resumen juicio a darwin

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21.03.12 Darwin a juicio (Phillip E. Johnson) A las 10:56 AM, por Blogger Categorías : Daniel Iglesias Grèzes, Ciencia Título: Juicio a DarwinAutor: Phillip Johnson Editorial: Homo LegensPáginas: 252 págs. ISBN: 9788493555627Año edición: 2007 Lo puedes adquirir en Criteria Club . 1. Introducción Este libro, cuya primera edición fue publicada en 1991, hizo historia. Aunque se limita a criticar el valor científico de la teoría darwinista de la evolución, podría decirse que fue el punto de partida del movimiento ID (Intelligent Design = Diseño Inteligente). Desde entonces este movimiento se ha desarrollado mucho en los Estados Unidos de América, poniendo en jaque a la cosmovisión atea que prevalece en el ámbito científico. El bioquímico Michael Denton, quien en 1986, siendo aún un darwinista ateo, publicó el libro Evolución: una teoría en crisis, ha dicho que este libro de Johnson es la mejor crítica del darwinismo que conoce. Precisamente la lectura de ese libro de Denton, y la de El relojero ciego de Richard Dawkins, el más célebre propagandista actual del ateísmo, impulsó a Johnson a estudiar a fondo el tema del darwinismo. Phillip E. Johnson es un abogado graduado en las Universidades de Harvard y de Chicago. Fue Profesor de Derecho durante más de treinta años en la Universidad de California en Berkeley.

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Importante debate sobre el evolucionismo.

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21.03.12Darwin a juicio (Phillip E. Johnson)A las 10:56 AM, por Blogger Categoras : Daniel Iglesias Grzes, Ciencia

Ttulo: Juicio a DarwinAutor: Phillip Johnson Editorial: Homo LegensPginas: 252 pgs. ISBN: 9788493555627Ao edicin: 2007Lo puedes adquirir en Criteria Club .1. IntroduccinEste libro, cuya primera edicin fue publicada en 1991, hizo historia. Aunque se limita a criticar el valor cientfico de la teora darwinista de la evolucin, podra decirse que fue el punto de partida del movimiento ID (Intelligent Design = Diseo Inteligente). Desde entonces este movimiento se ha desarrollado mucho en los Estados Unidos de Amrica, poniendo en jaque a la cosmovisin atea que prevalece en el mbito cientfico. El bioqumico Michael Denton, quien en 1986, siendo an un darwinista ateo, public el libro Evolucin: una teora en crisis, ha dicho que este libro de Johnson es la mejor crtica del darwinismo que conoce. Precisamente la lectura de ese libro de Denton, y la de El relojero ciego de Richard Dawkins, el ms clebre propagandista actual del atesmo, impuls a Johnson a estudiar a fondo el tema del darwinismo.Phillip E. Johnson es un abogado graduado en las Universidades de Harvard y de Chicago. Fue Profesor de Derecho durante ms de treinta aos en la Universidad de California en Berkeley. Gracias a sus numerosos libros y artculos sobre la evolucin y la creacin, se ha ubicado al frente del debate pblico acerca de esta cuestin. Por su capacidad y su formacin, Johnson est muy bien dotado para evaluar el peso de las evidencias aportadas y la correccin de los argumentos esgrimidos por las partes en un juicio. En Darwin on Trial aplica con brillantez ese talento suyo.En el prlogo a la tercera edicin del libro, llamada edicin del 20 aniversario, el bioqumico Michael J. Behe (otro de los principales exponentes del movimiento ID) afirma lo siguiente:Veinte aos pueden ser una virtual eternidad en ciencia moderna pero en lgica, no tanto. Los argumentos que descansan sobre premisas defectuosas y razonamiento forzado no son ayudados en absoluto por el paso del tiempo. Es el esplendor de Phillip Johnson, Profesor Jefferson E. Peyser de Derecho, Emrito en la Universidad de California, Berkeley, y experto en la forma en que los argumentos son estructurados y en las premisas implcitas sobre las que se apoyan, haber escrito un libro, Darwin on Trial, que, a pesar de los aos interpuestos y del progreso de la ciencia, es tan fresco y relevante hoy como cuando fue impreso por primera vez (p. 10).

2. Darwinismo y neodarwinismo1. El libro en cuestin tiene doce captulos y un eplogo.El Captulo 1 (titulado El marco legal) analiza dos clebres juicios acerca de la enseanza de la teora darwinista de la evolucin en escuelas pblicas de los Estados Unidos.El Captulo 2 (titulado La seleccin natural) tiene una importancia capital. Al comienzo de ese captulo, el autor dice que su tema no es la historia sino la lgica de la actual controversia, por lo que su inters est centrado en el darwinismo, no en Darwin. De ah que a l no le interesen mayormente las diferencias entre el darwinismo original (el del propio Darwin) y el neo-darwinismo actual. Mi propsito afirma Johnson es explicar qu conceptos emplea la teora contempornea, qu proposiciones significativas hace acerca del mundo natural y qu puntos de legtima controversia puede haber. (p. 34).A continuacin el autor describe los tres principios bsicos de la teora propuesta por Charles Darwin en El origen de las especies (cf. pp. 34-35): Las especies no son inmutables, sino que surgen las unas de las otras a travs de un proceso natural de descendencia con modificacin. Este proceso evolutivo da cuenta de toda o casi toda la diversidad de la vida, porque todos los seres vivos descienden as de un pequeo nmero de ancestros comunes, quizs de un nico ancestro microscpico. Este vasto proceso es guiado por una fuerza llamada seleccin natural o supervivencia del ms apto. Al cabo de un largusimo proceso, la acumulacin de pequeas modificaciones graduales, combinada con la supervivencia de los seres vivos mejor adaptados a su ambiente, da lugar a una nueva especie.El neodarwinismo (la versin actual del darwinismo) es la doctrina que sostiene que el rol creativo o positivo del proceso evolutivo es desempeado principal o exclusivamente por mutaciones genticas aleatorias, que producen las pequeas modificaciones graduales postuladas por Darwin. El rol destructivo o negativo de ese proceso sigue estando a cargo de la seleccin natural, igual que en el primer darwinismo.3. Seleccin natural y seleccin artificial1. Cuando Darwin escribi El origen de las especies no se conoca ningn buen ejemplo de seleccin natural, por lo que l no pudo sealar evidencias empricas en apoyo de su teora. En cambio se apoy mucho en un argumento basado en la analoga entre la seleccin natural y la seleccin artificial. Esta ltima, utilizada por los criadores de animales o plantas, es muy exitosa para producir variaciones mejoradas dentro de la misma especie, alterando muchas de sus caractersticas.Johnson comenta que la analoga con la seleccin artificial es engaosa. Los criadores de plantas y animales emplean inteligencia y conocimiento especializado El objetivo de la teora de Darwin, sin embargo, era establecer que procesos naturales sin un propsito pueden reemplazar al diseo inteligente. Que l lograra su objetivo citando los logros de diseadores inteligentes prueba slo que la audiencia receptiva de su teora era altamente acrtica. (p. 37).El eminente zologo Pierre Grass concluy que los resultados de la seleccin artificial proveen un poderoso testimonio contra la teora de Darwin:A pesar de la intensa presin generada por la seleccin artificial (eliminando a cualquier progenitor que no cumple el criterio de eleccin) durante milenios enteros, ninguna especie nueva ha nacido. Un estudio comparativo prueba que las cepas permanecen dentro de la misma definicin especfica. Esto no es un asunto de opinin o de clasificacin subjetiva, sino una realidad medible. El hecho es que la seleccin da forma tangible y rene a todas las variedades que un genoma es capaz de producir, pero no constituye un proceso evolutivo innovador. (pp. 37-38).La seleccin artificial mediante experimentos de laboratorio con moscas de la fruta s ha logrado producir nuevas especies, pero stas siguen siendo moscas de la fruta, con cambios en ciertas caractersticas. Grass destac que la mosca de la fruta, el insecto favorito de los geneticistas, parece no haber cambiado desde los tiempos ms remotos. (pp. 38-39). Johnson agrega: La naturaleza ha tenido mucho tiempo, pero simplemente no ha estado haciendo lo mismo que han estado haciendo los experimentadores. (p. 39).*******A continuacin presentar de forma resumida el excelente anlisis que, en la segunda parte del Captulo 2, Phillip Johnson hace de las cuatro formas diferentes en que los darwinistas consideran la seleccin natural: como una tautologa, como un argumento deductivo, como una hiptesis cientfica y como una necesidad filosfica.

4. La seleccin natural como una tautologa (cf. pp. 39-43)1. Muchos darwinistas prominentes han presentado la seleccin natural como una tautologa, una forma de decir lo mismo dos veces. Johnson ilustra este punto con citas de J. B. S. Haldane, Ernst Mayr, George Gaylord Simpson y C. H. Waddington. En su formulacin tautolgica, la teora darwinista predice que los organismos ms aptos producirn la mayor descendencia, y define los organismos ms aptos como aquellos que producen la mayor descendencia. Por lo tanto, esa teora se reduce a la tautologa de que los organismos que dejan la mayor descendencia dejan la mayor descendencia.Johnson dice que la cita de Waddington merece ser preservada para la posteridad. Hela aqu: La principal contribucin de Darwin fue, por supuesto, la sugerencia de que la evolucin puede ser explicada por la seleccin natural de variaciones aleatorias. La seleccin natural, que al principio fue considerada como si fuera una hiptesis que necesitaba una confirmacin experimental u observacional, en una inspeccin ms cercana resulta ser una tautologa, una afirmacin de una relacin inevitable pero previamente no reconocida. Afirma que los individuos ms aptos en una poblacin (definidos como aquellos que dejan una mayor descendencia) dejarn una mayor descendencia. Este hecho de ningn modo reduce la magnitud del logro de Darwin; slo despus de que fue claramente formulado, los bilogos pudieron darse cuenta del enorme poder del principio como un arma de explicacin. (pp. 41-42).Waddington escribi esto en un artculo presentado en un gran evento de la Universidad de Chicago en 1959, celebrando el 100 aniversario de la publicacin de El origen de las especies. Johnson comenta: Aparentemente, ninguna de las distinguidas autoridades presentes dijo a Waddington que una tautologa no explica nada. Cuando quiero saber cmo un pez puede convertirse en un hombre, no soy iluminado si se me dice que los organismos que dejan la mayor descendencia son los que dejan la mayor descendencia. (p. 42).El famoso filsofo de la ciencia Karl Popper critic duramente la formulacin tautolgica de la seleccin natural. Desde entonces, acusando el golpe, los darwinistas intentan no enunciarla, aunque a menudo continan emplendola en la prctica.5. La seleccin natural como un argumento deductivo (cf. pp. 43-44)1. Algunos darwinistas (por ejemplo el paleontlogo Colin Patterson y el investigador del origen de la vida A. G. Cairns-Smith) han presentado la teora darwinista en la forma de un argumento deductivo. Veamos cmo formula Patterson ese argumento: Todos los organismos deben reproducirse. Todos los organismos exhiben variaciones hereditarias. Las variaciones hereditarias difieren en su efecto sobre la reproduccin. Por lo tanto, las variaciones con efectos favorables sobre la reproduccin tendrn xito, aquellas con efectos desfavorables fracasarn, y los organismos cambiarn.El mismo Patterson observa que este argumento no es una explicacin general de la evolucin, sino que slo establece que alguna seleccin natural ocurrir. Pero en realidad el argumento ni siquiera prueba que los organismos cambiarn. El rango de variaciones hereditarias puede ser estrecho, y las variaciones que sobreviven pueden ser slo suficientes para mantener la especie tal cual es. En cualquier poblacin algunos individuos dejarn ms descendencia que otros, incluso si la poblacin no est cambiando o cuando se dirige directamente hacia la extincin.Que el efecto principal de la seleccin natural pueda ser el de evitar que una especie cambie no es una mera posibilidad terica. Como se ve en el Captulo 4 del libro, la caracterstica predominante de las especies fsiles es la stasis, o ausencia de cambio. Adems, hay numerosas especies que son fsiles vivientes, puesto que son muy similares hoy a como eran hace millones de aos.6. La seleccin natural como una hiptesis cientfica (cf. pp. 45- 48)1. Despus de descartar dos simples falacias, corresponde examinar con mucho cuidado la formulacin hipottica de la teora darwinista. Nos encontramos aqu en el verdadero terreno de la ciencia. La mayora de los cientficos evolucionistas piensan que la seleccin natural darwinista es una hiptesis cientfica que ha sido tan completamente probada y confirmada por la evidencia que debera ser aceptada por todas las personas razonables como la explicacin ms adecuada de la evolucin de las formas de vida complejas. Esto nos conduce a la cuestin crtica: Qu evidencia confirma la hiptesis de que la seleccin natural (combinada con mutaciones) es un proceso evolutivo innovador, capaz de producir nuevos rganos y organismos y de explicar la diversidad de las formas de vida existentes?En este punto Johnson cita los seis hechos que el bilogo darwinista Douglas Futuyma menciona como evidencias que confirman el poder creativo de la seleccin natural: Las bacterias pueden desarrollar naturalmente una resistencia a los antibiticos; y los insectos pueden volverse resistentes a los insecticidas. En una tormenta que ocurri en 1898 en Massachusetts, los gorriones de mayor tamao sobrevivieron con mayor frecuencia que los ms pequeos. Una sequa que ocurri en 1977 en las Islas Galpagos caus una gran mortalidad en los pinzones de menor tamao, de modo que al cabo de una generacin el tamao de estos pjaros (y especialmente de sus picos) creci apreciablemente. El alelo responsable de un tipo de anemia en poblaciones africanas est asociado tambin con la resistencia a la malaria. Las chances de supervivencia son mximas cuando el individuo hereda ese alelo de un solo padre. Se ha observado la extincin de poblaciones de ratones que han sido afectadas por la propagacin de un gen que causa la esterilidad de los machos. Segn las famosas observaciones de Kettlewell, en Inglaterra, despus de la revolucin industrial, cuando los rboles fueron oscurecidos por el humo industrial, las polillas de color oscuro se volvieron ms abundantes, porque sus predadores tenan ms dificultad para verlas en los rboles.Johnson comenta que ninguna de estas pruebas ofrece ninguna razn convincente para creer que la seleccin natural puede producir nuevas especies, nuevos rganos u otros cambios grandes.El autor afirma: Esta conclusin parece tan obviamente correcta que da lugar a otro problema. Por qu otras personas, incluyendo expertos cuya inteligencia e integridad intelectual respeto, piensan que la evidencia de fluctuaciones locales de poblaciones confirma que la seleccin natural tiene la capacidad de obrar proezas de ingeniera, de construir maravillas como el ojo y el ala? Todos los que estudian la evolucin saben que el experimento de las polillas de Kettlewell es la demostracin clsica del poder de la seleccin natural, y que los darwinistas tuvieron que esperar casi un siglo para ver incluso esta modesta confirmacin de su doctrina central. Todo el que estudia el experimento sabe que no tiene nada que ver con el origen de ninguna especie, o incluso de ninguna variedad, porque las polillas oscuras y blancas estuvieron presentes a lo largo del experimento. Slo las proporciones entre una variedad y la otra cambiaron. Cmo gente inteligente pudo haber sido tan crdula para imaginar que el experimento de Kettlewell apoyaba de algn modo las ambiciosas reclamaciones del darwinismo? Para responder esta pregunta debemos considerar una cuarta forma en la que la seleccin natural puede ser formulada. (p. 48)7. La seleccin natural como una necesidad filosfica (cf. pp. 48-52).1. La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos ha declarado que la caracterstica ms bsica de la ciencia es la dependencia de explicaciones naturalistas, en oposicin a medios sobrenaturales inaccesibles al entendimiento humano. As se clasifica como cientficamente inaceptable la idea de que Dios de algn modo dirige la evolucin. Si la ciencia ha de tener alguna explicacin de la complejidad biolgica, debe arreglrselas con lo que queda despus de haber excluido lo considerado inaceptable. La seleccin natural es quizs la mejor de las alternativas restantes, y probablemente la nica alternativa. En esta situacin algunas personas deciden que el darwinismo simplemente debe ser verdadero. Para ellos no hay necesidad de comprobar la teora misma, porque no hay ninguna alternativa respetable.Aunque no se llegue al extremo de aceptar al darwinismo simplemente como principio filosfico, hay una gran diferencia entre estas dos actitudes hacia la evidencia emprica: la de quien busca probar si una teora dudosa es cierta o no, y la de quien slo busca confirmar la nica teora que est dispuesto a aceptar. Ya hemos visto que muchos cientficos distinguidos a menudo aceptaron acrticamente la cuestionable analoga entre la seleccin natural y la seleccin artificial o no detectaron las falacias de las formulaciones de la seleccin natural como tautologa o como deduccin lgica. Tales absurdos sobrevivieron y se reprodujeron por la misma razn que a veces una especie incompetente evita la extincin: no haba una competencia efectiva en su nicho ecolgico.Si no se requiere una confirmacin positiva de la potencia creativa de la seleccin natural, hay poco peligro de que la teora sea refutada por evidencia negativa. Los darwinistas han desarrollado un conjunto de conceptos subsidiarios (la seleccin de grupo, la seleccin de parentesco, la seleccin sexual, la pleiotropa, etc.) capaces de proveer una explicacin plausible (al menos verbal) de casi cualquier eventualidad concebible. Johnson da el siguiente ejemplo: Los fsiles vivientes, que han permanecido bsicamente incambiados durante millones de aos mientras sus primos estaban supuestamente evolucionando, no son una vergenza para los darwinistas. Ellos no pudieron evolucionar porque las mutaciones necesarias no llegaron, o a causa de restricciones al desarrollo, o porque ya estaban adaptados adecuadamente a su ambiente. En pocas palabras, no evolucionaron porque no evolucionaron. (pp. 49-50).Julian Huxley escribi lo siguiente: La improbabilidad debe ser esperada como un resultado de la seleccin natural; y tenemos la paradoja de que una improbabilidad aparente excesivamente alta en sus productos puede ser tomada como evidencia de su alto grado de eficacia. El comentario de Johnson es lapidario: Sobre esta base la teora no tiene nada que temer de la evidencia. (p. 52).*******En el Captulo 3 (titulado Mutaciones grandes y pequeas), Phillip Johnson presenta las principales dificultades de las dos formas principales del darwinismo actual: I) el darwinismo ortodoxo, que se adhiere rgidamente al gradualismo de Darwin, es decir a su visin de que la evolucin consiste en una enorme sucesin de micromutaciones; y II) el saltacionismo de Goldschmidt y Gould, que concibe una evolucin basada en macromutaciones.8. Tribulaciones del darwinismo ortodoxo1. El compromiso de Charles Darwin con el gradualismo era total. En sus propias palabras: La seleccin natural puede actuar slo mediante la preservacin y acumulacin de modificaciones heredadas infinitesimalmente pequeas La seleccin natural, si fuere un principio verdadero, desterrar la creencia en la creacin continuada de nuevos seres orgnicos o en cualquier modificacin grande y sbita en su estructura. (p. 54). l mismo escribi tambin lo siguiente: Si pudiera demostrarse que existi cualquier rgano complejo que no pudo haber sido formado por modificaciones numerosas, sucesivas y leves, mi teora fracasara absolutamente. (p. 58).El registro fsil constituye el mayor problema de este gradualismo, puesto que no provee evidencia de las muchsimas formas transicionales requeridas por la teora de Darwin. Johnson pospone el anlisis de este problema hasta el captulo siguiente y se concentra aqu en otra gravsima dificultad: los cuerpos animales estn repletos de rganos que requieren una intrincada combinacin de partes complejas para poder cumplir sus funciones. Cmo tales rganos pueden haberse formado mediante una enorme cantidad de variaciones aleatorias pequesimas, cada una de ellas favorable para el animal preservado? Johnson analiza, entre otros, dos ejemplos clsicos: el ojo y el ala.El clebre darwinista heterodoxo y ateo Stephen Jay Gould se plante a s mismo la excelente pregunta: Para qu sirve el 5% de un ojo? El an ms clebre darwinista ortodoxo y ateo Richard Dawkins respondi que puede servir para tener un 5% de visin. Johnson subraya que es una falacia suponer que el 5% de un ojo implica el 5% de visin normal. Adems, Dawkins reafirma la respuesta de Darwin al problema del ojo. Entre los animales vivientes hay distintos tipos de ojos, que permiten concebir una serie de diseos intermedios. Sin embargo, segn el conocimiento actual, se piensa que esos distintos tipos de ojos no surgieron los unos de los otros. El eminente darwinista ortodoxo Ernst Mayr sostuvo que el ojo debe de haber evolucionado independientemente al menos 40 veces. Johnson replica preguntando por qu las formas ms primitivas de ojos subsisten todava, sin haber evolucionado hacia formas ms avanzadas. En este punto yo planteara una objecin an ms fuerte: Cmo el mismo suceso de altsima improbabilidad puede haber ocurrido 40 veces en eventos independientes entre s?Es un hecho objetivo que los escenarios gradualistas para el desarrollo de sistemas complejos son especulaciones. Las alas de pjaros y murcilagos aparecen en el registro fsil ya desarrolladas, y nadie ha confirmado mediante experimentos que la evolucin gradual de alas y ojos es posible. Esta ausencia de confirmacin histrica o experimental es presumiblemente lo que Gould tena en mente cuando escribi que: Estos cuentos, en la tradicin simplemente as de la historia natural evolucionista, no prueban nada. Estamos lidiando aqu con ciencia o con versiones racionalistas de las fbulas de Kipling? (p. 58).Johnson enumera cuatro factores a tener en cuenta al evaluar la probabilidad de la evolucin darwinista: la cantidad de micromutaciones favorables requeridas para crear rganos y organismos complejos, la frecuencia con que tales micromutaciones favorables ocurren justo donde y cuando se necesitan, la eficacia de la seleccin natural en preservar las leves mejoras con suficiente consistencia para permitir que los beneficios se acumulen y el tiempo permitido por el registro fsil para que todo esto haya sucedido. (pp. 59-60).Johnson narra la agria confrontacin acerca de la plausibilidad matemtica del modelo de evolucin gradualista que ocurri en 1967 en Filadelfia en un encuentro entre bilogos darwinistas y matemticos. Matemticos como D. S. Ulam y Schtzenberger concluyeron que el tiempo disponible no era ni remotamente suficiente para que la evolucin darwinista pudiera haber tenido lugar. La respuesta de los darwinistas fue dogmtica: dado que la evolucin de hecho ocurri, las dificultades matemticas se resolvern de algn modo u otro.Por razones como stas, Gould lleg a declarar que la sntesis neodarwinista estaba muerta.9. Tribulaciones del darwinismo saltacionista1. A mediados del siglo XX, Richard Goldschmidt desafi a los neodarwinistas invitndolos a explicar cmo una serie de estructuras complejas, incluyendo por ejemplo el pelo de los mamferos y la hemoglobina, pudo haberse producido por acumulacin y seleccin de mutaciones pequeas, cosa que l juzg imposible. Goldschmidt concluy que la evolucin darwinista no poda dar cuenta ms que de variaciones dentro de la frontera de la especie y que la evolucin ms all de ese punto debe de haber ocurrido a grandes saltos, a travs de macromutaciones. l reconoci que las mutaciones a gran escala produciran en casi todos los casos monstruos mal adaptados, pero pensaba que en raras ocasiones un accidente afortunado podra producir un miembro de una nueva especie con capacidad de sobrevivir y propagarse. l mismo llam a estas ideas la teora del monstruo esperanzado (hopeful monster).Darwin haba rechazado enfticamente cualquier teora de la evolucin que incluyera la aparicin sbita de un rgano complejo. Por ejemplo, escribi lo siguiente: Si me convenciera de que la teora de la seleccin natural requiere de tales adiciones, yo la rechazara como basura Yo no dara nada por la teora de la seleccin natural si sta requiriera adiciones milagrosas en cualquier etapa de la descendencia. (p. 54).En sintona con esta postura de Darwin, los darwinistas ridiculizaron la teora del monstruo esperanzado. Como lo expres Goldschmidt, Esta vez yo no slo estaba loco sino que era casi un criminal. Gould ha comparado incluso el tratamiento dado a Goldschmidt en los crculos darwinistas con los Dos Minutos de Odio cotidianos dirigidos contra Emmanuel Goldstein, enemigo del pueblo en la novela 1984 de George Orwell. (p. 58).La mayora de los cientficos cree que las macromutaciones postuladas por Goldschmidt, capaces de reformar en una sola generacin todas las partes complejas e interrelacionadas de un animal de modo de producir una nueva especie viable, son imposibles. La teora del monstruo esperanzado postula algo virtualmente equivalente a un milagro, y no tiene bases ni en la evidencia experimental ni en la teora gentica. Johnson comenta que suponer que una macromutacin gentica aleatoria puede reconstruir un rgano como un hgado o un rin es ms o menos tan razonable como suponer que se puede producir un reloj mejorado arrojando un viejo reloj contra una pared.En este punto Johnson nos pone en guardia contra una importante falacia: que la macroevolucin por macromutaciones aleatorias sea imposible no prueba que la macroevolucin por micromutaciones aleatorias sea probable o incluso posible. Es muy probable que, desde el punto de vista estadstico, el gradualismo darwinista sea tan poco plausible como el saltacionismo de Goldschmidt.10. El problema fsilEn el Captulo 4 (titulado El problema fsil) el autor muestra que el registro fsil se aleja muchsimo de lo que cabra esperar segn la teora darwinista de la evolucin. El propio Darwin concedi que el estado de la evidencia fsil era la ms obvia y grave objecin que puede ser instada contra mi teora y que esto explicaba el hecho de que todos los ms eminentes paleontlogos y todos nuestros ms grandes gelogos han mantenido de forma unnime, y a menudo vehemente, la inmutabilidad de las especies. (pp. 68-69).A continuacin describir cuatro caractersticas del registro fsil que son inconsistentes con el darwinismo. Aparicin sbitaLos fsiles muestran un patrn consistente de aparicin sbita de las especies. En palabras de Gould: En cualquier rea local, una especie no surge gradualmente por la transformacin constante de sus ancestros; aparece sbitamente y completamente formada. (p. 73). Los darwinistas ortodoxos generalmente pretenden explicar esta aparicin sbita atenindose a la tesis tradicional de Darwin: la existencia de brechas en un registro fsil incompleto. Pero a medida que transcurre el tiempo y se descubren ms y ms fsiles sin que el patrn bsico cambie, este problema se hace cada vez ms grave para el darwinismo. StasisAdems, la aparicin sbita de una especie es seguida generalmente por un largo perodo de estabilidad. Esta caracterstica es llamada stasis. Escuchemos de nuevo a Gould: La mayora de las especies no exhiben un cambio direccional durante su permanencia en la tierra. Ellas aparecen en el registro fsil luciendo muy similares a cuando desaparecen; el cambio morfolgico es usualmente limitado y sin direccin. (p. 73). En este punto los neodarwinistas recurren a la seleccin estabilizadora, una forma de seleccin natural que impide el cambio eliminando todas las innovaciones, a veces durante millones de aos y a pesar de condiciones ambientales cambiantes. Johnson comenta: La seleccin natural aparece aqu en su formulacin como una tautologa con demasiado poder explicatorio, una explicacin invisible para todo propsito, para cualquier cambio o falta de cambio que haya ocurrido. (pp. 75-76). Extinciones masivasLa extincin de las especies ha sido causada predominantemente por catstrofes, ms que por la obsolescencia gradual. Este ltimo era el modelo sostenido por Darwin: Si miramos a cada especie como descendiente de alguna otra forma desconocida, tanto la progenitora como las variaciones de transicin habrn sido generalmente exterminadas por el propio proceso de formacin y perfeccin de la nueva forma. (p. 68). Dos catstrofes en particular sobresalen entre las varias extinciones masivas ocurridas en la historia de la tierra: la extincin prmica, que hace 245 millones de aos acab con ms del 90% de las especies, y la famosa extincin K-T, que al final de la era cretcea (hace 65 millones de aos) extermin a los dinosaurios y a muchas otras especies. Las actuales explicaciones de las extinciones con base en catstrofes guardan cierta semejanza con el catastrofismo de Cuvier, la teora cientfica reinante antes de la obra de Darwin. Discontinuidades mayoresEn general, la historia de la vida es una historia de variaciones alrededor de un conjunto de diseos bsicos, no de mejoras acumulativas. El patrn bsico de aparicin sbita seguida por stasis no se da slo en el nivel de las especies, sino en todas las divisiones del mundo biolgico (reinos, phyla, clases, rdenes, etc.). En todos los niveles predomina la discontinuidad, con muy pocos tipos intermedios.El mayor problema singular que el registro fsil plantea al darwinismo es la explosin cmbrica, ocurrida hace unos 600 millones de aos durante un perodo relativamente breve, en trminos geolgicos. Casi todos los phyla animales aparecieron en ese perodo, sin ninguna traza de los ancestros evolutivos que el darwinismo requiere. Como lo expres Richard Dawkins: Es como si hubieran sido simplemente plantados all, sin una historia evolutiva. (p. 77). La imagen general de la historia animal es as una explosin de planes corporales bsicos seguida por algunas extinciones. Ningn nuevo phylum evolucion despus. Esto contradice totalmente el modelo darwinista de la evolucin, que Gould llama el cono de la diversidad creciente. Gracias a la explosin cmbrica, la diversificacin mayor ocurri casi al principio de la historia animal, no al final. La explicacin darwinista tradicional de la ausencia de ancestros precmbricos es la llamada teora del artefacto: ellos existieron, pero el registro fsil no los ha preservado. Gould describi la reclasificacin de los fsiles de Burgess como el toque de difuntos de la teora del artefacto (p. 78).Para resumir la cuestin, citar a dos paleontlogos darwinistas. Gould describi la extrema rareza de las formas transicionales en el registro fsil como el secreto profesional de la paleontologa (p. 82). Su colega Niles Eldredge fue an ms revelador: Nosotros los paleontlogos hemos dicho que la historia de la vida apoya (la historia del cambio adaptativo gradual), sabiendo realmente todo el tiempo que no lo hace (p. 82). Esta sorprendente situacin ha sucedido porque el darwinismo disfruta del status de una verdad a priori. As, la franca oposicin de la evidencia fsil a las predicciones darwinistas se convierte en el problema de cmo la evolucin darwinista ocurri generalmente de una manera que escapa a la deteccin.11. El hecho de la evolucinEn el Captulo 5 (titulado El hecho de la evolucin) el autor critica los intentos darwinistas de hacer pasar parte de la teora darwinista de la evolucin como un hecho, fijando incorrectamente el lmite entre hechos y teora. De este modo se busca evitar la posibilidad de que el darwinismo fracase totalmente como hiptesis cientfica. Las objeciones cientficas dicen los darwinistas se refieren slo a la teora, pero la evolucin en s misma sigue siendo un hecho. En este contexto, ellos generalmente consideran el trmino evolucin como un sinnimo de la explicacin bsica dada por Darwin de las relaciones entre las especies. Al parecer piensan que esa explicacin se deduce inevitablemente del hecho de esas relaciones. La misma lgica inspira a los darwinistas de hoy cuando hacen caso omiso a los crticos que sostienen que un elemento u otro de la teora es dudoso. Di lo que quieras contra cualquier detalle, responden. De todos modos, nada en la biologa tiene sentido excepto a la luz de la evolucin. (p. 89).Johnson critica detalladamente el influyente artculo La evolucin como hecho y como teora de S. J. Gould, que sigue la lnea de razonamiento descrita ms arriba. Gould se basa en una analoga entre la teora de la gravitacin de Newton y la teora de la evolucin de Darwin. La primera fue reemplazada por la teora de la gravitacin de Einstein sin que la gravitacin dejara de ser un hecho. Anlogamente, la teora de la evolucin de Darwin podra ser mejorada o sustituida por otra teora sin que la evolucin deje de ser un hecho. Esta analoga entre gravitacin y evolucin es falsa en dos niveles diferentes.Comenta Johnson: Observamos directamente que las manzanas caen cuando se las suelta, pero no observamos un ancestro comn de los simios modernos y los humanos. Lo que s observamos es que los simios y los humanos son fsica y bioqumicamente ms semejantes entre s que con los conejos, las serpientes o los rboles. El ancestro comn simiesco es una hiptesis dentro de una teora, que pretende explicar cmo surgieron estas semejanzas mayores y menores. La teora es plausible, especialmente para un materialista filosfico, pero no obstante podra ser falsa. (p. 90). Yo dira que, por ms plausible que sea una teora, no deja de ser una teora; no se convierte por eso mismo en un hecho.Pero hay un segundo nivel en el que la analoga en cuestin es mucho ms peligrosa. En este nivel se considera como teora a la seleccin natural de Darwin y como hecho, no meramente a la evolucin, sino a la evolucin materialista o naturalista, una evolucin no planificada ni guiada por inteligencia alguna, sino impulsada por fuerzas naturales ciegas y aleatorias. Reclasificar esta teora como un hecho sirve para protegerla de la refutacin.Gould ofrece tres pruebas del hecho de la evolucin.Primero, tenemos evidencia abundante, directa y observacional de la evolucin en accin. (p. 91). Johnson responde que todos (incluso los creacionistas) concuerdan en que existe evidencia de la microevolucin. El punto en discusin no es si la microevolucin ocurre, sino si nos dice algo importante sobre los procesos responsables de crear a las aves, los insectos y los rboles Sin embargo, en lugar de explicar cmo las variaciones de las polillas se relacionan con el tipo de evolucin que realmente importa, l (Gould) cambia de tema y golpea a los creacionistas. (p. 92).Otros darwinistas, en vez de simplemente ignorar el problema de la relacin entre la microevolucin (evolucin dentro de las fronteras de la especie) y la macroevolucin (evolucin de las especies mismas), apelan a una doctrina filosfica de uniformidad de las leyes de la ciencia. Pero esta doctrina no constituye ninguna prueba. La fsica moderna suministra un excelente contraejemplo: las mismas fuerzas no gobiernan los fenmenos en todos los niveles de magnitud. A nivel csmico predomina absolutamente la fuerza de gravedad. Sin embargo, a nivel molecular predomina la fuerza elctrica, y la fuerza de gravedad, aunque existe, es despreciable. Y a nivel de los ncleos atmicos cuentan sobre todo las fuerzas nucleares, despreciables en los otros dos niveles. Por esto, no hay ninguna prueba de que el mismo mecanismo de seleccin natural, que puede hacer cambiar las proporciones de polillas claras y oscuras en una poblacin local, tambin puede transformar un pez en un anfibio. Pienso que el siguiente ejemplo puede ilustrar este punto: el hecho de que Andrs pueda arrojar la jabalina a 50 metros no prueba que tambin pueda lanzarla de la Tierra a la Luna.El segundo argumento de Gould es que la imperfeccin de la naturaleza revela la evolucin. Los darwinistas suelen depender pesadamente del tema Dios no lo habra hecho as. Podemos responder simplemente que este argumento no es cientfico, sino teolgico; y que adems, se trata de mala teologa. Dios puede tener sus razones (inescrutables o no) para tolerar determinadas imperfecciones en sus diseos. Adems, no siempre los ejemplos de imperfecciones citados por los darwinistas son verdaderas imperfecciones. A veces se trata de simples preferencias subjetivas; y otras veces podra tratarse de caractersticas cuya utilidad no se ha descubierto an. En esta ltima direccin, entre otros ejemplos que podran citarse, sealo el caso del apndice, tradicionalmente considerado como un vestigio intil de un rgano anterior atrofiado. Recientemente se descubri que el apndice cumple una funcin de cierta importancia.La tercera prueba de Gould se refiere al registro fsil. Gould concede que raramente se ha encontrado evidencia fsil de transformaciones macroevolutivas, pero insiste en que hay al menos dos instancias en la secuencia de los vertebrados donde tales transformaciones pueden ser confirmadas. Un ejemplo son los reptiles mamiferoides El otro son los homnidos. (p. 98). Johnson considera esta evidencia fsil en el captulo siguiente. Por mi parte, agrego que esta supuesta evidencia, en el mejor de los casos, probara una evolucin en sentido amplio, no la evolucin darwinista (en ninguna de sus dos versiones aqu descritas, como hecho y como teora).12. La secuencia de los vertebradosEn el Captulo 6, el autor analiza la secuencia de los vertebrados. Los darwinistas sostienen que los anfibios y los peces modernos descendieron de un pez ancestral; que los reptiles descendieron de un ancestro anfibio; que las aves y los mamferos descendieron separadamente de reptiles ancestrales; y que todas estas transformaciones ocurrieron por medio del mecanismo darwinista: mutaciones genticas aleatorias y seleccin natural. De peces a anfibiosLa tesis darwinista es que una especie de pez desarroll gradualmente la habilidad de salir del agua y moverse sobre la tierra, mientras adquira en forma ms o menos concurrente el peculiar sistema reproductivo de los anfibios y otras caractersticas de stos.Segn el libro de texto Vertebrate History de Barbara Stahl, ninguno de los peces conocidos es considerado como un ancestro directo de los primeros vertebrados terrestres (p. 100). De anfibios a reptilesNo existen candidatos satisfactorios para documentar esta transicin. Tampoco existe ninguna explicacin detallada de cmo un anfibio puede haber desarrollado el modo de reproduccin propio de un reptil a travs de un mecanismo darwinista. De reptiles a avesEl descubrimiento del Archaeopteryx poco despus de la publicacin de El origen de las especies ayud enormemente a establecer la credibilidad del darwinismo y para desacreditar a escpticos como Louis Agassiz. Sin embargo, se sigue discutiendo si el Archaeopteryx es una prueba de la transicin de reptil a ave. Segn un artculo de 1990 de Peter Wellnhofer, una autoridad reconocida, es imposible determinar si el Archaeopteryx es realmente un ancestro de las aves modernas.Una inmensa sucesin de mutaciones genticas aleatorias debera haber producido el ala, las plumas, el caracterstico pulmn de las aves y su capacidad de volar. No existen explicaciones detalladas de cmo un solo ancestro puede haber producido descendientes tan variados como el pingino, el colibr y el avestruz a travs de una enorme cantidad de etapas intermedias viables. De reptiles a mamferosLlegamos al fin a la joya de la corona de la evidencia fsil del darwinismo: los terpsidos, reptiles mamiferoides citados por Gould y muchos otros como prueba concluyente. El gran orden de los terpsidos contiene muchas especies fsiles con esqueletos que parecen ser intermedios entre los de los reptiles y los mamferos. Sin embargo, la convergencia de las caractersticas de los esqueletos no seala necesariamente una transicin evolutiva. Hay muchas importantes caractersticas por las cuales los mamferos difieren de los reptiles, adems de los huesos de sus mandbulas y odos.Adems, la misma abundancia de las especies de terpsidos plantea otra grave dificultad. Johnson la explica as: La nocin de que los mamferos en general evolucionaron de los reptiles en general a travs de un amplio grupo de diversas lneas de terpsidos no es darwinismo. La transformacin darwinista requiere una sola lnea de descendencia Se puede construir una lnea artificial de descendencia, pero slo mezclando arbitrariamente especmenes de diferentes subgrupos y arreglndolos por fuera de su secuencia cronolgica real. (p. 103).Una forma de resolver este problema sera abandonar la arraigada idea de que los mamferos son un grupo monofiltico (descendiente de un solo ancestro comn a todos los mamferos). Convertir a los mamferos en un grupo polifiltico hara ms plausible la tesis de que los terpsidos son ancestros de los mamferos, pero slo al costo inaceptable de demoler el argumento darwinista de las homologas de los mamferos como reliquias de un ancestro comn. La evolucin dentro de la clase de los mamferosLa clase de los mamferos incluye especies tan diversas como las vacas, los monos, los gatos, las ballenas, las focas, los murcilagos, los osos, las zarigeyas, etc. Si los mamferos son un grupo monofiltico, entonces el modelo darwinista requiere que todas estas especies hayan descendido de una sola especie no identificada de pequeos mamferos terrestres. Tendra que haber existido una enorme cantidad de especies intermedias en cada lnea de transicin, pero el registro fsil no brinda evidencias adecuadas de ello.Subsisten enormes problemas no resueltos. Por ejemplo, a travs de cul proceso darwinista las tiles patas traseras de un cuadrpedo se marchitaron hasta alcanzar proporciones vestigiales, y en qu etapa de la transformacin de un roedor en monstruo marino ocurri esto? Las patas delanteras de un roedor se transformaron por etapas adaptativas graduales en las aletas de la ballena? Johnson sentencia: No omos nada de las dificultades porque para los darwinistas los problemas insolubles no son importantes. (p. 112).13. El origen del hombreEn la parte final del Captulo 6, Johnson analiza el tema del origen del hombre. Despus que la teora de Darwin sobre el origen del ser humano a partir de la evolucin de primates fue aceptada, hubo un esfuerzo decidido para encontrar los eslabones perdidos que la teora exiga. La cuestin a estudiar es si la imaginacin darwinista puede haber jugado un rol importante en la construccin de la evidencia ofrecida para apoyar esa teora.Johnson afirma: La antropologa fsica el estudio del origen del hombre es un campo que a travs de su historia ha sido ms pesadamente influenciado por factores subjetivos que casi cualquier otra rama de la ciencia respetable. Desde el tiempo de Darwin hasta el presente la descendencia del hombre ha sido una certeza cultural que peda una confirmacin emprica, y la fama mundial ha sido la recompensa para cualquiera que pudiera presentar una evidencia fsil plausible de los eslabones faltantes. La presin para encontrar confirmacin fue tan grande que condujo a un fraude espectacular, el hombre de Piltdown al cual los funcionarios del Museo Britnico protegieron celosamente de una inspeccin inamistosa, permitindole brindar cuarenta aos de servicio til en el moldeo de la opinin pblica. (p. 107).Es comprensible que los antroplogos que analizan los huesos de sus posibles ancestros se involucren emocionalmente con su objeto de estudio. Comenta Johnson: Las descripciones de fsiles hechas por personas que anhelan acunar a sus ancestros en sus manos deberan ser examinadas tan cuidadosamente como la carta de recomendacin de la madre de un candidato a un puesto de trabajo. (p. 108).La clasificacin de los fsiles de homnidos es un tema altamente controvertido. Los antroplogos suelen criticar fuertemente los trabajos de sus colegas, en parte debido a sus rivalidades personales. Por ejemplo, algunos expertos dudan que el Australopithecus afarensis y el Australopithecus africanus sean especies distintas; y muchos niegan que haya existido la especie Homo habilis.Solly Zuckerman, uno de los principales expertos britnicos en primates, despus de someter a los australopitecinos a aos de intrincados estudios biomtricos, concluy que es inaceptable considerarlos como ancestros del hombre. Adems, Zuckerman compar las normas profesionales de la antropologa fsica a las de la parapsicologa, y observ que el registro de especulaciones temerarias sobre los orgenes del hombre es tan asombroso que es legtimo preguntar si en este campo se puede encontrar todava mucha ciencia en absoluto. (p. 109). La ausencia de evidencia directa de la evolucin del hombre no le preocupaba, porque asuma que esa evolucin estaba establecida en forma independiente. Adems, en general la evidencia de relaciones ancestrales es relativamente escasa en el registro fsil. Por lo tanto, segn Zuckerman, debera ser causa de sospecha que haya un exceso de ancestros en el rea precisa en que los observadores humanos estn ms inclinados a dar va libre al wishful thinking (la ilusin, o pensamiento guiado por el deseo).En resumen, aunque se acepte la hiptesis del origen del hombre a partir de primates, cabe reconocer que la evidencia fsil no provee con certeza la transicin gradual y continua (con innumerables estados intermedios) postulada por la teora neodarwinista. Es preciso imaginar saltos misteriosos, que de algn modo produjeron la mente humana a partir de materia animal.14. La evidencia molecularEl Captulo 7 se titula La evidencia molecular. A continuacin citar un prrafo de este captulo que ayuda a distinguir los tres sentidos principales de la palabra evolucin y que me permitir explicar mi mayor discrepancia con Johnson.El propsito de esta revisin ha sido aclarar qu tendramos que encontrar en la evidencia molecular antes de que estuviramos justificados para concluir que el darwinismo es probablemente verdadero. Necesitaramos encontrar evidencia de que los ancestros comunes y los intermediarios transicionales existieron realmente en el mundo viviente del pasado, y de que la seleccin natural en combinacin con cambios genticos aleatorios realmente tiene el tipo de poder creativo que se le atribuye. No ser suficiente encontrar que los organismos comparten una base bioqumica comn, o que sus molculas, tanto como sus caractersticas visibles, pueden ser clasificadas en un patrn de grupos dentro de grupos. La afirmacin importante del darwinismo no es que las relaciones existen, sino que esas relaciones fueron producidas por un proceso naturalista en el cual las especies progenitoras fueron gradualmente transformadas en formas descendientes bastante diferentes a travs de largas ramas de intermediarios transicionales, sin intervencin de ningn Creador u otro mecanismo no naturalista. (pp. 116-117).En este texto podemos distinguir: primero, una referencia a la evolucin en sentido amplio; segundo, una referencia a la evolucin darwinista; tercero, una referencia a la evolucin materialista o naturalista. Estas tres nociones, segn Johnson (y en esto concuerdo con l), se relacionan entre s de la siguiente manera: la evolucin materialista es una de las posibles nociones de la evolucin; y la evolucin darwinista es una de las formas posibles de la evolucin materialista.Despus de evaluar la evidencia molecular, Johnson mantiene su postura escptica con respecto a estas tres formas de la teora de la evolucin. En cambio yo, aunque concuerdo con Johnson en que la evidencia molecular no proporciona una demostracin estricta de la evolucin en sentido amplio, pienso que permite considerarla como una hiptesis sumamente razonable; pero coincido con Johnson en que la evidencia molecular (al igual que la evidencia fsil) no otorga credibilidad a la evolucin materialista ni a la evolucin darwinista. Por el contrario, la inmensa (e inesperada, para Darwin y sus primeros discpulos) complejidad de los seres vivos en el nivel molecular vuelve an menos creble la teora darwinista, plantendole problemas insuperables.15. La evolucin prebiolgicaEl Captulo 8 se titula La evolucin prebiolgica. Muchos cientficos incluyen en el trmino evolucin no slo la evolucin biolgica sino tambin la evolucin prebiolgica, que busca explicar cmo la vida habra surgido a partir de sustancias qumicas sin vida. La evolucin biolgica es slo una parte, aunque muy importante, del gran proyecto del naturalismo cientfico, que pretende explicar todo, desde el origen del cosmos hasta el presente, sin permitir ningn rol al Creador. Para esto los darwinistas necesitan una explicacin naturalista del origen de la vida. Sus dificultades bsicas son dos: la extrema complejidad de todos los seres vivos y el hecho de que la evolucin darwinista no puede operar antes de la existencia del primer ser vivo.El estudio del origen de la vida alcanz su xito principal en la dcada de 1950, con el experimento de Miller y Urey, quienes obtuvieron varios aminocidos a partir de una mezcla de gases que pretenda simular la atmsfera de la Tierra temprana. Sin embargo, la dcada de 1980 fue un perodo de reevaluacin negativa, en el que los especialistas cuestionaron todas las premisas del modelo segn el cual de algn modo la vida emergi a partir de una sopa prebitica primordial. Hasta el da de hoy esta hiptesis sigue siendo lo que era en tiempos de Darwin: una mera especulacin basada en prejuicios materialistas. Una famosa metfora de Fred Hoyle expresa vvidamente la magnitud del problema: que un organismo vivo emerja por azar de una sopa prebitica es ms o menos tan probable como que un tornado que atraviesa un depsito de chatarra ensamble un Boeing 747 con materiales del depsito. El ensamble aleatorio de la vida sera un milagro materialista.Una explicacin cientfica de este milagro no es absolutamente necesaria, porque in extremis los darwinistas pueden manejar el problema con un argumento filosfico. La vida obviamente existe, y si un proceso naturalista es la nica explicacin concebible de su existencia, entonces las dificultades no deben de ser tan insuperables como parecen. Incluso los aspectos ms desalentadores de la situacin pueden convertirse en ventajas cuando son vistos con el ojo de la fe. (p. 133).16. Los captulos finales y mi conclusinEl Captulo 9 se titula Las reglas de la ciencia. Su contenido principal es sintetizado de la siguiente manera en el prlogo de Michael J. Behe:Johnson sostiene que la teora de la evolucin de Darwin depende en gran medida de la hiptesis altamente tendenciosa y usualmente implcita del materialismo: la idea de que las nicas cosas que realmente existen son la materia y la energa del universo fsico. Si uno comienza con esta hiptesis, entonces uno se ha librado elegantemente del principal rival de la evolucin, que ha parecido mucho ms plausible a las ms grandes mentes a travs de la historia: que una entidad sobrenatural, Dios, poseedora de un gran poder e inteligencia, dise el cosmos y la vida que ste contiene. Si, por postulado, no existe tal Ser, entonces algo parecido a la evolucin tiene que ser verdad. Slo el universo existe, por lo tanto el universo solo ha producido la vida. Un lindo truquito, que ahorra una horrible cantidad de trabajo cientfico. (p. 11).En este texto de Behe, evolucin significa en realidad evolucin materialista.Si el naturalismo cientfico ha de ocupar una posicin cultural dominante, debe hacer ms que proveer informacin sobre el universo fsico. Debe extraer las implicaciones espirituales y ticas de su historia de la creacin. En pocas palabras, la evolucin debe convertirse en una religin. (p. 153). ste es el tema del Captulo 10, La religin darwinista.Segn el cientificismo darwinista, el mayor descubrimiento cientfico es aquel que permite a los humanos modernos aprender que ellos son productos de un proceso natural ciego que no tiene ningn propsito ni se preocupa en absoluto de ellos.Explica Johnson: La resultante muerte de Dios es experimentada por algunos como una prdida profunda, y por otros como una liberacin. Pero liberacin de qu? Si la naturaleza ciega ha producido de algn modo una especie humana con la capacidad de gobernar la tierra sabiamente, y si esa capacidad ha sido previamente invisible slo porque estaba ahogada por la supersticin, entonces las perspectivas para la libertad y la felicidad humanas son ilimitadas. ste era el mensaje del Manifiesto Humanista de 1933. (p. 163).Ya sea que un darwinista asuma la visin optimista o la pesimista, es imperativo ensear al pblico a entender el mundo como lo entienden los naturalistas cientficos. Los ciudadanos deben aprender a ver a la ciencia como la nica fuente confiable de conocimiento, y el nico poder capaz de mejorar (o incluso preservar) la condicin humana. Esto implica, como veremos, un programa de adoctrinamiento en el nombre de la educacin pblica. (p. 164). ste es el tema del Captulo 11, La educacin darwinista.El captulo 12 (Ciencia y Pseudo-ciencia) analiza la calificacin del darwinismo (junto con el marxismo y el psicoanlisis freudiano) como pseudo-ciencia por parte del famoso epistemlogo Karl Popper.En el Eplogo Johnson responde extensamente a los argumentos de los crticos de su libro.Por ltimo, el libro contiene unas Research Notes (Notas de Investigacin) que no slo indican las fuentes de los textos citados sino que profundizan en diversos puntos.En resumen, se trata de un libro altamente recomendable, una excelente crtica del darwinismo, cuya principal limitacin es un excesivo escepticismo con respecto a la evolucin en sentido amplio. A mi juicio, en algunas partes del libro sera conveniente distinguir mejor entre evolucin y evolucin darwinista, evaluando de un modo diferente la plausibilidad de ambos conceptos.Nota: Los textos citados han sido traducidos por m.