recopilación de poemas de plath y hughes

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Canción de amor Él y ella se amaban Los besos de él le succionaban todo su pasado y su futuro o eso intentaban al menos Ella era lo único que a él le apetecía Ela lo mordía lo roía lo chupaba Quería tenerlo entero dentro de sí Sano y salvo por siempre y para siempre Los pequeños gritos de ambos revoloteaban entre las cortinas Ella lo escrutaba procurando que nada se le escapase Clavándole con sus miradas las manos las muñecas los codos Él la asía con fuerza para evitar que la vida Pudiese arrastrarla desde aquel instante Quería que el futuro cesase de golpe Quería desmoronarse abrazado a ella Precipitarse desde el borde de aquel instante en la nada En la eternidad o en lo que hubiese El abrazo de ella era una inmensa prensa Con la que lo imprimía en sus huesos Las sonrisas de él eran los desvanes de un palacio de fábula Adonde el mundo real jamás llegaría Las de ella eran picaduras de araña Y él aguardaba inmóvil acostado a que ella tuviese hambre Las palabras de él eran ejércitos de ocupación Las risas de ella intentos de asesinato Las miradas de él eran balas dagas vengativas Las de ella fantasmas agazapados en la esquina con horribles secretos Los murmullos de él eran látigos y botas de montar Los besos de ella abogados escribiendo constantemente Las caricias de él eran los últimos anzuelos de un náufrago Las artimañas amorosas de ella el chirrido de unos cerrojos Y los profundos gemidos de ambos se arrastraban por el suelo Como un animal acarreando un enorme cepo Las promesas de él eran un separador quirúrgico Las de ella le quitaban la tapa de los sesos Con la que anhelaba forjarse un broche Él con sus votos le arrancó los tendones Para enseñarle a hacer un nudo de amor Ella con los suyos le arrancó los ojos para conservarlos en formol En el fondo de su cajón secreto

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Algunos poemas representativos de Sylvia Plath y Ted Hughes.

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Page 1: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Canción de amor

Él y ella se amabanLos besos de él le succionaban todo su pasado y su futuro o eso intentaban al menosElla era lo único que a él le apetecíaEla lo mordía lo roía lo chupaba Quería tenerlo entero dentro de síSano y salvo por siempre y para siempreLos pequeños gritos de ambos revoloteaban entre las cortinas

Ella lo escrutaba procurando que nada se le escapaseClavándole con sus miradas las manos las muñecas los codosÉl la asía con fuerza para evitar que la vidaPudiese arrastrarla desde aquel instanteQuería que el futuro cesase de golpeQuería desmoronarse abrazado a ellaPrecipitarse desde el borde de aquel instante en la nadaEn la eternidad o en lo que hubieseEl abrazo de ella era una inmensa prensaCon la que lo imprimía en sus huesosLas sonrisas de él eran los desvanes de un palacio de fábulaAdonde el mundo real jamás llegaríaLas de ella eran picaduras de arañaY él aguardaba inmóvil acostado a que ella tuviese hambreLas palabras de él eran ejércitos de ocupaciónLas risas de ella intentos de asesinatoLas miradas de él eran balas dagas vengativasLas de ella fantasmas agazapados en la esquina con horribles secretosLos murmullos de él eran látigos y botas de montarLos besos de ella abogados escribiendo constantementeLas caricias de él eran los últimos anzuelos de un náufragoLas artimañas amorosas de ella el chirrido de unos cerrojosY los profundos gemidos de ambos se arrastraban por el sueloComo un animal acarreando un enorme cepo

Las promesas de él eran un separador quirúrgicoLas de ella le quitaban la tapa de los sesosCon la que anhelaba forjarse un brocheÉl con sus votos le arrancó los tendonesPara enseñarle a hacer un nudo de amorElla con los suyos le arrancó los ojos para conservarlos en formol En el fondo de su cajón secreto

Page 2: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Los chillidos de ambos se clavaron en la pared

Mientras dormían sus cabezas se escindieron como las dos mitadesDe un melón partido, pero el amor es algo imposible de parar

En sus sueños entretejidos intercambiaron brazos y piernasSus cerebros se tomaron mutuamente como rehén

Al amanecer cada uno lucía el rostro del otro

Ted Hughes

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2009/11/30/cancion-amor-bis/339387.html

Sylvia Plath

CANCIÓN DE AMOR DE LA JOVEN LOCACierro los ojos y el mundo muere; Levanto los párpados y nace todo nuevamente. (Creo que te inventé en mi mente).

Las estrellas salen valseando en azul y rojo, Sin sentir galopa la negrura: Cierro los ojos y el mundo muere.

Soñé que me hechizabas en la cama Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente. (Creo que te inventé en mi mente).

Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan: Escapan serafines y soldados de satán: Cierro los ojos y el mundo muere.

Imaginé que volverías como dijiste, Pero crecí y olvidé tu nombre. (Creo que te inventé en mi mente).

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti; Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente. Cierro los ojos y el mundo muere. (Creo que te inventé en mi mente).

Espejo

Page 3: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Soy plateado y exacto. No tengo preconceptos.Cuanto veo, lo trago inmediatamenteTal cual es, sin empañar por amor o desagrado.No soy cruel, sólo veraz:Ojo de un pequeño dios, cuadrangular.Casi todo el tiempo medito en la pared de enfrente.Es rosada, con lunares. La he mirado tanto tiempoQue creo que es parte de mi corazón. Pero fluctúa.Las caras y la oscuridad nos separan una y otra vez.

Ahora soy un lago. Una mujer se inclina sobre mí,Buscando en mi extensión lo que ella es en realidad.Luego se vuelve hacia esas mentirosas, las bujías o la luna.Veo su espalda y la reflejo fielmente.Me recompensa con lágrimas y agitando las manos.Soy importante para ella. Que viene y se va.Todas las mañanas su cara reemplaza la oscuridad.En mí ella ahogó a una muchachita y en mí una viejaSe alza hacia ella día tras día, como un pez feroz.

EL COLOSO Nunca podré reunirte íntegramente, juntar, pegar, articular como corresponde Rebuznos de mula, gruñidos de cerdo, obscenos graznidos provienen de tus grandes labios. Peor que en un corral.

Quizá te consideres un oráculo, portavoz de los muertos o de algún dios Yo llevo treinta años esforzándome por limpiar de fango tu garganta y no he aprendido nada.

Trepando escaleritas con frascos de engrudo y baldes de lisol me arrastro como una hormiga enlutada por los campos cubiertos de maleza de tus cejas para reparar tu inmenso cráneo y desbrozar los descarnados, blancos túmulos de tus ojos.

Page 4: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Un firmamento azul de otra Orestíada se cierne sobre nosotros. Oh padre, tú solo eres una referencia histórica tan importante como el Foro Romano. Aquí meriando, en una colina de seres siniestros. las columnas de tus huesos y el acanto de tus cabellos vuelven a su antigua anarquía esparciéndose hasta el horizonte.

Se necesita más que un rayo para crear tanta ruina. Algunas noches me acurruco en la cornucopia de tu oreja, a salvo del viento,

y cuento estrellas rojas y estrellas color ciruela. Sale el sol bajo el pilar de tu lengua. Mis horas se desposan con la sombra. Ya no escucho más el roce de la quilla contra las sordas piedras del embarcadero.

Lady LazarusLo logré otra vez,Me las arreglo —Una vez cada diez años.

Especie de fantasmal milagro, mi pielBrillante como una pantalla nazi,Mi diestro pie

Es un pisapapel,Mi rostro un fino lienzoJudío y sin rasgos.

Descascara la envolturaOh, mi enemigo,¿Aterro acaso? —

¿La nariz, las cuencas vacías, los dientes?El apestoso alientoSe desvanecerá en un día.

Page 5: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Pronto, muy pronto, la carneQue la tumba devoróSe sentirá bien en mí

Y yo una mujer que sonríe.Tengo sólo treinta años.Y como gato he de morir nueve veces.

Esta es la Número Tres.Qué desperdicioEso de aniquilarse cada década.

Qué millón de filamentos.La multitud mascando maní se agolpaPara verlos.

Cómo me desenvuelven la mano, el pie —El gran desnudamiento.Damas y caballeros.

Estas son mis manosMis rodillas.Soy tal vez huesos y pellejo.

Sin embargo, soy la misma, idéntica mujer.La primera vez que sucedió tenía diez.Fue un accidente.

La segunda vez pretendí Superarme y no regresar jamás.Oscilé callada.

Como una concha marina.Tenían que llamar y llamarRecoger mis gusanos como perlas pegajosas/

MorirEs un arte, como cualquier otra cosa.Yo lo hago excepcionalmente bien.

Lo hago para sentirme hasta las heces.

Page 6: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Lo ejecuto para sentirlo real.Podemos decir que poseo el don.

Es bastante fácil hacerlo en una celda.Muy fácil hacerlo y no perder las formas.Es el mismo

Retorno teatral a pleno díaAl mismo lugar, mismo rostro, grito brutalY divertido:

“Milagro!”Que me liquida.Luego una carga a fondo

Para ojear mis cicatrices, y otraPara escucharme el corazón –De verdad sigue latiendo.

Y hay otra y otra arremetida grandePor una palabra, por tocarO por un poquito de sangre

O por unos cabellos o por mi ropa.Bien, bien, está bien Herr Doktor.Bien. Herr Enemigo.

Yo soy vuestra obra maestra,Su pieza de valor,La bebé de oro puro

Que se disuelve con un chillido.Me doy vuelta y ardo.No creas que no valoro tu gran cuidado.

Ceniza, ceniza —Ustedes atizan, remueven.Carne, hueso, nada queda 00

Una barra de jabón,Una alianza de bodas.

Page 7: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Un empaste de oro.

Herr Dios, Herr LuciferCuidado.Cuidado.

Desde las cenizas me levantoCon mi cabello rojoY devoro hombres como el aire.

DaddyYa no me quedas no me calzas mászapato negro, nunca más.Allí dentro vivía como un piedurante treintaitantos años, pobre y blanca,sin atreverme a respirar ni decir achú.

Papacito he tenido que liquidarte.Estabas muerto antes de que hubiese tenido tiempo Pesado como mármol, talega llena de Dios,estatua lúgubre una sola pezuña pardaGrande como un sello de San Francisco.

Una sola cabeza sobre el caprichoso AtlánticoDonde derrama granos verdes sobre el azulAguas afuera de la hermosa Nauset.Me acostumbré a rezar para que volvieras.Ach, du.

En la lengua alemana, en el pueblo polaco,Raídos, nivelados por la aplanadoraDe las guerras, las guerras, las guerras.Pero el nombre del pueblo no es extraño.Dice mi amigo el polaco.

Que hay más de una docenaDe modo que no puedo acertar dóndeTú pusiste la planta, tu raíz,Yo nunca pude hablarte

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Se me pegaba la lengua al paladar.

Se trabó en una trampa alambrada de púasIch, ich, yo, yo.Apenas si podía hablar,Creía que todo alemán eras túY el obsceno lenguaje

Una máquina, era una máquina Insultándome como a una judía.Otro judío a Dachau, Auschwitz, Belsen.Como judía empecé a hablarY pienso que muy bien judía puedo ser.

Las nieves del Tirol, la cerveza de VienaNo son tan puras ni tan auténticas.Con mi linaje gitano y mi extraña suerteY mi mazo de Tarot, mis cartas de Tarot Muy bien puedo ser algo judía.

Siempre te he tenido a tiCon tu Luftwaffe, con tu glugluglú,Y tu recortado bigoteY tu ojo ario, azul celeste.Hombre-panzer. Oh, tú...

No Dios, sino una esvásticaTan negra que ningún cielo podría cernirse.Toda mujer adora a un fascista,la bota en la cara, el brutalbrutal corazón de una bestia como tú.

De pie estás en la pizarra, papi,En la fotografía que tengo de ti,Una hendidura en la barbillaEn vez de en tu pie.Pero no menos demonio por eso, no,No menos que el hombre de negro.

Qué puso freno a mi lindo y rojo corazónTenía diez años cuando te enterraron.

Page 9: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

A los veinte intenté morirY regresé, regresé a tiPensé que hasta mis huesos volverían también.

Pero me sacaron de la talegaY me reconstruyeron con goma.Y entonces supe qué hacer.Hice un modelo de ti.Un hombre de negro con aire de Meinkampf.

Amante del tormento y la deformaciónYo dije sí, sí quiero.Así, papito, he terminado al fin.El teléfono se arrancó de raíz,Las voces ya no pueden carcomerme más.

He matado a un hombre, he matado a dos Al vampiro que dijo ser túY bebió de mi sangre todo un año,Siete años si quieres enterarte,Papito, puedes descansar en paz ahora.

Hay una estaca en tu negro, burdo corazón,A los aldeanos nunca les gustaste.Están bailando y zapateando sobre ti,siempre supieron que eras túPapito, papito: escúchame bastardo, acabada estoy.

Hombre de negroReciben el ímpetu Y se amamantan de la mar gris

A la izquierda y la olaAbre su puño contra el elevadoPromontorio alambrado de púas

De la prisión de Deer IslandCon sus cuidados criaderos,Corrales y pastos de ganado

Page 10: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

A la derecha, el hielo de marzoAbrillanta aún los pocitos en las peñas,Acantilados de arenas penetrantes

Se levantan de un gran banco de piedraY tú, contra esas blancas piedrasCaminabas en tu órfica chaqueta

Negra, negros zapatos, cabello negroTe detuviste allí,Detenido vértice

En la punta lejana,Afianzando piedras, aire,Todo ello, al unísono.

Amapolas en julioPequeñas amapolas, llamitas infernales,¿es que daño no hacéis?

Se apagan y reviven. No puedo tocarlas.En su fuego pongo las manos. Nada se incendia.

Contemplarlas me consumeLlameando así, su rojo ajado y brillante como pielde alguna boca.

¡Una boca recién ensangrentadapequeñas faldas sangrientas!

Hay efluvios que no puedo asir.¿Dónde están tus opios, tus asquerosas cápsulas?

¡Si pudiera desangrarme y dormir! —¡Si pudiera mi boca unir a una herida así!

Oh, vuestros líquidos rezuman en mí, cápsula de vidrioApagándose y aquietándose.

Page 11: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

Mas, sin color, sin color. Descoloridamente.

LA LUNA Y EL TEJOEsta es la luz de la mente, fría y planetaria. Los árboles de la mente son negros. La luz es azul. Las hierbas se lamentan a mis pies, como si yo fuera Dios, hiriendo mis tobillos murmuran su humildad. Espirituosas brumas humeantes habitan este lugar separado de mi casa por una hilera de lápidas. Simplemente no puedo ver si hay un sitio adónde ir.

La luna no es una puerta. Es una cara por derecho propio, blanca como un nudillo y terriblemente turbada. Arrastra al mar detrás de sí, como un crimen oscuro; y está en calma con el bostezo en O del total desencanto. Yo vivo aquí. Dos veces cada domingo las campanas sobresaltan el cielo- ocho grandes lenguas afirmando la Resurrección. Finalmente, ellas proclaman con sobriedad sus nombres.

El tejo apunta hacia arriba. Su forma es gótica. Sus ojos se elevan por sobre él, y encuentran a la luna. La luna es mi madre. Ella no es dulce como María. Sus vestiduras azules sueltan pequeños murciélagos y lechuzas. Cómo desearía creer en la ternura- el rostro de la efigie, dulcificado por las velas, inclinándose, sobre mí en particular, con ojos indulgentes.

¡He caído tanto! Las nubes están floreciendo, azules y místicas sobre el rostro de las estrellas. Dentro de la iglesia, los santos serán todos azules, flotando con sus pies delicados sobre los bancos fríos, sus cabezas y sus caras rígidas de santidad. La luna no ve nada de esto. Ella es calva y salvaje. Y el mensaje del tejo es negrura -negrura y silencio.

FIEBRE: 39,5º

Page 12: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

¿Pura? ¿Qué significa eso? Las lenguas del infierno son torpes, torpes como las triples lenguas del torpe y obeso Cancerbero que jadea en la entrada. Incapaz de eliminar de un lengüetazo la crisis febril, el pecado, el pecado. La yesca clama. El olor indeleble de una vela que se apaga! Amor, amor, el humo a baja altura ondula a mi alrededor como las bufandas de Isadora, y temo que una de ellas se enganche y ancle la rueda. Esos taciturnos humos amarillos crean su propia atmósfera. No se elevan, se arrastran en torno del globo sofocando a los ancianos y a los mansos, sl débil bebé del invernadero en su cuna, a la lúgubre orquídea que cuelga en el aire su jardín colgante, demoníaco leopardo. La calefacción la tornó blanca y la mató en una hora. Untando los cuerpos de los adúlteros como una ceniza de Hiroshima, y consumiéndolos. El pecado. El pecado.

Querido mío, toda la noche estuve fluctuando, encendiéndome, apagándome. Las sábanas llegan a pesar como el beso del libertino. Tres días. Tres noches. Agua con limón, agua de pollo, el agua me da arcadas.

DANZAS NOCTURNAS Una sonrisa tuya cae en la hierbay se pierde para siempre.

Page 13: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

¿Y dónde se extraviarántus danzas nocturnas? ¿En las matemáticas?

Saltos y espirales tan puros-sin duda recorren

eternamente el mundo, y no me quedarédespojada de belleza: el don

de tu pequeña vida, tu olora pasto mojado cuando duermes, azucenas, azucenas

que no pueden compararse con tu carne.La cala, los fríos pliegues de su ego,

y el lirio, embelleciéndose a sí mismo-manchas, y un despliegue de pétalos ardientes.

Los cometastienen que atravesar tanto espacio,

tanta frialdad, tanto olvido.Así se desvanecen sus gestos-

cálidos y humanos, y luego su luz rosadasangrando y desollándose

a través de las amnesias negras del cielo.Por qué me son otorgadas

estas lámparas, estos planetasque caen como bendiciones, como copos de nieve

hexagonales, blancossobre mis ojos, mis labios, mis cabellos

rozándome y fundiéndose.En ninguna parte.

Page 14: Recopilación de poemas de Plath y Hughes

LÍMITE (El último poema que escribe, la víspera del suicidio.

La mujer alcanzó la perfección. Su cuerpo muerto muestra la sonrisa de realización, la apariencia de una necesidad griega fluye por los pergaminos de su toga, sus pies desnudos parecen decir, hasta aquí hemos llegado, se acabó. Los niños muertos, ovillados, blancas serpientes, uno a cada pequeña jarra de leche ahora vacía. Ella los ha plegado de nuevo hacia su cuerpo; así los pétalos de una rosa cerrada, cuando el jardín se envara y los olores sangran de las dulces gargantas profundas de la flor de la noche. La luna no tiene por qué entristecerse, mirando con fijeza desde su capucha de hueso. Está acostumbrada a este tipo de cosas. Sus negros crepitan y se arrastran.

http://www.taringa.net/posts/info/5023166/Sylvia-Plath.html