltigo, las cadenas, Ia sordidez y Ia injusticia de un pasadodoloroso se sustituyen por el sosiego de una vida simple que, sin olvidar el pasado, discurredigna y satisfecha.

De esta manera, para que la angustia aparezca en la poesia de Artel, el tendra que mirardirectamente hacia el pasado de los abuelos o salir de su geografia de litoral y puerto, comocabalmente nos revela en el poema "Noche del Choc6'. En este poema tambien el aguaforma parte esencial del entorno natural, pero esta vez el agua es Ia de los venenos cosmicosy la de la superabundancia que constrifie el espiritu. Este paisaje es el de la naturaleza"flagelada" por la iluvia, que alli se transforma en azote, y Cs el espacio donde cualquierrumbo que asuma la mirada se estrella con la selvaya que alli "los arboles nacen en Ia sangre/ y aferran sus raices a la vida del hombre" (120). Por otra parte, Ia risica que define estanoche y este espacio es la del currulao; ritmo hermano de las palabras y los ritos que atafrocolombiano hablan del "primitivo espanto frente a ia eternidad".

En este poema evidentemente es otra la naturaleza que se impone y otros los hombresque la habitan; hombres dignos como todos sus hermanos de raza, pero acosados por "lasyerbas / que ponen escorpiones de locura en Ia fiebre de los mineros /y en Ia fatiga de losbogas solitarios /" (121). Tan severa e imponente le llega at poeta esta conjuncion de nochey naturaleza que para el esta noche es la "propietaria absoluta de todos los abismos!" (121).

La voz poetica que frente a Ia naturaleza y Ia geografia de litoral se nos presentasencilla, despersonalizada y vitalista, en Ia noche del Choc6 se puebla de muchos adjetivosy se debate entre contemplar o describir. Al adentrarnos en el poema podemos ver, noobstante, que el poeta se impersonaliza cada vez ma's, dejando que su ser de espectador

consciente ordene las multiples imagenes y sensaciones que se desprenden de este excesotropical. No quisiera ser taxativo at decir que esta naturaleza es en Artel apocaliptica, perosin duda estA muy cerca de serbo, "Un viento gravido / desordenado de malezas / atrabiliariosrios / en el que circulans fatalisticas creencias, / pesa sobre Ia estentorea / desolacion de tuscomarcas" (120).

A diferencia del poema "Playa", Ia "Noche del Choc6" nos muestra que la mirada"experta" del poeta intermediario no es suficiente para revelar o contener esta geografiasimplemente nombrandola. Ebbo no solamente se debe a Ia dualidad entre selva y litoral, oa ba evidente distincion entre mafiana y noche, sino sobre todo a que en esta naturaleza losestados de Ia sangre y los tejidos que vinculan at hombre con su entorno tienden a serca'ticos o a producir vertigo. Artel le huye at caos y es por etto que rapidamente abandonaesta naturaleza. Por temperamento y, sobre todo, porque su espacio vital es el de litoral,

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Artel no se detiene en otro exceso de la naturaleza que se asemeje a la "Noche del Choc".Sin embargo, este poema, dada su riqueza expresiva y singularidad temitica, es suficientepara distinguir tres aspectos hasta ahora no mencionados por la critica al hablar de la poesiade Artel: primero, que Artel no desconoce en la naturaleza los ritfos que se apartan delequilibrio que el se deleita en buscar y precisar. Segundo, qoe al nombrar esta otra natoralezalo que en verdad magnifica el poeta es la suntuosidad y el sosiego en que viven quienestienen el privilegio de habitar so litoral Athintico. Tercero, que en los poemas de Artel enlos cuales el tema de la naturaleza es predominante se distingue tambien la misma estructuradualista que caracteriza sos poemas etnicos. En otras palabras, que so podtica se tejemediante un progresivo discurrir de oposiciones que el poeta finalmente anula en beneficiode la historia y Ia experiencia positiva de so raza.' 2

No hay duda que "Noche del Choc6" tambien es producto de la experiencia del Artelviajero en la cual otros ambientes, otros aires, seres y natoralezas quedan plasmados en susversos. El viaje arteliano, como veremos a continoacion, tampoco estt desprovisto dedualidades, pero la interesante salvedad que en esta faceta se presenta, es que el poeta mismosera quien deba confrontar la dualidad en su ser intimo y subjetivo.

II

De los cincuenta y dos poemas qoe en la ltima edicion de Tambores en la noche se

agrupan en la secci6n "Otros poemas", veintiuno, como dijimos, se relacionan con el temadel viaje. En ellos Artel traza el ciclo completo de so experiencia de navegante al referirseen varios poemas, y en aparente orden cronol6gico, al tema de la partida, el significado delviaje mismo, los puertos visitados, la nostalgia de la tierra nativa y finalmente el regreso.Con esto anticipamos que como viajero Artel establece on itinerario circular y que losingular al respecto es determinar las circunstancias y razones de su partida, los pormenoresdel viaje y c6mo y por que regresa. Tambien subrayar de que manera tienen lugar losjuegosy la dialetica de la dualidad.

En primer lugar se advierte qoe el tema del viaje en Artel se desprende, y en buenamedida esta asociado con el microcosmos del puerto que configura so geografia de litoral.Poblado de despedidas, de barcos qoe se alejan, de distancias, de historias de marineros, ysobre todo, de "una desesperacidn estatica" no hay duda que es la presencia de Ia mar y elpuerto la que estimula inicialmente los anhelos de viajar en el poeta. De Ia misma maneraque Ia playa se representa e ingresa en la poesia de Artel a traves de sus instantes de totalidadcotidiana, del microcosmos del puerto el poeta solo nos dice lo que de el cabe en so mirada:

Si de pronto se clavaraen cada mdstil una estrella.La orilla pareceriaon gran nido de lucidrnagas

2 Dicha sensibilidad es evidente en los poemas dedicados a la historia de los abuelos, en los cuales,de on pasado doloroso, injusto y aberrante se pasa al orgullo y a Ia afirmacion de Ia herencia racialy cultural.

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El agua esti diciendoa los timones reumaticosinuitiles palabras de consuelo. (99)

Y sus pobladores, los marineros en tierra, nos Ilegan, como corresponde, desde unanoche de bar en "Poema para ser trazado al carbon":

Sus gestos dialogantesparecen imitarla ola perezosa,cuando lame la orillapara volver al mar.

Y al levantarse todos,ebrios de c6ctelesde cerveza y jazz-band,de tabaco y mujeres,finge un vasto oceanoel gran sal6n del bar.Sus cabezas se muevencomo pesados mastiles,opacos y lejanossus curtidos rostros,que estAn sin afeitar. (90)

Podria decirse que, aparte del asombro y Ia discreta admiracion que le producen alpoeta estos marineros, lo que lo cautiva es ia evocacion de lo lejano y del desplazamientoen la mar que ellos representan. Afirmacion que cobra sentido cuando distinguimos que elmarinero en el que posteriormente se convertira Artel tendra dimensiones muy distintas alas de estos "opacos y lejanos" seres que habitan su microcosmos portefio.

A pesar de que la seccion "Otros poemas", se abre con "Versos para Zarpar un dia",y "Soborno emocional", poemas que podemos denominar de la partidae iniciacion del viaje,mss adelante encontramos otros en los cuales el poeta prefigura esta realidad. En estospoemas lo que se exalta es el deseo y el anhelo individual por viajar. Tal es precisamenteel tema de "P-oema del corazon capitan" cuyos versos se distinguen por el tono deentusiasmo y de exaltacion juvenil de quien se sabe ansioso de lejanias y experienciasnuevas: "Un dia de estos iremos / por los caminos del mar...! [...JCorazon sediento, corazonpirata, /levanta ya tus velas / y ponte a navegar" (105). Ahora bien, Ia conviccion y el tonoalegre y desenfadado con que Artel se autoexige el ponerse a navegar no impiden que almismo tiempo perciba que el impulso de viajar en el esta sujeto a la temporalidad. Es decir,si esta no se lleva a cabo prontamente dicho impulso se puede extinguir. Por eso le suplicaa su corazon capitan

No dejes que madureesta angustia en mis ojos,tendidos como flechas sobre el grito del mar.

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No aguardes a que muerantu sed y mi fatigaque alimentan la fiebrede viajar y viajar!'? (105)

Esta certeza de distinguir que el viaje tiene su hora, despues de la cual quiza ya no valgala pena la partida, revelan la prioridad que Artel siempre otorga a lajusta medida de las cosasy los actos. Es decir, frente a Ia experiencia de su propia vida, Artel tambien busca elequilibrio, de ahi que aun en medio de la vitalidad juvenil no olvide ci momento de ladisipaci6n de los deseos y la quietud de los anhelos. Con la misma precaution y a pcsar de"las fiebres de viajar" el poeta tampoco pierdc de vista su regreso. Asi lo afirma en los seisiltimos versos dcl poema:

Hemos de ilegar un diapor los caminos del mar!Un sol de triunfo en mis manoscomo un faro ha de alumbrary en nuestra nave de ensuelosW, coraz6n capitan! (106)

De esta manera y aun antes de tener la certeza de Ia partida, ci viaje y ci perfil del poetanavegante se van prefigurando alegremente con dos precauciones esenciales; quc tengalugar durante la juventud y que no carezca de regreso. Sobre este aspecto volvere ma'sadelante, luego de precisar otra menci6n sobre la ansiedad de viajar que se da en el poctay las dimensiones de Ia verdadera hora de la partida.

"Sabatica" es el otro poema en que Ia idea y el deseo de viajar nuevamente se reiteran.En este caso ya no es Ia firme alegriajuvenil la que nombra Ia inquietud por saber de otrospuertos y lugares, sino el desasosiego de no ver cumplidos sus descos. Si en "Poema dclcorazon capitan" su optimismo se ilumina con la hora en que anticipa su viaje, "un dia deestos nos iremos / por los caminos del mar, / un dia claro y luminoso / tu antigua sedcalmaras", (106) en "Sabaitica" su ansiedad tiene los matices y ci ritmo de una noche delamento personal. En este poema noctambulo, como tantas otras veces, ci poeta camina porci puerto de su ciudad, pero esta vez hasta el no Ilegan ni Ia brisa alegre ni los rumores decumbia, ni los aromas dcl ron ni las milenarias historias que cotidianamente se tejen en citambor. Contrariamente, son Ia dcsolacion y Ia abulia las que se nos transmiten a travis deeste poemaque niega la caracteristica vitalidad de Artel. Ella se encuentra apabullada debidoa "una sed no colmada de huir, /de vagar/" (101). La queja es minima, pero significativasi tenemos en cuenta laescasa disposition de Artel al desasosiego o Ia frustracion personal.'4

1Como en estos versos, en muchos otros ci poeta empiea signos de admiration sin antes haberlosabierto. Puesto que se trata de una constante a lo largo de su pocmario, se puede suponcr que ci poctaera consciente de esta modificacion en ci empleo de los signos de admiracion.14 Frustracion en su propio puerto ya que dcspues de emprender ci viaje tambien lo veremosangustiado, pero por otros motivos. A proposito de estos momentos de intima angustia en Artel, otropoema interesante es "Silencio". Fl poema nos muestra una angustia de amor romantico, la cual ahrepasajes de desolacion c impotencia cen Artel.

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Entre el anhelo y la realidad de la partida median entonces circunstancias que impidenel viaje, pero el poeta no nos hablart de ellas ma's allh de esta insinuacion en 'Sabytica." Loimportante sin embargo es que tanto en "Sabytica" como en "Poema del Corazon Capitan"el poeta nos reitera que en esta etapa de su vida el partir es una necesidad intensa e individualy, sobre todo, que la subjetividad arteliana comienza a ponerse en movimiento y a tomarun lugar importante dentro de este poemario. Aspectos que -como indique al comienzono han sido plenamente sefialados por los estudiosos de la obra del cartagenero. El tonosubjetivo es precisamente el que se distingue en el poema en que el deseado viaje de Artelfinalmente empieza a tener lugar. Con "Versos para zarpar un dia" se da fin a esta etapa delanhelo y, a pesar de que el titulo del poema quiere indicar que el dia del viaje ahn esimpreciso, el contenido del mismo es una despedida antes que un deseo de ella:

Hacia otras tierrasemproara mi alma sus quimerashacia otras tierras lejanasmas propicias y buenas

He atado ya los fardosde todos mis anhelosjunto con las alforjasrepletas de esperanzasy agridulces recuerdos

Voy a dejar mis playasvoy a dejar mi cielo.Voy a dejar ml puertosiempre ataviado con sus velas blancasy alegre con los cantos de los marineros!

No llores [...]Se dejan muchas cosascuando se va a otras tierras! (60-1)

El mero afyn de desplazamiento que "afiebraba" atljoven capityn se ha modificado yen esta despedida ahora se mezclan tres ideas esenciales: la conciencia de dejar lo que sequiere, unas razones ma's medidas que justifican la partida y la firmeza del adios. Habriaque agregar tambidn que en esta hora arteliana Ia luminosidad del puerto en la prefiguradapartida del joven capityn se ha pospuesto para las horas de la tarde: "En la tarde de oro /parati libertarAn adioses como gaviotas tristes / mis labios temblorosos" (60), dicen los primerosversos del poema. Ademas, en su viaje el poeta quiere hacerse acompaf'ar de la "pylida voz"de Ia luna y su "sonata de silencio". Contrariamente a lo deseado por el corazon capityn, Ianoche y la oscuridad serAn elementos importantes en su itinerario y en Ia conservacion desu juego de dualidades significativas. En estos momentos de la partida del poeta sobraespecificar los caminos que escoge; son los mismos por los cuales llegaron sus abuelos. Asi,nuestro poeta se ha convertido en viajero.

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Hoy, felizmente, podemos decir que en la literatura universal el ntimero de viajes yviajeros esti cercano al infinito y que por esa misma razon precisar los motivos y el origende esta practica tan antigua y tan diversa en caminos, esteticas, intensidades y significadossiempre resultari una labor de mera enunciacion. No obstante, al nombrar algunos perfilesde viajeros, si podemos afirmar que en este cruce de infinitos viajes los hay liberadores,como el de Guaman Poma por las comarcas de los Andes en busca de la memoria oral desus ancestros y la esperanza de un buen gobierno; espirituales, coro al que invitan losbudistas con su progresi6n hacia la ausencia de necesidad; alegoricos, como el de Andrenioy Critilo en husca de la raz6n y de las letras; misticos, como los de Santa Teresa o San Juande Ia Cruz; viajes que tambien pueden ser preparaci6n o preimbulo para Ia iniciacion derutas imposibles, como los de Baudelaire y sobre todo los de Rimbaud; los hay tambienalucinantes, como los realizados por Kipling y Michaux. Viajes, en fin, hacia diferentespuertos y llevados a cabo por distintos medios y caminos.

Ahora bien, independientemente de los medios, el rumbo o los parajes visitados, encasi todos los viajeros verdaderos se distinguen dos cosas: que el viaje se inicia por el sologusto de ir en busca de lo desconocido y se lleva a cabo como manifestacion de un profundodeseo de cambio interior. Con este mismo perfil, pero muy a su manera, tambien parte Artel;el va "hacia otras tierras lejanas / mas propicias y buenas" porque son lejanas, no porqueeste insatisfecho con las suyas. Lo ma's dificil para el a la hora de partir es desprenderse desus tierras, a quienes se dirige exelusivamente en los "Versos para zarpar un dia". Por otraparte, alimentar la mirada con puertos nuevos, es una experiencia necesaria para su "almay sus quimeras", es decir, para su interioridad ansiosa de otros ritmos.

Al mencionar anteriormente algunos perfiles de viajeros universales no he queridohermanar directamente a Artel con ellos, sino indicar que en el cartagenero el desplazamientoen busca de Ia intimidad interior y lo desconocido es tambien hacia donde el quiereinicialmente navegar. Que es la intimidad hacia donde ingresa en el primer momento de suviaje nos lo dicen tambien los versos en los cuales Artel mismo es el protagonista. El yo,tan escaso en Artel, es Ia voz que domina en alta mar y la que directamente recae sobre suexperiencia de individuo y de poeta. Este es el momento en que Artel se vuelca sobre simismo, lo que podriamos denominar con el titulo de uno de sus poemas, "Cancion de losmatices intimos".

Junto con el anterior, "Cancion para ser cantada desde un Maistil" es el otro poema atraves del cual distinguimos el solitario y subjetivo viajero en que momentaneamente se haconvertido el primer poeta moderno de lo afrocolombiano. Artel comienza su cantoindividual exaltando que no le preocupa el rumbo de su nave y celebra, en "Cancion de losmatices intimos", tal atrevimiento:

Canto mi emocion de marinero,Ia amarga paradojade mi dulce tristeza,sin preguntar a donde va Ia olaque me lleva [...] (64)

Este desenfado no puede ser sino Ia respuesta natural de quien con tanto fervor habiaansiado la partida. Se podria decir que en este poema es nuevamente el joven corazon

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capitAn, ya en contacto con la mar, quien canta. No obstante, y debido a la mesura quedistingue a Artel, la satisfaccion de saberse ajeno al rumbo de su ola pronto legara a su fin.En "Canci6n para ser cantada desde un Mastil" lajovialidad se sustituye por la meditacionen torno a inquietantes interrogantes. En primer lugar confronta su ineludible impulsoviajero y no sabe o no quiere racionalizar la causa ltima que lo obliga al desplazamiento,sino que mejor la nombra con preguntas sin respuesta:

Nunca podre saberque poderosa sed de itinerariosviolenta mi nave hacia otros puertos,ni que angustioso afAn de huidasmuerde mi alma y Ia fustigacomo un remordimiento! (71)

En primera instancia no sabemos si este remordimiento se debe a que dej6 esos lugaresque evoca al comienzo del poema diciendo, "Con que serena paz ahora bebiera / bajo uncielo familiar [...]" o, a que se sabe navegando -y no quiere evitarlo- con Ia incertidumbreque produce la ausencia de rumbo y de senales, como reitera en Ia octava estrofa del mismopoema:

A donde habra de terminar mi viajesin luminosas boyasni semaforos radiantes...Este viaje turbulento y largo.Sin faros erguidos en su noche,desnudos de alertas y seflales! (72)

Nuevamente los juegos de dualidad se hacen evidentes en Ia temAtica arteliana,particularmente en estas estrofas en que Ia alegria inicial del viajero se va transformando enincertidumbres. Pero lo cierto es que en "Cancion para ser cantada desde un mastil" Artelesta mAs satisfecho que confundido. En alta mar, en soledad y desprovisto de senlates, casisin darse cuenta, ha entrado en dialogo consigo mismo. Es decir, estA exclusivamente atentoa su propio ritmo ylto descubre deliciosamente subjetivo, como dicen los tres Altimos versosde la estrofa que continua a la anteriormente citada: "Ah, las velas erguidas de mi nave /alegrada de gritos / que nadie y solo yo sabe decir!" (enfasis mio).

Esta sorprendente celebracion de la propia subjetividad solo es posible en el Artel delas mareas altas de su mar interna, alejado de su litoral. Este es el iinico Lugar donde sin eltemor de resultar arrogante frente a sus hermanos puede felizmente enfatizar:

Van mis velas hinchadas por el vientopartiendo en dos Ia soledad.Van mis velas erguidasy yo en un mastil, rigido, cantando! (72).

Su canto aquf tiene tambien rasgos de las experiencias de los viajeros clAsicos: Iaconfrontacion del peligro que anticipandose se encara directa y visiblemente desde el lugar

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mss alto de la nave. Siendo Artel un poeta esencialmente de la mirada exterior, entregadoa los otros el peligro que evidentemente confronta es el de dejarse dominar por lasensibilidad puramente subjetivay permanecer bajo el gobierno de la desorientacion. Comopoeta sabe que estas dos experiencias son necesarias. Es por ello que tambien emprendi6 suviaje y por to que ahora to vemos firmemente en un mastil cantando. "Cancion para sercantada desde un Mastil" es, entonces, Artel en si mismo contemplando los caminos de suincertidumbre interna, imponiendose a esta experiencia con su propio canto, que es el queen ltima instancia le impide la total entrega a la desorientacion.'

Es de esta experiencia necesaria de donde Artet obtendra parte del "sot de triunfo entremis manos" con que anticipaba su regreso el joven coraz6n capitan. La otra parte de este sol,aquetla "que como un faro ha de alumbrar", la configura a partir de su experiencia comomarinero en tierra, que es la etapa que continia en su itinerario de viajero. De la mismamanera que en "Noche del Choc6" Artel no se detiene mucho tiempo en la contemptacionde las sombras, partiendo de estagratificante experiencia individual e intina ahora to vemospensando en su propio puerto y en los ritmos y colores de los que esta visitando.

Este Artel, marinero en tierra, es el que podemos definir como el de los itinerariosconcretos o exteriores, el que sin muchos ambages nombra los puertos visitados y revela suexperiencia en ellos. Entre otros, estos puertos son: Bogota, Barranquilla, New York,Marbetla, Varadero y Harlem. En este sentido, es otro et viajero con et que nos encontramosy como tat trae consigo nuevos signos en su perfil de navegante.

Si bien es cierto que cada viajero estAmovido por similares impulsos de transformaciono bsqueda interior, tambien es preciso no olvidar que en la partida inicial cada viajeroestablece la magnitud de esta hora decisiva. Unos tevan ancla ansiando que la marcha seadefinitiva, es decir, desatando at mismo tiempo todo vinculo (incluidos los pertenecientesa la presencia de Ia madre) con su tierra originaria. Quienes asi parten por to general tambiendesatienden los timites y la duraci6n de su viaje e inctuso Megan a estabtecer que la inicaregla que los acompania es la de prescindir de ellas. En cambio, hay otros viajeros que,aunque tengan to lejano y to desconocido como rumbo, no pueden aventurarse sin ttevarconsigo parte de su puerto originario y sin establecer primero cierta necesaria preceptiva.Artet pertenece at segundo grupo y su partida no es para continuar siempre partiendo, comoquerian por ejemplo Baudetaire o Rimbaud, sino para precisar las dimensiones de su puertooriginario. Ello es asi para nuestro poeta porque et objetivo de su viaje no es la biisquedade to imposibte, sino de to certero.

En su itinerario intimista tambien era una certeza Ia que buscaba, Ia de su subjetividad,y 6sta Ia encuentra o, mejor, te lMega desnuda mientras esta en atta mar. Es atli donde

'' Lewis ye en este poema una serie de connotaciones existenciates (142-43) que trazan un paratetoentre la estancia del poeta en et mar y taexperiencia de ltavida misma. La oscuridad y falta de direccionque se exattan en et poema las interpreta Lewis como una confrontacion o reflexion sobre Ia muerte,observaciones con las cuates estamos en principio de acuerdo. No obstante y como se advirti6 en sumomento, este critico no se adentra en et tema del viaje o Ia subjetividad, por to cual no alcanza apercibir que en Artet se dan at mismo tiempo dos viajes: uno que ttamamos intimo y otro concreto ogeogrAfico, que a continuacion desarrotlaremos. Por otra parte, en Artet et mar no desemboca en Ianada como en Manrique, puesto que Para el cartagenero et mar es un medio, no un fin; et es poeta depuerto.

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vislumbra la preceptiva que a ella corresponde. Las otras certezas, por el contrario, esttnprefiguradas de antemano y corresponden a las de un viajero cauteloso. Me explico. A loscaminos interiores Artel se aproxima sin faros, como vimos, pero a los caminos que hemosliamado geograficos o concretos el poeta no ilega desprovisto de senales. Las seiales queArtel se ha construido para esta parte de su viaje son de doble naturaleza. Las primeras tienenque ver con no perder de vista el puerto del cual es originario, corno lo enunciaba desde eimomento en que su viaje era apenas un deseo. Las segundas, con la intensidad de luz quequiere para sus ojos a la hora de discurrir en puertos extranjeros.

Para empezar por la segunda premisa basta con mencionar el poema "Ese muchacho".Este es un poema que creo nunca se ha citado, por lo cual vale la pena transcribirlo en sutotalidad, ya que por pertenecer a su geografia de puerto nativo y por trazar el perfil delviajero que nuestro poeta no quiere ser resulta importante para nuestro proposito:

Ese muchacho portenlotiene la vida turbiade tanto andar sin motivopor ciudades lejanas

Se fue con los marinosde agresivas barbas,y vivi6 entre tahuresy entre mujeres malas

Da lastima su fachasiempre borracho y triste,abismado en los barcosque abandonan Ia playa [...]

Hay una cancion ocultatras de su boca sellada,en sus ojos una sed muy honda,en todo el cierta cosa vaga [...]

Ese muchacho portenlotiene la vida turbiay acaso un dia ya no vuelvade las ciudades lejanas. (100)

Pasado su momento de oscurecimiento necesario y vital Artel va a mirar con miradadespejada. A pesar de que Artel respete a este muchacho portenlo, porque el poeta respetaa los marineros de agresivas barbas, jama s se permitiri la vida sin motivos. Su mirada podiftser intermediaria, pero no carente de orientacion. Los seres y objetos de su entorno los quierenitidos y precisos. Por otra parte y puesto que en el momento de la partida le fue imposibledejar del todo su puerto originario, dste darat la pauta para pensar en el regreso y medir laluminosidad de cada puerto visitado, como ocurre explicitamente en "Meridiano deBogota ".

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En este poema se exalta con bastante severidad la idea de estrechez y monocromia deun paisaje y una cultura ajenas, en la cual el poeta siente que ha perdido, "el grito / ancho/ que me ensefiaron a dar como una nota / los horizontes de mi costa." (65). En este puertobogotano, que atenta contra la franqueza y la libertad de su Cancion, el inico afan que seproduce en el poeta es el continuar viaje: "Tengo la sonrisa extraviada en el alma. / Unintegro deseo de viajar / se ha clavado en mi puerto interior / como un ancla" (66).

Si Bogota es el primer puerto en el cual desembarca Artel,'6 no sorprende que ya desdesu primera experiencia como marinero en tierra comience a matizar que sin la presencia realdel puerto originario el viaje se vuelve sacrificio. Eso es lo que fundamentalmente se reiteradesde otros puertos como en "Poema incoherente con fondos de distancia" y "Aforanza dela tierra nativa". Estos versos son recreaciones que desde Ia distancia hace el poeta de supuerto nativo para, entre otras cosas, no extraviarse entre los ajenos. Angustiosas unas, otrasbrillantes y luminosas como sus mafanas, todas las recreaciones de su tierra desde ladistancia son en esencia poemas que progresivamente reclaman el retorno del poeta.Finalmente Io hard y despuds de poetizar algunas de sus experiencia en Nueva York. Harlem(para el poeta Harlem es una estaci6n aparte del resto de Nueva York, ya que es alli a dondeencuentra mayor afinidad con Ia historia y la experiencia de sus hermanos de raza afro-norteamericanos) o Marbella,'7 Ia determinaci6n del regreso da lugar a uno de sus poemasmas euforicos y complacientes con las virtudes de su tierra: "Cancion en el extremo de unretorno". Este es un himno de alegria que surge de la certeza de saber que 'visto lo justo"ya no tiene sentido demorar ma's el renacimiento a una vida nueva tan pronto como yea Ialuz de su puerto nativo.

Cuando se ha liberado de lo que se ha vuelto la pesada embriaguez de habitar un puertoajeno, un buen dia se despierta y al evocar lo que le espera a la hora del regreso, dice:

Entonces mis pupilas se vistieron de frbolesy escucht clamores acufiadus en el solpoblando la oquedad de un cielo limpio.Policromo tropel de guacamayospicoteaba el horizonte,oh, cofre azul de lejanias!

16 El itinerario de Artel no estfi dispuesto cronolflgicamente en el poemario, pero asumimos que esBogotai el primer puerto porque es el poema que continuia a "Cancioln de los matices intimos", es decir,al de la celebracifln sin rumbo que precede con tres poemas a "Cancioln para ser cantada dcsde unMastil". De Bogotai entonces parte rumbo a otros puertos, cuyo orden icronologico es muy dificil,amen de infitil, de precisar, a no ser que se quieran hacer coincidir con ci viaje que en vida hizo cipoeta a Centro y Norteamerica.17 En estos poemas es donde veremos nuevamente al poeta de los otros, es decir, el que se fija en lahistoria afronorteamericana y la acerca a Ia suya. "El mismo hierro", "Encuentro", "Harlem" y, porsupuesto, "Palabras para la Ciudad de New York" pertenecen a esta temfitica. En el poema "Balneario"distinguirfi Artel otra playa: Ia de los turistas que, ciertamente, le incomodan.Vefise a este respectoPrescott (1982).

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Llovertn tamboriles y gaitas nocherascomo un canto de aguasobre mi vida nueva.La tierra testejara mi retorno y sera levea mis abarcas de apretado barro,para no lastimar el lejanorecuerdo de cansancio que traen mis pies.

[...]

Serpentina de altaneria,mi grito ira cifendo sombras en la nochepara hacerlas bailar como mujeres,cuando los bogas con sus dedos tejansobre la piel de los tamboresel ritmo de la cumbia,chisporroteado de maracas ebrias!Bajo un gajo de escandalos madurostodas mis horas arderanen la apretada hoguerade las sensuales danzas de mi tierra! (74-6)

Regresa entonces Artel a su naturaleza personal y geografica, a sus brillantes mafanas,a sus dionisiacas noches y a los seres que de vitalidad las pueblan. Regresa con la intencionde continuar el otro viaje que ya habia empezado antes de partir: ei que revela la historiay la cotidianidad de los suyos. Retorna en fin a cumplir con la promesa del joven corazoncapitin que despues de vivir la dualidad y la dispersi6n de lo lejano halla sosiego en lasintesis de su costa. El cierre de su viaje no podia ser de otra forma, y no porque lo hubieseanticipado de antemano, sino porque en el la mayor certeza, que confirma con su viaje, eslade saberse de los otros y, antes que de ellos, de los suyos. Por eso es que leido el poemarioen su conjunto su naturaleza fundamental es lade la luz, su historia la de la noche y su viajeel del regreso.

De esta manera, Tambores en la noche es consecuente con unas coordenadas de lascuales el poeta no se desprende a lo largo de este su primer poemario. Como afirmamos alcomienzo, Artel construye y se desplaza sobre dualidades, siendo la del viaje una de lasmayores. Estas dualidades alcanzan a cubrir incluso su tema ma's delicado como es ci de suidentidad y afirmacion racial, Ia que sabe incierta en 1940, cuando cierra ci poemario con"La cancion imposible".' 8 En ci aspecto en que yo mc he concentrado, las dualidades sonlas de su geografia fisica y personal: Noche del Choc6 / mafiana de litoral, puerto / playa,

'g Sobre este fundamental poema de Artel vdase Lewis (145-46). Esta cancion imposible en aparienciada lugar a una ambiguedad; si Artel es el poeta fundacional y Apico, tcomo es que ahora tieneincertidumbre sobre su identidad racial? La ambiguedad se diluye precisamente al distinguir entre elArtel subjetivo y el fundacional. El subjetivo tiene dudas en este sentido porque despues de todo eles un mulato, realidad dtnica que origina este poema. El poeta dpico y despersonalizado, sin embargo,jamas duda: "Negro soy desde hace muchos siglos / Poeta de ml raza, heredd su dolor. / Y Ia emocionque digo ha de ser Pura /en el bronco son del grito/ y el monorritmico tambor!" (33).

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pescadores / marineros, deleite subjetivo /canci6n colectiva, viajero de partidas / viajerode regresos. Si la canci6n imposible dej6 de serlo alguna vez le corresponde a otros decirlo,porque en el vertice olvidado de sus versos la duda desaparece con ci regreso del poeta.Cuando el viajero descubre que en su naturaleza personal el ser navegante de partidas es otracanci6n imposible, elige y anula la dualidad. Elige la luz y a los hombres y mujeres de subrillante litoral atlantico.

'I

Ahora bien, al regreso de Artel en Tambores en la Noche le corresponderi otro muydistinto en su biografia de poeta. El regreso a su brillante litoral atlantico tantas vecesanunciado es significativamente sustituido por otro puerto: ci de Ia" poesia utilitaria" decontenido politico.' La causa podri ser noble, pero en poesia siempre sera un puerto dearenas movedizas. Yo no se exactamente d6nde Artel decidi6 cambiar de geografia, perolo cierto es que las dualidades de su primer mundo poetico fueron sustituidas por la miradadidictica al mundo desde la angosta perspectiva de la lucha de clases. Repentinamente susversos se poblaron con asuntos como "Esquema para un canto a Fidel", "Canto a Lenin,(aqui Nicolas Guillen se convirti6 en una sombra dificil de superar2"), "9 de Abril enColombia" o "Al oido de Reagan". Es decir, otra geografia y otra historia.

Es verdad que este cambio de voz y de mirada no es del todo inexplicable en Artel,pues su temperamento de poeta, como vimos, siempre se comprometid con lo tangible. Porotra parte, esos fueron tambien los tiempos que le toc6 vivir. Aquellos tiempos en que sepens6 que la libertad y lajusticia social estaban a la vuelta de la esquina tan pronto comolos "malos" dejaran de existir. Pero lo que ocurre es que Artel jamis regreso a su litoral.

Despues de Tambores en la noche Artel vuelve, pero para convertirse en "Ia sombrade un poeta alucinado", como el mismo dice en un poema de su antologia poetica tituladosignificativamente "Volver". Yo diria Ia sombra de un poeta que pudo liegar a ser unverdadero alucinado, pues, sin olvidar su compromiso con los habitantes de su nuevageografia, hubiera podido tambien regresar alguna vez a Ia propia y entrar ma's a fondo enlo ritualistico que hay en ci litoral atlantico. Si hubiera querido, habria podido navegartormentosamente "en ci primitivo espanto frente a la eternidad", o habria podido metersede ileno en la boca del "Sabalo", o en los rostros sin afeitar de los marineros, o en las nochesde "escandalos maduros", pero no fue asi. Sus (iltimos intentos fueron "Oh, no tembestierra", "Sinei, riberas del asombrojubiloso" y algunos otros poemas que en su conjunto no

alcanzan la docena.Artel cambia de geografia personal y alli no supo contenerse sino que terming,

andando esas sendas ajenas que despues de Neruda no habia para que volver a recorrer. EstoIc cost6 que al final terminara amargamente construyendo "atahdes de ceniza / para sepultar

Empleo ci termino en el sentido orteguiano, es decir, aplicado a Ia poesia o al arte demasiadopedagogico y motivado por finalidades educativas, "humanas, deinasiado hurnanas" como antes deOrtega lo sefia16 Nietzsche. Sobra decir que ci poeta epico se deshace de esta encrucijada pedagogicaal incluir en Ia historia de sus abuelos y hermanos contemporaineos el mito y lo supra-sensible.20 Sobre Artel y Nicol.s Guillen vea.se Prescott (1985).

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en ellos/estrellas apagadas!" como dicen los Oltimos versos de ese mismo poema titulado"Volver".

En estc sentido, Artel me parece un poco trigico, pero el no lo reconoci6 ni transform6ese abandono o impedimento de volver a su litoral en otra cancion imposible, sino que seaferr6 a esa senda pedag6gica. Quizi por todo esto es por lo que en la historia de la poesiacolombiana se lee a Artel con cierta desconfianza, a pesar de que se lo haya premiado y sele nombre siempre como "el poeta negro de la costa". De todas formas, Jo importante es quea los poetas es mejor recordarlos por sus buenos versos y no por sus debilidades. Por estemotivo es que Tambores en la noche mantiene fresca su originalidad vital.

Para concluir, no esti de mas agregar que lo que tuvo de navegante Artel tambien selo leg6 a su propio libro Tambores en la noche, pues este es un poemario que desembarcaen varios puertos: en el de Ia poesia afro-americana, en general, y en el de Ia colombiana,en particular, donde presenta rasgos dpicos y fundacionales; tambidn desembarca en elpuerto de Ia historia de la poesia costefia en Ia cual Artel siempre estari presente; y Mega

incluso al puerto de la historia de la critica literaria colombiana que no ha estudiado esahistoria, a pesar de saber de su existencia.

Respecto a este ultimo puerto surge la inquietud e incluso Ia necesidad de averiguar porque sera que sobre los poetas costefios no hay una antologia critica o un estudio exclusivocomo los que se han dedicado por ejemplo a los Piedracielistas, a los poetas de Mito, a losNuevos o a los Modernistas. El hecho de que no tengan un manifiesto o no conformen un"grupo" no es 6bice para que no sean considerados como una expresion con lenguaje ysensibilidad propios. A la hora de escoger los poetas sera otra historia, pero el no haberlosincluido como una entidad y una voz poetica visible en la hltima Historia de la poesiacolombiana (Casa de poesia Silva, 1991) es ya bastante llamativo como para aventurarsepor las aguas y los puertos de la critica literaria colombiana. 2'

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21 lntermediaria entre la "comedia tropical" de Luis Carlos Lolpez (1883-1950), como la llam6o JorgeZalameda (Cobo Borda, Historia) y la epica y el brillo de litoral de Artel esta Ia costa atlfintica queles pertenece a ambos. Sin ella los dos poetas sedian imposibles. Sin embargo, sLus poeticas son tandistintas que cada una tiene vida propia. Lo mismo podemos decir de Gregorio Castafieda Aragoin(1886-1960) o Daniel Lemeitre (1883-1962), ambos contemporAneos de Luis Carlos Lolpez. OscarDelgado (1910-1937) es contemporanco de Artel. Inclusive podria afiadirse a los poetas de Ia costaa Hector Rojas Herazo (1921- ) a pesar de que ya sepamos que el C5sLun caso aparte, no solo de la costasino del pais entero. Como se sabe buena parne de Ia historia de Ia critica literaria en Colombia ya Iapormenorizfl inteligentemente David Jimenez P. (Historia de la critica). Continuando con su anAlisisbien se pndria empezar a sefialar las razones que explican ei nlvido en que se han tenidn a Ios poetascosteflos.

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