sus hijos adolescentes como a niños a los que no hay que tomar dema-siado en serio. Menos-preciados en sus senti-mientos, no es extraño que estos busquen el apoyo y la complicidad de los amigos y se mues-tren recelosos con sus padres.

Probablemente la solu-ción para los padres no esté en rivalizar con las amistades de sus hijos, sino en demostrarles con hechos que nunca les van a fallar y que, a pe-sar de los errores que co-mentan, siempre estarán a su lado.

E s fácil admitir que ser adolescente significa, entre

otras cosas, ser rebelde y contestatario, a la par que extremadamente crítico con uno mismo y, especialmen-te, con los padres. Y es que la mayor parte de los chicos y las chicas de eda-des comprendidas entre los 13 y los 18 años considera que sus padres están anti-cuados y que con ellos ha-blar de temas tan normales como el sexo, el amor, las drogas o simplemente el fu-turo, resulta casi imposible. Por su parte, padres y ma-dres se quejan habitual-

mente de la poca o nula confianza que sus hijos depositan en ellos y de que siempre recurren a los amigos cuando tienen algún problema.

Es comprensible la preo-cupación de los padres, pero hay que asumir que en esta etapa de sus vi-das los chicos y las chi-cas se sienten cercanos a sus compañeros de grupo y respetados por ellos, mientras que ante sus pa-dres se sienten inferiores en derechos y lejanos en su modo de entender la vida. Por ejemplo, en el sexo y en el amor los pa-dres tienden a tratar a

“Encadenados”

por José Miguel

Antón

2

“Cara a Cara”

Antonio Guzmán

vs

Pablo Guzmán

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Tú preguntas

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Contenido:

TODO SOBRE MIS PADRES

Así es Psicología práctica

asi_es_06@yahoo.es

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Mayo 2007

Así es

ENCADENADOS Por José Miguel Antón San Martín. Psicólogo

Generación tras generación los padres se quejan de sus hijos: Son irrespetuosos, no hacen ningún caso a lo que se les pide, transgreden las nor-mas y los límites, cuestionan la autoridad, se sienten mas cerca de sus amigos y pandillas, se encierran en sus mundos... Generación tras ge-neración ante estos hijos se cuestiona el futuro, se teme lo que pueda ocurrir, y generación tras generación cuando estos hijos llegan a ser pa-dres repiten estos cuestionamientos, quejas y dudas. ¿Qué ocurre para que en cierta medida esto esté ocurriendo? Los momentos de paso, las transiciones, los ritos se repiten. La adecuada evolución psicológica del sujeto necesita pasar por estos momentos. No sólo en lo que se refiere a los adolescentes, sino en lo que se refiere a la duda de los padres sobre si realmente están rea-lizando correctamente sus roles parentales. La sociedad de consumo, la excesiva individuali-dad, la permisividad exagerada, el principio del mínimo esfuerzo y el hedonismo exacerbado son condiciones de esta sociedad que en otros mo-mentos históricos no estaban presentes, creando un escenario de cambios que habrá que ver co-mo influyen y conforman. Pero seguir con este

discurso nos llevaría a un catastrofismo que no consi-dero adecuado. Momento tras momento generacional se ha repetido, en gran medida, la actitud que refleja el siguiente re-lato: En una consulta de psicología una mujer anciana, que acudió por presentar episodios depresivos no muy intensos, fruto de múltiples complicaciones en su vida, ante el comentario del psicólogo de cómo a pesar de todo lo que había sufrido en su vida había conseguido criar a ocho hijos, contó lo siguiente: “Vivo en una casa de campo donde suele haber muchos perros. Una de mis perras parió dos cachorros. Nosotros nos quedamos con uno y el otro se lo regalamos a un vecino. Ambos, el vecino y yo, atamos a los cachorros a la entra-da de la casa con una cadena para perros. Mi es-poso, cuando volvía del trabajo, solía soltar al pe-rro y juntos iban a dar un paseo por el campo. El vecino nunca salía ni soltaba al perro. Una mañana, al despertarnos y al salir a la entra-da de la casa, vimos que la cadena estaba rota y el perro no estaba. Como las cadenas se habían puesto a la vez, la del vecino también estaba rota y su perro tampoco estaba. Volvimos a nuestras cosas. Por la tarde, a la hora de salir mi marido a dar el paseo, nuestro perro estaba esperándole. Le dio de comer y salieron. El perro del vecino nunca apareció. La crianza de un hijo —afirmó la anciana— con-siste en ir soltando poco a poco la cadena y no tenerlos demasiado amarrados, ya que si esto ocurre cuando salen se pierden.” El principio que este relato sostiene es que a los hijos se les debe facilitar que experimenten con la indivi-dualidad, con la diferenciación, con la libertad. Nues-tra tarea como padres es ir regulando y adecuando a la edad esas experimentaciones y marcando el ritmo a las características de cada uno de nuestros hijos.

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“A los hijos se les debe facilitar que experimenten con la

individualidad, con la diferencia, con la libertad”

¿Crees que conoces bien a tu hijo?

Sí, aunque cuando se llega a la edad de la adoles-cencia los chavales se vuelven mas reservados. A veces hay más comunicación, otras veces menos.

¿Qué te fastidia más de tu hijo?

Pues que a veces es bastante despreocupado por sus obligaciones, me refiero a los estudios, en la casa, etc.…

¿Crees que tu hijo es esclavo de la moda?

Sí, le gusta la ropa, la música y sobre todo los jue-gos de ordenador.

¿Admira tu hijo a alguien como ídolo?

Creo que no, que sus intereses son los juegos de ordenador. Puede que haya algún cantante o depor-tista, pero los juegos de ordenador son lo suyo.

¿Sabes que le gustaría hacer a tu hijo en el futu-

ro?

Pues no sé y creo que él tampoco lo tiene claro.

¿Te gustan los amigos de tu hijo?

Sí, aunque me gustaría que fueran un poco más estudiosos, pero son muy buenos chavales.

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¿Crees que tu padre te conoce bien?

No. Él cree que me conoce bien, pero yo creo que no es así.

¿Qué te fastidia más de tu padre?

Que no me entienda y que crea que siempre lleva la razón cuando muchas veces no la lle-va.

¿Te consideras esclavo de la moda?

No. Suelo ponerme lo que me gusta, no lo que más se lleva; aunque a veces sí me dejo llevar.

¿Admiras a alguien como ídolo?

No, a nadie.

¿Qué piensas hacer en el futuro?

Creo que seguiré estudiando y haré algo de informática, pero todavía no estoy muy segu-ro de lo que haré.

¿Qué le parecen a tu padre tus amigos?

Yo creo que bien. Aunque no estoy muy se-guro, creo que piensa que son buena gente.

Así es

CARA CARA a

Antonio Guzmán Pablo Guzmán

La mayoría de mis amigos ya traba-

jan, yo estoy estudiando, no sé si

debo trabajar también, porque por

una parte estoy cansado del instituto

y quiero dinero para mí. Estoy dudo-

so. ¿Qué debo hacer?. Es bueno tolerar algo de frustración por lo que tienen los demás. tienes que aprender a posponer las recompensas que te llegaran cuando acabes tus estu-dios.

¿Por qué me da tanta vergüenza que mis

padres estén delante cuando estoy con

mis amigos?

Probablemente porque supones, por el conocimiento que tienes de ellos, que sobre todo sus aspectos más negati-vos serán vistos por tus amigos. Craso error, ese conoci-miento solo te pertenecen a ti.

Envíanos tus preguntas a nuestro correo: asi_es_06@yahoo.com.

Equipo de redacción: Fco. Jesús López María, Miriam Fernán-dez y Laura Antón Torre Impresión: Rafael Ruiz. Coordina: Paco Espadas Financia: Excelentísimo Ayuntamiento de Rincón de la Victoria. Área de Cultura

Tú preguntas José Miguel Antón San Martín. Psicólogo

Estoy muy obsesionada con ser igual a

una niña del instituto. Ella se lleva

bien con todo el mundo y le hacen ca-

so, sin embargo

a mí no. ¿Porqué me pasa esto? Es debido a que esa niña representa para ti modelos ideales que parecen funcionar. Las dificultades para aceptar tus propias características, hacen que te centres en las positivas de los demás y en las negati-vas tuyas.

A veces, no quiero ni verme. Ese día lo veo todo mal. ¿A qué es debido? Es difícil contestar sin conocerte, ya que esa sensación de malestar puede ser debida a muchas causas, desde cambios hormonales hasta la insatisfacción que tienes de ti mismo.

A s í e s

Psicología práctica

D p to. d e F i los of ia

IE S “B en -A l -J a t ib ”

La Ca la d el M ora l

-M á la ga -