Acción 1 2020

Sara de la RicaLucía GorjónImanol LizarragaAinhoa Osés

Mayo 2020

Resumen ejecutivo ACCIÓN 1. Diagnóstico del empleo en los alojamiento turísticos: tendencias y estacionalidad

El objetivo de este informe es ofrecer un diagnóstico del empleo en alojamientos turísticos en Euskadi durante el período 2011-2019. Para ello se analizan dos dimensiones: la tendencia del empleo y su estacionalidad. La primera aporta valor en cuanto que revela la evolución del empleo a largo plazo. La segunda se centra en la volatilidad mensual debido a la estacionalidad de la actividad turística. Ambas dimensiones se estudian tanto desde su dimensión geográfica —dividiendo Euskadi en siete zonas — como desde la tipología de los establecimiento turísticos —hoteles según su categoría, pensiones, agroturismos y apartamentos turísticos. Para el análisis se utiliza información individual del personal empleado en cada tipo de alojamiento para cada mes desde 2011, o desde 2016 para el caso de los apartamentos turísticos. Los datos utilizados se obtienen de la Encuesta de Establecimientos Turísticos Receptores (ETR) realizada por Eustat.

El estudio de la tendencia del empleo en el sector hotelero arroja las siguientes

conclusiones principales. En primer lugar destaca que el crecimiento del empleo en el

sector desde 2011 hasta 2019 es del 6,0%. Sin embargo, es preciso destacar dos sub-periodos claramente diferenciados: entre 2011 y 2015 se produjo un descenso del 4,8%, coincidiendo con la recesión económica; desde 2015 y hasta 2019, este crecimiento, sin embargo, ha sido del 11,4%, mostrando así el despegue del sector durante la

recuperación. Por territorios se percibe una heterogeneidad notable en la evolución

del empleo en hotelería y pensiones de Euskadi: Gipuzkoa muestra una tendencia

creciente desde 2011; Bizkaia presenta un comportamiento claramente procíclico, con un descenso del empleo en momentos recesivos y un aumento en los expansivos, mientras que Araba presenta un patrón decreciente, cuya tendencia negativa parece haberse frenado a partir del inicio de la recuperación, pero sin crecer de nuevo. Por zonas geográficas, las únicas que experimentan un cambio positivo en el empleo del sector desde 2011 son las áreas metropolitanas de Bilbao y San Sebastián. En 2019, la primera absorbe un 37% del empleo del sector, mientras que la segunda un 27%. Entre las dos, por tanto, se reparten dos de cada tres empleos en el sector de los alojamientos

turísticos de Euskadi. Además, es preciso destacar que la recuperación del empleo en

hoteles y pensiones en Euskadi viene dada exclusivamente por estas dos capitales

y sus áreas metropolitanas, contrarrestando la tendencia negativa del resto de

zonas. Se observa, además, una cierta diferencia entre San Sebastián y Bilbao en cuanto a la intensidad en la creación de empleo. La primera presenta un crecimiento sostenido en empleo desde 2011. Bilbao, sin embargo, sufrió un periodo de decrecimiento en las

etapas intermedias de la crisis económica, entre 2011 y 2014, creciendo después de forma más moderada que la capital de Gipuzkoa.

Por último, el análisis de la tendencia del empleo destaca la importancia relativa de cada tipo de alojamiento hotelero. Si nos centramos en las dos capitales y sus áreas

metropolitanas por su relevancia en el empleo total, se observa que la gran mayoría del

empleo en el sector en Bilbao y su área metropolitana está en hoteles de 4 y 5

estrellas — el 67% en 2019. Los hoteles de 3 estrellas emplean al 16%, y el 17% restante se distribuye de forma similar en hoteles de 1 y 2 estrellas y en pensiones. Así, la vasta mayoría del empleo de Bilbao lo aglutinan los hoteles de alta categoría, dado su mayor tamaño. Sin embargo, al visualizar los cambios en el empleo en el periodo estudiado, se observa una heterogeneidad interesante en cuanto a la evolución por tipo de alojamiento. En particular, los hoteles de 1, 2 y 3 estrellas muestran un comportamiento cíclico — descenso en el empleo hasta 2015 y recuperación a partir de ese momento. Este comportamiento cíclico es inexistente en hoteles de 4 y 5 estrellas, que presentan una evolución del empleo creciente y suave a lo largo del periodo. Las pensiones, por el contrario, experimentan un crecimiento del empleo sostenido en el tiempo desde 2011, alcanzando en 2019 un aumento en el empleo del 53% con respecto a 2011. Un patrón muy similar es el que presenta San Sebastián y su área metropolitana: Los hoteles de 4 y 5 estrellas absorben la mayor parte del empleo en el sector en

San Sebastián y área metropolitana — un 55% en 2019. El empleo restante está muy homogéneamente repartido entre las categorías restantes. Con respecto a los cambios operados desde 2011, son también las pensiones las que han experimentado un mayor crecimiento relativo en el empleo, pues éste se ha duplicado en menos de una década. De hecho, el resto de alojamientos muestra gran constancia en el empleo desde 2011. Es cierto que el peso del empleo en pensiones no es muy significativo, pues representa sólo al 20% del total, pero su evolución es muy positiva.

El estudio de la estacionalidad del empleo en los alojamientos turísticos de Euskadi arroja

las siguientes conclusiones: En primer lugar, el empleo tiene un marcado carácter

estacional, aumentando sustancialmente a partir del mes de marzo y alcanzando el

pico del empleo en agosto, mes a partir del cual el empleo disminuye gradualmente.

Los meses valle en el empleo son, por lo general, de noviembre a febrero. Sin embargo, si se compara el grado de estacionalidad del empleo en 2019 con respecto a 2011, el repunte en el empleo a partir del mes de marzo emerge con considerable intensidad. Aún

más positivo, el empleo se mantiene por encima de la media anual hasta el mes de

octubre, incluso noviembre en los últimos dos años. Estas cifras indican un

sostenimiento de los niveles de empleo que van mucho más allá de los meses centrales del año, probablemente debido a una mayor afluencia de turistas en otoño. Se trata de un dato significativamente positivo para Euskadi en cuanto a la desestacionalización del

sector del turismo, puesto que un empleo que se mantiene durante los meses

tradicionalmente fuera de temporada es sinónimo de una estructura de empleo más

estable. Por territorios, Gipuzkoa es sin duda el territorio cuyo empleo en el sector

presenta un mayor grado de estacionalidad, donde los meses pico son los meses centrales del año, alcanzándose niveles de empleo que sobrepasan la media anual en un 8%, y donde enero y febrero, que son los meses valle con mayor claridad, reflejando niveles de empleo que llegan a ser un 16% inferiores a la media. La estacionalidad en Bizkaia y en Araba sigue patrones muy similares, pero menos intensos tanto en los meses pico como en los meses valle.

Finalmente, el análisis de la estacionalidad del empleo por tipo de establecimiento permite concluir que en 2019 en todos los tipos de alojamientos se observa este

sostenimiento del empleo hasta bien entrado el otoño. Es destacable que en hoteles de 5 estrellas, el empleo se mantiene en una situación positiva incluso en diciembre, relegando los meses valle al primer trimestre del año. Este patrón no se observaba de modo tan claro en los años anteriores, y es sin duda un dato muy positivo. Esto permite mantener una estructura en el empleo más estable a lo largo del año, con menor volatilidad y, en consecuencia, mayor calidad.