revista arya n° 21

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Distribución Gratuita Año 6 / Nº 3 / Septiembre 2012 21 Karma y Dharma / El futuro llegó hace rato Medicina tibetana / Los dos inviernos Quién es? / Deshimaru

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La Revista Arya aparece en el año 2007 como una expresión de la enseñanza de la Asociación Bonaerense de Yoga (ABY). Pretendiendo además de ser una vía de comunicación, ser un medio para el despertar de la conciencia.El Lema de la revista de "Mejor saber que no saber..." nos inspira a mejorar esta entrega haciéndola accesible de forma online para que pueda llegar a más gente, aspirando a que se vuelva una herramienta de ayuda para el trabajo cotidiano.En ella encontrará artículos relacionados al despertar del individuo tratando de abarcar todas las disciplinas posibles, como el yoga, la meditación, el budismo, el ayurveda, masaje, etc.

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Distribución Gratuita

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Karma y Dharma / El futuro llegó hace rato

Medicina tibetana / Los dos inviernos

Quién es? / deshimaru

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ASOCIACIÓN BONAERENSE DE YOGA

Prof. María Marta Yolando

Calle 9 nº 618 (44 y 45)

Teléfonos:

l 482 5313

l 15 626 4359

[email protected]

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Revista

Año 6 / Número 3Septiembre 2012

Director:Ricardo García

[email protected]

Sec. Redacción:María M. Yolando

[email protected]

Publicidad:Naila Castillo

[email protected]

Corrección:María Cavallini

[email protected]

Diseño:Coralia Vignau

[email protected]

Los conceptos vertidos por los autores no reflejan necesaria-

mente la opinión de Arya.

Las notas publicadas en esta revista pueden ser reproducidos

indicando la fuente.

Estimado lector: nos interesa tu opinión, aporte o sugerencia, la que podrás hacernos llegar por correo a nuestra dirección

postal: calle 43 nº 813 / 1900 La Plata / Buenos Aires; o a nuestra dirección de e-mail: dharmachar-

[email protected] consignando apellido y nombres. La puerta

del Buzón queda abierta para los aportes. Esperamos tu palabra.

Indi

ce

14 / Budismo: Ningún momento es inútil

16 / Tenedor Libre: Miso Ramen

18 / La mente despierta

20 / Sólo la alegría es verdadera

21 / La paradoja occidental

24 / Salud: Los dos inviernos

26 / Medio Ambiente

28 / Última página

2 / Karma y Dharma

4 / El Centauro: El control de la energía

6 / Música del alma: Sonidos Solfeggios / Matías Córdova

7 / De película: Ip Man / Wilson Yip / 2008

8 / Quién es?: Deshimaru

11 / Libros: Ensayos sobre budismo zen

12 / Las olas y el viento

Editorial

Bueno… ya lo ven, estamos transitando el número 21 de Arya.Como en todas las editoriales anteriores, y espero no parecer

reiterativo, me siento en la necesidad de agradecer en nombre de todos los que hacemos la revista el apoyo de nuestros lectores y anunciantes.

Con respecto a este número hemos agregado un pliego más, haciendo un gran esfuerzo porque teníamos (gracias a nuestro tra-bajo de grupo) una gran cantidad de notas para presentarles. Esto significa cuatro páginas más de buena lectura que espero sean de su interés.

Creo que no hace falta aclarar que los contenidos pueden difun-dirse por cualquier medio, siempre y cuando se cite la fuente ya que están destinados a llegar a la mayor cantidad de personas posible y en el formato de papel es mucho más difícil.

Por esto estamos trabajando en un formato digital de la revista que pronto será realidad.

Mientras tanto pueden encontrar algo de info en nuestro blog asociacionbonaerenseyoga.blogspot.com o en Facebook.

Para terminar, sólo espero que estos contenidos sean de su agra-do y nos veremos en la próxima antes de finalizar este año.

Ricardo

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Queridos amigos:Hemos entrado en la segunda mitad

del esperado 2012. Un año del que mucho se ha hablado: desde predic-ciones apocalípticas hasta la venida de extraterrestres para rescatar lo que quedara del planeta.

Lo cierto es que es un año donde hay un gran movimiento espiritual que aflora a la luz desde lo más profundo de nuestro inconciente.

Esto conlleva síntomas variados de acuerdo al karma de cada persona, pero son sólo síntomas que muestran la forma de encarar nuestra vida, luego de un proceso de purificación, que parece en muchos casos dejarnos desnudos frente al porvenir.

De todo el año, quizá sea esta prima-vera la temporada más ventajosa para encarar seriamente nuestro karma.

¿Qué significa esto? Bueno, sencilla-mente detenernos un momento a re-flexionar sobre nuestros temas internos, tales como: “hacia dónde encauzamos nuestro futuro”, “qué actividades puedo llevar adelante para colaborar con el planeta” o “de qué manera puedo vivir más pacíficamente sin necesidad de estar siempre a la defensiva”.

Pero estos ítems no van a tener una respuesta adecuada si primeramente no limpiamos nuestro interior. De manera que es necesario, antes de encarar el futuro, sentarnos a meditar sobre nues-tro presente, entendiendo que todas las incomodidades de hoy son producto de nuestras acciones pasadas.

Así que creo que las preguntas del caso serían:

¿Me siento atado? Reviso mis apegos y veo justamente en el objeto del apego mis propias inseguridades y miedo.

¿Me siento juzgado o no querido? Trato de entender cuáles fueron mis ac-ciones pasadas, guiadas por el ego, que llevaron a mis semejantes a reaccionar de esta manera conmigo.

¿Me siento en deuda con algo o con alguien? Me fijo si en su momento di las gracias debidamente y estuve a dispo-sición para devolver el favor ó si tengo cuentas pendientes.

¿Tengo ira? Cada actividad que em-prendo no surge de mi necesidad interior sino como consecuencia de los actos ajenos, eso hace que espere un resultado y que cuando no se da, genera impoten-cia y cuando se da como lo esperamos genera orgullo, retroalimentando el ego.

¿Tengo celos? Mis inseguridades internas no me permiten amar con libertad, dando libertad a aquellos que me rodean.

¿Me siento solo? Seguramente mi ego me está jugando la clásica trampa de sen-tirme más vivo o astuto que los demás.

¿Tengo envidia? Estoy viendo sólo una cara de la moneda.

¿Tengo pensamientos apocalípticos, perdí la esperanza? Realmente estoy encerrado en mí mismo, juzgando las acciones ajenas como si este mundo no me perteneciera.

Todas estas preguntas son necesa-rias para limpiar nuestra mente en un

llegó hace rato

RicardoEl futuroKaRMa Y DhaRMa

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momento del universo dónde es cada vez más necesario mirar para adentro y entender que la liberación comienza con la sinceridad.

Gran parte de las incomodidades de hoy tienen que ver con la incapacidad de mantener ocultos estos sentimientos, dado que ello significa un gran desperdi-cio de energía mental y genera relacio-nes viciadas que ya no se sostienen por sí mismas

Espero que esto sirva para reflexionar, para sacarnos la careta y para que sea una semilla de liberación para construir entre todos un mundo mejor.

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En yoga, llamamos al control de la energía Pranayama.

El prana es la energía total del universo que atraviesa nuestra constitución humana y toma diferentes formas según las partes del cuerpo puestas a consideración.

De ahí que esta energía se pueda dividir en una parte constitutiva, lenta, de gran alcance, propia de los tejidos de sostén del cuerpo, pero también con la firmeza y con-fiabilidad de la tierra como elemento. Es una energía predominante en las piernas que sostienen el cuerpo de manera segura y con la firmeza de una montaña.

Otra forma que toma la energía es similar al agua; esa energía sin forma defi-nida, a la cual es necesario contener para que no se derrame y derroche, tiene la ca-pacidad de generar vida cuando encuen-tra tierra fértil, y mantener la sal de la

vida por medio del placer. Es una energía creativa, capaz de compartir y empatizar con todo lo que encuentra en su camino y sortear cualquier obstáculo que se interponga en su camino, pero no tiene la estabilidad de la tierra ya que necesita estar en movimiento para no desvirtuar su naturaleza. La zona del cuerpo donde el prana toma esta forma es en la zona del bajo vientre y los genitales.

Luego el hombre aprendió a compren-der el fuego. Una energía basada en la pasión, capaz de destruirlo todo, pero que para existir necesita de un combus-tible y un comburente, es decir que ne-cesita dos elementos interdependientes, no existe en forma natural, y genera calor consumiendo el aire, que es la cuarta forma que toma el prana, y que lleva la vida en sí. El prana toma forma de fuego

EL CENtauRo

La Energía en loselementos

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en la zona del estómago, hígado y baso y la zona baja del pecho de donde toma el aire como comburente.

Por último el aire. La última forma energética del prana es aquella energía capaz de generar espacio, dando vida a todo alrededor, conteniendo infinidad de formas de vida sin desgaste ninguno: dando alimento a los terrenales y soste-niendo a los que vuelan, encrespando el agua y alimentando el fuego. El asiento del aire se encuentra en la parte superior del pecho y en el cuello y cabeza.

Espero estar de acuerdo con ustedes en que para controlar algo, primero hay que conocer su naturaleza, pero también en este caso, es necesario conocer los efectos que estas energías sin control tienen sobre nosotros. Es decir, debemos saber cómo estas energías actúan sobre nuestra mente para luego llegar a contro-larlas a través de nuestro cuerpo-mente.

Si bien esto es un trabajo de toda la vida (podríamos decir que es un arte), sólo diremos lo siguiente: Las energías actúan sobre nuestra mente con con-trol o sin control.

Por último existe una energía propia del aire, es decir una energía genera-

da por el aire en movimiento, que es muy difícil de lograr ya que este aire no debe estar contaminado por ninguno de los otros elementos; ni por la tierra (conceptos en la mente) ni por el agua (emociones en la mente) ni por el fuego (deseos o pasiones en la mente), debe ser aire puro y del mejor, el más liviano y en movimiento permanente, subiendo y bajando desde el cielo a la tierra sin nada que se interponga en su camino. Ahí aparece por la fricción del mismo aire la forma más sublime de energía, pero la forma más peligrosa, la forma sin forma y muy difícil de controlar, que es la forma eléctrica del prana. Llamado Udana se encuentra en la parte superior de la cabeza y llega hasta el cielo, ahí donde la actividad mental humana se confunde con los dioses. Una energía que desafía el tiempo por su velocidad, de la cual provienen tanto las grandes intuiciones como los hechos más inverosímiles capaz de acercar al hombre a la dinastía de los dioses, convirtiéndolo en un Titán con un poder muy difícil de controlar.

Ananda

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MúSICa DEL aLMa

SoNIdoSMatías Córdova(2009)

“Las sagradas frecuencias solfeggio son sonidos antiguamente utilizados en los cantos gregorianos, se creía que al cantarlos se impartía una bendición y una gracia especial.”

La terapia vibracional se apoya en que todo está vibrando y que hay ciertas frecuencias, y ciertos instrumen-tos que recrean patrones de vibración capaces de alterar el cuerpo, y la cons-ciencia debido justamente a que todo el

universo se encuentra en vibración. Sin embargo, a pesar de los estudios físicos y científicos que hoy comprueban esto, se dice que los monjes gregorianos ya utilizaban estos sonidos en las misas y que producían efectos de sanación en la congregación, así como ocurre en tantas otras tradiciones.

Aquellos expertos en geometría sagra-da dicen que estos seis sonidos solfeggios que se corresponden con (Ut, re, mi, fa, sol, la) son estructuradores de la materia en todos sus niveles. En este cd, el músico Matías Córdova, toma esos sonidos como base e incorpora flautas de diversas cultu-ras, sonidos naturales y efectos coheren-tes con dichas frecuencias, con el fin de ayudar en el “proceso de autocuración y crecimiento espiritual”, como dice en la contratapa del disco, ya que cada una de éstas frecuencias se asocia a un estado particular de la mente y “realiza una función específica según las leyes del uni-verso”. Por ejemplo la frecuencia 396 HZ, que en el cd corresponde al primer track, se utiliza para la liberación del miedo y la culpabilidad.

Como sea, más allá de éstas interpre-taciones sobre las frecuencias y sus efec-tos en términos tan resumidos, el disco en sí es muy recomendable y verdadera-mente tiene un efecto relajante sobre la mente. Quedará en cada uno explorar y comprobar dichos efectos.

Baba Yagá

Para la meditación

SoLfEGGIoS

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Foshan (China), años treinta. La historia es una adaptación de la vida de Ip Man, conocido también como Yip, quien fuera el primer maestro (sifu) en enseñar abiertamente el arte marcial del Wing Chun (creado por una monja Shao Lin llamada Ng Mui, una de los cinco monjes sobrevivientes a la destrucción del templo Shao Lin conocidos como Los Cinco Antecesores) y mundialmente conocido por haber sido el maestro de Bruce Lee.

Cuenta la película que Ip Man vivía sin sobresaltos de ningún tipo tomando algún que otro alumno para enseñarle esta forma de Kung Fu y, reticente al uso de la violencia, rechazaba en su escuela

IP MAN

DE PELíCuLa

a quienes buscaban una licencia para ejercer poder sobre los demás.

Al estallar la guerra con Japón pierde todo, emigra a Hong Kong y debe em-plear sus conocimientos para ganarse la vida y también para salvar su vida y la de sus seres queridos. El film tiene momen-tos desgarradores relacionados con la miseria humana desencadenada por la guerra y el olvido de un pasado cultural cercano entre China y Japón.

¿Porqué una película de artes mar-ciales, pero de las de antes? Bueno, no es seguro que deje a los fans del género del todo satisfechos, porque no hay luchas coreografiadas, ni sangre saliendo a borbotones. Sí vamos a encontrar una historia de vida con ideales, amor al prójimo y una muy buena adaptación al cine de la vida de Ip Man.

La saga consta de tres películas, la más recomendable es la primera.

Wilson Yip

ACToRES: donnie Yen, Simon Yam, Siu-Wong fan y otros

Labutaca

ChINA / 2008

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QuIéN ES?

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practicando zazen. Haré de ti un gran monje.' Así, Taisen Deshimaru llevó una vida social y familiar mientras siguió practicando zazen con su maestro. Poco a poco integró en su vida la contradic-ción entre lo material y lo espiritual que le había atormentado en su juventud. Poco antes de morir, Kodo Sawaki le ordenó monje y le pidió que llevara el zen, zazen, a Occidente.

A la muerte de su maestro, Deshima-ru permaneció sentado en zazen durante 49 días. Dos años más tarde dejó a su hijo al frente de la familia, arregló sus asuntos y tomó el Transiberiano con di-rección a Francia, sin dinero, sin conocer ni una palabra de francés, sólo con su kesa (vestidura de la transmisión) y con los cuadernos de notas de su maestro. Tenía cincuenta y tres años.

En 1967, en París, alojado en la trastienda de un almacén de dietética, Deshimaru practica zazen todos los días y se gana la vida dando masajes shiatsu y conferencias. Sostenido por su profunda fe en la práctica de zazen y en la transmisión de su maestro, consigue hacer accesible para los occidentales la enseñanza de los grandes maestros zen. Impresionados por el zazen y por la personalidad de Taisen Deshimaru, cada vez más gente practica con él. Abre

Taisen Deshimaru nació en 1914 en Saga (Japón), en el seno de una antigua familia de samurais. Su madre era una fer Maestro Taisen Deshimaruviente budista y su padre quería que hiciera una carrera comercial. A los veinte años empezó a estudiar Económicas. Pero, decepcionado por la educación moderna que dejaba de lado completamente la dimensión espiritual, y siempre en busca del verdadero sentido de la vida, entró en contacto con la enseñanza del zen.

Por fin su búsqueda le condujo a Kodo Sawaki. A éste se le respetaba y admiraba en todo Japón por su vida sen-cilla y libre. Le había devuelto al zen toda su frescura al sacarlo de los templos que estaban estancados en el formalismo. Cuando Deshimaru se acercó al maes-tro, éste sentado en zazen sin darse la vuelta, sin ni siquiera levantar la vista, le dijo: 'Esperaba tu visita con impaciencia.' Deshimaru se convirtió en su discípulo y le siguió fielmente manteniendo su vida en el mundo social. Cuando le pidió que le ordenara monje, Kodo Sawaki le contestó: 'En nuestros días los monjes se han hecho profesionales. No hacen zazen y ejecutan mecánicamente las ceremonias para los laicos. Comprendo que me lo pidas, pero prefiero que sigas viviendo en el mundo social y que sigas

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un dojo, dirige las primeras seshines y empieza a ordenar a sus discípulos como bodhisattvas, monjes y monjas. Su actividad no se limita a la enseñanza en el dojo. Tiene un profundo deseo de ayudar al ser humano de la civilización actual, cuyo desequilibrio percibe, y de hacer que consiga por medio de zazen una comprensión más profunda de sí mismo y de su vida. Con la ayuda de sus discípulos, que cada vez son más numerosos, crea más de cien dojos en Europa y funda el templo de la Gendron-nière, el mayor dojo zen de Occidente. Al mismo tiempo, educa a sus discípulos. Su enseñanza es muy concreta y está en-raizada en la vida cotidiana. Reconocido por los principales templos del zen soto de Japón, se le nombra kaikyosokan (res-ponsable de la enseñanza del zen) para toda Europa. En su país se le llama 'el Bodhidharma de los tiempos modernos'. Para sus discípulos es sencillamente Sen-sei, el más antiguo. En sus últimos años, cada vez más consciente de la urgencia de ayudar al ser humano en el desequili-brio del mundo moderno, intensifica sus actividades, trabajando incansablemen-te, sin permitirse un descanso. A veces decía: 'Quizás mi vida sea breve, pero al menos no habrá sido egoísta.'

A principios del año 1982 se enfer-ma, lo que no le impide seguir haciendo zazen todos los días con sus discípulos. En la primavera se va de Francia a Japón y muere el 30 de abril. Sus últimas palabras para sus discípulos fueron: 'Por favor, continuad zazen.' Durante 49 días, en todos los dojos que había creado, sus discípulos practicaron zazen día y noche en completo silencio.

Taisen Deshimaru legó a sus discípu-los la esencia del zen, zazen, que ahora ellos a su vez transmiten, siguiendo con su misión, practicando en los dojos y reuniéndose en el templo de la Gendron-nière a lo largo de las grandes seshines del año. Como Bodhidharma que hace mil cuatrocientos años llevó el zen de India a China, como Dogen que hace setecientos años lo introdujo en Japón, el Maestro Deshimaru ha transmitido la esencia de la enseñanza del Buda a Europa y a todo el mundo.

"He ofrecido el verdadero zen a los europeos, es la mayor alegría de mi vida. He hecho realidad el deseo de mi maes-tro Kodo Sawaki, y estoy convencido de que esto va a hacer historia."

Taisen deshimaru.

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la sabia guía del Gurú, que conocedor de la falibilidad de los medios concien-tes, acucia al discípulo a fermentar en sí mismo un propósito, una finalidad, sin que para él cuente otro anhelo que llegar, aunque más no sea, hasta el linde de un estado espiritual.

Allí no concluirá su indagación pues sentirá detrás de sí el acicateo esmerado, pero a veces rudo, del maestro.

Detenerse en el Zen significa retroceder.Por tanto, habrá que seguir adelan-

te, dejando de lado toda prevención, abrazando sin cautelas ni suspicacias el consejo del Gurú. Caso contrario será preciso renunciar a toda indagación ulterior y descubrir, con asombro y des-encanto, que todo el camino recorrido se desvaneció de repente, sin otro rastro que una mera noción intelectualizada, despojada de vivencias íntimas, cabales y valederas.

D. T. Suzuki abre, con su segunda serie de Ensayos sobre Budismo Zen, el portal del Conocimiento Intuitivo y, como auténtico maestro, relega a segundo plano su presencia, para que su palabra iluminadora, despersonalizada a sabiendas, pero fecunda, sea una si-miente de luz para quienes vienen detrás cosechen según su mérito y consagra-ción a la Causa de la Realización Integral del hombre.

LIbRoS

d. T. Suzuki

Ensayos

“El ignorante evita los fenómenos pero no el pensamiento,

el sabio evita el pensamiento pero no los fenómenos”.

(Huang Po).

Los buceos de la mente humana en la inagotable fuente del conocimiento no saben de fatigas, desánimo ni re-nuncia. En cada rincón de este mundo hay grupos de hombres anónimos y empeñosos que, con impar acierto, se prodigan para dar en el blanco preciso de las realizaciones.

El Budismo Zen es una de estas y entraña, en sí mismo, un riesgo muy grande para quien se aventura por su sendero sin estar pertrechado con las luminosas armas del Satori, del Zazen, del Koan y del Nembutsu.

Cada una de esas hábiles “argucias” no son más que un singularismo mate-rial de orden mental que, a través de la acumulación y condensación adecuadas de la inquietud de búsqueda, tienen como resultado lógico la tremenda eclo-sión intuitiva que es Iluminación.

Y nótese que es sólo aquí donde la lógica entra en juego. En las etapas an-teriores es tanteo en la oscuridad, bajo

sobre

BUdISMo zEN

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LAS oLAS La piedra cayó en el centro del

lago, sigo las ondas que provoca en la superficie hasta que llegan a la orilla. Si esto fuera el mar no tengo idea hasta donde llegarán esas ondulaciones. Una vez escuché que las olas que rompen en Necochea vienen viajando desde las islas Malvinas. Será que sí….

A veces me imagino así lo que

llaman consecuencias de las acciones, implicancias de algún acto. Pero aque-llas que no nos figuramos siquiera. Estas ondulaciones no solo viajan en el espa-cio, también en el tiempo y puede que alguna olita vieja nos rompa en la cara y tal vez nos revuelque como aquella que no supimos barrenar. Otra por ahí nos emocione al ritmo de alguna melodía

María Marta

Yolando

Y EL VIENTo

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que cantábamos juntos o nos lleve en alas del aroma de pochoclos atardecidos en algún cine de pueblo.

En esto estaba cuando de pronto se me ocurrió imaginar la piedra del asunto, sí, esa que cayó al lago. Bueno, esa va para abajo, lejos de las olitas de la memoria. Y cuanto más pesada, más rápido se desploma. No me miren a mí: Newton tiene la culpa.

En fin, sarcasmos aparte, a veces descuidamos esa dimensión de nuestro accionar: lo que va para abajo, o para adentro, eso que no registramos con nuestra memoria y que rara vez se nos ocurre investigar.

A medida que descubrimos herra-mientas podemos animarnos a husmear más allá del recuerdo, que siempre es subjetivo por cierto ¿no es curioso lo selectiva que puede ser la memoria?

Muchos maestros espirituales reco-miendan que nuestra curiosidad sea genuina, que no esté apremiada por necesidades coyunturales: siguiendo

con nuestra expedición hídrica, que no nos llegue el agua al cuello. Nuestro estado mental, sugieren, debe ser muy apacible dejando así que nuestro inte-rior se revele suavemente.

Cuanto más deliberada sea nues-tra búsqueda me la imagino menos traumática. Quizá porque la búsqueda conciente ya implique cierto coraje para confrontarnos con lo que encontremos y nos permita resolver si debemos nada más tomar conciencia o accionar en alguna dirección.

La conveniencia o no de hacer algo al respecto forma parte de seguir con cualquier práctica de aquietamiento mental. Hoy más que nunca tenemos a nuestro alcance muchos maestros. Sería cuestión de encontrar aquel que po-demos sentir más adecuado a nuestra forma de ser y de pensar. Es un camino arduo para hacerlo en soledad, un buen guía puede darnos el valor y la con-tención necesarias para ir a buscar esa piedra y traerla lo más ilesos posible.

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llegamos tarde a nuestra propia vida. La realidad, es que estamos ahí,

parados en tal o cual situación física, mental, emocional, pero luchando por estar en otra. No hay mucha coherencia en esto. Y justamente el síntoma de saber si nuestra mente está, como decía Gampopa, fundida con el Dharma, es la coherencia de poder llevar a lo cotidiano todo aquello que hemos aprendido de palabra y en la práctica formal. Enton-ces, si estoy teniendo problemas con un trámite por ej., esa es mi realidad, estoy ahí y entonces lo que trato de hacer es abrir la percepción para no quedarme dando vueltas siempre en la misma historia, que es la queja, y la mala cara, y la depresión, y el enojo y la frustración, etc. Sino que tomo lo que tengo a mano y hago lo que tengo que hacer y me doy cuenta de mi demanda incongruente sobre un mundo que, en ese momento, es más dinámico de lo que es mi mente. En pocas palabras… me relajo, porque relajarse no es hacer savasana o exhalar en forma sensible en meditación, es eso y es más, es ser capaz de estar en tal o cual situación y relativizarla. Eso es una revolución mental.

La enseñanza, el Dharma, se vuelve entonces una práctica que se lleva a cabo durante todo el día, porque el fin

buDISMo

NINGÚN“No es lo deprisa

que se pueda llegar, sino el movimiento

lo que importa”

Chögyam Trungpa Rinpoche

MoMENToES INÚTIL

No podemos hablar de Dharma, de tan-tra, de yoga, si pensamos que la práctica, esa que llevamos a cabo en nuestra sala, en nuestro almohadón, es algo diferente de cuando estamos lavando un plato o cuando estamos pagando las cuentas.

La enseñanza es el encuentro con nuestra propia realidad. Nos pasan cosas, y tenemos que estar presentes en ellas. No podemos vivir en tránsito; ¿cuál es el sentido de vivir esperando que pase todo aquello que me aburre para por fin llegar a aquello que quiero? Es como trabajar padeciendo durante todo el año espe-rando la recompensa de las vacaciones. La falta de atención a nosotros mismos hace que vivamos creyendo que a cada momento necesitamos más de lo que en realidad necesitamos. Y mientras más nos extendemos al afuera a buscar la tierra prometida, más voraces nos volve-mos, más cansados nos sentimos y me-nos satisfechos. Cuanto más tengamos, más preocupaciones tendremos para cuidarlo. Hay tanto pensamiento que sostener que parece que el acto cotidia-no se vuelve algo que no hace más que robarnos el tiempo; vivir nos estorba. Las cosas más tontas nos perturban, las per-sonas nos molestan, los contratiempos se desbordan por todos lados, y parece que siempre estoy llegando tarde… y sí,

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de lo que hacemos es comprender la realidad que nos toca vivir en todos sus planos, y la realidad la entendemos a través de la mente, que es como un par de lentes que nos definen la visión. Y nuestra mente viene con nosotros donde sea que vayamos, así que en vez de aho-garnos en las charlas de nuestro propio pensamiento, practiquemos el Dharma honestamente, llevando a cabo todo lo que nuestra circunstancia nos requiera, cumpliendo nuestros roles y siendo habi-tantes sanos de este mundo; seamos lo que queramos ser pero estemos atentos a que nuestra percepción sobre las cosas no pierda frescura, que no nos dejemos ganar por cualquier pavada intrascen-dente poniéndola en primer plano como si fuera algo fundamental, y sobre todo a no perder de vista que estamos invo-lucrados inevitablemente con los demás. Todo nuestro entorno es fundamental para nuestro desarrollo como seres des-piertos, son nuestra técnica más perfec-ta, el contacto y la devolución consciente con los otros nos hace más permeables y nos libera a cada paso de transformarnos en un muñeco de cera presos de nuestra estupidez. Por suerte nuestra familia, amigos, sangha, el cajero del supermer-cado, todos nos erosionan, están ahí para recordarnos cuán ridículos podemos llegar a ser cuando perdemos el foco de la visión. Y la visión es mirar más allá de la nariz propia, dejar de quejarse y emprender una marcha digna y precisa hacia la coherencia de estar presente en este instante donde mi mente y mi cuer-po están llevando a cabo una cosa a la vez, una cosa a la vez, una cosa a la vez. Así, ampliando la visión, lo que antes nos parecía una pérdida de tiempo se vuelve algo ordinariamente sagrado.

“Desechar las cosas y adherirse al vacío son el mismo mal.

Es como echarse al fuego para evitar morir ahogado”.

(Yoká)

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tENEDoR LIbRE

Miso RamenINGREDIENTES

*Para el caldo base (Dashi)400 cc agua aprox.Alga kombu (4 o 5 hebras)Una pizca de Hondashi (opcional) *Colocar en una olla: ½ zanahoria rallada½ cebolla rallada½ cucharada de azúcar blanca2 cucharadas de sake ó vino blanco1/4 cdta de sal marinaY agregarle el caldo base.*Saltear con aceite de girasol (agregar en este orden):2 dientes de ajo picado1 trozo de jengibre fresco picado½ zanahoria picada ¼ de morrón rojo (opcional) 1 Cebolla de verdeo ½ cebolla picadaShiitake (o cualquier otro hongo) fresco o seco. 2 o 3 hojas de Repollo blanco cortada en juliana o rayada

Para algunos de nosotros parecería una sopa. Pero el Ramen es una de las comidas típicas japonesas, a la que se le puede agregar muchas mas cosas a gusto de los comensales. Por ejemplo, carnes, mariscos y hasta huevos duros. Aquí son muy conocidas por sus ver-siones envasadas a las que solo se les echa agua caliente, 3’ y listo.

(Rinde cuatro porciones como acompañamiento)

“No hay que intentar eliminar al ego, eso es imposible. Hay que

convertirlo de agente de la conciencia a objeto de la conciencia. Entrénate

no para enfrentarlo, sino para observarlo atentamente”.

A espíritu libre, entorno libre. (Koan zen)

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Miriam Camilleri

Elaboración

Agregar el salteado a la preparación anterior y poner 400cc más de agua. Tapar la olla y dejar que se cocine. Apagar el fuego y luego agregarle el miso (3 cucharadas de miso disuelto con un poco de agua tibia en una taza. Recordar que el miso no debe cocinar-se.) No se debe agregar sal, ya que el miso es un fermento de soja hecho en una base de sal.

Aparte cocinar 1 nidito de fideos para ramen aprox. 100 gr. O cualquier otro fideo

Pochar (pasar por agua caliente) un puñado de brotes de soja, servir la sopa y colocarlos por encima.

Itadakimasu!!!!! (Expresión japo-nesa para agradecer a todos los que participaron para que ese plato llegue a nosotros)

“Los pinos no tienen color antiguo ni moderno”.

(Koan zen).

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Siempre me pregunto cómo mantener la mente fresca, alegre y radiante para así realizar la verdad de las cosas. La ver-dadera realidad-libertad, no la que arma-mos a nuestra medida para inflar nuestro ego y así sentirnos distintos o superiores a los demás. Eso no me interesa, es más, me parece una pérdida de tiempo.

Lo que realmente me importa es ir li-berándome de ataduras, de la memoria emocional del pasado que se transfor-mó en una mochila gigante, y que me empaña la visión simple, desnuda y real del momento en que estoy.

Y en esa "tempestad emocional"

La mente dESPIERTA

aparecen como salvavidas dos pa-labritas, que se transforman en un refugio, éstas son: la verdad y el amor. Jesús dijo: "el amor os hará libres" y Rabindranath Tagore expresó: "el amor no es una simple emoción, el amor es la máxima verdad en el corazón de la creación", así que en los momentos que la claridad aparece y puedo bajar a tierra, estas dos palabritas en acciones, logro relajarme, liberarme de cadenas de pensamientos y vivir tal como soy, un simple mortal con ganas de mejorar.

Gonzalo Sotelo

“de todas las meditaciones sobre la presencia mental, la de la muerte es suprema”

Buda

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Qué sería de nuestro camino, de nuestro esfuerzo por liberarnos y las crisis que desencadenamos por eso, sin estos pequeños (y grandes!!) vislumbres de la Perfección, de la Totalidad, de la Libertad.

Existe un momento, después de cada crisis, en el cual experimentamos una lu-minosidad interna que nos recuerda Qué somos, Quiénes somos y nos muestra capacidades latentes que están dentro nuestro, que no recordamos y que están a la espera de que despertemos de nuestro sueño.

Si estamos atentos cuando pasa cada crisis y nos abrimos a ese estado nuevo de conciencia, van a aparecer una tras otra las respuestas que tanto buscába-mos, vamos a descubrir qué nos enseñó la experiencia recién vivida y vamos a ver cómo se encadena con todas las expe-riencias del pasado.

Ya todos sabemos que la palabra "cri-sis" en oriente la traducen como "opor-tunidad". Esta oportunidad de aprender es mucho más satisfactoria si utilizamos la conciencia, para esto debemos sentar-nos a meditar y abrirnos a sentir qué nos aportó lo vivido.

Todas las crisis nos aportan un creci-miento posterior, sentimos que estamos en un peldaño más arriba, pero gene-ralmente no somos concientes, nos se-guimos moviendo en la rutina cotidiana

es verdaderacon nuestras neurosis permanentes (si las dejamos ser...) y la enseñanza pasa des-apercibida y la notamos mucho después en algún momento de claridad pasajera (si la notamos...)

Es recomendable aprovechar ese momento, que es como un oasis en el desierto, una calma antes de la próxima experiencia, como ese momento en la respiración cuando dejamos salir todo el aire, antes de que comience la próxima inhalación, ese momento de quietud, sentarnos , dejar de movernos, no hacer nada, cerrar los ojos, resguardarnos, cui-darnos, mimarnos , sensibilizarnos, abrir-nos y ver, ver con todo nuestro ser (que tiene todas las respuestas que buscamos) qué nos enseñó lo que vivimos, mejor dicho, qué recuerdo recuperamos, qué capacidades redescubrimos (le sacamos el velo) de ese Ser perfecto y único que lo sabe todo y que está ansioso de mos-trarse tal cual es, libre, con toda su lumi-nosidad y su eterna alegría porque como dice Sri Aurobindo : "Solo la Alegría es verdadera. Sufrimos porque ponemos las cosas fuera de nosotros, cuando todo se halla adentro, todo es alegría, porque ya no hay brechas por ninguna parte"

Andrea zammarrelli

Sólo la ALEGRíA

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En Occidente, durante los últimos qui-nientos años de historia, se desarrollaron diversas ideologías que lucharon entre sí para prevalecer. Las principales son:

Conservadorismo: surgida en Europa a fines del siglo XVIII

Liberalismo: corriente de pensamien-to filosófico social, económico y político que promueve las libertades individuales.

Capitalismo: caracterizado por la propiedad privada de los principales medios de producción.

Socialismo: está relacionado con la Revolución Industrial y el nacimiento del

proletariado como nueva clase. Nacionalismo: establece una

identidad entre individuo y sociedad constituyendo una especie de religión nacional del Estado.

anarquismo: es opuesta radical-mente a lo político y parte de una visión optimista del ser humano.

La última batalla de las ideologías fue la denominada “guerra fría” y terminó, evidentemente, con la victoria del liberalismo y del capitalismo por sobre las demás, contribuyendo al de-nominado proceso de “globalización”.

La “globalización” es el proceso a gran escala que consiste en la crecien-te comunicación e interdependencia entre los diferentes países del mundo, unificando sus mercados, sociedades y culturas a través de transformaciones sociales, económicas y políticas que le dan un carácter global.

Ideologías, Globalización y Espiritualidad

La paradojaoccidental

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Lo que pasa en China influye en todo el mundo y viceversa, y este proceso se ve incrementado y acelerado por internet en todas sus aplicaciones.

En el presente, la hegemonía mundial está en manos de EEUU y China, que, lejos de ser “enemigos globales” son competidores, socios e interactúan sim-bióticamente.

En occidente las ideologías suplanta-ron a las religiones: ello resultó en una ausencia de cuestiones “trascendentes”, provocando un vacío profundo en el alma occidental.

Esta situación ha provocado una co-rriente en la que los occidentales, abru-mados por el mundo acelerado en que se vive, ávidos de espiritualidad, busquen cuestiones trascendentes que los tran-quilicen, los equilibren y los recentren, para lo cual se vuelcan masivamente a las creencias orientales, especialmente al

yoga y otras disciplinas. Aunque es dable destacar que este vuelco todavía va de la mano de un materialismo espiritual típi-co de occidente que debe ser superado para lograr el verdadero “despertar” (ver “Más Allá del Materialismo Espiritual” de Chôgyam Trungpa).

La paradoja es que la evolución de la civilización occidental –por un camino distinto- - está llegando a las mismas conclusiones que la civilización oriental viene pregonando desde hace siglos.

En efecto, el budismo tibetano explica que estamos todos interconectados y que todos dependemos de todos y que lo único que puede salvarnos es el equilibrio universal de todos los seres del universo, mediante la práctica del amor al prójimo y la compasión, para que todos los seres lleguen al verdadero despertar.

La práctica del yoga y el estudio del budismo tibetano, puede llevarnos a

“Tanto el discurso como el silencio transgreden”.

(Dicho zen)

“La verdadera visión llega cuando ya no se ve”.

(Skhen Hui)

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comprender el sentido de la vida y las cuestiones trascedentes importantes que debemos descubrir, analizar y practicar para ser felices y transmitirlo a todos los seres vivientes del planeta, siguiendo una sola guía: ser plenamente lo que somos, en nosotros mismos, pero no en el sentido de una vanguardia, porque no hay ningún guía que seguir. No hay que seguir el rastro de nadie, sino que uno sigue su propio camino. El guía no va delante de nosotros sino que va con nosotros (Chôgyam Trungpa).

Según el budismo, este sendero hacia el despertar consiste en seis actividades transcendentales espontáneas y que son: generosidad, disciplina, paciencia, energía, meditación y conocimiento (las seis paramitás).

Paramitá significa “llegado a la otra orilla” que quiere decir que tales activi-dades deben tener la visión, el entendi-

miento que trasciende toda noción de un ego central. No se trata de ser bueno o bondadoso, sino que se es compasivo espontáneamente.

Marcelo Balatti

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Durante el invierno en general, deci-mos que los poros del cuerpo se cierran y éste se parece a un horno de barro que conserva el calor en el interior y protege al cuerpo de la pérdida del mismo por el frío externo. Esto hace que aumente la acción del Medrod (fuego digestivo) de manera que el metabolismo aumenta y el cuerpo consume más energía y si se excede puede llegar a dañar los tejidos que lo conforman. Por estas fuerzas opuestas es que el invierno se vuelve una estación conflictiva que perturba la bilis (tri-pa) y la flema (badkan) disminuyendo la inmunidad.

Durante la primera etapa del invierno (Guntoe), uno debería tratar de consumir en mayor cantidad alimentos de sabor dulce, agrio y salado que son justamente los que fortalecen el dhang, que es el que aumenta la inmunidad y los tejidos

corporales sin exacerbar demasiado la flema. Sería bueno, entonces ingerir mu-cha fruta fresca tales como banana, pe-ras, manzanas, vegetales cocidos como los zapallitos, zucchinis, remolachas, etc. ; cereales, hidratos de carbono, lácteos (no grasosos), sopas (y en especial las elaboradas con carne), guisos. En gene-ral, debería predominar más la proteína vegetal (como las legumbres, tofu) o animal, y en este último caso sin grasa.

Lo que hay que evitar comer en exceso son ensaladas y vegetales crudos, comida fría, congelados, restos de días anteriores, y comidas instantáneas. Todas éstas comidas son de naturaleza fría y pesada, por lo que van a enfriar el cuerpo, y como no tienen nutrientes de calidad disminuyen el dhang, la ener-gía esencial. Estaremos entonces más propensos a enfermarnos. Otro punto

Los dos inviernosMedicina tibetana

Guntoe y Gunmed

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importante es comer bien por la noche para que el fuego interno “tenga con qué entretenerse”.

Es importante para proteger las arti-culaciones realmente abrigar el cuerpo, sobre todo si se lo expone al viento frío, no por agarrar un resfriado solamente, sino porque puede llevar a dolor articu-lar, desórdenes de la zona lumbosacra y lo que llamamos abdomen frío, que es esa sensación de pesadez y molestia abdominal, por el aumento de la flema en los órganos de la digestión.

Cuando entramos en el invierno tardío (gunmed) aumenta el frío y la humedad, que hacen que los tejidos se “congelen” aún más, por ello al invierno le decimos “la época de acumulación de la flema”. El gran problema es que no veremos esto hasta que el calorcito de la primavera derrita los hielos invernales, y aparezcan mocos y más mocos.

"Las flores se deshojan aunque las amemos, las malas hierbas crecen aunque las aborrezcamos; es así”.

(Dogén).Yitrogma

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MEDIo aMbIENtE

Las experiencias que el hombre como especie está viviendo nos dejan cada vez más en evidencia que tenemos que dar un salto en nuestra forma de vivir, pero ya no para detener la extinción de la naturaleza, sino para evitar la propia. El planeta con millones de años de evolución se encargará en todo caso de restablecer el equilibrio perdido sin nosotros.

Por otro lado el sistema económico y social que domina, convulsiona en todos lados y no hay nada que pueda simular estas crisis, es un reguero de polvo que socava la seguridad desde el primer mundo hasta el último.

Mientras una parte se afana en co-laborar con la destrucción y acelerar el colapso, otra se suma a experiencias de transformación profunda.

Esto es revelador de un cambio de

mentalidad en los hombres de buena voluntad, por ejemplo el de resignifi-car y rescatar entre otras cuestiones la cosmovisión de culturas ancestrales, res-petuosas de la naturaleza y de los seres que la habitan; pero además simboliza la abolición de creencias muy enquista-das en la sociedad occidental, como la de suponer que cambiar el estado de cosas es imposible.

Claro, que este tiempo tiene la im-pronta de la transición por lo que tanto en individuos como en grupos que se abocan a sumar acciones a un cambio propiciador de la vida y de un sistema más justo e inclusivo, se observan con-tradicciones de todo tipo. Sucede que el sistema tiene sus anticuerpos en ple-na actividad, y su capacidad de resistirse es enorme, ya que lo hace a través de la violencia, como la forma más obvia

SIMULACRoS “Yo soy vida que quiere vivir, y existo en medio de vida que quiere vivir” / Albert Schweitzer

o VERdAdESCecilia fantini

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y antigua, pero también tiene maneras más sutiles como lo es la cooptación de individuos y causas en las más variadas circunstancias, y entonces vemos que la publicidad, la política, los gobiernos, todo se va disfrazando de “verde” y “sustentable”.

La última cumbre por la tierra que se desarrolló en Río de Janeiro este año fue casi un deja vu de la recordada pero ineficaz Río 92. En este encuentro de 2012 se visualizó una discusión que se desarrolló en forma paralela en otro espacio promovido por organizaciones sociales (Cumbre de los pueblos) cues-tionando en primer lugar, este fenóme-no de la economía verde que se quiere imponer en los discursos oficiales y empresariales haciendo de cuenta que. Lo que queda claro en este sentido es que todo es más de lo mismo, de fondo no se pretende transformar nada, pero para adecuarse a los tiempos, los discur-sos se vuelven camaleónicos.

Y así nos encuentra un 2012 recar-gado de desastres ambientales, y con una comunidad científica que en su mayor parte mira para otro lado.

En esta situación de descomposición social y de la naturaleza, se pone en evidencia que tendremos que cultivar la visión correcta. En estos procesos de transformación el hombre deberá asu-mir que lo que vemos como catastrófico en el afuera, en el mundo, es responsa-bilidad del hombre.

De ahí deberían surgir nuevas prác-ticas para trascender este momento, y esas respuestas están dentro del ser humano, no son fantasías.

Integrar los conocimientos, los posicionamientos de hoy deben nece-sariamente ser unificadores, la historia, la ecología, la ciencia, la política, la religión, no son conceptos ni prácti-cas que van por diferentes caminos, ir unos contra otros es un karma que hay que superar. El sueño de la solidaridad real para vivir en comunidad no podrá concretarse si continuamos por este camino. El individualismo, el egoísmo queda como el mayor enemigo para esa vida comunitaria, viable para la natura-leza y para los mismos hombres.

Conciencia de trabajar juntos es el mejor ingrediente para estos tiempos de cambios urgentes donde la creatividad, la capacidad de imaginar modos de an-dar, inventar la vida día a día pero dán-donos cuenta que ella no pasa a través de nosotros sino que al revés nosotros vamos atravesándola tejiendo la trama.

Cómo sino salir de este estado de emergencia sino es recuperando esa trama rasgada por la ignorancia, la codicia y la brutalidad de esta especie humana de la que somos parte. La vida es una alabanza para quienes se atreven a ser un hilo más de luz en su tejido. Mirar hacia adentro y hallar la respues-ta, algunos le dicen: estar a la altura de las circunstancias.

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Un extraño animalExtraído del libro Zen Inklings, de Donald Richie.

Un leñador estaba trabajando duramente en unas remotas montañas, cuando apareció un extraño animal que nunca antes había visto.

—Ah —dijo el animal—, nunca antes habías visto algo como yo.

Al leñador le sorprendió muchísimo oír hablar al animal.

—Y estás asombrado de que pueda hablar…

Al leñador también le sorprendió que la bestia supiera sus pensa-mientos.

—Y de que sepa lo que estás pensando —continuó el animal.

Viendo el animal, al leñador le dieron ganas de atraparlo y llevárselo a su hogar.

— ¿Así que quieres capturarme vivo, cierto?

Y si no, quizá podría darle un hachazo y después llevárselo a su hogar.

—Y ahora quieres matarme —dijo el animal.

El leñador se dio cuenta que no podría hacerle nada, puesto que la bestia siempre sabía lo que él pensaba hacer. Así pues, regresó al trabajo, decidido en ignorar al animal.

—Y ahora —dijo— me abandonas.

Apenas pudo trabajar, el leñador se descubrió pensando a menudo en el animal que estaba allí, y la bestia siempre hacía un comentario de acuerdo a lo que pensaba. Deseó que se alejara, y al final le pidió que lo dejara tranquilo.

Aparentemente el animal no deseaba irse. Estaba parado allí, cerca de él, leyendo todos sus pensamientos y no parecía tener buenas intenciones.

Finalmente, no sabiendo qué más hacer, el leñador se resignó, tomó su hacha otra vez, determinado a no prestar más atención a este extraño animal. Y prosiguió, sin nada más en la mente, con el corte de los árboles.

Mientras él trabajaba así, sin pensamientos en su cabeza excepto el hacha y el árbol, la cabeza del hacha voló del mango y dio muerte al animal.

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