revista el archivo nº8 - septiembre 2003

18

Upload: archivo-historico-municipal-de-punta-alta

Post on 24-Mar-2016

232 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

La Iglesia Nuestra Señora de Luján. Historia Oral: Rosa Tonelli de Sancho Patrimonio: Iglesia Nuestra Señora de Luján

TRANSCRIPT

Page 1: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003
Page 2: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003
Page 3: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

autoridadesJorge Osvaldo IzarraIntendente MunIcIpal

alicia amiotdIRectORa de cultuRa

equipo de trabajocoordinación general prof. luciano Izarra

entrevistasprof. Guillermo Bertinat

investigación y textoprof. Romina amarfil

colaboradoreslic. Gustavo chalier

prof. Fernanda Martelarq. Graciela Britosarq. Gustavo aranda

d.G. ariel arrudaFederico Merodio

Gaspar totorolorenzo Ramoslic. Sergio Soler

diagramación y diseño d.G. Mauricio Rossello

impresión

Multigráfica

sumario

Editorial

Municipalidad de Cnel. de Marina Leonardo Rosales

Punta AltaDirección de Cultura

Nota de Tapa | La Iglesia Nuestra Señora de Luján

Historia del Partido | La Construcción del Puerto Militar

Historia Oral | Rosa Tonelli de Sancho

El Arcón | El Incendio

Patrimonio Arquitectónico | La Iglesia N. Sra. de Luján Novedades

Foto de tapa | Composición temporal de la Iglesia Nuestra Sra. de Luján 1942 - 2003 - AHM -

e-mail: [email protected]

El 15 de agosto de este año, se conmemoró el centésimo aniversario de la colocación de la piedra fundamental de lo que sería el primer templo parroquial de Punta Alta.El Archivo Histórico Municipal no quiso permanecer indiferente ante tamaño acontecimiento que, más allá de sus implicancias religiosas obvias, presenta connotaciones en lo arquitectónico y en lo social. Desde estas páginas, aportó nueva información y material gráfico que serán del agrado del público lector.Que una comunidad profese mayoritariamente un culto determinado no es un hecho azaroso y, menos aún, anecdótico. En poblaciones pequeñas como lo era la nuestra a principios de siglo, era la fe, pero también los deseos de pertenencia a un grupo, de participar comuni-tariamente y el renombre social que ello implicaba, lo que impulsaban a la gente a asistir a la iglesia.Esto determinó la acción de ciertos grupos sociales en torno al templo, ya defendiendo el accionar de la Iglesia, ya atacándola. La actuación de sectores definidos como católicos y la presencia de parcialidades anticlericales ( masones, liberales, socialistas y anarquistas en aquella época), definieron buena parte de la acción política de esos años.Por eso, la piedra fundamental del primitivo templo (en terrenos donde hoy está el Instituto Estrada) implica bastante más que el comienzo de la historia del catolicismo en la ciudad. Es un hecho fundacional de toda una trama de relaciones sociales , políticas e ideológicas que tuvieron que ver con la esencia misma de una población que estaba en formación.La búsqueda de esta piedra entonces, por ahora desaparecida, tiene que revestir no ya un carácter físico. En estos momentos de la historia no importa tanto el objeto sino lo que llevó en sí como matriz espiritual

de todos los que, católicos o no, habitamos Punta Alta.

Page 4: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

por Romina Amarfil

Iglesia nuestra Señora de luján

Desde que quedaron inicia-das las obras de construcción del Puerto Militar, en 1898, en la zona se instalaron centenares de obreros. Gran parte de estos inmigrantes, es-pañoles e italianos, eran católicos. A partir de 1901, sacerdotes salesianos viajaban esporádicamen-te de Bahía Blanca a oficiar misas en casas particulares. Estos clérigos instalados en la vecina ciudad a partir de 1890, realizaron una incan-sable labor evangelizadora, pese a la oposición de grupos liberales y masones, hostiles a la Iglesia. Ellos dieron impulso al catolicismo en la zona: prueba ello la construcción de templos no sólo en Punta Alta, sino también en Cuatreros y Tornquist, entre los años 1903 y 1907. En diciembre de 1902, veci-nos de nuestra localidad formaron una comisión presidida por Romeo Ferrandi, que elevó un solicitud al Concejo Deliberante de Bahía Blanca de un subsidio de $ 200 y la exoneración de los derechos de delineación para la construcción de una parroquia. En marzo del año siguiente, gracias al aporte de los vecinos y obreros del Puerto Militar, se inició la edificación, en un terreno baldío en la calle Rivadavia al 300 (donde actualmente se emplaza el Instituto José Manuel Estrada). Si bien la construcción ya estaba iniciada, el 15 de agosto de

1903, se realizó el acto de bendición de la piedra fundamental, por el padre salesiano Fabricio Soldano. Asistieron a la ceremonia, re-presentando a Bahía Blanca, el Presidente del Concejo Deliberante, Ramón Olaciregui y su esposa, Inés Mañalich de Olaciregui, quienes oficiaron de padrinos; Monseñor Juan Terrero; el Director del Colegio Don Bosco, P. Félix Guerra. Romeo Ferrandi colocó bajo la piedra monedas y medallas, además de dos ejemplares de periódicos de la época, La Nueva Provincia y El Comercio. También se hicieron presentes en el acto, el ingeniero Luis Luiggi y los comandantes de los buques Pueyrredón y San Martín junto con oficiales y marinos. La construcción siguió, impulsada por el P. Félix Guerra y la comisión de vecinos. Pasaron tres años en los que se recibió la ayuda de la comunidad y del estado, a pesar que grupos masones se opusieran “...7°- La Logia Bernardo de Monteagudo, solicita que no

Page 5: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

1903, se realizó el acto de bendición de la piedra fundamental, por el padre salesiano Fabricio Soldano. Asistieron a la ceremonia, re-presentando a Bahía Blanca, el Presidente del Concejo Deliberante, Ramón Olaciregui y su esposa, Inés Mañalich de Olaciregui, quienes oficiaron de padrinos; Monseñor Juan Terrero; el Director del Colegio Don Bosco, P. Félix Guerra. Romeo Ferrandi colocó bajo la piedra monedas y medallas, además de dos ejemplares de periódicos de la época, La Nueva Provincia y El Comercio. También se hicieron presentes en el acto, el ingeniero Luis Luiggi y los comandantes de los buques Pueyrredón y San Martín junto con oficiales y marinos. La construcción siguió, impulsada por el P. Félix Guerra y la comisión de vecinos. Pasaron tres años en los que se recibió la ayuda de la comunidad y del estado, a pesar que grupos masones se opusieran “...7°- La Logia Bernardo de Monteagudo, solicita que no

se haga lugar a la solicitud que obra en el Concejo, sobre subsidio para terminar la Iglesia de Punta Alta.- Que pase a la Comisión de Hacienda y se agregue al expediente respectivo”. (Acta n° 30 del H. Concejo Deliberante de Bahía Blanca, 6 de agosto de 1906). Pese a todo ello y de los impedimentos económicos de la población, el 23 de septiembre de 1906 se finalizó la obra. Bendijo el templo Monseñor Juan Terreros y lo dedicó a la Virgen María Auxiliadora. En 1909 se la nombró capilla vicaria, bajo la jurisdicción de la Iglesia Parroquial del Bahía Blanca Nuestra Señora de las Mercedes (actualmente Catedral) La capilla no contó con un sacerdote propio, pues los oficios eran impartidos por los vicarios castren-ses, hasta que el 10 de junio de 1925 el capellán de la Armada Julio Comaschi, puso en funciones al Presbítero Jorge Roca que procedía de Mar del Plata. Pero Roca falleció el 1° de diciembre de ese mismo año y se nom-bró en su reemplazo al P. Dionisio Pío, quien llegó de Olavarría en febrero de 1926. Bajo su gestión, la capilla fue elevada a Parroquia el 16 de abril de 1934, y el Padre Pío fue el primer cura párroco. Luego de diez años de

primera Iglesia - por Arq.Graciela Britos

Construída en ladrillo visto, austera y despo-jada de ornamentación, características del estilo Románico, recuerda la fachada de San Abundio de cómo en Italia.

plantaPlanta en cruz latinaEn el trancepto se ubicaban los confesiona-rios y pequeñas capillas.En el ábside el altar principal, tiene como fondos dos ventanales circulares a modo de rosetones con imágenes de ángeles y querubines.El coro se encuentra en un nivel mas alto con una baranda de madera, hacia el frente.

FachadaEn ladrillo a la vista, con pilastras y molduras que enmaracan el portal principal, remata en su nicho en la parte superior, característica del románico y que el gótico cambia por el rosetón.Tenía puertas laterales, utilizadándose como ingresos, salvo en ceremonias importantes, en que se utilizaba la puerta principal.Su torre-campanario era de madera y se accedía a través del coro.Las ventanas laterales tenían vidrios de colores que iluminaban la única nave, con dos hileras de bancos formando dos pasillo laterales y uno central.

Page 6: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

actuación en la localidad, partió a radicarse a su país natal, Italia. Fue designado un nuevo párroco Euge-nio Bossetti, nacido en Pehuajó en 1902. Allí donde cursó los estudios eclesiásticos, se graduó de Doctor en Filosofía y fue ordenado en 1926. Su llegada a la ciudad en febrero de 1935, marcó el inicio de un nuevo movimiento en procura de lograr un nuevo templo para la ciudad. 13.000 eran los habitantes que registraba el pueblo en la dé-cada del 30, y ello se notaba en las celebraciones religiosas. Se puede comprobar en las quejas que se des-lizaban en revistas y diarios, puesto que en días de misa, el templo se colmaba, y muchos debían quedar fuera, esperando que el cura salga a la calle para impartir la comunión. Otra ocasión que demuestra el arrai-go de la fe católica, fue cuando en marzo de 1935, Monseñor Leandro Astelarra se hizo cargo del Obispado de Bahía Blanca, 500 personas de la localidad se dirigieron a la veci-na ciudad al acto de celebración. Indudablemente esa cantidad de gente no ingresaba en la pequeña parroquia, que por las descripciones tendría una capacidad máxima para 100 personas. Eran los domingos los días en que la parroquia se convertía en el centro de reuniones, principal-mente de mujeres, quienes vestían sus mejores galas según la última tendencia de la moda, y que luego eran reportadas en las secciones sociales de las revistas locales. Eran ellas las que, junto a Bossetti, formaban el puntal de toda acción religiosa, colaborando permanente-mente, no sólo en la mejora material del templo sino también en las co-

Page 7: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

lectas de ropa y víveres para los más necesitados. No pasó mecho tiempo de la llegada de Bossetti, cuando éste se planteó como objetivo fundamental dotar a la población de un templo digno del número de fieles y que re-flejara el vertiginoso progreso alcan-zado por la ciudad. El 17 de marzo de 1935 bajo la asesoría general del párroco, se formaron dos comisio-nes en pro de la construcción de un nueva iglesia. Una de caballeros presidida por el Dr. Juan Solari y la otra de damas cuya presidenta era Elvira de Castilla. Sin duda alguna, ambas cumplieron una tarea funda-mental en la recaudación de fondos para dicho fin. También formaban parte de las comisiones María Luisa Tonelli de Peña, María del Carmen Montero, Elisa de Marseillán, María Merino, Romeo Ferrandi precursor de la primera capilla local, Antonio Liberatore, Antonio Cartolano, Juan Puccinelli, Miguel Munafó, Juan Yulita, José Varela, Félix Merino y otros de una extensa lista imposible de nombrar en estas líneas. Fue así como este grupo de personas se abocó de inmediato a recolectar los fondos necesarios para la construcción, desarrollando infinidad de actividades. Ya para ju-lio de 1935 tenían una cuenta en el Banco Nación de $20.000 producto de los recaudado. Comenzaron con disertaciones radiales, festejos al aire libre, fiestas bailables, rifas, etc. La comisión de damas se encargaba de visitar casa por casa inscribien-do a las familias mediante un bono contribución mensual, durante todo un año, cuya cuota era también cobrada por ellas mismas. Incluso para esa época se poseía un ante-

Page 8: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

proyecto (que no fue el definitivo) para la nueva iglesia consistente en tres naves con longitud de 48 metros, la central, y 40, las laterales. Tenía un ancho total de 18 metros luz y 45 de alto en la torre. El estilo sería greco-rromano, de sencilla y elegante sobriedad. Pero pese a la colaboración del vecindario, principalmente de los de menores recursos, lo mas pro-blemático resultó ser la negociación para la obtención del terreno. En 1936 comenzó a gestionar la entrega, por parte de la Municipalidad de Bahía Blanca, de uno de los lotes que fueran donados el 11 de octubre de 1906, por Carlos R. V. Bártoli al Municipio con el fin de construir en ellos la plaza pública, la casa municipal, una iglesia, el cementerio y los corrales de abasto. Dos años llevaron las tratativas para que el municipio donara el lote en que se emplaza actualmente el templo, sobre calle Rivadavia, frente a la plaza principal de la ciudad y al lado del edificio municipal. Incansable fue la lucha de las comisiones y del padre Bossetti, que en decla-raciones en los periódicos hacía hincapié en la desidia del Concejo Deliberante de Bahía Blanca por Punta Alta y daba su apoyo a la lucha por la autonomía comunal, dado que afirmaba que las autoridades de Bahía Blan-ca no querían que esta ciudad progresara demasiado. Finalmente a principios de 1939 el Concejo Deliberante otorgó la cesión del terreno. El 3 de febrero se hizo la en-trega oficial, por parte del Delgado Municipal Estanislao Boffi. En ese mismo mes se lanzó un concurso para la presentación de un anteproyecto, resultando ganador el presentado por el estudio del arquitecto Herminio Manfrín y el ingeniero civil Norberto Arecco. De inmediato se celebró la colocación de la piedra fundamental de la iglesia el 19 de marzo con un importante número de concurrentes (cerca de 5.000 al-mas). En su interior se colocó un pergamino con el acta inaugural. La ceremonia fue apadrinada por el Jefe de la Base Naval Contralmirante Gonzalo Bustamente y su esposa, el Intendente de Bahía Blanca Martín Dithurbide y su esposa, ambos presidentes de las comisiones, de caballeros Antonio Cartolano y de damas, María Elisa de Marseillán. Si bien el trazado y delineación de los planos estuvo en manos del arquitecto diplomado en arte sa-cro Manfrín, asesorado en los cálculos de ingeniería por el ingeniero Arecco, la dirección y ejecución de los trabajos recayó en el constructor Geremías Crocitto con

Page 9: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

la firma autorizada de su padre José. Geremías Crocitto había nacido en Bari en 1899 y llegó al país en 1903. Si bien la construcción no tuvo un ritmo continuo por la dificultad de la comisión para conseguir dinero, el constructor se encargó de elevar las paredes hasta las cargas de los techos, con revoque interno, revoque y mosaicos del baño y del baptisterio. Cuando en 1948 se reanudó la obra, Crocitto se encargó de su terminación, salvo los revoques exteriores. Con la cooperación del Contralmirante Bustamente, el escultor Gómez Lapuente confeccionó las dos imágenes de la Virgen de Luján, de cemento armado, la del frontispicio y de yeso, la del altar mayor. A poco más de tres años de iniciada la cons-trucción, el 14 de junio de 1942, y con el tañido de la campana donada por el padre Eugenio Bossetti se dió por inaugurada la nueva iglesia local consagrada a N.S. de Lujan, acto solemne al que asistió gran parte de la población, representantes del municipio y de la Armada. Pero éste no fue el final de la construcción: su fisonomía actual la adquirió en 1978, con la ayuda del Intendente Guillermo García, en que se terminó de revocar el frente del templo y se embaldosaron el atrio y la escalinata de entrada. Desde su inauguración, el nuevo templo pasó a ser parte no sólo del adelanto edilicio que experimentó la ciudad por aquella época sino que contribuyó a la afirmación espiritual de la población.

Fuentes* Crespi Vals Antonio. «Gran Album de Punta Alta 1898-1941». Edit. Sureña: Bahía Blanca,1941.* Municipalidad de Coronel Rosales «Punta Alta y sus 82 Aniversarios». Imprenta Bülher. Punta Alta. 1980.* Ahumada, Benicio «De la Mano de Dios (Historia de su templo)». Inédito. Punta Alta 1998. * Rodríguez José «Album Revista 1898 - 1931». Talleres Gráficos Bautista. Bahía Blanca 1931.* Martos, Susana «Sacerdotes italianos en Bahía Blanca». Boletín Nº 22. Comisión de Reafirmación Histórica Bahía Blanca. Octubre 1995.* Padre Vicente Martínez Torrens «Colegio Don Bosco (Bahía Blanca)». Talleres Gráficos Obra Salesiana «La Piedad» 1.211. Bahía Blanca.* Periódico Nueva Época, años 1924 - 1926.* Periódico La Nueva Comuna, años 1935 - 1942.* Periódico El Regional, años 1935 - 1939.* Libro de actas del Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca, años 1903-1906.* Punta Alta. Semanario Parroquial. 13 de junio de 1942. Año I. Nº 4

«el archivo» agradece la colaboración de nestor edgardo crocitto por el material documental y fotográfico facilita-do.

Page 10: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

Parte VII

la construcción del puerto Militar

poyado en ciertas con-cepciones geopolíticas internacionales y presio-nado por los problemas

limítrofes suscitados con Chile, nuestro país, a fines del siglo XIX, dio inicio a un proceso tendiente al fortalecimiento de su poderío militar, con la adquisición de armamentos y grandes acorazados y, principal-mente, la construcción de un puerto militar de gran calado, el primero en el país, a los efectos de ser un punto estratégico para el ataque y la defensa del litoral Atlántico. A través de la ley 3450, aprobada por el Congreso el 30 de noviembre de 1896, se dispuso su construcción en la bahía Blanca, autorizándose al Poder Ejecutivo a gastar la suma de diez millones de pesos. El ingeniero Luigi Luiggi fue de-signado Director General de las obras, las cuales se iniciaron casi inmediatamente, programándose en tres etapas sucesivas, teniendo en cuenta la urgente necesidad de otor-garles operatividad, pues el estallido de la guerra parecía inminente. Así,

a principios de 1897 co-menzaron los estudios y trabajos preliminares del complejo naval, que

consistían principal-mente en el trazado de la línea telegráfica estratégica, a cargo

del capitán de fragata Eugenio Leroux; planos generales y ubicación

de las baterías, a cargo del ingeniero mayor de Artillería de Costas J. B. Villavecchia; proyecto del arsenal y sus dependencias, realizado por el ingeniero Antonio Piaggio; tareas de mensura y jalonamiento, en manos de los agrimensores Musso y Aliotti y, finalmente, estudios sobre el tendido de la línea del ferrocarril entre Grumbein y el Puerto Militar, dirigidos por el ingeniero Carlos Malmen. Los primeros trabajos se dieron en tres sectores en simultáneo, comprendiendo los parajes de Punta Alta, donde se construirían el dique de carena, los muelles, arsenales y demás dependencias; Arroyo Pareja, asiento principal de los depósitos de materiales; y Punta Sin Nombre, lugar de emplazamiento de las cinco baterías de defensa. Abarcaban, en total, tres mil hectáreas aproximadamente. A principios de 1898 el ritmo de los trabajos se aceleró sensiblemente, debido al recrudecimiento del conflicto con el país trasandino, impulsándose el tendido del fe-rrocarril desde Bahía Blanca para agilizar la provisión de materiales, y adjudicando, a propuesta del propio Luiggi, a la empresa holandesa Dirks, Dates y Van Hattem casi la totalidad de las obras. En mayo se dio por inaugurado oficialmente el inicio de los trabajos1 , con la visita al lugar de las actividades de importantes funcionarios provinciales y nacionales, y a partir de allí éstos prácticamente serían realizados sin pausa hasta su conclusión. Las primeras obras en ser habilitadas fueron las de Punta Sin Nombre, ya que en mayo de 1899 se realizaron pruebas de tiro en la tercera batería, en presencia del Ministro de Guerra Ge-

A

Page 11: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

la construcción del puerto Militar

neral Luis María Campos, y el 17 de mayo de 1901 el presidente Julio A. Roca inauguró oficialmente dichas instalaciones que consistían, como se dijo, en cinco baterías costeras, con cuatro cañones Krupp de 240 mm cada uno, enlazadas por un ferrocarril de trocha angosta. Con respecto a las obras del puer-to, en junio de 1899 comenzó la ex-cavación del dique de carena y el 2 de enero de 1902 quedó habilitado, con la entrada del acorazado San Martín, bajo el mando del contralmi-rante Atilio Barilari. Tiempo después, el 8 de marzo, el presidente Roca, a bordo del acorazado Garibaldi, lo declaró inaugurado. Contando con cuatro compuertas y una longitud máxima de 222 metros, un ancho aproximado de 25 y una profundidad de 10, demandó más de 80.000 m3 de hormigón y 4.000 m3 de granito para el revestimiento. Quedaban así finalizadas las obras proyectadas para la primera etapa, restando por construir otras más, de las cuales algunas jamás se ma-teralizaron debido a las limitaciones financieras del gobierno2 , o perma-necieron en suspenso tras la firma de los Pactos de Mayo (acordados tan sólo cuatro meses después de inaugurado el dique), con los que se sellaba la amistad entre Argentina y Chile y se sometía el pleito al arbi-traje de Gran Bretaña. Finalmente, el 31 de marzo de 1905 el ingeniero Luiggi se desvinculó definitivamente de sus funciones. Había finalizado su gran obra.

Fuentes:

·cReSpI VallS, antonio; “Gran Álbum de Punta Alta”; Sureña; Bahía Blanca; 1941.·OYaRZÁBal, Guillermo andrés; “Argentina hacia el sur. Cons-trucción social y utopía en torno a la construcción del primer Puerto Militar de la República (1895-1902)”; Instituto nacional Browniano; Buenos aires; 1999.·tRIadÓ, enrique Juan; “Historia de la Base Naval Puerto Belgrano”; Instituto de publicaciones navales del centro naval; 1991.·RaMpa, alfredo; “Historia de las Instituciones políticas y sociales de la Argentina y de América a partir de 1810”; a-Z; Buenos aires;

1986.

Notas :

1 El 12 de mayo de 1898 se firma un acta de compromiso entre el ingeniero Luiggi y los adjudicatarios de la obra, dando comienzo a los trabajos. Una semana después, el 19 de mayo, se traduce en una sencilla ceremonia de inauguración en Puerto Militar. Cfr. OYARZÁBAL, G. A.; “Argentina hacia el sur”; p. 94. 2 El ingeniero Luiggi había proyectado, entre otras obras, la construc-ción de tres diques de carena, uno de ellos con doble entrada: por la dársena de maniobras y por la que luego sería la futura dársena de hidroaviones. Cfr. TRIADÓ, Enrique J.; «Historia de la Base Naval Puerto Belgrano»; p. 66.

Acorazado San Martín entrando al dique de carena (enero 1902). Archivo Fotográfico DEHN, Album 8, Foto16

Page 12: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

Rosa tonelli (Mi nombre es) Rosa Hipólita Tonelli de Sancho. [...] Me llamo Hipólita porque los italianos tienen costumbre de poner el nombre del santo en el día que nace la criatura. Y, nací el día de San Hipólito... bueno. Y nací el 13 de agosto de 1908. Nací en Punta Alta, pero estoy inscripta en Bahía Blanca porque no había re-gistro civil, en Punta Alta. En Puerto ya había registro civil. Pero los de Punta Alta pertenecíamos a Bahía Blanca. Mi padre era de profesión albañil. Fue, vino con la compañía de Dirks, Dates y Van Hatten, la que hizo el puerto en 1900... 1800, corrijo, 1898. Pero mi ma-dre ya vino a acá a Punta Alta, Puerto Belgrano, el 1º de mayo de 1900. Por-que mi primer hermana que nació acá, que es la señora de Ferrari, nació el 15 de febrero de 1901. Vivieron en Puerto Belgrano hasta que se terminó la cons-trucción del puerto. Cuando terminó el puerto, Luiggi, vivían en el barrio pescadores. Regaló todas las maderas que habían sobrado de las columnas y eso. Y les dijeron, ya habían terminado el trabajo, mi padre se vino a vivir a esta tierra que era... tanto es así que cuando pudo comprar la tierra, pagó a razón de 20 centavos el metro cuadra-do de la tierra donde nosotros vivimos. Alambraban cualquier parte. Entonces él después se quedó con la tierra esa que está en Mitre 346, ahora, al lado del Hotel Punta Alta. [...] Ahí crecimos todos y empezamos a ir a la escuela. Mi padre ayudó a hacer la escuela de Puerto, [...] mi madre vino con cinco hijos ya. A Punta Alta. Y después, ya una vez que nos instalamos acá los primeros chicos fueron a la Escuela 1 que fue la primera que se fundó. Hasta que cerca de casa se fundó la escuela 99. Que eran sus directoras las hermanas Nolman y allí cursé segundo, tercero y cuarto grado.

La historia oral en la actualidad puede ser tomada como una nueva disciplina, como otra manera de ver y de hacer historia, y no mera-mente como un simple método al servicio de la disciplina tradicio-nal que valoriza la solidez y validez del documento escrito.En el Archivo His-tórico Municipal, la existencia de un archivo de testimonios orales permite no sólo comprender, comple-tar y contextualizar los hechos políticos y sociales de nuestra ciudad, sino también conocer a los prota-gonistas (y no tanto) del pasado inmediato de nuestra ciudad con sus apreciaciones, jui-cios y posturas acerca de su vida misma y de su participación en la sociedad, gente que desde el anonimato muchas veces ha ido conformando la idio-sincrasia y el sentir de un pueblo.

La entrevista fue realizada por Guillermo Bertinat y se puede consultar en su formato completo (60´ aproximadamente) en el Archivo Histórico Municipal.

De ahí, no teníamos quinto y sexto. En-tonces tuvimos que ir como yo les dije a los de la escuela 1, a «cobrarle» el trabajo de mi padre a la escuela de Puerto. A la escuela Humberto I, porque mi padre había ayudado a hacerla, porque vino mi madre con cinco hijos y ¿con quién, a dónde los iba a mandar? Entonces ya fuimos a hacer quinto y sexto a la escuela de Puerto. De ahí, pasamos al colegio normal de Bahía Blanca. Que nos teníamos que levantar a la mañana, antes de las seis de la mañana para tomar el tren. Primero viajábamos por el Ferrocarril Sud. Después cuando se hizo la línea Rosario-Puerto Belgrano a Bahía Blanca ya seguimos en ese ferrocarril. Pero te cuento que mi primer hermana la señora María Luisa Tonelli de Peña, ella no tenía más que un tren, para ir a la escuela e iba de Punta Alta a White, que era el tren obrero. Y después de White tomaba el tren para Bahía Blan-ca. Iba con María Montero, con Natalia Viviani, con una señorita que se llamaba Adelia Carminatti. Pero después, la única que terminó fue María. Fue la primera maestra normal nacional que tuvo Punta Alta. Gracias a Dios en la actualidad, ya somos 29 descendientes miembros de la familia Tonelli que ha actuado en los puestos de escuela, del colegio Nacio-nal, de otras escuelas fuera del distrito. 29 de la familia, docentes.

Agregado de la señora de Sancho:Durante 4 años casi sin faltar a clase, concurrí a la Escuela Normal de Bahía Blanca y me recibí en el año 1925. A partir de marzo de 1927 ejercí mi pro-fesión hasta 1977. Mi actividad docente se inició en la escuela Nº 31, actual 4, luego pasé a la escuela Nº 20 (actual 2) donde estuve hasta que me jubilé en 1953 desempeñando los cargos de

Page 13: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

maestra, secretaria y vicedirectora. Después a pedido de Monseñor Germi-niano Esorto atendí alumnos de grados en el Seminario «La Asunción».Aprobada la ley de enseñanza libre durante el gobierno de Frondizi a través de la «Acción Católica de Punta Alta» fundamos en 1959 la Escuela Parroquial, allí integré el cuerpo directivo. La escuela fue creciendo y el Instituto Estrada con jardín de infantes, escuela primaria y se-cundaria me despidió en marzo de 1977 después de haber ejercido la docencia durante cincuenta años. Cuando Frondizi llegó al poder dio la ley, autorizó la Ley para que hubiera escuelas libres (y laicas). [...] Entonces las mujeres que éramos de Acción Ca-tólica teníamos siempre la idea de tener una escuela, no tanto de la iglesia, sino que tuviera una enseñanza completa. Que pudiese introducir a Dios en la enseñanza. [...] La escuela se fundó el 15 de marzo de 1959. [...] Entonces en esa fecha (la) fundó la primera maestra, porque yo entonces estaba trabajando en el semi-nario, fue la señora María del Rosario Lorenzo de Decaso. [...] Ella tomó el primer grado. Cuando hubo que formar otro grado, ya lo tomé yo el primero superior y ya tomé la dirección. [...] Y después, bueno, poco a poco fuimos aumentando hasta que la escuela, la reconoció el gobierno.Primero fue la Escuela Parroquial, fun-damos la escuela, porque autorizaron la fundación.[...] Y cuando los alumnos fueron pasando, los padres no se con-formaron con que dejaran la escuela. Entonces fundaron el secundario. [...] En el 64 se inició el secundario. [...] Pero fue todo porque los padres lo hicieron. Se fundó la Cooperadora. [...] Y poco a poco se fue fundando. Porque la escuela

se fundó sobre el edificio viejo, de la iglesia. [...] La iglesia de Punta Alta era ésa. Que se fun-dó en 1903. [...] Nosotros, para podernos agrandar, tuvimos que uti-lizar un edificio donado dentro del mismo terreno, donado por el Apostolado Naval. El Apostolado Naval había reunido ahí, que fue cómo se inició eso, reunía a todos los conscriptos que los domingos salían y no tenían donde ir y estaban en la plaza, ahí, que se yo. El Apostolado Naval había hecho un pequeño edificio en el fondo en lo que después fueron las aulas. [...] Y ahí tenían mesas de juego, barajas. [...] Empezaron por ir a la plaza a buscar a los muchachos que los veían ahí en los asientos y los llevaban. El padre Montero [...] trabajó mucho en eso. Ellos fueron los que le pusieron el nombre de [...] Estrada.Yo tomé la primera comunión en la iglesia [...] donde ahora está el Instituto Estrada. Mi madre cuenta que esa iglesia tenía una torre alta de madera y que un 1º de enero, hubo un viento tan fuerte, porque éste era un lugar donde había unos vientos que no se podía vivir. Claro, no había árboles no había nada. Y entonces hubo un viento tan fuerte que tiró la torre. Soy la única sobreviviente de la primera Comisión que se reunió para conseguir el terreno y hacer la iglesia allá. La po-blación se prestó completamente a hacer una nueva iglesia. Lo que nos resultó difícil fue conseguir el terreno. [...] (Luego) empezamos a trabajar por la iglesia. Ya habíamos tenido mu-chas reuniones. [...] Empezamos a trabajar con un bono que valía cinco pesos por mes. Y nos habíamos distribuido por las calles, entonces las mujeres salíamos a cobrar el bono, el terreno ya era propiedad y empezamos a levantar la iglesia. Cuando se puso la piedra fundamental, vino monseñor Esorto y vino el intendente de Bahía, que me parece que era Iturbide y mucha gente. Y se firmó un pergamino que está en un cuadro grande con toda la gente. [...] Pero me acuerdo que la prime-ra comunión que se dio era un día de mucha lluvia y cómo estaría el terreno, cómo no estaría de acabada la iglesia, que los chicos para entrar a la misa de primera comunión tenían que pasar por unos tablones porque no tenía piso. [...] El que nos dio una mano muy fuerte para poder hacer la torre, fue Francisco Parera, el que fue diputado.

La señora Rosa Tonelli de Sancho, recientemente fallecida a los 95 años, tuvo un destacado rol docente en la ciudad durante medio siglo.

Page 14: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

por José G. Totoro(Pepe Recuerdos)

Eran las 8 de la mañana del día de la tradición de 1964... Con una botella de cognac prolijamente envuelta, ingresé al salón comercial donde desempeñaba mi tarea (Rivadavia 318)... Era el cumpleaños de don Elías: el patrón, y mi padre le enviaba aquél obsequio. Ese día quedó grabado a fuego - Y esto no es una metáfora- en el recuerdo de quienes fuimos protagonistas de uno de los hechos más traumáticos de la historia de un comercio: su incendio. Sobre la hora 10, desde el depósito ubicado en los fondos, se escuchó el primer grito de alerta: ¡Fuego!... Quien lo profirió, pasó por el salón como una exhalación en dirección quién sabe donde... Llegaron los bomberos y trabajaron ardua-mente hasta pasadas las 17 horas., tratando no solamente de apagar, sino de controlar las llamas que devoraban todo, para evitar que no se extendieran hasta las propiedades vecinas. Desde ese infierno, los tambores de inflamables apilados en el patio, volaban al cielo como si fueran grandes cañitas voladoras para, luego de volar 50 ó 60 mts., retornar al piso ardiente... Las explosiones se sucedían una tras otras. Uno de los bomberos, de apellido Colineschenco, al abrir la puerta aledaña al salón para ingresar por el pasillo una línea de man-guera, recibió de lleno una gran bocanada de humo y fuego que le quemó la cara y sobre todo una de sus manos... Fueron 7 horas de tensión y preocupación para todos... La columna de humo se observaba desde varios kilómetros de distancia y desde las azoteas de casi toda la ciudad... Con don Elías, pretendimos en un primer momento - Y siguiendo un impulso irracional que podría habernos costado muy caro- apagar el fuego con baldazos de agua. Pero era imposible. Desde la boca de aquél primer tambor de solvente, una amenazadora llamarada nos impedía acercarnos; el calor era insoportable, y el agua que le tiramos parecía avivarlo más, en vez de apa-garlo. Desde entonces, pasaron casi 40 años... Don Elías Beder - El dueño del negocio- ya no está más en nuestro

mundo. A quienes fuimos protagonistas y/o testigos del acontecimiento, nos queda el recuerdo de su afabilidad y el ejemplo de su magnífico temple puesto en evidencia ante la adversidad... Una vez retirados los bomberos y tras unos momentos de reflexión so-bre lo sucedido, estábamos en el salón donde todavía había unos centímetros de agua... No teníamos luz... pusimos en medio del local un gran cajón y so-bre él apoyamos algo para comer, ya que obviamente no habíamos podido alimentarnos desde la mañana. Cuando casi no se veía, pues el sol se ocultó tras los edificios, alguien trajo un farol a gas, estábamos en silencio hasta que don Elías consultó que habríamos de hacer en el futuro... Todos allí presentes dijimos una sola palabra: Trabajar... Y de inmediato nos pusimos a acondicionar el salón... Los Beder perdieron en aquél día del cumpleaños del patrón, no solamente casi toda la existencia en mercaderías, sino todo el mobiliario y la ropa de su casa, ya que ésta estaba ubicada entre el salón y el depósito... Sólo quedaron pie las calcinadas paredes. Sin embargo, a la mañana siguiente, el negocio estaba nuevamente abierto al público... Traba-jamos durante toda la noche para que ello fuera posible... Fue nuestro humilde regalo de cumpleaños, para dejarle a aquél chaqueño que nos demostró con su ejemplo, que el trabajo realmente dignifica al hombre.

El Incendio

Page 15: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

Page 16: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

Dicen que una imagen vale por mil palabras. Es que ella muestra y demuestra lo que no se puede decir más que viéndola. Imagen para imaginar. Imaginar las voces, los olores, los roces de la piel. Los invitamos a revolver en viejos álbumes fami-liares, en cajitas de cartón que duermen sobre el ropero y rescatar esas fotos, memoria de celebraciones y de seres queridos. Y si pueden, acérquenlas al Archivo. Así se podrá, a partir de ellas, indagar en los hombres y en las mujeres, en los ambientes, en las actitudes y en las circunstancias que hicieron nuestro pasado común, que está hecho, en definitiva, con los pasados de cada uno de nosotros.

camión Municipal

El original de esta foto es propiedad de familia Bella, quien acercó gentilmente una reprografía suya al Archivo Histórico Municipal. En ella se puede apreciar a Alfredo Bella, chofer municipal, junto a uno de los vehículos Chevrolet que

eran propiedad por aquel entonces de la comuna de Bahía Blanca y a la cual, (circa 1936) todavía pertenecía Punta Alta. Camioncitos de este tipo prestaban servicios dentro de la denominada Delegación Municipal Punta Alta.

Page 17: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

www.uciapa.com.ar/archivohistorico

por Gustavo Aranda

ROManIcO Estilo de los siglos VI al VII. La compo-sición de la planta estaba formada por una nave central y dos laterales. Debido a que el sistema cons-tructivo utilizado era el arco de medio punto, las estructuras eran macizas con grue-sos muros y escasos vanos.

GOtIcO Estilo de los siglos VIII al X. Se caracteriza por la combinación de arcos ojivales, bó-vedas de arista con nervaduras y arbotan-tes, que permitieron mayores espacios y alturas. Los muros se calan y se colocan vitreaux.

caMpanaRIOLa campana fue dona-da por el padre Euge-nio Bosetti y pesaba

Patrimonio arquitectónico Iglesia «Nuestra Sr.a de Luján»

En 1903 no había templo católico en Punta Alta. Por iniciativa de los vecinos se constituyó una comisión que logró la construcción de una iglesia ubicada don-de actualmente se encuentra el Instituto José Manuel Estrada ( Rivadavia al 300). Con el tiempo,y ante el crecimiento de la población, dicho lugar resultó peque-ño. Una nueva comisión, presidida por Antonio Cartolano, logró la donación de un terreno ubicado en calle Rivadavia, frente a la plaza Gral. Belgrano. Gracias a la colaboración de los ciudadanos se pudieron recaudar los fondos necesarios para iniciar el 19 de Marzo de 1939 la construcción de la nueva iglesia, que fue inaugurada el 14 de junio de 1942.

El estilo elegido surge de la combi-nación del neogótico y del románico, ambos tradicionalmente vinculados a las construcciones eclesiásticas. A ambos se suman los fuertes detalles decorativos del art deco, sobre todo en la fachada. El neogó-tico se expresa en aspectos constructivos como bóvedas de arista con nervaduras y arbotantes (elementos que crean una estructura ca-paz de sostener el peso del templo y permiten mayor apertura en los muros); y en detalles decorativos como las ventanas ojivales de las naves laterales y del ábside, detrás del al-tar.Los pro-y e c t i s t a s

aprovecharon el potencial de este sistema para dar al edificio esbeltez vertical que refleja la omnipotencia de Dios y la in-significancia del Hombre.

La composi-ción de la plan-ta es románica, formada por una nave central y dos laterales,un tran-septo y un pres-bisterio, este últi-mo está separado por un arco mayor con motivos litúr-gicos.

El templo ocu-pa una superficie de 21 m de ancho por 60 m de largo y una altura de 19 m. La torre llega a 52 m de altura. En ella se encuentran un juego de cam-panas y un reloj de cuatro cua-drantes ubicados cada uno en una de las caras de la

torre.

Bóveda de cañón corrido

Bóveda de cru-cería

torre del campanario

FIc

ha

cn

Ica propietario: Arquidiócesis de Bahía Blanca

año proyecto: 1938 Finalización del proyecto: 1942construcción: Artista sacro: Herminio Manfrín Ing. Civil: Norberto Areco Constructor: Geremías Crocitto

Page 18: Revista El Archivo Nº8 - Septiembre 2003

Novedades

Urquiza 123(02932)432063 de martes a viernes; de 08:30 a 17:30; sábados de 10 a 13 y de 16 a 19; y los domingos de 16:00 a 19:00.

Mitre 101 - (02932)[email protected]

de lunes a viernes de 07:30 a 19:00

Museo naval de lunes a viernes de 09:00 a 17:00 ; sábados y domin-gos de 13:00 a 17:00. Para con-sultas, llame al (02932)487526

Museo Bateríasde lunes a viernes de 08:00 a 13:00; sábado, domin-go y feriados de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00(02932)-488325.

SItIO WeB www.uciapa.com.ar/archivohistorico

Web Site Archivo Histórico Muni-cipal El Archivo Histórico ve a Internet como una herramienta y una posibilidad más para cumplir su objetivo constante de mantener viva la historia de la comunidad rosaleña. El objetivo fue crear un espacio en Internet para difundir e informar la historia del partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales y las actividades del Archivo Históri-co Municipal. Porque desarrollar un espacio virtual para divulgar información es hoy la

opción más eficiente y dinámica. Los costos, la accesibilidad, la forma de desarrollar mensajes y actualizar datos, hacen del Web Site el mejor medio de comunicación. El Web Site del Archivo Histórico guiará al usuario por las principales actividades y trabajos publicados e inéditos, creará un nexo y permitirá nutrir de información textual, oral y fotográfica. La población conoce el compromiso del Archivo para con la sociedad. El Web Site permitirá expandir dicho compromiso.

conozca nuestra historiawww.uciapa.com.ar/archivohistorico