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Mnm jn PRECIO DE LA SUSCRICION.—MADRID: por números INUM. 4o. sueltos 4 2 rs.; tres meses 24 rs.; seis meses 42 rs.; un año 80 rs. MADRID 28 DE OCTUBRE DE 1866. PROVINCIAS.—Tres meses28 rs.; seis meses50rs.; - un año 96 rs.—CUBA, PUERTO-RICO Y ESTRANJERO, ANO X. un año 7 pesos.—AMERICA T ASIA , 10 á 15 pesos. REVISTA DE LA SEMANA. hjeto de las mas entusiastas de- mostraciones ha sido la fragata blanca, que en la larde del 18 entró en el puer- to del Ferrol,al mando de su jefe don Juan Bautista Tope- he, cuyo retrato ya lia honrado las columnas de EL MUSEO, el cual, en tiempo oportuno, dio cuenta de la conducta heroica de tan bizarro y entendido mari- no, singularmente en el combate de Abtao. No bien cir- culó la noticia de su llegada, la población entera corrió hacia el muelle, arsenal y demás puntos, á saludar á los valientes que, después de las grandes penalidades de la espedicion al Pacífico, son los primeros que re- gresan al seno de la patria. Como Ei. MUSEO ha de ocu- parse detalladamente de este sucoso, suspendemos aquí nuestro relato. Un telegrama anuncia que las tropas italianas han tomado posesión de Venecia, en medio de grandes aclamaciones. Con que los venecianos despleguen la mitad siquiera de entusiasmo en la votación del plebis- cito que ha de efectuarse antes do la publicación dol presento número de Ki. MUSEO, se quitarán la nota no tudescos, que, tal vez no sin falta de fundamento, llevan encima do si, y que apenas se comprendo cuan- do se recuerdan las simpatías que su desgracia habia despertado en todos los pueblos amantes de su inde- pendencia. Lo que ahora preocupa vivamente á cuantos se inte- resan en la marcha de los negocios públicos, es la cuestión do lo que sucederá en Roma luego que las tropas francesas abandonen el territorio. El día seña- lado se acerca, y hasta la presente son un misterio los planes dol gobierno pontificio y los recursos de que dispone para hacer frente á las eventualidades que puedan sobrevenir, asi como también la actitud de las naciones católicas ante sucesos , mas ó monos remo- tos , pero cuya realización, por unos temida y por otros deseada, ha de influir singularmente en los fu- turos destinos de Italia. Dícese que ol gobierno austríaco está dispuesto á ha- cer reformas constitucionales, en sentido muy liberal, ostensivas á todool imperio; en tanto, el rey de Prusia, que lleva disueltos tres parlamentos liberales, será proclamado emperador, cuando el actual, que si mal no recordamos estuvo también amenazado de muerte, se reúna en el próximo enero. ¡Vayan ustedes atando cabos! Asegura un telegrama de San Petersburgo que el emperador de Rusia ha indultado de la pona de muerte á Scbulín , por conato de regicidio, y que lo verificó momentos antes del marcado para la ejecución. La alegría que habrá esperimentado el infeíiz reo, debo parecerse á uno de esos dolores cuya descripción os imposible; hay alegrías que matan, alegrías-verdugos, digámoslo asi, pero á las cuales no so sabe que nadie haya puesto mala cara. Ó el telégrafo es un embustero do marca mayor, que so entretiene en formar bolas de nieve que el rayo de la verdad derrite en un momento, ó lo de Candía está muy lejos do haber terminado. F.os últimos partes di- cen que los griegos so han apoderado de Candíanos, punto que poco bá ocupaban los turcos, cuyas pérdi- das, entre muertos y heridos, ascienden á unos mil hombres. Según El Mnnileur, los gobiernos de Holivía y el Ecuador han publicado circulares, en que espresan'sus deseos de separarse de. la alianza contra España. La guerra entre el lirasil y el Paraguay lleva trazas do ser interminable. KM el último combate habido en- tro los dos ejércitos, lus brasileños quedaron vencedo- res, causando al enemigo una baja de 2,-íOO á :i,000 hombres'. El Mo Janeiro, buque'blindado brasileño, fue volado con todos sus tripulantes por la esplosion de un torpedo con ol cual tropezó. Hay en aquellos paí- ses decidida afición á osla clase de añagazas, que si bien son ventajosas al que sabe prepararlas y tiene la suerte de sorprender é inutilizar con ellas al enemigo, quitan á la guerra toda su nobleza, y convierten el va- lor en una miserable astucia de raposas. Los torpedos son primos hermanos de los fusiles de aguja. Es la situación del imperio mejicano deplorable, se- gún unos, al paso que, según otros, mejora considera- blemente, merced á las últimas disposiciones de Maxi- miliano. En el discurso pronunciado por éste, con mo- tivo del aniversario de la independencia, declaró que un verdadero Habsburgo no abandonaba jamás su puesto, y que él permanecerá firme, suceda lo que quiera, en el que lo lia designado el sufragio del pue- blo, ó como otros dicen , de los notables. No puede ne- garse á Maximiliano, sin notoria injusticia, una activi- dad que demuestra el interés que le inspiran los negocios de su imperio. La organización militar de los once Estados del Centro, que son Veracruz, Tamau lipas, Oajaca, Puebla, Zacatecas, San Luis, Nueva León, Méjico, Michoacan, f.uanajualo y Guadalajara, se prosigue sin descanso; verdad es, que esta organiza- ción necesita estar concluida para diciembre próximo, época en que las tropas francesas han de comenzar su embarque para Europa. A pesar de hallarse terminado el sumario de la causa formada á Jofferson Davis, éste no será juzgado ahora, por la circunstancia, casi increíble en Europa, de no encontrar el gobierno doce ciudadanos en todo el Es- tado de Virginia, que, reunidos en jurado, pronuncien un fallo condenatorio. Y á propósito do cosas notables : Mr. Greeder, com- positor americano, ha puesto en música loque nadie es capaz de imaginarse... ¡la Constitución do los Esta- dos Unidos , nada menos! Es una especie de epopeya, en la que cada artículo forma una pieza aparte. En un pueblo tan comercial y tan industrial como aquel , es muy posible que cualquier día le ocurra á otro com- positor poner «n música el libro do cuentas ajustadas ó la partida doble. Como prueba de apego á la vida , so cita el caso de un enfermo de Nueva-York, que desahuciado por los mollinos mas lamosos do aquella ciudad, so ha dirigido en consulla á un célebre profesor de Londres, por me- dio del cable transatlántico. A pocas consultas por el estilo, el enfermo podrá tal vez levantarse de la cama, y asi lo deseamos; lo que será fácil que no se levante, a no sor fabulosa, es su fortuna. Entre los diabólicos inventos que ni un solo día de-

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M n m j n PRECIO DE LA SUSCRICION.—MADRID: por númerosINUM. 4 o . sueltos 4 2 rs.; tres meses 24 rs.; seis meses 42 rs.;

un año 80 rs.MADRID 28 DE OCTUBRE DE 1866.

PROVINCIAS.—Tres meses28 rs.; seis meses50rs.; -un año 96 rs.—CUBA, PUERTO-RICO Y ESTRANJERO, A N O X .un año 7 pesos.—AMERICA T ASIA , 10 á 15 pesos.

REVISTA DE LA SEMANA.

hjeto de las masentusiastas de-mostracionesha sido la fragatablanca, que enla larde del 18entró en el puer-to del Ferrol,almando de sujefe don JuanBautista Tope-

he, cuyo retratoya lia honradolas columnas

de EL MUSEO, el cual, en tiempo oportuno, dio cuentade la conducta heroica de tan bizarro y entendido mari-no, singularmente en el combate de Abtao. No bien cir-culó la noticia de su llegada, la población entera corrióhacia el muelle, arsenal y demás puntos, á saludar álos valientes que, después de las grandes penalidadesde la espedicion al Pacífico, son los primeros que re-gresan al seno de la patria. Como Ei. MUSEO ha de ocu-parse detalladamente de este sucoso, suspendemosaquí nuestro relato.

Un telegrama anuncia que las tropas italianas hantomado posesión de Venecia, en medio de grandesaclamaciones. Con que los venecianos despleguen lamitad siquiera de entusiasmo en la votación del plebis-cito que ha de efectuarse antes do la publicación dolpresento número de Ki. MUSEO, se quitarán la notano tudescos, que, tal vez no sin falta de fundamento,llevan encima do si, y que apenas se comprendo cuan-do se recuerdan las simpatías que su desgracia habiadespertado en todos los pueblos amantes de su inde-pendencia.

Lo que ahora preocupa vivamente á cuantos se inte-resan en la marcha de los negocios públicos, es la

cuestión do lo que sucederá en Roma luego que lastropas francesas abandonen el territorio. El día seña-lado se acerca, y hasta la presente son un misteriolos planes dol gobierno pontificio y los recursos de quedispone para hacer frente á las eventualidades quepuedan sobrevenir, asi como también la actitud de lasnaciones católicas ante sucesos , mas ó monos remo-tos , pero cuya realización, por unos temida y porotros deseada, ha de influir singularmente en los fu-turos destinos de Italia.

Dícese que ol gobierno austríaco está dispuesto á ha-cer reformas constitucionales, en sentido muy liberal,ostensivas á todool imperio; en tanto, el rey de Prusia,que lleva disueltos tres parlamentos liberales, seráproclamado emperador, cuando el actual, que si malno recordamos estuvo también amenazado de muerte,se reúna en el próximo enero. ¡Vayan ustedes atandocabos!

Asegura un telegrama de San Petersburgo que elemperador de Rusia ha indultado de la pona de muerteá Scbulín , por conato de regicidio, y que lo verificómomentos antes del marcado para la ejecución. Laalegría que habrá esperimentado el infeíiz reo, deboparecerse á uno de esos dolores cuya descripción osimposible; hay alegrías que matan, alegrías-verdugos,digámoslo asi, pero á las cuales no so sabe que nadiehaya puesto mala cara.

Ó el telégrafo es un embustero do marca mayor, queso entretiene en formar bolas de nieve que el rayo dela verdad derrite en un momento, ó lo de Candía estámuy lejos do haber terminado. F.os últimos partes di-cen que los griegos so han apoderado de Candíanos,punto que poco bá ocupaban los turcos, cuyas pérdi-das, entre muertos y heridos, ascienden á unos milhombres.

Según El Mnnileur, los gobiernos de Holivía y elEcuador han publicado circulares, en que espresan'susdeseos de separarse de. la alianza contra España.

La guerra entre el lirasil y el Paraguay lleva trazasdo ser interminable. KM el último combate habido en-tro los dos ejércitos, lus brasileños quedaron vencedo-res, causando al enemigo una baja de 2,-íOO á :i,000hombres'. El Mo Janeiro, buque'blindado brasileño,fue volado con todos sus tripulantes por la esplosionde un torpedo con ol cual tropezó. Hay en aquellos paí-ses decidida afición á osla clase de añagazas, que sibien son ventajosas al que sabe prepararlas y tiene la

suerte de sorprender é inutilizar con ellas al enemigo,quitan á la guerra toda su nobleza, y convierten el va-lor en una miserable astucia de raposas. Los torpedosson primos hermanos de los fusiles de aguja.

Es la situación del imperio mejicano deplorable, se-gún unos, al paso que, según otros, mejora considera-blemente, merced á las últimas disposiciones de Maxi-miliano. En el discurso pronunciado por éste, con mo-tivo del aniversario de la independencia, declaró queun verdadero Habsburgo no abandonaba jamás supuesto, y que él permanecerá firme, suceda lo quequiera, en el que lo lia designado el sufragio del pue-blo, ó como otros dicen , de los notables. No puede ne-garse á Maximiliano, sin notoria injusticia, una activi-dad que demuestra el interés que le inspiran losnegocios de su imperio. La organización militar de losonce Estados del Centro, que son Veracruz, Tamau •lipas, Oajaca, Puebla, Zacatecas, San Luis, NuevaLeón, Méjico, Michoacan, f.uanajualo y Guadalajara,se prosigue sin descanso; verdad es, que esta organiza-ción necesita estar concluida para diciembre próximo,época en que las tropas francesas han de comenzar suembarque para Europa.

A pesar de hallarse terminado el sumario de la causaformada á Jofferson Davis, éste no será juzgado ahora,por la circunstancia, casi increíble en Europa, de noencontrar el gobierno doce ciudadanos en todo el Es-tado de Virginia, que, reunidos en jurado, pronuncienun fallo condenatorio.

Y á propósito do cosas notables : Mr. Greeder, com-positor americano, ha puesto en música loque nadiees capaz de imaginarse... ¡la Constitución do los Esta-dos Unidos , nada menos! Es una especie de epopeya,en la que cada artículo forma una pieza aparte. En unpueblo tan comercial y tan industrial como aquel , esmuy posible que cualquier día le ocurra á otro com-positor poner «n música el libro do cuentas ajustadasó la partida doble.

Como prueba de apego á la vida , so cita el caso deun enfermo de Nueva-York, que desahuciado por losmollinos mas lamosos do aquella ciudad, so ha dirigidoen consulla á un célebre profesor de Londres, por me-dio del cable transatlántico. A pocas consultas por elestilo, el enfermo podrá tal vez levantarse de la cama,y asi lo deseamos; lo que será fácil que no se levante,a no sor fabulosa, es su fortuna.

Entre los diabólicos inventos que ni un solo día de-

338 EL MUSEO UNIVERSAL.

jan ile anunciarse , M>. halda de un espejo incendiario ]destinadoá deslumhrar y rcilucir ácarbón ¡i un ejercí-lo entero. El gobierno suizo, á (|iiit'ti se lia ofrecido el Iinvento, se ha negado á aceptarlo, lié alii el único es-pejo en que tampoco querría mirarse una coqueta, pormucha que fuese su presunción. Kl espejo de la con-ciencia produce resultados análogos; por eso es rara lapersona que se atreva á contemplar en él su imagen.

Kn la noche del 17 abrió sus puertas el teatro de .lo-vellanos, dando principio á la temporada con Lo <¡ucson mujeres y La casa de Tócame-Roque, dos joyasdel teatro español, que siempre parecen nuevas. I,osadores que en la función lomaron parle, interpretaronde una manera dignado todo aplauso sus respectivospápele*. El teatro, con las últimas reformas hechas enel ornato, presentaba un inagnilieo golpe de, vista, queindica el mucho celo de la empresa por el decoro delarle.

Dícese que el señor del Saz Caballero tomaiá el lea-tro del Circo, y traerá, para que en él actúe, una coin-piñía de ópera francesa. La competencia siempre esprovechosa, al menos para el público y para el arte , ybajo este punto de vista celebraremos que esta empre-sa se lleve á cabo.

Las Academias, por su parte , dan razón de si , \aabriendo públicos certámenes, \a publicando obras. LaEspañol,", propone para el concurso de IS(¡7 los asuntossiguientes:

l.° Examen critico de los mas exactos orígenes dela lengua castellana y de los elementos que la prepa-raron y formaron, determinando en qué territorio tu -vo su cuna. Acompañará á este examen un catálogorazonado de las voces verdaderamente castellanas, condistinción de las que se usaron en cada uno de los an-tiguos reinos.

2.° Historia de la crítica literaria en España, desdi1

Luzán hasta nuestros dias, con esclusion de los auto-res que aun vivan,

La de San Fernando tiene ya en su podercuatromodélos de pedestal y estatua , hechos por otros (autosartistas que han lomado parle en el concurso abiertocon el fin de erigir en Salamanca un monumento á frayLuis de León, costeado por la diputación de aquellaprovincia, auxiliada con el producto de una suscricionnacional. Nos constan los deseos que animan á aque-lla corporación y demás personas que iniciaron el pen-samiento de que este so realice cuanto antes, y aun,según nuestros informes, parece que se lia pensado eninvitar, por medio de la prensa, á todos nuestros in-genios, para que solemnicen con sus producciones elaclo de que se trata.

Luego que regrese la comisión encargada de inspec-cionar las obras del ferro-carril de Extremadura, se li-jará dia para abrir á la circulación esta línea, que haile ponernos en rápido é íntimo contacto con nuestrosvecinos los portugueses, fomentar la cultura y la r i -queza de entrambos paises, y, en lin, concluir parasiempre con rancias y funestas preocupaciones que loshan tenido separados durante siglos enteros, como siviviesen á mil leguas de dislancia. Asi sea.

Kn la noche del jueves asistimos á la primera re-presentación de El cuento de las /lores, de Zorrilla, en¡a que el gran poeta leyó varias de sus admirables pro-ducciones. Kl entusiasmo que la aparición del autorprodujo, sólo puede compararse con el que arrancó ála escogidísima concurrencia la Indura de aquellaspoesías , y muy especialmente la de Ei álbum de unarosa. Kslíindu para entrar en prensa Ei. MUSKO, midamas podemos decir hoy de esta solemnidad literaria.

Por la recista y la parte no firmada de este número,

HUÍ/, ACIII.I-.UA.

APUNTES IIISTÚIUCOS

SOBRE LA CUESTIÓN DE ORIENTE

Y I.A IIK VOLICIÓN Dli C A M t Í A .

(CONTINUACIÓN.)

li.iyacelo II, hijo de Mahomelo , mandó equipar unaIlota hacia los anos I4D7 y n s , amenazando invadirotra vez el territorio cristiano. Los venecianos salie-ron a combatirla ¡i la altura de Sapienza, y fueronvencidos: los turcos se apoderaron de Lepanlo y otrosfuertes del l'e'oponeso.

Solimán II, el .Magnílíco, subió al trono en 1520, yprincipió su reinado tomando á Helgrado y á Hodas-esla isla la tomó el 26 de diciembre, dia de S,m Este-ban. Envalentonado por tantas victorias, Legó hastasitiará Vinna, capital de Austria, el dia (3 de setiem-bre de 152!). Pero aquí se detuvieron sus conquistas;y después de, haber perdido mucha genle , se retiró áConslanlinopla el I í de octubre.

Vengóse de esta afrenta , tomando de los venecianosá Corfú y otros fuertes: su almirante hizo la conquistade, Chios, de ['almos, de Nios, Estampaba, Paros yTineo, islas del Archipiélago.

Al año siguiente concedióla paz á los venecianos.

bajo la condición de entregarle , además de las catorceislas perdidas, las de Malvasia y Napolis.

Kl emperador ('arlos V dio á los caballeros que. es-caparon de Hodas la isla de Malta, situada al Occiden-te de la de Candía. Los turcos la sitiaron el 18 de mayode I Mili. En osle sitio se hicieron prodigios de valorde una parte, y otra . hasta el dia 7 de setiembre, enel que , apareciendo la escuadra siciliana, levantaronel sitio, después ele haber arruinado la isla y perdidosus mejores tropas. Pocos años después murió Solimán,sucediéndole St'liin II.

Este fue el primer emperador turco que declaró laguerra á los rusos; queriéndoles tomar á Astracán, tuebatido y derrotado por ellos. Sin embargo, en Cons-lantiniipla lodo anunciaba guerra. Kn electo . se hizoen el Archipiélago, principiando por Chipre, lomandotodas sus plazas, á escepcion do Fainagusla, que de-jaron sitiada al volver Selim á Conslanlinopla. Al si-guiente año, 1571 , volvieron á activar el silio, y des-pués de una vigorosa defensa , capituló el I." de. agos-to, quedando toda la isla en poder de los turcos.

Por lin, llegó el dia en que los españoles debían hu-millar el estandarte de la inedia luna en las aguas deLepanto. Esta historia es deinasiadocoiiocidu, para quenos detengamos en relatarla.

A pesar de este desastre, Selim se preparaba parala conquista de Malta , cuando, en 137 i , le sorprendióla muerto, inutilizando todos sus preparativos.

Sus sucesores tomaron con mucho empeño el soste-ner la guerra con los rusos. poloneses, croalas, etc..hasta que, en I0Í!), Mahomelo IV quiso terminar laconquista de la isla de Candía, cuya capital estaba aunen poder do los Venecianos.

Parece que la naturaleza y el arle se habían reunidopara fortificar esta ciudad, que da el nombre á la isla.

Este sitio, uno de los mas memorables de cuantosregistran las historias, y cuyos detalles se encuentranen la del príncipe Cautiiniro, principió el 22 de mayode 1667 , y concluyó el 27 de setiembre de 1609. Losvenecianos perdieron sobre treinta mil hombres, y losturcos ciento diez y ocho mil. Asaltaron la ciudad cin-cuenta y seis veces, é hicieron cuatrocientas setenta yilos minas, que destruyeron los sitiados, con mil cien-to trece contraminas y noventa y seis salidas.

Candía es la antigua Creta, en donde se cultivó elgrano antes que Triptolemo lo enseñase á los griegos;en donde se fundieron los metales por primera vez, yen donde se hizo la primera recopilación de los Códigosque rigieron á la Grecia y al Asia. Perteneció sucesi-vamente á los romanos, bizantizos, árabes, genoveses,venecianos, y ahora es de los turcos.

Es la isla mas importante de todo el Levanto, por suposición, eslension y fertilidad. Tic:;e t í-'l millas delargo, y en lo ancho varia de 33 hasta 7 : su población esde doscientos diez mil habitantes, de los cuales, trescuartas partes son griegos. El clima es benigno: altosmontes cortan las llanuras y permiten que se cultivená un mismo tiempo los frutos de Europa , los de Asia ylos de, África.

Kl comercio de esta isla se hace por Canea y Hcli-inii, y lo sostienen otomanos, griegos, austríacos, fran-ceses é ingleses.

Candía importa acero , hierro, clavos , algodón hi-lado , café, azúcar, pieles curtidas, lienzos, porcela-na, quincallería, e tc . ; y esporta almendras, cera, es-ponjas, linuezo , aceite, lana, naranjas, limones, uvas,pieles de cordero, jabón y seda.

he.sde 1N52 á 1 S(» 1 , la importación fue por valorde I H.200,900 francos; y la esportacion de I0i.(i!)0,723francos. Desde este año hasta el presente , el comerciolia iilo siempre en aumento. Ya en aquel año entraronen los puertos de la isla 2,065 barcos, midiendo I I í,(.iS Itoneladas.

El aceite de, olivas es la principal producción de laisla de Candía : la mayor parte se emplea en las fábri-cas de jabón, del que hacen gran comercio; y el r es -tante se espuria para Francia.

También toma notable desarrollo la cosecha de laseda, la cual aumentará la riqueza agrícola de la isla,tan ampliamente dolada de la fertilidad que le. dan lospoetas antiguos.

Sus habitantes se sublevaron hace poco, poniendo ála Puerta en un conflicto ; no porque no le sea fácil so-focar la rebelión y castigar á los sublevados , sino por-que estos, invocando el nombre de cristianos, á pesardeque, como griegos, son cismáticos, logran intere-sar á algunas naciones europeas que , bajo el preteslode religión , quieren sostener las ventajas de. las anti-guas capitulaciones y tratados.

Según un autor moderno, la diferencia enUe capi-tulaciones y tratados consiste, en que las primerastoman su origen en las concesiones, hechas (¡rae.osa-mente por los sultanes, y en que los segundos,' son con-secuencia de conlrrencias y discusiones entro las po-tencias contratantes.

Las causas de. estas sublevaciones parciales, que unenemigo ambicioso é implacable lómenla y sostiene,bajo preleslo de religión, son esas mismas conce-siones.

La primera fue hecha por Ornar el año 15 de, laEgira, 636 de la Era cristiana, á los monjes de Je-rus.ilem, y que, ¡i pesar de tenerse por apócrifa, se

invoca para coinpronieler á las naciones protectoras.Otra , que tiene un carácter realmente histórico, es

la celebrada entre Felipe el Atrevido y el rey de Tú-n e z , en la cual se usvijuni á los cristianos el Itlircejercicio de su culto.

La de Solimán y Francisco I se aplicaba casi esclu-sivamente al comercio, concediendo <jr.iciosamc>tlci<\sultán , que, los cristianos se juzgasen según las leyesde su país, y por sus propios jueces; que lueseii segu-ras é inviolables su libertad, sus propiedades en Tur-quía, juntamente con MIS naves y mt rcancias.

En el Cap. 1 se dice : «Los franceses (y con ellos lo-dos los cristianos) , no podrán ser molestados en susviajes á Jerusalem . ni tampoco los monjes que guar-dan la iglesia del Sanio Sepulcro, llamada Katnama.»

En el Cap. 33 se. lee: «Los inonj"s franciscos, re-silientes dentro ó fuera de la ciudad de Jerusalem eiglesia del Santo Sepulcro, llamada lüunniiw, no se-rán molestados, m en las posadas para los peregrinosque, ahora tienen, ni en las (pie puedan tener, bajoningún pretesto de impuesto ú otra carga cualquiera.»

En el Cap. 3 1 : «Podrán ir y venir á Jerusalem, sinque nadie los moleste , etc.»

Cap. 35: «Las dos órdenes de monjes establecidas enCalata , la Jesuíta y la Capuchina . conservarán sus po-sesiones como en lo pasado: y como una de estas igle-sias se haya incendiado, se reedilicará , conservandolos capuchinos sus propiedad , sin que sean molesta-dos. Lo mismo se liará en las iglesias que poseen enSiuirna, Seida , Alejandría y otras escalas, sin que seles pueda exigir pago alguno, etc.»

Cap. 36 : «No podrán ser molestados cuando lean elEvangelio en su hospiciode Caíala,ni en parte alguna.•>

Cap. 6Í . «Los negociantes franceses y los protegi-dos por Francia , no pagarán derecho de aduana , nipor la moneda de oro y plata que ellos traigan á nues-tro Estado, ni por la"que se lleven ; tampoco se lesobligará á convertir sus monedas en monedas de miimperio.»

Cap. 65: «Si un francés ó protegido por Francia co-metiese un homicidio, ó cualquiera otro d> lito, y qui-siese que la justicia tomase conocimiento del hecho,los jueces y oficiales de justicia no podrán hacerlosino en presencia del embajador, de los cónsules ó susdelegados que se encuentren en el lugar; y á fin deque nada, se haga en contrario á la nobleza de la jus-ticia y á las capitulaciones imperiales, ambas parlesprocoderán á las indagaciones necesarias.»

Cap. 67 : «Los franceses, habitantes en mis Esta-dos, casados ó no , no podrán ser molestados para ha-cerles pagar el tributo llamado Kharatz.»

Cap. 70: «Las personas de justicia, los oficiales demi Sublime Puerta, y las gentes de espada, no po-drán entrará la fuerza en una casa habitada por unfrancés; y si el caso lo requiriese, se hará con cono-cimiento del embajador, cónsul ó representante.: elque contraviniese á esta disposición, será casligido.»

Cap. S2. «Cuando los lugares que. poseen los iiiiin-ges dependientes de Francia en Jerusalem, como se hadicho en los artículos precedentes, tuviesen necesidadde ser reparados á fin de prevenir la ruina á que pu-dieran verse espuestos por el tiempo, será permitidoconceder, á petición del embajador de Francia residen-te en mi Puerta de felicidad, las órdenes necesariaspara que estas reparaciones se. hagan conforme I"exige la justicia, y ni los cadís, comandantes,_ nioíros oficiales podrán poner impedimento alguno á loconcedido. Y como ya ha sucedido que nuestros ofi-ciales, con preleslo de reparaciones, bajan hecho al-gunas visitas á dichos lugares y sacado dinero á losmongos, queremos que no se haga mas que una visitaal año á la iglesia llamada Sepulcro do Jesús, y á lasdemás iglesias y lugares de peregrinación. Los obis-pos y monges que se encuentren en mi imperio, nopodrán mr molestados en el ejercicio de su propio rito,según sus usos, en las iglesias que están en su poder,ni en los lugares que habiten , etc., etc.»

M.C.(Se continuará).

LA NAVEGACIÓN AEREA.Casi todos los que han escrito acerja de. la inven-

ción de los globos aereostáticos, suponen que los pri-meros ensayos de, navegación aérea tuvieron lugar álinos del siglo pasado; esta opinión, sin embargo, no esexacta. La invención de los globos dala de una épocaanterior. En los últimos años del siglo XVII vivía enPortugal un lal Cusmao ó Cuzmau, que estudió conlos padres de la compañía de. Jesus y que se dedicó,sobre ludo, á las ciencias físicas. Un dia, estando aso-mado á la ventana que daba á un jardín, vio un cuer-po esférico muy ligero que Motaba en el aire; Cusmao,que sin duda era un observador paciente, y curioso,quiso producir en mayor escala este fenómeno. Cons-truyó, aunque, con muy poco éxito, un globo (|iie ape-nas se elevaba; pero después, perfeccionándole poco ápoco, llegó á hacer un verdadero globo aéreosla tico. Estedescubrimiento no podía quedar ignorado; Cusmao fuellamado ala corte de Lisboa, donde, se presentó con unglobo de grandes dimensiones y se elevó en los airesdelante del palacio del rey, en presencia de éste, do

EL MUSEO UNIVEHSAL.

yipii!

i

loda l.i familia real y de una multitud inmensa de es -pectadores. La ascensión,sin embargo, no fue larga;Cusmao no llegó masque á la cornisa del palacio, don-do el globo se abrió á consecuencia de una lalsa ma-niobra. El principio oslaba ya descubierto, sólo tallabavolver á empezar con mas cuidado la segunda ten-tativa. La Inquisición llevó á mal esle descubrimientomaravilloso, y amotinó al pueblo contra el desgraciado(iusniao, que se vio obligado á espatriarse para huir,1o las persecuciones y de las envidias que suscita-ba su genio emprendedor, y murió fuera de su país,011 1724, sin haber podido continuar sus primeras ten-tativas y sin dejar su secreto á sus contemporáneos.

Después de la tentativa de, Cusmao, no parece ha-ber habido ninguna otra notable hasta que en 5 do ju-nio de 1783, los hermanos Monlgollier lanzaron su«lobo aereostálieo en Annonay, y dieron por primeravez este espectáculo público en Francia. Su globo erade tafetán y de papel, y tenia una abertura en su par-le inferior." I'n poco mas alujo habia suspendida unaespecie de canastilla hecha de alambre, en la que se.colocaba el combustible, paja cortada ó papel. El globose llenaba de aire caliente, que pesa menos que el frió,

se, elevaba llevando consigo el combustible inflamadosostenía la fuerza de ascender. Esta esperien-

eia hizo mucho ruido en toda Francia, y en París soabrió una suscricion para atender á los gastos de unanueva ascensión, que fue dirigida por Charles, célebreprofesor de física de aquel tiempo. Charles tuvo la ideade reemplazar el aire caliente por el gas hidrógeno quer.avendish habia descubierto algunos años antes; eslenas, mucho mas ligero que el aire atmosférico, dabaal globo una fuerza para ascender mucho mas consi-derable. El pueblo observaba los trabajos con un en-tusiasmo indecible , y asistía en masa á ver echar es-los globos. Sin embargo, nadje se atrevía todavía ácoiilíar su vida á oslos globos ligeros que se elevabanen los aires, hasta que pocos meses después, Pilatre deHozier y el marqués de Arlandes, hicieron juntos lapriinera'ascension aérea en un globo de aire caliente,y bien pronto tuvieron muchos imitadores, á pesar deal ¡.'unos accidentes, el mas famoso de los cuales costóla villa al mismo Pilatre de Kozier.

Los hombres de ciencia habían comprendido de.'el principio que los globos podían ser muy úliles paralos progresos de la meteorología, permitiendo obser-var en las regiones elevadas de la atmósfera las varia-ciones de la temperatura , las oscilaciones do la agujay la intensidad y la dirección de las corrientes de aire.Podía llegar á ser posible conocer el secreto de la for-mación de las nubes de tempestad, del granizo y de losmeteoros. Los globos aoroostátioos podían emplearse,además, en la guerra, para hacer reconocimientos sobrtuna plaza sitiada y para observar á un ejército enenñgien medio de sus cuarteles generales. Estas observacio-nes no era posible, hacerlas en las primeras ascensio-nes, porque los aereonautas tenian muy pocaespenen-c.ia de su arle para tratar de dedicarse á observar Inatmósfera en cuanto a la meteorología ; no oran aurmasque viajes de ensayo emprendidos por curiosidad.La primera ascensión cionlílica la hizo ISoulton en 2fide diciembre de 1784. En agoslo de 1804, Cay-Lussaey Biot se elevaron juntos y recogieron numerosos da-los acerca de la física def aire; un mes después, Cay-Lussac subió solo basta una altura de 7,000 metros, ytrajo de allí, en tubos vaciados de antemano, cantida-des de aire atmosférico que sometió en su laboratorúá análisis químicos. En 180G, Carlos liroschi, astró-nomo real de Ñapóles, quiso llegar mas arriba que Cay-Lussae; pero su globo se rompió, si bien la cantidad deaire que le quedaba , bastó afortunadamente para dis-minuir la rapidez de. su caída. Después de esta épocalas ascensiones han sido bastante frecuentes, pero eirealidad no se ha adelantado en cuanto á los procedi-mientos aeroostáticos. Desde 1784, Charles se habiaservido de la válvula para facililarel descenso, vaciando el globi, y habia lomado lastre que, soltándolo, 1(aligeraba y le restituía su fuerza de ascensión. Nad;¡de lo que se hacia entonces se lm cambiado en el díaúnicamente se ha sustituido al gas hidrógeno el gas delalumbrado, que es menos costo.so, y los aereonautashan llegado por una larga esperienc'ia á arreglar conmas seguridad las peligrosas operaciones de la partiday de la llegada. ¿No habría motivo para suponer des-pués de tantos anos en que los globos han sido objetode estudios serios en que no pueden servir para nada, yque nada debe esperarse de ellos? No considerando.sin embargo, mas que el lado científico déla cuestiónla meteorología ganaría mucho con las esperienciaque el aereonauta menos intrépido puede hacer por me-dio do los instrumentos mas sencillos, el barómetro jel termómetro. En algunas ocasiones apenas se ha tr"ido cuidado de esludiar la curva que describe nrglobo aereoslálico desde id punto de donde parle hasl;el momento en que vuelve á locar el suelo. Maco al^'ilnos años, varios oliciales de ingenieros y do artillen,de Mel.z, se dedicaron á algunas observaci lies de esl.género. Se habian colocado en diferentes puntos sobreel camino que se suponía que seguiría el globo, segúnel viento que reinaba, y pudieron estudiar su marchen el aire, del mismo ¡nodo que la astronomía estudi'os movimientos de un planeta. Bajo esle punto d

isla, los globos aereostáticos podrían prestar grandes jiervicios para levantar los planos lopográlicos delerreno. :

En junio y julio de 1850 MM. liarral y Uixio hicieron ¡los ascensiones, cuyo objeto era principalmente nonti- ]ico. Se trataba de. llegar lo mas arriba que fuera posi- ¡ile ]iara estudiar con instrumentos perfeccionados unanullitiid de fenómenos todavía mal conocidos, y deleterminar según qué ley desciende la temperatura á jmedida que el globo se eleva , de observar el decrecí- 'miento de la humedad del aire, de decidir si la com-posición química de la atmósfera e¿ la misma en todaslas alturas, si la proporción del ácido carbónico, varíay de comparar los oleólos caloríficos de los rayos sola-es con eslos mismos efectos producidos en la superli-

cio de la tierra. Estas cuestiones no licúen un interésturamente teórico. Los datos recogidos en las altas re -jones del aire pueden lener una inllueucia considera-ble sobre las observaciones astronómicas, y en particu-lar sobre el eáleu'o de las refracciones,que interesa ála vez á los astrónomos y á los marinos. A despecholeí frió y del estado poco favorable de la atmósfera, á pe-sar de otros accidentes sobrevenidos, los resultados deoslas dos ascensiones nocarecieron de interés. El globoatravesó una nube compuesta de agujas de hielo que sesostienen en el aire, en contradicción con las leyes apa-rentes de la pesatlezde los cuerpos; ósleos uno de loshechos mas curiosos que ha manifestado la meteorolo-gía moderna Los viajeros vieron brillar por debajo de'su horizonte la imagen del sol,que estaba formada poril retí o jo de los rayos luminosos sobre los frentes hori-zontales de estos cristales de hielo Ilutando en una at-mósfera brumosa. Advirtieron también un descensoprodigioso de la temperatura en las regiones elevadas.liay-Lussac, que habia hecho su segunda ascensión enun tiempo sereno ó mas bien ligeramente vaporoso yhabia llegado casi a l a misma altura, no había vistodescender su termómetro mas que á ít° o bajocero. Es-ta misma temperatura se reconoció esta vez á 0,000metros de elevación; después á partir desde este puntoy en una estension de 000 metros poco mas ó menossin transición, el termómetro varió de un modocom-nletamente estraordinario y descendió basta 39°. Has-ta entonces se habia creído que la temperatura de. laatmósfera descendía progresivamente y bajaba de unmodo regular, un grado cou corta diferencia, por cada200 metros de elevación. Esta teoría no puede adiiii-lirse ya; parece cierto que hay en las regiones supe-riores'grandes espacios sometidos á un enfriamientoescopcional y que existen en cierto modo nubes defrió. Se comprende fácilmente que la presencia de estasnubes debe representar un gran papel en lodos los fe-nómenos meteorológicos ó i n II u i rile un modo considera-ble en el clima de lodos los paises que, se hallan debajo,liste estudio seria útil y fecundo en resultados; no se-ria monos interesante analizar las causas que producenestas temperaturas muy bajas. Lasesploracionos aéreasde I8.'i(i, ¡ojos de agolar la materia, no lian bocho masque, indicar un campo vasto para las osploraciones f.i-turas.

En 18.'¡2 Mr. Welsh subió repelidas veces en globos,con el objeto de estudiar las variaciones de la tempe-ratura, y reconoció que el termómetro bajaba en unprincipió en proporción de la altura, desde la superficiedel suelo basta cierla elevación; que el descenso de latemperatura cesaba en seguida; que en un espacio de(¡00 á ÍI00 metros el termómetro quedaba siempre enel mismo punto, y que, finalmente, el enfriamiento se-guía una marcha persistente y regular, aunque un po-co menos rápida que en las parles bajas de la atmós-fera.

Después de oslo buho un intervalo en eslos esperi-menlos basta el año 1801, en el que el director del de-partamento meteorológico en el observatorio de Creen-wich, Mr. Claísher, comenzó sus ascensiones acompa-ñado de varios oliciales ingleses y de Mr. Coxweil, quehabia subido en globo un gran número de veces. Enestas ascensiones los estudios lennomélricos é higro-mélricos tenian, con razón, la parte principal.

Una vez MM. Olaisber y Coxweil partieron solos;cuando llegaron á una altura de 8,700 metros (la co-lumna barométrica no marcaba mas que 30 centíme-tros y el termómetro habia hijado á 21" bajocero),Mr. (¡laisher sintió que perdía el conocimiento; susojos turbados no podian leer las ¡ndieacione-; del baró-metro; poco después le pareció que una noche .••semase estendia en derredor suyo. Era la una de la tarde;el frió y la eslremada rarilicacion del aire habian ago-tado sus fuerzas; el globo, sin embargo, continuabasubiendo siempre. Mr. Coxweil, sentado en el paracai-das para servirse do las válvulas, sentía á su vez queiba á perder el sentido; perdía el uso de sus manos, quese, habian helado y oslaban casi negras. Es difícil saborcon certeza á qué altura habían llegado; ellos la calcu-laban de unos 11,(100 metros, pero tal vez haya exa-geración en esto. Los pichones que soltaron desde allícayeron como piedras en esle aire rarificado, dondesus alas eran demasiado débiles para sostenerlos. Es-los dos intrépidos aereonautas tienen el mérito de ha-ber llegado á una allura á la que hasta entonces nohabia llegado ningún hombre. Como viajeros eslravia-dos en un desierto desconocido , se habian encontrado

en estos espacios misteriosos, sin humedad, sin aire,y sin calor, donde ni las nubes pueden sostenerse ydonde la voz del hombro se apaga completamente.

De todos estos esperimentos han resultado ciertasobservaciones que , aunque no resuelven los proble-mas relativos al oslado de nuestra atmósfera, arro-jan gran luz sobre ciertas cuestiones. Parece ciertoque el lermónietro desciende siempre rápidamentehasta llegar á las nubes; después se atraviesan cipasde aire mas ó menos templadas que pueden lenorde 300 á 3,0.K) metros de espesor, y que son, sin duil.i,las corrientes atnioslonVas que vienen del Sur y queejercen una acción dominante en el clima del país.Durante los -i ó (i primeros kilómetros, es decir, hastael momento en que se llega á la superficie superior dela zona de las nubes, la sucesión do las temperaturases muy variable y no está conforme con la antigua teo-ría; mas arriba de las nubes, la temperatura vuelve ádisminuir, tal voz sin limites, basta los espacios pla-netarios que son de un frío que no podemos concebir.Los rayos del Sol atraviesan estas regiones heladas, sindetenerse ni dejar nada en el las. Mr. Ola ¡si icr lia atrave-sado en medio del eslío nubes de hielo y do nieve á unaaltura de unos 5,000 metros, y ha podido ver de quémodo conmueven la atmósfera los ruidos que se produ-cen en la superlicie de la tierra. El sordo murmullo doLondres se oía distintamente á 2 kilómetros de allu-ra. Sin embargo, no todos los ruidos parecen capacesde atravesar el aire; asi á 3,000 metros se oía aun elladrido de un perro y á G, 400 el silbido de una locomo-tora, pero los gritos do algunos millares de personasno se oian á unos l,.'i00 melros de elevación. Mr. Glai-sher ha observado también los electos fisiológicos quela rarilicacion del aire producía lauto en él como enotros ; pero respecto á esto los resultados fon tan dis-tintos como los temperamentos de los viajeros. Comoquiera que sea. el clima vario de la Inglaterra y la at-mósfera agitada que cubre esle pais, no parece que de-ben sor tan favorables á estas observaciones emito loserian las grandes llanuras de un continente, donde l;¡sleyes que rigen las corrientes al ¡numéricas apareceríancon mas claridad.

M'.Se concluirá j

ESCUELA EN EL ATRIO DE UNA IGLESíA

nr. i; u.ir.n.

En El. Mi sin de hoy damos un grabado que repre-senta una escuela en el álrio de una iglesia de <ia-licia.

El dibujo, hecho d' rt/.re> nalure, hace formar una¡dea exacta de lo que. son muchos de los establecimien-tos de primeras letras en nuestras poblaciones rurales.En el mismo local se ven mezclados el niño que apenaslia abierto los ojos á la luz de la vida, y dentro de unmiserable alaud restos humanos que ya. pertenecen ála muerte; el signo humilde de nuestra Redención, p"-ro que en su misma humildad despierta ideas sublimes,y animales inmundos cuya contemplación no es lo maspropio para mantener el alma en aquella atmósfera al-ta y serena.

Mientras el maestro, viva eligie medio momificadade un tiempo que fue, conversa con una a'deana cuyohijo se resiste á quedarse en la escuela, los discípulosen acecho siempre de sus distracciones, costumbre tra-dicional en todas las escuelas pasadas, présenles y futuras, hacen de las suyas; uno, cabalga sobre un pa-cífico cerdo, que no trota, porque se ocupa en asuntopara él mns perentorio y de mayor importancia, cuales la satisfacción de sus necesidades estomacales; otro,pide, al ginete la vara con que arrea á la cabalgadu-ra; éste, apoyada la barba en uní mano , parece quemedita en alguna cosa seria, y decimos medita, porqueregularmente oslará pensando en las musarañas; aquel,repasa la lección jiiiito á uno de los alumnos do cerda,que, á pesar de su cuotidiana asistencia al aula, se nosligura no ha do alcanzar nunca la nota de sobresa-liente.

¿Qué ideas han de nacer en la liorna imaginación delos' niños, en vista de espectáculos semejantes? ¿Quéelecto producirá, cuando las voces puras entonen laSalve, el fíendito y otras oraciones, el gruñido ásperode los dos cuadrúpedos, que por allí, como en su propió albergue, se revuelcan y solazan á todas horas? Lo

j que es liellini de seguro no habría ido á beber en talj fuente sus inspiraciones.

Como quiera que, sea, el lápiz del señor (friego, hatrazado un cuadro delicioso, que está, como los deliecquer, respirando verdad y gracia, y que no podramenos do agradará nuestros suscribiros.

YENECIA.

PALACIO IHT.AI. V MUELLE I>L LOS ESCLAVONES.

Saliendo de la iglesia del Bautisterio , aparece inme-diatamente la bella puerta della Carta, debida al cincel

340 EL MUSEO UNIVERSAL.

- _ i

EL C l ' A D R I L A T i n O . — V I S T A I)K PKSCHICKA.

le Marlbolomeo. líl punid de contado entre (Jl templo quisidores del Estado, que pronunciaban fallos infali-Hiiis y t'l palacio di? Justicia, está en armonía con el 'los como los del Juez Supremo. Aquel conjúntenle

carácter del gobierno, misterioso y aun mal conocido, j iglesi;i y preces, lribim.il y prisiones, jueci^s y verdu-rr|iresenladii por el Consejo de los Diez y los Tres ¡n- , gos; aquel soberano, rodeado á la ve/, de todo el pres-

idio de las ¡irles y del lujo, y tle lodo el (error queinspiran las torturas, las (¡elaciones secretas, una po-licía infernal , calabozos subterráneos, invisibles ymudos; aquel poder, en una palabra, jamás se lia vislo

Y ARIOS OBJETOS DE LA ESPOSICION CIENTÍFICA DEL PACIFICO.

N I P O S C O L G A N T E S .

C I l l . l ' . l l l l A S !>!•: COI ( I I U . S . M i s l . o l . I H U I S O 1'A.IAIUIS M O S C A S

í

EL MUSEO UNIVERSAL. 341

tan centralizado como mi Venecia, y aun con mayorpropiedad, en oslo palacio oriental, al par que palacio(li\ Justicia, casa de la villa y alcázar del soberano. Asimisino , el consejo que pronunciaba en este, sitio lassentencias, asociaba las funciones reales y administra-tivas á las de juez y verdugo.

Nada mas admirable que el palacio ducal. Sus altosmuros de fortaleza, sus ventanas estrechas y raras, queno dejan adivinar el interior, recuerdan al monieulolos palacios de Oriente. De forma cuadranglar, unode sus lados se apoya en la iglesia, mientras que losotros tres hacen frente á la Piazzela, después al mar,y en lin, 4 las prisiones, á las cuales está el palacio

enlazado por el terrible Puente de los Suspiros, cons-truido tan atrevidamente entre el cielo y el agua.

El Asia y el África se lian unido también para po-ner su sello en esta construcción. Un orden de ar-cos agudos, con columnas sin base y enormes cha-piteles, sirve de apoyo á una columnata, cuyo ca-lado friso sostiene á su vez el muro de mármol blancoy rosado que forma el palacio, lista porción, toda¡•alada, sobre, la cual estriba la otra mitad maciza, pro-duce un contraste, tanto mas completo, cuanto que laluz, bañando las partes llanas , hace mas esbeltos auny mas ligeros el trébol, los balcones, los arcos que cor-ta y atraviesa de parle á parte. En esta maravillosa es-

tructura , lo vacío sostiene lo macizo. Parece que Ca-lendario, á quien se debe esta obra maestra, se propusoburlar todas las leyes de la estática, dando por puntode apoyo á las dos enormes masas que forman el án-gulo del palacio una sola columna aislada.

Todos los nombres ilustres de Venecia , ya sean dedux ó de artistas, ya correspondan á Faliero, Morosini,Sansovino, Villoría, Tintoreto ó Veroneze , están gra-bados en las piedras de este palacio, que es el santua-rio de Venecia.

No nos detendremos en la descripción del interior,lleno igualmente de maravillas, porque esto nos apar-taría de nuestro objeto, que es dar una idea del este-

ESCLELA EN EL ATRIO BE I NA IGLESIA DE GALICIA.

rior, que es el que representa el grabado que en nues-tro número de boy habrán visto los lectores de Ei.MUSEO.

HISTORIA FILOSÓFICA.

Nadie ignora que la Historia no es cuento de hombres,como se lia dicho muy felizmente. Nadie ignora ya queno basta referir los acontecimientos, trabándolos demodo que formen un cuerpo de acción: torio el mundosabe que no basta fraguar un libro, sino que es nece-sario poner ese libro sobre la concienciarle los pueblos,sobre el dictamen de la razón, abrirle paso en la vidadel pensamiento general que corre unido íí los finesinescrutables de la Providencia, lira necesario que laciencia, porque ciencia universal es la lilosofia, dieselengua á los hechos; para que nos dijeran por qué son,qué son, cómo inlliiycn. Verdad en ¡o pasado, verdaden lo presente, verdad en lo futuro. Tales condicionesdebían concurrir en la Historia para que fuera el retratodel tiempo, puesto que en el tiempo no hallamos sinoun poco arrancado de ayer, otro poco arrancado de

lioy, otro poco arrancado de mañana. En una palabra,convenia que la historia nos suministrase el convenci-miento de que la sociedad humana no puede ser jamásotra cosa que el hombre universal aplicado; eslo es, elhombre llamado al juicio de la razón, dentro de la cualse están agitando dia y noche su principio, su progre-so y su lin.

Pero no se entienda que somos nosotros los que cree-mos que esta mejora, primero literaria, luego social,es un avance, de la inteligencia como simple criteriohumano, como investigación enteramente crítica, no.Cuando las causas obran, los efectos son cosas predes-tinadas. I5I siglo XVIII, advertido por sabias y vene-randas tradiciones, escribió la historia lilosóíica , asicomo el gran Julio César , dando palabras á su vida,que. era su genio, escribió una historia mitad guerre-ra, mitad (jetii/ráfica: asi como Saluslio, aleccionadopor la relajación del pueblo de Catdina , que era tam-bién la suya , escribió la historia sentenciosa: asi comoCornelio Nepote, aconsejado por las necesidades delsiglo de César, escribió en sus grandes capitanes labiografía razonada: como TitoLivio, arrebatarlo porlas empresas del imperio de Augusto, buscando por-tentos hasta en los escondrijos de la superstición , es-

cribió la historia oratoria: corno el ilustre Tácito,aprendiendo á odiar la maldad en la cabeza de Tiberio,escribió la historia concienzuda ; como Jenofonte,viendo en Atenas un pueblo vacío, escribió la historiamoral: como Tucídídes, colocado en medio de unageneración que empezaba á tener conciencia política,escribió la historia social, aparejada del fatalismo : esrlecir, aparejada riel pensamiento de su época; comoNerodoto, el cantor de la historia, meditando sobre unsepulcro cuyo fondo no divisaba ni preveía, rodeadode prodigios, rorleado de dioses, rodeado de virginidad,escribió unos anales, como pudo haber escrito unaMiada. Fue un pintor griego y no pudo pintar sino loque vio en el semblante y en el corazón de (Irecia.¿Mué siglo vive mas allá del tiempo? ¿Ul'é hombre vivefuera del hombro'.'¿(.Mié Vico hubiera adivinado en aqueltiempo su ciencia nueva? Hesueile Ilerodoto en lamo-dorna Italia, y llorodoto escribirá su historia comofilósofo y corrió cristiano; Ilerodoto escribirá comoVico.

En la existencia oculta de las sociedades se verihcanciertas trasformaciones, que. no son el desarrollo ab-soluto do la razón humana . sino el desarrollo necesa-rio de la esporii'iicia , la educación del tiempo. El ár-

EL MUSEO UNIVERSAL.

bol no solo tlorecc por virtud propia, sino por virtudde la estación. El árbol no lloreceria nunca, sí el inviernosentado en la cresta de las montañas, le azotase, per-petuamente con sus nieves.

Decimos esto, porque tal vez imporla á la verdadque busquemos la razón de la historia, la crítica de susadelantos antes do Vico y de líosuet, porque quizá pu-diera encontrarse que la lilosofia del sigilo XVIII no fueun triunfo adquirido, sino una conquista predestinada.Harta gloria es ésta para que le otorguemos otra queno merece. Antes que Vico y que liosuet. existió unhombre , pastor primero , guerrero después, luego lo—fíislador, luego poeta, luego lilósofo, luego adivino,luego evangelista, luego mártir. El mejoramiento denuestras ideas es el jornal necesario y sublime del pri-mero de todos los libros, de la primera de todas las re-voluciones, porque un libro fue siempre y será siem-pre la revolución esencial, quieran los hombres ó nolo quieran, neutro de la perfección actual, vemos lastablas de. Moisés que llegan corriendo hasta nosotros altravés de los cantos de. David, de las sentencias de Sa-lomón, de las inspiraciones de Elias, de. los misteriosdel Apocalipsis, al través de la palabra de Jesucristo,al través de los brazos de la Cruz, al través de esosdias sagrados del mundo que entraron en la corrientede los tiempos, que han asentado el pie sobre nuestrosumbrales y que quizá no lian .-ido juzuados todavía.No es una generación , no es un hombre, no es un si-glo. Es la lüblia, la predestinación de la Biblia: es lahuella avanzada de dos testamentos escritos con pro-fecías y con sr.ngro.

OCTAVIO MARTICOBENA.

Dispuestos á contribuir por nueslra parle a fomentarla afición á las nobles luchas de la inleligrnc a , envia-mos nuestros sinceros elogios á la Academia Ribliográ-lico-Mariana, que todos los años anuncia públicos cer-támenes, lia hiendo cabido en el del presente el primerpremio al señor don Gerónimo Borao, con cuya poesíahonramos hoy las columnas de El. Mrsro.

A LA VIRGEN DE COVADONGA.

ODA.

¿Dónde hay lengua potente que levanteSus voces sonorosas hasta el cielo?¿Dónde angélicas alasQue osadas tiendan á María el vuelo?; Dónde moción tan hondaQue á la Madre de Dios bien corresponda !

Mas ¿quién se aleja de sus aras mudo,Si una vez de sus gracias fue testigo?¿Quién de tan buena Madre.No canta y llora en el regazo amigo?¡Ouién no arranca á su liraHimnos de gloria, si en su amor se inspira !

Si el hombre tiene, aunque del polvo hechura.1.a eternidad de un Dios por esperanza ,¿Cómo de su bajezaSe desase el espiril.ii y se lanzaAllá de las estrellas.Mas puro, mas sutil, mas grande que ellas?

¿Qué soplo celestial le, vivifica?¿Qué simbólico anillo le eslabonaCon Aquel cuyo nombreEn lenguas mil la creación pregona?¿Quién su alíenlo le envíade le?—¡Uuién ha de .ser, sino María!

Ella, mas pura que la virgen rosa,Mas casta que, la perla nacarada,Mas que la abeja dulce,Mas tierna que colomba enamorada,Mas bella y hechiceraQue la albada de alegre primavera.

Ella, que. de la Cruz, en que sublimeMuerte sufre el autor de toda vida,(¡ime al pie sin ventura;Mas no del hombre en su alliccion se olvida :Las lágrimas que. vierteFuente de vida son, si ecos de muerte.

Y tanto es el amor en que se abrasa,Tanto es al hombre compasivo el pecho,Que baja á humilde, cueva,Ella, á quien todo el orbe viene estrecho,Y deja las alturasl'or vivir entre humildes criaturas.

¡Ah, Madre de. tal IIi|n, que asi emulasSu inagotable perenal clemencia!¡ Él desciende del cieloÁ dar por sus verdugos la existencia :Tú , manando aun tu herida.Vienes á dar un cielo al deicida !

Y las empíreas cumbres abandonas,Y pones en la tierra con lu imagenTronos, do los querubes,Sus alas blancas desplegando, bajen ,Y á cuyo pie. recojanI,as almas puras que á tu le se acojan.

Trono del libro en la tranquila orilla;Trono del gayo Turia en las palmeras;

Trono en el Manzanares;Trono de Monserral en las hilerasDe altivos obeliscos;Trono de COVADONGA entre los riscos.

¡Oh nombre generoso que recuerdaCuánta bravura en corazones cabe.Cuánta le se atesoraEn el que orar á Dios del alma sal»1 .Cuánta virtud entrañaLa noble estirpe del solar de España !

Allí, tras el angosta retorcidaCanal que entre, los montes serpentea,Se abre al peón cansadoModesto valle que la brisa orea .Y en él reina se yergueMontaña di: la Virgen t iene a lbe rgue .

Ancha herida, hondo seno que conmueveAllí con altos linos abrió el cielo:Luengo, inquieto, espumoso,Y dando fresco al aire y vida al suelo,El lleva se desataDe la cueva, en sonante catarata.

Allí del manantial sobre la cuna.Del hueco monte en el feral vacío,De soledad austeraEn el retiro cóncavo sombrío.Hoy silenciosa moraQuien mañana ha de ser conquistadora.

Solo de su bondad eran testigosEl que aportaba allí triste ermitaño.0 el que asilo buscaba,Reo quizá de involuntario daño :Kl santo penitente,Ó, aun mas santo, el contrito delincuente.

Pero álzanse de súbito alaridosEn aquella región antes callada :Brota de la angosturaPávida muchedumbre acorralada:Trepan, ganan la gruta:¡Nadie la tierra al vencedor disputa.

¿Quién sobre ellos se lanza? ¿Es desaladoTropel de tigres que se avanza hambriento?¿Es gigante avalancha 'Que el huracán arranca de su asiento?¡ Es que el valle acometeEl fiero vencedor de (¡uadalete!

Del haya, del castaño, de la encina,De la ondulante, desigual montañaHace el árabe muro:Y de él despide con artera sañaContra la santa brechaPiedra silbante, envenenada Hecha.

Mas ¡oh prodigio! el dardo que desaladel sarraceno la membruda manoTorna contra él su punta ;Y' lucha en desasirle y lucha en vano;Su sangre toda HuyeY enrojece el arroyo y con él huye.

Mientra el asombro Iremol'ece al moro.De fe ardorosa el español palpita:Su sangre altiva hierve ,Su postrado valor ya resucita ;Ya no hay miedo cobarde;La cueva en vivos resplandores ardí'.

María con sus luces la abrillantaY en bella imagen se aparece pía.¿Quién la muerte no arrostra .Si es de la hueste capitán María?¿Cómo no ha de ser rayo,Combatiendo por ella, el buen Pelayo?

Muere la luz, la Virgen desparece,El celestial prodigio es ya desliedlo:Ya ha de ser el combateArma contra arma, pecho contra pecho ;Ya tiene el CristianismoCampeones lodo fe, todo heroísmo.

Y cual torrente inmenso desbordado,Que con ronco furor se precipita,Y que, á mas resistencia,Mas so encrespa, mas muje y mas se irrita.Brota del ancha cuevaTropa que al moro el esterminio lleva.

Tintos el liueíia, el Deva y el ArroyoPresto corren desangre musulmana:Hiego de árabe sangre.Cada árbol bebe, cada grieta mana;¡ lüte la morisma enteraCual si el Dios de Moisés la combatiera!

De monte, en monte en repetidos ecos,De mar á mar resuena la victoria,Y en Sobrarhe respondenAl eco triunfador gritos de gloria;Que Asturias y SobrarheSon de guerra la voz contra el alarbe.

¡liada del lago linol ! ¡Numen de (Irandi!¡Virgen de Covadonga bendecida!¡ Solícita pastoraQue. en Ionio juntas á lu j^rey perdida !¡ Urina de los amores,Que, donde abrojos pisas, crias Mures!

Tú nosdisle una patria y una historia:Tú pusiste la Cruz en las banderas:

Tú arrojaste invencibleKl árabe á sus libias madrigueras:Tú, al través de los mares,Nos diste un mundo en que elevarle

¡Salud, de Covadonga Virgen pura !Allí en lu peña afilarán su lanzaLos hijos de Pelayo.Y allí alzarán plegarias de o-peranza.Hasta romper el vueloDe la patria del mundo ;í la del cielo!

CKHOMMO II

aliar

II A L E W A.

AlhaLem, que libre de la inlluencia malidica. du-daba ya de si llalewa sena su hermana, lanzó una ex-clamación de asombro, porque en el hombre de la ho-palanda había reconocido á Acab el hebreo.

Y en tanto que el hijo del grande Abderraliniantemblaba como nn azogado, Alien-llamar ahria SINbrazos al tan misteriosamente aparecido, porque enel había hallado á Siulgalib, el mago de la gruta deSierra-Morena.

—¡Oh sabio entre los sabios! — esclamó el trovador,sin separarse de los brazos del hechicero.—Azrael (I)"stá batiendo ya sus alas sobre la frente de mi llalewa.y el dolor mas acerbo me consume... ¿ Por qué la vidame alentó en la noche de amor en que fui concebido?..¡Malditos, malditos sean Acab y Alhakem , que me arrebataron la que era mi felicidad en la tierra !

—No blasfemes,—interrumpió el mago.—Alláh esmisericordioso, y en el libro de lo porvenir e>!á es-crito lu nombre: llalewa será luya.

—¡ Mía! ¡Será posible!—¿Porqué no? El poder de Kinza lia concluido. \

su alma vaga por fin errante en los inliernos: lo infi-delidad de anoche ha retardado la hora de tu dicha.

—¡Anoche! Anoche la hija del pecado enlanguide-ció mis sentidos; pero yo purifiqué mi espíritu con laoración en las soledades del Asia, y maldi¡e de Ivinzien mis sueños.

V.

Saulgalib se acercó al emir, que aun eonhnu.ihiestático, asombrado, en uno de los oslrenms del apo-sento, y lo entregó el pergamino que al salir había ar-rojado la maga.

—¿Qué haces?—interrogó Ahen-Hamar.—¿No com-prendes que una princesa del imperio no puede unirsu suerte á la mia?

•—Si llalewa, hija de Miderrahman. es princesa porsu sangre, Aben-ilamar, nacido bajo humilde techo,es el principe de los ingenios de Córdoba , y su tituloes mas glorioso que ninguno.

Y id judío, cogiendo por la mano al amante, le llevóhasta el diván donde se hallaba la doncella.

—¡Oh! tú , Mor de la sabiduría,—esclamó lleno dele el poeta,—tú, que conoces las virtudes de todas lasyerbas, y sabes hacer filtros para dar la vida á los quesufren entre las garras de la muerte, devuélveme ámi amor como estaba antes de apurar el pomo de Acabel infame, y te daré cuanto me pidas.

Saulgalib, al oir el nombre de, Acab, suspiró. Y sa-cando de debajo de los pliegues de su túnica un pe-queño pomo, vertió Iros gotas de color de oro, de lascontenidas en él, sobre los labios de la princesa.

VI.

Entre tanto, Alhakem , completamente abstraído,devoraba con la vista las letras de su padre, repitiendocada vez mas aterrorizado, pábilo, convulso, el nom-bre de la infortunada.

Y cual si dudara de la realidad de lo sucedido, cualsi temiera que sus potencias se hubiesen ofuscado,leía y tornaba á leer el pergamino, {[mi decía:

— «En el nombre de Alláh, el sabio, el clemente., el«justiciero, el altísimo, el único; y de su enviado Sydi-»Mahomed-bon-Abdalláli-cl-Coraixi (2), cuya fama«ensalce hasta las nubes el genio do las lenguas; el«favorecido de Alláh , Abdorraliinan-bon-Mahomed-"Emir-Aliuunenin de Córdoba, salud y paz. á los queleyeren.

«Sabed que es su gusto y placer que sepáis que de.»sus amores con Sol, esclava cristiana de. Zamora, que«vivió y murió oculta en casa de Acab el hebreo, na-«ció una niña, hermosa como una azucena de! lledjaz,«nombrada con el dulce nombre de llalewa, la cual»sorá en el día de la voluntad de Alláh. reconocida yvlenida como sultana del imperio (.'!).

(1) AIIBOI colosal, situado en ('I torcer ciclo , y ocupado constantemonte cu escribir los nombres ilo todos los i|uo nacen , en calcular losdías <|iio lian ile. vivir y en horrarlos do| libro, seium i|iio van llegandoal lalal li'nnifio.—(Koran.)

( ' i) ,W ahorna.( 5 ) Son su l tanas , no snln las esposas del sultán , sino sus hijas

doncellas y ¡mientas próximas, esto es, las prineoíu de la sangre.

EL MUSEO UNIVERSAL. 343»Y oslo en Medina-Zahara, on la luna Habió postre-

ma ( l ) d e l año .Tíll (2).»A1 IIKUR MIMAN.

I1'.I ciini" no podía resistir üiurlio tiempo á trance lanhorrible.

l.:i Insle/.a l« ahogaba.I,a desesperación le consumía.Por eso trató de hallar remedio á sus niales en la

fílenle ile las misericordias: é hincándose de roddlas,anidados los ojos en llanto, comenzó á m u r m u r a r unaoración, con acenio tan conmovido (|ue hubiera t ras-pasado de dolor el ¡dula del mayor reprobo del inundo.

Vil.

Tero de pronlo se sintió oprimido por los brazos deIIII.I mujer, i|uo le llamaba por su nombre .

Y al volver la vista creyó morir de go/.u.rori | i ie (|iiien tenia (leíanle era Ualewa, la sin par

llalewa. p o n hacia inorlbunda, vuelta ahora ¡i la vidap ir l.i virtud del liltro del sabio entre los sabios.

MU.

¿Qué palabras serian capaces de dar una i lea de loipie sucedió en aquellos momentos?

Todas fueran pálidas.liaste decir que la hija de Abderralnuau, á cuyos

oídos habia llegado la verdad de su nacimiento pormedio de Saulgahb, estrechó entre sus brazos á Alha-kiMii, deslizándose juntas las lágrimas de los dos her-in.inos.

Que sin detenerse la nueva sultana, se apresuró ápedir y obtuvo el consentimiento del califa para enla-zarse con el poeta.

Y que los dos amantes, al abrazarse después de unaausencia tan llena de inquietudes, se tuvieron por los:eres mas venturosos de la tierra.

IX.

Alhakem miró al hechicero, que, contemplaba en-ternecido la escena que ante sus ojos se ofrecía, y re-trocedió cjn espanto.

—¿Cómo—le preguntó—te presentaste ante mis"¡os bajo las formas del difunto Acab y ahora te me"treces de otra suerte? ¿Quién eres tú que tan miste-riosamente penetras en'las cámaras de tus soberanos,que de tal manera te trasfornias y t.in prodigiosa-mente vuelves á la salud á la que poco hace espirabaen los brazos de la agonía? ¿Quién eres, dime, y r e -compensaré con largueza tus servicios?

El mago adelantó sin contestar, unos cuantos pasos,hasta colocarse en medio del retrete; y llevándose am-bas manos á la frente, cmno si tratase de evocar el re-cuerdo de una larga historia, esclamó:

—¡Escuchadme todos, pues que hora es ya de quesepáis la Jfisloria de la raza maldita'.

Vtodos atentos, dio principio á su narración,de estamanera:

X.

— liará como trescientos años que el inicuo A virón,arrojado por sus maldades de Jerusalem, se refugió álasorillasdel Lago de la Muerte, donde encerrado en unagruta, se dedicó á descifrar los misteriosos secretos dela magia.

Las silenciosas auras del Lago, vieron pasar la ju-ventud de Aviron, sin que ningún suceso particularturbara la tranquilidad de su recinto.

Mas llegó un dia en que los cabellos del perversocomenzaron á platearse.

Y el hijo déla ambición, envuelto en una raída ho-palanda, con sus cubiletes mágicos y unos cuantos po-mos que contenían filtros para enloquecer de amor ydar la muerte, abandonó su caverna, dirigiéndose enbusca de la fortuna á la capital del califato, en la queMohavia, jefe de los Omeyas, acababa de sentarse enel trono de Alí, después de una guerra civil de cincoaños.

Aviron auguró al imperio prosperidades indecibles,profetizándole l;t conquista del Occidente, en cuyastierras, según estaba escrito, esperaban con impacien-cia los genios del bien la llegada de las insignias delIslam.

Y así sucedió.l'orque pasados los años, el ángel de las victorias

llevó de ciudad en ciudad, por todo el Occidente, lasarmas musulmanas; á la voz del caudillo Muza-bon-iXoseir se rindió el África; el ínclito Tilrik-ben-Zayadatravesó el Estrecho (3); y su espada, rayo de Alláh,''"rojecióen sangre el Wadiboea ( I ) , que, lloró la mascompleta rota del ejército de, Buderic, el nazareno (ti).'•OII cuyos triunfos España , la tierra mas hermosa delniuinlo, laque rival del I,alisa por la pureza de su cielo,del Yemen por la bondad de su clima y del lledjazpor'•' Iragancia de sus llores, parece el lidoni elegido por

( I ' Abril.( -I Afín ilíil do Ji'Kiirristn(•>) i . ibralur . C.cbul-Timk, inuntodi 'Tal ik .(•*> líl Cuadjletn.

['•')) 1C1 rey tlun jíoilrgo.

el l'rofela; cayó con sus preciosas producciones, abun-dantes minas y pintorescas costas, bajo el poder de lasmuslímicas banderas.

ISc cunlíiiiííini.}AliltoN ni; l'A/..

MAL I)K OJO.

(CLENTO )

(CONTINUACIÓN.)

—Esa todos la aguardamos, Blasa,dijola Diego, medio riendo, l'ero entre tanto que llega eso natural tinde todos los humanos, tú , ¿otra cosa no aguardas?

La hija de Antón miró al menestral una breve pieza,lijos los ojos , entreabiertos y teiñblándole los labios,l'arecia decirle: «A tí aguardo, y tú no vienes." Alcabo, conmovida la voz, respondióle:

—Eso que tú piensas que espero , Diego, no es paramí , á quien Dios hizo harto infeliz; guárdase para esasdamas que miras, hermosas y gallardas, no para laque está lisiada como yo , y es fea y la mofa de todos.Vé ahí, Diego, como yo no aguard >,si no es la muerte.

Pesóle de. lo dicho al aprendiz de pañero, porque elacento de la mnzuela ponía tristeza en su ánimo, vporque como á hermana la quería, sintiendo por talsus penas y dolores. Mas prontamente repuesto,

—¡Vaya, vaya! añadió. Pintan ciego á amor y éslo,en efeto. ¿Quién será osado á decir: .¿en tal mujerpondré mí voluntad?»

—¿Y habrá quien la ponga en mí , Diego? preginlónuevamente [¡lasa

—Sí tú quisieres... repuso el mozo entre confuso yarriscado.

La sangro subiósele al rostro á la jorobada. Estuvopara hablar en dos ó tres veces, pero no pudo, l-'ue elmancebo quien siguió diciendo:

—Si tú quisieres, Blasa, no habría de faltarte algúnmozo honrado que te acetase honestamente por esposasuya, que no es la gentileza en la mujer sola causade ventura; antes creo que la hermosura en la casaaumenta el cuidado y es aguijón al recelo y á la duda,con que se pierde la paz y no se alcanza sueño tran-quilo. ¿Y qué es vivir entre temores, dormir con so-bresalto y traer siempre á la oreja la sospecha por úni-co ruido, y á los ojos inquietud y desasosiego por solarecreación y divertimiento? Dígote en verdad, ISlasi-ca, que es de mas precio la mujer honesta y recatada,hacendosa, limpia , buena cristiana, puesto que la na-turaleza haya privado su cuerpo y cara de bienes dehermosura, que la mujer hermosa, señuelo y atracti-vo del desocupado, anzuelo del poderoso, objeto tinaldel que gaiantear Irá por olicio, y peligro constantepara la honra del marido.

—Mas que con todo eso que razonas, díjole, [¡lasa,no hay quien se atreva á mi corcoba , ni tú inesmoque tan bien lo parlas! ¡Mas que no hay mozo honra-do que quiera ser la burla de toda la villa casando conla hija de inaese Prieto!... ¡Mas que tú no lo quierestampoco, Diego!...

El aprendiz de pañero asombróse del brillo y res-plandor de los ojos de lilasica. Ciertamente que otrosmas lindos no se encontrarían en toda la villa, y taldecían amor, y de tal suerte hablaban al alma, queDieguillo, cuya natural simplicidad y inocencia no en-tendían lo que en el corazón de la muchacha acontecía,sintióse turbado y aun inquieto con aquella plática.Bien conocía haber mucho de verdad en lo dicho porla jibosa; pero representánbasele tan al vivo la bondady la dulzura de aquellos ojos, que nada mas que ellosvido, y no la corcoba, ni lo descomunal de la boca,que poblaban dientes negros y desordenados , ni la en-hiesta nariz, cuyos dos agujeros enfrontaban á la caracomo los ojos de una puente moruna. De otra parte,¿por qué la mofa al desposado con la p iñerica? ¿No esel hombre libre de su voluntad para casarse ó no á suantojo? ¿No hay quien sirve á damas matusalenes porla codicia do algunos miles de ducados, lo que ciertomerece reprensión y aun castigo, sin que al maridoden vaya ni de la mujer se burlen? listo revolvía en suaturdido celebro Diego, que á la postre dijo á Blasa:

—Mal piensas, hermana, de los mancebos del dia,y mal de mí. Yo fuera sin vergüenza y sin temor ma-rido tuyo, y á honra y ventura lo tendría, y de mí nose molara la villa; y puesto caso que lo hiciera, tantopeor para la villa.

Con lo cual Diego enseñaba el puño cerrado onmuestra de amenaza.

Acertó en esto á pasar por la puerta de la casa delpañero una donoollica de buen aire, y porte , bienprendida y ehapínada, con un rostro, que tales no losvido en sus tentaciones el glorioso San Antonio abad.Y la corcobada:

—Dígasme , dijo á Diego con presteza: si entre esadoncella y mí hubieras de, elegir, ¿á quién de tu vo-luntad eligieras?

— A t í , contestóla el mancebo que seguía turbadopor los ojos de Blasa.

— i Lo juras? preguntó la rapaza.

—Jurólo por mi salvación, contestó Diego.Y de aquí la estraordinaria alegría de lilasa, cuando

entró en el corral en que sus padres de ella inesinaplaticaban.

III.

Conocido había Antón Prieto, y no era menesterpara ello ser graduado en Salamanca, por do iban lasaguas de la enfermedad de su bija , y asi fue comodejando decir y maravillarse á Mari Solo, brincaba yreia á todo su placer, que no parecía sino que cu laIlota le venia la herencia de un tío perulero; hastaque, tomando sobre sus rodillas á la corcobada ,

—¡Bendito el Señor sea, dijo, que me recompensala misericordia que tuve bádiez años con aquel buerfa-nico, por donde, vuelve hoy el contento á mi casa y lapa/. á mi cansada vejez !

Aun menos comprendía la pañera á su marido; peroBlasica , como mas despierta, que siempre los coreo-hados fueron diestros y entendidos, púsose al cabo delas eselaniiiciones de su padre, y juntando las manos,y mirando á Antón, dijole :

—¿Verdad, padre, que Diego es bueno y con él havenido la bendición soore vos, mi madre y vuestraluja?

—Para mi santiguada , murmuró Mari-Soto, que ai ios entiendo como si hablásedes en tudesco. ¿Qaerreis-mo decir qué senifica toda esa alegría, y que bienesliánuos llovido del cielo con esc mozo al cabo de losaños que nos sirve ?

—¡Torpe que eres! contestóla el gozoso Prieto. Pues¡no viste que Diego y Blasica se tienen bonísima vo-luntad , que él es mancebo juicioso , prudente y hon-rado, que ella será muy mujer de su casa y hacienda,y que á la postre, cuando nos llame Dios á vos, mujer,y a mí, no iremos á su presencia con el dolor de (pienuestra hija queda desamparada y sola!

—¡Que Diego quiere á la rapaza ! dijo en son de d u -da la pañera.

—Diego, repuso Antón , no puede sino quererla,que hele yo dado segunda vez la vida , y agradece elbien. Demás d e q u e , daréle cuatro mil ducados y lacasa del arrabal de la Santa Cruz y un telar, con queseguro tiene su provecho y fortuna.

Y como su madre menease la cabeza en señal dedisentir con el pañero, Blasa contó lo que habíalaacontecido con Dieguillo en la puerta de la casa.

—¡Que tal te ha jurado! dijo inaese Prieto, asi queBlasa puso término á su relación.

—Como lo oistes , padre, añadió la corcobada.—¿Y qué decís agora , mujer mía? preguntó el pa-

ñero.—Lo mesino digo , respondió Mari-Soto. Venir han

grandes niales sobre nuestra hija por el tal casamientoque queréis.

—Pues se hará , mas que os pese, repuso ['rielo , ypresto.

Bien qus Antm ni su hija no tuviesen por malo elcasamiento de ésta con el aprendiz de pañero, losagüeros de la madre pusieron asi como tristeza en susánimos, y nada mas volvióse, á hablar, hasta que tornóDiego de la casa de Tollo Jaraba, en cuyo punto, porser ya las doce, pusiéronse á comer todos, sin mas pa-labra.

IV.

En la tarde de aquel mesino dia, maese Prieto llamóá su aprendiz , liízoie colgarse la capilla, y con mesu-rado paso tomaron ambos por la Cava de San Miguelel camino de la Puerta Cerrada , salieron por ella, queaun no estaba derruida en aquel entonces, traspusie-ron luego la Cava de San Francisco, y por entre elhospital de doña Beatriz (¡alindo, la Latina, y la crmilade San Millan , á do se alzaba el viejo portillo de Tole-do , dieron consigo en la dehesa de la Encomienda, yen un bodegón do los muchos que por allí habia , enque era fama queso aderezaba un salpicón de vaca yse guisaban unas manos do lo mismo, que bien pudie-ran liguraren la mesa del señor duque del Infantazgo,y aun en la do S. M. C. el señor rey don Felipe.

Asieron gentilmente sondas medias fuentes do Tala-vera, launa henchida de salpicón y la otra con dosgrandes pedazos de atún salado, con mas dos jarros devino de la tierra , blanco y linio , y el necesario pan deVallocas, y Riéronse á tender sobre la yerba y darcuenta de aquellas provisiones, con no poca envidiade algún hidalgüelo de capa corla, que acaso para doscuartos de uña do vaca que despachara al medio diallevaba aun entro los labios una pajiilacomo para lim-piar lo que no hubo y en señal do ahito.

Cuando Anión y Diego trasegado habían el atún dola una media fuente, y á los jarros dádoles dos so-berbios lientos por cabeza, y cuando las suyas perdíanel natural reposo, tomando la palabra el pañero hizo aDiego, no sin algún entorpecimiento y trabazón en lalengua , el razonamiento que sigue:

—llora es ya , Dieguillo , hijo, que pues quedaste enel mundo sin otro arrimo y amparo que el mío, y yole, le, di como si fueras mi sangre , que piensos en quesoy ya harto viejo , y que el Señor dispondrá de tu pro-tector y segundo padre cuando bien sea servido, y queserálo presto, según que mi vista so me es'-urece y

344 EL MUSEO UNIVERSAL.

VENKCIA.—PALACIO DUCAL Y MUELLE DE LOS ESCLAVONES.

conocida te es mi voluntad; no se teoculta el grande amor que te tengo;pesa mis razones; acuérdate de'iiien que en mi casa gozas; piensa elabandono en que quedaras si yomuero, y mira después de todo'loque te cuadra y lo que habrá deconvenir también á esle pobre an-ciano, á quien nniclio debes, y quepor no saber que le dar mas, es yaforzado de dar suelta á su dolor ylágrimas.

Y maese l'rielu no pudo contenerdos liilos, mejor diré, dos gruesoscordeles de llanto que salían de susojos al terminar su razonamiento,l'ara Dioguillo ya aquello era masclaro que el juramento á que porla mañana le lialtia cuasi forzadolilas;», l.a relación del pañero tras-parentaba los deseos de la coreoba-da y la voluntad del padre. Hallóseel mancebo sin saber qué replicar ala oración medio llorosa de su maes-tro. De un lado vía los ojuelos de lamuchacha que á él, candido mozoy doncel sin esperiencia como era,turbaban y encendían ; de otro, elagradecimiento á los lavores del pa-ñero poníale en obligación de atenderle; demás de esto, su poco decodicia agitaba el ánimo de Diego, yel tinto de la tierra no menos tras-tornadas traían su razón y inteligen-cia. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Quécontestar á tan declaradas palabrascomo las de Antón Prieto?

Diego cayó, Diego se entregó alpañero, y lo que fue mucho peor,á la pañerica.

[Se continuará.!

FEDERICO VILLALVA.

acorta y según que flaquean mis piernas y mis brazosse niegan al continuado trabajo de mis telares. Obliga-da necesidad del hombre dar con el cuerpo en la tier-ra do rio salió , que es como dejar la corrumpible má-quina de la existencia que topamos al venir á estemundo , para tomar otra en otro mundo mas perfeto ómas doloroso, tal como por nuestras obras le hayamosmerecido. Digote, pues, que es bien que pienses enlos pasos del peligroso camino que se llama vida, y enque, por flaqueza de la carne-, dejarle he solo y singuia, sin defensa contra las pasiones y los vicios mun-danos , sin abrigo contra las escaseces y las miseriasde la tierra , que son los malhechores y salteadores deeste camino de que te hablo. Contra la fiereza de losprimeros, dejóte el santo temor de Dios que yo y mimujer te hemos enseñado y la propia honestidad y de-cencia, quede natural siempre lias tenido; pero muchasson y grandes las tentaciones para el mozuelo libre ysin freno, do que saco serte convenentísimo echar unñudo á tu libertad y sujetar tu alhedrío con el lazo de

la obligación ; que es decir , casarle. Contra los otrospeligros de la vida, que son la desnudez y la hambre,dejóte aprendido mi oficio de pañero, puesto que aunno seas oficial examinado; mas suele acontecer que, porlas guerras y otras causas de desastre en estos reinos,vienen los tiempos malos y no se labra pieza, con masque si el rey y los procuradores no ponen remedio enlo de traernos sus rajas los florentinos, vendrán endesuso y menosprecio los paños de nuestros telares, deque so habrá de seguir el perdimiento y muerte deldicho obraje y de los menestrales que en él se em-plean. Contento seria de poder dividir entre lí y mihija única lilasa el interese y hacienda mios,que comoá hijo le quiero ; mas obligación de sangre es que lila-sica herede cuanto poseo, cuanto mas que asi está por¡uro y fuero establecido. Con que, ya que no puedomandarte de, mi caudal, veas tú si topas con medio al-guno de que este segundo padre tuyo, ó mejor pri-mero , pues que el natural no le fue conocido , te favo-rezca y ampare conforme á sus deseos. Despierto eres;

AJEDREZ.

PROBLEMA NUM. OS.

POR D . J . MÁRQUEZ IÍURGOS ( l i l i A L M E I l i \ ) .

NEGROS.

SOLUCIÓN DEL PROBLEMA NÚM. ( l í .

Blancos. Negros.

i.- n r, c i)i.' C r> C l; jaq. mat

(AiI.1'ü." T t A I) jaq. mate.

I.1

2.» T 7 R jaq mate.(C)

'2.a Dt A ó T jaq. mate.

(II)I.1'i . ' D ó A jaq. mate.

t / i C i Ií (A) (II) (C) (D)

1 . a T t

C t I)

1.- T 5 T »

I. J A i I) (i t T

SOLUCIONES EXACTAS.

Señores G. Domínguez, J. González, E. Cañedo, l t .Cañedo, M. Lcrroux y Lara, J. San io , K. CaMro,M. Zafra, li. Carees, ü . Carda , ¡. Alba , de Madrid—C. Mies, M. Cursla, A. M. Fernandez, de Gi on —Casino de Artesanos de Moguer.

SOLUCIÓN DEL PROÜLEMA NÚM. XXXIV.!•" l> ." A I! |. p ;¡ ,\ I) (A)2 . a I1 t C n.">.* C i A II jaq. mate.

I."2. ' C I A lt jaq. malo.

SOLUCIONES

» . a I'

(A)1.- 1' r, lt

BLANCOS.KJS BLANCOS DAN MATE EN CUATRO JUGADAS.

Señores J. Alba, M. l.ernmx y Lara, V. Cañedo deMadrid.—C. MÍOK, M. Cuesta, A. Jl l'Ynianilcz, de Ci-jon.—Casino de Artesanos de lUii^iier.

XXXIII.

AOVKRTKNCIA. Kn el problema mira, .M debe co-locarse un |ieon negro en 5 A lt.

ALMANAQUE PARA 4867.Hallándose próxima la publicación de nuestro A L -

MANAQUE, anticipamos con gusto la noticia de que te -nemos reunidos originales de la mayor parte de los es-critores mas ilustres de España. El ALMANAQUE serátodo inédito, contándose producciones ilc Espronceda,Ventura de la Vega, Sainz Pardo y Calvez Amandi.Entre los nombres de los poetas que viven, el del señorZorrilla figurará al pie de una bellísima poesía, conque nos ha favorecido. Tenemos, pues, la confianzaile que el ALMANAQUE de IS(i7 indicará, por todos con-ceptos , la progresiva mejora que en ésta, como en lasdemás publicaciones de nuestro establecimiento, forma nuestro constante anhelo.

GEROGLIFIGO.

I,a solución de éste en el número próximo.

DIRECTOR Y EDITOR RESl'ONSAIILE, tí. JOSÉ GASPAR.IMPRENTA DE GASPAR V B01G , EDITORES: MADRID, PRINCIPE, i .