Debe tenerse en cuanta que la adquisición de los principios del aprendizaje en el

salón de clases es una condición necesaria, pero difícilmente suficiente para

convertirse en un buen maestro, además de la aptitud inicial, son el interés, la

dedicación y la motivación, igualmente importantes son el entretenimiento en la

metodología de la enseñanza de una materia particular y el nivel de edad de los

alumnos, así como la practica adecuadamente supervisada, de tal enseñanza.

Los principios son más flexibles que las reglas dado que, siendo menos

prescriptivos, pueden adaptarse a las diferencias individuales de situaciones y

personas. Los principios del aprendizaje se aplican a todas las prácticas en el

salón de clases como son el agrupamiento, la marcación, el uso de apoyos

didácticos y los métodos de “ver-decir”. Se aplican a estas cuestiones educativas

porque se derivan de teorías e investigaciones psicológicas pertinentes que

proceden de contextos educativos.

Falta mucha investigación intermedia de naturaleza aplicada, antes de que los

principios del aprendizaje se puedan transformar en principios de enseñanza. Al

formular estos, es esencial tener en cuenta las complejidades que surgen de la

situación del salón de clases, como son la presencia de muchos alumnos con

aptitudes, disposición y motivaciones distintas, lo difícil de la comunicación entre

profesor y alumno. Aplicarlos con eficacia a situaciones particulares es más arte

que ciencia.

No obstante que toda la psicología debería ser congruente con el sentido común,

este no concuerda siempre con los hechos científicos representados por los

hallazgos psicológicos. En la educación, son muchas las teorías Psicológicas

igualmente plausibles, y de ahí que en cada caso el problema solo pueda

resolverse por prueba empírica. Aunque es obvio que el sentido común

desempeña un papel muy importante en el descubrimiento y en la aplicación de

Psicología Educativa

Autores: David P. Ausubel, Joseph D. Novak y Helen Hanesian.

20 de enero del 2015

Ochoa Pineda Bianca Viviana

principios psicológicos a la educación, también es verdad que no puede

reemplazarlos.

Como ciencia aplicada, la psicología educativa no trata las leyes generales del

aprendizaje en sí mismas y la educación por consiguiente, se concreta al

aprendizaje guiado o manipulado, dirigido hacia fines prácticos y específicos.

Así pues, los alcances de la psicología educativa como ciencia aplicada son

extremadamente amplias y las recompensas potenciales de facilitarles a los

alumnos el aprendizaje de las distintas materias, son proporcionalmente grandes.

Durante las pasadas tres décadas, los psicólogos educativos se han preocupado

por la medición y la evaluación, el desarrollo de las personalidad, la higiene

mental, la dinámica de grupos y la orientación.

Por consiguiente, si bien es verdad que enseñar es lógicamente distinto de

aprender, la facilitación del aprendizaje es tan solo uno de los fines propios de la

enseñanza. Aprender sigue siendo todavía la única medida factible del mérito de

la enseñanza. Ambas son necesarias para una ciencia pedagógica completa y

ninguna de ellas es sustituto adecuado de la otra. Las teorías de la enseñanza

deben basarse en teorías del aprendizaje, pero deben tener un enfoque más

aplicado.

A manera de conclusión creo que todo está relacionado en como nosotros

aprendemos dependiendo de la enseñanza, pienso que ambas formas tienen

mucho en común, ya que sin ellas, ni una, ni la otra serian fuertes, ya que las dos

van tomadas de la mano. Estoy segura que a futuro encontraran métodos más

factibles para todos nosotros como estudiantes y futuros maestros, y así nosotros

poder enseñar y aprender ya que todos los días se aprende algo nuevo y en base

a educación uno no deja de aprender. Entre más teorías salgan a la luz, más

preguntas a esa teoría se verán envueltas y eso nos hará preguntarnos si estamos

haciéndolo bien.